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EL DOMINIO INCA EN LA ARGENTINA -E I estudio de la cultura inca, entendido como uno de los segmentos más relevantes del pasado cultural amerindio, ha sido y es un desafío siempre apasionante para los arqucólogos del Viejo y Nuevo Mundo .

El Dominio Inca en La Argentina

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EL DOMINIO INCA EN LA ARGENTINA-E I estudio de la cultura inca, entendidocomo uno de los segmentosms relevantes del pasado culturalamerindio, ha sido y es un desafosiempre apasionante para los arquclogosdel Viejo y Nuevo Mundo .La bsqueda constante de conocimientosacerca de las caractesticas yconsecuencias culturales que dej laimpronta cuzquea a lo largo y anchodel territorio conquistado, reconoce antecedentesque se remontan, por lo menos,hasta mediados del siglo XIX.Viajeros de diferentes nacionalidades,imbuidos de espritu aventureroms que cientfico, arribaron a los Andessudamericanos en busca de respuestas.Pero s bagaje de conocimientos -eran en su mayoa naturalistas,gegrafos,literatos-, estaba sustentadoms por leyendas que porrealidades.Muchas de aquellas utopas devenande la pluma enfervorizada, pocasveces sutil, de los primeros castellanosy andaluces que arribaron a Amrica enel siglo XVI detrs del mayor de los sueos:encontrar un camino hacia Cipango.Pero que el sino de_una nueva eraque naca quiso trocaren el ms fabulosoy desconcertante descubrimiento: unNuevo Mundo allende el ocano.Cieza de Len, el Inca Garcilaso,Guamn Poma de Ayala, Sarmiento deGamboa, Polo de Ondegardo, entre losms conspicuos (aunque no todos ellosveraces), nos dejaron el legado documental ms importante de aquella realidadaborigen de la que fueron testigospresenciales. Realidad tan dismil e impactantepara ellos que raramente trascendiintacta en sus discursos. Irreductibleincapacidad etnocntrica quecarg las tintas ms sobre lo poco comprensibley juzgable de las costumbresy hechos observados, que sobre lo diferentede los mismos.Las crnicas indianas relatan, noobstante, slo aquellos sucesos acaecidosdurante los primeros decenios delsiglo XVI. Esto es, los referentes a losinca, postrero relicto de una civilizacinque deviene y es heredera de unatradicin cultural que reconoce, por lomenos, dos mil aos de antigedad.Tal continuum cultural no pudo serdesentraado por aquellos primeros cronistas.Pero sus formidables descripciones,sus avasalladoras analogas entreeste nuevo mundo y el recuerdo de lagrandeza romana heredada por Europa,suscit al cabo de cuatro siglos el interscada vez ms creciente de historiadoresy coleccionistas del Viejo Mundopor acceder a su conocimiento. Elloshabran de inaugurar, en estas tierras,un perodo rico en descubrimientos devestigios precolombinos.Desde 1840 hasta los primeros deceniosdel siglo xx se suceden ininterrumpidamentelos hallazgos de sitiosarqueolgicos, fortalezas, santuarios,residencias y caminos imperiales.Hacia 1863, George Squier, uno delos ms destacados representantes deeste perodo, vislumbraba ya uno de losobjetivos ms preciados de laarqueologacontempornea. Deca que ( ... ) elestudio de los monumentos peruanos( . .. ) adquiere la mayor importancia parala investigacin de su historia y civilizacin( ... )>>, puesto que ellos ~ (o . )arrojan mucha luz sobre las costumbres,los sistemas de vida y la organizacinpoltica, social y domstica ( .. . )>>de quienes fueron sus ejecutores. Ensuma, el desideratum arqueolgico:acceder, detrs de las formas culturales-arquitectnicas y/o urbansticas- alas causalidades antropolgicas que ex -plican los comportamientos humanos.Hito de esta poca fue, sin duda, en1911, el descubrimiento de Machu Pichu,en el valle del ro Urubamba, realizadopor Hiram Binhan.Hacia fines del siglo XIX, Adn Quiragaalerta sobre la presencia inca en laarquitectura indgena de su adoptivaCatamarca. Similar idea preconizaba elarquelogo sueco Eric Boman, viejoconocedor de las entraas culturales del norte argentino. Sin embargo, lecupo a Max Uhle, a partir de 1910,aportar al conocimiento cientfico de laarqueologa sudamericana en general,y de la Argentina en particular, los argumentosms slidos e incontestables,hasta hoy, acerca de la problemticainca en los Andes meridionales. El noroesteargentino -hasta entonces excluidodel inters de los americanis\aS-, formaba parte del Kollasuyu,provincia austral del Tawantinsuyu.Para Uhle, la presencia Inca en Chiley Argentina estaba probada por innumerablesvestigios arqueolgicos queavalaban la tesis de la conquista y penetracincuzquea, a fines del siglo xv,en dicho territorio. Pero impensadamente,en los albores de lo que habraconstituido una fructfera poca de hallazgosy explicaciones coherentes deeste fenmeno, la presencia slida deJuan Bautista Ambrosetti proyect uncono de sombra sobre las investigaciones.Su tesis, an vigente para algunos,haba minimizado los contactosculturales entre incas y calchaques asimples acciones de guerra con permanentesconatos de sublevacin. Fueronnecesarios ingentes esfuerzos y lapersonalidad de los quilates del historiadorRoberto Levillier para vencer tamaoparadigma y comenzar, en 1926,a arrojar luz nuevamente sobre este temadesde la vertiente documental etnehistrica.Hacia 1940, los resultados de la tareaemprendida empiezan a cristalizar.El histrico Kollasuyu comienza a hacersecada vez ms tangible, mientrasque los trabajos de campo, bajo la tutelaseera del maestro alemn, van despejando,lenta pero sucesivamente, lasdudas.En la actualidad, el derrotero es msque claro. Las hiptesis han sido comprobadas.La certeza es cuasi totalporque la realidad es incontrastable.Desde 1470 hasta el arribo de los primerosespaoles al territorio argentino,en los primeros decenios del siglo XVI,los inca domel'laron un espacio fsicoclaramente definido. Interceptaron-sin devastar-las tradiciones culturalesautctonas, generando no pocoscambios. No desestructuraron el sustratooriginal. Pero lo modificaron, integrndoloa su propio y complejo sistemacultural. De la sucinta explicitacinde cada uno de estos aspectostratarn las siguientes pginas.