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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR FACULTAD DE HUMANIDADES DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA Estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que utilizan mujeres de 50 a 60 años que padecen de cardiopatía isquémica, y asisten a consulta a una clínica privada. TESIS MÓNICA MUÑOZ CAMPBELL DE CASTELLANOS Carné: 12557-07 Guatemala de la Asunción, enero de 2012 Campus Central

Estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que ...biblio3.url.edu.gt/Tesis/2012/05/42/Munoz-Monica.pdf · Directora del Departamento de Psicología M.A. Georgina ... estrategias

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UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

FACULTAD DE HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA

Estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que

utilizan mujeres de 50 a 60 años que padecen de cardiopatía

isquémica, y asisten a consulta a una clínica privada.

TESIS

MÓNICA MUÑOZ CAMPBELL DE CASTELLANOS

Carné: 12557-07

Guatemala de la Asunción, enero de 2012

Campus Central

UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

FACULTAD DE HUMANIDADES

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA

Estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que

utilizan mujeres de 50 a 60 años que padecen de cardiopatía

isquémica, y asisten a consulta a una clínica privada.

TESIS

Presentada al Consejo de la Facultad de Humanidades

Por:

MÓNICA MUÑOZ CAMPBELL DE CASTELLANOS

Carné: 12557-07

Previo a optar al título de:

PSICÓLOGA CLÍNICA

En el grado académico de:

LICENCIADA

Guatemala de la Asunción, enero de 2012

Campus Central

AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD RAFAEL LANDÍVAR

Rector P. Rolando Enrique Alvarado López, S.J.

Vicerrectora Académica Dra. Lucrecia Méndez de Penedo

Vicerrector de Investigación y Proyección P. Carlos Cabarrús Pellecer, S.J.

Vicerrector de Integración Universitaria P. Eduardo Valdés Barría, S.J.

Vicerrector Administrativo Lic. Ariel Rivera Irías

Secretaria General Licda. Fabiola de la Luz Padilla Beltranena

AUTORIDADES FACULTAD DE HUMANIDADES

Decana M.A. Hilda Caballeros de Mazariegos

Vicedecano M.A. Hosy Benjamer Orozco

Secretaria M.A. Lucrecia Elizabeth Arriaga Girón

Directora del Departamento de Psicología M.A. Georgina Mariscal de Jurado

Directora del Departamento de Educación M.A. Hilda Díaz de Godoy

Directora del Departamento de Ciencias

de la Comunicación M.A. Nancy Avendaño

Director del Departamento de Letras y

Filosofía M.A. Ernesto Loukota

Representante de Catedráticos Lic. Ignacio Laclériga Giménez

Representante ante Consejo de Facultad Licda. Melissa Lemus

ASESOR DE TESIS

Licda. Tania Guillioli

REVISOR DE TESIS

Dr. Julián Sinibaldi

AGRADECIMIENTO

A Dios por regalarme salud, voluntad y amor.

A mi esposo por compartir tu corazón de forma asombrosa, todos los que somos

amados por ti, nos sentimos únicos y privilegiados. Estos años he conocido que en

mi vida no sólo hay oportunidades y solidaridad gracias a tenerte a mi lado, sino

que puedo ser mejor persona con quien me relaciono siendo generosa, brindando

respeto y siendo paciente. Gracias por tu confianza, esfuerzo, interés y por ser mi

Gogo, que Dios te cuide y te conserve así lleno de valores.

A mis papás por comprender mi tiempo para hacer lo que me propongo y por

entender mis decisiones, cada día somos más fuertes gracias al respeto y amor

incondicional que nos tenemos.

A mis hijos por su interés en mis estudios, por su preocupación por mis intereses,

por su amor a quien soy realmente y por el tiempo que disfrutamos juntos siempre.

Desde que Dios me regaló la oportunidad de ser su mamá mi vida esta llena de luz,

risas y música.

A la Marichi y Ross definitivamente estos años y mi vida han sido diferentes

desde que la comparto con ustedes, agradezco sus puntos de vista, su entusiasmo y

amistad.

A la Licda. Guillioli por demostrarme que puedo ser mejor a base de esfuerzo,

constancia y planificación.

A mis catedráticos por ser profesionales en su actuar, por su firmeza y dedicación

y por tener confianza en mí durante estos años.

A la Universidad Rafael Landívar por permitir que se formen profesionales

intelectuales, visionarios y sobretodo con valores.

ÍNDICE

RESUMEN………………………………………………………….. 1

I. INTRODUCCIÓN…………………………………………………. 2

1.1. Edad adulta intermedia……………………………………….......... 11

1.2. Enfermedad cardiovascular………………………………………... 13

1.2.1. Cardiopatía Isquémica…………………………………………….. 14

1.2.2. Diagnóstico de cardiopatía isquémica……………………………... 15

1.2.3. Causas de las cardiopatía isquémica………………………………. 15

1.2.4. Síntomas de la cardiopatía isquémica……………………………... 16

1.2.5. Diagnóstico diferencial……………………………………………... 17

1.2.6. Prevención de la cardiopatía isquémica…………………………… 17

1.2.7. Tipos de cirugía……………………………………………………... 18

1.2.8. Rehabilitación cardíaca…………………………………………….. 19

1.2.9. Efectos psicológicos de la cardiopatía isquémica…………………. 20

1.3. Estrategias de Afrontamiento……………………………………… 21

1.3.1. Clasificación de estrategias de afrontamiento…………………….. 25

1.3.2. Recursos de afrontamiento……………….………………………... 30

1.3.3. Estrategias de afrontamiento en enfermos……………………….. 30

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA…………………………. 34

2.1. Objetivos…………………………………………………………….. 36

2.2. Elemento de estudio………………………………………………… 36

2.3. Definición del elemento de estudio………………………………… 36

2.4. Alcances y límites…………………………………………………… 38

2.5. Aportes……………………………………………………………… 38

III MÉTODO…………………………………………………………… 40

3.1. Sujetos………………………………………………………………. 40

3.2. Instrumento…………………………………………………………. 41

3.3. Procedimiento……………………………………………………….. 42

3.4. Diseño………………………………………………………………... 43

IV. RESULTADOS……………………………………………………... 44

V. DISCUSIÓN………………………………………………………… 94

VI. CONCLUSIONES………………………………………………….. 104

VII. RECOMENDACIONES…………………………………………… 106

VIII. REFERENCIAS…………………………………………………….. 109

IX. ANEXOS…………………………………………………………….. 116

Anexo 1 Instrumento de investigación………………………………………. 116

Anexo 2 Transcripción de entrevistas………………………………………. 119

1

RESUMEN

La finalidad de la presente investigación de corte cualitativo fue identificar las estrategias de

afrontamiento ante la enfermedad que utilizan ocho pacientes diagnosticadas con cardiopatía

isquémica. Ellas son atendidas en una clínica privada y sus edades estaban comprendidas entre 50

y 60 años. Para ello, se aplicó una entrevista semiestructurada. Cada una de las entrevistas

realizadas en esta investigación se grabó con previa autorización de las mismas.

Se concluyó que las pacientes utilizaron estrategias dirigidas a la resolución del problema, al

confrontar los síntomas de la cardiopatía isquémica acudiendo de forma inmediata a sus médicos

tratantes y los servicios de emergencias, tanto a nivel privado como estatal. Además, las

pacientes reportaron los procedimientos interventivos propuestos por los médicos tratantes

cateterismos, bypass y marcapasos, según el caso lo requería. También se observó que utilizan la

planificación como estrategia de afrontamiento, contemplando la posibilidad de mantener de

ahora en adelante una vida saludable así como mostrar apego al tratamiento a base de

medicamentos, alimentación balanceada y ejercicio físico.

En relación a las estrategias dirigidas a la emoción, las pacientes han recurrido a sus familiares y

médicos para recibir apoyo de ellos, siendo pilares importantes para regular el estado afectivo de

las pacientes y sus planes futuros. También reportaron que el apoyo espiritual ha sido buscando

por las participantes. Y por otro lado, ante el diagnóstico de cardiopatía isquémica, las pacientes

han optado por distanciarse de su enfermedad, intentando no pensar en ella, evitando hablar sobre

lo que padecen y viviendo su vida como si no estuvieran enfermas. Además, han sentido deseos

de llorar y se han lamentado. Aún así, han encontrado que su enfermedad les ha dejado un

aprendizaje y una nueva forma de vida como reevaluación positiva, que conlleva autocontrol y

aceptación de la responsabilidad.

2

I. INTRODUCCIÓN

En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares ya ocupan el primer lugar mundial en

número de muertes que ocasionan y se estima que seguirá así en el año 2020. Se calcula que en

2004 murieron por esta causa 17.1 millones de personas, lo cual representa un 29% de todas las

muertes registradas en el mundo; 7.2 millones de esas muertes se debieron a la cardiopatía

coronaria. Las muertes por enfermedades cardiovasculares afectan por igual a ambos sexos y

más del 82% se producen en países de ingresos bajos y medios. Se calcula que en 2030 morirán

cerca de 23.6 millones de personas, sobre todo por cardiopatías (Muñiz y Castro, 2004).

En relación a la cardiopatía isquémica que es una enfermedad causada por el estrechamiento o

endurecimiento de las arterias coronarias, encargadas de suministrar sangre al músculo cardíaco,

se ha podido observar un aumento en la última década, de un 30% en los casos de mujeres

(Martínez, 2006). Según las estadísticas de la British Heart Foundation, citada por Porter (2009),

cada vez más mujeres menores de 74 años presentan infartos al miocardio, experimentando

pérdidas funcionales más intensas en lo que se refiere al trabajo, la actividad, la sexualidad, y

también niveles altos de ansiedad y depresión. La investigación sobre la cardiopatía isquémica ha

sido extensa. Incluye avances en el campo de prevención, diagnóstico y tratamiento tanto de la

enfermedad isquémica como de sus posibles complicaciones. Entre éstas, investigación de nuevos

fármacos, perfeccionamiento de pruebas diagnósticas y orientaciones para adecuar el tratamiento.

La enfermedad y las complicaciones por ésta han existido desde los inicios de la humanidad: los

efectos positivos o negativos de la misma dependerán del paciente, con control sobre la situación,

desarrollando sentimientos asertivos y siendo más realistas. Esto generará conductas más

saludables en los pacientes y de esta forma lograrán que los tratamientos sean más adecuados

para ellos; por ende, podrán alcanzar una mejoría en su calidad de vida. El poder ajustarse de

forma constructiva a cambios dependiendo de las circunstancias de la vida, hace que estas

modificaciones incrementen la calidad de vida en los pacientes y sus familiares. Esto mejora el

funcionamiento intelectual, psicológico, físico y afectivo por medio de estrategias de

afrontamiento. Además, le brinda al individuo herramientas hacia una adaptación afectiva, con

3

capacidades psicológicas dirigidas a su situación en especial (Enríquez-Blanco, Schneider y

Rodríguez, 2010).

Con base a lo descrito previamente, el objetivo de esta investigación es conocer cuáles son las

estrategias de afrontamiento que utilizan pacientes diagnosticadas con cardiopatía isquémica, ante

la enfermedad. Se planteó este objetivo porque la enfermedad atraviesa por varias etapas: la

primera es la percepción, que inicia con la aparición de los primeros síntomas y signos percibidos

por el enfermo, cuya interpretación depende de la experiencia previa, creencias, expectativas,

actitudes, opiniones y de la región afectada. Estas respuestas pueden ser estrategias de

afrontamiento hacia la enfermedad o ser expresión de falta de afrontamiento. La segunda es

cuando el paciente admite sentirse enfermo, asume este rol y toma una decisión, en conjunto con

la asistencia sanitaria. Y tercera es la adaptación ante el padecimiento, ésta puede ser entendida

como un proceso, analizando las reacciones del paciente por medio de las estrategias de

afrontamiento que utilice (Enríquez-Blanco et al., 2010).

A continuación se muestran algunas investigaciones realizadas en Guatemala, relacionadas con el

presente estudio. Muestran el manejo de estrategias de afrontamiento ante diversas

enfermedades:

Salguero (2010) realizó una investigación que tuvo como objetivo establecer las estrategias de

afrontamiento que utilizan los familiares de personas con insuficiencia renal crónica que han

pasado por un proceso de tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal. El estudio fue

cualitativo. Los sujetos que participaron en él fueron 10 adultos, familiares de 10 pacientes

diferentes que asisten a tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal en la Clínica Emanuel.

Se elaboró una entrevista con el fin de describir las estrategias de afrontamiento que utilizan los

participantes.

Los resultados obtenidos permitieron concluir que en cuanto a la resolución de problemas,

optaron por concentrarse en resolver el problema; pocas veces adquirieron una conducta

evitativa. Además, buscaron el apoyo familiar de amigos cercanos. Entre las emociones que

4

manejaron, estuvieron el enojo, la tristeza, la preocupación y la impotencia. Para dichas

emociones, 7 de 10 sujetos dijeron haber mostrado mayormente autocontrol.

Así mismo, Morales (2010) realizó una investigación cuyo objetivo fue identificar las estrategias

de afrontamiento que los padres utilizan ante la discapacidad visual de sus hijos. El estudio

estuvo conformado por seis familias y se entrevistó a ambos padres. Ellos tenían hijos con

discapacidad visual; algunos eran ciegos, otros presentaban baja visión, pero todos requerían

educación especial. Los niños estaban comprendidos entre las edades de 5 a 12 años de edad y

asistían a la escuela Santa Lucía, del Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala. Las familias

pertenecían a un nivel socioeconómico medio bajo y residían en los departamentos de Guatemala

y Sacatepéquez. Se elaboró una entrevista semiestructurada. Este estudio fue de tipo cualitativo.

Se concluyó que los padres de familia utilizaron estrategias dirigidas a la resolución del

problema, al buscar un diagnóstico acertado en sus hijos, informarse en todo lo referente a la

discapacidad y luchar para sacar adelante a sus hijos. También utilizaron estrategias en relación

con los demás para apoyo y ayuda espiritual. Manifestaron emociones tales como tristeza, dolor,

desesperación, enojo y miedo, llevándolos a manifestar culpabilidad, preocupación por el

presente, el futuro y por lo que otras personas comentan sobre sus hijos.

Yela (2009) realizó una investigación que tuvo como objetivo establecer las estrategias de

afrontamiento que utilizan adultos con pérdida auditiva para manejar la ansiedad que les provoca

dicha pérdida. La muestra estuvo conformada por 5 pacientes adultos de una clínica privada

diagnosticados con pérdida auditiva, comprendida entre las edades de 30 y 62 años. Los

instrumentos utilizados fueron: El Inventario de Ansiedad Estado-Rango (STAI) de C.D.

Spielberger, y una Guía de Entrevista Estructurada. Esta investigación se realizó bajo un diseño

descriptivo.

Los resultados obtenidos en el Test de Ansiedad Estado-Rasgo (STAI) mostraron un nivel alto de

ansiedad en los participantes, tanto para la subescala de Estado como para la de Rasgo. Se

concluyó, a través de las entrevistas, que los participantes utilizaban las siguientes estrategias de

afrontamiento: estrategias de control emocional, distanciamiento, aceptación de la

5

responsabilidad de mantener el problema, escape-evitación, reevaluación positiva de la pérdida

auditiva y creencias irracionales sobre sí mismos o la actuación de los demás. Son estrategias en

donde se integra el control emocional y la resolución de problemas, que consiste en la búsqueda

de apoyo social y aceptación de la condición de pérdida auditiva.

Yon (2008) realizó una investigación en la que analizó las estrategias de afrontamiento que

utilizan los padres de familia para enfrentar el cáncer de sus hijos. Fue elaborada desde la

metodología cualitativa. Los sujetos del estudio fueron los padres de familia de seis niños

diagnosticados con cáncer entre las edades de 5 a 12 años de edad; cuatro niñas y dos niños, de

nivel socioeconómico medio, que vivían en la capital y con estudios alcanzados hasta

diversificado. Se elaboró una entrevista semiestructurada para describir las estrategias de

afrontamiento que utilizan los padres de familia. Los resultados obtenidos indicaron que los

participantes consideran útiles las siguientes estrategias de afrontamiento: confrontación,

búsqueda de soluciones, búsqueda de apoyo social y el autocontrol; y menos útiles: el

distanciamiento, la reevaluación positiva y la evitación/escape.

Por su parte, Hernández (2005) realizó un estudio que tuvo como propósito establecer las

estrategias de afrontamiento más comunes en las niñas institucionalizadas, tomando como

muestra Casa Alianza y Mi Hogar Manchen. En el estudio participaron 36 niñas de Mi Hogar

Manchen y 64 de Casa Alianza, entre las edades de 12 a 18 años. El instrumento utilizado fue la

Escala de Afrontamiento para adolescentes ACS, la cual está conformada por 18 estrategias de

afrontamiento. El test ACS es un inventario tipo autoinforme compuesto de 80 elementos, 79 de

tipo cerrado y uno final abierto. Esta investigación fue de tipo descriptivo con un diseño

transversal. Los resultados indicaron que las estrategias de afrontamiento que más prevalecieron

y que presentaron punteo más alto en las dos instituciones fueron: esforzarse y tener éxito,

preocuparse y la búsqueda de apoyo espiritual. Así mismo, las estrategias de afrontamiento que

presentaron un punteo más bajo fueron: buscar pertenencia y buscar diversiones relajantes.

En los estudios consultados a nivel nacional se concluye que diversos tipos de estrategias de

afrontamiento fueron utilizadas tanto por participantes en estas investigaciones como familiares

de ellos. Es importante mencionar que debido al padecimiento o enfermedad presente los

6

individuos optaron por recurrir más a las siguientes estrategias: la resolución del problema,

informándose previamente, conociendo sus posibilidades, valorando los posibles cambios y los

intentos por planificar una posible solución. Y en relación al apoyo social, ante una enfermedad,

resultando ser la estrategia de afrontamiento más importante, ya que incluye la red social del

individuo, donde puede obtener información, una asistencia tangible y apoyo emocional. La

integración del individuo en su red social y ambiente, presenta datos relevantes para los estudios

sobre el afrontamiento en diversas situaciones.

A continuación se mencionarán algunos estudios internacionales que se han realizado en

referencia a las estrategias de afrontamiento:

González-Celis y Padilla (2006) realizaron una investigación en la que el objetivo fue describir la

calidad de vida y las estrategias de afrontamiento ante los problemas y enfermedades en 194

ancianos entre 60 y 88 años, de los cuales 162 fueron mujeres y 32 hombres. Ellos asistían con

regularidad, al menos un día a la semana, a uno de los cuatro centros culturales del Instituto

Nacional de Personas Adultas Mayores (INAPAM) de Ciudad de México. Se diseñó una ficha de

datos socio demográficos para la obtención de datos generales de los participantes: un

Cuestionario de Afrontamiento que constó de 50 reactivos (con categorías como Siempre 3, Muy

seguido 2, A veces 1 y Nunca 0), y el Instrumento de Calidad de Vida (WHOQoL-Bref, que mide

cuatro dimensiones: percepción de salud física, salud psicológica, relaciones sociales y medio

ambiente).

Los resultados mostraron que el 63.9% padece alguna enfermedad, principalmente crónico-

degenerativa (53.9%). La calidad de vida fue significativamente diferente para los enfermos vs

no enfermos, no así para el tipo de enfermedad, problemas reportados, ni para el nivel de

afrontamiento. El problema más frecuente, el familiar (33.7%) y el estilo de afrontamiento,

orientado a la conducta (54.2%). La composición factorial del cuestionario de afrontamiento

arrojó cuatro factores: activo, confrontativo, de reapreciación positiva y evitativo. Se concluyó

que la calidad de vida y la enfermedad van ligadas a las formas de afrontar esta última.

7

En España, Quiles, Terol y Marzo (2009) tuvieron como objetivo en su investigación, evaluar la

representación de la enfermedad en pacientes con un trastorno alimentario (TA), así como su

relación con el afrontamiento y el ajuste, utilizando como marco teórico el Modelo del Sentido

Común de Leventhal. Participaron 98 mujeres diagnosticadas de un TA. Para la representación

de la enfermedad se administró la adaptación española para los TA del Cuestionario de

Percepción de la Enfermedad Revisado (IPQ-R) y el Cuestionario de Estrategias de

Afrontamiento (CEA) que constó de 50 ítems presentando una escala de respuesta tipo Likert de

5 puntos, donde 1=Nunca, y 5= Casi Siempre. Se evaluaron 11 estrategias de afrontamiento:

búsqueda de apoyo social, búsqueda de soluciones, expresión emocional, religiosidad,

pensamiento de deseo, resignación, culpación de otros, pensamientos positivos, contabilizar

ventajas, auto culpación y escape. Se utilizó también el Cuestionario de Condición Física, que

constó de un listado de los principales síntomas físicos que se experimentan como consecuencia

de los trastornos de la alimentación y el Cuestionario de Ajuste Psicosocial (PAIS), y por último,

la Escala de Ansiedad y Depresión Hospitalaria (HAD).

En los resultados, respecto a la identidad se observó que los síntomas más señalados fueron la

“pérdida de peso” y las “alteraciones en la menstruación”. Los sujetos consideran que su

enfermedad tiene una larga duración y serias consecuencias. A la vez, sí tienen el control y

siguen un tratamiento es posible su curación. Las estrategias evitativas fueron explicadas por

diferentes dimensiones de la representación de la enfermedad. Se confirman los efectos directos

de la representación de la enfermedad sobre el ajuste, pero no los del afrontamiento. Se concluyó

que los resultados apoyan la necesidad de intervenir sobre las creencias que tienen estas pacientes

sobre su enfermedad con el fin de mejorar su ajuste psicosocial.

Así mismo, Niepp, López, Terol y Pastor (2008) realizaron un estudio en España que tuvo como

objetivo determinar qué estrategias de afrontamiento utilizan mujeres con cáncer de mama en la

etapa de seguimiento y se evaluó las relaciones entre estas estrategias y la adaptación social. Se

entrevistó a 69 mujeres con cáncer de mama adscritas a un protocolo de seguimiento de un

servicio de oncología. Se utilizaron tres cuestionarios para evaluar el afrontamiento y la

adaptación ala enfermedad: Cuestionario de Estrategias de Afrontamiento, Escala de Ansiedad y

Depresión Hospitalaria, y la Escala de Ajuste Psicosocial a la enfermedad.

8

Los resultados mostraron que las mujeres que pertenecían al grupo que utilizan más estrategias

cognitivas tuvieron mejor adaptación que las otras mujeres. Las estrategias menos utilizadas

fueron culpabilizar a otro y auto culpabilizarse: sin embargo, fueron las estrategias que mostraron

las más fuertes relaciones negativas con algunas áreas de adaptación. Por esto, los esfuerzos de

los profesionales de salud deberían ir dirigidos a potenciar el uso de estrategias cognitivas y

aproximativas y reducir los sentimientos de culpa en las mujeres.

En Argentina, Giles y Moure (2005) examinaron por medio de su trabajo la literatura empírica

existente sobre el estudio de las estrategias de afrontamiento en pacientes con trastorno de pánico.

La metodología y el objetivo consistieron en la revisión de la literatura empírica en las bases de

datos de Medline y PsycINFO, en el período de tiempo desde 1990 hasta el año 2005. Las

palabras de búsqueda fueron coping y panic disorder. Se introdujeron las conceptualizaciones de

ambas palabras clave, luego se realizó una descripción de las conclusiones, y se hizo énfasis en la

aplicación de los distintos estudios en el ámbito clínico. Se resumió que las estrategias de

afrontamiento más utilizadas en pacientes con Trastorno de Pánico, en comparación con grupos

de control, fueron: la evitación, el pensamiento mágico, la rumiación, la culpa y la búsqueda de

apoyo social; mientras que las estrategias menos utilizadas fueron la confrontación, la

planificación y la evaluación positiva.

El estudio que realizaron en México, García y Font (2008) tuvieron como objetivo observar si el

síndrome de lipodistrofia en personas VIH positivas se relaciona con su calidad de vida, conocer

qué estrategias de afrontamiento utilizan las personas con este padecimiento y analizar si existe

alguna relación entre el tipo de estrategia utilizada y la calidad de vida. Se evaluó a 134 personas

infectadas con el VIH que posteriormente se dividieron en dos grupos, personas con lipodistrofia

y personas sin esta enfermedad. Hicieron un análisis mediante las correspondientes subescalas del

Cuestionario de Calidad de Vida, encontrando relaciones significativas entre las estrategias de

afrontamiento utilizadas y todos los niveles de calidad de vida (síntomas, autonomía personal,

satisfacción familiar y social y estado emocional) ante la presencia de determinadas estrategias de

afrontamiento. Los resultados mostraron que los sujetos con lipodistrofia utilizaron distintas

estrategias de afrontamiento, tanto positivas como negativas, frente a sus problemas de salud.

9

Entre ellas predominaron “pensar en superarlo uno mismo” y “mantener la esperanza y sentirse

optimista”.

En España, Martínez (2010) realizó un estudio que tuvo como objetivo conocer qué estrategias de

afrontamiento utilizaron los estudiantes universitarios ante el estrés y el rendimiento académico,

así como las diferencias entre los alumnos que aprobaron y los que suspendieron. La muestra

estuvo conformada por 358 estudiantes universitarios del Diplomado de Turismo. El instrumento

que se utilizó fue la Escala de Afrontamiento para Adolescentes que está conformada por 18

estrategias a puntear por el alumno en una escala tipo Likert de cinco elementos, de 1 a 5, según

el estudiante respondió “No me ocurre nunca o no lo hago” a “Me ocurre o lo hago con mucha

frecuencia”. Además, se consultó online los expedientes de los estudiantes para obtener sus

calificaciones finales. Los resultados demostraron que las estrategias de afrontamiento ante el

estrés correlacionan con el rendimiento académico, que diferenciaron al grupo de alumnos

aprobados del grupo de estudiantes suspendidos.

El estudio realizado en Argentina por Krzemien, Urquijo y Monchietti (2004) tuvo como objetivo

estudiar la relación entre el aprendizaje social y las estrategias de afrontamiento a los sucesos

críticos de la vejez femenina. Se utilizó un diseño cuasi-experimental del tipo pretest-postest con

grupo control. Se evaluó las estrategias de afrontamiento antes y después de una intervención de

aprendizaje social en una muestra de sesenta mujeres ancianas, entre 60 y 90 años, distribuidas en

dos grupos: intervención y control. El análisis comparativo y cuantitativo de los datos mostró

diferencias significativas en el estilo de afrontamiento: en el grupo de intervención aumentó el

uso de estrategias activas y adaptativas, de carácter conductual y cognitivo; disminuyó el uso de

las evitativas y de carácter emocional. El aprendizaje social se relacionó positivamente con un

afrontamiento activo y adaptativo a la crisis del envejecimiento femenino.

Por su parte, Gaviria, Quinceno, Vinaccia, Martínez y Otalvaro (2009) realizaron un estudio que

evaluó las estrategias de afrontamiento y la ansiedad-depresión en 92 pacientes de ambos géneros

diagnosticados con VIH/Sida en un tratamiento antirretroviral de Medellín, Colombia. La

investigación tuvo diseño descriptivo transversal correlacional mediante encuesta. Para medir las

10

estrategias de afrontamiento se utilizó la Escala de Coping Modificada (EEC-M) de 98 ítems y la

ansiedad-depresión se midió a través de los cuestionarios de Zung (SAS y SDS).

Los resultados evidenciaron muy bajos niveles de ansiedad y depresión. Un alto uso de

estrategias de afrontamiento de tipo cognitivo (focalizadas en el problema) así como búsqueda de

apoyo en la religión y profesionales de salud, evidencian un alto empleo de las estrategias de

control emocional. En conclusión, las estrategias como búsqueda de alternativas, refrenar

afrontamiento, reevaluación positiva e incluso religión y búsqueda de apoyo profesional son

fundamentales para encontrar soluciones a nivel cognitivo ante los síntomas físicos y reacciones

emocionales.

Así mismo, Olley et al. (2003) llevaron a acabo un estudio en África con el propósito de

comparar la comorbilidad psiquiátrica, las estrategias de afrontamiento y la incapacidad de 44

hombres y 105 mujeres diagnosticados recientemente con el VIH/Sida. Utilizaron como

instrumento el MINI International Neuropshychiatric Interview (MINI), el Carver Brief COPE y

el Sheehan Disability Scale, además fueron evaluados comportamientos de riesgo. De acuerdo a

los resultados, se encontró que un 56% de los pacientes fueron diagnosticados con un trastorno

psiquiátrico, como depresión mayor (34.9%), trastorno distímico (21.5%), trastorno de estrés

postraumático (14.8%), y dependencia al alcohol (10.1%).

No hubo ninguna diferencia de género en la incidencia de los trastornos del estado emocional en

la muestra. Sin embargo, los hombres cubrieron los criterios diagnósticos para el abuso de

alcohol o la dependencia y participar en ciertos comportamientos sexuales peligrosos. Las

mujeres presentaron mayor probabilidad en presentar el trastorno de estrés postraumático y como

estrategias de afrontamiento utilizaron la planificación y la religión para sobrellevar la

enfermedad. De otro lado, tampoco hubo diferencias de género importantes en la incapacidad.

La investigación en Chile de Lagos, Loubat, Muñoz y Vera (2004) tuvo como objetivo relacionar

las estrategias de afrontamiento de padres de niños con secuelas de quemaduras visibles con los

niveles de ansiedad presentados por sus hijos. Se utilizó una metodología cuantitativa y un

diseño de tipo descriptivo-correlacional. La muestra estuvo conformada por 49 niños (as) y sus

11

padres que los acompañaban en su tratamiento en COANIQUEM. Los instrumentos utilizados

fueron el Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo para niños de Spielberger y el Cuestionario de

Modos de Afrontamiento de Lazarus y Folkman. Los resultados señalan que las estrategias de

afrontamiento autocontrol, reinterpretación positiva, resolución planificada y aceptación de la

responsabilidad correlacionan significativamente con bajos niveles de ansiedad en los niños

quemados.

Los estudios realizados tanto a nivel nacional como internacional muestran que las estrategias de

afrontamiento son necesarias en los pacientes ante su padecimiento. Es importante que se

reconozcan, tenerlas en cuenta destacando la importancia en cada una de ellas, e información

relevante de cómo utilizarlas, para que con esto se demuestre que las estrategias que se utilizan

sobre todo ante la enfermedad, pueden llevar a una calidad de vida mejor y a una pronta

recuperación de la salud.

A continuación se presenta la descripción de diversas teorías y definiciones acerca de la edad

adulta intermedia, la cardiopatía isquémica y las estrategias de afrontamiento:

1.1.Edad adulta intermedia

De acuerdo con Cornachione (2006), “la era o estación de la edad media se ubica entre los 45 y

65 años. Se plantea como el período de máximo apogeo, aquí las personas logran el máximo

reconocimiento en el lugar de trabajo y la comunidad” (p.86). La estabilidad laboral, así como

sus posibles ascensos, genera en las personas motivación e interés en esta etapa de su vida,

brindando una posición económica holgada, permitiendo disfrutar de los bienes que en la vida se

han acumulado como relaciones exitosas (García et al., 2002).

Por su parte, Gómez (2008) cita a Erickson, quien refiere que en la etapa de creatividad frente a

estancamiento (40 a 60 años), “no sólo los niños dependen de los adultos, sino que éstos a su vez,

dependen de la generación siguiente. Ésta es la etapa en que en general se llega a una posición

´dominante´ en el grupo social. Es importante para el adulto sentirse necesitado, continuar

12

aportando a su grupo. Una vez lograda la intimidad y la identidad, la tarea vital es permanecer

productivo y creativo frente al riesgo del estancamiento y el vacío” (p.87).

De acuerdo con Potter (2002), muchos adultos de mediana edad encuentran gratificante ayudar a

sus hijos y a otros jóvenes a convertirse en adultos productivos y responsables. La utilización del

tiempo libre de forma satisfactoria y creativa es un reto que, cuando resulta gratificante, capacita

a los adultos de mediana edad a prepararse para la jubilación.

De acuerdo con Martín (2005), “el paso de una etapa a otra no se produce de golpe, hay un

período de transición, aparece una necesidad de cambio, un deseo de nuevas expectativas y

también miedo a la novedad, se producen cambios sutiles y bruscos; cuando la menopausia

empieza a manifestarse, la mujer sufre con más intensidad este período de transición debido a los

cambios bruscos experimentados en su cuerpo” (p.18).

Sin embargo, en esta etapa también se afrontan situaciones emocionales que pueden llegar a ser

conflictivas; la identidad personal puede verse cuestionada y con ella los valores que la

sustentan. La doble responsabilidad de velar, a la vez, por los hijos y por los padres, que ahora

son adultos tardíos, puede generar situaciones difíciles de afrontar. El Síndrome del Nido vacío

se enfrenta durante esta etapa de la vida y resulta, frecuentemente, emocionalmente complicado

(Peña, Cañoto y Santalla, 2006).

En esta etapa “se comienzan a notar diferencias importantes en cuanto a la calidad y la cantidad

en el desempeño, tanto físico como motor, incluso en el ámbito sensorial son notables ciertas

pérdidas, como lo revela la prácticamente ineludible presbicia, que normalmente aparece en la

primera mitad de la década de los 40 años” (Peña et al., 2006, p.84).

Sin embargo, “tanto los hombres como las mujeres deben adaptarse a los cambios biológicos

inevitables. Los adultos de mediana edad invierten una cantidad de energía considerable en

adaptar su concepto de persona y su imagen corporal a las realidades fisiológicas y a los cambios

en su aspecto físico” (Potter, 2002, p.243).

13

Por otra parte, es bien sabido que las mujeres viven más tiempo que los hombres, y esto se

atribuye a varios factores como la tendencia a cuidarse y búsqueda de asistencia médica.

Asimismo, al nivel de apoyo más alto del que disfrutan y a la vulnerabilidad biológica de los

hombres. La salud de la mujer comprende tanto la preservación del bienestar como la prevención

de la enfermedad, lo que incluye el estudio, el diagnóstico y el manejo de las condiciones que:

Son específicas de la mujer.

Son más frecuentes en la mujer.

Tiene mayor importancia en la mujer.

Y/o tienen manifestaciones, factores de riesgo o intervenciones que son diferentes

para las mujeres.

“Naturalmente, el término mujer no es una unidad compacta y uniforme en sí misma; los factores

asociados con la salud pueden variar, y de hecho varían, en gran medida de una mujer a otra; esto

depende de variables como el momento del ciclo vital en el que se encuentra la mujer; de la clase

social a la que pertenezca, de su etnia, de sus condiciones de trabajo; de su ambiente social y

familiar; de sus acontecimientos vitales recientes o lejanos; y, por supuesto, de sus estilos de

personalidad” (Sánchez , 2003, p.11).

Y por último, Valls (2010) cita a Levinson, quien enfatiza que “el desarrollo de las estructuras

vitales es un proceso continuo, y que ésta no es la última oportunidad de crecimiento y cambio;

hay otros períodos de transición a medida que uno se hace mayor. En la medida en que la vida

sigue, ningún período marca el fin de nuevas oportunidades o posibilidades de un mayor

desarrollo” (p. 18).

1.2.Enfermedad cardiovascular

El corazón es un músculo fuerte que actúa como bomba y es un poco más grande que el puño.

Bombea sangre a través del sistema circulatorio, que es la red de tubos elásticos que permiten que

la sangre fluya por todo el organismo. Se encuentra en el centro del tórax, dentro del mediastino

(González, 2008). Trabaja a un ritmo varias veces más intenso que los músculos de la pierna al

14

correr. El corazón necesita de un aporte constante de nutrientes para trabajar adecuadamente, en

especial de oxígeno (Velasco y Sinibaldi, 2001).

Por su parte, Dowshen (2009) indica que la enfermedad cardiaca se refiere únicamente a las

enfermedades del corazón y del sistema de vasos sanguíneos del corazón. De acuerdo con la

Organización Mundial de la Salud citada por Aranceta (2007), las enfermedades cardiovasculares

se refieren a las enfermedades del corazón y a las enfermedades del sistema (arterias, capilares,

venas) de todo el organismo, tales como el cerebro, las piernas y los pulmones. “Cardio” se

refiere a corazón y “Vascular” al sistema de vasos sanguíneos.

1.2.1. Cardiopatía Isquémica

Sánchez, Bodes y Sáenz (2005) indican que la cardiopatía isquémica es una enfermedad cardíaca

producida como consecuencia de alteraciones que conllevan la aparición de déficit de oxígeno en

el músculo cardíaco. Por otra parte, Sopena, Vilar y Martí-Bonmatí (2006) evidencian que es un

síndrome producido como consecuencia de un desequilibrio entre la oferta y demanda de oxígeno

por el miocardio. La estenosis de los vasos coronarios produce una disminución del flujo e

isquemia miocárdica. La angina de pecho es el síntoma más característico de la cardiopatía

isquémica.

La cardiopatía isquémica es una patología multifactorial, resultado de interacciones complejas

entre factores genéticos y ambientales, que se encuentra englobada en el grupo de llamadas

enfermedades cardiovasculares. Presenta tres manifestaciones clínicas distintas: angina de pecho,

infarto agudo de miocardio y muerte súbita (Piédrola, 2002).

Puebla y Mercader (2007) citan a Braunwald y Packer cuando indican que “la insuficiencia

cardiaca es la situación en la que el corazón no es capaz de mantener un volumen adecuado en

relación con el retorno venoso y las necesidades tisulares de cada momento. Incluye evidencias

de anomalías en la estructura o función del corazón, así como la presencia de síntomas o signos

clínicos (disnea, fatiga, intolerancia al ejercicio y retención hídrica) con o sin tratamiento

farmacológico” (p.349).

15

1.2.2. Diagnóstico de cardiopatía isquémica

El primer paso es determinar si es probable que un paciente tenga una cardiopatía isquémica.

Esto se realiza en casi todos los pacientes de los que se disponga de datos clínicos sistemáticos

sobre la historia, la exploración física y el electrocardiograma. Aquellos con ninguna de estas

características tienen un bajo riesgo de complicaciones isquémicas y, en general, no requieren la

realización de más pruebas. Para Goldman y Braunwald (2010) “los pacientes con evidencia

coronaria son entonces sub clasificados tras una valoración de su estado funcional cardíaco, la

utilización de índices multifactoriales o, en el caso de sujetos sometidos a cirugía vascular,

valoración de los factores clínicos predictivos específicos” (p.196). El diagnóstico implica

condiciones desfavorables a corto o mediano plazo, y éstas pueden ser mejores o peores en

función del riesgo individual de cada paciente (Prior y Delgado, 2003).

1.2.3. Causas de la cardiopatía isquémica

La causa más importante y frecuente de la cardiopatía isquémica es la Arteriosclerosis y

Aterosclerosis, también conocida como endurecimiento de las arterias. Las arterias de una

persona se engrosan y pierden flexibilidad. Se tiene una acumulación de colesterol y grasa que

hace que las arterias sean más estrechas, de manera que la cantidad de sangre que fluye es menor.

Los depósitos se conocen como placa (Dowshen, 2009).

De acuerdo con Velasco y Sinibaldi (2001), “cuando la oclusión es parcial, el aporte de oxígeno

al miocardio disminuye de manera significativa y se manifiesta la angina de pecho; cuando la

oclusión de la arteria es total, el tejido miocárdico muere por falta de oxígeno y ocurre un infarto

del miocardio. La extensión, ubicación y consecuencias funcionales de este infarto dependerán de

la arteria o ramas de la misma que se ven afectadas, es decir, puede ir desde un infarto leve y con

grandes probabilidades de recuperación funcional, hasta uno extenso que producirá

irremediablemente la muerte” (p. 242).

16

Las pruebas que se realizan para determinar cómo está funcionando el corazón y los vasos

sanguíneos incluyen (Palmieri, 2000):

o Electrocardiograma: registra la actividad eléctrica del corazón. El médico

conecta al paciente a un monitor y observa la máquina para ver el latido cardíaco y

determinar si es normal.

o Ecocardiograma: usa ondas para diagnosticar los problemas cardíacos. Las

ondas rebotan en las partes del corazón y crean una imagen del mismo que es

visualizada en un monitor.

o Pruebas de esfuerzo: una persona realiza ejercicios mientras el médico observa la

máquina de electrocardiograma para ver cómo reacciona el músculo cardíaco.

o Cateterización: usa un tubo largo y delgado que se introduce en el cuerpo del

paciente para inyectar un colorante especial. Puede localizar áreas estrechadas en

las arterias debido a la acumulación de placa ateromatosa y detectar otros

problemas.

o Exploración de la arteria carótida: esta prueba usa ondas sonoras para detectar

la presencia de bloqueos en la arteria carótida, un vaso sanguíneo grande del

cuello que suministra sangre al cerebro.

1.2.4. Síntomas de la cardiopatía isquémica

Las personas que presentan angina sienten dolor en el pecho. Esto significa que el corazón no

recibe suficiente sangre. Funciona como una señal cuyo significado primario consiste en la

necesidad de protegerse frente al esfuerzo que impone una tarea que excede las posibilidades de

reaccionar sin perjudicarse (Chiozza, 2007). “El hecho de que un paciente refiere sentirse

´exhausto´ era el factor de riesgo más importante para predecir que el individuo sufriría un infarto

del miocardio. Los pacientes que más adelante desarrollarían un infarto se sentían por lo general

17

cansados, tenían problemas para conciliar el sueño, se levantaban varias veces durante el curso de

la noche, se notaban débiles, tenían dificultades para enfrentar los problemas de la vida diaria, se

percibían como en un callejón sin salida, mantenían un menor interés sexual, se sentían sin

esperanza, se mostraban fácilmente irritables, deseaban estar muertos, siempre se creían

rechazado y esto les ocasionaba la sensación de tener ganas de llorar, se levantaban cansados por

la mañana y presentaban dificultades para concentrarse” (Appels y Mulder, en Velasco y

Sinibaldi, 2001, p.244.). Ante estos síntomas García-Palmieri (2000) indican que “si existe

sospecha de un ataque agudo de trombosis coronaria, es esencial obtener asistencia médica

inmediata para la supervivencia del paciente. A menudo los familiares o el propio paciente

vacilan demasiado antes de buscar ayuda médica, pero es de vital importancia el transportar al

enfermo inmediatamente a una sala de emergencia o a un hospital para el tratamiento indicado y

evitarle consecuencias permanentes al afecto, para evitarle la muerte” (p.50).

1.2.5. Diagnóstico diferencial

Según Netter (2003), “el dolor anginoso debe distinguirse de otros síntomas dolorosos que

pueden presentarse en casos de espasmo esofágico o del cardias. En estos casos el esfuerzo no es

el factor desencadenante. Deben descartarse también los trastornos de la vesícula, el síndrome

del hombro doloroso, los dolores precordiales en estados de agotamiento nervioso (cardiofobia) y

otros diagnósticos diferenciales de los dolores torácicos” (p. 24).

1.2.6. Prevención de la cardiopatía isquémica

Los programas de prevención agrupan todas las medidas a disminuir la mortalidad y el riesgo de

presentación de nuevos episodios en pacientes con este padecimiento, mejorando la capacidad

funcional y la autoconfianza, para recobrar las relaciones familiares, sociales y laborales. Los

pilares fundamentales son: a) control clínico y factores de riesgo; b) entrenamiento físico: c)

tratamiento psicológico; y d) estudio de familiares de alto riesgo de padecer de cardiopatía

isquémica (Plaza, 2003). Velasco y Sinibaldi (2001) citan a Ibrahim, quien explica que “los

efectos del entrenamiento físico pueden resumirse en una mejor adaptación muscular a través de

una mejoría en el metabolismo aeróbico celular de las fibras musculares; aumento en la

18

oxigenación, el volumen sanguíneo y la masa cardíaca, además de una disminución en la

resistencia vascular periférica con su consecuente baja en la presión arterial y la frecuencia

cardiaca” (p.252).

Se puede prevenir de forma significativa si se controlan y conocen sus factores de riesgo

cardiovascular: más prevalencia en personas de mayor edad, se da más en los hombres, aunque la

frecuencia en las mujeres se iguala a partir de la menopausia, antecedentes de cardiopatía

isquémica prematura en la familia, aumento de las cifras de colesterol total, sobre todo del LDL

(Low Density Lipoprotein). Rakel (2009) refiere que la nutrición cardiovascular en los pacientes

con este padecimiento exige un método equilibrado y de formación, pero que sirve como

autoayuda para la prevención en relación a riesgos y consecuencias futuras. Así mismo,

disminución de los valores de colesterol HDL (High Density Lipoprotein), tabaquismo,

hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad y sedentarismo (Checa, 2006). El riesgo de

padecer una vasculopatía se eleva por fumar cigarro. Las estadísticas demuestran cómo aumenta

el riesgo de muerte por un infarto de miocardio o por otro evento cardiovascular a medida que

aumenta el número diario de cigarros fumados (Lüllmann, Mohr y Hein, 2008).

1.2.7. Tipos de Cirugía

Hay distintos tipos de cirugía para el corazón y los vasos sanguíneos (Palmieri, 2000):

o Angioplastía: se abre el vaso sanguíneo bloqueado usando un dispositivo

parecido a un globo en el punto más estrecho de una arteria. El médico puede

también introducir una endoprótesis vascular (stent), que es un diminuto tubo de

acero inoxidable que mantiene el vaso abierto y asegura que permanezca libre de

bloqueo.

o Aterectomía: esto involucra la extracción de la placa de una arteria, para que la

sangre fluya libremente.

19

o Cirugía de derivación aortocoronaria: ésta implica tomar parte de una arteria o

vena de otra parte del cuerpo (como el brazo o la pierna) y usarla para canalizar el

paso de sangre alrededor de un área bloqueada en una arteria.

o Marcapasos: es un dispositivo electrónico pequeño que se coloca dentro del

cuerpo para regular el latido cardíaco.

o Reemplazo de válvulas: el cirujano puede reemplazar una válvula cardíaca

dañada o que no funciona.

o Endarterectomía de la carótida: durante este procedimiento, el cirujano elimina

los depósitos de placa de la arteria carótida para prevenir un derrame cerebral.

1.2.8. Rehabilitación cardíaca

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la rehabilitación cardíaca como aquel

conjunto de actividades necesarias para asegurar a los cardiópatas una condición física, mental y

social óptima, que les permita ocupar por sus propios medios un lugar tan normal como les sea

posible en la sociedad. Este conjunto de actividades lo compondrán el ejercicio físico controlado,

el apoyo psicológico y el control de los factores de riesgo coronario, como son la hipertensión

arterial, diabetes, dislipidemia y el tabaquismo” (Salvat, 2002, p.67).

Los efectos del ejercicio físico sobre la cardiopatía isquémica actúan a tres niveles:

Sobre el organismo en general

Sobre los factores de riesgo coronario

Sobre los estilos de vida

Esto consigue en los pacientes, la máxima capacidad funcional que les permita la enfermedad.

Además, les permite llevar a cabo las actividades de la vida diaria y aprenden a controlar el

riesgo de futuras complicaciones (Serra, Díaz y Sande, 2005). La actividad física del paciente con

20

cardiopatía isquémica comprende tres fases: 1) el tiempo transcurrido durante la hospitalización,

2) ya en su casa y 3) la ambulatoria (Salvat, 2002).

Así mismo, es importante mencionar que la rehabilitación cardíaca está ligada también al cuidado

que debe existir en el control individualizado de cada paciente con cardiopatía isquémica en

relación a su tratamiento farmacológico encaminado a evitar los efectos secundarios y

contraindicaciones de los mismos (Necoechea y Estrada, 1995).

Diferentes tipos de respuesta podrían presentarse luego de sufrir un infarto al miocardio: 1) un

adecuado conocimiento del daño sufrido y la necesidad imperiosa de realizar una rehabilitación

completa, 2) el intento de auto controlar los altos niveles de ansiedad y depresión que puedan

presentarse, lo cual pueda aumentar el rol de enfermo en el paciente y 3) la negación de la

experiencia sufrida y sus consecuencias, lo que originaría que la persona continúe su vida como

si no estuviera enferma. Finalmente, la enfermedad cardiaca podría servir a la persona para

manipular y/o controlar a las personas en su entorno, obteniendo atención de parte de ellos por

medio de este padecimiento, consiguiendo manipularlos mediante el desarrollo de la culpa

(Lipowski, en Velasco y Sinibaldi, 2001).

1.2.9. Efectos psicológicos de la cardiopatía isquémica.

Para López y Macaya (2007), la incidencia de trastornos psicológicos en pacientes que han

sufrido un infarto de miocardio es del 37-58%. La actualización terapéutica efectuada lo más

tempranamente posible mejorará la calidad de vida del enfermo, muy deteriorada tras sufrir un

episodio agudo de insuficiencia coronaria. Los enfermos perciben la enfermedad crónica como un

hecho conflictivo y amenazador que está acompañado de una sensación de malestar,

preocupación y carencia de control, e inician de modo espontáneo una serie de mecanismos de

afrontamiento. La habilidad para afrontar el estrés, es decir, el uso de determinadas estrategias de

afrontamiento, es un determinante importante de la calidad de vida. Gracia (1997) refiere que “el

período posterior a la hospitalización es particularmente crítico para la persona que ha sufrido

una enfermedad coronaria. Una enfermedad de esta naturaleza crea con frecuencia sentimientos

de miedo y ansiedad” (p. 230).

21

Castillero y Pérez Lazo (2002) citan a Wallace, quien refiere que un gran número de evidencias

sugieren que mientras mayor es la ansiedad, más lenta y complicada resulta la recuperación

postoperatoria, lo que ocurre a través de mecanismos tanto conductuales como fisiológicos. El

estrés rompe la homeostasis neuroendocrina y retarda la reparación de tejidos. Esto dificulta la

cicatrización de heridas y se experimentan trastornos del sueño. La evaluación y tratamiento de

un paciente requiere por tanto, una gran variedad de aspectos como la racionalidad para

someterse al proceder, las sensaciones más comunes, y ofrecer las habilidades básicas para un

mejor afrontamiento ante estos procesos.

La persona con enfermedad coronaria experimenta una serie de pérdidas de rol, de estatus, de

función o parte corporal, alteración de la autoimagen y del auto concepto, pérdida de las

relaciones y lazos afectivos, e incluso el individuo establece una relación estrecha con su propia

muerte, tienen la sensación que probablemente algo se acabó o es el comienzo de algo nuevo,

quizás la lucha contra la muerte desarrolla la búsqueda de darle sentido a la vida y cuidado de sí

mismo para conservar la salud, cuidarla y protegerla (Botero y Sarmiento, 2009). En el caso de

las personas que padecen de cardiopatía congénita, F. Attie y L. Attie, citados por F. Attie (2003),

indican que “nacer con cardiopatía congénita tienen un profundo impacto en la vida emocional y

en el desarrollo psicosocial del que la padece. Algunos pacientes han tenido la experiencia de

crecer y llegar a adultos con una enfermedad que no se espera sobrevivirá” (p. 51).

Velasco y Sinibaldi (2001) indican que Lipowski refiere que una persona que sufre de un infarto

psicológicamente de forma inmediata intentará minimizar el daño que ha vivido no valorando

como es debido el miedo que surge luego de sufrir esta experiencia, negándolo como un

mecanismo de defensa frente a la posibilidad de perder la vida.

1.3. Estrategias de Afrontamiento

De acuerdo con Riso (2006), las personas cuentan con formas de pensar y de actuar que

generalmente van cambiando para poder lidiar con situaciones que se pueden enfrentar de forma

22

sencilla y situaciones que exponen demandas internas o externas percibidas como amenazantes y

que complican a los individuos, ubicándolos en situaciones desconocidas. Este esfuerzo que

realiza la persona es una estrategia de afrontamiento, sea funcional o no.

Según Bucher, Foret y Graber (2004), un individuo puede llegar a utilizar una diversidad de

estrategias de afrontamiento, dependiendo de factores precipitantes que incluyen el

enfrentamiento de un conflicto, la preocupación, lo desconocido del problema, lo intimidante, y

la inseguridad que una situación puede ocasionar.

Para Oldham (2007), una persona sobrelleva situaciones que le afectan tanto en su interior como

en sus relaciones con los demás. Esto causa ansiedad y estrés. La forma en que utilizan las

estrategias de afrontamiento hace que perseveren ante situaciones desconocidas o vividas

previamente. Perea (2009) también afirma que “las emociones negativas pueden distorsionar la

conducta de las personas que influyen en la toma de decisiones que interfieren en el proceso de

recuperación de la enfermedad” (p. 35).

De esta manera, Torre (2008) refiere que el afrontamiento que el individuo haga de estos cambios

dará lugar a una serie de reacciones emocionales, que pueden ser:

Ansiedad (cuando el factor amenazante es lo primordial).

Rabia (cuando se considera un ataque injustificado contra él).

Culpa (si se intenta dar una explicación a la enfermedad basada en una causa

justificable).

Depresión (si se interpreta como una pérdida o daño).

Jaureguizar y Espina (2005) citan a Lazarus y Folkman, quienes definen las estrategias de

afrontamiento como “aquellos esfuerzos cognitivos y conductuales constantemente cambiantes

que se desarrollan para manejar las demandas específicas externas y/o internas que son evaluadas

como excedentes o desbordantes de los recursos del individuo.

23

Arjona y Guerrero (2004) determinaron que el afrontamiento es una de las herramientas utilizada

psicológicamente por los individuos, que participa según su percepción ante una situación de

forma intrínseca y extrínseca, modificando las experiencias.

Así mismo, Miller et al. (2000) indican que la respuesta al estrés, y a la situación que ocasiona el

sentirse así, origina en el individuo el intentar desarrollar una estrategia que afronte de forma

cognoscitiva situaciones internas o externas que son percibidas por el mismo.

Por su parte, Bulbena, Berrios y Fernández (2003) citan a Folkman y Lazarus, quienes refieren

que “las estrategias de afrontamiento tienen como objetivo el analizar cómo se enfrentan las

personas ante elementos estresantes determinados como lo es una enfermedad crónica, estresores

cotidianos como un fuerte ritmo de trabajo o sucesos vitales estresantes como la pérdida del

puesto de trabajo o un diagnóstico de infertilidad. Este proceso es un esfuerzo dirigido a manejar

del mejor modo posible (reduciendo, minimizando, tolerando o controlando) las demandas

internas y ambientales” (p.426). Por su parte, Oblitas (2006), cita a Crane y Martin al referirse a

cómo “la implicación del estrés psicosocial en el malestar emocional puede ser mediado por el

empleo de inadecuadas estrategias de afrontamiento, en concreto las de tipo pasivo-emocional”

(p.351).

Ulla (2001) cita a Labrador, quien por su parte refiere “que distintos tipos de afrontamiento

tendrían diferentes consecuencias para la salud y se pueden considerar distintos aspectos

implicados en ese proceso de interpretación. Sin embargo, no siempre se darán estos pasos de

manera secuencial, sino que pueden producirse saltos, vueltas atrás, detenciones o reiteraciones,

haciendo más complejo dicho proceso” (p.71):

Recogida de información.

Filtrado de la información recibida para seleccionar lo que se considera importante

y lo que es desechable.

Dirección de la atención hacia unos y otros aspectos de la situación.

24

Interpretación de la información ya elaborada en términos de relevante-irrelevante,

amenazante-inocua. Así como, en términos más precisos, saber específicamente

qué quiere decir.

Determinar cuáles son las demandas de esa situación a las que hay que responder

(y en qué orden).

Revisar cuáles de las conductas de que se dispone pueden ser útiles para encajar o

controlar dicha situación.

Decidir la conducta que se pondrá en marcha.

Blanco et al. (2010) citan a Brown y Nicasio cuando denominan en activas y pasivas las

estrategias de afrontamiento que utilizan las personas ante diversas situaciones. Un estado de

ánimo bajo guarda relación con una disminución de las actividades gratificantes y la aparición de

pensamientos negativos referidos al desarrollo, evolución de la enfermedad y de la persona

misma (catastrofismo, inutilidad y desesperanza).

Por su parte, Paula (2007) cita a Lazarus incorporando el concepto de transacción, “el cual

implica interacción mutua de las variables de la persona y del entorno, lo que significa no

entender el estrés como un fenómeno estático y puntual en la vida de la persona, sino como un

proceso cambiante biográficamente longitudinal, en el que la persona va influyendo sobre sus

demandas ambientales. Así, podría definirse el estrés como el conjunto de cambios del

organismo asociado al esfuerzo de adaptación transaccional frente a demandas psicosociales”

(p.45).

Dentro del modelo transaccional del estrés y del afrontamiento, se define afrontamiento a

cualquier intento de hacer frente a la situación, ya sea modificando objetivamente la situación

ambiental, cambiado su apreciación subjetiva o controlando las reacciones orgánicas y

emocionales (Lazarus y Folkman en González, 2009).

Esta consideración de afrontamiento implica que:

Puede ser adaptativo o no en función de los factores que intervengan en el

proceso.

25

Es una aproximación orientada al contexto y unas estrategias son más estables que

otras.

Existen al menos dos funciones principales del afrontamiento, una centrada en el

problema y otra centrada en la emoción.

Depende de la evaluación respecto a que pueda o no hacerse algo para cambiar la

situación.

Lo anterior concuerda con Lazarus y Folkman, citado por Jaureguizar y Espina (2005), quienes

realizan otra distinción entre aquellas respuestas de afrontamiento centradas en el problema y

aquellas centradas en la emoción.

También concuerda Llaneza (2008), quien afirma que las estrategias de afrontamiento pueden

clasificarse en dos, las estrategias que tienen como objetivo la resolución de problemas, como

programas dirigidos a las estrategias instrumentales, y las estrategias cuyo objetivo son las

destrezas para el manejo de emociones, como los programas dirigidos a las estrategias de carácter

paliativo.

Una estrategia adecuada debería, en principio, partir de ese primer doble reconocimiento: hay un

proceso. Pudo ser anticipado, algunas de las consecuencias pudieron ser previstas y alertar para

el futuro. Es cierto, hay un problema, pero también existe una oportunidad de aprendizaje

(Martiñá, 2007).

1.3.1. Clasificación de Estrategias de Afrontamiento

Existen varias estrategias de afrontamiento que puede utilizar un individuo. La forma de

utilizarlas suele estar determinada por la naturaleza del estresor y las circunstancias en las que se

produce:

El afrontamiento orientado a la resolución del problema comprende las actividades dirigidas

directamente a la modificación, evitación o minimización del impacto estresante, mientras que el

afrontamiento dirigido a la emoción consiste en el intento de disminución y eliminación de las

26

emociones negativas, utilizando mecanismos de negación y pensamientos de deseo que eviten la

confrontación directa con el elemento estresante y regulan las emociones provocadas por los

problemas, con el fin de mantener equilibrio emocional. Las estrategias más frecuentemente

utilizadas que se enmarcarían en los mecanismos de afrontamiento centrado en el problema son

(López, Riu y Forner, 2004):

o La resolución planificada de problemas, en la cual se realiza una evaluación de las

medidas o estrategias que se han de adoptar para reducir o eliminar

completamente un estresor, una evaluación del coste y las posibles consecuencias

y la puesta en práctica o implementación de la estrategia seleccionada.

o El afrontamiento confrontativo, donde se dirige directamente a la fuente de estrés

e intenta cambiarla al momento que se presenta. Este tipo de afrontamiento en

muchas ocasiones puede tener más consecuencias nocivas que positivas. Una

variante de este tipo de afrontamiento es la negación, que en general, produce

mejores resultados.

o El apoyo social, el cual se refiere a la red de amistades o personas que tiene un

sujeto y de las que puede recibir ayuda, recursos afectivos y prácticos, en

momentos de crisis, malestar o cuando los necesita. En situaciones límite como

una enfermedad terminal, este tipo de apoyo es incluso más importante, desde un

punto de vista emocional, que la propia atención médica prestada.

Blanco et al. (2010), citan a Lazarus y Folkman, quienes indican que “las estrategias de

afrontamiento orientadas a la emoción, intentan aliviar el malestar que produce cierta situación o

experiencia y están dirigidas a regular una respuesta emocional ante dicho problema” (p.334).

Los modos de afrontamiento que tienen menor control sobre la emoción son utilizados

generalmente en situaciones que el sujeto valora como amenazantes, lesivas, desafiantes y sin

posibilidad de modificar, mientras que el focalizado en el problema conduciría a un mejor ajuste

y adaptación ante los estresores de la vida y a experimentar menos síntomas psicológicos. La

27

escala de Modos de Afrontamiento (Ways of Coping, WOC) evalúa una completa serie de

pensamientos y acciones que cubre al menos ocho estrategias diferentes (Popp, 2008):

Estrategias centradas en la solución del problema:

Confrontación: intentos de solucionar directamente la situación mediante acciones

directas, agresivas o potencialmente arriesgadas.

Planificación: pensar y desarrollar estrategias para solucionar el problema.

Estrategias dirigidas a la emoción:

Búsqueda de apoyo social: acudir a otras personas (amigos, familiares, etc.) para buscar

ayuda, información o también comprensión y apoyo emocional.

Distanciamiento: intentos de apartarse del problema, no pensar en él, o evitar que le

afecte a uno.

Escape-evitación: empleo de un pensamiento irreal improductivo o de estrategias de

comer, beber, usar drogas o tomar medicamentos.

Autocontrol: esfuerzos para controlar los propios sentimientos y respuestas emocionales.

Aceptación de responsabilidad: reconocer el papel que uno haya tenido en el origen o

mantenimiento del problema.

Reevaluación positiva: percibir los posibles aspectos positivos que tenga o haya tenido la

situación estresante.

Por su parte, Barón, Lacasta y Ordóñez (2008), refieren que Folkman “incluye una tercera forma

de afrontamiento que está relacionada con aquellas estrategias que se centran al significado, que

consisten en reinterpretar la situación abordándola desde otro punto de vista, por ejemplo, viendo

la parte positiva de las circunstancias negativas” (p.23). Este tipo de estrategias de afrontamiento

son especialmente importantes ante la adversidad; se reinterpreta la situación cuando, ante un

fracaso, se valora que aunque no se ha conseguido el objetivo se ha aprendido mucho, cuando se

consigue ver las amenazas como oportunidades de mejorar, cuando se valora la importancia de

las relaciones afectivas en situaciones adversas, etc.

28

Popp (2008), quien cita a Moos y Billings, sugieren tres dimensiones a las propuestas por

Lazarus y Folkman (centrado en el problema y centrado en la emoción), añadiendo el

afrontamiento centrado en la evaluación, que busca definir el significado para la situación

causante de tensión y reflexionar sobre sus causas y posibles soluciones. Cada dimensión cuenta

con tres estrategias de afrontamiento:

El afrontamiento dirigido al problema, que incluye las siguientes estrategias:

Requerimiento de información o asesoramiento a otras personas significativas.

Ejecución de acciones que resuelvan el problema, accionando ante la situación o

desarrollando planes alternativos.

Desarrollo de gratificaciones o recompensas alternativas, creando otras fuentes de

satisfacción.

El afrontamiento dirigido a la emoción, que se asociará a las siguientes estrategias:

Aceptar con resignación la situación y la imposibilidad de provocar cambios en

ella.

Control afectivo de las emociones que la situación produce para que no interfiera

en otros aspectos de la vida.

Descarga emocional por medio de la catarsis o el llanto.

Y el afrontamiento centrado en la evaluación, que incluye las siguientes estrategias:

Análisis lógico de la situación, sus causas, consecuencias y posibles acciones a

realizar para resolverla.

Redefinición cognitiva de los acontecimientos, encontrándole un significado

positivo.

Evitación cognitiva mediante el olvido de la situación y la focalización en deseos

y fantasías.

Solís y Vidal (2006) citan a Carver, Scheier y Weintraub, que por su parte también amplían el

panorama presentando quince estrategias: cinco escalas miden estrategias de afrontamiento

centradas en el problema (afrontamiento activo, planificación, supresión de actividades

29

competitivas, afrontamiento restringido, y búsqueda de apoyo social instrumental), cinco escalas

de afrontamiento orientadas a la emoción (búsqueda de apoyo social emocional, reinterpretación

positiva, aceptación, negación y refugio en la religión) y tres escalas que evalúan las respuestas

de afrontamiento (enfocado en la ventilación de emociones, desenganche comportamental y

desenganche mental, como lo son el uso del alcohol y drogas).

Por su parte, Doménech-Llabería y Baños (2005) citan los estudios realizados por Frydenberg,

que están basados en los conceptos de estrés y afrontamiento desarrollados por Lazarus. Cada

una de las estrategias de afrontamiento están bien definidas por la autora como:

o Concentrarse en resolver el problema (dirigida a resolver el problema, lo estudia

sistemáticamente y analiza los diferentes puntos de vista u opciones).

o Esforzarse y tener éxito (describe el compromiso, la ambición, y la dedicación).

o Invertir en amigos íntimos (busca la relación personal íntima).

o Buscar pertenencia (indica la preocupación e interés del sujeto por sus relaciones

con los demás en general y, más concretamente, por lo que ellos piensan).

o Fijarse en lo positivo (trata de buscar el aspecto positivo de la situación).

o Buscar apoyo social (consiste en una inclinación a compartir el problema con

otros).

o Buscar apoyo profesional (consiste en recibir la opinión de profesionales).

o Acción social (comunicar a otros el problema y obtener beneficios).

o Buscar apoyo espiritual (emplea la creencia en Dios).

o Preocuparse (indica incertidumbre por el futuro).

o Hacerse ilusiones (se basa en la esperanza).

o Falta de afrontamiento (refleja incapacidad personal para manejar el problema).

o Ignorar el problema (rechaza conscientemente el problema).

o Auto inculparse (hace responsable a la persona por su situación),

o Reducción de la tensión (refleja elementos para sentirse mejor y relajarse).

o Reservarlo para sí (refleja aislamiento ante otros sobre su problema y lo deja para

sí).

30

Así mismo, Ulla (2001) cita a Lieberman y Mullan, quienes refieren que el afrontamiento guiado

por el estímulo, en el que la atención estaría focalizada en las características de la situación y los

comportamientos estarían dirigidos a modificar la situación y superar el problema. Por otra parte,

Reynoso y Seligson (2002) citan a Suls y Fletcher al clasificar las estrategias de afrontamiento en

evitativas o no evitativas. Compararon la eficacia de las estrategias de evitación respecto a las

más centradas en el problema, llegando a la conclusión de que el afrontamiento de evitación y

centrado en la emoción parece ser más eficaz a corto plazo, mientras que a largo plazo lo es el

afrontamiento de aproximación.

1.3.2. Recursos de afrontamiento

Éstos pueden ser físicos, psicológicos, sociales, estructurales y culturales (Rodríguez-Marín,

Pastor y López-Roig, 2010). A continuación se describen:

Culturales: incluirán creencias, valores, símbolos estructurados por la persona, y

su reconocimiento ante la sociedad.

Estructurales: se refiere a los papeles sociales de un individuo en un sistema,

subsistema y una red. Sus compromisos, sus roles, y los acontecimientos

estresantes.

Sociales: indican interacción, apoyo social, ingresos adecuados y satisfacción

personal.

Psicológicos: incluyen los estados afectivos y cognitivos, repertorios

comportamentales y esquemas de acción.

1.3.3. Estrategias de afrontamiento en enfermos

López (2005) cita a Lazarus y Folkman cuando refieren que “los enfermos perciben la

enfermedad crónica como un hecho conflictivo y amenazador que está acompañado de una

sensación de malestar, preocupación y carencia de control, e inician de modo espontáneo una

serie de mecanismos de afrontamiento. La habilidad para afrontar el estrés, es decir, el uso de

determinadas estrategias de afrontamiento, es un determinante importante para la calidad de vida”

31

(p. 26). En relación a personas diagnosticadas con cardiopatía isquémica, Ward (2003) refiere

que “entre los pacientes sometidos a cirugía a corazón abierto por una enfermedad coronaria,

aquellos que experimentan fortaleza o apoyo proveniente de sus sentimientos espirituales son los

que tienen tres veces más probabilidades de sobrevivir que quienes carecen de soporte espiritual”

(p. 262). Y en relación al acompañamiento de la familia del enfermo, Velasco y Sinibaldi (2001)

citan Rolland, quien refiere que el cuestionar a una familia sobre la enfermedad como una

experiencia totalizadora, implica conocer cómo ésta ha influido en su sistema de creencias y éstas

en el padecimiento, así como conocer su experiencia “humana y personal” sobre la enfermedad .

La pareja también desempeña un rol importante ya que con su actitud y comportamiento ante el

padecimiento de su conyugue puede encausar al enfermo a intentar recuperar su salud de una

forma más rápida (Velasco y Sinibaldi, 2001). Según Shuman (1999), “la enfermedad puede

limitar o incluso destruir, ya sea sutil o incluso más drásticamente, gran parte de lo que las

personas asumen que es cierto respecto a lo que esperan de los demás y sus relaciones con ellos.

El rol del enfermo socialmente hace que las personas que tienen enfermedades admitan que se les

dispense de desempeñar o tomar parte de sus obligaciones habituales” (p.36).

En general, “las enfermedades estimulan el uso de unas estrategias de afrontamiento

determinadas, como son la planificación de soluciones y la evitación. La confrontación y la

búsqueda de información pueden ser útiles para calmar la ansiedad. Tanto la evitación como el

uso del sentido del humor o el distanciamiento del problema pueden dar temporalmente

tranquilidad” (Folkman, en López, 2005, p.27).

Según Watson y Greer, citados por Suárez, Barquero, Lodoño y Low (2005), se ha encontrado

una asociación significativa entre la evolución de la enfermedad y las siguientes estrategias de

afrontamiento:

o Espíritu de lucha: es una respuesta de afrontamiento activo, en donde el paciente

acepta el diagnóstico y adopta una actitud optimista, determinada por el deseo de

luchar contra la enfermedad y querer participar en decisiones concernientes al

32

tratamiento. Además, el paciente ve el diagnóstico como un reto, tiene una visión

optimista del futuro y cree posible ejercer el control sobre su enfermedad.

o Evitación: el paciente tiende a rechazar el diagnóstico o más comúnmente, tiende

a minimizar la seriedad de la enfermedad evitando pensar sobre ésta. El paciente

ve el diagnóstico como una amenaza mínima y toma una visión positiva del

pronóstico.

o Fatalismo: el paciente acepta el diagnóstico, pero en una forma de resignación,

que está acompañada de una actitud fatalista. El paciente ve el diagnóstico como

una amenaza menor, el resultado será aceptado con ecuanimidad y no es posible

ejercer control sobre éste.

o Preocupación ansiosa: el paciente está constantemente preocupado por su

padecimiento, frecuentemente refleja temor hacia el dolor y el desarrollo de la

enfermedad, y frecuentemente busca aliento. El diagnóstico es visto como una

preocupación mayor, el pronóstico es incierto y existe incertidumbre acerca del

control que pueda ejercerse.

o Desesperanza o indefensión: el paciente es desesperanzado por el diagnóstico,

siente que ya no puede hacer nada, adopta una actitud totalmente pesimista y

pierde cualquier esperanza. La enfermedad es vista como una pérdida y el

paciente considera el pronóstico como un resultado inevitable, negativo. Piensa

que es imposible ejercer algún control sobre la enfermedad.

La forma en que los pacientes perciben la enfermedad representa la influencia que las

experiencias que han tenido en su vida les han afectado. Una variedad de medidas cuantifican la

adaptación a las situaciones estresantes por medio de medidas de afrontamiento y de apoyo

social. No todos los individuos que encaran los mismos estresores tienen las mismas reacciones.

Esta ayuda que se recibe marcará de alguna manera el bienestar psicológico de las pacientes, ya

que ellas han tenido que cambiar su modo de vida, rutinas y expectativas por no poder realizarlas

33

más, debido a que su salud sufre riesgos (Velasco y Sinibaldi, 2001). Las medidas de apoyo

social y afrontamiento ayudan a explicar por qué unas personas pueden adaptarse mejor a

situaciones estresantes que otras (Kaplan y Saccuzzo, 2006).

Con lo presentado anteriormente en relación a la edad adulta intermedia, la cardiopatía isquémica

y las estrategias de afrontamiento, se puede resaltar que en los estudios consultados sobre

estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, el mecanismo básico al que pueden recurrir las

pacientes que padecen de cardiopatía isquémica y que asisten a consulta a una clínica privada, es

la recuperación mediante el aumento del control, ya que con la información y expresión de las

emociones se pueden reevaluar sus propios recursos y los del entorno (apoyo social o personal

médico). Se podría conseguir a través de ellas el desarrollo de expectativas eficaces sobre sus

propias habilidades y la posibilidad de ponerlas en marcha. Entonces, las estrategias de

afrontamiento vendrían siendo formas específicas en que la persona podría afrontar, ajustar,

disminuir y minimizar el estrés causado por su padecimiento ante cualquier enfermedad, en este

caso la cardiopatía isquémica.

34

II. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

Actualmente, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo en

los inicios del tercer milenio (Organización Mundial de la Salud, 2003). En Guatemala, al igual

que en otros países, las cardiopatías de origen isquémico constituyen un grupo de enfermedades

que afectan a los vasos sanguíneos arteriales coronarios y provocan isquemia e infarto del tejido

miocárdico. Con frecuencia su origen es arteriosclerótico. Sus manifestaciones clínicas, en su

mayoría, son por sí mismas una emergencia médica (Organización Panamericana de la Salud,

2002).

De acuerdo con Becerra-Fernández (2003), esta afección tradicionalmente ha aportado mayor

letalidad en el sexo masculino. Factores endocrinos, como son los estrógenos, han sido factores

protectores para la mujer. Sin embargo, al disminuir durante la pos menopausia, igualan el riesgo

a fallecer por cardiopatía isquémica en ambos sexos. En ese momento, ellas manifiestan

síntomas de manera diferente que los hombres. Entre éstos están: náuseas, vómito, fatiga, dolor

en el brazo que se irradia al hombro, dolor abdominal, palpitaciones, dolor mandibular y de

cuello, pérdida de apetito, mareo y cefalea. Esto genera en ellas angustia, temor a morir y a dejar

desamparados a sus seres queridos. Lo anterior hace que aumente el dolor y haya mayor riesgo de

complicación del evento coronario. También merma la atención y la concentración mental.

Por otra parte, Bayés, López-Sendón, Attie y Alegría (2002) refieren que en estos pacientes es

usual la búsqueda de información pertinente sobre la enfermedad, los procedimientos de

tratamiento alternativo y sus probables consecuencias. Al obtener información, el enfermo puede

reducir la ansiedad y el miedo. Es particularmente importante el conocimiento de factores de

riesgo y de pronóstico. Aunque los pacientes pueden sobrevivir a las enfermedades

cardiovasculares, un elevado porcentaje de ellos quedan incapacitados y se acorta su vida útil

para la sociedad. Por ello, requieren prolongados tratamientos y cuidados especiales. El médico

deberá dedicar tiempo para hablar con los pacientes sobre su vida tras haber sufrido un infarto

agudo al miocardio. Al respecto, Velasco y Sinibaldi (2001) indican que “el comportamiento del

médico también puede influir en la actitud del paciente. Un comportamiento vago, poco

35

adecuado o incluso amenazante, si es confuso al dar sus indicaciones o muestra incapacidad para

resolver dudas (lo que genera miedo en el enfermo), puede conducirlo a desarrollar conductas

sumamente aprensivas y a que llegue a considerarse un inválido que necesita de cuidado o

protección, o bien, a manifestar exactamente la actitud opuesta, desarrollando actitudes

desafiantes y empezar a involucrarse en actividades desenfrenadas” (p.251). El médico deberá

insistirles en los hábitos de vida adecuados, tendrá que proporcionar instrucciones en el caso de la

aparición de síntomas. Además, deberá orientarlos sobre su incorporación progresiva a una vida

activa, motivarlos al abandono del hábito tabáquico y dar consejos sobre la dieta

cardioprotectora.

Las reacciones psicológicas más frecuentes después de ser diagnosticado con cardiopatía

isquémica son la ansiedad, la depresión reactiva, la regresión y la negación. Los pacientes que

han padecido de un infarto de miocardio suelen ser más fácilmente excitables, nerviosos,

neuróticos, depresivos y menos capaces de concentrarse que los individuos sanos (Serra et al.,

2005). “El individuo puede responder de manera muy particular ante un infarto del miocardio, el

hecho de que escoja una forma adaptativa o mal adaptativa dependerá de factores como la

personalidad, la familia, y las alteraciones físicas o laborales concomitantes” (Velasco y

Sinibaldi, 2001, p. 248.).

Luego de que el médico informa a los pacientes sobre su enfermedad cardiovascular, ellos optan

por escuchar una segunda y tercera opinión. Otros por el contrario, evitan contacto con médicos y

hablar de su condición médica y deciden refugiarse en lo espiritual para encontrar respuestas.

Algunos comparten sus padecimientos en las salas de espera, con pacientes con similares

diagnósticos buscando apoyo social. Y finalmente, otros se hacen más daño ignorando las

recomendaciones de sus médicos especialistas.

Por lo anterior, es importante contar con un estudio que permita conocer las estrategias de

afrontamiento que emplean las pacientes que asisten a una clínica privada, ya que es expresión

del papel activo del ser humano ante los desafíos de la vida cotidiana y se ha constatado que

puede mediatizar los efectos adversos del estrés sobre la salud.

36

Teniendo en cuenta lo anterior, el presente trabajo busca dar respuesta a la pregunta de

investigación:

¿Cuáles son las estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que utilizan mujeres de 50 a 60

años de edad que padecen de cardiopatía isquémica y asisten a consulta a una clínica privada?

2.1 Objetivos:

Objetivo General:

Determinar cuáles son las estrategias de afrontamiento ante la enfermedad, que utilizan mujeres

de 50 a 60 años que padecen de cardiopatía isquémica y asisten a consulta a una clínica privada.

Objetivos Específicos:

Identificar si las pacientes utilizan el estilo de afrontamiento dirigido a la resolución de

problemas.

Determinar si las pacientes recurren al afrontamiento dirigido a la emoción.

2.2. Elemento de estudio:

Estrategias de afrontamiento ante la cardiopatía isquémica.

2.3 Definición del elemento de estudio:

2.3.1. Definición Conceptual

Estrategias de afrontamiento son las formas de pensar y de actuar que usan las personas y que

generalmente van cambiando para poder lidiar con situaciones que se les pueden enfrentar.

Algunas son sencillas y otras exponen demandas internas o externas percibidas como

37

amenazantes y que complican a los individuos, ubicándolos en situaciones desconocidas (Riso,

2006).

La cardiopatía isquémica es una patología multifactorial, resultado de interacciones complejas

entre factores genéticos y ambientales, que se encuentra englobada en el grupo de llamadas

enfermedades cardiovasculares. Presenta tres manifestaciones clínicas distintas: angina de pecho,

infarto agudo de miocardio y muerte súbita (Piédrola, 2002).

2.3.2. Definición Operacional:

Para efectos de esta investigación, serán las herramientas utilizadas psicológicamente por las

pacientes de 50 a 60 años que padecen una patología cardiovascular para enfrentar las demandas

que implica la enfermedad que padecen.

Para poder conocer las estrategias de afrontamiento que utilizan estas pacientes se utilizó una

entrevista semiestructurada contando con los siguientes indicadores:

Afrontamiento dirigido a la resolución de problemas.

o Confrontación

o Planificación

Afrontamiento dirigido a la emoción.

o Búsqueda de apoyo social

o Distanciamiento

o Escape-Evitación

o Autocontrol

o Aceptación de la responsabilidad

o Reevaluación positiva

38

2.4. Alcances y Límites:

El estudio recopiló las estrategias de afrontamiento básicas que utilizan las pacientes que padecen

de cardiopatía isquémica para enfrentar esta enfermedad. Ellas tienen entre 50 y 60 años y

asisten a consulta a una clínica privada. La información obtenida se aplica únicamente a las

pacientes con las cuales se trabajó y a los sujetos que cuentan con características similares.

Una limitante en este estudio, ha sido la poca información teórica que hay sobre las estrategias de

afrontamiento posibles para ser utilizadas por una persona ante una situación desconocida. Se

encontró cierta información, resaltando ciertos indicadores para poder reconocer una estrategia

utilizada por un paciente ante un padecimiento, pero es relativamente escasa y general. Esto ha

limitado que el estudio cuente con mayor información relevante al respecto.

2.5. Aportes

La investigación permitió conocer las estrategias que un grupo de pacientes que padecen de

cardiopatía isquémica utilizan para afrontar su padecimiento. Esto brindará un aporte a las

clínicas, hospitales y centros de salud tanto privados como estatales que atienden pacientes con

enfermedades cardiovasculares. De esta manera, los médicos, enfermeras y personal

administrativo podrán conocer cómo estos pacientes enfrentan esta información relevante que se

les brinda sobre su salud. Ellos podrán aprovecharla al momento de ofrecerles un diagnóstico y

opciones de ayuda profesional que les permita sobrellevar esta situación de cambio en sus vidas.

Además, con base a la información recopilada, podrían brindar no sólo el diagnóstico a los

pacientes sino abordar temas relacionados con el empleo de estrategias de afrontamiento ante las

enfermedades cardiovasculares, ocupándose de la salud del paciente de una forma integral, tanto

física como psicológica.

Los psicólogos que atienden a pacientes con enfermedades cardíacas y cardiovasculares deberán

enfocarse en las necesidades y emociones de los pacientes, ya que lo que experimentan en

relación a la pérdida de su salud y su posible riesgo de muerte, les produce ansiedad y temor con

39

sensaciones difíciles de explicar. Esto afecta radicalmente su entorno y el de sus familias. La

información que se obtenga en esta investigación les orientará en su trabajo.

40

III. MÉTODO

3.1. Sujetos

En este estudio se trabajó con 8 personas de género femenino, guatemaltecas, de diferente nivel

socioeconómico y escolaridad. Sus edades oscilan entre 50 y 60 años. Todas fueron

diagnosticadas con cardiopatía isquémica y han sido intervenidas en UNICAR (Unidad de

Cirugía Cardiovascular de Guatemala). Posteriormente, optaron por consultar a un médico

cardiólogo privado para darle seguimiento a la enfermedad. La selección se realizó por

recomendación de su médico cardiólogo y porque llenaron las características determinadas para

esta investigación como casos típicos. Éste es un tipo de muestreo no probabilístico, en el cual se

seleccionan individuos, sistemas u organizaciones, que posee claramente las situaciones que se

analizan o estudian (Hernández, Fernández y Baptista, 2003).

Los datos generales de las participantes de este estudio se presentan en la tabla 3.1, así como el

tiempo en que han permanecido bajo cuidado médico (ver tabla 3.2). Para la confidencialidad de

las participantes los nombres utilizados en esta investigación son ficticios:

Tabla 3.1.

Características de las pacientes que forman parte de este estudio y que padecen de cardiopatía isquémica.

No. de

sujeto

Nombre

ficticio

Edad Estado

civil

No. de

hijos

Ocupación Lugar de residencia

1 MILDRED 56 años Viuda 3 Ama de casa Boca del Monte 2 OLGA 56 años Unida 1 Vendedora de

Mary Kay

Ciudad de Guatemala,

zona 6 3 GILDA 56 años Viuda 3 Ama de casa Ciudad de Guatemala,

Zona 12 4 MIRNA 59 años Viuda 4 Ama de casa Ciudad de Guatemala,

Zona 16 5 CAROLINA 53 años Soltera 3 Jubilada

Auxiliar de

Enfermería

Ciudad de Guatemala,

Zona 2

6 DULCE 53 años Soltera 2 Sistema

Penitenciario

Villa Hermosa

7 ALICIA 60 años Casada 4 Secretaria Ciudad de Guatemala,

Z. 15 8 ROCÍO 50 años Casada 3 Proyectos

educativos

y catedrática

universitaria

Ciudad de Guatemala,

Z. 16

41

Tabla 3.2.

Historia clínica de las pacientes participantes en el estudio que padecen de cardiopatía isquémica

No. de

sujeto

Nombre ficticio Tiempo de asistir a

consulta a la clínica

Tiempo transcurrido desde el

diagnóstico de cardiopatía isquémica

1 MILDRED 1 año 1 año

2 OLGA 5 años 6 años

3 GILDA 6 años 7 años

4 MIRNA 4 años 6 años

5 CAROLINA 1 año 1 año

6 DULCE 11 meses 11 meses

7 ALICIA 2 años 2 años

8 ROCÍO 3 años 14 años

3.2 Instrumento

Para realizar este estudio, se trabajó con una entrevista semiestructurada. De acuerdo con

Hernández et al. (2003) “se basan en una guía de asuntos o preguntas y el entrevistador tiene la

libertad de introducir preguntas adicionales para precisar conceptos y obtener mayor información

de los temas deseados” (p.445).

En la entrevista se plantearon varias preguntas, elaboradas por la investigadora, permitiendo

conocer las estrategias de afrontamiento que utilizaron las pacientes ante la enfermedad luego de

ser diagnosticadas con cardiopatía isquémica con base a los siguientes indicadores:

o Estrategias centradas en la solución del problema:

Confrontación

Planificación

o Estrategias dirigidas a la emoción:

Búsqueda de apoyo social

Distanciamiento

42

Escape-Evitación

Autocontrol

Aceptación de la responsabilidad

Reevaluación positiva

La entrevista constó de 50 preguntas abiertas basadas en las estrategias mencionadas

anteriormente, complementándolas con otras, cuando fue necesario. Se validó por medio de la

revisión de expertos sobre el tema de cardiopatía isquémica, psicología e investigación. Una

copia de la misma se encuentra en el anexo 1. Como complemento, se usó un diario de campo

para anotar lo que se observó. Este instrumento consigna cotidianamente las experiencias, ideas,

confusiones y problemas que surgen durante el proceso de recolección (Toro y Parra, 2006).

3.3. Procedimiento

Se seleccionó el tema de investigación. Luego, se plantearon el objetivo general y

los objetivos específicos.

Se recolectó información en estudios internacionales y nacionales relacionados

con el tema. Además, se recopiló información bibliográfica acerca del mismo,

tomada de libros, folletos y revistas. Con esta información se redactó el marco

teórico.

Se realizó un instrumento que recopiló información en relación al elemento de

estudio.

Se elaboró una entrevista semiestructurada, que permitió conocer las estrategias de

afrontamiento que utilizaron las pacientes que padecen de cardiopatía isquémica.

La entrevista fue revisada por expertos en el tema y en investigación. Se obtuvo la

validación de la misma y se realizó las modificaciones sugeridas.

El médico cardiólogo escogió a las pacientes que participaron en el estudio

previamente con las siguientes características: que comprendan las edades de 50 a

60 años, que padezcan de cardiopatía isquémica, que hayan sido intervenidas en

UNICAR, que asistan a consulta a una clínica privada y que brindaran su

consentimiento para participar en este estudio.

43

Se solicitó la colaboración de las pacientes, explicándoles que la información que

aportaron fue confidencial y que se utilizó solamente con fines de esta

investigación.

Se hizo una cita con las pacientes participantes, de acuerdo al horario en que

asisten a la clínica.

Se llevó a cabo la entrevista con las pacientes de forma individual. Las respuestas

obtenidas se grabaron con previa autorización de las mismas.

Las entrevistas grabadas se escucharon detenidamente y se realizó la transcripción

de forma literal.

Se analizaron los resultados. Con la información recopilada, se prosiguió a

clasificarla en categorías y fue posteriormente colocada en mapas conceptuales.

En la discusión se realizó una comparación de los resultados obtenidos en esta

investigación en relación a los resultados obtenidos en otras investigaciones y con

la teoría recopilada para este estudio.

Se procedió a realizar las conclusiones y se establecieron las recomendaciones.

3.4. Diseño

La investigación fue de tipo cualitativa. Según Hernández et al. (2003) es aquella que “utiliza

recolección de datos sin medición numérica para descubrir o afinar preguntas de investigación;

así mismo, consiste en reconstruir la realidad, tal y como la observan los actores de un sistema

social previamente definido” (p.5-6). De acuerdo con los mismos autores, el diseño fue estudio de

casos, en donde indican que este tipo de estudios son “investigaciones con una muestra de una

unidad de análisis y pueden ser intrínsecos, instrumentales o colectivos. Y son útiles par asesorar

y desarrollar procesos de intervención en personas, familias, organizaciones, etc., y desarrollar

recomendaciones o cursos de acción a seguir” (p332.). Este tipo de diseño requiere tratarse con

profundidad, buscando el completo entendimiento de las circunstancias, contexto y

características.

44

IV. RESULTADOS

A continuación se presentan los resultados obtenidos luego de realizar el trabajo de campo. Se

encuentra dividido en dos partes. En la primera parte se encuentra la descripción del caso de cada

una de las pacientes participantes. Ésta se hizo con base a la entrevista. La transcripción de la

misma se encuentra en el anexo 2. La segunda parte cuenta con esquemas para los ocho

indicadores. Los esquemas que se enlistan, recopilan y unifican la información recabada durante

las entrevistas a las pacientes. En ellos se encuentran frases textuales utilizadas por las

participantes que determinan su vivencia particular sobre el padecimiento que presentan. Algunas

ideas se parafrasean. Las pacientes serán identificadas como sujetos, denominadas del 1 al 8. Los

nombres de las participantes que aparecen en el trabajo son ficticios para guardar la

confidencialidad. Así mismo, los médicos que en su momento atendieron a las participantes y

ellas mencionaron en la entrevista serán identificados como “doctor”, denominados del 1 al 5.

4.1. SUJETO 1

Mildred tiene 56 años al momento en que se realiza la entrevista. Es viuda hace 30 años. Su

esposo trabajaba en la Policía Nacional y desapareció. En relación a esto la paciente refiere: “No

lo encontramos ni vivo ni muerto. Y desde entonces soy viuda, ya no volví a rehacer mi vida”. La

paciente tuvo tres hijos, dos hombres y una mujer. Es ama de casa y cuida de sus nietas, mientras

que su hija trabaja. Ella también quedó viuda hace siete años, debido a que mataron a su esposo

en la zona 13, cuando estaba embarazada de su primera hija. La niña ya no tuvo la oportunidad

de conocer a su padre. Mildred vive junto a su hija y sus nietas. Menciona: “…entonces nos

acompañamos…puras mujeres”.

La paciente solía visitar a un cardiólogo en Eventos Católicos. Ella menciona que el médico

había sugerido la posibilidad de que sufriera un infarto debido a que su corazón presentaba una

condición delicada. Debido a esta razón solía recetarle medicamentos. Aún bajo tratamiento

médico, Mildred sufrió un infarto. Confrontó los síntomas de la cardiopatía isquémica de la

siguiente manera: “…de repente me comenzó a doler el corazón. Un día en la tarde, sentí

como…un dolor me daba…no podía estar sentada ni parada…no sentía gusto por nada…por

aquel dolor que yo sentía que me moría”. Fue trasladada a UNICAR para su evaluación. Luego

45

de una serie de estudios y exámenes le informaron a la paciente que tenía una arteria tapada y que

debía de ser operada a corazón abierto. “Yo dije de todas maneras de qué me van a operar, pues

si ésa es la solución”. El médico tratante le explicó sobre la operación que debía efectuarse,

también sobre la posibilidad de tratarse sólo bajo medicamentos. Recalcó el riesgo que su

corazón corría. La paciente recuerda que le dijeron: “usted tiene cita para cirugía” me

dijo…”bueno doctor” le dije”.

Recuerda que sintió temor, pero al mismo tiempo se sentía respaldada por el tipo de institución

donde estaba ingresada, “yo estaba tranquila que estaba en un buen lugar…En la mañana, el día

de la operación, pues me bañé, y me acosté a esperar, me dieron una pastillita, con mi batita, y

me relajé”. Llegó a comprender que tomó una decisión adecuada al operarse, sobre esto comenta:

“Yo lo que pienso es que…bueno yo ya la enfrenté, ahora estoy bien y me siento bien…pues la

enfrenté con tomar la decisión de operarme y hacer caso al Dr. 3“.

Refiere que actualmente, presenta problemas en un riñón. Le encontraron quistes. Menciona la

paciente que ya se está animando a salir de su casa y que comenzará con los exámenes

pertinentes. “Mire, yo sí me estoy revisando, porque tanto que vi en UNICAR, personas

sufriendo, entonces mejor prevengo”.

Mildred comprende que ya no puede hacer las cosas que solía hacer antes. Sí desearía estar más

activa, pero por su situación planifica de ahora en adelante: “seguir siempre cuidándome y

cuidándome. No comer grasas, ni pan de manteca…y me duele y evito caer en la tentación, pero

hago lo que me dice el doctor”. Piensa continuar haciendo las cosas que hacía antes sólo que

siguiendo las reglas de visitar a su médico, revisándose “Estarme chequeando, esto es lo más

importante, porque imagínese si no me chequeo, cómo voy a saber lo que tengo o alguien tiene,

siempre hacerme mis exámenes para controlarme, seguir viviendo, y así”. También informa a

otras personas sobre su padecimiento de la siguiente forma: “yo hablo de mi enfermedad, para

que la gente se cuide, porque a veces uno no se cuida porque no conocemos la enfermedad y el

efecto que esto tiene. No hay que dejar pasar las cosas, nos debemos de dar importancia, y

querernos”. Les pide a las personas a su alrededor que se hagan exámenes sí los necesitan, “que

46

miren por su cuerpo, que se cuiden, que se quieran”. Está consciente de la importancia que tiene

el control que el médico lleva sobre su caso particular.

Enfrenta su padecimiento con apoyo que recibe de sus hijos, en especial el de su hija. “El único

apoyo que he buscado es el de mis hijos, ya ve mi hija me acompaña a donde quiere y también

aquí…Ella me ha apoyado en todo, no se quita de mi lado, los días que sean y como sea.

Menciona que su hija cuenta con permisos de su trabajo para acompañarla a consultas,

tratamientos médicos, etc. Comenta que cuenta con dos hijos más y que le brindan su ayuda de la

siguiente manera: “bueno, también cuento con uno de mis hijos, es que el otro en ocasiones toma

licor y se mete en… pero se preocupan por mí y me ayudan…”. Recuerda que cuando fue

informada sobre la cirugía, pensó que moriría, pero logró sentirse tranquila ya que sus hijos se

había esforzado porque ella ingresara a una buena institución para ser atendida.

Menciona sentirse agradecida con la ayuda recibida por sus médicos tratantes. En relación al

médico de Eventos Católicos recuerda: “el doctor muy bueno él, ya viejito él, me daba

medicinas”. Sobre el médico que la atiende en la clínica privada comenta: “la verdad que alguien

como yo está en las manos de los doctores, mire a dónde vengo a buscar al Dr. 3. Si él me vigila,

yo me siento tranquila. Estoy en sus manos y las de Dios, la verdad”.

La paciente presenta creencias religiosas fuertes. Considera que la voluntad de Dios rige su vida

y ella confía sus decisiones y resultados a él. “Bueno, yo lo que siento es que a través de la

operación que me hicieron es un milagro de Dios que yo esté viviendo, ya que era una operación

muy riesgosa, y gracias a él estoy aquí, él ha tenido misericordia de mí, y todo esto ha hecho que

yo me sienta bien”. Recuerda que cuando el médico le dijo sobre la cita programada para cirugía

ella le contestó: “…bueno doctor y que se haga la voluntad de Dios, si es que tengo que hacerlo

bueno y si es de Dios que tenga que vivir, y si es tarea de Dios llevarme, Él sabrá…”. Menciona

que cuando comenzó a pasar el tiempo de post operada, no era que se sintiera del todo bien.

Refiere sobre esto: “yo tengo la confianza en Dios. A veces me sentía re mal, pero ya con el

tiempo que está pasando me siento mejor”.

47

Así mismo, comenta que cuenta con vecinos y amigos que se preocupan por ella, que la estiman.

“Pues viera que aparte que me vistan y todo, yo soy consentida, se sienten contentos de verme

entre ellos, a mí risa me da, por sus comentarios…”. Al mismo tiempo, cuando se enteraron de

que la paciente debía ser operada quirúrgicamente, le recomendaron que no realizara dicha

intervención debido a que podía perder la vida. A pesar de los comentarios ofrecidos, ella se

operó. Sobre esto comenta: “Sí pero, yo dije, es lo que Dios quiere yo salgo y si él no quiere…”.

Ella no recibió apoyo de ellos en su decisión de operarse.

A pesar de que Mildred visitaba a un cardiólogo en Eventos Católicos, que fue a consulta varias

veces, e informada de los cuidados que debía tener (“tenga cuidado Mildred, su corazón está

muy mal y de repente le va a dar un infarto”), la paciente no buscó información sobre su

padecimiento en ningún momento, apartándose de él y arriesgando su vida. Recuerda que los

médicos le explicaron hasta que llegó a UNICAR sobre enfermedad en el corazón. “Ellos

llegaban y me atendían y me explicaban”. Menciona que: “No, yo no sabía, hasta que llegué ahí

me dijeron eso, si no, lo hubiera prevenido”. Refiere que sigue su vida como si no estuviera

enferma, “a veces me olvido que estoy enferma”.

Se cuestiona sobre cómo controla los cambios que se han presentado debido a su salud y

responde: “A pues no lo llevo tan bien, pero trato de ir asimilando las cosas una por una”.

Comenta que comienza a sentirse bien. El médico le dio pastillas para dormir y logró relajarse:

“ya puedo dormir bien” a pesar de haber sentido deseos de llorar, “pues cuando me da tristeza, a

veces digo yo, por qué me tocó pasar por esto, pero en el momento lloro y después digo

“perdóname Señor, que estoy viva”.

Sobre la posibilidad de que alguna actividad que haya realizado que la llevara a correr riesgos

sobre su padecimiento, comenta: “Yo comí mal siempre, no me cuidaba, nada balanceado, antes

no me cuidaba”.

Es importante mencionar que la paciente reconoce como reevaluación positiva el haberse operado

a corazón abierto. “¿Algo bueno? Pues que yo, ya no siento la enfermedad que tenía. Ya no

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siento el dolor, valió la pena la operación”. Agregó: “He aprendido a cuidarme y ver por mi

vida, y a agradecerla porqué aquí estoy aún”.

4.2. SUJETO 2

Olga tiene 56 años. Se encuentra unida a su esposo desde hace 26 años. Refiere que no pudieron

tener hijos, pero que adoptaron una niña. Viven en la zona 6. Se dedica a la venta de productos

Mary Kay. Es diabética, padece de la presión alta y sufrió un infarto hace seis años; desde

entonces padece de cardiopatía isquémica. Al momento en que se realizó la entrevista, los

médicos le indicaron que no se le pudieron destapar las arterias y que deberá tratarse a base de

medicamentos.

Relata su experiencia en torno al momento de sufrir el infarto. Todos los síntomas originaron en

la paciente un descontrol en su organismo, incertidumbre y malestar. Sobre esto la paciente

refiere: “yo sentía ahogarme, yo quería la puerta abierta, no sentía oxígeno, yo sentía que estaba

sacando fuego de adentro, era una cosa que me estaba quemando por dentro…”. Menciona que

fue llevada a un hospital público para recibir atención inmediata, de ahí fue enviada a UNICAR,

y de esto ya pasaron seis años. Ha padecido de la presión alta desde entonces. Se ha mantenido en

control médico, y recientemente le indicó su médico que sus arterias se encontraban tapadas de

nuevo. “Me dijo que me iba a dejar medicamento, porque no se habían podido destapar las

arterias. Entonces, yo…como le dijera…me agito mucho al caminar”. Refiere que los médicos

de la casa del diabético le habían sugerido que caminara ocho cuadras a diario. Olga lo hacía,

pero comenzó a sentir una opresión en el pecho, que impedía que lo lograra. Comentó: “yo

caminaba. Entonces, después fui disminuyendo una cuadra y otra. Me fatigaba…”.

Realizó una serie de preguntas a los doctores sobre su padecimiento y se las respondieron, pero

refiere que: “no me explicaron mucho, se van…bien a lo concreto”. Comenta que no conocía

sobre esta enfermedad, que ninguno de sus familiares presenta una enfermedad en el corazón y

que realmente no buscó información al respecto.

Ha logrado confrontar no sólo su padecimiento sino lo que conlleva el estar enferma. Comenta

que hay personas que cuestionan sobre su cicatriz en el brazo izquierdo luego del bypass. “Yo les

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digo que es parte de mi infarto, que me tuvieron que sacar la vena. No me da pena…Es parte de

mi enfermedad”.

Planifica mantenerse saludable a base de una adecuada alimentación, “ahora sí me cuido, como

ensaladitas”, tomar sus medicamentos, descansar y mantenerse lo más tranquila posible.

“Eh…trato la manera de ahí en la casa oigo la palabra de Dios, eh…coritos, me pongo a ver las

novelas, tomo mi medicina más que todo, ahí voy…”. Considera que su salud es importante y

debe resguardarla. “Hasta que uno no pasa las enfermedades, no comprende y no entiende. Es

que en la comida está todo, de verdad”. Confía en que cocinando a sus seres queridos comida

saludable estarán mejor, “trato de hacer la comidita sin grasa, mi hermana a veces me pide favor

de que le haga algo de comer, y yo trato de hacerlo lo más limpio y saludable”.

En relación al apoyo recibido por Olga, refiere que su esposo le ha brindado compañía,

comprensión y apoyo. “Ah, él se pone triste y preocupado”. Comenta que ella era amante del

cigarro, que por cualquier cosa fumaba, desde los quince años, al igual que su pareja. Ambos

dejaron de fumar en vista del daño que hace. Él trabaja en una gasolinera y atiende todos los

gastos de la casa. A parte de su esposo, ella cuenta con el apoyo de su hermano mayor. La

reacción de él fue de desesperación al enterarse de su enfermedad.

Olga refiere que con el salario devengado por su esposo no se pudo costear los gastos de

UNICAR. Por esto, recurrió a SOSEP, y se dirigió a la esposa del presidente Colóm. La paciente

comenta: “ahí me dieron una nota para llevarla allá a UNICAR y que se me hiciera la

angioplastia sin cobrarme nada verdad, porque me salían Q44, 000.00 y ni a mil llegaba yo…”.

Así mismo, ha recibido ayuda de los médicos tratantes. Ella y su esposo decidieron seguir

acudiendo a una clínica privada para ser atendida y controlada de una forma más directa, ya que

su condición médica ha sido riesgosa. De esto refiere: “El doctor me busca medicinas para

ayudarme, son bendiciones que yo recibo verdad…”.También el personal que trabaja en la

clínica de su médico la ha apoyado. Cuando le informaron que la angioplastia no podía ser

realizada debido a que sus arterias se encontraban tapadas, Olga comenzó a llorar en la sala de

espera. Las secretarias le brindaron apoyo, dándole importancia a su preocupación.

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Cuando se enteran sobre su enfermedad, ella contesta con su convicción espiritual, que es

cuidada y protegida por un ser supremo. “No me da pena porque yo sé lo que Dios ha hecho en

mi vida. Es parte de la enfermedad”.

Olga confía en la bendición de Dios en su vida. Al enterarse ella comenta que lo sobrelleva:

“pues ahí si que…confiando en el Señor…porque, qué me queda, yo no puedo hacer nada con mi

vida, sólo Dios verdad…, Él me tiene caminando”. Comenta que le gusta hablar sobre su

condición cardiaca para que otras personas consideren también el poner sus vidas en las manos de

Dios. “Sí…porque me gusta que sepan que uno debe confiar en el Señor…sí y me gusta que se

den cuenta de que para que Dios actúe en nuestras vidas, no hay necesidad de tener dinero”.

Refiere sentirse valiente, necesitada y apoyada por Dios. “Pues fíjese que me siento valiente, digo

yo por eso necesito mucho de Dios…”.

Se cuestiona a Olga sobre la posible información que haya buscado sobre su enfermedad del

corazón. Ella refiere que ha preferido distanciarse del problema, y no pensar en él, presentando

negación funcional…“ya que me da temor”. Ha tomado la opción de ignorar su condición

médica olvidando su padecimiento: “no me quedo ahí pensando en lo que tengo”.

La paciente refiere que la forma de controlar lo que siente debe de ser clara, sin demostrar lo que

experimenta realmente. “Ah…pues…Si me pongo triste de nada me sirve pues”. Menciona que

ha sentido deseos de llorar. Responde que siempre lo hace. Se indagó sí esto le sucedía antes o

después de su padecimiento. Contestó: “antes y ahora también”. Se procedió a preguntarle por

qué le sucedía ésto e informó que no lo sabía. La última vez que sucedió fue cuando el médico le

había informado que no podría hacerle la angioplastia. Ella refiere que su médico le dijo: “no se

pudo señora…Entonces yo ahí mismo me puse a llorar”.

La paciente refiere que cuando el médico tratante le explicó a qué se debía su enfermedad, ella

indicó que había fumado mucho en su vida. “El Dr. 4 me explicó que el cigarro me había hecho

daño”. Ella reconoce que el cigarro le perjudicó la salud. Acepta su responsabilidad y se siente

culpable. “Ah…si…pues me dijeron siempre que no fumara, y yo lo seguía haciendo”. Su vida

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ha cambiado bastante desde que la diagnosticaron de cardiopatía isquémica. “Bastante porque, yo

era muy amante del cigarro, entonces cualquier cosa fumaba, me sentaba y me terminaba mis

cigarros, por cualquier cosa…qué triste…yo fumé desde la edad de quince años…”.

La paciente fue cuestionada sobre lo positivo que ha sacado al encontrarse enferma. Ella contestó

que ha sido negativo todo.

4.3. SUJETO 3

Gilda tiene 56 años y es viuda. Su esposo murió de infarto. Tiene tres hijos, dos mujeres y un

varón. El esposo de Gilda sufrió un infarto antes que ella, y luego le tuvieron que colocar un

marcapasos. En el momento que la paciente sufre del infarto, fue su esposo quien reunió la

cantidad necesaria para que fuera atendida médicamente. Le practicaron un cateterismo y le

indicaron que debía de ser operada del corazón. Tiene tres bypass. Es diabética y padece de los

riñones. Ha ido perdiendo la vista poco a poco. No ve con el ojo derecho. En el ojo izquierdo le

colocaron un lente por medio de una operación, “poco a poco se me yendo la vista, perdiendo

poco a poco, y de repente ya no vi nada”. Deberá continuar su tratamiento para el corazón a base

de medicamentos. Antes de enfermarse del corazón era estilista, ahora se dedica a su hogar. Su

médico le informó que debido al marcapasos que le colocaron, no es conveniente que use una

máquina eléctrica.

La paciente es cuestionada sobre el conocimiento que tiene sobre la cardiopatía isquémica.

Comenta que no recuerda sí le brindaron la información sobre su padecimiento. Lo que recuerda

es que le dijo que “no podía ser como antes de andar con prisa o corriendo”. Además, le

informó que debía evitar realizar ciertas actividades que requieran mucho esfuerzo. Ella informa

que desea que su médico le explique sobre su padecimiento. No ha buscado información sobre su

enfermedad en el corazón. Refiere que la información con la que cuenta es la que los doctores le

han dado en su momento nada más.

Gilda comenzó a sentirse mal debido a su decisión de no cuidar de su salud. Ella se dedicaba a

trabajar en su salón de belleza y comenzó a sentirse cansada. La paciente recuerda: “yo sentía

como un sueño…y de repente me quedé así, pero yo ya no sentí nada (desmayada”). Una

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compañera la encontró tirada. Cuando intentaron levantarla, la paciente refiere que se encontraba

dormida la mitad de su cuerpo. Enseguida la llevan a la Liga del Corazón, donde le informan que

debía de ser tratada mejor en UNICAR.

Una noche, platicando con sus hijos sobre cómo habían pasado su día, refiere la paciente que su

salud empeoró: “ya casi a la una de la mañana me levanté porque me dolía mucho aquí (se tocó

el pecho)…y sentía náuseas…y sólo me hacía así (retorciéndose el brazo izquierdo)…y le dije a

mi hijo “mira… ¡es que no lo siento!”. Los hijos decidieron llamar al médico, y él les indicó que

llevaran a las siete de la mañana de ese mismo día. Después de revisarla, el médico les informó

que había sufrido de un infarto y la envió a UNICAR. La paciente comenta que se sentía cansada

sólo de intentar caminar: “sentía que no aguantaba caminar nada”.

Gilda sufrió cuatro infartos. Luego de que la operaron a corazón abierto, a los ocho días le

pusieron tres bypass. Después, los médicos le indican que volvió a sufrir de otro infarto. “Yo no

más me paraba, me caía o me sentaba y me desmayaba”. Le informan los médicos que le debía

de colocar un marcapasos debido a que su corazón estaba muy débil: “…muy haragán se había

quedado”. El marcapaso está colocado en el lado izquierdo, por lo que Gilda evita hacer

esfuerzos con ese brazo. Tampoco cree que puede usar con él, el celular.

Su médico le indicó que para lavar la ropa en su casa, debe meterla a la lavadora con la mano

derecha. Gilda se siente contrariada al no saber con exactitud si está bien cubrirse el pecho

cuando usa el celular con la mano derecha, o si el cansancio y deseos de desmayarse son debido a

que utilizó la lavadora de ropa. La paciente refiere: “pero no sé si es malo, la vez pasada que

vine donde el doctor se me olvidó preguntarle. Entonces, ahorita ya no lo he hecho…”.

Sobre los pensamientos que pasaron por la paciente al sentirse y verse enferma, ella comenta:

“pues pena y preocupación, pues no teníamos dinero y me daba pena salir solita…”

Gilda es cuestionada sobre la posible prevención que podrían tomar sus hijos, ya que ambos

padres sufrieron de cardiopatía isquémica; además, el abuelo materno sufrió de infarto y varios

familiares del padre también tuvieron esta condición cardíaca de cuidado. Ella menciona que

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deben de ir al médico antes de estar muy enfermos. Ella comenta que no han tomado

precauciones, aunque “fíjese que mi hijo mayor es enfermo renal, y mi hija más pequeña le digo

yo que debiera de ir a revisarse porque fíjese que le han tomado dos veces la presión y la tiene

alta, y le digo yo pienso que debe de controlarse”. Comenta que trata de decirles a las personas

que cuiden de su salud, que se revisen periódicamente, que se atiendan.

Sobre cómo imagina su vida de ahora en adelante, la paciente refiere que deberá continuar

tomando sus medicamentos, cuidando de su alimentación y siguiendo las indicaciones de los

médicos.

Así mismo, se le pregunta sobre la manera en cómo debe de enfrentarse una enfermedad como la

de ella. Refiere lo siguiente: “Pues yo digo que si uno tiene las comodidades, consultar rápido

con los doctores para ver y saber qué es lo que le va a pasar a uno, no dejarlo al tiempo…tomar

precauciones…que uno hasta que ya está bien enfermo va al doctor…”. La paciente en la

actualidad tiene más precaución, sigue instrucciones médicas, toma sus medicamentos, come bien

y se mantiene tranquila.

En relación a cómo expresa lo que siente, refiere que al principio ella no deseaba ir al hospital, a

pesar de los síntomas que se presentaron. Comenta que las personas deben aprender a darse

importancia, a valorarse. Recomienda que en la presencia de cualquier síntoma o anomalía física

o fisiológica, que visiten médicos: “aunque sea visiten un centro de salud…ahí más de algo le

hace, aunque no hayan tanto aparatos modernos”.

Para afrontar la enfermedad recibió el apoyo de sus hijos. Ellos tres están pendientes de ella y

colaboran en lo que pueda necesitar. “Ellos se angustian, pero también quiero hacer mis cosas.

Me dicen que me acompañe alguien. ´Mamá tené cuidado´.”

Cuando la paciente ingresó a UNICAR para realizarse un cateterismo, sus hijos se encargaron de

cubrir los gastos de la intervención. Refiere Gilda: “…mamá te van hacer eso, nosotros nos

encargamos de lo demás…”. También fueron ellos quienes reunieron la cantidad para comprar el

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marcapasos, para esto efectuaron préstamos. “Gracias a Dios me lo llevaron y me lo pusieron en

marzo”.

Los hijos de Gilda están pendientes de ella, sobre todo si desea salir sola, ya que les preocupa la

mala visión con la cuenta. “Ellos me llaman si ya llegué, si ya voy, que dónde estoy, que adónde

voy, y viera que antes hacía todo sola sin decirle a nadie… (se sonríe)”. Comenta que a ella le

agrada que la cuiden, pero que sí debe de estar encerrada esperando a que ellos vuelvan de sus

trabajos o quehaceres. “Yo los ayudo en cosas que puedo de la casa y ellos me ayudan (se

sonríe)”.

Prefiere estar acompañada por sus hijos en los momentos que debe practicarse algún tratamiento

o asistir a alguna consulta. “Ellos siempre están conmigo, me llevaron al hospital, les contaron a

mis hermanos”. Reconoce también que para sus hijos fue duro verla tan enferma. Comenta que

su hija pequeña se vio fuertemente afectada y cambió su conducta habitual, “pero de repente al

verme tan así, se siente ahora diferente, se preocupa, y es cariñosa…”. Cuenta también con el

apoyo de su hermana. Ellas viven cerca. Su hermana tiene una tienda, pero la acompaña cuando

es necesario a sus visitas médicas.

Gilda se encuentra agradecida también con los médicos tratantes. Menciona que no deja de

asistir a sus consultas, “ahí con el Dr. 3 me tratan bien”. “Siento que gracias a Dios, a los

doctores y enfermeras he estado bien pues somos como un equipo (se sonríe)”.

Comenta que otras personas reaccionan ante su enfermedad cardiaca con incredulidad, ya que

consideran que para la gravedad de su condición médica ella posiblemente no debería de estar

viva aún. “No creo que esté tan bien y les digo que gracias a los doctores y a Dios, que todavía

me tiene aquí un poquito todavía”.

La paciente comenta que no le molesta hablar sobre su padecimiento; por el contrario, que le

gusta. En ocasiones se da cuenta que ella puede saber o conocer más que otra personas y les

pueda explicar de una manera más asertiva sobre lo que ha padecido. “A veces si cuento a tiempo,

tal vez se puede evitar que le pase ha alguien la gravedad…”.

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La forma en que ella afronta su enfermedad ha cambiado con el tiempo. Después de que su

esposo falleció, la paciente decidió no seguir con las indicaciones de su médico: “Pero cuando él

murió, yo ya no me tomé más las medicinas, me dejé de cuidar…nada de nada…y sólo me

mantenía durmiendo”. Comenta la paciente que esperaba a que sus hijos se fueran a trabajar y

que ella se levantaba hasta cuando ellos iban a volver a casa. Luego pensó: “Pues imagínese que

ellos perdieron a su papá y dije yo, al poco tiempo yo también, y sería más triste para ellos,

imagínese sin papá ni mamá. No, aquí estoy yo ahora…”.

En relación a cómo le afecta el sentirse enferma, la paciente comenta que este padecimiento lo

tendrá de ahora en adelante. “Hasta que Dios me diga hasta aquí, pero no me ha afectado tanto

como a otras personas”. Informa que ha sentido deseos de llorar con frecuencia. Refiere que lo

hace debido a que no puede ya trabajar, ni ayudar a sus hijos. Ella comenta: “56 años no es tanto,

y podría estar trabajando en algo que me gustara y sentirme útil y activa, para ayudar y

ayudarme…A mí me da pena que ellos me dieran todo en UNICAR, ellos me respondieron…”.

Se cuestiona a Gilda si ha puesto en algún momento su vida en riesgo. Comenta: “Pues tal vez sí.

Porque fíjese que nosotros éramos doce y nuestros papás desde los siete años nos ponían a

ayudar…de pequeña siempre lloré mucho”. Sin embargo, no se siente responsable de su

padecimiento ni culpable. Menciona también que ha tratado de olvidar el problema. De adulto,

después de la muerte de su esposo, no tomaba los medicamentos, no comía sano y no se cuidaba:

“lo que pienso que me arruinó más fue cuando dejé de tomar las medicinas, y la tenía y no me la

tomaba, ni desayunaba ni nada, no me cuidaba, sólo dormía todo día…”.

Se le cuestiona a Gilda sobre lo que realiza para sentirse mejor, y contesta que cuando sus hijos

salen para el trabajo, ella se levanta antes para que la noten activa. Colabora arreglándoles los

almuerzos. “Hago lo que puedo, veo mi tele, platico con las vecinas, y preparo el almuercito,

todo despacito…Lo que me anima es hacer algo diferente como venir hoy aquí…”.

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Gilda no ha evitado hablar sobre su condición médica. Aprovecha para platicar de su

enfermedad. “No voy a estar pensando si no me hubiera pasado esto…Ahora pienso que gracias

a Dios mis hijos tienen trabajo, yo estoy controlado y me siento feliz y tranquila”.

4.4. SUJETO 4

Mirna tiene 59 años de edad. Es originaria de Cobán. Es viuda, tiene cuatro hijos, tres hombres y

una mujer. Es ama de casa y vive cerca del Hospital Militar, en un pequeño apartamento que le

construyó su hermana. Comparte el apartamento con una de sus nietas. Para ella esta relación es

afectiva, segura y de compañía; duermen juntas, están pendientes una de la otra.

Su condición médica es delicada. Es diabética y ha sufrido una serie de infartos. Fue operada a

corazón abierto y tiene tres bypass. Por el momento, los cardiólogos indicaron que sus arterias, y

los bypass están tapados y que ya no se puede hacer nada por destaparlos, más que continuar con

el tratamiento bajo medicamentos y seguir las indicaciones que ellos le han ofrecido sobre la

alimentación, reposo y la limitación en sus actividades.

El relato de la paciente comienza con la narración de cómo fue el impacto que tuvo el haber

sufrido un infarto. Los cambios físicos y fisiológicos descritos por la paciente indican que su

situación era una emergencia médica. Enseguida, condujeron sus familiares a la paciente debido

a su solicitud, a la sala de emergencia de un hospital privado y los cardiólogos actuaron de

inmediato, indicándole a la paciente sobre el proceder en relación a exámenes, pruebas,

procedimientos y resultados.

De esta forma, la paciente fue informada sobre una operación a corazón abierto a la que debía

someterse y realizarse cuanto antes en UNICAR, luego de que un cateterismo indicara que sus

arterias se encontraban seriamente tapadas. La paciente actuó convencida de que esa operación

se realizaría pronto y que saldría bien por la confianza en sus creencias religiosas. La paciente

tuvo que seguir varios pasos que se necesitaban para ser tratada en UNICAR y uno de estos

requisitos fue acudir a un médico, que al principio la hizo pasar una serie de momentos

incómodos. Pero ella, con temple y paciencia, logró contar con la actitud necesaria para esperar y

así poder recopilar la papelería necesaria y entregarla. Al respecto, la paciente refiere que su

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padecimiento debe de ser enfrentado:…”La enfrentó normalmente, porque si huyo de ella de

todos modos… la tengo verdad. Yo sé que estoy mala de eso y no lo tomo en cuenta y vivo

normalmente…”.

Se movilizó para poder establecer contacto con el médico que por referencias familiares

estableció que sería el adecuado para que la operara: “Entonces empecé, a ver qué hacía

y…recurrí al Dr. 1…Dr. 1, y él me dijo que efectivamente necesitaba operarme”.

Cuando llegó a UNICAR le informaron sobre el costo de la operación que debían de realizarle.

La paciente no dudó en explicar que no contaba con los recursos económicos. Platicó con una

trabajadora social y ella le indicó que hablaría con los médicos sobre su caso. Enseguida, de la

consulta externa le entregaron una receta con los exámenes que debía realizarse. “Y todos los

exámenes los hice así…particularmente para que no fuera tardado, porque yo cada día me sentía

peor, me sentía peor y me urgía que me hicieran la operación a corazón abierto, que yo a veces

sentía que no iba a regresar…y total es que …llevé mis exámenes a UNICAR y me dijeron que

esperara su llamada”.

Describe que en el momento que iba a ser operada a corazón abierto, uno de los médicos le indicó

que ella tenía una condición delicada por ser diabética y por el estado en el que se encontraban

sus arterias. Anticipó que los pacientes en esta condición corren de alguna manera peligro por la

anestesia durante el procedimiento y el tiempo que éste puede durar. Ella se sentía segura de que

todo iba a estar bien, y que de la operación saldría sin complicaciones. “Yo sentí que él era

negativo… pues yo soy positiva, yo tenía la certeza y la seguridad de que así como entré iba a

salir, yo digo “Señor… aquí está mi cuerpo, cuida mi vida, si así es tu voluntad, y así he

salido…. ¡Yo sé que tú me vas a sacar bien Señor!”.

Está consciente de lo delicada que se encuentra su salud. Así mismo, tiene esperanzas de poder

realizar actividades distintas siempre y cuando no la pongan en riesgo. “Hay veces que me pongo

a pensar si será posible que así voy a vivir de ahora en adelante a base de medicinas. Yo

quisiera preguntarle al doctor si no hay otra cosa más fuerte que me diera de medicamentos, yo

he luchado por comprarlos…que ése, es mi deseo…sanar”.

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Se le cuestionó sobre la forma en que busca informarse sobre la cardiopatía isquémica que

presenta. Mirna indica que no ha tratado de buscar o leer información acerca de padecimiento,

porque prefiere ignorar lo que tiene y siente.

También se observó la intención de evitar afrontar su enfermedad cuando el médico le informó

que por su condición delicada, ya que no pueden operarla ni intervenirla otra vez, sólo puede

continuar con su tratamiento farmacológico. Ella comento: “Y entonces me dijo que ya no se

animaban a operarme otra vez, pero la verdad no tuve el valor de preguntarle y creí que tal vez

ahora lo iba a ver y preguntarle que si definitivamente ya no se puede operar”.

Asimismo, comentó que si se mantiene ocupada, no piensa en que se encuentra enferma, presenta

negación funcional. Procura ocuparse sobre todo en actividades familiares que la llenan de

alegría y compañía…”y he tratado de olvidar, como cuando me pongo a realizar una actividad

así…algún cumpleaños (sonríe) y estamos todos en la casa, y ayudo en la cocina, colaboro con

el almuerzo, y así ya no pienso…”. Refiere que la forma de enfrentar su padecimiento es no

pensando, haciendo de caso de que está bien, aunque reconoce debilidad en sus fuerzas, ansiedad

y dolor en el pecho. La paciente refiere que sigue su vida como si no estuviera enferma,

indicando que es debido a que de vez en cuando “hay momentos en que tengo mis bajones”. En

relación a cómo controla la paciente la situación en la que se encuentra, duda y termina

contestando que lo controla acostándose y durmiendo: “Me pongo a dormir”.

“Yo sigo las normas de mi médico, no puedo auto medicarme porque entonces me va a ir mal.

No sé cómo me va a caer lo que…Incluso hay gente que me dice…´mire tome esto, haga lo otro´.

Soy muy incrédula para tomar algo que me den fuera de lo que me recetó el doctor, mi médico.”

Mirna desde que comenzó a sentirse mal, recurrió a su hermana. Ella le ha brindando apoyo

siempre, más ahora que está enferma. “Entonces, yo le dije a mi hermana cuando regresó de

trabajar que me sentía muy mal; entonces, ella me dijo que nos fuéramos a su trabajo, porque

ella trabaja en el Pilar, es jefa en el Pilar. Entonces ahí inmediatamente me hicieron un

ecocardio (grama)…”. La paciente también recurrió a otras de sus hermanas para poder ser

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atendida por el Dr.1. Se movilizó para ser atendida en una unidad cardiovascular y siguió las

instrucciones que fue recibiendo.

Cuenta con una familia que la apoya, la consienten y la consideran. Se preocupan por ella y la

comprenden. Los familiares le colaboran en lo que pueden, la ayudan y ella siente su apoyo y

cariño. Su cercanía es beneficiosa para Mirna. La paciente convive con su familia, y

generalmente no se siente sola. Cada vez que necesita de sus familiares, ellos le brindan la

seguridad de su apoyo. Esto hace que Mirna se sienta confortable y querida. “Mucho, porque él

es el que me ha levantado… Fíjese, al principio cuando quedé en silla de ruedas, mi hermana

que trabaja en el Pilar, me dijo…´mira Nita´, así me dicen también, me dijo ´vámonos para la

casa, yo te quiero mucho y tú para mí no vas a ser una carga, vas a ser de gran bendición en la

casa´. Me trató muy bien, yo no sentí que no era una carga, yo sentía y me daba cuenta que para

otros si…si…si me despreciaron un poco, todavía veo yo…”

La paciente presenta una relación estrecha afectivamente con su nieta. Conviven y disfrutan

bastante, esto hace sentir a la paciente especialmente querida…”Ella duerme conmigo, y me

dice…no te vaya a pasar nada mamita, porque yo me voy a volver loca, porque yo te amo, y

dormimos juntas. Entonces, yo le digo ´no pensés en eso mamita, pasá buenas noches´. Nos

dormimos, y mire…sólo es poner la cabeza en la almohada y mire bendito Dios, toda la

noche…duermo”.

Cuando se le cuestiona a la paciente por las personas que la apoyan, ella refiere que se siente

respaldada por sus hermanos. Desde el comienzo de su padecimiento han colaborado. También la

han apoyado los médicos y la unidad cardiovascular. “Sólo con mis hermanos….somos

evangélicos… (Silencio). Tengo que ser justa y agradecer que recibí apoyo en UNICAR y el Dr.

3 me recibe aquí en su clínica, como me dijo, ´Mirna tenemos que vernos seguido, la debo de

tener cerca´, y yo hago el sacrificio de pagar, y es que allá uno pierde mucho tiempo y los

doctores hablan ligero…fíjese…”.

La paciente y su mamá establecieron un lazo estrecho, debido a que vivieron siempre juntas,

aunque Mirna estuviera casada. La madre de la paciente falleció y la paciente aún se encuentra

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significativamente afectada por esta pérdida, demostrando que se encuentra en un duelo no

resuelto y está consciente que el sentirse así la perjudica:…” yo siento que mi mamá me va a

aparecer…y yo siento todo…yo voy al cementerio y pero ni eso me llena a mí, siento un vacío

muy grande por ella, no me llena nada, no me puedo dominar…hay veces no puedo dominar mi

mente…y fíjese que todo esto siento yo que me daña porque me da por llorar…”.

La paciente es miembro de una familia unida, que se apoyan unos a otros, pero desde que

presentó la cardiopatía isquémica sus seres queridos han brindado a Mirna aliento, apoyo y

amor…”Bueno…he sentido el amor y cariño de todos…me demuestran que me quieren, todos me

estiman y me respetan, me cuidan…me dan mi lugar”.

Presenta creencias religiosas fuertes. Éstas son para ella una fuente, no sólo de sabiduría, sino de

tranquilidad en relación a su enfermedad. Se le cuestionó sobre cómo se siente sobre las

reacciones de las personas al saber sobre su padecimiento y ella responde: “Me siento bien,

porque veo que la gente se admira de ver todo lo que Dios ha hecho por mí, pues él ha utilizado

a los médicos…a que yo quede bien. Incluso cuando me operaron en UNICAR, yo le dije al Dr.

4…Yo la voy a operar me dijo. Y le dije: ´Esperemos en Dios que todo salga bien, y que le

maneje sus manos. Él le da la inteligencia y la sabiduría´, y me agradeció”.

A pesar de la situación difícil por la que atraviesa durante la entrevista, la paciente presenta una

postura corporal tranquila y serena. Mantiene un contacto visual atento y sin distracciones. Su

discurso es fluido, y utiliza un tono de voz adecuado. “Pues para la obra y gloria de Dios la he

tomado con calma y tranquilidad, la he sabido sobrellevar porque soy diabética y voy para los

casi seis años de operada y Dios me tiene con vida. Entonces, sé que soy un testimonio de

Dios…”.

Se encuentra consciente de la importancia que conlleva el estar tranquila, pero también el que sus

actividades se manejen a base de pausas. Asimismo, sus familiares se han ido adaptando a este

cambio en relación al padecimiento de Mirna. Se cuestiona a la paciente sobre la forma de

controlar su situación e informa que “…Llevar una vida normal, tranquila…porque esto ayuda

mucho, sobre todo cuando uno no sale…ya siente uno…”.

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Sigue las indicaciones del médico. Su mismo cuerpo también le ayuda indicando hasta dónde

puede esforzarse, pero también es importante mencionar que confía en sus creencias religiosas

fuertemente y su voluntad también se rige por su espiritualidad. “Sí. Tomo mi medicina y le pido

a Dios, que así como me acuesto, así me levante (se sonríe).”

La paciente no se considera responsable de su padecimiento. Ella culpa a su ex esposo, debido a

que la hizo sufrir mucho y que esto afectó significativamente su salud: “Yo al que le hecho las

cargas es a mi esposo, aunque ya se fue…”.

Al momento en que se realizó la entrevista, la paciente reconoce que su vida cambió, ya no puede

ser activa como antes, debe de llevar una vida normal, pero normalmente tranquila, descansando.

La paciente considera que está llevando una vida activa a pesar de las limitaciones, sabe cuan

enferma se encuentra y acepta que ha aprendido a vivir así:”Ah…pues fíjese que he aprendido

mucho porque…Ay Dios, es un caso muy duro el mío… (Suspira y se lamenta)”. Refiere que…Le

baja a uno…como le dijera…le baja a uno la moral…la autoestima…piensa uno…como otros

son bien sanos…y me pregunto… ¿Por qué padezco yo de esto? Me pongo a pensar, y luego

pienso que Dios sabe lo que hace…yo digo…si Dios dispone, ¿yo qué puedo hacer?”. Se

cuestionó a Mirna sobre la posibilidad de mejorar su situación y ella respondió: “Le daría

gracias a Dios por mi vida, como la de los médicos…”.

4.5. SUJETO 5

Carolina tiene 53 años. Es soltera. Es jubilada de auxiliar de enfermería. Vive en la zona 2. Hace

1 año le diagnosticaron con cardiopatía isquémica. Sufrió dos infartos y le practicaron un

cateterismo. El doctor le indicó que la arteria principal del corazón estaba muerta y que, debido a

esta razón, ya no la podían operar. Debe continuar su tratamiento a base de medicamentos.

Además, es diabética.

62

Tuvo tres hijos, dos mujeres y un hombre. Sus hijos mayores tienen 28 y 23 años. Cuando tenía

42 años, resultó embarazada siendo diabética y presentó angustia al pensar que correría riesgo su

vida: “Señor, será, yo no voy a aguantar este embarazo, pero bendito Dios salí”. Nació una

niña. A los once meses, ésta fue operada debido a que nació con ductos abiertos y había que

cerrarlos: “Bendito Dios desde entonces ha estado bien”. Le gustaría que su hija estudie y trabaje

como enfermera al igual que ella ya que ella la considera una carrera corta. La paciente refiere

que a pesar de su padecimiento, no ha cambiado la vida de sus hijos debido a su enfermedad, ya

que ella vive sola con su niña de once años.

Al ser cuestionada sobre si conocía sobre este padecimiento con anterioridad, recuerda que sí

había escuchado sobre el tema por personas que refirieron en su momento lo siguiente: “sí había

escuchado de infartos, de personas que se han muerto, y otras que decían, fíjese que no sé quien

se murió…seguro le dio un infarto”. Por otro lado, refiere que su doctor le explicó que una

persona diabética puede llegar a sufrir un infarto sin sentir dolor.

En relación a la información que obtuvo sobre su padecimiento, la paciente comenta que lo

primero que le dijo su médico era que ella había sufrido de un infarto. Ella procedió a

cuestionarlo sobre qué seguía ahora en su vida y él respondió: “a partir de hoy, descansar

mucho”. Carolina refiere que la información ofrecida por su médico la ayudó a enfrentar su

padecimiento de una mejor forma. También comenta que ha buscado en revistas, artículos que se

refieren al corazón. Éstos coinciden con lo que ella tiene.

Se le pregunta cómo ha enfrentado su padecimiento, y refiere que con tranquilidad, valor y fe,

natural: “hay que enfrentarlo, uno no lo pide”. Su vida ha cambiado, siendo ella más estricta

con alimentos, ejercicios y tratamientos. Menciona que su médico no le ha explicado a qué se

debe su enfermedad, pero refiere que “el doctor me dijo que las altas de azúcar no me había

ayudado. El último examen indicó que los triglicéridos no me bajan, que evitar carbohidratos.

Debo bajar mi azúcar con medicamentos, dos clases de insulina y dieta”.

63

Hace un año sintió dolor en el pecho y esto la angustió. Le hicieron un electrocardiograma, ella

pensó que moriría. “Mi corazón estaba igual, no tenía inicios de infarto, se confunde con un

dolor muscular, y ya me tranquilicé. Mi angustia es la niña pequeña”.

Al sufrir el infarto, buscó ayuda y luchó para tenerla. “Pues en el momento, cuando los dolores,

yo no sabía qué era lo que tenía. Cuando me dijeron que era un infarto, antes me habían visto y

me habían mandando a mi casa, y ahí sí me afligí. Entonces, usé mis conectes entre enfermeras y

médicos”. Al ser enfermera, conoce sobre el trato a los pacientes y el posible manejo que se da:

“además, yo sé cómo es la cosa realmente, y lo que hacen en ocasiones con los pacientes…”.

Cuando el dolor incrementó, comenzó a llorar y le practicaron un electrocardiograma. “Alguien

con infarto y ese dolor espantoso, lo que necesita es atención”. Refiere que le inyectaron

soluciones para destapar las arterias y que en todo momento estuvo consciente de que no moriría.

Sus hijos firmaron las debidas formas para que ella pudiera ser atendida. Durante este proceso, la

intención de la paciente era poder dejar de sentir dolor. Recuerda que esa noche, escuchó a los

médicos decir: “la señora no responde, hay que enviarla al intensivo”. La paciente se afligió,

pero al mismo tiempo pensó que en el intensivo el cuidado sería mayor: “en el intensivo me van a

cuidar más intensamente (se sonrió), yo me daba valor y le pedía mucho a Dios que me sacara

del intensivo. Y bendito sea Dios así fue. Soy cristiana y tengo mucha fe y esperanza”.

La paciente refiere haberse sentido triste y afligida como reacción al enterarse sobre su

padecimiento en el corazón. Recuerda haber sentido deseos de morir. Comenta que una doctora,

cuando ella estaba siendo egresada del hospital, le dijo: “señora usted se va a ir a su casa, le

vamos a dejar un tratamiento mientras…”. Carolina cuestionó esta expresión: “doctora, para

mientras qué, ¿para mientras que me muera o qué?”. La doctora enseguida le indicó que no

había comprendido bien. La paciente considera que la doctora debe haber pensado esto, pero su

equivocación estuvo al mencionárselo a ella como paciente: “su expresión estuvo mal, estuvo

equivocada, porque me asustó”. Por su parte, otro doctor llegó con Carolina y le indicó: “señora,

usted ya tiene egreso, se va a quedar con éste y este tratamiento, pero queda propensa a otro

infarto”. Ella recuerda haberse sentido triste, porque su hija pequeña tiene solamente 11 años.

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Sobre posibles cambios que puede presentar su salud, refiere que casi no ha tenido. Su peso se ha

mantenido estable. Considera que cumple con las indicaciones de su médico, como lo son los

tratamientos, dietas, caminar treinta minutos (siendo éstos de diez en diez si hay presencia de

dolor, “cuando se me quita el dolor, vuelvo a empezar”).

En la actualidad, está consciente de las cantidades que debe ingerir de alimentos, siendo éstas en

pequeñas porciones. Asiste también al Club del Diabético a recibir charlas, y ha recibido cursos

de cocina para diabéticos también. Ella menciona que le ha servido mucho.

Las personas que frecuenta son incrédulas sobre el infarto sufrido por ella, ya que para ellas

generalmente las personas mueren luego de sufrir infartos. “Y no es cierto que todos se mueran,

depende de la rapidez con que se atiendan y los procedimientos adecuados. Ahora he conocido

varias personas con infarto y están vivas con sus tratamientos”.

Si pudiera mejorar su situación, iniciaría una vida diferente que la que ya tuvo. Reconoce que su

vida de alguna manera fue desordenada y debido a esto surgieron sus padecimientos.

“Exageración de comidas que uno no debe de tener”. Imagina su vida considerándola de una

mejor manera, “para poder tardar unos años más”.

Carolina es cristiana, siente mucha fe y esperanza. Confía en el Señor. Él le da fuerzas y aliento.

Agradece a Él todos los días, lo aprecia y se siente agradecida. Cuenta también con el apoyo de

su familia. Su hijo la ayuda llevándola a diversos sitios cuando ella así lo necesita. “Mi hijo me

apoya bastante, me saca a pasear…”. Le ha pedido que la ayude emocionalmente. Su vida ha

cambiado rotundamente, “ya no como tanto, ya no viajo tanto, la acumulación de personas me

sofoca…”. A la vez, cuenta con el apoyo de su hija. Deja que la apoyen como ellos más puedan:

“Me siento muy querida por todos”.

Carolina comenta que ha tratado de olvidar su padecimiento, pensando en otras cosas, saliendo de

su casa, asistiendo a reuniones, yendo a la iglesia. Aprecia las reuniones familiares.

65

En relación a los deseos de llorar, comenta que lo ha sentido de vez en cuando. “Este año me

han dado más ganas de llorar que antes. A veces, cuando me empieza el dolor, pienso si será el

momento en qué me voy a morir (se sonríe)”. Refiere que le afecta sentirse así, pues llega el

bajón y siente tristeza, luego ella trata de subirse el ánimo, “porque si me pongo triste va a ser

peor, mejor me pongo a leer la biblia…y se me olvida lo que tengo…”.

Sobre su responsabilidad en este padecimiento que sufre, respondió que sí se siente responsable

ya que su familia ha padecido de diabetes por varias generaciones. “De mi familia hasta ahora

mi hermano y yo presentamos diabetes. Creemos que un hermano pequeño también y desde

entonces mi otro hermano también adquirió la enfermedad. Las impresiones nos afectan”. Así

mismo, fue cuestionada si sentía culpabilidad y mencionó que no, pero sí considera que puso su

vida en riesgo al no cumplir a cabalidad con las dietas. “Yo decía que hacía dieta, pero no lo era,

pues la dieta tiene que ver con cantidades y evitar carbohidratos. A un diabético le da hambre

cuando tiene el azúcar alta”.

Así mismo, considera que su enfermedad no tiene ni una ventaja. Le cuesta dormir, se siente

incómoda en diferentes posiciones, “que me paro, que me acuesto, me siento sofocada, si me

acuesto boca arriba, siento que el corazón me llega a la garganta, pero son días. Ella reconoce

que estos días puede verse afectada por ansiedad, nervios, preocupaciones, “pero no es de todos

los días, hay días que estoy tan tranquila y tan bien”.

Considera positivo en este momento que se siente bien de salud y ha aprendido a cuidarse mejor.

Comenta que ella le diría a otra persona con su mismo diagnóstico que se cuide, que siga las

indicaciones de su médico, que haga su dieta y, sobre todo, que piense positivo. “Si están

pensando que es feo comer tal cosa, o que comen grandes cantidades, o que se yo…el problema

es que si nos enfermamos y no nos cuidamos…hacernos padecer a otros”. Menciona Carolina

que el descuidarse no es sinónimo de muerte. Los familiares estarán pendientes de la persona

enferma y preocupados y para ella eso sí es un problema, “sufren los que están cerca de uno, ésta

es la clave”.

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4.6. SUJETO 6

Dulce tiene 53 años y es soltera. Tuvo dos hijos, un hombre y una mujer. Vive en Villa

Hermosa. Trabaja en el sistema penitenciario hace 19 años. Hace 10 meses la diagnosticaron con

cardiopatía isquémica. “Ya el doctor vio pues…que yo necesitaba operación. Y recuerdo que me

lo dijo cerca de Navidad. ¡Ay no! pensé qué regalo el que me vino a dar el doctor… “.

Su médico le practicó un electrocardiograma y otros exámenes. El resultado indica que tres de

sus arterias se encuentran tapadas. Ella piensa en ese momento que algún medicamento podrá

destaparlas. La intervinieron por medio de un cateterismo y le informaron que debía de ser

operada del corazón, “ahí fue un golpe duro para uno. Porque uno piensa ¿y si me voy a morir?

Porque eso es lo primero que pensamos los seres humanos”.

Luego añadió: “… y todavía lo sigo pensando, y si me muero, todavía lo pienso. Y hoy

precisamente le iba diciendo a un compañero, me voy satisfecha porque (se ríe) ya gocé

(continúa riéndose)”. En varias frases se refirió al temor de perder la vida, de ya no poder

realizar sus actividades de costumbre:”ya no voy a ser la misma. Ya no voy a poder subir gradas,

ya no voy a poder correr…eso es lo primero que uno piensa”.

Sobre sus pensamientos al enterarse de este padecimiento, ella refiere que pensó que tal vez el

doctor se habría equivocado, o que en realidad ella no había prestado la atención debida y que de

esta forma no había entonces comprendido. Pensó que si se operaba posiblemente moriría.

Dulce ha buscado información sobre su padecimiento. Ha tomado tiempo en leer y consultar.

Está considerando buscar una segunda opinión en Eventos Católicos, ya que se informó que hay

un cardiólogo allí competente. “Sí ha pasado por mi mente, voy a ir con otro cardiólogo y que

me diga, y a veces digo no…para qué. Pero y si de repente me dice lo contrario (se ríe)”.

Los médicos le han dicho que siga al pie de la letra con su dieta, con la toma de medicamentos

diarios, ya que esto es base para seguir adelante. Ella lo sabe y ha aprendido a cuidarse más,

“incluso le digo a quien pueda, cuídese. También por otras enfermedades”.

67

Cuenta una máquina elíptica para hacer ejercicios. Realiza ejercicios aunque sean pocos minutos.

Su hijo le insiste en que haga ejercicio también, y si no su hijo le dice, “!señora haragana vaya,

vaya”¡, ´¡Ay!´ le digo, ´siento que esa máquina me mira, para qué me mira (se ríe)´. Pero sí, a

veces, yo misma me despierto pues”.

Visitó a la nutricionista y ella le indicó que puede y no debe comer. Dulce comenta sobre el daño

que hace salirse de la dieta. Sabe que esto depende de ella. Refiere que los doctores saben lo que

es mejor para cada paciente, pero que en ella está el cuidar de su salud. “Me cuido bastante”.

En relación al futuro, no planifica aún la operación. Sí logra visualizarse en el quirófano, pero

como en un momento en que su vida cambiará. El que sus hermanos estén enfermos también del

corazón ha brindado un panorama tanto positivo como negativo. Su hermano realiza todo lo que

desea sin dificultad ni alteraciones. Por su lado, su hermana se siente incapacitada, triste y

dudosa, “pienso que no quiero ser así, pero estos espejos los veo”. Refiere que los hombres son

diferentes a las mujeres. Percibe a las mujeres más débiles, “uno quiere que lo estén

contemplando como para que le tengan lástima”. Aunque, ella no se siente débil realmente; al

contrario, desea ser vista de otra forma, valiente.

Su vida ha cambiado debido a lo que padece y siente. No puede realizar sus actividades de

costumbre como las hacía antes, reconoce los días buenos en lo que su salud parece estar en

óptimas condiciones. Agradece lo que tiene. Siente deseos de esforzarse por lograr sus metas y

responsabilidades a pesar del malestar ocasional. Se motiva a continuar luchando, le gusta su

trabajo y a pesar de todo se siente activa. “Mire, mi trabajo es de subir y bajar gradas, yo subo

aunque ya por el segundo nivel debo de descansar, pero puede ver que no sólo yo, patojas

jadeando, diciendo que es insoportable. Entonces me digo a mí misma, ¿de qué te quejas…?”.

Ante esto comentó: “Odio no sentirme como antes, ya no ser la misma”.

“Ha sido bastante duro, pues no es lo mismo estar bien de salud…y…a estar tomando el montón

de pastillas, que para esto, que para aquello…esto sirve para el otro”. Reconoce que los

medicamentos hacen que ella se sienta bien, pero muestra apatía y cansancio de estarlas tomando.

Sin embargo, sigue las indicaciones para cuidar su salud. “Bueno, yo trato la manera de…bueno

68

digo yo…póngale que me invitan a una copa de algo…yo pienso, eso me hace mal. Me tengo que

controlar y digo, no gracias.

Los hermanos la apoyan, le dan recomendaciones y le insisten en que se realice la operación en el

corazón. Desean hacerla razonar sobre el riesgo que está corriendo su vida al postergar esta

intervención. Sus hijos también la apoyan, ella les solicita que le brinden apoyo de tipo moral,

más que el económico. Cuenta con un grupo al que asiste y trata de no faltar. Ellos le comentan

que cuando ella falta se nota ya que cuenta con una personalidad vivaz y divertida. Cuando la

notan diferente, decaída, también se lo dicen, “si me ven triste, me dice, y yo les digo que no sé

por qué me siento así, y que ya se me va a pasar”.

Los médicos brindaron a la paciente la atención esperada por ella. Se siente agradecida y

complacida. “Me internaron, mire vengo encantada de la atención de los doctores, para mí me

dieron un buen trato desde el conserje hasta el mejor médico que hay ahí”.

Se refiere que la paciente presenta negación funcional. Ella comenta: “a veces me olvido de que

estoy enferma. Me olvido que tengo esto. Le digo a mis compañeras, dicen los doctores que me

tengo que operar, pero quién puede más, Dios o los doctores, y me contestan que si tengo fe así

será”. De acuerdo a la apariencia personal de Dulce, pareciera que no estuviera enferma. Su

lenguaje verbal y no verbal la muestran como a una persona joven, dinámica y agradable. A la

vez, ansiosa y emotiva. Ella comenta: “Será que estoy enferma, y me acuerdo cuando debo de

tomar pastillas” (se ríe).

El olvidarse de lo que padece por medio del trabajo y sus otras actividades, hace que ella se sienta

bien la mayor parte del tiempo. Evita hablar sobre su enfermedad, y trata de demostrar a todos

que se siente bien y que todo sigue igual. “Si estuviera mal, no estaría trabajando les digo (se

ríe)”. En relación a si enfrenta o huye de las dificultades, ella menciona que huir no es su mejor

opción, pero aún no se opera. Ella duda mucho debido a que realmente se siente bien, y el

operarse efectuará muchos cambios en ella, lo reconoce y le tiene temor. Al respecto, ella

comenta: “Lloré y dije, no…no…no…y no me opero. No acepto y no acepto esto. ¡Una operación

en el corazón, imagínese!”.

69

Ella fue informada que debía hacerse una serie de exámenes previos a la operación. Esto le ha

ayudado a no tomar finalmente la decisión a operarse, ya que, como no ha hecho los exámenes,

aún no se opera. Ella reconoce que será por su bien, pero aún no lo acepta, “yo ya con el tiempo

medio voy aceptando la operación, porque a uno le hacen un montón de exámenes todavía”. Está

poniendo su vida en riesgo cada día que pasa, como le dice su hermano: “no m´ija, opérese, mire

usted parece una bomba caminando, hombre…opérese”.

Desde el momento que fue informada sobre la operación en su corazón, ella ha sentido temor:

“lloré…porque uno siempre llora verdad.”. Ella relaciona este diagnóstico con perder la vida,

con el cáncer, aunque enseguida recapacita: “Pero gracias a Dios lo que yo tengo pues no se

compara con lo del cáncer verdad, porque el cáncer es de esperar que Dios disponga de uno”.

Se demuestra afectada emocionalmente debido a que ya no siente lo mismo que antes, “uno está

pendiente que hoy tengo cita, y que el doctor le pregunta a uno con lo que se está haciendo y uno

baja. En lugar de decirme que ya no me voy a operar. Pero sí afecta emocionalmente”.

Dulce platicó con una persona que fue operada del corazón y ella le recomendó que no se hiciera

el procedimiento. Le mostró su cicatriz, y le narró sobre su arrepentimiento al operarse, ya que

considera que no se siente igual que antes, le molestan las miradas de las personas y delante de la

paciente se denotó emocionalmente afectada.

Le molesta que las personas a su alrededor la perciban como una persona enferma. Ella considera

que no se siente así. Los comentarios que le ofrecen no son bien recibidos por Dulce y producen

en ella decaimiento y enojo…”Pero si así lo miran a uno… ¡Ay miren, ahí viene la enferma! (se

ríe)”.

Comenta sobre lo que los problemas pueden hacer a la salud, puede enfermarse aún más. Se

controla sintiéndose tranquila. “Me tengo que sentir más tranquila a pesar de los problemas, más

aliviada, ya que los problemas afectan demasiado”.

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Informa que su médico le explicó sobre la cardiopatía isquémica. Ella comprende que tiene que

ver con arterias que se encuentran tapadas, con angina de pecho, debido a comer grasas. Exceso

de grasa, el colesterol y triglicéridos elevados identifica la paciente como causantes de su

padecimiento. Ella se siente responsable y reconoce su parte de herencia en la familia. “Todo

elevado, y yo que no puse de mi parte. Cuando me decían mire usted debe de llevar una dieta

porque está elevado el colesterol, y uno dice ´ay ese doctor´. Uno se enoja, pero ellos

previenen”. En fin, a no cuidar de su salud. Si ella pudiera explicarle a otra persona qué se siente

padecer del corazón, le diría: “estoy padeciendo de cardiopatía, si usted se puede cuidar hágalo,

porque fíjese que esta enfermedad como lo puede llevar a uno al otro lado de la vida, o puede

uno curarse”.

Sin embargo, no se siente del todo culpable, ella considera que esta enfermedad ella la debía de

padecer, debido a que muchos los sufren y otros no la desarrollan, “a mí me tocó la chibolita, me

tocó a mí”. Acepta lo que está padeciendo, pero deja la responsabilidad a Dios: “le he pedido

mucho a Dios. Le he dicho que si debo operarme lo haré, pero que me dé una señal de algo, y tal

vez no llegar a eso”.

No se siente responsable por su enfermedad, ni enferma actualmente, pero sí amenazada de cierta

forma, ya que surgen pensamientos sobre por qué a ella le dio esta enfermedad: “uno es egoísta,

porque pensamos porque no le tocó a alguien más, en lugar de pensar ¡ay, no Dios! ni a él, ni a

mí, a ninguna persona”. “Uno dice, si yo me enfermé, por qué no se enfermó otra persona”. Las

vivencias y experiencias, pueden endurecer los sentimientos de las personas, y volverse egoístas

hasta del dolor ajeno. Brinda un ejemplo ante la pérdida de un familiar, y cómo es que en

momentos no se le da la importancia a lo que conlleva esta pérdida.

4.7. SUJETO 7

Alicia tiene 60 años. Es casada. Tiene cuatro hijos, tres hombres y una mujer. Vive en la zona 15

y trabaja en una parroquia como secretaria. Su enfermedad cardíaca comenzó hace dos años. La

intervinieron por medio de un cateterismo y le colocaron dos stents. Se practicó una serie de

exámenes recientemente y salieron todos normales. Padece de la presión alta desde que nació su

última hija.

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Hace dos años sintió que el caminar la fatigaba, “sentía que se me abría el pecho”. Le realizaron

un cateterismo para destapar sus arterias tapadas, “sentí que me apretaba mucho el pecho, pero

no pensé que era el corazón que me estaba molestando”.

Ella desconocía la razón de su malestar. Su hijo mayor le indicó sobre el riesgo que corría al no

comenzar con los exámenes pertinentes. Alicia dudaba de que su enfermedad fuera grave. Él le

insistió de tal manera, que la paciente tuvo que hacerlo. “No, le decía yo, esperemos para el otro

mes”. Se realizó los exámenes y por sugerencia de su hijo y médico fue trasladada a UNICAR,

ahí la operaron. Por medio del cateterismo, le colocaron los stents.

Recientemente como seguimiento, se practicó exámenes médicos. Informa que los triglicéridos,

colesterol y ácido úrico se encuentran normales. Comenta que debe seguir las indicaciones de su

médico, hacer más ejercicio y comer menos: “si él dice ejercicio hay que hacerlo, tomar las

medicinas, hay que hacerlo”. Reconoce que ha subido de peso y le preocupa. Comenta que en

realidad no ingiere cantidades grandes de alimentos, aún así no entiende qué le puede estar

sucediendo. Considera que esto es importante. Si tuviera la oportunidad de explicarle a otra

persona sobre su padecimiento, le recomendaría que se realice la operación si ése es el caso y que

siga indicaciones de su médico.

Cuenta con el apoyo de sus hijos. Ellos se movilizaron para que Alicia fuera atendida en el

hospital de forma efectiva. Su hija también ha colaborado buscando información sobre su

condición médica, haciendo hincapié en la importancia que tuvo realizarse el cateterismo a

tiempo. Ella le acompaña a sus citas y está pendiente de sus medicamentos. Alicia prefiere que su

hija la acompañe a las citas “porque ella me dice que tengo que ir y que le tengo que hacer caso

al doctor, que me tengo que tomar las pastillas, está pendiente. Me dice ya te toca tu cita”.

Menciona en relación a sus hijos al enterarse en su momento de la intervención que le harían a su

mamá se preocuparon mucho, “son más conscientes de lo que puedo hacer o no. Ellos me

ayudan y mi esposo me dice ´deja ahí, yo te ayudo´ “.Cuando sus hijos se portan mal, Alicia los

amenaza diciendo que le puede dar un infarto:”ya van a ver…me voy a morir”. Sin embargo,

72

ellos están bien informados de su padecimiento y le contestan que no es cierto que esto pueda

suceder.

Comenta que ha sentido el apoyo de su médico. Sus explicaciones le han ayudado a enfrentar de

mejor manera su enfermedad. Cuando le informaron sobre su condición cardiaca, comenta que no

sintió miedo de morir. Confió en la ayuda de Dios. Se siente tranquila, contenta y no se queja. Ha

tratado de llevar su vida normal. A partir de los tres meses de su intervención, Alicia regresó a su

rutina habitual. Trata de cuidar de su salud. La paciente comenta: “pues he seguido una vida

normal, no te estés…pues nada de acuchuchar, que uno no puede hacer nada, yo a los tres meses

ya hacía…mis cosas”. Ha viajado en avión y se siente saludable actualmente. No le gusta hablar

de lo que padece. En ocasiones escucha a personas con padecimientos parecidos, pero sólo lo

piensa.

Informa que se siente responsable y culpable de su padecimiento debido a que la dieta y el hacer

ejercicio se le dificulta en ocasiones, “…pues a uno le dicen que no coma mucha grasa, pero

como pero poquito y ejercicio sólo de mi casa a mi trabajo, vengo cansada y ¿hacer ejercicio?

Tengo que hacer pero, ay”.

4.8. SUJETO 8

Rocío tiene 50 años y es casada. Tiene tres hijos, dos hombres y una mujer. Es Máster en

Educación Superior y Proyectos Educativos; también es catedrática universitaria. Reside en la

zona 16, junto con su esposo y sus hijos mayores. Su hijo más pequeño tiene 20 años y estudia

fuera del país.

Desde pequeña la diagnosticaron con cardiopatía isquémica de forma congénita y un prolapso en

la válvula mitral. De esta manera, se ha visto afectada toda su vida. Ahora, de adulta, presenta

hipertensión y arritmias. Cuando era pequeña sus padres cuidaban de su salud, angustiándose.

“Ellos eran los que llevaban todo”. Menciona que desde pequeña tuvo que visitar hospitales

siguiendo tratamientos y diagnósticos. Le controlaban las actividades de manera que no se agitara

mucho, teniendo una vida más tranquila. A partir de que se volvió adulta comenta: “tuve mis tres

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hijos con parto natural, siempre me declaraban como riesgo, pero nacieron bien, sanos,

fuertes…”.

Cuando eran jóvenes con su esposo tuvieron que trabajar debido a la preocupación de los estudios

de sus hijos y su futuro como familia. Ahora siente deseos de poder realizar otras actividades ya

que sus hijos están realizándose profesionalmente y son independientes. “Entonces, se supone

que con mi esposo tenemos más tiempo para disfrutar, pero yo no puedo viajar como cuando era

patoja pues, cuando era adolescente o soltera. Yo ya sé que tengo una serie de limitaciones que

me impiden tener una vida…no que me esté metida todo el tiempo en la casa, pero si por lo

menos…”.

La paciente enfrenta la enfermedad desde corta edad, no la evade. “…imagínate, ya hubiera

pasado los cincuenta y pico que me quedan llorando por mi enfermedad, postrada en una cama

y no hubiera desarrollado, todo lo que he desarrollado”. Además, padece de presión alta, lo que

fue difícil de diagnosticar para los médicos. Está consciente que no se cura, pero sí se puede

controlar evitando “pues que llegue a niveles muy altos pues es ahí donde se pueden dañar los

órganos”. También comenta “yo la mayoría del tiempo no estoy pensando en me va a subir me

va a subir. Mira tengo allí lleno de aparatos que mi hijo me compró”.

Considera que ahora controla su presión de forma más adecuada. “Yo ya aprendí a controlarla.

Entonces, cuando yo estoy en un momento de crisis, aunque esté sudando y la esté pasando a

palitos, se me sube la sangre, porque se pone uno con sudoraciones frías. Se pone uno que siente

el corazón ya no va a responder, porque está bombeando a toda fuerza. Entonces, lo que hago es

prepararme un té, me tomo mi medicamento”.

Esta forma de controlarse ha funcionado. Aún así, comenta que no es fácil hacerlo y que suceda:

“…si te la ves dura, sentís que te vas a caer, estás super mareada…y sabés que tu corazón está

haciendo un esfuerzo muy, muy grande, que todo esto siempre va acompañado del dolor en el

brazo izquierdo y dolor de pecho”. Refiere que esta situación la asusta y preocupa.

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Logró obtener información sobre su padecimiento consultando a los médicos de forma

incansable. Si no se sentía satisfecha con las respuestas proporcionadas, optaba por investigar.

“El internet es fabuloso, uno puede diagnosticar cualquier enfermedad, saber cuáles son sus

consecuencias, sus causas, definir qué médicos hay”.

Informa que a pesar de tomar sus medicamentos, hay días en que comienza a sentirse mal.

“puedo amanecer un día super tranquila y de repente sentir que algo me está pasando, empiezo

a sentirme mareada, con los ojitos como que la sangre me sube, palpitaciones, sudor frío y

muchas situaciones horribles…y cuando llego tengo la presión totalmente fuera de control”.

Considera importante de ahora en adelante el comer saludablemente, cuidar su azúcar y no tomar

gaseosas, ya que esto la ayudará a sentirse mejor sin hacer una dieta establecida, de esto comenta:

“creo que no está entre mis posibilidades ponerme a dieta, pero sí evito ser glotona”. Menciona

que el ejercicio es indispensable para todos, no sólo para los que padecen de una enfermedad

cardiovascular, pero que realizarlo sola no le llama la atención, “no consigo caminar sola y con

el chucho hay no. Entonces, mejor me quedo en casa. Te digo, todo es una actitud de vida

personal”.

Su esposo y su hijo mayor son su mayor apoyo ante emergencias médicas, vigilar su salud y

lidiar con su padecimiento. Refiere que en relación a su esposo: “…sí que le debo mi vida porque

no sé, siempre que estoy enferma, nos conectamos, algo pasa, y ya estoy yo que…siento que me

voy a morir y es él al que le toca llevarme. Pienso que no ha sido una vida fácil para él, ni

tampoco para mis hijos y menos para mí que soy la que lo vive”. Al momento en que se realizó

la entrevista, también refiere que no le parece que la acompañen a sus citas médicas o posibles

tratamientos, debido a que considera que quien vaya se puede angustiar y preocupar.

Rocío es católica practicante al igual que su familia. Cuenta con el apoyo del Señor y confía en

sus decisiones. “Dios tiene destinadas las vidas de las personas y no es una enfermedad la que

va a acabar con uno”. Refiere que los planes que Dios tiene dispuesto para una persona: “pasa

los límites de lo que la ciencia puede pronosticar”. Se denomina una persona protectora de sus

seres queridos, el que su hijo pequeño esté de fuera del país hace que se sienta en ocasiones tensa

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y preocupada, pero menciona también: “sí, soy una mujer de fe, me voy a poner a orar, y le

pediré al Señor que lo cubra, pues él es su Padre. Yo ya no puedo hacer más. Él tiene el control

de su vida y el control de la vida de mis hijos y de la de mi esposo. Yo ya no puedo hacer nada”.

No siente amenaza por su vida, ya que ella considera que Dios tiene una misión para ella aquí en

la tierra. Mientras ese plan de Dios no se cumpla, la persona continuará viviendo. Ella comenta:

“entonces, yo creo que el Señor en su momento dirá ésta ya no tiene por qué estar aquí

quitándole el aire a los demás”. Refiere que una enfermedad no acaba con la persona, sino el

Señor, “…es Dios nada más”.

Al referirse al momento que el Dr. 5 le confirmó que ya no padecía del prolapso en la válvula

mitral porque la edad que ella presenta es razón frecuente para que este padecimiento

desaparezca, la paciente comenta: “…yo me quedé asombrada. Yo siempre pensé que él era

científico, pero a mí el que me salvó fue Dios”.

En los momentos en que la presión alta ha sido sinónimo de gravedad y emergencia para ella,

siente que Dios es quien le ha permitido continuar con vida más que nadie. “Comienzo a orar.

Tratar de relajarme, tratar de acostarme, ponerme el ventilador. O sea, darme los primeros

auxilios para que me vaya pasando. Te digo que se dice fácil”.

En relación a platicar sobre su padecimiento informa: “pues fíjate que a mí nunca me ha gustado

contarle a nadie, porque yo siento que son situaciones como muy privadas y particulares”. Ha

evitado hablar también en los trabajos que ha desempeñado por temor a que no tengan

conocimiento sobre el padecimiento y a que se pueda sentir excluida, “puede ser que te vean

como si eres un minusválido”. También comentó: “entonces, para mí no es andar contando. Es

la primera vez, con esta entrevista, que yo cuento de mi enfermedad, con una persona que no sea

un doctor, ni alguien de mi familia”.

Rocío menciona que la actitud que ella considera adecuada es la de ser positiva. Esta forma de

actuar se puede considerar beneficiosa ante un padecimiento. “…una actitud de vida”. “Yo creo

que sos una persona enferma cuando te dejás vencer por la enfermedad. O sea, por un

76

diagnóstico me va a decir que no soy una persona sana, pero yo me preguntaría, será que hay

una persona completamente sana, yo creo que ninguna”. Para ella una actitud positiva puede

influir favorablemente en su vida teniendo control, moderación y estando tranquila. Por esto, ha

enfrentado el diagnóstico de la siguiente forma: “con bastante serenidad, tranquilidad, no me ha

inhibido en cuanto a mis actividades personales, he logrado lo que he querido personalmente”.

Menciona sentirse satisfecha también en su rol de madre. “He seguido la vida como una persona

normal, lo único es que no me puedo exceder”.

Recuerda que cuando le hicieron el primer cateterismo pensó, “yo sí estoy fregada del corazón”.

Pero esto no era razón para ponerse a llorar, asustarse sí, comenta Rocío. No ha sentido de llorar,

“yo soy de cuero duro chula. A mí esas cositas no me afectan”. Sin embargo, comenta que le

afectaría si le pasara algo o el no poder ver a sus hijos desarrollarse. Además, informa que resultó

con ataques de ansiedad: “esto fue a partir de una cólera muy grande que recibí”. De esta

manera visitaba frecuentemente el hospital, “porque sentía que me faltaba el aire”. Como el

padecer de la presión alta puede ser causa de muerte, Rocío comenta que “he tenido crisis tan

fuertes, en las que los médicos creen que será mi último momento porque me sube tan de

repente…”. Por eso, antes, cuando comenzaba a sentirse mal, la paciente corría al Hospital

Militar: “Entonces, yo me iba corriendo al hospital, pero yo no sabía que el estado de ánimo es

aún más perjudicial, ¿verdad? Porque cuando yo llegaba, llegaba ansiosa, con miedo. Me

estresaba más, me alteraba”.

Menciona que los médicos la conocen como una persona aprensiva. De esto ella comenta:

“Cuando una paciente es muy aprensiva, no es tan bueno contarle todas las cosas como son,

¿verdad? Unos prefieren como decirme… las cosas más sencillas más suaves. Otros me dicen

las consecuencias como son, además uno no es neófito, ha estudiado y también se ha

documentado y sabe de los riesgos que se corren al tener un problema como el mío”.

Se le cuestiona si se siente responsable por su enfermedad y responde que por “el padecimiento

de la presión alta creo que sí, porque uno debe de aprender a manejarse emocionalmente las

situaciones que se le presentan. Debemos de tener una madurez emocional adecuada y

conveniente”. Rocío comenta que las veces en que su salud ha empeorado ella se ha angustiado o

77

enojado, por lo que ella la responsable de esta situación. “Tal vez ahí estaría donde yo provoco la

situación o también me altero porque alguien me trata o me ofende, y me altero”. Menciona que

en la actualidad lo toma con calma, “pues la vida me ha cambiado…tomando las cosas como

vienen, de la forma más serena. Eh…trato de…darme mi tiempo, no presionarme”.

Ha comprendido que su vida ha estado dedicada en gran parte a los demás. El estar pendiente de

todos impone una gran exigencia de la persona ha causado desgaste significativo. “Por los hijos

uno se desvive, se muere, se angustia…eh…sobre dimensiona lo que puede ocurrir”. Especifica

que su preocupación no logrará cambios en lo que realmente pueda o no suceder en la vida de los

demás.

“Pero ya ahorita en esta etapa yo cada vez que puedo les digo que los quiero, que los amo, los

apapacho. Los bendigo todos los días. Porque no sé si va hacer mi última día, y digo puchica,

por lo menos que se vayan con el recuerdo de que su mamá los bendijo y no los maldijo o les

mentó la madre porque hicieron algo malo, tenía un montón de complicaciones”. Por esto,

decidió hablar con su mejor amiga y le pidió que en el momento que ella falleciera, se casara con

su esposo y se encargara de sus hijos. Su esposo se molestó por esto.

Se considera una persona decidida, siendo esto una ventaja en ella, debido a que las decisiones

que ha podido tomar las realiza profundamente, reevaluándolas y dándoles su importancia como

es debida en un tiempo prudencial. El salir vencedora de esta batalla dependerá de preocuparse

por llevar una vida sana, el saber valorarse tomando como fortaleza esta habilidad.

“Yo creo que las cosas, todo lo que está puesto en el mundo, tiene una razón de ser. Y tú puedes

aprender que tu enfermedad te puede servir si la tomas como enfermedad si yo te digo, para

hacerte más fuerte”. Ella comenta que las pruebas de la vida preparan a la persona, sabiéndola

enfrentar y vivir, sobre todo saberla sobrellevar. “Creo que una enfermedad te puede servir,

principalmente, para darle las gracias a Dios”.

78

Esquema 1: Buscaron atención médica cuando se presentó la fatiga y el cansancio.

ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDA AL PROBLEMA

S1. “Me ingresaron a UNICAR. Yo lo que

pienso es que bueno, yo lo

enfrenté…Ahora estoy bien y me siento

bien, pues la enfrenté con tomar la decisión

de operarme…”.

S2. “Cuando me dio el infarto en la casa,

me llevaron para el (Hospital) General”.

S3. Sufrió cuatro infartos. El médico les

dice a los hijos que la lleven a la clínica a

las 7am del siguiente día. Es referida a

UNICAR.

S4.Su hermana la lleva al Pilar.

S5. “Cuando me dijeron que era un

infarto… Entonces usé mis influencias

entre enfermeras y médicos”.

CONFRONTACIÓN

Sí sufrió infarto y buscó

atención médica No sufrió infarto y buscó

atención médica

S6, S8

S7,

S8

No

S7. Su hijo le pide que

vaya al médico. “´Él

me decía „te lo tenés

que hacer‟. No para

mañana, ahora. ¿Será

decía yo?, ¿no?, tal

vez no. „No‟, le decía

yo, ´esperemos para el

otro mes´”.

79

Esquema 2: Opciones de búsqueda de atención médica efectuada por las pacientes.

CONFRONTACIÓN

Cateterismo

A todas las pacientes

se les intervino por

medio de un

cateterismo.

Operación del corazón

S1, S2, S3, S4 y S5.

S6. Le indican que

debe operarse en

diciembre 2011.

Búsqueda de atención médica

S2. Tiene un

bypass“…Me

preguntan por esta

cicatriz y yo les

digo que es parte de

mi infarto, que me

tuvieron que sacar

la vena…Es parte

de mi enfermedad”.

S3. Tiene tres

bypass.

S4. Los médicos les

indicaron que los

tres bypass que le

fueron colocados se

taparon.

Bypass

S3. Le informaron

los médicos que le

debían de colocar

un marcapasos

debido a que su

corazón estaba

muy débil.

ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDA AL PROBLEMA

Marcapasos Sólo puede tratarse por

medio de medicamentos

Decidió no operarse

S3. “Y sí pienso

ahora me voy a

estar sólo con

medicinas”.

S4. “Hay veces que

me pongo a pensar

si será posible que

así voy a vivir de

ahora en adelante, a

base de medicinas”.

S5. “Hay que

enfrentarlo, uno lo

pide. Gracias a

Dios ya cumplí un

año y sigo con mi

tratamiento”.

S6. “Ya el doctor

vio pues…que yo

necesitaba

operación. Y

recuerdo que me

lo dijo cerca de

Navidad. Lloré y

dije, no…no…no

y no me opero.

No acepto y no

acepto esto”.

80

Esquema 3: Formas en que las pacientes buscaron información sobre su padecimiento.

ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDA AL PROBLEMA

CONFRONTACIÓN

El médico les informa sobre

su enfermedad

El paciente buscó información a

través de otros medios

S1, S2, S3, S4 y S5

Prefirió

Ignorarlo

El paciente no buscó

información adicional a la

que le proporcionó el médico S1. “Ellos llegaban, me atendían y me

explicaban”.

S2. Le respondieron todas sus dudas. “No me

explican mucho, se van…bien a lo concreto”.

S3. “Sólo lo que he oído ahí”.

S4. “…que tengo una enfermedad en el

corazón. Eso me dijo el doctor”.

S5. “…pues me ayudó que el doctor me

informara y explicara”.

S7. “He consultado sólo con el doctor, él me

ha ayudado”.

Sintió

Miedo

S4

S6. “Yo me meto a internet y busco y

miro”.

S7. Su hija buscó en el internet y…”me

enseñó lo que tenía”.

S8. “Bueno, yo creo que los médicos se

cansaban de mí, porque yo no me quedo

con dudas. Sino que siempre consulto, les

preguntaba a ellos y si no me contestaban

satisfactoriamente, me ponía indagar, a

investigar. El internet es fabuloso, uno

puede diagnosticar cualquier enfermedad,

saber cuáles son sus consecuencias, sus

causas, definir qué medicamentos hay. Y

también ver casos de personas que

explican su…propia situación”.

No se

interesó

S2 S1, S3, S5

81

Esquema 4: Conocimiento que tiene la paciente sobre la cardiopatía isquémica.

Narrativas ofrecidas acerca de cómo aparece la enfermedad

S2….”pues yo padezco de la presión, me quedé padeciendo de la presión cuando salí del hospital y ahorita se me taparon otra vez las

arterias…”.

S4. “Que tengo un pesor en el pecho, una enfermedad en el corazón. Eso me dijo el doctor”.

S5. “El doctor me dijo que mi corazón, la arteria principal está muerta y que ya no la podían operar…”.

S6. La paciente dudó en comenzar a explicar, no se sentía segura de hacerlo. “Como…se le tapan a uno las arterias y esto viene de

que uno no se cuida…. Ajá, la angina de pecho”.

S7. “Estoy padeciendo de la presión alta y hace dos años que me pusieron dos stents…”.

S8. “La cardiopatía isquémica que me han presentado a mí es que yo tengo un prolapso en la válvula mitral y que básicamente es una

situación congénita y que obviamente ha repercutido en mi salud, en mi calidad de vida”.

ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDA AL PROBLEMA

CONFRONTACION

82

Esquema 5: Diferentes formas como las pacientes han decidió cuidar de su salud.

ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDA AL PROBLEMA

PLANIFICACIÓN

Piensa seguir

cuidando de su

alimentación

Tomar sus medicamentos y

seguir instrucciones del médico

S1.”No comer grasas, ni pan

de manteca…y me duele y

evito caer en la tentación,

pero hago caso que me dice el

doctor”.

S2. …”ahora me cuido, como

ensaladitas”.

S3. “Como bien”.

S5. “Hacer dieta”.

S6….”seguir con la dieta”.

S8. “Evito ser glotona”.

Hacer ejercicio

S3. “Sigo instrucciones médicas, tomo mis

medicinas”.

S4. “Yo sigo las normas de mi médico, no

puedo auto medicarme porque entonces me

va a ir mal”.

S5. “Cumplir con los tratamientos”.

S6. “…tomar los medicamentos al día, que

eso no me falta, pues es una base para seguir

adelante”.

S7. “…llevar las indicaciones del médico,

como él las dice. Me siento tranquila media

vez me tome mis medicamentos”.

S5.”…caminar unos 30

minutos, pero de diez en

diez; si me da dolor,

descanso. Cuando se me

quita el dolor, vuelvo a

empezar”.

S7. La paciente se va de

su casa al trabajo de ida y

regreso a pie.

83

Esquema 6: Forma como la paciente imagina su vida de ahora en adelante.

PLANIFICACIÓN

S1. “De ahora en adelante lo que yo pienso es continuar haciendo

siempre mis cosas que hacía antes y seguir las mismas reglas de visitar

al doctor y de verme como estoy, estarme chequeando. Esto es lo más

importante, porque imagínese si no, no me chequeo, cómo voy a saber

lo que tengo o alguien tiene, siempre hacerme mis exámenes para

controlarme, seguir viviendo y así”.

S2. “Igual, sólo que debo de estar con medicamentos, pero bien,

bendito sea Dios, lo importante para mí es sentirme bien y apoyada”.

S3. “Pues siempre tengo que estar tomando la medicina, hasta que los

doctores me digan que siga tomando esto o ya no, no dejar de tomar

medicinas. Lo que pienso que me arruinó fue cuando dejé de tomar las

medicinas y las tenía y no me las tomaba, ni desayunaba ni nada, no

me cuidaba. Y sí pienso, ahora me voy a estar sólo con medicinas,

pero fíjese que ellos me las compran, ni modo que no me las voy a

tomar, si ellos tanto que se esfuerzan”.

S4. “Hay veces que me pongo a pensar si será posible que así voy a

vivir de ahora en adelante a base de medicinas, porque prácticamente

vivo a base de medicinas. Yo me pongo a pensar que… ¿Sí será real

que mi vida será a base de medicinas y, o que llegará el momento en

que ya no podré sanar un poco, digo yo”.

S6. “Por el momento no he llegado a la operación, pero si algún día

llega a ocurrir esto, y que esté en el quirófano…porque ya no es lo

mismo”.

S5. “Pues me la imagino tratando de vivirla lo

mejor que pueda, para poder tardar unos años

más en el mundo”.

S7. “Tranquila”.

S8. “Me visualizó con mi esposo, en esta gran

casa que construimos para ellos….me visualizó

bien de salud. Creo que si sigo con esta actitud

de no preocuparme de más y de no angustiarme”.

S8. “Pues fíjate que mi vida ya está bastante

definida, a estas alturas. Cuando tu estás, tus

hijos están chiquitos pensás…cuando pase tal

cosa, cuando pase tal otro. Pero creo que

cuando tenés 50 años tenés más o menos el

reflejo de lo que va hacer el resto y yo me

visualizo”.

Plano personal Plano familiar Apego al

tratamiento médico

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

84

Esquema 7: Forma como ha enfrentado su enfermedad con el apoyo recibido por otros.

S2.”Eh, pues eh…pues con

la ayuda de Dios, y ahí que

con mi esposo. He sido muy

apoyada fíjese…estoy

agradecida”.

S8. Su esposo es como su

ángel guardián.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

APOYO SOCIAL

Esposo Hijos/familiares Compañeros de trabajo y

otros servicios de apoyo Apoyo espiritual Apoyo del equipo de

salud

S1. Apoyo de sus hijos, en

especial de su hija.

S3.Apoyo de sus hijos.

S4. Apoyo de su hijo, su

sobrina y su hermana.

“Mi hermana que trabaja en

el Pilar me dijo: „vámonos

para la casa, yo te quiero

mucho y tú para mí no vas

hacer una carga, vas hacer

de gran bendición”.

S5. Apoyo de sus hijos.

S6. Apoyo de su familia.

“El que esté disponible”.

S7. Cuenta con sus hijos y

hermanos.

S8. Su hijo mayor.

S2. “Recurrí a la esposa

de Colom, ahí a SOSEP y

ahí me dieron una nota

para llevarla allá a

UNICAR y que me

hicieran la angioplastia sin

cobrarme”.

S6. Los compañeros de su

trabajo están pendientes

de ella.

S1. “Varios me aseguraron que

yo no iba a salir viva de ahí. Si

pero, yo dije „es lo que Dios

quiere, yo salgo y si él no

quiere”.

S2. …”ah…la verdad que sólo

con la ayuda de Dios. Creo

que si no, no lo podría

enfrentar”.

S3.”…les digo que gracias a

Dios, que todavía me tiene aquí

un poquito todavía”.

S4. “Mire, yo creo mucho en

Dios y pues le pedí como

siempre que no me

abandonara, que me ayudara”.

S5. Yo me daba valor y le

pedía mucho a Dios que me

sacara del intensivo. Y bendito

Dios, así fue”.

S6. Dios es su fortaleza.

S7. “No sentí que me fuera a

morir, en las manos de Dios

queda todo”.

S8. Siente que Dios la ha

fortalecido y unido con los

suyos.

S1. “La verdad que alguien

como yo está en las manos de

los doctores, mire a donde

vengo a buscar al Dr. 3. Si él

me vigila, yo me siento

tranquila”.

S2. “Allí en UNICAR son bien

bendecidos. Mire los doctores

tan lindos, como el Dr.3…me

busca medicinas para

ayudarme”.

S3. “Ahí con el Dr. 3 me tratan

bien, me siento bien. Yo estoy

muy agradecida con los

doctores, por eso no dejo de

asistir con ellos”.

S4. “Tengo que ser justa y

agradecer que recibí apoyo en

UNICAR y el Dr. 3”.

S6. “Vengo encantada de la

atención de los doctores”.

85

Esquema 8: Preferencia de las pacientes para ser acompañadas durante consultas y tratamientos.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

S3. Hermana

S6. “Con mi

familia, bueno pero

con el que esté

disponible”.

S8. “Con nadie.

Para mí es muy

molesto estar

con una persona

que me

acompañe”.

Prefieren ir acompañadas a las consultas

o tratamientos, procedimientos.

APOYO SOCIAL

S2.Esposo

S1.Hija

S4. Hijo

S5. Hijo

S7. Hija

No Sí

Hijos Pareja Otros familiares

86

Esquema 9: Formas de distanciarse de su problema.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

DISTANCIAMIENTO

Negación funcional

de su enfermedad

Ha evitado hablar de su

enfermedad

Ha tratado de olvidar su

enfermedad

S1, S2, S3, S4, S5, S6, S7, S8 S6, S7, S8 S1, S2, S3, S4, S5, S6, S7, S8

S3. “Pues ahorita sí, al principio

me costó un poco…pero ahora

siento yo que es un poquito

menos”.

S4. “Hay momentos…”

S6. “Sí, a todos les digo que me

siento bien”.

S8. “Sí, incluso en los trabajos,

creo que hay gente que no tiene

conocimiento de la enfermedad,

puede ser que te marginen…”.

S1. “Sí, a veces se me olvida que

estoy operada”.

S5. “Sí. Pienso en otras cosas,

salgo de mi casa, voy a

reuniones…”.

87

Esquema 10: Forma en que la paciente se distanció de la explicación que el médico le ofreció sobre su padecimiento.

ESTRATEGIA DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDA A LA EMOCION

DISTANCIAMIENTO

S1. “Pues no me acuerdo fíjese”.

S3. Sobre la explicación que le dio el médico, la

paciente contesta: “No…o tal vez sí, no me

recuerdo, como yo ya no veía bien…”.

S5. El médico no le explicó.

S7. “Ay, ya no me acuerdo”.

No recuerda la explicación que el médico

le dio sobre su enfermedad

88

Esquema 11: Forma en que la paciente evade el tratamiento para su enfermedad.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

ESCAPE-EVITACION

S6. “…si me opero me voy a morir. Eso es lo primero que uno piensa. Y

todavía lo sigo pensando, y si me muero, todavía lo pienso”.

Evade la operación a

corazón abierto.

89

Esquema 12: Forma como enfrenta el control de sus emociones ante la enfermedad que padece.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

AUTOCONTROL

S1, S2, S3, S4, S5 y S6

S3. “Pues yo digo, „esto

ya no se me va a quitar,

y hasta que Dios me

diga hasta aquí‟, pero

no me ha afectado tanto

como a otra personas”.

S1. “Pues cuando me da

tristeza, a veces digo yo:

„perdóname Señor que

estoy viva‟, eso es lo

importante verdad”.

S4. “Pues para la obra y

gloria de Dios la he

tomado con calma y

tranquilidad, la he sabido

sobre llevar porque soy

diabética y voy casi para

los seis años de operada y

Dios me tiene con vida.”.

S5. “Pues con mucha

tranquilidad, valor y fe”.

S7. “Yo me siento bien

porque gracias a Dios ya

pasé todo eso y ahí voy”.

S8. “Creo que sigo con

esta actitud de no

preocuparme más y de no

angustiarme”.

S2. La paciente menciona

que ha tratado de

sobreponerse, “porque si

me pongo triste de nada

me sirve”.

Ha sentidos deseos

de llorar

Ha sentido

tristeza

Ha sentido

tranquilidad

Sobreponerse a

la enfermedad

Se ha

resignado

90

Esquema 13: Aceptación de la responsabilidad ante su enfermedad.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

ACEPTACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD

Hábitos de alimentación

inadecuados Fumar Genético o congénito Otras causas

S1. “Yo comí mal

siempre…”

S6. …”empezó por el exceso

de grasa, se elevó el

colesterol”.

S7. “…por la grasa que uno

come y no siente que lo que

le hace daño”.

S8. La paciente comenta que

debería comer más

saludable.

S2. “El Dr. 4 me explicó que

el cigarro me había hecho

daño”.

S3. “Mi abuelo sufrió de

infarto”.

S5: “…el doctor me dijo que

las altas de azúcar no me

habían ayudado…creo que

mis antepasados fueron

diabéticos”.

S8. El padecimiento inicial

de la paciente es congénito.

S4. “…pues desde pequeña

ayudé a mi mamá…me

ponía en eso de acarrear

cosas pesadas”.

Sí es responsable No es responsable

91

Esquema 14: Culpa que la paciente siente por su padecimiento.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

ACEPTACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD

Si No Se siente culpable

por su enfermedad

S2. “Ah…si…pues me dijeron siempre que no

fumara y yo lo seguía haciendo”.

S6. “Bueno digamos que una parte sí y otra no.

Pues yo algo tenía que padecer”.

S8: “Pues en un porcentaje sí, tal vez no en todo”.

S1, S3, S5.

S4. Menciona no sentirse culpable. “Yo al que le

hecho las cargas es a mi esposo, aunque ya se

fue…”.

92

Esquema 15: Cambios que la paciente observó en su vida luego del diagnóstico.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

ACEPTACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD

Forma en cómo siente que ha

cambiado su vida

No es como antes y lo

lamenta Sigue como antes

S1. …”ahora no puedo hacer

las cosas como quisiera y me

hace sentirme mal”.

S2. “Bastante, porque yo era

amante del cigarro”.

S6. “No sé, tal vez por lo

mismo que uno tiene y siente,

me siento más inútil…”.

S3. “Pues mire, sí me siento

que puedo hacer tal cosa…”.

S5. “Sí he cambiado bastante

porque ya no como tanto…”.

S8. “Pues la vida me ha

cambiado…tomando las cosas

como vienen, de la forma más

serena”.

S7. Refiere que ha seguido

con su vida normal.

Reconoce cambios y los acepta

93

Esquema 16: Aprendizaje que las pacientes han tenido sobre su padecimiento y reevaluación positiva de éste.

ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO

DIRIGIDAS A LA EMOCIÓN

REEVALUACIÓN POSITIVA

Ha aprendido a cuidarse La enfermedad como oportunidad

S5. “Este…de positivo…eh…pues yo me siento

bien”.

S7. “Pues yo creo que son más conscientes de lo

que puedo hacer o no”.

S8. “Una enfermedad te prepara. Si la sabes

enfrentar, si la sabes encausar, si la sabes vivir,

sobrellevar…”.

S1.”He aprendido a cuidarme y ver por mi

vida”.

S2. “Ah…sí que debo cuidarme”.

S3. “…pues sí, pues imagínese que ellos

perdieron a su papá y dije yo, al poco

tiempo yo también, y sería más triste para

ellos”.

S5. “He aprendido a cuidarme mejor”.

S6. “…cuidarse uno más. Incluso le digo a

quien pueda, cuídese”.

S7. “Ah…bueno a cuidarme, a mí me

gusta la comida…los chicarrones, como

poquito, no como antes”.

S3. “Pues yo trato la manera de estar bien,

de aprovechar la compañía de mis hijos”.

S4. “…He aprendido mucho porque

ay…Dios, es un caso muy duro el mío”.

S8. “Yo creo que todas las cosas, todo lo

que está puesto en el mundo, tiene una

razón de ser. Y tú puedes aprender que tu

enfermedad te puede servir…”.

La enfermedad como aprendizaje

94

V. DISCUSIÓN

En esta investigación se trabajó con el tema de estrategias de afrontamiento. Las diferentes

estrategias de afrontamiento que puede utilizar una persona dependerán de la naturaleza del

estresor y de la situación en la que se encuentre, así como sus consecuencias. Esto porque el

concepto de afrontamiento ante la enfermedad permite describir las reacciones de las personas

ante numerosos trastornos físicos. La enfermedad es un hecho estresante, y como tal, estimula

estrategias de afrontamiento específicas determinadas por las vivencias del propio enfermo, a las

respuestas emocionales negativas de la enfermedad, especialmente ansiedad y depresión, y a las

dificultades para seguir un tratamiento adecuado (López, 2005). Diversas investigaciones se han

interesado en este tema y lo han relacionado con enfermedades. Por ejemplo, Yela (2009) tuvo

como objetivo establecer las estrategias de afrontamiento que utilizan adultos con pérdida

auditiva para manejar la ansiedad que les provoca dicha pérdida. Así mismo, González-Celis y

Padilla (2006) tuvieron como objetivo el describir la calidad de vida y las estrategias de

afrontamiento ante los problemas y enfermedades en 194 ancianos. Y por su parte, Niepp et al.

(2008) determinaron qué estrategias de afrontamiento utilizan mujeres con cáncer de mama en la

etapa de seguimiento.

En este estudio se consideró trabajar con la cardiopatía isquémica, que es una patología

multifactorial, resultado de interacciones complejas entre factores genéticos y ambientales, que se

encuentra englobada en el grupo de enfermedades cardiovasculares y presenta tres

manifestaciones clínicas distintas: angina de pecho, infarto agudo de miocardio y muerte súbita

(Piédrola, 2002). La persona con enfermedad coronaria experimenta una serie de pérdidas de rol,

de estatus, de función o parte corporal, alteración de la autoimagen y del auto concepto, pérdida

de las relaciones y lazos afectivos, e incluso establece una relación estrecha con su propia muerte

(Botero y Sarmiento, 2009).

Varios autores han planteado clasificaciones sobre estrategias de afrontamiento. En esta

investigación se partió de la clasificación de Lazarus y Folkman, quienes las dividen en dos

grandes grupos: las estrategias centradas en la resolución del problema y las dirigidas a la

emoción. El afrontamiento orientado a la resolución del problema comprende las actividades

95

dirigidas directamente a la modificación, evitación o minimización del impacto estresante (López

et al., 2004). Las estrategias centradas en la solución de problema que se consideran en la

clasificación de Lazarus y Folkman y se utilizaron en este estudio fueron confrontación y

planificación. A continuación se analizan.

La confrontación es el intento de solucionar directamente la situación mediante acciones directas,

agresivas o potencialmente arriesgadas (Popp, 2008). Ésta es una estrategia importante en esta

investigación, ya que todos los sujetos del estudio tuvieron síntomas de cardiopatía isquémica.

Sánchez et al. (2005) indican que la cardiopatía isquémica es una enfermedad cardíaca producida

como consecuencia de alteraciones que conllevan la aparición de déficit de oxígeno en el

músculo cardíaco. Confrontar los síntomas de esta enfermedad es una estrategia que permite

buscar atención médica, tal como lo hicieron los sujetos de este estudio. Esto concuerda con la

investigación de Salguero (2010), quien al establecer las estrategias de afrontamiento que utilizan

los familiares de personas con insuficiencia renal crónica que han pasado por un proceso de

tratamiento de hemodiálisis o diálisis peritoneal, también encontró que ellos optaron por

concentrarse en resolver el problema.

Sopena et al. (2006) explican que la cardiopatía isquémica es un síndrome producido como

consecuencia de un desequilibrio entre la oferta y demanda de oxígeno por el miocardio. Esto

funciona como una señal, cuyo significado consiste en la necesidad de protegerse frente al

esfuerzo que impone una tarea que excede las posibilidades de reaccionar sin perjudicarse

(Chiozza, 2007). “Si existe sospecha de un ataque agudo de trombosis coronaria, es esencial

obtener asistencia médica inmediata para la supervivencia del paciente. A menudo los familiares

o el propio paciente vacilan demasiado antes de buscar ayuda médica, pero es de vital

importancia el transportar al enfermo inmediatamente a una sala de emergencia o a un hospital

para el tratamiento indicado y evitarle consecuencias permanentes al afecto, para evitarle la

muerte” (García-Palmieri, 2000, p.50). “Sentirse exhausto es el factor de riesgo más importante

para predecir que el individuo sufriría un infarto del miocardio” (Appels y Mulder, en Velasco y

Sinibaldi, 2001, p.244.). Por ejemplo, Olga lo sintió: “Yo sentía una opresión en el pecho. Me

fatigaba y como para subir donde vivo, hay que subir gradas, ya no aguantaba cuando

regresaba de caminar…”.

96

Ante síntomas como éste, el primer paso que dio cada una de las pacientes fue buscar atención

médica, tanto a nivel privado como estatal. Por su parte, Carolina refiere que cuando el dolor

incrementó, comenzó a llorar y le practicaron un electrocardiograma: “alguien con infarto y ese

dolor espantoso, lo que necesita es atención”. Mildred sobre esto comenta: “Me ingresaron a

UNICAR. Yo lo que pienso es que bueno, yo lo enfrenté…Ahora estoy bien y me siento bien, pues

la enfrenté con tomar la decisión de operarme”. En estos casos la confrontación fue útil para

calmar la ansiedad, tal como lo afirmó Folkman, en López (2005). Esto lo corroboraron en su

investigación González-Celis y Padilla (2006), quienes concluyeron que la calidad de vida y la

enfermedad van ligadas a las formas de afrontar esta última.

Los diferentes médicos tratantes indicaron a seis de las participantes a este estudio que debían ser

operadas a corazón abierto, debido a obstrucciones en sus arterias y por ende la consecuencia de

haber sufrido de infartos; ellas fueron: Mildred, Olga, Gilda, Mirna, Carolina y Dulce. Cinco de

ellas confrontaron la cirugía: Mildred, Olga, Gilda, Mirna y Carolina. De esto, Mildred refiere:

“estuvieron va de estudiarme todo lo del corazón, me practicaban muchos exámenes y finalmente

llegaron a la conclusión de que tenía una arteria tapada. Y de ahí llegó la operación…vi en

UNICAR personas sufriendo, mejor prevengo”.

En el caso de Gilda, se consideró además un marcapasos. Éste es un estimulador que genera

impulsos eléctricos cíclicos para estimular artificialmente al corazón con objeto de provocar la

contracción mecánica del músculo, en un corazón que carece de la actividad autónoma suficiente

(Torres, 2001). Ella comenta: “después de que me dieron los cuatro infartos…a los ocho días me

pusieron tres bypass, entonces, me volvió a dar otro infarto. Me dijeron que necesitaba un

marcapasos…me lo pusieron en marzo…estoy bastante bien”. Mirna comenta que el Dr. 1 le

indicó que la operación debía realizarse pronto. Ella reunió la papelería solicitada y a los

donadores sugeridos. De esto comenta: “entonces yo sentí que gracias a Dios salí muy bien…que

salí bien porque sólo una noche estuve en intensivo”. Al respecto, Gracia (1997) refiere que “el

período posterior a la hospitalización es particularmente crítico para la persona que ha sufrido

una enfermedad coronaria. Una enfermedad de esta naturaleza crea con frecuencia sentimientos

de miedo y ansiedad” (p. 230).

97

La estrategia de planificación se refiere a pensar y desarrollar estrategias para solucionar el

problema (Solís y Vidal, 2006). En esta investigación esta estrategia es importante porque las

enfermedades estimulan el uso de estrategias de afrontamiento específicos y una de ellas es la

planificación de soluciones (Folkman, en López, 2005). En los enfermos con cardiopatía

isquémica es vital, ya que determinará de alguna manera las decisiones próximas y futuras de

cada una de las pacientes. Los pacientes deben planificar cómo cuidarán su salud y qué

tratamiento médico van a seguir. Con relación a las actividades diarias a realizar, Mirna se mostró

consciente de lo riesgosa que se encuentra su salud. Se interesó por realizar distinto tipo de

actividades, siempre y cuando no la enfermarán más de la cuenta.

Algunas han planeado realizar ejercicio. De acuerdo con Serra et al. (2005), los efectos del

ejercicio físico sobre la cardiopatía isquémica actúan a tres niveles: sobre el organismo en

general, sobre los factores de riesgo coronario y sobre los estilos de vida. Esto consigue en los

pacientes, la máxima capacidad funcional que les permita la enfermedad. Alicia comenta que

hace ejercicio todos los días, ya que va y viene de su casa al trabajo a pie. Por su parte, Carolina

refiere que ha decidido hacer ejercicio: “caminar unos 30 minutos, pero de diez en diez; si me da

dolor, descanso. Cuando se me quita el dolor vuelvo a empezar”. La práctica de ejercicio

beneficia a las pacientes logrando que se sientan bien mejorando su estado de ánimo.

Varias de las pacientes planifican el tratamiento médico a seguir. Gilda, Mirna, Carolina, Dulce y

Alicia mencionan la importancia de continuar con su tratamiento farmacológico. En el caso de

Mirna, ella refiere: “yo sigo las normas de mi médico, no puedo auto medicarme porque

entonces me va a ir mal”. Por su parte, Dulce considera indispensable “tomar los medicamentos

al día, que eso no me falte, pues es una base para seguir adelante”. En relación a esto Alicia

comenta “me siento tranquila media vez tome mis medicamentos”. Es importante mencionar que

en la rehabilitación cardíaca debe existir control individualizado de cada uno de los pacientes con

cardiopatía isquémica en relación a su tratamiento farmacológico. Éste debe evitar los efectos

secundarios y contraindicaciones de los mismos (Necoechea y Estrada, 1995).

98

Mildred, Olga, Gilda, Carolina, Alicia y Rocío planifican cuidar su salud en base a una buena

alimentación. Rakel (2009) indica que “la nutrición cardiovascular a largo plazo exige un método

equilibrado y formación” (p. 293). Carolina y Dulce planean continuar su dieta establecida por

sus médicos. “En relación a la alimentación, ésta debe de ser equilibrada, pobre en grasas,

consumir menos sal y moderar el consumo de alcohol (García-Palmieri, 2000). Por esto Mildred

piensa: “no comer grasas, ni pan de manteca…y me duele y evito caer en la tentación, pero hago

caso…”. Olga comenta: “…ahora me cuido, como ensaladitas”.

Además de las estrategias centradas en la solución del problema, están las dirigidas a la emoción.

Blanco et al. (2010) citan a Lazarus y Folkman, quienes indican que este tipo de estrategias,

“intentan aliviar el malestar que produce cierta situación o experiencia y están dirigidas a regular

una respuesta emocional ante dicho problema” (p.334). Éstas son búsqueda de apoyo social,

distanciamiento, evitación, autocontrol, aceptación de la responsabilidad y reevaluación positiva.

La primera que se analizará es la que se dirige a la búsqueda de apoyo social. Ésta se refiere a la

manera que la persona acude a otras personas (amigos, familiares, etc.) para recibir su ayuda,

compresión y apoyo emocional (Popp, 2008). Las pacientes refirieron que han recibido apoyo de

sus familiares, amigos y médicos tratantes. Esta ayuda que se recibe marcará de alguna manera

el bienestar psicológico de las pacientes, ya que ellas han tenido que cambiar su modo de vida,

rutinas y expectativas por no poder realizarlas más, debido a que su salud sufre riesgos (Velasco

y Sinibaldi, 2001). La ayuda es conveniente para ellas, es bien recibida y se muestran altamente

agradecidas. El uso de esta estrategia también se observó en la investigación de Yon (2008),

quien encontró que los padres de familia consideran útil la búsqueda de apoyo social para

enfrentar el cáncer que padecen sus hijos.

Primero se analizará la ayuda que las pacientes han recibido de sus familiares. Velasco y

Sinibaldi (2001) citan a Rolland, quien refiere que el cuestionar a una familia sobre la

enfermedad como una experiencia totalizadora, implica conocer cómo ésta ha influido en su

sistema de creencias y éstas en el padecimiento, así como conocer su experiencia “humana y

personal” sobre la enfermedad. La importancia de esta estrategia se corroboró cuando se

cuestionó a las pacientes. Sobre esto se puede mencionar que Mildred, Gilda y Carolina han

99

recibido constante apoyo de sus hijos. Rocío refiere: “aquí mis ángeles guardianes son mi

esposo y mi hijo grande”. También Olga comenta que ha sido apoyada por su esposo y se siente

agradecida. Esto favorece a las pacientes porque la actitud y comportamiento de la pareja ante el

padecimiento de su conyugue puede encausar a que el enfermo intente recuperar su salud de una

forma más rápida (Velasco y Sinibaldi, 2001).

El apoyo por parte de los hermanos de Mirna y Dulce ha sido bien recibido. Al respecto, Tanner-

Nelson-Banonis, en Velasco y Sinibaldi (2001), refieren que una familia es fuerte si valora de

manera importante las relaciones dentro del grupo familiar y los integrantes de la misma se

apoyan tanto en los buenos como en los malos momentos (Tanner-Nelson-Banonis, en Velasco y

Sinibaldi, 2001).

Las pacientes también encontraron apoyo en profesionales de la salud. Los médicos y enfermeras

brindaron a las pacientes sus conocimientos médicos y sugerencias a seguir en relación a su

enfermedad en el corazón. Además, han sido participantes activos en la recuperación de estas

personas por medio de su preocupación, paciencia y auxilio. En el caso de Mildred, ella hace

referencia de la ayuda médica que ha recibido así: “la verdad que alguien como yo está en las

manos de los doctores, mire a dónde vengo a buscar al Dr. 3. Si él me vigila, yo me siento

tranquila”. Gilda comenta: “ahí con el Dr. 3 me tratan bien, me siento bien. Yo estoy muy

agradecida con los doctores, por eso no dejo de asistir con ellos”. Al respecto, Velasco y

Sinibaldi (2001) indican que “el comportamiento del médico también puede influir en la actitud

del paciente. Un comportamiento vago, poco adecuado o incluso amenazante, si es confuso al

dar sus indicaciones o muestra incapacidad para resolver dudas (lo que genera miedo en el

enfermo), puede conducirlo a desarrollar conductas sumamente aprensivas y a que llegue a

considerarse un inválido que necesita de cuidado o protección, o bien, a manifestar exactamente

la actitud opuesta, desarrollando actitudes desafiantes y empezando a involucrarse en actividades

desenfrenadas” (p.251).

Es relevante mencionar también que las ocho participantes a este estudio cuentan con una

creencia religiosa fuerte. El apoyo que mencionan recibir de Dios es vital para ellas, no sólo en

su recuperación, sino en la toma de decisiones en cuanto a los procedimientos a realizarse, etc.

100

Mencionaron en repetidas ocasiones que la bondad, bendición y amparo de Dios es razón

indispensable para enfrentar la cardiopatía isquémica que padecen. Han podido convencerse que

el estar vivas aún, es por gracia de Dios y por su benevolencia. Por ejemplo, Alicia menciona:

“no sentí que me fuera a morir, en las manos de Dios queda todo”. Por su parte, Mildred

recuerda cuando el doctor le indicó que ya tenía su cita para la operación, ella dijo: “bueno

doctor, que se haga la voluntad de Dios, si es que tengo que hacerlo bueno y si es de Dios que

tenga que vivir, viviré, y si es tarea de Dios llevarme, Él sabrá”. Al respecto, Ward (2003)

refiere que “entre los pacientes sometidos a cirugía a corazón abierto por una enfermedad

coronaria, aquellos que experimentan fortaleza o apoyo proveniente de sus sentimientos

espirituales son los que tienen tres veces más probabilidades de sobrevivir que quienes carecen de

soporte espiritual” (p. 262). Esto puede relacionarse con el estudio que realizó Hernández (2005),

quien encontró que entre las estrategias que más prevalecieron y presentaron punteo más alto está

la búsqueda de apoyo espiritual.

Otra de las estrategias que fue utilizada por las participantes en este estudio fue el

distanciamiento. Éste implica intentos por apartarse de su condición médica riesgosa, no

pensando en ella y lo que le afecta realmente a su salud (Popp, 2008). Una persona que sufre de

un infarto psicológicamente de forma inmediata intentará minimizar el daño que ha vivido no

valorando como es debido el miedo que surge luego de sufrir esta experiencia, negándolo como

un mecanismo de defensa frente a la posibilidad de perder la vida (Lipowski, en Velasco y

Sinibaldi, 2001). En estas pacientes, el uso de la estrategia se observó cuando se les cuestionó

sobre su enfermedad. Cada una de las pacientes fue atendida por médicos para una revisión

cardiológica. De acuerdo a la emergencia que presentaba la paciente, el médico procedió a

explicar sobre lo encontrado en las diferentes pruebas y tratamientos a seguir más urgentes. Sin

embargo, Mildred, Gilda, Carolina y Alicia refieren que no recuerdan la explicación sobre su

padecimiento. Esta forma de ignorar representa un esfuerzo por parte de la persona de aislar un

diagnóstico, dado que no es fácil de asimilarlo para ellas. Ésta puede estar presente en los sujetos

de este estudio porque ante un infarto la respuesta psicológica inmediata del individuo ante un

infarto es intentar minimizar el daño sufrido y subestimar el miedo que resulta el evento (Velasco

y Sinibaldi, 2001). Este resultado concuerda con el obtenido por Yela (2009), quien concluyó que

101

los participantes utilizaron la estrategia de distanciamiento al ser diagnosticados con pérdida

auditiva.

Es importante mencionar que las ocho participantes en esta investigación siguen su vida como si

nada. Mildred menciona “sí, a veces se me olvida que estoy operada” y Carolina prefiere pensar

en otras cosas realizando actividades que la distraigan. Sobre esto, Folkman, en López (2005),

dice que las enfermedades estimulan el uso de unas estrategias, como lo es el distanciamiento del

problema. Esta estrategia puede brindar temporalmente tranquilidad a la persona.

La estrategia de evitación implica emplear un pensamiento irreal improductivo o el uso de

estrategias como comer, beber, usar drogas o tomar medicamentos (Popp, 2008). Esta estrategia

se considera importante en estas pacientes porque “las personas que desarrollan estrategias

sumamente eficaces para ocultar o negar la ansiedad, la depresión y la culpa también se

encuentran en mayor riesgo de desarrollar un infarto del miocardio” (Velasco y Sinibaldi, 2001,

p. 247). Esta estrategia fue la menos registrada en las entrevistas efectuadas a las pacientes en la

investigación. Por ejemplo Dulce, quien hace diez meses fue informada que debía practicarse una

cirugía a corazón abierto, hasta el momento en que se realizó la entrevista no ha tomado la

decisión de realizarla; con esto pone su vida en riesgo, pero Watson y Greer, citados por Suárez

et al. (2005), explican esto: el paciente tiende a rechazar el diagnóstico o más comúnmente, esto

se presenta porque tiende a minimizar la seriedad de la enfermedad evitando pensar sobre ésta.

El paciente ve el diagnóstico como una amenaza. Esto también se observó en el estudio realizado

por Quiles at al. (2009), quienes indican en sus resultados que las estrategias evitativas fueron

explicadas por diferentes dimensiones de la representación de la enfermedad en pacientes con

trastorno alimentario. Velasco y Sinibaldi (2001) indican que Lipowski refiere que una persona

que sufre de un infarto psicológicamente de forma inmediata intentará minimizar el daño que ha

vivido no valorando como es debido el miedo que surge luego de sufrir esta experiencia,

negándolo como un mecanismo de defensa frente a la posibilidad de perder la vida.

En relación a la estrategia de autocontrol, Popp (2008) indica que ésta tiene que ver con los

esfuerzos que presenten dominio sobre los propios sentimientos y respuestas emocionales. Se

observó en algunos sujetos. En el caso de Rocío, ella menciona “creo que sigo con esta actitud de

102

no preocuparme más y de no angustiarme”. Mirna comenta: “pues para la obra y gloria de Dios

la he tomado con calma y tranquilidad, la he sabido sobrellevar…”. Carolina piensa “esto ya no

se me va a quitar, y hasta que Dios me diga hasta aquí, pero no me ha afectado tanto como a

otras personas”. En pacientes como ellas el uso de esta estrategia es importante porque según

Castillero y Pérez Lazo (2002), un gran número de evidencias sugieren que mientras mayor es la

ansiedad, más lenta y complicada resulta la recuperación postoperatoria, lo que ocurre a través de

mecanismos tanto conductuales como fisiológicos. Con ellos concuerda Perea (2009), quien

afirma que “las emociones negativas pueden distorsionar la conducta de las personas que

influyen en la toma de decisiones que interfieren en el proceso de recuperación de la enfermedad”

(p. 35).

La siguiente estrategia que se analizará es de aceptación de la responsabilidad. Se define como el

logro de reconocer el papel que haya tenido la persona en el origen o mantenimiento del

problema de forma individual (Popp, 2008). Dentro de la entrevista, las pacientes son

cuestionadas si se sienten culpables por padecer cardiopatía isquémica. De ellas Mildred, Dulce,

Alicia, y Rocío contestaron de forma positiva. Alicia comenta que no cuidaba de su alimentación,

“bueno digamos que una parte sí y otra no. Pues yo algo tenía que padecer”. Por su parte,

Mildred refiere lo siguiente: “Ah…si…pues me dijeron siempre que no fumara y yo lo seguía

haciendo”. Según Lüllmann et al., (2008), el riesgo de padecer una vasculopatía se eleva por

fumar cigarro. Las estadísticas demuestran cómo aumenta el riesgo de muerte por un infarto de

miocardio o por otro evento cardiovascular a medida que aumenta el número diario de cigarros

fumados. El uso de esta estrategia es importante porque estudios como el realizado por Lagos et

al. (2004) con padres de niños con secuelas de quemaduras visibles correlacionan

significativamente la aceptación de la responsabilidad con bajos niveles de ansiedad en los niños

quemados.

Sin embargo, hubo pacientes que adquirieron la enfermedad de forma congénita o genética.

Según L. Attie y F. Attie, citados por F. Attie (2003), “nacer con cardiopatía congénita tienen un

profundo impacto en la vida emocional y en el desarrollo psicosocial del que la padece. Algunos

pacientes han tenido la experiencia de crecer y llegar a adultos con una enfermedad de la que no

se espera sobrevivirá” (p. 51). Éste fue el caso de Rocío. Ella afirma que su enfermedad siendo

103

ella una niña era responsabilidad de sus padres. Pero reconoce que en el momento que ella se

convirtió en adulta, sí realizó situaciones que la pusieron en riesgo (como el no cuidar de su

alimentación y los altos niveles de ansiedad que se registran en ella por medio de la hipertensión).

La última estrategia que se analizará es reevaluación positiva. A través de ella perciben posibles

aspectos positivos que tenga o haya tenido la situación estresante (Popp, 2008). Barón et al.

(2008) refieren que Folkman incluye una tercera forma de afrontamiento que consiste en

reinterpretar la situación abordándola desde otro punto de vista, por ejemplo, viendo la parte

positiva de las circunstancias negativas. En ésta las ocho participantes refieren lo que aprendieron

luego de enfrentar este padecimiento y vivir con él. Por ejemplo, ellas aprendieron a cuidarse.

Gilda comenta: “he aprendido a cuidarme y ver por mi vida”, Olga considera que debe cuidarse

todo el tiempo y Mirna refiere: “he aprendido mucho porque… ¡ay Dios!, es un caso muy duro el

mío”. Esto se puede comparar con el estudio que hicieron Gaviria et al. (2009), cuyos resultados

evidenciaron que las estrategias focalizadas en la cognición, como reevaluación positiva, son

fundamentales para encontrar soluciones a nivel cognitivo ante los síntomas físicos y reacciones

emocionales que tuvieron los pacientes.

Para finalizar, se resume que las pacientes que padecen de cardiopatía isquémica que participaron

en esta investigación utilizaron varias estrategias de afrontamiento. Entre ellas, las estrategias

enfocadas en la resolución del problema confrontando no sólo los síntomas de esta enfermedad

cardiovascular sino que apegándose a las recomendaciones brindadas por los médicos

cardiólogos en relación a tratamientos a seguir quirúrgicos y farmacéuticos. Así mismo, se pudo

observar que utilizan estrategias que les llevan a apoyarse en otras personas: familiares, médicos,

amigos y compañeros de trabajo. Por otra parte, cuentan también con el apoyo espiritual. Las

pacientes demostraron su responsabilidad ante este padecimiento y el autocontrol necesario para

sobrellevar su nueva forma de vida. Demostraron que el llorar es una herramienta común y que

el vivir su vida como si no estuvieran enfermas las distancia a todas de su sufrimiento

permitiéndoles afrontar el día a día de su enfermedad a través del desarrollo de la negación

funcional. Presentaron además, aprendizaje y reevaluación positiva ante la enfermedad, logrando

planificar su futuro próximo bajo condiciones alimentarias adecuadas, con visitas médicas

continuas y ejercicio físico.

104

VI. CONCLUSIONES

En relación al afrontamiento dirigido a la resolución del problema:

Las pacientes, ante síntomas de cardiopatía isquémica, confrontaron su padecimiento

buscando atención médica inmediata tanto a nivel privado como estatal. Además, aceptan

las diferentes opciones de tratamiento propuestas por sus médicos cardiólogos. Así

mismo, algunas las pacientes preguntaron por información sobre su padecimiento a los

médicos tratantes. Esta información las orientó en relación a su padecimiento.

Las pacientes tendieron a utilizar la estrategia de planificación, demostrando interés en

continuar sus tratamientos a base de medicamentos si así fue su caso, cuidando de su

alimentación y realizando ejercicio físico.

Dentro de las estrategias dirigidas a la emoción:

La búsqueda de apoyo social fue la estrategia más utilizada en esta investigación por las

pacientes. Se abocaron a sus familiares próximos, a personas allegadas y personal de

salud; esto con el propósito de obtener apoyo en consultas, tratamientos y procedimientos

a los que deben de acudir. También buscaron apoyo espiritual, el cual consideran como

una fuerza superior que les brinda tranquilidad.

El distanciamiento se observó en esta investigación cuando las pacientes intentaron seguir

sus vidas como si no estuvieran enfermas, evitando hablar sobre su padecimiento y

tratando de olvidar su enfermedad.

La estrategia de escape-evitación la usó una de las pacientes, evadiendo la operación a

corazón abierto que debió realizarse en diciembre del 2010.

Las participantes mencionan que han sentido deseos de llorar desde que recibieron el

diagnóstico de cardiopatía isquémica. Unas han sentido tristeza, otras han logrado estar

tranquilas a pesar del cambio que han sufrido sus vidas. El autocontrol ha permitido

105

demostrar que el sentirse bien se puede lograr ante la adversidad, evitando sentir ansiedad

que podría complicar su salud.

Las pacientes aceptaron la responsabilidad que tuvieron de enfermarse a través de no

cuidar adecuadamente de su salud. Mencionaron hábitos alimenticios inadecuados y el

fumar cigarro.

Las pacientes han aprendido luego de su diagnóstico una nueva forma de vida en base a

cuidados de su salud, valorando la compañía de sus seres queridos y manteniendo una

actitud de cooperación y agradecimiento.

106

VII. RECOMENDACIONES

A las pacientes entrevistadas se les recomienda:

Continuar utilizando las estrategias de afrontamiento dirigidas a la resolución de

problemas, confrontando de forma inmediata la asistencia médica en cuanto se presenten

síntomas de la enfermedad. A quienes no la han confrontado, se les sugiere que lo hagan y

consulten a su médico cuál es el tratamiento más indicado. De esta forma, comprenderán

lo que les ocurre, participando activamente en el cuidado de su salud, descubriendo que el

hecho de adoptar un papel activo en su problema les ayudará a sentirse más fuertes y

preparadas ante las dificultades y cambios que se presenten.

Continuar aprendiendo sobre el cuidado que conlleva su padecimiento de manera que

puedan sentirse más cómodas y planificar de mejor forma cómo cuidar de su salud.

Recurrir a especialistas para la obtención de información y orientación. De esta forma, el

control individual y adecuado en cardiología evitará futuros riesgos.

Seguir buscando apoyo en familiares y amigos, ya que el soporte que les brindan es

adecuado y funcional en cada una de ellas.

Identificar los aspectos positivos que continúen surgiendo al continuar llevando una vida

saludable y tranquila.

A los médicos tratantes se les sugiere:

Continuar brindando orientación a las pacientes en relación a su diagnóstico y posibles

complicaciones. Esta información hará que se sientan más seguras y estén informadas

sobre la enfermedad que padecen.

Brindar una atención de calidad de forma individualizada, para que la paciente no sólo

comprenda que es importante lo que siente, sino que se interese por su cuidado personal y

por ende de los suyos.

107

A las familias de las pacientes de este estudio se les recomienda:

Continuar con el apoyo brindado a la paciente, por medio de atenciones, compañía y

comprensión, ya que su posición, actitud y conducta es vital para la mejora de su familiar

enfermo.

Se deberá tener presente que debido a que ustedes cuidan directamente a las pacientes,

sufrirán cambios sustanciales en sus vidas y una importante merma de salud física o

psíquica, pudiendo desarrollar un cuadro intenso conocido como “Burn-Out”. Se deberán

valorar adecuadamente las reacciones de agotamiento que en ocasiones son frecuentes y

previsibles que presenten, demostrando que necesitan apoyo.

Se recomienda que no se olviden de sí mismos, evitando ponerse en segundo lugar la

mayor parte del tiempo. No teman acudir a un profesional de la salud mental y grupos de

auto ayuda.

Solicitar información y formación sobre aspectos médicos de la enfermedad como

prevención de complicaciones, medicación y conocimientos prácticos para enfrentar los

problemas de nutrición, higiene, adaptación del hogar y movilización de las pacientes.

Esto incrementará el sentimiento de control y de eficacia personal.

Se deberán marcar objetivos personales reales, siendo capaces de delegar tareas en otros

familiares, no fijándose en las fallas y deficiencias que tengan.

Se recomienda cuidar especialmente de los propios descansos, la propia alimentación y

ejercicio físico, evitando el aislamiento.

Se recomienda el saber poner límites, expresando adecuadamente las frustraciones y

temores.

A los psicólogos se les sugiere:

Brindar asesoría no sólo al paciente sino a sus familiares, ya que la dinámica familiar en

estos casos debe ser trabajada para que se apoye al paciente sin que los miembros se

saturen ni se sobrecarguen.

Organizar grupos de apoyo a familias con un familiar que padezca de cardiopatía

isquémica. La idea es que conozcan sobre la enfermedad y apoyen al paciente.

108

Realizar talleres en los que tanto el paciente como sus familiares tengan la oportunidad de

aprender de estrategias de afrontamientos dirigidas a la resolución de problemas y a la

emoción.

A otros investigadores se les sugiere:

Investigar sobre estrategias de afrontamiento que utilizan hombres y mujeres, de

diferentes edades, con padecimientos en el corazón de diversos tipos.

Replicar esta investigación en pacientes que presenten cardiopatías congénitas.

Realizar una investigación acerca de la dinámica familiar en pacientes con cardiopatías

isquémicas. Esto permitirá establecer cómo evoluciona la relación entre los miembros de

una familia, al tener un enfermo con cardiopatía isquémica y cómo se apoyan

mutuamente.

109

VIII. REFERENCIAS

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116

IX. ANEXOS

Anexo 1. Instrumento de Investigación

Entrevista dirigida a pacientes de género femenino

que padecen de cardiopatía isquémica.

Mi nombre es Mónica Muñoz Campbell. Estoy realizando mi trabajo de tesis y el objetivo es

determinar cuáles son las estrategias de afrontamiento ante la enfermedad que utilizan mujeres

que padecen de cardiopatía isquémica y asisten a consulta a una clínica privada. Agradezco su

colaboración respondiendo a esta entrevista. Solicito de su parte autorización para grabar sus

respuestas que servirán para enriquecer este estudio. La información será confidencial.

DATOS GENERALES

Edad: __________

Estado civil: __________

No. de hijos: __________

Ocupación: _____________________________________________________

Lugar de residencia: _____________________________________________________

Tiempo de asistir a consulta: _______________________________________________

Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: ________

1. ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padece de cardiopatía isquémica?

2. ¿Conocía usted sobre este padecimiento? Si su respuesta es sí, ¿cómo lo conoció? ¿Qué

hizo para prevenirlo?

3. ¿Qué pensamientos pasaron por su mente al enterarse de este diagnóstico?

4. ¿Cómo ha afrontado este diagnóstico?

5. ¿Qué hizo luego de enterarse sobre este padecimiento? Describa.

6. ¿De qué manera se orientó acerca de la cardiopatía isquémica?

7. ¿De qué manera ha logrado obtener información acerca de su padecimiento?

8. ¿Ha consultado usted con especialistas sobre su padecimiento? Si su respuesta es sí,

¿cómo fueron estas consultas?

117

9. ¿A qué personas recurrió para contarles sobre su padecimiento? ¿Le gusta hablar sobre su

condición médica con otras personas? ¿Con qué frecuencia? ¿Cómo se siente ante las

reacciones de las otras personas?

10. ¿Ha buscado apoyo? ¿De quiénes? ¿De qué manera lo ha buscado?

11. ¿Con qué persona o personas prefiere estar acompañada durante el tratamiento?

12. ¿De qué manera preferiría que las personas con las que cuenta, la apoyaran?

13. Según su médico tratante, ¿a qué se debe su enfermedad?

14. ¿Se siente responsable de su padecimiento? Explique su respuesta.

15. ¿Se siente culpable por padecer de cardiopatía isquémica? Explique su respuesta.

16. ¿Considera que el origen de su enfermedad podría deberse a su estilo de vida? Explique

su respuesta.

17. ¿Puso usted de alguna manera su vida en riesgo? Explique su respuesta.

18. ¿Hizo algo que la llevara a enfermarse más? Si su respuesta es sí, describa esta respuesta.

19. ¿Cómo cree que debe enfrentarse este padecimiento?

20. ¿Qué actitud ha tomado ante este padecimiento?

21. ¿De qué manera sobrelleva este cambio de vida? Describa.

22. ¿Podría describir de qué manera expresa lo que siente?

23. Emocionalmente, ¿de qué manera le ha afectado este padecimiento? ¿Sigue su vida como

si no estuviera enferma?

24. ¿Cómo controla esta situación en la que se encuentra?

25. ¿Ha sentido deseos de llorar? ¿Con qué frecuencia?

26. ¿Se siente fracasada? Explique su respuesta.

27. ¿Se siente amenazada? ¿Teme por su vida? Describa su respuesta.

28. ¿Cómo le afecta sentirse así?

29. ¿Qué hace para sentirse mejor ante esta situación?

30. ¿Ha evitado hablar sobre el tema? Si su respuesta es sí, ¿por qué lo ha evitado?

31. ¿Ha preferido estar sola en estos momentos? Si la respuesta es sí, explique sus razones.

32. ¿Podría describirse como una persona que huye ante una dificultad? Si su respuesta es sí,

describa cómo lo hace.

33. ¿Ha tratado de olvidar el problema? Si su respuesta es sí, describa cómo lo ha hecho.

34. ¿Existe alguna actividad que realice para apartarse del problema?

118

35. ¿Ha intentado beber o ingerir sustancias que la ayuden a dejar de pensar en su

padecimiento? Si su respuesta es sí, ¿de qué tipo? ¿Cómo se ha sentido?

36. Describa qué cambios físicos ha tenido desde que padece de esta enfermedad?

37. ¿Se siente enferma actualmente? ¿Cómo le afecta sentirse así?

38. ¿Continúa haciendo su rutina de costumbre?

39. ¿Qué indicaciones le ha dado el médico para cuidar de su salud? ¿Ha seguido estas

indicaciones? Explique su respuesta.

40. ¿Cómo cree que la perciben las personas a su alrededor ahora que ha cambiado su estilo

de vida?

41. ¿Cómo cree que le afecta a sus familiares esta situación?

42. ¿Ha cambiado de alguna manera la vida de sus familiares debido a su padecimiento?

43. ¿Qué ha cambiado positivamente en su vida desde que se enfermó?

44. ¿Qué ha aprendido de su enfermedad?

45. ¿Podría mencionar si su padecimiento ha traído alguna ventaja a su vida?

46. ¿En algún momento a reevaluado el valor que tiene su vida? Si su respuesta es sí, describa

esta reevaluación.

47. Si tuviera que describir lo que se siente a otra persona que recién la diagnosticaron de este

padecimiento, ¿qué le diría?

48. Si pudiera mejorar su situación, ¿cómo lo haría?

49. ¿Preferiría tomar otras decisiones acerca de su enfermedad? Si su respuesta es sí, ¿qué

haría diferente?

50. ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?

119

Anexo 2. Transcripción de entrevistas

SUJETO 1

Datos Generales

Nombre: Mildred

Edad: 56 años

Estado civil: Viuda

No. de hijos/hijas: 2 hombres y 1 mujer

Ocupación: Ama de Casa

Lugar de residencia: Boca del Monte

Tiempo de asistir a la clínica: 1 año

Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 1 año

E: ¡Buenas tardes Mildred! Gracias por venir y aceptar esta entrevista.

S1: Si…si.

E: ¿Podría decirme cuál es su edad?

S1: 56 años.

E: ¿Su estado civil?

S1: Viuda.

E: ¿Hace mucho?

S1: Desde…eh…1981…

E: ¿De qué falleció él?

S1: Él trabajaba en la Policía Nacional, a él lo hicieron desaparecido porque no lo encontramos ni

vivo ni muerto.

E: ¿En tiempo de quién fue?

S1: Ríos Montt.

E: Mmmm…Situaciones similares les pasaron a varias familias.

S1: Ah…si…. (Silencio). Y desde entonces estoy viuda, ya no volví a rehacer mi vida.

E: ¿Cuántos hijos tuvieron?

S1: Tres…dos varones y una hembra.

E: ¿A qué se dedica usted?

120

S1: Sólo de ama de casa, como me quedé sola, ahí con mi hija. Igual a ella también le tocó mala

suerte, como quedó viuda también.

E: ¿Cómo?

S1: Porque le mataron al marido ahí en la Santa Fe, zona 13. Es que antes vivíamos ahí, ya

pasaron siete años. Mi nieta que está afuera tiene esa edad, ella ni lo conoció.

E: Que lo siento.

S1: Si gracias. Entonces, nos acompañamos.

E: Puras mujeres.

S1: Sí. Somos cuatro, con mi hija y mis dos nietas.

E: ¿Cuánto tiempo tiene de ser atendida en la clínica?

S1: Mmmm…del 17 de febrero…eh…un año, y de que fui a UNICAR también.

E: ¿Usted me podría explicar qué padece?

S1: A mí me ingresaron porque me dio un infarto. Ahí estuvieron va de estudiarme todo lo del

corazón, me practicaban muchos exámenes y finalmente llegaron a la conclusión de que tenía una

arteria tapada. Y de ahí llegó la operación…pero ahorita solamente eso, no soy diabética…lo que

me molesta actualmente son los riñones, pero no tengo tratamiento ni nada. Hasta ahora que ya

me estoy animando a salir más estoy comenzando a hacerme exámenes y dicen que sí tengo malo

un riñón, uno está pequeño y el otro tiene un quiste. Mire, yo sí me estoy revisando porque tanto

que vi en el UNICAR, personas sufriendo, entonces mejor prevengo…

1. E: ¿Usted me podría explicar con sus palabras qué es la cardiopatía isquémica?

S1: No me acuerdo fíjese.

E: ¿A usted alguien le explicó que padece de cardiopatía isquémica?

S1: Pues…no me acuerdo, tal vez sí.

2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padecía de esto?

S1: Yo dije de todas maneras de qué me van a operar, pues si ésa es la solución, y el doctor que

me estaba atendiendo me dijo que eso debía de hacerse no vi…por qué pues…yo dije

“bueno”…el doctor me dijo “usted tiene que decidirse si se quiere operar, porque la operación es

muy importante” me dijo. “Nosotros le podemos dejar un tratamiento para la casa”, pero “yo no

le recomiendo eso” me dijo, “usted se encuentra muy mala del corazón”. “Usted tiene cita para

cirugía” me dijo…”Bueno doctor” le dije, y que se haga la voluntad de Dios, si es que tengo que

121

hacerlo bueno y si es de Dios que tenga que vivir, viviré, y si es tarea de Dios llevarme, Él sabrá,

y ahí fue…

3. E: ¿Conocía usted sobre este padecimiento?

S1: No, yo no sabía, hasta que llegué ahí me dijeron eso, si no lo hubiera prevenido. Yo siempre

fui con un cardiólogo en los Eventos Católicos, fui a consulta varias veces…hace ya…Entonces,

el doctor muy bueno él, ya viejito él, y me decía “tenga cuidado Mildred, su corazón está muy

mal y de repente le va a dar un infarto”. Él ya me lo había dicho…

E: ¿Qué cuidados tuvo entonces?

S1: Pues él me daba medicinas, pero saber qué, de repente me comenzó a doler el corazón. Un

día en la tarde, sentí como…un dolor que me daba…no podía estar sentada ni parada…no sentía

gusto por nada…por aquel dolor que yo sentía que me moría. Entonces, fue cuando me llevaron y

ahí me estuvieron diciendo que era el corazón. O sea, que el doctor viejito ya me lo había dicho,

pero sentí de la nada ese dolor que yo sentía que me moría…y un dolor que ay…no me dejaba

nada…ni pensar…ni sentarme…ni nada. Trataba de acostarme, pero el dolor en el pecho no me

dejaba, era muy fuerte.

E: ¿Era muy fuerte?

S1: Muy fuerte, entonces me internaron, y estuve tres meses ahí…si.

4. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su cabeza cuando se enteró de este diagnóstico?

S1: Yo tenía miedo. A mí me dio miedo porque dije yo me van a operar, cuando el doctor me

dijo que me tenía que operar para mí fue duro, porque pensé…”ya no voy a volver de la

operación, ahí me voy a quedar”. Pero de ahí, cuando nos dijeron que ya era la operación, yo

estaba tranquila que estaba en un buen lugar a pesar de los esfuerzos de mis hijos y los buenos

médicos y Dios que es tan grande. Entonces, realmente ya no sentí. En la mañana, el día de la

operación, pues me bañé. Y me acosté a esperar, me dieron una pastillita, con mi batita, y me

relajé. De ahí, ya no sentí si me llevaron o no me llevaron, ya no sentí nada. Cuando desperté ya

me habían operado, y mi pierna bien pues con lo del bypass…

E: ¿Y cómo le fue después de la operación?

S1: Pues bien, comenzó a pasar el tiempo, no es que me sienta bien, pues el pecho lo tengo

dormido y me da piquetazos, si…

E: ¿Y usted se aflige por eso?

S1: Pues mire yo tengo la confianza en Dios…

122

5. E: ¿Cómo ha enfrentado entonces esta enfermedad?

S1: Pues yo la he enfrentado con calma, yo no…a veces me sentía re mal, pero ya ahorita con el

tiempo que está pasando ya me siento mejor. Sólo siento los piquetazos, dolor, pero nada más.

Ya puedo dormir bien.

6. E: ¿Usted buscó información sobre esta enfermedad?

S1: No, yo no busqué.

E: ¿Los doctores no le explicaron?

S1: Sí.

E: ¿Y usted se quedó tranquila con la explicación?

S1: Sí. Ellos llegaban y me atendían y me explicaban. La verdad que alguien como yo está en las

manos de los doctores, mire a dónde vengo a buscar al Dr. 3. Si él me vigila, yo me siento

tranquila. Estoy en sus manos y las de Dios, la verdad.

7. E: ¿Cómo ha buscado apoyo y de quiénes?

S1: El único apoyo que he buscado es el de mis hijos, ya ve mi hija me acompaña a donde quiere

y también aquí…

8. E: Cuando se enteró de todo esto, ¿a quién o quiénes recurrió?

S1: A mi hija.

9. E: ¿A usted le gusta hablar de lo que padece?

S1: Sí.

10. E: ¿Y cómo siente las reacciones de las personas cuando escuchan sobre su

padecimiento?

S1: Viera que bastantes personas me dijeron que no me operara. Varios me aseguraron que yo

no iba a salir viva de ahí. Si pero, yo dije es lo que Dios quiere yo salgo y si él no quiere…

E: Y cuando ya se operó, ¿qué le dijeron?

S1: Que era un milagro… que Dios había hecho un milagro. Yo sí creo en Dios, soy cristiana.

Mire, no sé hasta cuándo voy a estar, pues es su decisión pero para mientras… (se sonríe).

11. E: ¿Por quién prefiere estar acompañada en sus consultas o tratamientos?

S1: Por mi hija.

12. E: ¿Usted le ha pedido a ella que la apoye como usted desea?

123

S1: Sí. Ella me ha apoyado en todo, no se quita de mi lado, los días que sean y como sea. Ella

me espera lo que sea. Bueno, también cuento con uno de mis hijos, es que el otro en ocasiones

toma licor y se mete en… pero se preocupan por mí y me ayudan…

13. E: Según su médico, ¿a qué se debe su enfermedad?

S1: La verdad, eso no me lo ha dicho, no me explicó. Yo he sabido que a veces molestan los

vicios como el cigarro, yo nunca he fumado, no me gusta. A mí no me gusta nada de eso. La

verdad yo no sé por qué me dio esto.

14. E: ¿Alguien de su familia había padecido de esto?

S1: No.

15. E: ¿Se siente responsable de su padecimiento?

S1: No.

16. E: ¿Culpable?

S1: Tampoco.

E: ¿O sea, que usted no sabe por qué se origina esta enfermedad en usted?

S1: No, no sé…por qué fue eso…

17. E: ¿Usted cree que alguna actividad la puso en riesgo?

S1: Yo comí mal siempre, no me cuidaba, nada balanceado, antes no me cuidaba.

18. E: ¿Y tomar licor?

S1: Bueno, sí he tomado, pero no siempre, tampoco creo eso haya sido. Ni que fuera…También,

bueno…me la he pasado comiendo mucha golosina, siempre. Eso sí me gusta.

19. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse su padecimiento?

S1: Yo lo que pienso es que…bueno yo ya la enfrenté, ahora estoy bien y me siento bien…pues

la enfrenté con tomar la decisión de operarme y hacer caso al Dr. 3.

E: Ajá.

S1: Seguir siempre cuidándome y cuidándome. No comer grasas, ni pan de manteca…y me duele

y evito caer en la tentación, pero hago lo que me dice el doctor.

20. E: ¿Le ha cambiado la vida?

S1: Eh…un aspecto sí porque yo ahora no puedo hacer las cosas como quisiera y me hace

sentirme mal. A mí me gustaría estar siempre activa, no puedo hacer fuerzas.

21. E: ¿De qué manera sobre lleva este cambio entonces?

S1: A pues no lo llevo también, pero trato de ir asimilando las cosas una por una.

124

22. E: ¿Cómo expresa usted lo que siente?

S1: Bueno, yo lo que siento es que a través de la operación que me hicieron es un milagro de

Dios que yo esté viviendo, ya que era una operación muy riesgosa, y gracias a él estoy aquí, él ha

tenido misericordia de mí, y todo esto ha hecho que yo me sienta bien y no sentirme mal, seguir

mi vida…pero cuidándome.

23. E: ¿Sigue su vida como si no estuviera enferma?

S1: Sí…sí. Sigo mi vida como si no estuviera enferma.

24. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?

S1: Ah…sí. A veces sí.

E: ¿Con qué frecuencia?

S1: Pues cuando me da tristeza, a veces digo yo por qué me tocó pasar por esto, pero en el

momento lloro y después digo “perdóname, Señor que estoy viva”, eso es lo importante verdad.

25. E: ¿Se siente fracasada?

S1: No.

26. E: ¿Y amenazada por su enfermedad?

S1: No.

27. E: ¿Qué hace para sentirse mejor?

S1: Yo voy a la iglesia.

28. E: ¿Ha evitado hablar de su enfermedad?

S1: No, yo hablo de mi enfermedad, para que la gente se cuide, porque a veces uno no se cuida

porque no conocemos la enfermedad y el efecto que esto tiene. No hay que dejar pasar las cosas,

nos debemos de dar importancia, y querernos.

29. E: ¿Usted se describiría como alguien que huye o enfrenta las dificultades?

S1: Yo las enfrento.

30. E: ¿Ha tratado de olvidar su enfermedad?

S1: Sí, a veces me olvido que estoy operada.

31. E: ¿Qué cambios físicos ha tenido?

S1: Pues cambios físicos, lo único que he tenido después de la operación, hasta ahora que ya

empecé a dormir bien otra vez. Esto se lo dije al doctor, que no podía dormir, la pasaba en vela,

él me dio unas pastillas para relajarme y ya me siento tranquila.

32. E: ¿Usted se siente enferma actualmente?

125

S1: No.

33. E: ¿Sigue haciendo su rutina de siempre?

S1: Sí…siempre.

34. E: ¿Cómo cree que las personas a su alrededor la perciben debido a su

padecimiento?

S1: Pues viera que a parte que me vistan y todo, yo soy consentida, se sienten contentos de verme

entre ellos, a mí risa me da, por sus comentarios… (Se sonríe).

35. E: ¿Cómo cree que le afecta a sus familiares el que usted tenga este padecimiento?

S1: Les afectó bastante, pues se preocupan, al principio se afligieron mucho…fíjese que yo le

cuido a sus nenitas. Pero la jefa de mi hija es consciente y buena con ella y le autoriza todos los

permisos, y si andamos en vueltas de doctores, la otra abuela cuida a las nenas. Mi hija se vio

afectada porque se puso bastante delgada, hasta ahora está recuperando el peso.

36. E: ¿Qué ha cambiado positivamente en su vida, desde que presenta este

padecimiento?

S1: Bueno, lo único que ha cambiado por la enfermedad que yo no puedo comer cosas que me

hacen daño…

E: ¿Pero algo positivo que se pueda decir…?

S1: ¿Algo bueno? Pues que yo, ya no siento la enfermedad que tenía. Ya no siento el dolor, valió

la pena la operación.

37. E: ¿Qué ha aprendido de su vida ahora?

S1: He aprendido a cuidarme y ver por mi vida, y a agradecerla porque aquí estoy aún.

38. E: Si usted le tuviera que describir a otra persona que se encuentra enferma del

corazón, ¿usted qué le diría?

S1: Pues yo le diría que…se hagan exámenes, que miren por su cuerpo, que se cuiden, que se

quieran, y así.

39. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿como lo haría?

S1: ¿Si pudiera mejorar mi situación?... (Silencio)… ¿En qué sentido?

E: En el que usted considere…

S1: Mmmm…tal vez me gustaría estar más activa, y como yo ya me voy a sentir bien, voy a

seguir con todo. Ahora porque no me siento al 100% todavía.

40. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?

126

S1: De ahora en adelante lo que yo pienso es continuar haciendo siempre mis cosas que hacia

antes y seguir las mismas reglas de visitar al doctor y de verme como estoy, estarme chequeando.

Esto es lo más importante, porque imagínese si no, no me chequeo, cómo voy a saber lo que

tengo o alguien tiene, siempre hacerme mis exámenes para controlarme, seguir viviendo y así.

E: Pues ya terminamos Mildred, muchas gracias.

S1: A vaya…estuvo bien.

DIARIO DE CAMPO

La paciente llegó acompañada por su hija y una de sus nietas. El parecido entre ellas era

bastante notorio. Mildred llevaba un sombrero tejido y un suéter del mismo color en

forma de abrigo. Se le escuchaba fatigada. Tomó varios sorbos de su botella de agua

pura. Se le percibía sudorosa. El taxi las dejó frente al edificio donde se encuentra la

clínica y el sólo hecho de caminar hasta el segundo piso, subiendo por el ascensor, hizo

que la paciente se descompensara físicamente.

127

SUJETO 2

Datos generales

Nombre: Olga

Edad: 56 años

Estado civil: Unida hace 26 años

No. de hijos/hijas: adoptó 1 niña

Ocupación: Vendedora de Mary Kay

Lugar de residencia: Zona 6

Tiempo de asistir a la clínica: Desde hace 5 años

Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 6 años

E: ¿Usted sabe lo que padece?

S2: Sí, pues fíjese que a mí me dio un…infarto. Entonces, cuando me dio el infarto en la casa me

llevaron para el General.

E: ¿Eso cuando fue?

S2: Hace…ay no recuerdo, el siete de…de febrero…

E: ¿Cómo la atendieron?

S2: Bien, el Dr. 4, él miró la cosa…el electro, y me indicó que me llevaran para UNICAR.

E: ¿Eso cuándo fue, me dijo?

S2: Hace 6 años.

E: Ah, bueno.

1. E: Me puede explicar con sus palabras cuál es su padecimiento.

S2: ¿Lo que me está pasando ahorita o…?

E: Su enfermedad del corazón…

S2: Pues fíjese de que… ¿necesita saber la medicina que tomo verdad?

E: No.

S2: ¿No? A vaya… pues yo padezco de la presión, me quedé padeciendo de la presión cuando

salí del hospital y ahorita se me taparon otra vez las arterias, no me las pudo destapar el doctor…

E: ¿Y qué le dijo el doctor?

S2: Fíjese me dijo, que me iba a dejar con medicamento, porque no se habían podido destapar las

arterias. Entonces, yo…como le dijera…me agito mucho al caminar…

E: ¿Como cansancio?

128

S2: Sí.

2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padece de esta enfermedad en el corazón?

S2: Pues ahí si que…confiando en el Señor…porque, que me queda, yo no puedo hacer nada con

mi vida, sólo Dios verdad…. Él me tiene caminando.

3. E: ¿Usted sabía de esta enfermedad?

S2: La verdad que no.

4. E: ¿A alguien más de su familia le ha pasado esto?

S2: No, ninguno.

5. E: ¿Qué pensó usted al sufrir el infarto y padecer esto?

S2: Me puse triste, porque fíjese que, que cuando me dio el infarto yo sentía ahogarme, yo quería

la puerta abierta, no sentía que me entraba oxigeno, yo sentía que estaba sacando fuego de

adentro, era una cosa que me estaba quemando por dentro, una cosa muy fea. Yo estaba con mi

esposo y una mi niña que tenemos de crianza, le dije que me pegara en la espalda…porque ya no

soportaba…Le pedí que me hiciera masajitos verdad…

E: ¿Antes había sentido esto?

S2: Yo sentía mucha opresión en el corazón, porque a mí me mandaron de la casa del diabético,

me mandaron a que caminara ocho cuadras a diario, y…yo caminaba. Entonces, después fui

disminuyendo una cuadra y otra…

E: ¿Se cansaba mucho?

S2: Me fatigaba y como para subir donde vivo, hay que subir gradas, ya no aguantaba cuando

regresaba de caminar…

6. E: ¿Cómo ha enfrentado esto?

S2: ¿Qué manda?

E: ¿Cómo lo ha enfrentado?

S2: Eh, pues eh…pues con la ayuda de Dios, y ahí que con mi esposo. He sido muy apoyada

fíjese…estoy agradecida.

7. E: ¿Ha buscado usted información sobre lo que es tener una enfermedad en el

corazón?

S2: No, me da temor (Sonrisas)…

E: ¿Prefiere…?

S2: Ignorarlo.

129

8. E: Cuando llegó con los doctores, ¿usted preguntó sobre su padecimiento a ellos?

S2: Sí, y me respondieron las dudas.

E: ¿De alguna manera la han ayudado explicándole bien?

S2: No me explican mucho, se van… bien a lo concreto…

9. E: ¿Ha buscado apoyo?

S2: Sí, ahorita que me hicieron la angioplastia tuve que recurrir a…porque de dónde voy a sacar.

Mi esposo trabaja en una gasolinera y son muchos los pagos que tenemos, de dónde voy a

sacar…Pues ahí tuve que recurrir a la esposa de Colón, ahí a SOSEP, y ahí me dieron una nota

para llevarla allá a UNICAR y que se me hiciera la angioplastia sin cobrarme nada verdad porque

me salían Q44, 000.00 y ni a mil llegaba yo… Allí en UNICAR son bien bendecidos. Mire los

doctores tan lindos, como el Dr. 3. Fíjese que me atiende después de que me hizo la angioplastia.

Yo y mi esposo pues…pensamos que es mejor…pues estar atendida y controlada en la clínica del

doctor…ya que me he visto tan mal…El doctor me busca medicinas para ayudarme, son

bendiciones que yo recibo verdad…Sí, porque fíjese que él me dice…”le voy a buscar unos sus

Plavix”, mire tan lindo, Dios lo bendiga…que me busca las otras medicinas también.

10. E: ¿A qué personas recurrió cuando comenzó a sentirse mal aparte de su esposo?

S2: A mi hermano Mario.

E: ¿Y cómo reaccionó él?

S2: Desesperado…

E: ¿Es mayor o menor?

S2: Es mayor que yo.

11. E: ¿A usted le gusta hablar de lo que padece con otras personas?

S2: Sí.

E: ¿Sí, por qué?

S2: Sí…porque me gusta que sepan que uno debe confiar en el Señor…si y me gusta que se den

cuenta de que para que Dios actúe en nuestras vidas, no hay necesidad de tener dinero.

12. E: ¿Y cómo se siente ante las reacciones de las personas, cuando usted está hablando

de su padecimiento?

S2: Me siento bien.

E: ¿Le hacen preguntas?

130

S2: Si, si, si…y me preguntan por esta cicatriz (enseña el brazo izquierdo) y yo les digo que es

parte de mi infarto, que me tuvieron que sacar la vena. Yo les explico porque hay personas que

preguntan verdad, porque tengo mi brazo así, y yo les explico. No me da pena porque yo sé lo

que Dios ha hecho en mi vida. Es parte de la enfermedad.

13. E: ¿Con qué personas prefiere usted estar acompañada durante sus consultas,

procedimientos, etc.?

S2: Mi esposo.

14. E: Y según su médico, ¿a qué se debe su enfermedad, le ha pasado a otros

familiares?

S2: No, yo soy la primera…y pues fíjese que allá en el hospital me preguntaron que si yo fumaba

y ya no. Ahí me puso el doctor que había sido porque había mucha grasa en mis arterias. El Dr. 4

me explicó que el cigarro me había hecho daño.

E: ¿Todavía fuma?

S2: No, ya no.

15. E: ¿Se siente responsable de lo que le pasó?

S2: Sí, la verdad que sí.

16. E: ¿Y culpable?

S2: Ah…sí…pues me dijeron siempre que no fumara, y yo lo seguía haciendo.

17. E: Aparte del cigarro, ¿cree que hay algo más que haya contribuido a que usted se

enfermara más del corazón?

S2: Eh…descuido con las grasas…

E: ¿Ahora sí se cuida?

S2: Sí, ahora sí me cuido, ahora como ensaladitas…

E: ¿Les dice a otras personas que se cuiden?

S2: Sí, a mi familia, trato la manera de hacer la comidita sin grasa, mi hermana a veces me pide

favor de que le haga algo de comer. Yo trato la manera de hacerlo lo más limpio y saludable…sin

mucha grasa…

E: Qué bien.

S2: Sí.

18. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse este padecimiento?

S2: Ah…la verdad que sólo con la ayuda de Dios. Creo que si no, no lo podría enfrentar…

131

E: ¿No?

S2: No fíjese, necesito apoyo de Dios.

E: Hay que cuidar su alimentación, descansar, estar tranquila…

S2: Sí.

E: ¿Cómo le ha cambiado la vida?

S2: Bastante porque, yo era muy amante del cigarro. Entonces, cualquier cosa fumaba, me

sentaba y me terminaba mis cigarros, por cualquier cosa…qué triste…Yo fumé desde la edad de

quince años…

E: ¿Y su pareja también fumaba?

S2: Sí, pero ahora ya no fuma pues ya vio el daño que hace.

E: ¿Y este cambio de vida ha sido entonces…?

S2: Mire pues, ahora estoy padeciendo de dolor aquí (se señala la pierna izquierda) tengo que

estar parando, porque rápido me agarra el dolor, tengo que parar porque siento como si me

agarraran los camotes así… (Señala con sus manos como si estuviera retorciendo algo)…

E: ¿Considera que antes era más activa?

S2: Ah sí… Pero como soy diabética también.

19. E: ¿Cómo expresa usted lo que siente?

S2: Ah…pues hay veces que así como se lo estoy diciendo a usted, porque si me pongo triste de

nada me sirve pues. Yo trato la manera de sobreponerme con la ayuda de Dios, de sobre ponerme

porque si yo lo estoy aceptando con mi boca, lo estoy confesando lo malo que tengo verdad, no

hay que confesar.

20. E: ¿Sigue con su vida como si no estuviera enferma?

S2: Si, si…pero con el cuidado que debo tener.

21. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?

S2: Eh, siempre lloro (se sonríe).

E: ¿Esto era antes o a partir de su enfermedad?

S2: Antes y ahora también.

E: ¿Y por qué será?

S2: A saber qué será.

E: ¿Con frecuencia? ¿Es seguido?

S2: Eh…no, no.

132

E: ¿Cuándo fue la última vez?

S2: Ahora cuando me dijo el doctor que no me había podido hacer la angioplastia…

E: ¿Pero le dijo que con medicamentos puede estar mejor?

S2: Pues él no me dijo así precisamente, sino que sólo me dijo, “no se pudo señora”…

E: ¿Están muy tapadas? ¿Eso le causó preocupación?

S2: Sí, entonces yo ahí mismo me puse a llorar. Me dijeron las secretarias que estaban ahí…”no

llore Doña Olga, Dios tiene un propósito si no se pudo destapar” me dijeron. “El Dr. 3, como a él

lo tienen como buen médico, él es una eminencia, tal vez Dios quiere actuar con usted de otro

modo”, así me dijeron…

E: ¿Hay un tiempo para todo?

S2: Sí, para todo.

22. E: ¿Se siente amenazada por su vida?

S2: No, tengo paz, tengo reposo, tranquilidad.

23. E: ¿Qué actividades hace para sentirse mejor?

S2: Eh…trato la manera de ahí en la casa oigo la palabra de Dios, eh…coritos, me pongo a ver

las novelas, tomo mi medicina más que todo, ahí voy…

24. E: ¿Ha evitado hablar de su enfermedad?

S2: Pues no, constantemente lo hago.

25. E: ¿Se describiría como una persona que enfrenta o huye de la dificultad?

S2: Pues fíjese que me siento valiente, digo yo por eso necesito mucho de Dios, todos lo

necesitamos verdad. Pero sí le digo yo a Él qué hubiera sido de mí, si no me hubiera alcanzado

con su misericordia.

26. E: ¿Ha tratado de olvidar su padecimiento?

S2: Sí he tratado, no me quedo ahí pensando en lo que tengo.

27. E: ¿Y actividades que realice para no pensar?

S2: Pues mi cocina, pues vendo productos…

E: ¿Y cómo le va en la venta?

S2: Pues regular, viera que si, como me canso…

28. E: ¿Algún cambio físico aparte de dolor que presenta ahora?

S2: Sí, fíjese que yo quería consultarle al doctor que me ha salido alergia y no sé por qué.

E: ¿Otro cambio?

133

S2: No.

29. E: ¿Se siente enferma ahora?

S2: No, cansadita sí.

30. E: ¿Qué indicaciones le dio su médico para cuidarse?

S2: Sólo me dijo que tomara mis medicamentos.

31. E: ¿Cómo cree que las personas a su alrededor la perciben porque usted está

enferma del corazón?

S2: Pues normal…

32. E: ¿Cómo cree que le afecta a su esposo que usted se encuentre enferma?

S2: Ah, él se pone triste y preocupado.

33. E: ¿Qué ha sacado de positivo al estar enferma?

S2: Negativo todo.

34. E: ¿Ha aprendido cosas nuevas en su vida ahora que padece de esta enfermedad?

S2: Ah…sí que debo cuidarme, que la salud es importante. Hasta que uno no pasa las

enfermedades, no comprende y no entiende. Es que en la comida está todo, de verdad.

35. E: ¿Si tuviera que describirle a alguien qué es estar enferma del corazón?

S2: Ah…le diría, ¿lo que hicieron conmigo…o qué?

E: Sería, cómo si yo le pidiera que me explicara a mí, porque yo no sé qué es estar enferma del

corazón.

S2: Le hablaría con amor, y le diría que me siento bien…

36. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿qué haría?

S2: Ah…de primero lo que haría sería darle las gracias al Señor, porque esto es lo primero en mi

vida…eh…No sé qué reacción tendría…

37. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?

S2: Igual, sólo que debo de estar con medicamento, pero bien, bendito sea Dios, lo importante

para mí es sentirme bien y apoyada.

E: Bueno Olga, hemos terminado la entrevista, le agradezco mucho su colaboración.

S2: No me agradezca, estuvo bonito, qué bendición fue conocerla, al igual que al doctor.

134

DIARIO DE CAMPO

La paciente se presentó tarde a la cita. Comentó que había sido difícil estacionarse por

que estaba lleno el lugar. Llegó acompañada por su esposo. Se le percibía tranquila,

cooperadora y anuente a la entrevista.

135

SUJETO 3

Datos generales

Nombre: Gilda

Edad: 56 años

Estado civil: Viuda

No. de hijos/hijas: 2 mujeres y 1 varón

Ocupación: Ama de casa

Lugar de residencia: Zona 12

Tiempo de asistir a consulta: Desde el 2005

Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 7 años

E: Buenas tardes Gilda, desde ya le agradezco su colaboración en esta entrevista.

S3: Si.

E: ¿Voy a comenzar preguntándole su edad?

S3: Tengo 56 años.

E: ¿Es casada?

S3: No.

E: ¿No?

S3: (Se sonríe)…Si no soy casada, tengo que ser algo verdad… (Se sonríe de nuevo).

E: Bueno…

S3: Fíjese que soy viuda…

E: Gilda, ¿de qué murió su esposo?

S3: De un infarto.

E: ¿Era atendido médicamente?

S3: Sí y no, pues no lo atendió un cardiólogo, sino un doctor…

E: Ya…lo siento Gilda. Cuénteme, ¿y tiene hijos?

S3: Sí, dos mujeres y un varón.

E: ¿A qué se dedica Gilda?

S3: Antes cortaba pelo, era estilista pero por el marcapasos me dijeron que no puedo usar la

máquina eléctrica, y mis hijos ya no me dejan, me dicen que me quede en la casa.

E: ¿Se dedica al hogar?

136

S3: Sí, en la casa ayudo.

E: Cuénteme sobre su padecimiento.

S3: Yo he estado en tratamiento hace varios años ya, que me dijeran que me tenían que operar

hace 7 años. El papá de mis hijos juntó centavos para poder operarme en UNICAR. Pero cuando

él murió, yo ya no me tomé más las medicinas, me dejé de cuidar…nada de nada…y sólo me

mantenía durmiendo. Se iban a trabajar mis hijos y yo me levantaba hasta que veía que ya iban a

regresar. Me levantaba rápido a preguntarles cómo les había ido, si querían algo…me alegraba de

verlos…que encontraran algo de comer me gustaba, porque peor era que si me veían mal se

fueran a comer afuera. Pero la verdad…. (Silencio)…es que me fui poniendo peor y de repente

una noche platicando con mis hijos en la cama, contándonos todos cómo habían pasado su día,

les dije que yo sentía mucho sueño, y ellos siguieron ahí platicando porque ya eran las doce de la

noche…y que… sí me dormí y ya casi como a la una de la mañana me levanté porque me dolía

mucho aquí (se tocó el pecho)…

E: Mmhm.

S3: …y sentía náuseas…pensé que había sido la comida. Mi hijo se dio cuenta, y me dijo que tal

vez el frijol me había hecho mal, “no sé” le dije yo… y como me habían recetado la fibra porque

estoy muy estreñida, me levanté y agarré un vaso con agua y le eché una cucharada de fibra, qué

si cuando me la tomé comencé a vomitar…y qué si el brazo…este (señala el brazo izquierdo) lo

sentía así (señala con la mano dando a entender “hinchado”)…

E: Mmhm.

S3: … y yo sólo me hacía así (retorciéndose el brazo izquierdo)…y le dije a mi hijo, “mira… es

que no lo siento”, él me vio y me dijo “mamá, pero si no tenés nada”…y despertó a sus hermanas

y me sobaron con crema…pero qué si al rato…todo…pero todo…por arriba y por abajo. ¡Y el

dolor de estómago...aquel dolor de estómago! En eso me dijo ella, “mira mamá, yo voy a llamar

al doctor, porque estoy en tratamiento de los riñones, tal vez te cambiaron una medicina mamá”,

me dijo mi hija, “no” le dije yo, “voy a llamar mejor” me dijo. “Si no, te llevamos al

hospital”…Y lo llamó como a las dos de la mañana, él le dijo que me llevara a las siete. Y nos

venimos temprano con mi hija…y qué si me dijo el doctor que me había dado un infarto…pero

infarto pensé que no podía ser, pues según yo no tenía nada malo…”Infarto le dio”, me dijo el

doctor, y me dio una pastillita pequeñita…”Se va a ir para UNICAR de emergencia”. Y me llevó

mi hijo, él me ayudó porque me cansaba sólo de intentar caminar, sentía que no aguantaba

137

caminar nada. Que si ahí le dijeron a mi hijo que si tenía mi carné o si era referida del IGSS, ay

Dios, yo ni una ni la otra.

E: Mmhm.

S3: Entonces mis hijos dijeron que tenían que pagar pues había que internarme para hacerme un

cateterismo, y mis hijos me dijeron:…”mamá, te van hacer eso, nosotros nos encargamos de lo

demás”…Me hicieron el cateterismo, pero al salir me indicaron que me debían de operar. Bueno,

se llegó el día, me metieron a una salita, pero lo malo fue…que yo ya me había quedado sin

visión…

E: ¿Esto ocurrió después?

S3: Después de que me dieron los cuatro infartos, el día 15 de febrero me operaron y a los ocho

días que me había operado a corazón abierto me pusieron los tres bypass. Entonces, me volvió a

dar otro infarto me dijeron los doctores. Yo no más me paraba, me caía o me sentaba y me

desmayaba. Entonces, me dijeron que necesitaba un marcapasos porque mi corazón era

débil…muy haragán se había quedado…Entonces, se lo pidieron a mis hijos, y entre préstamos y

préstamos, gracias a Dios me lo llevaron y me lo pusieron en marzo…

E: Y, ¿cómo ha estado desde entonces?

S3: Eh…fíjese que estoy bastante bien, lo único es que un día metí la ropa en la lavadora, con la

mano derecha pues el doctor me explicó que con la mano izquierda no, por el marcapasos, que

evite hacer esfuerzo. Y yo siento un cansancio, como si me fuera a desmayar, no sé si es por usar

la lavadora, pero como el doctor me dijo que podía usar el teléfono celular con esta mano (señala

la derecha) “no lo vaya agarrar con ésta” me dijo, siempre me cubro acá (señala su pecho), pero

no sé si siempre es malo. La vez pasada que vine donde el doctor se me olvidó preguntarle.

Entonces, ahorita ya no lo he hecho…

E: ¿Ya no ha…?

S3: Ya no he lavado…

1. E: Gilda, ¿podría explicarme con sus palabras qué es la cardiopatía isquémica?

S3: ¿Eh?

E: Sí, quisiera que me explique para conocer so…

S3: … ¿sobre lo que tengo?

E: ¿Sí?

138

S3: El doctor me dijo que tenía que evitar hacer actividades que requieran mucho esfuerzo, nada

que incluya fuerza…nada pesado…

E: ¿Gilda, el doctor no le dijo el nombre de su padecimiento?

S3: No.

E: ¿El doctor no le dijo que usted padece de cardiopatía isquémica?

S3: No…o tal vez sí, no me recuerdo, como yo ya no veía bien, porque lo que recuerdo es que me

dijo que necesitaba tres bypass…no sé si tres o cuatro… y que yo ya no podía ser como antes de

andar con prisa o corriendo. Porque la verdad es que me canso un poco…ya no tanto verdad, pero

sí lo que me molesta bastante es la pierna (se señala la pierna izquierda). Pero como yo soy

diabética también, pienso yo, que me costó que me secara aquí (se señala la cicatriz) y de último

lo que me sacó el doctor fue una grampita y seguro con la limpieza que me hacían se me fue para

dentro…Entonces, la pierna se me puso así (señala la pierna izquierda en señal de hinchada) y

me curaron, tanto el doctor como la doctora. Estuve otros 15 días ahí pues me dijeron que se me

había infectado…

E: ¿Haber Gilda, para entender, usted sufrió una serie de infartos…le pusieron tres bypass y un

marcapasos?

S3: Sí.

E: Cuándo perdió la vista, ¿sólo de un ojo?

S3: La perdí de los dos, pues con uno no veo (señala el ojo derecho). Sólo me han operado del

otro (señala el ojo izquierdo), aquí me pusieron un lente. La vista de éste la perdí (ojo derecho)

poco a poco se me fue yendo la vista, perdiendo poco a poco, y de repente ya no vi nada.

2. E: Mire Gilda, ¿cuál fue su reacción cuando se enteró de que padecía de una

enfermedad en el corazón?

S3: Pues…que me dijeron que tenía tapadas las, pues me recetaron…me dieron medicamento

para ver si se me destapaban, después me hicieron un cateterismo y tampoco se me destapó. Me

dijeron que definitivamente necesitaba la operación…y también que necesitaba tres bypass y

entonces que me tenía que operar…

3. E: ¿Y cuál fue su reacción cuando se enteró que se encontraba con este

padecimiento?

S3: Ah…porque fíjese que yo al principio…pues fíjese que…lo único es que un año antes yo

hacía mucho ejercicio y trabajaba en mi salón, y de repente me sentí muy cansada y me fui a

139

sentar, pero un cansancio…yo sentía como que sueño…Y de repente me quedé así, pero yo ya no

sentí (desmayada), porque cuando entró una compañera yo ya estaba tirada y cuando me

quisieron levantar, yo ya tenía dormido medio cuerpo…Me llevaron a la Liga del Corazón y de

ahí me recomendaron que fuera a UNICAR.

4. E: ¿Conocía ya de este padecimiento por lo que le había pasado a su esposo, ya era

familiar para usted?

S3: No, porque fíjese que él necesitó un marcapasos por padecer de presión alta…

E: ¿Pero cuando a usted le pasó…?

S3: ¿A mí?...ya. Sí, porque a él le habían puesto ya…

5. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su cabeza cuando se vio ya enferma, con los

desmayos…y?

S3: Pues pena y preocupación pues no teníamos dinero y me daba pena salir solita, como ahorita.

Mis hijos siempre me acompañan, pero cuando no pueden yo me aviento y aprovecho. Ellos se

angustian, pero yo también quiero hacer mis cosas. Me dicen que me acompañe alguien.

“Mamá, tené cuidado”, “si” les dije, “ahí con el Dr. 3 me tratan bien, me siento bien”. Yo estoy

muy agradecida con los doctores, por eso no dejo de asistir con ellos.”Mamá, fíjate bien por

dónde caminas” me dicen mis hijos, pues con un ojo malo y el otro medio medio (se sonríe).

Ellos me llaman si ya llegué, si ya voy, que dónde estoy, que adónde voy, y viera yo antes hacia

todo sola sin decirle a nadie… (Se sonríe).

E: Pero, ¿cómo se siente ante esto?

S3: Mire me agradan, pero si me estoy encerrada todo el tiempo esperando a que ellos

puedan…Yo los ayudo en cosas que puedo de la casa y ellos me ayudan (se sonríe).

6. E: ¿Cómo le ha afectado esto su vida?

S3: Fíjese que le digo yo a mis hijos, que tenemos que cuidarnos unos a otros, que está bien

así…No hay quién lo cuide a uno.

E: ¿Ellos han tomado algún tipo de precaución, debido a que a ustedes dos les dio infartos?

S3: Pues no, porque fíjese que mi hijo mayor es enfermo renal, y mi hija más pequeña le digo yo

que debería de ir a revisarse porque fíjese que le han tomado dos veces la presión y la tiene alta, y

le digo que yo pienso que debe de controlarse.

7. E: ¿De qué forma ha obtenido información sobre su padecimiento, aparte de lo que

le han dicho los doctores?

140

S3: No, sólo lo que he oído ahí.

E: ¿No ha buscado?

S3: No.

8. E: Cuando busca apoyo, ¿de qué forma lo hace?

S3: De mis hijos nada más.

9. E: ¿A quién recurrió cuando se enteró que estaba enferma?

S3: A mis hijos, ellos siempre están conmigo, me llevaron al hospital, les contaron a mis

hermanos…

10. E: ¿Le gusta hablar de lo que padece?

S3: Pues sí, porque a veces también sucede que uno sabe más que otros y puede explicar mejor lo

que le pasa a uno, verdad. A veces si cuento a tiempo, tal vez se puede evitar que le pase ha

alguien la gravedad…

11. E: ¿Cómo se siente ante las reacciones de las personas cuando se enteran de su

padecimiento?

S3: Pues fíjese que la mayoría de las personas que me conocen, no me creen que esté tan bien.

Me dicen que cómo puedo andar vivita y coleando, caminando por todos lados. Algunas personas

me iban a ver al hospital y me dicen “no creo que esté tan bien” y les digo que gracias a los

doctores y a Dios, que todavía me tiene aquí un poquito todavía.

12. E: ¿Con qué persona o personas prefiere ir acompañada a consulta?

S3: Pues fíjese que yo a quien molesto es a mi hermana, porque cuando mis hijos se van a

trabajar usualmente me quedo con ella, pues vivimos cerca.

13. E: ¿Y cómo le ayuda ella a usted?

S3: Pues gracias a Dios, bastante bien, pues recuérdese que no veo bien. Pero ahora me siento

bien y ella tiene una tiendita, pero me acompaña cuando es necesario. Cuando puedo salgo sola,

con precaución de todo.

14. E: A las personas que la apoyan, les ha dicho usted, ¿cómo le gusta que la apoyen?

S3: Sí.

E: ¿Cómo les ha dicho?

S3: Les digo yo que gracias por estar atentos de lo que me sucede, que les agradezco y despacio

les digo cómo quiero y qué me ayuden.

15. E: ¿Le explicó su médico a qué se debe su enfermedad?

141

S3: Pues mi abuelito sufrió de infarto, y en la familia de mi esposo había varios también, yo esto

lo comenté…

16. E: ¿Usted se siente responsable de lo que padece?

S3: Mmmm…a veces…mmm…no.

17. E: ¿Y culpable?

S3: No.

18. E: ¿Cree que de alguna manera puso su vida en riesgo?

S3: Pues tal vez sí. Porque fíjese que nosotros éramos doce, y nuestros papás desde los siete años

nos ponían a ayudar…de pequeña siempre lloré mucho…

19. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse una enfermedad como la suya?

S3: Pues digo yo que si uno tiene las comodidades, consultar rápido con los doctores para ver y

saber qué es lo que le va a pasar a uno, no dejarlo al tiempo…tomar precauciones…que uno hasta

que ya está bien enfermo va al doctor…

20. E: ¿Qué actitud ha tomado ante esto?

S3: Pues yo he tenido más precaución, sigo instrucciones médicas, tomo mis medicinas, como

bien, estoy tranquila…

21. E: ¿Cómo le ha cambiado la vida Gilda?

S3: Pues mire, sí me siento que puedo hacer tal cosa, pero la visión me afecta…y sentía que toda

la gente se me quedaba viendo…

22. E: ¿De qué manera expresa usted lo que siente?

S3: Eh…pues eh…este a mí cuando me preguntan, yo les cuento que al principio ni quería ir al

hospital, aunque tenía tanto dolor. Debe aprender uno a darse importancia, y recomiendo que

cuando sientan algo extraño en su cuerpo, aunque sea que visiten un centro de salud…Ahí más de

algo le hacen, aunque no hayan tantos aparatos modernos…

23. E: ¿Sigue usted su vida como si no estuviera enferma?

S3: Pues ahorita sí, al principio me costó un poco…pero ahora siento yo que es un poquito

menos…

24. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?

S3: Sí (Se ríe).

E: ¿Con qué frecuencia?

142

S3: Pues fíjese que seguido, pues ya no puedo trabajar, ni ayudar a mis hijos, y digo yo 56 años

no es tanto, y podría estar trabajando en algo que me gustara y sentirme útil y activa, para ayudar

y ayudarme…A mí me da pena que ellos dieran todo a UNICAR, ellos me respondieron…

25. E: ¿Usted se siente fracasada ahora?

S3: Pues digo yo, pues por lo menos tengo a mis hijos…

26. E: ¿Se siente amenazada por su vida?

S3: Pues realmente si me acuesto de este lado (lado derecho), pero si me acuesto de este (lado

izquierdo) y a veces oigo ruiditos y me tocó el pecho y me pregunto qué será. Trató la manera de

no pensar, veo por la ventana y camino porque…si de repente siento unos golpecitos y la verdad

que si me da pena…

27. E: ¿Cómo le afecta sentirse así?

S3: Pues digo yo esto ya no se me va a quitar, y hasta que Dios me diga hasta aquí, pero no me ha

afectado tanto como a otras personas…

E: ¿Ah si?

S3: Fíjese que una señora que yo conozco se le encarnó el marcapasos, y tuvieron que quitárselo,

y anda feliz sin él…depende de los casos le dije yo…

28. E: ¿Qué hace usted para sentirse mejor?

S3: Todos se van a trabajar, pero me levanto antes para que me vean activa, les arreglo sus

loncheras para los trabajos, hago lo que puedo, veo mi tele, platico con las vecinas, y preparo el

almuercito, todo despacito…Lo que me anima es hacer algo diferente como venir hoy aquí…

29. E: Gracias Gilda. ¿Ha evitado hablar de su enfermedad?

S3: Pues fíjese que como me mantengo solita, pero sí aprovecho cuando veo a alguien de platicar

de mi enfermedad, no me importa…No voy a estar pensando si no me hubiera pasado

esto…Ahora pienso que gracias a Dios mis hijos tienen trabajo, yo estoy controlado y me siento

feliz y tranquila…

30. E: ¿Se podría describir como una persona que huye o enfrenta las dificultades?

S3: Mejor prefiero echarle ganas y salir adelante.

31. E: ¿Ha tratado de olvidar su problema?

S3: Eh…pues…sí.

E: ¿Sí?

S3: Sí.

143

32. E: ¿Ha sufrido de algún cambio físico?

S3: No, sólo fíjese que venía pensando en que no debo de subir gradas porque me duele la pierna.

Las evito, y si lo hago, de poco en poco.

33. E: ¿Usted se siente enferma ahora?

S3: No.

E: ¿No?

S3: No.

34. E: ¿Ha tratado de hacer su rutina de siempre?

S3: Ajá sí.

35. E: ¿Qué indicaciones le ha dado el Dr. 3 para cuidar de su salud?

S3: Pues fíjese que él me dijo que debía de estar tranquila, “no puede hacer fuerzas”… gracias a

Dios cuento con mis hijos…

36. E: ¿Cómo cree que les afecta a ellos que usted se haya enfermado tanto?

S3: Pues les afectó, pero más a la más pequeña, ya se me quería descontrolar, tiene 24 años

ahorita, se quería poner rebelde, por verme tan tranquila; pero de repente al verme tan así, se

siente ahora diferente, se preocupa, y es cariñosa…

37. E: ¿Usted cree que esto ha tenido algo de positivo en su vida?

S3: Pues sí, pues imagínese que ellos perdieron a su papá y dije yo, al poco tiempo yo también, y

sería más triste para ellos, imagínese sin papá ni mamá, no aquí estoy yo ahora…

38. E: ¿Qué ha aprendido de esto usted, Gilda?

S3: Pues yo trato de la manera de estar bien, de aprovechar la compañía de mis hijos, aprovecho a

ir a la iglesia, acompaño a hijo a sus diálisis, caminamos y paseamos…

39. E: ¿Cómo le diría a otra persona lo que se siente de estar enferma del corazón?

S3: A pues que se cuiden mucho, se siente ya diferente, le digo a las personas que se revisen y

cualquier cosa que los atiendan. Siento que gracias a Dios, a los doctores y enfermeras, he estado

bien pues somos como un equipo (se sonríe).

40. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿qué haría?

S3: Ah…yo digo que tal vez buscaría un trabajo que no fuera pesado y que me gustara, vender

cosas…

41. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?

144

S3: Pues siempre tengo que estar tomando la medicina, hasta que los doctores me digan siga

tomando esto o ya no, no dejar de tomar las medicinas. Lo que pienso que me arruinó más fue

cuando dejé de tomar las medicinas, y la tenía y no me la tomaba, ni desayunaba ni nada, no me

cuidaba, sólo dormía todo el día…no que ahora…Y si pienso “ahora me voy a estar solo con

medicinas”, pero fíjese que ellos me las compran, ni modo que no me las voy a tomar, si ellos

tanto que se esfuerzan. Ahora me cuido mi alimentación…pues con la dieta de mi hijo y la mía

todos estamos re sanos (se sonríe).

E: Bueno Gilda hemos terminado, le agradezco su ayuda de verdad.

S3: No, no….gracias.

DIARIO DE CAMPO

Presenta problemas de pérdida de la visión en un ojo y con el otro su visión es

escasa. La paciente se presentó agitada a la entrevista. Aún así, se mostró animada

de haber realizado algo diferente, fuera de su rutina habitual, al conceder esta

entrevista.

145

SUJETO 4

Datos generales

Nombre: Mirna

Edad: 59 años

Estado civil: Viuda

No. de hijos/hijas: 3 hombres y 1 mujer

Ocupación: Ama de casa

Lugar de residencia: Zona 16, por el Hospital Militar

Tiempo de asistir a consulta: Desde el 2007

Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 6 años

E: ¿Cuénteme Mirna?

S4: Es que a mí me agarró un dolor en las quijadas, me agarró en las orejas, mire yo sentía que ya

esto de aquí mire (se señaló el pecho) no me daba. . .

E: ¿Esto fue en el 2005?

S4: Aja; y entonces me agarró mucho dolor entonces…y fíjese que yo vi mis dedos estaban

hinchados, debajo de las uñas tenía morado…

E: Mmhm.

S4: Entonces, yo le dije a mi hermana cuando regresó de trabajar que me sentía muy mal;

entonces, ella me dijo que nos fuéramos a su trabajo, porque ella trabaja en el Pilar, es jefa en el

Pilar. Entonces ahí inmediatamente me hicieron un ecocardio (grama)…eh…un…

E: ¿Un electro?

S4: Un electro, entonces llegó el cardiólogo, lo fue a ver, me dijo de que había salido mal, que

debía quedarme una noche en observación. El día siguiente en la mañana, me volvieron hacer

otro, y me dijo que yo tenía necesidad de que hicieran el examen de la prueba de esfuerzo y no la

aprobé, sólo un ratito aguanté, y ahí me dijo otra vez el cardiólogo que necesitaba que me

hicieran un cateterismo para ver qué realmente tenía y me lo hicieron allí mismo en el Pilar.

Entonces, ahí me dijeron que me urgía que me hiciera una operación a corazón abierto porque

tenía tapadas las arterias. Entonces empecé, a ver qué hacía y… recurrí al Dr. 1…Dr. 1, y él me

dijo que efectivamente necesitaba operarme.

E: ¿Cómo recurrió a él?

146

S4: Por medio de una mi hermana, que una mi hermana me dijo de que…. una compañera de

trabajo, que trabaja allí en el Austriaco…y me dijo ella de que… fuera con él, y fui y gracias a

Dios me recibió muy bien y me mandó a UNICAR a hablar con la trabajadora social, me dio el

nombre de la trabajadora y fui… Entonces, platiqué con ella, y entonces me dijo que si yo tenía

la idea de cuánto costaba la operación, y yo le dije que no. Entonces, ella me dijo que costaba

Q.80, 000… ¡Ay!... primero me voy a morir y no voy a encontrar el dinero le dije. Entonces, ella

me preguntó si yo no recibía algún dinero y yo le dije que no. Entonces, ella me dijo que iba a

hablar con los doctores e iban a ver qué se podía hacer. Luego en la consulta externa me

entregaron una receta con los exámenes que debía de hacerme. Y todos los exámenes los hice

así…particularmente para no fuera tardado, porque yo cada día me sentía peor, me sentía peor y

me urgía que me hicieran la operación a corazón abierto, que yo a veces sentía que no iba a

regresar….y total es que…llevé mis exámenes a UNICAR y me dijeron que esperara su llamada.

E: ¿Cómo recuerda esa espera?

S4: Y…mire yo creo mucho en Dios y pues le pedí como siempre que no me abandonara, que me

ayudara, porque el malestar me estaba matando…que me autorizaran la operación sin pago pues

yo de dónde…

E: ¿Y recibió esta llamada?

S4: Sí…y entonces me atendieron y me dijeron que estaba bien, y entonces ya en UNICAR me

indicaron que tenía que llevar nada más la hoja de autorización que debía de estar firmada por un

Dr. 2, y para ganar tiempo decidí ir a su clínica privada por la firma…pues porque yo ya tenía

todo listo y entonces ese doctor me recibió muy mal…muy… muy mal. Desde que yo llamé a su

clínica y la señorita me dijo que me daba cita a tal hora…Entonces yo llegué y me dijo...”a mire”

me dijo…”aquí es caro”…”Seño disculpe”, le dije, “si yo vengo es porque tengo…tengo cómo

pagar la consulta”. “Pero usted trae papelería de UNICAR”. “Pero si gusta la dejo” le dije yo.

Entonces, sólo agarré el papel más importante que yo necesitaba que me firmara y lo guardé así

(se señaló el pecho), sin que ella lo viera. Entonces, me dejó entrar y entonces me dijo él,…

“¡yo no le dije que viniera!” me dijo. “Si doctor, pero es que yo me siento muy mal, es que

necesito que usted me atienda…”. “¿Qué es lo que quiere?” Y me agarró la hoja que yo llevaba

para que me la firmara y me la partió en dos…Entonces yo me sentí pequeñita…

pequeñita…verdad (se llenaron sus ojos de lágrimas y se le quebró la voz) y me sentí muy

mal…y sólo me tragué mis lágrimas…Entonces de ahí lo vio….y me dijo… “¿Qué es lo que

147

necesita?”. “Pues fíjese doctor que sólo necesito su firma en esta hoja porque ya hice todos mis

exámenes, y necesito que me operen en UNICAR”….”A vaya”, me dijo...

E: ¿Ese mismo día?

S4: Sí ese mismo momento. “Disculpe” me dijo. “No tenga pena, doctor” le dije yo, y me firmó

el papel y llamó a su secretaria para que lo remendara….y lo remendó y así fue…

E: Y se fue a UNICAR.

S4: Y me fui a UNICAR, entonces me habían dado orden de ahí para me operaran los primeros

días del mes de enero… ¿o a finales de enero creo?

E: ¿De qué año?

S4: Del 2006. Y entonces ahí ya no me operaron en enero, entonces tenía que ser 2007, porque

2006 me operaron…Entonces me dijo el Dr. 1, “mire” me dijo, “va a ver que operarla luego” me

dijo, “me urge” me dijo, “si no vamos a tener problemas” me dijo, y total es de que ya llevé los

donadores y me operaron el 17 diciembre del 2006 …Entonces yo sentí que gracias a Dios salí

muy bien…que salí muy bien porque sólo una noche estuve en el intensivo, no tuve problemas, a

pesar de que soy diabética, pero al poco tiempo fui sintiendo otra vez que era muy poco lo que

caminaba …sentía cansancio, sentía otra vez cansancio… y…entonces ya encontré al Dr. 3.

Gracias a Dios, Dios me lo puso en mi camino, y cabal…cabal al año él me una hizo una

angioplastia, y me puso tres stent, ya con eso pues mejore bastante…

E: ¡Qué bueno Mirna! ¿Sí ha cambiado?

S4: Sí mejore bastante, pero ahora volví a recaer otra vez, porque por eso me hicieron otro

procedimiento nuevamente, otra angioplastia, pero dice el doctor que se taparon los stent y tengo

tapado el bypass…

E: Que puede suceder eso verdad, ¿sí le explicaron que eso puede pasar?

S4: Sí.

S4: Y entonces me dijo que ya no se animaban a operarme otra vez, pero la verdad no tuve el

valor de preguntarle y creí que tal vez ahora lo iba a ver y preguntarle que si definitivamente ya

no se puede operar.

E: ¿A usted le explicaron qué padece? ¿Alguien lo hizo?

S4: Pues no…

1. E: ¿Cómo explica usted qué es lo que tiene?

148

S4: Que tengo y siento un pesor en el pecho, una enfermedad en el corazón. Eso me dijo el

doctor…

E: ¿Qué le dijo el doctor?

S4: Que tenía nuevamente tapadas las arterias de corazón, que se volvieron a tapar los stent y el

bypass.

2. E: ¿A usted le explicaron que eso se llama cardiopatía isquémica o no?

S4: No, sólo lo leí nada más…

3. E: ¿En dónde lo leyó?

S4: Lo leí en una orden que me dio el doctor para que me hicieran el cateterismo…

E: ¿Ahí explicaban de qué forma?

S4: Que me hicieran el cateterismo…por lo de mis arterias.

E: Porque usted padecía de cardiopatía isquémica, ¿ahí usted lo leyó, ningún doctor le explicó?

S4: No.

4. E: Cuando le dieron esa orden ¿cuál fue su reacción al enterarse que padecía de eso?

S4: Pues el doctor me dio una esperanza de que hubiera posibilidad de destapar los stent, o que a

ver cómo hacía para ponerme otro, pero al final me dijo que no se podía…

5. E: ¿Usted conocía de esta enfermedad por otras personas?

S4: No.

E: ¿Alguien de su familia ha padecido de esta enfermedad?

S4: No, no, no…no.

6. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su cabeza cuando se enteró que estaba enferma

del corazón?

S4: Pues al principio, cuando me dijeron por primera vez me sentí mal… (Llanto). Sí, mal

porque…la verdad era yo muy activa….a mí me gusta mucho la actividad, hacer muchas

cosas….

7. E: ¿Y esta enfermedad cómo le ha cambiado la vida?

S4: Mucho….mucho (llanto).

8. E: ¿Cómo ha enfrentado usted esta enfermedad Mirna?

S4: Pues para la obra y gloria de Dios la he tomado con calma y tranquilidad, la he sabido

sobrellevar porque soy diabética y voy para los casi seis años de operada y Dios me tiene con

vida. Entonces, sé que soy un testimonio de Dios…

149

9. E: Cuando dice que ha cambiado mucho su vida… ¿a qué se refiere?

S4: Fíjese que yo hago las cosas pero me canso, hago las cosas, porque las hago…Por ejemplo, a

mí me gusta hacer toda clase de tamales, de elote de chipilín, de todo me gusta hacer para la

familia, somos una familia grande, me gusta compartir y a mí me gusta convivir….

E: ¿Cómo se da cuenta que ya está cansada y que ya no tiene fuerzas? ¿Qué le sucede?

S4: Por el dolor, me siento sin fuerzas…

E: ¿Toma algo para el dolor o sólo tiene que descansar…?

S4: Ahora tomo el Lingual que me recetó el doctor… Ahora que me hizo el procedimiento: si no

me recostaba, estiraba los pies y los ponía en alto y ponía los brazos así (los estiró en forma de

relajarlos sobre la cama)…y cuando ya me sentía tranquila me levantaba y seguía con mis

actividades, a mí me gusta que mi casa esté ordenada…

E: ¿O sea que no ha cambiado, sólo que si se siente cansada descansa, para y….tiene alguien que

la ayude?

S4: Ah! Sí…sí tengo.

10. E: Aparte de esa orden que recibió del doctor, ¿ha tratado de buscar o leer

información acerca de su padecimiento?

S4: No…. mejor lo ignoro….

E: ¿Lo ignora?

S4: Ajá, sí mejor lo ignoro.

E: ¿Lo ignora es como….no quiere que?

S4: Mmmm…pero si eh….el martes tengo que venir a cita con el Dr. 3 y sí quiero platicarlo, que

resultado, que me dice él, realmente no he platicado directamente con él.

E: Sí para que la próxima vez consulte….y…ya usted….

S4: Que me explique, yo soy operada 10 veces, me han operado dos veces de las cervicales, la

segunda vez quedé yo en silla de ruedas, como le repito Dios me ama…

11. E: Mire Mirna, ha buscado apoyo, no con los médicos sino que…

S4: Sólo con Dios

E: ¿Sí?

S4: Sólo con mi Dios.

E: ¿Y con personas?

150

S4: …Sólo con mis hermanos….somos evangélicos… (Silencio). Tengo que ser justa y agradecer

que recibí apoyo en UNICAR y el Dr. 3 me recibe aquí en su clínica. Como me dijo, “Mirna

tenemos que vernos seguido, la debo de tener cerca.” Y yo hago el sacrificio de pagar, y es que

allá uno pierde mucho tiempo y los doctores hablan ligero…fíjese…

12. E: ¿Pero de qué manera les ha pedido apoyo?

S4: …..En oración.

13. E: Cuando se enteró de lo que padecía… ¿a quién le contó?

S4: A mi mamá…y a pesar de que era ancianita…y me dijo vamos a orar, Dios sabe lo que puede

hacer por ti hija…

14. E: ¿A usted le gusta hablar de lo que padece?

S4: ¡Ah!...Sí me gusta, para dar mi testimonio de cómo Dios me ama…

15. E: Bien… ¿Y cómo se siente de las reacciones de las personas al saber lo que usted

padece?

S4: Me siento bien, porque veo que la gente se admira de ver todo lo que Dios ha hecho por mí,

pues él ha utilizado a los médicos…. a que yo quede bien.

E: ¿Sí?

S4: ….!Si!...Incluso cuando me operaron en UNICAR, yo le dije al Dr. 4…. “Yo la voy a operar

me dijo”. Y le dije “esperemos en Dios que todo salga bien, y que le maneje sus manos. Él le da

la inteligencia y la sabiduría”, y me agradeció. “Muchas gracias, Doña Mirna” me dijo…No que

el Dr. 5, él si no me dio esperanzas, me dijo: … “usted es diabética y tienen problemas…Le voy a

ser sincero, así como puede entrar así, no puede salir”, me dijo…”Porque pueden pasar

cosas…”Ay, ¿por qué?” le dije yo….”Pasan muchas cosas me dijo”…

E: ¿Cómo se sintió ante esto?

S4: Yo sentí que él era negativo… pues yo soy positiva, yo tenía la certeza y la seguridad de que

así como entré iba a salir. Yo digo; “Señor… aquí está mi cuerpo, cuida mi vida, si así es tu

voluntad, y así he salido…. ¡Yo sé que tu me vas a sacar bien Señor!”.

16. E: Cuando le hacen un procedimiento o tiene que venir a consulta, ¿con qué

personas prefiere ir acompañada?

S4: Sólo con mi hijo voy…

E: ¿Cómo le ayuda?

151

S4: Mucho, porque él es el que me ha levantado… Fíjese, al principio cuando quedé en silla de

ruedas, mi hermana que trabaja en el Pilar, me dijo…”mira Nita”, así me dicen también, me dijo

“vámonos para la casa, yo te quiero mucho y tú para mí no vas a ser una carga, vas a ser de gran

bendición en la casa”. Me trató muy bien, yo no sentí que no era una carga, yo sentía y me daba

cuenta que para otro si…si…si me despreciaron un poco, todavía veo yo…

E: ¿Como quién?

S4: La esposa de un mi hermano, porque antes cuando yo caminaba muy bien, yo tenía actividad

de un lado para otro, yo visitaba Cobán, y yo le decía “mire usted vénganse”. Yo iba a comprar

algo, se andaba conmigo, íbamos a la calle le dábamos vuelta a todo, yo la llevaba a todas partes.

Ahora, cuando le digo, me dice que no, que no tiene tiempo y yo me doy cuenta…

17. E: A las personas que la apoyan como su hermana y su hijo ¿les ha explicado cómo

quiere usted que la apoyen?

S4: Sí…les digo…a mi hijo le digo, me podés hacer tal cosa, es que yo creo que no puedo

hacerlo, lamentablemente no voy a poder…Y me contesta “con mucho gusto mamá”…Y mi

hermana me dice, “tú aquí mandas, tú aquí podes hacer lo que tú querrás….las cosas que podes

hacelas, las que no, no”….y así hago…”tú descansa” me dice…

18. E: ¿Su médico tratante le ha explicado a qué se debe su enfermedad?

S4: Yo lo cuento verdad, cómo está mi mano quedó mala (mano izquierda), puro trapo, fíjese que

yo voy con una doctora buena gente y persona, y ella con su plática me ayuda mucho…

19. E: ¿Usted se siente responsable de lo que padece?

S4: No…no.

20. E: ¿Culpable?

S4: Tampoco. Yo al que le hecho las cargas es a mi esposo, aunque ya se fue…

E: ¿Cómo?

S4: ¡Él me hizo sufrir mucho, él era muy mujeriego y el alcohol…!

21. E: ¿Podría considerar que la forma de vida que tuvo con él le afectó?

S4: Aja, sí mucho… ¡bastante!

22. E: ¿Considera que algunas actividades la pusieron en riesgo?

S4: ¡Ah sí!..., pues desde pequeña ayudé a mi mamá donde trabajó…Me ponía desde muy

pequeña en eso de acarrear cosas pesadas hacer mucho trabajo…Éramos vendedores de frutas y

verduras en la terminal, en un localito.

152

23. E: ¿Usted siente que esto le afectó?

S4: Mmhm… sí…yo cargaba cosas pesadas, y aquí (señala en la cadera izquierda) y aquí

(señala en la espalda) y aquí también (en la cadera derecha)….cargaba por todos lados cosas re

pesadas… ¡Demasiado!

24. E: ¿Algún doctor le explicó que podía deberse a esto y a todas estas actividades, que

su corazón se vio afectado?

S4: No, no, no. A mí lo que me explicó el doctor de las cervicales fue porque cargué demasiado.

E: Mirna ¿considera que usted pudo haber hecho algo para que se enfermara más?

S4: No…no.

25. E: ¿No? Así como me habla de estos esfuerzos… ¿no hizo algo para que pudiera

enfermarse más de su corazón?

S4: No.

26. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse esta enfermedad?

S4: Normal…

E: ¿Sí? ¿Normal, qué es?

S4: Normal de que no piense de que estoy mal, sino que yo hago de caso que estoy bien…

E: ¿Sí?

S4: Mmhm…sí.

27. E: ¿Ésta es la actitud que ha tomado?

S4: ¡Ajá!…Pero hay veces el decaimiento aquí mire (señala el pecho), lo que siento es una

ansiedad, que a veces siento que las fuerzas no me dan…y como que cuando…

E: ¿En el pecho?

S4: ¡Ajá!...Siento que las fuerzas no me dan, y que las fuerzas no me dan aquí (se señala el

pecho) y me levantan un poco de náuseas…siempre…

28. E: Entonces ¿qué actitud debe tomarse ante una enfermedad del corazón, según

usted?

S4: Llevar una vida normal, tranquila…porque esto ayuda mucho, sobre todo cuando uno no

sale…ya siente uno…

E: ¿Esto le ha servido?

S4: Mmhm… ¡Bastante!

29. E: ¿Esta actitud ha tomado usted entonces?

153

S4: Sí… porque fíjese que a veces me quedo solita en la casa…y como yo amaba mucho a mi

mamá, pero lamentablemente mi mamá murió, entonces me quedé sola…y esto es lo que a veces

no supero, no puedo superar, yo trato la manera de superarlo, me domina…

E: ¿Falleció hace poco?

S4: Ya hace cuatro años, casi, ya casi como cuatro años… pero como nunca nos separamos, yo

fui casada y todo…pero toda la vida vivíamos juntas…

E: ¿Le hace falta verdad?

S4: Mucho. Y yo siento que mi mamá me va a aparecer…y yo siento todo…yo voy al cementerio

y pero ni eso me llena a mí, siento un vacío muy grande por ella, no me llena nada, no me puedo

dominar…Hay veces no puedo dominar mi mente…Y fíjese que todo esto siento yo que me daña

porque me da por llorar…

E: ¿Sí?

S4: Mmhm…llorar…me da por llorar (suspira).

E: ¿De qué falleció su mamá?

S4: Ya de viejita…le afectaba mucho el colon, sufría mucho mi mamá de dolor de su estómago.

¡Pobrecita mi mamá!

E: Siento mucho la pérdida de su mamá, y qué fortuna haberla tenido con usted toda su vida…

S4: ¡Ay…sí, 87 años!

E: Que pudo compartir con usted, siento mucho el dolor que presenta…

S4: Gracias (solloza).

30. E: ¿Cómo expresa usted lo que siente con este padecimiento del corazón?

S4: Le baja a uno…como le dijera…le baja a uno la moral…la autoestima…piensa uno…como

otros son bien sanos…y me pregunto… ¿Por qué padezco yo de esto? Me pongo a pensar, y

luego pienso que Dios sabe lo que hace…yo digo…si Dios dispone, ¿yo qué puedo hacer?

31. E: ¿Se puede decir que usted sigue su vida como si no estuviera enferma?

S4: Hay momentos...pero hay momentos que tengo mis bajones…si.

32. E: ¿Cómo controla esta situación en la que se encuentra Mirna?

S4: ¿Cómo la puedo controlar?

E: Ajá…

S4: … (Suspira)…. (Silencio)…Ay…mire…fíjese que yo hay veces controlo esto (suspira)…hay

veces (silencio)… (Suspira)…me pongo a dormir… (Suspira)…

154

E: Ajá…y ¿cuando se despierta?

S4: Yo…ya… ya…mmm…me despierto…ya tranquila.

E: Cuando se acuesta a dormir… ¿en qué piensa haciéndolo?

S4: En nada, nada, nada, gracias al Señor no pienso en nada, nada…nada.

E: ¿Sólo se recuesta?

S4: Si. Tomo mi medicina y le pido a Dios, que así como me acuesto, así me levante (se sonríe) y

todo y hablamos un poquito con una mi nieta, que ella me quiere mucho, va para diez y siete

años, ahorita está para graduarse en Bachiller en Medicina…

E: Felicidades.

S4: Y me quiere mucho, vivimos juntas, la mamá me la dejó, es de mi hija, y fíjese que…ella

hace caso de que soy su mamá…

E: ¿Es compañía?

S4: Ella duerme conmigo, y me dice…”no te vaya a pasar nada mamita, porque yo me voy a

volver loca, porque yo te amo”, y dormimos juntas. Entonces, yo le digo “no penses en eso

mamita, pasa buenas noches”. Nos dormimos, y mire…sólo es poner la cabeza en la almohada y

mire bendito Dios, toda la noche…duermo.

E: Pues qué me alegro, pues el buen descanso alimenta también verdad…el cuerpo y el alma…

S4: Ajá…porque a mí no se me quita el sueño…

33. E: Mire Mirna, ¿ha sentido deseos de llorar?

S4: ¡Ah, mucho!

E: Mucho es ¿cuánto?

S4: Lloro mucho, mucho, mucho.

E: Antes de estar enferma del corazón, ¿también lloraba?

S4: Lloraba la tristeza de ver…cómo se comportó mi esposo conmigo porque de primero que no

teníamos nada, vivíamos mejor, ya después él trabajó, se metió a negocio de camiones, llegó a

tener cosas… y todo, y todo esto no, él no lo valoró…trabajamos los dos. Entonces, todo eso él

lo disfrutaba con otras personas…

34. E: ¿Se siente fracasada?

S4: …Pues con lo que tengo…yo no tengo nada…porque tuve…pero él lo vendió todo…él lo

destruyó todo…nos quedamos sin nada…le dije así amigablemente…que buscara su camino…

E: ¿Y qué fue de él?

155

S4: Entonces él se fue con los papás, los papás pues me dieron la espalda. Entonces, esta mi

hermana con quien yo vivo…que trabaja en el Pilar, ella tenía su casita en Cobán y me la cedió, y

me dijo que nunca pensara que no tenía casa…y me la dio y en ésa viví yo en Cobán…Y

entonces ahora que me puse mala de las cervicales me vine para acá…me quedé aquí con ella y

me dijo que ya no me fuera para Cobán, que vendiera mi casa…La vendí y con eso compré

medicinas y mi hermana me dijo que hiciera con el dinero lo que yo quería…Vendí la casa y me

vine definitivamente para acá. Yo sentí un cambio porque ella me hizo un apartamentito, y vivo

ahí con ella y me siento…

E: ¿Se siente cómoda?

S4: Ajá…sí.

35. E: ¿Se siente amenazada por su enfermedad?

S4: ¡No!

36. E: ¿Se describiría como una persona que enfrenta o huye de las dificultades?

S4: La enfrento…la enfrento porque… (Silencio).

E: ¿Cómo lo hace?

S1: La enfrentó normalmente porque si huyo de ella de todos modos… la tengo verdad. Yo sé

que estoy mala de eso y no lo tomo en cuenta y vivo normalmente…y he tratado de olvidar,

como cuando me pongo a realizar una actividad así…algún cumpleaños (sonríe) y estamos todos

en la casa, y ayudó en la cocina, colaboro con el almuerzo, y así ya no pienso…

37. E: Mirna, hay personas que cuando tienen una dificultad toman otras decisiones…se

podría decir que sus decisiones han tenido que ver con poner en riesgo su

vida….tomando algo que no debe…según usted para sentirse mejor….y que esto la

ayude a olvidarse….

S4: Yo sigo las normas de mi médico, no puedo auto medicarme porque entonces me va a ir mal.

No sé cómo me va a caer lo que…Incluso hay gente que me dice…”mire tome esto, haga lo

otro”. Soy muy incrédula para tomar algo que me den fuera de lo que me recetó el doctor, mi

médico.

38. E: ¿De los cambios físicos que usted menciona está el cansancio…?

S4: Ajá…

E: ¿Siente dolor?

S4: Ajá.

156

E: ¿Su mano izquierda no funciona como su mano derecha?

S4: No estaba como mi mano derecha, pero ha mejorado, se puede decir que funciona mejor de lo

que esperaba.

E: ¡Qué bien! Bueno… ¿Algún otro cambio físico?

S4: Sólo mi pierna, que es la que está operada, en la que me quitaron la vena para hacer los

bypass, pero de donde quedé más afectada fue cuando me operaron de las cervicales.

39. E: ¿Se puede decir que usted se siente enferma María? ¿Por qué menciona que no se

ha sentido bien?

S4: Sí, no me he sentido bien.

40. E: A pesar de que se ha sentido últimamente no bien, ¿ha seguido con su rutina?

S4: Sí.

41. E: ¿Qué indicaciones le ha dado su médico tratante para que cuide de su salud?

S4: Que descanse…cuando me siento así cansada o con un poco de dolor…que descanse, que

busque el reposo…y que no haga actividades fuertes, porque si no me viene el cansancio…Por

ejemplo, me dijo que ya no puedo salir sola, que cocine poco…

42. E: ¿Cómo cree que las personas que tiene usted a su alrededor perciben su

enfermedad?

S4: Fíjese que tengo a mis vecinos que me quieren mucho, muy buenos son conmigo…son muy

buenas personas conmigo…

43. E: ¿Cómo le afecta a sus familiares su enfermedad Mirna?

S4: Pues yo veo que hay veces que les preocupa y hay veces que no.

E: ¿Será dependiendo de cómo la ven a usted?

S4: Si…ajá.

44. E: ¿Qué ha aprendido de usted misma ahora con esta enfermedad?

S4: ¿Qué he aprendido?

E: Mmhm.

S4: Ah…pues fíjese que he aprendido mucho porque…Ay Dios, es un caso muy duro el mío…

(Suspira, se lamenta).

45. E: ¿Qué ha cambiado de forma positiva desde que usted está enferma?

S4: Nada.

E: ¿Nada?

157

S4: No…eh… ¡Todo esta bien!

E: ¿Sí?

S4: Sí. Todo está bien. Todo me lo llevo así… (Con su mano da la intención de “despacio”)…

E: Haber Mirna, pensemos bien qué tendrá de positivo su enfermedad…Hay que buscar un

poco…y

S4: Bueno…he sentido el amor y cariño de todos…me demuestran que me quieren, todos me

estiman y me respetan, me cuidan…me dan mi lugar.

46. E: ¿Mirna será que usted a reevaluado su vida desde el diagnóstico?

S4: Se ve la diferencia de una persona que está bien sana…

47. E: Si pudiera mejorar su situación ¿qué es lo que haría?

S4: Ay…Darle muchas gracias a Dios, primeramente…

E: Mmhm.

S4: Le daría tantas gracias a Dios por mi vida, como la de los médicos…

E: ¿Usted cuida de su alimentación?

S4: Sí la cuido mucho. Por la diabetes y el corazón.

48. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante Mirna?

S4: Hay a veces me pongo a pensar si será posible que así voy a vivir de ahora en adelante a base

de medicinas, porque prácticamente vivo a base de medicinas. Yo me pongo a pensar que… ¿si

será real que mi vida será a base de medicinas y, o que llegará el momento en que ya no podré

sanar un poco, digo yo. Yo eso quiero preguntarle al doctor, si no hay otra cosa más fuerte que

me diera de medicamentos, yo he luchado por comprarlos…que ése es mi deseo…sanar. Porque

incluso yo tengo mis patojos en los Estados Unidos y tengo deseos de irlos a ver fíjese…Pero la

verdad no sé si aguantaría…

E: Serían convenientes estas preguntas para hacerle al doctor, ¿verdad Mirna?

S4: Ajá.

E: Hasta hacer una lista, porque cuando uno está enfrente del doctor, ¡pum! Se le olvida lo que

uno realmente quería preguntar…

S4: Sí…se le olvida, me queda la mente en blanco…

E: Pero si usted en su casa, tranquilamente, piensa y agarra un lápiz y papel y se pregunta ¿Qué

quiero saber, qué necesito que él me responda y usted hace una lista con las preguntas, y le

indica...”Mire doctor traigo esta lista para que me haga el gran favor de respondérmelas”…Y

158

usted le hace pregunta por pregunta…esto le va a ayudar a que le responda esas inquietudes sobre

su salud, bienestar y su vida. Usted necesita estar informada. Bueno Mirna, hemos terminado la

entrevista, no sabe cuánto le agradezco su colaboración respondiendo ya que esto me ayudará a

realizar este estudio y así poder culminar mis estudios universitarios.

S1: Para servirle, yo de verdad estoy muy agradecida con el doctor.

DIARIO DE CAMPO

La paciente se presentó puntual a la sesión. Informó que el ascensor no servía y que debió

subir un piso para llegar a la clínica. Se presentó agitada, con falta de aire y pálida.

Indicó que no sube gradas, y que cuando lo hace, va de una en una y haciendo paradas. Se

tuvo que tomar un tiempo prudencial para que se recuperara y así poder empezar la

entrevista. Llegó acompañada de su hijo.

La paciente falleció antes de concluir este estudio.

159

SUJETO 5

Datos generales

Nombre: Carolina

Edad: 53 años

Estado civil: Soltera

No. de hijos/hijas: 2 mujeres y 1 hombre

Ocupación: Jubilada de Auxiliar Enfermera

Lugar de residencia: Zona 2

Tiempo de asistir a la clínica: 1 año

Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 1 año

1. E: Me puede explicar con sus palabras de qué padece usted.

S5: Yo padezco, en primer lugar, soy diabética, más de 25 años. He tenido muchas

complicaciones. Cuesta cumplir con la dieta, todo está muy caro y la vida difícil. La dieta es

especial y hace exactamente hace un año, me dieron dos infartos. Estuve en el intensivo, y salí.

Me hicieron un cateterismo y un examen que se llama eco estrés. Ahí el doctor me dijo que mi

corazón, la arteria principal está muerta, y que ya no la podían operar y que ya no se podía hacer

nada. Entonces sólo quedé con tratamiento.

E: ¿Usted siente que sí le explicaron bien sobre su padecimiento en el corazón?

S5: Sí. Él me explicó. El Dr. 3 me explicó que mi corazón quedó trabajando sólo con las dos

arterias pequeñas, que yo quedaba con tratamiento y propensa a otros infartos, pero gracias a

Dios ya cumplí un año y sigo con mi tratamiento, y gracias a Dios no he sentido molestias.

E: ¿Usted sabe cómo se llama lo que usted tiene?

S5: No.

E: ¿No le explicaron que usted padece de cardiopatía isquémica?

S5: No.

2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padece de una enfermedad en el corazón?

S5: En primer lugar, triste y afligida, y yo pensé que me iba a morir, porque la doctora que me

dio el egreso me dijo “señora usted se va a ir a su casa, le vamos a dejar un tratamiento mientras”.

Entonces, yo le digo “doctora, para mientras qué, ¿para mientras que me muera o qué?”. “No

señora, tampoco lo entienda así”, me dijo. Es que si ella dijo mientras, es porque eso lo pensó,

pero se equivocó al decírmelo, su expresión estuvo mal, estuvo equivocada, porque me asustó.

160

Después ya se fue. Entonces, otro doctor llegó y me dijo “señora, usted ya tiene egreso, se va a

quedar con este y este tratamiento, pero queda propensa a otro infarto” me dijo. Yo estaba triste,

por la niña pequeña que tengo de 11 años. En ese tiempo, yo no pensaba tener más hijos. El

primero lo tuve de 23 años, la segunda lo tuve de 28 y ya era diabética. Entonces dije, ya no más

hijos, porque es riesgo. Pero en el estudio de la menopausia, me dijeron que tenía un mes de

embarazo, semanas de embarazo, cuando me hicieron el ultrasonido. Yo ya me moría de

angustia, porque no sólo ya grande de 42 años, diabética y embarazada. Yo dije “Señor yo no

voy a aguantar este embarazo”, pero bendito Dios salí. Y ahora ella tiene 11 años, aunque ella

nació con ductos abiertos, y se los cerraron cuando tenía once meses. Bendito Dios desde

entonces ha estado bien.

3. E: ¿Conocía usted de este padecimiento antes?

S5: Sí había escuchado de infartos, de personas que se han muerto, y otras que decían: “fíjese que

no se quien se murió…seguro le dio un infarto…”. El doctor me explicaba que a un diabético le

puede dar un infarto sin dolor. Es que yo hace poco sentí dolor en el pecho, y me angustié, creí

que me iba a morir, y me hicieron un electrocardiograma. El Dr. 3 me explicó eso. Mi corazón

estaba igual, no tenía inicios de infarto, se confunde con un dolor muscular, y ya me tranquilicé.

Como le dije, mi angustia es la niña pequeña. Yo le digo que estudie enfermería, es una carrera

corta, y que ella puede trabajar y seguir estudiando, pero hasta que aquí no sabemos.

4. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su mente cuando se enteró que padecía del

corazón?

S5: Pues en el momento, cuando los dolores, yo no sabía qué era lo que tenía. Cuando me

dijeron que era un infarto, antes me había visto y me habían mandado a mi casa, y ahí sí me

afligí. Entonces usé mis conectes entre enfermeras y médicos, pues yo sentía morirme. Además,

yo sé cómo es la cosa realmente, y lo que hacen en ocasiones con los pacientes. Luego, me

arreció el dolor y me puse a llorar, y me atendieron por fin. Era mucho dolor el que tenía. Ya

inmediatamente, me hicieron un electrocardiograma. Alguien con infarto y ese dolor espantoso lo

que necesita es atención. Me pusieron unas inyecciones que abren las arterias, hicieron que mis

hijos firmaran. Yo estaba consciente que no me iba a morir. Yo lo que quería era que me

quitaran ese dolor. Luego, me dijeron que mi cuerpo no reaccionaba a esa medicina; además, me

pusieron morfina, me dijeron que me tenían que poner un catéter central. Yo pensaba, que con

todo eso, se me iba a quitar lo que tengo. Pero en el transcurso de la noche, yo escuchaba que

161

ellos decían: “la señora no responde, hay que enviarla al intensivo”. ”Señor” dije yo. Pero, al

mismo tiempo, pensé y me tranquilizaba, pues en el intensivo me van a cuidar intensamente (se

sonríe). Yo me daba valor y le pedía mucho a Dios que me sacara del intensivo. Y bendito sea

Dios, así fue. Soy cristiana y tengo mucha fe y esperanza.

5. E: ¿Cómo ha enfrentado esta enfermedad?

S5: Pues con mucha tranquilidad, valor y fe.

6. E: ¿Cómo ha cambiado su vida?

S5: Pues ha cambiado en que tengo que ser más estricta con mis alimentos, los ejercicios y

tratamientos, y que Dios me iluminé y me dé fuerzas para llegar.

7. E: ¿Cómo obtuvo información de lo que tenía?

S5: A mí la primera información me la dio el doctor: “señora a usted le dio un infarto” me dijo.

Yo le pregunté qué hacía y me contestó “a partir de hoy, descansar mucho”. Pero en mis adentros

voy a estar en reposo. Pues información no, tengo la que me dio el doctor nada más. Esto podría

ser una forma de enfrentar, pues me ayudó que el doctor me informara y explicara.

8. E: ¿Ha buscado apoyo?

S5: En libros nada más.

E: ¿A sí, libros de qué?

S5: En revistas, leo cuando hablan del corazón y coincide con lo que padezco.

9. E: ¿A qué personas recurrió para contarles de su padecimiento?

S5: Cuando…mi familia.

10. E: ¿A usted le gusta hablar de lo que padece?

S5: Sí.

11. E: ¿Cómo se siente ante las reacciones de las demás personas, al enterarse de su

padecimiento en el corazón?

S5: Es que las personas no creen, me dicen que de plano fue un inicio, un pre infarto. Y me dicen

que con los infartos las personas se mueren. Y no es cierto que todos se mueran, depende de la

rapidez con que se atiendan y los procedimientos adecuados. Ahora he conocido varias personas

con infarto y están vivas con sus tratamientos.

12. E: ¿Con qué personas prefiere estar acompañada cuando debe de atenderse?

S5: Pues mi hijo a veces me hace favor de irme a dejar y a traer.

13. E: ¿Usted le ha dicho a las personas que la ayudan cómo desea que lo hagan?

162

S5: Sí, le he dicho a mí hijo, que él me ayuda emocionalmente. Sí, porque mi hija también me

acompaña. Dejo que me apoyen como ellos puedan.

14. E: ¿Su médico le explicó a qué se debía su enfermedad?

S5: No. Pero el doctor me dijo que las altas de azúcar no me habían ayudado, el último examen

indicó que los triglicéridos no me bajan, que evitara carbohidratos. Debo bajar mi azúcar con

medicamento, dos clases de insulina y dieta.

15. E: ¿Usted se siente responsable de su padecimiento?

S5: Sí, porque yo siento que aparte de mí, sólo somos un hermano, pues creo que mis

antepasados fueron diabéticos. Pues antes se moría la gente y no se sabía ni de qué. De mi familia

hasta ahora mi hermano y yo presentamos diabetes. Creemos que un hermano pequeño también

y desde entonces mi otro hermano también adquirió la enfermedad. Las impresiones nos afectan.

16. E: ¿Se siente culpable de su padecimiento?

S5: No.

17. E: ¿Habrá puesto en algún momento su vida en riesgo y que esto le causara este

padecimiento?

S5: Yo digo que sí, pues no cumplí bien con las dietas. Yo decía que hacía dieta, pero no lo era,

pues la dieta tiene que ver con cantidades y evitar carbohidratos. A un diabético le da hambre

cuando tiene la azúcar alta. Tenemos que comer todo en cantidades pequeñas, ahora voy al Club

del Diabético a recibir charlas, he recibido cocina para diabéticos…Esto me ha ayudado bastante.

18. E: ¿Cómo cree que debe de enfrentarse este padecimiento?

S5: Este…explicarle a alguien lo que tengo. Diciéndolo de forma natural, hay que enfrentarlo,

uno no lo pide.

19. E: ¿Qué actitud ha tomado usted?

S5: Pues bien.

20. E: ¿Cómo le ha cambiado la vida?

S5: Sí, he cambiado bastante porque…yo ya no como tanto, ya no viajo tanto, la acumulación de

personas me sofoca…Mi hijo me apoya bastante y me saca a pasear…

21. E: ¿Cómo controla la situación en la que usted se encuentra?

S5: Con los medicamentos.

22. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?

S5: A veces.

163

E: ¿Con qué frecuencia?

S5: Muy de vez en cuando. Pero sí a veces. Este año me han dado más ganas de llorar que antes.

A veces cuando me empieza el dolor, pienso si será el momento en que me voy a morir (se

sonríe).

E: ¿Le afecta sentirse así?

S5: Si. Los días en que me siento de bajón y triste, yo misma me levanto el ánimo, porque si me

pongo triste va a ser peor, mejor me pongo a leer la biblia…y se me olvida lo que tengo.

23. E: ¿Se siente amenazada por su enfermedad?

S5: Sí. Porque en las noches me cuesta dormir, que me paro, que me acuesto, me siento sofocada.

Si me acuesto boca arriba, siento que el corazón me llega a la garganta, pero son días. Días que

me imagino que los nervios me molestan, por alguna preocupación. No es de todos los días, hay

días que estoy tan tranquila y tan bien. Le agradezco a Dios al amanecer y anochecer que pasé el

día bien.

24. E: ¿Ha tratado de olvidar su enfermedad?

S5: Sí. Pienso en otras cosas, salgo de mi casa, voy a reuniones, voy a la iglesia. Fiestas de mi

familia, cosas así…

25. E: ¿Qué hace para sentirse mejor?

S5: Este, me pongo a pensar en cosas buenas.

26. E: ¿Usted se describiría como una persona que enfrenta o huye de las dificultades?

S5: Las enfrento, prefiero.

27. E: ¿Qué cambios físicos ha tenido?

S5: Este…pues físicos casi no, pues mi peso se mantiene, ni subo ni bajo.

28. E: ¿Se siente enferma actualmente?

S5: Pues no.

29. E: ¿Está haciendo su rutina de siempre?

S5: Sí.

30. E: ¿Qué indicaciones le dio su médico para cuidar de su salud?

S5: Cumplir con los tratamientos, dietas, caminar unos treinta minutos, pero de diez en diez; si

me da dolor, descanso. Cuando se me quita el dolor vuelvo a empezar.

31. E: ¿Cómo cree que las personas a su alrededor la perciben por padecer de esta

enfermedad?

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S5: Pues gracias a Dios me siento muy querida por todos.

32. E: ¿Cree que le afecta a sus familiares que usted esté enferma del corazón?

S5: Pues yo digo que sí, se preocupan.

33. E: ¿Ha cambiado la vida de ellos?

S5: Pues como yo vivo sola con mi niña, creo que no.

34. E: ¿Qué ha cambiado de positivo en su vida desde que se enfermó?

S5: Este…de positivo…eh…pues yo me siento bien.

35. E: ¿Ha aprendido algo de usted misma en este año?

S5: A cuidarme mejor.

36. E: Si usted le explicara a alguien que recién la diagnosticaron de su padecimiento,

¿cómo lo haría?

S5: Que le cambió la vida, que siga las indicaciones, que haga dieta, y piense positivo. Si están

pensando que es feo comer tal cosa, o que comen grandes cantidades, o que se yo…el problema

es que si nos enfermamos y no nos cuidamos…hacemos padecer a otros. Acaso porque me

descuidé, me morí…no. Yo estoy aquí y todos pendientes de mí y preocupados, ése es el

problema. Sufren los que están cerca de uno. Ésta es la clave.

37. E: ¿Cree que su enfermedad tiene alguna ventaja?

S5: Pues de ventaja…que podría ser una ventaja…que podrá ser…no.

38. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿qué haría?

S5: Mejorar la situación de mi salud…Este, si pudiera iniciar una vida diferente a la que tuve,

porque por la vida desordenada que tuve tengo estos padecimientos. Exageración de comidas que

uno, no debe de tener.

39. E: ¿Cómo se imagina su vida de ahora en adelante?

S5: Pues me la imagino tratando de vivirla lo mejor que pueda, para poder tardar unos años más

en el mundo.

E: Bueno Carolina, hemos terminado, muchas gracias por su ayuda…

S5: Está bien.

165

DIARIO DE CAMPO

Se presenta como una persona dinámica y jovial. Su postura corporal reflejó confianza y

seguridad. Se muestra simpática y conversadora. Mostró un contacto visual fijo y atento

durante la entrevista.

166

SUJETO 6

Datos generales

Nombre: Dulce

Edad: 53 años

Estado civil: Soltera

No. de hijos/hijas: 1 hombre y 1 mujer

Ocupación: Sistema penitenciario

Lugar de Residencia: Villa Hermosa

Tiempo de asistir a la clínica: 10 meses

Tiempo transcurrido desde el diagnóstico de cardiopatía isquémica a la fecha: 10 meses

1. E: ¿Usted me podría explicar con sus palabras, qué es la cardiopatía isquémica?

S6: (Silencio, y se coloca las manos en la cara)… (Se sonríe)… ¡Ay no! Me lo ha explicado el

doctor, no quiero hablar mal de él… (Se sonríe)… Él es muy buen doctor. Mire… tengo

entendido…que la cardiopatía es algo así como…eh…tal vez… no me voy a dar a explicar bien.

Como…se le tapan a uno las arterias, y esto viene de que uno no se cuida…de tanta grasa, pero

también es la angina de pecho. Ajá, la angina de pecho. Uno camino y le duele todo esto (Señala

su pecho y su brazo izquierdo). Siente uno que ya no llega al lugar.

2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse de que padecía de una enfermedad en el

corazón?

S6: Eh…pues fíjese de que…cuando el doctor me dijo que me tenía que ir hacer un electro, me lo

hice. De ahí me dijo que tenía unas arterias tapadas. Bueno dije yo, tal vez hay algún

medicamento que me las destape, eso piensa uno primero. Entonces me empezó a tratar, me hizo

varios exámenes y todo eso verdad. Y me salieron no dos sino tres arterias tapadas, entonces me

dijo que yo tenía que ir a un cateterismo. Me indicó que UNICAR me lo harían, y luego él me

explicaría qué había visto al hacerme el procedimiento. Pero cuando sí me lo dijeron que tenía

que ser operada, ahí fue un golpe duro para uno. Porque uno piensa “y si me voy a morir”.

Porque eso es lo primero que pensamos los seres humanos. Y si me voy a morir…ya no voy a ser

la misma. Ya no voy a poder subir gradas, ya no voy a poder correr…eso es lo primerito que uno

piensa. Porque cuando me hicieron el cateterismo, sentí un poquito de temor, pero como yo

tengo dos hermanos que les hicieron eso.

167

E: ¿A sí?

S6: Sí. Entonces, me dijeron “no m´ja, valor”…cuando salga de esto me dijeron “no vaya a

mover la pierna, porque es bastante delicado”. Cuando llegué a UNICAR, pues ni modo si es

para mi bien. Pues mire yo ya caminaba (Señalando fatiga). De aquí a la puerta tenía que

quedarme yo parada. Hubo un día que yo descubrí que iba caminando, y pensé…ya no…

(Señala fatiga) y sentí que me quedaba tirada… ¡Ay no!… ¡Dios mío! No, no yo tengo que

llegar, y llegué a donde tenía que llegar. Entonces, yo le dije al doctor, fíjese doctor es raro que

cuando camino yo siento esto…y comencé a explicarle verdad, y ahí en cardiología, el doctor me

mandó hacer el montón de exámenes, imagínese cuántos exámenes…un eco…uno de así que se

respira…me hicieron un montón. Me internaron, mire vengo encantada de la atención de los

doctores, para mí me dieron un buen trato desde el conserje hasta el mejor médico que hay ahí.

Ya el doctor vio pues…que yo necesitaba operación. Y recuerdo que me lo dijo cerca de

Navidad. ¡Ay no! pensé qué regalo el que me vino a dar el doctor… (Se sonríe) sentí una cosa

horrible verdad…lloré…porque uno siempre llora verdad. Lloré y dije, no…no…no…y no me

opero. No acepto y no acepto esto. ¡Una operación en el corazón, imagínese! Si yo he visto con

mis hermanos pues. ¡Ay Dios mío!, más sin embargo, ellos me dan valor diciéndome “no m´ja,

opérese, mire usted parece una bomba caminando, hombre…opérese, hay va a ver que va a

quedar bien, ahí están los mejores médicos”…es que ellos me dicen así, pero bueno…pero yo ya

con el tiempo medio voy aceptando la operación, porque a uno le hacen un montón de exámenes

todavía. En este momento estoy viéndome la dentadura, pues uno no tiene que ir con ninguna

infección. Pero sí, a un principio… ¡ay dije yo, qué ingrato el doctor, por qué me dijo esto, ya

cercanos a Navidad, qué regalo! Uno qué puede hacer. Pero bueno, si es para el bien de uno qué

se puede hacer…pero sí cuesta, como que le dijeran a uno…”mire, usted tiene cáncer”. ¡Ah…es

una cosa! Pero gracias a Dios lo que yo tengo pues no se compara con lo del cáncer verdad,

porque el cáncer es de esperar que Dios disponga de uno.

3. E: ¿O sea que usted conocía de este padecimiento por sus hermanos verdad?

S6: Sí.

4. E: ¿Qué pensamientos pasaron por su mente al enterarse de su diagnóstico?

S6: Bueno, la primera dije yo, será que el doctor se equivocó, o será que me explicó rápido y yo

no entendí. Y si me opero, me voy a morir. Eso es lo primero que uno piensa. Y todavía lo sigo

168

pensando, y si me muero, todavía lo pienso. Y hoy precisamente le iba diciendo a un compañero,

me voy satisfecha porque (se ríe) ya gocé (continúa riéndose).

5. E: ¿Cómo ha enfrentado este diagnóstico?

S6: Ha sido bastante duro, pues no ha sido lo mismo estar bien usted de salud…y… a estar

tomando el montonón de pastillas, que para esto, que para aquello….esto sirve para el otro. Hay

veces que uno mira las pastillas y hasta náuseas da. Es duro ver ese montón de pastillas y al

mismo tiempo es saber que por ellas uno está parado. Pero sí quiere ganas ese momento.

6. E: ¿Qué hizo luego de enterarse de este padecimiento?

S6: Mire, tiene uno ese bajón porque la gente ya no lo mira a uno igual.

E: ¿Cómo la miran?

S6: A veces…le dicen a uno, no se vaya a enojar porque le hace mal… (Se ríe). Es que usted se

cansa de subir las gradas (se ríe). Y todo por lo que estoy padeciendo.

7. E: ¿Y a usted cómo le caen estos comentarios?

S6: Pues la verdad es que molestan. Molestan porque a veces, uno sube más las gradas que uno

que esté alentado verdad. Pero si, así lo miran a uno… ¡Ay miren, ahí viene la enferma! (Se ríe).

8. E: ¿De qué manera ha logrado obtener información sobre su padecimiento?

S6: Yo me meto a internet, y busco y miro y leo, más la información que el doctor me ha dado.

9. E: ¿Ha consultado usted con especialistas?

S6: Pues sólo con el doctor, y en UNICAR tengo una cita abierta para la operación. Pero sí he

pensado, pues he platicado con una compañera, que en Eventos hay un magnífico cardiólogo y

quisiera una segunda opinión. Sí ha pasado en mi mente, voy a ir con otro cardiólogo y que me

diga, y a veces digo no…para qué. Pero y si de repente me dice lo mismo (se ríe).

10. E: ¿Cómo controla usted lo que siente?

S6: ¿Cómo controlo? Mmm…no sé responderle.

E: ¿No?

S6: ¿Cómo controlo lo que yo siento?

E: Sí.

S6: ¿En qué sentido? ¿Cómo?

E: Eh…mmm… póngale que voy en el carro y tengo calor, pongo el aire acondicionado y

controlo este calor con el aire que recibo.

169

S6: Mire yo…a veces controlo y digo…yo no quiero operarme y también depende de mí porque

si no pongo de mi parte, sí me altero…o busco algo que sea malo para mí. Entonces, yo trato la

manera de…bueno digo yo…póngale que me invitan a una copa de algo…yo pienso, eso me hace

mal. Me tengo que controlar y digo, no gracias. Otro ejemplo sería que alguien me

dijera…corramos…y tal vez yo sé que me voy a quedar tirada ahí.

11. E: ¿Ha buscado apoyo? ¿De quién y de quiénes?

S6: No.

E: ¿No?

S6: No.

12. E: ¿Y a qué personas recurrió para contarles sobre su padecimiento?

S6: A mi familia, a mis hermanos, a mis hijos.

13. E: ¿Le gusta hablar sobre su condición médica?

S6: ¿Cómo así?

E: ¿Le gusta hablar de lo que padece?

S6: Mmm…pues sí, pues uno tiene que ser realista. Póngale que alguien me dice…”mire usted

que fea es”…si le digo…”yo soy fea, pero tengo algo por lindo”. Tal vez por fuera soy fea.

Entonces, si me gusta, porque a veces hablo con otra persona y salen pláticas y me cuentan que

así estaba fulano o mengano. A veces uno toca el punto y si también, si no hay que tocarlo

mucho mejor.

14. E: ¿Con qué personas prefiere estar acompañada durante sus consultas o

tratamientos?

S6: Con mi familia, bueno pero con el que esté disponible.

15. E: ¿Les ha explicado cómo le gusta que la ayuden?

S6: Como ellos puedan.

16. E: ¿Cómo le gustaría que las personas que la apoyan lo hicieran?

S6: Ante todo con un apoyo moral, aunque no sea económico. Así como hacen mis hermanos.

Ellos me dicen “m´ja opérese”. Ellos son mayores.

17. E: ¿Su médico le explicó a qué se debe su enfermedad?

S6: Sí. Mire primero me dijo que eso empezó también porque por el exceso de grasa, el colesterol

se elevó, también por los triglicéridos. Todo esto elevado, y yo que no puse nada mi parte.

Cuando me decían “mire, hay que llevar una dieta porque está elevado el colesterol”, y uno

170

dice:”ay, ese doctor”. Uno se enoja verdad, pero ellos nos previenen. El doctor me dijo: “¿ha

visto los desniveles que hace el alcalde?...así se le va hacer a usted, para que le corra la sangre,

en sus arterias” (se ríe). Ah que bueno, le digo, entonces iré donde Arzú (se ríe).

18. E: ¿Se siente responsable de su padecimiento?

S6: Sí. En realidad sí, uno no se cuida.

19. E: ¿Y se siente culpable?

S6: Bueno…digamos que una parte sí y otra no. Pues es algo que yo tenía que padecer.

Veámosla como una enfermedad que no nos desarrolla a todos, a mí me tocó la chibolita, como

así decimos, me tocó a mí.

20. E: ¿Podría decirse que esta enfermedad se debe a cómo usted vivió?

S6: Pueda ser y también como dicen hereditario, porque ya dos hermanos y yo la tercera.

21. E: ¿Puede ser que hábitos o actividades que usted tenía hayan contribuido?

S6: Si los mismos problemas, en todos los hogares hay problemas. Y como uno se hace el fuerte,

con el tiempo van saliendo las enfermedades.

22. E: ¿Usted habrá hecho algo para enfermarse más?

S6: Eso sí no.

23. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse su padecimiento?

S6: Aceptar lo que estoy padeciendo. Le he pedido mucho a Dios. Le he dicho que si debo de

operarme lo haré, pero que me dé una señal de algo, y tal vez no llegar a eso.

24. E: ¿Cómo le ha cambiado la vida este padecimiento?

S6: Bastante. No sé, tal vez por lo mismo que uno tiene y siente, me siento más inútil, como que,

uno quiere correr y no puedo hacer, quiero caminar rápido y ya no puedo hacerlo. Mire, hay días

que amanezco como quinceañera, no todos los días son malos (se sonríe). Mire, ya no es lo

mismo, uno se agita y pienso que siempre hay otros casos peores. Gracias a Dios tengo manos y

pies, estoy completa por fuera. Tal vez en otros casos, ni se puedan parar, y aunque sea así, sin

manos se van y llegan a donde van. Y como yo teniendo dos pies, aunque llegue agitada y

cansada (se ríe) debo de llegar. Tiene uno que hacer la lucha, porque si se deja uno caer… ¿qué

pasa?... que uno mismo se está matando. Mire mi trabajo es de subir y bajar gradas, yo subo

aunque ya por el segundo nivel debo de descansar, pero puedo ver que no sólo yo, patojas

jadeando, diciendo que es insoportable. Entonces, me digo a mí misma, “¿de qué te

quejas?”…Mira cincuenta y tres contra veintipico…Entonces ¿de qué te quejas?, y me doy valor,

171

dándome ánimo. Hasta tengo una máquina para hacer ejercicios en mi casa, elíptica. Me pongo

hacer ejercicios, aunque sea cinco minutos, pero lo estoy haciendo, ahí estoy. Y si no, mi hijo me

dice “señora haragana vaya…vaya”. “Ay” le digo, “siento que esa máquina me mira”, para qué

me mira (Se ríe). Pero sí, a veces yo misma me despierto pues.

25. E: ¿De qué manera expresa lo que siente?

S6: ¿Expresión? A veces me olvido que estoy enferma. Me olvido que tengo esto. Le digo a mis

compañeras, “dicen los doctores que me tengo que operar”, pero quién puede más Dios o los

doctores y me contestan que si tengo fe, así será. Yo espero en Dios, espero en Dios. Será que

estoy enferma, y me acuerdo cuando debo de tomar pastillas (se ríe).

26. E: Emocionalmente, ¿de qué manera le ha afectado este padecimiento?

S6: Emocionalmente sí afecta, como le digo uno ya no se siente el mismo, uno está pendiente que

hoy tengo cita, y que el doctor le pregunta a uno con lo que se está haciendo y uno baja. En lugar

de decirme que ya no me voy a operar. Pero sí afecta emocionalmente bastante.

27. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?

S6: Sí.

E: ¿Con qué frecuencia?

S6: No seguido (se puso a llorar).

E: Este espacio es para todo.

S6: Gracias. Odio no sentirme como antes, ya no ser el mismo. Platicaba con una muchacha que

ya está operada, y me decía que no me operara. Y le dije pero que era necesario. Me contestó

que no lo hiciera. Pero, “¿por qué me lo dice usted?, “Mire me dijo” (señalando la cicatriz en

su pecho). ¿Usted está operada? “Sí, y me arrepiento de haberme operado”. Ya no es el mismo

uno, ya no, la gente la mira a uno, a mí no me importa, yo me valoro (llora). Dios dirá. Bueno,

desde el año pasado debía de haber operado, pero siento que se tenía que atrasar por todos los

exámenes que me pidió el doctor. Pero el doctor sí me dijo que me debo de operar, que es para

mi bien, y como le digo, uno no hace caso. La nutricionista me indicó todo lo que no podía

comer, le afecta a uno bastante, nadie se lo puede imaginar. Los doctores saben y dirán qué es lo

que deben de hacer con uno. Es su área. Mire, yo me cuido, pero en cumpleaños…pero sí me

cuido. Me cuido bastante, bastante.

28. E: ¿Se siente responsable por estar enferma?

S6: No.

172

29. E: ¿Y amenazada?

S6: Mmm…un poco, porque uno está pensando, por qué me tenía que tocar esto. Uno es egoísta,

por qué pensamos, por qué no le tocó a alguien más, en lugar de pensar “¡ay no Dios!”. Ni a él ni

a mí, a ninguna persona. Porque lo que voy a padecer, no se quiere para otra persona, pero a ratos

uno es egoísta. Uno dice, si yo me enfermé, por qué no se enfermó otra persona. Como cuando

se le muere la madre a uno o un padre, a veces le dicen a uno: “fíjate que se murió la mamá

de…”…y uno dice a bueno. Por qué, porque uno ha pasado eso, en lugar de decir “era su papá,

lástima que no siguió vivo”, y cosas así. Llega el momento que uno es egoísta. Si estoy enferma

por qué, no se enferma él, pero no debe de actuar uno así.

30. E: ¿Qué hace para sentirse mejor?

S6: A olvidarme de lo que padezco.

E: ¿Sí?

S6: Sí. Olvidarme de lo que padezco. Por lo menos, si el doctor me dice que tengo esto, hay

ratitos en el trabajo no lo siente, hasta en la casa. Uno piensa por qué tuvo que padecer esto.

Pero sí hay ratitos que uno logra olvidar. Cuando uno está trabajando, haciendo esto y aquello,

incluso a veces pienso que no debería de estar trabajando y después digo que es mejor que esté

ahí ocupada. Tengo más chispa que una patoja. A todos les digo que me siento bien.

31. E: ¿Ha evitado hablar sobre su enfermedad?

S6: Sí, un poco, a todos les digo que me siento bien. Si estuviera mal no estaría trabajando les

digo (Se ríe).

32. E: ¿Se describiría como una persona que huye o enfrenta las dificultades?

S6: Mire, no me gusta huir de mi enfermedad, cuando me preguntan que cuando me opero, les

digo que cuando termine de hacerme los exámenes (se ríe). Mire, yo me siento bien, y pienso

“¿será que me tengo que operar?” (se ríe). Para qué, si me siento bien. Yo siento que cuando

hay problemas, le afecta a uno más la enfermedad. Me afecta. Me tengo que sentir más tranquila

a pesar de los problemas, más aliviada, ya que los problemas afectan demasiado.

33. E: ¿Qué cambios físicos ha tenido?

S6: Mmm…mire físicos casi no.

34. E: ¿Se siente enferma actualmente?

S6: Pues no.

35. E: ¿Sigue haciendo su rutina de siempre?

173

S6: Sí, mire que en el grupo si falto, todos preguntan, dicen que no es lo mismo si yo no estoy, yo

bromeo, platico, alegre. Si me ven triste, me dicen, y yo les digo que no sé por qué me siento así,

y que ya se me va a pasar.

36. E: ¿Qué indicaciones le dio su médico para cuidarse?

S6: Seguir la dieta, y tomar los medicamentos al día, que eso no me falte, pues es una base para

seguir adelante.

37. E: ¿Usted cree que le ha afectado a sus familiares?

S6: Pues yo creo que no. Sólo me preguntan que cuando me voy a operar y ya. Y pienso que

tienen más prisa que yo (se ríe).

38. E: ¿Usted cree que la vida de ellos ha cambiado desde que usted se enfermó?

S6: No.

39. E: ¿Qué ha cambiado de positivo desde que usted tiene este padecimiento?

S6: Pues yo no he visto…tal vez…bueno tal vez me creen más inútil, no sé si es por mi

enfermedad o por mi edad…me dicen no haga esto o no haga aquello. O a veces me dicen que no

estoy enferma, entonces no los entiendo.

40. E: ¿Qué ha aprendido de usted misma ahora que se encuentra enferma?

S6: Sí, cuidarse uno más. Incluso le digo a quien pueda, cuídese. También por otras

enfermedades.

41. E: ¿Le ha traído su enfermedad alguna ventaja?

S6: No.

42. E: ¿Si tuviera que describirle a otra persona qué es padecer del corazón, ¿qué le

diría usted?

S6: Mire yo pues, lo primero sería decirle que yo tengo una cardiopatía. Estoy padeciendo de

cardiopatía, si usted se puede cuidar hágalo porque fíjese que esta enfermedad como lo puede

llevar a uno al otro lado de la vida, o puede uno curarse, pero es bastante dolorosa de estar uno

enfermo, pues con dolores no se mantiene uno. Como dicen los doctores, el corazón nunca duele,

lo que duele son los músculos. Le explicaría de manera que no llegue a padecerla pues es triste

verdad. Yo hace dos años me sentía bien, y sentí esto, y le digo esto es duro pues ya no es lo

mismo, uno tal vez quiere correr y la fatiga no lo deja a uno.

43. E: Si pudiera mejorar su situación, ¿qué haría?

S6: Ante todo cuidar de mi salud y alimentación más que todo.

174

44. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?

S6: Por el momento como no he llegado a la operación, pero si algún día llega a ocurrir esto, y

que esté en el quirófano…porque ya no es lo mismo. Yo lo veo con mis hermanos. Digamos con

mi hermana, es poco más débil, él es común y corriente, es pastor y va a la iglesia. Mi hermana

no. Yo siento que ella ha bajado bastante, sí se cuida bastante, pero miro yo a veces está que le

duele esto o aquello y pienso que si peor si voy hacer así yo. Luego, pues no puede cargar

nietos, no puede hacer casi nada. Si lo hace hay Dios, ya se enferma y pienso que no quiero ser

así, pero estos espejos los veo. Mi hermano es activo, maneja desde Xela hasta Tapachula. Va y

viene, él bromea, a él no le afectó, se siente igual…

E: ¿Qué tendrá que ver, que les afecte tanto a una persona y a la otra no?

S6: Yo siento porque él es hombre, y uno de mujer es más débil, uno quiere que lo estén

contemplando como para que le tengan lástima. A mí no me gusta que me tengan lástima.

Lástima ni siquiera a uno que esté tirado porque se puede levantar si realmente lo quiere hacer.

Ella hace cosas, pero todo es más lento y mi hermano más rápido.

E: Bueno Dulce hemos terminado la entrevista, le agradezco su colaboración.

S6: Gracias por ayudarme a hablar.

DIARIO DE CAMPO

Dulce es jovial, amable y extrovertida. Se le percibe como una persona divertida y

simpática. Tiene 19 años de trabajar para el sistema penitenciario. Trabaja en el control

de unidad de alimentos. Refiere que se preocupa por su trabajo y se siente a gusto en

su grupo en cuanto a las relaciones laborales y personales.

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SUJETO 7

Datos generales

Nombre: Alicia

Edad: 60 años

Estado civil: Casada

No. de hijos/hijas: 4 hijos, 3 hombres y 1 mujer

Ocupación: Secretaria en una parroquia

Domicilio: Zona 15

Tiempo de asistir a la clínica: 2 años

Tiempo de ser diagnosticada con cardiopatía isquémica: 2 años

1. E: Usted me puede explicar, ¿qué es lo que padece?

S7: Estoy padeciendo de la presión alta, y hace dos años que me pusieron dos stents, y he estado

con medicamentos y ahí me he mantenido. Vaya que no padezco del azúcar tampoco, sólo de la

presión.

E: Ay, que bueno, porque se pueden complicar de ahí las cosas, cuando a uno le resultan más…

S7: Sí, con la diabetes. Me he hecho exámenes de triglicéridos, ácido úrico, y el colesterol y todo

ha estado normal, sólo es la presión que me molesta.

E: Aunque esté tomando medicamentos…

S7: Aunque esté tomando medicamentos, a saber qué será.

2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padecía de una enfermedad en el corazón?

S7: Yo decía, ¿será que padezco…? Pero lo que me comenzó a molestar fue que cuando

caminaba me fatiga mucho. Sentía que se me abría el pecho, ¿pero por qué será? Y yo decía a

saber por qué será. Y con eso que le mandaron a decir a mi hijo, me llamó y me dijo “mamá, eso

es urgente que te lo hagan”. Me mandaron un montón de exámenes. Pero, yo decía: “¿será?, ¿no?,

tal vez no… ¿será?”, decía yo. Él me decía “te lo tenés que hacer”. No para mañana, para ahora.

“No”, le decía yo, “esperemos para el otro mes”. Cuando me hicieron los exámenes, me dijo que

había hablado con el doctor y ya me llevaron a UNICAR y ahí fue donde me operaron y todo.

Pero yo sólo sentí que me apretaba mucho el pecho, pero no pensé que era el corazón que me

estaba molestando.

3. E: ¿Conocía usted sobre este padecimiento?

176

S7: No.

E: ¿No había escuchado antes de él?

S7: No. Yo sólo había escuchado que a no sé quien le dio infarto, y no sé que, pero de lo demás

no.

4. E: ¿Cree que hizo algo para prevenirlo?

S7: ¿Para prevenirlo? Pues desde que nació mi niña yo me quedé padeciendo de la presión.

E: A bueno.

S7: Entonces, yo sólo la pastilla de la presión, y pensé que con eso…No pensé que algo del

corazón.

5. E: ¿Y qué pensamientos pasaron por su mente cuando le dieron el diagnóstico?

S7: Pues no pensé que me fuera a morir, pero… (se ríe). Porque hay unos que se van a morir. Tal

vez no, pero no sentí que me fuera a morir, en las manos de Dios queda todo.

E: ¿Qué hizo luego de enterarse?

S7: Entonces sí, como ellos agilizaron los trámites para que me ingresaran y todo, entonces así

fue que me operaron.

6. E: ¿De qué manera ha logrado obtener información sobre su padecimiento?

S7: Después que me operaron, mi hija me buscó y me enseñó en la computadora lo que tenía, y

fue así que me dijo: “mira y tú dudando, te tenías que operar”. Yo sí estaba dispuesta a operarme,

pero realmente no sabía de los riesgos, de dejarlo así al tiempo, y ella me fue explicando cuando

se le van cerrando a uno las arterias o ¿las venas?

E: Las arterias.

S7: Las arterias son.

7. E: ¿Ha consultado usted con especialistas?

S7: Sólo con el doctor.

8. E: El que el doctor le explique, ¿le ha ayudado a enfrentar su enfermedad?

S7: Sí. Él me ayudado.

9. E: ¿Ha buscado apoyo?

S7: No.

10. E: ¿A qué personas recurrió?

S7: Mi familia, mis hijos, mis hermanos.

11. E: ¿Le gusta hablar sobre su condición médica?

177

S7: Pues no mucho, yo sólo oigo cuando me cuenta, y digo yo: “eso tengo yo”, oigo cosas

parecidas a las que tengo yo, pero sólo lo pienso, cuando cuentan y todo.

12. E: ¿Cómo se siente ante las reacciones de estas personas?

S7: Yo me siento bien porque gracias a Dios ya pasé todo eso y ahí voy.

13. E: ¿Con qué personas prefiere estar acompañada durante las consultas…y?

S7: Con mi hija. Con ella voy y vengo.

14. E: ¿Cómo la ayuda ella? ¿Por qué necesita usted de su ayuda?

S7: Porque ella me dice que tengo ir y que le tengo que hacer caso al doctor, que me tengo que

tomar las pastillas, está pendiente. Me dice ya te toca tu cita. Y como desde diciembre ya no

vine.

E: ¿Desde diciembre? Estamos en septiembre.

S7: Sí. Pero por el trabajo, se me sube la presión de ir y venir. Muy lejos.

15. E: ¿Y usted le ha pedido que la apoye como desea?

S7: ¿Ella? Sí. Ya no me digas nada. Yo me tomo mis pastillas, nunca he dejado de tomarlas.

E: Ah bueno.

16. E: ¿Su médico le ha explicado a qué se debe su enfermedad?

S7: ¿A qué se debe? Ay, ya no me acuerdo.

17. E: ¿Se siente responsable?

S7: Yo digo…pues a uno le dicen que no coma mucha grasa, pero como pero poquito y ejercicio

sólo de mi casa a mi trabajo, vengo cansada y ¿hacer ejercicio? Tengo que hacerlo pero, ¡ay!

E: Pero, ¿se siente responsable?

S7: Sí.

18. E: ¿Y culpable?

S7: También, pues eso es para mi beneficio.

19. E: ¿Puede considerar que su enfermedad se debe, a cómo usted vivió?

S7: Pues yo creo tal vez sí, pero es que uno no se da cuenta…por qué hice esto, por qué hice

aquello, o el otro, y ahí está la cosa.

20. E: ¿Cree que algún hábito o actividad puso en riesgo su vida?

S7: Yo digo que por la grasa, porque uno come y no siente lo que le hace daño, comer tanta grasa

y no hacer ejercicio, porque siempre lo recomiendan y uno no hace caso.

21. E: ¿Cómo cree que debe enfrentarse esta enfermedad?

178

S7: Yo digo…bueno…eh…llevar las indicaciones del médico, como él las dice.

E: Sí, verdad.

S7: Si él le dice ejercicio, hay que hacerlo, tomar las medicinas, hay que hacerlo.

22. E: ¿Y cuál ha sido su actitud? ¿Qué actitud ha tomado ante este padecimiento?

S7: Pues yo me siento tranquila, media vez me tome los medicamentos…bueno y el ejercicio que

no hago mucho.

23. E: ¿Le ha cambiado la vida?

S7: Pues yo he seguido…mi hijo me dice: “tu vida normal, no te estés…” pues nada de

acuchuchar, que uno no puede hacer nada, yo a los tres meses ya hacía…mis cosas.

E: Desde los tres meses, ¿usted ha llevado su vida…?

S7: Ajá, normal.

24. E: ¿Y de qué manera expresa lo que siente?

S7: Que me siento bien, contenta, no me estoy quejando.

25. E: ¿Le ha afectado este padecimiento?

S7: Pues eh…que me dicen “eso no lo podés hacer, eso otro tampoco”, pues no puedo levantar

cosas pesadas, no le digo, antes era haragancita porque antes hacía otras cosas y ahora ya no. Eso

nada más, para mí mejor.

26. E: ¿Usted diría que sigue su vida como si no estuviera enferma?

S7: Ajá, sí.

27. E: ¿Y cómo controla la situación?

S7: Pues llevo mi vida normal, no hago cosas que no tengo que hacer, o las hago normalmente.

28. E: ¿Y ha sentido deseos de llorar?

S7: No. Eso sí no.

E: ¿No?

S7: No.

29. E: ¿Y en algún momento se sintió amenazada por su enfermedad?

S7: ¿Cómo si me fuera a morir?...Eh…no. Yo a veces les digo a mis hijos, ya van a ver…me voy

a morir…es que a veces se portan mal.

E: ¿Y qué es lo que hacen?

S7: Son rebeldes, como están otros chiquitos y hacen lo que yo no quiero, ya van a ver me voy a

morir…” (se ríe).

179

E: ¿Y qué contestan?

S7: “Ay no mami”. Y es que dice los hermanos que…bueno es que les digo yo, si me da un

infarto me voy a morir, pero dicen los hermanos que con eso no me pasa nada, que con eso no

dan infartos. “Ah bien” les digo, sí dan. Mi hermano también me dice, “no m´ja”, con eso no te

da infarto”. Pero yo lo hago para amenazarlos.

E: ¿Ellos están informados?

S7: Ellos sí, todos saben, qué puedo y qué no debo.

30. E: ¿Qué hace para sentirse mejor?

S7: Pues, seguir con mi vida y tomar mis medicamentos.

31. E: ¿Sí? ¿Ha evitado hablar de su enfermedad?

S7: Pues…como le digo…son otras personas las que hablan del padecimiento…

E: ¿Pero usted sí entra en la conversación?

S7: Ah sí, platico…les platico que tengo esto y…hace poco operaron a una de las señoras, pero a

ella le pusieron marcapasos. Ella dice que no se agacha, que no hace esto, que no hace el otro y

que digamos que cuando hay un aparato eléctrico no se acercan, porque le dan descargas…”Ay

digo yo…tengo stents y voy y vengo, ya viajé en avión, todo…todo”.

32. E: ¿Usted enfrenta o huye de las dificultades?

S7: Yo las enfrento.

33. E: ¿Ha tratado de olvidar lo que padece?

S7: Pues se me olvida. Me preocupo por otras cosas, lo que sí es que siempre la medicina, se me

olvida que operaron.

34. E: ¿Ha tenido algún cambio físico?

S7: Pues yo lo que siento es que me engordé. No como mucho, pero sí me he engordado.

35. E: ¿Se siente enferma actualmente?

S7: No. Yo lo que me siento es gordita.

36. E: ¿Qué indicaciones le dio su médico para cuidar de su salud?

S7: Ejercicio, medicina, dieta…no grasas.

37. E: ¿Cómo cree que las personas a su alrededor la perciben?

S7: Eh…yo creo que normal.

38. E: ¿A sus familiares les habrá afectado esta situación?

S7: Tal vez al principio, estaban muy apenados.

180

39. E: ¿Qué cree que ha cambiado de positivo desde que usted se enfermó?

S7: Pues yo creo que en que son más conscientes de lo que puedo hacer o no. Ellos me ayudan y

mi esposo me dice “deja ahí, yo te ayudo”.

40. E: ¿Qué ha aprendido de todo esto?

S7: Ah…bueno a cuidarme, a mí me gusta la comida…los chicharrones, como poquito, no como

antes. Sí como de todo, pero menos.

41. E: Si tuviera que describirle a otra persona lo que siente al estar enferma del

corazón, ¿cómo lo haría?

S7: Pues que siguiera las indicaciones de su médico y que se operara si es de operación. Que siga

las indicaciones.

42. E: Si usted pudiera mejorar su situación, ¿cómo lo haría?

S7: Poner más de mi parte, hacer más ejercicio, comer menos

43. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?

S7: Tranquila.

E: Alicia, gracias, hemos terminado.

S7: Estuvo rápido… (se ríe).

DIARIO DE CAMPO

Alicia se presenta reservada y callada. Es educada y colaboradora.

Comenta antes de que comience la entrevista que vive cerca de su trabajo. Camina

de ida y de regreso todos los días. Va a almorzar a su casa, igualmente se va

caminando.

Su hijo mayor es médico, reside en los Estados Unidos, es un apoyo fuerte para ella.

181

SUJETO 8

Datos generales

Nombre: Rocío

Edad: 50 años

Estado civil: Casada

No. de hijas/hijos: 2 hombres y 1 mujer

Ocupación: Master en educación superior, proyectos educativos y

catedrática universitaria.

Domicilio: zona 16

Tiempo de asistir a la clínica: 3 años

Tiempo transcurrido del diagnóstico de cardiopatía isquémica: 14 años

1. E: Me puede explicar con sus palabras, ¿qué es la cardiopatía isquémica?

S8: Sí. La cardiopatía isquémica que me han presentado a mí es que yo tengo un prolapso en la

válvula vitral y que básicamente es una situación congénita y que obviamente ha repercutido en

mi salud, en mi calidad de vida.

2. E: ¿Cuál fue su reacción al enterarse que padecía de esto en su corazón?

S8: Pues realmente desde que era muy chiquita, viví prácticamente en los hospitales, con

tratamientos, diagnósticos. En ese tiempo la ciencia no había avanzado mucho. Pero lo que me

decían era que yo había nacido con un soplo en el corazón. Entonces, lo que trataban era que yo

controlara mis actividades, que no me agitara mucho, que tuviera una vida más o menos

tranquila, de ahí no pasaba. Ya cuando la ciencia fue avanzando y uno se va volviendo adulto y a

través de los adultos y diagnosticaron entonces el prolapso de la válvula mitral. Y que ese

prolapso daba de cierta forma un poquito de problema. A consecuencia de eso, padecí de

insuficiencia cardíaca…me tengo que acordar…mmm…de lo otro que me dijo el doctor…Que

era una cardiopatía irreversible, más o menos así, no me recuerdo de todo lo que me dijeron.

Pues me fueron tratando con diferentes medicamentos. Por lo demás puedo decir que no me ha

afectado mucho mi vida, tuve mis tres hijos con parto natural, siempre me declaraban como

riesgo, pero nacieron bien, sanos, fuertes…

E: Qué bien.

182

S8: Re bien en todo, esto es una prueba. Una prueba de fuego que pasa una mujer y que gracias a

Dios pues reveló que el problema sí era congénito, que sí afectaba mi corazón, pero que a la larga

no era que tan severo como lo planteaban. Posteriormente, comencé a padecer de la presión alta.

E: ¿A partir de cuando?

S8: Esto fue a partir de una cólera muy grande que recibí. Sí estoy definitivamente consciente

que fue por eso. Resulté con ataques de ansiedad, a cada rato me iba al hospital porque sentía

que me faltaba el aire. De repente no podía respirar…Ah, el otro problema que tenía yo también

era…ahorita me recordé…una arritmia cardíaca. Entonces, cuando me diagnosticaron esto de la

arritmia, yo llegaba al hospital con la arritmia, pero derivado de la ansiedad y con taquicardia. La

verdad que ahí comenzaron a detectar que tenía la presión alta, pero nunca me podían decir que

era hipertensa, porque apenas comenzaba a dar reflejo de ello, verdad. Posteriormente, sí tuve

varias crisis hipertensivas, y se fueron detectando con el tiempo, me tuvieron que dar varios

medicamentos, dosificarme varias dosis para poder controlarla. Ahora sé que la hipertensión no

se cura, sólo controlada adecuadamente y evitar pues que llegue a niveles muy altos pues es ahí

donde se pueden dañar los órganos blandos.

3. E: ¿Usted conocía sobre este padecimiento en otras personas?

S8: Pues realmente no. En mi núcleo familiar y amistades soy la única que padece.

4. E: ¿O sea que usted no hizo algo para prevenirlo?

S8: No, porque era algo congénito.

5. E: ¿Qué pensamientos pasaron por cabeza cuando se enfermó?

S8: Bueno, pues yo soy una persona muy positiva y tengo mucha fe en Dios. Yo por decirle algo,

yo he vivido situaciones que cómo le digo, mi cardiólogo de cabecera murió de un ataque

cardíaco. Y él era el que me aconsejaba, se preocupaba por mí. Entonces, yo me he dado cuenta

que Dios tiene destinadas las vidas de las personas y no es una enfermedad la que va acabar con

uno. Sino una actitud de vida. Esa actitud de vida, siempre que esté llena de positivismo y

confianza en Dios, pasa los límites de lo que la ciencia puede pronosticar.

6. E: ¿Cómo ha enfrentado este diagnóstico?

S8: Con bastante serenidad, tranquilidad, no me ha inhibido en cuanto a mis actividades

personales, he logrado lo que he querido personalmente. He trabajado donde he querido, como

he querido. He avanzado creo que bastante en cuanto a transmitirles a mis hijos valores, hacerlos

que sean profesionales, hombres de bien. He seguido la vida como una persona normal. Lo único

183

sí, es que no me puedo exceder. No puedo tener una vida de deportista. Ya no puedo ser una

persona muy, muy activa. Ni hacer actividades de alto impacto, sino actividades moderadas.

Pero sabiéndola llevar, se lleva divinamente.

7. E: ¿De qué manera logró obtener información de lo que padece?

S8: Bueno, yo creo que los médicos se cansaban de mí, porque yo no me quedo con dudas. Sino

que siempre consulto, les preguntaba a ellos, y si no me contestaban satisfactoriamente, me ponía

a indagar, a investigar. El internet es fabuloso, uno puede diagnosticar cualquier enfermedad,

saber cuáles son sus consecuencias, sus causas, definir qué medicamentos hay. Y también ver

casos de personas que explican su…propia situación.

E: ¿Sus vivencias?

S8: Sí. Su situación particular. Y en qué casos les ha funcionado una determinada situación. Lo

irrisorio de esto es que la última vez que me trató el Dr. 5, chequeó todos mis análisis y me dijo

usted no tiene el prolapso. Eso ya me lo había dicho unos años antes unos médicos que vinieron a

la Universidad del Valle a realizar unos estudios y que me mandaron hacer un examen al

Roosevelt, un ecocardiograma. Ellos estaban seguros que yo no tenía el prolapso, ni una arritmia,

ni un soplo. Cabal el resultado dio negativo. El Dr. 5 me dijo “tú no tienes ningún prolapso”. ¿Y

por qué? Porque es determinante la edad. Cuando pasas de cierta edad, que generalmente son los

cuarenta años, el prolapso tiende a desaparecer en la mayoría de los casos. Y tú eres uno de esos

casos. O sea, que a ti que ya no te preocupe el prolapso pues si lo tuviste alguna vez fue

mínimo, y ahorita ya no tenés nada, porque eso a tal edad tiende a desaparecer, así como es

congénito tiende a desaparecer. Entonces, yo me quedé asombrada. Yo siempre pensé que él será

científico, pero a mí el que me salvó fue Dios. Y entonces, ya me quedé tranquila. Pero, como

nunca faltan las cosas ahora mi padecimiento principal, es la presión arterial.

E: Le molesta.

S8: Sí. Es que la presión alta sí te puede matar. Y yo he tenido una crisis tan fuertes, que te digo

que sólo Dios me ha regresado a casa. Verdad, crisis fuertes, en las que los médicos creen que

será mi último momento porque me sube tan abruptamente, a pesar de tomar medicamentos. Los

medicamentos son ininterrumpidos, pero a pesar de ellos. Ponéte yo puedo amanecer un día

super tranquila y de repente sentir que algo me está pasando, empiezo a sentirme mareada, con

los ojitos como que la sangre me sube, palpitaciones, sudor frío y muchas situaciones

horribles…y cuando llego, tengo la presión totalmente fuera de control. Me tienen que inyectar…

184

E: Estabilizarla.

S8: Sí. El problema es que yo estoy consciente de que yo también antes corría mucho al hospital,

porque aquí nos queda cerca el Militar. Entonces, la idea era que yo me empezaba a sentir mal y

me decían…”no permitas que la presión se te suba, porque si se te sube, te puede dar un infarto,

un derrame en el momento y vos no tenés cómo”. Entonces, yo me iba corriendo al hospital, pero

yo no sabía que el estado de ánimo es aún más perjudicial, ¿verdad? Porque cuando yo llegaba,

llegaba ansiosa, con miedo. Me estresaba más, me alteraba. Ponéle que la presión la tenía en ese

momento, como lo normal es 120/80, ése es mi sueño, nunca he logrado tenerla verdad. Mi

presión normal es de 160/100 es lo que manejo, y cuando está muy alta es 160/110. Entonces

sube demasiado la mínima. Entonces, cuando la tengo así, del miedo de que me va a pasar algo,

yo misma me…la disparo.

E: ¿Usted ya aprendió?

S8: Yo ya aprendí a controlarla. Entonces, cuando yo estoy en un momento de crisis, aunque esté

sudando y la esté pasando a palitos, se me sube la sangre, porque se pone uno con sudoraciones

frías. Se pone uno que siente el corazón ya no va a responder, porque está bombeando a toda

fuerza. Entonces, lo que hago es prepararme un té, me tomo mi medicamento. Comienzo a orar.

Tratar de relajarme, tratar de acostarme, ponerme el ventilador. O sea, darme los primeros

auxilios para que me vaya pasando. Te digo que se dice fácil.

E: Pero, ¿sí ha funcionado?

S8: Ha funcionado. Pero no es tan fácil, porque sí te la ves dura, sentís que te vas a caer, estás

super mareada…y sabés que tu corazón está haciendo un esfuerzo muy, muy grande, que todo

esto siempre va acompañado del dolor en el brazo izquierdo y dolor de pecho. Éste es un dolor

precordial.

E: Asusta.

S8: Y que asusta, porque uno no puede dejar de preocuparse.

8. E: ¿Ha consultado con especialistas?

S8: Sí. Unos ya conocen que yo soy muy aprensiva, que es algo que he tenido que controlar.

Cuando una paciente es muy aprensiva no es tan bueno contarle todas las cosas como son,

¿verdad? Unos prefieren como decirme… las cosas más sencillas más suaves. Otros me dicen las

consecuencias como son, además uno no es neófito, ha estudiado y también se ha documentado y

sabe de los riesgos que se corren al tener un problema como el mío.

185

9. E: ¿Ha buscado apoyo?

S8: ¿En qué sentido? ¿Médicos? ¿Familia?

E: Mmhm.

S8: Mira, aquí mis ángeles guardianes son mi esposo y mi hijo grande. Que mi hijo grande, que

ahora es abogado, desde que tenía diez años ha tenido que lidiar con mi enfermedad. Y mi

esposo que toda la vida ha sido un amor conmigo. Él sí que le debo mi vida, porque no sé,

siempre que estoy enferma, nos conectamos, algo pasa, y ya estoy yo que…siento que me voy a

morir y es él al que le toca llevarme. Pienso que no ha sido una vida fácil para él, ni tampoco

para mis hijos y menos para mí que soy la que lo vive. Pero creo que ha sido como un recurso

que nos ha puesto Dios para ser más unidos pienso yo. Lejos de separarnos, nos ha unido. Nos ha

fortalecido mucho.

E: ¿Alguno de sus hijos tiene este padecimiento?

S8: No. Todos son super sanos a Dios bendito.

10. E: ¿A qué personas recurrió cuando se enteró de su padecimiento?

S8: Pues es que en ese tiempo, lo mío es desde el nacimiento, el prolapso. Yo veía que se

preocupaban por mí. Mis papás se angustiaban. Ellos eran los que llevaban todo.

E: ¿Y a quién recurrió cuando usted ya tenía razón de lo que le sucedía, comprensión?

S8: Pues fíjate que a mí nunca me ha gustado contarle a nadie, porque yo siento que son

situaciones como muy privadas y particulares.

11. E: ¿Ha preferido evitar hablar de ello?

S8: Sí. Incluso en los trabajos, porque por ejemplo, creo que hay gente que no tiene conocimiento

y que además que no tiene conocimiento sobre la enfermedad, puede ser que te marginen o te

vean como si eres un minusválido y no es nada de eso, ¿verdad? Entonces…

E: ¿Podrían tender a etiquetar…?

S8: Mira yo en el último trabajo me daban crisis, y cada vez eran más constantes. Entonces, sí

sabían que yo padecía de la presión y que tenía un problema, pero ahí paraba verdad. No me

gusta como andar contando. Porque es como hacerte la víctima, aprovecharte de la enfermedad

para que los demás te tengan mucha consideración y también tú misma como hacerte un sello,

una etiqueta que eres una persona que tienes una incapacidad y que por eso no puedes salir

adelante. Entonces, para mí no es andar contando. Es la primera vez, con esta entrevista, que yo

cuento de mi enfermedad, con una persona que no sea un doctor, ni alguien de mi familia.

186

12. E: Yo le agradezco mucho la confianza. ¿Con qué persona prefiere estar acompañada

si debe asistir a una consulta?

S8: Con nadie. Para mí es muy molesto estar con una persona que me acompañe, inclusive que

mis hijos cuando me han tenido que acompañar, que me digan las cosas delante de ellos, como

son. Ellos me quieren mucho y se angustian. Se preocupan.

13. E: Entonces, su médico tratante sí le explico, ¿a qué se debe esta enfermedad?

S8: Mira, el médico tratante sí. Por ejemplo ahorita, te digo mi diagnóstico por lo que aún me

tiene controlada, es la presión arterial alta. Hipertensión.

14. E: ¿Se siente responsable de su padecimiento?

S8: Creo que sí. Creo que sí. El otro no porque ya te digo que es congénito. El padecimiento de la

presión alta creo que sí porque uno debe de aprender a manejarse emocionalmente las situaciones

que se le presentan. Debemos de tener una madurez emocional adecuada y conveniente. Cuando

uno se toma a pecho las cosas, se preocupa demasiado, se angustia, se atormenta. Como que se

sobre valoriza, una magnitud extrema a una situación de dificultad o de preocupación, o

dificultad en la vida, yo creo que uno mismo se autodestruye. Las cosas hay que tomarlas con

tranquilidad, con serenidad y saber de dónde vienen. La mayoría de las veces cuando yo me

enfermo es porque precisamente me sobre angustié, me enojé…uno mismo se lo provoca.

15. E: Entonces, ¿se podría decir que se siente culpable?

S8: Pues en un porcentaje sí, tal vez no en todo.

E: Entonces, la hipertensión ¿se podrá incrementar de alguna manera en situaciones que usted

vive y que no controla?

S8: Claro que sí.

E: Usted ya sabe hasta cuando es.

S8: También te voy a decir que es un poquito raro, porque a veces estoy super tranquila y feliz,

amanecí re bien. Me levanté y de repente me comienzo a sentir mal. Con un dolor fuerte de

cabeza y entonces yo sé que algo anda mal y yo no hice nada malo para provocarlo. No siempre

funciona así que uno se lo provoque. Ahora si hay otras cosas como el tráfico, y me altero

porque alguien se me pasó o me tiró el bus, encima del carro o una cosa así. Entonces, por mi

forma de ser tan preocupado y aprehensiva, yo sí me pongo malísima. Tal vez otra gente lo ve

más tranquilo. Tal vez ahí estaría donde yo provoco la situación o también me altero porque

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alguien me trata mal o me ofende, y me altero. Y aunque no le diga nada, me reprima y no

conteste, ya la presión de me sube. Sé que a veces son cosas internas y a veces externas.

16. E: ¿Qué actitud ha tomado entonces?

S8: Como que tomarlo con calma, pero ya de vieja me di cuenta. En el 2005, cuando empecé

fuerte con la hipertensión, si yo hubiera sabido que a mí me valía todo, a mí no se me hubiera

subido la presión.

17. E: ¿Cómo cree que le ha cambiado la vida?

S8: Pues la vida me ha cambiado…tomando las cosas como vienen, de la forma más serena.

Eh…trato de…darme mi tiempo, no presionarme.

E: Eso como funciona. Si todos aprendiéramos.

S8: Sí. Pero de verdad entendemos hasta que las enfermedades nos dan los sustos, ¿verdad?

Porque generalmente, uno se pide más, se exige mucho. Siempre pendiente de la vida de los

demás. Eh…Uno de mis problemas, es que he querido vivir la vida de todos, por mí misma.

E: Eso desgasta, ¿verdad?

S8: Es un desgaste tremendo. Por ejemplo, mi hijo no entrega un trabajo en la universidad y yo

atormentadísima, sufro más que ella o que él. ¿Y qué pasa de regreso? No pasó mayor cosa pues.

Por los hijos, uno se desvive, se muere, se angustia…eh…sobre dimensiona lo que puede ocurrir.

Y ahí está, si un hijo no ha venido a las 6 o a las 7, y se tardó y son las 9, no te contesta. Porque

así son los patojos, cierran el teléfono porque saben que uno de mamá va a estar llamando y

llamando para saber ¿dónde andan? Entonces, te pones a pensar si sufrieron un accidente, que si

les pasó esto, que si les pasó lo otro. Para esto mi presión ya… Me preocupo por sus vidas, por

sus trabajos, por su responsabilidad en la universidad, por todo. Entonces, llega un momento que

estás viviendo cinco vidas. En mi caso, la de mi esposo y mis tres hijos y la mía verdad. Te

pones a pensar que eso no es bueno ni para ti ni para ellos. ¿Por qué? No entiendo,

definitivamente por ser una madre sobre protectora y extremadamente preocupada. Pero ellos

deben de vivir sus situaciones y adaptarse a que cada cosa que se dé, ellos deben aprender a

solucionarlas por sí solos. El hecho de que me esté preocupando por ellos no va a minimizar ni a

maximizar la situación que se tenga que dar.

E: No.

S8: Pero eso uno no lo comprende. ¿Mira por qué no has venido temprano?, ¿No te dijeron nada

en la U? ¿Cómo te fue con tus alumnos? Entonces, ¿cómo vas a vivir cinco vidas? Es lo que he

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estado haciendo desde chiquitos. Por ejemplo, un caso específico, mi hijo que se fue a vivir a los

Estados Unidos. Me tenías las 24 horas pendientes de él. ¿Qué cómo le habrá ido? ¿Qué si se

adaptó? ¿Qué si tiene amigos? ¿Qué sus profesores cómo lo tratan? ¿Qué no se ha comunicado

conmigo, de plano está enfermo? Yo pensando que estaba enfermo y el otro haciendo un montón

de cosas. Entonces, esta segunda vez que se fue ya no me voy a atormentar. Si soy una mujer de

fe, me voy a poner a orar, y le pediré al Señor que lo cubra, pues él es su Padre. Yo ya no puedo

hacer más. Él tiene el control de su vida y el control de la vida de mis hijos y de la de mi esposo.

Yo ya no puedo hacer nada, porque estoy lejos, y porque ya son unos adultos, y porque tienen

una vida propia. Y porque yo definitivamente que voy a lograr con preocuparme. Entonces, eso

me ha ayudado un poco. Una vida más tranquila. Andás quedando bien con todo el mundo no se

puede. Andas preocupándote por todo el mundo, no se puede. Querés solucionar la vida de todo

el mundo y no se puede. Imposible. Entonces, uno se debe de poner límites. Saber que uno

puede trascender, pero a través de los valores que les fomentó. Ya después no podes hacer

mucho. Sólo darles el apoyo cuando te lo piden, pero ahí está y ya cumpliste. No angustiarte de

más.

18. E: ¿Cómo expresa usted lo que siente?

S8: Dependiendo si yo aprendí de vieja, bueno, no voy a decir que cuando era soltera y que le

vivía diciendo a mi esposo que lo amaba y que lo quería y que lo apapachaba. No te voy a decir a

estas alturas o cuando los hijos son chiquitos, de ahí pasa una etapa de distanciamiento, que los

hijos no quieren que uno los bese ni los abrace, máxime si son hombres. Ellos se sienten mal

porque uno los quiere seguir apapachando. Sobre todo si se hace delante de los amiguitos

verdad. Entonces, esa etapa, la pasas como alejada. Pero ya ahorita en esta etapa yo cada vez

que puedo les digo que los quiero, que los amo, los apapacho. Los bendigo todos los días.

Porque no sé si va hacer mi última día, y digo puchica por lo menos que se vayan con el recuerdo

de que su mamá los bendijo y no los maldijo o les mentó la madre porque hicieron algo malo.

19. E: Emocionalmente, ¿de qué manera le ha afectado esta enfermedad en el corazón?

S8: Pues me ha afectado en…mira en algún momento sí quisiera hacer más de lo que hago hoy.

Por ejemplo, yo todavía dudo que me pueda subir a un avión, verdad. Entonces, me da miedo.

Porque yo sé que la presión arterial no me está preguntando si en el camino se le va a

ocurrir…Porque a veces la altura te afecta ¿verdad?, por el cambio de atmósfera, no sé.

Entonces, por decirte, yo quisiera viajar y disfrutar cuando mis hijos estaban chiquitos porque

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tenía que trabajar. Yo trabajaba 18 horas al día y cuando llegaba, llegaba a trabajar en la casa con

ellos. O sea, que yo nunca tuve una cosa de poder eh…decir nos vamos a ir a conocer este lugar

o este otro. Tuvimos la preocupación de sacar los estudios de ellos adelante. Pero, ahora que ya

ellos tienen casi, porque el grande ya se vale por sí mismo, el chiquito forjó su futuro afuera, con

mucho esfuerzo y re bien. Y la mediana que ya está por graduarse de arquitecta. Entonces, se

supone que con mi esposo tenemos más tiempo para disfrutar, pero yo no puedo viajar como

cuando era patoja pues, cuando era adolescente o soltera. Yo ya sé que tengo una serie de

limitaciones que me impiden tener una vida…no que me esté metida todo el tiempo en la casa,

pero si por lo menos…

E: Tal vez, ¿no sentir ese temor?

S8: Sí ese temor verdad, que es lo que uno nunca va a saber. Cómo es que yo venga de un viaje

bien y que me suba al avión y no me afecte, puede ser que exista la probabilidad de que sí pueda

generar un riesgo.

20. E: ¿Ha sentido deseos de llorar?

S8: ¿Cuándo? ¿Por la enfermedad?

E: Mmhm.

S8: Ay no. Yo soy cuero duro chula. A mí esas cositas no me afectan. Te voy a decir por qué.

Me afecta el que me vaya a pasar algo, y no vaya a ver crecer al chiquito. Que para mí el chiquito

acaba de cumplir 20 años, verdad. Pero eso me afectaría. Siempre he sido de armas tomar. Por

ejemplo, cuando me hicieron el primer cateterismo, ahí sí la vi a palitos. Yo sí estoy fregada del

corazón. Tenía muy malo el corazón, una parte del corazón más grande que la otra. Tenía un

montón de complicaciones. Lo que hice fue hablar con mi mejor amiga y decirle que en el

momento que yo me muriera, se casara con mi esposo. Ya le había buscado esposa a mi esposo

para que se encargara de mis hijos (se ríe). Después, él ya me mataba ¿verdad? Que mientras yo

estaba enferma no me decía nada. ¿Vos cómo crees que me vas a estar buscando esta mujer a

mí? Si yo cuando vos te muras yo no voy a volver a ver a nadie, si olvídate…para qué…¡no!. Y

entonces, yo ya había organizado todo, hasta quién se iba a quedar con mis hijos, todo.

E: Siempre ha habido preocupación, ¿verdad?

S8: Siempre, siempre. Eso para qué lo voy a quitar. Pero ponerme a llorar, hacerme la

víctima…estoy enferma. Te asustas, psicológicamente sí te afecta.

21. E: Y amenazada por su enfermedad, ¿de alguna manera?

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S8: ¿Sentirme amenazada? No, mira…es que lo que siento es que la vida me ha dado muestras de

que cuando tú, a ti te va a pasar algo malo, te pasa aunque seas sana. Gente muy cercana a mí,

que una salud envidiable, nunca habían ido donde un médico. Si se tomaban algo con mucha

cautela, una nutrición super, todo al máximo que te podas imaginar. Y amigos míos que acabo de

estar viendo y acabo de estar con ellos y al otro día me dicen que se murieron. Entonces, qué te

da la prueba eso, que Dios definitivamente tiene una misión aquí para ti. Y media vez tú no

cumplas esa misión, seguirás aquí chula. Entonces, yo creo que el Señor en su momento dirá

“ésta ya no tiene por qué estar aquí quitándole el aire a los demás”. Él dirá cuándo, pero no es

una enfermedad la que va acabar con tu vida, ni con tu proyecto de vida, ni con tu destino, ni con

todo lo que tú tienes planeado, sino que es Dios nada más. Las enfermedades sirven para

escarmentar o para venir porque tú las provocaste o lo que sea, o por alguna enseñanza, pero no

son definitivas para que dejes de ser quien tú eres. Entonces, a mí una enfermedad no me va

hacer llorar. Me va a amenazar en cierta forma, me voy a sentir preocupada por mis hijos, pero

de que yo me haga la víctima porque padezco de algo.

22. E: Entonces, se podría decir que ante las dificultades, ¿usted opta por enfrentarlas o

huir de ellas?

S8: No las evado, las enfrento. Pues que te digo, desde chiquita me ha tocado llevar una vida

bastante dura, ya que no he sido una persona completamente sana. Entonces, imagínate ya

hubiera pasado los cincuenta y pico que me quedan llorando por mi enfermedad, postrada en una

cama y no hubiera desarrollado, todo lo que he desarrollado.

23. E: ¿Hay momentos en que se olvida que tiene esta enfermedad?

S8: Yo la mayoría del tiempo no estoy pensando en que me va a subir, me va a subir. Mira,

tengo allí lleno de aparatos que mi hijo me compró. Y me dice “mamá tomátela, cuando te

empezas a sentir mal, a marear, no dejes pasar el tiempo, tomátela”. Y me compran aparatos y

todo. Pero qué me saco estando tomándomela mañana, tarde y noche. Yo lo que veo es que,

amanezco y hago todo lo que me propongo hacer y punto. Cuando si me da alerta que se pasó la

onda haciendo muchas cosas o de que de plano hay algo que me está afectando, y siento que se

me va a subir…me relajo, pero me relajo eso sí, hasta que termine de hacer mis cosas, y me

empiezo a controlar y a relajar. Ahora cuando es así que te digo que abruptamente se puede

subir abruptamente, que no te da tiempo, que te sentís mareadita y te tomas las pastilla, te acostás

y ya. Que abruptamente se me va a subir, digo Padre y Señor Mío, ahí sí me asusto, me asusto.

191

24. E: ¿Qué cambios físicos ha tenido?

S8: Yo creo que cambios físicos no te da ninguno, todo es interno. Los órganos se te van

afectando y tú sin saberlo. Aunque a veces siento que miro poco. Como que estoy perdiendo la

vista. Pero yo creo eso es resultado de tanto medicamento, que de hecho dice que uno de los

medicamentos que yo tomaba para el corazón, decía que una de las consecuencias posteriores era

perder la vista.

25. E: Usted se siente enferma, ¿actualmente?

S8: No. O sea, yo creo que sos una persona enferma cuando te dejás vencer por la enfermedad. O

sea, por un diagnóstico me va a decir que no soy una persona sana, pero yo me preguntaría, será

que hay una persona completamente sana, yo creo que ninguna. Yo creo que nadie, puede ser

que desconozca que tenga una enfermedad, que no se lo hayan detectado, puede ser que tenga un

padecimiento por años y que éste le vaya a resultar hasta a saber cuánto tiempo. Pero yo creo que

te podés declarar una persona completamente enferma cuando tenés actitud de enferma. Aunque

los médicos digan mil cosas, si tu actitud es de ser una persona enferma, obviamente estás

enferma. Pero, si tu actitud es de una persona positiva que puede hacer todavía muchas cosas en

la vida, que puede llevar una vida moderada, tranquila, pero siempre funcional y haciendo lo que

le corresponde hacer, creo que no.

26. E: ¿Cómo cree que la perciben sus familiares?

S8: Yo creo que sí me perciben como una persona muy preocupada.

E: ¿Sí?

S8: Sí. Muy angustiada, muy…que te dijera por mí, sino que por la vida de ellos. Su futuro.

Como que yo desde que me casé y tuve a mis hijos como que… me anulé en cierta forma, en

cierta forma…no que no me siguiera desarrollando como persona y profesionalmente, pero yo

creo que llega un momento en que tu misión y visión está enfocada absolutamente en la familia.

Y tu realización está en la familia. Entonces, el hecho de que ellos estén mal, el hecho de que en

algún momento les vaya a pasar algo, esto sí me afecta. Lo que yo esté sintiendo o me esté

pasando ya estoy acostumbrada a…como a sobre llevarlo.

27. E: ¿Qué ha aprendido de esta enfermedad?

S8: Yo creo que las cosas, todo lo que está puesto en el mundo, tiene una razón de ser. Y tú

puedes aprender que tu enfermedad, te puede servir si la tomas como enfermedad, si yo te digo,

para hacerte más fuerte.

192

28. E: ¿Sería algo positivo esto?

S8: Muy positivo. Te sirve para afrontar cosas más duras que te podrán venir, como

preparándote. Una enfermedad te prepara. Si la sabes enfrentar, si la sabes encausar, si la sabes

vivir, sobrellevar, encausar o como se pueda llamar. Creo que una enfermedad de puede servir,

principalmente, para darle las gracias a Dios. No para recriminar, ni reprochar, ni blasfemar…

que ¿por qué yo? Yo siento que a mí mi enfermedad me ha hecho más fuerte.

29. E: ¿Sería esto como una ventaja?

S8: Podría ser que para mí ha sido una ventaja porque me ha hecho decidida. He tomado las

decisiones en el momento que las he tenido que tomar y el hecho de pensar que tu vida tal vez no

va a ser tan larga, hipotéticamente, te hace reevaluarlas. Además, lo que tenés pensado…hacerlo.

Más decidida. No estar dejando para después de 10 años, mira yo las cosas de una vez.

30. E: Si usted tuviera que describirle a otra persona que recién la diagnosticaron,

¿cómo lo haría?

S8: Yo lo que le diría es que no se atenga, que se preocupe por llevar una vida sana, que se

ayude, que valore eso para hacer sentir a los demás bien. Y que también es una fortaleza, más que

una habilidad es una fortaleza el poder…te hace como te dijera yo…vencedora en cada batalla.

Porque es una batalla diaria.

E: La decisión de vivirla así da otro resultado, ¿verdad?

S8: Sí. Definitivamente, porque lo que estás haciendo es estar en un campo de batalla diario. Que

así como te puede venir el enemigo, en mi caso, la hipertensión, y agarrarme como….que te diría

yo, enfrentarte desprevenido…es algo que puede ser que te ayude a saber que las batallas y los

obstáculos te hacen más decidida. Amas más la vida, yo creo que hay gente que no tiene ninguna

enfermedad y está muerta en vida, se sienten deprimidos, vencidos, acabados…He visto personas

no con lo mío, casos de la nada, angustiantes, que sobre valoran lo que tienen cada día, lo

agradecen al Señor. Hoy vi a mis hijos, vi a mi esposo, les pude preparar una sopita caliente para

que almorzaran. Los pude llevar al colegio, pude estar con ellos un rato, demostrarles que los

quiero, pelearme con ellos también, enojarme y todo. Eso es lo que te hace valorar la enfermedad

y valorar a los seres humanos que Dios te pone en el camino.

31. E: ¿Si pudiera mejorar su situación?

S8: Ah…bueno…primero que todo comería saludablemente.

32. E: ¿Ésta es una de las recomendaciones que le dio su médico?

193

S8: Coma sólo vegetales, que cuide el azúcar, que no tome gaseosas. Creo que esto le cae bien a

todo el mundo.

E: Sí. A todos nos cae bien.

S8: No está de más, tú tienes sobre peso y ¿en qué te afecta? A tu corazón porque está cargando

todo eso verdad. Entonces, de hecho cuando me operaron bajé 10 libras, pero creo que no está

entre mis posibilidades ponerme a dieta, pero sí evito ser glotona. Caminar más, eso me cuesta.

Cuesta tomar la decisión de salir a caminar.

E: Hábitos que no todo el mundo tiene verdad.

S8: No. La verdad es que no. El hecho de tener una vida sedentaria y una vida extremadamente

como que soy muy enfocada en la casa, y no meterme a un curso de yoga que te pueda ayudar a

tu salud, tal vez eso no he hecho y que me gustaría hacer.

E: Es de ver que es lo que más le gusta a uno.

S8: Sí, porque obligado cuesta y a veces uno no encuentra quién se interese en eso. Porque mira

gente que quiera caminar hay a pocos. Entonces, no consigo caminar sola y con el chucho hay

no. Entonces, sigo yo, mejor me quedo en mi casa. Mi esposo me compró una bicicleta, una

elíptica, me compran para que haga ejercicio aquí en la casa. Te digo todo es una actitud de vida

personal.

33. E: ¿Cómo imagina su vida de ahora en adelante?

S8: Pues fíjate que mi vida ya está bastante definida, a estas alturas. Cuando tu estás, tus hijos

están chiquitos pensás…cuando pase tal cosa, cuando pase tal otro. Pero creo que cuando tenés

50 años tenés más o menos el reflejo de lo que va hacer el resto y yo me visualizo. Bueno en

primer lugar, mis hijos son muy independientes, me visualizó con mi esposo, en esta gran casa

que construimos para ellos….me visualizó bien de salud. Creo que si sigo con esta actitud de no

preocuparme de más y de no angustiarme.

E: Como controlarse.

S8: Controlarme. Controlar los enojos las emociones. Si tomo el control, las cosas pueden ir

mejorando. No evadir tu responsabilidad. A veces uno se enferma porque se incomoda, porque

se enoja, porque uno se disgusta. Y uno lo friega la vida a los demás disgustándose. Si tú dedicas

a llevar una vida con calma, la podés sobrellevar muy bien. Excepto en esos momentos que son

pocos controlables, que gracias a Dios los podes ir manejando.

E: Pues ya terminamos, muchas gracias.

194

S8: Qué alegre.

DIARIO DE CAMPO

Rocío se presenta como una persona profesional, segura, con facilidad de palabra.

Su conversación es amena y dinámica. Su apariencia personal denota a una mujer

jovial y moderna. Es directa en sus respuestas.