Ensayo Antígona

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ensayo Antigona

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Literatura occidental

Horacio Rodrguez

Diciembre 2012

Antgona y la objecin de conciencia

Introduccin: Este trabajo tiene como objetivo responder a una pregunta que ha trascendido todas las pocas: Cul es el lmite, en que un ciudadano tiene derecho a rebelarse contra su propio estado? Es una pregunta pertinente en toda sociedad constituida y organizada polticamente. Esto ha hecho de Antgona una obra intemporal. Su rebelda ha impelido a muchas figuras de la historia de la humanidad, a realizar actos de rebelin ante el poder pblico, invocando motivos superiores a las leyes del hombre. Sfocles en el siglo V a. C. fue el primero en plantear esta contradiccin dialctica, introducindola como tema principal en la tragedia de Antgona. l nos quiere transmitir un mensaje poltico, una advertencia al poder. Las leyes de los hombres o de los dioses a travs de ellos tienen un lmite? Este derecho positivo debiera reconocer que hay un derecho natural, que es tambin el de los dioses. He aqu la gran contradiccin que llega, algo modificada, a partir de la Revolucin francesa hasta nuestros das. Veremos tambin, en una visin de George Steiner, cmo occidente lleg a establecer como paradigma la figura de Antgona. El dilema dialctico de lo pblico y lo privado, ya haba sido expuesto por Sfocles en una de sus obras tempranas, Ayax (o Ayante). Tambin recurriremos ella para reforzar nuestros argumentos.Iniciaremos el trabajo haciendo un breve resumen de ambas obras, para una mejor comprensin de los contextos. Luego, veremos diferentes enfoques atingentes al tema, dando respuesta a la pregunta planteada. Mediante textos crticos y otros textos de apoyo, destacaremos los contrastes y semejanzas con la tesis planteada.Breve resumen de las obras

Antgona

Se inicia la tragedia, cuando ha terminado la guerra en que los dos hijos de Edipo, han combatido en diferentes bandos. Polinices, que ha conducido el ejrcito de los argivos contra Tebas y Eteocles, que la ha defendido. Ambos se han dado muerte. Antgona pide a su hermana Ismena, tambin hijas de Edipo, que la ayude a enterrar a su hermano Polinices, contraviniendo el mandato de Creonte, gobernante de Tebas, quien ha ordenado que por la traicin, su cadver quede insepulto, condenado aser pasto de animales carroeros.Creonte, anuncia su primer edicto pidiendo la confianza de los nobles y ancianos tebanos. Es entonces, cuando el monarca decreta que prohbe que se cumpla con el sagrado deber de enterrar a Polinices, el traidor. A Eteocles, en cambio, se le debe rendir homenaje como defensor de la ciudad. El coro es consciente de la gravedad de esa ley, de lo que considera como un atentado contra las leyes religiosas, y que Creonte no respeta una elemental norma de humanidad. Pero, al fin y al cabo, estn sujetos tambin a esa orden y estn convencidos que nadie sacrificara su propia vida por contravenir el edicto. Pero, estn equivocados. Uno de los soldados encargados de vigilar el cadver de Polinices llega para anunciar que alguien ha contravenido la ley y ha realizado ritos funerarios en su honor.

Ms tarde, los guardias traen detenida a Antgona porque ha sido ella la que ha violado esas leyes, siendo fiel al deber sagrado hacia los muertos. Ella se siente orgullosa de haber llevado a cabo el entierro, dice que lo ha hecho velando por el cumplimiento de las leyes no escritas. Tras enviarla a prisin, Creonte es incapaz de percibir las consecuencias de su accionar. La entrada de Antgona, camino a su mortal destino, nos la muestra cambiada: ha perdido su altivez y la seguridad inicial. Increpada por Creonte y abandonada por todos, incluso por el Coro, su monlogo de despedida no es un canto de triunfo, sino de tristeza, nostalgia y desolacin. Un canto de abandono frente a un deber con el que ha cargado en soledad y que no emprende ya con la altivez del triunfo.

La llegada del anciano Tiresias anunciando negros presagios llena a Creonte de inquietud. En un principio se niega a aceptar su error, pero luego su seguridad se desmorona. Creonte intenta evitar que se cumpla la condena de Antgona pero cuando llega adonde sta se encontraba, se haba quitado la vida ahorcndose. Sujeto a su cintura estaba su hijo Hemn, enamorado de Antgona, tambin muerto por su propia espada. Al volver al palacio con su hijo en brazos, Creonte encuentra que su esposa Eurdice decidi quitarse la vida al no soportar la muerte de su hijo. La tragedia finalmente termina con las lamentaciones del tirano Creonte.Ayax o AyanteEn esta tragedia, Ayax es uno de los guerreros aqueos ms poderosos, a excepcin de Aquiles. Cuando muere Aquiles, los griegos le dan las armas a Odiseo. Ayax traicionado, decide vengarse atacando a los griegos. Pero la diosa Atenea le ha trastornado el juicio y Ayax ve un ganado y cree que son griegos y da muerte a muchas reses. En una escena Atenea conversa con Odiseo, siendo la nica vez que en una obra de Sfocles (de las que se conservan) que uno de los grandes dioses del Olimpo aparece con un mortal.Atenea, con absoluta inmoralidad manifiesta favoritismo por Odiseo y un odio feroz contra Ayax. En un momento anuncia que los dioses castigan severamente la arrogancia de los mortales. Ayax soberbio cometi un acto de insolencia al afirmar que slo quien carece de vala personal necesita la ayuda de los dioses. Desdea del poder del Olimpo.Odiseo comprende que Ayax padece una desgracia humana y se compadece. En un momento Ayax cobra el conocimiento y al ver lo que haba hecho decide suicidarse, sin embargo, se arrepiente. Luego aparece Teucro, su hermanastro. Un mensajero expresa su temor de una desgracia, efectivamente Ayax se suicida. Tecmesa la esclava del hroe descubre el cadver. Luego aparece en escena su hermanastro Teucro. Menelao rehsa dar honras fnebres a Ayax, porque muri como enemigo de los griegos. Teucro junto con Odiseo logran ante Agamenn que sea sepultado honrosamente. En todas las escenas finales el cadver de Ayax est presente. La posesin del cadver en esa poca era un rito muy importante. La obra presenta la cualidad heroica de Ayax, que decide abandonar la vida para reconquistar su honor, pero tambin al hroe que se enfrenta a los dioses con su soberbia. Desarrollo

Sfocles con la tragedia Antgona cre un arquetipo de Antgona, Su voz se sigue oyendo con gran repercusin hasta nuestros das, es la puesta en tela de juicio, de si las leyes de los hombres, por muy legitimados que estn, tienen lmites que no pueden traspasar, como lo hizo Cren. Si el derecho positivo tiene lmites o no. Si las leyes de los hombres deben reconocer que, en todo caso, hay un derecho natural, el de los dioses, que a los hombres, a pesar de toda su legitimidad y poder, no les es lcito desafiar ni contradecir. Es decir, que la ley natural de la vida debe ser siempre respetada. La ley natural es un imperativo moral y la ley positiva rige el mbito de lo jurdico.El anlisis de la obra puede ser visto desde diferentes aspectos, lo podemos ver desde la filosofa, el derecho, la literatura, la poesa, la antropologa, la psicologa, en fin desde muchas expresiones humanas. Cundo y por qu occidente mir con tanta atencin al helenismo? Steiner en el primer captulo de su obra Antigonas observa un hecho, entre fines del siglo XVII y los inicios del XX los filsofos e intelectuales europeos sustentaban la difundida opinin que Antgona de Sfocles era una obra cercana a la perfeccin. La Atenas del siglo V le haba concedido preeminencia al hombre y le haba dado la expresin. Atenas estara presente en la obra de los grandes intelectuales de la poca. Kant, Shelley, Nietzsche reciben su influjo del helenismo, La obra de Marx y Freud son meditaciones sobre Atenas y construyen sus fundamentos filosficos y psicolgicos basados en esta civilizacin. Es por eso que los sistemas filosficos a partir de la Revolucin francesa son sistemas trgicos, dice Steiner. La imaginacin idealista y romntica de la poca elev a Sfocles a la supremaca entre todos los trgicos griegos. Tomaremos la magnfica obra de Steiner para responder a la pregunta A qu se deba esta predileccin por Antgona? No hay una respuesta clara, un primer antecedente surge con la obra de 1788, Le voyage du jeune Anarchisis del abate Jean-Jacques Barthelemy en que el hroe es llevado a ver la tragedia Antgona, quedando deslumbrado y emocionado hasta las lgrimas. Un segundo hecho decisivo y que varios autores lo sealan como un hito en el desarrollo del pensamiento occidental, es el encuentro de Hegel, Hlderlin y Shelling en el seminario teolgico de Turinga en el que estudiaban estos grandes pensadores. Hegel en un intento de traducir el Edipo de Colono se encontr con la grandeza de Antgona. Este influjo lo comparti con sus compaeros. La tercera causa del influjo de ntgona en occidente tendra que ver con la historia del teatro. Las representaciones de las tragedias griegas por toda Europa fue un factor importante. En esto son decisivas las representaciones de la tragedia que realiz Goethe con msica de Mendelssohn.Otro factor que tambin pudo haber influido, es que despus de la Revolucin francesa la mujer tuvo una mayor presencia cvica, rol que el rgimen anterior le haba negado. La proclamacin de los derechos del hombre es un paso histrico en el reconocimiento universal de los derechos cvicos, tanto para hombres como para mujeres. Lo explcito en la tragedia de la contradiccin entre lo privado y lo pblico, es un elemento clave para entender la atencin del mundo intelectual en Antgona. Por ltimo Steiner encuentra una cuarta causa: El tema del entierro de personas vivas atrae la imaginacin del mundo europeo, es un tema frecuente en el teatro.Hegel fue uno de los primeros filsofos que reflexion sobre Antgona. Su anlisis se mueve en tres niveles, que son parte de su filosofa, estos son: el metafsico, el lgico y el psicolgico. La esencia del mtodo y el pensamiento de Hegel era la polmica consigo mismo, facultad muy particular del filsofo, y su instrumento era la dialctica. En su reflexin, Hegel plantea que las fuerzas que estaban en pacfica calma yunidad tienen en s mismas todalegitimidad,pero cuando acceden efectivamente ala vida, como talantes definidos de una individualidad humana, conducen ala culpa ya la injusticia mediante su particularidad definida ysu oposicin aotros. En lo autnticamente trgico tiene que haber por ambas partes, segn Hegel, fuerzas morales justificadas que entran en colisin. De modo que un derecho se levanta contra otro derecho, no como si solamente uno fuera justo, pero el otro injusto, porque ambos son ala vez justos yopuestos, yuno se estrella contra otro; los dos pierden, yas tambin ambos se justifican mutuamenteAnte esta aseveracin de Hegel hay que decir que una de esas fuerzas, la que sostiene Creonte, no seatotalmentelegtima; yaunque la ley civil sea necesaria en el mbito tico, tambin es cierto que se halla en un rango inferior al de la ley natural de la familia, por la que se mueve Antgona. Sfocles traza magistralmente un combate de ideas entre las leyes divinas, que son santas einviolables, ylas leyes civiles, que son tiles yoportunas. Las primeras son obedecidas por Antgona, quien paga con la propia vida su fe. Las segundas son establecidas por hombres que, como Creonte, las imponen autoritariamente, aunque lleven la ruina moral a su propia casa.

En resumen, Hegel ysu escuela pensaban que la tragedia pretende oponer el derecho de la ciudad al derecho de la familia. De esta suerte, Creonte yAntgona llevaran razn en parte; yen parte se equivocaran, al no ver que ambos derechos se complementan ypueden ser conciliados en un nivel superior. El edicto de Creonte es un castigo poltico; para Antgona es un crimen ontolgico.Una situacin similar se produce en Ayax, el estado asume la autoridad de los muertos y glorifica al difunto o lo castiga, la traicin de Ayax es castigada por Menelao a la insepultura, el peor castigo que puede tener un hombre. Al igual que en Antgona, su hermanastro Teucro asume la responsabilidad de darle una sepultura digna, es decir el muerto regresa a la familia. Lo logra por medio de Agamenn y es sepultado dignamente. Uno de los crticos a la reflexin de Hegel es Goethe, l no est de acuerdo que Creonte encarne el deber de ejercer la moral y la virtud pblica. Cmo puede alguien creer en semejante interpretacin? El motivo que mueve a Creonte es el odio que siente por el hombre muerto. Lesky, en su anlisis de la tragedia cita a Goethe en relacin a lo trgico: Todo lo trgico se basa en el contraste que no permite salida alguna. Tan pronto como la salida aparece o se hace posible, lo trgico se esfuma El anlisis que hace de la obra G. Murray tiene otra ptica. En Antgona dice que prima lo indefinido del motivo o principio de la accin de la protagonista. Porque: la causa de su culpable hermano era justa; porque la muerte borra todas las ofensas; porque no est en su naturaleza unirse a los que odian, sino antes al contrario, se haya dispuesta a unirse a los que ama (v.523); porque un cadver insepulto ofende a los dioses; porque su propio corazn se halla, en realidad, con el muerto y desea alcanzar igual suerte (p 275) Sin duda este un anlisis ms cercano a lo literario que a lo filosfico.Aristteles en La Potica dice que la tragedia est compuesta por seis partes, una de ellas es el pensamiento, al respecto seala: En el tercer trmino [de la tragedia] aparece el elemento del pensamiento, esto es, el poder de expresar lo que debe decirse, o lo que es adecuado para la ocasin. Esto es lo que en los discursos de la tragedia cae dentro del arte de la poltica y la retrica (p. 39). Obviamente, el mensaje que Sfocles, a travs de Antgona, nos quiere transmitir, es un mensaje poltico, una advertencia al poder, que es el autor de toda ley positiva Pueden los hombres legislar sobre todo y cules son los lmites de la legitimidad del Poder? Creonte, el rey, que en su soberbia se atreve a retar a los cielos al querer extender su dominio sobre los cadveres y Antgona le increpa: Recuerda que slo los dioses tienen mandato sobre los muertos. Luego seala a Cren: No pensaba que tus decretos tuvieran tanto poder como para que un mortal pudiera trasgredir las leyes no escritas e inquebrantables de los dioses. Este testimonio le costar la vida a Antgona, pero, a la larga, Cren, el Poder, acabar por pagar su propia temeridad, su desafo a los dioses. Y es que hay valores inherentes al ser humano que al poder nunca le es lcito allanar, confundir o tergiversar. La ley positiva es aquella derivada por las leyes o del orden jurdico. Mientras que la ley natural es inmutable y eterna, la ley positiva es contingente y diversa, pues las leyes del hombre cambian segn el lugar y la poca.La ley natural se puede entender de dos maneras, como una ley que es fcilmente captada por la razn de los individuos y como una ley dada por la divinidad. La ley natural es inmutable y eterna, es parte del ser. La ley natural est en el orden de la moral.Coincidiendo con la poca en que occidente pona sus ojos en el helenismo y en la figura de Antgona, la revolucin francesa de 1789 marc un hito en relacin a los derechos del ser humano. All se consagr el derecho a rechazar el cumplimiento de las normas jurdicas (derecho positivo) cuando se considera que ests son contrarias a creencias ticas o religiosas de una persona, cuando considera que es una agresin grave a la propia conciencia. Es lo que se llama Objecin de conciencia Este acto de rebelda puede llegar a resultados dramticos como se ha visto a la largo de la historia. De hecho existen otras figuras jurdicas ms dramticas como la desobediencia civil o la resistencia a la opresin. Desde los orgenes del llamado Estado de Derecho se ha entendido que el respeto a la conciencia es uno de los lmites ms importantes del poder, ya que la dignidad y la libertad humana se encuentran por encima del propio Estado.La democracia occidental tiene su origen en la experiencia del mundo griego, somos sus herederos. El decreto de Creonte y las normas invocadas por Antgona son incompatibles entre s y ambas son vlidas, tal como lo sealaba Hegel. El edicto de Creonte, que invoca a Zeus como garante de la seguridad de la polis, en principio es ambiguo, por un lado castiga a un traidor de la ciudad y por otra su castigo va en contra de de las obligaciones religiosas de la sepultacin digna. Su posicin es obtusa al ocuparse solamente de los imperativos de orden y seguridad de la ciudad. Al ignorar las obligaciones religiosas que son inherentes a la piedad familiar, l sobrepasa los lmites del poder de un legislador humano. Dice el gobernante contestando a su hijo Hemn: No se considera que la ciudad es de quien la gobierna? Ignora los principios de la misma democracia Ateniense que supona un poder comn, equitativamente repartido entre los miembros de la ciudad. Adems rechaza tener en cuenta la opinin pblica. Es decir ejerce una tirana. Es por esto que sus normas contradicen las exigencias de la justica y son impuestas a la los ciudadanos. La figura del gobernante es crucial en la conduccin del estado. El ejercicio de su cargo debe estar controlado por instituciones democrtico, hemos visto en la historia muchos casos en que derivan en regmenes dictatoriales o autoritarios. La posicin de Antgona puede ser vista como un ejemplo de resistencia a la autoridad poltica, de desobediencia civil o de objecin de conciencia. Ella acta con espritu de sacrificio, pensando en un bien superior y no una ventaja personal. Adems no acta en secreto, lo hace pblicamente. Porque que quiere hacer testigos a su comunidad y dejar testimonio de su opcin, es decir acta polticamente para dar legitimidad a su acto. Ella pone en cuestin los principios de la civilizacin y del orden poltico. Sin embargo no es una desobediencia civil como tal, en este sentido ella no pretende hacer de lo suyo una accin colectiva. Es ms bien lo que llamaramos hoy una objecin de conciencia por que asume sola la responsabilidad del acto. Pero hay indicios psicolgicos que en ella se incuba un deseo de muerte, de ir a acompaar a sus padres al Hades. Saba que iba a morir, cmo no? An cuando t no lo hubieras hecho pregonar. Y si muero antes de tiempo, yo llamo ganancia As no me supone pesar alcanzar este destino (v 460)Un momento importante de tragedia es el dilogo entre Creonte y su hijo Hemn, es el dialogo ms poltico de la obra. La posicin de Hemn en el conflicto, ante la intransigencia de ambos protagonistas, es de que la decisin poltica debe depender de una pluralidad de actores, que d lugar a una confrontacin de puntos de vistas y de compromiso, es decir ejercer la democracia, a escuchar a la opinin pblica. Pero estas instancias de participacin no existen, es por esto que el conflicto no tiene solucin, sino que con el fin trgico. T gobernaras bien, en solitario, un pas desierto dice Hamn a su padre, y luego A ti no te corresponde cuidar de todo cuanto alguien dice, hace o puede censurar (v. 684). Luego lo insta a escuchar a los ciudadanos No mantengas en ti mismo slo un punto de vista: el de lo que t dices y nada ms es lo que est bien (v. 705)En un rgimen democrtico, en que los ciudadanos tienen una participacin real y existen las instituciones que controlen y equilibren los poderes, la objecin de conciencia y la desobediencia civil no son admisibles ms que con carcter excepcional. Hoy en da, la tragedia de Antgona nos llama a reflexionar sobre el valor de los espacios de discusin y protesta en la sociedad democrtica. En una situacin de opresin cuando un estado est dominado por una tirana o un rgimen desptico, el derecho a rebelin es un imperativo sagrado. Por el contrario, cuando se est bajo un rgimen democrtico se debe debatir cules son los lmites tolerables de las formas de resistencia civil. En nuestro pas hemos visto estos ltimos aos muchos tipos de protestas y desobediencia civil, el derecho de las minoras, la igualdad de gnero, la desigualdad en la distribucin del ingreso, las discriminaciones raciales, la lucha por una educacin de calidad y gratuita y otras expresiones que no se canalizan por las vas institucionales. En cada manifestacin hemos visto pequeas Antgonas desafiando al poder.La antinomia de la tragedia, nos invita a repensar nuestro rol en la sociedad democrtica y considerar, entre la expresin ciudadana, la protesta y el derecho a levantar la voz, ante las injusticas que se producen en el ejercicio del poder. BibliografaSOFOCLES. Obras completas, Ctedra, Biblioteca AVREA, Espaa, 2012.ARISTTELES. La Potica. Centro Editor de Cultura. Buenos Aires. 2009.STEINER, George. Antgonas. Editorial GEDISA, Madrid, 2009.MURRAY, Gilbert. El drama, en Historia de la literatura Clsica Griega

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BOBBIO, Norbeto. El futuro de la democracia, Mxico, F. de Cultura Econmica 2001.BOBBIO, Norbeto. Igualdad y libertad, Barcelona, Ed. Paids, 1993ECKERMANN, J. P. Conversaciones con Goethe. Barcelona, Ed. Oceano.FERRATER MORA, Jos. Diccionario de filosofa, Barcelona, Editorial Ariel, 1994DICCIONARIO FILOSFICO HERDER, Barcelona 1991. Versin digital.WWW.WIKIPEDIA.ORG1