15

El Sistema Mundial de Observación de los Océanos: síntesis ...unesdoc.unesco.org/images/0018/001856/185696s.pdf · barco quedara aprisionado en la capa de hielo, frente a las costas

Embed Size (px)

Citation preview

Las denominaciones empleadas en esta publicación y la presentación de los materiales que contiene no suponen, de parte de la Secretaría de la UNESCO, opinión alguna sobre la condición jurídica de los países y territorios o de sus autoridades, ni respecto del trazado de sus fronteras o límites.

Diseño gráfi co: Eric Loddé

Con fi nes bibliográfi cos este documento debe ser citado como sigue:El Sistema Mundial de Observación de los Océanos – Síntesis para los encargados de la elaboración de políticas; COI/UNESCO 2009

Créditos de las imágenes

Pág. 2: Colección de imágenes de la Biblioteca Nacional de Noruega; Guardacostas del Japón; Agencia Espacial Europea

Pág. 3: Pedro DiNezio y Gustavo Goni, NOAA

Pág. 4: David J. Phillip/AP/SIPA PRESS; Guardacostas de Suecia

Pág. 5: Michel Hasson; Scot Burke, Cosmic Volunteers, www.ferloo.com; Philip Murphy Cardiff Harbour Authority 2009

Pág. 6: Church, J.A. y White, N.J. (2006). A 20th century acceleration in global sea-level rise. Geophysical Research Letters, 33, L01602. Consultado http://maps.grida.no/go/graphic/trends-in-sea-level-1870-2006.

Gráfi co rediseñado por Hugo Ahlenius PNUMA/GRID-Arendal. Universidad de Dacca; Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). http://maps.grida.no/go/graphic/impact-of-sea-level-rise-in-bangladesh Mapas rediseñados por Phillipe Rekacewicz PNUMA/GRID-Arendal.

Pág. 7: Fetterer, F. y K. Knowles. 2002, actualizado en 2004. Sea ice index. Boulder, CO: National Snow and Ice Data Center. Digital media. ftp://sidads.colorado.edu/DATASETS/NOAA/G02135/ (consultado el 27 de noviembre de 2008)

http://maps.grida.no/go/graphic/arctic-sea-ice-minimum-extent-in-september-1982-and-2008. Imagen rediseñada por Hugo Ahlenius PNUMA/GRID-Arendal. Chris Reid, SAHFOS, noviembre de 2007. http://maps.grida.no/go/graphic/plankton-distribution-changes-due-to-climate-changes-north-sea. Imagen rediseñada por Hugo Ahlenius PNUMA/GRID Arendal.

Pág. 8: Ofi cina del proyecto Argo

Pág. 9: Mark Merrifi eld, Centro del nivel del mar de la Universidad de Hawai, Dan Pisut, NOAA Environmental Visualization Lab

Págs. 10 y 11: Albert Fischer, COI-UNESCO

Impreso en Francia

(IOC/BRO/2009/5)

© UNESCO IOC 2010

1

La oceanografía es la ciencia y la comprensión del mundo marino. Los científi cos han venido trabajando en asuntos oceanográfi cos por más de 150 años, elaborando un conocimiento de alto nivel sobre los océanos y su contribución al clima y los ecosistemas del mundo. Para obtener y analizar los datos, la oceanografía moderna utiliza la observación por satélite, buques de investigación, instrumentos auto-máticos y grandes modelos informáticos.

El fruto de décadas de oceanografía se publica en libros, documentos académicos o mapas, se almacena en archivos de ordenadores, o se facilita en Internet en forma de imágenes e información. Los conocimientos acumulados constituyen la base de servicios oceánicos que se prestan para mejorar el uso, la explotación, la gestión y la conservación del mar por los seres humanos.

En la actualidad, los usuarios de la oceano-grafía piden que esos resultados sean incorpo-rados en productos de información mediante modelos integradores que den cuenta del estado del mar hoy, la próxima semana o dentro de diez años. Los países necesitan cada vez más esa información para la gestión de sus zonas oceánicas, y unos conocimientos accesi-bles de los océanos pueden contribuir en esa forma a que la navegación sea más efi ciente, a mitigar los daños de las tormentas y las inun-daciones de las ciudades costeras, a mantener la buena salud de las pesquerías, a proteger del deterioro los arrecifes coralinos y a mejorar las predicciones climáticas. Sin embargo, el océano cambia sin cesar y para proporcionar servicios oceánicos adecuados debe ser obser-vado continuamente.

Aunque nuestra comprensión científi ca de los océanos ha mejorado considerablemente en los últimos años, los complejos procesos que allí tienen lugar no permiten obtener un pano-rama total de éste sin una descripción cabal de los océanos del mundo, basada en observa-ciones completas entregadas oportunamente. La precisión de las predicciones oceánicas dependen del estado actual del conocimiento que permite elaborar modelos futuros mediante extrapolaciones. Los modelos pueden predecir

con mucha exactitud las corrientes o la tempe-ratura oceánicas con dos o tres días de antela-ción, pero con el tiempo se deterioran y pierden precisión.

Para describir los océanos con mayor preci-sión y proporcionar productos e instrumentos de gestión útiles, se necesitan más datos de observaciones semanales o mensuales, a fi n de mejorar las estimaciones sobre el estado actual de los océanos, acotar los cálculos de modelos y extender la duración de las predic-ciones. Estos métodos permiten detectar tendencias, cambios, anomalías y situaciones de emergencia.

La oceanografía operacional es la secuencia de actividades consistente en realizar obser-vaciones de manera rutinaria, introducir los datos en modelos informáticos integradores, basados en leyes científi cas o en conoci-mientos científi cos comprobados, y utilizar el estado del océano y las predicciones oceánicas para obtener benefi cios socioeconómicos. La oceanografía operacional proporciona servicios oceánicos que deben estar basados en la observación sostenida y repetida de los océanos.

El Sistema Mundial de Observación de los Océanos (GOOS) es un sistema internacional que asegura esas tareas de manera perma-nente a largo plazo. En 1990 la comunidad internacional encargó a la COI que coordinara la planifi cación, el establecimiento y el desarrollo del GOOS.

y qué es el sistema permanente de observación de los océanos a largo plazo?

¿Qué es la oceanografía

2

El Sistema Mundial de Observación de los OcéanosSíntesis para los encargados de la elaboración de políticas

Cómo se estableció el Sistema Mundial de Observación de los Océanos

Una gran parte de los actuales conocimientos acerca de los océanos ha sido el resultado fortuito de la curiosidad. Como la gente no vive en el mar, y las profundidades son opacas a la luz o a las radiaciones electromagnéticas, durante la mayor parte de la historia de la humanidad las aguas situadas bajo la super-fi cie del mar permanecieron casi totalmente desconocidas. Recién en 1770 Benjamin Franklin trazó el mapa de la corriente más importante, la corriente del Golfo que, pese a transportar más de mil millones de kilos de agua cada segundo más allá del Cabo Hatteras, era prácticamente desconocida para la huma-nidad. En 1831-1836, a bordo de la nave HMS Beagle, Charles Darwin observó los arrecifes de coral y ofreció la primera explicación sobre su formación. En 1893 Fridtjof Nansen formuló el primer modelo de circulación transpolar de los hielos oceánicos del Ártico, dejando que su barco quedara aprisionado en la capa de hielo, frente a las costas de las islas de Nueva Siberia (Rusia), y derivando durante tres años antes de reaparecer en las cercanías de la isla Svalbard (Noruega). En los años 1950 y 1960, las nuevas fl otas pesqueras de grandes buques-factoría de Rusia y Japón comenzaron a utilizar

métodos oceanográfi cos modernos para predecir la migración de los grandes cardú-menes de peces.

En la década de 1950, Rachel Carson, una de las fundadoras del movimiento en favor del medio ambiente de los Estados Unidos, pudo apenas plantearse vagamente la hipótesis de que los bancos de peces que se pescaban con fi nes comerciales en el Atlántico Norte debían desovar en alguna parte y que, si se descubrían esos lugares, se les podría proteger. En épocas más recientes, exploradores como Jacques Cousteau y Bob Ballard despertaron el interés público gracias a descubrimientos realizados bajo la superfi cie marina y mediante populares películas y libros sobre aventuras y hallazgos submarinos. Otros exploradores embarcados en sumergibles rusos, japoneses y estado-unidenses han revelado la inmensa diversidad

de formas descono-cidas de vida marina existente a grandes profundidades, entre ellas la proliferación de vida simbiótica en torno a las fumarolas hidrotermales abisales. Craig Ventner, uno de los primeros cientí-fi cos que estableció la secuencia del ADN humano, descubrió

Al centro: Fridtjof Nansen realizando mediciones

de temperatura en el Ártico

Izquierda: Un fl otador Argo poco antes de ser

recuperado por el buque guardacostas japonés

«Takuyo»

Derecha: El satélite para detección de

la humedad del suelo y la salinidad oceánica

3

Observaciones

permanentes:

Las observaciones

de hoy no pueden

realizarse mañana

hace poco millones de nuevas especies micro-bianas marinas, analizando las secuencias de ADN halladas en el océano.

Durante las décadas de 1980 y 1990 la COI prestó apoyo intergubernamental a los nuevos programas mundiales de investigación que han venido transformando la práctica de la oceano-grafía: de discretos cruceros de exploración a la vigilancia y modelización sistemáticas y repe-tidas. En la actualidad se conocen muchísimo mejor la física, química y biología oceánicas, así como sus funciones en el curso del clima mundial, la absorción del bióxido de carbono atmosférico y la dinámica de los ecosistemas. En gran parte, este mejor conocimiento se debe a un cambio de paradigma en los métodos de observación de los océanos, que ha pasado de la exploración a la vigilancia permanente. Hoy en día, desde el espacio se mide continua-mente la superfi cie de los océanos, en tanto que miles de boyas de superfi cie a la deriva, boyas de fl otabilidad neutra y boyas amarradas observan su interior.

El Sistema Mundial de Observación de los Océanos que ha surgido es, pues, el producto fi nal del paso de la exploración local con fi nes

de descubrimiento a la vigilancia mundial para prestar servicios oceánicos con miras al desa-rrollo sostenible de los recursos oceánicos, la protección de los peligros de origen oceánico y el suministro de innumerables benefi cios para la sociedad. El sistema implantado, si se mantiene y amplía, puede responder a la mayor parte de las acuciantes preguntas acerca de los océanos y el clima que se plantearán en las próximas décadas. Muchas de ellas se refe-rirán al funcionamiento del sistema terrestre mundial y para darles respuesta se necesitará un análisis continuo de conjuntos de datos mundiales.

La observación del medio marino permite al GOOS proporcionar información para la inves-tigación y los servicios oceánicos en el mundo. Es un sistema de gran envergadura, variado y oneroso, del cual todos los países pueden extraer benefi cios considerables, pero ninguno de ellos puede mantenerlo por sí solo.

Se pide a todos los países que tengan interés en comprender y proteger los mares, así como benefi ciarse de ellos, a mirar más allá de sus propias aguas territoriales, adoptar un punto de vista mundial y reinvertir en el GOOS.

Potencial térmico del huracán Katrina; ubicación e intensidad de Katrinaa intervalos de 6 horas.

Golfo de México � Potencial térmico de un ciclón tropical (TCHP) 08/28/2005

Velocidad del viento (mph)

4

El Sistema Mundial de Observación de los OcéanosSíntesis para los encargados de la elaboración de políticas

Un sistema operacional de observación de los océanos es una idea sencilla, pero se trata en realidad de un objetivo muy ambicioso, que lleva hasta los límites de la ciencia y la tecno-logía modernas. Su costo es muy elevado, pero la inversión vale la pena. Consideremos algunos de los problemas que se plantean al mundo moderno y la ayuda que pueden prestar la modelización y las predic-ciones oceánicas en los mares costeros.

En las costas, cuya población aumenta sin cesar y donde se construyen onerosas ciudades, puertos e industrias, ha aumentado conside-rablemente la vulnerabilidad ante las inunda-ciones provocadas por las mareas tormentosas, los ciclones y los tsunamis.

Las pesquerías del mundo están peligro debido a una serie de presiones. En las plataformas continentales y en las aguas costeras, las pesquerías que antes eran asombrosamente productivas han sido diezmadas por la pesca excesiva y por la destrucción sistémica del hábitat en todo el mundo. Algunas grandes pesquerías se han desplomado por completo y no se recuperan. Los arrecifes de coral están amenazados por prácticas destructivas de pesca local y por la acumulación de sedi-mentos, exacerbada por la lenta acidifi cación de los océanos mundiales. Las zonas oceánicas muertas por falta de oxígeno crecen a un ritmo acelerado. Las fl oraciones de algas nocivas son

más frecuentes. Lejos de tierra fi rme, en alta mar, se han observado cambios en gran escala de los ecosistemas. Para colmo, los cambios de la temperatura, la salinidad y las corrientes, vinculados con el cambio climático, someten al medio marino a presiones adicionales.

Estas amenazas son conocidas gracias a las vastas investigaciones llevadas a cabo mediante buques e instalaciones de instru-mentos en el mar, que han permitido medir los procesos oceánicos. El conocimiento de los cambios, que es la base para adoptar deci-siones en materia de adaptación y mitigación, exigirá seguir vigilando el medio marino de manera rigurosa y sostenida.

Las industrias y servicios que funcionan en el mar, como la extracción de petróleo y gas frente a las costas, la pesca, la prevención de las inun-daciones costeras, la navegación, la recreación costera y el turismo, las operaciones portuarias, la acuicultura y la extracción de arena y gravilla para la construcción, necesitan información de rutina acerca de las condiciones del mar, y son vulnerables a los cambios, tormentas o inun-daciones repentinos, o a las modifi caciones de la temperatura y la salinidad. Los servicios oceánicos derivados de las observaciones del GOOS, destinados a las industrias y servicios costeros, mejoran la efi ciencia y seguridad de esas actividades, y aseguran que producen mínimos daños al medio ambiente. Las auto-ridades de reglamentación costera encargadas de disminuir en todo lo posible la contamina-ción, proteger el medio ambiente y mantener la salud y la seguridad públicas, utilizan los servi-cios derivados del GOOS para mantener altos estándares en la calidad del agua.

Los datos acopiados

en las décadas

pasadas son cada

vez más valiosos

porque defi nen

la referencia básica

de tendencias

futuras que no

podemos prever

actualmente

¿Qué

se necesita para el Sistema Mundial de Observación de los Océanos?

Inundación de las costas de la isla Galveston causada por el ciclón Ike, 13 de septiembre de 2008

Floración de algas azul-verde cerca de la isla de Landsort (Mar Báltico)

5

Ejemplos de actividades, servicios e infraestructuras en las zonas costeras.

6

El Sistema Mundial de Observación de los OcéanosSíntesis para los encargados de la elaboración de políticas

El océano forma parte integrante del sistema climático mundial. El océano ha absorbido 50 por ciento del exceso del calor del calen-tamiento mundial, contribuye a la regulación de las condiciones meteorológicas y produce variaciones climáticas decenales mediante el lento transporte del calor alrededor del mundo. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas ha puesto de relieve el papel que los océanos desempeñan en el control del clima y cuán importante es comprender los procesos oceánicos a fi n de dar fundamento a las decisiones sobre las respuestas societales al cambio climático.

Se ha determinado que los cambios de nivel del mar son uno de los resultados más evidentes del cambio climático. El aumento del nivel del mar es ocasionado por la expansión de las capas oceánicas superiores del océano debida al incremento de la temperatura oceánica subsuperfi cial, y es ligeramente modifi cado por la transferencia de agua entre los océanos y los depósitos situados en tierra. El nivel del mar local está también muy infl uenciado por los efectos regionales y locales, entre ellos los movimientos naturales de la tierra y los hundi-mientos de tierras provocados por la actividad humana de extracción de agua dulce. Estos factores son de importancia crítica para las regiones costeras bajas densamente pobladas,

El Sistema Mundial de Observación de los Océanos y el cambio climático

Los registros de

observaciones

continuas y

homogéneas de

variables esenciales

revelan cambios leves

pero sistemáticos

en un largo periodo

y proporcionan las

bases para comprender

sus causas y

consecuencias.

Consecuencias del aumento del nivel del mar en Bangladesh

Niveles medios del mar en el mundo de 1870 a 2007, tal como se infi eren de los datos de mareómetros (en azul, con límites de confi anza en sombreado ligero) y datos altimétricos por satélite (en rojo)

Nivel medio del mar

en el mundo (en cms.)

Observaciones de mareómetros

(límites de con� anza de 66 y 95%)

Observaciones altimétricas

por satélite

Nivel del mar

en la actualidad

Zonas muy densamente

pobladas

+ 1 metro

15 millones de personas afectadas

17.000 km2 de tierras sumergidas

+ 1,5 metros

18 millones de personas afectadas

22.000 km2 de tierras sumergidas

Fuente: Universidad de Dacca, Grupo Intergubernamental de

Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).

Dacca

Dacca

Dacca

BAHÍA DE BENGALA

BAHÍA DE BENGALA

7

propensas a las inundaciones causadas por tormentas, tales como Bangladesh o los deltas del Nilo y el Mississippi.

Los fl ujos de datos de satélites son un elemento esencial para los estudios del GOOS sobre los cambios climáticos. La temperatura de la superfi cie del mar es vital para predecir el tiempo atmosférico y para comprender la diná-mica océano-atmósfera con fi nes de predicción del clima. El color del océano es un indicador de la actividad biológica. La vida en los océanos depende de las condiciones biogeoquímicas de éstos, a su vez afectadas por las modifi caciones de su estado físico y de la circulación. Las superfi cies marinas heladas son un importante

indicador y factor determinante del cambio climático, y tienen considerable infl uencia en los ecosistemas y la navegación polares.

Con la llegada del GOOS, por primera vez en la historia se está comenzando a observar de manera sistemática y rutinaria los océanos del mundo, y a procesar los datos oportuna-mente para adoptar decisiones útiles. Por su propia naturaleza, los estudios sobre el cambio climático exigen registros de observaciones a largo plazo. Un GOOS completo y sostenido es indispensable para comprender los efectos de los cambios del clima, evaluar la vulnerabi-lidad regional y cerciorarse de la efi cacia de los esfuerzos de adaptación y atenuación.

Extensión mínima de los hielos del mar Ártico en septiembre de 1982 y 2008. El trazo rojo indica la extensión media mínima de la capa de hielo en el periodo 1979-2000. Compárense estas cifras con la extensión de los hielos del Ártico en septiembre en los años 1982 (el máximo registrado desde 1979) y 2008. Los hielos cubrían 7,5 millones de km2 en 1982 y solamente 5,6 millones de km2 en 2005, y disminuyeron a 4,3 millones de km2 en 2007.

Cambios en la distribución del plancton en el Atlántico nororiental. En 2005 se encontró el dinoflagelado subtropical Ceratium hexacanthum en muestras de un Registrador Continuo de Plancton (CPR) en el mar del Norte en niveles de 6 desviaciones estándar respecto de las mediciones realizadas desde 1958

extensión media mínima de

la capa de hielo (1979-2000)

Número medio de especies por muestra de CPR

8

El Sistema Mundial de Observación de los OcéanosSíntesis para los encargados de la elaboración de políticas

La COI comenzó a planifi car el GOOS en 1990 a petición de Estados Miembros que recono-cían la importancia de un sistema unifi cado de observación oceánica. La primera funda-mentación socioeconómica de la inversión en el GOOS (The Case for GOOS) fue encargada por la COI para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desa-rrollo (CNUMAD), celebrada en Río de Janeiro en 1992. Se han producido avances en casi todas las medidas que se pidieron cuando el GOOS fue concebido. Muchos países se han comprometido a establecer el GOOS mediante la inversión nacional en los programas del Sistema, y a participar con su contribución en las 12 Alianzas Regionales que han sido consti-tuidas por instituciones nacionales para encar-garse del establecimiento del GOOS en los mares costeros. Pero las inversiones en el GOOS hasta la fecha han caído bajo las expectativas. En efecto, la

mayor parte de los elementos del sistema necesitan sustanciales inversiones adicionales para alcanzar los objetivos establecidos en el diseño de 1992. Una insufi ciencia notable han sido los escasos avances en la creación de instituciones nacionales sobre el océano o el clima con un mandato específi co para las observaciones oceánicas operacionales. Los principales agentes de ejecución siguen siendo las organizaciones de investigación, que se centran en los resultados a corto plazo y en el ensayo de hipótesis científi cas, y los orga-nismos regionales locales encargados de acti-vidades como el control de la contaminación o la seguridad de la navegación.

La participación de organismos costeros es particularmente útil para responder a las nece-sidades de los países en desarrollo, pero es difícil agrupar el gran número de pequeños organismos nacionales, que tienen objetivos

Pese al crecimiento

económico mundial

y a los crecientes

daños causados al

sistema oceánico,

las inversiones

en el sistema de

observaciones del

océano en la década

pasada se estancaron

en un nivel de unos mil

millones de dólares

estadounidenses

por año.

Avances en el establecimiento del Sistema Mundial de Observación de los Océanos

Desarrollo del sistema mundial de boyas Argo de elaboración de perfi les, de 2003 a la fecha

Avance del GOOS en porcentaje de las metas iniciales del Sistema

Meta original de establecimiento

completo en 2010

Porcentaje del Sistema respecto

de las metas iniciales

Jalones

representativos

ejecución real

Enero

9

limitados, a fi n de crear un sistema integrado de observación y vigilancia.

En los últimos años el GOOS ha logrado avances notables, entre ellos el objetivo de instalación de 3.000 boyas Argo de elaboración de perfi les, que registran la temperatura y la salinidad en las capas superiores del océano, y de 1.250 boyas de superfi cie a la deriva, que registran las corrientes superfi ciales, la temperatura y la presión atmosférica. Ha aumentado sustancial-mente el número de mareómetros, que ahora informan en tiempo casi real y proporcionan así capacidades de detección de tsunamis. Se han establecido varios nuevos sitios de referencia, y la estructura tropical de boyas amarradas que ya funciona en el Pacífi co se sigue extendiendo en los océanos Atlántico e Índico. Los recientes acuerdos del Comité sobre Satélites de Obser-vación de la Tierra (CEOS) de apoyar la conti-nuidad de las críticas observaciones del nivel del mar, los vientos de superfi cie, la extensión de la capa de hielo y el color de los océanos permiten esperar un suministro permanente. Gracias a la colaboración regional, como en el GOOS África, los países en desarrollo pueden utilizar complejos productos del GOOS en sus actividades de gestión marina y costera.

Situación actual del Sistema Mundial de Observación del Nivel del Mar, que realiza observaciones in situ de los cambios del nivel del mar.

La temperatura de la superfi cie del mar en el mundo se mide desde hace más de 25 años gracias a una serie de satélites; el más reciente es el NOAA-19, lanzado el 6 de febrero de 2009

Red básica del GLOSS

Tiempo casi real (166) Distribución rápida (27) Datos desde 2004 (27) Datos hasta 2004 (55)Ningún

dato (15)

10

El Sistema Mundial de Observación de los OcéanosSíntesis para los encargados de la elaboración de políticas

Más de 90 por ciento de los bienes se trans-portan por mar, y el valor de las actividades marinas en el mundo asciende a alrededor el 5 por ciento del Producto Interno Bruto mundial, esto es, 2,7 billones de dólares (2007). Aún cuando los servicios oceánicos de las observaciones de rutina puedan proteger solamente una fracción de ese valor, y reducir los riesgos de daños y pérdidas, tanto para el medio ambiente natural como para las infraes-tructuras económicas, la inversión compensa sus costos.

Las actividades marítimas contribuyen signifi -cativamente a las economías nacionales. En un estudio realizado recientemente se calcu-laba que el mercado de la industria marítima mundial en 2005-2009 era de unos 4,3 billones de euros. Estudios anteriores sobre las indus-trias y actividades marinas como proporción de las economías nacionales indicaban que oscilaba entre 2 y 5 por ciento del Producto Nacional Bruto (PNB), en tanto que en China se estimaba que las actividades marítimas llegaban a representar del 8 al 10 por ciento del PNB. El capital acumulado en infraestruc-tura de observación e institucional para apoyar este amplio sector de la economía mundial es considerable. Los benefi cios de mercado mencionados pueden no ser el principal fruto del GOOS. Numerosos aspectos de las predicciones meteorológicas y la modelización del clima, mediante las cuales los científi cos intentan conseguir una anticipación de muchas décadas, dependen totalmente de la observación y vigi-lancia regulares del océano, desde la superfi cie hasta el fondo. Dados los riesgos que plantea un cambio climático sin control, esos benefi -cios podrían también cifrarse en billones de dólares por año.

La gestión sostenible de las pesquerías depende también de un buen conocimiento de los océanos. En 2003, la OCDE estimaba que, de una inversión total de 2.500 millones de dólares para la gestión de las pesquerías en Australia, Canadá, Corea, los Estados Unidos de América, Islandia, Japón, México, Nueva Zelandia, Noruega, Turquía y la Unión Europea, más de 800 millones se habían gastado en servicios de investigación.

En el mundo, al menos 240 establecimientos de educación superior imparten cursos y realizan investigaciones sobre asuntos marinos, contri-buyendo así al desarrollo de los sistemas de observación del océano. Además, existen no menos de 110 instituciones nacionales oceano-gráfi cas o de pesca, 150 autoridades nacionales hidrográfi cas o de navegación y 182 servicios meteorológicos, muchos de los cuales tienen un mandato de meteorología marina para realizar observaciones y prestar servicios oceá-nicos. En el mundo navegan unos 750 buques de investigación o hidrográfi cos, de los cuales 170 tienen más de 70 metros de eslora. Hay más de 75 satélites en órbita dedicados parcial o totalmente a las ciencias y la vigilancia oceá-nica y costera. En las zonas costeras algunos países invierten sustancialmente en estudios y procesos de vigilancia para atender las necesi-dades específi cas locales y regionales. Aunque esas observaciones costeras responden prin-cipalmente a intereses nacionales, regionales o locales, podrían, si se coordinaran, contribuir también a los esfuerzos internacionales de observación oceánica costera.

Se han llevado a cabo muchos convincentes estudios acerca de los costos y benefi cios de los subcomponentes del GOOS. Cada estudio demuestra, en lo que respecta a los costos, que el valor de la integración regional de las observaciones y la vigilancia, así como del tratamiento de los datos, produce economías de escala y evita duplicaciones; en cuanto a las aplicaciones, los benefi cios generados por la explotación de los datos exceden con mucho los costos. Cuando se preparó por primera vez la fundamentación del GOOS, a comienzos de los años 1990, se calculaba que el GOOS podía estar en pleno funcionamiento en 2007; en ese momento, se estimaba que para mantener el sistema se necesitarían unos 2.000 millones de dólares estadounidenses por año para inversiones y gastos de funciona-miento. No se han comprometido fondos de esa magnitud. Aún más, hay indicios de que durante la década pasada los presupuestos mundiales para la investigación oceanográfi ca y las observaciones marinas se estancaron y hasta disminuyeron ligeramente. Por lo tanto, el 60 por ciento del componente climático del GOOS establecido hasta la fecha se debe prin-cipalmente a una combinación de subsidios de investigación, fi nanciación institucional básica,

Costos y bene� cios de las observaciones oceánicas coordinadas

Pese al crecimiento

económico mundial

y al aumento de

las instalaciones

y actividades

responsables del

deterioro del medio

marino, y a pesar

de los crecientes

daños causados al

ecosistema oceánico,

las inversiones

en el sistema de

observaciones del

océano en la década

pasada se estancaron

en un nivel de unos mil

millones de dólares

estadounidenses

por año.

11

reestructuración de las prioridades, métodos de muestreo innovador y adelantos tecnoló-gicos que permiten aumentar la productividad y disminuir los costos con una limitada fi nancia-ción suplementaria.

Como a medida que el GOOS crecía y se extendía no se facilitaron fondos sustanciales para las observaciones de los océanos del mundo ni surgieron nuevas instituciones ocea-nográfi cas, un mayor desarrollo del sistema parece improbable. Sólo mantener en funcio-namiento el GOOS en un futuro previsible será una tarea de envergadura que según toda probabilidad necesitará los mismos diversos elementos y las múltiples medidas de que se han combinado improvisadamente en los últimos 15 años.

Esta falta de compromisos permanentes de fi nanciación multilateral del sistema mundial de observación resulta desalentador. Sin embargo, habida cuenta de la creciente demanda pública de información y productos para respaldar la planifi cación costera operacional a largo plazo, los acuerdos de vigilancia mundial y regional del medio ambiente y de las zonas marinas protegidas, el suministro de datos con fi nes de

evaluación del cambio climático, la adhesión a las directrices y políticas marinas nacionales e internacionales, la extracción sostenible de recursos marinos y la ordenación de las zonas costeras, es evidente que las sociedades seguirán necesitando conocimientos y servi-cios oceánicos en mayor medida.

Será necesario que los Estados Miembros de la COI presten apoyo a nuevas inversiones en investigación, vigilancia y protección de los océanos y aporten a la coordinación de los esfuerzos para que esta labor se lleve a cabo. Por su parte, el GOOS tendría que mejorar los servicios por los cuales pagan los organismos de investigación. Sin esa modifi cación de las estrategias de inversión en cuestiones marinas, no será posible alcanzar las metas de estableci-miento del GOOS. Esto sería una tragedia para el planeta y la gente que lo habita.

El establecimiento del GOOS se basa en: i) la continuación de las actividades nacionales de observación allí donde existen; ii) el aumento de capacidades donde hace falta; y iii) coordi-nación internacional. Debido a la complejidad del GOOS y la diversidad de interlocutores y de elementos de observación, se necesita un

Los diagramas de sectores indican la contribución relativa de las plataformas de observación de cada país para tres de los subsistemas de observación existentes en el marco del Sistema Mundial de Observación de los Océanos.

boyas Argo

de elaboración

de per� les

Estudio hidrográ� co

a bordo para

inventario de carbónGLOSS

mareómetros

con entrega rápida

de los datos

12

El Sistema Mundial de Observación de los OcéanosSíntesis para los encargados de la elaboración de políticas

12

alto nivel de coordinación, promoción y enlace internacional e intergubernamental. La Comi-sión Oceanográfi ca Intergubernamental de la UNESCO dedica actualmente cerca de 1,6 millones de dólares estadounidenses anuales (comprendidas las remuneraciones) a la coordi-nación del GOOS. A esta cifra se añaden contri-buciones voluntarias de aproximadamente un millón de dólares de un grupo de países, menos de 0,1 por ciento de la inversión en el propio sistema. Este presupuesto anual ha ido decre-ciendo lentamente cada año, y ahora equivale a un 50 por ciento de la suma proporcionada hace diez años. Esta disminución de los fondos contrasta crudamente con los cálculos efec-tuados cuando se concibió el sistema, según los cuales había que duplicar los fondos para la coordinación internacional. La reducción de los fondos contrasta también con las políticas declaradas de los gobiernos, que han fi rmado tratados y convenciones relativas al clima, la biodiversidad, el desarrollo sostenible y el

control de la contaminación, ya que la aplicación y seguimiento de dichos acuerdos depende de los datos y productos proporcionados en el marco del GOOS.

Así pues, en este folleto se han presentado los argumentos en favor de una contribución nacional de un millón de dólares estadouni-denses suplementarios por año para la coordina-ción internacional a fi n de terminar y mantener el GOOS. Es imprescindible desarrollar y apoyar un Sistema Mundial de Observación de los Océanos coordinado a fi n de evitar la pérdida de esta inversión mundial.

Inve

rsió

n a

nu

al d

e lo

s E

stad

os

Mie

mb

ros

en o

bse

rvac

ión

per

man

ente

d

e lo

s o

céan

os

Se puede obtener más información sobre el GOOS y materiales suplementarios de este folleto en www.ioc-unesco.org/goos.

Fondos disponibles para la coordinación internacional del Sistema Mundial de Observación

de los Océanos mediante la COI-UNESCO en 2008

Incluye fondos para el GOOS, la JCOMM, el JCOMMOPS, el IODE y el carbono oceánico

Incluye los gastos de personal y del programa

Presupuesto ordinario de la UNESCO (PO)

Total 1.645.000 dólares

Fondos extrapresupuestarios (FE)

Total 1.010.000 dólares

Donaciones a la Cuenta Especial de la COI

y al Fondo Fiduciario de la UNESCO

Estados Unidos de América

Japón

Alemania

Reino Unido

Francia

Italia

Canadá

España

China

México

República de Corea

Otros Estados Miembros

Fórmula estándar de la UNESCO para el

cálculo de las contribuciones de los Estados Miembros

Estados MiembrosGobierno de Flandes (Bélgica)

Estados Unidos de América

Francia

Reino Unido

Canadá

India

República de Corea

Australia

Alemania

ONGFundación Alfred Sloan

SIMORC

Personal 63% Actividades 37% Personal 51% Actividades 49%

Total PO + FE: 2.655.000 dólares Año calendario 2008