10
El papel de la educación como factor del desarrollo en el pensamiento económico, por LUIS GARCIA DE DIEGO I. INTRODUCCION La importancia de la educación como factor del desarrollo económico es hoy re- conocida unánimemente. Aunque es difí- cil, prácticamente imposible, medir cuan- titativamente la relación entre ambos factores, puede probarse lógicamente, con argumentos tan convincentes como los de tipo matemático. Sin embargo, no se ha comprendido siempre con la claridad que ahora, ni siquiera por los propios econo- mistas. De ello se ha deducido a veces, y se repite con frecuencia, que los economis- tas no han captado ni analizado debida- mente el papel de la educación en el pro- greso económico. Esta afirmación tiene parte de verdad, en el sentido de que la economía no ha dedicado a la educación la importancia que merecía, pero es falsa si quiere decir que los economistas no se die- ron cuenta de esa importancia. Efectiva- mente, no han sabido incluir explícitamen- te este factor en sus modelos económicos, pero está implícito en todas las teorías del desarrollo. Vamos a intentar poner de manifiesto que esta preocupación de los economistas por los problemas de la educación como motor del desarrollo está bien patente des- de los orígenes de la ciencia económica, haciendo un breve recorrido histórico li- mitado a algunas figuras representativas anteriores y posteriores a Adam Smith, eje central obligado de todo estudio de histo- ria económica. II. ECONOMISTAS PRECLASICOS 1. En los escritos de John Hales (1), economista del último cuarto del siglo xvi, se destaca ya la importancia del saber para la consecución del bienestar nacional (2). Considera necesario el desarrollo de las ciencias. Así, la aritmética y la geometría son necesarias para los comerciantes, los constructores, etc.; la medicina no es útil sólo para la salud del hombre, sino para la salud y conservación de los animales. Toda la estructura social y económica debe basarse en el conocimiento científico. 2. G. Malynes (1586-1641), E. Misselden (1608-1654) y T. Mun (1571-1641), los tres mercantilistas, señalan la importancia de la educación. El primero (3) destaca la im- portancia de una sociedad bien estructu- rada profesional y culturalmente. Los otros dos (4) y (5) resaltan la importancia del (1) A Discourse of the Common Weal of this Realm of England, Londres. (2) Vid. E. A. J. JOHNSON: «The Place of Learning, Scieiace, Vocational Training and "Art" in pre-smithian Economía Thougt», en Readings ln the Economics of Education, Unesco, 1968. (3) GERALD DE MALYNES Consuetudo vel Lex Merca- toria. Londres, 1622. (4) The Circle of Commerce. Londres, 1623. (5) TimmAs MITN : England's Treasury by Forraign Trade. Londres, 1664. 22

El papel de la educación como factor del desarrollo en el

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

El papel de la educación como factor del desarrollo en elpensamiento económico, por LUIS GARCIA DE DIEGO

I. INTRODUCCION

La importancia de la educación comofactor del desarrollo económico es hoy re-conocida unánimemente. Aunque es difí-cil, prácticamente imposible, medir cuan-titativamente la relación entre ambosfactores, puede probarse lógicamente, conargumentos tan convincentes como los detipo matemático. Sin embargo, no se hacomprendido siempre con la claridad queahora, ni siquiera por los propios econo-mistas. De ello se ha deducido a veces, yse repite con frecuencia, que los economis-tas no han captado ni analizado debida-mente el papel de la educación en el pro-greso económico. Esta afirmación tieneparte de verdad, en el sentido de que laeconomía no ha dedicado a la educación laimportancia que merecía, pero es falsa siquiere decir que los economistas no se die-ron cuenta de esa importancia. Efectiva-mente, no han sabido incluir explícitamen-te este factor en sus modelos económicos,pero está implícito en todas las teorías deldesarrollo.

Vamos a intentar poner de manifiestoque esta preocupación de los economistaspor los problemas de la educación comomotor del desarrollo está bien patente des-de los orígenes de la ciencia económica,haciendo un breve recorrido histórico li-mitado a algunas figuras representativas

anteriores y posteriores a Adam Smith, ejecentral obligado de todo estudio de histo-ria económica.

II. ECONOMISTAS PRECLASICOS

1. En los escritos de John Hales (1),economista del último cuarto del siglo xvi,se destaca ya la importancia del saber parala consecución del bienestar nacional (2).Considera necesario el desarrollo de lasciencias. Así, la aritmética y la geometríason necesarias para los comerciantes, losconstructores, etc.; la medicina no es útilsólo para la salud del hombre, sino parala salud y conservación de los animales.Toda la estructura social y económica debebasarse en el conocimiento científico.

2. G. Malynes (1586-1641), E. Misselden(1608-1654) y T. Mun (1571-1641), los tresmercantilistas, señalan la importancia dela educación. El primero (3) destaca la im-portancia de una sociedad bien estructu-rada profesional y culturalmente. Los otrosdos (4) y (5) resaltan la importancia del

(1) A Discourse of the Common Weal of this Realmof England, Londres.

(2) Vid. E. A. J. JOHNSON: «The Place of Learning,Scieiace, Vocational Training and "Art" in pre-smithianEconomía Thougt», en Readings ln the Economics ofEducation, Unesco, 1968.

(3) GERALD DE MALYNES Consuetudo vel Lex Merca-toria. Londres, 1622.

(4) The Circle of Commerce. Londres, 1623.(5) TimmAs MITN : England's Treasury by Forraign

Trade. Londres, 1664.

22

Page 2: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

comerciante o profesional de los negocioscomo consejero económico para la conse-cución de un comercio próspero y, con ello,del bienestar nacional. El comerciantedebe recibir, por tanto, una esmerada for-mación.

Para Mun, la tarea de conservar la ri-queza nacional y aumentar las exporta-ciones se basa en la habilidad y capacidaddel pueblo. Así aparece la enseñanza comobase del desarrollo económico. Para ello, laenseñanza, la educación, debe extendersea todos los que intervienen directamenteen la actividad económica; no debe redu-cirse a una élite privilegiada, sino exten-derse a una gran masa de individuos.

3. William Petty (1623-1687), al que al-gunos consideran el fundador de la Econo-mía Clásica, aplica a la economía los co-nocimientos e instrumentos de otras cien-cias, entre ellas una base matemática yhasta biológica o anatómica. Toda cienciadebe tener un enfoque especulativo y prác-tico al mismo tiempo. Petty intenta ex-tender a todo el campo científico la Nuevafilosofía, de Bacon (6). Para ello hay quepropagar el tipo de enseñanza Baconiana.Y como el talento no está concentrado enunos pocos, hay que extender la educación,ayudando a todo el que no pueda pagarsesus estudios.

La prosperidad de un país no depende dela extensión de su territorio, sino del nú-mero y formación de sus habitantes. Losrecursos humanos son más importantesque los recursos naturales, pues al incor-porar destreza y técnica en las materiasprimas se puede exportar un artículo re-valorizado (7). Es necesario, para ello, quehaya más técnicos, más ingenieros y me-nos abogados o comerciantes. Si una pro-fesión tiene demasiados miembros, no to-dos podrán emplearse adecuadamente, yello causará una pérdida para el país. Esnecesario emplear adecuadamente la fuer-za laboral, de acuerdo con su formación.

Sólo hay dos formas de aumentar la pro-ducción: utilizando más fuerza laboral oaumentando el «arte», o masa de conoci-mientos humanos. El arte es un factor de

(6) Vid. E. A. J. JOHNSON: Op. cit., p. 27.(7) No olvidemos que W. Petty está influido, en parte,

todavía, por las teorías mercantilistas del comercio ex-terior.

producción tan importante como la tierra,el trabajo y el capital (8).

Petty intenta calcular la contribuciónrelativa de los recursos naturales y del ca-pital, frente a la fuerza laboral, en la pro-ducción total, llegando a la conclusión deque la fuerza de trabajo es un factor mu-cho más productivo que los recursos natu-les y el capital físico, en la proporción decinco a tres. Por tanto, la formación y edu-cación de la mano de obra es el elementomás importante de crecimiento económico.

4. Nehemia Grew (9) estudia la «ana-tomía» del desarrollo y señala que las par-tes anatómicas básicas de una nación son«la tierra, las artes manuales o manufac-turas, el mar y el pueblo». Todas estaspartes exigen un estudio y desarrollo ra-cional, y ello, a su vez, debe basarse en unprograma educativo. Hay que enseriar a losagricultores la utilización adecuada de latierra, de los animales, de los bosques. Hayque educar a los artesanos en el arte de laindustria, enviándolos a países más avan-zados en ciertas artes y trayendo artesanosextranjeros. El Estado debe promover lasinnovaciones e invenciones, a través demuseos, premios, etc.

El elemento esencial del desarrollo es lafuerza, inteligencia y número de habitan-tes de un país. Sin estos recursos, las tie-rras mejores «se harán tan malas como laTierra Santa en Siria y Granada en Es-paña» (10). Toda la actividad económicadepende del factor humano.

5. Otro autor inglés del siglo xvin queresalta la importancia de la educación esMalachy Postlethwayt (1707-1767). La ri-queza de un país depende, según este eco-nomista (11), de la formación de sus co-merciantes, agricultores e industriales.Dentro del campo económico, el comercioocupa papel preponderante. Los comer-ciantes son para el Estado «lo que la san-gre para el cuerpo humano». Por tanto, sueducación es fundamental. Pero también

(8) La palabra arte expresaba el conjunto de conoci-mientos profesionales.

(9) «The Means of a Most Ample Encrease of theWealth and Strength of England in a Pes'? Years...».British Museum, 1707. Vid. E. A. J. JOHNSON Op. cit.,p. 28.

(10) Op . cit., p. 83. Sacado de E. A. 3. JOHNSON:

Op. cit., p. 29.(11) The Universal Dictionary of Trade and Cornmer-

ce, vol. II, Londres, 1774, y The British Mercantile Aca-demy, Londres, 1750.

23

Page 3: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

es importante la formación de los agricul-tores, para la mejora de los métodos decultivo y el uso adecuado de los sistemasexistentes. Y aún más importante es laeducación de los artesanos, ya que las artesindustriales no sólo proporcionan las mer-cancías necesarias para el bienestar inte-rior, sino que, además, crean un excedentepara la exportación, lo que, a su vez, per-mitirá pagar otras importaciones. Además,la formación industrial tiene un impactosaludable en la educación general de la so-ciedad, pues tiene «una mayor tendenciaa pulir y humanizar la sociedad que lamera ciencia especulativa, por muy refina-da y sublime que sea» (12).

6. James Steuart (1712-80) analizó (13)la importancia de la educación como ele-mento coordinador de las actividades hu-manas y como cauce para el aumento de laproductividad de los diversos sectores eco-nómicos, especialmente en el sector agrí-cola. La creación de un excedente agrícolalibera la fuerza de trabajo para otros sec-tores, creándose así un sistema de produc-ción múltiple. La formación aumenta laproductividad y reduce el volumen de ma-no de obra necesario.

7. Otros muchos autores anteriores aA. Smith resaltan la importancia de laformación en el desarrollo económico. Ci-temos entre ellos a William Davenant, queseñala, asimismo, que una economía pro-gresiva debe basarse en una eficiente tec-nología, por lo que el Estado debe estimularla práctica del «arte» en la agricultura y laindustria (14).

8. David Hume (1711-1776) dice que losconocimientos científicos benefician al des-arrollo material, al formar y moldear lamente humana (15), aumentar la produc-tividad del trabajo y conservar la riquezade un país, incrementando las exportacio-nes de productos manufacturados, quecontienen más valor que las materias pri-mas. La formación diversifica la actividad

(12) Dictionary, citado en E. A. J. JOHNSON: Op. cit.,p. 30.

(13) Vid. también E. A. J. JOHNSON: Op. cit., p. 31.(14) «An Essay on the East India Company», Londres,

1696. Citado en E. A. J. JOHNSON: Op. cit., p. 31.(15) «Philosophical Works». Citado en E. A. J. JoHN-

SON Op. cit., p. 32.

económica de un país al aumentar la pro-ductividad (16).

El «arte» reduce los costes de producciónen la agricultura y en la industria, aumen-ta la producción y las rentas reales. Labaja de precios aumentará la exportación.

La educación influye en el progreso totaldel país en todos sus órdenes. «La mismaépoca que produce grandes filósofos y po-líticos, renombrados generales y poetas,tiene también abundantes y hábiles teje-dores y constructores de barcos.» «La in-dustria, el conocimiento y las virtudes hu-manas están unidos por una cadena in-disoluble» (17).

III. ECONOMISTAS CLASICOS

1. Adam Smith (1723-1790)

Adam Smith, considerado normalmentecomo el padre de la Ciencia Económica,destaca claramente, de forma implícita yexplícita, la importancia de la educaciónen el bienestar económico.

Empieza su famosa obra La riqueza delas naciones (1776), resaltando la impor-tancia del factor trabajo. «El trabajo anualde toda nación es el fondo que suministraoriginalmente todos los productos necesa-rios y comodidades de la vida que anual-mente consume, y que consiste, o en el pro-ducto inmediato de ese trabajo o en lo quees comprado de otros países con ese pro-ducto (18). El trabajo es, pues, el elementomás importante en la producción y soste-nimiento de un país.

Pero —señala inmediatamente el autorescocés— la proporción entre ese productonacional y el número de los que lo consu-men, es decir el bienestar de ese país, de-pende de dos elementos : la proporción nu-mérica entre la población empleada y lano empleada y la habilidad, destreza y laforma en que se utiliza la fuerza laboral.De esto depende la «abundancia o escasezde esta provisión anual» ; y, sobre todo, dela primera circunstancia. En las nacionessalvajes de cazadores y pescadores casi

(16) «Political Discourses». Citado en E. A. J. JOHN-SON: Op. cit., p. 32.

(17) «Political Discourses». Citado en E. A. J. JOHNSON:

Op. cit., p. 32.(18) J. M. DENT: The Wealth of Nations, Londres,

1957, vol. I, p. 1.

24

Page 4: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

todo el mundo trabaja, y, sin embargo, sonpaíses miserables y pobres. En cambio, enlas naciones civilizadas trabaja un menornúmero de personas, y muchas personasconsumen, a veces, un producto cien vecessuperior al de la mayor parte de los quetrabajan, pero el producto total es tangrande que todos viven con abundancia.¿A qué se debe esa diferencia? En primerlugar, a productividad del trabajo. En se-gundo lugar, a la abundancia y utilizacióndel capital existente. En tercer lugar, ala política aplicada por el Estado.

La productividad del trabajo es efecto,en primer lugar, de la división del trabajo.Y los efectos de ésta sobre el aumento dela producción se deben, a su vez, a trescircunstancias : la mayor destreza de lostrabajadores, el ahorro de tiempo y la in-vención de nuevas máquinas. Es decir, ladivisión del trabajo tiene dos efectos sobrela «formación» de los trabajadores: unamayor destreza y una mejora de la téc-nica.

Al estudiar la formación de los precios,A. Smith empieza con el caso más sencillode una sociedad primitiva en la que noexiste la acumulación de capital ni la apro-piación de la tierra. Entonces, las cosas secambian en proporción de trabajo nece-sario para adquirirlas. Pero, inmediata-mente, resalta Adam Smith la importanciade la habilidad o formación. Si un tipo detrabajo requiere un grado excepcional dedestreza o talento (ingenuity), el productoobtenido tendrá un valor mayor, «superioral debido al tiempo empleado en él». Yañade :

Tales talentos raramente pueden adqui-

rirse sino en consecuencia de larga práctica,Y el superior valor de su producto puede noser, frecuentemente, más que una compen-sación razonable por el tiempo y trabajoque debe gastarse en adquirirlas (19).

Es decir, aun en el estado más rudimen-tario de la sociedad, la aptitud y formacióntiene un efecto importante, que repercuteen el valor del producto, y, por tanto, en elvalor del producto nacional.

Según Adam Smith, el capital fijo de unpaís se compone de cuatro partes, una delas cuales está constituida por...

)19) Op. cit., vol. I, p. 42.

... las cualidades adquiridas y útiles detodos los habitantes o miembros de la so-ciedad. La adquisición de tales talentos, através del mantenimiento del sujeto duran-te su educación, estudio o aprendizaje, cues-ta siempre un gasto real que es un capitalfijo y realizado, como si dijéramos, en supersona.

Asi como estos talentos forman parte dela fortuna de esta persona, asi forman tam-bién parte de la sociedad a la que pertenece.La mejora de la destreza de un trabajadorpuede considerarse semejante a una máqui-na o instrumento de negocio que facilita yabrevia el trabajo, y , que, aunque implicaun cierto coste, lo compensa con un be-neficio (20).

Como profesor de Universidad, AdamSmith no se conforma con analizar la in-fluencia de la educación en el desarrolloeconómico, sino que entra a discutir losproblemas internos del sistema educativo.Analiza la eficacia de las universidades,tanto libres como oficiales, y su organiza-ción. Estudia los problemas del profeso-rado, como los de su retribución, el cum-plimiento de los deberes docentes, suindependencia respecto a autoridades su-periores, el sistema de elección, los mé-todos pedagógicos, etc.; y también losproblemas relacionados con el alumnado,tales como la disciplina académica, el pre-cio de la enseñanza..., y con los planes deestudio, comparando los planes antiguoscon los de su época, la eficacia de los viajesde estudio al extranjero, etc.

Al referirse al problema de la disciplinaeconómica, escribe unas palabras que noresistimos a la tentación de transcribir porla actualidad que todavía tienen y porqueprueban que el mundo de la educación hatenido siempre los mismos problemas y exi-ge siempre análogas soluciones:

La disciplina de los colegios superioresy universidades está dirigida, en general,no para el beneficio de los estudiantes, sinoen el interés, o, más propiamente hablando,para tranquilidad de los profesores. Su ob-jeto es, en todos los casos, mantener la au-toridad del profesor, y, cumpla o no éstecon su deber, obligar al estudiante en todoslos casos, a comportarse con el profesorcomo si éste cumpliese sus deberes con lamayor diligencia y capacidad. Esta actitudparece presumir perfecta sabiduría y vir-tud en uno de los dos bandos y la mayor

(20) Op. cit., vol. I, p. 247.

25

Page 5: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

flaqueza y locura en el otro. Creo que nose da el caso de que cuando los profesorescumplen realmente con su deber los alum-nos olviden los suyos. No hace falta ningúntipo de disciplina para obligar a asistira clases a las que realmente merece la penaasistir, como bien se sabe de los casos enque tal cosa ocurre... Tal es la generosidadde la mayor parte de los jóvenes, que, lejosde estar dispuestos a olvidar o menospre-ciar las instrucciones de sus profesores, es-tán inclinados, generalmente, a perdonargrandes incorrecciones en la realización delos deberes de éstos y, a veces, incluso, aocultar del público grandes dosis de enor-me negligencia (21).

Destaca la necesidad, por otro lado bienevidente, de que el Estado dedique másatención a la educación de las clases po-bres que de las ricas, ya que éstas puedenproporcionarse por sí solas la educacióny aquéllas no. Los jóvenes de familias pu-dientes pueden estudiar hasta los dieciochoo (veinte arios) diecinueve arios, mientrasque los de familias pobres tienen que em-pezar a trabajar mucho antes, sin tiempopara los estudios. Pero aún los segundostienen tiempo de adquirir una educaciónelemental. Ello puede conseguirse con elestablecimiento en todo distrito de una es-cuela donde los niños puedan ser enseria-dos por un precio tan pequeño que puedapagarlo un trabajador ordinario. Puedetambién estimularse la educación exigién-dose el paso de un examen para entraren todo empleo.

Exalta, con fuertes palabras, la impor-tancia de la educación popular. Comparala educación con la milicia, y señala quelo mismo que un cobarde, en el terreno delas armas, es peor que un mutilado físico,un ignorante está en la peor situación po-sible. «Un hombre sin el uso adecuado delas facultades intelectuales normales es,si fuera posible, más despreciable que uncobarde, y parece estar mutilado y defor-mado en una parte más esencial aún delcarácter de la naturaleza humana.»

Cuanto más instruida es una persona,menos sujeta está a las desilusiones del en-tusiasmo y la superstición, y es más ho-nesto y ordenado. Se siente más honorabley más digno de merecer el respeto de losdemás. Y dan lugar a una sociedad establey segura. «En los países libres, en los que

(21) Op. cit., p. 249.

la seguridad del Gobierno depende en gra-do importante del juicio favorable que elpueblo tenga de su conducta, es de la ma-yor importancia que éste no juzgue la la-bor de aquél de forma precipitada o capri-chosa» (22).

2. Thomas Robert Malthus (1766-1834)

En su famoso Ensayo sobre el principiode la población (1798), T. R. Malthus ana-liza detenidamente la importancia de laeducación como medio de represión moraly de evitación de los matrimonios prema-turos y del exceso de población. Para con-seguir esta contención prudencial de lapoblación entre las clases inferiores, esnecesario difundir la cultura. Y la mejormanera de conseguir esto es el estableci-miento de escuelas parroquiales o de dis-trito y la difusión frecuente de los proble-mas que afectan a estas clases inferiores.Aconseja, también, que en estas escuelasse expliquen los principios elementalesde la economía política, lo que tendría«un beneficio incalculable para la socie-dad» (23).

Hemos derrochado inmensas sumas en lospobres que, tenemos motivos para pensar-lo, han tendido a agravar constantementesu miseria. Pero nos hemos quedado terri-blemente cortos en su educación y en ladifusión de aquellas importantes verdadespolíticas que más directamente les concier-nen, que es, quizá, el único medio real quetenemos para elevar su condición y hacer-les más felices y más pacíficos. Con todacerteza, es una gran desgracia nacional quela educación de las clases humildes de In-glaterra se reduzca a unas pocas escuelasdominicales, sostenidas por determinadosindividuos, que pueden encauzar la instruc-ción en la forma que apetezcan (24).

Frente a la crítica (la más extendida en-tre las que se hacían en aquella épocacontra la extensión de la enseñanza en In-glaterra) de que es peligroso que el pueblopueda leer obras revolucionarias, Malthusopina que «un pueblo bien informado einstruido se dejará llevar, probablemente,menos por escritos inflamatorios, y serámás capaz de descubrir los falsos discursos

(22) Op. cit., p. 269.(23) J. M. DENT: An essay cii population, Londres,

1958, vol. II, p. 211.(24) Op. cit., p. 212.

26

Page 6: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

de demagogos interesados y ambiciosos,que un pueblo ignorante». «Uno o dos lec-tores en un distrito —dice— pueden hacermás daño, eligiendo los pasajes más ade-cuados a sus oyentes y los momentos másoportunos, que si cada persona del distritopuede leer por sí mismo tales escritos.»

3. Nassau William Senior (1790-1884)

Es, quizá, el economista clásico que de-muestra más preocupación por la educa-ción. Percibe claramente la influencia deésta en todas las motivaciones económicas,por ejemplo, en el ahorro y en la acumu-lación de capital. Los pueblos salvajes noson capaces de preparar su futuro lejano.Son, como los niños, imprevisores. El aho-rro implica un claro sentido de previ-sión (25). La percepción del valor de losbienes y de las necesidades futuras es dé-bil cuando falta la educación. La fuerzadel principio de acumulación y la forma-ción del capital está en proporción a ladifusión de los hábitos de reflexión y auto-control.

La educación puede constituir tambiénuna barrera al aumento de población. Laignorancia de los padres permite el trabajode niños pequeños, lo que contribuye al au-mento de población. La oferta de trabajoestá gobernada más por el salario familiarque por el salario individual. La falta deeducación contrapone los intereses de lospadres y de los hijos.

Por otro lado, la educación aumentaconjuntamente las necesidades y la pro-ductividad, y todo ello colabora también,por otro camino, a la disminución de lapoblación.

Por todo ello, Senior propugnaba un am-plio sistema de educación obligatoria.

4. John Stuart Mill (1806-1873)

Al estudiar la influencia de los distintosfactores productivos en sus famosos Prin-cipios de economía política (1848), StuartMill resalta la importancia del factor cul-tural y educativo. «El éxito de la produc-ción, como la mayoría de otras clases de

(25) «Industrial Efficiency and Social Economy». Ci-tado en Education in the writings of Malthus, Senior,McCulloch and John Stuart Mili. Rudolph C. Blitz. EnReadings.., p. 46.

éxitos, dependen más de las cualidadesde los agentes humanos que de las circuns-tancias en que ellos trabajan» (26), aña-diendo que los países menos dotados por lanaturaleza son los más fuertes.

Resalta también cómo la productividaddel trabajo depende de la habilidad y co-nocimiento.

Que la productividad del trabajo de unpueblo está limitada por su conocimientode las artes de la vida, es algo autoevidente;y que todo progreso de estas artes, y cual-quier mejora en la aplicación de los objetoso poderes de la naturaleza a los usos in-dustriales permite aumentar la produccióncon la misma cantidad e intensidad detrabajo (27).

Una de las manifestaciones del aumentode conocimiento es la invención y uso deherramientas y maquinaria. A este respec-to, recuerda el libro de Babbage, Econoniyof Machinery and Manufactures, en el quese destaca la importancia de este factor.

El aumento de conocimiento no se mani-fiesta sólo en la mayor utilización de ma-quinaria, sino también en la técnica delos procesos productivos. Las mayores in-venciones en la agricultura han consistidoen la aplicación de técnicas más raciona-les, tales como la rotación de cultivos, me-jora de abonos, drenaje del subsuelo, con-versión de tierras pantanosas en tierrascultivables, sembrado adecuado de las se-millas, etc. Y lo mismo en otros sectoresde la producción.

Lo que es más importante, Mill destacaclaramente el valor de la «difusión gene-ral de la inteligencia entre el pueblo» (28).El número de personas adecuadas para di-rigir o vigilar una empresa industrial, oincluso para ejecutar cualquier procesoque no pueda reducirse a un problema depura memoria o rutina, es siempre menorde lo necesario. Es decir, siempre hay es-casez de tales elementos, «como evidencianlas enormes diferencias existentes entrelos sueldos pagados a tales personas y lossalarios del trabajo ordinario» (29).

La diferencia de inteligencia o dotesnaturales se compensa con una mejor edu-

(26) S. M. KELLEY Principies of Political Economy,Nueva York, 1961. p. 104.

(27) Op. cit., p. 107.(28) Op. cit., p. 108.(29) Op. cit., p. 108.

27

Page 7: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

cación. Cita a este respecto la opinión deun ingeniero industrial suizo según el cuallos ingleses, suizos, alemanes y holandesestienen una comprensión natural muchomás lenta que los italianos y franceses,pero como trabajadores son mejores debi-do a su mayor educación. Los sajones ylos suizos tienen una educación generalmuy cuidada que les permite extender sucapacidad a cualquier empleo, mientrasque los ingleses tienen una educación de-masiado especializada, que les impideadaptarse a diversos trabajos. El citadoestudio señala también que la educaciónno sólo afecta al mundo del trabajo, sinotambién al campo social general. La edu-cación mejora los hábitos morales y so-ciales. Hace al individuo más austero, máshonesto, más amante de las buenas cos-tumbres, etc.

El padre de John Stuart Mill, el tambiénfamoso economista James Mill. decía quecasi toda la diferencia existente entre lasmás grandes consecuciones humanas, inte-lectuales y morales, y los niveles más infe-riores, se deben a la educación (30). StuartMill es testigo, y víctima, de la excepcionalimportancia que su padre atribuía a laeducación, como nos refiere en su autobio-grafía.

5. Alfred Marshall (1842-1924)

En sus Principios de economía (1890),Marshall estudia detenidamente la impor-tancia de la educación, tanto en el aspectopuramente técnico como en el general.Destaca los peligros de los antiguos siste-mas de aprendizaje y cómo tales sistemasestaban cambiando favorablemente en suépoca. Los nuevos sistemas no se confor-man ya —dice— con una simple instruc-ción manual, sino que tienden a dar undominio general sobre las facultades físi-cas y a impartir conocimientos y habilida-des artísticas y métodos de investigación,siendo cada vez más importante la educa-ción general. La educación técnica deberíadescansar sobre la misma base que la edu-cación general. Cita el ejemplo de EstadosUnidos y de Alemania.

(30) F. A. CAvENAcii : On Education. Ed. Cambridge,Cambridge University Press, 1931. Citado en «Education,the Nature of Man ami the division of labour», Readingsin..., p. 37.

... la difusión del conocimiento científicoentre la clase media, incluso la clase tra-bajadora, de Alemania, combinado con sufamiliaridad con las lenguas extranjeras ysu costumbre de viajar en busca de ins-trucción les ha permitido alcanzar, en elcampo de la mecánica, a los ingleses yamericanos y ponerse en cabeza en muchasde las aplicaciones industriales de la quí-mica (31).

Resalta los efectos indirectos de la edu-cación.

Es verdad que muchas clases de trabajopueden hacerse tan eficientemente por untrabajador con educación que por otro noeducado, y que los altos niveles de la edu-cación tienen poca aplicación directa ex-cepto a empresarios y dirigentes y un buennúmero comparativamente pequeño de ar-tesanos. Pero una buena educación propor-ciona grandes beneficios indirectos inclusoal trabajador ordinario. Estimula su activi-dad mental y el hábito de saber; le hacemás inteligente, mas rápido, más digno deconfianza en el trabajo; eleva el tono desu vida tanto en el trabajo como fuerade él: constituye, así, un medio importanteen la producción de la riqueza material;al mismo tiempo que, considerado como unfin en sí mismo, no es inferior a ningunode los que se sirve la producción de riquezamaterial (32).

Defiende una tesis que ahora parece muyextendida, pero que durante mucho tiempopocos se han atrevido a defender : la deque la educación general es más útil quela educación técnica, dentro, incluso, delpropio campo de esta última.

Es cierto que los niños de las clases tra-bajadoras deben abandonar con frecuenciala escuela cuando sólo han aprendido loselementos de la lectura y la escritura, laaritmética y el dibujo, y se dice a veces quesería mejor emplear en el trabajo prácticoparte de ese tiempo empleado en esas ma-terias. Pero el avance conseguido en la es-cuela es importante no sólo por sus propiosefectos, sino por la capacidad de avancefuturo que da la educación escolar. Pues unaeducación verdaderamente liberal adaptala mente al empleo de sus mejores faculta-des en los negocios y a utilizar éstos comoun medio de aumentar la cultura (33).

Distingue, además, otro efecto impor-tante de la educación : el de permitir la

(31) MAC MILLAN : Principies of economics, Londres,1959, p. 175.

(32) Op. cit., p. 175.(33) Principies, p. 173.

28

Page 8: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

elevación de personas humildes a las filasde los genios. Marshall se da cuenta de que

... es probable que el porcentaje de niñosde la clase trabajadora dotados con capa-cidades naturales excepcionales no sea tangrande como el de los niños que han alcan-zado o heredado una mayor posición social,

pero como la clase trabajadora o de obre-ros manuales es mucho más numerosa quelas restantes clases juntas, no es improba-ble que más de la mitad de los mejores ge-nios naturales del país pertenezcan a estaclase.

Y de ésta, una gran parte queda sin frutopor falta de oportunidad. No existe extra-vagancia más perjudicial al crecimiento dela riqueza nacional que este derroche quepermite que el genio de clase humilde seutilice en trabajos inferiores. Ningún cam-bio conduciría tan rápidamente a un au-mento de la riqueza material como unamejora de nuestras escuelas, especialmentelas de nivel medio, con tal que ello se com-bine con un sistema extensivo de becas quepermitan al hijo inteligente de los trabaja-dores elevarse gradualmente en el sistemaescolar hasta que tenga la mejor educaciónteórica y práctica correspondiente a suedad (34).

Y tal importancia concede a este hecho,que estima que el mayor progreso indus-trial del norte de Inglaterra se debe a queallí la mayor proporción de los dirigentesde empresas son hijos de trabajadores.

Concluye esta parte señalando que losrendimientos de los gastos educativos nopueden medirse sólo por sus frutos di-rectos.

El dar a las masas del pueblo muchas ma-yores oportunidades de las que ellos puedenproporcionarse, será ya rentable como unamera inversión. El valor económico de ungran genio industrial es suficiente para cu-brir gastos de la educación de toda unaciudad (35).

6. Es injusto, por tanto, culpar a loseconomistas por su incomprensión del pa-pel de la educación en el desarrollo eco-nómico, si bien es cierto, y los economistasdeben reconocerlo noblemente, que no handedicado la atención que merece a este

(34) Op. cit., p. 176.(35) Op. cit., p. 179.

factor, obsesionados por los factores másdirectos y más cuantitativos.

Como prueba final de nuestra tesis, aña-damos a las ya aportadas anteriormenteesta frase de unos economistas rusos escri-ta en 1896, en la publicación Evolución eco-nómica de la educación popular:

Existen, naturalmente, muchos factoresque impiden el desarrollo de la economíarusa, pero el más importante entre ellos esel analfabetismo general que distinguenuestro país de los otros países civilizados...El aumento de la productividad del trabajoes el único medio para hacer desaparecer lapobreza y la mejor política para conseguirloes la extensión de la educación y del cono-cimiento (36).

IV. RAZONES DEL APARENTEOLVIDO DEL CAPITALHUMANO EN LA CIENCIAECONOMICA

1. Es difícil descubrir todas las razonespor las que los economistas no han trata-do sistemáticamente el problema de la for-mación humana en el desarrollo económi-co, una vez que, evidentemente, habíancomprendido la importancia de ese factor,pero pueden señalarse varias que, sin du-da, han contribuido a este hecho.

2. Una razón importante ha sido la clá-sica división tripartita de los factores pro-ductivos en tierra, trabajo y capital, queha oscurecido el papel del elemento hu-mano. Este elemento estaba implícito enlos tres factores. En el factor trabajo, loestá por propia definición de este factor.En la tierra también lo está; se ha criti-cado, precisamente, la famosa definiciónricardiana del factor tierra como los «po-deres originarios o indestructibles del sue-lo», por considerar que en la tierra estánimplícitas todas las mejoras introducidaspor el hombre a lo largo del tiempo. Tam-poco hay duda que el capital es, por defi-nición, resultado del esfuerzo humano. Sien los factores originarios está contenidala acción del hombre, mucho más lo estaráen el factor derivado o capital.

(36) Citado en «Some Russian Economists on Returnto Schooling and Experience», ARCADMS KAHAN, enReadings in the Econoinics of Education, Unesco, 1968,p. 401.

29

Page 9: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

Sin embargo, aunque el factor humanoestuviera implícito en todos los factoresproductivos, no se le destacaba suficiente-mente. Los economistas operan con losfactores productivos directos, es decir, conaquellos que entran físicamente en el pro-ceso productivo. Y estos factores son, evi-dentemente, el hombre, las materias pri-mas naturales, el equipo, la maquinaria.Esto es lo que se engloba bajo los términostierra, trabajo y capital, olvidando, porqueno interesa directamente, los factores oelementos que, a su vez, hubieran influidoen la formación de estos factores finaleso directos.

3. Otro motivo es el concepto restrin-gido con que normalmente se ha definidoel capital. Llevados por el afán de simpli-cidad, a fin de avanzar en el campo de lainvestigación, los economistas han restrin-gido exageradamente el concepto de capi-tal, reduciéndolo a unos bienes materialesinstrumentales. Algunos economistas que,como Irving Fisher, quisieron dar un sen-tido más amplio a tal concepto, no encon-traron acogida satisfactoria a sus propues-tas. El sentido pragmático anglosajón, queconsideraba sólo capital a los elementosfísicos utilizados directamente en la pro-ducción, ha dominado, desgraciadamente,el sentido más filosófico y amplio defen-dido por algunos autores franceses y ale-manes.

4. Otra causa del abandono en que haestado el estudio de la formación humanacomo inversión económica, es la repugnan-cia con que se considera la asimilacióndel hombre a un mero factor físico de pro-ducción.

5. La razón más importante es, sinembargo, la dificultad de medir el capitalhumano.

Se han realizado numerosas estimacio-nes para medir cuantitativamente la in-fluencia de la educación en el desarrolloeconómico. Recordemos, como representa-tivos, los trabajos de W. Petti, en 1665; deVon Thünen, en 1875; de Nicholson, en1891, y, más recientemente, los de J. R.Walsh (1935), de H. S. Houthakker (1959),T. W. Schultz (1960, 1961, 1963), G. S. Bec-ker (1960), J. C. Eicher (1960), E. F. Deni-son (1968), S. Piatier (1962), A. Sauvy(1968), etc.

Todos estos intentos, sin embargo, estáncondenados, de principio, al fracaso, enun sentido riguroso, por la imposibilidadde medir algo tan cualitativo como la edu-cación. Por eso, los economistas siguenobsesionados con los elementos físicos me-dibles.

V. CONCLUSIONES

1. Los economistas han comprendidosiempre la importancia de la educación enel desarrollo económico, desde el naci-miento de la ciencia económica, aunque,y este es un problema que ahora no dilu-cidamos, no hayan incluido de forma cla-ra dicho factor dentro de sus modelos yteorías del desarrollo.

2. Los primeros economistas no sólose dan cuenta de la importancia de laeducación, sino que enuncian, ya clara-mente, principios de política educativa quemuchos arios más tarde iban a airearsecomo conquistas sociales avanzadas e in-cluso otros que todavía no se comprendenbien en nuestros días. Entre estos princi-pios están :

a) La necesidad de la extensión de laeducación a toda la masa del pueblo.

b) La necesidad de ayudar a las clasesde rentas más bajas y dejar, en cambio,que las clases más ricas se paguen su edu-cación. Dicho de otra forma menos equívo-ca, ayudar a las clases pobres antes que alas ricas. Principio al parecer evidente,pero que no se cumple en absoluto en al-gunos países donde la clase media y altareciben importantísima ayuda del Estado,mientras millones o miles de niños pobrescarecen de puesto escolar. Este principiolo enuncia Adam Smith en 1776, hace exac-tamente doscientos veintitrés arios.

e) La importancia de la enseñanza pro-fesional. Los economistas han distinguidoclaramente entre la educación general yla educación profesional técnica, atribu-yendo a ésta una especial importancia.Mientras que en todos los países la ense-ñanza general se va desarrollando a unritmo bastante rápido, la enseñanza voca-cional o profesional sigue estancada enmuchos de ellos.

30

Page 10: El papel de la educación como factor del desarrollo en el

d) Sin embargo, perciben que la ense-ñanza general es necesaria, incluso paralos que van a seguir una vocación clara-mente profesional de tipo manual. Todooficio debe basarse en unos conocimientosde tipo general o «cultural».

e) La enseñanza es el mejor medio pa-ra conseguir la cohesión social. La igno-rancia de las masas no es un buen mediode mantener la paz y la tranquilidad, sino,por el contrario, motivo continuo de alte-ración e intranquilidad. Sólo un puebloculto es capaz de comprender y aceptardebidamente la labor de gobierno.

f) La importancia de la enseñanza me-dia. Como hemos visto, Marshall afirmaque ningún cambio conduciría tan rápida-mente a un aumento de la riqueza nacio-nal como una mejora de la enseñanza,especialmente en el nivel medio. Conside-ramos importantísimo destacar esta afir-mación del gran economista y profesor deUniversidad A. Marshall, dado que entrenosotros todavía no se ha comprendido elpapel básico de la enseñanza media. Estaes la base de la enseñanza universitaria;no puede existir una Universidad buenaapoyada en una enseñanza media mala.La enseñanza media es el estudio termi-nal de la mayoría de los estudiantes espa-ñoles, lo que significa que el nivel culturaly económico del país viene dado, princi-r7almente, por el nivel de esa enseñanza.Lo que Marshall comprendía hace ya

ochenta arios seguimos sin comprenderlonosotros, que tenemos a nuestra enseñan-za media como la cenicienta del sistemaeducativo. Baste decir, como dato signi-ficativo, que en catorce arios (1946-1960)no se construye en España un solo centrooficial de enseñanza media, y en veintearios se construyen seis centros, es decir,0,3 centros al ario. En los últimos arios hacambiado felizmente esta tendencia, cons-truyéndose 253 centros oficiales en sólocinco arios, entre 1961 y 1966, de ellos 47institutos.

3. Es cierto, sin embargo, que los eco-nomistas no han destacado debidamentela importancia del factor educación en eldesarrollo económico. Ello se debe, entreotras razones, a:

a) La rigidez de la clásica división tri-partita de los factores de la producción entres grupos: tierra, trabajo y capital, queno ha permitido la distinción adecuadaentre los diversos elementos de cada factor.

b) El concepto restringido con que seha definido usualmente el capital, que mi-raba fundamentalmente a los medios ma-teriales utilizados directamente en el pro-ceso productivo.

c) La resistencia a considerar al hom-bre como un factor de producción asimila-ble a una máquina o a un objeto material.

d) La dificultad de medir el capital hu-mano.

31