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La actualización del Mapa geológico de Colombia ha estado en el tintero por más de siete años, tiempo en el que un pequeño grupo del Servicio Geológico de Co-lombia estuvo trabajando de forma continua para posibilitar su entrega, una labor nada desdeñable en un país como Colombia, con una geografía tan compleja, extensa y heterogénea.

[ Entrevista con Jorge Gómez Tapias ]

Este grupo, conformado por cuatro geólogos y liderado por Jorge Gómez Tapias, quien nos concedió esta entrevista, nos mostró orgulloso el trabajo realizado en tantos años y nos dio la primicia de esta actualización, que será entregada en noviembre a toda la comunidad geocientífica.

¿Qué tan desarrolladas están las ciencias de la tierra en nuestro país?

En Colombia, desde el año 2000 ha habido un gran avance en la ciencia de la tierra. Por un lado, ha aumentado el número de geólogos con tesis doctorales en el exterior, que ha permitido que se generen, de forma considerable, nuevos datos y nuevos conocimientos en esta área, y lo mejor de todo es que muchos de ellos se han quedado en Colombia.

Por otro lado, se ha dado un cambio importante en las institu-ciones públicas relacionadas con las geociencias, a raíz de lo cual actualmente disponemos de mayores recursos. En 1996, cuando inicié mi vida profesional como geólogo en el Servicio Geológico de Colombia, trabajábamos con muchas limitaciones, pues no había recursos, por ejemplo, para salir a campo. Ahora somos una institución de ciencia y tecnología que cuenta con re-cursos considerables para trabajar, y hemos avanzado notable-mente, tanto en el conocimiento geológico del país, como en el avance de la cartografía geológica. Además, tenemos patrocinio para asistir a congresos internacionales, o para invitar a exper-tos internacionales para que nos capaciten en Colombia. Por ejemplo, en noviembre vendrá, para una asesoría, el profesor Cees Passchier, experto en microtectónica y editor de la revista Journal of Structural Geology. Esto ha sido fundamental para el avance de las geociencias, porque nos permite aplicar las últi-mas técnicas en el desarrollo de las investigaciones y trabajos del Servicio Geológico de Colombia.

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Comparativamente con otros países suramericanos ¿qué tan desarrollado está el Servicio Geológico de Colombia, y cuál es su mayor debilidad?

Creo que nos estamos disputando el segundo lugar con Ar-gentina. Por supuesto, Brasil tiene el liderazgo en Suramérica, pero el servicio geológico de Argentina, Segemar, aunque tiene profesionales más capacitados, no tiene los mismos recursos. Nuestra necesidad es mejorar la formación del equipo de trabajo a nivel de maestría y doctorado para optimizar la calidad de los trabajos que estamos haciendo.

¿Cuáles son los aportes de la nueva versión del Mapa geológico de Colombia y qué retos ha implicado?

La versión anterior, antes de mi llegada, fue la de 1988, que estaba en papel y que básicamente era un dibujo.

Luego, el proyecto de hacer el Mapa geológico de Colombia en formato digital inició en el 2002, para después de cinco años te-ner la versión del 2007. Esa versión tuvo un cambio trascenden-tal en la producción de mapas procesados en computador con sistemas de información geográfica enlazada a bases de datos.

En 2007 pensamos que en dos años tendríamos la siguiente edición del Mapa geológico, pero nos demoramos siete años,

pues requirió evaluar todas las publicaciones de geología que se producen en Colombia y en el exterior, mapas, e informes internos para alimentar las bases de datos del Mapa geológico de Colombia.

En esta edición del Mapa geológico hemos interactuado de an-temano con muchos de los grupos de investigación activos y con los expertos más reconocidos en Colombia. Hemos tenido la oportunidad de discutir las diferentes posiciones, y en muchas se ha llegado a acuerdos para lograr un modelo coherente de evolución geológica de Colombia.

Esta nueva versión tiene diez aspectos nuevos con relación al mapa anterior de 2007:

1. Incorpora el nuevo sistema de coordenadas Magna1 esta-blecido por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, y com-patible con el sistema internacional wgs842.

2. Se usaron los colores de la Carta Cronoestratigráfica Inter-nacional del 2013, establecidos por la Comisión del Mapa Geológico del Mundo.

1 Marco Geocéntrico Nacional de Referencia-Sistema de Referencia Geocéntrico para las Américas.

2 World Geodetic System 1984.

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3. Se actualizó la información geológica con ciento veinte ma-pas nuevos producidos por el Servicio Geológico Colombia-no entre 2007 y 2014.

4. Se actualizaron los vectores de movimiento de GPS a 2013 del Esquema Tectónico del Norte de Suramérica y del Cari-be, que viene como un recuadro en el mapa.

5. Gracias a la oportunidad de estar vinculado a la Comisión del Mapa Geológico del Mundo, se realizó la armonización con los mapas geológicos de Brasil y Perú para lo cual se realizaron tres talleres en 2009, 2010 y 2011 en Tabatinga, Brasil, con colegas del Servicio Geológico de Brasil (CPRM) y el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico de Perú (IN-GEMMET).

6. A diferencia de la versión del 2007, que incluía las publi-caciones con dos años de rezago, esta versión incorpora la información de las publicaciones científicas de Colombia hasta septiembre de 2014.

7. Se mejoraron los trazos y cinemática de las fallas de Co-lombia con la información de subsuelo, especialmente del Atlas sísmico de Colombia. La cinemática explica el sentido de movimiento de una falla (normal, inversa, de rumbo, etc.)

8. Se hicieron mejoras al Mapa geológico de Colombia de 2007 gracias a la retroalimentación de las presentaciones en más de treinta congresos nacionales e internacionales.

9. Junto con este mapa se entregará el Catálogo de data-ciones radiométricas de Colombia en ArcGIS y en Google Earth; se trata de la compilación de información relativa a las edades radiométricas de Colombia, lo que constituye una herramienta de análisis sumamente importante.

10. Para distinguir los diferentes tipos de roca se crearon tra-mas, que anteriormente eran imágenes, con fuentes que hacen mucho más liviano el archivo digital, y con mejor salida gráfica, el Mapa geológico.

¿Cuál ha sido la mayor dificultad de esta nueva versión?

Han sido dos: la primera fue la de procesar el gran número de publicaciones, y la segunda fue la de construir un equipo sólido de trabajo, pues al iniciar este proyecto, en 2002, no se dio un relevo generacional de quienes tenían la experiencia, e inicia-mos profesionales junior que nos formamos durante el proceso de realización del Mapa geológico de Colombia.

Sin embargo, actualmente somos un proyecto continuo en el Servicio Geológico Colombiano, con una visión hacia el futuro de diez años, para producir versiones periódicas del mapa. Ahora somos cuatro personas de planta trabajando en este tema es-pecífico y, por ejemplo, hemos adquirido todo el conocimiento y la experiencia en sistemas de información geográfica. Este año, además de hacer entrega del Mapa geológico de Colombia a escala 1:1.000.000 y las veintiséis planchas del Atlas geoló-gico de Colombia a escala 1:500.000, y publicamos un libro

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con los estándares cartográficos para mapas geológicos en ArcGIS en escalas 1:10.000, 1:25.000, 1:100.000, 1:500.000 y 1:1.000.000.

¿Qué beneficios tiene para la ciencia de la tierra contar con un mapa geológico actualizado?

Son muchos. Por ejemplo, sirve a los inversionistas extranjeros para estudiar la presencia de recursos minerales o para estudiar el potencial de agua subterránea del país. El Mapa geológico de Colombia es la base de todos los demás trabajos de geología, porque también muestra las unidades geológicas, los volcanes y fallas, y además es una herramienta de análisis de futuras investigaciones científicas.

Colombia ha participado activamente en los últimos años en las comisiones geológicas internacionales. ¿Cuál es el papel de nuestro país en la compilación de los mapas geológicos de Suramérica y del mundo?

La función principal de la Comisión del Mapa Geológico del Mundo es la de producir versiones periódicas del Mapa geo-lógico mundial. La subcomisión para Suramérica es liderada

por tres personas: el vicepresidente, Carlos Schobbenhaus, de Brasil, el secretario general, que soy yo, y la secretaria general adjunta, Lêda Maria Fraga, también de Brasil.

Actualmente, compartimos el liderazgo con Brasil del Mapa geo-lógico de Suramérica a escala 1:5.000.000. Este mapa se com-pila principalmente en Colombia y Brasil, por lo cual este año se realizó un taller en Villa de Leyva donde asistieron veintiocho de los más reconocidos especialistas en geología de Suramérica, y nos hemos propuesto tenerlo listo en dos años, para la conme-moración de los cien años del Servicio Geológico de Colombia y para el XXXV Congreso Internacional de Geología, que se cele-brará en Suráfrica, durante la próxima Asamblea General de la Comisión del Mapa Geológico del Mundo.

Para cumplir con esta meta, el equipo de Colombia se va a en-cargar de hacer la compilación e integrar toda la información de la cordillera de Los Andes, y los colegas brasileros van a integrar toda la información de la plataforma suramericana. Con esto se logró vincular todos los servicios de Suramérica y crear un equipo de trabajo. Algunos de ellos nos entregarán sus mapas geológicos ya listos, y países como Bolivia y Perú avalarán sus respectivos mapas de acuerdo con la información que nosotros compilemos.

De izquierda a derecha: Fernando Alcarcel, María Fernanda Almanza, Jorge Gómez Tapias, Nohora Emma Montes y César Augusto Madrid, integrantes del grupo Mapa geológico de Colombia.

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En Colombia, nuestro propósito es dedicar el 2015 de forma casi exclusiva a la realización del Mapa geológico de Suramérica.

Para finalizar, tendremos un equipo de cinco geólogos senior que harán una revisión del mapa para garantizar su coherencia y grado de actualización.

¿En qué campos de la geología hay más opciones labo-rales para quienes están iniciando sus estudios en esta área?

Desde el 2005 se dio un gran boom minero y petrolero en el país, que incentivó a bachilleres a estudiar geología o geociencias. Por otro lado, el periódico Portafolio publicó hace algún tiem-po que la profesión mejor remunerada era la geología. Creo que esos dos hechos afectaron notablemente al Servicio Geológico Colombiano, porque varios de sus mejores profesionales fueron absorbidos por la industria privada, y en este momento estos dos sectores son los que más estimulan el estudio de esta ciencia.

¿Y cuánto podría durar ese boom en minería y petróleo?

Hace tres años pasó algo sorprendente en el Servicio Geológico Colombiano: no conseguíamos profesionales para trabajar, pues todos estaban vinculados a la industria privada. Recientemente este ya no es un problema, lo que me hace pensar que ese boom está empezando a pasar, pues la primera fase de explora-ción minera y petrolera que requiere de un gran número de geó-logos ha pasado, y ahora, que están en la fase de procesamiento de información, esos profesionales empiezan a ser liberados.

¿Por cuántas personas está integrado el equipo del Ser-vicio Geológico Colombiano?

Somos ciento treinta y seis geólogos, pero para la cantidad de funciones que existen, como el manejo de la amenaza sísmica, la amenaza volcánica, la cartografía geológica, y el tamaño del país, somos realmente pocos.

¿Qué retos considera que serán importantes en el futuro?

El Servicio Geológico Colombiano tiene un reto muy importante, y es utilizar las últimas técnicas desarrolladas en geología y apli-car todos los avances de tecnología. Es esencial que podamos contar con un laboratorio de geocronología e incorporar paleon-tólogos que mejoren las edades de las unidades geológicas en la cartografía. Sin embargo, vamos por buen camino, porque esperamos tener, para el próximo año, un laboratorio para hacer dataciones uranio-plomo, que cambiará la forma como hacemos cartografía.

¿Qué tan difíciles son los trabajos de campo en un país como Colombia?

Todos sabemos los problemas de seguridad que tiene el país, lo que hace que muchas zonas estén vedadas para nosotros. Por ejemplo, tuvimos la experiencia de trabajar en la plancha 45 San Pedro, en la depresión momposina, en los Montes de María, donde fue necesario el acompañamiento de escoltas militares y el uso de detectores de minas. Algunos colegas que trabajan en amenaza volcánica están supeditados a que los grupos ilegales los dejen o no los dejen entrar a estas zonas. Esto implica que antes de entrar a las zonas de mayor riesgo debamos hacer un trabajo de socialización y conversar con alcaldes y con las comunidades para pedir los respectivos permisos.

En muchas planchas a escala 1:100.000 indicamos las zonas donde no se pudo hacer trabajo de campo, y donde se debieron usar, en cambio, sensores remotos como fotografías aéreas e imágenes satelitales para mapear las unidades geológicas.

Por supuesto, esto incide en la calidad de los mapas. Por ejem-plo, el nivel de detalle en zonas como el Chocó, parte del Valle, el Cauca o el norte de Antioquia es deficiente, no porque los geólo-gos no hayan hecho bien su trabajo, sino porque la cantidad del territorio cubierto no fue lo suficientemente amplia para producir un buen mapa. •

Por Carolina HernándezCoordinadora editorial de la Facultad de Ciencias

de la Universidad de los Andesdc.hernandez@uniandes.edu.co