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eB 11 Marina Mannati Orar con los salmos NOVENA EDICION (Bvd) 7- A~ Uu~A{k,MKJ. EDITORIAL VERBO DIVINO Avda. de Pamplona, 41 31200 ESTELLA (Navarra) - España 1994

Cuaderno Bíblico 011 (Orar Con Los Salmos, Marina Mannati)

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Texto que permite volver a la razón primera de los Salmos. Orar tomando como base cada uno de estos textos sagrados.

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  • eB11

    Marina Mannati

    Orarcon los salmos

    NOVENA EDICION

    (Bvd) 7-A~ Uu~A{k,MKJ.EDITORIAL VERBO DIVINO

    Avda. de Pamplona, 4131200 ESTELLA (Navarra) - Espaa

    1994

  • Plegarias extraas, nacidas hace ms de dos milenios en labios deun pueblo pequeo y que, desde entonces, no han dejado de ser murmu-radas o gritadas en el silencio de los claustros o en el clamor de los rga-nos litrgicos, en el secreto de la vida cotidiana o en las asambleas delos pueblos creyentes.

    Plegarias extraas en las que todo sorprende al hombre occidental: elritmo, las imgenes, la violencia de los sentimientos y la historia deIsrael que sin cesar aflora en sus estrofas. Una de las claves para en-trar en su universo es precisamente percibir que son historia: son la vidaconvertida en plegaria, la historia de Israel transfigurada en eucaristamediante su entrada en el culto. Y son una invitacin para que hagamosde nuestra vida una plegaria. Al abrir un libro de "plegarias bblicas",uno esperara encontrarse con textos edificantes, tejidos de buenossentimientos, impregnados de una fuerte teologa ... Pero son humanos,con el pie en tierra, hechos de carne y de sangre, "espejos de nuestrasrebeldas y de nuestras fidelidades". Porque son plegarias de hombres,de hombres que no se engaan a s mismos cuando se encuentran con suDios, que se enfrentan con l con todas sus pasiones y todas sus mise-rias, con toda su nostalgia de amor. De esta forma, nos revelan la caramisteriosa de nuestra vida cotidiana, de nuestras luchas y de nuestras

    Nacemos con este libro en las entraas. Un libro pequeo: 150 poemas,150 escalones levantados entre la muerte y la vida; 150 espejos de nues-tras rebeldas y de nuestras fidelidades, de nuestras agonas y de nues-'tras resurrecciones. Ms que un libro, un ser vivo que habla -que oshabla-, que sufre, que gime y que muere, que resucita y que canta, enel umbral de la eternidad. Y que os conduce, a vosotros y a los siglos delos siglos, desde el comienzo hasta el fin ... (A. Chouraqui).

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    esperanzas, esa cara que est "escondida con el mesas en Dios" (Col3, 3).

    Nos hacen entrar de este modo en la plegaria de un pueblo en el quecada uno, cuando reza, dice "nosotros"; incluso el "yo" de la mayor partede los salmos es colectivo. Hacen explotar nuestro egosmo. Descubrimosque solamente "como pueblo" es como nos encontramos con Dios. Y nosvemos arrastrados por ellos en una inmensa historia de amor, la que des-de el amanecer del primer da ha emprendido Dios con los hombres.

    Pero es preciso entrar en su universo. Y para ello se necesita un guaexperimentado. Marina Mannati 10 es seguramente. Despus de haberenseado filosofa, se ha consagrado al estudio de los salmos, que hatraducido junto con F. de Solms, y ha comentado en una obra volumi-nosa de 1.600 pginas. Actualmente est incorporada al C.N.R.S. y dedi-cada al estudio de los gneros literarios del salterio.

    Por consiguiente, es el descubrimiento de los gneros literarios delsalterio a lo que nos invita, como clave para su buena interpretacin. Yen este terreno nos abre en ocasiones, con gran bro, nuevos caminos queno siempre han seguido todos los especialistas. Este estudio la lleva ahacer revivir varias instituciones cultuales de Israel y creemos que esaqu donde radica uno de los ms interesantes descubrimientos deestas pginas. Estas reconstituciones son tan vivas que dan a veces laimpresin de ser un "reportaje en directo"; pero podemos estar bien se-guros, ya que se basan en una slida documentacin.

    Este cuaderno quizs parezca un poco tcnico. Concretamente, hasido necesario utilizar cierto vocabulario. El ndice final podr explicar-nos las palabras seguidas por un asterisco. * Este estudio nos exigir unpoco de coraje. Se trata de una etapa necesaria, pero nada ms que deuna etapa. En efecto, todos aquellos que han tenido la suerte de poderescuchar a Marina Mannati comentar los salmos, pueden atestiguar queeste tecnicismo est al servicio de una pasin: ayudar a descifrar pa-cientemente los rasgos del ser amado que se vislumbra ya en todas estasplegarias, ese rostro de "nuestro querido hermano y seor Jesucristo".

    Etienne CHARPENTIER

    Los extractos de salmos asirio-babilnicos que podris encontrar entre estas pginas hanSi~o amablemente preparados por el abate Seux y estn sacados de iIymnes et prieres auxdzeux de Babylonie et d'Assyrie, por M.-J. Seux, en prensa actualmente en Editions duCerf.

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  • IEL SALTERIO

    El salterio es un libro de oraciones. Aqu radicasu originalidad respecto a los dems libros de labiblia. Tambin es verdad que en otros lugares dela biblia nos encontramos con oraciones; puestasen labios de algn personaje. se presentan comoun elemento ms del relato. Podemos rezar conellas. pero no fueron compuestas con esta inten-cin. Los salmos s que estn destinados directa-mente a la oracin de la comunidad. Y esto es loque los sita de verdad.

    Al ser le aria de la comunidad. toman a losfieles tal como son. con su vida de cada da. consus es eranzas sus ecados con sus dificultades

    su amor. Y tambin con su mentalidad y su for-ma de expresarse: imgenes concretas. representa-ciones mitolgicas o mgicas. No retenden comola ley o los profetas. dar una enseanza nueva. Y enellos aparecen con toda claridad las la unas doctri-nales de los creyentes de aquella poca. concreta-mente sobre la vida eterna"!' Su originalidad y suaportacin consisten en algo distinto: no son doc-trina. sino plegaria; nos hacen entrar profundamenteen la relacin entre Dios y el hombre.

    Pero es esto posible para nosotros en la actua-lidad?; cmo entrar en esos textos que reflejanuna mentalidad. unas instituciones. unos usos. unascreencias. que no son las nuestras? Si somos cris-

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    tlanos, cmo recoger despus de Cristo unas ora-ciones que no hablan de l y que con frecuencia res-piran odio y venganza?

    En vez de responder de una forma terica a estasobjeciones. ms vale que estudiemos algunos tex-tos. El movimiento se demuestra andando; la ri-queza y la verdad de los salmos se palpa profun-dizando en ellos. Los seis salmos que estudiaremosdetalladamente nos permitirn recoger estas cues-tiones. al final. de una forma serena.

    Pero antes de lanzarnos a este estudio. ten-dremos que recordar algunos datos generales. Loharemos brevemente. porque pueden encontrarseen cualquier otro libro. Seguramente a los ya ini-ciados les parecern demasiado abundantes y pro-lijos; a los dems. por el contrario. les parecernbreves. Estos ltimos ganarn quizs con ello. puesles entrarn ganas de completar por otra parte estasindicaciones sumarias. Y los primeros ... que selos salten tranquilamente.

    I El silencio sobre este punto no es negacin. Simplemente,el problema no se plantea. Los salmistas se contentan con repre-sentaciones vagas del sheol. El sheol no es nuestro infierno, yaque no es un lugar de castigo, sino slo una supervivencia en laque cesa la alabanza de Dios. Los salmistas no intentan imagi-narse ese sheol; slo lo mencionan de pasada, precisamente enfuncin (excepto en el salmo 49) de la imposibilidad de alabarall al seor.

  • 1. Texto y versiones fEI texto hebreol antes de los descubrimientos

    de Qumran, que han puesto en nuestras manos ma-nuscritos anteriores al ao 70 de nuestra era, nosera ya conocido por otros manuscritos del siglo IXQ.....,Q. Este texto haba sido ya establecido a partirdel siglo VI p. C. por los -rnasoretas (

  • (ms o menos, los libros 1, 4 Y 5) Y las dos colec-ciones elohstas (ms o menos, los libros 2 y 3).

    - Segn su atribucin, se pueden distinguirlas colecciones llamadas de David (libro 1; Sal 51-70; 138-144 Y algunos otros), de los hijos de Cor(Sal 42-49; 84-85 Y 87-88), Y de Asaf (Sal 73-83 y,aislado entre ambas colecciones, el Sal 50).

    - Tambin pueden distinguirse los 15 gra-duales (Sal 120-134), los salmos aleluyticos (Sal105-107; 111-118; entre ellos los 113-118 formanel hallel * egipcio; 135-136 o gran hallel; y 146-150).

    3. Autores y fecha de. .~composicionNo sabemos nada sobre los autores de los sal-

    .!!!.Q.. A David se le atribuyen 73; pero, en la mayorparte de los casos, las alusiones al templo, al des-tierro en Babilonia, a la reconstruccin de las mu-rallas, etc., impiden esta atribucin. Por consiguien-te, hay muchas probabilidades -casi podramoshablar de certeza- de que los pocos salmos endonde no se opone a esta atribucin ninguna men-cin del texto tampoco sean de David. Los antiguosno tenan la misma concepcin que nosotros res-pecto a la propiedad literaria; algunos dilogos com-puestos por discpulos de Platn fueron llamadosde Platn-: un texto sapiencial escrito en griego hapodido titularse en la biblia Sabidura de Salo-rnon-, sin abusar de los lectores. De esta forma serenda homenaje a Platn o a Salomn, famosos porsu sabidura. Lo mismo ocurre con David: al ini-ciador del gnero slmico en Israel se le brinda elhomenaje de unos salmos redactados mucho mstarde; no habra que traducir entonces salmo deDavid, sino salmo a David)).

    Lo mismo ocurre con los salmos atribuidos alos hijos de Cor y de Asaf, con los dos salmos atri-buidos a Salomn (Sal 72 y 127), Y con mucha ms

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    LOS NOMBRES DIVINOS

    1. YHWH. En las colecciones yavistas se designaa Dios por el nombre revelado a Moiss, nombreque la tradicin juda no pronuncia por respeto. Porotra parte, no sabemos con certeza cmo se habrapronunciado. En la biblia hebrea se escribe con lasconsonantes del nombre divino (estas consonantesse designan como tetragrama -del griego cuatroletras- y con las vocales de Adonai, el seor. Cuandolos ojos ven el tetragrama, se lee espontneamenteAdonai.' Es un hbito fcil de contraer, que todos de-beramos tener. Porque, independientemente del hechode que no estamos seguros de la pronunciacin delnombre, una largusima tradicin juda y cristiana (suabandono es relativamente reciente) nos invita coninsistencia a guardar esta actitud de respeto.

    En los libros litrgicos. YHWH se traduce porseor (o eterno entre los protestantes). Aqu, comoen muchas obras, utilizaremos el tetragrama, ya que,cuando se trata del Dios de la alianza, importa sabercundo se le llama por su nombre. Pero en la lecturapersonal o pblica, cada uno puede pronunciar Adonaio el seor.

    2. Elohm o Dios. No es un nombre propio, sinoun trmino genrico para cualquier divinidad. Lo mis-mo pasa con El, que suele traducirse tambin porDios.

    3. Adonai o seor.

    4. Elyon o el altsimo.

    5. Shaddai o, segn los LXX, el poderoso.

    Dada la excelente sonoridad de Elohfm, Adonai,Elyon y Shaddai, es lamentable que se prefiera su ver-sin espaola.

    , Los masoretas * escriben la a de Adonai como unae breve; esto da la grafa YeHoWai. De ah la lectura

    }ehov que se encuentra en algunas biblias de lossiglos XVI-XIX, y que es un barbarismo.

  • razn con el salmo 90 atribuido a Moiss. Las sus-cripciones 2 de los salmos fueron redactadas pos-teriormente y, tradicionalmente, se reconoca queno' estaban inspiradas. En algunos casos se observael inters de tener en cuenta la atribucin, ya queel redactor del subttulo descubre as una de lasintenciones del texto: as ocurre, por ejemplo, conla atribucin del salmo 51 a David, en el que hapensado manifiestamente el salmista (versculos6, 14 Y 16).

    La misma dificultad encierra determinar la pocade composicin de un salmo. David compuso al-gunos, pero no se han conservado. No cabe dudade que los salmos recogidos en el salterio se vanescalonando entre los siglos VIII y 11 a.C., cuandose institucionaliz la vida cultual y los cantores su-cedieron a los profetas. Incluso es posible (y sinduda verosmil) que todos los salmos actualeshayan sido escritos despus del destierro y que lossalmos de apariencia arcaica no sean quizs msque arcaizantes.

    4. Las suscripcionesHay algunos salmos "hurfanos, esto es, sin

    suscripcin; pero la mayor parte de ellos tienenuna. Se trata ordinariamente de la atribucin de quehemos hablado. Los redactores han aadido a vecesciertas indicaciones relativas al instrumento mu-sical, al aire con que debera cantarse aquel sal-mo, a su modo de ejecucin o a la persona en-cargada de esa ejecucin (el maestro de coro).

    A veces figuran ciertas palabras hebreas queindican la categora del salmo: plegaria, alabanza,canto, canto de amor, canto de subida, mizmor (quesegn la raz significara salmo; pero ... no todos los

    , Por esta palabra se designan las indicaciones en prosa quepreceden al salmo.

    salmos son mizmor), maskil (traduccin incierta),miktam (dem).

    Finalmente, un pequeo nmero de suscripcio-nes pretenden situar hlstrlcamente- el texto, porejemplo: Cuando el profeta Natn lleg a l (Da-vid), por haberse acercado a Bethsabe (Sal 51).

    Estas diferentes indicaciones resultan intilespara la plegaria, y por eso no figuran en las traduc-ciones de uso litrgico. Como tampoco ayudan a lacomprensin del salmo (excepto la atribucin enun nmero muy reducido de casos), tampoco hansido reproducidas en la traduccin de los salmosque ofrecemos en este cuaderno.

    5. Potica del salterioLos salmos son poemas. No todos los salmistas

    tienen el mismo genio potico; por eso no todos lossalmos tienen el mismo valor en este sentido. Pe-ro esto no les impide atenerse a las leyes genera-les de la poesa hebrea, incluso aquellos que rozanmuy de cerca la prosa. Es necesario recordar en-tonces algunos puntos.

    1. Los salmos no son meteoros cados delcielo. Tuvieron su origen en un ambiente culturalen contacto con las civilizaciones circundantes. Portanto, no hemos de extraarnos de la semejanza enlos procedimientos, en el parentesco de las im-genes, etctera. Los salmistas no tuvieron miedode utilizar ciertos textos paganos (Sal 19, 2-7; 29,3-9b; 67; 104).

    2. La prosodia hebrea no se basa ni en el n-mero de slabas o de pies, ni en la rima. sino enla sucesin de slabas tnicas y de slabas tonas.Slo entran en cuenta las slabas acentuadas, una

    , Este trmino viene de una palabra griega que significatocar un instrumento.

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  • por palabra o pareja de palabras estrechamente li-gadas.

    Un versculo cuenta normalmente con dos miem-bros de 3 acentos (3 + 3), Y a veces 3 + 2 (ritmoelegaco). Cada miembro de un versculo se llamaen griego stychos; ordinariamente los versculosestn compuestos de dos miembros (dsticos), ya veces de tres (trsticos).

    3. La poesa hebrea utiliza constantemente elparalelismo, procedimiento que consiste en enun-ciar un mismo pensamiento en dos miembros con-secutivos del versculo, equilibrados y simtricos.El paralelismo reduplica el ritmo sonoro del versomediante un balanceo de las ideas: ese balanceoresponde a los movimientos que acompaaban alcanto de los salmos y sealaban su ritmo, con elbatido de palmas, balanceo de la cabeza, etctera.

    6. Los salmos y el cultoLos salmos reflejan las preocupaciones y la

    psicologa de sus autores. Reflejan sobre todolos usos, costumbres, hbitos de la poca y aludencon frecuencia a la historia reciente. Sin embargo,ningn salmista los ha compuesto para expresarsu propia oracin; ya desde su redaccin se con-ceba al salmo para uso de la comunidad.' Pero va-yamos ms lejos todava; los salmos bajo la formade nosotros, que dibujan el cuadro de un desastre,no han sido ciertamente compuestos en funcindirecta de ese desastre; poda muy bien sucederque se pronunciasen ciertas plegarias al ver apro-

    No todos los exegetas opinan lo mismo, impresionados por elva. Sin embargo, es difcil comprender cmo un texto escrito parafijar una experiencia personal haya pasado tan rpidamente a laliturgia del segundo templo.

    EXTRACTOS DE UNA PLEGARIA PENITENCIALQUE PODIA DIRIGIRSE

    A UNA DIVINIDAD CUALQUIERA

    (Fecha aproximada: 1.500a.C.)

    Mi seor, mis faltas son numerosas,grandes son mis pecados.

    Dios mo, mis faltas son numerosas,grandes son mis pecados.

    Diosa ma, mis faltas son numerosas,grandes son mis pecados...

    El seor, con su corazn airado,me ha mirado vengativamente.

    El dios, con su corazn encolerizado,ha hecho que me vea castigado.

    La diosa se ha apartado enfadada de my me ha puesto enfermo.

    Me hiere un dios, no s cul.

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    Una diosa, no s quin ser,ha puesto en m el tormento.

    Busco sin cesar y nadie toma mi mano.Lloro y nadie se acerca a m.Me quejo, pero nadie me escucha.Estoy atormentado, estoy ciego;

    [no puedo ver!Dios mo misericordioso, vulvete hacia m.

    Te lo pido.Diosa ma, beso tus pies. Me arrastro ante ti. ..

    Seor mo, no rechaces a tu siervo;estoy hundido en el cenagal; [tlndeme la mano!La falta que he cometido, [vulvernela en bien!El pecado que he hecho, que el viento se lo lleve.Mis malas acciones son numerosas;

    qutamelas como un vestido.Dios mo, mis faltas son siete veces siete;

    perdona mis faltas ...

    Perdona mis faltas, que yo canto tu alabanza.. ,

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    ximarse un peligro (vase, por ejemplo, 2 Crn 20,1-19); pero esto no lleva como consecuencia nece-saria el que toda splica nacional haya sido provo-cada por la inminencia de una catstrofe. Comotodos los dems, esos salmos estn destinados,desde su composicin, al uso litrgico, tal comonos lo hacen pensar muchos indicios convergentes(aunque no todos los comentadores se muestran deacuerdo en este punto).

    Los salmistas son buenos servidores de la vidacultual del pueblo y se preocupan de ofrecerle tex-tos utilizables en la oracin pblica. Este uso pri-mordial (pero no exclusivo, ya que sin duda lossalmos sirvieron tambin en seguida para la oracinindividual) no excluye que ciertas plegarias cul-tuales de algunos individuos, como los formulariospara la curacin de los leprosos o los de accin degracias, hayan servido de modelo (de ah la frmulayo que dramatiza a la oracin de Israel); pero nofueron conservadas en el salterio. En efecto, nohan sido recogidos en l un grandsimo nmero desalmos, formularios individuales o textos colec-tivos. Los encontramos en otros libros de la biblia.La versin siraca contiene 5 salmos que no figuranen el texto hebreo y los LXX tienen un salmo 151.

    As pues, el culto ha desempeado un papeldecisivo en la composicin de los salmos y es pre-cisamente la estructura de las celebraciones li-trgicas la que nos permitir habitualmente distin-guir el gnero literario de los diversos salmos,como veremos en el siguiente captulo.

    De momento, sealemos un ltimo punto im-portante para la buena interpretacin de estas ple-garias: la interferencia de dos planos, el planodel revestimiento y el plano de la significacin.

    7. El "revestimiento"Hemos escogido esta palabra por lo que tiene

    de imagen. Evoca que hay un doble plano: el de laaccin concreta que se recuerda y el de la signifi-cacin. Nos encontraremos muchas veces con estedoble plano en los salmos. El plano real es antetodo la situacin de Israel y de cada creyente enel seno de ese pueblo, en relacin (en alianza) conDios; ese pueblo real del que hablaba el Exodo,castigado por sus pecados, despreciado como unleproso por las dems naciones, injustamente acu-sado de estar abandonado por su Dios ... Para hacerdramtica 'esa situacin de Israel, los salmistas lapresentan bajo la forma de un acusado inocente,de un leproso humillado, de un rey protegido porDios, etctera ... Estamos entonces en el plano delrevestimiento: es la dramatizacin de una si-tuacin real.

    Se comprende entonces la importancia que tie-ne, para poder rezar con los salmos, distinguir bienentre esos dos planos, cuando existen. Es fcil quesurjan dudas sobre la situacin que nos presentael revestimiento, pero la situacin que se evocade forma dramtica es muchas veces la nuestra.

    ALGUNAS ORACIONES DEL ANTIGUO TESTAMENTOFUERA DEL SALTERIO

    Gn 18, 22-32; 32, 10-14Ex 15; 32, 11-13Nm 111 Sam 2, 1-102 Sam 7. 18-29(1 Crn 17, 16-27)1 Re 8. 22-40 (2 Crn 6, 12-40)1 Crn 29. 10-19E5d 9, 6-15Neh 1.5-11Job 10, 2-22; 13. 21-14, 22; 30, 20-3115 38, 9-20Jer 14, 2-9 Y 19-22Lam 5Dan 9. 3-19

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  • II

    exige un notable esfuerzo al principiante; en efecto,hay que renunciar al psicologismo, resistir a lailusin de clasificar e! salmo a partir de su conte-nido, para someterse al rigor de la estructura.

    La determinacin de los gneros literarios es,por consiguiente, primordial y depende de todo unconjunto de investigaciones, muchas veces deli-cadas, de lingstica, de sociologa y de historia.

    La estructura nos ha llevado a distinguir trecegneros literarios que vamos a estudiar a continua-cin rpidamente. La dimensin de este cuadernono nos ha permitido desgraciadamente estudiarun salmo de cada uno de estos gneros. La lecturade seis de ellos nos permitir por lo menos vis-lumbrar el mtodo. Estos seis comentarios vanacompaados de la traduccin del salmo respecti-vo que nos ofrece la Biblia de Jerusaln, a los quehemos aadido algunas notas para que se com-prendiera mejor su sentido.

    LOS GENEROS LITERARIOSDEL SALTERIO

    Los salmos estn destinados ante todo a acom-paar a las celebraciones litrgicas, tal como hemosdicho y como veremos a continuacin a partir deunos ejemplos concretos. Por estructura entende-mos aqu no ya la composicin o la construccinde un salmo, sino la organizacin de sus elementosen funcin de la ceremonia cultual. As, por ejem-plo, la estructura de los salmos de accin de gra-cias se compagina con las diversas fases de unsacrificio de accin de gracias.

    y es esta estructura la que permite distinguir105 diferentes gneros literarios del salterio.

    Reconocer el gnero literario de un salmo esel primer paso que hay que dar para comprenderlo.No se trata de responder a una exigencia de orden,de clasificacin ... ; el salterio no es un museo depiezas muertas. Se trata, ms bien, de captar laintencin del salmista, entrar en su ngulo de vi-sin. Esto parece lgico, pero la verdad es que

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  • -1. Las splicas: "Seor, ven a ayudarnos!"

    Los salmos ms numerosos son las SUPLICAS.'

    El trmino no necesita muchas explicaciones,se pensar. Pero se corre el peligro de quedarse conla idea de peticin insistente, sin concretar lo queera un suplicante en la antigedad. El suplicantese pona bajo la proteccin de un superior para es-capar de un peligro, que poda venir a veces de lapersona misma a la que se suplicaba, cuando staquera castigar al suplicante. Mediante ciertos ges-tos simblicos, el suplicante expresaba que se ponapor completo en manos de la persona a la que im-ploraba, que se senta totalmente dependiente deella. Por tanto, suplicar a Dios es presentarseante l en postura de suplicante: levantar los ojos,tender las manos, postrarse ante Dios, refugiarseen Dios no son expresiones vacas.

    Estructura de las splicas

    Todas las religiones conocen la splica y la es-tructura de las plegarias bblicas no es exclusivade la literatura hebrea. Sus elementos respondena diversas acciones exigidas por la situacin espe-cfica del suplicante. Los salmistas organizan susmateriales con libertad: superposicin de elemen-tos, modificaciones en el orden de aparicin, seriede dos o tres partes, cada una de las cuales es yauna splica entera; en raras ocasiones, supresin

    I Nosotros sealamos 33. La lista que se da generalmente esms larga, porque se hace entrar en ella a las liturgias centradasen un orculo, a las exhortaciones profticas contra la impiedady a los graduales. Tambin a veces algunas acciones de graocias, como los salmos 22 y 41, se clasifican entre las splicas.

    de algn elemento. Pero en conjunto percibimosen las splicas una estructura constante:

    1. Prembulo. que comprende:

    a) Invocacin o llamada a Dios por su nom-bre. Para hablar con alguien, ante todo hay que di-rigirse a l. Esta necesidad psicolgica de ponerseante Dios y convertir nuestra oracin en dilogoes tambin una profesin de fe y la afirmacin deque el nombre tiene un poder salvfico.

    b) Peticiones generales: escchame, tenpiedad de m, slvarne , etctera.

    c) Presentacin de s en calidad y actitud desuplicante.

    2. Splica en s misma. Esta parte comprende:

    a) Peticiones particulares: crarne, -perd-narne, [zqame, -Ibrame de mis enemigos",etctera.

    b) Exposicin del caso: enfermedad grave, ma-licia de los perseguidores, etctera.

    c) Motivos de persuasin: pueden ser subje-tivos (

  • escuchado, la confianza en la Intervencin de Dios,la accin de gracias por la splica escuchada, lagratitud expresada de antemano por la salvacinque se da por segura, la promesa de una accin degracias ritual (esto es, el voto de ofrecer un sacri-ficio de accin de gracias).

    Diferentes clases de splicas

    A pesar de las diversas sobrecargas, la estruc-tura es clara y sencilla. No lo es tanto la distribu-cin de las diversas clases de splicas. Suele dis-tinguirse:

    a) Entre splicas individuales y splicas nacio-nales (o colectivas). Esto parece simple, pero seobserva que, en las primeras, el "yo representarealmente a Israel. Existen ciertamente frmulas desplica individual, por ejemplo, para la purificacinde los leprosos. Pero las splicas del salterio, ins-piradas en estas splicas individuales, no ponenen escena a un leproso, a un acusado inocente,etctera, ms que para dramatizar la splica deIsrael. La forma individual es un revestimiento:

    b) La situacin del orante (pecador, enfermo,perseguido, acusado inocente) podra ofrecer teri-camente otra divisin; pero la realidad es ms com-pleja; como toda desgracia se experimenta comoun castigo, no siempre es posible distinguir si elsuplicante es ante todo un pecador, si es perseguidopor estar enfermo (signo de maldicin), o si estenfermo debido a las persecuciones.

    A veces no es posible la confusin: el salmo51 es una peticin de perdn, pero incluso all elsalmista puede ser tambin un enfermo, ya quela aspersin con el hisopo (versculo 9) es un ritode purificacin de los leprosos.

    Otras veces no se sabe lo que es el suplicante,por no haber una exposicin del caso: los salmos

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    25, 86 Y 1192 son pronunciados por Individuos quepiden vivir la alianza, sin decir nada sobre su situa-cin.

    Slo hay un caso claro: el de las splicas de unacusado inocente (Sal 7, 17 Y 26). Un hombre acu-sado injustamente y que no poda probar su ino-cencia, por verse cogido en una red de trampososque haban embrollado todas las pistas, se enfren-ta con testigos falsos y con jueces sobornados (eraun caso frecuente); entonces se remite al juicio deDios. El jzqarne tena entonces un sentido con-creto: "recurro a tu juicio.

    c) Quizs sea interesante distinguir entre lasplica propiamente dicha y la lamentacin endonde la exposicin del caso (o queja) ocupa prc-ticamente todo el lugar (por ejemplo, Sal 88). Tam-bin podra distinguirse la lmprecacln" (Sal 109).Pero dnde est la frontera entre la splica quecontiene una imprecacin (caso frecuente) y la im-precacin que es el objeto de la splica?; entreuna splica quejumbrosa (Sal 42-43) y una lamen-tacin?

    d) No olvidemos finalmente los tres salmosespeciales que ya hemos mencionado (Sal 25, 86y 119), cuyo objeto es la realizacin de la alianza.Hay que aadirles los salmos 80 y 90, que imploranla llegada de los tiempos mesinicos.

    El marco litrgico

    Las splicas son la oracin de Israel, pero enmomentos determinados. Los cinco ltimos salmosmencionados nos indican ya que se trata de unaaccin cultual. Incluso las splicas de forma no-sotros (Sal 44; 74; 79; 90), de las que cabra pensarque nacieron de una situacin muy crtica, ocupan

    2 El salmo 119 es ciertamente una splica, pero de un estiloparticular.

  • realmente un puesto en el ciclo litrgico. Probable-mente haba un da de penitencia en el curso de lafiesta de los tabernculos,* que preceda a la re-novacin de los compromisos de la alianza. Antesde asumir de nuevo este compromiso, Israel deplo-raba todas sus faltas a la alianza durante el aotranscurrido. Tambin en otras circunstancias habaliturgias penitenciales pertenecientes al ciclo ll-

    trgico (fiesta de las expiaciones, aniversario dela toma de Jerusaln). Es intil distinguir una ca-tegora de splicas que fueran penitenciales; lo sontodas, de una forma ms o menos aparente. Llorar,hacer duelo, vestirse un vestido de luto (un saco),acostarse en el polvo, ayunar, no son palabras va-cas: esas expresiones se refieren a prcticas pe-nitenciales sacadas de los ritos funerarios.

    SALMO 109

    No hemos podido ms que sobrevolar ligera-mente por el inmenso terreno de las splicas. Con-viene que no lo dejemos sin haber visto ms decerca uno de esos salmos. Tomemos animosamen-te el toro por los cuernos, fijndonos en uno de lossalmos de imprecacin.

    Hay demasiados cristianos que sienten repug-nancia de tomar por su cuenta esos acentos de odio.esos deseos de maldicin. Muchos adoptan la so-lucin de suprimir textos enteros (Sal 58; 83; 109)o, al menos, ciertos pasajes que creen incompati-bles con la "delicadeza cristiana. Pero esta solu-cin radical es demasiado fcil y nos dispensa delintento de comprender estos salmos.'

    El salmo de imprecacin tpico es el 109. Noes, sin embargo, el que debera causar mayores di-ficultades si se ponen entre comillas los versculos6-15; ese pasaje terrible no se pone entonces enboca del salmista, sino en la de su acusador (su

    J El versculo 8 del salmo 137, en concreto no es unaadido cualquiera que pueda suprimirse (como ed Prires dutemps prsent) sin que quede alterado el texto mismo' es la clavede ~sta pl~garia, con la a?tt~sis entre el versculo' inicial y elversculo final, entre Babilonia construida sobre arena y Sinedificada sobre roca.

    "Satn: versculo 6). Pero no por ello desaparecentodas las dificultades y su estudio resulta preciosopara comprender lo que son los salmos con impre-caciones.

    El salmo 109 comprende una larga parte central(2b-29) entre un prembulo (1-2a) y una conclusin(30:,31)muy cortos.

    EN EL PREAMBULO reconocemos la invocacin,a pesar de su forma excepcional (el Dios de mialabanza constituye una lnclusln " con 30b), y lapeticin general (intervn). No hay autopresenta-tacin y no hace ms que esbozarse la presenta-cin del caso: la boca del impo se abre para mal-decir, para calumniar, para injuriar o para acusar?;la boca de engao (que es una adicin o una varian-te) orienta ya sin embargo hacia la calumnia o laacusacin.

    EL CUERPO DEL SALMO se divide en dos par-tes: la exposicin del caso (2b-15) y la reaccin delsalmista (16-29).

    La exposicin del caso se hace de dos maneras:se anuncian las maldiciones de que es objeto elsalmista (2b-5J. y luego se las refiere en discursodirecto (6-15).

    15

  • Salmo 109

    16-;/ ... J~

    Oh Dios de mi alabanza, no te quedes callado!

    Boca de impo, boca de engao,se abren contra m.

    Me hablan con lengua de mentira,

    con palabras de odio me envuelven,me atacan sin razn.

    En pago de mi amor, se me acusa,y yo soy slo oracin;

    se me devuelve mal por bien 1y odio por mi amor:

    "iSuscita al impo contra l,y que el fiscal' se est a su diestra;

    al ser juzgado salga culpable,y su oracin sea tenida por pecado!

    iSean pocos sus das,que otro ocupe su cargo;

    queden sus hijos hurfanosy viuda su mujer!

    iAnden sus hijos vagabundos, mendigando,y sean expulsados de sus ruinas;

    el acreedor le atrape todo lo que tiene,y saqueen su fruto los extraos!

    iNi uno solo le tenga caridad,nadie se compadezca de sus hurfanos,

    sea dada al exterminio su posteridad,en una generacin sea borrado su nombre!

    Sea recordada la culpa de sus padres,el pecado de su madre no se borre;

    estn ante YHWH constantemente,y l cercene de la tierra su memorlal

    2a

    2b3

    4

    5

    6

    7

    8

    9

    10

    11

    12

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    14

    15

    16 Porque no se acord de tener caridad:

    persigui al pobre, al desdichado,y al de abatido corazn hasta matarle;

    1 Otra traduccin: arrojan sobre m desgracia El satn.

  • ..

    17 am la maldicin: sobre l recaiga,no quiso bendicin: de l se retire.'

    18 Se ha vestido de maldicin como de un manto:Ique penetre en su seno como agua,Igual que aceite dentro de sus huesosl

    19 ISale cual vestido que le cubra,como cinto que le cia siemprel

    20 iTal sea de parte de VHWH la paga de mis acusadores,de los que dicen mal contra mi alma!

    21 IV t, Seor VHWH, haz conmigo en gracia a tu nombre,porque tu amor es bueno, lbramel

    22 Porque soy pobre y desdichado,se me retuerce dentro el corazn;

    23 cual sombra que declina me deslizo,me han sacudido igual que a la langosta.

    24 Por tanto ayuno se doblan mis rodillas,falta de aceite mi carne ha enflaquecido;

    25 me he hecho el insulto de ellos,me ven y menean su cabeza.

    26 IAydame, VHWH, Dios mo,slvame por tu amorl

    27 ISepan ellos que tu mano es sta,que t, VHWH, lo has hechol

    28 iMaldigan ellos, pero t bendice,los que me atacan sean confundidos y tu siervo se alegrar!

    29 iLos que me acusan sean revestidos de ignominia,como en un manto en su vergenza envueltos!

    30 iCopiosas gracias a VHWH en mi boca,entre la multitud le alabar:

    31 porque l se pone a la diestra del poderpara salvar su alma de sus jueces!

    17

    3 El TM usa el pretrito.

  • Los versculos 2b-5 exponen el caso de una for-ma ms general. Nos enteramos de que el salmistaes acusado ante el juez. El verbo acusar, unido alsustantivo satn (versculo 6), de la misma raz, esla clave del salmo; aparece en los versculos msimportantes (aqu, el 4, el 6, el 20, conclusin dela parte 16-20, y el 29, como conclusin de la partecentral). Este empleo masivo adquiere mayor re-lieve todava, si se piensa que se trata de un verboraro (Sal 38, 21; Zac 3, 1, en donde aparece consatn, acusador). Nos enteramos tambin de queesta acusacin es falsa (2b y 3b), motivada por elodio (3a y 5c), que este encarnizamiento (este ata-que: 3b) es ms culpable por responder al amor(4a y 5c) que mueve al acusado a pedir por susacusadores (4b) y a desear su felicidad (5b). Algu-nos dicen que no pueden hacer oracin con estesalmo, que les choca; antes de condenar al salmis-ta, deberan preguntarse si son tan cristianos co-mo l.

    Finalmente, estos versculos nos hacen com-prender que la impiedad 4 no vacila en recurrir aprcticas mgicas: los acusadores hablan contrael salmista (2b), esto es, pronuncian sobre l pa-labras cargadas de una eficacia malfica; le rodeande palabras de odio (3a), esto es, de una red defalsas acusaciones (por su parte y por medio detestigos falsos), para que su vctima quede prendidaen ella. Finalmente, arrojan sobre l la desgracia(5a), palabras vacas si no se tratase de procedi-mientos mgicos.

    Los versculos 6-15 refieren las palabras pro-nunciadas contra el salmista. Salta ante los ojosuna singularidad: esos acusadores no acusan, sinoque demandan.

    La estrofa 6-7 exige que se inviertan radical-

    El impo del versculo 2a es un colectivo, como demuestrae! plural a partir del 2b; es tambin, como veremos, el prin-CIpIOmismo que hace actuar a los impos.

    18

    mente las condiciones normales: que el defensor(que ocupa la derecha del reo) sea en realidad unfiscal (un satn), que el juez sea el impo y queese impo lleve su atrevimiento hasta condenar alsalmista por impiedad. Que no haya para l apela-cin posible, que su oracin (a Dios, para que lesalve, o a los jueces, para conmoverles) se vuel-va en contra suya y contribuya a su prdida (cf.Lam 3, 8-9). Esta estrofa produce quizs menos efec-to que las siguientes. Realmente, se trata de unosdeseos horribles. Por fortuna, no sern escuchadosy ser Dios el defensor del salmista (v. 31).

    Los versculos 8-9 concretan la pena que sepide: la muerte (8a y 9), que tendr como conse-cuencia el traslado a otro del cargo del condenado.En estos momentos de la lectura no sabemos an dequ cargo se trata; pero comprendemos al menosque tiene suficiente importancia a los ojos de losenemigos para que ellos piensen en ponerlo enotras manos (las suyas, probablemente).

    Los versculos 10-11 continan la lnea de losanteriores: que sus hijos no slo queden hurfa-nos, sino que se les despoje de sus bienes. Queno les quede nada del condenado, ni su cargo nisus bienes. La distribucin de estos bienes no sepresenta como una consecuencia legal de su conde-nacin, sino como un robo.

    Los versculos 12-13 acentan lo que ya esbo-zaban las estrofas anteriores, insistiendo en la des-cendencia: hurfanos (9), despojados (10-11), sushijos tendrn que participar de su suerte, abocadosa una rpida desaparicin (sea borrado su nombre).

    Los versculos 14-15, para terminar, exigeneste aniquilamiento para los ascendientes de losacusados: en la tierra nadie deber conservar deellos el menor recuerdo. Tuvieron probablementeun papel bastante notable para que semejante olvi-do vaya contra todas las leyes humanas; por eso,no puede ser ms que el efecto de una maldicin.

  • -Son muchos los detalles que ahora nos impre-

    sionan: en primer lugar, la peticin de castigo quehace el acusador, pero tambin la insistencia en ladescendencia (que ocupa el primer lugar de la es-cena en los versculos 10-15) Y la peticin inespe-rada de un efecto retroactivo sobre los ascendien-tes. Para estas peculiaridades no hay ms que unasola explicacin: el salmista habla en nombre deIsrael. La situacin que se evoca es ciertamente lade un acusado inocente, pero se trata de una dra-rnatzacln ' El acusado es Israel; el acusador esSatn, capaz de pervertir las relaciones por proce-dimientos mgicos. El cargo que se le quiere arran-car (8) es el de ser el pueblo testigo de Dios. Lapalabra hebrea por ruinas (10b) no se emplea (39veces) ms que para una ciudad o un edificio p-blico (palacio real, templo) y la mayor parte de lasveces es Dios el causante de esas ruinas: el ver-sculo 10b es una terrible maldicin. Las desgraciasde los versculos 10-11 figuran entre las maldicionesanunciadas a Israel en caso de que rompa la alian-za (por ejemplo: Dt 28, 25. 29-39. 43). Y se trata pre-cisamente de la ruptura de la alianza: lo sugiere elverscu!o 8b y lo formula claramente el 12a. Esteversculo significa literalmente: "Que no haya paral quien prolongue el amor ..; habitualmente se com-prende: que en adelante nadie sea misericordiosocon l ..; pero la palabra hebrea por amor significala lealtad de Dios a la alianza, que le impulsa a tra-tar con un amor comprensivo al aliado demasiadodbil. y el amor que se "prolonga .. es ese amor queDios extiende sobre Israel a travs de la historia.No se nombra a Dios -Satn tiene repugnancia dehacerlo-, pero no era necesario nombrarle parasaber que se trata precisamente de l. Y pedir queDios no prolongue ms su amor de fidelidad espedir que se rompa la alianza. Se olvidarn enton-ces las promesas de una posteridad rneslnlca ypodr respirar Satn. Ahora se comprende bien lainsistencia en la descendencia. Como se compren-de tambin el deseo exacerbado de que se pierdahasta el recuerdo de la historia anterior de Israel.

    Los versculos 16-29 nos ofrecen la reaccin delsalmista: los versculos 16-20 se centran en la suer-te que se pide para el acusador; los versculos 21-27 se centran ms en el salmista, mientras que laestrofa final (28-29) combina estos dos aspectos.

    En los versculos 16-20 habla Israel por bocadel salmista. No evoca ninguna calamidad concreta,pero lo que dice sera tan espantoso como los ver-sculos 6-15 si esas imprecaciones tuvieran querecaer sobre un hombre. Como se trata de Satn,bajo esas imgenes tremendas el salmista dicealgo perfectamente natural; declara que aparezca loque es realmente Satn: maldicin. Que ese acusa-dor no pueda ya hipcritamente fingirse defensor(6b).

    En los versculos 21-27, el salmista pide pors mismo; apela a aquel amor (21 y 26) del queSatn quera verle privado.

    Los versculos 22-25 presentan un fenmeno desuperdeterminacin: el personaje del acusado seve sustituido o acompaado del penitente. En efec-to, el estado lamentable del salmista no se debea una enfermedad, sino a las prcticas penitencia-les (ayuna y se abstiene de aceite, smbolo de fies-ta y vigorizante a la vez), con lo que se atrae lasburlas (cf. Sal 69, 11-13). Si la comparecencia enel tribunal es un revestimiento: tampoco el autory los fieles se sienten molestos por esta sobrede-terminacin, que resulta sumamente preciosa, yaque nos presenta la accin cultual real a la que vaordenado el salmo: una celebracin penitencial.

    y esto es lo que resulta extrao: un penitentees consciente de sus propias faltas, pero aqu elsalmista se proclama inocente y hace que recaigala culpa sobre sus acusadores (su Satn). Cul esentonces el significado de esta actitud? No sequiere decir que el penitente descargue sobre otrossus pecados, sino que rechaza el mal. que rompecon l. Esto se relaciona con el rito del macho

    19

  • cabro expiatorio (Lev 16, 20-22). Al llevarse aldesierto los pecados de los israelitas, aquel animalimpuro no les limpiaba mgicamente de sus pe-cados (a pesar del origen mgico del rito), sin.oque con ese rito se expresaba simblicamente laruptura con el pecado. Aqu sucede lo mismo; almaldecir a aquel que es ya maldicin, el penitenteno se descarga de sus pecados, que slo Dios puedeperdonar, pero expresa con vigor su repulsa a pac-tar con el mal.

    Los versculos 28-29 resumen. la reaccin delsalmista y se comprenden ahora fcilmente.

    La conclusin hmnica (30-31) puede ya alabary celebrar a Dios, verdadero defensor del pobre.

    Para terminar, vamos a intentar reagrupar lasprincipales indicaciones que nos presenta estesalmo:

    a) Las maldiciones forman parte de una cele-bracin penitencial (podemos comprobarlo tambinen los salmos 69, 102 Y 137). Esto es de suma im-portancia; repitiendo estos salmos, no rendimosculto a la violencia y al resentimiento, puesto quesabemos que el mal que atacamos est ante todoen nosotros mismos.

    b) Esas imprecaciones no se lanzan contraunos hombres, sino contra el mal mismo. No tene-mos que trasponer lo que dice el salmista, sinoaprender progresivamente que el odio al pecado escompatible con el amor al pecador. No hay nadatan peligroso como tomar pretexto de las exigenciasdel amor para caer en la indiferencia ante el mal.Los salmos de imprecacin nos hacen tomar con-ciencia del carcter nocivo del mal y de la aspere-za de la guerra escatolgica.*

    c) Por eso, el mismo hombre que profiere losversculos 16-19 y 29 puede tambin decir los ver-sculos 4 y 5, que no hemos de olvidar. Porque amaa su pueblo, ese acusado-penitente-profeta (serne-

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    jante a Jeremas) puede lanzar esas tremendas lm-precaciones, destinadas a apartar de l la corrup-cin insidiosa de la impiedad; en este sentido re-sulta muy iluminador Jer 18, 18-23

    d) No hay que hacer ninguna trasposicin arti-ficial para aplicar este salmo a Cristo, el verdaderoIsrael, el acusado inocente, vctima propiciatoria,comprometido en el combate escatolgico hastamorir en l, y salvado por aquel que est a suderecha .

    - Yo, cristiano, no puedo rezar con los salmos deimprecacin.

    - Eres acaso ms cristiano que Cristo, que losrez?

    - No puedo pretender ser un individuo sin pecados.Entonces, cmo poner en mis labios sin farisesmo lossalmos 7, 46; 17,35; 26,35. 11?

    - Precisamente tu farisesmo est en decir eso.Si te acusan injustamente ante un tribunal y corresel peligro de ser condenado a muerte, no protesta-ras con vehemencia de tu inocencia?

    - [Cristo se dej condenar!- Pero t, qu haras?- A m no me han "evado todava ante los jueces.

    Qu significan entonces estos salmos para m?- La oracin de Cristo. Y tambin la de la iglesia,

    perpetuamente en el banquillo de los acusados (y noso-tros pertenecemos a ella por varios motivos ... )

    -Me siento escandalizado, indigno en lo mshondo de mi ser, por esos versculos de imprecacin.

    - Y a m me escandaliza que permitas someter a tupropia censura la palabra de Dios. Eso s que es escndalo.

  • 2. Los himnos: "Qu admirable es tu nombre, Seor!"

    Los HIMNOS son cantos de alabanza. un gnerotan universal como las splicas. No hay que con-fundir himno en sentido estricto y estilo hmnico.que puede encontrarse en otros muchos salmos.Algunos gneros son esencialmente hmnicos (sal-mos del reino. cnticos de Sin. acciones de gra-cias); pero adems. todos los gneros. hasta lassplicas -como hemos visto- pueden tener pa-sajes hmnicos.

    EstructuraLos himnos propiamente dichos tienen una es-

    tructura muy sencilla:

    una invitacin hmnica dirigida por los levitasa la asamblea;

    el cuerpo del himno, relacionado con la invita-cin por un s o por participios llamados hrnni-cos, en aposicin al YHWH de la invitacin: Ala-bad a YHWH .... hacedor de grandes maravillas ....hacedor del cielo .... desplegador de la tierra sobrelas aguas .... etctera.'

    o puede haber una conclusin, pero no siemprees necesario.

    Estos elementos no estn siempre en estadopuro. La invitacin dirigida a la asamblea (Sal 33;113; 117; 146; 147; 148; 149; 150) ha sido sustitui-da en los himnos ms tardos por una invitacin queel salmista se hace a s mismo (Sal 104; 138; 146)

    5 El tipo ms claro de participios hrnnicos en cadena es elsalmo 136. que sin embargo no es un himno.

    e incluso por una alabanza de la alabanza poras decido (Sal 65; 92); a veces no hay invit~cin(Sal 19; en el Sal 8 el estribillo ocupa su lugar).

    En principio. esta invitacin a la alabanza va di-rigida al pueblo reunido para el servicio cultual'por tanto. es natural que se hable en ellos de Dio~en tercera persona; pero son frecuentes las excep-ciones (Sal 8; 19. 13-15; 33. 22; 65; 92; 104; 138).En cuanto al vocabulario. no es exclusivo de estossalmos: alabar (alabad a Yah ha dado alleluy),c~l.ebrar, proclamar, cantar, narrar, festejar, mag-nificar, exultar, alegrarse, danzar, etctera ... apa-recen en otros muchos lugares. Ocasionalmente semencionan algunos instrumentos de msica.

    Contenido

    Por qu se alaba a YHWH? Nunca por sus atri-butos considerados intemporalmente. sino por lacreacin de sus maravillas en la historia. Puedefaltar el aspecto csmico en un himno muy cortocomo el Sal 117. en donde las proezas designanlas intervenciones de Dios en la historia. o bienocupar todo el salmo como el 104. Pero lo ms or-dinario es que vayan asociadas la manifestacindel poder de Dios y la manifestacin de su amor.sin que haya motivos para distinguir entre himnoscsmicos e himnos histricos.

    En el estado actual de nuestros conocimientos.no podemos saber a qu situacin cultual concretacorrespondan los himnos. Probablemente no habraninguna situacin especial; los himnos podanacompaar a todas las celebraciones festivas.

    HIMNOS: Sal 819336592 104 113 117 138146 147148149150

    21

  • EXTRACTO DE LA INTRODUCCION HIMNICA DE UNAORACION UNIVERSAL

    (Fecha: hacia el 900-800 a.C.)

    Marduk,' seor de todas las naciones,violento, impresionante,

    esplndido, siempre nuevo, perfecto, competente,insigne, eminente, cuya palabra es invariable.T eres el seor; las gentes hablan de ti

    como de un padre y de una madre.T eres lo mismo que el sol,

    que ilumina su oscuridad.

    I Marduk era el dios nacional de Babilonia.Pueden tambin leerse algunos extractos de un himno

    egipcio al dios sol (siglo XIV a.C} en el cuaderno bblico,1, 17.

    T haces justicia cada da al oprimidoy al que se ve maltratado.

    T restableces al desheredado, a la viuda,al que gime y no puede dormir.

    El objeto de su atencin,el pastor que los conduce, [eres t!

    Todos los paises y la muchedumbre de pueblosson prsperos bajo tus rdenes.

    T eres misericordioso, seor,t salvas de la pena y de la dificultad.

    T miras al que est fatigado, agotado,a aquel que ha pecado.

    T fraternizas con la (vctima?) del destno,t liberas al cautivo.

    T lo tomas de la mano;a aquel que yace herido en la casa, lo haces levantar.

    y a aquel que est en una prisin oscura,al prisionero. t le haces ver la luz.

    3. Accin de gracias: "Cmo pagar al Seor el bienque me ha hecho1"

    Dios multiplica sus beneficios con cada uno denosotros. Es normal que se lo agradezcamos. Deah esos salmos de ACCION DE GRACIAS. Perocuidado con no caer en el error: estos salmos noson gritos de gratitud brotados espontneamentefuera de todo marco cultual. Se refieren a una ins-titucin debidamente establecida: los sacrificiosde accin de gracias: Son precisamente las diferen-tes fases de esta ceremonia las que nos dan laestructura de estas plegarias.

    Estructura

    Cuando una persona se vea en peligro, haca unvoto: "Si me escuchas, te ofrecer un sacrificio deaccin de gracias. Ese sacrificio poda tener lu-gar algunas semanas o meses ms tarde, si el hom-bre favorecido viva lejos de Jerusaln; en efecto,tena que subir a Jerusaln, ya que todos los sa-crificios tenan que ofrecerse en el templo.

    Llega finalmente el da del. sacrificio. Intente-mos representarnos en concreto el desarrollo deesta ceremonia.

    22ACCION DE GRACIAS: Sal 18 - 22 - 30 - 32 - 34 - 40 - 41 . 66 . 103 . 107 . 116 . 118

  • En la primera fase, la persona que viene a dargracias se acerca al altar; a su alrededor estn yael sacerdote o los sacerdotes y las vctimas; vaacompaado de un grupo numeroso de parientes,de amigos y de pobres de YHWH que vienen atomar parte del banquete sacrificial.

    Una vez llegado junto a la mesa del sacrificio,se vuelve hacia sus acompaantes para invitarlesa que se asocien a su accin de gracias (invita-cin hmnica).

    Lu.ego hace el relato de la intervencin divina,relato que comprende tres tiempos:

    descripcin del peligro que se ha pasado; el grito lanzado a Dios (quizs una larga ple-

    garia: Sal 22, 2-22); la respuesta de Dios, mencionada siempre con

    brevedad (Sal 22, 22c: Me has escuchado-l.Finalmente, saca la leccin de este suceso: Si

    YHWH ha podido salvarme a m, que soy un peca-dor y que me encontraba en una situacin insoluble,imirad cunto es su poder y su arnor!.

    Si la persona que habla tiene un temperamentoy una formacin de sabio, el relato quedar re-ducido al mnimo (Sal 34, 5 Y 7), mientras que laleccin ocupar una gran extensin (34, 6. 8-23).

    Una vez acabado esto, nuestro hombre se vuel-ve al altar. Esta parte no siempre tiene lugar, niadopta tampoco una estructura fija; seqn los diver-sos salmos, hay menciones del sacrificio, de invi-tacin al banquete (

  • Este retorno de la muerte a la vida es unamanera de dramatizar el paso pecado/perdn, estoes, el de castigo/salvacin. Sean cuales fueren elpersonaje que habla y las circunstancias de sumuerte, el yo en realidad es siempre Israel, queda gracias a YHWH por la gracia fundamental dela alianza y de sus intervenciones (sobre todo, lasalida de Egipto y la vuelta del destierro). Existanciertamente formularios estereotipados para lasacciones de gracias individuales, que servan deayuda a las personas demasiado emocionadas parapoder hablar de s mismas o que no tenan la cos-

    tumbre de hablar en pblico; los salmos de accinde gracias se han inspirado en ellas, pero ningunoha sido compuesto para ese uso. Este hecho no loreconocen generalmente todos los comentadores,con la nica excepcin del salmo 118, que pone enescena a un rey victorioso, pero que no puede -porcuestin de lenguaje- ser de la poca real; porconsiguiente, no hay ms remedio que reconoceren ese rey una imagen de Israel (tal como confir-man otros indicios). Estudiaremos precisamenteeste salmo, como ejemplo de cntico de accinde gracias.

    SALMO 118

    Comprenderemos fcilmente la estructura deeste salmo 118 si nos damos cuenta de que, dadala calidad del hroe celebrado, los diversos elemen-tos se reparten entre el rey, los sacerdotes, loslevitas y el pueblo. El dilogo, muy vivo, es lo su-ficientemente impresionante para hacer surgir laescena ante nuestros ojos (y darnos eventualmenteganas de participar en ella).

    Versculos 1-4. Estos versculos corresponden ala invitacin hmnica, con las siguientes particula-ridades: 1) la invitacin es dirigida por los levi-tas; 2) responden los asistentes [tb. 2b. 3b. 4b);3) el pueblo (los laicos: 2a) y los sacerdotes (3a)son invitados a una misma alabanza, unidos en unamisma fe (4a); los que temen a YHWH' no sonaqu los proslitos,* ya que esta palabra no designaaqu a una categora de creyentes, sino la disposi-cin esencial de todo creyente que adora a YHWH;4) Es eterno su amor es una frmula litrgicaque uno no esperara encontrar en una accin degracias. Amor es una traduccin ms o menos apro-ximada de la palabra hebrea que, aplicada a Dios,designa su lealtad llena de afecto para con saliado; por consiguiente, hay aqu una connotacinde la alianza; 5) por tanto, no hay que traducir lafrmula ritual del comienzo por dad gracias,

    24

    sino por proclamad. Desde el principio se nosavisa que esta accin de gracias tiene por objetoa la alianza.

    Versculos 5-18. Esta parte comprende el relato,la leccin sacada del acontecimiento, junto conalgunos gritos de admiracin y de gratitud; estoselementos no se siguen ordenadamente, sino quese va incesantemente de uno a otro.

    5-7. Acabada la invitacin, el rey toma la pa-labra. Relata la intervencin divina, pero sin des-cribirnos la miseria anterior. El versculo 5 pre-senta de forma sistemtica y en trminos genera-les los tres tiempos del relato: miseria, grito y res-puesta de Dios. Sealemos solamente !a frecuentepareja antittica: Yo estaba en mi angustia(ahogo) y Yah me dio respiro. En cuanto a Vah,este nombre divino, utilizado seis veces aqu (siem-pre por el rey), hace eco al xodo. Los versculos6-7 no son directamente la continuacin del rela-to, sino una explosin triunfal.

    8-9. El tono es muy distinto; es la leccin deun sabio. Los sacerdotes comentan los versculosanteriores. Estos versculos son sin duda alter-nados y esto explica su semejanza (slo cambiauna palabra).

  • 10-12. Por urbanidad, el rey ha dejado hablar alos sacerdotes, pero est bullendo de impaciencia.Apenas terminan stos, prosigue el relato con elmismo ardor. Esta vez la situacin se aclara: elrey estaba cercado (cuatro veces el verbo rodear)en el campo de batalla y se vio milagrosamente li-bre; aparentemente, se trataba de una situacin sinsalida (qu puede hacer un hombre atacado porun enjambre de abejas?), pero todo acab brusca-mente (un fuego de zarzas no es un incendio delbosque). El rey est an vibrando de emocin anteuna liberacin tan extraordinaria. Las palabras im-portantes son: en el nombre de YHWH. que vol-veremos a encontrar en el versculo 26. El rey noquiere decir simplemente que pudo cortar en trozosa los paganos gracias a la invocacin de YHWH,sino que combate en nombre de YHWH, que es elcampen de Israel (cf. 1 Sam 17, 45).

    13-14. Con el corazn lleno de gratitud, el rey sedirige a YHWH (13a), pero vuelve a la tercera per-sona desde el versculo 13b. Se trata de los comen-tarios lricos del relato, lo mismo que los versculos6-7. El versculo 14 est sacado de Ex 15, 2 (cele-bracin del paso del mar rojo).

    15-16. El versculo 15ab es una rbrica que sedesliz ms tarde en el texto; no puede decirsesi se toca- el salmo, pero su presencia es precio-sa, ya que nos previene que los versculos 15-16son pronunciados por la asamblea (

  • IDad gracias' a YHWH, porque es buenol- Porquees eterno su amor.

    2 Diga la casa de Israel:- iEs eterno su amorl

    3 Diga la casa de Aarn:- iEs eterno su amor!

    4 Digan los que temen a YHWH:- iEs eterno su amor!

    Salmo 1185 En mi angustia hacia YAH 2 grit,

    yAH me respondi y me dio respiro;

    6 YHWH est por m, no tengo miedo,qu puede hacerme el hombre?

    7 YHWH est por m, entre los que me ayudan,y yo desafo a los que me odian.

    8 Mejor es refugiarse en YHWHque confiar en hombre;

    9 Mejor es refugiarse en YHWHque confiar en magnates.

    10 Me rodeaban todos los gentiles:en el nombre de YHWH los cercen;

    11 Me rodeaban, hasta me asediaban:'en el nombre de YHWH los cercen.

    12 Me rodeabancomo avispas,llameaban como fuego de zarzas:'en el nombre de YHWH los cercen

    13 Se me empuj, se me empuj' para abatirme,pero YHWH vino en mi ayuda;

    I Es preferible la versin proclamar en lugar de dar gracias.2 Indicamos YAH en lugar de YHWH, para ser fieles al TM, en los lugares

    propios: 5a, 5b, 14a, 14b, 17b, 18a y 19b.3 TM: me rodeaban, me rodeaban (repeticin intensiva).4 TM: se han apagado como fuego de zarzas.s TM: t me empujaste.

    26

  • -14 mi fuerza y mi cntico, VAH,

    VAH ha sido para m la salvacin.

    15 Clamor de jbilo y salvacin,en las tiendas de los justos:[La diestra de VHWH hace proezas,

    16 excelsa la diestra de VHWH,la diestra de VHWH hace proezas!

    17 No, no he de morir, que vivir,y contar las obras de VAH;

    18 me castig, me castig VAH,pero a la muerte no me entreg.

    19 iAbridme las puertas de justicia,entrar por ellas, dar gracias' a VAH!

    20 Aqu est la puerta de VHWH,por ella entran los justos.

    21 Gracias te doy,' porque me has respondido,y has sido para m la salvacin.

    22 La piedra que los constructores desecharon,en piedra angular se ha convertido;

    23 sta ha sido la obra de VHWH,una maravilla a nuestros ojos.

    24 iEste es el da que VHWH ha hecho,exultemos y gocmonos en' l!

    25 [Da, VHWH, da la salvacin!iDa, VHWH, da el xito!

    26 iBendito el que viene en el nombre de VHWH!Desde la casa de VHWH os bendecimos.

    27 VHWH es Dios, l nos ilumina.iCerrad la procesin, ramos en mano,hasta los cuernos del altar!

    28 T eres mi Dios, yo te doy gracias,'Dios mo, yo te exalto.

    29 [Dad gracias' a VHWH, porque es bueno,porque es eterno su amor!

    Ms exacto: gocmonos por l.

    27

  • -dar gracias, pero se impone el sentido de pro-clamar por causa de los versfculos 1-4 y 28.

    22. El talante sapiencial de este proverbio hacepensar que se trata una vez ms de una leccinsacada por los sacerdotes. Recuerdan sin duda unrefrn popular oue seala el cambio radical de lasperspectivas (cf. Is 28,16 Y Zac 3, 9a).

    23. Reaccin de la gente: slo Dios es capaz deconvertir en piedra angular la piedra desechadapor los hombres. No hay que suavizar lo que laexclamacin tiene de directo y de popular. EseYHWH que ha hecho salir a su pueblo de Eqinto(evocado por maravilla) acaba de realizar una proe-za comparable a las del xodo. Somos testigos deella.

    24. los levitas cumplen con su funcin de maes-tros de ceremonias: 24a indica que la fiesta quese va a desarrollar es sagrada. En 24h no habraque comprender alegrmonos en aquel da, sinoms bien "por aquel da.

    25. Quin es el que habla? Sin duda, el rey.En efecto, estos imperativos son normales en suboca. Este versculo quiere decir lo siguiente:- T me has salvado. Pero no se han acabado annuestras fatigas; la situacin sigue siendo ame-nazadora y podemos caer de nuevo en los mismospeligros. As, pues, contina tu accin salvficahasta el cumplimiento perfecto de tus promesas;lIvala a su trmino; da la salvacin (literalmente:da xito), haz que se lleve a cabo la misin queme has confiado. Esta vuelta a la splica no quedadesplazada, al solicitar que tenga su pleno efectola maravilla que el rey agradece; la contraposi-cin es tan pequea que las palabras hebreas tra-ducidas por slvanos, pues (hosy'ah na') han dadohosannah!, un grito de jbilo y victoria.

    26a. la gente hace suya la peticin del rey.Para que pueda realizar la tarea emprendida, espreciso que obre en nombre de YHWH (eco delos versculos 10-12), Y para ello que sea consti-

    28

    tuido ritualmente como instrumento de Dios, siendobendecido oficialmente.

    26b. Los sacerdotes responden con un acto debendicin. Es interesante sealar que la bendicinpedida por el pueblo para el rey se pronuncia sobretodos, el rey y el pueblo unidos.

    27a. El pueblo deja explotar su alegra por larenovacin de su pertenencia a Dios mediante labendicin recibida. Ese Dios que es el nuestro, espara nosotros luz y salvacin; l nos ilumina, quie-re decir que nos llena de su luz, fuente de inteli-gencia, de libertad, de dicha y de salvacin.

    27bc. "Una disposicin estupenda, piensan loslevitas; pero hay que evitar que esta alegra sedesborde en un desorden pico; por tanto, hemosde intervenir para calmar el fervor y organizar unaprocesin digna. Por eso dan unas rdenes, quetienen una finalidad prctica. El texto hebreo noes claro; se puede comprender como en la traduc-cin propuesta o bien que hay que conducir a lavctima bien atada hasta el altar. De todas formas,se trata de un rito y, segn el judasmo posterior,de formar un crculo alrededor del altar agitandolos ramos.

    28. Pero el hroe central es el rey. Lo msimportante es la profesin de fe por la que entr enel templo (19). En este versculo, el verbo exaltarquiere decir reconocer a YHWH como el nicoDios. El rey habla en nombre de su pueblo. Porcausa de este versculo, habra que traducir pro-clamar en los versculos 1, 19 Y 21; pero el sentidode dar gracias est tambin presente (sobre todoen el versculo 21); esto manifiesta lo que es enel fondo la accin de gracias: afirmacin del ver-dadero Dios. Esta profesin de fe del rey habasido precedida por la del pueblo en el versculo 27a.

    29. Puede ser que este versculo sea pronuncia-do por el rey, para asociar a la asamblea a su ora-cin. Pero, como hace lnclusln" con el versculo1, es ms probable que fuera pronunciado por las

  • mismas personas, esto es, los levitas (29a) y laasamblea (29b).

    As, pues, todos estos detalles, perfectamentesituados, componen un cuadro coherente y llenode viveza. Sin embargo, el rey que vuelve vencedordel campo de batalla y pronuncia la accin de gra-cias es un smbolo. En efecto, todos los comen-tadores estn de acuerdo en colocar la composi-cin de este salmo despus del destierro, esto es,en una poca en que no hay rey. Por tanto, el reyen cuestin no es un personaje real. De quin setrata? Se han propuesto numerosas soluciones:Zorobabel (pero, qu victoria impresionante alcan-z?) o el sumo sacerdote (quin? y en qu le con-cierne este smbolo?) En realidad, es Israel el quehabla, en el curso de un sacrificio de accin degracias especialmente solemne (por eso est sim-bolizado en un rey vencedor, acompaado de todosu pueblo). durante la fiesta de los tabernculos,"tal como lo confirma la costumbre juda. Esto tienelugar durante una celebracin nocturna, en la me-dida en que l nos ilumina (27a) tiene que com-prenderse tambin (pero no solamente), de modomaterial, de todas las luminarias que provienen delas antorchas que cada uno llevaba en la mano.

    Israel da gracias por el beneficio fundamentalde la alianza. Esta es la razn por la que insisteen la proclamacin y se pone el acento desde elprincipio en el amor fiel de VHWH a su alianza; elste es el da del versculo 24 recuerda los di-versos -das de hoy que van jalonando el Deutero-nomio para la conclusin de la alianza.

    Tambin es sta la razn de ser de esas alusio-nes, muy discretas pero frecuentes, a la salida deEgipto y al Sina, con las palabras Vah, proezas, ma-ravllla y la cita de Ex 15 en el versculo 14. Se aludeadellJs a la conquista (victoria) fulgurante de losversculos 10-12) y a David luchando contra Goliat(en el nombre de VHWH: 10-12 y 26). Tambin sevislumbra el recuerdo de la vuelta del destierro:Israel conoci entonces un castigo que equivala

    a la muerte (13 y 18), pero se escap casi por mi-lagro de la muerte propiamente dicha (13b y 17-18).

    Pero no es un Israel vencedor el que habla.Sigue todava rodeado de enemigos; ms an, con-tina todava bajo el dominio del extranjero. Nosencontramos entonces en una plena fabulacin? No,porque la victoria por la que da gracias Israel no esuna victoria concreta, histrica; es la victoria esca-tolgica que todava no se ha alcanzado definiti-vamente, pero que est ya adquirida en esperanzacon la prenda de la alianza. Ledos de esta forma losversculos 10-12, dejan de ser una exageracin.Ningn rey se ha visto rodeado por todos los pa-ganos (o las naciones); pero Israel s que ha esta-do por todas partes atacado por el paganismo. V,a pesar de esta posicin tan crtica. es virtualmentevencedor (Virtualmente: as se comprende mejor elversculo 25). De forma que este salmo 118 es indi-sociablemente accin de gracias por la alianza delSina y por su completa realizacin en los tiemposmesinicos. Esos tiempos son sugeridos por elrefrn del versculo 22 y por el movimiento mismodel salmo, que reintegra a todo el pasado para Ile-vario a otro nivel. El rey que se sita en la escena,ese nuevo Moiss y ese nuevo David. es el reymesinico.

    Comprendindolo de esta forma, podemos de-cir con toda la libertad de una utilizacin verdaderaque es un salmo de Cristo puesto en manos de lamuerte, pero no definitivamente (el versculo 18btambin es verdadero sobre l), que es un salmo deCristo vencedor y resucitado. Cristo es realmentela piedra angular; y la pascua es realmente el daque ha hecho el seor. La lectura cristiana de estesalmo no es una trasposicin, una adaptacin la-boriosa. El salmista no ha conocido de antemanoa Jess de Nazaret, ni ha sabido nada de su muertey de su resurreccin. Pero esperaba al mesas, conuna espera llena de inmensa gratitud. Al aplicareste salmo al Jess, el mesas, somos fieles porconsiguiente al pensamiento del salmista, un pen-samiento que est pidiendo solamente concretarse.

    29

  • Estos textos suelen parecerse mucho a las s-plicas. ya que su parte inicial es una peticin. perola importancia de la parte laudatoria o de accinde gracias no permite considerar a esta ltimasimplemente como una conclusin. Tiene que haberall una razn para la presencia (directa o indirecta)del orculo. Si adems nos fijamos en el hecho deque este orculo es siempre (excepto en el Sal85) solicitado y obtenido por un rey. nos vemosinclinados a suponer que estos salmos correspon-den a una liturgia distinta de las celebraciones pe-nitenciales en las que se deja siempre lugar a lassplicas Pero esto es todo lo que podemos decirde estas liturgias centradas en un orculo. Noobstante. lo poco que sabemos es suficiente paraabrirnos al deseo ardiente de recibir la palabra deDios y a la conviccin de que es Dios el que noshabla.

    4. Liturgias centradas en un orculo:"El me llama y yo le respondo"

    Este versculo del salmo 91 (v. 15) convien.e a Contenido'Ias UTURGIAS CENTRADAS EN UN ORACULO.

    EstructuraEstos salmos comprenden:

    una peticin para que se pronuncie el orculo; la reaccin ante ese orculo; puede haber una tercera parte intermedia Que

    refiera el orculo (Sal 60; 85; 108). Cuando falta es-ta parte. hay casi siempre una frase que da a com-prender Que se ha recibido un orculo: conciencianueva de haber sido tenido por Dios despus deuna noche de incubacin (cf. p. 41; Sal 3. 5-6);"ahora conozco (Sal 20. 7); -rnas ved. (Sal 54.6). Y s (Sal 56. 10).

    UTURGIAS CENTRADAS SOBRE UN ORACULO: Sal 3 - 20 - 54 56 57 60 (108) Y 85

    PLEGARIA POR EL REY SARGON DE ASIRIA (721705)AL DIOS LUNA SIN

    Sin, dios puro. que pronuncias decisiones,que haces ver signos,

    en todo lo referente a Sargn,rey del universo, rey de Asiria,

    30

    gobernador de Babilonia. rey de Sumer y Akad,constructor de tu templo.

    En la constancia de tu corazn mrale fielmentey dirige hacia l tu rostro de justicia.

    Concdele das lejanos llenos de salud.fjale por destino aos de alegra de corazn.Haz su reinado tan largo como los cielos y la tierra.Establece firmemente su trono

    sobre los cuatro puntos (del universo).

  • 5. Los salmos reales: Para la entronizacin del rey

    Hay muchos salmos que ponen en escena a u~rey; lo hemos visto ya en el salmo 118 y en las 11-turgias centradas en un orculo; lo mismo ocurr~,entre otros casos, con los salmos 18, 30, 66, etce-tera. Pero esto no basta para que estos textossean salmos REALES en el sentido estricto de lapalabra. Reservamos este apelativo para siete sal-mos que hacen revivir alguna de las fases de laentronizacin real.

    La ideologa realIsrael copi de los pueblos vecinos la institu-

    cin real, y al mismo tiempo copi las concepcio-nes que le servan de base, eso que se llama laideologa real", excepto en un punto, que resultasin embargo capital: Israel no crey nunca en la di-vinidad del rey. Sin embargo, no le repugna lIamar-le, como en Egipto, hijo de Dios". Pero no es msque el lugarteniente de Dios, fuente de bendiciones,encargado de las guerras santas", defensor delos pobres, pastor del pueblo. Su entronizacin ~econvierte en un personaje nuevo; por eso aquel darecibe el nombre de el da de su nacimiento.

    Esta ideologa se expresa por medio de imge-nes convencionales que pertenecen al estilo cor-tesano-. No son ni hiprboles delirantes, ni lison-jas rastreras, sino formas estereotipadas de hablarque pertenecen a un gnero determinado. Se leanuncia a ese rey un reinado indefinido, un do-minio universal; se le declara de parte de Dios (odel dios): Pide y yo te dar ... (pensemos en lapromesa de Herodes a la hija de Herodas: Mc 6,22 Y en la de Satans a Jess: Mt 4, 9; Lc 4, 6).

    SALMOS REALES: Sal 2 - 21 - 45 - 72 - 89 - 101 - 110

    El ritual de la entronizacin real

    Finalmente, Israel ha copiado de los demspueblos los ritos de entronizacin. Como indicala palabra, el gesto significativo es la toma de po-sesin del trono.' La frmula estereotipada es:N... muri y X... se sent en el trono de sus pa-dres. En esta frase no hay nada que nos d a cono-cer los detalles de la entronizacin, pero podemosencontrarlos, por una parte, en los textos egipciosy asirio-babilonios, y por otra, en dos relatos b-blicos que nos describen dos entronizaciones unpoco especiales: la de Salomn, en vida de su padrey antes de la construccin del templo (1 Re 1), y lade Jos, en donde se trataba de sorprender a Ata-las y era necesario precipitar las cosas y resumirlas diversas fases," Finalmente, nuestros siete sal-mos nos ayudan a precisar las cosas. Gracias atodos estos textos, podemos descubrir las lneasgenerales de una entronizacin real en Israel.

    La entronizacin, acto religioso y poltico,tena dos fases: la primera, ms especficamentereligiosa y la segunda, especialmente poltica (aun-que estos' dos aspectos no estn nunca absoluta-mente disociados). El rey era consagrado en eltemplo; reciba all la uncin de manos de un sacer-dote (Sadoc en el caso de Salomn); luego un-pro-feta cultual (Natn en el caso de Salomn) le entre-gaba el protocolo real, esto es, un pequeo rollo

    7 No se habla de coronacin; cuando a veces se menciona a lacorona, es a ttulo de ornamento. , .

    No hablamos de las consagraciones de Sal y de DaVId,en las que no hubo ninguna ceremonia ni se sigui ningn ritual;hubo uncin, pero no entronizacin.

    31

  • en donde el rey descubra sus nuevos nombres y lamisin que Dios le confiaba. El pueblo gritaba en-tonces: "iN ... es reyl- (aclamacin real). El rey,rodeado del pueblo entusiasmado que aplauda consus manos y acompaado de la msica de corosy de trompetas, iba del templo al palacio real. Enla sala del trono, una vez instalado en l el monar-ca, reciba las diversas insignias de sus funciones(cetro, espada) y el homenaje de su ejrcito (re-presentado en algunos oficiales); los grandes ve-nan a expresarle su sumisin y los pueblos vecinosle enviaban sus embajadas de congratulacin. Algu-nos salmos nos hacen sospechar que haca enton-ces una declaracin de sus propsitos, una especiede discurso del trono; tambin a veces un pro-feta cultual pronunciaba entonces una oracin enforma de orculo, desendole un feliz reinado.

    Los salmos reales

    Estos salmos no siguen el desarrollo completode la ceremonia, sino que cada uno de ellos noshace revivir alguna que otra parte.

    Los salmos 2 y 101, en diferentes estilos, sonel discurso del trono. El salmo 21 corresponde a larecepcin del rey por parte del sumo sacerdotea su llegada al templo. Los salmos 45 y 110 se de-sarrollan en la sala del trono (el lugar que se le daa la reina, menos importante de lo que podra pen-sarse, est en el mismo plano que el que se leconcede a las insignias reales: la espada -quizsel caballo-, el trono, el cetro; es ella la que ase-gurar la continuacin de la dinasta). El salmo 72es la oracin en forma de orculo pronunciada por

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    el profeta cultual. El salmo 89, muy difcil, evocaentre otras cosas el cortejo que va del templo alpalacio.

    A pesar de la precisin en estas evocaciones, nohemos de imaginarnos que los salmos reales hayansido compuestos con vistas a una entronizacino para el aniversario de una entronizacin. A vecesse ha sospechado que se trataba de esta ltimafiesta, ya que exista de hecho en Asirio-Babilona:pero la biblia no habla de ella. Por tanto, es apre-surado admitirla como cierta. Por otra parte, seraingenuo creer que en el momento en que se de-sarrollaba una entronizacin real habia uno o va-rios salmos acompaando y explicando, en muchomenos tiempo, lo que entonces se llevaba a cabo.

    En realidad, estos salmos no acompaan a unaentronizacin, sino que evocan una de ellas, lejosde cualquier entronizacin concreta. Algunos deesos salmos son posteriores al destierro (en unapoca en la que no haba ningn rey); incluso puedeser que los dos salmos que parecen ms antiguos(Sal 2 y 110) no sean arcaicos, sino arcaizantes. Entodo caso, los que pertenecen ciertamente a lapoca posterior al destierro bastan para demostrarque recuerdan una ceremonia anterior, que ya nose celebraba en aquel tiempo. En efecto, no es unaentronizacin cualquiera la que se celebra, sinola del rey mesas. Se trataba de mantener, no sa-bemos de qu manera, pero s en una celebracinconcreta e impresionante, la esperanza mesinica.

    Vamos a comprobarlo estudiando un salmo que,por su vocabulario, podra haber sido compuesto enpoca de los reyes. Lo hemos escogido por esoprecisamente y porque ocupa tambin un lugar enel Nuevo Testamento y en la liturgia. Se trata delsalmo 110.

  • - lSALMO 110

    Este salmo comprende dos partes correlativas,aun cuando no sean mecnicamente simtricas." Enla primera, el profeta habla al rey en nombre deDios; en la segunda, habla del rey a Dios: 10 Quecumpla perfectamente con las funciones que se leacaban de asignar. Vemoslo ms de cerca.

    La escena tiene lugar en el saln del trono. Elreyes acogido, a su entrada, por el profeta cultual,que le transmite un orculo de YHWH invistindo-lo como rey (1-4). En el versculo 1, el profeta de-signa al rey su trono y le invita a subir a l. Puesto,que el palacio real est construido a la derecha deltemplo (mirando hacia oriente), el rey estar sen-tado entonces a la diestra de Dios. Esto expresaal mismo tiempo el honor que se le hace: es aso-ciado a la accin de Dios, como lugarteniente suyo.Ser el instrumento de sus victorias, segn simbo-liza ya la misma ascensin al trono: en efecto, enlas gradas del mismo estn esculpidos unos gue-rreros enemigos derribados en tierra; para subiresas gradas, el rey pondr el pie sobre su nuca,como signo de victoria y de dominio completo. As,pues, el imperativo sintate es a la vez un honory una carga; el rey tiene que combatir y vencer,pero es Dios en realidad el que dirige el juego (gueyo haga de tus enemigos ... ).

    , Obsrvense estas correspondencias: 5a y la; 5b y Ib.Zb; 6ay 2a; 6bc y 3; hay incluso una relacin entre 7 y 4, pero no esinmediatamente perceptible.

    10 Si se comprende que e! Ajonai (e! seor) de! texto hebreoactual tiene que leerse adoni (mi seor), como en e! versculo 1:Orculo de YHWH a mi seor: sintate a mi diestra ... , y enel versculo 5: Mi seor ha hecho lo que le has mandado: estsentado a tu diestra, YHWH podra ser el sujeto de los verbosde los versCulos 5b y 6. Pero e! versculo 7 slo puede tenercomo sujeto al rey. Por tanto, ste es tambin e! sujeto de todoslos verbos de los versCulos 57, independientemente incluso de lasimetra entre 1 y 5.

    Versculo 2. Ya est el rey instalado en el tro-no. El profeta le tiende su cetro, insignia de man-do militar, de autoridad y de arbitraje. Lo hace ennombre de YHWH; por eso puede decir: Lo tiendeYHWH". Es un signo muy concreto; las palabrasacompaan al gesto. No hemos de entenderlo, co-mo se hace a veces, en el sentido de: YHWH loextiende a partir de Sin. Por s mismo, el gestoera un orculo de Dios, que institua al rey como le-gislador, juez y vengador; pero el poeta ha preci-sado aqu el alcance del gesto mediante una pala-bra divina que encarga de nuevo al rey, como en elversculo 1, de ser el instrumento de las victo-rias de Dios.

    Viene ahora el versculo 3. Es el ms difcilde toda la biblia. Pueden proponerse al menos trestraducciones, que para mayor comodidad desig-naremos como A, B y C.

    La traduccin A es la ms prxima al texto he-breo actual (y es la que preferimos). Se suprime,sin embargo, una preposicin delante de aurora(que repite la que va delante de seno). Sobre lossantos montes (leccin de cien manuscritos) no essegura; quizs sea mejor en ornamentos (o ma-jestad) de santidad. Segn nuestra opinin, es-te versculo 3 corresponde a la presentacin delejrcito al rey, en la persona de unos cuantosguerreros, llamados tu pueblo. La palabra quecal ifica a estos guerreros (liberalidad) se refierede ordinario a las ofrendas voluntarias: son comola ofrenda cultual a su rey: vibrantes todos ellosde noble generosidad, en ese da de la entroni-zacin que es el da de su fuerza, ya que es enton-ces cuando es investido como caudillo y se encargade su ejrcito. Ouizs haba incluso una salida sim-blica a campaa. Esos jvenes (tus jvenes gue-rreros, literalmente tu juventud), resplandecientes

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  • Orculo de YHWH a mi seor: sintate a mi diestra,hasta que yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies.

    2 El cetro de tu poder lo extender YHWH desde Sin:[domlna en medio de tus enemigos!

    Salmo 1103A Tu pueblo se te ofrece el da en que sales de campaa,

    en los santos montes, del seno de (. ..) la aurora,ia ti el rocio de tus jvenes guerreros! 1

    4 Lo ha jurado YHWH y no ha de retractarse:T eres siempre sacerdote, segn el orden de Melquisedecn

    5 A tu diestra el Seor.El quebranta a los reyes el da de su clera;

    6 juzga a las naciones, amontona cadveres,cabezas quebranta sobre la tierra inmensa.

    7 En el camino bebe del torrente,por eso levanta la cabeza.

    Otras traducciones del versculo 3

    38 Para ti el principado el da de tu nacimiento,en majestad santa desde el seno;para ti ( nacido) de la aurora, el roco de tu juventud.

    3e Para ti el principado el da de tu nacimiento,revestido de majestad santa.Desde el seno, antes de la aurora, yo te he engendrado.

    Literalmente la traduccin sera: Tu pueblo es voluntario (o liberalidad) enel da de tu fuerza (guerrera), en ornamentos (o majestad) de santidad, del seno dela aurora; a ti el roco de tu juventud!

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  • de juventud y de belleza sobrenaturales (como elroco), llenan las pendientes del monte de Sin (qui-zs plural de excelencia;" pero el texto hace surgirla imagen de tropas que llenan a Sin por todaspartes). Si en vez de montes santos, se lee en or-namentos sagrados, se ver a estos guerreros avan-zando en hbitos sagrados, para hacer ver cul esla guerra para la que se ofrecen; esto les rodeade una aureola de majestad, muy de acuerdo conel efecto que produce la palabra liberalidad (uof~~nda voluntaria) y con las representacionesmtcas subyacentes (la aurora divinizada y el ori-gen misterioso del roco).

    Otros prefieren la traduccin B. Tiene unaspecto bastante distinto del texto A, pero en rea-lidad las palabras hebreas que varan son muy pa-recidas grficamente. Se distinguen en ella tresmomentos de la eleccin real: el da de la entroni-zacin o da del nacimiento del rey (3a), la elec-cin que manifiesta esta entronizacin (3b: desdeel seno materno), y la descendencia, roco de sujuventud.

    Est finalmente la traduccin e, que tiene ensu favor el apoyo de los LXX y la larga utilizacinlitrgica del texto de la vulgata, por lo que no puededescartarse sin exarnlnarla bien. Su mrito est enalinear este versculo con los otros tres de estaprimera parte, haciendo or tambin una palabradivina. Ha desaparecido el roco; la aurora se con-vierte en un detalle cronolgico, pero que remite ala creacin (antes de la aurora de la creacin delmundo). Se expresa con claridad la filiacin divina,pero no por ello hay que pensar que el autor tengaante la vista la generacin eterna del mesas: hijode Dios era un ttulo real: puede convertirse enmesinico, pero sin implicar generacin. Esta ge-neracin es llamada eterna, esto es, se remontams all de la aurora, por estar eternamente en elpensarnlento de Dios. Esta traduccin resulta pre-crosa, porque marca una etapa en la interpretacinmesinica del salmo, pero hemos de confesar que

    no est tan en su sitio como la traduccin A enuna escena de entronizacin.

    En el versculo 4, el reyes constituido sacer-dote de YHWH, segn un sacerdocio distinto delsacerdocio de Aarn. Relacionarlo, por encima delos siglos, con Melquisedec, el rey de justicia,rey de Saln (Jerusaln), es afirmar el origen mis-terioso de ese sacerdocio, tan misterioso como elpropio Melquisedec.

    Ahora el rey ha recibido ya todos sus poderes.En los versculos 5-6 el profeta se dirige a Dios:El rey, mi seor (cf. nota 10), est sentado ahoraa tu derecha en su trono. Haz que ejecute las rde-nes que le he transmitido de tu parte. Que sea unguerrero vencedor; que someta el orgullo (cabe-zas) 11 que te resiste y que, rbitro de las naciones,haga reinar el derecho y la justicia.

    Hasta el versculo 7 no aparece la relacin conla primera parte (versculo 4). Es un versculo oscu-ro. Se recoge, en primer lugar, el tema folklrico dela bebida de la inmortalidad presentada al rey. Setrata tambin indudablemente de la alusin a unrito: si Salomn recibi la uncin junto a la fuentede Gihn, sta tuvo que desempear un papel espe-cial; es posible que todos los reyes subieran desdeGihn al templo durante la entronizacin: un textode Rash-Shamra indica: El rey ayuna y va a lafuente." Si exista este rito, el agua tendra uncarcter penitencial, smbolo del paso por la muer-te hacia una vida nueva; tambin los reyes babllo-nios sufran una muerte mnima de la que surganpara vivir una vida renovada. Por tanto, un rito

    11 El versculo 6c es de difcil interpretacin. Segn la coloca-cin de las palabras, significara: rompe una cabeza sobre tierramucho. Es probable que mucho, grandemente, etctera, se re-fiera a cabeza y no a tierra, y que sea necesario comprender lacabeza, una cabeza conocida hasta el punto de que no sea precisoemplear el artculo definido.

    12 Rash-Shamra es el sitio actual de la antigua Ugarit, ciudadcananea floreciente en la poca de los patriarcas.

    35

  • penitencial, purificador, vivificador, que puede po-nerse en relacin con el sacerdocio segn el ordende Melqulsedec. En todo caso, est en relacin ex-plcita (levantar la cabeza) con todas las rdenes yanuncios de victoria de los versculos 1-3 y 5-6, si-beber del torrente es -segn Jue 7, 4-7- un ritoanti'qtHsimo relacionado con la obtencin de la vlc-torta."

    As, pues, el salmo 110 nos ofrece una escenamuy concreta de entronizacin real. Fue com-puesto para una entronizacin? Ya hemos vistocmo un poco de sentido comn nos hace compren-der que un salmo no poda acompaar a una accindurante su desarrollo. Se trata de un revestimiento:como nos permiten entender esos datos por losque aflora su sentido. Sealemos los principales:

    Para el cetro real (versculo 2), existe otrapalabra distinta de la que se emplea aqu. La de aqupuede servir para el cetro, pero se utiliza sobretodo para designar la vara de Moiss, la de Aarn,la vara del furor de YHWH (Is 10, 5), con la queDios castig a Egipto y a Madin (Is 10,26).

    Desde Sin (versculo 2) no tiene mucho sen-tido. Estamos en Sin; cmo puede Dios tenderle

    u En jue 7, 47, se trata de un test para decidir qu hom-bres habrfan de combatir y cules habran de volver a sus casas.Por tanto, el rito est ya aqu separado de su significado original.La utilizacin de este gesto es probablemente la revviscencia deuna antigua tradicin.

    el cetro desde Sin"." Por encima de la materiali-dad del gesto, el autor pasa a su significado: el ce-tro que Dios entrega al reyes la expresin visiblede su eleccin como rey en Sin, ya que la dobleeleccin de David y de Sin estn ntimamenteunidas. El versculo 2 es la ratificacin por partede Dios de la eleccin poltica hecha por Davidde Jerusaln como capital de su reino.

    Si la traduccin A del versculo 3 es la correc-ta, tenemos la presentacin al rey de su ejrcito;pero no es precisamente el profeta cultual el quetiene habitualmente la misin de hacer esta presen-tacin; en efecto, hay una distribucin de papelesentre el sacerdote, el profeta y el oficial mayor,como vemos en el relato de la consagracin deSalomn (1 Re 1, 32-48).

    El da de su clera del versculo 5 es unaexpresin escatolqlca.' utilizada normalmente paraDios.

    Finalmente, en el versculo 7, los verbos estnen un tiempo que expresa una accin continuada,inacabada o repetida. En el plano de revestimiento'que se nos presenta, este tiempo no puede conve-nir si este versculo alude a una accin definitiva,que hubiera tenido lugar antes de los otros ritos

    " Es sin duda esta falta de lgica la que ha movido a com-prender este versculo: Dios extender tu cetro a partir deSin. Esto tiene un sentido, pero entonces se prescinde de laentrega de las insignias.

    ORACION DEL SACERDOTEEN LA CORONACION DEL REY DE ASIRIA

    (fecha aproximada: siglo XII a.C.)

    [Oue el dios Assur y la diosa Ninlil,los dueos de tu diadema,

    te pongan tu diadema en la cabeza por cien aos!

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    O 1 .10

    [Oue tus pasos en el templo Ekur y tus accionessean agradables a Assur, tu dios!

    iQue tu sacerdocio y el sacerdocio de tus hijossea agradable a Assur, tu dios!

    Que con justo cetro engrandezcas a tu pas![Oue Assur te conceda ser escuchado y aceptado

    cuando hables,y que te d la rectitud y la paz!

  • -de la entronizacin. Pues bien, parece ser que setrata de esa alusin y que al mismo tiempo se afir-ma la significacin siempre actual (el resultado enel desarrollo del tiempo) del acto que se ha puestouna vez para siempre.

    Todo esto hace pensar en el plano del revesti-miento: y en ese rey de un sacerdocio misterioso(versculo 4), servido por unos guerreros de un vi-gor y de una juventud sobrenaturales (versculo 3),hay que ver al rey mesas, al mesas que combateen la guerra escatolgica, vencedor de todas lascabezas, que apaga su sed junto al ro escato-lgico de la nueva Jerusaln, en la fuente mesinicaque brotar del lado derecho del templo (Ez 47)(de este modo, el versculo 7 es un eco del ver-sculo 1). Todo queda entonces en claro: el len-guaje potico, mtico, del versculo 3, con la alusinal roco, smbolo de bendicin y de fecundidad me-stntcas.: la violencia de los versculos 5-6 quehablan de la aspereza de la guerra escatolgica;el sacerdocio segn el orden de Melquisedecque hace radicar su eleccin en la de Abrahn;porque ese rey ser un nuevo Abrahn (recordadopor Melquisedec), un nuevo Moiss y un nuevoAarn (eco del centro-vara) y un nuevo David (ce-tro tendido de Sin). En otras palabras, en l estnencarnadas las esperanzas de Israel y la bendi-cin de Abrahn.

    As. pues, el salmo es ya mesinico en el pen-samiento de su autor. La escena de entronizacines un revestimiento: por el que se evoca la entro-nizacin del rey-mesas. La existencia de otros seissalmos reales es una indicacin de que, durante lasgrandes asambleas de todo Israel en Jerusaln,se mantena la esperanza mesinica en el pueblo deDios por medio de exhortaciones, pero tambin pormedio de evocaciones concretas de entronizacin.

    La traduccin griega de los LXX precisa clara-mente esta intencin del autor cuando habla de lageneracin, antes de la aurora, en el seno mismode Dios. Todava no estamos sin embargo en la ge-neracin eterna del Verbo. Pero tanto si nos que-damos con el texto de los LXX -ese texto queha recogido la traduccin latina de la vulgata y quenos ha hecho familiar la liturgia-, como si nosquedamos con la traduccin A, no podemos recitareste salmo sin pensar en Jess de Nazaret, hijo deDios y Verbo encarnado. Al pensar de este modono trasponemos este salmo, no lo adaptamosdesde fuera a nuestra ptica, sino que seguimossiendo rigurosamente fieles al movimiento del tex-to, yendo hasta su trmino, hacia aquel al que nosconduce, sin que el salmista lo haya conocido.

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  • 6. Salmos del reino: YHWH reina!Los SALMOS DEL REINO se parecen mucho a

    los salmos reales; lo mismo que ellos, ponen enescena una entronizacin real. Pero se trata de unaentronizacin simblica: la de YHWH-rey.

    Durante el destierro en Babilonia (entre los aos587 y 538), los judos haban asistido a las fiestasen honor de Marduk, el dios nacional de Babiloniay se haban quedado impresionados de su magni-ficencia. Pero hay una diferencia esencial entreesta entronizacin de Marduk y la de YHWH: larealeza se le confera cada ao al dios babiloniodespus de un combate ritual con el dragn Tiamat,combate del que sala vencedor; pero a YHWH nopuede nadie conferirle la realeza que posee desdeel origen (Sal 93, 2). De todas formas, su carcterreal, afirmado en los himnos y en otros muchossalmos." se celebraba especialmente en el cursode una fi