Diego García de Paredes

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Diego Garca de Paredes (padre)Diego Garca de Paredes

Coronel

Aos de servicio

1485 - 1533

Apodo

El Sansn de Extremadura

Lealtad

Espaa Estados Pontificios Sacro Imperio Romano Germnico

Unidad

Infantera

Mandos

Coronel del ejrcito de Espaa, Maestre de Campodel Sacro Imperio Romano Germnico y Coronel de laLiga Santa

Particip en

Guerra de Granada? Guerra de la Romaa Guerra Turco-Veneciana

Asedio de Cefalonia

Guerra de Npoles

Asedio de Tarento Batalla de Ruvo Batalla de Ceriola Batalla del Garellano

Campaas de frica

Mers-el-Kebir (1505) Orn (1509) Buga (1510) Trpoli (1510)

Guerra de la Liga de Cambrai

Sitio de Padua Batalla de Rvena Batalla de Vicenza

Guerra de Navarra

Batalla de Noin Batalla de San Marcial Asedio de Maya Asedio de Fuenterraba

Guerra Italiana de 1521-1526

Batalla de Pava?

Diego Garca de Paredes (Trujillo, Espaa, 30 de marzo de 1468 Bolonia, Italia, 15 de febrero de 1533), llamado El Sansn deExtremadura, militar espaol de valor temerario y colosal fuerza

fsica, combati como capitn de infantera en las guerras de Granada,Grecia, Italia, Norte de frica y Navarra. Duelista invicto en numerosos lances de honor, capitn de la guardia personal del Papa Alejandro VI, condottiero al servicio del Duque de Urbino y de los Colonna, coronel de infantera de los Reyes Catlicos bajo el mando del Gran Capitn, cruzado del cardenal Cisneros, Maestre de Campo del Emperador Maximiliano I, coronel de la Liga Santa y Caballero de la Espuela Dorada al servicio de Carlos V. Fue el soldado espaol ms famoso de la poca, admirado por sus contemporneos como prototipo del valor, la fuerza y la gloria militar.Contenido[ocultar]

1 Origen familiar e infancia 2 Carrera militar

o o o o o

2.1 Guerra de Granada 2.2 Guardaespaldas de los Borgia y condottiero 2.3 Cefalonia: comienza la leyenda 2.4 De nuevo al servicio del Papa 2.5 Las guerras de Italia

3 Duelista invicto: el desafo de Barletta 4 Regreso a Espaa: ingratitud Real y rebelda 5 Cruzado, Maestre de Campo y Coronel de la Liga Santa 6 Coronel de Carlos V: el fin en Bolonia 7 Descendencia 8 Semblanza

o o

8.1 Testimonio de su poca 8.2 Hroe de leyenda: del hombre al mito

9 Bibliografa 10 Referencias 11 Enlaces externos

[editar]Origen

familiar e infancia

Diego Garca de Paredes naci en Trujillo el 30 de marzo de 1468,1 hijo primognito y legtimo de Sancho Ximnez de Paredes, descendiente del antiguo y noble linaje de los Delgadillo de Valladolid, y de su esposa doa Juana de Torres, noble dama trujillana del linaje de los Altamirano. En los primeros aos de su infancia, criose al estruendo de las armas que vea ejercitar a su padre,2infundiendo este

ejercicio tanta aficin en el noble joven y tantos brios en las fuerzas, que con la edad cada da crecan,3 destacando desde sus inicios, pues se dice que en sus tiernos aos venca a todos los de su edad.4 Adems de practicar estos juegos fsicos y militares, Diego aprendi a leer y escribir, algo inusual en la poca para alguien que no se haba criado en la Corte, y ms an para un joven inclinado al oficio de las armas.

[editar]Carrera [editar]Guerra

militar

de Granada

La participacin de Diego Garca de Paredes en esta guerra es bastante dudosa, principalmente por falta de datos fidedignos en su primera juventud; el escritor y bigrafo Miguel Muoz de San Pedro niega rotundamente en su obra5 cualquier intervencin del extremeo en esta campaa, afirmando que permaneci en Trujillo al cuidado de su madre viuda y de sus hermanos ms pequeos hasta 1496. Sin embargo, algunos autores6 7 8 aseguran que sigui a las tropas castellanas de Isabel la Catlica a la Guerra de Granada, participando desde 1485 hasta el asedio y toma final en 1492, convirtindose en uno de los paladines cristianos del final de la Reconquista; en el ao 1485 se hallara en la entrega de la ciudad de Ronda, una de las principales fortalezas del Reino de Granada y ms tarde, en 1487, en la toma de la ciudad de Vlez-Mlaga. El 20 de abril de 1491, los Reyes Catlicos sitiaron la ciudad de Granada: el largo cerco duro ocho meses, hasta que el 2 de enero de 1492 cay el ltimo bastin musulmn en Espaa. Este gran suceso impresion a toda la Cristiandady vino a consolar la prdida de Constantinopla en 1453.

[editar]Guardaespaldas

de los Borgia y condottiero

Las noticias fiables sobre la vida de Garca de Paredes comienzan en 1496, tras el fallecimiento en Trujillo de su madre, doa Juana de Torres. Libre de lazos familiares (Sancho de Paredes, el padre, haba fallecido en 1481), su espritu aventurero le llev a la Italia delRenacimiento. Diego desembarc en Npoles a finales de ese mismo ao, acompaado por su hermano bastardo, lvaro de Paredes; sin embargo, la guerra por el reino napolitano entre espaoles y franceses haba cesado recientemente, y, ante la falta de jornal, viajaron aRoma para servir al Papa; durante un breve periodo, por escasez de sueldo, se ganaron la vida junto a otros espaoles buscando ventura de enemigos,9 duelos y confrontaciones nocturnas en las calles y suburbios de Roma, tras las cuales despojaban a los oponentes de sus capas, la prenda de vestir ms valiosa, que luego vendan en el mercado clandestino de Npoles. No queriendo llevar esta vida deshonrosa para un hidalgo, Diego decidi darse a conocer a un pariente suyo en el Vaticano, el cardenal Bernardino de Carvajal, quien mejor notablemente su situacin social. El Papa Alejandro VI no necesit demasiadas recomendaciones: deslumbrado tras observar durante una disputa en el Vaticano cmo aquel hercleo espaol, armado solamente con una

pesada barra de hierro, haba destrozado a una comitiva de arrogantes italianos matando cinco, hiriendo a diez, y dejando a los dems bien maltratados y fuera de combate,10 nombr al extremeo guardaespaldas en su escolta, pasando Diego a dirigir la guardia vaticana, predecesora de la clebre Guardia Suiza, y capitaneando los ejrcitos de Csar Borgia en sus campaas de la Romaa italiana. Como jefe de la guardia Papal del Castillo Sant'Angelo, estuvo presente en Roma el 14 de junio de 1497, cuando el cadver de Juan Borgia, hijo del Papa Alejandro VI, apareci cosido a pualadas en las aguas del Tber; mientras toda Roma, convulsionada entonces por las profecas apocalpticas del monje Girolamo Savonarola, herva de siniestros rumores, miedos y murmuraciones, Paredes fue uno de los espaoles que durante esas fechas estuvieron con los nimos encendidos, prestos a empuar sus enormes mandobles, buscando a los culpables de un crimen que ha quedado para siempre en el misterio. Ese mismo ao, una faccin de los nobles de Italia, encabezados por los Orsini (inducidos por el cardenal Juliano della Rovere), haban tomado las armas contra Alejandro VI. Su hijo, Csar Borgia, emprendi la destruccin de aquellos tiranos, y concibi el gran proyecto de la unidad de Italia bajo el poder del Soberano Pontfice: gran ocasin para que Garca de Paredes emplease su denodado arrojo. Como capitn de los Borgia, intervino junto a las tropas espaolas al mando de Gonzalo Fernndez de Crdoba en la captura del corsario vizcano Menaldo Guerra, que se haba apoderado del puerto de Ostia bajo bandera francesa, se encarg de tomarMontefiascone (donde demostr sus fuerzas descomunales al arrancar de cuajo las argollas de hierro del portn de la fortaleza para dar entrada al ejrcito pontificio)11 y particip en la campaa contra los Barones de la Romaa: conquistas de Imola, diciembre de 1499, y Forl, enero de 1500, defendida heroicamente por Catalina Sforza. En estas acciones coincidi con otros capitanes espaoles al servicio de los Borgia, como Ramiro de Lorca, Hugo de Moncada o Miquel Corella (Micheletto). Por estas fechas, se vio involucrado en uno de sus famosos lances de honor: el desafo se produjo con un capitn italiano de los Borgia llamado Csare el Romano; el duelo se celebr en Roma y acab con la victoria de Diego, que cort la cabeza a su enemigo no queriendo entenderle que se renda.12 Sin embargo, el muerto deba ser personaje de importancia y el suceso produjo gran revuelo en el Vaticano, trayendo como consecuencia el cese de Garca de Paredes en el mando de su Compaa y su posterior encarcelamiento. Diego logr fugarse del ejrcito Papal y pas a servir como mercenario del Duque de Urbino, enemigo de los Borgia, ayudndole a conservar sus posesiones. Despus de la guerra de la Romaa, como de momento no poda volver con el Pontfice ni haba tropas espaolas a las que incorporarse, durante un tiempo pas a servir como condottiero a sueldo de la poderosa familia italiana de los Colonna, bajo las rdenes de Prospero Colonna.

[editar]Cefalonia:

comienza la leyenda

De nuevo bajo las banderas de Espaa, sirvi a las tropas del Gran Capitn en el asedio de Cefalonia, en Grecia, ciudad que haba sido arrebatada recientemente por los turcos a laRepblica de Venecia:

setecientos jenzaros defendan aquella fortaleza situada sobre una roca de spera y difcil subida. Espaoles y venecianos sufrieron cerca de dos meses todo gnero de penalidades en aquel sitio sin poder rendirla. Los turcos tenan entre sus armas ofensivas una mquina provista de garfios que los espaoles llamaban lobos, con los cuales asan a los soldados por la armadura y levantndolos en alto los estrellaban dejndolos caer de repente, o bien, los atraan hacia la muralla para matarlos o cautivarlos. Diego Garca de Paredes, como siempre en primera lnea de combate, fue uno de los hombres que de esta manera fueron llevados al muro, donde le echaron los garfios y, tras luchar en fuerzas con el artilugio para no ser sacudido al suelo, le subieron encima de la muralla. Diego realiz entonces la primera de sus grandes gestas dentro del plano firme de la historia, coincidentemente consignada en las crnicas13 14 de su tiempo; conservando espada y rodela, puso pie sobre las almenas y, una vez abierto el artefacto, qued en libertad de accin para comenzar una lucha que parece increble y es, sin embargo, completamente cierta: con una violencia desenfrenada empez a matar a los turcos que se acercaban para derribarle, y ni la partida encargada de dar muerte a los prisioneros ni los refuerzos que llegaron pudieron rendirle; refuerzos y ms refuerzos vinieron contra l, estrellndose ante la resistencia del hombre de energas asombrosas, a quien pareca que le aumentaba las fuerzas la dificultad.15 Resisti heroicamente en el interior de la fortaleza haciendo cosas tan dignas de memoria defendindose varonilmente que nunca le pudieron rendir;13 los musulmanes, que muertos muchos perdan la esperanza de sujetarle,16 solo le pudieron capturar cuando la fatiga del cansancio y hambre, despus de haberse defendido durante tres das, le rindi.17 Aquella lucha titnica fue algo sobrenatural, y ante semejante muestra de coraje los turcos respetaron su vida y le tomaron prisionero esperando obtener por su rescate mejores condiciones en caso de rendir Cefalonia. Restablecidas sus fuerzas, Diego esper hasta que se inici el asalto final por parte de sus compaeros, momento que aprovech para escapar de su prisin a pesar de sus guardas18 ( Segn la leyenda, arranc las cadenas de su prisin, ech abajo las puertas del calabozo y arrebat el arma a los centinelas despus de acabar con ellos; de una forma u otra, lo cierto es que no fue rescatado y consigui liberarse de su propia mano19 ) y colabor en el ataque hasta que se tom la fortaleza, haciendo tal estrago en los turcos20 que despedaz tantos como el ejrcito haba acabado.21 Fue aqu, en las murallas de Cefalonia, donde comenz realmente la leyenda de Diego Garca de Paredes: La pujanza de un hombre de fuerzas increbles resistiendo tres das contra una guarnicin de soldados turcos slo pudo encontrar semejanza en los relatos de las hazaas de Hrcules y Sansn; con ellas lo lig el comentario de la tropa, siendo conocido a partir de ese momento entre los soldados espaoles como El Sansn de Extremadura, el gigante de fuerzas bblicas, y por aliados y enemigos como El Hrcules y Sansn de Espaa.

[editar]De

nuevo al servicio del Papa

De vuelta a Sicilia, el ejrcito espaol qued, de momento, inactivo. Acostumbrado a la inquieta vida guerrera, Diego se incorpor de nuevo a los ejrcitos del Papa a principios de 1501, pues Csar Borgia acababa de retomar su empresa de la Romaa. La aureola de hroe alcanzada en Cefalonia vali el olvido de lo pasado, y Csar le nombr coronel en su ejrcito, participando en las tomas de Rmini, Fosara, en los Apeninos, y Faenza, conquistas donde gan nuevos laureles al servicio de los Borgia: un hombre de armas espaol de los del Duque, varn de muy gran fortaleza y nimo, al cual llamaban Diego Garca de Paredes...arremeti como un len denodado con su espada y lanzose en medio de las fuerzas de los enemigos dando voces...haciendo cosas dignas de eterna memoria13 La campaa se cort bruscamente, regresando Diego a Roma, donde Csar era requerido a causa del inesperado giro de los asuntos de Npoles. Tras el cese de las hostilidades, se avena mal el vigor, el ardor y el ansia de pelear que senta Paredes en su pecho con la vida tranquila y refinada de la Ciudad Eterna.

[editar]Las

guerras de Italia

Ah Hercleo Extremeo!...tus hazaas las publicar la fama por todo el mundo, mientras existan valientes, y sobre todo aquella del puente, cuando detuviste a un ejrcito entero, asombrar por siempre a los ms clebres guerreros22

A finales de 1501 comenz la segunda guerra de Npoles entre el rey Fernando el Catlico y Luis XII de Francia por el dominio del Reino napolitano. Diego abandon inmediatamente Roma para incorporarse a los ejrcitos de Espaa; en esta guerra, bajo las rdenes del Gran Capitn, alcanz su apogeo como soldado, causando verdaderos estragos entre los franceses, quienes le teman por hazaas y grandes cosas que haca y acometa,13 y asombrando a sus contemporneos con sus hechos de armas:

De Diego Garca de Paredes ni palabras bastan para lo contar, ni razones para lo dar a entender. Traa una grande alabarda, que parta por medio al francs que una vez alcanzaba, y todos le dejaban desembarazado el camino...Daba voces a todos que pasasen al real de los franceses...A dos artilleros parti por medio Diego Garca hasta los dientes, de que elMarqus estaba espantado...y comenz a huir en uno de los cincuenta caballos que de Mantua haban trado13

El Sansn espaol se cubri de gloria en los campos de Italia y luch heroicamente en las memorables batallas de Ceriola y Garellano en 1503. Durante una de las fases previas de esta ltima batalla, llev a cabo la ms clebre de sus hazaas blicas, recogida por las crnicas13 de la historia e inmortalizada en su leyenda, hecho tan verdadero, como al parecer increble,23 que acredit tanto la fama de Diego Garca, que an a la posteridad dej la memoria de aqul tiempo:24 herido en el orgullo tras un reproche injusto del Gran Capitn, cegado por un arrebato de locura, presa de uno de sus humores melanclicos, se dispuso con un montante en la entrada del puente del ro Garellano, desafiando en

solitario a un destacamento (algunas fuentes hablan de 2.000 hombres, cifra aparentemente exagerada, pero aceptada tanto por Jos de Vargas Ponce25 como por Miguel Muoz de San Pedro26 ) del ejrcito francs. Diego Garca de Paredes, blandiendo con rapidez y furia el descomunal acero, comenz una espantosa matanza entre los franceses, que solamente podan acometerle mano a mano por la estrechez del paso, ahora repleto de cadveres, incapaces de abatir al infatigable luchador espaol, firme e irreducible, sin dar un paso atrs ante la avalancha francesa; las palabras del Gran Capitn le quemaban, generando en l esta locura heroica: Con la espada de dos manos que tena se meti entre ellos, y peleando como un bravo len, empez de hacer tales pruebas de su persona, que nunca las hicieron mayores en su tiempo Hctor y Julio Csar, Alejandro Magno ni otros antiguos valerosos capitanes, pareciendo verdaderamente otro Horacio en su denuedo y animosidad.27 Ni franceses ni espaoles daban crdito a sus ojos, comprobando como Garca de Paredes se enfrentaba en solitario al ejrcito enemigo, manejando con ambas manos su enorme montante y haciendo grandes destrozos entre los franceses, que se amontonaban y se empujaban unos a otros para atacarle, pero como Diego Garca de Paredes estuviese tan encendido en ira...tena voluntad de pasar el puente, a pelear de la otra parte con todo el campo francs, no mirando como toda la gente suya se retiraba, qued el solo en el puente como valeroso capitn peleando con todo el cuerpo de franceses, pugnando con todo su poder de pasar adelante.13Acudieron algunos refuerzos espaoles a sostenerle en aquel empeo irracional y se entabl una sangrienta escaramuza; al fin, dejando grandes bajas ante la aplastante inferioridad numrica y el fuego de la artillera enemiga, los espaoles se vieron obligados a retirarse, siendo el ltimo Paredes, que tuvo que ser amonestado de sus amigos, que mirase su notorio peligro,13 cuya ira y pundonor an no estaban satisfechos con aquella prueba de arrojo; por su fuerza y valor sali del poder de los franceses, que aqul da le pusieron en muy gran peligro la vida, y cierto nuestro Seor le quiso favorecer y guardar aqul da en particular...librndole Dios su persona de peligro;13 Tvose por gnero de milagro, que siendo tantos los golpes que dieron en Diego Garca de Paredes los enemigos...saliese sin lesin.28 Nos dicen las Crnicas del Gran Capitn, que entre muertos a golpe de espada y abnegados en el ro fueron aqul da ms de quinientos franceses;13 la misma cifra de bajas maneja el historiador Toms Tamayo de Vargas, quien afirma, con evidente entusiasmo, que Paredes haba satisfecho a la ira que le encendieron en su pecho las palabras del Gran Capitn con muerte de quinientos enemigos, que o cayeron a su montante, o en el ro huyendo de sus manos.29 La fuerza, la destreza y la valenta de Diego Garca de Paredes, ya extraordinariamente admiradas, llegaron en estos momentos a cotas difciles de igualar.

[editar]Duelista

invicto: el desafo de Barletta

Era entonces el tiempo de los desafos. La Europa, apenas salida de la barbarie, daba la reputacin de ms bravo a quien sala ms veces vencedor en semejantes combates. Quin en ellos pudiera medirse con Paredes, quien el arns ms pesado no agobiaba ms que una gala, y en cuyas manos era un juguete la maza ms robusta?30

Diego Garca, que fue un hombre muy pendenciero y con un sentido del honor al lmite, particip en numerosos duelos a lo largo de toda su vida, desde cuchilladas en reyertas de taberna con vulgares fanfarrones y matones hasta duelos concertados, extendidos bajo salvoconducto ante notario, frente a coroneles del ejrcito espaol, capitanes italianos o la lite del ejrcito francs (durante el encierro del ejrcito espaol en Barletta, ante la superioridad francesa en las Guerras de Npoles, se estuvo batiendo en duelo durante sesenta das en liza abierta con caballeros franceses, que llegaron a esquivar las contiendas, a faltar a ellas o a responder que de ejrcito a ejrcito se veran en el campo de batalla); todos estos incidentes, que generalmente terminaban con la muerte de uno de los oponentes, tuvieron un vnculo en comn: Diego Garca de Paredes jams sufri la afrenta de verse vencido, fue un consumado especialista en este tipo de lances, resultando imbatible para todos sus adversarios, como asegura, entre otros, el reconocido doctor cacereo Juan Sorapn de Rieros, quien afirma que Paredes sostuvo ms de trescientos duelos sin ser derrotado:En desafos particulares, con los ms valientes de todas las naciones extraas, mat slo por su persona, en diversas veces ms de trescientos hombres, sin jams ser vencido, antes dio honra a toda la nacin espaola31

De todos estos encuentros, quizs, el ms famoso fue el desafo de Barletta, en septiembre de 1502, cuando se origin un duelo caballeresco entre el ejrcito francs y el espaol, organizndose un torneo: Los franceses se burlaban de los hombres de armas espaoles y el asunto alcanz tal cariz que el 19 de septiembre de 1502 se acord un torneo, once caballeros franceses frente a once espaoles, donde los principales paladines de los dos ejrcitos defenderan el honor de su patria. Por aquellos das, Diego estaba convaleciente de unas heridas que le atormentaban, pero el Gran Capitn fue a su cmara y le dijo que era uno de los once elegidos para luchar contra los franceses; Paredes le hizo saber de su estado y le expres su opinin de que pudiera no dar la talla ante el enemigo al no estar todava recuperado de sus molestias. El Gran Capitn le replic que as como estaba, haba de ser uno de ellos. Oyendo esto, Diego Garca se incorpor, pidi sus armas y, mermado an por sus dolencias, acept el reto con la valenta que le caracterizaba. Un batalln de soldados venecianos guardaba el campo donde se haba construido una vistosa tribuna, cubierta de banderas, donde se situaron los jueces, as como gran nmero de damas y caballeros. Los primeros en llegar fueron los caballeros espaoles. Tras larga espera, por el lado opuesto, llegaron los once paladines de Francia, capitaneados por el clebre caballero Pierre Terraill de Bayard. A una seal de los jueces hicieron tocar la trompeta, al sonido de la

cual arremetieron unos contra otros...tras una larga y dursima lucha, de los espaoles fue hecho prisionero Gonzalo de Aller, pero los franceses llevaron la peor parte con un caballero muerto y otro rendido por Diego Garca de Paredes. Con la mayora de caballeros franceses desmontados y acorralados, los espaoles tenan la victoria al alcance de la mano, pero los franceses se atrincheraron detrs de sus caballos muertos y no pudieron terminar de acometerlos; los franceses solicitaron detener la disputa, dando a los espaoles por buenos caballeros y argumentando que la noche se les echaba encima; a la mayora de los espaoles les pareci conveniente, igualmente fatigados por la interminable lucha y satisfechos al ver su honor a salvo con sus enemigos prcticamente rendidos, excepto a uno: Diego Garca de Paredes, quien solo conceba la victoria, no estaba conforme con esta resolucin y sentenci que de aquel lugar los haba de sacar la muerte de los unos o de los otros,13 y en una demostracin ms de sus fuerzas prodigiosas con muy grande enojo de ver cmo tanto tiempo les duraban aquellos vencidos franceses,13 herido su caballo y vindose con las manos desnudas tras romper la lanza y perder accidentalmente la espada, se volvi a las enormes piedras con las que se haba sealado el trmino del campo y empez a lanzarlas contra los franceses, ante el asombro de la multitud y de los propios jueces, que parecan rememorar las luchas de los hroes en Homero y Virgilio, cuando rotas las lanzas y las espadas, acuden a herirse con aquellas enormes piedras, que el esfuerzo de muchos no podan mover de su sitio.32 Entonces los franceses salieron del campo y los espaoles se quedaron en l con la mayor parte de la victoria.33 Sin embargo, los jueces del tribunal dictaminaron tablas, sentenciando que la victoria era incierta, con tal que a los espaoles les fue dado el nombre de valerosos y esforzados, y a los franceses por hombres de gran constancia.34 No hay duda de que la leyenda de sus hazaas increbles le cubri siempre con un inmenso escudo de respeto entre sus enemigos: tales fueron la admiracin, el temor y la desesperacin que Diego Garca de Paredes despert entre sus rivales que lleg a ganar duelos sin necesidad de batirse, como en el caso de Gaspard I de Coligny, futuro Mariscal de Francia, quien, comprometido ante sus camaradas en aceptar el desafo lanzado por Diego tras un desaire del francs, no tuvo valor para presentarse a la liza donde le esperaba el campen espaol, que fue declarado ganador por los jueces. El lenguaraz francs prefiri perder la honra y conservar la vida.

[editar]Regreso

a Espaa: ingratitud Real y rebelda

El 11 de febrero de 1504 terminaba oficialmente la guerra en Italia con el Tratado de Lyon. Npoles pas a la corona de Espaa y El Gran Capitn gobern el reino napolitano como virrey con amplios poderes. Gonzalo quiso recompensar a los que le haban ayudado combatiendo a su lado y nombr a Diego Garca de Paredes marqus de Colonetta (Italia). Tras el final de la guerra, Diego regres a Espaa como un autntico hroe, aclamado por el pueblo all por donde pasaba. Sin embargo, fue en su patria donde se encontr con la dura realidad: la ingratitud Real. A pesar de que Fernando el Catlico le

haba entregado el marquesado de Colonetta, Paredes, a quien nadie compraba con ttulos nobiliarios, fue uno de los ms fervientes defensores de Gonzalo de Crdoba dentro de la atmsfera de intrigas en la Corte, y cuando todos evitaban su cercana, ahora que pareca caer en desgracia, lleg a defenderle pblicamente desafiando ante el mismsimo Rey Catlico a todo aqul que pusiera en entredicho la fidelidad del Gran Capitn al Monarca; desafo que, por supuesto, nadie os aceptar: En cierta ocasin, mientras los nobles esperaban a que Fernando el Catlico terminase sus oraciones, entr Paredes de forma sbita en la estancia, quien hincado de rodillas dijo: Suplico a V.A. deje de rezar y me oiga delante de estos seores, caballeros y capitanes que aqu estn y hasta que no acabe mi razonamiento no me interrumpa.13 Todos quedaron asombrados, expectantes ante la posible reaccin del Monarca por semejante osada, pero Paredes prosigui: Yo, seor he sido informado que en esta sala estn personas que han dicho a V.A. mal del Gran Capitn, en perjuicio de su honra. Yo digo as: que si hubiese persona que afirme o dijere que el Gran Capitn, ha jams dicho ni hecho, ni le ha pasado por pensamiento hacer cosa en dao a vuestro servicio, que me batir de mi persona a la suya y si fueren dos o tres, hasta cuatro, me batir con todos cuatro, o uno a uno tras otro, a fe de Dios de tan mezquina intencin contra la misma verdad y desde aqu los desafo, a todos o a cualquiera de ellos;13 y remat su airado y desconcertante discurso arrojando un sombrero (otras versiones dicen que fue un guante) en seal de desafo. Fernando el Catlico por toda respuesta le dijo: Esperad seor que poco me falta para acabar de rezar lo que soy obligado.13 El Rey permaneci unos instantes en silencio, dando lugar a que los difamadores dieran un paso al frente y defendieran su honor desmintiendo las acusaciones de Paredes; sin embargo, ninguno de los all presentes se arriesg a romper el tenso silencio del ambiente y enfrentarse al Sansn extremeo: Garca de Paredes deca la verdad, haba ganado una vez ms. Despus de concluir sus oraciones, el Monarca se acerc a Paredes y colocando sus manos sobre los hombros de Diego, le dijo: Bien se yo que donde vos estuviredes y el Gran Capitn, vuestro seor, que tendr yo seguras las espaldas. Tomad vuestro chapeo, pues habis hecho el deber que los amigos de vuestra calidad suelen hacer;13 y Fernando el Catlico, slo l, porque nadie se atrevi a tocarlo, hizo entrega a Paredes del sombrero arrojado en seal de desafo. Cuando el incidente lleg a odos del Gran Capitn, ste sell una amistad inquebrantable con aqul que le haba defendido pblicamente exponindose a la ira de un Rey. En 1507, para satisfacer a los nobles, Fernado el Catlico le despoj del marquesado de Colonetta; este hecho, unido a las envidias e injusticias contra aquellos que haban derramado heroicamente su sangre por la Corona en la Guerra de Italia, llev a Diego a perder definitivamente la fe en su Rey y entr en un periodo de rebelda. Se senta extrao en Espaa y le era preciso desahogar el espritu entre soledades absolutas y horizontes infinitos cuando se lanz a la aventura en el mar: escogiendo a antiguos camaradas hizo armar carabelas en Sicilia, financiado por Juan de Lanuza, y ejerci durante un tiempo la piratera a lo largo y ancho del Mediterrneo: psose como cosario a ropa de todo navegante: y

comenzaron a hacer mucho dao en las costa del reino de Npoles, y de Sicilia: y despus pasaron a Levante: y hubieron muy grandes, y notables presas de cristianos, e infieles.35 Paredes fue proscrito y lleg a ponerse precio a su cabeza, siendo perseguido por las galeras Reales estuvo a punto de ser capturado en Cerdea; sus acertadas correras llegaron a ser conocidas y temidas, siendo sus principales presas berberiscos y franceses. Durante su fuga rebelde engendrada por la ingratitud Real, Diego Garca de Paredes vivi libre y dueo de sus actos la vida aventurera en el mar, en busca de un olvido que serenase su espritu indomable.

[editar]Cruzado,

Maestre de Campo y Coronel de la Liga Santa

El sueo aventurero de independencia no poda durar mucho, y a finales de 1508 el ejrcito de Espaa se preparaba para una gran empresa histrica: la conquista del norte de frica. Tras la toma de Mers-elKebir (Mazalquivir) en 1505, en la que Diego ya haba participado, el cardenal Cisneros soaba con proseguir la cruzada contra el Islam en frica, alcanzarJerusaln y recuperar los Santos Lugares. Fernando el Catlico comparta el mismo sueo, y ambos sentaron las bases de esta cruzada con las Capitulaciones de Alcal de Henares, firmadas el 11 de Julio de 1508, por las que se dispona la conquista de Orn. Ahora como un simple soldado de Cristo, tras recibir el perdn Real, Paredes tom parte en la Cruzada de Cisneros en tierras africanas, participando en 1509 en el asedio de Orn. De regreso a Italia, un elemento del valor y la fama de Paredes no poda pasar desapercibido a los ojos del Emperador de Alemania, que desde la Liga de Cambrai buscaba reunir un ejrcito para intervenir en Italia por las posesiones de la Repblica de Venecia, e ingres en las fuerzas Imperiales de Maximiliano I como Maestre de Campo de la infantera espaola. Sin embargo, la invasin fue rechazada y la empresa no lleg a rematarse (Sitio de Padua), aunque sirvi para que el capitn espaol lograra nuevos laureles heroicos ganando Ponte di Brentaera, el castillo de Este, la fortaleza de Monselices y cubriendo la retirada del ejrcito Imperial. En1510 march de nuevo a frica con el ejrcito espaol y particip bajo las rdenes de Pedro Navarro en los asedios de Buga y Trpoli, adems de lograr el vasallaje a la Corona de Argely Tnez. Regres a Italia, incorporndose nuevamente al ejrcito del Emperador, y defendi heroicamente Verona, desahuciada por las fuerzas Imperiales. El Sansn de Espaa era ya una leyenda viva en toda Europa y fue nombrado Coronel de la Liga Santa al servicio del Papa Julio II, luchando en 1512 en la batalla de Rvena, donde muri su hermano, lvaro de Paredes (La infantera espaola, comandada por Diego y el coronel Cristbal Zamudio, logr retirarse con honra en medio de la masacre), y en la Batalla de Vicenza o Creazzo, 1513, donde qued aniquilado el ejrcito de la Repblica de Venecia. En la enumeracin de las proezas que los capitanes espaoles hicieron en esta memorable jornada, a Diego Garca de Paredes le correspondieron estos picos elogios por parte del poeta y dramaturgo contemporneo Bartolom Torres Naharro:

Mas vena Tras aqul, con gran porfa, Los ojos encarnizados, El len Diego Garca, La prima de los soldados; Porque luego Comenz tan sin sosiego Y atales golpes mandaba, Que sala el vivo fuego De las armas que encontraba; Tal sali, Que por doquier que pas Quitando a muchos la vida, Toda la tierra qued De roja sangre teida.36

[editar]Coronel

de Carlos V: el fin en Bolonia

En el invierno de 1520 peregrin a Santiago de Compostela en la escolta del Emperador Carlos V, permaneci en Trujillo durante la Guerra de las Comunidades y a mediados de 1521 se incorpor como coronel al ejrcito de Espaa en la Guerra de Navarra, destacando en la Batalla de Noin (En este triunfo, sucedido a ltimo de Junio, fue la parte mayor aqul invencible Extremeo Diego Garca de Paredes; cuyo nombre excede cualquier elogio),37 as como en la Batalla de San Marcial, asedio al Castillo de Maya y asedio de la fortaleza de Fuenterraba. Posteriormente, acompa al Csar en sus primeras campaas como coronel de los ejrcitos Imperiales en Italia, y segn hace referencia Luis Zapata de Chaves en su obra Carlo Famoso (1556), combati en la clebre Batalla de Pava:Pues no creo que nadie hay que no lo viese, lo que en Pava yo obr, pues en sus llanos, estn lagos de sangre de mis manos38

Aunque su participacin en esta batalla es dudosa y probablemente cuando tena lugar la memorable accin, el 24 de febrero de 1525, Paredes resista valientemente los ataques franceses al Reino de Npoles, maniobra estratgica que trataba de dividir los ejrcitos imperiales concentrados en Pava. Segn esta misma obra, de variedad histrica y literaria, Carlos V pidi a Paredes que formara parte de la guardia que escolt a Francisco I, preso en Espaa, de vuelta a Francia, hecho que no se conserva

en documento histrico, pero que parece bastante posible dada la confianza del monarca en el soldado trujillano. De regreso a Extremadura, el veterano hroe sinti una profunda soledad tras su fracaso matrimonial (se haba casado en 1517 con Mara de Sotomayor) y vivi en paz desde 1526 hasta 1529, cuando abandon definitivamente Trujillo y viaj por toda Europa en el squito Imperial de Carlos V, gran admirador del legendario guerrero, quien le nombr Caballero de la Espuela Dorada, sirviendo en Alemania, Flandes, Austria (march a socorrer Viena en 1532, asediada por Solimn el Magnfico) y finalmente Hungra. En el ao santo de 1533, tras regresar de hacer frente a los turcos en el Danubio, asisti a la reunin oficial del Emperador Carlos V y el Papa Clemente VII en Bolonia, donde, triste irona del destino, aquel hroe invicto que burl la muerte bajo mil formas, las ms terribles y violentas, durante quince batallas campales, diecisiete asedios e innumerables duelos, que fue asombro y terror de su edad, cuya fuerza no tiene parangn en la historia de la humanidad, falleciera a consecuencia de las heridas recibidas al caer accidentalmente de su caballo en un juego fcil y pueril, al intentar derrocar una dbil paja en una pared compitiendo con unos chiquillos. Antes de fallecer, conocedor de que su final estaba cerca tras la fatal cada, parece que le place a Dios que por una liviana ocasin se acaben mis das,39 dej escritas sus memorias: Breve suma de la vida y hechos de Diego Garca de Paredes. Cuando lavaron el cadver antes de ponerlo en el sepulcro, se le hall todo cubierto de cicatrices, consecuencia natural de ms de cuarenta aos de activa vida militar dedicada al oficio de las armas. Durante su funeral en Bolonia, los soldados le llevaron en hombros de todos, deseando cada uno hacerle estatuas con su imitacin.40 Los restos del Sansn de Extremadura fueron repatriados a Espaa en 1545 y enterrados en la Santa Mara la Mayor de Trujillo, donde permanecen en la actualidad.

[editar]DescendenciaDiego Garca de Paredes tuvo dos hijos: Sancho de Paredes (n.1518), hijo legtimo de Diego y de su esposa Mara de Sotomayor, y Diego Garca de Paredes (n.1506), hijo natural, del mismo nombre que el padre, que particip en la conquista del Nuevo Mundo y fund la ciudad de Trujillo en Venezuela, nacido de los amoros del Sansn y la noble trujillana Menca de Vargas.

[editar]SemblanzaLa naturaleza dot a Diego de un fsico hercleo y cualidades innatas para el ejercicio de las armas. Su extraordinaria fuerza se complement con la prodigiosa elasticidad de todos sus msculos: no era el gigante pesado, adiposo, patolgico, sino el atleta fuerte, corpulento, proporcionado y enjuto. El autor italiano Massimo D'Azeglio nos hace esta descripcin tan acertada de Diego Garca de Paredes en su novela Hctor Fieramosca (1833):

El espaol, el hombre ms audaz y forzudo de todo el ejrcito, y acaso de toda Europa, produca la impresin de que la naturaleza, al formarlo, haba querido mostrar en l el tipo de hombre de armas, en las cuales tanto ms grande era el xito cuanto mayores la robustez y la fuerza muscular. Su estatura aventajaba en mucho a la de sus compaeros, y en un temperamento como el suyo, de accin incesante, el ejercicio haba enjugado sus carnes de toda grasa, dando a sus msculos un tal desarrollo, que su pecho, su espalda y la complexin toda de sus miembros semejaban la de un coloso de la antigua estatutaria, de formas atlticas y bellsimas a un mismo tiempo. El cuello, grueso como el de un toro, sostena una cabeza pequea y engallada, coronada en lo alto de la nuca por un penacho de cabellos crespos; su rostro, viril y de expresin firme y decidida, pero sin sombra de jactancia ni de altanera. No faltaba a su aspecto cierta gracia natural, y en sus ojos se lea a las claras la simplicidad de un espritu leal y lleno de nobleza.41

As fue en realidad Diego Garca de Paredes: un hombre apuesto, de talla gigantesca y fuerzas descomunales, un atleta formado expresamente para la guerra que alcanz una fuerza tan singular, que no se halla otro exemplar en la Historia.42 Sus contemporneos le tuvieron por un nuevo Sansn, y a lo largo de toda su vida ostent, adems de la fama de valiente, la de hombre de grandes fuerzas y agilidad, as como las virtudes que adornaban a todo buen caballero: devoto cristiano, generoso, corts, honesto, sincero y leal sin limitaciones; de hecho, el autor annimo de la Crnica del Gran Capitn, que conoci a Paredes, llega a decir que era el hombre de ms verdad de cuantos yo trat;13 sin embargo, tena un temperamento volcnico, y en ocasiones senta tan irresistible vigor dentro de s mismo que se vea atacado de un humor melanclico, una especie de fiebre durante la cual destrozaba y haca pedazos cuanto se le pona por delante, volvindose extremadamente violento e intratable: ...un humor melanclico que le tomaba muchas veces y vena a salir s,...le tomaba un gnero de locura...y tena el dicho Garca de Paredes por costumbre dar de puadas a los que estaban ms cerca de s como hacen los furiosos.13 Algunos de sus compaeros de armas llegaron a pensar que estaba realmente loco, juzgndole en multitud de ocasiones de temerario, pero la historia demuestra que era un hombre completamente equilibrado que tena lo que podemos denominar "arrebatos de mal genio", y dada su pujanza arrolladora estos eran desorbitados: Garca de Paredes se enfureca tanto, que pareca frentico, y le notaban de loco.43 A pesar de este caracter irascible, las crnicas de su tiempo nos dicen que fuera de este humor era el hombre del mundo ms manso, ms corts y bien criado.13 Existen testimonios de elocuentes intervenciones del extremeo ante sus tropas, de su habilidad tctica e incluso de su aceptable nivel cultural: en el inventario extendido a su muerte en Bolonia figuran varios papeles y memorias escritos de manos de l, varios documentos legales, fundamentalmente privilegios avalando sus hazaas y libros, entre ellos La Biblia, un libro y horas de rezar o Los Comentarios de Julio Csar; todo esto demuestra que fue un hombre educado, que lea y escriba regularmente, y que estaba al tanto de las corrientes intelectuales de su tiempo.

[editar]Testimonio

de su poca

A la hora de valorar a Garca de Paredes como soldado es de gran importancia el juicio emitido por sus contemporneos, que, o bien le conocieron en vida o manejaron informacin de primera mano a travs de testigos de la poca y crnicas su tiempo. Estas son algunas pinceladas histricas de autores del siglo XVI y principios del XVII, cuando el recuerdo del extremeo estaba an muy vivo: Ambrosio de Morales (1513 1591), humanista e historiador:...hombre de tan grande nimo y tan terribles fuerzas que no se puede bien juzgar cul era mayor, su esfuerzo en acometer grandes hechos la fuerza y vigor en acabarlos44

Gonzalo Fernndez de Oviedo (1478 - 1557), escritor y cronista:...porque le vi, e habl, e conoc muy bien...fue en nuestros tiempos uno de los valientes caballeros por su persona, a pie y a caballo, que hubo en toda Europa, entre los cristianos...Era de grandes fueras, e muy diestro en toda manera de armas, e muy venturoso en el exercicio dellas...era muy estimado e famoso milite45

Luis Zapata de Chaves (1526 1598), escritor espaol:...el famoso Diego Garca de Paredes, Hctor Aquiles de Espaa ...valentsimo caballero y de grandsimas fuerzas47 46

Jernimo Jimnez de Urrea (1510 1573), militar y escritor:Del que vence por la pura fuerza del brazo, digno es de mucha honra. Mirad cunta gan en las guerras Diego Garca de Paredes por aquellos golpes desmesurados que daba48

Carlos V, privilegio concedido en 1530 a Diego Garca de Paredes alabando sus hazaas:...ilustres hazaas vuestras que con vuestro sumo valor habis hecho, as en Espaa, como en Italia, mostrndoos tal en todas las batallas y rompimientos que habis sido espanto y asombro de vuestros enemigos, y amparo y defensa de los nuestros

Jernimo Zurita (1512 1580), historiador espaol:El muy esforzado caballero, y extraamente valiente Diego Garca de Paredes...fue el que siempre se adelant entre todos de tan animoso, y esforzado, que se conoci en l que nunca supo temer: y despus por los notables hechos de su persona, fue estimado su nombre, y conocido en toda Italia, y en la mayor parte de Europa49

Fernando de Herrera (1534 1597), escritor espaol del Siglo de Oro:Quin puede esperar comparacin con las robustas i terribles fuerzas i nimo nunca espantado i siempre sin algn temor de Diego Garca de Paredes?50

Bernal Daz del Castillo (1496 - 1584), cronista de Indias:...aquel valiente, nunca vencido caballero Diego Garca de Paredes51

Francisco Diego de Sayas (1598-1678), historiador espaol:...el invencible Diego Garca de Paredes...el osadsimo y fuerte brazo de aquel Hrcules extremeo...52

Toms Tamayo de Vargas (1589 - 1641), historiador, bibligrafo, polgrafo y erudito espaol:Nacido solo para el espanto de sus siglos en los combates particulares, en las temeridades,...en la venganza de todas las injurias, en la infatigabilidad del cuerpo, y en el nimo, que jams tuvo pavor53

[editar]Hroe

de leyenda: del hombre al mito

Diego Garca de Paredes fue un hroe a un tiempo histrico y legendario, mitificado por el pueblo y enormemente conocido en la Espaa del Siglo de Oro. Las noticias que tenemos sobre Paredes se caracterizan por mezclar realidad y fantasa, pues la figura de este trujillano pertenece tanto a la historia como a la leyenda escrita y oral. Considerado uno de los hombres de ms fuerza que jams se hayan conocido, de su fuerza herclea hay multitud de leyendas: Se dice que durante uno de sus galanteos nocturnos arranc la reja que le molestaba mientras cortejaba a una dama, y para no ensuciar su nombre, seguidamente arranc todas las dems rejas de la calle, ocultando as la identidad de la joven a la maana siguiente; cuentan tambin que arranc de cuajo la pila de agua bendita de la Iglesia de Santa Mara la Mayor de Trujillo y se la llev a su madre enferma para que se santiguase, (esta pila an se conserva a los pies del templo y asombra por su gran tamao a todos los visitantes); dicen que detena con sus manos la rueda de un molino girando a toda velocidad, otras veces detena con una sola mano la marcha de una carreta de bueyes, y que habitualmente y sin mayor dificultad trasladaba enormes bloques de piedra grantica. Estas historias nos resultan increbles, la ms elemental y pura lgica nos lleva a rechazarlas; sin embargo, las pruebas indudables que dio Garca de Paredes, recogidas por la ms veraz historia, de su arrolladora potencia muscular, nos abren una interrogante dubitativa que concede margen a la posibilidad de un fondo verdadero indudable; de la misma manera, disponemos de documentos histricos totalmente serios que nos cuentan hazaas de Garca de Paredes, tanto verosmiles como increbles. La fama de Paredes no se detuvo a su muerte, de tal modo, que mucho tiempo despus, su nombre era sinnimo de fuerza y valenta. Nadie en vida fue capaz de vencer al Sansn de Extremadura y la

memoria de sus hazaas, que en su tiempo asombraron al mundo, se mantuvieron en las mentes y conversaciones de nuestras tropas: tenemos noticias de soldados que participaron en la empresa de la Armada Invencible y que en los momentos cruciales seguan oyendo relatar las andanzas del Sansn de Espaa para darse nimos contra el enemigo. La fama de Diego como guerrero fue tal, que Miguel de Cervantes inmortaliz sus hazaas en su obra universal, El Quijote:Un Viriato tuvo Lusitania; un Csar Roma; un Anbal Cartago; un Alejandro Grecia; un Conde Fernn Gonzlez Castilla; un Cid Valencia; un Gonzalo Fernndez Andaluca; un Diego Garca de Paredes Extremadura...54

Y este Diego Garca de Paredes fue un principal caballero, natural de la ciudad de Trujillo, en Extremadura, valentsimo soldado, y de tantas fuerzas naturales, que detena con un dedo una rueda de molino en la mitad de su furia, y puesto con un montante en la entrada de un puente, detuvo a todo un innumerable ejrcito que no pasase por ella, e hizo otras tales cosas, que si como l las cuenta y escribe l asimismo con la modestia de caballero y de cronista propio, las escribiera otro libre desapasionado, pusieran en olvido las de los Hctores, Aquiles y Roldanes.55

No haba tierra en todo el orbe que no hubiese visto, ni batalla donde no se hubiese hallado; haba muerto ms moros que tiene Marruecos y Tnez, y entrado en ms singulares desafos, segn l deca, que Gante y Luna, Diego Garca de Paredes y otros mil que nombraba...56

La figura heroica de Diego Garca de Paredes no necesita de la exageracin para ser admirado como personaje de renombre universal dentro de la historia. Increbles pareceran los hechos de este capitn, verdadero tipo del soldado espaol, fuerte en la batalla, spero en su trato, desdeoso con los cortesanos, si no estuviesen consignados en las crnicas historias de aquella poca.57 Su sepulcro de Santa Mara la Mayor, en Trujillo, tiene un largo epitafio en latn, grabado en letras capitales, cuya traduccin es la siguiente:A Diego Garca de Paredes, noble espaol, coronel de los ejrcitos del emperador Carlos V, el cual desde su primera edad se ejercit siempre honesto en la milicia y en los campamentos con gran reputacin e integridad; no se reconoci segundo en fortaleza, grandeza de nimo ni en hechos gloriosos; venci muchas veces a sus enemigos en singular batalla y jams l lo fue de ninguno, no encontr igual y vivi siempre del mismo tenor como esforzado y excelente capitn. Muri este varn, religiossimo y cristiansimo, al volver lleno de gloria de la guerra contra los turcos en Bolonia, en las calendas de febrero, a los sesenta y cuatro aos de edad. Esteban Gabriel, Cardenal Baronio, puso este laude piadosamente dedicado al meritsimo amigo el ao 1533, y sus huesos los extrajo el Padre Ramrez de Mesa, de orden del seor Sancho de Paredes, hijo del dicho Diego Garca, en da 3 de las calendas de octubre, y los coloc fielmente en este lugar en 1545.

[editar]Bibliografa

Miguel Muoz de San Pedro: Diego Garca de Paredes: Hrcules y Sansn de Espaa, [34] editado por ESPASA-CALPE, S.A. Madrid, 1946.

Memorias de Diego Garca de Paredes: Breve suma de la vida y hechos de Diego Garca de Paredes, incluida en las Crnicas del Gran Capitn, pgs. 255-259, obra de Don Antonio Rodrguez Villa, de la Real Academia de la Historia: (Nueva Biblioteca de Autores Espaoles. Vol. 10. Ed. Antonio Rodrguez Villa. Madrid, Bailly/Baillire e hijos, 1908).

Crnica llamada las dos conquistas del reino de Npoles, Zaragoza, 1554, incluida en la Crnica del Gran Capitn, [35]. La autora de esta obra, inicialmente atribuida a Hernando del Pulgar, fue posteriormente puesta en entredicho.

Crnica General y Crnica manuscrita del Gran Capitn, [36] de autor annimo contemporneo. Retratos de los espaoles ilustres con un eptome de sus vidas, [37] escrito por la Imprenta Real de Madrid, 1791.

Toms Tamayo de Vargas: Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, [38] Madrid, 1621.

Manuel Juan Diana: Capitanes ilustres [39], pgs. 121-129, D., Madrid, 1851. El Sansn de Extremadura: Diego Garca de Paredes en la literatura espaola del siglo XVI, [40] por Antonio Snchez Jimnez.

[editar]Referencias Diego Garca de Paredes: Hrcules y Sansn de Espaa, por Miguel Muoz de San Pedro[1] Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [2] Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [3] Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia, de Fray Alonso Fernndez. [4] Diego Garca de Paredes: Hrcules y Sansn de Espaa, por Miguel Muoz de San Pedro. Pginas 63-67 [5] 6. Retratos de personajes del siglo XVI, relacionados con la Historia Militar de Espaa por Ignacio Calvo [6] 7. 8. 9. El Instructor: o repertorio de Historia, bellas letras y artes, (1834) [7] Crnica General de Espaa, volumen 9 [8] Breve suma de la vida y hechos de Diego Garca de Paredes, incluida en lasCrnicas del Gran Capitn 10. Semanario pintoresco espaol: El Sansn de Extremadura, Diego Garca de Paredes, pg. 382. 11. Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia, por Fray Alonso Fernndez.[9]

1. 2. 3. 4. 5.

12. Breve suma de la vida y hechos de Diego Garca de Paredes, incluida en las Crnicas del Gran Capitn 13. a b c d e f g h i j k l m n o p q r

Crnica manuscrita y Crnica general, de autor annimo

contemporneo, incluidas en las Crnicas del Gran Capitn. 14. Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia, de Fray Alonso Fernndez. [10] 15. Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia, de Fray Alonso Fernndez. [11] 16. Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia, de Fray Alonso Fernndez. [12] 17. Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia, de Fray Alonso Fernndez. [13] 18. Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia, de Fray Alonso Fernndez. [14] 19. Diego Garca de Paredes: Hrcules y Sansn de Espaa, de Miguel Muoz de San Pedro[15] 20. Historia y Anales de la ciudad y obispado de Plasencia, de Fray Alonso Fernndez. [16] 21. Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [17] 22. Historia del valeroso caballero Dn. Rodrigo de Peadura, Pg. 120, escrito por Luis Arias de Len, 1823 [18] 23. Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [19] 24. Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [20] 25. Vida de Diego Garca de Paredes, fol. 67. Ms. en la Bib. de la R. Acad. de la Hist., coleccin Vargas Ponce, vol. 37, n. 12. 26. Diego Garca de Paredes: Hrcules y Sansn de Espaa, de Miguel Muoz de San Pedro[21] 27. Hernn Prez del Pulgar: Crnica llamada las dos conquistas del reino de Npoles, incluida en las Crnicas del Gran Capitn, pg. 213-214. 28. Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [22] 29. Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [23] 30. Retratos de los espaoles ilustres con un eptome de sus vidas, escrito por la Imprenta Real de Madrid, 1791 31. Medicina Espaola contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua, escrito porJuan Sorapn de Rieros, 1616. Pgina - 472 [24] 32. Obras completas: Manuel Jos Quintana. Pag. 263 33. Crnica manuscrita del Gran Capitn, de autor annimo contemporneo, incluida en lasCrnicas del Gran Capitn. 34. Crnica manuscrita del Gran Capitn, de autor annimo contemporneo, incluida en lasCrnicas del Gran Capitn, 35. Jernimo Zurita: Historia del rey Don Fernando el Catlico. De las empresas, y ligas de Italia, lib. VIII, cap. XI.

36. Bartolom Torres Naharro: Psalmo en la gloriosa victoria que los espaoles ovieron contra venecianos, pg. 280 (Biblioteca pblica de Oporto, en el mismo volumen que contiene la Tinelaria). 37. Anales de la Corona y Reino de Aragn: Juan Francisco Andrs de Uztarroz (1606 1653), pag. 46. 38. Luis Zapata de Chaves: Carlo Famoso [25], palabras imaginarias puestas en boca de Paredes por el autor de la obra, nica referencia de la posible presencia del trujillano en la batalla de Pava. 39. Breve suma de la vida y hechos de Diego Garca de Paredes, incluida en las Crnicas del Gran Capitn 40. Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [26] 41. Massimo D'Azeglio: Ettore Fieramosca o la disfida di Barletta, pgs. 21-22. 42. Elogios poticos, por Francisco Gregorio de Salas (1773) [27] 43. Vida de Gonzalo Fernandez de Aguilar y Crdoba, llamado el Gran Capitan, pg. 142, escrito por Ignacio Lpez de Ayala [28] 44. Crnica general de Espaa: Volumen 9 - Pgina 125 [29] 45. Quinquagenas de la Nobleza de Espaa 46. Miscelanea: varia historia 47. Miscelanea: varia historia 48. Dilogo de la verdadera honra militar [30] 49. Historia del Rey Don Hernndo El Catlico: de las empresas y ligas de Italia Tomo V, Pgina - 248 50. Las glogas de Garcilaso con los comentarios de Fernndo de Herrera, Pgina - 231[31] 51. Historia verdadera de la conquista de la Nueva Espaa 52. Anales de Aragn desde 1520 a 1525, Pgina - 234 [32] 53. Diego Garca de Paredes y relacin breve de su tiempo, de Toms Tamayo de Vargas, 1621. [33] 54. Don Quijote de la Mancha, cap. XLIX. 55. Op. cit., parte primera, captulo XXXII. 56. Op. cit., captulo LI. 57. Semanario pintoresco espaol: El Sansn de Extremadura, Diego Garca de Paredes, pg. 246.

[editar]Enlaces

externos

http://es.geocities.com/capitancontreras/paredes.htm http://esgrimaantigua.com/forum/viewtopic.php?t=265&sid=fb27133cda3d36147c961feafdb5f20b http://sartinefiles.files.wordpress.com/2008/05/garcia-de-paredes1.pdf

http://books.google.es/books?id=2fDOQ1qSaBgC&pg=PT163&lpg=PT163&dq=diego+garcia+de+pa redes+retratos+de+espa%C3%B1oles+ilustres&source=bl&ots=4JcX6Tn7kd&sig=Q8rTqs5UfuOAH oM76jOArywZP5o&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=2&ct=result

http://museodeldeporte.net/cuadro.php?id=4 http://books.google.es/books?id=LvkaAAAAYAAJ&pg=PA238&lpg=PA238&dq=el+instructor+garc% C3%ADa+paredes&source=bl&ots=DwaM4gGifw&sig=smTe3gkbTShfNsTghGBIfqhTi8&hl=es&ei=C0GhSdTNJNnHjAecktDGCw&sa=X&oi=book_result&resnum=1&ct=result