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EL CONVENTO DE FRANCISCANOS DESCALZOS DE CALLOSA DE SEGURA Y EL CULTO INMACULISTA A NUESTRA SEÑORA DE LA PORTERÍA THE DISCALCED FRANCISCAN CONVENT OF THE IMMACULATE CONCEPTION IN CALLOSA DE SEGURA (SPAIN) AND DEVOTION TO OUR LADY OF THE GATEHOUSE AARÓN RUIZ BERNÁ Universidad de Murcia [email protected] RECIBIDO/RECEIVED: 5-04-2017 ACEPTADO/ACCEPTED: 20-10-2017 RESUMEN: La orden de San Francisco fomentó prácticamente desde sus orígenes el culto a la Inmaculada Concepción. Las distintas ramificaciones que se crearon con las diferentes escisiones de la orden siguieron manteniendo esta devoción. Así, la rama alcantarina fue una de las impulsoras de la advocación de la Virgen de la Portería (una alegoría de la Puerta celestial), nacida en Ávila y que fue exportada a distintas fundaciones alcantarinas. Una de ellas fue Callosa de Segura, donde en el convento de la Purísima se le rindió culto en una capilla en la propia portería del cenobio. Contó con mayordomía propia y fue y es una de las grandes devociones de la población a pesar de los avatares de la historia del propio convento. PALABRAS CLAVE: Virgen de la Portería, Inmaculada, convento franciscano alcantarino, siglo XVIII, Callosa de Segura. ABSTRACT: From its origins, the Franciscan order promoted veneration to the Immaculate Conception. The different branches that were created by several divisions maintained this devotion. Among them, the Alcantarine Franciscans were the principal promotors of the invocation of the Virgin of the Gatehouse (an allegory of Heaven’s door), which arose in Avila and taken to different Alcantarine foundations. One of these places was Callosa de Segura, where the devotion was practiced in a chapel located in the gatehouse of the Immaculate Conception convent. She had a confraternity and Archivo Ibero-Americano 76, nº 283 (2016): 539-559 ISSN 0004-0452

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El convEnto dE franciscanos dEscalzos dE callosa dE sEgura y El culto inmaculista a

nuEstra sEñora dE la PortEría

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gatEhousE

AArón ruiz BernáUniversidad de Murcia

[email protected]

reciBido/received: 5-04-2017AceptAdo/Accepted: 20-10-2017

resumen:La orden de San Francisco fomentó prácticamente desde sus orígenes el culto a la Inmaculada Concepción. Las distintas ramificaciones que se crearon con las diferentes escisiones de la orden siguieron manteniendo esta devoción. Así, la rama alcantarina fue una de las impulsoras de la advocación de la Virgen de la Portería (una alegoría de la Puerta celestial), nacida en Ávila y que fue exportada a distintas fundaciones alcantarinas. Una de ellas fue Callosa de Segura, donde en el convento de la Purísima se le rindió culto en una capilla en la propia portería del cenobio. Contó con mayordomía propia y fue y es una de las grandes devociones de la población a pesar de los avatares de la historia del propio convento.

pAlABrAs clAve: Virgen de la Portería, Inmaculada, convento franciscano alcantarino, siglo xviii, Callosa de Segura.

ABstrAct:From its origins, the Franciscan order promoted veneration to the Immaculate Conception. The different branches that were created by several divisions maintained this devotion. Among them, the Alcantarine Franciscans were the principal promotors of the invocation of the Virgin of the Gatehouse (an allegory of Heaven’s door), which arose in Avila and taken to different Alcantarine foundations. One of these places was Callosa de Segura, where the devotion was practiced in a chapel located in the gatehouse of the Immaculate Conception convent. She had a confraternity and

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became one of the great devotions of the population in spite of the historical ups and downs of the convent.

Keywords: Our Lady of the Gatehouse, Immaculate Conception, Franciscan Alcantarine convent, 18th century, Callosa de Segura.

Para citar este artículo/Citation: ruiz Berná, Aarón. «El convento de franciscanos descalzos de Callosa de Segura y el culto inmaculista a Nuestra Señora de la Portería». Archivo Ibero-Americano 76, nº 283 (2016): 539-559.

1. FrAnciscAnos oBservAntes y descAlzos, origen de unA disputA

1.1. Introducción histórica

La orden franciscana, al igual que otras órdenes religiosas, surge en época medie-val, gracias a la acción de una figura revolucionaria que daría nombre a la misma. San Francisco de Asís, en su ideal de vivir conforme al Evangelio y las enseñanzas de Cristo funda una orden de religiosos que tendrán como principales objetivos servir al pueblo siendo humildes, pobres y caritativos. Su evolución desde entonces muestra una serie de reformas, escisiones, distintas ramas, etc.1 Desde hacía tiempo, algunos franciscanos sintieron la necesidad de recuperar un ideal de vida que, a su juicio, se estaba perdiendo dentro de la orden, lo que hizo que algunos frailes volviesen a practicar una observancia fiel y estricta de la Regla, mientras que otros veían a este grupo de «eremitas» como algo fuera de lo común y extravagante, algo innecesario, pues se podría cumplir con los preceptos viviendo como hasta entonces lo habían hecho.2

A raíz de estas disputas en el seno de la orden y tras numerosos trámites e impe-dimentos, algunos frailes españoles, como fray Juan de la Puebla o fray Juan de

1 Antes de la institucionalización de la rama descalza son varias las escisiones y reformas que experimenta la Orden franciscana. Así, por ejemplo, apenas cien años después del nacimiento de la orden los hermanos se dividen entre lo que comúnmente se ha venido llamando «conventuales» y «observantes». Manuel BAndín, «Los orígenes de la Observancia en la Provincia de Santiago», Archivo Ibero-Americano (AIA) 33 (1930): 337-373 y 527-559. Rafael sAnz vAldivieso, ed., Vida y escritos de San Pedro de Alcántara (Madrid: BAC, 1996), xix-xxiv. Antolín ABAd pérez y Cayetano sánchez Fuertes, «La descalcez franciscana en España, Hispanoamérica y Extremo Oriente. Síntesis histórica, geográfica y bibliográfica», AIA 59, nº 234 (1999): 459-460.

2 María Elisa mArtínez de vegA, «Formas de vida del clero regular en la época de la contrarreforma: los franciscanos descalzos a la luz de la legislación provincial», Cuadernos de Historia Moderna 25 (2000): 128-129.

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Guadalupe ven asumible la creación de eremitorios donde poder llevar una vida lo más apegada posible a la primitiva Regla, donde la mortificación, el silencio, la oración, el retiro y la pobreza eran los modelos a seguir.3 Por diversos problemas con las autoridades de la observancia, así como del poder civil, estas incursiones no lograron enraizar de forma inmediata, pero el espíritu perduró y dio finalmente sus frutos en el siglo xvi, cuando la autoridad papal confirma los privilegios y da auto-rización tanto para fundar nuevos conventos como para proseguir con el proceso de formación de la rama descalza. El impulsor definitivo de la rama reformada descalza fue San Pedro de Alcántara, convirtiendo en 1561 la custodia de San Gabriel (hasta el momento dependiente de la provincia observante) en provincia franciscana inde-pendiente y dándole las primeras ordenanzas que a partir de entonces serán obser-vadas por todos los frailes descalzos.4 Surge verdaderamente una rama reformada, que apuesta por la observancia más estrecha de la Regla y que en esto coincide con otras reformas, como la del Carmelo que tendrá detrás místicos españoles de tanta relevancia como San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Ávila.5

Desde el principio de su existencia, los descalzos trazaron las líneas generales y específicas del modo de vivir que habrían de seguir en todas sus fundaciones. Todas las provincias, tomando como referencia la legislación primitiva y las Constitucio-nes generales de la Orden, redactaron sus libros normativos. En ellos se trataban todos los aspectos de la vida en comunidad. Desde la oración (mental y vocal), que quedaría establecida por San Pedro de Alcántara en dos horas y media cada día, la obediencia a los superiores de la Orden y la corrección religiosa de los ímpetus e impulsos personales, la castidad, los modos de penitencia y ayunos, la conducta silenciosa, la disciplina, el modo en que debían dormir, el trabajo en el huerto para proporcionarles alimento, o la asistencia a los enfermos.6

Y precisamente estos tres puntos definitorios –oración, pobreza y penitencia– serán los que se fomenten desde las construcciones en las que habitarán estos reli-

3 Los estudiosos hablan de Reforma Villacreciana, al ser fray Pedro de Villacreces, fray Pedro de Santoyo y fray Pedro Reglado los que más hincapié hicieron en la provincia de Castilla en esta renovación. Daniel vAquerín ApAricio, Vida, espiritualidad y proyección social de los franciscanos descalzos en la España de la Ilustración (Madrid: Universidad Complutense, 2004), 57-59.

4 ABAd pérez y sánchez Fuertes, «La descalcez franciscana», 479-482.5 No es nuestra intención profundizar acerca de lo que supuso la creación de la rama descalza

franciscana, ya que mucho se ha escrito sobre ella. Para una mayor comprensión del tema consultar: ABAd pérez y sánchez Fuertes, «La descalcez franciscana», 457-788.

6 mArtínez de vegA, «Formas de vida», 159-185. Como venimos diciendo, el propio San Pedro de Alcántara redactó algunas disposiciones acerca del modo de vida que debían llevar todos los que se acogían a la descalcez. Para una mayor profundización acudir a Arcángel BArrAdo mAnzAno, San Pedro de Alcántara. Estudio documentado y crítico de su vida (Cáceres: Editorial San Antonio, 1995), 169-179.

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giosos reformados. Los asentamientos alcantarinos fueron en primera instancia una fundación humildísima, tan solo un eremitorio. A partir de esta pequeña construc-ción se fueron formando los conventos de frailes, que por estar construidos con materiales tan precarios apenas habrían sobrevivido hasta nuestros días de no ser por las reformas en los siglos posteriores. Evidentemente, la pobreza entendida por la Orden, amén de referirse a la pobreza ligada al nulo interés económico, hace refe-rencia asimismo a los edificios y los materiales con que son construidos. San Pedro de Alcántara descarta la cantería labrada en los inmuebles, que serán sustituidos por ladrillos o adobes, regulando asimismo, el espacio del templo y de convivencia. Como modelo, concibe un edificio más o menos cuadrado, a doble altura. El templo ocupa una de las crujías, incluyendo capilla, sacristía, dos altares y coro. Articula el espacio habitable a partir del claustro. En la planta baja se situarían la cocina y el refectorio, con sus oficinas, la portería, el hueco de la escalera y una enfermería. En la parte superior se distribuirían las celdas de los frailes. Un modo de construcción muy específico, a grandes rasgos muy humilde, tanto que solamente se permite adornar la piedra o la madera en sitios específicos, esto es, la iglesia, el coro o la sacristía.7 Pero no sólo existía esta restricción del empleo de objetos lujosos en cuanto a la construcción de los conventos, sino que en el servicio del altar, existían las mismas reglas de austeridad, impuestas asimismo desde las constituciones de la orden. Reglamentarán la cantidad y calidad de los objetos sagrados, excluyendo toda superfluidad y curiosidad, pero extremando los cuidados de limpieza. A modo de ejemplo, en los Estatutos de la Provincia de San Juan Bautista encontramos las siguientes directrices:

En nuestros conventos ha de resplandecer en todo la santa pobreza. Sus alhajas sean pocas y pobres; para la sacristía, ni se hagan, ni se admitan ornamentos de terciopelo o brocado, ni guarnecidos de oro o plata. Pero, respecto de la mucha abundancia y comodidad que hay de seda, en el distrito de nuestra Provincia, permitimos los ornamentos de seda que hasta ahora se hubieren hecho, mandando juntamente que, en adelante, no se hagan ni casullas, ni frontales de ella, sino una colorada y otra blanca para las misas mayores.8

7 María del Carmen díez gonzález, «Alcance de las consignas constructivas de San Pedro de Alcántara en la Descalcez franciscana. Algunos ejemplos extremeños», en Congreso Internacional Imagen y Apariencia (Murcia: Universidad de Murcia, 2009). mArtínez de vegA, «Formas de vida», 168.

8 «De los ornamentos, reliquias y conformidad, con los demás eclesiásticos», en Constituciones y Estatutos de la Provincia de San Juan Bautista de los Religiosos Menores Descalços de la Regular Observancia de Nuestro Padre San Francisco. Hechos por el Discretorio della y aprobados por su Definitorio. Dispuestos y ordenados a la estampa por el Ministro Provincial, por compromisso del

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Como se puede apreciar, la austeridad de materiales hace que la mayoría de estas congregaciones no gastasen el dinero que les era donado o legado en la construcción de grandes edificios para albergar sus congregaciones, sino que lo poco que recibían era para mantener una vida humilde y para servir a sus propios hermanos y a los que buscaban consuelo tanto físico como espiritual. Esta vocación de servicio a la comunidad hace que muchos de estos eremitorios, que se construyen alejados de los núcleos poblacionales, se vayan acercando cada vez más a los pueblos, aunque siem-pre se instalaban en sus afueras. Además, esta circunstancia les permitía un mayor aprovechamiento del tiempo empleado en la recogida de limosnas, su único medio de subsistencia junto con los trabajos en el pequeño huerto del convento.9

1.2. Asentamiento en Callosa de Segura

Todos estos aspectos tan característicos quedaron reflejados en lo que fue el con-vento alcantarino de Callosa de Segura, del que hoy en día solo subsiste una capilla de la vieja iglesia, integrada en construcciones modernas, puesto que el edificio conventual se derribó hace décadas, aunque se conoce por fotografías conservadas. Su fundación se remonta al año 1598 y en sus primeros años no estuvo exento de problemas. Se sabe que los Padres Observantes de la Provincia de Cartagena y el convento de Recolección de la vecina ciudad de Orihuela, intentaron en varias oca-siones reducir el convento de alcantarinos y ponerlo bajo su dirección y vigilancia.10 A pesar de los problemas en los que se vieron inmersos los primeros descalzos del convento callosino, las obras de acondicionamiento y conclusión del mismo termi-naron en poco tiempo, tanto en el templo como en el convento propiamente dicho.11

Discretorio della (Valencia: Impr. Bernardo Nogués, 1658), citado por mArtínez de vegA, «Formas de vida», 171-172.

9 díez gonzález, «Alcance de las consignas».10 Antonio pAnes, Chronica de la Provincia de San Juan Bautista, de religiosos menores

descalzos de la regular observancia de Nuestro Seraphico Padre San Francisco (Valencia: por Geronimo Vilagrassa, 1666), 110. Es sabido que anteriormente a este establecimiento definitivo, hubieron otros que terminaron fracasando. De este modo, según constaba en el Libro de fundación del convento y hechos más memorables, el primer intento tiene lugar en 1530, no tomándose la primera posesión hasta el 21 de mayo de 1585. Francisco de Paula guilABert, España Mariana ó sea reseña histórica y estadística por provincias, partidos y poblaciones, de las imágenes de la Santísima Vírgen, de los santuarios, capillas y templos que la están dedicados, y del culto que se la tributa en esta religiosa nación. Provincia de Alicante. Partidos de Dolores y Monóvar (Lérida: Tip. Mariana a cargo de F. Carruéz, 1884), 13.

11 La crónica de la Orden refiere que tales obras se llevaron a cabo en el curso de dos años. En la actualidad solamente sobrevive la capilla que fue de San Francisco. El resto del templo, así como las dependencias de los frailes, fueron desapareciendo a raíz de las desamortizaciones del siglo xix. En los

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El historiador oriolano José Montesinos, en su crónica de la villa de Callosa de Segura, amén de detenerse en la parroquial y en las distintas ermitas que se erigían en su término, también repara en este convento. De este modo, relata los avatares del tiempo de su fundación −extraídos de la Crónica de la Provincia de San Juan Bau-tista, escrita por el Padre A. Panes un siglo antes– y da una descripción detallada, como suele ser habitual en él, del templo, las distintas capillas y las imágenes que las presiden en ese momento. Así, dice de él que:

Es grande creado muy curioso, con todas sus Oficinas, muy acomodadas; tiene buena Librería; y regularmente se lee en él Teología Escolástica por dos Lectores. Tiene su Guardianía mucho término, y regularmente recogerá cada año sobre cua-tro mil pesos de moneda corriente del Reino.Su Iglesia aunque de hechura antigua es muy fuerte, y muy buena, con aseadas Bóbedas, y fuertes arcos de piedra. El Altar Mayor (que es privilegiado por la San-tidad de Benedicto XIII) es muy capaz, y de preciosa talla, dedicado a la Purísima Concepción de María Santísima Nuestra Señora con su Lámpara de plata. En el lado del Evangelio se hallan las siguientes Capillas.1. Capilla en el Crucero; del Padre Sn Franco de Asís.2. Capilla de la Venerable Orden Tercera; muy buena, y aseada; su Altar que es de perspectiva, está dedicado al Santísimo Cristo de la Columna. A la derecha: San Luis Rey de Francia; y a la izquierda, Santa Isabel Reyna de Hungría, en sus aseados Retablos; con su buena y propia Sacristía.3. Capilla; que es de la Sagrada Comunión; dedicada al Glorioso San Pascual Bailón.4. Capilla, antes del Glorioso Seráfico Doctor San Buenaventura, que duro en este estado hasta el de 1791, que se deshizo, y se empezó a construir de nuevo en 28 de Septiembre a expensas de unos devotos; es honda, grande; con su magnifico Retablo y Lámpara de plata, dedicada al Glorioso Beato Fray Andrés Hibernón, morador que fue de este Convento por algunos años.5. Capilla; del Santísimo Cristo del Perdón, con María Santísima de los Dolores y San Juan Evangelista.En seguida bajo del Coro, está la Puerta, que mira a la Villa, y enfrente del Altar Mayor, bajo del Coro, hay otra, que sale al Pórtico, frontera al grande, y hermoso Huerto, abundante de agua, frutas, y hortalizas: al lado está la Portería; en cuya zona está en su mediano retablizo, el devoto milagroso Crucifijo, llamado (por suerte que le salió) de la Caridad.Capillas del Lado de la Epístola.

años setenta del siglo xx se decidió derribar el templo y las dependencias privadas para construir un colegio y un templo más moderno. pAnes, Chronica de la Provincia…, 110.

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1. En el Crucero, Capilla del Glorioso San Antonio de Padua.2. Capilla, que no tiene Retablo, por servir de entrada, y salida a la Sacristía, que es aseada, y muy bien adornada.3. Capilla del Divino Etíope San Benito de Palermo.4. Capilla de Nuestra Señora de la Piedad, imagen muy milagrosa.5. Capilla última dedicada al Asombro de Penitentes San Pedro de Alcántara.En esta Iglesia se han celebrado fiestas solemnísimas a las Canonizaciones de San Pedro de Alcántara, y San Pascual Bailón, pero por descuido de los pasados, no nos queda memoria de ellas.»12

Otra descripción de finales del siglo xviii refiere lo anterior, señalando que:

Su Iglesia es bastante capaz y tiene en su nave seis altares, cuatro de ellos con sus capillas que son el Santo Cristo en la cruz, el Beato Andrés Hibernón, San Pascual y San Benito y los otros sin capilla que son San Pedro Alcántara y N. S. de la Piedad que lo es de altura natural y de ropas. Además en el crucero de frente otros dos altares el uno al lado de la Epístola, San Antonio de Padua de talla y vestido, de pasta con el niño y a su lado izquierdo está la puerta principal que da entrada a la ante sacristía; y a la parte del evangelio San Francisco de Asís de ropa con la bandera de las llagas y a su derecha se da entrada a la grande capilla de la Ven. tercera orden con su sacristía, la que tiene en su crucero de frente los dos altares de San Luis Rey y de Santa Isabel reina de Hungría y en medio el altar principal del Cristo de la columna. Todos los altares tienen sus retablos buenos de madera pintados y dorados menos dos que son imitados con pinturas, que son los dos Cristos y San Pedro y N. S. de la Piedad que son de yeso imitados a cantería. El retablo del altar principal de la titular la Concepción es de talla de mucho mérito recargado según el gusto de Churriguera, tiene dos hermosos retablos a los lados de la Virgen, de San José con el niño y de San Juan Bautista en sus nichos; y bajo a la altura de la mesa adornan dos altares mas, unidos a mayor la Sagrada familia el uno y el otro San Miguel Arcángel de talla y de una vara de altura.Se entra a dicha Iglesia por dos puertas, la una que se comunica con su gran plaza, que tiene en el centro una gran cruz de hierro sobre una columna y grada de már-mol y toda rodeada del via crucis; la otra puesta por otra colateral a la primera que da entrada a la capilla de la Portería que es la que se tiene por patrona y se celebra el 8 de Setiembre, y a la mitad izquierda está la puerta principal que da

12 Archivo Municipal de Orihuela (Fondo Histórico). José montesinos pérez de orumBellA, Compendio histórico Oriolano Tomo III. Orihuela, ca. 1790, 1157-1159.

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frente a la titular de la Concepción y seguida de esta puerta colateral a ella está la que da entrada a los claustros del edificio. Frente a la puerta de la plaza que va al partido está la capilla de N. S. de la Portería que la divide de este con unas puertas de hierro, habiendo otra reja grande entre este y la plaza. Como esta imagen con su capilla está de cara al pueblo con luz continua, es causa de ser visitada a todas horas a pesar de hallarse situada a la parte extrema del pueblo.13

Conforme a estas descripciones, la iglesia constaría de una nave, que se comple-taba con crucero que no sobresalía en planta y capilla mayor; o sea, se trataba de un tipo de templo conventual. Como también era frecuente en esta clase de templos, se asociaban diferentes capillas, destacando la de la Venerable Orden Tercera, a la que se accedía directamente por el crucero del lado del Evangelio y contaba con entrada propia desde la calle como era habitual para estas asociaciones de segla-res. El claustro, según las fotografías anteriores a su derribo, tenía robustos arcos

13 guilABert, España Mariana…, 14-15.

FIGURA 1. Compás del antiguo convento alcantarino de la Purísima de Callosa de Segura. Al fondo puede apreciarse la portería del mismo, ca. 1910. Fotografía: Excmo. Ayto. de Callosa de Segura.

2. NUEVA DEVOCIÓN INMACULISTA: NUESTRA SEÑORA DE LA PORTERÍA. NACIMIENTO EN EL CONVENTO DE SAN ANTONIO DE ÁVILA

A pesar de las grandes diferencias entre las distintas ramas del franciscanismo, existía un punto de unión que todos aceptaban como «proto-dogma», y este era la creencia firme en la concepción sin mancha de pecado original en la Virgen María. A pesar de que se instituyó como dogma en 1854 por medio de la Bula Ineffabilis Deus promulgada por Pio IX, la Orden de San Francisco lo venía contemplando y defendiendo desde prácticamente los tiempos de su fundación. Todos los asentamientos franciscanos promovían el culto a la Inmaculada, la gran mayoría poseían efigies o cuadros donde se la representaba, y muchos de ellos se convirtieron en centros de peregrinación en torno a la figura de María concebida sin pecado original.15

Sobre todo, la expansión del culto a la Inmaculada Concepción se produce a partir del siglo XVII, claro reflejo de la exaltación religiosa de la España de la Reforma católica. En palabras de Isaac Vázquez,

se hacen votos de defender a la Inmaculada en universidades, cabildos, órdenes religiosas; se erigen cofradías y santuarios bajo la advocación inmaculista; se saluda invocando a la Virgen purísima. Varios son los factores que habría que tener en cuenta para comprender este ardor mariano: la tradición mariana española, que lo prepara; la rivalidad entre escuelas y órdenes religiosas, que lo aviva; los artistas, poetas y dramaturgos, que lo reflejan y cantan; los oradores sagrados, que lo exaltan y propagan; el pueblo, que lo vive al modo barroco; en fin, la generosidad de los monarcas, que lo sostiene.

15 El concilio de Éfeso (431) definió a María como Madre de Dios y el de Letrán (649) su virginidad perpetua. Pero quedaba en el aire todavía una cuestión que sería de vital importancia para algunas facciones de la Iglesia, la concepción sin mácula de María. Este misterio tuvo defensores y detractores, cuyas tesis se rebatían continuamente desde tiempos muy tempranos hasta prácticamente el siglo XVIII. Solamente los dominicos eran reticentes a aceptar esto, ya que Santo Tomás de Aquino había cuestionado este hecho al argumentar que la ausencia de pecado en María menoscababa el poder redentor de Dios al inmolarse por los hombres. Bernardino LLORCA, «La autoridad eclesiástica y el dogma de la Inmaculada Concepción», Estudios eclesiásticos 28 (1954): 299-322. Alejandro RECIO, «La Inmaculada en la predicación franciscana española», AIA 15 (1955): 105-200. También un interesante aporte acerca de estas discusiones teológicas lo proporcionan Paulino CASTAÑEDA DELGADO y Manuel José COCIÑA Y ABELLA, coords., Sevilla y la Inmaculada. XV Simposio de Historia de la Iglesia en España y América (Córdoba: Cajasur, 2007), 15-29.

figura 1. Compás del antiguo convento alcantarino de la Purísima de Callosa de Segura. Al fondo puede apreciarse la portería del mismo, ca. 1910. Fotografía: Excmo.

Ayto. de Callosa de Segura.

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de medio punto, de sencilla y austera arquitectura como correspondía a tan severa orden religiosa. Sin duda, en él puede verse una certera imagen de lo que fue el con-vento y la confirmación de que se construyó hacia 1600.14 Al fondo de la galería que quedaba a los pies de la iglesia se conformaba la capilla de la Virgen de la Portería, frente a la entrada al recinto conventual, por lo que todos los que entraban tenían por primera vista a la Virgen de la Portería.

2. nuevA devoción inmAculistA: nuestrA señorA de lA porteríA. nAcimiento en el convento de sAn Antonio de ávilA

A pesar de las grandes diferencias entre las distintas ramas del franciscanismo, existía un punto de unión que todos aceptaban como «proto-dogma», y este era la creencia firme en la concepción sin mancha de pecado original en la Virgen María. A pesar de que se instituyó como dogma en 1854 por medio de la Bula Ineffabilis Deus promulgada por Pío IX, la Orden de San Francisco lo venía contemplando y defen-diendo desde prácticamente los tiempos de su fundación. Todos los asentamientos franciscanos promovían el culto a la Inmaculada, la gran mayoría poseían efigies o cuadros donde se la representaba, y muchos de ellos se convirtieron en centros de peregrinación en torno a la figura de María concebida sin pecado original.15

Sobre todo, la expansión del culto a la Inmaculada Concepción se produce a par-tir del siglo xvii, claro reflejo de la exaltación religiosa de la España de la Reforma católica. En palabras de Isaac Vázquez,

se hacen votos de defender a la Inmaculada en universidades, cabildos, órdenes religiosas; se erigen cofradías y santuarios bajo la advocación inmaculista; se saluda invocando a la Virgen purísima. Varios son los factores que habría que

14 La construcción de la iglesia en este mismo tiempo queda también confirmada con la imagen titular que se conoce por viejas fotografías que denotan también la antigüedad de la misma, contemporánea de los primeros años de funcionamiento del cenobio.

15 El concilio de Éfeso (431) definió a María como Madre de Dios y el de Letrán (649) su virginidad perpetua. Pero quedaba en el aire todavía una cuestión que sería de vital importancia para algunas facciones de la Iglesia, la concepción sin mácula de María. Este misterio tuvo defensores y detractores, cuyas tesis se rebatían continuamente desde tiempos muy tempranos hasta prácticamente el siglo xviii. Solamente los dominicos eran reticentes a aceptar esto, ya que Santo Tomás de Aquino había cuestionado este hecho al argumentar que la ausencia de pecado en María menoscababa el poder redentor de Dios al inmolarse por los hombres. Bernardino llorcA, «La autoridad eclesiástica y el dogma de la Inmaculada Concepción», Estudios eclesiásticos 28 (1954): 299-322. Alejandro recio, «La Inmaculada en la predicación franciscana española», AIA 15 (1955): 105-200. También un interesante aporte acerca de estas discusiones teológicas lo proporcionan Paulino cAstAñedA delgAdo y Manuel José cociñA y ABellA, coords., Sevilla y la Inmaculada. XV Simposio de Historia de la Iglesia en España y América (Córdoba: Cajasur, 2007), 15-29.

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tener en cuenta para comprender este ardor mariano: la tradición mariana espa-ñola, que lo prepara; la rivalidad entre escuelas y órdenes religiosas, que lo aviva; los artistas, poetas y dramaturgos, que lo reflejan y cantan; los oradores sagrados, que lo exaltan y propagan; el pueblo, que lo vive al modo barroco; en fin, la gene-rosidad de los monarcas, que lo sostiene.

Por tanto, una intensificación de este piadoso culto y, evidentemente, en el seno de la orden franciscana se va a potenciar extraordinariamente, hecho que ya venía gestándose desde hacía tiempo.16

Pero en este caso interesa resaltar el nacimiento de una advocación que con el título de la Portería surge al amparo de este culto a la Inmaculada Concepción, que tiene su génesis en el convento alcantarino de San Antonio de Ávila, donde se jus-tifica y potencia con sermones, por medio de la relectura del Antiguo Testamento, sancionando la advocación de la Virgen de la Portería como perfectamente legítima. De este modo, hay todo un abanico de referencias a esta «Puerta Celestial» en pasa-jes del Antiguo Testamento y que estos religiosos interpretan como prefiguración de María. Fray Jacobo Blanco, con ocasión de un sermón el 8 de septiembre en Sala-manca expone:

Que la Madre de Jesús sea esta Puerta misteriosa, de quien hablaba el Profeta, es sentimiento común de Padres, y Expositores. «Puerta del Cielo» y la máxima, que abrió el mismo «Señor del Cielo» para llover en la tierra ese celestial Maná, con que quiso sustentarnos en la peregrinación. Puerta, por donde el mismo Cristo entró en el mundo y Puerta por la que se salvará todo el que entrare por ella. Sí Cristianos, María santísima es la Puerta, la entrada y la Portería para la celestial Jerusalén.17

16 Ricardo gArcíA-villoslAdA, dir., Historia de la Iglesia en España vol. 3.1, La Iglesia en la España de los siglos xv y xvi (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1980), 457. Alfonso pompei, «Mariología», en Manual de Teología Franciscana, ed. por José Antonio merino y Francisco mArtínez FresnedA (Madrid: BAC, 2003), 251-322. También se hace una lectura de la expansión de este culto en el siglo xvii y su repercusión en la esfera pública, que en buena medida era la más importante receptora de este culto, en Daniel AtienzA AtienzA, «Entintar el papel sin mancha de pecado: la controversia inmaculista y la esfera pública en la España del siglo xvii» en Familia, cultura material y formas de poder en la España Moderna, ed. por Máximo gArcíA Fernández (Madrid: Fundación Española de Historia Moderna, 2016), 401-412

17 Jacobo BlAnco, Sermon de Nuestra Señora de la Porteria, que el dia 8. de Septiembre de 1778, dixo en la Iglesia Parroquial de San Boal de la Ciudad de Salamanca, el Padre Fr. Jacobo Blanco, Pasante de Theologia (Salamanca: por Francisco García Rico, 1778), 12.

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Fray Pedro de la Asunción, coincidiendo con los sermones del novenario, ofrece un listado de nueve referencias bíblicas donde se prefigura a María.

− Ezequiel 44:2 (Vul). «Porta haec clausa erit et non aperietur, et vir non transibit per eam: quoniam Dominus Deus Israel ingressus est per eam; eritque clausa principi». Referencia a la Virginidad de María.18

− Cantar de los Cantares 8:9 (Vul). «Si ostium est, compingamus illud tabulis Cedrinis». La madera de cedro ahuyenta a las serpientes, por tanto repele todo mal. Hay que tener en cuenta que la serpiente es una representación de lo maligno.19

− Ruth, 4:1 (Vul). «Ascendit ergo Booz ad Portam, et sedit ibi». Booz, ascen-diente de Cristo, se sienta en el tálamo virginal, se sienta en la Puerta.20

− Éxodo, 32: 27 (Vul) «Ite, et redite de Porta ad Portam». Para entrar en la Puerta de Cristo, es necesario primero ir de puerta en puerta, entrando pri-mero por la Puerta de María.21

− Salmos, 126:6 (Vul) «Non confundetur, cum loquietur inimicis suis in Porta». Cuando llegue el día del Juicio, los justos no se verán confundidos por las acusaciones de sus enemigos, ya que siendo María «Puerta de la Gracia» estarán salvados.22

− Apocalipsis, 4:7 (Vul) «Post haec vidit. Et ecce ostium apertum in Caelo». María es tan perfecta que no fue creada en la Tierra, sino que parece haber sido creada por Dios en el Cielo y bajada a la Tierra. Al igual que la Jeru-salén Celeste bajará a la tierra, adornada como la Divina Esposa, como María en el misterio de su Inmaculada Concepción.23

− Nehemías, 2:14 (Vul) «Et transivi ad Portam Fontis, et ad Aquaeductum Regis». María, como fuente de piedad, lava las culpas y los pecados. A ella acuden implorando su divina misericordia.24

18 Pedro de la Asunción, La Milagrosissima Imagen de Nuestra Señora de la Porteria, que se venera en el Convento de San Antonio de Religiosos Descalzos Franciscos de la ciudad de Avila. Ilustrada en tres Sermones, Panegyricos, y tres Solemnes Sagrados Novenarios (Madrid: por Alfonso Balvás, 1739), 66-75.

19 Ibidem, 75-87.20 Ibidem, 88-100.21 Ibidem, 101-114.22 Ibidem, 114-126.23 Ibidem, 126-138.24 Ibidem, 139-150.

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− Ezequiel, 46:2 (Vul) «Porta autem non claudetur usque ad vesperam». María es la puerta que no se cerrará hasta el final de los tiempos para acce-der al Cielo.25

− Jeremías, 7:2 (Vul) «Sta in Porta Domus Domini, et praedica ibi». María es esa Puerta que está en el Templo de Dios.26

Además este autor habla de la supuesta antigüedad de esta advocación, y para ello escribe que

En Roma en tiempo de los Sumos Pontífices Juan I que fue esclarecido Mártir, Gregorio VII, Calixto III, Paulo II, León X, Paulo III, Adriano VI, y Clemente VIII fue tan venerada como aplaudida, por sus prodigios, y repetidos milagros una Imagen de nuestra Señora del Pórtico, o de la Portería, que trajeron los Ángeles del Cielo a Santa Galla Viuda Romana.27

Así pues, son muy reveladores los argumentos que aportan estos religiosos para dar legitimidad a la advocación inmaculista, fundamentando sus tesis, además de los textos bíblicos, con referencias a letanías lauretanas, antífonas, y sentencias de distintos teólogos, demostrando que tales símbolos, metáforas y prefiguraciones son perfectamente oportunas para tal advocación mariana.

Pero, ¿cómo se origina esta Virgen de la Portería? Los textos cuentan que un fraile, encargado del huerto en este convento, fray Luis de San José, pide intercesión divina para salvar su vida en un momento de peligro. Al ver cumplido su deseo, y como recompensa y exvoto, manda pintar a Salvador Galbán y Grados (pintor y dorador) un cuadro que representase a María en el misterio de su Purísima Concep-ción [Figura 2], tal y como se le había aparecido en el momento en que rezaba para salvar su vida, a fin de colocarlo en un lugar del convento para así darle culto.28 Pos-

25 Ibidem, 151-162.26 Ibidem, 162-178.27 Ibidem, 12-13. También Fray Juan de San Antonio dedica un capítulo a justificar la simbiosis

entre María y la Puerta. Juan de sAn Antonio, Historia de la nueva, admirable, y portentosa Imagen de Nuestra Señora de la Porteria de Avila, y su fiel Camarero Fr. Luis de S. Joseph, Religioso Francisco Descalzo de la Provincia de San Pablo, en Castilla la Vieja (Salamanca, 1749), 57-72.

28 El fraile se vio atrapado en el huerto del convento ante un gran aguacero que tuvo lugar el 3 de mayo de 1718, que estaba destruyendo parte de las paredes y las tapias del huerto. Ante tal escena, y encaramado a una parte de la pared, prometió a la Virgen que si salía con vida de aquel trance le rendiría culto de manera especial. Y así fue, ya que solamente quedó en pie el trozo de tapia donde se encontraba refugiado el fraile. Todos los estudiosos que recogen el milagro y lo proponen como nacimiento de la devoción a la Virgen en esta advocación de la Portería coinciden en la figura del fraile y en la promesa. De la Asunción, La Milagrosissima…, 3-4. Juan de sAntA cruz, Crónica

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teriormente, el humilde altar fue trasladado al interior del templo conventual, donde siguió siendo venerado por los fieles. Poco a poco la piadosa imagen fue alcanzando mayor autoridad y llegó a una situación tal que en unos pocos años el guardián del convento, amparado por el marqués de La Solana, concedió permiso para construir una capilla adosada a la iglesia y entronizar allí la imagen de la Virgen de la Por-tería.29 Así lo hace saber, y da descripción detallada de la capilla fray Juan de San Antonio en su libro sobre la Virgen de la Portería de Ávila.30

de la Santa Provincia de San Pablo de los padres descalzos de San Francisco. Parte quinta, ed. Fr. Hipólito BArriguín (Madrid: Cisneros, 2005), 152-154. De sAn Antonio, Historia de la nueva…, 9-17. Para una mayor profundización al respecto acudir a Cayetano sánchez Fuertes y Sonsoles lópez gonzález, El convento de San Antonio de Ávila y su capilla de Nuestra Señora de la Portería (Ávila, 1997).

29 El arquitecto encargado de hacer los planos de la capilla, que tendría forma hexagonal, fue Pedro de Ribera, Maestro de Obras del Rey. Juan de Santa Cruz, cronista de la Provincia de San Pablo afirma en su escrito que: «Al mismo tiempo que se iba levantando la capilla, se iba también disponiendo el interior adorno del altar mayor y colaterales. Todo esto corrió por cuenta del Excelentísimo Marqués de Alcañices, quien mudando desde su casa de Madrid a nuestro convento de Ávila su gran oficina de escultura y talla, trabajó por sus propias manos el altar mayor, donde se había de colocar, colocó, y está colocada la soberana Portera. Este fue el Beseleel escogido por María, como el otro por Dios para formar el tabernáculo a la verdadera Arca del Testamento. Ni le faltó otro Oholiab compañero que le ayudase en la obra, porque trajo consigo otro maestro a quien encomendó los colaterales donde se colocaron el Esposo de María San José y la Esposa de Jesucristo Santa Rosa de Viterbo». De sAntA cruz, Crónica de la Provincia…, 170-171.

30 Fray Juan de San Antonio comenta en primer lugar que la construcción la traza D. Pedro de Rivera, maestro de obras del Rey, el cual da una descripción detallada del edificio. Posee planta hexagonal, colocándose en uno central la imagen de la Virgen de la Portería, y a ambos lados San José y Santa Rosa de Viterbo (tal y como estaban dispuestos en su anterior ubicación en la iglesia conventual). En los lados restantes sendas puertas y el último lado como armario para el ajuar de la Virgen, y frente al altar de la Virgen una puerta comunica con la iglesia, separada por una reja. Sobre las puertas se colocan espejos para multiplicar los efectos lumínicos que tienen las arañas y cornucopias que posee la capilla.

El alzado de la capilla se sustenta con pilastras de orden compuesto, sustentando los arcos que cierran en una cúpula, sustentada por seis pechinas, decoradas con efigies de las mujeres fuertes del Antiguo Testamento. Cierra el conjunto una linterna, donde abren seis ventanas coloreadas y donde campean distintas armas (Anagrama de María, jarrón de azucenas y Armas de la Orden Franciscana).

«Los tres Altares son correspondientes a lo peregrino de la Capilla, y en especial el mayor, obra digna de la idea, y diestras manos del Excelentísimo Señor Marqués de Alcañizas, que entra otros grandes obsequios hizo este servicio a la Reina de los Serafines. Sirvenla de trono, a son Aleides de el Cielo hermoso de la Sagrada Imagen los Excelsos Príncipes Miguel, y Gabriel, y asistenla misteriosamente a los lados San Pascual, y San Diego, que para porteros tuvieron gracia especial, y la conservan mejorada. El orden de el Altar Mayor no es solida, porque dentro de su irregularidad comunica con la Toscana en el estriado de sus columnas; en la Dórica comunican los capiteles, y basas; en la Jónica su arquitrabe, friso, y cornisa. Y de la Corintia sólo se perciben los vivos de los filetes. El arranque de el trono hace desvío del fondo cinco pies, cuatro al macizo de la Custodia. El pedestal, aunque guarda orden, en su macizo, no le guarda en el vuelo de la basa superior de la columna, porque hace el ángulo agudo. Los vistosos adornos de Ángeles, y espejos mas son para los ojos, que para la

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3. expAnsión del culto A lA virgen de lA porteríA. el cAso de cAllosA de segurA

La fama de esta Virgen de la Portería se extiende por el territorio español, auspi-ciada sin duda por los hermanos franciscanos descalzos, quienes tendrán presente esta advocación en tierras cercanas a Ávila, como es lógico, pero también en otras partes más distantes de la geografía peninsular. Fray Juan de San Antonio, primer biógrafo de fray Luis de San José, iniciador de la devoción, ofrece una relación de lugares donde se da culto a dicha advocación en las ciudades de Madrid, León, Segovia, Zaragoza, Cádiz, en tierras de Extremadura e incluso en la plaza de Orán.31 Pero a

pluma. Las preciosas arañas, no son de plata, ni oro, mas excede su mucha labor la materia, que es de puros cristales, y reverberando en ellos las muchas luces que las coronan, convierten lo esférico de la Capilla en un Cielo de flamantes Estrellas. Con más especialidad dos arañas de mayor magnitud, y belleza, de las cuales una sobresale en frente de la reja de la Capilla, y otra dentro de ella […]». De sAn Antonio, Historia de la nueva…, 201-205.

31 Ibidem, 238-243 y 262-268. También otros autores, como fray Pedro de la Asunción, dan una relación de lugares de la geografía española donde recibe culto esta Virgen. De la Asunción, La Milagrosissima…, 23-28.

FIGURA 2. «Ntra. Sra. de la Portería», Salvador Galván y Grados (ca. 1718). Convento de San Antonio, Ávila. Fotografía: https://www.ofminmaculada.org/

3. EXPANSIÓN DEL CULTO A LA VIRGEN DE LA PORTERÍA. EL CASO DE CALLOSA DE SEGURA

La fama de esta Virgen de la Portería se extiende por el territorio español, auspiciada sin duda por los hermanos franciscanos descalzos, quienes tendrán presente esta advocación en tierras cercanas a Ávila, como es lógico, pero también en otras partes más distantes de la

Madrid a nuestro convento de Ávila su gran oficina de escultura y talla, trabajó por sus propias manos el altar mayor, donde se había de colocar, colocó, y está colocada la soberana Portera. Este fue el Beseleel escogido por María, como el otro por Dios para formar el tabernáculo a la verdadera Arca del Testamento. Ni le faltó otro Oholiab compañero que le ayudase en la obra, porque trajo consigo otro maestro a quien encomendó los colaterales donde se colocaron el Esposo de María San José y la Esposa de Jesucristo Santa Rosa de Viterbo». De SANTA CRUZ, Crónica de la Provincia…, 170-171. 30 Fray Juan de San Antonio comenta en primer lugar que la construcción la traza D. Pedro de Rivera, maestro de obras del Rey, el cual da una descripción detallada del edificio. Posee planta hexagonal, colocándose en uno central la imagen de la Virgen de la Portería, y a ambos lados San José y Santa Rosa de Viterbo (tal y como estaban dispuestos en su anterior ubicación en la iglesia conventual). En los lados restantes sendas puertas y el último lado como armario para el ajuar de la Virgen, y frente al altar de la Virgen una puerta comunica con la iglesia, separada por una reja. Sobre las puertas se colocan espejos para multiplicar los efectos lumínicos que tienen las arañas y cornucopias que posee la capilla. El alzado de la capilla se sustenta con pilastras de orden compuesto, sustentando los arcos que cierran en una cúpula, sustentada por seis pechinas, decoradas con efigies de las mujeres fuertes del Antiguo Testamento. Cierra el conjunto una linterna, donde abren seis ventanas coloreadas y donde campean distintas armas (Anagrama de María, jarrón de azucenas y Armas de la Orden Franciscana). «Los tres Altares son correspondientes a lo peregrino de la Capilla, y en especial el mayor, obra digna de la idea, y diestras manos del Excelentísimo Señor Marqués de Alcañizas, que entra otros grandes obsequios hizo este servicio a la Reina de los Serafines. Sirvenla de trono, a son Aleides de el Cielo hermoso de la Sagrada Imagen los Excelsos Príncipes Miguel, y Gabriel, y asistenla misteriosamente a los lados San Pascual, y San Diego, que para porteros tuvieron gracia especial, y la conservan mejorada. El orden de el Altar Mayor no es solida, porque dentro de su irregularidad comunica con la Toscana en el estriado de sus columnas; en la Dórica comunican los capiteles, y basas; en la Jónica su arquitrabe, friso, y cornisa. Y de la Corintia sólo se perciben los vivos de los filetes. El arranque de el trono hace desvío del fondo cinco pies, cuatro al macizo de la Custodia. El pedestal, aunque guarda orden, en su macizo, no le guarda en el vuelo de la basa superior de la columna, porque hace el ángulo agudo. Los vistosos adornos de Ángeles, y espejos mas son para los ojos, que para la pluma. Las preciosas arañas, no son de plata, ni oro, mas excede su mucha labor la materia, que es de puros cristales, y reverberando en ellos las muchas luces que las coronan, convierten lo esférico de la Capilla en un Cielo de flamantes Estrellas. Con más especialidad dos arañas de mayor magnitud, y belleza, de las cuales una sobresale en frente de la reja de la Capilla, y otra dentro de ella […]». De SAN ANTONIO, Historia de la nueva…, 201-205.

figura 2. «Ntra. Sra. de la Portería», Salvador Galván y Grados (ca. 1718). Convento de San Antonio, Ávila. Fotografía: https://www.ofminmaculada.org/

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su vez incluye el convento franciscano descalzo de Callosa de Segura, lo que viene a señalar que ya existía el culto a la Virgen de la Portería a mediados del siglo xviii.

Son pocas las noticias que hacen referencia explícita a la capilla de la Virgen, pero hay una que puede ser de mucha utilidad para conocer este recinto. Se trata del libreto escrito por D. Francisco de Paula Guilabert, España Mariana, a imitación de los tratados que hacia finales del siglo xix se venían publicando en todo el territorio nacional. Éste versaba sobre la diócesis de Orihuela, centrándose este folletín en el sur de la provincia de Alicante. El escritor, siendo oriundo de Callosa de Segura, relata detenidamente todas las «maravillas marianas» de su patria chica, siendo el ya por aquel entonces ex convento franciscano, uno de los puntos de mayor interés.32

32 guilABert, España Mariana…, 12-23.

FIGURA 3. «Inmaculada Concepción», anónimo (primer tercio del s. XVII). Convento alcantarino

de la Purísima, Callosa de Segura (desaparecida). Fotografía: Excmo. Ayto. de Callosa de Segura.

FIGURA 4. «Virgen de la Portería», anónimo (s. XVII). Convento alcantarino de la Purísima,

Callosa de Segura (desaparecida). Fotografía: Excmo. Ayto. de Callosa de Segura.

Precisamente en 1732 encontramos un paralelismo con la historia de la «divina Portera»

de Ávila. Un miembro de la comunidad, en este caso el Padre Guardián, fray Alonso Orozco, promete a la Virgen que si sana de una grave enfermedad promete levantar un altar en su nombre. Así ocurre, y siendo sanado decide levantar un pequeño altar a la Inmaculada Concepción. El Padre Juan de San Antonio lo relata de este modo:

Tomó Dios por instrumento a Nuestro Hermano Fr. Alonso Orozco, Predicador, y Guardián de dicho Convento, quien hallando arrinconada a una Imagen de María Santísima de hermosísimo rostro, pero sin manos, ni pulidez alguna, se dedicó a componerla para colocarla. Pagó la gran Reina de presente los devotos obsequios del Guardián, dándole milagrosa salud, de cuyo beneficio se hace memoria expresa en los Gozos (corren impresos) que se cantan a Nuestra Señora de la Portería en dicha Villa.36 Por tanto, este autor hace referencia a una imagen que efectivamente no recibía culto en

ese momento, y que presentaba deficiencias, quizá por eso había sido retirada. Lo cierto es que, tras componerla, es entronizada en una pequeña capilla fuera del templo, en la portería que daba acceso a la iglesia y al convento. Es aquí, a la vista de todo el público, pues esta zona no era clausura, donde con el tiempo llega a convertirse en una de las advocaciones de mayor devoción en la localidad.

Sobre la decisión de su nombre y de su ubicación también cuenta que hubo una votación entre los miembros de la comunidad de descalzos, eligiendo a suertes el nombre de «Virgen de la Portería» y la ubicación de su altar «fuera del templo».37 Sin duda, la fama de la Virgen

36 Ibidem, 73. 37 Ibidem, 304-305.

FIGURA 3. «Inmaculada Concepción», anónimo (primer tercio del s. XVII). Convento alcantarino

de la Purísima, Callosa de Segura (desaparecida). Fotografía: Excmo. Ayto. de Callosa de Segura.

FIGURA 4. «Virgen de la Portería», anónimo (s. XVII). Convento alcantarino de la Purísima,

Callosa de Segura (desaparecida). Fotografía: Excmo. Ayto. de Callosa de Segura.

Precisamente en 1732 encontramos un paralelismo con la historia de la «divina Portera»

de Ávila. Un miembro de la comunidad, en este caso el Padre Guardián, fray Alonso Orozco, promete a la Virgen que si sana de una grave enfermedad promete levantar un altar en su nombre. Así ocurre, y siendo sanado decide levantar un pequeño altar a la Inmaculada Concepción. El Padre Juan de San Antonio lo relata de este modo:

Tomó Dios por instrumento a Nuestro Hermano Fr. Alonso Orozco, Predicador, y Guardián de dicho Convento, quien hallando arrinconada a una Imagen de María Santísima de hermosísimo rostro, pero sin manos, ni pulidez alguna, se dedicó a componerla para colocarla. Pagó la gran Reina de presente los devotos obsequios del Guardián, dándole milagrosa salud, de cuyo beneficio se hace memoria expresa en los Gozos (corren impresos) que se cantan a Nuestra Señora de la Portería en dicha Villa.36 Por tanto, este autor hace referencia a una imagen que efectivamente no recibía culto en

ese momento, y que presentaba deficiencias, quizá por eso había sido retirada. Lo cierto es que, tras componerla, es entronizada en una pequeña capilla fuera del templo, en la portería que daba acceso a la iglesia y al convento. Es aquí, a la vista de todo el público, pues esta zona no era clausura, donde con el tiempo llega a convertirse en una de las advocaciones de mayor devoción en la localidad.

Sobre la decisión de su nombre y de su ubicación también cuenta que hubo una votación entre los miembros de la comunidad de descalzos, eligiendo a suertes el nombre de «Virgen de la Portería» y la ubicación de su altar «fuera del templo».37 Sin duda, la fama de la Virgen

36 Ibidem, 73. 37 Ibidem, 304-305.

figura 3. (Izda.) «Inmaculada Concepción», anónimo (primer tercio del s. xvii). Convento alcantarino de la Purísima, Callosa de Segura (desaparecida). Fotografía: Excmo. Ayto. de

Callosa de Segura.figura 4. (Dcha.) «Virgen de la Portería», anónimo (s. xvii). Convento alcantarino de la

Purísima, Callosa de Segura (desaparecida). Fotografía: Excmo. Ayto. de Callosa de Segura.

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Guilabert hace referencia a una talla de una Inmaculada como depositaria de la advocación de la Virgen de la Portería, y coincidiendo con Fray Juan de San Anto-nio, asegura que esta talla de bulto redondo presidió el convento desde el momento de su fundación. Evidentemente, con las fotografías que han llegado hasta nuestros días, esta afirmación no tiene fundamento. Se conocen dos fotografías de imágenes de la Inmaculada. Una de la imagen titular [Figura 3], de 1613, que presidió el tem-plo y su retablo hasta su desaparición en 1936.33 La fotografía de la segunda imagen se corresponde con la de la Virgen de la Portería [Figura 4], que también era una imagen del siglo xvii, pero de un momento más avanzado, que resulta menos rígida que la imagen titular. Se caracteriza por un sentido de rotundo volumen, propio de su momento, lo mismo que los vigorosos pliegues. Se advierte claramente que la cabeza no se corresponde con el resto del cuerpo, ofreciendo rasgos estilísticos típicamente dieciochescos.34 Todos los autores que tratan el tema coinciden en un hecho concreto: esta imagen estaba guardada y arrinconada en las dependencias conventuales a principios del siglo xviii. Y no es hasta 1732 cuando vuelve a recibir culto público.35

Precisamente en 1732 encontramos un paralelismo con la historia de la «divina Portera» de Ávila. Un miembro de la comunidad, en este caso el Padre Guardián, fray Alonso Orozco, promete a la Virgen que si sana de una grave enfermedad pro-mete levantar un altar en su nombre. Así ocurre, y siendo sanado decide levantar un

33 Según relata el cronista oficial de la villa de Callosa de Segura, esta segunda imagen portaba en la parte posterior de su peana una inscripción, «Mando hacer esta Imagen Don Esteban Perez Cabrero, Sindico de este Convento. Acabose a 6 de Setiembre de 1613». Vemos, por tanto, que se trata de una talla de principios del siglo xvii, y que puede considerarse como la primera imagen titular que tuvo el convento. Antonio BAllester ruiz, Notas para la Historia religiosa de Callosa de Segura (Callosa de Segura: Imprenta Molina, 1985), 198. Además, como apunta el profesor D. Pedro Segado Bravo, la talla presenta acusadas similitudes con la Inmaculada Concepción del trascoro de la catedral de Murcia y, aunque la de Callosa sería una obra más temprana, podrían pertenecer a una misma escuela. Presentan ambas una estructura facial en forma oval muy parecida, mirada perdida, boca pequeña, rotundidad en la figura e idéntica fisiognomía del angelote de la peana. Al solo contar con una fotografía de la imagen, no es posible enjuiciar más acerca de la misma, pero sin duda, podría tratarse de una de las primeras imágenes de esta advocación en territorio peninsular, dado que se tiene noticia de ella a partir de 1613.

34 Es evidente que esta reforma se practicó para la nueva función que la Virgen desempeñaría como Virgen de la Portería a principios del siglo xviii. La piadosa tradición dice que esta primitiva imagen dataría del tiempo de la Reconquista, la cual recibía ya culto en una pequeña capilla en el mismo lugar que ocuparía el convento siglos después. A pesar de que esta datación es errónea y disparatada, remontarse a tiempos remotos nos habla del reconocimiento de esta advocación y de que ya en el siglo xix se la conocía como antiquísima, aunque datase del siglo xvii.

35 guilABert, España Mariana…, 14. BAllester, Notas para la Historia…, 198. De sAn Antonio, Historia de la nueva…, 305.

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pequeño altar a la Inmaculada Concepción. El Padre Juan de San Antonio lo relata de este modo:

Tomó Dios por instrumento a Nuestro Hermano Fr. Alonso Orozco, Predicador, y Guardián de dicho Convento, quien hallando arrinconada a una Imagen de María Santísima de hermosísimo rostro, pero sin manos, ni pulidez alguna, se dedicó a componerla para colocarla. Pagó la gran Reina de presente los devotos obse-quios del Guardián, dándole milagrosa salud, de cuyo beneficio se hace memoria expresa en los Gozos (corren impresos) que se cantan a Nuestra Señora de la Portería en dicha Villa.36

Por tanto, este autor hace referencia a una imagen que efectivamente no recibía culto en ese momento, y que presentaba deficiencias, quizá por eso había sido reti-rada. Lo cierto es que, tras componerla, es entronizada en una pequeña capilla fuera del templo, en la portería que daba acceso a la iglesia y al convento. Es aquí, a la vista de todo el público, pues esta zona no era clausura, donde con el tiempo llega a convertirse en una de las advocaciones de mayor devoción en la localidad.

Sobre la decisión de su nombre y de su ubicación también cuenta que hubo una votación entre los miembros de la comunidad de descalzos, eligiendo a suertes el nombre de «Virgen de la Portería» y la ubicación de su altar «fuera del templo».37 Sin duda, la fama de la Virgen abulense sería decisiva a la hora de dar ese nom-bre. Además de tratarse de una Purísima, el convento también pertenece a la rama descalza de la Orden Franciscana. Y no sería descabellado pensar en la relación de influencia que pudo tener la de Ávila en la de Callosa.

La pequeña capilla de la Virgen de la Portería del convento de Callosa no pre-senta las mismas características que su homónima de Ávila, entre otras cosas por la sencilla razón de no asociarse a la iglesia. La capilla [Figura 5], como ya hemos mencionado, se encontraba en la cancela que daba acceso a la iglesia y a las depen-dencias conventuales, abierta a la plaza del convento. Estaba cerrada por una reja, que dejaba ver perfectamente el nicho donde se encontraba la mencionada imagen.38 El testero se encontraba adornado con pinturas murales, que serían con toda segu-ridad filacterias o cartelones donde se encontraban algunos versos dedicados a la

36 Ibidem, 73.37 Ibidem, 304-305.38 Dicha reja poseía una inscripción, a simple vista en las fotografías conservadas, que evidenciaba

que había sido fundida en 1921. Por tanto, se hace evidente que la dotación de la capilla estuvo activa mucho después de la exclaustración de los frailes alcantarinos a mediados del siglo xix, y que la propia devoción a la Virgen de la Portería no se había deteriorado, pues las crónicas que ya hemos mencionado hablan que en el siglo xviii la capilla también estaba cerrada con una reja.

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Virgen.39 La hornacina se cerraba con bocaporte donde aparecía pintada la misma imagen. Y sobre el altar, también se encontraba la imagen vicaria que salía en pro-cesión el día de su fiesta, el 8 de septiembre. Esta segunda imagen se trataría de una talla «de cuatro palmos de mazonería, bendita por el Señor Obispo de Cuenca, siéndolo de Orihuela».40

Poco más cuentan los documentos que han sobrevivido sobre la capilla pública de la Virgen de la Portería. Como imagen bastante milagrosa, queda constancia en dichos documentos que los exvotos que recibía eran numerosos, muchos de ellos de plata y de oro, que fueron aprovechados para labrar una corona para la imagen, de aproximadamente veinte onzas de peso. Dicha corona, sería presumiblemente, la que porta la imagen en las fotografías que se conservan, la cual sigue los típicos modelos murcianos del siglo xviii.41

De la imagen de la Virgen de la Portería, además de las fotografías, subsiste un grabado que sirve para ilustrar unos gozos dedicados a esta Virgen [Figura 6], fecha-ble en la segunda mitad del siglo xviii, que podría ser copia de la pintura de bocaporte de la capilla. Y advertimos, que tanto esta imagen, como la titular del convento, pre-sentan modificaciones que son anacrónicas del momento de su factura. Si nos dete-nemos en la fisonomía de la Virgen de la Portería, aparte de la evidente intervención para su reposición al culto, estofando la imagen y tallando unas manos nuevas, obser-vamos que el rostro es muy posterior, y completamente distinto al que cabría esperar de una imagen del siglo xvii. Presumiblemente, y como señalan los historiadores locales, la imagen también fue retocada en varias ocasiones posteriores.42

Tras las pérdidas de la Guerra Civil, su altar fue reedificado y en él se colocó otra imagen de nueva factura, otra Inmaculada, que recibe también el nombre de la antigua titular. Se mantiene hasta la actualidad el culto a la Virgen de la Portería, venerada en la entrada al moderno templo regentado por la congregación de Her-

39 Uno de los que menciona fray Juan de San Antonio es el siguiente: «Para Pedir à Maria / Son por demás memoriales; / Pues fuera de los umbrales / Està de la Porteria». Ibidem, 305.

40 Ibidem, 306.41 Ibidem, 308.42 Lo mismo ocurre con la imagen de la Purísima, titular del convento. Y es que, como señalan

varios autores, estas imágenes sufrieron una «restauración» a mediados del siglo xix por un escultor de la zona, cuyos rasgos son perfectamente reconocibles en las facciones de estas dos imágenes, Antonio Riudavest (o Ruidavets) Lledó. Los historiadores coinciden en calificar la obra de este artista poco más que como una sucesión del modelo levantino, ejecutado sin mucha destreza. Aun así, gozará de gran fama en la provincia, sin duda dada por la gran demanda de escultura religiosa y la poca oferta que en ella se encontraba. Carlos Mateo mArtínez, Neoclásico y Academicismo en tierras alicantinas. 1770-1850 (Alicante: Diputación Provincial, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1997), 143-146; Lorenzo hernández guArdiolA, Diccionario de escultores alicantinos (Alicante: Biblioteca alicantina, 1974), 81.

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manas Teresianas Misioneras, quienes celebran su festividad y procesión por las inmediaciones del antiguo convento.

FIGURA 5. Vista interior de la portería (ca. 1921-1936). Convento alcantarino de la Purísima,

Callosa de Segura. Fotografía: Excmo. Ayto. de Callosa de Segura.

FIGURA 6. «Ntra. Sra. de la Portería» grabado anónimo (siglo XVIII). Fotografía: Excmo. Ayto.

de Callosa de Segura.

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Fuentes y BiBliogrAFíA

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