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Capítulo 1 DIMENSIONES PSICOSOCIALES DE LA COMUNICACIÓN La comunicación es uno de los procesos más importantes en la interacción social. Un altísimo porcentaje de las actividades que las personas desarrollamos son actividades comunicativas; nadie vive solo. El ser humano es un ser social porque se relaciona con los demás comunicando pensamientos y emociones. Y cuando se ponen en forma de palabras, y salen de nosotros, los pensamientos se convierten en propiedad común y las emociones se modulan, se comparten, se resuelven... La comunicación es, también, un instrumento de dominio de poder, de gestión. Las palabras insultan y acarician y son imprescindibles en la negociación para solucionar conflictos. Junto a la palabra, el rostro, las manos, el entorno físico... enriquecen y profundizan los mensajes que las personas intercambian. I.- CONCEPTO Y DEFINICIÓN I.1. PSICOLOGÍA SOCIAL Y COMUNICACIÓN Si la Psicología Social se puede definir como el estudio de la conducta humana en interacción, no puede dudarse que la comunicación es una forma privilegiada de interacción humana. Puede ser clasificada con toda certeza como un fenómeno psicosocial porque posee todas las características que dan carta de naturaleza a los objetos de esta parcela científica. Se trata, en efecto, de un fenómeno social, (conductas interactivas individuales y grupales), que es observable y tiene posibilidades de ser sometido a investigación y experimentación científica con una metodología propia ya definida, tanto cuantitativa como cualitativa. Por otra parte, puede confirmarse fácilmente su caracterización psicosocial porque es condicionante que se realice con dimensiones colectivas, condición que se cumple incluso en el diálogo que se da entre dos sujetos, aunque, en general, la comunicación se produce en el seno de grupos, masas y colectivos de muy diferentes tamaños y características. Con unas dimensiones que desbordan, con mucho, a la interacción verbal -el lenguaje en sentido reducido- la Comunicación humana como forma de interacción es ya una parcela claramente aceptada en el seno de la Psicología Social. Se han hecho numerosas definiciones de comunicación y podemos comenzar citando una de los griegos: "Su dios de pies alados, Hermes, cogía la idea apropiada del cerebro del que hablaba y la introducía con la punta de su lanza, en el del que escuchaba, del receptor", para conocer cómo a lo largo de la historia y a lo ancho de 3 3

dimenciones psicosociales

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Capítulo 1 DIMENSIONES PSICOSOCIALES DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación es uno de los procesos más importantes en la interacción social. Un

altísimo porcentaje de las actividades que las personas desarrollamos son actividades

comunicativas; nadie vive solo. El ser humano es un ser social porque se relaciona

con los demás comunicando pensamientos y emociones. Y cuando se ponen en forma

de palabras, y salen de nosotros, los pensamientos se convierten en propiedad común

y las emociones se modulan, se comparten, se resuelven... La comunicación es,

también, un instrumento de dominio de poder, de gestión. Las palabras insultan y

acarician y son imprescindibles en la negociación para solucionar conflictos. Junto a la

palabra, el rostro, las manos, el entorno físico... enriquecen y profundizan los

mensajes que las personas intercambian.

I.- CONCEPTO Y DEFINICIÓN

I.1. PSICOLOGÍA SOCIAL Y COMUNICACIÓN

Si la Psicología Social se puede definir como el estudio de la conducta humana en

interacción, no puede dudarse que la comunicación es una forma privilegiada de

interacción humana. Puede ser clasificada con toda certeza como un fenómeno

psicosocial porque posee todas las características que dan carta de naturaleza a los

objetos de esta parcela científica. Se trata, en efecto, de un fenómeno social,

(conductas interactivas individuales y grupales), que es observable y tiene

posibilidades de ser sometido a investigación y experimentación científica con una

metodología propia ya definida, tanto cuantitativa como cualitativa.

Por otra parte, puede confirmarse fácilmente su caracterización psicosocial porque

es condicionante que se realice con dimensiones colectivas, condición que se cumple

incluso en el diálogo que se da entre dos sujetos, aunque, en general, la comunicación

se produce en el seno de grupos, masas y colectivos de muy diferentes tamaños y

características. Con unas dimensiones que desbordan, con mucho, a la interacción

verbal -el lenguaje en sentido reducido- la Comunicación humana como forma de

interacción es ya una parcela claramente aceptada en el seno de la Psicología Social.

Se han hecho numerosas definiciones de comunicación y podemos comenzar

citando una de los griegos: "Su dios de pies alados, Hermes, cogía la idea apropiada

del cerebro del que hablaba y la introducía con la punta de su lanza, en el del que

escuchaba, del receptor", para conocer cómo a lo largo de la historia y a lo ancho de

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las ciencias se ha analizado el concepto. Pero nos limitaremos a destacar que una

convención común sobre qué significa comunicarse pasa por las siguientes

características:

• Proceso dinámico de relación entre sujetos (individuos o colectivos, humanos o

animales).

• Supone un intercambio de información.

• Tiene efectos cognitivos y emotivos.

• Se requiere un feed-back que haga que el proceso sea circular (perspectiva

sistémica).

Así pues la comunicación se puede definir, en términos psicosociales, como una

forma de interacción y de influencia social puesto que se trata de un fenómeno en el

que cada uno de los individuos o grupos que se relacionan a través de los mensajes

que emiten o reciben producen, de una u otra forma, ciertos efectos y cambios en los

otros que intervienen en el proceso.

En este sentido interesa recordar algunas de las propuestas de Miller (1965) que,

como bases conceptuales iniciales, contribuyeron a dar carta de naturaleza a la

Psicología de la Comunicación:

• La significación de un enunciado es algo más que la suma de los significados

de las palabras aisladas.

• El número de frases (es decir juicios y razonamientos) que puede ser

expresado y comprendido es ilimitado (por lo tanto hay que aprenderlo

mediante reglas y no por condicionamiento).

• El lenguaje es específicamente humano aunque comporta un importante

componente biológico.

I.2. PRECISIONES TERMINOLÓGICAS Hay ciertas dificultades de precisión terminológica al abordar los términos o

palabras con las que denominar el fenómeno que va a ser objeto de este estudio. Es

frecuente confundir o usar con el mismo sentido las palabras comunicación e

información. Así mismo permanece como base, implícita o explícita, de su dimensión

psicosocial el concepto de interacción. Por ello estimamos que puede ser útil precisar

el significado con el que la Psicología Social entiende estos tres conceptos en cuanto

a las relaciones entre emisor, mensaje y receptor, sin que ello implique la afirmación

de que esta sea la única forma de manejar cada uno de ellos, lo cual sería por otra

parte una presunción inútil ya que es evidente que su polisemia permite una amplia

flexibilidad de usos y sentidos.

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En efecto, muy frecuentemente se encuentran estos términos usados como

semejantes y hasta como sinónimos (especialmente en el caso de comunicación e

información) . Y esto sucede tanto en el lenguaje común, como en textos científicos o

literarios, sin que por ello pueda tacharse de incorrección.

La información es un fenómeno en el cual el mensaje sólo recorre una dirección,

desde el emisor a un receptor que no es alguien concreto y que, por lo general, suele

ser un colectivo. En muchos tipos de información se trata de un ente abstracto: el

público. Interesa no confundir la información con el mensaje; la información sería todo

el proceso completo, mientras que el mensaje es solamente su contenido.

En la información no existe, por definición un camino de vuelta inmediato, el

receptor no contesta directamente al emisor, aunque no por ello pueda afirmarse que

no hay feed-back. Veamos algunos ejemplos para comprobarlo. Puede llamarse

información al pregón que el pregonero decía de esquina en esquina, al letrero de "NO

FUMAR" en un salón de actos, o al "informativo" (su propio nombre lo indica) de una

cadena de Radio o Televisión.

Es información, asimismo el contenido de un periódico, el cartel publicitario al

borde de una autopista y la octavilla coloreada de propaganda política que se

distribuye en los periodos electorales. Todos estos ejemplos, y muchos más que

podrían añadirse, tienen en común el recorrido unidireccional de los mensajes. El feed-

back, cuando existe, tiene otra forma y no es una respuesta inmediata en la que el

receptor se convierta en emisor realizando otro bucle del proceso de interacción.

Precisamente, así es como se produce la comunicación. El emisor y el receptor

pueden intercambiar sus posiciones según en la dirección en que marche el mensaje y

el feed-back es inmediato. Hay comunicación en un diálogo y en la asamblea de los

accionistas de un banco. También es comunicación la que se establece en el aula

universitaria entre el profesor que explica el tema y los alumnos que toman apuntes y

preguntan sus dudas.

En la comunicación tanto emisor como receptor intercambian recíprocamente

sus informaciones, lo cual quiere decir que entendemos que en la comunicación

siempre existe información, mientras que no en todas las informaciones pueda

afirmarse que hay comunicación. La diferencia está en la forma de entender al

destinatario del mensaje. En la información lo importante, lo determinante es el

mensaje, aquello que debe ser transmitido, mientras que la comunicación está definida

por la intención del emisor de enviar su mensaje a un receptor concreto. Para este

receptor, sea individuo o grupo, es para quien se elabora en especial el mensaje

enviado. A su vez, este receptor puede o no, como queda dicho, reiniciar el proceso.

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La interacción, por su parte responde a un concepto psicosocial, que implica

una influencia recíproca en lo que se refiere a generar acciones de cambio. El

esquema clásico para explicar de forma muy simple la interacción sería el de afirmar

que puestos A y B en relación, la conducta de A influye en B, estimulando la conducta

de B que, a su vez, influye en la de A.

Naturalmente, al ser un concepto más amplio, la interacción presupone que, en

muchas de sus formas se producen información y en otras existen también

comunicaciones, habiendo, sin embargo, formas de interacción social que se producen

sin recurrir a los fenómenos aludidos.

Esta precisión terminológica no nos impide reconocer el hecho de que

información y comunicación sean términos usados muy frecuentemente como

sinónimos. Es, sin embargo, necesario hacerla puesto que, precisamente por el gran

desarrollo actual de la información a través de los mass-media, nuestro objeto de

estudio ha adquirido unas proporciones desorbitadas. Y de la misma forma su

influencia social se convierte en un elemento de poder en el más amplio de los

sentidos.

II.- TEORÍAS DE LA COMUNICACIÓN

La comunicación humana es un fenómeno tan complejo que sería un error

enmarcarlo en una sola perspectiva científica aunque básicamente estemos

situándonos para abordarlo en el punto de vista de la Psicología Social.

En primer lugar, es importante la relación entre Psicología de la Comunicación y

Psicología del Lenguaje y no se puede negar el contacto que también existe entre los

estudios psicológicos sobre la Comunicación y los enfoques de la Psicología de la

Personalidad.

En relación con la perspectiva psicosocial hay otras aproximaciones científicas

muy ligadas al estudio de la Comunicación, tales como la Psicología Cognitiva, la

Gestalt, el Psicoanálisis, la Dinámica de Grupos...

En sus orígenes (Benito, 1982) la Comunicación se estudió dentro del conjunto

de los saberes humanísticos clásicos pero bien pronto se aproximaron al tema

estudiosos de campos sociales y políticos. Igualmente, ciencias tan dispares como la

Ingeniería electrónica la Neurología, la Antropología, la Lingüística e incluso la

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Filosofía abordan con toda justificación aspectos parciales o visiones globales de la

comunicación esclareciendo con sus aportaciones un apasionante campo de estudios

que si bien no es nuevo en sus contenidos sí lo es en el amplio abanico de su

estructuración epistemológica y sobre todo en sus aplicaciones. Esta multiplicidad de

enfoques crea algunos desacuerdos y hasta polémicas enconadas.

Haciendo un resumen integrador, podría afirmarse que la Psicología Social de

la Comunicación es el fruto de la unión de dos campos aparentemente dispares y

heterogéneos: la Psicología Social general (incluyendo, naturalmente, todos los

enfoques ya mencionados) y la Teoría General de la Comunicación (ciencia muy joven

y con amplia presencia de científicos del campo físico-natural, como ingenieros, físicos

e, incluso, matemáticos). Como campo integrador (epistemológico y metodológico) es

preciso considerar a la Teoría General de Sistemas (Von Bertalanffi):

II. 1. TEORÍA DE SISTEMAS

En el panorama científico actual es importante el recurso a las aportaciones de

la Teoría de Sistemas. Esta teoría, que no vamos a desarrollar aquí por

suficientemente conocida, nació como una necesidad para poder comprender y

explicar la complejidad de los comportamientos de los seres vivos que eran imposibles

de abarcar desde las posiciones de los métodos clásicos lógico-positivistas.

La Teoría de Sistemas se plantea abordar determinados objetos de la realidad

social y natural considerándolos desde una nueva óptica: como "sistemas". Y un

sistema se entiende como un conjunto organizado de elementos interdependientes

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entre sí, de forma que sus relaciones son algo diferentes de ellos mismos y más

complejas que la mera proximidad o contacto.

Pero es que en el campo de la comunicación sus planteamientos son una base

epistemológica imprescindible ya desde que la escuela de Palo Alto (Bateson,

Watzlawick, Ruesch, Haley, Jackson) estableciese sus presupuestos teóricos sobre el

hecho comunicativo.

Para la Teoría de Sistemas, en efecto, la comunicación es un sistema abierto

en el que la interacción entre cada una de la partes que lo integran es circular y

compleja. De acuerdo con esta propuesta hemos diseñado el siguiente modelo:

Como reconoce Musitu (1996), un acercamiento sistémico al estudio del proceso de la

comunicación tiene, fundamentalmente, tres ventajas frente a un acercamiento no

sistémico.

a) Ofrece una metodología que trata no sólo una clase de comunicación en un

momento dado sino un gran número simultáneamente.

b) No se preocupa únicamente de los hechos unitarios de un transmisor y un

receptor, sino de la apreciación de múltiples relaciones entre un gran número

posible de comunicantes.

c) Es capaz de tratar no sólo con una forma de proceso, sino con dos, así como

con secuencias circulares complejas.

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II.2. LINGÜÍSTICA Una frase de Chomsky nos servirá para abrir este punto:

"El objeto de una teoría lingüística es, en primer lugar, un hablante-oyente

ideal que vive en una comunidad lingüística totalmente homogénea, conoce su

lengua perfectamente y no es afectado, en la aplicación de sus conocimientos

lingüísticos en el discurso real, por condiciones gramaticales irrelevantes tales

como:

• memoria limitada

• distracción y confusión

• desplazamiento de la atención y el interés

• errores (casuales o típicos)".

En efecto, la lingüística es es el estudio de la norma, del modelo. Para este

campo del conocimiento el objeto primordial es el lenguaje (una creación de la

sociedad humana) como el instrumento privilegiado para la comunicación y el

intercambio de mensajes. Unos mensajes que hacen posible la convivencia social, que

tienen significados, que son la mejor y la más rica forma de expresividad de los que los

usan, pero que, por eso mismo, necesitan de una regulación y unas normas y

estructuras específicas e inequívocas. Y de hecho, los estudios puramente lingüísticos

hacen abstracción de dimensiones especiales de tipo psicológico y sociológico,

aunque también hayan tomado carta de naturaleza líneas de estudio ya muy

desarrolladas como la psicolingüística o la sociolingüística.

Puede definirse, pues, la lingüística como la ciencia que estudia el lenguaje

humano. Según Vidal Lamíquiz, (Lingüística española, Sevilla, Secretariado de

Publicaciones de la Universidad de Sevilla, págs. 47-48):

"El lingüista se ocupa, pues, de esa facultad que tienen los hombres y sólo los

hombres hasta que no se descubra en otros seres, de entenderse y dialogar

comunicándose por medio de signos. El fin de esta ciencia es el estudio de la

estructura y de la evolución del lenguaje humano en la complejidad de su

funcionamiento y en su manifestación en lenguas diversas, así como su

interacción con las demás ciencias humanas."

La clave definitoria del concepto de lenguaje está, en primer lugar, en su doble

articulación y en el uso instrumental de signos, entendiendo por signo una convención

en la que se unen dos realidades que forman una sola entidad: el significante y el

significado.

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Un segundo elemento definidor del lenguaje es su estructura normativa y

sistematizada. Por el mismo hecho de estar usando signos convencionales el lenguaje

requiere de una normativa exacta y rigurosa conocida por todos los que lo empleen.

Una precisión importante (desde la perspectiva de Saussure) es la

discriminación entre Lenguaje y Lengua. Se puede entender el lenguaje como un

concepto más amplio, científicamente hablando, que engloba todas las posibilidades

de organizar un sistema de signos con el que construir los mensajes que transportan

las ideas, los sentimientos y todos aquellos contenidos que sus creadores deseen

intercambiar. La palabra sistema ya determina lo que hemos dicho más arriba: la

necesaria estructuración y normatividad. Por su parte, la lengua tiene una

caracterización predominantemente social. Se denomina lengua al sistema que utilizan

los miembros de una "comunidad lingüística". Para considerar una lengua, por lo tanto,

hay que tener en cuenta determinadas dimensiones históricas y espaciales aun

salvando la abstracción de los estudios lingüísticos que se mencionó anteriormente.

Aunque podría afirmarse que la lingüística es tan antigua como el contexto

social humano, el interés por los estudios lingüísticos en los últimos cien años ha

ampliado tanto sus contenidos que ya se pueden considerar como otras ciencias

algunos de sus campos derivados. El más importante de ellos ha dado lugar, a partir

del análisis de los signos, a la Semiótica.

II. 3. CIBERNÉTICA

La Cibernética no es tanto una ciencia en sí misma como una amalgama de

conocimientos y, sobre todo, de técnicas y aplicaciones para lograr más eficacia y

mejor rendimiento de determinados mecanismos y consecuentemente del logro de los

objetivos a los que esos mecanismos sirven. Las "servomáquinas" (mecanismos

autorreguladores) son su punto de partida y su justificación es la de hacer más eficaz

la acción. Así pues la cibernética en palabras de Mayor (1977) se centra en "el estudio

del control y la comunicación de toda clase de circuitos y señales, tanto en sus

aspectos mecánicos, como orgánicos".

En el campo de la Cibernética tiene cabida múltiples enfoques científicos

(matemáticos, físicos, economistas, lingüistas, etc.) tanto teóricos como aplicados.

Pero, no sólo es eso, sino que los trabajos en la tendencia cibernética, han tenido una

especial coherencia que ha motivado el que después hayan derivado hacia aspectos

muy específicos como el estudio de la inteligencia artificial.

Una primera apertura, una vez iniciado su camino de consolidación fueron dos

libros: el primero en 1948, de Wiener: Cibernetics or Control and Communication in the

Animal and in the Machines. Y el segundo fue el libro de Shanon y Weaver, en 1949,

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Mathematical Theory of Communication. Esta obra enfoca, desde la perspectiva de la

ingeniería de telecomunicaciones, las dimensiones técnicas de la transmisión de

mensajes y los problemas consiguientes. Su impacto fue importante, tanto, que

determinó las estructuras iniciales de la Teoría de la Información. Es un éxito

justificado y explicable, causado sobre todo porque ofrecía un esquema, que se ha

hecho clásico, y que proporciona una explicación clara del proceso de transmisión de

mensajes. Este es el motivo por el que los primeros estudios sobre la comunicación

siguieron modelos matemáticos y al tratarse de una conceptualización hecha en torno

al funcionamiento de las máquinas ("cibernética") resultaron útiles como punto de

partida:

No obstante, pronto se vio que no era una perspectiva completa, ni del todo

adecuada para analizar las conductas de relación de los seres humanos ni, incluso la

de muchos seres vivos. Los análisis y planteamientos de la Teoría de Sistemas, sobre

todo los hechos desde la escuela de palo Alto enriquecieron el estudio de los procesos

de comunicación e interacción. El conocimiento, en suma, de las relaciones

personales y sociales.

A partir de los trabajos de los científicos "cibernéticos" se elabora la Teoría de

la Información que, posteriormente "releída" y reelaborada con otras perspectivas

psicológicas, lingüísticas y sociológicas han dado lugar a diversas Teorías de la

Comunicación. Es por lo tanto importante no confundir ni identificar Teoría de la

Información con Teoría de la Comunicación, por más que ambas palabras, información

y comunicación, tengan contactos y confusiones de significado dentro de una amplia

polisemia.

II.4. SOCIOLOGÍA Desde la perspectiva de la Sociología la comunicación es uno de los más

importantes elementos entre los que aglutinan los colectivos hasta convertirlos en

comunidades y sociedades. Cuando las personas establecen redes de intercambios

comunicativos están consolidando el tejido social. Desde Piaget a Wigostsky se puede

establecer una sólida base para el conocimiento psicológico de la comunicación que

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paralelamente se ha visto enriquecida y completada con las aportaciones que,

cargadas de intencionalidad sociológica pueden enraizar en Durkheim, Mead y Marx y

plasmarse en lecciones como las de Wittgenstein o Bernstein muy diversas, pero

igualmente interesantes.

El lenguaje, instrumento privilegiado de la comunicación, es el resultado de

una actividad social creativa. Cada sociedad ha creado su lenguaje, pero, a su vez, el

lenguaje que se usa es generador de las formas y los contenidos de la cultura de esa

sociedad. Esta es la razón principal del interés de la sociología por el hecho comunicativo y, por ello, numerosos autores han centrado sus investigaciones en

estos temas ya que las interacciones sociales tienen algunas bases humanas de tipo

muy genérico (las expresión facial de las emociones básicas, por ejemplo) pero la gran

mayoría de los estilos comunicativos se deben a aprendizajes sociales así como las

formas de respuesta, las consecuencias y las diferentes implicaciones grupales e

individuales.

En los momentos actuales con el comienzo del nuevo siglo y nuevo milenio, se

puede hablar con toda propiedad de la "sociedad de la comunicación". Y es que el

hecho de tener acceso a la información y a los canales de comunicación por los que

esta información fluye significa tener también acceso a la realidad social y hasta a los

estratos del poder. Otro elemento importante en la definición del la sociedad de la

comunicación es la presencia social de los medios de comunicación, que han

empequeñecido el planeta con nuevas dimensiones del espacio y el tiempo, y se han

constituido como la "forma en que la autoconciencia de la sociedad se transmite a

todos sus miembros" (Munné, 1993, pág. 69). De este tema nos ocuparemos en la

segunda parte de este curso, por lo cual no insistimos aquí.

Uno de los aspectos más interesantes de la mirada sociológica sobre la

comunicación se centra en el análisis de los problemas que la estructura de la

sociedad actual proyecta sobre esa faceta tan imprescindible entre los seres humanos.

Efectivamente, la comunicación interpersonal e intergrupal se ve seriamente afectada

por algunas de las más llamativas características de la sociedad contemporánea y

postmoderna: soledad, perdida de la intimidad, agresión a la individualidad,

despersonalización, exaltación del consumismo...

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III.- LA COMUNICACIÓN INTERACTIVA

III.1. ESTUDIOS INICIALES

La comunicación es una de las más intensas y extensas de entre las

actividades humanas, y aún podríamos afirmar que también de los seres vivos.

Relacionarse, en una acción dinámica de intercambio y supervivencia, con el ambiente

donde se vive y con los demás seres con los que se convive es comunicación en el

más amplio y valioso de los sentidos. Sin embargo esta realidad fue algo tan obvio y

habitual que, durante mucho tiempo no ha sido objeto de atención científica por parte

de los foros científicos de la Psicología.

Pero, al tomar conciencia de que en los seres humanos, sociales y

socializados, la comunicación es algo verdaderamente importante y complejo, ya en

los momentos actuales cada vez más numerosas ramas de las más diversas ciencias

se ocupan de los fenómenos comunicativos. Las ciencias sociales y humanísticas

analizan los comportamientos (y sus consecuencias) individuales y colectivos que se

remiten a la interacción comunicativa y con el amplio desarrollo de las nuevas

tecnologías, la comunicación interpersonal se está enriqueciendo de tal forma que ya

no será imaginable la relación entre personas sin la mediación de aparatos ni la

generación de soluciones inteligentes sin el concurso de las inteligencias artificiales,

servidores privilegiados con los que los científicos colaboran estrechamente de

manera que también las ciencias exactas y físico-naturales atienden temas de

comunicación.

Si nos centramos en la perspectiva psicológica, se comprueba que los primeros

estudios psicológicos sobre la Comunicación siguieron modelos matemáticos (Shanon

y Weaver, 1949). Pero al tratarse de una conceptualización hecha en torno al

funcionamiento de las máquinas ("cibernética") resultó inadecuada para analizar la

conducta, no ya de los seres humanos, sino ni siquiera la de los seres vivos.

Paralelamente, un paso importante fue el dado por los estudios de

psicolingüística. Sin embargo, en estos estudios, tampoco se considera

suficientemente la circunstancia de que emisor y receptor sean seres humanos en

toda su rica complejidad. Según afirma Rimé (en Moscovici 1984, pág. 536):

"Moscovici (1976) escribía que en psicolingüística la emisión verbal es considerada

como producto de un sujeto único que alterna los roles de locutor y auditor... Desde un

punto de vista sumamente próximo al de Moscovici, Rommetveit (1976) consideraba

que estudiar frases fuera de su contenido de interacción humana equivaldría al

procedimiento de un físico que estudiase el movimiento de los cuerpos únicamente en

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un vacío perfecto, sin preocuparse del campo de gravitación en el que se mueven

realmente estos cuerpos".

Teniendo en cuenta este hecho y para una perspectiva más completa,

convendrá estudiar los procesos interacción en los que se implican fenómenos

comunicativos a través de su dinámica psicosocial. Es decir, se han de analizar tanto

el impacto que los factores de la situación social tiene sobre el proceso, como el

conjunto total de las formas y sistemas de comunicación dentro de estos contextos

sociales. Por último, también se considerarán los mensajes como producciones

representativas de las creencias, saberes y contenidos propios y personales de sus

autores. Así pues, la Psicología Social estudia al emisor y al receptor como personas

-o grupos- que establecen procesos de interacción a través de mensajes porque cada

uno de ellos mantiene una actividad frente al otro (no hay uno activo y otro pasivo). Y

en esta interacción se ponen en juego numerosos mecanismos y procesos de tipo

psicosocial. Entre otros: socialización (lenguaje, "norma", conflicto); cognición social;

formación y cambio de actitudes; influencia social y ejercicio de los distintos tipos de

poder y control psicológico; formación de primeras impresiones; teorías implícitas de la

personalidad; atribución causal; transmisión y manejo de estereotipos y prejuicios; etc.

En una palabra, la comunicación es nuestra conducta privilegiada como seres

sociales pero, para establecer y mantener esta relación comunicativa, hemos de

construir mensajes inteligibles y expresivos. Justamente aquí hemos de hablar de la

gran tarea humana y social que supone la creación de una serie de instrumentos

básicos, los lenguajes y demás conjuntos de signos comunicativos. Una nueva ciencia,

la Semiótica (obra conjunta de filósofos, historiadores, lingüistas, biólogos y psicólogos)

se ocupa de estudiar cómo han conseguido y siguen consiguiendo las personas y las

sociedades establecer sus sistemas de comunicación.

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Por su reciente nacimiento, la Semiótica es una ciencia todavía nueva pero, por

la importancia de su objeto, está obteniendo resultados muy prometedores. Y por eso

es por lo que la estudian numerosos profesionales, desde los periodistas hasta los

médicos y psicólogos. Su principal promotor fue Charles Sanders Peirce (1830-1914)

que dio solidez a estos estudios afirmando que esta nueva ciencia aposenta cualquier

faceta del conocimiento humano en tanto que proporciona claves para la expresión de

sus contenidos y hallazgos.

Volviendo al enfoque de la Psicología Social, interesa destacar que la

comunicación humana está en la base de muchos de los campos de estudio

relacionados con la interacción social que es el objeto central de este área de

conocimiento: los individuos se construyen como seres sociales en la relación con sus

contextos grupales y colectivos. El lenguaje, en sus múltiples manifestaciones, es uno

de los instrumentos más eficaces de socialización porque gracias a la posibilidad de

comunicación las personas interactúan unas con otras en mutuos procesos de

influencia gracias a los cuales se aprende grupalmente a categorizar la realidad. Un

ejemplo extraordinariamente significativo está en la Biblia: en cuanto el hombre

aparece en el mundo "nombra" las cosas:

"Y Yavé Dios trajo ante el hombre todos cuantos animales del campo y cuantas

aves del cielo formó de la tierra, para que viese cómo los llamaría, y fuese el

nombre de todos los vivientes el que él les diera. Y dio el hombre nombre a

todos los ganados, y a todas las aves del cielo y a todas las bestias del campo"

(Génesis 2, 19-20).

Y es que es el ser humano, como individuo social en un contexto social

concreto, quien construye la realidad categorizándola según su propia experiencia.

III. 2. LOS SUJETOS La comunicación será de una u otra forma según sean todos los parámetros que

integran el proceso: emisor, mensaje, receptor son los elementos clave en el esquema

de Jakobson y en relación con ellos situamos los códigos y los referentes y contextos .

Ahora bien, la definitiva aportación de las perspectivas sistémicas al estudio de la

interacción comunicativa humana ha sido el concepto de feed-back, la noción de

circularidad. Para la Escuela de Palo Alto la verdadera importancia del hecho

comunicativo es la respuesta; la verificación de que el mensaje ha llegado al receptor

está en su feed-back. El esquema de Jakobson podría (o mejor debería) representarse

así:

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Lo que la aportación sistémica plantea es que emisor y receptor, las

personas (o instancias) que se comunican, están inmersos en una relación interactiva

cuyo nexo fundamental es el mensaje, pero no un mensaje estático, sino un mensaje

dinámico, un proceso vivo y activo de intercambio entre sistemas abiertos. Así se

comprende la noción psicosocial de interacción aplicada al hecho comunicativo.

Por ello es preciso añadir al análisis de los aspectos constitutivos de la

comunicación las nociones, también psicosociales, de personalidad e identidad

individual y social así como de las percepciones y representaciones sociales

existentes entre los elementos humanos implicados. Y es que desde el punto de vista

de la Psicología Social son las personas las que interesan como determinantes y

elementos fundamentales en la comunicación. Tanto si son individuos como si son

colectivos o entes sociales de cualquier clase. Precisamente el hecho de

comunicarse define a emisor y receptor como roles activos en el proceso. Y no

solamente activos sino afectados por él.

Así se llega a las nociones de intencionalidad y capacidad, un doble

concepto relacionado con la acción comunicativa de los sujetos implicados en el

proceso. Son aspectos de fácil comprensión pero a los que no se ha concedido la

importancia necesaria. Por lo que respecta al ejercicio de ambos roles, emisor y

receptor, es la mecánica de la relación entre los dos polos y los diferentes objetivos y

acciones de ambos lo que los identifica y define.

El Emisor puede, en la mayoría de los casos, identificarse por:

a) Tiene un objetivo que le lleva a iniciar la comunicación.

b) Codifica los mensajes.

c) Elige los mediadores (códigos, canales, sistemas de apertura y clausura, etc.).

d) Es percibido por el receptor como tal emisor.

e) Tiene una representación del receptor previa a la codificación y emisión del

mensaje.

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Page 15: dimenciones psicosociales

El Receptor, por su parte:

a) Recibe y decodifica el mensaje.

b) Decide acerca del establecimiento del feed-back.

c) Puede constituirse, a su vez, en emisor.

d) Tiene una representación del emisor que, generalmente, es posterior a la recepción

del mensaje.

A partir del esquema, ya clásico, de Jakobson:

EMISOR ----> MENSAJE ----> RECEPTOR, las percepciones mutuas entre emisor y

receptor podrían representarse de la siguiente forma:

III. 3. COMUNICACIÓN Y PERSONALIDAD

La personalidad es un fuerte condicionante tanto del establecimiento y

desarrollo de los procesos de comunicación, como en lo que atañe a la eficacia de sus

resultados y a la satisfacción que obtienen las personas implicadas. En consecuencia,

es interesante conocer cuales son las dimensiones y rasgos que, en la personalidad

de individuos y grupos, pueden favorecer la comunicación o, por el contrario,

obstaculizarla.

En el desarrollo de los procesos comunicativos se puede comprobar que las

personalidades de los actores (emisores y receptores) influyen en todos los pasos del

proceso. No se elabora y codifica el mensaje sólo teniendo en cuenta lo que se desea

trasmitir sino, y sobre todo, teniendo en cuenta a quien se le transmite, quien va a

recibirlo.

La conducta del receptor (recepción y decodificación del mensaje) estará

asimismo condicionada por la persona del interlocutor que se lo ha enviado, y todo es

mucho más complejo cuando no sólo intervienen individuos (comunicación

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interpersonal) entre los que el feed-back directo es posible, sino que los mensajes

circulan entre colectivos o entre colectivos e individuos. Por todo ello, la valoración

correcta del resultado final deberá tener en cuenta las dimensiones de la personalidad

de los actores o elementos humanos del proceso comunicativo. Según sean todos los

parámetros y estructuras humanas puestas en juego la comunicación será de una u

otra forma.

Es preciso, pues, añadir al análisis de los aspectos constitutivos de la

comunicación las nociones psicosociales de personalidad y de identidad social así

como de las percepciones y representaciones sociales existentes entre los distintos

elementos humanos implicados en el proceso.

Si se tiene en cuenta la importancia de conocer bien al "otro" -u otros- con los

que nos comunicamos habría que concluir que una de las bases previas, fundamental

para una buena comunicación, es la habilidad perceptiva y la sensibilidad a los

estímulos provenientes de los demás. Allport (1961) hace, con respecto a las

cualidades necesarias para una buena percepción interpersonal, una amplia

descripción que incluye los siguientes factores:

experiencia, semejanza, inteligencia, complejidad cognoscitiva, conocimiento de sí

mismo, adaptabilidad social, distanciamiento afectivo, actitud estética y sensibilidad

psicológica.

Pero si hubiese que destacar alguna característica humana que facilite la

comunicación, habría que hablar fundamentalmente (desde una base de Psicología

humanista) de la empatía, también denominada "inteligencia social" o "sensibilidad

social". Ser capaz de situarse en el punto de vista del otro interlocutor es, en efecto,

una garantía de eficacia en la interacción comunicativa. La calidad empática permite

ver a los demás de la forma más próxima a cómo son en realidad y, además, favorece

la posibilidad de anticipar sus reacciones y suponer sus necesidades y motivaciones.

La mejor argumentación que puede esgrimirse a favor de la empatía como uno

de los buenos "instrumentos" facilitadores de la comunicación interpersonal es la de

que, gracias a ella, se puede crear un clima afectivo con calidades positivas que no

propicien actitudes defensivas o agresivas perniciosas para la interacción.

También hay que considerar, desde un punto de vista psicosocial, una serie de

características que, aunque atañen más a los grupos y colectivos que a los individuos,

son condicionantes de gran importancia para el proceso comunicativo en sus

dimensiones de interacción tanto personal como social:

• Aculturación semejante: Si el proceso de socialización ha sido diferente la

posibilidad de entendimiento va a ser más difícil puesto que las claves de

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Page 17: dimenciones psicosociales

decodificación serán muy distintas: el color del luto es el negro en la cultura

occidental y el blanco para los chinos.

• Cultura (académica): El nivel de estudios configura no sólo códigos y contextos

más ricos, sino también distintas actitudes. Por ejemplo, para "leer" un mensaje

difícil o desconocido se utilizará antes la curiosidad científica que los prejuicios

o supersticiones.

• Clase social: Las diferencias en la estructuración social generan diferencias en

la socialización inicial y por lo tanto modulan toda la interacción comunicativa

de los sujetos. La palabra "dinero" no puede tener el mismo significado para un

rico que para un pobre.

• Trabajo, Religión, intereses sociopolíticos, etc.: Este caso es el mismo que el

anterior pero con referencia a una socialización posterior (laboral, política,

religiosa, etc.). La palabra "trabajo" no puede, obviamente, ser empleada de la

misma forma por un funcionario, un parado o un vendedor a comisión.

• Etnia, Sexo, edad y demás dimensiones biopsicosociales: Se trata aquí de una

caracterización muy significativa para la identidad individual y para la definición

del endogrupo. Las bases biológicas de los datos mencionados dan una fuerte

coherencia a la formación de grupos de referencia "sociales" en torno a esas

características. Las mujeres, los jóvenes, los ancianos, los negros, no

solamente tienen conciencia de grupo social sino que generan también

aspectos peculiares en lo referente a sistemas de comunicación (la

murmuración como estereotipo femenino), significados ("te portas como un

niño" por "te portas mal"), eufemismos (Tercera edad), etc.

Como un ejemplo global pueden citarse aquellos lenguajes y demás sistemas

de comunicación que tienen como una de sus funciones más importantes reforzar la

identidad grupal: chelis, jergas, argots, uniformes profesionales ( en tanto que

"artefactos") saludos y gestos secretos ("cinesis y proxemias"), símbolos privados

(como banderas, insignias, anagramas) etc. Por último, no pueden olvidarse los rasgos

negativos de la personalidad a causa de las dificultades y problemas que, para la

comunicación se derivan de ellos.

Lógicamente, y en simetría con lo dicho más arriba, la falta de empatía y una

aculturación muy diferente sobre todo en lo que se refiere al uso de sistemas de

comunicación distintos son los obstáculos más generales para el logro de la eficacia

comunicativa. Se pueden producir efectos negativos como:

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Page 18: dimenciones psicosociales

• Pseudocomunicacion (malentendidos, se decodifica mal y se entiende otro

mensaje).

• Mero entendimiento (no se profundiza en el total del significado).

• Comunicación incompleta (no hay feed-back o no se producen los efectos

deseados por el emisor).

ACTIVIDADES DE AUTOEVALUACIÓN

Esta autoevaluación le permitirá hacer una primera apreciación de en qué medida

conoce (y ha comprendido) los contenidos de este módulo. Puede basarse, para ello,

en tres criterios progresivos:

• Si puede realizar todas las actividades sin consultar sus textos y apuntes: MUY

BIEN

• Si necesita consultar sus papeles en menos del 50 % de las cuestiones: BIEN

• Si necesita consultar sus papeles en más del 50 % de las cuestiones:

ACEPTABLE

• Si, aunque consulte, no logra una buena satisfacción con lo que ha hecho:

SIGA ESTUDIANDO

1. De las siguientes afirmaciones, diga cuáles son VERDADERAS y cuáles FALSAS:

1.1. "No parece haber una definición suficientemente satisfactoria para el concepto

comunicación".

1.2. "La comunicación humana es la que se produce en la interacción verbal, es decir

cuando las personas utilizan el lenguaje tanto en forma oral como por escrito".

1.3. "Información, Comunicación e interacción son términos sinónimos".

1.4. "La percepción que el Emisor tiene del Receptor es previa a la emisión del

mensaje".

1.5. "El Receptor es quien eligen los elementos mediadores que se van a usar en el

proceso de interacción comunicativa".

1.6. "El Receptor es quien decide acerca del establecimiento del feed-back".

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Page 19: dimenciones psicosociales

2. La Psicología Social estudia la comunicación.

La comunicación se puede considerar como una parte integrante de los estudios de la Psicología Social porque:

Es un fenómeno humano.

Es un fenómeno social.

Los campos de estudio son de origen social y sistémico.

Se produce dentro del individuo.

3. Los campos científicos de donde proviene la Psicología de la Comunicación

Los campos científicos de los que proviene la Psicología de la Comunicación son:

De origen histórico.

De origen social y filosófico.

Múltiples e interdisciplinares.

Matemáticos y médicos.

4. Intente definir la comunicación de forma adecuada y utilizando al menos cinco datos

o características que se mencionen en el apartado correspondiente:

5. Resuma dos de los procesos psicosociales básicos que, a su juicio, tengan una

importancia relevante para el proceso de comunicación y justifique brevemente su

elección.

BIBLIOGRAFÍA

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