El Floklore de Colombia

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El folklore es la tradicion popular, tipica, empirica y viva.

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El folklore de ColombiaGuillermo Abadia MoralesSornbrcms.vueltiaos'.

,a voz inglesr/olh lotr, creada en l8+6 por WilLramJohn Thoms. esle generaliza-ia hoy en todo el mundo. Djcha Voz inglesa estd formada por clos tdrminos:.folk . lort', cacla uno de los cuales tiene un signi[cado clelinido y por eslo no son sus :cpLibles de modificar en su ortograLL; sln que lLrtLen su senlJntLLa Foih indica .o pop,-rlar y iore el conocimienlo tradicional. De las muchas dehniciones exislentes hemos configurado la que ha stdo ex-ruesla en varios de nuestros hbros y trabajos publtcados: el folklore es la lradi -ion popular, lipica, emllirica y viva. Tradicidn indica las creencias y pricticas que ran pasado de una generaci6n a otra. Popular, 1o que corresponde al patnmonio .iel pueblo y abarca no solo eL aspecto socio16gjco. principalmente, sino el eLno-igico, ya que en nueslro caso colombiano la etnia forma parte del pueblo vivo y t.tuante. Tipic4 por corresponder a un lipo determinado, que es e1 colombiano. :n sus distintas variedades. Eftpi1.a PorcLue se obtiene por meclio de las pracd:iis y experiencias 1- no pol doctrinas cientiflcas ni teorias tecnicas. Vil'a Porque rrp|ca una dinzimica social laLenle que la distingue de 1o arqueol6gico y de loa,tslorico.

\l,wd nrJ,,r.

El

lidntJr

Con el {ln de simphfrcar al mdximo las ramas en que se separan 1os temas del :.rlklore, hemos adoptado un mimmo de cuatro ramas que pueden ser las que :orresponden a la actitud del hombre lolh en cuanto cree, piensa, dice y hace

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Jeran

Encicl0pedia de C0l0mbia

Pero preferimos separarlos en funci6n de sus expresiones artisticas: literatura, mlsica y danza, que son gdneros de comunicaci6n muy dehnidos y bien delimitados, y una cuarta rama que hemos denominado demosofia por cuanto en ella predominan los fen6menos de lo que el pueblo cree y piensa o de lo que hace con sentido primordialmente utilitario. Sabemos que al decir estamos indicando algo relativo a la sabiduria popular y el folklore no es una sabiduria sino un simple saber popular. La primera rama, que hemos llamado Jolhlore literaio, se exptesa por medio de la palabra hablada o escrita, es decir, como literatura oral o como liteIatuta gtafrca (impresa). lncluimos en este genero: habla o lenguaje popular, narraciones, coplerio y poesia popular, paremiologia.La segunda rama, qu ehemosllamado Jolhlore musical, se expresa por medio del sonido instrumental o

rafernalia y atuendo vestuario, juegos coreogrdficos (mojigangas y sainetes danzados). l-a cuarta rama, que hemos denominado Jolklorzdemos6f.co, se expresa por

medio de todas las actiridades no comprendidas en las tres ramas anteriores

pero que pe enecen al saber popular tradicional Este genero comprende: vivienda, artesanias, medicina empirica, bromatologia, usos y costumbrcssupe$ticiones.*

Cundinamarca, Boyac6 y SantanderesMitosLlamamos mitos en general a una serie de personiflcaciones de las fuerzas naturales que gobiernan la vida del pueblo, especialmente en el embito cam-

vocal. lncluimos en este genero: tonadas y cantos indigenas, tonadas y cantos mestizos, tonadas y cantos

mulatos

y negros, instrumentos indigenas, instru-

pesino. Muchos de ellos poseen una categoria de creaciones filos6ficas (teogonias) y de simbolizaciones artisticas (t6tems) que vienen a representar ulur especie de grupos tutelares que serlan a la vez amosde los seres mortales y sewidores suyos merced a las

mentos mestizos, instrumentos mulatos y negros. la tercera rama, que bemos llamado t'olhlore coreogrif.co , se exptesa por medio del movimiento

rit-

mo-plastico del cuerpo humano, solo o auxiliado por la mtsica o por la acci6n dramedca o por ambas a la vez. Incluimos en este genero: danzas indigenas, danzas mestizas, danzas mulatas y negras, pa-

advocaciones reallzadas para conseguir su favor o su ayrda. Son por ello enemigos temibles que pueden transformarse en amigos poderosos. Todo de-

pende del compo amiento que sepamos obsewar y del respeto que les otorguemos. Es notable esta tendencia moral que en nuestras tribus primitivas determina el trato que se debe a los animales y se-

*

En el prese,nte texto sljlo haremos r4erencil. o uru1 d,e las subdiyisiones del Jolhlore literaio Aos mitos, que carrespanden a la categorta naticianes) , d coreograf,co. (Nota de los Editorcs) Jolhlore musical y at

Jolhlore

taguna de Tota.Acuarcla de ldwardWalhouse lvark, 1845.

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Bibliatea bis Angel Arango, Bogotd.

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Elfolklore de Colombia I 199i

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rios, Iagunas, montes, etctera, terminando en aumento de categorias hasta Ia luna y elsol. De tal modo aparece el universo como una gran familia o una hermandad de todos los seres, que han de estar en armonia para el buen suceso de la vida humana. Separamos los mitos en mayores, menores y espantos. Los mayores constituyen una especie de deidades tutelares; los menores se asimilan a genios malficos o traviesos; 1os espantos son simples visiones o sugestiones que se emparentan con los espiritus o Animas de los muertos y se localizan enres vegetales

y aun

a

una leyenda popular en que una mujer, a causa de sus perversiones y brujerias, perdi6 un brazo; fue la manca Rita, que tal era su nombre, y de alli naci6 la voz (Mancarita>. Por una reyerta con la madre en la cual Rita intentd asesinarla con un cuchillo, perdi6 el brazo que llevaba el arma. En cambio, en la regi6n del Carare (Santander) aparece Ia verdadera Patasola, similar a la antioquena (ver p. 20I).

El Mohan o Mojenotro espidtu tutelar de las aguas y en consecuencia de su importancia, mito mayor. Vive en los pozosEs

los lugares sombrios, l6bregos o medrosos como cementerios, graneros, casonas demridas, edifi cacio-

Ie

nes muy antiguas, parajes solitarios, etctera.

La Madremonte

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un peronaje tan notable como la Madre-Montafla de los griegos o su par americana, la PachaMama de los lncas. La Madremonte es una deidad tutelar que impera en la selva y rige los vientos, las lluvias y toda la naturaleza vegetal. No tiene representaci6n material definida, lo que le presta un cardcter de deidad de alta categoria. Tampoco la tuvo el Pachacamac de los incas, que s6lo podia invocarse mediante un gesto particular, ni el dios supremo de los muiscas, Chiminigagua. Dicen los montetos que La Madremonte vive en un rinc6n de la selva, a la sombra de una gran piedra. Cuando viene la poca de las lluvias en las cabeceras de los rios y estos crecen su caudal, el agua baja rer''uelta y affastra en su corriente toda clase de despojos: maderas podridas, frutos daflados, caddveres de animales que han sido barridos por las lluvias y torentes desde las orillas y que, descompuestos, emponzoian las aguas haciEndolas nocivas Para el barlo. La imagi nacidn popular, para explicarse el efecto nocivo de estas aguas, sin apelar a razones cientificas que no conoce, 1o atribuye a que La Madremonte se bafr6 en el no ) contamino las aguas para que ningun mortal pretenda lavarse en ellas. La desobediencia es castigada por La Madremonte con la aparici6n de ronchas y pristulas en la piel, cosa que ocune explicablemente por la infestacidn del agua crecida. El agua esta embarbascada o picada, dicen los campesinos. Este mito parece identificarse con Daybagd6djira entre los indios bari-motilones del CaEs

oscuros de los rios y quebradas tropicales y ahoga a quienes pretenden violar sus dominios; es pues el responsable de la muerte de los que perecen ahogados en los rios selvaticos. Su nombre corresponde a la voz mojos con que los chibchas denominan a sus sacerdotes o hechiceros. Los campesinos de Cundinamarca atribuyen a los mojanes la crecida de los rios, y no a

la Madredeagua.

La Candileja o Luz Viajera Es corLsiderada como companera del Mohan, aunque se rata de un mito menor. Es una luminaria o luz a la cual. por no sabersele el origen o causa. se atribuye una personifrcacidn fantastica. Asi los fuegos fatuos causados por huesos o por metales enterados, de cuya descomposici6n o alteraciones salen gases que se encienden al aflorar a tierra, o bien el resplandor lejano de algun tabaco encendido que lleva el caminante noctumo, o una luminaria que hace cierto recorrido y que es originada por la lumbre que alguna persona lleva desde un rancho a otro, o por cocuyos, cuyo cuerpo es luminiscente, etcetera. Todas estas son oportunidades de que se atribuya tal luz al personaje misterioso llamada La Candileja o Luz Viajera. Se le suponen virtudes megicas para causar dano a las gentes.

Espantos Entre los espantos propiamente dichos hay en esta zona algunos como El Coco, El Duende, la Mula de Ties Patas o Mula Coscoia que aparecia -siempre como ruido- en la antigua Santafe de BoSotA y otras ciudades y cuya marcha noctuma, en que posiblemente faltaba una herradura, asociaba la idea de una mula de tres patas. El Cura sin Cabeza, La Mano PeIuda. L,a Mano Negra, La Vreja Ines (que camina y no tiene pies) y El Mandingas son los m6s conocidos.

tatumbo, tribu chibcha. La Patasola En Cundinamarca y Boyaca es s6lo un personaje misterioso que rapta a los ninos cuando lloran mucho o hacen travesuras. Se identifica en este caso con La Mancarita de Santander y por ello seria m6s bien un mito menor. Esta iitima se rclaciona con

Folklore musicalI

Tonadas y cantos indigenas El concepto de la mrlsica para los indigenas representa una vivencia trascendental ya que ellos la to-

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10Iar Iic]cl0pedia de C0l0mbia

Atuendo tipico de la legi6n, campesina santandereana.DibLrio de Juan [4anuel Ramirez.

Instrumentos indigenasEn esta zona encontramos el botuto de tierra, de lo-" indigenas sdlibas, y la maraca dad"6o, eI tambor kcr.

man, como sus rcstantes formas de arte -danza, teatro, magia- a modo de prdctica religiosa o rilo. En razcin de esre pincipio. su mu. sica no puede lener james el cardcter de pasatiempo o recreaci6n frivola que se halla en la mfsica popular o meso-

atl, la trompeta de calabazo y la ocarina hara-hdrcde los tunebos.

Instrumentos mestizos Las bandolas de doce, catorce, quince y dieciser.:cuerdas; los bombos o tamboras, el cacho de torolos capadores en varias clases, la carraca o mandibula de cabaLlar, la concha de gurre o armadillo, la: cucharas de palo, el chucho o alfandoque, la esterilla, el guache de totuma, La guitarra criolla, la hojita de guayabo o naranjo, e1 marrano, variedad de zambumbia; Ia matraca de trinquete, las ocarinas de tierra cocida, la pandereta, el pito de Santander, equiribillo, la raspa o caia de ranuras, la raspa o cai; de sonajas, el redoblante, el requinto, los silbatos de arcilla, el tiple, el tiple-requinto, 1a zambumbia.

mtisica. Por ello su funcionalismo obliga a clasiflcarla en g6neros de aplicacidn utilitaria. " En esta zona encontramos unos pocos cantos, tonadas y aires que

podemos enumerar asi:deL

el

canto

bautismo entre los tunebos de

la regi6n limitrofe con Arauca es entonado por eI hareha o brujo yse hace en una lengua fosil llama-

da . Se denomina en iunebo Ba]runa este canto de iniliaci6n. Otros cantos de los tunebos son el de las golondrinas, el del yerbatero(Guarhuna) , eI de los micos (Sftramci) , el de las pavas (Rdb t6ra) , el Sanjahe y el Corlore, indeterminados; y el de los vdquiros

Folklore coreogrSficoDanzas indigenas La mayoria de 1as tonadas indigenas menclonadr. llevan danza correspondiente. Danzas mestizas Bambuco, torbellino, guabina chiquinquircia (e\clusivamente, porque la guabina velena, que es la mds aut6ntica, no lleva danza sino que utiliza en lo-. interludios el torbellino); pasillo y danza criolla ntse danzan y ya sus antiguas coreografias cuando presentan 1o hacen a modo de reconstrucci6n histo rica ,.on el aluendo vesrudrio del siglo rrr I comien zos del xr. Parafernalia y atuendo yestuarioEn la' danzas indrgena> >e ulilizan nu-nerosos atri butos agregados al traje normal, constituidos por

(Iusinc). Tambi6n estin el llamado Chuvdy, que es una danza de los achaguas; el llamadoCativia y el de la palma, de los sdLibas y piapocos; e1 de la consagraci6n de los tejidos, de los bari-motilones. Los de animales y el de 1a palma son de fertilidad y cosecha; el Guarhunc es de ensalmo mdico; el de Ia Cati\ia y eI Chway, indeterminados; el de la consagraci6n de los tejidos es un canto de labor que vegetacidn y por ello seria de cosecha o fertilidad. Tonadas y cantos mestizos Estos implican una fusi6n entre

formas musicales indigenas y aires o tonadas de la cultura hispana. En esta zona encontramos un repertorio abundante de bambucos, torbellinos, guabinas, pasillos y danzas criollas, ademds delas formas dramatizadas en que se utiliza el torbellino.

coronas ceremoniales, manipulos, ajorcas, brazale, tes, bastones, mascaras, pintuns faciales y corporales, etc6tera, que varian segrin los g6neros de danza.

y segrin las tribus. Juegos coreogrdficos En esta zona abundan las formas dramatizadas que incorporan coreografia y mfsica de las danzas tipicas. Son e,pecialmente abunqa-rtes las mojigangas o sainetes danzados como el angelito bailao, la caia, el

Atuendotipic0 de la regidn: campesina boyacense.Dibujo de Juan l\4anuel Ramircz.

disimulo o coqueta, la escoba, el justo, la manta jilada, la mantecada, la mita redonda, los pasamanes,

Las tonada\ ! cdntas indigenas se agrupan en est.Ls categonds: de Jertilidad y casecha, cctzct J pesca; de iniciaci'n, pubett.a e himenea; de conjuro, exarcisma o ensalmo ma.lica: de cuna o arru\o; Ae estreno de litienda J dnf,tiones; ae libaci'n preparacinn Ae bebidas: (le \iak; de guerra; de Julebna.

]

Elfolklore de Colombia

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Atuendo tiDico de la regidnl campesin0 boyacense. Dibujo de.Juan ManuelRamirez.

afecta la vegetaci6n de la selva, apariencias zoomorfas y antropomorfas. Ei pintor Carlos Correa lo ha representado en una notable acuarela. El Hojarasquin tiene pezunas como corresponde a su condi-

los pastorcitos, las perdices,los saludos y el surumangu o surumanguito.

ci6n de protector de todos los animales de pezurLa: venado, danta, talabro, etcatera. Por ello, 61 mismodeja rastros o huellas de su pezuna, pero los coloca en sentido inverso para despistar a los cazadores y proteger asi a 1os animales que tutela. Parece identi1os

El llano y la selva MitosEntre los mitos de la selva mencionaremos los siguientes: La Madremonte (ver p. 199), El Hojarasquindel Monte, EI Bracamonte, las Patasolas, El Patetarro, E1 Pa-

ficarse con Bordro y aun con Wai-Maxse, dueio de animales entre los desanas.

El BracamonteSu existencia s61o corresponde a un baladro o bramido (Bramadora se denomina en las zonas ganaderas de la costa Atlantica) que espanta a los ganados en las cercanias del monte y que anuncia la peste de

tas, El Mohiin, Moj6n o Mudn (ver p. 199), La Llorona, El GritdnLa Candileja (ver p. 199), Los llusiones y La Mancarita (ver

p. 199).

El Hojarasquin del Montese le atribuye la desaparici6n de las gentes en la selva, las que perdidas en la marana vegetal deben invocarlo para dar con el camino, asi se le

los hatos. Como se le atribuye la muerte de los vacunos, las gentes utilizan una calavera de vaca que, ensartada en un pa1o, se coloca mirando hacia el monte mes cercano, de donde se supone que ha salido. No es, pues, coincidencia el hallazgo frecuenle de estas calaveras ensartadas en las cercas de las sabanas ganaderas-

=*

.

A este personaje selvadco

atribuye tambi6n el rescate de los perdidos porauxiliarlos cuando son de su agrado o merecen su gracia. Se le imagina con apaiencia vegetal, cuerpo musgoso y entrelazado de bejucos, coronado de flore5 s.lvestres: sena una e5pecre de launo americano sugerido a la fantasia popular por las ftguras que

Las Patasolas Este formidable mito selviitico es tipicamente colombiano. Los perconajes femeninos que representa son de gran ferocidad, genios malficos del monte, 5emejantes a las Furias o Eumenides griegas. en su papel de guardianas de la naturaleza vegetal y con el carActer terrorifico que les diera Esquilo. Las Patasolas, a pesar de su anatomia unipede (una sola piema

Llaneros herrando en la provincia de Casanare.

Ac!arela de l{anuel lMariaPaz (1857), publicada en

el Athun de Ia Conisi1n

Corcgrilica.Birliot.cd N,r.iondl, Bogoid

202

lGran

Encicl0pedia de C0l0mbia

en que se unen los dos muslos), no conesponden alas deidades egipcias (tipo Annubis), sino mes bien,

por su carActer vegetal,a las

a

las Driadas o Hamadriadas

griegas, personifrcaciones de las encinas y 6rboles, o

Vriksadevatas hindues. pero no risueias como estas, sino macabras. Las Vriksadevatas eran doncellas que se representaban de pie, apoyadas en el tronco de un irbol, un pie sobre el suelo y el otro graciosamente apoyado en el tronco, con los brazos levantados y entrelazados a las ramas floridas del

tandolas. Carece de fundamento la suposici6n de algunos folklor6logos en atribuir a El Patetarro rm gran temor por las calaveras de vaca; se trata de une confusidn con El Bracamonte, que ya vimos. Parec identificarse como Nengue-U1'