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Sevilla, Julio de 2001 ESTUDIO SOBRE LA VIABILIDAD DE CREACIÓN DE UNA RED DE CARRILES BUS-BICI EN SEVILLA * 1 * Este trabajo se ha realizado en el marco del convenio de colaboración entre la Empresa de Transportes Urbanos de Sevilla TUSSAM y la asociación A Contramano suscrito al efecto.

ESTUDIO SOBRE LA VIABILIDAD DE CREACIÓN DE … · los carriles bus por los ciclistas a cambio de un sobreancho del mismo que permita las ... y/o un pavimento especial (generalmente

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Sevilla, Julio de 2001

ESTUDIO SOBRE

LA VIABILIDAD DE

CREACIÓN DE UNA RED

DE

CARRILES BUS-BICI EN SEVILLA*

1

* Este trabajo se ha realizado en el marco del convenio de colaboración entre la Empresa de Transportes Urbanos de Sevilla TUSSAM y la asociación A Contramano suscrito al efecto.

I-INTRODUCCION

I-1.- ¿Por qué un carril bus-bici?

No es el objeto del presente trabajo entrar a evaluar las ventajas ni del transporte público, ni

del uso de la bicicleta como medio de transporte, puestas de manifiesto en numerosos

trabajos y publicaciones. Damos por sentada la conveniencia de potenciar ambos modos de

transporte, así como la conveniencia de crear espacios reservados para su uso exclusivo en

la calzada, es decir la conveniencia de crear redes de carriles bus y de carriles bici en el

viario de las ciudades. A partir de este punto se plantea la conveniencia de, en determinadas

circunstancias, compartir ambos espacios mediante la creación de carriles bus-bici.

Parece obvio que, en principio, ni los conductores de autobús ni los ciclistas urbanos han de

ser muy proclives a compartir un espacio reservado en la vía pública, dada la gran

disparidad de potencia y tamaño de sus vehículos respectivos. No obstante, es la práctica

diaria la que impone en la mayoría de los casos la coexistencia. En efecto, en aquellos

viarios dotados de carriles bus, excepto cuando en dicho mismo viario coinciden

simultáneamente carriles bici y carriles bus, resulta prácticamente inevitable que los

ciclistas menos experimentados y buena parte de los mas experimentados utilicen el carril

bus en sus desplazamientos. Este hecho es una consecuencia de la mayor seguridad que el

ciclista percibe al circular por el carril bus, pegado a la acera, con respecto a la otra

alternativa: circular entre el carril bus y el resto de los carriles de circulación, donde es

adelantado por la derecha y por la izquierda por dos tráficos mas pesados y veloces que él1.

Dado que no todas las vías en las que ello sería deseable tienen dimensiones que les

permitan poseer simultáneamente carriles bus y carriles bici, la alternativa del carril bus-

bici aparece como algo a considerar en muchos casos. Dicha alternativa "legaliza" el uso de

los carriles bus por los ciclistas a cambio de un sobreancho del mismo que permita las

1 En la ciudad de Ginebra, por ejemplo, un estudio reciente mostró que el 90% de los ciclistas empleaban los carriles bus, a pesar de que dicho uso era ilegal. P. Gasser "Ten years of bicycle counting in the city of Geneva: from planification to promotion". Actas del Symposium Velocity 97, Barcelona (1997).

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maniobras de adelantamiento entre autobuses y bicicletas. El resultado práctico es una

mejora apreciable de las condiciones de tráfico de ambos vehículos.

I-2.- Experiencias en otras ciudades

En el Reino Unido es quizás donde mas extendido esté el uso del carril bus-bici y el país

donde primero se aceptó y se promovió esta modalidad2. Con posterioridad el modelo se ha

ido extendiendo a otros países europeos como Alemania, Dinamarca, Francia, Holanda,

Italia, Irlanda; y norteamericanos como Canadá y Estados Unidos. En 1989 se debatió en

Berlín la posibilidad de adaptar la red de carriles bus a su uso como carriles bus-bici,

mediante la ampliación de los carriles hasta 4 - 4.25 metros. La idea fue aceptada y, tras su

adaptación, se demostró que la velocidad comercial del transporte público no se veía

afectada [Sanz,96]. En 1993, la idea de los carriles bus-bici figuraba ya en los manuales

holandeses para el diseño de vías ciclistas [CROW,93]. En 1992, en la ciudad de Toronto,

funcionaba un carril bus-bici-taxi gracias al cual se incrementaron simultáneamente los

pasajeros en el autobús (+25%) y los ciclistas (+173%) en dicho viario3.

Los casos berlinés y holandés son especialmente significativos. El primero porque la

adaptación de los carriles bus al su uso compartido por el transporte público y los ciclistas

fue generalizada en toda la red de carriles bus, demostrándose que ello no suponía

disminución en la calidad del servicio público y sí un aumento del respeto y la coexistencia

entre los conductores de autobús y los ciclistas. El segundo por tratarse de un país con una

amplia infraestructura ciclista que, pese a ello, hubo de recurrir a los carriles bus-bici en

situaciones especiales (puentes, calles reservadas al transporte público, etc...) [CROW,93].

Los carriles bus-bici a contracorriente han sido igualmente implantados en ciudades de

Alemania e Italia [Sanz,96].

En resumen, la coexistencia entre las bicicletas y los autobuses urbanos en plataformas

reservadas de uso compartido es una alternativa ampliamente experimentada en numerosas

2 Technical memorandum - 46/76 - Implementation of bus priorities Citado en [Sanz, 89] 3 D.Egan, "Toronto's Bay Street urban clearway: a bicycle and bus succes story". Actas del Symposium Velocity'92. Montreal (1992).

3

ciudades tanto europeas como norteamericanas, habiéndose comprobado en la mayoría de

los casos su conveniencia, a condición de que dichos carriles bus-bici dispongan de una

anchura suficiente, que los manuales sitúan en torno a los 4.20 metros. Asimismo existen

limitaciones en lo referente a la velocidad comercial del transporte público, considerándose

que los carriles bus-bici no son adecuados cuando se esperan velocidades del transporte

público superiores a los 40 - 50 km./h. [Sanz,96}, [CROW,93].

I-3.- Elementos básicos de diseño

I.3.a.- Carril bus-bici "convencional"

Por carril bus-bici convencional entendemos aquél por el que circulan simultáneamente los

ciclistas y los autobuses urbanos, estando situado en la margen derecha de la calzada, ya

sea en una vía de doble sentido de circulación, o en una vía de sentido único o a

contracorriente. Existe un consenso en la mayoría de los manuales en que la anchura

mínima de tales carriles bus-bici es de 4 metros, siendo una mejor alternativa 4.20 - 4.25

metros y una alternativa óptima 4.5 metros [Sanz,96], [CROW,93]. Cuando ello sea

posible, pero no necesariamente, se recomienda diferenciar de un modo flexible y no

impenetrable una zona reservada a la bicicleta (de aproximadamente 1 - 1.5 metros) a la

derecha del carril bus-bici, mediante una raya simple o doble de pintura (blanca o amarilla)

y/o un pavimento especial (generalmente de color rojo), así como mediante la oportuna

señalización horizontal y vertical. En el caso de carriles bus-bici de dimensiones reducidas

(4.00 metros) esta separación no suele resultar adecuada, bastando entonces con la

señalización horizontal y vertical. En las Figuras 1.a y 1.b, extraídas de [Sanz,89], se

muestran estas diferentes alternativas.

Como ya se ha mencionado, los manuales, [CROW,93], [Sanz,96], desaconsejan la

implantación de carriles bus-bici en vías en la que la velocidad de los autobuses urbanos se

espere que sea superior a los 50 km./h. En [CROW,93]. Se aconseja la implantación de

carriles bus-bici para intensidades de tráfico de autobuses superiores a 6 buses/hora en hora

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punta e intensidades de tránsito de ciclistas superiores a 50 ciclistas/hora en hora punta.

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A la hora de valorar esta última cifra hay que tener en cuenta, no obstante, que dicho

manual se ha elaborado para un país con un intenso tráfico ciclista como es Holanda. En

países donde se está empezando a crear una infraestructura ciclista, como España, esta cifra

obviamente no es de aplicación. De hecho, en el caso de Berlín ya mencionado, los carriles

bus-bici se implantaron con éxito con intensidades de tráfico ciclista muy inferiores a la

citada en el momento de su creación.

I.3.b.- Calles reservadas al transporte público y a la bicicleta.

En algunas ocasiones nos encontramos con calles o tramos de ellas que se reservan al

transporte público. La posibilidad de permitir en ellas el tráfico de ciclistas en ambas

direcciones suele entonces contemplarse dado que dichas calles se localizan generalmente

en entornos peatonales donde se permite el uso de la bici. Si los tráficos esperados de

autobuses y ciclistas no son demasiado elevados, o si el tramo de calle en cuestión es

suficientemente corto (uno o dos centenares de metros), o ambas cosas a la vez, pueden

coexistir un tráfico de autobuses en una dirección con tráfico de ciclistas en ambas

direcciones en una calzada con un ancho de hasta 4.60 metros [CROW,93] (Fig.2.a). Ello

es así a consecuencia de que no se espera que dos ciclistas y un autobús se crucen

simultáneamente con frecuencia. Si el tráfico de autobuses y ciclistas es alto, esa distancia

debe incrementarse hasta 6.20 metros [CROW,93] (Fig.2.b).

Análogamente, podemos encontrarnos con calles o tramos de calles reservados al transporte

público y a los ciclistas, en los que el transporte público circula en dos direcciones. En las

mismas condiciones que las expuestas en el párrafo precedente, anchos de calzada de 6.50

y/o de 9.30 metros son suficientes [CROW,93] (Figs.2.c y 2.d).

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1.3.c.- Señalización y separación del resto del viario

La señalización de los carriles bus-bici debe ser tanto horizontal como vertical. La

señalización vertical informativa incluye simultáneamente los anagramas de un autobús y

de una bicicleta (generalmente en blanco) sobre fondo azul (Fig.3). La señalización

horizontal puede incluir una o varias líneas de delimitación de la zona reservada a las

bicicletas y/o pavimento diferenciado en esa zona (ver Fig.1), generalmente de color rojo.

La separación entre el carril bus-bici y el resto del viario es de vital importancia, sobre todo

en una ciudad como Sevilla, donde la indisciplina es la norma [TUSSAM,96]. El uso de un

bordillo de obra resulta si duda la mejor opción, aunque tiene la desventaja de su escasa

flexibilidad. En el caso de que a la izquierda o derecha de dicho bordillo se sitúe una franja

de aparcamientos en cordón, el ancho del bordillo debe ser superior a los 50 cm., para

evitar conflictos con las aperturas de las puertas de los vehículos aparcados.

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La separación del resto del viario mediante bandas plásticas movibles tiene la ventaja,

frente al bordillo de obra, de su mayor flexibilidad. No obstante resulta mucho mas

peligrosa para los ciclistas que a separación mediante bordillo de obra. De hecho, en

carriles bus sin sobreancho que permita el tránsito conjunto de buses y bicis, las bandas

plásticas resultan ser extremadamente peligrosas para los ciclistas, que no pueden

atravesarlas sin grave riesgo de caída (sobre todo en bicicletas de ruedas finas). Una

alternativa eficaz, que resulta menos peligrosa para los ciclistas y disuade eficazmente a los

automovilistas, es el uso de “tachuelas”, postes redondeados o resaltes de escasa altura,

separados una distancia de dos a tres metros, que resultan ser fácilmente franqueables para

los ciclistas pero incómodos de franquear para los automovilistas. En Barcelona (Av. del

Paralelo) “tachuelas” de 50 cm. de diámetro y 10 cm. de altura separan un carril-bici de una

banda da aparcamiento en cordón de un modo muy eficaz. En Córdoba, resaltes de

dimensiones parecidas se usan para la misma función. La anchura de tales elementos puede

disminuir, evidentemente, cuando la zona adyacente al carril bus-bici es un carril de

circulación en lugar de un aparcamiento en cordón.

Las separaciones mediante bandas sonoras son extremadamente peligrosas para los

ciclistas, especialmente en días de lluvia. En general y especialmente en esos días son muy

proclives a las caídas, especialmente en bicicletas de ruedas finas. Nuestra posición es

desaconsejarlas fuertemente (tanto en carriles bus-bici como en carriles bus), pues no

disuaden suficientemente a los automovilistas y resultan muy peligrosas para los usuarios

de la bicicleta.

El uso de líneas de pintura como separación es el mas extendido, pero su uso está

condicionado, lógicamente, a la existencia de una gran disciplina en el tráfico.

I.3.d.- Paradas de autobús.

Las paradas son puntos singulares de todo carril bus-bici que deben ser solucionados

adecuadamente. La solución más simple y la más extendida es, simplemente, interrumpir la

banda reservada a las bicicletas (cuando existe) frente a la parada. Se espera que el autobús

“aparque” junto a la parada y que los ciclistas que circulan por el carril bus-bici adelanten

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al autobús por la izquierda. Este diseño simple funciona adecuadamente excepto para

tráficos de ciclistas y de autobuses simultáneamente muy intensos, que no cabe esperar de

momento en Sevilla. Otra opción ampliamente extendida es desviar la zona reservada a los

ciclistas por detrás de la parada (adelantando ésta hacia el interior del carril bus-bici en la

misma medida) [Sanz,96]. El inconveniente de esta segunda opción es que los ciclistas

entran en la acera, creándose conflictos con los peatones, por lo que solo cuando se esperen

tráficos importantes de ciclistas (o las aceras son muy anchas) resulta recomendable.

I.4.- Los carriles bus-bici en Sevilla.

La primera propuesta de creación de carriles bus en Sevilla data de 1991 siendo

posteriormente actualizada. La última actualización es la que sirve de base para el presente

trabajo [TUSSAM,96]. La situación actual es la que se recoge en dicho estudio, con una red

formada por 12,3 km. de carriles-bus en cada sentido. Hay que destacar, no obstante, que la

indisciplina en la observancia de la señalización es tal que, con la excepción del tramo a lo

largo de Nueva Torneo, el resto de la red apenas si cumple la función para la que fue

diseñada, lo que ha llevado a la empresa a plantearse la necesidad de incluir en el diseño de

la nueva red elementos de protección apropiados [TUSSAM.96]. La mencionada propuesta

supondría la creación de hasta un total de 62,3 km. de carriles-bus en Sevilla

[TUSSAM,96].

Excepto un primer y algo absurdo carril-bici a lo largo de la calle San Fernando (350

metros), inaugurado en 1980 y eliminado poco después, el primer proyecto serio de carriles

bici en Sevilla (y el primero que queda sin realizar) data de 1989 (ver [Sanz,89]). Con

posterioridad se realizan algunos tramos entre los que destaca el carril-bici a lo largo del

Paseo Juan Carlos II, Parque de Chapina y Muelle de la Sal, primera fase del hoy casi

olvidado “Plan Especial de la Bicicleta” (1994). Un detallado informe sobre las vicisitudes

del carril-bici en Sevilla puede consultarse en [WEB,A.C.]. La práctica totalidad de tales

realizaciones son, en realidad, aceras-bici de uso recreativo e inconexas entre sí. Pese a que

Sevilla es la ciudad española con mayor uso de la bicicleta como medio de transporte

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[Sanz,89], no existe en nuestra ciudad nada parecido a una red de vías para bicicletas

(aceras-bici, carriles-bici y carriles bus-bici) con función de transporte.

La idea de la utilización de los carriles reservados al transporte público (con un sobreancho

adecuado) por los ciclistas es propuesta por “A Contramano” a la empresa pública en los

meses anteriores a la redacción del mencionado proyecto de carriles bus y recogida

favorablemente en éste en términos generales [TUSSAM,96]. Los argumentos a favor de

dicho uso conjunto se han detallado ya al comienzo de este capítulo, solo cabe añadir aquí

que el nivel de realizaciones, tanto en lo que respecta a una red de carriles bus como en lo

que respecta a una red de carriles bici, es similarmente bajo, siendo por tanto un objetivo

que cabe plantearse de manera conjunta y simultánea en el tiempo.

I.5.- Metodología y enfoque del presente trabajo

Como punto de partida para valorar las posibilidades y la conveniencia de implantar una

red de carriles bus-bici en Sevilla hemos partido del análisis realizado por la propia

Empresa Municipal de Transportes [TUSSAM,96] y de la propuesta realizada por “A

Contramano” a la Oficina del PGOU de Sevilla, que puede consultarse en [WEB,A.C.]. Las

coincidencias entre ambas propuestas son evidentes, como no podía ser de otro modo dado

que el viario principal de a ciudad es el mismo, tanto para las bicicletas como para el

transporte público. En cualquier caso, se ha considerado sistemáticamente la posibilidad de

crear un carril bus-bici allí donde se considere la creación de un carril-bus. Ello es así

debido a que, como ya hemos señalado al principio de este trabajo, la coexistencia de

ciclistas y autobuses allí donde haya un barril bus y no exista un carril bici es inevitable en

la práctica, exigiendo por tanto una ordenación. Sólo se han excluido del estudio aquellas

vías que, por sus dimensiones o por a existencia de un viario adyacente alternativo,

permitan de forma evidente alternativas mejores para la bicicleta, como sería la creación de

un carril-bici en el mismo viario donde se propone el carril bus o en viarios adyacentes..

Siguiendo la filosofía enunciada, de la propuesta de [TUSSAM,96] se han descartado una

serie de itinerarios, como:

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��La Ronda del Tamarguillo,. Donde se considera una opción mejor el

aprovechamiento del amplio acerado central para crear un carril bici

��Torneo, donde se considera una mejor posibilidad la creación de un carril bici por

el acerado adyacente a la Dársena

��Av. de la Borbolla y Av. de María Luisa, que por su proximidad al Parque,

posibilitan itinerarios alternativos para los ciclistas por el interior de éste.

Del resto de la propuesta se han eliminado también algunas calles en las que se daba alguna

de estas dos características: claras dificultades prácticas para la introducción de un carril

bus-bici, dada las dimensiones del viario y/o escaso nivel de uso por los ciclistas o

existencia de un viario alternativo. Esto nos ha llevado a nuevos descartes: Av. Ramón y

Cajal, Luca de Tena, Eduardo Dato, Miraflores, Av. Cruz Roja y Marqués de Pickman.

Asimismo, en el interior del Casco Histórico, hemos optado por restringir las propuestas de

carriles bus-bici, por entender que en dicho ámbito son mucho más importantes para la

coexistencia entre ciclistas y autobuses urbanos (así como con el resto de los vehículos) las

medidas de pacificación del tráfico. No obstante, sí hemos considerado aquellas calles en

las que se preveía su conversión en calles reservadas al transporte público. También, por su

indudable importancia práctica y simbólica, hemos considerado el caso especial de la Av.

de la Constitución. Esto nos ha llevado a nuevos descartes respecto de [TUSSAM,96]: San

Pablo (sector Iglesia de la Magdalena), Alameda de Hércules y Feria.

En el resto de las actuaciones consideradas en [TUSSAM,96] hemos llevado a cabo un

estudio de viabilidad técnica y de oportunidad práctica para la creación de carriles bus-bici,

teniendo en cuenta no sólo las dimensiones y el uso actual del viario, sino su uso futuro tal

y como se está planificando en la actualidad [PEB], [PIT], [PIOV], [PEPCH], etc.

Dicho estudio hemos procurado estructurarlo, en la medida de lo posible, en “zonas” y

“ejes” de transporte, de modo que las propuestas se agrupen en unidades con cierta

coherencia desde el punto de vista de una única función de transporte. Junto a estas grandes

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zonas, se han hecho propuestas concretas en una serie de calles donde, por su especial

configuración, la introducción de un carril bus-bici no presentaba especiales dificultades.

En cuanto a los criterios de diseño, se han seguido los enunciados en la sección I.3,

adaptándolos a cada situación concreta.

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II- ESTUDIO Y PROPUESTAS

II.1.- La red propuesta:

La red actual de carriles bus de Sevilla se esquematiza en la Fig.4.a, mientras que la red

propuesta por la Empresa Municipal de Transportes, [TUSSAM,96], se esquematiza en la

Fig.4.b. El conjunto de calles y de viario objeto del presente estudio, con la excepción de

algunas actuaciones puntuales en el Casco Histórico, se detallan en la Fig.5. En conjunto

suponen un total de entre 25,15 km. de carriles bus-bici unidireccionales en la primera

opción, en la que no se continúa el trazado de la Av. de Andalucía hasta Sevilla Este y de

31,15 km. cuando se considera esta segunda posibilidad.

De acuerdo con la metodología propuesta, se han considerado las siguientes zonas y ejes:

�� Zona del Casco Histórico.

�� Ronda histórica.

�� Eje Enramadilla – Av. de Carlos V – San Fernando – General Sanjurjo.

�� Eje Paseo de Colón – Arjona.

�� Eje San Francisco Javier – Luis de Morales – José Laguillo.

�� Eje Luis Montoto –Av. de Andalucía (hasta la Ronda del Tamarguillo y/o

hasta Sevilla Este).

�� Actuaciones singulares: Ronda Pío XII, Virgen de Luján, Av. de Roma y

López de Gomara

A continuación se detallan las principales características de cada una de estas actuaciones.

En cualquier caso, es preciso tener en cuenta que las propuestas concretas lo son sólo a

título indicativo y que, en cualquier caso, la creación de un carril bus-bici se considera

deseable en las vías enunciadas, mas allá de los detalles concretos de su diseño.

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II.2.- Zona del Casco Histórico:

Ya hemos mencionado que en esta zona las medidas globales de pacificación del tráfico

resultan mucho más eficaces que la creación de viarios separados para los diferentes tipos

de vehículos. No obstante, hemos considerado actuaciones en el caso de la Av. de la

Constitución, por su carácter singular y simbólico, y en el caso de algunas calles cuya

transformación en calles reservadas al transporte público se contemplaba en [TUSSAM,96]

y en las que hemos contemplado la posibilidad de un uso compartido por los ciclistas.

El conjunto de actuaciones equivale a la creación de 3 km. de carril bus-bici unidireccional.

II.2.a.- Av. de la Constitución:

Esta Avenida soporta en la actualidad un intenso tráfico tanto de autobuses como de

automóviles (en este último caso sólo de salida del Casco Histórico en dirección a la Puerta

de Jerez), bicicletas y motos. En su lugar más estrecho, frente a la Catedral, no son posibles

en total más de tres carriles de circulación. La Avenida soporta además un intenso tráfico

peatonal en un acerado claramente insuficiente, así como una fuerte demanda de

aparcamiento de carga y descarga y de corta duración que no encuentra satisfacción en el

diseño del viario, lo que se traduce en innumerables vehículos aparcados ilegalmente a lo

largo de los carriles bus y sobre la acera.

Nuestra propuesta, esquematizada en las Figs.6 y 7 intenta dar satisfacción a estas

demandas de un modo racional y teniendo en cuenta las limitaciones impuestas por el

ancho del viario. La introducción en el tramo frente a la Catedral de dos carriles bus

[TUSSAM,96] limita el número de carriles de circulación a uno en dicho tramo, por lo que

resulta inútil un segundo carril en el resto de la Avenida. Nuestra propuesta para dicho resto

de la Avenida implica la supresión del segundo carril de circulación, la conversión de los

carriles bus propuestos en carriles bus-bici, su protección mediante bordillo de obra para

evitar el aparcamiento ilegal y la ampliación del acerado. Opcionalmente podría

considerarse (Alternativa 2) la creación de una banda de aparcamiento a la izquierda del

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carril bus-bici, para dar satisfacción a la alta demanda existente. Esta banda de

aparcamiento, para ser eficaz, debería estar sujeta a fuertes restricciones en lo referente al

tiempo de estacionamiento permitido.

En la zona frente a la Catedral, proponemos básicamente la misma estructura que en

[TUSSAM,96], excepto que proponemos “legalizar” el tránsito de ciclistas por los carriles

bus, pese a sus reducidas dimensiones, por considerar que éste se producirá de todos modos

y porque, dado el corto recorrido, suponemos que dicho uso compartido no va a suponer

graves dificultades para el transporte público.

La propuesta, finalmente, para ser eficaz debería implicar la supresión y/o remodelación de

algunas paradas a lo largo de la Avenida, tema en el que no entramos de momento pero que

podría solucionarse mediante la reubicación de algunas paradas o la creación de dársenas

de aparcamiento para el transporte público.

II.2.b.- Calles reservadas al transporte público:

Estas calles incluirían Blanquillo – Calatrava, Imagen, Amor de Dios y un tramo de San

Pablo. Aquí hemos considerado la posibilidad de uso compartido, en algunos casos

legalizando el tráfico de ciclistas a contracorriente (Calatrava), de acuerdo con los diseños

ya mencionados, [CROW,93], y esquematizados en la Fig.2.

Las propuestas concretas se esquematizan en las Figs.8 y 9 (Blanquillo – Calatrava), Fig.10

(Amor de Dios), Fig.11 (San Pablo, esquina Iglesia de Montserrat) y Fig.12 (Imagen).

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II.3.- Ronda Histórica:

Hoy en día existe un consenso generalizado en que, tras la creación de las nuevas rondas

exteriores, la Ronda Histórica ha perdido (o debería haber perdido) su carácter de ronda de

circunvalación del centro urbano de Sevilla, para pasar a convertirse en un bulevar que

canalice sólo tráficos interiores. Sin embargo, al no haber habido desde entonces actuación

alguna en su viario, ha seguido manteniendo, por pura inercia, un papel de ronda de

circunvalación compartido con las rondas exteriores, al que se le añade además su creciente

papel como centro autónomo de atracción de viajes, dada la gran actividad comercial y de

servicios que se concentra a lo largo de su trazado. Esto se ha traducido en un intenso y

caótico tráfico (peatonal y motorizado), que tiene lugar en un viario insuficiente (tanto en

acerado como en carriles de circulación), al que se superponen unas necesidades de

aparcamiento de corta duración insatisfechas por el diseño de la vía, que se traducen en la

ocupación ilegal de los carriles bus, convertidos en bandas de aparcamiento ilegal pero

tolerado.

En tales circunstancias, cualquier actuación que pretenda conservar todos los usos actuales

de la Ronda Histórica está abocada a reproducir, de un modo u otro, el caos actual. Es

necesario renunciar a alguno de sus actuales usos y resulta evidente que, de todos ellos, es

el de ronda de circunvalación el que aparece como primer candidato a su desaparición o, al

menos, atenuación, al existir un viario alternativo mucho mejor adaptado a esa función.

Nuestra propuesta parte de dicha consideración, lo que se traduce en la desaparición de

carriles de circulación y la reutilización del espacio así recuperado para la creación de

carriles bus-bici, nuevo acerado y bandas de aparcamiento de corta duración.

En el diseño hemos intentado mantener, en la medida de lo posible, una continuidad tanto

de trazado como de diseño, de modo que la Ronda Histórica pase a ser un bulevar con

aceras y aparcamientos (de corta duración) suficientes, recorrido por un carril bus-bici que

incorpora en gran medida elementos del diseño de los carriles bus de Torneo (con

protección mediante bordillo de obra y aparcamientos en cordón separados del carril bus-

bici), cuyo éxito en dicha calle ha sido evidente y que, en este caso, consideramos

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imprescindible dado el actual grado de indisciplina en el respeto del carril bus y en el

aparcamiento.

No creemos que sea inútil insistir de nuevo en que la creación de aparcamientos de corta

duración que se propone debería ir acompañada, para que cumpla eficazmente su función

de satisfacer la actual demanda de ese tipo de aparcamientos, de una ordenanza que

restringiera fuertemente el tiempo de aparcamiento permitido.

Una propuesta concreta se desarrolla en las Figs.13 a 22. Sólo en los tramos de menor

anchura, entre la Puerta Osario y la Plaza de Carmen Benítez y en Resolana, se renuncia a

la protección del carril bus-bici mediante bordillo de obra, siendo interesante considerar en

estas zonas su protección mediante banda de plástico (en la zona mencionada de Recaredo,

el carácter de carril bus-bici en la zona de menor anchura se justifica, pese a sus reducidas

dimensiones, por el corto trayecto). En el resto vemos que la propuesta reducción de los

carriles de circulación (uno en cada sentido) hace posible la introducción de un bordillo de

obra y, en muchos casos, de una o dos bandas de aparcamiento en cordón a la izquierda del

carril bus-bici.

La propuesta supondría la creación, en total, de 6,6 km. de carril bus-bici unidireccional.

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II.4.- Eje Enramadilla – Carlos V - San Fernando - General Sanjurjo:

Estamos ante un eje con un intenso tráfico de autobuses y de ciclistas, con tráfico general

en una sola dirección en San Fernando y en General Sanjurjo y un carril bus a

contracorriente en San Fernando que es sistemáticamente usado también por los ciclistas de

un modo ilegal. En el otro carril bus de San Fernando se observa con frecuencia

aparcamiento ilegal de vehículos. La propuesta de TUSSAM prevé la creación de un carril

bus a contracorriente en General Sanjurjo [TUSSAM,96]. Del alto tráfico de autobuses y

ciclistas y de la mencionada indisciplina en el aparcamiento, intolerable en una vía que se

supone de gran capacidad, se deduciría en principio la propuesta de carriles bus-bici en

ambas márgenes del itinerario, protegidos por bordillo para evitar su uso como

aparcamiento ilegal. No obstante, el itinerario sufre un estrechamiento en San Fernando que

dificulta la concreción de tal propuesta. La propuesta, que se desarrolla en las Figs.23 a 25,

no encuentra en cambio dificultades de realización en la Av. de Carlos V ni en General

Sanjurjo, debido a las dimensiones suficientes del viario (en General Sanjurjo no se ha

incluido bordillo de obra debido al corto trayecto, pudiendo utilizarse bandas plásticas de

separación). En San Fernando se presentan dos alternativas: en la primera, el número de

carriles de circulación se reduce a dos, en coherencia con la reducción realizada en la

Ronda Histórica. En la segunda simplemente se legaliza el uso por parte de los ciclistas del

carril bus a contracorriente mediante un estrechamiento de los tres carriles de circulación de

San Fernando.

La propuesta, en conjunto, supone la creación de 3 km. de carril bus-bici unidireccional.

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II.5.- Eje San Francisco Javier –Luis de Morales – José Laguillo

Nos encontramos con un itinerario que cumple funciones de ronda exterior y sobre el que

se han localizado, además, importantes actividades comerciales, especialmente en San

Francisco Javier y en Luis de Morales. Sobre dicho itinerario, con la excepción del tramo

que va desde Luis de Morales a José Laguillo, TUSSAM propone la creación de carriles

bus [TUSSAM,96]. El tramo de San Francisco Javier, sobre todo, soporta un intenso tráfico

ciclista, debido posiblemente a la proximidad del Campus Universitario de la Enramadilla.

El tráfico en general en el sector San Francisco Javier – Luis de Morales es caótico,

habiéndose extendido en ésta última el uso ilegal el carril bus como aparcamiento. Nuestra

alternativa contempla, en principio, la creación de carriles bus-bici con separación mediante

bordillo de obra.

En San Francisco Javier, donde tanto las vías de servicio – exageradamente anchas – como

el carril bus se utilizan como aparcamiento, proponemos una ordenación más racional,

donde las vías de servicio se sustituyen por un carril bus-bici y los aparcamientos se

reubican, como aparcamientos en batería, a la izquierda del carril bus-bici.

En Luis de Morales hemos suprimido los aparcamientos para hacer posible la inclusión de

carriles bus-bici protegidos sin destruir el seto central. La supresión de aparcamientos en

una zona con gran demanda de los mismos se justifica por la existencia de numerosas

plazas de aparcamiento subterráneo de uso público en los principales comercios a lo largo

de la calle, así como en la existencia de amplias bolsas de aparcamiento en superficie en

calles aledañas. Podría contemplarse, no obstante, la creación de una banda de

aparcamientos en cordón (de corta duración), a la izquierda del carril bus-bici en la margen

opuesta al Estadio Sánchez Pizjuán, donde la oferta de aparcamiento es menor. En

cualquier caso, la existencia de dársenas de aparcamiento en batería a la derecha de los

carriles bus sería una fuente continua de conflictos, como se pone de manifiesto en otras

avenidas de ciudad, por lo que la hemos desechado.

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En José Laguillo, finalmente, la introducción de los carriles bus-bici protegidos se hace a

costa de eliminar una banda de aparcamiento – su ubicación a un lado u otro e la calle

dependería de un estudio ad hoc -, dado que en esta vía la demanda de aparcamiento es

menor que la oferta.

La propuesta supone la creación de 3.2 km. de carril bus-bici unidireccional y se

esquematiza en las Figs. 26 a 28.

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II.6.- Eje Paseo de Colón – Arjona

La propuesta original de TUSSAM incluía un carril bus a lo largo de dicho itinerario, en la

margen más cercana a la Dársena el Guadalquivir. Nuestra propuesta sigue las líneas

generales de la propuesta de la empresa, pero con un redimensionado de los carriles de

circulación que el ancho del viario permite sin dificultad. En el Paseo de Colón, a la altura

de Adriano, la propuesta no ofrece dificultad, como puede verse en la Fig.29. En el mismo

Paseo de Colón a la altura del Teatro de la Maestranza, la realización de la propuesta

tampoco ofrece dificultades: basta con reducir el ancho de los carriles de circulación de

3.23 a 3.19 metros.

En la calle Arjona la realización de la propuesta – conversión de uno de los carriles de

circulación en carril bus-bici, tampoco ofrece dificultad, como puede verse en la Fig.30.

Aquí hay que señalar que en dicha calle y en su conexión con Torneo se produce un tránsito

ilegal de ciclistas por los carriles bus entre las mencionadas Arjona y Torneo, en ambos

sentidos de circulación. Dado lo corto del recorrido y el grave riesgo que para los ciclistas

supone utilizar el túnel allí existente, proponemos legalizar sin más esta situación.

La propuesta supone la creación de un total de 1.1 km. de carril bus-bici unidireccional.

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II.7.- Eje Luis Montoto - Av. de Andalucía

Del estudio del viario se deduce que estamos ante un eje de singular importancia en las

comunicaciones de la ciudad y que, al mismo tiempo, ofrece posibilidades de implantación

de un carril bus-bici sin apenas modificación de la propuesta original [TUSSAM,96]. Su

prolongación hasta Sevilla Este dotaría a dicha zona, además, de una comunicación segura

para la bicicleta con el resto de la ciudad, de la que hasta ahora carece. Nuestra propuesta se

esquematiza en las figs. 31 y 32. La concreción de la propuesta supondría la creación de 5

km. de carril bus-bici unidireccional entre la Ronda Histórica y la Ronda del Tamarguillo y

de otros 6 km. más si se continúa hasta Sevilla Este.

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II.8.- Actuaciones singulares:

II.8.a Ronda Pío XII:

Esta actuación supondría la creación de 900 metros de carril bus-bici unidireccional, con

posibilidades de extensión hacia el oeste y hacia el sur (por la calle San Juan de Ribera)

hasta la Ronda Histórica, a la altura del Hotel Macarena. La propuesta se esquematiza en la

Fig.33 y, como puede verse, apenas difiere de la propuesta original [TUSSAM,96].

II.8.b.- Virgen de Luján:

Esta propuesta supone la creación de un carril bus-bici unidireccional de 1 km. de longitud,

aproximadamente, que se esquematiza en la Fig.34. La propuesta apenas difiere de la

original [TUSSAM,96], sobre la que sólo se ha realizado un redimensionado de los carriles

de circulación. La presencia de aparcamientos en batería a la derecha del carril bus-bici, sin

embargo, puede introducir conflictos con el tráfico de automóviles, por lo que sería

deseable un reordenamiento de la calzada, colocando el carril bus-bici a la derecha de los

aparcamientos en batería.

II.8.c.- Av. de Roma:

Se trata de un tramo corto, de tan solo 200 metros de longitud, que no ofrece dificultad para

la introducción de un carril bus-bici en lugar del carril bus propuesto en [TUSSAM.96]. La

propuesta se esquematiza en la Fig.35.

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II.8.d.- López de Gomara:

La propuesta de [TUSSAM.96] puede adaptarse de un modo inmediato a la creación de

carriles bus-bici, sin mas que redimensionar los carriles de circulación, dentro de unos

márgenes más que aceptables. No obstante, al igual que ocurría en el caso de Virgen de

Luján, la presencia de aparcamientos a la derecha del carril bus-bici, puede crear conflictos

con los automóviles. Para evitarlos bastaría con colocar los carriles bus-bici a la derecha de

las bandas de aparcamiento previstas, con una adecuada protección (de anchura igual o

mayor a 0.5 metros) para evitar conflictos con la apertura de puertas de los coches

aparcados. La propuesta, sin este último añadido, se esquematiza en la Fig.36 y supone la

creación de 1.1 km. de carril bus-bici unidireccional.

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III.- Conclusiones

La implantación de una red de carriles bus-bici en Sevilla responde al doble motivo de, por

un lado, potenciar el uso de ambos modos de transporte, ecológicos y no contaminantes (o,

al menos, menos contaminantes que el automóvil privado) y, por otro, resolver los

conflictos que, en la práctica, se producen entre los ciclistas y los autobuses urbanos en el

uso del viario reservado para estos últimos. Éste último motivo está relacionado con la

situación de peligro que el carril bus convencional supone para los ciclistas, al obligarles a

circular emparedados entre dos tráficos de vehículos mas veloces y potentes que ellos. De

ese modo los ciclistas tienden instintivamente a circular por el carril bus, lo que provoca

inevitablemente conflictos que se evitan con la implantación de carriles bus-bici

Tal implantación ha sido probada con éxito en numerosas ciudades de países europeos

(Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Holanda, Francia...) y norteamericanos (EEUU y

Canadá), con notable éxito.

La implantación de carriles bus-bici de uso compartido por ciclistas y autobuses urbanos

requiere, para que sea eficaz, de un dimensionado eficaz de tales carriles. Los manuales de

diseño coinciden en recomendar una anchura entre 4 y 4.5 metros (frente a los 3-3.5 metros

del carril bus convencional). También es posible diseñar carriles bus-bici a contracorriente

e introducir el tráfico de bicicletas en calles reservadas al transporte público en los Cascos

Históricos y zonas peatonales.

En el caso de Sevilla, la implantación de viario reservado, tanto para el transporte público

como para la bicicleta, es aún muy reducida, siendo necesario un esfuerzo en ese sentido.

De la experiencia de otras ciudades europeas (Berlín), se deduce que tal esfuerzo puede

hacerse conjuntamente, siendo la implantación de carriles bus-bici una buena opción en las

numerosas ocasiones en que la anchura del viario no permite implantar, a la vez, carriles

bus y carriles bici

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Otro aspecto singular de Sevilla es la indisciplina en el uso de los carriles bus existentes,

que se traduce en muchas ocasiones en su uso ilegal como banda de aparcamiento de carga

y descarga o de corta duración. Esta característica del tráfico en nuestra ciudad hace

especialmente necesario un diseño adecuado de los carriles reservados al transporte público

y a la bicicleta, a los que es necesario dotar de protección. El uso de bordillos de obra se ha

revelado especialmente eficaz (Torneo). Otras alternativas son las bandas plásticas, aunque

éstas suponen un elevado riesgo para los ciclistas si el carril bus no dispone de

dimensiones suficientes para permitir los adelantamientos bus-bici. Las bandas sonoras son

muy peligrosas para los ciclistas, sobre todo con lluvia. Finalmente, los aparcamientos a la

derecha de los carriles bus o bus-bici son una fuente continua de conflictos, por lo que,

siempre que ello sea posible, hemos propuesto situarlos a la izquierda de los carriles bus-

bici.

En base a tales consideraciones, hemos desarrollado una propuesta basada a su vez en las

propuestas de la propia Empresa Municipal de Transportes, [TUSSAM,96], que contempla

la conversión y el uso compartido de dichos carriles reservados mediante su conversión en

carriles bus-bici. La propuesta supondría la creación de un total de entre 25.15 y 31.15 km.

de carriles bus-bici en Sevilla, agrupados en las siguientes zonas o ejes:

�� Zona del Casco Histórico.

�� Ronda histórica.

�� Eje Enramadilla – Av. de Carlos V – San Fernando – General Sanjurjo.

�� Eje Paseo de Colón – Arjona.

�� Eje San Francisco Javier – Luis de Morales – José Laguillo.

�� Eje Luis Montoto –Av. de Andalucía.

Más las siguientes actuaciones singulares:

�� Ronda Pío XII

�� Virgen de Luján

�� Av. de Roma

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�� López de Gomara

En el resto de las calles y avenidas contempladas por la propuesta de [TUSSAM.96] no se

han contemplado actuaciones, dado que o bien existían posibilidades evidentes de implantar

carriles bici en el mismo viario o en el viario adyacente, o las dificultades técnicas para la

implantación de un carril bus-bici desaconsejaban su propuesta.

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BIBLIOGRAFÍA

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Centro para la investigación y la estandarización en ingeniería civil y del tráfico

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Sevilla, 1995.

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Obras Públicas y Transporte. 1995 – 1997 (varios documentos).

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Potenciar el uso de la Bicicleta en Sevilla". Ayuntamiento de Sevilla, Delegación de

Tráfico y Transportes, Sevilla, 1989.

[Sanz,96]: Alfonso Sanz “La bicicleta en la ciudad, manal de políticas y diseño para

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[TUSSAM,96]: "Actualización de la propuesta de red de itinerarios reservados al transporte

público en la ciudad de Sevilla". TUSSAM, Sevilla, 1996.

[WEB,A.C.]: http://es.geocities.com/acontramanoacs/ , página web de “A Contramano”

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