Cuando Falla La Gravedad

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Ciencia ficción

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George Alee Effinger

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George Alec EffingerCuando falla la gravedadEdiciones Martnez Roca, S. A.

Cuando falla la gravedad

George Alec Effinger

Ttulo original: When Gravity Fails.Traduccin de J. A. BravoCubierta: Geest/HerstadIlustracin: Royo/Agencia Norma 1987 by George Alec Effinger 1989, Ediciones Martnez Roca, S. A. Coleccin Gran Super-Ficcion.ISBN 84-270-1369-8Depsito legal B. 32. 160-1989Edicin digital de Elfowar. Revisado por Umbriel. Octubre de 2002.

En memoria de Amber.:el traje rabe. Era el momento de hacerle otra visita a Herr Lutz Seipolt. sta vez, llev unos cuantos daddies conmigo. Seipolt era un hombre astuto y su chico, Reinhardt, me causara problemas. Me conect un daddy de alemn y me llev algunos de los controles mente-corporales. De ahora en adelante, slo iba a ser algo borroso para la gente normal. No planeaba merodear por ningn sitio lo suficiente como para que alguien hiciera puntera conmigo. Mard Audran, el supermn de las arenas.Bill estaba sentado en su viejo y cascado taxi, y me sent a su lado en el asiento delantero. No se dio cuenta. Esperaba rdenes desde dentro como era lo normal. Le llam por su nombre y le sacud el hombro durante casi un minuto antes de que se volviera y me mirara.S? dijo.Bill, me llevas a casa de Lutz Seipolt? Te conozco?Aja. Fuimos all hace unas semanas.Para ti es fcil decirlo. Seipolt, eh? El alemn que le van las rubias con piernas? Puedo decirte ahora mismo que t no eres, en absoluto, su tipo.Seipolt me haba dicho que ya no le iba nadie. Dios mo, Seipolt me haba mentido. Yo estaba impresionado. Me sent y mir pasar la ciudad desde el coche mientras Bill la atravesaba. Siempre hace el viaje un poco ms difcil de lo que es. Claro que esquivaba cosas en la carretera que la mayora de la gente ni siquiera puede ver y lo haca muy bien. No creo que chafase ni un solo demonio en todo el trayecto hasta la casa de Seipolt.Sal del taxi y camin despacio hasta la puerta de madera maciza de la casa de Seipolt. Llam a la puerta y al timbre, y esper... , nadie acudi. Rode la casa esperando encontrar al viejo encargado fellah que haba visto la primera vez que estuve all. La hierba creca frondosa y las flores palpitaban en el curso de su temporada botnica. O el canto de los pjaros en lo alto de un rbol, sonido bastante raro en la ciudad, pero nada que indicara la presencia de personas en la finca. Quiz Seipolt haba ido a la playa. Tal vez estaba comprando cigeas de bronce a la mednah. Quiz Seipolt y Reinhardt, ojos azules, se haban tomado la tarde libre para deambular por los clidos lugares de la ciudad, e ir a cenar y a bailar bajo la luz de la luna y de las estrellas.Alrededor de la gran casa, hacia la derecha, entre dos altos palmitos, se hallaba una puerta lateral en la pared encalada. Pens que Seipolt no la haba utilizado nunca; deba servir para entrar los vveres y sacar la basura. En esa parte de la casa crecan los loes y la yuca y florecan los cactus, distintos de los de la parte frontal de la villa, con sus brotes de selva tropical. Empu el pomo y cedi. Alguien haba ido a la ciudad a por el peridico. Entr y mir: hacia abajo, un tramo de la escalera sumido en la rida oscuridad; hacia arriba, un tramo ms corto se adentraba en la despensa. Sub, atraves la despensa, una fulgurante y bien equipada cocina, y un cuidado comedor. No vi ni o a nadie. Hice un poco de ruido para hacer saber a Seipolt y a Reinhardt que estaba all. No quera que me disparasen, pensando que era un espa o algo por el estilo.Del comedor cruc por un recibidor y baj por el pasillo donde estaba la coleccin de artefactos antiguos de Seipolt. Ahora me encontraba en terreno conocido. El despacho de Seipolt se hallaba precisamente... encima... de m. La puerta permaneca cerrada, as que me situ frente a ella y llam fuerte. Esper y volv a llamar. Nada. Abr la puerta y entr en la oficina de Seipolt. Estaba a oscuras con las cortinas corridas sobre las ventanas. La atmsfera ola a cargada y rancia, como si el aire acondicionado no funcionara y la habitacin llevase cerrada bastante tiempo. Me pregunt si me atrevera a registrar el material del escritorio de Seipolt. Me acerqu y hoje rpidamente algunos de los informes que se hallaban encima de una pila de papeles.Seipolt yaca en una especie de glorieta, entre el ventanal de detrs de su escritorio y dos cmodas situadas contra la pared derecha. Llevaba un traje oscuro, oscurecido an ms por la sangre. Cuando mir sobre el escritorio por primera vez. pens que era un tapete gris extendido sobre la alfombra marrn clara, pero entonces vi que se trataba de un trozo de su camisa azul plido y una mano. Me acerqu unos pasos, sin mucho inters por comprobar lo cortado a pedacitos que estaba. Tena el pecho abierto desde la garganta hasta la ingle y un par de masas sanguinolentas estaban desparramadas sobre la alfombra. Uno de sus rganos internos estaba metido en su otra mano tiesa.Era obra de Xarghis Moghadhil Khan. Es decir, el James Bond que haba trabajado para Seipolt. hasta haca muy poco. Otro testigo y otra pista eliminados.Encontr a Reinhardt en el piso de arriba, en su habitacin, en el mismo estado. El pobre viejo rabe haba sido asesinado en el csped, detrs de la casa, mientras trabajaba entre las hermosas flores que alimentaba desafiando a la naturaleza y al clima. Asesinados y luego desmembrados. Khan haba pasado de una vctima a otra, asesinndolas de prisa y sin hacer ruido. Se movi ms en silencio que un fantasma. Antes de volver a la casa, me enchuf unos cuantos daddies que supriman el miedo, el dolor, la angustia, el hambre y la sed. El daddy de alemn todava estaba en su sitio, pero me pareci que no iba a serme de mucha utilidad esa noche.Me dirig al despacho de Seipolt. Quera volver y buscar en su escritorio. Pero, antes de llegar a la habitacin, alguien me dijo:Lutz?Me gir para verle. Era una rubia con piernas.Lutz? pregunt . Bist du noch bereifi Ich heisse Mard Audran, Fraulein. Wissen Sie wo Lutz ist?En ese momento, mi cerebro se haba tragado todo el potenciador de alemn. No era como si simplemente tradujese al alemn el rabe, sino como si estuviera hablando un idioma que conoca desde mi ms tierna infancia.No est aqu abajo? pregunt ella.No, y tampoco puedo encontrar a Reinhardt.Deben haber ido a la ciudad. Dijeron algo as despus de comer.Apuesto a que han ido a mi hotel. Tenamos un compromiso para cenar y entend que deba encontrarme con l aqu. Alquil un coche para venir. Qu maldita estupidez! Creo que llamar al hotel, dejar un mensaje para Lutz y llamar a otro taxi. Quiere venir?Se mordisque la ua del pulgar.No s si debo dijo.Ha visto ya la ciudad?Frunci el ceo.No he visto otra cosa que esta casa desde que he llegado respondi malhumorada.Asent con la cabeza.As es l, demasiado duro. Siempre dice que se lo va a tomar con calma y a disfrutar, pero se muestra severo consigo y con todos los que le rodean. No quiero decir nada contra l despus de todo, es uno de mis ms viejos asociados y de mis ms queridos amigos, pero creo que es malo para l comportarse de esa forma. Tengo razn?Eso es lo que yo le digo respondi ella.Entonces, por qu no volvemos al hotel? Puede que nos encontremos all, los cuatro, nosotros le relajaremos un poco esta noche. Cena y espectculo como mis invitados, insisto.Sonri.Djeme...Debemos apresurarnos dije. Si no regresamos rpido, Lutz volver aqu. Es un hombre impaciente. Entonces tendremos que hacer otro viaje... por un camino horroroso, ya sabe. Vamos, no tenemos tiempo que perder.Pero si vamos a ir a cenar...Deb haberlo pensado.Creo que ese vestido le sienta de maravilla, querida, pero si lo prefiere, le suplico que me permita complacerla con cualquier otra prenda que usted desee y cualquier accesorio que considere necesario. Lutz me ha ofrecido muchos regalos a lo largo de los aos. Sera un gran placer responder a su generosidad de este modo. Podemos ir de compras antes de cenar. Conozco algunas tiendas inglesas, francesas e italianas muy exclusivas. Estoy seguro de que le encantarn. Podr elegir su traje para la noche mientras Lutz y yo nos ocupamos de nuestros asuntos. Todo ser maravilloso.La cog por el brazo y la saqu por la puerta principal. Caminamos por el camino de grava hasta el taxi de Bill. Abr una de las portezuelas traseras y la ayud a entrar, di la vuelta por detrs del taxi y penetr por el otro lado.Bill dije en rabe , regresamos a la ciudad. Al hotel Palazzo di Marco Aurelio.Bill me mir con tristeza.Marco Aurelio tambin est muerto, ya sabes dijo mientras pona el taxi en marcha.Sent un escalofro al preguntarme qu quera decir con ese tambin.Me dirig a la hermosa mujer que estaba a mi lado.No se preocupe por el taxista dije en alemn. Como todos los americanos, est loco. Es la voluntad de Al.No ha telefoneado al hotel dijo, sonrindome con dulzura.Le gustaba la idea de un vestido nuevo y joyas slo porque salamos a cenar. Yo era un rabe loco con demasiado dinero. A ella le gustaban los rabes locos, lo saba.No, no lo he hecho. Llamar tan pronto lleguemos.Ella arrug la nariz, pensativa. Pero si llegamos...No lo entiende dije. El recepcionista es capaz de hacer estos recados a los huspedes corrientes, pero cuando los huspedes son, como le dira... especiales, como Herr Seipolt o yo mismo, se debe hablar directamente con el encargado.Sus ojos se abrieron.Ah dijo.Mir hacia atrs, hacia el refrescante jardn regado que el dinero de Seipolt haba impuesto en el mismo extremo de las amenazadoras dunas. En un par de semanas, ese lugar parecera tan seco y muerto como el centro del Empty Quarter. Me volv hacia mi compaera y sonre con serenidad. Charlamos todo el viaje de regreso a la ciudad.

16Al llegar al hotel dej a la rubia en una cmoda silla del vestbulo. Se llamaba Trudi a secas, me dijo con despreocupacin, simplemente. Trudi. Era una amiga ntima de Lutz Seipolt. Llevaba ms de una semana en su casa. Les haba presentado un amigo comn. Esa Trudi era una chica bonita y espectacular, y no poda pedir un hombre ms dulce que Seipolt; a pesar de todos esos crmenes e intrigas, l enloqueca a la gente.Fui a hacer la llamada telefnica, pero no quera hablar con nadie del hotel, sino con Okking. Me dijo que cuidara de Trudi hasta que l pudiera mover su culo gordo. Me desconect los daddies que llevaba, y volv a ponerme el de alemn; sin l, no hubiera podido decirle a Trudi ni una sola palabra. Entonces aprend el Hecho de Importancia Vital 154 sobre los potenciadores especiales que Papa me haba dado.En este mundo todo tiene un precio.Veis?, lo saba. Lo aprend hace mucho tiempo, en las rodillas de mi madre. Es algo que olvidas y necesitas aprender de nuevo a cada poco rato. Nadie hace nada por nada.Todo el tiempo que estuve en casa de Seipolt. los daddies controlaban mis hormonas. Cuando volv a la casa para investigar en el escritorio de Seipolt, hubiera debido sentirme indefenso y mareado, al saber que los cuerpos mutilados no llevaban mucho tiempo muertos, al saber que el bastardo de Khan poda estar todava merodeando por all. Cuando Trudi grit: Lutz?, deba haberme provocado un ataque de nervios.Al desconectarme los daddies supe que no haba evitado esas terribles sensaciones, sino que las haba relegado. De repente, mi cerebro y mis nervios se liaron en una angustiosa maraa, como una madeja de hilo. No poda desenredar las distintas corrientes emocionales: por un lado, puro y sorprendente horror contenido por los daddies durante unas horas; por otro, furia repentina, dirigida contra Khan por la satnica manera que haba elegido de salir del anonimato y hacerme testigo de los resultados de sus infames actos; por otro, dolor fsico y cansancio mximo, mientras la fatiga envenenaba mis msculos y me dejaba casi desvalido (el daddy haba dicho a mi cerebro y a mi parte carnal que ignorase el agravio y la fatiga y ahora los estaba sufriendo a ambos). Me di cuenta de la terrible sed que tena y de que empezaba a sentir un poco de hambre. Mi vejiga, a la que el daddy haba ordenado no comunicarse con ninguna otra parte de mi cuerpo, se encontraba a punto de estallar. Se estaba vertiendo ACTH en mi cuerpo, y eso haca que me preocupara an ms. Mis suprarrenales bombeaban epinefrina, y hacan que mi corazn latiera con ms rapidez todava, preparndome para luchar o volar, sin importar que la amenaza hubiera desaparecido haca rato. Experimentaba la reaccin que normalmente hubiera atravesado hace unas tres o cuatro horas, condensada en un slido y desgarrador flujo de emociones y privaciones.Volv a conectarme los daddies tan rpido como pude, y el mundo dej de tambalearse. En un minuto volv a sentirme en calma. Mi respiracin se torn normal, mi corazn se tranquiliz, la sed, el hambre, el odio, el cansancio y la sensacin de tener la vejiga llena se esfumaron. Me sent agradecido, pero supe que slo lo estaba retrasando; cuando se produjera, sera el fin de todo y, a su lado, la peor resaca de droga que he conocido, parecera un beso fugaz en la oscuridad. Las resacas, ils sontunmotherfucker, n'est-cepas, monsieur?Me vea obligado a estar de acuerdo.Mientras regresaba al vestbulo con Trudi, alguien me llam. Estaba contento de haberme conectado otra vez los daddies. No me gusta que griten mi nombre en lugares pblicos, en especial cuando voy disfrazado. Monsieur Audran?Me di la vuelta y dirig una glida mirada a uno de los empleados del hotel.Si dije.Han dejado un mensaje para usted en su casillero.Notaba que tena problemas con mi galabiyya y mi keffiya. Tena la impresin de que slo haba europeos en aquel bonito y limpio hotel.Era moderadamente imposible que alguien hubiera dejado un mensaje para m por dos razones: la primera, que nadie saba que me encontraba all; y la segunda, que me haba registrado bajo nombre falso. Quera ver qu necio error haba cometido y luego arrojrselo al rostro de los camisas tiesas del hotel. Cog el mensaje.Papel de computadora, no?

AUDRAN:TE HE VISTO EN CASA DE SEIPOLT, PERO NO ERA EL MOMENTOADECUADO.LO SIENTO.TE QUIERO TODO PARA M, SOLO Y TRANQUILO.NO DESEO QUE NADIE PIENSE QUE SLO ERES PARTE DE UNFORTUITO GRUPO DE VCTIMAS.CUANDO ENCUENTREN TU CUERPO, QUIERO ASEGURARME DE QUE SE ENTERENQUE RECIBISTE UNA ATENCIN INDIVIDUALKHAN

Con injertos o no, las rodillas me fallaban. Dobl la nota y la met en mi bolsa.Se encuentra bien, monsieur! pregunt el empleado.La altura dije. Siempre me cuesta un poco acostumbrarme.Pero si aqu no hay ninguna dijo perplejo.Eso es lo que quiero decir.Regres j unto a Trudi.Me sonri como si la vida hubiera perdido su valor mientras yo estaba fuera. Me pregunt qu pensaba. Todo solo y tranquilo. Me sobresalt.Siento haber permanecido tanto tiempo fuera murmur.Le hice una pequea reverencia y me sent a su lado.He estado bien dijo. Se pas un buen rato cruzando y descruzando sus piernas. De all a Osaka, todo el mundo debi mirar cmo lo haca. Ha hablado con Lutz?S. Estuvo aqu, pero tena un asunto urgente que resolver. Algo oficial con el teniente Okking.Teniente?Es el encargado de controlar que no suceda nada malo en el Budayn. Ha odo hablar de esa parte de la ciudad?Asinti.Pero por qu querra el teniente Okking hablar con Lutz? l no tiene nada que ver con el Budayn, verdad?Sonre.Perdneme, querida, pero parece un poco ingenua. Nuestro amigo es un hombre muy ocupado, siempre con mucho trabajo. Dudo que suceda algo en la ciudad que Lutz Seipolt no sepa.Me lo imagino.Todo mentira. Seipolt era un ejecutivo medio, en el mejor de los casos. Estaba claro que no se trataba de Friedlander Bey.Ha enviado un coche para nosotros, para que nos encontremos tal y como habamos planeado. Luego decidiremos qu hacer el resto de la noche.Su rostro volvi a iluminarse. No se perdera su nuevo vestido y su noche gratis en la ciudad.Quiere beber algo mientras esperamos? pregunt.As es como pasamos el tiempo hasta que un par de policas de paisano de placa dorada se arrastraron con cansancio por la gruesa alfombra azul hacia nosotros. Me levant, hice las presentaciones y dejamos a los buenos amigos del vestbulo del hotel. Continuamos nuestra agradable conversacin en el trayecto hacia las inmediaciones de. la comisara. Subimos la escalera pero el sargento Hajjar me detuvo. Los dos hombres de paisano escoltaron a Trudi a ver a Okking.Qu ha sucedido? pregunt Hajjar de malos modos.Estaba comportndose como todo un polica. Slo para demostrarme que poda hacerlo.Qu crees que ha sucedido? Xarghis Khan, que buscaba a Seipolt y a tu jefe, ha dado un paso ms. Muy concienzudo es ese chico. Si yo fuera Okking, estara ms nervioso que una mierda. Quiero decir que el teniente es todava un paso sin dar.l lo sabe. Nunca le haba visto tan impresionado. Le hice un regalo de treinta o cuarenta paxium. Se tom un buen puado para comer dijo Hajjar sonriendo.Uno de los policas uniformados sali de la oficina de Okking.Audran dijo, e inclin la cabeza ante m.Era parte del equipo, todos me respetaban.Un minuto me volv hacia Hajjar. Escucha, quiero echarle un vistazo a lo que saquis del escritorio y los archivos de Seipolt.Me lo imagino dijo Hajjar. El teniente se halla demasiado atareado para ocuparse de eso. Me ha ordenado que me encargue de todo. Me asegurar de que lo veas antes.Muy bien. Es importante. Al menos, eso espero.Entr en el recinto acristalado de Okking justo cuando los dos policas de paisano acompaaban a Trudi fuera. Me sonri y me dijo:Marhaba.Entonces me di cuenta de que ella hablaba rabe tambin.Sintate, Audran dijo Okking, con voz ronca.Me sent.Adonde la llevas?Vamos a interrogarla en profundidad. Vamos a escudriar su cerebro a conciencia. Luego, dejaremos que se vaya a su casa, dondequiera que est.Eso me pareci buen trabajo de polica. Me pregunt si Trudi estara en condiciones de irse cuando la hubieran escudriado. Emplean hipnosis, drogas y estimulacin elctrica del cerebro, lo cual es un poco tortuoso. Eso es lo que tengo entendido.Khan se est acercando dijo Okking, pero el otro no ha asomado desde lo de Nikki.No s lo que eso significa. Dime, teniente, Trudi no es Khan? Quiero decir, poda haber sido James Bond alguna vez?Me mir como si yo estuviera loco.Cmo puedo saberlo? Nunca he visto a Bond en persona, hacamos los tratos por telfono, por correo. T eres la nica persona vivaque lo ha visto cara a cara; por eso no puedo deshacerme de esa molesta sospecha, Audran. Hay algo raro en ti.En m? Me pareci una desfachatez, sobre todo proviniendo de un agente extranjero que se embolsaba cheques de los nacionalsocialistas. Me molestaba or que Okking no sera capaz de reconocer a Khan en una rueda de presos, si tuviramos suerte. No saba si me menta, aunque era probable que dijera la verdad. Saba que se hallaba al principio de la lista, si no el primero, para ser ejecutado. Hablaba en serio cuando me dijo lo de no abandonar la habitacin: haba instalado un catre en su oficina y sobre la mesa de su despacho se vea una bandeja con alimentos sin acabar.Lo nico que sabemos seguro es que ambos usan sus moddies no slo para matar, sino para sembrar el terror. Tu tipo lo est haciendo muy bien dije. Okking me dirigi una mirada terrible, pero qu demonios!, era la verdad. Tu tipo ha cambiado de Bond a Khan. El otro sigue siendo el mismo, por lo que yo s. Espero que el matador de rusos se haya ido a casa. Me gustara estar seguro, a ciencia cierta, de que ya no tenemos que preocuparnos ms por l.S dijo Okking.Le sacaste algo til a Trudi antes de mandarla abajo? Okking se encogi de hombros y cogi un bocadillo de la bandeja. Slo la informacin habitual. Su nombre y todo eso. Me gustara saber cmo se ha enrollado con Seipolt. Okking levant las cejas.Fcil, Audran. Seipolt era el mejor postor de esta semana. Solt un exasperado suspiro.Me lo imaginaba, teniente. Me dijo que alguien le haba presentado a Seipolt. Mahmud.Mahmud? Mi amigo Mahmud? El que sola ser una ta en el club de Jo-Mama antes de cambiarse de sexo?se.Qu saca Mahmud de esto?Mientras estuviste en el hospital, Mahmud se convirti en promotor. Tom el puesto que la muerte de Abdulay dej vacante.Mahmud. En un par de zancadas, haba pasado de ser una dulce cosita que trabajaba en los clubs griegos, a una pequea artista de la cama, a un importante promotor de la trata de blancas. Pens: En dnde, si no es en el Budayn, poda suceder algo as?. Igualdad de oportunidades para todos.Tengo que hablar con Mahmud murmur.Le he avisado. Estar aqu en seguida, en cuanto mis muchachos le encuentren.Hazme saber lo que te dice. Okking esboz una mueca de sonrisa.Por supuesto, amigo. No te lo he prometido? No se lo he prometido a Papa? Qu ms puedo hacer por ti?Me levant y me inclin sobre su escritorio.Mira, Okking, t ests acostumbrado a ver trozos de cuerpos esparcidos por las bonitas salas de estar de la gente, pero no te puedes ir sin recogerlos. Le ense mi ltimo mensaje de Khan. Quiero saber si me puedes dar un arma o algo.A m qu cojones me importa? respondi tranquilamente, casi hipnotizado por la nota de Khan.Esper. Me mir y atrajo mi atencin. Abri un cajn de su escritorio y sac varias armas.Cul quieres?Haba un par de pistolas de agujas, otro par de pistolas estticas, una gran pistola automtica de proyectiles. Escog una pequea pistola de agujas Smith & Wesson y el can de la General Electric. Okking puso para m una caja de cargadores de agujas sobre su cuaderno de notas, doce agujas en cada cargador, cien cargadores en la caja. Los cog y me los guard en el bolsillo.Gracias dije.Te sientes protegido ahora? Te proporcionan un sentimiento de invulnerabilidad?Te sientes t invulnerable, Okking? Su sorna se tambale y se quebr.Al infierno repuso.Con la mano me indic que me fuera. Sal de all ms agradecido que nunca.Cuando abandonaba el edificio, el cielo se oscureca por el este. Por toda la ciudad se oa la grabacin de los gritos de los muecines desde los minaretes. Haba tenido un da muy ocupado. Necesitaba una copa, pero todava tena cosas que hacer antes de descansar un poco. Camin hasta el hotel, sub a mi habitacin, me quit la ropa y tom una ducha. Dej que el agua caliente golpeara mi cuerpo durante un cuarto de hora. Di vueltas como un cordero en el asador. Me lav el cabello y me enjabon la cara durante dos o tres minutos. La barba tena que desaparecer, era pesado, pero necesario. Yo obraba con astucia, mas el recordatorio de Khan en mi buzn dejaba claro que no con la suficiente. Primero, cort mi largo cabello marrn rojizo.No me haba visto el labio superior desde que era un adolescente, as que las cortas y speras pasadas de la navaja de afeitar suscitaron un pice de arrepentimiento en m. Pasaron rpido; al cabo de un rato, senta verdadera curiosidad por ver cmo quedaba. En otros quince minutos, haba eliminado mi barba por completo, repasando mi cuello y mi rostro hasta que la piel me escoci y la sangre brot de los cortes rojos.Cuando me di cuenta de lo que yo mismo me recordaba, no pude contemplar mi imagen por ms tiempo. Me lav con agua fra y me sequ. Me imagin haciendo morisquetas burlonas a Friedlander Bey y al resto de los sofisticados indeseables de la ciudad. Luego, tomando el camino de regreso a Argelia y pasando el resto de mi vida all, viendo morir a las cabras.Me cepill el cabello y abr los paquetes de la tienda de caballeros en el dormitorio. Me vest despacio, mientras varios pensamientos rondaban por mi mente. Una idea eclipsaba a todas las dems: ocurriera lo que ocurriese, no iba a conectarme un mdulo de personalidad otra vez.Utilizara cualquier daddy que me resultara til, pero que slo potenciara mi propia personalidad. Ninguna mquina humana pensante, real o de ficcin era buena para m, ninguna se haba enfrentado jams a esta situacin, ninguna haba estado jams en el Budayn. Necesitaba mis propios ingenios, no sos construidos de cualquier manera.Me sent bien al hacer esa declaracin. Era el compromiso que haba buscado desde que Papa me dijo por primera vez si permitira que me modificasen el cerebro. Sonre. Me quit un peso insignificante, quiz un cuarto de libra de encima.No sabra decir cunto tiempo me llev ponerme la corbata. Existan corbatas con prendedor, pero la tienda donde lo haba comprado todo desaprobaba su existencia.Me met la camisa por dentro del pantaln, me abroch todo, me puse los zapatos y saqu la americana del traje. Me acerqu a mirarme en el espejo. Limpi alguna sangre seca de mi cuello y mi barbilla. Tena buen aspecto, ms veloz que la luz, con dinero en el bolsillo. Ya sabis lo que quiero decir. El mismo de siempre, pero con ropas excelentes. Eso estaba bien porque mucha gente se fija slo en la ropa. Lo ms importante era que, por primera vez, crea que la pesadilla acabara pronto. Haba recorrido la mayor parte del trayecto de un oscuro tnel y slo una o dos sombras ocultaban el nacimiento de la luz al final de ste.Puse el telfono en mi cinturn y quedaba oculto bajo la chaqueta. Como ocurrencia tarda, deslic la pequea pistola de agujas en mi bolsillo, apenas abultaba y pens: Ms vale prevenir que curar. Mi maliciosa mente me deca: Ms vale prevenir que curar, aunque por la noche era demasiado tarde para escuchar a mi mente, lo haba estado haciendo todo el da. Me dispona a bajar al bar del hotel un rato, eso era todo.Aunque Xarghis Khan conoca mi aspecto, yo no saba nada de l, excepto que seguramente no se parecera nada a James Bond. Record lo que Hassan me haba dicho pocas horas antes: No confes en nadie.Ese era el plan, pero resultaba prctico? Se poda pasar todo el da sospechando de todo? En cunta gente confiaba sin ni siquiera pensar en ello, gente que, de haber querido, podran haberme asesinado rpida y sencillamente? Yasmin, por ejemplo. A Medio Hajj incluso le haba invitado a mi apartamento. Todo lo que necesitaba para ser el asesino era el moddy equivocado. Incluso Bill, mi taxista favorito, o Chiri, que posea la ms amplia coleccin de moddies del Budayn. Me volvera loco si pensaba todo eso.Y si el propio Okking era el asesino cuya pista simulaba seguir? O Hajjar?O Friedlander Bey?Estaba pensando como el comedor de judas magreb que todos crean que era. Pas de todo, sal de la habitacin del hotel y baj en ascensor hasta el bar poco iluminado del entresuelo. No haba mucha gente. Para empezar, la ciudad tena demasiados turistas y se era un hotel caro y tranquilo. Mir en el bar y vi tres hombres sentados en taburetes, juntos, charlando tranquilamente. A mi derecha haba cuatro grupos ms, la mayora de hombres, sentados a las mesas. La grabacin de msica europea o americana sonaba con poco volumen. El tema del bar pareca expresado en las macetas de helechos y las paredes de estuco pintadas de color pastel y anaranjado. Cuando el camarero dirigi su vista hacia m, le ped una ginebra y bingara. Lo prepar como a m me gustaba, la lima debajo. Un punto para los cosmopolitas.Me trajeron mi bebida y la pagu. Beb mientras me preguntaba por qu pensaba que el sentarme all me ayudara a resolver mis problemas. Entonces, ella se me acerc, con una lenta cadencia inhumana al moverse, como si estuviera medio dormida o drogada. Algo que su sonrisa o su lenguaje no demostraba.Te importa si me siento contigo?Por supuesto que no.Le sonre, amable, mas mi pensamiento se hallaba ocupado en otras cuestiones.Le dijo al camarero que quera un schnapps de menta. Tendra que pagar quince kiam por l. Esper hasta que lo terminara, pagu y ella me lo agradeci con otra lnguida sonrisa.Cmo te sientes? pregunt.Ella arrug la nariz.A qu te refieres?Despus de todo el da contestando preguntas de los hombres del teniente.Ah, fueron tan amables como pudieron. No dije nada en unos segundos.Cmo me has encontrado?Bueno... Hizo un gesto impreciso. Saba que estabas aqu. Esta tarde me trajiste aqu. Y tu nombre... Nunca te dije mi nombre. ... lo o a los policas.Y me has reconocido pese a que no tengo el mismo aspecto que cuando me encontraste? A pesar de que nunca he usado estas ropas antes y me he afeitado la barba?Me ofreci una de esas sonrisas que dicen que los hombres son unos locos.No te alegras de verme? me pregunt, con aquel destello de sentimientos heridos que a Trudi le salan tan bien.Volv con mi ginebra.Una de las razones por la que he bajado al bar era la posibilidad de encontrarte.Aqu me tienes.Eso siempre lo tengo presente dije. Me disculpas un momento? Te llevo un par de bebidas de ventaja.S, no te preocupes. Gracias.Fui al lavabo de caballeros, me met en uno y descolgu mi telfono. Di el nmero de Okking. Una voz que no reconoc me dijo que estaba en su oficina, durmiendo, y que tena rdenes de no despertarle si no se trataba de una emergencia. Era una emergencia? Le dije que no lo crea, pero que le volvera a llamar si lo fuera. Pregunt por Hajjar. pero se encontraba fuera, en una investigacin. Me dieron el nmero de Hajjar y le llam.Dej sonar su telfono un rato. Me pregunt si de verdad estaba investigando o tomando el aire.Qu pasa? gru.Hajjar? Pareces sin aliento. Rebajando peso o algo parecido?Quin es? Cmo me has...?Audran. Okking est durmiendo. Oye, qu habis averiguado de la rubia de Seipolt?El telfono permaneci silencioso durante unos segundos; luego, la voz de Hajjar regres, un poco ms amistosa:Trudi? La golpeamos, la escudriamos tan a fondo como pudimos y revolvimos en su memoria. No saba nada. Eso nos preocup, as que la interrogamos por segunda vez. Nadie sabra tan poco como ella y continuara con vida. Pero est limpia. Audran. He conocido palos que aguantan su vela mejor que ella, pero todo lo que sabe de Seipolt es su nombre de pila.Entonces, por qu est viva, y Seipolt y los otros no?El asesino no saba que estaba all. Xarghis Khan la habra jodido viva y luego la habra matado quiz. Segn parece, nuestra Trudi se hallaba durmiendo la siesta en su. habitacin despus de comer. No recuerda si cerr con llave. Est viva porque slo haba estado all tres das y no forma parte del personal de la casa.Cmo reaccion ante las noticias?Le contamos los hechos y sac fuera todo el espanto. Fue como silo leyese en los peridicos.Alabado sea Al. los policas sois encantadores. Has puesto a alguien tras ella?Ves a alguien? Eso me sorprendi.Por qu ests tan seguro de que estoy con ella?Por qu si no me preguntaras por ella a estas horas de la noche? Est limpia, mamn, por lo que a nosotros respecta. En cuanto a todo lo dems, bueno, no le hemos hecho un anlisis de sangre, as que a tu aire.La comunicacin se cort.Hice una mueca, colgu el telfono en mi cinturn y regres al bar. Pas el resto de la ginebra con tnica buscando la sombra de Trudi, pero no vi ninguna posible candidata. Salimos a comer algo para darme la oportunidad de calmar mi mente. Al final de la cena, me asegur de que nadie nos segua ni a Trudi ni a m. Volvimos al bar, tomamos algunas copas y empezamos a conocernos mejor. Ella decidi que nos conocamos lo bastante bien justo antes de la medianoche.Hay un poco de ruido aqu, no crees? dijo.Asent, solemnemente. Slo quedaban otras tres personas en la barra, incluyendo el tocho de madera que nos preparaba las bebidas. Haba llegado el momento de que Trudi o yo empezramos a decir estupideces y ella se me adelant. Estuvo bien olvidar mi precaucin y, de paso, darle una leccin a Yasmin. Estaba un poco bebido, deprimido y solo... , Trudi era una muchacha dulce de verdad y muy atractiva, qu ms poda pedir?Cuando subimos la escalera, Trudi me sonri y me bes, despacio y profundamente, como si la maana no fuera a llegar hasta despus de comer. Luego me dijo que era su turno para usar el cuarto de bao. Esper cerca de la puerta y llam a recepcin para asegurarme de que me despertasen a las siete de la maana. Saqu la pequea pistola de agujas, quit la colcha y escond el arma con rapidez. Trudi sali del cuarto de bao con el vestido desabrochado. Me sonri, con una sonrisa indolente y sagaz. Mientras se acercaba, mi nico pensamiento se centraba en que sa era la primera ve/ que dorma con una pistola bajo la almohada.Qu piensas? pregunt.Oh, que no ests mal para ser una mujer de verdad.No te gustan las mujeres de verdad? me susurr al odo. Hace tiempo que no estoy con una.Te gustan ms los juguetes? murmur, pero no haba espacio para discusiones.

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Cuando el telfono son, yo soaba que mi madre me gritaba. Daba tales chillidos que no poda reconocerla, aunque saba que era ella. Empezamos a discutir sobre Yasmin; luego pasamos a hacerlo sobre vivir en la ciudad y sobre que nunca entendera nada porque en lo nico que pensaba era en m mismo. Mi papel se limitaba a decir: No es cierto!, mientras el corazn se me caa en mi sueo.Me despert con brusquedad, legaoso y todava cansado. Ech una ojeada al telfono y luego lo cog. Una voz dijo:Buenos das, las siete en punto.Luego hubo un clic. Guard el telfono y me sent en la cama. Respir hondo. Deseaba volver a dormirme, aunque eso supusiera tener pesadillas. No quera levantarme y pasar otro da como el anterior.Trudi no estaba en la cama. Puse los pies en el suelo y camin desnudo por la pequea habitacin del hotel. Tampoco se encontraba en el bao, pero me haba escrito una nota y la haba dejado en el escritorio.

Querido Mard:Gracias por todo. Eres un hombre dulce y encantador. Espero que volvamos a encontrarnos.Ahora tengo que irme, as que supongo que no te importar si me cobro la tarifa habitual de tu cartera. Te quiero.Trudi (Mi verdadero nombre es Gunter Erich von S. ) (Has hecho como que no lo sabas, o slo has tratado de ser amable?)

En cuestin de sexo, me he equivocado muy pocas veces en mi vida. En mis fantasas secretas, nunca importa el qu, sino el con quin. He visto y he odo de todo, al menos eso creo. Lo nico fingido que nunca haba odo hasta aquella noche, claro era a ese involuntario animal atrapado en la respiracin de una mujer, la primera vez, antes incluso de que el hacer el amor tuviera tiempo para hacerse rtmico. Mir otra vez la nota de Trudi, mientras recordaba todas las veces que Jacques, Mahmud, Saied y yo nos sentbamos ante una mesa del Caf Solace y veamos pasar a la gente. Ah, ella? Es un cambio de sexo de mujer a hombre, travestido. Poda descubrir a cualquiera. Era famoso por eso.Jur que nunca le contara nada a nadie. Me pregunt si el mundo se cansara de sus bromas alguna vez; no, no lo creo. Las bromas se sucedern una tras otra, cada vez peor. En ese momento, estaba seguro de que si la edad y la experiencia no acababan con las bromas, no haba nada, excepto la muerte, que pudiera hacerlo.Dobl mis nuevas ropas con cuidado y las met en la bolsa. Me puse la tnica blanca y la keffiya. Ofreca un aspecto nuevo, traje rabe pero sin barba. El hombre de las mil caras. Hoy quera que Hajjar cumpliese su promesa de dejarme utilizar los archivos del ordenador de la polica. Deseaba completar cierta informacin, por cuenta de la polica. Tena que averiguar cuanto me fuera posible sobre la relacin Okking/Bond/Khan.En lugar de ir a pie, tom un taxi hasta la comisara. No es que me hubiera viciado del lujo que Papa me costeaba, simplemente, senta la urgente presin de los acontecimientos. Devoraba el tiempo tan de prisa como l me devoraba a m. Los daddies zumbaban en mi cabeza y no senta ni cansancio muscular, ni hambre, ni sed. No estaba enfadado ni asustado. Alguien debi advertirme que no estar asustado era peligroso. Quiz hubiera debido estarlo, un poco.Vi a Okking comer un desayuno tardo en su frgil fortaleza mientras esperaba que Hajjar volviera a su despacho. Al entrar, el sargento me dirigi una mirada distrada.No eres el nico cerebro cocido por el que debo preocuparme, Audran dijo con rudeza. Tenemos otros treinta pelmazos dndonos informacin y detalles que extraen de sueos o de los posos del t.Entonces te alegrar saber que no tenga ni un maldito retazo de informacin para ti. He venido a que t me la proporciones. Dijiste que poda ojear vuestros archivos.Oh, s, claro, pero aqu no. Si Okking te viera, me machacara el crneo. Llamar abajo. Puedes utilizar uno de los terminales de la segunda planta.No me importa dnde.Hajjar llam por telfono, me escribi un pase a mquina y lo firm. Le di las gracias y me dirig al banco de datos. Una mujer joven con rasgos del sudeste de Asia me condujo hasta una pantalla libre, me ense cmo pasar de un men a otro y me dijo que si tena alguna duda, la propia mquina me la resolvera. No era ninguna experta en informtica ni una bibliotecaria, tan slo ordenaba la afluencia de trfico en la gran sala.Primero comprob los archivos generales, que parecan los de un nuevo depsito de cadveres. Al escribir un nombre, el ordenador me daba todos los hechos disponibles sobre esa persona. El primer nombre que entr fue el de Okking. El cursor se detuvo un segundo o dos, luego empez a escribir en rabe, de derecha a izquierda. Averig el nombre de pila de Okking, el primer apellido, la edad, dnde haba nacido, qu haca antes de vivir en la ciudad... Todo eso apareca en un formulario encima de una gruesa lnea doble. Debajo de esa lnea estaba la informacin realmente interesante. Segn en qu asiento se encontrase poda ser el historial mdico del sujeto, el registro de arrestos, su historial, las implicaciones polticas. la(s) preferencia(s) sexual(es), o cualquier cosa que algn da pudiera ser pertinente.En cuanto a Okking, debajo de esa doble lnea no haba nada. Nada en absoluto. AlSifr, cero.Al principio, pens que se trataba de algn problema del ordenador. Empec de nuevo, regres al men principal, eleg el tipo de informacin que deseaba, tecle el nombre de Okking y esper.Mshi. Nada.Estaba seguro de que era obra de Okking. Haba borrado sus huellas como Khan, su muchacho, haca ahora. Si quera viajar a Europa, al pas natal de Okking, me enterara de algo ms sobre l, pero slo hasta el momento en que sali de all para venir a la ciudad. A partir de entonces, no exista, oficialmente hablando.Tecle Universal Export, el nombre clave del grupo de espionaje de James Bond. Lo haba visto en un sobre encima del escritorio de Okking. No haba entradas.Lo intent con James Bond sin esperanza y no consegu nada, igual que con Xarghis Khan. El verdadero Khan y el verdadero Bond nunca haban visitado la ciudad, as que ninguno de los dos tenan su archivo.Pens en otras personas a las que pudiera espiar Yasmin, Friedlander Bey o incluso yo mismo; pero decid no satisfacer mi curiosidad hasta una ocasin menos urgente. Entr el nombre de Hajjar y me qued atnito con lo que le. Era dos aos ms joven que yo, jordano, con un arresto moderadamente largo antes de llegar a la ciudad. El perfil psicolgico coincida punto por punto con mi estimacin de l. No te atreviste a confiar en l porque podra correr con un camello a la espalda. Era sospechoso de pasar drogas y dinero a los prisioneros. En cierta ocasin, fue investigado por la desaparicin de una gran cantidad de propiedades confiscadas, pero no se sac nada en claro. El archivo policial sealaba la posibilidad de que Hajjar se estuviera aprovechando de su posicin en la polica y vendiera su influencia a ciudadanos particulares u organizaciones criminales. El informe sugera que no estaba libre de abusos de autoridad como extorsin, fraude organizado y conspiracin entre otras transgresiones de la ley.Hajjar? Vamos, a quin se le habra ocurrido semejante idea? Que Al nos guarde.Sacud la cabeza con tristeza. Cualquier Departamento de Polica del mundo es idntico a otro en dos aspectos: tendencia a abrirte la cabeza a la menor provocacin e incapacidad para ver la simple verdad aunque est ante ellos tendida con las piernas abiertas. La polica no refuerza las leyes, y no pone manos a la obra hasta que se transgreden. Resuelven crmenes con un penoso porcentaje de xito. En el caso de ser honestos, los policas son una especie de equipo de secretarias que registran los nombres de las vctimas y las declaraciones de los testigos. Al cabo de bastante tiempo, pueden borrar impunemente su informacin de la copia del sistema de archivos para dejar sitio a otros.Ah. s, la polica ayuda a las viejas damas a cruzar la calle. Eso me han dicho.Uno a uno, entr los nombres de todos los que estaban relacionados con Nikki, empezando por su to, Bogatyrev. Las entradas del viejo ruso y de Nikki decan exactamente lo que Okking me haba contado de ellos. Pens que si Okking poda haberse autoeliminado del sistema, tambin poda alterar sus registros. No encontrara nada til si no era de modo accidental o bajo la supervisin de Okking. Prosegu con escasas esperanzas de xito.No tena ninguna. Por ltimo cambi de opinin y le las entradas de Yasmin, Papa, Chiri, las Viudas Negras, Seipolt y Abdulay. Los archivos me dijeron que Hassan era probablemente un hipcrita, porque no empleaba injertos cerebrales para su negocio por motivos religiosos pero era un conocido pederasta. Eso no me sonaba a nuevo. Lo nico que deb sugerirle a Hassan algn da es que el muchacho americano, que ya tena el crneo preparado, sera ms til como herramienta de contabilidad que sentado en un taburete en la tienda vaca de Hassan.La nica persona en la que no hurgu fue en m. No deseaba saber lo que pensaban de m.Despus de investigar los archivos del historial de mis amigos, mir los registros de la compaa telefnica de las llamadas de la comisara de polica. Tampoco all encontr nada revelador. Okking no debi usar el telfono de su oficina para llamar a Bond. Era como si me encontrase en el centro de un montn de carreteras radiales, todas ellas sin indicadores.Sal de all con material para pensar, pero sin nuevas pistas. Me gust saber lo que decan los archivos de Hajjar y los otros, y la reticencia que mostraba hacia Okking y, misteriosamente, no hacia Friedlander Bey pues, aunque no fuera informativa, resultaba provocadora. Pens en todo ello mientras deambulaba por el Budayn. En unos minutos me encontraba otra vez en mi apartamento.Para qu haba ido all? Bien, no quera pasar otra noche en la habitacin del hotel. Como mnimo, un asesino saba que estaba all. Necesitaba otro centro de operaciones en el que pudiera sentirme a salvo, un da o dos al menos. Mientras me acostumbraba cada vez ms a dejar que los daddies me ayudaran en mis planes, mis decisiones eran ms rpidas y estaban menos influidas por las emociones. Ahora tena los sentimientos bajo control, fros y seguros. Quera enviarle un mensaje a Papa y despus encontrar otro lugar para dormir de manera temporal.Mi apartamento estaba tal y como yo lo haba dejado. Desde luego, no haba estado mucho tiempo fuera, aunque pareca que hiciera semanas; tena el sentido del tiempo distorsionado. Arroj la bolsa encima de la cama, me sent y murmur el cdigo de Hassan al telfono. Son tres veces antes de que respondiera.Marhaba dijo. Pareca cansado.Hola, Hassan, soy Audran. Necesito ver a Friedlander Bey, esperaba que me concertases una entrevista.Se alegrar de que demuestres inters por hacer las cosas de la manera adecuada, hijo mo. De hecho, querr verte y enterarse de tus progresos. Quieres una cita para esta tarde?Lo ms pronto que puedas, Hassan.Me encargar de ello, oh, inteligentsimo, y te llamar despus para explicarte cmo hemos quedado.Gracias. Antes de que cuelgues, quiero hacerte una pregunta. Sabes si existe alguna relacin entre Papa y Lutz Seipolt?Hubo un largo silencio mientras Hassan configuraba su respuesta.No por mucho tiempo, hijo mo. Seipolt ha muerto, no?Lo s dije con impaciencia.Seipolt estaba metido en el comercio de importacin-exportacin. Venda baratijas, nada que pudiera interesar a Papa.Entonces, por lo que t sabes, Papa jams intent sacar tajada del negocio de Seipolt?Hijo mo, los negocios de Seipolt apenas merecan ser mencionados. Era slo un pequeo comerciante, como yo.Pero, al contrario que t. crey que necesitaba ingresos secundarios para vivir. T trabajas para Friedlander Bey y Seipolt para los alemanes.Por la vida de mis ojos! Es eso cierto? Seipolt un espa?Habra apostado que ya lo sabas. No importa. Alguna vez has tenido tratos con l?A qu te refieres?La voz de Hassan se hizo ms spera.Negocios. Importacin-exportacin. Tenis eso en comn.Oh, bueno, le compraba artculos de vez en cuando, si me ofreca productos europeos particularmente interesantes, pero no creo que l me haya comprado nada.Eso no me llevaba a ninguna parte. A peticin de Hassan, le di un rpido repaso a los acontecimientos desde mi descubrimiento del cuerpo de Seipolt. Cuando termin, l volva a estar muy preocupado. Le habl sobre Okking y los registros de la polica, falsificados.Por eso deseo ver a Friedlander Bey.Tienes alguna sospecha? me pregunt Hassan.No, se trata de la informacin que ha desaparecido de los archivos, y del hecho de que Okking sea un agente extranjero. No puedo creer que tenga todos los recursos del departamento trabajando en estos asesinatos y todava no me haya proporcionado ni una sola partcula de informacin que me resulte til. Estoy seguro de que sabe mucho ms de lo que me cuenta. Papa me prometi que presionara a Okking para averiguar lo que sabe. Necesito orlo todo.Por supuesto, hijo mo, no te preocupes por eso. Est hecho. Inshallah. Entonces, no tienes idea de cunto sabe n realidad el teniente?se es el estilo del/7/c. O esconde algo o sabe menos que yo. Es un maestro dando rodeos.A Friedlander Bey no le puede ir con rodeos.Lo intentar.No le saldr bien. Necesitas ms dinero, oh, inteligentsimo?Mierda, todava poda gastar ms dinero.No, Hassan, tengo bastante por ahora. Papa se ha mostrado ms que generoso.Si necesitas ms dinero en efectivo para proseguir tu investigacin, slo tienes que ponerte en contacto conmigo. Ests haciendo un trabajo excelente, hijo mo.Al menos, no estoy muerto todava.Tienes el ingenio de un poeta, querido. Ahora debo irme. Los negocios son los negocios, ya sabes.De acuerdo, Hassan. Vuelve a llamarme cuando hayas hablado con Papa.Alabado sea Al por tu bienestar.Allahyisallimak dije.Me levant y colgu el auricular. Luego, busqu el otro objeto que haba hallado en el bolso de Nikki: el escarabajo cogido de la coleccin de Seipolt. La reproduccin de bronce relacionaba directamente a Nikki con Seipolt, como el anillo que haba visto en la casa del alemn. Claro que ahora, con Seipolt entre los seres queridos que nos haban abandonado, esos objetos tenan dudoso valor. El doctor Yeniknani todava tena el moddy casero, eso poda ser una prueba importante. Pens que haba llegado el momento de preparar un informe de todo lo que saba, para, en caso de necesitarlo, acudir con l a las autoridades. No a Okking, por supuesto, ni a Hajjar. No estaba seguro de a qu autoridades, pero saba que deba haber algunas en alguna parte. Los tres objetos no bastaban para convencer a nadie en un tribunal de justicia europeo, pero eran suficientes para la justicia islmica.Encontr el escarabajo bajo el borde de mi colchn. Abr la cremallera de mi bolsa y met el recuerdo de turista de Seipolt bajo mis ropas. Lo empaquet con cuidado, asegurndome de que todo lo que poseo se hallaba fuera del apartamento. Luego apil un montn de desperdicios y basura, por aqu y por all. No estaba como para perder el tiempo limpiando. Cuando termin, no qued nada en la habitacin que indicase que yo haba pasado por all alguna vez. Sent una aguda tristeza, haba vivido en mi apartamento ms que en ningn otro lugar en mi vida. Si algo poda ser llamado mi hogar, con razn, era ese pequeo apartamento. Ahora se trataba de una gran habitacin vaca, con ventanas sucias y un colchn roto sobre el suelo. Sal, cerrando la puerta tras de m.Devolv las llaves a Qasim, el casero. Le sorprendi y le preocup el que me fuera.Me ha gustado vivir en tu edificio dije , pero a Al le place que me mude.Me abraz y pidi a Al que nos guiase en la rectitud hasta el paraso.Fui al banco y emple la tarjeta para retirar todo el dinero de mi cuenta y la cancel. Met los billetes en el sobre que Friedlander Bey me haba mandado. Cuando encontrase un lugar, lo sacara y lo contara. Me senta un poco molesto por no saberlo ahora.Mi tercera parada fue el hotel Palazzo di Marco Aurelio. Estaba vestido con galabiyya y keffiya, pero con el cabello corto y sin barba. No creo que el recepcionista me reconociera.Pagu una semana por adelantado dije, pero asuntos de negocios me obligan a irme antes de lo planeado.Nos apena or esto, seor murmur el tipo de la oficina. Ha sido un placer tenerle con nosotros.Asent y dej la tarjeta de mi habitacin sobre el mostrador.Djeme ver...Introdujo el nmero de habitacin en su terminal, comprob que el hotel me deba un dinero e imprimi el comprobante.Han sido muy amables dije.Sonri.El placer es nuestro respondi.Me entreg el comprobante y me seal al cajero. Le di las gracias de nuevo. Minutos despus, met el dinero que me haban devuelto en la bolsa con el resto.Con mi dinero, mis moddies y daddies, y mi ropa dentro de la bolsa, camin hacia el suroeste, ms all del Budayn y ms all del distrito de las tiendas lujosas, junto al Boulevard el-Jameel. Fui a un barrio de fellahin, de calles y callejones tortuosos, de casas pequeas de techo plano, necesitadas de un buen encalado, con ventanas cubiertas por persianas o finas celosas de madera. Algunas estaban en mejor estado, con tentativas de jardn en la tierra yerma, a los pies de las paredes. Otras parecan abandonadas, con dentados postigos colgando al sol, como lenguas de perros. Me dirig a una que pareca bien conservada y llam a la puerta. Esper unos minutos hasta que se abri. Un hombre alto y corpulento, con una poblada barba negra, me mir. Sus ojos se achicaron, con sospecha, mientras en la comisura de su boca mascaba una astilla de madera. Esper a que fuese yo quien hablara.Sin ninguna confianza, empec mi historia.Mis amigos me han abandonado en esta ciudad. Me han robado toda la mercanca y mi dinero. En el nombre de Al y del apstol de Dios, que las bendiciones y la paz sean con l, suplico vuestra hospitalidad por hoy y esta noche.Ya veo dijo el hombre con voz hosca. La casa est cerrada.No le dar motivo de ofensa. Podr...Por qu no trata de pedirlo donde la hospitalidad es ms generosa? La gente me ha dicho que hay familias por los alrededores que tienen bastante para comer ellos y tambin para los perros y los extranjeros. Yo tengo suerte de poder ganar un poco de dinero para judas y pan para mi esposa y mis hijos.Lo comprend.S que no est usted para problemas. Cuando me robaron, mis compaeros no saban que siempre guardo un poco de dinero extra en mi bolsa. Me arrebataron con avaricia todo lo que haba a la vista, y me dejaron con bastante para vivir uno o dos das, hasta que pueda regresar y pedirles cuentas legalmente.El hombre me contemplaba slo en espera de que apareciera algo mgico.Me descolgu la bolsa y la abr. Permit que me viera hurgar bajo la ropa mis camisas, mis pantalones, calcetines hasta que di con los billetes y los saqu.Veinte kiam dije con tristeza, es todo lo que me han dejado.La expresin de mi nuevo amigo sufri una rpida seleccin de emociones. En ese vecindario, los billetes de veinte kiam hacen notar su presencia con ruido y estrpito. Quiz no estaba muy seguro de m, pero yo saba lo que pensaba.Si me diese el beneficio de su hospitalidad y proteccin para los prximos dos das dije. Le pagar con todo este dinero que aqu ve.Extend los veinte billetes ante sus ojos asombrados.El hombre hizo un ademn. Si hubiera tenido los bemoles grandes y bien plantados, me lo habra robado. No le gustaban los extraos; mierda, a nadie le gustaban los extraos! No le gustaba la idea de invitar a uno a su casa durante un par de das. Pero veinte kiam equivalan a la paga de varios das. Cuando le mir con fijeza, saba que ya no me estaba evaluando ms; haba gastado los veinte kiam de cien maneras diferentes. Todo lo que yo deba hacer era esperar.No somos ricos, seor.Entonces los veinte kiam les vendrn bien.S, claro, seor y deseo tenerlos, sin embargo me avergenza que alguien tan excelente como usted sea testigo de la miseria de mi casa.He visto una miseria mayor de la que puedas imaginar, amigo mo, y he salido de ella como t puedes hacerlo. No siempre he sido como aparento ante ti. Fue voluntad de Al que me viera arrojado a los ms profundos pozos de miseria, para que pudiera recuperar lo que me ha sido arrebatado. Me ayudars? Al dar buena fortuna a todos los que sean generosos conmigo en mi camino.Durante un buen rato, el fellah me mir, confuso. Yo saba que al principio pens que estaba un poco loco y lo mejor que poda hacer era alejarse de m lo antes posible. Mi chchara pareca el discurso de un prncipe secuestrado de los cuentos antiguos, de las historias que se cuentan en el corazn de la noche, entre susurros alrededor del fuego, despus de una cena sencilla y antes de sumirse en los sueos. Pero a la luz del da, nada resultaba plausible. Nada excepto el dinero, ondeando en mi mano como las hojas de una palmera. Los ojos de mi amigo estaban fijos en los veinte kiam y dudo que pudiera describir mi rostro a alguien.Por fin, fui admitido en la casa de mi anfitrin, Ishak Jarir. Mantuvo una disciplina estricta y no vi a ninguna mujer. En el segundo piso dorman los miembros de la familia y tenan unas alacenas para almacenar. Jarir abri la sencilla puerta de madera de uno de ellos y me meti bruscamente all.Aqu estars a salvo dijo susurrando. Si tus prfidos amigos vienen y preguntan por ti, nadie en esta casa te ha visto. Pero debes quedarte slo hasta despus de las oraciones de maana.Doy gracias a Al porque, en su sabidura, me ha guiado hacia un hombre tan generoso como t. Todava tengo algo que hacer y si todo sucede como preveo, volver con un billete doble del que tienes en la mano. El doble ser tuyo.Jarir no quiso or ms detalles.Que tu empresa sea prspera. Pero te lo advierto, si vuelves despus de las ltimas plegarias, no sers admitido.Ser como dices, honorable.Mir por encima del hombro al montn de harapos que seran mi hogar esa noche, sonre con inocencia a Ishak Jarir y sal de la casa reprimiendo un escalofro.Regres por la angosta y empedrada calle que pensaba me conducira al Boulevard el-Jameel. Cuando la calle empez a curvarse hacia la izquierda, supe que haba cometido un error, aunque iba en la direccin correcta, as que la segu. Pero al pasar la curva, no haba nada, excepto las desnudas paredes de ladrillo de los edificios que se cerraban en un ftido callejn sin salida. Murmur una maldicin y volv sobre mis pasos.Un hombre me cortaba el camino. Era delgado, con barba mal recortada y descuidada y una sonrisa bovina en el rostro. Llevaba una camisa amarilla de punto con el cuello abierto, un traje de calle marrn arrugado y desaliado, keffiya blanca con un cordn rojo y zapatos deportivos marrones. Su necia expresin me recordaba a Fuad, el idiota del Budayn. Era evidente que me haba seguido hasta la calle sin salida. No haba odo que anduviese detrs de m.No me gusta que la gente me siga con sigilo. Abr mi bolsa mientras le miraba. l se detuvo, mientras cambiaba su peso de un pie a otro y sonrea. Saqu un par de daddies y cerr la cremallera de la bolsa. Empec a caminar hacia l, pero me detuvo ponindome una mano en el pecho. Baj la vista a su mano y luego la alc hacia su rostro.No me gusta que me toquen dije.Se retir como si hubiera profanado lo ms sagrado de lo sagrado.Mil perdones murmur.Me sigues por algn motivo?Cre que poda interesarte lo que tengo aqu.Me seal un maletn de imitacin de piel que llevaba en una mano.Eres un vendedor?Vendo moddies, seor, y una amplia seleccin de tiles e interesantes potenciadores para los negocios. Me gustara mostrrtelos.No, gracias.Levant el entrecejo, ahora no tan bovino, como si le hubiera pedido que continuase.No tardar ni un momento y seguramente encontrars lo que andas buscando.No busco nada en particular.Seguro que s, o no te habras modificado el cerebro, quieres?Acept. Se arrodill y abri su maletn de muestras. Estaba decidido a que no me vendiera nada. No hago negocios con ratas.Estaba sacando moddies y daddies del maletn y los alineaba en fila india ante l. Cuando termin, me mir. Estaba orgulloso de su mercanca.Bien? dijo.Hubo un silencio premonitorio.Bien qu?Qu opina de ellos?Los moddies? No se parecen a ninguno de los que he visto. Qu son?Cogi el primero de la fila. Me lo lanz y lo recog. De un rpido vistazo comprob que no tena etiqueta, estaba hecho de un plstico ms rudimentario que los moddies que haba visto en la tienda de Laila y en los zocos. Ilegal.ste ya lo conocas dijo el hombre, dirigindome una mirada lastimera.Eso hizo que le mirase con dureza.Se quit la keffiya. Un cabello castao y ralo le colgaba y cubra sus orejas. Pareca como si no se lo hubiera lavado en un mes. Con una mano se quit el moddy que llevaba. El tmido vendedor desapareci. Las mandbulas del tipo se relajaron y sus ojos perdieron visin, pero con la rapidez de la prctica, se conect otro de sus moddies de fabricacin casera. De repente, sus ojos se achicaron y su boca mostr una dura y sdica mueca. Se transform en otro hombre. No necesitaba disfraces materiales; el conjunto de todas sus posturas, maneras, expresiones y modo de hablar era ms efectivo que cualquier combinacin de pelucas y maquillaje.Me encontraba en un apuro. Tena a James Bond en mi mano y contemplaba los fros ojos de Xarghis Moghadhl Khan. Estaba contemplando la locura. Alargu el brazo y me conect los dos daddies. Uno proporcionaba a mis msculos una fuerza no natural y desesperada, sin fatiga ni dolor hasta que mis tejidos se rompiesen. El otro cortaba todo sonido. Necesitaba concentrarme. Khan me mir con burla. Tena una gran daga en la mano, con la empuadura de plata e incrustaciones de piedras de colores y el cuerpo de oro.Sintate le en sus labios. En el suelo.Yo no iba a sentarme, por supuesto. Mi mano se movi unos centmetros, en busca de la pistola de agujas bajo mi ropa. Se movi y se detuvo porque record que la pistola de agujas se hallaba bajo la almohada de mi habitacin del hotel. En aquel momento, la camarera ya la habra encontrado. Y la pistola estaba tranquilamente en el fondo de mi bolsa de cremallera. Me alej de Khan.Hace mucho tiempo que le persigo, seor Audran. Le vi en la comisara de polica, en casa de Friedlander Bey, en la de Seipolt, en el hotel. Poda haberle matado esa noche cuando simul que era un maldito ladrn, pero no deseaba ser interrumpido. Esper el momento adecuado. Ahora, seor Audran, ahora morir.Resultaba maravillosamente sencillo leer en sus labios. El mundo entero se haba relajado y se mova a la mitad de la velocidad normal. l y yo tenamos todo el tiempo que necesitbamos...La boca de Khan se torci. Me gustaba esa parte. Me acorral hacia atrs, dentro del callejn. Mis ojos permanecan fijos en su brillante cuchillo, con el que Khan no slo intentaba matarme sino tambin mutilar mi cuerpo. Dijo que tapizara las sucias piedras y los desperdicios con mis tripas como guirnaldas de fiesta. Algunas personas sienten terror ante la muerte, otros sienten ms terror de la agona que la precede. Para ser honesto, yo soy de estos ltimos. Saba que algn da tena que morir, pero esperaba que fuera de una forma rpida y sin dolor, en la cama si tena suerte. Ser torturado antes por Khan no era mi modo favorito de largarme de este mundo.Los daddies me evitaban el pnico. Si me dejaba llevar por l, me convertiran en souvlaki en cinco minutos. Retroced ms de prisa buscando algo en el callejn que me diera una oportunidad contra el manaco y su daga. Corra contra reloj.Los labios de Khan se separaban de sus dientes y me diriga reveladores gritos sin palabras. Sostena el cuchillo a la altura del hombro, acercndose hacia m como lady Macbeth. Le dej dar tres pasos y luego me mov hacia la izquierda y le embest. Esperaba verme huir hacia atrs y cuando me abalanc sobre l, retrocedi. Mi mano izquierda busc su mueca derecha y mi brazo izquierdo contuvo su antebrazo, agarrando su mano con fuerza. Le retorc la mano del cuchillo hacia atrs con mi mano derecha, contra el punto de apoyo de mi mano derecha. Normalmente eso basta para desarmar a un atacante, pero Khan era fuerte, ms fuerte de lo que debera ser aquel demacrado cuerpo; la locura le conceda un poder adicional y tambin su moddy y sus daddies.La mano libre de Khan me cogi por la garganta y me forz la cabeza hacia tras. Tena mi pierna derecha entre las suyas, y con ella separ sus pies. Ambos nos desplomamos y, mientras caamos, cubr su rostro con mi mano derecha. Le golpe la parte de atrs de su cabeza contra el suelo con tanta fuerza como fui capaz. Mi rodilla cay encima de su puo y su mano se abri. Arroj su cuchillo a lo lejos y emple las dos manos para golpear la cabeza de Khan contra el asqueroso suelo. Khan estaba aturdido, pero no por mucho tiempo. Se deshizo de mi dominio y se lanz contra m, desgarrando mi carne a mordiscos. Forcejeamos tratando de sacar alguna ventaja, pero luchbamos tan apretados que no poda emplear los puos. Ni siquiera era capaz de librar mis manos. Mientras tanto, l me hera, me clavaba sus negras uas, me haca sangre con sus dientes, me golpeaba con sus rodillas.Khan se rea y me empuj a un lado. Entonces, dio un salto y, antes de que yo pudiera escapar, se puso sobre m. Me inmoviliz los brazos con una rodilla y una mano. Levant el puo para golpearme en la garganta. Grit y trat de deshacerme de l, mas no poda moverme. Luch, y vi una fantica luz de victoria en sus ojos. Canturre una plegaria inarticulada. Con un salvaje bramido, me golpe en la sien con el puo. Casi perd el conocimiento.Khan corri a buscar su cuchillo. Me obligu a sentarme y buscar, desesperado, en mi bolsa. Khan haba encontrado el cuchillo y avanzaba hacia m. Abr la bolsa y lo arroj todo al suelo. Justo cuando Khan estaba a tres pasos de m, le her con una gran explosin de mi arma. Dio un gorjeante grito y se desplom junto a m. Estara fuera de combate durante varias horas.Los daddies bloqueaban bastante mi dolor, pero no todo; el resto lo mantenan a distancia. Sin embargo, todava no poda moverme y pasaron unos minutos antes de que fuera capaz de hacer algo til. Vi como la piel de Khan se volva azul ciantico mientras luchaba por coger aire en sus pulmones. Tuvo convulsiones y, de repente, se relaj por completo, a pocos centmetros de m. Me sent y respir hasta que consegu sacudirme los efectos de la lucha. Luego, lo primero que hice fue quitarle el moddy de Khan de la cabeza. Llam al teniente Okking para darle la buena nueva.

18

Encontr mi caja de pldoras en la bolsa y me tom siete u ocho sonenas. Quera probar algo nuevo. Tena el cuerpo destrozado despus de la pelea con Khan, pero no se trataba del dolor slo. Quera ver cmo el opiceo afectaba a mis sensaciones aumentadas por puro inters cientfico. Mientras esperaba a Okking, conoc la verdad de modo emprico. El daddy que limpiaba el alcohol de mi sistema con tanta rapidez, haca lo mismo con las sonenas. Quin lo necesitaba? Me desconect el moddy y me tom otro puado de sonenas.Okking lleg boyante. sa es la nica palabra que le describa. Nunca haba visto a nadie tan satisfecho. Estaba atento y simptico conmigo, se interes por mis heridas y mi dolor. Se mostr tan gentil que cre que la gente de las noticias holo estara por all, pero me equivoqu.Creo que ahora te debo una, Audran dijo. Pens que me deba bastante ms que eso. He hecho tu maldito trabajo por ti, Okking. Ni siquiera eso desinfl su jbilo.Es posible, es posible. Al menos, ahora dormir un poco. No poda ni comer sin pensar en Selima, Seipolt y los dems.Khan se despert; sin un moddy en su enchufe, empez a sollozar. Record lo mal que me haba encontrado cuando me quit los daddies despus de unos das. Quin sabe cunto tiempo llevaba Khan cualquiera que fuese su verdadero nombre escondindose tras un moddy y luego otro. Quiz sin una falsa personalidad conectada no fuera capaz de afrontar los actos inhumanos que haba cometido. Yaca en el pavimento, con las manos esposadas a la espalda y los tobillos encadenados, mascullando y amenazndonos con maldiciones. Okking le mir unos segundos.Llevoslo de aqu dijo a un par de oficiales uniformados.No fueron demasiado gentiles con l, pero Khan no me caa simptico.Y ahora, qu? pregunt a Okking. La alegra se le pas un poco.Creo que ha llegado la hora de presentar mi dimisin.Cuando circule la noticia de que has aceptado dinero de un gobierno extranjero, no vas a ser muy popular. Has deteriorado tu credibilidad.Asinti.El rumor se ha difundido ya, al menos en los crculos que cuentan. Me han dado la posibilidad de encontrar empleo fuera de la ciudad o pasar el resto de mi vida detrs de los barrotes de uno de vuestros tpicos y cochambrosos agujeros de mierda. No s cmo pueden encerrar a la gente en esas prisiones, son como las de los Tiempos Oscuros.T has metido all a buena parte de la poblacin. Tendrs un gran comit de bienvenida esperndote.Se estremeci.Creo que en cuanto rena mis objetos personales, har las maletas y me desvanecer en la noche. Espero que me den una recomendacin. Me refiero a que, agente extranjero o no, he hecho un buen trabajo por la ciudad. Nunca he comprometido mi integridad, excepto unas pocas veces.Cunta gente puede, con honestidad, decir lo mismo? T eres de su misma especie, Okking.Era la clase de tipo que saldra de eso y adems lo convertira en una recomendacin a su favor. Encontrara trabajo en cualquier lugar.Te gusta verme en problemas, Audran?De hecho, s. Pero en lugar de responder, me volv hacia mi bolsa y volv a meter todo en ella. Haba aprendido la leccin, as que me guard la pistola entre los pliegues de mi tnica. De la conversacin de Okking deduje que el interrogatorio formal haba acabado y poda irme.Vas a quedarte en la ciudad hasta que agarren al asesino de Nikki? pregunt. Vas a hacer eso, como mnimo?Volv el rostro hacia l. Estaba sorprendido.Nikki? De qu me hablas? Tenemos al asesino, ahora mismo va camino al talego. Ests obsesionado, Audran. No tienes ninguna prueba de un segundo asesino. Deja de joder o pronto aprenders lo rpido que los hroes pasan a ser ex hroes. Te pones demasiado pesado con eso.Vaya forma de pensar de un poli! Atrap a Khan y se lo entregu a Okking; y ste iba a decir a todo el mundo que Khan era el asesino de todos, desde Bogatyrev a Seipolt. Por supuesto, Khan haba matado a Bogatyrev y a Seipolt, pero yo estaba seguro de que era inocente con respecto a los asesinatos de Nikki, Abdulay y Tami. Tena alguna prueba? No, nada tangible; sin embargo, si fuese de otro modo, todo careca de sentido. Era un nido de ratas internacional. Un bando intentaba secuestrar a Nikki y llevarla con vida al pas de su padre, y el otro quera matarle para prevenir el escndalo. Si Khan haba asesinado a gente de los dos bandos, su accin tena sentido slo si no era ms que un psicpata que se cargaba a la gente de forma insensata y sin plan preconcebido alguno. Eso no era cierto. Se trataba de un asesino cuyas vctimas haban sido liquidadas segn el esquema de sus patrones, y para proteger su propio anonimato. El hombre que mutil a Seipolt no era un loco, no era el verdadero Khan, slo llevaba un moddy de Khan.Y ese hombre no tena nada que ver con la muerte de Nikki.Otro asesino andaba suelto por la ciudad, aunque a Okking le pareciera conveniente olvidarle.Unos diez minutos despus de que Okking con sus hombres y yo siguiramos caminos distintos, el telfono son. Era Hassan que me volva a llamar para contarme lo que Papa haba dicho.Yo tambin tengo algunas noticias, Hassan.Friedlander Bey te ver en seguida. Enviar un coche a buscarte dentro de quince minutos. Confo en que ests en casa.No, esperar fuera del edificio. Tena una compaa muy interesante, pero ahora todos se han marchado.Muy bien, hijo mo. Te merecas un agradable descanso con tus amigos.Mir el cielo cubierto de nubes; pens en mi enfrentamiento con Khan y me pregunt si me reira de las palabras de Hassan.No he tenido mucha tranquilidad.Le dije lo que haba ocurrido desde la ltima vez que habamos hablado hasta que se llevaron al asesino contratado por Okking.Hassan tartamude, asombrado.Audran dijo cuando recobr el control, a Al le place que ests a salvo, que el manaco haya sido capturado y que la sabidura de Friedlander Bey triunfe.Tienes razn dije . Dale todos los mritos a Papa. l me concedi el beneficio de su sabidura. Ahora que lo pienso, no obtuve ms ayuda de l que de Okking. S, me arrincon e hizo que me abrieran la cabeza; despus de eso, se limit a sentarse y arroj dinero a mi paso. Papa sabe todo lo que ocurre en el Budayn, Hassan. Quieres decir que l y Okking han estado ociosos, absolutamente desconcertados? No me lo creo. Descubrir cul era el papel de Okking en todo esto. Aunque preferira saber qu haca Papa entre bastidores. Silencio, hijo de perro enfermo! Hassan perdi sus modales congraciadores y dej asomar su verdadero ser, algo que no haca muy a menudo. Tienes mucho que aprender todava sobre mostrarte respetuoso con los mayores y mejores que t.Entonces, de repente, el viejo Hassan, el mendaz y casi bufonesco Hassan prosigui:An te hallas bajo la tensin del conflicto. Perdname por perder la paciencia contigo, soy yo quien debe ser ms comprensivo. Todo sucede como Al desea, ni ms ni menos. As que, hijo mo, el coche ir a buscarte pronto. Friedlander Bey estar satisfecho.No es momento para hacerle un pequeo regalo, Hassan?Hassan se ri.Tus noticias sern suficiente regalo. Ve en paz, Audran.No dije nada y cort la comunicacin. Volv a echarme la bolsa al hombro y camin hacia el edificio de mi antiguo apartamento. Me encontrara con Papa y luego me escondera en el armario de Ishak Jarir. El lado bueno despus de lo ocurrido era que Khan estaba ahora fuera de escena. Y Khan fue el nico de los dos asesinos que demostr deseos de eliminarme. Eso significaba que probablemente el otro me dejara vivir. Al menos, en eso confiaba.Mientras esperaba el automvil de Papa, pens en mi lucha con Khan. Odiaba a aquel tipo de una manera terrible; todo lo que hice fue recordar el horror del cuerpo mutilado de Selima, y la repulsin que sent cuando tropec, por casualidad, con los cadveres en la mansin de Seipolt. Primero, l haba matado a Bogatyrev, el to de Nikki, quien, a su vez, deseaba la muerte de sta. Nikki era la clave; el resto de los homicidios formaban parte de una frentica cobertura que se supona mantendra el escndalo ruso en secreto. Creo que haba funcionado; bueno, en la ciudad lo saba bastante gente, pero sin un prncipe de la corona vivo que obstaculizara a la monarqua, el escndalo no estallara en la Rusia blanca. El rey Vyacheslav estaba a salvo en su trono, los realistas haban ganado. De hecho, con un poco de astucia y cuidado, podran utilizar el asesinato de Nikki para fortalecer su dominio sobre el inestable pas.Nada de eso me preocupaba. Despus de la pelea con Khan, le dej vivir... un rato: tena una cita con el verdugo en el tribunal de justicia de la mezquita Shimaal. Mientras tanto, alivimosle de sus brutalidades en el temor de Al.La limusina lleg y me condujo hasta la finca de Friedlander Bey. El mayordomo me escolt hasta la misma salita de espera que haba visto dos veces antes. Esper a que Papa terminara sus plegarias. Friedlander Bey no haca de su devocin un espectculo, lo que, en cierto sentido era de alabar. A veces, su fe me avergonzaba; en esas ocasiones, acudan a mi memoria las crueldades y crmenes de los que l era responsable. Me engaaba a m mismo; Al sabe que nadie es perfecto. Estoy seguro de que Friedlander Bey no se haca ilusiones sobre s mismo. Al menos, rogaba a Dios que le perdonase. En una ocasin, Papa me lo haba explicado: tena que velar por un gran nmero de parientes y asociados y, a veces, el nico modo de protegerles consista en mostrarse inflexible y duro con los extraos. Bajo ese prisma, era un gran gobernante y un padre severo, pero amante de su gente. Por otro lado, yo era un don nadie que llevaba a cabo bastantes acciones ilegales sin provecho y ni siquiera tena el atenuante de suplicar el perdn de Al.Al fin uno de los dos enormes nombres que custodiaban a Papa me hizo una seal. Entr en el despacho. Friedlander Bey me esperaba sentado en el antiguo divn lacado.Una vez ms, es un gran honor dijo, al tiempo que me indicaba que me sentara al otro lado de la mesa, en el otro divn.El honor de desearte buenas tardes es mo.Tomars un bocado de pan conmigo?Eres muy generoso, oh, cad.No me mostraba cauteloso como en nuestros anteriores encuentros. Despus de todo, haba hecho lo imposible por l. Deba recordarme que el gran hombre estaba ahora en deuda conmigo.Los criados sirvieron el primer plato, y Friedlander Bey encauzaba la conversacin de un asunto trivial a otro. Probamos una pequea muestra de varios platos diferentes, todos suculentos y olorosos. Decid desconectarme el daddy para evitar el hambre y, cuando lo hice, me di cuenta de lo hambriento que estaba. Me hallaba dispuesto para hacer los honores al banquete de Papa. Pero no para quitarme los otros daddies, todava no.Los criados sirvieron bandejas con cordero, pollo, ternera y pescado, acompaado todo ello con verduras delicadamente sazonadas y sabroso arroz. Terminamos con una seleccin de fruta fresca y quesos. Cuando todos los platos hubieron sido retirados, Papa y yo nos relajamos con caf fuerte aromatizado con especias.Que tu mesa sea eterna, oh, cad dije. Ha sido la mejor comida que he probado en mi vida.Estuvo satisfecho.Doy gracias a Dios de que as haya sido. Quieres ms caf?S, gracias, oh, cad.Los criados se retiraron y tambin las dos rocas parlantes. El propio Friedlander Bey me sirvi caf, un gesto de sincero respeto.Debes reconocer que mis planes para ti eran correctos dijo con dulzura.S, oh, cad. Y te estoy agradecido.Hizo un displicente ademn.Somos nosotros, la ciudad y yo, quienes te estamos agradecidos, hijo mo. Ahora, hablemos del futuro.Perdname, oh, cad, pero no podemos pensar en el futuro con tranquilidad hasta que no estemos seguros del presente. Uno de los dos asesinos que nos amenazaban ha sido capturado, pero el otro anda suelto todava. Ese malvado puede haber regresado a su hogar, es cierto; ha pasado algn tiempo desde que dio muerte a sus vctimas. Sin embargo, sera prudente considerar la posibilidad de que todava se halle en la ciudad. Debemos ser precavidos para descubrir su identidad y sus escondites.El anciano frunci el ceo.Oh, hijo mo, slo t crees en la existencia de ese otro asesino. No veo la razn de que el hombre que era James Bond y Xarghis Khan, no pudo torturar tambin a Abdulay de modo tan indescriptible. Has mencionado todos los mdulos de personalidad que tena en su poder. No pudo alguno de ellos convertirle en el demonio que tambin asesin al prncipe de la corona, Nikolai Konstantin?Qu deba yo hacer para convencerles?Oh, cad dije , tu teora supone que un hombre realiza sendos trabajos para la alianza fascista-comunista y para los bielorrusos leales. En ese caso, se hubiera neutralizado a s mismo por turnos. Eso habra retrasado el desenlace, lo cual tal vez le beneficiara, aunque no comprendo cmo, y sera capaz de informar de resultados positivos a ambos bandos al mismo tiempo. Sin embargo, si todo eso es cierto, cmo habr podido resolver la situacin? Al final sera recompensado por un bando y castigado por el otro. Es un despropsito el que un hombre pueda proteger a Nikki y, a la vez, trate de asesinarla. Adems, el forense de la polica determin que el hombre que asesin a Tami, Abdulay y Nikki era ms bajo y corpulento que Khan, con dedos anchos y gruesos.El rostro de Friedlander Bey tembl con una dbil sonrisa.Tu visin, respetado, es aguda aunque de perspectivas limitadas. Yo mismo, a veces, me encuentro alentando a los dos antagonistas de una ria. Qu otra cosa puedo hacer cuando mis amigos se pelean?Con perdn, oh, cad, hablamos de varios homicidios a sangre fra, no de rias o disputas. Y ni los alemanes ni los rusos son tus queridos amigos. Sus contiendas internas no nos importan en la ciudad.Papa sacudi la cabeza.Perspectiva limitada repiti bajito. Cuando las tierras infieles del mundo se separan, nosotros revelamos nuestra fortaleza. Cuando los grandes demonios, Estados Unidos y Unin Sovitica, se desmembraron en diferentes Estados, fue un signo de Al.Un signo? pregunt, plantendome qu tena todo eso que ver con Nikki, los cables de mi crneo y la pobre y olvidada gente del Budayn.Las cejas de Friedlander Bey se juntaron y, de repente, me pareci un nmada del desierto; se asemejaba a los orgullosos caudillos que le haban precedido empuando la irresistible Espada del Profeta.Jihad murmur.Jihad. Guerra santa.Sent un aguijn en mi piel y la sangre fluyendo hacia mis orejas. Ahora que las grandes naciones de antao estaban indefensas en su pobreza y discordias, era el momento de que el Islam completara la conquista que haba iniciado muchos siglos atrs. La expresin de Papa se pareca mucho a la mirada que yo haba visto en los ojos de Xarguis Khan.Es lo que a Al le place dije.Friedlander Bey resoll y me dirigi una benevolente mirada de aprobacin. Estaba siguindole la corriente. Era ms peligroso de lo que yo haba sospechado jams. Ejerca un poder casi dictatorial sobre la ciudad, eso, junto con su avanzada edad y su ilusin, me hizo mostrarme cauteloso en su presencia.Me hars un gran favor si aceptas esto dijo, al tiempo que dejaba un sobre en la mesa.Supongo que alguien de su posicin piensa que el dinero es el regalo perfecto de una persona que lo tiene todo. Nadie lo habra considerado ofensivo. Agarr el sobre.Me abrumas murmur . No tengo palabras para expresarte mi agradecimiento.Yo soy el que est en deuda contigo, hijo mo. Has obrado bien, y siempre recompenso a quienes cumplen mis deseos.No mir el sobre, aunque saba que hubiera sido una falta de buenos modales.Eres el padre de la generosidad dije.Lo estbamos haciendo bien. Yo le gustaba mucho ms ahora que en nuestro primer encuentro, mucho tiempo antes.Estoy cansado, hijo mo, debes perdonarme. Mi chfer te llevar a tu casa. Ven a visitarme pronto y hablaremos de tu futuro.Con ojos y cabeza, oh, seor de hombres. Estoy a tu disposicin, repliqu.No hay majestad ni poder sino en Al el glorioso y el grande.Parece una simple frmula, pero se reserva para momentos de peligro o antes de alguna accin crucial. Busqu alguna pista en el hombre de cabello gris, mas l me ignor. Me desped y sal de su despacho. Todo el trayecto hacia el Budayn lo hice reflexionando.Era lunes por la noche y el club de Frenchy estara ya lleno. Haba una mezcla de tipos de la marina naval y mercante, que venan a veinte kilmetros del puerto; haba cinco o seis turistas que buscaban una clase de accin y estaban a punto de encontrar otra, y unas cuantas parejas de turistas en busca de historias vivas y pintorescas para llevarse a casa. Tambin haba un pequeo nmero de hombres de negocios de la ciudad que probablemente conocan el riesgo, pero, a pesar de eso, venan para tomar una copa y mirar cuerpos desnudos.Yasmin estaba sentada entre dos marineros, que se rean y se hacan seas por encima de su cabeza; deban creer que haban encontrado lo que buscaban. Yasmin beba su cctel de champn y tena siete vasos vacos delante. Desde luego, ella s haba encontrado lo que buscaba. Frenchy cobraba ocho kiam por cctel, que comparta con la chica que los peda. Yasmin ya haba limpiado treinta y dos kiam a esos alegres vagabundos del mar y, por el aspecto que tena, an iba a arrancarles ms, la noche era joven todava. Y eso sin incluir las propinas. Era una joya digna de ser contemplada, poda separar a un tipo de su dinero ms rpido que nadie, excepto quiz Chiriga.Haba varios asientos libres en la barra, uno cerca de la puerta y otros al fondo. No me gusta sentarme cerca de la puerta, pareces una especie de turista o algo as. Me dirig al oscuro interior del club. Antes de que llegase al taburete, Indihar se me acerc.Estar ms cmodo en un silln, seor dijo ella.Sonre. No me reconoci con mis ropas y sin mi barba. Sugiri el silln porque si me sentaba en el taburete, no podra sentarse cerca de m y trabajarme la cartera. Indihar era una persona bastante agradable, nunca haba tenido ningn incidente con ella.Me sentar en la barra dije. Quiero hablar con Frenchy.Me hizo un gesto indiferente, se dio media vuelta y sorte a la gente. Como un halcn de caza, haba avistado tres mercaderes de rica apariencia sentados con una chica y un transexual. Siempre haba espacio para una ms. Indihar hinc sus garras.Dalia, la chica de la barra de Frenchy, se acerc a m, pasando la bayeta por el mostrador. Dio un par de pasadas a la mancha que haba ante m y dej caer un posavasos de corcho.Cerveza? pregunt.Ginebra y bingara con un chorrito de lima ped. Me mir parpadeando. Mard?Mi nuevo aspecto dije.Solt la bayeta en la barra y me mir. No dijo ni una palabra hasta que recuper el aliento.Dalia? dije.Abri la boca, la cerr y la volvi a abrir.Frenchy grit, est aqu!Yo no saba lo que significaba aquello. La gente de mi alrededor se volvi para mirarme. Frenchy se levant de su asiento cerca de la caja registradora y avanz con estruendo hacia m.Mard dijo, he odo que has agarrado a ese tipo que se carg a las hermanas.Me daba la impresin de que ahora era alguien importante.Oh, en realidad, l me agarr a m. Lo estaba haciendo muy bien, hasta que decid ponerme serio.Frenchy sonri.Eres el nico que ha tenido huevos de ir tras l. Los mejores de la ciudad iban diez pasos por detrs de ti. Has salvado un montn de vidas, Mard. A partir de ahora, bebers gratis aqu y en cualquier lugar de la Calle. Sin propinas, tampoco, dar la orden a las chicas.Era el nico gesto significativo que Frenchy poda hacer, y yo lo apreci.Gracias, Frenchy dije.Aprend muy rpido lo embarazoso que puede resultar ser un gran tipo.Hablamos un rato. Intent convencerle de que an quedaba un segundo asesino en la ciudad, pero no quiso creerlo. Prefiri pensar que el peligro haba pasado. Despus de todo, yo no tena pruebas de que el asesino continuara en la ciudad. Desde la muerte de Nikki no haba empleado un cigarrillo para quemar a nadie.Qu ests buscando? me pregunt Frenchy.Mir el escenario donde Blanca bailaba. Ella era quien haba descubierto el cadver de Nikki en el callejn.Tengo una pista y una idea de lo que le gusta hacer a sus vctimas.Le habl a Frenchy del moddy que Nikki llevaba en el bolso, y de los morados y las quemaduras de cigarrillo en los cuerpos.Frenchy pareca pensativo.Sabes dijo . Recuerdo que alguna chica me habl de un tipo que se haba ligado.Qu te cont? Intent quemarla o algo as? Frenchy sacudi la cabeza.No, eso no. Por lo que me dijo, cuando le quit las ropas al tipo, estaba lleno de quemaduras y seales.Quin era, Frenchy? Necesito hablar con ella.Retrocedi a mediados de la semana anterior, tratando de recordar.Ah dijo al fin , fue Maribel.Maribel? pregunt con incredulidad.Maribel era la vieja que ocupaba un taburete en el ngulo de la barra. Andaba entre los sesenta y los ochenta, haba sido una bailarina medio siglo antes, cuando an tena un rostro y un cuerpo. Luego dej de bailar y se concentr en los aspectos de la industria que proporcionaba beneficios lquidos ms inmediatos. A medida que se haca mayor, tuvo que bajar su margen de ganancias para poder competir con los nuevos modelos. Ahora llevaba una peluca de nylon rojo que tena todo el aspecto y la prestancia del csped del distrito europeo. Nunca haba tenido dinero para hacerse modificaciones fsicas o mentales. Rodeada de los cuerpos ms hermosos que se puedan comprar con dinero, su rostro la haca parecer ms vieja de lo que era. Maribel se encontraba en clara desventaja. Sin embargo, la super por medio de astutas tcnicas de marketing que hacan hincapi en la atencin personalizada y en la satisfaccin del cliente: por el precio de un cctel de champn, proporcionara al hombre que estuviera a su lado el beneficio de su destreza manual y sus aos de experiencia. En la misma barra, sentados y charlando como si estuvieran solos en la habitacin de cualquier motel. Maribel suscriba el clsico proverbio rabe: Las mejores atenciones se hacen de prisa. Claro que ella realizaba la mayor parte del trato, pero si no te fijabas de cerca o el tipo no poda disimular la expresin de su rostro no te enterabas de que semejante encuentro ntimo estaba teniendo lugar.La mayora de las chicas se hacan invitar a siete u ocho ccteles antes de empezar a negociar. El reloj de Maribel estaba estropeado, no tena tiempo para eso. Si Yasmin pareca un Neiman-Marcus, y lo era, en mi opinin, Maribel era las rebajas del centro comercial del loco Abdul de las busconas.Por eso me costaba creer la historia de Frenchy. Maribel no tena la oportunidad de ver las cicatrices de su pavo. No, si estaba sentada en la esquina de la barra.Se llev a ese tipo a su casa dijo Frenchy, sonriente.Quin se ira a casa con Maribel? Era difcil de creer.Alguien que necesitara dinero.Hija de puta. Paga a los hombres por joder con ella?El dinero circula como nada en este mundo.Le di las gracias a Frenchy por la informacin y le dije que necesitaba hablar con Maribel. Se ri y volvi a su silla. Me traslad al taburete que haba junto a ella.Hola, Maribel salud.Tuvo que mirarme un rato antes de reconocerme.Mard dijo feliz.Entre la primera slaba y la segunda, su mano se pos en mi regazo.Me invitas a un cctel?De acuerdo.Indiqu a Dalia que le sirviera un cctel de champn a la vieja. Dalia me dirigi una turbia sonrisa y yo me limit a encogerme de hombros, indefenso. Las chicas y las transexuales del club de Frenchy siempre tienen una copa alta de acero para el agua con hielo junto a sus bebidas. Dicen que es porque no les gusta el sabor del licor y que para bajar todo ese alcohol necesitaba beber agua helada con l. Beben un poco de champn o de un licor fuerte y luego pasan al agua con hielo. Los pavos piensan en lo duro que debe resultar para esas pobres chicas tener que tragar cada noche veinte o treinta copas si no les gusta el alcohol. La verdad es que nunca se tragan la bebida, la escupen en la copa de metal. A cada rato, Dalia retira la copa y la vaca con el pretexto de refrescar e) agua helada. Maribel no necesitaba la copa para escupir. Le gustaba la bebida.Deba admitirlo, la mano de Maribel era tan diestra como una silversmith. Creo que la prctica la haba hecho perfecta. Estaba a punto de decirle que se detuviera, cuando me dije a m mismo, qu demonios! Era una instructiva experiencia.Maribel, Frenchy me ha contado que viste a alguien con marcas de quemaduras y morados por todo el cuerpo. Recuerdas a quin?Le vi?Alguien que fue a casa contigo.Cundo?No lo s. Si pudiera encontrar a esa persona, me dira algo que salvara algunas vidas.De verdad? Obtendra yo algn tipo de recompensa?Cien kiam, si lo recuerdas.Eso la detuvo. No haba visto cien kiam juntos desde sus das de gloria y eso perteneca a otro siglo. Se sumi en sus desordenados recuerdos, e intent dibujar un desesperado cuadro mental.Te lo dir, vi a alguien as, me acuerdo muy bien, pero por mi vida, no puedo recordar a quin. Aunque lo conseguir. Lo de la recompensa...Sigue en pie. Cuando lo recuerdes, llmame o dselo a Frenchy.No tendr que repartir el dinero con l, verdad?No la tranquilic.Yasmin estaba en el escenario. Me vio sentado con Maribel, y el brazo de sta movindose arriba y abajo. Yasmin me lanz una mirada de enfado y dio media vuelta. Me re.Gracias, pero ya est bien, Maribel. Te vas, Mard? pregunt Dalia. No ha tardado mucho.A dar una vuelta, Dalia dije.Sal del club de Frenchy preocupado porque mis amigos, Okking, Hassan y Friedlander Bey, se crean a salvo. Casi deseaba que hubiera ocurrido algo terrible, slo para que se convencieran de que yo tena razn, pero no quera sentirme culpable por ello.En medio de su alivio y celebracin, estaba ms solo que antes.

19

Eso no es lo que t deseas.Audran le mir. Wolfe estaba sentado como una estatua satisfecha de s misma, con los ojos medio cerrados, los labios un poco hacia afuera, metindolos y sacndolos. Movi la cabeza una fraccin de milmetro y me mir.Eso no es lo que t deseas repiti.S, lo deseo grit Audran. Quiero que todo esto acabe.Sin embargo... levant un dedo y lo movi, tienes la esperanza de que exista una solucin fcil, alguna que no amenace peligro o, lo que es an peor, tu modo de pensar, horrible. Si Nikki ha sido asesinada limpia y llanamente, debas haber capturado sin piedad a sus asesinos. De esa manera, la situacin se ha hecho ms repulsiva todava y slo deseas esconderte de ella. Mira dnde ests, acurrucado en la despensa de un pobre y humilde fellah.Le mir con desaprobacin.Audran sinti su censura.Quieres decir que no lo he hecho bien? T eres el detective, no yo. Slo soy Audran, el negro que se sienta en el bordillo con las tazas de plstico y el resto de la basura. T siempre dices que ningn radio conducir a la hormiga al centro de la circunferencia.Sus hombros se levantaron medio centmetro, y luego se dejaron caer. Estaba siendo compasivo.S, lo digo. Pero si la hormiga recorre los tres cuartos de la circunferencia antes de elegir un radio, puede perder algo ms que tiempo.Audran separ sus manos, indefenso.Me encuentro cerca del centro a mi torpe modo. As que, por qu no empleas tu excntrico genio y me dices dnde puedo encontrar a ese otro asesino?Wolfe apoy las manos en los brazos de su silln y se levant. Tena una expresin severa y apenas se percataba de mi presencia mientras caminaba. Era el momento de dedicarse a sus orqudeas, que, junto con la comida, eran lo ms importante del mundo para l. Cuando me quit el moddy y volv a ponerme los daddies especiales, me hallaba sentado en el suelo de la despensa de Jarir, con la cabeza entre las rodillas. De nuevo con los daddies, me senta invencible, sin hambre, cansancio, sed, miedo ni furia. Apret la mandbula y me pas la mano por el desgreado cabello; haba hecho cosas magnficas. chate a un lado, amigo, esto es un trabajo para...Para m, creo.Mir el reloj y vi que la noche empezaba. Muy bien; todos los pequeos degolladores y sus vctimas habran salido ya.Deseaba demostrarle a ese gordo de Nero Wolfe que la gente real tiene tambin astucia. Quera vivir el resto de mis das sin sentirme siempre como si me hubiera rendido en los ltimos segundos. Eso significaba atrapar al asesino de Nikki. Saqu el sobre del dinero y cont los billetes. Haba ms de cincuenta y siete mil kiam. Esperaba que fueran poco menos que cinco. Contempl el dinero durante largo rato. Luego, lo dej a un lado, saqu mi caja de pldoras y me tragu doce paxium sin agua. Sal de la pequea habitacin y de casa de Jarir sin decirle una palabra.Las calles de esa zona de la ciudad estaban ya desiertas, aunque cuanto ms me aproximaba al Budayn, ms gente vea. Atraves la puerta Este y fui