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Hoja Parroquial del 20 marzo 2011
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“No juzguéis y no seréis juzgados. Perdonad y seréis
perdonados. Dad y se os dará” (Lc 6,36-38) ¿No sería una gran cuaresma si al final de la misma hubiera aprendido a no juzgar y condenar?
“Porque nada es imposible para Dios” (Lc 1,37) Dios de las cosas imposibles: dame lucidez para cambiar lo que puedo, para aceptar lo que no puedo cambiar y para saber distinguir lo uno de lo otro. Amén
CINCO MINUTOS CON DIOS CADA DÍA LUNES, DÍA 21
MARTES, DÍA 22
MIÉRCOLES, DÍA 23
JUEVES, DÍA 24
VIERNES, DÍA 25
SÁBADO, DÍA 26
BAJAR TRANSFIGURADOS
Otra vez la montaña como protagonista de
la tentación. El domingo pasado era en
forma de afán de tener, afán de poder,
afán de éxito fácil.
Hoy el tentador nos invita, como a Pedro, a
instalarnos en la comodidad de una fe
alienada, sin las complicaciones del
compromiso con el mundo, sin pasar por la
fidelidad a las exigencias del Reino que se
nos encomendó construir.
Como a Pedro, nos gusta la tranquilidad de
una oración relajante, sin mordiente, sin
exigencias, sin que se nos despierte de ese
sueño del cielo. Y lo mismo que a Pedro, a
nosotros tampoco nos gusta la cita con la
Jerusalén de la entrega de la vida, del
sacrificio por amor, de posicionarnos
frente a tantas situaciones injustas de
pobreza, idolatría del dinero, de
desigualdades sociales…
Preferimos nuestra oración perfumada con
incienso y sin el aguijón del compromiso
eclesial, social y político.
Pero en medio de esta nube beatífica”, una
voz: ¡ESCUCHADLO! Es la voz del Padre que
nos cita a la tarea de cambiar de vida para
cambiar el mundo. Es “bajar transformados” del
TABOR.
RECUERDA QUE… Del 21 al 25 tenemos el cursillo prematrimonial. 21 h.
El próximo miércoles, 23, 1ª charla cuaresmal en el
salón de actos del colegio. La da D. Jaime Díaz, rector
del Seminario, sobre “Vocaciones Sacerdotales”
”Todo lo que hacen es para que los vea la gente: les gustan los primeros puestos en los banquetes y los
asientos de honor en las sinagogas”. (Mt 23,5-6) Despójame, Señor, de mi afán de acaparar reconocimientos, de pretender tener siempre la razón y
de ocupar los puestos relevantes.
“No será así entre vosotros: el que quiera ser primero
entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera
ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo”.
(Mt 20,27)
Enséñame, Jesús, a servir como tú. Que sepa hacer de tu vida mi supremo magisterio.
El Hombre puede ser un esclavo sin cadenas; porque no ha hecho más que trasladar éstas al interior del mismo. La máquina sugestionadora de la sociedad lo atiborra de ideas y necesidades. Y estas cadenas son mucho más fuertes que las exteriores. Aquellas se ven, pero de las interiores no se da cuenta. Puede intentar romper las exteriores, pero ¿cómo se librará de aquéllas cuya existencia desconoce? (E. Fromm)
“Los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos: “Ése acoge a los pecadores y come con ellos” Tu casa es una casa abierto para todos. Eres misericordia y perdón. Dame, Señor, un corazón sin puertas, en el que no falte nunca la luz, la acogida, la fiesta y el calor humano. Amén
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Lectura del libro del Génesis Gn 12,1-4a: En aquellos días, el Señor dijo a Abrán: «Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, hacia la .tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo.» Abrán marchó, como le había dicho el Señor.
Lectura de la 2ª carta de S. Pablo a Timoteo: 2Tm 1,8b-10 Querido hermano: Toma parte en los duros trabajos del Evangelio, según la fuerza de Dios. Él nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, Dios dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo; y ahora, esa gracia se ha manifestado al aparecer nuestro Salvador Jesucristo, que destruyó la muerte y sacó a la luz la vida inmortal, por medio del Evangelio.
Lectura del santo evangelio según san Mateo: Mt 17,1-9 En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Continuación…
Reza. Cierra las puertas de la desidia, de los
ruidos, de las prisas, del “cumplimiento.” Y, ahí,
en lo escondido, en el interior de tu corazón ama,
ora y habla a Dios de los hombres y a los
hombres de Dios; pues nada sabe de oración el
que no ama y nada sabe de amor el que no ora.
Escucha. Precisamente porque Dios te ha dado
una boca y dos oídos, escucha el doble de lo
que hablas. Pon “a cuarentena” tu lengua y
escucha la hermosa melodía que Dios, a través
de las ondas de tus hermanos, pone todos los
días en tu corazón.
Santifícate. Dios, a través de este tiempo de
gracia, te envía un mensaje: “La cruz es ante
todo una declaración de amor.” A pesar de que
haya gente a tu alrededor que siga prefiriendo un
cristianismo de butaca, tú apuesta por un
cristianismo de cruz. Recuerda que una persona
santa no es aquella que nunca cae, sino la que
siempre se levanta.
Mira. A tu alrededor. No
es la cuaresma un
tiempo para caminar
solo. A tu lado, Jesús
sigue cayendo una y
otra vez bajo el peso de
la cruz. Sólo los que
tienes ojos pueden ver
las necesidades de los
otros y convertirse en
cireneos de tantas
personas que siguen recorriendo el camino del
Calvario un día sí y otro también.
Ama. Pues sin amor despídete de entender a
Dios, porque Él es eso, precisamente Amor.
Combate las dudas, los fracasos, las cruces, el
dolor... a base de amor. No olvides que si
sufriendo se aprende a amar, amando se
aprende a sufrir. Si amas, la Pascua, la
resurrección, la dicha de un Dios-Amor brotará, y
de qué forma, en tu vida y en la de tus
hermanos… ¡Haz la prueba!
PALABRA DE DIOS DNI para la Cuaresma