14
7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 1/14 Etica y politica en Debord.txt GUY DEBORD Y LA CONCIENCIA ÉTICO-POLÍTICA DE LOS PROTAGONISTAS DEL MAYO FRANCÉS DEL 68 Para saber escribir hay que haber leído y para saber leer hay que saber vivir I La evolución del filósofo y escritor Guy Debord (1931-1994) ha sido descrita como una aventura intelectual y social que debe más al experiencial "vagar" y experimentar que a los libros o a los estudios y seminarios académicos[1]. A pesar de que su ensayo sobre la sociedad del espectáculo ha sido uno de los libros más influyentes de la segunda mitad del siglo XX en los medios intelectuales, Debord no se consideró nunca como un filósofo o un teórico. Uno de sus biógrafos, Vicent Kaufmann, le he caracterizado como un niño perdido que acaba convirtiéndose en un guerrero melancólico que hace de la guerra un gran juego. Kaufmann ha dicho de Debord que escribió como estratega, hizo política como poeta, consideró la guerra social como un juego y creó vanguardias por melancolía[2]. Todo eso suena a paradoja y es parte de la leyenda que acompañó a Debord desde los años cincuenta hasta su muerte. Cuando Debord tenía poco más de veinte años, en 1952, hizo su primera película, Hurlements en faveur de Sade, que acaba con esta frase: "Vivimos como niños perdidos nuestras aventuras incompletas". Luego, en aquel contrafilm, siguen veinticuatro minutos de silencio y pantalla negra. El tema de los "niños perdidos" que no son precisamente niños (extravío, fuga, desaparición) reaparece en las siguientes películas que hizo Debord: Sur le passaje de quelques persones à travers une assez courte unité de temps (1959) y Critique de la séparation (1961). "Niño perdido" es, en lenguaje militar, el soldado enviado a una misión imposible; pero también, en lenguaje cotidiano, el niño que se fuga una y otra vez, que se extravía. Aunque en sus recuerdos autobiográficos hay muy pocas menciones a la propia infancia, Debord se consideraba a sí mismo un "niño perdido" [Kaufmann, 23]. Casi no conoció al padre, un farmacéutico arruinado por los efectos de la crisis del 29 que murió de tuberculosis cuando Debord apenas tenía cuatro años; tuvo escasa relación con la madre, que prácticamente le abandonó después de la muerte del padre: fue criado, pero también sobreprotegido, en París, Niza, Pau y Cannes, por su abuela materna[3]. Terminó el bachillerato en Cannes en 1951. Sus autores favoritos eran entonces Rimbaud, Lautréamont, los surrealistas, Arthur Cravan (protodadaísta, poeta-boxeador) y Robert Musil. En 1952, ya en París, adonde fue a estudiar derecho sin tener el más mínimo interés por la cosa, Debord descubrió la libertad de movimientos que no había tenido en la infancia ni en la adolescencia y entró en contacto con el grupo de Isidore Isou, los llamados "letristas, en los que inicialmente reconoció la herencia del espíritu dadaísta y surrealista. Isou influyó en su primer film, Hurlements en faveur de Sade En la presentación de su film, que acabó en escándalo provocado, Debord tenía que haber dicho, al parecer: "No hay película. El cine ha muerto. Pasemos al debate" (se supone que sobre la muerte del cine). Pronto rompió Debord con Isidore Isou, pero conservó lo que había sido la sugerencia de éste: "La superación del arte a partir de la autodestrucción de la poesía moderna". El modelo declarado de Debord era Lautréamont y el objetivo de los letristas renovar la inspiración inicial del dadaísmo y de los primeros surrealistas mediante la reducción de la poesía a su elemento último, la letra, unir todas las artes. Esto implica desmontar el mundo para reconstruirlo en base a la creatividad generalizada, superar la división entre el artista y el espectador. Desde su juventud, la actividad de Debord fue radicalmente antiacadémica, antiautoritaria y antiburocrática, crítica de la política y de la politiquería al uso no sólo en la izquierda parlamentaria sino también en la izquierda extraparlamentaria (trotskysmo, maoísmo, tercermundismo, etc.) de inspiración leninista. Debord no fue un político, ni siquiera un teórico de la política. No quiso ser considerado un teórico ni antes ni después de la publicación de La sociedad del espectáculo, que es el libro que le dio fama. Desde el punto de vista político la posición de Guy Debord, si con algo tiene relación, es con las corrientes marxistas, muy minoritarias, que desde los años treinta se desplazaban hacia el anarquismo (Korsch, ciertas tendencias consejistas, etc.). Por eso ha influido sobre todo en ambientes anarco-comunistas y libertarios. Pero muy pronto se distanció también de esas otras corrientes políticas organizadas, precisamente por la importancia que él mismo y el movimiento situacionista, creado a mediados de la década de los cincuenta, concedían a la interrelación entre arte, aventura, vida cotidiana y revolución social. En los Página 1

Etica y politica en Debord.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 1/14

Etica y politica en Debord.txtGUY DEBORD Y LA CONCIENCIA ÉTICO-POLÍTICA DE LOS PROTAGONISTAS DEL MAYO FRANCÉSDEL 68Para saber escribir hay que haber leídoy para saber leer hay que saber vivirILa evolución del filósofo y escritor Guy Debord (1931-1994) ha sido descrita

como una aventura intelectual y social que debe más al experiencial "vagar" yexperimentar que a los libros o a los estudios y seminarios académicos[1]. Apesar de que su ensayo sobre la sociedad del espectáculo ha sido uno de loslibros más influyentes de la segunda mitad del siglo XX en los mediosintelectuales, Debord no se consideró nunca como un filósofo o un teórico. Unode sus biógrafos, Vicent Kaufmann, le he caracterizado como un niño perdido queacaba convirtiéndose en un guerrero melancólico que hace de la guerra un granjuego. Kaufmann ha dicho de Debord que escribió como estratega, hizo políticacomo poeta, consideró la guerra social como un juego y creó vanguardias pormelancolía[2]. Todo eso suena a paradoja y es parte de la leyenda que acompañó aDebord desde los años cincuenta hasta su muerte.Cuando Debord tenía poco más de veinte años, en 1952, hizo su primera película,Hurlements en faveur de Sade, que acaba con esta frase: "Vivimos como niñosperdidos nuestras aventuras incompletas". Luego, en aquel contrafilm, siguenveinticuatro minutos de silencio y pantalla negra. El tema de los "niños

perdidos" que no son precisamente niños (extravío, fuga, desaparición) reapareceen las siguientes películas que hizo Debord: Sur le passaje de quelques personesà travers une assez courte unité de temps (1959) y Critique de la séparation(1961)."Niño perdido" es, en lenguaje militar, el soldado enviado a una misiónimposible; pero también, en lenguaje cotidiano, el niño que se fuga una y otravez, que se extravía. Aunque en sus recuerdos autobiográficos hay muy pocasmenciones a la propia infancia, Debord se consideraba a sí mismo un "niñoperdido" [Kaufmann, 23]. Casi no conoció al padre, un farmacéutico arruinado porlos efectos de la crisis del 29 que murió de tuberculosis cuando Debord apenastenía cuatro años; tuvo escasa relación con la madre, que prácticamente leabandonó después de la muerte del padre: fue criado, pero tambiénsobreprotegido, en París, Niza, Pau y Cannes, por su abuela materna[3]. Terminóel bachillerato en Cannes en 1951. Sus autores favoritos eran entonces Rimbaud,Lautréamont, los surrealistas, Arthur Cravan (protodadaísta, poeta-boxeador) y

Robert Musil.En 1952, ya en París, adonde fue a estudiar derecho sin tener el más mínimointerés por la cosa, Debord descubrió la libertad de movimientos que no habíatenido en la infancia ni en la adolescencia y entró en contacto con el grupo deIsidore Isou, los llamados "letristas, en los que inicialmente reconoció laherencia del espíritu dadaísta y surrealista. Isou influyó en su primer film,Hurlements en faveur de Sade En la presentación de su film, que acabó enescándalo provocado, Debord tenía que haber dicho, al parecer: "No hay película.El cine ha muerto. Pasemos al debate" (se supone que sobre la muerte del cine).Pronto rompió Debord con Isidore Isou, pero conservó lo que había sido lasugerencia de éste: "La superación del arte a partir de la autodestrucción de lapoesía moderna". El modelo declarado de Debord era Lautréamont y el objetivo delos letristas renovar la inspiración inicial del dadaísmo y de los primerossurrealistas mediante la reducción de la poesía a su elemento último, la letra,unir todas las artes. Esto implica desmontar el mundo para reconstruirlo en base

a la creatividad generalizada, superar la división entre el artista y elespectador.Desde su juventud, la actividad de Debord fue radicalmente antiacadémica,antiautoritaria y antiburocrática, crítica de la política y de la politiqueríaal uso no sólo en la izquierda parlamentaria sino también en la izquierdaextraparlamentaria (trotskysmo, maoísmo, tercermundismo, etc.) de inspiraciónleninista. Debord no fue un político, ni siquiera un teórico de la política. Noquiso ser considerado un teórico ni antes ni después de la publicación de Lasociedad del espectáculo, que es el libro que le dio fama. Desde el punto devista político la posición de Guy Debord, si con algo tiene relación, es con lascorrientes marxistas, muy minoritarias, que desde los años treinta sedesplazaban hacia el anarquismo (Korsch, ciertas tendencias consejistas, etc.).Por eso ha influido sobre todo en ambientes anarco-comunistas y libertarios.Pero muy pronto se distanció también de esas otras corrientes políticasorganizadas, precisamente por la importancia que él mismo y el movimiento

situacionista, creado a mediados de la década de los cincuenta, concedían a lainterrelación entre arte, aventura, vida cotidiana y revolución social. En los

Página 1

Page 2: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 2/14

Etica y politica en Debord.txtdías de la Internacional Letrista la mayoría de sus integrantes, Debordincluido, pasaban el tiempo, los días y las noches, en los cafés populares deSaint Germain. Amaban más el alcohol, la provocación y el escándalo que laorganización. En 1953 Debord escribía en un muro del Sena algo queescandalizaría a la mayoría de las corrientes políticas de izquierda de laépoca: Ne travaillez jamais.

IILa Internacional Situacionista nació en 1957 de la fusión entre los restos de laInternacional Letrista (fundada a partir de la ruptura de Debord con IsidoreIsou), el Movimiento Internacional por una Bauhaus Imaginista, surgida a su vezde la experiencia denominada COBRA (Copenhague, Bruselas, Amsterdam; AsgerJorn), que propugnaba un surrealismo revolucionario al tiempo que criticaba lacultura individualista, y el Comité Psicogeográfico de Londres. Según RaoulVaneigem, sus fuentes de inspiración iniciales han sido Fourier, Marx, Sade,Lewis Carroll, Lautrémont y el surrealismo [Trivialidades, 63].Son varios los autores que han hecho observar que la Internacional Letrista,antecesora de la Internacional Situacionista entre 1952 y 1954, empieza por unequívoco: ni fue "internacional" en sentido propio (el título lo toma de lapresencia de un par de norteafricanos entre sus miembros casi exclusivamentefranceses) ni fue "letrista" (en el sentido en que entendía Isou el letrismo).Fue, además, un arte (o mejor, un propósito de destrucción del arte, para

reinventarlo, sin obras). En un primer momento, durante los años 1952 y 1953, laInternacional Letrista fue en realidad un boletín de un par de páginas tirado amulticopista, unas cuantas declaraciones de signo nihilista sobre la muerte delarte, puramente negativas, y la organización de unas pocas actividadesescandalosas (se suele recordar, por ejemplo, la organizada contra Chaplin,acusado de parafascista, en el Festival de Cannes). Luego, con la edición de larevista Potlach, la Internacional Letrista se politiza, se aproxima alanarcosindicalismo y practica el terrorismo verbal, desarrollando un particularhumor agresivo en el arte del insulto (crítica de los críticos, crítica de loque se cree vanguardia en la Francia del momento: Sartre, Le Corbusier, Aragon,Ionesco, Malraux, Genet, Queneau).En el origen de la Internacional Situacionista está la amistad de Guy Debord conel pintor danés Asger Jorn, en colaboración con el cual se propuso escribir unasMemorias, las memorias de alguien que aún no tiene biografía reseñable, dealguien que no escribe directamente sobre sí mismo, sino, indirectamente, a

través de un texto compuesto de citas prefabricadas, falsas citas, parodia oinversión de citas, y que tampoco busca lector, al menos en el sentido habitualde la palabra (no serían publicadas hasta 1993).En una primera fase, durante los años 1957 y 1962, los componentes de laInternacional Situacionista, entre ellos Debord, se dedicaron fundamentalmente ala crítica de la cultura standarizada y a la crítica de las derivaciones, yaconservadoras para ellos, de las distintas vanguardias artísticas, propugnandola superación del arte mediante la realización del mismo en la vida cotidiana.Su consigna era la realización de la poesía en la vida. Su idea principal, dedonde viene el nombre de situacionismo, era la "construcción de situaciones", esdecir, de ambientes momentáneos de la vida, y la transformación de los mismos enuna cualidad pasional superior. En esa etapa la Internacional Situacionista pusomucho énfasis en la realización del deseo y de la pasión en la vida cotidiana ytrató de establecer los medios para ello.Estos medios debían ser lo que llamaban un urbanismo unitario, la investigación

o experimentación psicogeográfica y la "deriva" o "desviación". Por urbanismounitario la IS de Debord entendía la utilización del conjunto de las artes y delas técnicas para la construcción integral de un espacio dinámicamente vinculadocon las experiencias de comportamiento. Esto incluía la crítica descarnada delurbanismo que se estaba haciendo en la ciudad de París y la propuesta de unurbanismo nuevo (Iván Chtchegloff), de un urbanismo soñado, que pretendetransformar la ciudad en laberinto. Por psicogeografía entendía la IS el estudiode los efectos del medio geográfico, manipulado o no por el hombre, sobre elcomportamiento efectivo de los individuos. Y por "deriva" entendía un modo decomportamiento experimental y continuado contra la separación del hombre delproducto de su actividad, de su vida y de sus deseos, o sea, algo así como lapráctica duradera de la retorsión de las alienaciones que caracterizan la vidade las gentes en las sociedades urbanas contemporáneas. La crítica de laseparación fue una constante en la obra de Debord, tanto en sus films como ensus escritos.

Como en el caso de lo que luego se ha llamado posmodernismo, el arranque de laInternacional Situacionista ha sido la preocupación estética en un sentido

Página 2

Page 3: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 3/14

Page 4: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 4/14

Etica y politica en Debord.txtvida cotidiana y eso sólo se puede esperar de los nuevos sujetos: el "nuevoproletariado", que incluye a la vanguardia de la clase obrera "que descubre sumiseria en la abundancia consumible", pero también a la juventud rebelde de lospaíses modernos, a la intelectualidad de los países del Este de Europainsatisfecha con las revoluciones truncadas y burocratizadas, a los pueblos deltercer mundo que desconfían de los mitos tecnicistas del colonialismo y al

libertarismo de la propia IS que denuncia todas las revueltas teledirigidas yconsentidas [Trivialidades, 16-17].En cuanto a la propia organización de la IS, Vaneigem presentaba su proyecto en1962 casi en términos nietzscheanos renovados: "Vamos a construir un grupitoexperimental, casi alquímico, donde se apunte la realización del hombre total".Pero fuera de cualquier marco jerárquico, comunicándose a través de "redes nomaterializadas", es decir, mediante relaciones directas, episódicas, contactosno opresivos, "desarrollo de vagas relaciones de simpatía y de comprensión, a lamanera de los agitadores rojos de antes de la llegada de los ejércitosrevolucionarios" [Trivialidades, 71]. Esta forma laxa de organización a travésde redes, tan alejada de lo que eran los partidos revolucionarios del momento(en su mayor parte inspirados en el leninismo), no contribuyó precisamente alcrecimiento de la IS. De hecho, entre 1962 y 1971 la IS había sufrido tantasescisiones y separaciones como los otros grupos revolucionarios. Poco antes demayo de 1968 sólo había cuatro miembros activos de la IS en Francia: Guy Debord,

Raoul Vaneigem, René Viénet (que en 1968 publicaría en Gallimard una interesanterecopilación de textos titulada Enragés et situationistes dans le mouvement desoccupations) y Moustapha Khayati. Tenían "redes" en EE.UU, Inglaterra, losPaíses Bajos e Italia, pero el conjunto de personas vinculadas no pasaba de laveintena. Antes de la publicación de La sociedad del espectáculo (1967) elpropio Debord sólo era conocido en ambientes muy restringidos, casiclandestinos.IIITres nociones articulan y marcan la diferencia de la actividad de Debord entre1952 y 1968: aventura, deriva y détournement. Las tres se relacionan con elaprecio letrista-situacionista por las vanguardias artísticas de la primera horay en especial por el dadaísmo y el surrealismo. Debord pretendía recuperar elespíritu rompedor e inconformista de las vanguardias originales (1910 a 1925) ;y esto, en un momento en el que algunas de estas vanguardias se habíanconvertido ya en retaguardias o en parte de la cultura institucionalizada, le

obliga a intensificar las demostraciones provocadoras, particularmente en elcampo de la última de las artes históricas, el cine[4].Aventura, deriva y détournement son nociones que, en el ámbito delsituacionismo, enlazan, de un lado, preocupación artística y preocupación ysocial, y, de otro, innovación y conservación, esto es, la pretensión de renovarla vanguardia a sabiendas de que también esta renovación cae bajo la ley generalde la sociedad del espectáculo y debe superar, por tanto, la mera búsquedaformal de la originalidad. Así que el auténtico aventurero será "aquel que hacesuceder las aventuras más que aquel a quien las aventuras suceden". De ahí losvagabundeos sistemáticos, buscados, intencionales, por el Barrio Latino, por lascatacumbas de París, por las galerías del metro después de su cierre nocturno, alos que Debord y los suyos llamaron "derivas" [dérives]."La deriva es unatécnica de "paso rápido a través de ambientes variados", que consiste en unospaseos de aproximadamente una jornada de duración en los que el sujeto (o mejor,los sujetos, puesto que se trata de deambular en grupo) se deja llevar por "los

requerimientos del terreno y de los encuentros".En un artículo titulado "Théorie de la dérive", publicado en la segunda entregade la revista Internationale Situationniste, Debord da a la deriva un sentidolúdico y constructivo, pero la opone a las nociones clásicas de "viaje" y"paseo". Lo característico de la deriva debordiana sería dejarse llevar por lassolicitudes de los espacios recorridos en la ciudad y por los encuentroscasuales, o casi casuales, que se producen durante el recorrido. Esa es la partealeatoria de la deriva, lo que no excluye la discusión e interpretacióncolectivas de lo hallado al azar, la especulación sobre las variaciones urbanas,la toma de conciencia sobre la transformación de la ciudad y el cálculoimaginativo lo que la ciudad ha sido o puede llegar a ser.Détournement es otra manera de disponer los elementos ya existentes, derivadadel collage dadaísta y del letrismo, una nueva utilización de citas que adaptael original a un contexto nuevo y distinto para así superar el culto burgués dela originalidad y la propiedad privada del pensamiento. La creación es, para

Debord, sustancialmente recreación crítica: "Todos los elementos para una vidalibre están ya presentes, tanto en la cultura como en la técnica; sólo hace

Página 4

Page 5: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 5/14

Etica y politica en Debord.txtfalta cambiar su sentido y componerlos de modo diferente". En la noción dedétournement hay al mismo tiempo plagio, reapropiación, inversión de citas,parodia, voluntad de rodear un obstáculo, juego y estrategia.Esto es lo que permite "la construcción de situaciones" o construcciónconsciente de nuevos estados afectivos, lo que podríamos llamar una nuevaeducación sentimental. La actividad artística, así entendida, tiene que

desembocar en la vida misma. Y por eso para los situacionistas partidarios deDebord no se trata de crear una nueva escuela literaria sino de la búsquedaexperimental de una nueva manera de vivir. Sólo contemplaban dos posibilidades:o continuar la destrucción del arte moderno (pero ya como embellecimiento yadoración de la nada), o bien realizar, por primera vez en la historia, losvalores artísticos directamente en la vida cotidiana, como un arte anónimo ycolectivo, como un arte del diálogo: "No queremos trabajar en el espectáculo delfin del mundo, sino en el fin del mundo del espectáculo".Si Marx pretendía realizar la filosofía mundanizándola, superándola en el mundo,Debord quiere realizar la cultura superándola también: negar la cultura comoesfera separada de la vida y realizarla en la teoría y en la práctica de lacrítica social. Por ahí se distancia también Debord de "la cultura de la crisis"y de la crítica irracionalista de la ciencia para enlazar con el marxismo de lacotidianeidad y de la subjetividad de Henri Lefebvre: "Hacer el mundo sobre todomás racional, que es la primera condición para hacerlo más apasionante", pues

"la victoria será de quienes hayan sabido crear el desorden sin amarlo".La primera edición de La sociedad del espectáculo, de Guy Debord, apareció ennoviembre de 1967. Debord llamó "sociedad del espectáculo" al tipo de sociedadesque caracterizan tanto al capitalismo tardío como al socialismo entoncesrealmente existente. Por "espectáculo" entendía Debord la relación socialmediatizada por las imágenes, un tipo de relación social en la que el consumo seconvierte en ocupación total de la vida social. En la sociedad del espectáculo,dominada por el consumismo, todo se convierte en representación. De ahí que latarea del momento fuera desarrollar la crítica de la economía política comocrítica de la sociedad de clases y del capital que organiza el imperio delconsumo e impone la supervivencia y la miseria.Al estudiar la filiación intelectual de la renombrada noción debordiana deespectáculo en el marco de los grupos revolucionarios de aquellos años, A. Japperecupera el concepto marxiano de alienación y atiende sobre todo a las páginasde los Grundrisse dedicadas a la crítica del fetichismo de la mercancía, a la

conversión de la mercancía en fetiche, a la deshumanización del hombre. Elespectáculo, para Debord, es, pues, la alienación generalizada: el triunfoabsoluto de la forma mercancía convertida en fetiche en el plano sociocultural.No le cuesta, pues, mayor trabajo a Jappe poner de manifiesto que Debord, sinser filólogo ni marxólogo, leyó a Marx mucho mejor que la mayoría de losintelectuales de culto en la sociedad francesa de la época. Desde luego, muchomejor que Garaudy y Althusser pero también mejor que Sartre y losexistencialistas. Esto no quiere decir que Debord haya sido un marxista"ortodoxo", sino más bien que aprovechó de la crítica de Marx al capitalismoaquella parte que mejor funcionaba para la crítica sociocultural del mundo enlos años sesenta del siglo XX. De la crítica radical a la que son sometidas porDebord todas las corrientes marxistas del siglo XX sólo se salvan aquéllas queresultaron muy minoritarias en los años sesenta: el joven Lukács de Historia yconsciencia de clase (1923), las páginas de Henry Lefebvre sobre urbanismo yvida cotidiana y algunas cosas, no todas, del grupo original vinculado a la

revista Socialisme ou barbarie (Castoriadis, Morin), sobre todo el aprecio porel consejismo de los años veinte y treinta que tuvo su última manifestaciónimportante durante la guerra civil española.IVLa mayor parte de los intérpretes y comentaristas del mayo francés del 68 estánde acuerdo en que una de las fuentes principales de inspiración del movimientoque cuajó en aquellos meses fue la Internacional Situacionista. Desde luego, nofue la única corriente influyente ni los situacionistas aspiraron nunca a serlo.De hecho, tanto en los comités estudiantiles como en los comités de ocupaciónque se formaron en aquellos meses los situacionistas compitieron continuamentecon otras organizaciones, como el Movimiento 22 de Marzo liderado porCohn-Bendit o los distintos grupos marxistas-leninistas, trotskistas y maoístas.Se puede discutir también si esta influencia se dejó sentir en el planoorganizativo y hasta qué punto la presencia de los situacionistas influyó en loscomités estudiantiles y en los comités de ocupación de las fábrica, pero, en

cualquier caso, está fuera de duda que el lenguaje y el tipo de accionespropugnados por la Internacional Situacionista jugaron un papel central en las

Página 5

Page 6: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 6/14

Etica y politica en Debord.txtproclamas, en los panfletos, en las pintadas, en las ocupaciones y en otrasmuchas de las actividades alternativas desarrolladas dentro y fuera de lasuniversidades, en Nanterre, en la Sorbonne y en la calle.El primer documento importante elaborado por los situacionistas sobre launiversidad, "De la miseria en el medio estudiantil considerada en sus aspectoseconómico, político, psicológico, sexual y principalmente intelectual, y sobre

algunos medios para remediarla", se publicó en Estrasburgo, en noviembre de1966. Y no es precisamente un elogio de los estudiantes universitarios. Alcontrario: es una diatriba contra la miseria entonces existentes en losambientes universitarios, contra el conformismo alienante de los estudiantes delmomento, contra los sociólogos y politólogos que entonces empezaban a especularsobre la protesta juvenil y contra los intelectuales y las revistas de laizquierda tradicional que habían manifestado una admiración complaciente antelos primeros síntomas de la contestación juvenil.Los firmantes del panfleto, miembros de la Internacional Situacionista yestudiantes de Estrasburgo, empiezan declarando que el estudiante no escapa a laley general del capitalismo avanzado, que es la pasividad generalizada ante elespectáculo, la reificación y la mercantilización de todas las actividadesculturales. Ven al estudiante universitario en una situación esquizofrénica:entre un presente miserable y las ilusiones que se hacen de un futuro acomodado.En su mayoría son hijos de la burguesía pero, a pesar de ello, disponen de una

renta inferior a la de cualquier asalariado, y es en ese sentido en el que sepuede decir de ellos que son parte de la nueva miseria del nuevo proletariado.Es esta situación lo que conduce al estudiante universitario a unainfantilización prolongada, a la conversión de los estudiantes en niños sumisoso "esclavos estoicos" que se creen tanto más libres cuanto más fuertes son lascadenas que les ligan a la autoridad: a la familia y al Estado.La miseria del medio se caracteriza porque la universidad se ha convertido enuna organización institucional de la ignorancia, donde la alta cultura sedisuelve al ritmo de la producción en serie de profesores y en la que elestudiante se limita a seguir escuchando mecánicamente el "ruido vacío" quehacen los profesores. Estos son en su mayoría unos cretinos, o, lo que, enopinión de los autores del panfleto, aún es peor: modernizadores reformistas deizquierda que quieran adaptar la institución universitaria al proceso general dela mercantilización capitalista. No sólo eso: en sus relaciones íntimas losestudiantes reproducen los hábitos de la moral burguesa tradicional, se dejan

aconsejar por psicólogos y psiquiatras que las autoridades les han impuesto comocontrol parapolicial y creen encontrar compensación en el mercado cultural y enel espectáculo cultural cuando en realidad con ello se convierten en discípulosrespetuosos, de manera que, en la época de la muerte del arte, el estudianteuniversitario se encuentra a gusto en teatros y cine-clubs "consumiendocadáveres" o naderías envueltos con celofán en los supermercados.Lo característico del panfleto situacionista es que el centro de la crítica dela miseria en el medio estudiantil no se ha puesto, por tanto, en lasantiguallas que quedaban realmente en las universidades del momento (los restosde la universidad napoleónica, tantas veces denunciados por los sociólogos y porlos políticos reformistas), sino precisamente en la ironía y la parodia de loque entonces pasaba por ser el modernismo ( Robbe-Grillet y le nouveau roman,Godard y Lelouch en el cine) así como de las vedettes intelectuales del momento:Althusser, Garaudy, Sartre, Levi-Strauss, Barthes, etc., todos los cuales sonmencionados con distancia o con desprecio. En el plano político se criticaba

tanto el arcaismo que representaba De Gaulle como el arcaismo del estalinismo entodas sus formas. Al contrario de lo que se ha dicho luego, los autores de aquelmanifiesto no estaban celebrando el comienzo de una nueva era de protestajuvenil, sino que levantaban su voz contra el coro que estaba convirtiendo la"juventud" en un nuevo mito publicitario: manifestaban con seguridad su creenciade que la universidad no cambiará sin que cambie la sociedad capitalista, lasociedad del espectáculo en que se vive, y llamaban la atención sobre lasilusiones de una revuelta que, en su opinión, sólo podría llegar a ser algo sise convertía en conciencia revolucionaria, proletaria, contra el sistemaimperante.Tampoco eran precisamente condescendientes los situacionistas con las primerasmanifestaciones de lo iba a llamarse "la nueva izquierda" (actividades deprotesta de los "blousons noirs", de los provos, de los beatniks) ni sentíanespecial atracción por el uso y abuso de las drogas en esos ambientes: "Elconsumo en masa de la droga es la expresión de una miseria real y la protesta

contra esta miseria real: es una búsqueda falaz de libertad en un mundo sinliberad, , la crítica religiosa de un mund que ha superado la religión",

Página 6

Page 7: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 7/14

Etica y politica en Debord.txtexpresión de la derecha de los jóvenes rebeldes que se junta a menudo con laaceptación de las supersticiones más fantásticas ["De la misere, etc.", enEnragés et situationnistes, 232].En su última parte, titulada "Crear por fin la situación que haga imposible todavuelta atrás", el documento pasa revista a las organizaciones de la izquierdapolítica de la época y, en su análisis de lo que considera expresiones del viejo

mundo, no deja títere con cabeza: denuncia y rechaza lo que han sido y son laII, la III y la IV Internacional, critica el sindicalismo obrero y elsindicalismo estudiantil ("caricatura de una caricatura"), se distancia de lasideologías tercermundistas, de las revistas como "Socialismo y barbarie" y de lamayoría de los grupúsculos anarquistas, para acabar propugnando la autogestióngeneralizada, "la realización internacional del poder absoluto de los ConsejosObreros" (de los que los autores ven anticipaciones en la Comuna de París, enlos soviets de 1905, en la Barcelona de 1936) y la supresión de trabajo [Enragéset situationnistes, 234-242].Redactado en su mayor parte por Mustapha Khayati, "De la misère en milieuétudiant" tuvo una gran difusión primero en Estrasburgo, donde produjo granescándalo (denunciado por el rector, las autoridades, la mayoría de losprofesores universitarios, la UNEF, la UEC, etc.) y luego en Nanterre(distribuido por los estudiantes anarquistas) y en París, donde se convertiríaen seguida en uno de los textos más influyentes en las vanguardias entudiantiles

del 68. Agotado en seguida, la segunda edición del panfleto, ya en marzo de1967, alcanzó ya una tirada de diez mil ejemplares. Con aquel panfleto, y con elescándalo que le acompañó, la Internacional Situacionista iba a llegar alconocimiento del gran público.El final de este panfleto es una diatriba contra el espectáculo que remite, sincitarlo, al análisis que Guy Debord estaba llevando a cabo simultáneamente: "Enla época de su dominación totalitaria el capitalismo ha producido su nuevareligión: el espectáculo. El espectáculo es la realización terrestre de laideología. Como crítica de la religión, la crítica del espectáculo es hoy lacondición primera de toda crítica" [ibid. 242].Se ha llegado a escribir que la revolución de mayo de 1968 fue una "revoluciónsituacionista". Sin duda eso es una exageración. Los líderes estudiantiles másconocidos de aquel movimiento, Daniel Cohn-Bendit, Sauvageot, Alain Geismar yAlain Krivine no eran situacionistas y a menudo discreparon fuertemente de lossituacionistas más activos en Nanterre y en la Sorbonne, como René Riesel y René

Viénet. Durante los acontecimientos de mayo-junio los situacionistas fueronsiempre minoría no sólo en las asambleas estudiantiles sino también en loscomités de los que formaron parte. A pesar de lo cual la influencia de laInternacional Situacionista en el desarrollo de los hechos es indudable, sobretodo en Nanterre donde formaron grupo con los llamados "enragés".Es en las pintadas, carteles y dazibaos que cubrieron los muros de lasfacultades universitarias de Nanterre y la Sorbonne donde resulta más patente lainspiración situacionista. También lo es en la orientación política del comitéde apoyo a las ocupaciones (tanto de las universidades como de las fábricas).Una de las primeras y más célebres pintadas en la Sorbonne fue obra de unsituacionista, René Viénet, y dice así: :"La humanidad sólo será feliz el día enque el último burócrata haya sido colgado con las tripas del últimocapitalista". Un dicho que hay que leer como un "détournement" o retorsión deuna frase de Meslier citada por Voltaire: "La humanidad sólo será feliz el díaque el último de los tiranos haya sido colgado con las tripas del último cura".

Pero, como ha contado el propio Viénet, la mayoría decidió borrarla después deun debate público [R.V. 75]. También es situacionista el primer cartelpublicitario "detournée" en la Sorbonne [R.V. 76].El Comité Enragés-IS de la Sorbonne se dedicó preferentemente a las pintadas ymuchos de los textos de éstas han sido escritos por situacionistas o han sidotomados de los panfletos de Vaneigem y Debord. Daré algunos ejemplos: "Losrecuperadores están entre nosotros", "Descristianicemos inmediatamente laSorbonne", "Desterremos y enviemos al Elíseo y al Vaticano los restos delinmundo Richelieu, hombre de estado y cardenal", "Después de Dios, también elarte ha muerto. Que sus curas no lo resuciten", "Comed profesores". Cita directade Vaneigem es este otro: "Quien habla de revolución sin querer cambiar la vidacotidiana es que tiene un cadaver en la boca". Y de Debord estos otros: "Abajola sociedad espectacular-mercantil", "Abolición de la alienación", "Fin de laUniversidad", "Abolición de la sociedad de clases", "El poder a los consejos detrabajadores". Entre los autores de textos de pintadas destacó Christian

Sébastiani, organizado entonces con los situacionistas, que más tarde seríallamado el "poeta de los muros": "Tomo mis deseos por la realidad porque creo en

Página 7

Page 8: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 8/14

Etica y politica en Debord.txtla realidad de mis deseos". "Corre rápido, camarada, que el viejo mundo vienedetrás de tí", "¿Cómo pensar libremente a la sombra de una capilla?", "Seamoscrueles".Textos de Vaneigem, como el "Tratado de saber-vivir para uso de las nuevasgeneraciones", y "La sociedad del espectáculo" de G. Debord fueron pasados alcomic y alcanzaron una gran difusión. El propio Debord, con Khayati, Riesel y

Vaneigem, formaron parte del Comité para el mantenimiento de las ocupaciones(CMDO), constituido el 17 de mayo. De las cuarenta personas que formaban aquelComité, diez eran situacionistas y enragés[5].VSe ha dicho muchas veces que Debord fue un provocador. Como los letristas, comolos situacionistas. Y en cierto sentido lo fue. La provocación fue parte de unaleyenda que él mismo contribuyó a alimentar confundiendo a unos y a otros sobrela paternidad de las frases que inventó e invirtió, borrando huellas yenmascarando otras, negándose a aceptar cualquier crítica a sus tesis sobre lasociedad del espectáculo, ignorando los elogios que le dedicaron algunos de suscontemporáneos, despreciando los calificativos de filósofo o sociólogo parapresentarse como "un estratega", declarando que lo mejor que había hecho en suvida fue patentar un juego de la guerra... Sólo que un provocador en la sociedaddel espectáculo de la segunda mitad del siglo XX sabe ya que no puede limitarsea emular hábitos y técnicas de las vanguardias anteriores. Debord lo sabía muy

bien, sobre todo después de 1968. Y así lo dice en los Commentaires sur lasociété du spectacle cuyo tono se parece ya más al de los literatos anatomistasdel XVII que al de los vanguardistas del XX[6].Aunque en los veinte años transcurridos entre la publicación de la obra que lehizo célebre y la redacción de los Commentaires (1988) Debord no dejó de repetirque no había nada que añadir a lo escrito en 1967, algo en su tono cambió. Talvez por la radicalidad con que asumió la imposibilidad de la revolución despuésde 1968. O por las nuevas experiencias obtenidas a través de los viajes yestancias en Italia y España. Tal vez también por la relación que estableció conGérard Lebovici, asesinado en 1984 en circunstancias oscuras, y que sería sueditor durante años. En la década de los setenta Debord declaraba, entre laseriedad y la parodia, que los únicos que habían entendido La sociedad delespectáculo, naturalmente sin leer el libro, eran los obreros de fábricaitalianos que propugnaban la acción directa, las huelgas salvajes y la autonomíaobrera. Criticó sin piedad a la izquierda política socialdemócrata pero se

distanció al mismo tiempo del terrorismo de las Brigadas Rojas con laconsideración de que también esto era una consecuencia directa de la sociedaddel espectáculo, un montaje de los servicios secretos del estado. Todo lo cualno le impidió propugnar simultáneamente la conversión de los revolucionarios enagentes secretos, apoyar a los presos libertarios de la cárcel de Segovia contralas autoridades de la España de la transición, enamorarse del Jorge Manrique delas Coplas a la muerte de su padre o aficionarse a la obra de Baltasar Graciánen algunos de cuyos escritos seguramente descubrió otro "estratega" barroco.Muchos lectores de los Commentaires sur la société du spectacle que ampliaban yactualizaban su obra principal[7] todavía se escandalizaron ante susafirmaciones. Pero los lectores de hoy probablemente verán ya esa obra suya comolo que era: un espléndido panfleto sociológico, una pieza relevante de lasociología de la contemporaneidad. En ciertos aspectos sustanciales másrelevante para entender nuestra sociedad actual que --por poner un ejemplo-- Lascontradicciones culturales del capitalismo de Daniel Bell. Guy Debord fue un

abridor de ojos, como escritor y como cineasta. Alternó la navaja buñueliana delPerro andaluz con la contundencia del filósofo fragmentario, pero lógico, queabre a hachazos el mundo de lo social.Varias de las cosas que escribió Debord en los Commentaires sobre la sociedaddel espectáculo integrado, sobre el papel de los mediáticos, sobre lafuncionalidad del terrorismo en el capitalismo tardío, sobre la relación entreMafia y Estado, sobre el mito de la caverna en el siglo XX, sobre la figurajurídica del "arrepentido", o sobre el secreto que domina todo lo quepreviamente ha sido definido como importante parecen ya tan obvias a estasalturas (al menos para quienes se han atrevido a mirar los resultados del empleode la navaja analítica) que sólo convirtiendo todo eso en obviedad trivial o ensociologismo se puede limar su intención eminentemente crítica.Vale la pena recordar a este respecto que cuando Debord escribía lasConsideraciones sobre la sociedad del espectáculo se había impuesto ya en laEuropa del Sur aquella idea para niños según la cual lo peor de los sesenta

había sido "la filosofía de la sospecha". Debord vino a decirnos: no habéissospechado lo suficiente. Ahora, después de la desclasificación de los papeles

Página 8

Page 9: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 9/14

Etica y politica en Debord.txtdel Pentágono y de las sucesivas revelaciones sobre la CIA, de lo que sabemossobre la red Gladio y sobre la PII, sobre el golpe de Tejero y sobre los GAL,sobre la Operación Condor y sobre tantas otras verdades comunicadas a destiempono hay duda ya de que el llamado "pensamiento débil" era, como mínimo, unpensamiento premaquiaveliano: un cuento para acunar a adultos de aquellos quedenunciaba León Felipe.

VIEn el prólogo a su libro sobre Debord, Anselm Jappe empieza recordándonos queeste profesó un profundo amor a España; subraya sus referencias a la revoluciónespañola de 1936; menciona la traducción que hizo al francés (1980) de lasCoplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre, así como el apoyo que prestó alos presos "autónomos" de la prisión de Segovia en 1980. Además, llama laatención acerca de un punto pocas veces mencionado: el vínculo estilístico deDebord con el conceptismo español del siglo XVII. Y, como de pasada, Jappearremete contra la trivialización reciente del pensamiento de Debord dejandocaer un par de venenos contra la Editorial Gallimard y contra Toni Negri (10).Ya esta mención polémica nos pone, en situación: anuncia un ensayoideológicamente combativo. Y, efectivamente, el ensayo lo es desde su primeraparte. Jappe compara de manera reiterada el caso de Debord con el de Marx. Estacomparación no es arbitraria, pues la buena comprensión de las teorías de Debordrequiere delimitar previamente su lugar entre las teorías marxistas de los años

cincuenta y sesenta. Desde este primer capítulo, y a lo largo del libro, Jappeconcede mucha importancia a la inspiración marxista de la obra de Debord ypolemiza abiertamente con aquellos intérpretes sociologistas o esteticistas quehan pretendido reducir su obra a la de teórico de los mass media, arepresentante de una vanguardia artístico-literaria que se limitó a exaltar eljuego formal o, en el mejor de los casos, a exhibirse como ejemplo pararevolucionar la vida cotidiana.El objetivo de Jappe, ratificado en las conclusiones, es destacar la actualidaddel análisis debordiano de la sociedad del espectáculo y la utilidad del mismopara una teoría crítica de la sociedad contemporánea [17 y 179]. Puesto queprivilegia en esto el vínculo teórico entre Marx y Debord, es natural que elautor dedique también muchas páginas a desvincular el peculiar "marxismo" deDebord de casi todas las corrientes marxistas del siglo XX. Deja, en cambio, enun segundo plano buena parte de las discusiones que desde 1967 se produjeron enel seno de la Internacional Situacionista sobre el papel de la organización

revolucionaria alternativa a esa misma sociedad, debates de los que se dice enel libro, con buen criterio, que hoy en día resultarían bizantinos."Dios se lopague", solía decir mi abuela en estos casos: los lectores jóvenes también se loagradecerán.El mérito principal de este libro es precisamente la reconstrucción que hace delas ideas de Debord sobre el paso, en nuestras sociedades, de la primacía deltener sobre el ser (primacía que viene de lejos) al dominio exclusivista de loeconómico, y de éste a la aparición de una "muchedumbre atomizada" sometida a loespectacular. Según Debord, los rasgos característicos de la sociedad delespectáculo son: la autonomización del ámbito de lo económico respecto de todoslos demás ámbitos socioculturales, la pasividad de la contemplación, laexpansiva imposición del secreto generalizado sin que lo parezca, el triunfo dela falsedad sin réplica, la apariencia de estar viviendo en un perpetuopresente, la sustitución de la realidad por su imagen (necesariamentefalsificada, además), la sustitución del verdadero antagonismo por el

espectáculo de los antagonismos, el canto de las mercancías y sus pasiones, lapérdida de la totalidad y la consiguiente la dictadura totalitaria delfragmento, la negación de la historia y la pérdida de la memoria histórica.Anselm Jappe propone leer algunas de las más celebradas formulaciones de Lasociedad del espectáculo como un détournement o retorcimiento consciente de Elcapital, particularmente en referencia a las nociones marxianas de capital ymercancía. Y en ese contexto subraya algo que generalmente hoy en día se olvidaal hablar de Debord: su radical ensalzamiento de la centralidad del proletariadocomo sujeto antagonista de la sociedad del espectáculo durante los años sesenta.¿De dónde le viene a Debord este ensalzamiento? De su idea de la crecienteproletarización y de su peculiar definición del proletariado como "la inmensamayoría de los trabajadores que han perdido todo poder sobre el empleo de suvida", como "el conjunto de la gente que no tiene posibilidad alguna demodificar el espacio-tiempo social que la sociedad les permite consumir". Seentienden así los elogios de Debord a los consejos obreros (que reaparecen en

los años sesenta y setenta) por encima de cualquier juego provocador de lasvanguardias intelectuales, del "nihilismo satisfecho". Y se entienden también

Página 9

Page 10: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 10/14

Etica y politica en Debord.txtlas ilusiones de los situacionistas de la primera hora. Ilusiones que handesaparecido ya cuando, en 1988, Debord publica las Consideraciones sobre lasociedad del espectáculo.En relación con La sociedad del espectáculo, y para diferenciar el punto devista de Debord de las críticas moralistas o tradicionalistas a la cultura de laimagen, es interesante tener esto en cuenta: lo que Debord critica no es la

imagen en cuanto tal ni la sustitución de la cultura de la palabra por lacultura de la imagen, sino la forma-imagen en cuanto desarrollo de laforma-mercancía (156). Una precisión, ésta, que seguramente les gustaría mucho alos gitanos que acompañan al Kusturica de Underground en su uso sarcástico ysubversivo del mito platónico de la caverna para explicar qué fue realmente el"socialismo real" de entonces.VIIEn 1988, cuando se cumplían veinte años de los hechos de mayo en París, GuyDebord, que había sido uno de sus inspiradores teóricos, escribió en susComentarios sobre la Sociedad del Espectáculo:La primera intención de la dominación espectacular era hacer desaparecer elconocimiento histórico en general, empezando por casi todas las informaciones ytodos los comentarios razonables sobre el más reciente pasado. Una evidencia tanflagrante no necesita ser explicada. El espectáculo organiza con maestría laignorancia de lo que ocurre e, inmediatamente después, el olvido de aquella

parte de los acontecimientos que pudo ser conocida. Lo más importante es lo másocultado. En estos últimos veinte años no hay nada que haya sido cubierto pormás mentiras inducidas que la historia de mayo de 1968. Ciertas lecciones útilespodrían sacarse de algunos estudios desmitificadores sobre aquellas jornadas ysobre sus orígenes, pero eso es un secreto de Estado.Estas palabras de Guy Debord sobre el espectáculo y la mentira pueden pareceruna exageración. Y tal vez lo sea. Pero son también una de esas exageracionescandidatas a la verdad histórica: en lo que hace a mayo del 68, lo másimportante es lo más ocultado.¿Por qué?Porque a pesar del tiempo transcurrido todos los que tuvimos que ver con aquellode algún modo seguimos todavía forcejeando con lo que pudo ser y no llegó a ser.La derecha de entonces redujo la interpretación de los hechos a una gran complotanarco-marxista, a una gran conspiración (que quedaría desmontada en lasprimeras elecciones que siguieron a las grandes movilizaciones); el gaullismo,

que salió fortalecido de ellas, vio en los acontecimientos una "crisis decivilización" a la que había que hacer frente precisamente reforzando "nuestracivilización"; los restos de los grupúsculos marxistas de entonces interpretaronlos hechos como una crisis internacional del capitalismo tardío que, a pesar dela derrota de mayo, se seguiría pudriendo; y los camaleones de siempre fueronadaptando su interpretación de los hechos a lo que vino después: principio delfin de las ideologías, gran fiesta lúdico-juvenil, anuncio del individualismocontemporáneo, fin del psicodrama de la era revolucionaria, revuelta reformista,insurrección democrática que anunciaba el retorno a los principios de la granrevolución francesa, origen de los nuevos movimientos sociales, etc., etc.Todo mentiras. O para decirlo con una expresión menos drástica: medias verdadesque se corresponden bien con lo que luego, en los años que siguieron, hemos sidolos unos y los otros o, más directamente, con las trivialidades de base que losmandamases del mundo que de ahí salió y los letratenientes a ellos vinculadosquieren que sepan las nuevas generaciones. No estoy hablando, a propósito del

68, de conspiración del silencio, ni siquiera de tergiversación conscientementeconstruida. Al contrario. Pienso que en este caso cuanto más se habla y más seescribe más domina el espectáculo y más nos alejamos todos de lo que realmentefue aquello. Así que no voy a pretender aquí contar en unas líneas la verdaderaverdad del mayo del 68. Sólo pretendo contar mi versión de los hechos conpalabras que se acerquen, eso sí, a las palabras que se pronunciaban entonces,la mayor parte de las cuales se han hecho impronunciables, y tal vezincomprensibles, en los tiempos que corren ahora.Empezaré con una caracterización general. Mayo-junio del 68 no fue la "granfiesta lúdica", como se dice casi siempre, sino "el gran susto". O aún mejor:una gran fiesta estudiantil que se acabó convirtiendo en un gran susto para lagran mayoría. Lo que empezó como una juerga reivindicativa en las universidades(en Estrasburgo, en Caen, en Nanterre) se convirtió en seguida en un movimientode protesta social generalizado en las barricadas de París, y, a partir delmomento en que se multiplicaron las ocupaciones de fábricas y las huelgas

obreras, en un ensayo general revolucionario que asustó a la mayoría de lasociedad francesa del momento. De ahí "el gran susto": se asustaron los

Página 10

Page 11: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 11/14

Etica y politica en Debord.txtburgueses que vieron peligrar sus propiedades; se asustaron los pequeñosburgueses que vieron peligrar sus privilegios; se asustó De Gaulle que tuvo queechar mano del ejército; se asustó el partido socialista que creía pasada laépoca de las revoluciones; se asustó el partido comunista que aún hablaba derevolución en general pero no de esa; se asustaron los sindicatos que se vieronrebasados por la espontaneidad de los consejistas en las ocupaciones de fábricas

y criticados por los estudiantes por su inconsecuencia; y se asustó una parte delos intelectuales y profesionales que vieron con buenos ojos el arranque de losacontecimientos y todavía se solidarizaron con el movimiento en el momento de larepresión, pero que no pudieron aguantar la acusación de ser unos mandarines alservicio del sistema,una acusación cada vez más repetida por los comités deobreros y estudiantes.Del gran susto salió el viaje de De Gaulle a los cuarteles. Del viaje de DeGaulle a los cuarteles salió la gran reacción de junio en París: una grandísimamanifestación de todas las fuerzas de la conservación el 30 de mayo. El 13 dejunio De Gaulle decretó la disolución de las organizaciones trotskistas ymaoistas así como la del Movimiento 22 de Marzo en virtud de una ley del FrentePopular establecida en su momento contra ligas paramilitares de extrema derecha.Los responsables de la O.A.S. exiliados regresaron a Francia. Y de la granreacción de junio salió la victoria de la derecha en las elecciones, de unaderecha que, conviene no olvidarlo, entonces estaba a favor del orden, del

Estado, del estado de bienestar, de las reformas sociales y culturales, de unareforma progresiva de la universidad y hasta en algunos casos de la"contracultura" bien entendida. Mientras tanto, en agosto de 1968, las tropasdel Pacto de Varsovia aplastaron la rebelión de Praga, que fue percibida comomás de lo mismo en el otro lado del mundo de la guerra fría, y la mayor parte delos rebeldes y revolucionarios de Francia (y de Europa) que habíamos puesto casitodas las esperanzas en la revolución autogestionada y autogestionaria nosquedamos sin modelos y casi sin amigos. Asesinados Lumumba (el símbolo de larevolución africana) y Guevara (el símbolo de la revolución latinoamericana),sólo quedaba Vietnam. Y no es casual el que Vietnam haya sido, a partir de 1968,el único símbolo positivo que ha unido en la calle a todos los restos delsesentayochismo.Ese es el origen de las otra gran depresión del siglo XX, de la depresiónsubjetiva, por así decirlo, de la gran depresión de la izquierda rebelde yrevolucionaria. Lo que vino después es lo que suele venir después en estos

casos: "revoluciones pasivas" o contrarrevoluciones que suelen ser presentadaspomposamente como "revoluciones culturales" o "revoluciones de la vidacotidiana", que recuerdan vagamente, por las palabras que se pronuncian, lo quequisieron quienes perdieron, pero que por lo general consisten en la integraciónpor el sistema de todo aquello que puede ser integrado sin que cambie loesencial, o sea, la propiedad del dinero, la propiedad del poder, la propiedadde los medios de producción, el mando en plaza. De la gran depresión producidapor la derrota del 68, y no de las ideas que se expresaron en mayo del 68, saliólo que luego se ha llamado individualismo contemporáneo. Una de las grandesmanipulaciones mediáticas de los últimos treinta años ha consistido precisamenteen convencer a las gentes que ya no vivieron aquello de que el individualismocontemporáneo es hijo del mayo del 68. Nada más lejos de la verdad. Elindividualismo contemporáneo es hijo de los que vencieron a los jóvenes del 68.O tal vez el hijo pródigo del matrimonio de éstos con quienes, habiendo perdido,se resignaron para acomodarse a la derrota.

VIIIVoy a abordar, por último, el tema de la relación entre mayo del 68 y los nuevosmovimientos sociales. Muchas veces se ha dicho y se ha escrito en los últimostiempos que los movimientos sociales nuevos tuvieron su origen en la revuelta orevolución del 68. Pero también esto es inexacto. Y conviene precisarlo.No hay duda de que 1968 representó el momento culminante de uno de losmovimientos sociales más activos e interesantes de la segunda mitad del sigloXX, el movimiento estudiantil o universitario, que, por supuesto, no se redujo alos acontecimientos de Francia y que produjo manifestaciones importantes en loscuatro puntos cardinales: en Berkeley y en Milán, en México y en Barcelona yMadrid, en Berlín y en Tokio, en Londres y en Praga y en Varsovia. Hay dosrasgos o características que aparecen reiterativamente y con mucha fuerza entodos (o casi todos) los movimientos estudiantiles de entonces, y que,efectivamente, heredarían los movimientos sociales posteriores. Me refiero alantiautoritarismo y al antiimperialismo. Antiautoritarismo no sólo en el sentido

de la crítica de la autoridad de la familia, del Estado, de las iglesias y delmandarinato existente en la universidad, sino también como autonomía radical

Página 11

Page 12: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 12/14

Etica y politica en Debord.txtrespecto de todos los partidos políticos del arco parlamentario. Yantiimperialismo entendido como oposición a los dos modelos socioeconómicoscristalizados durante la guerra fría. En líneas generales estos rasgos pasarían,ya en los años setenta, a la crítica feminista del patriarcado, a la críticaecologista de la sociedad industrial y productivista y a la crítica pacifista dela estrategia militar del terror.

Pero también hay que decir que el movimiento estudiantil fue muy efímero. Dehecho, no duró más de cuatro años en ningún sitio (salvo en España o en lospaíses latinoamericanos, donde se añadían otras circunstancias). Al iniciarse ladécada de los 70 en Francia, Italia, Alemania, Reino Unido y EE.UU sólo quedabanlos rescoldos de lo que había sido una explosión social original. LaInternacional Situacionista se disolvió en 1972 y donde había habido grandesmovimientos estudiantiles sólo quedaban grupúsculos.Si por movimientos sociales nuevos entendemos lo que por entonces empezó allamarse "nuevo feminismo", o ecologismo o pacifismo, hay que decir enseguidaque el mayo francés del 68 tuvo muy poco que ver con eso. Basta para probarlocon ver los documentos escritos y orales que han quedado de las asambleas deNanterre y la Sorbonne: ahí hay muy poco feminismo, casi nada de ecologismo y,desde luego, nada de pacifismo. Sintomáticamente no hay ni una sola mujer entrelos líderes destacados del movimiento y las grabaciones que han quedado (cintasmagnetofónicas y cinematográficas) muestran que a las mujeres apenas se las

dejaba tomar la palabra en los comités. Es verdad que se citaba Reich y sehablaba de sexualidad liberada, pero mayormente para varones. El primer cartelpublicitario détournée, que muestra a una mujer acariciándose los pechosmientras de su boca sale el gemido orgasmático "Ahhhhhh!!! La InternarnacionalSituacionista!!!", no era precisamente una representación del gusto del nuevofeminismo. Las alusiones a los hyppies y a los beatknis que hay en los textossituacionistas de entonces son todas despreciativas o paródicas. Y el lenguaje yel tono de la mayoría de las intervenciones en las asambleas y en los comités deocupación, así como el de la mayoría de los panfletos escritos, era más bien"guerrero", crítico del militarismo, sí (particularmente cuando se hablaba de laintervención norteamericana en Vietnam) pero también exaltador de la violenciarevolucionaria, ya fuera en términos leninistas, guevaristas, consejistas,maoístas o para recordar las virtudes de Durruti, de los combatientes delVietcong o del general Giap.Los orígenes del feminismo, del ecologismo y del nuevo pacifismo que cuajarían

como movimientos en las dos décadas siguientes no están ahí. Hay que buscarlosen otros sitios: en las universidades norteamericanas, en las manifestacionesbritánicas contra la guerra (organizadas por el Comité Russell, entre otros), enlos discursos de Luther King y en la Universidad Libre de Berlín.Para no alargar más este punto pondré aquí un sólo ejemplo. El eslogan máscélebre y más veces repetido del mayo francés fue: "La imaginación al poder".Todo el mundo lo ha oído repetir muchas veces como símbolo de lo que allí secocía. Repetida cientos de veces por los grandes medios de comunicación, esafrase se trivializó hasta el punto de que, fuera ya de su contexto, parecesugerir una de estas dos cosas: hyppis y provos, protesta lúdica, ecologista ypacifista. Así sonaba ya años después de que fuera escrita por primera vez. Ysin embargo lo que quiso decir con ella quien la escribió no tiene nada que vercon pacifismo, protesta lúdica y medioambientalismo. Voy a restituir su sentidooriginal para que se pueda comparar. Esa frase cerraba una breve perocontundente declaración de principios en la entrada principal de la Sorbona de

París asediada por la policía. La declaración decía así:"Queremos que la revolución que comienza liquide no sólo la sociedad capitalistasino también la sociedad industrial. La sociedad de consumo morirá de muerteviolenta. La sociedad de la alienación desaparecerá de la historia. Estamosinventando un mundo nuevo original. La imaginación al poder".No es extraño que diez años después un situacionista como Guy Debord dijera quehabía para morirse de risa, al constatar lo que la "sociedad del espectáculo"había conseguido hacer con esa y otras muchas frases célebres del movimiento del68.Si alguna vez en algún lugar del mundo llegara a haber algo así como unauniversidad crítica (que es lo que quería la vanguardia estudiantil del 68) elcomentario libre a los Comentarios de Guy Debord sobre la sociedad delespectáculo debería ser la prueba decisiva para entrar en ella; la prueba de laúnica selectividad que una universidad crítica puede admitir: la selectividad delas inteligencias.

IXDe Guy Debord, Comentarios sobre la sociedad del espectáculo [1988].

Página 12

Page 13: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 13/14

Etica y politica en Debord.txtTraducción de Carme López y J.R. Capella. Anagrama, Barcelona, 1990El ensayo va precedido de una cita de Sun-Tse, El arte de la guerra, que diceasí:Por críticas que puedan ser la situación y las circunstancias en que osencontréis, no debéis desesperar; en las ocasiones en que todo es temible escuando nada hay que temer; cuando se está rodeado de todos los peligros es

cuando no hay que tener miedo de nadie; cuando se está sin ningún otro recursoes cuando hay que contar con todos; cuando se es sorprendido es cuando hay quesorprender al enemigo."Lo que el espectáculo moderno era en esencia: el reinado autocrático de laeconomía mercantil, que ha conseguido un estatuto de soberanía irresponsable, yel conjunto de las nuevas técnicas de gobierno que corresponden a ese reinado[...] Desde 1968 el espectáculo ha seguido reforzándose en todas partes; se haextendido por los extremos y ha aumentado su densidad en el centro [...] Estoscomentarios no pretenden moralizar. No contemplan lo que es deseable osimplemente preferible. Se limitarán a señalar lo que ocurre [13-14]"En 1967 yo distinguía dos formas sucesivas y rivales del poder espectacular: laconcentrada y la difusa (sovietismo y americanización) Con posterioridad haaparecido una nueva forma, fruto de combinación razonada de las dos anteriores.Se trata de lo espectacular integrado, que a partir de entonces tiende aimponerse mundialmente " (18-19).

"Francia e Italia simbolizan el momento de la escenificación de lo espectacularintegrado por el importante papel del partido y sindicato estalinistas en lavida política e intelectual, débil tradición democrática, larga monopolizacióndel poder por un único partido de gobierno, necesidad de acabar con unacontestación revolucionaria aparecida por sorpresa (19)"El sentido final de lo espectacular integrado es que se ha incorporado a larealidad a la vez que hablaba de ella. El espectáculo se ha mezclado con larealidad irradiándola... La sociedad modernizada hasta el estadio de loespectacular integrado se caracteriza por el efecto combinado de cinco rasgosprincipales que son: la incesante renovación tecnológica, la fusióneconómico-estatal, el secreto generalizado, la falsedad sin réplica y unperpetuo presente (23)."La primera intención de la dominación espectacular era hacer desaparecer elconocimiento histórico en general, y, desde luego, la práctica totalidad de lasinformaciones y los comentarios razonables sobre el pasado más reciente. El

espectáculo organiza con destreza la ignorancia de lo que sucede e,inmediatamente después, el olvido de lo que, a pesar de todo, ha llegado aconocerse. Lo más importante es lo más oculto. El fin de la historia es unplacentero reposo para todo poder presente" (25-26) [...]"Cuando lo importante se reconoce socialmente como lo que es instantáneo y loserá aún en el instante siguiente y al otro y al otro, y que siempre reemplazaráotra importancia instantánea, puede decirse que el medio empleado garantiza unaespecie de eternidad de esa no-importancia que grita tanto (27)."La valiosa ventaja que el espectáculo ha obtenido de este colocar fuera de laley a la historia, de haber condenado a toda la historia reciente a pasar a laclandestinidad y de haber hecho olvidar, en general, el espíritu histórico en lasociedad, es, en primer lugar, ocultar su propia historia: el movimiento de sureciente conquista del mundo (27)."La autoridad espectacular puede negar lo que sea, una vez, tres veces, y decirque no volverá a hablar de ello, y hablar de otra cosa; sabe que ya no se

arriesga a ninguna otra réplica ni en su propio terreno ni en ningún otro. Puesya no existe ágora, comunidad general; ni siquiera comunidades restringidas decuerpos intermedios o de instituciones autónomas, salones o cafés para lostrabajadores de una única empresa; ningún lugar donde el debate sobre lasverdades que conciernen a los que están ahí, pueda liberarse de forma duraderade la aplastante presencia del discurso mediático y de las diferentes fuerzasorganizadas para relevarlo" (31)."Los hombres se parecen más a su tiempo que a su padre" (32)"Por primera vez en la Europa contemporánea ningún partido ni fracción departido intenta ya fingir que tratará de cambiar algo importante. La mercancíano puede ser criticada por nadie: ni como sistema general ni como una pacotilladeterminada que a los empresarios les ha convenido colocar en ese momento en elmercado (33)Había escándalos, pero ya no los hay (35)"La modernización de la represión ha acabado de perfeccionarse en primer lugar

en la experiencia piloto de Italia, bajo el nombre de "arrepentidos", acusadoresprofesionales jurados (37)

Página 13

Page 14: Etica y politica en Debord.pdf

7/21/2019 Etica y politica en Debord.pdf

http://slidepdf.com/reader/full/etica-y-politica-en-debordpdf 14/14

Etica y politica en Debord.txt"El discurso espectacular calla, además de lo que es propiamente secreto, todoaquello que no le conviene. De lo que muestra aísla siempre el entorno, elpasado, las intenciones, las consecuencias. Es pues totalmente ilógico.

[1] A.Jappe, Guy Debord, Edizione Tracce, Pescara, 1995 (traducción alcastellano en Anagrama, Barcelona,19989.

[2] V. Kaufmann, Guy Debord. La revolution au service de la poésie. Fayard,París, 2991.[3] Chr. Bourseiller, Vie et morte de Guy Debord. París, Plon, 1999.[4] Entre 1952 y 1977 Debord proyecto varios contrafilms. Cf. Oeuvrescinématographiques complètes (1952-1978). Gallimard, París, 1994.[5] Cf. R. Viénet, Enragés et situationnistes dans le mouvement des occupations.París, Gallimard, 1968; Pascal Dumontier, Les situationnistes et mai 68. París,Editions Ivrea, 1995.[6] Commentaires sur la sociéte du spectacle [1988], Gallimard, París, 1992(traducción castellana de Carme López y J.R. Capella, Anagrama, Barcelona,1990).[7] La société du spectacle [1967], Galimard, París, 1992.

Página 14