Entrevista a ETA [2011-11-11]

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  • 8/3/2019 Entrevista a ETA [2011-11-11]

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    XIII. urtea | 4.633. zenbakia

    1,40 euro

    112011ko azaroaOSTIRALA

    www.gara.net

    Tres semanas despus de la his-trica declaracin de cese defi-nitivo de su actividad armada,

    GARA ha entrevistado en pro-fundidad y en exclusiva a dosportavoces de ETA. Afirman que

    tienen un gran sentimiento de

    responsabilidad por la deci-sin tomada, a la vez que con-vencimiento e ilusin sobre el

    nuevo tiempo abierto en EuskalHerria. Si bien la declaracinresponda a una de las peticio-

    nes de la Conferencia Interna-

    cional de Donostia, ETA conside-ra que tiene una dimensin es-tratgica y responde al ciclo que

    se ha abierto en el proceso de li-beracin.Los miembros de la organiza-

    cin vasca no rehuyen ningn

    tema; repasan el proceso de de-bate que les ha llevado a tomaresa decisin, que incluye una au-

    tocrtica, y expresan los senti-mientos que les genera la mis-ma. Responden a quienes consi-

    deran que es consecuencia de la

    derrota y aseguran que el relatodel conflicto habr que hacerloal encauzar la resolucin. Afir-

    man que el desarme est en laagenda y que, tambin en esteterreno, ETA est dispuesta a

    adoptar compromisos. >2-15

    Euskadi Ta Askatasuna nuncaser una amenaza para elproceso de resolucin polticaLa organizacin vasca recalca que

    el pueblo debe ser el protagonis-

    ta y la nica garanta del proceso.

    afirma que no ha habido reunin

    con el Gobierno, pero s conoci-

    miento mutuo, e incluye al PP.

    asume que la confrontacin ar-

    mada ha causado mucho sufri-

    miento, no somos insensibles.

    EDITORIALA >17

    Tender puenteshacia un consensoreparador

    ENTREVISTAAETA

    Mugarria jarri nahi duAmaiurrek Arabandiputatua lortuta

    Gasteizko Europa kiroldegia bete zuen atzo Amaiurrek, Arabanegindako ekitaldi nagusian. Madrilgo Kongresurako diputatua lortu

    nahi du herrialde horretan. Hala balitz, Arabako aurreneko diputatuabertzalea litzateke eta mugarria jarriko luke. Nabarmendu zuenez,Araba dagoeneko ez da gotorleku unionista. Horixe erakutsi zu-

    ten maiatzeko hauteskundeek, Bildu hirugarren indar aterata. >22

    Este fin de semana GARA publicar una encuesta sobre las elecciones del 20N

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    EG1GARA 2011 11 11 ostirala 11

    La declaracin de ETA tiene ca-

    rcter histrico. Despus de 50aos, cmo llega la organiza-cin a tomar esta decisin?La decisin est ligada al mo-

    mento histrico del proceso deliberacin. Y aunque se ha produ-

    cido ahora, el origen de la refle-xin se puede situar, por los me-

    nos, una dcada antes, cuandocomenzamos a considerar queen Euskal Herria haba condicio-

    nes para la materializacin delcambio. Sin embargo, visto desdeentonces, no ha sido un proceso

    estructurado y lineal. Podemosdecir que ha supuesto un proce-so de maduracin de una profun-da reflexin.

    En medio de esa reflexin apa-reca una pregunta: si hemosfrustrado el intento de asimila-

    cin y si hay condiciones para elcambio, qu debemos hacer pa-ra que esas condiciones sean fac-

    tores decisivos para efectuarlo?Asimismo, surgi una nuevarealidad. El potencial que mostrla experiencia de Lizarra-Garazi

    encendi todas las alarmas en elEstado, que decidi dar un saltocualitativo en su estrategia: dejar

    a la izquierda abertzale, a travsde la ilegalizacin, fuera del esce-nario poltico. Sin base social, sinreferente poltico-institucional,

    con las opciones de profundizaren la construccin nacional anu-ladas, el objetivo del Estado con-

    sista en reducir la iniciativa de laizquierda abertzale slo a luchaarmada, con la esperanza de que

    la represin policial la neutraliza-ra.

    Todo ello provoc un parn enel proceso de liberacin: el blo-

    queo. Y lo que era an ms perju-dicial, coloc en grave peligro lascondiciones creadas. La izquierda

    abertzale deba tomar la iniciati-

    va, para escapar de esa trampa ypara poner las bases del nuevo ci-

    clo poltico cuyo objetivo debaser materializar el cambio. Perono se poda hacer de cualquier

    forma. Haba que dotar de credi-bilidad al camino a recorrer, y era

    preciso dar un impulso decisivopara abrir el nuevo ciclo en toda

    su dimensin. Haba que cerrarun ciclo para abrir del todo elnuevo. Y eso incida de lleno en la

    lucha armada.

    Por tanto, adems de sobre elmomento histrico, haba quedebatir especficamente sobrela lucha armadaS, as es. Y no es un debate senci-

    llo. Pero la preocupacin princi-pal era la siguiente: si Euskal He-rria sigue oprimida y sus

    derechos conculcados, qu va-mos a hacer para destruir el mu-ro levantado por los estados? A

    nuestro entender, en estos 50aos, la lucha armada ha hechosu aportacin, una gran aporta-cin, para llegar al momento en

    el que estamos y para generar lascondiciones existentes. Pero hamostrado tambin seales de

    agotamiento para, de aqu enadelante, fortalecer el proceso ylograr mejores condiciones. En el

    momento en el que nos encon-tramos, lograr mayor adhesinhacia nuestro proyecto, acumu-lar fuerzas para confrontar con el

    Estado como pueblo y activar lamayora social que est a favordel cambio sern las claves para

    echar abajo ese muro. Por eso hatomado ETA esta decisin hist-rica. Para recoger la cosecha de

    estos aos de lucha y ponerla alservicio de esa estrategia.Sin embargo, las autoridades

    espaolas dicen que la decisines fruto de la derrota. Qu les

    contestaran?El discurso de la derrota es parte

    de la estrategia de los estados, fa-bricado con el objetivo de provo-car desnimo en la izquierda

    abertzale y neutralizar las opcio-nes que esa decisin abre en este

    momento poltico. Sin embargo,la realidad es otra bien distinta, yel nerviosismo resulta notorioentre quienes se encontraban c-modos con la situacin anterior.

    Como hemos sealado, los esta-dos prepararon la trampa paraacabar con la izquierda abertzale,

    pero hemos escapado y hemosllevado la confrontacin a unnuevo escenario, fuera de su con-

    trol.Adems, la izquierda abertzale

    no ha variado sus objetivos pol-ticos, no ha dejado de luchar. Alcontrario, se han incrementado

    el apoyo y las opciones para lo-grar esos objetivos, y tambin ha

    crecido la credibilidad del cami-no propuesto. El independentis-mo se ha estructurado firme-mente y se ha provisto de nuevos

    recursos. El reconocimiento deEuskal Herria y de su derecho adecidir es una reclamacin de lamayora de la sociedad vasca. La

    opresin estatal y su cerrada acti-tud estn cada vez ms erosiona-das en Euskal Herria. El conflicto

    est a la vista de todos, y la nece-sidad de su resolucin se encuen-tra en el centro del debate polti-

    co. Y Espaa y Francia saben quecada vez tendrn ms dificulta-des para soslayar esa situacin.Todava tenemos un buen trecho

    por delante hasta lograr la liber-tad, y no ser fcil, pero vamos aello. Con total determinacin.

    S que no es un registro habi-tual en ustedes, pero qu es lo

    que han sentido despus de to-mar esta decisin?

    No es fcil exponer lo que tene-mos dentro. Se acumulan mu-

    chos sentimientos. Una decisinde este calado te trae a la mentea todos los compaeros que per-

    tenecen o han pertenecido a es-ta organizacin. A los compae-

    ros que la lucha se ha llevadopara siempre. A quienes an es-

    tn presos. A los ciudadanos yciudadanas que en el conjuntode Euskal Herria han ayudado a

    ETA. A los miembros de la iz-quierda abertzale. Te trae al re-cuerdo los momentos duros de

    la lucha, sus momentos difci-les, el sufrimiento. Pero, tam-bin, los momentos hermososvividos con los compaeros. Las

    alegras que nos ha producido ylas tristezas que nos ha dado lalucha.

    Hay un gran sentimiento deresponsabilidad. Por esos com-paeros, por Euskal Herria, por

    la lucha de liberacin. Tambinexiste felicidad y orgullo, portodo lo que esta organizacin,en su pequeez, ha hecho hasta

    ahora. Hay convencimiento eilusin, por el nuevo escenarioque se le ha abierto al proceso

    de lucha. Y esperanza de ofrecerun futuro de libertad a nuestroshijos e hijas.

    Y, por qu negarlo, existe elsentimiento de haber perdidoalgo, el mismo sentimiento queha tenido mucha gente en Eus-

    kal Herria. Porque ETA no slosomos los miembros que lacomponemos. ETA, sobre todo,

    es del pueblo. El camino recorri-do hasta ahora ha marcado lavida de todos nosotros. Nos ha

    dado una forma de ser, unaidentidad. Se la ha dado a EuskalHerria. Y aun sabiendo que setrata de una decisin para dar

    impulso a la lucha de liberacin,

    El prximo presidente de

    Espaa debe actuar conresponsabilidad

    LA DECISIN

    Tenemos un gran

    sentimiento de

    responsabilidad. Por

    esos compaeros,

    por Euskal Herria,

    por la lucha de

    liberacin [] Hay

    convencimiento e

    ilusin, por el nuevo

    escenario que se haabierto. Y esperanza

    de ofrecer un futuro

    de libertad a

    nuestros hijos e

    hijas

    COMPROMISOS

    No slo hemos

    tenido relacin con

    la comunidad

    internacional, sino

    que hemos tomado

    compromisos ante

    ella

    ENTREVISTA A ETA

    La entrevista realizada por GARA a la organizacin que acaba de declarar el fin de su actividadarmada constituye una pieza periodstica de indudable inters, por lo que este diario ha decididoofrecer tambin la traduccin al castellano del original en euskara. El conjunto de la entrevistaofrece la posicin de ETA, que muestra un compromiso absoluto con el proceso de resolucin.

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    ETA-ri ELKARRIZKETA 2011 11 11 ostirala GARA12

    resulta difcil evitar ese nudo in-

    terno provocado por tanto sen-timiento acumulado.

    Cmo valoran las reacciones

    obtenidas por la declaracin?Se puede decir que, en la mayo-ra de los casos, han seguido el

    guin preestablecido. No obs-tante, hay que subrayar que to-dos han constatado la impor-

    tancia de la decisin histrica.Todos saben que se ha abiertoun nuevo ciclo, y han querido fi-jar la posicin respecto a ese

    nuevo periodo.Por otro lado, en general, ha

    recibido numerosas respuestas

    positivas en la sociedad vasca yentre los agentes vascos. La de-cisin ha fortalecido la reclama-

    cin de la solucin integral, y sedemanda pasos concretos a Ma-

    drid y Pars. Ambos gobiernosno han dado la talla. Cmo se

    puede plantear que no se debehacer nada cuando la sociedadvasca e importantes agentes in-

    ternacionales les estn interpe-lando directamente? El Gobier-no de Gasteiz tambin ha

    andado despistado, lejos de larealidad vasca. Est bien abriruna ronda de dilogo con los di-versos agentes, pero resulta bas-

    tante vergonzoso que una ini-ciativa emprendida conurgencia tenga como objetivo

    decir que no hay urgencia.En todo caso, ms importante

    que las reacciones actuales ser

    el comportamiento que cadaagente tome de cara al futuro, yno slo por parte de los gobier-nos de Francia y Espaa. En Eus-

    kal Herria algunos han puestocomo excusa la actividad arma-da de ETA. Eso se ha acabado. Y

    ahora qu? Qu har ELA? Quhar el PNV a favor de EuskalHerria? Qu se va a hacer para

    lograr el derecho a decidir?Qu van a hacer el PSOE, el PP yUPN ante las demandas de lamayora de la sociedad vasca?

    Se ha destacado la pruden-

    cia de Rajoy. Comparten estaapreciacin?Es verdad que esa reaccin rom-pe con el discurso negativo,agresivo y sin sentido de hasta

    ahora. Ante esta coyuntura his-trica, quien tiene muchas posi-bilidades de ser presidente de

    Espaa debe actuar con respon-

    sabilidad, y es de suponer que

    Rajoy lo ha entendido as.

    La declaracin es la respuestaque dan ustedes a la Conferen-

    cia Internacional, pero va msall, no?S. Aunque se sita en la hoja de

    ruta que dibuja la ConferenciaInternacional, la decisin tieneuna dimensin estratgica y res-

    ponde al ciclo que se ha abiertoen el proceso de liberacin.

    Sin embargo, la conferenciaha supuesto un hito. ETA hatenido relacin, de forma di-

    recta o indirecta, con los agen-tes internacionales?S. Tal y como sealamos en elcomunicado de finales de se-

    tiembre, llevamos mucho tiem-po trabajando por impulsar el

    proceso de solucin y, para ello,resultaba muy importante in-

    crementar la participacin de lacomunidad internacional. Poreso, no slo hemos tenido rela-

    cin, sino que hemos tomadocompromisos ante ella.

    Y con el Gobierno espaol?No se ha producido ningunareunin directa entre ETA y elGobierno de Espaa. Sin embar-

    go, podemos decir que, en losltimos meses, hemos tenidoun conocimiento mutuo y, que

    nosotros sepamos, el PP est alcorriente.

    Una de las aportaciones de laconferencia fue la de dirigirseal Gobierno francs. Cmo

    debera responder?Tendra que dar una respuestapositiva. Francia es parte delconflicto y debe tener una parti-

    cipacin directa en su resolu-cin. Adems, en Francia se es-tn alzando cada vez ms vocessolicitando pasos del Gobierno.

    No puede eludir por ms tiem-po su responsabilidad, como sifuera un mero problema espa-

    ol.

    Ha habido algn tipo de acuer-do, base pactada o algo similar?En primer lugar, hay que aclararque el proceso actual es diferen-te respecto a los que hemos co-

    nocido hasta ahora. Ante lacerrazn de los estados, la iz-quierda abertzale tom la deci-

    sin de iniciarlo desde su propia

    iniciativa, sin esperar a la volun-

    tad de los estados. Es por esoque ha dirigido su iniciativa ycompromisos hacia Euskal He-

    rria y la comunidad internacio-

    nal, para activar cada vez msfuerzas a favor de la resolucinjusta y democrtica del conflic-

    to, hasta lograr, poco a poco, res-quebrajar la estrategia estatal.Fue una decisin valiente y cre-

    emos que est siendo fructfera.Los estados mantienen su cerra-zn, pero cada vez con mayores

    dificultades, cada vez con mayordesgaste.

    Volviendo a su pregunta, noexiste un acuerdo concreto o re-

    solutivo para la superacin delconflicto, pero se est dibujandola secuencia de los pasos que de-

    be seguir la va de solucin,componiendo una especie de

    hoja de ruta. Los pasos que de-ben dar las diferentes partes es-

    tn fijados, y hay que avanzaren ellos.

    Las elecciones generales espa-olas estn a la vuelta de la es-

    quina y se da como seguro quehabr cambio de gobierno. Te-niendo en cuenta las posicio-nes tan duras que ha manteni-

    do el PP, qu consecuenciaspuede tener ese hecho?En nuestra opinin, cul es elpartido que gestiona el Gobier-

    no espaol no supone una va-riable decisiva. Adems, en com-paracin con la posicin del PP,

    no se puede decir que el Gobier-no del PSOE haya mostrado unaespecial voluntad para acome-ter la solucin democrtica del

    conflicto.Sea cual sea el color que tenga

    el Gobierno de Espaa a partir

    del 20 de noviembre, tendr so-bre la mesa el conflicto quemantiene con Euskal Herria.

    Tendr tambin el llamamientoconcreto hecho por la Conferen-cia Internacional y por la propiaETA. Y tambin las reivindica-

    ciones de amplios sectores de lasociedad vasca de que respetelos derechos de los presos polti-

    cos, de que termine con la estra-tegia de ilegalizacin y de quereconozca los derechos del pue-

    blo vasco. A nuestro juicio, msall de caer en especulaciones,la clave se encuentra en que ca-da vez ms ciudadanos y ciuda-

    danas se comprometan en tor-

    no a esas reivindicaciones y la

    presin aumente.

    ---------------

    UNA MIRADA AL PASADO

    Es una decisin muy importan-te. Se puede hablar de hito his-trico. Con una mirada retros-

    pectiva, cules han sido en lahistoria de ETA otros momen-tos decisivos como ste? Es de-

    cir, con qu otros momentoshistricos se puede compararel presente?En el transcurso poltico de estascinco largas dcadas ha habido

    muchas resoluciones importan-tes sujetas a las circunstancias decada momento. Sin embargo, son

    tres las decisiones ms impor-tantes que ETA ha tomado en su

    historia, que han marcado y mar-carn la historia reciente de Eus-

    kal Herria. La primera, en plenofranquismo, cuando se constitu-y ETA para hacer frente al Esta-

    do espaol y para liberar EuskalHerria. La segunda, cuando la re-forma espaola no atendi a las

    reclamaciones de Euskal Herria yse produjo la divisin entre lasfuerzas abertzales, con la deci-sin de ETA de continuar con la

    lucha armada. Y la tercera, stade ahora, con el anuncio de sufin.

    En todo caso, hay que dejar cla-ro que ETA no ha sido jams unmero grupo armado de naturale-

    za poltica, sino una organizacinpoltica que en un momento his-trico decidi practicar la luchaarmada.

    Sin embargo, el PNV dice queETA es un error desde su naci-miento o, al menos, que la deci-

    sin que se ha adoptado ahoradeba haberla tomado hace 30-35 aos. Afirma que se equivo-

    caron, tanto ETA como el con-junto de la izquierda abertzale,ante la reforma del franquis-

    mo.En Euskal Herria no hay muchosque vean un error en el naci-

    miento de ETA. Cmo estabaEuskal Herria? Qu ofreca elPNV ante esa situacin?.

    El surgimiento de ETA cambi

    de raz la situacin y dej conse-cuencias profundas a futuro. An-te la desesperanza que provoca-

    ba la asfixiante opresin, ampli

    la oferta de la lucha por la liber-

    tad, y, junto a ello, impuls la re-cuperacin poltica, social y cul-tural.

    Es cierto que hace 34 aos la

    posibilidad del fin de la lucha ar-mada estuvo sobre la mesa.Aquello fue en Xiberta, y la elec-

    cin del PNV lo malogr, cuandoacept el marco de particin im-puesto por Espaa y cuando pre-

    firi zambullirse en su gestin. Aconsecuencia de esa eleccin, elPNV logr mbitos de poder, a

    cambio de participar de lleno,junto con las fuerzas espaolas,en el intento de neutralizar al in-dependentismo. Cul es el ba-

    lance de esa eleccin en lo querespecta al futuro de Euskal He-rria? Siendo durante muchos

    aos la fuerza hegemnica y ges-tionando las principales institu-

    ciones, qu ha hecho el PNV pa-ra que el derecho a decidir del

    pueblo vasco sea reconocido?Cules son las opciones que elmarco vigente ofrece para la li-

    bertad de Euskal Herria? Ha sidola estrategia del PNV la que ha fa-llado. Y no lo dice slo ETA, sino

    cada vez sectores ms amplios dela sociedad vasca. Es por eso queel PNV utiliza un discurso tanagresivo contra la izquierda aber-

    tzale.La izquierda abertzale no pic

    en el anzuelo y, en la fase poste-

    rior de la reforma, se comprome-ti con la defensa de Euskal He-rria, a la vez que se involucraba

    totalmente en el trabajo de laconstruccin de la nacin vasca.En aquella poca, frente al entra-mado jurdico-poltico que bus-

    caba la desaparicin de EuskalHerria, ETA adopt una trascen-dente decisin: continuar con la

    lucha armada. Y mediante la lu-cha armada, entre otras cosas, seimpidi que el modelo de impo-

    sicin de la reforma se afianzaseen Euskal Herria. Mediante la lu-cha armada, entre otras cosas,Euskal Herria ha llegado a tener

    abiertas las puertas de la libertad.

    Dicen que son ellos quieneshan protagonizado la construc-cin nacional...Por suerte, ha habido mucha

    gente en la labor de construir lanacin vasca, entre ellos, tam-bin militantes del PNV. La cons-truccin nacional la ha hecho el

    pueblo: en la dinmica por el

    DESARME

    La cuestin de las armas est incluida en laagenda de la negociacin entre ETA y el Estado, y

    estamos dispuestos a hablar de ello y tambin a

    adoptar compromisos, en la lgica de la solucin

    de todas las consecuencias del conflicto

    EL RELATO

    Quienes quieren escribir ahora el relato deseandejar para siempre al pueblo vasco en la situacin

    de imposicin actual. Por eso quieren colocar a ETA

    como origen del problema, en contra de toda

    lgica. El conflicto no comenz con ETA

  • 8/3/2019 Entrevista a ETA [2011-11-11]

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    EG1GARA 2011 11 11 ostirala 13

    euskara, en la cultura, en la ense-anza, en defensa de la tierra, endefensa de los derechos de lostrabajadores...

    El auzolan ha suplido la falta

    de compromiso institucional. Yms an, el compromiso popularha tenido que hacer frente a losataques dirigidos desde las insti-tuciones gestionadas por el PNV.No hay ms que ver el dao queha hecho a los ciudadanos y ciu-dadanas el modelo neoliberalque ellos han sostenido. EuskalHerria ha seguido adelante gra-cias a la ciudadana y al movi-miento popular, y as ser tam-bin en el futuro.

    Sin embargo, la historia no es

    perfecta. Tiene la autocrticalugar respecto a lo hecho du-rante todos esos aos?

    Nosotros no hacemos una lectu-ra lineal de nuestra historia. Sa-bemos que hemos cometidoerrores, y que no hemos acertadosiempre. Nos esforzamos poraprender de esos errores y de co-rregirlos en la medida de lo posi-ble. Como organizacin revolu-cionaria, nos guiamos por unaautocrtica permanente, de laque tambin son consecuencialos cambios de estrategia o susadecuaciones.

    Con todo, la izquierda abertza-le cuenta con una caractersticaque le hace ms fiable respecto alresto de fuerzas: que siempre haantepuesto los intereses de Eus-

    kal Herria a cualquier otra cosa, yque ha actuado con valenta y ge-nerosidad en su defensa.

    Xiberta, Argel, Lizarra-Garaziy el ltimo proceso de negocia-

    cin pueden calificarse de fra-casos?De ninguna manera. Esos hitoshistricos no nos satisfacen deltodo, en la medida en que no hu-bo posibilidades de llevarlos atrmino, pero todos ellos han de-jado cosas positivas, todos elloshan dejado enseanzas.

    Quiz Xiberta sea el episodioms decepcionante. Fue la pri-mera ocasin para responder co-mo pueblo a la negacin de Eus-kal Herria, pero no fue posible.Supuso una ruptura profunda,una herida que tres largas dca-das despus no se ha cerrado.Una herida de la que tambin seha alimentado el conflicto. En Ar-

    gel, logramos sentar al Estado enla mesa de negociacin. Aquellosupuso el reconocimiento delconflicto y el reconocimientoconcreto de una organizacin

    que lucha por la libertad; dio cre-dibilidad al camino escogido. Li-zarra-Garazi cambi el escenariopoltico de raz y de forma per-manente. Si, con el objetivo deaislar a la izquierda abertzale, elPacto de Ajuria Enea ide esa di-visin entre violentos y dem-cratas, despus, en un lado se co-locaron los abertzales, lossectores de izquierdas y los de-mcratas que sostenan que laclave de la resolucin del conflic-to resida en el derecho a decidirdel pueblo vasco, y en el otro, lospartidarios de la Constitucin es-paola. Las condiciones que hoyen da citamos a menudo fueron

    sembradas con aquella semilla. Yen el ltimo proceso quedaronestablecidas las claves del mto-do y del contenido para la resolu-cin del conflicto.

    El proceso de liberacin es di-nmico y se construye gracias ala acumulacin de diferentes ex-periencias. Por eso, seguramentehaba que pasar por esas fasespara llegar al punto en el que nosencontramos. Se puede decir quehoy nos encontramos con el de-sarrollo de todo aquello, acumu-lando fuerzas y estructurando unnuevo proceso negociador. Con-tamos con toda aquella expe-riencia.

    Sin embargo, no se profundizsuficiente en las oportunidades

    surgidas. Por qu?Cada momento histrico necesi-tara una lectura especfica y, se-guramente, no habra una lectu-ra nica y perfecta. En estoscasos, cada parte tendra que pre-guntarse a s misma si hizo todolo que estaba en su mano.

    Ello no quiere decir que todastengan la misma responsabili-dad. La izquierda abertzale hainiciado cada proceso con la in-tencin de llevarlo hasta el final,con responsabilidad, con el obje-tivo de alcanzar una solucin jus-ta y democrtica. ETA ha cumpli-do todos los acuerdos y cuandolos procesos se han roto formal-mente ha seguido en la misma l-nea. El Estado espaol, en cam-bio, ha actuado con malicia. Nobuscaba la paz y la resolucin, si-

    no neutralizar la lucha de libera-cin. Ha buscado la ruptura delos procesos nada ms iniciarse,porque consideraba que sera laizquierda abertzale la que paga-

    ra las consecuencias. Tambinhay que citar la posicin del PNV.Ha estado mirando a los intere-ses partidistas, con miedo a la si-tuacin que se creara si un pro-ceso as saliese adelante. EnArgel, su posicin fue determi-nante en la ruptura, y en el lti-mo proceso se aline con el Esta-do. En Lizarra-Garazi, puso frenocuando vio la potencialidad conla que contaba el proceso parahacer el camino hacia la inde-pendencia.

    Adems de la posicin de cada

    parte, en todos los procesos la iz-

    quierda abertzale ha extrado

    una conclusin comn: que no

    ha profundizado suficientemen-te en la activacin popular. El

    pueblo debe ser el protagonista.

    Slo el pueblo puede garantizar

    el desarrollo del proceso.

    Y por qu va a ser en esta oca-sin diferente?No se puede saber cmo ser enesta ocasin. El final est sin es-cribir. La ciudadana vasca y, enespecial, los miembros de la iz-quierda abertzale deben tenerlomuy presente. Se puede tener latentacin de pensar que todo es-t atado. que se resolver no sesabe en qu mesa. No. La ciuda-dana debe construir el proceso y

    los miembros de la izquierdaabertzale tienen una gran res-ponsabilidad. Nadie nos dar na-da, lo tenemos que ganar noso-tros, con el trabajo y lucha diaria.

    La izquierda abertzale ha en-trado con determinacin. Ade-ms, la decisin de ETA fortaleceesa disposicin. Despus, el pro-ceso se puede alargar en el tiem-po, en funcin del comporta-miento de los estados y de lamadurez de las fuerzas polticas.Pero no hay otra alternativa queno sea el propio proceso. El pue-blo lo tiene que alimentar parallevarlo hasta el final.

    Resulta evidente que para llegara esta coyuntura histrica ha te-

    nido mucha influencia la refle-xin, el debate y las decisionesde la izquierda abertzale. La re-

    solucin Zutik Euskal Herriase aprob a comienzos de 2010.

    Visto desde hoy en da, qu va-loracin hace ETA de aquel pro-ceso?Quisiramos realizar un primerapunte. Muchas veces se relacio-

    na la actual situacin con aqueldebate. Tiene su importancia, enla medida en que se realiz unejercicio para el cambio de estra-tegia. Pero, en nuestra opinin,por decirlo de alguna manera, nonos encontramos en el segundoo tercer ao de la apuesta polti-ca, sino en el 52. Seguramentepodramos ir ms atrs. Estepunto de vista es fundamentalen la reflexin de la izquierdaabertzale, para recordar de dndevenimos y a dnde vamos.

    En todo caso, la izquierda aber-tzale acert de pleno en su refle-xin. Hizo una lectura adecuadadel momento histrico del pro-

    ceso de liberacin y de la estrate-gia de los estados. Estableci unaestrategia eficaz para superar elparn en el proceso de liberaciny entrar en la fase decisiva sobrelas condiciones gestadas poraos de lucha. Aunque la idonei-dad de esta estrategia habr quejuzgarla a largo plazo, en compa-racin con la situacin de haceun par de aos viendo dnde es-tbamos y dnde estamos, sutrayectoria ha demostrado ya,pese a todas sus deficiencias, lafertilidad del camino abierto y laviabilidad del proceso.

    En todo caso, en ese proceso es

    evidente que no hubo una sinto-na plena en la lectura sobre lafase poltica, o eso es, al menos,

    lo que ha trascendido...S, es verdad. Hubo diferentes lec-tura, y eso influy en el debate delos diferentes aspectos de la es-trategia: respecto al momento deabrir el proceso, a su caracteriza-cin o a la funcin de la propialucha armada. En otros casos,aun estando de acuerdo con laestrategia, las divergencias estu-vieron en sus concreciones. Yms all de las lecturas diferen-tes, hubo otros problemas, sobretodo sobre la forma de abrir y de-sarrollar el debate. Aunque fueuna discusin fructfera, dej he-ridas y dudas. ETA, atendiendo asu responsabilidad, ha hecho au-tocrtica, porque en ese momen-to no cumpli debidamente lafuncin que le corresponda ha-cia la izquierda abertzale.

    En esa situacin, el Estado es-paol realiz un gran esfuerzopor auspiciar la escisin en la iz-quierda abertzale. Pero no lo lo-gr, porque la izquierda abertzale

    ha demostrado una gran madu-rez y responsabilidad. Se dispu-sieron los medios para gestionarlas contradicciones y unificar cri-terios, aceptando siempre quepueden existir diferentes visio-nes y que ello es lcito. Hoy pode-mos decir con orgullo que existeuna fuerte cohesin interna en laizquierda abertzale, a diferenciade lo que pasa en otras muchasfuerzas.

    Diferentes responsables y repre-sentantes polticos han concedi-do gran trascendencia al rela-

    to del conflicto. Al parecer,debe quedar claro que el origen

    principal del problema es ETA.Qu es lo que dice ETA anteello?El relato del conflicto habr quehacerlo al encauzar la resolucindel propio conflicto. Nosotrosqueremos que sea el relato decuando Euskal Herria recuper lapaz y la libertad, para que sea lahistoria que alguna vez se estu-die sobre la constitucin del Esta-do Vasco. Y quisiramos que fue-ra un ejercicio colectivo, en elque cada cual escriba el apartadoque le corresponde.

    Sin embargo, quienes quierenescribir ahora el relato desean de-jar para siempre al pueblo vasco

    en la situacin de imposicin ac-tual. Por eso quieren colocar aETA como origen del problema,en contra de toda lgica. El con-flicto no comenz con el surgi-miento de ETA y no ha terminadocuando ETA ha anunciado el finalde su actividad armada, tal y co-mo demuestran, con suficienteclaridad, las reivindicaciones desolucin de la sociedad vasca.

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    MBITO DE NEGOCIACINETA-GOBIERNO

    Se muestran dispuestos a sen-tarse en una mesa para abordary dar una solucin a las conse-

    cuencias del conflicto. Uno delos temas principales es el delos presos. En opinin de ETA,

    de qu forma, en qu trmi-nos, hay que encararlo? Dnde

    PRESOS

    El proceso debe traer consigo la vuelta a casa detodos los presos y presas. Cualquier otra opcin

    slo puede plantearse desde propsitos de

    venganza. Alguien puede imaginarse la paz con

    las crceles de Espaa y Francia llenas?

  • 8/3/2019 Entrevista a ETA [2011-11-11]

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    ETA-ri ELKARRIZKETA 2011 11 11 ostirala GARA14

    se sitan los mnimos en estacuestin?En primer lugar, hay que darleuna respuesta en trminos pol-ticos y generales. Cuando habla-

    mos de cerrar un ciclo, la solu-cin debe ser colectiva. Ensegundo lugar, el proceso debetraer consigo la vuelta a casa detodos los presos y presas vascos.Cualquier otra opcin slo puedeplantearse desde propsitos devenganza o por intereses polti-cos particulares, pero no si sepretende construir una solucinfirme y duradera. Alguien pue-de imaginarse la paz con las cr-celes de Espaa y Francia llenasde presos polticos vascos? Otracosa, importante tambin, es c-mo se lleva a cabo eso. Es lo quehay que hablar y acordar en lamesa de dilogo.

    El tiempo tambin tiene su im-portancia. Debera resolversecuanto antes, tanto por el aspec-to poltico como por el humano.Eso dara al proceso una gran for-taleza y credibilidad.

    Y los exiliados? Puede habersituaciones muy dispares enese colectivo.Hay situaciones diferentes, s, yla salida a algunas de ellas no de-bera retrasarse mucho. El propioColectivo de Exiliados ya ha to-mado la iniciativa con anteriori-dad, a modo de iniciativa polti-ca. Por lo dems, tambin en estecaso sirve lo manifestado respec-

    to a los presos polticos. Todoslos exiliados vascos deben estaren casa.

    ETA pretende representar a to-dos ellos, o esos colectivos de-

    ben tener voz propia?Esos colectivos tienen voz propiay deben seguir tenindola, sinduda alguna. En la medida enque son agentes polticos, tienenderecho a participar en el proce-so. Para construir un escenariode paz y libertad, constituyenuno de los activos polticos prin-cipales de Euskal Herria, y cree-mos que les corresponde unafuncin importante a la hora deimpulsar y reforzar el proceso.

    En el mbito negociador, en lamedida en que deben superarselas consecuencias del conflictoen su globalidad, ETA asume lagestin de esos aspectos. No lohara si no contara con la autori-

    zacin de ambos colectivos. Ade-ms, de cara a la negociacin, ETAha adoptado un compromisoconcreto: no tomar ninguna de-cisin que afecte a los presos y

    exiliados vascos sin contar consu aprobacin.

    La cuestin de las vctimas cre-ar gran expectacin y, quiz,

    mucha polmica. Cul ser laposicin de ETA?En este tema existe una gran uti-lizacin poltica y manipulacin.La principal vctima del conflictoes Euskal Herria, un pueblo quehan pretendido hacer desapare-cer y que ha sido continuamenteagredido. Un pueblo que no hapodido construir su futuro desdela libertad. Las principales vcti-mas han sido las vascas y los vas-cos. No hay generacin que haya

    conocido la paz y la libertad.Quin mide el dao y el sufri-miento que ha provocado esa re-alidad? Se menciona el sufri-miento de estos ltimos 43 aos,pero quin pone el lmite? Tam-bin podramos retrotraernosms en el tiempo. Podramos ci-tar las matanzas sufridas por elpueblo vasco en el ltimo siglo.O es que la actual confrontacinarmada no prendi de los rescol-dos que dej el bombardeo deGernika?

    La confrontacin armada delas ltimas dcadas ha causadomucho sufrimiento, sin duda.Tambin las acciones de ETA. No

    somos insensibles.Hemos conocido el sufrimien-to en nuestras propias carnes. Sa-bemos lo que es perder compa-eros de lucha, qu es el dolor,qu supone no tener al lado a losseres queridos. Pero no podemosestar de acuerdo con esa lecturaque pretende hacer olvidar lasclaves del conflicto. No podemosestar de acuerdo con ese propsi-to de condenar la lucha por la li-bertad. No podemos estar deacuerdo con esa nica realidadque pretenden presentarnos, ytampoco con esa actitud fascistay la sed de venganza que se estalimentando en los ltimos aosen Espaa.

    ETA tiene un compromiso ab-soluto con el proceso de resolu-cin. Hay que solucionar definiti-vamente el conflicto, en suglobalidad, superando todas lasviolencias y abordando las races

    del mismo. se es el nico cami-no para construir un escenariode paz real y duradero y para ga-rantizar que el conflicto no pro-vocar ms sufrimiento.

    Junto a ello, hay que trabajar lamemoria histrica. Se habla mu-cho del reconocimiento del sufri-miento y de las vctimas. Es im-portante. Y hay mltiplesvctimas y sufrimientos genera-dos por la violencia de los esta-dos que siguen sin ser reconoci-dos: el terrorismo de estado, latortura, los asesinatos de mili-tantes de ETA, la violencia de lasfuerzas policiales... En la mayorade los casos, incluso se niega quehaya ocurrido.

    Euskal Herria est repleta defuerzas policiales. El procesodebe influir en esta situacin?

    El proceso debe conllevar la des-militarizacin de Euskal Herria,sin duda alguna. El final de laconfrontacin armada no podraentenderse si Euskal Herria per-manece llena de fuerzas arma-das. Porque cul sera su objeti-vo si no es la amenaza deconculcar la voluntad de la ciuda-dana vasca? Cul sera su fun-cin si no es la persecucin de laactividad poltica del indepen-dentismo? Si la solucin debe serdemocrtica, no debe estar bajola amenaza de fuerzas armadas.

    Adems, es un paso funda-mental tambin para cerrar lasheridas que ha dejado el conflic-

    to. Los distintos cuerpos arma-dos han causado mucho dolor eneste pueblo. Las pginas ms os-curas de ese relato que hemosmencionado las ha escrito laGuardia Civil. Supondra un pasode gran importancia para la con-ciencia colectiva de la ciudadanavasca.

    Estn dispuestos a hablar dedesarme? Han hablado de ello,

    por ejemplo, con la Comisinde Verificacin?La cuestin de las armas est in-cluida en la agenda de la negocia-cin entre ETA y el Estado, y esta-mos dispuestos a hablar de ello ytambin a adoptar compromi-sos, en la lgica de la solucin detodas las consecuencias del con-flicto.

    En cuanto a la segunda pre-gunta, no; no hemos tratado so-bre ello con la Comisin de Veri-

    ficacin. Seguramente podra ju-gar un papel, pero hay que ir pa-so a paso.

    Qu modelo negociador pre-

    vn? Dnde, cmo, quin, antequin...?Hay que configurar un modelonegociador fuerte y efectivo. Paraello, hay que emprender conver-saciones directas entre ETA y losestados espaol y francs, con ladinamizacin de algn agente in-ternacional que ayude al proceso.Creemos tambin fundamentalla participacin de observadoresinternacionales para hacer segui-miento del desarrollo de losacuerdos que se adopten y, portanto, como garanta del cumpli-miento de esos acuerdos.

    Respecto a la agenda negocia-dora, en nuestra opinin, hay

    tres temas principales: la vuelta acasa de todos los presos y exilia-dos polticos vascos, la inutiliza-cin de las armas de ETA y la des-militarizacin de Euskal Herria.En la mesa de negociacin hayque acordar las frmulas para de-sarrollar todo eso, y se puede pre-ver que ser necesaria la ayudade asesores.

    El modelo est bastante asen-tado segn la experiencia de an-teriores procesos. Y ETA est dis-puesta. Por lo tanto, el proceso dedilogo podra iniciarse maanamismo si los gobiernos dan unarespuesta positiva.

    Y si los estados no estn dis-puestos a dar ningn paso sig-

    nificativo?Puede que lo intenten, con laconviccin de que bloqueandoeste carril frenarn el proceso po-ltico. O que lo hagan porque,simplemente, no quieren ningu-na solucin. Observando anterio-res experiencias, no hay ningunarazn para confiar en la voluntadde los estados.

    Eso dificultara la situacin, enla medida en que el proceso re-quiere de la participacin de losestados. Cmo se le podra hacerfrente? Asumiendo el reto. Hayque actuar con paciencia, sin re-signarse, prosiguiendo con la lu-cha y el trabajo diario, agrupan-do nuevas fuerzas, dando mayoreficacia a las ya existentes... Elproceso no se va a desarrollar s-lo en la mesa negociadora. La rei-vindicacin y la presin popular

    tienen una funcin decisiva. Ade-ms, la decisin de ETA ha dadouna responsabilidad aadida atoda la ciudadana, y especial-mente a la base social de la iz-

    quierda abertzale. Son tiemposde compromiso. Y resulta funda-mental ser conscientes de ello.

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    SOLUCIN POLTICA

    Que el conflicto poltico requie-

    re una solucin poltica es unaconviccin extendida en Eus-kal Herria. Adems, cada vez

    son ms las voces que aboganpor una nueva estructura jur-dico-poltica. El derecho a deci-

    dir tambin es una referencia.Cmo observa ETA el desarro-llo del mbito de la resolucin

    poltica?La resolucin poltica debe res-ponder a las claves del conflictopara que en Euskal Herria se ins-tale una situacin democrtica.El primer paso es el proceso dedilogo que debe desarrollarseentre los agentes polticos y so-ciales vascos. Evidentemente, es-te proceso tendr que llevarse acabo sin ningn tipo de violenciani de injerencia. El objetivo de lasnegociaciones debera ser unacuerdo democrtico en el que serecoja una formulacin pactadadel reconocimiento de EuskalHerria y del derecho a decidir. Deesa manera, todos los proyectos

    polticos seran materializables,incluida la independencia.El acuerdo democrtico debe-

    ra recibir el respaldo legitima-dor de la ciudadana vasca, enforma de ratificacin en una con-sulta popular. A partir de ah, de-bera abrirse un proceso de nego-ciacin entre los estados y unarepresentacin de los agentes po-lticos y sociales de Euskal Herria.No sobre el contenido del acuer-do, porque eso slo les corres-ponde a los agentes vascos, y alos ciudadanos y ciudadanas vas-cos; el objetivo de esas negocia-ciones sera la aplicacin de eseacuerdo democrtico.

    Detrs de estas opinionesexiste una voluntad de tutelajesobre la resolucin poltica? Setrata de una de las acusaciones

    que siempre se ha repetidocontra ETA.

    SUFRIMIENTO

    No ha habido generacin de vascos que hayaconocido la paz y la libertad. [] La confrontacin

    armada de las ltimas dcadas ha causado mucho

    sufrimiento, sin duda. Tambin las acciones de ETA.

    No somos insensibles

  • 8/3/2019 Entrevista a ETA [2011-11-11]

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    EG1GARA 20111 11 11 ostirala 15

    ETA nunca ser una amenaza pa-ra ese proceso, como ya ha que-dado bien claro. Nunca lo ha si-do. ETA tiene su opinin y hacesus reflexiones. Eso es lo que es-

    tamos haciendo. Pero ETA no es-tar sentada en la mesa de la ne-gociacin poltica. La querepresente en esa mesa a la iz-quierda abertzale en su conjuntoser la unidad popular, principalreferencia poltica de la izquier-da abertzale.

    Las fuerzas favorables a Espa-a y Francia deberan participarpor medio de los representantesque esos partidos tienen en Eus-kal Herria. Es necesario. Pero apartir de ah, el proceso no debesufrir ningn tipo de amenaza oinjerencia exterior. Ni de los es-tados ni de nadie. Debe ser unproceso caracterizado por la vo-

    luntad y el deseo de la ciudada-na vasca; basado en su palabra yen su decisin.

    Tambin en otras ocasioneshan manifestado que la volun-tad de la ciudadana constituye

    la base y la referencia. Creenque se ha avanzado lo suficien-te para que eso sea posible?Se ha avanzado en lo que con-cierne a la conciencia y la madu-rez poltica de la ciudadana vas-ca. Los ciudadanos y ciudadanasvascos quieren tomar la palabra,tanto en el proceso democrticocomo en el da a da de la vidapoltica y social.

    Por lo que respecta a las fuer-zas favorables a Espaa y Fran-cia, an no han hecho ese ejerci-cio democrtico. Si puedenimponer su proyecto por la fuer-za, no les importa la voluntadpopular. No hay ms que ver laarrogancia del Gobierno de Gas-teiz, aun consciente de que care-ce de legitimidad democrtica.De todas formas, no les ser fcildar la espalda a las demandas dela ciudadana.

    Tendrn las fuerzas polticasla suficiente madurez para ma-

    terializar un acuerdo polticoque responda a la raz del con-flicto?La sociedad vasca no aceptaraotra cosa. Desgraciadamente, enalgunos sectores an no se perci-be suficiente madurez. Temenperder la privilegiada posicinque les han otorgado la divisin

    de Euskal Herria y la imposicin.Por eso ven el proceso como unaamenaza, cuando debera seruna oportunidad para todos.

    Creemos que se equivocan,

    porque el pueblo vasco no aceptapor ms tiempo ofertas polticasbasadas en la imposicin. Tam-bin ellos estn haciendo esa re-flexin. Esos partidos saben que,en la situacin que se ha abiertoen Euskal Herria, tienen que re-considerar sus posiciones si noquieren alejarse demasiado de lasociedad vasca. Pero est por versi los resultados de esa reflexinles llevan a sumergirse en el pro-ceso democrtico. Por eso, la lla-ve la tiene la sociedad vasca. Elproceso se acelerar desde la exi-gencia y activacin popular.

    Surgen muchas dudas en torno

    a la forma de resolver la cues-tin de la territorialidad.Es una de las cuestiones clave delproceso. Espaa y Francia han le-vantado su primera trinchera enla divisin territorial. Y con unasituacin de imposicin de mu-chos aos, han cavado un pro-fundo agujero. Pero la resolucindel conflicto poltico debe abor-dar al conjunto de Euskal Herria.En los dilogos entre los agentespolticos y sociales vascos debebuscarse una formulacin con-creta para el reconocimiento dela realidad nacional de EuskalHerria; teniendo en cuenta la ac-tual realidad institucional, pero

    sin que la profundidad de eseagujero se convierta en un pro-blema insalvable.

    Es evidente que los ritmos se-rn diferentes. Ven opciones

    de que en Ipar Euskal Herria seproduzcan tambin cambiossignificativos?Est claro que la confrontacincon los dos estados ha tenidouna evolucin diferente y que lapercepcin de la sociedad y laevolucin del nacionalismo tam-poco ha sido la misma. Eso debetenerse en cuenta, y puede in-fluir en los ritmos y las formas.Pero en cuanto a los contenidos,siendo el conflicto poltico elmismo, las claves tambin sonparecidas: reconocimiento y de-recho de decisin. En Lapurdi,Baxe Nafarroa y Zuberoa existeuna importante conciencia sobreeso, y desde sectores muy am-

    plios se reivindica una institu-cin propia que recoja el recono-cimiento de Euskal Herria y quedote de los recursos necesariospara responder a sus necesida-

    des. El reto es estructurar todoello, con el objetivo de alcanzar elacuerdo democrtico. La evolu-cin de todo el proceso y la Con-ferencia Internacional puedensuponer un impulso.

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    PROYECTO POLTICO

    Cul podra ser la primera

    meta del proceso que se haabierto en Euskal Herria? His-tricamente la izquierda aber-

    tzale ha realizado propuestasconcretas de cara a un marcodemocrtico. Se puede llegar a

    ese nivel? A priori, este procesono lo garantiza, verdad?Adems de superar las conse-cuencias del conflicto, se necesi-ta el acuerdo democrtico queponga en vas de solucin el con-flicto poltico y que site el suelodemocrtico. Ese es el primer ob-jetivo del proceso: el reconoci-miento de Euskal Herria y del de-recho a decidir. Una vezinstalado ese jaln, cada fuerzapoltica tendr la opcin de pre-sentar su propuesta. Ser enton-ces cuando la izquierda abertzalehaga la suya. Como usted dice,no hay garanta de que vaya a sa-lir adelante. Eso depende del ni-

    vel de adhesin que sea capaz derecabar cada propuesta.

    Siempre se han marcado comoobjetivo un Estado Vasco inde-pendiente. Despus del paso

    histrico que acaban de dar,cmo puede ser el camino ha-cia ese estadio?Estamos recorriendo el caminohacia la independencia. Estamosestructurando el independentis-mo para que cuente con la refe-rencialidad y el protagonismoque debe tener en la vida polticade Euskal Herria. Hemos dadopasos importantes y hemos reci-bido el respaldo de muchos ciu-dadanos. Pero en este nuevo ci-clo que acabamos de abrir, laizquierda abertzale tiene queprepararse para recorrer el cami-no hasta el final. Con una pers-pectiva a largo plazo, para refor-zar las alianzas y recabar la

    adhesin de la mayora de la ciu-dadana. Y no slo eso: debemoscrear los mecanismos que nospermitan llegar a ser Estado; unEstado que est al servicio de la

    ciudadana y garantice la justiciasocial.La construccin nacional debe

    ser el cimiento fundamental dela estrategia independentista. Yeso exige dar un salto importan-te en la organizacin, fortalecerla principal referencia poltica dela izquierda abertzale, de carcterindependentista y socialista.Adems, a medida que el procesoavance, debern liberarse nuevasenergas para la estrategia inde-pendentista, como las que hastaahora han tenido otras funcio-nes relacionadas con el conflicto.La izquierda abertzale se encuen-tra ante un gran reto, tan difcil

    como hermoso.En lo que respecta a las fases,prevemos un proceso largo y es-calonado mientras se crean lascondiciones necesarias para darel salto a la independencia. Laprimera batalla principal estarcentrada en conseguir el recono-cimiento de Euskal Herria y delderecho de decisin. Posterior-mente, se puede prever la aper-tura de una fase de transicinentre el reconocimiento del dere-cho de autodeterminacin y suaplicacin. Para esa fase de tran-sicin, la izquierda abertzale de-ber hacer su propuesta tcticade cara a la consecucin de la

    unidad territorial y a hacerse connuevos recursos para profundi-zar en la construccin nacional.No se puede saber cunto se pro-longar esa fase; depender delas condiciones que seamos ca-paces de crear y del nivel de ad-hesin que recabe el proyecto in-dependentista.

    La crisis econmica ha puestoen solfa todo el modelo. La iz-

    quierda abertzale, adems delcambio poltico, asegura quetambin se necesita un cambiosocial. Este proceso puede

    aportar algo en ese mbito?Tiene que hacerlo, sin duda. Elproceso es integral y con muchasvariables; entre otras, la del mo-delo social y econmico. EuskalHerria necesita de mecanismospara responder a la situacin ac-tual, instrumentos que satisfa-gan las necesidades de la ciuda-

    dana vasca. Y eso est estrecha-mente vinculado con el recono-cimiento de Euskal Herria y delderecho a decidir. Incluso ms eneste momento en el que, desde el

    punto de vista econmico, la de-pendencia respecto a Espaa yFrancia se est convirtiendo enun lastre.

    Cuentan los estados con unaoferta poltica para los vascos?El espaol, concretamente, su-

    fre una profunda crisis. Qupuede conllevar esa situacin?Los estados no tienen oferta pol-tica para Euskal Herria. El mode-lo que nos imponen no satisfacelos deseos de la ciudadana vascay no tiene respuestas para las de-mandas del pueblo vasco.

    Ha citado la crisis del Estadoespaol, y es cierto. Adems de la

    econmica, vive una profundacrisis poltica e institucional. Elmodelo autonmico creado apartir de la reforma poltica setambalea. Y las disputas entre lospoderes del Estado son constan-tes. A eso habra que aadir esacultura poltica que se ha instala-do en Espaa por la que la dispu-ta entre los partidos se desarrollade forma agresiva y desmedida.El resultado es una inestabilidadestructural.

    Sin oferta poltica y con la cri-sis estructural que padece, Espa-a es consciente de su debilidadestratgica en lo referente al pro-ceso de Euskal Herria; de que en

    esa situacin, el proceso va msall de la resolucin democrticay que adopta una dimensin es-tratgica. En el proceso no sloest en juego el reconocimientode los derechos de Euskal Herria,sino los escenarios que puedanabrirse con los siguientes pasos.Es una confrontacin entre pro-yectos.

    Por esa razn, se puede preverque el Estado espaol, conscientede su debilidad estratgica, trata-r por todos los medios de entor-pecer y embarrar el proceso pol-tico. El Estado no ser uninterlocutor fiable; nunca lo hasido, pero menos ahora. Es po-sible que, a causa de ello, el pro-ceso se bloquee. Y habr queresponder con iniciativas unila-terales, con reivindicaciones so-beranistas unilaterales. Ahorams que nunca, el futuro es delpueblo.

    EL FUTURO ES DEL PUEBLO

    El Estado no ser un interlocutor fiable; nunca loha sido, pero menos ahora. Es posible que, a causa

    de ello, el proceso se bloquee. Y habr que

    responder con iniciativas unilaterales. Ahora ms

    que nunca, el futuro es del pueblo

    RESOLUCIN POLTICA

    ETA nunca ser una amenaza para ese proceso[] ETA no estar sentada en la mesa de la

    negociacin poltica. La que represente en esa

    mesa a la izquierda abertzale en su conjunto ser

    la unidad popular