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¿cómoves? 10 ES EL AÑO 1520 en la antigua Tenoch- titlan, españoles y mexicas libran una dura batalla que está siendo ganada contun- dentemente por estos últimos. En la reti- rada de las tropas españolas sucede un hecho sorprendente: cuenta la leyenda que ante el implacable acoso de los mexicas, el capitán Pedro de Alvarado realizó un salto prodigioso sobre un puente para sal- var su vida. El cronista Bernal Díaz del Castillo 1 —quien admite no haber pre- senciado la acción, pues en esos momen- tos “ningún soldado se paraba a verlo [a Alvarado] si saltaba poco o mucho, por- que harto teníamos que salvar nuestras vi- das porque estábamos en gran peligro de muerte, según la multitud de mexicanos que sobre nosotros cargaban”— refiere que la huida fue a través de calzadas y puentes “llenos de guerreros” y que fue en uno de esos puentes donde Alvarado, usando su lanza como apoyo (como un sal- tador con garrocha, diríamos ahora) rea- lizó el famoso salto. Los testigos del acto no daban crédito a lo que veían, pues pa- recía tratarse de una acción sobrehuma- na. Tan singular fue este acontecimiento que desde aquella época ese lugar comen- zó a ser llamado el Salto de Alvarado, y aún en nuestros días conocemos ese pun- to de la Ciudad de México como el Puen- te de Alvarado. Los historiadores actuales consideran que ese relato es simplemente un mito, e incluso para el propio Díaz del Castillo se trata de una “burla” ya que para “saltar y sustentarse en la lanza, estaba el agua muy 1 Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, México, Porrúa, col. Sepan cuantos..., no. 5, 1974. A PESAR DE SU CONNOTACIÓN NEGATIVA, EL ESTRÉS ES UN PROCESO FUNDAMENTAL EN LA INTERACCIÓN QUE MANTENEMOS CON NUESTRO ENTORNO; UN COMPLEJO PROCESO QUE INVOLUCRA ASPECTOS BIOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y SOCIOCULTURALES. esencial para la vida Omar Torreblanca Navarro Ilustración: Luis Lar co Soto honda y no podía llegar al suelo con ella”, agrega además que el puente estaba “a muy gran altura”. Sin entrar en ninguna clase de polémica histórica, podemos de- cir, no obstante, que el salto de Alvarado, desde la perspectiva que analizaremos a continuación, bien pudo haber sucedido. Casi todos podemos referir alguna ex- periencia personal en la que ante algún grave peligro hemos tenido una impresio- nante reacción corporal, como saltar fá- cilmente sobre una barda muy alta, o cruzar una cerca llena de púas con mucha rapidez y sin sentir dolor por los rasgu- ños. ¿Qué sucede con nuestro organismo y con nuestra mente bajo este tipo de cir- cunstancias? La respuesta se ha encontra- do estudiando un complejo proceso que involucra aspectos biológicos, psicológi- cos y socioculturales: el estrés. El estrés: El estrés:

El estrés - comoves.unam.mx · Desde un punto de vista biológico el estrés es considerado como un estado general de sobreactivación en varios niveles: autonó-mico, endocrino

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¿cómoves?10

ES EL AÑO 1520 en la antigua Tenoch-titlan, españoles y mexicas libran una durabatalla que está siendo ganada contun-dentemente por estos últimos. En la reti-rada de las tropas españolas sucede unhecho sorprendente: cuenta la leyenda queante el implacable acoso de los mexicas,el capitán Pedro de Alvarado realizó unsalto prodigioso sobre un puente para sal-var su vida. El cronista Bernal Díaz delCastillo1 —quien admite no haber pre-senciado la acción, pues en esos momen-tos “ningún soldado se paraba a verlo [aAlvarado] si saltaba poco o mucho, por-que harto teníamos que salvar nuestras vi-das porque estábamos en gran peligro demuerte, según la multitud de mexicanos

que sobre nosotros cargaban”— refiereque la huida fue a través de calzadas ypuentes “llenos de guerreros” y que fueen uno de esos puentes donde Alvarado,usando su lanza como apoyo (como un sal-tador con garrocha, diríamos ahora) rea-lizó el famoso salto. Los testigos del actono daban crédito a lo que veían, pues pa-recía tratarse de una acción sobrehuma-na. Tan singular fue este acontecimientoque desde aquella época ese lugar comen-zó a ser llamado el Salto de Alvarado, yaún en nuestros días conocemos ese pun-to de la Ciudad de México como el Puen-te de Alvarado.

Los historiadores actuales consideranque ese relato es simplemente un mito, eincluso para el propio Díaz del Castillo setrata de una “burla” ya que para “saltar ysustentarse en la lanza, estaba el agua muy

1 Historia verdadera de la conquista de la Nueva España,México, Porrúa, col. “Sepan cuantos...”, no. 5, 1974.

A PESAR DE SU

CONNOTACIÓN NEGATIVA, EL

ESTRÉS ES UN PROCESO

FUNDAMENTAL EN LA

INTERACCIÓN QUE

MANTENEMOS CON NUESTRO

ENTORNO; UN COMPLEJO

PROCESO QUE INVOLUCRA

ASPECTOS BIOLÓGICOS,

PSICOLÓGICOS Y

SOCIOCULTURALES.

esencial para la vidaOmar Torreblanca Navarro

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honda y no podía llegar al suelo con ella”,agrega además que el puente estaba “amuy gran altura”. Sin entrar en ningunaclase de polémica histórica, podemos de-cir, no obstante, que el salto de Alvarado,desde la perspectiva que analizaremos acontinuación, bien pudo haber sucedido.

Casi todos podemos referir alguna ex-periencia personal en la que ante algúngrave peligro hemos tenido una impresio-nante reacción corporal, como saltar fá-cilmente sobre una barda muy alta, ocruzar una cerca llena de púas con mucharapidez y sin sentir dolor por los rasgu-ños. ¿Qué sucede con nuestro organismoy con nuestra mente bajo este tipo de cir-cunstancias? La respuesta se ha encontra-do estudiando un complejo proceso queinvolucra aspectos biológicos, psicológi-cos y socioculturales: el estrés.

El estrés:El estrés:

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Sobreactivación biológicaDesde un punto de vista biológico el estréses considerado como un estado general desobreactivación en varios niveles: autonó-mico, endocrino e inmunitario. Es decir,es un proceso en el que participan las víasneurales del sistema nervioso autónomo,las vías humorales bioquímicas del siste-ma endocrino y las vías vasculares san-guíneas del sistema inmunológico. Sinembargo, no se puede establecer una se-paración tajante entre los tres tipos de ac-tivación, puesto que están estrechamenteentrelazados, al grado de que gran partedel proceso de estrés puede ser caracteri-zado como neuroendocrino, esto es, don-de el sistema nervioso y la respuestahormonal desempeñan un papel central.

En la sobreactivación biológica hayque destacar los impulsos vegetativos quese transmiten a través de dos sistemascomplementarios: el simpático (encarga-do de movilizar las reservas de energía enlos estados de emergencia) y el pa-rasimpático (que tiende a conservar y al-macenar dichas reservas).

La sobreactivación biológica que seproduce durante el estrés predispone al or-ganismo al consumo de energía, necesa-rio para enfrentar un peligro inminente.Es en este momento cuando las hormonasdesempeñan su crucial papel; la adre-nalina, por ejemplo, aumenta el ritmocardiaco y el respiratorio, preparando alcuerpo para la acción, mientras que lahidrocortisona lo ayuda a movilizar susreservas energéticas. Ésta es la clase derespuestas que permiten al cuerpo reali-zar acciones que sorprenden por sumagnitud, eficacia y oportunidad ensituaciones de emergencia.

Cada respuesta contribuyecon una función específica. Elaumento en los latidos cardía-cos permite irrigar más sangreal cerebro y los músculos, parapensar y moverse más rápi-do; la contracción de losvasos sanguíneos dis-minuye el tiempode coagulación,para cerrar másrápido las po-sibles heridas;la respiraciónrápida y pro-funda propor-

ciona más oxígeno; la no secreción de sa-liva y mucosidades aumenta el tamaño delos conductos de aire a los pulmones; elincremento de la transpiración hace queel cuerpo se enfríe más rápidamente; ladilatación de las pupilas vuelve a los ojosmás sensibles, y el rompimiento de grasay glicógeno permite su utilización inme-diata como “combustible”. A esto habríaque agregar que el hígado libera azúcarpara que la consuman los músculos, loscuales se ponen rígidos preparándose paramovimientos rápidos y vigorosos y que,por otra parte, se producen más glóbulosblancos para ayudar a combatir alguna in-fección.

El consumo extra de energía que ex-perimenta el cuerpo produce un desgastefisiológico que hace necesaria la interven-ción del sistema parasimpático para res-taurar y almacenar las reservas de energía;un ejemplo de ello es el proceso de diges-tión, el cual se detiene durante la accióndel sistema simpático con el fin de que lasangre que normalmente irriga el estóma-go se reparta por los músculos. Por talmotivo muchos especialistas han llama-do la atención sobre los riesgos de losagentes estresores prolongados o repe-titivos, pues no permiten al organismoreponerse y lo mantienen en un estadoconstante de sobreactivación. Entre estosespecialistas podemos mencionar alaustriaco-canadiense Hans Selye, consi-

derado el padre del estrés, ya que fue elcreador de este término y desde la décadade 1930 describió las fases por las queatraviesa el organismo cuando se enfren-ta a situaciones en las que la presencia delagente agresor dura mucho tiempo o esmuy frecuente: 1. Alarma, el organismose prepara para hacer frente a la agresión;hay descarga de adrenalina y otras hor-monas; 2. Resistencia, se hace frente a laagresión mediante modificaciones del or-ganismo en la sangre, el plasma, elmiocardio, la mucosa gástrica y la corte-za suprarrenal, lográndose la adaptación,y 3. Agotamiento, se pierde la capacidadinicial para mantener la adaptación, dan-do lugar a la vulnerabilidad del organis-mo, principalmente a las enfermedades.

Desde la psicologíaLas investigaciones de la psicología hanpuesto de relieve que las respuestas de losindividuos ante las situaciones estresantesvan mucho más allá que la simple sobreac-tivación biológica del organismo, y queson muy variados los mecanismos que seemplean para tratar de manejar el estrés.

Esta particularidad humana se apreciaen el hecho de que, por ejemplo, una mis-ma situación laboral puede generar unaserie de reacciones distintas en personasque comparten características similares(misma jerarquía, antigüedad y edad),dando por resultado que para algunos el

ambiente laboral sea insoportable, mien-tras que otros lo encuentren normal

e, incluso, algunos lo considerenagradable. En este ejemplo re-

sulta evidente que las diver-gencias en las respuestas

se deben a múltiplesfactores, sin embar-go, es difícil negar laimportancia que losfactores psicológi-cos desempeñan eneste proceso: los po-tenciales estresoreslaborales no sonpercibidos de la mis-ma manera por todoslos empleados y, porconsiguiente, algunos

responden, biológi-camente hablando, con

una sobreactivación de suorganismo, pero otros ni si-

Ilustración: Luis Larco Soto

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quiera llegan a iniciar una posible respues-ta de estrés, pues no perciben la situacióncomo amenazante.

En relación con las consecuencias ne-gativas que acarrea al organismo lasobreactivación biológica, la psicología seabocó a estudiar los acontecimientos vi-tales estresantes, es decir, aquellos que ge-neralmente se aceptan como agentes decambios significativos en la vida de unapersona e implican algún grado de adap-tación a las nuevas circunstancias para po-der salir adelante. Este modelo del estrésfue desarrollado en Seattle por los psiquia-tras estadounidenses Thomas Holmes yRichard Rahe, quienes lo consolidaron en1967 a través de una escala que permiteevaluar la correlación entre dichos acon-tecimientos y la aparición de síntomas yenfermedades. Los acontecimientos vita-les estresantes estudiados por estos auto-res son los que afectan principalmente ala población adulta, y entre ellos se en-cuentran: la muerte del cónyuge, el divor-

cio, el encarcelamiento o confinamiento,la muerte de un familiar cercano, el des-pido laboral, la jubilación y las pérdidasfinancieras. Pero el estrés, desde esta pers-pectiva, no sólo se genera por situacionesnegativas o dolorosas, también lo produ-cen muchas que se consideran positivas,como la reconciliación marital, el emba-razo, el matrimonio o el logro personalsobresaliente, si bien en este caso la aso-ciación con la aparición de enfermedadeses menor.

Aunque la escala de Holmes y Raheno está dirigida a niños y adolescentes, espertinente señalar que, en el caso de losniños, las fuentes de estrés dependen desu grado de desarrollo, ya que para losmuy pequeños, por ejemplo, el nacimien-to de un hermano es altamente estresante,mientras que para niños un poco mayoresla escuela representa el principal agenteestresor.

El modelo de los acontecimientos vi-tales estresantes no ha estado exento de

controversias y críticas, pues como seña-lan, entre otros, los psiquiatras españolesManuel Valdés y Tomás de Flores, sumetodología es débil, las unidades de cam-bio vital tienen bajo nivel predictivo, notodos los acontecimientos son realmenteestresores y, además, su ocurrencia espoco frecuente en la vida de una personaen comparación con las múltiples dificul-tades diarias. Es decir, a pesar de que unsolo acontecimiento agudo puede ser muyintenso, los estresores cotidianos o cróni-cos pueden llegar a ser, por su carácterrepetitivo, esencialmente más dañinos,pues no hay que olvidar que en el planofisiológico la respuesta de estrés consisteen una sobreactivación que, si es muy fre-cuente o constante, perjudica al organismo.

Las contrariedadesEn vista de lo anterior surgió otro mode-lo, el de los microestresores o estresorescotidianos, desarrollado, entre otros au-tores, por el psicólogo estadounidenseRichard S. Lazarus, quien en 1984 se re-firió a ellos como “contrariedades”. Eneste modelo se considera al estrés comouna transacción entre la persona y su am-biente, por lo que pone énfasis en las si-tuaciones cotidianas que van generando,día a día, un estrés crónico: las filas en elsupermercado, la espera de un transporte pú-blico, la falta de estacionamiento, y otrossimilares.

El modelo psicológico del estrés máspreciso y completo se debe también a lostrabajos de Lazarus, realizados en la Uni-versidad de California, en Berkeley. Suscontribuciones han permitido establecerque se trata de un proceso que involucra,entre otros factores, las característicaspersonales del individuo y la forma en queéste evalúa las posibles amenazas oestresores, así como los recursos perso-nales de que dispone para hacerles frente.Es decir, el estudio del estrés se ha cen-trado ahora en esclarecer la relación entreel estresor y la apreciación o interpreta-ción que el individuo realiza de él, asícomo los procesos psicológicos que em-plea para hacerles frente de la manera másadecuada. Dicho de otra manera, la per-cepción e interpretación que el sujeto hacede la situación es primordial para evaluarlacomo estresante o no, lo cual influye so-bre la ocurrencia o no de las reaccionesbiológicas descritas anteriormente. Se tra-Ilu

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fuerzos exitosos, puesincluye todos los in-tentos por manejar elestrés sin considerarsu efectividad.

Las estrategias deafrontamiento pueden serde dos tipos. Por una parte, el afronta-miento dirigido al problema busca pro-ceder a la acción para modificar elcontexto objetivo; es decir, son respues-tas que intentan manipular o alterar direc-tamente la situación que genera estrés. Porejemplo, ante una dificultad en el entornofamiliar, o en cualquier otro ámbito, al-gunas personas recurren a una estrategiaque consiste, primero, en buscar informa-ción acerca del problema para posterior-mente trazar un plan de acción, el cualllevan a la práctica como una forma desolución.

Se utiliza el afrontamiento dirigido ala emoción cuando no ha sido posible re-currir al afrontamiento directo porque lasituación estresante no puede ser modi-ficada por el individuo y tiene que acep-tarla; entonces las respuestas se orientanal manejo o reducción de los sentimien-tos de malestar resultantes. Es decir, enesta estrategia de afrontamiento lo que semodifica es la forma de sentir la experien-cia, pero sin cambiarla objetivamente.Ejemplos típicos de este tipo de afronta-miento son: “intento olvidar el asunto porcompleto” y “busco el lado bueno de lascosas”, entre muchos otros.

¿Normal y necesario?La revisión que hemos hecho hasta estepunto nos permite apreciar que la aporta-ción de Lazarus ha facilitado distinguirentre el estrés como proceso y los estadospatológicos asociados con la cronicidadde dicho proceso. Este investigador carac-teriza el estrés como un proceso normal ynecesario para la interacción del indivi-duo con su medio. En este sentido se pue-de establecer la siguiente definición: elestrés es un proceso que necesariamenteimplica el reconocimiento de una amena-za o peligro proveniente del medio exter-no, o incluso de fuentes internas, y quedemanda una respuesta a través del afron-tamiento (reacciones físicas, emocionalesy cognoscitivas), el cual está encaminadogeneralmente hacia la reducción comple-ta de dicha amenaza o peligro.

Las estrategias de afrontamiento, apesar de ser métodos que caracterizan lasreacciones individuales ante el estrés, seemplean de acuerdo con ciertos valores,creencias y metas. Con lo cual estamoshablando ya de los atributos sociales y cul-turales del estrés.

El hecho de que un proceso como elestrés tenga importantes componentes bio-lógicos y psicológicos no quiere decir queocurra en un vacío sociocultural. La apor-tación de la psicología social al estrés per-mite comprenderlo como un producto dela interacción de los individuos con suambiente social: los seres humanos apren-demos de congéneres, pensamos en con-géneres y actuamos con congéneres, loscuales a su vez actúan sobre nosotros.

Las investigaciones en torno al estrésdesde una perspectiva social han puesto

ta, de un enfoque psicosocial: nada esestresante a menos que el individuo lodefina como tal. Por supuesto que se to-man en cuenta los aspectos objetivamen-te peligrosos, pero los pensamientos yrecuerdos estimulados por esa situación(la historia previa del sujeto en circuns-tancias similares y su capacidad para ha-cerle frente) pueden tener un impacto aúnmayor que los aspectos objetivos. Es elcaso de las personas que se lanzan en pa-racaídas o que practican el bunjee (arro-jarse al vacío desde una gran altura perosujetos con una cuerda elástica) y, en ge-neral, de quienes se enfrentan a situacionesmanifiestamente riesgosas pero confiandoen su experiencia para superarlas.

Bajo este enfoque se considera que elsujeto evalúa constantemente su ambien-te en términos de bienestar personal. Estose realiza en dos niveles: la evaluaciónprimaria, que consiste en determinar si unhecho es amenazador o placentero, lo cualva a depender de cada persona (un ejem-plo de ello son las distintas reacciones dediferentes personas ante la posibilidad desubirse a un juego mecánico), y la eva-luación secundaria, que se lleva a cabo unavez que se ha identificado una amenaza yel individuo examina los recursos y op-ciones que tiene para responder a ella.Aquí se habla ya de una estrategia deafrontamiento para manejar la sobreac-tivación. En otras palabras, en la evalua-ción primaria la persona valora los eventosestresantes, mientras que en la secunda-ria evalúa sus propios recursos de afron-tamiento y sus opciones.

Las estrategiasEl afrontamiento es la respuesta al estrés,e incluye los esfuerzos cognoscitivos yconductuales que se ejecutan para domi-nar, tolerar o reducir sus aspectos negati-vos, es decir, aquellos que las personasexperimentan como desagradables, o ame-nazantes. Estos esfuerzos, no siempreconscientes, varían a través de diferentessituaciones o a lo largo del tiempo dentrode una situación para poder manejar lasdemandas específicas externas y/o inter-nas que son apreciadas como excesivas oabrumadoras para los recursos de la per-sona. En suma, el afrontamiento consisteen los intentos del individuo por resistir yvencer a los estresores. Sin embargo, elafrontamiento no está limitado a los es-

Ilustración: Luis Larco Soto

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de manifiesto, entre otras cosas, que elafrontamiento implica no sólo aspectos in-dividuales sino también sociales. Existeuna abrumadora evidencia acerca de quela red de apoyo social con que cuenta unindividuo es sumamente importante paramanejar el estrés. Este apoyo se manifiestaen los beneficios que se obtienen de lasrelaciones interpersonales: el apoyo emo-cional (auxiliando al individuo en el do-minio emocional de su malestar), la ayudainstrumental (manejando responsabilida-des compartidas, proporcionándole con-sejos, enseñándole habilidades y dándoleayuda material) y la autoestima que pro-porcionan los miembros de un grupo, conla cual el individuo adquiere un sentidode “pertenencia”, pero también se sientevalorado, amado y estimado como inte-grante del grupo.

Factores ambientalesLa comprensión de un fenómeno multi-causal como el estrés no puede prescindirdel nivel de análisis sociocultural, sobretodo por el grado de complejidad que hanalcanzado las sociedades actuales, conconstantes avances en la ciencia y en susderivados tecnológicos. Por ello se han in-tentado aplicar sofisticados modelos queayuden a explicar cómo los cambiossociales y las presiones culturales pro-pician la aparición de nuevos compor-tamientos. Se habla de un “estrésaculturativo”, el cual sería el resultado dela modificación de conductas tradiciona-les por la influencia de dichas presionessocioculturales. Es el caso de los grupossociales que se han visto arrollados porlos cambios sociales y culturales, comosucede con la población indígena.

A raíz de que la revolución tecnológi-ca ha creado un nuevo modelo de socie-dad hiperindustrializada, un escenario hacobrado una relevancia mayúscula para elestudio de la compleja relación entre se-res humanos y ambiente: la ciudad actual,que se ha convertido en el símbolo del altogrado de desarrollo de nuestras comuni-dades. Es tal su importancia, que una dis-ciplina como la psicología ambiental,dedicada a vincular los procesos de com-portamiento con las características delentorno en donde éste se presenta, ha te-nido que acuñar el término “estrés urbano”.

Desde la perspectiva ambiental losespecialistas se han interesado sobre todo

Omar Torreblanca Navarro es egresado de la maestríaen psicología clínica en la UNAM. Es autor de un librosobre cine y psicología. Actualmente es jefe delDepartamento de Medios Audiovisuales de la Facultadde Psicología de la UNAM.

en averiguar las causas, o más especí-ficamente, el tipo de estimulación que pro-duce estrés urbano en los habitantes de lasciudades. Al conjunto de estos estímulosse le ha llamado estresores ambientales:aquellos que afectan a la mayoría de lapoblación y son permanentes a lo largodel tiempo; son crónicos, nocivos y per-ceptibles objetivamente; no se les consi-dera urgentes, son inafectables por elesfuerzo individual y, en algunos casos,se les considera ya como situaciones nor-males. Al respecto, Lazarus ha señaladoque en la vida no todas las fuentes de estrésson susceptibles de ser dominadas (desas-tres naturales, pérdidas inevitables, vejez,enfermedad, conflictos humanos).

En el contexto ambiental las estrate-gias de afrontamiento se ven seriamentelimitadas en sus alcances y posibilidades,puesto que los estresores ambientales con-tinúan presentes y siguen incidiendo so-bre el organismo. La lista de estosestresores es muy larga; entre los más es-tudiados destacan los siguientes: los de-sastres naturales, los contaminantes delaire, la proliferación de zonas industria-

les junto a asentamientos residenciales, elruido, el hacinamiento, la basura, los am-bientes insalubres, el déficit de viviendao inadecuada planeación y diseño de áreashabitacionales, los problemas de transpor-te, el excesivo número de vehículos, lasobrepoblación y crecimiento anárquicode la ciudad, la falta de áreas verdes, lacomplejidad visual en el entorno urbano,los cambios en las corrientes de aire (porla construcción de edificios altos y la aper-tura de avenidas), la elevación de la tem-peratura, la degradación de los suelos, laeliminación de áreas de recarga acuíferay, finalmente, pero no por ello menos im-portante, la eliminación de especies ani-males y vegetales.

En general, los diversos estresoresambientales son generadores de malestarpara los individuos, quienes tienen que pa-gar un alto costo físico y psicológico alverse expuestos a ellos, ya que no dispo-nen de muchas defensas para enfrentarlos.Las investigaciones señalan que no hayhabituación a la contaminación atmosfé-rica, ni al hacinamiento, ni al ruido; esdecir, no hay capacidad del organismopara bloquear respuestas de sobreacti-vación ante este tipo de estimulación re-petida.

Estrés y vidaHemos visto que el estrés es un procesoque comprende diversas dimensiones, porlo cual su estudio tiene que ser necesaria-mente integral e interdisciplinario. Se pue-de decir que, a pesar de ser un procesoúnico en su esencia, es múltiple en sus ma-nifestaciones. Es por ello que ha sido uncampo propicio para la colaboración dela biomedicina, por un lado, y de lasaproximaciones cognitivo-conductualesde la psicología, por el otro.

Podemos finalizar señalando que, noobstante la connotación negativa que sele atribuye al estrés, se trata, en realidad,de un proceso fundamental en la inte-racción que mantenemos con nuestro en-torno. Por tal motivo, no dudamos ensuscribir la afirmación del investigadorfrancés Henri Laborit, quien ha dicho que“el estrés es vida”.

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