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Las cosas que dejaste atrás Algunas personas llegan a nuestras vidas y rápidamente se marchan. Otras se quedan un tiempo, dejando huellas en nuestros corazones, y nunca, jamás, volvemos a ser los mismos. — Flavia Weedn Adam no pudo haber llegado a la vida de Lucas en un mejor momento: Lucas tenía veinte años, y Adam siempre había aparentado veinte. Para ser honestos, nunca supo por qué el tiempo pareció haberse detenido justo cuando finalizó su adolescencia, pero por otra parte, había un montón de otras cosas que no sabía sobre sí mismo. A veces, Adam pensaba que sabía más de Lucas que de sí mismo. Conocía cada pequeño detalle del rostro del muchacho. Podía diferenciar su mano izquierda de la derecha. Sabía que a Lucas le gustaba cantar a todo pulmón durante las duchas, porque pensaba que era de lo más natural. Sabía que a Lucas le gustaba rozar las puntas de sus dedos sobre el dorso de su mano izquierda y trazar pequeños círculos en ella,

Forevermore

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Las cosas quedejaste atrs

Algunas personas llegan a nuestras vidas y rpidamente se marchan.

Otras se quedan un tiempo, dejando huellas en nuestros corazones,

y nunca, jams, volvemos a ser los mismos. Flavia Weedn

Adam no pudo haber llegado a la vida de Lucas en un mejor momento: Lucas tena veinte aos, y Adam siempre haba aparentado veinte. Para ser honestos, nunca supo por qu el tiempo pareci haberse detenido justo cuando finaliz su adolescencia, pero por otra parte, haba un montn de otras cosas que no saba sobre s mismo.A veces, Adam pensaba que saba ms de Lucas que de s mismo. Conoca cada pequeo detalle del rostro del muchacho. Poda diferenciar su mano izquierda de la derecha. Saba que a Lucas le gustaba cantar a todo pulmn durante las duchas, porque pensaba que era de lo ms natural. Saba que a Lucas le gustaba rozar las puntas de sus dedos sobre el dorso de su mano izquierda y trazar pequeos crculos en ella, porque era su forma de decirle a Adam que quera sujetarle la mano.Adam saba, desde un comienzo, que Lucas era diferente.La verdad es que l no tena veinte aos como Lucas crea; estaba lejos de ello. De hecho, haba vivido veinte aos multiplicados por un milln, si no es que por un billn de veces ms. Haba visto al mundo cambiar siglo tras siglo. Adam Bynes era inmortal, y lo haba visto todo.Y en la eterna vida de Adam Bynes, tambin estaba Lucas Clint. Lucas, quien tena una sonrisa realmente radiante y le gustaba crear listas de reproduccin con sus canciones favoritas para Adam. Lucas, quien tena veinte pero luca de diecisis y se comportaba como alguien de cinco. Lucas, quien se supona que fuera slo un ser pasajero ms en la deslucida estada en la Tierra de Adam.Pero estaba lejos de esto ltimo.

Un da de junio, Adam est en el parque de cerezos cerca de su casa, con su cmara Nikon D90 favorita en mano mientras captura el hermoso paisaje. Es lo que siempre hace en junio, cuando las hojas de los rboles de cerezo que tanto ama deciden revolotear para ser unas con la tierra otra vez. Adam observa mientras los rosados ptalos flotan hacia abajo lenta y delicadamente como plumas; no de a uno, pero tampoco como una lluvia. Es relajante la forma en que caen, y Adam captura un retrato de ello en el momento perfecto.Tarareando con suavidad, camina por el sendero que ha recorrido por ya ms de treinta aos. Se detiene para tomar alguna foto por aqu y por all. Una de su madre y su hijo caminando de la mano por el sendero contrario, que los lleva hacia el estanque. Adam siente como si hubiera visto a aquel nio antes, pero definitivamente est ms grande este ao. Las cosas pueden cambiar mucho en el transcurso de un ao, pero para l esos cambios son minsculos.Este ao parece como si las hojas hubieran comenzado a caer un poco antes, pero tal vez es Adam quien lleg tarde. El tiempo parece desacelerar conforme cada ao pasa; no es algo que l quiera, pero es algo que ocurre de todas maneras porque la vida siempre ha sido lenta para l. ltimamente, sus maanas y tardes parecen mezclarse en una neblina borrosa porque el caf matutino est sobrevalorado, y Adam no tiene ningn otro lugar al que ir, ni ningn otro lugar en donde estar, de todos modos.Adam Bynes, por alguna extraa razn congelada en el tiempo, hace mucho que dej de tratar de vivir. Simplemente existe, y est ms que bien as.Inhalando la esencia del tranquilo aire de la tarde, decide que debera sentarse, as que eso es lo que hace. La banca de madera bajo el gran rbol de cerezo luce seductora, y sus piernas estn cansadas de todas maneras. La vista desde la banca es extraamente interesante, tambin, ya que puede ver a un hombre joven en sus ltimos aos de adolescencia (o entrando en sus veintes) pululando por ah con un cuaderno en una mano y un lpiz en la otra, volteando su cabeza hacia uno y otro lado mientras incorpora el paisaje a su alrededor. Da un respiro hondo y garabatea algo en un instante. Ser un periodista o un escritor de algn tipo, piensa Adam. Lo observa divertido mientras el joven hombre se lleva el lpiz a la boca para masticarlo en sus cavilaciones. Es raro cmo sus cejas se fruncen mientras juega con el aire en sus mejillas. No obstante, Adam determina que es un tipo nuevo, si no es que bueno, de rareza, as que se lleva la cmara a los ojos, enfoca el objetivo y toma una fotografa.

La segunda vez que Adam se encuentra con Lucas es frente a la nueva empresa de arquitectura de la ciudad. Es tarde en la noche, y Adam est caminando a casa despus de su turno en la tienda en donde trabaja. Ha estado viendo el nuevo edificio que reemplaz lo que sola ser un restaurant chino de baozis; el cambio es bastante agradable. La arquitectura siempre ha sido algo ausente en su vida, porque nadie decide jams instalar compaas de arquitectura en los rincones de Seul donde l vive. Adam se queda merodeando por el nuevo edificio, con sus ojos contemplando el letrero y las altas ventanas espejadas.De pronto, un fuerte ruido proviene desde adentro del lugar, y esa es toda la advertencia que obtiene antes de que una pila de papeles y archivos vaya volando hacia l a travs de la puerta. Cae hacia atrs y aterriza sobre sus palmas mientras que algo colapsa encima de l.

Oh por Dios, lo siento tanto!

Adam grue mientras levanta su cabeza para ver quin es el bastardo torpe, slo para encontrarse con un pequeo muchacho de rostro plido y ojos brillantes, abiertos con temor encima suyo. Se congela por un instante debido a la cercana porque Adam Bynes realmente odia elcontacto, y el chico (u hombre, medio-hombre, lo que sea) se aparta y se pasa los dedos por el flequillo.

Lo lamento dice, ensendole una sonrisa de disculpas mientras se alisa incmodo el flequillo.Adam se sacude las rodillas mientras se pone de pie, bajando la vista hacia el hombre enano y aclarndose la garganta.Est Est bien.El ms bajo luce asombrado al segundo de que Adam abriera su boca, y termina parpadeando con rapidez.W-wow murmura.Adam frunce el ceo y se aleja del raro muchacho. Recin entonces se da cuenta de que es el mismo que vio en el parque hace unos das, pero no es nada inusual porque Adam sabe que la ciudad es pequea. Se ha topado con unos pocos rostros familiares antes, despus de todo. Lo que es extrao, sin embargo, es que nunca haba visto a este pequeo hombre por el lugar, excluyendo aquel parcial encuentro. Ha estado viviendo en ese vecindario por ms tiempo del que puede siquiera recordar, as que, naturalmente, le resulta extrao.Habla otra vez. El chico parpadea, levantando la vista hacia l con expresin intrigada.Ehm Adam masculla, sin estar seguro de qu decir. El rostro del muchacho se ilumina con una sonrisa y l piensa, por tercera vez en esos dos minutos, que el chico es realmenteraro.Tienes una voz verdaderamente genial se maravilla, sonrindole con todos los dientes a la vista. Es algo intimidante porque Adam raramente ha tenido sonrisas dirigidas hacia l, y definitivamente no de esaclase. Adam vacila antes de soltar un murmullo de agradecimiento porque, de pronto, se siente avergonzado. Cielos, mira este desorden suspira el muchacho para s mismo, pasndose una mano por el cabello castao mientras que sus ojos contemplan las montaas de papeles en el suelo. Algunos son bocetos de rascacielos comunes y mundanos, mientras que otros son retorcidos diseos de arreglos coloridos. Eso parecen para Adam: arreglos. Las estructuras no lucen como si pudieran coexistir con las leyes de la fsica, pero por otra parte, Adam no sabe nada sobre arquitectura, as que tal vez s puedan.

Observa cmo el hombre se rueda las mangas con una exhalacin decidida de aire y comienza a recoger los papeles. Siente que debera alejarse y abandonar al muchacho, porque Adam raramente interacta con humanos, pero por alguna razn sus pies permanecen pegados al piso, con sus rodillas doblndose hacia adelante, y lo siguiente que sabe es que est en el suelo ayudndolo a recoger sus rudimentarios bocetos a lpiz.Oh, gracias le dice l, echndole un vistazo. Le ensea otra de aquellas sonrisas agraciadas ponindose de pie, y Adam contempla su rostro mientras le pasa la pila de archivos. Me acabo de mudar al barrio, as que probablemente soy una cara nueva para ti, no? Se re, sujetando los archivos en brazos y llevndolos a salvo hacia su pecho. Adam lo mira, inexpresivo.Mi nombre es Lucas Clint, si quieres saberlo. El tal Lucas sonre, ofrecindole una mano. Es un placer conocerte?

Adam se queda mirndole la mano, pero al final la estrecha con la suya. Ya no est acostumbrado a usar su voz o incluso su cuerpo para mantener una conversacin con alguien por ms de un minuto, as que aquella es ciertamente una situacin incmoda. Lucas se re ante el dbil apretn y le sujeta la mano ms duro, con una fuerza sorpresiva. Dicho apretn esta vez es firme y ceido; es tibio alrededor de la mano de Adam. La calidez se siente tan extraa como la sonrisa que Lucas le sigue dando.

Esta no es precisamente la mejor situacin para conocer a alguien nuevo, pero eres la primera persona con la que hablo despus de los trabajadores de la empresa, y pareces realmente agradable, as que eh Lucas ladea la cabeza. Cul es tu nombre?

Adam frunce el ceo ante la pregunta y rpidamente aparta su mano. Se pregunta por qu exactamente sigue parado all todava, para que el ms pequeo se le quede mirando. Sin decir palabra, se voltea sobre sus talones y se aleja, incluso aunque est yendo en direccin opuesta a su casa. Las alarmas instintivas en su cabeza estn en caos, dicindole que no le hable al pequeo Lucas porque, cuanto ms sepa l sobre el muchacho y viceversa, las cosas se complicarn en demasa. Pero Lucas jams comprender, y Adam reprime un suspiro mientras el extrao simplemente lo alcanza, pegndose a l.

Hey, por qu te vas? Solamente te pregunt tu nombre. Lucas hace un puchero, esforzndose por mantener el ritmo de las largas zancadas de Adam.

Slo me estoy yendo en mi propia direccin le responde l tan simple y claramente como puede sin herir los sentimientos del chico. Es un chico, siquiera? Ciertamente parece uno.

Oh, en serio? Bueno, entonces qu bien! Yo tambin voy en esta direccin Lucas se anima y Adam casi se detiene en seco. Qu alivio, era aterrador pensar en caminar solo hasta casa a estas horas, de todos modos. Supongo que ahora tengo a alguien que me acompae!

Adam permanece tan inexpresivo como puede y contina caminando.

Entonces puedes por favor decir algo? Lucas se introduce en su visin tras un par de minutos de caminata. Los ojos de Adam revolotean hacia los de l, y por un momento piensa que est viendo cosas, porque estn brillando como dos estrellitas, como si Lucas slo viera arcoris y rayos de sol en el mundo.

Como qu? interroga, preguntndose por qu est siquiera respondiendo en primer lugar.

Oh, cielos. Lucas tiembla, sonriendo como un bobo mientras sus hombros se sacuden. Adam observa el extrao espectculo. El chico nota su mirada y estalla en risas. Lo siento, es que tu voz me atrapa cada vez. Se re, y Adam quiere irse a su casa. Ya que no vas a decirme tu nombre, puedo tan slo llamarte Mr. Voz? O voz ahjussi? O

No soy un ahjussi. Adam suspira, mirando aburrido al ms bajo. Lucas inclina su cabeza a modo de pregunta.

Qu edad tienes?

Los labios de Adam se sellan ante la indagacin.

Te ves como de mi edad piensa Lucas en voz alta, frotndose pensativo el mentn lo mejor que puede con el grupo de archivos en sus brazos. As que supongo que veinte? Adam se encoge de hombros, sin darle una respuesta definida. El ms bajo levanta la vista hacia l y alza una ceja. Wow, pero eres bastante alto para tener veinte comenta.

Y entonces el estpido Adam Bynes suelta accidentalmente una risotada, porque quin diablos dice que alguien luce bastante alto para tener veinte?

Ests seguro de que tienes veinte? le pregunta Lucas, asomando su rostro en su visin. Adam slo le da un medio asentimiento, o tal vez se vuelve a encoger de hombros. De ambas formas, Lucas sigue confundido. Entonces, chico no-ahjussi de veinte aos, cunto llevas viviendo por aqu?

Doblan en una esquina y Adam no tiene idea de hacia dnde se dirigen, pero de alguna forma los pensamientos sobre todo aquel encuentro y que Lucas est muy, muy salido de su rutina diaria no cruzan su mente ni una sola vez.

Demasiado contesta, manteniendo sus respuestas concisas. Ha pasado un tiempo desde que ha hablado con alguien ms que para decirle $2,75 por favor y gracias en la tienda.

Oh, bueno, eso es genial. Lucas asiente con impaciencia. Entonces debes conocerte toda la zona, no?

Adam asiente aunque no est seguro de conocertodo. Probablemente est cerca, de todas formas, por lo que lo deja as.

Entonces debes saber que la compaa de arquitectura es nueva tambin, no? pregunta Lucas, con una sonrisa de nuevo en el rostro. Adam asiente otra vez.S, me mud junto con el edificio finaliza con orgullo.

Trabajas all? se decide a preguntarle Adam, apenas moviendo la boca. Tal vez es demasiado tarde por la noche como para pensar con claridad. Normalmente no hablara con estos casi extraos que vienen y van en su vida diaria.

No, no realmente. Slo estoy tratando de conseguir una pasanta all.Tratando. Lucas enfatiza la ltima palabra, sujetando el manojo de papeles y agitndolos en el aire. Esto es lo mejor que he conseguido.

Adam y Lucas doblan por otra esquina y parece que han alcanzado su destino, porque este ltimo se detiene y seala al edificio iluminado ms adelante.

Bueno, esta es mi parada dice con una sonrisa. Fue agradable hablar contigo.

Lucas le ofrece una mano otra vez, pero Adam no sabe si quiere irse todava.

No te irs a tu casa? le pregunta el chico, agitando metafricamente una mano frente al inexpresivo rostro de Adam. Es bastante tarde.

Adam piensa por un momento, pero nada se le viene a la cabeza. Siente una especie de chispa en su interior, pero es una oscura y leve. An as, eso no explica la pregunta que le hace a continuacin.

Puedo ver lo que haces?

Adam quiere convencerse de que slo est interesado en la arquitectura; slo quiere saber sobre aquellos coloridos arreglos en las amarillentas hojas de papel. No tiene nada que ver con Lucas, para nada. Simplemente tiene curiosidad por la arquitectura. Eso es todo, de verdad.

Ehm, claro dice Lucas con lentitud, algo desconcertado al principio. Una sonrisa reaparece, sin embargo. S, claro. Por qu no? Estoy un poco solitario all solo, de todos modos.

Genial. Adam asiente, metindose las manos a los bolsillos y caminando enrgicamente hacia el titilante letrero de ABIERTO del edificio primero. Lucas lo sigue con una ceja alzada, pero est feliz de haber hecho un conocido en aquel aburrido vecindario tan rpido.

Lo primero y nico que ve Adam cuando ingresa por las amplias y sucias puertas dobles son mquinas fotocopiadoras. Grandes, pequeas, estilo faxes de oficina en los costados Hay all literalmente cada tipo de impresoras y fotocopiadoras en el mundo, y Adam parpadea mientras Lucas entra atropelladamente despus de l.

Bastante abrumador, eh? dice, llevndose una mano a la cadera. Para ser honestos, probablemente ni siquiera necesiten todas estas.

Adam se recupera de su aturdimiento y sigue a Lucas, quien zigzaguea entre la mirada de mquinas grises. Hay un zumbido bajo en el aire proviniendo de todas las impresoras sobrecalentadas, que otorga una vibra agradable, de calma. Lucas sonre al llegar a una opaca caja gris que tiene rayones de lpiz sobre la tapa y la base, y los lados astillados. Adam alza una ceja ante aquella eleccin, pero Lucas frota la tapa con afecto.

Nadie usa jams estas viejas explica, levantando la tapa. Adam observa mientras el muchacho se pone inmediatamente a trabajar y coloca los archivos dentro de carpetas para poder escanearlos con ms facilidad. Mi trabajo no es nada entretenido, pero an as puedes mirar si quieres dice, apoyando uno de los bocetos y presionando el botn rojo para encender la fotocopiadora. sta zumba y barre con un rayo brillante de luz verde toda la superficie del papel. Adam asiente y mira con atencin cada uno de los diseos que pasan por las manos de Lucas. Es interesante cmo lucen, y quiere tomarles fotos a todos.

Esto es todo lo que haces? le pregunta. Sacar copias?

Lucas asiente, demasiado absorto en su escaneo para siquiera levantar la vista. Luce como si estuviera memorizando cada boceto para transcribirlos luego, y Adam reconoce aquella expresin de concentracin intensa. Recuerda haber pensado que Lucas era un escritor, y frunce el ceo. Extrao.

Voy y vengo entre la oficina y las fotocopiadoras, y tambin hago las tareas pequeas, como buscar caf responde Lucas.

As que eres un pen, bsicamente concluye Adam. Lucas levanta la vista y l espera ver alguna emocin negativa reflejada en su rostro, porqueel estpido Adam Bynes ya no tiene en cuenta las emociones humanas, situaciones y toda esa porquera social, pero Lucas simplemente sonre con alegra.

Supongo. Se encoge de hombros. Por ahora aade, y Adam deja salir un suspiro de alivio porque crey que haba dicho algo ofensivo.

Por un rato, los dos slo se quedan ah parados mientras Lucas escanea y copia, escanea y copia. Extraamente, Adam no se aburre; en vez de eso, absorbe las formas abstractas en los papeles como una esponja. Aprende mucho sobre Lucas tambin: principalmente que hablaun montn.

En el corto lapso de dos horas, Adam aprende todo sobre l. Solamente estn caminando de vuelta desde la oficina de impresin, y ya sabe que Lucas no tiene hermanos. Tampoco le quedan sus padres. Tiene pasin por el canto incluso aunque no cree ser bueno en ello, y est mortalmente aterrorizado de los insectos. Lucas Clint es un floreciente arquitecto del paisaje, o quiere serlo a toda costa. No est inscrito en una universidad todava, pero est intentndolo. Funge como consideracin para pasante en la pequea divisin (la de la ciudad) de una gran compaa que le pertenece a un genio multimillonario. Bsicamente lo tratan como un pen all, pero an as Lucas es feliz. Hace todo su trabajo con entusiasmo, sin importar cun trivial sea, incluso si es solamente algo sencillo como hacer copias de planos o entregar el caf matutino. Lucas vive esforzndose.

Tambin dice que su sueo es visitar Pars algn da, porque la arquitectura de all siempre lo ha intrigado. De hecho, menciona Pars cinco veces durante su breve caminata.

Otra cosa que menciona es que quiere construir un colosal domo ecolgico que acte como un rbol arquitectnico al filtrar el aire. Se supone que preserve la poca naturaleza que queda en la ciudad. Adam le pregunta por qu se le dio por estudiar arquitectura, y l le responde diciendo: No te gustara poder crear tu pequeo mundo propio, a veces?.

As, Lucas tiene grandes sueos.

Tambin le gustan mucho los animales y la naturaleza. Le gustan los perros, y es gracioso porque Adam cree que el chico luce como un cachorro. En algn punto durante su trayecto, por accidente se le escapa su propio nombre, pero Lucas no hace escndalo al respecto. No le toma mucho tiempo a Adam el darse cuenta de que Lucas tampoco tiene un lugar donde quedarse, y cuando llegan a las puertas de la compaa otra vez, se quedan all incmodos por un momento, preguntndose si ah es cuando se separan.

Pero Adam no quiere separarse. No ha hablado con alguien desde hace tanto tiempo, y se siente tanbienhablar con Lucas. Deseara que no, sin embargo, porque eso slo le hace saber cun solo ha estado antes.

As que, en algn momento durante su caminata, debera irme se convierte en deberas venir conmigo, incluso aunque a Adam no le gusta encariarse con humanos. Pero Lucas es ms bien como un cachorro, de todas formas, as que es una excepcin. Le ofrece al joven muchacho un lugar donde pasar la noche, aunque en realidad no tiene mucho para ofrecer. La casa de Adam consiste en un gran colchn y un par de mantas que sustituyen a una cama, pero est seguro de que Lucas se sentir ms cmodo all que en los duros sofs de la oficina.

Lucas parece dudar, pero al final Adam lo arrastra con l hasta su casa. Recuerda haber observado al muchacho dormirse a su lado esa noche, dndole la espalda en el lado ms lejano de la cama porque Lucas es corts, incluso cuando duerme. En su mente, Adam sabe que se va a arrepentir de haberlo seguido a aquel pequeo y sofocante cuarto de copias, pero ahora, todo en lo que puede pensar es en cun tranquilo se siente su corazn por dejar salir las palabras que tena presas en su pecho desde hace tanto.

Cuando Adam se despierta a la maana siguiente, Lucas no est en la cama. Esto es debido a que dicho hombre est balanceando sus piernas en la ventana del segundo piso de su departamento, cantndole a lospjaros. Adam abre un ojo y casi enloquece porque el muchacho luce como si se fuera a caer en cualquier momento, pero luego escucha su voz y todas las cosas en su cerebro se apagan.

Lucas est cantando. Y su canto es hermoso. Suvozes hermosa.

El cuerpo de Adam se paraliza mientras observa una sonrisa boba dibujarse en el despreocupado rostro de Lucas cuando los pjaros gorjean una serie de notas embrolladas. La voz del chico es tan, tan suave, y Adam es succionado por ella como un agujero negro. El hecho de que Lucas est comunicndose con las aves a las seis de la maana es muy, muy extrao, pero Lucas ya es extrao de por s, as que Adam supone que aquella es otra de las cosas de Lucas que l hace. Tras sus buenos cinco minutos de canto, Lucas baja de un salto y nota que Adam est despierto. Le pregunta amablemente si puede ducharse y l asiente.

Lucas canta en la ducha tambin.

Es algo gracioso, y Adam tiene que reprimir una risa una o dos veces porque Lucas est tan metido en la cancin, pero ms que nada se queda all acostado en la cama respirando con fuerza, porque su canto en verdad genera algo en el aire de sus pulmones.

Lucas sale felizmente quince minutos despus, con una toalla sobre su cabeza hmeda, y Adam le ofrece una camiseta que a duras penas le queda (sus mangas cuelgan pasando la curva de sus codos). Lucas le agradece otra vez por todo, y el mayor suspira de alivio cuando el chico sale por la puerta. Interactuar con humanos es algo a lo que Adam nunca se acostumbrar, y espera que siga as.

El alivio de Adam se va al diablo, sin embargo, porque un par de das ms tarde Lucas llega golpeando a la puerta a las cinco de la maana, brincando como un ciervo.

Lucas, qu ests haciendo en mi casa? Adam frunce el ceo, parpadeando para quitarse el sueo de los ojos.

Vamos a ir ver el amanecer hoy anuncia el muchacho. La mano de Adam se detiene a mitad de su restriego y se queda mirndolo, perplejo.

No, en serio, Lucas. Qu haces aqu?

Lo digo en serio! Lucas se re, y Adam intenta resistirse a todo lo de aquel muchacho pero no puede. Lucas nunca le da la oportunidad de contratacar. Y adems te tena que devolver tu camiseta.

Antes de darse cuenta, Adam est pagando la tarifa del autobs hacia el muelle ms cercano, y Lucas est sonriendo junto a l. Es la misma sonrisa intimidante, pero Adam encuentra algo nuevo en ella porque su corazn se siente alegre nuevamente y no puede evitarlo.

De nuevo, por qu estamos haciendo esto?

Es una retribucin por haberme ayudado aquella noche.

En verdad no es necesario q

Honestamente, slo quiero ser tu amigo.

No es hasta luego de un ao desde su visita a la arenosa costa que Adam comienza a escribirle cartas a Lucas. Mientras pasan los das, las palabras que quiere decir se incrementan con rapidez, pero nunca sabe cmo decirlas. As que en su lugar, decide escribirlas en papel.

Excepto que Adam nunca le da esas cartas a Lucas. Las mantiene en una caja dentro de su escritorio, incluso aunque todas comienzan con Para Lucas y terminan con De Adam. Algunos pensamientos son demasiado personales para compartirlos. Lucas no sabe lo suficiente sobre l, despus de todo.

El da que Adam levanta su bolgrafo, Lucas llega haciendo sonar su timbre y se menea divertido con otra de sus resplandecientes sonrisas pintadas en su rostro. Adam se acostumbr a que Lucas lo visitara cuando le diera la gana, y sabe que usualmente, cuando el chico llega a esa hora, significa Vamos a ver al sol salir y ocultarse y pasemos el da entero con arena entre los pies.

Adam no se queja.

En la costa de la playa, el corazn de Lucas vuela mientras l extiende sus brazos a los lados y corre por la suave arena. Adam lo observa mientras trata de contener una sonrisa y camina lentamente, sintiendo a la arena enterrar su dedo pequeo cada vez que da un paso muy profundo. El futuro destella en la tranquila luz, y el sol se est ocultando, pintando el cielo con hermosos tonos naranjas y rosados. Adam lleva la cmara a su ojo y la enfoca antes de capturar una foto perfecta. La cabeza de Lucas se asoma por una esquina cmicamente y Adam se re.

Adam, Adam! Ven a ver esto! grita fuertemente el chico, hacindole gestos con la mano al ms alto.

Qu ocurre? le pregunta l cuando alcanza al alegre cachorro. Lucas le sonre y seala el suelo. Est sosteniendo un palo largo en la mano y luciendo orgulloso.

Los ojos de Adam van hacia el suelo y lo que ve lo sorprende.

Es un diseo: el domo de ensueo de Lucas, trazado en la granulosa arena con minuciosa precisin. Hay lneas por todas partes y Adam no entiende mucho lo que Lucas dibuj, pero an as lo observa todo. Se queda sin aliento por cun brillantes son las ideas de Lucas en papel, o en este caso, arena, porque nunca en su vida ha visto algo tan increble como eso. Todo son detalles, detalles, detalles, y es la primera vez que Adam ve qu tan talentosas son las bellas manos del muchacho.

Qu opinas? le pregunta Lucas sonriendo. Adam levanta la vista y lo observa a l tambin. Hay una gota de sudor en un lado de su frente, y Adam casi estira un brazo para quitrsela. El esfuerzo que Lucas puso en aquella simple pero abstractaobra maestraestimula algo en su corazn, y lo admira por un segundo, dejando que la imagen de la luz cayendo en la cabeza de Lucas cree un halo sobre l.

Mira, aqu es donde empieza. Lucas comienza a explicar, sealando con su palo la base del domo, donde el vidrio encuentra la tierra. Luce como la mitad de una pelota de ftbol, excepto que est hueca y hecha de cristal. Se cierne protectoramente por encima de un pequeo campo de csped en medio de la ciudad, y bajo l, la pequea ciudad desprende calma en la serena tranquilidad. Luce como un pequeo pedazo de paraso en medio de las grises y apagadas tiendas y los encumbrados rascacielos de vidrio. Luce como el cielo.Y aqu, ves? Paneles de luz solar! exclama Lucas, apuntando con su palo hacia los pequeos rectngulos dibujados en el techo. Y un sistema de regado automtico con rociadores incorporados por si no llegara a haber la suficiente lluvia!

Adam observa el palo y las manos que lo sujetan. Las manos de Lucas son hermosas: puras, blancas y suaves, tal como Lucas mismo.

Y, y esto tambin! Lucas enreda sus propias palabras con emocin. Aqu, el aire contaminado entra y el aire bueno sale, y

Adam levanta la vista y observa la forma en que los ojos de Lucas brillan.

Y y los animales pastan aqu, y la gente puede visitarlos si quiere, y sentarse en esta bancaLucas sonre ampliamente, respirando entrecortadamente porque est abrumado y sin aliento mientras observa su propio trabajo. Y podemos caminar hacia all todos los das y ver las sonrisas en los rostros de todos, porque es tan bello ver a la gente sonrer, no es as? Y esto, esto va a ser Ser

Lucas traga, respirando hondo, y mira a Adam.

Ser como nuestro pequeo mundo, no? Slo t y yo juntos detrs de todo. Podemos construir esto juntos y declararlo nuestro, no sera genial?

Las palabras an resuenan en los odos de Adam.

No sera genial?

Querido Lucas:Eres en verdad asombroso.

De,Adam.

Es pasadas unas semanas del invierno de aquel ao, cuando las hojas de los cerezos hace mucho que se desprendieron, que Lucas llega a la casa de Adam a las cinco de la maana por una razn diferente.

Adam! Abre!

l est en la puerta dos minutos despus, frotndose atontado sus ojos soolientos como siempre. El aire fresco lo saluda antes que Lucas, y se frota los brazos, tiritando.

Adam, est nevando! La primera nevada ya est aqu! Lucas re emocionado, sujetndole las perezosas manos y saltando en el aire. Estnevando, Adam!

l observa a Lucas moverse hacia arriba y abajo y no puede evitar sonrer adormilado.

Y sabes qu vamos a hacer? le pregunta el chico, con los labios curvndose en su rostro.

Qu vamos a hacer? inquiere l con una risita.

Vamos a ser los primeros en caminar sobre la nieve responde Lucas, con sus mejillas repletas de alegra.

Por qu tenemos que ser los primeros? pregunta Adam.

Porque el primero siempre es el ms especial contesta, tan simple como eso.

Y luego Adam es jalado dentro del mundo de Lucas nuevamente mientras abandona su casa con un abrigo, una bufanda y un tibio par de guantes. El mundo de Lucas est lleno con nuevas vistas y calidez, y Adam no puede salir.

Bueno, en realidad, tcnicamenteyosoy el primero, ya que pis la nieve para llegar hasta tu puerta, pero todava podemos decir que ambos lo fuimos.

La mano de Lucas sujeta con fuerza las de Adam, y hay calidez en toda ella.Nosotros dos, t y yo, porque siempre estamos juntos as; no, Adam?

El invierno transcurre con el relajante aroma a caf de la cafetera junto a la casa de Adam, porque est muy fro para ir a la playa. Lucas estalla en un ataque de risa cada vez que la espuma del capuchino se queda en sus labios, y Adam quiere tomar una foto pero siempre se olvida de llevar su cmara. No importa de todas maneras, porque la suave espuma en sus labios y la clida esencia del caramel macchiato permanecen en su memoria, da tras da.

Tras el invierno llega la primavera, y mayo los recibe con el cumpleaos de Lucas.

Cundo es tu cumpleaos? pregunta ste aquel da, parpadeando hacia Adam.

No tengo.

Pero todos tienen un cumpleaos!

Yo no.

Adam deja escapar ese dato y es slo entonces cuando recuerda que Lucas no sabe nada real sobre l. Lucas no sabe que Adam jams se marchitar como todos los dems, y por primera vez, siente algo dentro suyo hacerse aicos.

Esa noche, Adam quiere escribirle una carta a Lucas, pero todo lo que sale es un pesado vaco.

Querido Lucas:

El otoo llega y Lucas lleva a Adam a ver las estrellas. ste es arrastrado fuera de su casa como cualquier otro da, y esta vez viajan en autobs durante horas sin fin. En algn punto de su recorrido, la mano de Lucas se posa sobre la suya, y sus hombros se rozan entre s una y otra vez. Estn muy cerca, y Adam odia el contacto, pero Lucas est tibio y la noche est fra, as que no se aparta. No puede.

Una vez que el autobs se detiene lentamente, Adam y Lucas descienden y son recibidos por un sucio sendero. El alto no tiene idea de dnde estn. Lucas lo gua, sin embargo, y lo lleva hasta una pequea y herbosa colina. El cielo est despejado, sin nubes, y la oscuridad cae suavemente sobre ellos. Lucas flaquea un poco y se tropieza por accidente.

Ten cuidado, Clint Lu sisea Adam y lo pone de pie. Lucas simplemente se re mientras l le hace cosquillas en los costados sin querer.

Una vez que llegan a la cima de la colina, el muchacho se quita la chaqueta y la posa en el suelo. Adam hace lo mismo y se sientan, con las hojas de csped debajo rozndolos y hacindoles cosquillas.

Dnde estamos? pregunta finalmente.

En Gangwon-do responde Lucas, levantando la vista hacia el cielo nocturno. Pequeas motas de luz contaminan la oscuridad y centellean invisiblemente, una por una. Sola venir aqu a menudo con mi familia.

Adam le echa un vistazo al ms bajo y observa la luz lunar iluminndole los ojos. Lucas voltea la cabeza hacia l y le da una sonrisa tierna.

Es agradable aqu, no es as?

El sosegado viento corre por la piel de Adam y ste asiente.

Lucas estira sus brazos y se deja caer encima de su chaqueta, cerrando contento los ojos. Codea a Adam y lo jala hacia l, riendo.

La noche est tranquila y Adam se relaja, permitiendo que el sonido de los grillos lo conforte. Levanta la vista y hay una luna grande y brillante que resplandece sobre ellos. Las estrellas disfrutan la luz de la luna y emiten la suya propia; Adam no sabe cules son parte de alguna constelacin y cules no, pero todas lucen hermosas para l.

Observas las estrellas a menudo? pregunta Lucas, inclinando su cabeza para que le llegue la voz.

No realmente le responde l, contemplando los destellantes puntos en el cielo. T?

No tan a menudo como quisiera dice el chico, volviendo a levantar la vista. Nunca hay tiempo.

Tiempo? inquiere Adam, rumiando las palabras. Tiempo es algo que l siempre tiene. Por qu no?

Es que estoy tan ocupado siempre, ya sabes cmo es. De lunes a viernes en la compaa de arquitectura, los sbados y domingos los paso contigo explica Lucas. Tengo tanto para hacer, y tan poco tiempo.

Creo que tienes suerte dice Adam, cerrando sus ojos. Yo tengo el tiempo, pero nada con qu llenarlo. Lucas lo mira y le ensea una dbil sonrisa.

Es algo triste cmo la vida nunca funciona perfecto para nadie, no? Algunos tienen cosas que no significan nada para ellos, pero todo para otros. La gente nunca est satisfecha con lo que tiene, supongo, incluso aunque sea todo con lo que siempre soaron. Lucas voltea su cabeza y suspira. Tal vez Dios cambi los quiero y necesito entre todas las personas, as la gente puede trabajar junta. Ya sabes, hallar su felicidad. Compartir y satisfacer, no?

Tal vez responde Adam, aunque slo la mitad de lo que el chico dice tiene sentido.

Hey, no significara eso, entonces, que t y yo estamos predestinados? bromea Lucas. Tienes lo que quiero, y yo tengo lo que quieres. Nos complementamos, eh?

Adam sonre un poco y Lucas se re y se retuerce para acercarse, haciendo que sus hombros se toquen otra vez. Y en esta ocasin Adam tampoco se aparta.

Estoy feliz de haberte conocido, Adam murmura, levantando la vista hacia su cabello cobrizo y bajndola para estudiar sus suaves facciones. Muy, muy feliz.

Algo impulsa a Adam a bajar la mirada hacia el tierno muchacho sonriente, y sus ojos se encuentran.

Para siempre, piensa. Quiere que las cosas sean as para siempre.

La cabeza de Adam se siente nublada en los rincones mientras los orbes de Lucas brillan y se hunden hacia las zonas ms profundas de su corazn. No puede detener las palabras que se le escapan de la boca.

Lucas Clint

S?

mdate conmigo.

Querido Lucas:

ltimamente me siento como si estuviera adaptndome a todo como es. El tiempo ya no se detiene excepto por las horas que paso en la tienda durante mi turno; me pregunto si eres t quien hace que la vida recupere su ritmo, porque los das contigo pasan tan rpido.

Honestamente, no s adnde he estado atascado todo este tiempo, vagando y vagando en crculos. Todos los das solan ser iguales. Estaba atascado en el pasado o en el futuro? No estoy seguro. Pero s s que nadie me ha hecho sentir como si estuviera viviendo en su poca como t lo haces, Lucas.

Gracias.

De,Adam

El invierno siguiente, Adam se despierta con el sonido de Lucas tarareando mientras el caf se prepara en la vieja cafetera. Lucas se despierta temprano en la maana para verter la mezcla de caf, ducharse rpidamente mientras canta a todo pulmn, y luego salir con una toalla sobre su cabeza, sonriendo como un idiota antes de despertar a Adam con un agradable y tibio caf de avellanas.

Con cada mes que pasa, Lucas lleva algo nuevo e interesante a sus vidas. Ese diciembre, son casetes.

Un da, Lucas sigue a Adam hacia la tienda de impresin de fotos. La tarjeta de memoria de este ltimo est muy llena de sus recuerdos y Adam necesita algn otro lugar donde conservarlos por siempre. Mientras el ms alto espera pacientemente a que las fotos sean procesadas, Lucas deambula alrededor, y de pronto sus ojos aterrizan en un viejo reproductor de casetes y una caja de cintas.

Adam! llama l. Mira, tienen casetes aqu! Cun vieja es esta cosa? Wow!

Adam voltea su cabeza y Lucas est all, todo sonrisas mientras palmea el objeto.

Quiero uno de estos! se maravilla el chico.

Pero para qu lo necesitas? le pregunta Adam con una ceja alzada.

Ahjussi de las cmaras! llama Lucas hacia el cuarto trasero antes volverse a voltear hacia l. A qu te refieres con para qu? Para grabar canciones, duh! dice, riendo.

Adam pone los ojos en blanco soltando una risita.

Ahjussi! Ahjussi de las cmaras! llama Lucas nuevamente, estirando el cuello. Adam sacude su cabeza cuando el anciano asoma su cabeza por el marco de la puerta.

Qu ocurre? pregunta. Lucas seala la casetera y sonre.

Cunto sale esto, ahjussi de las cmaras?

Lucas, realmente vas a comprar eso? se mete Adam.

Shhh, Adam! lo calla l, voltendose hacia el dueo otra vez. Cunto sale esto?

El dueo de la tienda sacude su cabeza.

No est a la venta.

Por qu no? se queja el chico, haciendo sobresalir su labio inferior.

Esa cosa no se vende le explica el anciano. Ves el polvo que tiene? Ya nadie lo quiere. Puedes llevarlo si lo deseas, pero te va a costar.

Cunto? pregunta Lucas, abriendo los ojos.

Dira que alrededor de 450?

Ahjussi!

Es antiguo, muchacho! Tmalo o djalo.

Lucas se desanima y Adam ojea la mquina marrn.

Durante los meses siguientes, Adam trabaja muy duro. Toma un turno extra en la tienda mientras que Lucas, ahora ascendido de rango, practica y aprende a utilizar su imaginacin para crear los ms deslumbrantes bocetos base. Lo nico en la mente de Adam es ahorrar el dinero suficiente para el prximo cumpleaos de Lucas porque ser el primer regalo que le dar, y el primero siempre es el ms especial.

Febrero y marzo se pasan volando con Lucas presentndole cada nuevo bosquejo que hace, y aunque no se haya graduado an de la universidad ni tenga un diploma, la empresa lo contrata como diseador debido a sus habilidades, que se incrementan alarmantemente cada da. Lucas llega a casa exttico cada noche y divaga acerca de si el concreto o el linleo seran ms eficientes, o si debera preguntarle al encargado del proyecto si puede ir a visitar alguno de los sitios en construccin, o si algn da podr visitar Pars y la torre Eiffel. Adam lo escucha con sus pies colgando fuera del colchn, con una taza de chocolate caliente en la mano mientras la nieve cae suavemente afuera. Lucas siempre empieza a su lado, pero tarde o temprano se emociona, y no toma mucho tiempo hasta que est caminando por toda la habitacin, saltando y creando un nuevo mundo para sus imaginaciones.

Y la entrada del parque puede ir aqu dice, apuntando a una esquina de la cama. Con rboles y un camino bien pavimentado doblando por las esquinas all.

Adam observa mientras Lucas salta por la cama y se precipita hacia otro rincn de su cuarto.

Y aqu, este ser el lugar donde todo el jardn comience, y todo en la habitacin conduce hacia aqu por el camino principal. Ves lo que digo? Ser como Roma, Adam, pero en forma de parque!

Adam se re en aprobacin y levanta un pulgar hacia l, porque la sonrisa en el rostro del ms joven es ms grande que cualquier otra cosa en el mundo. Para Adam, esa sonrisa es todo lo que importa.

Pero an as, no puede negar la sensacin de que Lucas est lentamente alejndose de l. No es que nunca estn juntos, porquelo estn, excepto por sus trabajos, pero Adam siente una barrera que se eleva entre ellos cada vez que Lucas habla acerca de la compaa de arquitectura, o de cun amables son los trabajadores con l. No sabe si es slo l que se est desvaneciendo, o es Lucas quien lo hace, pero el desvanecimiento est innegablemente all y Adam tiene miedo.

Mayo llega, y es el cumpleaos de Lucas otra vez. No es el primero que pasan juntos, pero es la primera vez que Adam ha preparado algo para el ms joven as que el da es especial.

Feliz cumpleaos, Lucas Clint le susurra temprano por la maana, tan pronto como se despierta. Lucas se frota los ojos adormilado y se voltea hacia l, sonrindole avergonzado.

Lo recordaste. Se re.

Ve a revisar el armario lo insta Adam, sonriente.

Por qu? Hay algo ah? pregunta el chico, ensanchando los ojos inmediatamente. El sueo se le quita en un instante. Adam simplemente sonre y se encoge de hombros, girando su cuerpo. Me compraste algo?! grita, saltando fuera de la cama. Se abalanza hacia el armario y su mandbula cae hasta el suelo cuando ve lo que hay adentro.

Adam se cubre la cabeza con las mantas, esperando algn grito o al menos un jadeo fuerte, pero no oye nada. Confundido, echa un vistazo por entre las sbanas y ve a Lucas en el suelo.

Llorando.

Lucas lo llama inmediatamente, quitndose de encima las sbanas. Por qu lloras?

Lucas sostiene la grabadora de casetes marrn y el nuevo juego de pinceles de dibujo en sus manos y los abraza contra su cuerpo.

Hey, Clint Lu, ests bien? le pregunta, sentndose junto al ms joven.

De pronto, Lucas lo rodea con sus brazos y respira fuertemente, conmocionado.

A-Adam llora, con las lgrimas cayendo por su rostro y nublndole la vista. Se sujeta con fuerza al hombre alto. Idiota.

Adam no sabe qu quiere decir Lucas con eso, pero le pasa los dedos por su cabello y susurra palabras tranquilizadoras en su odo.

Lucas se aparta del brazo de Adam tras lo que se siente como una eternidad, y levanta la vista con timidez, con el flequillo en los ojos y su cara toda roja.

Gracias, Adam. Eres el mejor.

Hola Adam! Espero que esto funcione bien. An estoy aprendiendo cmo es todo este asunto de la grabacin de casetes, as que no s si mi voz va a sonar con claridad, pero Espera, est siquiera grabando? Estoy apretando el bot Oh, s, lo est. Perdn, Adam. Te prometo que la siguiente grabacin no tendr mi voz en ella. Slo quera probar esto en caso de que quisiera grabar algo alguna vez que no fueran las canciones que pondr en mis listas de reproduccin. Realmente espero que te guste esta primera. La primera siempre es la ms especial, recuerdas? Gracias por esto, por cierto. Oh, y Adam! Deberas sonrer ms. Tu sonrisa es la mejor del mundo.

Junio y julio pasan, y Adam ya tiene una caja llena de las listas de reproduccin que Lucas le hace. Las escucha ocasionalmente cuando Lucas llega tarde del trabajo, dejando que el sonido de la mente y el alma del chico llenen la habitacin, porque la casa sin Lucas est demasiado silenciosa.

En agosto, Lucas llega a casa corriendo con un papel lavanda en su mano y, tan pronto como irrumpe por la puerta, estruja a Adam en un abrazo.

Adam! grita.

Qu? l parpadea, con los brazos congelados a sus lados porque Lucas lo est apretando.

Voy a ir a Pars!

Qu?

Pars! Voy a ir a Pars! Lucas lo abraza fuertemente y grita con placer mientras consigue levantar al gigante un centmetro por encima del suelo.

Me alegro, Lucas. En verdad me alegro.

Adam y Lucas se sientan una vez que este ltimo se hubo calmado lo suficiente, y el ms alto le pregunta cmo obtuvo tal oportunidad.

El gerente de mi divisin tiene algunos negocios que hacer all, aparentemente, as que llevar a un puado de gente porque s Bueno, no en realidad, porque se supone que estaremos haciendo turismo y aprendiendo mientras viajamos, pero s, llevar a algunos de nosotros, y me escogi! Me escogi! As que voy a ir a Pars!

Lucas se re por centsima vez en ese da, y Adam le devuelve la sonrisa porque est feliz por l; realmente lo est. Pero siente una palpitacin en su corazn que no desaparece, y cuando llega la noche, Adam siente un nudo en la garganta.

Se encuentra a s mismo reproduciendo las listas de Lucas una y otra vez durante los siguientes das.

Por favor no desaparezcas de mi vista.Por favor no desaparezcas, incluso cuando llegue la maana

Cundo te irs? pregunta Adam, dos semanas despus de que Lucas diera la noticia. ste levanta la vista de sus bocetos y le lanza una sonrisa emocionada.

El veinticinco de noviembre responde, y Adam cuenta mentalmente los das.

Por cunto tiempo estars all?

Tres meses.

La expresin de Adam decae.

Tres meses?

S, tres.

Ten cuidado all, de acuerdo? Es todo lo que Adam puede decir. Lucas asiente.

No te preocupes, Adam. Lo tendr.

Para el final de septiembre, Adam se da cuenta de un montn de cosas. A veces se percata en mitad de la noche de que Lucas se ir pronto, y el pensamiento lo asusta incluso aunque sabe que Lucas va a regresar. Otras noches se da cuenta de que, algn da, ya no sern slo tres meses y que Lucas podra haberse ido para siempre.

Adam no sabe con exactitud cundo es que se enamora del chico. Tal vez fue el da en que Lucas lo llev a ver el amanecer por primera vez, o el da en que fueron a ver las estrellas. O quizs fue el da cuando se enter de que se ira a Pars. Sin embargo, no importa cundo empez, porque l se da cuenta recin ahora. Y cuando recuerda la razn por la que no se encaria por igual con personas y sitios en primer lugar, la realidad le da una bofetada con fuerza en el rostro porque se acuerda.

Lucas no puede durar para siempre como l. Algn da, Lucas no estar ah para hacerle caf y grabarle casetes. No estar ah para cantar en las duchas a las seis de la maana y gorjear junto a los pjaros. No estar ah para convertir la casa de Adam en su pequeo mundo propio, donde Lucas es el mago y Adam un espectador. La realidad lo abofetea tan duramente, de hecho, que las lgrimas caen por su rostro, y la forma en que le queman las mejillas le dice todo lo que jams quiso saber.

Ama a Lucas. Es evidente cuando no puede apartar aquellos ojos brillantes; cuando noquiereapartarlos. Quiere sujetarlo con fuerza y jams soltarlo porque, por una vez, Adam est viviendo en el presente.

Pero el tiempo de Lucas es demasiado pedir.

El sueo evade a Adam conforme los das se reducen hasta ser un exiguo nmero. Faltan cuatro das para que Lucas se tenga que ir, y siente un peso en su corazn que jams ha sentido antes.

Lucas lo llama aquella noche, justo antes de irse a dormir.

Mmm?

Ten cuidado, s?

Lo tendr, Adam. No tienes de qu preocuparte.

El silencio llena la habitacin otra vez como es usual, y Adam traga aquel nudo en su garganta que parece estar permanentemente all. No obstante, sin importar cunto trague, el nudo no se va, y no pasa mucho hasta que l se quiebra.

Lucas, tienes? susurra, con su voz quebrndose mientras mira la luz de la luna caer en la espalda de Lucas. Incluso despus de todo este tiempo, el chico le deja la mayora del espacio en el colchn porque Lucas es Lucas, y se preocupa por pequeas cosas como esa. Tienes que ir?

Lucas se tensa notoriamente al or el dolor en su voz por primera vez.

Adam quiere detenerse, pero no puede evitar acortar la distancia entre ellos y abrazar el pequeo cuerpo del muchacho desde atrs. Lo hace incluso aunque odia el contacto, porque Lucas se siente tibio yreal. Se siente como una eternidad en brazos de Adam.

Lucas siempre se sinti como una eternidad para l desde el momento en que se conocieron.

A-Adam, yo

Slo un minuto, s? dice con palabras ahogadas, deseando que Lucas deje de hablar. Su cabeza descansa en la curva del cuello del ms bajo mientras desea que su visin deje de estar borrosa. Lo s. Tampoco quiero hacer eso, pero slo

Lucas espera hasta que las lgrimas de Adam se vuelven a sumergir en sus ojos, y frota pequeos crculos en su brazo.

Te prometo que regresar pronto. Regresar antes de que te des cuenta susurra. Y cuando regrese, podremos escuchar todos los casetes juntos y cantar con ellos. Podremos ir a la playa como siempre; nada va a cambiar.

Lucas, cllate.

Cuando llegue a Pars, te enviar todas las postales de cada tienda de recuerdos, y mis bocetos nuevos tambin. Me vers mejorar como siempre, y podremos hablar por telfono si queremos, no? Tal vez cueste un montn, pero

Lucas, no sabes nada. Slo cllate.

Siempre estamos juntos, recuerdas, Adam? T y yo. Cuando regrese, ser un Lucas mejorado, y t sers un mejor Adam, y podremos empezar a construir aquel domo de cristal. Tomar un tiempo, as que deberamos empezar cuanto antes, no?

Lucas, slo

No te preocupes, Adam

Slo est divagando.

volver, y t estars aqu como siempre. Tomaremos caramel macchiatos y capuchinos en los das de fro, y

Lucas lo interrumpe Adam, respirando fuerte y entrecortado por sus violentos latidos. Lucas traga con nervios mientras el aliento de Adam flota hacia su nuca. Slo detente.

Lucas siente algo tirando de su corazn cuando los brazos abandonan su cintura y, de pronto, Adam est encima de l con lgrimas en los ojos. Amenazan con caer encima suyo mientras sus dbiles brazos van hacia su cabeza, con sus labios separados entre s slo por unos pocos centmetros.

Lucas cierra los ojos cuando los labios de Adam rozan los suyos.

Ya es demasiado tarde, Lucas.

Al da siguiente, Lucas sujeta una mano de Adam al caminar por la arena hmeda, mientras que la otra sostiene sus zapatos, uniendo sus pisadas mientras proyectan dos sombras espejadas. Una es larga y la otra corta, pero en el tranquilo silencio, ambas se funden en una sola.

Las palmas de Lucas estn sudadas y Adam se siente as tambin, pero ninguno se separa porque el tiempo siempre est contra Adam. Aunque no debera, siente que aquella es la ltima oportunidad que tendrn.

En cierto punto, Lucas se inclina para recoger un palo y Adam se agacha con l, con sus manos an entrelazadas y negndose a soltarse.

Lucas lucha mientras intenta escribir algo en la arena hmeda con su mano izquierda.

Ya ests mejor?

Adam observa las palabras en silencio. Lucas le ofrece el palo, pero l no sabe cmo responderle as que no lo toma.

El muchacho mira la expresin en blanco de Adam y siente que su corazn se desploma. Las olas erosionan su escritura y sta se desvanece lentamente.

Un par de horas ms tarde, Lucas lo vuelve a intentar.

Ya ests mejor?

Adam agarra el palo esta vez, rene sus pensamientos, pero las palabras no salen en la forma que quiere. Quiere decirle a Lucas que no se vaya. Quiere pedirle que simplemente se quede con l para siempre.Las palabras rebanan el suelo y Adam quiere que se queden all, pero desaparecen mientras las olas vienen y van, y Lucas aprieta su mano.

Lucas Clint, te amo.

La noche anterior, Adam recuerda una almohada hmeda bajo sus mejillas. Lucas est profundamente dormido pero l est bien despierto, teniendo dificultades para respirar mientras yace all, observando todo el rostro del muchacho. Por alguna razn, siente que es su ltima oportunidad para memorizar aquellas bellas facciones. Adam no sabe por qu siente que algo terrible est por llegar, pero sujeta la suave mano de Lucas con fuerza y la llena de tiernos besos porque eso es lo ms que puede hacer sin decirle al muchacho cunto desea que se quede.

En el da en que el mundo se desmorona, Adam despide a Lucas en el aeropuerto, y el ms joven lo envuelve en un largo abrazo.

Ten cuidado, de acuerdo? le susurra Adam una vez ms, y Lucas asiente, lo besa suavemente, aprieta su mano.

Lo tendr.

El avin se marcha llevndose consigo una parte de Adam, pero jams regresa.

El avin jams regresa.

A la maana siguiente, Adam se despierta y no hay ningn caf. No hay pjaros gorjeando ni canciones emergiendo desde el bao. No hay risas, no hay sonido. No hay ningn Lucas.

Adam se levanta y revisa su telfono. No tiene ninguna llamada del muchacho, pero es muy pronto para preocuparse. Mira por la ventana y la tierra est completamente mojada. Debe haber llovido con fuerza anoche.

Al da siguiente tampoco hay llamadas. Adam frunce el ceo ante su telfono vaco y lo observa durante las primeras horas de la maana. La casa est silenciosa, as que enciende la televisin y una presentadora del noticiero habla hacia su micrfono.

Ayer, 25 de noviembre de 2012, un avin desde Sel con destino a Pars se estrell en la montaa de

No.

76 pasajeros murieron en el impacto; el avin result completamente destruido.

El departamento de bomberos dice que es difcil identificar algunos de los cuerpos y

No. No, no, no.

la aerolnea se estar comunicando con los familiares y contactos tan pronto como

NO.

El control remoto de Adam vuela de su mano y siente un timbre en los odos.

Seor Adam Bynes?

l habla.

Ah, buenas tardes, seor. Nos comunicamos desde el Aeropuerto de Incheon. Lo hemos contactado para informarle

Todo se vuelve borroso.

Lucas Clint, te dije que tuvieras cuidado.

Al da siguiente, un paquete llega a la casa de Adam, pero ste no se mueve de la cama. La conmocin inicial lo paraliza de los recuerdos que lo inundan luego. Sus manos tiemblan cuando encuentran el valor para abrir el paquete, y dentro de ste hay una nota.

Estos son los objetos que pudimos recuperar deLucas Clint. Por favor, devulvalos si no son las legtimas pertenencias de este pasajero. Gracias.

La nota es tan simple y desalmada, solamente copiada y pegada para cada una de las 76 muertes. Adam se agarra el corazn al abrir la tapa y remover los contenidos.

No hay mucho all, slo una botella carbonizada de shampoo y una de las chaquetas favoritas de Lucas, con las mangas chamuscadas. Adam la levanta con sus manos temblorosas y la sostiene cerca de su pecho, cubrindose los ojos cuando fragmentos de abrazos y casi besos, caramel macchiatos y saludos por la maana le sacuden la cabeza. Se cubre las orejas cuando la voz de Lucas lo llama con dulzura, Adam, Bynes Adam, porque pasarn y pasarn tres meses pero ya no habr nadie en la habitacin que lo llame as. Adam quiere cubrir su corazn cuando se le destroza y le retumba en los odos, cuando el dolor palpita en todo su cuerpo, porque es demasiado. Pero no puede. Lucas ya est muy profundo en l y le duele, le duele, le duele en todas partes.

Adam se ovilla y grita en sus rodillas. Por un corto segundo se siente paralizado, como si el rugido hubiera espantado su enojo hasta que todo lo que qued fue fatiga y una fina capa de sudor. Cuando abre los ojos, la habitacin est oscura y no hay ningn Lucas. Ya no habr ningn Lucas, y Adam siente como si los muros lo estrujaran, sofocando sus pulmones. Hay tantas palabras que no ha dicho. Tantos abrazos que pudo haber dado. Muchos otros casi besos. Muchos te amo que su lengua pudo haber soltado, y tantos yo tambin.

Adam siente que algo cae de un bolsillo de la chaqueta de Lucas, y siente nuseas cuando ve que es un casete en perfecto estado. Se arrastra hasta la casetera y lo reproduce, incluso aunque sabe cunto ms dao le va a hacer. La voz de Lucas inunda y llena la habitacin a travs de los altavoces, y hay tantos martilleos dentro y fuera de su cabeza que su visin se oscurece por todas las lgrimas calientes y los rechinantes gritos.

Ah, ah. Probando, probando. Est grabando? Oh espera, el botn rojo est parpadeando, yay!Adam Bynes! Soy yo, Lucas Clint. Feliz cumpleaos! Ya s, probablemente ests pensando A qu te refieres con cumpleaos?, no? S, lo s. Pero tengo planeado escoger una fecha para tu cumpleaos desde hace ya un tiempo. Quera que fuera alguna fecha especial, ya que los cumpleaos son realmente importantes, pero no pude pensar en una, as que digamos que tu cumpleaos ser el da en que esto por fin te llegue. As que si esta es la primera vez que escuchas esto, Adam, feliz cumpleaos!

No s si lo sabas, pero he estado grabando cosas todos los das antes de que te despertaras. Antes de ducharme, antes de preparar el caf. Nunca me decid a contarte esto, pero espero que sepas cun agradecido estoy por tener a alguien como t en mi vida. Has hecho tanto por m hasta ahora, hasta en punto en que ya no puedo ni siquiera retriburtelo, pero he aqu mi primer regalo de cumpleaos para ti, Adam. Mantenlo a salvo, de acuerdo? El primero siempre es el ms especial, te acuerdas?

Adam oye a Lucas incluso en sus sueos; cuando la noche ha cado y el da ha pasado, Lucas an permanece all y jams desaparece.

Cuando el tiempo pase yo an estar junto a ti, porque siempre estamos juntos, no, Adam? As que cuando me vaya a Pars no te sientas triste, de acuerdo? No es como si quisiera abandonarte, es slo que Pars ha sido mi sueo de toda la vida, y es una oportunidad nica en la vida; espero que lo entiendas. Cuando est all, podremos contar los das hasta que regrese a casa, y nos extraaremos tanto que cuando nos volvamos a ver nos amaremos incluso ms. Pensemos en ello de esa forma, Adam. S?

Mmm, bueno, esto ya se est haciendo largo y tengo que terminar de grabar las canciones antes de que te despiertes, as que lo terminar aqu. Probablemente te enviar esta cinta en algn momento despus de llegar a Pars. Es demasiado vergonzosa para drtela ahora. Espero que no te burles de m por ser tan meloso. Ya es lo suficientemente difcil as, Adam Bynes! Bueno, en fin, ya en serio debera terminar esto. No te olvides de levantarte a horario para tus turnos matutinos, y sigue tomando fotos aunque yo no est all, de acuerdo? Cuando regrese quiero ver cunto te has divertido sin m. Ahora en serio terminar esto, jaja. Te amo, Adam. Adis!

Lunes 20 de abril de 2013

Querido Lucas:

Lucas, yo

A veces me siento tonto. Sigo escribindote estas cartas aunque s que jams las recibirs. Sigo escuchando tus casetes aunque temo que se rompan. La primera lista de msica que me hiciste est sonando ahora, y lo s, es estpido. Pero necesito escuchar tu voz, Lucas.

Guame hasta el lugar donde te encuentras. Llvame all contigo. Incluso aunque sea hasta el fin del mundo,yo te seguir.

Hay veces que tengo ganas de llorar. Cuando me siento en casa con la lluvia cayendo silenciosamente en el techo a las dos de la maana, me acuerdo de las veces en que solas gatear junto al calentador envuelto en todas mis frazadas. Siempre decas que te daba fro con facilidad, recuerdas? Compr un calentador para el colchn por ti. An lo tengo; no s qu hacer con l. A veces lo enciendo y pongo mi mano all; sin embargo no me hace sentir mejor.

El ahjussi de las cmaras pregunta por ti, Lucas. Creo que le he dicho alguna vez antes que ya no estabas, pero ya sabes cmo son los ancianos. Se olvidan de las cosas. Y as y todo, yo soy viejo. Soy ms viejo que el ahjussi de las cmaras. Soy tan malditamente viejo, pero no puedo olvidar nada, Lucas. No puedo olvidar los das cuando la primera cosa que vea al despertar era tu sonrisa. No puedo olvidar el modo en que tu cabello caa sobre tus ojos y se te meta en ellos justo despus de ducharte, porque tu flequillo siempre fue muy largo. No puedo olvidar la forma en que llenaste de vida nuestra casa, rocindola con tu polvo de hadas y hacindome sonrer.

Y no puedo olvidar las promesas que me hiciste, Lucas.

Dijiste que escucharamos todos tus casetes juntos cuando regresaras. Dijiste que iramos a la playa como siempre. Dijiste que volveras pronto. Pero dnde ests, Lucas? Porque definitivamente no ests aqu.

Tu puta lista de reproduccin est sonando pero no ests aqu para escucharla conmigo. Dijiste que siempre estaramos juntos, t y yo. Dnde estn mis postales, Lucas?

Mis lgrimas estn manchando la tinta en los rincones y estoy tratando con tanta fuerza no dejarlas caer, porque no ests aqu para secrmelas, perono puedo, Lucas. Las lgrimas no se detienen esta noche.

No se han detenido desde noviembre.

Te extrao,Adam

Por favor no desaparezcas de mi vista.

Por favor no desaparezcas, incluso cuando llegue la maana

La luz del sol cae con delicadeza sobre el cabello de Adam, aterriza suavemente en sus hombros y tal vez se sumerge un poco en las profundidades de su alma. Una ligera brisa se filtra y susurra en su odo, cosquillendole con los remanentes de algo que no quiere olvidar. El aroma salado del ocano fluye hacia su nariz y permanece all como si fuera la primera vez, y las gaviotas chillan silenciosamente sobre su cabeza.

En sus manos, sus zapatos claquetean juntos mientras l camina descalzo sobre la arena mojada. El agua roza sus pies una vez, dos veces, y Adam cierra sus ojos escuchando con atencin; en ese momento, el ocano se desvanece y el tiempo retrocede.

Ya no hay ningn Lucas caminando de la mano junto a l, pero Adam camina sin embargo. Las pisadas que deja detrs desaparecen casi inmediatamente con cada ola que llega. Algunas se quedan un poco ms que otras, no obstante, porque fueron hechas ms profundamente. Es gracioso cmo el rastro de Adam cuenta sobre la gente con la que se ha encontrado en su vida: algunas desaparecieron rpidamente y otras se quedaron un poco ms.

Lucas no desaparece, sin embargo. Lucas no se va sin importar cuntas veces escriba Adam el nombre en la arena y observe mientras el ocano se lo lleva. Cuando las cosas se ponen algo difciles de soportar, Adam baja hasta la playa y escribe sus sentimientos en la arena, observa mientras el mar se traga su dolor. Pero incluso aunque la pena desaparece lentamente con el tiempo, la esencia misma de Lucas permanece.

Abriendo una botella vaca de vidrio, Adam se agacha sobre la arena, extrae un papel y un bolgrafo y comienza a escribir. Las palabras no fluyen y su letra an no es perfecta despus de todas las cartas que ya ha escrito, pero cuando termina, la desliza por la pequea abertura de todos modos porque sabe que a Lucas no le importar. Y slo en caso de que llegue a estar demasiado brillante en el cielo como para que lea, Adam ata su voz a un costado, envuelve el casete con papel encerado y lo lanza a la deriva en el mar.

A quien me dej atrs:

Lucas Clint, la tinta de mi bolgrafo est acabndose de a poco. Supongo que he estado escribindote mucho durante estos ltimos das. Ayer, pens mucho acerca de lo que debera escribir en esta carta, porque es la primera que te enviar. Pero no pude pensar en nada. Slo te quiero de vuelta, Lucas.

An hay tantas cosas que quiero decirte, tantas cosas que quiero hacer contigo. An quiero amarte, Lucas. Hoy ms que ayer, y maana ms que hoy. Quiero vivir cada da contigo en mi corazn, cada vez que camino por este sendero de arena. Y lo caminar por los dos.

Lucas, has estado dejando huellas en mi corazn desde el da en que nos conocimos; por favor no pares ahora. Qudate hasta que hayas cubierto cada centmetro de mi corazn con ellas, hasta que las rocas en mi corazn se deshagan bajo tus pies y se vuelvan arena; y cuando ya no haya dnde caminar, tan slo qudate all en tu lugar, a mi lado. Porque escrib tu nombre en la arena, Lucas. Y lo vi desaparecer. Pero yo no soy como la arena. No puedo olvidarte.

A veces me pregunto si llegaste a mi vida para alimentarme con pedazos de ti, para mostrarme cmo se vive, para darme un trozo de tu corazn y tu alma cada da, cada vez. Te has ido porque ya me has alimentado tanto que no queda nada en ti?

Lo lamento mucho, Lucas. Lamento los aos que pas con mi cabeza en mis manos. Y si pudiera darte la mitad de lo que he vivido hasta ahora, o la mitad de lo que me queda, lo hara sin pensarlo dos veces. Porque si alguien se merece vivir, Lucas, ese eres t.

Tal vez algn da, cuando todo finalmente se termine, podr reencontrarme contigo. Unirme a ti donde sea que ests, decirte todo lo que no pude decirte hasta ahora. Algn da podr decirte cun importante has sido en mi vida, decirte te extra una y otra vez hasta que mis rodillas se debiliten y tengas que sostenerme en tus brazos de nuevo. Pero por ahora seguir aqu, manteniendo tibio tu lugar fro, porque s que ser ocupado otra vez.Lucas te extrao. Te extrao mucho. Pero a veces eso est bien, no?Todo estar bien. Aqu abajo, y all arriba donde ests tambin. Estaremos bien.Slo espero que sepas cunto te amo, Lucas. Estas palabras no son suficientes, nuestro tiempo no fue suficiente. Inclusomitiempo no ser jams suficiente para expresarlo todo.Pero lo dir mil veces ms si hace falta. Lucas, te amo.Hoy, maana, y los das despus de ese.Siempre te amar, Lucas.Eternamente.

Te amo,Adam.