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Criterios de evaluación de obras pertenecientes
a las artes plásticas: fundamentos
Carlos Rivas *, Aymara Hernández Arias ** y Víctor Quintal ***
Resumen
El presente ensayo sobre crítica de obras de arte plástico tiene como objetivo brindar
ciertos criterios generales que permitan emitir una opinión fundamentada sobre una
obra artística. Se trata de una reflexión realizada a partir de la consulta de diversas
referencias bibliográficas relevantes sobre el tema. Cómo conclusión general se puede
afirmar que los criterios de evaluación de una obra son resultado del consenso entre
los actores en un contexto socio-histórico dado sobre la base de preferencias artísticas
específicas, las cuales permiten una configuración particular pero sin pretender que
tengan carácter absoluto o permanente.
Palabras clave: crítica de obras, artes plásticas, criterios de evaluación
Criteria for evaluation of works belonging to
the plastic arts: fundamentals
Carlos Rivas *, Aymara Hernández Arias ** y Víctor Quintal ***
Abstract
The present essay about plastic art critics provides some general guidelines which allow
giving a grounded opinion about an artwork. The work was developed from a review of
relevant bibliographic materials. The principal conclusion is: the evaluation rules of an
artwork are the result of the agreement between actors in a specific socio-historical
context. The above-mentioned agreement is configured according specific art
preferences which produce a particular structure of evaluation. This last one does not
have absolute or permanent nature.
Keywords: artwork critic, plastic arts, evaluation rules
Introducción
La reflexión inicia con una aproximación de lo que se entiende por obras de arte,
incluyendo algunas posiciones sobre lo que no se considera como arte. Esto con la
finalidad de hacer explícitas las concepciones asumidas al respecto. Seguidamente, se
realizan algunas acotaciones sobre el proceso creativo como generador de objetos
artísticos, los cuales están disponibles para el disfrute, contemplación e interpretación por
parte del público. Aunque estas últimas pueden ser realizadas en forma libre, es posible
fijar criterios básicos a fin de que el proceso sea ordenado y sistemático. Sin embargo,
esto exige mayor preparación y conocimiento para estar en capacidad de emitir opiniones
fundamentadas, objetivas y neutrales.1 Esta sería una primera aproximación a lo que se
entiende por crítica del arte. En el presente ensayo, una vez aclarado dicho término, se
aportan algunos principios orientadores para realizar esta actividad a cabalidad,
agregando finalmente, la descripción de la cadena de valor del arte. La aplicación de este
concepto tiene como propósito: primero, ubicar la actividad de crítica en su contexto de
ejecución, y segundo, ilustrar la dinámica del proceso creativo a través de las interacciones
realizadas por los actores involucrados.
Como una forma de delimitar el ámbito de la reflexión propuesta, se siguió en el
presente trabajo la base de los dominios culturales propuestos por la UNESCO (2010), en
particular la que se refiere a las artes visuales, y en específico, a la pintura (ver Figura 1).
Figura 1: Dominios culturales y las industrias culturales y creativas.
Adaptación propia. Fuente: UNESCO (2010).
1 Al respecto puede verse Perera (2011), que presenta un análisis sobre el rol del crítico como intérprete de
las obras de arte. Además, enfatiza la influencia que el mismo ejerce sobre la proyección del artista, así como en las decisiones de galeristas y coleccionistas.
¿Qué son las obras de arte plástico?
El arte es el concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser
humano para expresar una visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario y
transcienden el tiempo y el contexto político, económico o religioso. Se trata de obras
únicas, inéditas creadas por un artista con la intención de hacer arte2 en forma
espontanea, auténtica y genuina, y las cuales exigen formación, esfuerzo, talento,
destrezas, referenciales culturales. Son hechas de ideas, valores estéticos y éticos donde
importan la forma, el contenido, la calidad y la sensibilidad.
Según Parker, referenciado por Hospers (1997), existen ciertas condiciones
necesarias para que una obra humana sea categorizada como arte: en primer término, ha
de ser fuente de placer a través de la imaginación a través de la experiencia de
contemplación; el objeto ha de ser social, es decir, accesible y de apropiación colectiva o
compartida; y finalmente, debe cumplir parámetros estéticos universalmente aceptados:
armonía, esquema y diseño. Además, de la textura, equilibrio, línea, punto, forma,
composición, ritmo, entre otros.3
En este orden de ideas, el arte está orientado al cultivo del espíritu y propicia el
estudio, la concentración intelectual y análisis cuidadoso promoviendo, de esta manera, la
alta cultura. Las obras de arte interactúan con el resto de la vida social y son a menudo
fuente de los fenómenos sociales, económicos, políticos e incluso religiosos.
¿Qué no son las obras de arte plástico?
De las ideas anteriores surge entonces la interrogante: ¿Qué no es arte? Los
objetos que son producto de los ejercicios propios de un estudiante y curiosos de la
creación plástica no son considerados como arte, sino que están orientados a aumentar la
capacidad y precisión en la representación de elementos de la realidad objetiva y
subjetiva, dominar las técnicas antiguas y modernas, especializarse en un campo
determinado; en definitiva, aprender y capacitarse. Evidentemente, sí están más cerca de
lo que es el arte, pero este tipo de objetos se suele clasificar como obras de formación
(Fernández, 2007). Algunas posiciones adicionales al respecto son resumidas en la Tabla 1.
2 Consultar a Fernández (2007). En su artículo, el autor presenta varios casos para explicar qué se entiende
por arte. Para ello, menciona la importancia que posee la intención inicial del artista, así como el carácter inédito y original que debe tener toda obra para ser considerada como arte. Además, agrega la pertinencia que tiene la enseñanza sobre el valor y significado del arte a fin de propiciar que el público obtenga una mayor comprensión sobre el mismo. 3 Para ampliar sobre otras cualidades de la obra de arte, puede consultarse las definiciones propuestas por el
autor.
Tabla 1: ¿Qué no es arte?
Autor Posición
Abadi (2002)
Los objetos de la realidad empírica que no poseen una identidad estética ni calidad estética.
Pasztory (2013)
Bienes producidos en masa para la comercialización.
Objetos coleccionables diseñados sin destreza y habilidad.
El arte para turista no es arte porque no es auténtico y está hecho para la venta a compradores no exigentes.
Caballero (2014)
Producto de labores o trabajo productivo.
Productos de aplicación de una técnica en general.
Elaboración propia.
También entran en esta categoría las obras difusas, en serie, múltiples o
repetitivas. Sin embargo, existen excepciones, ya que existen obras de arte repetidas pero
tienen menos valor artístico (Fernández, 2007). Generalmente, se trata de productos
inútiles, superfluos, instantáneos, efímeros, copias, e impuestos por la moda o la
publicidad, los cuales nunca van a tener perspectiva histórica, se consumen y
desaparecen. Se pueden agregar a este grupo aquellas expresiones que pretenden ser
artísticas, accesibles para el público más amplio posible y que distraigan a la mayor
cantidad posible de consumidores, sin necesidad de formación alguna, sin referenciales
culturales concretos y que reflejan insolencia, pose y escándalo. Las mismas no cuidan los
valores estéticos y éticos, transgrediendo lo socialmente aceptado. Son creadas para
entretener y realizadas con el mínimo esfuerzo intelectual.
¿En qué consiste el proceso creativo?
Según Duchamp, en el acto creativo, el artista va de la intención a la realización, a
través de una cadena de reacciones totalmente subjetivas. “Su lucha hacia la realización es
una serie de esfuerzos, penurias, satisfacciones, renuncias, decisiones, que tampoco son, y
no deben serlo, completamente auto-conscientes, por lo menos, en el plano estético.”
(1957, p. 13).
De allí que el proceso creativo se caracteriza por su complejidad, dado que ocurre
internamente, lo que lo hace absolutamente individual. Generalmente no experimenta
una ejecución lineal, de la idea a la concreción en un objeto de arte. Por el contrario, se
evidencian avances y retrocesos (Lagos y Bahamonde, 2005). Sin embargo, se pueden
determinar fases comunes en dicho proceso; entre las cuales se pueden mencionar: el
inicio de la idea, el deseo o la motivación, la preparación y selección de
alternativas/medios, la realización o producción de la idea y la obtención del resultado.
Dichas fases han sido estudiadas desde la perspectiva de la psicología y la pedagogía
(Herrán, 2012) e incluyen variables de análisis tales como: la imaginación, la cognición, el
trabajo de la mente consciente e inconsciente, elementos de la percepción, características
de las personas creativas, entre otros. Además se detectan diversos elementos
intervinientes, entre ellos: la disponibilidad de un proyecto creativo factible, un sujeto con
las capacidades, el conocimiento y los recursos para ejecutarlo, así como un entorno
propicio para ofrecer los productos artísticos generados, entre ellos: concursos de arte,
bienales, exposiciones colectivas o individuales en museos y galerías, subastas, ferias de
arte, por mencionar algunos (ver Figura 2).
Figura 2: Elementos del Proceso Creativo
Ámbito Artístico
Factores habilitantes
Proyecto Creativo
Condiciones internas Un sujeto con conocimiento,
ideas, capacidades, disposición, motivación, confianza y
sensibilidad
Producto Obra de arte
Insumos, técnicas y
medios
Condiciones Externas Recursos
Oportunidades Situación propicia
Apoyos
Entorno receptor de los productos artísticos
Fuente: Herrán (2012).
¿Qué es la crítica del arte?
Los estudios sobre la crítica se pueden ubicar en las últimas décadas del siglo XVIII
a través de los trabajos de Immanuel Kant (Viniegra, 1996)4. En ese contexto, se trataba
de definir los principios que guiaban el juicio como una actividad intelectual o ejercicio de
conocimiento basándose en supuestos generalmente aceptados. Es pertinente acotar, que
no se está interesado en la crítica desde su connotación negativa, es decir, que implique
cuestionamientos, posiciones destructivas, censuras o descalificaciones (Viniegra, 2001).
En su lugar, la idea es emitir una opinión fundamentada y organizada sobre la base de
ciertos criterios.
De acuerdo a lo anterior, la trayectoria del artista y la época histórica en la que
vivió son aspectos importantes a considerar. En el material ofrecido por McGraw Hill
Education (2010) proponen las siguientes interrogantes: ¿Cuál es la información básica de
la obra? Lugar, fecha y artista de la obra; ¿En cuál estilo y movimiento artístico se inscribe
la obra? ¿Cuál es el tema, la composición y el contenido de la obra? ¿Cómo influyó el
entorno en la creación artística? ¿Cuáles son las opiniones de otros expertos sobre la
obra? Dichas interrogantes, en conjunto con otros aspectos pertinentes, pueden ser
organizados en etapas: descripción, análisis e interpretación; las cuales conformarían el
acto de valorar una obra de arte (ver Figura 3).
4 Para un recorrido histórico del concepto de crítica se sugiere consultar a De La Villa (2003) y a Dibangou
(2015).
Figura No. 3
Etapas en el proceso de crítica de una obra de arte
Adaptación propia. Fuente: McGraw Hill Education (2010).
Se puede afirmar entonces que la crítica de arte es una experiencia estética debido
a que se trata de analizar o interpretar el valor intrínseco y la naturaleza del arte (McGraw
Hill Education, 2010), pero no un valor económico, sino del significado en cuanto a la
utilidad para satisfacer necesidades o proporcionar bienestar o deleite (RAE, 2014). Es por
ello, que es recomendable evitar ciertas fallas al momento de realizar críticas a obras de
arte. Al respecto, Zúñiga (2012) menciona las siguientes: la subjetividad al emitir juicios de
valor y argumentaciones no fundamentadas sobre la obra, el artista o su motivación para
la creación artística; el abuso del argumento de la autoridad, posición del crítico como
poseedor del saber; prescindir del contexto, es decir, de información relevante que puede
permitir al contemplador conocer características generales y ubicar a la obra dentro de
una línea histórica de evolución de arte y vincularla con una corriente artística
determinada.
En esta misma línea de argumentación, se puede agregar también, la falta de ética
al emitir la crítica para favorecer o desfavorecer ciertas obras incidiendo en la percepción
original que posean los espectadores, coleccionistas, dueños de galerías, entre otros.
Valo
rar
¿Cuáles son los actores involucrados en la crítica de arte?
Entre los actores involucrados en la crítica de arte pueden señalarse el artista, el
espectador o contemplador, el crítico de arte y los responsables de la difusión y
divulgación del arte (ver Figura 4).
El artista realiza una interpretación conceptual de una realidad específica a través
de su obra. La sustancia de su interpretación permite generar el tema que trata de
comunicar; su concepción o su sueño, los aspectos de la vida que desea subrayar o
expresar, las emociones, sentimientos, estados de ánimo o ideas que quisiera compartir
con su público. El valor artístico de esta sustancia se mide por su originalidad, su verdad,
su cualidad imaginativa y su sinceridad. También depende de las habilidades
representativas.
Una vez presentado el producto de la creación artística, el mismo es expuesto para
su contemplación y disfrute en museos, galerías y otros espacios dedicados a tal fin. Ello
produce en el espectador o contemplador ciertas emociones: amor, odio, alegría, tristeza,
aceptación, repulsión, por mencionar algunas. De acuerdo al nivel de conocimiento sobre
aspectos estéticos, el contemplador estará en capacidad de interpretar la obra de una
forma más o menos adecuada, ya que el mismo condiciona los modos de apreciación de
las artes y su capacidad para captar diversas formas de expresión.
En este punto es donde el crítico de arte juega un rol significativo. Esto debido a
que es el responsable de actuar como mediador entre la obra y el contemplador,
brindándole a éste diversas perspectivas, puntos de referencia y lecturas objetivas de la
obra a fin de propiciar el debate y la discusión productiva (Zúñiga, 2012). Si actúa de forma
ética cumpliría su rol sin emitir juicios o evaluaciones personales con connotaciones
comerciales o con intereses particulares, por el contrario, valoraría la obra desde una
perspectiva estética, emocional o espiritual5. Es por ello que se sugieren principios a
tomar en cuenta al ejecutar esta actividad en la búsqueda de una interpretación
adecuada.
5 Para una descripción del surgimiento de la crítica del arte en el siglo XVIII en Francia a partir de los aportes
de Emmanuel Kant y la realización de exposiciones bienales en el Salón Carré del Palacio de Louvre en 1737 ver el trabajo de Zúñiga (2010).
Figura 4. Actores involucrados en la crítica del arte
Entorno Aspectos del entorno que trabajan como condicionantes del proceso de apreciación artística,
tanto en el artista como en el contemplador.
Museos
Ferias de Arte
Galerías Privadas
Concursos de Arte
Grupos o movimientos artísticos, ect.
Elaboración Propia.
Principios de la crítica del arte
En este punto se mencionan algunos principios básicos a considerar al momento de
realizar la crítica de una obra de arte y que funcionan como guías orientadoras.
6 Consultar la definición sobre atributos físicos y elementos de arte en Peñuelas (2013). La obra posee ciertos
elementos de arte utilizados por el artista plástico de una forma personal. Ello le brindará un lenguaje artístico propio que imprimirá originalidad a sus obras y por lo cual será reconocido. No se trata en este contexto sobre obras producto de la reproducción técnica, tal como lo analiza Benjamín en su trabajo “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”.
En primera instancia, se recomienda el estudio y análisis sobre la forma correcta de
realizar la crítica, garantizando que la misma propicie el debate productivo (Perera, 2011).
Lo anterior, incluye el reconocimiento de los criterios apropiados debido a que los mismos
son variables, cambiantes e influidos, de manera significativa, por el entorno histórico y
socio-cultural en el cual se establecen. Se reconoce así, la diferencia entre las
percepciones estéticas de diferentes épocas y espacios geográficos (Jiménez, 1986,
Capdevila, 2007).
Para lograr lo anterior, es oportuna la revisión cuidadosa de la teoría utilizada para
la argumentación razonada, eliminando todo discurso que no sea pertinente (Jiménez,
1986). De esta forma, se habilitan vías para la formación y educación en el ámbito
artístico. Ningún crítico es experto en todas las corrientes del arte. Existen múltiples
concepciones correspondientes a cada etapa histórica acerca de los criterios de valoración
de las obras de arte, diversidad de corrientes o modelos estéticos y rasgos característicos
que configuran los estilos artísticos representativos del arte. Por ello, se recomienda cierto
grado de especialización y la lectura exhaustiva de materiales referenciales relevantes a
fin de obtener un dominio adecuado en un área en particular.
También es pertinente la distinción de los ámbitos de la filosofía del arte, la
estética y la crítica del arte. La primera, se ocupa de responder y reflexionar sobre
interrogantes referidas a cuestiones filosóficas en el ámbito del arte: ¿qué es una obra de
arte? ¿cuál es la naturaleza de una obra de arte y su utilidad? ¿Qué se percibe a través de
una obra de arte y cuáles son los principios para interpretarla? entre otras. La segunda se
orienta al entendimiento cabal de los conceptos involucrados y utilizados en los juicios
críticos. La última, implica análisis y valoración argumentada (Hospers, 1997).
Criterios básicos para realizar la crítica de una obra de arte
A continuación se presentan algunos criterios básicos categorizados en dos grupos:
(1) Relacionados con los elementos internos o propios de la obra y (2) Relacionados con
elementos externos o de contexto.
1.-Elementos propios o internos de la obra
El análisis puede iniciar con el discurso de la obra, es decir, ¿Qué trasmite? ¿Es una
crítica a una situación social o política o se trata de la exaltación de un hecho humano o
natural? Este planteamiento se realiza en el marco de un tema seleccionado por el artista
y el cual refiere al significado establecido de las formas y figuras que se representan. Es a
través del tema que los espectadores asocian lo representado en la obra7 y le dan sentido.
En el mismo orden de ideas, también incide la forma. Esta se utiliza para proyectar
sentimientos o transmitir concepciones personales del mundo. Al utilizarla bajo una
configuración determinada se podrá proyectar la sustancia de la obra, en otras palabras,
7 Gallardo y otros (2004) ofrecen una categorización de los temas en las obras de arte en: religiosos,
mitológicos, históricos, paisajes, retratos, de escenas cotidianas, aproximaciones de la realidad o realistas, reproducciones de la realidad o arte figurativo, formas no relacionables con el mundo el mundo real o arte abstracto, entre otros.
se logra una expresión artística específica. La forma constituye el producto tangible del
artista e incluye determinadas reglas, fórmulas, pautas, convenciones o esquemas.
Otro elemento a considerar es la técnica. Esta consiste en ajustar o combinar la
sustancia y la forma. Adicionalmente, constituye el método personal del artista para lograr
su fin e implica la selección y el arreglo de sus materiales para conseguir un efecto
determinado. La técnica distingue la obra de un artista de otro; a menudo se le llama su
estilo o cualidad personal, porque se trata, en esencia, de la auto-proyección del artista.
De acuerdo a la técnica seleccionada es posible hacer uso de determinados elementos
artísticos o plásticos. Entre ellos se pueden mencionar: el punto, la línea, el plano, el
volumen, el color, las formas, las figuras, la totalidad o composición, el ritmo, la simetría,
la proporción, la oposición y la dirección.8
La integración de los elementos mencionados le atribuye a la obra propiedades de
calidad visual, plástica o artística, permitiendo también, establecer semejanzas o
diferencias en los estilos y tendencias del lenguaje artístico que se estén presentando,
esto es, si es renacentista o cubista, impresionista o minimalista, entre otros.
Al evaluar una obra de arte plástico es relevante determinar su originalidad y
autenticidad. La primera, se refiere a la cualidad de las obras creadas o inventadas que las
hace ser nuevas o novedosas, y que las distingue de las copias, las falsificaciones, los
plagios o las obras derivadas. Es difícil de determinar y denota o identifica al artista. Una
obra cumple este atributo cuando no deriva de otras obras ni es una copia realizada sobre
otra, que sería su origen. Este elemento ha pasado a ser un importante concepto jurídico
con respecto a la propiedad intelectual, donde la creatividad y la invención se han
convertido en sujetos de copyright. Una idea original es la que no se ha concebido con
anterioridad por nadie. La segunda, se refiere a detalles específicos de la obra, tales como:
dónde y cuándo se realizó, el nombre del artista, el título exacto de la obra, su tamaño, y
el nombre de libros o revistas de referencia que contengan información relacionada sobre
el autor o la obra misma. El certificado de autenticidad debería indicar la cualificación y los
datos para contactar con la persona o entidad que autorizó el certificado.
2. Elementos o criterios externos a la obra:
Se ubican en tres categorías: atributos históricos, características sociológicas y
procesos psicológicos presentes.
Existen concepciones propias de cada etapa histórica acerca de los criterios de
valoración de las obras de arte, tendencias y comportamientos experimentados en el
ámbito económico, los cuales les imprimen ciertos atributos históricos. Dichas
concepciones son propuestas y/o asumidas por artistas, funcionarios de instituciones
artísticas, propietarios de galerías, aficionados y, en general, por los consumidores del
arte. Ello permite analizar obras de arte representativas de una época, identificando
características particulares que permiten su clasificación en un determinado estilo.
8 Para una mayor profundización sobre los elementos mencionados, se sugiere consultar a Crespi y Ferrario
(1995), Díaz (2007), Agesta y López (2012) y Villegas y otros (2012).
También, permiten valorar la diversidad de corrientes o modelos estéticos que pueden
desarrollarse en una misma época
Adicionalmente, existen consensos acerca del valor de las obras de arte y cómo
pueden ser apreciadas, los cuales son desarrollados por grupos de comerciantes de arte,
críticos y coleccionistas9 e integran la categoría de características sociológicas. Para ello,
utilizan principios de segmentación de los mercados de consumidores (público en general,
galerías, museos, etc.) tales como: (a) Geográficos: regiones, tamaño de la región, tamaño
de la ciudad, densidad, clima; (b) Demográficos: edad, sexo, tamaño de la familia, ciclo de
vida familiar, renta, ocupación, educación, religión, raza, nacionalidad; (c) Psicográficos:
clase social, estilos de vida, personalidad y (d) De comportamiento: beneficios esperados,
nivel y frecuencia de uso, nivel de lealtad, disposición, actitud hacia las obras de arte, por
mencionar algunos.
En cuanto a los procesos psicológicos presentes, los mismos permiten analizar la
actividad creativa, los procesos básicos de percepción y emoción, las funciones del
pensamiento y del lenguaje, entre otros. También entran en esta categoría, los gustos
estéticos individuales y grupales, así como las habilidades de comunicación y expresión de
ideas en forma visual. En otras palabras, el arte surge de alguien que necesita expresar
algo (una vivencia, una idea, un proyecto) en el campo de lo estético a través de un signo,
un símbolo o una alegoría. Se trata de un proceso que comienza con un acto y se resuelve
en un objeto lleno de sentido y significado10. La sensibilidad es el registro simultáneo de la
percepción sensorial y de la percepción emotiva en representaciones que cargan mayor o
menor cantidad y calidad de energía psíquica. Y la tal sensibilidad juega su papel relevante
tanto en la producción como en la contemplación de un objeto artístico.
Cadena de valor del Arte
La definición de cadena de valor, presentada por Porter en 1985, fue propuesta
para ser aplicada en el ámbito empresarial e involucra el análisis de la organización como
un todo. La misma considera todas aquellas actividades realizadas por la empresa de
forma lógica a fin de cumplir con el objetivo establecido bajo una estrategia competitiva
seleccionada y lo cual le permite garantizar su posición en el mercado que ocupa (Porter,
1995). En el ámbito de la creación artística es pertinente su aplicación ya que permite
configurar la dinámica de generación de obras de arte. También permite ubicar cada uno
de los actores que ejercen un rol indispensable dentro de la cadena de valor del arte y
ejecutan una actividad necesaria, la cual agrega valor a los productos artísticos.
Según la Alcaldía Mayor de Bogotá (2011) los eslabones de la cadena de valor del
arte están articulados y son complementarios. Cada eslabón agrega un componente
9 Consultar a Montero (1995), quien ofrece un modelo teórico de valoración de obras de arte, Ruiz (2006) para
una reflexión sobre la obra de arte como objeto simbólico o material y De la Vega (2007) sobre la función del arte. 10
Consultar a Marty (1997) en referencia a los temas tratados por la psicología del arte y Marty (2000) para definir algunos problemas enfrentados por la misma.
imprescindible, una característica personal una cualidad de valor intrínseco en los pasos
recorridos desde la idea hasta la concreción de un producto para su consumo cultural o
apropiación por parte del público. En este punto es oportuna la afirmación presentada por
la UNESCO (2010, p. 135) sobre el valor agregado. Este se define como “…la diferencia
existente entre el coste de los factores de producción y el precio de venta final, en este
sector, el valor final de los productos culturales y creativos puede incorporar dimensiones
intangibles (valor de marca o identitario) no traducibles inmediatamente en el precio pero
que conducen a nuevas aportaciones a medio o largo plazo”.
En la Figura 4, se ilustran las actividades principales de la cadena de valor del arte,
es decir, aquellas que permiten la concreción de la obra y su posterior aceptación en el
mercado del arte. Estas son: el acto creativo en sí y la comercialización, difusión,
divulgación y promoción de los productos generados. También entran en juego las
actividades secundarias o de apoyo, entre ellas: la realización de investigaciones sobre
arte en la búsqueda de nuevas propuestas o análisis que servirán de insumo al artista, el
suministro de productos y servicios, la oferta de talleres y cursos por parte de especialistas
orientados a la capacitación en materia de técnicas, teorías y uso de materiales, la
organización de eventos artísticos en galerías, museos y ferias, por mencionar algunos.
Figura 4. Cadena de valor del arte
Elaboración Propia.
En particular, el rol del crítico de arte se ejerce en el escenario de exposición como
intermediario entre la obra y el público a través de asesorías individuales o colectivas, así
como mediante visitas guiadas y consultoría especializada a museos y galerías. También
tiene las capacidades para elaborar catálogos comentados o reseñas sobre las obras para
ser publicados en los medios de comunicación impresos y digitales. Principalmente,
cumple una labor educativa y orientadora, la cual influye en las decisiones de
coleccionistas y comerciantes de arte e incidiendo en el comportamiento del mercado del
arte.
Conclusiones
Sobre la base de la revisión bibliográfica realizada se puede afirmar que las
propuestas sobre una forma objetiva de realizar la crítica de obras de artes en general son
variadas y difieren en cuanto al contexto temporal y geográfico. Además, dependen de la
corriente artística a la cual pertenezcan los productos artísticos.
Los criterios de evaluación de una obra son resultado del consenso entre los
actores en un contexto socio-histórico dado sobre la base de preferencias artísticas
específicas, las cuales permiten una configuración particular pero sin pretender que
tengan carácter absoluto o permanente. En cuanto a los criterios señalados como
referencia básica en el presente ensayo se categorizaron en propios o internos a la obra
(originalidad, autenticidad, discurso que trasmite, tema, elementos artísticos o plásticos
incluídos, entre otros) y en externos (etapa histórica, atributos sociológicos, elementos
psicológicos implícitos, por mencionar algunos). Los mismos permiten estructurar una
crítica de forma organizada y sistemática a los interesados en iniciarse en esta actividad.
Realizar una crítica fundamentada requiere preparación y conocimiento
especializado. Este se logra a través de la lectura sistemática y profunda, la cual es
recomendable que abarque aspectos relacionados con técnicas, corrientes artísticas y
teoría del color, así como temas que versan sobre historia, psicología y sociología del arte,
por mencionar algunos. Ello permite obtener argumentos válidos que propicien el
crecimiento intelectual, tanto del crítico como del público interesado.
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* Carlos Rivas: Profesor de Inglés. Docente de la Escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y
Tovar en los Talleres de Crítica del Arte e Historia del Arte. Barquisimeto, Venezuela. [E-
mail: [email protected]].
** Aymara Hernández Arias: Ingeniero en Informática. Estudiante de la Escuela de Artes
Plásticas Martín Tovar y Tovar. Barquisimeto. Venezuela. [E-mail: [email protected]].
*** Víctor Quintal: Abogado. Licenciado en Artes Plásticas. Estudiante de la Escuela de
Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar. Barquisimeto. Venezuela. [E-mail: