ESCRIBIMOS SOBRE EXPERIENCIAS DE DISCRIMINACIÓN

Primero dos Verónica Acosta Tatiana Rodríguez

Había una vez una niña llamada María. Tenía doce años, cabello castaño, ojos color miel, algo gordita. Vivía en un pueblo muy pobre. Cuando terminó la escuela y tenía que ingresar a primer año de liceo, ella lloraba y lloraba porque tenía miedo de que se burlaran de ella por ser gordita. Cuando le contó a su madre- que se llamaba Ana- esta le explicó que no tenía que sentirse así porque seguramente había otras chicas igual que ella.

Al llegar al liceo y ver muchas chicas como ella, se puso feliz porque en ese liceo no existía la discriminación.

Tania era una adolescente de quince años, ella vivía con su abuela en

Argentina. Tania era buena, petisa, gordita, de pelo negro y largo. Cuando ella iba al liceo, sus compañeros se burlaban de su estatura.

Un día ella se cansó de que se burlaran y no quiso ir más al liceo.

Su abuela la convenció y ella volvió a ir. Ponto comenzó a llevarse bien

con sus compañeros. Pero su abuela la sacó del liceo porque tenian que

mudarse para Uruguay por temas de trabajo.

Cuando llegaron a Uruguay se mudaron a una casita muy linda, Tania

empezó el liceo de nuevo y encontró muchos amigos y amigas allí.