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doscerounotres abril

doscerounotres - abril

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Cuarto número de 2013. Con Yeah Yeah Yeahs en portada y artículos sobre los nuevos trabajos de Gus Van Sant, Steven Soderbergh, The Knife, James Blake... Además de reseñas de otros discos y películas.

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Matt Damon y Gus Van Sant se alían contra el fracking

4 Promised Land de Gus Van Sant

Depresión, pastillas y brotes de locura

6 Side Effects de Steven Soderbergh

Otro cine

8 Películas no distribuidas

Declaración de intenciones: Romper con lo cotidiano

10 Shaking The Habitual de The Knife

El débil retorno de la joven promesa

12 Overgrown de James Blake

Otra música

14 Críticas de discos

Entre lo agresivo y lo delicado

16 Retrospectiva Yeah Yeah Yeahs

Listas

19 Top cine y música 2013

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sumario

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El cuarto número de doscerounotres llevaen portada a Nick Zinner y Karen O que,junto con Brian Chase formanYeah YeahYeahs, uno de los grupos más estimulantesque no dejan de lado la pasión por las can-ciones. Su nuevo disco, Mosquito, echa lavista atrás pero avanza en mostrar al grupoen una forma absolutamente envidiable. Sudisco merece un lugar especial y por esoestá acompañado de una revisión de labreve pero intensa discografía del trío. FeverTo Tell fue su primer gran disco, y desde en-tonces, hace ya diez años, no han dejado deseguir contentando a sus seguidores concanciones perfectas.

Dos artículos acompañan la revisión deYYY’s. Se trata de dos de los discos más es-perados del año. En primer lugar, la vueltade The Knife, años después de su aclama-dísimo Silent Shout. Lo hacen con un discoconceptual que excede la norma para cho-car y buscar la confrontación directa con eloyente. Muy lejos de su faceta más pop quemostraron en sus dos primeros discos, Sha-king The Habitual es una completa experien-cia.

Mucho más decepcionante ha resultadoser el segundo disco de James Blake. Si en2011 sorprendiera con su disco de debut,después de haber fascinado con el materialde sus numerosos EPs, la continuación detodo aquello no cubre las altísimas expecta-tivas que se habían creado. Overgrowntriunfa, eso sí, en su capacidad para aburrir.

En la sección OTRA MÚSICA destaca eldebut en largo de Lapalux. Tras mostrarsus cartas en una serie de EPs, el salto allarga duración se mueve en un terrenosiempre disfrutable. También resulta así elprimer disco de The Invisible Hands, unproyecto del ex Sun City Girls, Alan Bis-hop. Un álbum que mezcla sonidos y am-bientes donde se cruza lo occidental con loárabe. Menos acertada es la vuelta de Auf-gang, que no logran mantener el altísimonivel de su disco de debut. Por último, me-recen una mención especial los nuevos dis-cos de Solar Bears y A Hawk and aHacksaw.

Abril no deja muy buenas noticias en elapartado de cine. El cierre de la distribui-dora Alta Films es una de las noticias másnegativas de los últimos meses. Alta Filmsha distribuido recientemente películas tannecesarias como Moonrise Kingdom o Four

Lions entre muchas otras. Pero también escierto que sus apuestas en la producción deja-ban mucho que desear.

Como cada mes, algunas de las películasmás interesantes se quedan sin una buena dis-tribución, como la nueva película de Malick,To The Wonder, Vertigo Films la distribuyó deforma muy minoritaria.

A pesar de todo el número de Abril cuentacon artículos de algunos de los últimos estre-nos. En primer lugar, Promised Land, la nuevapelícula de Gus Van Sant después de la infra-valorada Restless. Retornando a las grandesproducciones repletas de grandes nombresque a veces acostumbra a hacer, Promised Landsin embargo, carece de los rasgos autoralesque caracterizan el cine de Van Sant. A pesarde ello, se trata de una atrevida crítica a la in-dustria del fracking.

Por otro lado, Side Effects, la nueva películade Steven Soderbergh es un thriller enros-cado altamente disfrutable sobre las empresasfarmacéuticas y la depresión.

En la sección OTRO CINE, destaca especial-mente Io e Te, la grandísima vuela de Berto-lucci diez años después de Dreamers. Unapelícula actual desde los ojos de un cineastaúnico. También la película polaca Rose que seha podido ver en filmotecas. Otras películasseleccionadas en este cuarto número sonSightseers, una bruta comedia de humor negroy la esperada y muy hablada I Want Your Lovede Travis Mathews, mucho mejor de lo espe-rado.

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Nick Zinner y Karen O en portada Arriba Brian Chase

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CRÍTICA CINE 4

Matt Damon y Gus Van Sant se alían contra el fracking

ra sólo cuestión de tiempopara que el debate en torno

al fracking llegara a la ficción. Labuena noticia es que lo dirigeGus Van Sant. La mala que Pro-mised Land es claramente unapelícula menor en su filmogra-fía.

La fracturación hidráulica ofracking, una técnica de extrac-ción de gas no convencionalque contamina los acuíferossubterráneos, se ha desarro-llado de forma espectacular enlos últimos años en EstadosUnidos, hasta el punto que elpaís ha dejado de importar gaspara convertirse en exportador.Es por ello que la cinta nopuede ser más americana, lasbanderas no dejan de apareceren cualquier momento. Trasla-

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Promised LandGus Van Sant

dado, eso sí, a la América pro-funda de las granjas y los pue-blos perdidos.

El fracking es toda una revolu-ción que tiene también sus pun-tos oscuros y es precisamenteen ellos en los que se centra lapelícula, con guión del propioMatt Damon y también JohnKrasinski. Una decisión acer-tada de ficcionar el modo detrabajo de las empresas dedica-das al gas, mediante cláusulasabusivas, mentiras y manipula-ción constante. Toda la historiatranscurre en un pequeño pue-blo, y sigue a dos trabajadoresde una compañía encargadosde conseguir el permiso de lospropietarios de fincas para co-menzar a hacer pozos en lazona.

La siempre brillante FrancesMcDormand y Matt Damonvan granja a granja conven-ciendo a la gente de la riquezaexagerada que les dejará la ex-tracción de gas, así como chan-tajeando al político de turnoque quiere llevarse su parte delpastel, así como a las organiza-ciones ecologistas que comien-zan una campaña contraria.

Los problemas del fracking sehabían mostrado previamenteen el documental Gasland, no-minado al Oscar. El aclamadodocumental de Josh Fox expo-nía el conflicto desde el puntode vista de las familias queviven cerca de los pozos de ex-tracción. Promised Land se ade-lanta en el tiempo para mostrarlas fórmulas que utilizan las

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CRÍTICA CINE5

compañías para convencer alos vecinos. Incluso llegan anombrarse algunos de los ejem-plos de contaminación que seexponen en Gasland.

Ahora bien, la película tienesus puntos flacos que empañano enturbian el resultado final.Obviamente el film ni pretende

ni puede ser neutral, pero tam-bién se excede en dejar sin ar-gumentos a los personajes deDamon y McDormand. Escierto que la película es el viajede vuelta a los orígenes del pro-tagonista, criado en una granjacomo la que ahora intentan des-trozar. Pero pasar de ahí a la in-acción es donde el guión semuestra menos realista. Trata lapostura a favor del shale gas deuna forma bastante débil. Tam-bién su final, demasiado tópico

y previsible, de nuevo expulsaal espectador de la historia.

No es la primera vez que VanSant se encarga de hacer unfilm altamente político. Pasóantes con la notable Milk, y aun-que no aporta puntos de vistanuevos, consigue expandir elproblema.

Otro asunto diferente es en-contrar marcas de su cine enPromised Land. Por mucha can-ción acústica que incluya en subanda sonora, y ciertos planosa cámara lenta, Promised Landno deja de transmitir la sensa-ción de que se trata de una pe-lícula en la que no termina detener toda la libertad. Las esce-nas en el bar podrían pertene-cer a cualquier otra películaamericana, y aunque los movi-mientos de cámara (de un lado

a otro) sean frecuentes, asícomo algunos momentos de ex-perimentos visuales con los le-treros queden bien, uno no dejade hacerse la pregunta si de nosaber que el filme está dirigidopor Van Sant podría llegar a esaconclusión.

A pesar de todo, PromisedLand es una interesante películaque merece la pena por sóloatreverse a tratar el frackingdesde una perspectiva guerri-llera. Aunque no se trate delmejor Van Sant, siempre sientabien acercarse a la forma decontar historias. Para algo másradical como Last Days o Ele-phant, habrá que esperar mástiempo, pues pretende encar-garse de la adaptación de 50Sombras de Grey.

Promised Land

Director: Gus Van SantIntérpretes: Matt Damon, Fran-ces McDormand, John Kra-sinski, Rosemarie DeWittAño: 2012

Promised Land se atreve a tratar el fracking desde una

perspectiva guerrillera

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CRÍTICA CINE 6

Depresión, pastillas y brotes de locura

Es Side Effects la última pelí-cula de Steven Soderbergh?

Así se publicitó este confusothriller, aunque poco despuésse supo que ya tiene preparadaBehind the Candelabra, un filmpara la HBO, que será presen-tado en la próxima edición deCannes. Así de rápido vuelve.

¿

Side EfectsSteven Soderbergh

Centrándonos en Side Effects,presentada en la pasada ediciónde la Berlinale, Soderbergh recu-rre al thriller para criticar elmundo de las empresas farma-céuticas, al menos en su pri-mera parte, pero los giros deguión acaban por confundir alespectador. No se trata de una

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CRÍTICA CINE7

trama directa y clara, aunque vadirigida al gran público.

La narración de Soderbergh esintrincada. Muy de grandes es-tudios, pero ofreciendo almismo tiempo calidad sufi-ciente. Lo que parece claro enun primer momento se contra-dice en el segundo, y lo que pa-recía una crítica contundente,pero algo simple, gira hacía un

terreno de sospechas e investi-gaciones. Side Effects es un thri-ller sobre qué es real y quéficticio y sus consecuenciaspara los demás.

Yendo al grano en todo mo-mento, y con unos sólidos acto-res, especialmente laprotagonista Rooney Mara,Side Effects confunde y aturde alespectador como si este hubierarecurrido también a las pasti-llas. Una forma de narrar clí-nica, apoyada por un guión que

entretiene con sus giros inespe-rados.

Lo que más confuso resulta esla visión que la película quieredar acerca de las empresas far-macéuticas. Si en la primeraparte el filme parece un pan-fleto anti drogas, tratando la de-presión con valentía y acierto,pero señalando a médicos, em-presas y a la publicidad, el

filme gira hacía un terrenoopuesto. Se cuestiona todo loque resultaba claro en un pri-mer momento, sacudiendo asíal espectador.

Side Effects

Director: Steven SoderberghIntérpretes: Rooney Mara, JudeLaw, Channing Tatum, Cathe-rine Zeta JonesAño: 2013

Side Effects confunde y aturdecomo si el espectador

recurriera a las pastillas

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OTRO CINE 8

Los salvajesAlejandro Fadel

A partir de un ritmo excesiva-mente lento y contemplativo,Los salvajes de Alejandro Fadelcuenta como unos adolescentesse escapan de una cárcel de me-nores y viven del robo y la cazaen la naturaleza. Negando la ci-vilización, la película de Fadelno tiene un mal inicio, pero eldesarrollo se enrosca en unasimágenes extenuantes de la ma-leza y recreación de ambientesque pretenden inquietar peroque sólo desorientan. Los salva-jes se pierde en sí mismas hastadesintegrarse en la nada.

sale de los auriculares del ado-lescente. Canciones que se mue-ven entre Muse y Red HotChili Peppers (al fin y al caboes lo que escucha un adoles-cente), y el “Rebellion (Lies)” deArcade Fire.

Diez años después Bertoluccivuelve con un filme verdadera-mente más fresco que lo que in-tentaba ser The Dreamers. Conmuy poco, y con alguna ayudade Bowie, Io e Te sabe decir lapalabra acertada en cada mo-mento. Y aunque parezca pe-queña, no lo es tanto.

Diez años después de su últimapelícula, The Dreamers, Ber-nardo Bertolucci vuelve conuna película aparentemente pe-queña. Repite el estilo intimista,pero esta vez ha cambiado elidealismo equivocado de aque-llos protagonistas por unos per-sonajes con los pies en el suelo...o bajo tierra. Y es que la películase desarrolla en un sótano. Elsótano de la casa del protago-nista, Lorenzo, que escapa decasa como el lejano AntoineDoinel de Truffaut (el planoque congela el final de la pelí-

cula es otro paralelismo máscon Los Cuatrocientos Golpes).

Io e Te es el punto de vista deBertolucci de la adolescencia ac-tual, y también una respuesta alescondite de las redes sociales.Su postura en este sentido estáclara, no sucede lo mismo conrespecto a las drogas, introdu-cida con el personaje de la her-manastra de Lorenzo, Olivia,que intenta desengancharse a laheroína mientras se queda en elsótano.

Es una película sin grandesalardes. La música que oímos

Io e TeBernardo Bertolucci

La película de Sally El Hosainirecurre al tópico precisamentepara intentar darle la vuelta.Algo que no consigue del todo.Aunque el mensaje que pre-tende transmitir queda claro,incluso demasiado, la sensaciónfinal de la película va por otrocamino. Por muchos momentosen los que se intenta subrayardemasiado algunos aspectosdel filme, My Brother The Devilno es ningún caso el testimoniode los suburbios británicos, pormucho The Wire que el directorquiera jugar a ser.

My Brother The DevilSally El Hosaini

Película fría de Kirill Serebren-nikov. Partiendo de una histo-ria interesante, aunque no deltodo original, el gran problemade la cinta es su larga duración,no llegando a concluir cuandola historia lo pide y reactiván-dose con otra trama que embo-rrona la idea general quetransmite esta película rusa.Complejos largos planos se-cuencia hacen brillar una foto-grafía aceptable, manteniendouna completa sorpresa en losprimeros momentos para de-caer a medida que avanza.

BetrayalKirill Serebrennikov

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OTRO CINE9

El humor negro de Sightseers,celebrado tercer trabajo de BenWheatley, es tan frío como elclima británico. Las vacacionesde una pareja son el punto departida para una historia en laque predominan los personajesmuy bien dibujados. Son solonecesarias unas pocas líneas dediálogo para ilustrar el pasadode ambos. Un viaje por la In-glaterra más verde. De campingen camping con un perro quepodríamos definir como entemístico que a veces lleva el pesode la narración.

El humor, muy británico, con-sistente en muchas ocasiones enviolencia que resulta un tantodesagradable por el descaro delas escenas y su justificación.Una película que emplea el ab-surdo para autodirigirse alborde del precipicio de la incre-dulidad desternillante.

Ante todo, Sightseers es muydivertida, y las carcajadas semezclan con momentos defrialdad pura, constituyendouna película que se cierra en símisma. La película de Wheatleyes una road movie inesperada.

SightseersBen Wheatley

La II Guerra Mundial y todo loque la rodea no deja de servirde inspiración para contar his-torias en el cine. Aunque la ma-yoría de las veces las películasque tratan el tema no hacenmás que incidir en las mismasideas, existe otro cine que se in-teresa por otras visiones quesuelen quedarse al margen. Esel caso de la película de Woj-ciech Smarzowski, que de lamisma forma que In the Fog deSergei Loznitsa, cuenta losajustes de cuentas en la etapasoviética en este caso de Polo-nia, aunque la película de Loz-nitsa llegue mucho más lejos yahonde más.

Especialmente notable es elmodo en que consigue retratarla confusión de una poblaciónque no se siente de ninguna pa-tria. Entre el nazismo y el esta-linismo. Perseguidos porambos, la guerra no termina dellegar a su fin para los protago-nistas.

A pesar de ello, Rose es unapelícula irregular. Careciendode ritmo por completo, su es-tructura no sigue un orden ló-gico, se recurre a los saltostemporales aislados que consi-guen descolocar al espectadormás que llegar a puntos que re-sulten importantes.

Otra crítica más que necesariaes el uso excesivo del drama-tismo y el sentimentalismo pro-pio de estos filmes. Sin dudademostraría más fuerza par-tiendo de una forma de narrarmás visceral y no tan lacrimó-gena. Y es que llega un mo-mento en el que la cámara ya hamostrado tanto, que los perso-najes dejan de tener importan-cia para el espectador.

RoseWojciech Smarzowski

Después de diversos proyectosexperimentales, como colarsecon su cámara en las habitacio-nes de hombres y grabarlos, yde un corto del mismo nombreque este primer largo, TravisMathews se ha ganado por mé-ritos propios el papel de agita-dor del estancado queer cinema.

La filosofía de Mathews con-siste en no parar de rodar hastacontar todo lo necesario para lapelícula. El sexo es mostradoexplícitamente, lo que ha lle-vado a algunos países comoAustralia a prohibir la película.

Cercano también a directorescomo Andrew Haigh, I WantYour Love tiene un tono natura-lista, aunque no llegue al nivelde Weekend.

I Want Your Love no deja de seruna película pequeña, que sirvede manifiesto a Mathews, yaque el corto estaba demasiadoenfocado al tema sexual. Esto esmucho más y hace que espere-mos aún con mayor interés lacolaboración de Mathews conJames Franco para recuperar elmetraje perdido de Cruising enla próxima Interior. Leather Bar.

I Want Your LoveTravis Mathews

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CRÍTICA MÚSICA 10

as viñetas que acompañanesta crítica están sacadas de

la página web del grupo. For-man parte de un pequeñocómic que otorga sentido polí-tico a las canciones del espe-rado regreso de The Knife. Unmarcado tono político que sepuede apreciar en el título decanciones como “FrackingFluid Injection”, e incluso en lospropios sonidos de un álbumdominado por su caracter in-dustrial y escurridizo. Sin ce-ñirse a ninguna faceta del dúoen concreto, consiguen autoex-plotarse a lo largo de la extensaduración del álbum, quizásalgo excesiva, apoyada por laestética feísta del disco.

Shaking The Habitual, esperadoregreso tras el muy bien reci-bido Silent Shout, presenta a loshermanos Dreijer en el discomás ambicioso de su carrera ytambién el que tiene un con-cepto más fuerte detrás. Empe-

zando por la portada, con esoscolores estridentes hasta elpunto de resultar irritante. Puesbien, esas mismas sensacionesse trasladan al interior de unascanciones que parten de soni-

L

Declaración de intenciones:Romper con lo cotidiano

Shaking the HabitualThe Knife

dos reconocibles para irse de-formando en piezas que suenanenigmáticas provocando almismo tiempo cierta obsesión.

La estructura de Shaking TheHabitual confunde. Si la primeraparte es una celebrada vuelta a

los sonidos y ambientes de susdos primeros discos, desde lavisión madura conseguida conSilent Shout, la segunda parte esun retorcido avance industrialque escapa a cualquier posible

El ambiente tribal sorprende por su carácter orgánico e incluso físico

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CRÍTICA MÚSICA11

etiqueta. Lo que separa las dospartes es una pieza ambientalde veinte minutos que parecetener el sentido de un descanso.Tiempo para consejos publicita-rios, que al igual que en la tele-visión, resulta completamenteinnecesario antes de volver aencender el motor tribal que di-rige la mayor parte de lostemas.

El ambiente tribal que se des-prende en todo el disco sor-prende por su carácter orgánicoe incluso físico. Puede que elvalor orgánico entre en contra-dicción con el carácter indus-trial, pero en la práctica suenancompactos. A diferencia de loque podía desprenderse de Si-lent Shout, un disco algo frío yoscuro, el sonido de Shaking The

Habitual nos envuelve en unaselva de hormigón y metal. TheKnife funciona como un grupoque dirige a la tribu tecnológicafomentando valores contrariosa ella. Shaking The Habitual es lamúsica para un ritual comuni-tario.

El cuarto álbum de The Knifebusca trascender en todo mo-mento. Unos aires ambiciososque hacen que sea tal vez de-masiado denso, hasta llegar aestar incluso demasiado sobre-cargado. Canciones o esbozoscomo los de “Crake” o “Oryx”.Es normal que en un disco tanlargo, en el que se atreven a lle-gar a todos los rincones quepermite su propuesta, haya mo-mentos en los que reduzcanconsiderablemente el nivel. Nodebería importar en un discotan serio, casi conceptual, queno alcancen la perfección. Sinembargo, la segunda parte sehace notar demasiado, impor-tunando a medida que aumen-tan los minutos que no parecenabsolutamente necesarios. Conun disco más condensado ha-brían conseguido una profun-didad mucho más clara.Además, ha pasado tantotiempo de espera que, aunquela sensación final no sea todo lobuena que podría parecer, seagradece el intento de ofrecertodo el material posible.

El disco carece de un singlecon suficiente potencia. No hayningún “Heartbeats”, “A Lung”o “Pass This On”. Tal vez lo quemás se acerca son “A Tooth ForAn Eye” o “Full Of fire”, can-ciones que se alargan dema-siado para una carta depresentación lo suficientementeatractiva de forma instantánea.Esta falta de hits es lo que lohace más complejo.

Huyen de las estructuras tra-dicionales o fácilmente identi-ficables enseñando la excusa dela experimentación. Y si bienhay pasajes en los que logran apartir de la búsqueda y el esti-ramiento de sus armas momen-tos innovadores, muyavanzados al momento actual,parece más justo decir que loque The Knife demuestran enShaking The Habitual es sugran capacidad para la experi-mentación.

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CRÍTICA MÚSICA 12

ntes de empezar a hablarde este segundo disco de

James Blake es necesario pa-rarse y echar los oídos atrás,antes de que en 2011 se publi-case su primer disco largo. Sucarrera como cantante no des-pegaba hasta ese álbum, peroya antes se había presentadocomo un productor clave den-tro de la discutida escena delpost-dubstep, por aquel enton-ces pequeña, a partir de unaserie de EPs arriesgados, inven-tivos y muy valientes.

A

El débil retorno de la joven promesa

OvergrownJames Blake

Es en esa etapa, de pequeñosfallos y grandes aciertos, dondeencontramos a un Blake que yano volverá, a pesar de que po-demos decir sin ningún atisbode duda de que era entoncescuando se había mostrado conuna personalidad única e inco-piable. Su mejor faceta.

Sin embargo, en 2011 llegó sudebut homónimo en donde secambiaba la exploración am-biental por un acercamiento alconcepto de canción más tradi-cional. Los instrumentos no

cambiaban, pero si su aproxi-mación a ellos, así como la gransorpresa que haría virar la con-cepción de su música por otroscaminos más abiertos a todotipo de público.

Llegados hasta este punto, esnecesario repasar también el EPEnough Thunder, en aparienciamenor, pero que visto ahora,adelantaba el camino que se-guiría Blake y establecería cuá-les son los intereses de futurode la joven promesa.

En ese EP ya se mezclaba unminimalismo excesivo con unaelectrónica menos personal.Además, la colaboración conBon Iver en “Fall Creek BoysChoir” daba pistas.

Se puede hacer sin problemasuna comparación con las tra-yectorias de ambos. Tanto Jus-tin Vernon como James Blakedebutaron con unos impactan-tes primeros discos, en los queempleaban recursos y dejabanrevolotear ideas que luego mu-chos otros copiarían.

En el segundo disco de BonIver, muchas de esas ideas sedejaban aparcadas para acer-carse al gran público, per-diendo interés musicalmentehablando, pero manteniendounas cualidades mínimas quelo seguían haciendo reconociblecomo Bon Iver.

Overgrown es el equivalente alsegundo disco de Bon Iver.Mantiene el espíritu del pro-yecto, pero abandona muchoslogros para dejarse escucharmejor. Una pérdida de comple-jidad y una potenciación de loselementos más comunes. Porejemplo, durante todo el álbumhay una presencia mucho másclara y predominante de la voz.

Overgrown palidece en la com-paración con el disco anterior.Si aquel era un disco que invi-taba a reescucharlo una y otravez, a partir de canciones certe-ras, este disco requiere de unreposo mucho más lento. A estohay que sumar unas cancionescon menos garra instantánea.

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CRÍTICA MÚSICA13

Poco de eso queda en Over-grown, que comienza bien, mos-trándose interesante, pero amedida que avanza acaba es-tancándose en el tedio y el abu-rrimiento. Efectos sonoros muyvistos y poco originales, y unascanciones que no llegan a decirnada.

Tres canciones merecen serdestacadas. Comenzando por elsingle “Retrograde” dirigida aun terreno mucho más pop. “IAm Sold” y su interesante usode la voz. Pero sobre todo la

canción que da nombre al disco,“Overgrown” comienza muysutil, casi sin nada. Es un inicioque promete un álbum muchomás reposado y reflexivo.

No deja de lado la cualidadminimalista que ya alumbrabael disco anterior. El juego conlos silencios y los espacios calla-dos hacen que de nuevo ofrezcaun álbum más enfocado a la es-

cucha en solitario que hechopara el directo. Aunque ha sa-bido demostrar que el terrenodel directo no está en ningúnmomento abandonado, ya quelleva sus canciones a otra zonaque funciona perfectamenteante grandes multitudes.

En definitiva, Overgrownsigue un camino muy diferentea lo esperado. Caminando porun terreno que sin duda le haráconseguir mucho más público,pero que emborrona la imagenque teníamos de Blake.

Un disco ñoño en el que dejade lado la experimentación yofrece cero inspiración y arrojopara un álbum que es un por-tazo sonoro y claro ante aque-llos que confiábamos en elbuen hacer que había demos-trado anteriormente. Overgrownes el adiós definitivo a sus ya le-janos EPs para un material in-volucionista.

Un portazo sonoro y claro para los seguidores

de su primer material

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OTRA MÚSICA 14

Rave002Powell

Nostalchic es el primer largo deLapalux tras una serie de exito-sos EPs para el selo Brainfeeder.La música que hace el británicoStuart Howard es difícil de en-casillar, exactamente igual queel resto de productores de unaescena imaginaria que parecehaber surgido en los últimosmeses. Un movimiento de elec-trónica frágil, llena de momen-tos delicados y sonidospequeños. Sirva de ejemplo lacanción “Without You”, endonde la voz es un acompaña-miento para dotar del senti-

NostalchicLapalux

mentalismo al tema. Hablamosde productores como Shlohmoo Kwes., aunque no dejan deaparecer nuevos proyectos queayudan a crecer un movimientopara el que Nostalchic es el pri-mer gran álbum, a pesar de susirregularidades, o gracias aestas... Y es que esta escenamantiene unas coordenadasque varían según cada produc-tor, y también según cada can-ción.

Así es posible pasar de la sen-sualidad de “Guuurl” al am-bient espacial de “Kelly Brook”.

Un constante ir y venir de ideasque no se frena por el uso desaltos y repeticiones, ni tam-poco los vocalistas invitadosque colaboran en algunos de losmejores momentos del álbum.

Lapalux mantiene los recursosexpuestos en sus presentacio-nes y demuestra que su pro-puesta puede soportar laduración de un disco largo. Escuestión de tiempo ver si el ger-men de este sonido que pescade distintos géneros se expandeo se queda restringido a unoscuantos productores.

Rave002 no es más que la de-construcción de la No Wave paraconseguir una electrónica hip-nótica que no abandona el espí-ritu de la No Wave neoyorkina.Repleto de ideas y muy suge-rente, Powell crea una atmós-fera fría a partir de guitarras, yritmos extraídos de cancionesde la No Wave. El material basesirve para trasladar los cuatrocortes a un terreno más perso-nal y alejado de cualquier posi-ble identificación. Sin duda,uno de los EPs más sorpren-dentes del año.

El segundo disco de SolarBears ahonda en su sonido ana-lógico, incorporando instru-mentos orgánicos para dar unempujón superlativo a su pro-puesta. Si su anterior She WasColoured In era un interesanterecuerdo al material con el quetrabajaban Boards Of Canada,en Supermigration amplían supaleta de sonidos para trastocarel shoegaze o el drone de FuckButtons. Repleto de momentosimpactantes, Supermigration esuna confirmación inesperadade Solar Bears.

SupermigrationSolar Bears

El segundo disco de RainbowArabia abandona el pop arty ét-nico de Boys and Diamonds paracentrarse en un sonido más sin-tético y algo más calmado. Lavoz de Tiffany Preston siguesiendo una marca característicaen la música de Rainbow Ara-bia, e incluso no se olvidan deincluir sonidos recargadoscomo el saxo de “Math Quiz”.FM Sushi, sin embargo, carecede el arrojo despreocupado decanciones como “This Life IsPractice”, el divertido hit de suanterior disco.

FM SushiRainbow Arabia

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No WorldInc.

You have Already Gone to the...A Hawk and a Hacksaw

Es imposible escapar a la últimamoda del r&b contemporáneo.Las propuestas que recurren alas voces ligeras y a los mediostiempos no paran de crecer. Nose puede decir lo mismo de lacalidad que ofrecen. Inc. recu-rren a los tópicos hasta hacerque la escucha de No World seadesesperante. Voces susurran-tes hasta el hastío en un discoque no alcanza otra función quela de música de ascensor. Unaproducción soñolienta paraunas canciones que podrían ca-talogarse como chill out.

El dúo formado por JeremyBarnes y Heather Trost man-tiene su investigación del fol-clore de Europa del este, desdeel acordeón y violín, mezclán-dolo con temas propios. Undisco rico en sonidos y texturasgracias a la producción de JohnDieterich de Deerhoof. Alter-nando canciones muy anima-das con otros temas máscontemplativos, dominados porla quietud, el disco resulta muygrato aunque su excesiva dura-ción fractura la sensación finalque deja su escucha.

OTRA MÚSICA15

plástico y mucho menos intere-sante.

Sin ningún “Channel 7” ninada parecido a “Sonar”, dosde los grandes temas del discoanterior, Istiklaliya se acercamás a lo mostrado por el grupoBattles en su último disco: fra-seos rápidos dominados por elritmo y una búsqueda de nue-vas texturas que no mantiene laesencia del primer trabajo.

A pesar de todo, en su directohan demostrado ser un grupomás que sólido, con toda segu-ridad no lo habrán olvidado.

El nuevo disco de Aufgang re-sulta irremediablemente decep-cionante. Después de quesorprendieran en 2009 con sudisco de debut, el trío formadopor Francesco Tristano, RamiKhalifé y Aymeric Westrich sealeja de las bases marcadas enaquel fantástico álbum.

Con un mayor dominio de lossintetizadores y olvidándosedel piano clásico (aunque siguepresente), Istiklaliya se aleja dela fusión de lo clásico con lavanguardia electrónica paracentrarse en un sonido más

The Invisible Hands es elnuevo proyecto de Alan Bis-hop, afincado ahora en ElCairo, junto a un grupo de mú-sicos egipcios que aportan uninspirado toque árabe al rockcrudo del que formara parte deSun City Girls. Puede que elrock y el tono psicodélico quesacude gran parte de las cancio-nes, tengan mayor peso en el re-sultado final, pero sin duda TheInvisible Hands es un álbum quese desmarca hacía un lugarúnico y altamente atractivo poresa unión árabe.

La voz profunda y asentadade Alan Bishop otorga el empa-que suficiente a unas cancionesque se mecen entre el rock sucioy el folk, en donde también secuela alguna pieza de powerpop (“Soma”) y algún jugueteocon el blues. Puestos a elegir untema que destaque especial-mente sobre el conjunto, la can-ción “Nice on Ice” es una de lasque más fuerza consigue trans-mitir. The Invisible Hands esun proyecto valiente que debe-ría tener la respuesta que me-rece.

Istiklaliya Aufgang

The Invisible Hands

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Entre lo agresivo y lo delicado:Yeah Yeah Yeahs

RETROSPECTIVA MÚSICA

es la imagen que se queda delgrupo y los matices que aporta,desde la sensualidad hasta lafuria se suman a una base mu-sical impoluta que convierte aYYY’s en un grupo valiente ymuy interesante.

La trayectoria de la banda hasido sorprendente, sin un malálbum ni ningún resbalón deimportancia, siempre variandosu sonido. Su primer disco,Fever To Tell, se mantiene aúnhoy en un nivel muy alto. Unaobra única, sorprendente, di-recta, rápida y genial. Su se-gundo disco, destacando por elado más pop, Show Your Bones,sirvió para consagrarlos. Mássorprendente fue el siguientepaso cuando publicaron en2009 It’s Blitz, donde metían so-

nidos electrónicos pero mante-niendo el lado pop y rock queles caracteriza.

Es ese justo balance entre laagresividad y la delicadeza loque identifica al grupo. Han en-contrado su hueco en esa doblefaceta que a menudo podríacontradecirse. Sus discos y sutrayectoria se mueven entre loespectacular y otras piezasmucho más pequeñas, pero nomenores.

Su nuevo disco, Mosquito,mantiene estas mismas coorde-nadas, aunque supone unavuelta a un sonido más cercanoal de los dos primeros discos,dejando los experimentos elec-trónicos de lado y manteniendoel mismo nivel de fuerza e inte-rés de siempre.

eah Yeah Yeahs aparecenen mitad del auge de gru-

pos neoyorkinos que hubo aprincipios de los 00’s. Una es-cena revivalista que tenía comomáximos exponentes a TheStrokes, aunque la música quehacían el trío poco tenía que vercon ellos. YYY’s siempre tuvie-ron algo especial que destacaba.Puede que las guitarras total-mente únicas de Nick Zinner,consiguiendo un sonido afiladoy agresivo distinto al resto.Puede que también los ritmosde Brian Chase, directos pero almismo tiempo intentando bus-car la diferencia. Pero sobretodo, por el carácter cósmico yúnico de Karen O, una voca-lista potente que destaca encada canción de la banda. Suya

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Y

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It's Blitz!

La publicación en 2009 de sutercer disco de estudio, It'sBlitz! ahondaba en el lado artyque siempre ha identificado algrupo. Manteniendo el ele-mento pop de Show Your Bonesy maquillándose con ciertos so-nidos electrónicos, It's Blitz! esla confirmación del papel pro-tagonista de Karen O, piezaclave del engranaje del trío.

Entre la agresividad y descarode canciones como “Zero” o“Dull Life” y el preciosismomelódico de “Hysteric”, “SoftShock”, “Skeletons” y el cierreacústico final de “Little Sha-dow”.

Sin negar el potencial rompe-pistas de algunas partes deldisco, lo que queda mejor gra-bado en la memoria son esascanciones, aparentemente pe-queñas, pero que escondenmucho. Al fin y al cabo, durantetoda la trayectoria, el grupo seha mantenido equidistanteentre la inmediatez eléctrica de“Y Control” y el medido emo-tivo de “Maps”. Sin duda, la in-tención de emular esas mismassensaciones musicales son lasque destacan en un tercer discomás que digno.

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Fever to Tell

El primer disco de Yeah YeahYeahs fue toda una sorpresa ylo sigue siendo 10 años des-pués. Cada vez que se escucha,vuelven a estallar las cancionesde la misma forma que a pri-mera vez. Once canciones tanenmarañadas como la portada,pero al mismo tiempo tan clarasy directas que desde el primermomento se guardan en unbuen lugar en la memoria.

Las guitarras de Nick Zinnerrompen cada canción transfor-mándola en una subida derabia y agresión directa. Noisecontrolado, rock arty... Defini-ciones posibles para lo queofrece Fever To Tell, que antetodo hay que disfrutar. Cancio-nes tan únicas como “BlackTongue”, “Rich” o “Pin” sue-nan tan poderosas y libres quees imposible no inclinarse anteellas.

Un disco que no se acaba yque sigue sonando tan jovencomo desde el primer mo-mento. La frescura de clásicoscomo “Maps” o “Y Control”aún salpica en los oídos cadavez que se le da al play. Undisco que sigue sonando enig-mático y furioso. Una joya.

Show Your Bones

Dominada por la potente en-trada de “Gold Lion”, ShowYour Bones es el reverso pop deFever to Tell. Hablamos de otrotipo de inmediatez, teniendo encuenta que el álbum contienenumerosas caras ocultas quepasan desapercibidas en un pri-mer momento.

Marcado por un tono más cal-mado, repleto de canciones do-minadas por la quietud, YeahYeah Yeahs rompen el dominiodel descontrol para ir mar-cando los pasos que luego se-guirían sus discos posteriores.Show Your Bones es ante todo,un disco abiertamente pop,abandonando la moda del revi-val anterior, para centrarse enun territorio único.

Con una recepción del discono del todo justa, como tambiénpasaría luego con It´s Blitz, elálbum es una continua suce-sión de hits como “Way Out”, laincreíble “Cheated Hearts” o ladelicadeza de “Turn Into”, per-fecto cierre para un gran disco,dirigidos esta vez por la calidezde las guitarras acústicas, y per-diendo en cierto modo la puntaafilada de Fever To Tell, pero enningún caso el encanto.

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Is Is

EP de ruptura con Show YourBones, un disco mucho más popque el sonido de Is Is. Recupe-rando la electricidad desme-dida de sus orígenes, cincocanciones en una cuidada edi-ción en un doble 7”. Una seriede temas que forman parte delmaterial más interesante quehan grabado. Como una má-quina que arrolla comienzan los

riffs primeros instantes de“Rockers to Swallow” o la ener-gía rítmica de “Kiss Kiss”. Gui-tarras infectadas y una Karen Ocon ganas de destrozar tímpa-nos y hacerse notar. El ritmo nopara en la impactante “DownBoy”, mezcla entre melodía yuna faceta más dura del grupo.Aunque pase desapercibido, nodebería considerarse un discomenor, puede mirar fijamentea Fever To Tell.

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Lógicamente, lo primero quechoca al escuchar Mosquito esesa portada horrible que dañala vista. Yeah Yeah Yeahs nuncahan llegado a diseñar una por-tada realmente “buena”, peroen It’s Blitz consiguieron unaimagen lo suficientemente im-pactante como para poder espe-rar una continuidad en esalínea.

Lo bueno es que el disco no serelaciona de manera directa consu portada. Dejando de lado elgiro más estilizado de It’s Blitzy acercándose más al sonido desus dos primeros discos, Mos-quito es una confirmación másdel buen hacer de YYY’s.

Andando más por el caminopop y relajado de Show YourBones y su anterior disco quepor la garra de Fever to Tell, eltrío no defrauda en once nue-vas canciones que se muevenentre guitarrazos y sonidos máselectrónicos, sin llegar a tener lapresencia tan dominante deldisco anterior. En este caso lamezcla está mejor unida, y laproducción de Nick Launay,David Sitek y el mismísimoJames Murphy, sabe sacarlejuego a estas grandes canciones.

En una primera escucha Mos-quito suena muy deslavazadodebida a una secuencia de can-ciones que indaga en la sensa-ción caótica que tal vez quierentransmitir. Así, se pasa del pri-mer single, la canción más po-tente y accesible, “Sacrilege”, altiempo más suave y tranquilode todo el álbum en “Subway”,tema que recuerda a los mejoresmomentos de quietud quesiempre incluyen en sus álbu-mes.

Esta sensación desaparece amedida que vamos entrando enel álbum. Se mecen entre la de-licadeza y el desenfado de can-ciones como “Rich” o “DateWith The Night”.

Como siempre, lo mejor llegaal final del disco. Se ha conver-tido en una tradición que en lasúltimas canciones se encuen-tren los verdaderos hits quenunca se olvidan. Los clásicos adestacar en Mosquito son tres.

En primer lugar, “Always”,que alterna ritmos electrónicoscon teclados y efectos de vozenvolventes. Perfecto ejemplodel preciosismo por el que sehan decantado finalmente.Como perfecto cierre, “Wed-ding Song” sigue una estruc-tura progresiva para llegar auna despedida redonda. Y porúltimo, una de sus mejores can-ciones, “Despair”, entre“Maps” y “Y Control”, mez-clando elementos de ambas,

pero siendo únicamente posibleen un disco más avanzadocomo es Mosquito. Por cosas así,necesitamos a YYY’s.

Mosquito es un disco que tienemucho de vuelta a los orígenes,el potencial primitivo delgrupo, sólo que ahora comouna máquina engrasadísimaque ha superado los errores deprincipiante y ha adquiridouna profundidad y madurezmucho más consolidada.

Es tradición que en las últimas canciones se

encuentren sus verdaderos hits

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MosquitoYeah Yeah Yeahs

Un vistazo atrás

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1 Spring Breakers - Harmony Korine

2 Django Unchained - Quentin Tarantino

3 No - Pablo Larraín

4 Promised Land - Gus Van Sant

5 Los Amantes Pasajeros - Pedro Almodóvar

6 Side Effects - Steven Soderbergh

7 The Master - Paul Thomas Anderson

1 Yeah Yeah Yeahs - Mosquito

2 David Bowie - The Next Day

3 The Invisible Hands

4 Solar Bears - Supermigration

5 Youth Lagoon - Wondrous Bughouse

6 Lapalux - Nostalchic

7 Powell - Rave002

8 The Knife - Shaking The Habitual

9 The Haxan Cloak - Excavation

10 James Blake - Overgrown

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cine

música9

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Yeah Yeah Yeahs

Promised Land

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