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pomo para pies antibacterias diseño de ingenieria
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Con el pomo para pies olvídate del temor al abrir una puerta de un baño públicoLea más en http://www.itespresso.es/con-el-pomo-para-pies-olvidate-del-temor-al-abrir-una-puerta-de-un-bano-publico-92176.html#EK9vJpQZ0EGiZtYY.99
Misofóbicos del mundo, por fin vuestras plegarias se han escuchado y han creado
un dispositivo para evitar que tengáis que tocar las puertas de los baños público,
bueno, al menos con las manos ya queToepener es un pomo para pies que
convierte las puertas sin mecanismo en “manos libres”.
Toepener en principio facilita la apertura de puertas para quien no quiera tocarla o
lleve las manos ocupadas, pero a mi me parece que es demasiado optimista
evaluando nuestra habilidad con los pies, sobre todo cuando tienes prisa.
Lo cierto es que sea fácil o complicado, Toepener parece que está teniendo cierto
éxito, aún siendo un simple pomo fijo de metal que cuesta casi 50 dólares.
Pero es natural que la gente lo desee ¿a quién no le gusta la idea de que para
evitar tocar con las manos una puerta ahora puedas usar el pie con el riesgo a
resbalar con los numerosos fluidos que habitan en estos paraje y terminar teniendo
un contacto íntimo con tu cara en un suelo impoluto y para nada contaminado?
Lea más en http://www.itespresso.es/con-el-pomo-para-pies-olvidate-del-temor-al-abrir-una-puerta-de-un-bano-publico-92176.html#EK9vJpQZ0EGiZtYY.99
Contagio de infecciones en el bañoBLOG | 10 MARZO 2010 - 5:18PM | POR ALEXANDRA JADRESIC
Durante estos días, un número importante de mujeres en nuestro país
deberá utilizar baños improvisados o compartir el baño en forma
excepcional con otras personas. Para muchas mujeres, utilizar baños
ajenos es fuente de mucha angustia, porque piensan que se exponen a una
variedad de infecciones muy peligrosas, incluyendo enfermedades de
transmisión sexual. En este artículo revisaremos los verdaderos riesgos de
infección que se encuentran en los baños y cómo evitarlos.
Lo primero y más importante que una mujer debe saber es que
es prácticamente imposible contagiarse con infecciones de
transmisión sexual al sentarse en la taza de un baño. Puede sí haber
algunos microbios, pero es muy difícil que alguno de éstos llegue a infectar
o contaminar seriamente la piel de los muslos o de los glúteos, que es la
zona del cuerpo que entra en contacto con la taza del baño.
Las infecciones de transmisión sexual se contagian, tal como su nombre lo
señala, a través del contacto sexual. Para que una persona se infecte con
clamidia, gonorrea, sífilis, herpes, tricomonas, virus papiloma o SIDA,
tiene que haber contacto directo entre la vagina o la vulva con líquidos
corporales infectados, tales como flujo vaginal o semen, o contacto directo
entre la piel de dos personas en el caso de herpes. Esto ocurre cuando hay
una relación vaginal, anal u oral con una pareja infectada o al menos, en el
caso de herpes, contacto íntimo directo entre dos personas.
Si alguien infectado con una enfermedad de transmisión sexual dejara
semen, secreciones vaginales, sangre o saliva en la taza del baño, tendría
que dejar una inmensa cantidad de microbios como para llegar a
producirle una infección a otra persona por esta vía. Esto es
extremadamente poco probable y en la práctica casi imposible. Lo que
ocurre es que los microbios que causan las enfermedades de transmisión
sexual, incluyendo el SIDA, son microorganismos (o microbios) frágiles,
que sobreviven muy poco tiempo fuera del cuerpo humano o sobre objetos.
Además, la segunda persona tendría que tener algún tipo de herida en los
muslos o glúteos que entrara en contacto directo con la mancha de sangre
o líquido corporal para que el virus o bacteria pudiera entrar, ya que los
microbios no atraviesan piel sana.
Existe el mito de que los baños podrían ser fuente de infección por pthirus
pubis (piojos del pubis o ladillas). Se sabe que estos parásitos sí pueden
vivir fuera del cuerpo hasta 24 horas en sábanas, ropas, toallas, etc. Sin
embargo, son parásitos extremadamente sedentarios, prefieren habitar
lugares tibios, muy raramente se separan del cuerpo humano y en todo
caso no tienen patas aptas para caminar en superficies lisas y duras, por lo
que sería muy raro encontrarlos en la taza de un baño. El contagio a
través de objetos o toallas o ropa de cama también es muy improbable. El
contacto íntimo directo, "de piel a piel", es la principal forma de
transmisión.
Algo que sí puede ocurrir, especialmente en niños pequeños, es
la dermatitis de contacto. Esto no es una infección, sino una irritación
de la piel debido al contacto con el asiento del baño. Afecta especialmente
a los niños, ya que su piel es más sensible. Es poco común, pero en estos
últimos años ha ido aumentando y se produce al haber contacto con
sustancias químicas irritantes en la taza del baño, debido al uso de
materiales de limpieza demasiado fuertes. También puede ocurrir cuando
la tapa es de madera pintada o esmaltada, ya que la pintura y el esmalte
pueden causar irritación. Si un niño va a usar un baño y la tapa de la taza
no es de plástico o existe la posibilidad que se hayan utilizado limpiadores
fuertes, entonces es mejor cubrir la tapa con papel para evitar el contacto
directo con la piel.
Es importante que las mujeres le perdamos el miedo a sentarnos en la taza
del baño, ya que estudios muestran que cuando la mujer orina de pie o en
semicuclillas, sin sentarse en la taza, tiene mayor riesgo de retener orina
en la vejiga, y esto puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias. Peor
aún es aguantar las ganas de orinar hasta siete u ocho horas durante el
horario de trabajo o cuando se está fuera de la casa por temor a usar
baños ajenos. La retención de orina por periodos prolongados aumenta el
riesgo de infección urinaria y puede llevar a la larga a trastornos en la
forma en que funciona la vejiga. Lo ideal es vaciar la vejiga al menos 5 o 6
veces durante el día y mantener un consumo de 1,5 a 2 litros de líquido
diario.
Hay tres momentos durante el uso del baño a los que sí hay que prestarles
especial atención, tanto en la casa como en lugares públicos, para evitar el
contagio con gérmenes que puedan causar enfermedades respiratorias
o diarrea:
1° Cuando se ha tirado recién la cadena. Existe algo llamado el "efecto
aerosol", que significa que cada vez que se tira la cadena, salen disparadas
cientos de gotitas cargadas de bacterias y virus que quedan en el techo y
las paredes y en todos los artículos del baño, que si se inhalan podrían
producir resfríos o amigdalitis. La llovizna principal de bacterias y virus no
ocurre de inmediato al tirar la cadena, sino en los momentos después,
cuando el agua ya ha vuelto a la taza. Por lo tanto, es importante bajar la
tapa antes de tirar la cadena. Si el baño no tiene tapa, es mejor salir
inmediatamente después de tirar la cadena, para evitar el rocío de
bacterias y virus que ocurre en los minutos posteriores. Si no se puede
salir de inmediato, entonces al menos hay que tratar de aguantar la
respiración hasta salir. Si hay una cola larga para entrar al baño y hay que
entrar inmediatamente después que la persona anterior haya tirado la
cadena, es mejor respirar lo menos posible al entrar y evitar las
inspiraciones profundas para evitar la inhalación de estas partículas. Como
este "efecto aerosol" también ocurre en el baño de la casa, es mejor
guardar el cepillo de dientes en algún lugar cerrado para evitar que se
contamine cada vez que se tira la cadena del baño, y así reducir el riesgo
de resfríos e infecciones intestinales.
2° Al manipular las manillas de la puerta, la manilla para tirar la cadena
del baño, las llaves de los lavamanos y los artefactos para secarse las
manos, ya que aquí es donde hay generalmente mayor concentración de
microbios que pueden provocar infecciones tales como resfríos y diarreas.
Es mejor evitar tocarlos directamente y usar papel o los codos. Hay que
evitar tocarse la boca, la nariz o los ojos después de tirar la cadena o
después de tocar cualquier manilla del baño.
3° Hay que lavarse las manos SIEMPRE antes de salir del baño. No sirve
simplemente enjuagárselas por unos pocos segundos sin jabón. Hay que
jabonarse la manos durante 20 o 30 segundos, procurando que el jabón se
esparza entre los dedos y ojalá bajo las uñas. La fricción de las manos
mientras se jabonan ayuda a matar bacterias. Después de lavarse las
manos, lo ideal es usar papel para cerrar la llave, secarse las manos sin
tocar ningún artefacto directamente y usar papel nuevamente para abrir la
puerta y salir del baño, para evitar la recontaminación.
Si recuerdas siempre estas simples reglas durante el uso del baño, verás
que puedes hacer uso tranquilamente de cualquier baño, sea público o
propio, sin mayores riesgos para tu salud.