Desierto - 2 Edición - Anomia Ediciones

  • Upload
    nnn

  • View
    220

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    1/140

    Desierto

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    2/140

    No se hizo ni se har el depsito que impone la

    ley. Se permite y alienta la copia y distribucin

    de este material por cualquier medio.

    Si quers el PDF para imprimir y difundir,

    encontrs algn error o tens alguna

    sugerencia, ponete en contacto con nosotras.

    DESIERTO - 3 edicin, julio de 2014 -

    Editado y maquetado por:LAnomia Ediciones

    [email protected]

    Anomia signica ausencia de normas. LAnomia no es territorio

    de nadie sino de los esfuerzos, placeres y voluntades combinados de

    muchs. De nacimiento indenido y de vida indeterminada. Es un sereditorial mutante en el sentido cambiante de la palabra

    una quimera de muchas voces, un monstruo de varias cabezas.

    Traduccin:Colectivo Apcrifo

    [email protected]

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    3/140

    Desierto

    A n n i m o

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    4/140

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    5/140

    7

    Desierto, sustantivo.

    1. rea particularmente yerma o desolada:a. Regin seca y arenosa con pocas precipitaciones, temperaturasextremas y escasa vegetacin.b. Regin de fro permanente que est amplia o completamentedesprovista de vida.c. rea acutica aparentemente sin vida.

    2. Lugar vaco o abandonado; erial: desierto cultural.3. Arcaico Regin salvaje, balda, inhabitada.

    [Ingls medio, del francs antiguo, del latn tardo desertum, delparticipio pasado neutro de deserere, desertar]

    [Traduccin de entrada de diccionario ingls]

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    6/140

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    7/140

    9

    Introduccin

    Nota del autor

    Como anarquista amante de la naturaleza, he escrito Desiertodirigindome principalmente a ls que comparten mis inquietudes.Quiz por ello no he explicado algunas ideas que son, en cierto modo,dadas por sentado en muchos crculos anarquistas y ecologistasradicales. He escrito de forma bastante accesible, as que esperoque, aunque no provengas de esos crculos, puedas leer Desiertosin problemas. Aunque las mejores introducciones a la ecologa y laanarqua se aprenden pasando tiempo en ecosistemas no domesticadosy comunidades anarquistas, tal vez alguns encuentren tiles estoslibros. Para m lo fueron.

    Peter Marshall,Demanding the Impossible: A History of Anarchism(Pidiendo lo imposible: Historia del anarquismo), Londres:

    HarperCollins, 2008.

    Fredy Perlman, Against His-story, Against Leviathan (Contra suHistoria, contra el Leviatn), Detroit: Black & Red, 1983.

    Christopher Manes, Green Rage: Radical Environmentalism and

    the Unmaking of Civilization (Rabia verde: Ambientalismo radicaly el desmantelamiento de la civilizacin), Boston: Little, Brown andCompany, 1990.

    Clive Ponting, A Green History of the World (Historia verde delmundo), Londres:Penguin Books, 1991.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    8/140

    10

    Desierto

    Prefacio

    Hay algo que obsesiona a muchs activistas, anarquistas, ecologistas,a muchs de mis amigs. Me obsesion a m tambin. Gran parte delbagaje que arrastramos de nuestras subculturas nos hace creer que elmotivo de esa obsesin no existe, que no se puede ver ni or. Nuestrasbuenas intenciones para con el mundo nos dicen que no le hagamoscaso, pero para muchs, a pesar de los mejores esfuerzos (siguiendoadelante con el activismo diario, construyendo movimientos de base,viviendo acorde a y como expresin de tica), a pesar de todo eso, elespectro cobra forma. La imagen borrosa se hace cada vez ms slida,ms inevitable, hasta que el fantasma termina mirndote directamentea la cara. Y como sucede con muchos monstruos de leyendas antiguas,cuando la gente se cruza con su mirada, se queda petricada. Sevuelven incapaces de moverse. Pierden la esperanza, se desilusionany se vuelven inactivs. Ese malestar, el quedarse paralizad, no sloralentiza el trabajo militante, sino que afecta cada una de las facetas dela vida de muchs de mis amigs.

    El espectro que muchs intentan no ver es darse cuenta de una cosamuy simple: el mundo no ser salvado. La revolucin anarquista globalno va a suceder. El cambio climtico es imparable. No vamos a ver almundo acabar con la civilizacin/capitalismo/patriarcado/autoridad. Nosuceder pronto. Es probable que no suceda nunca. El mundo no sersalvado ni por ls activistas, ni por los movimientos sociales, ni pororganizaciones bencas, ni por un proletariado global insurgente. Elmundo no ser salvado. Duele darse cuenta de eso. Nadie quiere quesea verdad, pero probablemente lo es.

    Esas revelaciones, esa prdida de la ilusin, no debera incapacitarnos.Si partimos de entrada de que es una cuestin de o todo o nada,

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    9/140

    11

    Introduccin

    entonces tenemos un problema. Muchs amigs han abandonadoel movimiento mientras que otrs continan poniendo en prctica

    antiguas costumbres con una tristeza y un cinismo que revela susensacin de que, en realidad, son costumbres que no llevan a nada.Alguns merodean por el mbito revolucionario criticando todo peroviviendo y luchando ms bien poco.

    No es la desesperacin: puedo tolerar la desesperacin. Es laesperanza lo que no tolero.[1]

    La esperanza de un gran nal feliz daa a la gente. Sienta la base parael dolor que sentirn cuando se desilusionen. Porque, honestamente,quin de nosotrs cree en un nal feliz hoy en da? Cunts hansido consumids por el esfuerzo que implica reconciliar la fe ciegade cambiar el mundo con la realidad que nos rodea? Sin embargo,desilusionarnos con la revolucin global, con nuestra capacidadde parar el cambio climtico, no debera alterar nuestra naturalezaanarquista ni el amor que sentimos por la naturaleza como anarquistas.Todava hay muchas posibilidades para la libertad y lo salvaje.

    Cules son algunas de esas posibilidades y cmo podemos vivirlas?Qu podra signicar ser anarquista, ecologista, cuando la revolucinglobal y la sostenibilidad socio-ecolgica no son el objetivo principal?Qu objetivos, qu planes, qu vidas, qu aventuras quedan cuandose dejan de lado las ilusiones y caminamos por el mundo ya noincapacitads por la desilusin, sino liberads de su carga?

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    10/140

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    11/140

    13

    Mitos religiosos: progreso, capitalismo global, revolucin global,

    colapso global

    La idea de progreso es central al paradigma occidental moderno enel que predomina la presuncin de que el mundo entero se mueve hacia

    un futuro cada vez mejor. La idea de la inevitabilidad o posibilidad deun futuro libertario mundial surge de esa creencia.

    En muchos aspectos, el anarquismo fue y contina siendo el alalibertaria de la Ilustracin europea en contra de Dios y el Estado. Enalgunos pases como en la Espaa de principios de siglo, el anarquismofue la propia Ilustracin: su militancia cienticista y anticlericalistaalcanz el mismo nivel de popularidad que el anticapitalismo. An as,los resabios de la historia no son tan fciles de superar y los crecientes

    movimientos revolucionarios a menudo resultan en esencia, formay objetivo, la continuacin de la religin por otros medios. A modode ejemplo, la creencia de que la paz y la belleza universales solose alcanzaran a travs de una revuelta apocalptica y sangrienta (larevolucin, el nuevo milenio, el colapso) indica claramente que, comoideologa de la Ilustracin, el anarquismo hered una gran carga de susorgenes eurocristianos.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    12/140

    14

    Desierto

    John Gray se reri al marxismo como:

    (...) una versin radical de la creencia iluminista del progreso,una mutacin de la esperanza cristiana en s misma. El judasmoy el cristianismo ven la historia como un drama moral cuyo ltimoacto es la salvacin.[2]

    Si bien alguns anarquistas nunca cayeron en tales tonteras,muchs lo hicieron y alguns continan hacindolo.

    Hoy en da, tanto ls propis anarquistas como el resto de la sociedad,cuestionan cada vez ms el progreso. Todava no conozco a nadie quecrea en un futuro mundial inevitablemente anarquista.[3]Sin embargo,la idea de un movimiento a escala global que confronte la problemticaglobal actual para crear un futuro global tiene muchs apstoles.Muchs de ells incluso son libertaris y miran con esperanza laposibilidad de una revolucin anarquista mundial.

    El triunfo ilusorio del capitalismo despus de la destruccin del muro

    de Berln llev a la proclamacin ms utpica[4] que real de unNuevo Orden Mundial: el sistema capitalista mundial. La reaccin demuchs ante la globalizacin fue repensarnos desde la base, lo cual sereforz por la aparicin pblica, casi simultnea, de ls zapatistas y lainvencin de Internet. Lo que sigui fueron das de accin internacionalque, a menudo, coincidan con cumbres y que se convirtieron en elfoco del supuesto movimiento de movimientos anticapitalistamundial . La alegra en las calles hizo que muchs evitaran mirar alespectro a los ojos al enfocarse hacia un movimiento mundial. Peroese movimiento mundial nunca lleg a concretarse[5, 6], del mismomodo que el capitalismo nunca fue verdaderamente mundial. Haymuchos, pero muchos lugares donde las relaciones capitalistas no sonla prctica dominante y donde incluso ls anticapitalistas ni siquieraexisten (mucho menos ls anarquistas).

    En medio de la feliz irrealidad de ese perodo de resistenciamundial, alguns realmente se dejaron llevar: No tenemos intersen reformar el Banco Mundial o el FMI, queremos abolirlos en unarevolucin anarquista internacional.[7] Tales declaraciones serancomprensibles si hubieran sido escritas tras la embriaguez que puede

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    13/140

    15

    No hay futuro (global)

    sentirse al vencer a la polica, pero no slo se encuentran en esoscasos. En un maniesto de una federacin anarquista britnica arma:

    Dado que el capitalismo controla al mundo, su destruccin debe sercompleta y mundial.[8]

    La ilusin de un presente mundial completamente capitalista escasi idntica a la aspiracin de un futuro mundial completamenteanarquista.

    Mi amado anarquismo: su potencial y sus limitaciones

    Ls anarquistas somos cada vez ms. Estn surgiendo agrupaciones ycontraculturas en pases donde casi no haba anarquistas de movimientossociales [9]. An as, una evaluacin honesta de nuestras fortalezas yposibilidades, sumada a aquellas de las comunidades y clases a las quepertenecemos, podra dejar en claro que no estamos creando la semilla

    de la sociedad futura en las entraas de la vieja[10]que liberar algnda al mundo. Estamos tan inmerss en internet que nos perdemos enuna aldea virtual (de activistas) y cada vez es ms fcil olvidar que en la

    tierra hay muchos lugares y muchas personas.[11]

    Querer librar al mundode las relaciones sociales capitalistas, o incluso de la civilizacin, es unacosa; poder hacerlo es otra totalmente distinta. No estamos en todoslados, somos poco comunes.

    Acciones, crculos de amigs, centros sociales, clulas de guerrillaurbana, grupos editoriales, ecoguerrers, cooperativas de viviendas,estudiantes, refugios, incendiaris, familias, okupas, cientcs,campesins, huelguistas, maestrs, colectividades agrcolas,

    msics, tribus, pandillas, devots insurgentes y mucho, mucho ms.Ls anarquistas pueden ser maravilloss. Podemos tener belleza,autodeterminacin y posibilidades a montones. Sin embargo, nopodemos rehacer el mundo entero; no somos ni seremos sucientes.

    Alguns argumentan que la revolucin mundial libertaria podratriunfar sin la participacin o sin mayor ayuda de anarquistasdeclarads, por lo que nuestra cantidad de militantes y recursosson irrelevantes. Mientras que se da por sentado que las crisis sociales

    y revueltas ocurren regularmente en las sociedades basadas en la

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    14/140

    16

    Desierto

    guerra de clases, poner nuestra fe en el impulso revolucionario delproletariado es casi como decir al nal todo saldr bien.

    Desgraciadamente, en la historia hay muy poca evidencia de quela clase trabajadora est predispuesta a una revolucin libertaria oecolgica mucho menos el resto de la sociedad. Miles de aosde socializacin autoritaria avalan la dominacin.[12]

    Ni nosotrs ni nadie puede crear un futuro libertario y ecolgicode la sociedad mundial mediante la mera expansin de movimientossociales. Ms an, no hay razn para pensar que sin una expansinde esas dimensiones, puede llegar a haber una transformacin dela sociedad mundial que concuerde con nuestros deseos. Comoanarquistas no somos la semilla de la sociedad futura en las entraasde la vieja, sino simplemente otro de los tantos elementos que formanel futuro. Cuando nos enfrentamos a tal escala de complejidad, haycierto valor en la humildad no servil, incluso para ls insurgentes.

    Abandonar la esperanza de una revolucin anarquista mundial nosignica resignarse a que la anarqua se perpete como una protestaeterna. Seaweed lo explica bien:

    La revolucin no est en todos lados ni en ningn lugar. Cualquierbioregin puede ser liberada por medio de una sucesin de eventos

    y estrategias basadas en las condiciones que le son particulares,en especial cuando la civilizacin retrocede intencionalmente o

    pierde control gracias a los esfuerzos de sus habitantes. () Lacivilizacin no triunf en todos lados a la vez y, de la misma forma,

    su desmantelamiento solo ocurrir en varios niveles en distintoslugares y a distinto tiempo.[13]

    Incluso si un rea se encuentra, en apariencia, bajo el controlabsoluto de la autoridad, siempre habr lugares a donde ir para vivir,para amar y para resistir desde all. Podemos expandir esos lugares.La situacin mundial puede parecer fuera de nuestro alcance, pero larealidad local nunca lo est. Afortunadamente, el hecho de que seamosanarquistas no nos vuelve impotentes por completo ni potencialmenteomnipotentes.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    15/140

    17

    No hay futuro (global)

    De la antiglobalizacin al cambio climtico

    Para muchs de nosotrs, la prdida de mpetu del movimientoantiglobalizacin[14]conllev la cada de la idea de cambio mundialy su optimismo religioso. Sin embargo, en los ltimos aos, otrointento de revivir un movimiento mundial apareci de nuevo entrenosotrs, esta vez apoyndose en el cambio climtico.

    Muchs promocionaron la movilizacin durante la Conferencia sobreel Cambio Climtico de las Naciones Unidas de Copenhague como elnuevo Seattle[15]; algunos grupos aclamaban estar construyendo un

    movimiento mundial para solucionar la crisis climtica.[16]

    Greenpeace, por ejemplo, dice que:

    (...) el cambio climtico es un problema pblico mundial. Parasolucionarlo se necesitan acciones colectivas a nivel mundial. ()

    No tenemos otra alternativa ms que construir un movimiento debase mundial, presionar a los polticos y forzar a las corporaciones

    y bancos para que cambien de rumbo.[17]

    Dar por sentado que ustedes, lectores, entienden la irrealidadingenua de tales grupos de presin, pero vale la pena prestar atencin aesas tendencias al analizar campaas menos institucionalizadas contrael cambio climtico. Existen tres tendencias principales que muchssuelen transitar errticamente.

    Primero estn ls que tienen creencias similares a las de Greenpeace(entendiendo la accin directa como estrategia de concientizacino grupos de presin ciudadana). Luego, ls que usan el discurso del

    cambio climtico para alentar movilizaciones locales que, aunqueprobablemente no tengan efecto alguno sobre el cambio climtico,por lo menos mantienen objetivos prcticos y realizables, como,por ejemplo, detener la destruccin de un ecosistema determinado,el empobrecimiento de la calidad de vida[18] de una comunidad, osimplemente aumentar la capacidad de autogestin.[19]

    Por ltimo, estn aquells anticapitalistas nostlgics queconciben la justicia climtica como la metamorfosis del imaginario

    movimiento alter-globalizacin[20] (ntese que la expresin anti-

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    16/140

    18

    Desierto

    globalizacin ha cado en desuso). Un escritor annimo describimuy bien esa ltima tendencia:

    [Cuando los activistas] intentan convencernos de que esta es laltima oportunidad de salvar el planeta () lo hacen en el afnde construir movimientos sociales. () En los ltimos aos en loscrculos radicales ronda una creciente tendencia perturbadorabasada en la idea de que un positivismo ciego puede conducir avictorias interesantes e inesperadas. Los libros de Michael Hardt yde Tony Negri aportaron algunas bases tericas para sustentar esta

    armacin; alguns las han adoptado para unir a las masas bajola bandera de la precariedad, organizar a ls inmigrantes y crearmovilizaciones durante las cumbres. Para muchs de la tradicinizquierdista fue el mensaje de esperanza que estaban esperando oren tiempos en los que su ideologa pareca ms dbil que nunca.() Los tericos, que supuestamente comprenden al capitalismo losuciente, escriben que un aumento de las libertades para tods yuna renta bsica universal son objetivos realizables. Es posible que

    ni siquiera ells crean su propio discurso; an as, se esfuerzanpor inspirar a otrs para que lo hagan, argumentando que losexcesos generados por esos sueos utpicos supondrn potentesmovimientos para el cambio. El cambio climtico () es, sin duda,el laboratorio experimental adecuado para polticas de esperanza

    prefabricada, a las que somos ajens. Pero mientras los polticos(aquellos dinamizadores, no autoritarios) miran cmo prosperansus partidos, todava hay razones para vivir en el mundo real.[21]

    Ls nuevs referentes se parecen a ls viejs. Tanto unscomo otrs consideran que un futuro global solo ser posible sinos organizamos. Sin embargo, en realidad ya sea dentro de losecosistemas en general, como en el espritu de la gente en particularno hay un nico futuro mundial posible [22] y ninguna comunidadimaginaria, tanto estatal como popular (o las dos juntas como sepropuso en la conferencia de Cochabamba),[23] pueden detener elcambio climtico.

    Dada nuestra obvia incapacidad para rehacer el mundo enteroa nuestra manera, alguns reemplazan el mito de la revolucin

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    17/140

    19

    No hay futuro (global)

    mundial por la creencia en un colapso mundial inminente, hoy enda una combinacin de cambio climtico y pico del petrleo. Como

    veremos ms adelante tanto en los captulos siguientes como en losaos que vendrn, el calentamiento global plantear un serio desafoa la civilizacin en algunas reas y la aniquilar en otras. Pese a eso,en algunas regiones seguramente se darn las condiciones necesariaspara que la civilizacin se propague. Algunos lugares se mantendrn(relativamente) templados, tanto climatolgica como socialmente. Aligual que la civilizacin, la anarqua y ls anarquistas sern seriamentedesaads; a veces, aniquilads. Las posibilidades para la libertad y

    lo salvaje aparecern y desaparecern. La desigualdad que caracterizael presente se profundizar. No habr un futuro mundial.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    18/140

    20

    El cambio climtico es ms rpido de lo esperado

    Algo recurrente en el ambientalismo es que, a pesar de que pareceque el apocalipsis est a la vuelta de la esquina, siempre hay tiempopara solucionarlo. Cada nueva generacin parece tener una ltima

    oportunidad para salvar al planeta. El bilogo Barry Commoner dijoen 1970: Estamos en un perodo de gracia, tenemos tiempo quizsuna generacin para salvar al medio ambiente de los efectos nalesdel dao que le hemos causado.[24]Hoy en da se oyen declaracionessimilares, pero lo ms seguro es que el perodo de gracia hayaterminado. Hacia 1990, los editores de The Ecologistpublicaron unaevaluacin general del estado de la tierra en 5000 Days to Save the

    Planet(5000 das para salvar al planeta).

    Se dice que nuestro planeta est en crisis, que estamos destruyndolo ycontaminndolo hasta provocar una catstrofe mundial. (...) Es posibleque nos queden nada ms que quince aos, un periodo tan corto como5000 das para salvarlo. (...) Una de las mayores preocupaciones quesurgen desde la teora de Gaia es que estamos forzando los procesosnaturales ms all de su capacidad para mantener una atmsferaapta para la supervivencia de formas de vida ms complejas. Una vez

    traspasado ese lmite, el sistema puede virar generando un ambientenuevo que sera extremadamente inhspito para la vida tal y como la

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    19/140

    21

    Es ms tarde de lo que creamos

    conocemos. Una vez activado, el cambio hacia el nuevo estado podradesarrollarse a gran velocidad. [25]

    Hacia 2005, la cuenta regresiva imaginada en el ttulo haba llegadoa cero y el creador de la teora de Gaia, James Lovelock, estabaescribiendo La venganza de Gaia, donde expona que, probablemente,la Tierra Viviente (living earth) estaba mutando de forma irreversiblea un estado caliente. Lovelock lleg a esta conclusin al comprobarque los datos cientcos del cambio climtico estaban sobrepasando loque anticipaban la mayora de las predicciones. Cuando se dirigi a la

    Sociedad Real Britnica, dijo:La retroalimentacin positiva del calentamiento por el derretimientodel hielo otante del rtico y el Antrtico est generando, porsi sola, una aceleracin del calentamiento sistmico, cuyo total

    pronto ser o quiz ya sea mayor que el producido por todala contaminacin de CO2 generada hasta ahora. Esto sugiere quela implementacin del tratado de Kyoto, o algn sper Kyoto,difcilmente tenga xito. (...) Debemos entender que el sistematerrestre est ahora en retroalimentacin positiva y est yendoinevitablemente hacia un estado caliente estable, como el de losclimas del pasado. [26]

    Defender pblicamente la energa nuclear,[27]dudar de que los parqueselicos sean la panacea y las claras declaraciones de que el cambioclimtico es probablemente inevitable a esta altura, hicieron a Lovelockpoco popular entre los ambientalistas ya que su mensaje se desva de la

    corriente general. Es poco conveniente que tenga tan buena reputacincientco-ambiental. Como buen erudito, durante sus noventa aostrabaj en muchos mbitos. Principalmente, fue el inventor del detectorde captura de electrones que hizo posible el descubrimiento del agujerode la capa de ozono, que luego permiti a Rachel Carson escribir sulibro, Silent Spring (Primavera silenciosa).[28] Su hiptesis de Gaia,al principio hertica, de una Tierra Viviente y auto-regulada, es ahoraampliamente aceptada bajo el ttulo deEarth System Science(Ciencias

    del Sistema Tierra). Ha defendido durante mucho tiempo la expansin dela tierra salvaje y ha apoyado acciones de defensa ecolgica. Es un vido

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    20/140

    22

    Desierto

    caminante y hasta llev adelante personalmente una campaa sobre elderecho a deambular libremente ya en los aos 30! Sus detractores,

    en general, admiran su trabajo por su calidad de pionero, pero dicen(discriminndolo por su edad) que se ha vuelto un poco loco. Pero elverdadero problema es que desarroll toda su carrera profesional bajoninguna ideologa en particular y sin depender del nanciamiento denadie. Por eso tiene la capacidad de decir lo que unos cuntos miembrosde instituciones cientcas y ambientales piensan, pero temen decir enpblico. Lovelock cree que una gran variedad de factores contribuyerona que se desestimara el alcance de los efectos que produce la humanidad

    en el planeta.

    Los factores son, entre otros:Cambios tan rpidos y complejos que impiden que los programasde investigacin y publicacin puedan seguirles el ritmo.El no ver y comprender a la tierra como un organismo vivo, unsistema dinmico y auto-regulado.La falta de trabajo multidisciplinar debido a la compartimentacin

    acadmica.Las presiones gubernamentales sobre los informes del IPCC.[29]El posible enmascaramiento del calentamiento actual por el

    oscurecimiento global.[30]

    Excede el objetivo de este texto el dar un resumen general delpensamiento lovelockiano, sin mencionar el resto de las investigacionessobre el calentamiento global. Parte de la naturaleza del problema es

    que, para el momento en que lean esto, la ciencia habr avanzadoconsiderablemente. Si estn interesads, echen un vistazo a lasfuentes que cit y amplen su lectura. No obstante, a pesar de que losdetalles pueden variar, gran parte de la ciencia est de acuerdo en quelo ms probable es que nos estemos dirigiendo inexorablemente haciauna tierra considerablemente ms caliente, y que lo estemos haciendorpido. Observaciones recientes nos colocan en una posicin muchoms avanzada de la que muchs pensbamos hace unos pocos aos:

    incluso dcadas ms avanzada. Junto con la inercia de reducir las

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    21/140

    23

    Es ms tarde de lo que creamos

    emisiones de carbono, las posibilidades de que tenemos de frenar elcambio climtico masivo son probablemente muy pocas.

    Mientras las ONGs siguen balbuceando sobre detener dos gradosel aumento de la temperatura, los climatlogos estn cada vez ms deacuerdo con la prediccin de un aumento de cuatro grados hacia n desiglo o incluso hacia 2060.[31]Y este no es el escenario ms pesimista.El informe de 2007 del IPCC predijo un aumento de entre 2 y 6.4Cen este siglo. Su ex presidente, Bob Watson, advirti que el mundodebera estar trabajando en estrategias de mitigacin y adaptacin paraun calentamiento de 4C.[32]El panorama de Watson ya es bastante

    malo, pero Lovelock va un poco ms lejos y cita una cantidad demecanismos de retroalimentacin que, l cree, ya nos estn llevandoa un estado ms caliente, de los cuales el derretimiento del hieloocenico mencionado anteriormente es el ms conocido. Qu aspectopodra llegar a tener este nuevo estado caliente?

    Algunos atisbos: Habr desiertos calientes que se expandirn sobre gran parte del

    sur del planeta y hacia el sur y centro de Europa. Habr desiertos fros que se retraern, principalmente en el nortedel planeta, para dejar tierras nuevas en las fronteras de Siberia,Escandinavia, Canad, Groenlandia, Alaska e incluso, en ciertamedida, parte de la Antrtida. Intentos masivos de migracin desde las zonas ridas hacia laszonas todava habitables.Muerte masiva de seres humanos junto con la extincin acelerada

    de especies.

    Lovelock lo pone en trminos ms bien bruscos:

    Los humanos se encuentran en una situacin bastante difcil, y nocreo que sean lo sucientemente astutos para manejar lo que seavecina. Creo que van a sobrevivir como especie, pero la matanzaen este siglo va a ser enorme (...) La cantidad que quede al nal del

    siglo ser probablemente de mil millones, o menos.[33]

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    22/140

    24

    Desierto

    Claro que no s si esta ser exactamente la imagen del presente y delfuturo del cambio climtico. La verdadera complejidad del Sistema

    Tierra (y las dinmicas sociales humanas en l) probablemente estms all de nuestra comprensin (denitivamente ms all de la ma)y estos modelos no deben confundirse con la realidad. Mi intuicin(que es todo lo que uno tiene en el falaz intento de describir el futuro)es que la imagen que describ es una aproximacin razonable. Puedeque no estn de acuerdo, pero les pedira que la tengan en cuenta yaque es una posibilidad que vale la pena considerar. Esa intuicin estcimentada tanto en la crtica anarquista del capitalismo como en la

    lectura de ciencia climtica.Si miro a mi alrededor veo un hermoso da soleado y el brillo de las

    hojas de los rboles, pero no hay indicios de que la sociedad en la quevivo pueda solucionar un problema de la magnitud y complejidad queconlleva el cambio climtico. Siento que la gran pregunta que hay quehacerse no es si llegar el mundo descrito ms arriba, sino cundo.

    Lovelock propone seriamente que tal mundo (o para ser ms correctos,tales mundos) surgirn a nal de este siglo y que esas tendencias se

    materializarn hacia la mitad del siglo. Quizs lleve ms tiempo perode todas formas puede ser una ventaja tener en cuenta estos cambios ala hora de plantearnos qu queremos lograr con nuestras vidas.

    Para ser claros, no estamos hablando de un apocalipsis milenario,aunque quiz se sientan as ls que vivan algunos de sus momentosms horribles o excitantes. Ms bien estamos hablando de un cambiomasivo y acelerado. James Hansen (NASA) comenta:

    Si queremos preservar un planeta similar a aquel en el que sedesarroll la civilizacin y al cual se adapt la vida, las evidenciaspaleolticas y el presente cambio climtico sugieren que el CO2deber reducirse de los 385 ppm presentes a 350 ppm, comomnimo.[34]

    Lo ms probable es que eso no suceda. El nicho ambiental en el quela civilizacin (cultura urbana, con divisin de clases y sostenida por laagricultura) se desarroll est desapareciendo y con l probablemente

    desaparecern muchs de sus ciudadans. Y hay muchs, muchsciudadans.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    23/140

    25

    Es ms tarde de lo que creamos

    Los terrenos fantasma alimentan la explosin demogrca

    El crecimiento del capitalismo industrial fue acompaado de un vastoincremento de la poblacin humana. Actualmente, somos alrededor desiete mil millones, en comparacin con los 600 millones de principiosdel siglo XVIII. Ese salto ocurri en tan solo 13 generaciones [35]yeso, en gran parte, no fue algo accidental. Silvia Federici expusoclaramente que uno de los fundamentos clave para los comienzos delcapitalismo fue la destruccin del control de la mujer sobre su propiafertilidad.

    Los vientres se convirtieron en territorio pblico controlado por elhombre y el Estado y la reproduccin fue puesta directamente alservicio de la acumulacin capitalista.

    Aunque fue el capitalismo lo que impuso y permiti la expansinmasiva, lo hizo siguiendo una antigua tradicin de las civilizaciones,[36]solo que, esta vez, magnicada a travs de la tecnologa.

    Yo nac a mediados de 1970, cuando la poblacin humana era de 4

    mil millones; para el da en que muera (no antes del 2050, espero) laONU calcula que la poblacin en la tierra superar los 9 mil millones.[37]De todas formas, estas predicciones asumen que habr ms de lomismo. Que esto suceda o no, depende de tres factores estrechamenterelacionados: control de la natalidad, control de la mortalidad yrecursos alimentarios.

    A pesar de los mandatos de los patriarcas de culto como el Papa, lamayora de la poblacin utiliza cada vez ms mtodos anticonceptivos

    para limitar el crecimiento familiar. La continua lucha que nos permitehacerlo es una batalla clave, y es una batalla en la que muchsanarquistas entre otrs se han organizado.[38] No obstante, ladifusin de los anticonceptivos y, de manera ms amplia, la luchapor la liberacin de la mujer[39]no detendr la probable duplicacinde la poblacin mundial durante el tiempo de vida de mi generacin.Teniendo en cuenta que la reduccin de la familia nuclear es la normaen gran parte del planeta, la habilidad de la medicina industrial y las

    medidas higinicas son ahora claves fundamentales para controlar lamortalidad. La poblacin humana al menos en las proyecciones que

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    24/140

    26

    Desierto

    contemplan el mantenimiento del status quo continuar creciendohasta el 2050 por lo menos, siempre que aquells que viven hoy, vivan

    el promedio de vida esperado y tengan el nmero esperado de hijs.Sin embargo, no tenemos que esperar hasta entonces para superar

    la capacidad de carga del planeta (la poblacin mxima que es capazde soportar de forma permanente) ya que, probablemente, es algo queya hemos hecho. La civilizacin industrial se las ha arreglado paraagrandar el suministro de alimentos por medio de la colonizacinde ms y ms tierra salvaje para uso agrario, y del desarrollo de larevolucin verde[40] con su agro-tecnologa y medios de transporte

    dependientes del combustible fsil. Por denicin, la agriculturaindustrial depende de la explotacin de terrenos fantasma [41](combustibles fsiles) para producir alimentos al ritmo actual. Estosolo puede ser temporal ya que, a menos que seas un creyente delmito de la abundancia y los recursos ilimitados, en algn momentolos cazadores de petrleo volvern con las manos vacas. Cundosuceder esto, nadie lo sabe, aunque muchs dicen que ya hemospasado el pico del petrleo. Alguns argumentan que las celdas de

    hidrgeno, la energa solar, la ingeniera gentica, la nanotecnologa yla plaga verde [N. de trad.1] podrn evitar el colapso poblacional dealguna manera. Estos apstoles del progreso se parecen cada vez msa los cultos cargo [N. de trad.2] en su creencia de que la tecnologadesarrollada por el mercado (en el caso del capitalismo) o por el Estado(en el caso del socialismo) nos proveer de todo lo necesario. En elimprobable caso de que esto sea cierto y que la provisin de alimentosse mantenga en alza en conjunto con el crecimiento poblacional, la

    naturaleza altamente regulada de esta produccin y distribucingarantizar que la provisin de libertad (tanto para humanos comopara los animales) sea cada vez ms escasa.

    En denitiva, la creciente poblacin humana necesita de combustiblefsil para sobrevivir. La mayora comemos prcticamente petrleo y lasenfermedades son controladas principalmente a travs de tecnologasdependientes de grandes cantidades de energa. He aqu otra razn porla que dudo de la capacidad de ls activistas, o del Estado, por qu no,

    para convencer a la sociedad de abandonar el combustible fsil. Suenafantstico, pero para miles de millones de personas que la humanidad

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    25/140

    27

    Es ms tarde de lo que creamos

    deje de importar recursos del pasado signicara una vida mucho mscorta.

    En un mundo signicativamente ms caliente, la mortalidad masivade personas es una posibilidad, incluso sin aceptar la idea del picodel petrleo. Cuando el Tercer Mundo se vuelva ms caliente y mspobre, las importaciones petroqumicas necesarias para mantenerla produccin estarn fuera del alcance de los agricultores, inclusoaunque los combustibles fsiles no se estuvieran agotando. Peor an,mientras que la agricultura industrial aument la capacidad de cargade la tierra de manera temporal, en el proceso de implementacin,

    gran parte de la tierra productiva ha sido desertizada y, sin laaplicacin de fertilizantes, ahora sera incapaz de producir la cantidadde comida que poda producir originalmente. Incluso aquellos sureoslo sucientemente suertudos para tener acceso al combustiblefsil, se encontrarn con que sus pociones mgicas perdern su podercuando el suelo se seque, se cocine y sea arrastrado por el viento. Conuna nutricin insuciente y falta de medicinas, las enfermedades sellevarn a gran parte de ls hambrients.

    En este contexto, sera bonito imaginar que los pases que todavapudieran producir alimentos en grandes cantidades (en parte graciasa condiciones de crecimiento ms favorables; hablaremos de esoms adelante) se les ocurriera regalarlos, pero yo no me ilusionarademasiado: hoy en da ya pasan hambre mil millones de personas enel mundo.[42] Ms que la espectacular muerte masiva de comunidadesenteras, principalmente aumentar la mortalidad infantil y producirun decrecimiento en la expectativa de vida general. No obstante, el

    capitalismo tuvo desde el comienzo la peculiar caracterstica depermitir y causar que millones se murieran de hambre (comobien padecieron ls irlandeses), de forma cada vez ms cruenta.Mike Davis nos recuerda un ejemplo bastante olvidado cuandoescribe (en Los holocaustos del perodo victoriano tardo) sobre los30 a 60 millones de personas que a nales del siglo XIX murieron deinanicin sin estar fuera del sistema mundial moderno, sino dentrodel mismsimo proceso de ser incorporads por la fuerza en sus

    estructuras econmicas y polticas.[43]

    A lo largo del siglo siguiente,

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    26/140

    28

    Desierto

    han tenido lugar hambrunas similares, muchas de ellas dirigidas por losEstados socialistas, esos acrrimos estudiantes del imperio britnico.

    Sera utpico y desesperanzador pensar que el hambre puede sererradicada de la condicin humana pero la realidad de hoy es quemuchs mueren de hambre mientras otrs, en la misma sociedad,engordan. El hambre es el lenguaje de la guerra de clases. El poderpuede adquirir muchas formas; en el futuro el hambre probablementetendr para ls ms pobres la forma de la violencia de gnero, talcomo sucede actualmente.[44]

    Si bien la densidad de poblacin y los patrones de consumo industrial

    estn hoy estrechamente relacionados, no profundizar sobre sucontribucin relativa al calentamiento global. Hoy, la poblacin mundial y local es un obstculo para cualquier descarbonizacinsignicativa. Maana, la presente incapacidad del capitalismo paracontrolar su adiccin a los combustibles fsiles derivar seguramenteen un colapso poblacional masivo.

    El cambio climtico nos trae posibilidades pero tambin

    limitaciones

    El calentamiento global, el crecimiento poblacional y el pico petrolero,entre otras limitaciones medioambientales, probablemente no sean elapocalipsis que acabar con el imperio del Estado y el capital en todoel mundo. Probablemente, el colapso mundial se encuentre tan lejoscomo la revolucin mundial. Por otro lado, esto tambin determina laimprobabilidad de un mundo bajo el dominio absoluto del capital que

    encierre toda relacin entre seres y cosas. El proyecto occidental de laexpansin cultural est enfrentando sus propios lmites. Como parte deello, los movimientos libertarios que el capitalismo vino arrastrandotras de s tambin enfrentan los lmites reales de la expansin delanarquismo. Pero as como la realizacin de un mundo unido por elanarquismo se vuelve imposible, otras posibilidades para muchosotros mundos, nuevos, viejos o algunas anarquas aparecern portodas partes. Algunas de estas posibilidades se abrirn por medio del

    conicto. Otras sern destruidas por l.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    27/140

    29

    Es ms tarde de lo que creamos

    La naturaleza intrnseca del Estado es controlar a la poblacin, peromuchs de los miles de millones que pasarn hambre, no lo harn

    en silencio. En el pasado, los holocaustos de la poca victorianatarda provocaron levantamientos picos entre aquells que fueronbarrids por el tsunami del sistema mundial. Lo ms probable esque maana, cuando baje la marea y las poblaciones que pervivanamanezcan tiradas en la arena (del desierto), seamos testigos de otrosiglo incluso ms brutal de guerras e insurrecciones.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    28/140

    30

    El ejrcito mira al futuro

    Mientras los polticos, tanto del Estado como de los movimientossociales, caen en los mismos clichs, sonren a ls votantes y seenfrentan entre s, algunos realistas miran al futuro cambio de clima

    no como algo que puede evitarse, sino como algo que necesitarregularse. En elNational Security and the Threat of Climate Change(Seguridad nacional y la amenaza del cambio climtico) pensadoresreferentes y miembros del ejrcito estadounidense investigaron unamplio abanico de posibles escenarios. Su primer descubrimiento fueque el cambio climtico que se prev supone una seria amenaza a laseguridad nacional de Estados Unidos. De qu forma?

    En los Estados ya debilitados por fenmenos meteorolgicos extremos

    (sequas, inundaciones, aumento del nivel del mar, retroceso de glaciares)y la proliferacin de enfermedades mortales, probablemente sufrirnestas secuelas: aumento de las migraciones, ms Estados debilitadosy fallidos, expansin de espacios ingobernables, situaciones lmiteque los terroristas buscarn aprovechar y proliferacin de conictosinternos. En los pases desarrollados estos problemas amenazan condesestabilizar el comercio e introducen nuevos desafos en materiade seguridad, tales como la creciente propagacin de enfermedades

    infecciosas y el aumento de la inmigracin.[45] Adems de percibirel cambio climtico como un nuevo factor estresante y hostil que

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    29/140

    31

    Tormentas del desierto

    producir nuevas amenazas a nivel general, tambin lo sealaroncomo un factor que potencia algunas de las ya existentes.

    El cambio climtico acta como una amenaza que multiplica losdesequilibrios en algunas de las regiones ms inestables del mundo.Muchos gobiernos en Asia, frica y Oriente Medio ya se encuentranal lmite de su capacidad para proveer las necesidades bsicas: comida,agua, vivienda y estabilidad.

    El cambio climtico que se prev empeorar los problemas en esasregiones y aadir otros a los que conlleva una gestin de gobiernoefectiva. A diferencia de las amenazas de seguridad convencionales,

    en las que acta una sola entidad de forma especca en un momentodeterminado, el cambio climtico tiene el potencial de provocarcondiciones crnicas mltiples en todo el mundo al mismo tiempo.

    Las condiciones econmicas y medioambientales se agravarncada vez ms a medida que descienda la produccin de alimentos,aumenten las enfermedades, el agua potable comience a escasear y laspoblaciones migren en busca de recursos. Los gobiernos debilitadosy fallidos, de por s en la cuerda oja, son un caldo de cultivo para

    los conictos internos, el extremismo y los movimientos ideolgicosautoritarios y radicales.

    Debido a que el cambio climtico tambin tiene el potencial degenerar desastres naturales y humanitarios a una escala mayor de loque vemos hoy en da, sus consecuencias provocarn, probablemente,inestabilidad poltica en los lugares cuyos gobiernos no son capaces desatisfacer las demandas sociales.[46]

    Militares expertos de todas partes debaten pesadillas y fantasas

    similares.[47] Debemos recordar que el ejrcito planea lo queprobablemente podra suceder, no lo que denitivamente suceda.Adems, las fuerzas del orden tienen un inters institucional en fomentarla idea de que el mundo se est volviendo cada vez ms peligroso ya queeso justica su existencia.

    De todas formas, vale la pena tomar en serio sus predicciones porquecuando se ponen en prctica recomendaciones polticas como lassuyas, la sombra de sus sueos puede volverse realidad. As como los

    generales siempre estn combatiendo la guerra denitiva, su visinde futuras guerras se materializa en los conictos presentes. No debera

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    30/140

    32

    Desierto

    sorprender que mucho del discurso militar en torno al cambio climticose centre en guerras calientes, Estados fallidos y la violencia poltica que

    puede emanar de ellos. La potencial guerra fra entre el norte mundial yel extremo sur no es la principal preocupacin. Profundizaremos estascuestiones ms adelante.

    Guerras calientes y Estados fallidos

    Si echamos un vistazo a los conictos actuales, ya existe un Cinturnde Tensin Ecuatorial que, se espera, se expandir considerablemente.

    Su existencia se debe a una amplia gama de variables, que noson menores, como los impactos ambientales acumulados de lascivilizaciones colapsadas, el legado del colonialismo occidental,altos niveles de poblacin, la presencia de recursos tiles para elcapitalismo y hbitats que se encuentran en los lmites de la viabilidadagrcola.[48] Segn lo que los generales de Estados Unidos describenms arriba, algunos gobiernos de estas regiones caern, mientrasque otros en diverso grado fracasarn. Algunos Estados se

    replegarn a sus (quiz cambiantes) ciudades capitales dejando alresto de sus supuestos territorios en un mosaico de guerra y paz;otros se vern envueltos en guerras civiles, revoluciones y conictosinterestatales. Sin duda, habr mucha injusticia pero tambin muchopotencial para construir vidas libres.

    No es de extraar que los estrategas militares tengan diversasopiniones sobre lo que sern capaces de hacer las grandes potenciasde hoy. Algunos discuten que sern arrastradas a situaciones de este

    tipo cada vez ms frecuentemente, tanto solas como con aliados, paraalcanzar la estabilidad antes de que empeore una situacin que losextremistas puedan aprovechar. Y que tambin se las convocar paragarantizar la estabilidad y las labores de reconstruccin una vez quecomienza un conicto, para prevenir un desastre mayor y reconstituirun ambiente estable.[49] Otros predicen una drstica reduccin delcontrol global que pondr n al Orden Mundial actual declarado porEE.UU. que, ante la incapacidad de ayudar a las autoridades locales

    a reestablecer el orden, probablemente recurrir a una combinacinde polticas que equivaldran a una cuarentena.[50]

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    31/140

    33

    Tormentas del desierto

    A los movimientos sociales anarquistas de estas regiones quiz lesinterese reexionar seriamente acerca de los preparativos prcticos que

    harn falta en un contexto de autogestin, guerra civil, supervivenciay la desgraciadamente inevitable aparicin y recrudecimiento delas fuerzas autoritarias y los conictos intertnicos.

    Debemos ser capaces de defendernos, sobrevivir, y aprovecharlas crisis sociales, incluyendo los intentos de los capitalistas paradestruirnos. La naturaleza dividida e industrial de la sociedad de

    hoy ya ha determinado la inestabilidad del maana.[51]

    En medio de las crisis y demandas sociales que exceden la capacidadde gestin gubernamental, los das de gloria del anarquismo podranvolver.

    Si el cambio climtico se traduce en una disminucin de los bosquesprimarios y el acceso al capital natural que sostiene los ecosistemas,la pobreza se expandir ampliando el descontento y facilitando el

    reclutamiento para los movimientos rebeldes.[52]

    Quin sabe, quiz incluso contemplemos escenas tan impactantes comola de los trenes blindados anarquistas de Maria Nikiforova.[53]Desde lasestepas de Ucrania a las sierras de Mxico y las calles de Barcelona,un gran nmero de aquells que alguna vez se denieron comoanarquistas lo hicieron envuelts en una guerra maniesta.

    Desgraciadamente, en la mayora de los sitios es ms probable quelos movimientos rebeldes sean ms bien estatistas que anarquistas.

    Esto se debe, en parte, gracias al enorme nmero de grupos polticosautoritarios establecidos en comparacin al de libertarios, pero tambina que en situaciones extremas la gente opta por soluciones extremas.

    En algunos lugares, la solucin pasar por la autoorganizacin, ladescentralizacin y la ayuda mutua pero en otros no habr solucinsocial posible, solo falsas promesas de dspotas y profetas. Esto noquiere decir que no podamos competir con esos profetas difundiendola esperanza milenaria de una nueva era, pero si somos honests con

    nosotrs misms, habiendo rechazado la religin, sera hipcrita caeren el proselitismo.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    32/140

    34

    Desierto

    All donde se erijan fuerzas sociales libertarias visibles y contundenteses probable que muchs viajen para unirse a ellas desde otras partes

    del mundo. A medida que se compliquen las cosas, alguien de nuestrafamilia buscar las incipientes resistencias armadas, donde quiera queestn. Esto nace de profundos sentimientos de amor y solidaridadpero tambin porque, seamos honests, para muchs el conictoes atractivo y ls antimilitaristas rara vez tienen la oportunidad departicipar abiertamente en una guerra. El deseo nihilista amplicadoen un mundo cada vez ms complejo de simplemente salir y quese vaya todo al carajo, es, si no una necesidad creativa, un impulso

    denitivamente fuerte. Eso no signica que todo el mundo lo tenga,pero muchs s. Aqu se pone en evidencia una incmoda simetraentre nuestros motores emocionales y los de los soldados en general.En el ex-territorio de los Estados fallidos, los conictos intertnicos sevolvern cada vez ms habituales, al menos hasta que las poblacionesse reduzcan hasta un nivel que se adapte mejor a un mundo ms clido.

    Los Estados fallidos tienen niveles de conicto tan altos y

    persistentes que incluso los cambios mnimos previstos por el IPCCempeorarn las condiciones de vida. La tendencia sugiere msquiebres sociales o tribales que las guerras entre naciones. El climaignorar las fronteras y los Estados fallidos, propensos al conicto,se propagarn como una enfermedad.[54]

    Pacicadores en el cementerio de los vivos

    Los grupos que se formen en base a los conictos intertnicos

    sern ms numerosos que los organizados en cuanto a las ideologaspolticas originadas en Europa, libertarias o autoritarias. Son, al n y alcabo, capaces de proveer soluciones reales (aunque temporales) a lasnecesidades inmediatas de la gente en zonas en las que las bocas quealimentar son ms numerosas que los medios bsicos para sobrevivir.Por supuesto, esto se lleva a cabo reduciendo los recursos de losotros. Los conictos intertnicos pueden movilizar cuando se trata deuna causa perdida, pero generalmente se aglutinan alrededor de una

    motivacin emocional.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    33/140

    35

    Tormentas del desierto

    El consuelo de creer que los individuos que se unen para luchar poruna causa lo hacen solamente motivados por una eleccin racional,

    bagajes familiares o identidades histricas desaparece cuandodescubrimos el verdadero motivo de muchos luchadores. Por ponerun ejemplo extremo acontecido en Europa, tan solo tenemos que leerel estudio de Mattijs van de Ports sobre una comunidad inmersa en

    una guerra civil. En Gypsies, Wars and other instances of the Wild(Gitanos, guerras y otras instancias de lo salvaje), el autor incluyevoces de gente que adopt gustosamente el rol de brbaro.

    Cmo es posible que suceda esto en la Europa de nales del siglo

    XX? fue la pregunta que circul obsesivamente por mi mente. Loque la guerra en la antigua Yugoslavia nos oblig a digerir es el hechode que la gente demostr optar de forma consciente y activa por labarbarie y lo salvaje. Tomemos como ejemplo a los combatientesserbios que soaban con un retorno a los poemas picos donde nohaba electricidad, computadoras; cuando los serbios eran felices y notenan ciudades, la semilla de todo mal.[55]

    No debera sorprendernos aunque esto tampoco invalida el

    idealismo, cuando hoy en da algunas milicias reejan deseosromnticos a la vez que destruyen ciudades, masacran pueblos y sonasesinados uno por uno. Esto sugiere junto con el franco placerpor la destruccin que profesaron algunos soldados en cada guerray tambin muchs anarquistas que hay una relacin de algn tipoentre el impulso por destruir y la repugnancia por la compleja sociedadhumana.

    Randolph Bourne tena razn cuando deca que la guerra es la

    salud del Estado[56] pero este otro disparador tambin funcionaespecialmente cuando las contrapartes ya no son Estados. Ladescripcin del antroplogo anarquista francs Pierre Clastres sobrelas guerras entre tribus del Amazonas no es directamente transferiblea los conictos intertnicos que involucran a pueblos no anarquistaspero, de todas formas, hay algo que hace ruido.

    Cul es la funcin de la guerra primitiva? Asegurar la permanencia

    de la dispersin, de la parcelacin, de la atomizacin de los grupos.La guerra primitiva surge de una lgica centrfuga, de una lgica

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    34/140

    36

    Desierto

    de la separacin que se expresa a s misma de vez en cuando, enforma de conictos armados. La guerra sirve para mantener a cada

    comunidad en su independencia poltica. Ahora, cul es el poderlegal que aglutina todas las diferencias con el n de suprimirlas,que slo se apoya en s mismo para abolir la lgica de lo mltiple,sustituyndola por la lgica de la unicacin? Qu otro nombretiene el que rechaza en esencia la sociedad primitiva? El Estado.[57]

    No todo es orgullo desmesurado y doble discurso cuando los astutosmilitares describen las invasiones estatales como pacicadoras. La

    diversidad tnica y la autonoma, a menudo, surgen tanto de la ayudamutua en la comunidad como de la animosidad entre comunidades.Me gusta pensar (y nuestra historia lo respalda) que la gente que seautodene como anarquista nunca inigir tanto dolor como el quecausaron las milicias nacionalistas serbias (un ejemplo que elijo apropsito por lo repugnante) pero tenemos que admitir que nuestrodeseo de que se vaya todo al carajo est motivado, en parte, por elmismo impulso de desmembrar la civilizacin que puede encontrarse

    en muchos conictos intertnicos y, con mayor frecuencia, en la mentede ls combatientes. A medida que el poder central se debilite enalgunas zonas, las posibilidades de la anarqua se mostrarn en susdos vertientes de alegra y de horror.

    De las revueltas (por la comida) a la insurreccin

    Las guerras climticas que vendrn harn desaparecer a muchsanarquistas pero es poco probable que destruyan el anarquismo, que,

    como movimiento poltico, ha sobrevivido a reducciones signicativasde sus militantes en anteriores apocalipsis locales.[58]A pesar de todos loshorrores de los ltimos 200 aos, el anarquismo es, como lo describi elNew York Times, el credo que no morir.[59]Eso es alentador, pero nosomos mquinas ideolgicas. Es importante que ls propios anarquistas(t, yo, nuestras familias y ls amigs que todava nos quedan porconocer) sigan vivs, no slo que perviva el ideal. A mi s me importa!

    Ms all de las particularidades locales, puede que nos queden 20

    aos (probablemente ms) para prepararnos para estas rupturas. Estapreparacin no es una alternativa a otras tareas pendientes por hacer,

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    35/140

    37

    Tormentas del desierto

    sino algo que debe abordarse como parte integral de una estrategiadiversicada a largo plazo. Para alguns tambin ser una cuestin

    de vida o muerte.Si las futuras guerras por el clima se vuelven una extensin de

    las condiciones presentes, es probable que crezcan y sean msextremas. En algunos lugares, la gente entre ells, anarquistaspodr transformar las guerras climticas en exitosas insurreccioneslibertarias. En otras, puede que la batalla sea por la mera supervivenciao incluso por una muerte digna que valga la pena. Ls habitantesde entornos socioambientales relativamente estables polticos y

    climticos probablemente se enfrentarn a una vigilancia opresivacada vez mayor por parte del Estado y a unos medios de comunicacinmasivos que temen cada vez ms la barbarie tras los muros.

    Las cosas prcticas que se tienen que empezar a hacer hoy en dadependen en gran medida de dnde ests y de quin eres. A pesar deque podamos compartir aspiraciones comunes, el cambio climticorefuerza la verdad elemental de que no compartimos un futuroglobal. Aunque en todas partes los enemigos son el distanciamiento

    y la domesticacin,[60]la realidad entre Basingstoke (Reino Unido) yBangladesh es diferente ahora y lo ser en el futuro.

    Durante su ctedra en la Royal Society, Lovelock declar:

    Hoy en da enfrentamos la dura eleccin entre regresar a lavida salvaje como pequeos grupos de cazadores recolectores ocontinuar hacia una civilizacin altamente tecnolgica mucho msreducida.[61]

    Ms que un ultimtum, es posible que coexistan ambos tipos desupervivientes (como ya sucede hoy en da): un ciudadano en uncontexto altamente tecnologizado e industrial y un cazador recolectoranarquista poco tecnologizado. Entre estos dos extremos descansa,enterrado o hambriento, el desposedo (muchas veces provenientede guerras climticas) junto con aquells que ansan una vidaposiblemente ms libre (o no) en los lmites de la viabilidad agrcola/pastoral. Veamos las posibilidades que puede haber para la libertad y

    la vida en algunos de estos estilos de vida divergentes.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    36/140

    38

    Elementos anrquicos en la vida cotidiana rural.

    Para examinar alguna de las opciones para la libertad en la vidarural o campesina, tomemos como ejemplo al continente msdenostado. Actualmente, frica tiene un problema de imagen.[62]

    guerra, hambrunas, enfermedades y ayuda humanitaria. A medidaque pase el tiempo, esta visin distorsionada de todo un continentediverso, se acentuar por el empeoramiento del cambio climtico ylas intervenciones del Capitalismo del Desastre.[63]En los captulosanteriores, vimos cmo el cambio climtico causar y empeorarguerras civiles, fundamentalmente debido a la escasez de comida,agua y suelo cultivable. Al visualizar estos conictos, muchs evocanla imagen meditica que se tiene de frica. Estn muy equivocads.

    La mayora de las guerras africanas actuales estn motivadas mspor la presencia de recursos que por su escasez.[64]Las retraccionesen el comercio internacional dejarn de echar ms lea al fuego. Porejemplo, a medida que el petrleo comience a escasear, es probable quealgunas reas como el delta del ro Nger bajo el asedio de interesespetroleros estatales y corporativos, se conviertan de nuevo en zonasaisladas en lugar de los campos de batalla que son actualmente.

    Doy por sentado que no veremos una completa conversin

    africana al anarquismo occidental originario. Cmo evolucionenlas sociedades ser denido, en gran medida, por lo que son ahora.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    37/140

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    38/140

    40

    Desierto

    capitalistas en el interior del continente ha sido escasa. En la era colonial(...) los poderes imperiales tenan objetivos poco pretenciosos. No tenan

    ningn deseo de invertir recursos para asegurar y proteger la autoridadestatal en cada rincn de las nuevas colonias (...) Tras la independencia,ls africans, a diferencia de los Estados coloniales, casi no se vieronafectads por el mercado. A pesar de que comerciaban cada vez msdentro del mismo, su base segua siendo la granja domstica y familiar,donde prevaleca una tica y una cultura de supervivencia (...) Estosson los puntos principales. Por ms extenso que haya sido el impactodel capitalismo mundial, gran parte de frica subsahariana no ha sido

    transformada por el Estado ni el poder del mercado. Adems, mientrasque (...) en varias partes del planeta (...) se da una lucha por desarrollaruna economa alternativa, en estas zonas de frica sigue existiendo unaeconoma de subsistencia robusta y despreocupada por la expansin delcapital y el benecio econmico.[66]

    Pueblos sin gobierno

    Adems de la existencia de elementos anrquicos caractersticosde las sociedades africanas, existen tambin sociedades que soncompletamente anarquistas.[67] Algunas de ellas estn rodeadas porpoblaciones ms integradas, mientras que otras no son vulnerablesa injerencias externas, ya sea por suerte o por evasin intencional.Aquellos ecosistemas que no son propicios para el imperio, son unfactor determinante para la supervivencia de algunas de estas culturasy su habilidad para defender su autonoma.

    Unas cuantas han permanecido anrquicas en las relacionesinterpersonales mientras que aceptan supercialmente el poderexterior, lo que no tiene que ser visto necesariamente como unaasimilacin. A los gobiernos no les gusta permitir que la oposicinfrontal salga impune, no sea que anime a otrs. Todava no tienenla capacidad de internalizar totalmente sociedades preexistentes,especialmente las ms astutas.

    Para la comunidad, poder estatal y la cultura poltica extranjera

    son tan diferentes y poderosas que la resistencia directa en seguidaresulta ser inviable; la acomodacin pasiva tambin es imposible. La

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    39/140

    41

    frica hacia la anarqua

    opcin ms aceptable es una especie de colaboracin que permite quelas cosas continen casi como antes, con la idea de que nosotrs

    estbamos aqu antes que ellos y seguiremos aqu despus[68]. Enalgunas situaciones esto es tan simple como un contrato tcito, algoas como haremos ver que ustedes nos gobiernan y ustedes harncomo que se lo creen. En otras circunstancias, superar al Estadoimplicara el desarrollo de una compleja gama de tcticas que incluyancubrir necesidades bsicas, retomar viejas tradiciones, mudanzasregulares y controlar el balance de los poderes externos.

    Algunos replicarn que estas anarquas no son las que nosotrs

    disearamos si nos sentramos y planeramos la sociedad idealpara ells,[69]pero son anarquas al n y al cabo. A pesar de ser muchoms igualitarias que las sociedades colindantes, normalmente tienenalgn nivel de relaciones de poder estraticadas segn el sexo y laedad, divisin del trabajo y a veces dependen de la esclavitud animal.No creo que nada de esto sea bueno pero deberamos recordar que, endiferente medida, estos son aspectos comunes a todas las sociedadescivilizadas. Al menos, estas culturas no tienen lucha de clases ni

    Estado. En este sentido, son anarquas aunque no cumplan todas lasaspiraciones de nuestros anarquismos occidentales.

    Tampoco deberamos caer en la idealizacin (lo mismo para laChiapas actual o la Barcelona de 1936) ni tampoco es necesario quelas respaldemos. Pero estas son anarquas existentes, la creacinsocial activa de millones de personas a lo largo del tiempo resistiendoa la concentracin del poder. Sera absurdo desestimarlas al realizaruna panormica de las alternativas para la libertad. Quienes buscamos

    liberarnos de la autoridad podemos encontrar en ellas ejemplos deconocimiento, inspiracin y consejo.[70]

    El resurgimiento de la comunidad tras la retirada del comercio

    internacional

    Para quienes vivan en frica, el hecho de que existan estas anarquasy que algunas tendencias anrquicas continen presentes en gran

    parte de las comunidades, abre varias rutas de escape y supervivenciaque pueden ser utilizadas a medida que las autoridades colapsen, se

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    40/140

    42

    Desierto

    retiren o sean destruidas. Debe destacarse el hecho de que muchassociedades comunitarias africanas de base son alternativas surgidas

    tras el colapso de grandes reinados, o que fueron desmantelados porimperios invasores (tanto occidentales como africanos). Aunque laslites coloniales usaron a menudo a las autoridades tradicionaleslocales como intermedio para ejercer el poder, esas mismas autoridadestambin se volvieron en su contra. Las clases dominantes no actanen nombre de un sistema abstracto de poder jerrquico, sino bajo supropio inters. En el pasado, el ataque de lites de poder extranjerassobre las autoridades locales permiti que se abrieran posibilidades

    para la anarqua y este patrn contina. De vuelta Jim Feast:

    He aqu una irona de la historia. En los ltimos 15 aos, enalgunas partes del mundo no industrializado, el Estado se hamarchitado hasta morir no por su derrocamiento, sino graciasal avance del capitalismo mundial. Al hablar del colapso del

    Estado en las periferias del capital, no quiero decir que losgobiernos desaparezcan completamente, sino que muchos Estados

    que llegaron a convertirse en las agencias de control total queexperimentamos en los pases del norte, se vieron fuertementereducidos.

    Tras su independencia, la mayora de los pases subsaharianosfueron Estados unipartidarios, encabezados por poderososcorruptos que gobernaban por medio de la coercin militar y lareparticin de favores entre sus seguidores bien acomodados.

    El lder inteligente puede ver que no solo debe comprar a susamigotes cercanos (que integran el Estado) sino tambin a loslderes regionales y tribales de cada una de las castas importantesa travs de la nanciacin de proyectos de infraestructura (que

    plantean una excelente oportunidad para los negocios sucios)en sus territorios. Pero con las polticas de Ajuste estructuralimpuestas sobre estas naciones, esas formas de gobierno llegan asu n cuando se acaba el apoyo econmico que sostiene las redes

    clientelares.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    41/140

    43

    frica hacia la anarqua

    En un intento de reforzar el poder de las lites sobre estas naciones,se generaliz la metamorfosis hacia democracias multipartidarias.

    De 1988 a 1999 el nmero de Estados de frica subsahariana queatravesaron elecciones multipartidarias se elev de 9 a 45. Estosoluciona dos problemas para el poder estatal, aunque solo seade forma temporal y cnica (...) Le devuelve cierta aparienciade legitimidad a un sistema que ya no puede dar proteccinni asistencia social a sus propis ciudadans y lo refuerzarepartiendo clientes entre los partidos competidores, de modo quecada grupo poltico necesite menos nanciacin al servir ahora a

    una cartera menor de beneciarios.[71]

    Otra derrota para el poder estatal es su incapacidad para proveer a laciudadana de servicios bsicos como educacin o asistencia mdica,eliminados por los programas de ajuste estructural por su alto coste.Aunque algunos de estos servicios son asumidos por organizacionesde cooperacin internacional, la mayora continan funcionandogracias a grupos surgidos de estas mismas sociedades oprimidas. Enpalabras de Thomson:

    El declive del poder estatal produjo la necesidad de la sociedadcivil de aumentar su autosuciencia. Los grupos feministas, lossindicatos, agrupaciones campesinas y otras redes y organizacionesde base, antes bajo una fuerte represin, comienzan a asumir unaresponsabilidad cada vez ms grande en la vida social y econmica().

    Y es aqu, quizs, donde podemos encontrar un camino africanohacia el anarquismo, all donde la economa del dinero y el Estadose encuentren en una condicin de colapso parcial o en retirada, yceda ms y ms de sus funciones a comunidades no monetarizadas niestatistas.[72]

    En algunos lugares esto ya est ocurriendo, sin cobertura meditica,en un conicto que no se hace pblico. En otros, esta revitalizacinde lo comunitario es una de las fuerzas que reemplazan el vaco de

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    42/140

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    43/140

    45

    frica hacia la anarqua

    numerosos ejemplos de anarquas vividas en las altas tierras delsudeste de Asia.

    Incluso fuera de las anarquas, las comunidades campesinas cuyaautosuciencia no ha sido del todo aniquilada, todava conservan,a menudo, un alto nivel de autonoma.

    Tierra es libertad.[77] Tristemente, en muchos lugares las tradicionescomunales fueron erradicadas, lo comn (o lo salvaje) se encuentraencerrado y ls campesins se transformaron forzosamente entrabajadores asalariados. En otros, sin embargo, no fue as por unagran cantidad de razones, de entre las cuales la resistencia no es unarazn menor. El Estado no siempre se sale con la suya.

    La marea de la autoridad occidental retroceder de gran parte de pero bajo ningn concepto de todo el planeta. Dejar un desastre derestos y desperdicios sociales retorcindose a su paso. Algunos oasisde anarquas vividas, algunos conictos horribles, algunos imperios,algunas libertades y, por supuesto, una extraeza inimaginable. Amedida que el Estado retrocede y fracasa por entropa, revolucin,conicto interno, estrs climtico las personas continuarnconstruyendo, sembrando, formando manadas y viviendo. La mayora,hay que admitirlo, en un clima muchsimo ms desaante, y muypocs con la garanta de una vida pacca. En muchos lugares, latierra comercializable ser reclamada como territorio comn y nuevascomunidades se formarn entre ls refugiads de las economascolapsadas. Las sociedades anrquicas viejas y nuevas deberndefender su libertad y sus vidas por medio de la evasin, las armas, la

    huida y superando al Estado.Vimos, brevemente, algunas posibilidades que se abren (y se

    cierran) tanto por las futuras guerras climticas como por el replieguedel gobierno estatal de las comunidades rurales; pero, qu podemosdecir de la libertad en las inestables fronteras de la civilizacin? Yqu decir de la libertad detrs de esas fronteras, en lo salvaje?

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    44/140

    46

    Me encontr con un viajero de un antiguo reinoQue dijo: Dos enormes y piernas de piedra sin cuerpo

    Estn de pie en el desierto Cerca de ellas, en la arena,Medio hundido, reposa un semblante destruido, cuyo fruncido Y

    arrugado labio, y sonrisa irnica de fro mando,Nos hace notar que su escultor bien supo leer aquellas pasiones,Que an sobreviven, estampadas sobre estas cosas sin vida,

    La mano que las cre, y el corazn que las aliment:Y sobre el pedestal aparecen estas palabras:Soy Ozymandias, rey de reyes:Mira mis trabajos, oh Poderoso, y desespera!

    Nada ms queda. Alrededor de las ruinasDe ese desastre colosal, innitas y al descubiertoSe extienden a lo lejos las solitarias y planas arenas.

    Ozymandias, Percy Bysshe Shelley, 1817

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    45/140

    47

    La vida salvaje persiste

    Los imperios propagan desiertos en los que no pueden sobrevivir

    Se puede leer en las ruinas de Ur y Mu Us, los terrenos desiertos deWadi Faynan [78]y el Valle de Techuacn.[79] Los imperios propagandesiertos en los que no pueden sobrevivir. Los saqueos, insurreccionesy las deserciones suelen sealar la cada de las civilizaciones pero laverdadera causa de su destruccin siempre ha sido provocada por suspropios lderes, trabajadores y zeks [N. de trad.3]. Tods estamosfomentando la destruccin de nuestra civilizacin.[80]

    El hombre civilizado ha marchado atravesando la faz de la Tierray ha dejado un desierto a su paso.[81]

    No se sabe con qu magnitud el calentamiento global causar laexpansin de los desiertos clidos, pero que va a suceder, y de formaradical, es algo que se sabe con bastante seguridad. La interaccin delsuelo, el clima y el poder civil seguirn siendo factores dominantes quedeterminarn tanto la historia como la apertura de nuevos territoriosen los que crear una vida ms libre. Los sistemas agrcolas fracasarn

    a medida que se propaguen las tierras ridas lo que signica que,una vez ms, las civilizaciones tendrn que abandonar muchas de lastierras que ya haban conquistado. En algunos lugares ese fenmenoser total, en otros, gradual.

    En mi lengua materna los desiertos son espacios inhabitables,abandonados, desiertos; pero, por quines? No por los coyotes o losreyezuelos de cactus. No por las hormigas recolectoras, las cabrassalvajes, las gangas y los canguros rojos. Los desiertos y los hbitats

    ridos tienen, en general, una gran biodiversidad aunque por sunaturaleza ms escasa que en otros ecosistemas.

    Si bien algunas reas desrticas son exnimes, la mayora de lascomunidades de animales, aves, insectos, bacterias y plantas, corren,vuelan, se arrastran, se propagan, crecen y desarrollan su vida sinorden alguno, sin que la civilizacin los domestique. La vida salvajeest dentro de nosotrs y a nuestro alrededor. La batalla por contenerlay controlarla es la labor constante de la civilizacin. Cuando se pierde

    esa pelea y las tierras quedan desiertas, la vida salvaje persiste.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    46/140

    48

    Desierto

    Tras la arena, mientras tanto, bajo el cielo oscurecido por loscuervos, el desierto aguarda. Mesetas, caones, riscos, pozos,

    acantilados, pinculos, laberintos, lagos secos, dunas de arena yla montaa desolada.[82]

    Libertades nmadas y el colapso de la agricultura

    Recuerdo estar agachado sobre la tierra rojiza, bajo el sol caliente,ante el silencio casi absoluto del desierto slo interrumpido por

    el chismorreo de sus habitantes. En efecto, estas tierras estnhabitadas (no todos los desiertos son inhabitables), aunque desdeuna perspectiva estatal se considere remota la posibilidad de unexcedente. La escasez de vida favorece el nomadismo; ya sea porlos criadores, forrajeros, viajeros o comerciantes. Nadie puedellevar esa vida y salir indemne. Llevarn, aunque leve, la huelladel desierto, la marca que identica al nmada.[83]

    Mientras que la concentracin de poder puede aparecer en cualquiersociedad con algn grado de domesticacin, en trminos generales,cuanto ms nmada es un pueblo, ms independiente tiende a ser.Los gobiernos lo saben, como atestiguan los constantes intentos porsolucionar los problemas de sus nmadas del desierto. Ya sea por

    la obstinada supervivencia de la vida aborigen en Australia[84], laresistencia inexible de los apaches dirigidos por Victorio o la recienteinsurreccin de los tuareg en el Shara, los nmadas, en general, son

    expertos en la lucha y/o en la fuga.En una discusin sobre el conicto de los tuareg con los Estadosmodernos, Helene Claudot-Hawad dice:

    Las fronteras de los Estados tienen por denicin una lneaestablecida, inamovible e intangible y estn hechas a propsito

    para que no se las pueda traspasar. Separan lo que se supone sonentidades mutuamente opuestas.[85]

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    47/140

    49

    La vida salvaje persiste

    La fuerte independencia de los nmadas normalmente se combinacon un descreimiento prctico de las fronteras, lo que la convierte en

    una amenaza para las propias bases ideolgicas de los gobiernos.El calentamiento global transformar las tierras de uso humano.

    Como se seal en el captulo anterior, en algunos lugares es posibleque la autosuciencia de ls campesins reemplace el monocultivopara exportaciones, mientras que en otros puede que los cultivos demaz se sustituyan por la cra de animales. En las crecientes zonasridas, una buena parte de ls que se adapten exitosamente lo harnadoptando la libertad nmada y la subsistencia pastoral trashumante.[86] Sin embargo, en otras zonas, los pastores nmadas y los agricultorestal vez se vuelquen a la caza y la recoleccin.

    Durante la mayor parte de la existencia de nuestra especie fuimosforrajers y la naturaleza era nuestro hogar. Los grupos de cazadores-recolectores se incluyen entre las sociedades ms igualitarias de laTierra.[87] Los lugares en los que dichas culturas han perdurado sonreas alejadas del poder centralizado y generalmente no aptas para laagricultura. Por ejemplo, el pueblo Spinfex, del Gran Desierto Victoria,

    ha sido capaz de continuar su vida tradicional pese al advenimientode la civilizacin de Australia, ya que su tierra natal es tan rida queni siquiera es apta para la vida pastoral.[88] Los !Kung tambin hanconseguido vivir bien y libres como cazadores-recolectores en unambiente muy hostil: el Kalahari.[89]

    Cuando los agricultores se enfrentan con la escasez de alimentoso a la violencia externa, el forrajeo se vuelve una estrategia deadaptacin recurrente. Para algunos, eso puede ser temporal; para

    otros, permanente. A medida que se propague la deserticacin, enalgunos lugares se producir un abandono paulatino de la civilizacinhacia algo parecido a nuestro estilo de vida salvaje anarquista original.Un gran nmero de nuevos grupos de forrajeros podran surgirprecediendo el colapso de la viabilidad agrcola y el retroceso de losexcesivos poderes de los Estados enriquecidos por la energa. Teniendoen cuenta las condiciones actuales de muchas zonas pastorales ridasy forrajeras, es ms probable que en la mayora de los casos veamos

    una mezcla: un aumento de las poblaciones nmadas autnomas quese basarn tanto en la cra de animales como en el forraje.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    48/140

    50

    Desierto

    Gangas y creosotas

    A un nivel ms general, muchs de ls que anhelan la vida salvajey tienen la necesidad de librarse de la autoridad, han gravitadotraspasando fronteras, a menudo, hacia desiertos clidos y regionessemiridas.

    Mientras deambulo en la primavera enternecida,Oigo el llamado penetrante de tus calles, Oh, Desierto!

    Debo dejar mi casa en la colina aburrida

    Qu tristes son otras tierras comparadas a ti, Oh, Desierto!

    Seidi, poeta turco del siglo XIX

    Estos nuevos territorios ya existen y cada vez ms en muchasregiones. Incluso aquells que viven dentro de los lmites de lassupuestas potencias mundiales, los irn viendo crecer dentro de susfronteras. En las zonas del sur de Europa en las que escasea el agua, las

    granjas y pueblos abandonados han sido repoblados por anarquistas,hippies, sectas y otrs que desean librarse de la vigilancia autoritaria yde la prisin del trabajo asalariado. Existen deserciones similares enel seco corazn de Australia y los desiertos del oeste de Norteamrica.Es importante destacar que aqu las comunidades aborgenes persisteno se restablecen. La antigua estrategia de supervivencia indgena

    estuvimos aqu antes y vamos a estar despus puede lograrque el desierto de sus frutos. Como ilustran numerosas luchas

    contemporneas, ls anarquistas y los pueblos originarios puedenvolverse buenos aliados.

    Algunas de las comunidades ms antiguas del mundo viven endesiertos. En el Mojave hay una colonia clonal de arbustos creosotas,cuyo crculo, que se va abriendo paulatinamente, se estima quetiene 11.700 aos. Una prueba gentica reciente ha indicado que losbosquimanos del Kalahari son probablemente la poblacin ms antiguade la Tierra.[90] Esas comunidades tanto vegetales como humanas

    son estimulantes ejemplos de resiliencia; sin embargo, pese a habersobrevivido milenios en desiertos, quiz no sobrevivan al desierto

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    49/140

    51

    La vida salvaje persiste

    cultural que sigue propagndose. El anillo de arbustos creosotas estmuy pegado al suelo y crece en una tierra que la US Bureau of Land

    Management (Ocina Estadounidense de Gestin de la Tierra) designpara uso recreacional de vehculos todo terreno.[91]El gobierno deBostwana ha sacado a la fuerza a muchs bosquimanos de su tierranatal para relocalizarls en esculidos campos de reasentamiento,aparentemente para posibilitar la minera de diamantes.[92] Para lospueblos libres y para lo salvaje, el hbitat ms amenazador de todos esel hostil desierto cultural.

    En lneas generales, a medida que se caliente el planeta tendremos

    que recordar la libertad nmada de ls pastoras y forrajers, el refugiode los pueblos aborgenes y ls desertoras renegads, los hbitatsen expansin de la ora y fauna del desierto. Que las zonas ridas seexpandan conlleva grandes posibilidades, aunque ser triste ser testigode la extincin de ecosistemas exhuberantes.[93] Sin embargo, todavapuede haber una primavera en el desierto.

    He mencionado las posibilidades que se abren debido a la propagacinde los desiertos clidos pero, por supuesto, tambin hay muchas que

    se pierden. Incluso algunas culturas relativamente anarquistas en oms all de las fronteras de los desiertos se volvern inviables.Las especies se extinguirn. Mientras que muchs se adaptarn a lasnuevas tierras desrticas, otrs preferirn huir del calor. Algunas deesas migraciones algo que en cierta medida ya est ocurriendosern intranacionales pero muchas otras sern internacionales.

    En el mundo rido y caliente, los sobrevivientes se renen para

    emprender el viaje a los centros rticos de la civilizacin; losveo en el desierto cuando despunta el amanecer y el sol arroja supenetrante mirada a travs del horizonte del campamento. El airefresco de la noche permanece por un rato y luego, como el humo,se disipa a medida que el calor se impone[94]

    Estas son algunas de las ltimas palabras del libro de LovelockRevenge of Gaia (La venganza de Gaia). A medida que se expandanlos desiertos clidos, gran parte de la civilizacin y de la humanidad

    huir o morir, pero qu hay de los desiertos fros; qu hay del nuevocentro rtico de la civilizacin?

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    50/140

    52

    Deshielo de los desiertos fros, desarrollo de la civilizacinGenocidio y ecocidio en tierras vacas

    Vidas de libertad/esclavitud en nuevas fronterasEn otro extremo alejado,

    grandes rebaos de renos caminaninterminables millas de musgo dorado,

    En silencio y con prisa

    Extrado de The Fall of Rome, de W.H. Auden[95]

    Deshielo de los desiertos fros y consecuente desarrollo de la

    civilizacin

    Desde que la humanidad comenz su proceso evolutivo en frica,los desiertos fros se han mostrado hostiles a la iniciativa del serhumano. Es por esta razn que, si bien se ven cada vez ms afectadospor el avance de la civilizacin, han logrado permanecer indmitosen gran medida. No obstante, la situacin se encuentra en vas decambio: informes provenientes de climatlogs, pueblos indgenas,marins, trabajadores estacionales y ecologistas coinciden al armarque los efectos del cambio climtico global se magnican en elextremo norte del planeta. En Groenlandia, por citar un ejemplo,

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    51/140

    53

    Regreso al Terror-Nullius

    Sten Pederson se agacha para recolectar su cosecha de repollo,[96]algo impensado dcadas atrs. Liberadas de tmpanos de hielo, las

    olas rticas permiten a los buques de exploracin abrirse camino enbusca de petrleo, gas y otras riquezas.[97]Si bien en la mayor partedel extremo norte (exceptuando aquellas zonas marcadas por ellegado de los gulags de Stalin y las nuevas ciudades) la intrusin dela civilizacin slo ha sido escasa o temporal, resulta cada vez msintensa y son muchs quienes consideran que nos encontramos anteuna nueva e inminente ola de fro. Tesoros que antes se hallabanescondidos se muestran ahora al alcance del ser humano, del mismo

    modo que aquellos territorios antes congelados devienen favorablespara la agricultura y el asentamiento. La Civilizacin se expandir amedida que los desiertos fros se descongelen.

    Numerosos gobiernos del norte han mantenido en vergonzososecreto sus ansias, de momento simblicas, por ver las consecuenciasdel calentamiento global en sus tierras. En tanto habr quienesse benecien de la (creciente) riqueza acutica causada por elderretimiento del extremo norte, mayor an ser la cantidad de

    perjudicados en regiones clidas afectadas por estrs hdrico; el climano se apiada ante el sentido de injusticia.

    El calentamiento global podra beneciar a ciertas regionesdel planeta dentro de los prximos veinte a treinta aos; Rusia

    y Canad, por ejemplo, podran contar con mejores condicionesagrarias.[98]

    El extremo norte del planeta experimentar una transformacinradical en el transcurso del presente siglo, que redundar enun incremento de la actividad humana, valor estratgico eimportancia econmica en comparacin con aquella que revisteen la actualidad.[99]

    Dicha transformacin ser propiciada por los efectos climticosde la combustin de carburantes fsiles y el surgimiento de nuevas

    reservas.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    52/140

    54

    Desierto

    La regin podra albergar hasta 90 mil millones de barriles decrudo cuya cotizacin, de acuerdo al precio de mercado actual,

    alcanzara la desorbitante cifra de siete trillones de dlares yequivaldra a un treinta por ciento de las reservas mundiales degas sin explotar, segn estimaciones del Servicio Geolgico de los

    Estados Unidos de Amrica.[100]

    Si bien el anlisis previo de los conictos climticos se centr enaquellos de carcter blico, debe a su vez considerarse la posibilidad deuna guerra fra por el dominio de los nuevos hidrocarburos, minerales

    y recursos terrestres, ms all de la diferente naturaleza que estacontienda pudiera presentar.

    Por lo general, las regiones fras concentran pases prsperosen materia econmica, mientras que las zonas clidas suelenalbergar pases en vas de desarrollo (...) Un conicto entre pasesavanzados acarreara incidentes puntualizados en una zona; porel contrario, un enfrentamiento entre pases en vas de desarrollotendra carcter ms difuso. En tanto que un conicto armado secaracteriza por el colapso de las funciones del Estado y conictosa nivel interno, la Guerra Fra ejemplica las condiciones en lasque se expanden el control del Estado y un conicto externo.[101]

    Puede entonces predecirse el surgimiento de una nueva Guerra Fraentre los ejes de poder del Este y del Oeste, aunque en esta ocasinser evidente la puja por el Extremo Norte.[102] De momento, lasprobabilidades de enfrentamiento armado en el Cinturn de Tensin

    Polar son menores que en otras regiones ms conictivas del planeta,donde los pases involucrados son nada menos que potencias nucleares.Es indudable el advenimiento de altercados similares a la Guerra delBacalao entre Islandia y el Reino Unido, que se vern agravados porla fanfarria diplomtica (cabe citar el reciente ejemplo de Rusia, que

    ha plantado su bandera en el lecho marino del Polo Norte).[103] Slose evitara un conicto en el supuesto de no encontrarse riquezas queameriten un enfrentamiento. Por desgracia, este no parece ser el caso;

    aunque nada se encuentre en las profundidades, la mera apertura delmar implica de por s nuevas posibilidades de comercio y movimiento.

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    53/140

    55

    Regreso al Terror-Nullius

    Un continente ha quedado relegado en esta historia:

    La Antrtida experimentar considerables cambios debido a unaformacin de tierra que generar oportunidades de explotacineconmica. Es posible que los innumerables reclamos por lasoberana sobre la regin deriven en un conicto.[104]

    Si bien la Antrtida cuenta an con gran cantidad de hielo y nose espera un enfrentamiento por la zona hasta mitad de siglo, ellono signica que los Estados no hayan comenzado a tomar cartasen el asunto. Cruel irona, los descubrimientos cientcos que hanpermitido generar conciencia sobre el cambio climtico y conocerciertas caractersticas del clima en el pasado provienen del arduotrabajo de investigadores que se desempean para organizacionesestatales, como el instituto de Investigacin Antrtica Britnica, cuyapresencia en dicho continente apunta en gran medida a intensicar losreclamos imperiales sobre un territorio que slo podr ser conquistadoy domesticado mediante un drstico cambio climtico. Mientrastanto, los mares del extremo sur (en especial en los alrededores de laspolmicas Islas Malvinas) se prestan a exploraciones petroleras.

    Ecocidio y genocidio en tierras vacas

    Cuando el Reino Unido declar a Australia como terra nullius(tierra de nadie), la deni tambin como un territorio vaco. Tantosus habitantes como su paisaje agreste se volvieron invisibles,insoportables. De llegar a ser percibidos, se los consideraba como un

    obstculo para el progreso. En la actualidad, gran parte del territoriodel Extremo Norte se encuentra habitado, al igual que la mayorade las colonias. Ms an, desde una perspectiva ms amplia puedearmarse que cuenta tambin con poblacin animal. La tundrapresenta maravillas que la civilizacin devasta en pos del vaciamientoy la ocupacin. Tras realizar una magnca exploracin, el naturalistaBarry Lpez describe la tierra que tanto aprecia:

    En trminos generales, puede armarse que el rtico presenta eldelineado clsico de un paisaje desrtico: austero, equilibrado,

  • 7/24/2019 Desierto - 2 Edicin - Anomia Ediciones

    54/140

    56

    Desierto

    extenso y silencioso... La aparente monotona del territorio se vecortada por las condiciones climticas y la actividad de la fauna,

    en especial aquella de aves y carib. Dado que gran parte delterreno se encuentra al descubierto, la luz solar atraviesa el aire

    y la vvida presencia de los animales puede apreciarse a simplevista.

    Al igual que aquellos paisajes que dejan una primera impresinde aridez, la tundra rtica puede abrirse de imprevisto ante labsqueda de intimidad, como la corola de una or. Es entonces que

    puede uno comenzar a observar brillantes puntos rojos, naranja overdes entre el montono marrn de la hierba caracterstica.

    Una araa lobo atacando a un escarabajo; hebras de lana debueyes almizcleros yaciendo inertes sobre las ores lavandade saxifraga(...) La tundra ostenta una riqueza tal en cua