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VII ECONOMÍA ESPAÑOLA Y PROTECCIÓN SOCIAL 2015

ECONOMÍA ESPAÑOLA Y PROTECCIÓN SOCIAL · Economía Española y Protección Social , publicación sobre Seguridad Social, ... enfrentado a la incertidumbre ya que todas las lecciones

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VII

ECONOMÍA ESPAÑOLA

Y

PROTECCIÓN SOCIAL

2015

Economía Española y Protección Social , publicación sobre Seguridad Social,

Protección Social, Mercado de Trabajo y Economía dirigida a profesionales del sector

público o privado interesados en estas ramas de conocimiento, especialmente desde

las perspectivas actuarial, estadística y económica, y configurada como un punto de

encuentro entre especialistas en la materia que provienen de distintas disciplinas de

estudio.

Editor : Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Actuarios, Estadísticos y

Economistas de la Administración de la Seguridad Social. C/ Pedro Alonso, 2 – 3º B

28043 Madrid. España. [email protected]. - www.eeyps.es.

Director

Daniel Hernández González. Actuario. Ministerio de Hacienda y Administraciones

Públicas. España.

Consejo Editorial

Antonio P. Blázquez Murillo. Tesorería General de la Seguridad Social. España.

Mª Mar Gómez Arroyo. Ministerio de Justicia. España.

Alicia de las Heras Camino. Ministerio del Interior. España.

Consejo Científico

Antonio J. Heras Martínez. Catedrático de Economía Financiera y Actuarial.

Universidad Complutense de Madrid. España.

M. Begoña Gosálbez Raull. Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales.

Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. España.

Clara Isabel González Martínez. Doctora en Economía. Banco de España.

Elvira López Díaz. Doctora en Derecho. Universidad CEU San Pablo. España.

Periodicidad: Anual Período de cobertura: 2015

Fecha y lugar de publicación: Septiembre de 2015. Madrid, España.

Depósito Legal: M-16479-2009

ISSN –e: 2386 – 379X

ISSN: 1889-5956

Índice

Prólogo….……...…………………….........……..………….…….........1-4

Hernández González, Daniel. Actuario. Director de Economía

Española y Protección Social.

1. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial de

la Caja Nacional de la Seguridad Social………….....................5-36

The Pension system of Morocco: Actuarial sustainability of the National

Social Security Fund.

Devesa Carpio, J.E.. Profesor Titular de la Universidad de

Valencia (España). Y. Squalli. IDES INFOR (Marruecos).

2. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in

transit?…………..………..……................................................37-70

Las pensiones de jubilación en Lituania: 25 años y ¿todavía en

transformación?

Aldona Skucaite. Lecturer. Vilnius University (Lithuania).

3. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias

termodinámicas de la limitación en las transacciones económicas.

…………………………………………....…............................71-103

Econophysics. Statistical mechanics of money: thermodinamic

consequences of limitations in economic transactions.

Pedro Valverde Caramés. Jefe de Área. Servicio de Estudios

Tributarios y Estadísticas. Agencia Estatal de Administración

Tributaria (España).

4. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en

muestra de cien empresas venezolanas. Modelo de regresión

lineal multivariante……..…………………………................105-134

Impact determination of the new Venezuelan social indemnities in a

sample of 100 companies

Evaristo Diz Cruz. Actuario. E-Diz Actuarial Services and

Consulting (Venezuela).

5. The evolution and future of social security in Africa: an actuarial

perspective….…….............................................................135-187

La evolución y el futuro de la Seguridad Social en África: una perspectiva

actuarial

Badat, Fatima; Kudzai Chigiji; Johann Söhnge; Krishen

Sukdev; Natalie Van Zyl. Actuarial Society os South Africa

(South Africa).

Números anteriores.........................................................................189

1

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015

PRÓLOGO

Daniel Hernández González

Actuario. Director Economía Española y Protección Social

Ve hoy la luz el séptimo número de Economía Española y Protección

Social, que se ha hecho esperar más de lo debido puesto que el hombre

propone y Dios dispone. Siete iniciativas independientes encaminadas a la

investigación y el conocimiento en materia de previsión y protección social

que se aglutinan en una nueva página web: www.eeyps.es, mediante la que

desde distintos espacios de actuación tratamos de reunir diversos

instrumentos de interés para el investigador y el profesional, sin imponernos

obligación alguna con quien los diseña o emite.

En el mundo actual el espacio digital es cada vez más relevante, por

lo que la publicación se va adaptando paulatinamente a los requerimientos

de este entorno, participando del mismo a través de su versión digital (ISSN-

e: 2386 – 379X). EEYPS ha incorporado al Comité científico a D. Antonio José

Heras Martínez, catedrático de Economía Financiera y Actuarial de la

Universidad Complutense, y continúa también inmersa en ese proceloso

mundo de índices, catálogos y bases de datos, si bien parece que las

tendencias en la investigación y acreditación en España, marcadas por la

propia Administración, se están centrando en la imposición de la

homogeneidad en lo que es marcadamente heterogéneo y en la primacía de

la investigación como argumento para el alcance de méritos académicos

frente a la contrucción de un espacio de formación y conocimiento que se

oriente a los ciudadanos como destinatarios finales. De la sensibilidad hacia

la excesiva parquedad en la palabra hasta el punto de la incomprensión,

cuando no el maltrato del español, no querríamos tampoco olvidarnos.

2

Desde otra perspectiva, la complejidad en la que se mueve la

sociedad va dejando ver, lenta pero inexorablemente, la necesidad de

cambios en el paradigma de la protección que afectarán especialmente a las

generaciones presentes y futuras, que tendrán que soportar el exceso de

generosidad establecido con las generaciones pasadas. La advertencia sobre

la lucha de las distintas generaciones (y grupos de presión) por los recursos

ya ha sido advertida y, posiblemente, tome cada vez una mayor importancia.

En este último año España ha entrado en período electoral y, una vez

más, las pensiones y la Seguridad Social han sido introducidas en el debate

como arma electoral frente al adversario. Una vez más, el pilar de protección

se ha visto afectado por la concreción del riesgo político y por su uso de

manera nada recomendable. En materia legislativa no ha habido una gran

intensidad, destacando quizás la Ley 35/2014, de 26 de diciembre, acerca de

las Mutuas colaboradoras de la Seguridad Social y algunas normas sobre

protección a la infancia y la adolescencia, el fomento de la financiación

empresarial y la formación profesional cuyo alcance todavía no se puede

definir, si bien inexplicablemente se sigue sin la necesaria transparencia en

el ámbito del índice de revalorización de las pensiones. Por otra parte, desde

distintas perspectivas y con el apoyo del debate académico se insiste en los

riesgos económicos y demográficos como puntales en el deterioro de la

solvencia de la Seguridad Social; se habla de la incertidumbre que se atisba

en el medio y largo plazo, pero no se tiene en cuenta que los riesgos del

sistema no son sólo cosa del futuro, sino del presente y a consecuencia

muchas veces de los actos del pasado.

En este número de Economía Española y Protección Social el mayor

peso del contenido se ha trasladado allende nuestras fronteras, pues así lo

han querido los autores en la búsqueda y conocimiento de otras experiencias

y realidades. Personalmente en no pocas ocasiones hemos indicado que las

soluciones en otros países no se han de considerar como de obligada

3

imposición, pues cada acción debe necesariamente adaptarse a la

idiosincrasia del territorio en la que se aplica; sin embargo, esto no es

obstáculo para conocer otras posibilidades y cómo otros entornos se han

enfrentado a la incertidumbre ya que todas las lecciones son, a buen seguro,

interesantes y beneficiosas.

Para abrir el número, D. José Enrique Devesa y D.Youssef Squalli

presentan un estudio sobre la Seguridad Social en Marruecos, donde se

combinan bajas tasas de reemplazo y de cobertura con un sistema generoso

para los empleados públicos y que adolece de unos mínimos de

transparencia. Junto a una visión general del modelo los autores concluyen

que, según el criterio del tanto interno de rendimiento en el sentido de

Samuelson, el sistema marroquí es actuarialmente insostenible.

A continuación, Dª Aldona Skucaite, profesora de la Universidad de

Vilna, realiza una exposición sobre los rasgos esenciales de la Seguridad

Social en Lituania y de sus últimas reformas, que comenzaron en el período

2003-2004 con la apertura a la capitalización para una parte del sistema y

continuaron en 2012-2013 con la inclusión para la jubilación del modelo

denominado “2+1+1” según las fuentes de financiación.

En un giro un poco menos habitual en esta publicación, D. Pedro

Valverde Caramés recurre a la Econofísica para utilizar argumentos bajo los

cuales la previsión social puede acudir a esta disciplina dentro de un espacio

de estudio de problemas clásicos. La necesidad del movimiento de los

recursos para eliminar la desigualdad social es uno de los caminos que se

exploran, llegándose a la conclusión de que tal desigualdad es inherente a

una economía de mercado aunque sus efectos pueden ser mitigados por el

ahorro.

4

D. Evaristo Diz Cruz mantiene la línea de trabajo respecto al nuevo

sistema de prestaciones sociales en Venezuela, aplicando la metodología

estadística y el análisis de regresión de cara a las estimaciones sobre el

impacto en este régimen de cobertura con base en el mínimo número de

variables posible.

Por último, desde la República de Sudáfrica un grupo de

profesionales: D. Kudzai Chigiji, Dª. Fátima Badat, D. Johann Söhnge, D.

Krishen Sukdev y Dª Natalie Van Zyl, todos ellos miembros de la Actuarial

Society of South Africa, nos ofrecen una visión de la Seguridad Social en un

continente complejo y lleno de matices como es África, donde los riesgos

socioeconómicos se enfrentan a una intensa necesidad de protección social

por parte de la población.

A todos ellos, así como a los colaboradores que trabajan en la

sombra, especialmente los evaluadores anónimos independientes, muchas

gracias por compartir su conocimiento y esfuerzo con los destinatarios de esta

publicación.

Los tiempos son inciertos y las aguas vienen turbias; que los vientos

nos sean favorables.

Madrid, 21 de septiembre de 2015

5

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. 5 - 36

EL SISTEMA DE PENSIONES DE MARRUECOS:

SOSTENIBILIDAD ACTUARIAL DE LA CAJA NACIONAL DE

SEGURIDAD SOCIAL

THE PENSION SYSTEM OF MOROCCO: ACTUARIAL SUSTAINABI LITY

OF THE NATIONAL SOCIAL SECURITY FUND

José Enrique Devesa Carpio 1

Profesor Titular de la Universitat de València. Departamento de Economía

Financiera y Actuarial. Facultad de Economía. España

Youssef Squalli 2

IDES INFOR. Marruecos

Resumen

El trabajo analiza, desde el punto de vista actuarial, la sostenibilidad de la

Caja Nacional de Seguridad Social de Marruecos, que es un régimen

contributivo que incorpora tanto a trabajadores por cuenta ajena como por

cuenta propia. Para ello se llevan a cabo casi 2000 simulaciones, a partir de

individuos tipo definidos en función de las peculiaridades del sistema.

Además de estudiar la situación actual se analiza el efecto de la reforma que

se pretende aplicar al sistema. La conclusión principal es la insostenibilidad

actuarial del mismo.

1 Persona de contacto, correo electrónico: [email protected] 2 Correo electrónico: [email protected]

6

Palabras clave

Sistema de reparto; Pensiones en Marruecos; Sostenibilidad actuarial;

Reforma sistema de pensiones.

Abstract

The paper analyzes, from the actuarial point of view, the sustainability of the

National Social Security Fund in Morocco, which is a contributory scheme that

incorporates both employees and self-employed. To do this, almost 2000

simulations are conducted, from different type of individuals defined according

to the peculiarities of the system. In addition to studying the current situation,

the effect of the reform intended to apply to the system will be analyzed. The

main conclusion is the actuarial unsustainability of the system.

Keywords

Pay-as-you-go system; Pensions in Morocco; Actuarial sustainability; Pension

system reform.

JEL: H55, J26.

1. Introducción

La problemática a la que se enfrentan los sistemas de pensiones es

objeto de debate en muchos países que están haciendo revisiones de los

mismos, intentando adaptarlos a los cambios del entorno económico y

demográfico que afectan a la población y economía de manera general.

7

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

En este contexto peligra el equilibrio financiero del sistema, que podrá

tener serios problemas a la hora de satisfacer sus compromisos en el corto o

medio plazo, lo que obliga a los gobiernos a tomar medidas urgentes para

asegurar la sostenibilidad3 tanto financiera como actuarial del sistema de

pensiones en su conjunto. Rutkowski, M. (2007a) clasifica los objetivos que

debe perseguir un sistema de pensiones en dos bloques:

• En el de objetivos primarios sitúa los de proporcionar ingresos para

la jubilación que sean:

o Adecuados, tanto en términos absolutos como relativos.

o Asequibles, hace referencia a la capacidad financiera de los

individuos y de la sociedad.

o Sostenibles, se refiere a la solidez financiera de los sistemas,

ahora y en el futuro.

o Robustos, se refiere a la capacidad de resistir los grandes

shocks, incluyendo los provenientes de los riesgos

económicos, demográficos y políticos.

• Entre los objetivos secundarios señala aquellos encaminados a crear

efectos en el desarrollo de los países:

o Reducir al mínimo los impactos negativos, por ejemplo en el

mercado de trabajo.

o Aprovechar los impactos positivos, por ejemplo sobre el

desarrollo de los mercados financieros.

En el mismo sentido, Devesa, J.E. e I. Domínguez (2013) establecen

las tres bases fundamentales en las que debe asentarse un sistema de

pensiones contributivo: sostenibilidad, equidad y suficiencia.

3 El término sostenibilidad de un sistema de pensiones se suele utilizar como sinónimo de

viabilidad y de solvencia, si bien este último se suele reservar en el caso de que se acompañe

de un balance actuarial.

8

En concreto, el Banco Mundial sitúa el sistema de pensiones de

Marruecos4 en el denominado grupo MENA (Middle East and North Africa) si

bien existen diferencias importantes entre los distintos países que lo

componen. Así, Robalino, D. (2005) lo sitúa dentro de un subgrupo que se

caracteriza por haber realizado buenos análisis y diagnósticos, los cuales han

desempeñado un papel importante para poder comenzar las reformas de sus

sistemas de pensiones. También Rutkowski, M. (2007a) hace una

comparación entre los diferentes países del grupo MENA5, en función de una

serie de variables, como son:

• Porcentaje de ingresos promedio, situándose en un nivel intermedio.

• Pensión Mínima (para la comparación se utiliza el porcentaje que

dicha pensión supone sobre los ingresos promedio) situándose en un

nivel bajo.

• Techo de los salarios cubiertos (como múltiplo de los ingresos

promedio), situándose en un nivel medio-bajo.

• Tanto Interno de Rendimiento, donde varía su situación según el tipo

de régimen. Así, para los militares se sitúa en un lugar alto; para el

sector privado en un lugar intermedio; y en el caso de los funcionarios

y de los trabajadores por cuenta ajena, en un lugar medio-bajo.

Por otro lado, Rutkowski, M. (2007b) señala que las reformas, para

este grupo de países, deberían encaminarse hacia la seguridad de los

sistemas de pensiones, añadiendo un componente actuarial en su análisis.

4 Los principales datos de Marruecos son los siguientes: Población de 33 millones (2013);

Superficie de 446.000 km2 (sin el Sahara Occidental); PIB de 100.000 millones de dólares (2013);

PIB per cápita de 3100 dólares (2013); Tasa de natalidad del 18,8‰ (2010); el peso de la

agricultura es el 14,6%, el de la industria es del 27,3% y de los servicios del 58,1%. 5 Hay un estudio más amplio sobre el grupo MENA (Tzannatos, Z., 2000), donde se revisa

detenidamente el sistema de protección social en su conjunto.

9

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

Centrándonos en el sistema de pensiones de Marruecos, éste se

caracteriza, principalmente, por la coexistencia de varios regímenes de

pensiones diferentes, en cuanto a sus estatutos jurídicos, recursos y

modalidades de las prestaciones, modo de gestión, colectivo al que va

dirigido y una gran variedad de leyes e instituciones que están involucradas

en la gestión de los diferentes regímenes. Las características más

importantes del sistema son:

a) Una baja Tasa de Reemplazo6, que se puede definir como la

proporción entre la prestación inicial de jubilación y el último salario

de un individuo.

b) Una gran generosidad del sistema para los funcionarios del Estado,

que cobran una pensión mucho mayor que los trabajadores del sector

privado, si bien el nivel de aportaciones no tiene por qué ser el mismo.

c) Una muy baja tasa de cobertura, que se define como el cociente entre

la población afiliada a algún régimen de la Seguridad Social y la

población activa total, cifrándose, según Yahyaoui, T. (2007), en

menos de un 30%.

d) También hay que destacar la falta de transparencia del sistema, ya

que más del 70% de los trabajadores desconocen cómo se calcula la

pensión que cobrarán y tampoco se les facilita información sobre los

problemas de financiación, sostenibilidad y equidad.

Además, Yahyaoui, T. (2007) señala otras cuestiones a considerar

dentro del sistema de pensiones marroquí, como son:

6 Aunque muchas veces se utilizan indistintamente Tasa de Reemplazo y Tasa de Sustitución,

emplearemos la primera según la definición dada, mientras que la Tasa de Sustitución la

definimos como el cociente entre la pensión inicial y la media de las bases de cotización de los

últimos años, es decir, respecto a lo que se suele denominar la Base Reguladora para el cálculo

de la pensión.

10

• Fragilidad de los equilibrios demográficos y financieros.

• Importancia de la Deuda Implícita, que supera el valor del PIB.

• Importancia del tipo de cotización de equilibrio para asegurar la

sostenibilidad.

• Necesidad de introducir reformas inmediatamente.

• Problemática de la gobernanza de las Cajas de Pensiones.

En Marruecos, como en muchos países del mundo, la sostenibilidad

del sistema de pensiones está siendo muy cuestionada, sobre todo, después

del estallido de la crisis financiera. Muchas son las causas de estas dudas,

que afectan también a países cercanos a Marruecos como España, Francia,

Túnez, etc. Todo ello se ha traducido en profundas reformas de los sistemas

de pensiones para hacer frente a los riesgos demográficos y financieros. En

concreto, ha habido un aumento de la esperanza de vida generalizada y una

bajada de natalidad en las últimas décadas, que puede poner en peligro la

sostenibilidad de un sistema basado en el reparto.

En los últimos años se han realizado varias reformas en Marruecos

que no están dando los resultados esperados. El Tribunal de Cuentas de

Marruecos (2013) sugiere una nueva reforma para intentar llegar a una

estabilidad financiera del sistema. En dicho Informe se avisa de que, a partir

de 2014, algunos regímenes de pensiones van a entrar en déficit y no podrán

pagar las pensiones correspondientes a los pensionistas si no se opta por

otras fuentes de financiación. Propone una reforma que aumente las bases

de cotización y la edad de jubilación, que es relativamente baja (60 años),

comparada con la de los sistemas de países del entorno magrebí.

También algunos investigadores han intentado una aproximación al

problema de la sostenibilidad desde el punto de vista financiero7, como Ben

7 En sus trabajos no queda muy claro el método utilizado por los mencionados autores.

11

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

Braham, M. (2009), que calcula el Tanto Interno de Rendimiento para tres

casos muy concretos, y Benallah, S. et al. (2012), que distingue entre

generosidad interna y externa, utilizando un único individuo tipo. Difrencias

de nuestro trabajo, respecto a los que acabamos de citar, radican en el

enfoque actuarial y en el número de simulaciones, que es de casi 2000.

El objetivo del presente trabajo es el de analizar la sostenibilidad

actuarial de la Caja Nacional de la Seguridad Social marroquí. La principal

aportación es que se va a trabajar con casi 2000 simulaciones sobre un

elevado número de individuos tipo y, además, se le va a dar un enfoque

actuarial, lo cual permitirá tener una visión más amplia que la que proporciona

la simple comparación de los ingresos y gastos del sistema a través del

denominado enfoque de caja. La elección de los individuos tipo no se ha

hecho aleatoriamente, sino que se han seleccionado los elementos más

relevantes. La ventaja de este método frente a una elección aleatoria de los

individuos tipo es clara: permite aproximarnos más a la realidad del sistema.

Además, queremos dejar constancia de los problemas que hemos tenido para

conseguir datos reales de los sistemas de pensiones de Marruecos. No

existen estadísticas oficiales con una mínima desagregación de datos, ni

tampoco las gestiones realizadas personalmente para recabar más

información han conseguido ningún fruto.

El esquema que se plantea para conseguir los objetivos mencionados

anteriormente comienza en el epígrafe 2 con una breve exposición del

funcionamiento de los regímenes de pensiones marroquíes, desarrollando el

sistema de la Caja Nacional de la Seguridad Social. El epígrafe tercero

introduce el concepto de sostenibilidad actuarial para poder aplicarlo, en el

epígrafe cuatro, al caso particular de la Caja Nacional de Seguridad Social de

Marruecos, para el que se ha desarrollado un simulador, en Visual Basic

sobre Excel, que nos ha permitido realizar las simulaciones. Finalmente se

expondrán las conclusiones y la bibliografía.

12

2. Regímenes de Pensiones en Marruecos. La Caja Nac ional de la

Seguridad Social

El sistema de Marruecos se compone de varios regímenes para la

gestión de las pensiones, lo que se ha criticado mucho en los últimos años

debido al aumento de gastos y a la ineficiencia de cada régimen, ya que cada

uno aplica sus propias reglas de gestión, tanto en materia de financiación,

como de prestaciones, como de condiciones para el acceso a las mismas. Se

puede decir que el sistema de pensiones de Marruecos se caracteriza8 por:

• Menor aumento, en los últimos años, de los cotizantes (4,1%) que de los

beneficiarios (6,6%), con el consiguiente deterioro de la situación

financiera de las Cajas de Jubilación, debido al desequilibrio entre

cotizantes y beneficiarios.

• Tasa de cobertura inferior al 33% para el sector privado, debido a la no

obligatoriedad de afiliación para los profesionales liberales y los

trabajadores autónomos.

• Diferentes tasas de sustitución para cada régimen, llegando al 100% para

el caso de los funcionarios del Estado en el régimen de la Caja Marroquí

de Pensiones (CMR).

• Diferentes reglas de inversión de las reservas, que afecta a los

rendimientos obtenidos por cada régimen.

• Bajada progresiva de los cotizantes jóvenes y aumento de la esperanza

de vida a la edad de la jubilación, que, según Reino de Marruecos

(2012b), ha pasado de 17,1 años para los hombres y 18,63 para mujeres

en 1980, a 19,1 para hombres y 21,63 para mujeres en 2011.

• Personas que no pueden acceder a una pensión, por no cumplir el

requisito de días mínimos cotizados; así, según el Tribunal de Cuentas

8 Tomado a partir de la información de Tribunal de Cuentas de Marruecos (2013) y La Vieéco

(2012).

13

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

de Marruecos (2013) existen más de 550.000 personas que al llegar a la

edad de jubilación no pueden acceder a ninguna prestación, lo cual

supone un 65% de los trabajadores que han cotizado en algún momento.

2.1. Estructura básica de los regímenes de pensione s de Marruecos

Los principales regímenes de pensión de base son: la Caja Marroquí

de Pensiones (CMR); el Régimen de Prestaciones de Pensiones (RCAR), que

gestionan las pensiones de los funcionarios del Estado; la Caja Nacional de

Seguridad Social (CNSS) y la Caja Interprofesional Marroquí de Pensiones

(CIMR), que se encargan de las pensiones de los trabajadores del sector

privado. Además existen otros regímenes internos: Oficina Nacional de

Tabaco, Oficina Cherifien de Fosfato (OCP), Oficina Nacional de Ferrocarriles

(ONCF), Oficina Nacional de Electricidad y Agua (ONE), Oficina Nacional de

Puertos (ODEP), y Banco de Marruecos.

En cuanto a las prestaciones, Benamar, R. (2005) las divide en dos

tipos:

• Prestaciones a largo plazo, donde se incluyen: incapacidad,

jubilación y supervivientes.

• Prestaciones a corto plazo: indemnizaciones por enfermedad o

accidente, por maternidad, por nacimiento, por fallecimiento y

sanitarias.

En la Tabla 1 se puede ver un resumen de las principales

características financieras de los regímenes de Marruecos.

14

Tabla 1. Resumen de los sistemas de pensiones de Marruecos

Régimen Tipo de

cotización

Sistema

financiación

Pensión

Máxima

Trabajadores

del Sector

Público

CMR (titulares)

10%

Trabajador

Reparto

40 años

cotizados =

100% del

último

salario

10%

Estado

RCAR

(contractuales)

6%

Trabajador

Capitalización

y Reparto

45 años

cotizados =

90% toda la

carrera

laboral

Régimen Tipo de

cotización

Sistema

financiación

Pensión

Máxima

Autónomos

No hay

Régimen

Obligatorio

Aseguradoras Capitalización

15

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

Régimen Tipo de

cotización

Sistema

financiación

Pensión

Máxima

Trabajadores

del Sector

Privado

CNSS

(Obligatorio)

4,29%

Trabajador

Reparto

21 años

cotizados =

70% de 8

últimos años

7,6%

Patronal

CIMR (Al

Kamil)

3% - 10%

Trabajador

Sistema de

Puntos

Parte del

salario que

supera el

salario techo

del Régimen

CNSS

3,9% - 13%

Patronal

CIMR (Al

Mounassib)

6% - 12%

Trabajador

7,8% -

15,6%

Patronal

Nota 1: “Titulares” son los funcionarios de carrera, mientras que “contractuales” son los que

trabajan para el Sector Público pero no son funcionarios.

Nota 2: El CIMR, tiene dos regímenes: “Al Kamil” y “Al Mounassib”, dependiendo del tamaño de

la empresa.

Fuente: Elaboración propia.

16

En este trabajo nos centraremos en las prestaciones de jubilación y

solo para el caso de la Caja Nacional de la Seguridad Social9, porque aunque

no es el que tiene mayor número de afiliados, como se puede ver en la Tabla

2, es el que mejor refleja la realidad del país ya que reúne a los empleados

por cuenta ajena y por cuenta propia, lo que, además, permitiría hacer

comparaciones con los regímenes similares de otros países.

Tabla 2. Distribución de las principales variables por regímenes del sistema

de pensiones en Marruecos

ELEMENTO TOTAL

REGÍMENES CMR CNSS RCAR CIMR OCP ONE

Activos

Cotizantes 2.935.226 856.585 1.608.357 201.338 236.489 16.038 16.419

Beneficiarios 987.871 472.632 310.097 57.128 107.902 32.580 7.532

Cotizaciones 27.150 13.664 4.595 1.263 2.955 303,8 365

Prestaciones 24.300 12.375 4.314 1.354 2.143 1.033 385

Reservas 148.922 39.240 19.642 45.877 10.998 31.812 1.353

Productos

Financieros 10.055 2.141 1.159 4.193 925 1.580 57

Nota 1: Activos y beneficiarios en número de pensiones y el resto en millones de Dirhams (Dhs).

Nota 2: Aunque la suma de cotizaciones y prestaciones no coincide con el total, se han mantenido

los datos proporcionados por la fuente.

Fuente: Yahyaoui, T. (2007).

2.2. Caja Nacional de Seguridad Social (CNSS)

La Caja Nacional de Seguridad Social (CNSS) es una institución

pública bajo la tutela del Ministerio de Empleo y Formación Profesional,

creada en 1959. Gestiona un Régimen de Pensiones Obligatorio, de

9 Para conocer el funcionamiento del resto de regímenes se puede consultar Squalli, Y. (2014).

17

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

prestación definida10, financiado mediante el sistema de reparto de cuota

media escalonada11 con un horizonte temporal de 5 años12; donde los

derechos de los cotizantes se adquieren por los días cotizados. La CNSS

gestiona las prestaciones familiares, por accidentes laborales, por

enfermedad, las pensiones de jubilación, incapacidad y supervivencia. Este

sistema recoge a todos los trabajadores del sector privado, ya sean

trabajadores por cuenta propia o por cuenta ajena.

Actualmente, el tipo de cotización para la contingencia de jubilación

asciende al 11,89% del salario del trabajador, pero existe un tope de

cotización mensual de 6.000 Dhs, (equivalente a 550 euros en 2014). La edad

normal de jubilación está fijada en 60 años13, con la condición de haber

cotizado como mínimo un total de 3.240 días válidos, lo que equivale casi a 9

años cotizados. Todos los trabajadores pueden acceder a una jubilación

anticipada entre los 55 y 59 años, después de haber cotizado 3.240 días y

con permiso del empleador, que tendrá que pagar una prima a la CNSS igual

a las cotizaciones que se pagarían en caso de que el trabajador siguiera

trabajando hasta los 60. Esta prima, en ningún caso será inferior a 250.000

Dhs en el caso de un trabajador que se jubile a los 55 años, lo que supone

50.000 Dhs por año anticipado. Esta penalización es muy elevada, intentando

no favorecer la jubilación anticipada.

10 Se fija la prestación, por lo tanto la variable dependiente son las aportaciones que hay que

realizar. 11 Es un sistema de reparto, es decir, basado en transferencias intergeneracionales, donde la

equivalencia entre aportaciones y prestaciones se establece en un plazo superior al año. Para

un estudio detallado de los sistemas financiero-actuariales, se puede ver Nieto, U. y J. Vegas

(1993). 12 Es decir, cada cinco años se recalcula la variable fundamental del sistema, que, en uno de

prestación definida, debería recaer en el tipo de cotización. 13 Excepto para los mineros, a los que se les permite jubilarse con 55 años siempre que justifiquen

haber trabajado 5 años a jornada completa.

18

La cuantía de la pensión inicial es igual al 50% del salario medio

mensual limitado a un techo de 6.000 Dhs. Esta cuantía se incrementa en un

1% por cada 216 días trabajados que superen los 3.240 días, pero con un

tope del 70% de 6.000 Dhs, que es el máximo que puede cobrar un jubilado

en Marruecos por este régimen. Además, la jubilación mínima que se cobra

es de 1.000 Dhs mensuales (92 euros en 2014).

La Base Reguladora es la media del total de salarios (sometidos a

cotización) de los 96 meses que preceden al último mes antes de la edad de

jubilación, con el techo que ya se ha mencionado antes. En el caso de que

haya lagunas cotización durante ese plazo, se retrocede en el tiempo hasta

completar los 96 meses de cotizaciones. La fórmula aplicable es:

−+= 000.1;%70;%1·216

3240%50·96 N

MinSMaxP m

Sm96: Media de los 96 últimos salarios limitado al techo de 6.000 Dhs.

N: Número de días validados para cada cotizante por la CNSS.

Para la obtención de la pensión máxima que permite el sistema, que

es el 70% de la media de los últimos 8 años cotizados, basta con haber

cotizado 21 años durante toda la vida laboral del trabajador.

Los únicos datos estadísticos encontrados son los que figuran en el

informe de la CNSS del año 2012, que solo ofrece el número de cotizantes

desde el año 2008 hasta el 2012.

19

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

Gráfico 1. Cotizantes del CNSS (en millones)

Fuente: Caja Nacional de la Seguridad Social.

3. Sostenibilidad Actuarial de los sistemas de pens iones: El Tanto

Interno de Rendimiento (TIR)

El objetivo de este epígrafe es el de definir el Tanto Interno de

Rendimiento (en adelante TIR) de un sistema de pensiones, como paso

previo para abordar el estudio del concepto de sostenibilidad actuarial. El TIR

es un instrumento financiero que se utiliza en el análisis de inversiones para

medir cuál es la rentabilidad que genera un determinado proyecto de

inversión. Para un sistema de pensiones, el TIR se obtiene a partir de la

ecuación de equivalencia entre el valor actual actuarial de las cotizaciones y

el de las prestaciones 14.

14 Para un análisis pormenorizado de la construcción de la ecuación de equivalencia, puede

consultarse Domínguez et al. (2011).

2,042,19

2,362,54

2,71

0

0,5

1

1,5

2

2,5

3

2008 2009 2010 2011 2012

Cotizantes

20

Según Devesa et al. (2002), el TIR mide para todo el ciclo de vida de

una generación o cohorte de individuos, cuál es la relación entre las

cotizaciones efectuadas (o que razonablemente se espera que efectúen) y

las prestaciones recibidas (o que razonablemente se espera que reciban).

Así, diremos que un sistema de pensiones financiado a través del reparto o

de transferencias intergeneracionales es sostenible a largo plazo, en el

sentido de Samuelson, si el TIR del sistema no supera la tasa de crecimiento

de los salarios más la tasa de crecimiento estable de la población cotizante

o, lo que es lo mismo, no supera el crecimiento de la base fiscal, que, a su

vez, se puede asimilar al crecimiento del PIB15. El primero en enunciarlo fue

Samuelson, P. (1958) y en el caso español se ha utilizado en numerosos

trabajos, entre los que se pueden señalar: Jimeno J.F. y O. Licandro (1999),

Devesa J.E. et al. (2002), Devesa J.E. y M. Devesa (2010), Domínguez, I. et

al. (2011) o Devesa, J.E. et al. (2011). Como elemento adicional,

calcularemos, para determinadas simulaciones, los valores de la Tasa de

Reemplazo (TR), que, como se ha dicho anteriormente, es el cociente entre

la cuantía de la pensión inicial y el último salario. Aunque la TR es un

elemento fácilmente entendible, desde el punto de vista actuarial es menos

interesante que el TIR porque no proporciona información sobre el número

de años que se va a percibir esa pensión ni sobre las cotizaciones que se han

efectuado para conseguir el derecho a la misma.

4. Sostenibilidad actuarial del sistema CNSS de Mar ruecos

Una vez definido el concepto de sostenibilidad actuarial de un sistema

de reparto vamos a pasar a realizar los cálculos necesarios para analizar el

15 En los países occidentales se ha venido utilizando como referencia un 3% real, que es el valor

aproximado del crecimiento del PIB en España y otros países de nuestro entorno, aunque quizá

en el futuro haya que rebajarlo.

21

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

caso del sistema de la Caja Nacional de la Seguridad Social (CNSS) de

Marruecos.

4.1. Procedimiento e hipótesis de cálculo

El procedimiento que se ha seguido para realizar los cálculos, así como

las hipótesis utilizadas han sido las siguientes:

• Para obtener los salarios de los individuos se toma como referencia el

salario actual -en 2014-, que irá decreciendo según una tasa constante,

real, anual hasta obtener todos los salarios anteriores a 2014. Se han

supuesto como valores de las tasas: 0,5% y 1,5%; que consideramos

factibles dada la nula información que hemos encontrado al respecto. La

fórmula utilizada ha sido:

2014,)1(· )2014(2014 <+= −− tSS t

t α

Siendo St el salario real del año “t” y “α” la tasa de variación anual,

acumulativa, constante de los salarios reales.

• Se considera que todas las cotizaciones son ciertas porque se ha

supuesto que todos los cálculos se realizan para personas que se jubilan

en 2014. Se han utilizado tres grupos de tipos de cotización: los históricos

vigentes en cada año16; uno constante para todos los años e igual al de

equilibrio actual del sistema (tomando el de los últimos 12 años, que es

igual al 11,89%); y otro constante pero igual al previsto en la reforma de

la CNSS, que es del 14%.

• Una vez obtenida la pensión inicial, su crecimiento en Marruecos se deja

a la libre determinación del Gobierno y no sigue ninguna regla de cálculo

predeterminada (Reino de Marruecos, 2012a). En este trabajo se han

16 Pueden verse en el Anexo 1.

22

elegido dos valores para la tasa de crecimiento nominal, anual,

acumulativa de las pensiones: el 0,1% y el 1%. Al igual que antes, dada

la nula información que hemos podido obtener, los consideramos

factibles.

• Las cotizaciones de los contribuyentes se han topado con el salario

máximo permitido en cada año según la legislación de la CNSS y que se

puede consultar en el Anexo 1.

• Los cálculos se han realizado a legislación constante.

• En el caso de la jubilación anticipada, la penalización que debería de

pagar el empresario a la CNSS, será la mínima exigida por ley, que

asciende a 50.000 Dhs por año de anticipación.

• Para los datos pasados se aplicarán las tasas de inflación vigentes cada

año, obtenidas del Banco Mundial, excepto para los años entre 1974 y

1979, que se han obtenido como media de las tasas de los 10 años

siguientes17. Para las tasas de inflación futuras se va a suponer que son

constantes e iguales a la media aritmética de los años comprendidos

entre 2004 y 2013, que es del 1,76%.

• La tabla de mortalidad usada para aplicar a las pensiones futuras se ha

obtenido a partir de la Tabla quinquenal publicada por la Alta Comisión

de Planificación del Reino de Marruecos en el año 2009-201018. Estas

tablas, que inicialmente son quinquenales, han sido anualizadas para

tener más flexibilidad a la hora de realizar los cálculos. La tabla anual se

ha obtenido de dos modos:

o Por ajuste polinómico de grado dos para cada uno de los tramos

siguientes: 50-60; 60-70; 70-80; 80-90. Se ha “forzado” el ajuste

para que los datos de partida de la tabla quinquenal aparezcan

en la tabla anualizada.

17 Se pueden ver en el Anexo 1. 18 En el Anexo 2 se puede ver la tabla de mortalidad anualizada.

23

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

o Mediante interpolación lineal para el intervalo 90-100, ya que el

ajuste polinómico daba peores resultados al no conseguir que

aparecieran los datos quinquenales en las tablas anualizadas.

• La elección de los individuos tipo se ha hecho basándonos en los que

propone la Comisión Europea (2011), aunque adaptándolos a las

peculiaridades de Marruecos.

o Según el nivel salarial se han dividido en 16 niveles, tal como

aparece en la Tabla 3.

Tabla 3. Individuos tipo, según su nivel salarial

Relación salarial Identificador Salario (En Dhs)

Salario Medio CNSS 2012 1 4620

Salario Mínimo Garantizado (SMIG) 2014 2 3000

Salario Mínimo triple 3 9000

Salario Mínimo 90% 4 2700

Salario Medio doble 5 9240

Salario Medio 80% 6 3696

Salario por debajo del SMIG 7 2500

Salario por debajo del SMIG 8 2000

Salario igual a la Pensión Mínima 9 1000

Salario 2 veces SMIG 10 6000

Salario por debajo del Tope de Cotización 11 5000

Salario por debajo del Tope de Cotización 12 5500

Salario por debajo del Tope de Cotización 13 4900

Salario por debajo del Tope de Cotización 14 1500

Salario por debajo del Tope de Cotización 15 1800

Salario menor que la Pensión Mínima 16 800

Fuente: Elaboración propia.

24

o En función de la combinación entre años cotizados y edad de

jubilación, se han seleccionado los siguientes individuos tipo:

Tabla 4. Individuos tipo, según edad de jubilación y años cotizados

Edad de Jubilación Años cotizados

55 35

55 30

58 35

58 30

58 25

60 40

60 35

60 30

60 25

60 20

60 15

62 40

62 35

62 30

62 20

65 40

65 35

65 30

65 25

Fuente: Elaboración propia.

o También se ha considerado el caso de que dejen de cotizar

durante algunos de los últimos 8 años antes de la jubilación;

aplicando los casos que figuran en la Tabla 5.

25

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

Tabla 5. Individuos tipo, según edad de jubilación, años totales cotizados y

años no cotizados en los últimos 8

Edad de

Jubilación

Años totales

cotizados

Años NO cotizados en los

últimos 8

60 30 2

60 30 4

60 30 6

60 35 2

60 35 4

60 35 6

Fuente: Elaboración propia.

o Se han realizado simulaciones para las siguientes situaciones:

� Hombres y Mujeres.

� Con los tres grupos de tipos de cotización antes

comentados.

� Con crecimiento real del salario de 0,5% y 1,5%.

� Con crecimiento nominal de las pensiones de 0,1% y 1%.

Todo ello ha llevado a realizar 1984 simulaciones.

4.2. Resultados de las simulaciones

Las 1984 simulaciones nos pueden aproximar a cuál es el TIR y la

TR de la CNSS marroquí19. Así, en la Tabla 6 aparece el cálculo con los datos

19 Para obtener una mejor aproximación del TIR del sistema habría que tener información sobre

cómo se distribuyen los activos y jubilados, según nivel salarial, años cotizados, porcentaje de

26

históricos de los tipos de cotización y con el tipo de cotización de equilibrio

actual del sistema (11,89%).

Tabla 6. TIR y TR del sistema CNSS marroquí

Grupo TIR TR

Cohorte jubilados 2014 6,5343% 69,6655%

Todo el Sistema

(Tipo cotización del 11,89%) 4,8924% 68,6970%

Fuente: Elaboración propia.

La TR se ha calculado como la media aritmética simple de las tasas

de reemplazo de los individuos tipo antes señalados. Para hablar de la

sostenibilidad del sistema CNSS marroquí, en el sentido de Samuelson, hay

que comparar el crecimiento promedio histórico (entre 1993 y 2013) del PIB,

que ha sido del 3,93%, quedando lejos del TIR del sistema (4,8924%) y

mucho más lejos del obtenido por la cohorte de jubilados de 2014 (6,5343%),

lo cual nos permite afirmar que el sistema CNSS presenta un problema

importante de sostenibilidad. A resultado similares llega Ben Braham, M.

(2009) -aunque solo para tres individuos tipo y modificando solo la tasa de

crecimiento anual salarial: 2%, 2,82% y 2,04%-, obteniendo un rendimiento

actuarial de 5,06%, 6,1% y 5,56%; en todos los casos, superiores a los

obtenidos en el presente trabajo. Benallah et al. (2012) calculan un tanto

interno de rendimiento teórico, para el caso de carrera estable y completa (es

decir, un único individuo tipo), obteniendo un 5,51% para el caso de

Marruecos. La diferencia más importante del trabajo que presentamos

respecto a los dos citados está en el número de simulaciones efectuadas, que

ha sido de casi 2000 y en el enfoque actuarial realizado.

hombres y mujeres, edad de jubilación, años no cotizados en los últimos 8, porcentaje de los que

no obtienen el derecho a cobrar una pensión por insuficiencia de cotizaciones, etc.

27

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

Los resultados obtenidos para la TR nos indican que la del sistema,

68,70%, está muy próxima al tope máximo permitido para la Tasa de

Sustitución, que es del 70%, si bien este último valor hace referencia al tope

aplicable a la base reguladora y no al último salario.

Está en marcha una reforma paramétrica -OIT (2012) y Reino de

Marruecos (2012b)-, del sistema de pensiones en Marruecos. Hemos querido

analizar también cuál es el efecto de dicha reforma sobre la sostenibilidad del

sistema. Las principales modificaciones que se pretende introducir son:

• Subir el tope de la tasa de sustitución del 70% al 75% para que sea

más beneficioso para los cotizantes prolongar la actividad laboral a

partir de los 60 años.

• Aumentar el número de días cotizados para tener derecho a pensión,

pasando de 3240 a 4320, lo que supone un endurecimiento de la

posibilidad de cobrar una pensión de jubilación.

• Incrementar el tipo de cotización, pasando del 11,89% al 14%.

• Modificar la fórmula de cálculo de la pensión, que pasará a ser:

−+= 000.1;%75;%1·216

4320%50·96 N

MinSMaxP m

La incorporación de estas medidas produce, como se ve en la Tabla

7 una bajada del TIR del sistema de menos de medio punto, quedando lejos

aún de la frontera de sostenibilidad.

28

Tabla 7. TIR y TR del sistema CNSS Marroquí actual y tras la reforma

Colectivo TIR TS

Cohorte jubilados 2014 6,5343% 69,6655%

Todo el Sistema

(Tipo cotización del 11,89%) 4,8924% 68,6970%

Todo el Sistema tras Reforma

(Tipo cotización del 14%) 4,4725% 70,6393%

Fuente: Elaboración propia.

La TR tras la reforma aumenta un 1 punto porcentual respecto a la

cohorte que se jubila en 2014 y 2 puntos porcentuales respecto a la del

sistema (tipo de cotización del 11,89%), porque la reforma aumenta el tope

teórico (del 70% al 75%), si bien el incremento no es muy elevado porque el

porcentaje acumulado por año cotizado es más bajo que antes. Naturalmente,

la reforma está bien encaminada pero haría falta incorporar algún elemento

adicional para asegurar la sostenibilidad actuarial del sistema.

5. Conclusiones

La principal conclusión es que la sostenibilidad del régimen de la Caja

Nacional de Seguridad Social marroquí, según los resultados obtenidos en

este trabajo, presenta serios problemas, como lo prueba el hecho de que el

TIR del sistema (utilizando el tipo de cotización de equilibrio) esté cerca del

5%, mientras que el crecimiento del PIB histórico –que es el que se utiliza

como referencia máxima- no llega al 4%. Los resultados obtenidos después

de realizar casi 2.000 simulaciones son de un orden de magnitud similar al

que ofrecen otros trabajos publicados, si bien estos trabajo han sido

realizados con poquísimos individuos tipo [tres en el caso de Ben Braham, M.

29

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

(2009) y uno en el caso de Benallah, S. et al. (2012)] y sin concretar el método

utilizado. En este mismo sentido, el Tribunal de Cuentas de Marruecos (2013)

también ha alertado de los desequilibrios del régimen. También hemos

concluido que la reforma prevista va a mejorar algo la sostenibilidad del

sistema, ya que el TIR pasa del 4,89% al 4,47%, pero sin conseguir

asegurarla.

A pesar de todas las dificultades, entendemos que el presente trabajo

es una buena aproximación a los valores reales del TIR y de la TR, gracias al

elevado número de simulaciones no aleatorias que se han realizado. De todas

maneras, el valor real solo puede ser conocido utilizando muchísima más

información de la que hay disponible para los investigadores.

El sistema no ofrece ninguna cobertura a los trabajadores que no

hayan alcanzado el tiempo mínimo exigido, concretamente, Tribunal de

Cuentas de Marruecos (2013), la cobertura de pensiones no alcanza al 65%

de los trabajadores que han cotizado en algún momento. También hay que

destacar la falta de transparencia del sistema, ya que más del 70% de los

trabajadores desconocen cómo se calcula la pensión que cobrarán y tampoco

se les facilita información sobre los problemas de financiación, sostenibilidad

y equidad.

Para finalizar el trabajo queremos dejar constancia de que, además

de todos los problemas comentados anteriormente y después de haber

demostrado la falta de sostenibilidad actuarial, el principal reto al que debería

enfrentarse el Reino de Marruecos es el de la escasísima cobertura (no llega

al 33% de la población), lo cual deja en desamparo a un gran número de

trabajadores que van a tener que depender de la ayuda familiar o de la

escasísima asistencia social que se ofrece actualmente.

30

Fecha de recepción del artículo: 23 de febrero de 2015

Fecha de aceptación definitiva: 5 de mayo de 2015

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34

Anexo 1. Tasa de inflación, salario tope, tipo de c otización

Años Salario tope Tipo de cotización Tasa de inflación

1974 36000 5,04% 7,51%

1975 36000 5,04% 7,38%

1976 36000 5,04% 6,76%

1977 36000 5,04% 6,28%

1978 36000 5,04% 6,18%

1979 36000 5,04% 5,61%

1980 36000 5,04% 9,40%

1981 36000 5,04% 12,50%

1982 36000 5,04% 10,50%

1983 36000 5,04% 6,20%

1984 36000 5,04% 12,40%

1985 36000 5,04% 7,70%

1986 36000 5,04% 8,70%

1987 36000 5,04% 2,70%

1988 36000 5,04% 2,40%

1989 36000 5,04% 3,30%

1990 36000 5,04% 6,80%

1991 36000 5,04% 8,00%

1992 36000 5,04% 5,70%

1993 60000 6,84% 5,20%

1994 60000 7,95% 5,10%

1995 60000 8,95% 6,10%

35

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 5-36 J.E. Devesa Carpio y Youssef Squalli. El sistema de pensiones de Marruecos: sostenibilidad actuarial…

Año Salario tope Tipo de cotización Tasa de inflación

1995 60000 8,95% 6,10%

1996 60000 9,12% 3,00%

1997 60000 9,12% 1,00%

1998 60000 9,12% 2,80%

1999 60000 9,12% 0,70%

2000 60000 9,12% 1,90%

2001 60000 9,12% 0,60%

2002 72000 11,89% 2,80%

2003 72000 11,89% 1,20%

2004 72000 11,89% 1,50%

2005 72000 11,89% 1,00%

2006 72000 11,89% 3,30%

2007 72000 11,89% 2,00%

2008 72000 11,89% 3,70%

2009 72000 11,89% 1,00%

2010 72000 11,89% 1,00%

2011 72000 11,89% 0,90%

2012 72000 11,89% 1,30%

2013 72000 11,89% 1,90%

2014 72000 11,89% 1,76%

Fuente: Elaboración propia a partir Pagina web de l a CNSS y Banco Mundial (2007).

Anexo 2. Tabla de mortalidad anualizada para Marrue cos

36

Edad px Edad px

50 0,99721 75 0,94852

51 0,99685 76 0,94070

52 0,99649 77 0,93161

53 0,99612 78 0,92085

54 0,99575 79 0,90781

55 0,99538 80 0,87970

56 0,99500 81 0,87120

57 0,99461 82 0,86129

58 0,99422 83 0,84955

59 0,99382 84 0,83538

60 0,99331 85 0,81788

61 0,99202 86 0,79559

62 0,99071 87 0,76601

63 0,98935 88 0,72450

64 0,98796 89 0,66108

65 0,98652 90 0,81932

66 0,98502 91 0,77948

67 0,98346 92 0,71709

68 0,98183 93 0,60547

69 0,98011 94 0,34838

70 0,97672 95 0,80000

71 0,97204 96 0,75000

72 0,96700 97 0,66667

73 0,96149 98 0,50000

74 0,95538 99 0,00000

Nota: px es la probabilidad de que un individuo de edad “x” sobreviva un años más.

Fuente: Elaboración propia a partir de la Tabla quinquenal publicada por la Alta Comisión de

Planificación del Reino de Marruecos en el año 2009-2010.

37

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. 37 - 70

RETIREMENT PENSIONS IN LITHUANIA: 25 YEARS AND

STILL IN TRANSIT?

LAS PENSIONES DE JUBILACIÓN EL LITUANIA: 25 AÑOS Y ¿TODAVÍA

EN TRANSFORMACIÓN?

Aldona Skucaite 1

Lecturer. Vilnius University. Lithuania

Abstract

Adequate social security system is one of key elements of any modern

society. Retirement pensions are usually attributed to the area of social

security and – as such – pension system has multiple objectives, for example,

to smooth income during lifetime of individual, to address poverty issues and

similar. Due to ageing population and other circumstances many countries

face difficulties when providing retirement pensions solely as part of social

security system. Lithuania is not an exception, so – as in many other European

countries – pension reform was implemented during the period of 2003 –

2004. Design of retirement pensions before and after reform is presented in

this paper. Impact of reform for estimated amount of pensions and public

finances as well as main areas of uncertainty are discussed.

1 E-mail: [email protected].

38

Keywords

Pension reforms; Retirement pensions; Social security; Sustainability of

pension systems.

Resumen

Un sistema de seguridad social adecuado es uno de los elementos clave en

cualquier sociedad moderna. Las pensiones de jubilación se vinculan

normalmente a la esfera de la Seguridad Social y, como tal, el sistema de

pensiones tiene múltiples objetivos: la distribución de los ingresos durante la

vida de los individuos o hacer frente al riesgo de pobreza, entre otros. A raíz

del envejecimiento de la población y de otras circunstancias, algunos países

presentan dificultades cuando la prestación de las pensiones de jubilación se

plantea únicamente como una parte de la Seguridad Social. Lituania no es

una excepción y así –como otros países europeos- implantó una reforma de

las pensiones durante el período 2003-2004. En este artículo se presenta el

diseño de estas pensiones antes y después de la reforma y se discute su

impacto en cuanto al importe estimado de pensiones y las finanzas públicas,

así como se refieren las principales áreas de incertidumbre.

Palabras clave

Reformas de pensiones; Las pensiones de jubilación; Seguridad Social;

Sostenibilidad de los sistemas de pensiones.

JEL : H55, O15, P35.

39

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

1. Introduction

Developed social security system is essential to ensure adequate

standards of living for all citizens. Many developed countries provide, at least

partially, retirement pensions as social security benefit. However, due to

ageing societies, it becomes more and more difficult to provide adequate

income in retirement solely from social security budget. During recent decades

many emerging European countries implemented pension reforms which

allowed to move from single pillar to multi-pillar system. Lithuania was not an

exception and started pension reform in 2003.

Before reform pensions were paid on Pay-As-You-Go basis. Since

Lithuanian citizens had very poor traditions to accumulate means for future

retirement and little experience in investments, the essence of reform was to

transfer some share of social security tax to Individual investment account

(IIA), so pension system became partially funded. Though participation in

reform was voluntary, participation ratio was very high. Reduction in share of

social security tax which is used to finance current pension benefits led to

higher deficit experienced by Social Insurance Fund. Such negative

consequences may be admissible if financial situation of Social Insurance

Fund is significantly better in the long term horizon and if replacement ratio of

future retirees is higher than currently. Pension reform raised some important

questions: Is funded approach an automatic solution to problems of ageing

society? Is it enough to use small share of social security for investment to

achieve adequate pensions? Did individuals fully recognize risks of funded

system and – if no – what maybe consequences in the future of sub-optimal

decisions made now? Finally, will reform help to achieve long term

sustainability of pension system?

This paper is organized as follows. Overview of social security system

in Lithuania is presented in section 2. In section 3 provision of old–age

40

(retirement) pensions in Lithuania is explained. Attention is paid to recent

reforms of pension system which led Lithuania from single pillar to multi-pillar

approach. Reasons for extremely high participation ratio and possible

influence of reform to amount of pension benefits are discussed. In section 4

we address issues of short term and long term financial sustainability of

pension system in Lithuania. Section 5 contains summary and conclusions.

2. Social Security in Lithuania

2.1. Overview of Social Security system in Lithuani a

Foundations of current social security system were laid in 1990, soon

after Lithuania declared independence from Soviet Union. First wave of

reforms of pension system was carried out during 1994-1995, and new system

replaced the one inherited from Soviet Union2.

Social security in Lithuania is implemented mainly via public system;

currently, the role of private system is not significant, especially if informal help

from family members is disregarded. Ministry of Social Security and Labour is

in charge of implementation of overall social policy (social security, labour

relations, labour exchange), while State Social Insurance Fund Board, so

called SODRA (Social Insurance Fund, or just Fund), is responsible for

organization of social security system and social insurance (except health

care services) in Lithuania. Health care is publicly financed by National Health

Insurance Fund, but we will not consider health care services here. Benefits

paid from Social Insurance Fund are:

2 http://www.sodra.lt/lt/socialinis-draudimas/sodros-istorija (in Lithuanian).

41

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

• Retirement (old age) pensions (including earlier retirement

pensions).

• Pension due to permanent (temporary) disability (paid until usual

retirement age).

• Widow’s / Widower’s / Orphan’s pension.

• Temporary disability allowance.

• Allowance for persons taking care of disabled family member.

• Maternity (paternity) allowance.

• Funeral and some other grants (allowances).

All kinds of pensions form major part of all benefits paid by Fund

(about 74% during 2013 and 2014) 3. We will limit our analysis only to old age

(retirement) pensions.

Social Insurance Fund is mainly financed from contributions made by

employers and employees (self-employed persons). In some cases,

contributions are made by State, for example on behalf of priests, military

servants, persons who are on maternity (paternity) leave or taking care of

disabled person (usually family member or relative). Each employer usually

pays some percentage (28% in 2015) of employee’ salary to Social Insurance

Fund. Currently (2015) 23.3% is used to finance pension benefits; 3.4% -

disablement and maternity (paternity) benefits; 1.1% - unemployment

allowances and 0.2% - benefits for professional injuries and diseases (this

part of tax may be higher for riskier sectors). Employer contributions make

major part (84% - 88% in 2013, 2014) of all contributions paid to the Fund.

Each employee pays 3% (2015) of his / her salary to the Fund and 6% - to

mandatory public health insurance scheme, which is managed by National

Health Insurance Fund, not by SODRA. Entire contribution made by employee

(3%) is used to finance pension benefits, so other benefits paid by Fund

3 Source: website of Social Insurance Fund. http://atvira.sodra.lt/lt-eur/index.html (in Lithuanian).

42

(SODRA), e.g. disablement and maternity (paternity) allowances etc., are

financed from payments made by employers. Contributions made by self-

employed persons depend on type of self-employment and type of benefit that

those persons are entitled to, for example, some self-employed persons may

be eligible only for contributory basic pension. Please, refer to Appendix 4 for

more statistical data about Social security in Lithuania.

Since the start of economic recession, in 2008, Fund experiences

deficit; however, during the period of 2003 – 2007 it gained some profit. The

peak of deficit was reached during 2009 - 2010 and amounted to about 800

million EUR, or 25%-27% of contributions (and other income) paid to Fund.

Currently (2014) deficit is much lower – about 300 million EUR or 10% of

contributions. Deeper analysis of the Fund performance is outside the scope

of this paper. Interested reader may see Appendix 5 for more detailed

information about Fund performance.

Demographic situation is very important factor for stability of any

social security system, so we will analyse demographic trends in the next

subsection.

2.2. Demographic situation in Lithuania

Lithuania –as many other European countries- experiences negative

consequences of ageing society. Age structure of Lithuanian population is

presented in Table 1. Age structure of Lithuanian population. Currently share

of persons older than 62 is about 21% of total population of Lithuania, which

is rapidly approaching advance stage of ageing. See, for example, Muhanna,

I. (2013), where population is called ageing if share of inhabitants aged 65 and

more is 11% and if share of such group is 21% stage of ageing is called

advanced.

43

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

Table 1. Age structure of Lithuanian population

Age group

2005 2014 Change in population,

%

Number of inhabitants. Thousands

Percentage of

population

Number of inhabitants. Thousands

Percentage of

population New-borns 29 1% 30 1% 3%

1-16 644 19% 467 16% -27% 17-24 396 12% 323 11% -18% 25-62 1,683 50% 1,512 51% -10% Older than 62

602 18% 611 21% 1%

Total 3,355 2,943 -12%

Source: Official Statistics Portal, Lithuania. Data taken from http://osp.stat.gov.lt/en/ (2015-04-

30).

Figures are even more disturbing taking into account changes in

population groups during last decade (2005 – 2014). Numbers of new-borns

slightly increased but this increase is outweighed by huge decrease in

population aged 17-62, that is, active workforce. Changes in population

structure may be partially explained by increase in future remaining lifetime of

older persons (longevity). During the period of 2005 – 2013 increase in

expected future lifetime of individual aged 65 amounted to almost one year:

from 16.05 years in 2005 to 16.95 years in 2013. Most probably, such

significant changes in population structure happened due to emigration of

active workforce. Indeed during the period of 2005 – 2014 about 438 thousand

inhabitants left Lithuania and this number exceeded number of immigrants by

almost 3.5 times (Official Statistics Lithuania4). Whatever the reason for

changes is, population structure should be taken into account when

considering stability of pension system. From now on we will turn our attention

to old age (retirement) pensions only.

4 http://osp.stat.gov.lt/en/

44

3. Old age (retirement) pensions in Lithuania

3.1. Retirement pensions until 2003

In Lithuania, public pension system is unfunded and paid on Pay-As-

You-Go (PAYG) basis. Since new pension system was introduced in 1990,

old age pension provided by Fund consists of 2 main parts: basic pension and

supplementary pension. Moreover, individuals with record of contributions

longer than 30 years are eligible for so called bonus pension.

Basic pension is paid for those citizens who have at least 15 years of

service (record of contributions), e.g. period during which contributions to

Fund were paid. Amount of basic pension depends only on the length of record

of contributions and attains its maximum when 30 years of contributions are

reached, otherwise basic pension is reduced on pro rata basis. Barr, N. and

P. Diamond (2009) call this type of pension contributory basic pension: “a

pension paid often at a flat rate, to a person with a full record of contributions,

o pro rata to a person with an incomplete contribution record”, so we will adopt

this definition here. Amount of contributory basic pension (CBP) is determined

by government of Lithuania, usually on annual basis, but it cannot be less than

110% of minimum standard of living (Law on State Social Pension Insurance

Pensions, No. I-549). Currently (spring 2015) contributory basic pension is

105 EUR / month.

Bonus pension is calculated as 3% of basic pension for every year of

contribution record exceeding 30. Amount of bonus pension does not depend

on former salary of individual and, therefore, is regressive. Amount of

supplementary pension (SP) depends on length of contribution record as well

as salary of contributor during 25 best years. SP is calculated using formula

(Law on State Social Pension Insurance Pensions, No. I-549):

45

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

�� = 0.005 · � · · [1]

Although the formal definition of variables S, K and D is quite

complicated, one may assume that:

S: Number of contribution years (usually years of service).

K: Coefficient based on ratio of annual salary (pensionable earnings) of individual to

annual insurable income in Lithuania averaged during 25 best years, however K

must not exceed 5.

D: Insurable income set for the month when pension is paid.

As the number of contribution years (S) and coefficient (K) are fixed

variables, the only parameter affecting amount of individual pension month

after month is the amount of insurable income (D). Amount of insurable

income is determined by Lithuanian government on annual basis and is used

to determine amount of various benefits paid by Fund. It is assumed (at least

unofficially) that insurable income should be almost equal to average salary,

though no exact rules for calculation of D are legally set. Moreover, Law on

State Social Pension Insurance Pensions (1994) states that insurable income

D is calculated taking into account income and expenditures of Social

Insurance Fund, so in reality, in Lithuania D is used more for balancing cash

flows of Fund rather than for adjustment of pensions to wages.

Since contributory basic pension and bonus pension do not depend

on former salary, the only part of pension that is related to former wage is

supplementary pension. Such design makes system of public pension

regressive, e.g. those with higher former salary are eligible for lower pension

in terms of replacement ratio. Currently (2014), average old age monthly

pension is 240 EUR, while average net monthly salary is 527 EUR, so average

replacement ratio is about 45%. But the most important issue is not average

replacement ratio, but individual replacement ratio. For individuals with lower

salaries (say, half of the national/country average) replacement ratio may be

46

significantly higher, about 60%, while for individuals with higher earnings

replacement ratio is significantly lower and may be as low as 20%5. See

Appendix 2 for illustrative calculations. Surely, since replacement ratio for

majority of employees is quite low, alternative methods for financing

retirement should be employed. Reform of pension system which was started

in 2003, among other goals, was supposed to help individuals to have higher

pension. Nevertheless public old age pensions are related to individual history

of annual salary (pensionable earnings), so it is definitely Defined Benefit

arrangement (Barr, N. & P. Diamond, 2009).

3.2. From one pillar to multi-pillar system

3.2.1. Initial reform 2003 - 2004

Up till 2004 old age pensions provided by Fund, or so called Ist pillar

pensions, were the only formal source of finance for seniors in Lithuania.

Pension funds organized by employers were very rare and there were very

little traditions and limited possibilities to save for future pensions during

period of active career. In 2004 reform of public pension system was started.

It was publicly alleged that ageing population in Lithuania was the main reason

to start reform and introduce partially funded system6. Though funding in itself

is not the best or absolute solution of demographic problems (see Barr, N.,

2002) it was assumed that partial funding may lessen financial burden

experienced by Fund in the long term horizon since pension benefits will be

reduced in the future. Main point of reform was that the amount of social

security contributions did not change and some part of contribution paid to the

Fund may have been transferred to private investment funds (Individual

investment account, or IIA) at the decision of person in exchange for lower

public pension. Participation in new pension arrangement was voluntary,

5 Figures are very illustrative, calculations performed by author. 6 http://www.pensijusistema.lt/index.php?-586352733#2

47

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

however, once individual decided to participate in new scheme he / she could

not revert his decision and return solely to Ist pillar. Initially transfers to private

funds amounted to 2.5% of participant’s salary (pensionable earnings), so

contributions used by Social Insurance Fund were decreased appropriately.

Transfers to private funds increased gradually and reached 5.5% in 2008. In

2009 – 2012 due to recession they were decreased to 3% (2009) – 1.5%

(2012) by decision of government; this action helped to lessen deficit of Social

Insurance Fund. Transfers to private funds (the share of social security tax)

are set at 2% now (2015, see Appendix 1). At retirement, amount accrued in

Individual investment account should be exchanged to pension annuity bought

from insurance company (some exceptions exist). Insurance company may

be chosen by participant. Soon after starting reform in 2003 government and

media named investments in private funds ‘’IInd pension pillar’’. It is widely

agreed that best results are achieved when multi-pillar approach to financing

of retirement pensions is adopted. However, to be successful it is very

important how interaction between pillars is organized and even what

arrangement is called IInd pillar.

Table 2. Multi-pillar approach to pension financing

Pillar World Bank OECD Lithuania

Ist Mandatory Tax financed

Publicly managed Defined benefits PAYG Based (usually) on payroll tax

Mandatory Public Defined benefits PAYG

IInd

Mandatory Funded Private (personal savings or occupational pension plans)

Privately managed Provided as part of employment contract

Private Voluntary Funded Provided not as direct part of employment contract

IIIrd Voluntary Personal savings or annuity schemes Voluntary

48

We will compare system introduced in Lithuania with the definitions

adopted by World Bank (1994, page 48) and OECD (2005). Results are

summarized in Table 2. Most definitions stress that IInd pillar pension

arrangements are either provided on the basis of employment contract (fully /

partially funded or not) or are mandatory savings outside the scope of

employment agreement. It is easy to notice that savings, attributed to IInd

pillar in Lithuania were neither mandatory nor provided directly as part of

employment contract. The only link to employment was social insurance tax

paid by employer. Self-employed persons also had possibility to participate in

IInd pillar, however, those who paid lower contributions only for contributory

basic pension had to pay (voluntarily) additional contributions to Individual

accounts by themselves, so for this group arrangement more resembled IIIrd

pillar. This reform, however, encouraged some big employers to set their own

pensions schemes; unfortunately, statistical data how widely these schemes

are applied are not available, but private employer arrangements are not very

common. Despite some inaccuracies in definition, here we will use term IInd

pillar when speaking about reformed pension system and Individual

investment accounts in Lithuania.

Supplementary pension is decreased for those who decided to

participate in IInd pillar, while contributory basic pension and bonus pension

are not. In general, decrease of amount of pension is implemented by applying

multipliers when calculating coefficient K in [1]. Decrement of SP is calculated

as relative decrease in social security tax used to finance pensions, e.g.

� = ��� − �������

c Multiplier applied to coefficient K (decrement of pension is equal to 1-c)

SSt Amount of social security tax used to finance pension benefits (26,3% in 2015)

SStp Percentage transferred to Individual investment accounts (2% in 2015)

49

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

Multiplier c is applied for every year of participation in IInd pillar, so the

longer participation period the lower pension is paid by Fund. Those

individuals who decided to participate in IInd pillar implicitly assumed that

reduced public pension plus amount of pension annuity will exceed pension

paid solely by Fund (e.g. without participation in IInd pillar); however, the risk

of such decision (directly related to investment risk) falls on the participant and

in many cases may be groundless.

3.2.2. Second wave of reform

During 2012–2013 slightly different design of IInd pillar was introduced.

New rules came into force on 1 January 2014. First of all, those participants

who were unhappy with participation in funded system got provisional

possibility to return to Ist pillar, that is amount already accrued in private

account was left for further investment, but no further transfers to IIA were

made. Decision to stop participation in IInd pillar had to be made until the end

of 2013.

Those joining the system on or after 1 January 2013 had to adapt to

new rules of participation: as earlier some percentage (2% during 2014-2015)

of social security tax is transferred to Individual investment account, and

additionally, each participant has to transfer some percentage (1% in 2014-

2015) of his / her salary to his / her IIA and, finally, bonus payment equal to

some percentage (1% in 2014-2015) of average salary in Lithuania is made

by government (to IIA of participant). New system was named ‘2+1+1’ due to

the percentages ruling at the beginning. It is assumed that the system will

become ‘2+2+2’ during the period of 2016 – 2019 and ‘3,5+2+2’ starting from

2020 (see Appendix 1).

Since bonus paid by government is dependent not on salary of

individual but on average salary in Lithuania, transfers from government are

50

regressive, that is bonus is lower in relative terms for those with higher

salaries. Those who joined IInd pillar until 1 January 2013 had to choose one

of 3 possibilities:

1) To stay in IInd pillar under rules used at the beginning (during

2003), that is, some percent of their social security tax will be

transferred to IIA without additional payments made by

individual and government (default option).

2) To return to Ist pillar (see text above).

3) To employ new system - ‘2+1+1’.

Individuals had to make their decisions until the end of 2013. It is

worth noting that decrease in pension paid from Ist pillar depends only on the

duration of participation in IInd pillar and the difference of amount of percentage

of social security tax transferred to IIA and social security tax itself. Public

pension is not decreased any more if rule ‘2+1+1’ is applied. So, definitely,

rule ‘2+1+1’ is better than earlier system: if other parameters are the same,

total pension will be higher if new design is used.

3.2.3. Participation in IInd pillar

Participation ratio was quite high even during initial phase of reform.

At the very beginning of reform in 2004, decision to participate in IInd pillar was

made by 442 thousand individuals (about 37% of those covered under public

system). Participation ratio increased constantly and amounted to almost 97%

in 2013 (see Table 3). Such high percentage is even more impressive keeping

in mind that default option was not to participate in IInd pillar.

51

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

Table 3. Participation in IInd pension pillar

Period Number of

participants, in thousands

Participation ratio %

Initial period (until 2004 01 01)

442 36,6

2003 – 2005 681 54,8 2003 – 2009 998 74,5 2003 – 2013 1.099 96,8

Source: Ministry of Social Security and Labour. Excel sheets downloaded from

http://www.pensijusistema.lt/index.php?881949814 on 2015 06 20 (in Lithuanian).

Most probably high participation ratio was influenced by several major

assumptions/perceptions:

1) That participation in IInd pillar may help overcome

demographic problems of ageing society.

2) That participation in IInd pillar does not cost anything, but may

increase future pension.

3) That solely investing in personal accounts will increase future

pension.

4) That amount accrued in IIA is inherited in case of death of

individual while contributions made to Social Insurance Fund

are not.

All points were highly supported by media. Even Ministry of Social

Security and Labour admitted in official website dedicated to pension reform7

that: Lithuanian society, just like in other European states, is getting older. (…)

State constantly faces a problem of welfare of the elderly people, because the

7 http://www.pensijusistema.lt/index.php?-586352733.

52

“pie” of the contributions paid by the present taxpayers has to be divided

among the increasing number of elderly people. This problem should be

solved by introducing a pension accumulation system, when the person

himself/herself would accumulate money for his/her own pension. Surely

neither of mentioned advantages were absolutely true. Let’s look at each of

assumptions in greater detail.

Participation in IInd pillar may help overcome demographic problems

of ageing society. It is now widely accepted that funding is not an automatic

solution of problems of ageing population (see Barr, N. 2002; Brown, R.L.

2013). As indirect recognition of this is the fact that official retirement age is

increased also for those who participate in funded system. Moreover if the

reason for population ageing is not only reduction in younger population

cohorts (say, due to decreased birth rate) but also the increase in life

expectancy (longevity), then it is naive to assume that insurance companies

will not account for this risk when selling pension annuities. There is very

limited annuities market in Lithuania, so it is impossible to do deep research;

however, examples from developed markets may be used. Brown, R.L. (2014)

states that huge proportion of the population is not able to buy life annuities at

a fair market price due to a long-held axiom that if a person voluntarily wishes

to buy a life annuity, he/she must be in very good health. Surely, this more

applies to voluntary market while participants in IInd pillar in Lithuania are

required to purchase pension annuity (mandatory market), but still the risk of

‘overpriced’ annuities exists.

Participation in IInd pillar does not cost anything. As soon as

contributions to IIA are made, investment management (administrative) fees

apply. Maximum amount of such fees is determined by law and currently are:

1% of each premium (this fee is reduced regularly until it will reach 0% in 2017)

and 0.65% - 1.00% (per annum) of value of assets. Moreover, remember that

public pension is reduced due to participation in IInd pillar. Retired individuals

53

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

are obliged to buy pension annuity, so administrative fees will again be applied

to lump sum insurance premium (actually sum accrued in IIA). All variables –

administrative fees and public pension reduction – affect amount of pension,

so should be taken into account. In fact, most important is not the cost itself

but the difference between two alternatives – pension accrued under single

pillar (public pension) or pension from multi-pillar system (public pension plus

pension annuity). This brings us to the next implicit assumption that investing

as such may increase pension in the future.

Investing in personal accounts will increase future pension. Higher

income in retirement if individual participates in IInd pillar is determined not

solely by investment and funding but depends on investment results and –

even – year of retirement. To be fully successful and gain maximum benefits

from system of Individual investment accounts one must choose optimal

investment strategy. Good knowledge of investment possibilities, anticipation

and estimation of associated risks is an absolute must. Though Ministry of

Social Security and Labour warned about the risks that all participants in IInd

pillar will inevitably face8 and investment funds are legally obliged (Law on

Accumulation of Pensions) to inform that ‘’investment results are not

guaranteed’’, most probably investment risks were not accepted as serious

and not appropriately accounted for. There are still very little investment

traditions in Lithuania and education of majority of individuals in the area of

finance and investment is inappropriate. Even in countries with significantly

more developed financial markets lack of basic understanding of investment

options and differences between them is present. Orszag, P.R. and J.E.

Stiglitz (1999) cited A. Levitt, Chairman of the Securities and Exchange

Commission in USA that: ‘’… more than half of all Americans do not know the

difference between a stock and a bond’’. Brown, R. (2013) also admitted that

it is false to assume that workers without specific training or education are

8 http://www.pensijusistema.lt/index.php?1605788083#a (in Lithuanian).

54

capable to optimally invest and manage their assets. There is no reason to

believe that Lithuania is an exception, so majority of participants in IInd pillar

rely more on chance than on rational investment strategy.

Amount accrued in IIA is inherited in case of death of individual while

contributions made to Social Insurance Fund are not. This statement is only

partially correct. Yes, the sum accrued in IIA goes to heirs of deceased owner

of account. But widow’s (-er’s) / orphan pension is paid by Fund, so some

financial support in case of death of wage earner is provided by public social

security system also. Moreover, either pension system – whether funded or

not – should not be viewed as a source of unexpected enrichment, but rather

as means of provision of financial support during retirement. If money accrued

in pension account is paid to heirs it is impossible to employ positive effect

from mutuality, or so-called, mortality drag (Pitacco, E. et al., 2009). One more

possible merit of inheritance – financial support due to loss of the bread-

winner – is also only partially grounded. Amount accrued in IIA depends on

many variables, such as duration since the start of engagement, salary of

individual, investment return. There is no guarantee that the sum in Individual

account will be sufficient to at least partially replace lost income from wage of

deceased, so ordinary life insurance policy would be much better solution.

Summarizing, neither of arguments used for marketing of IInd pillar

system is absolutely true and there are no evidence that investments in

Individual accounts as such yields better financial support in retirement. Our

perception that high participation ratio was more influenced by emotions and

not rational arguments may be at least partially supported by quite low number

of individuals who have voluntarily chosen to participate in the scheme

‘2+1+1’. Remember that, during the period of 2003 – 2013, number of

participants in IInd pillar amounted to 1,099 thousand, giving participation ratio

of 96.8% (see Table 3). According to data provided on website of Social

55

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

Insurance Fund9 about 56 thousand of individuals joined IInd pillar in 2013, so

new system – ‘2+1+1’– was mandatory for them. Additionally, 352 thousand

of participants have voluntarily chosen formula ‘2+1+1’ and this is slightly

more than 30% of all participants in IInd pillar.

As it was mentioned earlier, new system necessarily yields better

results and higher pension, but it explicitly ‘costs’ 1% (2%) of individuals

salary. Clearly, if individual is satisfied with expected investment results

without paying his / her share, then it is understandable that he / she may

decide not to forego 1% (2%) of salary today in exchange of higher pension

in the future. However, recent study performed by Central Bank of Lithuania

(Skarnulis, A., 2013) shows that if individuals refuse to invest 1% (2%) of their

salary and rely only on contributions to IIA from social security tax, then

benefits of participation in IInd pillar are questionable. The only possible

exception are those employees whose salary is greater than country’s

average at least more than 3 times.

On the other hand, new system may be favourable even for

employees with low salaries, e.g. salaries equal to 50% of average salary

provided that participant is sufficiently young when joining the system. So, for

majority of participants their decision not to employ new system is

unfavourable and, therefore, irrational. Keeping in mind, that default option

was not to change anything, either individuals exhibited inert behaviour –

phenomena widely found among individuals when facing complex decisions

(see Barr, N. & P. Diamond, (2008); Tapia, W. & J. Yermo, (2007)) or simply

they (participants) did not understood possible risks and benefits of Individual

accounts system well. Anyway sub-optimal decisions made by majority of

participants will hardly lead to acceptable results in the future.

9 http://www.sodra.lt/lt/situacijos/statistika/pensiju-kaupimo-sutartys.

56

4. Long term sustainability of Lithuanian pensions system

Every pension system has multiple objectives (Barr R. and P.

Diamond) and two main stakeholders – individual and government – have

slightly different interests. Individuals are mainly concerned about adequate

financial support in retirement, e.g. consumption smoothing, savings and

investment, insurance against early exhaustion of funds, alternative sources

of financing. Governments seek to provide financial support for those in need

and effectively address poverty, so at least some degree of redistribution is

required. Design of Ist pillar pension system in Lithuania is suitable to provide

for basic needs of retiree, surely, under assumption that retiree has

contribution record of at least 15 years. However, despite the fact that

replacement ratio may be quite high for individuals whose pre-retirement

income was lower than average, additional financial support is usually

needed. Amount of basic pension is related to minimum standard of living, so,

taking into account, for example, that health usually deteriorates quite

significantly in older ages, public pension may not be adequate to support

even minimum standards. Therefore, government additionally provides

significant discounts for medicines for older persons and some other financial

support, e.g. compensation for heating during winter period or so. On the other

hand, adequate consumption smoothing is not achieved if only Ist pillar is taken

into account, so individuals need to use alternative sources of retirement

financing. IInd pillar may be beneficial, however, usually still not adequate, so

additional investments during period of active career, e.g. IIIrd pillar, may help.

Whatever pension system should be financially sustainable in the long

term horizon; some deficit is acceptable in the short term, but not in the long

term. Usually government is responsible for assurance of sustainability of

pension system. Sustainability of Lithuanian pension system is addressed

using quite naive methods. Social security tax – main source of funding – is

fixed by laws, so cannot be increased at the demand. On the contrary,

57

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

amounts of contributory basic pension and insurable income are set by

government on regular (usually annual) basis. Amount of contributory basic

pension cannot be less than 110% of minimum standard of living (MSL); but

then MSL is defined by government. Amount of insurable income is defined

taking into account income and expenditures incurred by Social Insurance

Fund, so exact calculations rules are unclear. On one hand, government may

regulate amount of benefits, so achieving financial sustainability. On the other

hand, since public pension is the most important financial source for majority

of retirees, both variables become very socially sensible and significant

decrease of pensions even during recession is unpopular and, therefore,

undesirable. Employment of some kind of automatic balancing mechanisms

(ABM) when amount of pension benefits is adjusted to, say, some factual

index, would be highly reasonable.

One more variable directly related to stability of pension system is

retirement age. Currently (2015) retirement age is 63 years and 2 months for

males and 61 year and 4 months for females. According to rules set by

Lithuanian government, retirement age is increased gradually and is

supposed to reach 65 for both sexes in 2026 (see Appendix 3). Constant (not

sudden) changes in retirement age are, by no means, beneficial for future

retirees since it is easier to adapt to new rules. Though not all individuals are

satisfied with prolonged working career, most probably the impact of

mentioned changes is much less painful to all age groups than, say direct

increase in contributions or decrease in pension benefits. Later retirement age

means that active workers pay contributions to Fund longer while retired

persons receive benefit during shorter period, thus effect of change is

experienced by almost all age groups. Moreover, retirement age is, probably,

the only variable which pattern of change is known and defined by clear rules,

however, retirement age is still not directly related to projected longevity.

58

All mentioned measures may help to ensure sustainability during

short term period, but more complex approach is needed to address the issue

of long term financial sustainability. Recent pension reform was supposed to

help to achieve sustainability in the long term horizon. Surely, during short

term period Social Insurance Fund will experience additional financial strain

since some share of social security tax is used to finance IInd pension pillar.

Transfers to Individual investment accounts should be considered as an

investment which should lead to better financial situation of Fund in the future

if other variables, e.g. pension benefits, amount of social security tax etc.,

remain equal. Detailed analysis of the impact of IInd pillar reform to

sustainability of public pension system is outside the scope of this paper.

Since pension systems have multiple objectives, there are significant number

of variables that should be taken into account, for example among others,

replacement ratio; poverty issue; insensitivity of pension benefits to changes

in inflation and other economic and demographic variables; ability of active

workers to save for retirement and so on. Ideal comprehensive analysis must

consider all these and many more variables. Quite detailed analysis of impact

of IInd pillar reform to public finances was carried out by Central Bank

(Skarnulis, A., 2013). Report on results of this analysis states that, taking into

account replacement ratio and possible performance of Fund, symbiosis of

public system and IInd pillar will yield better results by 2036 than solely public

system.

Currently new debates of how to shape social security in Lithuania are

going on. Shortcomings of social security system were analysed jointly with

peculiarities of legislation system as well as other social problems, such as

poverty and unemployment. Detailed analysis was performed by

professionals representing different fields of activity and proposals how to

59

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

change legislation and social security system were formulated. Among other

suggestions main points related to social security are10:

• To finance payments of contributory basic pension from state

budget, not Fund.

• To use system of points when calculating amount of

supplementary pension and to replace insurable income by

official average salary.

• To take into account number of active workers and their salary

when indexing amount of pension benefit ant to set clear

indexation rules, e.g. to use some factual index.

• To relate pension benefits to projected remaining lifetime.

• To significantly reduce exemptions when social security tax is not

paid in full.

• To set equalization reserve at Social Insurance Fund.

If proposed changes will be implemented pension benefits will be

more related to former salary and contributions paid; possibilities to

manipulate amount of pension benefits will be reduced and assumptions for

increasing sustainability of overall pension system will be set. These and other

changes are currently discussed by politicians and general public. So

Lithuanian social security system is still in transition.

10 http://www.socmodelis.lt/ (in Lithuanian).

60

5. Summary and conclusions

Lithuania, as many emerging European countries underwent pension

reform during the period of 2003 – 2004. Pension reform was supposed to

lead to higher pensions and more financial soundness in public pension

system. Reform was very popular among citizens of Lithuania and extremely

high participation ratio was achieved. However, projections of future pension

benefits, if individual participates in reform are not so optimistic. Only those

who decided to invest some amount of their salary may expect to get higher

pension, otherwise only those with high salaries may benefit from reform. On

the other hand, calculations performed by Central Bank show that reform is

beneficial to public financial system. Currently many changes in legislation of

social security system are proposed and discussed, so one more waive of

reforms is coming.

Main conclusions:

• Lithuania experiences negative consequences of ageing

population. Main reason for ageing is emigration of active

workforce and –to some extent– increase in lifetime of

individuals.

• Though design of retirement pensions is supposed to be defined

benefits arrangement, public pension system is regressive, e.g.

those with higher salaries are eligible for lower replacement ratio.

• Long term sustainability is now achieved using quite naive

methods, e.g. adjusting pension benefits to projected

contributions. Only changes in retirement age are defined in

advance. No automatic balancing mechanisms are employed.

61

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

• Pension reform was started in 2003, main aim of reform being to

lessen financial burden which Social Insurance Fund is

supposed to experience in the future due to effect of ageing

society. Though reform may be beneficial for public finances in

the long term horizon, Social Insurance Fund experienced

additional difficulties at the initial stage of reform.

• Participation ratio (IInd pillar) was very high but probably due to

erroneous assumptions that participation in reform costs nothing

but may lead to better pension. Participation ratio of those who

decided to invest additional share of their salary was significantly

lower. Decision not to invest percentage of salary is, most

probably, sub-optimal and may lead to even lower pensions that

would be provided by Social Insurance Fund alone.

• One more waive of reforms is anticipated in the future and

broadly discussed now. If proposed changes will be implemented

pension system, will become more transparent and less

dependable on decisions made by politicians.

Fecha de recepción del artículo: 1 de julio de 2015

Fecha de aceptación definitiva: 28 de Agosto de 2015

62

6. References

[1] Barr, N. (2002): ‘’Reforming pensions: myths, truths and policy choices’’.

International social security review, Vol. 55, nº 2. Pages. 3-36.

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analytical errors and policy directions’’. International social security review, nº

62(2). Pages. 5-29. ISSN 0020-871X.

[3] Brown, R. L. (2013): The Essence of Social Security: Debunked Myths.

http://www.actuaries.org/lyon2013/papers/PBSS_Brown.pdf (2015-06-22).

[4] Brown, R. L. (2014): The Power of the Collective; the Death of the

Collective. (2015-06-24).

https://cas.confex.com/cas/ica14/webprogram/Session6406.html

[5] Law on the Accumulation of Pensions (2003), Nº IX-1691 (at last amended

on 2008). (2015-06-22).

http://www3.lrs.lt/pls/inter3/dokpaieska.showdoc_e?p_id=347700&p_tr2=2

[6] Law on State Social Pension Insurance Pensions (1994), Nº I-549 (at last

amended on 2012). (2015-06-15).

http://www3.lrs.lt/pls/inter3/dokpaieska.showdoc_e?p_id=435301&p_tr2=2

[7] Muhanna, I. (2013): Proactive and preventive approaches in social security

– Supporting sustainability. (2015-06-22).

http://muhanna.org/uploads/studies_research/a732568c9cf5769b72a3651be

46c4af2.pdf

63

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

[8] OECD (2005): Private Pensions: OECD Classification and Glossary.

(2015-06-20).

http://www.oecd.org/finance/private-

pensions/privatepensionsoecdclassificationandglossary.htm

[9] Orszag, P.R. and J.E. Stiglitz (1999): Rethinking Pension Reform: Ten

Myths about Social Security Systems. (2015-06-22).

http://www.ssc.wisc.edu/~scholz/Teaching_742/Orszag-Stiglitz.pdf

[10] Pitacco, E.; M. Denuit; S. Haberman and A. Olivieri (2009): “Life

annuities”. In Modelling Longevity Dynamics for Pensions and Annuity

Business. Pages 14-16. Oxford University Press. United States.

[11] Skarnulis, A. (2013): II pakopos pensijų sistemos įtaka valstybės

finansams ir gyventojų pajamoms ilguoju ir trumpuoju laikotarpiu. (2015-03-

31).

http://www.lb.lt/n21017/pensiju_sistemos_modeliavimas_2013_03_301.pdf

[12] Tapia, W. and J. Yermo (2007): Implications of Behavioural Economics

for Mandatory Individual Account Pension Systems. OECD Working Papers

on Insurance and Private Pensions, Nº. 11. OECD Publishing.

Doi: 10.1787/103002825851.

[13] World Bank (1994): Averting the Old Age Crisis. Policies to Protect the

Old and Promote Growth. (2015-06-20).

http://documents.worldbank.org/curated/en/1994/09/698030/averting-old-

age-crisis-policies-protect-old-promote-growth

64

Appendix 1. Contributions to Individual investment accounts (source –

Ministry of Social Security and Labour)

Year

Total contribution

to Social Insurance

Fund 11

Share of salary paid from social

security tax

Share of salary paid

by individual

Bonus paid by

Government12

Until 2004 34% - - -

2004 31,5% 2,5% - -

2005 30,% 3,5% - -

2006 29,5% 4,5% - -

2007 – 2008 28,5% 5,5% - -

1 January 2009 – 30 June 2009 37% 3% - -

1 July 2009 – 31 December

2009 38% 2% - -

2010 – 2011 38% 2% - -

2012 38,50% 1,5% - -

2013 37,50% 2,5% - -

2014 – 2015 38% 2% 1% 1%

2016 – 2019 38% 2% 2% 2%

2020 and later 36,50% 3,50% 2% 2%

11 Total contribution, including shares of employer and employee as well as administrative costs. 12 Calculated from average salary in Lithuania.

65

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

Appendix 2. Illustrative calculations of replacemen t ratio

Assumptions used:

• Length of contribution record (S): 30 years.

• Average salary did not change during the entire career of individual

and was equal to 431 EUR, e.g. quantity in force in 2015.

• Insurable income (D) is equal to average salary.

• Salary of individual did not change during entire working period.

• Amount of contributory basic pension is 105 EUR, e.g. quantity in

force in 2015.

Salary of individual D K

Contributory Basic

pension SP Total

pension B

215.50 431 0.50 105 32 137 64%

431 431 1.00 105 65 170 39%

862 431 2.00 105 129 234 27%

1,293 431 3.00 105 194 299 23%

2,155 431 5.00 105 323 428 20%

K: Coefficient based on ratio of annual salary of individual to annual insurable

income

D: Insurable income

SP: Supplementary pension -> 0.005 x S x K x D

Β: Replacement Ratio

66

Appendix 3. Projected retirement age (source: Minis try of Social

Security and Labour)

Males Retirement year Retirement age Year of birth

2012 62 years and 8 months 1 July 1949 – 30 April 1950

2013 62 years and 10 months 1 May 1950 – 28 February 1951

2014 63 years full 1 March 1951 – 31 December 1951

2015 63 years and 2 months 1 January 1952 – 31 October 1952

2016 63 years and 4 months 1 November 1952 - 1 August 1953

2017 63 years and 6 months 1 September 1953 – 30 June 1954

2018 63 years and 8 months 1 July 1954 – 30 April 1955

2019 63 years and 10 months 1 May 1955 – 28 February 1956

2020 64 years full 1 March 1956 – 31 December 1956

2021 64 years and 2 months 1 January 1957 - 31 October 1957

2022 64 years and 4 months 1 November 1957 – 31 August 1958

2023 64 years and 6 months 1 September 1958 – 30 June 1959

2024 64 years and 8 months 1 July 1959 – 30 April 1960

2025 64 years and 10 months 1 May 1960 – 28 February 1961

2026 65 years full 1 March 1961 or later

Females Retirement year Retirement age Year of birth

2012 60 years and 4 months 1 January 1952 – 31 October 1952

2013 60 years and 8 months 1 September 1952 – 30 April 1953

2014 61 years full 1 May 1953 – 31 December 1953

2015 61 years and 4 months 1 January 1954 - 31 August 1954

2016 61 years and 8 months 1 September 1954 – 30 April 1955

2017 62 years full 1 May 1955 – 31 December 1955

2018 62 years and 4 months 1 January 1956 – 31 August 1956

2019 62 years and 8 months 1 September 1956 – 30 April 1957

2020 63 years full 1 May 1957 – 31 December 1957

2021 63 years and 4 months 1 January 1958 – 31 August 1958

2022 63 years and 8 months 1 September 1958 – 30 April 1959

2023 64 years full 1 May 1959 – 31 December 1959

2024 64 years and 4 months 1 January 1960 – 31 August 1960

2025 64 years and 8 months 1 September 1960 – 30 April 1961

2026 65 years full 1 May 1961 or later

67

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

Appendix 4. Social Security in Lithuania. Some stat istics (2015 or latest

available data; source: Ministry of Social Security and Labour; Social

Insurance Fund)

A) Implemented / administered by:

• Ministry of Social Security and Labour.

• Social Insurance Fund.

• National Health Insurance Fund (administers mandatory public

health insurance only).

B) Financing / Contributions

1. Pay-As-You-Go basis.

2. Major source – social security tax; mandatory health insurance tax.

3. Rate of employers contributions - 31% of employees salary:

23.3% Used to finance pension benefits.

3.4% Disablement and / or maternity (paternity)

allowances.

1.1% Allowances for (temporarily) unemployed.

0.2%1.8% Professional injuries and diseases (depend on

riskiness of activity).

3% Mandatory public health insurance (benefits

administered by National Health Insurance Fund).

4. Rate of employees’ contributions – 9%:

3% Used to finance pension benefits.

6% Health care benefits.

5. Special rates for self-employed persons may be applied.

6. Government pay contributions on behalf of priests, military servants,

persons who are on maternity (paternity) leave, persons taking care of

disabled person, etc.

68

C) Expenses / Benefits (National Health Insurance Fund, additional conditions

must be fulfilled)

1. Health care services provided in public primary, secondary and

tertiary levels of health care providers and private providers in some

cases. Full or partial reimbursement.

2. Full / partial compensation for medication and medical aid equipment

in cases defined by law, e.g. for seniors, for those seriously ill etc.

3. Medical rehabilitation if required due to specific diseases.

4. Nursing care and other benefits.

D) Expenses / Benefits (Social Insurance Fund)

1. Old age (retirement) pensions:

1.1. Contributory basic pension. Minimum contribution record: 15

years, maximum: 30 years. Currently 105 EUR / month. No less

than 110% of minimum standard of living.

1.2. Supplementary pension. Depend on salary of individual during

25 best years and insurable income during the month when

pension is paid. Ceiling is applied.

1.3. Bonus pension. Paid for those with contribution record longer

than 30. 3% of contributory basic pension for every year

exceeding 30.

1.4. Average retirement pension: 240 EUR / month.

2. Early retirement pension. No more than 5 years should be left till

normal retirement age. 30 years of contribution record required.

Average pension: 175 EUR / month.

3. Pension due to permanent (temporary) disability. Depend on level of

disability, length of contribution record and salary before disability.

Average pension: 167 EUR / month.

69

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 37-70 Aldona Skucaite. Retirement pensions in Lithuania: 25 years and still in transit?

4. Widow’s / Widower’s pension. Paid for widow / widower who attained

retirement age or, in some cases, are permanently disabled. 21 EUR

/ month for all.

5. Orphan’s pension. Paid for orphans till they attain 18 years or 24 in

case of studying in educational institutions. Average pension: 32 EUR

/ month.

6. Other kind of pensions, e.g. for famous scientists, distinguished

persons, etc.

7. Temporary disability allowance. 80% - 100% of average salary of

individual for first 2 days of disability (paid by employer); 80% of

average salary of individual starting from 3 day of disablement (paid

by SODRA).

8. Allowance for persons taking care of temporarily disabled family

member (including sick children). 85% of salary; minimum daily

allowance: 5 EUR, maximum: 56 EUR.

9. Maternity (paternity) allowance. May be paid from 30 week of

pregnancy till second birthday of children. Amount depend on various

circumstances, for example, length of payment, e.g. 1 year or 2 years,

etc. May range from 40% to 100% of former salary.

10. Funeral grant: 304 Eur.

11. Other allowances, e.g. for professional rehabilitation; due to accident

at workplace, etc.

70

Appendix 5. Performance of Social Insurance Fund (a ll data in million

EUR; source: Social Insurance Fund)

Year Income Expenditures Result

2003 1,415 1,362 53

2004 1,611 1,543 69

2005 1,851 1,775 76

2006 2,259 2,098 161

2007 2,826 2,689 138

2008 3,249 3,665 -416

2009 3,289 4,123 -834

2010 3,037 3,842 -805

2011 3,218 3,796 -579

2012 3,363 3,902 -538

2013 2,895 3,253 -358

2014* 3,059 3,372 -312

* Preliminary data

71

Economía Española y Protección Social, VI, Año 2014. 71 - 103

ECONOFÍSICA. MECÁNICA ESTADÍSTICA DEL DINERO:

CONSECUENCIAS TERMODINÁMICAS DE LA LIMITACIÓN

EN LAS TRANSACCIONES ECONÓMICAS.

ECONOPHYSICS. STATISTICAL MECHANICS OF MONEY:

THERMODINAMIC CONSEQUENCES OF LIMITATIONS IN ECONOM IC

TRANSACTIONS.

“Money, it´s a gas”

Dark Side of the Moon. Pink Floyd

D. Pedro Valverde Caramés 1

Jefe de Área. Servicio de Estudios Tributarios y Estadísticas.

Agencia Estatal de Administración Tributaria. España

Resumen

La Econofísica recurre a métodos de Mecánica Estadística y a la Física de

sistemas complejos para modelizar los sistemas económicos. Los modelos

de tipo gas (KWEM) intentan explicar las propiedades más relevante de las

transacciones económicas en una sociedad partiendo de la Teoría Cinética

de los Gases, que describe las interacciones entre las partículas de un gas.

Se definen así los llamados modelos basados en agentes.

1 Correo electrónico: [email protected].

El autor agradece al Equipo Editorial la colaboración para la adaptación del documento original.

72

Si en estos modelos se introducen restricciones que limiten el intercambio

económico, los sistemas convergerán a estados de equilibrio estadístico

caracterizados por una importante desigualdad en el reparto de la riqueza.

Por otra parte, lo anterior permite dotar de un significado económico a un

parámetro fundamental en toda esta teoría como es el de temperatura

económica.

Palabras clave

Econofísica; Física estadística; Distribución de Boltzmann-Gibbs; Modelos

multi-agente; Economía computacional.

Abstract

Econophysics uses methods of Statistical Mechanics and Physics of Complex

Systems to model economic systems. Gas type models (KWEM) try to explain

the most important properties of economic transactions in a society, take into

account the Kinetic Theory of Gases, which describes the interactions

between the particles of a gas. The so-called agent-based models are thus

defined. If restrictions of economic exchange are introduced in these models,

the systems converge to statistical equilibrium states, characterized by

significant inequality in the distribution of wealth. Moreover, this allows to

provide an economic meaning to a fundamental parameter in all this theory:

economical temperature.

Keywords

Econophysics; Statistical physics; Boltzmann-Gibbs Distributions; Multi-agent

system; Computational Economic.

JEL: A12, C63.

73

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

1. Introducción

Un buen número de fenómenos económicos responden a lo que en

Física se conoce bajo el nombre de dinámica no lineal o de sistemas

complejos: sistemas cuyo comportamiento colectivo no se puede explicar a

partir de la simple superposición de sus partes constituyentes. Por ejemplo,

son de este tipo aquellos que describen situaciones muy alejadas del

equilibrio o los que exhiben comportamientos caóticos. Cabe preguntarse, por

tanto, si sería posible emplear métodos de Física Estadística para desarrollar

modelos económicos realistas y eficientes. En los últimos años, este

novedoso enfoque interdisciplinar, al que se ha dado en llamar Econofísica

(véase, por ejemplo, Mantegna, R. y E. Stanley (2000)), ha mejorado de

manera considerable nuestra comprensión de numerosos procesos

económicos.

Este trabajo se centrará en los denominados modelos de tipo gas

(conocidos en la literatura como Kinetic Wealth Exchange Models o KWEM),

que intentan describir las interacciones económicas a partir de su analogía

con uno de los sistemas físicos más sencillos que se conocen: un gas de

partículas. La idea seminal proviene de los trabajos de Mandelbrot (1963) y

se fundamenta en que las leyes de la Mecánica Estadística gobiernan el

comportamiento de un inmenso número de interacciones individuales tales

como las colisiones dentro de un gas contenido en un volumen cerrado.

Desde esta perspectiva, la teoría clásica de gases homogéneos es fácilmente

adaptable al esquema de un modelo económico: en este caso, las moléculas

y sus velocidades son reemplazadas por agentes (individuos y/o empresas)

y su dinero, y en lugar de colisiones binarias se consideran intercambios entre

dos agentes económicos. Al igual que los diferentes modelos de interacciones

en un gas determinan sus propiedades macroscópicas (presión, temperatura,

entalpía, etc.), al considerarse diversos tipos de transacciones económicas

se deberían recuperar distribuciones de dinero distintas y parámetros

74

macroscópicos diferentes. En el caso que nos ocupa, tanto la Mecánica

Estadística como la Economía estudian grandes conjuntos de elementos,

átomos en un caso y agentes económicos en el otro, siendo por ello que el

concepto de “equilibrio estadístico” jugará un papel determinante.

Dicho en otros términos, una persona individual no es relevante ni

tiene ninguna de las características propias de una economía entera. Sin

embargo, millones de personas juntas, actuando individualmente, crean la

economía y quizás ésta puede ser descrita por algunas reglas que permitan

hacer predicciones, igual que la Ecuación de estado describe en

Termodinámica la presión y la temperatura y predice el comportamiento

colectivo de un conjunto de átomos o moléculas.

Tabla 1. Analogía entre modelo cinético y multi-agente

Modelo físico Modelo económico

Cantidades intercambiadas K=energía cinética m=dinero Unidades N Partículas N Agentes Interacción Colisiones Transacciones

Si en estos modelos se introducen restricciones que limiten el

intercambio económico, los sistemas convergen a estados de equilibrio

estadístico caracterizados por una importante desigualdad en el reparto de la

“riqueza”. Por otra parte, lo anterior permite dotar de un significado económico

a un parámetro fundamental en toda esta teoría como es el de temperatura

económica.

Dentro de este esquema es muy importante puntualizar que el dinero

no se corresponde de una manera unívoca con la riqueza. El dinero es sólo

una parte de misma, siendo la otra, la riqueza material (o inmaterial, pero no

75

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

monetaria, piénsese en los derechos de una patente a modo de ejemplo). A

efectos de lo que sigue, siempre se entenderá que el dinero hace mención al

papel moneda o en su caso a activos bancarios, o de otro tipo, pero de

liquidez inmediata.

2. Modelos tipo Boltzmann-Gibbs: origen, campo de a plicación y

limitaciones

2.1. El marco teórico

Considérese un sistema formado por muchos agentes económicos

(N>>1), los cuales se pueden considerar como individuos o corporaciones.

Se parte del supuesto de que N es un número constante. Cada agente i tiene

una cantidad de dinero �� que puede intercambiar con cualquier otro agente.

Lo que subyace a dicha interacción es algún tipo de actividad económica, tal

como la compra de algún bien o servicio; sin embargo, este detalle no es

importante en el ámbito de este trabajo, donde lo relevante es el resultado de

la interacción entre los agentes i y j en la que alguna cantidad de dinero ∆p

cambia de manos:

��� , ��� → ��� � , ���� = ��� − ∆� , �� + ∆��

Como se deduce de la expresión anterior, la cantidad total de dinero

se mantiene constante en cada transacción �� + �� = ��′ + ��′ . Esta regla

de conservación local de la cantidad de dinero es análoga a la conservación

de la energía entre átomos en colisión. Se asume que no existe ningún flujo

externo de dinero que pueda alterar al sistema, ya que éste es, por definición,

un sistema aislado, de tal manera que la cantidad total de dinero M

permanece constante.

76

Sea �(�) la función de distribución de la probabilidad del dinero, tal

que el número de agentes con dinero entre m y m+dm es igual a ��(�)��.

Estamos interesados en la distribución �(�) estacionaria correspondiente a

un estado de equilibrio termodinámico. En esta situación, la posición de

cualquier agente puede fluctuar abruptamente en una interacción con otro

agente pero la distribución de probabilidad no cambia. �(�) se puede derivar

de la misma manera que se obtiene la distribución de equilibrio de la energía �(�) en mecánica estadística. Considérese la división del sistema global en

dos subsistemas 1 y 2. Como la cantidad total de dinero se mantiene

constante se cumple que � = �1 + �2, por tanto se tiene que � = �1 ∗ �2

con lo que se concluye que �(�) = �(�1 + �2) = �(�1) + �(�2). La

solución de esta ecuación es:

� (�) = ! · "#$/&

por lo que la probabilidad de equilibrio distribución del dinero tiene la forma

de Boltzmann-Gibbs. De las condiciones de normalización ' �(�)�� = 1(#( y

' ��(�)�� = )/�(#( se obtiene que ! = 1/* y que * = )/�. Por lo tanto,

la “temperatura monetaria”, T, es el promedio de la cantidad de dinero por

cada agente2.

En este trabajo se partirá, como modelo inicial, de que en cada

interacción se determina una cantidad aleatoria a intercambiar que sigue una

distribución uniforme U: ∆� ~,[1,100] / � ∈ 0. Así, en cada iteración se

elegirán, al azar, dos agentes y una cantidad ∆p para intercambiar entre ellos,

siempre y cuando el donante tenga dinero suficiente para realizar el

2 La distribución de Boltzmann-Gibbs puede ser también derivada por la maximización de la

entropía de la distribución de dinero � = − ' �(�)12�(�)��(3 bajo la restricción de la

conservación de la cantidad de dinero.

77

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

intercambio. El vector de dinero inicial Vinicial será uniforme: �4 =100�565∀4 � 1…�, donde N es el tamaño del colectivo simulado � �

10.000 y ) � 109 es la cantidad total de dinero del sistema. Por tanto, la

distribución de probabilidad inicial viene dada por Pinicial (m) = δ (m - 100).

Diagrama 1. Proceso de interacción para un modelo basado en agentes. Dos

individuos, con dinero (mi, mj), en el momento t interactúan de alguna manera

para acabar con un reparto (mi’, mj’) en t+1. La cantidad total de dinero se

conserva en el proceso

mi mi’

mj mj

La figura 1 muestra la distribución de equilibrio conseguida después

de 106 iteraciones, lo que significa que, en promedio, cada agente ha

participado en unas 100 transacciones, ya sea como perdedor o ganador. En

el estado de equilibro el sistema no experimenta cambios sensibles, más allá

de ligeras fluctuaciones en las variables que lo describen a nivel

macroscópico. Por otra parte, como se puede observar en la figura 2, en el

mi+mj=mi’+mj

´ mm ’m ’m ’

t t+1

78

proceso la entropía S del sistema aumenta en el tiempo hasta saturarse en el

valor máximo para la distribución de Boltzmann-Gibbs.

Figura 1. Histograma: distribución estacionaria de probabilidad del dinero �(�). Curva sólida de ajuste de una distribución de Boltzmann-Gibbs con

parámetro T=100

Figura 2. Evolución temporal de la entropía para el modelo anterior (el tiempo

se mide en ciclos de iteración)

79

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

Recordemos que la entropía es una medida de la distribución

aleatoria de un sistema. Todo sistema aislado evoluciona en el sentido de

maximizar su entropía y la distribución de Boltzmann-Gibbs, de equilibrio, es

precisamente, la que garantiza su maximización en el sistema.

El resultado anterior se obtiene partiendo de la distribución de dinero

Vinicial. No obstante, la distribución estacionaria final es la misma si se parte

de otra inicial distinta y/o se aplican otras reglas de intercambio diferentes,

siempre que se respete la conservación del dinero y el modelo sea aditivo.

Como se afirma en Chatterjee, A. y B. Chakrabarti (2007), la distribución final

es universal, dentro de los condiciones impuestas, aunque la distribución de

partida (y/o las reglas de intercambio) propuestas sean diferentes.

2.2. Modelo con parámetro de ahorro. Análisis de la equidad

En el modelo considerado anteriormente, el dinero intercambiado

tiene las mismas probabilidades de transferencia desde un agente con el

equilibrio m a un agente con el equilibrio m’ y viceversa. Esto también es cierto

aun cuando la cantidad intercambiada sea aleatoria siempre que la

distribución de probabilidad de ∆p sea independiente de m y m’. Las

interacciones microscópicas son, por tanto, simétricas frente al tiempo. Como

consecuencia de lo anterior, la distribución estacionaria P(m) es siempre

exponencial (de Boltzmann-Gibbs). A estos modelos se los denomina

aditivos. Aquí es posible encontrar la distribución estacionaria sin conocer los

detalles exactos de las interacciones a nivel microscópico (que pocas veces

son bien conocidas), mientras la condición de simetría sea satisfecha.

Sin embargo, no hay ninguna razón fundamental para esperar que la

simetría de inversión temporal esté siempre presente en Economía. A

aquellos modelos en los que la simetría de la inversión del tiempo se rompe

se los conoce como modelos multiplicativos. Si la simetría de inversión

80

temporal no se cumple, el sistema puede tener una distribución estacionaria

que no sea de Boltzmann-Gibbs o, incluso, no alcanzar una distribución

estacionaria (véase Yakovenko, V. y J.J. Barkley Rosser, 2009).

Un ejemplo de esta clase es aquel en que los agentes presentes en

el modelo ahorran una fracción λ de su dinero (Propensión marginal al

ahorro), de tal forma que en cada iteración el donante se reserva una parte (: · �) y sólo pone en juego una fracción (1 − : · �) de su dinero total. De

esta manera, el agente i, que juega el papel de donante, efectuará la

transacción si y sólo si (1 − :� · ��) ≥ ∆�; en caso contrario los agentes no

intercambian la cantidad ∆p. La introducción del parámetro de ahorro λ

supone introducir la posibilidad de individualizar a los agentes; para mayor

generalidad supondremos que λ es una variable aleatoria que se distribuye

uniformemente, :~, [0, 1] y que se determina para cada transacción de

manera que la regla de intercambio viene dada por:

��� = <�� − ∆� =4 (1 − :���) ≥ ∆��� =4 �� < ∆�

��� = <�� + ∆� =4 (1 − :���) ≥ ∆��� =4 �� < ∆�

En este modelo, así simulado, se asume que cada agente en cada

transacción decide de manera independiente (e idénticamente distribuida)

qué proporción del dinero del que dispone se reserva. Con respecto al modelo

inicial, el único cambio que se ha producido es introducir una condición más

restrictiva para que se efectúe cada transacción; sin embargo, este cambio

provoca que, una vez efectuada la transacción, ésta no pueda, en general,

deshacerse para recuperar la configuración original (hay ruptura de la

simetría temporal).

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Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

Figura 3. Histograma: distribución estacionaria de probabilidad del dinero en

un modelo multiplicativo

A la vista de la simulaciones realizadas, cabe destacar que la

distribución de equilibrio tampoco depende en este caso ni de la distribución

inicial ni del número de agentes implicados (siempre que sea lo

suficientemente grande, N>100). Este modelo conduce a una distribución de

equilibrio cualitativamente diferente a las que obtienen en un modelo aditivo3.

En Landau, M.D. y E.M. Lifshitz (1969) se propone un modelo de

ajuste a una función tipo Gamma dada por: �(�) = ! ∗ �? ∗ "#@A , que difiere

de la de Boltzmann-Gibbs en el prefactor �?. Si se ejecuta una simulación

ajustando la distribución obtenida en este apartado, se obtiene un ajuste casi

perfecto; la figura 4 muestra el ajuste de los datos del modelo y el ajuste

correspondiente.

3 En particular, presenta una moda BC > 0 y un límite cero para valores de m pequeños, es decir: limH→3 (IB) = 0.

82

Figura 4. Histograma: distribución estacionaria de probabilidad. Línea sólida,

ajuste con distribución tipo Gamma P(m)=! ∗ �? ∗ "#@A

Este modelo representa un paso adelante en una definición más

realista del modelo básico inicial y parece una opción lógica la definición de

un criterio de ahorro que esté presente en las transacciones entre agentes.

Dado que las distribuciones de ambos modelos son tan diferentes cabe

preguntarse sobre los efectos económicos que se pueden deducir de esa

diferencia.

En Economía la aproximación más usual al nivel de desigualdad

personal se obtiene mediante la curva de Lorenz que, partiendo de la

distribución ordenada de ingresos, representa conjuntamente las

proporciones acumuladas de perceptores de rentas (p, en el eje horizontal) y

las correspondientes proporciones acumuladas de rentas percibidas (q, en el

eje vertical). Esta curva lleva además asociada una medida de la desigualdad,

construida por comparación entre la situación observada en cada caso y la

correspondiente a un reparto igualitario, que vendría representado por la recta

de equidistribución (Kleiber, C. y S. Kotz, 2003). Por otra parte, dada una

distribución de rentas que denotamos por Yi con frecuencias relativas fi, la

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Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

expresión más habitualmente utilizada para medir la desigualdad es el Índice

de Gini (Gradín, C. y C. del Río, 2001).

Figura 5. Distribuciones estacionarias de probabilidad del dinero en un

modelo aditivo versus un modelo multiplicativo

Figura 6. Curva de Lorenz para las dos distribuciones anteriores

Aditivo

Multiplicativo

Aditivo

Multiplicativo

84

La figura 6 muestra las curvas de Lorenz para ambos casos. El índice

de Gini para el caso general alcanza un valor JK = 0,82 mientras que si se

introduce un coeficiente de ahorro de distirbución uniforme, el valor pasa a

ser JK = 0,77. Se concluye pues que la distribución de equilibrio con tasas de

ahorro positivas da lugar a un reparto más equitativo de la masa monetaria.

La distribución de Boltzmann–Gibbs no necesariamente se sostiene

para cualquier sistema conservativo. Sin embargo, dicha distribución es

universal en un sentido limitado para una amplia clase de modelos que

mantienen la simetría de inversión temporal; en tal caso la distribución

estacionaria es exponencial y no depende de los detalles de un modelo

(Chatterjee, A. et al. (2005); Dragulesku, A. y V.M. Yakovenko (2000)). A la

inversa, cuando la simetría de inversión temporal se rompe, la distribución

puede depender de los detalles de un modelo.

Los dos modelos presentados aquí, sin y con tasa de ahorro, son los

más sencillos y a la vez más representativos de los modelos tipo KWEM.

Sobre ellos se pueden introducir variaciones que recojan otros aspectos de

la realidad económica, por ejemplo permitir el endeudamiento de los agentes,

introducir un banco central que inyecte dinero en el sistema, una autoridad

fiscal que imponga impuestos y/o subvenciones etc. (Yakovenko, V.M. y J.

Barkley Rosser, (2009))

2.3. Transacciones posibles frente a transacciones efectivas.

Motivación para su estudio.

Cada vez que dos agentes se enfrentan a una posible transacción, el

que ésta se lleve a cabo o no va a depender de que el donante tenga una

cantidad de dinero que por lo menos sea igual al precio marcado para la

operación (∆p). De esto se infiere que lógicamente no todas las transacciones

posibles se convertirán en transacciones efectivas, entendiéndose que estas

85

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

últimas modifican la distribución previa del dinero (dos agentes han cambiado

de posición). Parece por ello interesante diferenciar entre ambos tipos de

situaciones.

Considérese un sistema en estado estacionario, en el que se han

producido E transacciones (potenciales) de las cuales únicamente NO han

derivado en un acuerdo (efectivas). Tiene entonces sentido la siguiente

probabilidad:

P = NO/E [1]

Dada una transacción escogida al azar, definida por los parámetros

(mi, mj, ∆p), P indicaría cual es la posibilidad de que alcance un acuerdo. En

términos computacionales, cada iteración que realiza en una simulación

numérica es una transacción posible. En las efectuadas en el marco de este

estudio, para sistemas de Boltzmann-Gibbs (sin deuda y sin ahorro), una vez

alcanzado el equilibrio termodinámico, P es del orden del 63%.

Si, en cambio, se introduce un parámetro de ahorro en el modelo (λi),

una vez alcanzado el correspondiente equilibrio, P se reduce a un 43%. La

introducción de λi reduce la probabilidad de que se produzcan transacciones

efectivas. Los agentes económicos no disponen de todo su dinero y ello se

refleja, como cabría esperar, en una reducción de P. Dado que el modelo

Boltzmann-Gibbs plantea el mínimo posible de limitaciones a las

transacciones entre agentes, de hecho que se produzca o no sólo va a

depender de mi y ∆p, es de esperar que P sea máximo. Obsérvese que el

receptor (con dinero mj) no juega en estos modelos ningún papel, la

transacción se dará, o no, independientemente de la cantidad de dinero de la

que disponga.

86

Las consecuencias de todo lo anterior quedan reflejadas en la

velocidad de convergencia al equilibrio de los sistemas. Aunque P

únicamente cobre sentido en estado estacionario, se puede pensar que

cuanto menor sea su valor mayor habrá sido el tiempo que al sistema le habrá

llevado alcanzar el equilibrio. De hecho, los modelos con ahorro convergen al

equilibrio más lentamente que el modelo sin ahorro.

3. Objetivos y métodos

Los modelos anteriores seleccionan a los agentes que intercambian

dinero de manera aleatoria, resultando en distribuciones de Boltzmann-Gibbs

y, en ciertos límites, en distribuciones de tipo potencial. Estos modelos no

consideran la posibilidad de que no se den todas las posibles transacciones,

aun cuando no hubiese impedimento alguno desde un punto de vista

estrictamente económico. En particular, no se considera la relación que

pueda existir entre la cantidad de dinero que poseen los (dos) agentes y la

probabilidad de que éstos interactúen entre sí. En términos económicos, los

agentes son neutrales ante la cantidad de dinero que poseen en cada

momento (sólo es relevante si se puede dar la transacción o no). Una manera

de introducir restricciones en el esquema de intercambio consiste en suponer

que agentes con riquezas semejantes tienden a interactuar entre ellos con

mayor probabilidad. Dado que en realidad sólo se maneja una variable (la

cantidad de dinero) únicamente se puede discriminar en función de ella. Se

plantea así un modelo de relaciones económicas estratificadas, donde los

agentes económicos interactúan con más probabilidad en el caso de que

formen parte del mismo estrato económico. Por ejemplo, personas que viven

en barrios de una clase determinada pueden rehuir el intercambio comercial,

o tenerlo prohibido de alguna manera, con otras que habitan en barrios más

(o menos) acomodados aun cuando se cumpla que mi>∆p.

87

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

3.1. Hipótesis de trabajo y supuestos previos

El modelo de intercambio está formado por N agentes donde el

agente i-ésimo posee una cantidad de dinero mi. Se supone que la cantidad

total de dinero, M, se conserva en todas las transacciones ya que es una

economía aislada y no existe ningún flujo externo de dinero que pueda alterar

al sistema. En cada transacción dos agentes elegidos al azar intercambiarán

una cantidad ∆p (aleatoria) siempre y cuando, además de que el donante

cumpla que mi ≥∆p, se verifique que la diferencia de riqueza entre ellos no

sobrepase un límite U establecido previamente. Si los agentes escogidos no

resultan ser de la misma clase económica (definida por U), entonces no se

produce la transacción permaneciendo en su estado inicial. Así pues, el

parámetro U medirá la “anchura” de la clase económica.

3.2. Modelo matemático

El modelo selecciona dos agentes al azar, i y j; ambos intercambian

una cantidad ∆� (∆� ~ ,[0,1]) / � ∈ 0) siempre y cuando, además de que el

donante cumpla que �� ≥ ∆�, se verifique que |�� − ��| ≤ ,. El modelo de

transacciones económicas estratificado queda definido matemáticamente

según las siguientes reglas de interacción teniendo en cuenta que, a

diferencia de los modelos anteriores, en éste el agente receptor deja de ser

neutral en cada transacción:

��� =TUUVUUW (�� − ∆�) =4 X �� ≥ ∆p Z[��– �� [ ≤ ,

�� =4 X �� < ∆� ][�� – ��[ > , [2]

88

��� =TUUVUUW ^�� + ∆�_ =4 X �� ≥ ∆p Z[�� – ��[ ≤ ,

�� =4 X �� < ∆� ][�� – ��[ > , [3]

Nótese que la interacción sólo se puede dar entre agentes que

pertenezcan al mismo estrato económico. Parece evidente que la

introducción del parámetro U supone que se pierdan potenciales intercambios

entre agentes que sí se darían si no se hubiesen levantado barreras externas

a la mera dinámica económica. Se pone así de manifiesto la importancia de

diferenciar entre transacciones potenciales y efectivas. En principio se puede

argüir que cuanto mayor sea el parámetro U (y por tanto menor las

restricciones al intercambio entre dos agentes cualquiera) tanto más deberá

de parecerse al sistema sin restricción alguna. En términos promedio,

podemos suponer que una vez transcurridas las N primeras iteraciones, �/2

agentes habrán ganado lo que la otra mitad habrá perdido. Se habrán

formado dos estratos económicos con riquezas diferentes. En esas

condiciones, la probabilidad de que un agente de uno de los dos grupos

realice una transacción con uno perteneciente al otro estrato es del 50%.

Dependiendo del tamaño asignado a U el intercambio puede no llegar a darse

(aun cuando fuese factible en términos de Δp), con lo cual la mitad de las

posibles ocasiones de llegar a un acuerdo económico correrían el riesgo de

no concretarse.

Para obtener el comportamiento del modelo estratificado se han

ejecutado una serie de simulaciones mediante simulación directa de

Montecarlo (o como esquema de Bird). Como paso inicial se trata de

seleccionar aleatoriamente pares de agentes al azar con reemplazamiento,

89

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

para colisiones binarias e intercambio de dinero según una determinada regla

de transacción, las ecuaciones [2] y [3] en este caso, según U (anchura de la

clase económica) y el previo vigente en la iteración Δp.

Si �� < ∆�, el donante no tiene suficiente dinero para entregar al

receptor. La transacción no se lleva a cabo en ningún caso. Los

agentes se quedan tal y como estaban y se procede a elegir a otro

par de ellos diferentes. El resultado de la iteración será por tanto (��, ��). Se vuelve al paso inicial.

Si �4 ≥ ∆� Z |�4 – �`| > ,, el donante tiene suficiente dinero para

entregar al receptor pero no se cumple la condición de pertenencia a

la misma clase económica. La transacción no se lleva a cabo y los

agentes no intercambian dinero entre ellos. El resultado de la

iteración será ^�� , ��_. Se vuelve al paso inicial.

Si �4 ≥ ∆� Z |�4 − �`| ≤ ,, el donante tiene suficiente dinero para

entregar al receptor y se cumple la condición de pertenencia a la

misma clase económica. La transacción se lleva a cabo y los agentes

intercambian dinero entre ellos. El resultado de la iteración será (mi-

∆p, mj+∆p). Se vuelve al paso inicial.

Como anteriormente, el vector de dinero inicial Vinicial será uniforme, �4 = 100 ∀ 4 = 1, … , � y N es el tamaño del colectivo simulado. Se tomarán

para el análisis los siguientes valores del parámetro , = {1.000, 100, 10}, es

decir, diez, uno y un décimo del valor inicial asignado a cada uno de los

agentes.

90

4. Resultados

Si U=1000, el modelo se ajusta perfectamente a distribuciones de

Boltzmann-Gibbs; como en el caso general, las distribuciones empíricas

simuladas en ambos casos son casi idénticas. Al ser la anchura del estrato

muy grande su influencia en el modelo es muy pequeña, lo que supone

mínimas restricciones al intercambio, y por ello, como era de esperar,

diferencia muy poco del caso general sin restricciones. La temperatura de

equilibrio es casi la obtenida en el modelo teórico presentado en el apartado

2.1.

Figura 7. Distribuciones estacionarias de probabilidad del dinero U=1000.

Ajuste de una distribución de Boltzmann-Gibbs con parámetro de equilibrio

T=101,3

Para U=100 una tentativa de ajuste a una distribución de Boltzmann-

Gibbs se da con parámetros de equilibrio, temperatura de equilibrio, T=16,77.

Con esta distribución se ajustan bien los niveles de ocupación de dinero muy

bajos, pero mucho peor a los grupos de renta más altos.

91

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

Figura 8. Distribuciones estacionarias de probabilidad del dinero U=100.

Ajuste de una distribución de Boltzmann-Gibbs

Para un caso todavía más extremo U=10 el ajuste de la distribución

de Boltzmann-Gibbs se da para una temperatura de equilibrio T=4,02.

Figura 9. Distribuciones estacionarias de probabilidad del dinero U=10. Ajuste

de una distribución de Boltzmann-Gibbs

92

Tabla 2. Resumen de algunas medidas de posición (cuartiles y primer

intervalo) y parámetros de ajuste para los escalones estudiados. Se

comparan con el modelo sin restricciones al intercambio, esto es aquel en el

que , = ∞

La introducción de una condición de estratificación en el colectivo

supone que no todas aquellas interacciones en las que se cumpla la condición

básica del modelo �� ≥ ∆� se van a hacer efectivas y con ello surge una

pérdida de oportunidades de transacción que abocan a una gran parte de los

agentes a niveles muy bajos de dinero.

Veamos un ejemplo numérico para U=100. Supóngase que ∆� = 60. En la primera transacción se tendría: [�� , ��] = [100, 100] → [40, 160] =[ ���, ���]. En la n-ésima interacción ��� vuelve a intervenir, pero esta vez como

ganador con, por ejemplo, ∆� = 80. Sea un agente �e ≥ 200 el perdedor.

Puesto que �e − ��� = 160 > U no se producirá la transacción y ��� no podrá

aprovecharse de su posición favorable en esa interacción, con lo cual seguirá

siendo ���� = 40 cuando podría haber resultado ser ���� = 120 = 40 + 80 y

habrá perdido una oportunidad de mejorar su posición relativa al no poder

efectuar libremente la transacción. Al estar ligada a un determinado

parámetro U sus posibilidades de interacción con el resto de los agentes

disminuyen.

Escalón P. ajuste

Medidas de posición

U C T %[0,10) q0

q25 q50 q75 q100 ∞ 0,0943 100,1 9,36% 0

29 69 139 1.221

1000 0,0946 100,3 10,00% 0

28 69 141 1.625

100 0,366 16,77 38,75% 0

5 14 37 1.123

10 0,55 4,02 54,80% 0

1 3 131 784

93

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

Por otra parte, para aquellas transacciones que se realicen no queda

garantizado que la simetría de inversión temporal se mantenga, dependerá

del valor de U y de las posiciones relativas de los agentes después de

ocurrida la transacción. Se puede suponer que, cuanto menor sea U, tanto

mayor será la probabilidad de que se viole el principio de simetría, con lo cual

el modelo será en todo caso una mezcla de aditivo y multiplicativo, lo que

explicaría su comportamiento. Si partimos del ejemplo numérico anterior, con

U=100 y ∆p=60, véanse los dos siguientes intercambios:

[ ��, �� ] = [110, 200] → [50, 260] = [ ���, ��� ] [4]

[ �g, �h ] = [100, 30] ↔ [40, 90] = [ �g� , �h� ] [5]

Queda claro que [4] es un intercambio irreversible, propio de un

sistema multiplicativo, en tanto que [5] sí es reversible y, por tanto, satisfaría

el principio de inversión temporal. Si U fuese más grande, por ejemplo U =500, ambos casos serían reversibles y si U fuese más pequeño, U = 20,

ambos irreversibles. Aunque no se presenta aquí, todos los resultados

obtenidos en este apartado son trasladables a modelos en los que se

introducen tasas de ahorro.

5. El significado de la Temperatura del sistema y su relación con la

velocidad del dinero. Ecuación cuantitativa del din ero

Cabe preguntarse por el sentido económico que pueda tener el

parámetro T de equilibrio que caracteriza a la distribución. Para ello, vamos a

estudiar la relación empírica que puede establecerse entre el modelo anterior,

de naturaleza estadística �(�, *), y la llamada Ecuación de cambio

desarrollada en el marco de la Teoría Cuantitativa del Dinero. Según ésta, en

cada momento, y en particular en situación de equilibrio termodinámico, se

debe verificar que el valor total de las transacciones que se realizan en la

94

economía, en un intervalo de tiempo fijado de antemano, ha de ser igual a la

cantidad de dinero existente en esa economía multiplicado por el número de

veces que el dinero cambia de manos. La expresión más sencilla de esta

igualdad viene dada por:

� · l = ) · m

P Nivel de precios (precio medio en el intervalo de tiempo considerado). En los modelos

planteados se obtendrá a partir de que ∆� ~,[1,100] / ∈ 0 �. Q Nivel de producción (aquí el volumen de transacciones “efectivamente” realizadas).

M Cantidad de dinero en el sistema, que es constante. En nuestro caso M=106.

V Número de veces que el dinero cambia de manos el período considerado, la velocidad

de circulación del dinero (magnitud adimensional).

En el contexto del modelo utilizado (en principio, sin ahorro ni

posibilidad de endeudamiento), sea Nn el número de iteraciones realizadas y

que tomaremos como el período de análisis al que se refiere la igualdad

anterior. Cada una de esas iteraciones es una posible transacción económica

entre dos agentes elegidos al azar. La probabilidad de que ocurra es

conocida, ya que es la tasa de transacciones efectivas, definida

anteriormente, sobre el total de iteraciones: P. De esa manera se puede

plantear entonces que el número de transacciones efectivas realizadas, Q,

en Nn iteraciones, se puede aproximar, por hipótesis, como: l = Nn · P.

Asúmase, como una primera aproximación, que P=< � > es el precio medio

del período y que, dado ∆� ~,[1, 100] / � ∈ 0, es conocido. De esta manera,

la ecuación del dinero, en términos de la velocidad, vendría dada como:

m = < � >) · Nn · P

Tomando Nn = ) = 109, se tiene que:

95

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

m =< � > · P [6]

Por tanto se estima una relación directa entre la velocidad del dinero

en circulación y la tasa de transacciones efectivas. Como se desprende de

los resultados obtenidos (véase Tabla 2), a medida que se consideran

escalones (U) más pequeños, por tanto, condiciones más restrictivas, la

proporción de iteraciones que devienen en una transacción efectiva

disminuye. Así, por ejemplo, para , = 1.000, un escalón tan grande que el

sistema es en la práctica equivalente a uno sin ningún tipo de restricción, el

63% de las iteraciones dan lugar a una transacción entre agentes, tal y como

se desprende del valor de t. Para , = 500, menos del 46% se transforma en

una relación comercial de intercambio y para , = 100 este valor es ya

únicamente de un 9%. Puesto que las transacciones disminuyen, el valor

promedio de las mismas (< � > · l) también lo hará y dada la constancia de

la masa monetaria M, necesariamente V debe disminuir. Esto se puede

entender directamente en términos de la “Ecuación de cambio”.

La figura 10 muestra claramente este efecto; el incremento de las

restricciones al comercio genera una pérdida de oportunidades de

transacción y el número de interacciones disminuye abruptamente. Si hay

menos transacciones, con una masa monetaria fija M, esto implica

necesariamente que el dinero se estanca, disminuye su movilidad de acuerdo

con la ecuación [6]. El valor de P se obtiene directamente de la simulación

contando el número de transacciones que derivan en acuerdo e intercambio;

por tanto un recuento de las iteraciones que devienen en cambio de posición

de los agentes implicados. Este análisis lo es desde una perspectiva

puramente económica; se simulan diversos escenarios para la relación entre

los agentes, se contabilizan el número de relaciones efectivas entre ellos y,

como se conoce el vector de precios que rige en los diversos modelos, se

obtienen conclusiones aplicando la Ecuación Cuantitativa del Dinero.

96

Figura 10. Relación entre la amplitud del escalón U y la tasa de transacciones

efectivas Φ

Figura 11. Temperatura monetaria (T) en relación con (U)

0,00%

10,00%

20,00%

30,00%

40,00%

50,00%

60,00%

70,00%

80,00%

0 200 400 600 800 1000

Trans. Efectivas vs Escalón Lineal (Trans. Efectivas vs Escalón)

0,00

20,00

40,00

60,00

80,00

100,00

0 200 400 600 800 1000

Temperatura vs Escalón Lineal (Temperatura vs Escalón )

97

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

Si la distribución empírica del dinero obtenida para cada escenario se

reemplaza por la aproximación dada por el ajuste de � (�) = !(*) · "B� (−� / * ), se puede relacionar el parámetro T de equilibrio con U. Como

se puede observar, figura 11, a medida que se consideran escalones más

pequeños la temperatura de equilibrio disminuye. Se evidencia, por tanto, una

relación empírica entre, T y U, por tanto, entre T y la probabilidad dada por P

y por ello entre T y V.

A menor valor de T, menor probabilidad de intercambio y velocidad

del dinero. A la inversa, si la probabilidad de intercambio se reduce, la

velocidad del dinero también lo hará y con ello, el sistema se enfría, es decir

el parámetro T de ajuste (en equilibrio) es menor. La figura 12 muestra la

relación empírica existente entre la temperatura del sistema y la velocidad de

intercambio del dinero. En un gas, la temperatura es una medida

macroscópica de la actividad de las partículas del sistema. Una mayor

temperatura es la consecuencia de una frecuencia superior en las colisiones

de las moléculas que lo forman y por ello de la transmisión de energía entre

ellas. Como se observa, la analogía de los modelos tipo gas, propios de la

Mecánica Estadística, con un sistema económico es casi total, de hecho,

incluso mucho más profunda de lo que se podría imaginar una vez que se ha

dotado de una interpretación económica al parámetro T. También aquí una

baja temperatura monetaria es la consecuencia de una menor actividad, de

un enfriamiento de la relaciones entre los agentes económicos.

Nótese que la relación entre Temperatura y Velocidad del dinero

obtenida es también válida para el caso de modelos puramente

multiplicativos, donde la distribución de ajuste es una Gamma en lugar de la

distribución de Boltzmann-Gibbs, por ejemplo en los modelos con ahorro.

98

Figura 12. Relación entre la amplitud del escalón U y la tasa de transacciones

efectivas Φ

6. Conclusiones

La Economía a diferencia de la Física, es una ciencia no

experimental; por tanto, es imposible controlar las condiciones para estudiar

cómo reacciona una economía ante cambios en los parámetros que la

definen. No obstante, se pueden realizar simulaciones numéricas de modelos

económicos que deparen resultados de interés. De hecho, el presente trabajo

es esencialmente una propuesta de Economía Computacional. Los modelos

de intercambio estocástico (KWEM), aun siendo muy elementales, son

capaces de proporcionar una idea de la distribución del dinero en la sociedad.

Su gran ventaja es que no se hace necesario detallar en exceso la forma de

interacción, tan solo hace falta conocer los estados inicial y final de la misma.

Parece, por tanto, que es la capacidad de modelar sistemas, de retener lo

que parece más importante, lo que permite predecir comportamientos en

0,00

5,00

10,00

15,00

20,00

25,00

30,00

35,00

0,00 20,00 40,00 60,00 80,00 100,00

Velocidad vs Temperatura Lineal (Velocidad vs Temperatura)

T

99

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

sistemas donde no se puede experimentar directamente. Obsérvese que

estos modelos, a diferencia de los planteamientos de la teoría económica,

hacen abstracción de cualquier tipo de hipótesis sobre el comportamiento de

los individuos, sus preferencias, motivaciones etc. El nivel microeconómico,

el de los individuos, no es relevante, lo importante es determinar qué estado

de equilibrio alcanza el sistema.

La primera consecuencia y quizás la más fundamental que se puede

extraer es que la desigualdad (en términos monetarios) es inherente a una

economía de mercado. Las simulaciones planteadas en ningún caso

convergen a un equilibrio igualitario (todos los agentes con cantidades

“similares” de dinero en los bolsillos) y esto es así independientemente de

cuál sea el punto de partida escogido o del tipo de intercambio planteado. La

desigualdad económica surge como un resultado natural en este esquema de

intercambios monetarios estocásticos independiente de cualquier factor

exógeno.

Una segunda consecuencia es que los efectos de la desigualdad

pueden ser mitigados, parcialmente, por la introducción de hábitos de ahorro.

El ahorro juega un papel atenuador de las desigualdades que se generan de

manera irremediable en este tipo de modelos de intercambio monetario.

Ninguno de los agentes está condenado a una bancarrota absoluta y los

niveles de pobreza son proporcionalmente mucho menores que los

observados en el caso sin ahorro. Si bien es cierto lo anterior, también lo es

que el libre intercambio entre los individuos permite que éstos tengan

probabilidades de modificar su posición monetaria. Pueden ganar o perder

dinero, pero en última instancia cabe la posibilidad de modificar su posición

(incluso la de pasar de pobres a ricos, o viceversa). Ahora bien, si sobre este

esquema se imponen restricciones a la libertad de los individuos, de modo

que ellos discriminen (o los discriminen) a la hora de efectuar transacciones

económicas se generan altos niveles de desigualdad. Por ejemplo, si un

100

individuo sólo comercia con otros similares a él en términos económicos- pero

que puede encubrir diferencias de posición social, espacial o de otro tipo- ello

supone que renunciará a oportunidades que le surjan y que de esta forma se

perderán posibilidades reales de intercambio. En este contexto de pérdida de

oportunidades de negocio, el sistema alcanza el equilibrio con una estructura

muy polarizada; una masa muy grande de pobres y otra pequeña de ricos que

se reparten el dinero total del sistema.

Pero quizás lo que es más relevante es que la movilidad de los

individuos se reduce y es mucho más difícil cambiar de posición. El modelo

con restricciones al intercambio da lugar a un sistema mucho más estático,

con muy pocas fluctuaciones. Un sistema encorsetado lleva a bloqueos en la

economía, y a su paralización. Por el contrario, si no se limitan las

transacciones entre individuos, por muy alejados económicamente que estén,

el sistema, como se dice en ecología, es autosostenible, con existencia de

clases sociales, pero con posibilidad de cambios de una a otra.

Otra manera de enfocar lo anterior es verlo en términos de la

velocidad de circulación del dinero, de la fluidez en su movimiento que

depende a su vez del número de intercambios económicos. Cuando el dinero

se estanca (se queda en los bolsillos) la ruleta de la economía deja de girar,

las oportunidades de intercambio disminuyen y el sistema se esclerotiza.

El concepto de Temperatura económica (que, a menudo, se usa en

un sentido figurado: “la economía se ha enfriado durante la crisis”, “la

economía estaba muy caliente en la época del ladrillo”) tiene un sentido

cuantitativo claro. Como se puede constatar en el marco de los modelos

anteriores se cuantifica lo cualitativo, relacionándolo con las posibilidades de

intercambio y con la velocidad de circulación del dinero.

101

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 71-103 Pedro Valverde Caramés. Econofísica. Mecánica estadística del dinero: consecuencias termodinámicas de la limitación…

Del análisis de estos modelos, en términos de gobernanza

económica, interesa que la acción pública vaya en el sentido de garantizar la

movilidad económica: conviene que se generen oportunidades de negocio

para que los individuos puedan intervenir. Si el dinero se mueve; se presta,

se intercambia, se compra, se vende, las posibilidades de participar, de entrar

en juego, son mucho mayores que en un sistema detenido y carente de

posibilidades. Parece claro que existen más oportunidades de movilidad

social en un sistema con fluctuaciones constantes, reflejo de un equilibrio

estadístico dinámico, que en el marco de un equilibro estático.

Fecha de recepción del artículo: 05 de mayo de 2015

Fecha de aceptación definitiva: 21 de julio de 2015

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104

105

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. 105 - 134

ANÁLISIS DEL IMPACTO DE LAS PRESTACIONES

SOCIALES RETROACTIVAS EN MUESTRA DE CIEN

EMPRESAS VENEZOLANAS. MODELO DE REGRESIÓN

LINEAL MULTIVARIANTE

IMPACT DETERMINATION OF THE NEW VENEZUELAN SOCIAL

INDEMNITIES IN A SAMPLE OF 100 COMPANIES

Evaristo Diz Cruz 1

Actuario. E.Diz Actuarial Services and Consulting. Venezuela

Resumen

El articulo trata el problema de determinar el impacto de las nuevas

prestaciones sociales vigentes en Venezuela desde el año 2012 en términos

del diferencial entre la Retroactividad y la Garantía. Para lograr lo anterior se

ajustó un modelo estadístico multivariable que explicará el diferencial de

prestaciones en función de un grupo de variables predictoras demográficas,

con el objetivo de determinar la importancia relativa de cada una de ellas en

el monto total diferencial. Lo anterior se hizo en base a una muestra de cien

empresas de distintos sectores industriales. Se encontró que las variables

explicativas de mayor contribución a la explicación del monto diferencial

fueron el número de empleados de la empresa, el monto total reservado de

Garantía y el Salario Integral Promedio de cada una de las empresas, todas

ellas significativas al 5%.

1Correo electrónico: [email protected].

106

Palabras Claves

Prestaciones sociales; Retroactividad; Garantía; Análisis estadístico

multivariable; Ajuste de curvas y distribuciones; Modelos de regresión

multivariable.

Abstract

The main objective of this paper was determining the impact of the new labor

law placed in Venezuela in the year 2012 in term of the differential cost

between Retroactivity and Guarantee. In order to achieve this, it was

developed a multivariate linear model that explain the differential as a function

of the predictive variables. It was found that the number of employees, level

of the guarantee and integral salary were the key and critical variables in the

model, all of them significant at 5%.

Keywords

Severance payments; Retroactivity; Multivariable linear regression models;

Statistical analysis; Distribution curves fits.

JEL: C65, G23, J64.

1. Motivación y Justificación de la Investigación . Objetivo

Uno de los grandes problemas a nivel gerencial es hacer pronósticos

prospectivos del costo adicional para las empresas del nuevo régimen de

prestaciones sociales en Venezuela para distintos sectores industriales.

Cuando el número de empleados es relativamente grande pudiera ser

bastante laborioso y hasta complicado determinar el impacto del pasivo

107

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

máximo diferencial en un periodo de tiempo corto. Cuando no se puede

esperar al procesamiento individual para la toma de decisiones es imperativo

disponer de un modelo que permita con un grupo de variables relativamente

pequeño hacer cálculos aproximados de los potenciales compromisos. En

este sentido, esta investigación pretende dar respuesta a la problemática

antes planteada y al mismo tiempo conocer cuáles son las variables claves y

críticas que explican este impacto en un modelo estadístico multivariable

reducido.

El objetivo central de esta investigación es encontrar un modelo de

regresión lineal o no lineal multivariable que explique el comportamiento del

denominado Diferencial de Prestaciones como una función de otras variables

de tipo demográfico y financiero con el objeto de poder predecir el

costo/impacto para las empresas dados unos datos específicos. El ajuste de

un modelo permitiría conocer también qué variables aportan más al

diferencial en términos de costo y cuáles no aportan. La idea subyacente es

encontrar una relación lineal del tipo (en el caso lineal):

I(B) = o 5� · B� + "� , " ~ �(0, pq)

Dadas )(xf variable dependiente y jx variables predictoras o

explicativas se pretende, en un principio, explorar distintos modelos de

regresión lineal multivariable. Se utilizarán varias funciones para encontrar los

diferentes modelos y se elegirá aquel que tenga, bajo el principio de

parsimonia, la estructura más elemental con el menor número de variables

posibles que explique la máxima variabilidad de los datos.

Pasivo Máximo Teórico diferencial

Componente Determinístico

Componente Estocástico

108

2. Modelo matemático para el cálculo de las Prestac iones Sociales

En Venezuela, con la reforma de las Prestaciones Sociales

establecidas en la Ley Orgánica del Trabajo, se plantearon dos cálculos

distintos y complementarios. Por un lado, las Prestaciones Sociales por

Garantía, las cuales se determinan igual que en la vieja ley, donde se aplica

una tasa de acumulación a los salarios que van devengando los empleados

en el tiempo y se explicarán a continuación en el desarrollo del modelo, y las

Prestaciones Sociales Retroactivas, las cuales se determinan multiplicando

el último salario ganado por el trabajador por el tiempo acumulado en ese

momento. La ley establece como beneficio final el máximo de los dos

cálculos, al momento que el empleado se retira o sale de la compañía por

cualquier razón.

En general, el cálculo de las prestaciones se deriva como sigue:

:x Edad actual del empleado.

:y Edad de ingreso a la empresa.

:xG Prestaciones Sociales por Garantía a la edad x.

xT : Tasa de ganancias de Beneficio de las prestaciones sociales a la edad x (la

tasa varia con los años de servicios del empleado en la empresa).

xR : Prestaciones Sociales Retroactivas.

x∆ : Diferencial de Prestaciones entre las Prestaciones Sociales Retroactivas y

la Garantía (pasivo máximo teórico diferencial).

xSI : Salario Integral del empleado a la edad x. Este salario es el salario básico

mensual más otros pagos y bonificaciones contempladas en la Ley Orgánica

del Trabajo de Venezuela.

Las tasas aplicables de las prestaciones sociales se determinan de

la siguiente manera:

109

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

Tabla 1. Tasas aplicables a las prestaciones sociales

Tasas Tiempo2 Acumulación3

60 1 60

62 2 60+62

. .

90 15 906260 L++

Fuente: elaboración propia.

Gráfico 1. Evolución de la tasa. Prestaciones sociales por garantía

La garantía a un año específico t viene dada por:

( ) ( )tttt SITGG ·1 += −

2 Al final de cada tiempo t se ganan un número de días de salario dado por T. 3 Las tasas se acumulan con los nuevos salarios de cada año futuro, es decir el primer año se

pagan 60 días al salario final del primer año. El segundo año se acumula el monto anterior más

62 días al nuevo salario y así sucesivamente, hasta un máximo de 90 días; de ahí en adelante,

permanece constante en el tiempo.

60

62N

N

90 días

t

( )tfT =

110

La expresión anterior define una ecuación de diferencias

acumulativas donde la garantía en t es la acumulación de las que había en

)1( −t más el adicional de la nueva tasa por el nuevo salario integral ganado

en t. Teniendo en cuenta que 00 =G y 601 =T , se cumple:

11101 ·60· SISITGG =+=

212212 ·62·60· SISISITGG +=+=

3322113 ··· SITSITSITG ++= y, en general:

∑=

=t

jjjt SITG

1

·

>≤≤+

=1590

150·260

tsi

tsitT j

Gráfico 2. Evolución del salario

t0SI

tSI

tSI

111

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

La última expresión se puede entender cómo un acumulativo del

salario ajustado por las tasas jT que se van ganando a lo largo del tiempo.

Gráfico 3. Prestaciones sociales

La Retroactividad se determina como ( ) ( )tSIR tt ·= , es decir, su

cálculo es directamente proporcional al sueldo o salario actual integral y al

tiempo de servicio acumulado hasta ese año. Cuando uno compara ambas

fórmulas de prestaciones sociales consigue lo recogido en el gráfico 4. Existe

un intervalo de t > kt donde la retroactividad supera la garantía; obviamente

en ktt = se cumple que tt RG = 4, es decir, un punto de indiferencia o

quiebre entre ambos beneficios sociales. Siendo s la tasa de aumento salarial

anual, la evolución de los salarios exhibe un crecimiento geométrico y/o

exponencial como sigue:

4 Por la Ley de las Prestaciones Sociales, la garantía G se registra año tras año y generalmente

se encuentra en un Fideicomiso Bancario. Por el contrario, el Diferencial de las Prestaciones

Sociales a pagar y el pasivo actuarial generalmente se tienen en una reserva en libros.

∆ > 0

∆ ˂ 0

Punto de Equilibrio

Curva

tk

Rt

Gt

112

)1(·1 sSISI tt += −

………..

tt sSISI )1(·0 +=

La tasa de aumento salarial puede ser constante en todo el horizonte

de valoración o variable.

Gráfico 4. Tasa constante y variable

En Venezuela, dado los niveles de inflación observados en los últimos

5 años, es deseable comenzar el horizonte de la valoración con tasas de

ajuste salarial relativamente altas e ir disminuyendo hasta un umbral menor

en el periodo de, aproximadamente, 10 – 12 años, donde se asume bajo el

escenario escogido y pautado con las empresas participantes una mejora

progresiva de la economía. El diferencial de Prestaciones Sociales viene

dado por:

tttt GRD ∆=−=

113

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

( )

>>

==ttt

tttttt RGsiG

GRsiRGRMAXPSP ,

tPSP : Prestaciones Sociales a pagar en el instante t

tD : Pasivo máximo teórico diferencia en t

Obviamente, el diferencial tD 5 puede ser positivo o negativo

dependiendo de qué tipo de prestación domina a la otra; en este sentido, tD

puede también expresarse así:

( ) tttt GGRMAXD −= ,

Si 0≤tD no hay impacto adicional; por lo tanto estamos interesados

en aquellos casos de empleados donde la t∆ > 0 es decir tR > tG .

3. Bases metodológicas de la investigación y modelo de datos

Para llevar a cabo esta investigación se tomó en cuenta una muestra

por conveniencia de 100 empresas, la mayoría de ellas multinacionales de

distintos sectores industriales con el fin de determinar su impacto desde el

punto de vista financiero (para una descripción de las empresas consideradas

en la muestra ver la data en el anexo I). Participaron 100 empresas de 12

sectores industriales distintos y los datos obtenidos se consolidaron como se

indica a continuación:

5 El nuevo régimen de prestaciones sociales exige el cálculo de la retroactividad y comparar este

valor con la garantía de manera que se otorga/reconoce al empleado el máximo de ambos

conceptos.

114

Tabla 2. Número de empresas por sector y consolidación de datos

Sector Descripción Nº de empresas

1 Industria Agropecuaria 4

2 Productos Energéticos(Petróleo y gas) 13

3 Fabricantes Bienes de Capital 3

4 Industria Farmacéutica 34

5 Equipos Audiovisuales 11

6 Industria Automotriz 7

7 Industria Hotelera 1

8 Industria Tecnológica 5

9 Industria de Alimentos 7

10 Carga Marítima 1

11 Entidad financiera 1

12 Ascensores 13

Fuente: elaboración propia.

Descripción de las Variables Nomenclatura Unidades

a) ID: Identificación de la Empresa ID Identificación

b) #: Número de Empleados Empleados Número

c) Composición por Sexo %M, %F %

d) Antigüedad Promedio Servicio Años

e) Edad Promedio Edad Años

f) Salario Integral Promedio SI Bolívares

g) Monto Acumulado en Garantía G Bolívares

h) Monto en Prestaciones a pagar PSP Bolívares

i) Distribución del Monto Total a Pagar PSP = R + 61 Bolívares

i.1 Por Retroactividad R Bolívares

i.2 Por Garantía G1 Bolívares

j) Diferencial de Prestaciones Sociales o Pasivo Máximo

Diferencial Teórico

DIF = PSP - G Bolívares

115

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

4. Estadística Descriptiva y modelo de regresión li neal multivariable

4.1. Estadística descriptiva

De la estadística descriptiva se desprende a nivel consolidado lo

siguiente:

Tabla 3. Datos demográficos muestrales

Sector Servicio

Promedio

Promedio

salarial

Nº Empleados

(E)

Edad

Promedio

1 8,32 25.572,89 3.681 37,83

2 8,61 30.826,28 6.922 39,80

3 10,23 22.066,65 754 38,81

4 6,60 31.806,36 18.913 37,93

5 7,19 22.470,33 9.008 36,97

6 8,34 26.871,50 4.221 37,57

7 8,81 20.141,38 430 38,06

8 5,83 27.124,07 1.104 35,93

9 6,32 28.658,28 5.119 34,30

10 9,78 18.405,65 96 38,76

11 6,64 23.622,81 2.831 34,77

12 7,59 28.742,48 4.189 37,11

Fuente: elaboración propia.

Variables

Datos

nm

n

xx

DatosdeMatriz

xxx

L

M

L

1

1211

Columnas

Filas

116

4.2. Modelo de Regresión lineal Multivariable

Es importante destacar que se inició el análisis con las 4 variables

que se consideraron como de mayor importancia en base a la experiencia en

el área y la estructura de los datos para explorar los distintos modelos de

regresión multivariable: Edad, Empleados, Garantía y Salario. Se exploraron

en total 16 modelos de regresión multivariante donde se incluyeron distintas

combinaciones de las variables predictoras escogidas. Se estableció una

variable dependiente Dt (DIF), manteniendo como independientes las citadas

con anterioridad y el número de casos completos fue de 98.

Tabla 4. Resultados de los Modelos

Modelo Variables CME R2 R2 ajustada Cp

1 7,53792E15 0,0 0,0 428,719 2 A 7,53792E15 1,03093 0,0 430,291 3 B 4,48188E15 41,1552 40,5423 214,77 4 C 1,60011E15 78,9914 78,7725 16,2363

5 D 7,07361E15 7,12702 6,15959 393,322 6 AB 4,46185E15 42,0284 40,8080 212,188 7 AC 1,61293E15 79,0436 78,6024 17,9621 8 AD 7,11139E15 7,60357 5,65838 392,822 9 BC 1,46685E15 80,9416 80,5403 8,00329 10 BD 3,728E15 51,5631 50,5433 162,158

11 CD 1,43614E15 81,3406 80,9477 5,90955 12 ABC 1,48147E15 80,9543 80,3464 9,93666 13 ABD 3,7481E15 51,8146 50,2768 162,838 14 ACD 1,45141E15 81,3408 80,7452 7,90861 15 BCD 1,38208E15 82,2321 81,6650 3,2318 16 ABCD 1,39347E15 82,2762 81,5139 5,0

Esta tabla muestra los resultados de ajustar varios modelos de

regresión múltiple para describir la relación entre DIF y las 4 variables

predictoras. Los modelos se han ajustado conteniendo todas las

combinaciones desde 0 hasta 4 variables. Las estadísticas tabuladas incluyen

el cuadrado medio del error (CME), los valores de R2 ajustada y sin ajustar, y

el estadístico Cp de Mallows. Para determinar cuáles modelos son mejores

117

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

de acuerdo a estos diferentes criterios, de todos ellos se escogió el que tiene

mayor 2R ajustado.

Tabla 5. Modelos según mayor R2 ajustada

Modelo Variables CME R2 R2 ajustada Cp 15 BCD 1,38208E15 82,2321 81,6650 3,2318

16 ABCD 1,39347E15 82,2762 81,5139 5,0

11 CD 1,43614E15 81,3406 80,9477 5,90955 14 ACD 1,45141E15 81,3408 80,7452 7,90861 9 BC 1,46685E15 80,9416 80,5403 8,00329

12 ABC 1,48147E15 80,9543 80,3464 9,93666 4 C 1,60011E15 78,9914 78,7725 16,2363 7 AC 1,61293E15 79,0436 78,6024 17,9621

10 BD 3,728E15 51,5631 50,5433 162,158 13 ABD 3,7481E15 51,8146 50,2768 162,838 6 AB 4,46185E15 42,0284 40,808 212,188 3 B 4,48188E15 41,1552 40,5423 214,77 5 D 7,07361E15 7,12702 6,15959 393,322 8 AD 7,11139E15 7,60357 5,65838 392,822

2 A 7,53792E15 1,03093 0,0 430,291

1 7,53792E15 0,0 0,0 428,719

Gráfica de R-Cuadrada Ajustada para DIF

0 1 2 3 4 5 6

Número de Coeficientes

0

20

40

60

80

100

R-C

uadr

ada

ajus

tada

118

La tabla muestra los modelos que dan los valores más altos de R2,

que mide la proporción de variabilidad en DIF que es explicada por el modelo.

Valores grandes de R2 ajustada corresponden a valores pequeños de

cuadrado medio del error (CME). Se muestran hasta 5 modelos en cada

subconjunto de entre 0 y 4 variables. El mejor modelo contiene 3 variables:

Empleados (E), Garantía (G) y Salario (S). Cuando se relacionan la variable

diferencial (variable dependiente) con el Salario Integral, el número de

empleados y la garantía acumulada bajo un modelo lineal multivariante se

observa lo siguiente:

r = 53 + 5s · �Jr + 5q · tr + 5u · Nr + " , " ~ �(0, pq)

Este es el modelo que finalmente se escogió para descubrir la

relación del diferencial versus las variables predictoras antes mencionadas y

todas las variables son significantes al 5%.

Tabla 6. Valores básicos de la regresión

Parámetro Estimación Error estándar Estadístico T Valor p

Constante -2,78825E7 9,65982E6 -2,88644 0,0048

Empleados -14342,0 6.604.02 -2,1717 0,0324

Garantía 0,598009 0,0469475 12,7378 0,0000

Salario 807,245 308,945 2,61291 0,0105

Fuente: elaboración propia.

Tabla 7. Análisis de Varianza

Fuente Suma

Cuadrados

GL Cuadrado

medio

Razón-

F

Valor p

Modelo 6,01263E17 3 2,00421E17 145,01 0,0000

Residuo 1,29915E17 94 1,38208E15

Total (Corr.) 7,31178E17 97

Fuente: elaboración propia.

119

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

El valor p apoya el modelo de regresión resultante al 95% de

confianza estadística.

Gráfico 5. DIF. Valores observados versus predicciones

Fuente: elaboración propia.

• R-cuadrado = 82,2321 %

• R-cuadrado (ajustado)6 = 81,665 %

• Error estándar del est. = 3,71763E7

• Error absoluto medio = 2,13953E7

• Estadístico Durbin-Watson = 1,83343 (p=0,2021)

• Autocorrelación de residuos en retraso 1 = 0,0803712

La salida muestra los resultados de ajustar un modelo de regresión

lineal múltiple para describir la relación entre r (DIF) y 3 variables

independientes. La ecuación del modelo ajustado es:

r = −2,78825N7 − 14342 · N + 0,598009 · t + 807,245 · �J

Puesto que el p-valor en la tabla ANOVA es menor que 0,05, existe

una relación estadísticamente significativa entre las variables con un nivel de

6 Ajustado por el tamaño de la muestra y el número de parámetros a estimar.

Gráfico de DIF

-2 8 18 28 38 48 58(X 1,E7)predicho

-2

8

18

28

38

48

58(X 1,E7)

ob

serv

ad

o

120

confianza del 95%. El estadístico vq indica que el modelo así ajustado explica

el 82,2321% de la variabilidad en r. El estadístico vq ajustado, que es más

apropiado para comparar modelos con diferente número de variables

independientes, es 81,665%. El error estándar del estimado muestra que la

desviación estándar de los residuos es 3,71763E7. Este valor puede usarse

para construir límites para nuevas observaciones. El error absoluto medio

(MAE) de 2,13953E7 es el valor promedio de los residuos. El estadístico de

Durbin-Watson (DW) examina los residuos para determinar si hay alguna

correlación significativa basada en el orden en el que se presentan en el

archivo de datos. Puesto que el p-valor es mayor que 0,05, no hay indicación

de una autocorrelación serial en los residuos con un nivel de confianza del

95%. Para determinar si el modelo puede simplificarse, nótese que el p-valor

más alto de las variables independientes es 0,0324, que corresponde a

Empleados. Puesto que el p-valor es menor que 0,05, ese término es

estadísticamente significativo con un nivel de confianza del 95%.

Consecuentemente, no queremos eliminar ninguna variable del modelo.

Gráfico 6. Componente Residuo para DIF

Fuente: elaboración propia.

Gráfico Componente+Residuo para DIF

0 2 4 6 8 10(X 1000,0)Empleados

-14

-4

6

16

26(X 1,E7)

efe

cto

de

co

mp

on

en

te

121

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Tabla 8. Intervalos de confianza del 95% para las estimaciones de los

coeficientes

Parámetro Estimación E. estándar Límite inferior Límite superior

Constante -2,78825E7 9,65982E6 -4,70623E7 -8,70265E6

Empleados -14.342,0 6.604.02 -27.454,4 -1.229,5

Garantía 0,598009 0,0469475 0,504793 0,691224

Salario 807,245 308,945 193,826 1.420,66

Fuente: elaboración propia.

Esta tabla muestra intervalos de confianza del 95% para los

coeficientes en el modelo. Los intervalos de confianza muestran con qué

precisión pueden estimarse los coeficientes dados la cantidad de datos

disponibles y el nivel de ruido que está presente.

Tabla 9. Residuos Atípicos

Fila Y Y predicha Residuo R estudentizado

47 1,7636E8 2,03282E8 -2,69214E7 -2,06

48 2,05109E8 2,84636E8 -7,95269E7 -2,35

74 4,10454E8 1,8367E8 2,26784E8 9,08

76 2,22293E8 8,10793E7 1,41213E8 4,17

94 7,45925E7 1,48823E8 -7,42307E7 -2,07

96 5,34074E8 4,74345E8 5,97289E7 2,04

Fuente: elaboración propia.

La tabla de residuos atípicos enlista todas las observaciones que

tienen residuos estudentizados mayores a 2, en valor absoluto. Los residuos

estudentizados miden cuántas desviaciones estándar se desvía cada valor

observado de r del modelo ajustado, utilizando todos los datos excepto esa

observación. En este caso, hay 6 residuos estudentizados mayores que 2 y 2

mayores que 3. Es conveniente examinar detenidamente las observaciones

122

con residuos mayores a 3 para determinar si son valores aberrantes que

debieran ser eliminados del modelo y tratados por separado.

Gráfico 7. Gráfico de residuos

Fuente: elaboración propia.

Los residuos exhiben un comportamiento bastante bueno en términos

de su normalidad. Sugerimos hacer caso omiso a los dos residuos mayores

que 3 y, en efecto, en el modelo, al correrlo de nuevo, se encuentran

básicamente los mismos coeficientes con una mejora del R2 ajustado por el

orden del 0.5%.

A continuación, se muestran dos gráficos muy importantes asociados

a la distribución de los diferenciales de prestaciones o pasivos máximos

teóricos diferenciales y un scatterplot de diferenciales versus la garantía. Los

gráficos indican claramente una densidad mayor de diferenciales pequeños,

lo cual está en línea con los valores demográficos observados en la muestra.

De igual manera, en el gráfico de puntos se observa que la mayoría de los

puntos se concentra en niveles bajos de garantía y orientados en la bisectriz

del plano (r, tr), con algunos puntos atípicos ya antes señalados. Los

mayores diferenciales en términos de variabilidad se observan en tres

Gráfico de Residuos

0 20 40 60 80 100número de fila

-10

-6

-2

2

6

10

Re

did

uo

Est

ud

en

tiza

do

123

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

sectores: sector 1 (Industria agropecuaria), sector 6 (Industria automotriz) y

sector 9 (Industria de alimentos).

Gráfico 8. Diferenciales versus Garantía

Fuente: elaboración propia.

Gráfico 9. Variable DIF por sector

Fuente: elaboración propia.

Gráfico de DIF vs G

0 2 4 6 8 10(X 1,E8)G

0

1

2

3

4

5

6(X 1,E8)

DIF

Histograma

-3 7 17 27 37 47 57(X 1,E7)DIF

0

20

40

60

80

frec

uenc

ia

123456789

101112

Gráfico Caja y Bigotes

0 1 2 3 4 5 6(X 1,E8)DIF

Sec

tor

124

5. Hallazgos de la Investigación

De todos los modelos de regresión multivariables que se exploraron

se encontró un modelo lineal estadístico relativamente bueno para hacer

estimaciones del impacto del nuevo régimen de prestaciones sociales en

función de solo tres variables claves y críticas que explican razonablemente

el impacto de las empresas: el número de empleados, la garantía acumulada

y el promedio del salario integral mensual. De todas ellas la más importante

en términos de significancia estadística al 5% es el monto de la garantía

acumulada, le sigue el salario y, por último, el número de empleados que tiene

la empresa. Apartando el término constante del modelo (a0 = -278825E7), la

variable que más contribuye al impacto como coeficiente marginal es el

número de empleados con signo negativo después el salario y por último la

garantía. Uno esperaría que el número de empleados tuviera signo positivo,

es decir, a mayor número de empleados, mayor magnitud del diferencial o

(pasivo máximo teórico diferencial), sin embargo esto no es necesariamente

cierto, pues siempre es posible que un grupo de empleados de la empresa

no alcance necesariamente la retroactividad. Solo ocurriría en un subconjunto

de ellos que la alcanzaría, en particular, cuando se verifica que tt GR > y

esto depende altamente del servicio acumulado.

Del análisis estadístico descriptivo por sector y consolidado, se

observa que el diferencial total observado en la muestra es del orden de

4.340,92 millones de Bolívares; cuando se expresa como un % de la garantía

estamos hablando de un 46.04%. En teoría, ésta sería la obligación adicional7

no reconocida para cubrir el 100% de Prestaciones Sociales Totales.

7 En la práctica se realizan estudios actuariales para determinar el PBO o Pasivo Actuarial del

diferencial pues la empresa se considera como una empresa en marcha y, en teoría,

dependiendo de los supuestos e hipótesis actuariales, no necesariamente se debería cubrir este

diferencial en su totalidad.

125

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

Gráfico 10. Resultados a nivel consolidado

Fuente: elaboración propia. Millones de bolívares fuertes.

Gráfico 11: descomposición de la obligación

G D

PSP

R

G1

PSP = G1 + R

PSP = G + D

G + D = G1 + R

D = G1 + R - G

A pagar Total

A pagar por Garantía

A pagar por

Retroactividad

Se cumple

Garantía Acumulada

en la ReservaDéficit

PSP

PSP: 13.767.28 G: 9.426.35 D: 4.340.92

PSP G

MAX (G, R)

MMBs

D = MAX (G,R) - G

126

En cuanto a cómo se distribuyen las Prestaciones Sociales a pagar

PSP en retroactividad y garantía se obtiene: PSP = 13.767.28, R = 10.982.99

(79.77%) y G1= 2.784.29, lo cual indica que la mayoría del monto pagado es

por retroactividad y el remanente por garantía propiamente dicha. Lo anterior

se puede describir como se indica en el gráfico 11.

6. Conclusiones

Se encontró un modelo lineal estadístico razonablemente bueno para

hacer estimaciones del impacto del nuevo régimen de prestaciones sociales,

en función de solo tres variables claves y críticas que explican el impacto en

las empresas. Estas variables son: el número de empleados, la garantía

acumulada y el promedio del salario integral mensual. De todas ellas la más

importante en términos de significancia estadística al 5%, es el monto de la

garantía acumulada, le sigue el salario y por último el número de empleados

que tiene la empresa.

Apartando el término constante del modelo (el a0 = -278825E7), la

variable que más contribuye al impacto como coeficiente marginal es el

número de empleados con signo negativo después el salario y por último la

garantía. Uno esperaría que el número de empleados tuviera signo positivo,

es decir, a mayor número de empleados mayor magnitud del diferencial o

(pasivo máximo teórico diferencial), sin embargo esto no es necesariamente

cierto, pues siempre es posible que un grupo de empleados de la empresa

no alcance necesariamente la retroactividad. Solo un subconjunto de ellos

donde se verifica que tt GR > y esto depende altamente del servicio

acumulado.

Fecha de recepción del artículo: 21 de abril de 2015

Fecha de aceptación definitiva: 28 de junio de 2015

127

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

7. Bibliografía

[1] Llaugel, F.A. y A. I. Fernández (2011): “Evaluación del uso de modelos de

regresión logística para el diagnóstico de instituciones financieras”. Ciencia y

Sociedad, Vol. XXXVI, nº 4, octubre-diciembre. Instituto tecnológico de Santo

Domingo. República Dominicana. Págs.590-627.

[2] Mashhadifarahani, O.; N. Rezavi y L. Hatami-Shirkouhi (2013): “A

combined principal component analysis-regression analysis model to study

the effect on technical efficiency of bad loans in bank industry”.

TheJournalTehnickivjesnik - TechnicalGrazette 20-(6): 1071-1075.

[3] Pérez, C. (2004): Técnicas de análisis multivariante de datos: aplicaciones

con SPSS. Madrid. Pearson.

[4] Diz Cruz, E. (2015): Teoría de Riesgo. Ecoe Ediciones. Cuarta Edición.

Tercera edición (2009).

[5] Diz Cruz, E. (2014): “Modelización actuarial de las nuevas prestaciones

sociales en Venezuela”. Economía Española y Protección Social, VI. Págs.

245-272.

[6] Diz Cruz, E. (2013): Planes y Beneficios de Pensiones y Seguros.

Ediciones de la U. Primera Edición.

[7] Gaceta Oficial (2014): Nuevo Reglamento de la Ley Orgánica del Trabajo

Venezolana.

128

Anexo I. Datos muestrales demográficos

ID Sector Interes Empleados Salario Edad Servicio

1,00 1,00 24,00 1.522,00 27.049,01 43,58 12,88

2,00 1,00 25,00 2.061,00 33.502,51 37,65 9,30

3,00 1,00 24,00 61,00 23.288,97 37,33 6,59

4,00 1,00 25,00 37,00 18.451,08 32,74 4,52

5,00 2,00 24,00 27,00 21.716,25 39,86 4,34

6,00 2,00 20,00 102,00 57.277,62 40,83 5,86

7,00 2,00 24,00 375,00 22.675,40 37,17 8,32

8,00 2,00 22,00 8,00 22.604,27 48,01 6,80

9,00 2,00 24,00 148,00 30.821,22 42,84 15,09

10,00 2,00 24,00 79,00 52.193,72 39,96 8,23

11,00 2,00 24,00 32,00 28.451,47 42,59 14,19

12,00 2,00 24,00 23,00 23.117,96 41,98 13,16

13,00 2,00 24,00 518,00 46.365,16 36,03 6,61

14,00 2,00 25,00 1.610,00 31.438,25 36,16 7,49

15,00 2,00 25,00 1.412,00 19.752,44 40,53 9,09

16,00 2,00 24,00 1.178,00 14.980,48 36,28 3,64

17,00 2,00 28,00 1.410,00 26.972,56 35,10 9,07

18,00 3,00 22,00 69,00 19.816,85 39,89 10,56

19,00 3,00 24,00 372,00 25.255,74 38,09 9,77

20,00 3,00 22,00 313,00 21.127,37 38,45 10,37

21,00 4,00 24,00 59,00 38.538,04 33,02 5,78

22,00 4,00 19,00 149,00 34.230,85 63,78 9,09

23,00 4,00 25,00 590,00 27.681,23 35,99 6,16

24,00 4,00 25,00 373,00 26.856,29 40,01 9,83

25,00 4,00 24,00 1.150,00 11.182,42 34,92 5,65

26,00 4,00 24,00 804,00 10.400,75 36,46 6,01

27,00 4,00 24,00 186,00 23.902,60 36,66 6,24

28,00 4,00 24,00 21,00 36.190,38 35,35 5,93

29,00 4,00 25,00 35,00 39.091,48 37,16 3,21

30,00 4,00 25,00 62,00 36.200,52 32,72 6,01

31,00 4,00 31,00 55,00 53.712,43 37,53 5,00

32,00 4,00 24,00 152,00 26.516,86 36,76 4,93

33,00 4,00 24,00 195,00 22.514,74 40,82 9,10

34,00 4,00 24,00 155,00 39.244,97 39,50 7,66

35,00 4,00 24,00 272,00 3.700,13 38,00 9,18

36,00 4,00 25,00 479,00 23.247,80 36,90 7,62

37,00 4,00 23,00 286,00 49.285,12 40,13 6,78

38,00 4,00 18,00 649,00 26.203,81 40,20 11,54

39,00 4,00 31,00 780,00 37.729,23 39,02 9,06

40,00 4,00 24,00 544,00 36.742,36 39,83 7,26

41,00 4,00 27,00 1.147,00 28.447,14 36,08 5,17

42,00 4,00 25,00 8.388,00 16.515,31 29,53 3,76

43,00 4,00 24,00 18,00 32.901,31 36,99 9,28

44,00 4,00 31,00 37,00 38.918,69 34,76 4,14

45,00 4,00 24,00 45,00 52.839,92 35,49 4,75

46,00 4,00 24,00 54,00 37.110,94 38,03 4,56

47,00 4,00 24,00 250,00 26.499,74 37,00 6,14

48,00 4,00 25,00 657,00 37.524,20 38,29 9,65

49,00 4,00 24,00 174,00 33.821,35 37,18 5,76

50,00 4,00 24,00 160,00 34.602,45 38,34 6,70

129

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

ID Sector Interes Empleados Salario Edad Servicio

51,00 4,00 24,00 314,00 41.821,67 38,77 6,31

52,00 4,00 24,00 627,00 32.358,96 39,14 9,16

53,00 4,00 24,00 24,00 35.930,49 34,45 3,79

54,00 4,00 24,00 22,00 28.952,13 40,68 3,19

55,00 5,00 24,00 77,00 21.989,31 33,95 4,01

56,00 5,00 22,00 728,00 17.087,90 34,61 4,51

57,00 5,00 24,00 190,00 11.160,86 31,57 4,76

58,00 5,00 24,00 318,00 15.547,83 39,73 8,24

59,00 5,00 24,00 702,00 18.531,89 36,10 8,43

60,00 5,00 24,00 147,00 14.869,68 40,84 7,92

61,00 5,00 24,00 197,00 25.814,34 39,65 8,23

62,00 5,00 25,00 505,00 32.004,77 40,43 10,22

63,00 5,00 28,00 1.736,00 33.610,35 34,94 5,71

64,00 5,00 22,00 864,00 15.099,95 40,07 10,09

65,00 5,00 17,00 3.544,00 41.456,75 34,80 7,02

66,00 6,00 28,00 2.327,00 28.887,30 39,55 11,42

67,00 6,00 24,00 28,00 30.511,16 34,85 8,21

68,00 6,00 25,00 1.672,00 21.704,08 40,01 11,26

69,00 6,00 24,00 43,00 15.211,51 39,50 8,07

70,00 6,00 24,00 51,00 39.125,64 36,05 6,61

71,00 6,00 24,00 55,00 17.477,77 34,86 6,92

72,00 6,00 24,00 45,00 35.183,02 38,20 5,88

73,00 7,00 25,00 430,00 20.141,38 38,06 8,81

74,00 8,00 24,00 640,00 13.984,37 32,76 2,87

75,00 8,00 25,00 51,00 33.246,08 38,89 11,57

76,00 8,00 24,00 76,00 16.674,83 34,65 5,04

77,00 8,00 24,00 188,00 24.111,76 36,02 4,35

78,00 8,00 25,00 149,00 47.603,30 37,34 5,30

79,00 9,00 25,00 2.716,00 31.891,57 37,11 10,21

80,00 9,00 24,00 1.098,00 44.281,30 36,85 8,76

81,00 9,00 25,00 49,26 42,888,38 33,56 6,65

82,00 9,00 25,00 171,00 29.955,89 34,54 3,72

83,00 9,00 24,00 182,00 44.655,43 33,47 4,86

84,00 9,00 22,00 877,00 9.261,69 37,30 6,47

85,00 9,00 25,00 26,00 11.903,78 27,29 3,60

86,00 10,00 25,00 96,00 18.405,65 38,76 9,78

87,00 11,00 25,00 2.831,00 23.622,81 34,77 6,64

88,00 12,00 24,00 322,00 2.038,49 37,23 7,19

89,00 12,00 25,00 216,00 15.847,75 39,56 10,61

90,00 12,00 24,00 296,00 51.099,07 37,74 9,35

91,00 12,00 24,00 302,00 47.199,45 38,29 9,77

92,00 12,00 24,00 147,00 29.857,33 42,50 12,68

93,00 12,00 25,00 180,00 29.830,09 35,10 6,81

94,00 12,00 22,00 373,00 13.671,21 31,94 2,88

95,00 12,00 25,00 394,00 14.130,93 36,01 5,84

96,00 12,00 26,00 893,00 76.928,95 38,65 10,14

97,00 12,00 24,00 362,00 11.879,50 40,73 6,20

98,00 12,00 24,00 589,00 12.613,97 35,45 8,76

99,00 12,00 24,00 13,00 52.734,22 40,29 6,24

100,00 12,00 24,00 102,00 15.821,28 28,94 2,19

130

Anexo II. Distribución de obligaciones por sector

ID Sector G PSP G1 R DIF PBO

1,00 1,00 337.559.680,90 484.244.151,35 84.675.389,22 399.568.762,14 146.684.470,45 50.630.124,85

2,00 1,00 526.802.205,75 731.911.000,30 199.771.159,27 532.139.841,03 205.108.794,55 195.257.075,20

3,00 1,00 7.122.537,64 11.317.324,22 811.305,31 10.506.018,91 4.194.786,58 3.352.260,36

4,00 1,00 4.235.750,79 4.405.320,66 3.227.031,63 1.178.289,03 169.569,87 293.435,67

5,00 2,00 5.686.617,26 5.686.617,26 5.686.617,26 - - 34.079,63

6,00 2,00 36.741.149,17 38.417.447,69 25.233.008,69 13.184.439,00 1.676.298,52 10.239.943,54

7,00 2,00 54.852.423,13 71.114.148,12 19.314.257,24 51.799.890,88 16.261.724,99 11.154.362,89

8,00 2,00 2.305.541,52 3.177.494,54 209.546,52 2.967.948,02 871.953,02 832.187,36

9,00 2,00 29.248.251,19 53.563.282,22 537.285,92 53.025.996,30 24.315.031,03 18.434.400,29

10,00 2,00 30.928.398,68 40.512.660,76 7.745.993,96 32.766.666,81 9.584.262,08 7.335.288,95

11,00 2,00 8.292.948,66 11.568.181,28 1.143.202,99 10.424.978,29 3.275.232,62 1.282.243.716,00

12,00 2,00 6.039.870,16 7.434.274,04 1.764.211,32 5.670.062,72 1.394.403,88 1.116.821,89

13,00 2,00 116.183.374,82 169.396.659,20 14.473.846,69 154.922.812,51 53.213.284,38 20.742.152,42

14,00 2,00 178.382.268,61 400.675.143,94 15.580.078,48 385.095.065,46 222.292.875,33 112.896.734,41

15,00 2,00 202.762.443,36 265.443.483,31 62.563.172,15 202.880.311,16 62.681.039,95 57.981.474,62

16,00 2,00 94.579.315,66 96.157.809,18 83.405.880,27 12.751.928,91 1.578.493,52 1.544.980,19

17,00 2,00 292.896.082,37 367.488.578,66 109.679.203,01 257.809.375,65 74.592.496,29 48.321.047,42

18,00 3,00 131.230.914,59 156.329.314,76 65.189.110,84 91.140.203,92 25.098.400,17 20.464.145,65

19,00 3,00 67.281.978,70 108.251.235,46 8.532.182,59 99.719.052,87 40.969.256,76 45.737.616,50

20,00 3,00 63.025.524,82 92.068.186,07 28.350.207,81 63.717.978,25 29.042.661,25 19.032.837,30

21,00 4,00 14.151.600,28 15.852.035,25 7.471.483,12 8.380.552,13 1.700.434,97 907.502,11

22,00 4,00 40.529.915,97 51.115.560,82 9.377.373,56 41.738.187,26 10.585.644,85 7.293.630,09

23,00 4,00 66.838.133,16 110.060.581,86 15.667.133,50 94.393.448,36 43.222.448,70 7.915.356,54

24,00 4,00 79.784.146,10 103.420.175,53 28.934.971,93 74.485.203,60 23.636.029,43 18.573.371,60

25,00 4,00 68.338.416,54 80.847.707,75 31.718.004,63 49.129.703,12 12.509.291,21 6.548.754,88

26,00 4,00 76.355.062,93 82.729.326,04 45.877.358,50 36.851.967,54 6.374.263,11 5.394.797,73

27,00 4,00 25.687.123,65 30.350.651,28 12.821.069,42 17.529.581,87 4.663.527,63 3.880.798,97

28,00 4,00 4.699.225,07 6.454.931,66 2.058.963,27 4.395.968,39 1.755.706,59 1.485.334,59

29,00 4,00 5.753.159,26 6.010.593,98 4.152.067,20 1.858.526,78 257.434,72 126.106,30

30,00 4,00 14.523.971,26 16.634.093,01 7.885.028,79 8.749.064,22 2.110.121,74 1.196.755,75

31,00 4,00 18.878.543,74 20.005.342,51 11.286.206,61 8.719.135,91 1.126.798,77 870.242,09

32,00 4,00 22.692.382,62 24.350.650,27 14.615.626,34 9.735.023,93 1.658.267,65 1.351.058,40

33,00 4,00 39.264.535,28 52.923.767,17 14.550.334,31 38.373.432,86 13.659.231,89 4.804.467,94

34,00 4,00 43.422.937,75 49.760.525,63 22.309.394,64 27.451.130,99 6.337.587,88 7.081.263,29

35,00 4,00 62.819.074,86 91.632.927,86 17.458.159,14 74.174.768,72 28.813.853,00 233.134.721,34

36,00 4,00 63.456.142,00 83.633.566,15 20.077.722,85 63.555.843,30 20.177.424,15 13.475.950,40

37,00 4,00 85.646.328,19 104.631.994,08 39.284.069,82 65.347.924,26 18.985.665,89 10.961.491,30

38,00 4,00 131.785.780,84 174.382.115,22 41.692.167,23 132.689.947,99 42.596.334,39 21.387.522,36

39,00 4,00 198.841.601,28 266.000.427,51 56.966.088,90 209.034.338,61 67.158.826,23 34.210.171,73

40,00 4,00 125.142.335,48 149.154.034,05 60.136.249,71 89.017.784,34 24.011.698,57 13.995.033,04

41,00 4,00 200.927.006,47 230.148.373,07 131.009.719,18 99.138.653,89 29.221.366,60 7.940.042,79

42,00 4,00 565.430.879,10 741.791.060,07 178.987.312,35 562.803.747,73 176.360.180,98 112.038.529,80

43,00 4,00 30.153.309,39 48.494.756,47 5.028.696,42 43.466.060,05 18.341.447,08 9.260.837,17

44,00 4,00 7.694.368,73 9.160.368,35 4.471.631,99 4.688.736,36 1.465.999,62 1.016.125,21

45,00 4,00 11.858.507,12 15.911.815,60 4.550.129,17 11.361.686,43 4.053.308,48 2.580.724,06

46,00 4,00 9.348.891,96 11.014.733,31 6.370.651,93 4.644.081,38 1.665.841,34 1.533.691,93

47,00 4,00 36.301.210,57 43.708.109,32 17.525.628,00 26.182.481,32 7.406.898,75 4.740.331,68

48,00 4,00 138.708.700,22 234.968.738,85 17.562.706,42 217.406.032,43 96.260.038,64 693.285.800,16

49,00 4,00 38.962.943,40 43.065.733,44 27.583.922,01 15.481.811,43 4.102.790,04 3.408.194,30

50,00 4,00 45.693.455,92 48.369.674,60 30.798.452,90 17.571.221,70 2.676.218,68 2.526.281,62

131

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

Fuente: elaboración propia.

ID Sector G PSP G1 R DIF PBO

51,00 4,00 119.103.831,41 146.698.673,73 55.246.915,94 91.451.757,79 27.594.842,33 21.011.680,74

52,00 4,00 158.508.624,95 209.485.768,84 56.621.711,32 152.864.057,52 50.977.143,89 54.562.231,66

53,00 4,00 4.047.443,79 4.230.672,60 3.301.744,98 928.927,62 183.228,81 88.356,01

54,00 4,00 2.384.191,64 2.467.963,40 1.479.744,52 988.218,88 83.771,76 114.658,95

55,00 5,00 9.123.184,05 10.887.401,49 4.534.931,77 6.352.469,72 1.764.217,44 1.162.701,37

56,00 5,00 45.379.738,49 74.091.885,40 7.523.554,93 66.568.330,47 28.712.146,91 18.494.321,47

57,00 5,00 9.946.312,25 11.204.675,78 3.898.305,08 7.306.370,70 1.258.363,53 474.622,54

58,00 5,00 40.851.390,24 45.830.070,03 25.171.037,66 20.659.032,37 4.978.679,79 122.950.731,00

59,00 5,00 78.669.442,06 137.511.209,09 4.521.383,76 132.989.825,33 58.841.767,03 23.402.624,21

60,00 5,00 14.604.891,03 18.405.638,83 4.133.220,52 14.272.418,32 3.800.747,81 1.984.128,76

61,00 5,00 32.891.611,60 50.859.429,50 4.768.503,76 46.090.925,74 17.967.817,90 15.340.546,31

62,00 5,00 107.468.722,10 162.866.827,10 6.383.586,61 156.483.240,49 55.398.104,99 39.447.342,06

63,00 5,00 297.412.490,72 407.186.351,85 85.445.929,62 321.740.422,23 109.773.861,13 84.291.908,82

64,00 5,00 118.932.887,63 153.122.248,28 39.685.073,18 113.437.175,10 34.189.360,65 21.129.626,28

65,00 5,00 868.866.551,34 1.402.940.439,00 122.506.860,33 1.280.433.578,67 534.073.887,66 455.316.038,43

66,00 6,00 468.317.739,36 722.821.340,15 57.001.637,29 665.819.702,86 254.503.600,79 96.795.188,65

67,00 6,00 6.281.663,75 8.730.320,30 856.956,99 7.873.363,31 2.448.656,55 933.357,93

68,00 6,00 234.798.522,35 407.880.503,34 18.851.357,14 389.029.146,20 173.081.980,99 143.609.081,14

69,00 6,00 3.799.368,37 5.178.629,06 1.480.028,69 3.698.600,37 1.379.260,69 1.112.708,42

70,00 6,00 11.845.490,47 16.518.958,60 1.716.431,97 14.802.526,63 4.673.468,13 2.540.412,14

71,00 6,00 7.547.275,70 10.053.038,95 3.042.081,04 7.010.957,91 2.505.763,25 8.681.369,14

72,00 6,00 12.325.585,51 14.537.751,76 6.075.217,03 8.462.534,73 2.212.166,25 1.194.690,17

73,00 7,00 38.532.920,39 80.953.211,95 5.698.065,22 75.255.146,73 42.420.291,56 22.044.547,73

74,00 8,00 28.379.355,52 29.300.224,71 23.856.658,38 5.443.566,33 920.869,19 107.124,51

75,00 8,00 17.072.131,84 24.468.729,90 762.701,84 23.706.028,06 7.396.598,06 5.161.909,87

76,00 8,00 7.632.729,76 9.148.099,60 2.154.014,09 6.994.085,50 1.515.369,84 798.391,08

77,00 8,00 20.804.963,67 24.492.139,57 11.741.212,38 12.750.927,19 3.687.175,90 939.839,78

78,00 8,00 35.427.408,15 42.563.376,65 12.381.343,23 30.182.033,42 7.135.968,50 1.937.948,64

79,00 9,00 565.825.651,68 885.030.181,61 132.298.091,41 752.732.090,20 319.204.529,93 160.358.588,26

80,00 9,00 345.386.293,15 497.350.398,37 135.775.317,88 361.575.080,49 151.964.105,23 151.926.076,46

81,00 9,00 11.785.933,41 17.989.402,71 1.720.960,09 16.268.442,62 6.203.469,30 2.995.702,06

82,00 9,00 19.487.613,01 21.048.467,71 15.200.007,17 5.848.460,54 1.560.854,71 176.506.407,91

83,00 9,00 41.789.696,72 50.008.654,51 22.318.493,31 27.690.161,20 8.218.957,79 4.436.258,31

84,00 9,00 49.268.557,53 58.385.935,34 23.075.596,96 35.310.338,38 9.117.377,81 5.993.111,46

85,00 9,00 11.785.933,41 17.989.402,71 1.720.960,09 16.268.442,62 6.203.469,30 2.995.702,06

86,00 10,00 15.737.734,30 22.319.099,82 2.201.049,14 20.118.050,68 6.581.365,52 4.500.371,63

87,00 11,00 392.881.756,69 568.937.232,07 116.390.517,87 452.546.714,20 176.055.475,38 92.301.689,83

88,00 12,00 41.730.694,52 51.593.029,18 9.843.033,28 41.749.995,90 9.862.334,67 5.001.528,12

89,00 12,00 20.585.193,36 33.693.979,37 5.889.769,47 27.804.209,90 13.108.786,01 13.440.722,19

90,00 12,00 87.531.276,08 137.570.864,72 23.345.287,14 114.225.577,58 50.039.588,64 15.984.942,14

91,00 12,00 63.526.993,94 136.919.359,65 5.048.782,62 131.870.577,03 73.392.365,71 44.344.240,98

92,00 12,00 31.544.861,17 50.732.911,90 6.940.448,75 43.792.463,15 19.188.050,72 13.474.112,98

93,00 12,00 27.808.367,54 39.457.458,55 9.895.493,95 29.561.964,60 11.649.091,01 6.377.683,09

94,00 12,00 19.502.620,40 23.057.241,73 10.455.393,17 12.601.848,56 3.554.621,32 2.224.737,74

95,00 12,00 36.078.362,13 45.934.463,02 11.870.598,55 34.063.864,48 9.856.100,89 6.470.478,13

96,00 12,00 271.332.659,79 681.786.907,79 15.046.588,14 666.740.319,66 410.454.248,01 219.813.534,51

97,00 12,00 28.322.536,17 36.258.250,92 15.775.480,58 20.482.770,34 7.935.714,75 5.022.303,27

98,00 12,00 65.919.282,43 82.020.246,66 18.153.731,48 63.866.515,18 16.100.964,23 8.731.081,71

99,00 12,00 3.094.001,82 4.310.151,15 499.103,38 3.811.047,77 1.216.149,32 682.475,71

100,00 12,00 4.629.629,83 4.706.536,89 3.864.991,13 841.545,76 76.907,06 922,56

132

Anexo III. Composición de las obligaciones

Se cumplen las siguientes relaciones entre la retroactividad, la

garantía y las prestaciones sociales a pagar.

Fuente: elaboración propia.

G 1R

1G 1G

R

D

RR =1

Garantía ya

cubierta en G

PSP

R = R1 + D

PSP = R + G1

PSP = G + D

Siendo:

PSP: Prestaciones Sociales a Pagar

G: Garantía Acumulada en la Empresa

R: Retroactividad

R1: Fracción de Retroactividad

D: Diferencial

G1: Fracción de Garantía

D

133

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs 105-134 Evaristo Diz Cruz. Análisis del impacto de las prestaciones sociales retroactivas en muestra de cien empresas…

Anexo IV. Gráficos ( )YX , entre el Diferencial y las principales variables

demográficas. Intervalo de confianza al 95% del DIF =PSP-G.

DIF

Empleados

DIF

Salario

DIF

Edad

DIF

Servicio

DIF

G

DIF

PSP

-1e+008

0

1e+008

2e+008

3e+008

4e+008

5e+008

6e+008

las observaciones están ordenadas por DIF

Intervalo de 95 por ciento

DIF

predicción

134

Anexo V. Desglose de las Prestaciones Sociales por sector para cada

tipo de prestación (Garantía, Retroactividad y Dife rencial) y Pasivo

Actuarial (PBO).

Sector Suma de Garantia de PS Suma de Prestaciones

Sociales a Pagar Suma de Garantías PSP

1 875.720.175,08 1.231.877.796,53 288.484.885,43

2 1.058.898.684,59 1.530.635.780,21 347.336.304,49

3 261.538.418,11 356.648.736,29 102.071.501,25

4 2.557.733.780,95 3.309.467.449,30 1.004.878.440,58

5 1.624.147.221,51 2.474.906.176,35 308.572.387,22

6 744.915.645,52 1.185.720.542,16 89.023.710,15

7 38.532.920,39 80.953.211,95 5.698.065,22

8 109.316.588,93 129.972.570,43 50.895.929,93

9 1.045.329.678,90 1.547.802.442,96 332.109.426,91

10 15.737.734,30 22.319.099,82 2.201.049,14

11 392.881.756,69 568.937.232,07 116.390.517,87

12 701.606.479,19 1.328.041.401,53 136.628.701,63

Total 9.426.359.084,15 13.767.282.439,60 2.784.290.919,82

Sector Suma de Retroactividad

PSP Suma de Diferencial Suma de PBO

1 943.392.911,10 356.157.621,45 249.532.896,08

2 1.183.299.475,71 471.737.095,62 1.572.877.189,62

3 254.577.235,04 95.110.318,18 85.234.599,45

4 2.304.589.008,72 751.733.668,35 1.308.701.816,55

5 2.166.333.789,13 850.758.954,84 783.994.591,24

6 1.096.696.832,02 440.804.896,64 254.866.807,60

7 75.255.146,73 42.420.291,56 22.044.547,73

8 79.076.640,50 20.655.981,50 8.945.213,88

9 1.215.693.016,05 502.472.764,06 505.211.846,52

10 20.118.050,68 6.581.365,52 4.500.371,63

11 452.546.714,20 176.055.475,38 92.301.689,83

12 1.191.412.699,89 626.434.922,34 341.568.763,13

Total 10.982.991.519,78 4.340.923.355,45 5.229.780.333,26

135

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. 135 - 187

THE EVOLUTION AND FUTURE OF SOCIAL SECURITY IN

AFRICA: AN ACTUARIAL PERSPECTIVE

LA EVOLUCIÓN Y EL FUTURO DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN

ÁFRICA: UNA PERSPECTIVA ACTUARIAL 1

Fatima Badat

Actuarial Society of South Africa (Sudáfrica)

Kudzai Chigiji

Actuarial Society of South Africa (Sudáfrica)

Johann Söhnge

Actuarial Society of South Africa (Sudáfrica)

Krishen Sukdev

Actuarial Society of South Africa (Sudáfrica)

Natalie Van Zyl

Actuarial Society of South Africa (Sudáfrica)

1 The authors thank their fellow members of the Social Security Committee of the Actuarial Society

of South Africa for their support and review, namely Professor Anthony Asher and Peter

Johnstone. This paper is a short version of awarded in the International Congress of Actuaries

2014.

136

Abstract

Social Security in most African countries has evolved significantly in terms of

perspectives, motives, governance as well as innovation of benefits and

administration. African countries are slowly, one by one, beginning to

reassess the role of social security in correcting several social ills.

Empowerment programs and grants are increasingly being provided via social

security to women and the youth. From the roots of social security, even very

low income countries, some of which have recently experienced several years

of civil war and extreme economic hardships, have begun to improve benefit

structures and amounts, which include national medical benefits. The

attention being provided to social security and how it fits into a nation’s plans

to lift itself out of poverty is increasingly involving the actuarial profession from

international organisations such as ILO and ISSA as well as consulting

actuaries and academics. Assessing and ensuring sustainability of social

security benefits requires actuarial valuations to take long-term consequences

involving demographic changes into account in the face of providing the

benefits in the short term; asset liability modelling to ensure adequate

resources are held; ensuring that results are appropriately reported and

communicated to key stakeholders; as well as developing long-term strategic

plans and dynamic systems surrounding all of these issues. In this paper, the

role of actuaries is brought to the centre of the increasingly changing face and

evolving culture of social security in taking Africa closer to poverty alleviation

Keywords

Actuarial; Social Security; Africa; Pensions; Healthcare; Pensions; Education;

Gender inequality.

137

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Resumen

La Seguridad Social en la mayoría de los países africanos ha evolucionado

significativamente en cuanto a perspectivas, motivos, gobernanza, así como

en innovación en las prestaciones y la adminsitración. Los países africanos

están comenzando a reevaluar el papel de la Seguridad Social en la

eliminación de determinados problemas sociales. Los programas de acción y

los subsidios canalizados a través de la Seguridad Social están llegando cada

vez más a mujeres y jóvenes e incluso países con bajo nivel de vida, algunos

de los cuales han experimentado guerras o dificultades económicas intensas,

han empezado a mejorar sus estructuras y las cuantías de sus prestaciones.

Por otra parte, la atención que presta la Seguridad Social y cómo encaja en

las estrategias nacionales para salir de la pobreza cada vez involucra más a

la profesión actuarial a través de organizaciones internacionales como la OIT

o la AISS, así como académicos y consultores. La evaluación y garantía de

la sostenibilidad de las prestaciones de seguridad social requieren

valoraciones actuariales que tengan en cuenta el largo plazo y la evolución

demográfica de cara a un entorno de aplicación de la cobertura en el corto

plazo; para la adecuación de derechos y obligaciones adaptados a recursoa

adecuados, para que los resultados sean correctamente registrados y

comunicados a las partes interesadas, y para desarrollar planes estratégicos

a largo plazo que aborden todas estas cuestiones. En este estudio el papel

de los actuarios se sitúa en el epicentro de los cambios en la Seguridad Social

para mitigar la pobreza en Africa.

Palabras clave

Actuarial; Seguridad Social; África; Pensiones; Salud; Pensiones; Educación;

Inequidad por sexos.

JEL: G22, I1, I2, I3, N3.

138

1. Introduction

The purpose of this paper is to provide a high level summary of Social

Security developments within the African context. The effective use of Social

Security programs and how they fit into a nation’s programs to lift itself out of

poverty is increasingly involving the actuarial profession, including the

utilization of international organisations such as ILO and ISSA, as well as

consulting actuaries and academics. Social Security in most African countries

has, over time, evolved significantly in terms of perspectives, motives,

governance, benefit–design and administration. African countries are slowly

but surely beginning to reassess the role of Social Security in correcting

several historical social ills. Empowerment programs and grants are

increasingly being provided to women and the youth through Social Security

programs. Even very low income countries, some of which have recently

experienced several years of civil war and extreme economic hardship, have

begun to improve social security benefit structures and benefit payments

which include national medical benefits.

Assessing and ensuring sustainability of Social Security benefits

requires actuarial valuations to take into account long-term consequences

such as potential demographic and economic changes whilst providing the

benefits in the short-term. Asset–liability modelling may ensure adequate

resources are held and that results are appropriately reported and

communicated to key stakeholders. In this paper, we consider the role of

actuaries in a dynamic environment where Social Security mechanisms are

increasingly evolving. Social Security programs need to be considered

alongside other mechanisms to alleviate poverty. The main factors considered

driving forces behind Social Security spending patterns are as follows:

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a) Income growth and level of development.

b) Demographics and population aging.

c) Rise of democracy and political institutions, political parties and policy

legacies.

d) Globalisation, industrialisation and urbanisation.

Whereas to some, Africa is the embodiment of war, poverty, disease

and other social and economic ills, there is much evidence that Africa is

emerging as an important economic player and that there is much more

science and thought behind Social Security provisions. At the same time we

appreciate that it is not possible to comprehensively cover the length and

breadth of such provisions, covering such a vast area, and that this paper is

selective in its coverage.

2. Africa – An Overview

The purpose of this section is to provide an overview of the key

geographical, economic and demographic elements of Africa to contextualise

the discussion in the rest of the paper. Africa is a vast continent consisting of

62 political territories and an area of 30,368,609 km2. By way of comparison,

Europe covers 10,400,000 km2. Africa covers 6% of the Earth's total surface

area and 20.4% of the total land area. African economies have traditionally

lagged behind the rest of the world in terms of growth rates. Although Africa

accounts for some 16% of the world’s population, it accounts for only 2.4% of

the world’s GDP. Statistics over the last decade have however become more

encouraging. Six of the world top ten fastest growing economies over the

period 2001 to 2010 were African. The average growth rate for Africa has been

about 5% per annum over the same period. Seven of the world fastest ten

growing economies over the period 2011 to 2015, will be African. Africa’s

relatively higher growth rate when compared with the rest of the world is

140

expected to see its share of GDP increase from 2.4% in 2012 to about 5% in

2034.

In 2009 Agriculture accounted for some 13% of GDP for Sub Saharan

Africa, Industry (including Mining and Manufacture) accounted for 31% of

GDP and Services made up 56% of GDP. Agriculture does however account

for 60% of the workforce. Africa has numerous mineral resources and there

have been substantial new discoveries of oil and gas. Some of the major

obstacles of doing business in Africa include unstable economic or political

environment, lack of infrastructure, foreign exchange control, corruption, local

regulatory requirements and lack of skilled resources. Average life expectancy

in Africa will increase from 57 years (2010) to 64 years in 2030. There is

expected to be a reduction in infant mortality rates and a reduced impact of

HIV/AIDS. Moreover, the proportion of people living below the poverty line in

Sub-Saharan Africa decreased from 51% in 1981 to 47% in 2008 (where

China moved from 84% in 1981 to 13% in 2008). The reduction in poverty

rates in Africa was mainly due to robust economic growth rate exceeding the

population growth rate. This was also aided by improvements in education

and health care. Conversely, hikes in fuel and food price and global economic

crisis worked against reducing poverty. Africa’s increasing population and in

particular increasing young population, has implications for Social Security

provisions. A case in point is the Social Security provisions for unemployed

youth. These individuals are unlikely to have adequate Pension, Health Care

or any other Social Security provisions over their lifetime.

3. Retirement Benefits

There are probably two main objectives for the provision of retirement

benefits, namely: to protect against the risk of poverty in old age; and to

smooth consumption from working life into retirement. Neither objective is

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necessarily preferable; they simply represent different societal preferences

(Schwarz, A., 2006). The state generally provides the funds and finances them

through foreign aid capital, taxation or borrowing (Prasad, N. & M. Gerecke,

2010). Other writers also associate other objectives with the provision of

pension benefits. Asher, A. (2006a) includes the following: equality, liberty,

efficiency and recognition of just deserts. Old-age pensions were introduced

by Bismarck at the end of the 19th century.

There are currently three primary providers of pension benefits. The

first provider, the state, is the main focus of this section of the paper. The

employer and the individual are the other two main providers. Engaging in

paid employment after retirement age may be seen as a type of individual

provision. The family and/or the community may also have a role in benefit

provision for the elderly. Different pension benefit providers have different,

sometimes non-complementary, criteria. The criteria used by the primary

providers to determine the suitability of retirement benefits offered is given

below in Table 1.

3.1. Benefits Covered

The Five Pillar Framework for pension provision, as proposed by the

World Bank (World Bank, 2008), is set out in their document on a conceptual

framework for pensions (World Bank, 2008).The following table contains brief

descriptions, of the five pillars identified to meet pension objectives. The table

has been extended to include, in the authors/ opinion, the extent to which the

state-related criteria may be met by the various pillars.

142

Table 1. Five pillar framework for pension provision

Pillar Definition Primary Criteria

Should be met Possibly met

Zero* Non-contributory social assistance financed by the state, fiscal conditions permitting.

Adequacy (as a safety net)

Affordability Sustainability Predictability Robustness

First Mandatory contributions linked to earnings‒with the objective of replacing some portion of lifetime pre-retirement income.

Affordability Adequacy Sustainability Predictability

Second Mandatory defined contribution plan with independent investment management.

Affordability Sustainability

Adequacy

Third Voluntary, taking many forms (e.g. individual savings, employer- sponsored, defined benefits or defined contribution).

Sustainability wrt DC schemes. This Pillar may constrain the fiscal cost of basic components **

Affordability Predictability (depending on nature: DB or DC) Adequacy (for higher-income groups **)

Fourth Informal support (such as family), other formal social programs (such as healthcare or housing), and other individual assets (such as home ownership and reverse mortgages).

Adequacy

* The Zero Pillar, comprising of cash transfers, is sometimes referred to as the Social Assistance

Tier.

** (Holzmann, R. & R. Hinz, 2005).

The importance placed on each pillar is country- dependent. Not all

pillars are present in all countries. All systems face some degree of economic,

political and demographic risk. Experience has shown that a multi-pillar

approach is able to address risks facing pension systems more effectively

(Holzmann, R. & R. Hinz, 2005). A multi-pillar approach typically reduces

dependency on any one source of income and thereby reduces risks as well.

On the other hand, it introduces complexity into the system, especially if

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multiple administrators are involved. It may therefore be more expensive to

administer than a single pillar system. Individuals may have difficulty

understanding the full extent of their benefits and projecting their likely

retirement income. The First and Second Pillar encompass mandatory

contributions. This serves to combat individual myopia (in which retirement is

viewed as a problem for the future) and consumerism (Schwartz, A., 2006).

The Third Pillar offers greater flexibility than the prior pillars, while the Fourth

Pillar offers diversification and some recognition of the role informal support

systems have traditionally played in African and other cultures e.g. that of

China. A multi-pillar approach therefore has the ability to meet the broad

spectrum of criteria on which systems are evaluated: increased security of

benefits2, flexibility, and allowance for the influence of local culture.

3.2. Means-Testing

Means-testing involves evaluating the income and/or assets of the

person applying for social assistance to determine whether the person’s

means are below the stipulated amount. Means-testing assists in ensuring

that only those who need benefits the most receive them, maximising

efficiency, and helping to cap the Social Security bill. However, Social security

benefits are seen to promote fairness, equality and shared citizenship. These

benefits are expected to promote social cohesion, particularly in the case

where everyone is participating. Means-testing is seen to undermine these

values and is neither simple nor economical to administer and operate. The

bureaucracy and administrative costs tend to eat up any predicted savings.

Asher, A. (2006b) gives evidence that it is not possible to properly administer

2 The Seychelles is an example of this. It operates both a Zero and Secondary Pillar. The Zero

Pillar is, by definition, dependent on the government for its funding. The Secondary Pillar, if

accompanied by property rights embedded in the constitution, builds up funds in advance and

keeps them outside the influence of the state (with the exceptions of taxation and state imposed

investment requirements).

144

means-tests, even amongst developed countries. Reducing a person's

government benefits as his outside income increases creates a disincentive

to work and save. In other words, means-tests can produce implicit taxes

every bit as harmful as explicit taxes. Also, since it is preferable that individuals

remain in employment and save more for retirement, it would be both

counterproductive and unfair to penalise them for doing exactly that.

It is evident that there is a wide array of reasons not to continue with

the current implementation of means-testing for retirement benefits. One of

the roles of actuaries is to assist in developing fair ways to distribute benefits

whilst ensuring sustainability. Two alternatives are the scrapping of means-

testing, with a claw-back mechanism to recover benefits from the relatively

wealthy via the taxation system or the implementation of a single means-test.

An alternative single means-test should ideally:

- Ensure the full range of an individual's retirement savings is effectively

and fairly assessed in the pension means-test.

- Be more neutral in the treatment of different forms of retirement

savings.

- Ensure there are appropriate incentives for people to use their

retirement savings effectively.

- Provide appropriate incentives for older African (citizens) who wish to

do so, to continue to undertake paid work.

- Contribute to the fairness of the overall tax-transfer system.

The ultimate design of such a means-test depends on its interaction

with the personal income tax system. According to proposals of South Africa’s

National Treasury, retirement fund reform proposals include the proposed

scrapping of their current Means-Test in South Africa from a future date.

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3.3. African Experience and current African challen ges

The ISSA classifies Social Security benefits into four categories

(ISSA, 2011b):

- Employment related: dependent upon employment (or credits for

employment in some cases).

- Universal: given to all (may be subject to country-specific criteria e.g.

citizens only).

- Means-tested: granted to all who apply that meet minimum age,

income and/or asset level tests.

- Other: aligned to benefit source (e.g. financial service providers,

mandatory occupational systems or provident funds).

In general, a number of ex-British colonies have national provident

funds (which initially provided lump sums at retirement), while ex-French

colonies introduced national earnings-related pension schemes (Asher, A.,

2006a).

Africa’s average old-age dependency ratio has been, and remains,

the lowest; far below the world average. The African labour force has been

expanding over the last two decades (Pallares-Miralles, M.; C. Romero & E.

Whitehouse, 2012). Africa is subsequently not yet experiencing the type of

demographic pressure that exists in other regions of the world. Steward, F. &

J. Yermo (2009) believe that current pension-related spending in Africa is

often crowding out spending on key areas such as health and education.

Based on figures provided by Pallares-Miralles, M. et al. (2012), Sub-Saharan

countries have an arithmetic average pension spend of 2.2 % of GDP and

Growth in civil service retirees in this region is creating a growing fiscal strain.

146

If governments cannot find additional money to finance implicit

pension debt, e.g. by increasing revenues (imposing higher taxes) or reducing

expenditures on other items (such as education and health), they may have

to default on this implicit debt by reducing accrued benefits for future

generations. All Middle East and North Africa (MENA) countries, and most

Sub-Saharan countries, have implemented DB schemes. The implicit returns

on the contributions that DB members pay are neither transparent nor

equitable as they depend on fund members’ wage history and decisions

regarding enrolment and retirement. Where regressive tax systems exist, they

compound the problem: middle- and high-income individuals can receive

better tax treatment than low-income individuals as the wealthier receive the

biggest rebates. Tax rebates are irrelevant to those whose income is below

the tax threshold. Whitehouse, E. (2005) identified six general problems with

pension systems in MENA countries which are detailed below:

Benefit Promise Too Large: The DB pension promise is large and unaffordable

in many countries in MENA. The pension systems target a high percentage of

earnings before retirement with either no cap or a very high ceiling (Holzmann,

R. & R. Hinz, 2005). Large mandatory pension mandates mean that few

people will want to provide for retirement outside the system posing a

significant risk to the individual and capital markets.

Poorly Designed Rules: Some pension schemes have badly designed rules

that arbitrarily redistribute income between members and damage savings

incentives. For example, basing pension entitlements on some form of final

salary definition, as is the case throughout much of Africa (Pallares-Miralles,

M. et al., 2012), rather than basing entitlements on average of pay over an

individual’s working lifetime, is unfair and open to abuse.

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Scheme Fragmentation and Administration Problems: Throughout Africa, the

administration of pensions is weak (Whitehouse, E., 2005) and fragmented

(Pallares-Miralles, M. et al., 2012). Benefit formulas and eligibility conditions

vary considerably among schemes which hampers a smooth transfer of

accrued rights between schemes and inhibits the mobility of the labour force

across sectors. In some countries, information technology systems are

outmoded or non-existent. Administration costs exceed that of other regions

of the world, consuming more than a third of contributions in some cases

(Holzmann, R. & R. Hinz, 2005).

Modest Coverage Rates: Pension systems often cover a relatively modest

share of the labour force; mostly workers in the public sector or a minority of

relatively high-paid workers in the formal sector (Stewart, F. & J. Yelmo

(2009)). Low coverage rates reflect the informal structure of labour markets

(Whitehouse, E., 2005), the level of overall economic development (Pallares-

Miralles, M. et al., 2012) and low education and skills levels.

Sub-Saharan Africa and the MENA countries have the lowest and third lowest

regional coverage rates in the world: 10% and approximately 20% of their

working-age populations respectively (Pallares-Miralles, M. et al., 2012). Hinz,

R.; R. Holzmann; D. Tuesda & N. Takayama, (2012) state that, in low income

and developing countries, the number of working-age adults participating in a

pension scheme is very often less than 1 in 10. Coverage rates are higher in

predominantly public sector economies where civil servant schemes cover a

large segment of the workforce. Changing working patterns also influence

coverage rates: self-employment (often characterised by low coverage rates)

is increasing and the period of employment with a single employer is

decreasing (ISSA, 2012a). Financial uncertainty may deter pension scheme

participation.

148

Governance and Institutional Capacity: Governance of pension schemes is

generally weak. Tripartite boards, with representatives of government,

employers, and trade unions, are common in Francophone Africa (Holzmann,

R. & R. Hinz, 2005). Nominated members may lack experience in managing

large, complex financial concerns. Whitehouse, E. (2005) states that, where

pension reserves exist, investment policies are governed more by political

influence than by members’ interest. Adequate regulatory and supervisory

capacity should be in place, particularly for funded or partially funded

retirement pillars.

Zero Pillar Benefit: Devereux, S. (2007) states that, for a zero pillar to be

sustainable, countries offering it should have a high average national income

and/or a high degree of inequality. Botswana, Lesotho, Mauritius, Namibia,

Seychelles, Cape Verde, Liberia, South Africa and Namibia have a type of

zero pillar (Pallares-Miralles, M. et al., 2012). Three of these, all middle income

countries, have questioned the financial sustainability of the benefit

(Devereux, S., 2007). Resources allocated to such spending will need to

increase as populations age (Holzmann, R. et al., 2009). Delivery costs can

be problematic, e.g. these consume almost 15% of the social pension budget

in Namibia (Devereux, S., 2007). In addition, people who could afford to save

for retirement may have less incentive to do so (Van Ginneken, W., 2010),

adding unnecessarily to the state’s financial burden.

3.4. Retirement Benefit Reform

It can be seen from the challenges discussed in the above section that

there is room for retirement benefit reform in Africa. If, inter alia, overly large

existing benefits could be curtailed and economies of scale utilised, it may be

possible for a wider portion of the population to enjoy some form of retirement

provision.

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Reform Criteria: The World Bank was approached for input into retirement

reform and performed a 3-fold evaluation of retirement reform proposals,

namely whether the proposed reform makes sufficient progress toward the

goals of the pension system, existing arrangements and three process criteria

(Holzmann, R. & R. Hinz, 2005). Questions asked concerning existing

arrangements are: Is the macro and fiscal environment capable of supporting

the reform? Can the public and private structure administrate any new pension

scheme effectively? In the case of an existing funded pillar(s): Are regulatory

and supervisory arrangements and institutions established and prepared to

operate it with acceptable risks? The process-related criteria are as follows: A

long-term credible commitment by the government; Local buy-in and

leadership; and the inclusion of sufficient capacity building and

implementation. Such an evaluation should help clarify the realistic chance of

successful implementation of a country-specific reform proposal. The

following sections discuss broad reform principles and potential areas for

intervention in Africa, before focussing on specific types of potential reform.

Reform Principles: Existing country conditions must be taken into account in

establishing the pace and scope of the proposed reform (Holzmann, R. & R.

Hinz, 2005). Countries need to make explicit choices about the level of

benefits that the pension system will provide. In particular, these entail

deciding what share of pre-retirement income should be replaced by the public

system and what share should be the responsibility of individuals

(Whitehouse, E., 2005). The following broad principles should guide African

reform:

- A zero pillar should be in place. Alternatively, funding credits –or

similar- in another pillar for those periodically (or permanently)

inactive in the formal sector during the accumulation phase could act

as a substitute for a zero pillar.

150

- Mandated systems should be kept small and manageable.

- The pension system should provide benefits that are adequate and

affordable to all workers.

- The pension system should be financially self-sustainable, thus

guaranteeing that pension promises can be kept.

- If redistribution takes place, it should be transparent and progressive

(that is, from high–to low–income workers). Holzmann, R. & R. Hinz

(2005) recommends that “low-coverage earnings- related systems

should minimise redistribution, be self-financing and not rely on

budgetary transfers”. Each country will need to make its own decision

on the desirability of redistribution.

- The pension system should not distort incentives; this requires a

closer link between contributions and benefits.

Potential Areas for Intervention: Reform may involve interventions in the

following areas: explicit recognition/financing of liabilities; basic protection;

earnings-related protection; expansion of coverage; diversification of sources

of provision; gender-based intervention and improvements in governance,

institutional capacity and administration. Gender-based intervention is

addressed extensively by Whitehouse, E. (2005). Policies that discriminate

against women should be reviewed. For example, women’s rights to bequeath

dependants’ pensions should be the same as for men. Alteration to legislation

defining partners3 (including multiple spouses), inheritance and divorce may

be needed. A typical defined contribution arrangement that prejudices women

is the use of unisex risk contribution rates. In this scenario, women cross-

subsidise their male colleagues’ risk costs over their working lifetimes.

However, when their accumulated contributions are utilised to purchase

annuities, this purchase is often done at a more penal rate for women than for

men. Women’s higher life expectancy is factored in to the annuity purchase.

3 Same sex partners are recognised in South Africa.

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Providers may wish to identify ways to maintain a minimum level of

contributions to a retirement fund for women during their child-bearing years

(Whitehouse, E., 2005).

3.5. Reform Types

Parametric Reform: Parametric reforms retain the existing structure of

benefits, funding and administration, but change contribution or benefit

parameters or eligibility conditions. In this manner, additional contributions can

be raised and/or the value of benefits can be contained. For example, by

reducing first or second pillar benefits, governments may encourage

individuals to extend their third or fourth pillar savings. Kenya, Senegal and

Uganda were implanting parametric reforms as far back as 2005 (Holzmann,

R. & R. Hinz, 2005). Interest in parametric reforms is increasing in Africa and

fiscal pressure of civil service pensions is frequently a motivator for reform

(Stewart, F. & J. Yermo, 2009).

Introducing a Non-Financial/Notional Defined Contribution Scheme: An NDC

scheme is unfunded, with current workers paying for current retiree benefits.

However, NDC schemes establish a link between contributions paid and

benefits received through the use of notional contributions, notional interest

rates, allowing for growth rate of covered wages in a mature system. Accrued

contributions are converted at retirement to defined benefits payable over the

remainder of an individual’s life. Increases to pensions in payments may be

based on price, wage or national domestic product increases. Reserves could

assist in providing a cushion should adverse conditions manifest. Any desired

redistribution can be introduced in a transparent manner through explicit

monthly transfers into the system. Existing benefits may be transferred to

notional individual accounts to aid retirement system integration.

152

If done well, NDC reform is “likely the best way to restructure a typical

unfunded defined-benefit scheme within a multi-pillar structure” (Holzmann,

R. & R. Hinz, 2005). This entails ensuring a level of old-age income protection

through a zero pillar (or transfers within the NDC pillar) and implementing an

NDC pillar together with a third pillar to enable individuals to target the same

replacement ratios as were targeted pre-reform. NDC reform mostly takes

place in a defined contribution environment, or one where a conversion to a

defined contribution environment is underway. Egypt planned to implement an

NDC system in 2012 (Pallares-Miralles, M. et al., 2012). However, ISSA’s

2011 prediction that “the country’s current uncertain political and economic

situation may yet impact the scope, sequencing and timing of reforms”4 was

proved true when the relevant social security law was terminated in August

2013. The termination was, according to the interim president, due to societal

opposition to the law5.

Expanding Coverage: Kwena, R.M. and J.A. Turner (2013) state that it is

generally assumed that an economic incentive is needed to encourage

individuals to participate in voluntary retirement schemes. Many governments

therefore offer favourable tax treatment of retirement-related contributions,

investment accrual and/or eventual benefits. Tax breaks are ineffective in

encouraging informal sector coverage and encouraging sponsors to match

individual contributions may therefore be offered as an incentive to encourage

contributions. A non-financial approach of automatic enrolment in voluntary

schemes is quite effective at improving coverage (Madrain, as quoted in

Kwena, R.M. & J.A. Turner, 2013).

4 Reforming Egypt’s social security system: A vision for social solidarity; Web accessed on url

http://www.issa.int/-/reforming-egypt-s-social-security-system-a-vision-for-social-solidarity (5

September 2015). 5 Daily News Egypt (2013). Web accessed on 5 September 2015 on url

http://www.dailynewsegypt.com/2013/08/27/presidential-decree-announces-increase-in-

pensions/.

153

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Both the Rwandan and Kenyan governments have implemented

successful programs to increase coverage amongst informal sector

employees. Rwanda achieved this without following any of the

aforementioned traditional methods. The Rwandan government targeted the

informal sector by establishing partnerships with key institutions active in the

sector, improving information technology to enable the exchange of relevant

employment information, designing attractive benefit packages, decentralising

services to district level to improve access, and simplifying administrative

procedures. This approach led to an increase in coverage from 7 to 18 % in a

single year (ISSA, 2011b). The Kenyan Mboa Pension Plan makes it easy for

individuals to make small, voluntary contributions. The Plan enjoys the same

tax benefits as other Kenyan pension schemes and has attracted 42.000

members in a short period of time (Kwena, R.M. & J.A. Turner, 2013).

Move to Prefunded Retirement Benefits: Countries operating a Pay-As-You-

Go (PAYG) system may choose to move wholly or partially to a funded

system. Moving to a funded system can help reduce the fiscal burden of PAYG

schemes over time (Stewart, F. & J. Yermo, 2009). The extent to which this is

achieved will depend on the implementation of the process. Whether a move

to prefunding is compulsory or voluntary for current active members, the

extent of individual incentives to move play a role in estimating financial

benefits of a system change (Palacios, R. & E. Whitehouse, 2005). Prefunding

can result in increased national savings (provided retirement savings are not

merely substituted for existing personal savings) and assist in financial market

development (Stewart, F. & J. Yermo, 2009) and output growth (Holzmann, R.

& R. Hinz, 2005). The main constraint to moving to a funded system is

financial. Governments will need to simultaneously fund implicit pension debt

and ongoing retirement fund accrual. Moving from an unfunded scheme to a

partially/fully funded one will require a generation of workers to contribute to

both arrangements simultaneously. In monetary terms, transition costs may

not be high for countries with an immature system and low or modest cover,

154

compared to countries with a mature system and broad coverage, but they

may still be unaffordable (Holzmann, R. & R. Hinz, 2005).

Nigeria’s Pension Reform Act of 2004 established a fully funded DC

scheme. Membership is compulsory for employees of private sector

businesses with more than 5 employees and virtually all public sector

employees. However, as the informal sector accounts for 90% of the

workforce, it may be argued that a basic social pension is still needed

(Stewart, F. & J. Yermo, 2009). Some East and West African countries are

interested in creating a prefunded Centralised Wealth Fund to cushion

expected future shocks, including population aging, to unfunded pillars

(Holzmann, R. & R. Hinz, 2012).

Implement a Combined Unemployment and Retirement Savings Account:

Introducing one account out of which unemployment and retirement benefits

are paid has the potential to reduce the temptation for the formally employed

to only work the minimum numbers of years required to be eligible for a

minimum pension (Holzmann, R., 2005). The claiming of unemployment

benefits would result in an obvious reduction of future retirement benefits. This

may not, however, deter individuals from using unemployment as an excuse

to access retirement savings earlier than would otherwise be legally possible.

South Africa’s current retirement reform proposals include an

allowance for drawing down a portion of preserved pensions in the case of

unemployment-related financial need (South African Government, 20136).

Although the initial intention was to enforce preservation, there were calls by

organised labour to tolerate some leakage as impoverished retrenched

6 2013 Retirement reform proposals for further consultation. (1 November 2013 and 1 September

2015).

http://www.treasury.gov.za/documents/national%20budget/2013/2013%20Retirement%20Refor

ms.pdf accessed

155

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 135-187 Badat, F.; K. Chigiji; J. Söhnge; K. Sukdev y N. van Zyl. The evolution and future of Social Securiry in Africa…

workers and unemployed persons have a greater need for current

consumption than for deferred benefits.

Three other areas of consideration within retirement reform include:

a) Reduction of administration costs. This would result in better

benefit to contributions ratios. Nigeria and Ghana are examples

of African countries that have recently introduced a single

retirement system in which all formal sector workers participate

and Cape Verde and Djibouti have partially integrated their civil

servants into the national scheme (Pallares-Miralles, M. et al.,

2012).

b) Integrated Systems. These result in equity, administrative

efficiency and labour market flexibility. Cape Verde and Djibouti

are in the process of integrating their different pension schemes

(Pallares-Miralles, M. et al., 2012).

c) Extend Financial Sector Involvement. Sound banking and

insurance environments with a clear agenda to support financial

sector development should consider higher levels of funding in

mandatory schemes and insurance companies could also

provide voluntary private pensions and compete for the

management of public pension funds (Whitehouse, E., 2011).

4. Health care

Central to the objectives of current Social Security goals is the

sustainable access to affordable, efficient and equitable quality health care.

The fundamental objective of health systems is to improve the health of the

156

population and to provide financial protection against the unexpected costs of

ill-health. Central to achieving these goals is the concept of risk-pooling, where

the risk of having to pay for health care is spread across the entire pool of

members instead of being borne solely by the individual. The ultimate goal for

many health reform initiatives is the achievement of universal coverage. This

is defined by the World Health Organisation as access to key promotive,

preventive, curative and rehabilitative health interventions for all at an

affordable cost, thereby achieving equity in access. In tandem with this goal

is the need to reduce the probability of catastrophic health expenditure by

achieving equity in financing. Unfortunately, health reform and policy debates

focus narrowly on how to generate more funds for health care, ignoring the

financing and payment methods chosen as well as the monitoring and

evaluation of results. Yet these choices have profound effects on the

outcomes and the performance of a health system.

In essence, successful health reform strategies are driven by health

care policy. Key policy issues for countries aiming at extending coverage

involve:

- Appropriate financing models for different parts of the population

as part of an integrated strategy.

- A benefit package that offers essential services in a cost efficient

manner. And

- Institutional infrastructure and human resources that enable

health benefits to be delivered effectively.

Health reform is unquestionably not restricted to developing or low-

income countries. However, it is irrefutable that these countries face the most

difficult challenges regarding inadequate access to affordable and effective

health care. Several African countries have embarked on the strenuous task

of achieving good quality health care that is both accessible and equitable.

157

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 135-187 Badat, F.; K. Chigiji; J. Söhnge; K. Sukdev y N. van Zyl. The evolution and future of Social Securiry in Africa…

The approaches vary from country to country, but positive outcomes in a

range of settings suggest that structures that are based on risk-pooling and

prepayment, and that are either funded out of taxes or some form of social

health insurance, have most to offer. In risk-pooling structures, funds are

collected from workers and employers (additional funds may be provided by

governments) and then pooled into a social health insurance fund and made

available to individuals within the pool as required. The healthy subsidise the

sick.

While prepayment and risk-pooling seem to be constants in equitable

universal healthcare systems, the ILO recognises that the paths to universal

coverage are as varied as the circumstances faced by individual countries.

There is no defined solution, nor is it appropriate to disregard current

healthcare systems. Universal health coverage is a realistic medium-term

goal, even in countries with pluralistic or fragmented health financing

mechanisms in place. The remainder of this section provides a high-level

summary of the various health insurance models and funding models in

operation across the world, including a discussion of the lessons learned from

the various countries’ experiences. This is followed by an overview of the

health care challenges prevalent in Africa and an analysis of Africa’s progress

with regard to the Millennium Development Goals (MDGs)7. This section

concludes by considering the existing and potential involvement of actuaries

in health care. MDGs 4, 5, and 6 focus on improving health and have mobilized

governments, businesses, and non-governmental groups to accelerate action

for a healthier world. These goals are as follows:

Goal 4: Reduce child mortality rates. Target 4A: Reduce by two-thirds,

between 1990 and 2015, the under-five mortality rate.

7 The MDGs can be obtained from the United Nations website.

158

Goal 5: Improve maternal health. Target 5A: Reduce the maternal mortality

ratio by three quarters, between 1990 and 2015. Target 5B: Achieve universal

access to reproductive health contraceptive prevalence rate, by 2015.

Goal 6: Combat HIV/AIDS, malaria, and other diseases. Target 6A: Have

halted and begun to reverse the spread of HIV/AIDS by 2015. Target 6B:

Achieve universal access to treatment for HIV/AIDS for all those who need it

by 2010. Target 6C: Have halted and begun to reverse the incidence of

malaria and other major by 2015.

4.1. Health Insurance Models and Funding Models

The literature recognises four ways to achieve the ultimate objective of

universal coverage (WHO, 2004):

a) The Beveridge Model, which achieves universal coverage immediately.

b) The Bismarck Model, where Social Health Insurance (SHI) can be viewed

as a building block for National Health Insurance (NHI). This model follows

a phased implementation approach towards achieving universal coverage

in the long-term.

c) National Health Insurance (NHI), which achieves universal coverage

immediately. NHI can be viewed as a mix of the above two options. Under

mixed health financing systems, the subsidised population group is

partially covered via general tax revenue, and a clearly specified

contributory population group is covered by SHI.

d) Two tiered model: A system of private health insurance that is subject to

government regulatory powers, ensuring a pre-defined benefit package of

care usually targeted at the urbanised populations, coupled with a large

out-of-pocket model within rural regions.

159

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 135-187 Badat, F.; K. Chigiji; J. Söhnge; K. Sukdev y N. van Zyl. The evolution and future of Social Securiry in Africa…

4.1.1. Implementation of SHI: Lessons Learnt

Below is a summary of the key findings from a systematic review of

SHI (in particular) country experiences from 5 developing countries (Hsiao,

W.C. & P.R. Shaw, 2006): Ghana, Kenya, Philippines, Columbia and

Thailand. These countries were/are developing nations with circumstances, to

a certain extent, somewhat similar to those of the African countries. The

authors make the point that SHI is a complex instrument of reform. Done well,

SHI can yield positive outcomes over time. Implemented properly, SHI can be

expected to improve a country’s risk protection and health status outcomes.

Done hastily, SHI can be backward, disruptive, and possibly hazardous. The

4 key lessons for the review are: Positive changes that can be attributed to

SHI; Factors contributing positively to an enabling environment for SHI; Major

problems that challenge implementation; and Implications for policy makers.

4.1.2. Factors Contributing Positively to an Enabling Environment for SHI

A successful launch of SHI requires that people are incentivised to

pay premiums, providers are certified as qualified and that rapid economic

growth is present.

a) Incentive for people to pay premiums.

People must be motivated to accept and pay for SHI, even in

compulsory systems. People are willing to prepay for health care services only

if they currently have to pay for their health services. If adequate public sector

services of good quality are provided for free, or nearly free, why would people

who use these services want to enrol and pay for SHI? People will not want

to pay for SHI unless public sectors user fees are high, if patients have to

purchase drugs and supplies, or if public services are so poor that many

patients pay out-of-pocket for private providers. A comparison of the Ghanaian

160

and Tanzanian experiences is instructive. Ghana shifted to the “cash-and-

carry” user fee system in 1999 where patients had to pay fairly high user fees.

Consequently, voluntary prepayment plans such as the community-based

mutual health organisations (MHOs) flourished, growing from 4 MHO funds in

1999 to 157 by 2002. In 2003, Ghana was able to pass legislation to establish

SHI nationwide, relying on the MHOs as a building block. By contrast,

Tanzania does not have high user fees. Since 1996, Tanzania has tried to

attract and enrol its population into its district-based insurance, the community

health funds. The government subsidises 50% of the premium, regardless of

income level, yet the enrolment rate remains low, ranging from 5% to 20% of

the eligible population, and those who enrol tend to be the elderly and the sick.

b) Certifications of qualified providers

Developing nations have tended to pay little attention to the safety and

quality of health services rendered in the private sector, other than

establishing minimum standards such as licensing requirements. Following

initial licensing, the actual safety and quality of health services remain largely

unmonitored and unregulated. In rural areas, drug peddlers and indigenous

doctors sometimes have free reign because regulations are not enforced.

Moreover, governments rarely require private facilities to be transparent in

relation to their financial operations or to adopt modern financial and medical

record systems. Under such conditions, the quality of private sector health

services is highly variable, and detecting fraud and price gouging when SHI

pays for claims is difficult. The average clinical quality of public facilities might

be better than that of private facilities, but it is nevertheless highly variable.

These deficiencies have to be remedied before or concurrently with the

implementation of SHI to gain sustained public support, perform its role of

assuring a reasonable quality of health care, and sustain public operations

financially. The SHI administration should prudently purchase health care for

its insured population. A prudent purchaser has to ensure that services and

161

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drugs meet certain standards. Equally important, SHI has to be able to control

fraudulent claims and supplier-induced demand for unnecessary services, as

well as “inside” dealings between doctors, pharmacies, and testing

laboratories. SHI has to develop and implement new standards and

enforcement mechanisms to assure the safety and clinical quality of health

care, as standardisation of medical records and accounting systems as well

as ensuring adequate inspection and auditing of providers.

c) Rapid economic growth

Rapid economic growth is an important consideration in sustaining an

SHI program and in expanding it to achieve universal coverage. Health care

costs rise rapidly due to inflation, rising expectations and expensive new drugs

and technology. Unless wage rates are also rising rapidly, premiums would

have to be increased frequently. Meanwhile, governments may need rising

revenues to subsidise the growth in premiums for the poor and to expand

coverage. Moreover, rapid economic growth has positive effects on SHI

enrolment in that it can: lift people out of poverty, meaning that more people

can afford to pay their premiums; bring more workers into the formal sector,

which increases the number of people in the contributory regime; raise the

government’s general revenues (meaning that the government can subsidise

more of the poor). Rapid economic growth will therefore enable a nation to

move towards universal coverage.

4.1.3. Positive Changes Attributable to SHI

SHI-experiences from developing countries indicate that SHI can be

credited with at least 13 positive changes. Effective SHI:

162

a) Facilitates national debate and consensus on the financing of health

care and allocation of resources, involving more stakeholders such as

industrial groups, co-operatives and religious groups.

b) Separates public finance from public provision, whereby the SHI fund

manages the financing and contracts with public and private providers

to deliver public services.

c) Mobilises more revenue for health.

d) Constitutes a formal mechanism for pooling revenues and spreading

risks across population groups (e.g. from rich to poor, from the sick to

the healthy) and across the life cycle.

e) Responds to clients’ preferences and complaints through grievance

procedures if benefit entitlements have not been honoured.

f) Inspires more realistic consideration of equity, arising from the debate

on subsidising and expanding coverage for the poor and the indigent

that accompanies SHI.

g) Encourages more efficient purchasing of health services by using

different forms of provider remuneration (e.g. capitation agreements)

in the quest to achieve value for money.

h) Results in a clarification and redefinition of the roles of ministries of

health.

i) Forces more careful and rational planning to equate SHI revenues

with SHI expenditures.

j) Succeeds in expanding membership rather than simply stalling or

levelling off.

k) Expands access to quality services by the insured.

l) Reduces catastrophic financial loss that is faced at times of serious

illness or injury, and thus the vicious cycle of indebtedness, debt

servicing, and reduced household expenditure on necessities is less

likely to occur.

m) Results in making scarce public revenues (from general taxation)

available to the poor.

163

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4.1.4. Major Challenges Inherent in Implementation

The experiences of the five countries also indicate that, at various

stages of development, SHI can expect to encounter at least 9 major

implementation challenges along the following themes:

a) Enforcing the collection of contributions.

b) Actuarial costing of the benefits package requires technical skills and

data, and is essential to determine the financial sustainability and

survival of SHI.

c) Contributing members may not afford contributions in respect of

dependants.

d) Enrolment of those in the informal sector and the self-employed, since

mandatory enrolment is not easy to enforce.

e) Supply will have to be built up progressively if clients in semi-urban

and rural areas are to have access to adequate health care.

f) Provider payment mechanisms that aim to shift the financial risk of

provision to the provider will have to be continuously monitored and

evaluated.

g) Defining, certifying, and subsidising the poor.

h) Administrative efficiency improvements e.g. associated with the

consolidation of existing social insurance and other risk-pooling

schemes.

i) Leakage of SHI funds because of corruption will be a perpetual threat.

4.1.5. Policy Implications

The 15 policy implications are cautionary statements, intended to

minimise misconceptions and mistakes surrounding SHI:

164

a) It takes decades for SHI to achieve universality.

b) SHI is complicated: effective and efficient implementation takes many

years.

c) Initially, having the same benefits-package for all groups may not be

possible.

d) The benefits-package must be designed and costed.

e) User fees must be in place to motivate people to join.

f) SHI must create adequate incentives for workers to enrol.

g) Large general revenues are needed to cover the por.

h) Stakeholders must be convinced of the actuarial soundness of SHI.

i) The SHI Agency should be insulated from political interference.

j) The SHI Agency should be a prudent purchaser of medical services

and godos.

k) Qualified providers must be certified before or concurrently with

implementation of SHI.

l) A single fund is preferable to multiple funds.

m) Donors could play a valuable role in supporting the implementation of

SHI.

n) SHI should be linked to a National Health Insurance policy.

o) Supply-side subsidies must be reduced.

Even though the lessons learned relate mainly to SHI, these lessons

can very well be extended to the design and implementation of any State

health insurance fund (including the NHI and Beveridge models).

4.1.6. Transitioning from SHI to NHI

Twenty seven countries have introduced the overriding principle of

universal coverage via SHI (Hsiao, W.C. & P.R. Shaw, 2006) -these include

the five countries referred to above-. Due to the difficulty of moving to universal

coverage overnight, a phased approach is typically adopted: Start with

occupational/employee groups and Expand coverage, where the government

165

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plays a role in subsidising the rest of the population. Advantages of this two-

step approach: More financial stability (once the contributory regime is solvent

and performing well, the subsidised regime can then be established) and more

buy-in from contributors i.e. more acceptable to people who pay SHI

contributions in Step 1. It is possible to intertwine the two stages as follows:

a) Decide the subsidized regime in advance, while designing the

contributory regime and

b) Secure donor funding/government funding in advance of introducing

the subsidized regime.

It is also important to note that the transition from SHI to NHI is a

lengthy process. This was achieved after 127 years in Germany, 118 years in

Belgium, 79 years in Austria and 72 years in Luxembourg. However, it is

noteworthy that the factors at play for these countries differ to the factors at

play in today’s more technologically sophisticated world. For further reading

on the factors to consider when transitioning from SHI to NHI, please refer to

WHO (2004).

4.1.7. Country experience within the informal sector

In Africa, Community Health Insurance (CHI) Schemes are a common

mechanism used to provide health care to low-income earners living in rural

areas. It was independently estimated that there were 626 CHI schemes in

West Africa alone (Soors et al., 2008). Community Health Insurance Schemes

share five characteristics, namely:

a) The schemes are established by communities, of which the

individuals share common characteristics such as geographical area,

ethnicity, religion, etc.

166

b) Solidarity principles are applied as opposed to mutuality i.e.

contributions to the scheme are not determined based on a member’s

risk factors.

c) Members are involved in decision-making and management of the

scheme.

d) The schemes are non-profit.

e) Membership to the scheme is voluntary (Soors et al., 2008).

In West African countries, the establishment and management of CHI

schemes have been undertaken by the respective governments which have

also instituted enabling legal frameworks. Varying levels of success have

been achieved by different countries of which Senegal, Mali, Ghana, Guinea,

Burkina Faso, Benin, Togo, Cameroon and Niger are included. Progress has

been slow and the success of the entire concept as a means of providing

health care to low-income earners who live in areas with limited access to

such services has been heavily criticised (Soors et al., 2008). In Central and

East Africa, both government and health care providers tend to play leading

roles in the establishment and management of CHI schemes. Tanzania,

Kenya, Uganda, and Rwanda are some of the countries that have attempted

to provide health care to the informal sector through CHI schemes.

Most of these schemes are young and small with varying levels of

successful implementation (Soors et al., 2008). Exploring the possible

establishment of CHI schemes as a means of providing health care to the

informal sector in African nations would require extensive research and

investigation into the nature and size of the informal sector and the most

appropriate structure for the CHI schemes.

167

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4.2. African Challenges

The pressures of reform for African countries are intensified by the

high burden of disease. This is exacerbated by poor living conditions and lack

of access to quality care. Health statistics for African countries as a whole are

poor in comparison to the rest of the world and efforts for reform are

problematic given the typical issues faced by low- and middle-income

countries.

These issues include high out-of-pocket health care expenditure, high

income inequalities, unemployment rates, poor health care resources, poor

infrastructure and overall system management, lack of policies and legislation

to support development and importantly, a lack of funding. Furthermore, in

Africa, the minority have access to medicine and malnutrition is a constant

problem. Lack of clean water and other basic necessities, disease, and human

conflicts make survival difficult for most on this continent. Besides lack of

appropriate health care and nutrition, HIV/AIDS is a major health issue in

Africa. The children of Africa suffer the most from this epidemic. Millions of

children have been left orphaned because of the disease.

Child mortality rates in Africa are disproportionately high in

comparison to the rest of the world. Some statistics from The UN’s Millennium

Development Goals Report (2011) which highlight this are: of the 26 countries

worldwide with under-five mortality rates (U5MR) above 100 deaths per 1,000

live births in 2010, 24 are on the African continent; Approximately one in every

eight children on the continent die before the age of five which is nearly twice

the overall average in developing countries.

168

Table 2. African health care spending and personnel statistics

Healt Statistics A B C D THE PHE

African Region 54 2,2 9 0,7 6,5 50,7

Region of the Americas 76 20 72,5 14,4 50,7

South -East Asia Region 65 5,6 10,9 4,1 3,8 62,9

European Region 75 33,2 65 5,4 9,3 24,8

Eastern Mediterranean Region 66 10,9 15,6 5,4 4,7 49,1

Western Pacific Region 75 14,8 18,4 3,8 6,6 35,6

Global 68 14,2 28,1 4 9,4 40,8

A: Life expectancy at birth, 2009. Years B: Physicians

C: Nursing &midwifery personnel D: Pharmaceutical personnel

B, C, D: Density (per 10.000 population 2005 – 2010)

THE: Total Health Expenditure, 2009 (% of GDP)

PHE: Private Healt Expenditure, 2009 (% of THE)

Source: WHO (2012): World Health Statistics.

Despite the momentous challenges faced by African nations, health

care has already changed dramatically over the last decade, and is expected

to improve even further in the next one. This is largely attributable to the many

stakeholders striving to improve health care in the African region. This

includes national and local government authorities, NGOs and multinationals.

The details of an effective healthcare system are inextricably linked and

notably complex and therefore it is difficult for any one party to independently

make a difference. A 2009 McKinsey research document noted that the

private sector is currently playing and will continue to play a vital role in the

financing and provision of health care in sub-Saharan Africa. The report, “The

Business of Health in Africa”, noted that the private sector could provide 60%

of the $25 to $30 billion needed for sub-Saharan Africa to meet the demands

of health care over the next decade. A second McKinsey research document,

“A practical approach to health strengthening in sub-Saharan Africa”, pointed

out that system-wide barriers were impeding the health care delivery in sub-

169

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Saharan Africa. In order to combat disease effectively, solutions must be

developed and implemented collaboratively.

Furthermore, to create an environment of equity in access and fair

financing, principles of social solidarity need to apply. Prepayment, linked to

affordability and the pooling of funds, ensures that the risk of unexpected

health expenditure is borne by the entire risk pool as opposed to the

individuals themselves. The larger the risk pool, the greater the predictability

of health expenditure as the effect of large claims is spread over a larger

membership base. It is therefore critical to formulate a strategy to ensure that

the entire population obtains health cover and reduce the levels of out-of-

pocket expenditure that lead to impoverishment. Those countries that are

seen to be making notable progress in certain areas of reform include South

Africa, Zambia, Ghana, Tanzania, Kenya, Nigeria & Namibia, amongst others.

5. Broader Social Security Nets: Overview

Social Security is an extensive field in which actuaries may engage

more frequently and apply their skills with greater depth. There is great scope

to add value to the programs that currently exist and to assist with developing

more innovative programs. To do this appropriately, knowledge of the issues

affecting Social Security is necessary. These also have a significant effect on

traditional areas of actuarial practice. The remainder of this section aims to

very briefly discuss some of the benefits that have not been discussed in more

depth.

5.1. Survivor benefits

Social protection programs that include provision for old-age benefits

usually include provision for survivors’ benefits as well. These benefits are

170

generally a percentage of either the benefit paid to the deceased at death or

the benefit to which the insured would have been entitled if he or she had

attained pensionable age or become disabled at that time. In most cases, the

provision of survivors’ benefits is confined to widows/widowers who are caring

for young children, are above a specified age, or are disabled. Many systems

also pay benefits to other surviving close relatives, such as parents and

grandparents, but only in the absence of qualifying widows, widowers, or

children (ISSA, 2012a).

5.2. Family benefits

Family benefit policies not only cover compensation for the additional

cost for having children through family allowances, but also maternity and

paternity benefits, day care subsidies, as well as programs to encourage

women’s participation in the workforce while balancing family needs. With the

break-up of the traditional family social safety net, together with a changing

work environment and the effects of globalization, new social risks have

emerged. These new risks have drawn attention to the limits of the existing

social safety net and, as a response, the need for the state to adopt new social

policies. Family policies can help societies meet these challenges, in particular

by helping parents cope with the double burden of providing care for children

while seeking to pursue a full professional career (ISSA, 2012a).

5.3. Work Injury benefits

Work injury schemes provide for compensation for work-related

injuries and occupational diseases. These schemes are in general funded

through a levy based on number of employees charged to employers or

earmarked tax percentage. The benefits provided by these schemes range

from medical expenses, income support, support to dependants in the event

of death of the employed individual etc. The efficiency of a work injury scheme

171

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depends on a range of factors, the main indicator being the reduction of work-

related accidents and occupational diseases. According to the ISSA (2012a),

2.34 million people die from work-related accidents and diseases each year

and approximately 4% of GDP is lost as a result of occupational accidents.

From the above, it can be deduced that health care is relevant to work injury

benefits. The sufficiency of the benefits payable in relation to medical

expenses is directly impacted by the cost of health care services. In addition,

the availability and adequacy of care has direct impacts on the ability of an

individual to recover and return to work. Consequently this impacts the

economy of a country through increased poverty, reduced economic growth

and an increased burden on the state. The concept of preventing occupational

risks is therefore embedded in many of these schemes. Linking prevention to

accident insurance compensation can enable effective mechanisms to reduce

both accidents at work and occupational diseases, and to provide an incentive

for employers to boost preventive activities in an enterprise, as it directly

impacts on the contribution rate paid exclusively by the employer (ISSA,

2012a).

5.4. Disability benefits

Disability can be understood on three different levels, namely

impairment, activity limitation, and participation restriction. The data suggest

that disability prevalence in the Eastern and Southern African region is

between 14% and 36%, including different types and degrees of disability.

Swaziland has the highest disability prevalence (35.9%) and South Africa has

a disability prevalence of over 24%.

The link between poverty and disability is often discussed as a ‘vicious

circle’ where poverty features as one of the key drivers of disability; disability

may in turn lead to impoverishment due to lack of opportunities and access to

health services, education and employment. Many governments in Africa have

172

developed budget allocations and systems in the form of disability grant

payments to provide disability benefits to those in need. In general these grant

payments are means-tested, and as mentioned in previous sections, means-

tested benefits tend to marginalise a large proportion of the population despite

their inability to earn a sufficient income. Logically, individuals who are

receiving disability grants require these funds for various reasons, including

food, shelter, medical care, supporting dependants etc. Should the costs of

health care comprise a large proportion of the overall benefit received, it is

unlikely that the individual will pursue the medical treatment required as the

perceived need for alternate living necessities will be deemed more important.

In addition, the high cost of disability means that many disabled people have

additional expenses and difficulties in addition to those of able-bodied people,

such as assistive devices, remuneration of caregivers and additional transport

costs. This will further exacerbate the ailments burdening disabled individuals,

hindering these individuals from resuming employment and combatting

poverty, and consequently place further pressure on the adequacy of the

disability grants provided globally.

Disability can be viewed from a medical perspective, which looks

purely at the physical or mental impairment and views the degree of severity

as the extent to which certain activities of daily living cannot be undertaken. It

is difficult to define and measure disability, because disability is related to

many life areas, and involves interactions between the person and his or her

environment. Just as important as the disease label itself is whether a person

can work and carry out the routine activities necessary to fulfil his or her roles

at home, work, school or in other social areas. Understanding the different

aspects of disability is necessary in developing a comprehensive and value-

adding disability programs.

173

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 135-187 Badat, F.; K. Chigiji; J. Söhnge; K. Sukdev y N. van Zyl. The evolution and future of Social Securiry in Africa…

5.5. Broader Social Security NETS: Gender Inequalit y

Gender inequality has a much greater impact than the explicit MDGs.

Gender dynamics underpin all of the MDGs and to make progress, it is

necessary to develop specific gender-sensitive approaches to the manner in

which we organize the new world. The great themes of the 21st Century –

democracy, globalization, health, lasting peace – cannot be achieved in a

world with gross gender inequalities. MDG 3 aims at “Promoting gender

equality and empowering women”. The specific target that was established at

the time of developing the MDGs was to eliminate gender disparity in primary

and secondary education preferably by 2005, and at all levels by 2015.

The Gender Inequality Index (“GII”) was introduced in 2010 by the

Human Development Report of the United Nations Development Program

(Gaye, A. et al., 2010). It has replaced the Gender Development Index and

the Gender Empowerment Measure. This measure takes into consideration

gender disparities, reproductive health, empowerment and labour market

participation. The reproductive health indicators are Maternal Mortality Ratio

and the Adolescent Fertility, obtainable from UNICEF’s State of the World’s

Children and the UN Department of Economic and Social Affairs respectively.

The logic is that the lower these values are, the more likely a woman is to have

access to adequate health services, lower health risks, and higher education

attainment. Empowerment for GII is measured by two indicators which are:

Share of parliamentary seats held by each sex, which is obtained from the

International Parliamentary Union; and Higher education attainment, which is

obtained from the United Nations Educational, Scientific and Cultural

Organisation (“UNESCO”) and the Barro-Lee data sets 8.

8 This is data compiled by Robert J. Barro and Jong-Wha Lee which shows educational attainment

for over 140 countries over 60 years, disaggregated by sex and 5-year age intervals.

174

The labour market component is measured by women's participation

in the workforce. This takes into consideration those who are in paid work,

unpaid work, and actively looking for work. The data for this dimension are

obtained from the International Labor Organisation (“ILO”). It is worth

reflecting on these measures (and those for the other MDGs) and challenging

them to ensure that the most transparent and valuable measures provide the

best quality information. For example, the interactions between these

measures are likely to be very significant once multiplied against one another.

It would be expected that statisticians and actuaries, with a good

understanding of the social factors, could assist in understanding these

measures and their relationships with more gender inclusiveness.

Table 3. Bottom 10 highest ranking countries based on GII in 2011

Country GII Rank 2011 GII Value 2011

Yemen 146 0.769

Chad 145 0.735

Niger 144 0.724

Mali 143 0.712

Congo 142 0.710

Afghanistan 141 0.717

Papua New Guinea 140 0.674

Liberia 139 0.671

Central African Republic 138 0.669

Sierra Leone 137 0.662

Source: Social Watch Report (2012).

As can be seen from the above, African countries dominate the

bottom of the list. There are other economic indices which have been

developed across the globe to measure gender differentials. The World

Economic Forum developed the Global Gender Gap Index (“GGGI”) covering

economic participation and opportunity, educational attainment, general

health and political empowerment. The Economic Intelligence Unit then

175

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 135-187 Badat, F.; K. Chigiji; J. Söhnge; K. Sukdev y N. van Zyl. The evolution and future of Social Securiry in Africa…

launched the Women’s Economic Opportunity Index (“WEOI”) in 2010

covering labour policy and practice, women’s economic opportunity, access

to finance, education and training, women’s legal and social status and the

general business environment.

Interestingly, 2006 statistics from the ILO indicated that

unemployment rates for men and women in Africa were the same at 9.7%.

However it is worth noting that unemployment rates do not reflect the quality

of work obtained. Women often do not have the opportunities to obtain

employment in the formal sector and generally resort to insecure work in the

informal sector which does not have prospects for growth. The question of

women involved in parliament spans beyond quotas, but more critical

questions revolve around the actual involvement of women in decision-making

processes. Has the higher representation of women resulted in significant

changes in national health status, adequate budgeting, and stronger, more

sustainable programs encouraging greater gender equality? The issues to

cover are corporate confidence, illiteracy, leadership training and advocacy,

etc. - not just the number of women in parliament and schools and fertility

rates.

One of the key means by which gender inequality is being addressed

within African countries is by engendering national budgets. This ensures that

the impact of budget allocations on women is tracked. South Africa has done

this with the use of “Women’s Budget Initiative” (Bhatnagar, D. et al., (2003)).

Some governments have gone so far as to develop programs within several

ministries with several measurable indicators to ensure gender equality.

Organisations within government and commerce have been instrumental in

furthering the development of gender-sensitive policies and those that pro-

actively empower women. In some cases this has resulted in the increase of

political representation. A recurring theme across several African countries is

the prioritisation of agricultural and rural development. This is as a result of

176

the fact that a majority of women live and work in these areas, some with very

low prospects of progressive work in urban areas. There is the increased

recognition of the economic and social value that can be created within the

small scale commercial and subsistence agricultural sector. Due to the non-

traditional nature of this field for the majority of actuaries, this is currently an

experimental area where it is believed that we can provide value in the

planning, development and monitoring processes.

5.6. Broader Social Security Nets: Child/Orphan Gra nts and Education

Childhood poverty is a significant factor in persistent and chronic

poverty, and in the inter-generational transmission of poverty. Preventing

poverty in childhood can thus help prevent the vicious cycle of poverty across

generations+. MDGs 4 and 5 are related to children with MDG 4 aimed at

“Reducing Child Mortality Rates” and “MDG 5 aimed at “Improving Maternal

Rate”.

The three main types of cash transfers often used to tackle childhood

poverty are: a uniform benefit, paid for every child in the household; an income

supplement, paying a fraction of the difference between household income

and the poverty line; and a minimum guaranteed income, which supplements

income up to a given level. As these programs have not been in existence for

a significant period of time, it is difficult to provide a conclusive assessment as

to whether they have indeed resulted in a change to certain behaviour. It has

however been observed that cash transfer programs must be coupled with

other programs that target other poverty-dimensions to be as effective as

possible. These may include those related to education, health, employment

and mobility, as is being seen across Africa. The critical factor to consider here

is that the impact of the cash grants is critically dependent on the response of

the households as the cash given is assumed to increase the general standard

of living within the home.

177

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 135-187 Badat, F.; K. Chigiji; J. Söhnge; K. Sukdev y N. van Zyl. The evolution and future of Social Securiry in Africa…

MDG 2 states that “By 2015, all children can complete a full course of

primary schooling, girls and boys.” Lacking from these goals is the urgent

need for relevant higher education, starting from secondary education. The

core educational focus at the moment should be to ensure that all children

obtain a full primary education to allow them the opportunity to be accepted

into secondary education. However, with the growing unemployment problem

in the world, greater focus will need to be directed towards secondary

education as well. It is disheartening that the progress on primary school

enrolments has slowed since 2004, even as countries with the toughest

challenges have made large strides to reduce the number of uneducated

children. More than half of out-of-school children are in Sub-Saharan Africa.

This shows the need for a greater drive to get children into schools. The area

of education is not often covered by Social Security as its mandate falls under

the Ministries of Education (including Higher Education). It is essential to note

the close connection between education, OVC benefits, unemployment,

health, gender issues and other Social Security benefits. No one area can be

targeted in isolation of others as our socio-economic environment is a highly

entangled web. Neglecting one area impedes efforts directed in another area.

This needs to borne in mind during product development by considering and

implementing useful collaborations between education ministries and social

security governing bodies if they are separated by artificial institutional

barriers.

6. Actuarial Involvement

Actuaires in Africa have proved innovative in applying their skills to

socio-economic challenges. Within healthcare, actuaries play an important

role in developing, valuing and monitoring innovative health insurance

products such as gap cover, hospital cash-plans, medical aid cover etc. The

trend has further strategically embarked upon development of innovative

178

health care solutions aimed at low-income earners and informal employees

so as to increase the access to health care funding within Africa. Furthermore,

actuaries are involved in developing SHI and NHI through developing

comprehensive costing structures and benefit packages suitable to the nation

in question. Some of the areas that actuaries should continue to develop their

understanding and increase their involvement (particularly within pensions

and healthcare) are:

- Return on assets must be determined and declared and annuitisation

factors for age-related cohorts must be determined.

- Inherent redistribution within and across generations should be

monitored and communicated.

- Evaluating the sustainability of Social Security Systems, ensuring

design and adequacy issues are addressed, asset-liability modelling9

and reporting and communicating information (ISSA 2012b).

- Actuaries can help to provide credible comparative estimates of

retirement costs post reform to that of the current system (Holzmann,

R. & R. Hinz, 2005). The World Bank provides a program called the

Pension Reform Options Simulation Toolkit (PROST)10 that can assist

with this.

- Setting of health policies with specific reference to health financing

policies.

- Maximising population coverage including innovative methods to

extend coverage to the informally employed as well as the

unemployed.

9 The authors believe that actuaries can play a role in advising on investment strategies, valuing

assets, recommending an investment reserve account to smooth returns over time and assessing

the impact of HIV/AIDS on funds. 10 For more information, visit:

http://siteresources.worldbank.org/INTPENSIONS/Resources/395443-

1121194657824/PRPNoteModeling.pdf

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Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 135-187 Badat, F.; K. Chigiji; J. Söhnge; K. Sukdev y N. van Zyl. The evolution and future of Social Securiry in Africa…

- Formulating appropriate benefit packages including synergies

between benefits provided by government, private insurers and

employers.

- Evaluating the impacts of the long-term demographic effects of high

childhood mortality, escalating disease burdens, medical

advancements and changing lifestyles including consideration of the

economic consequences of these impacts.

- Consideration of the relative effects of national economic growth and

global technological improvements in improving general human

health and well-being.

- Developing optimal methods of reimbursement whilst simultaneously

developing clinical monitoring tools so as to ensure that optimal

quality of care is achieved.

- Continuously monitoring and evaluating health care reform strategies

and the interventions and health care solutions offered in order to

reflect the actual disease burdens and demographic profiles of the

nation.

- Developing strategies to maximise the supply of health care resources

with specific consideration to the funding strategies required to

achieve the most optimal health care solution within the constraints of

available resources.

- Improving accountability through tracking and reporting on allocation,

disbursement, and utilisation of financial resources, using the tools of

auditing, budgeting, and accounting.

- Consideration of the impacts of changing taxation and regulatory

laws.

- Improving health system performance by demonstrating and

accounting for performance in light of agreed-upon performance

targets with a clear focus on services, outputs and results.

180

- Costing and the analysis of the programs for monitoring and

evaluation purposes would have to be in terms of the number of OVC

beneficiaries that are reached in separate regions.

- Commissioning a National Longitudinal Cohort study of the impact of

OVC benefits. Following children and families being supported by

various services over an extended period of time, is the most reliable

way to understand whether the services being provided are making a

difference in the lives of the children, both in the short-term and longer

term.

This list is in no way intended to be exhaustive but rather illustrative

of the various aspects of social security that require collaborative attention by

actuaries and other experts. Imperative to these aspects is the consideration

of the evolutionary nature of socio-economic needs and the dynamics of a

population. Considerable and continuous effort by all stakeholders, experts

and professionals is vital in order to achieve sustainable social security nets

and development.

7. Conclusion

African economies are increasingly demonstrating dual

characteristics of high economic growth rates on the one hand and substantial

Social Security challenges on the other hand. Economic growth should be

reflected in an improved socio-economic environment. Many countries have

either reformed or are in the process of reforming retirement funding provision.

Coverage of population and adequacy of benefits are critical challenges for

effective retirement funding provision. State benefits are limited and more

emphasis will need to be placed on individual savings to ensure adequate

pension provision at retirement. There has been a trend towards Defined

181

Economía Española y Protección Social, VII, Año 2015. Págs. 135-187 Badat, F.; K. Chigiji; J. Söhnge; K. Sukdev y N. van Zyl. The evolution and future of Social Securiry in Africa…

Contribution-type arrangements but there still remain challenges in respect of

investment opportunities that can make such transitions sustainable.

Various health care funding models are being implemented within

African countries. Out-of-pocket expenses remain a major funding method.

Affordability, and sound and efficient management of existing resources

remain challenges as well as a historic lack of adequate primary Health Care

facilities. Several nations have initiated efforts towards developing national

public health care provision for their people with some degree of success.

Challenges in providing effective Unemployment Insurance include poor

administration systems, access to payments, limited coverage, availability of

information, eligibility enforcement, varying financial performance and lack of

co-ordination. The areas to focus on include hidden employment,

reemployment incentives, severance payments, workfare programs,

Individual Unemployment Insurance Savings Accounts and effective

administration systems. In addition to addressing the above, innovative

solutions to providing employment are required for more sufficient long-term

solutions. This is particularly an area of concern due to the very young African

labour-force which should be integrated into the workforce. To be able to

appropriately develop, implement and run programs for orphans and

vulnerable children it is essential to know the costs of OVC programs, an area

which actuaries could provide as much value as they have in costing health

care and UIFs amongst other benefits. The area of education is still very new

in the consulting and actuarial practices but the value provided is slowly

emerging. Planning and budgeting at a national level have started involving

actuarial input in a few African countries.

There is a strong interlinked nature to these benefits. It is impractical

and ineffective to address one area without considering the impacts of other

issues. Given the very differing landscape, culture and socio-economic

environments, best practice for developing and implementing social security

182

in the differing African regions may not be identical to that witnessed in

western regions. In this regard, any social security research should not be in

isolation of the circumstances in differing communities. The potential

contribution of actuaries is quite clear in some areas such as retirement

reform, health care and unemployment insurance, as a result of the

momentum the profession has already gained in these areas. In other areas

of the development goals, contribution points are slowly being unearthed. The

long-term view; the skill to view assets and liabilities side-by-side; the risk

management capabilities; financial, economic and demographic modelling

capabilities amongst a host of other skills, could be further put to great use to

address development issues across the continent.

Fecha de recepción del artículo: 13 de junio de 2015

Fecha de aceptación definitiva: 12 de septiembre de 2015

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188

189

Números anteriores

1. Desafíos para la Economía y la Empresa española en un mundo globalizado.

Folgado Blanco, José.

2. Mesa Redonda. Retos del Pacto de Toledo. Portavoces de Grupos

Parlamentarios en la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo: López i

Chamosa, Isabel; Tomás Burgos Gallego; Gaspar Llamazares Trigo; Emilio

Olabarría Muñoz; Inmaculada Riera i Reñe.

3. Envejecimiento de la población y dependencia: situación actual y perspectivas

de futuro. López Zafra, Juan Manuel.

4. La economía española: situación y perspectivas. Conde Ruiz, Ignacio.

5. Coste salarial y Renta disponible del trabajador. Pérez Carrasco, Antonio.

6. Prestaciones no contributivas de invalidez: el límite de ingresos y la equivalencia

actuarial. Hernández González, Daniel.

7. Las fuentes de financiación de la Seguridad Social. Arroyo Martínez, Israel.

8. Los sistemas de reparto puro y de capitalización individual como base de la

prestación de jubilación contributiva. Hernández González, Daniel.

Economía Española y Protección Social, nº 1

Madrid, febrero de 2009. 1ª Edición

Madrid, mayo de 2014. 2ª Edición

Clausura: Granado Martínez, Octavio

190

1. Modelo Productivo y Mercado de Trabajo. González González, Antonio.

2. Crisis económica española y sistema público de pensiones. Gómez-Calcerrada

Gascón, José Luis.

3. Estrategia de modernización en el sector justicia. De la Mata Amaya, José.

4. Administración Tributaria y Protección Social. Herrera Álvarez, Carlos A.

5. Medidas del riesgo y sus aplicaciones actuariales y financieras. Heras Martínez,

Antonio J.

6. Envejecimiento y pensiones en Europa. Métodos comunes de trabajo. Achurra

Aparicio, José Luis.

7. Las diferencias sociales en la utilización y percepción del sistema sanitario

español. Un estudio basado en el barómetro sanitario del año 2008. Hoyo Lao,

Augusto.

8. Seguridad Social, insolvencia empresarial y concurso de acreedores. Hernández

González, Daniel.

9. Desestacionalización de series temporales. León Do Campo, Elena M.; Elena

Morán Blanco.

10. La pensión de viudedad. Reforma desde una perspectiva económica a través de

la relación entre obligaciones y derechos consumidos. Sanabria Borrego, Manuel;

Daniel Hernández González.

Economía Española y Protección Social, nº 2

Madrid, febrero de 2010

Apertura: Aibar Bernad, Javier

Clausura: Panizo Robles, José Antonio

191

1. La distribución temporal de los salarios y su relación con el tiempo de trabajo.

Valverde Caramés, Pedro.

2. El empleo y el paro: comparación de los resultados de la EPA con los de fuentes

administrativas. De Domingo Sanz, María Victoria.

3. Aplicación de un modelo markoviano a un plan de previsión social en salud. Diz

Cruz, Evaristo.

4. El porvenir en la actividad por cuenta propia de los profesionales colegiados y su

provisional compatibilidad con la pensión de jubilación de la Seguridad Social.

Fernández Orrico, Francisco Javier.

5. Las prestaciones por riesgo durante el embarazo y lactancia natural. Doctrina

judicial. Rodríguez Iniesta, Guillermo.

Economía Española y Protección Social, nº 3

Madrid, noviembre de 2011

Prólogo: Casqueiro Barreiro, Luis

192

1. Entorno económico y su incidencia en la sostenibilidad del sistema de seguridad

social. Rojas Blaya, Juan A.

2. Sobre las inequidades del sistema contributivo de pensiones de jubilación en

España: ¿Se han impuesto los ideólogos a los actuarios? Devesa Carpio, J.E.;

Mar Devesa Carpio; Robert Meneu Gaya; Amparo Nagore García; Inmaculada

Domínguez Fabián; Borja Encinas Goenechea.

3. Reforma y sostenibilidad del sistema de pensiones: una valoración crítica. Zubiri

Oria, Ignacio.

4. La simplificación de la estructura del sistema de seguridad social. El final diferido

de un extenuante maratón todavía inacabado. Vicente Palacio, Arántzazu.

5. Pensiones, pensionistas y afiliados. De las Heras Camino, Alicia.

6. La igualdad de sexos y el precio del seguro privado en un contexto de protección

social. Hernández González, Daniel.

Economía Española y Protección Social, nº 4

Madrid, julio de 2012

Prólogo: Gosálbez Raull, María Begoña

193

1. El entorno de la secularmente inacabada reforma de la Seguridad Social.

Martínez Noval, Luis.

2. Evaluación de las consecuencias laborales de la reforma de 2011 y de reformas

alternativas. Benítez silva, Hugo; José Ignacio García Pérez; Sergi Jiménez

Martín.

3. El factor de sostenibilidad: diseños alternativos y valoración financiero-actuarial

de sus efectos sobre los parámetros del sistema. Devesa Carpio, José Enrique;

Mar Devesa Carpio; Robert Meneu Gaya; Amparo Nagore García; Inmaculada

Domínguez Fabián; Borja Encinas Goenechea.

4. Revalorización de las pensiones españolas de 2012 y 2013: una aplicación

implícita del factor de sostenibilidad. Bosch Príncep, Manuela.; Isabel Morillo

López; Oriol Roch Casellas; Daniel Vilalta de Miguel.

5. El sistema de pensiones español ante un escenario migratorio cambiante.

González Martínez, Clara Isabel.

6. La mujer en el mercado laboral español. López Díaz, Elvira.

7. Estadísticas de discapacidad: estado de situación, necesidades, perspectivas.

Gosálbez Raull, María Begoña.

8. Las medidas urgentes para la reforma del mercado laboral: aspectos laborales

tras la promulgación de la Ley 3/2012. Sierra Benítez, Esperanza Macarena.

9. Dos modelos de sostenibilidad en el sistema de reparto de las pensiones de

jubilación de prestación definida. Sáez de Jáuregui Sanz, Luis María.

Economía Española y Protección Social, nº 5

Madrid, mayo de 2013

Prólogo: Hernández González, Daniel

194

1. La crisis de las políticas de empleo. La modélica Dinamarca y la situación de

España. Burriel Rodríguez-Diosdado, Pepa.

2. Flexiguridad: un modelo de empleo basado en la distribución de la

responsabilidad. López Díaz Elvira.

3. El factor de sostenibilidad del sistema público de pensiones y su entrada en vigor.

El factor de equidad intergeneracional “ajustado a la edad de acceso a la

jubilación”. Hoyo Lao, Augusto.

4. The sustainability factor and the Spanish public pension system. De las Heras

Camino, A.; Gosálbez Raull, M.B. y D. Hernández González.

5. Coste de una propuesta de nivel básico de previsión social en España. De la Peña

Esteban, J.I. y N. Peña Miguel.

6. La escala de porcentajes de la Ley 27/2011: un enfoque actuarial para un nuveo

modelo sostenible. Budia Aldana, P.J.

7. Modelización actuarial de las nuevas prestaciones sociales en Venezuela. Diz

Cruz, E.

8. Trasnversalidad y políticas públicas. Linares Márquez de Prado, M.D.

Economía Española y Protección Social, nº 6

Madrid, mayo de 2014

Prólogo: Hernández González, Daniel

195

Los contenidos de los artículos expresan exclusivam ente las opiniones

de sus autores a título individual y no las de la A sociación o las de sus

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196

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publicado con anterioridad ni estar en proceso de publicación. Se aceptan artículos,

informes técnicos, científicos y derivados de ponencias o comunicaciones a congresos

que respeten lo anterior.

2. Los trabajos serán valorados obligatoriamente a través de un sistema de evaluación

independiente y confidencial, dentro de las modalidades de doble ciego y de pares

académicos y profesionales expertos en la materia. La evaluación siempre se realizará

por personas ajenas a los órganos rectores de la revista y del editor. Las controversias

se dirimirán por los órganos rectores de la revista, previa consulta del Comité

Científico. Los principales criterios de valoración serán: excelencia y calidad en la

aportación, interés para el editor, la Administración Pública o la Sociedad en su

conjunto, adecuación a los temas objetivo de la revista, adaptación a un público

multidisciplinar y el correcto equilibrio entre aspectos científicos, formativos, técnicos,

innovación y aplicación práctica. Los artículos serán catalogados como “Apto”, “Apto

condicionado a revisión por el autor” y “No apto”.

3. Los artículos deben estar escritos en español y obligatoriamente recogerán al

comienzo un resumen y unas palabras clave, al menos, en español e inglés. Otros

idiomas pueden ser aceptados con permiso de los órganos rectores de la revista.

4. El tamaño del artículo estará comprendido entre 15 y 40 páginas por una cara en

tamaño: 17 cm. de ancho, 24 cm. de alto. Márgenes 2,5. Letra Arial 10pt. y 1.5 de

espacio interlineal. Al comienzo del trabajo se consignarán el título (Negrita, 12 pt.), el

nombre del autor (Normal, 12 pt.), referencia profesional y país (Normal, 10 pt.).

5. Notas a pie de página y bibliografía: Las notas utilizarán tamaño 9 pt. Se acepta

que las referencias sobre asuntos parciales o colaterales se presenten a pie de página

197

y no en la bibliografía final, pero la bibliografía de referencia debe consignarse

preferentemente de alguna de las siguientes formas:

[1] Von Hausen, B. (1982): Título del libro. Editorial. Lugar de publicación

[2] Von Hausen B; F. Kaminski (1994): “Título del artículo”. Nombre de la

revista, nº 15, Págs. 10-31.

[3] Von Hausen, B; F. Kaminski y M. Menkel (1997): “Título del capítulo”. En

Título del libro. J.W. Haider y F. Lünen. Págs. 190-221. Editorial. Lugar de

publicación.

[4] Von Hausen, B. (2001): Título del artículo o recurso electrónico. http://

www.eskrdd.es/paper21212.htm. (12 de enero de 2002)

[5] Comisión Europea (2008): Libro magenta sobre las pensiones.

[6] Menkel, I. (1999): Título del documento. Documento de trabajo nº 77.

Institución / Premio. Entidad que concede el premio.

6. Las citas bibliográficas se realizarán mediante el siguiente formato:

“Von Hausen (2001b) expuso los elementos…”; “Los elementos fueron

expuestos en su momento (Von Hausen, 2001b)”; “Los elementos

fueron expuestos en su momento (véase Von Hausen, 2012b)”.

7. Títulos y subtítulos. Los títulos deberán consignarse según el siguiente ejemplo:

2. Protección Social (11 pt. Negrita. 2 Líneas de separación del texto anterior)

2.1. Características históricas (11 pt. negrita. 1 Línea de separación)

2.1.1. La visión en el siglo XX (11 pt. subrayado. 1 Línea de separación)

Para el formato de títulos de gráficos, tablas, etc. (Normal, 9 pt.), mientras que las

referencias a las fuentes (Normal, 8 pt.)

8 No se asume responsabilidad por pérdida, daño o por actos de terceros. No se

aceptarán reclamaciones relativas al proceso de edición, impresión y/o distribución.

Los autores aceptan expresamente las acciones del editor orientadas a dar una mayor

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