49
ad .: .. .. - I' / .J.:') (' .J(l" ( .. ENCERRADOSAFUERA . LA PRECLUSióN, UN CONCEPTO LACANIANO :, 1 ¡1 . 11 ¡ ¡. ) ¡ ; Dirigida por G RAZIELLA BARAVA i.. LE 1 1 r _) , . ··------- · ,, '•

Encerrados Afuera

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Libro sobre la preclusión, concepto lacaniano que trata de explicar el mecanismo detrás de la psicosis...

Citation preview

  • ad

    . : .. .. ~) ~/ - I' /

    .J.:') (' .J(l" ( :; ~.:i)

    ..

    ENCERRADOSAFUERA .

    LA PRECLUSiN, UN CONCEPTO LACANIANO

    :, 1

    1

    I . 11 .

    )

    ;

    Dirigida por G RAZIELLA BARAVA i..LE 1

    1

    r_),. ------- ,, '

  • SOLAL RABINOVITCH

    ENCERRADOS AFUERA

    LA PRECLUSIN, UN CONCEPTO LACANIANO

    Traduccin de Graziella Baravalle

    Ediciones ' del Serbal

    r . ,,

    - --.......__ .. ,.., ... -~------ 'it

  • "'K. e_ s 11. 'l\ :_, .,) 1 s

    ~ . . . :. 1

    r\ 1 ,, j ' / 1J1.:.:. ' .

    Ttulo original: La forclusion . Enferms dehors

    Primera edicin 2000

    10 9 8 7 6 5 4 3 2 l

    1996, dit ions Eres, Toulouse 2000, edicin espaola

    Ediciones del Serbal Francesc Tarrega, 32-34 - 08027 Barcelona Telf. 93 408 08 34 -- Fax 93 408 07 92 Apartado de correos 1386 - 08080 Barcelona [email protected] http://www.ed-serbal.es

    Impreso en Espaa Depsito legal: B-11919-2000 ISBN: 84-7628-332-6 Impresin y encuadernacin: Romanya Valls S.A., Capellades

    ?s, . 84572

    SUMARIO

    Encerrados afuera 7

    Prlogo .... .. . . . .. . ' . . .. . ...... ... . . 11 ..

    l. Una gramtica de la preclusin 15

    2. El asunto Bejahung-Ausstossung . . . . . . . . . . . . . . . . 23

    3. Las negaciones constitutivas dd sujeto . 33 . . '.

    1 1

    4. La Verwerfung como elemento de contraste 47

    S. El retorno de lo precluido . 63

    6. El Padre apartado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79

    Concluir? . . ...... . .. . . . . .. . . .. ... .. . . . 91

    Lxico .. . 93

    Obras citadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

  • necesidad contiene el anhelo no sabido de construir un interior para aquello que est abierto al viento de la llanura. Porque los locos estn externados en su encierro afuera, nosotros los internamos; es nuestra nica forma de reconocer, en el loco, al extranjero o al excluido que es el otro para cada uno de nosotros, en el relmpago de una libertad que le enviamos porque nos deslumbra.

    La preclusin4 (forclusion) es el nombre de la fracti.ira que los ha encerrado fuera de toda inscripcin, fuera de las huellas de la ruta de nuestros sueos, del cielo de nuestros pensamientos, de la casa de nuestro dolor o de nuestra alegra: lejos de nuestro heimlich. El centro xtimo5 de esta au~ncia no cesa de exilarlos de s mismos; es a la vez la alteridad de algo desconocido y lo demasiado familiar de un real marcado por el rasgo del Ver freudiano. El Verde la preclusin, tal como Lacan lo ha extrado de Freud, tiene todava ms fuerza; sella el trmino lejano de ese afuera con el de un no-retorno; nadie volver. El exilio fractura la memoria; las fotografas de familia han desa-parecido, los objetos del hogar han quedado dispersos, ya no hay huellas. Ms radical an que el borramiento de las huellas, la ausencia de palabras para decir el borramiento abole un paso que deje huella6 Slo sobrevive la familiaridad de una ausencia desconocida, la del exilio.

    As el afuera de la preclusin se junta con lo no humano de un real del adentro. Fuera del grupo que el Padre cierra, el loco interroga la existencia de ese padre. Subvirtiendo la particin freudiana del afuera

    4 N. de la T. A pesar de que la traduccin que ha prevalecido en espaol es el neologismo forclusin, he preferido la palabra preclusin, que existe en nuestra lengua y que corresponde exactamente e.n tanto trmino del vocabulario jurdico a forc/11sion. Considero importante no crear neologismos innecesarios para traducir a Lacan -ya que en francs forclusion no es un neologismo- para que la lengua del psicoanlisis lacaniano no se convierta en una jerga abstrusa que impida la comprensin a los 110 iniciados.

    5 N. de la T. Neologismo creado por Lacan para sealar lo exterior dentro de lo ntimo. 6 N. de la T. Lacan utiliza la expresin pas-de-trace en el doble sentido de ninguna

    huella, y paso que deja huella .

    -----------lllo.l'i&. 1 ...

    y el adentro, la topologa borromea que utilizar Lacan a partir de las letras R, S e F mostrar que el loco est fuera del vnculo del discurso; est desvinculado de toda identificacin con el Padre del mismo modo en que los crculos R, S, I, una vez desatados, quedan separados unos de otros.

    Ya antes de esta subversin por la letra, el concepto de preclusin la fomenta: algo qel orden del lenguaje, para siempre excluido para el sujeto, retorna en lo real.

    J.

    ----------------

    7 Las letras R, S e 1 designan lo real, lo sin1blico y lo imaginario en sus diferentes modalidades de anudamiento y desanudamiento; o sea, la estructura.

    l l

  • PROLOGO

    Una clnica de la psicosis obliga a confrontarse con el concepto que aclara sus bordes. Preclusin es el nombre de la fractura inicial de donde procede el afuera del encierro; ese afuera incluir igualmente al psicoanalista que se ha dispuesto a escuchar al loco. El hecho de que Lacan haga de la forclusion del significante del Nombre del Padre el concepto especfico de la psicosis plantea cierto nmero de cuestiones.

    Cules son las alternativas de un debate terico que inicia para Lacan la traduccin de la Verwerfung freudiana por el trmino forclusion? Esa eleccin diferencia en efecto la preclusin de los otros mecanismos de defensa que son la represin, la renegacin o desmentido y la negacin.; la distingue de la expulsin. Ya sea mecanismo de defensa o estrategia del sujeto, la preclusin interviene en el nivel de la constitucin primitiva del sujeto. Pero dnde se sita respecto de la represin originaria? Intentar establecer un paralelismo entre proceso originario de la represin y repeticin por una parte, y proceso de la preclusin y reproduccin por otra; queda sin embargo que la situacin casi originaria de la preclusin cuestiona a la vez, como lo hace la represin originaria, la estructura y el modo como el sujeto se posiciona en ella. Si psicosis, neurosis y perversin son posiciones diferentes del sujeto en la estructura misma, adelantar que las consecuencias de la preclusin del Nombre del Padre, trastornando las relaciones entre lo real y lo simblico, no se contenta con los efectos que produce en el sujeto, sino que altera la e_structura.

    Qi'!I ---

  • ~ 1

    ,. )

    ()

    '.)

    f )

    .

    Necesita esta alteracin de la estructura la hiptesis de una Verwerfung contempornea de la operacin Bejahung-Ausstossung, o conviene ms bien a la de la secundariedad de la Verwerfung, lo que nos ahorrara la suposicin de que todo sujeto sea psictico? Pero en este caso, la secundariedad de la Verwerfung entrara en contradiccin con su contemporaneidad con lo Urverdriingt, a condicin de distinguir en la misma cadena significante el significante preduido del significante reprimido.

    As el no habra sido jams de la preclusin dibuja la perspectiva de un originario -que el debate lacaniano reabre- sobre la primaca de lo simblico o de lo real en el proceso primordial de afirmacin-expulsin (Bejahung-Ausstossung) que constituye al sujeto. Sin em-bargo habra que aislar la preclusin en su especificidad respecto de las otras negaciones constitutivas del sujeto, antes de examinar de cerca el trayecto del trmino de Verwerfung en las elaboraciones de Freud. He conservado los trminos freudianos sin traducirlos: no quiero ni reducir ni borrar la distancia que hay entre Freud y Lacan fabricando un montaje sin solucin de continuidad. Transcribir sin traducir los trminos de la especulacin freudiana, tal como se transforman a medida que aparecen nuevos datos clnicos y tericos; aguza la discontinuidad entre Freud y Lacan y puede permitir hacer trabajar trminos freudianos y conceptos lacanianos unos respecto a los otros; en esta separacin entre Freud y Lacan se plantean nuevas cuestiones.

    Cmo captar un proceso del que no queda huella porque su frmula es un agujero en el lenguaje? Un proceso del cual no hay otra huella que las que esta frmula deja en la lengua? Lacan, no sin sus relecturas de Freud, no dejar de hablar del retorno en lo real de lo simblico precluido como la nica huella del proceso de la pre-clusin, la nica huella con que nos encontramos en la clnica. La huella de este accidente mortal del significante que es la preclusin no es otra huella que la de lo real. Qu es lo que retorna del padre precluido? Regresa bajo la forma de la voz el significante precluido del Nombre del Padre?

    ---~--

    --

    1 ! .,,

    Volver a trabajar sobre la constitucin del sujeto, proponer nuevas versiones de la funcin del Padre, son cosas que hacen tambalear los conceptos psicoanalticos adquiridos. No nos conduce as la preclusin hacia una nueva definicin del saber, ya que la ausencia de toda inscripcin previa impone la invencin?

    ,,

    r \

  • ) i 1

    ! 1

    1 i;

    1. UNA GRAMTICA DE LA PRECLUSIN

    Qu huella puede existir de lo que jams advino para un sujeto? Qu huella puede dejar en l una operacin que negativiza el lenguaje? Nombrar esta negatividad tiene consecuencias que permitirn, a posteriori, leerla; estas consecuencias van a recorrer los resurgimientos de un real en el lenguaje.

    El 4 de julio de 1956, Lacan traduce Verwerfung por forclusion. Hasta entonces se traduca la Verwerfzmg, que no era para Freud ms que un trmino de su lengua sin haber pasado jams al rango de concepto, por supresin, rechazo o abolicin simblica, en continuidad con su trivialidad en la lengua alemana. Sin embargo con ese trmino, extrado de la elaboracin freudiana, Lacan design la falla significai;ite que existe desde el inicio para un sujeto antes de que se vea confrontado a un momento dado de su historia. Al adoptar su traduccin por forclusion, Lacan no regresa sobre la nocin de Verwerfung, sino que establece un concepto operatorio en la psicosis: Se trata del acceso por parte del sujeto a un significante como tal, y de la imposibilidad de este acceso8 Por eso mismo, la preclusin y su proceso son de entrada asignadas a un espacio entre real (imposi-bilidad) y simblico (el acceso a un significante). Sin duda esta puesta en juego de lo real y de lo simblico decidi a Lacan a traducir Verwerfung por forclusion contrariamente a las preferencias de sus

    8 ). Lacan, seminario Les psychoses, Le Seuil, 1981, pg. 362. En castellano Las psico>i>, en Ediciones Paids.

  • r

    -~------- - - -- -

    compaeros de entonces; muchos analistas insistan a Lacan para que utilizara exclusivamente el trmino freudiano de Verleugnung. Veremos cmo la contigidad de esos dos trminos plantea efectivamente cuestiones tericas y clnicas.

    Tanto en alemn como en francs, Verwerfung y forclusion son trminos del vocabulario jurdico. La connotacin jurdica, que en francs ms adelante redoblar y superar el alcance gramatical de la negacin, est muy presente en alemn. Freud utiliz muchas veces el vocabulario jurdico: as el trmino _juicio ( Urteil) poco a poco fue separando la represin de otros trminos que la rodeaban y permiti hacer de la represin el concepto que presida la formacin de lo inconsciente. Aqu, en las zonas de la lengua donde se deslizan las palabras de desmentido, repudio, rechazo, olvido, la funcin de la confesin adquiere todo su peso. Se procesa al sujeto en justicia o se confiesa la existencia de lo inconsciente en la negacin? Poco a poco aparece una unin entre lo jurdico y la negacin gramatical. As, Lacan considera equivalentes una identidad de relacin entre Verneinung (forma invertida de la represin) y Verdriingungpor una parte, y entre Verurteilung (juicio que rechaza y condena: reemplazante intelectual de la represin) y Verwerfung9 por otra parte. El Ver freudiano abre vas en los confines de la lengua, pues auschliessen al igual que forclore (en francs), han tenido siempre significaciones fuertes;forclore, antes de envejecer y de quedar reservado al vocabulario jurdico, significa, como auschliessen, excluir, privar, perseguir, impedir, exilar, omitir, quitar, impedir. La significacin ltima de estos dos verbos encerrar afuera, cerrar al exterior de modo que se clausure un camino, no les da slo el sentido de algo irreductible, sino que abre un campo desconocido que el gesto de arrojar, rechazan>, es el nico que puede designar. As forcluir en francs consiste en arrojar a alguien o a algo fuera de los lmites de un reino, de un individuo o de un principio

    9 ---------------------

    J. Lacan, seminario L'Ethiq11e de la psycharrnlyse, Le Seuil , 1986, pg. 80. En castellano en Ediciones Paids.

    ' ,\.

    UNA G_!lAMATICA DE LA PREC LUSIN 117

    abstracto como la vida o la libertad; forcluir implica tambin que el lugar, cualquiera que sea, de donde se es arrojado, queda cerrado para siempre jams: Du jour qu'elle hait tant pour tout jamais forclose je vuex que toute vivante elle soit seule endose Enterre vivante en un profond caveau 10 Forcluires expulsar, desterrar a alguien fuera de los lmites de un pas, fuera de los lmites de una tierra (santa), incluso fuera de los lmites del mar: La gloire de ce grand exploit viendoit ... estre commune entre eulx deux, l'un pource qu'il l'aurait chass [Mithridate} de la terre, et l' autre pource qu'il l'aurait forclos de la mer 11 Forclore, precluir, en fin, es expulsar a alguien no slo de la vida, no slo de la tierra y del mar, no slo de la vista 12 sino tambin de la serie de las generaciones: Les Ostrogoths ... aymaient encare mieux avoir un enfant poyr /eur roy qu'une femme tellement que le fi/s forc/uoit la rnere13 Forclore consiste pues, al fin de cuentas, arrojar a alguien fuera de las leyes del lenguaje.

    A partir del siglo xvr, exclusion (exclusin) reemplaza poco a poco a forclusion en la lengua comn. Y paradjicamente, desde all en adelante ser precluido (/ore/os) de la ley algo que haba sido previsto por la ley. El proceso de la preclusin (forclusion) se sumerge ahora en una temporalidad que sin embargo es puramente relativa a la frase. Al convertirse en un simple trmino de palacio 14 , la forclusion ve su sentido modificado; encerrar alguien o alguna cosa al exterior de una tierra, de un cuerpo, de un reino, de una ley, en suma al exterior de las leyes

    10 Balf, A11tigo11e IV, l, citado en Huguet, Dictio1111aire de la /a11gue fra11raise rl11 xv1 si-ec/e, tomo IV (desde el da en que sea para siempre excluida quiero que totalmente viva sea enterrada viva en una profunda cueva) .

    11 Amyot, Lucullus 3, ibid. ( La gloria de esa gran hazaa ser comn para ellos dos, vara uno porque lo habra expulsado [a Mi1rdatesJ de la tierra, y del otro porque lo habra precluido del m

  • -~L!'._NCERRADOSAFUERA

    del lenguaje, todo participa en conjunto del marco de la ley que ordena este encierro; sin embargo, la palabra forclore (precluir) designar al mismo tiempo lo que viene a superar los lmites del marco de la ley que lo inclua y el marco de la ley. Pues los lmites de la ley son los del tiempo en que rige esa ley; rigen el tiempo en que rige la ley, pero tambin rigen el tiempo en que la ley ya no regir. Es decir que la forclusion (en castellano preclusin) define d marco de la ley por aquello que, en otro momento, la volver obsoleta. Un procedimiento de justicia por el cual se manda dar orden a una parte de producir, escribir, contradecir, hacer una investigacin u otros actos parecidos, es decir obedecer a las leyes del habla, al decir, en el interior de cierto tiempo fijado por adelantado, establece con el mismo gesto que ms all de ese tiempo, ya nada podr decirse; el proceso ser entonces juzgado por preclusin (forclusion). Si la regla jurdici de la prescripcin da a posteriori un lmite a la condena de un crimen ya cometido, lmite ms all del cual el crimen ya no ser condenado, la preclusin impone por adelantado un lmite de tiempo a lo que se trata de decir o de contradecir. La prescripcin se somete a la uniformidad de una continuidad temporal cronolgica, pero el por adelantado dictado por la preclusin indica una posterioridad lgica de lo que habr sucedido primero. El pasado no ser pasado sino una vez que el plazo se haya cumplido; el presente habr fabricado el pasado. As como las huellas que muestran el paso que las ha dejado, de igual modo lo precluido funda a posteriori el agujero en el decir que l mismo sella. Porque el futuro anterior trata al pasado como a un futuro, slo l puede connotar gramaticalmente el por adelantado de un lmite preclusivo ms all del cual ser imposible volver; la temporalidad aportada por la utilizacin jurdica de la preclusin se negociar en la gramtica vinculndose con los sentidos medievales del trmino. As lo fuera de tiempo moderno definido por el ms all de los lmites prescritos por la ley se aade al afuera abierto por los gestos antiguos de destierro. Esas cualidades de una no-realidad, el fuera de espacio y el fuera de tiempo, no definen lo real en tanto

    excluido de lo simblico? En efecto, una vez dotada de la Cvi,;10tacin gramatical que adquiere en francs, la forclusion (preclusin) se convertir en una negacin potente que no se aplicar ya solamente a hechos particulares sino tambin a hechos que el locutor ni siquiera considera como formando parte de la realidad. Realidad o no, esos hechos de algn modo quedarn precluidos (forclos).

    La negacin gramatical tiene en francs dos elementos: ne ... pas. Al segundo trmino de la negacin, el que sigue al ne discordante, siendo sin embargo ese ne suficientemente negador en s mismo como para no necesitar un relevo, Damourette y Pichon le dan el nombre de preclusivo (forclusif): No (ne discordante) haber jams (jams forclusif) tenido ... hecho, vivido, existido, etc.) 15 La fuerza de semejante negacin que recae sobre el momento ulterior destruye el momento anterior del cual dependa estrechamente. Si nombrar una cosa la hace existir, el modo de negacin forclusif que releva a la primera negacin frstica, la discordante, destruye la cosa en el momento mismo en que la hace existir; pero la destruye a la vez en el futuro y en el pasado. No slo excluye las posibilidades por venir y hiere el futuro, sino que expresa un deseo que lesiona el pasado; dice el deseo de algo pasado que jams ha existido. En verdad es la huella de una no-existencia. Huella de una no-existencia, fractura la memoria y amputa gravemente el futuro. Se percibe fcilmente que las ideas alcanzadas por ese jams o ese nada son como expulsadas del campo de posibilidades percibidas por el locutor 16; son expulsadas del futuro.

    La traduccin de Verwerfungpor forclusion ya haba sido propuesta por Pichon 17 para reemplazar una primera traduccin como escotomizacin con la que Freud no haba estado de acuerdo 18 En

    15 Cf Sur la signification psychologique de la ngation en fran~ais, Damourctte et Pichon, ]PNP, marzo 1928.

    16 En Grcimmaire de Damourette et Pichon, La ngation, Klincksieck, Pars, 1970. 17 Cf DictionrwireDamourelte-Pichon, cf tambin Des mots el la prnse, Damourctte et

    Pichon, d 'Artrcy, Pars, 1911-1940. 18 Cf la correspondencia de Freud con Laforgue. Laforgue haba propuesto el trmino

    de escotomizacin para traducir la percepcin de la falta de pene de la que habla

  • ')

    ~NCERRADOS~FUERA

    1928 Pichon defina as la forc/usion: Un hecho que ha realmente existido es efectivamente excluido del pasado. El ejemplo utilizado por Pichon se sita en las consecuencias del affaire Dreyfus que dividi a Francia en dos. Un periodista escribe en 1923 a propsito de la muerte de Esterhazy: El affaire Dreyfus, llamado Esterhazy, es para m un libro que de ahora en adelante est cerrado, el periodista aade: El debi arrepentirse de haberlo nunca abiert0>) 19 Si el empleo del verbo arrepentirse indica que un hecho perteneciente al pasado queda efectivamente excluido del mismo, el empleo del nunca preclusivo excluye definitivamente ese hecho no slo del afecto, sino tambin de la realidad. Excluyendo del campo del porvenir las posibilidades futuras, el preclusivo excluye del pasado mismo aquello que ha podido realmente advenir en l. La gramtica va ms lejos que lo jurdico; pone en juego las leyes mismas del lenguaje, as como la posibilidad para un sujeto de entrar all o de quedar encerrado fuera. Es asombroso que en una poca en que la Verwerfungan no haba sido aislada como especfica de la psicosis, Pichon haya elegido traducirla por un trmino gramatical que atae a la estructura misma del lenguaje, y mucho antes de que Lacan definiera el fenmeno psictico como perturbacin en el orden del lenguaje; es igualmente asombroso que la forma de la negacin indicada por el empleo tanto gramatical como jurdico del trmino evoque la idea de encerrar fuera , de encerrar afuera, de clavar fuera un hecho real. Lo real aqu queda definido por el afuera, es decir por su exclusin de lo simblico.

    En efecto, despus de haber batallado sobre las cuestiones abiertas por Die Verneinung, Lacan adopta la traduccin de forclusion.

    Freud en su artculo sobre el fetichis_mo; pero Freud prefera reservar ese trmino para la psicosis porque le pareca que' despertaba Ja idea de que la percepcin haba sido barrida como cuando una impresin visual golpea la mancha ciega de la retina. Se ve que Verleug11u11g y Verwerjimg hasta Lacan haban permanecido indistinta s.

    19 Elisabeth Roudinesco, Histoi fe de la psycha11alyse en Fra11ce, tomo 1, Le Seuil, 1986, pg. 316. En castellano en Editorial Fundamentos, Madrid , 1988.

    --------

    Cualquier significante del cuerpo simblico incorporado primero por la operacin de la Bejahung-Ausstossung puede ser suprimido y arrojado a las tinieblas exteriores: lo precluido ser para siempre in-inscribible, para siempre ilegible, para siempre impronunciable. Quedar para siempre excluido de la historia del sujeto, donde l no se reencontrar jams. La huella misma de lo que habr sido suprimido, excluido, tampoco se encontrar nunca; lo que ocupar el lugar de la huella pertenecer a lo extrao, a lo heterogneo. La forclusion, que Lacan extrae como concepto a la vez que algunas indicaciones de Freud en los textos de 1894, de una frase ms precisa encontrada en El hombre de los lobos, y por ltimo de la lectura de Die Verneinung por Jean Hyppolite, no define solamente un mecanismo de defensa del sujeto, localizable en el aparato psquico junto a otros mecanismos de defensa; no define solamente la operacin de una negacin

    c~nstitutiva del sujeto, sino que instaura un lugar exterior al sujeto y distinto del retorno de lo reprimido: el afuera. Lo que yo llamo ms adelante el asunto Bejahung-Ausstossung permite plantear las relaciones del adentro y del afuera en trminos de real y de simblico; la cuestin del retorno de lo precluido y de su localizacin permitir volver a interrogar esta nueva tpica. La frmula de Lacan lo que es rechazado de lo simblico reaparece en lo real, que l utiliza por primer vez en 1956 (y hasta el final de su enseanza) retoma la de Freud a propsito de Schreber lo que ha sido abolido en el interior reaparece en el exterior)). Entre estas dos formulaciones se abre el espacio de una reelaboracin, incluso de una subversin de la diferenciacin freudiana interior-exterior por la topologa utilizada por Lacan, primero la moebiana y luego, sobre todo, la borromea. No slo la nocin de R S I viene a subvertir la nocin de lmite interior-exterior, sino que se deduce de ella una transfor~acin todava ms radical, la de las relaciones recprocas entre R, S e l. Cada uno de los tres registros R, S, l, que penetra en uno _de los otros dos, se hace equivalente a la dimensin real, simblica o imaginaria que penetra o atraviesa. As, R, S o I no slo localizan el elemento real, simblico o

    {' )

    '. ~ ! 1

  • imaginario sino que se constituyen cada uno como real, simblico o imaginario. Nada se imagina o se representa sino desde 1, nada ex-siste sino como R, nada se escribe sino por S; S distingue, I liga y R20 es lo indistinto y disperso corno taF 1 Veremos ms adelante cmo un elemento precluido de lo simblico que reaparece en lo real, segn la frmula lacaniana, se convierte l mismo en real.

    20 No es el mismo real del que habla Lacan en la poca de los nudos borromeos este real del que habla cuando extrae la forclusion de la Verwerfung.

    21 Cf Jean-Clau&

    1 :

    L

    2. EL ASUNTO BEJAHUNG-AUSSTOSSUNG

    Cuando en 1956, Lacan traduce Verwerfungpor forclusion, est inmerso en un debate que pone en juego la cuestin de la anterioridad del significante respecto de la del origen del sujeto. Este debate es arduo, pero tiene como inters a la vez cuestionar lo originario freudiano a propsito de la constitucin del sujeto, y balizar las nociones de real y de simblico en una poca en que Lacan comenzaba a problematizarlas mucho antes de poder, mucho ms tarde, conceptualizarlas con la topologa borromea.

    Este debate tiene su punto de partida en dos frases de Freud en Die Verneinuni2, de donde Lacan extrae un concepto, el de la Beja-hung, que traduce como afirmacin primordial. La cuestin de la afirmacin primordial del conjunto de los significantes debe aparearse con la del origen del sujeto. El sujeto afirma, o bien se constituye a partir de esta afirmacin primordial? Si afirma, es que ya est cons-tituido; si es la afirmacin la que lo constituye, entonces no puede afirmar. Pero Freud piensa la constitucin del origen con el juicio, Urteil, que es una operacin subjetiva que implica al sujeto como previo. Su hallazgo consiste no slo en separar dos juicios: un juicio llamado de atribucin que pronuncia que una propiedad pertenece o no a una cosa, y un juicio llamado de existencia que concede o niega a una representacin su existencia en la realidad23 Pues lo esencial del

    22 S. Frcud, La nc~aci n , en Obras completas tomo VIII, Biblioteca Nud.1, 1974. 23 Freud retoma las di stinciones que elabora Brentano entre representacin y juicio. Cf

    F. Brentano, Psycologie du point du vue enrpirique, livre 11, ch. VII, ed. Aubier.

    ' l' J '

    1 1

  • ( )

    (

    !' )

    ,. 1

    hallazgo freudiano consiste en pensar el juicio de atribucin como anterior al juicio de existencia; Freud distingue la Bejalnmg, que es para l el antepasado del juicio de atribucin, de algn modo su origen pulsional (comer lo que es bueno, escupir lo malo), del juicio de existencia que confiere una existencia (una realidad) a aquello a lo que ha sido atribuida la propiedad de bueno o malo (el pecho es bueno, por lo tanto existe); en cuanto a la Verneinungen el sentido de negacin, no es ms que un tipo particular del juicio de existencia que, aislado a partir de li cura, permite a lo reprimido acceder a lo consciente bajo una forma negativada. Ahora bien no se podra suponer una forma primitiva de ese juicio de existencia en tanto que constitutivo de la realidad, un ancestro de algn modo que, como la Bejahung, no comportara el smbolo de la negacin? En ese caso, cul sera la relacin de anterioridad de este Verneinung primordial con la Verwerfung y con la Ausstossung? Y no sera en el nivel de una suposicin de semejante forma primitiva de la Verneinzmg donde Freud situara el Lust-Jch, el yo-placer original no todava sometido al prin-cipio de realidad? Pero quedmonos por ahora ms ac de estas antici-paciones; el juicio de existencia ( Verneimmg) no puede aplicarse sino a lo que ya est incluido en el Jch24 por la Bejahung; por lo tanto viene en segundo lugar.

    Si la afirmacinprimordial, la Bejahung, no comporta smbolo de negacin no va, sin embargo, sin negacin.Desde que algo es intro-ducido en el Ich, no est en el no-Jch; si lo que est en el no-Ich era idntico en el inicio a lo malo y lo extrao al lch, lo que es introducido en el Ich es lo bueno y lo idntico al Ich. Ese tiempo primario (en el sentido originario) y no forzosamente primero (en el sentido

    24 Utilizo el trmino alemn !ch sin traducirlo, pues segn el contexto freudiano en que aparece, nunca recubre completamente ni la nocin de yo, ni la nocin de s ujeto. Sin embargo utilizo igualmente el trmino sujeto en el sentido lacaniano de sujeto del significante, inexistente en Freud; se ve asi cun grande es la dificultad de leer Freud con nuestra lectura de Lacan sin hacer de Freud un lacaniano ni privarse de los avances de Lacan. Se trata no slo de manlener la separai:in entre Freud y Lacan, sino de sacar algunas consecue1_1cias.

    ~ L ASUNTO llEJAHUNG-AUSSTOSSUNG 125 _

    cronolgico) dela afirmacin es la condicin para que una represen-tacin exista para el sujeto. En un segundo tiempo, lo que es represen-tado adentr ser o no representado afuera; si lo es, eso confiere una existencia a la representacin del adentro. As, el juicio de existencia constituye la realidad que se sita en el afuera -para el sujeto slo ser realidad lo que all se encuentre- sino en tanto que sta ya est repre-sentada en el interior por el hecho del primer juicio, el de at.ribucin. Esta definicin de la realidad aclara la cuestin, abordada en La prdida de la realidad en la neurosis y en la psicosis, de la separacin del Ich respecto del mundo exterior. Si la realidad est hecha de lo que el Ich puede encontrar all de idntico a un ya-representado en su interior, dicho de otra forma, si la realidad es ese mundo imaginario ordenado por los recortes significantes del sujeto, esa realidad, no es ms que una sombra

  • 1 -- ~ - - - -- - - ---- --- -

    ]~_ENCERRADOS AFUERA

    abre una serie de interrogantes, que podemos leer en el debate que mantiene Lacan entre 1954 y 1956 en tres textos entrelazados; su Respuesta al comentario de Jean Hyppolite26 es la redaccin en 1956 de una sesin del seminario Los escritos tcnicos de Freud en respuesta a Jean Hnipolite27 ; en el seminario sobre Las psicosis se retoman fragmentos y tambin aparecen pasajes posteriores a la publicacin de la Respuesta.

    Es la negacin primaria contemporc1nea de la afirmacin o anterior a ella? Esta es una primera pregunta. Se produce una segunda pregunta por la utilizacin por Freud de dos trminos diferentes para definir esta negacin; introducir ( einfiihren) algo en el Ich implica excluir (ausschliessen28 ) otra cosa del !ch, arrojarla fuera de l( werfen). Cmo distinguir entonces los registros sobre los que recaen la Ausstossung o la Verwe1fung? Y por ltimo, tercera pregunta, cual es la negacin que se aparea con la Bejahung? Estas preguntas desembocan sobre dos hiptesis diferentes; si la Ausstossunges anterior a la Bejahung, habra anterioridad de lo real sobre lo simblico; pero si la Ausstossunges contempornea de la Bejahungen un movimiento nico, habra entonces anterioridad de lo simblico sobre lo real, incluso anterioridad de lo simblico sobre la Bejahung. Por cierto, nombrando Bejahung-Ausstossung la operacin originaria que constituye al sujeto, se nombran las dos caras de la operacin. Pero en ese momento se plantea la cuestin de saber si Verwerfungy Ausstossung son o no identificables la una a la otra; si lo son, cmo definir entonces lo real? Est ya ah, real irreductible expulsado por la Ausstossungo es

    26 Lacan haba encargado a J. Hyppolite que hiciera u-n comentario sobre Die Verneinung durante el ao 1953-54 cuando estaba dando su seminario sobre los Escritos tcnicos. Ese comentario apareci en los Escritos.

    27 Primero apareci en el n" 1 de La psylha11a/yse durante el primer trimestre de 1956 antes de aparecer en los Escritos. Esta aparicin sucede en el curso del ao del seminario Les psychoses (pg. 94-99 y J 70-77).

    28 Ausschfiessen (empleado por Freud en Die Verneinung (La negacin) es traducido por forc/ore en el L1111ge11Scheidt, mientras que verwerfen es traducido por rechazar, arrojar,

  • nivel de la consciencia bajo la forma de lo visto, referencia a una percepcin anterior30 Ya sea que la Bejahung recaiga sobre las huellas de placer que el sujeto conserva en s (para Freud) o que recaiga sobre los significantes inscritos en el fundamento
  • 3 i ENCERRAOOSAFUERA _______ ______ _ _ _ __ _

    con que el sujeto haya elegido en el texto de lo que hay para decir slo una parte, rechazando el resto, para que con esta parte las cosas funcionen; esa parte a continuacin sufrir una serie de negaciones. La primera de esas negaciones, la Verwerfung, excluye un significante ya presente en el interior del sujeto; si lo que retorna de ello constituye lo que propiamente no existe 33 trastocando el mundo exterior y haciendo imposible todo sentimiento de realidad ante la extraeza del significado arrastrado en los mrgenes de la reaparicin de un signifi-cante, es porque el retorno es alteracin del juicio de existencia que viene despus del juicio de atribucin. Tener en cuenta la alucinacin conduce as a ;Lacan en el seminario Las psicosis . plantear que la Verwerfung es secundaria a la Bejahung, puesto que el retorno de lo precluido altera el juicio de existencia que condiciona la Bejahung. Pero las cosas no pueden ser zanjadas del todo; puesto que el efecto de la Verwerjimges la abolicin simblica, se mantiene ms ac de todo juicio de existencia. Pues, como lo dice Freud a propsito de la castracin en El hombre de los lobos, sucedi como .si jams hubiera existido.

    La confusin de la Ausstossungy de la Verwerfungya aclarada en el seminario Las psicosis ser totalmente superada en La tica; si la \!erwerfung era al principio equivalente a una no-Bejahung de un significante primordial, cosa que se lea desde el 15 de abril de 1956, la Verwerfungse distingue poco a poco de la Ausstossungms primordial que separa al Otro de la Cosa en tanto que expulsin de lo real y constitucin del primer exterior. Parece claro, de ahora en adelante, que la Ausstossung recae sobre lo real y que la Verwerfung recae sobre un fragmento de la batera significante introducida en el sujeto por la Bejahung: La Bejahung primordial recae sobre el significante34 Si esta confusin es eliminada es porque en La tica se trata para Lacan de la constitucin de todo sujeto, mientras que en Las psicosis se trataba de un sujeto ya construido bajo el modelo del psictico. La Ausstossung

    33 Ibi.l., pg. 392. 34 J. Lacan, Ibid., pg. 558.

    r

    1

    1.

    EL ASUNTO BEJAHUNG-AUSSTOSSUNGl31

    vale, en efecto, para el sujeto .en general, forma parte del proceso de la Bejahung; separando al Otro, tesoro de los significantes, y la Cosa, goce perdido para siempre, hace del Otro un lugar vaciado de goce y exilado de lo real. Esa separacin del Otro y de la Cosa es otra separacin que la del adentro y el afuera; recubriendo la de lo real y lo simblico, plantea otra vez la cuestin de una Verneinung35 primordial que sera identificable a la Ausstossung. Semejante negacin primordial estara indisolublemente ligada a la Bejahung. En efecto, desde 1956, Lacan precisaba que la existencia comportaba una dimensin ntimamente ligada a la negacin; si nada existe sino sobre un fondo de ausencia, la simbolizacin es primitivamente una negacin. Esta negacin primordial forma parte del proceso de la institucin del significante para todo sujeto. Sera entonces la Bejahung una negacin que asegura la existencia de lo que existir simblicamente? O bien habra una negacin todava ms primitiva que asegurara la posibilidad de la existencia de una Bejahung? Ante suposiciones tan vertiginosas, debemos contentarnos con pensamientos ms modestos; si la Bejahung es una operacin negativa respecto de un real preexistente, de todos modos es distinta de la Ausstossung que expulsa lo real por el mismo gesto con que afirma lo simblico y lo introduce en el sujeto. En este caso no se la podra pensar como su revs?

    Por el contrario, a partir de ese momento de la elaboracin lacaniana, la Verwerfung quedar como secundaria a la operacin Bejahung-Ausstossung; recae en efecto sobre un significante ya instituido y fabrica un sujeto psictico por la exclusin en las tinieblas exteriores de un adentro primitivo, un adentro ya constituido por la Bejahung. Hace imposible la historizacin del significante rehusado en el nivel de la sincrona primera de la batera de significantes; desde entonces todo tender en ese sujeto a suplantar ese agujero. Es lo que constituye la particularidad del sujeto psictico. La radicalidad de la

    35 Se trata de una Verneinrmg primordial en el seminario Las psicosis, pg. 177, que se situara en el nivel de los WZ; en La tica Lacan pone la Verwerjimg en c: lugar.

  • ' ' '

    ~ t

    '

    negacin, que Lacan considera como un concepto especfico de ~a psicosis, recae sobre lo que hace posibles a la vez la introduccin del lenguaje en el sujeto y la introduccin del sujeto en el lenguaje, a saber el significante del Nombre del Padre; porque la Verwerfung alcanza a este significante, preside la estructura misma de este sujeto. Jams llegado al lugar del Otro, en lo que consiste el inconsciente, el Nombre-del-Padre precludo destroza la trama significante que impide que se instale la falta de las inscripciones simblicas primeras en el nivel de los signos de percepciones, los Wahrnehmungszeichen ( WZ). Producida por la ausencia de ese Nombre-del-Padre, esa falta indica una definicin posible del mismo, la del significante que inicia y soporta la organizacin significante en su totalidad para un sujeto. La pre-clusin en la psicosis golpea el punto mismo en que una huella, Spur, debera borrarse para pasar al significante; sin embargo, es importante saber que un significante cualquiera, es decir distinto que el del Nombre-del-Padre36, puede igualmente ser alcanzado por la preclusin sin acarrear sin embargo modificaciones en la estructura del sujeto; ese significante ya habr sido sostenido por una inscripcin en WZ, pues el significante del Nombre del Padre, que est en el principio de las inscripciones en WZ, en tal caso no habr sido abolido.

    Por cierto, cuando el lenguaje no ha podido ser ordenado por el significante del Nombre-del-Padre, eso no impide hablar; pues se ha entrado en el lenguaje, aunque el lenguaje no haya sido introducido como se debe en el sujeto. Por el contrario, si no se ha entrado en el lenguaje desde el inicio, como es sin duda el caso del autismo, ser extremadamente problemtico servirse del mismo para hablar.

    36 Lacan habla de Verwerfung del plta//us (seminario Le dsir et son inrerprtation, 17 de diciembre de 1958), de Verwerfung del ser (seminario La logi111e du ftmtus111e, 21 de enero de 1967), de Verwerfung del amor en el discurso capitalista (seminario Le savoir du psycharwlyste, 3 de enero de 1972), de una \ferwerfung de los mandamientos de la palabra (Variantes de la cura tipo, Escritos, pg. 121 y ss.) etc.

    -------

    T

    3. LAS NEGACIONES CONSTITUTIVAS DEL SUJETO

    Freud nos ha dejado un florilegio de negaciones que comienzan todas por el prefijo Ver; Ver aleja, exila, abandona, hace desaparecer. Ver indica que la accin expresada por el verbo al que precede se hace al revs o se inscribe en falso ( verfalschen: falsificar); tambin puede indicar que esta accin se lleve hasta el fin, hasta obtener un cambio ( verwandeln: metamorfosear); pero sobretodo, expresa el lmite extremo de .una accin. Se viaja lejos, ms lejos, en el ms all del exilio; se viaja tan lejos que no se le puede encontrar jams, ni en la tierra ni en el mar, ni en los cielos; la puerta est cerrada, con doble cerrojo detrs suyo. Las tres pequeas letras de Ver que habrn cerrado y sellado algo _en el afuera de un retorno imposible, tanto en el tiempo como en el espacio, recuerdan la secuencia preclusiva de la negacin [ ... ] jams, nada. Verwerfen es arrojar ( werfen) definitivamente, lanzar la llave afuera para siempre. Verdriingung, es dejar de lado, separar, empujar. Verurteilung es el juicio que condena. Con Vermieden, las cosas son elididas, evitadas, se huye de ellas. Vergessen es olvidar por mucho tiempo. Verleugnung es desmentir, repudiar, denegar, renegar. Verneinung es la nica negacin que comporta el verbo negar que intensifica el prefijo Ver; y en francs tiene valor de denegacin, no de negacin37 Si cada una de estas negaciones entra en la organizacin

    37 N. de la T. fil las Obras completas de Freud, Biblioteca nueva, traducci'n de Lpez Ballesteros, se traduce como negacin.

  • JllllllKz ..... ----------~

    psquica, sin embargo no pueden superponerse; son modos diferentes de negar. Freud las sita en puntos distintos de la tpica del sujeto y discierne las consecuencias de unas y otras.

    A partir de Die Verneinung, escrito recin en 1925, se puede captar el peso de la negacin en su paradjica afirmacin de una existencia; y recin a partir de all Lacan ha podido hablar (en 1956, 195838 y 1959) de una Verneinung primordial o primitiva distinta de aquella situada muy claramente por Freud como secundaria a la Bejahung a continuacin de la Ausstossung. Es entonces en su forma primordial o primitiva el equivalente de la Ausstossung? O es el equivalente de una Verwerfung? Incluso en 1959, Lacan parece dudar; habla de la primera significacin significante de la Verneinung, la de la Venve1fung39 Es a causa del carcter de violencia extrema de la Verwerfimg, cuya huella no es ms que un agujero, que Lacan ha elegido cargar la Verneinung a su cuenta, ms que a la de la Ausstossung que participa en la constitucin del sujeto? La preexistencia del lenguaje al sujeto, para Lacan, implica que el sujeto no puede entrar en el lenguaje ms que al precio de una negacin, de un rechazo, de una exclusin del goce, exclusin nombrada Ausstossung desde Freud; la doble operacin Bejahung-Ausstossung se hace por medio del mismo gesto, pues la incorporacin significante (Bejahung) no se hace sin el rechazo del Otro del goce (Ausstossung). Y sobre la batera significante incorporada, intervendrn luego las negaciones (entre ellas la Verneinung en el sentido freudiano), todas indexadas por ese Ver que empuja siempre el lmite ms all.

    El calificativo de primordial notifica ms la prevalencia de la estructura que un origen cronolgico. Damourette y Pichon han extrado la preclusin de su uso jurdico (este uso que haba raptado forclore del uso comn donde entonces ha sido reemplazado por excluir) para asignarlo al segundo trmino de la negacin .. . jams

    38 J. Lacan, seminario Le dsir et son interprtation, 3 de diciembre de 1958. 39 J. Lacan, seminario L'Ethique, pg. 80. Versil'l en castellano en Editorial Paids.

    ----------..:.&:

    T

    1

    1

    1

    1 '

    1

    i 1

    1

    1

    l

    en tanto que la cierra dndole un lmite definitivo y para proponerle as un uso en la psicosis. Es en ese impulso que Lacan propone la difcil nocin de una Verneinung primordial? Partcula negativa dividida entre discordante y preclusivo, la negacin es un smbolo en la escritura que no existe en lo inconsciente. Definicin de la ausencia, ndice del desvanecimiento del sujeto, la partcula negativa viene cuando yo hablo, y no cuando soy hablado en mi inconsciente; si lo inconsciente produce toda suerte de metforas del no, el no que est ausente sigue siendo el no antao significado por el Padre bajo la forma de la prohibicin -y no bajo la de lo entredicho40 Ese no que se dice al nio, esa prohibicin de gozar de la madre y de invertir el orden de las generaciones, permite la entrada en el lenguaje y la constitucin de lo inconsciente. La Verneinung adquiere entonces un acento especial caracterizando la fase ms primitiva en la cual el sujeto se constituye como inconsciente41 : si la operacin constitutiva del sujeto es la separacin de aquello que no ser del orden del sujeto, es neceS'ario que en las etapas sucesivas el sujeto se borre, se escamotee a fin de que el saber inconsciente ocupe su lugar. Pues el saber inconsciente no tiene s~jeto; es un saber que no se sabe. La operacin de escamoteo del sujeto deja huellas; as como el no de yo no digo es la marca de lo real fuera del sujeto, el borramiento de las huellas del sujeto, que es huella de la marca del afuera del sujeto, da nacimiento al significante. Significante que puede a su vez borrarse sin que no deje de subsistir su borramiento. La propiedad significante de lo no dicho es que anular algo de lo dicho consiste en perpetuarlo. Cuanto ms digo que eso no est all, ms est all. Pero lo que est all desde el inicio es el significante; lo que no est en el origen es el sujeto; y es lo que no est all lo que engendra el significante. Es el sujeto que el significante engendra.

    40 J. Lacan, seminario CEth ique, pg. 79. 41 !bid., JO de di ciembre de 1958 .

    .

    f l 1 \

    ~ l f i '

  • ()

    . )

    e !

    36/ENCERRADOSA FUERA

    Distinguiendo entre el juicio de atribucin y el juicio de existencia, Freud muestra que la Bejahung no comporta an la existencia, mientras que la Verneinung que comporta el smbolo de la negacin presupone la existencia de aquello que ella misma niega para poder negarlo. Negacin gramatical que slo se ejerce en el habla -y en la escritura-, abre en ese momento el acceso a lo consciente del contenido de lo reprimido; propone al saber el yo no s fundamental del sujeto donde se albergan sus pensamientos . Por eso esta negacin es constitutiva del sujeto, aqu del sujeto de la enunciacin; su forma negativizada, index del agujero de la enunciacin, permite a lo que no se sabe y a lo que no se dice introducirse en el decir. Es acceso al saber que no se sabe; ms an, hace pensable (consciente) lo que no lo era. Pero la Verneinung efecta al mismo tiempo otra operacin, la de separar las representaciones (Vorstellungen) y la cosa (das Ding); lo percibido (Ding) es, o no, admitido al interior del lch; lo que de lo percibido ser admitido (atribuido) se convertir en un representado, mientras que lo que queda fuera del !ch porque habr sido excluido, seguir perteneciendo al orden de la cosa. Lo representado mismo se dividir en representaciones de palabra (esas sombras de objeto, dice Freud) y representaciones de cosa. Esta divisin de lo representado se aclara cada vez que se resuelva; el momento en la cura en que se renen los dos rdenes de representaciones es aquel en que se opera el levantamiento de la represin; el sueo no _trata las representaciones de cosas como cosas, sino como palabras para leer. Ese proceso primordial de separacin, constitutivo del sujeto, opera en una indiferenciacin primitiva: Lo malo, lo extranjero al yo y lo que se encuentra en el exterior, son al principio idnticos. El color hostil del afuera freudiano, si bien puede ser referido al Padre de la horda antes de la ley, antes del lenguaje, no est estrictamente en corres-pondencia con lo real lacaniano; la dimensin del mito le da su arquitectura y autoriza ya una disyuncin radical entre el afuera freudiano y la realidad en el sentido trivial. La Verneinung dividir a continuacin la experiencia humana entre realidad (donde encontrar

    ( J, ............ ------------~~~

    r

    1

    1

    1

    1

    1

    '

    1 1

    1

    1

    LAS NEGACIONES CONSTITUTIVAS DEL ~U JETO /37

    el objeto) y real (donde reproducir el objeto, o hacer reaparecer la incandescencia de la imposibilidad de tocarlo). Los encerrados afuera estn encerrados en el infinito de lo real, no tienen acceso a lo repre-sentado ni a lo simblico surgido de esta introduccin (Einfhrung) separadora: slo tienen acceso a un retorno de real que podr, a veces, convertirse en saber. Pues esta introduccin es a la vez separadora y constitutiva; porque priva al sujeto de aquello que no lo constituye, puede permitirle constituirse. P~r el contrario, en la locura, no es a partir de la negacin como se constituyen los encerrados afuera; se constituyen como sujetos a partir del saber que la efraccin de lo real les obliga a inventar.

    Por cierto, Freud concibe el sujeto como previo a las negaciones; el !ch toma lo que es bueno y rechaza lo que es malo. Lacan opera una inversin y elabora la nocin de un sujeto constituido por las negaciones: la Verwerfung, la Verneinung, o la Verdriingung, incluso la Verleugnungson otros tantos modos de escamotearse del sujeto. Pero si estos modos de escamoteo son para Freud mecanismos de defensa del yo, que implican enton::es al sujeto como previo, no seran para Lacan estrategias del sujeto, puesto entonces en el punto de su elllergencia?

    Porque la Verneinung slo se sita en el discurso, slo puede alojarse en el nivel de las representaciones de palabra preconscientes y conscientes. Por el contrario, las otras negaciones que provienen del escrito psquico (Schrift) se sitan en diferentes niveles de la constitucin del texto inconsciente que organizan.

    La gran figura de la metapsicologa freudiana que es la Carta 52, localiza esas. negaciones en el trayecto que all dibuja Freud entre percepcin y consciencia; trayecto de la historia humana entre la muerte y el nacimiento cuyas huellas se inscriben en el desorden de la memoria enmaraada cuya trama constituyen. Exclusiva de la consciencia, la memoria est no se encuentra en una versin nica, sino en varias, o sea que se halla transcrita en diversas clases de

  • signos42 ; las inscripciones de esos signos estn regidas por el juego de las negaciones (de las defensas, deca Freud).,En W, lo percibido puede evitarse, es posible huir de l: vermeiden. Evitado, lo percibido no deja huella, Spur. Pero cuando lo percibido crea una huella, sta subsiste bajo dos modalidades: la de lo percibido real, Wahrnehmung, y la simblica de signo, Zeichen. Incluso una vez que ha pasado al significante, el signo de percepcin queda siempre apareado a su lado de real sonoro, visual o motriz; es lo que da lastre al significante. El significante no es aire, es una juntura vocal que las palabras no pueden pronunciar y slo pueden dibujar su sombra. La primera de las negaciones, la Verwerfung, golpea en el nivel de los Wahrnehmungs-zeichen ( WZ) donde se inscribe (Niederschrift) el primer cuerpo de los significantes constituido por el borramiento de las Erinner-ungspuren. En segundo lugar viene la Verle11gnung; sta opera entre WZ y el Unbewusst ( Ubw): gracias a la Entstellung de la letra, ella falsifica y deforma el marco el texto escrito que ser entonces sometido a la represin. Pues es en Ubw donde se sita el segundo Niederschrift (lo transcrito por escrito) del texto inconsciente; las traducciones sucesivas, de una poca a otra, se fabrican a partir de los yacimientos de Vorstellungsrepriisentanz, la Verdriingung imprime su marca en el nivel de esta segunda inscripcin impidiendo la traduccin que ordenara el yacimiento arqueolgico y dejando sobrevivir all fsiles prehistricos. Vorbewwustsei11 ( Vb) es la tercera reescritura, llamada Urnsclirift o tambin berschrift por Freud, con representaciones de palabra; aqu es donde interviene la Verneinungy permite el acceso de lo reprimido a la consciencia. Por ltimo, en el nivel consciente, Bewusstsein, se puede olvidar: vergessen: Pero no todo, pues lo reprimido permanece inalterable.

    42 S. Freud, Carta 52, en Origer del psicoanlisis, Obras completas, tomo IX. Biblioteca Nueva, Madrid, 1972.

    1 II 111 W - - - - - WZ - - - - - Ubw - - - - - Vb - - - - - Bw

    T LAS NEGACION ES CONSTITUTIVAS DEL SUJETO 139

    En resumen se trata de un asunto de fronteras; interrum!1indose, memoria y escrituras hacen y deshacen la historia. Tal o cual negacin se ejercer en las fronteras entre una y otra poca, entre uno y otro tiempo. La negacin censura, prohibe, exila; bloquea el paso. Pero an interrumpido, un pasaje sigue siendo un pasaje; la negacin, al dar una forma falsificada y deformada a las representaciones -a los significantes- a los que r~husa el pasaje, prueba al mismo tiempo su existencia, y la vuelve indestructible. Slo se1:n legibles las deforma-ciones producidas por esa barrera; la lectura de las deformaciones entregar el contenido obstaculizado por el mismo camino que habra seguido la escritura de su deformacin. En el texto obtenido in fine, se podr leer que tal significante no estar all jams, o que tal otro est completamente deformado, o an que el resto de los otros significantes ha sido traducido y luego reescrito.

    * * *

    Tienen, lo que aqu llamamos negaciones constitutivas del sujeto, relacin con lo que Freud elabora desde 1895 bajo el nombre de mecanismos de defensa como constitutivos de lo inconsciente? Volver, despus de haber examinado la constitucin del sujeto a travs del proceso de Bejahung-Ausstossung, a los mecanismos de defensa freudianos, hace necesario integrar en ese proceso lo que Freud denomina el punto de vista dinmico. Se trata de saber cmo el sujeto se las arregla con todo esto.

    El hecho de que la Verneinung comporte una parte enunciativa que es la del sujeto (el sujeto dice no, no es mi madre), responde a la primera tpica freudiana donde los mecanismos de defensa provienen del yo, del Ich. Pero an antes de concebir al yo o al sujeto43 como ---- - --:------ -- - - -----"."--------------- ----------- -- -

    43 Es difcil decidirse a no utilizar ms que la nocin de sujeto dejando de lado la de yo. Pues, si para Lacan el yo (moi) es esencialmente, despus del estadio del espejo, de naturaleza narcisista (narcisismo secundario) y realiza la relacin con el otro como con un semejante, esto deja de lado la cuestin freudiana de la alteracin del /ch (delirio

  • agente de la defensa y de Ja negacin, se ve que defensa y negacin, que son modos de rechazo de un contenido inconsciente, dan consistencia por ese mismo rechazo a lo inconsciente bajo tal o cual modalidad de existencia. El trmino de Unbewusstafecta lo consciente con una negacin; el prefijo Un indica que parasita a lo que precede, contrariamente al prefijo Ver que radicaliza un modo de llevar al lmite a lo que precede. Un y Ver son modalidades diferentes de la negacin o de Ja defensa. Lo Bewusstsein no existe sin lo Unbewusst, ni lo heirnlich sin lo unheimlich. Lo unerkannt es ms conocido que lo erkannt, y ese crimen monstruoso de las auroras de la humanidad no es el Tat sino el Untat4 4 El Ver no se desliza en aquello que precede para completarlo, sino que lo hace caer hacia sentidos desconocidos, o bien lo arrastra con l a las aguas profundas del olvido.

    La enunciacin del no es mi madre lleva a lo consciente, pero sin levantar Ja represin, el contenido reprimido cuya existencia acepta, gracias a la negacin. Del mismo modo la defensa, separando afecto y representacin, abre a esta ltima el acceso a la consciencia. La partcula negativa no es el borde de lo inconsciente aflorando en el nivel de la consciencia: comienzo de toda enunciacin concerniente a lo real, afirma que lo que niega viene de lo real sexual de lo inconsciente; afirma pues la existencia de lo real sexual de lo inconsciente. Ya desde

    de asimilacin) en la psicosis . Las suplencias delirantes son efectivamente formaciones yoicas en el sentido de formaciones imaginarias? Estas formaciones supletorias tienen una relacin con el cuerpo en tanto que 1 es el cuerpo en conti-nuidad con R (cf. el seminario indito L'unebvue) y esa relacin I-R no es justamente lo que permite que se mantenga S? Y que por ltimo el interlocutor del psictico sea esencialmente un semejante y que el Otro no pueda ser sino real, no tiene eso consecuencias en la conduccin de la cura? En el seminario indito Le sinthome ( 16. 3. 1976) , Lacan introduce, a propsito de )oyce, el trmino de ego, lo que los alemanes llaman el Jc/1, aade. El ego cumple una funcin muy precisa en Joyce; repara el nudo borromeo (donde S y R estn enlazados por la fuga de 1) en tanto que el ego es una idea de s como su cuerpo. En )oyce esta idea de s se fabrica por su escritura que repara el error del nudo.

    44 S. Freud, Ttem y tab, en Obras completas tomo V, pg. 1745.

    l

    LAS NEGACIONES CONSTITUTIVAS DEL SUJETO 141

    1895, Freud elabora, a partir del abandono de sus primeras tcnicas de la cura -la hipnosis y la sugestin- la teora de ese real sexual causado por el Padre y el Edipo.

    Porque Freud percibe una fuerza psquica que se opone a la toma de consciencia, a la rememoracin de las representaciones patgenas45, hipnosis y sugestin son abandonadas. Esta fuerza es la de la defensa que dice no a lo real sexual; descubierta en la cura, permite a Freud a la vez leer el sntoma que ella contribuye a formar y la manera de combatirlo por medio de la transferencia, ese trabajo psquico necesario para vencer las fuerzas de oposicin. La aparicin de la nocin de defensa est pues ligada a una transformacin de la prctica psicoanaltica basada desde entonces en la transferencia. El objetivo de la defensa es arrojar fuera de l~ consciencia la representacin inconciliable cuando se encuentran en el sujeto en cuestin escenas sexuales infantiles en estado de recuerdos inconscientes>16 Lo incon-ciliable es lo sexual; la defensa acta pues sobre (contra) la rememora-cin; pone trabas al pasado mnmico por el slo hecho de que ella es actual. Volvemos a encontrar aqu la discontinuidad temporal enmascarada en Freud por su pasin del origen; si el presente no es ms que la fuerza del pasado que fabrica, lo actual es un presente des-temporaljzado, un presente puramente real. En efecto, el yo que se defiende se propone tratar como non arrive [en francs en el texto freudiano] la representacin inconciliable47; esta tarea es difcil pues representacin y afecto no pueden ser borradas -salvo en el caso de la psicosis en que se trata ms bien de abolicin que de borramiento. Se ve que los escritos freudianos de 1895 trazan ya la lnea de demarcacin que ser llamada ms tarde preclusin, separando el afecto de la representacin y desuniendo memoria y decir. Arrancado el afecto de la representacin que investa, sta resulta menos peligrosa para el yo y enfonces el afecto se une a otras representaciones que, no siendo --------------

    45 S. Freud, Est11dios sobre la histeria, en Obras completas, tomo 1, pg. 139. 46 S. Freud, La etiologla de la histeria, en Ol1ras completas, tomo!, pg. 299. 47 S. l'reud, Las psico11eurosis de defema, en Obras completas, tomo J, pg. 169.

  • inconciliables, en consecuencia son inofensivas. Pero slo se piensa con palabras; si las palabras no pueden pronunciar el significante, pueden en cambio designar lo que las destruye. Dado que la nocin de defensa aparece en el registro de la rememoracin y sus perturbaciones, tiene una relacin directa con la cuestin de la formulacin en la cura; si la histeria de defensa es una histeria donde las cosas se formulan en el

    sntoma, es esta formulacin, producida al mismo tiempo que obstaculizada por la defensa, '!o que se trata de liberar'18 Es cuestin de decir, puesto que se trata de una cura, pero tambin, puesto que se trata de rememoracin, es cuestin de escrito, de Schrift, y de sus avatares. Y es porque entabla una batalla con la conduccin de la cura que Freud recurre a la hechicera rnetapsicolgica que l mismo ha creado.

    La nocin de defensa no slo ha permitido (vista del lado del campo de batalla de la transferencia) la teora de lo real sexual de lo inconsciente, sino que ha participado en la construccin de una nosografa psicoanaltica de las neurosis. La fuerza de la defensa es una fuerza psquica que dice no al acceso a la consciencia de una idea patgena; forma parte del sntoma que ha contribuido a formar rechazando la idea reprobada fuera de lo consciente. Tal o cual manera de

  • defensa primaria. Y a propsito de esas modificaciones del yo (el trmino alemn vara entre Jchveriindenmgy lchumarbeitung, es decir entre alteracin patolgica y transformacin casi alqumica obtenida por la cura), Freud redefine los mecanismos de defensa como intentos de dominar.el peligro interior antes de que se convierta en peligro exterior52 La represin no es ms que uno de los procedimientos utilizables por el yo, que aqu Freud compara con un texto que no slo est tachado por la censura y la omisin, sino que ha sido alterado por divers~s deformaciones (Entstellung) y falsificaciones ( Verfiils-chung) para que resulte inofensivo. En 1937, en Anlisis terminable e interminable, ya no slo es el escrito inconsciente (Schrift) lo que la defensa normal somete a la discontinuidad de una textura de frontera en frontera, ya no slo es este escrito donde la defensa patolgica que logra la represin53 deja supervivencias, huellas inalterables de las equivocaciones, de las faltas de transcripcin que producen tal o cual tipo de psiconeurosis; sino que de ahora en adelante el !ch mismo es alterado por los mecanismos de defensa que se asientan en l, y es deformado por su propia falsificacin de la percepcin interior y modificado por el conocimiento deficiente que da del ello.

    Se ve que el yo no puede reducirse a ser causa de esos mecanismos de defensa y de las perturbaciones que fomentan; es tambin su centro, su lugar. De all el trmino de correccin54 utilizado a propsito de un yo que contiene tales resistencias, como cuando se corrige un texto con faltas. La tpica freudiana instala el !ch en el centro de esas defensas que aqu consideramos equivalentes a los modos de negacin. Pero ese centro queda abierto en Freud, lo que permitir a Lacan invertir la relacin del sujeto con las defensas; si las defensas son constitutivas de lo inconsciente, se puede decir que las negaciones son constitu~ tivas de .ese saber sin sujeto que sujeta al sujeto por venir. En ese texto

    52 53 54

    S. Freud, Anlisis terminable e interminable, en Obras completas t. IX, pg. 3360 y ss. S. Freud, Carta 52, op. cit. . S. Freud, Anlisis terminable .e interminable, op. cit. pag. 3361.

    1 1

    1 1

    1

    1

    1

    1 1

    i

    '!'.5 NEGACIONES CONS'.ITUTIVAS DEL SUJETO 145

    primordial que ha sido admitido, introducido en el sujeto, ese texto que lo instaura, no todo coincide; una parte ser rechazada fuera, verwo1fen; luego sobre el texto restante donde lo percibido se ordena en signos segn un modo sincrnico, por azar y contigidad, los elementos sern desplazados, deformados antes -primera frontera-de convertirse en Vorstellungsrepriisentanz organizados en relaciones causales; lo que subsistir del texto primordial, una vez reinscrito, estar en parte sometido a la represin, antes -segunda frontera- de poder reescribirse como Wortvorstellugen, como palabras, y as acceder a la consciencia. La topologa lacaniana permitir desplazar la inamovil-idad de esas fronteras y la fijeza de un afuera y un adentro establecida por la teora de la representacin en vigor en tiempos de Freud; con la metfora moebiana de una banda cuyo derecho y cuyo revs son una sola y misma cara, esta tupologa propone una salida :i la cuestin de la doble inscripcin55 entre Sachvorstellungen en el inconsciente y

    Wortvorstellungen en el preconsciente. Las dos caras de la banda de Moebius slo se separan en un punto. En ese punto lo que se inscribe sobre el revs se inscribe tambin sobre el derecho; de manera equi-valente quedan disjuntas las dos localidades psquicas, la consciente (yo hablo) y la inconsciente (la cosa se escribe), consideradas como necesarias por Freud56 para inscribir una misma representacin de palabra. La topologa separar estas inscripciones una de la otra: La inscripcin no muerde del mismo lado del pergamino, segn venga de la plancha de impresin de la verdad o de la del saber57 Pero la tpica freudiana comportaba ya la posibilidad de una distincin; si el preconsciente contiene, como es el caso, palabras por las que el sujeto accede a sus propios pensamientos, la conciencia es por tanto la superficie por donde ese algo que est en el centro del sujeto recibe

    55 J. Laplance y S. Leclaire, L'inconscient: une tude psychanalytique, en L'inconscient, Dcscle de llrouwer, 1966, pg. 104.

    56 S. Freud, carta a Fliess del 22 de diciembre de 1897,. 57 J. Lacan, La science et la v rit, Ecrits, pg. 864. En castellano, Escritos, vol. l, pg.

    349, Siglo XXI, Mxico, 1986.

  • del afuera sus propios pensamientos, su propio discurso 58 Esta distincin, que demuestra tener una evidencia deslumbrante en la psicosis, puede tambin pensarse como un hecho de estructura; percepcin y consciencia estn a la vez en continuidad y disjuntas, entre la piel y la carne, por fa localizacin de lo inconsciente en el lugar del Otro.

    La negacin primordial, la Ausstossung, expulsin original desde donde se instaura la estructura, habr permitido la afirmacin, el advenimiento de un sujeto respecto de lo real, del cual desde enton-ces se ausenta. Por lo tanto no se puede establecer una anterioridad de la negacin respecto de la afirmacin; Ausstossung y Bejahung son el derecho y el revs de un mismo gesto de particin. Si es respuesta de lo real, el sujeto de ausenta de all en el movimiento mismo que le hace borrar sus huellas como sujeto del significante. Los modos bajo los cuales el sujeto as constituido va a sujetarse al sistema significante, son los de las negaciones sucesivas que recaen sobre el significante prolongando el borrarniento de las huellas que lo constituyen: especie de carrera de obstculos donde se dibujan para tal o cual sujeto los mojoQ.es de lo real que orientan su historia. Esencial al sujeto, el significante del Nombre-del-Padre, amarrando las cadenas signifi-cantes, podr ordenar ese proceso de sujecin. Pues el primer no al que el sujeto se enfrenta en su historia, es el del padre que dice que no; y ese no, haga lo que haga el sujeto con l, ya sea que le obedezca o no, ha sido dicho; es un dicho que designa al deseo. Es eso lo que no ad-viene en la psicosis. Ningn dicho -inter-dit- fundamental, ausente de la prehistoria del sujeto, podr ya ser afectado por las negaciones que dan acceso al saber vehiculizado por ese dicho. Nunca negativizado en la psicosis, el saber no podr sujetar al sujeto; libre y desatado, errante, no engaar a su hombre.

    58 ). Lacan, seminario L'identification, 10 de enero de 1962, indito.

    1 1

    1

    1

    l

    4. LA VERWERFUNG COMO ELEMENTO DE CONTRASTE

    Contrariamente a lo que hubieran preferido algunos psicoanalistas, Lacan no eligi la Verleugnung para convertirla en la preclusin (forclusion) sino la Verwe1fung. Sin embargo, la Verwe1fung nunca haba sido un concepto; era un trmino de la lengua alemana cuya particularidad reside en la forma como ha funcionado en la teora freudiana. Freud se sirvi de ese trmino como de un elemento de contraste destinado a permitirle elaborar conceptos, primero el de Verdriingung, a continuacin el de Verleugnung. Sin duda las significaciones que arrastra consigo esta palabra, (repeler, rechazar, etc.) no son ajenas a la funcin de elemento de contraste que tom en Freud, probablemente sin saberlo: no es la Verwe1fung, es la repre-sin; no es la Verwerfung, es la renegacin. La aparicin explcita aunque puntual de la Verwerfung escande el trayecto freudiano e ilumina su no linealidad en la multiplicidad de sus rodeos; esta apari-cin, cada vez apoyada por una definicin, marca en 1894 el momento de una confusin primaria entre Verwerfungy un concepto en vas de elaboracin (la represin); marca en 1915 el de una disyuncin entre Verwerfung y aquel mismo concepto como producto acabado (la represin siempre), en el momento preciso de una nueva confusin naciente entre Verwerfung y la elaboracin de otro concepto (la renegacin).

    Habiendo sido, ciertamente, un elemento de contraste, la Verwer-fung recibe sin embargo una definicin en 1894: El yo rechaza

    ) ' ~ .

    "! .. ,; i

    .t; ' :;J 1

    \

    1

    1

    \

    1 ! l

    1 i

  • r )

    r)

    r )

    ~NCERRADOSAFUERA

    ( verwirft) la representacin insoportable al mismo tiempo que su afecto y se comporta como si la representacin jams hubiera llegado al y0>1 59 Definir as la Verwerfunf' la convierte a la vez en un proceso -rechazo de una representacin y desu afecto, equivalente a la preclusin de un significante en Lacan- y un mecanismo -negacin que, cayendo sobre el pasado, se conjuga en el futuro anterior como si esta representacin no hubiera llegado nunca . Definicin a la vez de un proceso y de un mecanismo que ha debido inducir la eleccin que Lacan hizo y mantuvo61 de la Verwefung, pero esa eleccin se debe tambin al modo del retorno de las representaciones alcanzadas por ese rechazo, tal como lo elabora Freud en 1896. Si el contenido de lo reprimido determina los sntomas en su forma, hay igualmente una va o un mecanismo particular de la paranoia62 , as como hay una va o un mecanismo particular de la represin. La va de retorno de lo que es rechazado (en una poca en que Freud no distingue entre represin y preclusin) no es otra que la alucinacin; el reproche originario o la inju.ria que se quiere evitar retorna bajo una forma no modificada, y los pensamientos reprimidos se convierten en voces. Freud era an ms preciso en 18,95. El contenido rechazado se convierte en alucinacin visual o pensamiento impuesto mientras que el afecto se transforma en pura voz63 Incluso. si en esta poca prevalece para Freud el trmino de represin, es asombroso que esas vas de retorno definirn lo que Lacan llamar retorno de lo precluido.

    59 S. Freud, Psiconeurosis de defensa, en Obras completas, tomo I, pg. 169. 60 Verwerfung slo aparece en el ndice de las Ges~mmelte Werke bajo la forma de

    Verwerfungrnrteil. 61 Es Verwerfimg, y no forclusion , lo que Lacan utilizar en el seminario Les No11 -dupes-

    errenta propsito del nombrar-a producido por el orden social (el nudo de lo social) como huella de la degradacin de los nombres del padre (19 de marzo de J 974) e igualmente en Le sinthome a propsito del nudo perverso ( 18 de noviembre de J 975) .

    62 S. Freud, Nueva~ observaciones sobre las psiconeurosis de defensa, en Obras completas, tomo J, pg. 286.

    63 Manusc rito K, en op. cit., to mo IX.

    )---------------

    Aqu interviene otro trmino de la lengua alemana, i-1 rlP Lcke, que Freud emplea como cajn de sastre pero que una lectura lacaniana puede orientar hacia la explicitacin fenomenolgica de un modo de retorno que define a posteriori lo rechazado, y particularmente en lo que se refiere al lugar de su retorno. Este retorno ciertamente es definido en los manuscritos H y K por las vas que toma; pero es igualmente localizado por el lugar psquico de dnde ha sido sacado lo que retorna y que queda vaco, como una laguna. Si afecto y representacin vuelven del exterior, eso implica que [ ... ] el- contenido real permanece intacto mientras que el emplazamiento de toda la casa cambia64 Podemos pues precisar, siguiendo a Freud, que un contenido representativo que vuelve de afuera ha desaparecido del tejido psquico y ha dej~do all la existencia de una laguna (Lcke) en el psiquismo65; pero podemos ir ms lejos y sostener que los bordes de esta laguna se han desvanecido? Entonces no slo el emplazamiento entero habr cambiado, sino que las huellas de ese emplazamiento habrn sido borradas.

    Freud evoca la Lcke tanto en las neurosis y en las psicosis como en las construcciones tericas. Podramos definirla como el lugar de lo olvidado? Y cmo podemos situarla respecto de los mecanismos que producen el olvido: represin, renegacin, preclusin? Si la laguna es el lugar de lo olvidado, no es ni omisin ni censura, sino pura solucin de continuidad en la trama psquica en heterotopa con la represin. Existen entonces dos tipos de figura. Cuando es el borde de la laguna, eslabn de la historia del sujeto o fragmento de una elaboracin, lo que hace que se vea produciendo por ejemplo desplazamientos de cifras o de letras, entonces es efecto de la Verleugnung, el marco del texto inconsciente es modificado antes de que la represin intervenga. Pero cuando el borde de la laguna ha sido eliminado al mismo tiempo que su contenido, lo que se ve de la laguna

    64 Manuscrito H, 24 de enero de 1895, en Origen del psicoanlisis, op. cit., tomo IX, pg. 3508.

    65 Manuscrito K, l de enero de 1896, op. cit. pg. 3533.

  • no es otra cosa que io que vuelve para collliarla. Las alucinaciones reaparecen en lo real de su irrepresentabilidad. La laguna entonces es efecto de la Verwerfung.

    Verwerfungy Liicke

    Sin embargo Freud relaciona la laguna esencialmente con la represin -con la represin en tanto recae sobre el saber de la sexualidad, es decir a la vez sobre el saber y sobre la sexualidad. En 1895 Freud habla de la laguna como de una fenomenologa de la represin: A veces en un neurtico [ ... ] las cadenas asociativas dan la impresin de estar dislocadas [ ... ].Conocemos la razn de esa apariencia, es la existencia de motivos ocultos, inconscientes. Nos vemos llevados a sospechar la presencia de motivos secretos semejantes siempre que descubrimos unas lagunas como esas en las asociaciones66 Producidas por la represin que impide la traduccin de determinadas huellas mnmicas7, esas lagunas, una de cuyas manifestaciones es el terror, no son irreversibles; si la cura llega a colmar esas lagunas de la memoria, la neurosis no podr continuar ni habr recidivas. La laguna es a la vez el efecto de la represin y el objeto del gesto del analista. Debe por tanto el analista tomar los caminos de la prehistoria mtica para llenar esas lagunas como lo sostiene Freud? En mi opinin es posible que todo lo que nos es narrado en anlisis bajo la forma de fantasas, a saber la seduccin de los nios, la excitacin sexual ante las relaciones sexuales entre los padres,[ .. . ] la castracin[ ... ] hayan sido antao, en las fases primitivas de la familia humana, realidades, y que dando libre curso a su imaginacin, el nio colme solamente, con la ayuda de la verdad prehistrica, las lagunas de la verdad individual68 Lo sexual y

    -- ---~- ---- - - ------ --- - ----

    66 67 68

    S. Freud, Es tudios sob~e la histeria, en Obras completas tomo I, pg. 39. S. hcud, Ca rta 52 a Fliess, en El origen del psicoanlisis, tomo IX, pg. 3551. S. heud, Lecciones introductorias ti/ psicoanlisis, en Obras completas tomo VI, pg. 2125.

    ----------.. ---..:~.

    LA VEJ

  • ~. ~- - --- - -~- -

    elementos del recuerdo son deformados y reemplazados por imgenes anlogas tomadas en prstamo de la actualidad>>72, imgenes que transportan el retorno de lo precluido en lo actual, y que reconstituyen en torno de la laguna un borde sin edad.

    No se trata sin embargo, respecto del pensamiento de una misma laguna, de que uno pueda o no colmarla, que tenga o no fechas y bordes? No es necesario, como lo hace el delirio, apoyarse co11tra la laguna para pensar? Cuando Lacan inventa l'nppense73 (apoyarse contra un significante para pensar) no descubre a la manera de Freud y en el mismo Freud una laguna para seguir pensando?

    Verwerfungy Verdriingung

    Definir la Verwerfung exige incluir en su definicin el efecto que produce sobre el tejido psquico: agujero, desgarro, obstculo, laguna. En efecto, en la psicosis la Lcke no es identificable con el hiato temporal del a posteriori de la represin. Esta no-identidad de la Lcke en la Verdriingung y en la Verwerfung nos permite leer desde 1894 una diferencia entre Verdriingungy Verwerfungque Freud no determinar hasta 1918 en El hombre de los lobos: Eine Verdriingung ist etwas aruieres als eine Verwerfung74 (una represin es algo distinto de un juicio que rechaza y que elige). Hasta 1918, Verdriingung y Verwerfung son utilizadas indiferentemente una de otra en las psicosis. Pero la indiferenciacin slo es aparente, pues Freud est dedicado al mismo tiempo a la tarea de elaboracin del concepto de represin, elaboracin que se apoya contra el trmino de Verwerfimg, esta palabra, que jams se convertir en un concepto, le sirve de trmino de comparacin

    ------------- --

    72 S. Freud, Manuscrito K, en los orgenes del psicoanlisis, en Obras completas, tomo IX, pg. 3533.

    73 Cf ). l.acan, seminario indito le Si11tlto111e, sesin del I J de mayo de 1976. 74 S. Freud, El hombre de los lobos. Histori11 de una neurosis infantil, en op. cit. torno VI,

    pg. 1941.

    ______ ,,, ___ _

    para elaborar los conceptos. de represin y de renegacin. La elaboracin de esos conceptos es precisada en dos momentos ( 1894 Y 1918) por una definicin de la Verwerfung; d primer momento es aquel en que se comienza a trabajar la represin; el segundo aqul en el cual, una vez separada la represin del elemento de contraste, se comienza otro trabajo con la renegacin.

    En el transcurso del trabajo de Freud, aparece un trmino que, contrariamente a la palabra para todo uso que es Lcke, es un trmino en esencia partitivo: Urteil. Urteil aparece en el centro de la indistincin entre represin y lo que hoy se denomina preclusin: la paciente habra tenido que aceptar el juicio ( Urteil) formulado internamente; pero como viene del exterior, ella puede rechazarlo: De tal modo el j~i~io, el reproche, quedaba apartado del yo>>75 En la lengua alemana el juicio tiene un pie en la represin y un pie en la preclusin. El Urteil es lo que decide que una representacin insoportable (unertraglich) sea -por una letra!- inconciliable ( imvertriiglich). y debe por lo tanto ser reprimida. Pero el Urteil tambin puede consistir en un trabajo de elaboracin. Se decide olvidar el asunto, al no sentirse con fuerzas para resolver por medio del trabajo del pensamiento la contradiccin entre esta representacin insoportable y su y0>>76 Por lo tanto, tenemos por un lado el juicio que rechaza y por otro el juicio que reemplaza a la represin. As, Verwerfungsurteil aparece en La interpretacin de los sueos como resistencia a la interpretacin: Me opongo a la interpretacin en el sueo del to Jos; o bien la manzana es amarga ... mi paciente no acepta la interpretacim/7 El juicio que rechaza y condena combate aqu la interpretacin analtica; suplanta a la represin. Pues la represin puede se; considerada como intermedia entre el reflejo de defensa y la condena>/8

    74 S. Freud, Manuscrito H, en El origen del psicoa11lisis, en op. cit. tomo IX, pg. 351 O. 75 S. Freud, las psico11e11rosis de defensa, en op. cit. tomo 1, pg. 169. 76 S. Freud, Lt1 i11terpretaci11 de los sue1los, en op. cit. tomo 11, pg. 549. 1: 78 S. Freud, El cl1iste y m relacin con lo inco11scie11te, en op. cit. torno lll, pg. 1119.

    -~ 1 i

  • I FN~ERRADOSAFUERA _::..:L:::.:..: __ _ _____ _

    A caballo entre la represin y la preclusin, el juicio se introduc; poco a poco en el campo de la represin como suplencia. Es la ineptitud de la represin lo que hace necesaria la suplencia por medio del juicio. Qu es lo que produce esta ineptitud? En 1909, en el Anlisis de la fobia de un nio, Freud no ~lo evoca en e1 eplogo la amnesia ligada al anlisis. Aade que el psicoanlisis no anula el resultado de la represin: las pulsiones y ~us tiempos reprimidos permanecern reprimidos. Pero el anlisis obtiene sus xitos por otro medio: reemplaza la represin, que es un proceso automtico y excesivo, por un dominio atemperado y apropiado de las pulsiones, ejercido con ayuda de las ms altas instancias psquicas; en una palabra, reemplaza la represin por un juicio condenatorio (Verurteilung) 79 La Verurteilung viene aqu a suplantar a la represin, a la que el psicoanlisis ha vuelto en cierto sentido inapta. Pero al mismo tiempo esta suplencia: evoca la preclusin; cuando la condena no funciona, sobreviene la represin; sta precede a la condena q.ue puede reemplazarla cuando constituye una solucin por defecto. Esta alternancia entre represin y juicio condenatorio, o bien entre preclusin y juicio condenatorio, recuerda esa identidad de relacin de la que ya he hablado antes entre Verdriingung y Verneinung, que es su forma invertida (confesin de que hay inconsciente) por una parte, Y entre Verwerfung y Verurteilung por otra parte, y la Verurteilung se articula plenamente en el nivel inconsciente como equivalente intelectual de la preclusin, sin smbolo de negacin. El juicio que condena y rechaza, por esta condena misma, reconoce lo que es imposible reconocer: lo rechazado. Y en cierto modo es la confesin de su existencia.

    En el progreso de la particin entre represin y preclusin, el trmino Urteil se precisa antes de volverse intil, una vez operada dicha particin. El Verwerfungsurteil (juicio que rechaza y condena) que es ---------- - --- - - - ----- - .

    79 S. Freud, Anlisis de la fobia de un nio de cinco aos, en op. cit. tomo !V, pg. 1438. 80 J. Lacan, seminario L'Ethique de la psychanalyse, diciembre de 1959, pg. 80.

    1

    J

    una prolongacin de los juicios de existencia ( Verneinung) y de atribucin (Bejahung), hace evolucionar el trmino de Verwerjimg al mismo tiempo que colabora en la fabricacin del concepto de Verdriingung. Un juicio que rechaza no deja de evocar la paradoja gramatical de lo preclusivo. Para que rechace, le es necesario reconocer la existencia de aquello que rechaza, y por lo tanto contradecir ese rechazo.

    Acto del sujeto, el juicio que sucede a la represin y la reemplaza como su sustituto intelectual, se diferencia a la vez de la represin y de la preclusin cuya separacin opera: Verneinung de un lado, Verurteilung de otro. El juicio interviene entonces cuando la represin desfallece, pero interviene igualmente como huella nfima, consciente, incluso a espaldas del sujeto, de una preclusin previa. Lejos de sobrevenir en todo momento, como lO hacen !os retornos de lo reprimido o de lo precluido, el juicio es una reapropiacin no renovable por el sujeto: Puede, por ltimo reconocerse totalmente justificada su reprobacin [la del deseo], pero sustituyendo el mecanismo -automtico y por tanto insuficiente- deia represin, por ur'\a condena ejecutada con ayuda de las ms altas funciones espirituales humanas, esto es, conseguir su dominio consciente81 Ms lejos, Freud responde de las ambiciones ticas del psicoanlisis declarando que ste entra como un ventajoso sustitutivo de la fracasada represin 82 Aqu el juicio se convierte en correccin de deseos inconscientes liberados por el psicoanlisis; la represin es reemplazada por una especie de crtica o de condena. La nocin de correccin .;! principio de la cura separa represin y preclusin, articulando la represin con un juicio que deriva de la condena preclusiva: El psicoanlisis [ ... ] da al proceso que ha sometido a uno de los grupos a tal destino [aislamiento e inconsciencia] el nombre de represin y reconoce en l algo anlogo a la condenacin por un juicio en el terreno lgico ( Urteilsver-

    81 S. Freud, Psicoanlisis, cinco conferencias. Seg11nd11 confae11(i11, en op. cit. tu 1;1n V, p:g. 1545.

    82 Quinta conferencia, en op. cit., pg. 1562.

  • werfung) 83 Si un impulso dotado de una tendencia a transformarse en acto puede ser apartado, rechazado, condenado, se vuelve entonces impotente para realizarse y slo puede persistir en calidad de recuerdo84 Los textos precisan cada vez ms la articulacin entre el juicio y la represin: La represin es el estadio preliminar de la condenacin de una pulsin. Ms tarde, el rechazo por medio del juicio (condenacin) resulta ser un buen medio contra la mocin pulsional>>85 Qu pasa con esta mocin pulsional condenada y reducida al estado de recuerdo (y que por lo tanto so?revive en lo inconscie1ite)? Y qu le sucede al sujeto si la condena, extendida al conjunto de las pulsiones, se conv.ierte en condena moral del yo (Ich )86?

    Verwerfungy Verneinung

    Del Urteil, del juicio que compromete la decisin del sujeto, deriva la Verurteilung que define lo que condena y que Lacan coloca en una misma relacin con la Verwerfungque la que existe entre Verneinung y Verdriingung. Si la Verurteilung aparece durante todo un tiempo de la elaboracin freudiana como mediadora entre Verwerfung y Verdriingung, es porque est dividida por una parte entre Urteil y Verdriingung, y por otra entre Verwerfungsurteil y Verwerfung. Es as como entre las dos definiciones que da Freud en 1894 y 1918, la Verwerfung propiamente dicha slo es mencionada bajo la forma derivada del Verwerfungsurteil en el lmite entre la represin y el rechazo. Este juicio deviene progresivamente, en el tiempo de la elaboracin de la Verneinung, un proceso que no consiste ni en aceptar

    83 S. Freud, Concepto psicoanaltico de las perturbaciones psicgenas de la visin, en op. cit. tomo V, pg. 1632.

    84 S. Freud, LeL"ciones introductorias al psicoanlisis, Resistencia y represin, conferencia 19, op. cit., tomo VI, pg. 2301.

    85 S. Freud, La represin, 1915, op. cit., tomo V, pg. 2053. 86 S. Frcud, Duelo y melancolu, op. cit., tomo VI, pg. 2091.

    1 .. ................................. --------------~~~~~~~

    l

    1

    l

    .LA VERl'f}I_RFUNG COMO ELEMENTO DE CONTRASTE 157

    lo reprimido ni en negarlo, sino en tomar .conocimiento de ello, al menos bajo la forma de una condena moral. Ms tardo que la represin, es reapropiacin intelectual de lo reprimido por el sujeto; pero sin embargo es distinto de la Verneinung, que permite a lo reprimido acceder a la consciencia bajo una forma negativa.

    Si la Verneinung es una manera de tomar conocimiento de lo reprimido, de hecho ya una supresin de la represin pero cieitamente no una aceptacin de lo reprimido 87 , admite pensamientos repri-midos gracias al smbolo de la negacin; permite la admisin en el interior de una representacin que ya est all; hace saber lo que no se debe saber en el sentido de la represin. Por el contrario si la Verur-teilung, el juicio de condenacin, es el sustitlito intelectual de la represin, su no es un signo de marca de ste, un certificado de origen comparable al made in Germany; lo que es condenado, rechazado, negativizado en bloque, es en realidad el conjunto de los pensamientos alcanzados por el juicio; no es el proceso del pensamiento lo que es negado, es su contenido que es condenado. Su rechazo lo hace reconocer. Contrariamente al no lo haba pensado de la Vernei '"! ung que autoriza la entrada del pensamiento en la consciencia, se trata en la Verurteilung de un lo 'que he pensado, no es verdad; admite el pensamiento pero condena su contenido. Semejante juicio est ms cercano de la preclusin como sustituto intelectual, que la Verneinung que es ms bien el sustituto intelectual de la represin. La preclusin dice que eso jams ha sucedido, que jams ha sido admitido en el interior; no slo el pensamiento, sino igualmente el contenido del pensamiento. La Verurteilung, en cambio, reconocera lo que ha sido excluido por la Verwerfung no como una especie de levantamiento de la preclusin, sino como si esta no hubiera golpeado; huella nfima y paradjica de la preclusin, define a posteriori lo que hubiera debido ser condenado por l preclusin y lo hace conocer, mientras que lo que es alcanzado por la preclusin no puede ser conocido. Se ve

    87 S. Freud, Lu negucin, op. cit., tomo VII , pg. 2884.

  • comenzar, ms all de la inversin formal que pareca unirlas, la separacin entre preclusin y juicio.

    Verdriingung y Verleugnung

    La segunda definicin que Freud da en 1918 de la Verwerfung separa finalmente Verwerjimgy Verdriingung: La rechaz ( verwi1ft) [se trata de la castracin] y permaneci en el punto de vista del comercio por 'el ano. Al decir que la rechaz nos referimos a que no quiso saber nada de ella en el sentido de la represin. Tal actitud no supona juicio ( Ul-teil) alguno sobre su existencia sino que equivala a hacerla inexistente 88 Lacan traduce as: As no puede decirse que estableci propiamente un juicio sobre su existencia, sino que fue como si ella no hubiera existido jams89 No slo la definicin de la Verwerfung como si ella jams hubiera existido s~para definitivamente represin y preclusin, sino que tambin produce la diferenciacin del Urteil que ha permitido esta particin. Ya diferenciado como lo habamos visto de la represin, el juicio se diferencia ahora de la preclusin. En efecto, para condenar algo es necesario reconocer su existencia; por lo tanto es necesario que la Verwerfungno haya tocado jams la existencia en el pasado. La Verwe1fung es por lo tanto anterior al Urteil.

    Una vez producida esta particin, la que ahora se utiliza a propsito de la psicosis, es la Verleugnung, en la misma indiferenciacin con la Verwerfung como anteriormente con la represin: En algunos casos de psicosis alucinatoria, en los cuales debe ser desinentido el suceso que provoc la demencia, nos presentarn el tipo extremo de este apartamiento de la realidad9. La analoga entre el sue'lo y la psicosis ------- ------- -------------------------------

    88 89

    90

    S. Freud, Historia de una neurosis i11f11111i/, tomo VI, pg. 1987, op. cit. J. La can, Ecrits, pg. 387. Par lii on ne peut di re que fi1t proprement port un juge111e11t sur so11 existe11ce, mais il en fi1111ussi bien que si elle 11'av11it ja11111is exist. llay varias ediciones de Escritos en castdlano en Ediciones Siglo XXI. S. Freud, Los dos principios del ji111cicmamie1110 mental, en op. cit. tomo V, pg. 1638.

    ) ............... ----------------~~~~~~

    l

    1

    supone igualmente la nocin de renegacin de la realidad implicada por el estado de sueo. Pero el trmino de Verleugmingviene tambin a designar una foerza ~e la sublimacin; Leonardo da Yinci reniega de la imitacin, rechaza sus emociones infantiles, desmiente la desdicha de su vida amorosa y la supera en el arte91 Aplicaciones tan diversas muestran que la Verleugnung no es todava para Freud ms que un trmino de la lengua, como lo fue al comienzo el trm