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Demasiada M

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Crónica Política

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DEMASIADA “M”

JORGE ANDÚJAR ESCOBAR

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DEMASIADA “M”

En muchos países, los actores, músicos y artistas del espectáculo se desean suerte antes de subir al escenario con la frase: “mucha mierda”. Aunque parezca una expresión malsonante la realidad es que es una forma coloquial de la gente de la farándula. Probablemente provenga de la costumbre en Francia de pronunciar “merde” como señal de éxito. El origen de esa costumbre no está claro. Hay quienes explican que esto se debe a que antiguamente, en París, sólo podían permitirse ir al teatro las personas de la clase pudiente, que acudían al mismo en coche de caballo. Entonces, si en la puerta del teatro había gran cantidad de “mierda”, significaba que el teatro estaría lleno. Otros afirman que el origen de decir “mucha mierda” procede de la Edad Media, cuando los artistas ambulantes iban con sus carromatos por los pueblos. Así cuando llegaban a uno, si había mucho estiércol a la entrada, quería decir que en aquel momento se estaba celebrando un mercado, una feria u otro acto festivo, de manera que sin dudarlo entraban, hacían su espectáculo y se iban. Volviendo a la referida expresión, y dado la proximidad de las elecciones, con todos los escándalos que se están destapando, he querido recordar algunas líneas que escribí hace algún tiempo: Entre los numerosos programas dedicados a los animales y a la naturaleza en general, que ofrecen las distintas cadenas de televisión, recuerdo algunos cortometrajes dedicados a los hipopótamos; en éstos reportajes aparte de mostrarnos los peligrosos que pueden llegar a ser estos animales para los seres humanos si se les molesta, nos ofrecen diferentes muestras de su vida y sus costumbres, siendo muy llamativo su particular manera de marcar su territorio y retener a sus hembras. Según se puede ver en los citados vídeos, estando dentro del agua defecan de manera abundante, esparciendo las heces con su cola como si de un abanico se tratase, de manera que todo lo que hay alrededor queda salpicado de sus excrementos. Hablando de excrementos, aquí tenéis este pequeño cuento: “Circulaba un borracho de madrugada por una calle de un pueblo, y al dar un traspiés calló en una inmunda cloaca que estaba en obras, quedando tirado allí sin poder levantarse, así que comenzó a dar grandes voces:

¡Fuego! ¡Fuego! ¡Auxilio! ¡Fuego! Al oír los gritos se despertaron todos los vecinos, y corriendo salieron de sus casas a la calle para ver donde estaba el fuego y apagarlo. Al comprobar que no había ningún fuego y darse cuenta que las voces venían de la cloaca, se acercaron y entre todos sacaron al borracho de la misma, aunque muchos comenzaron a recriminarle diciéndole:

“Si no hay fuego en ningún sitio, ¿por qué gritabas de esa forma pidiendo auxilio?, tenías que habernos dicho donde habías caído.”

El borracho como pudo, contestó con el siguiente razonamiento:

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“¿Quién de vosotros habría venido a sacarme de esta sucia cloaca si yo hubiera gritado: ¡mierda!¡mierda!¡auxilio!¡mierda!”

En este país desde hace unos años, no cesan de producirse denuncias por delitos tales como: malversaciones de caudales públicos, prevaricaciones, cohechos, falsificaciones de documentos, estafas, comisiones ilegales, apropiaciones indebidas, etc., etc., En la mayor parte de estos hechos, aparecen acusados o implicados empresarios, jueces, abogados, deportistas, artistas y, lo que es más grave, políticos de mayor o menor relevancia que ocupan o han ocupado importantes cargos, a nivel estatal o en las Comunidades Autonómicas. Una vez que la Justicia ordena intervenir a la policía, (cuando la mierda ya les llega al cuello), y aunque las pruebas acusatorias son en su mayoría innegables y evidentes, ellos claman por su presunción de inocencia, exigiendo el amparo de la Justicia, comportándose como el borracho del cuento e intentando al mismo tiempo, a semejanza de los hipopótamos, salpicar con su inmundicia al resto de ciudadanos. Estoy convencido, es mi opinión, que el partido gobernante quizás merece perder las próximas elecciones, pero también estoy seguro de que ninguno del resto de agrupaciones políticas merecería ganarlas. Recordando la obra de teatro de Calderón de la Barca, “El gran Teatro del Mundo”, me parecería “demasiada mierda” para unos actores tan mediocres.

No me seduce el burdel del poder /

prefiero el otro. Mario Benedetti

Linares 8 de Mayo del 2011. Jorge Andujar Escobar