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ESTUDIO DE CASO

ESTUDIO DE CASOapi.ning.com/files/fFQD6glRDOj2ET7MUwLnnf3Ynkh9iwhEujjVo3we6… · centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones

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Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

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INTEGRANTES

Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos.Oficina Regional para América Latina y el Caribe. Rumania, 20. Río de Janeiro, Brasil. CEP: 22240-140Tel.: +55 21 3235-8550 - E-mail: [email protected] site: http://mejorespracticas.ning.com/

EL Agora- ArgentinaNodo del Foro para Argentina y Uruguay

DESCO- Perú.Centro de Estudio y Promoción del DesarrolloNodo del Foro para Perú y Bolivia

UCR-Costa RicaUniversidad de Costa RicaNodo del Foro para Costa Rica y Panamá

CENVI- México.Centro de la Vivienda y Estudios Urbanos, Nodo del Foro para México

FUNDASAL-El SalvadorFundación Salvadoreña de Desarrollo y Vivienda MínimaNodo del Foro para El Salvador, Honduras y Nicaragua

FHC-ColombiaFundación Hábitat Colombia Nodo del Foro para Colombia, Ecuador y Venezuela

SUR-Chile.Corporación de Estudios Sociales y EducaciónNodo del Foro para Chile y Paraguay

El Foro lleva a cabo sus actividades en la región a través de una red de ocho instituciones. El Secretariado está constituido por el Ministerio de Fomento del Gobierno de España, ONU-Habitat/Rolac y uno de los integrantes del Foro, que alterna cada dos años.

IBAM- Brasil.Instituto Brasilero de AdministraciónNodo para Brasil

Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

MODELO INTEGRAL DE CIUDAD PUERTOIntegración sinérgica entre ciudad y puertoSanta Fe, Argentina

Palabras clave: planificación integrada, regeneración de espacios públicos, alianzas público-privadas, participación pública.

Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

Estudio de Caso / Modelo integral de Ciudad Puerto4

1. CONTEXTO

El Puerto de Santa Fe está situado en una posición estratégica en la Hidrovía de Paraguay-Paraná, que conecta diversos puertos de Bolivia, Paraguay y Brasil con el Río de la Plata entre el tráfico fluvial y oceánico. La permanente renovación y modernización del puerto dio como resultado la concentración de las principales actividades portuarias hacia la parte sur-occidental del mismo, y la obsolescencia de gran parte del área urbana de la ciudad y sus infraestructuras.

La ciudad de Santa Fe nacida junto al puerto, ha enfrentado siempre a la continua amenaza de las crecidas del río, sufriendo repetidas inundaciones a lo largo de su historia. Esta circunstancia hizo que la ciudad diera la espalda al río y al puerto careciendo de un centro urbano pujante que ejerciera de referente cívico y cultural o centro de atracción de actividades económicas de alto valor agregado.

En 2001 la ciudad sufrió una severa inundación que afectó a un 70% de su superficie. En ese momento el contexto existente en Argentina resultaba especialmente difícil y el país sufría una profunda crisis económica y de legitimidad de las instituciones públicas.

Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

2 El Master Plan define las condiciones de los contratos de concesión, incluyendo los plazos y las posibles extensiones, así como las tarifas a aplicar a cada uso. La información pormenorizada puede consultarse en la página web del puerto.

Estudio de Caso / Modelo integral de Ciudad Puerto 5

2. PROCESO

Objetivos

La ciudad de Santa Fe se propuso recuperar los espacios e infraestructuras vacantes del puerto para generar un nuevo centro cívico, un espacio de usos mixtos que permitiera ofertar servicios tanto a la ciudad como al puerto. Se buscaba mantener la titularidad pública de los suelos y edificios del proyecto, y poner en marcha fórmulas para favorecer la inversión privada y la participación de los ciudadanos en los beneficios futuros.

Las autoridades locales de Santa Fe se pusieron en contacto con el estudio de arquitectura “Oficina Urbana”, una organización con gran experiencia en la formulación, desarrollo y seguimiento de proyectos de rehabilitación en áreas portuarias -siendo el proyecto de Puerto Madero en Buenos Aires el más conocido-. La “Oficina Urbana” recibe de la administración local el encargo de formular el Plan Maestro de renovación del área portuaria, elaborar el diseño de nuevos edificios y espacios públicos y plantear el modelo de gestión a implementar.

Como primer paso, durante 2003 se empiezan a organizar diversas actividades en el espacio a intervenir, con el fin de

Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

generar escenarios de participación ciudadana y apropiación de los pobladores con el nuevo espacio y su frente costero, mientras se van pensando los usos concretos a instalar.

En 2004 se produce la aprobación municipal del Plan Maestro, donde se define una estrategia de cesión de espacios y gestión económica de los mismos a través de concesiones a entidades privadas.2 El plan viene acompañado por la creación de un Distrito Ciudad-Puerto para mejorar la eficiencia del proceso administrativo, contempla la regeneración y reaprovechamiento de las infraestructuras y patrimonio construido en las áreas portuarias de menor uso, la incorporación de nuevos usos y la diversificación funcional del área, la integración funcional del puerto y la ciudad, así como la creación de un club náutico y otros equipamientos asociados al uso y disfrute del frente costero por parte de los habitantes de la ciudad.

Estudio de Caso / Modelo integral de Ciudad Puerto6

Diez años después de la aprobación del plan, éste se ha ejecutado en más de un 70%, produciéndose la adaptación de las infraestructuras existentes, así como el desarrollo de nuevos espacios públicos y edificaciones. El nuevo centro cívico cuenta hoy con todo tipo de actividades culturales para la ciudad y la provincia: centro comercial, centro de convenciones, cines, hoteles, servicios, comercios, así como diversos desarrollos residenciales que completan los usos de la zona.

De igual manera se han podido concertar los intereses del puerto y la ciudad y se ha encontrado una fórmula que favorece a todos los actores implicados, incorporando al sector privado y garantizando la sostenibilidad financiera del proyecto. De esta forma se ha generado un nuevo modelo de relaciones institucionales basado en la colaboración y la confianza que ha transformado los roles de las distintas instancias estatales, municipales y provinciales.

Además de la revitalización económica que genera la intervención para la ciudad-puerto, vale destacar la generación de un nuevo centro simbólico de la ciudad al que acuden todos los vecinos sin distinciones, convirtiéndose también en un atractivo para los habitantes de toda la provincia.

I. Impacto

El principal impacto de la implementación del Master Plan de Puerto Santa Fe, ha sido el surgimiento de un nuevo centro cívico para la ciudad equipado con una amplia gama de servicios. La zona se ha convertido en el punto de encuentro de todos los habitantes de la ciudad y de la provincia, donde acude todo tipo de personas -sin distinciones- para disfrutar de la diversidad de equipamientos comerciales y culturales. Se destaca el surgimiento de un centro de negocios y servicios en la zona, que favorece tanto a la economía de la ciudad como a las actividades portuarias. Por su parte, la incorporación del uso residencial amplia los horarios de uso de la zona e intensifica su carácter urbano.

Hasta el momento se han aprobado 45 contratos de concesión que incluyen los siguientes usos y superficies aproximadas:• Usos mixtos (ocio, comercio, oficinas): 124.000 m2

• Pequeña industria: 36.300 m2• Servicios logísticos y portuarios: 32.800 m2• Oficinas: 24.900 m2• Recreación: 22.500 m2• Comercio: 21.000 m2• Residencial: 18.000 m2

Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

3. RESULTADOS

3 Puede consultarse el listado completo de concesiones, así como las condiciones y plazos de las mismas, en la página web del puerto: http://www.puertosfe.com/contenido/concesionarios.html

Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

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Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

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Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

4. LECCIONES APRENDIDAS

Un diagnóstico certero es necesario para establecer un modelo de gestión que facilite la implementación del proyecto. Es clave que ambos aspectos se coordinen adecuadamente.

La cooperación entre actores públicos para diseñar el proyecto puede resultar insuficiente para llevarlo a cabo, y por lo tanto resulta imprescindible la inversión desde el sector privado. En el caso de ciudad Santa Fe, se logró una articulación efectiva entre los requerimientos e intereses de los actores públicos básicamente en el mantenimiento de la titularidad de los terrenos y edificios); y las garantías requeridas por el sector privado sobre sus inversiones mediante concesiones del largo plazo en algunos casos prorrogables.

Este mecanismo garantiza al sector privado condiciones claras de inversión, al tiempo que dota al sector público de recursos para la ejecución y mantenimiento de las infraestructuras y espacios públicos.

La colaboración entre distintos actores institucionales requiere reconocer su papel en el proceso, pero también

sus intereses legítimos, estableciendo reglas claras que permitan que todos puedan beneficiarse. En cualquier caso, debe prevalecer el interés general de los ciudadanos, por lo que es muy recomendable que los distintos actores sociales puedan tener una participación directa en el proceso

Todos los aspectos citados explican la viabilidad y sostenibilidad del proyecto, pero su éxito deriva de hacer una lectura precisa del contexto y definir un diseño arquitectónico y urbano que se adapte a las condiciones y responda de manera efectiva y adecuada a las demandas y necesidades de la ciudad. El éxito del nuevo centro cívico no puede entenderse al margen de este diseño y del equilibrio conseguido entre los distintos usos urbanos.

Finalmente, la solidez del proceso, la claridad de las reglas del juego, la transparencia y la participación pública terminan construyendo la sostenibilidad del proyecto, tanto financiera como institucional y social.

Estudio de Caso / Modelo integral de Ciudad Puerto10

Estudio de Caso / Modelo integral de Ciudad Puerto 11

Entre los equipamientos singulares cabe también destacar la presencia de un supermercado, dos centros comerciales, varios hoteles, un casino, un centro de convenciones, un club náutico, así como varios restaurantes y salones de eventos. 3

El éxito de este nuevo espacio se ha convertido en motivo de orgullo cívico y factor de retención de habitantes, sobre todo entre los jóvenes, que ven cómo su ciudad también puede proporcionar espacios de convivencia y experimentación social. Además, la ciudad se ha integrado al río y al puerto, logrando que moradores y visitantes adopten una actitud más positiva hacia el entorno acuático y las actividades asociadas al mismo.

Finalmente se ha establecido un nuevo contexto de colaboración entre las autoridades de la ciudad y del puerto que da cuenta de los beneficios de una gestión compartida alrededor de los activos urbanos, y de las ventajas derivadas de la participación del sector privado en el proceso.

II. Sostenibilidad

Económica y financieraEl éxito social de este nuevo espacio de la ciudad, como centro cívico, cultural y de negocios garantiza por sí mismo la sostenibilidad de las inversiones. El centro de negocios se ha convertido en un activo muy valioso, los grandes equipamientos comerciales y culturales privados desarrollan sus propias dinámicas económicas al tiempo

que generan una masa crítica de visitantes que sostienen la viabilidad de comercios y negocios menores. La vitalidad del conjunto también hace más atractivos los desarrollos residenciales. Todo ello deriva en una combinación de usos que favorece la vitalidad y el uso intensivo de los espacios públicos.

Por otra parte, el modelo de concesiones privadas permite una generación de ingresos para la entidad pública encargada de la gestión y el mantenimiento del conjunto, en tanto que aporta un marco confiable para movilizar las inversiones privadas.

InstitucionalDesde el punto de vista legislativo, la ordenación de los terrenos del puerto se integran en la planificación urbana de la ciudad y se genera la estructura administrativa necesaria para coordinar su aplicación.

El proyecto ofrece beneficios a todos los actores involucrados: el puerto consigue la regeneración de activos propios devaluados, la ciudad gana un potente centro cívico del que carecía, el sector privado obtiene un espacio al que dirigir sus inversiones, y el conjunto de los habitantes de la ciudad un referente al cual mirar con orgullo. Estos beneficios se convierten en incentivos para dar continuidad al proceso que los ha generado. En todo caso, aunque la dirección del proyecto siga en manos de instituciones públicas encargadas de velar por los intereses del puerto y de la ciudad, ante todo se ha generado un entorno de confianza entre los sectores

público y privado, que han visto cómo se pueden beneficiar mutuamente.

Social y culturalLa elaboración del proyecto contó con la participación de distintos actores sociales durante las fases de formulación y redacción, y fomentó la apropiación ciudadana a través de la celebración de todo tipo de eventos en los espacios del puerto que posteriormente se iban a intervenir. Esta apropiación por parte de los usuarios y la amplia base social que representan, es la principal garantía de sostenibilidad del proceso, ya que se convierten en los principales supervisores de la actuación de actores públicos y privados sobre el espacio.

Otro aspecto a destacar sería el respeto por el patrimonio arquitectónico y urbanístico existente. Se ha procurado aprovechar la mayor parte de las infraestructuras y edificaciones existentes, buscando un equilibrio entre la preservación de la memoria y la adaptación a nuevos usos y necesidades.

III. Asociación El proyecto parte de la administración local, concretamente de la Secretaría de Planeamiento Urbano del Departamento Ejecutivo, que contrata a un estudio profesional de arquitectura –La Oficina Urbana- una empresa, como se anotó anteriormente, con reconocida experiencia en la planeación, instrumentación y puesta en acción de este tipo de proyectos. El papel desarrollado por este grupo de profesionales independientes es

fundamental ya que se convierten en agentes facilitadores de todo el proyecto y, como actores externos a la ciudad, logran definir unas reglas del juego que son aceptadas por todos los actores locales tanto las instituciones públicas como el sector privado y las organizaciones sociales.

En el Plan Maestro para Puerto Santa Fe, se establece una relación de colaboración entre instituciones públicas, gestores de la ciudad y gestores del puerto dependientes de la administración provincia. Una relación que suele ser compleja -debido a la diversidad de intereses propios de la ciudad, y del puerto- y que pocas veces consiguen ser alineadas adecuadamente. La creación de un distrito ciudad-puerto dentro del ordenamiento municipal crea la posibilidad de definir un plan específico para dicho espacio, que engloba terrenos pertenecientes tanto a la ciudad como al puerto. También hay que destacar la generosidad de ambas partes: el puerto cede a la ciudad el ordenamiento de espacios propios, mientras la ciudad cede al puerto la gestión de todo el conjunto una vez avanzada la ejecución del Plan Maestro. Por último, se puso en marcha todo un mecanismo de participación pública en la redacción del Plan Maestro para recoger sus demandas y asegurar el apoyo del público y los distintos actores sociales de la ciudad.

IV. Innovación

Entre varios factores de innovación en el proceso, el principal es la integración en el Plan Maestro de un modelo de gestión para acompañar la ejecución del diseño arquitectónico, y dentro de dicho modelo, el equilibrio

logrado entre los intereses de los diferentes actores como base para el alto grado de colaboración alcanzado. Como ejemplo, cabe destacar la fórmula de gestión de los activos inmobiliarios, cuya titularidad pública se conserva (incluso en el caso de desarrollos residenciales), pero cuyo dinamismo económico se garantiza gracias a las inversiones privadas, canalizadas a través de concesiones a largo plazo. Mantener la titularidad permite a las instituciones públicas, conservar cierto control sobre el futuro del espacio y garantizar el interés general de la ciudad y del puerto, sin que por ello se coarte la iniciativa privada para dinamizarlo.

Finalmente, se integran en el proyecto una serie de servicios que no sólo sirven a la ciudad, sino también específicamente al puerto, de manera que la administración del mismo obtiene los incentivos necesarios para apoyar el proyecto y asegurar su continuidad.

V. Transferibilidad

Esta experiencia puede resultar de interés para muchas ciudades de tamaño medio que busquen una mayor integración espacial y funcional con su puerto. El problema que presentaba Santa Fe es bastante común: las lógicas de un puerto, que debe adaptarse permanentemente para competir en un contexto global, le

llevan con frecuencia a asumir una estrategia específica e independiente de la ciudad que lo alberga. Este problema se agrava con la sectorización de las instituciones públicas, que tienden a enfocarse en el problema propio sin llegar a comprender otros problemas conexos o relacionados.

De hecho la experiencia de Santa Fe ya se ha intentado trasladar a otras ciudades-puerto de Argentina, así como a nivel internacional, entre ellas a Asunción (Paraguay), Valparaiso (Chile) o Santos (Brasil). En este sentido, la Red Mundial de Ciudades Portuarias (AIVP por sus siglas en francés) ha actuado como medio de difusión de esta práctica.

REFERENCIA

Gobierno de la Ciudad de Santa Fehttp://www.santafeciudad.gov.ar/

Puerto de Santa Fehttp://www.puertosfe.com/

Oficina Urbana – Converti / De Marco – Arquitectoshttp://www.oficinaurbana.com.ar/

Santa Fe, Argentina. Una estratégica cidade-porto. Roberto Converti (2004)http://www.vitruvius.com.br/revistas/read/arquitextos/05.054/525

Refuncionalización de terrenos del puerto y ferrocarril en la ciudad de Santa Fe, Argentina. Blanca María Isabel Gioria (2003). http://www.ub.edu/geocrit/b3w-448.htm

Fuente primaria, fotografías y mapas: Arquitecto Roberto Converti. Director Oficina Ubana, Buenos Aires, Argentina.

CRÉDITOS

Fundación Hábitat Colombia

Dirección: Lucelena Betancur

Investigación y redacción: Carlos Jiménez Romera