epistemología freudpdf.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    1/10

    Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10425466001

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y Portugal

    Sistema de Informacin Cientfica

    Campos Garca, Juan ElasEl desconocimiento del s mismo: presupuestos epistemolgicos nietzscheanos en el pensamiento freudiano

    Ciencia Ergo Sum, vol. 20, nm. 1, marzo-junio, 2013, pp. 71-79

    Universidad Autnoma del Estado de Mxico

    Toluca, Mxico

    Cmo citar? Nmero completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Ciencia Ergo Sum,

    ISSN (Versin impresa): 1405-0269

    [email protected]

    Universidad Autnoma del Estado de Mxico

    Mxico

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

    http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10425466001http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=10425466001http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=104&numero=25466http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10425466001http://www.redalyc.org/revista.oa?id=104http://www.redalyc.org/revista.oa?id=104http://www.redalyc.org/revista.oa?id=104http://www.redalyc.org/revista.oa?id=104http://www.redalyc.org/http://www.redalyc.org/revista.oa?id=104http://www.redalyc.org/revista.oa?id=104http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10425466001http://www.redalyc.org/revista.oa?id=104http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10425466001http://www.redalyc.org/fasciculo.oa?id=104&numero=25466http://www.redalyc.org/comocitar.oa?id=10425466001http://www.redalyc.org/
  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    2/10

    71CIENCIA ergo sum , Vo l . 20-1 , ma rz o - j un i o 2013 . U n i ve rs i d a d Au t no ma d e l Es ta d o d e M x i c o , To l uc a , M x i c o . Pp . 71-79 .

    Introduccin

    Durante la segunda mitad del siglo XIX, el pensamiento

    europeo era dominado por el positivismo que, bajo la idea

    de progreso, presentaba una reorganizacin de la sociedad a

    partir de la industrializacin y la tecnicacin; la naciente clase

    burguesa fomentaba la idea del capital privado y el trabajo

    asalariado; mientras que el individualismo y la libertad eran

    una condicin natural del hombre como superacin cultural

    de vinculacin social. La idea de evolucin se respiraba en el

    viejo continente, justicando una explicacin de la sociedad

    a partir de la competencia social con Spencer, y la armacin

    Recepcin: 23 de febrero de 2012

    Aceptacin: 17 de octubre de 2012

    * Universidad del Valle de Mxico, Campus Hispano, Mxico.

    Correo electrnico: [email protected]

    Se agradecen los comentarios de los rbitros de la revista.

    El desconocimiento del s mismo:

    presupuestos epistemolgicos nietzscheanos

    en el pensamiento freudiano1

    Juan Elas Campos Garca*

    Resumen.Se realiza una reexin epistemolgica para develar no slo las coincidencias

    y paralelismo entre Nietzsche y Freud, sino tambin para indagar sobre la inuencia del

    pensamiento nietzscheano como marco de referencia que permite entender el desarrollo

    conceptual del padre del psicoanlisis. El pensamiento losco de una poca se diluye y forma

    parte de una manera de entender al hombre y desde esta premisa, posiblemente la losofa

    irracional de Nietzsche contribuy para los novedosos planteamientos psicoanalticos que

    revolucionaron las propuestas de tratamiento en salud mental.

    Palabras clave:voluntad de poder, conciencia, moral, espontaneidad.

    The Unknown in Ourselves: Epistemologic Nietzchean Premises in Freudian Thinking

    Abstract.This essay attempts to make an epistemological reection to reveal not only

    similarities and parallels between Nietzsche and Freud, but also to investigate the inuence

    of Nietzschean thinking as a reference for understanding the conceptual development of thefather of psychoanalysis. The philosophical thought of an era is diluted and is part of a way

    to understand the man and from this premise, possibly the Nietzsche irrational philosophy

    contributed to the innovative approaches of psychoanalysis that revolutionized the proposals for

    mental health treatment.

    Key words:will power, conscience, moral, spontaneity.

    de una linealidad evolutiva entre las culturas, cuyo grado ms

    excelso era el hombre europeo a decir de Edward B. Taylor

    (De la Cruz, 2009). En este clima intelectual aparece un revs

    a la vanidad europea, la publicacin del Origen de las especies

    de Charles Darwin, en 1859, obra que pone en tela de juicio

    1. El presente trabajo se desprende del proyecto de investigacin Epistemologa de

    la psicologa en la UVM Campus Hispano. Para una referencia puede consultarse

    a Campos et al. (2011) Una aproximacin epistemolgica a las psicologas en

    Lmite Revista de Psicologa y Filosofa. Vol. 6, Nm. 23, pp. 73-85; Campos et al.

    (2012). Fenomenologa y psicologa fenomenolgica en Revista Intercontinental

    de Psicologa y Educacin. Vol. 14, Nm. 2, pp. 11-32.

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    3/10

    72 CAMPOSGARCA, J. E. ELDESCONOCIMIENTODELSMISMO: PRESUPUESTOSEPISTEMOLGICOSNIETZSCHEANOS...

    ESPACIODELDIVULGADOR

    la supuesta grandeza del hombre, ste es slo una especie

    ms que tiene un parentesco con el mono. Simultneamente

    la idea romntica de una naturaleza, cuyo poder creativo era

    difcil de entender bajo la mirada del positivismo, aliment

    la sagacidad de un singular autor que se dedic a indagar la

    genealoga de la moral occidental: Nietzsche.

    En este contexto, la psicologa enfrentaba un problema

    demasiado serio, la propuesta epistemolgica del positivismo

    reduca cualquier suceso social e individual a mera recoleccin

    de evidencia observable de manera directa o indirecta en cir-

    cunstancias controlables. Hay dos reas de estudio que trataban

    de justicar la prctica psicolgica en los laboratorios, por un

    lado, tenemos una psicologa siolgica que meda tiempos de

    respuesta y umbrales sensoriales, por el otro, una psicologa

    estructuralista que intentaba hacer objetivo lo subjetivo. En el

    campo de la atencin sanitaria, la psicologa slo se dedicaba a

    la medicin de la inteligencia bajo las premisas que aportaba la

    teora de la evolucin y la propuesta pragmtica de los psiclo-gos funcionalistas; mientras la atencin de los padecimientos

    de orden emocional quedaba relegada a la psiquiatra, lo que

    reduca el sntoma a mera falla funcional en el cerebro.

    Un enfermo mental era un individuo dbil, cuya cura se

    buscaba en la reprogramacin de hbitos en combinacin con

    la aplicacin de medicamentos que lo sedaban para mantener

    un nivel bajo de funcionalidad, o en el peor de los casos, la

    lobotoma y encierro en espacios psiquitricos para evitar

    la alteracin del orden social. Entendida as, la intervencin

    mental se diriga a la eliminacin del sntoma por cualquier

    medio, aunque desaparecerlo no implicaba erradicarlo, pues elsntoma puede entenderse como una expresin simblica de

    un problema psquico en el individuo. Esta aseveracin freu-

    diana saca la vida psquica del rea mdica e inaugura un rea

    de estudio denominada psicoanlisis. Entender esta innova-

    cin es posible si nos situamos en el pensamiento de la poca

    que le toc vivir a este autor, pues es bien sabido que ningn

    personaje puede escapar de su condicin histrico-social que

    le ha tocado vivir, y en el caso de Freud es importante mostrar

    la fuerza que los escritos polmicos de Nietzsche tuvieron

    para trastocar su formacin mdica-biolgica.

    El presente artculo traza no slo un paralelo entre ambos

    pensadores, sino que tambin demuestra que hay ciertos

    pasajes de los escritos polmicos nietzscheanos que posible-

    mente sirvieron como premisas epistemolgicas psicoana-

    lticas.2En otras palabras, gracias al espritu irreverente de

    Nietzsche, Freud pudo proponer una interpretacin distinta

    de los problemas de orden emocional, pues segn palabras

    de Freud: Nietzsche fue uno de los primeros psicoanalistas

    y resulta sorprendente hasta qu punto su intuicin se anti-

    cip a nuestros descubrimientos (Entrevista de S. Viereck

    para Glimpses of the Great en 1930; citado en Fernndez,

    2001: 20).

    1. La voluntad de poder

    Nietzsche es un pensador controvertido y polmico, susescritos podan agradar o no, lo cierto es que despus de

    leerlos cualquier lector era tocado por sus palabras; no inten-

    tamos realizar un anlisis riguroso del pensamiento nietzs-

    cheano pues para nuestros nes slo es interesante discutir

    dos nociones: voluntad de poder y Superhombre. Siguiendo

    el pensamiento romntico de Schopenhauer y Schelling,

    Nietzsche plantea un poder creativo que puede llevarnos

    hacia la superacin3del hombre, en As habl Zarathustra

    menciona una tendencia en los seres para autodeterminarse

    y perfeccionar su ser; aunque en el caso del hombre, ste ha

    desperdiciado tal poder retrocediendo hacia una animalidadque da vergenza y risa. El hombre se engaa, piensa que ha

    dejado de ser un gusano sin darse cuenta que an hay mucho

    de ello en l (Nietzsche, 2002).

    Esta idea nietzscheana nos hace recordar el planteamiento

    de la Naturphilosophie sobre la gran escala de los seres, la

    imagen de un mundo que se ordena jerrquicamente segn el

    desarrollo espiritual de las diversas formas de vida que van des-

    de el organismo ms simple, pasan por el hombre y culminan

    con la divinidad (Bossi, 2008); este orden aunque progresivo

    comparte un principio que es comn a todos los seres: el poder

    creativo de la naturaleza. Para los romnticos, la naturaleza

    es creadora de seres, sus productos se diferencian segn la

    cantidad y organizacin de los elementos que los constituyen.

    A manera de analoga imaginemos a un dibujante y a un

    pintor, ambos crean una imagen pero no con la misma calidad,

    pues un dibujo dista mucho de la metfora que expresan los

    colores y las imgenes en un cuadro. El pintor debe contar

    con la habilidad del dibujante, pero no se queda en eso, su

    calidad artstica rebasa los trazos que aquel realiza con carbn.

    La diferencia entre ambos puede ser la prctica o la habilidad,

    2. Hay un personaje central que pudo jugar un papel mediador entre el pensamiento de

    ambos autores, Joseph Paneth, amigo de Freud y quien probablemente interpretara

    los texto nietzscheanos para ste; lase el artculo de Lehrer, R. Freud and Nietzsche,

    1892-1895 en J. Golomob; W. Santaniello y R. Lehrer (1999). Nietzsche and depth

    psychology.State University of New York, pp. 181-203.

    3. El hombre es un paso hacia otra cosa, un momento de evolucin donde el ser humano

    alcanza su forma definitiva, en eso consiste superarse: la realizacin plena de lo

    humano. La crtica nietzscheana se dirige hacia esa idea que considera al hombre

    como un ser que est al cuidado de una divinidad y que rige su vida por medio de

    valores que lo domestican cual borrego.

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    4/10

    73CIENCIA ergo sum , Vo l . 20-1 , ma rz o - j un i o 2013 .

    ESPACIODELDIVULGADOR

    una disposicin innata o adquirida, aunque en principio como

    dice Nietzsche cada ser humano tiene esa voluntad que puede

    llevarlo a convertirse en Superhombre.4

    El problema es que los seres humanos ignoran esta volun-

    tad de poder5al perderse en un nivel inferior en la gran escala

    de los seres. En un primer momento parece que la propuesta

    nietzscheana apunta hacia un desprecio de todo rastro ani-malesco, superar aquello que de gusano hay en nosotros por

    medio de una moral y la pureza del alma racional.6No es

    as. La crtica va en direccin contraria, el alma racional y la

    moral son los eslabones que aprisionan el surgimiento del

    Superhombre; despreciar el cuerpo se convierte en un ideal

    virtuoso cuyas prcticas ascticas llevan hacia un desconoci-

    miento del hombre (Nietzsche, 2002).

    El alma se pierde en los encantos de una ilusin esttica que

    aspira al reencuentro con la perfeccin tratando de esconder

    en lo ms profundo de su ser las pasiones y deseos irraciona-

    les que enturbian y producen un malestar en la vida social; sihacemos memoria, desde Platn hasta Descartes, la losofa

    pens al hombre como distinto de los dems seres vegetativos

    y sensitivos aunque unido a ellos por medio de las necesidades

    corporales; esta distincin radicaba en una razn desencarnada

    y un mundo social regido por un actuar consciente y volitivo

    que intentaba esquivar sus miserias y huir de sus tormentos

    pero que silenciosamente satisfaca los llamados de la vida en

    un lugar recndito del alma (Nietzsche, 1985).

    Aunque el hombre lograse colocarse en un lugar privilegia-

    do dentro de la gran escala de los seres, quedaba en su alma

    una sensacin incmoda, su linaje con el mundo animalescoestaba presente; el cuerpo y sus apetitos era la sombra que

    oscureca la distancia entre l y los ngeles, las sensaciones

    corporales se convierten en una enfermedad que buscaba

    sanarse por medio de un discurso que promueve reprimir su

    vitalidad (Nietzsche, 2002). En otras palabras, el alma racio-

    nal est aprisionada en la crcel de carne, huesos, lquidos y

    olores, una anatoma del asco que conjugaba lo bueno con lo

    agradable y lo malo con lo desagradable dentro de una visin

    esttica: el buen gusto como ideal del yo.

    En la poca que vivi Nietzsche un gusto renado se ex-

    presaba en un hombre prudente y razonable, quien poda jalar

    las riendas del caballo desbocado, animal que representaba el

    poder de la naturaleza; surgiendo la conciencia moral como

    mediador entre las necesidades del cuerpo y las buenas costum-

    bres a costa de que esta conciencia tenga un destino trgico; la

    fuerza creativa le juega bromas que la perturban, la confunden,

    la desquician, le hacen lo que desea, desde aigirse dentro del

    dolor hasta regocijarse en el placer (Nietzsche, 2002).

    La magnicencia del alma racional es exhibida en esta idea

    nietzscheana como sierva de la voluntad de poder, la volicin

    y el pensamiento pueden ser usados por esta voluntad, ejecu-

    tando actos y sentires sin previo aviso. Hasta aqu, Nietzsche

    pone en escena dos puntos importantes: primero la idea de

    una fuerza vital que alimenta la actividad del hombre; segundo

    el surgimiento de la conciencia moral que intenta apaciguar

    esta fuerza. En este punto, podemos decir que el pensamiento

    nietzscheano no slo presenta similitudes con los postuladosfreudianos, sino que Nietzsche prepara el marco epistemo-

    lgico donde cuatro entidades psquicas freudianas cobran

    sentido: ello,yo, superyy represin.7

    2. La moral y el ocultamiento de la voluntad de poder

    En trminos nietzscheanos la actividad consciente es fruto

    del poder creativo de la vida, encargada de cuidar la energa

    y los actos del hombre guindolo hacia el despertar del Su-

    perhombre. Aunque en lo mundano8sucede lo contrario, la

    conciencia moral mantiene al hombre en los lmites de suanimalidad al castigarlo y avergonzarlo. Podemos ver que

    estas ideas nietzscheanas son retomadas en la explicacin

    freudiana de la actividad psquica del hombre por medio de

    un esquema dinmico,9una instancia psquica denominada

    yosujeta a las necesidades del elloy sirviendo como media-

    dor entre ste y el mundo externo. Elyotendr que sopesar

    cundo dar resolucin a una exigencia del ello segn las

    4. En el Superhombre se realiza la forma plena del ser humano al retornar hacia la fuerza

    creativa de la vida para reafirmarse como espritu creativo, dueo de s mismo y libre.

    5. Fuerza que est en lo profundo de nuestro ser, inconsciente, espontnea, creativa,

    que se alimenta a s mi sma y que pugna por existir y existir siendo ms.

    6. El alma racional refiere a la parte superior del alma humana, caracterizada como inmorta

    y divina, mediante sta se alcanza el conocimiento y una vida buena y justa, contraria

    al alma pasional y sensitiva donde se encuentran el deseo y los apetitos carnales.

    7. Mecanismo inconsciente cuya esencia consiste en rechazar y mantener alejado de

    lo consciente determinados elementos que comprometen al yo.

    8. Una vida mundana es aquella donde el hombre se conforma con seguir sus instintos

    bsicos mostrndose apacible, renuente, dcil y simple; renunciando a su derecho

    de realizar plenamente su ser o devenir en Superhombre retornando a su instinto

    vital: la voluntad de poder.

    9. El psicoanlisis freudiano presenta dos modelos de la estructura psquica; el primero

    denominado topolgico donde la psique se divide en regiones (lo consciente, lo

    preconsciente y lo inconsciente) mientras que el segundo modelo presenta una

    actividad energtica de tres fuerzas. Grosso modo, el ello se refiere a la actividad

    energtica que deviene de los instintos (sexual y autoconservacin) regido por el

    principio de placer; el yomienta las actividades de atencin, conciencia, volicin

    y vigilia bajo el principio de realidad; el supery es la actividad psquica originada

    por la interiorizacin de las normas morales que expresan el ideal del yo.

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    5/10

    74 CAMPOSGARCA, J. E. ELDESCONOCIMIENTODELSMISMO: PRESUPUESTOSEPISTEMOLGICOSNIETZSCHEANOS...

    ESPACIODELDIVULGADOR

    condiciones sociales, este proceso de resolucin puede tomar

    dos vas: demorar la demanda hasta un momento adecuado o

    silenciarla (Freud, 1923). A decir del padre del psicoanlisis,

    elyoes una entidad psquica que deviene de la actividad del

    ellopara cumplir la tarea de regular sus necesidades dado

    que sin conciencia no puede haber resolucin de la tensin

    placer-displacer. El conicto psquico acaece cuando las

    exigencias del elloson contrarias no a la conciencia sino a

    su ideal; elyodebe mantenerse dentro del orden social y sa-

    tisfacer las pulsiones del ellodentro de este orden. Los ecos

    nietzscheanos de la tragedia resuenan en Freud, el olvido del

    Superhombre queda fuera de todo acto de conciencia cuando

    se adormece la voluntad de poder, entonces los individuos

    se conforman con la supervivencia de la especie dentro del

    orden moral (ver gura 1).

    El esquema puede ser un tanto pretensioso al proponer un

    modelo psicoanaltico en el pensamiento de Nietzsche, lo que

    buscamos no es una reduccin psicoanaltica del pensamientode este autor, sino evidenciar cmo ciertas ideas nietzscheanas

    sirven como una condicin de posibilidad para realizar una

    interpretacin distinta del hombre y su actividad psquica. En

    el esquema se muestra un proceso dinmico entre la voluntad

    orgnica y la conciencia, sta se encuentra en tensin hacia

    adentro con la voluntad orgnica y hacia afuera con el orden

    social, en palabras freudianas: el yo media entre las exigencias

    del ello que se rige bajo el principio de placer y su resolucin en

    la cotidianidad a partir del principio de realidad (Freud, 1940).

    El comienzo de la tragedia tiene como camino un mecanismo

    creado por la conciencia que permite depositar necesidades de

    la voluntad orgnica fuera del orden social a partir de lo que

    Nietzsche denomina olvido activo (Nietzsche, 2000).10

    Para Nietzsche, la conciencia racional tiende a silenciar

    la voluntad de poder que crea la vida, sumindonos en la

    ignorancia y engandonos al decirnos que nos conocemos,

    pero no nos conocemos porque nunca nos hemos buscado(Nietzsche, 2002); aquello que se conoce es una articialidad

    fruto de una moral esttica que crea un distanciamiento en el

    hombre; el s-mismoy el yo se apartan y pierden contacto, la

    voluntad de poder deviene fuerza inconsciente que se pierde

    en lo bueno y lo malo. Slo somos aquello que aceptamos

    moralmente y negamos lo que brota como fuerza inconscien-

    te, esto quiere decir que nos alejamos de nuestra voluntad

    de poder y nos conformamos con la satisfaccin parcial de

    nuestros instintos bsicos:11un proceso de domesticacin de

    la lbido; de ah que Nietzsche sentencie: De nadie estamos

    ms lejos que de nosotros mismos, no somos conocedoresde nosotros mismos (Nietzsche, 2002: 266).

    Freud har suya esta sentencia para esbozar una crtica

    hacia la psicologa del yo que se aparta de aquello que le da

    sustento y es fuente de todo acto, si su indagar se concreta

    en esa capa tan supercial y frgil, el conocimiento resulta

    mera desilusin de un porvenir que se vuelve incmodo en

    el hombre. El escenario est puesto para el establecimiento

    del conicto psquico, Freud sentencia con Nietzsche que

    aquello ms ntimo es lo ms desconocido, lo inconsciente

    es el stano donde los hombres guardan sus deseos y eso

    asusta porque stos poseen una vitalidad que seduce lossentidos y enloquece la razn; la estrategia psicoanaltica

    para apaciguar este conicto psquico radica en que el yo

    tienda hacia la conquista progresiva del ello(Freud, 1923).

    Aunque Nietzsche estara en desacuerdo.

    La voluntad de poder es demasiada realidad para un par

    de ojos y una muestra de la incapacidad de controlar la es-

    pontaneidad de la vida por parte del alma, as su seguridad

    resulta endeble: no nos conocemos, quines somos realmente,

    marionetas de las pulsiones de la vida! La voluntad de poder

    resulta una fuerza contraria y amenazante para la comodidad del

    alma; la tragedia del hombre se resumen en una contradiccin

    que parece irremediable, el costo por convertirnos en seres

    civilizados tiene como principio el abandono de la vitalidad a

    partir de establecer un no mecanismo que niega y esconde

    lo que somos. Nietzsche nos narra un mundo de fuerzas cuyo

    campo de batalla se da en el interior de todo hombre, tragedia

    humana que se mantiene oculta mediante la fuerza del olvido.

    Contrario a lo que se piensa, el olvido es una actividad de

    la conciencia encargada de seleccionar aquellas sensaciones

    viscerales y afectivas que pueden oscurecer la claridad del

    10. Un intento similar puede encontrarse en Marietn, H. Nietzsche y la mala conciencia

    en Dinmica. Vol. 1, Nm. 4. El autor realiza cuatro esquemas donde se muestra

    claramente la ruta que puede desprenderse de las ideas nietzscheanas sobre el

    surgimiento de la mala conciencia en el devenir de la vida social y psicolgica del

    hombre; adems seala fragmentos textuales de las obras nietzscheanas y ciertos

    fragmentos de Ernest Jones, bigrafo de Freud donde explcitamente se muestra

    la influencia de Nietzsche sobre el padre del psicoanlisis.

    11. Los instintos bsicos mientan la parte animalesca del hombre: comer, beber, dormir,

    copular.

    Figura 1. Modelo nietzscheano del psicoanlisis.

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    6/10

    75CIENCIA ergo sum , Vo l . 20-1 , ma rz o - j un i o 2013 .

    ESPACIODELDIVULGADOR

    pensamiento, este carcelero vigila sigilosamente las sensaciones

    corporales y si alguna de ellas intenta salir a la luz bloquea su

    paso ante cualquier seal de irrupcin (Nietzsche, 2000). Es

    una paradoja, cierta parte de la voluntad de poder (transfor-

    mada en alma) gasta energa para evitar que ciertas vivencias

    lleguen a la conciencia asegurando una convivencia placentera

    en el hombre. As, el olvido se convierte en una condicin de

    cordura que como guardin mantiene un estado de bienestar

    y felicidad entre los hombres y consigo mismo. El olvido ase-

    gura la etiqueta social de una vida civilizada (Nietzsche, 2000).

    Esta condicin de renuncia y pago como bienvenida al

    mundo social alimenta una premisa psicoanaltica que explica

    el mecanismo psquico que sostiene la estructura mental del

    hombre actuando de dos maneras: a) dejando en el incons-

    ciente aquellas huellas mnmicas que por ningn motivo

    deben salir a la luz, y b) si algunas logran emerger hacia la

    conciencia, elyo,mediante represin, los desplazar hacia el

    inconsciente para evitar conictuarse; sin tal mecanismo lafuncionalidad psquica del individuo se rompe y la vida social

    se desintegra (Freud, 1940). De esta manera, la represin freu-

    diana hace eco de esta funcin activa del olvido que gesta una

    estructura neurtica como condicin de normalidad social.

    Siguiendo el espritu nietzscheano, Freud establece el punto

    de partida hacia la domesticacin del instinto de placer y la

    sublimacin del instinto de destruccin cuyas consecuencias

    son la diversidad de patologas que atormentan al hombre y no

    le permiten dejar su animalidad. Este mecanismo que trata de

    someter y silenciar el lenguaje de rganos y sensaciones corpo-

    rales se pone en marcha por medio del establecimiento de unamala conciencia que no es una actividad externa del individuo,

    al contrario se implanta dentro de l (Nietzsche, 2000). Este

    centinela que mantiene a raya los instintos nos vislumbra la

    aparicin de la tercera estructura psquica freudiana: el supery.

    Nietzsche localiza el conicto del hombre en el surgimiento

    de una legalidad moral pues si bien toda sociedad necesita

    de normas que regulen la convivencia entre los individuos,

    el embrollo se anuda en una legalidad esttica que busca el

    abandono y renamiento de la animalidad. La bsqueda del

    ideal asctico, como puricacin de las pasiones y los placeres,

    es un atentado contra la voluntad de poder, fuerza creativa

    que como una or que vive en el bosque se marchita una

    vez que se ha colocado dentro de un orero que sirve para

    adornar una habitacin o mueble. Podemos decirlo de otra

    manera: el deseo incesante de una racionalidad por encuadrar

    dentro de su propia naturaleza la expresin seductora de la

    vida se convierte en el mundo inspido de una sociedad que

    pone en juego diversos dispositivos de castigo y vigilancia

    bajo la premisa de que entre ms control se tenga sobre las

    emociones ms educado se es.

    El hombre se pierde en su bsqueda del bien a partir de

    una asctica esttica, los buenos modales y el anonimato de

    los deseos mundanos que nunca se acaban son parte de una

    patologa de lo moral que, contrario a lo que intenta, trae

    consigo una doble moral que carga de excesos y culpa la vida

    del hombre. Podemos decir con Nietzsche que la razn es

    una enfermedad que envenena el corazn y enfra la voluntad

    de poder, creando subterfugios como pago por derecho de

    piso al insertarse dentro del escaparate donde todas las cosas

    son buenas! (Nietzsche, 2000).

    La ley moral se encaja en lo ms ntimo del hombre, des-

    bordando los lmites de la conciencia; el cuerpo se convierte

    en el seno de la legalidad moral, un mecanismo tan no que

    parece normal como si as hubiese nacido el hombre. La ex-

    hortacin nietzscheana busca liberar al Superhombre de los

    lastres de una animalidad que se agela a partir de los modales;

    la exaltacin del placer no est por las necesidades del cuerpo,

    sino por esa mala moral que se lava las manos con agua sucia.Los predicadores del mundo apolneo realizaron una tarea

    ejemplar: habitar dentro de la morada del alma para sembrar

    la semilla de la eterna contemplacin que libere del instante

    emocional y apetitivo (Nietzsche, 2000). Este ideal asctico es

    la condicin que posibilita la convivencia social, pero no puede

    dejarse como acto volitivo, se constituye como una actividad

    interna en la conciencia cuya consigna es negar y restringir

    la voluptuosidad que brota desde la fuente vital de todo ser

    vivo cuyo desenlace pone al hombre avergonzado de s mismo

    (Nietzsche, 2000). Entonces aparece la culpa que, junto con

    el olvido, se convierte en los guardianes de las puertas quemantienen encerrada la voluntad de poder: el Superhombre

    queda prisionero dentro de un deseo apolneo (ver gura 2).

    En el esquema se representa el conicto humano que

    se paga al ser civilizado, tenemos una legalidad moral que

    desaprueba ciertas exigencias de la voluntad orgnica, pero

    su ruta de control se dirige hacia la razn infundindole

    culpa por su desatinada capacidad de sosegarla, ante esta

    culpa, nuestra razn recurre al olvido activo que pone en

    inanicin los impulsos de la voluntad orgnica dando como

    resultado la tragedia que experimenta el hombre. Este andar

    Figura 2. Modelo nietzscheano del psicoanlisis.

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    7/10

    76 CAMPOSGARCA, J. E. ELDESCONOCIMIENTODELSMISMO: PRESUPUESTOSEPISTEMOLGICOSNIETZSCHEANOS...

    ESPACIODELDIVULGADOR

    trgico permite que Freud formule lo siguiente: [] el yo

    se resigna a s mismo porque se siente odiado y perseguido

    por el supery, en vez de sentirse amado (1923: 58).

    La moralizacin del hombre que Nietzsche ve como ame-

    naza es el terreno frtil para que el padre del psicoanlisis

    establezca el vasallaje peculiar que caracteriza la relacin

    entre yo y supery. Emulando la nocin de mala conciencianietzscheana, Freud habla de conciencia de culpa o percep-

    cin del juicio adverso (Verurteilung) interior sobre aquellos

    actos mediante los cuales hemos consumado determinadas

    mociones de deseo (Freud, 1913: 73). El repudio por la

    pulsin ertica es un punto de quiebre en la psique donde

    slo queda resignarse, el neurtico sufrir por tener deseos

    mundanos que nunca se acaban.

    Esta desestimacin de los instintos es el grillete que nos

    impide cultivar el poder creativo de la vida, juzgar como

    malo o bueno un actuar o deseo es aceptar una cultura de

    la prohibicin que busca sistemticamente distanciarnos denosotros mismos, con eso se asiste a una vida de ignorancia

    que convierte en tab lo ms ntimo y bello que tenemos, lo

    que realmente somos; en esta condicin el hombre no puede

    ascender en la escala de los seres y slo le queda el recurso de

    perderse en sentir lo que sea para saberse vivo, conformarse

    con lo permisible aunque consumido por el deseo; entonces

    se da rienda suelta a las fantasas y los subterfugios, pero

    jams se realiza el acto porque ste trasgrede la legalidad

    moral. Ahora podemos entender por qu el hombre es un ser

    enfermo por naturaleza, aunque quizs podramos decir, es

    un ser enfermo por su articialidad, su condicin de sujetolo vuelve patolgico (ver gura 3).

    La estructura de la enfermedad moral contiene tres

    elementos: la ley moral que otorga el reconocimiento de

    un individuo en la sociedad, la razn que busca convivir

    en un mundo apolneo y los secretos de una voluntad

    orgnica que no pueden silenciarse y brotan sin ningn

    pudor. Para ser reconocido como persona se necesita

    estar sujeto a la ley moral que un grupo social compar-

    te, esta obligacin contractual es incuestionable y no

    debe transgredirse porque se viola el pacto social: ser

    hombre civilizado tiene su costo, se trata de renunciar a

    su naturaleza mediante la prohibicin de ella. Este acto

    prohibitivo sirve como mecanismo socializador en tanto

    que muestra y justica la nica posibilidad de una vida en

    comn mientras que determina la severidad del castigo

    y su funcin para establecer el orden legal al instituir un

    sentimiento de deuda. Esta mxima psicoanaltica tiene su

    genealoga nietzscheana, para demostrarlo es conveniente

    leer el siguiente fragmento:

    Preguntmoslo otra vez: en qu medida puede ser el sufrimiento

    la satisfaccin de una deuda? En la medida en que hacer sufrir

    sentaba bien en grado sumo, en la medida en que el perjudicado,

    a cambio del perjuicio y del displacer por l causado, obtena un

    extraordinario contra-disfrute: el de hacer sufrir, una autntica

    esta, algo que, como hemos dicho, tena una cotizacin ms alta

    cuanto mayor fuese su contraposicin con el rango y la posicin

    social del acreedor (Nietzsche, 2000: 315).

    La trasgresin dispara la animalidad de una moral que

    framente calcula la reparacin del dao causado que no se

    paga al contado, sino que se hace huella, marcando la me-

    moria del transgresor. No importa si el dao se repara o no,

    la cuenta se salda en la medida en que se hace sufrir al otro

    por la deuda contrada. Por eso podemos entender por qu

    el supery odia y persigue en lugar de amar al yo, la severidad

    de este actuar tiene la intencin de castrar como medida de

    control y establecimiento de la ley; mantener el orden social

    requiere de una microfsica del poder, como dira Foucault,

    que sea tan afectiva que una vez saldada la deuda, sta sequede instalada como sentimiento de culpa. Siempre habr

    ocasin de abrir este sentimiento dentro de una situacin

    para sacar ventaja y coartar el desarrollo del hombre, slo

    basta remover la angustia que somete al yo o angustia de la

    conciencia moral (Freud, 1923).

    Al parecer el establecimiento del orden moral es demasia-

    do animalesco, y hasta un tanto absurdo, somos castigados

    por nuestras virtudes (Nietzsche, 1985). El nico recurso

    que queda en esta condicin de sujeto, a decir del psicoan-

    lisis, es sublimar el deseo a travs de una valoracin esttica

    como medio de reconciliacin, pero sublimar es darse atole

    con el dedo, la mancha en la conciencia no se quita slo se

    decora. En otras palabras, la diferencia entre un mdico y

    un carnicero se da en la aceptacin social de que un acto es

    ms esttico que el otro pero ambos tendrn una estructura

    enfermiza alimentada por la pulsin de muerte. No se puede

    escapar del origen, el animal estimativo est marcado por

    su cada dentro del mundo dionisiaco y para mantener el

    pacto social se debe pagar la deuda que se contrajo al ser

    sujeto de deseo.

    Figura 3. Modelo nietzscheano del psicoanlisis.

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    8/10

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    9/10

    78 CAMPOSGARCA, J. E. ELDESCONOCIMIENTODELSMISMO: PRESUPUESTOSEPISTEMOLGICOSNIETZSCHEANOS...

    ESPACIODELDIVULGADOR

    ferviente de apagar la espontaneidad y devenir de la vida es

    al n y al cabo una prueba irrefutable de tal voluntad que

    implota haca s misma (Nietzsche, 1985).

    La nocin de voluntad de poderno slo es un desafo

    hacia el pensamiento que enseoreaba la pureza de nuestra

    racionalidad, sino que Nietzsche desmitica esa interpretacin

    de una fuerza pasional entendida como apndice que ata alhombre con las bestias, impidindole ascender a un nivel de

    perfeccin dentro de la escala de los seres. El pensamiento

    nietzscheano pone en su lugar a esta enseoreada razn y

    le muestra que su ideal asctico deforma la fuerza creativa

    de la vida, reducindola a un pattico destello animalesco.

    En otras palabras, nuestro autor busca retornar al origen; el

    hombre racional slo es una quimera, lo supercial y banal

    de una fuerza inconsciente que, a travs de una moral, se

    mantiene dormida, con ello se asiste a un aletargamiento del

    espritu humano.

    Desgraciadamente Freud decide slo tomar el andar tr-gico del hombre. El elloes una instancia psquica en busca

    del placer, pero dicha satisfaccin del instinto sexual, al ser

    subyugado por la legalidad del supery,se reprime buscan-

    do resquicios por dnde mostrarse; el acting out, el lapsus

    linguae, la asociacin libre y la interpretacin de los sueos

    son esa posibilidad de descifrar lo que se ha depositado en

    lo inconsciente (Freud, 1911-1915). Dentro del contexto

    psicoanaltico el conicto psquico es inapelable e inevitable

    dado que la condicin de sujeto enraza en la forma de vida

    que estructura una personalidad neurtica que todo individuo

    posee y lo clasica como patolgicamente normal.En estos trminos, el sujeto del psicoanlisis no puede

    liberarse de su condicin neurtica, sta es la tragedia que

    debe pagarse, la salida puede buscarse por medio de una fuga

    y ruptura con el mundo social o a travs de la sublimacin

    del placer en el arte y otro poco en la ciencia. En ambas

    condiciones, el hombre queda atrapado, la energa psquica se

    agazapa y slo presenta un destello; el pensamiento freudiano

    slo resalt esta decadencia del hombre que lo vuelve mono

    en comparacin con el Superhombre. Cabra terminar esta

    seccin diciendo que el objeto de estudio del psicoanlisis se

    juega de la siguiente manera: el sujeto psicoanaltico encuentra

    su sentido dentro de este mundo de las buenas costumbres y

    el establecimiento de una ley moral que coarta la seductora

    energa de la libido.

    En otras palabras, las fuerzas instintivas de autoconser-

    vacin, la libido y el instinto de autodestruccin, son una

    voluntad de poder que se tergiversa por la mirada positivista

    freudiana; la vida y su voluntad de poder no orece, justo

    como un botn de una rosa que se seca antes de abrirse.

    Dejemos hablar a Nietzsche:

    Con ello se ha malentendido la esencia de la vida, su voluntad

    de poder; con ello se ha pasado por alto la primaca que poseen

    por principio las fuerzas espontneas, atacantes, asaltantes, re-

    interpretadoras, re-directoras y conformadoras, pues la adapta-

    cin slo se da una vez que dichas fuerzas hayan producido sus

    efectos; con ello se ha negado en el organismo mismo el papel

    seorial de los ms altos funcionarios en los que la voluntad de

    vida comparece activa y dadora de forma (Nietzsche, 2000: 329).

    La representacin psquica de la voluntad de vidaen el

    psicoanlisis no pudo ser llevada ms all de la sublimacin

    del placer, Freud sucumbi ante la poca que le toc vivir. El

    lenguaje de rganos y emociones es la expresin espontnea

    y creativa de una vida que forma y conforma el sentido de la

    existencia del hombre, y no slo eso, sino que encuentra su

    esencia en la medida en que el hombre es consciente de que

    no tiene que buscarse ms all, parafraseando a Nietzsche,

    lo ms desconocido es aquello que tenemos ms prximo.El sujeto del psicoanlisis se queda en un animal neurtico

    mientras que el Zaratustra baja de la montaa para mostrar la

    posibilidad de ocupar el lugar que merece el hombre dentro

    de la gran escala de los seres: el orecimiento de la condicin

    humana concretada en el Superhombre.

    Conclusin

    He tratado de proponer en este ensayo una interpretacin

    distinta entre el pensamiento nietzscheano y el pensamiento

    freudiano con el n de demostrar que Nietzsche no slo es

    un autor que coincide con Freud en la crtica hacia la racio-

    nalidad y el malestar de la cultura, sino que sus ideas sirven

    de presupuestos epistemolgicos para sustentar aquellos

    postulados que cimientan el desarrollo terico del psicoa-

    nlisis. Si es vlida la armacin de que todo autor es fruto

    de su poca, es necesario realizar una reconstruccin de las

    propuestas psicolgicas en miras a solucionar los problemas

    emergentes de las nuevas sociedades contemporneas. La

    actitud acrtica de algunos estudiosos de lo psicolgico y su

    renuencia para proponer otras lecturas sobre el objeto de

    estudio son una crisis que debemos enfrentar para el bien

    de nuestra disciplina.En eso estriba detenerse y mirar las circunstancias donde

    nos encontramos. Freud tuvo claro que el conocimiento que

    posea sobre las enfermedades mentales lleg a una frontera

    y que aquellas respuestas que buscaba difcilmente las hallara

    dentro del esquema positivista de la psiquiatra. De ah la

    relevancia que la losofa irracional jug en su propuesta,

    no estoy cuestionando la gura de Freud como un pensador

    que revolucion el pensamiento occidental, al contrario,

  • 7/26/2019 epistemologa freudpdf.pdf

    10/10

    79CIENCIA ergo sum , Vo l . 20-1 , ma rz o - j un i o 2013 .

    ESPACIODELDIVULGADOR

    trato de aportar elementos para entender la construccin de

    su pensamiento, si ste se desarroll a partir de una crtica

    hacia la moralizacin del hombre es claro que en nuestros

    das tenemos una realidad distinta que necesita leerse desde

    otras aristas.

    La vigencia del pensamiento freudiano radica en la medida

    en que los estudiosos de la psicologa podamos mostrar cmo

    un conocimiento se construye a partir de una signicacin

    de la realidad y del hombre que adquiere sentido en una

    forma de vida desde la cual los individuos piensan, sienten y

    viven. Es decir, los psicoanalistas del siglo XXIpueden enri-

    quecer su formacin si tienen clara la genealoga de su saber

    y desde este acto de conciencia promueven un cambio de

    rumbo acorde con el espritu de la poca donde se forman,

    hacer caso omiso a esto es un error epistemolgico que trae

    consigo la distorsin de las posibilidades de lectura sobre la

    realidad psicolgica.

    Podemos decir que en nuestra cotidianidad an impera unamoralidad que nos distancia y oculta de nuestra naturaleza,

    pero su mecanismo se ha hecho ms sutil; la exaltacin del

    deseo y su cumplimiento por medio de cualquier cosa ha deri-

    vado en un narcicismo que raya en lo absurdo y nos mantiene

    ms alejado de los otros y de nosotros mismos. Retornar al

    origen de una propuesta que trata de comprender el devenir

    del hombre nos permite redescubrir elementos que aporten

    nuevas lecturas. En este caso, si el pensamiento nietzscheano

    dio oportunidad para cuestionar la severidad de una mirada

    mdica de los padecimientos que hoy da llamamos mentales,

    valdra la pena destacar otras cualidades que fueron puestas

    entre parntesis por la vena positivista de Freud.

    Es decir, podemos enriquecer la propuesta psicoanaltica

    al sacarla del determinismo psquico que se le atribuye y la

    caracterizacin de las tres entidades psicodinmicas comomera mecanizacin de fuerzas fsicas en el plano mental;

    profundizando en la nocin de voluntad de poder quiz

    el psicoanlisis pueda enriquecerse, encontramos algunos

    intentos en Reich y Lowen que evitan reducir la fuerza y

    creatividad de la vida como mero recurso de la exaltacin en

    la bsqueda del placer. Pero este tema necesitara un espacio

    propio, basta nalizar diciendo que si nos mantenemos eles

    a la nocin de voluntad de poder podremos redescubrir que

    la vida del ser humano tiene otros caminos que bien vale la

    pena explorar. Esto slo es posible en la medida en que las

    nuevas generaciones de psiclogos entiendan la importanciade la espontaneidad, la fuerza, la emotividad y la perfeccin

    que designa la propiedad denitoria de la vida. Regresar al

    origen puede alumbrarnos el camino en esta poca donde

    los ndices de padecimientos mentales y condiciones de vida

    estn en rojo; esta es la enseanza ejemplar que nos dej

    Freud: ante las limitaciones y alcances de una interpretacin

    de la realidad se tiene que echar mano de otras maneras de

    pensar el hombre y la realidad.

    Bibliografa

    Blondel, E. (1999). Nietzsche and Freud,

    or: How to Be Within Philosophy While

    Criticizing It from Without, en J. Golo-

    mob, W. Santaniello y R. Lehrer. Nietzsche

    and depth psychology.State University of

    New York.

    Chapelle, D. (1999). Nietzsche and Psychoa-

    nalysis: from Eternal Return to Compulsive

    Repetition and Beyond, en J. Golomob, W.

    Santaniello y R. Lehrer. Nietzsche and depth

    psycholog y. State University of New York.

    Corres, P. (1989). La psicologa desde el

    punto de vista del pensamiento irracional:

    Freud y Nietzsche, en A. Medina (Coord.).

    Psicologa y epistemologa.Trillas, Mxico,.

    Chiozza, L. (2005). La relacin psique-soma

    en la teora psicoanaltica, en A. Ma-

    dalesky, M. Lpez y Z. Lpez (Comp.).

    Psicosomtica: aportes terico-clnicos en

    el siglo XXI, Lugar Editorial, Buenos Aires.

    Fernndez, E. (2001). En torno al malestar:

    aproximaciones de Nietzsche y Freud, Re-

    vista Mal-estar E Subjetividade, setembro,

    Ao/Vol. 01, nm. 001.

    Freud, S. (1911-1915 [1914]). Sobre un caso

    de paranoia descrito autobiogrfcamente.

    Trabajos sobre tcnica psicoanaltica y otras

    obras.Obras completas. XII . Amorrortu

    editores, Buenos Aires.

    Freud, S. (1913 [1912-1913]). Ttem y tab y

    otras obras.Obras completas. XIII. Amo-

    rrortu editores, Buenos Aires.

    Freud, S. (1923). El yo y el ello y otras obras.

    Obras completas. XIX. Amorrortu editores,

    Buenos Aires.

    Freud, S. (1930 [1929]). El porvenir de una

    ilusin. El malestar en la cultura y otras

    obras. Obras completas. XII . Amorrortu

    editores, Buenos Aires.

    Freud, S. (1940[1938]). Moiss y la religin

    monotesta. Esquema del psicoanlisis y

    tab y otras obras.Obras completas. XIII.

    Amorrortu editores, Buenos Aires.

    Freud, S. (1973). Psicoanlisis del arte.Alianza

    Editorial. Madrid.

    Lehrer, R. (1999). Freud and Nietzsche, 1892-

    1895, en J. Golomob, W. Santaniello y R.

    Lehrer. Nietzsche and depth psychology.

    State University of New York, pp. 181-203.

    Marietn, H. Nietzsche y la mala conciencia,

    en Dinmica, Vol. 1, Nm. 4.

    Nietzsche, F. (2002).As habl Zaratustra. EDAF,

    Ediciones-Distribuciones, S.A., compilado

    por RBAColeccionables, Barcelona.

    Nietzsche, F. (1985). Ms all del bien y del mal,

    EDAF, Ediciones-Distribuciones, S.A., com-

    pilado por RBAColeccionables, Barcelona.

    Nietzsche, F. (2000). Genealoga de la moral,

    EDAF, Ediciones-Distribuciones, S. A., com-

    pilado por RBAColeccionables, Barcelona.