Da Comienzo La Epistola Referente Al Oro Potable

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DA COMIENZO LA EPISTOLA REFERENTE AL ORO POTABLEY A LA P1EDRA FILOSOFAL, ENVIADA AL SUMO PONTIFICEConocedor de los elementos ordenadores y anunciador de los mismos por razn del sudor, el estudio, el trabajo y la extensin del tiempo, este opsculo, fruto de las vigilias y la investigacin diligente, lo he grabado en mi corazn a fin de adquirir la claridad de los elementos oscuros. Y para que confie los secretos de la naturaleza a la memoria de la vida, ahora es preciso llevar a trmino dos objetivos: uno, ciertamente, en una realidad tan noble y dificil como es implorar la ayuda de Dios. Y como he tenido por costumbre expresar mis augurios en un lenguaje breve, dirijo mis palabras a los sabios, quienes conocen que de las realidades ms pequeas se hacen las cosas mayores. Mi lenguaje es corriente y fcil, y ninguna cosa en l ha de ser sobreentendida.Santisimo Padre, escribo a tu Santisima majestad en la prolongacin de tu vida, pero me han dicho que t eres muy sano y el hombre sano no necesita del medico. Yo digo que la medicina es la ciencia con la que se sana, de forma que una vez obtenida la salud se conserva y una vez perdida se recupera. Porque no podemos, en efecto, permanecer en el mismo estado, ni descansar ... ? ... para mejor o para peor, pero creo que nos aproximamos a esa realidad nobilsima con el devenir de los aos. De hecho, el alma de cada uno es libre para creer y quien tiene mayores deseos se inclina con mayor vehemencia a ello. En consecuencia, he decidido dejarlo para las observaciones de esas realidades.Ciertamente, no debo nada a nadie y sigo mis propios juicios; por esa razn creo que en esto sigo a mis mayores, cuya valoracin es justa. Beatsimo Padre, es verdad que me ha sido dicho que escribiria la forma por la que deseo obrar. Como persona obediente y sencilla, he deseado obrar, porque quien camina con sencillez, anda confiadamente. Sin embargo, no debera escribir un secreto de tal importancia, a fn de que no llegue a manos de las gentes sin cultura y de los infieles, porque la letra escrita permanece y las perlas no son alimento apropiado para los cerdos. Verdad es que en los textos escritos, no he encontrado contenidos sino de forma alegrica y enigmtica, con los mayores apuros, trabajos y gastos, porque como dice el Apostol, con grandes trabajos entramos en el reino de los Cielos.No se obtiene gozo si antes no ha habido adversidad, y yo espero llegar a la luz despus de las tinieblas. Renunciando a las ideas universales y viniendo a las particulares porque lo universal no es otra cosa que la transformacin de muchos particulares en uno solo, Beatisimo Padre, como conoces bien y dice el filsofo, nosotros somos la substancia de lo que nos nutrimos, y al mismo tiempo somos el punto ms alto de lo que nos alimentamos; estamos compuestos de elementos, asi pues, nos alimentamos de stos y somos el mas alto de los elemenlos, sin duda, porque todas las cosas compuestas que existen en el mundo estn compuestas de los cuatro elementos.Veamos, en consecuencia, si es cierto que el microcosmos, que es el cuerpo humano, segun el filsofo, contiene los cuatro elementos: As aparece claramente, puesto que a traves de la bilis tenemos el fuego, clida y seca como el fuego; la flema fria y humeda como el agua; la sangre, clida y humeda como el aire; la melancolia, fria y seca como la tierra. Los humores del cuerpo humano son elementos, en consecuencia, estamos compuestos de los humores y de ellos nos nutrimos, y por la destruccin de stos somos reducidos a la nada. Pongamos en caso de que algn hombre sufre una enfermedad: pus, gota, podagra, hidropesa, lepra o enfermedades semejantes. Pues tambin las enfermedades provienen ciertamente de las alteraciones o corrupciones de los hombres.Y para demostrar con claridad lo que digo, pongamos el caso de alguien que tome una medicina emoliente, de forma que elimine todos los humores; a continuacin el hombre morir. Sin embargo, si pierde un miembro o dos no muere. Ocurre que, en el principio, el hombre no fue compuesto de miembros, sino de humores, que son elementos, como he dicho anteriormente. As, cuando el hombre muere retorna a su estado de substancia simple, a sus elementos simples, es decir el calor retorna al fuego, el espiritu al aire, los humores al agua, los huesos y la carne a la tierra; esto es evidente y as lo explica el filosofo, porque todo compuesto se disuelve en las partes de que ha sido formado. El hombre est compuesto de humores que son elementos y, en consecuencia, tambien deben ser disueltos; estos deben ser denominados accidentes de los hombres. sta es la nica medicina de la que me propongo tratar por completo, en un lenguaje breve, lo cual sigue a continuacin.Santisimo padre, qu quiere decir que uno es joven y que otro es anciano? Pues que el hombre no es abocado a la vejez por causa de los aos, sino por la prdida completa de los humores... Porque el calor natural nunca deja de devorar el humor radical hasta que llega la muerte. Y es as que los elementos del microcosmos se reducen cada da en elementos sencillos, ciertamente. El calor se reduce al fuego, como he dicho antes, y as cada uno delos elementos simples arrastra hacia si su semejante, como se evidencia en la muerte: la tierra atrae la carne y los huesos y de la misma forma los dems elementos atraen haca s a sus semejantes; por que todo semejante favorece a su semejante.As pues, si los humores fueran retornados al cuerpo, el hombre retornaria a la juventud porque poseeria de nuevo un corazn juvenil y el calor natural aumentara en l gracias a la suma de los humores, como el fuego en la suma de los leos. Y afirmo que los humores pueden restablecerse mejor en el cuerpo que el leo en el fuego. Como esto se realiza yo lo s, en efecto; s lo que digo, y solamente quiero decir y declarar a tu Santidad lo que nunca ha proclamado ningn filsofo sino de forma alegrica.Por esa razn los filosofos antiguos como Hermes, Scrates, Platn, Aristteles decan que no moran y que tenian en estima sus cuerpos porque eran indestructibles, y ello es cierto hablando de forma natural, si el Altisimo no hubiera constituido limites, etc. Dejando a un lado las opiniones de stos, descendamos a la materia de la que queremos tratar y veamos lo que dice el hermano Johannes Rupescissa, de la orden de los frailes menores, el cual escribi que posea la ciencia, el espritu proftico y habl asi:Toma el vino, noble, alegre, joven, lleno de sabor, el mejor que puedas encontrar. Y esto lo interpretan los ignorantes y los no iniciados al pie de la letra; comienzan la obra y al fnal no descubren nada.Pero entre los filsofos sutiles, que son amantes de la ciencia, en lugar de vino interpretan los humores del hombre joven, sano, regocijado, festivo, sanguneo y colerico, que son los ms nobles de condicin y de calor ms vehemente. El hombre dbil no es apropiado, porque sus humores han sido aniquilados y un rbol malo no da buenos frutos; conviene, por lo tanto, tomar los humores que son elementos, de los que nos nutrimos del hombre joven, sano y extraer y separar los elementos, como de costumbre, y destilar, purificar y remover por completo lo superfluo, a fin de que los humores, que son elementos, se debiliten y se conviertan en naturaleza y materia primera, que es ciertamente simple, como Adn al ser creado de aquelIa masa confusa llamada caos, que es la materia primera de todos los elementos. Despus, cuando estos elementos han sido reducidos a su naturaleza simple y primera, los elementos simples que estn en el lugar ms alto ejercitan su influencia en las virtudes de los elementos inferiores, por motivo del conocimiento del smbolo y de la amistad que les une, porque en los portadores del smbolo se produce fcilmente el trnsito una vez esos elementos han sido reducidos a su primera naturaleza. Porque ciertamente es en los elementos simples donde influyen las virtudes de los planetas a causa de la conveniencia que tienen con los elementos que le son prximos; uno atrae el otro hacia si. Y ciertamente cuando esas virtudes estaban en el cuerpo humano eran duros y bien unidos, pero despus se vuelven plidos y secos.Y a veces una sola virtud de esos simples ejercen su influjo en una virtud inferior, no porque los elementos simples no armonicen con los espesos y stos con los simples, sino porque son de la misma naturaleza, ya que Dios ha puesto en los hombres un ornamento mayor, como aprueban telogos y filsofos. El hombre es la ms digna de las criaturas y Dios lo ha hecho poco menos que un ngel, como dice el salmista, y por esa razn todas las virtudes de las hierbas, de las piedras preciosas y todas las dems virtudes existentes en el mundo mayor estn en el mundo menor, que es el hombre. Y claramente se deduce de los escritos de los sabios que si el mundo menor no tuviera esas virtudes, no existiria el mundo y en vano el hombre hablaria de este mundo menor, puesto que toda comparacin debe ser veridica, como afirma Tulio Cicern.Y digo que la misma diferencia existente entre el mundo mayor y el menor se da entre el hombre grande y el pequeo, puesto que si el hombre mayor tiene cabeza, corazn, venas, arterias y otros miembros organizados, tambin el hombre pequeo tiene miembros semejantes, o de lo contrario seria un monstruo de la naturaleza. Se diferencian, pues, por la cantidad y no por la cualidad; en eso radica la diferencia.Santsimo Padre, esos elementos ciertamente humores disuelven el oro en aceite sin perder su forma por razn del exceso del calor muy agudo y la nobleza que poseen; incluso puede apreciarse claramente que la fortaleza del microcosmos crece para disolver el oro. He aqui un ejemplo: si tomas un pedazo de carne y lo colocas al fuego durante cuarenta dias o ms, no habr sido consumido enteramente ni digerido como en una sola noche en el cuerpo humano. Es sabido que comemos alimentos no bien cocidos y otros bien cocidos y stos los digerimos en un espacio de seis horas; es claro pues que todo el poder del cielo y de la tierra estn en el hombre.No debes extraarte de que la mayoria de los que se han consagrado a esta actividad nada han encontrado, pues hasta el dia de hoy tan slo he conocido un hombre que posea esa ciencia, porque nunca los filsofos quisieron revelarla, sino de forma alegrica. En este oro liquido se pueden ver todos los colores de las piedras preciosas y los de las hierbas y sus virtudes, y vers un oro celestial que excede en todo al oro natural, de manera que si lo colocas junto a una moneda de un ducado, vers que brilla ms porque un ducado no tiene sino veinticuatro cuadrados (quilates), como mucho, mientras que nuestro oro liquido tiene mil, dos mil y ms, lo cual puede comprobarse por la experiencia.Santisimo Padre, deseo realizar esta obra a mis expensas, afin de no parecer farsante, como algunos que quieren hacer y probar el agua de vida y el oro liquido con agua extraida del vino, pero no obtienen agua de vida, sino de muerte, y es asi como sta devora la verdadera filosofia, la verdadera materia de los filsofos mdicos antiguos. Como dice Hipcrates en losPronsticos, existe una partcula primera, ciertamente celestial, que ya prevey el mdico, tan admirable y asombrosa era su prudencia. Qu existe, en consecuencia, ms apropiado para el hombre, sino aquello que sale de l con todo lo que es engendrado? De forma semejante, es engendrado en un tiempo de siete meses metafisicamente, porque lo que es de la naturaleza del hombre ste lo retiene y lo que es ajeno lo rechaza.Muchas otras cosas podra comentar sobre esta ciencia famosisima, pero har uso de la modestia y, como subdito, limitar su divulgacin a lo que hasta aqu he escrito.Aqui termina la epistola sobre el oro potable enviada al sumo pontifice.