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AUTOR
AÑO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS
INVERSIÓN, EXPECTATIVAS Y CULTURA EN AMÉRICA LATINA.
Bernarda Dominique Acosta León
2018
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS
INVERSIÓN, EXPECTATIVAS Y CULTURA EN AMÉRICA LATINA.
Trabajo de Titulación presentado en conformidad con los requisitos
establecidos para optar por el título de Economista.
Profesor Guía
Gabriela Córdova Montero
Autor
Bernarda Dominique Acosta León
Año
2018
DECLARACIÓN DEL PROFESOR GUÍA
Declaro haber dirigido este trabajo a través de reuniones periódicas con el
estudiante, orientando sus conocimientos y competencias para un eficiente
desarrollo del tema escogido y dando cumplimiento a todas las disposiciones
vigentes que regulan los Trabajos de Titulación.
_____________________________
Gabriela Córdova Montero
Economista
1712084803
DECLARACIÓN DEL PROFESOR CORRECTOR
Declaro haber revisado este trabajo, dando cumplimiento a todas las
disposiciones vigentes que regulan los Trabajos de Titulación.
____________________________
Karla Meneses Bucheli
Economista
1715312813
DECLARACIÓN DE AUTORÍA DEL ESTUDIANTE
Declaro que este trabajo es original, de mi autoría, que se han citado las fuentes
correspondientes y que en su ejecución se respetaron las disposiciones legales
que protegen los derechos de autor vigentes.
____________________________
Bernarda Dominique Acosta León
1718301508
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a todos quienes hicieron
posible la realización de la presente
investigación. De manera especial a mi
tutora Gabriela Córdova y a mi
correctora Karla Meneses por todo su
apoyo y profesionalismo.
DEDICATORIA
Para todos mis seres queridos, de
manera especial a mi amada madre por
su ejemplo de lucha y perseverancia. A
mis hermanos y mis abuelitos por su
apoyo incondicional.
RESUMEN
Dada la importancia que tiene la inversión en el crecimiento económico, varios
estudios analizan sus principales determinantes. Esta investigación busca
demostrar que la inversión fija en América Latina está determinada por factores
culturales y que reacciona de forma positiva ante las expectativas empresariales
(medida con el índice de confianza empresarial). Para esto, se consideran seis
variables culturales, cuatro de ellas son dimensiones culturales de Hofstede
(diferencia de poder, individualismo, masculinidad y aversión a la incertidumbre),
la quinta es el índice de diversidad religiosa de Pew Research y la sexta es la
percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. A partir de un
modelo de panel de datos por mínimos cuadrados generalizados, se muestra
que todas las variables, a excepción de la masculinidad, son significativas para
explicar la inversión fija en la región; donde el individualismo, tiene una influencia
negativa y el resto de las variables culturales una influencia positiva.
Palabras clave: Inversión, expectativas, cultura, Hofstede, religión, corrupción,
América Latina.
ABSTRACT
Given the importance of investment in economic growth, several studies analyze
its main determinants. This research aims to demonstrate that fixed investment
in Latin America is determined by cultural factors and that it reacts positively to
business expectations (measured as the business confidence index). Therefore,
six cultural variables have been considered; four of them belong to Hofstede´s
cultural dimensions (power distance, individualism, masculinity and uncertainty
avoidance); the fifth is the religious diversity index published by Pew Research
and the sixth is the corruption perception index taken from Transparency
International. A data panel model by generalized least squares is estimated. The
results show that all variables, except the masculinity index, are significant to
explain the investment behavior in the region, where individualism has a negative
influence and the remaining cultural variables have a positive impact on
investment.
Keywords: Investment, expectations, culture, Hofstede, religion, corruption,
Latin America.
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN ............................................................. 1
II. MARCO TEÓRICO .......................................................... 2
2.1. Determinantes fundamentales y el rol de la inversión en el
crecimiento. ...................................................................................... 3
2.2. El rol de las expectativas económicas dentro de la
inversión... ........................................................................................ 5
2.3. El rol de la cultura en la inversión. .......................................... 9
III. CONTEXTO ................................................................... 16
3.1. Variables fundamentales y expectativas en América Latina 19
3.2. Cultura e inversión en América Latina. ................................. 20
3.2.1. Índices de Hofstede ......................................................................21
3.2.2. Diversidad religiosa en la región. ..................................................23
3.2.3. Percepción de la corrupción en América Latina. ...........................24
IV. METODOLOGÍA ............................................................ 25
V. RESULTADOS ............................................................... 31
VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ................ 34
1
I. INTRODUCCIÓN
El estudio del comportamiento de la inversión es un tema de constante
investigación en el campo macroeconómico, principalmente por su influencia en
el crecimiento económico; es por ello que varios estudios tanto teóricos como
empíricos han buscado identificar sus principales determinantes. La teoría
plantea como variables fundamentales de la inversión a la tasa de interés y el
producto. Keynes (1936) destaca además la participación de las expectativas en
las decisiones de inversión. Adicionalmente, estudios recientes incorporan
factores culturales y psicológicos dentro de la modelación económica. Si bien es
cierto, la relevancia de la cultura en el comportamiento de los agregados
macroeconómicos no ha sido ajena a los planteamientos de los primeros
economistas clásicos, su aplicación ha tomado mayor importancia durante los
últimos años debido al existente material empírico que permite una cuantificación
y comparación entre países (Guiso, Sapienza y Zingales, 2006).
El presente estudio busca demostrar que la inversión fija en América Latina está
determinada por factores culturales y que reacciona de forma positiva ante las
expectativas empresariales. Para ello, se estima un modelo econométrico de
datos de panel por mínimos cuadrados generalizados, con observaciones
trimestrales desde 2007.I hasta 2016.IV. Se analizan 7 países: Brasil, México,
Ecuador, Perú, Colombia, Costa Rica y Chile; que en conjunto representan el
83,34% de la formación bruta de capital fijo y el 79.98% del PIB de la región
latinoamericana en el período 2007-2016.
El modelo confirma las relaciones teóricas esperadas con las variables
fundamentales, es decir la relación negativa entre la inversión y la tasa de interés
real (entendida como un costo del capital) y la relación positiva con el producto.
En cuanto a las expectativas, se utiliza el índice de confianza empresarial que
es calculado por los bancos centrales a partir de encuestas de opinión. El modelo
confirma la relación teórica positiva entre la inversión y las expectativas.
2
Finalmente, se han incluido como determinantes de la inversión a seis variables
culturales; cuatro de ellas elaboradas por Hofstede (2010) a partir de distintas
encuestas de opinión realizadas a nivel mundial. Dichas dimensiones culturales
son: diferencia de poder (examina el grado en que las sociedades aceptan que
el poder se distribuya de manera desigual), individualismo (indica el grado en
que las personas se integran en grupos), masculinidad (analiza las diferencias
en los roles emocionales entre hombres y mujeres en una sociedad) y aversión
a la incertidumbre (mide el grado en que las personas se sienten amenazadas
por situaciones inciertas o desconocidas y tratan de evitar tales situaciones). La
quinta variable cultural analiza la diversidad religiosa dentro del país y es
elaborada por Pew Research Center. Finalmente, se incluye como sexta variable
cultural a la percepción de la corrupción del sector público, elaborada por
Transparencia Internacional. Los resultados obtenidos en el modelo
econométrico evidencian que todas las variables culturales, excepto la
masculinidad, son determinantes significativos de la inversión en América Latina.
El presente trabajo de investigación se estructura en cinco apartados. En el
primero se realiza una revisión teórica de la relación existente entre la inversión
y sus determinantes. A continuación, se contextualiza la evolución de la inversión
fija y sus determinantes en los países latinoamericanos. En el tercer y cuarto
apartado, se presenta la metodología econométrica adoptada para el
planteamiento del modelo de datos de panel y la interpretación de los resultados.
Finalmente, se muestran las conclusiones y recomendaciones.
II. MARCO TEÓRICO
Dada la importancia que tiene la inversión agregada en el crecimiento
económico, varios estudios tanto teóricos como empíricos, buscan identificar sus
principales determinantes. La teoría plantea como variables fundamentales a la
tasa de interés y el producto. No obstante, diversos estudios sostienen que
además de los factores económicos, la inversión es determinada tanto por las
expectativas que tienen los agentes respecto a la situación futura de la
3
economía, como por el entorno cultural en el que se encuentran. En esta
investigación se busca demostrar que la inversión fija en América Latina está
determinada por factores culturales y que reacciona de forma positiva ante las
expectativas empresariales. Para ello, la revisión teórica se divide en tres partes.
En primer lugar, se aborda la importancia de la inversión agregada en la
economía y sus determinantes económicos fundamentales (tasa de interés y
producto), a partir de la sistematización de las principales teorías que explican a
la inversión. En el segundo punto se introduce el rol de las expectativas
económicas en la modelización del comportamiento de la inversión. Finalmente,
se analizan los factores culturales como determinantes de la inversión.
2.1. Determinantes fundamentales y el rol de la inversión en el crecimiento.
En el campo macroeconómico, se entiende a la inversión como el flujo de
producción que se utiliza para mantener o aumentar el stock de capital de la
economía (Keynes, 1936). La inversión agregada influye en el crecimiento
económico a corto y mediano plazo, pues es un componente que impulsa la
demanda agregada (Hicks, 1937; Cornwall, 1970). La inversión también
contribuye al crecimiento a largo plazo a través de la oferta agregada, debido a
que incrementa el stock de capital y expande la capacidad productiva futura. De
igual forma, la inversión es relevante para analizar los ciclos económicos, pues
al ser un componente muy volátil dentro de la demanda, sus fluctuaciones actúan
como la fuerza motriz que da forma a los ciclos (Keynes, 1936).
Por todo esto, la inversión es significativa dentro de las teorías de crecimiento y
desarrollo. Los primeros modelos clásicos de crecimiento señalaban a los
mecanismos de la acumulación de capital, inversión y modernización industrial,
como detonantes directos del crecimiento y desarrollo económico1. Por ejemplo,
los modelos propuestos por Harrod (1939), Domar (1946) y Solow-Swan (1956)
encuentran que el crecimiento económico está determinado tanto por el nivel de
1 Los primeros economistas teóricos del desarrollo consideraban que los países tienen que atravesar ciertas etapas de crecimiento económico para alcanzar un proceso de desarrollo; así, el desarrollo se convirtió en sinónimo del rápido crecimiento económico (Todaro & Smith, 2009).
4
ahorro nacional como por la productividad del capital. De igual forma,
Rosenstein-Rodan (1943) en su teoría del “Big Push” argumenta que los países
en vías de desarrollo requieren de un nivel de inversión masivo para alcanzar
una industrialización a gran escala. Rostow (1960) en la teoría de las etapas de
crecimiento económico sugiere que la transición de una sociedad agrícola-
tradicional a una economía de consumo requiere de altas tasas de inversión. El
modelo de los sectores duales de Lewis (1954) sostiene que la inversión al
acrecentar el stock de capital en el sector industrial incrementa la productividad
marginal de los trabajadores en dicho sector y por lo tanto su salario, lo que
ocasiona una migración de la fuerza laboral del sector agrícola al industrial.
Todas estas teorías concuerdan en que la inversión agregada es esencial para
lograr crecimiento económico. Por ello, varios estudios han identificado los
determinantes fundamentales de la inversión. Fisher (1930) y Keynes (1936)
formulan que la inversión tiene una relación negativa con la tasa de interés
(interpretada como el costo del capital) y una relación positiva con el producto o
ingreso, analizada desde un punto microeconómico como la productividad
marginal del capital, a la cual Keynes denomina “eficiencia marginal del capital”
y Fisher “tasa de retorno sobre el costo”. Ambos autores argumentan que la
inversión tendrá lugar siempre y cuando el valor presente de los ingresos
marginales esperados en el futuro -generados por el aumento de una unidad de
capital - sea mayor o igual su costo.
Los primeros estudios sobre la inversión muestran la existencia de una relación
directa entre el producto y la inversión. Esta relación fue central para la
formulación de modelos empíricos de la inversión; como el modelo del acelerador
planteado por Clark (1917), que postula que la cantidad deseada de capital (𝐾∗)
es una fracción constante (ℎ) del producto (𝑄).
𝐾∗ = ℎ𝑄 𝑐𝑜𝑛 0 < ℎ < 1 [1]
Esto implica que las variaciones en el producto se ven reflejadas en fluctuaciones
de la demanda. Por tanto, ante un incremento en el nivel de demanda, las
empresas deciden incrementar automáticamente su nivel de stock de capital en
5
el monto óptimo, mismo que permita satisfacer el incremento de la demanda.
Dado que la inversión se entiende como una variación del stock de capital [𝐼 =
∆𝐾 = 𝐾𝑡 − 𝐾𝑡−1], Clark (1917), postula a la inversión en función de la variación
del producto, asumiendo constantes los precios de los factores:
𝐼 = ℎ(𝑄𝑡 − 𝑄𝑡−1) [2]
Entre las críticas al modelo del acelerador se menciona que la proporción de
inversión respecto al producto es constante y no considera los efectos de
cambios en los precios del capital y producto (Kuznets, 1935; Tinbergen, 1938).
De igual forma, omite las restricciones de financiamiento que impiden el alcance
de un stock óptimo de capital (Eisner & Strotz 1963). A partir de estas críticas,
Clark (1944), Chenery (1952) y Koyck (1954) formulan el modelo del acelerador
flexible basado en los costos de ajuste y rezagos en la entrega del capital.
𝐼 = 𝑔(𝐾𝑡∗ − 𝐾𝑡−1) [3]
En [3], el parámetro g indica la velocidad a la que el stock de capital efectivo 𝐾
converge hacia el nivel de capital deseado 𝐾∗. Este parámetro, conocido como
coeficiente de ajuste parcial incorpora el tiempo que las empresas requieren para
la instalación y ejecución del stock de capital. Como teoría complementaria al
modelo del acelerador, Tinbergen (1938) formula el modelo de flujo de caja de la
inversión, donde considera que la inversión está en función tanto del nivel de
beneficios esperados como de las restricciones de financiamiento que las firmas
enfrentan. Por su parte, Kuh (1963), analiza el comportamiento de la inversión
como una decisión dependiente de las ganancias rezagadas.
2.2. El rol de las expectativas económicas dentro de la inversión.
Según Keynes (1936), la noción central tras el comportamiento de la inversión
radica en el análisis de la conducta de los individuos y sus expectativas.
Aun descartando a la inestabilidad debido a la especulación, existe la
inestabilidad que resulta de las características de la naturaleza humana,
donde una gran parte de nuestras actividades positivas dependen más
6
del optimismo espontáneo que de una expectativa matemática, ya sea
moral, hedonista o económica. Probablemente, la mayoría de nuestras
decisiones (…) solo pueden ser el resultado de espíritus animales, de
impulsos espontáneos a la acción más que a la inacción, y no al resultado
de un promedio ponderado de beneficios cuantitativos multiplicado por
probabilidades. (...) Esto significa, desafortunadamente, no solo que los
desplomes y las depresiones son exageradas, sino que la prosperidad
económica depende excesivamente de una atmósfera política y social que
sea agradable para el hombre de negocios promedio. (...) Al estimar las
perspectivas de inversión, debemos tener en cuenta, los nervios y la
histeria e incluso las digestiones y reacciones al clima de aquellos de cuya
actividad espontánea depende la inversión (Keynes, 1936, p.144).
A pesar de que Keynes (1936) resalta la importancia de las expectativas en la
modelización económica, éstas no son utilizadas de manera esquemática sino
hasta la llegada de Kaldor (1934) y Cagan (1956), quienes de forma matemática
plantean la existencia de expectativas adaptativas en el campo económico.
Estas se definen como una manera “retrospectiva de predicción”, en la que los
individuos forman sus pronósticos en base a información pasada y ajustan sus
predicciones en función de la diferencia entre el valor real de la variable y su
predicción (realizada en el periodo anterior). Friedman (1968) utilizó a las
expectativas adaptativas en el análisis de la curva de Phillps2.
Muth (1961), formula las expectativas racionales para corregir el aumento de los
errores al utilizar expectativas adaptativas ante cambios estocásticos en la
economía. Pero no fue, sino hasta los años setenta cuando Lucas (1972 y 1976),
populariza la utilización de las expectativas racionales. En este esquema, las
expectativas racionales suponen que los agentes emplean toda la información
disponible en un proceso de optimización, lo que conlleva a que las predicciones
agregadas de los individuos no difieran del valor real. En consecuencia, se
asume que los agentes no cometen errores sistemáticos en sus predicciones.
2La curva de Phillips analiza la relación inversa entre la inflación y el desempleo. Friedman (1968) sostiene que en el corto plazo una política monetaria expansiva reduce el desempleo.
7
La crítica de Lucas (1976) sostiene que los modelos econométricos tradicionales
fallan al evaluar los cambios en la política económica, ya que cuando los
individuos conocen la existencia de un cambio en la política económica,
modifican sus decisiones de manera racional para afrontar la nueva situación.
Sargent & Wallace (1975) evalúan la eficiencia de la política económica bajo
expectativas racionales y argumentan que si la expansión monetaria es prevista
por los individuos, su efecto directo es un incremento de la inflación sin afectar
al producto y empleo (desaparece el trade off entre empleo e inflación).
Entre las críticas a las expectativas racionales, Simone (1978) señala que la
información incompleta, incertidumbre referente al futuro e incluso la limitación
cognitiva de los agentes hacen que las empresas no sigan de manera estricta
procesos de minimización de costos y maximización de beneficios. Ante esto,
plantea la existencia de racionalidad limitada3 y centra su análisis en la noción
de los impulsos en la toma de decisiones de los individuos.
Por otro lado, la teoría de la q de Tobin (Brainard y Tobin, 1968) implícitamente
incluye las expectativas de los inversores reflejadas en el mercado bursátil. Este
modelo evalúa los beneficios esperados de las empresas, a través de la
información de los mercados financieros. De manera teórica, la q de Tobin
analiza el ratio entre el valor presente de los beneficios marginales esperados
del incremento de la última unidad de capital respecto a su costo. Una de las
críticas a esta teoría es que el valor de la q marginal no es observable, y se
emplea un valor promedio4.
En la práctica, la manera más frecuente de sintetizar las expectativas de los
agentes es mediante encuestas de opinión. La principal ventaja de esta
información es que permiten un análisis descriptivo sobre la situación económica
del país (sobre todo en el corto plazo), gracias a la elaboración de indicadores
3 Para Simone (1956) la racionalidad es limitada porque las alternativas de decisión que evalúan los agentes son tan amplias y difíciles de simular, que es imposible tomar decisiones puramente racionales. Más que decisiones de optimización, los individuos toman decisiones de satisfacción. 4 El valor q promedio es el cociente entre el valor de mercado de los activos y el valor de reposición -o valor en libros- de los bienes de capital (Hayashi, 1982).
8
económicos que permiten pronosticar el comportamiento agregado de variables
como: el empleo, los precios, la producción y la inversión, lo que a su vez hace
posible la evaluación de la trayectoria de los ciclos económicos (OECD, 2017).
El análisis de las expectativas es relevante en el funcionamiento
macroeconómico debido a que tienen un impacto en las decisiones de los
individuos y, por ende, en el comportamiento actual de las variables agregadas
y la actividad económica. Según Keynes (1936) las expectativas tienden a ser
profecías autocumplidas; por lo cual, resalta la participación del Estado para
generar un ambiente de confianza. Katona (1946)5, elabora uno de los primeros
análisis en el campo de la cuantificación de las expectativas, al sintetizar los
sentimientos de los consumidores a través de encuestas de opinión.
Dada la importancia de las expectativas en el campo de la economía, varios
estudios empíricos las incluyen. Por ejemplo, Lanzilotta (2015) para la economía
uruguaya encuentra que las expectativas empresariales (medidas con encuestas
de opinión) inciden de forma positiva en el crecimiento económico, la inversión
agregada y el empleo. Se halla que la dinámica de ajuste de corto plazo a la
relación de equilibrio entre expectativas y crecimiento de la inversión no es lineal,
pues la respuesta es mayor ante efectos desfavorables que ante favorables.
De igual forma, el estudio de Bondt y Diron (2008) halla que las expectativas de
rentabilidad6 son significativas en explicar la inversión agregada para la zona
euro y Estados Unidos. De manera concreta, encuentran que la poca
disponibilidad de fuentes internas, los elevados costos de financiación externa y
las bajas expectativas sobre la rentabilidad tienen una influencia adversa en el
comportamiento de la inversión agregada. De forma similar, Magendzo (2004)
encuentra que las expectativas, referentes al crecimiento económico, tienen un
impacto positivo sobre el comportamiento de la inversión en Chile, puesto que
5 Katona (1946), fue uno de los primeros analistas en vincular la psicología con la economía. Critica la consistencia y convencionalidad de la teoría macroeconómica, puesto que al ignorar el comportamiento humano y el sentimiento del consumidor se generan análisis sesgados. 6 Las expectativas de rentabilidad reflejan la percepción que tienen analistas profesionales sobre el crecimiento de largo plazo de EPS -earnings per share- de las empresas que cotizan en bolsa.
9
incrementos en las expectativas, se asocian a mayores retornos o productividad
del capital. Por su parte, Ferrari & González (2007) demuestran que el acelerado
incremento en los precios de las acciones de la Bolsa de Valores colombiana en
2005 respondió en mayor grado a las expectativas de los agentes sobre los tipos
cambiarios, que al desempeño de las firmas y de las tasas de interés.
2.3. El rol de la cultura en la inversión.
Estudios recientes incorporan factores culturales y psicológicos dentro de la
modelación y explicación de las variables económicas. Si bien es cierto, la
relevancia de la cultura en el comportamiento de los agregados
macroeconómicos no ha sido ajena a los planteamientos de los primeros
economistas, su aplicación empírica ha tomado mayor importancia durante los
últimos años, principalmente debido a la existencia de material empírico que
permiten su cuantificación7 (Guiso, Sapienza, & Zingales, 2006).
La influencia de los factores culturales y políticos en el comportamiento
económico es un aspecto que fue considerado en el pensamiento clásico. Smith
(1776), concebía su teoría de los sentimientos morales como una parte integral
de la riqueza de las naciones, donde el rol de la moral, la virtud y los sentimientos
son fundamentales en el comportamiento de los agentes económicos. De igual
forma, para Mill (1843), los factores culturales juegan un papel determinante -y
muchas veces más significativo que los factores económicos- dentro del
funcionamiento de los sistemas sociales. Weber (1905), menciona que el
establecimiento de un nuevo orden económico genera menos resistencia por
parte de los agentes, cuando se involucran instituciones informales8. De manera
concreta, sostiene que la reforma protestante ha sido influyente en el
7Otro inconveniente al momento de incluir a la cultura ha sido el discernir entre qué efectos económicos son provocados por las diferencias culturales y cuáles otros son determinados por el marco institucional adoptado; por lo que se incurre en el debate de la doble causalidad de la cultura y el entorno económico. No obstante, se sostiene que la causalidad de la cultura hacia la economía es factible de considerar si se entienden a la cultura como intergeneracional, siendo un factor dado y exógeno (Guiso, Sapienza & Zingales, 2006; Fernández, 2010; Tabellini, 2005). 8 Para North (1990) las instituciones informales involucran reglas no escritas que a través de la cultura se transfieren entre generaciones en forma de valores, ideas y normas.
10
establecimiento de un sistema capitalista. En cuanto a la política, Gramsci (1949)
acuña el término “hegemonía cultural”, para destacar el rol dominante de la
cultura sobre la estructura política interna de las sociedades.
El concepto de cultura es complejo y diverso en su interpretación. Para Hall
(1976) la cultura no es un factor que se herede genéticamente, sino que es
aprendido. Mulholland (1991) por su parte, contextualiza a la cultura como un
conjunto de valores, significados y creencias compartidas que caracterizan el
comportamiento de los individuos. Hofstede (2010) define a la cultura como:
un fenómeno colectivo, porque se comparte con personas que viven en el
mismo entorno social (…). La cultura consiste en las reglas no escritas del
juego social y se entienden como la programación colectiva de la mente9
que distingue a los miembros de un grupo social (Hofstede, 2010, p.6).
Este autor elabora índices culturales, a partir de encuestas de valores realizadas
en 66 países entre 1967 y 1973. Para el año 2010 (última actualización), se
cuenta con información de 76 países10. Los índices muestran valores ordinales
entre 0-100 (siendo 50 un valor neutral), que permiten comparar la cultura de los
países en las diferentes dimensiones planteadas por el autor. Además, esta
jerarquía entre países es sostenida en el tiempo, pues para Hofstede, la cultura
es un factor poco variante. Mayor detalle de la escala de índices en el anexo 1.
A pesar del amplio uso de las dimensiones de Hofstede en la investigación
empírica, no está exento de críticas. McSweeney (2002) y Jacob (2005)
consideran que no existen países culturalmente homogéneos y, por tanto, no se
puede teorizar una cultura única para la totalidad de una nación. Fang (2003)
critica el número de cuestionarios realizados en el trabajo original de Hofstede;
9 Con programación colectiva de la mente, Hofstede hace una analogía entre la manera en que las computadoras son programadas y los procesos mentales de las personas que involucran patrones comunes de pensamiento, sentimientos y actitudes. Esto no implica, que el comportamiento de una persona sea determinado en su totalidad por su programación mental, sino que, dado su entorno, se puede intuir cuáles son sus reacciones probables (Hofstede, 2010). 10 En un inicio, las encuestas se realizaron a trabajadores de IBM a nivel mundial. En años posteriores, el estudio se replicó por diversos analistas. Los resultados arrojados validaron estadísticamente los obtenidos por Hofstede y ampliaron la muestra y el periodo de análisis.
11
McSweeney señala la estrechez muestral, pues se asume resultados culturales
representativos para cada país a partir de una muestra selecta.
Pese a las críticas, la disponibilidad de los datos, la consistencia de los valores
en las revisiones y la capacidad de comparación entre países hace que los
índices de Hofstede sean ampliamente utilizados. A continuación, se detalla sus
dimensiones.
Diferencia de poder: expresa el grado en que los miembros menos poderosos
de las organizaciones e instituciones de un país esperan y aceptan que el poder
se distribuya de manera desigual. Este índice analiza el modo en que la sociedad
maneja las desigualdades entre los individuos. En sociedades con un alto índice
de diferencia de poder, las personas aceptan el orden jerárquico (no requieren
justificación); mientras que en las de menor índice, los individuos buscan una
distribución igualitaria y exigen justificación de las desigualdades existentes.
Tabla No 1: Características de los índices alto/bajo de diferencia de poder
ALTO ÍNDICE (Gran diferencia de Poder) BAJO ÍNDICE (Poca diferencia de Poder)
El poder es un hecho y su legitimidad es irrelevante.
El uso del poder debería ser legitimado.
La educación es centrada en el profesor. La educación es centrada en el estudiante.
Los subordinados esperan que se les delegue lo que deben hacer.
Los subordinados esperan ser consultados.
Los padres tienen autoridad y enseñan obediencia a los niños.
Los padres tratan a los niños de manera igual que el resto de los miembros de la familia.
La corrupción es frecuente, y los escándalos son maquillados o escondidos.
La corrupción es rara, y los escándalos pueden acabar con la carrera de los políticos.
Adaptado de: Hofstede (2010)
Individualismo: muestra el grado en que las personas en una sociedad se
integran en grupos sociales. Un índice alto indica que las personas pertenecen
a sociedades individualistas, donde se espera que los individuos cuiden sólo de
sí mismo y de su familia más cercana. Un índice bajo identifica a una sociedad
colectivista, en la cual los individuos se integran en grupos sociales cohesivos y
esperan que sus miembros los cuiden a cambio de lealtad. La posición que tiene
una sociedad en esta dimensión se refleja en la autoimagen de las personas, si
se definen en términos de "yo" o "nosotros”.
12
Tabla No 2: Características de los índices alto/bajo de individualismo
ALTO ÍNDICE (INDIVIDUALISTA) BAJO ÍNDICE (COLECTIVISTA)
Las tareas y deberes prevalecen sobre las relaciones interpersonales.
Las relaciones interpersonales se sobreponen a las tareas.
El propósito de la educación es aprender a aprender
El propósito de la educación es aprender a hacer.
Tener una opinión personal es saludable, incluso si no es compartida por otros.
La armonía debe prevalecer ante las circunstancias. Se evitan confrontaciones.
Las relaciones empleado-empleador se basan en contratos de beneficio mutuo.
Las relaciones empleado-empleador se basan en términos morales, como un enlace familiar.
Países con mayor riqueza económica. Correlación con países de menor riqueza.
Adaptado de: Hofstede (2010)
Masculinidad: Este indicador captura características emocionales, entendidas
como la forma en la que se sienten los individuos al ser hombres o mujeres. La
masculinidad pertenece a sociedades en las que los roles emocionales entre
géneros son claramente distintos (mientras los hombres son asertivos y
enfocados en el éxito material, las mujeres son más sensibles y preocupadas por
la calidad de vida). En cambio, en una sociedad femenina no existe tal
diferenciación entre los roles emocionales de género (Hofstede, 2010).
Tabla No 3: Características de los índices alto/bajo de masculinidad
ALTO ÍNDICE (MASCULINIDAD) BAJO ÍNDICE (FEMINIDAD)
El trabajo predomina sobre la familia. Existe un balance entre la familia y el trabajo.
En el ámbito político, existen pocas mujeres. En el ámbito político un alto número de mujeres son escogidas para los cargos políticos.
El rol estándar que se asume en la familia es que el padre es quien gana dinero y la madre quien se dedica a cuidar a los hijos.
Tanto padres como madres ganan dinero y se dedican al cuidado de sus hijos.
En la escuela, existe competencia e intento por sobresalir entre los alumnos.
El comportamiento asertivo y los intentos por sobresalir son fácilmente ridiculizados.
Sociedades más competitivas. Sociedades que se orientan hacia el consenso.
Adaptado de: (Hofstede, 2010)
Aversión a la incertidumbre: expresa el grado en que los miembros de una
sociedad se sienten incómodos ante situaciones de incertidumbre y ambigüedad,
por lo que tratan de evitar tales escenarios. Este sentimiento de incomodidad se
expresa a través del estrés, ansiedad11 y en una necesidad de establecer reglas
11 Hofstede (2010) recalca que la ansiedad es un término psicológico que expresa un estado de inquietud o preocupación por lo que puede suceder y no debe confundirse con el miedo, pues este tiene una razón de ser. Se tiene miedo a algo en específico, pero la ansiedad no tiene objeto.
13
(que aumenten la previsibilidad de los eventos). Esta dimensión analiza cómo
una sociedad enfrenta el futuro incierto (lo controla o lo acepta). Los países que
exhiben un índice alto mantienen códigos rígidos de creencia y comportamiento.
Por el contrario, un índice bajo refleja sociedades más tolerantes, donde la
práctica cuenta más que los principios (Hofstede, 2010).
Tabla No 4: Características de los índices alto/bajo de aversión a la incertidumbre
ALTO ÍNDICE (MÁS ADVERSO) BAJO ÍNDICE (MENOS ADVERSO)
Los individuos perciben que la incertidumbre inherente a la vida cotidiana es una constante amenaza que debe ser erradicada.
La incertidumbre es una característica normal de la vida. Se aceptan los sucesos y eventos diarios de la manera en que ocurren.
Existe una percepción social que concibe a lo diferente o heterodoxo como peligroso.
Existe una percepción social donde lo diferente es llamativo y curioso.
En materia financiera, las personas toman menos riesgos: tienden a invertir menos en acciones y más en metales preciosos y gemas (inversionistas conservadores)
Los inversionistas toman inversiones de carácter más riesgoso.
Hay una necesidad emocional de estar constantemente ocupado y una necesidad interior de trabajar duro.
Trabajar duro sólo cuando sea necesario.
Adaptado de: (Hofstede, 2010)
Existen otras medidas, además de los índices de Hofstede, que estiman
aspectos culturales a nivel mundial. Por ejemplo, la Encuesta Mundial de Valores
(WVS por sus siglas en inglés) evalúa desde 1981 las actitudes y valores de los
individuos en temas diversos. Esta es una encuesta que se ejecuta en alrededor
de 100 países y que abarca cerca del 90% de la población mundial (WVS, 2017).
De igual forma, Eurobarómetro y Latinobarómetro evalúan la opinión y
percepción de la población en temas como: medio ambiente, política, valores,
corrupción, etc. Varios análisis han empleado dichas encuestas.
También existe el índice de diversidad religiosa elaborado por Pew Research,
(utilizado en el presente trabajo) que evalúa el porcentaje de la población que
pertenece o se identifica con algún grupo religioso. Considera los ocho grupos
religiosos más representativos en el mundo: budismo, cristianismo, hinduismo,
islam, judaísmo, religiosos no afiliados (ateos, agnósticos), religiones
tradicionales o aborígenes, y otros. Un índice alto implica que existe mayor
diversidad religiosa (The Pew Research Center, 2014).
14
El índice de percepción de la corrupción (CPI por sus siglas en inglés)
elaborado por Transparencia Internacional es otro de los indicadores culturales
empleados en el presente trabajo. Este índice mide la percepción de la
corrupción que tienen los empresarios y analistas del país respecto al sector
público. El índice es elaborado a partir diferentes encuestas e instituciones
independientes12. Un índice alto implica que el país es poco corrupto. No
obstante, la cuantificación de la corrupción, un fenómeno social que se oculta
intencionalmente, ha sido cuestionada y criticada. Por ejemplo, Asiedu y
Freeman (2009) mencionan que la manera en cómo se mide el grado de
corrupción de los países no es siempre un cálculo fiable; ya que, las mediciones
externas sobre la corrupción pueden diferir de las experiencias que tienen los
individuos dentro del país, principalmente porque los agentes externos emplean
los reportes y noticias de los medios en sus análisis. Rowher (2009) menciona
que otro de los problemas con los índices de corrupción es que tienen
definiciones que varían entre las diferentes encuestas.
A partir de estos índices culturales (elaborados para un conjunto de países y de
fácil acceso) se han realizado diversos estudios empíricos económicos,
sociológicos y políticos. Por ejemplo, en lo económico y de manera específica en
la inversión en investigación y el desarrollo (I+D), Varsakelis (2000) analiza el
impacto que tiene la protección de patentes, la apertura económica y la cultura
nacional sobre el nivel de I+D en 50 países. Encuentra que la dimensión cultural
(empleando el índice de diferencia de poder de Hofstede) tiene una relación
negativa con la inversión en I+D13. Por su parte, Vlachogianis (1997) encuentra
que el rol de la cultura (medida como la diferencia de poder) influye de forma
negativa sobre la innovación. En lo relacionado a las decisiones de inversión
corporativa, Kashefi-Pour, Amini, & Duxbury (2014), analizan la manera en que
el rol de la cultura nacional14 (medida con los cuatro índices de Hofstede) afecta
12 En 2012 se emplearon las encuestas y evaluaciones realizadas por 12 instituciones a nivel mundial. Entre ellas: el Banco Mundial, el Banco Africano de Desarrollo, la Fundación Bertelsmann, Freedom House, Global Insight, The PRS Group, The World Economic Forum,etc. 13 El autor sostiene que las sociedades con bajo índice de diferencia de poder incrementan su inversión (I+D) debido a su flexibilidad organizacional y apertura al diálogo. 14 Los resultados obedecen a un análisis de información asimétrica y teoría de la agencia.
15
a la inversión corporativa y encuentran que la aversión a la incertidumbre, la
diferencia de poder y la masculinidad tienen una relación positiva con la inversión
corporativa; mientras que el colectivismo muestra una relación negativa.
En lo relacionado al individualismo, Chen, Dou, Rhee, Truong, y Veeraraghavan
(2015), encuentran una relación positiva con los gastos de capital, adquisiciones
y las recompras de las empresas15. De manera similar, Shao, Kwok y Zhang
(2013), sostienen que las empresas en países individualistas invierten más en
I+D que las empresas en países colectivistas. En cambio, Power, Schoenherr y
Samson (2010) muestran una relación negativa, donde las sociedades más
colectivistas como las asiáticas, invierten más en activos intangibles que las
economías individualistas de los países occidentales industrializados.
Por su parte, Chen et al., (2015) halla que la aversión a la incertidumbre tiene
una relación negativa con la inversión fija de las empresas, pues los gerentes
perciben que los retornos sobre el capital son volátiles e inciertos, por lo que
prefieren retener mayor efectivo que invertirlo en activos fijos. Bhardwaj, Dietz,
& Beamish (2007) analizan, la manera en que la cultura del país anfitrión (medido
como la aversión a la incertidumbre) y el nivel de confianza que tienen los
agentes hacia los demás individuos (medido a través de WVS) influye en las
decisiones de ubicación de las firmas extranjeras y sobre el nivel de inversión
extranjera directa16. Concluyen que las empresas extranjeras deciden localizarse
e invertir en los países con índice de aversión a la incertidumbre bajo y en donde
los agentes tengan un nivel de confianza elevado. Esta relación negativa entre
IED y aversión a la incertidumbre también es hallada por Erdogan (2015).
Barro & McCleary (2003) observan que las creencias religiosas -sobre todo las
que tienen una fuerte distinción entre cielo e infierno- influyen en los rasgos de
los individuos vinculándolos con una mejora en el desempeño económico.
15 Debido a que los gerentes en países individualistas enfatizan el éxito y la confianza personal, es más probable que participen en adquisiciones de capital cuando tienen exceso de efectivo. 16 Cabe señalar que no toda inversión extranjera directa implica un aumento de inversión fija.
16
En cuanto a la relación entre la percepción de corrupción y el crecimiento de la
inversión, los estudios encuentran resultados ambiguos (Asiedu y Freeman,
2009). Por un lado, la corrupción es analizada como costo global, puesto que
incrementa la incertidumbre económica y aumenta los costos operacionales, y
de esta forma deteriora las decisiones de inversión (Shleifer y Vishny, 1993). De
igual forma, Habib y Zurawicki (2002) encuentran que la corrupción tiene una
relación negativa con la inversión extranjera directa, pues los inversionistas
evitan destinar recursos hacia los países corruptos, debido a las ineficiencias
operacionales que se generan. Mauro (1995) también encuentra que la
corrupción influye negativamente sobre la inversión y el crecimiento económico.
Por otro lado, existen estudios que encuentran resultados diferentes. Rose-
Ackerman (1996) sustenta que una mayor percepción de corrupción en el sector
público genera oportunidades de obtener ganancias ilícitas y a conseguir
fácilmente contrataciones dentro del sector público. De igual forma, Tanzi y
Davoodi (1997) argumentan que la corrupción distorsiona las decisiones de
inversión dentro del sector público, puesto que una mayor percepción de
corrupción se asocia a un incremento en la inversión pública, menor eficiencia
recaudatoria del gobierno y menor calidad de la infraestructura pública. Esto
demuestra que, a pesar de que la corrupción aumenta el nivel de inversión
pública dentro del país, su productividad se ve reducida.
Como se pudo analizar en este apartado, las variables culturales presentan
resultados económicos ambiguos. Estas diferencias se deben en gran medida a
la muestra de análisis, pues no existe un consenso universal acerca de la
relación entre cultura e inversión (a diferencia de las variables fundamentales),
sino que los resultados difieren para cada región, país o grupo de países.
III. CONTEXTO
En este apartado se analiza la evolución histórica de la inversión fija (FBKF) y
sus determinantes en América Latina. En primer lugar, se examina la
participación que tiene la FBKF con relación al PIB, así como el aporte de los
17
países respecto a la FBKF total regional. Al considerar el comportamiento de la
tasa de crecimiento promedio de la FBKF y su volatilidad, se identifican tres
conglomerados de países en donde las variables presentan comportamientos
similares. Esto permite revisar a la inversión fija con sus determinantes teóricos
y las expectativas empresariales en un país representativo de cada
conglomerado. Finalmente, se analiza y compara las variables culturales
(compuestas por los cuatro índices de Hofstede, la diversidad religiosa y la
percepción de corrupción), entre los países de América Latina y el mundo.
En América Latina y el Caribe, la inversión fija representó en promedio el 21,75%
del PIB regional entre 2007-2016. Este porcentaje es similar al de la Unión
Europea (20,20%) y al de los países de OECD (21,20%), pero es menor a las
economías del este de Asia y el Pacífico17, donde la participación se acerca al
tercio del PIB (31,52%) (Banco Mundial, 2017). En la figura 1, se muestra que el
alrededor del 60% de los países de la región tienen una participación promedio
de la FBKF entre 19% y 25% de su PIB, siendo Panamá y El Salvador los países
con mayor y menor participación respectivamente.
Figura 1: Promedio del ratio FBKF/PIB real (a precios del 2010) en 2007-2016. Adaptado de: CEPAL
Al analizar la participación de la FBKF de cada país en el total de la región, se
observa que dos países concentran más del 65% de la inversión fija en el periodo
2007-2016, Brasil con el 41,40% y México con el 23,65%. Los países
sudamericanos, Argentina, Colombia, Chile, Venezuela, Perú y Ecuador en
17 Incluye a China, Australia, Japón, Hong Kong, Indonesia, Nueva Zelanda, Singapur y otros.
América Latina y el Caribe
10%
15%
20%
25%
30%
35%
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Gu
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El S
alva
do
r
18
promedio aportan al 29,17% del total de la FBKF; mientras que los países
centroamericanos (excluido México) representan el 5,52%18.
En cuanto a la evolución de la inversión fija en la región (figura 2), se observa
claramente el efecto de la crisis mundial en el año 2009, donde todos los países
presentaron tasas de crecimiento de la FBKF negativas. Este efecto fue mayor
en los países de Centroamérica y el Caribe (donde la inversión fija se redujo en
15.5%), que en los de la Comunidad Andina (-1.4%). De igual forma, se observa
que la recuperación fue distinta, tanto a nivel de países como entre subregiones.
Por ejemplo, los países del cono sur y Brasil que presentaron una recuperación
más rápida frente al resto de países (con tasas de crecimiento de alrededor del
18% en 2010, las más altas desde 2006), experimentaron una desaceleración
mayor que la de los países de la Comunidad Andina (cuya recuperación fue más
lenta, con una tasa máxima del crecimiento de la inversión de 16,7% en el 2011).
Figura 2: Tasa de crecimiento promedio de la FBKF en América Latina. Adaptado de: CEPAL
Como se mencionó, para completar el análisis de la volatilidad de la inversión
fija, se realizó un estudio de conglomerados19, de forma de identificar a los países
cuyas tasas promedio de crecimiento anual de la FBKF y su volatilidad20 tengan
un comportamiento similar. A partir de este análisis se obtienen 3 clusters o
18Los 7 países analizados en la presente investigación, en promedio representan el 83,34% del total de la FBKF entre 2007-2016. 19 Método jerárquico de cluster: single linkage (en función de la distancia Euclideana) 20 Medida como la desv. estándar de la tasa de crecimiento anual de la FBKF real 2006-2015.
-20%
-10%
0%
10%
20%
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Tasa
de
crec
imie
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anu
al d
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FB
KF
CENTROAMÉRICA Y CARIBE (incluye Venezuela) COMUNIDAD ANDINAMÉXICO BRASILCONO SUR (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay) PROMEDIO AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
19
conglomerados. El primero agrupa a los países que presentan altas tasas de
crecimiento de la FBKF (5.45%) y baja volatilidad (6.94). Está compuesto por
seis países (en su mayoría de la Comunidad Andina); que además tienen una
alta participación de la inversión sobre el PIB (22.21%). El segundo agrupa a
nueve países (la mayoría centroamericanos), que tienen un moderado
crecimiento de la FBKF (4.99%), volatilidad media (10.74) y un ratio FBKF/PIB
promedio del 20.04%. El tercer cluster que agrupa a dos países (Argentina y
Venezuela) presenta bajas tasas de crecimiento de la FBKF (1.7%), alta
volatilidad (15.75) y la menor participación de la inversión fija en el PIB (17.72%).
Figura 3: Conglomerados de países con similares tasas de crecimiento y volatilidad de la FBKF en América Latina. Adaptado de: CEPAL
Estos conglomerados permiten identificar a los países donde la inversión fija
tiene un comportamiento similar. Por tanto, para examinar la relación entre la
inversión fija y sus variables fundamentales y expectativas, se selecciona al país
más grande en términos de la FBKF, de forma de facilitar el análisis. Estos países
son: México (cluster 1), Brasil (cluster 2) y Argentina (cluster 3).
3.1. Variables fundamentales y expectativas en América Latina.
Para revisar el comportamiento de la inversión fija y la producción, se utiliza
como proxy de esta última, al índice de actividad económica. Como sugiere la
teoría, se observa un comportamiento similar entre el índice de actividad
económica y la inversión fija en los tres países (sobre todo en Brasil), en la mayor
parte del periodo analizado (ver anexo 2). De igual forma, se observa que la
20
relación inversa teórica entre la inversión fija y la tasa de interés real21 es
apreciable en ciertos períodos (ver anexo 3). Por ejemplo, en Brasil durante
2006-2007 y 2010-2016; en México entre 2015 y 2016 y en Argentina desde el
tercer trimestre del 2014. Cabe señalar que en tiempos de crisis (2009) es más
complicado observar esta relación, pues las tasas de interés son un instrumento
de los bancos centrales para reactivar la economía.
En lo referente a la evolución de las expectativas empresariales, medidas con el
índice de confianza empresarial, se observa que existe una coincidencia positiva
con la FBKF. Es decir, que cuando los agentes perciben que el desenvolvimiento
económico futuro del país es saludable (o desfavorable), tienden a invertir más
(o menos). Esto se aprecia en la figura 4, para México y Brasil. Cabe señalar que
para Argentina no se pudo realizar el análisis debido a la falta de datos.
Figura 4: Evolución de las expectativas empresariales y la FBKF en la región. Adaptado de: CEPAL
3.2. Cultura e inversión en América Latina.
En esta sección se analiza y compara las variables culturales en la región y en
el mundo. Varios estudios de carácter sociológico señalan que la cultura en
América Latina es en gran medida uniforme, en comparación con otras regiones
(Ogliastri, et al. 1999). Sin embargo, esto no implica que a nivel interno de la
región no existan diferencias en la cultura de los países. A continuación, se
presenta la revisión de los cuatro índices culturales de Hofstede, del índice de
21 Calculada a partir de la ecuación de Fisher de las tasas activas nominales (ver anexo 5)
90
92
94
96
98
100
102
104
21
21
22
22
23
23
24
1-20
07
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07
3-20
08
2-20
09
1-20
10
4-20
10
3-20
11
2-20
12
1-20
13
4-20
13
3-20
14
2-20
15
1-20
16
4-20
16
México
FBKF Exp.empresariales (eje secundario)
97
98
99
100
101
102
103
104
15
17
19
21
23
25
1-20
07
4-20
07
3-20
08
2-20
09
1-20
10
4-20
10
3-20
11
2-20
12
1-20
13
4-20
13
3-20
14
2-20
15
1-20
16
4-20
16
Brasil
FBKF Exp.empresariales (eje secundario)
Rat
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BK
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Rat
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BK
F re
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21
diversidad religiosa de Pew Research y del indicador de percepción de la
corrupción en el sector público de Transparencia Internacional.
3.2.1. Índices de Hofstede
El primer índice es la diferencia de poder, que como se mencionó en el apartado
teórico muestra el nivel de centralización y aceptación del poder en la autoridad.
Con un índice promedio de 7122, América Latina es una de las regiones con
mayor diferencia en la concentración de poder en el mundo, después de los
países pertenecientes al continente asiático (índice de 76). Los países europeos
por su parte tienen una baja diferencia de poder (índice de 48), siendo Austria
(con un valor de 11), el país con menor índice del mundo (Hofstede, 2010).
Un ejemplo que evidencia la aceptación de la diferencia de poder en la región es
el lenguaje, pues es frecuente dirigirse de “usted” como una señal de respeto
hacia personas con un nivel de estatus social diferente (Ogliastri, et al. 1999).
Para Ratliff (1999), la aceptación en la diferencia de poder en la región se refleja
en la búsqueda de líderes políticos fuertes y autoritarios que generen cambios
macroeconómicos. En la región, Costa Rica con un índice de 35, es el país de
menor índice y Hofstede (2010) señala que, a diferencia del resto de países de
Latinoamérica, donde el poder militar ha sido influyente, Costa Rica es el único
país que abolió su ejército. Por otro lado, Panamá y Guatemala (ambos con un
índice de 95), son los países con mayor diferencia de poder (ver figura 5).
En cuando al individualismo, que se refiere al grado en que las personas se
integran en grupos sociales, los resultados indican que Latinoamérica es la
región menos individualista del mundo (ningún país tiene un valor superior a 50)
con un índice promedio de 29, Asia de 32, Europa de 68 y Estados Unidos (el
país más individualista del mundo) de 91. En la región, Guatemala y Ecuador
son los países más colectivistas, donde existe una fuerte valoración del sentido
de comunidad.
22 En todas las dimensiones culturales, cuando se menciona el valor del índice promedio regional, se refiere a la estimación del promedio ponderado por población de cada país.
22
Figura 5: Dimensiones culturales de Hofstede23. Adaptado de: Hofstede (2010)
Respecto a la dimensión de la masculinidad, que se refiere a la diferencia en
los roles emocionales entre hombre y mujer: una sociedad es masculina (roles
emocionales diferentes), cuando el índice es alto. En promedio, este índice tiene
una puntuación de 55 en Latinoamérica y Europa, en Asia de 59 y en Estados
Unidos de 62. Para Zubieta, Fernández, Vergara, Martínez, y Candi (1998),
Latinoamérica es una sociedad “ligeramente” femenina, pues de los 13 países
examinados por Hofstede, 6 son femeninos, Brasil y Panamá se encuentran en
una posición intermedia y 5 son masculinos (figura 5). Venezuela (73) y México
(69) son los países más masculinos de la región.
Para Hofstede (2010), una posible explicación de este fenómeno es la influencia
de las culturas precolombinas. Por ejemplo, gran parte de México estuvo
dominada por la dura e imperiosa cultura azteca; mientras que, Perú y el norte
de Chile tuvieron la presencia de la cultura inca, la cual fue menos militante que
la azteca. Con esto Hofstede vincula la forma en que los países latinoamericanos
conciben los roles emocionales entre géneros con en la cultura ancestral24.
23 En el eje izquierdo están los índices regionales de cada dimensión. 24 De acuerdo con Zubieta et al., (1998) la explicación de Hofstede relacionada a la cultura ancestral y la masculinidad puede tener ciertas limitaciones. Menciona el caso de Ecuador, donde a pesar de existir la influencia cultural Inca (al igual que en Perú y en Chile) su nivel de masculinidad es más elevado. No obstante, los autores no descartan el hecho de que esta teoría plantea un análisis interesante en lo referente al vínculo entre cultura moderna y ancestral.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
100
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Diferencia de poder Individualismo Masculinidad Aversión a la incertidumbre
71
55
80
Pro
med
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s ín
dic
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egio
nal
es
29
23
En lo referente a la aversión a la incertidumbre, que analiza el grado de
tolerancia de las personas ante situaciones desconocidas, a excepción de
Jamaica (índice de 13), los países de América Latina presentan índices altos en
esta dimensión (las personas buscan la seguridad mediante la institución de
reglas) y en promedio la región tiene un indicador de 80, valor superior al de
Europa (70) y Asia (47).
En países como Guatemala y Uruguay (con índices de 98 cada uno) y Ecuador
(67), las personas sienten ansiedad hacia el desconocimiento del futuro,
expresan sus emociones de manera abierta y establecen leyes extensas y
detalladas (Hofstede, 2010 y Trompenaars y Hampden-Turner, 2000).
Paradójicamente, pese a que las sociedades que rechazan lo desconocido
tienden a establecer reglas para todo, estas no siempre son acatadas; pues al
no reflejar la situación real de los individuos, se tornan en rituales, reglas
inconsistentes y disfuncionales (Hofstede, 2010)25.
3.2.2. Diversidad religiosa en la región.
Otra de las variables culturales empleadas es la diversidad religiosa. Este índice
tiene una escala de 0-10, donde 10 implica diversidad perfecta entre las ocho
mayores religiones del mundo y 0 muestra que la creencia religiosa se encuentra
concentrada en una sola religión. Latinoamérica tiene un alto grado de
concentración religiosa (índice promedio regional de 2), en comparación con
África (3,5), Europa (3,8), Asía (4,7) y Estados Unidos (5.1). A nivel regional, los
países del Caribe: Surinam, Cuba, Guyana, Jamaica y Guayana Francesa
presentan niveles altos de diversidad religiosa en la región; siendo los tres
primeros (junto con Uruguay) los únicos países de Latinoamérica y el Caribe con
un índice mayor a 5.
25 Para (Husted, 2002), ambos comportamientos son consistentes con evitar la incertidumbre. En la situación ex-ante, las reglas brindan estructura para actuar en situaciones ambiguas, reduciendo la ansiedad. Pero la situación ex-post evidencia que las reglas pueden no corresponder a la realidad. Esta falta de ajuste entre la regla y la realidad genera ansiedad, que se reduce al romper la regla.
24
Figura 6: índice de diversidad religiosa Adaptado de: Pew Research Forum (2017)
América Latina se caracteriza por tener una fuerte presencia del cristianismo,
donde cerca del 90.1% del total de habitantes se describe como afín a la religión
cristiana. Puerto Rico y Paraguay son los que menor diversidad religiosa poseen.
Por otro lado, Surinam, Cuba y Guyana tienen una mayor diversidad religiosa,
donde las religiones folklóricas y el hinduismo tienen cierta representatividad. De
igual forma, Uruguay tiene un índice alto (5.7), debido a que concentra el mayor
número de personas no afiliadas a la religión (mayor detalle en el anexo 4).
3.2.3. Percepción de la corrupción en América Latina.
El índice de percepción de la corrupción en el sector público tiene una escala de
0 a 100; donde 0 implica que el país es corrupto y 100 que es totalmente
transparente. Como se observa en la figura 7, la mayoría de los países de la
región presenta un índice bajo (alta corrupción) con valores que oscilan entre 25
y 35. No obstante, existen países como Chile, Uruguay y Costa Rica, que poseen
índices altos (mayor transparencia). Por otro lado, Venezuela, con un índice de
17 a 2016, se caracteriza como el país con mayor corrupción en el sector público
de Latinoamérica.
De acuerdo con Transparencia Internacional (2017), América Latina es una de
las regiones más corruptas del mundo y durante el último año varias
manifestaciones en contra de la corrupción han tenido lugar en países como
7.6
1.3 0.7
-0.30.71.72.73.74.75.76.77.7
Suri
nam
e
Cu
ba
Gu
yan
a
Uru
guay
Jam
aica
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ayan
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Par
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ay
Pu
erto
Ric
o
25
Brasil, Guatemala, República Dominicana y Venezuela; no obstante, cerca de
dos tercios (62%) de los encuestados perciben que la corrupción ha aumentado.
Figura 7: índice de percepción de la corrupción en el sector público. Adaptado de: Transparencia Internacional (2017)
IV. METODOLOGÍA
En el presente apartado se expone la metodología empleada para demostrar que
la inversión en América Latina está determinada por factores culturales y que
reacciona de forma positiva a las expectativas empresariales. El método
estadístico utilizado es un modelo econométrico de datos de panel, a partir de
observaciones trimestrales desde el año 2007 hasta el 2016 para siete países
latinoamericanos26: Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México y Perú,
que en conjunto representan cerca del 83,34% del total de la FBKF en América
Latina y el Caribe en el periodo 2007-2016.
Para analizar el comportamiento de la inversión en los países seleccionados, se
definen cuatro grupos de variables explicativas. El primer conjunto hace mención
a las variables fundamentales de la inversión: el índice de actividad económica,
como una proxy del producto y la tasa de interés real. En el segundo grupo se
encuentran las variables coyunturales que afectan al comportamiento de las
26 La selección de los países se realizó en función de la información disponible tanto de las variables culturales como de los índices de confianza de los empresarios.
15
25
35
45
55
65
75
2 0 0 4 2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 1 1 2 0 1 2 2 0 1 3 2 0 1 4 2 0 1 5 2 0 1 6
Uruguay Chile Costa Rica Brasil Colombia ArgentinaPerú Bolivia Ecuador México Venezuela
26
economías latinoamericanas: PIB de los Estados Unidos, por ser el principal
socio comercial de la región27 y el precio del crudo (WTI), por la alta dependencia
de estas economías ya sea a la exportación o importación del petróleo. El tercer
apartado incluye a las expectativas empresariales, reflejadas en el índice de
confianza empresarial. El último grupo presenta las variables culturales,
compuesto por los cuatro índices de Hofstede (diferencia de poder,
individualismo, masculinidad y aversión a la incertidumbre), el indicador de
diversidad religiosa de Pew Research y el índice de percepción de la corrupción
en el sector público de Transparencia Internacional. A partir de estas variables
se formula el siguiente modelo:
𝐹𝐵𝐾𝐹𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖,𝑡
𝑃𝐼𝐵𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖,𝑡
= 𝑐 + 𝛽1𝐼𝐷𝐴𝐶𝑖,𝑡 + 𝛽2𝑟𝑖,𝑡 + 𝛽3𝑃𝑖𝑏𝑈𝑆𝐴 𝑡+ 𝛽4𝑊𝑇𝐼𝑡 + 𝛽5𝑒𝑥𝑝𝑖,𝑡 + 𝛽6𝑃𝑂𝐷𝐸𝑅𝑖 + 𝛽7𝐼𝑁𝐷𝑖 +
𝛽8𝑀𝐴𝑆𝐶𝑖 + 𝛽9𝐴𝑣. 𝐼𝑁𝐶𝐸𝑅𝑖 + 𝛽10𝑅𝑒𝑙𝑔𝑖 + 𝛽11𝐶𝑜𝑟𝑟𝑢𝑝𝑐𝑖ó𝑛𝑖,𝑡 + 𝛼𝑖 + 𝑢𝑖,𝑡 [7]
Donde:
𝐹𝐵𝐾𝐹_𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖,𝑡
𝑃𝐼𝐵_𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖,𝑡: Es la inversión fija como ratio del producto que tiene cada país 𝑖 en el
periodo 𝑡. Representa la variable dependiente del modelo. Al ser el cociente entre
la formación bruta de capital fijo real28 y el producto interno bruto en términos
constantes, facilita la comparación entre países al relativizar la inversión en
función del tamaño de la economía de cada país. Los datos se obtuvieron de las
estadísticas de las cuentas nacionales trimestrales a precios constantes
publicados por los bancos centrales (para todos los países) o los institutos
nacionales de estadística (en el caso de México).
Variables fundamentales:
𝐼𝐷𝐴𝐶𝑖𝑡: Es el índice mensual de actividad económica trimestralizado del país 𝑖 en
el trimestre 𝑡. Refleja la evolución del volumen de producción nacional, a través
27 Este país representó el 38.6% de las exportaciones y 33.1% de importaciones de la región en 2009 (ECLAC, 2011). 28 La FBKF son las adquisiciones menos disposiciones de activos fijos de bienes y servicios que se emplean en la producción nacional) (Sistema de Cuentas Nacionales, 2008).
27
del seguimiento coyuntural de las industrias más representativas en el país. Los
datos se obtuvieron de los institutos nacionales de estadística de cada país.
𝑟𝑖𝑡: Es la tasa de interés real activa estimada a partir de la ecuación de Fisher29
(ex post)30. Los datos de la tasa nominal corresponden en su mayoría a tasas de
corto plazo en promedio del sistema financiero y se obtienen de los respectivos
bancos centrales (mayor detalle en el anexo 5).
Variables coyunturales:
𝑃𝐼𝐵𝑟𝑒𝑎𝑙𝑈𝑆𝐴: Es el PIB real31 trimestral de Estados Unidos desestacionalizado,
publicado por el Bureau of Economic Analysis (BEA).
𝑊𝑇𝐼: es el precio referencial del barril de crudo de petróleo West Texas
Intermediate, en dólares norteamericanos desestacionalizados tomados de U.S.
Energy Information Administration.
Expectativas:
𝑒𝑥𝑝𝑖𝑡: muestra las expectativas empresariales reflejadas en el índice de
confianza empresarial, elaborado a partir de encuestas de opinión dirigidas a
directores y ejecutivos de empresas, acerca de la situación actual y las
perspectivas de producción y empleo. El anexo 6 muestra las fuentes de
información utilizadas de cada país.
Variables Culturales:
Las cuatro dimensiones de Hofstede tienen índices específicos para cada país,
como se mencionó en el marco teórico, estos no varían en el tiempo y poseen
una escala de 0-100, donde 50 es un valor neutral32.
29 La ecuación de Fisher (1 + 𝑖) = (1 + 𝑟)(1 + 𝜋) analiza la tasa de interés nominal 𝑖, a partir del producto del rendimiento real del capital 𝑟 y la pérdida de valor adquisitivo (tasa de inflación 𝜋). 30 Se utilizó la tasa de inflación interanual (variación t-4) del índice de precios al consumidor (IPC) 31 Expresado en billones de dólares del 2009. 32 Un mayor detalle de cada índice se encuentra en el apartado teórico.
28
𝛽6𝑃𝑂𝐷𝐸𝑅𝑖: refleja la diferencia de poder, que indica el grado de aceptación que
tiene una sociedad ante las desigualdades jerárquicas.
𝛽7𝐼𝑁𝐷𝑖: índice de individualismo, muestra el grado en que las personas en una
sociedad se integran o no en grupos sociales más amplios.
𝛽8𝑀𝐴𝑆𝐶𝑖: masculinidad, caracteriza a sociedades por los roles emocionales entre
géneros, si son distintos o iguales.
𝛽9𝐴𝑣. 𝐼𝑁𝐶𝐸𝑅𝑖: índice de aversión a la incertidumbre, que expresa el grado en que
los miembros de una sociedad se sienten incómodos ante situaciones
desconocidas o ambiguas y tratan de evitar tales escenarios.
𝛽10𝑅𝑒𝑙𝑔𝑖 : índice de diversidad religiosa elaborado por Pew Research, evalúa el
porcentaje de la población del país 𝑖 que se identifica con algún grupo religioso
en 2010. Tiene una escala de 0-10, siendo 10 total diversidad religiosa.
𝛽8
𝐶𝑜𝑟𝑟𝑢𝑝𝑐𝑖ó𝑛𝑖,𝑡
: muestra el índice de percepción de la corrupción en el sector
público en el país 𝑖 en el periodo 𝑡. Elaborado por Transparencia Internacional.
Tiene una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (poco corrupto). El índice anual se
trimestralizó en función del crecimiento (o decrecimiento) anual absoluto33.
Previo a la estimación del modelo de panel se realizó la prueba de raíz unitaria
para comprobar la estacionariedad34 de la serie de datos, a fin de evitar
correlaciones espurias entre las variables. Para ello, se realizó el test de Dickey
Fuller35 para cada una de las variables planteadas36. Las variables que
presentaron raíz unitaria se las trabajó con su primera diferencia. Los resultados
se presentan en las tablas 5 y 6. En cuanto a la forma funcional de las variables,
el PIB de USA, WTI, expectativas y la tasa de interés real se encuentran a nivel,
mientras que, IDAC está en variación o crecimiento trimestral (𝑣𝑎𝑟𝐼𝐷𝐴𝐶𝑡𝑟𝑖𝑚).
33Por ejemplo, si el índice es de 35 en 2008 y 37 en 2009, el crecimiento absoluto de 2 se divide para 4 y se suma al anterior, por tanto, en 2009 se tiene: q1=35.5, q2=36.0, q3=36.5 y q4=37.0 34En estacionariedad la serie oscila en torno a una media y varianza constante en el tiempo. 35 Con H0: existencia de raíz unitaria (no estacionariedad) y H1: existencia de estacionariedad. 36 Las variables culturales constantes en el tiempo no requieren tratamiento de estacionariedad. En cuanto al índice de corrupción, que es el único que tiene datos temporales, muestra una estacionariedad del 90% en conjunto (test Levin–Lin–Chu).
29
Tabla No 5: Estacionariedad de las variables fundamentales y expectativas.
País Variable P_value (serie a nivel) P_value (1ra diferencia)
BRASIL
varIDACtrim r
exp
0.0054 0.1781 0.6047
- 0.0000 0.0029
COSTA RICA
varIDACtrim r
exp
0.0063 0.6120 0.2160
- 0.0093 0.0000
CHILE
varIDACtrim r
exp
0.0000 0.3894 0.5978
- 0.0008 0.0033
COLOMBIA
varIDACtrim r
exp
0.0000 0.6393 0.0798
- 0.0000 0.0000
ECUADOR
varIDACtrim r
exp
0.1519 0.4142 0.3855
0.0000 0.0196 0.0060
MÉXICO
varIDACtrim r
exp
0.0259 0.7617 0.3653
- 0.0000 0.0023
PERÚ
varIDACtrim r
exp
0.0000 0.0337 0.1325
- -
0.0004
Tabla No 6: Estacionariedad de las variables coyunturales.
Variable P_value (serie a nivel) P_value (1ra diferencia) PIBreal_USA
WTI 0.9973 0.3390
0.0022 0.0000
El panel utilizado es fuertemente balanceado y está corregido por
heteroscedasticidad, lo que garantiza que la varianza del error sea constante en
todas las observaciones. Los resultados del modelo se presentan en la tabla 7.
El ajuste explicativo global que presenta el modelo es del 27,61%. Con un ajuste
moderado para cada país (R2-within de 27.19%) pero alto cuando se compara
entre países (R2-between de 96.20%).
En cuanto a las variables explicativas, se observa que todas las variables son
significativas para explicar el comportamiento de la inversión fija en
Latinoamérica, a excepción del índice de masculinidad. Además, las variables
muestran el signo teórico esperado.
30
Tabla No 7: Resultados del modelo de panel.
Random-effects GLS regression
R-sq: within = 0.2719 Nro de obs = 280 R-sq: between = 0.9620 Nro de grupos= 7 R-sq: overall = 0.2761 Obs por grup= 40
DFBKF_PIB Signo Coef.
Variables fundamentales
D.var.IDAC trim L0. + 0.0423872***
L1. + 0.173602***
L2. + 0.2688764***
D.r (tasa int. real) L0. - 0.1053946***
Variables coyunturales
D.PIBreal_USA L1. + 0.0007515***
D. WTI L0. + 0.0071733*
Expectativas
D.Expectativas L1. + 0.0124622***
Variables culturales
Diferencia de Poder + 0.0137395***
Masculinidad - 0.0035915
Individualismo - 0.014669***
Aversión Incertidumbre + 0.0487821***
Percepción corrupción - 0.017788***
Religión + 0.4943684***
_constante -4.451261
**Variables significativas al 99% **Variables significativas al 95% *Variables significativas al 90%
Para determinar si el modelo de datos de panel presenta efectos fijos o aleatorios
se realiza el test de Hausman, cuya hipótesis nula es que la diferencia de los
coeficientes no es sistémica y por tanto se prefiere efectos aleatorios. Como no
se rechaza esta hipótesis, se emplea efectos aleatorios (los países se distribuyen
alrededor de un valor dado).
Tabla No 8: Test de Hausman
TEST DE HAUSMAN: EFECTOS FIJOS VS. EFECTOS ALEATORIOS Coeficientes
(b) (B) (b-B) sqrt(dig(V_b-V_B))
L1.D.PIBreal USA 0.0007041 0.000651 0.0000527 0.000102 L0.D.WTI 0.0113285 0.011557 -0.0002282 0.0004663 L0.D.varIDACtrim 0.0445946 0.044869 -0.0002747 0.0012004 L1.D.varIDACtrim 0.1535816 0.15403 -0.0004485 0.001559 L2.D.varIDACtrim 0.1174474 0.11754 -0.000093 0.0010449 L0.D.r -0.0891568 -0.08861 -0.0005419 0.0021514 L1.D.exp 0.0128375 0.013316 -0.0004789 0.0009391 CPI -0.0219264 -0.01377 -0.0081614 0.0152534
b = consistente bajo Ho y Ha; obtenido de xtreg B = inconsistente bajo Ha, eficiente bajo Ho; obtenido de xtreg
chi2(9) = (b-B)'[(V_b-V_B)^(-1)](b-B) = 0.29 >> Prob>chi2 = 1.0000
31
V. RESULTADOS
El modelo de datos de panel permite corroborar la hipótesis planteada, esto
implica que la inversión fija en Latinoamérica está determinada por factores
culturales y responde de forma positiva ante las expectativas empresariales. Los
resultados muestran que todas las variables explicativas, con excepción de la
masculinidad, son significativas para explicar el comportamiento de la inversión
fija en la región. Las variables culturales que influyen de forma positiva son la
diferencia de poder, la aversión a la incertidumbre, la diversidad religiosa y la
percepción de la corrupción; mientras que, el individualismo tiene una relación
inversa con la inversión fija.
En este sentido, se halla que una mayor diferencia de poder influye de forma
positiva en el comportamiento de la inversión. Esto sugiere que las sociedades
Latinoamericanas con estructuras jerárquicas marcadas, donde los individuos
apoyan y respetan las actitudes autoritarias de los líderes, tienen altos niveles
de inversión agregada. Este hallazgo es similar al encontrado por Kashefi-Pour,
Amini y Duxbury (2014). Una de las razones, se debe a que los administradores
y directivos poseen mayor control sobre la toma de decisiones empresariales, y
estas disposiciones al ser respetadas y valoradas por los subordinados, permite
que las decisiones de inversión se agilicen y consoliden de manera unánime.
Resultados diferentes son encontrados por Varsakelis (2000) y Shao et.al (2013)
para inversión en I+D. En este caso, una menor diferencia de poder se asocia
con una mayor descentralización del conocimiento y libre flujo de información, lo
que impacta de forma positiva en la inversión en I+D.
De igual forma, el índice de aversión a la incertidumbre muestra una relación
positiva con la inversión fija en Latinoamérica, donde las sociedades con mayor
planificación, reglas e instituciones sólidas presentan un mayor ratio FBKF/PIB.
Como se mencionó, América Latina se caracteriza por tener de manera uniforme,
valores altos en esta dimensión. Un incremento de este índice en 1 unidad
aumenta el ratio de inversión en 0.046%. En cambio, para Shao et.al (2013) y
Chen etal., las firmas que se encuentran en países con alta aversión a la
32
incertidumbre, retienen más efectivo e invierten menos en activos físicos. Existen
además estudios que encuentran que este índice influye de forma negativa en la
inversión extranjera directa (Erdogan, 2015 y Bhardwaj et al., 2007).
El efecto que tiene el índice de diversidad religiosa con la inversión fija en
Latinoamérica también es positivo. Esto sugiere que en los países donde existe
mayor diversidad religiosa, se destina más recursos a la inversión en activos fijos
como porcentaje del PIB. Cabe señalarse, que la literatura existente en torno a
la diversidad religiosa e inversión es escasa. Por ello, no se pudo identificar
resultados con los cuales contrastar a los encontrados en esta investigación.
En esta misma línea, la percepción de la corrupción en el sector público también
muestra una relación positiva con la inversión fija. Esto es similar a lo hallado por
Rose-Ackerman (1996), quien sostiene que la corrupcion genera oportunidades
para obtener ganancias ilícitas y facilita las contrataciones dentro del sector
público. De igual forma, Tanzi y Davoodi (1997) señalan que la corrupción
distorsiona las decisiones de inversión, pues genera que la inversión pública
incremente, pero que la eficiencia recaudatoria y la calidad de la infraestructura
pública disminuyan. Al igual que los resultados evidenciados en las otras
variables culturales, la relación entre corrupción e inversión también presenta
resultados duales y ambiguos (Asiedu y Freeman, 2009). Algunos autores como
Mauro (1995), y Shleifer y Vishny (1993) encuentran que la corrupción se
relaciona de forma negativa con la inversión, debido a que la corrupción implica
un mayor costo operacional. De igual forma, Habib y Zurawicki (2002), Drabek y
Payne (2001), Voyer y Beamish (2004) y Davis y Ruhe (2003), encuentran que
la corrupción tiene una relación negativa con la inversión extranjera directa.
Por otro lado, se encuentra que el individualismo influye de forma negativa sobre
la inversión fija en la región. Cabe destacar que América Latina es la región
menos individualista del mundo (más colectivista). Resultados similares son
hallados por Power et al.,(2010), quienes demuestran que las sociedades más
colectivistas como las asiáticas, invierten más en activos intangibles que las
33
economías individualistas de los países occidentales. Resultados distintos son
encontrados por Shao et al., (2013), donde las empresas en países
individualistas invierten más en I+D que las empresas en países colectivistas.
Para Chen et al,. (2015), el individualismo se relaciona de manera positiva con
los gastos de capital, las adquisiciones y las recompras de las empresas.
En lo referente a las expectativas empresariales, se observa que estas tienen
una influencia positiva en el comportamiento de la inversión fija, pero su efecto
tarda un trimestre en materializarse. De forma concreta, se obtiene que un
incremento de 1 punto en el índice de confianza empresarial aumenta el ratio de
inversión fija como porcentaje del PIB el próximo trimestre, en 0.012%. Esta
relación positiva entre expectativas e inversión es similar a la hallada por
Lanzilotta (2014) para la economía uruguaya, Bont y Diron (2008) para la
Eurozona y Estados Unidos y Greenwood y Shleifer (2014) en Estados Unidos.
Los determinantes fundamentales de la inversión (índice de actividad económica
y tasa de interés) resultaron ser significativos y coinciden con la teoría
económica. En cuanto al IDAC, se obtiene que la inversión fija responde de forma
positiva a su crecimiento trimestral actual y rezagado (uno y dos semestres). De
forma concreta, un incremento de 1 unidad genera que el ratio de inversión fija
como porcentaje del PIB aumente 0.27% dentro de dos trimestres. En cambio,
la tasa de interés real tiene una relación negativa con la inversión, donde una
disminución en 1 punto porcentual reduce el ratio de inversión en 0.10%. La
relación teórica entre la inversión y las variables fundamentales fue propuesta
por Fisher (1930), Keynes (1936) y Jorgenson (1964).
Las variables coyunturales también resultaron ser significativas para explicar el
comportamiento de la inversión fija en la región y, además, tienen el signo
positivo esperado. Se estima que, cuando el PIB real de Estados Unidos del
trimestre anterior aumenta en 10 billones de dólares, la inversión fija como
porcentaje del PIB se incrementa en 0.08%. Por otro lado, un incremento de 1
dólar en el precio del barril de petróleo WTI, genera que el ratio de inversión
crezca en 0.007%.
34
VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El estudio del comportamiento de la inversión es un tema relevante dentro de la
macroeconomía, principalmente por el aporte que tiene en el crecimiento
económico. Varias teorías de carácter empírico ponen en relevancia a las
expectativas de los individuos y la cultura (medidos a través de encuestas de
opinión) como determinantes significativos para explicar a la inversión. Estos
últimos estudios tienen en su mayoría un enfoque microeconómico. Por ello, el
aporte del presente trabajo hacia los determinantes de la inversión radica en
incorporar a las expectativas empresariales (mediante el índice de confianza
empresarial) y la cultura nacional (mediante índices de Hofstede, diversidad
religiosa de Pew Research y percepción de la corrupción en el sector público de
Transparencia Internacional) al modelamiento la inversión fija agregada para
Latinoamérica, desde un enfoque macroeconómico.
En cuanto a la cultura, se evidencia que de los cuatro índices culturales de
Hofstede, todos a excepción de la masculinidad, son significativos para explicar
a la inversión fija en Latinoamérica. De manera concreta, se encuentra que el
ratio de inversión fija como porcentaje de PIB aumenta cuando los países
presentan estructuras jerárquicas marcadas (mayor diferencia de poder), cuando
las personas se integran en grupos sociales amplios (menor individualismo) y
cuando las sociedades rechazan la incertidumbre cotidiana de la vida (mayor
aversión a la incertidumbre). La quinta variable cultural es el índice de diversidad
religiosa y tiene una relación positiva con la inversión fija. Finalmente, se
encuentra que el índice de percepción de la corrupción en el sector público tiene
una relación negativa con la inversión. Ahora bien, este último resultado es
contradictorio con la teoría económica, donde se exhibe a la corrupción como un
costo económico. No obstante, este resultado puede deberse a que, el margen
temporal es relativamente corto y no se considera una separación esquemática
entre inversión pública y privada.
35
En este sentido, investigaciones futuras podrían ampliar el presente análisis al
considerar una distinción entre inversión pública y privada. También se puede
examinar si la percepción de la corrupción en el sector público impacta en el
comportamiento de la inversión privada. De igual manera, sería relevante
examinar la causa de que los países de la región presenten distintos índices en
las dimensiones culturales. En cuanto a la religión en América Latina, se podría
analizar la manera en que el cristianismo (al ser el más representativo) influye
en el comportamiento de la inversión fija.
En lo referente a las expectativas empresariales, se encuentra que tienen una
relación positiva con la inversión; esto concuerda con la literatura revisada,
donde se plantea a las expectativas como profecías autocumplidas que
modifican las decisiones actuales de los individuos y, por tanto, influyen sobre
las variables agregadas (Keynes, 1993). Este resultado proporciona
implicaciones para los responsables de la formulación de políticas públicas, ya
que, las expectativas son favorables cuando el ambiente económico es estable
y predecible.
Como se mencionó, el análisis de la cultura es todavía desconocido dentro de la
ciencia económica y no existen muchos estudios que vinculen de manera directa
a la cultura con la inversión agregada. En este sentido, sería interesante ampliar
la presente investigación a otras regiones del mundo, con la finalidad de
comparar y contrastar los resultados obtenidos.
En conclusión, se sostiene que los hallazgos encontrados en los coeficientes de
las variables culturales obedecen a un análisis de carácter regional en
Latinoamérica; pues como se evidenció en la revisión teórica la cultura presenta
efectos duales que difieren según la región analizada. Por tanto, los efectos de
las variables culturales no son universales, a diferencia de las variables
económicas (tasa de interés, producto) que tienen una relación teórica definida.
36
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42
ANEXOS
Anexo 1: Interpretación de la escala de los índices culturales de Hofstede.
Figura 8: Escala de los índices culturales de Hofstede. Adaptado de: Hofstede (2010) en base a interpretaciones realizadas en su libro.
Anexo 2: Relación entre la inversión fija y el índice de actividad económica.
Figura 9: Evolución del índice de actividad económica y el ratio FBKF/PIB. Adaptado de: CEPAL (en base a fuentes oficiales)
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Anexo 3: Relación entre la inversión fija y la tasa de interés real.
Figura 10: Evolución de la tasa de interés real y FBKF/PIB en América Latina. Adaptado de: CEPAL (en base a fuentes oficiales)
Anexo 4: Distribución religiosa.
País Índice Cristiano No afiliados Rel.Folklórica Musulmanes Hindúes Argentina 3.0 85.20% 12.20% 0.80% 1.00% < 0.1%
Bolivia 1.3 93.90% 4.10% 0.90% < 0.1% < 0.1% Brazil 2.3 88.90% 7.90% 2.80% < 0.1% < 0.1%
Chile 2.2 89.40% 8.60% 1.50% < 0.1% < 0.1% Colombia 1.6 92.50% 6.60% 0.80% < 0.1% < 0.1%
Costa Rica 1.9 90.90% 7.90% 0.80% < 0.1% < 0.1%
Cuba 6.5 59.20% 23.00% 17.40% < 0.1% 0.20%
Ecuador 1.3 94.10% 5.50% 0.30% < 0.1% < 0.1% El Salvador 2.4 88.20% 11.00% 0.50% < 0.1% < 0.1%
French Guiana 3.2 84.40% 3.40% 9.10% 0.90% 1.60% Guatemala 1.1 95.20% 4.10% 0.60% < 0.1% < 0.1%
Guyana 5.7 66.00% 2.00% 0.20% 6.40% 24.90% Haiti 2.7 86.90% 10.60% 2.20% < 0.1% < 0.1%
Honduras 2.5 87.60% 10.50% 1.10% 0.10% < 0.1%
Jamaica 4.3 77.20% 17.20% 4.50% < 0.1% < 0.1%
Mexico 1.1 95.10% 4.70% < 0.1% < 0.1% < 0.1%
Nicaragua 2.8 85.80% 12.50% 1.40% < 0.1% < 0.1%
Paraguay 0.7 96.90% 1.10% 1.70% < 0.1% < 0.1% Panama 1.5 93.00% 4.80% 0.40% 0.70% < 0.1%
Peru 1.0 95.50% 3.00% 1.00% < 0.1% < 0.1% Puerto Rico 0.7 96.70% 1.90% 0.80% < 0.1% < 0.1%
Rep. Dominic 2.4 88.00% 10.90% 0.90% < 0.1% < 0.1% Suriname 7.6 51.60% 5.40% 5.30% 15.20% 19.80%
Uruguay 5.7 57.90% 40.70% 0.80% < 0.1% < 0.1% Venezuela 2.2 89.30% 10.00% 0.20% 0.30% < 0.1%
Latinoamérica 2.0 90.07% 7.73% 1.68% 0.11% 0.05%
Adaptado de: Pew Research Center.
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Anexo 5: Fuentes de información de las tasas de interés activas nominales.
Variable País Tasa Fuente
Tasa de interés nominal activa
Brasil Tasa de interés promedio anualizada de las operaciones de crédito para personas físicas
BCB
Chile Tasas activas 90-360 días operaciones no reajustables BCHL
Colombia Tasa activa total del sistema (promedio ponderado de todas las tasas activas)
BCR
Costa Rica
Promedio ponderado de las tasas activas del sistema financiero para préstamos en moneda nacional.
BCCR
Ecuador Tasa de interés activa efectiva referencial para el segmento productivo corporativo en dólares.
BCE
México Tasa promedio ponderada de las colocaciones de deuda privada, a un plazo de hasta un año.
BANXICO
Perú Tasa activa promedio de mercado de las operaciones realizadas en los últimos 30 días útiles
BCRP
Adaptado de: Cepal en base a información oficial de los Bancos Centrales.
Anexo 6: Fuentes de información de las expectativas empresariales.
Variable País Índice-Elaborado por: Fuente
Índice de confianza
empresarial
Brasil Índice de confianza del empresario industrial (ICEI) elaborado por el Instituto Brasileño de geografía y estadística (IBGE).
OECD (estandarizado)
Chile Índice mensual de confianza empresarial (IMCE) total general, elaborado por el Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas (ICCAE).
OECD (estandarizado)
México Indicador de confianza empresarial (ICE) elaborado por Instituto Nacional de estadística y geografía (INEGI).
OECD (estandarizado)
Costa Rica
Índice Empresarial de Confianza (IEC) elaborado por la Unión Costarricense de cámaras y asociaciones del sector empresarial privado (UCCAEP).
UCCAEP
Ecuador Índice de confianza empresarial (ICE) elaborado por el Banco Central del Ecuador (BCE).
BCE
Colombia Índice de confianza industrial (ICI) elaborado por FEDESARROLLO con encuesta EMOE del Banco Central de Colombia.
FEDESARROLLO
Perú Índice de confianza empresarial (ICE) expectativas de la economía a 3 meses, elaborado por el Banco Central de la República de Perú (BCRP).
BCRP
Adaptado de: Bancos Centrales, OECD y otros.