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Astrología y Alquimia Mi vivencia es la siguiente: la astrología y la alquimia se refieren por igual a un drama secreto. Nos están revelando en símbolos un gran misterio: Las Eras astrológicas son un Día en el Año de las Rondas. Y cada uno de estos Días nos entrega una Dispensación arquetípica. Tauro; la religión solar del toro; Aries, la del carnero, de Rama, del Padre como Cordero. La de Piscis, el Pez de Kristos, el Hijo Solar. En la constelación de Tauro, la estrella principal es Venus, habiendo entrado en el sistema como un cometa, para quedar fija como estrella. Su brillo hacía visible dos cuernos luminosos, de modo que representó al Toro del firmamento. Venus, la Verde, para los egipcios. Así, la adoración del Toro es la adoración de Venus. Platón nos cuenta que los reyes de la Atlántida sacrificaban al toro vistiendo trajes de colores rituales y cubiertos con el gorro frigio, entregado por los Dioses. Esto sucedió en Aries, cuando nace la religión ariapersaatlante de Mithra, el sacrificador del toro. El sacrificio del cordero se cumple en los comienzos de la Era de Piscis. Astrología y alquimia porque cada planeta representa un metal determinado como símbolos de un proceso de transmutación, que nos lleva a cognocer, por medio de ambas, vivenciando la muerte y resurrección de un Dios. Mejor dicho; la transmutación de un Héroe en más que un Dios. Aun cuando deseáramos poder explicar con la mayor claridad y con palabras sencillas estas cosas, por su intrínseca naturaleza ello no es posible. Son éstos territorios ocultos, muy difíciles de transitar con la inteligencia racional. Los ciclos astrológicos no se hallan absolutamente cerrados; los Dioses mueren; pero resucitan en el próximo ciclo con ropajes distintos, transmutados. El toro, símbolo de la luz en Tauro, muere en Aries; sacrificado por el Héroe Mithra; porque ha pasado a transmutarse en su opuesto, símbolo de la sombra, de las fuerzas ciegas de una Naturaleza corrompida; como lo fuera en su tiempo e1 Dragón. Y, así, Mithra y Siegfried son uno, en lucha contra las potencias oscuras. Mithra mata al toro, Siegfried al dragón. Y ambos en representación del Sol; de Helios, su Padre. ¡Cuánto más sabían los antiguos de la historia de los hombres, que los "historiadores científicos" actuales y su irrisorio cientificismo, se puede ver en que su Historia no era sólo de los hombres, sino también incluía a los

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Miguel Serrano fragmento

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Astrología y AlquimiaMi vivencia es la siguiente: la astrología y la alquimia se refieren por igual a un drama secreto. Nos están revelando en símbolos un gran misterio: Las Eras astrológicas son un Día en el Año de las Rondas. Y cada uno de estos Días nos entrega una Dispensación arquetípica. Tauro; la religión solar del toro; Aries, la del carnero, de Rama, del Padre como Cordero. La de Piscis, el Pez de Kristos, el Hijo Solar. En la constelación de Tauro, la estrella principal es Venus, habiendo entrado en el sistema como un cometa, para quedar fija como estrella. Su brillo hacía visible dos cuernos luminosos, de modo que representó al Toro del firmamento. Venus, la Verde, para los egipcios. Así, la adoración del Toro es la adoración de Venus. Platón nos cuenta que los reyes de la Atlántida sacrificaban al toro vistiendo trajes de colores rituales y cubiertos con el gorro frigio, entregado por los Dioses. Esto sucedió en Aries, cuando nace la religión ariapersaatlante de Mithra, el sacrificador del toro. El sacrificio del cordero se cumple en los comienzos de la Era de Piscis. Astrología y alquimia porque cada planeta representa un metal determinado como símbolos de un proceso de transmutación, que nos lleva a cognocer, por medio de ambas, vivenciando la muerte y resurrección de un Dios. Mejor dicho; la transmutación de un Héroe en más que un Dios. Aun cuando deseáramos poder explicar con la mayor claridad y con palabras sencillas estas cosas, por su intrínseca naturaleza ello no es posible. Son éstos territorios ocultos, muy difíciles de transitar con la inteligencia racional. Los ciclos astrológicos no se hallan absolutamente cerrados; los Dioses mueren; pero resucitan en el próximo ciclo con ropajes distintos, transmutados. El toro, símbolo de la luz en Tauro, muere en Aries; sacrificado por el Héroe Mithra; porque ha pasado a transmutarse en su opuesto, símbolo de la sombra, de las fuerzas ciegas de una Naturaleza corrompida; como lo fuera en su tiempo e1 Dragón. Y, así, Mithra y Siegfried son uno, en lucha contra las potencias oscuras. Mithra mata al toro, Siegfried al dragón. Y ambos en representación del Sol; de Helios, su Padre. ¡Cuánto más sabían los antiguos de la historia de los hombres, que los "historiadores científicos" actuales y su irrisorio cientificismo, se puede ver en que su Historia no era sólo de los hombres, sino también incluía a los Dioses. Los hombres y los Dioses. Dioses que involucionaban en hombres y hombres que se convertían en Dioses. Animales que eran Dioses Dioses con cabezas de animales. Todo el Universo visible se está rigiendo por los ciclos de las constelaciones que son figuras de animalesdioses: león, toro, carnero, etcétera. Inevitablemente, la Edad de Oro primera se corrompe y lleva a la del Hierro. Invariablemente, todo volverá a comenzar. Y así, ab aeterno, en el Eterno Retorno. El Crepúsculo de tos Dioses se terminará con la Resurrección de los Dioses. He aquí la Astrología, el Ciclo de la Astrología. El Demon del Eterno Retorno de lo Mismo, en lo más grande como en lo más pequeño. El Reino del Demiurgo y sus arquetipos ilusorios. El Imperio de Maya, la Ilusión.

El Mundo del Demiurgo Pareciera como que dentro del mundo del Destino, de los Ciclos astrales, de las constelaciones y del Eterno Retorno, dentro del "Universo concentracionario" del Demiurgo, se presiente una Fuerza extraña, misteriosa, que lucha por cambiarlo todo, por transmutar el proceso ciego en algo diferente, espiritual. Y entenderemos esto como una situación distinta, 7 a la que Nietzsche definiera como "un Universo regido por otras leyes, o por ninguna ley", "algo jamás soñado ni por los más grandes utopistas". Que esto pueda acontecer aquí mismo, dentro del

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Círculo de la Fatalidad, nos está mostrando que el Universo visible del Demiurgo no es totalmente de su posesión, habiendo sido únicamente corrompido; aprisionado por ese Dragón, que es también un Toro, y por las huestes sombrías de los guerreros de la causalidad, que luchan bajo sus órdenes. Entonces, el Universo visible a los ojos terrestres, el de los astros y constelaciones, tiene detrás otro Universo aún prístino (que "mora más allá de las estrellas", como decía Goebbels, citando a Beethoven) hoy torturado; esclavizado; que gime y pena por su transfiguración. Es el Universo del Ansia y la Nostalgia. En verdad, es como una Reina, o una Bella Durmiente, prisionera de un Ogro, que espera al bello héroe que habrá de despertarla. Sólo los Mitos y las Leyendas pueden aproximarnos a las vivencias de estos Misterios. Si hemos dicho que la astrología y la alquimia se refieren por igual a un mismo drama, deberíamos agregar que es precisamente la alquimia la que nos está propiciando un camino de salida o de escapede la esclavitud de los astros. Y es dentro de este "Universo concentracionario" del Demiurgo, y precisamente en el Eterno Retorno de los Ciclos astrales, donde se extrae; o se nos entrega, el secreto de la posible salida, o Liberación, por existir aquí mismo escondidas la capacidad y la Ciencia, que permiten al Héroe forzar una puerta para transmutarse en más que el Dios que una vez fuera, antes de caer en la prisión del Eterno Retorno. Podría transfigurarse, redimiendo a este Universo, por añadidura, a la Naturaleza corrompida por el Demiurgo y sus Arquetipos.