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Breve reseña de las Secciones I y II del tomo I de El Capital de Karl Marx Comentarios a los trabajos de Bolívar Echeverría y Jorge Veraza Gonzalo Flores Mondragón 1 EN MEMORIA DEL DR. BOLÍVAR ECHEVERRÍA La Crítica de la Economía Política como discurso inmanente El primer libro del proyecto completo de seis libros entorno a la Crítica de la Economía Política (CEP) de Marx, es El Capital. Crítica de la Economía Política, el cual contiene de manera condensada todos los elementos para la Crítica de la Economía Política y para la Crítica Total a la Sociedad Burguesa. 2 Según escribiera Marx, los seis libros que conforman el plan global de la CEP serían: El Capital, La propiedad del suelo, El Trabajo Asalariado, El Estado, El Comercio mundial y el Mercado Mundial y la crisis 1 Este trabajo está basado en los trabajos de Bolívar Echeverría y Jorge Veraza que aquí se citan, así como los apuntes de clase de más de 25 años impartidas por Andrés Barreda y el propio Jorge Veraza, en la facultad de Economía de la UNAM y en la UAM-Iztapalapa. Pero también incluyen las enseñanzas aprendidas producto de la amistad personal que comparto con estos dos últimos teóricos. 2 . Al respecto véase la Introducción General a la Crítica de la Economía Política de 1857, apartado IV y el Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política de 1859

Conferencia Sobre El Punto de Partida

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Breve reseña de las Secciones I y II del tomo I de El Capital de Karl Marx

Comentarios a los trabajos de Bolívar Echeverría y Jorge Veraza

Gonzalo Flores Mondragón1

EN MEMORIA DEL DR. BOLÍVAR ECHEVERRÍA

La Crítica de la Economía Política como discurso inmanente

El primer libro del proyecto completo de seis libros entorno a la Crítica de la

Economía Política (CEP) de Marx, es El Capital. Crítica de la Economía Política, el

cual contiene de manera condensada todos los elementos para la Crítica de la Economía

Política y para la Crítica Total a la Sociedad Burguesa.2

Según escribiera Marx, los seis libros que conforman el plan global de la CEP serían:

El Capital, La propiedad del suelo, El Trabajo Asalariado, El Estado, El Comercio

mundial y el Mercado Mundial y la crisis

El argumento completo de la CEP “transcurre en el interior del modo de producción

capitalista, en inmanencia, sin salirse de éste, para explicarlo. La CEP es, pues, una

crítica inmanente del modo de producción burgués, no le es extraña, ni viene de

fuera para criticarlo”.3 Esto significa que lo critica utilizando conceptos emanados de la

propia dinámica del capitalismo: mercancía, valor, valor de cambio, plusvalor, logrando

explicar la lógica que rige este sistema y marcando la necesidad de su trascendencia,

sin recurrir a conceptos u otros recursos fuera del propio capitalismo. Por ello, en tanto

crítica inmanente, como discurso nacido del propio modo de producción burgués puede

ubicar el punto de partida del propio capitalismo, es decir, su origen. Y a partir de él,

1 Este trabajo está basado en los trabajos de Bolívar Echeverría y Jorge Veraza que aquí se citan, así como los apuntes de clase de más de 25 años impartidas por Andrés Barreda y el propio Jorge Veraza, en la facultad de Economía de la UNAM y en la UAM-Iztapalapa. Pero también incluyen las enseñanzas aprendidas producto de la amistad personal que comparto con estos dos últimos teóricos.2. Al respecto véase la Introducción General a la Crítica de la Economía Política de 1857, apartado IV y el Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política de 1859 3 Veraza Jorge, Leer El Capital hoy, Ed. Itaca. México, 2007, p. 141

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el de dónde viene, el en dónde está y el hacia donde se dirige. Esto significa que es un

discurso capaz de pensar la tendencia histórica de este modo de producción.

El punto de partida de la CEP, por este carácter de inmanencia, está definido por dos

aspectos fundamentales. Primero, la apariencia y esencia del sistema. Su apariencia

circulatoria en correlación con su esencia productiva. El capitalismo proviene de la

circulación mercantil desarrollada, el comercio que esta conectada con la producción de

mercancías. Su apariencia circulatoria muestra su pasado, mientras que su esencia

productiva mercantil nos revela su presente. El capitalismo como un flujo histórico,

como un continum histórico.

Segundo. Sin embargo, la estructura y dinámica del capitalismo genera la falsa

apariencia de ser un fenómeno sin historia, sin movimiento. En el capitalismo la

realidad se configura haciéndonos creer que la historia se ha detenido. Que se ha llegado

al punto más alto y perfecto de desarrollo de la sociedad y en donde la mercancía se

mira como algo natural, lógico y perfecto, que da lugar a relaciones sociales en donde

los individuos son libres y recíprocos unos con otros. Dicho en otras palabras, la

estructura y dinámica del modo de producción burgués cancelan la historia.4

Debido a esto el discurso de la crítica inmanente del proletariado, por necesidad,

apunta hacia la trascendencia; se encamina a demostrar cómo es que hubo historia

antes del capitalismo y que seguirá habiendo historia después del capitalismo.

Pero tal cometido es socavado cotidianamente por la realidad capitalista, al punto que

ha confundido al propio pensamiento proletario, haciéndole creer que para poder criticar

y trascender al capitalismo se necesitan elementos y factores externos a él, desde los

ámbitos y espacios precapitalistas. Si bien críticas basadas en estos aspectos pueden

aportar elementos agudos y certeros no permiten criticar al capitalismo en su totalidad,

sistemáticamente.

La CEP, en tanto crítica inmanente abandona todas estas ilusiones y reconoce que la

estructura y dinámica del capital está cimentada en la estructura de la mercancía

La estructura de la mercancía es el lugar secreto donde el modo de producción

capitalista guarda su historia pasada y las posibilidades de su historia futura. Respecto

de su historia pasada la estructura de la mercancía hace que se rompa la relación

orgánica que el capitalismo guarda con la historia precapitalista5 justo porque el

4 Ibid, p.1425 Por ejemplo la noción de “capital natural”, que ahora se aplica al análisis de otros modos de producción precapitalistas

Page 3: Conferencia Sobre El Punto de Partida

capitalismo rompe el vínculo orgánico que hay entre el productor y sus medios de

producción de vida.

En la correlación que hay entre estas dos rupturas está la clave que impide entender

el movimiento completo de la historia en el que quedan unidos el capitalismo con los

otros modos de producción precedentes y con otros modos de producción futuros

posibles. Estas rupturas, a lo sumo, nos permiten entender solamente la repetición

cotidiana del capital; su reproducción como un proceso natural o –incluso, desde el

pensamiento de izquierda- como un proceso posible de criticar, pero no nos permite

entender el desarrollo capitalista, las contradicciones que éste encierra, los contrarrestos

que aplican y las tendencias que se describen.

Sólo que, si la cancelación de la historia es el rasgo característico, cotidiano y

estratégico que el capitalismo debe llevar a acabo para lograr la explotación y

sometimiento de los pueblos, en el objeto mercantil está la veta que nos permite explicar

la Historia del capitalismo.

Si esto es así llama la atención que en este primer libro de El Capital Marx solo

estudie las primeras dos esferas de la Reproducción Social: la esfera de la producción y

la esfera de la circulación, dejando fuera la esfera del consumo ¿Por qué hace esto si

está pretendiendo realizar una crítica de la Economía Política como condición para una

crítica total de la sociedad? Porque en el capitalismo no se planifica el consumo de la

sociedad, lo que interesa al capital es producir para ganar dinero, solo piensa el

consumo productivo, o sea, el consumo que hace el capital. No se planifica el consumo

social por que la reproducción social está sometida a la lógica de la producción de

plusvalor. De manera que el capitalista solo conecta a la producción con la circulación.

Sin embargo al hacer la conexión producción-consumo, implícitamente se establece

la conexión entre la producción con el consumo, en tanto que la circulación es la

mediación de ambos momentos.

Por ello, la obra de El Capital tiene como por objeto estudiar, en primer lugar, como

acontece la reproducción de capital y, sometida a ella la reproducción de la sociedad. Es

así que podemos entender que, aunque en este libro no parece estar considerado el

consumo, en realidad está siempre presente, posibilitando el entendimiento del proceso

de la reproducción de capital y sirviendo de parámetro para criticarla

En segundo lugar, esta obra de Marx, plantea descifrar la ley tendencial natural-

social del desarrollo capitalista. Decimos que es una ley tendencial natural-social

Page 4: Conferencia Sobre El Punto de Partida

porque conlleva siempre –debido a sus contradicciones inmanentes- una situación de

riqueza material creciente a la par de una miseria material creciente.

En tercer lugar, el objetivo de El Capital es demostrarnos la manera como el modo

de producción capitalista produce las condiciones materiales y sociales que apuntan al

comunismo.

El modo aparente de existir de la riqueza social mercantil simple

Teniendo en consideración estos tres objetivos podemos decir que los primeros

cuatro capítulos de El Capital constituyen la introducción de toda la obra de Marx , es

decir, son capítulos que tienden a problematizar a la realidad burguesa, destruyendo las

falsas apariencias de esta realidad (D-D’).

C. Reconstrucción de las apariencias A. Análisis de las apariencias mistificadas desmistificadas Secciones I y II del tomo I tomo III

B. Análisis de las esenciasSección III-VII del tomo I- tomo II

El orden de estos cuatro primeros capítulos, que abarcan las dos primeras Secciones

de El Capital, que llevan por título: Sección I “La mercancía y el dinero”, Sección II

“La transformación de dinero en Capital”. La primera sección se compone de los tres

capítulos iniciales: La mercancía, El proceso de intercambio y El dinero o la

circulación de mercancías. Por su parte, la sección segunda se compone de un solo

capítulo, el capítulo IV: Transformación de dinero en capital.

En ambas secciones, es decir en los cuatro capítulos iniciales, se redondea la

exposición de una problemática particular: mostrar la imposibilidad de la circulación

mercantil para explicar la existencia del capital (D-M-D’) sin violar las leyes del

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intercambio de equivalentes; y ambas secciones dejan listas las condiciones para que la

siguiente Sección -la tercera- abra una nueva problemática: la producción de plusvalor

Por lo tanto, las dos problemáticas –la de las sección es I y II y la de la de la sección

III- giran en torno al campo conceptual que se estructura a través del concepto

plusvalor, figura histórica que asume la riqueza social en la sociedad capitalista.

En las dos primeras secciones el plusvalor es presentado en referencia al

comportamiento de una sociedad capitalista que circula su riqueza mediante el

mecanismo casual del intercambio, o sea de la esfera de la circulación. En ella, el

plusvalor aparece como un resultado sorpresivo, debido a las acciones individuales y

afortunadas de algunos de su miembros. No se presenta como el resultado de una

producción de riqueza histórica específica que determina un modo de consumo

también determinado y que dan como resultado un proceso reproducción social

determinado.

Esta segunda perspectiva de producción de riqueza histórica específica, es la que

tiene lugar en la Sección III cuando Marx nos exponga la producción de plusvalía

absoluta; dicho en otras palabras, como el capital produce plusvalor absoluto

“Podemos decir, entonces: el objeto teórico particular tratado en las dos primeras

secciones de El Capital es el modo aparente de existir de la riqueza en la sociedad

capitalista [cursivas mías] (…) y su problemática el análisis crítico de la validez de la

fórmula general del capital (D-M-D’) o el examen de las condiciones de posibilidad del

proceso descrito por ello.” 6

La manera como se plantea esta problematización del modo aparente de existir de

esta riqueza se centra en la articulación que distingue y conecta a la vez a los tres

primeros capítulos (Sección I) con el capítulo IV (Sección II).

En la Sección I se examina el conjunto de determinaciones estructurales

necesarias y elementales (M-D-M), mientras que en la Sección II se expone el

conjunto de determinaciones que lo configuran y particularizan cuando el modo de

existir de la riqueza social es modificado en el sentido específicamente capitalista (D-

M-D’).

Quedan planteadas, de esta manera, la fórmula general de la riqueza mercantil

(M-D-M) y la fórmula general del capital (D-M-D’).

Para presentar la fórmula general de la riqueza mercantil, la Sección I es tratada en

su argumento completo en tres momentos:

6 Echeverría Bolívar, El Discurso crítico de Marx, Ed ERA. México, 1986, p. 63.

Page 6: Conferencia Sobre El Punto de Partida

1) Análisis de la unidad elemental de la riqueza mercantil (M y D) tratada

como un objeto que tiene dos planos (MM): Mercancía común y Mercancía

dinero y sus contradicciones de posibilidad. (Capítulo I: La mercancía)

2) Análisis del acto elemental de intercambio (las relaciones M-M y M-D).

(Capítulo II: El proceso de intercambio)

3) Análisis del movimiento total característico de la esfera de la circulación de

mercancías (M-D-M) (Capítulo III: El dinero o la circulación de mercancías)

A su vez, la Sección II es presentada en un solo capítulo, dividido también en tres

momentos:

1) Análisis del modo específicamente capitalista de funcionamiento de la esfera

de la circulación de mercancías y dinero: pasar de D a D’ transitando por M; es

decir. D-M-D’.

2) Establecimiento del carácter contradictorio del surgimiento del plusvalor

dentro de la esfera de la circulación, propio de un proceso de reproducción

mercantil simple: en la esfera de la circulación no puede generarse el plusvalor,

pero a la vez, solo en la esfera de la circulación puede realizarse el plusvalor.

Page 7: Conferencia Sobre El Punto de Partida

3) La esfera de la circulación como el ámbito que oculta el problema del

plusvalor realizado bajo unas relaciones sociales de producción esencialmente

diferentes: la compra de la mercancía fuerza de trabajo.

La importancia del Punto de partida y del Argumento de partida

La Sección I y II de El Capital plantan un problema metodológico esencial para la

investigación científica: el punto de partida en la exposición teórica.

Bolívar Echeverría señala que en estas dos secciones se plantea el argumento total

de partida de la CEP. Dicho argumento se compone de:

i. Un movimiento inicial o punto de partida.- el capítulo I: La mercancía

ii. Un paso argumental o línea.- Sección I La mercancía y el dinero

iii. Un argumento total de partida o Figura argumental inicial.- Sección II. La

transformación de dinero en capital

El comienzo de El Capital es la figura de partida o Figura argumental inicial

descrita en las dos primeras secciones. Esta figura examina el proceso de circulación

Page 8: Conferencia Sobre El Punto de Partida

mercantil capitalista para elaborar un saber revolucionario sobre esa riqueza social

histórica que circula, el plusvalor. Un saber que permita revolucionar, transformar a la

producción de riqueza y -con ello- a la sociedad actual; pues es en virtud de esta figura

específica de riqueza privada que se organiza el comportamiento política de la sociedad

capitalista.

Esta riqueza privada capitalista se distingue de las otras configuraciones de riqueza

privada porque tiene dinámica propia que la produce (D-M-D’), mientras que las otras

formas de riqueza privada son figuras pasivas que dependen para su incremento o

decremento de factores externos a ellas mismas.

“El argumento desarrollado por Marx en las dos primeras secciones de su obra juzga

a la riqueza capitalista de acuerdo a las propias leyes del medium donde ella aparece”7

Es en virtud de esta lógica que articula los niveles de punto, línea y figura ó capítulo

I, Sección I y Sección I y II que podemos entender la recomendación hecha por Bolívar

de detenernos al final de los cuatro primero capítulos de El Capital a realizar una

consideración de conjunto sobre la argumentación desarrollada hasta este momento para

darnos cuenta que lo dicho hasta ahora ha girado en torno a una problemática particular:

el plusvalor.

Como punto de partida o movimiento inicial de un paso más amplio, el capítulo I

ofrece el análisis del conjunto de factores estructurales elementales que dan lugar a

la aparición de un objeto social práctico y contradictorio: la mercancía y la realidad

mercantil resultante de ella. En otras palabras, presenta la figura que asume la

materialidad capitalista y la figura de la socialidad acorde con ella.

Estos elementos resultan necesarios para exponer el examen del terreno, es decir la

línea argumental ó Sección I, dentro del cual es reconocible el proceso específico en el

que se manifiesta la riqueza capitalista. Este examen de la fórmula M-D-M expresa que

la circulación o metamorfosis de la riqueza mercantil debe cumplirse no como un acto

único y aislado, sino como un acto repetido para todo el sujeto social. Para la

explicación de este acto circulatorio se mencionan dos movimientos: Un primer

movimiento de carácter analítico en donde se estudian a los objetos mercantiles

elementales (M y D, capítulo I), así como las relaciones elementales (M-M y M-D

capítulo II); y un segundo movimiento de corte sintético que estudia la totalidad de ese

campo fenoménico, el capítulo III, como circulación mercantil mediada por el dinero

7 Ibid, p. 69

Page 9: Conferencia Sobre El Punto de Partida

(M-D-M), junto con sus funcionamientos derivados excepcionales: el atesoramiento y el

crédito.

Ahora bien, fijémonos con más detalle

Los dos aspectos del punto de partida

El punto de partida o movimiento inicial presentado en el capítulo I es el objeto

mercancía y su exposición comienza abordando su cualidad. Ésta se presenta como un

objeto de calidad estructuralmente compleja porque es la composición de un objeto

que, siendo producto del trabajo humano provoca una “crisis de extrañamiento

ontológico” –como la llama Bolívar- en los individuos, es decir una enajenación de

estos individuos respecto de los objetos que son producto de ellos.

Dicha calidad compleja del objeto mercantil combina dos planos: Una forma natural-

social que es concreta y total, que se debe a las características materiales de él; y una

forma social de equivalencia que es abstracta y reducida.

En la mercancía, ambas dimensiones se contrapones y caen en una relación

contradictoria que deriva en el sometimiento de la primera forma respecto de la

segunda.

El primer aspecto del punto de partida

El primer aspecto del punto de partida aborda el conjunto de determinaciones

estructurales elementales del objeto practico social de la riqueza social mercantil. Este

primer aspecto se desdobla en dos planos: La forma natural-social de la riqueza y la

forma social o de equivalencia.

La forma natural-social

Dentro de la primera forma, la mercancía no es más que un trozo de naturaleza que

queda integrado en el proceso de producción de vida de un sujeto, es decir, su proceso

de reproducción social, gracias a que esta mercancía es un producto del trabajo humano.

En este sentido forma parte de la totalidad sistemática de las capacidades sociales y

de la totalidad sistemática de las necesidades sociales, convirtiéndose de producto en

Page 10: Conferencia Sobre El Punto de Partida

un bien destinado a ser consumido. En sus dos dimensiones, producto y bien, se trata de

un objeto material, cultural e históricamente determinado.

Esto es lo que para Marx significa un Valor de Uso, “una objeto que, merced a sus

características naturales, satisface una necesidad humana, no importando del tipo que

sea”8

El punto más importante de esta forma natural, de un valor de uso, está dado por la

presencia de un sentido o una tensión intencional práctica proveniente del trabajo que la

produce, es decir, de ser un resultado de la praxis de un sujeto social.

El valor de uso en si y el valor de uso para si

La dimensión del valor de uso es, la forma natural es el fundamento de la riqueza

social. Como bien señala Jorge Veraza9, la CEP es un discurso sobre el valor de uso que

presenta las modalidades históricas de valor de uso que existen y los distintos planos de

existencia de un valor de uso.

Un valor de uso puede ser individual y en ese sentido podemos entender que sea el

contenido material de la riqueza, “un objeto que merced a sus características

naturales…” Pero todo valor de uso individual, en la medida en que es resultado de

una producción de un sujeto social y destinado al consumo de un sujeto social, también

se revela como un valor de uso social.10

Como objeto material, como trozo de naturaleza transformado por el trabajo, el valor

de uso tiene un modo de existir en si, sin embargo, en la medida en que es un valor de

uso para otro, para ser consumido por otra persona, -un valor de uso social- se revela

como un valor de uso para si,11 por que el sujeto social que lo produce se realiza hasta

este momento del consumo por otro sujeto distinto del que lo produjo. Como valor de

uso en si el sujeto social se encuentra en suspenso, como mera posibilidad. Como valor

de uso para si este sujeto se realiza como tal. Un valor de uso, además de reproducir al

sujeto individual que lo consume, conecta al productor con el consumidor y –en esa

medida- produce socialidad. No solo produce vida, sino vida social, vida en sociedad.

8 Marx, Karl, El Capital. tomo I, capítulo I, Siglo XXI Editores. México, 19879 Veraza Jorge, Lo comunitario más allá de la mercancía. Cuatro ensayos sobre el primer capítulo de El Capital de Karl Marx, Ed. Itaca. México, 199710 Ibidem, pp.711 Ibid

Page 11: Conferencia Sobre El Punto de Partida

En virtud de ello es que la primera forma no solo se entienda como natural, sino

como natural-social y entendida esta forma en su totalidad es que para Marx el valor de

uso es el fundamento de la sociedad.

“Solo un vir obscurus que no ha entendido una palabra de El Capital puede concluir

que en [mi] obra, el valor de uso no desempeña ningún papel […]”

“[…] en mi teoría, el valor de uso desempeña un papel importante de un orden

totalmente diferente al que ha tenido en la Economía anterior”12

La forma social o de equivalencia

Junto a su dimensión natural-social (transhistórica), el objeto mercantil presenta una

segunda dimensión, la de ser un objeto con una forma social histórica determinada. Esta

forma social propia de la sociedades donde domina la riqueza social bajo su figura

mercantil, se entiende como forma social de equivalencia y que aparece como Valor de

cambio. Esta forma social “no es otra cosa que uno de los niveles de determinación

12 Marx, Karl, Notas a Wagner, M.E.W t. 19, pp.369 y 371. Tomado de Echeverría Bolívar, Op Cit, pp. 64

Page 12: Conferencia Sobre El Punto de Partida

propios de su objetividad (calidad o forma de existencia) social-natural: el nivel de

determinación abstracto-cuantitativo”, pero que aunque deriva del nivel cualitativo, se

separa de él como un estrato de existencia autónomo y que se sobrepone a aquél. El

valor de cambio se revela como valor de uso abstracto, Como el valor de uso de un

objeto en la esfera de la circulación.

De ahí que Bolívar defina al valor de cambio como “la substancia de una utilidad

especial”13, que tiene una magnitud determinada por la contingencia de cada situación

específica de intercambio en la que participa expresando a esa otra “substancia de un

especial carácter de producto” que es el Valor.

Como dijimos líneas arriba, la objetividad social del intercambio se escinde y

autonomiza de objetividad natural-social. Al pasar esto solo interesan dos aspectos del

objeto mercantil: 1) ser resultado de un desgaste humano producido en abstracto y 2) ser

demandado ó útil para el intercambio, es decir, ser útil en abstracto. La autonomización

de estas dos características es la condición básica para la constitución del modo de

existencia mercantil como contradicción entre la forma natural-social de la riqueza y su

forma social de equivalencia.

Reconstruyendo esta contradicción observamos que la mercancía, como objeto

social, es

Objeto para el intercambio por otra mercancía, Valor de cambio o expresión

de valor

Objeto intercambiable en determinadas proporciones cuantitativas, magnitud

de valor

Resultado o producto de un desgaste humano en abstracto, Valor

Cuando el valor de cambio y el valor llegan a tener vigencia como algo propio y no

casual, aparece el modo de existencia mercantil. Modo donde, para que exista un objeto

natural-social, primero tiene que existir como valor de cambio, es decir como objeto

abstracto.

Este modo mercantil de existir de la riqueza social escinde a cada objeto práctico del

sentido general de la totalidad sistemática de las capacidades y las necesidades,

rompiendo la conexión Producción-Consumo y propiciando que la reproducción social

alcance solo un equilibrio cualitativo total, mientras que su equilibrio cualitativo se

pone en suspenso.

13 Echeverría Bolívar, Op Cit, pp. 78

Page 13: Conferencia Sobre El Punto de Partida

El segundo aspecto del punto de partida

El segundo aspecto consiste en la exposición del conjunto de determinaciones

funcionales que constituyen su cualidad de valor. Si el primer aspecto del punto de

partida habló de la doble dimensión del objeto mercantil y del carácter contradictorio

entre ambas, ahora se expondrá como las características funcionales del valor, al figurar

como un proceso de expresión/contenido que une a la dimensión de valor de cambio

con la dimensión de valor, ocultan la contradicción entre la forma natural-social y la

forma social o forma valor.

Este proceso de expresión/contenido, que une al valor de cambio con el valor pasa

por la cantidad de valor, su magnitud, que debe ser expresada. Por eso en realidad esta

unidad de expresión/contenido se desdobla como una unidad que contiene tres

dimensiones: expresión, magnitud y contenido de valor. Son las tres dimensiones que

conforman esa “substancia de un especial carácter de producto”. A la unidad de estas

tres es lo que Marx denomina la Forma Valor (Werthform) o “forma de existencia”, la

realidad de la substancia valor. Es importante distinguir esta Forma Valor de la Forma

del valor (Form deWerth) o “forma de expresión”, la cual alude solo a la dimensión del

valor de cambio.

El tema central en el tratamiento de la Forma social de equivalencia es esta unidad de

expresión/contenido triplemente determinada, el proceso de expresión del valor en valor

de cambio, es decir la Forma Valor. Dentro de este tema el tema culminante es la

transformación del valor de cambio en la figura del precio, como la realización más

acabada de la necesidad que tienen los objetos mercantiles de expresar sus valores, y al

dinero como la forma de existencia perfectamente adecuada del precio, porque el valor

solo puede existir si está expresado.

Page 14: Conferencia Sobre El Punto de Partida

Esta necesidad de expresión del valor de las mercancías es lo que la vuelve un objeto

social a pesar de ser el resultado de una acción privada. Sin embargo, esta expresión del

valor que la vuelve social solo la afecta a posteriori y de manera externa; es decir que

no es concebida de antemano como un objeto concreto destinado a realizarse mediante

un consumo concreto, sino que se concibe como un objeto con una cantidad de desgaste

abstracto (de valor) que puede intercambiarse por otra cantidad de desgaste abstracto. Y

que –además- no cuestiona o no permite entender y criticar las condiciones privadas en

las que el sujeto social la produce.

Se trata pues, de una necesidad de expresión del valor (socialización del valor) que

solo puede cumplirse de manera a-social, en el establecimiento cósico, azaroso y

caótico de la circulación mercantil.

Recapitulando. Si el objeto mercantil es un objeto biplanar, que tiene la dimensión de

ser forma natural-social y forma social de equivalencia o Forma Valor; si la forma socia

de equivalencia o forma valor se autonomiza de su forma natural-social y la somete

haciendo que los objetos mercantiles se entiendan en primer lugar como “realidades

abstractas” (objetos que tienen una determinada cantidad de desgaste humano en

general en busca de ser intercambiados por otros objetos con una cantidad de desgaste

humano en general de igual magnitud) y no como objetos práctica, material y

concretamente determinados; y si recordamos que el valor de uso -como parte de esta

unidad triplemente determinada de expresión /contenido- es un valor de uso abstracto, el

valor de uso que tienen los objetos mercantiles en la esfera de la circulación, entonces y

solo entonces podemos afirmar que la forma de la riqueza, es siempre una forma de

riqueza social y que en la sociedad capitalista esta forma de riqueza social asume la

figura de la forma valor (werthform), la cual se mira como la forma mercancía,14 un

objeto complejo inestable y contradictorio. Y que esta forma mercancía significa decir

valor de uso deformado, es decir, un objeto donde lo primero no es lo humano, sino la

realidad abstracta del valor.

El modo de circulación mercantil. El cierre de la línea argumental

14 Vera Jorge, Op Cit, pp 7-8

Page 15: Conferencia Sobre El Punto de Partida

Habiendo presentado el conjunto factores estructurales elementales (M y D) y de los

procesos de intercambio básicos (M-M; M-D) veamos la fórmula completa de la riqueza

mercantil M-D-M.

El dinero o la circulación de mercancías es el título del capítulo tercero que cierra la

Sección I del tomo I de El Capital. Ha sido un capítulo poco estudiado y mal entendido

en lo general.

Su título es enigmático pues plantea una igualdad entre el dinero y la circulación de

mercancías, pero no desde la génesis del dinero, sino desde su proceso, su

comportamiento para llegar al resultado, al final del capítulo, de la aparición de el

capital (D’). Su primer objetivo es presentar la fórmula de la riqueza social cuando esta

se organiza de modo mercantil simple: M-D-M. El segundo objetivo será el

comportamiento del dinero dentro de esta fórmula.

Desde el título Marx nos habla de un objeto bifacético o bidimensional. Por un lado

la función del dinero como el plano aparente del problema a tratar. Por el otro, la

circulación de mercancías como el plano oculto. Del mismo modo que el objeto

mercantil tiene su plano aparente en le valor de cambio y su plano oculto en el valor, de

igual modo la circulación de mercancías presenta una estructura análoga.

A nosotros los individuos de la sociedad -e incluso a casi todos los economistas

burgueses (por no decir a todos)- solo se nos presenta a la vista el movimiento de los

equivalentes generales, al tiempo que se nos oculta el movimiento general de las

mercancías.

Según Bolívar Echeverría, las funciones del dinero son cuatro:

Dos básicas (medida de valor § 1; medio de circulación § 2) y

Dos suplementarias (medio de atesoramiento § 3; medio de pago o deuda § 4)

Las funciones básicas son aquéllas que el dinero siempre tiene que cumplir, no

importando que tan desarrollado está el intercambio de mercancías. Por su parte, las

funciones suplementarias son aquellas en las que cabe o no la posibilidad de su

realización.

Estas cuatro funciones corresponden con el plano de la apariencia del objeto “modo

de circulación”. Su plano oculto será el del metabolismo de los valores de uso (su paso

de producto a bien), el desarrollo de la reproducción social, el desarrollo de las fuerzas

productivas.

Como medida de valor, el dinero cumple una función ideal al momento en que

analiza la expresión del valor de la mercancía. Pareciera estar repitiendo el mismo

Page 16: Conferencia Sobre El Punto de Partida

problema que en el § 3 del capítulo I, solo que ahora lo presenta con ligero pero muy

importante cambio de perspectiva. En el § 3 del primer capítulo expone la expresión

ideal del valor pero de manera unilateral, es decir solo mediante la expresión del valor

de la mercancía relativa. En el tercer capítulo, en su primer parágrafo tenemos la

relación ideal entre dos mercancías reales distintas

Para que la función de medida de valor pueda funcionar, el dinero necesita desplegar

otra función la de patrón de precios, el cual supone una medida estable y fija, la cual se

logra por el acuerdo social, por el uso y costumbre y luego por la legalidad.

El estado aparece como el mediador para el proceso de intercambio, por eso algunas

monedas se llaman como los reyes; y cuando la medida de valor usa nombres, la

mistificación del valor se potencia en gran medida.

La conclusión será que el dinero, en su fetichismo, parece que genera a la mercancía

y no al revés, que la mercancía genera al dinero . En su funcionamiento, el dinero caerá

en dos contradicciones. La primera de ellas es que el dinero nunca puede expresar

acertadamente el valor de las mercancías, si alguna vez lo hace es por azar. Esto es así

porque el proceso de intercambio no es un proceso racional y planificado, sino que solo

es una ley promedial, en donde no hay una identidad y/o normas reguladoras para dicho

proceso. Por so los precios oscilan. La segunda contradicción consiste en que, no solo

hay equívoco al medir los valores, sino que viola y trastoca el supuesto o condición

inicial: expresar el valor trabajo contenido en las mercancías, pues el dinero le pondrá

precio a cosas que no son resultado del trabajo humano objetivado. Es decir, que el

dinero ya no solo expresa el valor de las mercancías, sino que lo tasa.

Por ello el argumento nodal de este primer parágrafo será el que el dinero se ha

autonomizado.

En el § 2 medio de circulación, Marx presenta el método mediante el cual el

capital se mueve o se desarrolla: la elipse “El desarrollo de la mercancía no

suprime esas contradicciones, mas engendra la forma en que pueden moverse. Es

éste, en general, el método por el cual se resuelven las contradicciones reales”15. El

metabolismo social (concepto nuevo con el que Marx alude al desarrollo del valor

de uso y que engloba el proceso de reproducción social) se lleva a cabo de manera

mediada a partir de metamorfosis (concepto retomado de la literatura griega,

Ovidio), de movimientos parciales que constituyen el gran movimiento social que

es el metabolismo social15 Marx Karl, Op Cit., p. 127

Page 17: Conferencia Sobre El Punto de Partida

La estructura de este movimiento parcial, el cual no es entendido por la percepción

inmediatista, nos hace perder de vista que el dinero es una mediación entre valores

de uso (metabolismo social). Esta poca claridad proveniente del fetiche del dinero

(y este fetiche proveniente de la estructura misma de la mercancía) propicia que el

dinero se autonomice y someta a los valores de uso usándolos ahora como

mediación para la realización de su propios fines. “Si nos atenemos tan sólo a ese

aspecto material, al intercambio de mercancía por oro, perderemos de vista

precisamente lo que debiéramos observar, esto es, lo que acontece con la forma.”16

La antítesis del interna de la mercancía se exterioriza presentando en su relación con

el dinero (M-D; D-M) las dos metamorfosis necesarias para la realización del valor de

uso de las mercancías . Estas metamorfosis son contrapuestas pero complementarias:

vender para comprar.

La venta y la compra viene a neutralizar la contradicción entre mercancías y precio,

que , a su vez, se ha originado en la contradicción valor/valor de uso. Sin embargo se

trata de contradicciones ideales: No será sino hasta la contradicción compra-venta, que

veamos la neutralización real que sella todas loas contradicciones ideales anteriores,

pero profundizándolas, pues se venderán cosas que no se van a comprar .

Las leyes que determinan cuantitativamente la función del dinero como medio de

circulación (como lubricante de las mercancías) son: 1) la rotación del dinero; 2) la

masa de dinero y 3) la velocidad de rotación

La rotación se analiza desde consideraciones cuantitativas, cualitativas y desde

ambas. Por su parte, el análisis de la masa de dinero establece que la cantidad de dinero

es directamente proporcional al precio de las mercancías; pero el precio de las

mercancías es inversamente proporcional al valor del dinero; por lo tanto , la masa de

dinero es inversamente proporcional al valor del dinero.

Esto crea la ilusión de que la existencia del dinero se determina solamente y por

existencia de su valor. En realidad la masa del dinero, aparte de depender de su valor,

depende de la sumatoria de los precios de las mercancías y esta sumatoria depende de la

cantidad de mercancías. Respeto de la velocidad de rotación del dinero, la velocidad de

las metamorfosis, a mayor velocidad menor masa de dinero a menor velocidad mayor

masa de dinero, suponiendo constantes el número de metamorfosis.

De ahí que se sostenga que en la masa de dinero se sintetiza la enajenación real e

ideal del objeto mercantil.16 Ibid

Page 18: Conferencia Sobre El Punto de Partida

Para el propietario privado toda esta estructura del metabolismo social pasa

inadvertida, quedando preso solo en los movimientos parciales de las metamorfosis. El

propietario privado no capta la transformación que sufre el sujeto social mediante esta

proceso metamórfico. La venta (M-D) y la compra (D-M) hace que el productor se

vuelva unilateralmente capaz y multilateralmente necesitado. Su trabajo solo puede

permitir reproducirlo si hace el rodeo de intercambiarlo por una cantidad equivalente de

dinero y si el producto de su trabajo se afirma como valor de uso ante el poseedor del

dinero.

De modo que el dinero aparece como el elemento clave y estratégico del proceso de

la compra y la venta, salvando todas las “no reciprocidades” que surgen en el

intercambio de las mercancías. “En su figura de valor, la mercancía hace desaparecer

todas las huellas de su valor de uso natural y del trabajo útil particular al que debe

su origen, para devenir esa crisálida que es sólo concreción material social

uniforme de trabajo humano indiferenciado.”17. Produciendo el espejismo de que el

momento fundante de todo son las metamorfosis (M-D; D-M) y no el metabolismo

social (M-D-M).

Se ha desarrollado la socialidad de los sujetos, pero de una manera cosificada, en

donde a socialmente necesario queda interrumpido y en suspenso, a través de la

universalización del valor de las mercancías. Aparecen los intermediarios y con ellos

los que empiezan a atesorar dinero en los bolsillos.

Hasta la función de medio de circulación, el análisis de la circulación y del dinero

había sido de manera sincrónica., es decir, solamente viendo su desarrollo en el

espacio. A partir de su función como medio de atesoramiento , cuando el dinero

empieza a dominar el aspecto del tiempo, el análisis se vuelve diacrónico

Como dinero, § 3, las monedas ya no sirven a las mercancías, sino que se sirve así

mismo. No se presenta ya como un mero lubricante de la circulación de mercancías,

como en la función anterior, sino que ahora se presenta como la vida y la sangre del

proceso de circulación mercantil. Por eso en este apartado Marx hace la distinción entre

moneda y dinero propiamente dicho.

Esto significa una contradicción entre la sustancia del valor y su magnitud que se va

a resolver con un impulso de atesorar dinero, porque con el atesoramiento la magnitud

de dinero –que es finita- aspira a ser infinita.

17 Ibid pp.133

Page 19: Conferencia Sobre El Punto de Partida

Aparece una inversión en los actos mercantiles que no es solo un cambio de

forma, sino esencial. Pasamos de M-D; D-M a D-M; M-D. El dinero aparece como el

inicio y fin del proceso.

“No bien la serie de metamorfosis se interrumpe, no bien la venta no se

complementa con la compra subsiguiente, el dinero se inmoviliza o, como dice

Boisguillebert, se transforma de “meuble” en “immeuble” [de mueble en inmueble]

de moneda en dinero. […] No se venden mercancías para adquirir mercancías, sino

para sustituir la forma mercantil por la dineraria.”18

El atesoramiento de dinero permite intercambiar mercancías de diferente valor

-mediante los ahorros- y permite también regular la masa de circulante. Por lo

tanto lo que hace es universalizar el metabolismo del proceso de trabajo, pero bajo

la figura fetichizada del concepto de dinero.

Cuando el sujeto entra en contacto con el dinero, entra automáticamente en

éxtasis; es decir se pone en el canal de la riqueza ilimitada, en el canal del infinito,

concibiendo la idea de una riqueza abstracta.

Mediante el atesoramiento tiene lugar la total autonomía del dinero en su deseo de

tener más dinero, lo que prácticamente nos lleva a rozar su transformación en capital

En este momento se completa el fetichismo de la mercancía. El dinero es visto aquí

por Marx, como un excedente. En todas las sociedades de escasez el concepto de

excedente es lo único que representa a la riqueza; por ello el concepto de riqueza es

idéntico al de excedente.

Debido al atesoramiento surge el mercado de dinero, un mercado dentro de otro

mercado. En donde se puede comprar y vender dinero. Surgen individuos privados que

detentan una gran cantidad de valor bajo la figura concreta de dinero y no de otra

mercancía que venden cantidades de dinero a otros individuos que quieren comprar

mercancías pero que no tienen dinero. Esta compra de dinero implica que el dinero

asume la función de crédito, § 4, y su venta implica para su vendedor un incremento

respecto de la suma original de dinero que está prestando. Aparece entonces la figura de

D-D’, la fórmula general del capital

La propiedad privada. La forma mercantil de la apropiación

humana

18 Ibid. p. 159

Page 20: Conferencia Sobre El Punto de Partida

Todo lo que hemos dicho hasta aquí ha girado en torno de las características del

objeto, en torno a sus propiedades. Las propiedades de las cosas aluden a sus

características materiales, funcionales y/o sociales.19 Es en primer lugar y virtud de sus

características materiales, que los hombres pueden otorgarle un sentido a las cosas,

descubriendo en ellas cualidades afines a las necesidades que los hombres tienen. Esta

afinidad entre las características de un objeto y las necesidades del sujeto que lo testifica

permite a este establecer una identidad con el objeto, reconociéndolo como algo propio,

de su incumbencia, de su interés. De ahí la posibilidad de ejercer un acto de

apropiación, un acto libertario, pues se basa en la identificación positiva que conecta

al sujeto con el objeto de manera esencial e interior.

Cuando la riqueza social pasa asume la forma de mercancía, las contradicciones

inherentes a esta forma hacen que, a partir de las propiedades de las cosas, el proceso de

apropiación desplegado por el sujeto se convierta en un proceso apropiación privada,

excluyente y a priori de todos los demás sujetos y exclusivo de un solo sujeto. En este

punto apropiación se confunde con propiedad privada, con exclusión.

Esta situación de propiedad privada o propiedad enajenada funda el hecho de que las

propiedades concretas en si y las propiedades sociales o para sin de un objeto se

presentan escindidas entre ellas. El punto importante a reconocer es que esta situación

es producto de una praxis del sujeto social que produce la riqueza social bajo la forma

de riqueza mercantil porque las relaciones sociales se han estructurado con base en la

propiedad privada.

Es así como se puede apreciar que la forma mercancía produce tanto la materialidad

de la realidad social como un cúmulo de objetos deformados y privados y al mismo

tiempo produce la socialidad de esa misma realidad como un conjunto de relaciones

privatizadas entre sujetos enajenados unos respecto de otros.

Para que el valor se revela como una realidad, como la unión de expresión

/contenido, esencia/apariencia, es indispensable que lo haga de manera relativa. El

valor solo puede existir dentro de una relación social, para ser más exactos, dentro de

una relación social valor (de equivalencia). Esto implica que la forma valor implica por

necesidad la existencia de dos mercancías por lo menos. La primera de ellas, llamada la

19 “[…] característica, atributo, dimensión o diferencia lógica –formal y real- de una cosa respecto de otras o de ciertos aspectos de una cosa respectos de otros” , Ibid, pp.4. El mismo Jorge Veraza señala que un comentario importante sobre este punto señalando que Jindrich Zeleny, en su libro La estructura lógica de El Capital, ha explicado el concepto de “propiedad” en este sentido.

Page 21: Conferencia Sobre El Punto de Partida

“mercancía relativa” plantea la pregunta esencial de si es ó no socialmente necesaria; si

va a ser reconocida como un objeto útil para el intercambio. La mercancía relativa

necesita expresar su valor. En esta necesidad de expresión no es posible decir, por

ejemplo, la Mercancía A vale una Mercancía A (una chaqueta vale una chaqueta). Esta

flatus voches revelan la contradicción entre la Forma natural-social y la forma social de

equivalencia que reside al interior de los objetos mercantiles. En una Mercancía A su

valor de uso no sirve para expresar su propio valor: una chaqueta vale una chaqueta es

un sin sentido. Esta contradicción se neutraliza (pseudo resuelve) mediante la aparición

de una segunda mercancía (Mercancía B), mercancía equivalente, la cual presta su

forma natural-social (su valor de uso) como el cuerpo en el cual se puede expresar

objetivamente el valor de la Mercancía A, porque esta Mercancía B equivale en

términos de valor a la Mercancía A: Una chaqueta vale 20 varas de lienzo.

Por lo tanto la forma Mercancía solo puede existir en tanto que es dos mercancías de

carácter mercantil diferente, contrapuestos pero complementarios. Forma mercancía

que condicione toda una forma de socializad en donde regirán las relaciones sociales

entre individuos de comportamiento contradictorio y esquizofrénico.

La forma mercancía deforma y desvirtúa el acto comunicativo y socializante, el

lenguaje práctico que es la producción y consumo de las condiciones materiales de vida

del sujeto social, es decir, la forma natural-social de la riqueza: “El objeto práctico

expresa para el sujeto consumidor, al transformarlo satisfaciéndolo, el contenido que fue

impreso en él por el sujeto productor cuando éste, al objetivarse, le dio forma” 20. En la

forma mercancía, en la riqueza social convertida en un cúmulo de mercancías, el sujeto

social habla otro lenguaje que no es el de las necesidades humanas, que no tiene por

centro a lo humano, sino otro lenguaje que expresa las necesidades del objeto valor.

El ocultamiento de la contradicción del modo de circulación

mercantil

20 Echeverría Bolívar, Op Cit, pp 77

Page 22: Conferencia Sobre El Punto de Partida

Esta carácter contradictorio estructural y funcional del objeto mercantil contiene a su

vez el mecanismo mediante el cual su contradicción desaparece de la percepción

inmediata de los individuos.

El proceso de intercambio mercantil, la fórmula general M-D-M, ocultan el

problema. Dentro de este proceso la aparición del dinero constituye el punto culminante

que mistifica todo el curso contradictorio del modo de existir del valor (Werthform).

En términos de desarrollo histórico, la primera sección de El Capital exponen el

desarrollo que ha tenido que pasar el modo de producción mercantil para poder lograr

este mecanismo de movimiento y circulación de riqueza material a partir de producir

una mercancía específica, perfectamente adecuada a las necesidades de intercambio de

la esfera de la circulación. Una mercancía cuyo valor de uso sea el servir de cuerpo de

expresión para el valor de todas las demás mercancías.

De ahí que más nos plantee la paradoja de que para que exista dinero tiene que existir

primero las mercancía, pero para que existan las mercancías tiene que existir el dinero.

La aparición del dinero permite postergar en el tiempo y en el espacio el estallido de

las contradicciones inherentes al objeto mercantil, pero sin que se resuelvan y –lo más

importante- sin que se perciban. Este postergamiento de las contradicciones sigue el

camino de expandir en el tiempo y en el espacio las relaciones de compra-venta, tanto

por su generalización como por la dislocación temporal del acto unificado de la compra

y la venta mediante el mecanismo del crédito y del atesoramiento

Sin embargo dicho postergamiento termina agravando el problema y solo será visible

solo en los momentos de crisis cuando la forma valor se muestre evidente en su carácter

contradictorio bajo la apariencia de la inadecuación entre oferta y demanda.

Crisis y postergamiento marcan la necesidad de desarrollar la fórmula general de la

riqueza mercantil, ya no solo como una forma de circulación de riqueza, sino como algo

más complejo, como la fórmula general de capital D-M-D’, en donde la autonomización

de la forma social de equivalencia (o de valor) se ha autonomizado en un grado mucho

mayor de la forma natural.

El argumento total de partida. La Sección II

Page 23: Conferencia Sobre El Punto de Partida

La Sección II de el tomo I es la única sección de todo el libro de El Capital que esta

constituida por un solo capítulo: el capítulo IV. Parte del logro alcanzado en la sección

anterior que es haber demostrado el proceso esencial de la autonomización del valor

como el fin último del intercambio: el dinero, que da lugar a la fórmula D-M-D.

A diferencia de la fórmula M-D-M, aquélla nos habla de una producción de

mercancías y de un intercambio de mercancías desarrollados. Es por este desarrollo que

la fórmula M-D-M presenta una evolución contradictoria hasta llegar a la fórmula D-M-

D.

El hecho de que el dinero sea la lógica ó el criterio nodal del intercambio, nos indica

la primera forma de expresión del capital. En la sociedad mercantil simple ya existe el

capital, pero de manera híbrida, germinal. El desarrollo de esta forma híbrida no es más

que la autonomización del valor que concluye hasta la sección segunda.

Este es el hilo rojo e las dos secciones. Pero nosotros habíamos indicado que la

Sección I tenía un carácter introductorio general y esta segunda sección un carácter

introductorio específico. Esto es así porque en la primera sección Marx nos presenta

como es que el valor va dominando las condiciones materiales generales y formales de

la sociedad; es decir, el intercambio. Se expone pues, el proceso de dominación de la

forma de comunidad que logran establecer los individuos. Pero en la sección segunda

Marx presenta la dominación de las condiciones materiales específicas esenciales de la

vida en sociedad. Aquí el valor ya no solo logra dominar la forma en que los individuos

establecen comunidad , sino el contenido de esa comunidad: la producción de riqueza

material y de relaciones sociales.

Para analizar este sometimiento Marx nos pide que prescindamos del aspecto de

valor de uso de intercambio, para poder ver el resultado: el dinero como punto de

partida y punto de llegada del metabolismo social.

Las metamorfosis que el valor debe cumplir para trastoca el metabolismo social

Marx las expone en tres parágrafos. 1) estableciendo la diferencia específica con la

fórmula anterior; 2) la contradicción con el supuesto de intercambio de equivalentes de

la fórmula anterior cuando el dinero crea dinero. Mediante las dos metamorfosis (D-M y

M-D) el proceso global del capital no resulta en D-M-D, sino en D-M-D’ y esto implica

que D ≠ D’. En esta parágrafo se exploran todas las posibilidades lógicas: formales y

dialécticas para explicar la contradicción. Esta D’ ¿brota o no brota de la circulación?.

Aquí es donde la Economía Política clásica se quebró y la resolución de esta problema

por parte de Marx es el fundamento teórico de toda su Crítica a la Economía Política. 3)

Page 24: Conferencia Sobre El Punto de Partida

el análisis del modo peculiar cómo se resuelve esta paradoja: el consumo singular de la

mercancía fuerza de trabajo. Esta mercancía es un valor de uso muy especial: genera

más valor cuando se la consume respecto del valor de cambio que costó adquirirla.

Imposible entender el problema del plusvalor sino se entiende el valor de uso de esta

mercancía.

El verdadero punto de partida

Sobre el punto de partida de El Capital presenta un sugerente e importante artículo

denominado “Polis y riqueza en Marx y Aristóteles al inicio de El Capital. El verdadero

punto de partida” Marx comienza su obra de El Capital diciendo. “ La riqueza de las

sociedades en las que domina el modo de producción capitalista se presenta como un

‘enorme cúmulo de mercancías’ y la mercancía individual como la forma elemental de

esa riqueza”. Vemos que su punto de partida es el objeto mercantil, tal y como hemos

expuesto.

Con esta frase tan importante Marx nos recuerda a Aristóteles, sobre todo por el

concepto de forma elemental, pues su noción de forma o entelequia, es la forma

elemental que funda la lógica aristotélica.

Además, el párrafo inicial de El Capital recuerda el inicio de la obra Política de el

filósofo griego. “Toda ciudad o toda polis se ofrece a nuestros ojos como una

comunidad y toda comunidad se constituye, a su vez, en vista de lo que estima ser

bien”21

La familiaridad no es casual, como bien señala Veraza, sino que el filósofo alemán se

encuentra parafraseando con plena conciencia de causa al pensador griego. Y es que la

sociedad burguesa es la culminación del desarrollo de la sociedad o de la civilización

occidental, el cual comenzó en Grecia.

Para poder explicar esta semejanza, pero a la vez la crítica que hace Marx al

pensamiento aristotélico, es necesario –indica Jorge- traer a la memoria algunos pasajes

de la Introducción general a la Crítica de la Economía Política de 185722

21 Aristóteles, Ética nicomáquea / Política, Libro I. Tomado de Veraza Jorge, Op cit. pp 35-36 22 Marx Karl, Elementos fundamentales para la Crítica de la Economía Política, Siglo XXI Editores. México, 1984, vol I, pp. 3 y ss.

Page 25: Conferencia Sobre El Punto de Partida

“Individuos que producen en sociedad o sea la producción de individuos socialmente

determinada: este es naturalmente el punto de partida”, es la afirmación importante que

debemos de recordar de esta obra de Marx.

Al mismo tiempo, recordemos la afirmación de Arístóteles: “El hombre es, en el

sentido más literal, un ‘ ’πολιτικό ζώο [animal político], no solamente un animal

social, sino un animal que solo puede individualizarse en la sociedad.”.

En este sentido la afirmación aristotélica es superior a la realidad burguesa, la cual

sugiere que un individuo autónomo solamente aspira a la libertad como propietario

privado.

Al mismo tiempo Marx plantea una crítica a las ideas de los griegos, al diferenciar lo

socia respecto de los político, pues en la polis griega lo social queda subsumido como si

no fuera algo distinto de lo político. Pero en esencia, la afirmación de Aristóteles es

correcta. El hombre solo logra su libertad como individuo solo en conexión con otros;

solo que no el hombre no es político en el sentido de subsumirse a la polis, como piensa

el filósofo griego, quien subsume lo social en lo político, es decir, las necesidades en las

libertades.

En la afirmación de Marx de 1857, no se hace referencia a lo social y lo político, sino

al nivel económico de la constitución de la sociedad. Este nivel incluye la producción de

objetos “Individuos que producen en sociedad…” y la producción de sujetos “…o sea

la producción de individuos socialmente determinada…”

Las dos ideas son sinónimas precisamente porque la reproducción material de los

hombres también ocurre mediante la producción de objetos, pero la producción de éstos

depende también de la reproducción procreativa de sujetos. Es esta vertiente procreativa

de la dimensión económica, la que engarza directamente con la dimensión de social de

la estructura de la sociedad y desde ahí con la gregaridad social, con el hecho fundante

de la política, es decir, con la producción individuada en sociedad.

Esta precisión en la discusión, aunque parece un simple detalle, o precisión excesiva

es de suma importancia. Distinguir entre los social y lo político significa en la historia

precisar y entender el desarrollo de la humanidad de manera correcta.

‘La historia no comienza con individuos sueltos, aislados y privados, que

luego intercambian o arriban a un contrato social; tampoco comienza con

animales humanos gregarios que no producen laboral, teleológicamente,

sino que el punto de partida natural son ‘individuos que producen en

Page 26: Conferencia Sobre El Punto de Partida

sociedad.’ Tal es el verdadero punto de partida natural, antropológico,

ontológico, de ese ser natural que es el hombre, y es además el punto de

partida objetivo cotidiano en toda sociedad históricamente existente, así

debe ser también el punto de partida para la exposición teórica de la

verdad de tal situación social.23

Tanto para Marx como para Aristóteles el punto de partida para el análisis científico

social debe ser el organismo individuado social.

Sin embargo para Marx este punto de partida en la sociedad capitalista inicia con la

riqueza objetiva. “La riqueza de las sociedades en las que domina el modo de

producción capitalista se presenta como un "enorme cúmulo de mercancías", y la

mercancía individual como la forma elemental de esa riqueza. Nuestra investigación,

por consiguiente, se inicia con el análisis de la mercancía.”24.

Esto es así porque Marx estudia una sociedad enajenada, cosificada en sus relaciones

sociales, que ha entregado dichas relaciones a un mecanismo mecánico e inconciente

entre las cosas. Al parafrasear a Aristóteles, Marx quiere mostrar la inversión social que

ha acontecido en el capitalismo, la sociedad que presenta el mayor grado de enajenación

de la historia. Por esta razón, el análisis no puede empezar por el “punto de partida

natural”: los individuos que producen en sociedad; sino que habrá de comenzar por la

riqueza objetiva.

Es en la relación sujeto-objeto que Marx está fundando el análisis, no en la relación

sujeto-sujeto. Esto es así por que la propia sociedad burguesa todavía pertenece al reino

de la escasez y en donde el trabajo productivo (el trabajo destinado a la obtención de

productos) ha desarrollado más su carácter productivista.

Aristóteles también habla de la unidad sujeto-objeto, pero lo hace de forma ideal

siempre que alude a la conexión de los sujetos con el bien. Es desde esta perspectiva

ideal del bien que tratara de pensar a la comunidad o a la polis. Esto significa que para

Aristóteles el bien no esta fundamentado por la economía (lo material), sino por la

política (por la ideas).

En Aristóteles hay, por lo tanto, una escisión entre economía y política, entre sujeto y

objeto. Aunque para él el sujeto es lo determinante, concibe al sujeto escindido del

objeto, pues su noción de bien de vida solo es ideal. Habla de la libertad pero no

23 Veraza Jorge, Op Cit., p. 3924 Marx Karl, Op Cit. p. 43

Page 27: Conferencia Sobre El Punto de Partida

arraigada en la necesidad material, sino en la necesidad ideal: en la política. El punto de

partida es el de los hombres que producen, pero dentro de la polis, donde se hace

política. No se incluye al resto de la sociedad griega que trabaja y produce fuera de a

polis.

En tato que en el pensamiento de este filósofo esta ausente la correcta delimitación

de la riqueza objetiva, como valor de uso (objetos de forma natural-social), ésta pasa a

ser tratada como algo ideal; como un bien que no tiene relación material con las

necesidades. Por eso su unidad entre economía y política es formal.

Por el contrario, en Marx, su crítica a este “cúmulo de mercancías” es que aparecen

como un cúmulo azaroso y no como algo articulado por un conjunto de relaciones

sociales que le dan una dinámica sometiente sobre el sujeto. Riqueza material con forma

natural-socia y forma social de equivalencia (forma valor) que tiene medida, es decir,

que tiene tamaño y tiene cualidad, que la determina práctica y materialmente para

convertirse en un bien o no.