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DANZA: JUEGO Y EMPATIA
A través de esta clase de danza, se pretende crear un espacio de juego y creatividad a partir del movimiento de cada uno.
Así, mediante el autodescubrimiento y la relación con los demás, cada niño podrá moverse y tomar decisiones libre-
mente, dentro de las propuestas que se hagan. Esta clase se centrará en el uso del juego y en la creación de situaciones
donde podremos trabajar la empatía.
Enfocaremos el juego como un lugar creativo y de libertad, donde el alumno podrá moverse libremente y tomar sus
propias decisiones. Según Jesús Colas, en el juego el niño transforma la pasividad del vivenciar por la actividad del jugar,
y de esta manera se posibilita el crear un espacio intermedio entre el afuera (realidad exterior) y el adentro (necesidades
personales, deseos, sentimientos...).
El juego muchas veces puede ser la manifestación de un deseo. Es un lugar donde se permite probar formas, movimien-
tos, acciones y desarrollar su autopercepción y su imagen corporal (Shilder, 1983).
Según Erikson (psicólogo destacado dentro de la psicología evolutiva), el juego funciona como un medio de adaptación
y de integración dentro del desarrollo del niño. De esta manera, utilizaremos el juego como base para generar situacio-
nes, donde poder trabajar la empatía como vía para esa adaptabilidad e integración.
La empatía es la capacidad de una persona de comprender a otra, el intento de vivenciar la experiencia ajena. Implica
reconocer en la experiencia propia qué siente el otro, conocer su situación y actuar en consecuencia.
Actuaremos en esa capacidad empática ofreciendo situaciones donde los alumnos tendrán que intercambiar roles, y
donde adquirirán estados corporales, tonos musculares y cualidades de movimiento de otras personas. Es así como
trabajaremos la adaptabilidad y experimentaremos diferentes puntos de vista a los nuestros.
En resumen, es en el juego, en ese lugar donde cada uno utiliza sus propias herramientas y en el cual es el movimiento el
que comunica, donde usaremos nuestro cuerpo para responder de una manera empática y así validar la experiencia que
nos ofrece la otra persona, en busca de una adaptabilidad en el grupo.
El juego empieza intentando atrapar a alguna persona, todos pueden atrapar a cualquiera de la sala. En el momento en
el que tocamos el cuello de alguien, éste queda atrapado, nos tiene que ofrecer su espalda para escribirle un mensaje. La
persona identificará el mensaje y lo llevará a cabo.
Cosas a tener en cuenta: En esta clase es este ejercicio el que más reglas tiene. Los alumnos se suelen despertar mucho
con este juego, lo viven de un modo muy intenso. Por eso, es importante subrayarles que respeten las reglas y que
tenemos que tener cuidado en no hacer daño a los demás.
Variaciones: Quizás, como este juego está formado por diferentes normas, podemos hacer versiones más simples o más
complejas dependiendo de la edad, cambiando el número de mensajes o sus contenidos. También se les puede proponer
a los alumnos que sean ellos mismos los que inventen los mensajes.
Objetivos del ejercicio: En este juego vamos a empezar a experimentar los cambios de roles. El perseguidor se convierte
en perseguido de un momento a otro. Del mismo modo que podemos ser los que damos órdenes a través de los men-
sajes, también podemos convertirnos en salvadores al ayudar a los demás.
DESARROLLOEspejar
Por parejas. Uno se coloca frente al otro. Uno de ellos será la “persona” y el otro el “espejo”. La “persona” comenzará a
moverse como le apetezca, y el “espejo” intentará hacer lo mismo. Después de un rato cambiaremos los roles.
Cosas a tener en cuenta: Sobre todo al principio del ejercicio, tendremos que hacer los movimientos exageradamente
lentos, ya que el objetivo es que los movimientos de los dos alumnos sucedan a la vez. Es importante recordarles que las
parejas no realizan los mismos movimientos, sino justo los contrarios (como un espejo).
Variaciones: Este mismo ejercicio lo podemos probar sin esa repartición de roles, de manera que no sepamos quién es el
“líder”.
Objetivos del ejercicio: Este ejercicio resulta bastante directo para trabajar el concepto de empatía, ya que estamos refle-
Objetivos del ejercicio: El objetivo principal de este ejercicio es el de evitar lesiones a lo largo de la sesión: movilizaremos
y alargaremos diferentes zonas del cuerpo, sobre todo para que la musculatura esté receptiva a los movimientos que se
realizarán en la clase.
Punto de contacto
Mientras seguimos caminando, poco a poco iremos cerrando el grupo, caminando cada vez más cerca el uno del otro. En
un momento dado, cuando el profesor diga el número 1, cada uno tocará a una persona y se quedará en esa postura.
Cuando el profesor diga “camina”, seguiremos caminando. El profesor jugará con los diferentes números, pudiendo llegar
hasta el 4, es decir, 4 puntos de contacto.
Cosas a tener en cuenta: Ya que este ejercicio exige una cierta espontaneidad y rapidez, tenemos que tener cuidado de
no hacernos daño (debemos conocer los límites de nuestro propio cuerpo) y de no hacer daño a los demás (el peso que
deposite en mi compañero dependerá entre otras cosas de la postura que haya adquirido).
Variaciones: Para que los alumnos vayan sintiendo la responsabilidad dentro de la dinámica del grupo, se le puede pedir
a un alumno que realice el papel del profesor, teniendo la posibilidad de jugar con los diferentes números.
Objetivos del ejercicio: Este ejercicio da un primer acercamiento hacia el contacto con otras personas. También mediante
esta pauta, empezamos a regular lo que damos y lo que recibimos según la persona con la que estemos interactuando,
ya que no es lo mismo apoyarte en una persona que está firme, que en una que ves más frágil.
Atrapar y enviar
Realizaremos este juego en dos partes diferentes. La primera de ellas es muy simple, una preparación para el juego.
Primera parte: Por parejas. Una persona escribe un número en la espalda de la otra, y esta última tiene que acertar cuál
es. Se puede jugar con el tamaño del número y con las diferentes ubicaciones en la espalda.
Segunda parte: Antes de comenzar con el juego explicaremos los diferentes mensajes.
1. El punto más lejano. Observa el espacio y en línea recta dirigete al punto más lejano.
2. Al aire. Sube encima de alguien lo antes posible.
3. El puente. Haz un puente con el cuerpo llevando las manos al suelo. Mantente en esta posición hasta que alguien pase
por debajo de ti.
4. El desmayo. Haz como si te desmayaras hasta caer al suelo. Quédate ahí hasta que una persona te ayude a levantarte.
CALENTAMIENTO
Parar y empezar
Caminamos por el espacio. Intentamos no hacerlo en círculo, tomamos diferentes direcciones e intentamos que no haya
grandes huecos entre nosotros.
Cuando una persona se pare (no sabemos quién va a ser), todos nos tenemos que parar. Y cuando una persona comienza
de nuevo a caminar (la que se ha parado o cualquier otra), todos empezamos a caminar.
Cosas a tener en cuenta: Es interesante jugar con el tiempo, para evitar que predomine siempre el mismo ritmo.
Variaciones: Si entran fácilmente en el juego, o queremos alargarlo un poco, podemos introducir una nueva pauta: la
persona que se para lo hará en una postura determinada, y todos tendrán que imitar esa postura.
Objetivos del ejercicio: Mediante este ejercicio, desde el principio de la clase desarrollaremos una noción grupal, donde
lo que hace uno tendrá repercusión en los demás. Además servirá para despertar la atención y para que empiecen a
desarrollar la conciencia espacial.
También lo utilizaremos para que el cuerpo empiece a entrar en calor de una manera progresiva.
Despertar el cuerpo
Mientras seguimos caminando, realizaremos un calentamiento más clásico. Pediremos a cada alumno que piense una
manera de calentar el cuerpo. Dejando un poco de tiempo para pensarlo mientras siguen caminando, los alumnos
enseñarán uno a uno sus propuestas, y los demás lo realizaremos al mismo tiempo.
Cosas a tener en cuenta: Cuando digo un calentamiento más clásico, me refiero a ejercicios dirigidos a la movilidad
de diferentes músculos y articulaciones, y a la elasticidad. Puede ser conveniente, acompañar esta propuesta a través
de algún ejemplo (alargar el cuello hacia un lado y hacia el otro, hacer círculos con los brazos, estirar los cuadriceps,
balancear los brazos hacia un lado y hacia el otro, lanzar patadas...). Para ello, puede ser de ayuda pensar en ejercicios
que se usen en otros deportes o actividades físicas.
Variaciones: Si les resulta difícil pensarlo o mostrarlo individualmente, pueden hacerlo por parejas.
También pueden hacer este mismo ejercicio en círculo, para incrementar la concentración y la sensación de grupo.
EL TREN DE MOVIMIENTO
A través de esta clase de danza, se pretende crear un espacio de juego y creatividad a partir del movimiento de cada uno.
Así, mediante el autodescubrimiento y la relación con los demás, cada niño podrá moverse y tomar decisiones libre-
mente, dentro de las propuestas que se hagan. Esta clase se centrará en el uso del juego y en la creación de situaciones
donde podremos trabajar la empatía.
Enfocaremos el juego como un lugar creativo y de libertad, donde el alumno podrá moverse libremente y tomar sus
propias decisiones. Según Jesús Colas, en el juego el niño transforma la pasividad del vivenciar por la actividad del jugar,
y de esta manera se posibilita el crear un espacio intermedio entre el afuera (realidad exterior) y el adentro (necesidades
personales, deseos, sentimientos...).
El juego muchas veces puede ser la manifestación de un deseo. Es un lugar donde se permite probar formas, movimien-
tos, acciones y desarrollar su autopercepción y su imagen corporal (Shilder, 1983).
Según Erikson (psicólogo destacado dentro de la psicología evolutiva), el juego funciona como un medio de adaptación
y de integración dentro del desarrollo del niño. De esta manera, utilizaremos el juego como base para generar situacio-
nes, donde poder trabajar la empatía como vía para esa adaptabilidad e integración.
La empatía es la capacidad de una persona de comprender a otra, el intento de vivenciar la experiencia ajena. Implica
reconocer en la experiencia propia qué siente el otro, conocer su situación y actuar en consecuencia.
Actuaremos en esa capacidad empática ofreciendo situaciones donde los alumnos tendrán que intercambiar roles, y
donde adquirirán estados corporales, tonos musculares y cualidades de movimiento de otras personas. Es así como
trabajaremos la adaptabilidad y experimentaremos diferentes puntos de vista a los nuestros.
En resumen, es en el juego, en ese lugar donde cada uno utiliza sus propias herramientas y en el cual es el movimiento el
que comunica, donde usaremos nuestro cuerpo para responder de una manera empática y así validar la experiencia que
nos ofrece la otra persona, en busca de una adaptabilidad en el grupo.
jando casi de una manera literal cómo se expresa el otro cuerpo, su ritmo, sus matices. Es una manera de hacer presente
al cuerpo que reflejamos, y de validar su movimiento propio.
LOS PIES EN LA TIERRA
Por parejas. Este juego tiene una norma muy clara: el primero que levante los pies del suelo pierde. Solo utilizaremos los
brazos para poder desestabilizar a la otra persona.
Cosas a tener en cuenta: Lo más importante a la hora de explicar este juego es que no podemos hacer daño a nuestro
compañero.
Variaciones: En este juego es interesante que después de haber probado con un compañero, haya más cambios de pareja,
ya que nos dará puntos de vista y situaciones muy diferentes de una misma acción.
Objetivos del ejercicio: En este ejercicio el alumno busca diferentes estrategias para cumplir su objetivo. Entre otras, debe
desarrollar la flexibilidad, la adaptabilidad, y la rapidez de toma de decisiones. Además facilita el poder experimentar un
uso de la “fuerza” diferente.
El tren de movimiento
Todas las partes del tren no se mueven a la vez. A medida que pasa por los sitios, realiza movimientos diferentes, y sin
embargo cuando cada parte pasa por un mismo lugar, realizan el mismo movimiento.
De esta manera, nuestros alumnos se convertirán en un tren. Se colocarán en fila india, el primero comenzará a hacer
su propio camino, y los demás pasarán por él. El camino estará formado por diferentes acciones como saltos, vueltas,
caídas... Después de un rato, el primero de la fila pasará a la cola, y el que estaba segundo se convertirá en el primero, y
así sucesivamente con todos los miembros de la fila.
Cosas a tener en cuenta: Además de llenar de acciones nuestro camino, también podemos utilizar el espacio físico para
dejar nuestra huella, como las paredes, sitios específicos del suelo, materiales de la sala...
Objetivos del ejercicio: Aquí cada persona traza su camino mediante su propio movimiento y tomando decisiones, tenien-
do la seguridad que será seguido por el resto de compañeros. Los demás tienen la oportunidad de realizar movimientos
que quizás nunca harían, abriéndose el abanico de posibilidades de moverse y expresarse.
Objetivos del ejercicio: El objetivo principal de este ejercicio es el de evitar lesiones a lo largo de la sesión: movilizaremos
y alargaremos diferentes zonas del cuerpo, sobre todo para que la musculatura esté receptiva a los movimientos que se
realizarán en la clase.
Punto de contacto
Mientras seguimos caminando, poco a poco iremos cerrando el grupo, caminando cada vez más cerca el uno del otro. En
un momento dado, cuando el profesor diga el número 1, cada uno tocará a una persona y se quedará en esa postura.
Cuando el profesor diga “camina”, seguiremos caminando. El profesor jugará con los diferentes números, pudiendo llegar
hasta el 4, es decir, 4 puntos de contacto.
Cosas a tener en cuenta: Ya que este ejercicio exige una cierta espontaneidad y rapidez, tenemos que tener cuidado de
no hacernos daño (debemos conocer los límites de nuestro propio cuerpo) y de no hacer daño a los demás (el peso que
deposite en mi compañero dependerá entre otras cosas de la postura que haya adquirido).
Variaciones: Para que los alumnos vayan sintiendo la responsabilidad dentro de la dinámica del grupo, se le puede pedir
a un alumno que realice el papel del profesor, teniendo la posibilidad de jugar con los diferentes números.
Objetivos del ejercicio: Este ejercicio da un primer acercamiento hacia el contacto con otras personas. También mediante
esta pauta, empezamos a regular lo que damos y lo que recibimos según la persona con la que estemos interactuando,
ya que no es lo mismo apoyarte en una persona que está firme, que en una que ves más frágil.
Atrapar y enviar
Realizaremos este juego en dos partes diferentes. La primera de ellas es muy simple, una preparación para el juego.
Primera parte: Por parejas. Una persona escribe un número en la espalda de la otra, y esta última tiene que acertar cuál
es. Se puede jugar con el tamaño del número y con las diferentes ubicaciones en la espalda.
Segunda parte: Antes de comenzar con el juego explicaremos los diferentes mensajes.
1. El punto más lejano. Observa el espacio y en línea recta dirigete al punto más lejano.
2. Al aire. Sube encima de alguien lo antes posible.
3. El puente. Haz un puente con el cuerpo llevando las manos al suelo. Mantente en esta posición hasta que alguien pase
por debajo de ti.
4. El desmayo. Haz como si te desmayaras hasta caer al suelo. Quédate ahí hasta que una persona te ayude a levantarte.
Espacios negativos
Por parejas. Una persona toma una posición y se queda en ella. La otra persona coloca su cuerpo en los espacios negati-
vos de esa forma, es decir, en los huecos, tanto dentro como por alrededor. Como si fueran las piezas de un puzle, pero sin
tocarse. Entonces, la primera persona que ha tomado esa forma saldrá cuidadosamente de su posición (también sin que
haya contacto físico), mientras que la segunda persona continua con esa forma del espacio negativo. Ahora será la prim-
era persona la que comenzará a realizar esa forma negativa. Seguiremos de esta manera, siendo cada vez más precisos.
Cosas a tener en cuenta: Aunque en este ejercicio las formas que tomemos sean importantes, le pondremos una atención
especial a las transiciones. Es ahí donde muchas veces está la esencia de la danza, en la manera de ir de un lugar a otro,
en el ritmo y en las cualidades, más que en las formas.
Variaciones: Podemos probar este mismo ejercicio en tríos o en cuartetos. Los participantes del grupo decidirán si son
primeros, segundos, terceros o cuartos. En este orden comenzará el ejercicio: El primero tomará una forma, después el
segundo realizará su espacio negativo, y así hasta que todos se sumen. Al acabar el primero saldrá y volverá a entrar,
siguiendo con este ejercicio cíclico.
Objetivos del ejercicio: Este ejercicio suma un paso más al ejercicio anterior. Aquí ya no estamos espejando, pero recon-
ocemos sus formas para adentrarnos en el cuerpo del otro, sin modificarlo, respetando su estructura y sus decisiones, y
complementándole. Mediante este ejercicio también hacemos hincapié en nuestra conciencia corporal, ya que estamos
continuamente pensando en la forma que adoptamos con cada parte del cuerpo.
CIERRE
Nuestro baile
Para finalizar la clase, en este último ejercicio crearemos un pequeño baile, a través de una selección de los ejercicios que
hemos probado a lo largo de la hora. De esta manera, reuniremos y repasaremos todo lo que hemos hecho, pudiendo
realizar una reflexión del trabajo.
Pediremos que formen grupos de unas 4 personas. Después, ellos elegirán los ejercicios que quieran en el orden que les
apetezca, pero sobre todo, con todas las modificaciones que deseen.
Ya que este ejercicio es muy abierto, quizás algunos alumnos agradezcan que se les facilite alguna pauta o ejemplo:
El baile tiene un comienzo y un final: ¿dónde y cómo voy a estar?
Espacios negativos
Por parejas. Una persona toma una posición y se queda en ella. La otra persona coloca su cuerpo en los espacios negati-
vos de esa forma, es decir, en los huecos, tanto dentro como por alrededor. Como si fueran las piezas de un puzle, pero sin
tocarse. Entonces, la primera persona que ha tomado esa forma saldrá cuidadosamente de su posición (también sin que
haya contacto físico), mientras que la segunda persona continua con esa forma del espacio negativo. Ahora será la prim-
era persona la que comenzará a realizar esa forma negativa. Seguiremos de esta manera, siendo cada vez más precisos.
Cosas a tener en cuenta: Aunque en este ejercicio las formas que tomemos sean importantes, le pondremos una atención
especial a las transiciones. Es ahí donde muchas veces está la esencia de la danza, en la manera de ir de un lugar a otro,
en el ritmo y en las cualidades, más que en las formas.
Variaciones: Podemos probar este mismo ejercicio en tríos o en cuartetos. Los participantes del grupo decidirán si son
primeros, segundos, terceros o cuartos. En este orden comenzará el ejercicio: El primero tomará una forma, después el
segundo realizará su espacio negativo, y así hasta que todos se sumen. Al acabar el primero saldrá y volverá a entrar,
siguiendo con este ejercicio cíclico.
Objetivos del ejercicio: Este ejercicio suma un paso más al ejercicio anterior. Aquí ya no estamos espejando, pero recon-
ocemos sus formas para adentrarnos en el cuerpo del otro, sin modificarlo, respetando su estructura y sus decisiones, y
complementándole. Mediante este ejercicio también hacemos hincapié en nuestra conciencia corporal, ya que estamos
continuamente pensando en la forma que adoptamos con cada parte del cuerpo.
CIERRE
Nuestro baile
Para finalizar la clase, en este último ejercicio crearemos un pequeño baile, a través de una selección de los ejercicios que
hemos probado a lo largo de la hora. De esta manera, reuniremos y repasaremos todo lo que hemos hecho, pudiendo
realizar una reflexión del trabajo.
Pediremos que formen grupos de unas 4 personas. Después, ellos elegirán los ejercicios que quieran en el orden que les
apetezca, pero sobre todo, con todas las modificaciones que deseen.