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El Loto Azul —en el francés original Le Lotus bleu— es el quinto álbum de la serie Las aventuras de Tintín , creada por el historietista belga Hergé . Se publicó por entregas en Le Petit Vingtième suplemento semanal infantil del diario católico conservador Le Vingtième Siècle — entre el 9 de agosto de 1934 y el 17 de octubre de 1935,1 a un ritmo de dos páginas semanales en blanco y negro, formando la segunda parte de la historia por entonces conocida como Tintín en Oriente.2 La primera edición en álbum, también en blanco y negro, apareció en 1936 en la editorial Casterman .1 La primera edición en color, en la misma editorial, data de 1946.3 Para ella, las primeras cuatro páginas del álbum fueron íntegramente dibujadas de nuevo, y se introdujeron también algunos cambios de menor importancia en otras partes del libro.1 El Loto Azul es la segunda parte de una historia iniciada en el álbum anterior, Los cigarros del faraón , aunque puede leerse de forma independiente. La acción se desarrolla en su mayor parte en China , principalmente en la ciudad de Shanghái . El título está tomado del nombre de un ficticio fumadero de opio de esta ciudad. Tiene una gran relevancia dentro de la historia de la serie, por ser la primera vez que su creador, Hergé, se preocupó por documentarse exhaustivamente acerca del tema tratado, para lo que contó con la ayuda de un estudiante chino, Zhang Chongren ,4 que influiría notablemente en el álbum y en su obra posterior. Para algunos autores, se trata de la primera obra maestra de Hergé e incluso hay quien considera este álbum el mejor de toda la serie.5 1 Índice 1 Antecedentes 1.1 Hergé y Tintín 1.2 Tintin en Oriente 2 Documentación 2.1 La influencia católica 2.2 Zhang Chongren 2.3 Nueva etapa 2.4 Orientalismo 2.5 Vehículos 3 Guion 3.1 Estructura 3.2 Sinopsis 4 El tráfico de drogas 5 Trasfondo político 6 Personajes 6.1 Tintín 6.2 Tchang 6.3 Mitsuhirato 6.4 Hernández y Fernández 6.5 Rastapopoulos

El Loto Azul

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El loto azul, tintin, comic, libro, historieta

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Page 1: El Loto Azul

El Loto Azul —en el francés original Le Lotus bleu— es el quinto álbum de la serie Las aventuras de Tintín, creada por el historietista belga Hergé. Se publicó por entregas en Le Petit Vingtième —suplemento semanal infantil del diario católico conservador Le Vingtième Siècle— entre el 9 de agosto de 1934 y el 17 de octubre de 1935,1 a un ritmo de dos páginas semanales en blanco y negro,formando la segunda parte de la historia por entonces conocida como Tintín en Oriente.2 La primera edición en álbum, también en blanco y negro, apareció en 1936 en la editorial Casterman.1 La primera edición en color, en la misma editorial, data de 1946.3 Para ella, las primeras cuatro páginas del álbum fueron íntegramente dibujadas de nuevo, y se introdujeron también algunos cambios de menor importancia en otras partes del libro.1

El Loto Azul es la segunda parte de una historia iniciada en el álbum anterior, Los cigarros del faraón, aunque puede leerse de forma independiente. La acción se desarrolla en su mayor parte en China, principalmente en la ciudad de Shanghái. El título está tomado del nombre de un ficticio fumadero de opio de esta ciudad. Tiene una gran relevancia dentro de la historia de la serie, por ser la primera vez que su creador, Hergé, se preocupó por documentarse exhaustivamente acerca del tema tratado, para lo que contó con la ayuda de un estudiante chino, Zhang Chongren,4 que influiríanotablemente en el álbum y en su obra posterior. Para algunos autores, se trata de la primera obra maestra de Hergé e incluso hay quien considera este álbum el mejor de toda la serie.5 1

Índice• 1 Antecedentes

• 1.1 Hergé y Tintín

• 1.2 Tintin en Oriente

• 2 Documentación

• 2.1 La influencia católica

• 2.2 Zhang Chongren

• 2.3 Nueva etapa

• 2.4 Orientalismo

• 2.5 Vehículos

• 3 Guion

• 3.1 Estructura

• 3.2 Sinopsis

• 4 El tráfico de drogas

• 5 Trasfondo político

• 6 Personajes

• 6.1 Tintín

• 6.2 Tchang

• 6.3 Mitsuhirato

• 6.4 Hernández y Fernández

• 6.5 Rastapopoulos

Page 2: El Loto Azul

• 6.6 Dawson

• 6.7 Wang Jen-Ghié

• 6.8 Gibbons

• 6.9 El Maharajá de Rawhajpurtalah

• 7 El álbum

• 7.1 La llegada del color

• 8 Trascendencia

• 9 Véase también

• 10 Notas

• 11 Referencias

• 12 Bibliografía utilizada

• 12.1 Fuentes primarias

• 13 Enlaces externos

Antecedentes

Hergé y Tintín

Las aventuras de Tintín cobraron fama desde la primera historieta. En la imagen, portada de Le Petit Vingtième de 15 de mayo de 1930 relativa a Tintín en el país de los soviets.Véase también: Hergé

En 1934, el artista gráfico Georges Remi, más conocido desde 1924 como Hergé,6 ya conocía el éxito profesional a sus 27 años. Tras contraer matrimonio con Germaine Kieckens en 1932,7 su carrera parecía consolidarse. Acababa de fundar una agencia de publicidad llamada Atelier Hergé,8 en la que, para poder hacer frente a los numerosos pedidos, había incluido como socio a José De Launoit, amigo, antiguo compañero del movimiento escultista 9 y del servicio militar10 y padrino deboda.7 Al mismo tiempo, su colaboración con el diario católico Le Vingtième Siècle le proporcionaba gran popularidad desde que en 1927 fuera contratado por su editor, el abate Norbert Wallez.11 Además de otras colaboraciones en distintos suplementos del periódico —de ideología

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bastante conservadora—,12 Hergé se ocupaba del suplemento infantil Le Petit Vingtième desde su creación en 1928.13 Sus personajes gozaban de la aceptación del público infantil y juvenil. Por ejemplo, desde 1930 venía dibujando las aventuras de Quique y Flupi,14 dos pilluelos de Bruselas que habían dado ya lugar a la publicación de dos álbumes,15 y en 1934 había iniciado las aventuras de Popol y Virginia.16

Pero eran las aventuras de Tintin las que más éxito proporcionaban a su creador. Tintín en el país delos Soviets (1929-1930),17 Tintin en el Congo (1930-1931)18 y Tintín en América (1931-1932) habían sido muy populares.19 La fama del personaje era tal que el diario organizó multitudinarias recepciones populares a Tintín en la Estación del Norte de Bruselas al término de la publicación seriada de cada una de las tres historias, contando con la participación de un joven y un perrito que encarnaban al reportero y su mascota.20 El estilo de línea clara con el que estaban dibujadas suponía el tipo de dibujo más moderno de su época.21 Con posterioridad a la publicación de las historietas en capítulos semanales del suplemento, se publicaron con éxito los tres álbumes recopilatorios de las aventuras.22 Por esta época surgieron ciertas diferencias entre el autor y el periódico23 que fueron resueltas con un nuevo acuerdo económico más favorable a Hergé que se firmó cuando ya se había iniciado la publicación de El Loto Azul.24

Tintin en Oriente

Artículo principal: Los cigarros del faraón

El interés de Hergé por China se había iniciado en 1923, cuando —todavía adolescente— participó en un retiro espiritual en la abadía de Saint-André de Loppem y conoció al padre Édouard Neut.25 En el monasterio residían varios monjes que habían vivido en aquel lejano país, y el propio Neut eraun experto en la historia y cultura del gigante asiático. Años más tarde, Hergé reconocería que el benedictino era el origen de su interés por todo lo referente a China.26 En 1932 Japón invadió China y un lector de Le Petit Vingtième sugirió que el ficticio reportero visitara el país. La respuestade la redacción fue contundentemente negativa, argumentando que sería demasiado peligroso para Tintín.27 Sin embargo, poco después, el 24 de noviembre de 1932,28 cuando terminó la publicaciónde Tintín en América, el propio personaje protagonista anunció en una entrevista del suplemento infantil que pronto embarcaría hacia China, e informó de que el itinerario abarcaría Egipto, la India e Indochina. Hergé incluyó un mapa ilustrado que anticipaba las aventuras que estaban por llegar.29A diferencia de las dos primeras historietas de Tintín, la temática de esta no había venido sugerida por Wallez.30 A principios de diciembre de 1932 se inició la publicación de las nuevas aventuras, y Tintín anticipó que su destino era Shanghái.31 El título provisional de la nueva aventura era Tintín en Oriente,32 si bien, tras la publicación de los fascículos y con vistas a la edición del álbum, Hergéle cambiaría el título por el de Los cigarros del faraón.33

El álbum es considerado por los especialistas como una obra de transición situada entre el Tintín primitivo de las tres primeras historietas y el notable cambio que representará El Loto Azul.34 A diferencia de las ingenuas historietas anteriores, carentes de argumento y caracterizadas por la improvisación,35 Los cigarros del faraón muestra una cierta continuidad en su trama, ligada por la existencia de una sociedad secreta dedicada al tráfico de drogas. Su guion, no obstante, carece totalmente de planificación y es marcadamente folletinesco.36

Tras terminar la publicación de esta primera historia el 8 de febrero de 1934,37 en mayo se publicó

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una carta de Quique y Flupi que ya incluía una referencia a la situación política internacional, con los carros de combate japoneses atacando China.38 Por esas fechas, Hergé se disponía a recopilar toda la documentación posible acerca de China con la intención de ambientar adecuadamente la continuación de la historia.38 La nueva aventura de Tintín acabaría siendo El Loto Azul.

Documentación

Hergé se documentó concienzudamente para ilustrar el álbum, lo que le permitió reproducir las coloristas calles de Shanghái de forma muy realista. En la foto, la calle Nanking en los años 30 del siglo XX.

Se ha señalado la posible influencia que pudo tener en la gestación de El Loto Azul la película de D.W. Griffith Lirios rotos (Broken Blossoms; 1919), protagonizada por Lillian Gish y Richard Barthelmess.39 Otro filme que marcó a Hergé fue la cinta alemana de 1933 Flüchtlinge, que recreaba la atmósfera china de forma muy realista.40 También pudo tener cierto peso en el trabajo del dibujante el libro de André Malraux La condición humana, muy conocido entonces por haber ganado el Premio Goncourt en 1933.41 Igualmente es de esos años China, el libro de viajes escrito por Marc Chadourne en 1931.42 Otras posibles fuentes de inspiración procedían de la prensa, dondeChina incrementaba su presencia poco a poco. El conocido periodista Albert Londres, quien había sido uno de los modelos para crear a Tintín, escribió numerosos artículos en el país asiático hasta que su intrigante informe sobre Manchuria y Shanghái desapareció con él al hundirse su barco frente a las costas de Adén.43 Una serie de artículos suyos publicados a raíz de un anterior viaje a China diez años antes había sido recopilado en el exitoso libro La Chine en folie (La locura de China), que describía con gran sentido del absurdo un incoherente país de decapitadores.44 También hay constancia de que Hergé compró los libros China, de Vicente Blasco Ibáñez y Von China und Chinesen, de Heinz von Perckhammer,43 que contaba con abundantes ilustraciones.42 Sin embargo, parece claro que hubo otras personas que tuvieron más impacto en el acabado del álbum.

Hasta El Loto Azul, la visión que los álbumes de Tintín tenían de otras culturas estaba basada en estereotipos:45 malvados bolcheviques, africanos simples, estadounidenses codiciosos, indios ingenuos… La escasa relación de Tintín con la cultura china no había sido muy distinta: en Tintín en el país de los Soviets, aparecen unos crueles verdugos chinos con trenza y, en la primera versión en blanco y negro de Tintín en América, Milú teme acabar como alimento de dos sicarios chinos quellegarán a arrojar a su amo al lago Míchigan.5 En la mencionada entrevista con Tintín en la que esteanunciaba su viaje a China, publicada el 24 de noviembre de 1932, el entrevistador hablaba de los

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torturadores chinos y de la posibilidad de que Milú fuera secuestrado por algún cocinero. El texto iba acompañado por un dibujo en el que el fox terrier era perseguido por un chino muy similar a los aparecidos en los dos álbumes mencionados.28

La influencia católica

Lou Tseng-Tsiang, el padre Célestin, fue uno de los tres sacerdotes católicos que influyeron en Hergé

Curiosamente, el impulso para que cambiara de actitud respecto al pueblo chino vino de la misma Iglesia católica con cuya labor misionera Hergé había sido tan complaciente en Tintín en el Congo.5Conocedor de la circunstancia de que Lou Tseng-Tsiang —antiguo ministro de asuntos exteriores enel Gobierno chino y autor de una obra sobre la ocupación de Manchuria por Japón— había decididoordenarse sacerdote con el nombre de padre Célestin Lou y residía en la abadía de St. André, Hergé escribió un par de días después al padre Édouard Neut. Este no solo conocía al culto sacerdote oriental, sino que también era, a su vez, un buen conocedor de la realidad china. Neut le respondió animándole a documentarse adecuadamente porque pensaba que el nuevo álbum de Tintín podía tener mayor importancia que los anteriores y podía llegar a ser una obra de entendimiento interracial. El fraile le envió dos libros: Aux origines du conflit mandchou (Los orígenes del conflicto manchú), obra de otro sacerdote, el padre Thadée, que explicaba las raíces del conflicto de Manchuria; y Ma Mère (Mi madre), de Cheng Tcheng, «que aporta una maravillosa perspectiva de la vida privada de la familia china». También le remitió un artículo de 1932 que resultó de suma utilidad y que explicaba las diferencias entre las civilizaciones china y japonesa.46 47 48 El religioso, con gran anticipación, le dijo lo siguiente:

... Tintín se encontrará con sabios chinos, monjes, bonzos chinos, familias chinas; se encontrará con militares japoneses; militares desde hace siglos, militares para ser militares y para luchar, como los prusianos en Bélgica en 1914: los chiquillos bruselenses han hecho tantas bromas de mal gusto sobre estos hidalgos de aldea que noshabían invadido (...) Tengo la impresión de que este viaje de Tintín podría tener repercusiones aún más grandes que sus viajes precedentes. Una de sus continuaciones podría introducir a Hergé en el mundo de Extremo Oriente y hacerle encontrar filones muy interesantes para informar y profundizar su talento, para renovarle constantemente,a la vez que podría colaborar con mucha eficacia con una obra de comprensión interracial, y de verdadera amistad entre amarillos y blancos.26

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Cuando Hergé se disponía a recopilar documentación sobre China, contactó con él el padre Gosset, capellán de un grupo de estudiantes chinos de la Universidad Católica de Lovaina. El sacerdote, quehabía seguido la obra del dibujante, le pidió que describiera de forma apropiada al país asiático, pues temía que sus estudiantes, grandes seguidores de Tintín, se sintieran decepcionados por la repetición de los viejos clichés.49 Entre otras cosas, el sacerdote le decía en la carta lo siguiente:

Si usted describe a los chinos tal como a los occidentales se los presenta muchas veces, si los muestra con una trenza en la espalda, cosa que ocurría bajo la dinastía manchú, unsigno de esclavitud; si los declara bribones y crueles; si habla de suplicios chinos, ofenderá cruelmente a mis estudiantes. Por favor, ¡sea prudente! ¡Infórmese bien!50

El 8 de marzo de 1934, durante un período de descanso entre la publicación de ambas historietas, Le Petit Vingtième publicó una nueva entrevista a Tintín. En la misma, a la pregunta de si tenía miedo de los chinos, Tintín, ya influenciado Hergé por la carta del padre Gosset, contesta lo siguiente: «¿Miedo de los chinos? Es obvio que, como en el caso de los europeos, hay de todo, pero los chinos en general son personas encantadoras, muy educadas, con una gran cultura y muy hospitalarias. Muchos de los misioneros a los que he encontrado en mis viajes me han hablado de una China a la que aman profundamente. Es un error pensar que todos los chinos son mentirosos, crueles, etc.»49

Remi visitó al padre Gosset en Lovaina y conoció a dos de sus alumnos, el experto en teatro chino Arnold Tchiao Tch'eng-Tchih y su novia Susan Lin,47 con quienes entabló una fructífera amistad.40Además, el sacerdote le sugirió que mantuviera una entrevista con Zhang Chongren, un prometedor estudiante de escultura de la Academia de Bellas Artes de Bruselas oriundo de Shanghái, que estabatambién muy interesado en pintura, poesía y otras artes.51

Zhang Chongren

El 152 o el 10 de mayo de 1934,38 Remi recibió la primera visita de Zhang, una influencia que resultaría decisiva53 y de la que nacería una pronta y profunda amistad.46 Su tío-abuelo, un prestigioso filósofo, era amigo del padre Célestin. Este se lo recomendó al padre Gosset, quien lo envió a Hergé.52

Zhang tenía entonces 26 años y procedía de una familia católica de Shanghái formada por artistas. Estudió en la escuela Saint-Louis de su ciudad, donde aprendió francés. En 1931 obtuvo una beca y viajó a Europa, donde recibió noticias de que los japoneses estaban bombardeando Shanghái. Los tres años durante los que estudió en la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas estuvieron marcados por la guerra en su país.54

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Zhang Chongren fue la mayor influencia personal en Hergé no solo para la edición de El Loto Azul, sino en toda su carrera

Zhang hizo nacer en Remi un gran interés sobre China, su arte y sus técnicas de pintura. Además, le ayudó a abandonar ideas preconcebidas y a desterrar estereotipos.5 No es casual que Hergé creara en El Loto Azul un personaje que lleva el mismo nombre del artista chino55 y que el intercambio deinformación entre Tintín y él haga que ambos prescindan de ideas preconcebidas y estereotipadas respecto a la cultura de su interlocutor.5 El autor comentaría después: «Hasta entonces, para mí la China estaba poblada por vagas “humanidades” de ojos rasgados, de gente cruel que comía nidos degolondrina, llevaba trenza y echaba a los niños al río… Me habían impresionado mucho las imágenes y los relatos de la Guerra de los Boxers, en las que se hacía hincapié en las crueldades de los amarillos, y me marcó mucho». El artista chino también le proporcionó postales, libros de dibujo y manuales chinos, que Hergé estudió y copió y que influyeron en su arte. Años después diría: «De allí procede mi gusto por el orden, mi deseo de reconciliar el detalle y la sencillez, la armonía y el movimiento».56

Un par de semanas más tarde, Zhang volvió a visitar a Remi llevando consigo los mencionados manuales de dibujo chinos. Con el material disponible, Hergé empezó a elaborar sus primeros bocetos de ambiente oriental.46 En ellos, comenzó a distinguir entre los rasgos de los personajes chinos y los de los japoneses.57 Poco después, comenzó la publicación de la historieta. Hergé se había hecho una idea correcta de la situación política de Shanghái gracias a su labor previa de documentación, y ahora dibujaba los decorados distribuyendo negros y blancos mediante pluma y pincel.58 Los jardines del hotel proceden de uno de los manuales de Zhang;58 la cama tradicional de la casa del señor Wang en la que despierta Tintín fue esbozada por el artista chino.59

La colaboración de Zhang también fue determinante para elaborar unos rótulos realistas escritos en chino con una cuidada caligrafía 46 que le había enseñado su tío abuelo Ma Xiangbo.60 El artista asiático ayudó a Hergé diseñando los carteles escritos en chino mandarín sobre diferentes temáticas que aparecen en la obra, lo que concede mayor verosimilitud a las imágenes. En el álbum anterior, Hergé había ilustrado algunas viñetas con un árabe elemental creado por él mismo a partir de ejemplares de sus archivos. Sin embargo, los ideogramas creados por Zhang muestran gran conocimiento del idioma. Los textos callejeros incluyen carteles de contenido político, filosófico o comercial.nota 1 También la decoración y mobiliario del interior de las viviendas chinas están diseñados por Zhang con gran cuidado para aproximarse a la realidad.62 Ambos artistas se reunían los domingos y Zhang escribía los textos en chino que debían aparecer en la página que se

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publicaba semanalmente y que le dotaban de una mayor autenticidad.61 Un llamativo ejemplo es la viñeta en la que Tintín espera durante horas la llegada a su casa del profesor Fan Se-Yeng mientras contempla una pintura tradicional china colgada en la pared.63 En julio de 1935,64 antes de que se terminara la publicación de la historieta, el joven Zhang regresó a China; pero le dejó a Hergé abundante documentación y los textos caligrafiados necesarios para completar la historia.65 El estudiante rehusó recibir cualquier tipo de compensación económica a cambio de su importante colaboración, pues entendió esta en primer lugar como una obligación para con su país y, posteriormente, como un placer.66 También rechazó, aunque con agradecimiento, la propuesta de Hergé de figurar como coautor de la historieta.64 nota 2

La influencia de Zhang sobre Remi fue «formidable». No solo le describió el ambiente de las ciudades chinas. También amplió sus recursos gráficos, le inspiró una tendencia a la autenticidad que ya no le abandonaría nunca y acabó con su eurocentrismo. Además, desde El Loto Azul, la obra de Hergé se va alejando de la política —que seguirá presente pero tratada con cierto desdén— para centrarse en la amistad como resultado de su relación personal.68

Aunque Remi y Zhang se escribieron durante un tiempo, la guerra en China hizo que perdieran el contacto durante décadas. Sin embargo, el artista belga nunca llegó a olvidar al joven colaborador que le había iniciado en la comprensión de Oriente y, cuando se encontraba con personas de origen chino, solía preguntar si le conocían. Por fin, a principios de 1975, durante una fiesta que tenía lugaren Bruselas, Hergé coincidió con Pierre Wei y le preguntó si conocía a un escultor de Shanghái llamado Zhang Chongren. Para su sorpresa, Wei le respondió que Zhang había sido su padrino de bodas veinte años antes y, si bien había perdido contacto con él, prometió pedir ayuda a su propio hermano que residía en Shanghái. Al cabo de un tiempo, el hermano pudo informarle de que Zhang vivía todavía en la misma casa familiar de siempre y los dos antiguos amigos pudieron reanudar su comunicación epistolar.nota 3 Tras muchas dificultades, en 1981 Zhang pudo viajar a Bélgica y reencontrarse con un Hergé que ya estaba por entonces debilitado por la enfermedad que acabaría con su vida dos años después.70

Nueva etapa

La documentación recopilada por Hergé desde la invasión de Manchuria por los japoneses de 1931 y el ataque a Shanghái de 1932 sirvió para que el dibujante diseñara una ciudad muy verosímil, aunque lo hiciera partiendo en ocasiones de imágenes de otras ciudades chinas, como Tien-Tsin, Mukden, Kharbine y Pekín.53 Este afán de Hergé por documentarse abre paso a lo que algún estudioso ha denominado como «etapa documentalista» en las aventuras de Tintín; una etapa que abarca la década de 1930. Sin embargo, la influencia de este interés documental se extiende con menor intensidad a todas las posteriores historietas del personaje.71