Upload
hacong
View
223
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
el porvenir económico
del arquitecto
ricardo vergés-escuín
unesco
© UNESCO, 1980.
Difusión t
División da loa Asentamientos Humanos y del Hedió Ambiente Socio-cultural. 1, rue de Mlollis, 75015, Parla, Francia, tal. 33 (1) 577 1610.
Unión Internacional de loa Arquitectos 1, rue d'Ulm, 75005, Parla, Francia, tal. 33 (1) 325 5945.
Université de Montréal, Etudes Supérieures en Aménagement, C.P. 6128, Suce. A, Montreal, B3C 3J7, Que., Canadá. tel. 1 (514) 343 6724.
I N D I C E
iâai
INTRODUCCIÓN
Cap. 1. FUNDAMENTOS DEL ANÁLISIS PROFESIONAL 9
Cap. 2. ARQUITECTURA Y EDIFICACIÓN : ANÁLISIS A LARGO PLAZO 17
Cap. 3. ARQUITECTURA Y EDIFICACIÓN : ANÁLISIS A CORTO PLAZO 25
Cap. 4. PROSPECTIVA DE LA INVERSION INMOBILIARIA 37
Cap. 5. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PARQUE INMOBILIARIO 45
Cap. 6. PARQUE INMOBILIARIO Y NIVEL DE. LA. RENTA 59
Cap. 7. PREVISIONES DE INVERSION INMOBILIARIA 69
Cap. 8. PREVISIONES DE DEMANDA DE ARQUITECTOS 79
Cap. 9. PLANIFICACIÓN DE LA OFERTA : "LAISSER-FAIRE" Q
BIEN RESTRICCIÓN 91
Cap. 10. PLANIFICACIÓN DE LA DEMANDA : AMPLIACIÓN O BIEN
DIVERSIFICACION 103
Cap. 11. SECTORES DEL MARCO INMOBILIARIO 111
Cap. 12. CONDICIONES DE LA DIVERSIFICACION 121
CONCLUSION 131
ANEXO ESTADÍSTICO 135
i
L I S T A D E F I G U R A S
Pagina
Fig. 1. Conceptos de oferta y de demanda de arquitectos. 12
Fig. 2. Oferta y demanda de arquitectos en Quebec. 14
Fig. 3. Empleo de arquitectos en Estados Unidos en función de la inversión inmobiliaria. 1880-1970. 21
Fig. 4. Empleo de arquitectos en Canadá en función de la inversión inmobiliaria. 1881-1971. 21
Fig. 5. Representación y características de las regresiones lineales sectoriales del modelo PACC. Estados Unidos, 1953-1973. 31
Fig. 6. Curvas sectoriales de los proyectos de arquitectura y de las predicciones realizadas con ayuda del modelo PACC. Estados Unidos, 1953-1973. 32
Fig. 7. Parte de los contratos de construcción que han sido objeto de proyectos de arquitectura en Estados Unidos, 1951-1976. En dólares corrientes. 3 4
Fig. 8. Demanda de arquitectos. Estados Unidos, 1950-1975. 35
Fig. 9. Estructura del modelo de la inversión inmobiliaria. 41
Fig. 10. Volumen del parque inmobiliario residencial disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 50
Fig. 11. Volumen del parque inmobiliario no residencial disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 50
Fig. 12. Volumen del parque inmobiliario no residencial disponible por habitante. Canada, 1875-1975. En dólares 1961. 50
Fig. 13. Volumen del parque inmobiliario agrícola no residencial disponible por habitante. Estados unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 54
Fig. 14. Volumen del parque inmobiliario industrial y comercial disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 54
Fig. 15. Volumen del parque inmobiliario de servicios disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 54
Fig. 16. Volumen del parque inmobiliario agrícola no residencial disponible por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961. 55
Fig. 17. Volumen del parque inmobiliario industrial y comercial disponible por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961. 55
Fig. 18. Volumen del parque inmobiliario de servicios disponible por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961. 55
Fig. 19. Evolución relativa de los sectores del parque inmobiliario. Estados Unidos, '1875-1975. 56
Fig. 20. Evolución relativa de los sectores del parque inmobiliario. Canadá, 1875-1975. 56
Fig. 21. Volumen del parque residencial disponible por habitante en relación con la renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 63
Fig. 22. Volumen del parque inmobiliario agrícola no residencial disponible por habitante, en relación con la renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 64
ii
Fig. 23. Volumen del parque Inmobiliario industrial y comercial disponible por habitante, en relación con la renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 64
Fig. 24. Volumen del parque inmobiliario de servicios disponible por habitante en relación con la renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 64
Fig. 25. volumen del parque inmobiliario agrícola no residencial disponible por habitante, en relación con la renta por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961. 65
Fig. 26. Volumen del parque inmobiliario industrial y comercial disponible por habitante, en relación con la renta por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961. 65
Fig. 27. Volumen del parque inmobiliario de servicios disponible por habitante, en relación con la renta por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961. 65
Fig. 28. Inversión inmobiliaria residencial. Estados Unidos, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1958. 75
Fig. 29. Inversión inmobiliaria agrícola no residencial. Estados Unidos, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1958. 76
Fig. 30. Inversión inmobiliaria industrial y comercial. Estados Unidos, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1958. 76
Fig. 31. Inversión inmobiliaria de servicios. Estados Unidos, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1958. 76
Fig. 32. Inversión inmobiliaria agrícola no residencial. Canadá, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1961. 77
Fig. 33. Inversión inmobiliaria industrial y comercial. Canadá, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1961. 77
Fig.' 34. Inversión inmobiliaria de servicios. Canadá, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1961. 77
Fig. 35. Títulos profesionales de arquitecto otorgados. Inmigración de arquitectos. Estados Unidos, 1951-1976. Proyecciones de 1977 a 1987. 85
Fig. 36. Títulos profesionales de arquitecto otorgados. Inmigración de arquitectos. Canadá, 1951-1976. Proyecciones de 1977 a 1987. 85
Fig. 37. Oferta y demanda de arquitectos. Estados Unidos, 1950-1975. Proyecciones de 1976 a 1987. 86
Fig. 38. Oferta y demanda de arquitectos. Canadá, 1951-1975. Proyecciones de 1976 a 1987. 87
lit
T A B L A S
Página
Tab. 1. Tasa de crecimiento de los efectivos universitarios en arquitectura y en el conjunto de todas las disciplinas. Estados Unidos y Canadá, 1965-1975 y 1968-1975. 98
Tab. 2. Empleo de arquitectos por sectores de actividad económica. Estados Unidos, 1960 y 1970. 107
Tab. 3. Sectores de inversion, de producción y de uso del parque inmobiliario. 114
Tab. 4. Inversiones inmobiliarias efectuadas por los sectores de actividad económica según el tipo de edificio. Canadá, 1975. En decenas de millones de dólares. 115
Tab. 5. Volumen de negocios indirectos ocasionados por un gasto de cien millones de dólares de obras en los diferentes sectores de actividad según el tipo de edificio. Quebec, 1970. En millones de dólares. 117
Tab. 6. Efectos directos y indirectos de las inversiones inmobiliarias sobre el volumen de negocios de los sectores de actividad económica según el tipo de edificio. Canadá, 1975. En millones de dólares. 118
Tab. 7. Volumen del parque inmobiliario disponible según los sectores de actividad económica y el tipo de edificio. Canadá, 1975. En centenas de millones de dólares. 119
Tab. 8. Ejemplos de programas "menores" de enseñanza con respecto a la diversificación de la actividad arquitectónica. 128
iv
A N E X O E S T A D Í S T I C O
Pagina
Tab. Al. Arquitectos activos en los despachos y en el conjunto de las actividades económicas, los años de censo. Inversión inmobiliaria con incidencia arquitectónica, los años siguientes-de los censos. Estados Unidos, 1870-1871 a 1970-1971. Canadá, 1881-1882 a 1971-1972. 137
Tab. A2. Estructura sectorial de los proyectos de arquitectura. Estados Unidos, 1950-1973. 138
Tab. A3. Contratos de construcción inmobiliaria. Estados Unidos, 1951-1976. En millones de dólares. 139
Tab. A4. Estructura sectorial de los contratos de construcción inmobiliaria (excepto vivienda unifamiliar). Estados Unidos, 1951-1976. 140
Tab. A5. Estructura sectorial de los proyectos de arquitectura (excepto vivienda unifamiliar y planeamiento de comunidades). Estados Unidos, 1953-1973. 140
Tab. A6. Población. Estados Unidos, 1875-1977. Proyecciones de 1978 a 1988. En millares de habitantes. 141
Tab. A7. Población. Canadá, 1875-1977. Proyecciones de 1978 a 1988. En millares de habitantes. 141
Tab. A8. Volumen del parque inmobiliario disponible por habitante según el tipo de edificio. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958. 142
Tab. A9. Volumen del parque inmobiliario disponible por habitante según el tipo de edificio. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961. 143
Tab. A10. Renta y renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1977. Proyecciones de 1978 a 1988. En dólares corrientes y en dólares 1958. 144
Tab. All. Renta y renta por habitante. Canadá, 1875-1977. Proyecciones de 1978 a 1988. En dólares corrientes y en dólares 1961. 144
Tab. A12. Tendencias de la inversión inmobiliaria según el tipo de edificio. Estados Unidos. Retroproyecciones de 1955 a 1976. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1958. 145
Tab. Al3. Tendencias de la inversión inmobiliaria según el tipo de edificio. Canadá. Retroproyecciones de 1962 a 1976. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1961. 145
Tab. A14. Demanda de arquitectos. Estados Unidos, 1950-1975.. Proyecciones de 1976 a 1987. 1 4 6
Tab. A15. Demanda de arquitectos. Canadá, 1951-1975. Proyecciones de 1976 a 1987. 146
Tab. A16. Títulos profesionales de arquitecto otorgados. Inmigración de arquitectos. Estados Unidos, 1951-1976. Proyecciones de 1977 a 1987. 147
Tab. A17. Títulos profesionales de arquitecto otorgados. Inmigración de arquitectos. Canadá, 1951-1976. Proyecciones de 1977 a 1987. 147
Tab. A18. Oferta potencial da arquitectos. Estados Unidos, 1950-1975. Proyecciones de 1976 a 1987. 143
Tab. A19. Oferta potencial de arquitectos. Canadá, 1951-1975. Proyecciones de 1976 a 1987. 148
V
INTRODUCCIÓN
PREÁMBULO
Hace algunos anos apareció un libro un poco desconcertante. Su titulo era "La. aiquLtectuia. e.n tia.n¿¿c¿6n" y su autor no era otro que Constantinos Doxiadis (1). Esta obra, que fué saludada por la critica como "cortadora de una diferente visión
de la realidad", anunciaba en efecto un tipo de análisis al que nosotros, los
arquitectos, no estábamos habituados. Doxiadis proponía comparar la evolución de
los efectivos de la profesión con la de la población y la de la economía en todas
partes donde ésto fuera cosible.
Al establecer determinadas correlaciones entre la arquitectura y las variables
demográficas y económicas, Doxiadis mostraba que la evolución de la profesión
podía y debía ser seauida y analizada con ayuda de instrumentos estadísticos de
carácter muy objetivo, más bien que a través de discursos subjetivos a los cuales,
es necesario decirlo, paradójicamente sucumbía él mismo en determinados pasajes de
su libro. Pero ésto no era más que la contrapartida del ardor y del dinamismo bien
conocidos del creador de "Ek¿&t¿c¿ ...".
Sus conclusiones, ni que decir tiene, eran pesimistas en cuanto al presente de
entonces, es decir, del comienzo de los años 60, y optimistas en cuanto al futuro,
ésto es, en cuanto a nuestro presente ... Hay que decir que deslumhrados por el
ritmo desenfrenado del crecimiento de oost-querra, puede ser que no hayamos
comprendido suficientemente el sentido condicional de la confianza que Doxiadis
depositaba en el futuro de la profesión. Pues obtenía una lección de las estadís
ticas presentadas en su obra : que la presencia del Arquitecto era débil en el
ámbito de la construcción. Preconizaba, pues, una evolución, o mejor todavía, una
diversificaciôn del papel del Arquitecto, que debía afirmar y desarrollar su
participación en la creación de un medio ambiente a escala "ecuménica".
SITUACIÓN DE LA PROFESIÓN
¿ Cual es esta situación en el día de hoy ? Es innegable que la crisis que
atraviesa actualmente la profesión en todo el mundo ha puesto brutalmente sobre la
mesa toda la problemática de su propio porvenir. Se plantean abiertamente, cada
vez más, cuestiones punzantes, no solamente por el profesional que intenta
comprender su propia situación, sino también por los representantes de la
profesión.
¿ Qué ocurrirá con el Arquitecto ? ¿ Es necesario abrir la profesión ? Pero, ¿ es
ya el momento para ello ? ¿ Bastará ésto para colocar a los jóvenes ? ¿ En el
fondo, los servicios del Arquitecto son todavía deseados por la sociedad ? ¿ No
serla mejor garantizar a través de una legislación adecuada un flujo parmanente de
solicitud de servicios arquitectónicos ?
¿ Pero cómo responder a estas preguntas ? o, en otros términos ¿ en qué basar el
enunciado de las políticas consecuentes ? ¿ Cómo adoptar las adecuadas políticas
profesionales, universitarias, de formación permanente, etc, sin hacer referencia
3
a análisis objetivos de la situación ?
EL ANÁLISIS PROFESIONAL
Al mismo tiempo se experimenta la necesidad de un mejor conocimiento de la
profesión y de su contexto. Asi, a partir de Doxiadis y del llorado Duccio Turin
(2), se ha desarrollado una nueva tendencia de análisis profesional, tendencia a
la que han contribuido notablemente Robert Gutman (3), Philip Langley (4) y algunos
otros (5).
Nosotros trabajamos desde hace algunos años en la Universidad de Montreal dentro
de esta tendencia, rodeados por un grupo de estudiantes del grado de maestría, con
el objetivo de desarrollar métodos de análisis específicos. Ciertamente, nuestras
investigaciones contemplan los temas más vastos del ámbito de la construcción,
pero después se verá todo el interés que estos temas presentan para el análisis de
la evolución de la profesión de arquitecto.
ARQUITECTURA Y MARCO INMOBILIARIO.•.
Se puede decir que el marco inmobiliario es a la arquitectura lo que el ámbito de
la salud es a la medicina. Estamos persuadidos de que lo que se manifiesta a
través de la crisis de la profesiOn de arquitecto es en realidad una crisis más
profunda que afecta toda la producción del marco inmobiliario. Esta crisis resulta
de un cambio del comportamiento social con respecto a la construcción y no de una
simple fluctuaciCn coyuntura1.
Esta es la tesis que nos proponemos desarrollar en el presente informe. Su
verificación podría acarrear consecuencias considerables para el porvenir de la
profesiGn, tanto en los países ya industrializados como en los que intentan llegar
a serlo.
... EN LOS PAÍSES INDUSTRIALIZADOS
¿ Cómo hemos llegado a la conclusión de que la actual crisis del ámbito de la
construcción tiene raices más profundas que la simple repercusión de una crisis
económica, cuya gravedad, hay que decirlo, sobrepasa claramente la de las
anteriores ? A través de observaciones realizadas en países industrializados, se
ha podido constatar que a partir de un cierto nivel de desarrollo económico, se
produce una disminución de la producción en el ámbito de la construcción. Parece
como si la sociedad se considerara satisfecha de su patrimonio inmobiliario y que,
más que continuar ampliándolo sin cesar, prefiriera mejorarlo y hacerlo quizás más
humano. En otros términos, ocurre también como si el paso de la fase de crecimien
to industrial a la fase denominada post-industrial (6), llevara consigo la
transiciOn de una actividad de pA.odu.cci.6n hacia una actividad de conithvcLcitin del marco inmobiliario. La prueba de ello es que este cambio, del que la crisis
del medio ambiente es uno de sus aspectos más significativos, ha comenzado
justamente a manifestarse a partir del final de los años 60, es decir, bastante
antes del comienzo de la actual crisis econOmica.
No hay que extrañarse de todo esto, pues bajo otros aspectos, han tenido lugar en
el mismo periodo otros cambios también importantes conectados con lo anterior, por
ejemplo el tema de la concentración urbana. Para convencerse de ello basta releer
4
el informe Kahn publicado en 1967. Puede observarse hasta qué punto han sido
desmentidas por los hechos las tendencias macro-urbanísticas (7). ¿ Quién podría
soñar hace apenas diez años en la inversión de las tendencias migratorias hacia
las ciudades, en la detención de su crecimiento o incluso en la disminución de su
actividad económica ?
De cualquier modo, se adivinan los efectos considerables que la evolución social
referente al ámbito de la construcción puede tener sobre la profesión de
arquitecto. En efecto, el Arquitecto de los tiempos modernos ha vivido siempre de
y pala, la producción del marco inmobiliario. Su formación, sus competencias, sus estatutos, fueron fijados a partir del amanecer de la era industrial en función de
las necesidades cuantitativas de una sociedad cuyo crecimiento, tanto demográfico
como económico, exigía la construcción rápida de un parque inmobiliario cada vez
más amplio.
En consecuencia, el cambio hacia una sociedad que ya no está condicionada por el
contexto expansionista y crue, por el contrario, se encuentra bien dispuesta a
considerar los valores de conservación, de mejora del ámbito de vida, de economía
de los recursos energéticos, supone por parte del Arquitecto una mutación para la
que evidentemente, no está preparado. Porque, simultáneamente, necesita hacer
frente a una reducción del encargo tanto público como privado, y además ha de
tener en cuenta una modificación de la propia naturaleza de dicho encargo, así
como enfrentarse a una crítica social a menudo violenta, a la vista de su obra
anterior ...
El ünico camino que parece abrise al Arquitecto es el que fué suyo en otro tiempo
y al que no debería haber renunciado nunca, a saber, su plena participación en los
procesos económicos y sociales relativos al ámbito de la construcción. Hoy, tal
participación resultará efectiva solamente a través de una diversificación de sus
actividades. En otros términos, es preciso que el Arquitecto descubra v ocupe
nuevos reductos de actividad en los que su contribución se manifieste socialmente
util y económicamente viable.
Pero una estrategia de diversificación no puede improvisarse sin riesgo de nuevas
y definitivas frustaciones. Esta estrategia debe ser pensada de manera realista,
es decir, partiendo de la observación objetiva de la realidad.
Este informe se ha preparado para clarificar esta realidad y para ayudar a los
representantes de la profesión en los países industrializados a adoptar políticas
consecuentes. Así, proponemos nuestra reflexión a nuestros colegas arquitectos y
también a los estudiantes de arquitectura de estos países.
... Y EN LOS PAÍSES EN VÍAS DE INDUSTRIALIZACIÓN
Ha de hacerse notar que el cambio social referente al ámbito de la construcción no
parece limitarse a los países ya industrializados, sino que parece extenderse
igualmente a los países en vías de industrialización. Así, de la misma forma que
estos países no han esperado para tratar de alcanzar, por ejemplo, los beneficios
de los avances sanitarios de los países industrializados, procuran igualmente
integrarse desde ahora en los arranques culturales de la crisis actual del medio
ambiente.
5
No obstante, estos países se hallan actualmente en vías de industrialización y
ésto se produce en condiciones mucho más difíciles que las que tuvieron que
padecer, hace un siglo, los países hoy industrializados. En efecto, sus Droblemas
son nuevos en la medida en aue el crecimiento demográfico precede al crecimiento
económico y no lo acompaña, como ocurrió mas o menos en la Europa del siglo XIX,
o en la América de los comienzos del XX.(8). Además, la incidencia de las crisis
enqendradas por las economías avanzadas, repercute de manera dramática sobre
aquellas, mucho más frágiles, de los países en cuestión.
Por tanto, ¿ cómo dirigir, en los actuales países en vías de desarrollo, sus
recursos hacia objetivos de protección del medio ambiente y de conservación del
marco inmobiliario existente, teniendo en cuenta que estos recursos son ya
netamente insuficientes para hacer frente a las exigencias de la carrera entre el
crecimiento demográfico y el desarrollo ?
Es, pues, muy difícil prever cuales serán los efectos de la toma de conciencia de
los problemas del medio ambiente sobre la producción y la conservación del marco
inmobiliario en los países en vías de industrialización. Todo lo más, puede
adelantarse que estos efectos serán beneficiosos en la misma medida en que
precisamente la carrera entre necesidades y recursos termine con ventaja de éstos
Últimos.
Será también muy difícil de estimar, sobre todo en los países en que, como en los
de América latina, la arquitectura está profundamente enraizada, qué influencia
tendrá el incierto contexto de la producción, todavía insuficiente, del marco
inmobiliario sobre el ejercicio de la profesión.
Lo que si es sabido, es que la profesión está plenamente implicada en el proceso
de desarrollo, como lo testimonia el propio tema del XIIIQ Congreso de la Unión
Internacional de Arquitectos. Ahora bien, ¿ el numero y el perfil de competencia
de los arquitectos son los adecuados para las necesidades de los países en vías de
industrialización ? Esta es una pregunta a la que no cabria responder más gue caso
por caso y esto dentro del conocimiento de datos concretos, tanto en cuanto afecta
a la demanda de servicios arquitectónicos, cuanto en lo que respecta a los efecti
vos de los arquitectos y de los futuros arquitectos. Es de desear, pues, gue en el
proceso de orientación y de desarrollo de la profesión en estos países se dé
prioridad a la obtención de estos datos.
Esto no significa, sin embargo, que el presente informe ofrezca menos interés para
nuestros colegas de los países en vías de industrialización, antes al contrario.
En efecto, para desempeñar plenamente su papel, la profesión deberá abordar, en
estos países, tipos de práctica profesional que les sean propios, es decir, que
hasta ahora hayan sido prácticamente inexistentes, puesto que por definición, los
problemas al respecto ya no son los mismos...
No obstante, hay que reconocer que estos modelos de práctica profesional deberán
tender, primeramente, a asegurar la contribución del Arquitecto a la fase de
reabsorción de cualquier forma de sub-desarrollo, y en segundo lugar, a garantizar
la plena insersión económica y social de la profesión, una vez alcanzada una
situación de madurez económica y demográfica como la que existe en los países más
adelantados.
6
Así pues, el conocimiento de lo que ha ocurrido a este respecto en los países ya
industrializados, puede servir de enseñanza para aquellos que tratan de llegar a
serlo. Se ha demostrado que la simple persecución de los objetivos de crecimiento
no constituye, para la profesión de arquitecto, una garantía de plena integración
económica y social. En efecto, terminada la industrialización y reducido el ritmo
de crecimiento, el Arquitecto parece encontrarse infrautilizado y además, imposi
bilitado de participar en otras tareas que correspondan a las nuevas necesidades
sociales en relación con el marco inmobiliario.
Puede ser que el modelo de ejercicio profesional que ha prevalecido, casi con muy
pocas excepciones, en los países industrializados sea precisamente el modelo que
los países en vías de industrialización deberían esforzarse en evitar...
Por lo tanto, este informe se dirige igualmente a nuestros colegas y a los estu
diantes de arquitectura de estos países. Y no porque contenga alguna receta para
resolver problemas que ellos solos podrán solucionar. Pero estamos persuadidos de
que la descripción del escenario tradicional del desarrollo de la profesión cara
al crecimiento económico, tal como se ha desarrollado en los países ya industria
lizados, les permitirá obtener enseñanzas extremadamente provechosas en sus
esfuerzos para renovar el planteamiento de su propio porvenir.
CONTENIDO DEL INFORME
Después de un primer capítulo dedicado a la metodoloqla general de la oferta y la
demanda de servicios arquitectónicos, los capítulos 2 y 3 estudiarán la correlación
a largo y corto plazo entre la demanda de servicios arquitectónicos y la construc
ción inmobiliaria.
Los capítulos 3 al 6 estudiarán, para ciertos países, la evolución de la construc
ción o más exactamente de las inversiones inmobiliarias, remontándose hasta las
"variables independientes" que son la población, su nivel de renta y sus
preferencias de consumo. Por otra parte, en el capítulo 7, plantearemos alqunas
previsiones de las inversiones inmobiliarias en función de determinadas hipótesis
de las mencionadas variables.
En el capítulo 8 se medirán las repercusiones de las previsiones de la inversión
inmobiliaria sobre la demanda de servicios arquitectónicos. Esta demanda será
confrontada después con la oferta presente y futura en los países considerados.
Por último, en los capítulos 9 a 12 se presentarán las diferentes Ópticas posibles
frente al problema de la desviación creciente entre la oferta y la demanda. En
particular, la Óptica de la diversificación se desarrollará con base de un esquema
económico que plantea a la vez su potencialidad y sus límites.
Como se ha podido ya apreciar, el presente informe describe un trabajo de
naturaleza científica. No se trata, pues, de consideraciones personales ni de una
exposición ideológica, y menos aún, de una de esas interminables listas de
recomendaciones que sería necesario poner en práctica para que todo se arregle...
Los instrumentos de análisis que hemos utilizado, ponen en evidencia disciplinas
especificas que corresponden a la naturaleza de los fenómenos estudiados. Pueden
7
parecer complejas al lector no avisado. Nos hemos esforzado en hacerlas comprensi
bles, y si no llegan a serlo, nosotros seremos los responsables. No obstante, la
acogida que nuestras Ideas han recibido entre nuestros estudiantes de la Universi
dad de Montreal, asî como entre los ámbitos profesionales de diferentes países, nos
han hecho pensar en la pertinencia y en la utilidad de nuestra contribución.
AGRADECIMIENTOS
Deseamos expresar nuestro agradecimiento a los distintos organismos y personas
gracias a los cuales ha podido ver la luz este trabajo. En primer lugar, al
Secretario General de la U.I.A., Michel Weill, quien nos encargó la elaboración
de este informe, y cuya idea sobre la ampliación del papel social del Arquitecto
ha sido para nosotros la referencia más estimulante. Después, al Canada Council,
por la concesión de una bolsa de trabajo libre, y a la Universidad de Montreal,
que nos ha concedido un asueto sabático, así como un apoyo logístico del que nos
hemos beneficiado. Por último, la producción y la edición del presente informe se
ha beneficiado de la ayuda de la U.N.E.S.C.O., ya sea por medio de la U.I.A., ya
sea por el intermediario de su Comisión del ejercicio de la profesión para Europa.
Queremos expresar a los dirigentes de los dichos organismos, en particular de la
División de los asentamientos humanos y del medio ambiente socio-cultural de la
U.N.E.S.C.O., nuestro sumo agradecimiento.
En el nivel de la realización de investigaciones, debemos agradecer a Marc Harvey,
cuya competencia, eficacia y espíritu critico han permitido llevar a cabo un
programa de trabajo extremadamente arduo. Por otra parte, hemos obtenido una gran
utilidad de los comentarios de numerosos coleqas v amigos, especialmente de Claude
Schnaidt, de la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París y de Andre
Corboz, Colin H. Davidson y Ron F. Williams de la Universidad de Montreal.
La traducción al castellano ha sido realizada por nuestro colega y amigo Rafael
Alfonso Corral, Secretario Técnico del Consejo Superior de los Colegios de
Arquitectos de España, al cual expresamos nuestra más viva gratitud.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. C.A. Doxladis, Arquitectura en transición, Ariel, Barcelona, 1963.
2. D . Turin, The Construction Industry : Ite Economie Significance and its Role in Development, O.C.E.R.G., Londres, 1969.
3. R. Gutman, B. Westergaard, Architecture among the Professions, Univ. of Princeton, 1975.
4. P. Langley, Le métier d'architecte en Architecture d'Aujourd'hui, ns 170, Nov./Die. 1973.
5. Pensamos en la larga lista de autores de encuestas socio-económicas efectuadas recientemente sobre la profesión en muchos países, aunque los resultados de estas encuestas raramente hayan constituido el objeto de un acercamiento con las variables económicas exSgenas susceptibles de proporcionarles todo su sentido. Por el contrario, debemos excluir de esta corriente a todas las investigaciones realizadas a través de entrevistas de arquitectos, pues astas manifiestan más bien un análisis psico-sociológico o ideológico del razonamiento antes que una observación objetiva.
6. La cuestión de las fases del crecimiento económico se expone más adelante, en el informe. En suma, la fase denominada post-industrial es la que se inicia actualmente en la mayoría de los países de la O.C.D.E. y en los países socialistas más avanzados.
7. H. Kahn, A.J. Wienner, El año 2000, Revista de Occidente, Madrid, 1969. 8. j. p. Rioux, La Révolution industrielle. Seuil, Paris, 1971.
8
CAPITULO I
FUNDAMENTOS DEL ANÁLISIS PROFESIONAL
OFERTA Y DEMANDA DE SERVICIOS ARQUITECTÓNICOS
En la introducción se insistía sobre el asoecto determinante de la evolución de la
demanda de servicios arquitectónicos. Sin embarao, la inserción de la profesión en
la .actividad económica es el resultado de una confrontación entre la demanda de
servicios arquitectónicos anunciada por un conjunto de clientes y de usuarios, por
un lado, y por otro, por la oferta de servicios presentada por el conjunto de los
arquitectos en activo. Por lo tanto, la comprensión histórica de la inserción de
la profesión en la actividad económica no puede alcanzarse más que a través del
estudio conjunto del aspecto oferta y del aspecto demanda.
Además, la oferta de servicios arquitectónicos atraviesa hoy una situación critica
como consecuencia del enorme número de alumnos en las escuelas de arquitectura de
la mayoría de los países. Y uno se pregunta, con razón, que' destino cabrá dar más
adelante a una reserva humana de esta envergadura (1).
Por todo ello, después de haber descrito la evolución de la demanda, el informe
abordará los aspectos de la oferta de servicios arquitectónicos, tanto bajo sus
aspectos cuantitativos como bajo sus aspectos cualitativos. No es, pues, inútil,
exponer desde el principio las bases utilizadas en tal tipo de análisis.
LOS ELEMENTOS DEL ANÁLISIS PROFESIONAL
Desde el punto de vista económico, un arquitecto es un prestatario de servicios
arquitectónicos cerca de los solicitantes de dichos servicios.
Este enunciado, en aoariencia simple, oculta temibles dificultades que es necesa
rio, sin embargo, superar si se quiere lleaar hasta un grado operacional de medida.
En efecto ¿ Qué es exactamente un arquitecto ? ¿ Qué es la oferta de servicios
arquitectónicos ? ¿ En qué consiste la demanda de estos servicios ?
Para responder a estas preguntas se han elaborado una serie de conceptos que
permiten medir estos fenómenos.
Hemos adoptado une definición puramente económica : es arquitecto quien quiera que realiza un trabajo de arquitecto en el sentido que establecen las clasificaciones de las profesiones (2). No hay que confundir esta definician con las definiciones legales destinadas a preservar el titulo de arquitecto para aquellos que ejercen esta profesión con carácter liberal.
Por otra parte, y parafraseando a vermot-Gauchy (3), se puede decir que "la reserva (de arquitectos) se asemeja a un depósito cuyo nivel de equilibrio se eleva a medida que aumentan las necesidades de la economía, pero cuyo nivel efectivo se sitúa generalmente más abajo (situación deficitaria) o más arriba (situación de superávit o de excedente)".
Esta analogía permite poner en evidencia el mecanismo de la oferta y la demanda, mecanismo que resulta ser tributario de cuatro factores principales :
- el contenido del depósito en un momento dado : es el colectivo de arquitectos en actividad, en un momento considerado como punto de partida (oferta "inicial");
- el caudal de alimentación : nuevos arquitectos que inciden sobre el mercado de trabajo proveniendo de los centros de enseñanza o bien de otros países;
- la "evaporación" (reducción) del colectivo por mortalidad y por jubilación o retiro profesional;
- la alteración o modificación más o menos continua de la altura del dique que representa la variación de la demanda de arquitectos.
11
El juego relativo entre estos cuatro factores puede dar lugar a un determinado número de situaciones típicas. Si este incremento se detiene, la profesión desaparecerá. Si el caudal compensa las perdidas producidas por mortalidad y jubilación, la profesión se estancará. Si el caudal es tal que su nivel se mantiene por debajo de la demanda, existirá un défiait (como ocurre con ciertas profesiones manuales desvalorizadas en relación con los empleos terciarios). Si el caudal queda nivelado seqún la demanda prevista, existirá un equilibrio (profesiones limitadas según un determinado cupo). Por ultimo, si el caudal es demasiado alto o elevado, existirá un excedente, y éste podrá ser decreciente, estacionario o creciente.
Parece que esta ultima situación es la que prevalece en el terreno de la arquitectura, puesto que el caudal de alimentación (en concreto, la enseñanza) es demasiado potente en relación con la demanda. El excedente se inclina por tanto hacia depósitos de reserva (paro), hacia otros sectores de la economía (cambio de profesión), o hacia otros países (emigración).
Esta conceptualización queda sintetizada como sigue :
nuevos titulados
inmigración
OFERTA INICIA!.
OFERTA POTENCIAL
JÉ-OFERTA REAL
ifc EMPLEO
mortalidad jubilación
EXCEDENTE BRUTO
^ emigración
EXCEDENTE NETO
:>
cambio de profesión
paro
Fig. 1 : Conceptos de oferta y de demanda de arquitectos.
OFERTA POTENCIAL DE ARQUITECTOS
Como es fácil de observar, existen varios niveles de oferta. La oferta potencial representa el volumen de arquitectos activos que existiría en el mercado de trabajo si ninguno de ellos hubiera dejado el país o la profesión, todo ello a partir de una fecha considerada como punto de partida del cálculo. Por el contrario, la oferta real representa el numero de arquitectos capaces de actuar como tales en un momento determinado, que se hallen presentes tanto si tienen otros empleos, como si a fortiori, se hallan en paro.
La oferta potencial de arquitectos puede ser medida gracias al modelo reovreivo, clásico de Correa y Tinbergen (4), que expone el efectivo potencial en un año t dado, en función de las nuevas aportaciones al colectivo y de los jubilados o retirados naturalmente.
E t = (1 - A) E-t-i + nt
en que E representa el colectivo o efectivo buscado, X la tasa o proporción de desaparición por mortalidad o jubilación y n el caudal proveniente de las instituciones de enseñanza más el acceso por inmigración.
De hecho, este modelo ha de aplicarse separadamente a cada uno de los flujos constitutivos de la oferta, a saber, la oferta inicial, los nuevos titulados y la inmigración. Los datos sobre la oferta inicial - número, estructura seqún edad, sexo, situación, etc.- son proporcionados generalmente por los censos. Los datos sobre los nuevos titulados y sobre
12
los efectivos universitarios deben ser recopilados y obtenidos a través de las instituciones de enseñanza. Por último, los datos sobre la inmigración provienen de los servicios administrativos correspondientes. El cálculo demográfico que sirve para aplicar A, se efectúa con ayuda de los diagramas de Lexis (5). La oferta potencial resulta por último de la suma de los tres flujos en cuestión.
En definitiva, se puede considerar la oferta potencial de arquitectos en el mercado de trabajo como un sistema autónomo alimentado por fuentes perfectamente medibles o mensurables, aunque difícilmente previsibles. En efecto, en ausencia de estructuras apropiadas de fijación de un cupo, es prácticamente imposible prever cuál será la demanda futura de inscripción en las instituciones de enseñanza y aún menos cuál será el flujo de entrada de arquitectos inmigrantes titulados por escuelas extranjeras.
DEMANDA DE ARQUITECTOS
A falta de una observación directa sobre el empleo en el campo de la arquitectura, es necesario elaborar estimaciones siguiendo metodologías tributarias del material disponible en cada país. Por regla general, los censos nos informan sobre el número de arquitectos que trabajan, que se hallan en activo, ya sea en los estudios profesionales privados, o en otras situaciones. Como estos últimos representan una pequeña proporción del total (del 15 al 30% según los países) (6), y no se dispone de los datos correspondientes más que cada 10 años, es importante insistir sobre el estudio de la demanda anual que resulta de las necesidades de las oficinas de arquitecto.
Asi, en el caso de los Estados Unidos, hemos puesto a punto el modelo PACC, que permite medir la demanda de arquitectos en los estudios o despachos, a partir de la estructura de la construcción inmobiliaria. Por otra parte, este modelo se utiliza también en los capítulos 3 y 8 del presente informe. Pero se pueden utilizar otras aproximaciones. Por ejemplo en Francia, los arquitectos, cotizan a una mutualidad de seguros que cubre la responsabilidad legal. El importe de las primas aportadas es función de los trabajos efectuados. En consecuencia, teniendo en cuenta los ajustes necesarios, se dispone de una base de evaluación casi directa de la demanda, a partir del importe de los trabajos realizados.
AJUSTE DE LA OFERTA A LA DEMANDA
Una vez determinadas la oferta potencial y la demanda de arquitectos, se puede analizar la naturaleza de las desviaciones o diferencias entre una y otra. Estas desviaciones pueden ser positivas (excedente) o negativas (déficit). Pero se sabe ya por experiencia adquirida que la existencia de excedente es la que refleja cada vez más el contexto actual de la profesión en la mayoría de los países. Por tanto, nos podemos limitar al análisis del excedente.
En la práctica, la diferencia de excedente entre la oferta y la demanda de arquitectos se resuelve por el paro, el cambio de profesión (que comprende la vuelta a iniciar otros estudios) y la emigración. Cada uno de estos flujos debe medirse con ayuda de un modelo "recursivo", como el ya expuesto para la oferta.
Los instrumentos de análisis de la oferta y de la demanda de arquitectos han sido
desarrollados con ocasión de una investigación efectuada en Montreal desde 1973 a
1976 (7). Permiten sintetizar la actividad profesional de los arquitectos en forma de
reserva de efectivos, tanto en el sentido retrospectivo, como en el sentido previsio-
nal. A titulo de ejemplo, se puede considerar la figura 2, como representativa de la
evolución de la oferta y la demanda en Quebec entre 1951 y 1974, con previsiones
hasta 1983 :
13
19S1 1961 1971 1981
Fig. 2 : Oferta y demanda de arquitectos en Quebec
Se puede observar hasta qué punto este tipo de representación permite dar fe de
fenómenos tales como el enorme crecimiento de la oferta a partir de la mitad de los
años 60. Después, de como la demanda tiende a estabilizarse a pesar de las fluctua
ciones coyunturales. La gráfica permite, en consecuencia, medir la amplitud del
excedente bruto y su reabsorción bajo forma de flujo migratorio, en este caso, hacia
otras provincias canadienses, los Estados Unidos o también a otros países. Por ultimo,
una representación semejante permite explicar el hecho de que en ciertos momentos,
como con ocasión de los Juegos Olímpicos de 1976, haya podido existir una falta de
arquitectos, al haber abandonado una buena parte de ellos el país con anterioridad,
alejados por la penuria de trabajo que siguió a la Exposición Universal de 1967.
Este es un ejemplo instructivo del tipo de análisis de la situación de la profesión
que es posible efectuar con ayuda de los instrumentos y de los métodos mencionados.
Estos instrumentos y estos métodos están disponibles actualmente y pueden ser
aplicados a cualquier país en que se disponga de datos suficientes. Por lo tanto, la
profesión deberla, en cada país, conceder una prioridad a la preparación de series
de los datos pertinentes.
HACIA UN MODELO DE CRECIMIENTO DE LA PROFESIÓN DE ARQUITECTO
Al contarse con medios para determinar la cantidad de los diferentes flujos de oferta
y de demanda de arquitectos, deberla ser posible trazar de nuevo la historia
cuantitativa de la profesión de arquitecto. Pero hay más aun. Hemos dicho ya que la
demanda de arquitectos es función de una serie de variables de naturaleza demográfica
y económica. Ahora bien, como la evolución histórica de estas variables es conocida,
deberla ser posible volver a trazar el modelo de crecimiento de la profesión de
arquitecto en relación con el crecimiento demográfico y económico. Este modelo
expresarla las relaciones existentes entre estos crecimientos respectivos, lo que
14
constituye el primer objeto de nuestro trabajo.
Por lo tanto, los dos próximos capítulos del presente informe se dedicarán a la
construcción de un modelo de crecimiento de la profesión de arquitecto.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Es muy instructivo a este respecto el estudio, ya antiguo, de Philip Langley. En él se comparan los efectivos de estudiantes con los efectivos de la profesión de arquitecto en varios países. Por regla general, parece haber tantos estudiantes en las escuelas como profesionales existen fuera de ellas. En determinados países hay hasta tres veces más, como ocurre en Italia y puede ser en México. Le metier d'architecte, en Architecture d'Aujourd'hui, na 170, nov./dic. 1973.
2. Cta8Ífioaoi6n internacional uniforme de las ocupaciones, O.I.T., Ginebra 1969.
3. M. Vermot-Gauchy, Offre et demande d'ingénieurs en Textes choisis en économie de l'éducation, UNESCO, Paris, 1968.
4. H. Correa, J. Tinbergen, Quantitative Adaptation of 'Education to Accelerated Growth en Kyklos, vol. XV, 1962, pág. 772 y siguientes.
5. R. Pressât, Introducción a la demografía, Ariel, Barcelona, 1977.
6. Excepto en el Reino Unido, donde los arquitectos que trabajan fuera de los estudios representan el 50% del total. Sin embargo, en esta proporción figuran las oficinas gubernamentales y las de las nuevas ciudades.
7. R. Vergès-Escuin, Les architectes dans l'activité économique, étude méthodologique pour le Québec de 1951 à 19BZ, Université de Montréal, 1976.
15
CAPITULO 2
ARQUITECTURA Y EDIFICACIÓN
ANÁLISIS A LARGO PLAZO
KIFOTESIS SOBRE LA RELACIÓN ENTRE LA ACTIVIDAD ARQUITECTÓNICA
Y LA ACTIVIDAD DE LA EDIFICACIÓN
El arquitecto suministra tradicionalitiente servicios que contribuyen a la creación del
ámbito construido. La demanda de tales servicios depende evidentemente de la importan
cia de los trabajos de la edificación. Si la actividad de esta se halla en una fase de
expansión, los arquitectos verán crecer el volumen de los encargos que les son
encomendados por los sectores público y privado. Si, por el contrario, la actividad de
la edificación se encuentra en una fase de recesión, los arquitectos se enfrentarán
también con una reducción en la demanda de sus servicios.
La demanda instantánea de servicios arquitectónicos se relaciona, pues, con la
coyuntura de la construcción. Por tanto, la evolución cuantitativa de la demanda de
servicios arquitectónicos deberla poder explicarse también por la evolución histórica
de la inversión inmobiliaria.
Conviene, pues, verificar esta hipótesis. En efecto, si ésto fuera asi, la inversión
inmobiliaria sería efectivamente la variable explicativa preponderante, si no exclusi
va, de la actividad arquitectónica. Estaremos entonces en posesión de la clave que
permite prever, bajo determinadas condiciones y partiendo de supuestas previsiones de
inversión existentes, el futuro de la demanda de servicios arquitectónicos.
CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS
Sin embargo, si el enunciado de tal hipótesis parece simple, su verificación lo es
mucho menos. Pues para obtener conclusiones significativas, serla necesario disponer
de datos referidos a un,amplio periodo referentes a los dos términos de la comparación
- demanda de servicios arquitectónicos e inversión inmobiliaria - . Ahora bien, en el
estado actual de la investigación histórica en materia de estadísticas económicas, no
es posible utilizar con fiabilidad más que los casos de los países de América del
Norte, a saber, los Estados Unidos y el Canadá. Además deben adoptarse ciertas
precauciones metodológicas, como se indica en los puntos siguientes :
El primer término de la comparación se refiere a la demanda de servicios arquitectónicos. Para los países en cuestión, los datos disponibles más aproximados sobre la demanda son los que se refieren al empleo de los arquitectos; datos que provienen de los censos decenales americanos (de los años que terminan en la cifra cero) y canadienses (de los años que terminan en la cifra 1).
Pero, ¿ es sinónimo el empleo de arquitectos de la demanda de servicios arquitectónicos ? Esta pregunta nos lleva a dos tipos de consideraciones. La primera es la cuestión de la productividad, siempre tan difícil de medir. En efecto : ¿ produce hoy el arquitecto más que ayer ? ¿ Y en qué consiste su producto ? I Cómo medirlo ? i En superficie o en volumen de construcción ? ¿ En términos de coste de la edificación ? I En términos de ingresos medios del arquitecto, como lo sostiene la teoría de la remuneración de la productividad marginal de los factores de producción ? Hay en todo ello una dificultad que se agrava por la escasez de datos cuantitativos. Por lo tanto, estamos obligados a adoptar momentáneamente hipótesis de trabajo, y entre ellas, la menos arriesgada es admitir que los beneficios de la productividad de los arquitectos activos son análogos a aquellos de la rama de los "que prestan servicios a las empresas", es decir, muy débiles, si no son nulos . . . (1).
Tal hipótesis de trabajo supone en la práctica asimilar la demanda de servicios arquitectónicos a la demanda de arquitectos. En efecto, si la media de los arquitectos produce en la práctica siempre el mismo volumen de servicios, todo aumento o disminución de la demanda de
19
servicios arquitectónicos representará un aumento o disminución proporcional de la demanda de arquitectos.
Se debe considerar también la cuestión del déficit eventual de arquitectos. En efecto, se sabe que en materia de mano de obra, el empleo se fija en el más bajo nivel de la oferta o de la demanda. Si hay más oferta que demanda, el empleo se fija en el nivel de esta última y el excedente queda representado aproximadamente por el paro. Si por el contrario, hay menos oferta que demanda, el empleo se fija en el nivel de la primera y existe un déficit. Por ditimo, hay situación de equilibrio cuando oferta y demanda se encuentran en el mismo nivel.
Ahora bien, en ninguno de los censos que han tenido lugar en América del Norte a partir de 1950 ha aparecido un paro significativo entre los arquitectos. Asi pues, o bien existía una situación de equilibrio, o bien habla un déficit de arquitectos. Demostramos en el capitulo 3 que la situación de equilibrio parece haber prevalecido hasta la mitad de los años 60, mientras que el periodo 1970-1971, habría sido momentáneamente deficitario. No obstante, en este último caso, el déficit no parece haber revestido grandes proporciones.
Por el momento, digamos que un excedente del 10% de arquitectos habría bastado con amplitud para cubrir el crecimiento de la demanda (2).
También, en relación con los datos de los censos americanos, el empleo de los arquitectos figura desde 1940 en cuadros que cruzan las profesiones con las ramas de la actividad económica (3) (4). Se ha llegado a saber en particular cuantos arquitectos de cada uno de estos grupos se encontraban fuera o dentro de las oficinas de los arquitectos en los años de cada censo.
La segunda parte de la comparación que queremos establecer es la inversión inmobiliaria. Esta se distingue de la actividad de la edificación en su conjunto por el hecho de que no comprende las obras normales de reparación aunque si engloba, por el contrario, las grandes reparaciones destinadas a prolongar la vida de los edificios más allá de su periodo normal de vida, y también las obras de mejora, que suponen por tanto una transformación estructural y/o funcional. Las obras denominadas de reconversión o de rehabilitación, en consecuencia, forman parte, evidentemente, de la inversión inmobiliaria.
En los estudios económicos de carácter nacional, la inversión inmobiliaria se designa por t-1 término : "Formación bruta del capital inmobiliario" (FBCI) y debe ser analizada en moneda constante, de manera que puedan eliminarse los efectos de la inflación. Esta inversión comprende, no solamente las sumas pagadas a las empresas de construcción, sino también los honorarios de los arquitectos, ingenieros, topógrafos, etc.. asi como los gastos de promoción y de salida al mercado de los inmuebles (pero no el coste del terreno) (5).
Las inversiones inmobiliarias se efectúan en diferentes sectores : residencial, comercial, industrial, de educación, salud pública, religión, edificios públicos, etc.. Pero, todos estos sectores inmobiliarios, no tienen la misma incidencia sobre la actividad arquitectó-
' nica. En efecto, algunos de ellos llevan consigo habitualmente, pero no obligatoriamente, la intervención del arquitecto, mientras que en otros casos la olvidan casi siempre. Fs preciso para poder llevar a efecto correctamente esta comparación, excluir los sectores inmobiliarios que no tienen una incidencia significativa sobre la demanda de servicios arquitectónicos. Nuestros trabajos precedentes (6) demuestran que en América del Norte es aconsejable excluir esencialmente el sector agrícola y el sector de la vivienda unifamiliar (casas individuales, gemelas, en fila, "duplex") (7).
Por último, en cuanto a la cronología de la comparación, la demanda de arquitectos y la inversión inmobiliaria deben ser comparados con un año de diferencia, ya que este retraso representa aproximadamente el periodo que transcurre entre la preparación de los planos y presupuestos y la ejecución de los contratos por las empresas constructoras (8).
EL CASO DE LOS ESTADOS UNIDOS Y DEL CANADA
Teniendo en cuenta las especificaciones metodológicas precedentes, se ha llevado a
cabo el anSlisis sobre las dos series de los datos siguientes que figuran en el cuadr
A-l del anexo estadístico :
- Empleo de arquitectos en los despachos u oficinas y en el conjunto de las activida
des económicas en los Estados Unidos y en el Canadá según los censos decenales
respectivos.
- Inversión inmobiliaria de incidencia arquitectónica en los Estados Unidos y en el
Canadá en los años que siguen a los censos.
El instrumento de comparación es, por tanto, el gráfico de dispersión sobre el cual
se ha aplicado el análisis de regresión.
20
40 000--
30 000
20 000
arquitectos empleados en el año z
70/71 /
y /
V 60/6Í.
O'
,$70/71 9/
/ 'Í50/61
30/31 • \ 50/51
¡1. /40/.4Í 20/2,1. i 10/llv. /
10 «"fw/V
todas las actividades: A » 1.41 II + 3508
a R 2 - .9877
oficinas o despachos: A J - 1.22 II - 1654
R 2 - .9947
inversión inmobiliaria millones de $1958 año z + 1 -1 1 >
20 30 40
Fig. .4. Empleo de arquitectos en Estados Unidos en función de la inversión inmobiliaria. 1880-1970.
4 000-(- arquitectos empleados en el año z
3 000--
2 000-
61/62 V
61/62
* • &
* #
*5?
51/52 .>
31/32" 1 1/ 1 2 /
Ç. J'4i/42 / i ooo- -2i7Í2/' ./'íi/s:
l/jJ#i/« < ' •oí /on
91/92/
81/82
kl 41/42
todas las actividades: A - 1.04 II + 385 a R 2» QQÍQ
oficinas o despachos: Aj- 0.81 II - 9
R*-.9880
inversión inmobiliaria millones de $1961 año z + 1 ,
Fig. 4. Empleo de arquitectos en Canadá en función de la inversión inmobiliaria. 1881-1971.
21
RESOLTADOS
Las figuras anteriores ponen en evidencia la linealidad casi perfecta del conjunto de
los puntos entre la época de 1940 y la de 1970, y esto es asi tanto para los arquitec
tos que trabajan en las oficinas o despachos privados, como para el conjunto de todos
ellos. En efecto, los coeficientes de correlación obtenidos entre el er-pleo de
arquitectos y la inversión inmobiliaria, tanto en los Estados Unidos como en Canadá,
son muy elevados, superiores en todos los casos a 0,99. Por tanto, como las rectas
pasan cerca del origen, se puede concluir que existe una proporcionalidad pura y
simple entre las dos variables aunque, como ya se ha indicado antes, los puntos de
los años 70 se encuentran un poco más abajo del lugar donde deberían estar situados
si no hubiera habido deficit.
En definitiva, se puede admitir que, por lo menos durante los tres ültiiros decenios
en que el crecimiento económico ha tenido su ritmo más fuerte, la demanda de
arquitectos en America del Norte ha quedado perfectamente explicada por la inversión
inmobiliaria. Esto viene a confirmar pues la hipótesis emitida en el comienzo del
capitulo.
En cuanto a los datos de antes de la guerra, es difícil obtener conclusiones. Dejando a un lado el hecho de que la fiabilidad de los datos disminuye en los años lejanos, existe el hecho de que los censos de los años 10, 20 y 30 se efectuaron todos ellos, tanto en Estados Unidos como en el Canadá, en vísperas e incluso en pleno hueco de otras tantas crisis económicas. Ahora bien, las estadísticas demuestran que estas crisis aminoraron grandemente la actividad de la construcción. ¿ Qué ocurrió para que el número de arquitectos activos se mantuviera tan elevado ? Probablemente, este hecho se produjo porque en aquellos momentos muchos arquitectos tenían empleos de otra índole, pero a pesar de todo se identificaron como tales ante la consulta de los agentes del censo.
Por ello, las "nubes" de puntos que corresponden a estos años se encuentran claramente desplazadas hacia arriba en los diagramas y pierden, en consecuencia, su significado.
CONCLUSION
¿ Puede ser sostenida por todos los países la tesis según la cual la inversión
inmobiliaria es la variable explicativa de la demanda de servicios arquitectónicos, o
por el contrario, debe reservarse únicamente a los países en los que ha podido ser
verificada ? En términos estrictamente científicos debe ser adoptada esta segunda
posición. Sin embargo, estamos persuadidos de que cuando se hayan elaborados las
series estadísticas históricas indispensables, la tesis en cuestión podrá ser verifica
da para la mayoría de los países actualmente industrializados. En efecto, lo que
sabemos, por una parte, del crecimiento económico en general - y de la construcción
en particular - y, por otra parte, de las formas de ejercicio de la profesión en
dichos países, nos permite creer que la demanda de servicios arquitectónicos ha
evolucionado en ellos de manera análoga a como lo ha hecho en America del Norte.
Las cosas pueden suceder de diferente forma en los países en vías de industrializa
ción, especialmente en los de América Latina, donde su economía, relativamente joven,
se conjuga con una tradición arquitectónica muy antigua. Es muy probable que la
"densidad" profesional sea, en estos países, muy diferente de la que existía, por
ejemplo, en los Estados Unidos en el tiempo en que su renta real por habitante
alcanzaba el mismo nivel que el de los países latino-americanos de hoy en día.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. El concepto de productividad que se ha utilizado aquí no es otra cosa que el cociente entre la producción total en valor real realizada por los arquitectos y el número de ellos que han participado en dicha producción. Bajo esta óptica, importa poco el estatuto
22
de dichos arquitectos, o, si se quiere, el grado de concentración de los encargos. Por ejemplo, es lo mismo que un conjunto de diez edificios haya sido realizado por un estudio de diez arquitectos o por diez arquitectos independientes. En otros términos, el concepto de producción por persona empleada debe ser utilizado únicamente para medir la productividad media de los arquitectos y no para medir fenómenos tales como la concentración de los encargos o la "socialización" de la prestación de servicios.
2. La validez del concepto de producción real por arquitecto está basada evidentemente en la representatividad del valor de dicha producción. Este no puede ser medido más que a través de los honorarios percibidos, una vez convertidos en moneda constante. Ahora bien, el montante de estos honorarios puede ser sometido a la ley de la oferta y la demanda a pesar de la existencia de tarifas profesionales. El problema se plantea particularmente para el periodo 1960-1970. En efecto, la existencia de un deficit importante en 1970 podría hacer pensar en un aumento "inflacionista" en. relación con los honorarios de I960. No obstante, como se muestra en el capitulo siguiente, ésto no parece haber sido confirmado por los hechos. Evidentemente, ha ocurrido una de estas dos cosas, o bien la productividad habla bajado en 1970 (menos producción equilibrada por más honorarios), o bien permaneció estable (tanta producción, tantos honorarios). Es precisamente la segunda hipótesis la que hemos adoptado.
3. Para los Estados Unidos, Population Census 1940, The Labor Forcet Occupational Characteristics, tab. 18; PC 1950, vol. IV, part. I, cap. C, tab. 2; PC I960, PC (2) 7 C, tab. 2» PC 1970, PC (2) 7 C, tab. 8.
4. Para el Canadá, Recensement du Canada 1941, vol. VII, tab. 21; RC 1951, vol. IV, tab. 23; RC 1961, bol. SL 2, tab. 3; RC 1971 : datos suministrados directamente por Statistique Canada.
5. Para Estados Unidos, ver Department of Commerce,Value of New Construction Put in Place3 1947 to 1974, Wash., 1975, pág. 139-142. Para el Canadá ver Statistique Canada, La construction au Canada, Ottawa, anual, capitulo sobre las definiciones.
6. R. Vergès-Escuin, Les architectes dans l'activité économique, Université de Montréal, 1976, pág. 88-90.
7. Es preciso entender todo ésto según los datos estadísticos y no según el impacto cultural de las casas individuales realizadas tanto en América del Norte como en otros lugares por los mejores arquitectos. Por otra parte, se está obligado a pasar por alto la participación indirecta de los arquitectos en el habitat americano de masas, participación que es difundida en forma de planos en grandes series por casas especializadas. En efecto, estos planos no comprometen la responsabilidad del arquitecto, el cual, por lo demás, no recibe otra remuneración que aquella pagada por los editores de los planos como consecuencia de la elaboración de los originales. Volviendo a las estadísticas, hemos estimado que en los Estados Unidos, solamente el 3% de las viviendas individuales son proyectadas directamente por los arquitectos.
8. The Year of Reckoning, en Progressive Architecture, nov. 1970, pág. 29-32.
23
CAPITULO 3
ARQUITECTURA Y EDIFICACIÓN
ANÁLISIS A CORTO PLAZO
DEMANDA DE SERVICIOS ARQUITECTÓNICOS SEGÚN EL TIPO DE EDIFICIOS
En el capitulo precedente se ha expuesto que en America del Norte, la evolución de la
demanda de servicios arquitectónicos, o simplemente la demanda de arquitectos, es una
consecuencia de la evolución de la inversión inmobiliaria. En efecto, a partir del
comienzo de los aros 40, es decir, con la iniciación del mayor periodo de crecimiento
económico de todos los tiempos, el número de arquitectos en ejercicio ha evolucionado
proporcionalmente a la inversión inmobiliaria no agrícola y no unifamiliar medida en
dólares constantes. Y como ya se ha mencionado, es muy probable que pudiera hacerse
también una constatación semejante en la mayoría de los países industrializados si se
dispusiera de informaciones adecuadas.
Sin embargo, los edificios, aun aquellos que no tienen un carácter agrícola o
unifamiliar, no han sido todos realizados por arquitectos. Algunos tipos de edificios
necesiban habitualmente su intervención "completa", tales como las viviendas
colectivas, las escuelas, los hospitales. Otros, por el contrario, exigen servicios
arquitectónicos, ya parciales, tales como las fábricas o almacenes, ya totales, pero
únicamente a partir de un determinado tamaño del edificio, por ejemplo, las tiendas y
comercios.
La relación estudiada en el capitulo precedente entre el número de arquitectos en
ejercicio y la inversión inmobiliaria es la resultante de este estado de cosas, estado
de cosas cuya profundización requiere un examen por sectores. Por otra parte, el
resultado de este examen es el que permitirá matizar nuestra primera apreciación.
Tomemos un ejemplo. Si una inversión global y fija determinada, se encamina con
carácter prioritario hacia la construcción de escuelas y hospitales que son, como lo
veremos después, sectores con gran incidencia arquitectónica, el encargo dirigido a
los arquitectos será más alto que si esa prioridad se orientara hacia edificios de una
menor incidencia arquitectónica, tales como las fábricas y otras instalaciones
industriales.
En otros términos, un volumen de inversión análogo puede muy bien traducirse por
niveles de demandasde servicios arquitectónicos sustancialmente diferentes. No
obstante, a largo plazo, la estructura sectorial de la construcción ha permanecido
relativamente estable en América del Norte, aunque a corto plazo ha podido variar en
gran medida de un año a otro. De aquí se deduce la linealidad de la relación a largo
plazo estudiada en el capitulo precedente. Sin embargo, un estudio sectorial a corto
plazo mostrarla las desviaciones anuales de la demanda de arquitectos con referencia
a la tendencia lineal, y estas desviaciones son debidas, como acabamos de explicar, a
las variaciones estructurales de la construcción de un año a otro.
Por tanto, se presenta en este capitulo un estudio sectorial a corto plazo. A
diferencia del estudio presentado en el capitulo precedente, éste tiene como objeto
resaltar la incidencia, año por año y sector por sector, de la actividad de la
construcción sobre la demanda de servicios arquitectónicos. Este estudio ha sido
realizado para los Estados Unidos, único país que dispone en un periodo suficiente
mente largo de estadísticas anuales por sectores sobre la inversión inmobiliaria y a
la vez sobre la actividad de los despachos de arquitectos. Por el contrario, los
27
Estados Unidos no disponen, sobre el empleo de arquitectos fuera de los despachos,
nada mas que de datos decenales obtenidos de los censos. Por ello dicho estudio ha
debido limitarse a la incidencia sectorial de la actividad de la construcción sobre
los despachos de arquitectos solamente y no, como lo habríamos deseado, sobre el
conjunto de los arquitectos en activo, cualquiera que haya sido la actividad económica
a la que estén inscritos.
El estudio en cuestiSn permite comparar primeramente la estructura sectorial de los
proyectos efectuados por los despachos de los arquitectos americanos con la estructu
ra sectorial del conjunto de la construcción inmobiliaria.
En segundo lugar, una vez establecida esta comparación, en forma de modelos
économetrieos, resulta posible deducir anualmente, y para cada sector, el valor
máximo de los proyectos de construcción preparados por los despachos.
En tercer lugar, a partir del valor citado y con ayuda de determinadas hipótesis de
productividad, el estudio permite establecer la demanda anual de arquitectos en los
despachos, siempre segün los diferentes sectores.
FUENTES
La revista PfLogA.&¿i¿v& kH.c.hi.te.ctu.Ke. (P.A. ) ha efectuado una encuesta cada año entre
1951 y 1973, sobre la estructura de los proyectos realizados por los despachos de
arquitectos en los Estados Unidos.
La importancia de los medios utilizados y la proporción de respuestas relativamente elevada que ha obtenido esta encuesta hace de ella la única fuente fiable de información sobre la evolución del conjunto de encargos recibido por los despachos americanos de arquitectura. Los resultados globales de la encuesta figuran en el cuadro A2 del anexo estadístico.
La clasificación utilizada por la encuesta de P.A. exigía una decisión en cuanto a las fuentes a emplear en el campo de la construcción. En efecto, tínicamente las series de los contratos publicadas anualmente por la F.N. Vodgo. VJLvJLi>Â.on de UCLCGKOLUJ Iniolmoitlon Sy¿te.m¿ Co. presentan una clasificación semejante a la de la encuesta de P.A. Hay que resaltar que los contratos de construcción inmobiliaria representan la Única parte de la inversión de este carácter que revierte a la industria de la construcción. No incluyen ni la parte de obra eventualmente realizada por el propio cliente, ni los honorarios de arquitectos e ingenieros, ni los gastos de promoción o de salida en el mercado, ni tampoco el coste del terreno. Estoes muy conveniente para nuestro intento ya que los honorarios de los arquitectos están habitualmente calculados en función del montante de las obras confiadas a las empresas contratistas. Estos datos figuran en el cuadro A3 del anexo estadístico.
Con el fin de hacerlos homogéneos con los de Processive Aróhiteatwee los datos Dodge han sido primeramente transformados en porcentajes. Estos datos figuran en el cuadro A4 del anexo estadístico.
Los datos de la encuesta P . A . suministrados para todos los años a partir de 1951, han consistido en el reparto sectorial en porcentajes de los proyectos efectuados por el conjunto de las oficinas que han contestado. Estos datos representan la parte proporcional del volumen de los trabajos de construcción que habrían debido ser efectuados normalmente el año siguiente a la encuesta. Desgraciadamente, el volumen total que se esperaba para estos trabajos no ha sido suministrado más que en algunos años bastante recientes y aun ésto para los únicos despachos que formaban parte del muestreo de los que han contestado.
Se ha dicho, sin embargo, que este muestreo fué de dimensión y penetración considerables.
28
En definitiva, la encuesta P.A. proporciona datos significativos solamente en cuanto al nivel del reparto de los proyectos. Asi, en relación con el cuadro A2, se puede estimar que en 1964, por ejemplo, y sobre el conjunto de trabajos de construcción realizados en dicho año y que fueron objeto en 1963 de proyectos de arquitectura estudiados por el conjunto de las oficinas que contestaron, el 2,2% se refería a trabajos de viviendas individuales, el 16,4% a viviendas colectivas, el 14,3% eran edificios comerciales, el 7% edificios industriales, etc.. Hay que hacer notar que esta estructura no está sincronizada con la de la construcción inmobiliaria a nivel de la realidad, pero si lo está, por el contrario, a nivel de la presentación de datos, lo que nos ha evitado el ocuparnos de problemas de desfase en el tiempo.
Como consecuencia del examen de estos datos ha habido que resolver une serie de problemas. Problemas de errores debidos al muestreo. Problemas referentes a la validez de los años iniciales de la encuesta, asi como de determinadas cifras en los años sucesivos. Problemas, por último, debidos al cambio de clasificación que se produjo en 1969. Todo ésto es objeto de un subcapltulo en la obra de referencia al cual reenviamos al lector (1).
Después de haber resuelto estos problemas se efectuó una primera confrontación de las dos series, sector por sector. Inmediatamente aparecieron algunas dificultades, sobre todo en cuanto al sector vivienda uni familiar.
Es un fenómeno bien conocido que este sector se escapa en buena parte al trabajo del arquitecto. Desde el punto de vista econométrico, este fenómeno puede medirse por la fuerte desproporción entre la parte que este sector ocupa en los proyectos de arquitectura en los Estados Unidos, es decir, el 25 ó el 50% contra el 3 ó el 4%, aproximadamente. Por otra parte, los estudios de correlación que hemos efectuado inmediatamente entre las dos variables no han proporcionado ningún resultado significativo.
Esto no tendría apenas importancia si los diferentes sectores fueran independientes unos de otros (por ejemplo, si hubieran sido medidos en valor nominal y no en porcentajes) y si, por otra parte, el sector vivienda imifamiliar en la construcción hubiera sido débil y/o constante. Ahora bien, éste no es el caso, y en consecuencia, el mantenimiento de este sector en el modelo habría tergiversado el cálculo influenciando fuertemente a los demás sectores de los contratos de construcción sin contrapartida para los proyectos de arquitectura (2).
Apareció otra dificultad como consecuencia del hecho de que, según nuestras estimaciones, aproximadamente los dos tercios del sector de los proyectos de arquitectura de planeamiento de comunidades aparecidos a partir de 1968, en la encuesta P.A., no llegaron con seguridad a ser realizados a nivel de contratos de construcción en los Estados Unidos.
Teniendo en cuenta estas dificultades, el estudio retuvo únicamente un conjunto de sectores considerados significativos, es decir, suprimiendo el sector vivienda unifamiliar y el de planeamiento de comunidades. Como este conjunto debía representar necesariamente el 100% tanto en cuanto a los proyectos de arquitectura como en cuanto a los contratos de construcción, se tuvo que efectuar una transformación numérica que llevó a los resultados expuestos en el cuadro A5 que figura en el anexo estadístico. Estos son los resultados que han sido reflejados como datos "Y", ó variables dependientes, mientras que los contratos de construcción, bajo forma de porcentajes, (cuadro A4) han constituido los datos "X" ó variables independientes.
EL MODELO PACC
Con ayuda de estos datos hemos construido el modelo econométrico PACC (P.A. :
proyectos de arquitectura / C.C. : contratos de construcción). El objetivo inmediato del
modelo PACC consistía en medir cómo evoluciona el porcentaje de un sector determinado
en relación con el conjunto de los proyectos de arquitectura cuando el porcentaje del
sector homólogo de los contratos se modifica en relación con el conjunto de los
contratos de construcción. Esto merece ser aclarado más ampliamente.
Diversos estudios muestran que en los Estados Unidos la mayor parte de las obras se ejecutan en el año que sigue a la preparación de los proyectos de arquitectura correspondientes. En consecuencia, era necesario estudiar la correlación entre los proyectos de arquitectura (PA) en un año t y los contratos de construcción (CC) en un año t + 1. Pero como acabamos de ver que este desfase se hallaba implícitamente contenido en la presentación de los datos, ha sido suficiente utilizarlos tal como los hemos conocido.
De otro lado, el estudio de dicha correlación presentaba ciertas dificultades implícitas debido a que se trataba de correlación entre porcentajes y no entre valores nominales, lo cual no es un procedimiento habituel en calculo estadístico o mas bien econométrico.
29
(100,100)
10 20 30 40
Con el modelo PACC se trataba de determinar la función que relacionaba, para cada sector i, los proyectos de arquitectura (PA) y los contratos de construcción (CC) o sea PA¿ = f (CC¿). ¿ Cual era la naturaleza de estas funciones ? El análisis matemático ha permitido establecer que tenían una naturaleza hiperbólica, que debían pasar siempre por los puntos (0,0) y (100, 100) y que su eje debfa ser la recta Y. = -X" + 100. Además la suma de todos los puntos sectoriales correspondientes a un año debía ser igual a 100, tanto para los contratos de construcción (X) como para los proyectos de arquitectura (Y).
¿ Cómo determinar los parámetros de la función para cada sector i ? Evidentemente por la técnica de los mínimos cuadrados (o regresiones) que permite determinar los parámetros de la función más representativa del conjunto de los puntos observados. Sin embargo, por razones de simplicidad operacional, y cada vez que esto es posible, se simula la función buscada por una simple recta. Asi, para un sector i determinado se deberla poder establecer una función lineal
PA± = b (CC±) + a + t
tal que representa bajo reserva de los errores estadísticos f, el conjunto de las observaciones PA¿/CCi durante el conjunto de los anos t.
PACC se ha representado pues, como un modelo de ecuaciones lineales simultáneas. Su representación bajo forma de diagrama de dispersión era fácil a partir del hecho -debido al azar- de que las nubes de puntos correspondientes a los diferentes sectores observados no se interferían prácticamente ( figura ns 5) .
Cada observación se obtuvo llevando a las abscisas el porcentaje de los contratos de construcción del cuadro A4 para un año t en un sector i determinado, y a las ordenadas el porcentaje de los proyectos de arquitectura del cuadro A5 para los mismos año y sector.
El cálculo de los parámetros y de otras características estadísticas del modelo se pudo efectuar gracias a la subrutina Multiple Régression de S . P . S . S . (3), y los principales resultados estadísticos de la simulación quedaron reflejados en la figura 5.
De estos resultados se obtienen varias conclusiones. En primer lugar, la combinación de los parámetros (constantes a y pendientes b) , hace que las rectas de regresión de los cuatro últimos sectores se sitúen irás arriba gue las de los tres sectores precedentes. Esto significa que los cuatro sectores en cuestión requieren en mayor medida los servicios del arquitecto. En los Estados Unidos, los sectores de mayor incidencia arquitectónica son los sectores ¿n¿t¿tu.c¿ona.te.¿ u vu.bli.coi ; por el contrario, los sectores lndaitila.1. come.n.cia.1 u di vív¿e.nda. cotíctiMO. tienen una incidencia arquitectónica media, mientras que la v¿vÁ.e.nda. u.ni.f,amÁ.t¿a>L tiene una incidencia arquitectónica dëbil e incluso casi nula.
Por otra parte, los tests estadísticos (T de Student) sobre las constantes a demuestran que estas, en el conjunto, no son significativamente diferentes de 0. En otros términos, ocurre como si las rectas de regresión pasaran en la práctica por el origen. Esto significa que cuando un sector de obras de construcción se desarrolla mucho en detrimento de otros sectores, se constata una variación relativa prácticamente proporcional en el sector correspondiente de los proyectos de arquitectura.
Por último, se puede considerar que los coeficientes de correlación obtenidos son satisfactorios, sobre todo si se tiene en cuenta el hecho de que las dos series de datos han sido recogidas por organiSITOS absolutamente independientes y con
30
procediirientos y iredios muy distintos. A corto plazo, la variación de la estructura
sectorial de los contratos de construcción explica la p>ayor parte de la variación de
la estructura sectorial de los proyectos de arquitectura.
proyectos de arquitectir: porcentages sectoriales
sectores
vivienda colectiva comercial industrial educación sanidad religión
- edif. pûbl. y recr.
constante a
1.35678 -4.99299
.17369 5.78336
-2.95828 1.50934 5.29842
pendiente b
.69010 1.06897
.62498
.87594 2.07733 .69592
1.16854
Student
UD .82423
-.72559 .14345
2.52860 -.87383 3.00725
.20078
correlaciór R
.93609
.63695
.85101
.86685
.67329
.79042
.71550
Fig. 5. Representación y características de las regresiones lineales sectorialer del modelo PACC. Estados unidos, 1953-1973.
UTILIZACIÓN PROYECTIVA DEL MODELO
Las conclusiones que preceden no agotan las posibilidades del modelo PACC. En efecto,
este modelo permite, por su propia estructura, efectuar "predicciones".
Las "predicciones" obtenidas a partir de un modelo pueden ser retrospectivas o prospectivas. Las primeras sirven fundamentalmente para validar el modelo, pero pueden ser utilizadas igualmente para llenar ciertas lagunas estadísticas. En cuanto a las predicciones prospectivas, permiten efectuar proyecciones de la variable dependiente a partir de proyecciones existentes de la variable independiente. En los dos casos se obtiene una predicción aplicando a esta última la función de regresión que constituye el modelo. Asi,
31
en el modelo PACC, une predicción de PA para un año t y un sector i determinados, se calculará con ayuda de los parámetros a¿ y bi y quedará ajustada con ayuda de las variables aleatoriasesegún las prescripciones de la obra de referencia (4).
En resumen se llega a PAit = ai + bi CCit + fi» ecuación cuya utilidad puede ser explicada por un ejemplo. Admitamos que en un año t la parte de CC¿, es decir del sector i, por ejemplo los edificios de enseñanza, representen el 15% de los contratos de construcción. Admitamos igualmente que los parámetros a y b del sector i considerado sean 5,80 y 0,87. Se puede calcular entonces P A i t = 5,80 + 0,87 (15) + e i f lo que nos dará P A i t = 18,85 + e±. Por tanto, salvo los errores estadísticos fj, es posible conocer la parte que corresponde a los edificios de enseñanza en el conjunto del importe de los proyectos preparados en este año t por los despachos de arquitectos. Si t es un año ya pasado, es posible entonces comparar el valor de PAit calculado de esta forma o "predicho" con estas observaciones gracias a la encuesta de PA. En resumen, si los dos tipos de valores coinciden sensiblemente, ésto significa que el "modelo" es válido...
El gráfico 6 anexo muestra los resultados, concluyentes en nuestro criterio, del test
retrospectivo de PACC. Estos resultados garantizan al mismo tiempo el valor
prospectivo del modelo siempre que se cuente con proyecciones válidas en materia de
contratos de construcción.
100*.
19S6 1961 1966 1971
Fig. 6. Curvas sectoriales de los proyectos de arquitectura y de las predicciones realizadas con ayuda del modelo PACC. Estados Unidos, 1953-1973.
PROYECTOS DE ARQUITECTURA Y CONTRATOS DE CONSTRUCCIÓN
Pero el modelo PACC ofrece otras posibilidades. Porgue hasta aquí, se ha tratado
solamente de estructura sectorial tanto para los proyectos como para los contratos de
construcción. A falta de datos sobre el valor de uno de los dos campos -los proyectos
de arquitectura- el modelo PACC se ha limitado, a priori, en efecto, a comparar
Únicamente su estructura.
Pero ¿ no es posible, conociendo la estructura de los dos términos y el valor de uno
de ellos -a saber, los contratos de construcción- deducir "a posteriori", el valor del
otro término, es decir, de los proyectos de arquitectura ? Bajo ciertas condiciones
e hipótesis, la respuesta puede ser afirmativa.
La hipótesis fundamental sobre esta materia es que en cada sector el valor global del conjunto de los proyectos estudiados en los estudios de arquitectos de un año t no deberla sobrepasar el valor del conjunto de los contratos de construcción efectuados en el año t + 1 (todo ésto, bien entendido, considerando precios constantes).
32
Se puede admitir en efecto, que si se confía a los arquitectos el estudio del 20, del 30, del 50 o del 80% de los edificios de un sector determinado, lógicamente no pueden sobrepasar el 100%, a menos de trabajar en el vacio...
Sin embargo, puede ocurrir muy bien que una determinada proporción de los edificios estudiados no sean realizados en el año siguiente. En este caso, es preciso emitir una hipótesis subsidiaria según la cual el reparto sectorial de los proyectos estudiados sea análogo al de los proyectos realizados. Esto es lo que resulta de la encuesta de Progressive Architecture (5) donde la puesta al día o la interrupción o la no continuación de los proyectos no parece afectar muy particularmente a un sector inmobiliario más que a otro.
PARTE DE LA A R Q U I T E C T U R A EN LA C O N S T R U C C I Ó N
Así pues, si se admite que en uno o varios sectores el valor de los proyectos de arquitectura puede alcanzar el de los contratos de construcción, pero no sobrepasarlo, es posible, por un análisis lógico, determinar el valor máximo de los proyectos preparados por los estudios de los arquitectos. Este análisis puede expresarse de manera algebraica, o aún mejor, de manera gráfica (6).
Consideremos para un año cualquiera, por ejemplo, 1965, el valor de las obras de construcción (que figuran en el cuadro A 3 ) . Como al mismo tiempo el cuadro A4 facilita la distribución en porcentaje de los mismos contratos, es posible, fijando una escala monetaria, construir un histograms que exprese a la vez los valores y los porcentajes sectoriales de los contratos (Figura A ) .
escala CC en $ eacalai FA en X eieala CC y PA en $
Para el mismo año 1965, el cuadro A5 facilita para los proyectos de arquitectura preparados en 1964, los porcentajes sectoriales únicamente. Estos porcentajes pueden ser expresados por una cualquiera de las gráficas de una familia de histogramas. Pero como el valor de los proyectos no es conocido, es imposible fijar "a priori" une escala monetaria para dicho valor, es decir, efectuar una elección entre estas gráficas (Figura B ) .
Ahora bien, si por hipótesis ningún sector de los proyectos debe sobrepasar en valor el sector correspondiente de las obras, basta con sobreponer las dos gráficas y elegir el trazado más elevado de los proyectos de arquitectura que no sobrepase en punto alguno el de los contratos de construcción. Al mismo tiempo, la escala monetaria de estos últimos revela inmediatamente el valor máximo de los.proyectos, sector por sector (Figura C ) .
Es posible, pues, conocer, por lo menos, el valor máximo de los proyectos preparados por los despachos. Pero yendo más lejos aún, los sectores en los que se hace cada ano en el histograms el contacto entre proyectos y contratos son siempre los sectores ¿anidad 6 el de ed¿¿¿c<¿o¿ público¿. Ahora bien, salvo para los proyectos de muy escasa entidad, estos sectores solicitan siempre en America del Norte los servicios de los arquitectos. Por lo tanto, el valor máximo y el valor probable tienden a coincidir.
Esto queda probado además por las estadísticas fiscales americanas que facilitan, entre 1967 y 1972, el conjunto de honorarios percibidos por los despachos de los arquitectos. Estos honorarios representan entre el 5,50 y el 6% del valor de los proyectos calculados como se ha indicado. Ahora bien, no solamente son posibles estas apreciaciones o tasaciones, sino que resultan al mismo tiempo muy verosímiles (7).
33
Siendo posible ya hablar del valor de los proyectos, es fácil distribuir este valor
en función de los porcentajes determinados cada aro con la ayuda del modelo PACC, de
donde se obtiene inmediatamente el valor anual de los proyectos, sector por sector.
La figura 7 que sigue, expresa, en la zona sombreada, la parte de las obras de
construcción que han sido objeto de proyectos de arquitectura, entre 1951 y 1973,
calculada segün nuestro método.
/ millones de dólares
70 000--
60 000-_
10 000
vivienda individual
ial
industrial
educación
anidad reiiRÍón
edit, pûbl. y recr.
1951 1956 1961 1966 1971 1976
Fig. 7. Farte de los contratos de construcción que han sido objeto de proyectos de arquitectura en Estados Unidos, 1951-1976. En afilares corrientes.
PROYECTOS DE ARQUITECTURA Y DEMANDA DE ARQUITECTOS
Vayamos aún más lejos. ¿ Qué potencial de eirpleo representa para los arquitectos P1
valor de los proyectos de arquitectura asi determinados ? Para conocer esto es
necesario saber qué volumen de proyectos puede aceptarse como promedio de encaraos
por un arquitecto, lo que podemos calcular aproximadamente.
En efecto, en el capítulo precedente se ha estimado el número de arquitectos
empleados en los despachos de arquitectura en los años 1950, 1960 y 1970. Por otra
parte acabamos de calcular el valor de los proyectos que se han llevado a efecto en
estos años y que han sido llevados a la practica en los años 1951, 1961 y 1971
respectivamente. Basta pues transformar primeramente este valor en valor real (es
decir, en dólares constantes), y dividirlo por el número de arquitectos ocupados en
su preparación en los estudios para obtener inmediatamente la capacidad media de
producción de cada uno de ellos en los años correspondientes.
Un cálculo de este tipo permite observar que esta capacidad medida en dólares
constantes ha permanecido estable entre 1950 y 1960 y ha aumentado repentinamente
en el 13% entre 1960 y 1970, y esto ha ocurrido tanto en los Estados Unidos como en
el Canadá (en este caso el cálculo se ha efectuado, bien entendido, para los años
terminados en 1). Como no existe medio de verificación antes de 1960, adoptaremos
de buen grado la hipótesis de una productividad constante para el periodo 1950 -
1960.
34
For el contrario, la hipótesis de la productividad creciente a partir de 1960, es
difícilmente sostenible. En efecto, si ocurriera ësto, es también seguro que los
ingresos de los arquitectos serian igualmente crecientes. A este respecto, los
censos americanos y canadienses facilitan para 1960 y 1970 y para 1961 y 1971
respectivamente, los ingresos ya de carácter medio ya de carácter de mediana de los
arquitectos. Una vez expresados en dólares constantes los ingresos, se constata que
no han evolucionado prácticamente durante el decenio (8).
Por cuanto antecede, hemos llegado a adoptar una hipótesis de producción real por
arquitecto de carácter constante. Fn el caso de los Estados Unidos, tal hipótesis
peririte establecer la curva siguiente de la demanda de arquitectos.
40 000--
30 000.-
A número de arquitectos
1950 TÍ '55 Ti 60 Tí 65 1970 ¡I75
Fig. 8. Demanda de arquitectos. Estados Unidos. 1950-1975.
CONCLUSION
Como consecuencia del estudio presentado en este capitulo se obtienen numerosas
observaciones.
En primer lugar, como ya hemos señalado, determinados sectores inmobiliarios
tienen una fuerte incidencia arquitectónica. Otros la tienen de carácter medio.
Por último, otros no la tienen en absoluto. "Grosso modo", en América del Norte,
el arquitecto participa en los diferentes sectores de la construcción inmobiliaria
en las siguientes proporciones :
vivienda colectiva
comercial y oficinas
industrial
enseñanza
sanidad
religión
edificios públicos, recreativos
CONJUNTO no agrícola
CONJUNTO TOTAL y no
y varios
unifamiliar
40 á 45%
50%
35%
70 á 80%
95%
60 á 70%
100%
55 á 60%
35 á 40%
Este estado de cosas parece ser general en los países ya industrializados puesto
que en muchos de ellos, han aparecido recientemente legislaciones que tienden a
"recuperar" ciertos sectores en donde la demanda del arquitecto parecía más bien débil.
35
Por otra parte, las variaciones estructurales de la actividad de la construcción
tienen una incidencia que no se puede olvidar en relación con la demanda de
arquitectos. En consecuencia, todo estudio sobre la demanda de arquitectos debe
tener en cuenta la evolución sectorial de la demanda de edificios.
Por ultimo, la actividad arquitectónica viene influida de manera preponderante y
hasta exclusiva, por el nivel de la actividad de la construcción. En consecuencia,
la evolución futura de la demanda de arquitectos - al menos en su forma tradicional
dependerá de la evolución futura de la construcción de edificios. Por lo tanto, los
capítulos subsiguientes serán dedicados al estudio de la evolución futura de la
inversión inmobiliaria.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. R. Vergès-Escuin. Les architectes dans l'activité économique, Université de Montréal, 1976, pág. 81-83.
2. Consideremos, por ejemplo 1954 y 1969. El cuadro A3 demuestra que la parte residencial familiar en los contratos de construcción en los Estados Unidos ha pasado, durante este periodo, del 50 al 25%. Al mismo tiempo el cuadro A2 indica que en estos años, la parte de residencias individuales en los proyectos de arquitectura era del 4 y del 2% respectivamente. Si se considera ahora el conjunto de los otros sectores, se debe admitir que han pasado del 50 al 75% para los contratos de construcción y del 96 al 98% para los proyectos de arquitectura. Refiriéndonos al crecimiento relativo, estos sectores han aumentado pues el 50% en los contratos de construcción contra el 2% solamente en los proyectos de arquitectura. Tales desviaciones habrían hecho impracticable todo modelo de regresión, y por ello se ha excluido del modelo PACC el sector residencial unifamiliar.
3. H.H. Nic, D.H. Bent, C. Hadlai Hull, Statistical Package for Social Sciences, MacGraw-Hill, N.Y., 1970.
4. R. Vergès-Escuin, Les architectes dans l'activité économique. En las páginas 97-113 de este estudio se han discutido la estructura del modelo y sus resultados, en particular los tests del coeficiente de correlación, los tests de significación, los tests de autocorrelación de los errores, el empleo de variables ficticias para los años 63-64 en los sectores vivienda colectiva y enseñanza y, por último, los mecanismos de ajuste de las sumas de predicciones al 100% por disociación de las variables aleatorias. Todas estas cuestiones resultan de los métodos econométricos expuestos en los manuales clásicos, por ejemplo, R.J. Nicholson, Econometria y problemas económicos, Oikos-tau, Barcelona, 1976.
5. The Year of Reckoning, en Progressive Architecture, Nov. 1970, pág. 29-32.
6. R. Vergès-Escuin, Les architectes dans l'activité économique, pág. 128-13-1.
7. U.S. Treasury Department, Statistics of Income, Business Income Tax Returns, anual. Para los años 1967 a 1971, los ingresos profesionales son facilitados para los arquitectos-patronos y asociados que trabajan bajo la forma "liberal" pero no en forma de sociedad. Esta laguna puede ser corregida gracias a los Census of Selected Services Industries de 1967 y de 1972. Según estos últimos, en 1967, los ingresos de todos los arquitectos alcanzarían el mismo orden que los declarados por vía fiscal por los patronos y asociados "liberales" : en aquel momento no existía casi ninguna sociedad de arquitectos. Por el contrario, en el censo de 1972, los ingresos de las sociedades de arquitectos representaban una parte muy apreciable en el conjunto de los honorarios percibidos por los trabajos hechos en los Estados Unidos. Estos honorarios representaban entonces el 5,95% del monto total de los trabajos calculados según nuestro método, mientras que en 1971, los honorarios declarados al fisco por los patronos independientes y por los asociados liberales alcanzaban apenas el 4,80% del valor de los proyectos calculado siempre de la misma forma.
8. Las fuentes sobre los ingresos de los arquitectos son para los Estados Unidos, Population Census I960, PC (2) 7A, tab. 29,- PC 1970, PC (2) 7C, tab. 16 y PC (2) 7A, tab. 1. Para el Canadá son el censo de 1971 bol. 4.1-2, tab. 34 y el censo de 1971, bol. 3.6-7. Por otra parte los coeficientes de corrección de la inflación son los que se han ponderado según la construcción inmobiliaria que tiene incidencia arquitectónica en los años que siguen a los censos.
36
CAPITULO 4
PROSPECTIVA DE LA INVERSION INMOBILIARIA
LA INVERSION INMOBILIARIA
El capítulo precedente ha establecido clarairente que en su forma actual,, el
porvenir de la profesión de arquitecto está ligado al futuro de la construcción
inmobiliaria. Por lo tanto, será necesario de aquí en adelante investigar este
futuro o más precisamente las proyecciones de la inversión inmobiliaria.
¿ Que es la inversión inmobiliaria ? Sencillamente el volumen de los recursos
consagrados por un país al incremento y a la reposición de su capital inmobilia
rio (1).
¿ porqué estudiar la inversión inmobiliaria antes que los contratos de construcción ? Simplemente por razones de disponibilidad de datos. En efecto, todo el material estadístico necesario para los proyectos de construcción ha sido elaborado con relación a la inversión inmobiliaria. Pero esto no tiene une gran importancia puesto que las realidades que corresponden a estos dos conceptos evolucionan paralelamente.
Los contratos de construcción representan la casi totalidad del valor de las obras. Cuando un propietario desea construir, o bien confia las obras a una empresa con la que suscribe un contrato, o bien las realiza por si mismo. Asi, los contratos representan en América del Norte entre el 90 y el 95% de toda la construcción inmobiliaria de nueva planta.
Pero esta nueva construcción inmobiliaria no constituye a su vez más que una parte de la inversión inmobiliaria. Esta comprende igualmente el coste de los servicios técnicos tales como arquitectos, ingenieros topógrafos, etc..., asi como los costes de promoción y de salida en el mercado. Por el contrario, en cuanto a la contabilidad nacional, y en forma diferente de la contabilidad de empresas, la inversión inmobiliaria no comprende el coste de los terrenos pero si las obras necesarios para su ordenación.
En definitiva, como los costes ajenos a la construcción comprendidos en la inversión se calculan en general en función del valor del contrato de obras, se puede estimar que dichos contratos e inversión inmobiliaria evolucionan de la misma forma (2).
Un género diferente de consideraciones se impone a propósito de la naturaleza de las obras de construcción. En efecto, estas obras pueden ser destinadas a construir un edificio para el que se prevé una duración media de vida útil de L años. Evidentemente, este edificio necesitará a lo largo de su vida útil obras normales de mantenimiento. Pero este mantenimiento representa la contrapartida del "consumo" normal del edificio, y en consecuencia, no debe ser contabilizado en concepto de "inversión". No ocurre asi si las obras están destinadas, ya a mejorar el nivel inicial del inmueble, ya a transformar sus disposiciones de origen, ya a prolongar su vida útil más allá de los L años teóricos. En estos casos, se tiene necesidad de verdaderas inversiones que el estadístico ha de esforzarse en contabilizar como tales, a pesar de las dificultades técnicas que puedan existir para hacerlo (3).
Por último, como la inversión inmobiliaria sirve para la formaaiân y la reposición del capital inmobiliario, no será inútil recordar la diferencia entre inversión bruta e inversión neta. Imaginemos un edificio que ha llegado al final de su vida útil. Su reposición o reproducción tal como es costaría R, pero en su lugar se construirá casi siempre un edificio mucho mayor y más moderno, cuyo coste B será mucho más alto que R. Se considerará entonces que la inversión bruta B resulta ser la suma de una inversión de reposición R más la inversión neta N que será igual a la diferencia B - R. Aunque se actúe asi de forma contable ficticia, conviene llamar la atención sobre el mecanismo real que este procedimiento evoca y que se ha denominado muy a menudo "renovación urbana"...
¿ Disponemos de buenas previsiones de inversión inmobiliaria ? La respuesta es
negativa por el momento y esto como consecuencia, ante todo, de las orientaciones
que ha tomado la literatura económica sobre el particular (4). De hecho, la
mayoría de los estudios proyectivos se plantean a muy corto plazo y se concentran
consecuentemente sobre problemas cíclicos y coyunturales, aplazando los problemas
tendenciales o a largo plazo que nos interesan especialmente.
39
Hemos tenido que poner en evidencia los resultados de las investigaciones que
nosotros mismos hemos orientado hacia el tema general de la producción y de la
gestión del parque inmobiliario. El presente capitulo constituye una presentación
de estas investigaciones.
HACIA UN MODELO DE LA INVERSION INMOBILIARIA
La inversión inmobiliaria es como un flujo o caudal. Gracias a este caudal, se
constituye una reserva : la reserva o capital inmobiliario que llamaremos simple
mente parque inmobiliario. El parque inmobiliario ofrece a la población el cuadro
indispensable para las funciones de producción y de consumo de otros bienes y
servicios. El volumen y la calidad de este cuadro dependerán, pues, primeramente,
del volumen de la población, en segundo lugar, del nivel de sus recursos, y por
Ultimo, de factores ligados al comportamiento social con respecto al ámbito
inmobiliario.
Asi, una población numerosa dispondrá - o deberla disponer normalmente - de un
parque inmobiliario más amplio que una población más restringida. Igualmente, una
población rica dispondrá con toda seguridad de un parque inmobiliario cuyo nivel
será superior al de una población pobre. En fin, según el avance del proceso de
industrialización y de la evolución social y cultural, el parque inmobiliario
llegará a tener en un mismo país diferencias estructurales profundas de una época
a otra.
Lo que hay que estudiar en primer lugar, es la evolución de la relación entre la
población, sus recursos, y su evolución económica y social por una parte, y por
otra su parque inmobiliario. Hasta que no se hayan determinado asi las tendencias
de la relación población-parque inmobiliario no será posible obtener las de la
inversión inmobiliaria propiamente dicha. En otros términos, consideramos a esta
última como la variable dependiente del parque inmobiliario, el cual a su vez
depende de la población, de su renta y ce sus preferencias de consumo.
Pero cualquiera que sea el carácter más o menos- -continuo del crecimiento de la población y de sus recursos, el parque inmobiliario no se constituye de manera continua, sino a golpes. En efecto, la inversión inmobiliaria está sometida a toda una serie de ciclos superpuestos cuyos periodo y amplitud han sido objeto de múltiples trabajos menos teóricos que empíricos. Al conocerse mal los orígenes de estoa ciclos, los economistas se contentan a menudo con medir el fenómeno. Asi, se admite que la inversión inmobiliaria fluctúa alrededor de la tendencia general siguiendo tres ciclos de frecuencia y amplitud diferente : son los ciclos "Kuznets" (18 á 20 años), "largos" (6 á 11 años)y "cortas" o de negocios (2 5 4 años) (5).
Ha de hacerse notar que a medida que el periodo de los ciclos se va haciendo mayor,
se aprecia más un cierto sincronismo entre los ciclos de la inversión inmobiliaria
y los ciclos económicos generales. Asi se plantea la cuestión de saber si la propia
tendencia general no queda sometida también a las grandes fases del crecimiento o
ciclos de tipo "Kondratief" (que tienen alrededor de 40 á 60 años de periodo).
Esta pregunta es muy importante y trataremos de resolverla en los capítulos
siguientes.
De cuanto antecede es posible estructurar un modelo que define la inversión
inmobiliaria a partir de la cadena de variables explicativas mencionadas, a saber :
40
la población, su renta, sus preferencias de consumo y, por ültiiro, las fluctua
ciones cíclicas. El primer eslabón de esta cadena es, como ya hemos visto, la
relación de dependencia entre inversión y parque inmobiliario, relación que se
analiza en términos de crecimiento cíclico neto y de reposición del parque
inmobiliario citado. El segundo eslabón es la función de proporcionalidad que une-
ai volumen del parque inmobiliario y al volumen de la población, siendo esta
función reducible gracias al concepto de parque inmobiliario disponible por
habitante. Por último, el eslabón final es la función que une al parque inmobilia
rio por habitante y a la renta considerados igualmente por habitante. Fsta función
es bastante compleja, como veremos más adelante, y expresa la preferencia social
por la disponibilidad de espacio inmobiliario.
Se puede asi bosquejar un "modelo" de las variables independientes (o explicativas)
de la inversión inmobiliaria. En este modelo las flechas indican el sentido de la
dependencia, mientras que los términos en itálica indican la naturaleza de las
funciones de dependencia.
INVERSION INMOBILIARIA
I crecimiento neto reposición ciclos
PARQUE INMOBILIARIO
crecimiento neto migraciones internas
preferencias sobre la disponibilidad de
espacio inmobiliario
POBLACIÓN RENTA POR HABITANTE
Flg. 9. Estructura del modelo de la inversión inmobiliaria.
El interés de este modelo es triple. Para empezar, permite comprender la estructura
profunda de la relación entre el parque inmobiliario y la sociedad que en €1
evoluciona. Después, este modelo hace posible la descripción retrospectiva de la
evolución de esta relación. Por último, permite elaborar proyecciones en las
condiciones probabilistas habituales del parque inmobiliario en si, y por
derivación, de la inversión inmobiliaria.
Evidentemente, la posibilidad de explotar el modelo propuesto depende de la
existencia de datos a través de un periodo suficientemente largo. Ahora bien, hemos
evocado ya el hecho de que los Estados Unidos y el Canadá son, si no los únicos que
disponen de tales datos, por lo menos, los primeros en haber establecido y después
mejorado las series estadísticas correspondientes. Por ello, el estudio que sigue
se referirá solamente a estos dos países.
El estudio retrospectivo del parque y de la inversión inmobiliaria en América del
Norte, es no sólo uno de los raros casos posibles, sino uno de los más interesan
tes. En efecto, este país pasó en cien años de un nivel apenas diferente del de
nuestros actuales países en vías de industrialización a un nivel que muchos
consideran ya como el de la era "post-industrial". En otros términos, con
diferencias culturales próximas o inmediatas, el estudio retrospectivo americano
representa la evolución del parque inmobiliario coexistente con el desarrollo
industrial en los países de libre empresa que tienen un crecimiento normal
(E.U.) o rápido (Canadá).
41
Un estudio de este tipo abre perspectivas nuevas a nuesl.ro conocínicnto del
proceso histórico de producción del marco inmobiliario, De allí su interés, no
solamente para los países desarrollados, sino también para lo.s eme se hallan en
pleno esfuerzo de industrialización. Estos países podrían obtener «rancies
beneficios de la experiencia de los que han alcanzado, con independenri -i de éxitos
o fracasos, un parque inmobiliario de alto nivel.
En la práctica, nuestro estudio permite bosquejar un esquema du] or001 miento del
parque inmobiliario. Este esquema utilizará el modelo de las etapas iVl creoiii.icn-
to que ha servido ya para caracterizar al desarrollo econórico (f) tanto cono al
desarrollo urbano de tipo industrial (7).
Utilizará, por otra parte, una estructura trisectorial de la producción ¿omi la dr
Colin Clark (8), puesto que los sectores inmobiliarios pueden ser r-^anrimadns
aproximadamente de la misma forma que los sectores de producción econón.ica.
En definitiva, el esquema que tratamos de construir intentará n-spnn'ifi * la
pregunta : ¿ existen en el crecimiento del parque inmobiliario t_>\ cipas caracteriza
das por el desarrollo diferencial relativo de los sectores "iirii.'arjc._, secundario y
terciario" ? o bien ¿ se aplica la ley de los tres sectores de _l_a nú si'a forra al
parque del capital inmobiliario que a la masa de población activa oar.i la t-.uo se
creó inicialmente esta teoría ? (9).
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Aunque en términos de contabilidad nacional se utiliza ].i o.-piiv-u'n "formación bruin del capital inmobiliario" (FBCI) , hemos preferido utilizar cl ti'iiiiiiiu inversión inmobiliaria por claridad de exposición.
2. Todas estas cuestiones son debatidas en los manuales metoilfilógicos de la? cuantas nacionales o en el capitulo "definiciones" que acompaña generalmen te a los boletines estadísticos referentes a la construcción en cada país. Por ejemplo, para los l'stadop Unidos, Departamento de Comercio, Value of New Const vwi ñ'it l'ut in l'/a.; , 10 .Y f.' 111',' , Washington, 1975, pág. 139-141.
3. Naciones Unidas. Recomendaciones internacionales pava la.: ntln.Hal /.in: •/.' lu construcción, Serie M, ne 47.
4. Si se atiende únicamente a la literatura americana, se pueden distinguir tres grandes corrientes. En primer lugar, la de los ciclos de larga duración : P.iggleman (íy.V-t), Newmann (1935), Long (1940), Colean & Newcomb (1952), Blank (1951), Kuznets (1961), Abramovitz (1964) Ver a este respecto llistcrioal Statistics of the Unite.I States, Colonial Times to 1970, Wash. 1975 o R.E. Lipsey, D. Preston, Soui'c- Pool: of Statistics Relating to Construction, N.B.E.R., N.Y., 1966. Fl análisis espectral ha abordado recientemente este tema gracias a Aldeman, Howrey y sobre todo a Cargill, Construction Activity and Secular Change in thr United States, an Applied Economics, 1971, pág. 85-97.
Una segunda corriente ha quedado centrada sobre el tema de la elasticidad de la demanda de vivienda y los ciclos de corta duración. Ver los autores de Study of Mortgage Credit (1958) asi como a Grebler (1959), Guttentag (1961), L.B. Smith (1972) y otros. Figura una síntesis de esta corriente en A. d'Amours y L. Nadeau, L'êronomi.e de l'habitation : une revue de la littérature, en L'actualité économique, abril-junio 1974.
Por ultimo, la tercera se ha ocupado del parque de capital inmobiliario. Greblez, Blank & Winnick (1956), Firestone (1951, Canadá), Hood & Scott (1957, Canadá), Kuznets (1961), etc. Has tarde estos estudios han sido perfeccionados : J.C. Musgrave, Fixed Non-residential Business and Residential Capital in the United States, 1925-1975, B.E.A., Wash., 1975. P. Koumanakos, Alternative Estimates of Non-residential Capital in Canada, Statistics Canada, Ottawa, 1975.
5. Se han utilizado diversos instrumentos para estudiar estos problemas. C.W.J. Granger, Analyse spectrale des séries temporell-es en économie, Dunod, Paris, 1969; G.E.P. Box, G.N. Jenkins, Time Series Analysis, Forecasting and Conti-ol, Holden Day, 1970. Para
42
una visión general sobre el problema de los ciclos económicos, ver a A. Hansen, Bn8-L}<e38 Cyalee and National Income, Norton N.Y., 1964.
6. Para la teoría correspondiente ver los trabajos clásicos de Kuznets y sobre todo los de w.w. Rostov, La economía del despegue hacia et crecimiento autosoateniao, Alianza Editorial, Madrid, 1967.
7. Ver particularmente W.R. Thompson, Un prefacio a la economía urbana, Gustavo Gili, Barcelona, 1971; J. Gibbs, The Evolution of Population Concentration en Economic Gcogvaphy, 1963 y también K.E. Boulding, The Death of the City,en O. Handlin, J. Bur chard, Tlie Historical and the City, H.I.T. Press, 1963.
8. C Clark, Las condiciones del progreso económico, Alianza Editorial, Madrid, 1967.
9. J. Fourastié, La gran esperanza del siglo XX, Luis Miracle, Barcelona, 1956.
43
CAPITULO 5
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL
PAPOUF INMCBILIAPIO
PREÁMBULO METODOLÓGICO
Y.f.ct* un siqlo los Estados Unidos contaban con 45 millones de habitantes y se
lenefi ciaban entonces de un parque innobiliario evaluado en 30 000 irillones de
dólares de la época. Koy, cuentan con 215 rilíones de habitantes y con un parque
.inmobiliario evaluado en J billones de dólares de hoy i Es evidente que por muy
inpresionaiites que sean estas informaciones son difícilmente comprensibles hasta
n<> conocer lo que verdaderamente representar, nientras permanezcan imponderadas y
heterogéneas.
l's preciso, pues, en prirrer luqar, definir los conceptos a evaluar. Después hay
qui- jjondtü ar ol instrumento de medida cconór i c.i que es la moneda, la cual se
tisera ja a una roela graduada que cambia de lainaí'O real todos los días. . . For
fil timo, es necesario representar de la manera ras homogénea posible, los fenómenos
.i.sT r.fididos.
i-'t- cuanto concierne a los teras a evaluar, hay que definir primero la población y
después el parque inmobiliario. Fn cuanto a la población, no hay problemas en
perioral : la mayoría de los países industrializados disponen de buenos censos que
proporcionan desde hace por lo menos un si alo su evolución demográfica.
DKMNICIOrJ DLL PARQUE INMOBILIARIO
No ocurre lo mismo en el caso del parque inmobiliario. Fn efecto, ¿ cómo puede
definirse éste ? Invidentemente de muchas formas, segur la finalidad perseguida. Un
historiador o un conservador utilizarán criterios de edad, de estilo, e t c . . Un
perito en producción de energía escogerá el volumen construido y su grado de
dispersión. Un sociólogo contará el número de viviendas y sus dotaciones en
función de sus ocupantes, y asi sucesivamente... Fara el presente estudio, conviere
utilizar el valor físico medido por el valor de reposición, tal como se utiliza en
las cuentas nacionales... y por las compañías de seguros.
Más exactamente, es preciso utilizar el concepto de "reserva bruta de capital inmobiliario conservado normalmente". En efecto, la reserva neta se caracteriza por el hecho de que tiene en cuenta la depreciación, ya sea por envejecimiento, ya sea por obsolescencia, mientras que la reserva bruta no la considera. La reserva neta sirve por tanto para medir la "productividad" del capital inmobiliario, mientras que la reserva bruta mide el valor físico o de reposición en relación con la vida útil de los inmuebles conservados normalmente.
¿ Cómo efectuar la evaluación del parque inmobiliario, termino con el que designamos a la reserva bruta inmobiliaria ? Un primer método consistiría en medir directamente los espacios existentes y establecer su valor de reposición, procediento*a realizar estimaciones de coste de construcción, como si se tratara de proyectos a realizar. Es evidente que, por preciso que sea este método, es demasiado pesado en su aplicación. Por ello, han hecho su aparición desde hace un cuarto de siglo otros métodos, más aleatorios puede ser, pero también más manejables. Se trata de métodos contables y en particular del que se denomina del inventario perpetuo (1).
El método del inventario perpetuo consiste en calcular la reserva de un año t a partir de la reserva del año precedente t-1, añadiendo y eliminando respectivamente lo que ha sido construido y lo que ha desaparecido en dicho año t. Se basa en el hecho de que el parque inmobiliario no es otra cosa que el conjunto de las construcciones inmobiliarias no desaparecidas.
47
flujo en el año tj •
reserva en el año t
El método plantea, sin embargo, algunos problemas. En principio, es preciso disponer de una medición directa en un año inicial "cero". Después hay que disponer de estadísticas sobre la inversión inmobiliaria entre 0 y t. Por último, se necesita igualmente disponer de estadísticas sobre las desapariciones.
reserva en el año ti Para la estimación de estos datos en un año
inicial, datos que, naturalmente, jamás se hallan disponibles, existe una ficción contable que permite salvar esta dificultad. En efecto, si se estima que como media, tal tipo de edificación subsiste durante 30 años, basta acumular
] las inversiones correspondientes al sector considerado durante los 30 años que preceden a aquél que se quiere designar como inicial. Este método se justifica por la hipótesis misma
de que la primera desaparición, o sea la que corresponde a la inversión de t = -30, tendrá lugar únicamente en el año t = -30 + 30 + 1 = 1, o sea, en el año que sigue al año "cero" considerado como inicial.
1
edificios .retirados en el año
Se puede abordar ya la cuestión de las cifras sobre las inversiones inmobiliarias. Loque acaba de ser expuesto sobre el año "cero" demuestra que, para aplicar el método considerando como año inicial el 1875, se necesita disponer de series que se remonten mucho más lejos. Ahora bien, en el estado actual de la investigación estadística retrospectiva, solamente los Estados Unidos disponen de un material de tal extensión.
Las series estadísticas americanas sobre la inversión inmobiliaria han sido objeto de numerosas revisiones. Recientemente, el B.E.R. (Bureau of Economic Research) del Department of Commerce ha realizado todavía, bajo la dirección de J.C. Musgrave, el estudio citado en la nota (2). Sin embargo, este estudio no alcanza a los sectores inmobiliarios realizados por las diferentes dependencias del Gobierno. En fin, aunque las reservas brutas inmobiliarias hayan sido calculadas, considera como fecha inicial a 1925, lo que es una fecha muy tardía para nuestro propósito.
Por tanto, hemos debido revisar y completar el conjunto de datos estadísticos con ayuda de fuentes apropiadas y según hipótesis subsidiarias justificadas en una reciente publicación (3).
Un trabajo análogo ha sido efectuado bajo nuestra dirección para el Canadá, a partir de un estudio de Statistique Canada (4). Nos hemos limitado en este caso al estudio de los sectores no residenciales (5). Al igual que para los Estados Unidos, los resultados obtenidos exigen una presentación demasiado voluminosa para ser unidos al presente informe. Se hallan suficientemente disponibles en el marco de las publicaciones citadas en (3) y (5). No obstante, estas series quedan representadas en las figuras 28 a 34 del capitulo 7.
Falta abordar, por último, el problema de las desapariciones. Las causas de estas son múltiples : demoliciones, siniestros, abandonos por deterioro, etc.. Las medidas estadísticas demuestran que las desapariciones se efectúan como promedio después de L años de vida útil de los edificios. Únicamente, ocurre que no se producen todas en el mismo momento. En realidad, pocos inmuebles desaparecen al comienzo de su existencia y más a medida en que se aproxima el
Al final, al no quedar más que pocos inmuebles en pié, la tasa de desaparición se hasta confundirse con 0 después de 2L. En resumen, la curva que define la historia reserva inmobiliaria RI creada en un año tQ es la que aparece en la figura anexa.
0 4J
a
flu
jo
' 0 1^ L 2L ->
año L. reduce de una
Esta curva ha sido definida por Winfrey en los Estados Unidos (6). Como por otra parte, se dispone tanto en los Estados Unidos (2), como en el Canadá (4) de los períodos medios de vida útil según los tipos de edificios, se cuenta con todos los elementos necesarios para el cálculo de la reserva bruta o parque inmobiliario en estos países.
LOS INDICES DE PRECIOS
Hemos indicado al comienzo del capitulo, que es necesario tener en cuenta las
variaciones monetarias. Un dfilar de 1875 no tiene nada que ver con un dólar de
1975... Esta dificultad es, naturalmente, superable gracias a la utilización de
coeficientes correctores de la inflación que no son otra cosa que los índices de
48
precios divididos por 100 y referidos al año de partida. Hemos utilizado, pues,
las misir as series de precios que los estudios mencionados en (2) y en (4), es
decir, coeficientes con base 1 en 1958 para los Estados Unidos y en 1961 para el
Canadá.
PARQUE INMOBILIARIO POR HABITANTE
Falta la presentación de los resultados. EstS claro que el mejor concepto que
representa el nivel del parque inmobiliario en relación con la población es
precisamente el de parque inmobiliario por habitante. Más exactamente hemos
utilizado el concepto de valor en moneda constante, es decir, de volumen económico
del parque inmobiliario disponible por habitante según los sectores (7).
Los datos sobre la población figuran en los cuadros A6 y A7 del anexo estadístico,
mientras que los cuadros A8 y A9 del mismo anexo proporcionan los resultados del
parque inmobiliario. Las figuras 10 a 12 que siguen representan estos resultados
de conjunto agrupados en sectores residencial (Estados Unidos solamente) y no
residencial.
49
US RESIDENTIAL 1-FRH1 2-1-4 IMIT8 3-5* UNITS 4WUBLIC HOUSIW 6-HOBIL HONES B-NON HOUSE-KEEPIND
1*5 in
Fig. 10. Volumen del parque inmobiliario residencial disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dolares 1958.
US NON RESIDENTIAL l^flGRICULTUML 2-IND. RND COmi. 3-SERVICES
^
B-^-^^J^
I8IE >KS IMS lut 19II I9S 1936 IMS MES I9E5
3
2
,1 1175
Fig. 11. Volumen del parque inmobiliario no residencial disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En afilares 1958.
CANADA NON RESIDENTIAL 1-flGRlCULTURffl.
2-iND. w o conn 3«SERVICES
19» IS3S 1915 1975
Fig. 12. Volumen del parque inmobiliario no residencial disponible por habitante. Canadá, 1875-1975. En afilares 1961.
50
EL SECTOR RESIDENCIAL EN LOS ESTADOS UNIDOS
Se obtienen numerosas conclusiones de las figuras precedentes. En primer lugar, en los Estados Unidos, el parque residencial representaba, hace un siglo, cerca de los cinco sextos de todo el parque inirobiliarlo. Hoy no representa más que los dos tercios. Se puede decir que el proceso de industrialización de un país pasa por un desarrollo diferencial mas rápido que el del parque inmobiliario no residencial, el cual puede ser considerado, en mayor parte, como capital productivo.
Por otra parte, se puede constatar la preponderancia del parque residencial unifamiliar en la forma de vida americana, preponderancia amenazada apenas por el desarrollo de la vivienda colectiva de mas de cinco viviendas, a partir de la última guerra. Consiste este fenóir.eno en una situación típicamente americana, de la que se buscarla en vano un equivalente en otros países industrializados, y que contradice, sin duda, la imagen de rascacielos que mucha gente tienen del urbanismo americano.
Por último, contendría eliminar del parque residencial las residencias secundarias. Desgraciadamente las cifras de que se dispone son parciales (8). No obstante, indican en primer lugar que el porcentaje de residencias secundarias entre el total de las viviendas ha pasado del 2,85% en 1967 al ¿,55% en 1970, y después ha disminuido al ¿,18% en 1975. Por otro lado, el valor medio de las residencias secundarias, (comprendido el valor del terreno) habría sido en 1967 aproximadamente la mitad del de todas las residencias. En definitiva, convendría lógicamente disminuir la reserva aproximadamente en el 1,50% en 1965, el 2,30% en 1970 y el 2,10% en 1975, interpolando para los años intermedios y después colocar la diferencia en un lugar separado en otra parte, roas cerca de los edificios de esparcimiento.
EL PARQUE INMOBILIARIO NO RESIDENCIAL
Y LA TEORÍA DE LOS TRES SECTORES
Entremos ahora a estudiar el parque no residencial. Los resultados que preceden
deben ser subagrupados de manera que permitan responder a la pregunta enunciada
al final del capitulo precedente referente a la aplicabilidad de la ley de los
tres sectores a la evolución del parque inmobiliario. Conviene en todo caso
recordar brevemente los fundamentos de esta ley.
La teorCa de los tres sectores agrupa las ramas de la actividad económica según la contabilidad nacional, en sector primario, (agricultura, bosques, pesca) sector secundario (manufacturas) y sector terciario, que comprende todo el resto... (comercio, transportes, finanzas, servicios personales e institucionales, como sanidad, educación, etc.. . , servicios para la empresa, administración publica).
Apoyándose en observaciones históricas realizadas según esta clasificación, la ley de los tres sectores enuncia que en el momento en que un país se desarrolla económicamente, se produce una transformación de la estructura de la producción que lleva consigo :
- un trasvase relativo de población activa del sector primario hacia el sector secundario durante la fase denominada de despegue.
- un trasvase relativo de población activa del sector secundario hacia el sector terciario durante la fase de madurez.
- una estabilización relativa de la estructura de la población activa durante la fase denominada de consumo de masa.
Aún con numerosas variantes, la ley de los tres sectores describe uno de los fenómenos más incontestables que acompañan al desarrollo económico. A este respecto, esta ley ha
51
sido objeto de múltiples estudios pero ha sido aplicada sobre todo hasta aquí al caso particular de la mano de obra (9).
lOOZ-r mano de obra
5<tt-
sociedad de ibundancia
periodo pre-ind y«- crecimiento industrial ¡jeríodo post-ind.
Sin embargo, el fenómeno fundamental que aparece en el comienzo de la evolución
descrita por la ley de los tres sectores es la transformación relativa de la
producción de bienes y de servicios a lo largo del desarrollo económico.
Ahora bien, esta producción de bienes y de servicios, resulta de la acción del
conjunto de los factores de producción, factores que no se limitan solamente a la
mano de obra o población activa sino que comprenden también el capital, es decir,
las máquinas y los utensilios, las obras de ingeniería civil y los edificios. En
consecuencia ¿ no serla posible verificar la ley de los tres sectores para el
capital, y para el capital inmobiliario en particular, COITO se ha hecho para la
población activa ?
Para responder a esta cuestión hemos efectuado un reagrupaniento del parnue
inmobiliario no residencial en tres sectores : ag/iicola, ¿nduitnial y coiven.cA.at
y de ¿e.iv¿c¿o¿.
Ahora bien, como puede verse, y iruy aproximadamente, esta clasificación, no es
exactamente la misma que la de Colin Clark.
Las razones de ello son puramente metodológicas. En efecto, la mano de obra está clasificada al mismo tiempo en categorías profesionales (por ejemplo, agricultores, "administrativos", operarios, etc...) y por ramas de actividad económica (agricultura, industria, transportes, e t c . ) . Por tanto, es posible diferenciar la mano de obra según el tipo de empresa y distinguir, por ejemplo, los mecánicos que trabajan en "Dow Chemical" de los químicos que lo hacen en "General Motors"—
Por el contrario, la clasificación funcional existe solamente para los sectores inmobiliarios. Determinados sectores no plantean problemas, como por ejemplo las fábricas, las granjas o las universidades, que quedan claramente clasificadas en los sectores primario, secundario y terciario respectivamente.
Por el contrario, otros sectores, como ocurre con las oficinas, presentan una cierta ambigüedad. En efecto, hay oficinas ocupadas por sociedades industriales, otras por sociedades comerciales, y otras, por ultimo, por sociedades prestatarias de servicios, sin que sea posible diferenciar estos tipos diferentes de actividad.
En definitiva, y teniendo en cuenta problemas de desigual recorte entre Estados Unidos y el Canadá, la reagrupación que hemos adoptado para los sectores inmobiliarios es la siguiente :
AGRÍCOLA NO RESIDENCIAL
- granjas
INDUSTRIAL Y COMERCIAL
- fábricas
52
- comercios, hoteles, restaurantes - oficinas privadas, almacenes - otros edificios industriales y comerciales
SERVICIOS
- iglesias - hospitales y otras instituciones - escuelas y universidades - esparcimiento - recreo - oficinas de la administración pública - otros edificios (10).
Las figuras 13 S 18 que siguen muestran los resultados de la reagrupacifin en
cuanto al volumen del parque inmobiliario disponible por habitante en afilares 1958
(Estados Unidos) y 1961 (Canadá).
53
US RGRICULTURE
Hit I9SS 1MB M S
Fig. 13. Volumen del parque Inmobiliario agrícola no residencial disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958.
US IND. AND C0MM l-PRIVRTE IWUSTRIRL 2-PUBLIC INDUSTRIAL 3-PRIYRTE STORES ANO HOTELS 4.PRIVHTE OFFICES BNO HHSO.
iu MU iias iw
Fig. 14. Volumen del parque inmobiliario industrial y comercial disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958.
US SERVICES I-RELIGION Z-HEPLTH 3-PUBL1C OFFICES 4-EOUCBTION B-RECREHTION 6-HJSCELLfWEOUB
Fig. 15. Volumen del parque inmobiliario de Férvidos disponible por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958.
54
CRNFIDR AGRICULTURE
—i— I M S
—t 187» IBB 1BBS 19» IOS L9SS U K
Fig. lb. Volumen del parque inmobiliario agrícola no residencial disponible por habitante. Canadá, 1875-1975. En adiares 1961.
CRNRDfl IND. RND COMM l-FACTORIES 2-PRIVRTE OFFICES RND MHS. 3«ST0RES .HOTELS RND RESr. 4-OTHER IND. RND COMM. BLDOS
—i 1 1 1 1045 1355 IMS 197» ISIÍ 192S
Fig. 17. Volumen del parque inmobiliario industrial y comercial disponible por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961.
•00
CflNRDR SERVICES I-RELIGION 2-EDUCRTION 3-HEH.TH
6-niECELLf)NE0US
IBM IS6S 1015 IOS 1095 1045 19S5 1965 10»
Fig. 18. Volumen del parque inmobiliario de servicios disponible por habitante. Canadá, 1875-1975. En afilares 1961.
55
Hemos calculado después la evolución relativa de los sectores enunciados del
parque Inmobiliario para los Estados Unidos y para el CanadS. Fsta cálculo ha
consistido evidentemente en dividir para cada aro el valor de cada uno de los tres
sectores por el valor de su conjunto.
1875 1885 1895 1905 1915 1925 1935 1945 1955 1965 1975
Flg. 19. Evolución relativa de los sectores del parque inmobiliario. Estados Unidos, 1875-1975.
industrial y comercial
1875 1885 1895 1905 1915 1925 1935 1945 1955 1965 1975
Fig. 20. Evolución relativa de los sectores del parque inmobiliario. Canadá, 1875-1975.
Evidentemente estas figuras demuestran que la ley de los tres sectores se aplica
tanto a la evolución del parque inmobiliario como a la evolución de la población
activa. En otros términos :
en el comienzo del periodo de crecimiento industrial, hay una preponderancia del
parque inmobiliario agrícola.
durante la fase de madurez, la parte del parque inmobiliario industrial y
comercial crece mientras que la del parque agrícola disminuye.
en el umbral de la fase de consumo de masa, la parte del parque inmobiliario
industrial y comercial se estabiliza en un nivel del 50 al 60% del total. La
56
proporción del parque agrícola disminuye rápidamente mientras que la del parque
inmobiliario de servicios acelera su crecimiento.
- en la fase de consumo de masa, el sector agrícola se estabiliza alrededor del 5
o del 6%. Durante este tiempo, el sector industrial y comercial, comienza a
descender y es alcanzado, e incluso sobrepasado, por el sector de servicios.
¿ Cual sera la evolución futura en los países que, como los Estados Unidos y el
Canadá, están en el umbral del periodo post-industrial ? Es muy difícil responder
a esta pregunta. Sin embargo; el paralelismo observado entre 1960 y 1975 en los
Estados Unidos entre el crecimiento del parque industrial y comercial por una
parte y el aumento del parque de servicios por otra, nos permiten pensar en una
estabilización de estos sectores. En otras palabras, estimamos probable que la
suma de estos dos sectores oscile durante una o dos décadas todavía entre el 45 y
el 50% del parque inmobiliario no residencial total.
CONCLUSION
Si se contemplan'ahora las figuras 10, 11 y 12, se puede observar que el nivel del
parque inmobiliario por habitante no ha cesado de incrementarse en el conjunto,
excepto durante el periodo de la Gran Crisis de los anos 30. Ahora bien, durante
los 100 años observados, los ingresos reales por habitante han sufrido también una
evolución análoga. Como se sabe, por otra parte, que el parque inmobiliario estS
constituido por la capitalización de una parte de los recursos representados por
los ingresos, hay que preguntarse si el aumento de los ingresos reales por
habitante explica el aumento del parque inmobiliario disponible por habitante. Y
si esto es asi, ¿ cuál es la función que enlaza precisamente el parque inmobilia
rio con los ingresos ? El capitulo siguiente tratará de aportar una respuesta a
este tipo de preguntas.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. R.w. Goldsmith, A Perpetual Inventory of National Wealth, N.B.E.R., N.Y., 1951.
2. J.C. Husgrave, Fixed Non-residential Business and Residential Capital in the united States, 1925-1975, B.E.A., wash., 1975.
3. R. Verges-Escuin, Historical Evolution of U.S. Building Capital Stock vs. Income, 1875-1975, University of Montreal, 1977.
4. P. Koumanakos, Alternative Estimates of Non-residential Capital in Canada, Statistics Canada, Ottawa, 1975.
5. R. Vergès-Escuin, Evolution historique du stock de capital immobilier non résidentiel par rapport au revenu au Canada, 1875-1975, Université de Montréal, 1977.
6. S.R. Winfrey, Statistical Analysis of Industrial "Property Retirement, I.E.E.S., bol. 125, pág. 104 y siguientes. Una simulación polinomial de esta curva ha sido construida por E. Schiff, Gross Stock Estimated from Past Installations, en Review of Economics and Statistics, XL, Mayo 1958, pág. 176.
7. Este concepto se utiliza generalmente. Ver por ejemplo D. Achour, Méthodes d'évaluation du stock immobilier dans les séries temporelles, en L'actualité économique, Enero-Marzo 1972, pág. 703-717. No obstante, este concepto no pone de manifiesto los problemas migratorios. En efecto, consideremos una población de volumen determinado que va a instalarse en otro lugar en el mismo país. EstS claro que la reserva inmobiliaria, tal como ha sido calculada por este método, corre el riesgo de encontrarse duplicada después de haberse construido en el nuevo lugar el equivalente de lo que fue abandonado en el antiguo. Entonces, el nivel del parque inmobiliario por habitante puede ser sobrevalorado en relación con la realidad vivida por el habitante en cuestión. Con toda seguridad este género de situaciones queda hasta aquf como marginal. Sin embargo, con el fenómeno de la desconcentración urbana se corre el
57
peligro de no abordar este problema. Será necesario entonces tener en cuenta la población bruta desplazada y no, como hasta ahora, la población neta.
8. U.S. Census of Housing, 1970 vol. I, Bousing Characteristics for States Cities and Countriest U.S. Bureau of the Census, Annual Housing Survey, Part C, Financial Characteristics of the Housing Inventory.
9. Para la teoría de los tres sectores, ver C. Clark, Las condiciones del progreso económico, Alianza Editorial, Madrid, 1967. La aplicación al trasvase de mano de obra, con todas sus implicaciones sobre el plano de la productividad, ha sido hecha por J. Fourastié, La gran esperanza del siglo XX, Luis Miracle, Barcelona, 1956. Una aplicación critica de la ley de los tres sectores al crecimiento urbano, figura en M.A. Prost, La hiérarchie des villes, Gauthier-Villars, Paris, 1965, pág. 42-4?.
10. Este sector residual tiene contenidos un poco diferentes según que se trate de Estados Unidos o del Canadá, por la razón de que, en este último país, agrupa un conjunto de sub-sectores, que forman parte de otros sectores en los Estados Unidos, o bien, que caen bajo el ámbito de la ley sobre la confidencialidad de las informaciones estadísticas.
58
CAPITULO 6
PARQUE INMOBILIARIO Y
NIVEL DE LA RENTA
RENTA NACIONAL Y PARQUE INMOBILIARIO
Es evidente que el nivel de la renta nacional incide sobre el nivel del parque
inmobiliario. Fn un país poco desarrollado la debilidad de la renta se traducirá
siempre en un parque inmobiliario insuficiente y de poca calidad. Por el contrario,
un pals rico gozará de un volumen y de una calidad de los edificios muy envidia
bles. En efecto, ya se ha señalado, en primer lugar, que el parque inmobiliario
está constituido por la acumulación, ano tras año, de las inversiones inmobilia
rias, y en segundo lugar, que las cantidades necesarias para estas inversiones se
obtienen de la renta del pals. Por consiguiente, el nivel de las inversiones se
deriva del nivel de la renta, y el nivel del parque inmobiliario se deriva del
nivel de las inversiones.
No es extraño pues, que al periodo de gran crecimiento de la renta nacional por
habitante que ha conocido América del Norte desde hace un siglo, haya correspondi
do un periodo de gran crecimiento del parque inmobiliario disponible por habitante.
Sin embargo, la formación del parque inmobiliario se ha hecho en un principio,
tanto en los Estados Unidos y en el Canadá como en otros países, en condiciones
dramáticas. En efecto, cuando un país comienza su proceso de desarrollo, dispone
por definición, de una renta nacional débil. Ahora bien, de esta renta, apenas
suficiente para asegurar la simple supervivencia, hay que detraer los capitales
necesarios para la industrialización. En efecto, esta capitalización, que adauiere
la forma de una reserva de construcciones, y también de máquinas, de equipamientos
y de infraestructuras, permite el incremento de la producción, y por consiguiente,
de la renta nacional.
Se comprenden pues las difíciles decisiones que tuvieron que adoptarse en su día
en los países hoy industrializados. Se comprenden aún mejor las dificultades de
muchos países que se esfuerzan también en acceder a un cierto nivel de industria
lización y que ven desembocar todos sus esfuerzos de capitalización en aumentos de
la producción neutralizados inmediatamente por el aumento demográfico o por la
evasión de los beneficios.
De cualquier forma, el parque inmobiliario constituye una parte muy importante del
capital de un país. Sin embargo, su constitución no se produce en forma automática
á partir de una determinada elevación del nivel de la renta. Fl capital inmobilia
rio se crea a través de cierta propensión o preferencia que moviliza efectivamente
una parte más o menos importante de la renta hacia la inversión en cuestión. Ahora
bien, esta preferencia varia no sólo de un sector inmobiliario a otro, sino también
según el nivel alcanzado por la renta en si. En otros términos, el valor del parque
inmobiliario disponible, ya sea en conjunto o sectorialmente, no es automáticamente
proporcional al nivel de la renta. Este capitulo se propone abordar esta variación,
o si se prefiere, la evolución de la preferencia para la disponibilidad del marco
construido.
Para ésto recordaremos que el capitulo anterior mostraba, para América del Norte,
series cronológicas por habitante y en moneda constante, del parque inmobiliario
61
según los distintos sectores. El análisis que aquí se propone consiste en estudiar
la evolución de esta misir.a variable, pero ahora, en rplación con la renta nacional
por habitante.
En su presentación, el análisis en cuestión se aproxima al de la Ley de Engel (1). Sin embargo difiere de aquél en que las dos variables se consideran independientemente; y en la Ley de Engel, las variables dependientes, a saber, los sectores de consumo, representan el uso que se hace de la variable independiente, en este, caso, la renta disponible.
Aunque muy sencilla en su principio, esta parte del estudio presenta dificultades importantes. La primera no procede de los datos - por una vez no es el caso - ya que las series históricas de la renta nacional existen tanto en los Estados Unidos como en el Canadá y están reproducidas en los cuadros A10 y All del anexo estadístico.
Dicha dificultad es más bien conceptual. Proviene del hecho de que se quiere comparar una reserva (el parque inmobiliario) con un flujo (la renta). El problema es saber cuál de las dos variables depende de la otra : ¿ Es el crecimiento de la renta el que permite la creación del parque por medio de la inversión inmobiliaria, o es más bien la existencia de este parque el que, conjuntamente con otras formas del capital y otros factores de producción permite el crecimiento de la renta ? Podemos siempre referirnos, para contestar a esta pregunta, a las grandes teorías del crecimiento económico (2).
De hecho esta dificultad no ha impedido hacer comparaciones de esta índole, por ejemplo, a propósito de las célebres "ratios" capital-producción evocados por Kuznets. Sin embargo, no utilizaremos aquí, ni la renta como factor de capitalización, ni el capital inmobiliario como factor, entre otros, de la producción, y en consecuencia de la renta (3). Utilizaremos éstos, y sobre todo la renta por habitante, únicamente como indicador del nivel alcanzado por un país dentro de su crecimiento económico. Desde este momento, adoptaremos en el análisis de la relación capital inmobiliario-renta nacional, un criterio de concomitancia y no de causalidad.
Una vez salvada la primera dificultad, debemos abordar una segunda referente al método de lectura del análisis en cuestión. En efecto, un observador no advertido podría considerar como "desviación estadística" lo que proviene, en realidad, de la propia naturaleza de las variables consideradas.
Tomemos un ejemplo. Si se compara la renta con las inversiones, se puede observar cierta relación lineal entre las observaciones periódicas, asi como en el gráfico marginal. Si la renta disminuye o aumenta, las inversiones tienden igualmente a disminuir o a aumentar, evidentemente, con un cierto "tiempo de respuesta" lo que da a la "nube de puntos" una configuración típica en forma de lazada aplastada.
inversion •
/ y
renta
reserva
" 5 ^ /
. ' •
renta
Pero si se compara la renta con las reservas se obtiene una configuración totalmente distinta. En efecto, cuando la renta empieza a disminuir, el "tiempo de respuesta" hace que las inversiones sigan aumentando algo; y por consiguiente la reserva aumenta también. Pero si la renta sigue disminiyendo, entonces las inversiones se reducen hasta el punto de que la reserva no puede mantener el nivel ya alcanzado. Esto produce una configuración en lazada horizontal característica de las crisis tales como la de los alios 30, ó en menor grado, de la que está empezando en estos años.. .
Las figuras 21 a 27 que a continuación ofrecernos nos muestran, siempre para América del Norte y dentro de los grupos Ktildznclal, agfitcota, ¿ndu.itKA.at y comzKcJLat y de ie.KvA.cioi, la evolución del parque inmobiliario disponible por habitante en relación con la renta nacional, igualmente por habitante, todo ello en moneda constante. Los datos sobre la renta figuran en los cuadros A10 y All del anexo estadístico.
62
US RESIDENTIAL 1-FflRM 2-1-4 UNITS 3-54 UNITS 4-PUBLIC HOUSIND G-HOBIL HOMES 6-NON HOUSE-KEEPING
IBta in 1MCOK PER nr-OSB)
Fig. 21. Volumen del parque residencial disponible por habitante en relación con la renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En afilares 1958.
63
US AGRICULTURE
• H» JBB IB» 2090 IB» 3000 INCOME PER m p . 1*58)
Fig. 22. Volumen del parque inmobiliario agrícola no residencial disponible por habitante, en relación con la renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En afilares 1958.
US IND. AND C0MM. 1»FRIVATE INDUSTRIAL Z-PUBL1C INDUSTRIAL W R I V M E STORES RND HOTELS 4-PRIVflTE OFFICES RND HHSO.
"ST -v-I00B INCOME PER CnP.{*58)
Fig. 23. Volumen del parque inmobiliario industrial y comercial disponible por habitante en relación con la renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En dolares 1958.
US SERVICES t-RELIGION 2-HEflLTH 3«PU8LIC OFFICES 4-EDUCflTION 6-RECREHT10N 6-HISCELLRNEOUS
INCOME PER CHP.lt.58)
Fig. 24. volumen del parque inmobiliario de servicios disponible por habitante en relación con la renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1975. En afilares 1958.
64
NO CRNRDn AGRICULTURE
INCOHt PER CflP.(«61)
Fig. 25. Volumen del parque inmobiliario agrícola no residencial disponible por habitante en relación con la renta por habitante. Canadá, 1875-1375. En dólares 1961.
CRNRDFI IND- RND COMM-l«FACTORIES 2«flUVHTE OFFICES RND MH6-3-STDRE5.HOTELS RfO REST. 4>0THER INO. R M CONI. BLDBS
«COME PER CBP-USl) ïfc 3»
Fig. 26. Volumen del parque inmobiliario industrial y comercial disponible por habitante en relación con la renta por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961.
«M
CRNRDR SERVICES 1«RELIDI0N Z-EDUCflTION 3-HEHLTH «•RECREATION B-PUBLIC B-niECELLnNEOUB
MCOHE PER CRP.(t81)
Fig. 27. Volumen del parque inmobiliario de servicios disponible por habitante en relación con la renta por habitante. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961.
55
PARQUE INMOBILIARIO DISPONIBLE POR HABITANTE Y RENTA POR HABITANTE
Las figuras anteriores nos ofrecen una gran enseñanza. Se observará de entrada que
la crisis de los años 30 ha detenido prácticamente el aumento de todos los sectores
del parque inmobiliario hasta el final de la guerra. Únicamente el parque
industrial ha conocido un impulso notable, y esto fue debido a que se beneficia,
desde 1940, del esfuerzo de la producción de armamento.
Se observará también que la depresión de 1930 fué precedida de otra crisis en los años 20. Esta crisis fué en el Canadá casi tan violenta como la más célebre de los años 30. En efecto, las inversiones inmobiliarias hablan disminuido allí considerablemente, con excepción, precisamente, de las industriales... y las de construcción de iglesias !
Estas observaciones preliminares nos conducen a abrir un paréntesis sobre el problema general de los ciclos del crecimiento económico. Suscribimos de buen grado la vieja tesis de Schumpeter (4) según la cual el crecimiento económico no se produce de forma continuada sino según ciclos llamados de Kondratieff, de unos 40 a 60 años de duración. Hay que insistir en que se trata en este caso de ciclos más cortos, mencionados en el capitulo 4, aunque los ciclos Kuznets de 18 á 20 años entran más bien en la categoría de los ciclos de crecimiento que en la de los ciclos de los negocios. De todos modos ¿ cuál es la causa de los grandes ciclos del crecimiento ?
Para Schumpeter, el crecimiento en s£ se produce de forma preponderante por la innovación tecnológica (tesis ampliamente compartida por Kuznets, Denison, Fourastié y otros muchos economistas...).
Ahora bien, las innovaciones no surgen con fluidez, sino "en racimos" y tanto más en virtud de que pueden producirse retrasos importantes entre las ideaciones y sus realizaciones. Las grandes fases del crecimiento se deberían pues, en gran parte, a la aparición de generaciones sucesivas de innovaciones. De forma reciproca, las grandes crisis procederían del limite del potencial productivo de las generaciones de innovaciones. >.
De esta forma, "grosso-modo", las innovaciones en las actividades agrícolas y de extracción habrían producido el crecimiento que permitió en los Estados Unidos "el arranque" antes de la Guerra de Secesión. Después, la racionalización y la mecanización industriales tuvieron como efecto la gran fase de crecimiento, que tuvo lugar precisamente entre 1880 y 1930. Por último, los progresos de la sistematización y de la automatización en todos los campos han sido origen del crecimiento de la post-guerra. Entre estas fases de crecimiento, las grandes crisis habrían puntualizado el limite de las generaciones tecnológicas precedentes al suscitar, como resultado de las exigencias de la guerra, las generaciones tecnológicas siguientes... (5).
Para Hansen - partiendo de un punto de vista complementario específicamente capitalista -los ciclos del crecimiento se deben a la sucesión de periodos de acumulación de reservas de capital y de periodos de explotación de dichas reservas (6). La experiencia vivida a través de ciertos juegos de simulación urbana como CLUG, ilustra maravillosamente este mecanismo (7). En una primera etapa los inversionistas ingresan, y acumulan los recursos; en una segunda etapa se construye con ayuda de estos recursos, en una tercera etapa se obtienen ingresos que se acumulan a su vez; en una cuarta etapa, se construye de nuevo, y asi se continúa según un ritmo cíclico espontáneo aceptablemente regular.
Pero tenemos que volver al objetivo del capitulo, que es él de comparar el creci
miento del parque inmobiliario en relación con el de la renta, y con más precisión,
poner en evidencia la evolución de la preferencia por la disponibilidad del marco
inmobiliario a lo largo del crecimiento.
Formulemos ahora la hipótesis de que dicha preferencia haya sido siempre constante.
En este caso, el parque inmobiliario habría aumentado siempre en proporción con el
nivel de la renta (excepto, claro está, durante los periodos de crisis, como se ha
señalado anteriormente.
Por consiguiente, según esta hipótesis, el parque inmobiliario por habitante habría
66
aumentado según una recta que pasa por el origen y que se interrumpe precisamente
por "lazadas horizontales" correspondientes a los periodos de crisis.
/fi Ahora bien, ésto no es exactamente lo que se observa. En
parque . efecto, el análisis de los distintos sectores del parque • • ••• a* '••••av* inmobiliario muestra tres categorías de variación
.•••.. .•*' sintetizadas de la manera siguiente. Primero, el •• ...¿*
.•*' aspecto general de las curvas varia considerablemente de
i"p:" un sector a otro. Segundo, en cada sector la pendiente
•'* general, o si se prefiere la "tangente" de la' curva,
> varia mucho de una fase a otra. Tercero, en el interior de cada fase, se aprecian variaciones notorias de la curva en forma de sinusoides
de período más o menos variable.
EstS claro que las preferencias sobre la disponibilidad del parque inmobiliario
obedecen a funciones muy complejas. Pueden aparecer fenómenos de saturación, como
ocurre, por ejemplo, en el parque inmobiliario industrial o con los edificios
religiosos.
Sin embargo, estas saturaciones pueden desaparecer de repente y permitir asi una
nueva fase de crecimiento, como en el caso de los comercios a partir de la mitad
de los años 60, cuando "super-mercados" han venido a sustituir a las tiendas
tradicionales.
Existen también fenómenos de abandono, como ocurre en el caso del sector agrario.
No obstante, movimientos sociales como pueden ser la toma de conciencia de los
problemas del medio ambiente y de la "alienación urbana", pueden modificar algo
esta tendencia. Y asi sucesivamente...
HACIA UNA MODELIZACIÓN DE LAS PREFERENCIAS DEL CONSUMO
EN EL MARCO INMOBILIARIO
Hasta ahora, y que nosotros sepamos, no se ha intentado ninguna "modelizacion" de
las funciones de las preferencias sobre la disponibilidad del marco inmobiliario.
Sin embargo se adivina el interés de este paso ya que permitirla sintetizar nada
menos que el comportamiento social global en materia del marco inmobiliario. A
partir de esta síntesis, deberla ser posible analizar las tendencias del parque
inmobiliario, con todo el interés tanto histórico como preventivo que ésto
ofrece. Por otra parte, poner en evidencia estas tendencias permitirla obtener las
de la formación de dicho parque, a saber : las tendencias de las inversiones
inmobiliarias. Retrospectivamente, con esta derivación se lograrla el famoso
"trend", a partir del cual podrían estudiarse los ciclos largos y cortos (ver
capítulo 4). En un futuro, dispondríamos de un utensilio extremadamente preciso
para la prevision a largo plazo.
Podemos fácilmente hacernos una idea del contenido de una modelizacifin de este
tipo. En una primera etapa habría que establecer toda una gama de las funciones
del consumo (8). Después se eligirían aquellas que se asemejasen más a la
evolución de cada sector del parque inmobiliario. Si fuese necesario, se combina
rían varias funciones de una misma familia para simular los efectos de detención
y de nuevo arranque.-Por fin, gracias a la técnica de las regresiones no lineales,
se determinarían los parámetros óptimos de las funciones, es decir, los modelos
investigados. De todos modos, no hay que ocultar la dificultad de tal empresa.
67
En efecto, el camino prospectivo, puede rápidamente degenerar en un ejercicio
ficticio, incluso tecnocrático. Toda la filosofía del método está aquí implícita y
no se pueden ignorar las recientes aportaciones al problema (9). Lo misiro ocurre,
de una forma mas particular, con los problemas de discontinuidad o de ruptura.
Estos no se pueden reducir al camino "modelizador" de tipo économetrico. Desde ese
momento, las grandes crisis en particular y todas las formas de inflexión del
comportamiento social en general, serian objeto de conceptualismos necesariamente
complejos (10)... Teniendo en cuenta estas dificultades hemos intentado una
modelizaciôn a escala reducida que permite, sin embargo, dentro de ciertas condi
ciones explicitadas por hipótesis de trabajo, "visualizar" un futuro probable del
parque y de la inversión inmobiliarias. Estas previsiones serán presentadas en el
próximo capitulo.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. D. Perthelj Engel'a Law Revisited, en Revue internationale de statistique, agosto 1975, p. 211-218.
2. Ver, en particular, W.W. Rostow, The Procese of Economie Growth, Oxford, 1953» S. Kuznets, Towards a Theory of Economie Growth, en R. Lekachman, National Policy of Economic Welfare at Home and Abroad, Doubleday, N.Y., 1955; J.A. Schumpeter, Teoria del desenvolvimiento económico, Fondo de cultura económica, México, 1976.
3. Esta aproximación es la de las funciones de producción de Cobb-Douglas; R.H. Solow, La teoria del crecimiento, una exposición, Fondo de cultura económica, México, 1976.
4. J.A. Schumpeter, Business Cycles, MacGraw-Hill, N.Y., 1939.
5. Conviene recordar que la correlación innovación-crecimiento sólo tiene sentido a largo plazo, aunque algunos pretendan demostrar que ésto es cierto también a corto plazo. Asi J. Schmookler, Inventions and Economie Growth, Harvard Univ. Press, 1966, quiso demostrar que existe una correlación entre la actividad de la industria de la construcción y el número de patentes de esta industria.
IB40 I8S0 I860 010 «80 1890 1900 I9K) 1920. 1930 1940 1950
Sin embargo, pueden hacerse tres criticas a este estudio. La primera se refiere a los datos, ya que las patentes consideradas son las formalizadas únicamente por la industria privada. Ahora bien, al menos durante estas últimas décadas, la mayoría de las innovaciones han sido financiadas por el gobierno americano. La segunda se refiere a la representación. Nos preguntamos cómo ha podido Schmookler trazar el "trend" que sive de eje 0. En efecto, nuestro estudio muestra la dificultad de tal empresa y el largo camino que hemos debido seguir para responder a este problema. La tercera es la critica más importante, y se refiere al sentido de la causalidad. En efecto, el procedimiento de registro de una patente es muy costoso si se quiere que sea eficaz. ¿ No se puede entonces pensar que precisamente cuando "la construcción marcha" se registra un mayor número de patentes porque el dinero esté ahí para hacerlo ? ¿ Cómo explicar si no el desfase entre los ciclos de actividad y los de los registros a mediados del último siglo e incluso justamente antes de la crisis de 1930 ? De todas formas, no se puede creer que los inventores dejen de pensar cada siete años...
6. A. Hansen, Business Cycles and National Income, Norton, N.Y., 1964.
7. Se trata del juego bien conocido de Allan G. Feldt, Community Land Use Game, MacMillan, Toronto, 1972,' que proponemos a los estudiantes de "maestría" de Nontreal.
8. Ver toda una serie de funciones de este tipo en F.H. Nicosia, La decisión del consumidor y sus implicaciones en marketing y publicidad, Gustavo Gili, Barcelona, 1970.
9. E. Morih, La Méthode, Seuil, Paris, 1977.
10. René Thorn, Stabilité structurelle et morphogenèse, W.A. Benjamin, Mass., 1972.
6JB
CAPITULO 7
PREVISIONES DE INVERSION INMOBILIARIA
El presente capitulo marca un giro en nuestro planteamiento. En efecto, hasta
ahora el análisis retrospectivo se remontaba desde los "efectos", es decir, la
demanda de servicios arquitectónicos, hasta las "causas últimas", es decir, el
volumen de la población, su renta y su preferencia sobre la disponibilidad del
marco inmobiliario.
El objetivo del análisis realizado en los capítulos 5 y 6 era pues el de
identificar y medir los lazos existentes entre estas distintas variables, partien
do de las más dependientes hasta las mSs independientes. ¿ No serla ahora posible
efectuar "el viaje de retorno" partiendo de las variables más independientes, de
la población y de su renta, para llegar a "predicciones" de la variable dependien
te que es la futura demanda de los servicios arquitectónicos ? Y ésto, una vez más,
a través de la malla intermedia de la inversión inmobiliaria.
Sin duda este paso es posible, incluso en dos direcciones, es decir, retrospectiva
mente, para someter a prueba el modelo y, prospectivamente, para obtener
previsiones sobre la demanda de arquitectos. En el primer caso no se presenta
ningún problema importante, ya que el objetivo es comparar la demanda vaticinada
con la demanda observada durante un periodo de 15 ó 20 años.
En el caso de las previsiones futuras, conviene precisar los limites del estudio,
pues de no ser asi se correrla el riesgo de abandonar el campo de la investigación
por el de la adivinación. En primer lugar, cualesquiera que sean los resultados de
tal simulación sólo serán significativos en la medida en que las previsiones de
las variables independientes que son la población y la renta sean exactas. Después,
estos mismos resultados sólo serSn valederos si los lazos que unen las distintas
variables no sufren modificaciones importantes en el futuro. En otros términos, si
la preferencia por la disponibilidad del marco inmobiliario por una parte, y la
relación entre la estructura de la demanda de servicios arquitectónicos y la de la
inversión inmobiliaria por otra se mantienen igual que en el pasado. Por fin, se
debe tener en cuenta de que se trata aquí de realizar un análisis de tipo
"tendencial" que no comprende las fluctuaciones de los ciclos, en particular de los
llamados "largos" (6-11 años) (1). Por consiguiente, se pueden esperar a corto
plazo variaciones importantes entre las previsiones tendenciales y la realidad
aunque todas las condiciones anteriormente citadas se realicen por otro lado.
RETROPROYECCIONES DE LA INVERSION INMOBILIARIA
Ya hemos descrito en el capitulo 5 cómo se puede calcular el volumen del parque
inmobiliario partiendo de las inversiones acumuladas desde 2L años antes (siendo L
la longitud media de vida estadísticamente medida para el tipo de edificio
considerado) según la función de desaparición Winfrey S3. Permutando los términos
de la ecuación, se puede también determinar el valor de las inversiones cuando se
conoce el valor del parque y la función de desaparición.
Para someter a prueba el modelo preventivo ha bastado con efectuar dicho cálculo
"al revés" partiendo, no del parque observado, sino del parque "modelo".
Efectivamente, como podíamos modelar el parque disponible por habitante, bastaba
71
con multiplicar cada "predicción" por el volumen de
páreme / hab. J&jS'' población para obtener el valor "previsto" del parque
total. Y partiendo de ese punto, sólo se necesitaba
comparar las inversiones calculadas con las inversiones
observadas durante el periodo "modelo". Para los
Estados Unidos este periodo se fijó entre 1954 y 1976,
mientras que para el Canadá se considera de 1961 a 1975.
Se han elegido estos periodos en función de criterios renta / hab.
de continuidad e isomorfismo evocados a continuación.
Este tipo de modelos se inspira de aquellos dichos del ajuste de la reserva, elaborados por Muth para la previsión de la demanda de viviendas (2). La superioridad de estos modelos sobre los de extrapolación pura y simple y también sobre aquellos de previsión -directa de la inversión a partir de toda especie de variables, está claramente establecida. Pero los modelos que presentamos aquí, no pretenden poseer el carácter explicativo de los modelos recientes de ajuste de la reserva (3). Para esto, serla necesario introducir en ellos numerosas subvariables demográficas, económicas e incluso políticas que se hallan fuera de alcance del estudio presente.
Sin embargo, nuestros modelos caracterizan ampliamente las preferencias históricas con respecto al marco inmobiliario. En este sentido, son perfectamente utilizables para fines previsionales siempre y cuando se tenga en cuenta el carácter aproximativo de los resultados.
El modelo se presenta en forma lineal, siendo parque/hab. = b (renta/hab.) + a + e, en que a y b son los parámetros de regresión y e el termino aleatorio. Asi pues, cuando se conocen a y b, se puede determinar, con más o menos c, el valor del parque por habitante para cualquier valor de la renta por habitante.
En un primer momento se han tenido que determinar los parámetros a y b con ayuda de la técnica de las regresiones lineales. Esto se ha hecho comparando la renta/hab. con el parque/hab. durante el periodo considerado. En segundo lugar, ha sido necesario calcular el mismo parque/hab., pero ahora partiendo de la ecuación obtenida. Hay que precisar que, en este caso, .se han utilizado datos del parque/hab. revisados por la técnica de las "medias móviles" de 5 años, con el fin de reducir la incidencia de los ciclos "cortos". En filtimo lugar, las "predicciones" obtenidas se han multiplicado por la población para obtener las "predicciones" del parque inmobiliario total.
Una vez obtenida esta reserva total, sólo quedaba por efectuar el cálculo "a la inversa" anteriormente citado, para determinar las previsiones tendenciales de la inversión inmobiliaria del sector considerado.
Los resultados de estas retroproyecciones figuran en los cuadros Al2 y A13 del
anexo estadístico.
PROYECCIONES DE LA INVERSION INMOBILIARIA...
El mismo procedimiento permite efectuar proyecciones de la inversión inmobiliaria. Sin embargo, ha sido necesario efectuar con antelación previsiones de población y de renta por habitante hasta el año horizonte, que se ha fijado de forma arbitraria en 1988.
. . . PARTIENDO DE LAS PROYECCIONES DE LA POBLACIÓN...
En materia de población, heiros adoptado las previsiones permanentes efectuadas por organismos oficiales competentes. En Estados Unidos, la Oficina del Censo (4) estima que la población llegará, en 1990, a los 240 millones. Basta actuar por interpolación para prever que el crecimiento anual será de 1,7 millones de personas.
En el Canadá, las proyecciones de base han sido efectuadas por Statistique Canada (5). En este estudio, cuatro combinaciones hipotéticas suministraban cuatro clases
72
de previsiones. Para 1990, estas previsiones eran las siguientes. A = 29,7
millones, B = 27,6 millones, C y D 26,3 millones. El censo de 1976 indica una
población de 22,7 millones y una simple extrapolación desde 1971 que pase por 1976
muestra que la realidad puede situarse en 1990 entre las hipótesis B y C - D. Baños
adoptado pues 27 millones para el año 1990 o, como equivalente, un crecimiento
anual de unos 0,285 millones de personas.
Todas estas precisiones figuran en los cuadros A6 y A7 del anexo estadístico.
... Y DE LA RENTA POR HABITANTE
El problema de los ingresos es más peliagudo. En efecto, la crisis que atraviesa
hoy día la economía mundial hace que los oráculos permanezcan en silencio... Sin
embargo, se empieza a compartir ampliamente una opinión, que consiste en que la
crisis actual no es una crisis coyuntural como las otras, sino un verdadero
periodo de mutación que exigirá un largo reajuste. Sus causas serian múltiples,
como lo eran en 1929, aunque se puede esperar una mayor resistencia de los
engranajes económicos actuales comparándolos con los que prevalecían en los tiempos
de la gran crisis.
Entre estas causas, figura, inexcusablemente, el trasvase de los recursos hacia
los países exportadores de energía y de materias primas. Cuentan también los costes
de las políticas de medio ambiente y los de las políticas sociales, mucho más
elevados que antaño. Y como, por regla general, el consumo es mucho más estable
que las inversiones, estas últimas se ven disminuidas. Por último el carácter
terciario de los empleos hace que el trabajo sea mucho menos productivo ahora que
cuando se derivaba de actividades de tipo industrial. En otros términos, las
fuentes que han alimentado el periodo de crecimiento de la post-guerra .parecen
agotarse. De ahí resulta una crisis que, si no es de retroceso como la de los
años 30, si es de menor aumento.
En efecto, si se observa el porcentaje medio de aumento de la renta nacional real
por habitante en los Fstados Unidos, se aprecia que desde 1967, se sitúa alrededor
del 1,25%, mientras que era del 2% aproximadamente, durante los treinta años que
siguieron a la guerra (6). En el Canadá, el fuerte aumento continuó hasta más
tarde, pero se ha comprobado su carácter artificial dado que los índices de los
años 1972-1974 han sido el resultado de una política monetaria y presupuestaria
tremendamente expansionista (7). En todos los casos, se observa que, a partir de
1974, el porcentaje medio de aumento de la renta por habitante en el Canadá se
aproxima mucho al de los Estados Unidos.
En definitiva, ¿ qué porcentaje se debe elegir ? No creemos en un restablecimiento
completo del crecimiento, ni a medio ni a largo plazo. Por el contrario, comparti
mos la idea de que los mecanismos de reajuste del nuevo medio ambiente económico y
político van a aportar a plazo medio una mejora moderada del ritmo del crecimiento.
Por eso hemos adoptado finalmente un porcentaje medio fijo de crecimiento del 1,5%
anual para la renta nacional por habitante, partiendo de su valor en 1976, tanto
en los Estados Unidos como en el Canadá. Todas estas previsiones figuran en los
cuadros A10 y All.
73
LA PREFERENCIA POR LA DISPONIBILIDAD DEL MARCO INMOBILIARIO
El análisis efectuado en el capitulo 6 pone en evidencia ciertas tendencias recientes de la preferencia por la disponibilidad del narco inmobiliario. De esta forma, en los Estados Unidos, la mayoría de los sectores muestran desde 1954 cierta relación lineal entre el parque inmobiliario disponible con el nivel de la renta. Es cierto que se han producido estos últimos años variaciones bastante bruscas, en particular en los sectores residencial, comercial y hospitalario. Sin embargo, estas variaciones son esencialmente tributarias de las fluctuaciones señaladas de la renta, variaciones que aparecen más acentuadas que antes debido al fuerte crecimiento de dichos sectores.
Serla pues imprudente analizar las tendencias del parque inmobiliario sin un retroceso suficiente en cuanto a los años. Por ejemplo, una regresión entre 1965 y 1976 reflejarla mejor lo ocurrido durante estos años en el sector comiic¿o¿ y holt lili que una regresión entre 1954 y 1976. Por el contrario, es muy probable que la tendencia a largo plazo prevaleciera sobre la de corto plazo, como lo deja entrever ya el decaimiento de 1976. En este caso, un modelo "corto" correrla el riesgo de poder ser impugnado.
Como lo que acaba de decirse puede aplicarse perfectamente al conjunto de los sectores de los Estados Unidos, hemos optado por un modelo de tipo lineal, sector
por sector, realizado según la técnica expuesta anteriormente al hablar de las retroproyecciones.
En el Canadá se imponía el mismo proceso, salvo que el periodo de tendencia lineal
parece haber empezado más tarde que en los Estados Unidos, es decir en 1961.
Hay que señalar sin embargo dos excepciones al procedimiento general.
En primer lugar, en los Estados Unidos las inversiones inmobiliarias industriales públicas se han estabilizado desde 1956 al nivel de unos 400 millones de dólares 1958. Este es pues el valor que se adoptará ulteriormente.
Por otra parte, en el Canadá, el coste exorbitante de las instalaciones olímpicas ha hecho que el valor del parque inmobiliario recreativo se ha visto brutalmente realizado a partir de 1975. Pero estas instalaciones sólo serán utilizadas por un núcleo de población muy restringido, mientras que las otras regiones desearán ver mejorar su parque disponible como ocurría anteriormente. Es muy probable pues que la "pendiente" de crecimiento del parque recreativo por habitante sea la misma después que antes de 1976. Únicamente hay que hacer notar que partirá de más arriba.
Una vez efectuadas las "predicciones" del parque por habitante para el periodo 1976-1988 a partir de las proyecciones de la renta por habitante, y con la ayuda de los modelos de regresión elaborados para las retroproyecciones, hemos calculado el parque total para el mismo periodo de la misma forma, es decir, multiplicando dichas predicciones por las previsiones de población. Una vez halladas las previsiones disponibles del parque total se han deducido por el mismo procedimiento las previsiones de la inversión inmobiliaria.
PREVISIONES DE LA INVERSION INMOBILIARIA
Los resultados obtenidos, tanto a nivel de las proyecciones del parque como al de las proyecciones de la inversión inmobiliaria, figuran en los cuadros Al2 y A13 del anexo estadístico. Las figuras 28 a 34 que a continuación se ofrecen representan el valor observado desde 1875 a 1975, y las proyecciones 1976-1988, de la inversión inmobiliaria, según los sectores, en dólares constantes.
74
US RESIDENTIAL
Fig. 28. Inversión inmobiliaria residencial. Estados Unidos, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dolares 1958.
75
US RGRICULTURE
Fig. 29. Inversión inmobiliaria agrícola no residencial. Estados Unidos, 1977 a 1988. En millones de dolares 1958.
US IND- AND C0MM l-PRIVRTE INDUSTRIAL Z-PUBL1C INDUSTRIA. 9>PRIVRTE STORES AND HOTELS 4«PRIVRTE OFFICES RNO HHSO.
Fig. 30. Inversión inmobiliaria industrial y comercial. Estados Unidos, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1958.
Fig. 31. Inversión inmobiliaria de servicios. Estados Unidos, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1958.
J€
CflNnon AGRICULTURE
MR
Fig. 32. Inversión inmobiliaria agrícola no residencial. Canadá, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1961.
it» las
Fig. 33. Inversión inmobiliaria industrial y comercial. Canadá, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 19611
CRNRDn SERVICES IRRELIGION 2-EDUCflTION 3«HEH.TH 4-RECREflTION 6-PUBLIC OFFICES B-niECELLnNE0U6
Fig. 34. Inversión inmobiliaria de servicios. Canadá, 1875-1975. Proyecciones de 1977 a 1988. En millones de dólares 1961.
77
CONCLUSION
Se imponen varias observaciones sobre las anteriores proyecciones de inversión. Se
puede observar que las proyecciones futuras parecen ser ligeramente optimistas en
relación con la situación que ha prevalecido estos últimos anos. Esto se deriva de
que por las razones expuestas anteriormente, hemos previsto un porcentaje de
aumento de la renta por habitante un poco ro£s elevado que el que prevalece desde
1967.
Por otra parte, la discontinuidad entre las retroproyecciones y las proyecciones
proviene de que éstas últimas han sido realizadas a partir del parque inmobiliario
real hasta 1975 y no a partir del que hubiera resultado de las inversiones prévis^
tas por simulación. ¿ Cuáles serSn los efectos de estas previsiones de inversión
inmobiliaria sobre la profesión de arquitecto, suponiendo que se verifique su
orden de magnitud ? Esto es lo que examinaremos en el siguiente capítulo.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Veremos más adelante que se puede despreciar el impacto de los ciclos "cortos" (2-4 años) gracias a técnicas particulares.
2. R.F. Muth, The Demand for Non-Farm Housing, in A.C. Harberger, The Demand for Durable Goods, Univ. of Chicago Press, 1960.
3. D. Val let, L'investissement en logement des ménages, in Annales de l'I.N.S.E.E. , na 24, oct.-dec. 1976, pág. 77-115.
4. U.S. Bureau of the Census, Current Population Reports, no 522, página 25.
5. Statistique Canada, Projections démographiques pour le Canada et les Provinces, 1972-2001, Ottawa, Junio 1974.
6. Cálculo efectuado con la ayuda del método de las regresiones exponenciales. B.P. Pesek, Economie Growth and its Measurement, en Economic Growth and Cultural Change, vol. ix, ns 3, abril 1961, pág. 295-315.
7. Conseil économique du Canada, Objectifs économiques et indicateurs sociaux, Ottawa, 1974, pág. 18-52.
78
CAPITULO 8
PREVISIONES DE DEMANDA DE ARQUITECTOS
PREVISIONES DE INVERSION INMOBILIARIA
Y PREVISIONES DE DEMANDA DE ARQUITECTOS
La lección que se obtiene del capitulo anterior es, que en definitiva, el nivel de
la inversión inmobiliaria depende del crecimiento demográfico, del aumento de la
renta nacional y de la preferencia por la disponibilidad del marco inmobiliario.
Hemos visto, en particular, que esta función de preferencia podía tomar la forma
de una ecuación lineal que expresaba el valor del parque disponible por habitante
en funcifin de la renta también por habitante. De hecho, cada ecuación lineal
integra, en el seno de un sector inmobiliario determinado, el crecimiento neto del
parque inmobiliario y la sustitución del ya existente. A la larga, en una sociedad
estancada tanto desde el punto de vista demográfico como económico, sólo la función
de sustitución del parque existente asegurarla la supervivencia de la actividad de
la construcción.
Se comprende pues la sensibilidad extrema de la inversión inmobiliaria en las
disminuciones y en las aceleraciones del crecimiento en todas sus formas. Asi,
incluso en la hipótesis de un mantenimiento de los lazos estructurales entre la
inversión inmobiliaria y la economía, tal como ha sucedido en América del Norte
desde mediados y a finales de los años 60, nos vemos obligados a considerar un
nivel relativamente modesto de la actividad de la construcción; y esto en razón de
la deceleración a que está sometida esta región - como muchas otras regiones del
mundo - en materia de población y de renta. Este es, en todo caso, el resultado de
las simulaciones efectuadas en el capitulo anterior.
DEMANDA QUE PROVIENE DE LOS DESPACHOS DE ARQUITECTO
Volveremos ahora sobre las consecuencias que este estado de cosas acarrea a la
profesión de arquitecto. Es fácil evaluar estas consecuencias ya que se han podido
determinar en los capítulos 2 y 3 las relaciones estructurales que existen entre
la inversión inmobiliaria y la actividad de los despachos de arquitecto. Basta, en
efecto, con aplicar el modelo PACC a las proyecciones de inversión elaboradas en
el capitulo anterior, para disponer las correspondientes previsiones en lo
concerniente a la demanda de servicios arquitectónicos en las oficinas
profesionales.
Sin embargo, como se ha hecho con respecto a las previsiones de inversión,
conviene recordar que las previsiones de demanda de servicios arquitectónicos no
serSn valederas más que, primero, en la medida en que las proyecciones de
inversión se realicen en las condiciones enumeradas en el anterior capitulo, y
segundo, en tanto en que la relación entre inversión .inmobiliaria y actividad
arquitectónica sea, en el futuro, análoga a la que el modelo PACC haya podido
medir en el pasado. Sin embargo, estamos seguros de que si hay una desviación
elevada entre la previsión y la realidad, ésto se deberá muy probablemente a un
porcentaje de crecimiento de la renta por habitante más alto o más bajo del
previsto. En este caso convendrá corregir consecuentemente las previsiones que, de
todos modos, seguirán siendo tendenciales, ya que no tienen en cuenta las
fluctuaciones cíclicas.
81
La aplicación del modelo PACC en las proyecciones de inversión para deducir previsiones de demanda de arquitectos no presentan, en principio, más dificultad que las que se han discutido en el capitulo 3. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la clasificación de la inversión inmobiliaria utilizada no es exactamente la misma que la de los contratos Dodge utilizada por el modelo. Además, el valor de la inversión es más alto que el de los contratos de construcción, como se ha demostrado en el capitulo 4, puesto que éstos últimos excluyen los gastos ligados a la preparación de los proyectos.
Por tanto, ha sido necesario derivar el valor previsto de los contratos a partir de las previsiones de las inversiones, realizando primero una nueva clasificación de los datos, y aplicando, después, coeficientes reductores calculados a partir de las observaciones recientes de la relación contratos-inversiones.
Una vez realizadas estas operaciones, las previsiones de construcción han sido transformadas en porcentajes e introducidas en el modelo PACC. Los resultados porcentuales del valor de los proyectos estudiados por las oficinas de arquitecto han dado lugar inmediatamente al cálculo del valor máximo de construcción efectuado por dichas oficinas, de acuerdo con el procedimiento descrito en el capitulo 3.
¿ Cuántos arquitectos serian entonces necesarios para realizar dicho valor óptimo ? Esta pregunta nos remite al tema de la productividad, ya evocado en el capitulo 3. Está claro que en el actual estado de los conocimientos sobre el tema, es imposible adoptar para el futuro otra hipótesis que no sea la de la productividad constante.
Por tanto, hemos establecido nuestras previsiones sobre la demanda a partir, precisamente, de esta hipótesis.
Los resultados obtenidos gracias a esta simulación figuran en los cuadros A14 y
A15. Representan la previsión de demanda de arquitectos en los despachos
profesionales, demanda que es consecuencia de las obras de construcción proyecta
das en el capitulo anterior.
DEMANDA EXTERIOR A LOS DESPACHOS
Sin embargo, estas previsiones de demanda deben completarse con la demanda que
proviene de otros sectores económicos diferentes de los despachos de arquitecto (1).
Para efectuar previsiones sobre la demanda exterior a los despachos sólo dispone
mos de la extrapolación pura y simple. Aunque no es exacto, este método permite
que podamos hacernos una idea de este tipo de demanda.
El indicador de la demanda exterior a los despachos es evidentemente, la variación de la masa de arquitectos que trabajan como tales en lugares que no sean los dichos despachos. Para ello hemos utilizado las tablas de los censos relativas a las profesiones según las industrias (2). Estas tablas facilitan el numero de arquitectos que trabajan en las industrias manufactureras, en la industria de la construcción, en la administración publica, en la promoción inmobiliaria, en diferentes instituciones, e t c . , además de los despachos profesionales.
En los Estados Unidos, el numero de arquitectos que trabaja fuera de los despachos profesionales representaba en 1940 y 1950 aproximadamente un 45% de todos los arquitectos en activo (3). Ahora bien, este porcentaje ha bajado al 20% en 1960 y 1970. Se podría pensar en un grave error estadístico, pero el hecho de que tal fenómeno se haya observado también en el Canadá nos impide dudar de que no se haya producido efectivamente.
Sin embargo, en 1970 se observaba una débil reactivación de los empleos fuera de los despachos. En efecto, si los empleos de arquitecto en cada industria hubieran aumentado entre I960 y 1970 proporcionalmente a la construcción inmobiliaria en $ constantes, se habrían observado en 1970 alrededor de 35 700 arquitectos trabajando en los despachos y 8 500 fuera de ellos. De hecho se ha comprobado que habla 34 500 y 12 500 respectivamente. La "diversificación" ha probablemente producido, pues, unos 4 000 empleos suplementarios, de los cuales 1 200 lo habrán sido en detrimento de los despachos.
Por lo que respecta al Canadá, se observa que la demanda exterior a los despachos está en recesión, ya que entre 1961 y 1971 los arquitectos que trabajan fuera de ellos han pasado del 34% al 30% del conjunto de los arquitectos en activo.
Se aprecia que en los Estados Unidos el numero de arquitectos requerido para las
actividades exteriores a los despachos aumentará en mayor proporción que como lo
82
hace el número de arquitectos que trabajan dentro de ellos. Más exactamente, la
demanda "exterior a los despachos" (ED) en un año t en relación con la demanda
proveniente de los despachos (D) estará determinada por la siguiente ecuación, que
se deriva de las cifras citadas.
EDt = 0,35 Dt + 280 (t-1970)
En esta ecuación el coeficiente 0,35 resulta de la relación entre los arquitectos
"fuera" y "dentro" de los despachos observado en 1970, mientras que el numero 280
representa el aumento desproporcional neto anual de los empleos "exteriores"
durante el periodo 1960-1970.
De la misma manera, en el Canadá, la extrapolación de los empleos "exteriores" se
expresara con la fórmula
EDt = 0,425 Dt - 23 (t-1970)
TERCERA DEMANDA
AdemSs de los dos tipos de demanda estudiados, existe una tercera, de menor
importancia, pero que no se puede ignorar. Se trata de la masa de empleos
desempeñados por arquitectos, pero con otras actividades en el sentido de los
censos. Son esencialmente profesores de escuelas de arquitectura identificados
como profesores de universidad o bien altos funcionarios que ocupan cargos
directivos en servicios ministeriales o municipales. A falta de datos precisos a
este respecto hemos evaluado estimativamente esta tercera demanda en un 5% del
volumen global de la demanda de los despachos y de la exterior a ellos.
DEMANDA TOTAL
El conjunto de la demanda total proviene evidentemente de la suma de las demandas
procedentes de los despachos de la exterior a ellos y de la tercera demanda. Los
resultados, tanto retrospectivos como proyectivos, figuran en el anexo estadístico,
cuadros Al4 y A15 y están representados en las figuras 37 y 38.
OFERTA DE ARQUITECTOS
Frente a la demanda de arquitectos, existe una oferta. El capitulo 1 enumeraba sus
distintos niveles. Está claro que en definitiva solo cuenta la oferta real, es
decir la que se expresa de forma activa, ya sea por la ocupación, ya sea por
búsqueda de un empleo de arquitecto. De hecho la oferta real es casi imposible de
precisar ya que las informaciones sobre el numero de arquitectos en busca de empleo
son casi inexistentes. Debemos pues fijarnos en la oferta potencial.
Recordemos que la oferta potencial representa el volumen de arquitectos en edad de
ejercer, que estarían en el mercado de trabajo si ninguno de ellos hubiera
abandonado el país o la profesión y ësto a partir de una fecha considerada como
punto de partida del cálculo. A pesar de sus debilidades, la noción de oferta
potencial ofrece una visión bastante pertinente de los eventuales movimientos
deficitarios o excedentarios. Además, su actualidad puede ser constantemente acen
tuada por el cambio del año-origen. En efecto, las fechas de los censos permiten
"hacer el inventario" y ajustar la curva de la oferta al nivel real medido mas
recientemente. Asi, por ejemplo, la diferencia entre la oferta base en 1950 y la
83
oferta base en 1960, representa las partidas y abandonos contabilizados en el
decenio considerado.
Recordemos también que la oferta potencial es el
resultado de la suma de varios flujos gue son la
oferta inicial, los nuevos titulados y la inmigración
de arquitectos. Para poder sumar estos flujos hay que
disponer de buenas series estadísticas sobre cada uno
de ellos, lo que no ha sido siempre posible.
Por lo que se refiere a la oferta inicial, henos optado por los efectivos reseñados en los primeros censos de la post-guerra, es decir en 1950 en los Estados Unidos y en 1951 en el Canadá. Se ha discutido la pertinencia de la elección de 1951, en lo que se refiere a Quebec, en la obra de referencia (4). Los argumentos evocados en favor de la elección del comienzo de los años 50 como año origen del estudio de la oferta, parecen conservar todo su peso, tanto en el caso de los Estados Unidos, como en el del Canadá.
Por lo que se refiere a los nuevos titulados, los datos proceden de serles elaboradas a partir de diversas fuentes (5). La metodología y los resultados han dado lugar a artículos que Be publicaran próximamente (6). Las principales series figuran en el anexo estadístico, cuadros Al6 y A17, y están representadas en las figuras 35 y 36.
Por último las series relativas a la inmigración se han obtenido de los servicios oficiales pertinentes (7). Figuran también en el anexo estadístico, cuadros A16 y A17, y están representadas igualmente en las figuras 35 y 36.
La elaboración de las proyecciones de oferta plantea problemas mucho más serios. Pero estos problemas no aparecen a nivel de la oferta inicial, ya que basta con proseguir el cálculo hasta el año adoptado como horizonte. En cuanto a las proyecciones de inmigración, sólo pueden ser arbitrarias. Hemos adoptado una cuota permanente muy próxima a la relativamente baja de estos últimos años, o sea que entran anualmente 350 arquitectos en los Estados Unidos y 100 en el Canadá. Hay que señalar que tales proyecciones son bastante conservadoras e ignoran las altas y bajas bien conocidas de los flujos migratorios, sobre todo en lo que se refiere al Canadá (figura 36).
Quedan por establecer las previsiones de los titulados, mucho más importantes y delicadas que las anteriores. El conocimiento bastante escaso de los flujos de estudiantes a través de las instituciones nos obliga a adoptar métodos aproximados, tales como la relación entre los que comienzan sus estudios en un determinado año y los títulos otorgados n años después. Este es el método" utilizado en el caso de los Estados Unidos, ya que conocemos "grosso modo" las admisiones en el primer año de estudios y los títulos profesionales otorgados. Este método ofrece sin embargo, varias dificultades procedentes de la indefinición de los matriculados en el primer año, de los títulos expedidos e incluso de la duración de los estudios.
La primera dificultad proviene del hecho de que los cuestionarios del A.C.S.A., que es la fuente principal de este tipo de datos, han evolucionado con los años. Era pues bastante difícil saber si en algunos años los matriculados en el primer año lo han sido únicamente en estudios puros de la profesión de arquitecto o si se han incluido también los matriculados en el primer año de programas no estrictamente profesionales, y en particular en programas "pre-arquitectura" de nivel "colegial". Esta dificultad ha sido casi paliada gracias al descuento de los matriculados programa por programa, en los años ambiguos.
Aparece otra dificultad por el hecho de que en los Estados Unidos el titulo profesional "acreditado" puede ser un bachiller profesional (B. Arch.) de 5 ó incluso de 6 años, o una maestría profesional (H. Arch.) después de un bachillerato no profesional que a menudo sólo ha durado 4 años. Se tendría pues que averiguar si no se ha procedido a un doble descuento en el caso en que los estudiantes han obtenido uno u otro de estos títulos. En la práctica parece bastante raro ya que los poseedores de un B. Arch, tienen mayor tendencia a inscribirse, llegado el caso, en cursos de maestría no profesional.
La última dificultad proviene de que se desconoce totalmente la duración media de los estudios. Esta duración es, sea dicho de paso, muy difícil de conceptuar ya que deberla descontar los casos de renuncia, los cuales por cierto nunca pueden considerarse definitivos. Por otra parte, estos abandonos constituyen un "flujo de salida" distinto del de los titulados. Todo esto hace que sea imposible prácticamente calcular de forma objetiva la duración media de los estudios. Por el contrario, es posible hacer frente a la dificultad adoptando una duración virtual n que es la que ofrece la mejor correlación entre el volumen de primeros matriculados durante el año t y el volumen de titulados durante el año t-t-n. En los Estados Unidos, la duración virtual óptima es de 8 años (8). En efecto, una regresión lineal entre los matriculados H en el primer año profesional
/^ efectivos
inmigración
nuevos titulados
oferta inicial >t
84
desde 1953 a 1967 y los títulos profesionales T expedidos entre 1961 y 1975 alcanza una correlación de R2 = 0,943. En este caso, el volumen de titulados obedece a la siguiente función
Tt = 0,4665 M ^ e + 280
Como se conoce el número de matriculados en primer año hasta 1976, tal ecuación nos ha permitido calcular la salida de titulados hasta 1984. A partir de entonces, hemos adoptado un flujo de números matriculados que se estabilizarla alrededor de 9 000 hacia 1978 (contra 8 385 en 1976), permitiéndonos prever unos 4 480 titulados por año hacia el año horizonte (contra 3 430 en 1975 y excepcionalmente 4 170 en 1976).
Es bien cierto que esta metodología sólo puede dejarnos insatisfechos, ya que no tiene en cuenta los efectos de reducción o ampliación de la duración media de los estudios que conoce constantemente todo sistema universitario de enseñanza. La figura 35 hace pensar, en efecto, que últimamente, la tendencia ha sido la de acortar la duración media de los estudios, o lo que es lo mismo, la disminución de las renuncias. Esto hubiera provocado un aumento brutal del número de titulados. Si se prosiguiera esta tendencia habría que "cambiar el modelo" lo que inflarla las previsiones, aunque se desinflasen más tarde por una ampliación eventual de los estudios o un recrudecimiento de las renuncias.
5 000 -
4 000 -
3 000 •-
2 000 -P
1 000
número de arquitectos
— nuevos titulados
— • — inmigrantes
——— proyecciones ->X-
ia ~A 1951 55 60 1965 1970 1975 1980 1985
Fig. 35. Títulos profesionales de arquitectos otorgados. Inmigración de arquitectos. Estados Unidos, 1951-1976. Proyecciones de 1977 a 1987.
En lo que se refiere al Canadá, han surgido dificultades del mismo tipo en cuanto al establecimiento de proyecciones de los futuros titulados. Esta vez, el problema ha consistido en la carencia de datos relativos a los matriculados en primer año, y se ha tenido que utilizar un modelo en el cual el número de titulados es una función de los efectivos E inscritos n/2 años antes. En este caso, la duración virtual óptima serla también de 8 años, con una correlación R2 = 0,741. La ecuación serlaTt = 0,1714 Et-4+2,0.
Las previsiones de efectivos entre 1977 y 1984 han sido establecidas suponiendo una estabilización de unos 2 500 estudiantes a partir de 1978 (contra 2 380 en 1975) y estas previsiones son también muy conservadoras.
500 •
400 --
300
200
100
numero de arquitectos
— — • nuevos titulados
— * — inmigrantes
proyecciones /\
*v'
1975 1951 1955 1960 1965 1970 1980 1985
Fig. 36. Títulos profesionales de arquitectos otorgados. Inmigración de arquitectos. Canadá, 1951-1976. Proyecciones de 1977 a 1987.
85
Ya se trate de retroproyecciones o proyecciones, todos los datos en cuestión han
sido acumulados - salvo, claro está, los de la oferta inicial - y después
actualizados por el método demográfico clásico del diagrama de Lexis (9). Para
aplicar este método, basta con conocer la estructura de edad de la población
considerada y el porcentaje de mortalidad según la edad. Por lo que se refiere a
la estructura de edad de la oferta inicial, no hemos tenido ninguna dificultad,
ya que es conocida. Por el contrario, para la estructura de edad de los nuevos
titulados y de los inmigrantes, hemos adoptado hipótesis relativamente poco
aventuradas, discutidas en el capitulo 3 de la obra de referencia (4). Por fin los
porcentajes de mortalidad adoptados han sido los de la población masculina en
América del Norte.
Por fin, la confrontación de la oferta y la demanda se ha hecho de forma gráfica a
partir de los resultados de conjunto tabulados en el anexo estadístico A14-15 y
A18-19. Hay que observar que la oferta potencial ha sido representada sobre las
bases 1950, 1960 y 1970 (1951, 1961 y 1971 para el Canadá) mientras que la demanda
ha sido descompuesta en demandas de despachos, exterior a los despachos y tercera
demanda.
110 000
100 000 -
90 000 -
80 000 •-
70 000 -
60 000--
50 000--
40 000 J.
30 000
20 000 íí-
10 000 ~
número da arquitectos
>£ < *
%?
oferta potencial (baie 1950)-
( " I960)-
( " 1970) .
^
• ^
-íí' , < • > '
s&>
demanda de loa deapaehoa
demanda exterior a loa deapaehoa,
tercera demanda
1980 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1985
Fig. 37 . Oferta y demanda de arquitectos. Estados Unidos, 1950-1975. Proyecciones de 1976 a 1987.
86
13 000
12 000 ..
11 000 ..
:o ooo _
9 000 -.
8 000 ..
7 000
6 000 ..
5 000 ..
4 000 ..
3 000
2 000
1 000 JC
número de arquitectos
oferta potencial (base I9SI).
" " ( " I960-
( " 1971).
// y •y /
demanda de loa despachos
demanda exterior a loa despachos'
tercera demanda
1951 1956 1961 1966 1971 1976 1981 1986
Fig. 38. Oferta y demanda de arquitectos. Canadá, 1951-1975.
Proyecciones de 1976 a 1987.
Estos gráficos constituyen pues el objetivo de nuestra tarea. Para interpretarlos
correctamente hemos de formular varias precisiones.
Primero conviene insistir en la naturaleza relativa de la oferta potencial. La
diferencia entre dos ofertas de base diferente representa la "huida" de arquitec
tos, ya sea por la vía de la inmigración o por el abandono puro y simple de la
profesión. Observaremos que esta huida es muy fuerte en el Canadá, sobre todo en
los años 70. Se trata de un fenómeno muy conocido que no es exclusivo de los
arquitectos (10). En efecto, una proporción importante de mano de obra, sobre todo
de alto nivel, abandona el Canadá unos años después de haberse Instalado. Su nuevo
destino es, a menudo, pero no siempre, los Estados Unidos.
Pero las precisiones más importantes se refieren a las hipótesis sobre las cuales
se han basado nuestras proyecciones. Estas hipótesis han sido expuestas y
desarrolladas en los lugares apropiados a todo lo largo del estudio. Sin embargo
no es Inútil recordar las principales, ya que de todos modos, nuestras prediccio
nes sólo se realizarán cuando el conjunto de estas hipótesis se verifique en el
futuro. Claro está que la esperanza matemática de que todas estas hipótesis se
verifiquen a la vez es casi nula, pero ésto es característico de todas las
proyecciones económicas o demográficas. Su objetivo no es predecir el futuro en
el sentido absoluto del término, sino más bien describir un porvenir posible entre
otros muchos que resultarían de la modificación de las hipótesis en cuestión.
En lo que se refiere a la demanda de arquitectos, nuestras proyecciones se
realizarán únicamente si :
B7
1. Las tendencias más recientes en materia de volumen de población continúan, a
razón de un aumento anual neto de 1,7 millones de personas en los Estados
Unidos y de 0,285 millones en el Canadá.
2. El porcentaje de aumento de la renta nacional real per capita alcanza, tanto en
los Estados Unidos como en el Canadá, una media del 1,5% por año.
3. La preferencia por la disponibilidad del marco inmobiliario sigue siendo en
cada sector la misma que la observada entre 1954 y 1976 en los Estados Unidos y
entre 1961 y 1975 en el Canadá.
4. La relación entre inversión inmobiliaria y producción arquitectónica sigue
siendo la misma de antaño, o sea que la estructura del modelo PACC continúa
representando dicha relación en el futuro.
5. La productividad de los arquitectos permanece estacionaria.
Sin embargo la importancia relativa de estas hipótesis es muy variable. Depende de
su mayor o menor incidencia sobre las previsiones de demanda o de su probabilidad
de cambio. En la práctica, pensamos que la variable más "variable" es la de la
renta, la cual tiene por otra parte una incidencia extremadamente grande sobre la
inversión inmobiliaria y, en consecuencia, sobre la demanda de arquitectos. De
esta manera, en un plazo medio y con menores variaciones de las otras variables
menos importantes, la demanda de arquitectos tenderá a evolucionar como lo haga la
tasa de crecimiento de la renta nacional real.
En cuanto a la oferta de arquitectos, parece seguramente más previsible que la
demanda, ya que se presenta como una reserva cuyas proyecciones de contenido
tienen una gran parte de conocido. Sin embargo, podrían aparecer variaciones
relativamente menores en relación con nuestras previsiones si la afluencia de
titulados y de inmigración fuese en el futuro muy distinta de la prevista en el
estudio. Pero la probabilidad de que existan grandes diferencias en lo que
respecta a los titulados es muy débil. En cambio si es mayor en materia de
inmigración, aunque la importancia de este flujo es pequeña en el conjunto de la
oferta.
Pasemos ahora a los comentarios de fondo sobre las perspectivas de oferta y
demanda. Está claro que, tanto en los Estados Unidos como en el Canadá, existe un
desfase muy importante entre la una y la otra. De hecho a mediados de los años 60,
el reajuste de la una a la otra se ha realizado mal que bien, pero dentro de un
margen aceptable. Ahora bien, desde principio de los años 70 - y salvo tal vez el
año 1974 en el Canadá, debido a la preparación de los Juegos Olímpicos y de otros
proyectos "inducidos" - todo transcurre como si asistiéramos a una deceleración
brutal del ritmo de crecimiento de la demanda de arquitectos. Justamente en ese
preciso momento llega al mercado del trabajo, el frente de la oleada de nuevos
titulados, oleada que se estima muy larga si se tiene en cuenta el aumento
incesante de los efectivos en las escuelas de arquitectura.
Claro está que tal situación no es exclusiva de América del Norte. No se limita
tampoco a los países industrializados. Todos sabemos que este problema es un
problema universal. En nuestra opinión es, incluso, el problema fundamental que
la profesión de arquitecto deberá afrontar y resolver en casi todas partes
durantes los años 80.
88
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Se trata de la demanda procedente del interior del pals, siendo despreciable la demanda procedente del exterior. As£, en 1972 el Censué of Selected Services Industries indica en su publicación sobre Architectural Engineering and Land-Surveying Services, que sâlo 204 firmas de arquitectos sobre 10 179 hablan percibido honorarios por trabajos realizados fuera de los Estados Unidos. Su importe representaba únicamente el 0,6% de la masa total de honorarios percibidos por el conjunto de los estudios.
2. U.S. Population Census 1940. The Labor Force Occupational Characteristics, tab. 18; U.S.P.C. 1950, Vol. IV, Part I, Cap. C. tab. 2; U.S.P.C. 1960 PC (2) 7C, tab. 2; U.S.P.C. 1970, PC (2)- 7C, tab. 8.
3. Ver la nota 1 del anexo estadístico.
4. R. Vergès-Escuin Les architectes dans l'activité économique, Université de Montréal, 1976, cap. 2.3.
5. Para los Estados Unidos las principales fuentes son las estadísticas de la Association of Collegiate Schools of Architecture (A.C.S.A.), las relaciones de la revista Higher Education sustituida estos últimos años por la publicación Earned Degrees Conferred, editada por el Center for Education Statistics y los datos procedentes de varias obras y artículos como los de F.H. Bosworth, R.C. Jones, A Study of Architectural Schools, Schriver's, N.Y., 1932; W.A. Taylor, Architectural Education en Higher Education, oct. 1953 y Z.C. Bannister, Architectural Enrollments, 1954, en Journal of the A.I.A. , agosto 1955.
Para el Canada los datos proceden en gran parte del Dominion Bureau of Statistics, Annual Survey of Education in Canada. Desde 1949 esta publicación se ha llamado Survey of Higher Education. Algunos datos han sido sacados de las estadísticas del A.C.S.A., que cubren también el Canadá. Por fin, algunos otros datos, entre los más recientes, se han obtenido directamente de las instituciones docentes.
6. R. Verges-Escuin, Enrollment and Degrees in the American Schools of Architecture, University of Montreal. 1978. R. Vergès-Escuin, Effectifs et grades décernés dans les écoles d'architecture du Canada, Université de Montréal, 1978.
7. U.S. Department of Justice, Inmigration and Naturalisation Service, Immigrants Admitted as "Professional, Technical and Kindred Workers, Washington, anual. Ministère de la Main-d'oeuvre et de l'Immigration, Immigration, Ottawa, anual.
8. Hay que observar que tal duración virtual es seguramente superior a la duración media real. Esta diferencia puede explicarse perfectamente con la ayuda de un gráfico de inventario perpetuo, con motivo de la existencia de abandonos a lo largo de los estudios.
9. R. Pressât, Introducción a la demografía, Ariel, Barcelona, 1977.
10. G.W. Bertram, Apport de l'éducation à la croissance économique. Conseil Economique du Canada, 1966, apéndice B-9.
89
CAPITULO 9
PLANIFICACIÓN DE LA OFERTA ¡
"LAISSER FAIRE" O BIEN RESTRICCIÓN
EL CAMBIO SOCIAL Y LA DEMANDA DE ARQUITECTOS
Se ha demostrado que el nivel de la actividad arquitectónica es tributario del
crecimiento. Crecimiento demográfico por una parte, crecimiento económico por
otra. Simplificando, se puede decir que la historia cuantitativa de la profesión
se relaciona con la evolución de los porcentajes de crecimiento de la población y
de los ingresos. De esta forma se explica el extraordinario nivel que ha alcanzado
la actividad de los despachos de arquitecto en América del Norte durante los 20
últimos años de crecimiento galopante. Asi se explica también la calda brutal de
actividad que padece la profesión desde que reina la presente crisis.
El porvenir no parece reservar demasiadas sorpresas, ya que se sabe que la crisis
actual es más estructural que coyuntural. Es decir, que las sociedades occidenta
les sufren una mutación con vistas a adaptarse a las condiciones de un crecimiento
reducido. Uno de los primeros sectores que sufre los efectos de esta mutación es
el sector inmobiliario. Estos efectos, de origen demo-económico, se unen a los de
origen cultural ligados a la crisis del medio ambiente.
En consecuencia, existe un verdadero cambio social con respecto al ámbito de la
construcción. Ya se trate de los teóricos, de los que toman decisiones o de los
simples usuarios de lo urbano, sus planteamientos son totalmente distintos de los
de hace 20 años. Conceptos tales como la reconversión, la rehabilitación, la
reanimación y la conservación han venido a reemplazar a los de urbanismo vertical,
ciudad del futuro, arquitectura maquinista, de los que muchos de nosotros éramos
antaño ardientes defensores.
LA "RECONVERSION" DEL MARCO INMOBILIARIO
Y LA DEMANDA DE ARQUITECTOS
Este cambio social lleva consigo un cambio de la actuación en el ámbito de la
construcción. Tomemos el ejemplo de la reconversión, de la rehabilitación o de la
conservación. ¿ No pueden estos nuevos tipo de actividad sustituir a las formas
más clásicas de actuación ? La respuesta será negativa, sin lugar a dudas, si se
espera que estas actividades proporcionen una nueva demanda adicional de la
construcción y por consiguiente un aumento de la demanda de los servicios
arquitectónicos. Por el contrario, la respuesta puede ser positiva si se espera de
ellas un cambio cualitativo de los encargos hechos a los contratistas y a los
arquitectos.
Las nuevas formas de actuación del tipo reconversión, admitiendo que no obedezcan
Únicamente a una moda pasajera (1), no están en condiciones de realzar la demanda
global al mismo nivel que tenia antes de la crisis. Porque esta demanda global,
tal y como ha sido evaluada en los anteriores capítulos, incluye ya en si los
trabajos de reconversión. En efecto, la variable explicativa de la actividad
arquitectónica, tal y como está integrada en el modelo PACC, es la inversión
inmobiliaria, o para ser más exactos, el volumen de los contratos de construcción.
Ahora bien, tanto el uno como el otro, incluyen las obras de reconversión
93
destinadas a los cambios de función o a la prolongación de la vida de los
inmuebles más allá de "su esperanza de vida en su nacimiento".
Por el contrario, el aumento relativo de las obras de reconversión en relación con
la demanda arquitectónica, lleva consigo una modificación cualitativa de ésta. Si
de ahora en adelante una parte importante de los proyectos realizados por los
despachos de arquitecto se refiere a trabajos sobre "lo existente" (2) está claro
que las competencias de los arquitectos llamados a trabajar sobre tales proyectos
deberían también evolucionar en consecuencia.
En espera de abordar la cuestión de la "reconversión humana" necesaria para la
"reconversión física", serla imprudente esperar de esta última un milagro que
permitiera reabsorber el formidable excedente de arquitectos presentes o futuros
en el mercado de trabajo, y éste es el auténtico problema qué hay que resolver.
EL ABISMO ENTRE LA DEMANDA Y LA OFERTA
DE SERVICIOS ARQUITECTÓNICOS
La diferencia, que aumenta, entre la demanda que disminuye y la oferta que se
amplia, constituye el mayor problema de la profesión de arquitecto en el día de
hoy. Esta diferencia sólo podría resolverse mediante una de las siguiente
acciones : aumentar la demanda Ó reducir la oferta. Por lo que respecta a la
primera, hemos visto que es ilusorio esperar un restablecimiento de la demanda
tradicional, incluida la reconversión. Por lo que respecta a la segunda, los
efectivos estén ahí, ya en el mercado de trabajo, ya en las instituciones
universitarias : admitiendo incluso una deceleración progresiva del aumento de los
efectivos de estudiantes como el que hemos previsto en el capitulo anterior,
tenemos excedentes masivos y crecientes a medio e incluso a largo plazo.
Asi, la planificación de los recursos humanos en arquitectura sólo puede concebir
se a muy largo plazo (3). Sin embargo, incluso la propia idea de la planificación
de los recursos humanos, y sobre todo de la planificación universitaria, plantea
problemas que deben ser abordados precisamente bajo la Óptica del campo
arquitectónico.
PRINCIPIOS Y PROBLEMAS DE LA PLANIFICACIÓN UNIVERSITARIA
Hemos podido observar en el anterior capitulo que., en el pasado, la confrontación
en el mercado del trabajo de la oferta y de la demanda de arquitectos se saldó
gracias a un reajuste de signo alternativamente positivo y negativo. Si recordamos
que la oferta es el resultado de la suma de la oferta inicial (01), de los nuevos
titulados (T) y de la inmigración (INM), y si se denomina a la demanda tradicional
DEMT, y al déficit o excedente AJUSTE, se obtiene :
01 + T + INM = DEMT ± AJUSTE
Se ha podido observar últimamente, que el AJUSTE es positivo y cada vez mes alto,
lo que plantea enormes problemas. En consecuencia toda planificación pretenderé
necesariamente anular el AJUSTE, ó en otros términos, tenderá a que el primer
término de la ecuación se aproxime hacia DEMT. Ademes, como 01 se asemeja más a
una constante que a una variable propiamente dicha, se puede escribir el postulado
fundamental del sistema de planificación profesional buscado :
T + INM » DEMT
94
En un sistema de planificación, las variables de la oferta resultan ser
dependientes de la demanda. Este enunciado plantea dos problemas. El primero es de
naturaleza politico-social. En efecto, ¿ en que principio puede basarse la
decisión de hacer tender la oferta hacia la demanda ?
La economía clásica de la enseñanza ha intentado responder a esta cuestión a causa
de la necesidad social de rentabilizar las inversiones (4). La enseñanza es una de
ellas. Esto implica en efecto la existencia de costes directos - cada vez más
altos por cierto - más los costes indirectos analizados como una perdida de
ganancia durante el tiempo en que el estudiante deja de contribuir a la producción
(5). La "tasa de rendimiento" (6) llega a ser positiva cuando los ingresos
directos e indirectos suplementarios que proporciona el incremento del nivel de la
enseñanza sobrepasan el conjunto de los costes de la misma. La demostración
realizada por Edward Denison (7) de que la enseñanza y la investigación científica
han sido, con mucho, los principales factores del formidable crecimiento económico
de los Estados Unidos, ha conferido a esta tesis un carácter dogmático.
Sin embargo, la inflación de los efectivos universitarios y la aparición del
"desempleo instruido", hacen dudar del carácter exclusivo del papel económico de
la educación. Aparecen, en consecuencia, otras opciones, como la del papel del
consumo cultural (8) que tiende a extenderse más allá de la mera enseñanza
"general", como lo sugiere Milton Friedman, para englobar de esa"forma una gran
parte de la enseñanza "técnica".
En definitiva, podría admitirse que el sistema de enseñanza pudiera proporcionar
dos tipos de efectivos : unos que utilizan su titulo como un instrumento de
inserción en el mercado del trabajo, y otros que consideran la adquisición de
conocimientos como un objetivo en si mismo. Los primeros constituirían la
"inversión productiva" definida por la economía clásica de la educación; los
segundos responderían más bien a un perfil de "consumo cultural de enseñanza".
Hay que hacer notar que estos dos perfiles coexisten ya más o menos, incluso en el
seno de los programas universitarios llamados profesionales. Pero ha de tenerse en
cuenta que la mayoría de las veces, los "consumidores" basculan hacia la óptica de
los "inversores" a medida que se aproxima el final de los estudios y que se plantea
el problema de saber de qué vivirán mañana...' (9).
Es evidente que la clarificación del papel de la enseñanza dependerá del resultado
de un debate que se desarrolla al nivel de toda la sociedad... e incluso del
contribuyente ! Es probable que la planificación universitaria llegue a integrar
los dos perfiles : no vemos, hoy por hoy, la necesidad de una universidad
limitada estrictamente en función de las necesidades económicas ni, por el
contrario, de un sistema de enseñanza superior que oscilara "libremente" y no
tuviera en cuenta dichas necesidades, como ocurre en el caso de la arquitectura.
Pero se plantea otro problema, y éste en términos prospectivos. El enunciado
fundamental de la planificación universitaria supone que se conoce la demanda.
Ahora bien, lo único que conocemos, aproximadamente, es la demanda denominada
tradicional.
¿ Pero quién nos dice que no existen otras necesidades, otras formas de demanda ?
¿ La mutación en curso de la actitud social frente al ámbito construido, no estará
haciendo surgir nuevas necesidades susceptibles de expresarse bajo la forma de
demanda no tradicional de servicios arquitectónicos ?¿ En-el caso limite, no habrán
95
sido ignoradas algunas necesidades latentes por los arquitectos ? Al estar estos
demasiado acaparados por las necesidades de la producción galopante, o sumergidos
en exceso en la ideología implícita del crecimiento, quizás no hayan fijado su
atención en una demanda real pero no explicita, no tradicional y, por añadidura,
no solvente.
Admitamos por el momento que la respuesta a estas preguntas sea que si. Esto
significarla simplemente que existe, al menos potencialmente, una demanda no
tradicional : DEMNT, de servicios arquitectónicos. En otros términos, el postulado
fundamental de la planificación universitaria se convertirla en :
T + INM • DEMT + DEMNT
LA OPTICA DEL "LAISSER-FAIRE"
Todo esto nos lleva a considerar varias opticas posibles en cuanto a la
planificación universitaria. La primera, la del "laisser-faire", no rechaza ninguna
forma de oferta o de demanda. Esta Óptica postula que existe efectivamente una
"mano invisible" por medio de la cual la sociedad ajusta sus propios mecanismos,
incluidos los de un rechazo eventual del excedente de titulados...
La óptica del "laisser-faire" es, en la práctica, la que prevalece hoy en día : en
la mayoría de los países, el acceso a los estudios de arquitectura está limitado
como máximo por la capacidad de los candidatos, pero en ningún caso por su numero.
Por otra parte, de nada servirla ocultar que los responsables de las instituciones
universitarias se han dedicado a menudo, y apresuradamente, a aumentar los
efectivos, ya que precisamente es a partir de los efectivos como se determina
frecuentemente el presupuesto y, en consecuencia, el poder.
Dentro de esta óptica, no merece la pena distinguir entre los perfiles "inversión"
y "consumo" del colectivo estudiantil. Del mismo modo, no hay por que preocuparse
de hacer surgir las necesidades potenciales en lo que se refiere al ámbito de la
construcción para reactivar una demanda languideciente. La única limitación que
puede pesar sobre la Óptica del "laisser-faire" es la de los recursos, ya que sea
cual sea el perfil del efectivo, la enseñanza cuesta muy cara al contribuyente.
Por tanto, podemos preguntarnos hasta cuándo aceptará éste asumir el coste de un
sistema de enseñanza semejante. Es muy probable que este momento coincida con el
de una toma de conciencia del problema social y económico que representa para un
pals formar un excedente de titulados tan inútiles como frustrados. Por otra parte,
por la via de sus repercusiones sobre el sistema presupuestario de las universida
des, la presente crisis económica se encarga de amenazar la política universitaria
del "laisser-faire" en muchos países.
LA OPTICA DE LA RESTRICCIÓN
En el sentido más amplio, la restricción es una decisión administrativa de limitar
el acceso a una profesión. Esta limitación puede aplicarse a una sola o a las dos
fuentes de alimentación de la oferta, a saber, a la inmigración y a los nuevos
titulados. Por lo que se refiere a la segunda fuente, la limitación puede
ejercerse a su vez en el acceso a los estudios (concurso de ingreso), en el
transcurso de los mismos (curso de convalidación, exámenes), en el ingreso en la
profesión (exámenes profesionales, co-optación, etc...), o más o menos en todas
partes a la vez.
96
Dejando de lado el problema, por otra parte difícil y delicado, de la restricción
de la inmigración - problema que en America del Norte adquiere proporciones
importantes - vamos a concentrarnos en la Optica de la restricción universitaria.
Podemos observar que cuando existe la restricción universitaria, ésta tiende cada
vez m£s a aplicarse al principio de los estudios, de manera que se permita a los
candidatos rechazados la más amplia posibilidad de elegir otra carrera.
El problema del número se plantea, por otra parte, en el acceso a los estudios,
porque, cOmo se ha evaluado en el capitulo anterior, un porcentaje importante de
los estudiantes inscritos en primer año no llegarán a obtener el tituló (10). No
es menos cierto que el número de títulos otorgados por el sistema universitario es
aún demasiado alto con relaciOn a la capacidad de absorciOn del mercado de
trabajo (11).
La idea de la restricción se apoya sobre esta constatación. Sin embargo, la
restricción puede tener un carácter absoluto o relativo. Absoluto, si pretende
ajustar el cupo de titulados a la demanda tal y como está prevista. En este caso,
sOlo serla justificable si se aplicara al conjunto de las disciplinas, y ésto, a
partir de una decisión ampliamente democrática tendente a acabar, desde sus raices,
con todo tipo de desempleo intelectual.
Por el contrario, la restricción será relativa si tiende a reducir los efectivos
universitarios de arquitectura a proporciones semejantes a las que predominan en
el conjunto de todas las disciplinas. En otros términos, la restricción relativa
en arquitectura sOlo se justificarla si se cumple la siguiente condiciOn :
0Ao U+ioajt 0Co (l+iocjt >
DAo (l+iuAjt DC 0 (l+iucJt
en que OAQ y D A Q representan la oferta y la demanda en arquitectura en un año
inicial, 0 C o y D C 0 son la oferta y la demanda en el conjunto de las disciplinas en
el mismo año inicial, e i es el porcentaje de aumento propio de cada una de estas
cuatro variables.
El problema que se plantea entonces es saber si dicha condiciOn se realiza
efectivamente. Desgraciadamente es muy difícil contestar con exactitud a esta
cuestiOn, ya que no disponemos de datos suficientes ni para la oferta, ni para la
demanda, en el conjunto de todas las disciplinas. Pero si puede obtenerse une
respuesta aproximada comparando en primer lugar el porcentaje de aumento de los
efectivos universitarios en arquitectura con el del conjunto de las disciplinas.
EL AUMENTO COMPARADO DE LOS EFECTIVOS EN ARQUITECTURA
Hemos efectuado este cálculo a partir de los datos sobre los efectivos universitarios de los Estados Unidos y del Canadá, para los periodos 1965-1976 y 1968-1976.
Este cálculo ha planteado algunos problemas en cuanto'a la elección de los datos y de los periodos. Para los Estados Unidos salo se dispone, para el conjunto de las disciplinas (12), de los datos sobre los efectivos universitarios "subgraâuaâos" y "postgraâuados" en conjunto.
Estos datos existen, por una parte, para el conjunto de los niveles de tipo licencia (bachelor) y maestría (master), y por otra parte para el conjunto de todos los niveles. Para poder comparar con la arquitectura hemos considerado esta Ultima posibilidad. Por lo demás, en el nivel de la arquitectura, los datos proceden del A.C.S .A. (13), e incluyen, para los últimos alios, los efectivos en "pre-architectural". Esto nos ha
97
llevado a considerar los efectivos en arquitectura, "pre-architectural" incluido, contando con los niveles "subgraduados" y "post-graduados" habiendo obtenido o no títulos acreditados por el N.A.A.B. (14).
Para el Canadá, hemos considerado los datos relativos al primer ciclo, que corresponde al nivel de la formación profesional, tanto para el conjunto de las disciplinas como para la arquitectura (15).
Los resultados del cuadro que a continuación se ofrece son impresionantes. Para
todos los periodos estudiados, tanto en los Estados Unidos COITO en el Canadá, los
porcentajes de aumento de los efectivos en arquitectura son muy superiores a los
del conjunto de todas las disciplinas (16). El número de estudiantes aumenta pues
relativamente más deprisa en las escuelas de arquitectura. Asi, desde 1968, el
numero de inscritos en las escuelas de arquitectura americanas ha sufrido un
aumento del 10,2% contra el 5,2% para el conjunto de las disciplinas. Hay que
señalar también que cuanto más reciente es el periodo, más se acentúa la diferencia.
periodo
1968-75
1965-75
Estados Unidos
efectivos arquitectura todo nivel
10.2%
8.2*
efectivos universidad todo nivel
5.2%
6.0%
Canadá
efectivos arquitectura primer nivel
5.2%
7.4%
efectivos universidad primer nivel
4.5%
5.6%
Tab. 1. Tasa de crecimiento de los efectivos universitarios en arquitectura y en el conjunto de todas las disciplinas. Estados Unidos y Canadá, 1965-1975 y 1968-1975.
Si volvemos ahora a la condición enunciada por la desigualdad antes expuesta,
podemos estar seguros de que se realiza también para los numeradores, ya que la
demanda de arquitectos crece mucho mSs despacio que la demanda en el conjunto de
las disciplinas. En efecto, la primera depende de las inversiones inmobiliarias,
mientras que la segunda depende del conjunto de los gastos, ya sean de inversión
o de consumo. Ahora bien, es un hecho conocido que las inversiones son mucho más
sensibles a la coyuntura que el consumo, es decir, que en un periodo de crisis,
aquellas tienden a disminuir mucho más deprisa que los gastos de consumo. En
consecuencia el porcentaje de aumento iDA es seguramente inferior a iDC, lo que
acentúa la desigualdad y refuerza la condición fundamental de una restricción
especifica de los estudios de arquitectura.
PERFILES DE MOTIVACIÓN
Falta por averiguar qué razones impulsan a tantos jóvenes hacia la arquitectura.
Ya que, aparentemente, parece como si los hijos de nuestras sociedades altamente
industrializadas vieran en la arquitectura amplias oportunidades de acción sobre
el medio ambiente y el ámbito de la construcción, cuando, por el contrario, los
actuales cambios económicos y sociales de estas mismas sociedades producen el
efecto de reducir, precisamente, dichas oportunidades. Además, la afluencia hacia
los estudios de arquitectura sigue aumentando, mientras la critica social del
papel y de la pretérita producción arquitectónica está en pleno apogeo.
Tenemos una gran falta de información a este respecto. Desde luego, se han hecho
algunos estudios sobre la motivación del efectivo estudiantil (17), pero aparte
de que estos estudios se refieren a conjuntos de población excesivamente restrin
gidos, proporcionan informaciones difícilmente interpretables para llegar a una
98
teorización de los perfiles contemporáneos de la motivación en la arquitectura.
Debido a Ésto tenemos que abandonar el campo de los hechos por el de las
conjeturas. En nuestra opinión, el aumento diferencial más fuerte de la oferta en
arquitectura tendría como fuente la crisis del medio ambiente. Para apoyar esta
tesis, nos basamos en nuestra larga experiencia del medio universitario de Quebec.
En efecto, antes de mediados de los años 60, se puede decir que el grueso del
efectivo estaba constituido por estudiantes cuyos objetivos eran netamente
profesionales, de ahí un predominio del perfil "need for achievement" (18) a
menudo coloreado por motivaciones artísticas.
Tras la ola contestataria que ha sacudido las universidades americanas hacia
finales de los años 60, el perfil de motivación se ha diversificado hasta el punto
de hacer muy difícil la labor del profesorado. Por una parte se observa siempre
una base "achievement", que recobra repentinamente terreno en América del Norte.
Por otra parte, se constata la presencia de un buen número de estudiantes de perfil
"afiliación", según McClelland, cuyos objetivos están situados más hacia el campo
de la comunicación, de lo "vivido", fácilmente contestatarios, pero que también se
dejan seducir fácilmente por el clima "cool" del que determinados profesores se
complacen en rodearse.
¿ Por qué han elegido estos estudiantes la arquitectura en lugar de otras
disciplinas más fundadas en las relaciones interpersonales ? Tal vez para
sustraerse a la "verborrea" en la que tienen fama de haber caldo algunas ciencias
sociales... Tal vez, también, para dar a sus aspiraciones un soporte concreto y
material que pensaban encontrar, con razón o sin ella, en los estudios de
arquitectura...
Por último, se encuentra en los efectivos estudiantiles un perfil nuevo, surgido
directamente y según toda apariencia, de la crisis del medio ambiente. El estudian
te que responde a este perfil ostenta aspiraciones netamente científicas, que
pretende satisfacer trabajando por un medio ambiente mejor. Construye generadores
eólicos, intenta reutilizar materiales tradicionales, y concibe habitats "mínimos".
Por otra parte, tiene una visión más bien "low" de la sociedad, a medio camino
entre lo bucólico y las relaciones humanas no opresivas y no ideológicas de un
futuro "post-industrial". En este sentido, se aproxima un poco al perfil
"distanciado" de Kenniston (19).
¿ Por qué han escogido estos estudiantes la arquitectura en lugar de disciplinas
tales como la ingeniería mecánica o industrial, con las que hubieran adquirido más
instrumentos para actuar al nivel del medio ambiente ? Probablemente porque la
arquitectura, sin razón o con ella, parecía ofrecerles el anclaje "humano"
implícito en sus aspiraciones, anclaje que los estudios de ingeniería tienen fama,
más o menos certera, de ignorar.
Por supuesto, todos estos perfiles son variables. Algunos de ellos se vuelven
marginales de súbito al antojo de las luchas entre los "leaderships". Otros
•terminan por marcar con su huella el estilo de las instituciones. Esta es una de
las grandes dificultades actuales de la labor del profesorado de arquitectura, ya
que, en definitiva, la única compensación verdadera del oficio es encontrar entre
el colectivo estudiantil una respuesta favorable al mensaje transmitido. Se
comprende entonces que la búsqueda de esta compensación conduzca directamente al
99
"cambio de chaqueta" al antojo de la evolución de las corrientes ideológicas o
psicológicas.
Se comprende, sobre todo, la dificultad de una política cualquiera de restricción
en los estudios de arquitectura. Primeramente se necesitarla disponer de un
conocimiento de la motivación estudiantil mucho más sistemático y extenso que las
consideraciones que hemos ofrecido a titulo de simple experiencia personal. Pero
después ¿ que perfiles habría que favorecer y en detrimento de qué otros ? Pe la
respuesta a esta pregunta puede depender el estilo de la actuación arquitectónica
del futuro. Por consiguiente, dicha respuesta no puede darse por la vía tecnocrS-
tica, sino únicamente por la vía política.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. i Qué quedará de los actuales movimientos surgidos de la crisis del medio ambiente ? Hemos discutido este punto en un articulo, R. Vergès-Escuin, Les concepts d'environnement, an Architecture-Concept, ns 322, marzo-abril 1974, a propósito de un libro de T. Haldonado, Ambiente humano y ideología, Nueva Visión, Buenos Aires, 1972. De todas maneras, el cauce actual de la "moda" de la reconversión y de la restauración le deja a uno un poco escéptico en cuanto a la profundidad del movimiento. Como ha dicho Claude Schnaidt, hay demasiadas aspiraciones insatisfechas, demasiado descontento respecto del modo de vida urbano, demasiadas injusticias y desarraigos provocadas por la separación ciudad - campo, para poder pensar que el "reciclage" de la ciudad pueda ser el milagroso remedio. La ciudad museográfica no resuelve estos problemas, al contrario, puede añadir otros cuando llegue el momento de hacer cuentas... Seria inútil, sin embargo, negar la existencia del movimiento y despreciar las implicaciones de un cambio social tan real con respecto al marco inmobiliario.
2. La gran mayoría de las oficinas americanas de arquitectura han hecho tal tipo de trabajo. Conservation in the context of change, en Architectural Record, die. 1974, pág. 85-87.
3. Plazos excesivamente largos para la obtención de los primeros efectos son propios a toda planificación universitaria. Estos plazos comprenden el análisis de los problemas, el enunciado de las soluciones, la adopción de políticas, la puesta en práctica de programas, el tiempo de escolarización, la inserción en el mercado del trabajo, el plazo de obtención de los efectos descontados y finalmente su medida... generalmente diez o quince años...
4. A. Page, L'économie de l'éducation, P.U.F., Paris, 1971, pág. 10-15.
5. Th. W. Schultz, Valor económico de la educación, Edición Hispano-Americana, 1968, México.
6. M. Blaug, Economía de la educación, Tecnos, Madrid, 1972.
7. E.F. Denison, The Sources of Economic Growth in the U.S., Comunittee for Economic Development, N.Y., 1962.
8. H.R. Bowen, The Manpower vs. the Free-Choice Principle, en University Affairs, Ottawa, enero 1974.
9. Ver por ejemplo A. Farine, Les diplômés de l'Université de Montréal sur le marché du travail, C.R.D.E., Université de Montréal, 1974, pág. 3.
10. El rendimiento del sistema de enseñanza profesional de arquitectura en Estados Unidos es de alrededor 0,45, es decir que al término de la duración virtual de los estudios, solamente el 45% de los matriculados en primer año obtendrán efectivamente su diploma.
11. The Carnegie Commission on Higher Education, College Graduates and Jobs, McGraw-Hill, N.Y., 1973.
12. U.S. National Center for Education, Poet Secondary Fall Enrollments, Washington, anual.
13. Association of Collegiate Schools of Architecture* Enrollments and Statistics, Washington, anual.
14. National Architectural Accrediting Board.
100
15. Statistique Canada, Inscriptions d'automne dans les universités et collèges, Ottawa, anual.
16. calculados por los mínimos cuadrados, B. Pesek, Economie Growth and its Measurement, en Economic Growth and Cultural Change, vol. IX, na 3, abril 1961, pág. 295-315.
17. Ver por ejemplo P.E. Honot, Motivations et aspirations des étudiants architectes, Ecole Polytechnique Fédérale, Lausana, 1973; B.H. Nelson, The Decision to Study Architecture : A Sociological Study,en Journal of Architectural Education, pág. 83-89.
18. D. McClelland, La sociedad ambiciosa, Guadarrama, Madrid, 1971.
19. K. Kenniston, The Vncommited, Harcourt. Brace and World, N.Y., i960.
101
CAPITULO 10
PLANIFICACIÓN DE LA DEMANDA :
AMPLIACIÓN O BIEN DI VERSIFICACIÓN
PLANIFICACIÓN DE LA DEMANDA DE ARQUITECTOS
Hasto aquí la perspectiva de una planificación universitaria ha sido examinada bajo
el solo ángulo de la oferta de titulados y esto en función de una demanda
"tradicional" de servicios de arquitectura. Y se ha visto que si nos atenemos a la
perspectiva económica clásica de la educación considerada como una inversión, la
situación excedentaria actual conducirla inexorablemente hacia la óptica de
restringir el acceso a los estudios de arquitectura. En otros términos, hemos
considerado que la desigualdad entre la oferta y la demanda podría reducirse
gracias a la disminución de la primera.
Pero, ¿ no sería posible actuar sobre el segundo termino de dicha desigualdad
esforzándose en aumentar la demanda ? Para responder a esta pregunta debemos
examinar paso a paso la eventualidad, ya sea de una extensión de la demanda
"tradicional", ya sea de la emergencia de una demanda "no-tradicional".
EXTENSION DE LA DEMANDA TRADICIONAL
Hemos visto en el capitulo 3 que, al menos en América del Norte, los arquitectos
están lejos de participar en todos los. proyectos de construcción.¿No serla posible
de recuperar al menos ciertos sub-sectores que escapan hoy día a la profesión ? Si
esto fuera posible, una parte importante del excedente de arquitectos debería
desaparecer.
Para discutir de este punto, parece útil mencionar los esfuerzos que ciertos países
han hecho recientemente es este sentido, particularmente el Quebec y Francia. En
los dos casos, se promulgó una ley obligando a recurrir al arquitecto para (casi)
todo proyecto de nuevo edificio. Es necesario decir que en los dos países, el
legislador rehusó dar un carácter absoluto a esta obligación y estableció umbrales
de aplicación, ya sea de costo, ya sea de dimensión. Asi, en Quebec, la nueva ley
promulgada sobre la base de la doctrina de la seguridad pública, dispensa de
recurrir a un arquitecto en el caso de obras de menos de $ 100 000 siempre y cuando
no estén bajo la rúbrica de los edificios públicos (1). Un tal umbral excluye de
la ley todo el sector de la vivienda individual. Excluye también una buena parte
del sector comercial, en la cual la distribución de proyectos según el valor
muestra una gran gama de obras de pequeño coste destinadas a mejorar los locales
ya existentes.' Excluye, en fin, un porcentaje importante de proyectos de reconver
sión en todos los sectores.
Por otro lado, una gran parte de las construcciones de tipo industrial pueden ser
hechas por los ingenieros que, en Quebec, se benefician de una ley paralela a la
de los arquitectos. En fin, al sector vivienda de tamaño intermediario muy popular
en Canadá, se le presenta el dilema de situarse ya sea fuera de la ley, ya sea
fuera del mercado. En efecto, dotado con una gran competencia con respecto a la
casa individual, dicho sector no puede permitirse un aumento de los costos del
orden de 6 a 10% correspondiente a los honorarios de arquitecto. Y como la ley no
ha previsto medios de control ni sanciones suficientemente importantes, es fácil
de adivinar lo que los constructores de "duplex" y otras formas de vivienda urbana
105
intermediaria están interesados en hacer. Finalmente, la nueva ley quebeguense
sobre los arquitectos no aparece como un medio eficaz de aumentar substancialmente
la demanda tradicional de los servicios de arquitectura.
Examinemos ahora el caso de Francia. La nueva ley francesa sobre la arquitectura,
basada sobre una doctrina relativamente reciente del Ínteres público de la
arquitectura, instaura igualmente un umbral, dimensional esta vez. Fl recurso al
arquitecto se establece para toda construcción de más de 250 o 300 m2 (2). Aún
aquí, este umbral ahorra la intervención arquitectural en la mayor parte de la
vivienda individual no obstante el "filtro" de los consejos departamentales de
arquitectura encargados de vigilar que todos los proyectos presenten característi
cas arquitectónicas aceptables. El umbral dimensional ahorra igualmente la
intervención del arquitecto en una gran parte de las nuevas construcciones no
residenciales. Las condiciones impuestas por la ley se asemejan a las del Quebec,
pero es difícil de precisar más en tanto que la ley, y aquella paralela sobre la
ingeniería, no haya alcanzado su régimen normal.
Sin embargo, la ley francesa sobre la arquitectura ha hecho aparecer, de una
manera inesperada, uno de los aspectos más interesantes de la práctica
extra-arquitectural. En efecto, la nueva ley ha previsto que los no-arquitectos
pudiesen ejercer a igual titulo que los actuales miembros de la profesión, a
condición de ser admitidos en esta por una comisión apropiada. Y de golpe, se
asiste a la emergencia de una masa considerable de demandas de admisión en la
profesión, apoyadas sobre expedientes profesionales pertinentes. El examen de los
dichos expedientes parece indicar que son precisamente estos siete mil postulantes
que ejercen el oficio de arquitecto en el ámbito de la construcción que escapa
tradicionalmente a los diez mil arquitectos oficialmente reconocidos en Francia...
A través esta situación, el problema de la ampliación de la demanda tradicional
aparece bien diferente. Todo parece indicar que se trata menos de conquistar un
nuevo mercado que de integrar los practicantes que lo poseen ya. Es necesario
decir que este mercado fuá hasta ahora olvidado por los arquitectos "oficiales",
demasiado ocupados por los proyectos de gran envargadura. Y es necesario agregar
que los practicantes desprovistos de diploma o de acreditación que se encargaron
de este mercado, a menudo ingrato, actuaron frecuentemente con acierto, puesto
que muchos de entre ellos ingresarán sin duda en la profesión.
En definitiva y en tanto que la evolución relativa de la ley francesa sobre la
arquitectura se continue en el sentido indicado anteriormente, opinamos que la
ampliación de la demanda tradicional no podrá realizarse más que el precio de un
aumento equivalente al de la oferta... lo cual deja intacto el problema del actual
excedente de los efectivos.
LA OPTICA DE LA DIVERSIFICACION
El problema de la diversificación puede ser planteado como sigue : ¿ existe una
necesidad virtual de arquitectos en ciertos sectores y niveles del ámbito de la
construcción donde no han estado presentes anteriormente ? En otros términos ¿ hay
demanda potencial de servicios de arquitectura "no-tradicionales" ? Si es asi,
¿ es que esta demanda puede ser solvente, es decir dispuesta a remunerar en su
justo valor los servicios en cuestión ? En definitiva, ¿ existe en la ámbito de
la construcción nuevas aperturas de actuación arquitectónica socialmente Otiles y
económicamente viables ?
106
Numerosos trabajos se realizaron para intentar responder a estas preguntas (3).
Pero estos trabajos se referieron esencialmente a programas de formación orienta
dos hacia la diversificación de aptitudes, en particular en America del Norte
donde esta tendencia se manifesto desde muy hace tiempo. En efecto, con la
bendición de la American Institute of Architects hacia el final de los anos 50,
numerosos esfuerzos fueron hechos por los establecimientos de enseñanza de
arquitectura en vista de diversificar sus programas.
¿ Cuales fueron los resultados obtenidos ? Para estimarlos hemos utilizado un
instrumento preciso que es el índice de diversificación (4). Este Índice mide la
evolución de los empleos de arquitectura en cada actividad económica (manufacturas,
transporte, comercio, administración pública, servicios a las empresas, etc..) y
€sto, en relación a la evolución de la inversión inmobiliaria con incidencia
arquitectónica en valor real, tal como la nemas definido en el capitulo 2. Asi,
considerando que el valor real de dicha inversión inmobiliaria aumentó en un 48%
entre 1961 y 1971, se deberían encontrar incrementos análogos del empleo de
arquitectos en los diferentes sectores de actividad. De hecho, hallamos en 1970
incrementos sectoriales superiores al 48%, lo que se traduce por una ganancia
bruta de alrededor de 4 000 nuevos empleos. Sin embargo 1 600 de estos nuevos
empleos, fueron creados en detrimento de los despachos de arquitecto, lo cual nos
da una ganancia neta de 2 400. La tabla 2, mas abajo, dS los detalles del cálculo
a partir de los datos del cuadro Al del anexo estadístico y de los datos de los
censos americanos (5).
actividades
agricultura
minas
manufacturas
construcción
transportes, comunicaciones y suministros publ.
comercio
financias, seguros e inmuebles
servicios (excepto despachos arquit.)
despachos arquit.
educación
administración
varioB
TOTAL
arquitectos en I960
numero
102
628
1 380
244
287
366
893
24 313
510
1 223
40
29 986
Z
.3
2.1
4.6
.8
1.0
1.2
3.0
81.1
1.7
4.1
.1
100
previsionei de empleo para 1970
numero
151
932
2 047
362
426
543
1 325
36 070
757
1 841
59
44 486
arquitectos en 1970
número
268
55
1 506
2 343
719
698
792
1 755
34 460
1 089
3 245
46 930
Z
.6
.1
3.0
5.0
1.5
1.5
1.7
3.7
73.5
2.3
6.9
100
empleo suplementario en 1970
isteéro
117
55
574
296
357
272
249
430
-1 610
332
1 431
-59
2 444
Z
.3
.1
.9
.4
.7
.5
.5
.7
-7.6
.6
2.8
-.1
5.5
Tab. 2. Empleo de arquitectos por Bectores de actividad económica. Estados Unidos, 1960 y 1970.
Podemos notar la pequenez de las ganancias debidas a la diversificación, del orden
del 5% en diez años. Por otro lado, las cuatro quintas partes de les arquitectos
trabajaban en las oficinas profesionales. En definitiva, y con algunas excepciones,
la profesión permanece dentro de su marco tradicional. Los esfuerzos realizados al
107
nivel de la oferta no parecen haber desarrollado hasta aguí una Incidencia mayor
sobre la evolución de la demanda de arquitectos.
Dado que la experiencia americana no puedo ayudarnos en el sentido de la diversifi-
caciOn, quizás podamos al menos sacar una lección de dichas estadísticas ? Formule
mos la hipótesis de que el problema de la diversificación haya sido abordado
solamente de manera parcial. De hecho, los precursores en este dominio fueron,
primero, poco escuchados y, enseguida, demadiado absorvidos por el aspecto de la
obiKta. de nuevo* ¿e.Jiv¿e.¿o¿. En todo caso, olvidaron el aspecto capital de la demanda pote.nc.lat de. talei ¿o.)i\)¿clo¿. Pues se ha visto que si han habido nuevas aptitudes, estas no han correspondido a las esperanzas de la demanda potencial que
sin duda alguna existe.
Hemos dejado voluntariamente de lado el problema de la definición de la demanda
de servicios arquitectónicos diversificados. Y es que tal definición requiere un
cuerpo conceptual relativamente complejo. De hecho ¿ qué papel puede desempeñar un
arquitecto, y en que sectores o niveles de la actividad económica ? Si fuera
posible responder a esta pregunta enumerando el conjunto de todas las tareas
posibles, serla suficiente de sustraer de este conjunto las tareas que correspon
den a la llamada demanda tradicional para encontrar enseguida en el resto de dicha
enumeración, las funciones que el arquitecto no realiza. Es al interior de este
resto que se podrían identificar las eventuales actividades no-tradicionales, es
decir la diversificación.
Desgraciadamente las cosas no son tan simples, pues lo que llámanos hoy en día la
actividad tradicional del arquitecto, no es mSs que un resto de lo que podía
realizar ayer. Dicha actividad tradicional es mucho menos tradicional de lo que
pensamos. Ella misma es una consecuencia directa de la cristalización de los usos
cortesanos del siglo XVII (6). Por otra parte, el arquitecto no ha cesado de
restringir cada día más su status, al separarse sucesivamente del ingeniero, del
contratista, del fabricante de materiales, del promotor y de otros participantes
con los cuales podía, en otros tiempos y si se daba el caso, indentificarse.
EátS claro que la evolución elitista de la profesión de arquitecto a lo largo de
tres siglos le ha hecho perder una buena parte de la función que hubiera podido
ejercer sobre la producción del marco inmobiliario a lo largo del crecimiento
industrial. Hoy día, todos reconocemos que en materia de construcción, las
decisiones importantes son tomadas mucho antes que el arquitecto intervenga.
Además cuando interviene es prácticamente a nivel del diseño y de la ejecución del
proyecto, pero raramente en las operaciones que, en el vasto campo de la
producción, son anteriores o posteriores al proyecto propiamente tal. En fin, la
gestión del patrimonio inmobiliario tampoco utiliza con provecho los servicios del
arquitecto, en razón de su formación destinada para realizar sólo proyectos de
nuevas construcciones.
La diversificación de la actividad arquitectural tendra lugar cuando se comprenda
que el arquitecto tiene vocación para actuar en todas las actividades que,
directamente o indirectamente, estén relacionadas con el marco inmobiliario. Ahora
bien, estas actividades van desde la decisión de la inversión inmobiliaria hasta
la gestión del patrimonio resultante, pasando, por supuesto, por su producción
propiamente dicha.
108
Es necesario sin embargo distinguir diversificacion y especialización. En efecto,
la diversificacion representa la capacidad del arquitecto de intervenir con los
conocimientos que le son propios en el conjunto de sectores y de niveles donde se
decide, se produce, y se administra el marco inmobiliario. La diversificacion no
tiene otras implicaciones sobre el plan del saber que la de adquirir un mínimo de
conocimientos sobre el ámbito en el cual se proyecta intervenir. La especialización,
por el contrario, implica una transformación de la estructura del saber puesto que
consiste en un estrechamiento del campo de conocimientos a fin de profundizar una
disciplina particular.
En definitiva, la diversificacion está centrada sobre el ámbito en el se quiere
actuar, mientras que la especializacifin está centrada sobre la función que se
quiere allí ejercer.
Los dos conceptos no son contradictorios, y lo que es más, la intervención en los
medios "no-tradicionales" determinará progresivamente ciertos perfiles de
especializacifin que le serán propios. Por ejemplo, la intervención de arquitectos
al nivel de proyectos de inversión traerá, para ellos, la necesidad de profundizar
sus conocimientos en materia de análisis financiero y de estudio del mercado. En
lo opuesto, la intervención de arquitectos a nivel de comités de ciudadanos
implicará la adquisición de ciertos conocimientos en ciencias sociales. Y asi
sucesivamente...
¿ Pero cuales son exactamente esos sectores en los cuales el arquitecto podría
actuar ? Es este problema que abordaremos en el capitulo siguiente.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Loi des architectes, Quebec, 1974, art. 16.
2. Loi ns 77/8 du 3 janvier 1977 our l'architecture, art. 3, en Journal Officiel de la République Française, 4 enero 1977.
3. Ver por ejemplo, D. Hunt Jr., Comprehensive Architectural Practice, en Journal of American Institute of Architects, junio 1962, pig. 77-86; c. Doxiadis, Arquitectura en transición, Ariel, Barcelona, 1963. R. Geddes, R. Spring, A Study of Education in Environmental Design, informe para la A.I.A., Princeton, 1967. También, a pesar de su esoterismo, Architects Aspects en Architectural Design, julio 1976, pág. 268-295.
4. R. vergès-Escuin, Enseignement de l'architecture et marché du travail, en La revue canadienne de l'enseignement supérieur, vol. vll-3, 1977, pSg. 33-34.
5. U.S. Population Census 1960, PC (2), FC, tab. 2 (datos aumentados en un It : ver PC-U.S. Sumary, PC (1) ID, tab. 202); U.S.P.C. 1970, PC (2) FC, tab. 8 (datos corregidos, ver nota (1) del anexo estadístico).
6. G. Hinvielle, Histoire et condition juridique de la profession d'architecte. Imprimerie de l'Université de Bordeaux, 1921.
10?
CAPITULO 11
SECTORES DEL MARCO INMOBILIARIO
I Es posible trazar el "mapa económico" de los campos potenciales de actuación arquitectónica diversificada ? El análisis económico interindustrial permite
responder afirmativamente a esta pregunta.
En efecto, ¿ de que naturaleza son las actividades que concierne el marco
inmobiliario ? Estas son del orden de la decision, de la producción y del uso. Las
primeras tienen lugar en los sectores de la inversión, las segundas se efectúan en
los sectores de la producción, las terceras en fin, se desarrollan en los sectores
de consumo. Ahora bien, en cada uno de estos sectores, la contabilidad nacional
ofrece un arsenal casi completo de información que permite - conocer su estructura y
su nivel relativo.
Además, los tres conjuntos de sectores en cuestión pueden ser descritos con la
ayuda de las mismas variables o unidades : por un lado las ramas de actividad
económica, por otro los flujos o los stocks en valor nominal o real.
Los sectores de la inversión pueden representarse de un lado por el valor y de
otro por la naturaleza de las inversiones inmobiliarias efectuadas por las
diferentes actividades económicas (a las cuales se agrega tradicionalmente la
vivienda). En cuanto a los sectores de la producción, serán descritos por los
flujos de las cifras de negocios correspondientes a la participación de cada una
de ellos en la producción de tal tipo de edificios. En fin, las diferentes ramas
de actividad económica utilizan los edificios asi financiados y producidos, para
sus propias necesidades. En ese caso, se representa el valor del parque disponible
por cada una de dichas ramas. La tabla siguiente sintetiza todas estas variables.
113
rainas de la actividad económica
agricultura
silvicultura
minas, canteras
manufacturas
construcción
transporte, comunicaciones y servicios públicos
comercio
finanza, seguro e inmobiliaria
servicios a la empresa, servicios comerciales y servicios personales
instituciones
administración pública
diversos
sectores de inversion
agricultura
silvicultura
minas, canteras
manufacturas
contratistas de obras
servidos públicos
comercio (excepto servicios comerciales)
finanza, seguro e inmobiliaria (excepto vivienda)
servicios a la empresa, servicios comerciales y servicios personales
instituciones
admini stración publica
vivienda
sectores de producción
~
madera de aserradero
materias primas
materiales de construcción excepto madera de aserradero y hormigón "In situ"
contratistas y empresas especializadas
transporte, comunicaciones, energfa, agua, etc...
comercio de materiales de construcción
servicios financieros y seguros para la construcción, promoción inmobiliaria
servicios técnicos : arquitectos, ingenieros , topógrafos, etc. servicios administrativos : contables, tasadores, administradores, etc.
—
permisos y control
obras hechas por el propietario
sectores de uso y consumo
haciendas
--
edificios mineros
fábricas y talleres
fábricas y talleres
estaciones, aeropuertos, empalmes, silos, etc..
comercios almacenes
despachos y oficinas
hoteles restaurantes edificios recreativos despachos almacenes garages etc...
escuelas, universidades hospitales, e t c .
despachos, edificios públicos, etc...
vivienda
Tab. 3. Sectores de inversión, de producción y de uso del parque inmobiliario.
LOS SECTORES DE LA INVERSION
Cada empresa produce bienes y servicios con la ayuda de un capital. Una buena
parte de este, está constituido por los edificios. Asi, toda empresa se propone
desarrollar su capital inmobiliario de manera de asegurar su propia expansión.
Para ello, la empresa establece anualmente un plan de inversiones y busca los
recursos financieros para realizarlos. La empresa deduce en consecuencia sobre sus
propios ingresos (autofinanciamiento) o bien pide prestado a fuentes exteriores
los recursos necesarios (emisión de acciones o de obligaciones, préstamos, etc... ). Por
otro lado, la empresa elige el punto geográfico donde materializar sus inversiones
(localización), prepara su descripción funcional (programación) y, lo más
corriente, confia a expertos exteriores (arquitectos, ingenieros, etc..) el
diseño y la definición física de las construcciones. Al final, la empresa firma
un contrato con una empresa de construcción para la realización final.
Anotemos de paso que a menudo las empresas aseguran su propia expansión alquilando
114
a otras los espacios que les son necesarios. Esta solución trae sus ventajas y sus
inconvenientes : ella simplifica la gestión de la empresa, la cual tiene como
vocación primera la producción; por el contrario, ella no aporta ningún aumento al
activo de la empresa, cuya segunda vocación es la acumulación de capital... De
todas maneras, sabemos que una buena parte de los espacios de comercio y de
oficinas resultan de las inversiones hechas por sociedades que no utilizan más que
una cierta parte de ellos y que arriendan el resto. Son en particular sociedades
bancarias, de seguros u otras (fondos de pensiones, etc..) que disponen del
capital financiero necesario .a este tipo de operaciones.
Sea lo que sea, vemos que los factores determinantes de la construcción se sitúan
a nivel de la inversión. En efecto es por la elección de la inversión en tal o
tal tipo de inmueble, por su localización y por su programación que se determinan
en mayor parte sus características y su modo de inserción en el marco inmobiliario.
Dicho marco no es otra cosa más, al final, que la acumulación de los resultados de
estas actividades.
sectores
-¿¿¿cultura, pesca y silvicultura
minas
manufacturas
construcción
transportes, comunic. suministros públicos comercio, financias, seguros e inmuebles
servicios comerciales
escuelas
universidades
religión
sanidad
otras instituciones
gobierno federal
gobierno provincial y municipal
vivienda
agri
granjas
!BH&
indust.
edif. mineros
fabricas
WÍ&
comercial
almacenes
oficinas
garages
edif. suminis
tros públicos
tiendas
-
hoteles
edificios de
recreación
ül
•
institucional
escuelas
universidades
iglesias
hospitales
otros edificios
inst itueionales
vivienda
vivienda individu
If
, vivienda colectivi
m jiíjÉj
var
otros edificios
Tab. 4. Inversiones inmobiliarias efectuadas por loa sectores de actividad económica según el tipo de edificio. Canadá, 1975. En decena* de millones de dSlares.
115
¿ Pero guien invierte y en que ? En algunos países la contabilidad de las
inversiones se efectúa bajo doble entrada : los sectores de actividad económica y
los tipos de edificio. Este es en particular el caso de Canadá (1). El cuadro
precedente permite visualizar la importancia relativa de las inversiones según su
naturaleza, efectuadas en este país en 1975. Cada punto representa diez millones
de dólares.
Este cuadro permite constatar que la mayor parte de los sectores efectuSn las
inversiones inmobiliarias que le son especificas : granjas para la agricultura,
fábricas para las manufacturas, comercios para el comercio, etc.. Sin embargo,
debemos observar ciertos sectores tales como "finanzas, seguros e inmobiliarias"
que inviertan en varios tipos de construcciones : parques industriales, centros
comerciales, edificios de oficinas, estacionamientos, etc.. Finalmente hay el
estado (federal en Canada) y las "colectividades locales" (provincial y municipal
en Canadá) que hacen un poco de todo...
LOS SECTORES DE PRODUCCIÓN
Imaginemos que el inversionista haya pasado a través de todo el proceso preparato
rio - sobre el cual volveremos después - y que firme un contrato con una empresa
general de construcción para realizar un edificio (2). A medida que las obras
avanzan, el inversionista o su mandatario recibe de la empresa las facturas
correspondientes hasta el término del contrato.
Pero los efectos del mercado no se limitan a la empresa general, ya que por el
juego del consumo intermediario y de la adquisición de servicios, los efectos
indirectos del contrato de construcción repercuten sobre un conjunto de sectores
situados "más abajo" de la empresa. Asi, la empresa general pone en la obra puer
tas que compró al manufacturero. Este, a su vez, obtuvo el contrachapado a través
del fabricante de productos de madera, el cual compró dicha madera al aserradero,
el cual se aprovisionó en el forestal, etc..
Los efectos indirectos se miden gracias a la contabilidad interindustrial. Algunas
de estas estimaciones han sido hechas para 1970 bajo forma de cifras de negocios,
consideradas en el conjunto de las actividades, para un contrato de construcción
de 100 millones de dólares y para diferentes tipos de edificios (3).
116
sectores
agricultura» pesca y silvicultura
minas y canteras
manufactura madera
" metal
" cimiento
otras manufacturas
construcción (sin ingresos directos)
transportes, comunic, suministros públicos
comercio
financia, seguros e inmobiliaria
servicios a la empresa
otros servicios
TOTAL
viviendas individúale!
2.7
.9
14.1
9.7
5.5
8.9
.5
5.9
2.4
1.5
1.4
3.0
56.0
viviendas colectivas
1.3
.7
6.9
12.1
8.4
8.6
.5
4.9
2.2
2.1
3.4
2.6
53.7
fábricas
.2
3.1
1.9
13.1
9.9
6.1
.6
5.2
2.2
.7
.4
2.1
45.5
almacenes
.3
1.5
1.1
13.2
5.9
9.9
.4
3.5
1.2
.8
.4
.8
39.0
oficinas
.4
1.3
2.2
13.7
11.7
10.3
.6
5.0
2.8
.9
.5
3.2
52.6
Tab. 5. Volumen de negocios indirectos ocasionados por un gasto de cien millones de dólares de obras en los diferentes sectores de actividad según el tipo de edificio. Quebec, 1970. En millones de adiares.
Sin embargo, antes de firmar el contrato de construcción, el inversionista debe
pasar por un proceso preparatorio que implica la participación directa de
diferentes sectores de actividad situados, esta vez, "más arriba" del contratista.
Por otra parte, la diferencia entre el valor de las inversiones y el valor de los
contratos de construcción representa el costo de esta participación y ésto sin
tener en cuenta el terreno.
Precediendo al contrato de construcción encontramos la intervención de los
siguientes sectores :
- Servicios de análisis ("feasibility studies", programación...)
- Servicios jurídicos (notarios, expertos...)
- Servicios financieros (préstamos, hipotecas, seguros...)
- Servicios técnicos (arquitectos, ingenieros, topógrafos...)
- Servicios publicitarios y otros.
Es necesario añadir que ciertas actividades correspondientes a estos sectores son
a menudo desempeñadas por el inversionista mismo. Además, algunas de estas
actividades tienen lugar al mismo tiempo que se toma la decisión de invertir, de
la cual son los eslabones.
En Estados Unidos, el costo directo del conjunto de estas operaciones representa
por término medio el 20% sobre el valor de los contratos, aunque este porcentaje
puede variar entre 10 y 30% según los sectores (4). Desgraciadamente, no dispone
mos de los efectos indirectos inducidos por estos gastos. Sin embargo, creemos
117
que estos efectos deben ser del orden de un tercio de los efectos directos y deben
repercutir esencialmente sobre el conjunto de los sectores de servicios de
comunicaciones y de administración pública (permisos). En otros términos, un
contrato de 100 millones implica, solamente para los sectores situados "más
arriba", una participación directa con una cifra de negocios adicional de 20
millones, mas los efectos indirectos del orden de 6 millones (sin comprender el
costo del terreno).
Al aplicar estos resultados e hipótesis a los valores de la construcción en
Canadá en 1975 para los sectores considerados obtendremos la tabla siguiente en
millones de dólares.
sectores
agricultural pesca y silvicultura
minas y canteras
manufactura madera
" metal
" -cimiento
otras manufacturas
construcción
transportes, comunic. suministros públicos
comercio
financia, seguros e inmobiliaria
servicios a la empresa
otros servicios
administración pública
TOTAL
agri
granjas
9
3
50
32
19
30
340
25
8
17
75
20
3
631
indust. edif. mineros
3
5
. 3
20
15
9
152
9
3
7
33
9
2
270
fabricas
18
28
16
117
88
54
895
58
20
45
197
54
10
1600
comercial
almacenes
6
10
5
40
30
18
300
20
7
15
66
18
3
538
oficinas
52
17
28
178
152
133
1297
84
36
65
285
78
1
Ï418
garages
2
4
3
17
12
8
127
4
3
6
28
8
3
223
edif. suminis
tros públicos
6
10
6
41
30
19
309
21
6
15
68
18
5
552
tiendas
15
7
6
65
29
48
490
24
5
25
108
29
2
856
hoteles
6
3
3
26
12
20
201
10
2
10
44
12
7
353
edificios de
recreación
22
11
8
97
43
72
738
37
9
37
162
44
7
1287
institucional
escuelas
27
9
15
93
80
70
683
45
19
34
150
41
1
1273
universidades
5
i-i
3
19
16
14
136
9
4
7
30
8
-
253
iglesias
1
-
-
3
3
2
23
-
-
-
5
1
3
38
hospitales
12
L
7
45
39
34
330
22
8
16
73
20
2
613
otros edificios
institucionales
7
2
4
23
19
17
165
10
5
8
36
10
38
308
rivienda
vivienda
individu
48
27
260
457
317
325
»78l
264
83
189
832
227
33
>848
vivienda colectivc
90
30
465
320
181
294
3304
247
80
165
727
198
4
ÍI34
va£
otros edificios
10
5
8
49
42
37
357
23
10
18
78
21
662
•tab. 6. Efectos directos y indirectos de las inversiones inmobiliarias sobre el volumen de negocios de los sectores de actividad económica ¡según el tipo de edificio. Canadá, 1975. En millones de dólares.
LOS SECTORES DE USO DEL MARCO INMOBILIARIO
Una vez terminados los edificios, estos sirven a las funciones de producción y de
consumo. Es ésta la función capital del marco inmobiliario. Es pues importante
conocer de que está compuesto dicho parque inmobiliario y saber quién asegura su
gestión.
En lo que concierne a la composición del parque, las tablas A8 y A9 del anexo
118
estadístico ofrecen, bajo cierta forma, los datos apropiados. No obstante, elegire
mos preferentemente el valor total del parque inmobiliario en 1975 y en dólares
corrientes en CanadS. En otros términos retendremos lo que habría costado en 1975
reemplazar tal cual el conjunto de viviendas, comercios, fábricas, hospitales,
etc.. existentes en el CanadS ese aro.
sectores
agricultura, pesca y silvicultura
minas
manufacturas
construcción
transportes, comunicaciones y suminis. comercio, financias, seguros e inmuebles
servicios comerciales
escuelas
universidades
religión
sanidad
otras instituciones
gobierno
vivienda
•
.agri
granjas
il
indust.
edif. mineros
mm
fabricas
1
comercial
almacenes
HUUU
oficinas
MI
BJttJU
garages
edif. suminis
tros públicos
tiendas
hoteles
edificios de
recreación
•
institucional v
escuelas
19 Ü M
universidades
ÏÏ8È
iglesias
BBBPI
hospitales
il
otros edificios
institucionales
1 ni
! »
: i ! 1
i
i n
1 1 m
IÎ
vienda
vivienda Individ,
vivienda colectivc
m— •
1 i. • »
« •- , 1 1 » i , *
i'«V. i r i i »
-Hin' j
var
otros edificios
HiniHi
Tab. 7. Volumen del parque inmobiliario disponible Begun los sectores de actividad económica y el tipo de edificio. Canadá, 1975. En centenas de millones de adiares.
En lo que se refiere al valor de reemplazo de tal parque inmobiliario, las cuentas
nacionales del stock de capital dSn anualmente su evaluación en afilares corrientes
y por ramas de la actividad (5). No es difícil, a partir de esas dos fuentes,
reconstruir un cuadro cruzado donde figura el valor de los diferentes sectores
funcionales del parque inmobiliario según los sectores de actividad económica. En
119
este cuadro no se ha tenido en cuenta las transacciones intersectoriales que han
podido producirse después de la construcción propiamente dicha. Cada punto
representa cien millones de afilares corrientes.
ACTIVIDAD ECONÓMICA DE LA CONSTRUCCIÓN
Todo lo que acaba de ser expuesto muestra que la actividad económica relativa a la
construcción es muy amplia y diversificada. Ella implica el empleo de una cantidad
de recursos que es probablemente la más importante de toda la economía de un país.
Por otro lado, la producción y gestión del parque implica también, directamente o
indirectamente, un volumen de mano de obra que representa cerca de un quinto de la
población activa. En fin, hemos podido observar que prácticamente todos los
sectores de la economía están implicados, a títulos y niveles diversos, en las
actividades de la producción y del uso del marco inmobiliario.
Tal aproximación analítica de la actividad económica relativa a la construcción
ofrece para la profesión de arquitecto un gran interés. Fn efecto, es en el seno
de esta actividad que la profesión deberá descubrir lo que es, en cierta manera,
la condición de su desarrollo y de su supervivencia; ya que las diferentes
actividades que hemos identificado anteriormente constituyen los reservas
potenciales donde deberán ser buscadas los nuevos campos de actividad arquitectó
nica socialmente útiles y económicamente viables de lo que hablábamos en el
capitulo 10.
Para participar de manera más extensa en la actividad relativa al ámbito de la
construcción, el arquitecto posee ciertas ventajas. Sin embargo existen ciertas
condiciones para que la diversificación anhelada se concretize. El ultimo capitulo
examinará cuales son estas ventajas y cuales son dichas condiciones.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Statistique Canada, La construction au Canada, Ottawa, anual.
2. De hecho, la empresa contratista no es generalmente otra cosa que un grupo de empresas especializadas subcontratistas.
3. Bureau de la statistique du Québec, Le système de comptabilité économique du Québec, vol. IV, tab. 6.2.13, pâg. 385-387. Se ha preferido esta referencia a la de Canadá en razón de su descomposición en tipos de inmuebles. Por otro lado, es necesario no confundir efectos indirectos y valor añadido. En efecto, la suma de los efectos directos e indirectos en un contrato de 100 millones es más bien 140 o 150 millones, que corresponden a la suma de las cifras de negocios de los sectores participantes. No obstante, la suma de los valores añadidos, no es más que 100 millones, puesto que cada empresa calcula su propio VA descontando de su cifra de negocios los suministros y servicios que compró a otros participantes bajo la rubrica "consumo intermediario". Asi por ejemplo, el valor añadido del propio contratista, no sera más que de 50 a 60 millones, es decir, su cifra de negocios de 100 millones, menos los suministros de ¿0 o 50 millones que le han sido facturados durante la producción.
4. Disponemos de bien pocos elementos para calcular el valor de los gastos de inversión hechos antes del contrato de construcción. En Estados Unidos, una aproximación de este valor se puede obtener sustrayendo el valor de los contratos Dodge, de las inversiones inmobiliarias (ver notas (1), (2) y (3) del capitulo 4). Sin embargo, para obtener el valor de toda la construcción, el valor de los contratos de construcción debe ser corregido, ya que ellos no incluyen las obras efectuados directamente por el inversionista (como es el caso de ciertas industrias o ciertas administraciones equipadas para hacerlo) ni tampoco, las obras efectuadas personalmente por les propietarios de las viviendas. Estas obras "self made" representan aproximadamente un 10% de incremento sobre valor de los contratos.
5. Statistique Canada, Flux et stocks de capital fixe, Ottawa, anual.
120
CAPITULO 12
CONDICIONES DE LA DIVERSIFICACION
El capitulo anterior describía los diferentes sectores y niveles de la actividad
de decisión, de producción y de gestión del marco inmobiliario. Se puede constatar
tanto la multiplicidad de dichos sectores y niveles como su importancia económica.
Esto se ha puesto de manifiesto a propósito de Canadá, país que hemos elejido como
ejemplo en razón de la calidad de su arsenal estadístico. Pero está claro que esto
es válido para la mayoría de los países industrializados o en vía de serlo (1).
Asi las inversiones inmobiliarias representan, ellas solas, más del 40% del
conjunto de todas las inversiones y cerca del 10% del gasto nacional bruto. En
cuanto a la producción propiamente dicha, el sector inmobiliario representa más
del 8% del producto nacional bruto. En fin, el parque inmobiliario constituye más
de un cuarto del valor bruto de todo el capital fijo (es decir del conjunto de
inmuebles, obras de ingeniería, máquinas, herramientas y otros equipamientos) y
la provisión para compensar el consumo de un tal capital inmobiliario representa
cerca del 2% del gasto nacional bruto.
Un campo de actividad tan vasto exige un volumen de mano de obra considerable.
Podemos decir que, directa o indirectamente, un trabajador sobre ocho o sobre diez
trabaja en la producción o en la gestión del marco inmobiliario. En este volumen
de mano de obra se encuentran más o menos todos los oficios y todas las profesiones
actuando en todos los niveles de la jerarquía productiva, desde el simple operario
hasta el "P.D.G." pasando por el técnico, el ingeniero y otros profesionales
"altamente calificados".
En este universo, el arquitecto dispone de una calificación priviligiada puesto
que se beneficia de una formación de nivel universitario. Sus estudios le preparan
- al menos en teoría si miramos los programas de los cursos dados por la mayor
parte de las instituciones de enseñanza de arquitectura en todos los continentes -
a abordar los diferentes problemas estéticos, funcionales, técnicos, sociales o
culturales que plantea el marco inmobiliario.
Ahora bien, por increíble que esto parezca, el arquitecto es uno de los
profesionales que participa menos en el conjunto de las actividades relativas al
marco inmobiliario. Basta considerar, para convencerse, los datos dados por la
tabla 2 (cap. 10). En efecto, en Estados Unidos, como en Canadá o en otras partes
salvo quizás en Reino Unido (2), las tres cuartas partes de los arquitectos se
encuentran trabajando en el sector de "servicios a las empresas", es decir en las
oficinas de arquitecto. Ahora bien, la actividad de las oficinas contribuye
solamente alrededor del cinco por ciento de más o menos la mitad de la producción
de la construcción y no toca, por supuesto, ni la decisión de invertir ni la
gestión del marco inmobiliario.
Para contribuir especifica y substancialmente a la evolución actual, el arquitecto
debe diversificar su papel de manera de estar presente en los diferentes sectores
y niveles de decisión, de producción y de gestión del marco inmobiliario. Pero
hemos visto en el capitulo 10, que no es suficiente el quererlo para que la
diversificación se realice : la experiencia americana esta ahí para probar lo que
precede.
123
La âiversificaciân en arquitectura no se harS itiâs que al precio de un cambio
estructural de la profesión misma. No será posible, en efecto, alcanzar un objetivo
tan vasto y ambicioso a menos que nuevas condiciones sean reunidas. Fstas
condiciones se referirán a la evaluación de nuevos mercados de acción, a los nuevos
perfiles de competencia y, en fin, al estatuto de dichos perfiles.
A LA BÚSQUEDA DE NUEVOS MERCADOS
El hecho de haber identificado en el capitulo anterior los diferentes sectores de
decisión, de producción y de gestión del marco inmobiliario no significa, al mismo
tiempo, que dichos mercados estén "esperando" la futura actuación de los
arquitectos. En primer lugar, algunos de esos sectores no sabrán que hacer con
profesionales tan calificados, por ejemplo, los sectores de minas y canteras...
Seguidamente, otros sectores están demasiado dispersos y los mercados que podrían
ofrecerse al arquitecto son insignificantes, por ejemplo el sector de inversión
agrícola. Finalmente, algunos sectores que presentan las características apropia
das para una intervención arquitectónica, constituyen un mercado acaparado por
otros "competidores", como por ejemplo los ingenieros industriales o de puentes,
canales y caminos...
Es bastante difícil evaluar cuantos arquitectos podrían desarrollar una actividad
socialmente útil y económicamente factible en cada uno de los niveles y sectores
relativos puestos en evidencia en el capitulo anterior. Pero la dificultad de tal
evolución no debe constituir un obstáculo insuperable. Otros productores de bienes
o de servicios han tenido éxito frente a tales problemas, al poner a punto las
técnicas de análisis prospectivo que se han mostrado por lo menos fructíferas si
no infalibles. La profesión debe tomar prestadas estas técnicas para realizar los
análisis de mercado permitiendo primero, orientar a los jóvenes arquitectos hacia
los sectores más prometedores, y enseguida, llenar progresivamente los huecos
resultantes de la débil intervención arquitectónica.
¿ Cómo efectuar estos análisis del mercado ? ¿ Cómo descubrir nuevas oportunidades
para la actividad arquitectónica ? Desde nuestro punto de vista, las técnicas
sugeridas por las "tecnologías sociales" (3) ofrecen el soporte analítico más
adecuado. Estas técnicas ponen en contacto los diferentes grupos "que deciden",
cuyo trabajo permite desarrollar las "zonas de consenso" y reducir las "zonas de
conflicto". El material acumulado fomenta una acción constructiva, lo que a
nuestro modo de ver es superior a los resultados obtenidos por los métodos
prospectivos clásicos, practicados por los expertos "que no deciden" y que no
llegan a convencer, al fin de cuentas, a los detentores del poder... Es decir que
la prospección de nuevos mercados de la actividad arquitectónica no puede ser
hecha más que por cada país, incluso por cada región. Es decir, además, que la
conquista de estos mercados deberá ser hecha en un régimen de plena competencia
por el hecho de que 1) - las personas que tomarán la decisión sopesarán el por y
el contra de la intervención arquitectónica propuesta, 2) - compararán las
ventajas y desventajas con los resultados de la intervención de otros
profesionales, 3) - en el caso extremo, deberán llegar a cambiar su imagen
tradicional - y en ciertos casos desfavorables - del arquitecto...
Por el contrario, serla injusto ignorar ciertas contribuciones que la profesión
parece ser la única capaz de hacer en muchos campos, sin que se presenten
forzosamente bajo forma de planos y presupuestos... En efecto, muchos responsables
124
estSn dispuestos - olvidando si fuera necesario los excesos un poco folklóricos de
algunos de nuestros colegas - a reconocer su capacidad imaginativa irremplazable.
Como dice Alonso (4) a propósito de la acción planificatriz, "muy a menudo es esta
capacidad imaginativa la que permite engendrar la articulación física indispensa
ble al universo de dificultades formuladas por los no-architectos (sociólogos,
economistas, geógrafos, etc...)".
Por otra parte, y siempre según Alonso, el arquitecto estS acostumbrado a efectuar
proyecciones sobre la vida útil de 20, 30 o 50 años, mientras que los otros
participantes limitan las suyas al corto o medio plazo que se admite habitualmente
en el mundo de los conocimientos económicos y sociales. Es este un aspecto que
tomará cada vez más importancia en una sociedad orientada hacia la conservación
del patrimonio mobiliario.
Finalmente, debido al carácter "cultural" de su formación, los arquitectos estSn
mejor preparados que nadie para integrar los valores ligados a la calidad de la
vida. Asi pues, los esfuerzos efectuados por los gobiernos y ciertos organismos
como la U.N.E.S.C.O. en favor de {oKma.c¿6n de qu¿enz¿ de.cA.de.». (5), deberían dar a estos una mayor sensibilidad con respecto a los valores defendidos por la profesión.
Sea lo que sea, estamos persuadidos que existen posibilidades reales de interven
ción en muchos de los sectores y niveles identificados. Y esto sin caer
necesariamente en los excesos de la fabricación artificial de "necesidades",
justamente denunciados por Illich (6). Citemos algunos ejemplos al nivel de los
sectores de intervención.
- Consejo para la inversión industrial o comercial con respecto a todo lo que
atañe a la elección de lasinmobilizaciones, a su localización, su programación,
a la elección de los consultantes y a la negociación de los contratos con las
empresas de obras.
- Promoción inmobiliaria privada, destinada a la venta o al arriendo de espacios
residenciales, comerciales o industriales : "feasibility studies", programación,
coordinación de proyectos, etc..
- Preparación de las inversiones colectivas en el seno de las administraciones
públicas o para-públicas. Evaluación de las necesidades, programación de edifi
cios públicos, escolares, universitarios, hospitalarios, etc..
Al nivel de los sectores de producción y fuera de las oficinas de arquitecto :
- Empresa tradicional de construcción (7) : negocio de contratos de obras, gestión
de la empresa, gestión de las obras, etc..
- Empresa de construcción industrializada : poner al día nuevos procedimientos :
diseño, prototipos, patentes, gestión de las operaciones experimentales o
corrientes, "monitores" de arquitectos de operación y otros participantes, etc..
- Manufactura de materiales y de componentes de la construcción : investigación,
desarrollo, patentes, producción y difusión de productos, etc..
- Financiamiento y seguro de las operaciones inmobiliarias, análisis de programas
y proyectos, control, etc..
125
- Control público de las operaciones inmobiliarias : comisiones administrativas,
permisos, control de obras, etc..
En fin, a nivel de los sectores de consumo y de gestión de la construcción :
- Gestión del espacio en el seno de las empresas industriales y comerciales :
destino, transformación, acondicionamiento, mantenimiento, etc..
- Gestión del espacio en el seno de las administraciones públicas y para-públicas :
Ídem...
- Conservación del patrimonio nacional.
- Acondicionamiento y rehabilitación de edificios antiguos.
- Animación popular : "advocacy-planning" (8) organización de movimientos urbanos
en materia de renovación de la vivienda, etc..
- Mejora y defensa de la vivienda marginal : "slums", suburbios, chabolas, etc..
Asi, la primera condición para que la diversificación se realice es la de tener un
buen conocimiento del potencial de actuación arquitectónica ofrecida por cada
sector y nivel de inversión, de producción y de gestión del marco inmobiliario.
LA FORMACIÓN DIVERSIFICADA
La experiencia prueba que uno de los mayores obstáculos en la actuación de
arquitectos en los ámbitos no-tradicionales es el desconocimiento de dichos
ámbitos. En efecto, como los programas de enseñanza son generalmente orientados
hacia la formación de arquitectos tradicionales, resulta que éstos no conocen
prácticamente otro medio que el tradicional, es decir la oficina de arquitectos.
Ahora bien, es corriente afirmar que un conocimiento mínimo de las estructuras, de
las características y del funcionamiento del ámbito en que se espera trabajar, es
la condición preliminar para lograrlo. Entonces ¿ cómo dar a los que desearían
entrar en los sectores y niveles de actividades no tradicionales, un conocimiento
mínimo de dichos sectores y niveles ? Evidentemente por medio de una formación
apropiada.
Esto nos lleva al espinoso problema de la orientación de la enseñanza para los
futuros arquitectos. Pero como los actuales titulados, sobre todo los más jóvenes,
están igualmente afectados por este problema, esto nos dirige, al mismo tiempo,
hacia al problema de la formación permanente.
¿ Es que la formación actual del arquitecto puede ser una base válida para la
diversificación ? Es tanto más difícil de responder a esta pregunta, cuanto que
existe por todas partes un gran descontento con respecto a dicha formación,
incluso si muy pocas personas están en la medida de enunciar sobre ella una
critica coherente y constructiva (9).
En efecto, hemos ya señalado que la diversificación no implica, al comienzo,
ninguna transformación de la estructura del conocimiento específicamente
arquitectónico. La diversificación postula la posibilidad de aplicar este
conocimiento ni más ni menos que en el estado en que se encuentra, pero en un
mayor número de ámbitos. Y si el conocimiento en cuestión se muestra subdesarro-
11ado en relación a otras disciplinas, será necesario antes que nada, acelerar el
desarrollo de dicho conocimiento arquitectónico y de su transmisión didáctica.
126
Pero ësto no es suficiente, ya que el problema es organizar una estructura de
enseñanza de la arquitectura que proporcione a los que lo desean, el conocimiento
de los sectores no tradicionales de actividad además de la formación "normal" de
todo arquitecto. Paralelamente, será necesario proporcionar el mismo conocimiento
de los ámbitos no tradicionales a los jóvenes arquitectos que estén interesados.
A partir de nuestra experiencia de la enseñanza universitaria hemos formulado una
proposición de estructura que creemos idónea. Esta estS basada sobre el concepto
generalmente admitido de programas mayoKib y me.no/iii. Es "mayor" todo programa de enseñanza de una duración tal que proporciona cantidad de conocimientos requeridos
para dar una calificación de nivel "profesional" en una disciplina dada. Es "menor"
todo programa que ofrece un complemento de conocimientos distintos a los del
"mayor", y esto dentro del volumen-tiempo requerido por el grado postulado.
Asi, es corrientemente admitido en el sistema universitario americano obtener una
licencia exigiendo., por ejemplo,, cuatro años de estudio de los cuales tres sobre un
tema mayor y uno sobre un tema menor. En este caso la sigla del titulado es la del
mayor con mención del menor, por ejemplo B.Scw.ro. (Bachelor of Sciences with
minor).
Lo que proponemos es de crear el diploma de arquitectura con menor, este diploma
deberá ser reconocido, por supuesto, a igual titulo que el diploma de arquitecto
tradicional (volveremos más tarde sobre el problema del reconocimiento). El "mayor"
otorgaría los conocimientos específicos necesarios a todo arquitecto. El "menor"
otorgarla los conocimientos específicos del ámbito en el cual se desearla actuar.
¿ Qué implicaciones tendría tal sistema sobre la estructura universitaria ?
La creación de un menor implicarla aparentemente la reducción de los estudios pro
piamente de arquitectura. De hecho esto no es exacto, puesto que en la enseñanza
tradicional se dan ya, la mayor parte del tiempo, un cierto numero de cursos
destinados a otogar al estudiante un cierto conocimiento del contexto de la oficina
de arquitecto : cursos sobre la práctica profesional, sobre los códigos y reglamen
tos, incluso sobre las características socio-profesionales de los clientes y
usuarios, etc..
Ahora bien, si excluimos estos cursos que podrían muy bien constituir un "menor en
práctica tradicional", quedarla un conjunto de conocimientos los cuales, podados
un poco de los inevitables dobles empleos y materias no pertinentes, constituirían
ni más ni menos que un "mayor en arquitectura"...
Otro aspecto que podríamos hacer valer contra la aparente reducción de los estudios
en arquitectura es ese tan clásico de la "maduración del estudiante". Es cierto que
siendo un conocimiento de síntesis, la arquitectura exige un cierto nivel de
madurez mental. ¿ Pero el hecho de hacer una parte de los estudios en arquitectura
sobre un tema tan pertinente como el ámbito en el cual se cuenta trabajar ensegui
da, no serla ya un factor de maduración más importante que el de insistir sobre
una disciplina que corre el riesgo de no poder estar practicada tal cual más tarde ?
Queda por ver en que podrían consistir los temas menores y quien deberla tomarlos
a cargo. Los programas menores destinados a otorgar un conocimiento de los ámbitos
no tradicionales deben ser tomados en cargo por los departamentos universitarios
apropiados. En efecto no servirla de nada confiar estos programas a las mismas
escuelas de arquitectura - a excepción evidentemente del caso particular de la
práctica tradicional - puesto que las escuelas no poseen los recursos humanos
127
necesarios para las enseñanzas de esto tipo. Por el contrario, las escuelas de
arquitectura deberían administrar conjuntamente con los departamentos implicados
los programas menores en cuestión para garantizar la correcta adecación a sus
propios objetivos. Asi, se podría visualizar desde ahora toda una serie de
programas menores, administrados por diferentes instituciones universitarias y que
suministrarían el conocimiento de los ámbitos donde el arquitecto desearla
intervenir.
menor
administración industrial y comercial
administración inmobiliaria
administración publica
ingeniería de obras
"advocacy"
institución
escuelas de altos estudios comerciales (AEC)
AEC o estudios inmobiliarios
escuelas de administración pública
AEC o ingeniería
ciencias sociales " políticas
trabajo social
sectores de actividad
inversión inmob. ind. y com. manufactura de materiales gestión inmobil. ind. y com.
promoción inmobiliaria financias y seguros
inversión inmobiliaria públ. permisos y control gestión inmuebles públicos
gestión de las obras indus trialización
rehabilitación "advocacy planning" vivienda marginal
Tab. 8. Ejemplos de programas "menores" de enseñanza con respecto a la diversificación de la actividad arquitectónica.
Bien entendido, se podrían ofrecer también estos programas a los arquitectos
deseosos de dirigirse hacia las actividades no tradicionales y ésto por el
canal de la formación permanente. En este caso los programas deberían ser ofreci
dos bajo la forma de cursos de noche o de verano, de seminarios intensivos, por
correspondencia, etc..
Los programas menores deberían estar elaborados a partir de referencias bien
sólidas. De hecho, una buena parte de la investigación reciente en materia de
intervención en el marco inmobiliario ofrece un material completamente apropiado.
Podemos mirar en lo que concierne a "1'advocacy-planning", las referencias
recopiladas en las bibliografías citadas en (8). Para la intervención en el seno
de la administración pública están los trabajos de Bolán, sin contar los de Arrow
y muchos otros (10). Para la intervención en materia de promoción inmobiliaria,
podemos referirnos ventajosamente a Farrell (11) y así sucesivamente.
En definitiva, las estructuras académicas y el material didáctico existen ya para
ofrecer el soporte a una acción que tienda a la formación diversificada. Pero
queremos indicar que nuestra proposición no es la única posible. Sin embargo le
vemos la ventaja de no exigir recursos adicionales ni transformaciones estructura
les importantes. Le vemos sobre todo la ventaja de existir, de manera que suscite
un debate sobre los cambios indispensables de la Óptica implícita en la enseñanza
actual de la arquitectura.
Sea lo que fuera, la segunda condición para que la diversificación se realice es
la de otorgar a los estudiantes y arquitectos interesados, la formación que les
permita actuar en los diferentes sectores y niveles de inversión, de producción y
de gestion del marco inmobiliario.
128
EL STATUS DEL ARQUITECTO
Hemos visto que desde el Gran Siglo el arquitecto ha dejado progresivamente los
campos de actividad que hacían anteriormente parte de sus atribuciones. Y lo que
es mSs, el arquitecto ha "quemado sus naves" al otorgarse un status estrictamente
liberal que le impide, en la mayor parte de los países, el ser asalariado de nadie
más que de otros arquitectos o, en todo caso, de las administraciones públicas.
La reinserción en los sectores y niveles de actividad que fueron antes suyos,
exige que el arquitecto retroceda un poco del status liberal que SI mismo se
impuso. En efecto, la actividad diversificada exige a su turno una diversificaciOn
de la definición de tareas y una diversificaciOn de los status.
¿ Cómo conciliar esta exigencia con lo que está en el corazón de la institución
profesional, a saber la salvaguardia de la ëtica y la garantía de la competencia
con respecto a la sociedad ? Pero plantear el problema en estos términos, es
olvidar que la institución profesional desempeña igualmente un papel sociológico
importante. Desde el punto de vista estrictamente legal, solo los patrones de
oficina tienen necesidad de ser miembros de los collegios y otras corporaciones
profesionales. Ahora bien, los patrones constituyen en muchos países apenas un
tercio de los efectivos.
Sin embargo la casi totalidad de los arquitectos tienden a formar parte de estas
instituciones, a pesar de que la mayoría de entre ellos son arquitectos asalaria
dos sometidos al derecho de trabajo y no al derecho profesional. Y es que,
asalariados o no, los arquitectos desean a identificarse como tales y sólo la
adhesión a tales instituciones se lo permite.
c No habría pues una manera de distinguir entre la función social y la función
legal de las instituciones profesionales ? Uno de los medios más simples serla el
distinguir entre el simple ingreso y la "licencia de práctica" como se hace ya en
algunos países. Asi, todo titulado o equivalente, fuera cual fuera su categoría
profesional (patrón, asalariado, benévolo, inactivo, e t c . ) , tendría acceso al
titulo de arquitecto... y continuarla pagando su cotización.
Pero a aquellos que trabajasen para clientes privados o públicos en el marco de
contratos de prestaciones de servicios, la institución profesional darla licencias
de práctica a la vista de las garantías habituales de ética y de competencia. Y lo
que es más, estas mismas licencias podrían ser diversificadas de manera que
garantizasen a la sociedad frente a la acción de los arquitectos que ejerciesen a
titulo liberal en varios sectores de actividad. Asi la institución profesional
podría exigir que uno de sus miembros o su equipo completara su formación con la
ayuda de un programa menor apropiado, antes de concederle una licencia en tal o
cual forma de práctica. Esto tendría, de paso, la ventaja de frenar la versatili
dad excesiva o la improvisación frente a una eventual diversificaciOn de pedidos.
En todo caso, la distinción entre el derecho a llevar el titulo de arquitecto y el
derecho a ejercer a titulo liberal, abrirla grandes las puertas a la diversifica
ción de la profesión.
Los arquitectos tendrían asi la libertad de escoger su status, no ya en función de
una legislación impuesta e inadaptada, sino en función de las necesidades
inherentes a su actividad efectiva. Pues la tercera condición para que la
129
diversificación se realice es la de otorgar a los arquitectos Interesados, un
status legal que les permita integrarse efectivamente en los diferentes sectores
y niveles de inversion, de produccifin y de gestion del marco inmobiliario.
NOTAS Y REFERENCIAS
1. D. Turin, The Construction Industry : Ita Economie Significance and Its Role in Development, U.C.E.R.G., Londres, 1969.
2. Ver, Le métier d'architecte in Architecture d'aujourd'hui, ne 170, nov.-dic. 1973.
3. El sujeto es muy amplio : se puede consultar I. Hudson, A Bibliography on the "Delphi Technique", C.P.L. Exchange Bibliography, ne 652, Monticello (U.S.A.), 1974. R.H. Martin, The Future of Consensus-Formation Technology Utilisation in a normative Governmental 'Planning Support System Environment, C.P.L. Exchange Bibliography, no 1061, Monticello (U.S.A.), 1976.
4. W. Alonso, Beyond the Interdisciplinary Approach to Planning, International Symposium on the Regional Development, Tokyo, Sept. 1968.
5. U.N.E.S.C.O. - U.N.E.P., Human Settlement Managers Training Program.
6. I. Illich, Le chômage créateur, Seuil, Paris, 1977.
7. Antiguamente el arquitecto era esencialmente un contratista como lo prueba el significado mismo de su nombre "arkhi-tektôn : yo ordeno al obrero"... La distinción entre arquitecto y contratista es relativamente reciente; apenas existia en el momento de la redacción del código-civil francés (ver G. Minvielle, Histoire et condition juridique de la profession d'architecte, Imprimerie de l'Université de Bordeaux, 1921) lo que creó, entre otras, la confusión de la "responsabilidad solidaria y conjunta" del arquitecto y del contratista. Después de la ultima guerra, la separación entre arquitectos y contratistas, se efectuó tanto en Francia como en América del Norte. De este hecho, un gran número de arquitectos que trabajaban en calidad de contratistas debieron abandonar la profesión de arquitecto, lo cual representó para ésta, una disminución considerable tanto de sus efectivos como de su campo de acción.
8. Sobre este movimiento, que comenzó en América del Norte, existe una vasta bibliografía : D.F. Hazzioti, Advocacy Planning : A Selected Bibliography, C.P.L. Exchange Bibliography, ne 323, Monticello, U.S.A., 1972» A. Corso, The Urban Planner is inside Advocate, C.P.L. Exchange Bibliography, ns 1218, Monticello, U.S.A., 1977.
9. Una critica profunda de la enseñanza actual fué hecha por C. Schnaidt, Communication au Colloque de la S.A.D.G. sur l'enseignement de l'architecture, Paris, mayo, 1978.
10. Por ejemplo R. Bolán, Emerging Views of Planning en Journal of the American Institute of Planners, julio 1967, pág. 233-245. Para la problemática fundamental del poder público ver K.H. Arrow, Elección social y valores individuales, Instituto de estudios fiscales, Madrid, 1971. En fin, podemos referirnos a los trabajos de Churchman y del "grupo de Berkeley" (Rittel, Protzen y otros) que tocan tanto el poder público como al advocacy-planning.
11. P. Farrell, Architect as developer en Progressive Architecture, mayo, 1970.
130
CONCLUSION
Desde el alba de la revolución industrial, la profesión de arquitecto se encontró
viviendo de y pana el crecimiento del marco inmobiliario. Su trayectoria se explica pues por la evolución de las variables económicas y demográficas. Además,
el sistema de educación en arquitectura se orientó de manera preponderante hacia
la formación de prestatarios de servicios de tipo tradicional. Todo esto, unido a
la estructura exclusivamente liberal de la profesión, ha impedido a ésta el tomar
una parte determinante en los procesos de decisión, de producción y de gestión del
marco inmobiliario.
Hoy día la profesión de arquitectura está en crisis, ya que el crecimiento demo-
económico es de marcha lenta y esto probablemente sin esperanza de reactivación
espectacular. Pero al mismo tiempo, la construcción también está en crisis, puesto
que la crisis del medio ambiente ha traído a primer plano preocupaciones sociales
sobre el problema de la calidad de la vida especialmente en el contexto urbano.
La crisis de la profesión de arquitecto se presenta como una crisis de recursos no
empleados. La crisis de la construcción, se presenta como una crisis de necesida
des emergentes. Es probable que dirigiendo estos recursos hacia estas necesidades
se puedan reabsorver las dos crisis. Hemos demostrado que es por medio de la
diversificación de la actividad arquitectónica que tal objetivo puede ser
alcanzado.
Pero tal gestión no es simple puesto que ella toca factores estructurales de
carácter económico. Por lo tanto el problema debe ser abordado en toda su
complejidad y con coherencia. Para ello proponemos :
- La identificación de las nuevas necesidades en materia de marco inmobiliario
y esto a través del análisis del potencial de actuación arquitectónica ofrecida
por los diferentes sectores y niveles de decisión, de producción y de gestión de
dicho marco.
- La formación diversificada destinada a otorgar a los estudiantes y a los
titulados en arquitectura un conocimiento adecuado de los ámbitos en los cuales
serán llamados a trabajar.
- La diversiflcación del status profesional de manera de permitir al arquitecto
integrarse en dichos ámbitos.
La crisis de la profesión de arquitecto no es especifica a los países ya
industrializados. Hemos mencionado en la introducción los problemas que ella tiene
que afrontar en los países que están actualmente en pleno cauce de industrializa
ción.
En estos países, los arquitectos son a veces muy numerosos y lo serán más aún
cuando al esfuerzo actual de formación universitaria haya producido todos sus
frutos. Pero en algunas regiones cono las de América Latina, las estructuras
económicas son tan jóvenes como las estructuras universitarias y profesionales.
Entonces, ¿porqué no encauzar desde ahora una diversiflcación de la actividad
arquitectónica ?
133
Esto tendría la gran ventaja de asegurar a la profesión en esos países, una
inserción en los procesos de decisión y de producción mucho mas profundo que la
que ha prevalecido en los países hoy día industrializados. Además, una vez logrado
el nivel post-industrial, la profesión se ahorrarla quizás una crisis, como la que
ella atraviesa hoy día en los países industrializados...
Es ésta, a nuestro modo de ver, la gran lección que los países en vía de
industrialización pueden sacar de la experiencia vivida por sus predecesores. Por
supuesto, somos conscientes de los problemas de recursos que se plantean a los
responsables universitarios y profesionales de los países de America Latina o de
otros lugares. Sin embargo, nos parece que el despegue de la diversificación no
requiere a penas más recursos que aquellos que-son ya utilizados en la aplicación
de políticas universitarias y profesionales actuales.
Terminamos el presente informe por una citación del que ha sido durante ocho años
el gran animador de la Unión Internacional de Arquitectos, Michel Weill y sin el
cual este informe no existiría quizás :
"... es necesario suscitar la indispensable evolución de una profesión
profundamente perturbada. En la mayor parte de los países los arquitectos son
mal o insuficientemente utilizados porgue han estado mal preparados para sus
futuras actividades, pero también porque las obras son aún concebidas princi
palmente sin tener demasiada cuenta de los aspectos sociales y culturales.
A pesar de esta grave crisis, el número de estudiantes en arquitectura es
creciente. Son más de 600 000 en el mundo; 100 000 más que la totalidad de
los arquitectos en ejercicio. Estos jóvenes se dirigen hacia la arquitectura
y el urbanismo porque adivinan las inmensas necesidades de la mayoría de los
hombres y mujeres que viven en el mundo, porque saben que los arquitectos
deben estar presentes en los sectores y niveles de decisión donde, actualmen
te, son poco numerosos cuando no ausentes..."
134
ANEXO ESTADÍSTICO
año
1870
1880
1890
1900
1910
1920
1930
1940
1950
1960
1970
arquitectos empleados en el affo z (1)
despachos
10 120
12 280
24 313
34 460
total
2 040
3 375
8 070
10 600
17 250
18 600
22 100
17 740
20 780
29 986
46 930
inversiSn inmobiliaria en z+I (2,
(millones $1958)
1 024
933
2 835
3 193
5 067
5 694
6 419
9 945
11 566
20 230
30 013
aSo
1881
1891
1901
1911
1921
1931
1941
1951
1961
1971
arquitectos empleados en el aflo z (3)
despachos
602
1 085
1 954
2 840
total
349
580
590
1 332
1 169
1 298
1 202
1.740
2 940
4 045
inversiSn inmobi' liaria en z+I (4!
(millones $1961)
81
66
186
606
274
199
832
1 309
2 347
3.582
Tab. Al. Arquitectos activos en los despachos y en el conjunto de las actividades económicas, los años de censo. Inversión inmobiliaria con Incidencia arquitectónica, los años siguientes de los censos. Estados Unidos, 1870-1871 a 1970-1971. Canadá, 1881-1882 a 1971-1972.
137
Vivienda (privada)
individual 1
colectiva (baja)f
colectiva (alta)l
Diaeao urbano y 1 vivienda publica '
Comercial
baja densidad 1
alta densidad j
Industrial
Edificios públicos
Defensa
Religion
Educación
Sanidad
Recreacifin
Diversos
1950
25.5
13.5
9.0
14.5
-1.5
19.0
17.0
--
1951
23.0
6.S
18.0
5.0
15.0
1.5
17.0
14.0
--
1952
14.0
14.0
12.0
5.0
22.0
4.0
20.0
6.0
-3.0
1953
5.0
9.5
15.0
13.5
7.6 11.5
6.0
25.0
6.0
-1.5
1954
3.8
10.0
19.2
11.3
11.9
4.0
4.6
26.6
7.4
-1.2
1955
4.0
10.0
18.0
12.0
9.0
9.0
5.0
25.0
7.0
-1.0
1956
3.7
11.3
16.5
17.0
12.4
-5.7
22.0
7.5
-3.9
1957
2.7
9.1
23.0
12.1
11.6
-4.9
20.7
10.7
-5.2
1958
2.1
9.1
18.5
14.0
16.0
-4.3
23.1
9.2
-3.7
1959
3.1
16.1
1.5
19.3
7.5
9.5
2.1
3.4
17.5
7.3
2.2
10.5
1960
2.1
14.. 8
1.0
23.6
9.1
10.0
3.1
5.6
18.S
8.2
1.5
2.5
1961
8.0
21.4
0.7
19.6
5.6
10.1
2.9
4.3
17.5
6.3
2.3
1.3
1962
1.6
15.7
4.2
16.0
7.6
10.3
5.6
4.3
21.1
11.4
1.9
0.3
1963
1.9
14.9
2.3
18.3
4.8
8.0
6.0
3.7
24.4
13.2
1.8
0.7
1964
2.2
16.4
2.0
14.3
7.0
9.7
2.9
4.6
24.6
14.3
1.5
0.5
1965
1.7
10.8
7.2
2.3
8.4
9.1
9.0
6.7
3.1
3.1
23.8
10.8
1.9
2.1
1966
2.6
6.0
7.2
2.5
8.3
6.6
6.0
10.5
3.0
6.0
25.2
11.2
1.7
3.2
1967
1.5
7.7
6.0
3.3
6.9
10.4
11.6
7.2
2.6
2.2
21.5
12.1
1.2
5.8
19C8
2.4
5.¿
9.7
7.4
3.3
20.1
5.5
3.0
14.1
3.8
11.4
9.0
1.7
3.2
Vivienda (privada)
individual
colectiva (baja)
colectiva (alta)
Diseño urbano y vivienda pdblica
Comercial
baja densidad
alta densidad
Industrial
Educación
Sanidad
1969
2.0
9.6
6.4
6.7
9.8
11.6
S.7
3.3
5.2
1970
1.4
8.7
4.4
5.5
7.7
17.3
3.7
3.5
7.0
1971
1.4
9.9
7.4
7.9
9.5
10.1
3.6
3.3
8.0
1972
2.1
9.8
6.0
17.0
10.5
8.0
3.3
1.9
6.6
1973
3.7
14.6
4.3
6.4
11.4
6.8
6.3
2.0
5.6
Federal
oficinas
sanidad
defensa
diversos
Estados y municip.
oficinas
educación
sanidad
diversos
Planificación com.
Otros edificios
1969
1.3
2.3
1.0
0.5
3.3
16.2
1.9
1.2
3.9
8.1
1970
1.7
2.1
0.4
1.0
3.3
13.3
3.2
2.6
6.4
6.8
1971
1.3
1.6
0.5
0.5
2.7
14.8
4.3
3.5
S.6
4.1
1972
0.9
0.6
0.4
1.3
1.6
8.3
2.4
1.5 12.0
5.8
1973
0.6
1.2
2.5
0.8
1.3
10.9
4.8
1.5 8.4
6.B
Tab. A2. Estructura sectorial de los proyectos de arquitectura. Estados Unidos, 1950-1973.
138
sectores
Vivienda
individual
colectiva
Comercial
Industrial
Institucional
educación
sanidad
religión
Edif. públicos
Recreación
Otros edificiot
total
sectores
Vivienda
individual
colectiva
Comercial
Industrial
Institucional
educación
sanidad
religión
Edif. públicos
Recreación
Otros edificioi
total
1951
6 405
1 200
915
2 883
1 335
581
291
158
136
515
14 427
1964
12 586
7 979
4 572
2.970
3 554
1 625
814
789
599
598
36.086
1952
6 656
1 307
979
2 558
1 472
444
318
233
153
538
14 657
1965
13 799
7 649
5 457
3,064
4 164
1 515
783
842
800
596
38 469
1953
6 942
898
1.489
2 051
1 720
434
385
203
222
452
14.796
1966
11 730
6 097
5 835
3 623
4 939
1 721
825
939
855
656
37 .220
1954
8 410
934
1 816
1 274
2.063
519
486
249
252
452
16 455
1967
13 518
7.637
6 080
3 701
5 216
1 873
793
959
834
683
41 294
1955
9 965
1 107
2 359
1 878
2 134
475
551
301
270
530
19 570
1968
14 481
10 357
7 645
3 768
5,347
2,114
778
1 112
954
795
47 351
1956
11 429
1 433
3 140
2 381
2 883
678
681
428
422
595
24,062
1969
13 868
11 765
9 789
3.915
5 543
2 817
674
1 154
1 116
944
51 582
1957
10 972
2 067
3 267
2 168
2 936
870
699
470
429
455
24 333
1970
13 785
11 052
9 056
3 664
5 253
2 811
575
1,007
1 137
952
49.292
1958
11 904
2 792
3 197
1.400
2 907
879
746
655
500
664
25,644
1971
19 197
15.517
9 610
2.619
5 649
3 188
603
1 493
1 296
1 131
60 303
1959
13 806
3.344
3 496
1 880
2 666
865
799
605
601
. 474
28 536
1972
23 586
19 296
11,369
3 005
4 760
3 516
640
1 490
1.237
1.003
69.902
1960
11 752
3 725
3 725
2 114
3 005
832
789
679
631
464
27 344
1973
23 270
20.370
13,040
4,775
5 121
3 325
708
2 025
1 527
1 240
75 401
1961
11.673
4 450
3.797
1.814
3 015
' 985
805
671
623
403
28 236
1974
22. 075
11 536
11 751
5 595
6.334
3 818
Js 633
76 063
1962
12 050
5 989
4 216
2,086
3 060
1,079
811
677
704
377
31:049
1975
23 935
7 430
9 233
6 834
5.876
3.680
6 024
68 942
1963
12. 732
7.770
4.445
2 274
3 314
1 485
755
964
648
493
34,880
1976
32 .899
10 752
10 437
4 058
4.980
4.590
5 979
73 695
Tab. A3. Contratos de construcción inmobiliaria. Estados Unidos, 1951-1976. En millones de dólares.
139
sectores
viviendas colee
comercial
induatrial
educación
sanidad
religión
edif. pfibl.y rec,
1951
14.96
11.41
35.94
16.64
7.24
3.73
10.08
1952
16.33
12.23
31.97
18.40
5.55
3.96
11.56
1953
11.43
18.96
26.11
21.90
5.53
4.90
11.17
1954
11.61
22.57
15.84
25.65
6.45
6.04
11.84
1955
11.52
24.56
19.55
22.22
4.94
5.74
11.47
1956
11.34
24.84
18.83
22.81
5.36
5.39
11.43
1957
15.47
24.45
16.23
21.98
6.51
5.23
10.13
1958
20.32
23.27
10.19
21.15
6.40
5.43
13.24
1959
22.70
23.73
12.76
18.10
5.88
5.42
11.41
1960
21.50
23.89
13.56
19.27
5.34
5.06
11.38
1961
26.87
22.92
10.95
18.20
5.95
4.86
10.25
1962
31.52
22.19
10.98
16.10
5.70
4.26
9.25
1963
35.08
20.07
10.27
14.97
6.70
3.41
9.50
total 100.00 LOO.00 LOO.00100.00100.00100.00 LOO. 00 LOO. 00 LOO. 00 LOO. 00 LOO.00100.00100.00
sectores 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976
viviendas colee.
comercial
induatrial
educación
sanidad
religión
edif. pábl.y rec
33.95
19.46
12.64
15.13
6.91
3.46
8.45
30.76
21.94
12.32
16.73
6.09
3.15
9.00
23.92
22.89
14.21
19.38
6.75
3.24
9.61
27.49
21.89
13.33
18.78
6.75
2.85
8.91
31.51
23.26
11.46
16.27
6.43
2.37
8.70
31.19
25.96
10.38
14.70
7.47
1.78
8.52
31.13
25.50
10.32
14.79
7.92
1.62
8.72
37.75
23.38
6.37
13.74
7.75
1.47
9.54
41.66
24.55
6.49
10.28
7.59
1.38
8.05
39.08
25.01
9.16
9.82
6.38
1.36
9.19
24.80
26.60
12.70
14.40
8.70
1.70
11.10
18.40
23.80
17.60
15.10
9.50
1.80
13.70
26.36
25.58
9.95
12.21
11.26
1.84
12.80
total 100.00100.00 LOO .00100.00 LOO .00 LOO .00 LOO .00 100.00100.00 LOO.00100.00 LOO.00100.OC
Tab. A4. Estructura sectorial de los contratos de construcción inmobiliaria (excepto vivienda unifamiliar). Estados Unidos, 1951-1976.
sectores 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963
viviendas colee.
comercial
industrial
educación
sanidad
religión
edif. pfibl.y rec
10.00
15.79
14.21
26.3.1
6.32
6.32
21.05
10.39
19.96
11.75
27.65
7.69
4.78
17.78
10.42
18.75
12.50
26.04
7.29
5.21
19.79
11.74
17.13
13.50
26.99
7.79
5.92
16.93
9.35
23.64
12.43
21.27
11.00
5.04
17.27
14.30
18.90
9.29
23.60
9.40
4.39
20.12
18.16
19.92
7.74
21.37
8.56
4.54
19.71
16.14
24.11
9.29
18.90
8.37
5.72
17.47
24.02
21.31
6.09
19.02
6.85
4.67
18.04
20.22
16.26
7.72
21.45
11.58
4.37
18.40
17.53
18.66
4.89
24.88
13.45
3.77
16.82
total LOO.00 LOO. 00 LOO. 00 LOO. 00 LOO. 00 LOO. 00 LC0.00LOO.00LOO.00LOO.00 LOO.00
sectores 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974
viviendas colee.
comercial
industrial
educación
sanidad
religión
edif. pfibl.y rec
18.81
14.62
7.16
25.16
14.62
4.70
14.93
20.65
17.80
9.16
24.21
10.99
3.15
14.04
16.12
15.30
6.16
25.87
11.50
6.16
18.89
17.26
17.56
11.78
21.84
12.28
2.23
17.05
22.95
23.98
5.63
21.93
9.22
3.89
12.40
23.80
22.43
5.96
20.45
9.85
2.83
14.68
19.73
26.51
3.92
17.82
13.04
2.44
16.54
26.56
20.65
3.79
19.07
14.65
1.48
13.80
36.48
20.58
3.69
11.34
10.66
2.13
15.12
27.89
20.07
6.95
14.22
12.79
2.59
15.55
total LOO .00100.01 100.0C 100.0 DO II 00.0C100.00100.00100.00 LOO.00100.00 1100.00H
Tab. A5. Estructura sectorial de los proyectos de arquitectura (excepto vivienda unifamiliar y planeamiento de comunidades). Estados Unidos, 1953-1973.
140
alto
1B75 1876 1877 l878 1879 1880 1881 1882 1883 188<* iBBs 188o jRB7 1889 1B84 1890 1891 1R92 f*»23
1R94 189a 1896 1897 1898 1899
población
45073 ••6107 47141 4dl74 4920R 50262 51542 32821 34100 55379 30658 57938 59217 D0496 01775 63056 6-«361 o5666 66970 68275 o9580 70885 '2189 7J494 '4799
afio
1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 191'u 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 192»
población
'6094 77585 79160 «0632 82165 «3820 «5437 b'000 68709 90492 92407 93868 95331 47227 491 IB
'
00549 01966 03266 03203 04512 UB466 uS!èJ 10055 11950 14113
afio
1925 1926 1927 192d 1924 1934 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 194¿ 1943 1944 1945 l94'b 1947 1948 1949
población
115B32 117399 119038 120501 121770 12318B l¿4149 ]£4949 125690 1¿6485 127362 U 8 1 8 1 ]2b961 129969 131028 132122 1.13402 134860 136739 138397 139928 141389 144126 146631 1491BB
aüo
1950 195( 1952 1953 i95« 1955 195b 1957 1958 1959 I960 1961 i96¿ 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 197J 1974
población
151684 34287 56954 39565 62391 63275
Ï,1?7* '4141 Í7073 60671 83691 66538 «9242 41889 94303 46560 98712
?U0706 202677 20.4B7B 207053 208846 ?10410 211894
•So
1975
1976 1977 1978 1979
1980 1981 1982
1983 1984 1985
1986 1987 1988
población
213540
215140 216810 218510 220210 221910 223610 225310 227010 228710 230410
232110 233810 235510
Tab. A6. Población. Estados Unidos, 1875-1977. Proyecciones de 1978 a 1988. En millares de habitantes.
año
1875 1876 1877 1878 1B74 138U 1881 1882 1883 1884 1885 188o 1887 188a 1884 i 890 1891 1892 1893 1R94 1893 189o 1897 1898 1899
población
3954 4009 4064 4120 4185 4255 4325 4375 4430 4487 4537 4580 4626 4678 4729 4779 4B33 4883 4931 4979 5026 5074 5122
mi
afio
1900 ¡901 1902 1903 1904 1905 1906 190 ' 1908 1904 1910
1SU 1913 191* 1915 191b 1917 191b 1914 1920 1921 *2i¿ 1923 1924
población
5301 5371 5494 5651 5R27 6002 6097 6411 6625 6800 69BB 7207 7389 7632 7879 7981 8001 «060 8148 8311 6556 8788 8919 9010 9143
afio
1925 1926 1927 192« 1929 193b 1931 1932 1933 1934 1935 193o 1937 193* 1934 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 194 7 1948 1949
población
4294 9451 9637 9B35
10029 1020R 10376 10510 10633 10741 10845 10950 11045 11152 11267 11381 11507 11654 11795 11946 12072 12292 12551 12B23 13447
afio
1950 951 952 953 954 955
1956 957 95H 959 960 961 962 963 964 965 966 9 6 ' 968 969 970 971 972 973
1974
población
13712 14009 144S9 14845
Í&ISZ 15698 16081 16610 17080 17483 17870 18238 18583 18931 19290 ¡9644 ¿0015 20378 20701 21001 21297 21569 ¿1821 22095 22446
afio
1975 1976
1977 1978 1979
1980 1981 1982
1983 1984 1985
1986 1987 1988
población
22800 22993
23279 23566 23852 24138 24425 24711
24997 252B3 25570
25856 26142 26428
Tab. A7. Población. Canadá, 1875-1977. Proyecciones de 1978 a 1988. En millares de habitantes.
141
Tab. A8. Volumen del parque inmobiliario disponible por habitante según
el tipo de edificio. Estados Unidos, 1875-1975. En dólares 1958.
•UQ
•
••
••
••
•«
••
••
••
••
••
••
••
••
••
*•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
• •IK
mi^m
mim
í * * i n
__
__
--
* <w
yww
ftMyw
wH
wiiyw
iww
iftiiyftiftiiMrtn
nw
wnw
nw
inrin
ri* # #«««inim
nàw
ifU-W
inm
nifW
•
—i
• &
• #
imn
<#
nn
nM
nin
inn
nn
mn
nn
n#
#«
inin
«r>
«9
e.*^
un
#ifitfi
¡gftMU
ftmigN
AiA
iNA
iAiiuftiN
ftmm
MW
O»
WW
fl»<
WN
W» « »P—
•«iOB
BB
»« ••WM
*-O0> «
<B
B"
W»
»n
>« IT
CT
—»»<
•*»«<*• F-M
H'-A
II'»!*—O
_
__
•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
8 M ««i
i»»
»i*<
«in
ff^^
«>
«#
B*w
«o
inrto
«o
>o
>in
-^«
aw
oc
>«
Bg
M«
««
iw«
^
, — *m
m+m
,m • •
i<—I«P
«^«^»««IImm
miiil~<u
Kw
iiMB
iftiftmin
iWM
ivàiiWM
Ww
iMW
Biw
iwiiu
win
nw
n^'#Jn
nu
w«««i^p
^-««iM««o
<«««tnin
«win
»w«««3««f*p
»f h«ojaB
o>o
<>a>oo
33
«
"
" MJ
aí
* i î VlV
i¿¿
^<
Bifc
-«V
S>
Viflfti»
iño
¿w
VH
^J
o¿
yr5
¿#
o
•*!3 »• <
«w
ew
mn
»«
» * • M
B^o>«M
*nKon^«^««o>n<o>iw
«oiw^cov«w
ftip«oo>^inp^iM<p«o>eB
ff ^ nr m
•
uo
•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•_
• •
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•
•IJ
Fiffw
win
n^^^^^^
iiiwifrc
^^M
Ooo
. iKw
niw
n «
«m
m<
w«
f^
N^
<^
wW
OO
^W
MW
'*
* *
oo
ao
* o>aMo>o>o>o»o>o«fti* «
««u
wu
)««h
>o
»re
eeo
eee»v
•
gM
«
ww
! »
w*
• ii
i. •—
—»
••«
»•.
«—
,
w.
t I
I •••W
iWIW
ilWW
WftW
iWIIM
ftlWftM
M^
—*
• w
-
m
HW
WW
llWV
Wftlftlfti'\lftlftlftM
WIIW
rinW
P>
rW"W
ftl
• s
• • i; e
eo
oB
NW
iiiMN
Mw
^O
Tw
tf • «
w^
am
B»
««
Mo
«M
»»
«w
wN
«e
n^
«N
«)n
<iw
e>
» w<o
^<w
»ww
<o
>o
ftiin'*»<
c»^w
<io
**«oftiin
ftic>rH
,inw
^o
ftiin<»o
>o
no
otf>
ftMi"«
•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•«
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•a
- -
- —
~
^«
«•o
nr»
-4«
-*0o
«n
j»«
me
«-«
__
__
__
^-D
wn
.»ain>
» • «n<o>< ioo
on
«n
»r
>w
o«
no
<x
oM
i •ÍW
«'>O
HH
WH
-^O
—o
xwiin
f'. M»* w
o>cm
——
nw
< >•_• •
•••_>_> •_• _•_•
•••••••«•••••••••••••••••••••••-•••••-••-••••••••-•-••••••••--••••-•-•••---•••••••a
•44
--••••••-•••••••-•••••••••••••••••••••-••••-••••••••••••••••••••••••••_••••••••••••••••••••••••••••••
•so
^—
t.-x—
—-a
.NU
>!!•*•• ••--•—
-m
-mm
iww
Mw
ilgn
nn
wiñ
wn
nw
n.w
flww
w^
• • •M
M •
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•-
••
••
••
••
••
•_
_•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
_•
••
_•
••
••
••
••
••
••
•
Z£»S
•«—
•«^—.«•«>«•«.«.«.H
I »
d
ww
HW
ftnw
wM
ftmiftm
nM
ftiNn
» >ii<
<-
»*M
•• aiftfiM
\iwtw
fwiB
iMw
nfn
riw
3 tfHrfP
»
a^
**»**o
>w
^<
^<
^H
>c
oin
fi_i^
o<
»M
^n
iwo
fti»in
rK^
*og
iyn
oi » «
<B
CW
wiM
BM
nB
»e
<»
^»
f>w
-^«
oh
o<
oe
h > <o
oiift«
ino
w*o
*T*o
ii-Mx
o>
o^
<-m
fff--wM
—o
U
UX
•
••
••
••
-•
-•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
-•
••
•.
-•
••
••
-•
•-
••
••
••
••
••
••
_•
__
••
•-
••
••
•-
••
••
••
••
••
•#
••
--
S_r%
^
-*^_
-^^
«»
---iw#
l-»-l^
g^
«ñ
fcgo
_w
_B
>_
i<*g
_l'g
q<
wo
ort
rt*o*o
o-m
tst*^r*4rwo
miM
*n*4W
w*+t^o
>*o>tU
'0*+*rim*4n
om
r~+i>*~<o>o
***iO'
fijf
cg
•
«•
»
•.
«•
—
* w
•—
»
«.-h
—» t.
_. .t
wm
ui
ww
x-
1
mm
i
wn
> n
n i
mx
n»
ur
n.
IN
WW
II
.I
I. •ItfW
UW
fMM
tWW
M
W
W
«M
_J
•-
••
••
-•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•-
••
••
••
••
••
••
••
••
-•
••
••
••
•-
••
••
••
••
••
••
••
_•
••
••
••
••
_«
••
••
__
••
••
•_
••
••
•
__SS ffi_Ltfflafi_8_tMgg___g__S-B
_____Bg^]_a
•Z
O
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•-
••
--
•-
-•
••
••
-•
••
••
-•
•-
••
••
••
••
••
••
-•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•
re-*
o>
o>
e_
*»*o
njp
^g
n^
iy^
gg
gj»
t_f_
;f_;*!t*M
B
tiA
—"ftifti •• > iQ
>B
«i <
<iflw
_FH
niH
P_F
__*n'fl'B
*ÍÍ**_y^
!• ti i. IW
NN
WK
h y < ••! W
N M -^«w
wxi-ú
-wiiw
inn
rt
•JA
o9
93
s»
sa
oo
9e
ao
os
Qe
e3
09
oe
oo
s9
oe
aa
9s
oo
e»
30
Be
eo
oo
oo
oM
oe
ee
ao
90
9e
90
39
eo
eo
oiW
^^
NiA
Sa
Nq
in^
«M
«>
o^
^
5H
"
" " •
••
••
••
• '¿
¿¿
¡¿¡^
¿¿
¿^
¿¿
¡¿¿
¿¿
¿j
••
••
•_
••
••
••
_w
iñ^^«#n
Mñ
iHn
c«^N
««ep
^*«
ruiñ
»*-^
^
-•
•«
•a
AI'n
##
**
»<
n^
«•
* «
UlIflIfM
tU
l«
««
Pfc
^^
ïfc
«S
av
AiB
BO
«ïï
"*""
w
_¿¿-Í »»<
inf'»
-*<»«M
n«-W
^io
t*iiifM»»»»p
*»>
*»fti^
Mftiiff>
^^
oin
<-D
Wi ,»• u
n»
IBB
W
i<w
^»
.^<
o>
iiiO"*i^
«»
^o
w^
wn
niN
r»o
n»
»»
o<
^r*i^
^o
#^
o-D
-B»
ifli'iB>
».«
c-D
<w
<
<U
•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•-
••
••
--
••
••
•-
•#
••
•-
-•
••
••
••
•-
••
••
••
-•
••
••
•-
••
••
••
•.
••
••
••
••
o«
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•-
-•
••
••
••
-•
-•
••
••
••
-•
••
-•
••
••
••
••
••
-•
••
••
••
•-
••
••
••
••
••
••
••
•
§ S
_J U
k»> u
1^o^^w
ln^^•flJo
^^»ln^N
lnrt^^o
'«^^nB
Jw.^<ln
^n»^^o
»w^>^e|w
|^lvw»
*•
-•
• •
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•-
••
••
••
••
••
••
••
-•
•-
••
-•
••
••
••
••
••
••
••
••
-•
••
••
-•
••
_•
••
••
_•
••
••
Ï!î5 Î,_?_£!Tït2_l__[^_ï!^_M
_ïÇ_î__1_î___Sffl__2_t_BS
**
, •
• ••
ww
•
i •
tm
*^
P*^
><
^.*
M<
lWM
.Mw
ilMW
IIVW
WftlW
ft|lWM
IWB
jftWW
«
O. IP
_-Zh
_- M
-o
»m
x<
»n
o»
<4
_w
.»^
<-*in
ow
in *e
m< •* •_<-*—
orw
»ryfHi»o
«flmw
^aaw» f--P
»«i«
w.»
ftio<
iflo«<
n-D
o<
<m
# cw
*«i*M
n<
o«
»o
inff •iw
w'H
no
aM
W+
iwo
j »» -p
eN.#M
e<
£ °r_
g_
gg
¿a
5¿
l£W
gS
g*
^^
!ga
^_
gg
__
_M
J_
^
rS__
_rg
^g
Jtf>
*^*g
P^
'^?
o*r-_
_^
*g^
_f_
_'^
^^
g_
_^
^*
,_^
^_
0' > * •n»iiiiS
inB
i.iF*»
^j»
^oog
ifl_t_
_in
_f*i
o>»_fe
r' o
ini*o
«^
i*iy>
**»^
^iw
i«w
i*^jo
Sa_<
vw
ioiM
»ii£
^
KflL
«
S ^
*-*«y
_g
-_*-g
-g!-_
g^
gw
g^
g-?
!P-g
^-P
gg
-iJ
-^-g
^ ^
_^
_^
&_
_g
SS
gS
gg
g_
y_
_M
£g
£g
£g
__
_g
g5
^ w
xeaaj-P«>e_;B_B
C«-D
»esaBaD
e3-pa>a-0-»B>B
_ia
142
Tab. A9. Volumen del parque Inmobiliario disponible por habitante según
el tipo de edificio. Canadá, 1875-1975. En dólares 1961.
•S*
i Nntn*r*i*i*i^erMhNr^«f*r*r<»rMi>«»oo»Nini<i«in«iri4r^a*oa«««aD»^n*<tnn
DO»* •• * iwwiww«n«inin^x«*rfc«>«B»gooooi*fti«inm<ui«^0'Pw>in«D»',)in<^**< «r*innk«»r»e
ao
oe
eo
co
oo
MM
n«
ir. «<oi»> <Br-oiaia3M
«^ntna)AjM
«-4AiA
mieo>aD
rkene •* iniftin
*»
¡««
ra
ra
ress^
^
•IL^
••
•«
#«
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•»
••
•»
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•
«x
i ••
-i «
Mnm
*in«p»»»-ri««v)03a<*'«>o>«»"-^v)in *<*-#<#-# *
« « im
ninniniflininininininininintn
¡r*?
tft*»*n-«^«*k*»«M
*aaf*NiflaeM
<un
iflinn
iMfW
fcMm
ainirn
«
-•i\injn
iiuiu
nn
n« « * * *
**
i •
*o>
*o«A
J>^
on
iA«o
oo
o0^
««Aiftj«in
*Nin
«n«in
eaD^
inn
ftjrh«N
«r»nN
^
•«o
•«
^•-^
«.iw
w n «w
icM^
ftriwrtrtrin
«+«+
«intfiiiH
nin
uW
*inii»iw
(9 i •
B»Q
n««o>
#moa)n
>^
>M
nm
Q>
eAi^
N"
-*««ag4tt^in
««o>iM
iAo<
w»«*^
• • (\im
«ine«a^
n«a3o
me«N
4,*<
*oN
nio
o>
man
a*o>
4ifln»rh
«p«o
>f\ia
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
«•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
a
ftim«in
«««p«ir r»a>M
«a>a« « »p«m
in*»n
r**«^ri©
*- *tn*i«o
ri«>os«io
«)r» ipo>eo>«*-m«30>o>e *r>
«ir noo>r*- « «
uw
#m-«*njp«w
\i*o> *«-*iP
©-«
*o;M
n »*©•»* * I\I9
MI«
I« ir ar>a«o>
^o
<n*«
i«^
MiJ
i«9
'v,iii>
»»
»-i*K
.9In
»«
>«
Ma
#a
»s
*iiio4
>i aiw
« -««w
N
Nn
inM
íftjnin
nfn
nn
^^^^ifltftifMfliA
diw
ieW^r^
£3c¡ u
B
•a in
• • • • Q
iM-«o
t».ow
in<
M^
E»n
B>
^*in
Mff.«o
a4Hn
«ho
<<
ffCM
^n
^^
in«<
iMM
wo
o«*tw
on
o^
•t-
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•»
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
•
iyqr*^ji^chepf0>^in4'w<a^iq*<<flr*^iiw
<in»"inin<o>«^o>i •• lo
^airo
jira}
-•AH
XiAinjA
inmnc « « « •n
uim
««
«« «
« #imw
iinin< 2
o>
ni£o
n«9*u
if*o>
-^iflQ
>n
0W*ftiA
i^»»tn
m**iflo
mA
i^ e
rk>
»c
«o
wo
^o
>o
>o
oo
o^
*(un
#ifl«
«M
oo
io«
*min
^a
>»
ON
WW
i^-^
Nftiw
Ez
n
••
••
••
••
••
••
••
••
,•
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
••
ovt
o*a
vJ
ta>
^fw
na
^N
*>^
e*o
*B9
N0
oip
o>
ftap
ir*-^a
3o
«*^
0#
on
r*am
uB»
o>
N
ciu
»
»»
oo
o-*-j'-i>
i>r*>
^ f «
tin
—«iff «iiw
>r»oa»o» «w
fin «K
CO
> o-*w
v#
uv
eh
>c
»O
MA
m«
ir er-ac o>o»«i\in« in«^
c<*o
-4t\in «in
iw
wv
ftinifW
fUN
iton
nffiO
Tn
nn
n«
«*«
#***+
#im
w
143
olio
875 87o 877 878 87* BBO 881 882 883 88» 885 886 887 888 889 890 891 892 893 894 • 895 896 897 898 899 900
38* 903 904 905 906 907 908 909 910 911 9)2 9ÎJ 914 9IS 916 917 918 919 920 921 922 923 924
renta millones $
7068 7119 7393 7199 7227 7803 8144 8500 8550 8641 9018 9413 9824
10253
11604
11402 12296 12944 15070 15849 ¡6841 18584 19743 20242 21590 23340 55414 24430 275S3 29333 29269
¡Útt 33248 34654
thHÍ 62936 70200 79100 64000 63100 74300 75200
renta •Ilíones $58
23481.7 243*0.1 25318.5 26370.0 27271.7 28582.4 29831.5 31135.5 32386.4 34019.7 35364.7 37059.1 38525.5 40366.1 42633.5 45772.4 47950.4 52536.5 49903.4 48529.1 54295.5 §3280.4 57190.7 §8306.3 65807.9 66037.5 70760.5 75544.7 79289.2 80325.4 84007.8 88409.1 92414.5 89487.2 97705.7 U114B.3 01628.5
i m - ¡ 09009.B 10012.7 16567.8
¡ÍÚ'3 26232.7 31458.3 51016.3 54732.5
renta/hab. $1958
521.0 528.8 537.1 547.4 554.2 568 .7 578.8 589.5 598.6 614.3 624.2 639.6 650 .6 667.3 690.1 725.9 745.0 800.1 745.2 710.8 780.3 751.6 792.2 793.3 879 . B 867.8 912.0 954.3 983.3 977.6 002.2 034. B 062.2 00B.8 079.7 094.6 082 .7
\Ú:% 099.8 094.1
!2i:i 195.7 286.8 248.7
Í82.S 349.0 . 356.0
alio
1925
[SI? 92t« 92". 93Ü 931 93¿ 93J
%lt 93o 937 938 939 940 941 94¿ 94J 94» 945 94a 947 94o 949 950 951 952 953 954 955 956 957 95d 959 960 96 i 962 963 964 965
1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 197J 1974 1975
renta millonee $
78200 83700 81700 82800 B6795 75382 59669 42785 40312
silo! 65013 73650 67372 72564 81124
104222 137065 170322 182592 181485 178327 194556 219007 212670 236203 272297 285827 299735 299131 328020 346911 362264 36399S 397083 412008 424246 457366 482841 !»19204 565959 622215 655805 714418 767929 798374 858067 951935
1067250
¡min
renta millones $58
57979.8 68410.5 684S3.6 69325.2 76771.9 52904.7 33189.7 06430.3 02575.1
UHt:t 52255.3 65505.6 53467.0 67972.2 84792.7
220809.3
Í9ÍB-61.7 313732.0 303995.0 261860.5 252015.5 265785.2 262880.1 28665».! 310841.3 324434.7 336402.9 329439.4 353469.8 363257.6 367780.7 363995.0 390061.9 398846.1 407145.9 430664.8 448320.3 475026.5 475995.8 535008.6 549710.8 575215.8 590260.6 582754.7 595879.9 632095.0 666614.6 645650.9 630930.0
renta/hab. $1958
363.9 434.5 415.1 405.2 451.7 241.2 072.8 851.8 816.1
1187.8 1283.» 1180.8 1282.0 1398.7 1655.2 1917.6 2193.0 2266.9 2172.5 1852.1 1748.6 1812.6 1762.1 1889.8 2014.7 2067.1 2108.3 2028.7 2138.7 2159.4 2147.3 2090.2 2202.8 2207.6 2216.5 2308.7 2369.0 2475.5 2449.8 2721.9 2766.4 2866.0 2912.3 2844.4 2877.9 3026.6 3168.2 3047.0 2954.6
año
1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988
renta/hab. $1958
3123.0 3169.8 3217.4 3265.7 3314.6 3364.4 3414.8 3466.0 3518.0 3570.8 3624.4 3678.7 3733.9
,
Tab. AlO. Renta y renta por habitante. Estados Unidos, 1875-1977. Proyecciones de 1978 a 1988. En dólares corrientes y en afilares 1958.
alio
B75 876 877 878 B79
B8< 88J 88» 885 886 8B7 888 889 B90 891 892 893 89» 895 896 897 898 899 900 901 902 90J 90» 905 90o 907 908 909 910 911 9)2 91J 914 915 91o 917 918 919 9 ë <> 921 922 923
192»
renta •ilíones $
478 445 456 438 454
in 543 534 547 sao 625 650 686 710 749 717 695 707 706 741 80S 847 903 972
1ÏZÏ mt .an m Wd 2209. 2359 2253 2324 2677 3302 3714 4211 4408 3454 35R9 3829 3641
renta •aliones $61
1484.5 539.7 594.4 652.B 773.4
¡Z!:8
§?;§:i 2241.B 2329.3 2422.5 2519.4 2618.3 2709.9 2805.2 2902.8 3008.7 3114.5
2222"Z 3337.B 3454.9 3573.8 3700.8 3903.6 4115.4 4338.4 4571.4 4821.8 5083.6 5360.3 5649.B 5957.0 6278.7 6619.0 6653.6 7280.9 6786.í 6546.5 6313.7 5772.7 5830.5 6294.5 5665 .8 6268.6 7354.5 7782.5 7311.2
renta/hab. $1961
375.4
391.3 401.2 42.1.8 417 .2 426.4 438.5 449 .8 461.9 474.6 489.5 503.5 §>Z*a 532.8 547.9 560.7 574.5 5 B B . 7 604.3 619.7 635.3 651.7 667.6 682.7 698.1 726.8 749.1 767.7 784.5 803.4 833.8 836.1 852.8 876.0 898.5 918 .4 900.5 954.0 861.3 820.3 789.1 716.2 715.6 757.4
7Í!:1 824.6 863.8 799.7
• aflo
192-> 1926 192 7 1928 1924 I93u
1933 ¡93» ,935 93o 937 938 939 940 941 94¿ 943 944 945 94o 947 94» 949 950 951 952 953 954 955 95o 957 958 959 960 961 962 963 96» 965 966 967 968 969 971 971 972 97J 97» 97a
renta millones $
4139 40S6 4310 4678 4652 4343
m 2328
2732 3051 3314 3830 3942 4172 4985 6206 7977 8678 9453 9506 9363
10582 12334 ¡3323 14553 ¡7199 19468 20125 19998 21908 24383 25356 26436. 27757 28837 29783 32370 34700 37680 41219 46294 49738 54606 60517 64235 70480 79195 94012
.25956
renta millones $61
8052.5 «107.1 8654.6 9431.5 9266.9 8899.6 7257.1 6242.8 5705.9 6567.3 7334.1 7724.9 8645.6 8959.1 9546.9
1 0908.1 2588.2 5489.3 6250.9 7187.3 6884.5 6143.1 6796.8 7420.9 8028.4 9250.0
20402.1 22147.9 22921.4 22419.3 24423.6 26218.3 26690.5
S 8 ) : Z 28961.9 29783.0 31923.1 33624.0 35614.4 37746.3 40608.8 41973.0 44612.7 47315.9 48080.1 51072.5 5»354.B 59351.0 61355.1 62820.9
renta/hab. $1961
866.4 857.8 898.1 959.0 924.0 871.8 699.4 594.0 536 .6 611.4 676.3 705.5 782.8 803.4 847.3 958.4
; 1 ¡
094.0 329.1 377.8 438.7 398.7 313.3 338.3 358.6 340.7 403.9 456.4 531.B 544.0 466.6 555.3 630.4 606.9 607.2 615.1 621.8 633.0 717.9 776.1 846.3 921.5 028.9
!059.7 ÜSS.l Î2S3.0 2257.6 2367.9 2490.9 2686.2
\Ul\l
AÜO
1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983
1984 1985 1986
1987 1988
renta/hab. $1961
2905.4 2901.0 2962.7 3007.2 3052.3 3098.0 3144.5 3191.7
3239.6 3288.2 3337.3 3387.5 3438.4
Tab. All. Renta y renta por habitante. Canadá, 1875-1977. Proyecciones de 1978 a 1988. En adiares corrientes y en adiares 1961.
144
10 r
en
«H
id
in
in
en
»H
at •0
Dl
0)
a yeccii 0 H
S 1
!J
S 01
-S •H S a "S co
H
, 0
•l-l o
TÍ
<H
•M
•0
* 01
CO
•a m
en
a~ •îî
o
+1 0
d) rH
•0
&
ai ai
•a
a m
m
ai
•H
Ci
h
0
•H
H
•H -
H
•H e
fl „
Q C
i
1 w
1
H
•
CD
ci
m
<0 en
•H
rt
• -
C
1»
•H e
n
«H
a
•H
ai
as de ones d
Tendenci Proyeccl
.
S Tab.
!Ü
Sa • &
•Sa •eu
•IM
E
3i
j
xai
SÏ8E
SzS
ils
Ul
• ~(/)J
sis O
.X-
•»s
as •K
—
:°ï • •i
• —
in
* • • au a
•fPK
• :«
9
•Wi-
• • • i •
-î *
m
Ki.
I iü
«
kl
k. B
¡U*
g»" pf "T
: _u
>
.î"rS
i « «
1-k
.W
i.:
SI
Hi
I
n;c
\iiMi\iA
im4
«m
<tw
>« C
*OU
IIIWM
•»>
*•» in
<o
<O
to<
oK
r*f>-^
coco
co
ÍMO
O-^
^X
—^
irJí-íM
O'o
cM
iKM
rii/i e
xiM
n-flm
cf^
ao
-MA
i iT
!n<
nriP
i»a.*in
irii<in
ilSu
i-»iii»
t•»•»
•»*
uiin
iAiflifiin
ifiif.inio
«<a
»fi—
€0
3—
G»
—M
iAM
a—
r*.*—iQ
un
o^
aM
* «o
x £ic
c—
*"
i.n^
o—
o»
^<
o.fif"
i—A
, —
—
MM
Ain
ii\min
nn
mn
iAii>
iiMM
>M
isin
i
Aii*i<
Or^
o»
or»
—«
c—
O^
CF
in**»
*M
«IP
—
MM
af
lN
i n
r-cvi»*—r>
-in<
ccceD—
cw
—o
—c
n&
*«in<
Mn
inin
<4 M
CO
*» in -*o»
©—
•in
i«ji\in
iiMin
ripi«
4>
*4«
mn
nn
t\iPin
aM
QM
?c
otp
<c
-4—
£IT
M—
cu
mm
in*
r)Aj-*in
» M
^ n
w
fai
> A
JUIC
IO»—
*>co—
in
inirtn
ir f- K
CO »
es 9
00
9 o» co
co*»
P»CO
m—
U>M
O» «
HO
Mr
ea
<
0i^
r>cc>
<so
>o
o—
Mr.n
iM
VkiM
iMiM
niR
inm
ni^
f.
* <* —
of
in—
o—
irf* *
m
u* A
nn
* Mn
uH
«> »
^o
tnc
nin
**>»
-* <• <*.«
•*«
ah OIN
>IT
4 •t* in
<cco
—in
m
eto
—«
lOa
AH
TM
O—
•* »
0
»4
*O
OO
O—
—A
IM
^<
C—
O0
»C
Q*-r*C
CM
UM
C)'*^
B<
N&
4*"O
a»
O<
0m
o»0—
00*—
«D
infl*
xa
>&
&»
MM
m4
«4
>ic
V.C
iA<
*Ui*<
nM
infn
h-rfccn
o^ofco
o—
AH
MC
im
——
MM
MA
IM
MM
MM
AM
MM
MI
UM
M A
iAiA
iMiM
min
«n
min
.nin
<c
nc
3c
o«
4c
rm<
a«
nin
u.r*c
wn
eK
i/M\ii\i
—r»
o»
-ep
r»—
siif)*M
*—r^
oA
iai-m
«o
in
44
inm
r>a
> o
M<
*min
in* A
IM—
oo
*»»
——
-»;>
»—
ec
oo
-*-h->
n*—
eM
rM<
»e
«0
f\i im
n*c
un
^in
*ir.r»o
oo
aM
,»*ii:«
o^
-*»'>
-t-r-t-«
4m
nu
-xr<
i>>o
<o
imn
i/ii/iinan
-i4-*
•^
ON
nM
e<
<io
4H
«n
ein
A^
o>
4e
M
Mn
r-h—
in—
eo
in*«
Mn
i>-i/iM
inM
fnin
»M
*m—
».»
—«o
oin
r<ro
oo
>.ic
oi/v
\i »coo»oin
^<>fo
c£iB
—»*r»
•Ln&
M•Q
C—
«**ln
Ln
«^
•'ce<
99^
oc>
»<
l'co
<D
•DK
<l;<
0^
-
3in
em
co
«3
MO
CO ce O
N
O*
1—
liMO
rME
MM
I>—«O
M
MA
ic»
Mn
m**!ii!n
«io
«*0
>a
D«
—Q
ar»
4>
M—
ln
*^|'J
l^o
^-o
DflD
C^©
—M
in
inin
inin
ir.UM
iin>
o<
o<
o
•nu
Ko
co
oM
mif
I^o
>«
<c
*oaco
>—
min
t*>a*—
r'Hn
^-
lO<
o>
o^
' M'^
•*^a
>c
DtD
tD
10 r»
en
CM
10 en
•S 10
ci o
•H
O
u
l o
h
& u
•P
«a
3 3 u
»
Fi
•noB
iMiíi»
—o>or»
i**socB
in
rC
üC
tíe
üÜ
SS
01*
1
—m
in^
eo
o—
M*in
«M
^io
•«
—A
iMm
ri*iiiiniÉ
Ve>"
M—
—•—
MN
MM
MA
IAIM
AI
MM
MM
MA
IAIW
AIA
,AIM
mu>o>
-4 *iPin
^o
» o
—m
*nin
n
nn
< *
*•
»« «
mu
nir IP
IP
-•eo •n»-»i'-»i*>cr cuir f-uv«
em
^m
mM
ncc9%
oo
^i\iifi
s—
Aim
«im
nu
Mcr»
a a
coco
IC^
TG
KO
—M
WU
VO
I^O
J «
44
¿fm
uiu
iiiiinin
inifi
ON
*4
MD
OM
*^
0>
—*
corn
-—yio
ir a»-» 0»
* 9
uvn
<C
tt<o
r^in
-*!nv<
n*-«
<'i
inuiifi«
5*«
er-r-
«pco<«
A
IMM
MM
MM
MM
AIA
IAIA
IIV.
MA
KV
IMM
MM
AE
MA
JA
IAI
*ic^
o»
<n
cM
no
*irno
—f*i
^m
aM
*ico
^o
iO'>
iak^
x
om
oi»
,t»o
»—
««o
-ipn
uin
cM
jiii'C
»»
-»'^
»*'^
»-"
n
u
»**»
inin
uv
o«
o<
o<
o»
a
4^
«<
*4u
wn
oiriin
in<
e
2S
•*u
*c>
ci~
r-r-co
cc»cn
>o
>o
»
«^
^i»
r-ca
co
co
aM
«(r»
rh*<
t«<*ii>
ioirin
<n
m<a
A<
O -tr<
4in
inin
tHirin
in<o^<c
nj^
ip^
r-co
scro
-^n
tiMn
icu
«
r-M
ao
c>
»o
oM
-iiv
Ajm
r«9
e
O4
eo
o4
47
a«
o*i4
)c>
«o
ca
IU~* CD
1*- £ M
0 p»*Mf>>lir O» C
MIV
I 0h ^1
^ —O
N 0
*4>
CO
O<
9 «O
AllO
^r*. •A
lPC
SI—
0* U
l<fi«
0
—^^f-n
i(uc\iiN
ir>«
nrn
ririmm
fnn
ji\jllif\iru
ir^o
o* a
Mn
cg
mifi-^
ah
—o
-«r^
aM
Do
in<
ra)
-»r—
•rnv
oo
»»
—«—
i «a
* rvic
oo
vo
c.o
oo
»*«
*-• -« *<U
AiN
f\imm
mriiM
f\ii>ii\jc
^iv
iMi\i
f-UT
cn
iíito—
i/iifiiM-íW
cu
^—
ifio^
o«
<f
inm
1/iicr--^
(vjin
p-o
-"<v
i-ioio
«0
'-LP
>i «
<o
—JM
rwifito
i^tn
cr o
>^
n
nn
i*M*iin
n' aifn
rn<
*^«
¡Se
in
<*o
aK
O*>
t<'i4
« —
AI
<or»cD
coa>o
*«Aji»»4;n
»fl N
Miw
uiv
imn
cn
ni^
min
r-an
\i-i)e^
i/>i>
nf-?
o—
«^
•«'«
'«'•«
irinin
-Kir.
cB
aD
cc
Q<
ca
kokc
l'Oo
oo
eo
koka
M>
flicQ
tf;a
«x
r>a
>e
intV
i>M
a>
co
Ai«
i^»
h.—
os
mN
tO
fMirin
i*im^
^o
om
co
^«
iMA
i>^
ir^-«
«
njg
>»
\i^K
««
rreip
<o
<c
o<c
>to
«r>
ipi*iin
ni
—n
o«
^c
A*m
miw
»c
0v
s.-4
.Ma
hi*ir'O
oft¡
*«
<« *
« il>
ici>
- «o
-o-c
f o- »o
gr>
r><
t>o
« «
Ai<
or^
cgo
>^f"i I0
r»o
^«
«
0*3* » o
>o
oo e
e—
r- i>»»*c
o-"
mo
a I\I«
K
» O
NO
r- CO
» AM
90
4 <C
C
iM i
mi^
oo
oe
oo
H
i/i^-cB
orvm
mh
-O'—
eMO
tfi"i->—
o-«
o>>»oscoii>
f-fr.ri-o<viin
rit>««j
ma
—o
cro
V'A
jcM
—is
rv
ip-c
rno
i/i—r^
MC
cr-«
-«r-o
r-cviu
iMcrN
M
iiim
ee
Miv
ix
oh
0
»»
»-»
*»r-ir^
CU
—••—
—A
l")*-*.»
!»)»
M
AIA
hM
AIA
t—i—
——
a*^
«e
«o
oA
iinA
ir^irA
i90
*v
.ri0c
o**4
i>a
MM
inc
D.*
m«
oi^
co
<o
oo
hd
Po
c9
0M
ov
-i lo
co
aD
co
o^
ah
ah
ah
oo
e^
<M
ne
4X
<a
«r>
n<
in4
nin
<i<
H
J*—
au
rm—
9c
a<
om
-t ^
r-ei^
n^
inw
icc
o—
AJ
^O
«-«
Aiin
inin
ie^^aG
ah
e
M—
AiA
inin
iAiA
iAim
min
nn
AiA
iniA
iAiA
iAin
iMiM
Ain
ii
coo* »
€»
»*—
Aim
-**^rt
l«rln
ln^o
-coa^a^o•
A. ,
MM
AlA
imiM
AI—
<—
O—
—R
I A
lAlA
IfliAIC
ViA
KV
.nW
cnr.
>M
Da
>o
>A
i—^
<*«
—o
mn
ni
«e
o>
*o
—A
iAin
m«
«
r-«)<
oie
«io
uiin
in«t«
«4in
«tn
tiiiaifiin
inin
inuH
rio
• ••
——
OO
O'
XT
o>tao
oco
«oc>
o>
a>
o,o
>»
*>a
>»
o'a
><
Mr
rioje
oiro
—o
»o
Œ«
^M
tMn
-»o
>«
o<
o
>«
*Ain
««
i<c
am
iwn
^in
o>r>
«ooin
s»i
r"ceo
>»»A
iiii<O
Aii»
i"—«¡y
j>
<-«
.fvo
oM
M<
*i»'~
«c
OG
* —
—
-—
•O
O>O
>OII>
——
tA
niA
imn
n«
4
lO^
^c
i^i^
oo
hO
^iA
inm
mA
i^
—m
a>
'* MM
—fi—
m«
ai^
Tr»
.»e
«>
o<
oc
O'»
o
AJ
i>o
M'O
Air-r—
co
«ir«
0M
Pc
cr^
rvi<
* <
n—
Mn
«n
cM
nA
iem
mA
ics
MO
>iO
o^
ca
a>
A
I AH
\iAiA
inn
« m
ao
tf>«
inin
«« «
nn
n
«r-o
cr '
NN
0«
cn
Ni
vx
9 —
<>• an
oM
in
M£o
inai*tin
niB
MU
iifieA
iifiO
Me<ifn
—e
<t>
—A
44
'-K.«
MfS
09
><
*—^
r-9r~
ifllPM
••«
<*•• in
«ic
oo
>—
MfiM
Mxrc
i>co
«in
in«9
—
^—
——
AJ
AI
MM
MA
I—
——
•* co
e« —
sc
i»»
Ai«
m
in—
oin
—o
tccv>
r-p-L
n
«o
—A
i«tf>
<o
ca
»—
M«
«ifiin
ipm
inu
imu
vaaiia
en
on
se
niin
^e
ri^
e
iMA
iraio
am
iiMB
Aiie
m»
«
—m
i»—
4 «
Air>
—«
• a
co
>B
>a
«o
oo
i «
IAW
I —
—M
AIM
AlA
iMA
IM
•WW
i
uvar-c
ia>
e—
M«i<
*un
«»<
Da>
aM
AK
">i>
in
>>
co
««
o—
Mn
«m
<o
r>e
c
•mn
inin
in4
i««
<a
«<
e<
oc
«c
^h
.^K
i>-r«
r>r-i>caco
<oqcn
)egco
<occ
o
^»
»»
»»
»»
»»
»»
»»
»»
»»
»»
»
»a
t*»»
o>
a>
a>
c*»
s>
e»
I
cnie
<o>in
gna>ui. n
ptu
e»
C
OA
IO—
inotfc
rinaA
if»
«iM
Ch
'Ca
as
'ee
oe
ei
«»
o>
eo
—A
Kw
nn
eD
MP
-oM
nje
o4
MO
>n
««
«
«it—
c3od)>
a>a>eoeM
m
iocD
OA
iftAir'iiP
-ifi'Or»
»
—A
in4u
nin
«^
o>o
—M
<O
c£m
.*<D
e»in
«eii.«
a>M
A
A*n
uw
-o>—
«iiir-0
»—
* C
OW
A
i «
» ii i~
MM
A.A
MM
.-mn
Mf>
«in
^r-c
oo
>o
—A
i<n
«m
^
«>
»o
—M
*kt>
in«
>^
«
»»»»tri>
a
rac
ro-O
Ko
K»
»»
BC
DcrtD
fl i>
»»»a
145
año
1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968
despacho!
12 12 12 13 16 19 19 21 22 23 24 27 30 30 32 32 33 39 39
280 772 695 974 071 568 171 791 485 657 313 061 589 513 217 815 256 550 209
fuera de despacho!
8 500 8 217 7 935 7 652 7 369 7 086 6 804 6 521 6 238 5 956 5 673 6 312 6 950 7 589 8 228 8 866 9 505 10 144 10 783
tercera demanda
1 039 1 049 1 032 1 081 1 172 1 333 1 299 1 416 1 436 1 481 1 499 1 669 1 877 1 905 2 022 2 084 2 138 2 485 2 500
total
21 22 21 22 24 27 27 29 30 31 31 35 39 40 42 43 44 52 52
819 038 662 707 612 987 274 728 159 094 485 042 416 007 467 765 899 179 492
año
1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987
lespachos
36 265 38 943 39 057 40 268 40 485 32 005 29 985 35 156 36 065 36 996 37 953 38 933 39 939 40 971 42 030 43 116 44 230 45 373 46 546
fuera de lespachos
11 421 12 060 12 114 12 168 12 222 12 276 12 330 12 384 13 172 13 960 14 748 15 536 16 324 17 112 17 500 18 688 19 476 20 264 21 051
tercera demanda
2 384 2 550 2 559 2 622 2 635 2 214 2 116 2 377 2 462 2 548 2 635 2 723" 2 813 2 904 . 2 996 3 090 3 185 3 282 3 379
total
50 070 53 553 53 730 55 058 55 342 46 495 44 431 49 917 51 699 53 504 55 336 57 192 59 076 60 987 62 926 64 894 66 891 68 919 70 976
Tab. A14. Demanda de arquitectos. Estados Unidos, 1950-1975. Proyecciones de 1976 a 1967.
año
1951 .
1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973
despacho!
1 085 -
1 955 2 250 2 426 2 670 2 834 2 705 2 962 3 049 3 018 3 256 2 840 2 958 3 139
fuera de despachos
665 -985
1 058 1 102 1 163 1 203 1 171 1 235 1 257 1 249 1 308 1 205 1 234 1 288
tercera demanda
87 -147 165 176 192 202 194 210 215 213 228 202 210 221
total
1,827 -
3 087 3 473 3 704 4 025 4 239 4 070 4 407 4 521 4 480 4 792 4 247 4 402 4 648
año
1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 19S7
lespachoi
3 514 3 163 2 925 2 997 3 070 3 146 3 223 3.302 3 383 3 467 3 552 3 639 3 728 3 820
fuera de despachos
1 424 1 252 1 128 1 136 1 144 1 153 1 163 1 173 1 185 1 197 1 210 1 224 1 239 1.256
tercera demanda
247 221 203 207 211 215 219 224 228 233 238 243 248 254
total
5 185 4 636 4 256 4 340 4 425 4 514 4 605 4 699 4 796 4 897 5 000 5 106 5 215 5 330
Tab. A15. Demanda de arquitectos. Canadá, 1951-1975. Proyecciones de 1976 a 1987.
14fi
afio
1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969
nuevos titulados
2265 1964 1801 1450 1435 1275 1360 1535 1730 1875 1640 1641 1851 1852 1998 2514 2634 2585 2533
inmigrantes
14 7
265 237 251 205 229 245 283 326 278 287 446 644 575
ano
1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987
nuevos titulados
2658 278S 2821 3070 3330 3426 4174 — 3788 4169 3750 3860 3970 4080 4190 4340 4420 4480
inmigrantes
775 756 726 500 404 459 383 350 350 350 350 350 350 350 350 350 350 350
Tab. A16. Títulos profesionales de arquitecto otorgados. Inmigración de arquitectos. Estados Unidos, 1951-1976. Proyecciones de 1977 a 1987.
f
año
1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969
nuevos titulados
171 145 98 91 94 97 90 101 88 99 93 119 96 111 118 139 137 203 195
inmigrantes
211 382 128 107 78 31 65 79 94 210 355 432 275 154
afio
1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987
nuevos titulados
259 218 191 205
"267 327 350 330 364 392 410 422 430 430 430 430 430 430
inmigrantes
138 111 112 90 175 218 150 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
Tab. Al7. Títulos profesionales de arquitecto otorgados. Inmigración de arquitectos. Canadá, 1951-1976. Proyecciones de 1977 a. 1987.
147
aflo
19S0 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968
oferta inicial
22 060 22 054 22 048 22 042 22 036 20 030 19 571 19 112 18 653 18 194 17 736 17 263 16 791 16 319 15 847 15 376 14 780 14 184 13 589
nuevos titulados
0 2 263 4 223 6 028 7 466 8 897
10 159 11 516 13 028 14 744 16 606 18 211 19 817 21 633 23 451 25 415 27 849 30 403 32 908
Lnmigrantei
14 21 286 523 774 979
1 204 1 445 1 724 2 010 2 321 2 591 2 014 2 642
oferta potencia
22 060 24 317 26 271 28 070 29 502 28 941 29 751 30 914 32 204 33 712 35 321 36 678 38 053 39 676 41 308 43 112 45 220 46 601 49 139
año
1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987
oferta inicial
12 993 12 398 11 833 11 268 10 703 10 138 9 574 9 036 8 498 7 960 7 422 6 883 6 169 S 454 4 739 4 024 3 309 2 574 1 839
nuevos titulados
35 362 37 940 40 605 43 308 46 260 49 472 52 893 57 402 60 068 62 846 65 741 68 754 71 895 75 277 78 912 82 801 86 838 90 887 94 975
inmigrantes
4 201 4 939 5 661 6 331 6 775 7 123 7 526 7 824 8 090 8 355 8 620 8 886 9 110 9 334 9 598 9 822 10 045 10 142 10 239
oferta potencial
52 556 55 277 58 099 60 907 54 738 66 733 69 993 74 262 76 656 79 161 81 783 84 523 87 174 90 065 93 249 96 647 100 192 103 603 107 053
Tab. A18. Oferta potencial de arquitectos. Estados Unidos, 1950-1975. Proyecciones de 1976 a 1987.
aflo '
1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968
oferta inicial
1 830 1 796 1 763 .1 729 1 695 1 662 1 624 1 586 1 548 1 510 1 471 1 432 1 393 1 354 1 315 1 275 1 225 1 176
nuevos titulados
0 145 243 333 426 523 613 713 801 899 991
1 108 1 202 1 311 1 427 1 563 1 695 1 893
inmigrante!
0 30 80 180 330 541 923
1 050 1 156 1 233 1 261 1 325 1 400 1 491 1 698 2 049 í 469 2 733
oferta potencial
1 830 1 971 2 086 2 242 2 451 2 726 3 160 3 349 3 505 3 642 3 723 3 865 3 995 4 156 4 440 4 887 5 389 5 802
año
1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987
oferta inicial
1 127 1 078 1 028 981 934 887 840 794 748 704 657 615 571 512 452 393 333 274 183
nuevos titulados
2 082 2 336 2 547 2 729 2 924 3 182 3 499 3 840 4 152 4 498 4 872 5 264 5 668 6 069 6 469 6 870 7 270 7 671 8 061
inmigrante!
2 876 3 004 3 104 3 194 3 262 3 413 3 609 3 737 3 801 3 865 3 929 3 993 4 058 4 107 4 158 4 208 4 359 4 309 4 307
oferta ' potencial
6 085 6 418 6 679 6 906 7 120 7 482 7 948 8 371 8 701 9 067 9 458 9 872 10 297 10 688 11 079 11 471 11 962 12 254 12 551
Tab. A19. Oferta potencial de arquitectos. Canadá, 1951-1975. Proyecciones de 1976 a 1987.
148
V
NOTAS Y REFERENCIAS
1. Para los años anteriores a 1940, ver los diferentes Census of Population, vol. I (1870, 1880), vol. II, part. 2 (1890, 1900), vol. IV (1910 a 1930). Para los anos posteriores a 1930, ver capítulo 8, nota (2). Los datos de los cuatro últimos censos tuvieron que rectificarse. En efecto, los Classified Index of Occupations and Industries editados en cada censo indican que, excepto en 1960, la rúbrica "arquitectos" ha englobado siempre aquellas de "landscape architects" y de "naval architects". Esto nos obligó a sustraer un cierto número de arquitectos los años 1940, 1950 y 1970. Este número fue calculado gracias a los datos de l'American Society of Landscape Architects y a los de los arquitectos trabajando en los astilleros en fecha de los mismos censos.
2. R. Verges-Escuin, Historical Evolution of U.S. Building Capital Stoàk vs. Income, 1875-1975, University of Montreal, 1977.
3. Para los años anteriores a 1941, ver los diferentes Recensements du Canada, vol. 2 (1881-1891), vol. IV (1901), vol. VI (1911), vol. IV (1921), vol. VII (1931). El número de arquitectos trabajando en los despachos en 1941, 1951 y 1961 fué rectificado con la aplicación del cociente "despachos/conjunto de los servicios" en 1971.
4. R. Vergès-Escuin, Evolution historique du stock de capital immobilier non résidentiel par rapport au revenu au Canada, 1875-1975, Université de Montréal, 1977. Las inversiones en vivienda colectiva fueron obtenidas en la S.C.H.L., Statistiques du logement, Ottawa, anual.
5. Artículos anuales en la sección News Report de la revista Progressive Architecture desde 1951. De 1951 a 1957, numero de enero. De 1957 a 1971, número de noviembre. De 1971 a 1973, número de diciembre.
6. F.N. Dodge Division, McGraw-Hill information Systems co. en Statistical Abstracts of the U.S.A., anual. Ver también U.S. Department of Commerce, Bureau of the Census, Construction Review, Washington, mensual. La distribución de la vivienda en unifamiliar y colectiva se efectuó como la de los comienzos de obras de dichos sectores.
7. Estas datos provienen del U.S. Bureau of the Census y son divulgadas a través de numerosas publicaciones. Por ejemplo, Long Term Economic Growth, 1860-1970, Wash. 1973, pág. 222. Para los años recientes ver el boletín Current Population Reports.
8. Los datos hasta 1901 fueron interpolados entre los años de censo. Para el periodo posterior a 1901, Statistique Canada produce su boletín anual Population estimative du Canada par province con revisiones recientes.
9. R.F. Martin, national Income in the United States, 1799-1938, N.I.C.B., N.Y. 1936; Department of Commerce, The National Income and Product Accounts of the United States, 1929-1965, en Survey of Current Business, julio 1965. Idem para 1946-1974, enero 1976, parte II.
10. O.J. Firestone, Canada's Economic Development, 1867-1925, Bowes & Bowes, Londres, 1958; Statistique Canada, Comptes nationaux de revenu et dépense. Révision historique, 1926-1971, Ottawa, 1972.
11. Para los diplomas otorgados ver R. Verges-Escuin, Enrollment and Degrees in the American Schools of Architecture, University of Montreal, 1978; R. Vergès-Escuin, Effectifs et grades décernés dans les écoles d'architecture du Canada, université de Montréal, 1978. Para la inmigración ver U.S. Department of Justice, Immigration and Naturalisation Service, Immigrants Admitted as Professional, Technical and Kindred Workers, Washington, anual; Ministère de la Main-d'oeuvre et de l'Immigration, Immigration, Ottawa, anual.
149
Ricardo V E R G E S ESCUIN nació en Barcelona en 1936. Cursó sus estudios de arquitectura y de economía en París hasta 1966, mientras ejercía profesionalmente en la Entreprise Fougerolle de Travaux Publics y luego en el despacho Vidal & Jenkins. Desde hace doce años reside en Canadá, ocupando una cátedra en la Universidad de Montreal. Sus investigaciones se refieren principalmente a la economía del parque inmobiliario y a la economía de la profesión de arquitecto. En razón del notorio interés de la U . N . E . S . C . O . y de la U.I.A. por estas cuestiones, el autor fué encargado en 1977 de elaborar un informe sobre la evolución de la profesión de arquitecto en relación con el desarrollo económico. Es así que se realizó, gracias también al asueto sabático otorgado por la Universidad de Montreal y por el Conseil des Arts du Canada, EL PORVENIR ECONÓMICO DEL ARQUITECTO.