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 ANO No FEBRERO 77 Ha y un a metodología Marxista? A partir d e l a la. Sección de El Capital Guillermo Rochabrún S Racionalidad e irracio nalida d en el capitalismo segun Max Weber Anton Bühler E l .proceso d e f ragmentaci ón de l a propied ad ru ral e n el Departa- mento de Cajamarca Mariano Valderrama L. Las operaciones del capital ex- tranjero en el contexto de su de- sarrollo global: el caso de W.R. Grace & Co. Luis Soberón A. Los asentamientos urbanos po- pulares: Un es qu em a inter pre ta- tivo Etienne Henry La nación como utopía: Tupac Amaru 1780 Alberto Flor es Galindo

Debates en Sociología Nº 01

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ANO 1

No. 1

FEBRERO 77

Hay una metodologa Marxista? A partir de la la. Seccin de "El Capital" Guillermo Rochabrn S. Racionalidad e irracionalidad en el capitalismo segun Max Weber Anton Bhler

El .proceso de fragmentacin de la propiedad rural en el Departamento de Cajamarca Mariano Valderrama L.

Las operaciones del capital extranjero en el contexto de su desarrollo global: el caso de W.R. Grace & Co. Luis Sobern A. Los asentamientos urbanos populares: Un esquema interpretativo Etienne Henry

La nacin como utopa: Tupac Amaru 1780Alberto Flores Galindo

Para el anlisis de los fenmenos sociopoliticos coyunturales: Premisas y perspectivas Francisco Delich La universidad: Una crisis de larga duracin

Enrique Bernales

COMITE EDITORIALRolando Ames Enrique Bernales Sinesio Lpez Orlando Plaza. Denis Sulmont

COORDINADORAlberto Flores Galindo

Luis Garca C. Manuel Manrique C.

CARATULA Y DIAGRAMACIONEliseo Guzmn

CORRECCIONBlanca Carrillo

CORRESPONDENCIADepartamento de Ciencias Sociales Pontificia Universidad Catlica del Per, Fundo Pando s/n. La responsabilidad intelectual de los

articulas publicados en DEBATES ensociolog ia corresponde a sus respectivos autores. El.sistema de notas y la divisin interna de los artculos empleados por los autores han sido respetados.

OFICINA D E PUBLICACIONES

Esta revista nace con el propsito que sugiere su nombre: someter a debate las investigaciones que realizamos en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Catbfca. Desde hace algunos afios hemos iniciado una amplia labor de investigacin en e l Departamento en distintos temas, mediante el empleo de diferentes metodofogas y tknicas. Esta labor de investigacin se ha difundido muy pocas veces a travs de la imprenta, quedando la maywEa de los trabajas r&ucidos a ta escasa circulacin dEtl rnirnetjgrafo, Es por esto aue eonsidcatamos necesaria contar con una revista que nos permita tener moyor difusin y establecer una comunicacin m& amplia ean todos aquellos que directa O indirectamente ire interesan por la marcha de las Ciencias Sociales en el pas. Nuestra labor se ha dado en los marcos de un relativo aislamiento, que arriesgaba terminar en una suerte de munlogo improductivo, Por eso, Debates presentara tos avances, las nuevas pistas, tos temas y problemas que esamos trabajando en estos momentos, antes que resultados acabados y completamente pulidos. los trabajos que ahora presentarnos han sido hechos p o ~ profesores que pertenecen al Area de Sociologa o que han estado vinculados a dla. En el futuro y manteniendo el carcter instituciortal de esta publicacin, esperamos recibir colaboraciones de cientficos sociales que laboran en otros centros universitarios o de investigacin, que contribuyan a abrir distintas perspectivas a los temas planteados en Debates. Queremos que Debates sea un aporte al conocimiento crtico de nuestra realidad, al desarrollo de la sociologia y la antropologa en el PerG, a la renovacin de las Ciencias Sociales y a su discusin fructfera. Este primer. nmero est dedicado a la Sociologa. El segundo tendr un contenido predominantemente antropolgico. Pensamos mantener este carcter alterno para asi presentar el trabajo que se hace en las dos reas que conforinan el Departamento. E l xito de la revista estar dado por la calidad de las colaboracion s por los lectores que congregue, y fundamentalmente, por los e, debates que propicie.Orlando Plaza, Jefe del Departamento de Ciencias Sociales

b y unam e t ~ k g mcmlna? oA partir de la l a . Seccin "El -

Capital"

Guillermo Rochabrn S.L presente artculo es la reformulacin de una clase del curso Temas de Economa Poltica ofrecida el 23

de Octubre de 1974. El contenido ha sido completamente modificado en su forma, conservando en algunos momentos su carcter hablado. Salvo algunas alusiones, toda la exposicin se limita a la Ia. Seccin del Volmen 1 de "El Capital" y asume que el lector la ha estudiado. La relacin original publicada en Diciembre de 1974 ha sido ntegramente corregida y modificada en algunos puntos centrales. Agradezco a Etienne &nry la discusin que hemos tenido sobre varios aspectos, y muy especialmente a Blanca Cayo y Mara Gabriela Vega por haber transmito pacientemente la grabacin de la clase.MARX Y LA METODOLOGIA

k todo trabajo cientfico existe una dimensin "metodolgica". La imgen que comnmente es evocada cuando se habla de mtodo o de metodologa, es la de un conjunto de recursos lgico-formales y tcnicas de conceptualizacin, obtencin, ordenzmiento, anlisis, explicacin e interpretacin de informaciones sobre algn aspecto de la realidad y que guardan una determinada coherencia interna. Por ejemplo, en un diseo experimental, los pasos a seguir incluyen la seleccin de factores que se supone son causales de un otro factor, as como mecnicas para determinar las relaciones que se dan entre todos ellos. Por detrs se encuentran ciertas concepciones de causalidad y explicacin, y la bsqueda de un conocimiento adecuado a ciertos propsitos: la posibilidad de manipular las causas para producir determinados efectos.

Cualauier texto de MetodoloPa. no slo de Ciencias'sociales, consta esencialmente deesta probler&ica: conceptos, hiptesis. indicadores, oiieracionalizacin. confiabilidad Y validez, causalidad, explicacin, etc. Su estudio es lo que se denomina Metodologa. ( 1) Dicho campo es evocado en las Ciencias Sociales cuando nos referimos a la metodologa. De ah que, sobre esta base,cuando se habla de "el mtodo marxista" o "la metodo loga marxista", uno tiende a pensar en una respuesta marxista a los problemas de una metodologa positivista, y a preguntarse cmo se conceptualiza marxistamente, cules son las "tcnicas de anlisis" marxistas, cmo resuelve el marxismo el problema de la validez, lo cual supone el uso de "indicadores" que operacionalizan conceptos tericos. En suma ;Qu es el mtodo marxista y cmo se aplica?La tentacin inmediata es la de aceptar los trminos impuestos por un campo metodolgico positivista para tratar de darles una respuesta "dialctica" o del "materialismo histrico". Por positivismo entendemos aqu una perspec- . tiva en la que el mtodo puede aplicarse a cuslquier objeto, y por tanto es indiferente al objeto de estudio, ( 2 ) que busca reconocer lo existente asumindolo como dado y modificable slo al interior de los lmites que impone la mera constatacin de dicho existente. ( 3 )

Marx dir refirindose a la ideologa alemana: "La crtica alemana no se ha salido, hasta en estos esfuerzos suyos de ltima hora, del terreno de la filosofa. Y, muy lejos de entrar a investigar sus premiszs filosficas generales, todos sus problemas brotan, incluso, sobre el terreno de un determinado sistema filosfico, del sistema hegeliano. No slo sus respuestas, sino tambin los problemas mismos, llevan consigo un engao". t 4 )(1) Kaplan, A.: "The Conduct of Inquiry: Methodology for Behavicral Science". Chanriler Publishing Co. 1964, p. 23. (2) K a ~ l a n . A.: OD. cit. . ~ a r c u s ,13.: "R.azn y Revolucin" p. 331-349. Alianza (3) Editorial. Madrid, 1971. (4) Marx-Engels: "La Ideologa Alemana", p. 16.17, Grijalbo. Barcelona 1970. ,

se

Lo mismo vale para toda metodologa positivista; ella respon-

de adecuadamente -hasta cierto punto- a determinado tipo de problemas de manejo de informacin cuya matriz social contempornea es la tecnocracia.

El mtodo se adeca al objeto de estudio -a la materia- y al propsito del estudio. De ah que cando nos preguntemos por el "mtodo" marxista debamos precisar cul es el objeto de estudio y qu busca el marxismo. "El Capital" es el terreno por excelencia de esta problemtica. Insisto en este punto porque infinidad de veces uno se plantea problemas de una manera no marxista e intenta resolverlos "marxistamente": Cmo "operacionaIizar" el valor y cmo "medirlo"? Cmo calcular la plusvala?, etc. De este modo se piensa en trminos de una idea, de un "concepto terico" situado por encima de la realidad emprica, y que hay que descomponerlo en indicadores que encuentren en los datos determinado tipo de equivalentes. Tal es la trampa cientificista en la que uno tiende a caer cuando se sita ante el marxismo como frente a una ciencia acadmica, como una posible fuente de respuestas a los problemas que surgen eti un mundo acadmico, a problemas escolasticamente planteados. Lo cual entraa situarse frente al marxismo segn su capacidad para responder a problemas que no son suyos. Se saldr bastante mal parado en esta empresa, porque no puede responderse adecuadamente a problemas que estn mal planteados. Esta frustracin se refuerza mediante la bsqueda afanosa e infructuosa de textos "clsicos" o contemporneos que se refieran al "mtodo" como algo aislable, como una cosa, como un objeto que pudiera existir? en s mismo en su pura sustancialidad metodolgica, a imagen y semejanza de la perpectiva metodolgica positivista. En ella pueden existir libros de metodologa que no dicen explcitamente ni "a" sobre la teora ni sobre la realidad. Y vicevers-Es eso posible al interior del marxismo? (5)A esta pregunta debemos contestar contrastando la expe-

riencia meiodolgica que se va desarrollando en el mismo-

(5) Los intentos de hacer competir al marxismo en el terreno del

positivismo son numerosos; gemralmente llevan el ttulo de "Lgica Dialctica".

estudio de "El Capital". Por consiguiente en qu puede consistir la problemtica metodolgica de "El Capital", en lo que ella puede manifestarse en los tres primeros captulos del primer Volumen? Es muy significativo que casi nunca Marx se haya ocupado de "problemas metodolgicos", tomndolos por s mismos y en s mismos. Los textos que parecen pertinentes son muy escasos y frzgmentarios y como puede comprobar quien haya intentado estudiarlos "en fro", poco o nada es lo que orientan sobre la construccin o elaboracin del conocimiento, incluso acerca de los procedimientos del mismo Marx. ( 6 ) Ahora bien, los ''procedimientos" son siempre procedimientos para hacer algo; en el caso de Marx en qu consiste ese algo? Esto puede determinarse nicamente a travs del conocimiento del objeto. Y es que el mtodo es un derivado implcito en -y de- el objeto. Si todo mtodo es un mtodo para algo; si est en relacin. con determinado objeto de estudio y en funcin de propsitos determinados -y si el mismo objeto est definido en correspondencia con stos-; si la metodologa cientificisti, est hecha de acuerdo con propsitos que en general son propsitos tecnocrticos de manipulacin de la realidad; si los propsitos marxistas son otros, jen qu consiste la prob!emAtiea metudolgica qe est en "El Capital", Como decamos anteriormente, esta pregunta supone una pregunta previa: Cul es el objeto de estudio de "El Capital", Qu buscaba Marx expresar en l?.( 6 ) Estamos pensando sobre todo en el famoso fragmento "El.

Metodo de la Economa Poltica". Oscuro. practicamente ininteligible y como "mtodo", inaplicable. Marx haba advertido lo siguiente en el Prlogo a la "Contribucin a la Crtica de la Economa Politica": "Suprimo una introduccin general que haba esbozado; prescindo de ella porque, habiendo reflexionado, me parece que adelantar resultados que es necesario demostrar primero slo puede molestar". La precaucin estaba plenamente justificada. Una ilustracin sustantiva de algunos aspectos de este "mtodo" puede verse en los "Elementos Fundamentales para la Crtica de la Economfa POlitica", vol. 1, p. 177-195. Siglo XXI, Buenos Aires 1971. .& a partir de ah que el mtodo recin puede ser comprendido.

". . .En esta obra estudio al modo de produccin capitalista y las relaciones de produccin y de circulacin que le corresponden. . . .No hablamos aqu del desarrollo ms .o menos completo de los antagonismos sociales que engendran las leyes naturales de la produccin capitalista, sino de las leyes mismas, de las tendencias que se manifiestan y realizan con frrea necesidad". (pg. 22 1 . (7)

La definicin del objeto incluye ya una perspectiva, inherentemente. Marx no define como su objeto de estudio la sociedad en general, ni la "sociedad contempornea", ni la "sociedad industrial", sino la sociedad capitalista y el movimiento fundamental de esa sociedad. En suma: las leyes que rigen -el movimiento de la sociedad capitalista (p. 23). El mtodo por consiguiente tiene que adecuarse al objeto -una forma econmica histricamente dada, enbandindola consistentemente como una realidad social- y al propsito: comprender dicho objeto en sus timas races, en sus cimientos ms fundamentales. .Qu mtodo se adeca a estas exigencias? Antes de pasar a examinar esto es preciso establecer dos aclaraciones. En primer lugar, la perspectiva con la cual el objeto de estudio fue visto por Marx no es ni la nica; ni las diferencias con los otros enfoques son siempre fciles de establecer. Lo cierto es que esas diferencias pueden y delben quedar establecidas. Un caso particularmente relevante es el anlisis de la sociedad capitalista como sociedad industrial, que se inicia con Saint Simon. Dicha perspectiva conlleva pensar esta poca a travs de una rama de las actividades econmicas y sobre todo, por un determinado nivel .y tipo de desarrollo de la tecnologa; es decir, a.partir de las cosas, y no a partir de las relaciones sociales entre los hom---

(7) Marx, K : "El Capital", Vol. 1, Editorial Cartago, Buenos Aires . 1973. En adelante todas las citas se referirn a esta edicin, salvo cuando se indique con las iniciales (FCE) que la cita proviene de la edicin del Fondo de Cultura Econmica. M& xico 1972.

bres. Por un lado Saint Simon ser un jaln importante en el desarrollo del socialismo utpico y del mismo Marx, v en el desarrollo de la socioloda. Dor otro. La socioloda - .desarrollar ampliamente la problemtica de la sociedad industrial, especialmente desde hace un cuarto de siglo. ( 8 )La distincin entre el campo terico de la "sociedad capitalista" y el de la "sociedad industrial" es de crucial importancia. Ah se juega la posibilidad de diferenciar una sociedad socialista, diferente a la sociedad capitalista no obstante el poseer el mismo nivel y tipo de tecnologa. La base terica es en un caso la comprensin de la tcnica como factor causal, mientras que en el otro son las relaciones sociales. Para Marx las determinaciones fundamentales de la sociedad son los hombres mismos y las relaciones sociales que stos definen y que los definen a ellos; es al interior de esta perspectiva que el fenmeno tecnolgico puede encontrar una comprensin adecuada, y no al revs. ( 9 )

En segundo lugar, en cuanto al mtodo es muy importante remarcar la distincin que hace Marx entre mtodo de investigacin y mtodo de exposicin." . . .el mtodo de exposicin debe distinguirse formalmente del mtodo de investigacin. La investigacin ha de tender a asimilarse en detalle la materia investigada, a analizar sus diversas formas de desarrollo y a descubrir sus nexos internos. Slo despus de coronada esta labor, puede el investigador proceder a exponer adecuadamente el movimiento real. Y si(8) Sobre S,aint Simon en relacin a esta problemtica vase, Quijano. A.: "Imagen Saintsimoniana de la Sociedad Industrial", en Revista de Sociologia Vol. 1 No 1, p. 47-85. UNMSM, Lima 1964. Una muestra de la ideologa industrialista en la sociologa es el libro de Kem. C., et al.: "El Industrial!.~mo y el Hombre Industrial", esp. Cap. 11, EUDEBA, Buenos Aires 1963. Un ejemplo de la influencia explcita de esta ideologa en cierkos crculos empresariales peruanos puede verse en la intervencin de Samuel Drassinower en CADE 1969. reproducida en "Revolucin Industrial", que recopila discursos de este empresario. especialmente p. 183-188. Minerva 1.974. Lima. (9) VBase el .volumen "La Divisin Capitalista del Trabajo" N? 32 de Cuadernos .de Pasado y Presente. Crdova (Argentina) 1972.

sabe hacerlo y consigue rer'lejar idealmente en la exposicin la vida de la materia, cabe siempre la posibilidad de que se tenga la impresin de estar ante una construccin a prior?'. (p. 31) La relevancia de esta distincin para nosotros es que lo que extraemos de "El Capital" en el plano metdico es fundamentalmente la manera de develar el objeto, el modo de ir descorriendo los velos sucesivos que as como lo ocultan forman parte de l: la abstraccin. La ubicacin recproca entre investigacin y exposicin no es simple; sin embargo lo que aqu debe tenerse en cuenta es que se trata en ambos casos de la investigacin de la realidad mediante la abstraccin y de la exposicin de dicha abstraccin. "En el anlisis de las formas econmicas de nada sirven. el microscopio ni los reactivos qumicos. El nico medio de que disponemos, en este terreno, es la capacidad de la abstraccin". (p. 21-22).A qu tipo de'abstraccin se est refiriendo, es un proble-

ma fundamental a explorar; ah se juega la correspondencia con el propsito de la investigacin; buscar los fundamentos de una etapa histrica, sumergirse en la empiria de los fenmenos exteriores y abstraer a partir de ellos las determinaciones fundamentales del todo. En este proceso el mtodo no existe por afuera del contenido; es la manera cmo el mismo contenido va revelndose y asumiendo una forma racional a travs de la investigacin. Varias conclusiones emergen de aqu.

En primer lugar, no es ni deductivo ni inductivo. Deduccin e induccin se refieren al paso de un nivel de generalidad a otro, pero generalidad y abstraccin son dos planos del razonamiento muy diferentes entre s. (10)En segundo lugar, el orden de la investigacin ser muy diferente al de la exposicin, si bien sus relaciones recprocas podrn variar apreciablemente segn los casos.(10)

Menciono el tema en "Los Estilos de Trabajb en Sociologia", (mimeo 19721, si bien en buena parte las ideas ah adelantadas no me son ya satisfactorias.

". . .comenc El Capital para m, siguiendo en sus captulos un orden inverso (comenzando por la tercera parte, la parte histrica) al que es presentado al pblico, con la sola restriccin de que el primer volumen - c o n el que me haba metido en ltimo trmino- qued inmediatamente preparado para la imprenta, mientras que los otros dos se han quedado en su forma no desbastada, que es, al principio, la de toda investigacin. . . ( 11) En tercer lugar, el mtodo no puede extraerse del contenido para ser "aplicado" a cualquier otro objeto. Lo nico que se puede hacer en la medida en que uno conozca el contenido emprico mismo, es proyectar ambos - o b j e t o y mtodo -a nuevos contenidos. El no poder desgajar el mtodo sin destruirlo y desfigurarlo se debe a su compenetracin, a su consustancialidad con el objeto. La tentacin positivista, como lo hemos sealado, buscar aislarlo y manejarlo como un objeto en s. En sntesis, el "mtodo" no es una cosa sino un momento, una dimensin,del pensamiento activo que busca apropiarse del objeto. De ah que propongamos denominarlo metdica. El trmino es gramaticalmente un adjetivo sustantivado; denota una caracterstica, una cualidad que slo puede darse al interior de una totalidad sustantiva y que de manera transitoria -momentneamente, dimensionalmente -se convierte en un objeto centro de ater;cin sil? convertirse en un objeto en s. Lo contrario es la sustantivacin -fetichizacindel mtodo: el positivismo.'

"

ASPECTOS METODICOS DE "EL CAPITAL"

1. Conceptos y Determinaciones: La Nocin de "Valor".

El Captulo 1 empieza con la clebre frase "La riqueza de las sociedades en las cuales reina el modo de produccin.(11) Carta de Marx a S. Schott, 3 de Nov. de 1877. Marx-Engels: "Cartas sobre El Capital" p. 219. EDIMA, Barcelona,l968. Sobre el problema de las secuencias conceptuales son muy perticentes las apreciaciones iniciales en "El Mtodo de la Economa Politica".' Su "inaplicabilidad" desde un ngulo positivista se manifest cuando despus de haberlo expuesto un alumno se anim6 a preguntar -intrigadocmo se usaba.. .

capitalista se presenta como una inmensa acumulacin de mercancas". Estas mercancas, tomadas en su conjunto tienen que intercambiarse como equivalentes, es decir, se igualan. Lo que las define como mercancas es ante todo, que se producen para ser intercambiadas, lo cual supone una produccin y divisin del trabajo. Y buscan irrtercarnbiarse por lo que ambas valen; o sea, en condiciones de igualdad. Cul es el terreno sobre el que se mide esa igualdad? Qu tienen de comn esas mercancas? Tienen en comn slo dos cosas: son productos tiles (tienen un valor de uso), y son producto del trabajo. En cuanto a su utilidad, las mercancas son diferenbs entre s; tienen en comn ser tiles, pero su utilidad es diferente en cada caso pues de lo contrario no se intercambiaran. De ah que no es en el terreno del valor de uso donde encontramos la base comn para el cambio de las mercancas. Es una base necesaria, s, pero no es la base del cambio.cas - q u e constituyen el valor de uso-

As tambin se establece que no son las caractersticas fsilas que dan cuenta de la equivalencia. Queda por tanto slo el otro punto en comn: el ser productos del trabajo. Pero as mismo, no pueden igualarse en cuanto que son resultado de trabajos concretos diferentes -hilar y aserrar, por ejemplo-, sino en cuanto que son productos del gasto de energa humana, del consumo de fuerza de trabajo. La actividad concreta, en tanto que conlleva el gasto de fuerza de trabajo socialmente homognea es trabajo abstracto. Dos consecuencias interrelacionadas emergen a partir de lo dicho. Por un lado, el problema es situado en la esfera de las relaciones sociales an si la produccin se.realizara solamente mediante productores individuales, privados tal como se asume en la produccin simple de mercancaslas mercancas de cada uno tendran que ser tiles para los dems e intercambiables en razn del trabajo que con. tienen. En otros trminos, tienen que ser valores de uso sociales. De esta manera, tras la apariencia cosificada (las mercancas como objetos) encontramos un plano subyacente: las relaciones sociales; las mercancas cobran as un significado social sin que por eso dejen de ser consideradas como objetos materiales. Encontramos que la mercanca es una forma social.

As mismo esto entraa un doble proceso de abstraccin.1. Se rompe la apariencia cosificada de la realidad para alcanzar un plano especficamente social (vase ms adelante, p. 33. Detrs del objeto mercanca encontramos la forma -socialmercanca. 2 . Este la no es tan real como el mimero. No obstante que no es-empricamente visible nos Permite encontrar elementos fundamentales explicativos de los fenmenos empricos: los factores subyacentes que los determinan, las deterrninaci.es. Esta nocin es clave, pues nos permite alejarnos de la problemtica de los "conceptos" (12) Veamos. Hemos encontrado el fundamento del valor de cambio en el trabajo, activida.d que consiste en el gasto de fuerza de trabajo, la cagacidad de trabajo de una sociedad, cuya incorporacin en una mercanca se expresa en el tiempo, en la duracin o fraccin de esa capacidad productiva que es incorporada en ella.

Atravezamos de esta manera diversos planos de lo real; alcanzamos niveles cuyo significado terico recin aparece, pero que a la vez son planos respecto a los cuales tenemos experiencia directa: el trabajo como actividad concreta, la capacidad de trabajar; el tiempo. Es decir, si bien llegamos a nociones "abstractas" stas no son producto de la espec-dacin, no nos alejan "hacia arriba", del miido real, sino que nos conducen mas bien "hacia abajo", sumergindonos en otras dimensiones de lo real, encontradas a partir de lo emprico, pero que organizan dicha empiria de modo de poder atravesarla .sin alejarnos de su contenido. Por el contrario si nos sumergimos en ella; lo emprico deja as de ser una simple sensacin aislada y carente de significado, y se ir transformando en lo concreto. Sufre una metamorfosis: nos conduce a nuevos aspectos ya contenidos en lo real y no a "cosas" separadas de ste.(12)

Mam dir respondiendo a Adolph Wagner: ' l . . .ya no parto de 'conceptos', ni por lo tanto del 'concepto de valor'. . . De donde yo parto es de la forma social ms simple en que se presenta el producto del trabajo en la sociedad actual". "Glosas Marginales al 'Tratado de Economa Poltica' de Adolph Wagner", en Dobb, M. et al.: "Estudios sobre El Capital" p. 176. Ed. Signos, Buenos Aires, 1970.

por ejemplo, es claro que no se est examinando tal o cual mercanca particular. Se est estudiando los productos en general, en cuanto a su condicin de ser mercancas: la f ~ r m amercanca. Esta condicin es ya una determinacin, . un modo de ser de los objetos. Se trata de la primera determinacin, la ms inmediata, la ms exterior. Sin embargo el situarla para someterla a un examen ya significa un primer nivel de abstraccin: de ubicacin de las caractersticas inherentes de este modo de ser. As, la teora opera como la expresin en el pensamiento de lo ms fundamental, de lo ms real que existe y que por lo tanto es el polo opuesto de la especulacin. Es la expresin articulada del conjunto de determinaciones -fundamentos- de una realidad histricamente dada, de las circunstancias recurrentes y cambiantes en su recurrencia, en que una determinada historia consiste. Vemos pues que no es un procedimiento inductivo ni deductivo; no se trata de ascender de la empiria a la idea ni de bajar de sta a los "datos". Se trata de captar la realidad en cuanto a su modo de ser, en cuanto a su m%terialidad, y por lo tanto de ir pasando de los planos empricos de lo real a los planos fundamentales de lo real. De ah que otorguemos tal importancia a la nocin de determinacin, frente a la problemtica de los conceptos. La nocin de "concepto" evoca un plano puramente ideal, especulativo, en el que los rasgos empricos son conectados exteriormente, segn relaciones empricamente tambin observadas. De tal modo se construyen definiciones cuyo contenido est fuertemente cargado de ideologa, la cual tiene campo libre en la medida en que la postura es empirista. En ella la distincin que separa y opone la realidad -"los datos''- "las ideasJ'- se encuentra en un callejn sin salida respecto a la correspondencia entre ambos planos: el problema de la validez de los indicadores. Evidentemente, las determinaciones al igual que los conceptos tambin se tienen que expresar con palabras y tienen que ser pensados con el pensamiento -valga la redundancia-, pero hasta ah la semejanza es puramente formal porque son concepciones opuestas en cuanto a que es una teora y cmo se sita frente a la realidad: la ma-

nera cmo "las determinaciones abstractas conducen a la reproduccin de lo concreto por el camino del pensarniento". ( 13 Ms adelante veremos que las determinaciones, a diferencia de los conceptos positivistas, estn internamente unidas entre s en una totalidad, por lo que cada determinacin es totalizante. Es importante mencionar de paso, que el marxismo estructuralista est inyectado de positivismo y esto se manifiesta de mltiples maneras. Una de ellas es la separacin tajante que hace entre objeto de conocimiento y objeto real, (14) y de modo equivalente entre los "conceptos" y las "cosas". As, F. Chatelet respondiendo una pregunta deca que para l las clases sociales eran un concepto y no un hecho, porque nunca se haba encontrado con una de ellas. 15)

11. Estructura, Desarrollo y Encadenamiento de las Determinaciones.

Habiendo expuesto la "clula terica" del razonamiento marxista es preciso explorar su constitucin interna. Un primer rasgo la caracteriza,, y es su conformacin polarizada. Obsrvense los cuatro pares de trminos del si. guiente esquema: Ti-abajo Valor

[ forma equivalente(13) Mant, K.: "Elementos Fundamentales..." op. cit. p. 21. (14) Althusser, L. y Balibar, E.: "Para leer El Capital" op. cit. p. 46-52. (15) "Dialectique Marxiste et Pense Structurale: tables rondes a propos des travaux d'Althusser", p. 191. Les Cahiers du Centre d'Etudes Socialistes, N? 76 a 81, 1968. El estycturalismo merece m s atencin y respeto, pero aqu nos interesa, sobre todo destacar su carcter falaz.

Estas polaridades estn inherentemente conectaas, constituyen lados opuestos de una misma realidad. Esta no puee-e darse sin la polarizacin ni cada polo puede existir separado del otro; a la vez se atraen y se oponen en esa atraccin. (Las oposiciones no tienen el mismo carcter, puesto que el contenido o significado de los trminos no es el mismo, pero ahora no podemos ms que mencionar esta circunstancia). Toda mercanca tiene dos aspectos, hemos visto: es un objeto til y se intercambia; en otros trminos, tiene un valor de uso y un valor de cambio. Pero esto no es totalmente cierto dir Marx: tiene un valor de uso y un valor, y ste se manifiesta mediante una forma especfica, en el cambio. Esto nos conduce a distinguir .entre el valor y la forma del valor. Cmo aparece esta ltima distincin? Si las mercancas son iguales entre s, si se igualan en el cambio, es que se iguzlan sobre un terreno que se expresa en el cambio, pero que evidentemente no deriva de l. En el intercambio encontramos expresada la igualdad, pero sta no es fruto del cambio: antecede a ste y se expresa en l. Ese terreno es el valor, directamente relacionado al hecho de que las mercancas son producto del trabajo (p. 57-58).forma del valor y en el desarrollo de sta. El punto es ex-

Esta distincin permite a Marx centrar su atencin en la

tremadamente importante porque nos conduce a una nueva determinacin -el dinero- que se desprende del pleno desarrollo de la forma del valor. Ella empieza con la forma simple por la cual una mercanca expresa su valor en el valor de uso de otra mercanca, y termina en la forma dinero en la que una mercanca se ha especializado de modo que su (nico) valor de uso consiste en expresar el valor de las otras mercancas (Cap. 111, Seccin 1). Aqu entramos en una nueva fase: ya no es simplemente que la merczncia tiene el doble carcter mencionado sino que sobre esa base el valor de cambio como tal se encarna en una mercanca, despojando a todas las demas de la funcin de equivalente y confinndolas al valor de uso. Lo que empez siendo una distincin analtica termina siendo la separacin de dos objetos, no obstante lo cual, cada uno

de ellos sigue teniendo el doble carcter du toda mercanca. Pero mientras que toda mercanca tiene valor de uso y valor de cambio, el dinero tiene un valor de uso que consiste en expresar el valor de cambio. El capitalismo presupone el pleno desarrollo del intercambio de mercancas, y el desarrollo terico de la forma del valor es la expresin del despliegue de sta en el capitalish mo. De a que la forma simple sea la forma rudimentaria (la estructura de determinaciones ms elemental) de la forma histdrica ms desarrollada del intercambio. El desarrollo terico, la "gnesis conceptual" de la forma dinero slo puede darse cuando sta existe ya plenamente afirmada en la realidad. Pero este desarrollo terico no recorre el desarrollo histrico de la Mercanca ms que alusivamente; por eso la "forma simple" no es similar al trueque p.ej.: en el trueque hay un intercambio entre equivalentes en el que se expresan dos "valores de cambio", pero no es que un valor de cambio se exprese en un valor de uso (p. 100). El desarrollo histrico es un asunto muy diferente a este nivel de la exposicin; hasta aqu Marx simplemente expone las ms elementales determinaciones del intercambio capitalista. Es decir, su campo de estudio es una poca histricamente dada, pero no est exponiendo todsva las determinaciones centrales que darn cuenta del movimiento histrico de la sociedad capitalista (la fuerza de trabajo como mercanca, la plusvala, el capital). La historia ir apareciendo de manera ms concreta. Sin embargo el papel que cumple la forma simple es trascendental. Por un lado nos determina los aspectos ms fundamentales del dinero, aquellos que estn a la bese de las diversas funciones que ste va a cumplir, y lo hsce planteando las condiciones histricas a cuyo interior ste se da. As ilumina las condiciones para su superacin. Pero adems nos revela un hecho fundamental del intercambio: el acto singular del intercambio empieza con una s mercanca y termina con otra mercanca (M - M 1. E2 decir, comprende el intercambio de dos valores de uso. Si 1

introducimos el dinero veremos que el doble intercambio que antes se daba en una sola -y que por tanto constituye un@ unidad-, ahora necesita de dos transacciones:M1

-

D;D - M 2 . Si considersemos al dinero como una mercanca ms, la analoga con el cambio simple quedara completa con M - D. Esto no es posible por la naturaleza del di1

nero: no posee un valor de uso ajeno a sus funciones de medio de cambio. Esta naturaleza es explicitada a fondo en el Cap. 111 cuando se exponen las funciones del dinero y el encadenamiento necesario de stas. En primer lugar el dinero aparece como medida de los va. lores: se ubica frente a una mercanca y refleja su valor. Es una funcin de espejo en la que el dinero permanece pasivo frente a la mercanca: dinero ideal. Pero acto seguido se convierte en un medio de ntercambio: ya no queda simplemente al frente de la mercanca, sino que cambia lugares con ella y sufre una primera metamorfosis (p. 116). Aqu ya no acta como espejo sino como cosa material. Es el caso del ciclo M - D - M, que detallbamos anteriormente. Sin embargo los dos momentos del ciclo -la venta y la compra- ahora son autnomos: el portador de la primera mercanca la intercambia por dinero, pero puede quedarse indefinidamente con l antes de proceder a intercambiar la segunda mercanca. Y esta interrupcin del circuito abre la posibilidad de la crisis (p. 123). Finalmente esa misma interrupcin da paso a que el dinero funcione como medio de p i e : "Volvamos a la circulacin de mercancas. Aqu, ya no nos encontramos con la comparencia simultnea de los equivalentes mercanca y dinero en los dos polos del proceso de venta. Ahora el dinero tiene dos funciones. En pri. mer lugar, funciona como medida de valor, en la determinacin del precio . de la mercanca vendida, El precio que a sta se le asigna contractualmente mide la obligacin del comprador, es decir, la suma de dinero que stv adeuda en el plazo sealado. Y, en segundo lugar,

funciona como medio ideal de compra. Aunque no exista que en la promesa de dinero del comprador, hace que la mercanca cambie de mano. Es 21 vencer el plazo fijado para el pago cuando el medio de pago entra realmente en circulacin, es decir, cuando pasa de mnos del comprador a manos del vendedor. El medio de circulacin se convirti en tesoro, al interrumpir en su primera fase de proceso de circulacin o, lo que es lo mismo, al sustraerse a la circulacin la forrr~aprefigurada de la mercanca. El medio de pago se lanza a la circulacin, pero es despus de haber salido de ella la mercanca. El dinero y a no sigue siendo el agente mediador del proceso de circulacin. Ahora, lo cierra de un modo autno. mo, como existencia absoluta del valor de cambio o mercanca general. El vendedor convierte su mercanca en dinero para satisfacer con ste una necesidad; el atesorador, pzra preservar la mercanca en forma de dinero; el comprador a crdito, para poder pagar. Si no lo hace, los agentes ejecutivos se encargarn de vender judicialmente su ajuar. Como se ve, la forma de valor de la mercanca, el dinero, por una necesidad social que brota automticamente de las condiciones del proceso de circulacin, se convierte ahora en f i n ltimo de la venta". (p. 142-3) (FCE, p. 93-41. Habiendo empezado con la simple distincin al interior de la mercanca entre valor de uso y valor (de cambio) nos encontramos ahora con una nueva determinacin que no obstante posee las propiedades de la determinacin bsica. -la Mercanca- de la cual es slo una forma peculiar a la vez que la extiende y complementa. El dinero no se extiende sin la mercanca, y sta no puede desarrollarse si no se desdobla en mercanca y dinero. Pero ms an, el dinero cumple diversas funciones que h8.n sido encontradas y expuestas en un orden en el que czda nueva funcin otorga al dinero una mayor materialidad y autonoma, una mayor sustancialidad inherente, absoluta. Esta ltima es la forma como el dinero aparece en la con-

ciencia de los agentes econmicos. El anlisis de la mercanca nos revela que el dinero es slo una forma peculiar de ella que consiste en la unilateralizacin del valor de cambio o forma del valor. De ah que no obstante su materialidad autnoma, pueda descubrirse su unidad contradictoria con las mercancas a travs del doble carcter de stas. El desarrollo terico seguido permite llegar al atesoramiento, al crdito. Y no obstante, no se ha agregado ningn elemento "desde afuera". Dicho desarrollo es el desenvolvimiento analtico de la ms elemental determinacin de la sociedad capitalista, a travs de un proceso de abstraccin de aspectos, dimensiones e interrelaciones de fenmenos includos en la mercanca, en la condicin de mercanca que posee la "riqueza" de la sociedad capitalista. Lo que emerge a travs del proceso de abstraccin es, por consiguiente, el desarrollo de las determinaciones, la formacin de nuevas determinaciones a partir de las anteriores, y el encadenamiento terico de las mismas, sin fisuras ni discontinuidades: un encadenamiento totalizante. Esto ha sido posible por la estructura. polar de las determinaciones. Los lados de la polaridad han ido independizndose al ir desarrollando paulatinamente su propia materislidad. As, el dinero aparece como la cristalizacin de la forma general del valor (Cap. I), pero luego (Cap. 111) va adquiriendo una mayor consistencia propia, va emergiendo como "cosa en s"; en tal sentido como medio de pago implica una separacin (relativa) frente a las mercancas: la deuda es un intercambio sin contrapartida efectiva; el crdito y su desarrollo entraa u n divorcio entre mercanca y dinero. El desarrollo de la forma mercanca sienta las bases de la crisis, cuando el dinero acta como medio de pago. 111. El Carcter Contradictorio de las Determinaciones. Es la estructura polarizada de las determinaciones lo que ha permitido su desarrollo y encadenamiento perfectamente coherente. As, las imperfecciones de las formas menos desarrolladas del valor han dado paso a las formas ms

desnrrolladas -recordemos siempre que se t x t a de la "g6nesis terica" del valor y no de su desarrollo histrico. Ahora bien, ese mismo carcter polar es e1 germen de las contradicciones de todo el sistema, las cuales se desarrollan junto con ste. En un principio las mercancas se lanzan al proceso de cambio sin dorar y sin azucarar, tal y como vienen al mundo. Pero este proceso produce un desdoblzmierito cle la mercanca en mercanca y dinero, anttesis externa en que las mercancas revelan su anttesis interna de ser simultneamente vzlor de uso y valor. En esta anttesis, las mercancas se enfrentan, como valores de uso, con el dinero, valor de cambio. Lo cual no obsta para que ambos trminos antitticos sean mercancas, y por tanto unidades de uso y de valor. (p. 115) (FCE, p. 6 5 ) . enajenar su producto si al mismo tiempo otra persona no enajena el suyo. La identidad inmediata de estos dos actos es dividida por la circulacin, que introduce en ella la anttesis de la venta y la compra. Despus de haber vena &do no tenge ! ob!iuacich de comprar en el .o mismo lugar y ovzsion. . . Si se prolonga la separacin de las dos fases complementarias de la metamorfosis de las mercancas, si se acenta la divisin entre la venta y la compra, su vinculacin ntima se afirma. . . por medio de una crisis. Las contradicciones que contiene la mercanca, de valor de uso y valor cambiable, de trabajo privado que al mismo tiempo tiene que presentarse como trabajo social, de trabajo concreto que slo vale como trabajo abstracto; estas contradicciones, inmanentes de la naturaleza de la mercanca, adquieran en la circulacin sus formas de movimiento. Y estas formas implican la posibilidad -pero adems slo la posibilidad- de la crisis". (p. 123) (FCE, p. 7 3 ) ." . . .en el comercio de trueque, nadie puede

implica una contradiccin sin trmino medio ... Esta contradiccin estslla en el momento de las crisis industriales o comerciales a las cuales se ha dado la denominacin de crisis monetarias. . . La crisis exalta a trminos de contradiccin absoluta el divorcio entre la mercanca y su forma de valor, o sea el dinero". (p. 144) (FCE, p. 95). La misma especializacin del dinero como nica mercanca que es capaz de expresar el valor de cambio y que por lo tanto permite generalizar el intercambio y desarrollarlo al mximo, es tsmbin el fundamento de las contiadicciones del sistema cuya mxima expresin son las crisis. Por ahora Marx hablar slo de las crisis monetarias puesto que en la Ia. Seccin el tema central es el intercambio y el dinero, no la produccin. Esta aparecer sictemticamente recin en la Seccin 111. De ah que las "perturbaciones" en la marcha. de la vida econmica no se deban a "falles1 ms o menos accidentales o que provengn de factores externos a la vida econmica. sino que emergun de 18 misma base que conforma su funcionamiento cotidiano y "normal".La identificacin de estas contradicciones como contradicciones internas, inherentes, inescapables, es el fundamen-

"La funcin del dinero como medio dc p q o

to cientfico de una postura crtica rudical -dz te al sistema.

raz-

fren-

Es preciso relievar con especial atencin que en rigor las contradicciones son internas (se trata del desgarramiento de dos extremos que se reclaman y se repelen obligadamente), inherentes, puesto que es muy comn utilizar el trmino espreamente para referirse a conflictos ms o menos contingentes que no estn ubicados a nivel de las determinaciones de una situacin dada sino a fenmenos empricamente visibles de sta. La relacin terica entre contradicciones y conflictos es un tema de capital importancia poltica en el que no podemos entrar ahora.La simple negacin deviene en contradiccin. As, para in-

tercambiar mercanca hay que abstraer de ellas su valor

de uso, prescindir de l, negarlo, a la vez que es en l que se apoya el valor. La distincin entre mercanca y forma general del valor hasta sustancializar a sta en -m objeto diferente - e l dinero- permite que se interrumpa la circulacin simple de mercancas -M - D - M-, lo cual a la vez da la posibilidad de la crisis as como el inicio del ciclo del capitsil: D- M -- D'. Sin embargo ni lo uno ni lo otro pueden darse a nivel de una sola transaccin.IV.

Contradiccin y Totalidsd.

La crisis slo puede darse cuando la interrupcin del curso del dinero afecta a una sociedad histricamente dada. Este es quiz el ms inmediato sentido de la nocin de totalidad, aunque como lo hemos sugerido en otros pasajes de ningn modo es el nico al interior del pensamiento marxista. Aqu surge la necesidad de incluir el dinero como masa monetaria. Evidentemente ello no tiene sentido al interior de una transaccin aislada, pero es imprescindible a nivel de la sociedad en su conjunto. Notemos, dicho sea de paso, que la masa monetaria es una determinacin "nueva", que a partir de un aspecto de las determinaciones anteriores emerge al considerar el problema a nivel de la totalidad mcial. As tambin aparece la velocidad de circulacin sobre la base ya establecida de que cada pieza de dinero circula mltiples veces y que siempre est en manos del comprador en la circulacin, y nunca fuera de ella (el consumo): (16). Es ten slo un cambio en la amplitud con que el fenmeno es considerado -no en la abstraccin- lo que da lugar a este enriquecimiento de las determinaciones. (p. 125 y 128). La contradiccin, por lo tanto, se presenta de manera prctica nicamente a nivel del conjunto. Este primer significado de la totalidad se sita en el terreno de los lmites de(16)

Vase en el Cap. 111, el curso del dinero.

un sistema; la contradiccin es aqu la puesta en tensin, el proceso de agotamiento de dichos lmites. (17)V.

Teora e Historia

Historia y abstraccin parecen ir por caminos separados, incluso en "El Capital", y esta apariencia a menudo termina por imponerse en ciertas interpretaciones de Marx. No es posible desentraar totalmente la compleja interpenetracin que se da en "El Capital" entre ambos niveles si nos limitamos a esta primera seccin. Sin embargo ya en ella aparecen aspectos fundamentales. Para empezar, Marx explcitamente limita su investigacin a reproducir en el pensamiento las leyes que rigen el movimiento real de una poca histrica; en esta seccin analiza el fenmeno mercanca tal como se da en el capitalismo, y en modo alguno' la mercanca "en general". En segundo lugar, las referencias histricas son permanen@S a lo largo de los tres captulos, y en especial en el Cap. 11. Ahora bien, estas incursiones no son todas del mismo tipo, pero en general cumplen funciones precisas: sitan los orgenes o algunos aspectos del desarrollo histrico de las determinaciones tericas, tal como p. eje. es el caso del intercambio., (Cap. 11 1. O van dando cuenta de la historia(17)

Este es el mecanismo que aparece. p. ej.. en el Vol. 111 al finalizar la seccin 11 del Cap. XV, cuando Marx dice: "La acumulacin del capital, considerada en cuanto al valor, es amortiguada por la tasa decreciente de ganancia para acelerar ms an la acumulacin del valor de uso, mientras que sta imprime, a s u vez, nuevo impulso a la acumulacin, considerada en cuanto al valor. . . estos lmites imanentes. . . slo puede superarlos recurriendo a medios que vuelven a levantar ante ella estos mismos limites todava con mayor fuerza. El verdadero lmite de la produocin capitalista es el mismo capital". Vase tambin la seccin 1. Pero la totalidad tambin debe entenderse como una condicin del conocimiento concreto. Vase Kosk, K.: "Dialctica de lo Concreto". la Totalidad Concreta, esp. p. 55. 6 1 y 63. Grijalbo Mxico. 1967. Tambin Fougeyrollas, P.: "Contradiction et Totalite: Surgissement et Dploiments de la dialectique", Les Editions de Minuit. Paris 1964. En cuanto a las m.ltiples nociones o significados esuecficos del trmino "contradiccin" en Marx vase Zeleny, Jindrich: "La Estructura Mgica de "El Capital de Marx", p. 1334, N? 59, Grijalbo, Barcelona, 1964.

conocido como "Historia Crtica de las Teoras de la Plusvala". ( 18).

de la teora, como expresin de intereses de c!ase especif i c o ~ ; dicha historiz Mzm ibn a deciicar el Vol. IV, hoy a

El tercer lugar -y esto es quiz el mejor logro desde el nguio cientfico del conocimientola historia est presente en tanto que la teora es expresin del movimiento de una estructura en movimiento, y cuyo movimiento es un3 historia. Las determinaciones se desarrollan -se despliegan, se enriquecen- en una direccin definida: van abarcando y orgznizando nuevos fenmenos reales. Es decir, nunca nos encontramos con el problema de saber a qu fenmeno real corresponde tal o cual desarrollo terico. Lo que gua a ste es el ir haciendo inteligibles los fenmenos histricos. La teora es la expresin abstracta de un proceso histrico, historia condensada. De este modo, adems, la historia no es pura y simplemente "el pasado": la historia es la forma misma de apreciar la realidad social ms all de superficiales distinciones cronolgicas. Para la clase burguesa "hasta ahora ha habido historia, pero ahora ya no la hay". (19). Pero la interpenetracin de teora e historia no es un simple problema terico, sino que tiene consecuencias para la unidad de teora y prctica. Comentando la anterior cita de Marx, Lukcs dir:. . . ests esencia anti-histrica del pensamiento burgus se nos presenta del modo ms craso al considerar el problema del presente como problema histrico. . . Este completo fracaso . . . tiene . . . su fundamento metdico en el hecho de que el comportamiento contemplativo e inmediato producz precisamente entre el sujeto y el objeto del conocimiento aquel interst.icio irracional 'oscuro y vaco' del que habl Fichte, oscuridad y vaciedad presentes tambin"

(18) Vease la carta de Marx a Engels del 31 de Julio de 1865, EDIM A p. 115 op. cit. (19) Marx. K.: "Miseria de la Filosofa" p. 104, Ed. Signos, Buenos Aires, y "El Capital" Vol. 1, p. 94, nota 37: ". . .hubo una historia pero ya no la hay".

en el conocimiento del pasado, pero encubiertas en ese caso por la lejania espacio-temporal, histricamente, mientras que cuando se trata del presente aparecen con toda claridad.. . los dos extremos en que se polariza la incapacidad del comporta miento contemplativo burguds para comprender la historia -el extremo de las 'grandes figuras' como autnomas creadoras de la historia y el de las 'leyes naturales' del medio histrico- resultan igualmente impotentes, ya vayzn juntos, ya separados, ante la esencia de lo radicalmente nuevo, que exige una dacin de sentido, ante el presente". (20) Vivir el presente cono historia significa ver los dos trminos como productos de la misma sustancia: la actividad material de los hombres, la praxis, las clases y sus luchas. Es as como aparece la historia en "El Capital", sobre todo en esta Ia. Seccin: no como dato emprico del "pasado", que si bien de ningn modo es excludo slo puede contraponerse a un "presente" relativo y efmero, sino como prctica, como el movimiento real de las determinaciones expresada en la lucha de clases. De ah que no pueda haber ninguna alternativa entre teora e historia, si lo que se busca es reproducir en el pensamiento una realidad que desde la partida se reconoce como histrica. La teora no viene a ser ms que la expresin abstracta del proceso histrico, historia condensada. (21 1. Por consiguiente la misma teora debe estar en perpetuo devenir.VI.

Apa.riencia y Fundamento

Esta dimensin histrica es la pista indispensable para deslindar entre el fundamento socio-histrico de una realidad y la apariencia necesaria que reviste.(20)

(21)

Lukcs. G.: "Historia v Conciencia de Clase" o. 174176. Grijalbo, Mxico, 1969. " Vease de Engels la resea de "Contribucin a la Critica de la Economa Poltica". esoecialmente la seccin 11. en MarxEngels: "Escritos ~conbmicos Varios", Grijalbo, ~ e x i c o A es. . te punto le es crucial la afirmacin de que son los hombres los aue hacen la historia. Corsecuentemente. la teura es una feorizacin de la praxis.

La categora que expresa la apariencia que adoptan los fenmenos sociales es el fetichismo, y denota la condicin de "naturalidad" que las circunstancias adquieren en la conciencia de los hombres ocultando que son los mismos hombres quienes las crean histricamente a travs de sus relaciones sociales objetivas.

. . .las formas que inanifiestan a primera vista que pertenecen a un perodo social en el cual la produccin y sus relaciones rigen al hombre en lugar de ser regidas por l, parecen, para su conciencia burguesa, una necesidad tan natural como el propio trabajo productivo". (p. 94)."

"Las mercancas no pueden ir por s mismas al mercado, ni por s mismas intercambiarse unas por otras. Por lo tanto debemos dirigir la mirada hacia sus guardianes y conductores, es decir, hacia sus poseedores. Las mercancas son cosas, y por consiguiente no oponen al hombre resistencia alguna. . . Para poner estas cosas en relacin unas con otras, sus propios guardianes deben relacionarse entre s como personas cuya voluntad habita en las cosas mismas. (p. 97).

. . .las personas slo tiene= que ver =as cor, otras en la medida en que relacionan ciertas cosas entre s como mercancas. Existen las unas para las otras slo como representantes de la mercanca que poseen". (p. 98).16

Cmo llega Marx a la categora del "fetichismo"? El desarollo de las determinaciones que hemos intentado mostrar nos ofrece un despliegue terico perfectamente consistente a travs de la abstraccin, pero en todo ello las relaciones sociales no estn explcitas y antes bien diera la impresin que son las cosas mismas las que se desplegaran en un movimiento automtico inmanente e independiente de toda -accin humana. Esta imagen es la que conserva el marxismo estructuralista, y de ah su rechazo de la categora del "fetichismo" y

de nociones inmediatamente ligadas a l como la "alienacin" y la problemtica. del "sujeto". De este modo qlyedar preso del mundo fetichizado. En lugar de asumir la 1gica crtica de "El Capital" termina asumiendo positiv% mente la lgica del capitalismo que "El Capital" expresa. Sin embargo, la clave para romper esta apariencia ha sido colocada desde el inicio: es la misma categora del valor y la distincin que Marx establece con la forma del valor (Vase la Ia. seccin del Cap. 1). El valor no es una cualidad universal de los productos del trabajo, en contraste con sus determinaciones. "Como vemos, el carcter mstico de la mercanca no brota de su valor de uso. Pero tampoco brota de la naturaleza de sus determinaciones de valor. En primer lugar, porque, por mucho que difieran los trabajos tiles o actividades productivas, es -una verdad fisiolgica incontrovertible que toda esas actividades son funciones del organismo humano y que cada una de ellas, cualesquiera que sean su contenido y su forma, representa un gasto esencial de1 cerebro humano, de nervios, msculos, sentidos, etc. En segundo lugar, por lo que se refiere a la magnitud de valor y a lo que sirve para determinarla, o sea, la duracin en el tiempo de aquel gasto o la cantidad de trabajo invertido, es evidente que la cantidad se distingue incluso mediante los sentidos de la calidad del trabajo. El tiempo de trabajo necesario para producir sus medios de vida debi interesar por fuerza al hombre en todas las pocas, aunque no le interesase por igual en las diversas fases de su evolucin. Finalmente, tan pronto como los hombres trabajan los unos para los otros, bajo la forma que sea, su trabajo cobra una forma social". "De dnde procede, ent-onces, el carcter enigmtico que presenta el producto del trabajo, tan pronto como reviste la forma de mercan: ca? Procede, evidentemente, de esta forma misma". (p. 86. FCE, 37).

Si bien, en cualquier poca histrica los productos provienen del empleo de las facultades humanas, de su desgaste y que dicho desgaste se efecta siempre por un tiempo limitado, (22) y bajo una forma social (231, los productos del trabajo asumen la forma de mercancas slo bajo determinadas condiciones histricas. Slo bajo condiciones Darticulares los ~roductos aDa.recen como resultado de una y los hombres parecen relacionarse entre ktividad s slo a travs del intercambio de sus productos. Bajo estas circunstancias la condicin social de poseer valor slo puede ponerse de manifiesto en el cambio. El valor es pues, irreparable de su forma, el valor de cambio. (p. 87). El carcter social de la produccin queda oculto por la forma privada de los trabajos, por el hecho de aparecer y darse las relaciones sociales como relaciones entre particulares. (24). De a h que el trabajo aparezca expresado a tra! vs del valor de su producto, y e tiempo a travs de la magnitud de ese valor (p. 94). Esta apariencia es real; las apariencias existen, poseen una innegable materialidad, son dimensiones necesarias de los fenmenos reales.. Este plano aparente de la realidad es lo 'que capta la economa burguesa. "Las categoras de la economa burguesa son formas del intelecto que contienen una verdad objetiva, en !a medi& en que reflejm re!zciones sociales reales, pero stas pertenecen a la poca histrica determinada en que la produccin de mercancas es el modo de produccin(22) "Economa del tiempo: a esto se reduce finalmente toda economa.. . Economa del tiempo y reparticin planificada del tiempo del trabajo.. . resultan siempre la primera ley econmica sobre la base de la produccin colectiva.. . Sin em-

bargo, esto es esencialmente distinto de la medida de los valores de cambio.. . mediante el tiempo de trabajo". Elementos Fundamentales. . . p. 101. (23) "El Capital". Cap. VI1 y "La Ideologia Alemana", op. cit., p.(24)

Esta caracterstica es fundamental para la comprensin de la "teora del valor-trabajo". El trabajo crea "valor" cuando es trabajo privado, cuando los individuos se consideran entre s libres e iguales. Vase, "Elementos. . ." p. 179-184; Capitulo 1, 128-129 (FCE); carta de Marx a Engels 8/1/68 y Mant a L. Kugelmann, ll/VII/68.

19 y

SS.

y 28-38;

social. Por consiguiente si examinamos otras formas de produccin, veremos desaparecer en el acto todo ese misticismo que oscurece los productos del trabajo en el perodo actual". (p. 90). Marx expresa inequvocamente la. materialidad de la ideologa, pero en general esto no ha sido bien comprendido: ms an, ha sido sustitudo por concepciones que atribuyen a la ideologa un carcter "subjetivo" y que la despojan de su condicin necesaria y de su existencia ms all de la conciencia inmediata de los hombres. "El descubrimiento cientfico. . . de que los productos del trabajo, como valores, son la expresin pura y simple. del trabajo humano invertido en su produccin, seala una poca en la historia del desarrollo de la humanidad, pero no disipa la fantasmagora que hace aparecer el carcter social del trabajo como un rasgo de las cosas, de los propios productos. . . aparecen ante el hombre atrapado en los engranajes y las relaciones de produccin de mercancas, tanto antes como despus del descubrimiento de la naturaleza del valor, como algo tan invariable y de un orden tan natural, . . . cual la forma gaseosa del aire, que sigui siendo la misma, tanto antes cuanto despus del descubrimiento de sus elementos qumicos". (p. 88) As, la distincin entre la apariencia cosificada y los fundamentos objetivos de una poca histrica se efecta sobre el reconocimiento de la realidad de dicha apariencia, de su materialidad y de que ella es consustaacid a sus fundamentos: las relaciones sociales mismas abarcan tambin a las apariencias, las incluyen como dimensin de su propio ser. Este ngulo permite as mismo descartar todo intento de buscar relaciones causales entre apariencia y fundamento, y ms bien conduce a verlas como aspectos dimensionales de la misma sustancia: la praxis histrica de los hombres socialmente relacionados.

Por otro lado disipa toda ideptificacin de estos planos con b imagen de "infraestructura y superestructura", segn la que sta correspondera con las apariencias y aqulla con los fundamentos (25). Hemos visto por el contrario que hay una teora de las apariencias de la economa, dada por la economa burguesa; as como tambin la conciencia subjetiva es la apariencia de la ideologa. La distincin "infraestructura y superestructura" corresponde a otro plano e incluso posee un status terico diferente, del que no podemos ocuparnos ahora.La unidad entre apariencia y fundamento es una dimensin ms de la totalidad. Y su importancia no es simplemente

"epistemolgica". Las consecuencias de la distincin entre valor y forma del valor son fundamentales en el plano poltico pues revierten en la posibilidad de abolir la ley del valor. Si la visin de la realidad se detiene en la forma del valor (de la que el precio es su expresin en dinero) o si confunde a sta con el valor mismo, al figurar como propiedad natural de las cosas, cierra las puertas a toda superacin histrica. De ah la proyeccin revolucionaria del mtodo de Marx. que las recupera ser lo que permita, por ejemplo eludir el riesgo del "determinismo tecnolgico" de la sociedad industrial. Como se muestra en el Cap. XV, la mquina se desarrollar5 no pm razmes t6c2iczs S ~ por exigencias C econdmcas de la acumulacin capitalista. Estas son las bases tericas para fundamentar el deslinde entre el capitalismo -bajo cualesquiera de sus formas- y el socialismo. (26) Por eso. considerar Ias determinaciones. pero sin verlas como determinaciones histricas de un Praxis histrica euuivale a proyectar el dominio'de la economa sobre los hombres e6 cualquier sociedad posible, y de negar la factibilidad de una situacin radicalmente inversa: el control

'El alcanzar un nivel que trasciende las apariencias a la vez

..

(25)

Trss concibe asi al materialismo histrico y por eso desarrolla otro "esquema" que se sita "fuera de la problemtica materialista y de su corolario monista y 'totalitario"' (sic). Ras, Eugenio: "Teora de las Ibeologas". Cap. 6. Ediciones Peninsula, Barcelona 1970. (26) Ver carta de Marx a Kugelman. del 17 de Mano de 1868.

de los hombres sobre la economa y sobre la. marcha de la sociedad en su conjunto. Significa quedar preso dentro de los lmites de lo dado, de lo existente, (27) de las rnistificaciones de la sociedad capitalista.EL "METODO"-DE MARX: A MODO DE SINTESIS

de ir develando el objeto. Se trata. de un "orden" de exposicin. Pero en modo alguno es un orden formal -ej. planteamiento del problema, subdivisin en partes o captulos, anlisis, conclusiones. Es un orden que emerge del encadenamiento real de las determinaciones y que permite. dar cuenta'de la materialidad propia a cada una de ellas: hemos procurado mostrar esto en lo que respecta a la forma del valor y las funciones del dinero. Es un orden sustantivo, determinado por el mismo contenido - e l objeto- que se examina. Este es el mtodo deexposicin.11. El contenido que es expuesto se obtiene y se desarrolla mediante un proceso de abstraccin. Esta es la herra-

1. El mtodo se manifiesta primeramente como la forma

mienta fundamental del mtodo de investigacin: el desentraar en los fenmenos empricos los elementos subyacentes, los fundamentos de los fenmenos reales. El partir de las apariencias, de lo "concreto representado", para regresar a ellas pero transfigurndolas, transmutndolas en su significado gracias a esos fundamentos, que permiten convertir la empiria puramente descriptiva -y en ese sentido, abstracta- en lo concreto como sntesis de mltiples determinaciones, unidad de lo diverso.

'

Esta materia "terica" no est constituda por conceptos, por construcciones especulativas ms o menos controladas por una imaginacin inteligente. Por el contrario la abstrac-

(27)

Vase, Kosik, K.: op. cit. p. 125135. E terna roza el p r o b l e b 1 de voluntarismo y determinismo, Paul Sweezy da cugerentes observaciones al respecto en "Lessons of Soviet gfperience", includo en Sweezy y Bettelheim: "On the Transitlon t0 S@ cialism" Monthly Review Press, 1971, esp. p.. 88 90.

cin encuentra niveles no aparentes de la realidad a partir de lo aparente. Debe recordarse que la realidad es el conjunto de lo aparente y lo no aparente; en ese sentido el trmino "esencia" en sus usos corrientes conduce a ver la apariencia como algo superfluo y no como una dimensin material inherente de la realidad histrica.La abstraccin es por lo tanto el mtodo que permite ir encontrando y encadenando el contenido. Esto desborda toda

metodologa positivista. El positivismo no puede llegar a nada ms que a ciertas recomendaciones formales -sin entrar nunca en el contenido- sobre las definiciones de los conceptos, a postular la distincin cortante entre aspectos o dimensiones de stos, a buscar definiciones operacionales unvocas -unidimensionales-, etc., todo lo cual se har ms exigente mientras el inters por el manejo de da. tos y hombres (tecnocracia y burocracia, respectivamente) predomine ms y ms sobre la necesidad de comprensin de la sociedad y la consiguiente eliminacin histrica de la praxis. Una vez construidos los conceptos -con la ayuda de una especulacin y una imaginacin controladas por lo dado y el "sentido comn"- la ciencia positivista formula proposiciones que pasa a "verificar". Aqu entran los problemas de operacionalizacin, confiabilidad, validez; mtodos como la construccin de tipos, el mtodo comparativo, la aplicacin de modelos causales; las inferencias: deduccin e induccin, etc. Como hemos visto, el desarrollo de "El Capital" no se basa en ninguno de estos mtodos. Tampoco los excluye. Sin embargo su incorporacin eventual slo puede darse subordinada al despliegue del pensamiento sobre el objeto, movimiento ste que slo se encuentra en un pensamiento dialctico. tica ms inherente, 'la condicin dinmica de su teora: el movimiento del pensamiento, en tanto que es consustancial al movimiento de la realidad. En su expresin plena esta correspondencia se expresa en la unidad de teora y prctica.111. El "mtodo" dialctico requiere como su caracters-

Hemos visto que Marx sita su tarea sobre el terreno de la historia, y que sta interviene. activamente en el desarrollo del pensamiento. Sin embargo, no interviene como "dato", como elemento de "verificacin". As mismo, en Marx se encuentran diversas alusiones a la comparacin como poderoso instrumento de ayudar al conocimiento, pero en ningn caso se trata del "conocimiento" que pueda surgir por el simple contraste de datos empricos de realidades diferentes, o por comparar conceptos tipo (por ejemplo, tipos ideales) con varios casos histricos o secuencias de acontecimientos singulares. (28 En Marx la comparacin es siempre una comparacin entre totalidades, y el contraste permite comprender mejor la conexin interna de las determinaciones de cada totalidad (p. 31). (29) Esta conceptuacin de -los fenomenos comb recprocamente referidos, inherente a una perspectiva dinmica y totalizante -dialctica-, proporciona un andamiaje completamente diferente para estudiar la historia como encadenamiento de acontecimientos, como "historiografa". IV. Lo que caracterza a cualquier perspectiva historiogrfica, incluyendo todas las corrientes que slo ven en la historia la sucesin de acontecimientos nicos y niegan la posibilidad de teorizarla, es que las conexiones buscadas son conexiones externas entre los hechos. La diferencia no es tanto entre hacer una historia a base de "grandes homTodos estos procedimientos son postulados por Marx Weber en sus ensayos metodolgicos, especialmente en La "Objetividad" Cognoscitiva de la Ciencia Social y de la Poltica Social, p. 75-95, y Estudios Crticos sobre la lgica de las Ciencias de la Cuitura, esp. p. 150-174 en "Ensayos sobre Metodologa Saciolgica" Amorrortu. Buenos Aires, 1973. (29) "...confo en que mi obra contribuir a eliminar ahora ese tpico del llamado cesarismo, tan corriente, sobre todo ahora, en Alemania. En esta superficial analoga histrica se 01vida lo principal: en la antigua Roma. la lucha de clases sociales se ventilaba entre una minora privilegiada, entre l o ~ libres pobres mientras la gran masa productiva de la pobla-. cin, los esclavos, formabao un pedestal puramente pasivo para aquellos luchadores. ...La diferencia de las condicior-es materiales, econmicas. de la lucha de clases antiguas Y moderna es tan radical, que sus criaturas polticas respecti- . vas no pueden tener ms semejanza las unas con las otras que el arzobispo de Canterbury y el pontfice Samuel". Marx. K.: ' l Dieciocho, Brumario de Luis Bonaparte", Prlogo del E autor a la 2a. edicin.(28)

bres" o a base de grupos con un carcter de clase ms o menos determinado. (30) La verdadera distincin se opera entre: a- La referencia recproca de los hechos en su . pura y simple concatenacin emprica, lo cual conduce a una historia en un solo plano sobre el que corren muchas lneas paralelas y entreckzadas de aconkcimientos, y b.La articulacin de los hechos Y sus protagonistas en sus encadenamientos empricos, pero desentran-ando la unidad interna que poseen, su sentido histrico,.develando lo que tales condiciones de existencia, procesos o acontecimientos expresan en cuanto que son condensacin de mltiples determinaciones. Este Itimo es el tipo de historia que encontramos en "El Capital", especialmente en los captulos sobre la Jornada de Trabajo y Maquinaria y Gran Industria. Los factores que determinan la tasa de plusvala --el tiempo de trabajo, su intensidad, la productividad, cuya sntesis terica se opera en la parte V, esp. Cap. XVII- se revelan como los campos inmediatos de accin y combate de las clases, incluyendo los diversos grados y contenidos de conciencia que los protagonistas de clase posean en dichas circunstancias. As, los cursos empricos de accin y sus interacciones cobran sentido pleno a travs de las determinaciones que los conectan internamente. (31)La gran mayora de intrpretes de "El Capital" han pasadc de largo frente a !a unidad entre histeria y teoris que er,

y sus luchas, y las determinaciones y el movimiento de s-

l se encuentra: entre las clases en su existencia cotidiana

tas que aqullas revelan (ej. Cap. X). No es sino esta niiopa.10 que ha llevado tantas veces a lamentarse que Marx no completara el captulo sobre las clases (Vol. 111, Cap.Bid., las referencias a Vctor Hugo y Proudhon En la sociologa latinoamericana "Dependencia y Desarrollo en Amrica Latina" de Cardoso y Faletto es una historiografia a base de grupos de clase. "Subdesarrolloy Revolucin" de Rui Mauro Marini analiza la crisis brasilea de 1964 .intentando colocar la dinmica de clases en relacin terica sistemtica con las determinaciones y contradicciones que le subyacen. (31) As la consustancialMad contradictoria entre capital y trabajo fundamenta las relaciones empricas contingentes entre obre obreros y capitalistas. si bien stas no asumen abierta. mente dicho carcter en todo momento y lugar.

(30)

LII), como si slo ah hablara de ellas. . . Habr que volver sobre ste en otra oportunidad. En fin, no hay mtodo que pueda traerse por afuera del contenido para "aplicrselo", no hsy teora por afuera de la historia, no hay conocimiento histricamente significativo por afuera de las clases y sus luchas. En ese sentido, para Marx y el marxismo, el capitalismo no es como dijimos, un "objeto de estudio". Por tanto, los propsitos del conocimiento no pueden ser otros que develar la realidad hasta descubrir sus fundamentos ms recnditos. El "mtodo" no es ms que el proceso necesario para conseguir este propsito.

Anton BhlerN sus primeros trabajos Weber se esfuerza por destacar con claridad los rasgos especficos del capitalismo occidental. El motivo subyacente a este esfuerzo es demostrar el carcter positivo y nico de la racionalidad capica~italista con el talista. Se trata de contrastar el es~ritu simple "afn de lucro", la "especu1a6in avenhrera" y la "piratera", definindolo como "im~ulso adauisicin" ~ a c f i de co, racinalmente auto-controlado, canalizado dentro d e un actuar sistemtico y continuo. La intencin apologtica est mal disimulada. La introduccin a "La Etica Protestante y el Espritu del Capitalismo': es tpica de este tipo de demostrecin. El anlisis est'hecho en trminos de conducta humana, de actitudes valorizadas o institucionalizadas (incluyendo las relaciones de produccin) y no en trminos de desarrollo de las fuerzas productivas, esto es, no en trminos de la dinmica propia de la acumulacin del trabajo exteriorizado, objetivado. Los dos puntos de vista son ciertamente complementarios, la absolutizacin del uno o del otro sera equivocada.

Segn Weber, los elementos que, reunidos, constituyen la especificidad del capitalismo industrial nacido en occidente son los siguientes:1. Una ciencia basada en la demostracin y experi-

mentacin racional;

2.

La formacin del profesional especialista, esto es del funcionario.es~ecializado. sometido a tareas determinadas de minera permanente; La existencia de un Estado con una "constitucin" racionalmente establecida y con,un Derecho racionalmente estatuido;

3.

4.

La moderacin racional del impulso lucrativo, esto es la espectativa de ganancia, orientada por las oportunidades de intercambio "pacfico" en el mercado; La orientacin de la actividad econmica por el clculo de capital y este ltimo exige;

5.6.

La organizacin racional-capitalista del trabajo formalmente libre ( = el trabajo asalariado 1. ( 11.

Ahora, Weber reconoce que varios de estos elementos se encuentran en forma ms o menos desarrollada en otras civilizaciones que la occidental. Pero, la conjuncin de todos estos elementos en su forma mas acabada slo se encuentra en el occidente. El elemento central, podramos decir la espina dorsal, en ese complejo cultural es un tipo particular de racionalismo, o ms precisamente una conducta que une a la inteligencia del mejor camino para lograr un fin, la constancia, regularidad y perserverancia del esfuerzo para lograrlo. Previsin, proceder sistemtico y continuidad en la accin, son las caractersticas esenciales de este mcionalismo que, segn Weber, es tan importante como el inters econmico para explicar el capitalismo moderno: "El moderno capitalismo industrial racional necesita tanto de !OS medios tcnicos del trabajo, como de un Derecho previsible y una adniinistracin guiada por reglas formales; sin esto, es posible el capitalismo aventurero, comercial y especulador y toda suerte de capitalismo polco, pero es imposible la industria racional privLda con capital fijo y clculo seguro. Slo el occidente ha puesto a disposicin de la vida econmica un Derecho y una administracin dotados de esta perfeccin formal tcnico-jurdica. Por eso es preciso preguntarse: a qu se debe la existencia de tal Derecho? No hay duda

(1) La Etica Protestante y el Espritu del Capitalismo, pp. 1-11.

que entre otras circunstancias, los intereses capitalistas contribuyeron a allanar el camino a la dominacin de los juristas, entrenados ea el derecho raciopal, en la esfera de la justicia y de' la administracin, pero no constituyeron en modo alguno el factor nico o dominante, ni produjeron ese derecho de s mismo. Otras fuerzas fueron adems operantes en esta evolucin. Pues, por qu los intereses capitalistas no actuaron en el mismo sentido en China?. . . Es evidente que se trata de un 'racionalismo' especfico y peculiar de la civilizacin occidental". ( 2 ) Este racionalismo peculiar que Weber destaca como ncleo "conductal" del capitalismo industrial, lo considera y lo defiende como la contribucin positiva del occidente a la civilizacin universal, que hay que salvar ms all de la sociedad capitalista.i3n "Economa y Sociedad" este racionalismo est analizado como racionalidad formal. Lo que all constituye el centro de inters de Weber es la relacin entre racionalidad

formal y racionalidad o irracionalidad material. Este anlisis reconoce framente el costo social de la racionalidad formal y, en consecuencia, el aspecto negativo e inhumano del capitalismo. En este sentido es menos apolgetico y mucho ms crtico. En resumen, este anlisis dice lo siguiente: El desarrollo del dinero como medio de cambio'y de pago universal produce una orientacin econmica abstracta de lucro, cuya esencia es aprovechar las oportunida.des de cambio para maximizar la ganancia, esto es la inversin del capital en la produccin ms rentable, abstraccin hecha de su utilidad social.La racionalidad formal, el esfuerzo tcnico y el clculo eco-

nmico para minimizar costo y maximizar la produccin tiene, segn. Weber, dos requisitos materiales que, en iti-

(2)

Op. Cit., pp. 12-13.

ma instancia, son uno solo: la movilidad o disponibilidad absoluta de los factores de produccin: 1) por un lado, una movilidad mxima de los objetos de cambio (lo que significa una libertad de mercado no limitada por fuerzas ajenas al mercado y el carcter competitivo de este ltimo); 2) por otro lado, un poder de disposicin absoluto sobre los factores de produccin, esto es, apropiacin absoluta de los medios materiales de produccin y disciplina empresarial de la fuerza de trabajo (es decir, relacin de dominacin del empresario a sus trabajadores) y Weber concluye "el clculo del capital en su racionalidad formal ms acabada supone por tanto. la lucha del hombre contra el hombre" (3-1 y, ms adelante, habla de la irracionalidad (o inhumanidad) . que introducen estas condiciones materiales del clculo~de capital en la economa. Weber construye as una oposicin fatal entre racionalidad formal (clculo exacto, minimizacin de los costos, maximizacin de la productividad) y racionalidad material (satisfaccin de las necesidades de la colectividad). Este enfoque es profundamente ambiguo. Por un lado, sirve a fines apologticos: si la inedecuacin es inevitable hay que aceptarla.

". . .racionalidad formal (en el sentido de clculo exacto y racionalidad material discrepan entre s en gran parte y de manera inevitable; esta irracionslidad fudamenta! y, er; -idtima instancia, inevitable de la economa es una de las fuentes de toda 'problemtica social' y especialmente de todo socialismo". ( 4 1Adems Weber cree por otra parte que." . . .desde

(3)

para un nmero mximo de individuos, como

un cierto mnimo de abastecimiento material

el punto de vista de la realizacin de

"Economa y Sociedad", Fondo de Cultura Econ6mica. Mxico, Buenos Aires, 1964, pp. 70. Nota: Las citas remiten a titulo de referencia a las pginas correspondienks de la Edicin en espaol sealada, pero el texto ha sido muchas veces retraducido a partir del original alemn. ( 4 ) op. cit. p. 85.

criterio de racionalidad, la experiencia de los itimos decenios muestra que la racionalidad formal y la racionalidad material coinciden en un grado relativamente alto, por razn del tipo' de estmulos que pone en marcha el actuar econmico orientado por el clculo en dinero". ( 5 ) Anlicada a la situacin internacional de hoy. esta afirmacin eS simplemente falsa. Contiene el argumento preferido por la burguesa para legitimizar la dominacin del capital Y la anarqua d la produccin.--

Pero aparte de esta orientacin ideolgica que da Weber a su enfoque de racionalidad material-racionalidad formal, esta conceptualizacin presenta un aspecto crtico y una utilidad cientfica indudable: ella permite formular la ambiguedad profunda del capitalismo en sus logros positivos y en su carcter irracional y deshumanizante, ambiguedad que el mismo Marx no se ha cansado de expresar en los Grundrisse y en "El Capital".

En cuanto a h.libertad de mercado, Weber describe muy bien el mecanismo que engendra y mantiene la desigualdad y que distorsiona un abastecimiento racional de la colectividad: "En una economa con clculo de capital. . . en el que la rentabilidad depende de los precios que los consumidores quieren y pueden pagar (segn la utilidad marginal del dinero de acuerdo a sus ingresos) significa esto: slo puede producirse en forma rentable para aquellos consumidores que segn aquel principio disponen de un ingreso correspondiente y la satisfaccin de las dems necesidades queda fmtada no slo cuando necesidades propias ms urgente se anteponen, sino cuando se antepone un poder de compra ajeno ms fuerte a necesidades de toda clase. El supuesto de la lucha de los hombres' unos contra otros como condicin de la existencia de un clculo racional en dinero presupone(5)

op. cit. p. 83.

adems la influencia decisiva que ejercen sobre el resultado final por una parte, los consumidores ms ricos mediante la capacidad de sobrepujar y, por otra parte, los productores mejor equipados para la produccin de bienes mediante la capacidad de rebajar. . . La orientacin por espectativas de precios y por la rentabilidad condiciona entonces: 1) que las diferencias entre los actores del intercambio por razn del dinero y de las mercancas que poseen, determinan la orientacin de la produccin (en la medida en que es produccin de empresas lucrativas): slo ser y puede ser satisfecha la demanda con mayor poder de compra; 2 ) que la cuestin de cules sern las necesidades cubiertas por la produccin depende por completo de la rentabilidad del proceso productivo, rentabilidad que es una categora racional formal que, por eso mismo, se muestra indife. rente frente a postulados materiales a menos que stos aparezcan como poder de compra suficiente". ( 6).A nivel del an$lsis concreto, Weber seala por ejemplo, la

irracionalidad poltica en la que se envuelve el espritu de rentabilidad de la industria de armamentos: actualidad casi el iiico cliente de material de guerra y de maquinaria blica es la comunidad poltica como tal, y esto acenta el carcter capitalista. Los bancos que financian emprstitos de guerra, y grandes sectores de la industria pesada- no slo los proveedores directos de blindajes y piezas de artille.ra- estn por lo menos econmicamente interesados en que haya guerra. Una guerra perdida les proporciona tan considerable utilidad como una guerra ganada, y el propio inters poltico y econmico de los miembros de una comunidad poltica se ve obligado a soportar la existencia de grandes fbricas nacionales de material de guerra que suministren ese mate( 6 ) op. cit. pp. 70-71.

"mla

rial a todo el mundo incluyendo a los enemigos". ( 7 )En cuanto a la disponibilidad sobre los factores de pro-

duccin Weber afirma:

"Toda apropiacin de puestos de trabajo de empresas lucrativas por los trabajadores, pero tambin la apropiacin de fuerza de trabajo (no libre) por los propietarios significa una barrera en el reclutamiento de la mano de obra, esto es en la seleccin de los trabajadores segn el criterio de rendimiento tcnico optimal y, en consecuencia, significa una barrera para la racionalizacin formal de la economa." ( 8)~

Weber no slo sacrifica la apropiacin de l o s puestos de trabajo por los trabajadores a la racionalidad formal, ratifica tambin en virtud del mismo principio la expropiacin de los trabajadores de los medios de produccin. Transcribimos todo el prrafo: "La expropiacin de los trabajadores individuales de la nrooiedad de los medios materiales de produccin est condicionada de modo puramente tcnico: a ) En el caso de los instrumentos de trabajo reclamen una utilizacin simultnea y sucesiva por numerosos trabajadores;b) en el caso de instalaciones de energa que nicamente pueden ser utilizadas de un modo racional Dor su e m ~ l e osimultneo de numerosos procesos homogdneos de trabajo, tmitariamente organizados;

c

cuando la orientacin tcnico-racional de los procesos de trabajo slo puede'tener lugar en conexin con procesos complementarios bajo un control comn y permanente;

(7) (8)

op. 'cit. Tomo 11 p. 675. op. cit. pp. 100-101.

d) cuando existe la necesidad de una formacin profesional para la direccin de pro-

cesos de trabajo conexos que por su parte slo por su empleo en masa pueden ser aprovechados de un modo racional;

e) cuando por el hecho de existir una disposicin unitaria sobre los medios de trabajo y las materias primas se d la posibilidad de una disciplina ms rigurosa de trabajo, . y en consecuencia, un control mayor de los rendimientos y una mayor homogeneidad en los productos. Estos factores, sin embargo, dejan abierta la posibilidad de una apropiacin por una asociacin de trabajadores (cooperativas de produccin); es decir slo implica la. separacin de los trabajadores individuales de los medios de produccin.,

La expropiacin de la totalidad de los trabajadores (incluyendo los profesionales, tcnicos y comerciales) de la pro-

piedad de los medios de produccin, est sobre todo econmicamente determinada: a ) en general y permaneciendo idnticas las dems circunstancias, por virtud de la mayor racionalidad de la empresa en caso de que la gerencia disponga libremente respecto de la seleccin y modo de empleo de los trabajadores, frente a los frenos tcnicamente irracionales y a las irracionalidades econmicas que surgen cuando hay apropiacin de los puestos de trabajo o derechos de coordinacin; especialmente por la intromisin de puntos de vista alimenticios y de hogares, extraos a la empresa.b) Dentro de la economa .de cambio, por la

confiabilidad crediticia superior de quien no se encuentra limitado por virtud de derechos propios de los trabajadores; es decir, del empresario que en su direccin ejerce sin limitacin alguna sus po-

deres de disposicin, respecto de las bases materiales de su crdito y que en cuanto profesionalmente formado, y en mritos de su continuidad en la direccin del negocio, aparece como ms "seguro".C)

.

Esa expropiacin, dentro de una economa que desde el siglo XVI vena desarrollndose merced a una ampliacin extensiva o intensiva del mercado, surge de un lado por la superioridad absoluta y la forzosidad de la gerencia individual orientada por el mercado, y de otro, por virtud de puras constelaciones de poder. Trasc endiendo estas circunstancias la empresa, -orientada por las oportunidades de mercadoobra en sentido favorable a esta expropiacin:

1) Por la fgratificacin mayor que lleva consigo el clculo de capital, posible nicamente de un modo tcnico racional en caso de apropiacin plena de los propietarios, en comparacin con otra gestin econmica llevada a cabo con un clculo menos racional. 2 ) Por la preferencia que otorga a las propiedades puramente comerciales de la gerencia sobre las tcnicas y por el mantenimiento de los secretos comerciales y tcnicos;

3) Por la preferencia que da a la gerencia expeculadora, que aquella expropiacin supone. Ultimamente sta fue facilitada sin que tuvie- ' ra en cuenta para nada el grado de su racionalidad tcnica.4)' Por la superioridad poseda: a ) en el mercado de trabajo, con todo aqul con propiedades frente a la otra parte contratante (obrero), b) en el mercado de bienes por la economa lucrativa operando con clculo de capital, bienes de capital y crdito lucrativo, frente a to-. do otro concurrente que opera con un -clculo

menos racional, o peor equipado de bienes de capital o con menos crdito;5 ) La disciplina es ptima en el caso de trabajo libre y apropiacin plena de los medios de produccin.

El que slo sea posible el mximo de racionalidad formal

en el clculo de capital por el sometimiento de los obreros a la dominacin del empresario, es otra irracionalidad material especfica del orden econmico" ( 9 ) . Pero, con la expropiacin de los trabajadores no est asegurada .ya automticamente la racionalidad formal de la empresa, hay que ver quihes se apropian el poder de decisin. Por eso sigue Weber: "La expropiacin de todos los trabajadores de los medios de produccin puede significar prcticamente:1. Direccin wor el cuadro administrativo de,

una organizacin: toda economa unitaria y socialista racional mantendra tambin (y precisamente por eso) la expro~iacin de todos los trabaiadores, realizada con ms plenitud por el hecho mismo de la expropiacin de los propietarios privados. Direccin de los propietarios en virtud de la apropiacin de los medios de produccin o direccin por representantes nombrados por los propietarios.

2.

La apropiacin por los propietarios del poder

de disposicin con respecto a la persona del gerente puede significar: a) Direccidn por uno o varios empresarios aue. al mismo tiempo. son los propietarios: apropiacidn inmediata de la posicin de empresario. No excluye sin embargo, que la disposicin de hecho sobre la direccin

(9)

op. cit. pp. 108-110.

- e n virtud del poder de crdito y financiamiento - e s t en gran medida en manos de intereses extraos (por ejemplo bancos de crdito o financieros).b) Separacin de la direccin de la empresa y la propiedad, mediante la limitacin del

derecho de las propiedades a la designacin del empresario, y a una apropiacin libre (enajenable) y en participacin de la propiedad en forma de porciones del capital calculable (acciones, Kuxe 1. Esta situacin (unida por transiciones de toda suerte a la apropiacin puramente personal) es f o r mahente racional en el sentido de permitir la seieccin'-desde el punto de vista de la rentabilidad- del gerente calificado (en contraste con la apropiacin permanente y hereditaria de la gerencia por virtud de la propieaad heredaaa). Pero prcticamente puede esto significar varias cosas: La facultad de nombrar el gerente puede encontrarse, en virtud de apropiacin de propiedad, en las manos de intereses patpmoniales, extraas a la empresa, de aquellos accionistas que ante todo buscan rentas elevadas; 2) la facultad de nombrar al gerente puede encontrarse en virtud de adquisiciones temporales en el mercado, en manos de especuladores, extraos a la empresa (poseedores de acciones que nicamente persiguen el beneficio mediante su reventa); 3) la facultad de nombrar el gerente puede encontrarse, en virtud de poder crediticio o de mercado, en manos de intereses lucrativos extraos a la empresa (bancos o particulares -intereses financieros- por ejemplo que persiguen sus propios fines lucrativos opuestos a menudo a los de la empresa de que se trate).

Son para nosotros "extraiios a la empresa" todos aquellos intereses que no estn orientados, primordialmente, hacia la rentabilidad continuada de la empresa. Esto puede darse en toda clase de intereses patrimoniales. Pero en mucha mayor medida en los que utilizan su poder de disposicin respecto de inversiones y bienes de capital, o una parte de ellos (acciones), no como una inversin permanente de patrimonio sino como medio de obtener en un momento un beneficio de tipo especulativo.. . Los intereses rentsticos puros (a) son los que se ajustan con mayor facilidad con los intereses objetivos de la empresa (es decir una rentabilidad tanto actual como durarera 1. La intromisin de aquellos intereses extraos a la empresa en el nombramiento de los puestos directivos, afectando la racionalidad formal de la seleccin, es otra irracionalidad material especfica del moderno orden econmico (pues pueden entonces decidir respecto de la persona del gerente y, sobre todo, respecto de la forma en que se ordena llevar a cabo la gerencia, tanto intereses patrimoniales puramente individuales, como intereses lucrativos orientados por fines completamente distintos y sin conexin alguna con los de la empresa, como finalmente, puros intereses especulativos que se aduean de las participaciones de ropiedad). La interferencia en las oportunich es de mercado, sobre todo en los bienes de capital, y con ello en la orientacin de la produccin lucra tiva, que ejercen intereses puramente especulativos, extraos a la empresa,,es una de l