Cuenta Pública 2012 Vicerrectoría Académica.doc

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    CUENTA ACADMICA 2012VICERRECTORA ACADMICA

    Cuando se me record que para el da de la universidad era tradicin que la VRApresentara una cuenta acadmica, no slo comprob que ya tenemos tradiciones, sinoque tuve la duda si, en el contexto de nuestros 15 aos y en el marco de las vicisitudes

    que hemos vivido las ltimas semanas, corresponda o no realizar esa cuenta en el da dehoy. O si, ms bien, lo que caba era un balance ms completo y diverso de nuestratrayectoria institucional en esta dcada y media y de nuestra condicin actual. Balanceque, por cierto, ya no correspondera a la VRA realizarlo.

    Como ante la duda no poda abstenerme, la compart, como corresponde, con elProrrector. La respuesta fue inmediata: la idea era mantener la tradicin de presentar,con ocasin del aniversario de la universidad, una cuenta acadmica, como todos losaos, por parte de la vicerrectora correspondiente.

    Reflexionando sobre mi duda y la respuesta que a ella obtuve, creo haber llegado acomprender que esta insistencia en dar esta cuenta tiene un sentido y una significacin

    ms profunda, que la sola mantencin de una costumbre: es un modo de recordar oinsistir en que el centro de nuestro proyecto universitario est en lo acadmico. Esa es sunaturaleza y, por tanto, justamente, con ocasin de los 15 aos y en el contexto queestamos viviendo, conviene reafirmarlo, del mismo modo como lo hemos hecho, ao aao, desde nuestra fundacin como universidad. Dando cuenta, principalmente, de losavances y logros en el campo de la docencia y de la investigacin. Y tambin de losdesafos que vemos en el horizonte.

    Antes de entrar en el detalle de algunos datos que ilustran nuestra realidad acadmicadurante este ao 2011 2012, quisiera compartir con ustedes un par reflexiones sobrealgunas de las implicancias de mantener como referente permanente de nuestroproyecto universitario su carcter acadmico, por obvio que esto parezca.

    Esta opcin implica que debemos perseverar en la bsqueda de aquellas formas deorganizacin que mejor se adapten a nuestras necesidades acadmicas, como lo fue, porejemplo, la creacin de facultades el ao 2006 y la adscripcin de los centros a estanueva estructura. Las decisiones que tomemos en el mbito organizacional deben estarcomandadas por los requerimientos de nuestra actividad principal.

    Implica tambin que las estrategias de financiamiento que debemos seguir creando yrecreando, frente a los desafos que permanentemente nos coloca la sustentabilidadeconmica de nuestro proyecto, deben ser evaluadas por su capacidad para proveernoslos recursos necesarios para mantener los estndares de calidad acadmica que noshemos propuesto. (La informacin conocida ayer, por ejemplo, en el ranking de la revista

    Amrica Economa, respecto a una baja en la calificacin de nuestra calidad docente,asociada a las caractersticas de nuestra planta acadmica, debe ocupar nuestraatencin).

    Mantener como referente permanente de nuestro proyecto universitario su carcteracadmico, implica, tambin, que los grados de institucionalizacin del funcionamientointerno y de las formas de participacin deben seguir respondiendo a las necesidadesacadmicas de nuestro proyecto, y avanzar de acuerdo a su estadio de desarrollo.

    Implica, por ltimo, y esto as lo hemos comprobado no sin tensiones en las ltimas

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    semanas, no descuidar y, por el contrario, reforzar las formas de convivencia que mejorfavorezcan y permitan el desarrollo de nuestro proyecto acadmico. Si cualquiercomunidad requiere claridad y respeto a su formas de convivencia, ms relevante resultaello en una comunidad que ha hecho de la creacin de conocimiento y de la formacin,sus razones de ser.

    En el marco, entonces, de un proyecto universitario que pone en el centro su

    preocupacin por el quehacer acadmico, preguntmonos por lo qu ha sucedido, esteltimo ao, el quinceavo de nuestra breve historia, con aquellos indicadores quetradicionalmente utilizamos para monitorear cuestiones fundamentales de nuestraactividad acadmica.

    En trminos de matrcula, al cabo de 15 aos, somos una universidad compuesta por4.883 estudiantes de pregrado, distribuidos en 27 carreras y 4 bachilleratos; conalrededor de 613 estudiantes de postgrado, distribuidos en 23 programas de magster yun doctorado; a lo cual se suman unos 415 estudiantes de diplomados en ms decuarenta programas de formacin continua. En total, considerando todos los niveles deformacin, bordeamos casi los 6.000 estudiantes.

    En este aspecto, el ao 2012 constituir un hito en nuestra trayectoria institucional,sealando el momento en el cual nos incorporamos al proceso de admisin va DEMRE,

    junto a ms de otras 30 universidades del pas; un mecanismo ms competitivo ytransparente utilizado hasta este ao slo por las universidades del CRUCH. Bajo estamodalidad, en un marco no exento de incertidumbres, este ao ingresaron 1.475estudiantes de pregrado, 192 ms que el ao pasado, lo que representa un incrementodel 15%, completndose el 100% de la matrcula ordinaria por esta va.

    En el caso de los programas de postgrado, este ao 2012 ingresaron 210 nuevosestudiantes, lo que constituye un alza del 16% respecto al ao anterior. No ocurri lomismo en el caso de los diplomados donde experimentamos una baja de alrededor del19%, cuestin que debe llevarnos a ajustar nuestra oferta en esta rea.

    Con estas cifras, hemos mantenido, en lo que respecta a nuestras reas de formacin depregrado, la tercera posicin entre las universidades privadas de la regin metropolitana,segn el ranking de estudiantes matriculados. Los puntajes promedio PSU de quienesingresaron, ubican a la universidad por sobre la media de las universidades de Santiago,situando a muchas de nuestras carreras entre los tres primeros lugares. El ingreso de launiversidad al sistema nico de seleccin y admisin va DEMRE, habiendo mantenidonuestros puntajes promedio PSU y aumentado el ponderado, nos posiciona en laactualidad como una universidad consolidada en nuestras reas de formacin y con unademanda consistente.

    Bien sabemos que esta expansin en la matrcula de pregrado, mirada con la perspectiva

    que dan los 15 aos, va mucho ms all de las cifras, habiendo impactado tanto en lascaractersticas y composicin del estudiantado como del cuerpo docente que permiteresponder a sus necesidades de formacin. Esta transformacin, sus implicancias y elmodo de responder a ellas seguirn estando al centro de los desafos de los prximosaos, bajo distintas formas y tensiones. Entre ellas, por ejemplo, los modos de conjugar elser una de las universidades ms inclusivas del sistema y, al mismo tiempo, ser unauniversidad de excelencia acadmica.

    Siempre en el terreno de la formacin, este ao 2012 comenzamos con tres nuevascarreras de pregrado: Geografa, con 33 estudiantes, un nmero superior a nuestras

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    expectativas, y con un puntaje promedio PSU de 568 puntos. Tambin se iniciaron lascarreras de Licenciatura en Teora e Historia del Arte, con 9 estudiantes, y Pedagoga enArtes Visuales, con 20 estudiantes.

    Recientemente hemos aprobado la creacin de la carrera de Arqueologa y, a lo largo delao, tres nuevos programas de magster (Magster Interdisciplinario en IntervencinSocial; Magster en Didctica de la Matemtica; y Magster en Historia de Chile

    Contemporneo). Pero lo que, sin duda, ms marcar este ao 2012, en el proceso decreacin de nuevos programas, ser la aprobacin de dos nuevos doctorados: el primero,en Filosofa y, el segundo, en Educacin, en consorcio con la UDP. Todos estos programascomenzarn sus actividades el ao 2013.

    En cuanto a los procesos de acreditacin, otro de los indicadores que hemos relevado enel monitoreo de nuestros procesos acadmicos, hemos iniciado un nuevo ciclo de re-acreditacin de nuestros programas. Este ao se present a re-acreditacin Pedagoga enFilosofa, Pedagoga en Ingls, Educacin Parvularia y, en todos los casos, estas carrerasno slo fueron reacreditadas sino que aumentaron sus aos de acreditacin.Actualmente, ocho carreras se encuentran en proceso de autoevaluacin. Y,prximamente, dos programas se presentan por primera vez a esta instancia: Pedagoga

    en Artes Visuales y Ciencia Poltica y Relaciones Internacionales. As, finalizado este ciclo,la universidad contar con 20 programas de pregrado acreditados, vale decir, todos losque tcnicamente pueden ser presentados. En cuanto a programas de postgrado,contamos con cinco magsteres y un doctorado acreditados. Y se encuentran en procesode autoevaluacin otros tres programas de magster. Esto significa que al trmino de esteperodo contaremos, entre pregrado y postgrado, con 29 programas acreditados.

    Sabemos, tambin, que con la creacin de cada nuevo programa de pregrado, estamosocupando, tal vez, los ltimos espacios de formacin disponibles en las reas en lascuales hemos decidido concentrarnos. Ello implica que prontamente nuestro desafo noser ya la creacin de nuevos programas sino la mantencin de los nichos que hemosocupado, siendo capaces de sostener en el tiempo los estndares de calidad alcanzados.

    En este sentido, los procesos de acreditacin si bien son una condicin necesaria paracertificar nuestra calidad, no siempre son una condicin suficiente. Las exigencias quenos plantear la mantencin de los niveles alcanzados, tanto de matrcula como decalidad, sern cada vez mayores. La mirada ya no va estar solamente puesta en lasfortalezas de nuestros programas y planes de estudio, sino en cmo nuestros egresadosevidencien, oportuna, acadmica y profesionalmente, la calidad de la formacin recibida.

    La naturaleza acadmica de nuestro proyecto universitario, bien lo sabemos, no se juegasolo en nuestras actividades de formacin. La investigacin y la capacidad de difundir susresultados en crculos acadmicos o cientficos cada vez ms exigentes, son parteconstitutiva tambin de nuestra vocacin acadmica.

    Satisfactoriamente, en el rea de la investigacin y las publicaciones se mantiene latendencia al aumento de la produccin acadmica, observada ya desde hace dos o tresaos. Es as como en los prximos meses nuestra universidad estar ejecutando 30proyectos Fondecyt, 14 de los cuales fueron adjudicados en los concursos 2012 y 16 seencuentran ya vigentes.

    Este impulso a nivel de proyectos de investigacin se observa tambin en el plano de laspublicaciones. Es as como a lo largo del ao 2011 se publicaron 23 artculos en revistasISI, 17 en revistas SCIELO y 20 en otras revistas con referato; a ello se sum lapublicacin de 12 libros y de 35 captulos de libros. En lo que respecta a este ao 2012,

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    hasta el mes de mayo se tena registrada la publicacin de 5 libros, de 7 captulos delibros, 11 artculos ISI, 5 artculos Scielo y 2 artculos en revistas referadas y 8 en otrasrevistas y publicaciones.

    La importancia de la investigacin en la sustentabilidad futura de nuestro proyectoacadmico, no viene dada exclusivamente por nuestra misin y voluntad de fortalecernoscomo comunidad acadmica que aporta en la generacin de conocimiento, ponindolo al

    servicio de nuestras disciplinas, de la formacin acadmica y profesional y de lasnecesidades del pas. Esa importancia est dada tambin porque es predecible que laposibilidad de disponer de recursos, que no provengan exclusivamente de los ingresosasociados a la docencia, sino, probablemente, de fondos pblicos, va a estarcondicionada a demostrar que efectivamente somos una universidad compleja. La opcininstitucional, por ejemplo, de apoyar la creacin de nuevos programas de doctorado,estrechamente ligados a lneas y reas de investigacin, se ubica en esa direccin.

    Hasta ah la cuenta. Puede parecer paradojal que un balance como el presentado paraeste ltimo ao, en trminos generales positivo, o al menos consistente con los avancesde los ltimos aos, vaya acompaado de la reflexin que hiciramos al comienzo deesta cuenta, que apuntaba, por si no lo recuerdan, a la necesidad de reforzar o insistir en

    la centralidad de lo acadmico en nuestro proyecto universitario.

    Por qu esta reiteracin, a la luz de resultados acadmicos bastante acordes connuestra trayectoria, con los recursos humanos y materiales disponibles y con lascondiciones externas dadas por el sistema universitario en el que nos tocadesenvolvernos?

    En primer lugar, porque la historia de nuestros primeros 15 aos, si bien es una historiade logros y realizaciones, como lo muestra el video que viramos hace un rato, estambin una historia de perseverancia en un proyecto cuya viabilidad y sustentabilidadha habido que demostrar casi ao a ao. Reconocer, a estas alturas de nuestrodesarrollo, que nuestra existencia depende an de frgiles equilibrios entre aranceles

    comparativamente bajos, beneficios estudiantiles relativamente amplios y calidadacadmica reconocidamente alta, no puede ser visto ni ledo como un reclamo ni comouna advertencia. Por el contrario, es el reconocimiento de una realidad que noscompromete cotidianamente y que demanda nuestros mejores esfuerzos y toda nuestraenerga; pero, al mismo tiempo, hay que decir que ese compromiso requiere tambinmucha claridad respecto de los sentidos que la justifican y la hacen posible. Esos sentidosestn dados por la misin de nuestra universidad y por su traduccin en un proyectoacadmico universitario sustentable.

    En segundo lugar, la reiteracin cabe porque lo que nos rene y compromete no son sololos fines que perseguimos sino tambin la manera como los conseguimos. En efecto,cuando hace tres aos actualizamos el proyecto formativo de la universidad, no slo

    explicitamos las finalidades a partir de las cuales podan ser evaluados sus resultados,sino que reconocimos que el logro de esas finalidades requera de ciertas condiciones ycomprometa distintas responsabilidades de parte de quienes conformamos la comunidaduniversitaria. En efecto, los fines de nuestro proyecto universitario no pueden alcanzarsede cualquier modo ni bajo cualquier condicin o circunstancia. Nuestra responsabilidadrespecto del proyecto acadmico que nos rene se juega, principalmente, en lacapacidad que tengamos de crear y cuidar las condiciones que lo hacen posible. Esasresponsabilidades deben estar claras, deben ser conocidas y ser exigibles.

    En tercer lugar, porque la naturaleza acadmica del proyecto de la UAH, sus

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    caractersticas y sus propsitos formativos es lo que en distintos momentos haconvocado y ha reunido a quienes han sido parte de l y a los que lo conformamos hoy.La verdad es que probablemente la mayora de los que hoy somos parte de la UAH no noshubisemos conocido siquiera si no hubiese sido por habernos sentido atrados einspirados por las caractersticas de su proyecto acadmico. Si eso es as, la posibilidadde seguir creciendo como comunidad universitaria est fuertemente condicionada a lavigencia y vitalidad acadmica de dicho proyecto. Podremos tener inquietudes

    compartidas en el plano del ejercicio de nuestros derechos ciudadanos o polticos o biencoincidir en nuestras creencias, pero nada de ello es anterior o ha operado comorequisito para la identificacin con el proyecto acadmico que compartimos. Si estamosaqu, es por que adherimos voluntariamente al proyecto de la universidad y, en el casoque ese nivel explcito de adhesin no existiese, al menos debe existir la voluntad derespetarlo, lo cual es aplicable a acadmicos, administrativos, estudiantes y directivos.

    Por ltimo, es importante insistir en el carcter acadmico de nuestro proyecto porque sies la actividad acadmica lo que nos rene, ella debiese ser la referencia permanentepara la resolucin de cualquier otro tema o tensin. Y en los hechos as sucede aunquesea de modo casi imperceptible, hasta el momento en que deja de suceder. De maneracasi natural aunque no lineal, muchas de las caractersticas propias de la actividad

    acadmica tienden a ser proyectadas como caractersticas deseables y esperables de laorganizacin que nos cobija: el respeto a la opinin del otro, las posicionesargumentadas, la veracidad, la aceptacin del juicio divergente, son cuestiones propiasdel quehacer acadmico. Por eso nos sorprende y rebela cuando esos valores sonvulnerados en el seno de la comunidad acadmica o no son defendidos con claridad.

    El solo hecho que estemos cumpliendo el quinceavo ao de existencia, la verdad es queno hace este ao muy diferente al que lo precedi ni al que vendr. Sin embargo, porrazones simblicas, constituye un hito o, ms bien, lo constituimos en un hito. Los hitosson importantes. Balizan el camino. Permiten reconocer de donde venimos y, en algnsentido, permiten tambin explicitar hacia donde vamos. Los hitos congregan, renen.Facilitan el reconocimiento mutuo. Los hitos permiten tambin que nuestro discurso se

    encarne en prcticas cotidianas, se concrete en acciones y que nos sintamos parte deuna comunidad mayor, que nos precedi y que perdurar ms all de nosotros.Sin embargo, y finalmente, y esto lo he aprendido ahora, los hitos no siempre requierende acontecimientos especiales o extraordinarios, pueden ser construidos o celebradosrealizando gestos ms o menos habituales, tales como la cuenta acadmica quetradicionalmente hemos realizado. Lo que los hitos permiten, tal vez, es renovar lossentidos y significados de esos gestos.

    Muchas gracias.