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Sobre la Discusión Inútil En un pequeño costurero se encontraron un alfiler y una aguja y, como no tenían nada que hacer, armaron una trifulca sin ton ni son. El alfiler dijo a la aguja: - Y tú, ¿cómo piensas pasar la vida sin tener una cabeza? ¿No te parece que eres una completa inútil? La aguja contestó: - Y a ti, ¿de qué te sirve la cabeza si no tienes un ojo? - ¿Y de qué te sirve un ojo si siempre tienes algo en él? -Replicó el alfiler . - Pues yo, con el hilo en mi ojo, puedo hacer muchas más cosas que tú -se justificó la aguja. El alfiler argumentó:

CUENTOS MARAVILLOSOS.docx

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Sobre la Discusin IntilEn un pequeo costurero se encontraron un alfiler y una aguja y, como no tenan nada que hacer, armaron una trifulca sin ton ni son.

Elalfilerdijo a la aguja:

- Y t, cmo piensas pasar la vida sin tener una cabeza? No te parece que eres una completa intil?

Laagujacontest:

- Y a ti, de qu te sirve la cabeza si no tienes un ojo?

- Y de qu te sirve un ojo si siempre tienes algo en l? -Replic elalfiler.

- Pues yo, con el hilo en mi ojo, puedo hacer muchas ms cosas que t -se justific la aguja.

El alfiler argument:

- S, pero tendrs una vida corta y en constante dependencia del hilo. No te parece?

Mientrasla aguja y el alfilerdisputaban, sobre su utilidad e inutilidad, entr una joven en la costurera y, deseando costurar un mantel, cogi la aguja y se puso manos a la obra por algunos momentos.

Rato despus, estando en pleno acto la empeosa seorita, tuvo un altercado que termin rompiendo el ojo de la aguja. Entonces, la dama cogi el alfiler y, atando el hilo a la cabeza del alfiler, intent acabar su trabajo. Pero, sucedi que la fuerza empleada por la costurera concluy arrancando la cabeza del mentado instrumento. As, la joven, completamente disgustada, echndolo junto a la aguja que yaca en el costurero, ser march.

Entonces, una vez ms el alfiler dijo a la aguja:

- Con que aqu otra vez los dos, verdad? No obstante, un momento despus, lamento: -Amiga, parece que el infortunio nos ha hecho comprender nuestra pequeez; no tenemos ya motivo para seguir creando ms rias.

No hay peor mal que crear discusiones intiles.

El Agua MagicaEn una aldea viva una pareja que se pasaba todo el tiempo discutiendo. Un da, los vecinos cansados de tantos gritos visitaron a la mujer y le recomendaron que visitara al sabio que resida en lo alto de la montaa y que tena en su haber un agua mgica que curaba todo.

La mujer escuch el consejo y fue a ver al sabio. Le cont, con lgrimas en los ojos, cul era el problema con su pareja. Despus de escucharla atentamente, el hombre le entreg una botella llena de agua dicindole: Toma esta botella de agua y cuando tu pareja comience a pelear, discutir, maldecir... toma unas gotas de esta botella y mantn el agua en tu boca. No la escupas ni la tragues hasta que tu pareja se calme. Hazlo cada vez que comience la discusin. Si as lo haces, dejarn de gritar, discutir y pelear. Gracias dijo la mujer.Y regres a su casa con la botella deagua mgica.Cuando escuch que entraba su esposo y comenzaba con los habituales gritos: Dnde estuviste? Por qu no est lista la comida? Sin contestarle, tom un poco del agua y la mantuvo en su boca, mientras su pareja segua gritando. Al ver que ella no le contestaba, el hombre call.La mujer prepar la comida mientras susurraba una alegre meloda. Despus de un rato, nuevamente empez el hombre a pelear: Mira la casa! Est sucia y desarreglada!Ella, sintindose ofendida, quiso responderle; pero, en vez de ello, tom un sorbo de agua de la botella y guard silencio.El hombre, al ver que su mujer no responda, tambin guard silencio.Y as fueron pasando los das. Cada vez que l comenzaba a discutir, ella tomaba el agua mgica de la botella y esperaba a que l se tranquilice. Y cuando ella tena ganas de discutir, tomaba el agua mgica y se calmaba. Con el tiempo ambos dejaron de discutir y aprendieron a vivir en paz.Despus de un tiempo, la mujer le cont a su pareja acerca delagua mgicay juntos decidieron visitar al sabio que haba cambiado sus vidas.Despus de haber llegado a la montaa, donde resida el sabio, manifestaron su agradecimiento por el favor recibido. Pero ste, tras escucharles, coment:No es agua mgica la que les he dado, sino agua simple. La accin de controlarse es la que les ense a vivir sin peleas, dndose tiempo antes de responder, pensando en qu y cmo decir las cosas.