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Corrientes antiindustriales Las corrientes de pensamiento anti-industriales (o anti-productivistas, o también tecno-críticas) son movi- mientos militantes que elaboran una crítica del “progreso tecnológico”. Dicho progreso tecnológico es una ideolo- gía nacida en el siglo XIX durante la Revolución Indus- trial y a partir de la Segunda Guerra Mundial se impo- ne en las consciencias, principalmente bajo el efecto del maquinismo, de la informatización y de las redes electró- nicas. 1 Descripción Las corrientes antiindustriales se pueden caracterizar por diez principios fundamentales : al considerar que “la búsqueda de eficacia máxima en todas las cosas” se ha convertido en el eje esencial de la sociedad industrial, los críticos antiindustriales la califican como “tecnicista”. al considerar que el comunismo ha constituido un capitalismo de Estado y que el socialismo tan sólo es una versión edulcorada del capitalismo, los críticos antiindustriales se situan al margen del tradicional clivaje entre izquierda y derecha (algunas corrientes antiindustriales sin embargo se situan a la extrema izquierda). al considerar que el auje de la industrialización ha coincidido con el de los estados-nación, la crítica an- tiindustrial lleva en si una sensibilidad libertaria, e incluso anarquista. al considerar que “la máquina más extraordinaria jamás inventada y construida por el hombre no es otra que la organización social”, la crítica antiindus- trial no reduce la noción de técnica al maquinismo y a las “tecnologías” sino que también incluyen la burocracia en el sistema tecnicista. al considerar que bajo el efecto de la urbanización (causada por la industrialización), la sociedad se ha masificado y que, en consecuencia, la democracia se ha institucionalizado y burocratizado (sistema par- lamentario centralizado, peso cada vez mayor de los partidos, profesionalización del personal políti- co, etc.), los críticos antiindustriales estiman que la democracia se ha vaciado de su contenido : se llama “representativa” pero solo corresponde a un gigan- tesco sistema de delegación de la responsailidad. al considerar que la industrialización ha generado una proletarización masiva de la sociedad pero fun- dando sus analisis sobre una crítica del valor-trabajo, los críticos antiindustriales se inscriben dentro de la herencia intelectual de Karl Marx y al mismo tiem- po se desmarcan radicalmente del marxismo. al considerar que la industria afecta gravemente a los ecosistemas, los críticos antiindustriales centran sus reflexiones sobre la ecología pero al mismo tiem- po se desmarcan de los que abogan por el desarrollo sostenible ya que estos últimos no se oponen a la noción de desarrollo. al considerar que la industrialización se apoya sobre una concepción estrechamente materialista (desde el movimiento de decristianización que empezó en Eu- ropa en el siglo XVIII), los críticos antiindustriales se movilizan para descualificar el confor material en tanto que valor y abogan por una recualificación de la sensibilidad y de la espiritualidad. al considerar que valores como por ejemplo la liber- tad, la igualdad y la fraternidad han sido sustituidos en la ideología tecnicista por “la búsqueda de la efi- cacia máxima en todas las cosas”, los críticos anti- industriales se reclaman de una ética de la « no po- tencia » y de la “simplicidad voluntaria”, invitando a romper con el paradigma del crecimiento econó- mico y promoviendo el concepto de decrecimiento. al considerar que es ilusorio pensar que se pueden cambiar las cosas por la vía institucional, los críticos antiindustriales afirman que el ser humano sólo po- drá liberarse de la alienación tecnicista cambiando su modo de pensar (toma de consciencia) y de vivir (responsabilidad asumida sin mediación política). Estos principios no deben dejar suponer que las corrientes antiindustriales forman un movimiento unitario. Existen entre ellas varias líneas de fractura. Se pueden distinguir dos grandes tendencias : una, objetivista y voluntarista, heredada del ludismo y más o menos tecnófoba, donde se postula que la tecnología, a través de sus múltiples artefactos, ejer- ce una verdadera tiranía sobre los humanos de la cual sólo se podrán liberar eliminando la tecnología de sus vidas, o recurriendo a “tecnologías suaves”. la otra, cultiva la dialéctica sujeto-objeto y es de orientación esencialmente elluliana. Considera que 1

Corrientes antiindustriales

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Corrientes antiindustriales

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  • Corrientes antiindustriales

    Las corrientes de pensamiento anti-industriales (oanti-productivistas, o tambin tecno-crticas) son movi-mientos militantes que elaboran una crtica del progresotecnolgico. Dicho progreso tecnolgico es una ideolo-ga nacida en el siglo XIX durante la Revolucin Indus-trial y a partir de la Segunda Guerra Mundial se impo-ne en las consciencias, principalmente bajo el efecto delmaquinismo, de la informatizacin y de las redes electr-nicas.

    1 DescripcinLas corrientes antiindustriales se pueden caracterizar pordiez principios fundamentales :

    al considerar que la bsqueda de ecacia mximaen todas las cosas se ha convertido en el eje esencialde la sociedad industrial, los crticos antiindustrialesla calican como tecnicista.

    al considerar que el comunismo ha constituido uncapitalismo de Estado y que el socialismo tan slo esuna versin edulcorada del capitalismo, los crticosantiindustriales se situan al margen del tradicionalclivaje entre izquierda y derecha (algunas corrientesantiindustriales sin embargo se situan a la extremaizquierda).

    al considerar que el auje de la industrializacin hacoincidido con el de los estados-nacin, la crtica an-tiindustrial lleva en si una sensibilidad libertaria, eincluso anarquista.

    al considerar que la mquina ms extraordinariajams inventada y construida por el hombre no esotra que la organizacin social, la crtica antiindus-trial no reduce la nocin de tcnica al maquinismoy a las tecnologas sino que tambin incluyen laburocracia en el sistema tecnicista.

    al considerar que bajo el efecto de la urbanizacin(causada por la industrializacin), la sociedad se hamasicado y que, en consecuencia, la democracia seha institucionalizado y burocratizado (sistema par-lamentario centralizado, peso cada vez mayor delos partidos, profesionalizacin del personal polti-co, etc.), los crticos antiindustriales estiman que lademocracia se ha vaciado de su contenido : se llamarepresentativa pero solo corresponde a un gigan-tesco sistema de delegacin de la responsailidad.

    al considerar que la industrializacin ha generadouna proletarizacin masiva de la sociedad pero fun-dando sus analisis sobre una crtica del valor-trabajo,los crticos antiindustriales se inscriben dentro de laherencia intelectual de Karl Marx y al mismo tiem-po se desmarcan radicalmente del marxismo.

    al considerar que la industria afecta gravemente alos ecosistemas, los crticos antiindustriales centransus reexiones sobre la ecologa pero al mismo tiem-po se desmarcan de los que abogan por el desarrollosostenible ya que estos ltimos no se oponen a lanocin de desarrollo.

    al considerar que la industrializacin se apoya sobreuna concepcin estrechamente materialista (desde elmovimiento de decristianizacin que empez en Eu-ropa en el siglo XVIII), los crticos antiindustrialesse movilizan para descualicar el confor material entanto que valor y abogan por una recualicacin dela sensibilidad y de la espiritualidad.

    al considerar que valores como por ejemplo la liber-tad, la igualdad y la fraternidad han sido sustituidosen la ideologa tecnicista por la bsqueda de la e-cacia mxima en todas las cosas, los crticos anti-industriales se reclaman de una tica de la no po-tencia y de la simplicidad voluntaria, invitandoa romper con el paradigma del crecimiento econ-mico y promoviendo el concepto de decrecimiento.

    al considerar que es ilusorio pensar que se puedencambiar las cosas por la va institucional, los crticosantiindustriales arman que el ser humano slo po-dr liberarse de la alienacin tecnicista cambiandosu modo de pensar (toma de consciencia) y de vivir(responsabilidad asumida sin mediacin poltica).

    Estos principios no deben dejar suponer que las corrientesantiindustriales forman un movimiento unitario. Existenentre ellas varias lneas de fractura. Se pueden distinguirdos grandes tendencias :

    una, objetivista y voluntarista, heredada del ludismoy ms o menos tecnfoba, donde se postula que latecnologa, a travs de sus mltiples artefactos, ejer-ce una verdadera tirana sobre los humanos de lacual slo se podrn liberar eliminando la tecnologade sus vidas, o recurriendo a tecnologas suaves.

    la otra, cultiva la dialctica sujeto-objeto y es deorientacin esencialmente elluliana. Considera que

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  • 2 2 HISTORIA DE LAS IDEAS

    no es la tcnica que nos aliena pero el sagrado trans-ferido a la tcnica. Considera que tan slo es posibleliberarse de esa alienacin cultivando en profundi-dad una reexin de orden tico, rehabilitando losvalores espirituales y centrada sobre una redeni-cin de la libertad.

    Hay otros puntos que son materia de divergencia en lascorrientes antiindustriales :

    En qu medida, como lo arma Jacques Ellul, esvano palabrear contra el capitalismo o, al contra-rio, es necesario llevar conjuntamente la crticacontra el capitalismo y contra la ideologa tecnicista?

    Quin es responsable ? el cientco que concibeun nuevo principio, el ingeniero que lo pone en apli-cacin, el industrial que fabrica el artefacto, el queexplota los bienes naturales necesarios a su fabrica-cin, el inversor que nancia la produccin, el publi-citario que crea el deseo de consumo, o el comn delos mortales, que exige cada vez ms aplicacionespara su ordenador y espera adquirir cada vez msprtesis en su panopla ?

    Qu estrategias militantes adoptar ? Hay que serlegalista o al contrario saltarse la ley para crear nue-vos derechos ? Hay que aceptar el cuadro de lapoltica institucional (aunque se le critique) con elobjetivo de transformarla desde dentro, o al contra-rio actuar nicamente desde fuera ? Hay que ac-tuar como electrones libres, o al contrario en el senode asociaciones declaradas, subvencionadas, con eln de crear ocasiones para el debate pblico ?

    El historiador Franois Jarrige arma sobre la crtica an-tiindustrial : es un pensamiento dual y ambivalente [...].Rechaza que la tcnica sea algo neutral, arma que cadatcnica transporta con ella formas polticas. Para trans-formar la sociedad, el Estado y el mercado, es necesariocambiar antes las infraestructuras sobre las que se apo-yan.

    2 Historia de las ideasEl movimiento antiindustrial puede ser considerado co-mo una reaccin de rechazo a la Revolucin Industrialaparecida en Gran Bretaa y Francia en la segunda mitaddel siglo XVIII.

    2.1 Siglo XIX

    En 1811-1812 en Gran Bretaa, varias artesanos se opo-nen violentamente a sus patronos cuando estos deciden

    introducir mquinas en el tratamiento de la lana y del al-godn. Bautizado ludismo (su lder se llamaba supuesta-mente Ludd) y concretizndose en la destruccin masi-va de las mquinas, su movimiento constituye la primeramanifestacin conocida contra el desarrollo industrial.En 1854, en Estados Unidos, Walden obra maestra dellsofo y naturalista Henry David Thoreau, aboga por lavida sencilla en los bosques, lejos de la sociedad. Su autores considerado como el pionero del antidesarrollismo enEstados Unidos.Durante los aos 1880-1890, el inglsWilliamMorris re-corre Gran Bretaa para hacer conferencias en las cualesaboga por la mejora de la vida mediante la educacin, elocio y la defensa del medioambiente.

    2.2 Siglo XX2.2.1 Europa

    Durante los aos 1950, los tericos de la Escuela deFrankfurt, entre los cuales Herbert Marcuse y Jrgen Ha-bermas ponen su crtica de la sociedad industrial en unaliacin marxista. Contribuyen al xito de Mayo 68 y sudenuncia de la sociedad de consumo. Pero a principios delos aos 1980, con el advenimiento de la ideologa neoli-beral, Habermas considera que la comunicacin es lanica manera de producir un acuerdo democrtico.Durante la dcada de los aos 1950, otros intelectualestoman sus distancias con el marxismo y ven ante todo enel progreso tcnico la expresin llevada al paroxismo deun gusto prometeo compartido por todas las clases socia-les, del mundo obrero a las clases dirigentes. Es el casodel pensador alemn Gnther Anders y de los francesesBernard Charbonneau y Jacques Ellul. Estos ltimos haniniciado conjuntamente sus reexiones a partir de media-dos de los aos 1930. En 1954, Jacques Ellul publica unlibro importante : La Technique ou l'enjeu du sicle. Enl avanza la tesis que desde que las tcnicas se han auto-matizado y conectado entre ellas, tienden a constituirseen medio que, poco a poco, remplaza al medio natural,lo fagocita desde dentro como un cncer que invade to-do el organismo. La tcnica pues ha cambiado de esta-tus. Ahora se desarrolla de forma autnoma : cuanto mslos hombres creen controlarla cuanto ms en realidad esella que los controla. Habiendo estudiado por completoel pensamiento de Karl Marx y habindolo enseado enla universidad de Burdeos, Ellul se desmarca radicalmen-te del marxismo. En su libro La Technique arma : Esvano palabrear contra el capitalismo : no es l quien di-buja nuestro mundo, es la mquina.Por la misma poca, en su obra LaObsolescencia del hom-bre, Gnther Anders intenta l tambin demostrar que latcnica es una ideologa que inuye todas las otras. Preci-sa : No se evala una ideologa segn las respuestas queaporta sino a las preguntas que ignora. En vano, ni eluno ni el otro conseguirn crear una verdadera corriente

  • 3de pensamiento. En 1988, Jacques Ellul declara Actual-mente, estimo que la partida est perdida. Exaltado porla potencia informtica, el sistema tecnicista ha escapadodenitivamente a la voluntad direccional del hombre .

    2.2.2 Estados Unidos

    Es a partir de principio del siglo XX que la industrializa-cin llega a un punto de paroxismo con la introduccindel trabajo en cadena en las fbricas de los automvi-les Ford en Detroit. Basado sobre la divisin del trabajo,el procedimiento es aplicado por el ingeniero FrederickWinslow Taylor dando nacimiento al taylorismo y, msgeneralmente, a la organizacin cientca del trabajo.La crtica de la tcnica toma entonces varias formas, tam-bin artsticas. En 1936, en su pelcula Tiempos moder-nos, el cineasta Charles Chaplin describe la alienacin delhombre por el maquinismo.A principios de los aos 1960, Ellul es ms conocido enEstados Unidos que en su pas pero su pensamiento aligual que el de Lewis Mumford que es cercano, no consi-gue producir una corriente militante. Los dos pensadoresapuestan por una crtica a largo plazo, en una perspecti-va antropolgica que les convierte en inaplicables en elcampo poltico que es a corto plazo.Sin embargo, en los aos 1970, el movimiento hippie seapoya sobre los analisis marxistas de la Escuela de Frank-furt y sobre las teoras anarcoprimitivistas de John Zarzanque aboga por un retorno al modo de vida prehistrico decazadores-recolectores. Algo menos radicales pero igualde paseistas y tecnfobas, algunas comunidades rechazanel modo de vida moderno, en particular la utilizacin dela electricidad y de la energa a vapor. Establecidos cercade Filadela, los Amish se visten como en el siglo XIX.Opuesto a ese pacismo, el matemtico TheodoreKaczynski, Unabomber , recurre a la violencia : en-tre 1978 y 1995, manda una veintena de paquetes bombaa representantes del complejo industrial y universitario.Desde la crcel californiana donde cumple su pena, pu-blica un maniesto en el cual predice el derrumbe delsistema tecnolgico.En Estados Unidos an ms que en europa, la ideologaneoliberal recicla el espritu libertario en la cultura deempresa : un gran nmero de antiguos hippies invier-ten en el high-tech y crean start-ups. Algunas de ellas seconvierten en multinacionales a principios del siglo XXI(Apple y Google, por ejemplo).

    2.2.3 Asia

    En India y en China, ante la destruccin del medioam-biente y de las economas de subsistencia, movimientosde oposicin a la industrializacin aparecen en el campe-sinado desarraigado.

    3 Cronologa del movimientoLas corrientes antiproductivistas aparecen a partir de losaos 1960 cuando los efectos negativos de la ideologaproductivista empiezan a ser patentes, en particular so-bre el medioambiente. Se maniestan no slo a travs detomas de posicin tericas (textos, revistas, maniestos)sino tambin bajo la forma de acciones concretas desdelas ms legales (creacin de asociaciones y de comits dedefensa, organizacin de debates pblicos, manifestacio-nes en la calle) hasta ocupaciones de terrenos o de accio-nes ms radicales, que tienen un valor simblico, con elespritu de la desobediencia civil (por ejemplo, arrancarplantas OGM). Los autores de esas acciones reconocenque son ilegales pero que son totalmente legtimas. EnFrancia, los militantes recuerdan que el derecho a la insu-rreccin est inscrito en la constitucin. La no violenciasiendo uno de los pilares fundamentales, tan slo se re-curre a la violencia en caso de desbordamientos. El casode Theodore Kaczynski es el nico ejemplo conocido deviolencia contra personas.

    3.1 Aos 1960

    3.2 Aos 1970

    Despus de Mayo 68, una corriente contestataria rompecon la temtica de la reapropriacin de los medios de pro-duccin que sostena la izquierda libertaria y marxista :

    La revista Survivre et vivre (Sobrevivir y vivir)creada en 1970 por iniciativa de cientcos crticoscomo Alexandre Grothendieck : Los cientcosslo tienen en cuenta las pretendidas necesidades dela expansin y del progreso .

    1971-1981 : Lucha del Larzac

    De la pollution considre sous tous ses aspects(Montpellier, 1971), donde las nocividades no sonpresentadas como disfuncionamientos sino como al-go intrnseco al capitalismo.

    La columna de Pierre Fournier en Charlie Hebdo(1972)

    La Gueule ouverte (1972-1980) revista creada porPierre Fournier. Mensual hasta 1974 y despus se-manario. Fusiona con Combat non violent en 1977.

    los fundadores de Longo Ma publican en 1972 l'Appel de Ble : Abandonamos pues la sociedadindustrial a s misma, esta sociedad que corre sin re-misin hacia la catstrofe. Tomamos refugio en ba-ses de supervivencia, en esos territorios devastadosque el capitalismo triunfante ha condenado cinica-mente a la muerte.

  • 4 6 REFERENCIAS

    En La vritable scission dans l'Internationale (1972),Guy Debord y Gianfranco Sanguinetti escriben : La polucin y el proletariado son hoy en da los doslados concretos de la crtica de la economa poltica.

    De 1975 a 1981, la coleccin Technocritique diri-gida en Le Seuil por Jean-Pierre Dupuy, difunde elpensamiento de Ivan Illich y Cornelius Castoriadis.

    3.3 Aos 1980 En 1980, Jaime Semprn publica despus del acci-dente nuclear de Three Mile Island, La nucleariza-cin del mundo.

    En 1982, la revista Sans rserve propone el desman-telamiento de las fuerzas productivas.

    A partir de 1984, las teoras antiindustriales se desa-rrollan alrededor del grupo Encyclopdie des Nui-sances y del escritor Jacques Camatte.

    3.4 Aos 1990 1992 : Encyclopdie des Nuisances se convierte eneditorial.

    1993 : Creacin de la red La Via Campesina, mo-vimiento internacional que coordona diversas orga-nizaciones de pequeos y medianos campesinos. Elmovimiento tiene como eje prioritario de trabajo : la biodiversidad y la lucha contra los OGM .

    3.5 Aos 2000 A partir de 2003, el colectivo de Grenoble Pices etmain-d'uvre formula una postura radical : las nue-vas tecnologas son el fundamento de un control so-cial totalitario.

    El 8 de diciembre de 2007 se crea en Francia la Coordination des associations opposes au projet denouvel aroport Notre-Dame-des-Landes .

    En 2007, Jos Ardillo publica Las ilusiones renova-bles donde se analiza la historia reciente de la ex-plotacin energtica en su relacin con el poder ydesarrolla una crtica mordaz del modelo social ac-tual, y tambin de ciertas ilusiones ecologistas sobrelas energas renovables .

    3.6 Aos 2010 A partir de 2012, la asociacin Technologos desa-rrolla las tesis de Jacques Ellul, que postula que lasalida de la ideologa tecnicista slo se puede ope-rar sobre la base de una tica de la libertad.

    En 2013 aparece en Barcelona la revista Argelagafundada, entre otros, por Miguel Amors.

    4 Bibliografa Miguel Amors, Salida de emergencia, Pepitas decalabaza, 2012

    Gnther Anders, La obsolescencia del hombre, Pre-textos.

    Jos Ardillo, Las ilusiones renovables, 2007. Jacques Ellul, La edad de la tcnica, 2003. Theodore Kaczynski, La sociedad industrial y su fu-

    turo.

    Lewis Mumford, El mito de la mquina. Ren Riesel y Jaime Semprn, Catastrosmo, admi-

    nistracin del desastre y sumisin sostenible, 2011.

    5 Vese tambin Miguel Amors Jaime Semprn Encyclopdie des Nuisances Ludismo

    6 Referencias

    Portal:Ecologa. Contenido relacionado conEcologa.

    Portal:Filosofa. Contenido relacionado conFilosofa.

    Portal:Tecnologa. Contenido relacionado conTecnologa.

  • 57 Texto e imgenes de origen, colaboradores y licencias7.1 Texto

    Corrientes antiindustriales Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Corrientes_antiindustriales?oldid=83066455 Colaboradores:Axlferrari,Sanador2.0, Lectorina y Elisa G. Espinosa

    7.2 Imgenes Archivo:Commons-emblem-question_book_orange.svg Fuente: http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/1/1f/

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    Descripcin Historia de las ideas Siglo XIX Siglo XX Europa Estados Unidos Asia

    Cronologa del movimiento Aos 1960 Aos 1970 Aos 1980 Aos 1990 Aos 2000 Aos 2010

    Bibliografa Vese tambin Referencias Texto e imgenes de origen, colaboradores y licenciasTextoImgenesLicencia de contenido