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.-Hace mucho tiempo había salido navegando desde Ancud, con el propósito de llegar a Quellón. No era una embarcación pequeña, si no que era una muy grande y fácil de conducir, con dos velas que podían aprovechar al máximo un viento favorable. Era una lancha buena para navegar en el mar y que había desafiado con éxito muchas tempestades. Esta la tripulaban 5 hombres, además de Don 2do. El capitán era un chilote recio, bajo y musculoso, que conocía todas las islas y el canal del archipiélago. La siguiente noche se desato una tempestad peor que la anterior. Era una noche negra en el que el cielo y el mar se confundían. Habían perdido la noción del espacio y tiempo, empapados y rendidos encomendaban su alma seguros de morir, no obstante la tormenta parecía calmarse y divisaron a lo lejos una luz que avanzaba sobre las aguas. Cada vez Fue acercándose más hasta que la luz se transformó en un barco, un hermoso y gran velero curiosamente iluminado, del que salían cantos y voces. Si no fuera por su velamen, por sus cantos hermosos abríase dicho un inmenso monstruo marino. Al verlo acercarse los marinos quedaron asombrados, pues, no obstante lo irreal de su presencia, parecía un refugio tangible frente a la cierta y constante amenaza del mar, sin embargo el capitán no participo de esa alegría, ya que asustado y mortalmente pálido exclamo: “¡No es la salvación, es el Caleuche!” Al escuchar eso, nuestros huesos, como los de todos los que lo han visto, estarán esta noche en el fondo del mar. El caleuche estaba casi encima de la lancha, pero repentinamente desapareció, al mismo tiempo volvió la tempestad tal vez con más fuerza, y la fatiga de los hombres les impidió dirigir la lancha, hasta que una ola gigantesca la volcó. Algo debió golpearlo, porque su último recuerdo, fue la ola negra en la oscuridad de la noche. Despertó tirado en la playa, unos hombres lo ayudaron y conto todo al respecto del viaje y la tempestad, menos la visión del caleuche. De sus compañeros no se supo más. .-Por eso es que no salgo a navegar…… El caleuche no perdonará haber perdido su presa, que existe un hombre que lo haya visto y no este “muerto”, por eso si me adentro en el mar podré ver aparecer un hermoso velero iluminado, del que saldrían voces que me harán morir. “De pronto aparece unos de los amigos de don 2do que estuvo en la noche donde apareció el caleuche y le dice: Ya se ha acabado tu tiempo en la tierra, hay que regresar al mar……..

El Caleuche

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leyenda trabajada por alumnos de 7mo

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  • .-Hace mucho tiempo haba salido navegando desde Ancud, con el propsito de llegar a Quelln. No era una embarcacin pequea, si no que era una muy grande y fcil de conducir, con dos velas que podan aprovechar al mximo un viento favorable.

    Era una lancha buena para navegar en el mar y que haba desafiado con xito muchas tempestades. Esta la tripulaban 5 hombres, adems de Don 2do. El capitn era un chilote recio, bajo y musculoso, que conoca todas las islas y el canal del archipilago.

    La siguiente noche se desato una tempestad peor que la anterior.

    Era una noche negra en el que el cielo y el mar se confundan. Haban perdido la nocin del espacio y tiempo, empapados y rendidos encomendaban su alma seguros de morir, no obstante la tormenta pareca calmarse y divisaron a lo lejos una luz que avanzaba sobre las aguas. Cada vez Fue acercndose ms hasta que la luz se transform en un barco, un hermoso y gran velero curiosamente iluminado, del que salan cantos y voces. Si no fuera por su velamen, por sus cantos hermosos abrase dicho un inmenso monstruo marino.

    Al verlo acercarse los marinos quedaron asombrados, pues, no obstante lo irreal de su presencia, pareca un refugio tangible frente a la cierta y constante amenaza del mar, sin embargo el capitn no participo de esa alegra, ya que asustado y mortalmente plido exclamo:

    No es la salvacin, es el Caleuche!

    Al escuchar eso, nuestros huesos, como los de todos los que lo han visto, estarn esta noche en el fondo del mar.

    El caleuche estaba casi encima de la lancha, pero repentinamente desapareci, al mismo tiempo volvi la tempestad tal vez con ms fuerza, y la fatiga de los hombres les impidi dirigir la lancha, hasta que una ola gigantesca la volc. Algo debi golpearlo, porque su ltimo recuerdo, fue la ola negra en la oscuridad de la noche.

    Despert tirado en la playa, unos hombres lo ayudaron y conto todo al respecto del viaje y la tempestad, menos la visin del caleuche.

    De sus compaeros no se supo ms.

    .-Por eso es que no salgo a navegar El caleuche no perdonar haber perdido su presa, que existe un hombre que lo haya visto y no este muerto, por eso si me adentro en el mar podr ver aparecer un hermoso velero iluminado, del que saldran voces que me harn morir.

    De pronto aparece unos de los amigos de don 2do que estuvo en la noche donde apareci el caleuche y le dice:

    Ya se ha acabado tu tiempo en la tierra, hay que regresar al mar..