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M aría T eresa de G uevara LA OBSERVACIÓN COMO ESTRATEGIA BÁSICA PARA EL ESTUDIO DE LA CONDUCTA INFANTIL Fondo Editorial de Humanidades y Educación Universidad Central de Venezuela Caracas, 1994

Guevara (1994) - Cap 6

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Guevara (1994) - Cap 6

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  • M a r a T e r e s a d e G u e v a r a

    LA OBSERVACIN COMO ESTRATEGIA BSICA

    PARA EL ESTUDIO DE LA CONDUCTA INFANTIL

    Fondo Editorial de Hum anidades y Educacin U niversidad Central de Venezuela

    Caracas, 1994

  • VI: Cmo, cundo y quin debe realizar las observaciones: procedimientos y tcnicas empleados

    en la medicin y registro del comportamiento. Consideraciones en relacin

    con la seleccin del observador.

    I LA MEDICION DEL COMPORTAMIENTO.

    Un enfoque de la psicologa com o ciencia natural supone, necesariam ente, la aceptacin del mtodo cientfico. Tal com o Bays (1984) lo seala expresam ente, el punto crucial de una investigacin cientfica lo constituye la recopilacin de la evidencia em prica ... (pg. 59). El m edio que utiliza el cientfico para recoger sus datos es la observacin. Es im portante destacar que para que sta pueda tener lugar, se han de cubrir algunos requisitos o han de estar presentes algunas caractersticas de los fenmenos, vale decir, se debe observar un hecho fsico, lo cual im plica por lo menos dos cosas: a) que se puede definir el evento u objeto por observar de form a objetiva, y b) que se dispone de tcnicas o instrum entos que perm iten observar, m edir y registrar dicho objeto o evento de forma confiable, ya que los datos que obtengam os deben ser pblicos y repetibles.

    Nuestro conocim iento del fenm eno debe provenir siem pre de hechos observables por todos (Nunnally, 1973, pg. 20).

    Bachrach (1982) ha sealado muy apropiadam ente que:

    L a c ien c ia e s siem p re un eq u ilibr io entre la ob servacin y la exp erim en tac in , pues la prim era es la reunin em p rica sobre lo s h ech o s y la segun d a es el razon am ien to activo de estos h ech os y la m an ip u lacin de lo s m ism o s para derivar co n o c im ien to s p osteriores. S u p one tam bin la ob serv a c i n ulterior bajo co n d ic io n e s con tro lad as. (pg. 40).

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  • Este mismo autor hace referencia a Bronowski (1953, citado por Bachrach, 1982), quien define a la ciencia como una forma de describir la realidad pero que, por lo mismo, esi circunscrita por los lm ites de la observacin. Tam bin recoge las afirm aciones de Einstein para quien la unidad fundamental de la Fsica era: hecho-seal-observador. Bachrach (1982), aade:

    M ed ian te esto ind ica que cuando se produce un hecho , presenta alguna m a n ifestacin exterior y e x ig e la presencia de un observador que lo reg istre . V erdaderam ente. esta trada h e c h o - s e o l - n b s e n w l o r es bsica para las otras c ien c ia s , adem s de la r is ic a , y es de la in cu m b en cia del c ien tfico , sea cual fuere la d isc ip lin a en que trabaje, observar atentam ente la seal que representa el hecho y registrarla con exactitu d . F.s as com o se desarrolla la in strum entacin, (pg. 4 1 ) .

    Es evidcnlc que la unidad propuesta por Einstein para la Fsica resulta totalm ente aplicable al caso de la psicologa. Antes que nada, destaca la obligacin de dedicarse al estudio de hechos objetivos, es decir, fenmenos que puedan ser exam inados y registrados de la m isma forma por otros. Adems, hace nfasis en la necesidad de contar con procedim ientos o instrum entos que permitan recopilar la inform acin proveniente de los hechos. Cuando se investiga en ambientes naturales, donde resulta difcil contar con instrumentos de medicin y registro autom ticos, el papel del observador se vuelve prom inente y, junto con ste, los procedim ientos y tcnicas que em plee para la observacin, medicin y registro del comportamiento que se estudie.

    2. PROBLEMAS DE LA CUANTIFICACIN.

    Se considera que uno de los objetivos bsicos y prim arios de la ciencia es la descripcin de los fenmenos que constituyen su campo de estudio. Para que esta funcin se cum pla a cabalidad es im prescindible que se obtengan mediciones de los eventos som etidos a examen, es decir, que se hagan descripciones cuantitativas. Adems, si tomamos en cuenta que la ciencia debe ofrecer tambin explicaciones, se hace evidente la necesidad de la medida, puesto que las variables o elementos que constituyen su objeto de estudio deben poder medirse adecuadamente antes de que sea posible estudiar las relaciones que existen entre ellos. Al respecto, es til citar a Nunna'lly (1973) cuando asevera:

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  • P uede sosten erse de m odo co n v in cen te que la o b ten c i n d e m to d o s a d ecu a d o s de m ed ic i n es el problem a m s im portante en la c ie n c ia de la P s ic o lo g a (pg.19).

    Ahora bien, qu es medir? Siguiendo a Nunnally:

    L a m ed ic in co n sis te en un conjunto de norm as para asignar n m eros a lo s o b je tos de m odo tal que esto s nm eros representen can tid ad es de atributos (1 9 7 3 , pg. 23).

    Por su parl', Johnston & Pennypacker (1980) lo definen com o ...e l proceso de asignar nmeros y unidades a objetos o eventos (pag. 119). Estos autores aclaran que de acuerdo con la definicin del W ebster, se considera a la unidad como ...u n a cantidad determ inada adoptada como un estndar de medida y que debe aadirse, para el caso de las ciencias, la frase ...d e alguna propiedad o dim ensin de un fenm eno natural, con el fin de dejar claro su estrecha relacin con el mundo fsico (pgs. 119-120).

    En consecuencia, un prim er paso necesario para adelantar el p roceso de m edicin es la determ inacin del objeto o fenm eno por medir; en el caso de la psicologa, los eventos conductuales y sus interacciones con el ambiente. En el captulo anterior hem os exam inado las estrategias que se siguen para la definicin de conductas, con el fin de que stas alcancen los criterios de objetividad y precisin indispensables. Tam bin se hizo referencia a la estrecha relacin que existe entre la caracterizacin o definicin de un com portam iento y las tcticas que se em plean para su observacin, m edicin y registro. Esto es as porque uno de los requerim ientos del proceso de m edicin es, precisam ente, la abstraccin. Nunnally (1973) hace referencia a esto cuando seala: Hablando estrictam ente, no se m iden los objetos sino sus atributos (pg. 23). para aadir luego que es necesario abstraer un atributo para som eterlo a medicin, es decir, determ inar unidades o secciones sem ejantes en las cuales pueda dividirse y, luego, proceder a contar, en un evento u objeto dado, la cantidad de unidades contenidas en l: ...qu cantidad de un atributo est presente en un objeto (pg. 24). Ms adelante seala: Los cientficos establecen medidas enunciando reglas para la cuantificacin de objetos rea les ... (pg. 30), para concluir afirm ando que la validez del sistem a de m edida estar dada por la posibilidad que brinde de encontrar relaciones lcitas entre las variables, es decir, determ inar relaciones funcionales.

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  • Por su parte, U nderw ood dice:

    D efen d er a la te s is d e q u e la in v estig a c i n en P sico lo g a in c lu y e n ecesa r ia m en te la m ed ic i n y que la rapidez con que la in vestig a c i n abarque... las co n d u cta s s ig n if ic a tiv a s d ep en d e de nuestra capacidad d e d iv id ir las en partes im portan tes q u e puedan ser m edidas (U n d erw o o d . 1957 . c itado por B achrach , 1 9 8 2 . pg. 5 3 ).

    De acuerdo con Bachrach (1982), las dos cuestiones bsicas en la m edida son:

    a) Existe el fenmeno?

    b) Si existe en qu proporcin?

    Estas dos cuestiones aluden a dos tipos fundamentales de medida. El prim ero, el tipo nom inal ... es una operacin de denom inacin que diferencia sim plem ente un acontecim iento de otro. Es una base frecuente de descripcin de medida (pg. 54), y el segundo, el tipo de m edicin que formula la pregunta Si el fenmeno existe, en qu m edida?, cul es su m agnitud o identidad? (pg. 74). De nuevo nos enfrentam os a la necesidad de definir en forma clara e inequvoca las variables, fenm enos o hechos que se estudian. Para ello podemos acudir a la definicin operocional, es decir, a . . .aqulla que nos indica qu hacer para que cualquier investigador pueda observar el fenmeno definido y consiste en la enum eracin detallada de las operaciones necesarias incluyendo las mediciones a efectuar y, preferiblem ente, las unidades de m edida para producir el fenmeno (Bays, 1984, pg. 21). Vemos, pues, la necesidad de delim itar qu es lo que querem os observar, m edir o registrar, puesto que:

    E l observador d eb e concentrarse sobre un fen m en o u o tro ... el c ie n t f ic o no p u ed e tener, al m ism o tiem p o , toda la in form acin im portante q u e precisa , asp ec to q u e ha sid o ten id o en cuenta en la in v estig a c i n y , rea lm en te , con stitu ye el fun d am en to d e rep e lid o s ex p erim en tos en lo s que se estud ian por separado d iferen tes variab les (B ach rach , 1982, pg. 4 2 ) .

    L a dim ensin o atribulo que se seleccione com o foco de inters, depender, com o hem os m encionado antes, entre otras cosas, de las caractersticas del com portam iento estudiado y del objetivo de la investigacin que se adelanta. No obstante, es til recordar que no

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  • existe un consenso tola) respecto a la definicin de la variable dependiente bsica para el estudio de la conducta (M ann, 1976). Por tanto, el exam en de este problem a es de im portancia crucial para la ciencia del com portamiento.

    P ro p ie d ad es o dimensiones c o n d u c tu a le s m ensurables y / oCUANTIEICABLES, DESIGNACIN DE LAS UNIDADES DE MEDIDA.

    Craighead, et al.. (1981) afirman que ...la recoleccin de datos como una forn1i37de observacin cientfica, puede extenderse desde el sencillo -reconocimiento de un suceso hasta el registro preciso de pequeos cam bios en una variable (pg. 55). Sealan, adems, que para la observacin, m edicin y registro de los datos se em plean diversos procedim ientos que van desde el registro autom tico a travs de instrum entos, la grabacin o filmacin de los acontecim ientos, hasta el registro a partir de observaciones directas de los eventos m ientras stos transcurren, lomados por observadores independientes.

    Estos m ismos autores (Craighead, et al., 1981), apuntan que todos los datos conductuales pertenecen a uno de los siguientes cuatro tipos:a) datos de magnitud; b) datos tem porales; c) datos de frecuencia y d) datos de categorizaein, Explican cada uno de estos tipos as: Datos de magnitud: abarcan cualquier m edida que im plique la fuerza o intensidad de una respuesta (pg. 56). Datos temporales: com o el nom bre indica, implican la medicin del tiempo. El tiem po transcurrido en tred s sucesos es un ejem plo de dato tem pora l... (pgs. 56-57). Los datos de frecuencia: incluyen respuestas cuyas incidencias pueden contarse y utilizarse para hacer com paraciones objetivas (pg. 57). Los datos de categorizaein abarcan las m edidas que diferencian una respuesta de otra. En el caso ms sencillo, tal categorizaein puede im plicar el registro de la presencia o ausencia de una respuesta particu lar... (pg. 57). Asimismo, hacen la advertencia de que estos cuatro tipos de datos no necesariam ente se tienen que em plear de m anera mutuam ente excluyeme.

    Se podra decir que cuando se decide abordar el estudio de los fenmenos conductuales m ediante la observacin, m edicin y registro de uno o varios de estos datos, se est cum pliendo con uno de los requisitos que Nunnally (1973) seala para el proceso de medida, a saber, la abstraccin o localizacin en uno de los atributos del evento.

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  • por las siguientes dim ensiones: latericia (latency) y duracin (dura- tion), respectivam ente. La tercera propiedad que postulan es la de repeticin (repeatability) a travs del tiem po, la cual deriva en la dim ensin contabilidad o enumeracin (countability o denum erabili- ty). Johnston & Pennypacker (1980), afirm an que a travs de estas tres dim ensiones: latencia, duracin y contabilidad, puede caracterizarse toda instancia de conducta, o sea, que dichas dim ensiones, adems de form ar la base para la creacin de las unidades de medida, son universales, vale decir, que existen en todos los casos. El anlisis anterior se com plem enta con un exam en de las dim ensiones de las clases de respuestas . algunas de las cuales no son aplicables a una sola instancia de la clase. Se hace hincapi en la frecuencia (frecuency; com nm ente llam ada tasa de respuesta), que refleja las propiedades de locus tem poral y repeticin. Otra dim ensin de la clase de respuesta es la de tiempos entre respuestas (interresponse time i R T ), definida . , . tcnicam ente com o el intervalo de tiem po que separa el comienzo d la instancia de respuesta del cese de la instancia de respuesta previa (Johnston & Pennypacker, 1980, pg. 125), y es el resultado de la com binacin de las propiedades de locus tem poral de las respuestas. Se podran especificar otras dim ensiones, pero su utilidad y generalidad deben establecerse a travs de la prctica cientfica (Johnston & Pennypacker, 1980). Com o se m encion antes, las unidades de medida se derivan de las dim ensiones o propiedades cuantificables de la conducta. La latencia y la duracin em plean unidades de tiem po para especificar cuantas unitarias precisas. En cuanto a la de contabilidad, se recurre al concepto de ciclo:

    . . . s e usa en las c ien c ia s naturales com o un descrip tor gen rico de la instancia unitaria de cualq u ier fen m en o recu rren te... todas las resp uestas en la c la se son c ic lo s n ico s de un p roceso recurrente o rep e li le . C ualquier unidad de anlisis co n d u ctu a l. e n to n c es , puede m ed irse m ediante la e sp e c ifica c i n d e la ex ten si n cu antitativa o con tab ilid ad d e sus c ic lo s . E sto se logra con tan d o . (Johnston & P ennypacker. 1980 . pg. 126).

    La frecuencia se describe a travs de una unidad compuesta: ciclos por unidad de tiem po, la cual com bina las dimensiones: latencia y contabilidad.

    Con estos trm inos a la mano, podemos volver al anlisis del proceso de m edicin, el cual, como vim os, im p lica luego que ha sido

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  • definida una unidad de m edida .. .asignar un nm ero que sim bolice la extensin cuantitativa de la dim ensin representada por el caso especfico. Junto con la unidad apropiada, esta cantidad constituye la medida nica del objeto o evento observado. (Johnston & Pennypac- ker, 1980, pg. 129). Los autores aclaran que este proceso es directo cuando se trata de instancias de respuestas, pero cuando el objetivo es m edir una clase de respuesta, es necesario com binar, de alguna m anera, las unidades para obtener una medida com puesta para la clase (pg. 129). Se requiere, entonces, em plear operaciones que, m anteniendo intactas las dim ensiones, com binen algebraicam ente las un idades para procfTcir aqullas que resulten idneas para m edir la clase de respuesta.

    M e d ic i n d e l a s d im e n s io n e s o p r o p ie d a d e s c u a n t if ic a s l e s d e laCONDUCTA,

    Para el tratamiento de este aspecto y del siguiente (Seleccin de una dim ensin), nos ceirem os estrecham ente a los planteam ientos que Johnston & Pennypacker (1980) incluyen en el captulo 7 de su obra STRATEG1ES AND TACT1CS OF HUM AN BEH AV IO RAL RESEARCH.

    El investigador se enfrenta a la necesidad de seleccionar una o m s propiedades para m edir el fenmeno que estudia. Vam os a exam inar brevem ente las medidas que se derivan de las diferentes dim ensiones disponibles:

    Contabilidad: D im ensin de una sola instancia de respuesta, cuya unidad de m edida es el ciclo; debido a que esta unidad no toma en cuenta el tiem po, resultar sensible slo cuando el parm etro temporal de todas las instancias de respuesta se m antenga constante, lo cual es bastante improbable.

    Duracin: Su medicin es apropiada cuando el foco de inters se centra en la variabilidad del lapso de una serie de respuestas. Es posible la com binacin de las medidas de duracin de varias respuestas m ediante una operacin de adicin. No obstante, el resultado de la m isma sera de utilidad limitada, pues ignora la cuenta de los ciclos. Por ello se considera ms conveniente definir la M EDIDA DE DURACION de cada respuesta m ediante la razn: 1/d, lo cual perm ite com binar las

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  • m edidas de varias respuestas algebraicam ente y, adems, preservar la cuenta del num erador; de esta forma se obtiene una descripcin ms com pleta de la propiedad m edida (extensin temporal).

    Latencia: Refleja la propiedad de locus tem poral, el cual se refiere a la localizacin temporal del com ienzo de la respuesta con referencia a otros eventos, am bientales o conductuales (pg. 133). Se define la M EDIDA DE LATENCIA como 1/1, con lo cual se incluye la cuenta de los ciclos. Cuando se com binan las medidas de latencia de varias respuestas, se preserva la unidad de tiempo y resulta ms til para describir una serie de respuestas.

    Tiempo entre respuestas: Esta es una propiedad representativa de una serie de dos o ms respuestas. Tal como se dijo antes, queda definida com o el tiem po que separa el com ienzo de una respuesta, del cese de la anterior, es decir, se requieren dos respuestas para su definicin. Como en el caso de las otras mediciones tem porales, resulta til definir la M EDIDA DEL TIEM PO ENTRE RESPUESTAS (TER) com o 1/TER, lo cual permite su combinacin algebraica.

    Frecuencia: C om o se indic previamente, es una com binacin de las propiedades conductuales: locus temporal y repeticin y caracteriza a cualquier clase de respuesta. Su unidad com puesta es ciclos por unidad de tiem po; la M EDIDA DE FRECUEN CIA se obtiene m ediante la enum eracin de los ciclos, la acumulacin del tiem po y el clculo de la divisin correspondiente. En la prctica, se tom a una m edida del tiem po com pleto del perodo de observacin en el cual ocurren los ciclos, se cuentan stos y se realiza la operacin. Esta m edida no es sensible a los cambios en la duracin, lo cual debe tenerse presente cuando se em pleen medidas de frecuencia para evaluar efectos de procedim ientos que persigan cambios conductuales.

    Los autores sealan que, en ocasiones, es posible com binar a travs de la form ulacin de razones pares de medidas y, as, generar valores que tienen una cierta utilidad com parativa. Advierten que, para que resulten apropiados, estos valores deben presentarse junto con la descripcin de las medidas que conform an la razn (por ejem plo, 15 m inutos/10 minutos).

    S e l e c c i n de u n a p r o p ie d a d o d im e n s i n

    Idealmente, se debe obtener una medicin lo ms amplia y exacta posible de la conducta que se estudia, es decir, contem plar la cuanti- ficacin de varias o todas las dim ensiones aplicables. Sin embargo,

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  • diversas razones pueden reducir la posibilidad, e incluso, la necesidad de proceder de esta forma. Entre estas razones se m encionan: la pregunta experim ental u objetivo del estudio; consi-deraciones de orden prctico (costo, tiem po, etc.); form a en que se define la respuesta de inters y lim itaciones fsicas y sociales im puestas por el am biente donde se lleva a cabo el estudio.

    Cuando se trata de aplicaciones, es decir, de program as de cam bio conductual cuyo objetivo es la solucin de problem as, Doke (1976) recom ienda que se seleccione la estrategia de m edicin m s fcil manteniendo,...pcjr supuesto, los requisitos propios de la m edicin cientfica del com portamiento.

    Al respecto, Bijou et al., (1968) sealan que las m edidas m s tiles son las de frecuencia y que deben preferirse a las de duracin,- in tensidad y latencia. Entre las ventajas de m edir la frecuencia enum eran las siguientes: a) m uestran ms fcilmente cam bios en el com portam iento, independientem ente de que se tom en perodos de observacin cortos o largos; b) especifican la cantidad de cam bio conductual desplegado y c) es una medida aplicable a organism os de todas las especies. Los autores hacen hincapi en esta ltim a ventaja. A dem s, se afirma que las medidas de frecuencia pueden em plearse en investigaciones de diferente ndole (estudios descriptivos y experim entales), lo cual las hace especialm ente recom endables (Bijou et al., 1968; Bijou et al., 1969; Bijou, 1972).

    Com o se sabe, es necesario garantizar la sensibilidad, precisin y relevancia de los datos, pues de lo contrario, los esfuerzos que se realizan para llevar adelante el proceso de m edicin, resultarn vanos.

    Se entiende por sensibilidad la capacidad de la m edida para reflejar los cam bios que se operan en el fenmeno que se est m idiendo. E n relacin con este requisito, es necesario seleccionar muy bien los parm etros tem porales de las medidas de frecuencia, para que stas pueden m ostrar adecuadam ente los cambios. Cuando se em plean d im ensiones que utilizan unidades de tiempo, la sensibilidad viene dada por la capacidad del instrum ento de medida o, en su defecto, del observador.

    La precisin tiene que ver con cun exactam ente se estn estim ando los valores verdaderos de las dim ensiones, es decir, si la m uestra de valores observados es realm ente representativa de los valores verdaderos. Por ello, el tiempo de observacin de una conducta debe ser lo suficientem ente prolongado com o para garantizar la obtencin de valores representativos.

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  • La relevancia est estrecham ente relacionada con la caracterstica le sensibilidad. El estudio cientfico de la conducta exige, como nnim o, que la conducta determ inada a travs de definiciones de espuestas objetivas pueda m ostrar cam bios cuando se m anipulen, m form a sistem tica, o tras variables observables (M ann, 1976). Lo interior indica cun im portante es seleccionar y m edir dim ensiones jue m uestren variaciones concom itantes con las m anipulaciones que ifecte el experim entador. En opinin de M ann (1976):

    . . . la m ayor d ificu lta d cu e l estu d io y ev a lu a c i n d e una con d u cta estriba en la e sp e c if ic a c i n de p rop ied ad es apropiadas q u e sean su scep tib les d e ser m ed idas en form a c o n fia b le y. a la v ez . se n s ib le s a los ca m b io s s iste m tico s d el am b ien te (p g . 4 6 2 ).

    Por su parte, Johnston & Pennypacker (1980) recom iendan, siem pre que sea posible, tom ar medidas de ms de una dim ensin.

    C o n s id e r a c io n e s a d ic io n a l e s r e s p e c t o a l a m e d ic i n d e l a c o n d u c t a

    Antes de pasar a describir las tcnicas de observacin y registro de conductas, nos parece interesante resear las consideraciones de R uggles & LeB lanc (1979) en torno a los sistemas de m edicin u tilizados por quienes trabajan en el cam po del Anlisis Conductual Aplicado.

    Se podra resum ir el planteam iento de estos autores a travs de los siguientes puntos:

    1) Se caracterizan, fundamentalmente, porque: a) se focalizan sobre la observacin y registro de conductas abiertas; b) evitan, a travs del uso. tanto de definiciones objetivas y precisas com o del entrenam iento de los observadores, la interferencia del ju icio de stos en la m edicin y registro de los com portam ientos de inters; c) em plean, generalm ente, a observadores com o instrum entos de traduccin de eventos conductuales en datos que pueden analizarse y que perm iten extraer conclusiones res-pecto a los eventos estudiados; d) hacen posible obtener datos representativos de los valores verdaderos de los eventos que se estudian, m ediante la seleccin, por una parte, de m edidas idneas y, por la otra, de

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  • am bientes y momentos apropiados; e) perm iten efectuar rplicas, puesto que se logran mediciones confiables de los fenm enos estudiados.

    2) A las anteriores caractersticas, aaden las relacionadas con el tipo de cuantificacin que producen los sistem as de medida. Sostienen que aunque Skinner (1966) sugiere el uso de la tasa de respuesta como dato bsico para los estudios conductuales, recom endacin adoptada tam bin por Bijou, et al., (1968); sin em bargo, tal m edida no siem pre resulta conveniente y/o aplicable a. estudios que se d e s a rro lla n .^ ambientes naturales. Sealan que la dificultad de usar esta m edida deriva de que la m isma requiere la identificacin del inicio y finalizacin de las instancias de respuesta y que stas tengan una duracin consistente, lo cual no es el caso para Ja mayora de las conductas com plejas que se estudian en el am biente natural. Por ello, proponen asum ir la razn: nmero de ocurrencias/tiem po (tasa de respuesta), com o un caso particular de la proporcin general: instancias registradas/oportunidades para registrar. De acuerdo con lo anterior, el num erador, instancias registradas, podra significar: nmero de ocurrencias; nmero de intervalos donde se present la conducta; nm ero de respuestas o cantidad de tiempo. Por su parte, el denom inador, oportunidades para registrar, podra representar no slo el tiem po, sino tam bin, total de intervalos; total posible de respuestas o tiem po total.

    En sntesis, el problem a de la medicin sigue siendo vital para la psicologa y, en particular, para el Anlisis Conductual. Aun cuando, tal como hem os visto, se cuenta con diferentes estrategias para solventarlo (por ejem plo, las propuestas por Craighead, et al., (1981); Jo hnston & Pennypacker (1980) o Ruggles & LeBlanc (1979), el problem a persiste y exige que se contine analizando e investigando hasta llegar a desarrollos tecnolgicos ms com pletos. En la actualidad, debem os seleccionar las m edidas que nos resulten ms tiles, es decir, aqullas que nos permitan obtener datos vlidos, precisos y confiables.

    3. SISTEMAS DE OBSERVACIN Y REGISTRO.

    Tal com o lo sealan Johnston & Pennypacker (1980), la medicin de las variables psicolgicas exige no slo la definicin de medidas idneas, en trm inos de su precisin, sensibilidad y relevancia, sino el

  • diseo de tcnicas de observacin y registro que permitan aplicar elsistem a a los eventos de inters.

    Una vez exam inados los aspectos relacionados ms directam ente con la determ inacin de las caractersticas cuantificables de los fenm enos psicolgicos y con las unidades de anlisis y de m edicin ms convenientes, abordarem os lo referente a la observacin y registro de los eventos.

    Es conveniente sealar que la seleccin del sistema de observacin y registro, im plica la tom a de decisiones sobre diversos aspectos y la consideracin de diferentes cuestiones. Entre las decisiones que deben tom arse m encionarem os las concernientes a:

    cundo se realizarn las observaciones?

    qu mtodos o tcnicas de registro em plearem os?

    quin actuar como observador?

    Los aspectos que deben tomarse en cuenta a la hora de escoger el sistem a de observacin y registro son, entre otros: a) objetivo del estudio o program a de cambio conductual; b) caractersticas del com portam iento; c) tipo de definicin adoptado; d) dim ensin, atributo o tipo de dato conductual que se intenta observar, m edir y registrar; e) am biente donde se desarrolla el estudio; f) nmero de sujetos y/o de conductas que se deben observar y registrar en un mismo perodo de observacin, y g) dems consideraciones de orden prctico (tiempo, costo, etc.) y tico. Intentaremos, en el resto de este captulo, analizar estas cuestiones.

    Es oportuno resaltarla importancia que tiene el adecuado diseo del sistem a de observacin, m edicin y registro, puesto que de l depender la objetividad, validez, confiabilidad y precisin de los datos y, por ende, del estudio que se desarrolla. Las im precisiones o errores que se deriven de un sistema de registro inadecuado contam inan todo el estudio y son difciles de delectar. En palabras de Johnston & Pennypacker (1980):

    lis im portante recordar que cualquier fuente de variabilidad im pu esta por la m e d ic i n ... no puede ser d istinguida in eq u vocam en te d e la variabilidad que introduce el tratam iento, in d ep en dientem en te del d ise o exp erim en ta l que se e m p le e .. . (pg. 146).

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  • Evidentem ente, lo prim ero que debe tom arse en consideracin es el tipo de inform acin requerida. Im plica responder a las interrogantes: En qu perodos, con qu frecuencia y en cules contextos se deben realizar las observaciones con el Un de obtener datos precisos y vlidos? La determ inacin del o los m omentos ptim os para conducir las observaciones no es tarea fcil.

    Una de las estrategias que pueden em plearse cuando no se cuenta con criterios que^onduzcan a seleccionar con anticipacin las horas y lugares donde se deben realizar las observaciones, consiste en efectuar pruebas a travs del da y en diferentes am bientes para determ inar aqullos que resulten ms significativos, es decir, que perm itan obtener m uestras representativas del com portam iento som etido a estudio y, por ende, estim aciones, lo ms exactas posibles, de los eventos. Estas pruebas ayudan a identificar perodos en los cuales la conducta es ms estable y otros donde su variabilidad sea mayor. A partir de esta base, se podrn tom ar decisiones ms adecuadas en relacin con la determ inacin de los lapsos definitivos de observacin y sobre la necesidad de tom ar datos en diferentes m om entos y circunstancias. T am bin guiarn la agrupacin de los dalos para su anlisis, vale decir, si se exam inarn por separado, o por el contrario, se podrn reunir y ser analizados com o un todo. Esto ltimo depender tam bin, por supuesto, de la pregunta experim ental.

    Doke (1976) opina que, dada la im portanci que tiene para los analistas conductuales que trabajan en el cam po aplicado, la dem ostracin de la generalizacin de los cam bios conductuales bien sea definida sta como perm anencia a travs del tiem po o a travs de diferentes circunstancias es til conducir sesiones de observacin en diferentes am bientes y m om entos que tengan com o propsito evaluar si sta se logr. Este mismo autor advierte que, en oportunidades, la forma ms adecuada para determ inar la duracin ptim a del perodo de observacin es com parar sistem ticam ente los datos provenientes de lapsos de diferente duracin y decidir sobre la base del resultado de esta com paracin.

    Hay consenso con relacin a que uno de los elem entos que debe tom arse en cuenta para la determ inacin de la periodicidad y duracin de las sesiones de observacin; lo constituye la frecuencia de la res-

    C u n do o bser va r?

    137

  • puesta, independientem ente de que el dato conductual que se est m idiendo sea de otro tipo. Se tom a com o norma que a frecuencias ms bajas, m ayor duracin de los perodos de observacin (Bijou et al., 1968; Ruggles & LeBlanc, 1979; Johnston & Pennypacker, 1980; C asalta y Becerra, 1981).

    U na posibilidad asom ada por algunos autores (Doke, 1976; Sundell y Stone Sundell, 1981; Kazdin. 1983; M ayor y Labrador, 1984; Fernndez B allesteros, 1983), consiste en preparar situaciones para proceder a realizar las observaciones de la conducta de inters. Esto es, cuando resulte difcil conducir sesiones de observacin en las situaciones en que usualm ente se presente la conducta, cuando la frecuencia de sta sea muy baja o exista cualesquiera otro tipo de im pedim ento para la realizacin de las observaciones en los ambientes natos, se podra recurrir a disear condiciones donde el investigador o terapeuta se asegura (m ediante el m anejo de factores am bientales) que los sujetos presentarn las respuestas, para proceder a observarlas y registrarlas, Por su parte. Doke (1976) aconseja que cuando las conductas que se estudian sean difciles de observar, no alteren el entorno o se presenten en una frecuencia muy baja, se busque la manera de reordenar la situacin para hacer que tales conductas produzcan cam bios en el am biente o dejen huellas y, de esta forma, poder realizar la medicin.

    Es necesario tener en cuenta que el observador suele causar efectos reactivos sobre los eventos que observa, sobre todo cuando intente realizar observaciones en am bientes tales com o el hogar, el saln de clases, etc., pues alteran la situacin y se afecta la conducta de l o los sujetos bajo observacin. No obstante, se considera que a pesar de este inconveniente, la inform acin que aporte la observacin directa de la conducta es ms objetiva que la que se podra obtener por otros medios, com o por ejem plo, a travs de inform es retrospectivos de los sujetos (Bijou & Peterson, 1971). Para com pensar esta lim itacin, generalm ente se program a un perodo de adaptacin, buscando con esto que los sujetos se acostum bren a la presencia del observador, antes de in iciar la fase definitiva de recoleccin de datos.

    Una recom endacin general es que, una vez definido el o los perodos de observacin, se traten de m antener estables y bajo las m ism as condiciones durante el transcurso del estudio. Es necesario describ ir en trm inos objetivos las condiciones ambientales (fsicas y sociales) donde se realiza la investigacin o se desarrolla el program a

    138

  • de entrenam iento. Cualquier cam bio en el am biente, transitorio o definitivo, debe ser registrado por los observadores.

    Q u m to do s o t c n ic a s de re g is t r o em plearem os?

    Esta es una decisin a la cual se debe llegar despus de analizar diversos aspectos, siendo uno de los ms im portantes, la tctica que se haya em pleado para definir la respuesta. Por ejem plo, las definiciones funcionales exigen que se tom en en cuenta las condiciones antecedentes y consecuentes que definen la clase; m ientras que las definiciones topogrficas requieren la observacin de los m ovim ientos que caracterizan la respuesta. Si las definiciones incluyen requisitos tem porales, deben preverse m ediciones precisas del tiem po; si se trata de defin iciones que especifiquen los productos de las respuestas, es necesario disear procedim ientos que conduzcan a la determ inacin de la cantidad y tipo de los mismos; si em pleam os definiciones operacionales, se debe garantizar la posibilidad de observar todos los aspectos contemplados en la definicin.

    Adems, como se m encion antes, es necesario tener presente aspectos tales como: tipo de com portam iento estudiado, parm etro de medicin seleccionado, objetivo del estudio, caractersticas y lim itaciones del am biente donde ste se desarrolla y dem s consideraciones de orden prctico y tico.

    En la literatura especializada se encuentran diversas clasificaciones de las tcnicas de observacin y registro com nm ente em pleadas en los estudios que se desarrollan en am bientes naturales. Exam inarem os brevem ente algunas de ellas, antes de detenernos en la descripcin de dichas tcnicas.

    C l a s if ic a c io n e s d e l o s m t o d o s y t c n ic a s de o b s e r v a c i n yr e g is t r o ;

    1) Hall (1974) los divide en tres tipos de mtodos:

    a) Registros automticos

    b) Registros de productos perm anentes

    c) Registros de observaciones. Estos ltim os los subdivide en:

    139

  • Registros continuos

    Registros de eventos o de cuenta de frecuencias

    Registros de duracin

    Registros de latencia

    Registros de intervalos

    M uestreo temporal

    Placheck (registro de actividades planificadas).

    2) Ruggles & I.eBlanc (1979), por su parte, clasifican a las tcnicas de observacin y registro de la siguiente manera:

    a) Registros de frecuencia

    b) Registros de duracin

    c) Registros de proporcin de oportunidades para marcar. Incluyen dentro de esta categora:

    Mtodo de intervalos continuos

    Sistemas que alternan intervalos de registro y no registro

    Mtodo de m uestreo temporal y de m uestreo instantneo.

    3) Johnston & Pennypacker (1980), consideran, fundamentalmente, dos tipos de tcticas de observacin:

    a) O bservacin a travs de mquinas.

    b) Observacin por humanos. En este ltimo caso explican que, dependiendo del tipo de definicin de respuesta que se haya adoptado y de la dim ensin que se mida, se determ inan las tcticas de registro. Hacen hincapi en que se debe tomar la mayor cantidad de informacin posible, sin que esto interfiera con las labores de observacin.

    4) Casalta & Penfold (1981), presentan la siguiente categorizacin de las tcnicas de observacin y registro:

    a) Registro autom tico de eventos

    b) Uso de productos permanentes

    c) Tcnicas de registro continuo

    140

  • d) Registro de eventos (frecuencia)

    e) Registro de duracin de eventos

    f) Registro por intervalos

    g) M uestreo temporal instantneo de eventos

    h) Placheck

    5) Sulzer-A zaroff & Mayor (1983), por su parte, proponen la siguiente clasificacin:

    a) M edicionesaie productos permanentes

    b) M ediciones de sucesos transitorios, los cuales dividen, a su vez, en:

    registros de sucesos

    registros de duracin

    c) Registros de intervalos, subdivididos en:

    m uestreo temporal de intervalo com pleto

    m uestreo temporal de intervalo parcial

    m uestreo temporal instantneo

    6) En un trabajo anterior (Guevara, 1987), se hace una clasificacin que atiende, ms bien, a los medios a travs de los cuales se realizan las observaciones. Por ello, las tcnicas resultan agrupadas de la siguiente manera:

    a) Observaciones directas del com portam iento, em pleando tcnicas de registro de papel y lpiz (con o sin ayuda de instrum entos adicionales).

    b) Observaciones a travs de video-tapes o pelculas

    c) Observaciones a partir de material fotogrfico

    d) Observaciones a travs de grabaciones de audio

    e) O bservacin y registro de productos perm anentes

    f) R egistros autom ticos de eventos.

    La com paracin de las clasificaciones enum eradas nos perm ite concluir que resultan bastante coincidentes y contienen, en su m ayora,

    141

  • las m ism as tcnicas. Slo la categorizacin propuesta por Johnston & Pennypacker (1980) excluye el inventario de dichas tcnicas, sealando slo que, cuando se em plean observadores, es necesario disear procedim ientos acordes con los requerim ientos del estudio y que abarquen la m ayor cantidad de inform acin posible. Esta posicin es interesante ya que, en la prctica, es necesario delinear los sistem as de observacin y registros ajustados a las caractersticas de cada caso particular y que, en efecto, el conocim iento de las tcnicas divulgadas por la literatura especializada slo sirve com o una orientacin para la confeccin del sistem a apropiado al estudio que se desarrolle.

    Es necesario tener presente que, siendo las interacciones observables entre un organism o biolgico y eventos am bientales, los datos prim arios de los estudios del com portam iento, los mtodos de recoleccin de inform acin no deben restringirse al registro de conductas aisladas del entorno donde tienen lugar. Asimismo, quedan excluidas las consideraciones o inferencias que pudiera hacer el observador en relacin con las posibles causas o explicaciones de los eventos conduc a l e s (Bijou et al., 1968).

    D e s c r ip c i n d e la s t c n ic a s .

    Entre las clasificaciones presentadas, la de Hall (1974) parece la m s conveniente para efectos de la descripcin de las tcnicas de observacin y registro, por lo cual nos ceirem os a ella. No obstante, se har referencia, cuando haya lugar, a otras denom inaciones de la m ism a tcnica, o al sealam iento de concordancias o discordancias respecto de otras clasificaciones.

    a) Registro autom tico de eventos: Son aqullos en los cuales la respuesta de un organism o activa un aparato elctrico, m ecnico o electrnico, el cual a su vez, em ite una seal que registra autom ticam ente cada respuesta (Hall, 1974, pg. I). Cuando se em plea este tipo de registro, la definicin de respuesta viene dada por el detector o aparato de observacin (Casalta y Becerra, 1981; Johnston & Pennypacker, 1980). Tienen la ventaja de que no producen efectos reactivos sobre los sujetos observados (o stos se reducen al m nim o); no obstante, su em pleo en los am bientes naturales es poco difundido debido a lim itaciones tecnolgicas y prcticas. Johnston & Pennypacker (1980), sealan expresam ente la conveniencia de

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  • adelantar estudios que conduzcan a diseos tecnolgicos apropiados para el registro autom tico de respuestas en am bientes naturales, pues, tal com o lo plantean los autores, esta tcnica produce datos muy precisos y confiables, aunque hay que asegurarse de que el instrum ento de deteccin sea sensible a las caractersticas de las respuestas que interesa medir. A lgunas de las clasificaciones antes m encionadas (Ruggles & LeBlanc, 1979; Sulzer-A zaro 1T& M ayer, 1983), no incluyen este tipo de registro, seguram ente por su uso lim itado en el estudio del com portam iento hum ano en am bientes distintos al laboratorio.

    b) Registro de productos perm anentes: R esultan apropiados para observar y m edir aquellos com portam ientos que dejan una evidencia fsica en la forma de urb producto duradero (Sulzer- A zaroff & M ayer, 1983, pg. 85); cualquier huella o cam bio m ensurable en el am biente que sea el resultado de una conducta especfica. Este resultado puede ser muy durable o de corta vida y adem s debe perm itir inferir de m anera confiable si la conducta se em iti o no (M ann, 1976).

    El hecho de que la conducta deje productos, da la posibilidad de que stos sean medidos y registrados con bastante exactitud. No obstante, esta tcnica no perm ite determ inar cul organism o em iti las conductas que derivaron en los productos exam inados, ni tam poco observar otros aspectos que puedan resultar de inters (to pografa, tiem po entre respuestas, duracin, etc.), debido a que la conducta no se observa directam ente. Al respecto, Casalta y Becerra (1981), opinan:

    . . . la u tilidad , cu co n se cu en cia , de los productos perm anentes, est en re lacin con el co n o c im ien to del p roceso conductua! que lo s or ig in a . S i no, e l p roceso quedar co m o una h ip tesis inl'erihle del producto perm anente , (pg. 73 ).

    Mann (1976), siguiendo a Nordquist (1971) incluye las grabaciones de audio y video, las pelculas y las fotografas como productos permanentes.

    Entre las ventajas de esta tcnica se pueden mencionar: 1) los observadores no tienen que dedicar tanto tiempo para observar las conductas de inters; 2) los productos perm anentes pueden ser cuantificados, y 3) la implantacin de este tipo de tcnica de regis

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  • tro es relativam ente sencilla, generalm ente no exige instrum entos especiales, genera poca reactividad en el sujeto y puede ser enseada con facilidad a cualquier persona que vaya a actuar como observador.

    Uno de los ejem plos com nm ente em pleados en la literatura especializada para ilustrar este tipo de registro, lo constituyen los ejercicios, exm enes escritos, o cualesquiera otros tipos de productos que resultan de conductas acadm icas de nios en un saln de clases.

    Kelly (1977) encontr que en el 8% de los artculos aparecidos en el Journal o Applied Behavior Analysis entre 1968 y 1975 y que dan inform acin acerca del tipo de registro empleado en los estudios. se tom aron datos sobre productos de conductas acadmicas.

    c.) Registro de observaciones: Se incluyen en esta categora varias tcnicas, las cuales tienen en com n que el observador, de acuerdo con las normas particulares de cada una, registra lo que observa durante el perodo previam ente establecido. M uchos tipos de com portam ientos de inters para los analistas condueluales no generan productos perm anentes, por ejem plo, sentarse en silencio y atender a un profesor, intervenir en una sesin de grupo, etc. Estas son conductas ms difciles de medir. Para hacerlo, es necesario registrar observaciones conform e van ocurriendo los eventos, siguiendo determ inado procedim iento pautado con anticipacin. Suele requerirse la presencia de un observador en el am biente donde ocurren las interacciones o, en su defecto, algunos instrum entos para hacer grabaciones m agnetofnicas o de video-tape. Tambin puede hacerse uso de circuitos cerrados de televisin, para transm itir las imgenes de lo que ocurre a otra rea de observacin (Sulzer- A zaroff & Mayer, 1983).

    A continuacin se describen, en forma sucinta, las diversas tcnicasagrupadas por Hall (1974) bajo el trm ino registro de observaciones.

    Registros continuos.

    Consisten en narraciones anecdticas que recogen la secuencia deeventos conductuales de un organism o y las condiciones y efectosambientales que anteceden y siguen a las conductas. Recopilan los

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  • incidentes ocurridos dentro de un perodo de observacin, incluyendo detalles suficientes para que sea posible llevar a cabo un anlisis ulterior. Se intenta reproducir los sucesos del m ism o m odo y en igual orden en que ocurrieron. En palabras de A nguera (1983 b) ...u n registro narrativo, en donde la situacin se describe puntualm ente y despojada de inferencia e interpretacin (pg. 307). C uando se em plea esta tcnica es necesario que se tomen los registros en el m ism o m om ento en que se conduce la observacin.

    Usualm ente, este tipo de registro constituye el paso inicial de las investigacionesjen am bientes naturales, ya que proporcionan inform acin til para la tom a de decisiones respecto a cundo y dnde in iciar la observacin formal y en relacin con el m todo de observacin sistem tica que se debe em plear una vez que com ience la fase definitiva de recoleccin de datos."Tam bin se obtienen notas que contribuyen al anlisis de las posibles relaciones funcionales entre eventos conductuales y ambientales. Bijou et al., (1968) recom iendan el uso de esta tcnica en las prim eras etapas de un estudio que se desarrolle en am bientes naturales e insisten en que, para que la inform acin proporcionada por los registros sea de utilidad, una vez obtenidos stos debe procederse a exam inarlos y a reordenar la inform acin volcando los aspectos objetivos de la narracin en un formato de tres colum nas que incluye: eventos antecedentes, respuestas y consecuencias. A este procedim iento se le suele denom inar anlisis de secuencias (Sulzer- A zaroff & M ayer, 1983). Se incluyen com o eventos antecedentes, los sucesos y condiciones que preceden a las respuestas de inters y que parecen precipitar o establecer la ocasin para que ocurran estas acciones; los eventos consecuentes son los que acontecen com o efectos de dichas acciones. Por lo general es necesario llevar a cabo observaciones y registros de este tipo durante varios das, antes de que se com ience a focalizar la atencin sobre las condiciones am bientales claves, relacionadas con las conductas de inters. Un anlisis de secuencia proporciona inform acin sobre los sucesos relacionados con la conducta que se estudia, as com o tam bin sobre el tiem po relativo que el sujeto dedica a ciertas conductas y a la frecuencia con que se presenta la respuesta de inters.

    Entre las ventajas principales de esta tcnica se encuentra su flexibilidad y que perm ite observar varias conductas en un mismo perodo. Presenta algunas desventajas, entre las cuales m encionarem os: 1) ex ige m ucho tiem po del observador y dedicacin exclusiva a las tareas de

    145

  • observar y registrar durante el lapso com pleto de observacin; 2) falta de objetividad y precisin de los datos; 3) diferentes observadores pueden focalizar su atencin sobre distintos aspectos de las conductas y eventos am bientales que estn observando; 4) da pie a que los observadores incluyan sus interpretaciones de lo que sucede y 5) resulta difcil resum ir los datos que proporciona.

    T ranscribirem os las siguientes recom endaciones que presentan Irw in & Bushnell (1984), por considerarlas de utilidad. Las mismas fueron ofrecidas, a su vez, por W right (1967):

    L n ea s d irectr ices para elaborar lo s reg istros con tinu os y la d escrip cin dem uestras:1. D escrib ir ia e scen a tal co m o es cuando e l ob servador co m ien za la o b ser

    vacin .2. E nfocar la con d u cta d el sujeto y lo que en la situ acin m ism a afecta a esta

    c o n d u c ta ...3 . Ser lo m s p rec iso y con creto que se pueda acerca d e lo que el su jeto d ice,

    h a ce y resp ond e en una situ acin determ inada.4 . Poner entre parntesis todo lo que es interpretacin d el observador, de m odo

    q u e la d escr ip c i n en s m ism a quede destacada claram ente.5 . In clu ir e l c m o lo h ace e l su jeto en todo lo que se rea lice .6 . Inclu ir e l c m o tam bin para todo lo que h ace cualqu iera que interacte

    con e l sujeto .7. Para cada a ccin relatar todos lo s p aso s principales en e l orden corresp on

    d ien te .8. D escrib ir la con d u cta p ositiv a m en te , antes que en trm inos d e lo que no se

    h izo .9 . P oner so la m en te una unidad de la con d u cta g lobal en una frase.10 . N o hacer con star m s q u e una co sa hecha por una persona en una so la frase.11. N o escrib ir las o b ser v a c io n es en trm inos d el m om en to en q u e su ce d i el

    h ech o , s in o m arcar p erod os o in terva los de tiem po sealad os de antem ano.12. E scrib ir en len gu aje corriente.13. U sar instrum entos d e ob serv a c i n , siem p re que sea p o sib le (m agn et fo n o ,

    cm aras fo to g r fica s o v id eo s) y pasar las notas a m quina. (W righ t, 1967; c ita d o por Irw in & B u s h n e ll,1 984 , p g s. 1 0 9 -1 1 0 ).

    Registros de eventos o cuentas de frecuencias.

    C onsisten en que el observador anote o cuente la ocurrencia de cada instancia de respuesta durante la sesin de observacin; por ello,

    146

  • proporcionan inform acin acerca del nmero de veces que ocurre una conducta particular en un lapso determ inado, es decir, acerca de la tasa de respuesta o, en la term inologa de Johnston & Pennypacker (1980), su frecuencia. Hall (1974) considera al registro de eventos com o uno de los procedim ientos ms prcticos y tiles, sealando expresam ente que una de sus ventajas es que no exige que el observador se dedique slo a las labores de registro sino que, por el contrario, no interfiere significativam ente con otras actividades que ste realice durante el perodo de observacin.

    Sulzer-AzatQjTf & M ayer (1983) lo denom inan registro de sucesos y lo describen de forma semejante. Estos autores hacen hincapi en que dicha tcnica es apropiada para la observacin y registro de respuestas discretas, es decir^aqullas que ...tienen un inicio y un final claram ente definidos (pg. 87). Por su parte, Kazdin (1978) considera que usualm ente los registros de eventos no slo exigen una anotacin cada vez que se presente una conducta, sino que es necesario que la observacin se conduzca durante un perodo constante de tiem po. Esta m isma opinin la sostiene M ann (1976), quien seala que esta especificacin del lapso de observacin es necesaria para que pueda establecerse la frecuencia o tasa de conducta. Este ltim o autor aade, adems, que generalmente se em plean varios perodos de observacin para obtener mediciones repelidas de la conducta y as evaluar su variabilidad y estudiar su tendencia a travs de distintas sesiones de observacin, en das o semanas diferentes. T a l'co m o se m encion antes, conductas que presentan frecuencias m ayores, perm iten seleccionar perodos de observacin ms cortos y viceversa; Doke (1976), a diferencia de otros autores, asom a la posibilidad de em plear la tcnica observando durante lapsos de duracin variable.

    Cuando se em plean registros de frecuencia, es posible recolectar datos a travs de perodos de observacin relativam ente prolongados, por ejem plo, una clase com pleta, todo un da, etc. Como sealram os antes, los dalos se presentan como respuestas por unidad de tiem po o respuestas por sesin (Repp, Roberts, Slack, Repp & Berkler, 1976).

    Jackson, D ella-Piana & Sloane (1973), han sealado que este tipo de tcnica no es apropiada cuando las conductas estudiadas varan, a travs del tiempo, en parm etros tales como duracin o intensidad, puesto que proporcionan inform acin slo acerca del nmero de veces que ocurre una respuesta. Se podra afirmar, entonces, que esta tcnica

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  • es adecuada slo para conductas cuya ejecucin dure un lapso relativam ente constante, de forma que las unidades que representan instancias de respuestas, sean aproxim adam ente iguales. Sin embargo, en algunos casos se ha aadido un requisito de tiempo a la definicin de la respuesta y, de esta forma, se logra obtener tam bin informacin acerca de la duracin de las respuestas. Su uso ms difundido es para registrar conductas de corla duracin (M ann, 1976).

    Es interesante sealar que Ruggles & LeBlanc (1979) incluyen dentro de la categora medidas de frecuencia, la tcnica denom inada por otros autores por ejem po, Hall (1974), Casalta y -Becerra(1981) : registro de productos perm anentes. Argum entan que sta consiste en contar las veces que ocurre un determ inado resultado de una conducta.

    La utilidad del registro de eventos (o medidas de frecuencias com o lo llam an Ruggles & LeBlanc, 1979), est lim itada por el nmero de ocurrencias de conductas que puede registrar confiablem ente un observador en una unidad de tiempo, lo cual depende, por una parte, de la frecuencia de la(s) conducta(s) que se estudia(n) y, por la otra, del nm ero de conductas y/o sujetos que estn siendo sim ultneam ente observados. Tam bin influye el que las conductas som etidas a estudio sean incom patibles entre s.

    Una variante descrita por Ruggles & LeBlanc (1979) consiste en registrar las frecuencias en sub-unidades de la sesin (intervalos). Estos autores indican que aunque, generalmente, los investigadores suelen registrar las frecuencias en cada uno de los intervalos consecutivos, no siem pre ste es el caso. En oportunidades se determ inan perodos de observacin separados por perodos de descanso, en los cuales no se toman datos.

    Para registrar las ocurrencias se pueden em plear diversos procedim ientos tales como: 1) m arcar palotes en una hoja en blanco; 2) llevar los registros en formatos previam ente preparados a tal fin, los cuales generalm ente incluyen en su diseo, espacios para m arcar las ocurrencias de diferentes conductas o de la m isma conducta en distintos su jetos; 3) em pleo de dispositivos mecnicos o electrnicos para acum ular la inform acin; por ejemplo, contadores acum ulativos en los cuales las respuestas del sujeto activan autom ticam ente el contador, o contadores activados por el sujeto a travs de la presin de un botn

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  • o de una tecla; 4) dispositivos diseados especialm ente para el registro de determ inados tipos de respuesta (Lovaas, Freitag, Gold & K assorla, 1965), y 5) contadores activados por el observador (W ahler, W inkel, Peterson & M orrison, 1965). Estos ltim os resultan m uy tiles, pues perm iten contar las respuestas sin desviar la atencin del sujeto, requieren m enos tiempo para el registro de las ocurrencias y, adem s, adm iten el registro de respuestas que se repiten en forma rpida.

    Ntese que los procedim ientos descritos en los puntos 3 y 4 son considerados por Johnston & Pennypacker (1980) com o registros a travs de mquinas y por Hall (1974) com o registros autom ticos de eventos.

    Doke (1976) afirma que. una vez definida la conducta y seleccionada la tasa como unidad 'de medida, la m ecnica para la recoleccin de datos es sencilla. Enum era los procedim ientos que se han em pleado para contar las ocurrencias, a saber: 1) hacer m arcas (palotes) en una hoja de papel o en una pizarra; 2) accionar un contador manual; 3) em plear aparatos electrom ecnicos que operan autom ticam ente (cuando el sujeto em ite la respuesta); contar productos conductuales al finalizar determ inados perodos (por ejem plo, nm ero de ejercicios concluidos al finalizar una clase; cantidad usada de alguna sustancia, etc.). Como puede verse, este autor incluye las tcnicas de: registro de productos permanentes y registro autom tico de eventos, en la categora que denom ina registro de eventos.

    Sulzer-AzarolT & M ayer (1983) m encionan otros procedim ientos, adems de los antes mencionados, para llevar la cuenta de los eventos: hacer m arcas en una lista de verificacin y pasar palillos, centavos, granos u otros objetos pequeos de un bolsillo a otro.

    Los datos obtenidos a travs del em pleo de esta tcnica slo resu ltan significativos si se interpretan en relacin con la oportunidad de ocurrencia de la conducta, por lo cual siem pre debe incluirse algn parm etro de este tipo (Ruggles, 1982). G eneralm ente se especifica el tiempo total durante el cual se realiz la observacin y, al com binar la inform acin acerca del nmero de ocurrencias con la del tiem po, se obtiene, tal como se dijo antes, la tasa de respuesta. Tam bin se puede tom ar com o referencia el nmero de respuestas posibles aunque, cuando esta cantidad es constante, basta con inform ar sobre el nm ero de ocurrencias registradas. El dalo temporal requerido por esta tcnica

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  • (duracin de la sesin de observacin) se obtiene m ediante el uso de cualquier cronm etro o reloj convencional.

    Entre las ventajas del registro de eventos, podem os m encionar las siguientes: 1) es relativam ente sim ple registrar la frecuencia de una respuesta. Generalm ente lo nico que se necesita es llevar una cuenta de las veces que ocurre la conducta, para lo cual se pueden usar algunos dispositivos existentes en el m ercado (por ejem plo, bacos, contadores para el golf, etc.); 2) producen m edidas sensibles de la conducta, es decir, los datos obtenidos m ediante este tipo de registro, reflejan los cam bios que ocurren en la conducta a travs del tiem po como resultado de alteraciones o m anipulaciones del m edio; 3) Los registros de eventos generalm ente son fiables, es decir, usualm ente se alcanzan altos niveles de acuerdos entre observadores, y 4) Expresan la cantidad de conducta ejecutada, lo cual, por lo general, es el dato de inters en estudios que se desarrollan en am bientes naturales (Kazdin, 1978).

    Registros de duracin.

    Tal com o lo plantea Hall (1974), en oportunidades es ms im portante conocer la duracin de las respuestas que la frecuencia con que stas se presentan. En estas ocasiones se em plean registros de duracin, que focalizan la atencin del observador sobre el inicio y la finalizacin de cada evento y se toma nota del tiempo que transcurre entre estos dos puntos. Tales m edidas pueden proporcionar inform acin sobre: 1) el tiem po que dem ora cada instancia de respuesta particular y 2) sobre el tiem po total de duracin, cuando se acumulan ios resultados de cada respuesta. Este ltim o dato puede ser expresado com o la proporcin de tiem po que ocupa una conducta, respecto de un perodo de observacin dado.

    El requisito fundamental para utilizar este tipo de registros es sem ejante al exigido para los registros de eventos: la posibilidad de discrim inar cundo com ienza y cundo term ina una respuesta. Adem s, coinciden con aqullos en que para su interpretacin debe conocerse el tiem po total de observacin. Este tipo de medidas no son tiles cuando las conductas son muy breves o su duracin es constante. Por el contrario, resultan adecuadas cuando sta es variable y relativam ente prolongada. Su naturaleza exige el uso de instrum entos de medicin del tiempo. Dependiendo del tipo de datos necesarios, se requieren uno

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  • o ms de estos aparatos. G eneralm ente resulta recom endable contar con cronm etros acumulativos, es decir, aqullos que al detenerse no se devuelven, sino que van sum ando las m edidas que se registran. Sin embargo, cuando no se precisan m edidas tan exactas, se pueden usar relojes de cualquier clase.

    Una de las principales desventajas de esta tcnica, es que exige la observacin continua sobre una conducta del sujeto, por lo cual resulta bastante difcil de aplicar cuando se requiere inform acin sim ultnea sobre m s de una conducta de un mismo sujeto o sobre la m isma conducta en varios sujetos.

    En sntesis, las medidas de duracin son especialm ente tiles cuando las respuestas que se observan son relativam ente prolongadas; su inicio y finalizacin son fcilmente identificables y se tiene que o b servar slo a un sujeto. En estos casos, adems de la inform acin sobre la proporcin de tiempo que ocupa la conducta con respecto al perodo de observacin total, se obtienen datos sobre la frecuencia de las respuestas.

    Registros de latencia.

    Consisten en la medicin del tiempo que transcurre entre un determinado evento y el inicio de una respuesta. Para ello se usan, frecuentem ente, hojas de registro en las cuales los observadores anotan, tanto el m om ento en que ocurre el evento que se tom a com o punto de referencia, com o el del com ienzo de la instancia de cada respuesta. Sulzer-A zaroff y M ayer (1983) incluyen las m ediciones de las laten- cias en la categora de registros de duracin. Por su parte, D oke (1976) rene las medidas de duracin, latencia y tiem po entre respuestas, en una sola categora (m edidas tem porales), la cual describe com o aqulla que em plea el registro del tiem po que transcurre entre dos eventos. Seala que slo requieren el uso de un cronm etro o de un reloj.

    Registros de intervalo.

    Form an parte de sistemas que im plican el registro de una proporcin de las ocurrencias conductuales. Cada sesin de observacin se

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  • divide en perodos de tiempo iguales denom inados intervalos. El observador registra la ocurrencia o no ocurrencia de la conducta al finalizar cada uno de estos intervalos. Cuando se em plea esta tcnica, la frecuencia m xim a de respuesta que es posible registrar en un perodo de observacin dado, est determ inada por el tam ao del intervalo em pleado. Si se usa para el estudio de conductas discretas, es necesario ajustar el tamao de los intervalos a la duracin de la respuesta de forma que, idealm ente, slo se presente una instancia de respuesta en cada intervalo; por ello en estos casos es posible calcular, tanto la frecuencia como la duracin de la conducta. Su em pleo ms generalizado es en aquellas situaciones en las cuales las conductas no son claram ente discretas o cuando se hace difcil determ inar el inicio y la finalizacin de cada instancia de respuesta, pero es fcil y confiablem ente observable el hecho de que la conducta se est presentando. En estas oportunidades lo que se hace es evaluar la presencia o ausencia de tales conductas dentro de lapsos breves (intervalos) a travs del perodo de observacin, puesto que no se puede obtener inform acin acerca de la frecuencia o duracin de la conducta.

    Kazdin (1978) seala que la tcnica de intervalos se basa en el tiem po y la identifica con la de muestreo temporal. Por su parte, Springer, Brown & JDuncan (1981) hablan de la categora medidas discontinuas con base en el tiempo y describen las siguientes tcnicas: mtodo de intervalo total, mtodo de intervalo parcial y muestreo temporal. Hacen nfasis en que se trata de mtodos discontinuos porque cada registro que se hace en una sesin de observacin, no corresponde a la ocurrencia de cada respuesta. Una respuesta puede haberse observado o no. Son procedim ientos con base en el tiempo, pues para que se haga una anotacin (se registre una ocurrencia), no slo tiene que haber ocurrido una respuesta, sino haber transcurrido un perodo de tiempo dado.

    Ruggles & LeBlanc (1979) la enm arcan en la categora por ellos denom inada M edidas de porcentajes de oportunidades, en la cual enum eran cuatro tipos de tcnicas, a saber: 1) mtodos de intervalos continuos; 2) intervalos alternos de observacin/no-observacin; 3) m uestreo de tiempo y 4) muestreo temporal instantneo.

    1) M todo de intervalos continuos: Se divide el perodo de observacinen intervalos de duracin constante y se anotan las ocurrencias o noocurrencias de las categoras de conducta que se observan. Se

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  • pueden utilizar intervalos de diferente duracin, pero los m s com unes son los de 10 15 segundos.

    Generalm ente se usa esta tcnica para el registro sim ultneo de varias conductas de un mismo sujeto, pero tam bin puede em plearse para el registro de las mismas conductas en diferentes sujetos. Sulzer-A zaroff y M ayer (1983) describen dos variantes de este mtodo. Prim ero, cuando se exige para registrar una ocurrencia, que la respuesta est presente durante todo el intervalo. Se em plea esta m odalidad denom inada muestreo temporal de intervalo completo, si la co n d u c ta jjo sufre interrupciones durante los lapsos de observacin. Segundo, cuando el sistem a requiere que la conducta se presente dentro del intervalo, aunque no lo ocupe totalm ente. E n este caso se trata de un sistem a de muestreo tem poral de intervalo parcial.

    2) Intervalos alternos de observacin/no-observacin: La nica d iferencia con la anterior es que, cuando se em plea esta tcnica, se designan intervalos especficos para el registro. Es decir, la sesin se divide en intervalos iguales para observar (por ejem plo, de 10 segundos de duracin) y el m ismo nmero de intervalos iguales para registrar; stos suelen ser ms cortos (por ejem plo, de 5 segundos). En el caso que se ilustra, una sesin de observacin de una hora (360 segundos) quedara dividida as: 24 intervalos de 10 segundos cada uno, para observar, y 24 intervalos de 5 segundos cada uno, para registrar. C onstituye una tcnica m enos exigente para los observadores, sobre todo cuando se estn registrando varias conductas en un mismo sujeto. Son vlidas las m odalidades descritas para la tcnica anterior, es decir, se puede registrar una ocurrencia slo cuando la conducta est presente durante todo el intervalo de observacin (muestreo tem poral de intervalo com pleto) o anotarla cuando la respuesta ocupe nada ms una fraccin del intervalo de observacin (m uestreo tem poral de intervalo parcial).

    3) M todo de m uestreo de tiempo: Hall (1974) lo presenta com o una categora diferente a los registros de intervalo. Debido a que presenta ciertas caractersticas diferenciales que aconsejan su discusin por separado, postergarem os su descripcin para tratarlo como una tcnica de observacin y registro particular.

    4) M uestreo temporal, instantneo: La caracterstica central de esta tcnica es que los intervalos para observar son muy breves (aproxi

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  • m adam ente de un segundo), en relacin con los de no-observacin, que suelen tener una duracin que vara entre 15 y 60 segundos. El observador anota si la conducta se estaba presentando o no durante ese breve perodo de observacin.

    L os datos obtenidos m ediante las diversas m odalidades de la tcnica de registros de intervalos, requieren para su interpretacin, que se com binen con la inform acin sobre el nm ero de intervalos en que se dividi el perodo total de observacin.

    Es im portante subrayar que cuando se em plea esta tcnica, independientem ente del nm ero de respuestas que se presenten durante el intervalo de observacin, slo se registra una ocurrencia. E n opinin de R uggles (1982), esto constituye una ventaja, pues no requiere que el observador discrim ine el inicio y el final de las respuestas, ni determ ine la frecuencia de las mismas durante el intervalo. Slo es necesario precisar si ocurri o no, por lo m enos una respuesta en este lapso o durante una fraccin del mismo.

    Para la seleccin del tam ao de los intervalos se tom an en cuenta diversos aspectos, entre los cuales destacan las caractersticas de la conducta, la destreza de los observadores, el nmero de conductas y/ o sujetos que se deben observar sim ultneam ente y el grado de sensibilidad de la m edida que se requiere, vale decir, el objetiva del estudio.

    C uando se em plea el registro de intervalos m ediante la m odalidad de perodos de observacin discontinuos (intervalos alternos de obser- vacin/no-observacin; m uestreo temporal instantneo), la probabilidad de registrar una ocurrencia interacta con la frecuencia y duracin de la conducta, as com o tam bin con la distribucin de los intervalos de observacin. M antenindose constante la proporcin de tiem po de observacin, la probabilidad de registrar una instancia dada de respuesta es m ayor en la m edida en que os intervalos de observacin sean m s cortos.

    U na de las principales ventajas de la tcnica de intervalos, es que perm ite registrar varias respuestas concurrentem ente, vale decir, ms de una conducta en un mismo sujeto y/o la conducta de diferentes sujetos en una m ism a sesin. En estos casos se em plean cdigos para identificar los eventos y es conveniente calcular separadam ente el porcentaje de intervalos en que ocurrieron las diferentes conductas, tom ando com o referencia el nmero total de estos intervalos. Cuando

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  • se em plea de esta manera, presenta la desventaja de que la atencin del observador sobre una m isma conducta no es continua. No obstante, Hall (1974) estim a que esto no constituye una lim itacin cuando se observan com portam ientos que no requieren la atencin in interrum pida ni focalizada por parte del observador. Al respecto, vale la pena hacer referencia a Anguera (1983 a), quien denom ina a esta tcnica m uestreo uno-cero y enum era sus rasgos principales as: 1) en cada perodo se punta la ocurrencia o no ocurrencia (no la frecuencia); 2) se trata m s del m uestreo de estados que de eventos, y 3) los perodos de m uestra suelen ser numerosos, cortos y sucesivos. Esta autora incluye la descripcin de tres m odalidades del registro de intervalos, las cuales se em plean cuando es difcil la observacin sim ultnea de la(s) conducta(s) de varios sujetos, a saber:

    a) C ont ig u a : cuando se d iv id e la duracin de la se s i n en [antas partes co m o su jetos p resen tes y se procede, por rotacin , asign an d o cada una de e lla s a uno de lo s in d iv id u o s ... b) A l t e r n a n te . cuando por pares su c e s iv o s de su jetos se fo ca liza alternativam ente, co m o ind ica>el propio trm ino, en in terva los cu ya lon gitu d -con stan te- se fija p rev ia m en te ... d) S e c u e n c ia ! ; cuando en v e z de agrupacin en d iadas, se va ob servand o a todos lo s su jetos en d istin tas rondas, sigu ien d o un determ inado orden y co n in tervalos con stan tes; gen era lm en te es el m s p r e c is o .. . (pg. 305 ).

    M ann (1976) seala com o limitacin del registro de intervalos lo exigente que resulta para el observador, pues ste debe dedicarse slo a esta tarea durante el lapso de observacin, ya que las caractersticas de esta tcnica le impiden realizar, sim ultneam ente, cualquier otra actividad.

    Cuando se utilizan los registros de este tipo, es recom endable em plear dispositivos que indiquen al observador los lm ites del intervalo (tales com o, por ejemplo, grabaciones que los sealan mediante un sonido). En su defecto, el observador em plea un cronm etro o un reloj con segundero para discrim inar los intervalos. G eneralm ente se usan hojas de registro especialm ente diseadas para facilitar las anotaciones. En los casos en que se tom an datos de diferentes conductas y/ o de distintos sujetos, se elaboran sistemas de categoras con sus respectivos cdigos.

    Nos parece interesante hacer alusin a la opinin que Johnston & Pennypacker (1980) sostienen en relacin con esta tcnica. Afirman

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  • que, aunque los registros de intervalos son frecuentem ente em pleados en los estudios que se llevan a cabo en escenarios naturales, los datos que proporcionan son excesivam ente im precisos com o para poder considerarlos tiles. Por lo tanto, se m uestran contrarios a su uso y recom iendan, ms bien, las tcnicas de registro que inform en sobre los eventos conductuales de forma continua. Springer et al. (1981) se sum an a estas opiniones y sugieren, adems que se hagan registros sim ultneos de varias dim ensiones o propiedades de la conducta de inters.

    Por su parte, Rcpp, Robcrts, Slack, Repp & Berkler (1976), demuestran, a travs de un estudio, que hay interaccin entre la tasa, el patrn de respuesta y el mtodo de recoleccin de datos. Los autores hacen mencin del trabajo de Thomson, Holmberg & Baer (1974), el cual mostr que la forma como se distribuyen en la sesin los perodos de observacin, afecta los datos. H acen referencia, igualm ente, al trabajo de Powell, M artindale & Kulp (1975), quienes concluyeron que la duracin de los perodos entre observaciones (intervalos de no- observacin) afecta la representatividad de los datos recopilados usando la tcnica de registros de intervalos. Tam bin Sanson-Fisher, Poole & Dunn (1980) consideran que esta tcnica crea serios problem as al investigador que intente interpretar los datos que se obtienen m ediante su em pleo, pues la exactitud y/o la representatividad de los datos se ve muy afectada por la duracin de los intervalos. En fin, se hace nfasis en la necesidad de em plear algn mtodo em prico para establecer la duracin apropiada del intervalo, ms que determ inarla arbitrariam ente (Powell, el. al., 1975; Repp et al., 1976).

    Los datos obtenidos a travs de los registros de intervalos, no siem pre reflejan exactam ente la conducta bajo estudio, aunque se hayan alcanzado ndices altos de acuerdo entre observadores. Esto se debe, fundamentalmente, a que la sensibilidad de la m edida para reflejar los cam bios conductuales est determ inada, parcialm ente, por la duracin de los intervalos. En general, mientras ms breves sean los intervalos, m ayor sensibilidad se alcanza en la medida. Tal com o se dijo antes, la determ inacin de los intervalos depende, esencialm ente, de la duracin de la conducta que se estudia. No obstante, es im portante destacar que los intervalos pequeos pueden em plearse para medir conductas relativam ente prolongadas, pero esto no sucede en el caso opuesto, es decir, los intervalos largos slo pueden - usarse para con

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  • ductas que duren un cierto tiem po (M ann, 1976). Powell & R ockinson (1978) destacan que los datos obtenidos m ediante registros de intervalos, se resum en en un porcentaje de intervalos registrados y que esta m edida, per se, no constituye una dim ensin de respuesta. Por tanto, para que sea til es necesario que refleje con exactitud la naturaleza y el grado de las dim ensiones fundam entales, es decir, frecuencia y duracin. Subraya la im portancia de atender a estos requerim ientos, pues existen numerosas com binaciones de frecuencia y duracin de conductas para las cuales el m uestreo tem poral de intervalos no puede producir resultados vlidos (pg. 532).

    Muestreo temporal.

    Irwing y Bushnell (1984) afirman que este m todo fue desarrollado por W illard Olson a m ediados de los aos veinte, para estudiar el com portam iento de los nios en el saln de clases. Lo describen com o un m todo que le perm ite al observador centrarse en aspectos seleccionados del com portam iento de los sujetos n determ inados m om entos. Se identifican y definen previam ente categoras de conducta y el observador registra la ocurrencia de stas durante los perodos de observacin pautados con antelacin. Los autores antes m encionados destacan su utilidad para tom ar una muestra grande de conducta de uno o varios sujetos, en una gran variedad de situaciones, dentro d e un tiempo razonable. No obstante, advierten que resulta apropiado solam ente para conductas que ocurran con bastante frecuencia. Sus rasgos fundam entales son: a) se observa a los sujetos durante cortos perodos de tiem po en mom entos previam ente determ inados y b) la conducta observada es considerada com o una muestra de la conducta ordinaria (Irw ing y Bushnell, 1984).

    Dentro del marco del Anlisis Conductual, este m todo com parte algunas caractersticas con el de registro de intervalos; de hecho, algunos autores lo identifican con ste o los incluyen en una m ism a categora. No requiere que el observador preste atencin continua a la tarea de observar, sino slo en lapsos predeterm inados. Tam bin se suele dividir el tiempo total de observacin en intervalos y se tom an registros al final de los m ism os (Hall, 1974). En el m uestreo tem poral, el observador ignora la conducta por un perodo relativam ente largo (10 m inutos, por ejem plo) y luego examina rpidam ente la situacin y

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  • registra la conducta observada (Repp et al., 1976). En oportunidades la div isin del perodo de observacin no exige que los intervalos sean iguales, sino que las m uestras de observacin se hagan en intervalos irregulares, a veces determ inados al azar. G eneralm ente se em plea algn dispositivo que seale los m om entos en que debe realizarse la observacin.

    Esta tcnica es til para registrar conductas continuas, es decir, de duracin prolongada tales com o, por ejem plo, perm anecer sentado, escribir, etc. Se aplica m s frecuentemente cuando es necesario el registro concurrente de la conducta de varios sujetos. En estos casos, la observacin se alterna a travs de ellos. A lgunos procedim ientos consisten en observar a un sujeto en un intervalo, cambiar de sujeto en el prxim o y as sucesivam ente, hasta agotar al ltim o de los sujetos, de acuerdo a un orden predeterm inado; sin embargo, puede haber otros arreglos. La inform acin obtenida de la conducta de cada sujeto es relativam ente escasa. Se usa para observar la conducta de un solo sujeto en ocasiones en las cuales el tiem po del observador es lim itado y el tipo de conducta estudiada lo permite.

    Al igual que sucede cuando se utiliza la tcnica de registro de intervalos, en el m todo de m uestreo temporal la probabilidad de registrar ocurrencias de conducta interacta con la frecuencia y duracin de stas. Adems, tam bin est parcialm ente determ inada por la form a com o se distribuyen, a travs de la sesin, los intervalos de observacin. En la m edida en que los intervalos son m s cortos, aum enta la probabilidad de registrar, una ocurrencia (si se mantiene constante la proporcin de tiempo de observacin). Gardner (1978) sostiene que cuando la frecuencia de una respuesta es alta y relativam ente estable a travs del tiem po, se puede usar el mtodo de muestreo tem poral de eventos. Se seleccionan perodos de observacin cortos, durante los cuales se registra la frecuencia de ocurrencia de las respuestas.

    Plct-check (Registro de actividades planificadas)

    Consiste en contar el nmero de sujetos que se encuentran en una determ inada rea e inm ediatam ente despus, contar cuntos de ellos estn ejecutando alguna conducta especfica. Por ello, esta tcnica arroja inform acin acerca de la proporcin de sujetos que, en un

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  • m omento dado, estn ocupados en una m ism a actividad o com portndose de m anera similar. Se em plea para tom ar m uestras del com portamiento de grupos. Por ello, algunos autores, por ejem plo, Ruggles,(1982); Sulzer-A zaroff y M ayer (1983), la incluyen dentro de la categora anterior (muestreo tem poral). Esta tcnica requiere: 1) la defin icin conductual de la respuesta o actividad planificada que se desea registrar; 2) seleccionar intervalos de observacin (de 10 minutos, por ejem plo), al finalizar cada uno de los cuales se cuenta, tan rpidam ente como sea posible, el nmero de sujetos que est ejecutando la conducta y se anota el total. 3) Inm ediatam ente despus, se cuenta y registra el nmero de stjefos presentes en el rea. Cuando este nm ero perm anece constante, este paso se om ite; y 4) Se divide el nm ero de personas im plicadas en la actividad entre el nm ero total de presentes en el rea y el resultado se m ultiplica por 100, lo cual perm ite calcular el porcentaje de sujetos que est ejecutando la conducta de inters en un momento especfico.

    O t r o s sistem a s d e r e g is t r o .

    Doke (1976) incluye entre los sistem as de observacin que perm iten obtener datos conductualcs, las siguientes tcnicas:

    - Listas o ensayos de verificacin (check list or probes)

    - Com probaciones al azar (Spotckeck)

    - Escalas de estim acin (Rating Scales)

    - Listas o ensayos de verificacin

    Listas o ensayos de verificacin,

    De acuerdo con Doke (1976), generalm ente tom an la forma de pruebas relativam ente breves e interm itentes, en las cuales el observador presenta los estm ulos que, se estim a, controlan determ inada conducta. Estos instrum entos pueden adm inistrarse sobre una base diaria, semanal o no peridica. T ienen la ventaja de que perm iten registrar cam bios de conducta que, de otra forma, sera difcil observar. Por ejem plo, la adquisicin de habilidades acadm icas o de otro tipo. Con frecuencia se usan para evaluar procesos de entrenam iento. C uan

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  • do se em plea este sistem a, es necesario asegurarse de que los cambios conductuales no se deban a la adm inistracin repetida de los ensayos o pruebas. Kelly (1977) lo denom ina cuenta por ensayos (trial scoring) y lo describe como aqul que requiere que un observador registre la conducta del sujeto como correcta o incorrecta en los ensayos, usualm ente en relacin con algn estm ulo particular. Las listas de verificacin conductual constituyen una alternativa para los m todos de evaluacin tradicional y permiten especificar con mayor claridad los niveles de habilidad. Estas listas varan en com plejidad, confiabilidad y validez. Algunas son bastante especficas para proporcionar anlisis detallados de tarea que dividen a una habilidad particular en sus partes com ponentes... Algunas ms son todava muy globales, pero cubren una amplia variedad de conductas... (Sulzer- A zaroff y M ayer, 1983, pg. 640).

    Las listas de verificacin se em plean tam bin como m edio para constatar si un sujeto est ejecutando alguna conducta previam ente definida o si ha realizado algunas tareas que se le haban asignado (Fixsen, Phillips & W ol, 1972). Por su parte, Irwing y Bushnell (1984) las denom inan distas de control y las describen, sim plem ente, como listas de conductas. Sostienen que su objetivo bsico es recordarnos que debem os detectar la presencia de com portam ientos que nos parecen im portantes. A veces se usan listas de control en conjunto con las tcnicas de m uestreo de tiempo y de sucesos. En dichos casos, hacemos una m arca al lado del tem que la representa para indicar la presencia de la conducta.

    Comprobaciones al azar.

    Se diferencia de la tcnica anterior en que no se hace ningn intento expedito por presentar la ocasin de que ocurra la respuesta bajo estudio. Al igual que los ensayos de verificacin, los perodos de observacin son breves y se presentan en forma interm itente. Doke (1976) incluye dentro de esta categora la tcnica de Pla-check (previam ente descrita). Pero, adems, presenta una variante de la misma, que consiste en alterar ligeramente el sistem a de registro para obtener inform acin individual acerca de los sujetos que se encuentran en un grupo. Es decir, se observa a cada uno de los miembros de un grupo y se registra si est o no involucrado en la actividad o conducta de

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  • inters. Esto se logra diseando la hoja de registro de m anera que se pueda m arcar cundo cada sujeto ejecuta la actividad. D oke (1976) advierte que esta m odalidad slo puede aplicarse con un nm ero reducido de personas y que al sealar, adem s, los perodos duran te los cuales se realizan las com probaciones, se puede estim ar no slo el porcentaje de sujetos com prom etidos con la actividad, sino la proporcin de tiempo que cada individuo invierte en ella.

    El autor describe otra variante que denom ina Instrum ento m anifiesto (M anifest instrum ent), m ediante la cual se pueden registrar actividades qua.no han sido planificadas previam ente. E sta tcnica proporciona inform acin sobre qu est haciendo el sujeto y cm o lo est haciendo, en todos los intervalos de observacin. C ada cierto perodo (por ejemplo, cada 15 minutos), un observador pasa revista por el am biente de observacin, mira uno por uno a los sujetos y tom a nota de lo que hacen (Doke, 1976).

    Escalas de estimacin,

    Consisten en |a asignacin de algn ndice num rico a la conducta, segn la intensidad en que se presenta una cualidad, sobre la base de la cual se han definido categoras (Anguera, 1983 a). Son sim plem ente m edidas destinadas a cuantificar las im presiones que se obtienen a partir de la observacin.

    D ebido a que no exigen una observacin que se pueda registrar en el m om ento, algunos investigadores no las incluyen entre las tcnicas de observacin directa. Sin embargo, proporcionan m edios rpidos y fciles de resum ir las im presiones de las observaciones (Irw ing y Bushnell, 1984). Por su parte, Doke (1976) seala que, aunque con frecuencia se descartan estos sistem as de m edicin porque no se consideran objetivos y confiables, pueden em plearse para cuantificar fenm enos conductuales que no pueden m edirse directam ente y que constituyen formas eficientes y fiables de cuantificar eventos de este tipo. Se em plean criterios o lincam ientos escritos para m ejorar la confiabilidad entre evaluadores.

    Estam os en desacuerdo en considerar las escalas de estim acin com o un registro conductual, pues, aunque se logre que los evaluadores sean objetivos (es decir, se cian a los criterios sealados para la

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  • evaluacin), la naturaleza m ism a de la tcnica, exige la anotacin de un ju icio y no el registro de un evento. Tal argumento no debe llevarnos a m enospreciar estos instrum entos o a pensar que no se deben em plear: por el contrario, pueden resultar de mucha utilidad para estim ar, tanto la validez de las metas planteadas en los estudios conductuales, com o la electividad de los procedim ientos em pleados y los cam bios de com portam iento logrados m ediante stos (W oif, 1978, Lacasella, 1987).

    Q u i n a c t u a r c o m o o b s e r v a d o r ?

    Johnston & Pennypacker (1980) subrayan la conveniencia de tener presente que la observacin consiste en la traduccin de un evento en registros y/o m edidas, lo que se logra mediante un dispositivo o aparato elctrico, m ecnico o electrnico que detecte los hechos y los transform e en datos. Sealan los autores que, cuando no se cuenta con este tipo de aparatos lo que constituye el caso tpico en los estudios que se realizan en escenarios naturales , se em plean observadores. Un problem a bsico de este proceso es asegurar el grado m s alto de correspondencia entre los eventos observados y los datos obtenidos. Es indispensable evitar discrepancias entre la definicin formal de la clase de respuesta y aqulla que en la realidad est sirviendo de base para las operaciones observacionales, es decir, la que est siendo reflejada por los datos (H awkins & Dobes, 1977).

    Cuando la observacin y el registro se llevan a cabo a travs de m quinas, la garanta de la precisin de los dalos la alcanzam os m ediante lo que se conoce con el nombre de calibracin. Este proceso nos perm ite asegurarnos de que: 1) el aparato es sensible a las dim ensiones de la respuesta que nos interesa medir y registrar y slo a sta , y 2) que la m quina est operando bajo los mismos cnones durante todo el estudio, es decir, la deteccin de las respuestas est guiada por la definicin inicialm ente especificada. Como se ve, no se elim ina el requisito de la vigilancia hum ana sobre el proceso de observacin.

    La observacin que se realiza a travs de humanos exige que se tom en una serie de precauciones para garantizar la objetividad y precisin de los registros. Johnston & Pennypacker (1980) destacan que el acto de observar es. en s m ismo, una respuesta. Por tanto, la

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  • conducta del observador debe quedar controlada por la del sujeto, la cual se convierte en una clase de estm ulo (estm ulo discrim inativo). El uso de observadores plantea un conjunto de problem as cuya solucin, en opinin de los autores antes mencionados, presupone el em pleo de una tecnologa conductual, pues im plica el m anejo de ciertos elem entos y principios para lograr un resultado eficiente.

    Una de las prim eras tareas en ese sentido es la seleccin de los observadores. El objetivo del estudio, el am biente en el cual se llevar a efecto y los recursos con que podamos contar, guiarn la decisin en torno a qtiin realizar las observaciones. Cuando se trata de estudios descriptivos, experim entales o evaluativos, son los m ismos investigadores quienes realizan las observaciones o en su defecto, y constituye el caso ms frecuente observadores especialm ente entrenados con este propsito. Sulzer-Azarol'f y M ayer (1983) afirman que las tareas de observacin y registro podran estar a cargo de tcnicos conductuales quienes tuviesen ...en tre sus funciones las de disear e im plem entar sistemas de registro, supervisar la recoleccin de datos y ejecutar esquemas grficos para la vigilancia continua (pg. 103).

    Por otra parte, cuando se analizan los efectos de un program a de cambio conductual con fines teraputicos o de enseanza, adems de los analistas conductuales o planificadores del program a conductual, pueden actuar