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“EL DESCONOCIDO PECADO DE LA INDOLENCIA” TEXTO; JEREMIAS 48:10. *En este capitulo el profeta de Dios entrega una profecía contra el pueblo de Moab (descendientes de Lot; Génesis19:30-38) nación enemiga de de Israel. Este pueblo ubicado a la orilla oriental del mar muerto, era profundamente idolatra, en ese tiempo bandas armadas de Moabitas atacaron regiones de Juda. Jehová levanta a Jeremías para profetizar el fin de esta nación enemiga de Dios, este es el tema central de este capitulo, “la destrucción de Moab por parte de Dios”. El señor entrega una maldición a aquellos que deberían ser usados por El para cumplir esta profecía y no le obedecen, es decir serían malditos todos aquellos que siendo designados para la tarea de destruir a Moab se negaran a hacerlo o mostraran indiferencia en el ejercicio de sus deberes, la Biblia Vulgata Latina lee; “maldito aquel que ejecuta de mala fe la obra que el señor le manda; y maldito el que por lo mismo veda a su espada el verter sangre”, la versión Latinoamericana lee; “maldito el que ejecuta con flojera el trabajo que Yahvé le ha encomendado. ¡¡Maldito el que tiene su espada limpia de la sangre¡”. *En los planes eternos de Dios para cumplir su obra estamos incluidos nosotros los creyentes, Dios nos ha designado tareas y por ende debemos poner toda diligencia y corazón en cumplir la voluntad del señor (Proverbios 12:27, Romanos 12:11, Efesios 5:15, 2ª. Pedro 1:5, Proverbios 13:4, Salmo 57:7, Efesios 6:6). Cada uno de nosotros debe saber que tenemos una tarea por cumplir, no somos un “accidente” en

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“EL DESCONOCIDO PECADO DE LA INDOLENCIA”

TEXTO; JEREMIAS 48:10.

*En este capitulo el profeta de Dios entrega una profecía contra el pueblo de Moab (descendientes de Lot; Génesis19:30-38) nación enemiga de de Israel. Este pueblo ubicado a la orilla oriental del mar muerto, era profundamente idolatra, en ese tiempo bandas armadas de Moabitas atacaron regiones de Juda. Jehová levanta a Jeremías para profetizar el fin de esta nación enemiga de Dios, este es el tema central de este capitulo, “la destrucción de Moab por parte de Dios”. El señor entrega una maldición a aquellos que deberían ser usados por El para cumplir esta profecía y no le obedecen, es decir serían malditos todos aquellos que siendo designados para la tarea de destruir a Moab se negaran a hacerlo o mostraran indiferencia en el ejercicio de sus deberes, la Biblia Vulgata Latina lee; “maldito aquel que ejecuta de mala fe la obra que el señor le manda; y maldito el que por lo mismo veda a su espada el verter sangre”, la versión Latinoamericana lee; “maldito el que ejecuta con flojera el trabajo que Yahvé le ha encomendado. ¡¡Maldito el que tiene su espada limpia de la sangre¡”.

*En los planes eternos de Dios para cumplir su obra estamos incluidos nosotros los creyentes, Dios nos ha designado tareas y por ende debemos poner toda diligencia y corazón en cumplir la voluntad del señor (Proverbios 12:27, Romanos 12:11, Efesios 5:15, 2ª. Pedro 1:5, Proverbios 13:4, Salmo 57:7, Efesios 6:6). Cada uno de nosotros debe saber que tenemos una tarea por cumplir, no somos un “accidente” en el evangelio, tenemos que hacer la obra de Dios, trabajar en su viña, predicar el evangelio, ganar almas, echar fuera demonios, ¡hay tanto por hacer¡ pero no solo debemos hacerlo, sino que debemos poner todo el corazón en lo que hacemos. Dios aborrece la indolencia y la tibieza espiritual (Apocalipsis 3:15-17, Santiago 1:8) si el señor maldice a los indolentes es porque la indolencia es un pecado, aunque no se habla ni se conoce mucho de el; indolencia, latín INDOLEN que no se afecta o conmueve. Flojo, perezoso, insensible, que no siente dolor. Debemos sentir dolor por el mal ajeno, por la maldad del mundo, por el nivel moral de la juventud actual, sino sentimos algo, un sentimiento, una pena, un dolor, eso es una mala señal. El dolor físico nos anuncia que algo no esta funcionando bien en nuestro organismo. Solo los muertos no sienten dolor.

*La Biblia 1909 dice; “maldito todo aquel que hace engañosamente la obra de Jehová…” la indolencia y la pereza espiritual deben ser de los pecados

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mas recurrentes que cometemos los creyentes de este tiempo cuando nos corresponde hacer la obra de Jehová, Pablo dice; “también os rogamos, hermanos, que os amonestéis a los ociosos…” 1a. Tesalonicenses 5:14, el libro de Proverbios 28:19 dice; “el que labra su tierra se saciara de pan, más el que sigue a los ociosos se llenara de pobreza”, la pobreza espiritual en que están sumidas muchas iglesias es producto de la indolencia de la que padecen sus miembros y aun sus lideres, su desgano y pereza espiritual. De flojos, perezoso, “zánganos” y ociosos están llenas nuestras actuales congregaciones (1ª. Timoteo 5:13, 2ª. Pedro 1:8, Jueces 18:9, Proverbios 20:4, Proverbios 21:25, Romanos 12:11). Si queremos ver frutos, resultados, la obra bendecida, debemos hacer con todo el corazón la obra de Dios; “a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas” Hebreos 6:12. Esta comprobado que solo el 30 % de los miembros de una iglesia son los que en verdad llevan la carga de la obra y trabajan animosamente en la obra de Jehová, deberíamos ser conmovidos y estremecidos al ver la necesidad de la gente perdida en alcanzar salvación, y la necesidad de obreros en la viña del señor para predicar esa salvación (Mateo 9:37, Mateo 20:1, 2ª. Timoteo 2:15).

*Si tu no quieres hacer la obra de Jehová, quizás Dios quitara de ti, su unción y bendición y se la dará a otros que tenga mas corazón que tu, “si fueres flojo en el día de trabajo, tu fuerza será reducida” Proverbios 24:10, “por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de el” Mateo 22:43, “porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitara” Marcos 4:25. Es tiempo de hacer de todo corazón la obra de Jehová, lisa y llanamente no queda más tiempo, debemos esforzarnos, cobrar ánimo, llenarnos de motivación, ser valientes, dejándolo de lado la indolencia y hacer la obra que Dios nos ha encomendado (Josué 1:9-10, 1ª. Crónicas 19:13, Isaías 35:4, Hageo 2:4, 1ª. Corintios 16:13, 2ª. Timoteo 2:1). Para terminar diremos la misma frase que el rey David le dio a su hijo Salomón, cuando este tenia que edificar el enorme edificio que seria el glorioso templo de Jerusalén, el templo de Jehová, y así acabar la gran obra que Dios le había encomendado; “…anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; el no te dejara ni te desampara, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová” 1ª. Crónicas 28:20.