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EXEGESISI DEL ANTIGUO TESTAMENTO Profetas y Libros proféticos 0. Introducción: Profetas y libros proféticos 0.1. Concepto General de Profeta · En la literatura cristiana y judía se aplica en primer lugar a los libros proféticos, que junto con los históricos y los sapienciales, forman la Biblia. Profetas anteriores: Jos, Jue, I-II Sam, I-II ReLibros Históricos: Jos, Jc, Sm, ReCanon JudíoCanon Católico Profetas Posteriores: Is, Jer, Ez, Dn.Libros Proféticos: Mayores: Is, Ez, Dn. Menores:Doce restantes. · En segundo lugar, la Escritura designa también como profetas a las personas concretas que, sabiéndose elegidas, eran conscientes de proclamar la palabra de Dios; unos sin dejar constancia escrita (profetas no escritores), otros al menos parte de sus oráculos (profetas escritores). Muchos personajes aparecen en el AT bajo la denominación de profetas como Moisés, Samuel, Natan, etc. · En tercer lugar, se habla de profeta en sentido abstracto, es decir, de toda persona investida de un carisma especial, en virtud del cual proclama una doctrina religiosa o un mandamiento divino. 0.1.1. El Profeta según el Nuevo Testamento · En el NT, se contiene los 3 acepciones del profeta presentado anteriormente. · En los Evangelios, hay referencias a: a) los libros proféticos -Mt 7, 12- b) los profetas -Mt 16, 14- c) la persona del profeta en general -Mt 11, 9-10- · En el resto del NT, sólo son llamados profetas algunos que tuvieron el don de confortar, exhortar y animar. Brindan también los criterios para discernir a los falsos profetas (Cfr Ijn 4,1-3). 0.1.2. El Profeta en la Tradición · Tradición cristiana: además de mencionar y valorar los libros proféticos y los profetas del AT ha mantenido el mismo gran

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Una mirada exegética, a los reyes y profetas de Israel como surgió y que consecuencias trajo para el pueblo escogido

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EXEGESISI DEL ANTIGUO TESTAMENTO

Profetas y Libros proféticos

0. Introducción: Profetas y libros proféticos0.1. Concepto General de Profeta· En la literatura cristiana y judía se aplica en primer lugar a los libros proféticos, que junto con

los históricos y los sapienciales, forman la Biblia.Profetas anteriores: Jos, Jue, I-II Sam, I-II ReLibros Históricos: Jos, Jc, Sm, ReCanon JudíoCanon Católico Profetas Posteriores: Is, Jer, Ez, Dn.Libros Proféticos: Mayores: Is, Ez, Dn. Menores:Doce restantes.

· En segundo lugar, la Escritura designa también como profetas a las personas concretas que, sabiéndose elegidas, eran conscientes de proclamar la palabra de Dios; unos sin dejar constancia escrita (profetas no escritores), otros al menos parte de sus oráculos (profetas escritores). Muchos personajes aparecen en el AT bajo la denominación de profetas como Moisés, Samuel, Natan, etc.

· En tercer lugar, se habla de profeta en sentido abstracto, es decir, de toda persona investida de un carisma especial, en virtud del cual proclama una doctrina religiosa o un mandamiento divino.

0.1.1. El Profeta según el Nuevo Testamento· En el NT, se contiene los 3 acepciones del profeta presentado anteriormente.

· En los Evangelios, hay referencias a:a) los libros proféticos -Mt 7, 12-b) los profetas -Mt 16, 14-c) la persona del profeta en general -Mt 11, 9-10-

· En el resto del NT, sólo son llamados profetas algunos que tuvieron el don de confortar, exhortar y animar. Brindan también los criterios para discernir a los falsos profetas (Cfr Ijn 4,1-3).0.1.2. El Profeta en la Tradición

· Tradición cristiana: además de mencionar y valorar los libros proféticos y los profetas del AT ha mantenido el mismo gran aprecio por el don de profecía del que gozaban los cristianos de su tiempo (San Justino e Ireneo de Lyon).

· Magisterio de la Iglesia y el CVII recoge el triple sentido del termino “profeta”:a) Sobre los libros: “la Iglesia ha considerado siempre la Escritura divina como regla suprema de la propia fe ( )… y hace resonar en las palabras de los profetas y de los apóstoles, la voz del Espíritu Santo” (DV 2 y CatIgCat 601).b) Personas que fueron elegidos como instrumentos de salvación, al igual que Abraham y Moisés ( DV 3).c) Carisma profético: Cristo es “el gran Profeta, que proclamó el reino del Padre con el testimonio de su vida y con el poder de la palabra”. La Iglesia ha recibido del mismo Jesucristo su misión profética y la ejerce “no sólo a través de su Jerarquía, sino también por medio de los laicos”, exhortando y proponiendo valores, denunciando abusos y desviaciones de cada tiempo, y principalmente enseñando con carácter vinculante las verdades de fe contenidas en la Revelación y las enseñanzas morales que se derivan de ella (Cfr Veritatis Splendor 4).

0.1.3. Límites del Profeta

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· Como el carisma profético se basa en la verdad que es una, y en la Revelación que no admite modificaciones. De hecho, nadie puede abrogarse el carisma profético para exponer sus ideas personales ni considerarse como único portavoz profético de una comunidad.

· La finalidad primordial del don de profecía es exponer y explicar la palabra de Dios. De hecho, no es parte de la profecía la adivinación, la magia ni cualquier otro fenómeno semejante. La inseguridad del hombre ante el porvenir le ha llevado en muchas culturas antiguas a intentar conocerlo y dominarlo mediante la adivinación. Pues, aunque Dios puede manifestar el futuro de una persona o de una sociedad, no es lo habitual ni es la finalidad de la acción reveladora de Dios. Por tanto, el Catecismo destaca que la actitud del cristiano ante su futuro debe ser entregarse con confianza en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en abandonar toda curiosidad malsana al respecto (véase CatIgCat 2115).

· La adivinación, la superstición y la magia están positivamente condenas tanto en la escuela deuteronomista (Dt 18, 9-14) como en la sacerdotal (Lev 19, 26.31;20,6.27).

0.2. Historia de la Exégesis de los Libros Proféticos · El profeta bíblico se enmarca en el ámbito de la Revelación, ya que no busca la verdad a partir

de sus propias reflexiones sobre los problemas humanos, sino a partir de la manifestación que Dios hace de sí mismo y de los planes de salvación sobre los hombres. La historia de la exégesis ilustra hasta qué punto se ha buscado la Palabra de Dios expresada en los libros proféticos.

· Estudios clásicos: han enseñado que los profetas son mensajeros divinos que transmiten el contenido de la Ley-Torah (judaísmo), y preparan y anuncian la venida del Mesías (cristianismo). Los comentaristas antiguos aceptaban sin discusión que los libros profético fueron escritos por los autores a los que les atribuye y que por tanto, leerlos es escuchar a los mismo profetas.

· Corriente historicocrítica: revolucionaría la exégesis en general y también los libros proféticos.0.2.1. El Profeta y la Religión de Israel

· Bernhard Duhm: dividía el desarrollo de la religión israelita en tres etapas sucesivas: mosaísmo, profetismo y judaísmo. Su punto de partida era que los profetas ocupaban el lugar privilegiado en la transmisión de la religión que nació con Moisés, formulando con exactitud las exigencias doctrinales y morales. Por tanto, la tarea del exegeta es discernir entre los elementos asignables a los profetas y los elementos que posteriormente se añadieron. Defiende la división triple del libro de Isaías.

· Gustav Hölscher: estudió los profetas no sólo como parte de la religión israelita, sino en el ámbito más amplio de la historia de la religiones, llegando a la conclusión de que el éxtasis es esencial al profeta tanto bíblico como extrabíblico y que la poesía es el modo ordinario de expresar sus experiencias religiosas. Considera que los profetas de Israel heredaron esta modalidad de vivencia religiosa de las culturas siro-palestinas.· Duhm y Hölscher se centran en la persona y actividad del profeta.

0.2.2. El Profeta y sus escritos. (Método Histórico-Crítico)· Hermann Gunkel: distingue los elementos de que constan: los profetas pronunciaron oráculos

muy breves, también modos de expresarse tomados del culto, lenguaje familiar, ámbito jurídico, etc; luego formaron colecciones de oráculos. La tarea de la exégesis es descubrir cada una de esas “formas breves” de expresión y el ambiente social, cultural y religioso en que nacieron, para poder describir su sentido originario (se llama “historia de las formas”).

· Sigmund Mowinckel: Escuela escandinava. Aplicando la hipótesis de Gundel llega a la conclusión de que el culto tuvo una gran importancia en la composición de los libros proféticos. Los profetas fueron profesionales del culto y pronunciaron la mayor parte de los oráculos en torno al templo. Las palabras proféticas tomaron su forma literaria, se conservaron y trasmitieron en el marco de las celebraciones cultuales (historia de las tradiciones).

0.2.3. El libro en sí mismo (Método Sincrónico)

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· Ha surgido una nueva corriente de investigación que se enfrenta con el texto tal como ha llegado hasta nosotros, así cada vez más los exegetas utilizan los llamados análisis retórico, análisis narrativo y análisis semiótica.

· Análisis retórico: tiene especial aplicación a los libros proféticos. Se descubre los muchos recursos utilizados para argumentar, para conmover y para conseguir el objetivo profético (PCB La interpretación de la Biblia en la Iglesia I,B).

· Análisis narrativo: Estudia el modo cómo se cuenta una historia para implicar al lector en el mundo de relato y en su sistema de valores. “Puede contribuir a facilitar el paso del sentido del texto en su contexto histórico… al alcance del texto para el lector de hoy” (PCB Ibid, I,B).

· Análisis semiótico: se basa en dos principios básicos: la autonomía del texto y su estructuración interna. Según el primero, hay que considerar cada libro o cada parte de un libro como algo aislado del resto. Y según el segundo principio, que es la base de la semiótica, se da prioridad a las relaciones de los elementos de un discurso más que a los elementos en sí mismos. Para alcanzar el sentido de un texto se analiza en tres niveles distintos: nivel narrativo, nivel discursivo y nivel semiótico.

0.2.4. Profecía y Canon (Acercamiento Canónico)· El Canon Criticism, propugna un acercamiento a los libros de la Biblia desde la consideración

histórica y teológica del canon. J.A. Sanders hace más hincapié en el valor canónico-normativo de la fe de la comunidad de creyentes, de un texto a lo largo de su historia de composición y de transmisión hasta alcanzar el estado definitivo. B. Childs es más radical y se fija únicamente en el valor canónico del texto tal como lo ha recibido la Iglesia, partiendo del principio básico de que un libro no es bíblico, sino a la luz del canon.

0.3. Profecía y Tradición· Los profetas son vehículo de la revelación. Es imposible comprender el mensaje profético sin

tener en cuenta las tradiciones de Israel (trasmitidas a través del culto, sabiduría popular e intrucciones). Además del monoteísmo, los profetas conocen, transmiten y fomentan las tradiciones del éxodo, del desierto, del decálogo y hasta la tradición de Jacob está presente en los profetas del siglo VIII. Al aludir a las tradiciones antiguas, los profetas destacan la iniciativa divina, en cuanto que está por encima de cualquier derecho o exigencia de los hombres. Como culminación de las tradiciones de Israel, los profetas subrayan la libertad divina en sus intervenciones en la historia de los hombres.

· En el Pentateuco han quedado plasmadas dos corrientes y dos maneras de explicar la elección del pueblo por parte de Dios: · Una basada en la genealogía como forma de recibir una misión y de constituirse como

pueblo. El pueblo hereda así las prerrogativas, las promesas y las funciones de sus antepasados. La posesión y distribución de la tierra, al igual que todas las instituciones se justifican por las diversas funciones que Dios encomendó a los miembros del pueblo según su nacimiento y la tribu de pertenencia.

· La tradición de Moisés y el relato del éxodo ponen mucho más de relieve el elemento vocacional: la genealogía de Moisés es prácticamente irrelevante y lo que cuenta es su encuentro con Dios y las exigencias que de ello se derivan. Las prerrogativas y las obligaciones no se derivan tanto de la familia en que se ha nacido o del clan a que se pertenece, cuanto del mensaje que el Señor h trasmitido a los suyos.

· Ambas corrientes explican la constitución del pueblo por voluntad divina desde dos perspectivas teológicas diferentes. Los profetas surgen cuando ya se van superando las contradicciones entre ambos modos de pensar; pero todavía hay vestigios de tensiones. Los profetas se esfuerzan por reconducir las tradiciones patriarcales hacia una fundamentación vocacional, y esto de tres maneras: presentadose como miembros del pueblo y asumiendo las dos corrientes de tradición;

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denunciando la errónea inmunidad de Israel, basada en el derecho a poseer y dominar la tierra prometida; y finalmente anunciando la necesidad de un castigo y la subsiguiente salvación que sólo Dios puede otorgar.

0.3.1. Los Profetas y su pueblo· Los profetas se saben miembros del pueblo, aunque independientes de toda institución

establecida, tanto política como cultual. Cada profeta tiene expresiones que reflejan el orgullo de pertenecer a Israel. Así, Oseas que desarrolla su mensaje a partir de su experiencia matrimonial y familiar, ve en su esposa la imagen del pueblo y en sus hijos la de las sucesivas etapas de la historia de Israel. Amós y Oseas han asumido las tradiciones patriarcales y las trasmiten como fundamento de la naturaleza del peublo elegido.

0.3.2. Los Profetas y los dirigentes de Israel· El profeta se enfrenta no tanto con la gente sencilla del pueblo sino con aquellos que se aferran

al poder heredado por generación como el rey, los mandatarios, los sacerdotes y los falsos profetas. Estos grupos interpretaban la elección en clave de derechos adquiridos, derivados de la tradición patriarcal. Los profetas invierten la argumentación al exigir que se conviertan y vuelvan a reconocer a Dios, como lo hicieron en el éxodo.

0.3.3. Los Profetas y la gratuidad de la salvación· Los oráculos, tanto de condena como de salvación, suelen contener una motivación que recuerda

las intervenciones de Dios, y no la condición privilegiada del pueblo. Así, para destacar la gravedad del pecado se traen a la memoria los beneficios de Dios o los castigos antiguos que podrían servir de escarmiento. Más que el hecho de pertenecer a un pueblo se hace hincapié en la relación que Dios tiene con los suyos, con los que ha elegido. El pecado no es sólo transgresión de una norma, sino, ante todo, infidelidad y olvido de Dios.

· El profeta es el vehículo de revelación en un doble sentido, en cuanto que su experiencia vocacional es exponente de la vocación de Israel, y en cuanto que se sabe transmisor de la palabra de Dios: Dios no es sólo objeto de su mensaje, sino sujeto. El mismo Señor que actuó en la historia del pueblo, tal como se transmite en las tradiciones originarias actúa ahora en la palabra del profeta.

0.4. El Profeta y la Palabra· El profeta es mediador de la palabra de Dios: puede definirse como portavoz o portador de la

palabra del Señor; de ahí que el estudio del profeta ha de centrarse no tanto en lo que hace, en sus intervenciones públicas, sino en lo que dice, en las palabras que usa.· La palabra profética participa de la debilidad de toda palabra humana: el valor de la palabra

depende en gran medida del emisor. a) Los profetas son hombres cargados de las mismas limitaciones que sus contemporáneos, de labios impuros, con poca facilidad de palabra. b) junto a ellos no faltan los falsos profetas que se atribuyen el papel de mensajeros y cuya falsedad resulta difícil desenmascarar. c) La palabra profética se hace aún más débil en el receptor que es un pueblo de dura cerviz, que ni escucha la palabra ni quiere ponerla en práctica.

· La palabra profética goza de la eficacia de la palabra de Dios: Viniendo de Dios no, no puede dejar de cumplirse (Am 3,4). Los profetas insisten en que es eficaz; la palabra de Dios se ha de cumplir como se cumplió en ocasiones anteriores.

· La palabra de Dios, por su eficacia, mantiene a los profetas en su conciencia vocacional: su dinamismo transforma al profeta, cambia sus hábitos de vida, orienta su actividad hacia un único objetivo, lo convierte en “hombre de la palabra”. El profeta es comparado al centinela, atento siempre a cualquier ataque del enemigo: si los destinatarios de su mensaje no se convierten, que no sea por falta de advertencia.

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· El profeta que sabe que la palabra de Dios alcanza siempre el objetivo que se propone, viene a ser, más que ningún otro dirigente del AT, intercesor del pueblo ante Dios y portavoz del querer divino ante el pueblo.· La intercesión es característica propia del profeta: La intercesión de los profetas después del

destierro se hace más profunda y podría decirse que se personaliza hasta llegar a la expiación vicaria del “Siervo del Señor”. La actividad intercesora sitúa al profeta dentro de su pueblo, experimentando las mismas desgracias que los suyos, pero también fuera, con una particular experiencia religiosa, conocedor, por tanto de las exigencias divinas.

· La función intercesora empalma con la de mediador: Frente a los grandes mediadores de Dios con su pueblo, el profeta se describe con características bien diferentes: los anteriores constituyen otras tantas instituciones jurídicas, el profeta en cambio ejerce su misión dentro de cualquier institución civil, militar o religiosa.

· Los profetas fundamentan su mensaje en que proviene de Dios, como lo ponen de relieve las fórmulas proféticas que utilizan. Ellos no inventan su mensaje, sino que son transmisores de un mensaje divino.

0.5. Relectura de los Libros Proféticos· El mensaje que proclamaron los profetas era de tal dinamismo y causó tanto impacto que no

tardó en ponerse por escrito, de modo que las generaciones posteriores pudieran tener acceso a Él. Muchos oráculos han influído en los libros bíblicos posteriores, en el pensamiento judío y en la formulación del mensaje cristiano.

· El estudio de las relecturas y comentarios no supone simplemente almacenar datos para aumentar el bagaje cultural, sino que es un medio imprescindible para penetrar en el dinamismo de un texto, cuyo sentido no se agota en la época que fue escrito, sino que va enriqueciéndose a medida que se actualiza e ilumina las realidades que van surgiendo.

0.6. Método y División· véase los apuntes

1. Movimiento profético. Origen y desarrollo.1.1. Nombre y Noción de Profeta

· El estatuto del profeta (Dt 18, 15-22) describe minuciosamente los derechos y las obligaciones del mismo, por lo que habrá de ser punto de referencia en el estudio de la naturaleza y desarrollo del profetismo en Israel. Ahora bien, puesto que es un texto tardío, redactado cuando ya habían ejercido su ministerio la mayoría de los profetas, hay que suponer una buena dosis de anacronismo en la terminología y en la descripción de las funciones proféticas allí señaladas.

· El término técnico que perdura para designar al profeta es nâbî’ (Dt 18,15.18.19.20.22). Entre los semitas el nombre está muy relacionado con la naturaleza de lo designado o con su misión, si se trata de una persona. La palabra profeta viene del griego prophétes, que significa “el que habla en lugar o en nombre de alguien”. El profeta bíblico es la persona designada por Dios para hablar en su nombre. Es el hombre de la pro-clamación y no el de la pre-dicción.

· Tres términos se usan con más frecuencia:· Nâbî’, profeta - Aparece 309 veces en la Biblia. Con este mismo nombre se designa tanto a

los verdaderos como a los falsos profetas. La mayor parte de los estudiosos, siguiendo la opinión de W.F. Albright, consideran que se deriva de la raíz hebrea nb´, que como el correspondiente acádico nabû, significa proclamar o llamar. En qatil, que es la forma usada en la Biblia, conservaría su forma pasiva antigua; en este sentido “profeta” equivale a llamado de Dios. Si se considera como forma activa, el profeta es el hombre que anuncia o proclama la palabra de Dios.

· Hôzêh, visionario - Aparece en la Biblia 17 veces; es un término usado más tardíamente.· Rô’êh, vidente - prácticamente es sinónimo del anterior; es mucho menos frecuente.

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· Los tres términos llegaron a ser prácticamente sinónimos, y con cualquiera de ellos se designaba tanto a los verdaderos como a los falsos profetas: nâbî’ sería todo profeta, hôzêh el profeta áulico y rô’êh el profeta cultual, asentado en alguno de los templos.1.2. Los Profetas fuera de Israel

· No han faltado autores que han querido ver en los pueblos vecinos la prehistoria del profetismo en Israel. Aunque los antecedentes extrabíblicos nunca darán razón plena de las peculiaridades del profetismo israelítico, el conocimiento de los fenómenos considerados frecuentemente como proféticos ayudan a reconocer las características específicas de los profetas bíblicos.

1.2.1. Egipto· Hay dos clases de escritos de los testimonios egipcios que han llegado hasta nosotros: relatos

narrativos y oráculos.· Las narraciones: El relato del papiro Westcar, la admonición de Ipuwer, el panegírico de

Neferty, la profecía del cordero, el oráculo del vasallo, la Crónica Demótica.· Los oráculos, que son normalmente de carácter político, comienzan en el s.XV a.C. y alcanzan

su cenit hacia el año l000 a.C., bajo la dinastía XXI. Los más significativos son los siguientes:· Los oráculos de legitimación real. Su esquema es el siguiente: el rey (bastardo y usurpador)

aparece con pleno derecho al trono porque, según el oráculo había tenido nacimiento divino, como lo demostraban sus obras de restauración. En consecuencia, por su carácter divino, era el rey fuerte.

· Los oráculos por la nominación de funcionarios justificaban la elección de los mismos por parte del rey, porque sus nombres estaban anunciados.

· Los oráculos de fundaciones justificaban la fundación de edificios sagrados.· Los oráculos militares justificaban las invasiones o guerras.· Los oráculos comerciales, las transacciones, etc.

· De los datos que aporta la literatura egipcia no se puede decir que en Egipto hubiera verdadero profetismo: los que hacían tales anuncios no eran portavoces de Dios, puesto que esa función estaba reservada al sacerdote.

1.2.2. Mesopotamia· En esta región se sucedieron tres grandes imperios y tres grandes civilizaciones: Sumerios,

Babilonios y Asirios. Los datos que se poseen inducen a considerar esta zona como la cuna de la magia y de la adivinación. Los sumerios pretendían penetrar en las sombras del fatalismo; los babilonios y los asirios, en cambio, estaban más preocupados por descubrir las causas del mal, dominar las fuerzas naturales maléficas, prevenirlas, etc.· Sumeria: Hasta ahora no hay datos de profetismo intuitivo, pero sí de prácticas de

adivinación realizadas mediante el examen de las entrañas de machos cabríos o de otros animales. Los dioses de la adivinación son Enki y Enlil. Tienen además dioses de interpretación de los sueños.

· Mari: Ciudad que fue destruida por Hammurabi hacia el l760 a.C. y no volvió a resurgir. Hay una treintena de tablillas que contienen treinta y cinco oráculos. Todos los dioses pueden hacer revelaciones y cualquier persona puede recibirlas, sin embargo hay especialistas oraculares, profesionales del culto que ejercen su ministerio en los templos y reciben las revelaciones en sueños, en éxtasis, en oráculos o en respuestas divinas.Los oráculos se refieren únicamente al rey y a la corte, no mencionan contenidos religiosos, ni elementos sobrenaturales. Es decir, aunque Mari puede considerarse como la fuente de los fenómenos oraculares, su contenido dista mucho del profetismo de Israel. Falta además un exigencia moral interna y una interpretación religiosa de la historia..

· Babilonia: Los documentos reflejan que hay indicios de interpretación de signos (presagios) y consultas a los dioses del panteón. Hay una serie de textos que muestran los personajes que

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anuncian acontecimientos futuros. Estas acciones tienen carácter cultual, hasta el punto de que puede afirmarse que Babilonia es la cuna de la adivinación institucional, donde el manhû tiene un papel preponderante.

· Asiria y Babilonia: Participa de la adivinación. Los profesionales del culto llegan a proferir oráculos en sus éxtasis.

· En conclusión, los fenómenos proféticos de tipo intuitivo que encontramos en la Biblia fueron rarísimos entre los Sumero-Acadios. En cambio, fueron más frecuentes los movimientos extáticos y la adivinación. Los oráculos de Mari son los que tienen más parecido con la profecía bíblica, aunque su contenido es completamente diferente.

1.2.3. Canaán· Se destaca Ugarit. Tanto por la lengua como por el contenido religioso (ritos de fertilidad, culto

a Baal, etc.), la literatura ugarítica ha sido muy estudiada para comprender mejor muchos pasajes de la Biblia; no hay que olvidar que el pueblo de Israel tuvo contacto inmediato con los cananeos. Sin embargo, no han aparecido oráculos propiamente dichos. Unicamente se menciona la adivinación practicada por el rey Dan’el y se habla de personas que entraban en trance al terminar los actos de culto.

· Los datos que han llegado sobre el movimiento profético en Canaán son muy escasos e indirectos; casi todo lo que se conoce es por los testimonios de la Biblia, y no hay ningún indicio para suponer que el movimiento profético de Israel fuera herencia de los cananeos.

· Resumen: Son muchos los autores que niegan cualquier influjo de otras culturas. Al menos, es claro que el profetismo bíblico tiene unas peculiaridades propias, si bien en la forma pueden encontrarse algunos paralelismos en culturas precedentes.

1.3. Los profetas de Israel· Los datos que proporciona la Biblia no son suficientes para conocer el origen y el desarrollo del

profetismo en Israel, porque los autores sagrados no pretenden reflejar la cronología de los acontecimientos, sino presentar la revelación de Dios en la historia. Lo que importa subrayar es que la Escritura, cuando designa profeta a alguien, le presupone dotado de unas cualidades bien determinadas. Los autores suelen distinguir cuatro grandes etapas:

1.3.1. Antes de Samuel· Abrahán (Gen 20,7): es denominado profeta en el discurso que Dios dirige a Abimelec en

sueños, recriminándole por tomar como esposa a Sara. Aquí, el profeta se equivale a persona estrictamente relacionada con Dios.

· Moisés: prototipo del profeta para la escuela Deuteronomista. Es llamado profeta porque salvó a su pueblo de la esclavitud egipcia (Os 12,14), y porque intercedió por él (Jer 15,1). Su carácter profético es subrayado en el NT. La tradición deuteronomista destaca como cualidad esencial el trato inmediato con Dios. Sin duda, se quiere indicar que el profetismo ha nacido con el pueblo y es esencial a él, pues lo conduce y guía en el nombre del Señor.

· Myrian, hermana de Moisés y de Aarón, es designada profetisa cuando entona el canto de victoria (Ex 15,20), pero cuando se une a Aarón y juntos se atribuyen una función de interlocutores entre Dios y el pueblo, es condenada y contrapuesta a Moisés.

· Los setenta ancianos que en una ocasión recibieron el espíritu y “actuaron como profetas” (Num 11,25) no volvieron a obrar como tales. En este texto se valora la función del profeta, en cuanto que en él reside el Espíritu.

· Débora, en la época de los jueces es presentada como profetisa (nebî’âh: Jdc 4,4).1.3.2. Desde Samuel a la Monarquía· Samuel es el vidente al que los israelitas acudían a consultar (1Sam 9,7) porque tenía una

especial intimidad con el Señor y transmitía la palabra de Dios. Es el último vidente y el primer profeta. Es el personaje clave del libro primero de Samuel. Ejerció las funciones de sacerdote, de

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juez y de profeta. El profeta deja de ser un “vidente” (1Sam 9,7-9) para ser “portavoz” que transmite una palabra de dios que interpela y que regula toda la vida de Israel.

· Grupo de profetas (hebel hannebî’îm). Eran grupos de personas que entraban en trance extático, mediante la música, la danza y movimientos violentos (1Sam 10,5-6.10-13). Entre ellos llega a mencionarse a David y Samuel (1Sam 19,19-24). La descripción de la actividad de estos profetas es semejante a la que se encuentra en los documentos de Mari.

1.3.3. Desde el inicio de la Monarquía hasta Amós· Cabe distinguir entre el reino del norte y el reino del sur.· En el reino del sur encontramos grandes profetas áulicos

· Gad es el “vidente de David”. Su función es la de consejero que se dirige directamente al rey, nunca al pueblo, y que actúa con enorme libertad, incluso denunciando los desmanes que el monarca pueda planear.

· Natán, intervino en tres momento claves de la vida de David. Después de éstos ya no vuelve a hablarse de profetas en el reino del sur hasta Isaías si se exceptúa a Azarías y Semayas.

· En el reino del norte (donde floreció más el profetismo cortesano).· Ajías de Silo, en tiempos de Jeroboan I (1Re 11,29ss; cfr 12,15; 14,2-4).· Jehú, en tiempo de Basa (1Re 16,2).· Elías, durante los reinados de Ajab y Ococías (1Re 17-19; 2Re 1-2).· Eliseo, durante los reinados de Joran, Jehú, Joacaz y Joas (1Re 9,6-21 y 2Re 1-13).· Miqueas ben-Yimlah, durante el reinado de Ajab (1Re 22,8-9. 13-15.24-28).

1.3.4. De Amós en adelante· Comienza la época de los profetas escritores. Las siguientes son la sucesión cronológica para

tener una idea global del desarrollo del profetismo hasta su desaparición:· siglo VIII:

· Amós (hacia el 760-750)· Oseas (comenzó su actividad hacia el 753)El año 721 Samaría sucumbió a manos de los Asirios y el reino del Norte desapareció para siempre. Por tanto, el resto de los profetas ejercieron su función en Judá.

· Isaías (comienza hacia el 740 a.C.)· Miqueas (hacia el 736)

· siglo VII: · Sofonías (hacia el 630)· Nahún (hacia el 612)· Habacuc (hacia el 602)· Jeremías (hacia el 598)

El año 587 Jerusalén fue invadida y sus habitantes deportados a Babilonia, comenzando así el largo destierro que duraría hasta el 538 en que les fue permitido volver en virtud del edicto de Ciro, rey persa.

· Destierro:· Ezequiel (593-571)· Abdías (probablemente poco después del 597)· Deutero-Isaías (hacia la mitad del siglo VI, cuando comienza la decadencia de Babilonia).

· Epoca persa:· Ageo (520)· Zacarías (hacia 520-515)· Malaquías (en torno al año 450)

· Profetas de época incierta:· Joel (probablemente hacia el año 350)

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· Jonás (probablemente hacia el 330)2. Los profetas y la vida de Israel2.1. Los profetas, mensajeros de Dios

· Los profetas, eran hombres de su tiempo que tuvieron que valerse de todo un entramado social para impregnarlo de su mensaje. El influjo profético se encuentra en los tres ámbitos más estructurantes de la vida del pueblo: en la política, en el culto, y en la relación social.

2.2. Los profetas y la política· El término “política” ni siquiera aparece en la Biblia, por tanto, hablar de política equivale a

analizar las decisiones de los reyes de Israel en relación con los pueblos vecinos y en el gobierno interno del pueblo. La relación profeta-política plantea la pregunta: ¿qué actitud tuvieron los profetas ante las decisiones internas o externas de los reyes de su época?. Ciertamente las condiciones políticas de Israel no eran ajenas a los profetas (Is 7,1-10). Hay profetas que mostraron especial aprecio a un rey, y otros que se opusieron abiertamente a ellos y que incluso anunciaron su caída.

· Parece que la opinión más ecuánime (Gottwald, E. Testa) es que el profeta recuerda al rey que no puede programar unas líneas de gobierno olvidándose de las tradiciones de Israel, es decir, de la misión de pueblo escogido. Por eso, el rey necesita al profeta. El profeta consideraba las instituciones políticas como instrumentos de los planes de Dios; no hace una política humana, sino carismática, descubriendo en los distintos avatares los planes de Dios.

· Puntos doctrinales comunes a todos los profetas:· Los profetas son testigos y partícipes de una situación política complicada, puesto que Israel

fue siempre una nación pequeña y estuvo rodeada por grandes imperios. Ningún profeta era indiferente a los acontecimientos de su época.

· Los profetas propugnaron la independencia de Israel. Las opiniones de los profetas son en ocasiones discutibles pero no el trasfondo: la independencia garantizaba no contaminar el monoteísmo y la alianza, pilares de la fe israelita.

· La soberanía de Dios está por encima del poder político de los pueblos. Los profetas hacen hincapié en explicar que Dios se da a conocer en sus intervenciones en la historia, tanto de Israel como de los otros pueblos. Es el único Dios de todos los hombres.

· El mensaje profético afecta a todos los pueblos. El alcance universal del mensaje profético se distinguen tres etapas: · Los oráculos contra las naciones: reflejan que todas están sometidas a la palabra de Dios

que proclama el profeta. El mismo Dios que juzga a Israel juzga a los otros pueblos; más aún, el mismo profeta que se dirige al pueblo elegido se sabe con autoridad para interpelar a los de fuera. Estos oráculos equivalen a una promesa de salvación para Israel. Ahora bien, resulta demasiado simplista explicar estos oráculos sólo como profecía de salvación. En cualquier caso, es evidente que tanto los profetas que los proclaman como los redactores que los recogen tienen un grandísimo interés en señalar que Dios interviene también en los asuntos de las naciones paganas, porque El es el único Dios y fuera de El ningún otro ejerce la soberanía.

· las naciones seguirán la misma suerte que el pueblo elegido : El castigo de Israel es tal que arrastra consigo a los demás pueblos.

· Las naciones terminarán aceptando al verdadero Dios y su palabra: muchos oráculos afirman que las naciones llegarán a reconocer la sabiduría del Señor. Las naciones finalmente participarán de la soberanía de la salvación y de la alianza.

2.3. Los profetas y la historia· Los profetas interpretaron la historia en clave religiosa. Son hombres de su tiempo, que vivieron

en la historia. La interpretación profética de la historia parte de estos principios básicos:

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· Dios es autor de la historia, como lo es del universo: Gobierna el cosmos con sus leyes y a la humanidad con sus mandamientos (Am 2,9-15).

· Dios se revela a través de la historia: los acontecimientos concretos son manifestación de la acción divina (Is 5,25).

· Dios salva a través de la historia: Los hechos concretos son interpretados a la luz de la salvación.2.4. Los profetas y el culto

· Ha sido tema muy debatido en los años 50-60. Unos los consideraron como enemigos asérrimos del culto, basados en sus denuncias del culto puramente externo (Is 1,10-20). Otros los consideraron como profesionales del culto basándose en himnos litúrgicos (Nah 1,2-8) e invitaciones a reanudar la vida en el Templo (Ag 1,3-11). Hoy se estudia con mayor serenidad. De los profetas puede afirmarse que, siendo su misión estrictamente religiosa, les resultaba más fácil anunciar su mensaje en conexión con el templo. Por tanto:· No denuncian el culto en sí mismo, sino las desviaciones y formas puramente externa.s· Todos ellos están incorporados a la vida religiosa de su tiempo, más aún, la impulsan y

procuran purificarla.· Prácticamente ninguno de los profetas preexílicos llegó a formar parte del personal del

templo.2.5. El profeta y la cuestión social

· Con frecuencia denuncian la injusticia y la opresión (Am 4,1-5; 5,1-6). Algunos teólogos de la liberación los han presentado como líderes sociales que fomentan la oposición contra las estructuras opresoras. En la investigación más seria y serena, los profetas son sencillamente mensajeros de Dios que denuncian en la injusticia humana el pecado contra Dios. Los profetas que con mayor énfasis denunciaron los pecados sociales son los anteriores al destierro. Las mayores injusticias se cometían en la administración de la justicia, en el modo de gobernar y en el comercio.

· No pretenden hacer un estudio sociológico, ni crear un enfrentamiento entre grupos, sino que sus oráculos se orientan a justificar el castigo divino que irremesiblemete ha de soportar el pueblo, y a mover a la conversión a sus oyentes.

· La Justicia: central en el mensaje de los profetas. Consiste en obrar según el derecho (mispat), es decir, conforme a unas normas determinadas, resultantes de la situación concreta de cada uno. · Es un atributo propio de Dios, que obra otorgando no lo que es cada uno, sino lo que cada

uno necesita. · El hombre es justo en la medida en que cumple las exigencias de la Alianza. En este sentido,

justo equivale a inocente, cumplidor de la ley de Dios (Is 3,10; Os 14,10; Hab 1,4; Mal 3,18). · La justicia abarca las relaciones con Dios y, consecuentemente también, las relaciones con

los demás hombres.· Reducir el mensaje profético a un mensaje social sería empequeñecer su palabra.

2.6. Verdaderos y falsos profetas· La denuncia más clara de los falsos profetas está recogida en Dt 18,20-22; Jer 23,15-40 y Ez

13,1-23. La personalidad del falso profeta es difícil de describir. Los intérpretes suelen señalar unos criterios positivos y negativos, deducidos de los mismos libros bíblicos.· Positivos: Reciben la revelación en visiones, sueños o por medio de espíritus. Anuncian

siempre acontecimientos benéficos, nunca desgracias o castigos.· Negativos: No han sido enviados (Jer 14,13-15). No son intercesores del pueblo ante Dios.

No obran milagros. Sus profecías no se cumplen. Inducen a la apostasía y olvido de Dios. No llevan una conducta intachable.

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· Pero no siempre se cumplen estos criterios en todos los profetas falsos y resulta muy difícil discernir cuándo un profeta habla como tal y cuando actúa como falsario. Probablemente el único criterio es el testimonio de la misma Biblia. También en el NT se mencionan y denuncian los falsos profetas. Lo hace el propio Jesús (Mt 7,12-13), los Apóstoles (2Thes 2,9ss; 1Ioh 2) y, sobre todo, 2Pe, que es un verdadero tratado sobre el pseudoprofetismo.

2.7. Originalidad del profeta hebreo· Se puede presentar en tres puntos fundamentales:

· Vocación. El profeta bíblico, se sabe “hombre de Dios”, llamado a cumplir su misión, incluso venciendo su personal reticencia (Am 2,11; Is 6,1ss; Jer 1,4-10; Ez 1,1-3).

· Tradición y profeta. Las reconocen, las valoran y las transmiten como parte fundamental de su mensaje. Ciertamente no están recogidas en cada profeta todas las tradiciones antiguas, pero todas ellas pueden encontrarse mencionadas en alguno.

· Mensaje. Fieles al contenido de la revelación, hacen especial hincapié en el monoteísmo y en la relación de Dios con su pueblo. El designio divino es la salvación: cuando los profetas interpretan los acontecimientos contemporáneos, o cuando vuelven los ojos hacia las tradiciones antiguas, descubren cómo Dios eligió al pueblo para otorgar al mundo una oferta de salvación (cfr Os 11,1ss). Bajo esta misma óptica anuncian el castigo y el destierro (cfr. Os 2,4-22; Jer 11,15-16). Elemento específico de su predicación es la esperanza en una futura y definitiva intervención del Señor a favor de su pueblo.3. La profecía bíblica3.1. El Profeta, instrumento de Dios

· Los profetas son instrumentos en manos de Dios, es decir, personas elegidas gratuitamente por el Señor, para transmitir su palabra, mientras los reyes lo trasmiten en el gobierno, los sacerdotes en el culto, y los sabios en la enseñanza.

3.2. Vocación y misión del profeta· La misión de los grandes personajes bíblicos (Abrahán, Moisés, Gedeón, David, etc.) sólo se

puede entender en el contexto de la vocación de Israel, como pueblo; han sido elegidos para llever adelante la misión de un pueblo, también elegido por Dios. Esto queda reflejado en los relatos de vocación, que desde el punto de vista literario contienen los siguientes elementos comunes: encuentro con Dios, discurso introductoria, misión, objeción humana, confirmación divina y signo.

· El profeta se sitúa en un plano superior al rey y al sacerdote, instituciones encargadas del gobierno y del culto. Las tres instituciones tienen por finalidad cumplir un designio salvador de Dios dentro del pueblo, pero cada uno tiene un objetivo y unas características concretas. Sin embargo, ni los reyes ni los sacerdotes recibieron una llamada específica y personal. Todos los profetas, en cambio, se sintieron llamados por Dios. aunque sólo de cinco se ha escrito el relato de su vocación: Am 7,15; Os 1,2; Is 6; Ier 1,4-10 y Ez 2,3-3,9. Literariamente tales relatos son similares, hasta el punto de que muchos autores descubren en ellos el llamado género literario de vocación. Con todo, suelen agruparse en dos bloques:· la vocación de Amós, Oseas y Jeremías, junto con la de Moisés (Ex 3,1-12) y la de Gedeón

(Idc 6,11-24). Aquí, se distinguen seis elementos literarios que aparecen en todos los relatos:· La irrupción de Dios (Am 7,15; Os 1,1; Ier 1,4) de forma súbita, sin previa preparación.· Propuesta de la misión o discurso introductorio: Suele ir acompañado con la fórmula “El

Señor está contigo” (Ier 1,5a).· Mandato y encargo concreto, expresado normalmente en imperativo con el verbo enviar o

marchar (Am 7,15; Os 1,2-9).· Objeción y dificultades del enviado: (Ier 1,6). · Confirmación divina, normalmente con la fórmula “Yo estaré contigo” (Ier 1,7-8).

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· Señal confirmatoria de la misión (Ier 1,9-10). · la vocación de Isaías y de Ezequiel. Elementos:

· Irrupción de Dios en la liturgia (Is 6,1-2; Ez 1,1-28).· No hay objeción explícita, aunque parece suponerse, puesto que Isaías siente sus labios

purificados por la brasa del ángel (Is 6,7).· Mandato y encargo concreto (Is 6,9; Ez 2,3s).· Confirmación divina (Is 6,11-13; Ez 2,6-7).· La señal confirmatoria. En ambos casos diluida: Quizás para Isaías podría ser la figura del

Emmanuel del cap. 7, y para Ezequiel la acción simbólica de “comer el rollo” (3,1).3.3. Naturaleza de la vocación profética

· Cabe señalar cuatro elementos constitutivos:· Variedad de personalidad y de circunstancias: El profeta puede pertenecer a cualquier tribu y

a cualquier estrato social, es decir, lo vocación profética puede pertenecer a cualquier persona. La edad tampoco es determinante. No es uniforme la psicología de cada profeta: el estudio psicológico. Se les llegó a reconocer como personas que se saben llamadas a ejecutar acciones y a trasmitir ideas que han recibido de Dios en un estado mental de inspiración intensa o de éxtasis real (cfr. 1Sam 10,5-13). No se les denomina místicos, pero se considera que tienen experiencias religiosas especiales que transmiten a los demás.

· Carácter imperativo de la vocació:. Los profetas sintieron la fuerza inapelable de la llamada. No se trata, por tanto de que los profetas sintieran un impulso personal de acercamiento a Dios, sino más bien de haber recibido un encargo. Esta característica de intermediario es primordial para reconocer la legitimidad de la predicación.

· Carácter dialógico de la profecía: Los profetas son, como en su tiempo Moisés, auténticos intercesores del pueblo; y la Tradición bíblica los tuvo como verdaderos interlocutores entre Dios y el pueblo (cfr. Hbr 1,1).

· La experiencia de Dios y la libertad del profeta: La vivencia de la vocación o de la misión recibida caracteriza a cada profeta. Es tan fuerte el impulso divino, que parece imposible no dejarse llevar por Dios. Sin embargo esta coacción no disminuye la libertad del profeta, sino que la acrecienta, sobre todo ante los hombres. El profeta utiliza un lenguaje siempre incisivo e interpelador, señal de que se sabe portavoz de Dios. Sólo el profeta habla con la autoridad y la libertad de quien se sabe movido únicamente por la palabra de Dios. El profeta es, por tanto, instrumento de Dios para transmitir su palabra, y no puede dejar de hacerlo aunque provoque las ira de sus oyentes.3.4. Gratuidad y correspondencia a la misión profética

· La vocación profética, en palabras de Santo Tomás (S.Th. 2-2, q.171, introd.) es una gracia gratis dada. De las gracias gratis dadas, unas se refieren al entendimiento, otras a la locución (don de lenguas), otras a la acción (milagros). Las que pertenecen al conocimiento pueden reducirse a la profecía. “En efecto, la revelación profética no sólo se extiende a los sucesos futuros de los hombres, sino también a las cosas divinas”. De hecho, puede decirse que todo aquello que de un modo u otro pertenece al entendimiento puede ser objeto de la profecía.

· Todas las gracias gratis dadas, es decir, concedidas para bien de la comunidad, requieren en quien las recibe una correspondencia generosa y exacta. Los autores sagrados quieren poner de relieve que la misión viene únicamente de Dios, no es iniciativa humana; y, por otra parte, que sin la aquiescencia del hombre, Dios no podría llevar a cabo tal misión.

3.5. Cualidades personales· Santo Tomás plantea si la profecía exige en el hombre cualidades naturales o cualidades

morales. Respecto a las primeras, la argumentación es sencilla: La profecía, puesto que es una gracia sobrenatural, proviene directamente de Dios y no se funda en las cualidades del receptor.

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Por lo tanto, la profecía no requiere características personales especiales, si bien es lógico que los profetas, habiendo sido elegidos por Dios, estuvieran dotados de las cualidades que su misión exigía.

· En cuanto a las cualidades morales cabe la posibilidad de que Dios eligiera a una persona, aunque sus costumbres no fueran correctas. El profeta tiene autoridad, no por su vida modélica, sino porque su mensaje viene de Dios. En resumen, no son absolutamente necesarias, ni Dios los elige por ellas, pero de hecho puede afirmarse que los profetas siempre pusieron en práctica las exigencias del mensaje que transmitían.

4. El don de profecía4.1. El Carisma profético. Elevación de las facultades del profeta

· El profeta es la persona que se sabe llamada por Dios, con la misión de hablar de parte de Dios y de hacerlo bajo la moción del Espíritu Santo:

· El profeta habla de parte de Dios y así lo expresa en las fórmulas habituales de sus oráculos. Otras muchas expresiones reflejan que la palabra que el profeta pronuncia es palabra de Dios. Eso no significa que el profeta hable al dictado o que repita lo que Dios ha dejado grabado de modo sobrenatural en su mente. Cada profeta tiene su estilo propio, su sensibilidad, su imaginación; es decir, las palabras de cada uno reflejan su personalidad. Dios actúa en el profeta de un modo tal, que no sólo no merma sus facultades naturales, sino que las acrecienta, puesto que le estimula internamente para expresar del mejor modo posible el mensaje que tiene que proclamar.

· Esta moción del Espíritu Santo es lo que llamamos carisma profético, es decir, la gracia especial por la cual el profeta expresa en palabras la Revelación divina. Conviene tener presente las tres mociones divinas relacionadas con la Revelación y con la fe:· La Sagrada Escritura da testimonio de que Dios se sirve de los profetas como de

interlocutores con el pueblo.· El mismo Espíritu Santo actúa en la composición de los libros santos: “La Revelación que la

Sagrada Escritura contiene y ofrece, ha sido puesta por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo (Spiritu Sancto afflante)” (DV, n. 11).

· La fe, respuesta a la Revelación, se debe al auxilio del Espíritu. Para que el hombre pueda comprender cada vez más profundamente la Revelación, el Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe con sus dones (DV, n. 5; cfr. también nn. 8 y 12).

· Esta multiforme acción del Espíritu Santo en el proceso de la Revelación, como toda acción divina ad extra, es un misterio sobre el que el teólogo debe reflexionar:· La acción del Espíritu Santo en los fieles que acogen el mensaje revelado coincide con los

dones específicos que cada uno recibe para perfeccionar su fe. Dicho de otro modo, el fin de las mociones divinas (donum fidei) es la fe que se acrecienta y se perfecciona. Desde el punto de vista teológico no plantea más problemas que los de la acción de la gracia.

· La acción del Espíritu Santo en orden a la composición de los libros sagrados se denomina inspiración. El carisma de la inspiración, por tanto, garantiza que Dios es autor de los libros que la Iglesia ha recibido como Libros Santos, porque “Dios se valió de hombres elegidos, que usaban de todas sus facultades y talentos; de este modo, obrando Dios en ellos y por ellos (Ipso in illis et per illos agente), como verdaderos autores, pusieron por escrito todo y sólo lo que Dios quería” (DV, n. 11).

· La acción del Espíritu Santo en el profeta. Puesto que escribir y predicar son dos funciones distintas, también ha de ser diferente la acción del Espíritu Santo. En el caso del profeta, que recibe de Dios un mensaje para comunicarlo, el juicio especulativo ocupa el primer plano (...) Es distinto el caso del escritor sagrado, que recibe de Dios el impulso para componer un libro (...) En este caso, el impulso inspirador alcanza primero a la razón práctica del escritor, y tiene por objeto primario el juicio práctico”.

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· La profecía pertenece a la manifestación de la Revelación. Puesto que es una acción más simple que la puesta por escrito, el don de profecía afecta fundamentalmente al entendimiento del profeta, y sigue siendo válida la explicación que en su tiempo daba Santo Tomás.

3.2. La profecía y la inspiración· Profecía e inspiración son dos carismas que tienen entre sí muchos puntos comunes, pues ambas

transmiten la Palabra de Dios; pero la profecía se orienta a la palabra hablada, la inspiración a la palabra escrita.

· Diferencias entre el carisma de profecía y el carisma de inspiración:· El primero se orienta a la manifestación oral de la Revelación y el segundo a la puesta por

escrito, es decir, a la transmisión de la Revelación.· El profeta es consciente de su carisma, puesto que se sabe portador de la Palabra de Dios; el

hagiógrafo no necesariamente es consciente de la inspiración divina.· Ambos reciben la revelación, pero el modo es diferente, el profeta, para expresarla con

palabras, el hagiógrafo, para trasmitirla.· Don de profecía: acción del Espíritu Santo sobre las personas escogidas para expresar en palabra

humana la Palabra de Dios. Al cumplir su misión los profetas usaron de todas sus facultades y talentos. De este modo, obrando Dios en ellos y por ellos transmitieron de palabra todo y sólo lo que Dios quería (Jer 36).

3.3. La profecía en la doctrina de Santo Tomás· La acción de Dios en el profeta debe incidir en el acto cognoscitivo, que abarca dos momentos

principales: · La recepción de especies se lleva a cabo mediante una de las siguientes visiones: corporal,

imaginativa e intelectiva.· El iudicium es el juicio del entendimiento sobre los términos de la simple aprehensión. Este

acto es el elemento principal en el conocimiento.· Distinguió cuatro tipos de profecía, según los modos de la percepción de las especies:

· sin visión infusa: iluminación en el juicio que recae sobre los datos recibidos por vía natural.· por visión infusa corporal: se trasmiten nuevas especies junto con la iluminación en el juicio

para comprenderlas.· por visión imaginativa: Dios hace que las especies sensibles estimulen la imaginación.· por visión intelectual: Dios infunde las especies sensibles que estimulan el entendimiento

posible.· La menos perfecta es la recibida por vía natural, y las más perfecta es la recibida por visión

intelectual. Santo Tomás encuentra en la S.E. ejemplos de estos modos del profecía:· En la producción misma de la especie sensible mediante la estimulación sobrenatural de los

sentidos (Ex 3: la zarza ardiente)· En la utilización de especies sensibles de la imaginativa, es decir, la visión imaginativa que

utiliza especies almacenadas en la memoria o recibidas directamente ex novo (Is 6 :vocación de Isaías).

· En el entendimiento, mediante especies inteligibles que se imprimen inmediatamente en el entendimiento posible (Jer 2,1).

· En cualquier de estos tres momentos puede darse la intervención divina pero no es absolutamente necesario, puesto que, como queda indicado, no consiste en el conocimiento en la percepción de especies.

· Donde Dios interviene fundamentalmente es en la fase del iudicium (o lumen propheticum). Esta luz puede darse con fines distintos: bien para juzgar lo que otros han visto; para juzgar las cosas que el hombre aprehende de modo natural; o para juzgar sobre la moralidad de los actos humanos. El lumen propheticum se distingue del lumen fidei, porque no es un habito, sino que se

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concede per modum actus, es decir, en el momento de pronunciar un oráculo o una bendición. Se distingue también del lumen gloriae, ya que la profecía pueden conocerse acontecimientos lejanos sin verlos, mientras que en la visión beatífica se conoce ex propinquo.

5. La expresión profética· Los profetas, como portavoces humanos del mensaje revelado, usaron de todas sus facultades

para llevar a cabo su misión. Cada uno tenía su propio estilo, pero hay además unos modos de decir comunes a todos ellos. Para conocer lo que Dios ha querido decir, es preciso descubrir lo que los profetas dicen a través de los recursos literarios y los modos de expresión que utilizan.

· Los libros proféticos son, como toda la Biblia, literatura escrita, no grabación exacta de las palabras pronunciadas. Se sabe que algunos profetas pusieron por escrito parte de su mensaje. Pero esto no es lo habitual. Es muy posible que muchas piezas sueltas, por ejemplo, los oráculos en verso, circularan entre el pueblo antes de ser incorporadas en el libro. Muchos de los libros proféticos fueron redactados por los discípulos en tiempo bastante próximo al del propio profeta. Pero otros alcanzaron su redacción definitiva, tal como están en el Canon. En el libro profético están contenidas muchas apreciaciones del redactor o de los redactores, además de las palabras del profeta..

5.1. El anuncio profético· Los profetas utilizan los mismos recursos literarios que cualquier orador o escritor: metáforas,

parábolas, aclamaciones, etc. Puesto que el profeta es portavoz de Dios, el modo más propio de expresarse es el estilo del mensajero.

· En los profetas hay tres fórmulas que reflejan el estilo del mensajero: La más frecuente y característica es la introductoria, “Así habla el Señor”: refleja expresamente que el mensaje que se proclama no es del profeta, sino de Dios mismo. También es fórmula profética la partícula hinneh o hinneni (he aquí, he aquí que yo), que suele aparecer en el segundo miembro de un discurso profético. Con ella se introduce una intervención divina, normalmente de castigo. Y por último, la expresión que confirma que la palabra expresada es Palabra de Dios: oráculo del Señor.

5.2. Oráculo· Declaración solemne hecha en nombre de Dios, que lleva implícita una condena o una promesa

de salvación. Normalmente va dirigido a un pueblo entero, aunque también los hay dirigidos a personas individuales.· Contra un individuo: Son los más antiguos, breves, de estilo directo. Esquema (Am7,16-17):

· Relato del hecho punible (v. 16b)· Apelación del profeta (v.16a)· Acusación, normalmente en segunda persona (“Tú dices”, v.16b)· Predicción del castigo (v. 17)

· Contra una comunidad: (Israel o las naciones). Son la mayoría; depende de la peculiaridad del profeta que lo pronuncia y del pueblo contra quien va dirigido. Con todo, suelen contener los elementos siguientes (Os 11,1-9):· Relato de hechos punibles, contrastados frecuentemente con los beneficios recibidos

(v.1.3.4).· Exhortación parenética, normalmente en tono de lamento (v.2).· Predicción del castigo (vv.5-6).· Sentencia divina que, a veces, culmina en promesa de salvación (vv.7-9).

· Oráculos de lamentación: también llamados Ayes, por comenzar con esa interjección. Redactados en pasado, aunque se refiera a acontecimientos futuros. Contiene la enumeración de los delitos, seguida del castigo merecido (Cfr Is 5,8-20).

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· Oráculos de salvación:. declaraciones solemnes de promesa de salvación. Aparecen con más frecuencia en los profetas exílicos o postexílicos pero también se encuentran en los preexílicos. Estructura (Cfr Is 41,8-13):· Saludo (v. 8-9).· Palabras de aliento, introducidas frecuentemente con la fórmula “No temas” (v.10a).· Mensaje de salvación, normalmente usando pronombres en segunda persona (v.10).· Conclusión a favor del pueblo o contra sus enemigos (v. 11-12).· Resultado final (v.13).

· A estos oráculos pertenecen las promesas mesiánicas y los oráculos escatológicos.· Son también frecuentes los oráculos judiciales o de pleito. Ejemplo típico es Os 2,4-10 (cfr

Os 12,13-15). 5.3. Narraciones proféticas

· Los libros proféticos no describen las circunstancias en que fueron pronunciados los oráculos, ni recogen los acontecimientos contemporáneos al profeta. Sin embargo, tanto el profeta como el redactor se extienden en relatos de no menos interés para situar al profeta en su entorno. Los más significativos son:· Relatos de vocación: Is 6; Jer 1; Ez 1-3.· Relatos de visiones: Jer 1, 11-14.· Relatos de sueños: Zac 1, 7-6,8.· Relatos biográficos y autobiográficos: Jer 26-29; 32, 34 45.

5.4. Otros géneros proféticos· Utilizan también otros géneros comunes a toda literatura y que también pueden encontrarse en

los demás libros de la Biblia: Canciones (Is 5, 1-2); himnos (Is 44; 45); cartas (Jer 29); confesiones íntimas (Jer 11, 18ss; 15, 10-21; 17; 18,20); instrucciones sapienciales, o sermones.

5.5. Acciones simbólicas· Los profetas habitualmente transmiten su mensaje de palabra; pero con frecuencia subrayan la

palabra con signos (gesticulan la palabra). Son acciones realizadas para hacer más comprensible el mensaje.

· Los profetas expresan su palabra unas veces con signos lingüísticos, otras con signos mímicos, con gestos. Por tanto, el acto simbólico tiene las mismas propiedades que la palabra hablada; más aún, con frecuencia significa con más claridad la eficacia de la palabra. Por encima de la acción simbólica está el poder libre y soberano de Dios.

· Casi todos los profetas realizaron actos simbólicos. Pero son los profetas clásicos quienes realizan signos más significativos desde el punto de vista doctrinal. En concreto: Oseas, Isaías, Jeremías, Ezequiel y Zacarías.

· Incluso en el N.T. hay acciones simbólicas; especialmente el gesto de Agabo anuncia la prisión de S. Pablo (Act 21, 11).

6. Los profetas no escritores6.1. Los oráculos de Balaam (Num 22-24).

· Balaam es presentado en la Biblia como adivino. En este episodio de los oráculos es presentado como un personaje influyente. Parece que ejerció las funciones de visionario, mago, intérprete de sueños..., tal como actuaban los visionarios de los templos de Mari o de Canaán. Es difícil reconstruir con exactitud la personalidad de Balaam, lo que hizo y lo que dijo. En la sección de Num simplemente se relata un episodio cargado de enseñanzas religiosas sin preocuparse de la objetividad ni de la moralidad del conjunto.

· El ciclo contiene cuatro oráculos (23,7-10; 23,18-24; 24,3-9; y 24,15-25) y un largo relato en prosa. Este último parece que es posterior y redactado para encuadrar los oráculos en un marco que dé relieve a los mismos.

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· El episodio de la burra de Balaam (22,22-35) parece una adición posterior con objeto de dejar claro que los oráculos son contrarios a las intenciones de Balaq, y que también Balaam los pronuncia contra su voluntad. Se limita a aplicar a Balaam una leyenda jocosa que, al ridiculizar el comportamiento del profeta, pone más de relieve el valor de los oráculos en cuanto palabra de Dios.Los oráculos contienen una extraordinaria exaltación de Israel. Son muy antiguos, incluso anteriores a la época davídica.· El primer oráculo (Num 23,7-10): Introducido como trova, sentencia (Mashal). El contenido

fundamental es que el pueblo no puede ser maldecido por tres razones:· porque es un pueblo elegido, no computable entre las naciones (v. 9; cfr. Ex 19,15; Dt

7,6).· porque, está llamado a ser, y es, un pueblo numeroso (v. 10a; Gen 13,16; 28,14-15).· porque es imitable y envidiado por los demás pueblos (v. 10b).

· El segundo oráculo (Num 23,18-24) es una bendición formulada también con componentes de fe; Dios, el protagonista, actúa sobre su pueblo elegido, otorgándole privilegios excepcionales:· Dios no se vuelve atrás en sus bendiciones como los hombres (v. 19-20; cfr. 1Sam 15,29).· Israel no tiene maldad, porque Dios está con él (v. 21).· Dios ha sacado a Israel de Egipto con poder, tema fundamental de la fe de Israel (cfr. Os

11,1; 12,14; etc.)· Israel es fuerte entre los fuertes (cfr. Gen 49,9; Dt 33,17).

· El tercer oráculo (Num 24,3-9) parece el cenit de los anteriores.· La descripción de la personalidad de Balaam refleja que el oráculo viene exclusivamente

de Dios (v. 3-4).· La belleza y la fertilidad de Israel resumen los efectos más sensibles de la bendición

divina (v. 5-7). · La figura de las fieras confirma la supremacía de Israel (v. 8-9).· El final (v. 9) es una antigua fórmula patriarcal de bendición (cfr. Gen 12,3; 27,29; 49,9).

· El cuarto oráculo (Num 24,13-25) lo pronuncia Balaam sin que nadie se lo pida. Comienza con las mismas palabras que el anterior (v. 15-16), como si fuera su continuación o la segunda parte de un mismo poema.· Lo más importante de este oráculo es la promesa de un futuro gobernador, simbolizado

en la estrella que saldrá de Jacob. La estrella era en oriente antiguo signo de la divinidad, pero pronto pasó a ser signo del rey (cfr. Is 14,12). La tradición bíblica y la tradición posterior (judía y cristiana) entendió este texto como mesiánico.

· Resumen. Balaam puede asimilarse a los profetas-adivinos de Mesopotamia o de Mari, pero el autor sagrado ha visto en él un instrumento de Dios y ha puesto en su boca unos oráculos importantes a favor del pueblo, para que resalte con mayor claridad que sólo de Dios puede partir la iniciativa de las verdades fundamentales que constituyen la fe de Israel: que es un pueblo elegido, que Dios le sacó de Egipto, que de él saldrá el futuro salvador, etc.

6.2. Natán· En el reino del Norte encontramos gran número de profetas que ejercieron su ministerio en la

corte y con mucha frecuencia al servicio del rey. En el reino de Judá, apenas hubo profetas consejeros del rey, se exceptúan Gad y Natán. Natán aparece en tres acontecimientos importantes de la vida de David: implantación de la monarquía dinástica: 2Sam 7,1-17 (1Chr 17,1-15); pecado de David y nacimiento de Salomón (2Sam 12,1-15,24-25) y sucesión de David (2Rg 1,5-53).

6.2.1. Monarquía dinástica (2Sam 7,1-17).

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· En este episodio, hay que destacar los dos problemas que estaban en discusión: la construcción de un templo en Jerusalén, y la sucesión de David que va a ocupar gran parte del segundo libro de Samuel.· David consulta a Natán y éste se acomoda a sus deseos (v. 1-3).· Natán luego se opone a la construcción del templo y promete la sucesión dinástica (v. 4-16).

· Los profetas más antiguos habían sido reticentes a la institución monárquica (cfr. 1Sm 8; 10,17-24; 12), Natán la instituye como querida por Dios, por encima de la construcción del templo.

6.2.2. Pecado de David (2 Sam 11,2-12.25)· Natán, como profeta, interpela al rey con franqueza (como hizo Elías con Ajab: 1Rg 21,17-29):

El rey no está por encima de los mandamientos; debe servir a Dios.· El profeta utiliza la técnica pedagógica, proponiéndole una de las parábolas más bellas del AT.

Con ella aplica la ley del talión: David mató a espada; cometió adulterio; mató a un inocente. El castigo correspondiente contiene también tres elementos: no se apartará la espada de su reino; sus mujeres le serán quitadas (v. 11), morirá su hijo inocente (v. 14).

· Con todo, Natán es el profeta del perdón (v. 24-25): el nuevo hijo de David, Salomón, es “amado de Dios”.

6.2.3. Sucesión de David (1Re 1,5-53)· Hace intervenir a Betsabé ante el rey (vv. 11-14).· No invoca motivos religiosos (vv. 15-20).· En plena sucesión de David, Natán se decanta a favor de Salomón frente a Adonías (vv. 22-28)

6.2.4. Otras actuaciones · Algunos libros de la Biblia hablan de Natán, aunque muy de pasada, presentándolo como

personaje privilegiado:· Sus hijos son premiados por Salomón (1Reg 4,5).· 2Chr 29,25 asocia a Natán entre los oficios de los levitas.· Ecclo (Ben Sira) 47,1 lo elogia como profeta.

· Resumen:· Natán puede situarse como profeta-consejero del rey, pero con independencia de sus planes o

intereses personales. Es un defensor acérrimo de los derechos divinos. Nadie podrá acusarle de servilismo al monarca reinante.

· Llevado de su fe en Dios pretende implantar la monarquía dinástica, marcándole su grandeza (2Sam 7,14) y sus limitaciones, señalando que el rey no está por encima de los mandamientos de Dios. 6.3. Ciclo de Elías (’Eliyahu)

· Los contenidos más importantes de la teología deuteronomista que impregnan también los ciclos de Elías y de Eliseo, son lo siguientes.· La catástrofe de Israel, y luego de Judá, ha ocurrido por culpa de los reyes y del pueblo, que

han sido infieles a las exigencias de la alianza; no es que Dios haya fallado; es el pueblo quien ha sido infiel.

· Israel entró en la historia gracias a la palabra de Dios dirigida a Moisés en el Sinaí. La palabra de Dios tiene un cumplimiento infalible (valor de la profecía cumplida).

· La promesa hecha a David (2Sam 7, 14) de que su dinastía sería eterna ha de cumplirse, a pesar de los avatares que puedan indicar lo contrario.

· Elías (1Reg 17-19; 21; 2Reg 1). Es el más grande de los profetas no escritores de Israel. Su nombre es expresión del objeto de su vida: el Señor es mi Dios. Todo su ministerio estuvo encaminado a la defensa de la unicidad de Dios y de su soberanía sobre la naturaleza y sobre la historia. El autor sagrado del libro de los Reyes incorpora una serie de narraciones,

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probablemente ya conocidas, que confirman la verdad básica de que la palabra que viene de Dios siempre se cumple.

· Relatos de Elías. En esta sección se relatan tres grandes acontecimientos: los llevados a cabo durante los años de sequía (1Re 17-18); el encuentro con Dios en el Horeb (1Re 19); la relación de Elías y Eliseo.· Durante la gran sequía que el propio profeta anuncia (1Re 17,1) se relatan los hechos

siguientes: Elías es alimentado prodigiosamente junto al torrente de Kerit (1Re 17,2-6); multiplica la harina y el aceite de la viuda de Sarepta (1Re 17,7-16); resucita al hijo de la “dueña de casa” (1Re 17,17-24); lleva a cabo el sacrificio del Carmelo (1Re 18,20-40). El último relato pone de relieve el monoteísmo de la religión israelita (cfr 18,39); si Moisés es el promotor del yahwismo, Elías es su mayor defensor.

· El encuentro con Dios en el Horeb (1Re 19) contiene múltiples resonancias del episodio de Moisés en el Sinaí (cfr. Ex 19 y 24). Este relato pone de relieve la personalidad de Elías, semejante a la de Moisés, con la diferencia de que el primero busca a Dios, mientras el segundo Dios es quien le busca.

· Relación de Elías y Eliseo. A partir de 1Re 19,19 es difícil distinguir la parte que pertenecería al original ciclo de Elías porque también interviene Eliseo y pueden descubrirse rasgos más propios de su historia.

· Resumen: el autor deuteronomista no pretende hacer una biografía, únicamente elige una serie de episodios con los que pretende resaltar unas ideas: intervención de Dios en la historia, prevalencia de los derechos de Dios sobre los del rey, monoteísmo: el mismo nombre de Elías lo refleja (Yahweh es mi Dios). Elías será siempre el símbolo de los derechos de la fe en Dios. Todos los milagros de Elías están al servicio de la fe.

6.4. Ciclo de Eliseo (’Elisa‘) (2Re 2,1-8,14 + 13, 14-21)· Su nombre (mi Dios salva), como el de Elías, resume la finalidad de su ministerio. Debió de

ejercer su misión a lo largo de cincuenta años (probablemente durante el período 855-798). El autor sagrado subraya la autoridad del mismo. Presenta a Eliseo como sucesor de Elías, que ha mantenido la verdadera fe. Recoge relatos de Eliseo que exaltan su personalidad, sin poner en tela de juicio su historicidad. No obstante, su intervención en asuntos políticos es contrastable con la historia. Los relatos son de dos clases: los que exaltan su poder taumatúrgico, y los que recogen su intervención en asuntos públicos:

6.4.1. Narraciones· Las narraciones de Eliseo como taumaturgo pueden agruparse en tres bloques que tienen entre

sí una cierta unidad:· Vocación· Relatos de exaltación, realizados por Eliseo sólo. Son manifestaciones de un poder para

salvar y solucionar problemas de particulares; muestran el carácter bondadoso del profeta: no pretende fundamentalmente defender la fe, simplemente ayudar al necesitado.

· Relatos en que aparece su siervo6.4.2. Relatos de intervención en asuntos públicosEn todos ellos Eliseo se muestra como defensor de los derechos de Israel frente a los enemigos: acompaña alos ejércitos de Israel y de Judá contra Moab (3.4-27); la banda de sirios burlada por Eliseo (6,8-23); sotiene el patriotismo de Israel; unge como rey de Israel a Jehú.6.4.3. Muerte de Eliseo (13,14-21)· Incluso en el lecho de muerte anuncia la victoria contra los arameos y, después de muerto,

realiza prodigios. Pasará a la historia como el gran taumaturgo.· Resumen: El ciclo de Eliseo es muy poco homogéneo y contiene múltiples contradicciones (cfr.

6,23 y 6,24; 5,27 y 8,4). Cada relato revela un aspecto de su rica personalidad: Eliseo está mucho

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más mezclado que Elías en los asuntos políticos. Sus oráculos están también más pegados a los acontecimientos circunstanciales, que los de Amós u Oseas. Eliseo pasó a la historia como defensor de las grandes causas de estado y de las pequeñas necesidades de los hombres.

7. Los escritos proféticos7.1. Literatura Profética

· Los oráculos de cada profeta fueron transmitidos por sus discípulos que los completaron o los escribieron íntegramente. Además, hay datos que prueban que los libros ya escritos fueron completados con adiciones posteriores hasta que quedaron fijados tal como se nos han transmitido en el Canon. El estudio de la literatura profética debe abarcar las cuestiones de autenticidad, de composición de los libros, las circunstancias históricas que rodearon al profeta y motivaron cada uno de los oráculos (Sitz im Leben), el análisis literario de las secciones en prosa o en verso, y finalmente, puesto que la literatura profética está cargada de un mensaje de esperanza, habrá que estudiarla desde la novedad del cristianismo, procurando descubrir cómo el Nuevo Testamento ilumina la doctrina de los libros proféticos.

7.2. Doctrina profética· Hay una mutua influencia doctrinal entre el contenido del Pentateuco y el de los libros

proféticos. Por otra parte, los profetas reciben, viven y transmiten la fe y la tradición religiosa aplicándola a las circunstancias de su tiempo.

· El mensaje profético abarca en su conjunto todo el depósito de la fe israelita; pero cada profeta insiste en aquellos temas que más incidencia tienen en sus contemporáneos. Tres puntos en los que todos inciden con más o menos insistencia son:

7.2.1. Monoteísmo· Es el tema más importante de los oráculos proféticos. No se trata solamente de un monoteísmo

ético (monolatría), sino de la fe en Dios, uno y único. Su esquema puede estructurarse del modo siguiente:· Dios es soberano absoluto de la historia: Los profetas y especialmente los sabios (cfr. Ps

29; 96...) reconocen al Señor como dueño de la Creación, pero es en sus intervenciones en la historia donde Dios se da a conocer: una sequía prolongada, una época de hambre, la guerra, la victoria o la derrota, son gestos divinos que llaman al pueblo a “volver” a El (Am 4,4-12). Dios se manifiesta a través de todos los acontecimientos humanos, y los profetas interpretan el sentido de esa manifestación divina en la historia.

· Dios tiene con Israel una relación particular, que se denomina Alianza. La elección es un don gratuito que el pueblo tiene que reconocer (Is 2,11; Jer 9,24).

· Dios es Santo: Dios es trascendente, el Altísimo. Dios es “el Santo de Israel” (Is 5,19-24), porque siendo el Altísimo se ha hecho cercano en su relación interna de amistad (“Hablaré a su corazón”, Os 2,16), y de conversación de esposo enamorado: (“Me has seducido y me he dejado seducir”, Jer 20,7).

· El castigo es interpretado también como parte de la relación de Dios con su pueblo. Si éste no cumple las exigencias de su elección, si se comporta como los demás, Dios no tendrá más remedio que castigarlo (cfr. Am 2,2) para rehabilitarlo. Dios visita a su pueblo para poner de nuevo orden en sus relaciones; su momento es el día del Señor, según los profetas.

· Alianza: nace por pura iniciativa del Señor, es fruto de su bondad (hesed) y también de su misericordia eternamente fiel, aunque conlleva unos compromisos (preceptos) ineludibles. Sólo el Señor puede, por tanto pedir cuentas cuando estos compromisos son quebrantados y se rompe la Alianza. Tanto los profetas anteriores al destierro como los postexílicos recogen la tradición de la Alianza, en el doble aspecto de compromiso de amor y de exigencias morales.7.2.2. Mesianismo

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· Puede decirse que es la verdadera espina dorsal de los profetas. Los preexílicos, al igual que los Salmos (Ps 2; 89) parten de la profecía de Natán (2Sam 7,14) para expresar su idea de la Salvación que viene al pueblo a través de un descendiente de David. Espiritualizan la idea mesiánica, quitando importancia al monarca reinante y subrayando, en cambio, su condición de elegido del Señor.

· Profetas exílicos: apenas hablan del mesianismo real. Mesías se denomina a todo personaje que en nombre de Dios traiga la salvación a Israel, aunque sea extranjero, como Ciro (Is 41,14). La salvación vendrá, ante todo, a través del pueblo; de uno nacido en el pueblo; en este contexto se comprende el alcance de la idea del resto: unos pocos, pertenecientes a Israel, que alcanzarán para sí y para sus compatriotas la liberación plena.

· Profetas postexílicos: el juicio divino, que es función mesiánica, ya no se hace entre Israel y los demás pueblos, sino entre los justos y los impíos (Mal 3,13-21).

· Nace en los últimos profetas una mayor espiritualización del Mesianismo que cuadra mejor con la escatología; entendiéndola como la convicción que inculcan los profetas de que Israel es un pueblo elegido con una especial misión en la obra salvífica que Dios lleva a cabo en el universo . Israel juzga a las naciones y así prefigura el juicio definitivo de Dios (el día de Yahweh), que alcanzará al pueblo y a todas las naciones. La sublimación de la escatología llevada a cabo por los apocalípticos conducirá a la idea trascendente del Mesías.

· En el NT se reconocerá a Jesús como verdadero Mesías, asumiendo todas las líneas mesiánicas que desarrollaron los profetas: es descendiente de David, juzga y salva al mundo; siendo el Hijo del Hombre adopta la figura del Siervo de Isaías para traer la salvación definitiva y universal a los hombres.

7.2.3. Doctrina moral y social· Los profeta insistieron en las exigencias sociales de la fe. No eran «predicadores sociales» sino

heraldos de la doctrina sobre la elección y la Alianza. Denuncian la opresión, y proclaman la predilección divina por “los pobres del Señor” (‘anawin). Estos son figura patente de quienes se sienten necesitados de la protección divina. Los profetas nunca consideraron la pobreza material como algo deseable ni menos como ideal. El pobre no es justo por su carencia de medios, pero es innegable que con mucha frecuencia eran efecto de la injusticia de los poderosos y adinerados. Es esta injusticia lo que los profetas quieren corregir, invocando una y otra vez, que justicia/santidad es exigencia ineludible de la Alianza.

· Los preceptos morales son los mismos que aparecen en la Ley; exigen un corazón limpio (Isaías y Ezequiel) por encima de actos externos. Insisten en la responsabilidad personal: cada individuo será responsable de sus propios actos (cfr. Jer 31,29 y Ez 18,1-4).

· Las exigencias cultuales son también parte del mensaje profético. Son hombres religiosos que viven de la misma fe del pueblo. Su insistencia en purificar y rectificar las desviaciones del culto, refleja la preocupación por el mismo. La constante denuncia de ritos puramente externos es señal de que los profetas proclaman con toda el alma la coherencia entre el culto que se tributa a Dios y la vida moral y social.

8. Amós· Es el tercero en el códice de los doce profetas menores. Ejerció su ministerio en el siglo VIII, en

Betel, Gilgal y Samaría. La autenticidad del libro de Amós no ha sido puesta en duda seriamente; su estilo directo y claro es señal de no haber sufrido elaboraciones tardías de importancia. Unicamente han suscitado dudas el oráculo contra Judá (2,4-5); las doxologías (4,13; 5,8-9.; 9,5-6) y el oráculo de salvación con que termina el libro (9,11-15).

8.1. Situación histórico y social· Amós predica en un momento de prosperidad. Por los datos iniciales del libro, Amós ejerció su

actividad probablemente poco después de la victoria de Jeroboam II sobre los arameos de

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Damasco, hacia el final de su reinado (760-750) (cfr. 2Reg 14,23-28). En estos años el reino del Norte alcanzó su máximo poderío.

· Pero esa prosperidad ocultaba una enorme descomposición social y la degradación religiosa. Las ideas religiosas corrían peligro de deteriorarse, al considerar los beneficios antiguos no como acicate de mayor entrega, sino como fuente de aburguesamiento: el pueblo esperaba el día de Yahweh, es decir, una intervención prodigiosa de Dios en favor de Israel, pero lo entendían en sentido material y político, con los ojos puestos en una etapa de mayor bienestar y de exaltación entre las naciones.

8.2. Personalidad del profeta.· No se conocen las fechas de su nacimiento ni de su muerte, y faltan muchos detalles de su vida

privada. Aunque desarrolla su actividad en el Norte, era originario del Sur, de Técoa. Según los datos del libro, Amós era pastor y cultivador de sicomoros. No significa que fuera extremadamente pobre ni tampoco conviene exagerar que su ascendencia campesina tuviera que reflejarse en un carácter rudo o en un estilo tosco. No le son ajenas las costumbres urbanas. Conoce bien las antiguas tradiciones y los fundamentos de la fe del pueblo. Era un hombre versado en cuestiones jurídicas y en técnicas sapienciales. Los oráculos contra las naciones muestran bien a las claras los recursos sapienciales de exposición (“por tres crímenes...y un cuarto”: Am 1,3.6.9.13...); también las visiones reflejan la sabiduría del narrador (Am 7-9). Amós es un hombre sencillo, de ambiente rural pero, a la vez, es un sabio de su tiempo, versado en la cultura religiosa del pueblo.

8.3. Estructura y estilo del libro· Tal como nos ha llegado en el Canon se divide en tres partes más la introducción y la

conclusión:· La introducción consta del título (“Palabras de Amós...”) y un resumen del contenido del

libro, expresado en un oráculo (1,1-2).· La primera parte (1,3-2,16) está formada por una serie de oráculos contra distintas naciones

que culmina en el oráculo contra Israel. Tiene un mismo esquema y forma un continuo crescendo:· Fórmula introductoria: “Así dice el Señor” (1,5.8.15; 2,3).· Motivación general, casi idéntica en todos ellos: “Por tres crímenes...”· Motivación particular, diferente en cada caso, porque concreta los delitos de cada nación.· Sentencia condenatoria: Cada una de las naciones sufrirá las desgracias correlativas a sus

crímenes. El oráculo contra Israel (2,6-16) no enumera los delitos y la condena correspondiente, sino que alterna (y contrasta) los pecados de Israel y los beneficios recibidos. Los crímenes no son simples desórdenes de unas normas establecidas, sino ofensas contra Dios. Los pecados enumerados son injusticias sociales (v. 6-7), incesto e idolatría (v. 7b), y desórdenes cultuales (v. 8). Los beneficios divinos se resumen en la liberación de Egipto. La condena es implacable: Israel sucumbirá ante el enemigo que los aplastará de tal modo que ni el mejor podrá escapar.

· La segunda parte (cap. 3-6) abarca seis oráculos dirigidos contra Israel; son una ampliación del último oráculo de la primera parte. Los tres primeros comienzan con la misma frase: Escuchad esto (3,1; 4,1 y 5,1); los tres últimos están redactados en torno de lamentación y tienen también el mismo comienzo: Ay de los que.... (se denominan ayes). Se condenan las injusticias sociales y el culto pervertido.

· La tercera parte (7,1-9,10) contiene las visiones de Amós entre las que van intercalados algunos oráculos y el episodio con el sacerdote Amasías en Betel:

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· Las cinco visiones (7,1-3. 4-6. 7-9; 8,1-2 y 9,1-6) describen el inicio de la vocación de Amós, que surgió ante su experiencia de la depravación del pueblo; progresivamente van mostrando la desgracia a la que Israel está abocado. En las dos primeras visiones, el profeta intercede por su pueblo con el mismo estribillo: Israel es muy pequeño y su plegaria es atendida. La tercera visión (la plomada), pone de manifiesto la corrupción interior del pueblo (cfr. Is 30,19); el profeta ya no intercede, simplemente constata lo inevitable. Tampoco intercede en la siguiente (la cesta de fruta madura). Indicar que el juicio (el día de Yahweh) está próximo. La quinta visión (destrucción del santuario), pone de relieve la soberanía de Dios, de cuya presencia nadie puede escapar; la caída de Israel es presentada como una catástrofe cósmica.

· Las Doxologías (4,13; 5,8-9; 9,5-6). Amós que acostumbra a escribir y pronunciar sus oráculos con sencilles hace parecer dudosa la autoría de éstos oráculos. Parece ser una añadidura posterior, aunque encaja con su palabra y mensaje.

· La conclusión (9,11-15) es un oráculo de salvación en el que se anuncia la restauración del reino davídico, las bendiciones de la tierra y la reanimación del pueblo entero.8.3. Contenido Doctrinal

· Comprobar y lamentar que el pueblo se está descomponiendo interiormente. No es un profeta pesimista, al contrario, su celo por el pueblo le mueve a zarandear a sus contemporáneos para que pongan remedio.

8.3.1. La majestad divina· Atribuye a Dios lo que los cananeos predicaban de Baal: tiene dominio sobre todo. Dios es el

autor y dueño de la naturaleza: a El se deben también la sequía, el hambre, las plagas que devastan los campos ( Cfr Am 4,6-11).

· Este recio oráculo menciona cinco acciones punitivas, encaminadas a conseguir la conversión; al final de cada estrofa se repite el mismo estribillo: “pero no os convertisteis a mí, oráculo del Señor” (v. 6.8.9.10.11). Los castigos mencionados las ha experimentado el pueblo, pues, aunque evocan las plagas de Egipto, son relativamente frecuentes en aquella zona. Pone el acento en que es Dios mismo quien ha enviado tales castigos, porque sólo El, y no Baal, gobierna la naturaleza y la orienta en favor de su pueblo. Esta perícopa es una profunda reflexión sobre el castigo: Dios envía las desgracias no para desahogar su ira, sino para mover a conversión a su pueblo.

· Frente a la soberbia y autosuficiencia de los israelitas de aquella época proclama la soberanía de Dios. No es un ser lejano, sino que está íntimamente comprometido con su pueblo: Amós no menciona el término técnico de la alianza, ni el amor misericordioso (hesed), pero insiste en la elección como fuente de responsabilidad: “Sólo a vosotros he conocido entre todos los pueblos de la tierra, por eso os pediré cuentas de todas vuestras iniquidades” (3,2). Como ampliación de esta enseñanza fundamental, el profeta añade una nueva reflexión sapiencial, fruto de su propia experiencia vocacional y de la del pueblo (Cfr Am 3,3-8):· Consta de siete preguntas retóricas que ponen de relieve la iniciativa de Dios y exigen la

correspondencia del hombre (dos peregrinos, la vida de la selva, la caza menor, la alarma ciudadana). Por otra parte, sólo con su pueblo ha realizado gestos de predilección: ha suscitado nazireos y profetas a los que pretenden pervertir los israelitas (2,11); ha sacado al pueblo de Egipto y le ha conducido por el desierto (2,10); y, aunque el futuro se presenta tenebroso, Dios mantendrá un resto (5,15).

· Amós es el profeta que con mayor crudeza anuncia el castigo divino; señal de que pretende enseñar la trascendencia de Dios. Dios gobierna la historia, pero está por encima de los hombres: su intervención futura ha de ser severa, universal y total (cfr. 5,18-20; 8,9-10): “Su nombre es Dios de los ejércitos” (4,13).8.3.2. La justicia

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· Amós es el profeta que muestra mayor sensibilidad ante las injusticias sociales de su tiempo, tanto en Israel como en las demás naciones:· Los delitos denunciados en los oráculos contra las naciones (cap. 1-2) son casi todos de

injusticia.· Condena con severidad la perversión de los jueces por dinero (2,6; 5,7-12; 6,12).· Fustiga sin piedad los abusos de los prestamistas que se enriquecen a costa de los más débiles

(2,6; 5,11-12; 8,6).· Las consecuencias de tales injusticias están puestas de relieve con realismo y crudeza, como

aparece al denunciar los abusos de la clase urbana en Samaría (4,1-3)...· La preocupación del profeta no es meramente social. Las constantes alusiones a las tradiciones

antiguas ponen de relieve que los crímenes de Israel son contra Dios (cfr. 2,6-16) y sólo Dios puede castigarlos como merecen. Amós no busca tanto la solución inmediata de los problemas sociales, cuanto la “vuelta” al Señor (cfr. 4,6-12). Centra su preocupación en las personas, cuya dignidad está en la base de toda relación humana.

8.3.3. Los pecados del pueblo· En esta época de bienestar, el gran pecado de Israel era suponer que Dios se había

comprometido con su pueblo de modo incondicional y que no podría castigarlos, por tanto, pensaban que ningún mal podría alcanzarlos. Israel ha pecado y se ha equivocado al apropriarse como mérito el ser elegido (2, 9-16), por que la elección es un don gratuito que comporta exigencias. Sólo un cambio de actitud puede salvarlo: “Buscadme y viviréis” (5, 4; 5, 14-15). Este orgullo es el origen de todos los pecados que Amós denuncia.

8.3.4. El “día del Señor” (Am 5,18-19)· Amós es el primero que habla del día del Señor en el contexto de los oráculos de lamentación

contra su pueblo (véase v. 18-19). Los contemporáneos del profeta lo interpretaban como día gozoso, como un día en que Dios intervendrá victoriosamente en favor de Israel, como día de salvación. Pero Amós proclama un sentido nuevo: a Israel le aguarda un día de juicio, de destrucción, de desgracia y de condena.

· Oráculos contenidos en 8, 9-14: El primero (v. 9-10) refleja el duelo profundo y triste que provoca el castigo; está construido con expresivos contrastes. El segundo (v. 11-14) gira en torno a la “sed de la palabra de Dios” cuando el Señor haya abandonado a su pueblo. Oseas, Isaías y , muy especialmente Sofonías (cfr. Soph 1,7-18) ampliarán más el alcance del día de Señor como juicio y condena por las malas obras.

8.5. El Libro de Amós en la Tradición Posterior· NT: apenas hay citas explícitas de Amós. La referencia que mejor refleja la lectura de Amós

desde el NT es la parábola del rico y Lázaro (Lc 16,19-31): en ella se refleja el contraste entre el aburguesamiento y la pobreza (cfr. Am 6,4-6), como dos mundos separados. Sin embargo, Jesús subraya con más fuerza la dignidad de toda persona humana y su destino eterno: es, ante todo, una parábola cargada de esperanza.

9. Oseas9.1. Situación histórica y social

· Ocupa en el Canon el primer lugar entre los Profetas Menores. Recoge los oráculos proclamados en la segunda mitad del siglo VIII. Ejerció su ministerio en tiempo de clara decadencia de Israel, entre el 745 y el 725 a. C. Conoció los últimos años del esplendor del reinado de Jeroboam II (783-743). Pero a la muerte de este gran rey se precipitaron las desgracias. La anarquía fue total. En sólo 24 años hubo seis reyes con cinco pronunciamientos. Esta situación de continuas revueltas e intrigas da origen a las constantes críticas de Oseas a los reyes y gobernantes que sucumbieron porque no supieron mantenerse fieles al designio divino. El profeta descubre en estos acontecimientos el juicio punitivo de Dios sobre Israel y sobre Judá.

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· El Culto a Baal: Cuando los israelitas se establecieron en Canaán, tenían clara la idea del Señor, Dios personal, que cuida de su pueblo. Pero al sedentarizarse, muchos se hicieron agricultores y adoptaron las costumbres de los cananeos que daban culto a Baal a quien tenían como dios de la naturaleza y de la fertilidad, señor de la lluvia y de las estaciones. Con frecuencia los israelitas participaban de este culto. Seguían manteniendo la fe en el Señor, pero en la práctica acudían a Baal, para pedir buenas cosechas o para agradecer los frutos del campo. Ante esta situación Oseas vendrá a ser el héroe del monoteísmo en abierto contraste con el pensar y obrar de sus compatriotas.

9.2. La persona del profeta · Se conoce el nombre de su padre y de los miembros de su familia. No indica el lugar de su

nacimiento ni su profesión, parece claro que es originario del Norte y que allí ejerció su ministerio. Conoce bien las tradiciones del Norte, la de Jacob, la del éxodo; en cambio, no menciona las de Judá, ni siquiera a David. En su vocabulario conserva muchas palabras y giros dialectales del Norte. Probablemente pertenecía a la tribu de Benjamín, pues el nombre de su padre es derivado de una ciudad benjaminita; además Jeremías, benjaminita también, tiene muchos puntos de contacto con él y conoce sus oráculos.

· Se supone que no era un hombre de ciudad, por las imágenes que utiliza. Posiblemente era un propietario con amplia cultura profana y religiosa. Se sigue manteniendo la opinión de que, según 1,1, era un particular a quien Dios llamó como instrumento suyo para guiar y amonestar al pueblo (cfr. 2,25).

· El autor sagrado tiene más interés en transmitir las palabras proféticas que en presentar a quien las pronunció. Comparando el título de este libro con el de Amós se aprecia que hay dos corrientes de encabezamiento: una que destaca la personalidad del profeta y la segunda deja en segundo plano la autoridad del profeta y señala que el libro es “la palabra de Dios dirigida a...”.

9.3. Matrimonio de Oseas· Es el acontecimiento más importante de la vida del profeta que marcará indeleblemente su

mensaje. La historia del matrimonio está contada en el cap. 1 en tercera persona y en el cap. 3, en primera. El capítulo segundo, por su parte, es un conjunto de oráculos, que tienen como referencia los problemas matrimoniales de Oseas. Se han hecho múltiples intentos para conocer cómo ocurrieron los hechos en realidad. Hipótesis:· Ficción o alegoría: S. Jerónimo y modernamente J.Coppens. Oseas pretende exponer las

relaciones de Dios con su pueblo y elabora esta historieta de un matrimonio que, al tener como protagonista al propio profeta, adquiere mayor viveza y dramatismo. Ahora bien, hay datos muy concretos que difícilmente concuerdan con la ficción: el nombre de Gomer y el de su padre; el que haya dos hijos y una hija entre ambos, lo cual no puede tener ningún significado. Tampoco se entiende por qué repetir dos veces un relato que es pura ficción literaria.

· Doble matrimonio: Dado que en aquella época era frecuente la poligamia, Oseas se habría desposado con Gomer, de la que tuvo los tres hijos. Pero, ante la infidelidad de su esposa, la repudió y se casó de nuevo con una mujer adúltera, a la que amó sobremanera. Esta hipótesis no explica cómo esos matrimonios pueden reflejar la relación de Dios con su pueblo, pues no queda claro cuál de las dos esposas sería figura de Israel. Por otra parte, no hay ningún dato de la segunda mujer que explique el apelativo de adúltera (3,1).

· Un único matrimonio. Así piensan la mayoría. Oseas toma por esposa a una mujer de prostitución (1,2), de la que tiene tres hijos. Después de una primera etapa de normalidad, la esposa le es infiel, le abandona y le obliga a repudiarla. Pero el profeta, que nunca dejó de amarla, la toma de nuevo, incluso pagando por ella la dote (el mohar), aunque sometiéndola a una prueba de abstinencia marital. Todavía cabe una matización: algunos opinan que el capítulo primero relataría la primera etapa y el tercero la reconciliación. Otros suponen que

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ambos capítulos (y los datos del segundo) son dos relatos distintos del mismo matrimonio, el primero en tercera persona y con terminología jurídica (toma como mujer para tí es expresión técnica de matrimonio), el tercero con terminología más íntima, en primera persona (ama a una mujer nunca indica vínculo matrimonial); el primer capítulo sería más narrativo, el tercero más vivencial.

· Sobre mujer de prostitución: muchos suponen que (a) Oseas tomó como esposa a una de las que se dedicaban a la prostitución sagrada en los templos cananeos; pero no parece probable, porque no era frecuente que las israelitas ejercieran tal función, aunque hubiera excepciones. (b) Otros que, fuera una prostituta sin connotaciones religiosas; pero tampoco parece probable, porque Oseas no está preocupado en condenar los desórdenes morales de este tipo, sino las aberraciones de los cultos de Baal. c) Algunos, con fina intuición, suponen que esta mujer era normal y que el autor sagrado la califica de esta manera a la vista de lo que habría de ocurrir. Así es más fácil entender el primer mandato divino de contraer un matrimonio normal y se valora la personalidad equilibrada del profeta; es más aplicable como imagen a Israel, a quien Dios eligió antes de cometer ningún pecado, y, sin embargo, podía denominarlo impío e infiel a la vista del comportamiento posterior.

· Pago de la dote: se han propuesto todas las hipótesis posibles (a) Quizás la esposa al ser repudiada se refugió en casa de su padre, al cual el profeta tuvo que pagar de nuevo la dote (K.Budde). (b) O el pecado consistió en que volviera de nuevo a su antiguo oficio de hieródula en un templo cananeo, a cuyos oficiales Oseas tuvo que abonar otra vez el precio (Shmidt). (b) Gomer en su adulterio quedó en posesión, como esclava, de otro hombre y a éste debería recompensarle al llevársela de nuevo a casa. c) Finalmente pudo ocurrir que la esposa adúltera viviera por su cuenta percibiendo de sus amantes el sustento; y, puesto que el marido debe alimentar a su esposa, le brindaría antes de nada dinero para el vestido y alimento, como señal de reconciliación. Esta última hipótesis daría pie más fácilmente a la aplicación de la imagen esponsal a Israel (cfr. 2,16-18).

· Es claro que Oseas tuvo una experiencia matrimonial muy ajetreada. Desde ella explicará el profeta su mensaje sobre el amor y la misericordia de Dios (cfr. Ex 34,6-7); que influirá en la solución de su conflicto matrimonial. La vida del profeta, su carácter apasionado y su capacidad de perdón son un trasunto de su predicación. Más que ningún otro profeta Oseas vive lo que predica y predica lo que ha vivido.

9.4. Estructura y estilo del libro.· El texto hebreo de Oseas, junto con el de Job, es de los más difíciles de entender de todo el AT,

quizás porque en su transmisión sufrió mutilaciones o cambios. Entre los autores modernos ha habido varios intentos de conseguir un texto más inteligible, variando el orden o cambiando palabras. Hoy la mayoría de los exegetas consideran que la comprensión del libro debe partir del texto hebreo, introduciendo las menos modificaciones posibles.

· Las hipótesis planteadas sobre la composición del libro por varios autores no han conseguido imponerse. Hoy sigue manteniéndose con firmeza que todo el libro es de Oseas o de sus discípulos inmediatos. Unicamente se mantienen serias dudas sobre la autenticidad del título (1,1), la sentencia sapiencial conclusiva (14,10) y muchas de las referencias a Judá (1,7; 3,5; 4,15; 12,1).

· Estilo: resaltan las imágenes vivas y atrevidas: además del símbolo matrimonial de los tres primeros capítulos, a Dios se le denomina padre, médico, pastor, etc. y se le aplican los símbolos de muchos animales salvajes, como ya hiciera Amós. A Israel se le presenta como esposa, hijo, rebaño, paloma, etc.

· Esquema del libro:Un primer bloque es casi en su totalidad narrativo, mientras que el segundo es oracular:

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· Primera parte: se centra en el matrimonio de Oseas (cap. 1-3). Es un conjunto homogéneo que bien pudiera haber sido el núcleo originario del libro. División lineal:· Presentación de la familia del profeta (1,2-2,3).· Proceso de la mujer infiel (2,4-17).· Reconciliación (2,18-25).· Renovación del matrimonio (3,1-5).

· Procedimiento sapiencial, según el esquema ABA’:· A. Relato biográfico: 1,2-9 + 2,1-3.· B. Oráculos: de condenación: 2,4-7 + 8-9 + 10-15; de salvación: 2,16-17 + 18-19 + 20-22

+ 23-25.· A’. Relato auobiográfico: 3,1-5.

· La segunda parte (caps. 4-14): conglomerado de oráculos que no tienen conexión entre sí. Subdivisión:· Oráculos conminatorios contra Israel (4,1-9,9), en los que se condenan los abusos

cultuales, éticos y políticos. · Oráculos que mencionan las tradiciones de Israel (10,1-14,9). En las acusaciones de

pecados se recuerdan retazos de la historia del pueblo con su contenido teológico.En el libro de Oseas se recuerdan las tradiciones del Exodo (v.gr. 11,1-5) y las de Jacob (12, 3-15) no sólo como acontecimientos históricos sino como hitos fundamentales de la fe israelita en la elección y la Alianz.

9.5. Contenido doctrinal9.5.1. La Alianza

· Oseas menciona las tradiciones antiguas que recuerdan las intervenciones de Dios con su pueblo: el Exodo (11,1; 12,14), el desierto donde Yahweh conoció a Israel (13,5), las prescripciones del Decálogo (4,2). A través de ellas descubre que la Alianza es una iniciativa de amor por parte de Dios, que hace de Israel su propio hijo (11,1). La Alianza, realidad jurídica, se va cargando de afectividad. El profeta aplica la imagen esponsal a las relaciones de Dios con su pueblo, porque refleja perfectamente el amor afectivo y efectivo del Señor. Oseas es testigo de la frecuencia con que el pueblo quebranta los mandamientos (4,1-2) especialmente con la idolatría y el culto a Baal, pero Dios vuelve a levantar a Israel. La Alianza no es algo fijo y cerrado sino una iniciativa permanente: se ofrece, se quebranta y se vuelve a ofrecer.

· El profeta utiliza el término técnico de Alianza, berît, que más tarde desarrollará ampliamente la escuela deuteronomista. Menciona además el término hesed como amor misericordioso que constantemente ofrece su justicia (sedaqah). Pero las expresiones más frecuentes son “conocer” y “olvidar”, teniendo en cuenta que la raiz yada’ en hebreo no refleja un acto intelectual, sino un conocimiento experimental que alcanza su exponente máximo en las relaciones matrimoniales.

· La alianza se entendía de tres maneras: a) pacto mutuo establecido entre iguales (no hay propiamente una ley), b) imposición de una serie de obligaciones por el pueblo vencedor al vencido, hay ley, c) compromiso religioso hecho principalmente con juramento (torah). Pero hay en definitiva una alianza sin torah, que seria una unión o compromiso entre dos personas físicas o morales, que por falta de un término técnico, Oseas la expresa con una imagen, la esponsal y la maternal. Esta alianza incluye conocimiento, misericordia y amor.

· En el marco de la Alianza, como compromiso esponsal, los pecados no son simples actos contra una norma, sino ofensa y desamor: son infidelidad (5,7), prostitución (2,7; 4,13-15) y falta de conocimiento de Dios (4,1; 4,6; 6,6).

· La unión de Dios con su pueblo supera, por tanto, los límites jurídicos y se hace intimidad. El mayor pecado es la transgresión del primer mandamiento, al participar en el culto de los baales y en sus ritos de fertilidad (cfr. 4,12-13; 7,14; 9,1).

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9.5.2. La misericordia divina (6,1-6)· La conversión, el retorno a Dios, es el objetivo del mensaje de Oseas. 6,1-6: refleja el

comportamiento que el pueblo debe iniciar, aunque el profeta lamenta que tal conversión sea falsa y pasajera (v.4). La vuelta a Dios implica nuevo conocimiento (vv.3-6) y lealtad (v.6). Pero el pueblo recae una y otra vez en sus delitos (7,1-2), por lo que el castigo es inevitable (9,7; 10,10-14; 11,6; 14,1). No es el castigo la última palabra: lo que en 2,4-25 se insinúa con la imagen esponsal, en el capítulo 11 se desarrolla con la de padre-hijo:

· Partes (2): amor divino, pecado de Israel y castigo: v. 1-7; reconciliación renovada y definitiva: v. 8-11.· Dios actúa como un padre con su hijo (v. 1-4); es la primera vez que un profeta habla de la

paternidad divina, haciendo hincapié no sólo en el nacimiento (“de Egipto llamé a mi hijo”), sino en el comportamiento permanente de amor (v. 4). El pueblo, en cambio, responde con ingratitud (“se alejan de Mí:) y cae en la idolatría, volviéndose a los Baales (v. 2 y 7). El castigo es irremediable y se refleja en la vuelta a la esclavitud, como antiguamente en Egipto (v. 5-6), y en la soledad (v. 7: “nadie tiene miras altas”).

· Pero el castigo no es el final: los v. 8-9 forman un entrañable oráculo de salvación: Dios perdona incluso sin mencionar la conversión; tanto el amor primero como la reconciliación son iniciativa divina.

· v. 10-11: resumen la conversión del pueblo; pero el tono es diferente: se habla de Dios en tercera persona y parece más una narración que un oráculo. Por todo ello, muchos comentaristas lo consideran interpelación posterior.9.6. El mensaje de Oseas a la luz del Nuevo Testamento.

· Oseas no sigue la secuencia pecado-conversión-perdón, sino que el perdón precede a la conversión. En esto es el gran precursor del NT, según el cual la propia conversión es un don gratuito: “La prueba de que Dios nos ama es que Cristo murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores” (Rom 5,8; cfr. 1Ioh 4,10).

· La originalidad de las imágenes de familia: la esponsal y la paterno-filial, hacen de Oseas un permanente punto de referencia. Se recoge la expresión del cap. 6 (“misericordia quiero y no sacrificio”) para subrayar que el amor está por encima de los ritos (Mt 9,13). La imagen esponsal tiene en el Nuevo Testamento una importancia primordial para expresar la relación de Cristo con su Iglesia.

· El libro de Oseas contiene una riqueza doctrinal inestimable: es el primero que establece el amor de Dios como punto de arranque de la elección. Israel que no tiene méritos propios y cuya historia está cargada de pecados, sigue siendo objeto de predilección de Dios y alcanzará la salvación por pura gratuidad. También la Iglesia y cada uno de los fieles experimenta permanentemente la predilección divina

10. Isaías· Los que poseemos nos los proporcionan los cap. 1-39. El momento de su vocación ocurrió el año

de la muerte de Ozías (=Azarías), es decir el año 740 a.C. Su padre se llamaba Amós. Su nombre significa yes’yahu= el Señor salva. Muy probablemente Jerusalén fue su cuna. Su mensaje se basará frecuentemente en la elección divina de la dinastía de David, por una parte, y por otra, de la ciudad de Jerusalén, como sede de la monarquía.

· Vocación (6,1-13). Temas que vertebran toda su enseñanza: la santidad de Dios (v. 3), la conciencia de pecado como debilidad y profanación (v. 5), la inminencia de un castigo inevitable (vv. 10-11) y la esperanza de salvación (v. 13).

· Contrajo matrimonio con la profetisa (8,3), de la que tuvo al menos dos hijos a los que puso nombres deliberadamente simbólicos: Sear Yasub = un resto volverá: 7,3 y 10,21 y Maher Salel Haz Baz= saqueo inmediato, rápido botín. Acerca de su muerte el libro no aporta datos; la

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tradición judía recuerda que fue asesinado por Manasés, que mandó cortarlo por medio con una sierra.

· Isaías es un hombre decidido, puesto radicalmente a disposición de Dios en el momento de su vocación, y capaz de vencer cualquier obstáculo al enfrentarse a reyes y políticos que se oponen al designio divino. Es de familia aristocrática por su sensibilidad poética y sus conocimientos amplios sobre las tradiciones del pueblo y las promesas hechas a David. Denuncia abusos sociales y del culto (cfr. 1,21-26; 2,6-22). Su fuerte personalidad y su mensaje atrayente debió de ser decisivo a la hora de crearse un círculo de discípulos (cfr 8,16).

· Es el gran poeta clásico del AT: amante de la brevedad y concisión, sabe ser incisivo. Su lenguaje es cultoy su dicción armoniosa: gusta de utilizar aliteraciones, sinonimias, y otros muchos recursos literarios.

· Su actividad la realizó en cuatro etapas:· Reinado de Jotán (740-736). Isaías denuncia con energía los abusos en los oráculos

comprendidos en los capítulos 1-6.· Reinado de Acaz (736-727). Tiene lugar la guerra siro-efraimita. A este período suelen

asignarse los capítulos 7-12, en los que el profeta combina los oráculos de salvación y los de condenación.

· Minoría de edad de Ezequías (727-716). A la muerte de Acaz su hijo contaba solamente cinco años. Fueron unos años anodinos, durante los cuales probablemente pronunció los oráculos de los cap. 14 y 28.

· Reinado de Ezequías (716-687). Este rey ha pasado a la historia como un hombre piadoso por la reforma religiosa llevada a cabo (2Reg 18,1-7.22 y 2Chr 29-30). A este período suelen asignarse los cap. 15-22; 23; 29-33. En ellos queda reflejada la postura de Isaías, que a grandes rasgos puede resumirse en los siguientes aspectos:· Oposición a la rebelión contra Asiria.· Condena de las alianzas con Egipto.· Consideración de la invasión asiria como justo castigo de Dios· Esperanza de que Jerusalén no caería en manos asirias. · Condena de la actitud impía y altiva del pueblo.

10.3. Historia de la redacción del libro· El prólogo al libro de Ben Sira, hacia el año 190 a.C. supone que todo el libro es de Isaías,

puesto que, como tal, había entrado a formar parte del Canon. Con más claridad atribuye todo el libro a Isaías. Durante la Edad Media se atribuyó la primera parte a Isaías y la segunda a un autor de la época postexílica. En el siglo XVIII C. Döderlein comienza a hablar del Deutero-Isaías, profeta anónimo del destierro, al que atribuyó los capítulos 40-66. En l892 B. Duhm comienza a hablar de un Trito-Isaías, un profeta también anónimo, posterior a la cautividad, autor de los cap. 56-66. Se atribuyen a autores distintos la sección apocalíptica (cap. 24-27), la sección histórica (cap. 36-39), y los cantos del Siervo (42,1-4; 49,1-6; 50,4-9; 52,13-53,12).

· Los argumentos para confirmar la existencia de un profeta exílico diverso del autor de los primeros 39 capítulos son las siguientes:· De orden filológico: En la segunda parte se usan los términos go’el (redentor) e ‘il (isla), que

no aparecen en la primera.· De estilo. Deja de ser conciso y sencillo. En la segunda parte es ampuloso y retórico, con

frecuentes repeticiones de palabras claves.· De contenido doctrinal. En la primera parte se insiste en el mesianismo real, en la segunda en

un mesianismo profético; y en la tercera predominan ideas sacerdotales.· De orden históric:. en la segunda parte faltan alusiones a la dinastía davídica y al poder asirio.

Se contempla con admiración la figura de Ciro, rey persa (42,1; 44,28; 45,1). Son los

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argumentos históricos los que con más frecuencia se aducen para suponer uno o varios autores, posteriores al destierro, para los once últimos capítulos.

· No todos los autores mantienen la existencia de tres profetas distintos. Son muchos los temas que aparecen en las tres partes del libro: El título de Santo de Israel, la gloria, la justicia, el pecado.

· Modernamente se barajan dos hipótesis: la existencia de una escuela isaiana y en la segunda se enmarcan las hipótesis de la redacción tardía del libro (después del destierro) y la relectura del protoisaías (1-39 actualizado durante el destierro y releído al volver a Palestina).

10.4. Estructura de la primera parte (cap. 1-39) · Oráculos dirigidos al pueblo de Dios (cap. 1-12): pronunciados en la primera etapa de

predicación. Se destaca el llamado Libro del Emmanuel (6-12).· Oráculos contra las naciones (cap. 13-23). contra Jerusalén, contra Sobna (23,15-18) y contra

Tiro (cap 23).· Gran apocalipsis (cap. 24-27). oráculos escatológicos que anuncian el juicio del Señor sobre

toda la tierra, describiendo con profusión de detalles los cataclismos del día de Yahweh. Al final de todo, el Señor ofrecerá a los justos el festín mesiánico, que reflejará la victoria definitiva de aquellos que están dispuestos a aceptar a todas las naciones.

· Imprecaciones contra el pueblo de Dios (cap. 28-33). Similares en contenido a los de los primeros capítulos (cap. 1-12). Son denominados los Ayes de Isaías.

· Pequeña apocalipsis (cap. 34-35). Una serie de oráculos contra Edom. Suelen atribuirse al mismo autor exílico.

· Apéndice histórico (cap. 36-39). Se narra la invasión de Senaquerib. El protagonismo de Isaías es la razón de incluir en el libro estos capítulos repetidos en 2Reg 18-20.

10.5. Doctrina de Isaías.10.5.1 Soberanía y Trascendencia de Dios (6,1-13)

· Dios es proclamado por los serafines como Santo (6,3), el Santo de Israel (l1,4). Santo (qadôs) significa ser transcendente: Dios es el Otro; Aquel ante quien ningún hombre puede mantenerse (6,5). Se manifiesta por las “maravillas” obradas en la historia. No es un ser abstracto, sino un ser personal, presentado con atributos y cualidades antropomórficas, como “los ojos de Dios” (1,15s; l3,8; 37,17), “su mano poderosa” (1,25; 9,11.16.20...).

10.5.2. El pecado.· Consiste en la miseria humana frente a la pureza infinita e incontaminada. El pecado es rebelión

contra Dios (1,2.4); desprecio de Dios (3,8-9), burla de Yahweh (5,18-19). El gran pecado es el orgullo y la autosuficiencia (2,6-4,1; l3,8-24). El castigo divino, debe significar una humillación del hombre y en eso consistirá el día de Yahweh (2,12-16).

10.5.3. Mesianismo real.· En la catástrofe de la invasión asiria, desaparecerá Israel (año 721 a.C.) y parte de Judá; pero se

salvará un resto que ha de ser el núcleo de la restauración nacional. Es el profeta más representativo del llamado mesianismo regio, que concibe y describe al futuro salvador con rasgos tomados de la figura del rey: “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre sempiterno, Príncipe de la paz” (9,7).

· Jerusalén será también fuente de paz mesiánica para todos los pueblos (2l,2-4); allí acudirán todos a sentarse al banquete mesiánico. Estas promesas se centran en el Emmanuel (7,14). En él se sintetizarán las grandes corrientes de la esperanza de Israel: la dinástico-real (7,14; 8,8), la profética (9,7; 11,2), la paradisíaca (11,6-9) y la escatológica (11,9).

10.5.4. El libro del Emmanuel· Abarca los capítulos 7-12. Oráculos mesiánicos contenidos en 7,10-17; 9,1-6 y 11,1-5:

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· Primer oráculo:dirigido al rey Acaz. El profeta no aconseja una acción concreta, sino que denuncia el temor del rey y del pueblo (v.2) y su falta de fe en la ayuda divina. El oráculo culmina en el anuncio de un nacimiento prodigioso que consta de cuatro elementos:· la doncella está encinta y dará a luz a un hijo;· le pondrá por nombre Emmanuel (‘imanu’el);· el niño se alimentará de leche y miel;· hasta la edad de discernimiento.

· Cinco interpretaciones principales se han desarrollado en la historia de la exégesis, tres historicistas y dos escatológicas.· Escatológicas: La profecía es el anuncio de un futuro rey ideal. a) algunos no ven esto como

realidad. b) la mayoría ven en el Emmanuel al Rey-Mesías futuro (Padres y escritores cristianos).

· Historicistas: a) el oráculo se refiere a una de las jóvenes esposas de Acaz y al futuro Ezequías; b) la esposa del propio Isaías y de uno de sus hijos; c) la tercera interpretación entiende que se trata de una mujer hipotética y desconocida, cuyo hijo y su edad sería símbolo de la intervención divina.

· El oráculo de 9,1-6: La situación lamentable en que se encuentra el pueblo tras la invasión de una parte del territorio (8,23) se describe bajo la imagen de la esclavitud (v. 3) y del crimen (v. 4). El panorama cambiará radicalmente con la llegada al trono del nuevo rey Ezequías. En este oráculo se le considera como donación divina y se cantan sus cualidades con cuatro títulos. La esperanza en un rey ideal que se hará realidad en Jesús, a quien “El Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinara eternamente sobre la casa de Jacob y su reino no tendrá fin” (Lc 1,32-33).

· El tercer oráculo (Is 11,1-9): tiene dos partes: la primera presenta al personaje-rey ideal (vv. 1-5), la segunda describe los frutos de su reinado, bajo la imagen de una paz paradisíaca. La mención del “tocón de Jesé”, padre de David indica que el nuevo rey hunde sus raíces en la misma humildad de donde nació la estirpe. El espíritu del Señor vivificará al nuevo rey: la sabiduría e inteligencia llevan consigo la clarividencia mental y la habilidad y destreza en el obrar, como los artesanos que hicieron las vestiduras sacerdotales (cfr. Ex. 28,3), el consejo y la fortaleza, que recuerdan los títulos de Is 9,5, equivalen a la prudencia en el gobierno y el valor en el combate. Finalmente el conocimiento y el temor de Dios son de orden religioso. La segunda parte describe el fruto de la justicia, la paz: Con el pecado del primer hombre se rompió la armonía en la naturaleza; al llegar el rey-Mesías se recupera la paz paradisíaca. La reconciliación de la serpiente con el hombre contiene resonancias claras a Gen 3,15. Esta magnífica alegoría se hizo realidad en el Mesías del Nuevo Testamenteo, pues “(Dios) tuvo a bien que en El habitase toda la plenitud y por El quiso reconciliar todos los seres consigo, restableciendo la paz, por medio de su sangre derramada en la Cruz, tanto en las criaturas de la tierra como en las celestiales” (Col 1,20).

11. ISAIAS: SEGUNDA PARTE (Is 40-55)11.1. Situación histórica y social

· En la hipótesis de un autor distinto del profeta del siglo VIII, nada se conoce de él, ni su nombre, ni su vida. Es presumible que actuara entre los desterrados de Babilonia, al final del exilio: probablemente comenzó hacia el 553 en que se inician las campañas de Ciro, o en el 539, año de la caída de Babilonia. Estos años finales del siglo VI a.C. fueron testigos de la caída del imperio neobabilónico y de la aparición del imperio persa.

· Ciro comenzó siendo súbdito de los medos, contra los que se sublevó con la ayuda del propio Nabonido el año 553 a.C. Poco después se inician sus conquistas por toda Asia Menor, para terminar apoderándose de Babilonia el año 539 a.C. Un año después promulga un edicto

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ordenando la restauración de las provincias sometidas, dando así libertad para la vuelta de los judíos a su patria y para la restauración del culto en Jerusalén (cfr. Esdr 1,2-4 y 6,3-5).

· El hipotético Deuteroisaías se presenta como un hombre pensativo, grave, sincero y compasivo. Toda la historia, también el destierro, tiene sentido y se orienta a la salvación de Israel. Es un profundo conocedor de las tradiciones de su pueblo.

· Estilo: más oratorio y ampuloso, repite con complacencia epítetos con que describe a Yahweh, a Jacob o a Israel.

11.2. Estructura y estilo del libro· Está estructurado en dos partes, precedidas de una introducción y de una breve conclusión.

Ambas partes comienzan con las mismas palabra de consolación (40,1 y 49,1), que han dado nombre al libro. La disposición del libro es la siguiente:· Prólogo (40,1-11): resumen de los temas tratados a continuación: liberación de la cautividad

y retorno a la tierra prometida.· Primera parte: Estancia de Israel en Babilonia (40-48). En estos oráculos se supone que el

pueblo está todavía en Babilonia. Se incluye el ciclo de Ciro (44,24-45,25), denominado Mesías, porque invadirá Babilonia y librará al pueblo del destierro: se producirá un nuevo éxodo sin penalidades ni los sobresaltos, como en el primero, sino que será un retorno impregnado de honor.

· Segunda parte (49-55): El tema central es la salvación, puesta de relieve en la restauración de la nueva Jerusalén (Sión). Están contenidos los tres últimos cantos del siervo. Hay gran variedad de oráculos y formas de hablar; no se menciona la idea de profecía cumplida y resalta menos la defensa del monoteísmo.

· Epílogo (55,10-13): Canto a la restauración extraordinaria de la tierra que acoge de nuevo a los repatriados.11.3. Contenido doctrinal11.3.l. Misión de Israel y universalidad de la salvación.

· Israel durante el destierro reflexionó sobre su propia existencia y su misión. La historia y las antiguas tradiciones cobraron sentido más profundo.Se recurre a tres hitos importantes de la historia y a tres personajes: la historia patriarcal con Abraham, el éxodo con Moisés, la monarquía con David. Como lo fueron en otro tiempo sus antepasados o como lo es Ciro entre Dios e Israel, también el pueblo entero tiene la misión mediadora entre Dios y el resto de las naciones.

· El Señor es el único Dios que ha formado el universo con sabiduría y ha llevado a cabo los prodigios del éxodo (44,24-28). El éxodo es prolongación del acto inicial de salvación que supone la creación.

· Dios mantendrá su fidelidad con el pueblo más que una madre con su hijo (49,14-16).· La restauración que Dios va a realizar en su pueblo no se encierra en sus límites; tiene alcance

universal: "Toda carne sabrá que Yo, Yahweh, soy tu salvador" (49,26). Ciro, rey pagano, es instrumento de salvación en manos de Dios y merece incluso el título de Mesías (cfr 45,1-6).

11.3.2. La figura del Siervo de Yahwéh.· Hay en el libro unas secciones que por su estilo parecen formar una unidad literaria: 42,1-4;

49,1-6; 50,4-11; 52,13-53,12; En ellos se describe con especial lirismo la personalidad y misión de un personaje importantísimo. Desde finales del siglo XIX se ha planteado si los Cantos del Siervo son partes de un único poema, independiente de la segunda parte de Isaías (Duhm); según esta tesis los Cantos serían cuatro: Is 42, 1-4; 49, 1-6; 50, 4-9 y 52,13-53,12.

· Aunque la mayor parte de los exegetas está de acuerdo en el número de cuatro, hay más vacilaciones al delimitar la extensión. En 1983 Tryggve Mettinger se opone con energía a la hipótesis de Duhm de que se trata de un poema independiente del contexto en el que nos han

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llegado, y muestra los estrechos lazos que hay entre los cuatro Cantos y el texto de los capítulos 40 a 55 de Isaías. El Siervo es el pueblo de Israel, aunque en los textos se puede apreciar una oscilación entre aspectos individuales y aspectos colectivos del Siervo.

11.4. Identificación del “Siervo”· Los que consideran que forman una unidad procuran interpretar los pasajes de modo que todas

las condiciones características de su naturaleza y misión, presentes en cada poema, se puedan predicar del mismo Siervo. En cambio, los que consideran que esos pasajes no tienen una peculiar relación entre sí, hacen interpretaciones distintas en cada canto.

· Interpretación colectiva: lo normal es identificar al Siervo con el Israel histórico: línea de interpretación más antiguas, y con más adeptos en la actualidad. También como Israel cualificado: sería un profeta escatológico que representa al propio Israel llamado a tomar parte en la venida del Reino de Dios.

· Interpretación individual no mesiánica o histórica: Han sido muchos los personajes del Antiguo Testamento que, a lo largo de la historia de la interpretación, han sido relacionados con el Siervo sufriente: Moisés, Joaquín, Josías, Jeremías, Ezequiel, Ciro, Zorobabel, Eleazar o Job.

· Interpretación individual mesiánica: La mayor parte de los exegetas consideran que el Siervo es el Mesías anunciado por los profetas y esperado por el pueblo de Israel. Cuenta con muchos siglos de tradición, aunque no goza en la actualidad del fortísimo apoyo que tuvo en otras épocas. En la tradición judía y cristiana han sido considerados mesiánicos, en dos sentidos: referidos directamente al mesías que había de venir o referidos a Israel, tipo del Mesías.

· Significación abierta: La multiplicidad de elementos que confluyen en el poema hace posibles a la vez muchas interpretaciones distintas. Reconocida es la teoría de una significación múltiple (Clines) en la que Michel Remaud ve en el Siervo tanto a Jesucristo como al Israel actual, especialmente después de la experiencia del «holocausto».

11.4. El Siervo de Yahwéh en el Nuevo Testamento.· Los evangelistas y, a partir de ellos, la tradición de la Iglesia, han mirado a Jesucristo como

Siervo-Mesías, salvador de Israel y de la humanidad entera. Citas explícitas: Mt 26,67-68; 27,26; Mc 15,19; Lc 6,29; 22,37.65; Ioh 1,29; 19,1. Es San Marcos el que narra la vida y pasión de nuestro Señor, como cumplimiento de lo descrito en los Cantos de Siervo. Hasta el punto de que al cuarto Canto se ha denominado el primer evangelio de la Pasión

12. ISAIAS: TERCERA PARTE12.1. Situación histórica y social

· Duhn atribuyó esta parte a un discípulo lejano de Isaías (el Trito-Isaías), profeta que habría ejercido su actividad a medidos del siglo V. Muchos autores mantienen que procede del mismo Deuteroisaías que, a la vuelta del destierro, se encontró con los nuevos problemas, especialmente el desaliento de quienes no veían cumplidas las esperanzas que habían alimentado en Babilonia. Otros suponen que tuvo que existir un discípulo del profeta anónimo que escribió la segunda parte; explicando así, las diferencias de estilo, aun manteniendo los mismos temas doctrinales.

· La mayoría de los comentaristas actuales reconocen que en esta parte hay materiales de muy diversas épocas y de diferentes autores. En esta sección el redactor final reunió los oráculos sin preocupaciones cronológicas de autor; pero ordenándolos con el fin de estimular a los que a la vuelta del destierro necesitaban restaurar tanto las edificaciones materiales como su propia religiosidad.

12.2. Unidad y estructura· Aunque la fecha de los oráculos ha variado según las teorías. se supone que los más tardíos

pertenecen a las primeras décadas de la vuelta del destierro, entre el 538 y el 510. Muy probablemente los emperadores persas permitieron el culto, pero no lo favorecieron y quizás hasta lo rechazaron, aunque sólo fuera de modo indirecto. Ante esta situación, el entusiasmo

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inicial de los repatriados chocó con la realidad cruda: había mucho por hacer, surgirían tensiones entre los que llegaban y los que habían permanecido en Jerusalén, y brotaría el afán de sacudirse el dominio persa.

· Sobre la estructura de la sección es difícil que haya acuerdo: los capítulos 60-62 forman el cuerpo del mensaje, cuto elemento central es 61,1-11. El resto es distribuido de distintas maneras: 56-59 se consideran como introductorios, compuestos por cinco oráculos. La parte final (63-66) suele entenderse como conclusión con cuatro oráculos: poema sobre el castigo divino (63,1-6); reconocimiento de los delitos en forma de salmo (63,7-64,11); el plan divino sobre la salvación, que sobrepasa la historia (65-66). Según esta división hay una cierta simetría entre la parte inicial y la conclusiva:

a) la comunidad en la historia: pecados y salvación: cap. 56-58 y 65-66.b) lamentación en forma salmódica: 59,1-14 y 63,7-64,11.c) intervención divina, juzgando y retribuyendo: 59,15-21 y 63,1-6.· 60-62: recoge la doctrina fundamental en estilo simétrico: un canto de exaltación de Jerusalén

(cap. 60); la misión del "enviado", bajo la acción del Espíritu (cap 61); poema sobre la nueva Sión-Jerusalén (cap. 62).

12.3. Mensaje12.3.1. La Nueva Jerusalén y el futuro glorioso

· Los destinatarios de los oráculos son palestinenses, un tanto desesperanzados. El profeta les anima a descubrir una Jerusalén gloriosa, a donde acudirán de todas las naciones, porque es "la ciudad del Señor, la Sión del Santo del Señor"(60,14).

· El pueblo descubre el valor de su humillación pasada: Dios se fija en los que sufren todo tipo de vejaciones y a ellos se dirige el mensaje, anunciándoles una nueva era de bendición (61,1-3): · «El espíritu del Señor Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido; me ha enviado para

dar albricias a los oprimidos; a vendar a los de corazón quebrantado; a proclamar un año de gracia y un día de venganza de nuestro Dios; a consolar a los que están en duelo. A colocar a los que hacen duelo en Sión, y ponerles turbante en vez de ceniza, aceite de alegría en lugar de vestidos de luto, alabanza en vez de ánimo triste. Y se les denominará encinas de justicia, plantación del Señor para manifestación de su gloria».· Presenta al Espíritu: da la vida, hace del hombre imagen, acompaña al rey.· Pone de relieve la importancia de la salvación prometida a los más débiles.· La era mesiánica no se caracteriza por el dominio de un rey, ni por la presencia de un ser

transcendente, sino por el anuncio de una nueva etapa de libertad, de bendición y de gracia.· Cuando Jesucristo se aplica este texto (cfr. Lc 4,18,19), se atribuye la misión más

profunda de salvador.· La nueva Jerusalén es símbolo de un orden nuevo. El profeta termina el libro con la esperanza

en un futuro esplendoroso. Los poemas contenidos en 65,17-25 y 66,7-14 apuntan a una nueva etapa, exenta de llanto y de guerras.

12.3.2. Interiorización de la doctrina.· La alegría y esperanza en un futuro más prometedor no se cifra en instituciones externas

(monarquía, armas, autoridad humana). El culto y las normas legales (ayuno) se habrá purificado de todo formalismo (58,1-12). Será la instauración definitiva de la justicia el eje del desarrollo (61,8-11); todo el pueblo alcanzará la salvación sin necesidad de intermediarios (62,2-12).

· El Templo centra el afán de los repatriados (60,7,13); pero su edificación material no es el objetivo último. Estas ideas abren un horizonte nuevo, la doctrina escatológica que abundará en Ageo y Zacarías.

13. MIQUEAS

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· Mîkah, abreviatura de mîkaiahû "quién como el Señor". Nació en la Sefela, parte meridional de Judea, en una aldea pequeña, a 35 Km al suroeste de Jerusalén y a 20 Km de Tecoa, patria de Amós. No se menciona el nombre de su padre. Unicamente dice que desarrolló su actividad durante el reinado de tres monarcas del Sur: Jotán (740-736), Acaz (736-716) y Ezequías (716-687); sin embargo su mayor actividad debió de coincidir con los años 727-701. Fue contemporáneo de la caída de Samaría (721 a.C.) y de la campaña de Senaquerib (701 a.C.).

13.1. El libro· Contiene cuatro partes, alternando los oráculos de amenaza y los de salvación:

A. Juicio del Señor contra su pueblo: cap 1-3 (excluído 2,12-13)B. Promesas de gloria del nuevo Sión: cap. 4-5.A'. Juicio del Señor contra Israel: 6,1-7,7.B'. Himno de esperanza: 7,8-20.· Este orden de los oráculos parece ser obra del último compositor postexílico que lo llevó a cabo

con clara intencionalidad teológica: para hacer hincapié en que la historia del pueblo sigue siempre dos etapas sucesivas, una de juicio y castigo; la siguiente de salvación y bonanza.

· La formación del libro ha sido discutida desde finales del s. XIX. Las hipótesis histórico-críticas más influyentes son las siguientes:· A Miqueas pertenecen solamente los capítulos 1-3 y parte de 4-5. Los dos últimos serían de

otro profeta posterior.· Todo el libro pertenece sustancialmente al profeta de Moreset, aunque pueda haber sufrido

retoques posteriores, especialmente 2,12-13 y el himno litúrgico de 7,8-20.· De Miqueas son los cap. 1-3 y de un autor deuteronomista los cap. 6-7. Los cap. 4-5 ofrecen

mayor dificultad.13.2. Mensaje.13.2.1. Justicia y juicio.· Cap. 3: sus últimas palabras resumen la postura y doctrina de Miqueas: "Por vuestra causa Sión

será arada como un campo, Jerusalén se convertirá en ruinas y la montaña del Templo en altura selvática" (3,2). Los pecados de Judá pueden ocasionar una gran ruina, del mismo modo que los pecados de Israel han sido la causa de la invasión por parte de Samaría.· Capítulo primero: es un grito dolorido por los desastres del reino del Norte (1,2-7) y un

profundo lamento por la desgracia que amenaza a Jerusalén (1,8-16).· capítulo segundo denuncia los abusos de los acaparadores (2,1-2) y los atropellos contra las

viudas y los huérfanos (2,8-10). · Capítulo tercero: ataca a los dirigentes que son los primeros en transgredir la ley, de cuya

guarda debieran ser los promotores (3,9-10). Todos estos delitos no pueden quedar sin un severo castigo. 13.2.2. Esperanza de salvación

· El mensaje de Miqueas abre puertas a la esperanza en dos sentidos: el Señor confundirá a los que destrozan al pueblo, y salvará a todos. Los acaparadores serán despojados de sus posesiones (2,4-5), los falsos profetas se llenarán de vergüenza y confusión (3,5-7), los jefes serán despreciados (3,4-5).

· Sólo de Dios vendrá la salvación definitiva: termina con un grito de esperanza: "Pero yo estoy esperando al Señor, mi Dios y Salvador: mi Dios me escuchará" (7,7).

· La segunda parte (cap. 4-5): diálogo entre los falsos profetas y Miqueas, contiene múltiples elementos de esperanza. Insiste con fuerza en la seguridad del resto: "Haré de los inválidos un resto, y de los alejados un pueblo numeroso" (4,7). Es claramente salvífico el himno final (7,8-2)), junto con 2,12-13, que es una promesa para los supervivientes, basada en la imagen del pastor: Dios reunirá de nuevo a los israelitas dispersos y llevará a cabo la restauración definitiva.

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13.3. El oráculo mesiánico sobre Belén (5,1-3).· Características:

· Desde el punto de vista literario tiene una estrecha relación con 4,8, un breve oráculo sobre Jerusalén, del mismo modo que éste va dirigido a Belén.

· Parece claro que al menos, los vv. 1 y 3 forman una unidad.· El contenido es semejante al oráculo mesiánico de Is 11,1-5. Ambos se refieren a un futuro

príncipe betlemita, que extenderá sus dominios hasta los confines de la tierra. Pero las diferencias entre ambos son notables. Isaías menciona expresamente la dinastía davídica y mantiene que Jerusalén será la sede, Miqueas se refiere a Belén y le aplica títulos superiores a los del rey: bien podría referirse a un nuevo monarca, al que se le aplicarían las bendiciones de Jacob sobre Juda.

· Este oráculo supone empezar de nuevo: de la misma estirpe de Belén, ciudad pequeña y olvidada, surgirá un nuevo "rey" que establecerá un dominio distinto y más perfecto que el de David.

· Cuando San Mateo cita este oráculo, enaltece la ciudad de Belén que ha llegado a ser cuna del Mesías anunciado

14. LOS PROFETAS DEL SIGLO VIISituación histótica y social

· Asiria, venía siendo potencia dominante, desde que Teglatpalasar III (745-727) reorganizó la autoridad en el interior de su país y comenzó sus campañas expansionistas. Salmanasar V (727-722) invadió Samaría el año 722. Sargón II (722-705) sofoó algunas revueltas internas (anexionó el reino del Norte el año 721). Los medos y los persas viven todavía como nómadas en el noroeste de Irán; los babilonios están sometidos como provincia asiria; sólo Egipto conserva un cierto poder; Judá se mantiene como vasallo de Asiria:

· Los reinados de Senaquerib (704-681) y de Asarhadón (681-668) marcan el punto culminante del esplendor de Asiria. Sus fronteras se extienden desde Egipto hasta Babilonia. Al disminuir las guerras se dedican a embellecer Nínive. Assurbanipal (668-630) se limita en el orden militar a ahogar cualquier levantamiento; consagró gran parte de sus fuerzas al arte y a la cultura. La influencia asiria pesó enormemente durante estos años sobre Jerusalén; es el largo reinado de Manasés (687-642).

· Los últimos años de Assurbanipal marcan la decadencia del imperio asirio. Asiria se desintegra poco a poco; va a desaparecer en menos de veinte años. Egipto recobra una cierta autonomía; los medos y persas reorganizan en el norte un ejército poderoso; pero es Babilonia quien resurge con una fuerza extraordinaria: Nabopolasar se instala en Babilonia (626-605) y comienza sus conquistas. Con esta situación quedan enfrentados una vez más el resurgente imperio neobabilónico y el viejo Egipto, gobernado ahora por Necao.

· Judá sufrió durante el siglo VII los vaivenes de la historia: Ezequías consiguió preservar a Jerusalén de la invasión asiria, pero no pudo evitar el pago de un costoso tributo de vasallaje. El largo reinado de su hijo Manasés (687-642) se caracteriza por el sometimiento pleno a Asiria, lo cual trajo graves consecuencias religiosas (cfr 2Reg 21,3-7), pues se introdujeron los dioses siderales asirios y los cultos idolátricos, incluso en el Templo. Por todo ello, el juicio que Manasés merece al autor del libro de los Reyes es severo. Le sucedió su hijo Amón (642-640) que siguió su misma política de sometimiento a Asiria; pero fue pronto asesinado. Comenzó a reinar Josías, hijo de Amón, a la edad de ocho años. El año duodécimo de su reinado (629/628) comenzó una profunda reforma religiosa que culminó el año 622 con el hallazgo del Libro de la Ley o Deuteronomio en el Templo (cfr. 2Reg 22,3-23).

14.1. NAHÚN

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· Ocupa el séptimo lugar dentro del códice de profetas menores, tanto en los manuscritos hebreos como en los griegos. Se supone que con Nahún comienzan los libros más tardíos y que abordan una temática distinta: el juicio de Dios y la proyección escatológica de la religiosidad israeilita.

· Se centra en la caída de Nínive a manos de los Babilonios (612 a.C). El título es novedoso: “Oráculo sobre Nínive. Libro de la visión de Nahún de Elcós”. Falta la expresión típica de las introducciones: “palabra” o “Palabras del Señor dirigidas a...”.· Oráculo (massa’): término propio de los oráculos contra las naciones.Un massa´ pone de

relieve que el poder del Señor alcanza a todos los pueblos, y que la ruina de los paganos es una lección para Israel que también recibirá el castigo por sus pecados.

· Visión: descripción poética, detallada y viva de la caída de Nínive, capital de Asiria desde el reinado de Senaquerib.

· Libro de la visión: Texto escrito que significa que pudiera no haber sido previamente proclamado, pero queda garantizado el cumplimiento de la misma.

14.1.1. La persona del profeta· Etimológicamente Nahun parece derivarse de naham (consolar). Nada se dice de la personalidad

del profeta ni de su vida. Es originario de Elcos, una ciudad desconocida. Los escasos datos del libro son suficientes para suponer que ejerció su actividad durante el reinado de Manasés.

· Algunos autores han considerado a Nahúm como un profeta cultual; sin embargo, no parece tal, sino más bien una reflexión profética que gira en torno a la destrucción deseada de Nínive, pues con este acontecimiento se pondrá de relieve el señorío de Dios en la historia y el escarmiento para el pueblo elegido, si no permanece fiel.

14.1.2. El libro· La historia de la redacción del libro sigue en discusión: muchos opinan que el himno inicial es

posterior al resto del libro. aes un salmo alfabético que pretende dar sentido teológico al resto del libro. Los demás oráculos fueron redactados en el siglo VII, entre los años 662-612. La expresividad con que está narrando el asalto (2,1-11) y la descripción de la crueldad de los invasores (3,1-3) refleja que está expresando su antagonismo casi visceral contra Nínive, y que por lo tanto no está lejos de los hechos. Redactado el núcleo fundamental del libro, es probable que, a la vuelta del destierro, un autor duteronomista introdujera algunos detalles que actualizaran los viejos oráculos contra Nínive, para poderlos aplicar a Babilonia.

· Literariamente: en la descripción de la caída de Nínive las escenas se suceden en una creciente tensión: escenas convulsivas, gritos, desgracias, estragos. Viene luego una lamentación cargada de ironía sobre el “león de Asur”. la mención de Tebas pone de relieve el destino de Nínive. Finalmente un poema irónicamente fúnebre pero festico, celebra la destrucción de Nínive y proclama la alegría de todos los pueblos ante la caída del coloso.

· Teológicamente: ha planteado más problemas; no denuncia ningún defecto de Judá ni presagia ningún castigo; más bien parece un canto patriótico. Quizás este excesivo nacionalismo es la razón de que el libro haya sido más comentado entre los judíos que entre los cristianos.

14.1.3. Estructura y estilo del libro· El autor sale al paso de las dificultades y objeciones que plantea el poder soberano de Dios ante

las injusticias patentes de la historia. La respuesta es contundente y poética: la destrucción inminente de la gran capital es una acto exclusivo del Señor, que hace justicia, aniquilando a Nínive y salvando al pueblo elegido. Comprende tres partes:

A. Himno y teofanía que ensalza el poder de Dios sobre sus enemigos: 1,2-10B. Reflexión sapiencial dirigida a Judá 1,11-2,1C. Reflexión dirigida a los ninividas 2,2-3,19.

14.1.4. Contenido doctrinal

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· Soberanía de Dios: Dios domina sobre la creación y sobre la historia y nadie puede levantarse contra El (1,8). Esta idea central del poema acróstico se actualiza en la destrucción de Nínive. Todo quedará reducido a pavesas: “destrozo, saqueo, devastación” (2,11). De esta forma, es Dios quien está detrás del esplendor y detrás de la caída: Dios quien concede el dominio, pero también quien condena con severidad los delitos.

· El pueblo elegido: El pueblo elegido permanece. El libro canta los favores de Dios a su pueblo, en contraste con las desgracias de Nínive. Dios anuncia una nueva etapa de paz (2,1), que se inicia con la destrucción del enemigo más cruel, Asiria. Los imperios pasan, mientras que el pueblo de Dios permanece, al pesar de las dificultades.

14.1.5. El libro de Nahún en la tradición posterior· Entre Na 2,1 e Is 52,1-7 hay una relación tan estrecha que se ha planteado cuál es más antiguo,

aunque todo parece indicar que es Nahún.Contiene expresiones poco frecuentes que no cuadran con el autor exílico. parece evidente que en Is 52 se lleva a cabo una primera actualización del mensaje salvífico de Nahún a las circunstancias exílicas y frente a la opresión de Babilonia. Es clara la influencia sobre Tobías (14,12-15) que recuerda con regocijo la ruina de Nínive, como cumplimiento de una profesía.

· En la literatura judía es recurrente la interpretación nacionalista: Flavio Josefo comenta con ironía: “todas las predicciones dobre Nínie se cumplieron después de 150 años. Esta lectura nacionalista ha sido constante entre los judíos.

· En el NT no aparece citado el libro de Nahún: tampoco se usa en la liturgia cristiana. Entre la literatura patrística es el libro profético menos citado, junto con Ageo y Abdías, y es entendido sin tintes nacionalistas, como un reconocimiento del poder de Dios y de su justicia. En el Siglo VI San Julián (obispo de Toledo) distingue los cuatro sentidos medievales: “en sentido histórico habla de Nínive, en sentido alegórico de la desolación final del mundo; en sentido místico de la reparación del género humano realizada por Cristo; en sentido moral, de la restitución del hombre a la dignidad originaria”.

14.2. SOFONIAS14.2.1. La persona del profeta

· El título del libro presenta a Sofonías con una genealogía de cuatro ascendientes, entre los que se encuentra Ezequías. Esto ha dado origen a diversas conjeturas: que el transmisor del libro quisiera subrayar su ascendencia judía, que fuera de estirpe real, en el supuesto de que Ezequías fuera el famoso rey, etc. Pero tienen escaso fundamento. Lo único cierto es que ejerció su ministerio durante el reinado de Josías.

· Puesto que el libro refleja la situación de Jerusalén, anterior a la reforma llevada a cabo el año 622, se supone que el profeta actuó entre el 640 y el 630. No se menciona al rey y, en cambio, se habla de los ministros, los cortesanos y los príncipes (1,8). El clima del libro es antiasirio.

· El amplio poema sobre el “día de Yahweh” (1,7-18) ha llevado a pensar que alude a una invasión de Palestina por parte de los escitas, en la segunda mitad del s. VII. Pero no hay pruebas suficientes.

14.2.2.Estructura y estilo del libro· Estilo: contiene recursos literarios llenos de expresividad: partiendo de la sobriedad de Amós al

describir el día del Señor construye un poema intenso y ardiente, cargado de denuncias severas y de llamadas intensas de atención. Es muy expresivo cuando recuerda a los más débiles y les exhorta a mantener viva la ilusión. Con frecuencia se excede en repeticiones y circunlocuciones.

· Estructura: Suele distribuirse en tres unidades temáticas:· Primera parte:(1,2-2,3) comprende una serie de severos oráculos de condena con la

referencia constante al “día de la cólera del Señor”. El comienzo es el anuncio del juicio implacable de Dios (2-3) que condenará en primer lugar a Judá. Se denuncian las injusticias de

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los cortesanos, los abusos en el comercio, la insolencia de los incrédulos. El día del Señor es ahora descrito con trazos de cruda severidad. Termina exhortando a convertirse a todos los del pueblo.

· La Segunda unidad: (2,4-3,8) formada por los oráculos que siguiendo el esquema de Am 1-2 describen el juicio de Dios contra las naciones filisteas (2,4-7), Moab y Amón, Etiopía, Asiria y su odiada capital Nínive.

· La tercera unidad: muy breve (3,9-20) abre un panorama de salvación, una vez que el castigo se ha llevado a cabo. El pueblo humilde, el resto, recobralos valores perdidos (vv. 11-13), todos alaban al Señor y finalmente Él restaurará a los débiles como el buen pastor fortalece y cura a las ovejas heridas..14.2.3. Contenido Doctrinal

· Justicia divina:. En la linea de Isaías, denuncia el pecado como fruto del orgullo (2,10.15). Sofonías amplía el carácter del día de Yahweh, enunciado por Amós (Am 5,18), dándole horizontes cósmicos y universales: toda la creación sufrirá los efectos del castigo de Judá (1,2-3). Describe el día de Yahweh con tintes trágicos. Las expresiones proféticas inspiraron el himno del Dies irae, de tanta influencia en la cultura romántica europea.

· Cualidades del Resto del pueblo: anuncia la salvación de los destinatarios inmediatos, de los que, por su virtud, pervivan al castigo divino. En los cinco casos se refiere al pueblo judío, purificado tras el castigo; a estos privilegiados el profeta los califica como pobres (‘anawim) y humildes (dalim) (3,12-13): la pobreza y la humildad no son expresión de una condición social sino que expresan la actitud interna ante Dios cuya consecuencia es un comportamiento moral recto: “No cometerás más injusticias ni dirás mentiras”. Define al resto bajo la imagen de hija de Sión (3,14-18): una comunidad llena de esperanza gozosa que sabe descubrir en los acontecimientos de la historia la presencia poderosa y salvadora del Señor.

14.2.4. El libro en la tradición posterior· Es muy escaso el eco que tiene en los demás del AT. Se encuentra un eco de la condena de

Jerusalén (3,1-4) en Ez 22,24-28. La descripción del día del Señor (2,14-15) en Joel 2,2.· En la literatura judía ha estado bastante presente como lo demuestran dos fragmentos del

Qumrán.· En el NT no hay ninguna cita del libro: podría entenderse como alusión lejana de Sof 1,3 el

texto de Mt 13,41. El grito gozoso “alégrate, hija de Sión” (13,14) resuena en el anuncio del ángel a Nuestra Señora, “alégrate María” (Lc 1.28). Se ha interpretado en sentido mesiánico.

· La liturgia ha recogido dos textos: el que alaba las cualidades del pobre y el que promete la restauración y exhaltación de Jerusalén que se aplica a la Iglesia y a la Viegen María.

14.3. Habacuc14.3.1. La persona delprofeta· "Oráculo que tuvo en visión el profeta Habacuc": Nada se dice de la persona del profeta, ni su

ascendencia, ni su lugar de nacimiento, ni las circunstancias de su predicación. El término nâb'î, el verbo hazah, y, sobre todo, el himno del capítulo tercero fundamentan la opinión entre los comentaristas de que era un profesional del Templo, habituado a los Salmos que se utilizaban en el culto.

· La expresión de 1,6 ("He aquí que yo suscito a los caldeos") da pie para suponer que la actividad del profeta tuvo que desarrollarse en los inicios del imperio neobabilónico, es decir entre el 605 y el 602 a.C. Daniel menciona al "profeta Habacuc que había en Judea” durante el destierro de Babilonia (Dan 14,33-39). Pero es un relato midrásico y, por tanto, no permite deducciones bien fundadas.

14.3.2. Estructura y estilo del libro

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· Tiene una clara unidad temática y literaria. La división viene marcada por el género literario de cada sección. Hay dos expresiones que señalan dos modos diferentes de expresarse: “Oráculo (massa’) del profeta Habacuc” (1,1) y la introducción del salmo “Oración (tephillah) del profeta Habacuc”. Hay dos partes diferentes, un oráculo contra alguna nación extranjera y una súplica litúrgica. Contiene tres parte claramente diferenciadas:· Diálogo Dios-profeta: 1,2-2,4. Se plantea con crudeza el problema del mal del mundo. Abre

el libro una primera queja del profeta por la inactividad del Señor: la situación religiosa es tan lamentable que el profeta tiene la impresión de que Dios los ha dejado de su mano (1,2-4). La respuesta divina es sorprendente: suscitará a los caldeos para oprimir a los asirios. La segunda queja es similar, aunque refleja con más claridad el problema del justo sufriente: ¿Cómo Dios puede permitir la opresión de su pueblo a manos de los infieles? (1,12-17). La respuesta divina es una llamada a la calma y a la esperanza.

· Imprecaciones contra el opresor: 2,5-20. Consta de una serie de cinco Ayes, que lamentan los abusos de los enemigos, probablemente Babilonia. La descripción de casos concretos está llena de ironía y sarcasmo.

· Himno litúrgico: cap. 3. Pide y celebra la intervención divina, dando su merecido a los enemigos. Las acciones de Dios que transmiten las tradiciones antiguas fundamentan la esperanza en la intervención futura del Señor.14.3.3. Contenido doctrinal

· Dios, Señor de la historia: El problema del mal triunfando sobre el bien ha preocupado a los hombres de todas las épocas. Aborda el tema con categorías históricas: El pueblo, que ha pecado, merece ciertamente un castigo; pero ¿cómo puede Dios utilizar como instrumento a un pueblo, el asirio, que es infiel y más impío? Y, ¿cómo puede servirse para castigar a Asiria de otro pueblo, Babilonia, que le supera en impiedad y maldad?

· El problema del mal: La respuesta profética a este enigma no alcanza la profundidad del Nuevo Testamento, con Cristo muriendo en la Cruz. Pero supone un claro avance, con una llamada a la fidelidad ('emunah) a Dios. Dios es el único Soberano y el único Justo (3,3); el piadoso ha de mantener la esperanza, aferrándose a los designios del Señor: "He aquí que sucumbe quien no tiene el alma recta, pero el justo vive por su fe" (2,4).

14.3.4. El libro de habacuc en la tradición posterior· Daniel menciona a Habacuc en un relato midrásico (Dan 14,33) sobre la alimentación

milagroso en el foso de los leones. Indica que el profeta era familiar en la literatura apocalíptica. Habacuc reproduce casi al pie de la letra los textos de Jer 51,58 (Hab 2,13) y de Is 11,9 (Hab 2,14).

· Entre los judíos el libro era conocido y apreciado por la literatura contemporánea.· El NT cita con frecuencia este libro. · Entre los Santos Padres es importante el comentario elaborado por San Jerónimo

(commentarium in Habacuc, prol).· En le liturgia cristiana se recogen únicamente los textos citados en el NT, y sólo en dos

ocasiones. No recoge el mensaje fundamental de Habacuc sobre el problema del mal, sino sólo el texto de 2,4: “el justo vive de la fe”.

15.Jeremías15.1. La persona del profeta

· Jeremías es un nombre teóforo (Yirmeyahu), que puede significar "el Señor pone el fundamento" (de la raíz ramah) o "el Señor exalta" (de la raíz rûm). La introducción (Jer 1,1-3) presenta al profeta, y su genealogía. Ejerció su ministerio desde el final del reinado de Josías hasta la deportación: tuvo lugar la caída del imperio asirio, el resurgimiento del imperio

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neobabilónico y la desaparición definitiva del reino de Judá con la deportación de los israelitas más preclaros a Babilonia.

· Jeremías nació hacia el año 650 a.C. en Anatot, una aldea situada a unos 6 Km de Jerusalén; era de familia sacerdotal. Su procedencia rural queda reflejada en su predicación. Su ascendencia sacerdotal se percibe en el conocimiento del ambiente del clero sadoquita del Templo (7,12). Su origen benjaminita como el de Oseas, es patente: ama profundamente a su pueblo contra el que tiene que proferir juicios muy severos, acude a la historia del pueblo para deducir enseñanzas; como Oseas fundamenta su mensaje en las circunstancias familiares.

· Vocación: (Ier 1,4-10) Jeremías descubre cuatro momentos que reflejan las características de su predicación posterior: "Antes de formarte..., te conocí..., te consagré..., te destiné como profeta de las naciones..., pongo mis palabras en tu boca". Conocimiento, consagración, misión profética y eficacia de la palabra de Dios aparecen frecuentemente en su mensaje.

· Respuesta a la vocación: "soy como un muchacho":1,6. aparece como un hombre tímido y sensible. Donde mejor traduce su carácter y su sufrimiento es en las denominadas "confesiones".

15.2. Ministerio profético15.2.1. Reinado de Josías (640-609)

· Antes del descubrimiento del Libro de la Ley, Jeremías denuncia la apostasía del pueblo (cap 2-6); en concreto:· Denuncia la apostasía religiosa: cap. 2.· Invita a la conversión: cap. 3.· Anuncia con severidad el castigo: cap. 4.· Denuncia la depravación moral y social: cap. 5-6.

· Las acusaciones fundamentales al pueblo son: infidelidad al amor de Dios, sensualidad, hipocrecía y doblez, injusticia y mentira, pues el pues el pueblo comete todo tipo de desmanes porque se ha olvidado de Dios.

15.2.2. Reinado de Joaquín (Yoyaquim) (609-598)· El rey Joacaz quiso continuar la reforma de su padre; pero no tuvo tiempo, pues murió a los tres

meses a manos de los egipcios.· El rey Joaquín reinó sometido a Egipto y permitió una progresiva depravación de costumbres.

Jeremías se opone abiertamente a esa política proegipcia y denuncia con fuerza los abusos. La predicación de esta época está contenida en los cap. 7-20, en los que están incluidas las famosas "confesiones". También los cap. 25-26 y 35-45. Es posible que la declaración de su celibato (16,1-9) fuera hecha en este período.

· El discurso del Templo probablemente tuvo lugar el mismo día de la coronación de Joaquín (609). La introducción (7,1 y 26,1-3) contiene la finalidad del discurso, que es una llamada a la conversión y la penitencia. El cuerpo del discurso (7,2-15 y 26,4-6) desarrolla la idea de la presencia de Dios en medio del pueblo. Las consecuencias del discurso están recogidas sólo en 26,7-24: los sacerdotes y profetas oficiales decidieron la muerte de Jeremías.

· Cap. 25: anuncia el peligro del imperio neobabilónico. El cap. 36 da noticias sobre la historia de la composición del libro. Se incluye también la alabanza de los recabitas (cap. 35) y el oráculo a favor de Baruc, su fiel secretario (cap 45).

· Su predicación en estos años se orienta a denunciar los grandes pecados del pueblo: el culto externo y falso, la errónea seguridad religiosa, la idolatría, las injusticias sociales, etc. Esta situación deplorable exige de parte de Dios un castigo severo. De hecho Nabucodonosor cae sobre Jerusalén el año 597.

15.2.3. Reinado de Sedecías (597-586)· Jeremías aboga por Babilonia y rechaza la opinión de quienes piensan que los ya deportados son

impíos mientras que los que permanecen en Judá son fieles (cap. 24; cfr 29,16-20). Envía una

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carta a los desterrados (cap. 29) animándoles a perseverar en su exilio que será más largo de lo que preconizan los falsos profetas.

· Los hechos darán la razón a Jeremías, pues Nabucodonosor pone asedio a Jerusalén a principios del 588 y va estrechando el cerco durante año y medio. Jeremías anuncia al rey la derrota (34,1-7), prevé la esclavitud total (34,8-22), pero también la restauración con el hecho simbólico de la compra del campo en Anatot, su aldea natal (32,4-14). El profeta cae en desgracia entre sus paisanos que le ponen en una cisterna (38,14-28). Pero sus palabras se cumplen: Jerusalén cae en agosto del año 587; en un primer momento momento Jeremías es protegido por las autoridades babilónicas (39,11-14).

15.2.4. Ultimos días de Jeremías· Después de la caída de Jerusalén, Jeremías sigue también la suerte del pueblo. Parece que los

babilonios le dejan en libertad y él decide acompañar a Godolías, el administrador impuesto por los vencedores (40,2-6). Pero a los tres meses Godolías es asesinado y el profeta se ve obligado a acompañar a los cabecillas del complot a Egipto. Allí continuó ejerciendo su ministerio profético (cap 42-44), sin que tengamos noticias de cómo ni cuando murió.

15.3. Estructura y problemas críticos del libro15.3.1. Composición del libro

· Consta de grandes secciones poéticas junto con otras escritas en prosa. Bernhard Duhm fue el primero que en 1901 distinguió tres fuentes del libro: los poemas, atribuidos al propio Jeremías (280 vv.), los relatos biográficos, escritos por el fiel secretario Baruc (220 vv.) y los "suplementos", añadidos por una mano posterior (850 vv.). Como se ve, considera que dos terceras partes del libro son posteriores al profeta. Sigmund Mowinckel en su monografía de 1914, reorganizó la hipótesis anterior dividiendo el libro en cuatro grupos de textos o de tradiciones que designa con las primeras cuatro letras del alfabeto:· Textos o fuente A: oráculos en poesía que se encuentran en los cap. 1-25. Son del propio

profeta (ipsissima verba Ieremiae) escritos a mediados del s. VI.· Textos o fuente B: relatos biográficos en prosa, redactados en tercera persona que suelen

comenzar indicando lugar y fecha del acontecimiento. Escritos a finales del siglo VI: 19,1-20,6; 26-44.

· Textos o fuente C: serie de oráculos en prosa o en verso que no pertenecen a las fuentes anteriores. Los considera escritos por la escuela deuteronomista en el siglo V.

· Textos o fuente D: oráculos de restauración, que atribuye a un autor más tardío, cuya fecha es difícil de determinar.

· Los capítulos 46-52 (oráculos contra las naciones) forman un apéndice posterior. La redacción definitiva del libro habría sido hecha hacia finales del s. V.15.3.2. Transmisión. El doble texto (apuntes).15.3.3. Estructura y división

· Consta de tres grandes bloques, más una introducción y un apéndice:· Introducción: narra la vocación del profeta: 1,4-19.· oráculos contra el pueblo (2,1-25,14): predominan los oráculos poéticos. La conclusión

(25,13) es redaccional.· Sección narrativa (cap. 26-45): predominan los relatos en prosa con un pretendido orden

cronológico. El cap. 36 narra la redacción de los dos rollos del libro y, de alguna manera, divide esta sección en dos partes. Los capítulos 30-33 pueden considerarse como una sección independiente: son oráculos de salvación a favor de Judá e Israel; suele denominarse el"Libro de la consolación" de Jeremías.

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· Oráculos contra las naciones (cap 46-51, son un desarrollo de oráculo breve contenido en 25,15-38: forman un solo bloque y tienen un orden muy pensado, reflejo de la mano del último redactor.

· Apéndice histórico (52,1-34) que recoge con muy pocos retoques el texto de 2Reg 24,18-25-21. Narra la destrucción de Jerusalén, algunos pormenores de la deportación y, como final esperanzador, el trato favorable que recibió el rey Joaquín en la corte de Babilonia.

· Introducción: comienza con la fórmula “el Señor me dirigió la palabra” (v.4). Se divide en tres episodios: (1) vocación: subraya el carácter universal y la doble misión de denunciar los delitos e infundir esperanza (v.4-10); (2) visión del almendro:refuerza el convencimiento de que lapalabra de Dios que el profeta recibe, se cumple siempre. (3) visión de la olla hirviendo: indica la gravedad del juicio que sobreviene sin remedio para el pueblo.

· Primera parte (2,1-25,14): comprende casi toda la predicación del profeta.· Cap. 2-6: Oráculos sobre Israel y Judá en los que condena el pecado y defiende los derechos

divinos.· Cap. 7-20: Oráculos que reflejan su personalidad sensible y mística: Se destaca el discurso

sobre el templo, el de la alianza, las confesiones. Las acciones simbólicas más destacadas son: el cinturón escondido y estropeado, el celibato, las obras del alfarero, el jarro roto.

· Cap. 21-25,13a: Oráculos contra Sedecías y Joaquín. Visión de los cestos de higos, oráculo contra judá.

· Segunda parte: formada por relatos autobiográficos. es sobrecogedora la visión de la copa de vino (25,13b-38). Estos relatos siguen un relativo orden cronológico. los Cap. 30-33 se llamaron libro de la consolación de Jeremías, ya que contienen el mayor número de oráculos de salvación. menciona los padecimientos del profeta, encarcelamiento, petición de muerte y huida a Egipto. Termina con el oráculo en favor de Baruc.

· Tercera parte: (46-50): Formada por los oráculos contra las naciones. Al anunciar la caída de Babilonia se subraya la próxima liberación de Jerusalén.

· Apéndice histórico: subraya la protección de Dios sobre el pueblo.15.4. Contenido doctrinal15.4.1. La Alianza

· No insiste tanto en la naturaleza de Dios, cuanto las relaciones de Dios con su pueblo. Son frecuentes los diálogos personales (ver "Confesiones") y comunitarios (resuena la imagen esponsal de Oseas).

· La relación con su pueblo culmina en la Alianza, cuyos términos son claros: "Yo seré vuestro Dios, vosotros seréis mi pueblo" (24,7). Para el tiempo futuro anuncia una Alianza nueva (31,31-34) y eterna (32,37-41), que no se cifra en normas externas, sino que penetra en lo más profundo del hombre.

· El pueblo y el hombre se relacionan con Dios como con un ser próximo, con afecto y con piedad: como con un padre (3,4-19; 31,9-20), como con su protector (14,8; 13,13).

· Jer 31,31-34: cabe señalar tres partes: a) la superación del pacto del Sinaí (vv. 31-32), que los padres rompieron: será semejante, pero de tal modo que ni el hombre podrá nunca destrozarlo. b) Sus características (v. 33): Dios será el agente, a pesar de las malas disposiciones del hombre; y no estará escrito, sino impreso en el corazón (interioridad); será connatural al hombre y, por tanto, para siempre (eternidad). c) Sus consecuencias (v. 34): el hombre se guiará por la conciencia sin necesidad de que le enseñen (libertad). Y Dios actuará perdonando (misericordia) los pecados y transgresiones

15.4.2. El culto· El discurso del templo (7,1-8,3) contiene la doctrina jeremiana sobre el culto:

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· Dios habita entre los suyos. No en templos edificados en Silo o Jerusalén, sino en el pueblo entero, siempre que su conducta sea perfecta (7,1-15; cfr. 26,1-10 y 22,1-5).

· No puede compaginarse el templo con el culto idolátrico a dioses extraños, en concreto a Istar, la diosa de la fecundidad (7,16-20; cfr 44,15-19).

· Las ofrendas carecen de valor si no van acompañadas de la acogida de la Palabra de Dios (7,21-29; cfr 6,20 y 14,12).

· El culto meramente externo conduce a las mayores aberraciones: inmolación de víctimas humanas a Molok.

· No condena el culto, sino su falsa interpretación: ni son ritos mágicos que preservan del mal, ni pueden compaginarse con una conducta depravada.

15.4.3. La salvación gratuita· Jeremías tiene conciencia de que el pecado implica la ruptura de las relaciones entre Dios y el

hombre, y de que es la causa del desastre que va a sobrevenir. Puesto que el pecado conduce necesariamente al castigo y la desgracia, sólo Dios puede conceder la salvación, y esto de modo gratuito. En efecto, la destrucción no es la última palabra de Dios, sino que es la restauración. Muchos de sus oráculos tienen las siguientes ideas:· los deportados por las diversas naciones se reunirán de nuevo y Dios los hará retornar a su

país (16,14-15).· la renovación de la Alianza (31,31-34), que lleva consigo el reconocimiento del Dios

verdadero frente a los ídolos de los paganos (cfr Ier 10,1-16).· la renovación de la vida religiosa: el retorno no es fruto de un esfuerzo ético del pueblo, sino

un don gratuito de Dios en un doble sentido: en cuanto que el castigo le ayuda a comprender la gravedad de su culpa (cfr 2,17-19) y en cuanto que jamás volverán a quebrantar el pacto eterno (32,36-41).

· ya no serán necesarios los viejos pastores, ni los sacerdotes, ni siquiera el rey. Los nuevos gobernantes obrarán la justicia y no engañarán (23,1-6).15.4.4. Mesianismo

· Para Jeremías será Dios mismo quien guíe y salve a su pueblo, como ha quedado ya dicho (cfr 31,31-34): los pastores de antaño han engañado al pueblo, pero los nuevos obrarán la justicia. Sin embargo, hay oráculos que pueden considerarse de mesianismo real, aunque cabe suponer que el énfasis no se pone en la monarquía, sino en la herencia davídica que recibirá el futuro Mesías. Analizamos el oráculo contenido en 23,5-6:· Después de la condena de los pastores antiguos y de la promesa de otros nuevos (vv.1-4), se

introduce el oráculo salvífico, prometiendo un personaje excepcional.· La expresión "días vendrán, oráculo del Señor", refiere al tiempo escatológico y mesiánico.· El "germen justo" que alude al Emmanuel de Isaías (cfr Is 11,1) vendrá a ser término técnico

para designar al Mesías (cfr Zach 3,8; 6,12), y llegará hasta el N.T. (cfr Lc 1,78).· La insistencia en la justicia, como atributo del Mesías indica la íntima relación del Mesías

con Dios, porque la justicia es atributo exclusivo de Yahweh: "Yahweh es nuestra justicia".· "reinará un rey prudente": Probablemente anuncia un personaje que guiará al pueblo,

asumiendo las características de David, pero sin hacer hincapié en que sea un descendiente suyo.

· En suma, Jeremías puede considerarse el último profeta que habla del mesianismo real, pero con un horizonte más amplio donde ya no sea necesaria la presencia de un monarca, sino de un personaje que, heredando las mismas prerrogativas, ejerza con perfección sus funciones salvíficas.

15.5. Jeremías en el Nuevo Testamento

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· En los libros tardíos del Antiguo Testamento se habla de la vocación y del mensaje de Jeremías (Sir 49,7-8), y se cuenta una interesante tradición sobre los consejos del profeta a los deportados (2Mach 2,1-12; 15,12-16).

· En el judaísmo, Jeremías era considerado como un gran profeta.· Nuevo Testamento: cabría esperar mayor atención a su persona o escritos: era uno de los que,

como Elías, habría de volver (cfr Mt 16,14). Pero únicamente se le cita dos veces, en un oráculo que hasta entonces no había tenido gran eco, el llanto de Raquel por sus hijos (cfr Mt 2,17); y en la Pasión, un texto del campo del alfarero (cfr Mt 27,9).

16. EZEQUIEL16.1. La persona del profeta.· Su libro es la única fuente para obtener datos sobre su persona y cualidades, sobre el lugar donde

ejerció su ministerio y la actividad que desarrolló. Se dice que era sacerdote, casado con una mujer a la que amaba con ternura (24,16); al morir ella, explica su soledad como símbolo de la desgracia que se cierne sobre Jerusalén. Toda su actividad se desarrolló en el destierro (593-572). A partir de entonces nada sabemos de su vida ni de la fecha de su muerte.

· Ambito de su ministerio: la opinión tradicional afirma que fue en Babilonia; allí recibió la llamada y allí pronunció los oráculos. Sin embargo, en la primera parte del libro (cap. 1-25) hay datos que contradicen esa opinión. Ante estos datos se han propuesto dos hipótesis:· Ministerio en Palestina: toda su actividad se desarrollara en Jerusalén y que un redactor

posterior al destierro reelaborara los primeros 39 capítulos, añadiendo su propia relectura; para hacerlo más verosímil situó a Ezequiel predicando en Babilonia.

· Doble campo de predicacion: su actividad se desarrollara parte en Palestina y parte en Babilonia.

· Ministerio en Babilonia: La mayoría de los autores modernos mantienen que únicamente predicó en Babilonia; pues ningún pasaje del libro tiene indicios de la presencia del profeta en Jerusalén.

· Personalidad de Ezequiel: varias teorías han pretendido explicarla como enfermiza. Klostermann supone que refleja la curación de un enfermo hemipléjico. K. Jaspers lo considera esquizofrénico. Su "anormalidad" es coherente con su teología, con su percepción de la trascendencia y santidad divina. Tenía un carácter muy sensible, es el más místico de los profetas. Se personalidad se explica por la complejidad de su misión: es profeta y, a la vez, sacerdote, pastor, "centinela" de su pueblo, arquitecto del nuevo Templo, y organizador de la nueva comunidad que se forja en el destierro.

16.2. Composicion y problemas críticos del libro· Se ha discutido muchos al respecto: G. Hölscher (1924) supone que son del profeta solamente

los poemas (una sexta parte del libro); la parte de prosa, de un redactor posterior; V. Herntrich (1932) y J.B. Herford se inclinan por un ministerio único en Palestina: Un redactor de la cautividad reelaboraría más tarde todo el material. La mayoría de los autores siguen manteniendo "que los datos del libro de Ezequiel sobre el lugar y el tiempo de la actividad del profeta son exactos y, por tanto, se considera el libro como el resultado de la predicación de Ezequiel que comenzó su ministerio profético en el destierro a partir del 593".

16.3. Estructura y estilo del libro· Muchas partes del libro parecen redactadas por escrito más que pronunciadas de viva voz. Es

posible que el propio profeta revisara y completara sus oráculos y visiones hasta llegar a ordenarlos con la estructura que hoy contienen. O quizás fueron los redactores posteriores quienes organizaron el libro en tres partes siguiendo el esquema presente en otros libros proféticos. La estructura es clara, siguiendo la técnica circular, frecuente en los libros proféticos (ABA’):

A. Oráculos contra Judá: cap 1-24.

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B. Oráculos contra las naciones: cap 25-32.A’. Oráculos de salvación sobre Judá (cap 33-39), más la futura restauración (cap 40-48).

16.3.1. La primera parte· Relato de su vocación (1,1-3,15): tuvo lugar en Babilonia: consta de una teofanía y de la

llamada. La visión es espectacular (1,1-28): cuando está a punto de desaparecer la ciudad santa y el Templo, Dios mismo se hace presente en el país de la deportación: Él no abandona a su pueblo puesto que está cerca con la manifestación de "su gloria" y además suscita para ellos un profeta. La "gloria del Señor" es el término técnico de la manifestación de Dios.

· La llamada propiamente dicha (2,1-3,15) contiene otros dos términos importantes: la palabra que es dulce como la miel (v. 3), pero que ha de ser expresada con una fortaleza más dura que el pedernal (v. 9); y la expresión hijo de hombre, que indica la condición débil del profeta, pero llamado a interpelar con autoridad a un "pueblo rebelde" (v. 3).

· Las acusaciones y amenazas contra Jerusalén (cap. 4-24) contienen oráculos, visiones, alegorías y acciones simbólicas. Recogen en gran medida la predicación del profeta antes de la deportación definitiva, entre el 597 y el 586.

16.3.1.1. Las acciones simbólicas · Oráculos en acción: A veces son las mismas vivencias del profeta (cfr. Os 1-3), interpretadas

como designio divino: la muerte de su esposa como señal de la desgracia que se cierne sobre Jerusalén (cfr. Ez 24,15-27); o como acciones que Dios manda realizar al profeta como método de enseñanza. En señal de las penalidades que el pueblo ha de soportar en el asedio de Jerusalén.

16.3.1.2. Las alegorías · Son importantes, especialmente las que reflejan la historia del pueblo. (16,1-13):cuenta la

relación esponsal de Dios con Jerusalén: Dios la recoge y cuida, cuando era como una niña abandonada, pero más tarde se siente provocado al castigo por las infidelidades de la esposa degenerada (vv. 15-43).

· Cap 23: nueva alegoría bajo la misma imagen esponsal: dos hermanas que simbolizan a Israel y Judá, desposadas con un solo varón, Dios, del mismo modo que las dos hermanas, Raquel y Lía, estaban desposadas con Jacob. La idea central es la misma: Dios tiene que castigar a quienes han quebrantado el pacto establecido desde antiguo y prefigurado en el matrimonio. Son también abundantes las imágenes atrevidas.

16.3.1.3. Las visiones· Visión del Templo: contempla desde lo alto del mismo el juicio que Dios emite. Ezequiel en su

recorrido por las salas y dependencias del Templo se asombra ante todo tipo de idolatrías y escenas horripilantes (cap 8). Dios le hace contemplar el castigo: la profanación del Santuario (cap 9). La gloria del Señor (cfr. 1,28) abandona el Templo (cap 10); y viene la dolorosa dispersión (cap 11): El abandono de Dios es preludio del abandono israelita de Jerusalén (cfr. 11,22-25). Sólo se salvará el resto, de entre los deportados, a quienes Dios arrancará el corazón de piedra y les dará un corazón de carne (11,17-20): es significativo que en el culmen del castigo, el profeta enuncie este oráculo de salvación que anuncia la futura y definitiva alianza (cfr. 36,27-29 y 31,31-34).

· Los oráculos son severos: están intercalados en las visiones (cfr. 11,5-12) o en las acciones simbólicas (cfr. 4,8-17). Son importantes el oráculo contra las montañas de Judá, símbolo de la tierra prometida (cap 6) y el anuncio del día final (cap 7). En torno al tema del día del Señor: Ezequiel describe en tono patético el castigo y la destrucción de Jerusalén. El cap 21 recoge unos oráculos bajo la imagen de la espada.

· Cap. 18: los desterrados consideran su situación como castigo por los pecados de los antepasados; el profeta añade a la solidaridad corporativa, la responsabilidad personal; cada uno recibirá lo merecido por sus obras. Partes: (1) exposición del problema (vv. 1-4); (2)

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responsabilidad intransferible a los hijos (vv. 5-20); (3) mérito y retribución del individuo (vv. 21-28); exhortación final (vv. 29-32). Todo está construído en estilo sapiencial, como un diálogo entre el discípulo y el maestro, entre el pueblo y Dios.

16.3.2. La segunda parte· Formada por los oráculos contra las naciones (cap 25-32) con una serie de condenas en tres

bloques:· Contra los pueblos que se ha alegrado de la desgracia de Israel (cap. 25)· Contra Tiro por considerarse al margen de Dios (cap. 26-28)· Contra Egipto por haber colaborado en la rebelión del pueblo contra los designios divinos

(cap. 29-32)· El castigo en todos ellos va orientado a hacer comprender a los pueblos y, sobre todo, a Israel

que el Señor es santo, que su grandeza es indiscutible. No hay que olvidar que los oráculos contra las naciones atestiguan que Dios es el dueño del mundo y que su acción se extiende más allá de su país, teniendo en cuenta que todas las acciones de Dios contra los otros pueblos van encaminadas a llevar a cabo el plan de salvación sobre el pueblo elegido.

16.3.3. La tercera parte (cap 33-48)· Recoge la actividad del profeta a partir de la invasión de Jerusalén (del año 585 en adelante).

Textos significativos:· Condena de los malos pastores (cap 34). Inspirado en Jer 23. Ezequiel desarrolla la imagen

del rebaño. No aboga por un mesianismo dinástico, sino por la salvación que proviene directamente de Dios, siendo la mención de David una señal de renovación radical, una vuelta al principio cuando Dios regía a su pueblo.

· Purificación nueva (36,16-38): anuncia el don del corazón y del espíritu nuevos (v 26). Propone la restauración de dentro hacia fuera.

· Visión de los huesos revitalizados (37,1-14) Todo el pasaje rezuma la esperanza de una pronta y definitiva liberación donde la vida reinará sobre la muerte. Primera vez que la imagen muerte-vida es usada para explicar la acción salvadora y liberadora de Dios.

· Oráculos escatológicos contra Gog (38-39) El nombre de Gog parece ficticio y representa a los enemigos que se enfrentan contra Dios: se establece un diálogo que inicia Dios mismo (vv. 1-9); responde Gog con sus pensamientos mezquinos (vv. 10-12) y toma de nuevo la palabra el Señor para pronunciar la condena (vv.17-23) y llevarla a cabo (39,1-16); finalmente se llevará a cabo la restauración definitiva de Israel (39,17-29).

· La Torah de Ezequiel (40-48) cierra el libro. Es una visión del Templo restaurado, en contraste con la del Templo destruido (cfr. 8-11). Por su amor apasionado al Templo y por la insistencia en las normas y la ley suele considerarse a Ezequiel "padre del judaísmo", pero no hay datos suficientes para demostrar su intervención directa en la redacción de textos, fuera de su libro. Por otra parte, la descripción detallada del Templo puede hacerla porque, como sacerdote, lo conocía muy bien desde la juventud.

· Dos textos que reflejan que es Dios quien lleva a cabo la restauración definitiva son:· La visión de la gloria de Dios (43,1-12). Dios, al tomar posesión de su trono y de su Templo

(vv. 4-5) llevará a cabo la restauración. Es una etapa radicalmente nueva, pero con la experiencia del pasado: no habrá fornicación/idolatría; ni profanaciones, ni cadáveres, porque "residiré en medio de ellos para siempre" (v. 9).

· La visión de la fuente del Templo (47,1-12) refleja los efectos vivificantes de la gloria de Dios. Dios es fuente de agua viva (cfr. Jer 2,13) en cuanto que es el origen de la vida en el mundo, tanto de las plantas como de los animales y de los hombres.

16.4. Contenido Doctrinal

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· La gloria del Señor. En la teofanía de su vocación, Ezequiel contempla "la gloria del Señor". No es Dios en sí mismo, que es trascendente, sino su imagen que se aproxima a los hombres. Hace hincapié en que Dios interviene muy directamente en la historia de su pueblo: El juzga, castiga y salva. El centro del mensaje es el reconocimiento del nombre del Señor y de que está en medio de su pueblo. Una de las fórmulas más típicas de Ezequiel es "Y tú (vosotros) sabrás (sabréis) que Yo soy el Señor". Las dos partes de la fórmula reflejan que en el reconocimiento del Señor está la Vida y la salvacion del hombre y del pueblo.

· El pueblo rebelde: nunca ha aceptado la soberanía de Dios. Ezequiel es el profeta más pesimista al valorar la condición pecadora del pueblo: nunca vivió el pueblo una época de unión con Dios. El mayor pecado es la idolatría. Pero casi siempre denuncia el pecado como rebeldía contra Dios. Lo denomina como prostitución e impureza, porque no sólo han sido infieles a la historia de amor divino que han recibido, sino que han mancillado su condición de "pueblo de culto"; han profanado el Templo y no han cumplido los mandatos y normas del Señor. El castigo era necesario para purificar al pueblo de sus pecados. No obstante, insiste en la responsabilidad personal, puesto que cada individuo no es responsable ni de la culpa de sus antepasados ni de los pecados de sus contemporáneos.

· La esperanza salvífica: La tercera parte del libro es un conjunto de oráculos, visiones y símbolos de salvación; lo viejo ha pasado, todo ha de ser renovado: una nueva nación y un pueblo nuevo. Su pensamiento queda bien reflejado en el oráculo sobre la transformación del pueblo. El honor del nombre de Dios va unido a la suerte del pueblo. De ahí que Dios, no por el mérito de Israel sino por su nombre, mostrará su santidad en ellos. Y establecerá con el pueblo una nueva Alianza, en la que Dios hará una donación generosa sin imponer correspondencia. La esperanza de salvación se fundamenta, por tanto, en la santidad divina, en cuanto que necesariamente el pueblo y los demás pueblos sabrán "que Yo soy el Señor".

· Concepción mesiánica: Aunque Ezequiel vive en un momento en que la dinastía davídica está en rápido declive, sin embargo, mantiene viva la esperanza en un descendiente de David:· Al anunciar al monarca ideal prefiere denominarle "príncipe" (nasî’) más que rey (melek).· La mención de David (34,24; 37,24-25) no pretende reforzar la sucesión dinástica, sino la

función del príncipe ideal: llevar a cabo la alianza de paz· Hay frecuentes condenas tanto del monarca contemporáneo, Sedecías (cfr. 21,29-32), como

de los anteriores que han pastoreado al pueblo (34,1-22).· Proclama que es Dios mismo quien salva a su pueblo, aunque sigue anunciando la figura de un

príncipe ideal. Dios es quien se asienta en el trono, quien infunde el espíritu a todo el pueblo, quien lo guía con su ley (cfr. 43,7-9).

· De los textos que se han considerado mesiánicos son más certeros los que mencionan la dinastía davídica.· El retoño del cedro (17,22-24). oráculo en que bajo la imagen del cedro promete la

restauración definitiva. El cedro se refiere a la dinastía davídica, pero identificada con el pueblo. Hay más énfasis en la restauración definitiva y proyección universal que en el monarca.

· El nuevo David, pastor y príncipe (34,23-24). Dios condena a los pastores que han regido a su pueblo, y ejerce personalmente esa función (vv. 1-22). Suscitará un nuevo David que tendrá tres cualidades: único, siervo y príncipe. Será el símbolo de la alianza que Dios ha sellado con su pueblo.

· El nuevo David, símbolo de unidad (37,24-25). El nuevo David, siervo y príncipe, será el único pastor como lo fue el primero. El será señal de unidad y de la alianza perpetua de paz.

17. DANIEL17.1. La persona de Daniel y su época

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· Daniel es un nombre frecuente en la Biblia: danî’ de la raíz dyn: “Dios me juzga” o “mi juez es Dios”. El libro lleva el nombre, no del autor, sino de su protagonista, que aparece viviendo durante la dominación de los últimos reyes del imperio neobabilónico y de los primeros reyes persas, es decir, durante buena parte del s. VI. Es “uno de los libros más polémicos del A.T. Se discute sobre la existencia de Daniel, el género literario de la obra, la fecha de composición, la lengua y el autor”.

17.2. El bilingüismo del libro· El texto ha llegado hasta nosotros en la Biblia hebrea (TM) y en las versiones griegas (LXX y

Teodoción). En la primera está colocado entre los Escritos (Ketubim), mientras que las versiones griegas lo colocan entre los libros proféticos, después del libro de Ezequiel. Además, las versiones griegas añaden los cap 13-14 (relatos de Susana y de la destrucción de ídolo de Bel y del Dragón) y el cántico de los tres jóvenes en el horno (3,24-90).

· El TM es bilingüe: transmite en hebreo la narración introductoria (Dan 1,1-2,4a) y el final de las visiones (cap. 8-12), mientras que están en arameo la sección 2,4b-7. Esto ha suscitado diversas hipótesis:· Original hebreo: Todo el libro fue escrito originariamente en hebreo, pero en su transmisión

una parte, que se perdió, fue sustituida por una versión aramea ya existente.· Original Arameo: Originariamente fue escrito en arameo, pero se tradujo el principio y el

final para que pudiera tener cabida en el canon (Hartman, De Lella) o para darle un aire de libro culto

· Original bilingüe: El bilingüismo refleja el texto original, bien porque el autor, pretendiendo dirigirse al pueblo llano (en arameo), quisiera también tener en cuenta a los más cultos (en hebreo); bien porque la parte aramea refleja el núcleo más antiguo, mientras que el hebreo habría sido escrito por el último redactor que asumió el arameo ya redactado.

· Ninguna de estas hipótesis resulta convincente del todo, aunque lo más probable es que la redacción última fuera ya bilingüe. Por otra parte, el uso del arameo no es un argumento definitivo para datar el libro en el s. II.

17.3. Autor y fecha de composición· Tal como se ha transmitido en el TM, el libro se divide en dos partes bastante bien

diferenciadas:· la primera (cap. 1-6) abarca el relato de la estancia de Daniel en la corte de Babilonia y las

narraciones en las que él es el protagonista.· En la segunda parte (cap. 7-12) es Daniel quien tiene las visiones, redactadas en primera

persona; un ángel las interpreta.· La divergencia de las dos partes ha planteado la cuestión de la unidad literaria y de la unidad de

autor, con nuevas hipótesis:· Opinión tradicional: casii unánime hasta el siglo XIX. Atribuye el libro entero a Daniel, un

judío deportado en la corte de Babilonia durante el siglo VI.· Finales del siglo XVIII y durante el XIX los críticos liberales negaron sistemáticamente la

autenticidad del libro, atribuyéndolo a un autor anónimo de la época de Antíoco Epífanes y negándole todo carácter profético.

· Hoy muchos siguen defendiendo que todo el libro fue compuesto en tiempo de los macabeos, hacia el 167, poco antes de la muerte de Antíoco Epífanes. El libro de Daniel no refleja un conocimiento exacto de la época babilónica. En cambio, refleja mejor la época macabea.· En los últimos años los comentaristas se inclinan por aceptar la redacción definitiva en el

siglo II, hacia el 165 a.C. Se han aclarado mucho las tendencias al encuadrar el libro de Daniel dentro del género apocalíptico.17.4. Género literario de Daniel

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· No todos los que pueden considerarse apocalípticos abordan los mismos temas ni tienen la misma estructura literaria. El desarrollo máximo de la apocalíptica se debe situar entre el siglo II a.C. y el siglo II d.C. Est género no nació espontáneamente. El exponente máximo está en los libros apócrifos pero en los libros proféticos hay fragmentos que pueden encuadrarse en este género. Es lógico, por tanto, plantearse si Daniel es un libro apocalíptico y si, como muchos afirman, es el "punto de arranque de gran parte de la apocalíptica".

· Los seis primeros capítulos: se ha desechado la opinión de que fueran relatos históricos más o menos concordes con los hechos acaecidos; no parece que el autor sagrado pretendiera relatar unos acontecimientos concretos, sino fundamentar una doctrina religiosa, en concreto, el dominio de Dios sobre la historia y el premio a la fidelidad de los hombres.

· La segunda parte del TM (cap. 7-12): es más claramente apocalíptica: las visiones se refieren a acontecimientos de la edad futura; hay una intervención más directa de los ángeles; se revelan hechos venideros; se anuncia el triunfo definitivo de Dios y de sus fieles. De hecho, se considera el libro de Daniel como el primero y más genuino de los apocalípticos. Es fácil comprobar la influencia que tuvo en los apocalípticos apócrifos y tambien en el N.T.

17.5. Unidad y estructura del libro· Tiene unidad temática: los relatos y las visiones van encaminados a enseñar que Dios rige la

historia y triunfa sobre los poderes humanos. Con la llegada del reino definitivo de Dios, también triunfarán los justos, "los santos". Este mensaje de esperanza da unidad a todo el conjunto.

· Punto de vista formal: no han faltado intentos de poner de relieve una especial unidad, intentada por el último redactor. Al menos hay que reconocer que pretendió unificar incluso los relatos que muy posiblemente ya existían independientes unos de otros.

· El TM presenta dos partes: narraciones (caps 1-6) y visiones (caps 7-12)17.5.1. Primera parte

· Seis relatos orientados a reconocer la soberanía de Dios y la recompensa definitiva de la fidelidad a la Ley:· La prueba de los alimentos (1,1-21).· La visión de Nabucodonosor (2,1-49) sobre la estatua de diferentes materiales. · Los jóvenes amigos de Daniel en el horno (3,1-30) por no adorar a la estatua.· El sueño de Nabucodonosor sobre el árbol y su enfermedad (3,31-4,34).· El festín de Baltasar (5,1-30).· Daniel en la cueva de los leones (6,1-29).

17.5.2. Segunda parte· Las visiones apocalípticas contienen también una interpretación de la historia y un mensaje

doctrinal.· Las cuatro bestias y el Hijo del Hombre (7,1-28).· El carnero y el macho cabrío (8, 1-27).· La interpretación de las setenta semanas (9,1-27).· Las guerras helenísticas o anuncio de la gran catástrofe (10,1-12,13).

17.5.3. Apéndice griego· La versión griega termina, como se ha indicado, con tres relatos haggádicos de enorme interés.

· La historia de Susana (13,1-64). relato de consuelo y aliento para la comunidad israelita, representada en Susana, que se ve asediada por poderosos sin escrúpulo, los dos ancianos; al final Dios suscitará un instrumento, Daniel, que juzgará la maldad de los poderosos paganos y salvará a Israel por su fidelidad.

· Daniel y los sacerdotes de Bel (14,1-22). Relato irónico para desautorizar el culto pagano.

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· La muerte del dragón (14,23-42). En tono irónico el autor ridiculiza el poder del dragón-ídolo y se entretiene imaginándose los pequeños prodigios que Dios puede llevar a cabo para salvar a su fiel servidor, Daniel.17.6. Contenido Doctrinal

· Tema central: Dios, conductor de la historia, la guía hasta el final de los tiempos, cuando resplandecerá la soberanía de Dios y de los suyos.

17.6.1. La salvación gratuita· Dios, soberano de la historia, otorga la salvación, no por los méritos de los destinatarios, sino

por generosa liberalidad. Dios interviene salvando al protagonista Daniel, a las personas relacionadas con él, sean o no pertenecientes al pueblo elegido, y prometiendo la salvación universal de los justos en el tiempo futuro.· En la parte narrativa la salvación se cumple inmediatamente. Con frecuencia Dios envía un

ángel que comunica la salvación. La acción de intermediarios celestes es específica de este libro.

· En la segunda parte , más propiamente apocalíptica, la venida salvadora del reino no será fruto del esfuerzo humano, sino don de Dios; no es inmediata, sino en el futuro.6.2. El Reino de Dios

· El autor no se detiene en explicar la naturaleza del Reino, sino que se limita a explicar el tiempo de su implantación, distinguiendo las dos etapas, la presente y la escatológica:· El señorío actual de Dios se refleja en los asuntos privados y en los públicos.· El domino definitivo en el reino escatológico. La sucesión dramática de los imperios es señal

del carácter efímero del poder humano. Del modo de hablar en el libro, se deducen tres características que distinguen al reino de Dios del reino de los hombres:· es eterno e indestructible.· llega misteriosamente, sin espectáculo, pero en una dinamicidad sin precedentes.· es universal.

17.6.3. La figura del Hijo del Hombre (Dan 7,9-14)6.3.1. Carácter transcendente del Hijo del Hombre· Dan 7,13: "Proseguí mirando en las visiones nocturnas y he aquí que en/con las nubes del cielo

venía como un hijo de hombre y llegó hasta el Anciano y fue llevado hasta él".· en/con las nubes: La lectura "sobre las nubes" refleja con más claridad que se trata de un

ser divino, pues caminar sobre las nubes es un atributo divino. Sin embargo, aunque se lea "con las nubes", se está indicando que es un ser superior al puro hombre, por más que el lenguaje sea apocalíptico, pues las nubes aparecen casi siempre en la Biblia en contexto de teofanía.

17.6.3.2. Hijo del hombre, como ser humano· Símbolo de una realidad humana, es decir, tiene que ver con los hombres tanto o más que con

Dios: simboliza al reino de Israel y a su rey. Decir que es un ser transcendente no significa que abiertamente se indique que es un ser divino; basta saber que no es un ángel ni un ser intermedio entre Dios y el hombre. Es un hombre que recibe de Dios ("el Anciano de días") una investidura peculiar, un imperio eterno, un reino que no será destruido jamás. Es decir, al menos se nos indica que su misión es transcendente y que su relación con Dios también lo es.

17.6.3.3. Hijo del Hombre, figura colectiva o individual· A pesar del v. 18 y del conjunto del capítulo (vv. 15-27) hoy es unánime la opinión de que los

conceptos de rey y reino están indisolublemente unidos, porque no hay reino sin rey y viceversa. Es un problema análogo al que plantea el título del Siervo de Yahweh, que tiene simultáneamente un valor colectivo y un valor personal. El cap. 7 en su conjunto anuncia la venida de una comunidad mesiánica, los "santos del Altísimo, el pueblo de los santos del Altísimo" (vv.

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18.22.27). Pero la comunidad de los consagrados (cfr. Ex 19) es inconcebible sin su Cabeza, como es inconcebible reino sin rey. Si las fieras de la visión simbolizan a los distintos reinos y a sus reyes, la figura del Hijo del Hombre simboliza a los santos y al Santo, al Salvador futuro.

17.6.3.4. Carácter mesiánico del Hijo del Hombre.· Es indudable que tiene carácter mesiánico, por la frecuente imagen del reino y del dominio

universal y eterno; pero con una perspectiva nueva. Ya no es el hijo de David que reinará a lo humano. Es un personaje misterioso que viene en/con las nubes del cielo, y establece un reino que funciona con unas coordenadas diferentes a las del reino humano. La figura del Hijo del Hombre pone de relieve la sencillez y la humildad en su presentación sin los esplendores de un monarca terreno; pero con origen y misión que transciende todo lo humano. De este modo se va preparando la plenitud que supone el NT.

18. Ageo y ZacaríasSituación histórica y social de la época persa

· El año 539 caía Babilonia a manos de Ciro el Grande. Desaparecía el imperio babilónico y sobre sus ruinas se iba a levantar el imperio persa. La política persa en relación a los pueblos incorporados fue sumamente suave. Respetaron su identidad, costumbres y culto. Ciro autorizó a los exilados en Babilonia el represo a sus países de origen, con la posibilidad de edificar sus ciudades y restaurar sus templos.

· Ciro extendió decreto de liberación al pueblo judío el año 538. Sin embargo, seguirían sometidos al imperio persa: ya no volvería a existir un estado israelita independiente, ni poder político autónomo, sino comunidad religiosa centrada en torno al culto y al sacerdocio. Los comienzos de los que volvían del destierro a Palestina no fue fácil:· los pueblos vecinos veían con malos ojos la obra emprendida y ostigaban de mil maneras· los judíos que habían quedado en Palestina durante el destierro estaban ya instalados,

cultivaban la tierra como algo suyo y no querían compartirla con los recién llegados.· les resultaba intolerante la pretensión de los repatriados de considerarse a sí mismos como el

verdadero Israel.· la dificultad mayor vino por parte de los samaritanos, que quisieron participar en la

reconstrucción del Templo, siendo rechazada su ayuda. Desde entonces los roces entre samaritanos y judíos fueron constantes.18.1. Ageo18.1.1. Persona y actividad del profeta

· El libro aporta pocos datos de la persona y de la vida del profeta. Según la tradición judía vivió con el pueblo su cautividad en Babilonia, y se supone que había regresado de la cautividad poco tiempo antes de iniciar su ministerio. Parece que fue testigo de la magnificencia del templo anterior, por tanto, en el momento de su aparición profética era ya anciano. Tiene gran prestigio ante autoridades y conciudadanos.

· Desconocemos por completo su actividad anterior y posterior a la reseñada en su libro. Él y Zacarías son los profetas de la restauración de Israel. Ambos son considerados como los fundadores de la Gran Sinagoga.

18.1.2. Estructura y estilo del libro· Su autenticidad es discutida entre los comentaristas. Razones en contra: la forma impersonal de

los oráculos; el uso de la tercera persona y no la primera en la parte narrativa; la denominación de “el profeta” cuando se refiere a Ageo, como si se tratase de alguien distinto del autor…etc. estas razones hacen pensar que los vaticinios, exhortaciones y promesas fueron coleccionados y resumidos por alguno de sus discípulos. Se compone el libro de cuatro discursos u oráculos proféticos cuya unidad viene dada por el tema común a todos ellos: la reconstruccion del templo.

18.1.2.1. Primer oráculo (1, 2-15)

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· Dirigido a Zorobabel y Josué, autoridades política y religiosa del pueblo. La intervención comprende tres puntos:· Denuncia del egoísmo del pueblo, preocupado de su propio bienestar y desinteresado por

reconstruir la casa del Señor.· Explicación de la situación lamentable del pueblo que son claro reflejo de la maldición del

Señor, que pesa sobre el pueblo.· Efectos de la intervención profética: el gobernador, el sumo sacerdote y el pueblo aceptan su

palabra y a las tres semanas comienzan las obras.18.1.2.2. Segundo oráculo (2, 1-9)

· La razón de esta nueva intervención se deja entrever en sus palabras, que contienen una exhortación y una promesa:· Al comparar la insignificancia de las obras en curso con la magnificencia del templo de

Salomón comienza a cundir de nuevo el desaliento. Las palabras de Ageo tienen por objeto levantar los ánimos. El punto de partida es la presencia protectora del Señor en medio de su pueblo, que debe animarlos a perseverar en la obra comenzada.

· En la promesa se establece la relación entre este templo y la aparición del reino mesiánico y la sumisión de los gentiles. El profeta hace revivir la idea de la magna peregrinación de todos los pueblos a Jerusalén.

18.1.2.3. Tercer oráculo (2, 10-19)· La aplicación que Ageo quiere deducir se basa en una de las múltiples cuestiones rituales acerca

de lo puro e impuro, que él presenta a los sacerdotes. La respuesta que recibe de ellos es que la impureza obra por contagio y se comunica a todo aquello que de algún modo está cerca y lo puro no actúa así. El profeta aplica esta solución a la edificación del templo. El punto crítico de la cuestión es saber a quién se refiere el profeta con la expresión “este pueblo”.· Si alude al pueblo judío repatriado, la aplicación es la siguiente: la indolencia en acometer las

obras es la impureza que infecta a todos y a todas las cosas, situándolas en estado de impureza. El momento en que ponen mano a la obra, el panorama cambia y los signos de prosperidad son evidentes: lo impuro es sustituido por los puro y es causa de bendición.

· Si “este pueblo” designa a los samaritanos, que eran “pueblo impuro”, entonces, aceptar su ayuda en las obras de reconstrucción equivaldría a impurificarlo todo: lo “impuro” no podía purificarse por un fin, aunque fuese muy sano.

18.1.2.4.. Cuarto oráculo (2, 20-23)· Ultima intervención. Es una promesa a Zorobabel, presentado en el libro, como figura

mesiánica: es el sello de Dios con su pueblo, sino de que Dios sigue protegiéndolo.18.1.3. Contenido Doctrinal

18.1.3.1. Reconstrucción del templo y renovación interior· La reconstrucción del templo y la reanudación del culto son presentados como garantía de la

prosperidad material de los repatriados y de los que permanecieron en el país. Todavía se tiene en cuenta sólo la retribución en esta vida. Pero, al mismo tiempo, devuelve la esperanza al pueblo al establecer la relación de aquel templo con el Mesías. Estos oráculos son un anillo más en la preparación evangélica. Los diversos templos que se suceden a lo largo de la historia del pueblo de Dios están orientados a significar la presencia de Dios en medio de su pueblo, a preparar y suscitar la esperanza en el nuevo templo (que es Cristo).

18.1.3.2. Doctrina mesiánica· Zorobabel sería sólo una figura del verdadero Mesías. En la transmisión de su mensaje, Ageo

utiliza el lenguaje apocalíptico, el tema de la rendición de las naciones al pueblo de Dios al que debían servir, el tema de la paz y el del mesianismo, encarnado en Zorobabel el elegido del Señor.

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18.2. Zacarías18.2.1. La persona del profeta

· Llevó a cabo su misión profética en la época de Darío I, rey de Persia, entre los años 520-518, unos meses después del profeta contemporáneo Ageo.

· El objetivo primordial del profeta fue espolear el afán patriótico en la reconstrucción del templo y confirmar la seguridad en las promesas hechas al “resto bendito” de Israel. Zacarías era muy joven cuando comenzó su misión y parece que vivió hasta que se terminaron las obras del templo.

18.2.2. Problemas críticos del libro· En su forma actual, los oráculos del libro no forma una unidad literaria y no es homogéneo su

contenido:· La primera (caps. 1-8) transmite lapredicación de Zacarías, preocupado como Ageo por la

reconstrucción del templo· La segunda (caps. 9-14) colección de oráculos bastante heterogéneos en su origen tenido.

· La segunda parte parece ser de época muy posterior: mientras que la primera parte está perfectamente datada, la segunda carece de toda datación. En contraste con la primera, la segunda es impersonal y el horizonte histórico es también distinto. El estilo es también menos vivo, espontaneo y original.

· Los comentaristas han venido señalando que la primera parte recoge los oráculos de un profeta, Zacarías, mientras que la segunda, más escatológica, sería obra de otro profeta más tardío, llamado Deutero-Zacarías. A pesar de todo, algunos autores modernos hacen esfuerzos por mostrar la unidad de todo el libro, apoyándose en que ambas secciones se basan en doctrinas comunes: la fertilidad paradisíaca y la protección divina de Jerusalén.

18.2.3. Primera parte (cap. 1-8)18.2.3.1. Estructura y estilo

· Contiene muchos elementos sapienciales y es fácilmente estructurable en dos apartados, precedidos de una introducción.· Visiones sobre la contracción del templo (1, 7 a 6, 14)· Oráculos mesiánicos (7 - 8)

· La introducción es una llamada a la conversión sincera y profunda, como condición previa y necesaria para la intervención salvadora de Dios en favor de la comunidad.

· Las visiones nocturnas, intercaladas por sentencias proféticas, a modo de comentario, terminan con la coronación simbólica de Zorobabel. Todas ellas giran en torno al nuevo orden escatológico que ha de preceder a la venida del Señor sobe la ciudad devastada.

· Los oráculos mesiánicos, comprenden los dos últimos capítulos. El cap. 7 es una síntesis retrospectiva de los que ha sido la historia nacional. Una historia tejida de infidelidades parecía aconsejar la continuación del ayuno. El cap. 8 es una colección de oráculos mesiánicos. Todos ellos coinciden en utilizar una misma formula introductoria: “Así dice el Señor de los ejércitos”, y en transmitir la esperanza en un futuro esplendoroso.

18.2.3.2. Contenido Doctrinal· Fortaleza de la fe: Es una respuesta de fe a las dificultades e la comunidad de su tiempo. En

efecto, los judíos repatriados contrastaban las promesas brillantes de los profetas del exilio con la precaria situación presente y estaban desmoralizados. A esta situación Zacarías da una doble respuesta, con la intención de mantener viva la fe y la esperanza y llevar la seguridad a todos los habitantes.· La primera respuesta es que Dios dará la salvación, pero exige una total y sincera conversión.· La segunda respuesta es más amplia y está en relación con su perspectiva mesiánica.

· Anuncio de la era mesiánica: El contenido central del mensaje de Zacarías es el anuncio de la era mesiánica. Esta vendrá con toda seguridad, y pronto. Mejor aún, para Zacarías esta era

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mesiánica ha comenzado ya. Así lo indican los signos como la reconstrucción del templo y la restauración nacional. Ambos están ya en marcha.

· El “angel del Señor”: .un personaje autónomo que media entre el profeta y Dios. También Zacarías es el primero que habla de Satán (3,2).

18.2.4. Segunda parte (cap. 9-14)18.2.4.1. Estructura y Estilo

· Representa concepciones mesiánicas, muy diferentes entre sí, pero congruentes en su carácter espiritual, trascendente y apocalíptico.

· Se divide en dos secciones: 9-11 y 12-14. Las dos tienen la misma fórmula introductoria (“Oráculo. Palabra del Señor). En ambas los oráculos son independientes entre sí. Se considera que muchos de estos oráculos son de época griega y, por lo tanto, la redacción definitiva del libro sería también de esa época.

18.2.4.2. Contenido Doctrinal· Esperanza Mesiánica: Estos capítulos ofrecen una síntesis, casi completa, de los distintos

aspectos y formas en que se canalizó y expresó la esperanza mesiánica a lo largo del AT. En 9, 9-10, el Mesías se muestra como un personaje real, pero humilde y sencillo, y desprovisto de toda pompa mundana.

9Alégrate sin medida, hija de Sión, Lanza gritos de gozo, hija de Jerusalén. He aquí que viene a ti tu rey: él es justo y victorioso, humilde y montado en un asno, en un pollino, cría de asna. 10El suprimirá los carros de Efraim y los caballos de Jerusalén; con él desaparecerá el arco de guerra, y el proclamará la paz a las naciones. Su dominio irá de mar a mar, y desde el gran Río hasta los confines de la tierra

· Este oráculo presenta la investidura del rey Mesías en una sencilla liturgia:· Jerusalén acoge con cantos y danzas rituales al Mesías (9a).· Él es justo y victorioso, dos atributos que expresan la manifestación gloriosa de Dios en la

era mesiánica.· Y es humilde. El mesianismo real de los profetas antiguos se despoja de todo carácter

político y terreno y alcanza su dimensión humilde y misteriosa, pobre y espiritual, mostrando en ello su carácter universa.

· La segunda sección (caps 12-14) contiene un oráculo importante, porque apunta a un futuro personaje, inmolado por los demás:

Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén espíritu de gracia y de plegaria y mirarán hacia mí, hacia el que traspasaron. Y plañirán por él como suele llorarse por el hijo único, y se hará duelo amargo por él, como suele hacerse por el primogénito (Zac 12, 10)

· La figura misteriosa, el Traspasado, alcanzará la salvación porque su muerte se convierte en principio de salvación y redención. En otros textos de esta misma sección se hace intervenir directamente al Señor sin referencia a ningún personaje mesiánico. Otro valor de estas colecciones está en la información sobre la tensión creciente de expectación mesiánica en que vive el judaísmo conforme se acerca a la era cristiana.

· Proyección hacia el NT: El AT fue incapaz de hacer una síntesis armoniosa de la figura del futuro Mesías. Todas estas representaciones mesiánicas, despojadas de sus condicionamientos materiales, nacionalistas revanchistas se funden y se armonizan en Jesús. Por eso, el NT hace muchas citas o alusiones de estos capítulos de Zacarías.

19. MALAQUIAS19.1. Autenticidad y problemas críticos

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· Si el nombre corresponde a un profeta concreto, nada sabemos de su vida; pero la mayor parte de los comentaristas piensan que es un seudónimo al que se le atribuye la colección de oráculos anónimos que pasaron al canon bajo su nombre, por las razones siguientes:· La palabra "mal'akî" del encabezamiento del libro es un nombre común con sufijo que

significa "mi mensajero", o un patronímico que indicaría algo correspondiente al mensajero. Malaquías, como nombre propio es desconocido en el A.T.

· La versión de los LXX traduce “por medio de su mensajero”. La del Talmud y del Targum de Jonatán que añade “cuyo nombre es Esdras, el escriba”.

· El título de esta profecía: "Oráculo, palabra de Yahweh" es el mismo con que empiezan las dos secciones de que consta la segunda parte de Zacarías (9,1 y 12,1). Algunos piensan que originariamente existieron tres colecciones proféticas anónimas. El editor de los profetas menores con el fin de redondear el número de Doce, nombre sagrado y símbolo de Israel, adosó las otras dos colecciones a Zacarías y editó ésta como profecía independiente en la forma actual.

· En cuanto a la fecha en que fueron proclamados, las indicaciones del libro, comparadas con los datos del de Nehemías, permiten datarlo con mucha probabilidad hacia la mitad del siglo V, poco antes de la reforma llevada a cabo por Esdras y Nehemías. La redacción tuvo que ser más tarde, quizás ya en la época griega.

19.2. Estilo y estructura del libro· El libro tiene una clara orientación pastoral, aunque le falta la fuerza argumental de los profetas

preexílicos. Consta de seis secciones, todas ellas estructuradas de la misma manera. Su montaje es diagonal y parecido al género literario que llamamos diatriba.

19.2.1. Primera Sección: El amor de Yahweh hacia Israel: 1, 2-5· El destinatario de esta sección es la comunidad judía postexílica que se encuentra en una

situación decadente. Provoca un clima de desaliento en que la fe está a punto de naufragar dando paso al escepticismo. ¿Dónde está el amor de Yahweh para con su pueblo? (Cfr. Dt 7,8). El Señor responde taxativamente: "Os he amado". Y da dos razones para demostrarlo. La primera es histórica, la elección de Jacob, desde antiguo. La segunda es actual, la desgracia de Edom, que por este tiempo simbolizaba a los enemigos de Israel. Edom había sido invadido por los Nabateos. Este desastre equivale a la restauración judía.

19.2.2. Segunda Sección: Pecados de los sacerdotes: 1,6-2,9.· Este oráculo que denuncia el culto falso de los sacerdotes, tiene dos partes:

· El Señor es Padre y dueño de su pueblo. Tiene derecho a la honra que se refleja en el culto. Sin embargo, los sacerdotes habían deshonrado y menospreciado su nombre. Sus claudicaciones morales y religiosas repercutían en el pueblo. Los pecados que Dios les echa en cara son: Violación de las leyes del culto en lo referente a la pureza de las víctimas (1,7-9). Violación de la Alianza (2,8). Violación de su oficio de enseñar la Ley con el consiguiente extravío del pueblo. Ellos son los principales responsables (2,7).

· La segunda parte recoge un oráculo en el que Dios les dirige una llamada a cambiar de actitud. Si la respuesta es positiva, Dios les perdonará y les amará. Si es negativa, tendrán por parte de Dios maldición y repudio (1,14; 2,1-2) y por parte del pueblo el desprecio (2,9).

· Una atención especial merece la visión universalista del profeta que contrasta el culto de Jerusalén con el de los paganos:

· Desde donde sale el sol hasta donde se pone, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece incienso a mi Nombre y una oblación pura. Pues grande es mi Nombre entre las naciones, dice el Señor de los ejércitos (Ml 1, 11)

· Dios habla de un sacrificio universal y puro. Esta afirmación de universalidad y de reconocimiento de una oblación pura entre los gentiles sorprende en un oráculo centrado en la

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purificación del culto en el Templo. Parece que el profeta pretende estimular a los profesionales del culto en el Templo, contrastando hiperbólicamente el culto de las naciones con el que se realiza en Jerusalén.19.2.3. Tercera Sección: Condenación de los matrimonios mixtos y del divorcio: 2,10-16.

· La profanación del Santuario a aumentado con los matrimonios mixtos y con los divorcios. Al casarse los israelitas con mujeres extranjeras, admitían a los dioses de ellas y se exponían a la idolatría. Por otra parte, al repudiar a la esposa de la juventud se reniega del único Dios que ha creado a los dos para que vivan en unidad. Aquí se condena no sólo el divorcio de los hijos del pueblos de Dios, sino también el nuevo casamiento con mujeres extranjeras por lo que lleva consigo de ruptura de la alianza, de la que el matrimonio es reflejo.

19.2.4. Cuarta Sección: El día del Señor: 2,17-3,5· El pueblo con sus quejas planteaba al profeta el problema de la retribución. No hay justicia,

como lo demuestra el hecho de la prosperidad del impío. La respuesta es sorprendente y rica de contenido. La justicia de Dios se cumplirá en el Día del Señor. Dios vendrá para juzgar, pero su venida será precedida de un mensajero al estilo del heraldo de las monarquías orientales, cuya misión era anunciar la venida del rey, invitando a preparar el camino. El oráculo termina con una lista de los pecados que serán objeto del juicio y que era los más destacados en la vida de la comunidad: la magia, el adulterio, los pecados sociales contra la justicia y todo tipo de opresión.

19.2.5. Quinta Sección: Desprecio de los diezmos del templo: 3,6-16· La violación de la ley de los diezmos es otro de los pecados de la comunidad. De nuevo les

recuerda que la situación presente de miseria y escasez es debida a su incumplimiento de los preceptos legales. La obediencia a la ley y la conversión al Señor les garantizará la prosperidad. La mención casuística de los diezmos es señal de que estamos en una época muy tardía.

19.2.6. Sexta Sección: El juicio de Dios: 3,13-21· El problema planteado en esta sección es nuevamente el de la retribución. Lo único que cambia

son los protagonistas. Ahora son los justos los que se quejan. La respuesta es la misma. En el Día del Señor los justos y los pecadores recibirán su recompensa (3,16-21). Para Malaquías la justicia de Dios tendrá un cumplimiento escatológico.

· Un pequeño apéndice cierra el libro (3, 23-25). Es una exhortación a la observancia de la ley según el estilo y el espíritu deuteronomista.

19.3. Contenido Doctrinal19.3.1. La alianza

· El tema sobre el que gira toda la enseñanza de Malaquías es la relación de alianza entre el Señor y el pueblo.

19.3.2. La retribución· Desde el ángulo de la alianza, aborde el problema de la retribución. El profeta da una respuesta

de fe a los problemas que afectaban al pueblo, subrayando que Dios es justo y que, como tal, juzgará individualmente a justos y a pecadores. Para Malaquías no es la condición de miembro escogido la que salva, sino únicamente la condición de justo. La justicia de Dios no se cumple aquí y ahora. Tienen lugar en la era escatológica.

19.3.3. Doctrina Mesiánica· Dos novedades interesantes aporta Malaquías a la doctrina mesiánica: la indicación del

mensajero misterioso que precederá a la venida de Señor (San Juan Bautista). Y sobre todo la “oblación pura”, sacrificio perfecto de la era mesiánica.

20. ABDIAS-JOEL-JONAS20.1. Abdías20.1.1. La persona del Profeta

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· Fuera del libro, no tenemos en las fuentes bíblicas información alguna sobre la vida y la obra del profeta. Abdías: ‘obayah, derivado de ‘obad-yhwh, significa “siervo del Señor”, que viene a ser como una definición de la misión del profeta. En este dato se apoyan comentaristas que mantienen la hipótesis de que podría ser un seudónimo a quien se le adjudica este texto que ya existía independiente con anterioridad. Se deja entrever que perteneció a aquella corriente de pensamiento que fue surgiendo en círculos del judaísmo postexílico caracterizada por su cerrado nacionalismo de tipo exclusivista y, con frecuencia, revanchista y vengativo.

20.1.2. El libro: problemas críticos· Es el más corto de todo el AT (21 versículos). Plantea problemas para los que la ciencia bíblica

no ha encontrado solución satisfactoria. Los más relevantes son el tiempo de su composición y el de la unidad literaria. En cuanto al primero, se oscila entre el siglo IX y los que lo desplazan a la época griega. En el canon al estar de cuarto indica que era conocido desde muy antiguo. El mejor marco es: 587-312.

· En cuanto a la unidad literaria, hay dos opiniones:· Es una colección de oráculos de distinto autor y época: Razones: los v. 2-10 se encuentran

con variantes en Jer 49,7,22; hay cambio de perspectiva y de papeles en ls segunda sección. El libro es demasiado breve para descubrir con claridad las etapas de composición.

· El libro forma una unidad literaria: hipótesis más generalizada. Razones: (1) el tema del “día del Señor” es una constante en las dos secciones; (2) ambas repiten fórmulas y expresiones idénticas; (3) la transición del plano histórico al plano escatológico es constante en la literatura profética de tipo apocalíptica.20.1.3. Estructura y estilo del libro

· “Visión de Abdías”: es conocido (Is 1,1; Na 1,1) en el sentido de mensaje profético. Se distinguen dos secciones:· Primera (vv. 1-14): oráculo de maldición y condenación contra Edom, presentada como “el

día del Señor” sobre Edom. En dependencia de Am 1,11-12. El esquema es del típico oráculo contra las naciones.

· Segunda (vv. 15-18): Transposición de la primera. Del plano histórico se pasa al apocalíptico. El “día del Señor” sobre Edom es ahora el “día del Señor” sobre las naciones. Estas son destruidas mientras Jerusalén es restaurada.20.1.4. Contenido doctrinal

· El valor de este libro radica en su aspecto documental y de testimonio:· Recuerda las etapas de la lenta ascensión por las que el AT llegó hasta el NT.· Es testimonio valioso de la situación emocional, espiritual y psicológica de la comunidad

judía de una época.· Nunca aparece citado en el NT: con todo, subyace un mensaje de esperanza para el “resto

santo”, llamado a recobrar las posesiones y a permanecer incólume el “día del Señor”.20.2. JOEL20.2.1. La persona del profeta

· Joel (yôel) significa “él es Dios”. hijo de Petuel y parece deducirse que vivía en Judá y probablemente en Jerusalén, donde mantenía estrechos lazos con los círculos más cultos. Quizás vivió cerca del templo. Conocía bien el campo, las faenas agrícolas, etc.

20.2.2. El libro: problemas críticos· Unidad literaria: hasta 1940 se inclinaban por la dualidad de autores, ahora prevalece la teoría

de la unidad por: un mismo tema, el día del Señor, que recorre toda la obra, y el estilo fluido y armonioso.

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· Tiempo de composición: suele señalarse el postexilio: finales del siglo V o principios del IV. Razones: (1) supone desaparecida la monarquía; (2) El templo y las murallas ya construidas; (3) el sacerdocio y el culto son predominantes.

20.2.3. Estructura y estilo del libro· Comprende dos partes bien diferenciadas:

· Primera parte: Se mueve en el plano histórico-descriptivo; tiene como punto de partida una plaga de langostas que unida a una terrible sequía destruye las cosechas. Se sucede una ceremonia penitencial y unas rogativas a las que el Señor responde con la promesa de terminar el azote y de devolver la abundancia.

· Segunda parte: se remonta al plano escatológico integrado por tres aspectos: la efusión del espíritu, el juicio sobre las naciones y la restauración paradisíaca.

· Primera parte: invasión de las langostas (cap 1-2): Comienza con una descripción angustiosa de la plaga de langostas que asola las cosechas. la única respuesta posible es la penitencia porque ha llegado el “día del Señor”. Se añade la sequía. Ambas son descritas en la imagen de un poderoso destructor. Sólo la conversión sincera puede alcanzar de Dios el perdón y cese del castigo. El oráculo final es la respuesta de Dios, anunciando el final de la tragedia y retornando las bendiciones.

· Segunda parte. Sección escatológica (Cap. 3-4): La promesa de la efusión del espíritu sobre el pueblo abarca todo el cap. 3. El cap. es escatológico: batalla escatológica, restauración de Jerusalén. El punto de partida son las bendiciones materiales, interpretadas ahora como bendiciones espirituales. El “día del Señor” es contrasigno indicador del nuevo día del Señor.

20.2.4. Contenido doctrinal· La primera parte es una rica enseñanza sobre la intervención y la pedagogía de Dios a lo largo

de la historia de su pueblo. Todos los acontecimientos tienen valor de signo. por encima de las infidelidades y castigos, las bendiciones del Señor siempre permanecen y se cumplen.

· Joel construye una de las más perfectas liturgias de la conversión con los elementos siguientes: denuncia del pecado, convocación al pueblo, ritos penitenciales, llamada a la conversión de corazón, oración de súplica, respuesta del Señor.

20.2.5. Profecía sobre la efusión del Espíritu de Dios· Cap. 3: oráculo escatológico en el que aparecen dos elementos clásicos del día del Señor: (1) los

prodigios cósmicos que lo acompañan y (2) la salvación definitiva de los que invocan el nombre del Señor, del “resto”. Son específicos en este libro los versículos que anuncian para el día del Señor, algo nunca visto, la efusión del Espíritu Santo:· «Y después de esto, yo derramaré mi espíritu sobre toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas

profetizarán, vuestros ancianos tendrán sueños, y vuestros jóvenes visiones. Y hasta sobre los siervos y las siervas derramaré mi espíritu en aquellos días».· Concreta el deseo de la participación del espíritu dado en los tiempos de Moisés (Num

11,24-30), y anuncia que en el “día del Señor” el espíritu no solo se repartirá sino que se impregnará como el agua a todo hombre, sin distinción de sexo, ni de edad, ni de condición social.

· En Joel “mi espíritu” indica sólo la acción directa de Dios; la efusión del Espíritu Santo en Pentecostés ilumina y lleva a plenitud este oráculo, según el testimonio de Lucas (act 2,17-21).

20.3. JONAS20.3.1. El libro. Problemas críticos

· No recoge una profecía propiamente dicha, sino que es un relato con un personaje llamado Jonás. Su nombre, tomado de 2Re 14,25 y su mensaje de penitencia dirigido a Nínive, indujeron a considerarlo como profeta.

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· Consta de tres episodios entrelazados, cada uno de los cuáles podría tener sentido en sí mismo: · Primero: narra el encargo recibido por Jonás de predicar la conversión de Nínive; la huida del

profeta “lejos del Señor” hacia Tarsis, y el rechazo de los marineros que le arrojan al mar. Termina con el salmo de confianza que recita en el vientre del gran pez.

· Segundo: relata cómo Dios reitera a Jonás la orden de predicar la conversión a Nínive y él la ejecuta; la ciudad hace penitencia y el castigo se suspende.

· Tercero: Jonás se irrita ante el perdón otorgado a Nínive, y recibe una nueva lección sobre el alcance de la misericordia de Dios, episodio del ricino: Si un hombre es capaz de tener lástima por un arbusto, ¿cuál será la solicitud de Dios por una ciudad tan poblada como Nínive?.20.3.2. Género literario

· Durante muchos años se ha interpretado como libro histórico, pero hay dificultades para asegurarlo. Otros han supuesto que es una alegoría fácilmente comprensible, pero también deja datos sin explicar (el ricino, el sentido de los marineros paganos pero piadosos). Parece más bien una narración sapiencial al estilo de Tobías, Ester o Rut, escrita para trasmitir una enseñanza. Si se consideró como libro profético es porque en su mensaje coincide con los profetas.

20.3.3. Contenido doctrinal· Enseñanza central: el dominio de Dios sobre todas las naciones, no solo sobre el pueblo de

Israel: Dios puede condenar a Nínive o a cualquier ciudad, pero también puede tener misericordia de las y perdonarlas. Ridiculiza el particularismo de los judíos repatriados que negaban la salvación de los paganos, a no ser que, al convertirse, se unieran con todas las consecuencias al pueblo elegido y asumieran su ley.

· Contiene una doctrina similar a la que se exponía en la tercera parte de Isaías, prepara la venida del “Israel de Dios”. Nuestro Señor citará el episodio de Jonás, como signo de su propia sepultura, de la que al tercer día habría de resucitar (Mt 12,38-42).