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SEGREGACIÓN, ALOJAMIENTO Y PAUTAS DE SOCIABILIDAD DE LOS MARROQUÍES EN ANDALUCÍA
Francisco Majuelos Martínez, Universidad de Almería
Montserrat Monserrat, Universidad de Almería
Juan Carlos Checa, Departamento de Sociología, Universidad de Almería
Santiago López López, Universidad de Almería
Francisco Checa y Olmos, Departamento de Ciencias Humanas y Sociales
Resumen
En esta comunicación mostramos algunos de los resultados obtenidos en una
investigación centrada en los espacios residenciales, las condiciones de alojamiento y
las pautas de interacción de la población marroquí en Andalucía, como parte del
proyecto ANDALUCÍA INTEGRA.
Como objetivos principales nos propusimos el análisis de: 1) el nivel de
segregación residencial de la población marroquí, así como la localización de las
mayores concentraciones y, 2) las pautas de interacción de los inmigrados marroquíes
con la población autóctona u otros inmigrados.
La metodología adoptó un carácter mixto, partiendo de fuentes secundarias
(Instituto Nacional de Estadística e Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía),
completado con los datos obtenidos mediante observación participante y entrevistas
realizadas a agentes sociales.
Entre los principales resultados obtenidos se observa que las mayores
concentraciones de la población marroquí se encuentran en las zonas costeras
Andalucía, especialmente en Almería, Málaga y Huelva. En el interior, sólo destacan
algunos municipios, donde los inmigrados se emplean en la agricultura extensiva. En el
resto de municipios la distribución se produce de manera más o menos uniforme.
En segundo lugar hemos podido confirmar, mediante el Índice de Disimilitud,
cierta tendencia a la baja en los niveles de segregación residencial, en los principales
ciudades donde se concentran los inmigrados de origen marroquí.
Palabras clave: Alojamiento, concentración, inmigración, interacción, marroquíes.
1
Introducción
El espacio físico nunca ha sido neutro, casi siempre se ha definido como un
lugar de connotaciones sagradas y representaciones simbólicas. De esta forma el
espacio debe entenderse más allá de una mera abstracción o delimitación espacial,
puesto que en él se manifiesta la estructura de la vida humana, donde transcurren todas
las actividades interpersonales, simbólicas y socioeconómicas (Harre, 1978) y, por
tanto, los diferentes modelos de vida (Hall, 1973). Más aún, la morfología espacial
–forma física- es el continente frente al contenido –forma social-. En definitiva, el
espacio es más una práctica social que un marco físico donde se dibuja la estructura
social.
Como consecuencia de ello, una de las cuestiones más importantes que se
debaten sobre las ciudades son los derechos urbanos de sus habitantes y visitantes, sobre
todo, por el crisol étnico y socioeconómico que las dibujan. Puesto que la distribución
espacial de la población –segregación/concentración- y los equipamientos e
infraestructuras no se disponen de manera equilibrada y, por tanto, no responden a las
necesidades reales. En consecuencia, los objetivos de este trabajo son dos: uno, conocer
la distribución espacial de los inmigrados marroquíes asentados en la comunidad
autónoma de Andalucía (excepto Cádiz y Sevilla capital), comparándolo con la
experimentada por otros colectivos -Rumania, Ecuador y Reino Unido-; y dos, las
condiciones residenciales que padecen dicho colectivo.
Método
Partiendo de los objetivos que guían este trabajo, hemos precisado la utilización de
diferentes fuentes de información. Para la cuantificación del fenómeno se han utilizado
datos poblacionales ofrecidos por el padrón continuo, correspondientes a dos años: 2005
y 2011. Más concretamente, se utiliza el instrumento más utilizado en la literatura
internacional sobre el fenómeno: el índice de disimilitud (ID). Este índice compara la
localización residencial de varios grupos poblacionales en un contexto determinado, de
acuerdo con su proporción en el total de la comunidad.
Xi es la población de tipo X en la zona i.
X es la población total de tipo X en todo el ámbito de estudio.
2
Yi es la población de tipo Y en la zona i.
Y es la población de tipo Y en todo el ámbito de estudio.
El valor oscila entre 0 y 1, de tal forma que cuánto más bajo es el valor más
homogénea es la distribución espacial y menor segregación existe en el grupo
considerado, por el contrario, cuánto más elevado sea el resultado, mayor será la
proporción de la población escogida que tendría que trasladarse para llegar a una
distribución homogénea y, por consiguiente, mayor es la segregación.
Para conocer la situación residencial se han utilizado los datos brutos y
anonimizados del IECA fruto de la investigación coordinada por el profesor de la
Universidad de Granada Arón Cohen. Con éstos obtuvimos información sobre la
trayectoria residencial de los marroquíes desde origen hasta destino, a la vez que nos
prestó información sobre los habitantes de esos alojamientos o dificultades de acceso.
Resultados
Segregación residencial de los marroquíes
En Almería actualmente el colectivo que más segregación residencial presenta es
el marroquí con una ligera tendencia al alza. No obstante, esta situación en el año 2005
no era así, puesto que eran los británicos quienes más segregados estaban, pero, como
muestra el gráfico siguiente han experimentado un descenso continuado. Por su lado, la
segregación de los rumanos también tiende a disminuir. En cuanto a la población
ecuatoriana asentada en Almería presenta niveles similares en ambas fechas.
Gráfico 1. Segregación en Almería
Fuente: Padrón municipal. Elaboración propia.
3
Más concretamente, en la ciudad de Almería, los extranjeros que proceden de los
países africanos, y sobre todo los marroquíes, se aglutinan de forma muy visible y
significativa en el barrio de El Puche. Su presencia en el resto del territorio es mucho
más difuminada, por lo que estamos hablando de una distribución muy localizada. Sin
embargo, los europeos se concentran especialmente en las zonas de la Colonia
Monserrat y la barriada de La Molineta. Así mismo habitan en el barrio del Zapillo y la
periferia norte de la ciudad, en la zona de Piedras Redondas. En cuanto a los residentes
latinoamericanos, los encontramos residiendo principalmente en el barrio del Zapillo,
así como en las zonas limítrofes hacia el norte con el centro histórico de la ciudad y la
barriada de Piedras Redondas.
En consecuencia, en la ciudad de Almería los marroquíes presentan una menor
interacción, no sólo con la población nacional, sino también con otros colectivos.
Mapa 1. Ubicación de los marroquíes en Almería (2012).
Fuente: padrón municipal. Elaboración propia.
En Córdoba se observa como hay dos nacionalidades en las que se observa un
descenso significativo de los índices de segregación entre 2005 y 2011, a saber: Reino
Unido, la cual desciende casi un punto y Rumanía, la cual reduce su segregación en casi
4
dos puntos y medio. Sin embargo, en lo que respecta a las otras dos nacionalidades:
Marruecos y Ecuador; aunque en el balance general experimentan un pequeño descenso,
apenas es significativo, siendo Marruecos, en todo caso, el que menor índice de
segregación presenta de las cuatro nacionalidades estudiadas.
Gráfico 2. Segregación en Córdoba
Fuente: INE. Elaboración propia.
De igual forma, en Córdoba, como se observa en los siguientes mapas, las áreas
donde se concentran los inmigrantes son el barrio de San Basilio (y zonas cercanas al
cementerio), La Huerta de La Reina, Polígono de Levante, El Barrio de San Rafael y
Ciudad Jardín. Ahora bien, atendiendo al origen aparecen importantes especificidades,
puesto que los africanos se localiza, principalmente, en las cercanías al cementerio -al
este del puente de San Rafael- y en el polígono industrial de Torrecilla. También su
presencia es importante en algunas manzanas residenciales, dispersas por la ciudad,
como pueden ser Las Margaritas o la Avenida de Carlos III.
Sin embargo, la localización de la población que proviene del continente
latinoamericano se ubica en zonas diferenciadas a las presentadas por los africanos. Esto
es, a éstos los encontramos en La Huerta de la Reina y en las proximidades de la Huerta
del Sordillo. Las secciones censales que corresponden con las zonas del Cerro Alto de la
Tordecilla, son donde reside un mayor número de extranjeros procedentes de Europa.
5
Mapa 2. Ubicación de los marroquíes en Córdoba (2012)
Fuente: padrón municipal. Elaboración propia.
En Granada los naturales del Reino Unido presenta los mayores índices,
exceptuando en 2011, que ha sido superado por Ecuador, como consecuencia de una
tendencia alcista en sus niveles de segregación. Los rumanos, al contrario, padecen un
decrecimiento en su índice con los años, empezó el periodo el segundo país más
segregado y en la actualidad es el tercero. Por último, los marroquíes, son el colectivo
que tiene menor índice de disimilitud.
Gráfico 3. Segregación en Granada
Fuente: Padrón municipal. Elaboración propia.
6
En Granada capital la población extranjera se agrupa –con las concentraciones
más altas- en los barrios limítrofes de la Cartuja, Albaycín, Casería de Montijo y el
Sacromonte, así como en el Zaidín. También encontramos extranjeros en los barrios de
más antigüedad de la ciudad (centro histórico, Polígono de Cartuja, Realejo, etc.).
En el caso de los marroquíes el barrio seleccionado para ubicar la residencia es
el Albaycín -en su parte baja limitando con Calle Elvira y Gran Vía y en la alta con el
Sacromonte- por sus conocidas raíces árabes, donde son muchos los que se han
instalado con comercio étnico propio, tiendas que dan abastecimiento tanto a sus
compatriotas como los turistas, en una zona que se ha renovado mucho desde su llegada
(Calderería y Albaycín bajo). Además, junto al Mirador de San Nicolás se ha construido
una Mezquita y un centro cultural musulmán.
Por otra parte, la población procedente del continente americano, principalmente
de Sudamérica, establece sus zonas de asentamiento sobre todo en el barrio del Zaidín -
en el límite sur de la ciudad-. Por último, son en el Barrio de la Cartuja y la Barriada de
la Paz donde encontramos un mayor número de población de la Europa no Comunitaria,
situados en el extremo norte de la ciudad.
Mapa 3. Ubicación de los marroquíes en Granada (2012)
Fuente: padrón municipal. Elaboración propia.
7
En Huelva, la población rumana es la menos segregada. En líneas generales, se
observa un descenso generalizado para casi todas las nacionalidades tratadas, excepto
para Ecuador, que experimenta un ascenso no muy acusado. Reino Unido sigue siendo
el país que tiene mayor segregación, aunque con tendencia a disminuir, casi un punto en
el período estudiado. Por el contrario, Marruecos se mantiene muy regular en este
período, experimentando pequeños cambios poco significativos. En cualquier caso, es la
segunda nacionalidad que menor índice de disimilaridad muestra.
Gráfico 4. Segregación en Huelva
Fuente: INE. Elaboración propia.
En la capital onubense los extranjeros se concentran principalmente en dos zonas
de la ciudad. La primera, con menor extensión geográfica, se sitúa al Este del
Ayuntamiento, en el barrio de La Esperanza, en un triángulo delimitado al Oeste por el
propio Ayuntamiento, al Este por el Museo de Bellas Artes y al Sur por la estación de
Sevilla y la línea ferroviaria. Es un distrito censal que ocupa una superficie
relativamente pequeña, pero en él se dan los mayores índices de concentración, tanto de
inmigrantes procedentes de la Europa no Comunitaria –de hecho es la única zona de la
ciudad en que su presencia es significativa-, como de inmigrantes latinoamericanos y
africanos.
La segunda incluye los distritos censales del Oeste del casco urbano, siendo el
mar y las instalaciones de los astilleros su límite sur; es una zona en la que encontramos
barriadas como las de Molina de la Vega, la de La Navidad o La Vega. Colindante con
esta zona hacia el noreste encontramos los barrios de Charrito Bajo y la Barriada del
Carmen, con fuerte presencia de inmigrantes africanos. La zona de La Vega, al norte de
los astilleros, está principalmente poblada por inmigrantes de origen latinoamericano y
africano. Siguiendo hacia el norte con la zona de La Vega se encuentran las barriadas de
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Molina de la Vega, Las Colonias y La Navidad. En estas zonas, que representa el límite
Oeste del casco urbano, se da una presencia significativa de población africana si bien
los índices no son tan altos como en otros barrios como el Charrito Bajo.
Mapa 4. Ubicación de los marroquíes en Huelva (2012)
Fuente: padrón municipal. Elaboración propia.
La capital jiennense, de manera general, presenta unas cifras que no han sufrido
grandes cambios en los últimos años. De manera que el país que presenta mayor grado
de segregación es Reino Unido, seguido de Rumanía, Ecuador y Marruecos.
No obstante, hay ciertas significaciones dignas de comentar: en primer lugar,
Reino Unido sufre un gran descenso en el período 2005 – 2008, el cual se acerca al
punto y medio. Sin embargo, en el período siguiente, 2008–2011 vuelve a sufrir un
importante aumento, incluso superando los valores iniciales del rango analizado, esto es,
experimentando un aumento, aunque leve, desde el inicio del estudio. En segundo lugar,
Rumanía experimenta un pequeño descenso de un punto, el cual es más acusado en el
primer período correspondiente a los años 2005–2008; en este sentido, similar al sufrido
por el Reino Unido. Sin embargo, en la segunda parte del período tiende a estabilizarse,
a pesar de experimentar un ligero aumento. En tercer lugar, tanto Marruecos, con el
menor índice de disimilitud, como Ecuador presentan una tendencia bajista.
9
Gráfico 5. Segregación en Jaén
Fuente: INE. Elaboración propia.
En Jaén la población no española se concentra, casi de forma exclusiva, en tres
zonas. La primera de ellas sería la situada en el barrio de Peñamefecit, extendiéndose
paralelamente a las vías ferroviarias, desde la estación de RENFE hacia el Oeste de la
ciudad, y separada de la misma por una zona de naves industriales, parapeto que las
protege de las mismas vías. La segunda de las zonas de concentración está conformada
por los distritos censales ubicados entre la Alameda de Calvo Sotelo y la zona centro o
casco histórico, donde se ubican el Ayuntamiento y la Catedral. La tercera de las zonas
donde hay un índice significativo de población inmigrante es en las proximidades del
arco de San Lorenzo, a los pies del cerro de Santa Catalina, donde se enclava el Castillo
del mismo nombre (hoy Parador Nacional de Turismo).
En cuanto a la segunda de las zonas de concentración de población inmigrante,
sobresale la presencia de inmigrantes que proceden de todos los continentes. Destaca
significativamente, por su concentración, los llegados de la Europa no Comunitaria, en
el triángulo delimitado por el edificio de la Delegación de Hacienda, la Estación de
Autobuses y la Plaza de Toros. Y en la tercera, sobresale la presencia de marroquíes y
latinoamericanos.
Mapa 5. Ubicación de los marroquíes en Jaén (2012)
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Fuente: padrón municipal. Elaboración propia.
En Málaga, como se puede ver en el gráfico siguiente, la población más
segregada en el año 2005 es la rumana con una disimilitud de 0,65; y la que menos la
marroquí con un valor de 0,37. Al final del periodo se vuelve a comprobar que los
marroquíes presentan menores dosis de segregación, seguidos por los rumanos, siendo,
ahora, los más segregados los ecuatorianos (0,55). Aunque cabe señalar que todos los
países tienen una tendencia a disminuir su segregación, frente a Marruecos que lo hace
ascendente.
Gráfico 6. Segregación en Málaga
11
En Málaga, de manera general, la mayor parte de la población se concentra en la
zona del estadio de la Rosaleda; le siguen otros distritos ubicados junto al puerto, en el
Este de la ciudad o en la zona del Cerro Calderón. Atendiendo a la procedencia, la
población europea no procedente de la UE, se sitúa en estos mismos sitios a excepción
de la zona del puerto. La población latinoamericana se encuentra dispersa por todo el
núcleo urbano, si bien se observa cierta concentración en la zona junto al puente de
Armina, tanto en su lado izquierdo como en el derecho. Sin embargo, la africana
también está muy dispersa, si bien encontramos importantes concentraciones de
población marroquí en el distrito situado entre el puente de Armina y el Hospital Civil,
en pleno centro urbano.
Mapa 6. Inserción de los marroquíes en Málaga (2012)
Fuente: padrón municipal. Elaboración propia.
En conclusión, y de manera general, se puede afirmar: primero, que los niveles
de segregación no son excesivamente elevados, especialmente si se compara con los
obtenidos, sobre todo, en el ámbito internacional; segundo, que la nacionalidad menos
segregada es la marroquí, exceptuando el caso almeriense. Y tercero, a pesar de ser el
grupo menos segregado no siempre comparte espacio con otros grupos de inmigrantes;
12
o lo que es igual, presentan una baja interacción, puesto que habitan en barrios muy
homogéneos en cuanto al origen.
Pautas residenciales de los marroquíes en España
En este apartado vamos hacer un repaso por las principales características de las
trayectorias residenciales experimentadas por los inmigrados marroquíes en Andalucía;
para ello, nos vamos a valer, en primer lugar, de los datos ofrecidos por el Instituto de
Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA), obtenidos por una investigación
coordinada por el Arón Cohen. En cualquier caso, el siguiente apartado queda
estructurado del siguiente modo: primero, analizaremos la trayectoria residencial de los
inmigrados desde Marruecos hasta la actualidad, abordando, entre otras cosas, el tipo de
vivienda y personas con quien comparte, el régimen de tenencia o las dificultades de
acceso.
Trayectoria residencial de los marroquíes en Andalucía
Empezando por el primer aspecto podemos decir que los inmigrados marroquíes
asentados en Andalucía, casi en su totalidad, residía con su familia en Marruecos. Sólo
1% compartía casa o piso con algún no familiar (ver tabla 1).
Tabla 1. Recuerde su última vivienda habitual en Marruecos, ¿qué tipo de vivienda era?
Fuente: IECA. Elaboración propia.
Incluso más, el 85,8% habitaba una vivienda en propiedad, seguido por el 9,8%
que vivía en alquiler o el 2,2% en casa cedida por familiares (ver tabla 2).
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Tabla 2. Si era una vivienda familiar, ¿qué régimen de tenencia tenía?
Fuente: IECA. Elaboración propia.
No obstante, en la actualidad sólo el 19% tiene ahora mismo una casa propia en
Marruecos.
Tabla 3. ¿Posee Vd. en Marruecos una casa propia?
Fuente: IECA. Elaboración propia.
La cual ha sido adquirida, de forma mayoritaria (60,4%), una vez consolidado el
proyecto migratorio en Andalucía
Tabla 4. ¿Cuándo ha adquirido esta casa?
Fuente: IECA. Elaboración propia.
Tras el proceso migratorio los inmigrados marroquíes que residen en Andalucía,
sólo el 21,9% reconoce haber habitado una única vivienda. Hasta el punto que el 36,1%
afirma que en dos; el 21,2% en tres; o, incluso el 1,4% en más de diez (Ver tabla 5).
14
Tabla 5. ¿Podría decirnos, aproximadamente, en cuántas viviendas ha residido en
Andalucía?
Fuente: IECA. Elaboración propia.
De manera general, tal y como demuestran los datos de la tabla siguiente, la
mayoría de los inmigrados ha residido en casas en alquiler, seguido por casa comprada;
no obstante, no han faltado inmigrados que han residido en casas de acogida temporal
18,8%, en infraviviendas o casa del empleador 12,7%.
Tabla 6. Tipos de vivienda en los que ha vivido
15
Fuente: IECA. Elaboración propia.
Centrados en su vivienda actual se comprueba, que al igual que la primera
vivienda, la primera opción de convivencia de los marroquíes en Andalucía es con
miembros familiares (77%), seguido por casa o piso compartido (20,2%).
Tabla 7. Su vivienda actual, ¿de qué tipo de vivienda es?Fuente: IECA. Elaboración propia.
16
Para este último caso, los compañeros de alojamiento marroquíes vuelven a
sobresalir sobre otras procedencias.
Tabla 8. Con quién comparte vivienda actualmente
Fuente: IECA. Elaboración propia.
Por eso, el 68,8% sostiene que vive en un alojamiento con miembros de su
familia nuclear y el 8,2% extensa. Sólo el 6,8% vive con otros marroquíes no familiares
(ver tabla 9).
Tabla 9. Relación con las personas con las que usted vive:
Fuente: IECA. Elaboración propia.
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Una vez analizado, principalmente, las características de la primera y última
residencia de los marroquíes en Andalucía nos centramos en el proceso de su búsqueda
y en los planes residenciales futuros.
Para el primer aspecto cabe resaltar que para el 39,5% de los marroquíes la
búsqueda de su vivienda le resultó difícil o muy difícil. Aunque el 30,5% apunta que le
fue fácil; y el 20,4% ni una cosa, ni la otra.
Tabla 10. La búsqueda de su actual hogar, le resultó
Fuente: IECA. Elaboración propia.
Para aquellos que padecieron dificultades para encontrar su vivienda resaltan,
por este orden: el precio, motivos de xenofobia, escasez e inestabilidad económica y
otros motivos.
Tabla 11. Motivos de la dificultad
18
Fuente: IECA. Elaboración propia.
En la búsqueda y consecución de la vivienda los marroquíes asentados en
Andalucía han utilizado diversas estrategias, especialmente a través de amigos
compatriotas, agencias inmobiliarias, familiares o amigos españoles (Ver tabla 12).
19
Tabla 12. Cómo consiguió la vivienda
Fuente: IECA. Elaboración propia.
En cuanto a los planes futuros la mayoría de los marroquíes (62,7%) no tiene
pensado cambiar de vivienda en el próximo año. Entre los que tienen pensado cambiar
el 10,1% declara para conseguir una casa completa de alquiler, para no compartir con
20
otras personas. El 8,7% para comprarse una vivienda. No obstante, el 12,9% afirma no
saber su decisión para el año que viene.
Tabla 13. ¿Tiene en proyecto cambiar de vivienda el próximo año?
Fuente: IECA. Elaboración propia.
Conclusiones
La exclusión residencial es actualmente uno de los factores más importantes de
los procesos de desigualdad y marginación que tiene lugar en nuestra sociedad, puesto
que la vivienda es una necesidad vital, sobre la que se asienta la mayoría de los procesos
sociales que provocan que cualquier persona pueda vivir con dignidad. Ahora bien, tal y
como hemos visto para el caso andaluz, esta exclusión no se manifiesta de igual forma,
ni en cuanto a los colectivos analizados, ni en el ámbito de estudio. Más aún, cuando
este trabajo, solo se circunscribe al ámbito urbano, dejando al margen la situación que
padecen los inmigrados, marroquíes especialmente, en las agrociudades o pueblos
agrícolas que acogen a población extranjera.
En cualquier caso, e independientemente de lo acusado del fenómeno la
segregación espacial ha sido un concepto olvidado para el diseño de políticas, políticos,
y sociedad en general. No era mencionada ni en los discursos políticos, ni en las
actuaciones urgentes a desarrollar. La segregación se ha visto como fruto de hechos
racistas pasados o un fenómeno de causas casi naturales.
Pero, entonces ¿qué se ha realizado para evitar esta situación? Centrándonos en
el caso español, encontramos que las políticas de vivienda en España1 se remontan a
mediados del siglo XIX, donde podemos encontrar un importante número de
1 Onrubia (2010) revisa el tratamiento específico ofrecido a la población inmigrante en las políticas públicas de vivienda del Estado y de las comunidades autónomas.
21
actuaciones2, pero las destinadas a paliar las malas condiciones de habitabilidad y de
segregación de los inmigrados han sido casi nulas, poniendo de manifiesto una nula
intencionalidad de solventar la situación.
Así, por ejemplo, en el Plan Estatal de Vivienda 1998-2001, no se incluyen
actuaciones de tal índole; en el 2002-2005 y siguientes la situación no varía, las
actuaciones quedan reducidas a convenios con las diferentes comunidades a partir de la
declaración de éstas.
Tampoco en los diferentes planes elaborados para la integración de los
inmigrantes por parte de la administración, la vivienda y la segregación se han tenido
muy en cuenta. A pesar de que la política de vivienda en España se haya plenamente
descentralizada desde principios de la década de los noventa y de la consecuente cesión
de competencias a las comunidades autónomas, en 2007, el Gobierno aprueba el Plan
Estratégico de Ciudadanía e Integración 2007-2010, dirigido al conjunto de la población
y orientado a potenciar la cohesión social a través de las políticas basadas en la igualdad
de oportunidades y la igualdad de derechos y deberes, la igualdad de oportunidades, el
desarrollo de un sentimiento de pertenencia de la población inmigrada a la sociedad
española y el respeto a la diversidad. Destacan las áreas de educación, acogida y
empleo. Respecto a vivienda, incluye las siguientes medidas: 1) Ampliar el peso de la
vivienda protegida en el conjunto de los mercados de la vivienda y promover un mayor
equilibrio en las formas de tenencia de la vivienda para colectivos con bajos ingresos; 2)
Prevenir la generación de situaciones residenciales de infravivienda y hacinamiento en
la fase de asentamiento inicial; 3) Luchar contra la discriminación de las personas
inmigrantes en el mercado de la vivienda; y 4) Mejorar la convivencia y prevenir la
segregación residencial. No obstante, la negativa evolución económica y los
consecuentes recortes presupuestarios han limitado en buena medida su aplicación.
Concretamente en vivienda, tan sólo se ejecutó el 42% de lo presupuestado en dicha
área.
Lo sucede el Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración 2011-2014, que tiene
como principal objetivo fortalecer la cohesión social, en un nuevo contexto migratorio
caracterizado por la reducción de flujos de entrada de inmigrantes. En vivienda, se
propone: 1) Impulsar microproyectos de generación de convivencia en viviendas,
2 Véase Cortés (1995) para un análisis detallado de dichas actuaciones.
22
bloques de edificios y comunidades de vecinos; y 2) Apoyar programas de
intermediación y lucha contra la discriminación en el mercado de la vivienda (fomento
de programas de intermediación, garantía y fianza en el mercado de la vivienda
orientados hacia la población inmigrada; impulso a actuaciones de sensibilización y
lucha contra la discriminación en el ámbito de la vivienda; y revisión de los requisitos
de acceso a la oferta pública de vivienda para garantizar la no discriminación).
En síntesis, las políticas no dejan de ser declaraciones de intenciones que las
caracterizan una amplia ausencia de medidas concretas.
Centrados en el caso andaluz, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía
aprueba el Decreto 2/2001, de 9 de enero, en el marco del III Plan Andaluz de Vivienda
y Suelo 1999-2002, por el que se regulan y convocan ayudas a la promoción de
viviendas en alquiler destinadas a alojar a trabajadores temporales en municipios de alta
movilidad laboral. Para la realización de estas promociones estaba previsto que la
Administración General del Estado concediera una subvención equivalente al 15% del
precio máximo al que hubieran podido venderse las viviendas, y que otra subvención de
igual cuantía fuera concedida por la administración de la Junta de Andalucía con cargo a
sus presupuestos.
Indudablemente la apuesta por solucionar el problema residencial de los
inmigrados fue importante, pero la respuesta tanto de las diferentes administraciones
como de las empresas privadas ha generado que el éxito de estas medidas fuera muy
relativo. A modo de ejemplo, en la provincia de Almería, sólo una promoción de ocho
viviendas se ejecutó al amparo de dicho decreto. Su resultado fue más efectivo en la
provincia de Huelva, aunque atendiendo a las empresas o particulares que se acogen a
esas medidas, el proceso de exclusión se soluciona parcialmente por varios motivos: a)
Sólo garantiza cierta habitabilidad de los alojamientos, pero su ubicación no siempre
está junto a las explotaciones agrícolas, esto es, amplia segregación residencial; y b)
Son alojamientos que por las características del mercado de trabajo onubense una parte
del año están vacías.
Ahora bien, ¿cabría hacer algo para atajar este problema? Para empezar, tal y como
apunta Huttman y otros (1991), habría que evitar los factores institucionales de
discriminación. Y de manera general la intervención debería actuar en cinco ejes
principales:
23
En primer lugar, incrementar de manera notable el gasto público en materia de
vivienda, redistribuyendo dicho gasto con criterios sociales progresivos.
En segundo lugar, realizar una fuerte intervención sobre el parque existente,
rehabilitando y poniendo en uso la vivienda vacía, incrementando el volumen de
viviendas sociales y protegidas, diversificar las tipologías de vivienda e
incrementar la oferta de vivienda asequible.
En tercer lugar, potenciar la vivienda pública en alquiler, actuando sobre los
principios de la cultura dominante.
En cuarto lugar, potenciar la creación de un patrimonio público de suelo.
Y, en quinto lugar, considerar a la vivienda como un elemento básico en los
procesos de integración. Estrategias de discriminación positiva.
No obstante, son casi innumerables las medidas, de tipo parcial, que se podrían
tomar para tratar de solucionar el proceso de exclusión residencial y social que sufre
parte de la población. Sin ser exhaustivo, aquí sólo reflejamos algunas de las que
deberían ser acometidas para empezar a resolver un problema bastante urgente, a saber:
Primera, desarrollar el artículo 47 de la Constitución mediante la promulgación
de una Ley de Vivienda que garantice y concrete el derecho al alojamiento digno,
ordenando las distintas decisiones sectoriales que en la actualidad están afectando al
acceso a la vivienda de manera descoordinada y, en muchos casos, contradictoria. De
este modo se podrán reconocer los derechos residenciales de toda persona,
independientemente de su situación administrativa.
Segunda, la gestión de lo público debe de estar controlada siempre por parte de
las administraciones públicas para que eviten que se den procesos de especulación
privada de lo público. Para ello, hay que impulsar una política sostenida de construcción
de viviendas con diferentes regímenes de protección, basada en estudios serios de la
demanda, desde el ámbito municipal, y con un acuerdo entre Estado, comunidad
autónoma y ayuntamientos.
Tercera, adaptar la oferta de viviendas de protección oficial de acuerdo a las
necesidades reales, no a la demanda, teniendo en cuenta aspectos como la amplitud del
número de personas que componen la unidad familiar, la situación de los jóvenes sin
emancipar, las familias monoparentales, la inestabilidad laboral.
24
Cuarta, intervención de los poderes públicos directamente en el mercado libre
para regularizarlo, adoptando medidas para hacer posible la satisfacción de un derecho
constitucional, el derecho a la vivienda, y de dotar de contenido la función social de la
propiedad. En este sentido, se trata de situar los precios en parámetros de razonabilidad,
para hacer más asequible el mercado a una parte de la población y descongestionar la
demanda de vivienda protegida, que se podría destinar a los hogares con menos recursos
económicos.
Y quinto, intervención directa e indirecta sobre el patrimonio residencial
mediante actuaciones de reposición, remodelación, rehabilitación y conservación, de
manera que se mejoren las condiciones del parque de viviendas ocupado, y que se
incentive la puesta en uso del patrimonio de viviendas desocupadas. Aplicar políticas y
ordenanzas para que la vivienda vacía salga cuanto antes al mercado. Establecer
programas de ayuda a los propietarios de viviendas vacías, basados en una mejora de la
intermediación en el mercado de la vivienda social privada, y gestionados por
operadores sin ánimo de lucro. Acompañar estos programas de una penalización fiscal
sobre la vivienda desocupada y de la graduación del nivel de las ayudas en función del
destino final de esas viviendas. Uno de los objetivos es el conseguir su usufructo a favor
de la administración para el alquiler.
En definitiva, sigue siendo válido lo que Van Kempen y Sule Özüekren (1997:
168) planteaban: la necesitad de investigar una serie de cuestiones de manera global y
no de manera aislada que nos puedan dar respuesta sobre las políticas a diseñar: ¿qué
sienten los inmigrantes acerca de la segregación y la concentración?, ¿dónde se sienten
más felices, en áreas segregadas o mixtas?, ¿tienen los inmigrantes la posibilidad de
realizar un cambio de vivienda que suponga un cambio espacial?, ¿pueden las
relaciones entre el mercado de vivienda y el mercado laboral determinar la posición de
los inmigrantes?, o por el contrario ¿son los prejuicios y estereotipos culturales?,
¿determinan los índices de concentración y segregación la exclusión social y en qué
grado?, ¿qué inmigrantes consiguen obtener éxito en el mercado de la vivienda?, etc.
Como apuntaban Massey y Denton (1993), sería necesario estar vigilantes con el
progreso que siguen los guetos, habrá que estudiar las posibles repercusiones de vivir
bajo una opresión por razones raciales, en tanto que ya se comienza a dar por sentado
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que en las áreas segregadas existen altos niveles de delincuencia, drogadicción, pobreza,
violencia, etc.
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