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Jean Piaget ESTUDIOS SO CIOLO , GICOS Ariel

Estudios Sociológicos

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Libro poco conocido de Piaget sobre la sociología

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Page 1: Estudios Sociológicos

Jean Piaget

ESTUDIOS SOCIOLO

,

GICOS

Ariel

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Titulo original: Etudes sociologiques

Traducci6n de: MIGUEL A. QUINTANILLA

Primera edici6n en Colecci6n Demos: 1977

Primera edicion en Colecci6n Ariel: julio 1983

© 1965: Librairie Droz, Ginebra

Derechos exclusives de edici6n en castellano reservados para todo el mundo y propiedad de la traducci6n:

© 1977 y 1983: Editorial Ariel, S. A. C6rcega, 270 - Barcelona-8

ISBN: 84 344 1006 0

Deposito legal : B. 25.594-1983

Impreso en Espana

1983 - Talleres Graficos DUPLEX, S. A. Ciudad de Iii Asuncion, 26

(Barcelona)

Ninguna parte de esta publicaci6n, incluido el diseflo de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada 0 transmitida en manera alguna ni por ningun medic, ya sea electrico, qulmico, mecanico, optico, de grabaci6n 0 de fotocopia, sin

permiso previa del editor.

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LA EXPLICACION EN SOCIOLOGiA

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La sociologia, 10 mismo que la biologia y la psicologia, intere­sa a la epistemologia desde dos puntos de vista distintos y com­plementarios: por una parte, constituye IJn modo de conocimiento di no de ser estudiado or si mismo, sobre todo en sus relaciones

.(tanto de diferencia como de semejanza) con el conocimiento psi­cologico; or otra parte, el conocimiento sociologico condiciona '6

~ la epistemologia en su propio objeto 0 contenido, puesto gue el conocrrm n ano,e esencialmente colecrivo y. a vida social ~ons t i t u e uno e.Ios.Iactore enciales de la fOrt}1acion y del au­mento de los conocimientos recientificos y cientificos.

I. INTRODUCCION. LA EXPLICACION SOCIOLOGICA,

LA EXPLICACION BIOLOGICA

Y LA E XPLICACION PSICOLOGICA

Desde el primero de estos dos puntos de vista , el conocimien­to sociologico es de un interes evidente, y la epistemologia geneti­ca 0 comparada debe en especial analizarlo en sus relaciones con el conocimiento biologico y sobre todo con el conocimiento psico­logico.

Las relaciones de la sociologia con la biologia anuncian ya la complejidad de las que aquella mantiene con la psicologia. En pri­mer lugar, existe una sociologia animal 10 mismo que una psicolo­gia animal (las dos disciplinas estan por 10 dernas estrechamente ligadas pues las funciones mentales de los animales que viven en sociedades estan naturalmente condicionadas por est a vida so­cial), y sus investigaciones tienden a mostrar la estrecha interac­cion de la organizacion viviente y de las organizaciones sociales

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elementales: todo el mundo sabe, en efecto, que en el seno de cier­tos organismos inferiores (celentereos, etc .) no se logran distinguir par criterios precisos los individuos, las "colonias" (0 ensamblajes de elementos semi-individuales interdependientes) y las sociedades propiamente dichas, Pero a partir de la sociologia animal, el modo de explicacion propiamente sociologico comienza a distin­guirse del an illisis biologico, 10 que equivale a decir que el hecho social se diferencia ya del hecho organico y requiere por consi­guiente un modo de interpretacion especial. AJ Jado de las con­ductas propiamente instintivas (es decir, de montaje hereditario li­gado a estructuras organicas) que constituyen 10 esencial de los comportamientos animales, existen, en efecto, ya en los animales sociales, interacciones "exteriores" (en cornparacion con los mon­tajes innatos) entre individuos del mismo grupo familiar 0 grega­rio, las cuales modifican mas 0 menos profundamente su conduc­ta: el lenguaje por gestos (danzas) de las abejas, descubierto por V. Frisch, el lenguaje por gritos de los vertebrados superiores (chirnpances, etc.), la educacion a base de imitacion (cantos de los pajaros) y el adiestramiento (conductas de rapiria de los gatos, es­tudiadas por Kuo), etc. Estos hechos propiamente sociales, cons­tituidos por transmisiones externas e interacciones que modifican el comportamiento individual, suponen por 10 tanto un metodo de anal isis nuevo, que se fije en el conjunto del grupo considerado como sistema de interdependencias constructivas, y no ya sola ­mente una explicacion biologica de las estructuras organicas 0

instintivas. En segundo lugar, la misma sociologia humana mantiene rela­

ciones con esa rama de la biologia que es la antropologia 0 estu­dio del hombre fisico en sus genotipos (razas) y sus poblaciones fenotipicas. Aunque el concepto de raza haya sido utilizado por ciertas ideologias politicas en sentidos completamente alejados de su significacion biologica y aunque de esta manera haya l1egado a ser un simple simbolo afectivo mas que una nocion objetiva, sigue en pie la cuestion de conocer las relaciones entre los genotipos hu­manos y las mentalidades colectivas, a un cuando las sociedades mas activas sean las que corresponden a la mas absoluta mezcla de genes. Por otra parte, la antropologia estadistica se prolonga

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naturalmente en la dernografia, 0 al menos en esa parte de la de­mogr afia que se ocupa de los aspectos biologicos de la poblacion, Pero las relaciones entre la sociologia humana y la antropologia 0

Ja demografia ponen en evidencia , aun mas que la sociologia ani­mal , la diferencia entre la explicacion sociologica y la explicacion biologica, Mientras que esta se ocupa de las transmisiones inter­nas heredadas y de los caracteres determinados por elias , la ex li­e cion sociolo ica se ocupa de las transmisiones exteriores 0 inte­raceiones externas entre individuos, y eonstruye un conjunto de nociones destma as a dar cuenta de ese modo sui generis de transmision. Asi es como explicara por que la mentalidad de un . Queblo depende mucho menos de su"'r~~u.JUstori a eCG­

..D om ic~de l desarrollo historico de sus tecnicas y de sus represen­' l aciones colectivas, no siendo ya esta historia la historia de un pa­

nmoniOhereditario, sino precisamente la de un patrimonio cultu­_ra l~ es decir, la de un conjun~ conductas 'que se transmiten d;­generacion en, ginei'acion desde fuera y con modificacione~ <].Y.e

Clependen del conJunto del g~a l. Asi es, por otra parte, , como los aspectos biol6 gi~ del fenoffierro-demografico (numero

de nacimientos y de defunciones, longevidad, mortalidad en fun-cion de las clases de enfermedades, etc.) estan estrechamente su­bordinados a sistemas de valores (sobre todo economicos) y de reglas que resultan de la interaccion externa de los individuos.

Un tercer punto de union entre la biologia y la sociologia es el analisis de las relaciones entre la maduracion nerviosa y la pre­sion de la educacion e a.socializacica-del-indiziduo. El desarro­llo del' nino ofrece a este respecto un campo de experiencias del mas alto interes en cuanto a la zona de union entre las transmisio­nes internas 0 hereditarias y las transrnisiones exteriores, es decir, sociales 0 educativas. Asi es como la adquisicion dellenguaje su­pone, adernas de la asimilacion de una lengaa ya organizada, 0

sistema de signos colectivos que se transrniten de generacion en generacion por el canal de la educacion, una condicion biologica previa (y peculiar de la especie humana, hasta mas amplia infor­macion) que es la capacidad de aprender un lenguaje articulado. Ahora bien, esta capacidad esta ligada a un cierto nivel de desa­rrollo del sistema nervioso, mas 0 menos precoz 0 tardio segun

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los individuos, determinado por un juego de maduraciones heredi­tarias. Sucede 10 mismo con la adquisicion de las operaciones in­telectuales, todas las cuales suponen a la vez ciertas interacciones colectivas y una cierta maduracion organica necesaria para su de­sarrollo. En tales dominios la relacion, por una parte, y la diferen­cia, por otra , entre la explicacion biologics y la explicacion socio­logica son tan evidentes que muchos autores Ilegan a renunciar a toda explicacion psicologica y a reabsorber completamente a la psicologia en 10 neurologico y 10 social unidos y distintos.

POl' el contra rio. cu and o so n suficienternente analizados , y no trata­do s de rnan era global y teorica, tale s hechos plantean de manera particu­larmente aguda el problema de las relaciones e nt re la explicacion soci o­logic a y la explicacion psicologica . En efecto , el caracter mas importante de todos estos proce sos que dependen ala vez de la rnaduracion y de la tran srnision externa 0 ed uca tiva es que obede cen a un orden con stante de desarroll o ( cu alquie ra que sea la velocidad de este), Asi es co mo el lengu aje no se aprend e de un golpe sin o de ac uerdo con una su cesion

( qu e ha sido est ud iada rnuchas veces: la co rnprens io n de los susta ntivos / (pal abras-fra se) precede a la de los verbos y esta a su vez precede con " mu cho a la de los adve rbios y conjunciones que indican las ligazones, las

ideas, etc. Tampoc o la adquisicion de un siste ma de o peraciones se efec­tua nunca de un a vez , sino qu e supo ne siem pre Lases d~

mam ent e regulares. Nad a hay ma s natural que el hech o de que los clini­- co s 0 lo s psicologos deseo sos de ex plicac iones desprecien tales hech os para atener se exclusivamente al rendimiento y al esta d io que sefia la la terminacion de estas adquisiciones. Pero t ales procesos geneticos son , pOI" cl conuario, a ltamentc instructivos respecto a la conexion entre la maduracion y las tran smi sion es sociales . i,Esta la suc esion de la s fase s de aprcndi zaje efectivarn ente rcgulad a por las etapas de la rnaduracion ? No entera me nte, porqu e los ca racteres propi os de est as rases son relati ­va s a las realid ad es col ecti vas " exteriores" al nino: tal es son las caiego­r ias semanticas 0 siniacticas del lenguaje 0 lo s siste mas de representa­cion es conce ptua les 0 de pre ocupaciones que con stituyen los crit erios de aqu ellas: si una tal suce sion fucra efecto de la maduracion, seria neces a ­rio ento nce s ad mitir una pr eformacion 0 una anticipa cion hereditaria de los mar cos socia les en el s istema nervioso , 10 cu al constituiria una hipo­tesis molesta y so bre tod o inutil, Entonces, la sucesion de es tas fas es de adq uisicion i,es ta regulada pOI' las interacciones sociale s? Esto tarnbien

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es poco verosimil porque, si bien es verd ad que la escuela inc ulca a l nino •el contenido de las representaciones co lectivas s egu n un cierto ro ram~ '] crono log i e en Ie y os mod.o.s usua es e ra zo namiento Ie ~

• puestos en blogu e por e l ent o rno : si el nino elige en ca da estadlO algunos ( elementos y los as imila a su mentalidad siguiendo un ciert o orden, es "­porque el nino no sufre a resion de la " vida social" mas pa sivamente l que la de la " rea lidad fisica" , consi er a as ammrs-en su totalidad , sino ( que o pera una seg regacion acti va en 10 que se Ie ofrece y 10 reconstruye a su rnanera al as imilarlo. ___

Entre 10 biologico y 10 soc ial existe , por 10 tanto , 10 mental y tenemos que intentar ah ora poner de relieve, de manera prelirni­nar y simplemente intro d ucto ria, las rel aci ones entre la explica­cion sociologica y la explicacion psicologica , Ah ora bien , la gran diferenci a que existe entre las relaciones de la so ciologia con la biologi a y las de la so ciologia con la psicologia es qu e las segun­da s de estas relaci on es no constituyen vinculos de superposicion 0

de suces ion jerarq uica como las primeras, sino mas bien vinculo s de coo rdina cion e incluso de interpretacion. Dicho de otra mane­ra , no existe una serie de tres terrninos s uces ivos : biologia --. psi­col ogi a --. so ciologia , sino mas bien un paso simultaneo de la bio­logia a la psicologia ya la sociologia unidas, ya que estas do s ulti­ma s disciplinas trat an el mismo o b jeto s61Q...q ue desde dos puntos de vist a distintosv complementari os. La ra zon de e llo es q ue no

('laY tre s naturalez~s h u man~nbre fisico, el hombre mental y cI hombre socia l, qu e se superponga n 0 se suceda n a la manera de los caracteres del feto, del nino y del adulto, sino qu e existe, por una parte, el or gani sm o, det erminado por los caracteres here­dad os a si co mo par los mecanism os o ntogeneticos. y por otra l

pa rte, el conjunto de las conductas hurna nas de las q ue cad a uno comporta desde el nacimiento , y en gr ados diversos, un aspccio mental y un aspecto social. La interdependencia entre la psicolo­gia y la sociol og ia es, por 10 tanto , compar able a la qu e se da en­tre do s c iencias biologic as conexas , como la ernbriologi a de scrip­tiva y la anatomia cornparada , 0 la ernbriologia ca usa l y la teoria de la herencia (comprendida en esta la teori a de las va riaciones 0

de la e volucion), y no a laque se daba entre la fisica y la quimica antes de su fusion progresiva. Y todavia la imagen es eq uivoca ,

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puesto que la ontogenesis y la filogenesis son mas faciles de diso­ciar que el aspecto individual y eJ aspecto social de la conducta humana: las relaciones de la psicologia y la sociologia habria que compararlas casi con las del mimero y el espacio, en la medida en que es suficiente la intervenclOn de una relacion de vecindad para hacer espacial cualquier conjunto 0 cualquier relacion algebraica y analitica.

Cada uno de los problemas que plantea la explicacion psicolo­gica se vuelve a encontrar, por 10 tanto, a proposito de la explica­cion sociologica, casi con la unica diferencia de que el " yo" es

) ~Jlli1 z a d o aq.uLpor~osotros" y las acciones y "o~ nes" se tra!!§forman, una vez completadas por ha berseles aiia31cfo .

' la dimension colecEiva, en interacciones, en conductas que se mo ) \, ~as-otr.as..(segUn todos los escalones intercalados • entre la lucha y la sinergia) en forma de "cooperaciones", es decir, ~ de operaciones efectuadas en cornun 0 en correspondencia reci­

i proca. Es verdad que esta aparicion del "nosotros" constituye un \. nuevo problema episternologico: mientras que en psicologia el ob­

servador estudia simplemente la conducta de los otros sin verse el mismo afectado necesariamente por ello (salvo en ciertas situacio­nes particulares como la que es peculiar del metodo psicoanaliti­co), en sociologia el observador generalmente forma parte de la totalidad que estudia 0 de una totalidad analoga 0 adversa. De aqui que un considerable conjunto de "prenociones ", sentimien ­tos, postulados implicitos (morales , juridicos, politicos, etc.) y de prejuicios de clase se interpongan entre el sujeto y el objeto de su investigacion y que la descentracion del primero, condicion de toda objetividad, sea aqui infinitamente mas dificil que en otras partes. Pero si el "nosotros" es una nocion pro pia de la sociolo­gia, las dificultades que provoca desde el punto de vista de la im­parcialidad y del coraje intelectual necesarios para la investiga­cion intervienen ya parcialmente en psicologia, precisamente por­que el hombre es uno y todas sus funciones mentalizadas estan igualmente socializadas.

Asi pues, todas las diversas cuestiones de las que vamos a te­ner que tratar a proposito de la explicacion sociologica correspon­den a las que. acabamos de discutir a proposito de la psicologia.

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Asi sucede en particular con la nocion central por medio de la cual los sociologos durkheimianos han querido cortar todos los lazos entre la sociologia y la psicologia: la nocion de totalidad. Una soc iedad es un todo irreductible a la sum a de sus partes, de­cia Durkheim, y que presenta, por consiguiente, cualidades nue­vas por relacion a estas, a la manera como la rnolecula posee, a ti­tulo de sintesis, propiedades ignoradas por los atornos que la componen. Ahora bien, en un pasaje muy curioso (uno de los po­cos en los que ha expresado una opinion en psicologia) Durkheim com para, segun una especie de proporcion analogica, la concien­cia colectiva en relacion con sus elementos individuales a 10 que es un estado de conciencia individual (considerado tambien como un todo) en relacion con los elementos organicos sobre los que se apoya: de la misma manera que una representacion individual (percepcion, imagen, etc.) no es el producto de una simple asocia­cion entre elementos organicos considerados aisladamente, sino que constituye de entrada una unidad caracterizada por sus pro­piedades de conjunto, asi tam bien las representaciones colectivas son irreductibles a las representaciones individuales cuya sintesis constituyen. Ahora bien, esta cornparacion de Durkheim va mas lejos de 10 que el podia imaginarse en 1898: I no solo es perfecta­mente exacto que la nocion de totalidad es com un a la sociologia y a la psicologia, sino que incluso esta nocion es susceptible de di­versas interpretaciones cuyo cuadro es paralelo en am bas discipli­nas . A la totalidad por "ernergencia" tal como la concibe Durk­heim cor responde perfectamente la nocion de forma total 0 de Gestalt en psicologia, perc las objeciones que se presentan a esta ultima concepcion valen tambien contra la totalidad durkheirnia­na y en los dosdominios pueden desarrollarse concepciones mas relativistas del concepto de totalidad.

Por otra parte, de la misma manera que en psicologia es posi­ble distinguir entre las ex I'c 'on s ~s , ue tratan de los

-!!!S:fanismQs_d desarrollo, y el analisis de los estados bri como ales . si tam bien existen ti os de explicacion caracte­

istori­risticos de la sociologia alacromca 0 dinamica (evolucion ca de las socie a es Xotros que carac enzan a a SOCIO ogl croiiica 0 estatica (equilibrio social). En ambos dominios, e psico­

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logico y el sociologico, se encuentran igualmente tres grandes ti­'jios de estructuras:mvoGtdas por los autores bajo nomb-res di~ sos yque pueden reducirse a las nocionesde rit~s, reguT;;i~es

y "agruparnientos". En los dos terrenos se puede igualmente rec u­rrir, al lado de las explicaciones reales 0 concretas, a esquernas axio'inatizados, y el empleo de tales esquernas pone claramente en evidencia la dualidad-crerasreriiC[2nes de i"!plicacioQ..(er..opiasd e lOS sisTemas de norrnas, por ejemplo en el encajamiento de las normas juridicas) y las relaciones de causalidad propiamente dicha. ,.

ES'i'adualidad de las implicaciones inherentes a las representa ­ciones colectivas y de la causalidad que interviene en las conduc­tas sociales en tanto que conductas pJantea en particular un pro­blema fundamental de explicacion, que ha sido formulado por la sociologia marxista y recogido de diferentes formas por autores de tendencia bien diferente como V. Pareto : la cuestion de las re­

-----;;;:-:-~--laciones entre la .0f~ae~,trJdctura y la superestructura. Del mismo modo que la p~ologia ha llegado a comprender quelos datos de [a concjencia no explican nada causal mente y que la unica exp~ cae ion cau~Ql~~e~o.!l~ill:.~~JSLconcle.!2cia a las co ~ ductas. es decir , ala C}S£i.QQ, asi tarnbien al descubrir la sociologia i; relatividad d~superestructuras con respecto a las inrr~

~ '- ..... ­.llJlcturas pasa de las explicaciones ideologicas a las explicac1mi'eS por La accion : ~c i ones ejecutadas en cornun para asegurar la ~- ~ - - ­vida del gruposocial en funci6n de un cierto medio material: ac ­C'iOiieSooncr etas y tecnicas, que seprolongan en representaciones 'colec tTva s e n vez dederivarse de elias en el punta de partida a ti­tulo de aplicacjones, EI problema de las relaciones entre la in­fraestructura y~ s uperestructura esta, por consiguiente, estrecha­mente ligado al de las relaciones entre La ~au s a li dad de las co n, ....­< ductas y las implicaciones de la representacio l}., ya se trate de irn­j)TIcac io;es pretogicas 'O'in c ~;o casi si~bolic ;s como en las diver­sas ideologias, 0 de implicaciones que se coordinan logicarnente como en las representaciones colectivas racionales, cuyo produc­to mas autentico es el pensamiento cientifico,

Esto nos conduce al segundo interes esencial que presenta el conocimiento sociologico desde el punto de vista de la epistemolo­

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gia genetica. EI pensamiento sociologico es importante en episte­rnologia no solamente a titulo de modo particular de conocimien­

-to que habria que analizar como cua quier otro, sino tam ien por­que el propio objeto de la investigacion sociologica engloba el de ­sarrollo de los conocimientos colectivos y especialmente toda la historia del pensamiento cientifico. A este respecto la epistemolo­gia genetica, que estudia el aumento de los conocimientos...m d

··d~bl;pl~ de su form~;;-~gi~ a-y de ~_~~o l u c i2.n_h is to ri ­cit, depende tanto de la sociologia como de la psicologia, y no se puede decir que la sociogenesis de los diversos modos de conoci­miento tenga ni mayor ni menor importancia que su psicogenesis, pues se trata de dos aspectos indisociables de toda forrnacion real. Desde este punto de vista hay que discutir sobre todo dos cuestio­nes , porque de su solucion depende en definitiva toda la epistemo­logia genetica: la de las relaciones entre la sociogenesis y la psico­genesis en la forrnacion de las nociones en el nino en curso de so­cializacion y la de las mismas nociones en la elaboracion de las nociones cientificas y filosoficas que se han sucedido en la his­.to ria.

La interdependencia de la so ciogenesis y la psicogenesis se nota de manera particular ment e evidente en el terreno de la psicologia del nino. a la que hemos recurrido muchas veces par a explicar la construccion de las nociones. Ahora bien. tal recurso al desarrollo intelectual del nino. concebido a titulo de ernbriogenes is mental , cuya legitimidad inclu so he­mos defendido invocando los se rvicios prest ados por la embriologi a bio­logica a la anatomia comparada (vease Introduction Ii l'epistemologie s« netique. ap. 2), ha podido dejar un ciert o malestar en el espiritu de mas de un lecto r. La psicologia del nino - ha podido decirse- explicar ia sin duda cl modo de forrnacion de las noci one s 0 las operaciones si el nino pudiera ser estudiado en si mismo, independienternente de toda inlluen­cia adult a y s i constru yera asi su pensamiento sin extraer sus elementos esenciales del medio social. Pero i,que es el nino en si mismo? i,Es que existen ninos sin relacion a ciert o s medio s colectivos bien determin ados'! Es evidente que no , y si se ha convenido en lIamar "psicologia del nino" at estudio del desarrollo mental individual es simplemente por referencia a los met odos experimentales utilizados en esta disciplina : en realidad , tanto en 10 que concierne a las nociones explicati vas de las que se sirve,

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como con respecto a su objeto de investigacion, la psicologia del nino constit..YY.i:_\!ILsector de la sociologia consagrado'al ei\!.di2A eJa-soeiali-­.:l.i!£i6n del individuo, al misrno tiempo que un sectord e la p~o l og i a mj;;­

ero an ieSCie"inSTS'tir -ina-ii"en ello. advir-tamos en primer lu'gar que una tal interdependencia entre los factores sociales, mentales y organi­~n la genesis individual de las nociones:-rejos 'a-e-collstinfii'"'Ci'ifinlb'je'­cion al ernpleo de los resultados psicogeneticos en episternologia cornpa­rada, refuerza por el contrario el interes de esta formaci on individual y aurnenta la significacion de sus estadios regulares: es , en efecto, enorrne­mente llarnativo que, para lIegar a construir sus operaciones Iogicas y nurnericas, su representacion del espacio euclidiano, del tiernpo, de la ve­locidad, etc ., el nino necesite, a pesar de las.presiones social~ de todo tipo que Ie irnponen estas nociones en estado acabado y cornunicable, volver a pasar por todas las etapas de una reconstruccion primero intui­tiva y despues operatoria. La construccion de las operaciones de adicion logica yde seriacion, etc ., necesarias para la constitucion de una logica concreta : la de las operaciones de correspondencia biunivoca con con­servacion de los conjuntos, necesarias para la genesis del numero ; la de las intuiciones topologicas y las operaciones de orden, etc., necesarias para la constitucion del espacio ; la seriacion de los acontecirnientos. el encajarniento de las duraciones y la intuicion de los adelantamientos, constitutivos del tiernpo y de la velocidad, etc .• adquieren asi un sentido episternologico tanto mas profundo cuanto que el nino esta inmerso en un medic colectivo en el que habria podido obtener est as diversas nocio­nes en forma completamente e1aborada. Ahora bien, en vez de recibir cs­las nociones ya terminadas, solamente~igs-(lo hemos visto al cornienzo

1- de este apartado I) entre las representaciones ambientes aquellos ele­\ : menlos que son asimilables para el segun leyes precisas de sucesion ope­

~! raioria. •, A este respecto, y sin querer abusar de cierto tipo de compa­

raciories, la ernbriologia mental no pierde su significacion en epis­temologia comparada 0 genetica, por el hecho de que el desarrollo individual este en parte condicionado por el medio social y la psi­cogenesis sea parcialmente una sociogenesis, mas de 10 que la em­briologia organica pierde su interes en anatomia com parada por el hecho de que la ernbriogenesis este en gran parte determinada por los genes 0 factores hereditarios: de la misma manera que el desarrollo organico individual depende parcialmente de la trans­

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rnision hereditaria , asi tarnbien el desarrollo mental individual esta condicionado en parte (adernas de por los factores de maduracion organica y de forrnacion mental en sentido estricto) por las trans­misiones sociales 0 educativas. Hay un .proceso particularmente interesante a este respecto, tanto para la epistemologia genetica rnisma como desde el punto de vista de las relaciones entre la so­ciologia y la psicologia : es ,la existencia de 10 que G. Bachelard y f A. Koyre han denominadd ";TIetaforicamente "rnutaciones intelec ­tuale ~". La histori a de las idea s cientificas, diC"e -A. Koy;e, "nos mues ra al espiritu humano en luch con la re~; nos revela sus fracases. sus victorias ; nos muestra que sobrehumano esfuer­zo Ie ha costado cada paso en la via de la inteleceion de 10 real , es­tuerzo que desemboca a veces en una verdadefa «mutacion» el intelecto humano : transforrnacion gracias a la cual nociones, pe­nosamenle «inventadas» por los mas grandes genios , lIegan a ser no solamente accesibles , sino incluso faciles, evidentes, para los escolares '.j Esto quiere decir, par 10tanto, que un nino de 7 aiios, de 9 anos, de 12 afios . etc .• tendra en el siglo xx unas idea s sobre el rnovirniento, la velocidad, el tiernpo, el espacio, etc., diferentes ') de las que tenian los nifios de la misma edad en el siglo XVI (es de­cir, antes de Galileo y Descartes), en el siglo x antes de nuestra era. etc. Esto es evidente y un hecho como este pone plena mente de relieve el apel de las transmisiones sociales 0 educativas; perc su interes aumenta todavla muc 0 mas cuando uno se da cuenta de 10 poco pasivo que es el espiritu del nino : si el escolar de 12 arios que vive en el siglo xx lIega a pensar el movimiento de un modo cartesiano , la verdad es que esto no sucede desde el primer momenta sino que pasa por una serie de etapas pre vias, en el cur-so de las cuales lIega incluso a resucitar sin sospecharlo la 'uvnnspicrcoi s peripatetica 3 a pesar de que las representacio­nes colectivas actuales no contienen ni rastro de ella. Con otras palabras (y, naturalmente, sin que sea necesario invocar un para­lelisrno terrnino a terrnino entre la ontogenesis, la filogenesis y la

'+ sociogenesis historica) la "mutacion intelectual" no se manifiesta bajo la forma de una SUStl UCIOn pura y simple de las ideas ariti­guas par las nuevas : apafece par el contrario bajo la forma de

- una aceleracion e roceso psicogenetico cuyas etapas siguen

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siendo relativamente constantes en su orden de sucesion, pero que se suceden mas 0 menos rapidarnente segun los medios so_daleS:­

ad a hay,-por otra parte, mas-apropiado para verificar la necesi ~ ' dad de una referencia a factores especificamente mentales que la existencia de estas aceleraciones 0 de estos retrasos del desarrollo en funcion de los medios colectivos: la "rnutacion intelectual" en tanto que factor de aceleracion no podria, en efecto, explicarse so­lo per la maduracion nerviosa (sin recurrir a la herencia de 10 ad ­quirido 0 a una preforrnacion anticipadora), ni solo por la trans­mision social (puesto que es una aceleracion y no una sustitu­cion), ni tampoco par la union de estos dos unicos procesos (pues­to que uno de ellos es invariante y solo el otro es el que realmente varia); si la transmision social acelera el desarrollo mental indivi ­dual, entonces (como ya hemos visto mas arriba) es que entre una maduracion organica que proporciona potencialidades mentales, pero sin estructuracion psicologica ya terrninada, y una transmi­sion social que proporciona los elementos y el modelo de una po­sible construccion, pero sin imponer esta ultima como un bloque acabado, existe una construccion operatoria que traduce en es­tructuras mentales las potencialidades ofrecidas por el sistema nervioso; pero sola mente efectua esta traduccion en funcion de in­teracciones entre los individuos y por consiguiente bajo la inlluen ­cia aceleradora 0 inhibidora de los diferentes modos reales de es­tas interacciones sociales. Asi u.o biologico invariante (en tanto que hereditario) se prolonga simultanearnente en mental y social, yes la interdependencia de estos dos ultirnos factores 10 unico que puede explicar las aceleraciones 0 los retrasos del desarrollo se­gun los diversos medios colectivos, I

Pero entonces, si la sociogene ~1'; interviene en el seno de la psicogenesis desde los estadios elementales del desarrollo, es evi­dente que su intluencia aumenta en progresion, por decirlo asi , geornetrica segun se va produciendo la sucesion de los estadios superiores. La social interviene antes del lenguaje por medio de los entrenamientos sensorio-rnotores, la imitacion, etc., pero sin modificacion esencial de la inteligencia preverbal; con ellenguaje su papel aumenta considerablemente, puesto que da lugar a inter­cambios de pensamiento desde eI momenta mismo de la forma­

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no

cion de este. i1-a construccion progresiva at: ia s operaciones inte­lectuales supone una interdependencia creciente entre los factores mentales y las interacciones interindividuales.tcomo veremos en el apartado 7.~na vez constituidas las operaciones, se establece por lin un equilibrio entre 10 mental y 10 social, en el sentido de que el individuo, transformado en miembro adulto de la sociedad sabria ya pensar fuera de esta socializacion acabada, Esto nos conduce a I segunda cuestion esencial que la epistemologia ge netica plantea a la sociologia : la del papel de la sociedad en la elaboracion de las noeiones historicas propias de la filosofia y de los diversos tipos de conocimiento cientifico:

Ahora bien , el analisis sociologico juega a este respecto un pa­pel critico cuya importancia no se puede subestimar. AI ligar es­trechamente I pensamiento a la accion, la sociologia, -de la rnis­rna manera que a PSlcotogia y cast con la unica diferencia de que en aquel caso se trata de representaciones colectivas y de conduc­tas ejecutadas en comun- introduce, mas pronto 0 mas tarde, en los modos de pensamiento comunes 0 diferenciados que pretende explicar, una distincion analoga a la que se puede hacer, en el do ­minio individual , e~e_el .Rensamiento egocentrico 0 subjetivo yel QCnsamiento descentradp u objctivo: reconocera en ciertas for­ma s de pensamiento el reflejo de las preocupaciones del grupo restringido al que pertenece el individuo, ya se trate del sociornor­fisrno descrito en las representaciones colectivas de las sociedades primitivas 0 del sociomorfismo nacional 0 de clase, cada vez mas refinado y disfrazado, que se encuentra en las ideologias y las me­tafisicas ; por el contrario, en otras formas de pensamiento la so­ciologia discernira la posibilidad de universalizacion de las opera­ciones en juego, como es el caso del pensamiento cientifico.

En 10 que concierne al analisis sociologico del pensamiento fi­losofico, se ha dado un paso decisivo con los analisis de G. Lu­kacs sobre los simbolos Iiterarios y los de Goldmann sobre siste ­mas de tanta importancia como los de Kant 0 Pascal. Se puede, por 10 tanto ya desde ahora, concebir una interpretacion de la his­toria de la filosofia en funcion de los diversos ti os sociales de di­ferenciacion, segun las naciones y las clases de la sociedad. Volve­remos a ello a proposito de las relaciones entre la infraestructura

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y la superestructura (apartado 4). En cuanto al analisis sociologi­co de las operaciones intelectuales mismas, cuyo papel es evidente en la historia de las tecnicas y de las ciencias, nos ocuparemos de el en la conclusion de este capitulo (apartado 5).

2. LAS DIVERSAS SIGNIFICACIONES DEL CONCEPTO

DE TOTALIDAD SOCIAL

Nada hay mas adecuado para hacer percibir la importancia de la inversion de perspectivas llevada a cabo por la sociologia de los siglos XIX y xx que analizar las filosofias sociales que estaban en boga durante los siglos XVII y XVIII. i.COmo se las arregla Rousseau , por ejernplo, para sustituir las explicaciones teologicas del "Discurso sobre la historia universal" por una interpretacion de la sociedad fundada en la naturaleza y en las aptitudes natura­les del hombre ? I ~gLI).a un buen salvaje, dotado de antemano de todas las virtudes morales y de una capacidad de representacion ­

I \ intelectual tal qu.s ..este ind Lvi!tu 9..ai~ad,9...que no ha conocido nun­

ca la sociedad, pueda anticipar en su espiritu todas las ventajas juridicas y econornicas de un "contrato social" que Ie ligue a sus semejantes. Tal tesis reposa asi sobre dos postulados fundarnenta­les que ilustran de la rnanera mas clara los prejuicios permanentes de sentido comun contra los cuales la sociologia cientifica ha teni­do que luchar, y todavia hoy tiene que combatir continuamente. Primer postulado: existe una "naturaleza humana" anterior '!. .I a~

~ .... .- -­mteraccion.e.s s_oci ale~innata en el individuo y que contiene de.an­temano todas las facultades intelectuales, morales, jurrdicas, eco­ii6m i ~a-;' etc . ~ qu~ la sociologia considera, por el contrario, como lo;-productos mas autenticos de la vida en cornun, Segund~[io; ­

1 _ tulado:-cOrJ' ~laliy.o d~J P;iin.~,~o : la.s instituciones so~ial.es consti~u ­~ .Y£I!.£J resultado derivado, intencional y, por consiguientezartifi"

cial, !!:. ~~;~!1 tad'es~nsp iraclas- por esta naturaleza ~ u ~ sTendo el individuo el unico que posee cualidades propiamente

\.. "naturales" (el dere ~ho "natural", etc .). La inversion de perspectivas que ha supuesto eJ descubrimien­

to del problema sociologico conduce, por el contra rio, a tomar

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como punta de partida la unica realidad concreta que se ofrece a la observacion y a la experiencia, es decir, I sociedad en su con­junto, y a considerar al individuo con sus conductas y su compor­arrue to mental como una funcion de esta totalidad y no como

un elemento preexistente en estado aislable y provisto de antema­no de las cualidades indispensables para dar cuenta del todo so­cial. •Es necesario explicar al hombre por la humanidad y. no a la hum ani ad por el hombre", decia Aug'uste Co1nte ~pero su ley de los fres estadios, destinada a proporcionar de una vez el esquema general de esta explicacion car ado todo su.enfasis.en 1a "re­

resentaciones colectivas" P.Qr oposicion a los diversos tipos de conductas y ha inaugurado asi una tradicion sociologica abstrac­ta que ha encontrado en Durkheim su mas completo desarrollo.

'(:No es la conciencia del hombre 10 que determina su forma de ser , sino su forma de ser social 10 que determina su conciencia" ha precisado par el contrario K. Marx, inaugurando as i una so­ciologia del com ortamient ,A:uyo acuerdo con la futura psicolo­gia de las conductas ha sido asi facilitado de antemano.

EI problema planteado por la explicacion sociologica depende por 10 tanto desde el principio del empleo dela noc ion de totali­dad . esto ue individuo constituye el elemento y la sociedad e to(lOj i,como concebir una 'totalidad que mo lfica los elementos de' los que esta formada sin utilizar, sin embargo, nada mas que los materiaJes tornados de esos mismos elemento~El mero enun­ciado de esta cuestion muestra suficientemente su estrecha analo­gia con todos los problemas de construccion genetica, siendo el que plantea la explicacion sociologica un mero caso particular de estos pero de una importancia excepcional hasta el punta de que es indispensable para la epistemologia conocer como el pensa­miento sociologico ha intentado dominarlo.

Ahora bien, en este caso, igual que en todos los que son seme­jantes a el, la historia de las ideas muestra que nos encontramos en presencia no de dos , sino por 10 menos de tre soluciones posi­bles . de las cuaJes la tercera es a su vez susceptib e de presentar diversos matices. Esta en primer lugar el esquema atomista que consiste en reconstruir eJ todo or la composicion a itiva e las

ropiedades de los elem.entos. En realidad, ningun sociologo ha

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mantenido jarnas este punto de vista: se da el hecho del sentido comun y de las filosofias sociales presociologicas que explicaban los caracteres del todo colectivo por los atributos de la naturaleza humana innata en los individuos, sin darse cuenta de que de esta manera invertian el orden de las causas y los efectos y daban cuenta de la sociedad por los resultados de la socializacion de los individuos. La desafortunada discusion que ha opuesto a Tarde y a Durkheim en la solucion de un problema esencialmente mal planteado ha dado pie a creer que Tarde explicaba de esta forma la sociedad por el individuo; recurriendo ala imitacion, ala oposi­cion, etc. J:arc!.e bacia referencia en realidad a relaciones entre ill~ dividuos, pero sin ver que esas mismas relaciones modifican a 10s individuos en su estructura mental, mientras que.Durkheirn, aJ re­currir al constrefiimiento ejercido por el todo social in;stia con ra;6'n en la~ t;;~s for~ acione s ejercidas por este constrefiimiento en el seno de las conciencias individuales, pero sin comprender la necesidad de hacer comenzar el analisis de este proceso de con­junto par eI estudio de las relaciones concretas entre los indivi­duos.

La segunda solucion es, por 10 tanto, la de Durkheim, que se puede caracterizar ,g2.f...a..no.-eion de "emergencia" tal como ha sido desarrollada en biologia y en la psicologia de la Gestate ~J

todo no es el resultado de la composicion de elementos "estruct;' rantes", sin~ q~e afiade un conjunto de- pfORiedades nu7eva t a las elementosvestructurados" por 61. Estas pro p;edades emergen es­pontanearnente de la reunion a e los·elementos y son i m;du ~ti bles a_toda composicion aditiva .porque consisten esencialmente en forrnas de organizacion 0 de equilibrio. De aqui que Durkheim se nieguea toda explicacion psicogen6tlC'iide los caracteres sociales, y que la unica explicacion genetica posible en sociologia sea la que se funda~ historia del todo social , considerado entonces en cada una de sus fases a titulo de totalidad indescomponible.

Pero si la explicacion atomista del todo social conduce a atri­buir a la conciencia individual un conjunto de facultades acaba­das, bajo la forma de un espiritu humano dado y que escapa a toda sociogenesis , la transferencia pura y simple de este espiritu humano al seno de la " conciencia colectiva" constituye igualmen­

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te una solucion un poco facil; y ella a pesar de sus ventajas positi­vas, a saber : la posibilidad de reconstruir la historia de esta nueva realidad, que deja de ser innata e in mutable para transformarse en el curso de los siglos. La conciencia colectiva, heredera de los po- J deres hasta entonces innatos 0 a priori del espiritu, presenta en efecto el inconveniente de seguir siendo una conciencia 0 un ho­gar inconsciente de emanaciones conscientes, es decir, el inconve­niente de herederar aquel sustancialismo y aquella causalidad es­pirituales de los que la sociologia descarga a la psicologia sola­mente para cargar a su vez ella con todo el peso : la inversion de las posiciones es entonces solamente aparente y con siste en un simple desplazarniento de los problemas geneticos sin renovacion real.

De aqui la tercera solucion , que es la del rda ' iSJl}& y la de la sociologia con creta : el todo social no es ni una reunion de elemen­tos anteriores ni una entidad nueva , sino un sistema de relaciones cada una de las cuales engendra, en cuanto mera relaciori, una ransformacion de los terrninos que religaJInvocar un conjunto de

interacciones no consiste, en efecto, de ninguna maoera , en hacer referencia a los caracteres individuales como tales, y el matiz indi­vidualista de numerosos sociologos de la interaccion se deriva mas de una psicologia insuficiente que de las lagunas de la nocion de interaccion que queda incompletamente explotada. Cuando Tarde 0 Pareto explican la vida social por la imitacion 0 por com­posiciones de " resid ues", 10 que hacen es contentarse con una psi­cologia rudimentaria, atribuyendo al individuo una logica comple­tamente elaborada 0 una coleccion de instintos permanentes, sin sospechar que estas entidades , consideradas por ellos como da ­das, dependen a su vez de interacciones mas profundas, Por eI contra rio , Baldwin, que era a la vez sociologo y psicologo, ha per­cibido muy bien la estrecha conexion existente entre la misma conciencia del "yo" y las interacciones de imitacion yes el prime­ro que ha planteado el problema fundamental de la "logica geneti ­ca". Pero el defecto cornun de la gran rnayoria de las explicacio­nes sociologicas es haber querido constituir de golpe una sociolo­gia de la conciencia 0 inc1uso del discurso , cuando en la vida so­cial, 10 mismo que en la vida individual, el pensamiento procede

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.. ,d~ la accion-rlulla seciec!ad es esen.s.!~e un_Smeml!'d~activi­dades cuyas interacciones elementales consisten propiamente en acc iones'que Se "rnodifican las unas a las otras de acuerdo ~n c le r.ta s- l~y_e,s~ge, organjzacion 0 de equilibrio] acciones tecnica7 de fabricacion y de utilizacion, acciones economicas de p rOdiiCciOil'y distribucion, acciones morales y juridicas de colaborac~de constrenimiento y de opresion, acciones intelectu~lesd~ c<2!!l~ cacion, d~ investigacion en cornun 0 decritica mut l!.!l) §~a..;:

labra, de construccion colectiva y de puesta en correspondencia fie las oye.!:.aciones. Por 10 tanto, laEPl! c.licion de lasrepresen~a.; ciones colectivas, 0 i'nferacc wnes que modifican fa concieocia: de los individuos, procede del analisis de estas i nteracciones en ' el comportarniento mismo.

Ahora bien, es evidente que, desde este tercer punto de vista no podrian subsistir conflictos entre la explicaeion sociologica y la explicacion psicologica : por el contrario, cada una de elias con ­tril;>ute aaclarar los dos aspectos complenieiitarios, mdlvidual e -, ­~ ~ ., ~ interindividual, de cada una de las conductas del hombre en SOCJ !!..

d~d , ya se trate de luella, de cooperacion, 0 de cualquier varie~

in!ermedia de comportamiento cornun. Adernas de los factores organicos, que condicionan ~s_~ ~lin ter io r los mecanismos de la accion, toda conducta supone en efecto dos tipog de il}ter~ £ciones

que la modifican desde fuera y que son mutuamente indisociables: la interaccion entre el sujeto y los obJetm y la interaccion ~tre el . ~ - .... ----~'-'-' ­

sujeto y los otros sujetos, Asi es como la relacion entre el sujeto y el objeto material modifica a la vez al sujeto y al objeto por asimi­lacion de este a aquel y acomodacion de aquel a este, Lo mismo

,, - "; ~'"'­

vale para todo trabajo colectivo del hombre sobre la naturaleza: ..EI trabajo es ante todo un proceso entre el hombre y la naturale­za, un proceso en el cual el hombre por su actividad realiza, regu­la y controla sus intercambios con la naturaleza. Aparece asi el mismo como una fuerza natural frente a la naturaleza material. Pone en movimiento fuerzas naturales que pertenecen a su natu­raleza corporal, brazos y piernas, cabeza y manos, para apropiar­se de las sustancias naturalesbajo una forma utiJiza~~para su propia vida. AI actuar por sus movimientos sobre la naturaleza exterior y al transformarla, transforma al mismo tiernpo su propia

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naturaleza"." Pero si la interaccion entre el sujeto y el objeto rno­difica asi a los dos, es evidente a fortiori que cada interaccion en­tre sujetos individuaJes rnodificara a cada uno de estos con res­ecto al otro. oda relacion social constituye, por consiguiente,

una totalidad en si misma, productora de nuevos caracteres y que transforma al individuo en su estructura mental. Existe, pues, continuidad desde la interaccion entre dos individuos hasta la to­talidad constituida por el conjunto de las relaciones entre los indi­viduos de una rnisrna 'sociedad y se ve, en definitiva, que la totali­dad asi &0 cebida consiste no en una suma de individuos ni en una realidad sup.erpuesta ales individuos, sino en un sistema de inte acciones que modifican a estos ultirnos en su misma estruc­tura.

Asi definidos por las interacciones entre individuos, con trans­mision exterior de los caracteres adquiridos (por oposicion a la transrnision interna de los mecanismos innatos), los hechos socia­les ~Il.e xac,.lamen te paralelos a los hechos mentales, con la unica diferencia de ~ue e l "nosotros" se encuentra aqui sustituido por el ) "yo" y la cooperacion Ror las operaciones simples. Ahora bien, los liechos mentales pueden repartirse de acuerdo con tres aspec­tos distintos pero indisociables de toda conducta: la estructura de la condueta, que constituye el aspecto cognoscitivo de aquellos (operaciones 0 preoperaciones), su energetica 0 economia, que constituye el aspecto afectivo (valores) y los sistemas de indiceso \ de simbolos que sirven de significantes a estas estructuras opera­tonas 0 a estos valores. gualrnente todos los hechos sociales se reducen a tres tipos de interacciones interindividuales 0, con mas precision, a tres aspectos, siempre presentes en diversos grados, de las inter~~cio~es interind!viduales pos~bles~ En pri~er.lugar, su '1 estructuracion afiade a la simple regularidad caractensnca de las estructuras mentales un lemento de obligacion que emana del ca­racier interindividual de las interacciones en juego: se traduce asi por la exist e~ segundo lugar, los valores colecti­vos difieren de los valores ligados a la simple relacion entre el su­jeto y los bjet6s en que aquellos implican un elemento de inter­cambio interindividu~ Finalmeote los si nificantes caracteristi­cos de las interacciones colectivas estan constituidos por los sig- '­

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nos convencionalesjfrente a los puros indices 0 simbolos accesi­bles al individuo independien temente de la vida social. Reglas, va­lores de intercarnbio y signos constituyen asi los tres aspectos constituti vos de los hechos sociales, If'. iJe_S l ~9.!J~ toda conducts ejeculada en comun se traduce necesariarnente en la constitucion de norrnas, valores y significantes convencionalegj Y esto vale tanto para las condu clas de lucha 0 de opre sion como para las di­versas form~e co~~i,n':Po rq ue incluso en toda guerr a 0

,en lodii ' Iuc ha de2rases se -aelienden ciertos valotes 0 se invocall ciertas reglas 0 se utilizan cierto s signos, independientemente de la imeortancia objetiva 0 subjet iva de estos diversos elementos y do!< su nivel con respecto a la superestructura 0 la infraeslruclura de los_ elemenlos ell juego .

L Desde luego. la eX is te n c i a.j~~~qu e se enc uent ra n e n tod a socie­d J p lantea un probl em a interesante en cua nto a la nat ur aleza de las norrn a s en ge ne ra l. I....1 accion individ ua l co rnporta ya, en un sen tido, un

a spe ct o nor rna tivo ligado a su eficacia y a su eq uilibrio adapta tivo.tPe ro ~ - ~

nad a ohliga a un individu o a ten er ex ito en 10 q ue haee y ni la eficacia de

sus acciones ni s u reg ula ridad eq uilibra da cons tituye n todavia norrnas o bliga torias. EI estu dio de los hec hos mentales en el niiio rnuestra , po r

[ otra pa rte , q ue la coneie neia de ob ligacio n supone un a relacion en t re dos indivi d uos por 10 rnen os, el que o bliga por sus o rdenes 0 sus ins t ruccio­nes y el q ue es obli gado (re speto unilateral ), 0 bien entre dos individuos (,j ue_se_objjgl1en reciprocarnente (respejo m utu o), Es ev ide nte aderna s

qu e e l ind ividu o que o bliga puede se r el rnismo o bligado po r reglas q ue se rcm ontan grad ua lmente ha sta la s gen er aeion es ma s leja nas c uya he­renci a soc ia l ha recibido. Ad ern a s es ta s regla s se aplican a todo, y es truc­

tur an tanto los s ignos rnisrnos (reglas gra rna tica les, etc .) y lo s val or es ( reg las mo ra le~ y j uridicas) como lo s co nce ptos y la s represent acion es"?" co lec t ivas en gener al ( log ica ), Las reg la s del pen sarniento, par su parte, 'presenta n una do ble na turale za : siendo forrn a s de equ ilibr io de accion es indivi du al es, en cuanto que es tas desembocan en un es tado de corn po si­c ion rever sible, so n, por ot ra parte, impues ta s co mo norrnas por el sis te­ma de la s intera cciones interin dividu ales (ve rerno s por q ue en el ap arta­do 5). Esto quiere decir que si e l individuo se ve condu cido a introdu cir

un a c ierta cohere nc ia en s us acciones s i quiere hacerlas e fica ces , se ve

por e l cont rario necesaria rnente obligado a es ta eohere ncia eua ndo co la­bora co n o tro ; el im pera t ivo hip otet ico de la accion individ ua l corres­

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ponde a un imperativo categorico para la accion colcctiva ; hay que ana­ir que historica y geneticarnente estos dos imperativos eonstituyen en rincipio uno solo y que solo sec unda ria mente se diferencia el imperati­

\ 0 hipotetico, ya que la accion individualizada so lo poco a poc o se dile­reneia ella misma de la accion cornun (0 sentida como tal).l En segundo lugar, el hecho social se presenta bajo la forma de valo - I

res de intercarnbio, EI individuo pOI' si mismo conoce cjertos valores de­terminados pOI' sus' eress:.:;, s us placeres 0 sus penas y su afectividad en eneral : tales valores se sistematizan espontanearnenfe en el gracias a los

sis temas de regulaciones afectivas y estas regul aciones tienden al equili ­brio reversible que caracteriza a la volunt~ (en paralelo con las opera­ciones intelectuales). Su actividad propia es suficiente, pOI' 10 demas, para introducir una cierta cuantificacion de los valores, 10 cual , como verernos en seguida, los orienta en el sentido del valor economico : la " ley del menor esfuerzo" expresa asi Ja relacion entre un trabajo minimum y un resultado maximum; el mismo trabajo y las fuerzas gastadas POl' su causa constituyen entonces valores para el individuo que son sopesados con respecto a los valores de los objetos de los que obtiene una utilidad y que condicionan POI' 10 tanto a este s : el papel de Ja rareza en el mecanis- \ mo de las elecciones conduce igualmente a una cuantificacion ind ividual del valor. Pero estos valores, cualitativos 0 parcialmente cuantificados, siguen siendo variables y fluidos mientras no den lugar a intercambios.

EI valor de intercambio constituye asi el hecho nuevo que consolida SO- } eialmente a los valores y los tr an sforma haciendolos dependientes no ya solarnente de la relacion entre un sujeto y los o bjetos, sino tarnbien del sistema total de las relaciones entre dos 0 mas sujetos , POI' una parte, y los objetos POI' otra.

Los' de intercambio comprenden POI' definicio~ JQill?-l0-9ll~_

Queda dar lugar a un intercambio, desde los objetos utilizados poria ac ­cion practica ha sta las ideas )L te p.ce.znt.ad o.nes que..9.!!p lu@r a un inter~

-ca mbio inte lectuary hasta los valores afectivos interindividuales . Estos diversos valores siguen siendo cualitativos (es decir , con cuantificacion puramente intensiva) mientras sean el resultado dun intercambio no calculado, sino simplemente su bordinado a cualesquiera regulaclones­afectivas de la accion (intereses altruistas tanto como egoistas) ; se les considera, pOI' el contra rio , economicos 5 desde el momenta en que dan lugar a una cuantificacion extensiva 0 rnetrica, fundandose esta ultima en la medida de los objetos 0 servicios intercambiados. POI' ejernplo, un intercambio de ideas entre un estudiante de fisica y un estudiante de filo­sofia no constituye un intercambio econornico mientras se trate de una

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libre conversacion (incluso aunque este intercambio sea "interesado" por ambas partes), pero el intercambio de una hora de fisica por otra de filosofia es ya un intercambio econornico, aunque las ideas intercarnbia­das sean las mismas que antes: es que el intercambio ha sido intenciona­damente "calculado" y el tiempo de la conversacion ha sido medido (a falta del nurnero 0 de la importancia de las ideas). La cuantificacion del valor econornico puede ser simplemente extensiva como en un trueque con evaluacion en el juzgado, 0 puede lIegar a ser rnetrica (con construe­cion de medidas cornunes bajo la forma de diversas variedades de mo­neda).

La rel acjQ.Q.sntre las reglas y los valores es comlJ.!.ea Los durkhei­mrnno';identifican ;-;ros dos '"terminos al -acf;-itirqu';todo constrefiimien­to social constituye una obligacion en su forma (por 10 tanto, una regia) y un valor en su contenido. Es cierto qJ.IC no se observa nunca un "cam­po" de valores sociales sin que este campo este encuadrado dentro de unas reglas: los valores econornicos tienen asi como fronteras un con­junto de reglas morales y juridicas , por 10 dernas elasticas, que proscri­ben ciertas formas de robos (a pesar de que el robo conduce al maxi­mum de beneficio contra un minimum de perdidas, como ha subrayado finarnente Sageret); los valores intelectuales estan enmarcados por reg!abJa logicas y, cuando se formaliza el conjunto de un sistema, estas reglas lle­gan incluso a ser la unica fuente de los valores de verdad y de falsedad ,

~ etc. Pero ello no quita que los valores puedan ser mas 0 menos regula­dos, 10 que constituye un testimonio suficiente de la dualidad de estos dos tipos de hechos sociales. En el limite un valor puede escapar incluso a toda regia, como una idea que seduce a un espiritu independientemente de toda reglarnentacion . En el extremo opuesto existen , por el contrario, valores que pueden considerarse normativos, porque valen solamente en fun cion de reglas, como los valores morales, juridicos 0 logicos. Y es que la funcion esencial de la regia es conservar los valores y el unico medio social de conservarlos es hacerlos obligados u obligatorios. Todo valor que tiende a conservarse en el tiempo se transforma por 10 tanto en nor­mativo: un intercambio a credito da lugar a un credito y a una deuda que son valores regulados juridicarnente ; una hipotesis cientifica da lu­gar auria"conservacion logica obligada en el curso de los razonamientos que traten de ella , etc.

r'Finalmente, el tercer aspecto del hecho soci al es el signo 0 medio de expresion que sirve para la transmision de las reglas y de los valores. EI individuo lIega por si mismo, es decir, independientemente de toda inte­raccion con otro, a constituir "sirnbolos" por semejanza entre el signifi­

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~~ J, sJoune» d ~

:3 0. j r c ~t e ( Soc.; .{ cante y 10 significado (como la imagen mental, el sirnbolo ludico de los juegos de imaginaciones , el ensueiio, etc.). EI signo , rei contrario, es arbitrario Y~PPDe por consiguiente una COilv~n , explicita Y libre como en el caso de los signos matematicoj(lIamados usualmente sun 0­

lOs. peru que son en realidad signos), 0 tacita Y obligada (Ienguaje co­rriente. etc.). Los sistemas de signos son numerosos y esenciales para la vida social : los signos verbales.Ja escritura, los gestos de la mimica afec­tiva y de la cortesia, las modas en el vestir (signos de clases sociales, de profesion, etc.), los ritos (magicos, religiosos y politicos, etc.) y asi suce­sivamente. Adernas una gran cantidad de signos se cargan a su vez de simbolismo (en el sentido definido mas arriba), hecho este que resulta tanto mas frecuente cuanto mas "primitivas" son las sociedades y me-nos abstract as - es decir, menos profundamente socializadas- son las representacioncs colectivas. Los sistemas de signos engloban incluso a ciertos simbolos colectivos mas complejos y semiconceptuales como los mitos y las narraciones legendarias, que constituyen significantes mas bien que significados (aunque a su vez sean significados con respecto a las palabras que los expresan) : son en efecto portadores de una significa­cion mistica y afectiva que supera al mismo relato y con respecto a la cual este es el significante. Los propios mitos religiosos se prolongan en ) mitos politicos: toda .i9~o log i a social, incluidas las metafisicas, participa a este respecto del sistema de los signos mas que de las representaciones colectivas racionales y, desde este punta de vista, constituye una especie de pensamiento sirnbolico cuya significacion inconsciente supera am­pliamente a los conceptos racionalizados que Ie sirven de significado. En efecto, en una representacion colectiva objetiva el valor se deriva del concepto mismo cuya utilizacion adecuada representa, mientras que en una ideologia el concepto no es mas que un simbolo de los valores que Ie son atribuidos desde el exterior.

Asi, pues, parece que toda interaccion social se nos manifiestll' J bajo la forma e reglas, de d'lore (fe. siEno . rmsma SOCle- • i:t'~ra cons I or otr pane, un sistema de interacciones que comienza con las relaciones de los individuos dos ados y se ex­tiende hasta las interacciones entre cada uno de ellos y el conjun­to de los otros y hasta las acciones de todos los individuos ante­riores, es decir, de todas las interacciones historicas, sobre los in­dividuos actuales. Resulta mas precisa entonces la cuestion de comprender en que sentido el pensamiento sociologico emplea la

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nocion de " totalidad" , Puesto que hemos excluido que una totali­d.a~tse reduzca a la s ~de indi ~uos , ya que estos son rnodifi ­£ ~.Qos p9..r..J!Linteracciones, y hemos descartadO Tasolucion a una totalidad "ernergente" sin mas de las interacciones, quedan do s soluciones que, por 10 dernas, se pueden aceptar tanto simul­aneamente como cada una de elias por separado con exclusion

de la otra' l La totalidad sociaLpo.dr~estac-cQ..n~tiJuid~P'£r~

,£omposicion aditiva de tod .asJaumeracciones en juego. Podria, £?r el contrario, consisti I;, en u~a:'!TI~: ',~~ ~I sen tidu-pr0 6aBi; lista del t er n;!n ~ l_de-ksJ!)t~r:acciQne_s, ~c <Ln _~o m pJ ej a s4 in t~(e [ e~ ctas::aeJesllltados mas 0 menos probablesq lja totalidad social po­dria final mente ser en parte susceptible de composicion aditiva y permanecer en parte en el estado de mezcla estadistica .

Ahora bien, la eleccion entre estas diversas soluciones supone precisamente el examen por separado de los sistemas de signos, de valores y de reglas. En efecto, ya se trate de las diferentes for­mas del estado, de las revoluciones , de las guerras, de la lucha de c1ases como de todos los fenornenos que tiene que estudiar una

'

'

sociologia concreta, tanto los antagonismos como las formas d~

equilibrio relativo se reducen siemRre a cuestiones de normas, va­o res (cuafrtativos 0 econo;;i~~ysignos (in"'cfulct as las ideolQ:' gias), porque e.J.]Q1IDic tO d_e,.J,-,t ;irm';;nia de las acciones ~s uerzas se polariza necesariamerl'tesegliri esfOs-fre~ aspectos de l e'Cno-soCia-I~Pero "e r restablecimiento del equilibrio 110 podria

efectuarse de forma identica segun se trate de uno u otro de estos mismos aspectos, porque la obligacion que tenemos de distinguir­los indica por si sola una diversidad en los respectivos funciona­mientos, y esto es 10 que importa mostrar para caracterizar la no­cion de una totalidad social por muy ideal que sea. A este respec­to se puede formular el problema de la forma siguiente: l.son los tres aspectos - signos, valores y reglas- reductibles a composi­ciones logicas? Es desde el punto de vista de esta cuestion de es­tructura que el problema sociologico adquiere toda su significa­cion episternologica.

En primer lugar, por 10 que respecta a las normas 0 a las re­glas, se puede constatar que, si bien es verdad que en algunos do ­minios excepcionales las reglas constituyen efectivamente siste­

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mas de cornposicion racional 0 logica, existen sin embargo nume- . rosos terrenos en los cuales las reglas no han Ilegado a este estado J de equilibrio coherente porque constituyen una mezcla de elemen­tos heterogeneos heredados de diversos periodos de la historia 0

de la prehistoria sociales . Es instructivo comparar a este respecto un sistema de norm as intelectuales que rigen el pensamiento cien­tifico de una epoca y el sistema de norm as morales que estan en vigor en un momento dado de la historia de una sociedad. Las pri­meras de estas normas, igual que las segundas, pueden provenir de periodos historicos muy diferentes y haber formado parte de contextos que serian actualmente inconciliables en sus conjuntos respectivos. Pero la sisternatizacion de las normas racionales es en la actu~lidad al mismo tiempo movil y estricta, es decir, sacrifi­ca sin titubeos los antiguos principios cuando son contradichos par otros mas recientes. Por el contrario, la moral de una socie­dad es comparable a un terreno compuesto cuya estratigrafia re­vela restos de epocas sucesivas, simplemente superpuestas 0 yux­tapuestas; algunos espiritus 0 algunas partes de la sociedad 10­

gran una relativa unificacion, comparable a la sistematizacion 10­gica realizada por la elite intelectual, pero esa elite moral se en­cuenlra con resistencias mas grandes a sus esfuerzos innovadores a causa del respeto a las tradiciones establecidas. Con respecto al derecho la situacion es intermedia: desde un punto de vista formal la jerarquia de las normas juridicas que se extienden entre la cons ­titucion de un estado y las "norrnas individualizadas" constituye un todo coherente; pero en su contenido las leyes pueden contra­decirse parcialmente 0, por 10 menos, constituir un mosaico de elementos de origen heterogeneo y de intenciones contrarias. En una palabra, los propios sistemas de reglas oscilan entre los dos aspectos posibles de las totalidades colectivas: cornposicion logi­ca 0 mezcla , 10 cual plantea las dos cuestiones de la influencia del desarrollo historico de las normas sobre su estructura actual y de su forma caracteristica de equilibrio .

Con respecto a los valores el problema es mucho mas comple­jo. Siempre que no se trate de valores normativos, es decir, regula­bles por normas susceptibles de composicion logica, sino de inter­cambios relativarnente libres, es claro que un sistema de valores

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espontaneos esta netamente orientado en la direccion de las totali­dades de caracter estadistico 0 mezclas caracterizadas por interfe­rencias fortuitas. Los valores economicos en una economia no di­rigida, asi como los valores cualitativos en curso en una vida poli­tica sometida al juego de los partidos 0 en las fluctuaciones de las modas literarias y filosoficas, constituyen modelos de composicio­nes aJeatorias y no aditivas. Solamente ..!I nJL~ltbor:.di.£l~ciQ I) de los ~a lores a las normas es, pues, capaz.ste as..!tgur...ar su sistematiza­cion bajo la forma de totalidades logicas.

En cuanto a los signos, Sab"emos bastante bien por los traba­jos de los linguistas como sus sistemas resultan de la interferencia de factores historicos y de factores de equilibrio y sobre todo co­mo las regularidades inherentes al lenguaje intelectual son trans­formadas a cada instante por el juego de los valores inherentes al

~ lenguaje afectivo. Un lenguaje solo podria, por 10 tanto, lIegar a constituir una totalidad logica bajo la doble condicion de una ade­cuacion completa de los significantes a los significados y de una subordinacion completa de los valores a las normas: este caso so­lamente se da de hecho en los lenguajes exclusivamente conven­cionales que expresan un juego de conceptos enteramente riguro­sos en si mismos, es decir, en el simbolismo logistico y maternati­co. Fuera de t31 estado limite, todo sistema de signos oscila entre la totalidad por composicion logica y la totalidad-mezcla : tal es el caso, entre otros, del simbolismo de los mitos y de las ideologias, cualquiera que sea su aparente racionalizacion,

En conclusion~o.!alidad~s sociales oscilan entre dos tipos. En uno de los extremos las interacciones en juego .son reLativa­

\ mente regulares, polariz~"C!R:J&ri1Or nias u obligacionesjperma­:Qmtes, ~n'sntuyen ~l~eml!L-sJlsc~eRt ible;-de coiiiP.:'Q;i,9onn W

. presentan una analogia con los agrupamientos operatorios en eI caso de que ~e s·t os se aplicaran al os iii1efCa mblo; Y;i;s iCd orW; j'e'farquizadasJn.t_erindi viduales lo:iiiismo que it fiisoperac ione~"'Gl: traindividuales. En el otro extremo la totalidad social constituye . - .. ,---­una mezcla de interacciones que se interfieren entre si y cuyos iiiO'dOS'7te composic ion rec.uerdan a las regulaciones y ritmos de la

-divictual ;...eLto~dp social -ya no representa entonces la ;"urriii algeb~aica de estas ~rn teracc iones sino una estructura de 3CCio£i -rn

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onjunto analoga, por el caracter ro~!!!illista de la composicion, laS"'6'estalrpsicologicas- 0 fisicas, es decir a si t~Jls en los QIie.

se anaden nuevas fuerzas a los componentes. La "sociedad", en el) sentido corriente del terrnino, es un compromiso entre estos dos tipos de totalidades. Para explicar los hechos sociales relativos a tales totalidades la sociologia se encuentra, pues, en presencia de dos tipos de problemas cuyo interes episternologico radica sobre todo en su correspondencia con las dos cuestiones centrales de la explicacion psicologica: el problema~~as :;;:,l~c ;:.;n ~la:..:.:.hl:.;~e "."i~o_n~es~e :;.;t;.:..re ·s_-_ toria y el equilibrio (entre los puntos de vista diacronico y sincro­iiico) el de los propios mecanismos de equilibrio {ritmos, regula­ciones y agrupamientos). ­

3. LA EXPLICACION EN SOCIOLOGiA

A) Lo sincronico y 10 diacronico

Las dificultades caracteristicas del problema de la totalidad social no son ajenas -como acabamos de ver al estudiarlo desde el punta de vista de las reglas, los valores y los signos- a la cues­tion esencial de las relaciones entrela historia de los hechos socia­les y el equilibrio de una sociedad considerada en un momenta partIcular de su desa rrollo: l,depende este equilibrio de la sucesion historica de interacciones 0 sola mente de la interdependencia de relaciones mutuamente contemporaneas? Se ve inmediatamente que este problema se plantea en terrninos diferentes para las re­glas, cuya funcion es ante todo la de asegurar la permanencia en

~el t~ 0 ara los vaiores ativos que e ~presan' esencial­mente un estado rfiomentaneo delequilibrio de los intercambios, y

jfafa los signos q-iJe participan de estas aos I!aturalezas. Esta cuestion de las felaciones entre fa historia y el equilibrio

se plantea ya en biologia y en psicologia (y de forma mas general dondequiera que intervenga un desarrollo historico), pero es mu­cho mas delicad a todavia en sociologia que en psicologia. En una evolucion individual, que comienza con el nacimiento y acaba en el estado adulto 0 en la muerte, el equilibrio intelectual y afectivo

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",.. aparece como el terrnino del desarrollo mismo , de tal suerte que este equilibrio final puede concebirse como asegurado por meca­nismos emparentados con los que determinan la sucesion de los estadios evolutivos. En una sociedad, cuya muerte es por 10 gene­ral solamente metaforica y cuyos estados de apogeo solo verbal­mente podrian compararse con la edad adulta de la vida, las cues­tiones de equilibrio y desarrollo se presentan de diferente manera y su relacion plantea un conjunto de problemas esenciales: ~hay

que considerar que 'Ia evolucion social tiende tarnbien a un equili­brio terminal, con 0 sin revoluciones previas, 0 consiste en una al­ternancia de fases mas 0 menos equilibradas y de desequilibrios mas 0 menos profundos? En cualquiera de estos diversos casos ~se pueden aplicar al devenir social los mismos modos de explica­cion que a las interdependencias entre fenornenos sirnultaneos?

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Desde los comienzos de la sociologia Auguste Cornte oponia la sociologia estatica 0 teoria de "orde~ decir, del;9uilibrio

. 1 0 , a a soclologia din~~2ria deD!:2.g~o~~ ss....QecJ~ <?laevoluciofi,'"':Y"'esta disti'ncion se ha conservado como clasica

Sa}o diversasformas. La teoria de Karl Marx comporta tam bien una teoria evolutiva, Iigada a la historia economica y politica, y una teoria crerequrrrnrio, ligada al advenimiento del socialismo fi­nal , siendo los caracteres de este equilibrio profundamente dife­rentes de los mecanismos en juego durante la evolucion anterior (reabsorcion del derecho en la moral, desaparicion del Estado bajo el efecto de la estatizacion general, etc.). lncluso autores como Durkheim y Pareto que tienden a sacrificar uno de estos as­pectos en aras del otro (el primero insiste sobre todo en los meca­nismos geneticos 0 historic os y el segundo en el mecanismo del equilibrio) se ven obligados a distinguir dos formas de relaciones :

rkheim asienta como regIa, entre otras, fa de que la historia de una estructura social no explica su funcion actual (regIa que no siempre ha aplicado, como veremos en seguida) y Pareto distin ­gue la permanencia de las "clases" de residuos en la historia y la desigual distribucion de las mismas "clases" de residuos segun las c1ases sociales de una sociedad considerada estaticamente,

Pero solo con la lingiiistica, es decir, con 1 i\ maL precisa sin duda de las ciE!cias so ~iales , se ha impuesto sisternaticamente la

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distincion entre los dos puntos de vista. Como ha mostrado F. de Saussure, la lengu a se puede estudiar no solarnente desde el punta de vista "d lacronico" , es decir en su evol ucion historica,.sino tam­~ien des e e unto de vista "sincronico", es decir, como un siste­ma de elementos interdependientes y en equilibrio en un momenta _ dado de la historia : ahora bien, los dos puntos de vista no se co­rresp~;n mas , puesto que Ia etimoJogia de una pa abra no es en modo a guno uficiente para determinar su significacion en el sistema actual de la lengua. Esta significacion depende tam bien de las necesidades de comunicacion y de expresion, experimentadas en un momento dado , y el sistema sincronico de estas necesidades l es cupaz de modificar los vaIores semanticos independientemente, en parte, de la historia de las palabras y de sus significados ante­riores ." Ahora bien, inmediatamente se percibe el caracter general de este problema que la linguistica saussuriana ha planteado. Ya en biologia un organo puede cambiar de funcion y una misma funcion puede ser desempefiada sucesivamente por organos dife­rentes: asi es como la vesicula natatoria de ciertos dipnoos cum­pie el papel de pulmon, etc. En psicologia la evolucion de los inte­reses (0 valores intraindividuales) puede dar lugar a modificacio­nes completas: 10 que era simple conducta de cornpensacion pue­de Ilegar a ser el interes dominante de un individuo, etc . En socio­logia la historia de los ritos y de los mitos, por 10 que respecta a los sistemas de signos, abunda en transformaciones dentro de las significaciones, como cuando una religion nueva absorbe poco a poco las tradiciones autoctonas de las regiones en las que ha sido introducida.

Se puede uno preguntar , por 10 tanto, hasta que punta el dua­lismo de 10 sincronico y 10 diacronico domina los diferentes as­pectos de la vida social. Si Icgrararnos comprender en una sola vi­sion sintetica el conjunto de los hechos sociales en un momenta considerado de su historia, seguramente podria decirse que cada estado depende del precedente en una secuencia evolutiva conti­nua . Pero entonces percibiriamos la interferencia de ciertas inte­racciones y nos dariamos cuenta de que esta mezcla desemboca precisamente en modificaciones de la funcion (es decir, de los va­lores y las significaciones) de ciertas estructuras, independiente­

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mente de su historia anterior. Ahora bien, como las necesidades del analisis imponen en primer lugar un estudio por separado de los diferentes aspectos de la sociedad, no podemos conocer de an ­temano la importancia de estas interferencias y nos vemos obliga­dos a distinguir sistematicamente ~JllQ..~ vista_sinc.ronico, li­gado al equili!?ri.o-, y el ~un~de ~~ ta diacronico 0 del desarrollo. De ahi la existencia en sociologia de dos tipos de explicacion cuya conciliacion solo puede asegurarse a posteriori: la explicacion ge­netica 0 .hi&ori ca....y,Ja explicacion~~~o na l rel";rt~ a las form~ de equilibrio. Dos e]emplos nos h'im!n percibir Iltne cesrCiadde tal ~ci o-; ' ~~~n o de ellos tornado de Durkheim, que ha centrado toda su doctrina en el rnetodo historico a expensas de los proble­mas sincronicos, y el otro tornado de Pareto , que ha sacrificado el desarrollo al analisis del equilibrio.

Ya se sabe de que forma tan profunda ha sentido Durkheim la conti­nuidad espiritual que Iiga a las sociedades conternporaneas con su pasa­do, incluso en los estadios mas elementaJes que intentaba localizar en las lIamadas sociedades primitivas en el sentido etnografico (no prehistori­co) del terrnino. De aqui que, al intentar explicar nuestra logica, nuestra moral, nuestras instituciones juridicas y religiosas, etc., se remontara sis­tematicarnente al analisis de las representaciones colectivas primitivas u "originales". Ahora bien, este metodo sociogenetico, al margen de los problemas que plantea en cuanto a la reconstitucion exacta de los feno­menos sociales elementales y de las liliaciones que aseguran su continui­dad con los fenomenos actuales, conduce a resultados de muy diferente importancia segun los tipos de relaciones estudiados. Cuando se trata de explicar la estructura de las nociones racionales , rnorales, juridicas, etc., eI metoda es de una fecundidad inconstestable. En cualquier proposicion que enunciemos no son solamente las palabras empleadas las que deri­van de lenguas anteriores y son por tanto solidarias de los idiomas gra­dualmente mas antiguos y mas primitivos de la humanidad, sino que son los mismos conceptos, transportados por ellenguaje, los que hunden sus raices en un pasado indefmidamente remoto 0 resultan de diferenciacio­nes a partir de conceptos elementaJes. Pero cuando se trata de pasar de la historia al valor actual de las nociones, surge una dificultad que Durk­heim ha percibido muy bien, aunque no siempre ha sabido evitar: Ia\ sociogenesis de las estructuras no explica sus funciones ulteriores por­que, al integrarse en nuevas totalidades, estas estructuras pueden cam­) 46