2
Las reflexiones de Sherab Tharching 1 EL COMBATE Al igual que muchos otros jóvenes de mi generación, me introduje en el mundo de las artes marciales deslumbrado por la imagen que se nos daba del “maestro” oriental : ser honesto, invencible y sabio. En mi caso, me apliqué en la práctica e hice del combate una prioridad vivencial. Mal dotado físicamente, el entusiasmo y la dedicación paliaron de alguna forma la carencia de cualidades no propiciadas por la naturaleza, permitiendo convertirme en un luchador de la zona noble. He luchado durante toda mi vida con una constancia y entrega que me han concedido ver cumplidos algunos de mis sueños, sin embargo, si no entendiera que todo el esfuerzo realizado es parte del camino a recorrer, me sentiría como un fracasado, porque los sueños son simplemente sueños, ilusiones tras las que corremos los humanos. Todos los hombres estamos sumergidos en un inmenso campo de batalla, lo horroroso de esta guerra es cuando nos damos cuenta que la lucha se establece entre los más cercanos, los padres, la pareja, los hijos, los vecinos, y se extiende a los miembros de la misma tribu, nación y planeta. En el Bhagavad Gita, el dios Krishna convertido en auriga de Arjuna (el hombre) conduce su carro a través de los ejércitos y, en medio de la batalla, va revelando las enseñanzas contenidas en un marco horrendo que gradualmente va difuminándose, a medida que se va mostrando claramente que la batalla en la que está inmerso Arjuna es la batalla espiritual de la humanidad, la batalla del guerreroen busca de la iluminación. Finalmente Krishna aconseja a Arjuna. Mata, pues, con la espada de la sabiduría la duda nacida de la ignorancia que yace en tu corazón. Se uno en el Yoga (Yoga, es la unión del alma individual con Brahman) y levántate, gran guerrero, levántate. (Bhagavad Gita 4, 42) La lucha es una manifestación del apego. El apego genera ignorancia y ésta es la causa del sufrimiento. ¿Podría la renuncia ser fuente de felicidad? El Buda escogió el Camino Medio porque no podemos ser lo que no somos ni dejar de ser lo que somos.

El Combate

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Visión personal de las Artes Marciales

Citation preview

Page 1: El Combate

Las reflexiones de Sherab Tharching 1

EL COMBATE

Al igual que muchos otros jóvenes de mi generación, me introduje en el

mundo de las artes marciales deslumbrado por la imagen que se nos daba del

“maestro” oriental: ser honesto, invencible y sabio.

En mi caso, me apliqué en la práctica e hice del combate una prioridad

vivencial. Mal dotado físicamente, el entusiasmo y la dedicación paliaron de

alguna forma la carencia de cualidades no propiciadas por la naturaleza,

permitiendo convertirme en un luchador de la zona noble.

He luchado durante toda mi vida con una constancia y entrega que me

han concedido ver cumplidos algunos de mis sueños, sin embargo, si no

entendiera que todo el esfuerzo realizado es parte del camino a recorrer, me

sentiría como un fracasado, porque los sueños son simplemente sueños,

ilusiones tras las que corremos los humanos.

Todos los hombres estamos sumergidos en un inmenso campo de batalla,

lo horroroso de esta guerra es cuando nos damos cuenta que la lucha se

establece entre los más cercanos, los padres, la pareja, los hijos, los vecinos, y

se extiende a los miembros de la misma tribu, nación y planeta.

En el Bhagavad Gita, el dios Krishna convertido en auriga de Arjuna (el

hombre) conduce su carro a través de los ejércitos y, en medio de la batalla, va

revelando las enseñanzas contenidas en un marco horrendo que gradualmente

va difuminándose, a medida que se va mostrando claramente que la batalla en

la que está inmerso Arjuna es la batalla espiritual de la humanidad, la batalla

del “guerrero” en busca de la iluminación.

Finalmente Krishna aconseja a Arjuna.

Mata, pues, con la espada de la sabiduría la duda nacida de la ignorancia

que yace en tu corazón. Se uno en el Yoga (Yoga, es la unión del alma individual

con Brahman) y levántate, gran guerrero, levántate.

(Bhagavad Gita 4, 42)

La lucha es una manifestación del apego. El apego genera ignorancia y

ésta es la causa del sufrimiento.

¿Podría la renuncia ser fuente de felicidad?

El Buda escogió el Camino Medio porque no podemos ser lo que no somos

ni dejar de ser lo que somos.

Page 2: El Combate

Las reflexiones de Sherab Tharching 2

El hombre ha de reconocer las fuerzas que emanan del cielo y de la tierra,

vivir en armonía con ellas y con su propia identidad, de esa manera se hace

uno con el Tao y vive eternamente.

El secreto lo transmitieron los sabios de la antigüedad regalándonos el

Octograma de Fushi, en cuyas claves, según nos dicen, se encuentran los

misterios de la existencia.

Ésta y no otra es la enseñanza de las Artes Marciales.

Sherab Tharching