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Creer en un futuro común

e cómo nos imaginemos elfuturo, de cuáles sean

nuestras esperanzas y nuestros te-mores, dependerá lo que estemosdispuestos a hacer en el presente.Sin una imagen del futuro, cual-quiera que sea, no podemos ac-tuar hoy. Si es esperanzadora,desplegaremos nuestros mayoresesfuerzos por alcanzar lo soñado;si es negativa, adoptaremos unaactitud fatalista y minimizare-mos nuestros empeños.

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El futuro está presente en la vida cotidiana de cada nica-ragüense, los inquieta, los moviliza, los alegra. ¿Voy a po-der seguir estudiando?, ¿dónde y en qué voy a trabajar?,¿qué puedo hacer para asegurar un futuro mejor a mis hi-jos?, ¿y si me enfermo quien me ayudará? Estas son pre-guntas de todos los días que se entremezclan con expecta-tivas y planes de vida: “el año entrante me voy a casar”.“Al final de este tratamiento médico volveré a estar sano”.

Todos tenemos aspiraciones para el futuro, temores de nopoder realizarlas, y esperanzas que nos animan. Por ellonos fijamos metas, emprendemos distintas actividades pa-ra enfrentar con alguna tranquilidad las incertidumbresdel futuro, buscamos la ayuda de otros. Sabemos también,por experiencia, que no podemos enfrentar solos las inevi-tables inseguridades del porvenir ni realizar nuestros sue-ños. Nuestro futuro personal está indisolublemente li-gado al futuro de la sociedad en la que vivimos. Poreso no podemos dejar de preguntarnos ¿cuál es el fu-turo de Nicaragua?, ¿habrá allí más oportunidades paramí?, ¿si yo me esfuerzo ahora en estudiar más, me recono-cerán mañana mis esfuerzos mediante mejores oportuni-dades?, ¿serán la economía y la democracia suficiente-mente estables como para arriesgarme a invertir?, ¿qué es-tá haciendo Nicaragua para tener un futuro mejor?, ¿se es-tá planteando metas que apuntan hacia el futuro? ¿o estáviviendo lo inmediato?

Son múltiples las preguntas que nos podemos formular.Muchas de ellas aluden a nuestros sueños y temores per-sonales, otras a las capacidades del país. Incluyen la po-lítica, la economía, el medio ambiente, la sociedad co-mo conjunto. En el plano económico, la política de in-versiones públicas y privadas, la capacidad de ahorro na-cional y de las instituciones que regulan el funciona-miento de los mercados, los convenios de largo plazocon países extranjeros o con empresas de esos países, lacreación de infraestructura. ¿Hacia dónde apuntan estosdistintos indicadores, cuál es el horizonte de futuro queorientan estas diferentes políticas?

Y respecto de la democracia, de la paz social y de la se-guridad jurídica ¿seremos capaces de profundizarlas yafianzarlas o recaeremos en una historia de caudillis-mos y dictaduras?; ¿podremos crear reglas del juego es-tables y legítimas que regulen nuestros conflictos y ca-nalicen nuestras iniciativas?; ¿se garantizarán nuestrosderechos, libertades y propiedades? ¿habrá equidad en elreparto de las oportunidades?

Hoy además, surgen preguntas inéditas sobre nuestro fu-turo: ¿el país se está preparando para enfrentar los cam-bios que se producen en el mundo a consecuencias de la

globalización?; ¿Cuáles serán las consecuencias de untratado de libre comercio con Estados Unidos?; ¿cómonos afectarán los cambios medio ambientales y climáti-cos producto de la industrialización y urbanización?;¿estamos preparándonos para estos cambios, sabremosaprovechar sus oportunidades y enfrentar sus amenazas?

No podemos dejar de preguntarnos por nuestro futuropersonal y social, los seres humanos estamos hechos dehistoria. Pero no es asunto trivial ni un ejercicio filosó-fico, es una necesidad básica. De cómo nos imaginemosel futuro, de cuáles sean nuestras esperanzas y nuestrostemores, dependerá lo que estemos dispuestos a hacer enel presente. Sin una imagen del futuro, cualquiera quesea, no podemos actuar hoy. Si es esperanzadora, desple-garemos nuestros mayores esfuerzos por alcanzar lo so-ñado; si es negativa, adoptaremos una actitud fatalista yminimizaremos nuestros empeños.

Sin una imagen del futuro no hay sentido para nuestrasacciones de hoy y, según sea esa imagen, nuestras accio-nes tomarán una dirección u otra. Compartir una ima-gen esperanzadora del futuro es uno de los mayorescapitales de que puede disponer una sociedad. La de-sesperanza, por el contrario, es un freno al desarrollo. Elfuturo es como una profecía autocumplida, su éxito ofracaso va a estar en gran medida determinado por laimagen que sobre él proyectemos hoy.

José Ortega y Gasset en su obra España Invertebrada(1921), señala la importancia de creer en el futuro co-mo una fuerza impulsora que puede empujar hacia ade-lante la realización de proyectos colectivos. “El síntomamás elocuente de la hora actual, es la ausencia entoda España de una ilusión hacia el mañana”(1962:40). Y haciendo extensiva a Europa esa ausenciade ilusión, destaca: “Falta por completo esa incitado-ra anticipación de un porvenir deseable”.

Alejandro Serrano, filósofo nicaragüense que ha refle-xionado sobre las condiciones para la construcción defuturo en nuestro país, indica que “bien podríamossustituir en la cita la palabra España por Nicaraguay encontraríamos que tal sustitución no altera elenunciado general, ni la advertencia que encierra”(Serrano, s.f:2).

La historia de Nicaragua nos ha heredado algunas di-ficultades para hacer creíble la esperanza. Nuestro paísha experimentado muchas promesas incumplidas,muchas iniciativas frustradas, una naturaleza a vecesadversa que nos hace retroceder en lo avanzado, lo queen cierta forma inhibe vislumbrar un mañana mejor.

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1. El futuro: un tema cotidiano

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Sin embargo, a pesar de esas dificultades, los nicara-güenses hemos dado muestras que es posible construirun futuro juntos.

Hacia finales de 2001 por una iniciativa del Consejo dePlanificación Económica Social (CONPES) y el ConsejoNacional de Desarrollo Sostenible (CONADES) se deli-nearon las bases de una Visión de Nación, como una ne-cesidad para “superar los obstáculos del desarrollo”.Si bien falta avanzar en transformar esa esperanza co-mún en una agenda de nación, “entendida como elconjunto de planes y estrategias debidamente arti-culados y armónicamente estructurados a diferentesniveles jerárquicos, estableciendo las prioridades decorto, mediano y largo plazo”, ahí se expresan en lí-

neas generales acuerdos básicos sobre la Nicaragua quedeseamos.

Este segundo Informe de desarrollo humano de Ni-caragua quiere contribuir a la construcción de unaimagen esperanzadora y creíble de nuestro futurocomún. Esta primera parte está destinada a definir eltipo de tendencias y percepciones actuales que justifi-can la urgencia de la pregunta por el futuro de Nicara-gua, a precisar la perspectiva de desarrollo humanoque nos inspira y a definir las condiciones sociales quepermiten la construcción de un futuro con esperanza.Creemos que Nicaragua puede alcanzar un alto desa-rrollo humano, por eso es que queremos contribuir a laformulación de las condiciones que lo harán posible.

1 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

De la Nicaragua de comienzos del siglo XXI, no se podríaafirmar que ha encontrado un rumbo cierto en su cami-no al desarrollo. Hay avances importantes, pero tambiénhay dificultades. Lo más significativo es el paulatinoafianzamiento de un escenario de democracia y gober-nabilidad. En el último cuarto del siglo recién pasado, seha sentado las bases para la realización de cambios de-mocráticos de gobierno en el marco de una instituciona-lidad política, jurídica y electoral legítima y reconocidainternacionalmente. A lo largo de este período se hacreado espacios formales de participación de la ciudada-nía y de representación de sus intereses. La población ob-serva con entusiasmo las transformaciones que en ma-teria de transparencia en la gestión pública está reali-zando la nueva administración que asumió el poder enenero de 2002.

Estos procesos no están ni estarán exentos de conflictos ysin la expresión de intereses diversos. Pero es muy alen-tador que esos conflictos estén siendo procesados segúnlas reglas de la institucionalidad. Es significativo tam-bién, como lo muestran reiteradamente los estudios deopinión pública, que los nicaragüenses dan su pleno res-paldo a estas iniciativas y ven en ellas un afianzamien-to no sólo de su propia seguridad, sino también de ladignidad de todos los ciudadanos. El desafío es grande,Nicaragua está tratando de constituir una nueva cultu-ra e institucionalidad políticas.

Hay señales positivas y eso ha repercutido en las percep-ciones de la ciudadanía. A los nicaragüenses les importaNicaragua y observan con expectativa los signos de sudesarrollo. Hoy se observa un renovado pero cautelosoentusiasmo. Esto conlleva, sin embargo, una enormeresponsabilidad: el incipiente capital de esperanzaque puede observarse debe alimentarse y justificar-

se con acciones prontas y concretas, una decepciónnos haría retroceder aún más del punto de partida.

Es precisamente en el campo de la expansión de lasoportunidades reales donde se observan dificultadesimportantes. Los niveles de pobreza y de vulnerabili-dad, que aún enfrenta una gran parte de la población,son inaceptables. Aunque la economía ha crecido enlos últimos años, persiste su falta de capacidad para ge-nerar empleos estables y ofrecer salarios dignos a sufuerza de trabajo. Desde el enfoque del desarrollo hu-mano y desde la necesidad de brindarles un futurocreíble a los nicaragüenses, se requiere iniciar sin de-mora un proceso de expansión y distribución equitati-va de las oportunidades. No con medidas que apuntensolamente al corto plazo, o al puro crecimiento del pro-ducto económico como un fin en sí mismo y en prove-cho de grupos reducidos. Al contrario, sus beneficiosdeben redundar en el aumento de las capacidades di-versas de todas las personas.

“Los pueblos son la verdadera riqueza de las na-ciones y, por ende, el desarrollo consiste en laampliación de las opciones que ellos tienen paravivir de acuerdo con sus valores. Por eso el desa-rrollo significa mucho más que crecimiento eco-nómico, el cual solamente constituye un medio,aunque muy importante, para ampliar las op-ciones de la población” (PNUD, 2001:11).

El desarrollo humano en consecuencia, busca la expan-sión de las capacidades humanas a fin de ampliar lasposibilidades de la gente de vivir la vida que deseen y va-loren. Por ello, es fundamental tomar en cuenta, ade-más de los indicadores económicos, otros aspectos rele-vantes para las personas: una vida larga y saludable,

2. Nicaragua: la marcha incierta hacia el desarrollo

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contar con conocimientos y poder participar activamen-te en la vida de su comunidad.

El PNUD ha organizado la medición de algunas de esascapacidades esenciales mediante el índice de desarrollohumano (IDH). Esta forma de medición amplía el con-cepto de desarrollo y supera su exclusiva asociación conel aspecto económico, al agregar otros indicadores que

dan cuenta de los logros educativos y la longevidad, co-mo aproximaciones a la medición del bienestar.

Para Nicaragua es alentador que su índice de desarro-llo humano se haya elevado en las últimas décadas pa-sando de 0.569 en 1975 a 0.635 en 2000.1 Algunos desus componentes dan cuenta de mejoras a lo largo deestos años.

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Los indicadores muestran adelantos en las condicionesde salud y educación de la población. Sin embargo, elingreso presenta una drástica caída. Este descenso enel nivel de ingreso está ocasionando que comparativa-mente con los países vecinos, la tendencia de avanceque muestra el índice de desarrollo humano en Nica-ragua sea más lenta. En 1975 Nicaragua se encontra-ba más cerca de El Salvador que de Guatemala y Hon-duras, cuyos índices eran más bajos. En los últimosaños se aproxima más a estos últimos países que a ElSalvador y se aleja aún más de Costa Rica y Panamá(ver gráfico I.1.1).

Junto a un lento crecimiento de la actividad económica,la tasa de crecimiento poblacional en Nicaragua ha sidorelativamente elevada. Durante el quinquenio 1990-1995, la población creció a una tasa promedio anual de2.9 por ciento. En el período 1995-2000, esta tendenciabaja a 2.72 por ciento, sin embargo, aún permanece másalta que el promedio de América Latina estimada en 1.6por ciento (CEPAL, 2002 a:3).

Este lento avance del índice de desarrollo humano enNicaragua derivado especialmente de la dificultad decrecimiento del producto interno bruto (PIB) nacional,en el último cuarto de siglo, es el resultado de múltiplesfactores. Las crisis de la economía internacional, losefectos de la guerra, y de manera especial, los bruscoscambios de orientación política e institucional a los queel país ha estado sometido durante el período referido,han incidido negativamente en su desempeño económi-co. Hacia finales de los años ochenta se inició la imple-mentación de sucesivos planes de estabilización y ajustepara controlar la inflación, alinear las principales varia-bles macroeconómicas y a partir de 1990, lograr unareorientación de la economía3.

La corrección de los desequilibrios financieros y la es-tabilidad monetaria, facilitados por las políticas econó-micas implementadas desde 1991 en el marco de losprogramas de ajuste estructural, estimularon el creci-miento económico desde 1994 hasta 2000. La crisis in-ternacional y la desaceleración de la economía interna,

1 Según PNUD 2001 y 2002, Informe mundial sobre desarrollo humano.2 INEC (2001) Compendio Estadístico 1990-1999. Dirección de Estadísticas Sociodemográficas.3 De esta forma Nicaragua se suma a la tendencia seguida por el conjunto de países latinoamericanos, los que desde los setenta algunos y otros en los ochenta ynoventa, emprendieron reformas dirigidas a la liberalización comercial; apertura externa; reducción del tamaño del sector público; privatización de los principalesservicios y empresas públicos, entre las medidas más destacadas tomadas por los países. Estas medidas fueron apoyadas por los organismos financieros interna-cionales en lo que se conoce como el Consenso de Washington (Guitián, Manuel y Muns, Joaquim (1999).

Gráfico I.1.1 Tendencia del desarrollo humano

Fuente: PNUD (2001), Informe sobre el desarrollo humano.

Fuente: Avendaño, Néstor y Morales, Donald (1999),“Proyecciones IDH Nicaragua 1975-2015”.

Tabla I.1.1 Componentes del Índice de desarrollo humano de Nicaragua 1975-2000

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1 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

han incidido en la disminución del crecimiento del PIBque se observa desde 2001, creando incertidumbre conrelación a los próximos años.

La ejecución de los programas de ajuste estructural res-paldados por los organismos internacionales, facilitó laentrada de recursos externos bajo la modalidad de prés-tamos y donaciones durante la última década, así comoimportantes avances en materia de renegociación de ladeuda externa. En el primer quinquenio de los 90, laAdministración de la Sra. Barrios de Chamorro logróuna reducción del monto de la deuda externa de Nicara-gua de casi un 50% con relación a la vigente a finales delos años 80. En el año 1999, Nicaragua fue elegido co-mo país pobre altamente endeudado que podría accedera la condonación de la deuda dentro de la iniciativaHIPC4. En diciembre de 2000, el FMI y el BM declararonel punto de decisión para Nicaragua, lo que le da laoportunidad de acceder a la condonación de una partesustantiva de su deuda externa en los próximos años, deacuerdo a la ejecutoría del Programa de crecimientoeconómico y reducción de la pobreza (PRGF5).

Por otra parte, la poca capacidad exportadora del país yel deterioro de los términos de intercambio6, están man-teniendo un alto déficit en cuenta corriente como pro-porción del PIB, que se estima entre los más altos deAmérica Latina7.

La inversión pública y privada, pese a su crecimientoen los últimos años, apenas cubre las pérdidas queha dejado la guerra y los desastres naturales que hanafectado el país. La cooperación externa que se man-tuvo en un promedio de US$100 anuales per cápita alo largo de la década ha descendido en los últimosdos años (ver gráfico I.1.2).

Las demandas de los propietarios afectados porconfiscaciones y expropiaciones de los añosochenta8 y la protección a los ahorrantes de ban-cos públicos y privados quebrados por manejosfraudulentos han sido cubiertas por endeudamien-to interno. Como resultado, entre el año 1996 y2001 la deuda interna se ha elevado considerable-mente (ver tabla I.1.2 y gráfico I.1.3).

4 Por sus siglas en inglés: High Indebted Poor Countries. En la clasificación de los organismos financieros internacionales corresponde al grupo de países cuyo monto de deuda externasupera sus posibilidades de pago.5 PGRF: Poverty Reduction and Growth Facilities.6 Nicaragua es el país de América Latina, cuyos términos de intercambio muestran mayor deterioro.De un índice base 100 en 1995, el promedio de la relación de términos de intercam-bio en América Latina alcanzó 99.0 en 2001. Nicaragua en el mismo período cayó a 70.9, indicando que los precios de sus productos de exportación han sufrido una mayor caída en re-lación al alza de los precios de los productos que importó en dicho período (CEPAL, 2002b:48).7En Nicaragua,el déficit de la balanza en cuenta corriente representó en 2001 un 40.9 por ciento del PIB,el promedio de América Latina es del 2.7 para el mismo año (CEPAL,2002 b:49).8 Los bonos de pagos de indemnización se comenzaron a emitir en 1993 para compensar a los propietarios confiscados durante el gobierno sandinista.En todo este período se han pa-gado solamente intereses y en 2004 se tendrá que comenzar a honrar el pago del principal de los primeros bonos emitidos.

Gráfico I.1.2 PIB real per cápita, cooperacióne inversión total per cápita, 1990-2001

Fuente: Gerencia Económica del Banco Central de Nicaragua (2002),“In-dicadores económicos”.

Tabla I.1.2 Nicaragua: deuda interna (en millones de dólares)

Fuente: Banco Central de Nicaragua, (2001), “Informe anual”, pág. 103.(a): se refiere a pagarés, acciones, contratos, certificados y otros bonos.(b): no se incorpora deuda interinstitucional cuyos movimientos contables están asociadosa la liquidación de la banca estatal y al saneamiento del Banco Central.

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En síntesis, Nicaragua no ha logrado superar la aguda cri-sis económica que vive desde hace dos décadas. Esta ha sig-nificado no solamente una pérdida en el nivel de ingresos delas personas, expresado en un PIB per cápita anual que semantiene estable alrededor de los US$500, (ver gráfico I.1.2)sino que además, las soluciones de corto plazo que se hanimplementado comprometerán en un grado significativo elfuturo de todos y cada uno de los nicaragüenses. El endeu-damiento interno y externo que busca solucionar un proble-ma de hoy, hipoteca el futuro.

La estabilidad macroeconómica que se logra hoy, o la satis-facción de las demandas de un grupo social o económicodeterminado, con medidas que comprometen la estabilidada futuro, deben ser analizados precisamente bajo esa pers-pectiva. ¿Esas medidas están contribuyendo a construir unadinámica de expansión y distribución de las oportunidadesque permitan a todos los nicaragüenses hacer más creíble ydeseable su porvenir? o más bien, ¿se está hipotecando esefuturo, con compromisos que irremediablemente tendránque ser cumplidos más adelante a costa de elevados sacrifi-cios para la mayoría de la población?

La emisión de bonos y otros instrumentos de la deudapública para satisfacer necesidades de corto plazo, impli-ca necesariamente que el presupuesto fiscal queda com-prometido en el largo plazo, con lo cual las posibilida-des que tendrán los próximos gobiernos para invertir eninfraestructura productiva, en educación, en salud, endefinitiva en el aumento de las capacidades económicasy humanas se ve seriamente amenazada.

La deuda externa ha sido objeto de una creciente atención.Los esfuerzos que se han realizado en los últimos años paraacceder a la Iniciativa de países pobres altamente endeuda-dos (HIPC) podrían contribuir a mejorar sustancialmentesu situación de endeudamiento externo. Queda pendientesin embargo, el acuciante tema de la deuda interna.

Desde la perspectiva de desarrollo humano im-porta no olvidar que realizar acciones que hipo-tequen el futuro no es sólo desplazar los proble-mas de hoy al mañana, es debilitar hoy mismo elcapital de esperanza de la población. Poniendo enla balanza, por una parte, el valor de esas aparentessoluciones económicas y, por la otra, el capital de es-peranza que se arriesga, puede decirse que muchasveces se hace un mal negocio.

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02Gráfico I.1.3 Deuda externa per cápita ydeuda interna per cápita, 1996-2001

Fuente: Gerencia Económica del Banco Central de Nicaragua (2002),“Indicado-res económicos”.

“Aquellos que proveen fondos –incluidos nosotroslos del Banco Mundial – debemos reconocer quetenemos una responsabilidad moral y fiduciariaen asegurar que los fondos son gastados apropia-damente. Las generaciones futuras en el paísprestatario estarán obligadas a devolver los prés-tamos y, a no ser que las devoluciones sean sufi-cientes, pedir prestado hoy empobrecerá a las ge-neraciones futuras más que enriquecerlas. Si porejemplo, los fondos acaban financiando la fugade capitales....!es difícil ver cómo esto enriquece alas generaciones futuras!...” advertía el econo-mista ganador del premio Nobel, Joseph Stiglitz(2000:14) cuando aún era directivo del BancoMundial.

3. Construir un futuro creible un requísito para el desarrollo humano

Como hemos visto, Nicaragua ha mostrado un avancelento hacia el desarrollo. Sus logros no han bastado pa-ra acompañar el crecimiento de la población, permitirla superación de la pobreza y crear las condiciones nece-sarias para insertarse exitosamente en la ineludible glo-balización. Varios indicadores del desarrollo social exhi-ben una dinámica insuficiente.

Esto no atinge sólo a las variables de la economía; tieneincidencia en la vida diaria de las personas y en la ma-nera en que perciben su situación y sus posibilidades. Ladebilidad objetiva del desarrollo puede conducir a unapérdida de la esperanza. Y ello afectaría a la disposiciónde las personas a actuar y poner en juego sus capacida-des para luchar por mejorar su propia vida y también las

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condiciones de la vida social. El futuro difícil es ya undesafío, pero un futuro sin esperanza es un obstáculo aldesarrollo, pues inhibe la acción de las personas. Imagi-nar y dar forma concreta a un futuro creíble es unacondición indispensable del desarrollo humano. Sineso, el compromiso personal y social es débil. Esto nosrecuerda una verdad muy sencilla que, a menudo sole-mos olvidar:

Pensar y actuar para la gente y sobre todo, con ella, re-quiere generar confianza y esperanza en que los esfuer-zos realizados hoy por las personas se verán reconocidosy compensados mañana.

La perspectiva de desarrollo humano difundida por elPNUD nos ayuda a comprender mejor el rol que jue-ga la esperanza y la confianza en el futuro para eldespliegue de las mejores capacidades y compromisosde los nicaragüenses. “El desarrollo humano tratade las personas y de ampliar sus opciones paraque puedan tener un nivel de vida que aprecien”(PNUD, 2002:13). De aquí se desprende mucho másque una medición internacional que nos dice cuálesson los avances y las carencias de cada país. El desa-rrollo humano es ante todo una propuesta que afir-ma que el objetivo y motor de los esfuerzos de un paísson sus habitantes. Desarrollo humano significa laconstrucción colectiva de las capacidades personalesy sociales que le permitirán a cada uno realizar elmodo de vida al que aspira.

El desarrollo humano es una orientación sobre laconstrucción del futuro y la importancia de la con-fianza en él, en tres sentidos. Primero, coloca a larealización de las aspiraciones personales y colectivascomo finalidad del desarrollo. El desarrollo es másque la obtención de recursos, es crear las condicionesfavorables para que las personas desplieguen en eltiempo sus posibilidades. El fin es permitir que laspersonas puedan realizar sus potencialidades. Segun-do, revela el carácter concreto de la libertad para ele-gir el futuro deseado y de la esperanza en realizarlo,al mostrar que ambos dependen de la construcciónsocial de las capacidades. Nuestra libertad y nuestraesperanza son el reflejo de nuestras capacidades con-cretas y de lo que la sociedad hace para aumentarlas.Tercero, nos muestra que la realización humana esun proceso permanente que, por lo mismo, requiere

de un conjunto de instituciones y reglas del juego quemantengan su marcha, aseguren sus logros e inhi-ban los obstáculos y retrocesos.

La perspectiva de desarrollo humano es unapropuesta para hacer razonable la esperanza.Por eso le asigna especial importancia al fortaleci-miento de las libertades y capacidades personalescomo condición para la elección y realización de losmodos de vida deseados. Pero, al mismo tiempo, in-siste que esto no es una tarea individual. Nadie pue-de construir por sí solo las condiciones que le per-miten desplegar sus potencialidades. Las personasson seres sociales porque sólo en sociedad puedenser plenamente. El desarrollo humano alude tam-bién a la creación de las condiciones sociales y mo-dos de convivencia que permiten el aumento de lascapacidades de cada uno.

“El desarrollo humano entraña mucho más queel simple aumento o disminución del ingresonacional. Significa crear un entorno en el quelas personas puedan hacer plenamente realidadsus posibilidades y vivir en forma productiva ycreadora de acuerdo con sus necesidades e inte-reses” (PNUD, 2001:11).

La esperanza en el futuro es, pues, una construccióncolectiva. Depende de la creación de un entornosocial que provea de capacidades y libertades, asícomo de los marcos institucionales que permitana cada persona emprender en condiciones deequidad, libertad y respeto mutuo, la realizaciónde su proyecto de vida deseado. Es la sociedad laque nos asegura que nuestros esfuerzos pueden teneruna razonable expectativa de verse recompensadosjustamente. Pero somos cada uno de nosotros losque podemos contribuir a la creación de ese en-torno favorable. De esta manera, un futuro creíblepara Nicaragua requiere de una alianza entre cadapersona, la sociedad y el Estado. No podemos esperarque el futuro sea propicio para actuar, tenemos queconstruir ahora, un futuro esperanzador.

1 7Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

“Son las personas las que cuentan. Más allá de las ci-fras de la producción, más allá de las chimeneas hu-meantes de las industrias, más allá de la permanen-te fascinación por los déficit presupuestarios y las cri-sis de la balanza de pagos, son las personas las quecuentan.”

Mahbub ul Haq

Los adultos responsables deben encargarse de su propio bie-nestar; ellos son los que deben decidir cómo utilizan sus ca-pacidades. Pero las capacidades que tiene en realidad unapersona dependen de la naturaleza de las instituciones so-ciales, que pueden ser fundamentales para las libertades in-dividuales. Y a este respecto, el Estado y la sociedad no pue-den eludir su responsabilidad.

Amartya Sen (2000: 345).

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El primer Informe El desarrollo humano en Nicara-gua 2000. Equidad para superar la vulnerabilidad,mostró la situación del país en materia de oportunidadesy brechas existentes para la creación de capacidades y eldisfrute de mayores niveles de bienestar por los nicara-güenses. La población, su estado de salud, la educación,el empleo y los ingresos fueron analizados en tanto di-mensiones vitales para la creación de capacidades. Laglobalización, la familia, el medio ambiente y el contex-to político, se consideraron temas de primera importan-cia como elementos del entorno que facilitan u obstacu-lizan la promoción del desarrollo humano.

El Informe presentó los rasgos principales del enfoquedel desarrollo humano y describió la situación de Nica-ragua en los ámbitos económico, social, político y am-biental, presentando los desafíos pendientes y articu-lando el análisis en torno a los ejes de equidad y vulne-rabilidad. Destacó de esa manera, las profundas bre-chas de equidad que en distintos campos enfrentan losnicaragüenses.

El segundo Informe centra su atención en los anhelos ymetas de los nicaragüenses y en su necesidad de un fu-turo creíble. Este Informe propone una reflexión sobrelas condiciones sociales y personales que contribuirán ahacer posible la esperanza. En esta invitación a reflexio-nar sobre el futuro se reconoce unánime el deseo de unavida mejor, que se exprese en condiciones generales deprogreso y paz, una mayor transparencia en la gestiónde los asuntos públicos, y amplias oportunidades de su-peración personal y social.

Los nicaragüenses demandan una alianza entreellos, la sociedad de la que forman parte y las insti-tuciones del Estado. Una alianza que asegure para ca-da uno de ellos una habilitación que les permita mejo-rar su nivel educativo, obtener un empleo, un ingresodigno, esto es, el desarrollo de sus capacidades para po-der disfrutar de una vida familiar y social plena. Al mis-mo tiempo, se trata de una alianza que permita a laspersonas contribuir con su confianza y respeto a las re-glas del juego institucionales de la convivencia social.Finalmente, una alianza que cree espacios para el forta-lecimiento de la vida pública, de la organización y par-ticipación social y de la democracia.

La tesis central de este segundo Informe señala que Nicara-gua vive un momento crucial. Se han alcanzado logros enla democratización del país y en la convivencia ciudadana

que permiten vislumbrar un futuro mejor. Estos logros hanfavorecido el surgimiento de una esperanza incipiente ycautelosa, en la que puede encontrarse un importante re-curso para el desarrollo humano, pues permite que las per-sonas desplieguen sus esfuerzos en actividades creativas. Pe-ro esa esperanza requiere ser acrecentada y dotada de credi-bilidad. Para esto no basta preocuparse sólo del crecimientoeconómico o de la institucionalidad política. Un futurocreíble se logra cuando las personas experimentan queadquieren capacidades y oportunidades reales para rea-lizar por sí mismas sus aspiraciones.

De acuerdo con los estudios que sustentan este informe,los nicaragüenses demandan de la sociedad tres capaci-dades fundamentales.

Primero, habilitación básica para que sus familias puedandesarrollarse plenamente. Esto significa que sus miembrospuedan acceder a una educación de calidad; disponer deuna vivienda digna; ser protegidos y apoyados cuando en-frentan condiciones de vulnerabilidad. También deman-dan un trabajo o condiciones para trabajar que les permi-tan participar de la vida productiva de la sociedad y puedanobtener un ingreso que represente una justa retribución delesfuerzo desplegado.

Segundo, la existencia de un entorno jurídico y políti-co estable, justo y transparente que asegure reglas deljuego iguales para todos y que permita dotar de un gra-do importante de institucionalidad a la vida social, quepermita desplegar los esfuerzos personales y colectivosen un ambiente de seguridad.

Tercero, formar parte de una democracia participativay de un debate informado que permita que las decisionespúblicas sean un reflejo de las necesidades apremiantes,cambiantes y diversas de los nicaragüenses.

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4. Informe de desarrollo humano de Nicaragua:una invitación a construir el futuro

“Como vivimos casi tanto para el futuro comopara el presente, es difícil contemplar la vida sino hay la perspectiva de un futuro mejor. Necesi-tamos soñar con que mañana será mejor quehoy y que ayer, que nuestros hijos y los hijos denuestros hijos, no conocerán el miedo ni la nece-sidad, que no sólo se sentirán seguros sino queademás, podrán realizarse a través de un traba-jo productivo y creador, a través del amor, elafecto, la solidaridad y la cooperación.”

Rubens Ricupero (2000:4), Secretario General de la UNCTAD9.

9 Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.

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Este segundo Informe presenta en ocho capítulos losfundamentos de esta tesis y las condiciones básicas parala ampliación del desarrollo humano de Nicaragua. Enel primer capítulo, que concluye aquí, se ha expuesto lapertinencia y urgencia de la pregunta por el futuro delpaís y se ha hecho una valoración de la esperanza de sugente como un capital básico del desarrollo.

En el segundo se exponen las imágenes que los nica-ragüenses hacen de su futuro y las aspiraciones parasu vida personal y social. Se destaca la valoración po-sitiva de las capacidades de cada uno para luchar porsus sueños, la que contrasta con una imagen relativa-mente pesimista del país. Esta imagen negativa se sus-tenta en los obstáculos percibidos por las personas, es-pecialmente aquellos referidos al orden institucional ya la falta de oportunidades. Finalmente se indican lassalidas que imagina la gente para sus vidas cuandoesas condiciones no se cumplen. En algunos casos esassalidas acarrean una pérdida de capacidades para todala sociedad.

En el tercer capítulo se desarrolla una mirada mássistemática sobre el significado de las condiciones dela esperanza. Se presentan antecedentes sobre su rea-lidad en Nicaragua hoy y sobre la percepción que laspersonas tienen de ellas. Se describen, según las aspi-raciones de los propios nicaragüenses, cuáles son losámbitos de su vida cotidiana en que esas condicionesse deberían realizar con más urgencia. Con ello sedefine un mapa de campos prioritarios de acción.Ellos son la familia, la educación, el trabajo, y latransparencia de la actividad política.

El cuarto capítulo analiza la centralidad de la fami-lia para los nicaragüenses. Allí es donde ellos expe-rimentan la credibilidad del futuro, porque en ellase concentran sus aspiraciones y en ese espacio seponen en juego las capacidades o se experimentacon mayor frustración su ausencia. Se describen lastensiones cotidianas de las familias nicaragüenses,especialmente las referidas a las mujeres, niños yadultos mayores. En el marco de las relaciones en-tre familia y sociedad se destaca la realidad de lahabilitación y de la institucionalización de la vidafamiliar. Se concluye con algunos criterios de ac-ción en este campo.

El quinto capítulo está dedicado a la situación educa-tiva en Nicaragua desde la perspectiva de las aspiracio-nes de la gente y de su realidad efectiva. Especial im-portancia se le asigna a la consideración de su papelen la creación de una imagen de futuro en los niños yjóvenes. Se estudia la dinámica de creación de capaci-dades humanas aportadas por la educación, así como

sus insuficiencias, tanto en cobertura y retención co-mo en las orientaciones de la oferta educacional. Amodo de conclusión se entregan algunos criterios deacción para una política educativa orientada al desa-rrollo humano.

El sexto capítulo está centrado en la realidad del traba-jo como medio para la creación de capacidades y parala realización de aspiraciones. Se reseñan las imágenesy orientaciones de los nicaragüenses hacia el trabajo. Acontinuación se analizan las tendencias de la dinámi-ca del trabajo y sus repercusiones en las personas, enespecial las que afectan los ingresos provenientes deltrabajo así como las formas de su distribución. Se revi-san las tendencias de la inversión y la productividadcomo elementos básicos en la creación de futuro. Sedestacan algunos antecedentes sobre la institucionali-zación de las relaciones laborales y de la asociatividadvinculada a ellas. El capítulo concluye con los princi-pales desafíos para la creación de empleos de calidaden Nicaragua.

El capítulo siete esta dedicado a la política. Se refle-xiona sobre la importancia de la democracia para eldesarrollo humano. Se describen las disposiciones cí-vicas de los nicaragüenses, así como sus prácticas yaspiraciones de participación y asociación. Se revi-san algunas iniciativas de institucionalización y am-pliación de la participación y de las prácticas demo-cráticas en el sistema político nicaragüense. El capí-tulo analiza los obstáculos que pueden afectar a lademocracia participativa, destacando especialmentela desconfianza, la fragilidad institucional y la co-rrupción. Se concluye con algunos criterios de reno-vación de la vida cívica necesarios para el logro deldesarrollo humano.

El capítulo ocho y final muestra un mapa de la distri-bución geográfica de las capacidades de los nicara-güenses. Con ese fin se expone, por primera vez, un ín-dice de desarrollo humano desagregado a nivel muni-cipal. Allí se especifican los valores de las dimensionesdel índice en cada uno de esos espacios locales. Esto seofrece como un mapa para la acción que permite iden-tificar los puntos prioritarios de intervención, así comoel tipo de capacidades que requieren un incremento ur-gente en los distintos lugares. Será también, sin duda,una fuente de información de primera importancia pa-ra los investigadores.

De manera adjunta, se ofrece en anexos un compendioestadístico actualizado y sistematizado de una ampliagama de variables que resultan de gran utilidad para in-vestigadores, analistas y funcionarios a cargo de la for-mulación y ejecución de políticas.

1 9Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

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5. Métodos y fuentes del segundo Informe de desarrollo humano de Nicaragua

Los informes de desarrollo humano se elaboran median-te un proceso ampliamente participativo. En el primerInforme El desarrollo humano en Nicaragua 2000.Equidad para superar la vulnerabilidad tomaronparte unas 350 personas, entre investigadores, asesores,expertos y funcionarios de organismos públicos, priva-dos e internacionales, quienes de forma individual o tra-vés de su participación en los talleres de consulta, enri-quecieron los borradores. Igualmente amplia fue su di-fusión. Mediante presentaciones directas del equipo acargo de la elaboración y de personal del PNUD se pudollegar a alrededor de seis mil personas. Más de cinco milconocieron del contenido del Informe a través de unaamplia red de organismos no gubernamentales.

Esas presentaciones permitieron compartir con un pú-blico amplio, los conceptos básicos del desarrollo huma-no y los principales hallazgos del proceso de investiga-ción. Pero además, mediante una efectiva retroalimen-tación, se pudo conocer sus opiniones y sugerencias, lasque incluyeron recomendaciones para futuros informes.

Esas sugerencias estuvieron dirigidas especialmente aque “se escuchara la voz de las personas”; “conocerla situación de las municipalidades”; “que se mues-tre lo que hacen las personas de a pie”. Atendiendo aesas solicitudes, se optó por un cambio en la metodolo-gía de investigación del segundo Informe. En especial, sepuso el mayor énfasis en realizar estudios originales quepermitieran recoger y sistematizar la voz de los nicara-güenses respecto de sus aspiraciones, esperanzas y temo-res, así como también sobre sus demandas para sí mis-mos y para la sociedad.

5.1 Fuentes primarias

En agosto de 2001 se realizó la Encuesta Nacional de As-piraciones (ENA 01), con una muestra de seis mil 457personas, seleccionadas al azar en todos los departamen-tos del país, incluidas las regiones del Caribe norte y sur,mediante la cual los nicaragüenses entrevistados, mayo-res de 15 años, del campo y de las ciudades, tuvieronoportunidad de expresar los sueños y expectativas queconsideran legítimos para el disfrute del bienestar. La in-formación suministrada por la ENA 01 fue analizada porel equipo de investigadores y fue una importante base desustentación de este segundo Informe.

Para profundizar en los principales hallazgos de la ENA 01y conocer de viva voz los anhelos de grupos poblacionalesespecíficos, se efectuaron catorce grupos de reflexión en los

que participaron ciento doce personas seleccionadas al azaren localidades urbanas y rurales de los cuatro puntos cardi-nales del país. De esta manera se pudo escuchar la voz de jó-venes y adultos en Camoapa, Apanás, Quezalguaque, Oco-tal, Mateare, Niquinohomo, Bluefields, Puerto Cabezas yManagua. Con sus aportes fue posible precisar con mayornitidez los principales hallazgos revelados por la ENA 01.

Con el objetivo de conocer las aspiraciones de uno de losgrupos más importantes para la construcción de futuro,se realizaron tres talleres de consulta con noventa niños,niñas y adolescentes de Matagalpa, León y Managua.Igualmente, se llevaron a cabo 2 grupos de reflexión conpersonal docente de Malpaisillo en León y Ciudad San-dino en Managua.

A fin de destacar el papel de los medios de comunicaciónen la construcción de futuro, se utilizaron dos fuentesbásicas: un análisis de la primera plana de los principa-les diarios10 que permitió conocer la agenda que propo-nen los medios de comunicación y analizar las constan-tes en la información: actores, fuentes, valores noticio-sos. Se realizaron dos grupos de reflexión con periodistasde los diferentes medios: prensa escrita, radio y televi-sión, lo que permitió conocer su visión sobre el futuro.

Se llevó a cabo un grupo de reflexión con losmiembros de la Comisión Laboral del Consejo dePlanificación Económica Social, CONPES, al queasistieron dirigentes sindicales de las diferentescentrales del país. Igualmente se obtuvo el puntode vista de un grupo de empresarios del sector pri-vado mediante un taller de reflexión con miem-bros del Consejo Directivo del Consejo Superior dela Empresa Privada, COSEP.

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Como medio para contrastar y validar algunas evi-dencias encontradas en la ENA 01, cuya informa-ción fue levantada en período preelectoral y tam-bién para profundizar en las percepciones sobre elfuturo del país, se realizó una segunda encuestaen julio de 2002, que permitió enriquecer y actua-lizar la información. Por su medio se tuvo la opor-tunidad de conocer la opinión de un mil doscien-tas personas de 18 años o más, seleccionadas alazar en el campo y la ciudad en todo el territorionacional.

Las notas técnicas sobre los instrumentos utilizados seadjuntan en los anexos.

5.2 Fuentes secundarias

Con el objetivo de contrastar las aspiraciones de las per-sonas con las oportunidades abiertas por la sociedad, serecurrió a la información estadística disponible en elpaís. Se utilizó ampliamente información oficial sumi-nistrada por las distintas instituciones del Estado. Se

efectuaron diversos análisis a partir de la informacióncontenida en la Encuesta Nacional de Hogares sobre Me-dición de Nivel de Vida EMNV 2001, estableciendo, en losprincipales indicadores empleados, una comparacióncon la EMNV 1998. También resultaron de gran utilidadlas encuestas de hogares levantadas en los dos últimosaños por el Ministerio del Trabajo.

Adicionalmente, se utilizó información generada por un es-tudio realizado por la Comisión Nacional de Erradicacióndel Trabajo Infantil10 en diversas zonas del país, a lo largo de2000 y 2001 con 1,500 niños, niñas y adolescentes trabaja-dores entre 10 y 15 años de edad, lo que permitió conocer lossueños y anhelos de este grupo de población.

Con el objetivo de confirmar o contrastar algunas percepcio-nes obtenidas mediante las investigaciones propias realiza-das para este segundo Informe, se utilizó información pro-veniente de encuestas realizadas por Cid Gallup, Víctor Bor-ge y Asociados, Latinobarómetro, M y R Asociados.

Tanto las fuentes primarias como las secundarias se en-cuentran debidamente identificadas en el texto.

2 1Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

10 Constituida entre otros miembros por el Proyecto IPEC/OIT, el MITRAB; la UNICEF y la Confederación de organismos que trabajan con la niñez.11 Secretaría de Coordinación y Estrategia de la Presidencia, anteriormente denominada Secretaría Técnica de la Presidencia (SETEC).

6. Mecanismos de participación utilizadosEn acuerdo con el carácter participativo de los informesde desarrollo humano, en la selección de los temas y endiferentes etapas del proceso de investigación, este se-gundo Informe fue objeto de un amplio proceso de con-sultas. Para la selección de los temas se efectuaron reu-niones de trabajo con la Comisión Social del CONPES, laSESEP11, el PNUD y un grupo de expertos de la sociedadcivil, quienes brindaron sus valiosos aportes en la con-ceptualización y definiciones iniciales.

Las diferentes versiones preliminares se han enriquecidocon el aporte de funcionarios del PNUD, la SECEP, el

CONPES, el MECD y también de un grupo de lectoresprocedentes de organizaciones académicas y organismosde la sociedad civil.

A lo largo del proceso de def inición de los te-mas y también de la propia invest igación, e lequipo a cargo de la e laboración de es te se-gundo Informe contó con el acompañamientodel Consejo Asesor, const i tuido por un ampliogrupo de destacadas personalidades , quienesbrindaron sus val iosos aportes a las di ferentesetapas del proceso.

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2 ¿Cómo percibimos y construimo

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l país con que sueñan los nicara-güenses sería un lugar con opor-

tunidades económicas, sociales y labora-les para todos sus ciudadanos, que ase-gure el fruto de los esfuerzos, donde exis-ta una efectiva seguridad jurídica quepropicie la convivencia ciudadana. Unpaís donde los gobernantes, electos de-mocráticamente, realicen una gestióntransparente de los recursos públicos, de-sempeñen sus funciones en beneficio desus representados y en el que se asegurenlas instancias participativas necesariaspara que éstos puedan ejercer un controldemocrático sobre sus representantes.

os el futuro los nicaragüenses?

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El concepto de aspiraciones

“¡Ah!, la imaginación es tan grande....qué no deseamos en la vida, como pobres” (adulto de El Porvenir).

Las aspiraciones se refieren a los deseos y proyectos humanos. Ambiciones, esperanzas, sueños, anhelos, empeños,afanes, ansias, pasiones y apetitos son otros términos que indican los complejos matices de las aspiraciones indivi-duales y colectivas. Expresan el deseo de conseguir algo, producto de planes orientados al logro de metas, cuya ob-tención requiere intenso interés y empeño.

Las aspiraciones se fundamentan en una situación presente producto de acontecimientos pasados y plantean una vi-sión de futuro. Cumplen tres funciones:

• ayudan a explicar el mundo en que se vive, a dar un sentido a lo que se observa y a entender las acciones hu-manas desde una óptica de logro de metas;

• permiten expresar en qué se cree, qué se piensa y qué se es, en síntesis, los propios valores;• dan la oportunidad de poner en práctica la capacidad propositiva y de movilizar esfuerzos para mejorar la si-

tuación, elevando la autoestima.

Las aspiraciones constituyen sueños, ambiciones, metas y planes en permanente construcción en el contexto de las oportu-nidades que ofrece la sociedad para realizarlas, y en dependencia de la capacidad de las personas para alcanzarlas. Tienenun carácter histórico, ya que los seres humanos que las expresan viven en una cultura y una sociedad particulares, cuyasoportunidades y riesgos delimitan las posibilidades de consecución de los deseos individuales y colectivos.

La invitación a reflexionar sobre el futuro propuesta eneste segundo Informe parte del reconocimiento de suimportancia como una necesidad fundamental paralas personas y también como una condición indispen-sable del desarrollo humano. Sin la esperanza en unfuturo creíble, el compromiso personal y social se debi-lita, pues es ese permanente mirar hacia adelante loque empuja a las personas y a las sociedades en sus di-ferentes iniciativas.

Esa visión del futuro se configura a partir de las aspira-ciones de las personas, definidas aquí como los deseos ymetas factibles de realización, formuladas sobre la basede la experiencia previa y la valoración de las capacida-des personales y colectivas de alcanzarlas. Es en su vidacotidiana, en sus experiencias de todos los días, dondelas personas perciben que existe un futuro creíble paraellas y sus familias.

La vida cotidiana es simultáneamente, el espacio parahacer realidad los sueños y el vínculo que une a las per-sonas con la sociedad, puesto que las circunstancias so-ciales no están separadas de la vida personal ni constitu-yen un medio externo a ella. “Al luchar con sus proble-mas íntimos los individuos ayudan activamente areconstruir el universo de actividad social que los ro-dea” (Giddens, 1995:25).

Lo que se espera, se desea y se propone puede referirse aun futuro inmediato, a lo cotidiano, a la hora, día o messiguiente, pero también aludir a una temporalidad ma-yor que incluye la elaboración de biografías personales ycolectivas, para dotar de sentido a la propia vida y parti-cipar en el devenir de la sociedad. Más allá de la hete-

rogeneidad de las aspiraciones, de las prioridades a satis-facer y de las estrategias a corto, mediano o largo plazoque diseñen las personas para cumplir con sus metas, loque ellas desean es trabajar activamente en la construc-ción de sus vidas.

Al mismo tiempo, la intensidad de los esfuerzos desple-gados por las personas para conseguir las aspiracionesque valoran legítimas, depende del balance que llevan acabo de los recursos con que cuentan y de las posibilida-des para alcanzarlas con éxito. La motivación, voluntadde progreso y confianza en las capacidades personales ysociales, permiten creer y apostar a un futuro mejor. Pe-ro también es básica la creación de oportunidades en unentorno social que propicie la conjunción de capacida-des, anhelos y metas. De lo contrario, se pierde la con-fianza en el futuro, pues la esperanza es concreta, sefunda en las propias experiencias y en las de la sociedadde la que se forma parte.

Reconociendo la importancia que para las personas y lasociedad tiene la configuración de una visión de futuro,este capítulo explora cómo los nicaragüenses perciben yconstruyen ese futuro. A partir de la evidencia empíricadisponible se muestran las principales aspiraciones de losnicaragüenses, tanto aquellas referidas a su entorno in-mediato y personal, como al ámbito social, el país en quevivimos. Se destaca la alta disposición que las personasmanifiestan para alcanzar la realización de sus deseos.Pero, a la vez, se indican los obstáculos que perciben en elmedio en que se desenvuelven, especialmente aquéllos re-feridos al orden institucional y a la falta de oportunidades,los que van configurando una gran dificultad para creerque el futuro deseado es posible.

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2 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Los datos aportados por la ENA 01 y la Encuesta PNUD2002, confirmados en los grupos de reflexión y el estudiosobre los sueños de niños, niñas y adolescentes, mostra-ron que las aspiraciones de los nicaragüenses son diver-sas y se refieren a múltiples ámbitos en los que se desen-vuelve su diario quehacer. Las personas desean gozar decondiciones generales de progreso: paz, oportunidades,transparencia en el manejo de los recursos públicos.Quisieran un entorno lleno de oportunidades, donde ha-ya paz, y un gobierno libre de corrupción, que brinde se-guridad jurídica a todos sus ciudadanos y ciudadanas.

Las aspiraciones de los nicaragüenses construidas sobre labase de experiencias pasadas y asentadas en sus posibili-dades reales, apuntan a la búsqueda de una habilitaciónpara la acción. En este concepto incluimos aquellas res-puestas dirigidas a la formación de capacidades: estudiary prepararse en diversos campos, contar con un trabajodigno, tierras para trabajar, préstamos para establecer supropio negocio y una vivienda adecuada. Son, en esencia,capacidades básicas, mediante las cuales, las personasperciben que pueden hacerse cargo de sus vidas, y por en-de, propiciar su propio bienestar y el de sus familias.

Las personas reclaman el concurso de la sociedad parala realización de sus aspiraciones. La mayoría, un 68.7

por ciento solicita una habilitación por parte de la socie-dad. Esta habilitación puede consistir en estudios, traba-jo, crédito, tierras. Demandan oportunidades y ellos oellas a cambio, pondrían su esfuerzo para salir adelan-te. Son un 15.7 por ciento los que sueñan con tener sucasa propia o mejorar la que tiene. Para un 7.4 por cien-to de los entrevistados sus aspiraciones se refieren a otrosbienes como armonía familiar, paz espiritual y amor,realizarse como personas. Un 4.1 por ciento cifra sus es-peranzas en que el país mejore su situación y es alta-mente significativo que solamente un 1.2 por ciento delas personas declaró no tener aspiraciones.

La demanda por una habilitación es mayoritaria entrelos jóvenes. Su reclamo por estudiar y prepararse profe-sionalmente, su disposición a realizar los esfuerzos quesean necesarios para alcanzarlos, además del papel fun-damental que desempeñan y pueden desempeñar aunmás en la construcción de futuro conducen a analizarcon una atención particular a este segmento de la socie-dad. A esto se suma su importancia demográfica, puestoque en Nicaragua la población menor de 25 años con-centra el 64 por ciento del total. Por ello, a lo largo deeste segundo Informe, se destaca claramente la voz deeste grupo.

Las aspiraciones de las personas, tal como fue expuesto, ex-presan intereses diversos. Dentro de esta heterogeneidad hayun punto común en la expresión de esos deseos: las perso-nas buscan formar parte activa en la construcción de sus vi-das. Hay una mirada puesta en el mañana y se espera quetanto la sociedad como el Estado, ofrezcan las herramientasbásicas para que ese futuro sea promisorio.

Los niños, niñas y adolescentes, generalmente vistoscomo la expresión más clara del futuro, tienen aspira-ciones que remiten hacia ese horizonte lejano paraellos. Sin embargo, presentan demandas inmediataspara el presente, mostrando la complejidad de sus pen-samientos y anhelos.

1.Las aspiraciones de los nicaragüenses

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP/PNUD, agosto 2001.

1 Por tratarse de una pregunta abierta, las respuestas fueron múltiples. Esta agrupación se realizó sobre la base de lo que las personas expresaron como su prin-cipal aspiración personal.

Tabla I.2.1 ¿Cuál aspiración personal le gus-taría ver realizada en el futuro?1

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2.Las aspiraciones sobre el país

Al ser consultadas en la encuesta PNUD de julio 2002,sobre cómo les gustaría que fuera Nicaragua, destaca demanera especial el deseo de que el país cuente con unentorno institucional que asegure la justicia, la transpa-rencia en la gestión pública y la democracia.

Son las mujeres las que mayoritariamente anhelan unpaís sin corrupción. Para las personas sin escolaridad suprincipal demanda es por el entendimiento entre los ni-caragüenses. Este deseo lo comparten las personas queviven en el Pacífico Sur y en el Norte del país. En el sec-tor rural por su parte, la inclinación es por que existamás democracia.

“Luchar contra la corrupción, porque es la pie-dra que mantiene estancada a Nicaragua” (Jo-ven de Niquinohomo).

“Despolitizar las instituciones y mayor controlsobre los actos de corrupción” (Adulto de Ca-moapa).

“Es necesario castigar a notarios y registradorespúblicos como la única manera de generar con-fianza y hacer viable la aplicación de la justiciaen el país” (Empresario de Managua).

De esta manera, se observa que es mayoritaria la per-cepción de que son las instituciones las que requierenser renovadas para lograr satisfacer las aspiracionesde los nicaragüenses. Entre estos anhelos por unainstitucionalidad diferente, destaca la demanda porla justicia y la transparencia en la gestión de losasuntos públicos.

Brevemente expresado, el país con que sueñan losnicaragüenses sería un lugar con oportunidadeseconómicas, sociales y laborales para todos susciudadanos, que asegure el fruto de los esfuerzos,donde exista una efectiva seguridad jurídica quepropicie la convivencia ciudadana. Un país dondelos gobernantes, electos democráticamente, reali-cen una gestión transparente de los recursos pú-blicos, desempeñen sus funciones en beneficio desus representados y en el que se aseguren las ins-tancias participativas necesarias para que éstospuedan ejercer un control democrático sobre susrepresentantes.

Mujeres Hombres• Quisiera tener más amigos que fueran más ama-

bles conmigo.• Quisiera cumplir mi sueño de ser doctora.• Tener dinero para reponer mi casa que se que-

mó.• Quisiera tener a una persona que me diera con-

sejos para ser mejor.• Quisiera tener derecho de opinar.• Quisiera tener más seguridad y libertad para sa-

lir de mi casa sin sentir miedo.• Que la profesora nos ayudara más.

• Quisiera tener un carro, tiempo para jugar y me-jores notas.

• Un país más limpio, con más responsabilidad yesfuerzo del gobierno.

• Quisiera tener la comprensión y cariño de mispadres, porque me maltratan mucho.

• Llueva, el maíz cuaje y podamos comer.• Quisiera superarme y ser alguien importante en la

vida para poner en alto el nombre de Nicaragua.• Quisiera tener más amigos y ayuda de mi familia

porque no voy bien en clases.

Recuadro I.2.1 Las aspiraciones de niñas, niños y adolescentes

Tabla I.2.2 ¿Cómo le gustaría que fuera Nicaragua?

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

Fuente: Mariana Aburto y Rosamaría Sánchez (2001),“Estudio exploratorio sobre niños, niñas y adolescentes”, PRANAFP /PNUD.

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2 7Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

3. Una imagen positiva de las capacidades personales

Los nicaragüenses tienen una gama diversa de aspira-ciones, y muestran alta disposición a realizarlas. En talsentido, es mayoritaria la disposición de las personas pa-ra tomar parte activa en la construcción de sus vidas. Pa-ra ello, cuentan en primer lugar, con una imagen posi-tiva de sus capacidades personales.

A partir de tres preguntas de la ENA 01, dirigidas a co-nocer la apreciación de las personas sobre su capaci-dad de planificación de largo plazo, su explicación delas razones para el éxito y su voluntad para lograrlo,se construyó un índice aditivo que se muestra en elcuadro adjunto.

Conforme el índice, es mayoritaria la percepción deque se cuenta con altas capacidades para lograr lasmetas. Los hombres se identifican mayormente conuna percepción de menores capacidades. Igual-mente comparten esta posición las personas quecuentan con menos nivel educativo y las personasmayores de 55 años.

Las personas sienten que de su parte existe disposición yvoluntad para alcanzar sus metas, pero identifican obs-táculos para desplegarlas:

“Todos somos inteligentes... no explotamos el cere-bro aunque se ve limitada la inteligencia por fal-ta de oportunidades”, (Joven de Niquinohomo).

“Que hayan más mujeres en el gobierno porqueellas cuidan el dinero... pero no les dan chance deestar en el poder”, (Adulto, Apanás, Jinotega).

“Si tuviera el poder en mis manos qué haría...Todo lo que sea porque se tome en cuenta a laspersonas por sus capacidades...”, (Joven de Niqui-nohomo).

A esa alta valoración de las capacidades personales, seagrega una disposición favorable de los nicaragüenseshacia el trabajo. Al ser consultados en la Encuesta Na-cional de Aspiraciones fue mayoritaria la respuesta deque el trabajo es fuente de satisfacción y felicidad perso-nal (Ver acápite 1.1.1 del capítulo 6).

Esa disposición positiva hacia el trabajo y la percepción dealta confianza en las capacidades personales que se obser-va en la mayoría de los nicaragüenses, se ve confirmadacuando al preguntar por la responsabilidad sobre el futurodel país, un porcentaje importante de la población recono-ce que esa tarea nos corresponde a todos. Esto indica queexiste una alta valoración del papel que cada uno y que to-dos juntos desempeñamos en la construcción de futuro.

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP, agosto 2001.

Tabla I.2.3 Índice de percepción de las capacidades personales

Tabla I.2.4 ¿Quién cree usted que tiene más responsabilidad en la definición del futuro del país?

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

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Tabla I.2.5 Acuerdo con la democracia (en %)

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

4. Las dificultades para creer en el futuro

Tabla I.2.6 Imagen del éxito (en %)

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP, agosto 2001.

Esa percepción de responsabilidad social en la construc-ción de futuro es variable. Por regiones geográficas, seobservan diferencias entre las zonas rural y urbana ytambién entre las distintas regiones. En el sector rural, esmayor el peso asignado al Presidente de la República co-mo principal responsable por la definición de futuro.

En la Costa Caribe por ejemplo, la percepción de ser actorsocial en la construcción de futuro es menor, más bien se leasigna un mayor peso al Presidente de la República, a quiense le otorga la responsabilidad fundamental. Posiblemente,el abandono que tradicionalmente ha vivido esta región,que se refleja en una menor infraestructura que el resto delpaís2 y menores oportunidades económicas y sociales, hagamás difícil concebir que el solo esfuerzo ciudadano sea sufi-ciente. Más bien la población percibe que se requiere unmayor apoyo gubernamental para superar esas carencias.

Las respuestas de los nicaragüenses a esta pregunta,muestran la importancia que se le asigna al poder eje-

cutivo, mientras es menor el porcentaje de personas queperciben que radica en la Asamblea Nacional y el poderjudicial la responsabilidad por la definición del futuro.También es significativo el relativo poco peso atribuido alos empresarios en esta tarea.

En contraste, un sector importante de los nicaragüenses,mayoritario en algunas regiones, reconoce el papel que,como actores, desempeñamos todos los ciudadanos yciudadanas en la construcción de futuro. Esto es, existeun reconocimiento del papel que como actores socialesnos corresponde.

En concordancia con ese reconocimiento del rol quese asigna la ciudadanía, de asumir un papel protago-nista en la definición del futuro, los nicaragüensestenemos una alta valoración de la democracia comoforma de gobierno. Es un mayoritario 80 por cientoel que manifiesta su preferencia por un régimen de-mocrático.

Si bien existe una alta valoración de las capacidadespersonales, una disposición positiva hacia el trabajo,junto con un reconocimiento del papel que como ac-tores sociales desempeñamos y una alta valoración de

la democracia como la forma idónea para ejercer elgobierno, los nicaragüenses tendemos a asignar unpapel preponderante a la suerte en la consecución denuestras metas.

2 En el compendio estadístico de este Informe se observa la baja dotación en infraestructura que tiene la Costa Caribe, que se expresa en la más baja densidad te-lefónica, el más bajo índice de electrificación, además de un menor número de carreteras que el resto del país.

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2 9Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Es mayoritaria la percepción de que es la suerte la que de-termina el futuro. Bajo esa perspectiva, la visión de futurono es fácilmente predecible. No responde a una planifica-ción de largo plazo, a un plan de vida construido sobre labase del esfuerzo propio, o compartido entre los miembrosde la sociedad, sino que es el azar el que se encarga de ase-gurar el éxito o el fracaso de nuestras acciones.

Según datos de la ENA 01, es mayor el porcentaje de per-sonas del sector urbano que tienden a reconocer que eléxito nunca y casi nunca se debe a la suerte. Al contra-rio, en el sector rural se identifican mayormente con laexplicación de que siempre es el factor suerte el que de-cide sobre el éxito de nuestras acciones.

Son los adultos de más bajo nivel educativo losque, en mayor medida, asocian la suerte con eléxito en su vida. Las personas de nivel universita-rio, jóvenes y adultos, mayoritariamente se incli-nan porque nunca y casi nunca es la suerte la quedetermina el éxito.

Posiblemente la brecha que se observa entre las capaci-dades personales, que se perciben elevadas, la disposi-ción y voluntad de trabajo y las dificultades para lograrlas propias metas, en un contexto de oportunidades es-casas y desigualmente distribuidas, han contribuido aconfigurar esta imagen incierta del futuro.

“Muchos jóvenes pueden tener la aspiración deestudiar... Pero han perdido las ganas porquepiensan que al salir no van a tener empleo...”(Hombre joven de Camoapa).

“Uno no puede tener lo que desea.... de dóndelo va a agarrar” (Adulto de El Porvenir, Que-zalguaque).

“De nada sirve que digamos nuestras aspiracio-nes, si lo que decimos luego se engaveta y no selogra nada.... (Adulta de el Porvenir, Quezal-guaque).

La urgencia en la búsqueda de soluciones y la percep-ción de impotencia la expresa claramente un joven ru-ral de la Costa Caribe Sur:

“Hay que decirle a los gobernantes que no noshagan esperar, que el tiempo está pasando y no-sotros los jóvenes nos estamos perdiendo”.

La dificultad que tenemos los nicaragüenses para pensarun porvenir de mayor prosperidad se observa más clara-

mente al indagar sobre cómo se ve el país en diez añosmás. A partir de los datos de la Encuesta PNUD 2002 seconstruyó un índice que muestra la visión al respecto.

Conforme los datos, un 32.6 por ciento percibe que elpaís en diez años va a estar igual que hoy. Un 27 porciento se muestra optimista de que más adelante el paísva a estar mejor de lo que está hoy. Un 16.8 visualizapeor al país de lo que se encuentra en la actualidad. Y re-sulta altamente significativo que 23.6 por ciento de laspersonas, casi un cuarto de la población encuestada, nosabe o no respondió a la pregunta.

Mientras las personas no tienen dificultad para calificarel pasado (ver tabla I.2.8), sí encuentran dificultades pa-ra expresar su visión del futuro. Al preguntarles cómocalifican a la Nicaragua de hoy en relación a la de su ni-ñez, es menos del 3 por ciento quien no tiene una res-puesta. En cambio, tal como se observa, hay más difi-cultad para visualizar el futuro. ¿Será que la incertidum-bre del presente les está impidiendo ver al país en unaperspectiva de largo plazo, en un horizonte de futuro?

De acuerdo con la evaluación del país a largo plazo,69.0 por ciento de los nicaragüenses evalúan que elpaís de su presente está peor que el país que recuer-dan de su niñez4. Para un 18.5 permanecemos igualque antes y solamente un 9.7 por ciento percibe quehoy estamos mejor.

3 Variable construida sobre la base de las preguntas 1,2 y 3 de la Encuesta PNUD 2002. Ver Anexo.4 Por la forma en que está formulada la pregunta, la visión del pasado no refiere a un período específico de la historia del país, sino que está referido al pasado decada persona. Teniendo en cuenta que la encuesta cubrió a personas de 18 años o más, ese período puede abarcar desde una década hasta varias décadas atrás.

Tabla I.2.7 Visión de futuro del país comparada con elpresente y el pasado3

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

Tabla I.2.8 Comparación de la Nicaragua de hoy conla del pasado

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

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5. La raíz de nuestras dudas: una débil habilitación, una realidad impredecible y baja confianza en las instituciones

Ese horizonte de tiempo hacia atrás es variable, puede seruna década para los más jóvenes o varias décadas atráspara los adultos mayores. Si bien en el Pacífico y en Ma-nagua, es mayor el número de personas que evalúan quehoy el país está peor, en todo el país se percibe un senti-miento similar para la mayor parte de las personas.

Las personas perciben que tienen altas capacidades perso-nales y que son capaces de realizar esfuerzos para lograrsus metas, sin embargo, persiste una profunda brecha en-tre esas capacidades y las dificultades para lograr la reali-zación de sus aspiraciones. En la medida que enfrentanesos obstáculos en su experiencia cotidiana, va disminu-yendo su confianza en que puedan superarlos en el país.

En el capítulo 1 se mostraron las dificultades que ha en-frentado Nicaragua en su camino al desarrollo. Se desta-có que, si bien ha habido avances en algunos indicadores,aún existen graves desequilibrios macroeconómicos, enespecial, una abultada deuda interna y externa que pesanfuertemente en la capacidad de construir futuro.

En consecuencia, la dificultad para remontar la agudacrisis que parece haberse estacionado en el país ha incidi-do para que la pobreza continúe afectando a una partesignificativa de la población. La creación de capacidadesque debería alcanzar a todas las personas, sin exclusiones,aún deja fuera a grupos significativos de personas.

“Padecemos de limitación visual del presente, de-formación del pasado y oscuridad del futuro.Quien olvida el pasado está condenado a repetirlo–se dice frecuentemente– pero conviene advertirque quien no lo olvida en algún momento y viveexclusivamente de él, está también condenado arepetirlo. La solución a nuestros desajustes visua-les de la historia no se encuentra en la amnesia, nien la obsesión, sino en una conveniente valora-ción y asimilación de los hechos y en una racionalpercepción de la continuidad histórica”

Alejandro Serrano (s.f:3).

“(...) la historia de la década de los ochenta enCentroamérica es la crónica de una crisis de lasociedad total en Nicaragua, El Salvador y Gua-temala. Tres cuartos de la población centroame-ricana hemos vivido los desastrosos efectos de laguerra civil, la violencia política, la intoleranciade uno y otro signo, durante más de una déca-da. Es mucho tiempo, el de una generación. Aello deben sumarse, para los cinco países, los efec-tos igualmente perniciosos de la crisis económica,la más perversa de cuantas, cíclicamente, noshan afectado desde que se construyó la economíaagro exportadora en las últimas décadas del siglopasado. Los desastres naturales, terremotos, se-quías e inundaciones, de diversos efectos en todoslos países, completan la trágica experiencia de es-tos años”,

Edelberto Torres Rivas (1993:200)

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3 1Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

5.1 Una débil habilitación: la situaciónde pobreza

La EMNV 2001 muestra que es un 45.8 por ciento de lapoblación la que aún permanece en condición de pobre-za. Casi la mitad de una población estimada en 5.2 mi-

llones en el año 2002 es la que sufre las limitaciones y laprivación de capacidades derivadas de su situación depobreza.

Esta falta de capacidades básicas limita en las perso-nas el disfrute de una vida digna. La situación de ex-

clusión en que se encuentra una parte importante dela población representa un verdadero desafío para Ni-caragua, y se requieren ingentes esfuerzos para lograrque todas las personas puedan disfrutar de niveles devida adecuados.

En ese panorama, destaca ese 15 % de la población, másde setecientos mil nicaragüenses que permanecen en lapobreza extrema. Para esas personas, será muy difícildesarrollar capacidades básicas sin un apoyo sustantivopor parte del Estado y la sociedad.

La pobreza representa falta de capacidades y en ese sen-tido es un obstáculo para la realización de las aspiracio-nes. Pero también, al persistir, va minando la esperan-za de las personas para salir de ella y en consecuencia,representa un impedimento aún mayor en la construc-ción de futuro.

5.2 Contrastes regionales en el nivelde pobreza

La pobreza en Nicaragua, si bien afecta a casi la mitadde la población, no se distribuye por igual entre las dis-tintas regiones geográficas del país. En las regionesCentral y Caribe son escasas las oportunidades, lo queredunda en mayores limitaciones para escapar de lapobreza. En cambio, la región de Managua presentacondiciones que estarían indicando que existen másoportunidades y, en consecuencia, las personas tienenmás posibilidades de salir de su situación de pobreza.

Recuadro I.2.2 Privación en aspectos básicos para la vida 2001

Fuente: Encuesta Nacional de Hogares sobre Medición de Nivel de Vida 2001.

“La pobreza debe concebirse como la privación de capaci-dades básicas y no meramente como la falta de ingresos,que es el criterio habitual con el que se identifica la pobre-za. La mejora de la educación básica y de la asistencia sa-nitaria no sólo aumenta la calidad de vida directamentesino también la capacidad de una persona para ganaruna renta y librarse, asimismo, de la pobreza de renta.Cuando mayor sea la cobertura de la educación básica yde la asistencia sanitaria, más probable es que, incluso laspersonas potencialmente pobres, tengan más oportunida-des de vencer la miseria”.

(Amartya K. Sen, 2000:114,118)

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5.3 Una realidad impredecible

El cúmulo de situaciones difíciles que ha recaído sobrela población, en especial sobre aquélla que por su situa-ción de pobreza no tiene condiciones de protegerse fren-te a las adversidades, ha generado una percepción de quese vive en un medio donde reina la incertidumbre, larealidad es impredecible y en la mayoría de los casos,golpea fuerte.

Un índice construido con preguntas relativas a la posi-bilidad de prever el futuro y actuar en consecuencia,muestra los resultados del cuadro adjunto.

Según este índice, la mayoría de los nicaragüenses per-ciben que el medio en que vive es poco predecible. Sonlas personas de más alto nivel educativo las que tienenuna mayor percepción de que el entorno es predecible, loque es coherente con el hecho de que la educación con-lleva a mayor fiabilidad en las propias capacidades paraincidir en el ambiente que nos rodea.

Esta forma de enfrentar el propio destino impide quelas personas asuman con mayor disposición el controlde sus vidas. La pérdida de control sobre la propia vidadisminuye la temporalidad de las metas. Se pierde lacapacidad de actuar conforme proyectos de largo pla-

zo y lo inmediato deviene dominante en la vida de mu-chas personas.

5.4 Baja confianza en las instituciones

La imagen de un entorno poco previsible se asocia a lapercepción de una situación de bloqueo, adjudicada afuerzas exteriores a las personas, y en algunos casos, seasienta en desigualdades políticas y en situaciones deabuso de poder. Las instituciones, que deberían otorgara las personas la certeza de que cuando haya conflictos,van a ser resueltos por cauces legales, más bien son con-sideradas fuente de mayor incertidumbre.

“....El problema es que allá arriba por ningúnlado vemos al pobre”, (adulto, El Porvenir, Que-zalguaque).

“La concentración de recursos según ideologíason un freno a la realización de las aspiracio-nes...no se toma en cuenta las capacidades per-sonales”, (adulto, Niquinohomo).

La baja confianza en las instituciones reconocida comouna generalidad en América Latina5, en Nicaragua no esuna excepción. Según datos de la encuesta que anual-mente realiza Latinobarómetro en 17 países de Améri-ca Latina, un 77 por ciento de los nicaragüenses confíanen la iglesia; un 58 por ciento en la televisión; un 25 porciento en las fuerzas armadas y un 23 por ciento en laAsamblea Nacional.

La falta de oportunidades en que vive un porcentaje im-portante de la población; una realidad percibida comoimpredecible y una baja confianza en las instituciones,contribuyen a generar mayor incertidumbre con respec-to al futuro. Esta evaluación negativa se hace extensivaal tipo de régimen político. Según datos recogidos en la3

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5 Según datos del Latinobarómetro, la confianza más alta para los latinoamericanos está depositada en la Iglesia, seguida por la televisión. En último lugar seencuentran las personas, los partidos políticos y los parlamentos. www.latinobarometro.org/informe de prensa 2000.

Tabla I.2.9 Indicadores de Pobreza 1998 y 2001

Fuente: EMNV 1998 y 2001.

Tabla I.2.10 Índice de previsión del entorno

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP, agosto 2001.

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3 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

encuesta Cid Gallup de abril de 2002, un 47 por cientode los nicaragüenses considera que en un gobierno de-mocrático hay mayores probabilidades de que existanproblemas de corrupción. Un 34 por ciento estima que esen un gobierno autoritario donde pueden existir mayo-res problemas de corrupción.

Esto plantea una situación paradójica, por una parte,hay un fuerte apoyo a la democracia, como señaló ante-riormente, pero, al mismo tiempo, se percibe que las ins-tituciones que la sustentan son débiles y necesitan ser re-novadas. En este sentido, es interesante el reto planteadoa las instancias políticas, teniendo en cuenta el lugarprimordial que las personas le otorgan, al destacar queahí se encuentran las condiciones fundamentales paraque el país mejore y se consigan hacer realidad sus aspi-raciones de progreso, paz y oportunidades.

Adicionalmente, a pesar del alto valor que la mayoríaasigna a la democracia, se observa un cierto desencanto

cuando este régimen, pese a gozar de una alta preferen-cia entre la ciudadanía, no permite la realización de susaspiraciones. Es fundamental entonces prestar atencióna los señalamientos de las personas, dirigidos a lograruna renovación de los arreglos institucionales que per-mitan un manejo transparente de la gestión pública;que garanticen la igualdad ante la ley y la seguridad ju-rídica que repetidamente señalan como la condición bá-sica para promover el desarrollo.

Cuando las instituciones funcionan mal, el segmento de po-blación pobre y vulnerable es el que más suele sufrir. Delmismo modo que el desarrollo humano requiere muchomás que incrementar la renta, la gobernabilidad en pro deldesarrollo humano exige mucho más que la existencia deinstituciones estatales eficientes. Requiere promover institu-ciones justas y responsables que amparen los derechos hu-manos y las libertades fundamentales.

(PNUD, 2002:3)

6. Buscando opciones

¿Qué hacen los nicaragüenses frente a una situación di-fícil, donde escasean las oportunidades?, ¿qué hacen laspersonas frente a esa realidad que se percibe incapaz decontrolar y de cara a un futuro lleno de incertidumbre?Por una parte, se señalaron los obstáculos que encuen-tran los nicaragüenses para construir futuro. Pero, tam-bién mostró la confianza que tienen en sus capacidadespersonales, su voluntad y disposición para trabajar, susentido de responsabilidad en la definición del futuro delpaís. Por ello, buscan opciones, que les permitan saliradelante, labrarse un porvenir.

Para algunos puede ser hacia el exterior. En la medidaque el país no les ofrece las oportunidades que requierepara disfrutar de una vida digna, tienden a buscarlasfuera de las fronteras nacionales. Para otros, la salidaronda el límite de los cauces legales. Se ven orillados arefugiarse en la delincuencia, las drogas o alguna otraforma de evasión, como el alcohol, en una búsqueda porencontrar escape a una situación que encuentran inma-nejable. Otros, a pesar de las dificultades, reconocen quela sociedad en que viven puede ofrecer la realización desus aspiraciones y deciden permanecer dentro de lasfronteras.

6.1 Fuera de las fronteras nacionales:la migración externa

Para un grupo de nicaragüenses, el futuro está en otraparte, en otro país. Puede ser Costa Rica, Estados Unidoso algún otro. Para ellas sus aspiraciones no van a reali-zarse en Nicaragua y por eso, su horizonte se localizafuera de las fronteras. Albert O. Hirschman (1977) defi-nió el fenómeno de la salida como al acto de marchar-se, debido en general, a la creencia de que en otro lugarle serán suministrados mejores bienes, servicios o bene-ficios.

En Nicaragua las cifras de emigrantes son altas. Algunaspersonas lo hacen de forma estacional, especialmentelas que se movilizan en los períodos de cosecha en CostaRica u Honduras, cuyo número se estima en unas100,000 personas al año.6 Sin embargo, para un grupoimportante, la emigración es permanente y no da mues-tras de regresar a corto plazo.

“Doscientas personas cruzan diariamente poralguno de los 210 kilómetros de frontera que nossepara de la vecina Costa Rica” 7

6 Una estimación global, realizada por FIDEG, en combinación con datos de población económicamente activa del Banco Central de Nicaragua, permite calcular en105,000 los nicaragüenses que migraron a Costa Rica y mayoritariamente regresaron durante el año 2000. De ellos, 60,000 eran de origen urbano y 45,000 erande origen rural. Esta es la emigración estacional (Baumeister, 2001: 33).7 Investigación para la película "Desde el barro al Sur" realizada por Martha Clarisa Hernández y María José Álvarez, estrenada en septiembre de 2002.

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8 Fue uno de los temas analizados durante el taller nacional para promover los derechos de las mujeres trabajadoras migrantes de Nicaragua, realizado en Mana-gua los días 20-21 de noviembre de 2001, con el auspicio del programa de Promoción de Género de la OIT, de PD y el Mitrab.

Ante la falta de oportunidades, la gente opta por irse, pe-ro mantiene un vínculo con sus familias a través del en-vío de dinero o bienes. Muchos mantienen vínculos cer-canos con el país, mediante su adscripción a organiza-ciones políticas o sociales. En suma, sólo para muy po-cos, la salida es definitiva, en general, el interés por elpaís y por las familias no se pierde.

Según estimaciones de estudios especiales realizadosen los últimos años, las remesas enviadas por los ni-caragüenses en el exterior oscilan entre 400 y 800 mi-llones de dólares anuales (ver Baumeister, 2001:47).El uso de las remesas en Nicaragua está dirigido aafrontar el consumo básico de las familias en el país.El 75% de éstas se destina a alimentos y otros produc-tos de consumo diario, el 12% a gastos en salud yeducación (Pritchard, 1999).

La migración también es vista como un problema social,puesto que causa separaciones, lo que es percibido en algu-nos casos como dispersión de la familia y en otros, comouna consecuencia perversa de la falta de oportunidades. Pa-ra muchas familias, la migración representa un verdaderodrama social, en especial cuando es la madre o el padre, losque salen a trabajar, dejando a los hijos en el país8.

“Cómo se desgrana la gente por los países vecinos”,(Hombre adulto, El Porvenir, Quezalguaque)

“La falta de trabajo y la corrupción están cau-sando grandes barbaridades como la migracióny la delincuencia”, (mujer adulta, El Porvenir,Quezalguaque)

6.2 Violencia y escape

A lo largo del proceso de la civilización el control socialy personal de las emociones se ha ido incorporando de

manera que las personas ya no controlan su control. Co-mo bien ha advertido Norbert Elias (1996:85) “para serclasificados como normales, los adultos educados (...) sesupone que deben saber cómo tensar las bridas de susemociones fuertes”. Todo lo que escape a ello es visto ba-jo la sospecha o el peligro. La expresión de las emocio-nes ha quedado delimitada al ambiente íntimo, fami-liar, y en actividades recreativas bajo un “moderado ni-vel de emoción” (Cfr. op. cit.).

Las actividades recreativas y el ocio han sido un espaciodestinado a mitigar las presiones y restricciones, a rela-jar la tensión del reparto de poder entre diferentes gru-pos de edades, entre grupos sociales, y a dar cauce a laexpresión de las emociones (Cfr. Elias y Dunning, 1996).En una sociedad donde los espacios de recreación son unasunto de pocas oportunidades, satisfacer la necesidadde emoción y dar cauce a su expresión, la necesidad dedistracción puede muchas veces estar fuera de los caucesde lo “normal”, incluso de lo legal. Tal es el caso de losjóvenes que hacen graffiti en las paredes de la ciudad, ode los grupos juveniles que exhiben una estética diferen-te y que es vista por muchas personas bajo una imagenamenazante o una señal de peligro.

En el caso de los colectivos juveniles, inmersos en proce-sos de exclusión social y de marginación, existe unagran capacidad para transformar la lectura negativa quesobre ellos se hace en una imagen positiva que justificasu conducta (Reguillo, 1991:80). Por ejemplo, los graf-fiti, la vestimenta y la violencia misma en el barrio esleída como protección de un territorio que es asumidocomo propio.

Por otra parte, y sumado a la ausencia de espacios y opor-tunidades de diversión, la búsqueda de la sobrevivencia yla falta de oportunidades ha orillado a muchas personasal ejercicio de conductas que se inscriben en el marco deldelito. La práctica de estas conductas calificadas como pe-ligrosas o de alta peligrosidad, son temidas y hostilizadas

Tabla I.2.11 Migración de nicaragüenses al exterior en las últimas décadas

Fuente: Baumeister (2002:38)

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3 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

en todas las colectividades que posean un mínimo de es-tabilidad y de duración, con formas de control social, par-ticularmente por los “daños” que pueda causar a la orga-nización de la vida asociada (Gallino, 1995).

En Nicaragua se observa un aumento en las tasas de ac-tividades delictivas, tanto las cometidas contra las perso-nas como aquéllas que afectan la propiedad. Los delitoscontra las personas, incluidos los sexuales, han observa-do un incremento del 29.2 por ciento entre 1997 y 2001,

mayor que los delitos contra la propiedad que, en el mis-mo período, han aumentado en un 17 por ciento.

Al margen de este registro oficial quedan las “cifras ne-gras” del delito. La falta de confianza y respuesta desdela actividad preventiva y de esclarecimiento policial has-ta los resultados de las sentencias judiciales; el cumpli-miento de las sentencias y el resarcimiento de las vícti-mas son algunas de las causas por las que no hay de-nuncia de los delitos.

Tabla No. I.2.12 Número de delitos por cada 100,000 habitantes

Fuente: Elaboración propia sobre la base de las estadísticas de la Policía Nacional.

Al mismo tiempo que crece la tasa de delincuencia, tam-bién aumentan otras formas de violencia, destacando enespecial la violencia contra la mujer, contra niños y ni-ñas, así como el accionar de las pandillas, las que cadavez más se perciben como una amenaza a la vida ciuda-dana. El ciudadano común vive temeroso del acerca-miento de este “otro” amenazante. Ese otro

La temática de sucesos emerge cada vez con más fuerzacomo un elemento determinante en la agenda de losmedios de comunicación. Es una acepción general quela nota roja o de sucesos es el género informativo pormedio del cual se da cuenta de eventos (o sus conse-cuencias) en los que se encuentra implícito algún tipode violencia: robos, violaciones, corrupción de organis-mos policíacos, narcotráfico, asesinatos, secuestros, trá-fico de armas, entre otros delitos que por su importanciaalteran, en distinta medida, el orden público y privado.

Es significativo que infracciones que crecen de formaacelerada como los accidentes de tránsito, no provo-can la alarma social que provocan los delitos contrala propiedad o contra las personas. Esto, a pesar de

que los accidentes de tránsito dejan más muertes quelos asesinatos, por ejemplo. Las estadísticas de la Po-licía Nacional dan cuenta de 177 asesinatos y 521muertos víctimas de accidentes de tránsito en el año2001. En 2000, 185 asesinatos y 535 muertos víctimasde accidentes de tránsito.

Un estudio sobre la nota roja (Agudelo, 1998) corroboróque el registro de violencia del cual se daba más cuentaen los medios de comunicación eran los delitos contralas personas, y de ellos los asesinatos. Este dato nosmuestra que el uso de las estadísticas sobre el delito noes considerado al informar, y la ausencia de ellas puedellevar a presentar una imagen distorsionada de la reali-dad social, puesto que se magnifican acciones aisladasconvirtiéndolas en temas, y se dejan otras problemáticascomo los accidentes de tránsito en un segundo plano.

Este dato sugiere que la importancia cuantitativa de lasinformaciones de sucesos, que presentan los medios, nocorresponde necesariamente a la importancia real de losacontecimientos. ¿Qué función estaría cumpliendo, en-tonces, la información de sucesos si, más que informarde una manera asertiva sobre la delincuencia y sus efec-tos, dramatiza la cotidianeidad?

El suceso dramático crea un mundo desordenado, unmundo anclado en un hecho que se instala en el pasa-do, y que nos ofrece una experiencia de los otros carga-da de drama y sufrimiento, un mundo donde los "ma-los" son los héroes.

Los nicaragüenses tenemos dificultades para construiruna imagen optimista del futuro del país. Más bien seasiste a una visión desesperanzada del porvenir. Una rea-

(...) “es la imagen de un delincuente omnipo-tente y omnipresente (...) condensa un temorgeneralizado y, por lo mismo, exagerado. El de-lincuente deviene, al menos en parte, un “chivoexpiatorio” que nombra (y esconde) una reali-dad difícil de asir. (...) En el miedo al otro resue-nan otras inseguridades; aquellas provocadaspor el debilitamiento del vínculo social, del sen-timiento de comunidad y, finalmente, de la no-ción misma de orden”

(PNUD, 1998:128).

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lidad difícil, donde las oportunidades son escasas, conuna baja confianza en las instituciones y sobre todo enlas personas, han incidido para que el futuro sea vistocon una imagen pesimista, desconfiada.

Los nicaragüenses aspiran a que los medios sirvan parael fortalecimiento de sus capacidades, demandan mediosde comunicación que hablen sobre el problema de la de-lincuencia pero desde una perspectiva integral, que décuenta de los hechos reales, de otros problemas como laviolencia intrafamiliar, de los accidentes de tránsito, dela necesidad de una educación vial, del seguimiento delproceso judicial a los delincuentes. Es importante quelos medios transmitan la imagen de una sociedad fuertey no de una que es víctima. De una sociedad que es ca-paz de sancionar a través de las instancias responsables,y ofrecer oportunidades de reinserción a la vida social.

6.3 La demanda por habilitación y or-ganización

En este capítulo se analizaron las aspiraciones de los ni-caragüenses. Se destacaba que es una mayoría la que de-manda una habilitación por parte de la sociedad y el Es-tado para salir adelante. Las personas perciben que re-quieren un apoyo básico dirigido a desarrollar sus capa-cidades, ven con cierto optimismo el futuro y en esa di-rección apuntan sus esfuerzos. Mantienen una posiciónque puede describirse como esperanzada pero a su vezguardando cierta cautela con respecto al futuro.

Compartir esa imagen esperanzadora puede ser un re-curso altamente valioso para el desarrollo humano en lamedida que permite el despliegue de iniciativas creativasy acrecienta la disposición de las personas para realizarmayores esfuerzos en la construcción de futuro. Pero,para hacer creíble la esperanza en el mañana, los nica-ragüenses demandan el cumplimiento de tres capacida-des fundamentales:

Habilitación básica que les permita constituir una fa-milia, cuidar de sus miembros, educarlos, contar conprotección cuando es necesario. Para ello es fundamen-tal que existan las condiciones para trabajar y obtenerun ingreso que represente un justo reconocimiento al es-fuerzo desplegado.

Un entorno jurídico y político estable, donde existaninstituciones sólidas, que se rijan por los principios dela justicia, la honestidad y la transparencia.

Ser parte de una democracia participativa y de un de-bate informado que permita que las decisiones públicasrespondan a las necesidades y aspiraciones diversas de laciudadanía.

“Es necesario ser más modernos políticamente ...dar trabajo sin politizar (las) oportunidades”,(Adulto, Niquinohomo)

“El Estado debe ser facilitador de oportunidades,y el poder debe servir para que nos beneficiemostodos y no a unos cuantos”, (Joven de Niquino-homo)

Para los jóvenes, el reclamo por oportunidades se asociacon una demanda de reconocimiento y de habilitaciónen deporte, educación y trabajo:

“Convencer al resto de la sociedad que los jó-venes valemos y podemos hacer mucho porNicaragua, ¿por qué en la Asamblea sólo po-nen viejos cuando los jóvenes somos el futu-ro? ¿cuándo nos van a dar la oportunidad alos jóvenes?, (Joven rural de Bluefields)

“Organizar el deporte en donde el gobierno creela infraestructura y nosotros las actividades pa-ra practicarlas”, (Joven rural de Bluefields)

“Los jóvenes lo que pedimos es trabajar y estu-diar...pero no hay facilidades”, (Joven de Ocotal)

Como bien explica Reguillo (2000:160) para la ma-yoría de los jóvenes, “la ciudadanía se define enla práctica, se trata de una concepción activaque se define en el hacer: si estudio o trabajo (enlo que sea), hago una revista cultural o toco enun grupo, soy ciudadano, en cambio, si no apa-rezco en listas (de admisión a las institucionesde educación) o no consigo trabajo, la policíame reprime o carezco de espacios de expresión,no soy ciudadano”.

Los nicaragüenses reconocen la importancia de suaporte y participación para el logro de sus aspiracio-nes y demandan transformaciones en el marco insti-tucional, urgiendo por su renovación, a fin de permi-tir la construcción de un entorno en el cual existangarantías jurídicas para la convivencia ciudadana.Partiendo de esta premisa, el capítulo tercero exploralas condiciones identificadas por los nicaragüensespara crear un futuro compartido y esperanzador.

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esde el enfoque del desarrollo hu-mano y desde la necesidad de

contribuir a la creación de un futuro creí-ble, se requiere lograr una expansión ydistribución equitativa de las oportunida-des en esos espacios que representan losintereses más sentidos para los nicara-güenses: ver crecer y desarrollarse la fa-milia, contar con una educación de cali-dad para sí mismo y para sus hijos e hi-jas, poder realizar un trabajo digno conuna justa retribución a los esfuerzos. As-piraciones personales que para verse rea-lizadas plenamente, requieren de su acti-va participación en la vida pública y laexistencia de un entorno institucionalque garantice la convivencia ciudadana.

El futuro está aquí

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Los nicaragüenses hemos sido testigos de importantes lo-gros en la democratización del país y en la convivenciaciudadana que permiten vislumbrar un futuro mejor. Es-tos avances representan un valioso recurso para el desa-rrollo humano, pues permiten que las personas, imbuidasde renovadas esperanzas, desplieguen sus esfuerzos en ac-tividades creativas. Pero esa esperanza requiere ser acre-centada y dotada de credibilidad, lo que sólo podrá lograr-se a medida que las personas experimenten en su vida co-tidiana que adquieren capacidades y oportunidades realespara realizar por sí mismas sus aspiraciones.

Mediante las investigaciones que sustentan este segundo In-forme de desarrollo humano, se reconoce unánime el de-seo de vivir en una Nicaragua donde existan condiciones deprogreso, haya oportunidades económicas y sociales, y secuente con la seguridad de una justa aplicación de las leyes.Las personas esperan también contar con un Estado queprovea los bienes públicos necesarios y en el cual la gestiónsea ejercida con honestidad y transparencia.

Tal como se mostró en el capítulo 2, los nicaragüen-ses tienen confianza en sus capacidades personales,muestran una alta disposición al trabajo, reconocenla responsabilidad que les corresponde en la defini-ción de futuro del país, pero perciben que su vida sedesenvuelve en un medio que no ofrece suficientesoportunidades para la realización de sus aspiracionesy por ello, son claros en plantear las condiciones ne-cesarias para alcanzarlas.

Destacan la importancia del entorno institucional co-mo elemento básico para propiciar los cambios que es-timan necesarios. Reconocen la necesidad y el valor dela organización y la convivencia como medios para lo-grar sus propósitos y también identifican los espaciospara la realización de sus aspiraciones. Es, precisa-mente, del papel de esos espacios en el cumplimientode sus metas personales y para el país, y de las condi-ciones que las personas identifican para alcanzarlas,que hablará este capítulo.

1. Para actuar el futuro

La gente reconoce que su aporte es imprescindible pa-ra la construcción de futuro del país, pero también se-ñala condiciones y requisitos que vislumbran necesa-rios para el logro de sus aspiraciones personales y pa-ra el país. Identifican claramente cuando esas condi-ciones se convierten en obstáculos para alcanzar lasmetas planteadas.

Entre esas condiciones destacan: una habilitación bási-ca para que sus familias puedan desarrollarse plena-mente. Esto significa que sus miembros puedan accedera una educación de calidad; disponer de una viviendadigna; ser protegidos y apoyados cuando enfrentan con-diciones de vulnerabilidad. También demandan un tra-bajo o condiciones para trabajar que les permita partici-par de la vida productiva de la sociedad y les asegure uningreso que represente una justa retribución al esfuerzodesplegado.

Segundo, las personas aspiran a que su existencia trans-curra en un entorno jurídico y político estable, justoy transparente que asegure reglas del juego iguales pa-ra todos y que permita fortalecer la institucionalidad de-mocrática, de manera de desplegar los esfuerzos perso-nales y colectivos en un entorno de seguridad.

Tercero, demandan la existencia de una democraciaparticipativa y de un debate público informado que per-mita que las decisiones públicas sean un reflejo de lasnecesidades apremiantes, cambiantes y diversas de losnicaragüenses.

1.1 Habilitación

Las personas saben que, para alcanzar mayores nivelesde desarrollo humano, no es suficiente con que tenganaspiraciones, confíen en sus capacidades, tengan volun-tad y disposición para el trabajo e identifiquen los espa-cios en que sus esperanzas pueden realizarse, tambiénrequieren y demandan una habilitación por parte de lasociedad y del Estado para lograrlo.

Datos de la Encuesta Nacional de Hogares para la Medi-ción de Nivel de Vida 2001, muestran que solamente el 7por ciento de la población reconoce haber sido benefi-ciaria de algún programa gubernamental, de iniciativasprivadas nacionales o internacionales. Este dato es signi-ficativo si tomamos en cuenta la gran cantidad de pro-yectos públicos y privados dirigidos a cubrir necesidadesde la población de escasos recursos. Quizá esta baja per-cepción de la población se fundamente en que los pro-yectos en curso no están adecuadamente dirigidos a sol-ventar problemas de su vida cotidiana. Esto hace que lasiniciativas se observen con escepticismo o bien no sesienten directamente beneficiados por ellas.

Por ello, pese a identificarse con una alta capacidad in-dividual para la realización de sus aspiraciones, como semostró en el capítulo anterior, perciben que los apoyosrecibidos por parte de la sociedad y del Estado son insu-ficientes. Sin embargo, su deseo de habilitación se expre-só claramente cuando los nicaragüenses fueron consul-tados sobre el tema.

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4 1Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Conforme los datos, es mayoritario el deseo de las personasde obtener un apoyo de la sociedad y del Estado para conse-guir un trabajo o condiciones para ejercer una actividad

productiva, mediante la obtención de un financiamiento fa-vorable. Esperan una calificación que les permita aprenderun oficio o mejorar sus habilidades en el que ya ejercen.

Tabla I.3.1 ¿Qué espera que haga el gobierno para ayudarle a mejorar su situación?1

Fuente: Borge y Asociados, Resumen ejecutivo, febrero 2002.

En definitiva, lo que demandan los nicaragüenses es unambiente favorable para el desarrollo de sus propias ca-pacidades, una mayor habilitación para mejorar suscondiciones de vida: capacitación, becas, apoyo para eldeporte, empleos o bien financiamiento para producir opara algún negocio.

De distintas maneras, estas demandas y la disposiciónpersonal para llevarlas a cabo, se expresaron en los dis-tintos grupos de reflexión.

“El gobierno municipal debería crear espacios departicipación, sobre todo para los adolescentes, ade-más de becas para que estudien,” (joven de Mateare).

“Como soy agricultor necesito un préstamo par saliradelante,” (adulto de Apanás, Jinotega).

“Que no nos condicionen los préstamos para la siem-bra de rubros... necesitamos financiamiento a inte-

reses bajos para que los negocios prosperen,” (adul-to, El Porvenir Quezalguaque).

La demanda por una habilitación y el hecho de que un71 por ciento de los nicaragüenses se autocalifica comopobres está ligado, por una parte, a la aguda situaciónde pobreza en que vive una proporción significativa de lapoblación (ver recuadro I.2.2) y por otra, a la desigualdistribución del ingreso que existe en el país. Esta brechade equidad, descrita ampliamente en el primer Informede desarrollo humano de Nicaragua “Equidad para su-perar la vulnerabilidad”, continúa afectando la vidade una parte significativa de los nicaragüenses.

La tabla siguiente muestra que es el 10 por ciento másrico de población quien se apropia de un 46 por cientodel ingreso total. Y el uno por ciento de mayores ingre-sos percibe un 18.4 por ciento del ingreso total. En la dis-tribución por regiones geográficas, es Managua la queexhibe los mayores niveles de desigualdad.

1 Esta pregunta se formuló a las personas que se autocalificaron como pobres.

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La disparidad en los ingresos percibidos por las personastambién puede analizarse a través del coeficiente de Gi-ni. Según esta indicador, la igualdad perfecta está repre-sentada en cero y la peor desigualdad corresponde a 1.Países como Austria, Suecia, Bélgica donde existe unadistribución más equitativa del ingreso, muestran uncoeficiente de Gini de 0.23 y 0.25, respectivamente. Bra-sil y Sudáfrica con 0.591 y 0.593 representan los casosdonde la desigualdad es más elevada (PNUD 2001:187).Nicaragua obtiene un 0.56 en este indicador.

Esta situación no propicia el sentido de reciprocidad quelas personas esperan como retribución a sus esfuerzos,pues su propia experiencia les está indicando que sola-mente unos pocos resultan beneficiados. Tampoco esti-mula la superación y motivación para desarrollar nue-vas iniciativas y para actuar con perspectiva de futuro.

La experiencia de otros países muestra que una mayor equi-dad en la distribución de los ingresos incide positivamente enla reducción de la pobreza y contribuye al fortalecimiento delos vínculos sociales . De ahí que en esta reflexión sobre laconstrucción de futuro no puede obviarse esa profunda bre-cha de equidad que afecta a la sociedad nicaragüense.

Diferentes autores (Sen, 2000; Londoño y Szekely 1998;UNDP/CEPAL/IPEA,2002) han reconocido que una distri-bución de los ingresos más equitativa resulta ser uno de losprincipales factores que estimulan el crecimiento económi-co. La capacidad humana bien desarrollada y las opor-tunidades bien distribuidas pueden garantizar que elcrecimiento no sea desequilibrado y que se compartanequitativamente sus beneficios. También pueden ayudara impulsar más el crecimiento (PNUD, 1996:7).

1.2 Reglas del juego:justicia y transparencia

Los nicaragüenses tienen claridad sobre la importan-cia de su aporte para la construcción de futuro,igualmente son explícitos en sus demandas de apoyopor parte de la sociedad y del Estado para que eseaporte sea efectivo, pero también indican la necesi-dad de reglas claras, las que identifican fundamen-talmente con la justicia, la transparencia y una reno-vación de la política que haga viable una efectivainstitucionalización del país.

Instituciones débiles y una baja confianza en su efectivi-dad ponen en riesgo la democracia que tanto ha costadoa los nicaragüenses. Hemos sido testigos de cambios pa-cíficos de gobierno, contamos con unas fuerzas de segu-ridad y defensa subordinadas al poder civil y un ejecuti-vo que está mostrando voluntad política de ampliar loscanales de participación de la ciudadanía en los asuntospúblicos.

Pese a estos avances persisten elementos de nuestra cul-tura política que podrían afectar la gobernabilidadAcuerdos de cúpulas a espaldas de la ciudadanía; el cau-dillismo, la corrupción y el abuso del poder en el ejerci-cio de la función pública, afectan el desempeño institu-cional y debilitan la confianza en las instituciones y susrepresentantes.

Al ser consultados en la encuesta PNUD de julio 2002,sobre las condiciones para la realización de sus aspira-ciones sobre el país, las respuestas de los nicaragüensesson claras:

Tabla I.3.2 Proporción del ingreso apropiado por cada décimo de la distribución por regiones 1998-2001

Fuente: EMNV 1998 y 2001.

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Resulta interesante que solamente un 3.8 por ciento ma-nifiesta que no es posible lograr la realización de sussueños sobre el país. Más bien, un 96 por ciento señalaque es posible, pero se plantean condiciones. Y en estesentido, destaca ampliamente ese 75 por ciento que re-clama cambios profundos en la institucionalidad políti-ca; esperan que las leyes rijan para todos los ciudada-nos; que la gestión pública sea ejercida con honestidad ytransparencia. De la misma manera se expresaron en losgrupos de reflexión:

“Falta honestidad en todos los niveles... sobre to-do no hay ética,” (empresario de Managua).

“No puedo ser escuchado en las instituciones, loprimero que me preguntan es de que partidosoy... el pueblo está aburrido de eso,” (adulto deCamoapa).

“Es cierto que ha habido reformas macroeconó-micas que han atraído algunas inversiones...pero es necesario impulsar reformas políticas einstitucionales para generar confianza y segu-ridad en el mediano y largo plazo,” (empresa-rio de Managua).

Es claro, entonces, el reconocimiento del papel cen-tral que ejerce la política en la realización de lossueños de los nicaragüenses sobre el país. Pero almismo tiempo, señalan la urgencia de una renova-ción que permita el fortalecimiento de las institucio-nes, lo que traería consigo una justa aplicación de lasleyes y un manejo transparente de los recursos públi-cos. También hay un reclamo ante las profundas bre-chas de equidad que nos separan a los nicaragüenses,y cuya superación es condición básica para hacerrealidad las aspiraciones.

1.3 Los vínculos sociales

Los nicaragüenses valoran su relación con los otros y re-conocen la importancia que estos vínculos tienen para ellogro de sus aspiraciones y la construcción de futuro. Laconvivencia, la comunicación, la organización son ele-mentos favorables identificados por las personas para el

fortalecimiento de los lazos sociales y con ello reforzarsu capacidad de alcanzar sus metas.

A partir de información obtenida de la encuesta PNUDde julio 2002, se construyó un indicador que muestra laforma en que los nicaragüenses enfrentan la solución desus problemas:

Es de destacar que un 54.3 por ciento manifiesta que lamejor solución a sus problemas se encuentra en la ac-ción con los otros. Un 12.5 por ciento estima que su ac-ción individual le permitirá salir adelante y un 31.4 porciento espera que sea la acción del Estado la que le ayu-de a solucionar sus dificultades.

En los grupos de reflexión igualmente se manifestaronal respecto:

“En esta comunidad somos bien unidos... tene-mos brigadas para proteger los bosques,” expresóun joven rural de la Costa Caribe Norte.

“la organización nos permite tener mejor comu-nicación y nuestras ideas se conocen,” (adulto deNiquinohomo).

Esta forma de búsqueda de solución a los problemas,que reconoce que es la acción con los otros la que va apermitir enfrentarlos y superarlos, se refuerza con otroindicador construido sobre la base de la misma encues-ta, dirigido a conocer cómo se entiende la convivenciaciudadana.

4 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002. Tabla I.3.4 Disposición para la acción (en %)

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

Tabla I.3.3 ¿Qué se necesita para hacer rea-lidad su sueño sobre el país?

Tabla I.3.5 Condiciones para la convivencia ciudadana (%)

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

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Está claro entonces que los nicaragüenses no solamentevaloran alta y positivamente su participación en organi-zaciones que les permitan la acción con otros, sino quela ejercen. Este es un recurso sumamente valioso en laconstrucción de ciudadanía, la que cada vez más seconsidera un factor indispensable para el desarrollo.

Al analizar el índice de capacidades personales (ver capí-tulo 2), aquellas personas que manifestaron no pertenecera ninguna organización, eran las que se percibían conmenores capacidades. Elemento que destaca la fortalezapercibida mediante la participación y la organización.

Por ello, a pesar de las dificultades que tenemoslos nicaragüenses para construir una imagenpositiva del futuro, se cuenta con recursos va-liosos. Entre estos recursos destaca claramentela disposición para la acción con otros y tam-bién su reconocimiento por parte de la pobla-ción como un mecanismo claramente identifi-cado y eficaz para la resolución de sus proble-mas. Muestra la fortaleza de los vínculos socia-les entre los nicaragüenses, lo que representaun capital altamente ventajoso en la tarea deconstruir juntos un futuro creíble.

2. El futuro como experiencia cotidiana: aspiraciones, capacidades, actores

Es significativo que solamente un 13.4 por ciento de laspersonas encuestadas señalaron que es difícil la convi-vencia ciudadana. Son precisamente los habitantes delas zonas urbanas los que la perciben más difícil. Sinembargo, de forma mayoritaria, hay un predominio delreconocimiento del valor de las acciones concertadas yde la tolerancia como condición para la convivenciaciudadana.

Estos resultados muestran la importancia que los nica-ragüenses le otorgan a su participación y a la organiza-ción como instrumentos eficaces para la solución de susproblemas. Este es un recurso altamente valioso quecontribuye a fortalecer los vínculos sociales y al mismotiempo, permite mantener viva la esperanza de que esposible construir un futuro juntos.

Acorde con estos resultados, que muestran el valor que losnicaragüenses otorgan a la acción con otros para la reso-lución de sus problemas, la ENA O1 mostró que un 67 porciento de la población participa en alguna organización.Si bien hay diferencias en la densidad de la participacióncomo se analizará con detalle en el capítulo 8 de este In-forme, los datos evidencian su marcado interés. De igualmanera se expresaron en los grupos de reflexión:

“De manera individual, de nada sirve porqueno se nos oye,” (mujer joven de Niquinohomo).

“Organizarnos para ser escuchados y eliminarlas diferencias entre la ciudad y el campo. Somosoptimistas de que se puede,” (joven rural de laCosta Caribe Sur).

Esta clara disposición se muestra en los datos recogidos por una reciente encuesta:

Supongamos que la Alcaldía de este lugar lo invita a formar parte de un Comité de Voluntarios para que ayude amejorar las cosas en el municipio, ¿Usted aceptaría?

Si : 90.2 por ciento No : 8.0 por ciento NS/NR : 1.8 por ciento Fuente: Borge y Asociados, Resumen ejecutivo, febrero 2002.

Al colocar a las personas y sus aspiraciones, como sujetos ybeneficiarios, el enfoque del desarrollo humano enfatiza laimportancia de la convivencia e interacción humanas entanto elementos primordiales. Cuando las personas encuen-tran eco en la sociedad para materializar las aspiracionesque estiman legítimas, es decir, cuando las metas puedentransformarse en orientaciones para la acción, la vida en so-ciedad se fortalece mediante el debate de dichas aspiracionesy la puesta en práctica de proyectos comunes. De distintasmaneras, lo expresan las personas:

“Al compartir opiniones y aspiraciones nos cono-cemos más y podemos ayudarnos,” (joven urba-no de la Costa Caribe).

”Crear grupos de conversación para superarse yelevar la autoestima,” (mujer joven de Mateare).

“Hay que darle más tiempo a este tipo de discu-siones para que exista más consenso,” (adulto deNiquinohomo).

La sociedad y las personas se necesitan mutuamente.Dotar a la gente de recursos materiales y simbólicos per-mite que éstas desarrollen sus capacidades, imprimanun sentido a su vida y cuenten con la voluntad y moti-vaciones necesarias para participar activamente en lastransformaciones que requiere la comunidad y el país enque viven.

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4 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

“Necesitamos unirnos más para salir adelante,eliminar el egoísmo y trabajar juntos por Nica-ragua,” (mujer joven de Quezalguaque).

“Hay que organizarse, que haya ´un reconcilio´ en-tre nosotros ...” (hombre joven de Apanás, Jinotega)

“La organización nos permite tener mejor comuni-cación y muestras ideas se conocen... para no estarsolo en el esfuerzo,” (mujer adulta de Niquinohomo).

La disposición de las personas para establecer relaciones dereciprocidad y cooperación y realizar acciones concerta-das, las convierte en protagonistas de los cambios y orien-taciones de la sociedad en la que viven. La confianza depo-sitada por los individuos y grupos en las capacidades per-sonales y sociales para realizar lo que desean y satisfacersus metas, es un recurso simbólico que motiva y orienta laacción colectiva. Desde esta perspectiva, las aspiracionesson elementos clave para moldear el desarrollo y definir afuturo el horizonte que tomará la sociedad.

3. Los espacios donde se construye la credibilidad en el futuro

A través de los encuentros diarios, se establecen relacio-nes con los demás y se emplean imágenes para darcuenta del entorno en que se vive. Al interactuar, éstasson proyectadas para expresar sentimientos; verbalizarlos anhelos; expresar los logros y frustraciones y en ge-neral, dotar de sentido a la realidad.

Por esta razón, las aspiraciones y sus posibilidades derealización se construyen en los espacios que son impor-tantes para la vida de las personas como fuente de cono-cimientos; medios para la adquisición y despliegue delas capacidades humanas, y vínculos primordiales paracomunicarse e interactuar en sociedad.

La familia, la escuela, el lugar de trabajo, la comunidady el país, constituyen contextos sociales fundamentalespara la participación en distintas actividades, las que de-mandan protagonismo económico, social y político delas personas para transformar sus vidas, ampliar sus op-ciones y acceder en condiciones de equidad a una am-plia gama de oportunidades.

Tanto en la ENA 01, en la Encuesta PNUD, como en losgrupos de reflexión, mediante los cuales se pudo conocerlas aspiraciones y esperanzas de los nicaragüenses, talcomo se ha reseñado en estos tres capítulos, quedó am-pliamente evidenciado que es alrededor de esos espaciosque giran las aspiraciones de los nicaragüenses.

Es en estos espacios en donde las personas pueden dia-logar sobre sus sueños y metas, debatir y estructurarproyectos comunes para, con su activa participación,contribuir a moldear el desarrollo y construir el hori-zonte futuro de su sociedad. Pero también constituyenámbitos en los cuales se desarrolla la existencia coti-diana; se asientan las condiciones para la realizaciónde las aspiraciones y se encuentran respuestas a pre-guntas vitales clave: qué tipo de sociedad estamos cons-truyendo?; ¿cómo estamos educando a los niños y ni-ñas, expresión más clara del futuro?; ¿qué oportunida-des laborales encontramos los nicaragüenses para ob-

tener un ingreso que nos permita vivir dignamente?;¿cuál es la responsabilidad que en esa tarea, le corres-ponde al Estado, el mercado, la sociedad civil, las per-sonas, a todos y a cada uno?

Desde el enfoque del desarrollo humano y desde la ne-cesidad de contribuir a la creación de un futuro creí-ble, se requiere lograr una expansión y distribuciónequitativa de las oportunidades en esos espacios querepresentan los intereses más sentidos para los nicara-güenses: ver crecer y desarrollarse la familia, contarcon una educación de calidad para sí mismo y parasus hijos e hijas, poder realizar un trabajo digno conuna justa retribución a los esfuerzos. Aspiracionespersonales que para verse realizadas plenamente, re-quieren de su activa participación en la vida pública yla existencia de un entorno institucional que garanti-ce la convivencia ciudadana.

Por eso, el análisis de cada uno de esos espacios: la fa-milia, la escuela, el trabajo, la comunidad y el entor-no institucional del país, serán objeto de atención enlos capítulos que constituyen este segundo Informe dedesarrollo humano de Nicaragua, teniendo presentelas demandas señaladas por los nicaragüenses para laconstrucción de futuro y la realización de sus sueños.Interesa en particular conocer las prioridades que laspolíticas públicas les están otorgando y cómo están in-cidiendo en la construcción de futuro. Constituye, en-tonces, una invitación a la reflexión sobre las condi-ciones requeridas en el país para forjar un futuro com-partido, cuyo horizonte se asiente en la ampliación delas oportunidades y la satisfacción de los anhelos co-tidianos de los nicaragüenses.

En suma, es una invitación a pensar y actuar para y conlas personas, poniendo sus aspiraciones y expectativaslegítimas en el centro de los esfuerzos de la sociedad y elEstado. De esta manera, será posible generar confianzaen que los esfuerzos desplegados hoy podrán verse re-compensados mañana.

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4. Nicaragua: un futuro para todos

A pesar de las dificultades señaladas para la cons-trucción de un futuro creíble, hay elementos alta-mente valiosos que apuntan a propiciar ese encuen-tro de voluntades necesario para consolidar la espe-ranza por el mañana.

La disposición de los nicaragüenses a participar en lasdecisiones que afectan sus vidas; su reconocimiento dela importancia de la acción con los otros, su capacidadde organización y su voluntad para emprender accio-nes en pos de un futuro común, son todos elementosaltamente positivos. Sin embargo, tal como fue señala-do, las personas plantean condiciones. Dar cuerpo aesas condiciones, buscar la satisfacción de esas deman-das ciudadanas, es lo que permitiría la construcción deun futuro creíble.

Esas condiciones apuntan a una nueva relación Esta-do–sociedad. La ciudadanía espera un Estado habili-tador, que amplíe las oportunidades sociales, econó-micas y políticas. Un Estado que permita la potencia-ción de las capacidades organizativas de la sociedadcivil, abriendo canales cada vez más efectivos de par-ticipación en los asuntos públicos. Un Estado capazde reformarse para garantizar la transparencia en elmanejo de los recursos públicos y asegurar la igual-dad jurídica que reclaman los ciudadanos. En suma,instituciones sólidas que garanticen la convivenciaciudadana.

Se aspira a la construcción de un entorno social que pro-vea de capacidades y también de libertades. Que ofrezca

el marco institucional que permita que cada personapueda emprender su proyecto de vida deseado en un am-biente de equidad, seguridad y respeto. Desde la perspec-tiva del desarrollo humano, se trata de crear las condi-ciones sociales y los modos de convivencia que potencienlas capacidades de cada uno, fortaleciendo con ello, lascapacidades de toda la sociedad.

Los nicaragüenses esperan un Estado receptivo a la opi-nión pública, que escuche y atienda sus justos reclamos.En esta tarea los medios de comunicación enfrentan unreto fundamental: dar cuenta de la pluralidad de intere-ses y aspiraciones de los nicaragüenses de todos los rin-cones del país.

La ciudadanía, por su parte, podría dar su aporte en larealización de distintas tareas, participando activamenteen diferentes iniciativas. El pago de impuestos, la parti-cipación electoral, su actividad voluntaria en asuntosque permitan el mejoramiento de su comunidad. La vi-gilancia permanente sobre la gestión pública y su parti-cipación activa, a través de las diferentes instancias esta-blecidas, son elementos decisivos para el fortalecimientode la democracia.

El gran reto entonces es cómo trascender los interesespersonales y de partidos para privilegiar los del país Ladisposición expresada por los nicaragüenses para la ac-ción concertada debería servir de marco a esta reflexión,a la que invitamos a lo largo de los capítulos que confor-man este segundo Informe de desarrollo humano deNicaragua.

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a relación familia-sociedad-Estadoparte del entendimiento de que la

familia es el espacio básico de organiza-ción de la vida cotidiana y de las relacio-nes que establecen sus miembros con lasociedad. Por esta razón, para que la fa-milia cumpla con los fines sociales que lacaracterizan, necesita del apoyo constan-te del Estado y la sociedad.

Las familias nicaragüenses

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Red social, ámbito de interacción y organización, es-pacio de socialización, la familia es en la realidad ni-caragüense, una estructura social diversa dentro dela cual se desarrollan relaciones de afecto, solidari-dad, autoridad y conflicto. La intensidad emocional eintimidad personal que caracterizan la vida en el ho-gar, hacen que los lazos familiares normalmente es-tén cargados de emociones fuertes que provocan ten-siones entre sus miembros, que aluden a diferenciasgeneracionales, de género, y a la dinámica de ajustede las personas a las distintas etapas por las que tran-sita la familia.

El aprendizaje del civismo inicia en la familia, “la vi-da familiar es la primera que inculca hábitos y en-seña formas de comportarse aplicables más allá delámbito familiar” (Camps,1998:86). Pero, “para queel aprendizaje sea positivo, las relaciones familiarestienen que ser buenas. Y no pueden serlo cuando

son vistas como la causa de desigualdades, de in-justicias y de un mal reparto de la libertad”(Camps, 1998:87).

El diálogo, el respeto, la afirmación, así como el controldemocrático mediante el ejercicio de una autoridad ra-cional y responsable por parte de los padres o tutorespuede ser un buen comienzo en el cultivo de una pater-nidad y maternidad que contribuyan a la formación cí-vica de los ciudadanos.

De la familia se espera sea el espacio donde las personasreciban y brinden las primeras muestras de afecto, segu-ridad, aprendan a convivir y adquieran valores favora-bles al desarrollo de la vida en sociedad:

“Gracias al proceso de socialización y al contac-to con otros seres humanos, el niño o niña (...)se convierten gradualmente en personas con co-

La vida cotidiana, la de todos los días, configura nues-tros quehaceres y otorga sentido a los proyectos que em-prendemos, de tal forma que la cotidianidad es simultá-neamente tiempo de espera y referencia al futuro.

La familia es en este sentido un espacio fundamentalpara la consecución de las aspiraciones de sus miembrosy fuente de confianza en el futuro. La posibilidad decontar con un trabajo estable, gozar de buena salud,disponer de medios para la educación de los hijos, o te-ner una vivienda propia, constituyen requerimientos vi-tales y deseos de realización personal de primer orden.Pero también, la disposición hacia el trabajo y la pos-tergación de las necesidades, mientras se aguarda porun mañana mejor, son actitudes que se fomentan dentrode las familias, en tanto ámbito de organización de la vi-da cotidiana y de las relaciones que sus miembros esta-blecen con la sociedad.

Sin embargo, las condiciones que forjan la esperanza enel porvenir y que dan sentido a los sacrificios que realizanlas personas en el presente para procurar mayor bienestara futuro, dependen en buena medida del establecimien-to de un contrato exitoso entre la familia, la sociedad y elEstado. Si el Estado crea las condiciones para satisfacer lasdemandas de educación, trabajo, salud, seguridad ciuda-dana y la sociedad cultiva la convivencia y la responsabi-lidad, es posible para las familias contar con los recursosnecesarios para garantizar la educación y la salud de susmiembros, así como la labranza de relaciones familiaresen donde el diálogo, el respeto, la afirmación y el ejerciciode la autoridad racional sean la constante.

Como organización, la familia desempeña un papelestratégico en la construcción y reproducción del or-den social. (....) “se trata de una institución y unespacio en donde entran en juego tanto la nor-matividad sociocultural (y en ese sentido la re-producción de un sistema en todas sus dimensio-nes: económica, política, ideológica cultural) co-mo los sentimientos más profundos y complejos delos seres humanos” (González y Tuñón, 1997:195).Por esta razón, la familia no puede lograr por sí solael cumplimiento de sus funciones. Sin el adecuadoapoyo del Estado y la sociedad con la provisión de re-cursos, sus miembros encontrarán dificultades paraaprovechar plenamente sus potencialidades, desple-gar sus capacidades y realizarse como personas.

Este capítulo pretende dar cuenta de la centralidad de lafamilia en la construcción de futuro de los nicaragüen-ses. En él se exploran las características demográficas dela familia: tamaño, tipos y jefatura. También indagaacerca de algunas tensiones de la dinámica familiar:violencia intrafamiliar y prolongación del trabajo en lavida adulta. Destaca la situación de pobreza en que vi-ven las familias nicaragüenses y algunas medidas toma-das por el Estado para habilitar a los hogares. Finalmen-te, sugiere acciones para la elaboración de políticas pú-blicas que fortalezcan la convivencia y mejoren las con-diciones de vida de las familias vulnerables, tomando enconsideración que las relaciones familia-sociedad-Esta-do, son elementos primordiales para que ese espacio pri-mario de socialización contribuya a la construcción deciudadanía y con ello, de futuro.

1. La centralidad de la familia

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Tabla II.4.1 Aspecto de la vida más importante a mejorar

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP/PNUD, agosto 2001.

nocimiento y conciencia, diestros en las formasde ser de una cultura y entorno dados” (Gid-dens, 1995a:120).

En Nicaragua la centralidad de la familia se expresa enel deseo de los nicaragüenses de mejorar las relaciones

familiares y sus condiciones de vida. Como puede obser-varse en la tabla adjunta, la Encuesta Nacional de Aspi-raciones reveló la prioridad que las personas otorgan alfortalecimiento de los vínculos afectivos dentro de loshogares, a excepción de la Costa Caribe, en donde los as-pectos económicos adquieren mayor importancia.

El espacio afectivo incluye el ámbito de los amigos, y aveces los vecinos, con quienes se establecen redes de so-lidaridad y apoyo mutuo. Esta relación es un poco másfuerte entre los más jóvenes. Así, los de 15-18 años de-

sean mejorar su relación con la familia y los amigos enmayor medida que los otros grupos de edades. Aun cuan-do para ellos, también la preocupación por los aspectoseconómicos y la familia cobra importancia.

Gráfico II.4.1 Aspecto de la vida más importante a mejorar según grupos de edades

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP/PNUD, agosto 2001.

La centralidad de la familia para los nicaragüensestambién se refleja en los sentimientos de alegría de losniños, niñas y adolescentes, los que remiten al ámbito de

su trabajo, los juegos, sus responsabilidades dentro de lafamilia y también a la necesidad del afecto tanto en elhogar y la escuela, como en su espacio de trabajo.

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Niños, niñas y adolescentes trabajadores

Niños, niñas y adolescentes residentes en munici-pios afectados por el huracán Mitch

Niños, niñas y adolescentes de sectores medios ur-banos, estudiantes de colegios privados

• Cuando la cosecha sale bien,• el padre y la madre tienen trabajo,• los dejan ir a jugar,• ir a la escuela y sacar buenas notas,• tenemos comida,• los padres no tienen vicios,• la maestra los apoya y los trata bien.• Asistir a la escuela,• vienen visitas a la comunidad,• hay actividades recreativas,• salir bien en clases,• cuando la profesora nos ayuda.• Tengo amigos que me quieren, pero me gustaríatener más apoyo de mi familia,• tengo una familia que me quiere,• un buen hogar, un buen colegio y mis amigos.

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La organización de las familias da cuenta de las estra-tegias que emplean las personas para aprovechar los re-cursos materiales y humanos de los que disponen. Deigual modo, ilustra las dinámicas mediante las cualessus miembros se juntan para aumentar su nivel de in-gresos y racionalizar sus gastos. Este acápite destaca laconstitución en familias extensas, y la adultez prolonga-da como estrategias para afrontar la difícil situacióneconómica en que se ha visto envuelto el país en las úl-timas décadas.

2.1. El tamaño de las familias

En las Encuestas Nacionales de Hogares sobre Mediciónde Nivel de Vida (EMNV), se utiliza la categoría hogarpara determinar el número de miembros de las familias.En Nicaragua el promedio nacional de miembros de unhogar es de aproximadamente 5.33 personas.1 Mientraslos urbanos están constituidos por 5.07 miembros, losrurales lo están por 5.75 personas.

2. Los tipos de familia y sus cambios

1 Un poco más elevado que el promedio nacional de la vecina Costa Rica, que en 2000 estaba constituido por 4.1 personas (Estado de la Nación 2001: 319).2 La tipología de los hogares nicaragüenses se basa en la siguiente clasificación:*Unipersonal: hogar habitado por una persona. **Nuclear: integrado por la pareja conyugal y sus hijos. ***Monoparental: hogar en el que falta uno de los padres.

Tabla II.4.2 Tipología de los hogares nicaragüenses 1993, 1998 y 2001

Fuente: EMNV,1993, 1998 y 2001.

Recuadro II.4.1. La alegría de los niños, niñas y adolescentes

Fuente: Mariana Aburto y Rosamaría Sánchez (2001),“Estudio exploratorio sobre niños, niñas y adolescentes”, PRANAFP/PNUD.

¿Qué los pone contentos y alegres?

Si bien las familias nucleares continúan siendo mayori-tarias, uno de cada tres hogares tiene composición ex-tensa. Al analizar comparativamente los datos de las

EMNV 1993 y 1998 con los de 2001, incluidos en la tablaadjunta, no ha habido cambios significativos en los ho-gares nucleares, extensos y complejos2.

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Niños, niñas y adolescentes trabajadores

Niños, niñas y adolescentes residentes en municipiosafectados por el huracán Mitch

Niños, niñas y adolescentes de sectores medios urba-nos, estudiantes de colegios privados

* Maltrato de adultos (as) en la calle,* el padre llega borracho y maltrata a la madre,* cuando reciben maltrato en el hogar,* los obligan a trabajar mucho y no pueden ir a la

escuela.* Les pegan en la calle,* la profesora se enoja y los castiga,* los padres se pelean en la casa o con los vecinos,* tener que dejar la escuela para ir a trabajar.* Quisiera tener más amigos que fueran más ama-

bles conmigo,* me siento mal porque tengo que repetir el año,* no me siento bien porque me falta apoyo de mi fa-

milia,* me siento preocupado por la política del país y lo

que pasa en el mundo.

5 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Gráfico II.4.2 Jefatura de hogar por área de residencia (en %)

Fuente: EMNV 2001

Por otra parte, uno de cada tres hogares urbanos tienejefatura femenina, mientras esta relación en el ámbitorural es de uno de cada cinco, como se muestra en el si-guiente gráfico:

3. Tensiones en la dinámica familiar

Recuadro II.4.2. El malestar de los niños, niñas y adolescentes ¿Qué los pone tristes y/o enojados?

Fuente: Mariana Aburto y Rosamaría Sánchez (2001),“Estudio exploratorio sobre niños, niñas y adolescentes”, PRANAFP/PNUD.

La familia no siempre es un espacio de relaciones armóni-cas, donde se aprenden valores que coadyuvan a la conviven-cia. La falta de afecto, el abandono y el maltrato deterioranel sistema emocional de las personas, perjudicando su desa-rrollo síquico y su capacidad para relacionarse activamentecon los demás y realizarse a nivel personal y colectivo.

Los conflictos y hostilidades entre las parejas o entre pa-dres, madres hijos e hijas; el abuso sexual; el maltrato y

otras formas de violencia intrafamiliar tienen conse-cuencias para quienes la padecen o la han sufrido en al-gún momento de su vida.

Niños, niñas y adolescentes manifestaron su miedo y re-chazo a las diferentes formas de violencia de que han si-do objeto por parte de sus familias u otras personas adul-tas, y asociaron sus sentimientos de tristeza al maltratorecibido.

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Los datos sugieren que las relaciones entre padres, ma-dres, hijos e hijas, se basan en patrones de crianza queasocian la autoridad con conductas rígidas hacia loshijos e hijas.

Sin diferencias significativas por sexo, zona, edad o re-gión geográfica, el 97% de las personas entrevistadas enla ENA 01, señalaron que lo más importante en la crian-za de los niños y niñas es inculcarles respeto y obedien-cia. De igual forma, manifestaron mayoritariamenteque el disenso en cuanto a opiniones se refiere, con rela-ción a las figuras de autoridad que representan los pa-dres no debe ser expresado en público.

Esta conducta contrasta con la percepción de los nicara-güenses, según la cual la comunicación al interior de loshogares es una característica de la convivencia. Sobre labase de la combinación de dos preguntas de la EncuestaNacional de Aspiraciones, referidas a la capacidad de di-sentir de las opiniones expresadas por el jefe de hogar; ymanifestar lo que se piensa en conversaciones de fami-lia, se construyó un índice que da cuenta de la percep-ción de los nicaragüenses sobre el nivel de comunica-ción existente en los hogares:

Las percepciones sobre la familia son contradictorias:por un lado descansan en una imagen de las relacionesque se tejen al interior de los hogares, caracterizada poraltos niveles de comunicación, y por otra parte expresanla poca tolerancia a la emisión de opiniones diferentesde los hijos hacia los padres.

3.1. La violencia intrafamiliar

En el primer Informe sobre El desarrollo Humano enNicaragua. Equidad para superar la vulnerabilidad(PNUD/SETEC, 2000:102-104), se mostraron los efectosde la violencia intrafamiliar en la salud emocional delas personas, sean niños, niñas, jóvenes o mayores. LaEncuesta Nacional de Demografía y Salud (Endesa)1998, proveyó de la información que permitió llamar laatención sobre el hecho que una de cada tres mujeres ni-caragüenses reportó haber sido objeto de alguna formade violencia.

Datos más recientes proporcionados por las Comisaríasde la Mujer y la Niñez3, muestran que las denuncias pordelitos de orden sexual no registran variaciones signifi-cativas entre un año y otro. Mientras, habrían disminui-do las denuncias por delitos de violencia intrafamiliar.

Estas estadísticas dan cuenta de la parte visible del pro-blema, ya que diversos factores inciden en la ausenciade denuncias ante los abusos cometidos. La cultura pa-triarcal asocia la masculinidad con la virilidad y el usode la fuerza, y atribuye cualidades de inferioridad y de-bilidad a las mujeres, niños y niñas. Sobre esta base sejustifican los actos violentos, así como la aceptación delmaltrato físico y emocional por parte de los agredidos.En algunas ocasiones, los sentimientos de inseguridad,temor y culpa de las víctimas, les impide romper el si-lencio y denunciar a sus agresores.

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Gráfico II.4.3 Los hijos pueden contradecir enpúblico a sus padres

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP/PNUD, agosto 2001.

Tabla II.4.3 Índice de comunicación en la familia

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP/PNUD, 2001.

3 Las Comisarías de la Mujer y la Niñez en Nicaragua surgieron en 1993 como una alternativa para disminuir y prevenir la violencia contra las mujeres, las niñasy los niños. Su trabajo se inició en el Distrito V de Managua, expandiéndose después hasta haberse instalado 13 Comisarías en el país. Están a cargo de la PolicíaNacional y coordinan su labor con el poder judicial, con otras instituciones gubernamentales y con los organismos no gubernamentales agrupados en la Red deMujeres contra la Violencia.Las 13 comisarías brindan atención social y psicológica, investigación policial y asesoría jurídica y médico legal para la protección y asistencia a las víctimas de laviolencia intrafamiliar y sexual

Tabla II.4.4 Denuncias recibidas en las Comisarías de la Mujer y la Niñez

Fuente: Comisarías de la Mujer y la Niñez , Policía Nacional.

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5 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Por lo general, la violencia intrafamiliar es consideradaun problema del ámbito privado, lo que hace difícil pa-ra las víctimas presentar acusaciones legales. Adicional-mente, algunas mujeres que viven relaciones violentas,a menudo tienen problemas para abandonar el hogarpor distintas razones económicas y sociales, incluyendola responsabilidad para con sus hijos.

La violencia intrafamiliar constituye una amenaza alejercicio de los derechos humanos al lesionar la autoes-tima y seguridad de quienes la sufren. Desde la perspec-tiva del desarrollo humano, recibir manifestaciones decariño y de reconocimiento, y contar con vínculos socia-les sólidos, son bienes intangibles tan importantes comolos materiales para garantizar el acceso y el disfrute delas personas a mejores condiciones de vida.

Educar en una cultura de negociación y de resolu-ción armónica de conflictos, haciendo uso de laorientación con afecto, en contraposición al ejerci-cio de la cultura del poder, favorece el desarrollo delas personas en un ambiente que fortalece su segu-ridad emocional.

Iniciar esta formación en la familia sería una contribu-ción decisiva en el proceso de “aprender a vivir juntos”que la Unesco señala como uno de los pilares de la edu-cación. En este espacio primario de socialización, es po-sible aprender el respeto hacia la propia persona y losotros, practicar la solidaridad y la tolerancia, elementosque constituyen la base para el ejercicio de una ciudada-nía plena y efectiva.

3.2 El futuro que no fue: la prolonga-ción de la vida adulta

La conceptualización de la familia concibe el rele-vo de las obligaciones familiares y laborales con laindependencia de los hijos y el retiro por jubilacióna los sesenta años4. En Nicaragua, por lo general,los hijos no se marchan, por el contrario, hay unatendencia a la recombinación familiar en unidadesextensas.

Al observar el número de adultos mayores que for-man parte de la familia, es notoria su presencia enlas unidades extensas. Esto corrobora que las estrate-gias de sobrevivencia económica, de atención sicoló-gica y de salud de toda la unidad familiar, se basanen un contrato no explícito en el que varias genera-ciones aportan recursos materiales y humanos parala manutención.

La incorporación de adultos mayores a las familias desus descendientes sugiere la ausencia de políticas públi-cas que den prioridad a la atención de estas personas, yque garanticen su independencia económica.

La incorporación de los hijos e hijas y de sus núcleos fa-miliares al hogar de origen, muchas veces trae consigoun aumento en la carga laboral para los adultos mayo-res. La necesidad de los padres de trabajar hace que losabuelos se encarguen de los nietos, y otras veces, ante lafalta de ingresos suficientes, asumen la responsabilidadeconómica de la nueva familia.

Las cargas domésticas y las demás obligaciones originadaspor esta situación son de particular relevancia para las mu-jeres jefas de hogar de 65 años o más. La tabla II.4.6 mues-tra que el porcentaje de mujeres jefas de hogar, mayores de65 años duplica al de los hombres en su misma condición.

Por otra parte, la Encuesta Nacional de Hogares sobre Medi-ción de Nivel de Vida de 2001, mostró que solamente el 8por ciento de la población nicaragüense cuenta con un se-guro público o privado. Y en el caso de los adultos mayoresúnicamente el 5 por ciento tiene cobertura. Estos datos po-

4 El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) reconoce que la jubilación puede iniciarse a los 60 años como edad mínima, excepto para algunas profe-siones: docentes, mineros, que pueden solicitar su retiro a los 55 años.

Tabla II.4.5 Tipología de hogares donde hay adultosde 60 años o más (en %)

Fuente: EMNV, 1993, 1998 y 2001.

Tabla II.4.6 Jefatura de hogares por área de residencia

Fuente: EMNV, 2001.

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nen en evidencia la vulnerabilidad de los nicaragüenses enmateria de previsión social, particularmente de las personasde 65 años o más, y confirman las diversas negociaciones yestrategias de sobrevivencia que tienen lugar al interior delas familias para garantizar la protección de sus miembros.

3.3 La falta de una vivienda adecuada

La situación de pobreza de Nicaragua, que como semuestra en el capítulo 2 de este informe, afecta a casi lamitad de la población del país, repercute en que muchasfamilias no dispongan de una vivienda adecuada a susnecesidades. La Encuesta Nacional de Aspiraciones reve-ló que el 15 por ciento de las personas consultadas an-hela contar con “una vivienda propia” o disponer de losrecursos para hacer mejoras a sus casas. La falta de vi-vienda, además de aludir a la carencia de un bien ma-terial fundamental, puede perjudicar la convivencia fa-miliar, ya que las relaciones entre los miembros de unafamilia tienen lugar en un espacio específico: el hogar.

Pese a su importancia para la convivencia familiar ypara el disfrute de una vida digna, la mayoría de los

nicaragüenses no cuenta con una vivienda adecuadaa sus necesidades. Según muestra el gráfico adjunto,elaborado con información proporcionada por lasEMNV 1998 y 2001, en casi la mitad de las viviendasdel país se reporta una situación de hacinamiento.En el área urbana se considera que existe hacina-miento cuando habitan cuatro o más personas pordormitorio. En el sector rural si habitan cinco o máspersonas. El mismo gráfico muestra que en 2001 un27.3 por ciento de las viviendas del país carecen deservicios de agua potable y saneamiento adecuados. Yun 15 por ciento se reportan con materiales inade-cuados, esto es, que el piso, las paredes o el techo sonde ripios o desechos, por lo que se considera que noreúnen las condiciones requeridas.

La tabla II.4.8 corrobora que un porcentaje significativode hogares nicaragüenses no cuenta aún con la adecua-da cobertura de servicios básicos que garanticen condi-ciones de mayor bienestar; aseguren la protección delmedio ambiente y la prevención de los riesgos de con-traer enfermedades infecciosas.

3.4 Política nacional de vivienda

Para garantizar gradualmente el derecho de los nicara-güenses que viven en condiciones de pobreza y de extre-ma pobreza a una vivienda digna, cómoda y segura, secreó en agosto de 2002, mediante la promulgación de laLey orgánica No. 428 y su Reglamento, Decreto presi-dencial No. 73-2002, el Instituto de la Vivienda Urbana yRural (Invur), el cual entre sus atribuciones, está facul-tado para formular la Política nacional de vivienda.

Con la participación amplia de entidades gubernamen-tales y de la sociedad civil: Ministerio de Transporte, Al-caldía de Managua, Red de Viviendas, Cámara de Urba-nizadores, Constructores y organizaciones no guberna-mentales, se elaboró en agosto de 2002, la Política Na-cional de Vivienda y Asentamientos Humanos, cuyas

Tabla II.4.7 Población con acceso a unseguro público o privado según géneroy rangos de edad

Fuente: EMNV, 2001.

Gráfico II.4.4 Porcentaje de viviendas con Nece-sidades Básicas Insatisfechas 1998, 2001

Fuente: EMNV, 1998 y 2001.

Tabla II.4.8 Dotación de servicios básicos enlas viviendas (en %)

Fuente: EMNV, 1998 y 2001.*Conectados a tuberías de aguas negras o pozos sépticos.

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5 7Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

áreas estratégicas de trabajo incluyen: desarrollo urba-no, protección ambiental y gestión de riesgo; acceso a latierra; financiamiento; subsidio para la construcción deviviendas para la población en situación de pobreza;producción y calidad de vivienda y marco operativo.

Se espera que la Política nacional de vivienda y asentamien-tos humanos derive en el diseño de un Plan de Acción Na-cional de Vivienda, así como en la ejecución de programas

y proyectos de corto plazo para el período 2003 al 2005, yde largo plazo para los años 2002 al 2008.

El proceso iniciado para garantizar el acceso a una vi-vienda adecuada a las familias nicaragüenses de meno-res ingresos, contempla el otorgamiento, por parte delEstado, de subsidio directo para las familias beneficiadasy préstamos de las instituciones financieras que partici-pen en los programas y proyectos mencionados.

4. La relación familia-sociedad- Estado en Nicaragua

Como se mencionó al inicio de este capítulo, la relaciónfamilia-sociedad-Estado parte del entendimiento de quela familia es el espacio básico de organización de la vi-da cotidiana y de las relaciones que establecen susmiembros con la sociedad. Por esta razón, para que lafamilia cumpla con los fines sociales que la caracteri-zan, necesita del apoyo constante del Estado y la socie-dad. En este apartado se analizan brevemente algunosde los esfuerzos realizados para habilitar con recursos alos hogares nicaragüenses, procurando mejorar sus con-diciones de vida y fortalecer los lazos de convivencia alinterior de las familias.

4.1 El derecho a la identidad: el regis-tro de los nacimientos

El ejercicio efectivo de la ciudadanía inicia con lainscripción del nacimiento. Ese trámite reconoce laimportancia que tiene el niño para su país, así comosu estado jurídico. “Mediante este pasaje que permi-te llegar a la ciudadanía pueden abrirse las puertasa la vigencia plena de los derechos, privilegios y ser-vicios que las naciones ofrecen a sus habitantes”(UNICEF, 1998:5).

El artículo 7 de la Convención de los derechos del niño y laniña, ratificada por Nicaragua, en el artículo 13 del Códigode la niñez y la adolescencia, señala el derecho de los niñosy niñas a tener un nombre, una nacionalidad y gozar delos derechos de protección del Estado y la sociedad.

En el informe El progreso de las naciones (UNICEF1998), Nicaragua fue clasificada, junto a Bolivia en elnivel 3 de inscripción de nacimientos en una escala de 1a 6. En este nivel se ubican los países que tienen entre 50por ciento y 69 por ciento de inscripciones o registros denacimientos, es decir que tienen un subregistro entre el31 por ciento y el 50 por ciento (Calero, 1998:3).

Estimaciones elaboradas sobre la base de los nacidos vi-vos esperados del Minsa y de los nacidos registrados porel CSE corroboran que el subregistro, para el año 2001,de los niños y niñas, se mantiene en los porcentajes se-ñalados por Unicef.

El derecho de las personas a que se inscriba su nacimientoestá reconocido por el artículo 7 de la Convención sobre

los Derechos del Niño que establece que “el niño seráinscrito inmediatamente después de su nacimiento y tendrá

derecho, desde que nace, a un nombre y a adquirir una nacionalidad”.

Tabla II.4.9 Comparativo de los nacimientos registrados por el Ministerio de Salud y el Consejo Supremo Electoral (1996-2001)

Fuente: División de Estadísticas del Minsa.Dirección General de Cartografía y Estadísticas del CSE.

*Estimaciones realizadas por la Dirección general de planificación y sistemas de información del Minsa.

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Fuente: Oswaldo Montoya (2001), Educación reproductiva y paternidad responsable en Nicaragua. Comisión Económica para América Latina y el Caribe(CEPAL) LC/MEC/L.479.

Entre las causas del subregistro se señalan: la falta de co-nocimiento sobre el proceso y los trámites de inscripción;irresponsabilidad paterna al negarse a reconocer a sushijos y resistencia de las madres a registrar a sus hijosmientras los padres no los inscriban; dificultades econó-micas para sufragar los gastos de traslado al lugar de re-gistro; inadecuadas vías de comunicación; falta de re-cursos humanos capacitados que garanticen una aten-ción ágil y eficiente; carencia de tecnología apropiadaque asegure la compilación de las estadísticas, entreellas las de nacimiento, y el desconocimiento sobre laimportancia de la inscripción y el marco legal para el lo-gro de la ciudadanía (Calero, 1999).

4.2 La habilitación del Estado para elregistro de los nacimientos

Desde la segunda mitad de la década de los noventa sehan llevado a cabo esfuerzos por aumentar los índices deinscripción. En el marco del proyecto ejecutado entreUnicef y el Consejo Supremo Electoral, a través de la Di-rección general del registro central del Estado civil de laspersonas, que inició en 1997, se logró que en 1998 seinscribieran 52,400 niños y niñas y se estima que en elaño 2000 en once municipios del país se inscribieron43,000 por la vía de reposiciones de partidas de naci-mientos (Vaughan, 2000).

En los últimos años ha habido esfuerzos para mejorar el re-gistro de los nacimientos. La instalación de ventanillas en loshospitales extendiendo de forma gratuita el primer certifica-do de nacimiento (artículo 13 de la Ley No. 187) y el progra-ma de visitas casa por casa son algunas de las acciones rea-lizadas en un proyecto conjunto entre Unicef, el Consejo Su-premo Electoral, Comisión nacional de la defensa de los de-rechos del niño y la niña, la Coordinadora nicaragüense delos ong que trabajan con la niñez y las municipalidades.

4.3 La habilitación del Estado y la so-ciedad para la promoción de la mater-nidad y paternidad responsables

En el cumplimiento del contrato familia-sociedad-Estado,es vital el aporte de padres y madres. La inscripción de naci-mientos, el cuido y atención, la matrícula y apoyo para lapermanencia en la escuela, además del afecto que permitaformar personas sanas física y emocionalmente, son apenasalgunas de las tareas asignadas a las familias.

En tal sentido la Iniciativa de paternidad representa unesfuerzo de política importante. Esta contiene un con-junto de propuestas enriquecidas por organizaciones delEstado y de la sociedad civil participantes en los foros so-bre paternidad responsable organizados por la Cepal ennoviembre de 2000.

Recuadro II.4.3. Propuestas para una Iniciativa de paternidad

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5 9Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

4.4 Algunas iniciativas para la institu-cionalización de la relación familia so-ciedad

4.4.1 Comisión nacional de lucha contra la vio-lencia hacia la mujer, la niñez y adolescencia

En 1997 el Instituto Nicaragüense de la Mujer inició unproceso de consultas con diferentes instituciones de go-bierno y de la sociedad civil para reflexionar sobre el tra-bajo realizado por las Comisarías de la Mujer y la Niñez.Al finalizar el proceso se suscribió un acuerdo entre laCorte Suprema de Justicia, la Policía Nacional, el Insti-tuto Nicaragüense de la Mujer, la Red de mujeres contrala violencia y la Coordinadora de organismos no guber-namentales que trabajan con la niñez y la adolescencia.Este acuerdo dio origen a la Comisión nacional de luchacontra la violencia hacia la mujer y la niñez.

Entre los logros más relevantes de los esfuerzos de estasorganizaciones e instancias se destacan:

• Sensibilización frente al problema de la violenciaintrafamiliar

• Incidencia en la elaboración de las políticas públi-cas del Estado frente a este problema

• Apoyo para la formulación de leyes que prevengan ysancionen la violencia intrafamiliar y sexual (Ley150 y Ley 230).

• Aportes en la elaboración del Plan nacional para laatención de la violencia Intrafamiliar y sexual.

4.4.2 Ministerio de la familia

El Ministerio de la Familia (Mifamilia) es una institu-ción gubernamental creada por la Ley de organización,competencia y procedimientos del poder ejecutivo (Ley290 del 3 de junio de 1998). Su antecedente inmediatofue el Fondo Nicaragüense de la Niñez FONIF. Con lacreación de Mifamilia se anexó orgánicamente el Insti-tuto Nicaragüense de la Mujer (INIM) como instanciadescentralizada.

Su propósito fundamental es “fortalecer el núcleo fa-miliar como eje central de la sociedad nicaragüense,promoviendo y garantizando su capacidad y facul-tad para atender con eficacia las necesidades de susintegrantes, en especial de aquellas personas vulne-rables en situaciones de riesgo, especialmente las ni-ñas/ os, adolescentes y personas de la tercera edad”.Esto se lleva a cabo mediante la ejecución de doce pro-gramas5.

5 Hogares sustitutos; Centros de desarrollo infantil (CDI); Centros de protección; Comedores infantiles; Atención integral a la niñez nicaragüense (Painin); Atencióna niños, niñas y adolescentes trabajadores; Atención a personas de tercera edad; Atención a personas con discapacidad; Atención a niños, Niñas y adolescentes conproblemas de drogodependencia; Protección especial, (Pasos para Adoptar un Niño/ Niña) y Promoción social comunitaria.

5. Sugerencias para la elaboración de políticas públicas que faciliten la con-vivencia y dignifiquen las condiciones de vida de las familias

• Incluir en las leyes nacionales conceptos que abar-quen la diversidad y la heterogeneidad de las fami-lias, y que contemplen la igualdad de derechos en-tre hombres y mujeres en tanto jefes de hogar.

• Considerar las características de la población, y conello crear entornos favorables a las familias. Porejemplo, tomar en cuenta el alto porcentaje de fa-milias monoparentales y extensas, a fin de formularpolíticas específicas que respondan a demandas rea-les de los posibles beneficiarios.

• Crear un entorno favorable para el desarrollode las personas y el despliegue de sus capaci-dades requiere de la formulación de políticaspúblicas que doten de habilitaciones básicas a

las familias. Adicionalmente, es importanteque los hogares nicaragüenses dispongan deinformación y acceso adecuados a las institu-ciones públicas y privadas, cuyo campo de tra-bajo se relaciona con el ámbito familiar.

• Ampliar el campo de acción de las políticas públicasmás allá de la beneficencia, para alentar simultá-neamente a la reparación del daño, procesos de in-tegración y de organización para la autogestión delas personas y las familias.

• Destinar recursos a la creación de instancias queprovean de información y de espacios de conversa-ción para que los miembros de las familias apren-dan a negociar y solucionar sus conflictos.

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• Orientar las políticas públicas al mejoramiento de laconvivencia en la familia, ya que ésta influye en larelación con los pares y la comunidad.

• Fomentar una relación estrecha entre la escuela ylas familias o tutores, en aras del apoyo afectivo quelos niños y niñas necesitan como parte de su apren-dizaje, tomando en consideración que la escuela esun aliado estratégico en la formación de una cultu-ra de diálogo y respeto.

• Considerar los procesos de incorporación temprana altrabajo y los hechos derivados de la maternidad y pater-nidad en la adolescencia, lo que permitiría garantizarel cuido de las oportunidades a que este sector poblacio-nal tiene derecho, y del cual quedan excluidos ante lasresponsabilidades que asumen a corta edad.

• Mejorar el registro estadístico relacionado con losnacimientos, contribuiría al fortalecimiento de los

derechos humanos de los niños, niñas y adolescen-tes, en tanto un país con estadísticas deficientes nosabrá con certeza el número de inmunizaciones quedebe proveer, o la cantidad de matrículas para losescolares.

• Divulgar las experiencias exitosas que contribuyen almejoramiento de las relaciones familiares , me-diante el fomento del diálogo y el respeto entre susmiembros, constituye un recurso valioso para laeducación de las generaciones presentes y futuras enuna cultura de negociación y resolución armónicade conflictos.

En síntesis las políticas públicas deberían coadyuvar a lacreación de condiciones para que las familias potencieny articulen sus recursos materiales y humanos de mane-ra que en el contrato familia-sociedad-Estado, cada unade las partes cumpla eficazmente con su aporte para laconstrucción de futuro.

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a gran forjadora de esperanzas

Pocos consensos sontan sólidos al comienzo deeste nuevo siglo, como laconvicción de que la educa-ción es el elemento más de-terminante del desarrollo”

(CCRE-PREAL, s.f.:7).

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1.1 La educación, generadora de aspi-raciones y creadora de futuro

La educación es percibida como un medio muy podero-so para satisfacer las esperanzas de las personas de for-marse y superarse en las distintas dimensiones de su vi-da. Por un lado, se espera que brinde conocimientos ydestrezas en preparación para la vida laboral, desarro-llando capacidades con miras a una actividad profesio-nal digna y justamente remunerada. Por el otro, se leotorga la misión de transmitir valores y normas quecontribuyan a formar la identidad y personalidad nece-sarias para la vida social y el ejercicio de la ciudadanía.Al mismo tiempo, es un catalizador poderoso para fo-mentar sinergias entre los elementos que definen las po-tencialidades de las personas y la sociedad en su búsque-da de bienestar y sentido. Es una palanca decisiva parapromover una combinación fecunda entre competitivi-dad y equidad, sostenibilidad y democracia, progresomaterial y ética, factores básicos en la promoción del de-sarrollo humano.

En un proceso de permanente transformación como elque se vive actualmente, donde el conocimiento y la in-formación están en continua renovación, la educaciónse ve “obligada a proporcionar las cartas náuticas deun mundo complejo y en perpetua agitación, y almismo tiempo, la brújula para poder navegar en él”(UNESCO, 1996: 95). Desde esta perspectiva, el procesoeducativo trata menos de enseñar contenidos y más de-sarrollar “capacidades y destrezas de aprendizaje:aprender a aprender, aprender a pensar, aprender aresolver problemas”. Más que “inculcar valores” bus-ca aumentar las capacidades de las personas para “dis-cernir entre valores”.

Así entendida, en su sentido más amplio, la educación noremite a un solo período de la vida de las personas. Ya noexiste una edad determinada para educarse, puesto quecada vez más, los aprendizajes se extienden a lo largo de laexistencia individual. De esta manera, si bien el procesoeducativo se organiza en niveles que tienen su propia fina-lidad, conforman un todo a lo largo de la vida.

1.2 Las aspiraciones educativas de losnicaragüenses

La Encuesta Nacional de Aspiraciones indagó qué gradode instrucción la gente ambiciona que alcancen sus hi-jos e hijas. Cuatro de cada cinco personas anhelan quecoronen una carrera universitaria, una de cada diez de-sea que adquieran una capacitación técnica, una de ca-da veinte espera que se gradúen en secundaria, otra deveinte se satisface con que concluyan la primaria y na-die piensa mantenerlos fuera de las aulas. No se observadiscriminación en contra de las niñas, para quienes laspretensiones son tan elevadas como para los varones.

El conjunto de la población comparte la evidencia deque la educación abre la posibilidad de acceso a mejorescondiciones de vida y, por ende, a una existencia más li-bre de temores y limitaciones y más llena de perspectivasy oportunidades, elementos clave para alcanzar mayoresniveles de satisfacción e integración social.

Si tantas personas de todas las categorías demográficas,sociales y económicas –jóvenes y adultos, hombres y mu-jeres, residentes rurales y urbanos, pobladores de la capi-tal, el Pacífico, el Centro y la Costa Caribe– concuerdanen atribuir tal importancia a la instrucción básica y la for-mación vocacional y profesional, es porque no sólo brin-dan habilidades intelectuales y destrezas manuales quefavorecen un desempeño exitoso como trabajador, sinoque representan, además, medios eficaces para realizarsey superarse como persona, definirse como miembro de lacomunidad y como ciudadano y ciudadana, en fin “seralguien en la vida”, según una formulación escuchadaa menudo. En esencia, lo que las personas buscan es de-sarrollar al máximo las destrezas de aprendizaje que leacompañarán a lo largo de su vida.

“la función esencial de la educación es conferir a todos losseres humanos la libertad de pensamiento, de juicio, desentimientos y de imaginación que necesitan para que sustalentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices, en lamedida de lo posible, de su destino” (UNESCO, 1996:106).

Tabla II.5.1 Nivel de educación deseado parasu hijo o hija (%)

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PNUD/PRANAFP, agosto 2001.

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6 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

El deseo masivo que la población expresa por una edu-cación universitaria se explica por el hecho de que laeducación superior no sólo goza de mayor prestigio, si-no que actualmente es la que con mayor probabilidadlleva a una ocupación dignamente remunerada. La ta-

bla II.5.2 señala comparativamente los ingresos obteni-dos por la población económicamente activa ocupada yel nivel educativo, ratificando lo expuesto de que a unmayor nivel educativo, hay más probabilidades de obte-ner un mejor ingreso.

Datos de la Encuesta nacional de hogares para la medi-ción de nivel de vida 2001, muestran que en los hogaresno pobres el promedio de educación del jefe del hogar esde seis años. En contraposición, el jefe de hogar de lasfamilias en extrema pobreza cuenta apenas con dosaños de escolaridad. Un estudio de IPEA1 sobre determi-nantes de la pobreza en Centro América revela que “unaño adicional de escolaridad reduce la pobreza en 4puntos porcentuales, aunque el impacto no sea li-neal, haciendo que el incremento de 6 años en la es-colaridad reduzca la pobreza en poco menos de 20puntos porcentuales” (IPEA,2001:14).

Pese a la aspiración generalizada por una educaciónuniversitaria, es evidente que no es realista plantearse es-ta meta para todos los nicaragüenses. En la actualidad,ningún país ha logrado este nivel educativo para toda supoblación2. En Nicaragua, es un esfuerzo que no todaslas familias ni el país pueden afrontar. Sin embargo, esnecesario garantizar una educación básica y de calidadpara todos los estudiantes con suficientes salidas latera-les, de manera tal que los aprendizajes logrados hasta elnivel de egreso, resulten significativos y relevantes. De la misma manera, demandan la apertura de nuevasopciones de educación técnica, que faciliten su incorpo-ración al mundo del trabajo.

En definitiva, lo que la población percibe es que en la épo-ca actual, también llamada sociedad del conocimiento, se

necesita de una educación que permita enfrentar de me-jor manera un futuro visualizado incierto. En el análisisrealizado en el capítulo 2 de la parte I de este segundo In-forme, se observaba que son precisamente las personas demayor nivel educativo las que perciben que tienen mayorcapacidad de previsión del entorno en que viven, mostran-do una relación positiva entre una mayor escolaridad yuna percepción de capacidad de manejo y control del me-dio en que se desenvuelven.

La complejidad y el desafío que plantea la educación re-mite a la preocupación sobre el futuro. La enseñanzaque se imparte hoy apunta a aprendizajes que se esperaserán socialmente útiles en el mediano y largo plazo. Deahí la importancia que reviste la educación, tanto en tér-minos individuales como sociales, pues está referida demanera directa a la construcción de futuro.

1.3 La opinión de las niñas y los niños

“La escuela es importante y bonita porque te en-señan muchas cosas, aprendemos a ser técnicos,

profesores y doctores,” (niños y niñas de un colegio público).

“La escuela te cambia la vida; entrás sin saber na-da y salís sabiendo muchas cosas,”

(niño de un colegio privado).

Tabla II.5.2Nivel educativo de la PEA ocupada de 10 años y más y su nivel de ingreso promedio 2001

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de la EMNV 2001.

1 Instituto de Pesquisas Económicas Aplicadas, con sede en Río de Janeiro, adscrito al Ministerio de Planeamiento, Presupuesto y Gestión de Brasil.2 Canadá, el país con el índice de desarrollo humano más alto a nivel mundial en el 2001, muestra una tasa de matrícula universitaria de 95% para mujeres y de81% como promedio de los años 94-97, lo que indica que no todos los jóvenes de la edad correspondiente ingresan a la universidad (PNUD,2001: 224). Por otraparte, el promedio educativo de la fuerza laboral en los países de la OECD en el año 1997 era de 11.1 años (Brunner,2000:38), lo que indica que aún están lejos dealcanzar una educación universitaria para toda su población.

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“En la escuela tenés amigos y podés jugar en el recreo,” (niños y niñas de un colegio público).

“En la escuela tenés muchos amigos y amigas,” (niños y niñas de un colegio privado).

La escuela ocupa un lugar muy importante en la vida delos niños, niñas y jóvenes: todos los que fueron consultados

la perciben como un espacio esencial de instrucción, socia-lización y formación de valores. Ahí adquieren conoci-mientos y habilidades, desarrollan capacidades y talentos,aprenden a establecer relaciones de convivencia con los de-más, y asimilan valores y pautas de conducta para interac-tuar con su entorno. Algunos advierten que el impacto de laescuela trasciende el ámbito personal y familiar para tradu-cirse en un beneficio para la comunidad y el país.

Fuente: Mariana Aburto y Rosamaría Sánchez (2001),“Estudio exploratorio sobre niños, niñas y adolescentes”, PNUD/ PRANAFP.

Si el entorno familiar y la condición socioeconómica delos niños y niñas influencian sus expectativas profesio-nales, la escuela fortalece sus ambiciones. Los que asis-ten a clase tienen esperanzas y perspectivas que van másallá de su entorno inmediato, mostrando que la educa-ción es un catalizador de primer orden en la aspiraciónde oficios y profesiones de un espectro más amplio. Deesta manera, la educación se convierte en un elementofundamental en la construcción de imágenes de sí mis-mos, donde su futuro se visualiza ligado estrechamentea una mayor formación.

1.4 Algunas realidades

El nivel educativo de la población

En las últimas décadas, el país ha realizado ingentesesfuerzos para elevar el nivel educativo de la población.

Según las EMNV la población nicaragüense tiene unpromedio de escolaridad de 5.1 años (ver tabla II.5.3).Este indicador que había aumentado significativamen-te entre 1993 y 1998, sólo ha crecido levemente de 1998a 2001. Para el año 2001 la situación ha mejorado so-bre todo en la zona rural de la región del Caribe, la másatrasada del país al respecto, lo que permitió cerrarparcialmente la brecha que la separaba de las demásregiones.

Una tasa de crecimiento promedio anual de 1.3 porciento en los años de escolaridad de la población nica-ragüense, contrasta con la de los países llamados los ti-gres asiáticos (Corea, Taiwan, Singapur, Hong Kong),donde durante tres décadas dicha tasa ha crecidoanualmente 3 por ciento en promedio, lo que les hapermitido alcanzar estándares internacionales encuanto al nivel educativo de su población (www.preal.org/docs-series/qued-atras.pdf).

Algunas aspiraciones de futuro expresadas por niños y niñas

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6 7Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Pese a los esfuerzos realizados, Nicaragua, al igual queel promedio de países latinoamericanos, permanece re-zagada en este indicador, de crucial importancia paraalcanzar un mayor nivel de desarrollo humano y tam-bién para reducir la pobreza, como se mostró en pági-

nas anteriores. “Actualmente, la educación prome-dio de la fuerza laboral es de 11.1 años en los paí-ses de la OECD; de 8.1 años en el este asiático (ex-cluida China) y de sólo 5.4 años en América Lati-na” (Brunner, 2000:38).

Tabla II.5.3 Años de escolaridad de la población de 10 años y más y tasa de crecimiento promedio anual

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de las EMNV 1993, 1998 y 2001.

Una lenta alfabetización

“Me gustaría aprender a leer y escribir y que sereconozca mi sabiduría,” (hombre adulto de lazona urbana de Bluefields).

“Ahora que aprendí a leer y escribir, puedo usar tru-cos para conteo rápido de los sacos, los que coloco de10 en 10 y así hago más fácil mi inventario, sin te-ner que levantarlos cada vez,” (bodeguero de Mata-galpa, egresado del III nivel del PAEBANIC3).

El acceso al conocimiento se inicia con el aprendizaje dela lectura y la escritura, representa la puerta de entradaal saber expresado en forma escrita. La tasa de alfabeti-

zación que se había elevado substancialmente entre1993 y 1998, casi no ha evolucionado de 1998 a 2001.Otra vez es en la Costa Caribe rural donde se observanlos avances más notables, mientras la situación parecemás bien estancada en las otras regiones. Nuevamente,una tasa que no llega al 0.2 por ciento de crecimientopromedio anual, hace muy difícil cumplir las metas pro-puestas en la Estrategia reforzada de crecimiento econó-mico y reducción de pobreza (ERCERP).

Los diferentes programas de alfabetización, tanto los im-pulsados por el MECD como por organismos de la socie-dad civil, atienden anualmente unas 57,750 personas,menos del 10 por ciento de un total de 779,404 personasmayores de 10 años analfabetas que existen en el país.

3 Programa de alfabetización y educación básica de adultos de Nicaragua (PAEBANIC).

Tabla II.5.4 Tasa de alfabetización

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de las EMNV 1993, 1998 y 2001.

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El analfabetismo en los jóvenes

El analfabetismo de adolescentes y jóvenes continúasiendo una situación delicada, sobre todo en el sec-tor rural, lo que indicaría que es necesario prestaratención al ingreso de los niños y niñas a la escuela,

pero también a sus más altos índices de deserción y,al mismo tiempo, favorecer su retención, porque deno hacerlo, se mantendrían las actuales tasas quemuestran que un cuarto de los adolescentes y jóvenesrurales no tiene ningún acceso al conocimiento, porincapacidad de lectura y escritura.

1.5 La socialización anticipada, el sue-ño educativo postergado

La situación de pobreza en que vive casi la mitad de loshogares nicaragüenses y la extrema pobreza que afectaa un 15 % del total de hogares en el país (ver recuadroI.2.2) no permite a las familias destinar periódicamenterecursos de sus gastos de consumo para dirigirlos a laeducación, postergando, con ello, la aspiración de ado-lescentes y jóvenes de educarse.

Niños, niñas y adolescentes se enfrentan a la toma de res-ponsabilidades familiares y económicas, principalmente,que entorpecen o retrasan los procesos adjudicados a esasetapas de su vida. En nuestro país un gran número de ni-ñas, niños, adolescentes y jóvenes se adelantan en roles co-mo el de madre o padre al asumir el cuido de los hermanosy hermanas menores; al trabajar para su manutención ogarantizar el ingreso familiar; al administrar el hogar, alrealizar tareas domésticas, hablamos de adquisición antici-pada de roles o socialización anticipada. “Para ellos, la ur-gencia del presente invita a renunciar a aquellas inver-siones cuyos beneficios se apreciarán sólo en el medianoo largo plazo” (Tedesco y López, 2002:66).

En definitiva, están postergando o truncando en el peorde los casos, sus posibilidades de desarrollar capacidadesque les permitan enfrentar con confianza el porvenir ycon ello, están poniendo en riesgo un futuro mejor. Ado-lescentes y jóvenes asistentes a los grupos de reflexión seexpresaron sobre el dilema de trabajar o estudiar:

“Si estudiamos, no trabajamos; pero necesita-mos trabajar y entonces no estudiamos,” (jovenurbano de la Costa Caribe norte).

“No podemos darnos el lujo de salir a buscarotro lugar donde estudiar. Si no tenés tu cayucono podés movilizarte,” (joven rural de la Costa Ca-ribe sur).

“Me metí a estudiar una carrera técnica encomputación, pero me salí porque es muy carala mensualidad,” expresó un joven urbano deOcotal.

“Mi aspiración más importante es estudiar, peroel poco dinero que gano es necesario para for-mar a mis hijos”, ( mujer adulta de Mateare).

Ante estos tropiezos los padres, las madres y los mismos jó-venes se ven obligados a fijar prioridades y hacer sacrificios,adoptando estrategias enfocadas a reconciliar condicionesaparentemente incompatibles. Reducen su consumo, seapoyan en la solidaridad entre familiares, vecinos y otros co-nocidos, se endeudan y desplazan el aprendizaje hacia ho-rarios nocturnos y fines de semana, cumpliendo jornadasmúltiples. Sin embargo, estos intentos muchas veces no re-sultan en soluciones sostenibles, de modo que sólo les que-da la opción de postergar los estudios, lo que conlleva el ries-go de renuncia definitiva y, por ende, genera sentimientos deinsatisfacción y frustración.

Los debates desarrollados en los grupos de reflexión, lasdeclaraciones de los niños recogidas en el estudio sobresus aspiraciones y los datos que arrojan las EncuestasNacionales de Hogares sobre Medición de Nivel de Vida(EMNV), confirman las conclusiones de la investigaciónrealizada por la Procuraduría especial para la niñez y laadolescencia, que señala las múltiples formas utilizadasen el sistema educativo público para recaudar una par-ticipación financiera de los educandos.4

Tabla II.5.5 Tasa de analfabetismo de los adolescentes y jóvenes 2001

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de la EMNV 2001.

4 Carlos Emilio López Hurtado et. al (s/f) El pupitre vacío, Procuraduría especial de la niñez y la adolescencia de la PDDH. Colección Observatorio de derechos de laniñez y la adolescencia, Número 1, Managua, Nicaragua.

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6 9Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

“Tenés que tener dinero para entrar a la escue-la,”, “hay que pagar, comprar el uniforme, loszapatos y los libros,” “si no tenés dinero, te sacande clase,” son las palabras de algunos de los niñosy niñas provenientes de sectores de bajos ingresos.

Las dos últimas EMNV, llevadas a cabo en 1998 y 2001respectivamente, permiten estimar a cuánto asciende enpromedio la participación económica de los alumnos ysus familias en los costos del aprendizaje. Salvo en el ni-vel preescolar donde disminuyó; y la primaria que nocambió; se observa un aumento sustancial de esta con-tribución, en los últimos tres años, para la secundaria yla educación superior.

A estos desembolsos se suman los costos de oportunidadrepresentados por la pérdida de capacidad laboral de losniños y niñas que están en las aulas y los jóvenes que es-tudian. Mientras asisten a la escuela y la universidad,generalmente no devengan ingresos. Análisis realizadoscon datos proporcionados por el MITRAB muestran queel aporte de los niños, niñas y adolescentes trabajadoresrepresenta en promedio un 27.2

5

por ciento del ingresode sus hogares. Según la misma fuente, en 2000, eranpoblación ocupada 314,012 niños, niñas y adolescentesentre los 5 y los 17 años. De ellos, el 81 por ciento da al-guna parte de sus ingresos a sus parientes.

Tabla II.5.6 Costo anual para las familias endólares corrientes

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de las EMNV 1998 y 2001.

Gráfico II.5.1 Asistencia a clase de niñas yniños trabajadores

Fuente: MITRAB, 2000

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Los resultados de dos encuentros que reunieron a unoscincuenta miembros del sistema educativo, maestros, di-rectores de centros y personal técnico del MECD, en oc-tubre y noviembre del 2001 en Chichigalpa y CiudadSandino, complementan esta visión al revelar algunosmecanismos que frenan la voluntad de los padres y ma-dres para que sus hijos lleguen a la escuela, o permanez-can en ella.

“A veces los padres trabajan todo el día ycuando regresan a la casa no saben si los hi-jos fueron a clase; además llegan cansados yno los ayudan con las tareas,” expresó unaprofesora de la Escuela en el barrio Nueva Vidade Managua.

“Muchas veces la falta de trabajo incita a lospadres a mandar a trabajar a sus hijos de sie-te ó diez años para complementar los ingresos

familiares”, manifestó una profesora del mismocentro educativo.

Profundizando en las razones de la deserción escolar,ENDESA 2001 muestra que para un tercio de la pobla-ción infantil y adolescente, la razón principal que le lle-va a abandonar la escuela, es la falta de dinero. Otrosseñalan la necesidad de trabajar en su casa y para algu-nos, es la lejanía de la escuela, la causa del abandonodel aula.

La recién aprobada Ley de participación educativa, pu-blicada en La Gaceta No. 56 del 21 de marzo de 2002, esclara en su artículo 16: “En respeto al precepto consti-tucional de gratuidad de la educación se prohíbenlos cobros de cualquier índole en los centros educati-vos del Estado. Nadie podrá ser excluido en ningunaforma de un centro estatal por razones económicas.”

Tu tiempo es ahora una mariposa,navecita blanca, delgada, nerviosa.

Silvio Rodríguez.

Voy a la escuela en la mañana, por la tarde voy al mercado, mi mamá y mi papá tienen un tramo con verdu-ras, ahí me quedo todos los días de la 1 hasta las 6 de la tarde. Los sábados también, hasta las 5. Ya cum-plí 10 años. Ese día me felicitaron y me llevaron a la casa de mi abuela que me dijo: ¡felicidades Margarita!Fue alegre. Estar en el mercado me gusta, veo gente y cuando puedo voy a jugar una cosa que le llaman nin-tendo. Yo no trabajo, pero me toca cuidar a mis hermanitos, darles de comer, darles pacha, cuidarlos, irlos apasear, cambiar el pañal, todas las cosas que un niño necesita. El más pequeño tiene un año y el otro dos, yo“los miro” por que soy la mayor. Lo malo es que mucho lloran, hay que andarlos paseando y yo a veces noquiero, me aburre andar con ellos (Margarita, 10 años).

En la mañana voy a la escuela y después, de la 1 de la tarde a las 7 de la noche me “defiendo”, vendo agua hela-da en los buses.Al día saco 30 pesos, le doy 20 a mi mamá y me quedo con 10 para comprar lo que yo quiera. Tra-bajo de lunes a sábado y de sábado a lunes. Ya tengo un año de andar vendiendo. Todos los choferes de los busesque pasan por el Israel (mercado) me conocen, me dicen “el Gato”, tengo muchos amigos, como soy el más peque-ño de los vendedores (8 años) todos me cuidan, me regalan cosas, camisas y eso.

En clases voy más o menos, estoy en primer grado, si no fuera a la escuela no ‘supiera’ nada, ni leer ni escri-bir y no saber es triste. Además, cuando esté grande, quiero ser profesor, porque yo miro que todos los estu-diantes te regalan el día de los profesores, ahí es donde me voy a poner feliz.

Cuando me pasó lo de la camioneta dejé de trabajar, pero después volví a vender y a la escuela. Me estababajando del bus y me golpeó una camioneta, estuve tres días en el hospital, me hicieron puntadas en la ma-no y me quedó una uña con un “tuco” menos. El señor que iba en la camioneta le dió dos mil córdobas a mimamá y a mí me regalaron un radio pequeño y gaseosa.

Me gusta trabajar porque así le ayudo a mi familia, si no quisiera pues no trabajo, ahí tendría mi plato decomida. Mi mamá no me pega, ni me regaña si vendo poquito, dice que me quiere y que me ama, que da suvida por mí, así dice ella. En mi familia todos trabajan, menos mi hermanita que tiene 7 años. A mi no megustaría que ella trabajara, es peligroso y si me la llega a golpear un bus me voy a sentir mal en el corazón,yo no quiero que me le pase nada. Por eso no quiero, ¡no quiero que trabaje! (El Gato, 8 años).

Recuadro II.5.1 No es jugando. Trabajo infantil

Fuente: Lola Castillo Salaverry (2002), PNUD/PRANAFP.

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7 1Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Es posible que esta disposición, al hacerse efectiva, ga-rantice que no sea necesario el pago para poder ingresary permanecer en la escuela.

Sin embargo, declaran otras causas, la falta de interés es lasegunda en importancia. Este dato indica que para estos ni-ños, niñas y adolescentes que abandonan la escuela, ésta noofrece ningún atractivo, por lo cual prefieren abandonarla.Este es un aspecto que merece una atención más cuidado-sa, ya que si bien hay razones de orden económico que lle-

van a abandonar la escuela, también hay falta de motiva-ción, la que podría apuntar a razones diferentes.

Para estos niños, niñas y jóvenes, su futuro también es-tá siendo truncado, pues no encuentran en la escuela elespacio para lograr una formación que les permita másadelante desempeñarse social y productivamente. De ahíderiva la necesidad de conocer más en detalle las razo-nes de estos niños, niñas y adolescentes, para quienes laeducación pareciera no generar interés.

Tabla II.5.7 Deserción escolar del nivel de primaria de la población de 7-17 años, por grado es-colar, según sexo y área de residencia, 2001

Fuente: INEC (2002) Indicadores sociales de la niñez nicaragüense. ENDESA 2001 (datos preliminares)

Tabla II.5.8 Razones de inasistencia de la población de 6-17 años, por grado escolar, según sexoy área de residencia 2001

Fuente: INEC (2002) Indicadores sociales de la niñez nicaragüense, Managua.

2.1. La inversión del Estado en educa-ción: un aporte para la construcción defuturo

En Nicaragua, como en la mayoría de los países deAmérica Latina, desde el comienzo de la forma-ción de los Estados nacionales, la educación ha si-do reconocida como “el vehículo a través delcual sería posible lograr la integración y uni-dad nacionales, en sociedades altamente dife-renciadas en su interior desde el punto de vis-ta social, económico, cultural, geográfico e in-clusive étnico” (Castillo, 1999:24).

Bajo esa perspectiva, la educación ha sido concebidacomo una institución y un servicio público de carác-ter nacional. Las distintas leyes y constituciones na-cionales fueron fortaleciendo la concepción de laeducación como prerrogativa y función del Estado,sobre el que ha recaído la responsabilidad de proveerlos fondos necesarios para su funcionamiento. Cum-ple, entonces, una función básica de habilitar a laciudadanía con las herramientas básicas para su de-senvolvimiento en la sociedad.

En Nicaragua, la educación es un derecho constitucio-nal que reconoce su importancia “como un factor fun-

2. La creación de capacidades

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damental para la transformación y el desarrollo delindividuo y la sociedad”, siendo obligación del Estadofacilitar el acceso, garantizar su calidad, pertinencia,equidad y los recursos financieros y materiales (Consti-tución Política de la República de Nicaragua, artícu-los 116 a 128).

Los montos destinados a cumplir este derecho, son esti-pulados en el Presupuesto General de la República, en-tendido éste como una herramienta mediante la cual sedistribuyen los recursos públicos para satisfacer las nece-sidades educativas de la población. Los recursos finan-cieros dedicados a la inversión en educación por el Es-tado y por las familias, permiten medir la relevancia quecada sociedad está atribuyendo a la formación de capa-cidades de las personas, en un campo tan decisivo parael desarrollo humano.

El sistema educativo nacional está dividido en tres sub-sistemas: el de educación general a cargo del Ministeriode Educación, Cultura y Deportes (MECD), el de educa-ción técnica y formación profesional a cargo del Institu-to Nacional Tecnológico (INATEC), y el de educación su-perior a cargo de las universidades, que se rigen por laLey de autonomía de las universidades y centros de edu-cación superior. En atención a la normativa constitucio-nal, las universidades públicas y privadas que constitu-yen el Consejo Nacional de Universidades (CNU) recibenel 6 por ciento del Presupuesto General de la República.

2.2. La inversión pública en educación

El gasto público educativo se ha duplicado en los últi-mos años, al pasar de 79 millones de dólares en 1995, loque representó el 13.5 por ciento del presupuesto de gas-tos del gobierno a 161 millones de dólares en 2001, quesignifican el 16.3 por ciento del presupuesto de gastos. Elincremento más notable se observó en 1999, primer añode la reconstrucción de los daños dejados tras el paso delhuracán Mitch, hacia un nuevo umbral mantenido enlos años siguiente.

Se observa también en la tabla II.5.9 el crecimiento queha tenido la asignación para el INATEC, dedicado a lapreparación de recursos técnicos para el país y la forma-ción profesional en el trabajo. A la asignación presu-puestaria se agrega el aporte del 2 por ciento de las pla-nillas laborales.

Las diez universidades públicas y privadas que constitu-yen el Consejo Nacional de Universidades (CNU), han

visto aumentada su asignación en el período, la que pa-só de 24 millones de dólares en 1995 a poco más de 40millones de dólares anuales, según el Proyecto de ley depresupuesto de 2001.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (MECD)tiene a su cargo la educación preescolar, primaria, se-cundaria, formación de docentes, educación especial ylos programas de alfabetización de adultos. Pese al in-cremento que ha tenido la asignación presupuestariapara el MECD, los 536 dólares por estudiante dedicados agastos corrientes, aún no alcanza los 105 dólares queasignaban los países latinoamericanos, como gasto pro-medio anual en 19967 (M. Arana, et al.1998).

En cuanto al gasto corriente por estudiante (ver tablaII.5.10), su ascenso se concentró en la primaria, mien-tras disminuyó a nivel preescolar, donde muchos centrosse financian localmente, y también en secundaria, enparte a consecuencia de la extensión del régimen de au-tonomía administrativa, que faculta a las administra-ciones locales a establecer cuotas y cobros voluntarios alos estudiantes, mediante resoluciones del consejo esco-lar de cada centro.

Tabla II.5.9 Distribución y tendencias delgasto público en educación

Fuente: MECD, Dirección General Administrativa Financiera; INATEC, Direc-ción Específica de Planificación; CNU, Memoria CONPES, 2001:82 y GabrielaRoa Romero,“CNU divide seis por ciento” en La Prensa, 19 de enero 2002.(*): corresponde al año 2002.

6 Para 2001, el gasto total por estudiante del MECD fue de 120 dólares al año. 53 dólares para gastos corrientes y 67 dólares para gastos de capital, según cál-culos realizados con información proporcionada por ese ministerio.7 Los países desarrollados asignaban en 1997 como promedio 4,992 dólares anual por estudiante de primaria y secundaria (PNUD, 2001:93)

Tabla II.5.10 Tendencia del gasto corrientepor estudiante MECD (dólares corrientes)

Fuente: MECD, Dirección General Administrativa Financiera.

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7 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Pese al aumento en los recursos públicos destinados a la for-mación de los nicaragüenses, el sistema educativo siguemostrando deficiencias en la cobertura y falta de capacidadfísica y financiera para atender a toda la población en edadescolar obligatoria. El gasto y la inversión en educación bá-sica y media a pesar de los esfuerzos, aún resultan bajos pa-ra los estándares latinoamericanos y mundiales.

2.3. Acceso al subsistema educativoadministrado por el MECD

En el nivel preescolar la tasa neta de matrícula8 corres-pondiente ha progresado constantemente a lo largo del

último quinquenio. Igual ha sido el crecimiento en se-cundaria, aunque a un ritmo menor. En primaria la ta-sa de crecimiento muestra un estancamiento. Recién, en2000, parece haber remontado el nivel que había man-tenido durante el quinquenio.

Pese a la importancia que reviste para aprendizajes pos-teriores el aprestamiento adquirido en el nivel de prees-colar, en 2001 solamente 26 niños de cada 100 asistierona un centro de estudios para este nivel. En primaria, un19 por ciento de las niñas y los niños de ese rango deedad no están en la escuela; y en secundaria, son 37 ado-lescentes y jóvenes de cada 100 los que lograr ingresar aun centro de educación secundaria.

8 La tasa neta de matrícula es la relación que existe entre la parte de la matrícula que se encuentra en la edad escolar en un determinado nivel y la población totalde ese grupo de edad.9 Plan Nacional de Educación, PNE 2001-2015 (2001: 14).10 Carlos Tünnermann (2001: 35).

De esta manera, 825,000 niños, niñas y adolescentes enel rango de 3 a 18 años en todo el país, que deberíanasistir a un centro escolar no puedan ejercer ese derecho,y la deserción escolar, como se anotó anteriormente,continúa siendo un problema que afecta a la niñez ni-caragüense, especialmente en las zonas rurales.

2.4 La educación técnica y la formaciónpara el empleo

La enseñanza técnica y vocacional suscita intensas espe-ranzas y polémicas en casi todo el mundo. Se sitúa en elcentro de la reflexión acerca de algunos de los desafíoseconómicos y sociales dominantes, como la generacióny la promoción de empleos dignos, la modernización yla competitividad del sector productivo, la lucha contrala exclusión y la erradicación de la pobreza.

En un contexto donde la educación media, sea secundariao técnica, representa el máximo nivel de escolaridad quealcanza la mayoría de los estudiantes antes de incorporar-se al mundo del trabajo, la demanda educacional que ex-presan ellos, sus familias e incluso las empresas, se orien-ta cada vez más hacia calificaciones y competencias valo-radas por el mercado laboral. La formación técnica sevuelve un componente estratégico de la política educativa,

pues se le atribuye el papel de acercar el aprendizaje almundo del trabajo y la formación a la producción.

Sin embargo, actualmente la sociedad nicaragüensesubvalora la formación técnica y el Estado carece deuna política que la promueva de forma activa. LaENA 01, reveló que sólo el 9% de las personas aspirana que sus hijos e hijas cursen una carrera técnica. ElINATEC apenas atiende al 1.4% de los jóvenes entre15 y 24 años.9 Solamente el 2% de los estudiantes queegresan del sistema educativo nacional proviene deél.10 Datos de las EMNV, muestran que la proporciónde la población ocupada, mayor de 10 años, quecuenta con calificaciones de nivel técnico, sea básico,medio o superior, bajó del 3.7% en 1998 al 2% en2001. Esta caída podría estar ocasionada porque eseste personal calificado el que está más dispuesto aemigrar. De hecho, las cifras de emigración al exte-rior muestran en los emigrantes un mayor nivel decalificación educativa (Baumeister, 2001).

El problema reside en que la educación técnica careceaún en el país de suficientes atractivos para los jóvenes,que prefieren ingresar a la enseñanza secundaria gene-ral con la esperanza de seguir luego estudios superiores,aunque este propósito no se haga realidad para muchosde ellos. Esta subvaloración está asociada al poco reco-

Tabla II.5.11 Tasa neta de matrícula en el período 1996-2001 (%)

Fuente: MECD, Departamento de Estadísticas / Memoria CONPES (2001:89).

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nocimiento social y económico que generalmente obtie-nen los graduados de ese nivel en el país.

Como la mayoría de los países latinoamericanos, Nica-ragua ha adoptado un sistema de formación media quedistingue dos vías: una, que prepara para entrar en launiversidad y otorga un diploma de educación secunda-ria general; la otra consiste en una formación técnicaorientada hacia la preparación para el mundo laboral.Aunque numerosos estudiantes nunca lleguen a iniciarestudios superiores, la educación secundaria que condu-ce a la universidad goza tradicionalmente de más acep-tación que la educación técnica.

Sin embargo, el acceso a la educación media se está amplian-do gradualmente (ver tabla II.5.11). Los jóvenes que la cur-san en su mayoría provienen de sectores de bajos ingresos yterminan insertándose en la economía informal. Es funda-mental que la instrucción que reciben sea atractiva, es decirque se adecúe a sus capacidades y necesidades, y que respon-da a sus sueños y expectativas. Pero también que contempleel hecho innegable de que muchos jóvenes ingresan tempra-no al mundo laboral y que requieren horarios especiales, ade-más de beca u otra forma de apoyo financiero para costear susestudios, como mencionaron en los grupos de reflexión.

En este contexto la formación técnica tiene un potencialinmenso y podría asumir un papel estratégico. Los jóve-nes y sus familias expresan una fuerte demanda por unacalificación profesional ampliamente reconocida quelos prepare realmente para la vida laboral, sea como em-pleados o independientes.

Ante este reclamo y las interpelaciones de las empresasen búsqueda de trabajadores debidamente entrenados,

las reformas en curso en la mayoría de los países refe-rentes a la educación técnica persiguen un doble objeti-vo: elevar el nivel general de conocimientos de los estu-diantes y seguir las tendencias del mercado laboral parabrindar una formación adaptada a la oferta de trabajo.

Una modalidad ampliamente utilizada en el mundo ypoco utilizada en Nicaragua es la formación en el lugarde trabajo. Está ampliamente demostrado con experien-cias en Colombia, Indonesia, Malasia y México, los be-neficiosos efectos de la capacitación ofrecida por las em-presas sobre su productividad (PNUD, 2001:91).

2.4.1. El financiamiento de la educación técnica

Desde 1997 la principal fuente de ingresos del INATEC laconstituyen los aportes que hacen las empresas, que cotizanmensualmente el 2% de las planillas pagadas a los trabaja-dores. La educación técnica es comparativamente cara: en1999 el costo anual por estudiante ascendió a 506 córdobasen secundaria, contra 1,111 córdobas en técnica comercial,6,406 córdobas en técnica industrial y 12,760 córdobas entécnica agropecuaria.11 Aunque el gasto que asumen los es-tudiantes, que va de 25 a 120 córdobas mensuales según lasección, es bajo en relación con el costo de su formación,muchos de ellos no logran pagar las colegiaturas y quedanexcluidos de la institución.

2.4.2. La oferta de educación técnica

Este nivel educativo contaba en 2001 con treinta centrosestatales (doce agropecuarios, cuatro industriales y ca-torce comerciales)12 y 283 centros privados, o sea un to-tal de 313 centros técnicos, y emplea a 1,480 docentes yadministrativos.13

11 Plan Nacional de Educación, PNE 2001-2015 (2001: 19),Tünnermann (2001: 36),FAO-FNUAP-OIM-OMS/OPS – PMA – PNUD – UNESCO – UNICEF (2000: 18,19 y 47).12 Carlos Tünnermann (2001: A3.2), INATEC. Dirección de Planificación (2001).13 Plan Nacional de Educación, PNE 2001-2015 (2001: 14), INATEC, Dirección General de Planificación y Sistemas (1998).* La matrícula incluye los centros privados. ** Los egresos no incluyen los centros privados.

Tabla II.5.12 Matrícula INATEC 1999-2001

Fuente: Carlos Tünnermann (2001a: A3.1), INATEC, Dirección de Planificación (2001), Boletines de INATEC, 1999-2001.

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7 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Con treinta centros estatales situados en su mayoría enzonas urbanas, la oferta educativa técnica es limitada.La deserción afecta especialmente el ámbito rural, don-de los ingresos son menores, la distancia a las escuelasmayor, la preparación en disciplinas básicas en el nivelprimario más deficiente y la presión para que los jóvenestrabajen, es más alta.

Las nuevas autoridades plantean un aumento de al-rededor del 50 por ciento en la matrícula, al anun-ciar que darán acogida en sus centros afiliados a18,418 estudiantes en las distintas especialidades du-rante 2002. Igualmente se proponen atender a 23,248trabajadores en los diferentes cursos de formaciónprofesional (La Prensa, 18 de abril de 2002). De lamisma manera se busca una relación más armonio-sa y fructífera con el sector empresarial, que permitauna adecuación curricular acorde a las necesidadesprevistas por este sector.

En síntesis, el Estado, la economía y la sociedad nicara-güenses deben encontrar una fórmula que prepare a unmayor número de adolescentes y jóvenes para su incor-poración en la esfera productiva, pero al mismo tiempo,les asegure el reconocimiento económico que en estemomento no encuentran en el país y que posiblementeesté motivando su salida al exterior. Es reconocida la ca-rencia de personal en algunas especialidades industria-les o de la construcción y se señala que pueden haber sa-lido de Nicaragua.14

2.5. La educación superior

Acceder a la educación superior representa para los nicara-güenses una de sus principales aspiraciones. Un porcentaje

importante expresó su interés en coronar una carrera uni-versitaria en campos tan variados como la sicología, el de-recho, la informática, la biología marina, la medicina, laingeniería y la administración, pero igualmente se mencio-nó la música, el canto, la pintura y otras artes como expre-siones de los intereses señalados por las personas.

El desarrollo humano en Nicaragua 2000. Equidadpara superar la vulnerabilidad, mostró la duplicaciónde la matrícula entre 1992 y 1998. Para 2000 el incremen-to fue de un 52 por ciento superior con respecto a 1998, loque indica un crecimiento en la matrícula anual conside-rablemente alto. Este incremento se está expresando enque el porcentaje de la población ocupada mayor de 10años con estudios de educación superior, se elevó de 6 porciento a un 7 por ciento entre 1998 y 2001. Este dato indi-ca una mayor incorporación de personas con nivel univer-sitario al mercado laboral. Es importante mencionar queun 52 por ciento del total de estudiantes de las universida-des miembros del CNU, lo constituyen mujeres.

Pese a este significativo incremento que ha tenido lamatrícula universitaria en Nicaragua propiciada poruna ampliación de la matrícula en los centros que re-ciben financiamiento público y también por la apertu-ra de centros privados de educación superior, la matrí-cula universitaria pública y privada en 2000 cubría al13 por ciento de la población en el rango de edad co-rrespondiente.

Según reporta el CNU, 5,198 estudiantes obtuvieron sutítulo en 2000, en los diferentes niveles en las universi-dades miembros del CNU. El 57 por ciento de estos pro-fesionales graduados son mujeres. No se tienen datos delnúmero de graduados de las universidades privadas queno reciben financiamiento público.

14 Fue una de las observaciones recogidas en el taller de reflexión con dirigentes sindicales realizado en diciembre de 2001 en el marco de la investigación parael segundo Informe de desarrollo humano.

Tabla. II.5.13 Matrícula en educación superior 1998 y 2000

Fuente: CNU (2001).

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Se han señalado las expectativas de la población y elpapel crucial que se le asigna a la educación superiorcomo un elemento fundamental para el avance científi-co y tecnológico, base del desarrollo económico sosteni-ble, pero también se espera que contribuya a la consoli-dación de la democracia, la preservación, promoción ydespliegue de las actividades artísticas y culturales en ge-neral. Es, además, uno de los más importantes pilarespara hacer realidad el principio de propiciar educacióna lo largo de la vida. De hecho, en las universidades quereciben financiamiento público un 28 por ciento de su

estudiantado lo constituyen personas mayores de 25años, las que seguramente ingresan tardíamente o estánrealizando estudios de postgrado o alguna especialidad.

En definitiva, se le atribuye ser un factor de primer orden enla búsqueda de mayores niveles de desarrollo humano. Losnicaragüenses así lo entienden y pese a su incremento encostos (ver Recuadro II.2.4), y a las dificultades económicas,las familias continúan invirtiendo en educación superior.

15

Es entonces, una gran responsabilidad la que la sociedaddeposita en las universidades públicas y privadas.

La formación del profesional para este siglo debería asentarse en la promoción de seis tipos de com-petencias:

1. Competencias básicas: asociadas a procesos formativos: lectura, escritura, expresión verbal de las ideas,razonamiento matemático.

2. Competencias genéricas o transferibles: asociadas con todas las áreas disciplinarias: analizar, interpre-tar, organizar, negociar, investigar, enseñar, planear.

3. Competencias técnicas o específicas: dirigidas a fomentar la capacidad para usar críticamente las tec-nologías.

4. Competencias simbólicas: incluyen la capacidad para resolver e identificar problemas a través de símbo-los y representaciones orales o visuales.

5. Competencias personales: vinculadas al conocimiento del espacio y tiempo en que se forma el estudian-te. Incluyen la capacidad para expresar las ideas, aprovechar el ocio y las oportunidades.

6. Competencias para el autoaprendizaje: habilidades con las que se aprende a aprender. Automonitoreoen función de metas y prioridades; estudio independiente; elaboración de proyectos; búsqueda y apro-vechamiento de recursos; habilidades para comprender, resumir, analizar y elaborar informes sintéticos.

15 Las universidades privadas que no reciben financiamiento fiscal cubren la totalidad de sus costos con el aporte de las familias. Las universidades públicas y lasprivadas que reciben financiamiento público también efectúan cobros a sus estudiantes por concepto de prematricula, matrícula u otros costos.

Recuadro II.5.2 Educación superior basada en competencias: el ideal del profesional del siglo XXI

Fuente: Carlos Tünnermann B. (2001 b).

El Plan Nacional de Educación (PNE 2001-2015) y eldocumento preliminar de su Marco Operativo 2002-2006, ratifican el destacado papel de la educación supe-rior, especialmente en la investigación científica y tecno-lógica, para lo cual se propone la creación de centros deinvestigación y el Sistema Nacional de Postgrados,maestrías y doctorados; y de un programa de capacita-

ción y formación permanente de docentes e investigado-res. Atención especial se le otorga al establecimiento deun sistema de acreditación nacional y regional que per-mita definir estándares de calidad y evaluar los diferen-tes programas académicos, ya que actualmente no exis-te una instancia que permita medir la eficiencia y efica-cia sociales de las instituciones de educación superior.

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7 7Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

2.6. Otros esfuerzos educativos

Ciertamente, es el subsistema a cargo del MECD elque recibe el mayor presupuesto público, es tam-bién el que atiende al mayor número de estudian-tes. Sin embargo, no puede dejar de mencionarse

la intensa actividad desplegada por otras institu-ciones públicas y privadas, que cumplen impor-tantes tareas en el campo educativo. Al respecto esimportante mencionar que inclusive en la educa-ción básica, la actividad educativa es compartidacon centros privados.

La definición del Sistema Educativo Autonómico Regional (SEAR) responde a las características, necesida-des, intereses y demandas de la multiétnica sociedad costeña. Su diseño se nutrió de un amplio procesoparticipativo de consultas a las comunidades, de concertación entre sociedad civil, MECD, autoridades re-gionales y organismos de cooperación internacional. Su elaboración concluyó con la formulación de unapropuesta adoptada por los Consejos Regionales Autónomos en 1997.

El SEAR se fundamenta en los principios de autonomía, interculturalidad, equidad, pertinencia, calidad ysolidaridad. Sus orígenes se remontan a la campaña de alfabetización en lenguas indígenas llevada a ca-bo entre 1980 y 1981; en el programa de educación bilingüe intercultural, PEBI Miskitu en 1985; y losPEBI Creole y Mayagna de 1984.

Entre sus logros destacan su incorporación como eje transversal en los subsistemas educativos del Plan Nacionalde Educación, y como capítulo integral del mismo plan. La transformación curricular y la elaboración de textos ymateriales didácticos se ha fortalecido por la implementación de una carrera de licenciatura en educación inter-cultural bilingüe, EIB y postgrados en pedagogía intercultural promovidos por URACCAN y también por el proce-so integral de transformación curricular de la formación docente y de la EIB primaria.

El común denominador de las acciones que dan cuerpo al SEAR es su carácter participativo, donde encuen-tran representación los más amplios sectores de la sociedad costeña. De ahí que, además de ser una pro-puesta curricular para un modelo educativo propio de la región, constituye el punto de partida para la des-centralización efectiva del sistema educativo hacia los pueblos indígenas y comunidades étnicas de la Cos-ta Caribe nicaragüense.

Recuadro II.5.3 Políticas socioculturales multiétnicas en el sistema educativo nacional

Fuente: Myrna Cunninghan (2002).

Tabla II.5.14 Matrícula inicial por modalidad a nivel nacional - Año 2001

Fuente: MECD, Dirección de Estadísticas.

Por otra parte, bajo el concepto amplio con que el enfo-que del desarrollo humano considera a la educación, laque no se limita al espacio de la escuela, sino que iniciaen el seno familiar y se continúa a lo largo de la vida, esimportante mencionar otras iniciativas de orden educa-tivo y cultural.

En efecto, múltiples organizaciones de la sociedad civildespliegan esfuerzos con propósitos educativos, que vandesde programas de alfabetización en municipios rurales,sostenimiento de escuelas preescolares, primarias y técni-

cas, elaboración de materiales educativos, hasta capacita-ción en áreas del saber específicas. Entre éstos, es válidomencionar las revistas y folletos que se editan para cubrirdistintas necesidades formativas, algunas de las cualescuentan con largos períodos de permanencia y un altonúmero de lectores16. El apadrinamiento de escuelas pú-blicas por empresas privadas que velan por su buen fun-cionamiento y brindan recursos financieros para mejorarla calidad de su educación es otra de las iniciativas recien-tes que muestran el interés de la sociedad nicaragüensepor mejorar el nivel educativo de la población.

16 Ver entre otros, Jorge Arosteguí (1997), Toda la salsa junta, Editorial Enlace, Managua.

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Para muchas personas, en especial aquellas de meno-res recursos económicos, la educación no formal es suprincipal medio para mejorar sus conocimientos y, porende, elevar sus niveles de desarrollo humano. Estosprogramas generalmente tienen un impacto más in-

mediato porque se desarrollan en su propio medio, lesfacilita ser actores del proceso y con frecuencia estánvisualizados no tanto desde las carencias y limitacio-nes de las personas, sino más bien desde sus potencia-lidades (Arríen, J.B, 2002:15).

Es digno de destacar que en el período 2000-2001 se publicaron en el país 366 textos escritos por auto-res nacionales, 280 de los cuales fueron inscritos con su ISBN correspondiente y 4 de ellos fueron publi-cados por editoriales extranjeras.

Los temas son diversos, destacando los dedicados a la salud, la sicología, poesía, historia, novelas, rela-tos, derecho, economía y algunos relativos al fortalecimiento institucional.

Fuente: Lola Castillo Salaverry (2002) PNUD/PRANAFP

Recuadro II.5.4 La producción editorial

• Resulta significativa la disparidad que se observa en-tre las aspiraciones de las personas, las que han depo-sitado altas expectativas en la educación como crea-dora de capacidades y los resultados todavía insufi-cientes para una parte significativa de la poblaciónque aún permanece con un bajo nivel educativo.

• Desde el enfoque del desarrollo humano, es impor-tante destacar la necesidad de una política educativaorientada por la equidad, que permita que la educa-ción alcance a la totalidad de las niñas y los niños enla edad correspondiente. Esto implica facilitar el ac-ceso y permanencia a aquéllos que por razones eco-nómicas o de distancia no pueden acercarse a la es-cuela, y más bien desertan cuando logran entrar.

• El reto de modificar la tendencia estructural del sis-tema educativo requiere mucha convicción, imagi-nación, dedicación y perseverancia, pero constituyeuna necesidad en la perspectiva de satisfacer las as-piraciones de los nicaragüenses para realizarse co-mo personas, prepararse para una vida laboral dig-na y justamente remunerada y para el ejercicio deuna ciudadanía activa.

• Una educación que se orienta hacia el futuro, esuna educación de calidad que asegura a todos losque ingresan al sistema escolar un conocimientobásico que siente las bases para continuar apren-diendo a lo largo de toda su vida.

• Es imprescindible que la educación primaria lleguea cubrir a toda la población en la edad correspon-diente, puesto que es, en este nivel, donde se desa-rrollan algunas de las capacidades más básicas pa-ra el desarrollo humano y crea una base de conoci-mientos de aritmética y escritura, que les permite a

las personas elevar posteriormente su nivel educati-vo (PNUD, 2001:86).

• La importancia que reviste para las personas indivi-dualmente y para la sociedad en su conjunto contarcon una población con mayor nivel educativo ydonde todos tengan acceso al conocimiento hacenecesario dedicar una mayor atención a los progra-mas y acciones dirigidos a la alfabetización.

• Esta tarea no solamente requiere recursos financie-ros y técnicos, sino y especialmente, voluntad y dis-posición para garantizar que ese 20 por ciento de lapoblación mayor de 10 años, más de 700 mil perso-nas que aún no sabe leer y escribir, pueda contarcon los apoyos necesarios para superar esa limita-ción. De manera especial deberían ser consideradoslos 236 mil adolescentes y jóvenes con edades entre10 y 24 años que no saben leer y escribir.

• Si la inversión pública en los años pasados puso elénfasis en la infraestructura física y el MECD dedicóingentes esfuerzos a la reforma del sistema de ges-tión escolar, el énfasis actual deberá colocarse en lacalidad de la educación. Para esto, es imprescindi-ble reforzar la preparación de los maestros.

• El apoyo a los maestros en su formación y supera-ción, requiere también un justo reconocimiento so-cial y económico al esfuerzo que ellos realizan. Deesta manera, podrán percibir que existe reciproci-dad por parte de la sociedad al valioso aporte queellos ofrecen.

• Tanto la formación de los docentes, como las refor-mas curriculares en curso, requieren la incorpora-ción de contenidos dirigidos a desarrollar compe-

3. La nueva política educativa: algunas acotaciones

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tencias y valores que conduzcan a lograr un mejordesempeño productivo y a formar mejores ciudada-nos. Para el desarrollo de esas competencias se re-quiere el uso de metodologías pedagógicas que per-mitan el trabajo en equipo, la resolución de proble-mas, la experimentación y fortalezcan la capacidadde comunicación verbal y escrita. Entre los valoresorientados a la construcción de ciudadanía es posi-ble señalar la educación en la tolerancia, la coope-ración, el respeto a las ideas diferentes, a los dere-chos humanos y al medio ambiente.

• En la educación técnica será necesario impulsarprogramas novedosos que reconozcan las dificulta-des de los jóvenes y de las mujeres y propongan me-canismos flexibles de horario y financieros que per-mitan el acceso y la permanencia. La apertura desalidas laterales que faciliten la entrada al mundolaboral podría ser de gran apoyo para jóvenes de es-casos recursos. El uso de nuevas tecnologías infor-máticas y de la televisión podrían permitir la am-pliación de la cobertura y la actualización de cono-cimientos. Sin embargo, nada de esto sería válido sial mismo tiempo, la sociedad y el Estado no le otor-gan el reconocimiento social y económico que espe-ran sus graduados, de manera de incentivar el in-greso y también, prevenir su salida al exterior unavez finalizados los estudios.

• En la educación superior resulta una iniciativa muyimportante el establecimiento de un sistema nacio-

nal de evaluación y acreditación que les garantice alos jóvenes y sus familias que la educación recibidaes equiparable a la que, por el mismo costo, se otor-ga en otros países. El constante incremento que hatenido la matrícula universitaria y su importanciapara hacer realidad la cada vez más necesaria edu-cación a lo largo de la vida, exige una atención cui-dadosa a la calidad de los aprendizajes que estánofreciendo las universidades y centros de educaciónsuperior.

• Por último, la necesaria vinculación entre laeducación y el trabajo no puede ser solamenteuna acción individual, sino también social,buscando elevar el nivel educativo de la pobla-ción que es la condición básica para una ma-yor competitividad y productividad y tambiénpara asegurar una mayor equidad, pilar fun-damental del desarrollo humano. De no ha-cerlo, Nicaragua continuará la tendencia se-guida por el conjunto de América Latina: “Elpeculiar crecimiento de la cobertura ennuestra región ha resultado en que se in-corporan al mercado de trabajo muchasmás personas analfabetas funcionales,muchos más universitarios y muchísimosmenos trabajadores con educación mediaque en el sudeste asiático, que es una de lascausas de las diferencias observadas en ladistribución del ingreso entre ambas partesde mundo” (Brunner, 2000:39).

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Para la mayor parte de las personas, la mejorforma de participar en el mercado es mediante

el empleo, ya que no sólo le proporciona poder eco-nómico, sino también social y político. El empleo daprotagonismo al público al conferirle capacidadadquisitiva de bienes y servicios. Le da protagonis-mo social al ofrecerle un papel productivo que au-menta su dignidad y su amor propio. Y le puededar un protagonismo político si el público empiezaa influir en la adopción de decisiones en el lugar detrabajo y fuera de éste”

(PNUD,1993:41).

pacidades y la realización personal

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El trabajo es decisivo para la participación de las perso-nas, tanto en la vida económica como social y política.Además de su papel como generador de ingresos y comoel espacio fundamental para la participación en el mer-cado, el trabajo cumple una función clave en el procesode aprendizaje y formación de las personas, esto es, en lacreación de capacidades, tanto en el ámbito individualcomo de la sociedad en que se desenvuelve. De esta ma-nera, el trabajo no sólo forma parte de nuestra vida ma-terial, sino también de nuestra vida social (Su-piot,1996:6).

El trabajo representa la principal fuente de ingresos pa-ra la mayoría, y en esa medida es fundamental para eldesarrollo humano, pero su rol no se limita a asegurarun medio de vida. Contribuye de manera esencial a surealización como persona y abre vías para su participa-ción en la vida social y política, ampliando de esta ma-nera el horizonte personal. Esa perspectiva de realiza-ción, representa una valiosa contribución al desarrollohumano en la medida que permite a las personas des-plegar sus potencialidades y aprovechar mejor las opor-tunidades que le asegurarán un mayor bienestar.

Al ser interrogados en la Encuesta Nacional de Aspiracio-nes, ENA 01, sobre su principal aspiración, los nicara-güenses otorgan al trabajo ambas acepciones: desean untrabajo digno y estable que asegure su bienestar, les per-mita sostener a su familia. Anhelan formarse y trabajarpara “ser alguien en la vida”, triunfar en el arte, publi-car libros, ejercer la profesión de su preferencia, lograréxitos deportivos o destacarse en la política. Sueños de éxi-to y progreso que giran alrededor de un trabajo en el cualpuedan alcanzar esas aspiraciones. En síntesis, afirmanla necesidad de contar con una fuente de trabajo que lesasegure estabilidad e ingresos suficientes para satisfacersus necesidades y aspiraciones materiales, pero que tam-bién les permita su realización como personas.

Sin embargo, estas aspiraciones para muchos nicara-güenses no pueden cumplirse al encontrarse con unarealidad que no les ofrece oportunidades de acceder a untrabajo estable y a ingresos dignos. Esta dificultad lesafecta enormemente.

Además de privar a las personas de un medio de ga-narse el sustento, la falta de empleo les roba oportu-nidades para desarrollar su capacidad y menoscabasu dignidad y respeto por sí mismos (PNUD, 1996:65).Por ello, en una sociedad organizada alrededor del tra-bajo y en especial del trabajo asalariado como eje verte-bral de la economía, tal como ha sido característico enel mundo en los últimos dos siglos, la demanda por unaocupación laboral digna y satisfactoria deviene una rei-vindicación generalizada.

En los grupos de reflexión realizados en distintas locali-dades del país, la importancia del empleo fue amplia-mente destacada:

Yo creo que con un empleo, nosotros podemos lo-grar lo que queramos, expresó un joven de Ocotal.

Sin empleo no hay estabilidad... no puedo edu-car a mis hijos, no puedo tener agua, electrici-dad, tranquilidad en el hogar... (mujer adulta,Mateare).

Este capítulo identifica las principales concepcio-nes de los nicaragüenses sobre el trabajo y desta-ca las principales características de un mercadolaboral que no responde a la demanda de empleogenerada por el crecimiento demográfico, de losprofesionales y técnicos graduados y en general, dela población en edad de trabajar. Esta baja capaci-dad de la economía para generar fuentes de traba-jo en cantidad y calidad suficientes, arroja comoresultado un incremento del sector informal, queno ofrece las características de estabilidad, seguri-dad y remuneración que los nicaragüenses aspi-ran.

Se examinan también los principales esfuerzos de inver-sión pública y privada realizados en el país y su repercu-sión en la creación de empleo y la elevación de la pro-ductividad. A través de este análisis se busca conocer enqué medida, la sociedad y el Estado nicaragüense, estáncontribuyendo a la habilitación y al desarrollo de capa-cidades que la ciudadanía demanda.

Las personas que pierden su trabajo se sienten infeli-ces. No es sólo la pérdida de ingresos lo que importaes el sentido de sí mismo el que se ve afectado”

Stiglitz (2001) .

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1.1 Disposición favorable hacia el trabajo

Bajo la perspectiva del trabajo como un vehículo impor-tante en la promoción del desarrollo humano, tanto porsu papel en la generación de ingresos, la inserción socialy la realización personal como por su contribución parala creación de capacidades, en la ENA 01 se indagó sobrela disposición que hacia el trabajo manifiestan los nica-ragüenses.

Según las respuestas obtenidas, solamente un 3 porciento identifica al trabajo como un castigo. Esta per-cepción es compartida por hombres y mujeres. Laprincipal diferencia se observa en algunas zonas rura-les donde es cercano al 7 por ciento la proporción depersonas que percibe el trabajo como un castigo. Estaposición contrasta con un porcentaje mayoritario(72.4 por ciento) que asocia el trabajo con un senti-miento de satisfacción o felicidad.

1.2 La visión nostálgica sobre el trabajo

Sin embargo, acorde con una visión que mira el pasadocon nostalgia, tal como fue señalado en el capítulo 2 dela parte I de este Informe, el trabajo también se observabajo esa perspectiva. En la región de Occidente del países evidente la preocupación de jóvenes y adultos por laescasez de oportunidades laborales. Es marcada la ten-dencia a establecer comparaciones con la situación de“antes, cuando el algodón generaba empleos... aho-ra con la soya y el maní, la cosecha es mecanizaday hay poca demanda de mano de obra”.

Un dirigente sindical1 expresó algunas de las conse-cuencias de la disminución de la actividad económicaque ha provocado la perdida de empleos: “Hay un

gran problema al que casi no se presta atención yes la desaparición de ramas enteras de actividadeconómica. Por ejemplo, los que fueron trabajado-res del algodón, de pronto se convirtieron en ex -cortadores, ex-tractoristas, ex-plagueros, ex-opera-dores de maquinaria, ex-trabajadores de las des-motadoras, todos ex.”

“Igual sucedió con otras ramas de la industria yahora del café. Toda esta masa de trabajadores pasóa ocupaciones de empleo informal. Tampoco se ha lo-grado una recalificación que les permita ubicarse enotra actividad. En síntesis, se trata de conseguir unarecalificación hacia algo que el país entero reclama yno sabemos exactamente qué es: hacia qué gama deoficios podríamos recalificar a esa fuerza de trabajo.No lo sabemos.”

Con un presente que no ofrece suficientes oportunida-des laborales, esta visión nostálgica se acentúa y la es-peranza se coloca en un pasado que a lo mejor podríavolver. Este pasado que algunas personas adultas ubi-can en "Veinte y cinco, treinta años atrás," hace refe-rencia a un país donde existían mayores oportunida-des, tanto para obtener un empleo como en la existen-cia de condiciones para trabajar. La economía de agroexportación estaba en auge y el sector privado encon-traba incentivos para invertir y crear fuentes de traba-jo. Hoy día la agricultura enfrenta una aguda crisis,tanto de precios como de mercados y de renovacióntecnológica y el sector privado se ha retraído en su ca-pacidad de generación de empleos.

Esta falta de oportunidades laborales es expresada muyclaramente. En la ENA 01, para un 36.2 por ciento de laspersonas mayores de 18 años, conseguir un empleo, tenersu propio negocio o la obtención de algún financiamientopara trabajar representa su principal aspiración. De lamisma manera, en las últimas encuestas levantadas por laempresa Cid Gallup, la falta de empleos constituye el prin-cipal problema que enfrenta el país, casi la mitad de laspersonas entrevistadas así lo manifestaron3.

Una disposición positiva hacia el trabajo, que se mani-fiesta en el reconocimiento de la satisfacción que produ-ce la realización de su trabajo, junto con la añoranza deun pasado que ofrecía mayores oportunidades laborales,son los aspectos más relevantes en las concepciones ex-presadas por los nicaragüenses.

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1. Concepciones de los nicaragüenses sobre el trabajo

Tabla II. 6. 1 ¿Con cuál de las siguientes fras-es, usted se identifica más?

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PNUD/PRANAFP, agosto 2001.

1 Participante de uno de los grupos de reflexión para profundizar los hallazgos de la Encuesta Nacional de Aspiraciones.2 Expresión recogida en los grupos de reflexión y manifestada por una persona adulta de Camoapa.

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2.1. Escasa oferta y poca dignificación

De una población total estimada en 5.2 millones de per-sonas para el año 2001, la Población EconómicamenteActiva, (PEA) está constituida por 1.9 millones de perso-nas. De ellas, un 64 por ciento son hombres y un 36 porciento mujeres.

Si bien el empleo aumentó de modo sostenido en losúltimos años, no ha sido suficiente para compensar

el crecimiento de la PEA. Mientras ésta aumentó un4.2 por ciento en promedio anual entre 1990 y 2001,la ocupación general creció en 3.8 por ciento. Estedéficit se genera como resultado de un lento y “volá-til”4 crecimiento de la actividad económica y una di-námica poblacional que en el quinquenio 1990-1995, tuvo una tasa media anual de crecimiento de2.9 por ciento y si bien en el quinquenio 1995-2000se redujo a 2.7 por ciento, aún permanece por enci-ma del promedio latinoamericano5.

2. El trabajo en Nicaragua

3 Encuestas Cid Gallup, boletines de prensa Nos. 37, 38, 39 y 40 en: www.cidgallup.com.4 El término ha sido utilizado por Dani Rodrik (1999:13-14) para referirse a la alta variabilidad que muestran las tasas de crecimiento de las economías lati-noamericanas en la última década.5 El promedio de la tasa de crecimiento poblacional de América Latina es de 1.6 por ciento y el de la PEA es de 2.5 por ciento (Banco Mundial, 2000:44).6 Es la relación entre la PEA y la población en edad de trabajar (10 años y más).

Tabla II.6.2 Tasas de crecimiento del PIB, la PEA y el empleo entre 1990 y 2001

Fuente: BCN.

Si bien la tasa de ocupación general es del 88.7 por ciento(ver tabla II.6.3), la ocupación plena, la que ofrece pues-tos de trabajo que cumplen la jornada ordinaria de traba-jo con salarios iguales o mayores al mínimo legal de la ra-ma económica correspondiente, solamente cubre al 54.1por ciento de la PEA ocupada. El 46 por ciento en conse-cuencia, se enfrenta a la subutilización de su fuerza de tra-bajo, ya sea porque está en desempleo abierto; no trabajala jornada completa, o bien, porque su salario es menor almínimo legal correspondiente a su rama de actividad.

Según datos de la Encuesta de hogares urbanos (MI-TRAB, noviembre 2000), del total de personas con pro-blemas de empleo, el 60 por ciento estaba constituidopor mujeres.

2.2. Informalización del empleo

El crecimiento del sector informal ha sido una constan-te en Nicaragua en la última década. Comparando losdatos aportados por las EMNV 1998 y 2001, se observa unaumento en el número de trabajadores independientes yen los familiares no remunerados, junto a una disminu-ción en el porcentaje de trabajadores asalariados, res-pecto al total de la PEA ocupada.

Tabla II.6.3 Datos generales sobre el empleo 2001

Fuente: MITRAB, XV Encuesta de hogares, julio 2001.

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Los datos aportados son consistentes con el que muestrala ocupación por tamaño de la empresa, que refleja unpredominio de las micro y pequeñas empresas. Es un 65por ciento de la PEA ocupada la que labora en ellas.

2.3. Precarización del empleo

A consecuencia del bajo desempeño económico, lacreación de empleo pleno sólo ha alcanzado a unaparte reducida de la PEA, mientras una mayoría de laPEA ocupada se desenvuelve en condiciones de empleoprecario, aceptando bajos niveles de salario o bien tra-bajando menos horas, como fue expuesto en el acápi-te anterior.

El empleo formal cubierto por las prestaciones de la se-guridad social se ha visto afectado por la crisis que haagobiado a la economía nicaragüense. A partir del año1990, la mayoría de las empresas iniciaron un procesode racionalización del número de trabajadores. Esto lle-vó a que solamente en el período 1990-1994 las empre-sas formales disminuyeron 58,100 puestos de trabajo.Sin embargo, a partir de 1995 el empleo formal comen-

zó a crecer, para llegar en el año 2001 a proporcionarempleo a 316,700 trabajadores, lo que representa el 16.7por ciento de la PEA cubierta por la seguridad social.

Por sector de actividad económica, el mayor dina-mismo en los últimos cinco años en cuanto a lacreación de empleo formal, lo ha tenido la IndustriaManufacturera debido principalmente al crecimien-to de las empresas sujetas al régimen de zonas fran-cas, la construcción y el comercio, restaurantes yhoteles. Por el contrario, los más deprimidos han si-do el sector agropecuario y el transporte, almacena-miento y comunicaciones, que han disminuido susempleos formales.

En síntesis, el crecimiento económico en el país noha sido lo suficientemente dinámico para generarla cantidad de empleos o propiciar las condicionesque permitan disponer de una ocupación digna yadecuadamente remunerada a los nicaragüenses.Desde la perspectiva del desarrollo humano, “elcrecimiento económico se concreta en la vidade la gente cuando se le ofrece trabajo produc-tivo y bien remunerado”(PNUD, 1996:7). Porello, no basta que el producto aumente, es necesa-rio que se concrete en mejores condiciones paraque las personas puedan participar activamente enla vida material y social, mediante un trabajo dig-no y justamente retribuido.

Tabla II.6.4 PEA ocupada según categorías (%)

Fuente: Estimaciones propias sobre la base de datos de las EMNV 1998 y 2001.

Tabla II.6.5 Empresas en Nicaragua segúnnúmero de trabajadores

Fuente:Estimaciones propias sobre la base de datos de las EMNV 1998 y 2001.

Tabla II.6.6 PEA cubierta por el INSS

Fuente: BCN.

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Recuadro II.6.1. Tipo de personal solicitado por sector

Fuente: Jessica Martínez (2001),“Empleo demandado en el mercado laboral. Exploración de dos periódicos. Enero-octubre 2001”, Managua, PNUD/PRANAFP.

2.4. Terciarización del empleo

Mientras en el año 19717 el 47.0 % de la PEA ocupada sedesempeñaba en el sector primario de la economía, so-bre todo en la agricultura, en 2001 esta proporción bajóa un 32.4%. El gráfico muestra el predominio de los sec-tores primario y terciario como principales generadoresde empleo, mientras el sector secundario, solamente enlos últimos años ha comenzado a mostrar perspectivasde crecimiento en el empleo.

Son las mujeres las que se ocupan fundamentalmentede las actividades del sector terciario, especialmente elcomercio y los servicios. Tanto en el área rural comourbana, la presencia de ellas en estos sectores, es ma-yoritaria.

La distribución de la PEA por ramas de actividad eco-nómica muestra una disminución en la actividadagropecuaria en el comienzo del nuevo milenio, unligero repunte en la actividad industrial, de la cons-trucción y los servicios, así como un descenso en laactividad comercial y del gobierno como fuentes deocupación.

La pérdida de peso relativo del sector primario se ex-plica, entre otros factores, por la caída de los preciosde los productos agrícolas de exportación y su dificul-tad para producir nuevos bienes exportables o agre-gar valor a aquéllos que componen su oferta tradicio-nal de exportación.

Según un estudio sobre la demanda de empleo enlos anuncios clasificados8 es posible confirmar el pe-so del sector comercio y servicios, cuya oferta denuevos empleos es mayor. Se indagó también porlas ocupaciones más demandadas, en este caso, lainformación muestra el predominio de las activida-des ligadas al sector de comercio y servicios comoaquéllas con mayor dinamismo en la creación denuevos empleos9.

7 Según datos del BCN, conforme el censo nacional de población realizado ese año.8 La muestra incluyó los periódicos de mayor circulación nacional: El Nuevo Diario y La Prensa y abarcó el período de enero a octubre de 2001.9 En algunos casos, no es posible reconocer el sector de actividad económica donde se ubica la empresa. Se le llamó Empresarial si éste refería a una empresa yno definido cuando no se proporcionaba información alguna.

Fuente: www.bcn.gob.ni

Gráfico II.6.1. Evolución de la PEA ocupada porsectores de actividad económica

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2.5 El trabajo como fuente generado-ra de ingresos

Si bien el trabajo representa una de las vías principales delas personas para participar en la vida productiva y en lavida social, tal como fue señalado, también resulta laprincipal fuente de ingresos para la mayoría y por tanto,

condiciona en gran medida su acceso a otros bienes ma-teriales. Datos de la Encuesta Nacional de Hogares para laMedición de Nivel de Vida, EMNV 2001, muestran que el79 por ciento del ingreso percibido por los hogares a nivelnacional, procede del trabajo que realizan sus miembros.En los hogares con jefatura masculina este porcentaje as-ciende al 82 por ciento, y femenina 72 por ciento.

Tabla II.6.7 Ingreso per cápita de los hogares 2001

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de la EMNV 2001.

2.6 Las brechas de equidad en el in-greso de la PEA ocupada

Es importante mencionar, que en términos de ingresos,existen profundas brechas entre los nicaragüenses. Poruna parte, se observa una brecha de equidad en los in-gresos de las mujeres, por cuanto el de éstas representacomo promedio un 85 por ciento del ingreso de los hom-bres (ver tabla II.6.7).

Por otra parte, existe una fuerte disparidad entre lacúspide de la escala salarial y los salarios medios.Comparativamente con los otros países de la región,Nicaragua tiene los sueldos y prestaciones más altospara el personal ejecutivo, mientras presenta losmás bajos en cuanto a la remuneración promedio.De esta manera los sueldos de los ejecutivos superanen 44 veces el salario promedio de los trabajadoresnicaragüenses.

Tabla II.6.8 Salarios promedios mensuales de gerentes generales y salarios medios (dólares)

Fuente: La Prensa, 18/02/2002, con información de Price Water House y Coopers.(*) Incluye prestaciones como décimo tercer mes, bonos, comisiones, seguros de vida y médico.

Las explicaciones a esta disparidad son variadas. Posi-blemente la escasez de personal altamente calificadohaya influido en su capacidad para negociar mejoressueldos. Por otra parte, se observa en el sector empre-sarial una escasa comprensión sobre la importanciade disminuir las brechas de equidad. Todavía se perci-be a los trabajadores como un elemento más de costoy no como el recurso productivo más importante parala empresa. No se reconoce su contribución al logrode aumentos en la productividad, el desarrollo y lacompetitividad de la empresa.

Esta situación no propicia el sentido de reciprocidad quelas personas esperan como retribución a sus esfuerzos,pues su propia experiencia les está indicando que sola-mente unos pocos resultan beneficiados. Tampoco esti-mula la superación y motivación para acrecentar los es-fuerzos y para actuar con perspectiva de futuro.

Adicionalmente, es importante mencionar las diferen-cias de ingreso que se observan entre los trabajadores sincalificación y aquéllos con nivel universitario. Los ingre-sos de los trabajadores ocupados que cuentan con nivel

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Tabla II.6.9 Nicaragua, salarios mínimos y salarios medios (promedio mensual) 2001

Fuente: BCN, Indicadores Económicos, julio 2002.

universitario superan ampliamente los ingresos de lostrabajadores sin ese nivel de calificación (ver tabla II.5.3del capítulo anterior).

2.7 El salario mínimo

En el mercado de trabajo de Nicaragua se conocen dostipos de salarios mínimos. Por un lado están aquellos

legales que se definen por acuerdos tripartitos (gobier-no, empresarios y trabajadores), que corresponden amontos bajos y se revisan en forma muy esporádica, in-cumpliendo los plazos que la misma Ley de salario mí-nimo establece. Por otro lado están los salarios míni-mos que se generan como producto de la negociaciónentre empleadores y trabajadores. La tabla adjuntamuestra los salarios mínimos promedios registrados pa-ra cada una de las ramas de la actividad económica.

En la tabla anterior se puede apreciar que los trabajado-res de la construcción devengan el salario mínimo másalto del país con respecto a las otras ramas. Esta situa-ción favorable se deriva del dinamismo de la propia ac-tividad y de una mayor capacidad de organización, queles ha permitido más éxito en las negociaciones para lafijación del salario mínimo. Este éxito se explica, ade-más, por la escasez de fuerza de trabajo calificada en es-te sector, como efecto de su migración hacia Costa Rica.

La situación inversa la presentan los trabajadores del go-bierno central, cuyos salarios mínimos son los más ba-jos, lo que puede estar influido por los techos presupues-tarios asignados por el Ministerio de Hacienda y CréditoPúblico como parte de la política de reducción del gastopúblico. En su discurso de los primeros cien días de Go-bierno10, el Presidente Bolaños comunicó un aumentodel 20 por ciento para los trabajadores del sector públicoque perciben el salario mínimo, lo que incluye personaldocente, trabajadores y trabajadoras de la salud. Igual-mente anunció un incremento en la asignación presu-puestaria a la Policía Nacional, para elevar los sueldosde los policías de más bajo nivel salarial.

La tabla II.6.9 muestra también la relación entre los salariosmínimos y los salarios medios con el costo promedio anualde la canasta básica de 53 productos11, definido por el BCNen 1,979.15 córdobas para 2001. Conforme esa relación, lossalarios mínimos, aún los mejor pagados, no alcanzan acubrir el costo de una canasta básica. De los salarios me-dios, que por ser un promedio comprende toda la escala, in-cluidos los más altos, son los del sector agropecuario los queno alcanzan a cubrir el costo de una canasta.

La brecha de equidad que muestra la distribución sala-rial entre la fuerza laboral nicaragüense remite al deba-te entre crecimiento económico y distribución de la ren-ta. Diferentes autores (Sen, 2000; Londoño y Szekely1998; UNDP/CEPAL/IPEA,2002) han reconocido queuna distribución de los ingresos más equitativa resultaser uno de los principales factores que estimulan el cre-cimiento económico.

La capacidad humana bien desarrollada y lasoportunidades bien distribuidas pueden garanti-zar que el crecimiento no sea desequilibrado yque se compartan equitativamente sus beneficios.También pueden ayudar a impulsar más el cre-cimiento

(PNUD, 1996:7). 10 Diario La Prensa, 22 de abril de 2002.11 Esta canasta es utilizada por el BCN para medir la capacidad de compra del salario.

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Para las trabajadoras y trabajadores nicaragüenses esde urgente necesidad un reconocimiento social y eco-nómico al aporte que prestan a la economía nicara-güense. Esperan una mayor reciprocidad a su esfuer-zo, tanto por parte de la sociedad como por las em-presas en las que laboran. Este aspecto reviste unaimportancia fundamental en la perspectiva de cons-trucción de futuro, pues una correspondencia a susempeños, mejoraría la percepción en la gente de quesus aspiraciones de bienestar y de realización perso-nal podrían cumplirse en el país.

Igualmente desde la perspectiva económica, significaríauna ampliación del mercado interno, en la medida quecontarían con mayores recursos para el consumo y parala inversión. Además que una mayor satisfacción en eltrabajo tiene su correlato en mejoras en la productividad(Cox y Dupret, s.f:10).

Más allá del valor ético de favorecer la equidad y mayo-res oportunidades económicas para la población que dasu aporte mediante su participación en el mercado detrabajo, una distribución más equitativa de los benefi-cios obtenidos por las empresas, estimularía el creci-miento del PIB, mediante el aumento del consumo, lainversión y la productividad.

En varios países se está desarrollando el concepto de “res-ponsabilidad social ” para designar una visión y filosofíaempresarial que sostiene que la empresa puede y debe jugarun rol más allá de hacer utilidades o ganancias. La empre-sa socialmente responsable es aquella que se preocupa delbienestar de quienes trabajan en ella, impulsando progra-mas de salud, educación y una adecuada remuneración yque demuestra solidaridad y cuidado con el entorno en elque se desenvuelve: sus clientes, sus proveedores y la comu-nidad (Cox y Dupret, s.f:10).

Teniendo en cuenta que en los últimos tres años se hanincorporado a la PEA unas 80 mil personas anualmen-te12, se hace necesario crear puestos de trabajo en unaproporción equivalente o superior, a fin de garantizar elderecho al trabajo que tienen los nicaragüenses. En elaño 2001, la incertidumbre asociada al proceso electoralhizo decaer el ritmo de crecimiento del empleo, y sola-mente se crearon 60 mil nuevos empleos, lo cual resultóinsuficiente para compensar el aumento de la PEA.

Según se mostró en acápites anteriores, han sido los sec-tores de comercio y servicios los que mayores oportuni-dades laborales han abierto en los últimos años. De lamisma manera, ha sido importante el crecimiento del

empleo en las empresas de las zonas francas de exporta-ción, como se mostrará más adelante.

3.1. Esfuerzos de inversión pública yprivada

Este acápite busca conocer los esfuerzos que la sociedad y elEstado nicaragüenses están realizando en materia de inver-sión. Se pretende conocer cómo se están orientando los re-cursos financieros internos y externos que permitan crearcondiciones de empleo dignas a todos los nicaragüenses queconstituyen la fuerza de trabajo y a los crecientes grupos detrabajadores que anualmente se incorporan a la PEA.

3. Las oportunidades de creación de empleo abiertas por la economía

12 Ver Compendio estadístico.

Fuente: BCN, http://www.bcn.gob.ni

Tabla II.6.10 Inversión pública y privada (millones de dólares corrientes )

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En los últimos años, la inversión pública y privadaanualmente ha alcanzado en promedio montos superio-res al 30 por ciento del PIB. Es de destacar el peso queha tenido la inversión extranjera, con porcentajes supe-riores al 20 por ciento de la inversión total y con montosque superan un mil millones de dólares en los últimosseis años. Esta se ha dirigido casi en partes iguales ha-cia el sector productivo y el sector servicios. En el prime-ro, destaca la inversión en agroindustria, pesca y el sec-tor energético, explicado sobre todo por la privatizaciónde ENEL. En el sector servicios es mayoritaria la inver-sión en hotelería, restaurantes y centros comerciales. Lapromulgación de la Ley de incentivos turísticos en 1999,que otorga exoneraciones fiscales, créditos fiscales y con-cesiones para instalaciones de turismo, ha servido de es-tímulo para su desarrollo.

Pese a la importancia que tiene para Nicaragua la inver-sión extranjera directa (IED), ésta ha sido menor que losotros países centroamericanos, a excepción de Hondu-ras, cuyos montos son similares a los de Nicaragua.

La inversión pública ha estado orientada fundamental-mente hacia la construcción de obras de infraestructuraeconómica y social, la que se elevó considerablementedespués del paso del huracán Mitch, destacando la cons-trucción de centros escolares, carreteras, puentes y otrasobras de infraestructura.

Una visión de desarrollo orientada hacia el futuro exigeprestar atención a la infraestructura productiva en Nica-ragua. En términos de infraestructura portuaria, com-parando los países latinoamericanos para mostrar unejemplo, solamente Bolivia que no tiene costas maríti-mas se encuentra en peor situación.

En esta reflexión sobre el desarrollo es válido preguntar-se que está pasando con las inversiones en Nicaragua,que pese a representar montos superiores al 30 por cien-to del PIB en los años 1999-2001, no ha contribuido amejorar la productividad del trabajo, la que permanecesin cambios como se mostrará más adelante.

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Fuente: CEPAL (2002).a): promedio anual.

Tabla II.6.11 Destino de la inversión extran-jera en millones de dólares para el período 1996-2001 (1/)

Fuente: BCN, http://www.bcn.gob.ni 1/ : Montos utilizados para fines de balanza de pagos.2/ : Incluye hoteles, restaurantes, centros comerciales y de diversiones, entre otros.

Tabla II.6.12 Centroamérica: Entradas netasde Inversión Extranjera Directa (IED) porpaíses 1995-2001 (dólares)

Gráfico II.6.2 América Latina: calidad de lainfraestructura portuaria 2001

Escala: 7=mejo, 1=peorFuente: World Economic Forum 2001

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9 1Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Las tasas de interés

Otro elemento que tiene alta incidencia en la inversión ypor ende, en la creación de puestos de trabajo está refe-rido a las tasas de interés. Nicaragua presenta las tasasactivas de interés real más altas de Centroamérica. No envano, uno de los temas más señalados por las personas,como condición para la realización de sus aspiraciones,fue la necesidad de acceso a un financiamiento favora-ble para ampliar su negocio o para abrir uno nuevo13 .

3.2. La productividad estancada

La productividad, medida como el producto por personaocupada, no ha mostrado variaciones significativas en laúltima década, a excepción del sector pesquero.

Especial referencia merece el sector agropecuario. Apesar de su importancia se observa como uno de losmenos dinámicos de la economía nicaragüense. Entérminos de generación de empleo, se mantiene sucapacidad de absorción de fuerza de trabajo. Sin em-bargo, la productividad sigue resultando una cues-tión crucial para el agro nicaragüense. Según algu-nos estudios, en los últimos cuarenta años, la agri-cultura ha crecido básicamente por un aumento en elárea cosechada: en la década de los noventa el 31 porciento del crecimiento económico podría ser explica-do por mejoras en la productividad y el 69 por cientorestante, por incrementos en el área cosechada14.

La productividad del trabajo guarda estrecha relacióncon el nivel de calificación de los trabajadores, el que es-tá determinado por los años de educación formal, perotambién por el grado de entrenamiento y calificaciónque han recibido en su puesto de trabajo15. Otro elemen-to importante es el nivel salarial, que fue analizado enacápite anterior de este mismo capítulo.

13 Ver capítulo 3.14 IICA (-), p. 11.15 El bajo nivel comparativo de la educación promedio de los trabajadores nicaragüenses fue mencionado en el capítulo 5, mostrando su rezago con referencia alos países del Sudeste Asiático y de la OCDE.

Gráfico II.6.3 Tasas de interés activas reales(comparación de varios países)

Fuente: Productividad y Competitividad en República Dominicana,Secretaría de Estado de Industria y Comercio, 2001.

Tabla II.6.13 PIB por persona ocupada por sector de actividad económica. Años seleccionados(miles de córdobas de 1980)

Fuente: Estimaciones propias con información del BCN.(p): Preliminar.

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La norma ISO 9000 es una certificación que permite garantizar la calidad de un producto, mediante la im-plementación de controles exhaustivos, asegurándose de que todos los procesos que han intervenido en sufabricación operan dentro de las características previstas. Estas normas parten del principio que la calidadde un producto no nace de controles eficientes, sino de un proceso productivo y de soportes que operanadecuadamente. Es una norma que se aplica a la empresa y no a sus productos. Su implementación asegu-ra al cliente que la calidad del producto se mantendrá en el tiempo. En la medida que existan empresas queno hayan sido certificadas, la norma constituye una diferenciación en el mercado.

En Nicaragua, después de la certificación de una empresa grande, un conjunto de catorce empresas, algu-nas de ellas proveedoras de la primera, decidieron formar la Primera Alianza de Calidad, así llamada noporque sean las primeras, ya existen otras siete empresas certificadas, sino porque estas catorce decidieronhacerlo conjuntamente. Para ésto, contaron con el apoyo de la Cámara de Industrias (CADIN) y un finan-ciamiento del BID. Se inició lo que se llamó “etapa de sensibilización”. Directivos y delegados de la Cáma-ra visitaron 220 empresas en todo el país mostrando las ventajas de la certificación con la norma ISO 9000.Al final catorce empresas iniciaron el proceso, que se está efectuando en dos etapas. Una de capacitacióny otra de implementación hasta llegar a la pre certificación.

Las empresas incluidas son medianas y pequeñas, de las ramas: alimentos, imprentas, metal mecánica, quehan encontrado en el proceso de pre certificación una forma óptima de mejorar su calidad en todos sus ni-veles. Además de estas catorce pioneras, hay otras catorce empresas que están iniciando la primera fase yse espera que muchas más se vayan sumando, hasta lograr desarrollar una cultura de la calidad en el país,que permita conquistar mercados no solo a lo interno, sino también en el exterior.

Fuente: Entrevista al Ing. Víctor Guillermo Thomas, Gerente General de Sabina de Ingeniería.

16 www.bcn.gob.ni/economia/indicadores/mensual/1-20.htm. "Indicadores Economicos", julio 2002.

Por ello, la productividad estancada en la mayoríade los sectores, solamente podrá aumentar con unaadecuada inyección de recursos dirigidos a inver-sión en tecnologías y mejoramiento de sistemas pro-ductivos. Entre éstos destaca de manera especial lacapacitación de los trabajadores, a fin de que pue-

dan desarrollar sus potencialidades y desplegar suscapacidades. Al respecto es importante recordar que“no existe un recurso material tan valioso ycreativo como la mente humana liberada”, se-gún la acertada frase del ex-Primer ministro de laIndia (I.K. Gujaral, 2002).

3.3. Las zonas francas de exportación,como opción de empleo

El sector industrial, uno de los más afectados por laapertura externa iniciada a comienzos de la décadade los noventa, solamente ha visto aumentada sufuerza laboral, gracias a la creación de empleo en laszonas francas de exportación. En 2001 habían esta-blecidas 43 empresas con 33,287 trabajadores direc-tos, que en 2001 reportaron exportaciones por US$296.2 millones.16

Las zonas francas de exportación reiniciaron operacio-nes en Nicaragua a comienzos de los años noventa den-tro del proceso de apertura externa de la economía.Aprovechando las ventajas otorgadas por la Iniciativa dela Cuenca del Caribe, que desde la década anterior esta-ban utilizando el resto de países de Centroamérica y delCaribe, el país, a partir de la promulgación de la Ley dezonas francas, en 1991, se convirtió en un anfitrión fa-

vorable para la exportación al mercado de los EstadosUnidos, sobre todo de productos textiles, lográndose laapertura de empresas de diferentes procedencias.

Recuadro II.6.2 Catorce empresas industriales inician el proceso de pre certificación de ISO 9000

Gráfico II.6.4 Empresas y empleo en lasZonas Francas

Fuente: Mateo Ambrosio (2002) sobre la base de datos del BCN.(*): A partir del año 2001, los datos de empleo y exportaciones correspon-den a una muestra de empresas.

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9 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

La instalación de estas empresas ha permitido aliviar unserio problema de desocupación, sobre todo en el áreaurbana y suburbana de Managua. Sin embargo, lascondiciones de trabajo en las zonas francas de exporta-ción están lejos de ser óptimas.

Un reciente estudio elaborado por el Movimiento de mu-jeres trabajadoras y desempleadas “María Elena Cua-dra” (Ramos, 2002), basado en una encuesta a 4,770trabajadoras y trabajadores de diecisiete empresas de zo-nas francas, muestra avances en algunos aspectos relati-vos a los derechos de los trabajadores y trabajadoras, ymejoras en la infraestructura como comedores.

Sin embargo, permanecen algunas situaciones que danorigen a conflictos entre el personal y las autoridades delas empresas, entre los que destacan:

• Los bajos salarios. El 55.7 por ciento gana el salariomínimo legal (US$ 77.8 al mes17); el 31.8 por cien-to gana conforme lo producido, y el 7.3 por cientoreporta devengar menos del salario mínimo básico.

• Las jornadas excesivamente largas. Un 26 por cien-to de las personas encuestadas expresa que no pue-den salir del trabajo hasta que cumplen con su nor-ma de producción.

• Los trabajadores aducen baja inversión en mobiliario ycondiciones de ventilación e iluminación inadecuadas.El 45 por ciento de las personas encuestadas señaló queen las empresas donde trabaja no hay ventiladores deaire en su puesto de trabajo (Ramos 2002:101).

• El desconocimiento del trabajador sobre las condi-ciones de su contrato laboral. Un 63.8 por ciento delos trabajadores de las zonas francas, consultadosen el estudio, señaló haber firmado contrato de tra-bajo en sus respectivas empresas, aunque no dispo-nen de la respectiva copia.

• En el caso de algunos empresarios de origen asiáti-co ha habido quejas de maltrato físico y verbal. “El48.7 por ciento de las personas encuestadas afir-mó que en las empresas donde trabajan han su-frido de violencia verbal o presión psicológica”(Ramos 2002:104). El tema de la violencia física yverbal en las relaciones laborales más bien muestraun incremento en las empresas donde se realizó laencuesta. Según el citado estudio “no constituyenun hecho aislado, sino que marcan una tendenciajamás vista en la historia laboral de Nicaragua”(Ramos, 2002:112).

A la precariedad del trabajo en el interior de las zonasfrancas, se agregan condiciones externas inadecuadas,en especial de transporte, que indican la ausencia de in-versión para asegurar el bienestar y la seguridad de lostrabajadores y trabajadoras.

Aunque se reconozca la precariedad de las condicioneslaborales, se continúa señalando el costo de la mano deobra como uno de los principales atractivos para la in-versión extranjera, pues Nicaragua “ofrece bajos costosde mano de obra y seguridad ciudadana”18.

Por otra parte, tal como afirma el presidente de la Cá-mara de Industrias (CADIN): “La creación de em-pleo en zona franca es lo más rápido que existe yes lo más rentable para el país en el sentido quese puede crear un empleo de zona franca conuna inversión de 2,000 dólares por cada trabaja-dor, por lo tanto, para 100 mil empleos, estamoshablando de 20 millones de dólares en inversióndel país en techos industriales” (La Prensa 13 de no-viembre de 2001).

Tabla II.6.14 Procedencia de las empresas dezonas francas

Fuente: Ramos, S et al, (2002).

17 Ver tabla II.6.9.18 Según expresa el señor Jaime Pfaeffle anterior gerente del Centro de Exportaciones e Inversiones, La Prensa 13 de febrero de 2002.

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02A las 7 a.m., suena el timbre para entrar al galerón. Mi máquina es una over, corta y cose al mismo tiem-po, sólo se le pone el pie en el pedal y arranca. La pieza que yo pego se llama pico, no se ve, va detrás del“zipper”. Hace un año entré a trabajar a la maquila, tuve suerte, porque ahora no contratan viejas, sólo mu-jeres de 18 a 28 años y yo tengo 32.

La mayoría somos mujeres, algunas pasan todo el tiempo de pie, a mí me toca estar sentada en una bancalarga. Es cansado, cansado, se rinde uno, le duele la espalda, las piernas, por eso aprovechamos el único ra-to libre que tenemos, los 45 minutos del almuerzo, para estirar el cuerpo, despejarse y platicar un rato, has-ta que vuelve a sonar el timbre. En la maquila hay que estar atento al trabajo, a ganar, una se sofoca paraganar. Cada quien tiene su meta de producción, la mía es de 500 piezas al día. Yo, trabajando como caba-llo, con las horas extras, he pegado hasta 1,500, vienen siendo 120 pesos. Pagan a ocho córdobas el cien.

Ahí no se puede hablar, siempre andan los supervisores vigilando todo, que no se paren mucho, que no tar-den en el baño. Cuando comencé a trabajar me enseñaron un papel grande donde estaban las reglas: nohablar, no llegar tarde, no fumar, no faltarle el respeto la una a la otra. Son bonitos los reglamentos, paraqué, pero no dicen, no sale qué es lo que uno puede hacer cuando el jefe lo trata, le grita. Algunas de lasmujeres cuando las regañan se ponen a llorar, otras le contestan medias palabras, me imagino que por mie-do a que las corran no dicen nada más. Yo no he tenido problemas pero una se da cuenta, cuando regañana alguien lo hacen a grito partido, les cambia la cara, y hablan en su idioma. Yo no lloraría, sino que lescontestaría y mi liquidación, mi renuncia ahí nomás, pero gracias Dios no ha pasado eso todavía.

Lo más duro de mi trabajo es estar sentada todo el santo día, de 7 a.m., a 7 y 15 p.m., ya incluidas las horasextras que son exigidas, sólo viernes y sábado salgo a las 5 y 15. Por eso casi todas las mujeres que se hanenfermado ha sido de los riñones, igual yo.

A la hora de almuerzo pienso, me acuerdo de mis hijos: ¿habrán comido? ¿cómo estarán? mi suegra lesecha un ojo. Yo les acomodé los tiempos, los de en medio estudian en la mañana y la grande en la tarde, lamenor de 6 años no va a la escuela por que no tengo quien la lleve y la traiga. Me hace falta estar con mishijos, el único día que tengo libre es el domingo y por eso lo paso con ellos, me pongo a revisarles los pies,las uñas, a ver si no han agarrado piojos.

De diversión, nada. Desde que parí a mi primera hija, cuando tenía 16 años, ya no voy a ninguna parte: nicine, ni fiestas, nada. Mi diversión es estar con mis hijos el tiempo que puedo, por ejemplo para Navidad lapasamos bien, tuvimos cena, lo que la gente acostumbra: arroz con pollo y gaseosa, pude comprarles a una,un vestido; al otro, calzado...

El trabajo en la maquila me agrada porque estoy en una sola cosa, mientras no tenga problemas con los je-fes pienso seguir. Quiero hacer mi casa, la que tengo es de un solo cuarto, también me gustaría que mis hi-jos sigan yendo a la escuela. A como están las cosas tampoco tengo para dónde agarrar, llegué hasta se-gundo año de secundaria, no tengo profesión, mejor dicho, sólo ésa: costura. No quisiera tener que ir a tra-bajar de limpieza o de doméstica, porque a una la mandan aquí, la mandan allá. La verdad es que nuncame ha gustado servirle a otros niños, a otra gente, ¿que me queda? Sólo la maquila.

Mis días son uno igual que el otro. Me levanto a las 5 de la mañana para hacer el almuerzo que llevo al trabajo ydejarle cocinado a mis cuatro hijos: frijoles, arroz, huevo, queso y tortilla. Cuido que no se me olvide la ´pichinga´ deagua, porque es prohibido llevar termos, a los chinitos les parece que ahí podemos echar algún pantalón de los quehacemos.

Fuente: Lola Castillo Salaverry (2002), PNUD/PRANAFP. Entrevista a una trabajadora de la zona franca.*Entretela: f. Lienzo consistente que se introduce entre la tela y el forro de algunas prendas. 2 pl. fam. Lo más íntimo del corazón, las entrañas.

Recuadro II.6.3 Entretela*:Un día en la vida de una trabajadora de la maquila

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9 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Las relaciones laborales se rigen por el Código del Tra-bajo, promulgado en 199619. En este nuevo Código seestablecen algunos principios fundamentales:

• El trabajo es un derecho y una responsabilidad so-cial, que goza de protección del Estado, el que pro-curará la ocupación plena y productiva de todos losnicaragüenses (Arto.1).

• Los beneficios sociales establecidos en la legislaciónson un mínimo susceptible de ser superado median-te la contratación individual y colectiva (Arto.3)

• En caso de duda o conflicto siempre se aplicará lainterpretación que beneficie al trabajador (Arto 7).

A su vez, el Ministerio del Trabajo es el organismo del Es-tado encargado de velar por la aplicación del Código yejerce de mediador en caso de conflicto entre los traba-jadores y sus empleadores.

Por su parte, los trabajadores tienen el derecho a organi-zarse en sindicatos, a fin de asegurar la protección de losderechos de los trabajadores y elevar a las instancias co-rrespondientes sus reivindicaciones laborales. Según nor-mativa del Ministerio del Trabajo, los sindicatos deben ac-tualizar anualmente la inscripción de su junta directiva,disposición que no siempre es cumplida adecuadamente,por lo que resulta difícil dar cuenta exacta del número desindicatos y sus afiliados. En tal carácter se presenta la ta-bla adjunta, la que refleja las organizaciones sindicalesque se encuentran activas, esto es, debidamente registradasen la Dirección de sindicatos de esa institución.

En las zonas francas de exportación, pese a una cierta opo-sición inicial por parte de los empleadores, se han constitui-do 31 sindicatos, de los que se encuentran 18 activos y sehan firmado 11 convenios colectivos que benefician a 16mil trabajadores de manera directa. (Ramos, 2002:172).

4. Algunos aspectos institucionales

19 El primer código del trabajo de Nicaragua se promulgó en 1945.20 La Comisión laboral del CONPES propició un grupo de reflexión dentro del proceso de elaboración de este segundo Informe de desarrollo humano de Nicaragua.

Tabla II.6.15 Sindicatos por tipo de empresa y número de afiliados, 1997-2001

Fuente: Dirección de sindicatos, MITRAB.

Otra modalidad asociativa que favorece el desarrollode iniciativas conjuntas, es la formación de coope-rativas. Estas asociaciones, sobre todo en el sectoragropecuario, tuvieron un mayor auge en los añosochenta y comienzos de los años noventa. En los úl-timos años han disminuido en número, como resul-tado de las dificultades que enfrenta la agricultura,la falta de acceso al crédito, y en algunas de ellas,las dificultades gerenciales y organizativas, que hanincidido para que un gran número se encuentrenen inactividad.

Algunos de los problemas abordados en este capí-tulo fueron analizados con dirigentes sindicales dedistintas centrales sindicales existentes en el país20.También se hizo referencia a la escasa o nula re-

Tabla II.6.16 Cooperativas (acumulado 1990-2001)

Fuente: Dirección de cooperativas, MITRAB.

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presentación en algunas instancias donde se deci-den asuntos de gran interés para los trabajadores,como el INATEC, con quien señalan la necesidadde lograr una coordinación más efectiva a fin deaprovechar de mejor manera los programas de ca-pacitación que esa institución propicia.

Adicionalmente señalaron las posibilidades reducidas deaplicar el Código del Trabajo en algunos casos de multaspor ejemplo, cuando los empresarios aluden a su falta de re-cursos para inversión en mejoras de la seguridad de los tra-bajadores. En este caso, la capacidad de obligatoriedad, porparte del Ministerio del Trabajo, es limitada.

• Satisfacer las aspiraciones de las personas de contarcon una ocupación digna y justamente remuneradarepresenta un reto para la sociedad nicaragüense ensu conjunto. Es un problema sentido, que mereceuna profunda reflexión, a fin de encontrarle una sa-lida adecuada.

• Los cambios en el mercado de trabajo propiciadospor las reformas económicas han agudizado la fal-ta de seguridad en el empleo y los ingresos de laspersonas, al mismo tiempo que se observa un pesocreciente del sector informal de la economía, comorefugio frente a la falta de empleos adecuados.

• La construcción de futuro tiene una de sus ma-nifestaciones más claras en la tasa de inversio-nes. Hasta ahora, los esfuerzos de inversión pú-blica y privada han resultado insuficientes parasatisfacer la necesidad de creación de empleosestables y justamente remunerados. Por ello, esurgente aumentar el ritmo de inversiones y almismo tiempo, propiciar las inversiones en tec-nología y mejoramiento de los sistemas produc-tivos, que permitan la capacitación de los traba-jadores como elemento fundamental para elevarla productividad.

• Las profundas brechas de equidad, destacadas en es-te acápite, muestran que hace falta una compren-sión más profunda del papel determinante de laspersonas en los diferentes niveles jerárquicos. Estacomprensión requiere un reconocimiento social yeconómico a los trabajadores de manera de propi-ciar el sentido de reciprocidad que las personas es-peran por el esfuerzo desplegado.

• Se reconocen avances en el cumplimiento de los dere-chos laborales de los trabajadores y en la prestación demejores condiciones de higiene y seguridad en las zo-nas francas de exportación. Sin embargo, hace faltauna mayor incidencia de los organismos gubernamen-tales a fin de hacer valer los derechos de los trabajado-res, y promover programas de entrenamiento que per-mitan el desarrollo de sus capacidades.

• De la misma manera, es impostergable establecersanciones dirigidas a evitar el maltrato y la violen-cia verbal y física contra los trabajadores nicara-güenses que laboran en estas empresas. “No debeolvidarse que los Estados-nación tienen la res-ponsabilidad de reglamentar la conducta de losagentes privados y garantizar el respeto de losderechos humanos” (PNUD, 2000:80).

• Teniendo en cuenta las difíciles condiciones del tra-bajo en Nicaragua, signadas por la escasa oferta deempleos, bajos salarios para la mayoría de la fuerzade trabajo, predominio del sector informal con laconsecuente ausencia de prestaciones sociales paralos trabajadores, es importante la creación masivade empleos, que permita ofrecer una ocupación dig-na a los nicaragüenses.

• Sin embargo, se debe propiciar que sean empleos decalidad que permitan el desarrollo de las iniciativaspersonales y mejoren su nivel de vida, de tal mane-ra que los trabajadores perciban que sus esfuerzosresultan adecuadamente retribuidos. Por ello, es re-levante el reclamo expresado por el Movimiento demujeres trabajadoras y desempleadas María ElenaCuadra: “Empleo sí, pero con dignidad.”

5. Principales desafíos para la creación de empleo en Nicaragua

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7 La renovación de la política: un

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os nicaragüenses anhelamos unmañana que deje atrás las guerras

como forma de solucionar los conflictos.Construir futuro exige movilización devoluntades y conciencias y la suscripciónde un nuevo contrato entre el Estado y laciudadanía, que fortalezca la institucio-nalidad; amplíe las oportunidades socioe-conómicas y políticas de los ciudadanos;potencie las capacidades organizativas dela sociedad civil y emprenda reformas ad-ministrativas para garantizar transparen-cia, estabilidad e imparcialidad de lasinstituciones.

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na apuesta por el mañana

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Desde la perspectiva del desarrollo humano el bienestardepende de las posibilidades de las personas para conse-guir realizaciones valiosas, mediante el despliegue desus capacidades y el aprovechamiento de las oportunida-des. Por esta razón, la participación política y social seconsideran capacidades esenciales para los seres huma-nos como saber leer y escribir, disfrutar de ingresos dig-nos y gozar de buena salud:

Las libertades políticas constituyen un recurso de primerorden para que los ciudadanos, identifiquen sus necesi-dades económicas, desplieguen sus capacidades y exijana las instituciones y gobernantes el apoyo requerido.

Hoy día existe consenso que el fomento de la gobernabi-lidad demanda mayor efectividad de las instituciones yde las normas; de sistemas políticos que promuevan laparticipación; de gobernantes que velen por la primacíade la ley y que actúen con responsabilidad. Mas sin em-bargo, los logros de la democracia no dependen exclusi-vamente de las reglas y de los procedimientos que seadopten y salvaguarden, sino también de la manera enque los ciudadanos, utilicen las oportunidades de expre-sión y de participación.

1.1 Los nicaragüenses podemos cons-truir un futuro común fortaleciendo lademocracia

En un ambiente democrático, el diálogo y el debatepúblicos permiten que las personas expresen y com-partan sus aspiraciones; definan acciones concerta-das para su realización, y soliciten a las institucionesy gobernantes el apoyo requerido para hacerlas reali-dad. A través de la participación de la ciudadanía ydel aprovechamiento de los canales de comunicacióny de discusión, se hace posible la institucionalizaciónde acuerdos; la definición de reglas del juego equita-tivas y de aplicación por igual para todos; así como laconsolidación de los vínculos sociales que las socie-

dades requieren para desplegar los esfuerzos colecti-vos e imaginar y hacer realidad su futuro.

En Nicaragua ha habido avances en materia de institu-cionalidad y fortalecimiento del Estado de derecho: enel último cuarto del siglo recién pasado, hubo trescambios pacíficos de gobierno; el ejército y la policía seencuentran subordinados al poder civil, los conflictosse han dirimido en el marco de la institucionalidad,existe libertad de prensa y disposición de la Presidenciade la República para frenar la corrupción y ampliar loscanales de participación de la sociedad civil. La Cons-titución Política de la República de Nicaragua con-signa el derecho a la expresión pluralista de la socie-dad, a través de las instituciones representativas y de laparticipación directa de los ciudadanos en los procesosde toma de decisiones.

Los nicaragüenses anhelan que la institucionalidad y laconvivencia pacífica se consoliden como condiciones in-dispensables para construir un futuro común. Esta as-piración encuentra posibilidades para su realización enla democracia, como mecanismo idóneo para dotar a laciudadanía de una imagen esperanzadora y creíble so-bre el futuro.

Pero la cultura cívica en Nicaragua es aún incipien-te. Las instituciones del régimen representativo sonfrágiles y poco desarrolladas, se encuentran alejadasde las demandas de la población y de sus necesidades;hay ausencia de mecanismos estables y efectivos deinteracción entre los ciudadanos y sus organizacio-nes. La corrupción y el abuso de poder, en el ejerciciode la función pública, generan desconfianza ciuda-dana hacia las instituciones. A algunos de sus repre-sentantes se les ha acusado de responder a linea-mientos partidarios y no actuar conforme la impar-cialidad que su cargo exige.

Este capítulo muestra que la creación de un futuro creí-ble y compartido por los nicaragüenses, requiere del fun-cionamiento adecuado de las instituciones y el estableci-miento de procedimientos y reglas claras y justas, deaplicación para todos los ciudadanos por igual. En uncontexto democrático es posible enfrentar las contingen-cias en un entorno jurídico y político estable, fortale-ciendo de esta manera, la esperanza que hace posibleavizorar y construir un futuro común.

También es necesario que la ciudadanía ejerza su dere-cho político a supervisar el funcionamiento de las insti-tuciones, vele por la administración correcta de los re-cursos por parte de los funcionarios públicos, y contribu-

1. La importancia de la democracia para el desarrollo humano

“La libertad y la participación políticas forman partedel desarrollo humano, como objetivos de desarrolloen sí mismos y como medios para hacer progresar eldesarrollo humano (...) Sin libertades políticas –talescomo poder ingresar en asociaciones o formar y expre-sar opiniones– muchas otras opciones se verían severa-mente restringidas. Ser capaz de participar en la vidade la propia comunidad –obteniendo el respeto de losdemás y teniendo voz en las decisiones comunitarias–es fundamental para la existencia humana”

(PNUD, 2002:52).

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1 0 1Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

El desarrollo humano como proceso de ampliación delas oportunidades, concede especial importancia a laparticipación de las personas en distintos ámbitos de lavida en comunidad, puesto que potencia el despliegue delas capacidades humanas, eleva los niveles de satisfac-ción, y favorece la realización de las personas mediantesu contribución activa a la sociedad.

La participación en determinadas organizaciones aporta unvalor agregado a la sociedad. Si los ciudadanos se conside-ran sujetos activos en política, se sienten estimulados a ele-gir a sus representantes; asociarse para defender sus dere-chos; ser escuchados por los gobernantes e influir en las de-cisiones trascendentales para sus vidas. Por esta razón, laparticipación incrementa la calidad democrática de un país,al fortalecer el compromiso ciudadano de atender los debe-res cívicos, vigilar los actos de gobierno y hacer oír la voz pa-ra garantizar el cumplimiento de los derechos.

La Encuesta PNUD, mostró que los nicaragüenses asien-tan sus oportunidades y perspectivas de futuro en la reno-vación de la política. Al preguntarles sobre el país anhe-lado, la mayoría señaló la necesidad impostergable decontar con instituciones que aseguren transparencia yjusticia en la gestión pública para preservar la democra-cia. También manifestaron su compromiso cívico de for-talecer la institucionalidad y de contribuir, con su partici-pación, a la consolidación de la democracia.

Los nicaragüenses hacen uso de su derecho a asociarselibremente, participando en diversas organizaciones queconstituyen un tejido que conecta a las personas entre sí,y, en algunos casos, las comunica con el Estado y susinstituciones para expresar sus opiniones, y canalizarsus demandas. A partir de los datos proporcionados porla Encuesta Nacional de Aspiraciones, se describen -eneste apartado- las principales características que adoptaen Nicaragua, este tipo de participación.

Por otra parte, se aborda la participación en las eleccio-nes y se da cuenta de algunas modalidades de inciden-cia ciudadana en la gestión de políticas públicas.

2.1 La disposición cívica de los nicara-güenses

El 67 por ciento de las personas que respondieron a laspreguntas formuladas en la Encuesta Nacional de Aspi-raciones, manifestó participar regularmente en algunaasociación o grupo. Los nicaragüenses se adhieren a or-ganizaciones diversas que proporcionan a sus miembrosun sentido de pertenencia comunitario, cuyo denomina-dor común es el intercambio de opiniones, la realizaciónpersonal y la reivindicación de demandas materiales ysimbólicas.

Para fines de síntesis se elaboraron dos clasificaciones delas principales organizaciones en las que participan ac-tivamente los nicaragüenses. Se agrupó en la categoría“construcción de ciudadanía”1 aquellas que, medianteel aporte creativo de su membresía, desarrollan accionespara mejorar la eficiencia de la sociedad, fomentado lacooperación voluntaria y el ejercicio de la autonomía re-lativa con relación al Estado.

2

Las organizaciones religiosas constituyen el segundogrupo, en el cual la pertenencia a las congregaciones,

ya con su participación directa en la resolución de losasuntos cruciales para el desarrollo del país.

Los nicaragüenses anhelamos un mañana que dejeatrás las guerras como forma de solucionar los con-flictos. Construir futuro exige movilización de vo-luntades y conciencias y la suscripción de un nuevo

contrato entre el Estado y la ciudadanía, que forta-lezca la institucionalidad; amplíe las oportunidadessocioeconómicas y políticas de los ciudadanos; po-tencie las capacidades organizativas de la sociedadcivil y emprenda reformas administrativas para ga-rantizar transparencia, estabilidad e imparcialidadde las instituciones.

2. La centralidad de lo político para los nicaragüenses

Tabla II.7.1 ¿Qué se necesita para hacer rea-lidad su sueño sobre el país?

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

1 La ciudadanía de acuerdo con (Marshall, 1965 y Rosaldo 1992), abarca cuatro dimensiones: la civil, referida a los derechos civiles y las libertades personales; lapolítica que persigue garantizar el derecho al sufragio y la participación; la social vinculada con la consecución del bienestar, y la cultural, como pertenencia a unacomunidad específica, inclusión y reconocimiento de las identidades particulares.2 Bajo esta categoría se agruparon: las asociaciones culturales, deportivas, de autoayuda, estudiantiles, profesionales, de productores, de padres de familia yhumanitarias; partidos políticos; organizaciones de barrio y locales.

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denominaciones o iglesias, incorpora componentes ri-tuales y otras formas de expresión simbólica de la espiri-tualidad.

Las mujeres participan más en organizaciones religiosasy los hombres en iniciativas que apoyan la construcciónde ciudadanía, lo que confirma que en Nicaragua, igualque en otras sociedades con diferencias de género en el

acceso a los recursos de poder, el espacio de la acción pú-blica se reserva primordialmente a los varones.

La siguiente tabla muestra la distribución de la partici-pación, según el tipo de organización a la que pertene-cen las personas. Como puede apreciarse, la zonas delPacífico y la Central registran el mayor porcentaje deciudadanos organizados.

Tabla II.7.2 Participación según tipo de organización

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PNUD/PRANAFP, agosto 2001.

Los nicaragüenses de las ciudades participan más en or-ganizaciones que sus conciudadanos de las zonas rura-les, lo que podría deberse a un conjunto de factores: elcrecimiento y congregación de la población en las zonasurbanas; la pobreza, falta de infraestructura y lejaníade las poblaciones rurales; la concentración y centraliza-ción de las instituciones públicas y organizaciones de lasociedad civil en las ciudades, particularmente en el pa-cífico y la capital.

Adicionalmente, existen razones económicas e históricasque explican el surgimiento de movimientos sociales y deorganizaciones en el país predominantemente urbanos:

“La economía de enclave basada en la explota-ción de los recursos naturales y de la agricultu-ra de exportación, fomentó a inicios del siglo XX,el crecimiento de contingentes de trabajadoresasalariados ,indígenas y negros. En las ciudadesel desarrollo de actividades manufactureras,principalmente en Managua y León, conformóun importante conglomerado de artesanos yobreros. Estos grupos sociales, por su comunidad

de intereses, se hicieron particularmente activosen la vida social y económica del país. (....) Lasprimeras mutuales constituidas por obreros yartesanos se organizaron bajo el auspicio del go-bierno de Zelaya” (Téllez, 2002:37).

La participación en la construcción de más ciudada-nía, enfrenta algunas limitaciones para fortalecerse,derivadas de la institucionalidad política prevale-ciente: un sistema electoral que inclina la balanzahacia las decisiones de las cúpulas partidarias másallá de la voluntad de los electores; falta de suficien-tes canales de comunicación para garantizar la ren-dición de cuentas y fortalecer la participación de losciudadanos en los procesos de toma de decisiones so-bre políticas públicas.

2.2 Las motivaciones para participaren organizaciones

Los nicaragüenses participan en distintas organizacio-nes, aludiendo diferentes principios para agruparse y

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actuar en sociedad. Se observan motivaciones en pro-cura del bienestar de los demás, agrupadas en la tablaII.8.5 bajo la categoría altruista. La mayor propensióna organizarse se identifica con el gusto o placer; el bie-nestar de la familia o el propio; y el deseo de progresoindividual, es decir, razones personales. Seguidamentese resumen las distintas motivaciones que fomentanla participación:

Los nicaragüenses organizados gustan de estarlo porquesatisfacen necesidades lúdicas y espirituales; se realizancomo personas al sentirse útiles para los demás; activanredes de colaboración para resolver distintas necesidadesy establecen contacto directo con personas que compar-ten intereses comunes.

2.3 La participación electoral

Una de las formas más usuales de participación democráti-ca es el ejercicio del voto en las elecciones para escoger au-toridades municipales, regionales o nacionales. En Nicara-gua, este derecho ciudadano se expresa con más fuerza enlos comicios nacionales celebrados desde 1990, con menormedida en los municipales y significativamente más bajoen las elecciones regionales de la Costa Caribe.

Si bien la participación de los nicaragüenses no se restringeal hecho de votar, el ejercicio de este derecho, ha permitidoque como electores sean sujetos activos de la política, concapacidad para nombrar a sus representantes y gobernantes.En las elecciones nacionales celebradas en 1990, 1996 y2001, la ciudadanía ha dado muestras de cultura cívica,participando ampliamente en los procesos electorales.

3

Este nivel de participación es coincidente con la valora-ción de los nicaragüenses sobre la democracia : el 80 porciento de las personas entrevistadas en la encuesta reali-zada por el PNUD en julio de 2002, manifestó identifi-carse plenamente con esta forma de gobierno. Datos másprecisos al respecto se presentan en el capítulo 2 de laprimera parte de este Informe.

Tabla II.7.3 Razones para participar

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones,PNUD/PRANAFP, agosto 2001.

Recuadro II.7.1 Participación Electoral

Fuente: Dirección General de Cartografía y Estadística, Consejo Supremo Electoral.*Se calculó sobre la base de los inscritos en el padrón

3 En las elecciones generales de 1990 y 1996 más del 70 por ciento de los ciudadanos nicaragüenses en edad de votar ejercieron su derecho al sufragio (PNUD-SETEC, 2000: 131).

El índice que se muestra en la siguiente tabla, construi-do sobre la base de tres preguntas4 de la Encuesta PNUD2002, reafirma la identificación de la ciudadanía nica-ragüense con la democracia representativa:

Desde 1996, los comicios electorales han sido supervisa-dos mediante un amplio proceso de observación, en elcual, la sociedad civil ha desempeñado un papel funda-mental.

Tabla II.7.4 Índice de adhesión a la democracia

Fuente: Encuesta PNUD, julio 2002.

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Durante la celebración de las elecciones nacionales de2001, 4,500 voluntarios del Grupo Cívico Ética y Trans-parencia, observaron el desarrollo de los comicios en 41por ciento de las Juntas Receptoras de Votos. En su infor-me final, esta entidad hizo importantes recomendacio-nes para la realización de futuras contiendas electoralesen lo concerniente a los costos y organización de los co-micios.

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La observación internacional, representada por la Orga-nización de Estados Americanos (OEA), la Unión Euro-pea y órganos del gobierno de los Estados Unidos, contócon la participación de 3,000 observadores quienes vali-daron los resultados y contribuyeron a generar confian-za ciudadana en un proceso que tuvo algunos contra-tiempos (Diario La Prensa, 3 de noviembre de 2001).

La participación ciudadana en las elecciones contribuyea consolidar la cultura cívica del país, puesto que refle-ja el interés de los nicaragüenses de expresar abierta-mente sus preferencias en la elección de sus representan-tes. Potenciar esta actitud depende de la acción de los go-bernantes y de su sentido de compromiso con la socie-dad. De esta manera, es posible fortalecer la confianzaciudadana que el voto es una garantía para el ejerciciode la gobernabilidad.

2.4 La participación ciudadana en lagestión de políticas públicas

La capacidad para participar en los asuntos políticos deuna nación y en particular, en lo que es fundamentalpara el progreso de los habitantes de un barrio o comu-nidad, es tan importante para el desarrollo humano co-mo gozar de buena salud, tener acceso a la educación ydisfrutar de ingresos dignos.

En efecto, el ejercicio de las libertades políticas y civilesconstituye un factor clave para ampliar las oportunida-des disponibles y promover mayores niveles de desarrollohumano. La facultad de opinar y debatir sobre temas deinterés cotidiano; el derecho a ingresar en asociaciones;la asistencia a actividades convocadas para proponer po-líticas en beneficio de las personas o para exigir infor-mación sobre la aplicación y resultados de dichas polí-ticas, son acciones mediante las cuales se ejerce el dere-cho a participar en sociedad para garantizar el controlciudadano sobre los asuntos públicos.

La participación ciudadana en la gestión pública esdemocrática, cuando por una parte, la constitución,leyes y decretos de un país crean oportunidades parala intervención de sus ciudadanos en esa gestión, ypor otra, cuando hacen uso efectivo de esas oportuni-dades para defender y proteger el derecho de pedircuentas e influir en las decisiones de los gobernantes;velar por el manejo adecuado del patrimonio nacio-nal, así como indicar prioridades económicas y so-ciales de la agenda pública.

La participación de los nicaragüenses en el diseño y ges-tión de las políticas públicas garantiza el ejercicio de lacapacidad de acción ganada con el voto y evita que segenere un sentimiento de indiferencia ciudadana, me-diante la delegación exclusiva de las atribuciones y fun-ciones en las autoridades electas. Por el contrario, la fal-ta de canales adecuados para el fomento de la participa-ción de la ciudadanía, podría provocar sentimientos deimpotencia y falta de credibilidad en las posibilidades deincidencia en los asuntos que conciernen al futuro delpaís y de sus habitantes.

La incorporación de niños y niñas a las escuelas, la crea-ción de parques y centros deportivos para la niñez y ju-ventud, la construcción de una carretera que comuniquea una comarca aislada con el resto del país, son logrosque contribuyen a elevar el bienestar de las personas, yson posibles en buena medida, gracias a las opiniones yacciones que emprenden los nicaragüenses para influiren la toma de decisiones del Estado.

En el país se han emprendido esfuerzos importantesen materia constitucional y legal para ampliar laparticipación en la gestión pública. A través de lapromulgación de la reforma constitucional de 1995,las atribuciones y funciones de los poderes del Estadose redistribuyeron, mejorando el sistema de controlesy contrapesos que salvaguarda las libertades de losciudadanos. Como parte de este proceso, se creó LaLey de iniciativa ciudadana de leyes (Ley 269), pormedio de la cual, la ciudadanía puede presentar pro-yectos de Ley ante la Asamblea Nacional.

El presente apartado se centra en el estudio de algunasformas de participación en la gestión de políticas públi-cas, como ejemplos relevantes de los esfuerzos de la so-ciedad civil nicaragüense, para influir mediante su con-tribución, en los asuntos de interés nacional.

4 Las personas consultadas expresaron su acuerdo o desacuerdo con relación a las siguientes afirmaciones: La democracia es preferible a cualquier otra forma degobierno; en algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible; da lo mismo un gobierno democrático que uno no democrático. El índice es elresultado del cruce de estas preguntas y del reagrupamiento de las respuestas en cinco categorías.5 "El costo promedio de las elecciones en Nicaragua, por votante, supera lo estimado por el Secretariado de la Mancomunidad Británica de Naciones que es de 5dólares. La comparación del número de personas empleadas por el Consejo Supremo Electoral de Nicaragua, es proporcionalmente mayor: seis meses después delas elecciones, el CSE ocupaba algo más de 1,400 personas, para una población electoral de 2,400,000 votantes. El Instituto Federal Electoral en México emplea a6,000 para cubrir una población electoral 25 veces más grande" (Grupo Cívico Ética y Transparencia, enero de 2002:23-24).

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2.4.1 La incidencia ciudadana en la for-mulación de leyes

En Nicaragua los principales avances que se reconocenen incidencia ciudadana sobre políticas públicas han te-nido lugar en el ámbito de la formulación legislativa.

El cuadro que se presenta en anexo –muestra el registrosobre iniciativas de ley promovidas o apoyadas- por partede organizaciones ciudadanas en la década de los noven-ta. Vale señalar que aunque la mayor parte de éstas las pre-sentó el poder ejecutivo o la Asamblea Nacional, duranteel proceso de consulta fueron promovidas, apoyadas o pro-puesto su reforma, por diferentes organizaciones civiles.

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La mayor parte de las iniciativas que lograron su apro-bación, giraron alrededor del reconocimiento de dere-chos de distintos grupos sociales: mujeres, niñez, juven-tud, entre otros.

2.4.2 Experiencias recientes de partici-pación ciudadana en políticas públicas

2.4.2.1 El Consejo Nacional de Planificación Econó-micá Social

Todos los sistemas democráticos tienen el reto de estable-cer mecanismos institucionales a través de los cuales seprocesen las demandas de los distintos grupos presentesen la sociedad. El crecimiento de este tipo de instanciasen Nicaragua ha sido notable.

De todas éstas, la instancia consultiva de más alto niveles la del Consejo Nacional de Planificación EconómicaSocial (Conpes), creado e instalado en 1999, por man-dato establecido en la reformas a la Constitución políti-ca de la República de Nicaragua en 1995. Busca ser-vir como un espacio de convergencia y diálogo perma-

nente para mejorar y ampliar la participación de los ac-tores sociales en la formulación de políticas económicasy sociales.

Su decreto creador, modificado bajo la nueva adminis-tración, le asigna las siguientes funciones:

• Asesorar al Presidente de la República en la formu-lación y evaluación de los planes y programas eco-nómicos y sociales;

• elaborar recomendaciones sobre anteproyectos deleyes económicas sociales y de interés nacional queel Presidente de la República presente ante la Asam-blea Nacional;

• hacer recomendaciones al proyecto de la Ley Anualdel Presupuesto General de la República;

• evacuar las consultas que les formule el Presidentede la República sobre asuntos específicos y de inte-rés nacional.

Para fines funcionales, el Conpes está compuesto por lossiguientes órganos: plenario; junta de directores y comi-siones de trabajo. El presidente nombra al secretario eje-cutivo, quien actúa como coordinador.

La efectividad del papel del Conpes como mecanismo deprocesamiento de demandas sociales, puede analizarse apartir de la pluralidad de los miembros que lo confor-man. En su interior, el Consejo cuenta con representa-ción de organizaciones empresariales, laborales, comu-nitarias, organizaciones no gubernamentales, universi-dades, asociaciones de municipios, partidos políticos einstituciones estatales.

Sus miembros son designados directamente por el Presi-dente de la República a partir de ternas presentadas porlas organizaciones miembros. El siguiente cuadro ilus-tra la composición interna del Conpes:

6 No obstante, el número de iniciativas introducidas anualmente, no se corresponde con las leyes efectivamente aprobadas. Por ejemplo, según el registro de laorganización Hagamos Democracia (1998), de 89 iniciativas de leyes y decretos, presentados en 1997, solamente 19 fueron enviados a publicación; 10 no habíansido remitidos al Presidente para su aprobación o veto; 15 se encontraban en la primera secretaría y 45 a la espera de ser dictaminados.En la falta de aplicación de las leyes confluyen varios factores: ausencia de voluntad política; carencia de capacidades o de recursos por parte del Estado para suimplementación y desconocimiento ciudadano de las mismas.

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Tabla II.7.5 Organizaciones participantes en el CONPES

Fuente: Elaboración propia sobre la base de información del Conpes.

Sus mecanismos de funcionamiento, particularmente losrelativos a la toma de decisiones, expresan un espíritu debúsqueda de consenso y de diálogo entre sus miembros. Enpalabras de una de sus integrantes: se trata de “un espa-cio importante para consolidar valores y prácticas de-mocráticas que han estado ausentes a lo largo de la his-toria política, como es la participación ciudadana, eldiálogo, la búsqueda de consenso, el establecimiento depuentes para resolver los problemas a través de mediospacíficos”. (Violeta Granera citada en el Boletín No. 2,Conpes, agosto- septiembre 2001: 4)

Aunque la existencia del Conpes no agota los conflictos,y en su seno se presentan opiniones divergentes, una desus virtudes ha sido la de mantener abiertos los espaciosde comunicación más allá de las discrepancias.

En torno a la continuidad de la experiencia, persiste eldeseo expreso que la instancia se mantenga y fortalezca.El Presidente de la República, ha manifestado pública-mente su voluntad que el CONPES se constituya en elprincipal órgano consultivo entre el Estado y las organi-zaciones sociales, en materia de políticas públicas. “Unforo de consulta permanente entre el gobierno y lasociedad civil organizada, los trabajadores, los em-presarios, los gremios, las comunidades y los orga-nismos no gubernamentales”, lo definió en su discur-so de instalación del Conpes en febrero de 2002.

2.4.2.2 El proceso de consulta de la Estrategia Re-forzada de Crecimiento Económico y Reducción dePobreza (ERCERP)

En el contexto de la reforma y ajuste estructural de laeconomía de Nicaragua, se elaboró la Estrategia Refor-zada de Crecimiento Económico y Reducción de Pobre-za (ERCERP). Esta consiste en un conjunto de políticas,programas y proyectos, dirigidos al cumplimiento de dosobjetivos: alcanzar un mayor crecimiento económico yreducir los niveles de pobreza existentes en el país. LaERCERP forma parte de las negociaciones sostenidascon el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacio-nal, para incluir a Nicaragua en la Iniciativa de PaísesPobres Altamente Endeudados.

El Conpes y las organizaciones allí representadas, desem-peñaron un papel relevante durante el proceso de consul-ta7 para la elaboración del documento de la ERCERP quecontó con la participación de organizaciones guberna-mentales; representantes de la cooperación internacional;organizaciones con presencia en los municipios; y pobla-dores de las comunidades beneficiadas, siendo su propósi-to obtener opinión acerca de los contenidos, metas de la es-trategia y mecanismos para su implementación y segui-miento. El producto final fue la elaboración del documen-to Estrategia Reforzada de Crecimiento Económico yReducción de Pobreza (ERCERP).

7 Entre noviembre de 2000 y abril de 2001 se realizaron talleres en nueve departamentos: Madriz, Nueva Segovia, Matagalpa, Jinotega, Boaco, Río San Juan, Rivas,RAAN y RAAS con la participación de 715 personas, así como 16 grupos focales con 218 pobladores del sector rural y urbano (Memoria CONPES, 2001: 155 y 167).

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1 0 7Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Los medios de comunicación reflejan el día a día de unacomunidad, al dar cuenta de los hechos que se han de-sarrollado y han repercutido en ella. Es por eso que laprensa nace y se nutre de la experiencia colectiva coti-diana, al mismo tiempo que la recrea y modifica. Porello juega un rol clave. Desde la percepción de los nica-ragüenses el sentirse tomados en cuenta, y reflejada suopinión en los medios de comunicación, es una aspira-ción importante. El valor positivo de los medios de co-municación es reconocido. A ellos asocian elementosque podrían ayudar, por ejemplo, en el fortalecimientode los lazos sociales:

“Que los medios de comunicación ayuden paraque nos unamos”, una joven de Ocotal.

De igual modo demandan habilitación tecnológica ycondiciones para poder comunicarse y expresar susnecesidades, anhelos, sueños o satisfacer su necesi-dad de comunicación. Tal es el caso de la demandade la Internet.

“Mejor avance tecnológico, mejores condicioneseconómicas y libertad de expresión”, un joven deCamoapa.

En el capítulo introductorio se advertía que nuestro fu-turo personal está indisolublemente ligado al futuro dela sociedad en la que vivimos. Justamente, por ello, nopodemos dejar de preguntarnos ¿cuál es el futuro de Ni-caragua?

Si imaginar y dar forma concreta a un futuro creíblees una condición indispensable del desarrollo huma-no, cuál es la imagen de futuro, o qué imagen de fu-turo pueden contribuir a construir los medios de co-municación, en tanto que compartir una imagen es-peranzadora del futuro es uno de los mayores capita-les de que puede disponer una sociedad. ¿Cuál es lafunción que podrían cumplir los medios en la puestaen común de las imágenes de futuro? Y, por otra par-te, teniendo presente la importancia que los nicara-güenses le otorgan a la democracia, ¿cómo podríanlos medios de comunicación contribuir al fortaleci-miento de las instituciones democráticas?

3.1. Los medios y la agenda

Cada mañana, los medios nos entregan —bajo el nom-bre de noticias— los acontecimientos que periodistas,editores y redactores han seleccionado de un universoamplio de sucesos. Noticia es la narración con que losmedios construyen cotidianamente la imagen de la rea-lidad social. Es aquel acontecimiento que cumpliendocon los requisitos —valores noticiosos— es selecciona-do para representar el acontecer.

Los periódicos proveen algo más que un cierto núme-ro de noticias. Proporcionan las categorías en las quelos destinatarios pueden fácilmente colocarlas de for-ma significativa y con una calificación dada: impor-tante, relativamente importante, medianamente im-portante o poco importante. El grado y nivel jerárqui-co de los sujetos involucrados en el suceso; la capaci-dad de influir sobre los intereses nacionales, la comu-nidad o el propio barrio o el número de implicadosson algunos elementos que se consideran en el proce-so de selección de la noticia.

Los medios de comunicación “al describir y precisar larealidad externa, presentan al público una lista de todoaquello en torno a lo que tener una opinión y discutir(...). El presupuesto fundamental de la agenda settinges que la comprensión que tiene la gente de gran partede la realidad social es modificada por los media”(Wolf, 1985:163).

Los medios de comunicación —al dar o restar impor-tancia a un tema, al cubrir más o menos extensamenteuna noticia— transmiten la relevancia y la jerarquiza-ción de los problemas que se perciben como importan-tes. Los medios no sólo sugieren qué decir sobre una co-sa, sino sobre qué temas vale la pena debatir.

En la medida en la que los medios de comunicacióncrean en forma continua imágenes de la realidad, de loque es la democracia, la familia, el Estado, el gobierno,los criterios de autoridad, el peso de las tradiciones, las ac-titudes ante las innovaciones, los conflictos y desigualda-des, o la visión de país, son productores de futuro (Cfr. Pe-ralta, 1997:57). A través de las interpretaciones del entor-

Igualmente, en el proceso de implementación está sien-do objeto de consulta la definición de los proyectos a serejecutados en los municipios, y el establecimiento deprioridades conforme a las necesidades de las comuni-dades y de sus habitantes. Los participantes en los talle-res manifestaron su entusiasmo y disposición hacia el

trabajo comunitario, así como la voluntad de capacitar-se para apoyar al gobierno en la ejecución de los progra-mas y proyectos. Este proceso puede contribuir a la efi-ciencia y la transparencia en el manejo de los recursos,así como a la focalización de las distintas políticas y ac-ciones de la ERCERP.

3.El papel de los medios de comunicación en el fortalecimiento de la democracia

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no, los medios sientan bases subjetivas/colectivas para laverosimilitud o inverosimilitud del futuro. Es decisiva en-tonces, la importancia que los medios de comunicacióntienen en la construcción de una visión de futuro.

La discusión moderna sobre la función de los medios decomunicación les adjudica tres funciones: consenso, vi-gilancia y transmisión de la herencia social (Mc-Combs, 1997). Estas funciones se sustentan en el argu-mento de que “los medios ayudan a la sociedad a llegara acuerdos porque hacen que la gente hable o se preocu-pe sobre los mismos temas. De ahí que la agenda-settingresponde no sólo a la función de vigilancia o de infor-mación de la sociedad, sino que además, a la del con-senso necesario en toda democracia” (McCombs, 1997).

Estas funciones planteadas son básicas para fortalecer lademocracia, la que requiere contar con medios de comu-nicación orientados al servicio de las personas. Su valiosoaporte serviría como foro cívico, a fin de facilitar el deba-te abierto a todos los puntos de vista; facilitando la parti-cipación ciudadana en los asuntos públicos; y contribu-yendo con sus investigaciones al ejercicio de la transpa-rencia y la rendición de cuentas por parte de los funciona-rios a cargo de la gestión pública (PNUD, 2002: 76).

Desde el enfoque del desarrollo humano, para el cuallas personas, sus capacidades y opciones, son lo másimportante, se agregaría una cuarta función, y es la deinformar sobre el cotidiano vivir de una comunidad.Es decir, se destacan las experiencias concretas de laspersonas, los hechos que interpelan de manera directaa los ciudadanos.

Desde esta perspectiva la noticia no sólo cubriría el con-flicto como tal, sino que atendería sus claroscuros, lacomplejidad y diversidad social. Y de ella, también aten-dería las buenas prácticas. Como propone Maxwell McCombs (1977) cubrir los temas que impactan a la gentedurante un día común, cuáles son las preocupaciones delas personas: el tráfico, las calles, el transporte. De igualmodo plantea utilizar otras fuentes de información co-mo estudios, análisis de datos, utilización de encuestas,investigaciones.

“Se informa sobre la gente común y corriente. Cuandolos periodistas sobreenfatizan el crimen, la gente se vuel-ve más cuidadosa y temerosa a la vez. Sin embargo, alpresentar una información más sistemática, o un cua-dro más sistemático de lo que está ocurriendo en la rea-lidad, la gente entenderá que hay crimen, pero que ésteno ocurre en cada esquina de la ciudad, cada diez minu-tos” (McCombs, 1997).

Este tipo de cobertura requiere un enfoque para el cualnoticia no sea sinónimo de mala noticia, sino que

signifique también buena noticia, una buena prác-tica, una experiencia exitosa que motive a cambios.Ahí está el gran reto, se trata de discutir y trabajar pa-ra lograrlo.

3.2 Los medios en Nicaragua

“La comunicación pública provee a los miembros de la comunidad de relatos (orales, escritos,

imágenes) en los que se propone una interpretación del entorno y de lo que en él acontece”

Manuel Martín Serrano, 1994: 36

Los resultados de la Encuesta Nacional de Aspiracionesmuestran que los nicaragüenses son grandes consumi-dores de información. El medio al que se recurre conmás frecuencia, cuando las personas desean enterarse delo que pasa, es la radio. Más del 80 por ciento de los con-sultados dijeron escuchar la radio cuando se les pregun-tó qué medio utilizaban cuando deseaban informarse. Ala radio le siguió la televisión, 75 por ciento. Un grupomás pequeño de personas recurre a la prensa escrita, 45por ciento.

Por otra parte, un estudio de raiting ponderado de la fir-ma consultora M&R, realizado en las cabeceras departa-mentales del país, excepto en Madriz, Nueva Segovia,Río San Juan y el Caribe, del 24 al 30 de noviembre de2001, encontró que 15 de cada cien nicaragüenses leenLa Prensa y 12 de cada 100 El Nuevo Diario.

A pesar de que el medio al que más se recurre es la radio,ésta no es la que goza de mayor credibilidad. La combina-ción de relato e imagen parecieran generar una mayor cre-dibilidad: “lo vi en la tele” es una expresión frecuentemen-te utilizada por las personas para dar cuenta del origen dela información que ofrece. La televisión concentra los ma-yores porcentajes, le siguen la radio y los periódicos.

Gráfico II.7.1Medio de comunicación utiliza-dos para informarse (%)

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP, 2001

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Al hacer la distinción urbano rural, encontramos diferen-cias sustantivas, la radio es el medio al que más se acude enel campo, el 43 por ciento de las personas consultadas en elárea rural señaló acudir a la radio como medio de informa-ción. El consumo de televisión y de periódicos es cuantitati-vamente menor, 28.4 por ciento y 26.7 respectivamente.

El bajo acceso al alumbrado eléctrico en el sector rural, quesegún la EMNV´2001 llegaba al 39.2 por ciento de los hoga-res, y los mayores índices de analfabetismo en el campo 32.8por ciento (para la población de 10 años y más), que en laciudad (EMNV´2001), podrían explicar el bajo consumo dela televisión y de periódicos en el campo.

3.3 El futuro en los medios nicaragüenses

El segundo Informe de desarrollo humano advierte queun entorno donde no ha habido suficientes oportunida-des para todos ha conducido a afianzar una visión de unpresente difícil, la que a su vez no facilita construir unavisión de país, donde el desarrollo se perciba posible, y laconstrucción de futuro sea una tarea asumida por todoslos nicaragüenses.

Los medios de comunicación pueden contribuir a que esavisión de futuro sea creíble o no. Es en la medida en quelos medios interpreten el entorno como un espacio dondepuede construirse que sentarán las bases subjetivas-colec-tivas para la verosimilitud o inverosimilitud del futuro.

3.3.1 El país anhelado por los periodistas

En diciembre de 2001 se conversó con periodistas de di-versos medios de comunicación. A partir de esas discu-

siones se encontró que la honestidad, la equidad en elacceso a los servicios básicos, las oportunidades para eldesarrollo de las personas, las libertades, el acceso a lajusticia, la estabilidad, la despolitización, el bienestar, eldesarrollo productivo, el desarrollo económico, así comola seguridad ciudadana son aspiraciones que evocancuando se les pregunta por la Nicaragua soñada.

Sin embargo, entre estas aspiraciones y la agenda delos medios existen algunas distancias: aquellas noti-cias que hablan de la gente, sus sueños y sus logrosno son tan noticiables, o no son grandes noticias.Probablemente porque “...quienes tienen el poderde decisión no consideran relevante destacar loque la gente piensa, dejar que la gente se exprese”(Adulto joven, periodista de televisión).

Además, “no hay una estrategia de comunicación enlos medios, sobre la visión de país, sobre otros temas”(Adulto joven, periodista de prensa escrita).

Otro de los consultados advierte: “la imagen de país esdifícil, si no nos podemos poner de acuerdo sobre eldía del voceador –los periódicos– ... menos aún po-nerse de acuerdo para dar una imagen de país con-certada...” (Adulto joven, periodista de televisión).

Las búsquedas y preocupaciones sociales necesariamen-te pasan por la apertura hacia la gente y su “diario que-hacer”. Sin embargo, este enfoque “tiene que ser es-tructural, no depende de la voluntad de los comuni-cadores” (Adulto joven, periodista de televisión), requie-re ser parte de la política editorial del diario.

Algunos comunicadores postulan el periodismo local olos diarios de proximidad como un camino de acerca-miento a la gente. Sin embargo, no hay que olvidar loque bien advirtió otro de los periodistas asistentes a losgrupos de discusión: “la relación entre población y losmedios de comunicación es un reflejo del desarrollodel país. Las vías de comunicación y las instanciasde comunicación. La falta de carreteras. El proble-ma de la capacidad del medio para adaptarse a loscontextos”. (Adulto, periodista de televisión).

Este problema tiene mucha relación con otra de las ca-racterísticas de los medios nacionales y es que para éstos“la vida se desarrolla en Managua. Partiendo del he-cho de que si no está incluyendo a todo el país, pueslos medios lo reproducen. Se trata de destinar espa-cios, pero es insuficiente. Subsidiarias como salida esinviable económicamente. Es difícil establecer meca-nismos porque estamos haciendo las cosas desde Ma-nagua. Se desmerita lo que está pasando en las re-giones. Materialmente es más difícil” (Adulta joven,periodista de prensa escrita).

Gráfico II.7.2 Credibilidad de los medios decomunicación (%)

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PRANAFP, 2001.

El gran error de los medios es creer que percibi-mos lo que la gente piensa. Publicar noticiasmás positivas, pero eso no vende. Reportajes deinterés humano: ¿Cómo lo vendés?

(Adulto joven, periodista de prensa escrita)

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Otros retos a enfrentar tienen que ver con una mayor ca-pacitación de los periodistas, la ausencia de especializa-ción en determinadas temáticas, el difícil acceso y la cre-dibilidad de las fuentes de información estadística, el po-co interés en los periódicos para invertir (recursos, per-sonal y tiempo) en el reportaje de investigación y la ine-xistencia o no aplicación de legislaciones que garanti-cen el derecho a la información, la necesidad de sancio-nar leyes que permitan a los periodistas acceder a todotipo de documentos públicos clasificados, entre otros.

El discurso de los periodistas nacionales sobre el temaapunta tres problemas:

“El medio se enfrenta entre sobrevivencia y cobertura.Dar información a los tomadores de opinión... elproblema de los costos también tiene que ver con lacobertura. Un medio de comunicación local es unasalida... pero reproduce la brecha. También es unproblema de política editorial. Las políticas editoria-les son rígidas. Algunas son participativas, pero ver-ticales... La capacitación de los periodistas es un as-pecto fundamental para buscar algo nuevo que per-mita que la gente se sienta representada, para hacer

noticia algo que aparentemente no lo es. La soluciónes el desarrollo local”, (Hombre, adulto, periodista deprensa escrita).

Una de las comunicadoras destacó que “la gente se ale-gra y agradece” cuando se ven o escuchan en los me-dios de comunicación. “‘Al fin se acordaron de noso-tros’, aunque muchas veces la gente que lo dice no seva a ver porque el medio no llega ahí” (Una joven pe-riodista de un medio de comunicación escrita).

Conciliar las políticas editoriales y los intereses de la po-blación es uno de los retos del periodismo nacional. Ha-cer un periodismo de servicio, dar información cuya me-ta deje de ser el ofrecimiento de datos circunscritos alacontecimiento, para ofrecer propuestas y orientación.Un periodismo que ayude a conocer y facilite la convi-vencia.

Principales desafíos para los medios de comunica-ción en Nicaragua

Este acápite sugiere algunas pistas de cómo los mediosde comunicación podrían aportar a la creación de un

Recuadro II.7.2 Lo del periodismo localMiguel Ángel Bastenier (2001), subdirector internacional del diario español El País, advierte que en alrede-dor de 25 años sólo “sobrevivirán dos tipos de periódicos: los diarios perspectivistas, que tratan de explicarel mundo al mundo (Folha de Sao Paulo y Le Monde son dos ejemplos de esta tendencia) y los diarios deproximidad, aquéllos que cuentan lo que ocurre a 50 kilómetros a la redonda, diarios regionales podrían lla-marse”.

Algunas discusiones sobre el periodismo local en nuestros países ha tendido a entender lo local como sinó-nimo de “continental” o “latinoamericano”. Pero, cuando se habla de periodismo local en ese sentido, sehace con una dosis excesiva de ideología y de globalifobia. Por un lado, existen los que le reclaman a laprensa el hecho de no fomentar en su público el sueño de Bolívar y, por lo tanto, la consideran traicionerade los ideales latinoamericanistas.

Del otro lado de la acera están quienes plantean que la prensa no tiene como papel principal fomentar na-da en los lectores: “Sólo informar bien y generar debates”. Para ellos, desde la prensa todo es debatible, in-cluyendo el sueño bolivariano, la condición: que interese a los lectores y audiencias, y que lo haga a fondo,con pluralidad de ideas.

Por otro lado están quienes definen por periodismo local el que se hace en una comunidad específica.

Existe sin embargo, un gran reto para los hacedores del periodismo de proximidad, el responder a la deman-da de alta calidad técnica, en las comunidades, apreciada a través de la televisión por cable. Lo que ha con-vertido a las audiencias en públicos mucho más exigentes. Esto, al final, representa un problema porque re-quiere de un esfuerzo de calidad periodística y técnica que no están acostumbrados a hacer y que, además,no tienen dinero para financiar.

El periodismo, por más local que sea, se hace cada vez más caro porque está exigido de mayor calidad enla investigación y reporteo, en la edición, el diseño, la foto, y hasta el papel en el caso de los medios escri-tos, y la calidad técnica en el de los electrónicos. El problema es cómo financiar un periodismo local.

Fuente: Elaboración propia sobre la base de Bastenier (2001) y entrevista a Luis Petersen Farah del grupo editorial Milenio de México, realizada en enero de 2002.

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futuro compartido, donde la opinión pública cuente conherramientas de análisis que le permitan contribuir a latransparencia en la función pública, y con ello, fortale-cer la democracia.

• Dar cuenta de la vida de una comunidad, de los he-chos que se han desarrollado y han repercutido enella demanda informar verazmente sobre la reali-dad, con sus luces y sombras. Una manera de hacer-lo puede ser proyectando una imagen de país conmás sociedad. Esto es, destacar las experiencias con-cretas de las personas, los hechos que las interpelandirectamente, sus preocupaciones pero también suséxitos y anhelos.

• Acercar los medios a las personas. Pensar en ellas ysus necesidades de información. Esto puede permi-tirles convertirse en foros cívicos, dando voz a laspersonas y facilitando el debate desde distintos pun-tos de vista.

• Crear instrumentos de autorregulación de los mediosde comunicación y de auditoría social sobre ellos. Co-mo registran Chamorro y Arene (2001) “el fortaleci-miento de los medios de comunicación no ha estadoacompañado [en Centroamérica] de una auténticacultura y práctica de rendición de cuentas de los me-dios hacia la sociedad. Hay una ausencia de meca-nismos efectivos de autorregulación —códigos deética, defensor del lector— y algunos sectores com-parten la percepción de que frente a los abusos de losmedios existe una cultura de impunidad.” 8

• Los medios podrían contribuir a la formación deuna cultura de la negociación y el diálogo otorgán-dole menor énfasis a la noticia como conflicto ymás como contribución para un debate informado,con diferentes enfoques.

• Las investigaciones periodísticas pueden contribuiral ejercicio de la transparencia y la rendición decuentas por parte de los funcionarios a cargo de lagestión pública

• Proporcionar a los lectores, mediante sus análisis ysuplementos, de mapas cognitivos e implementos demodernidad que habiliten a las personas en su co-nocimiento sobre el mundo. En esto los suplemen-tos y las notas de contexto de la información puedenser un excelente medio.

• Proporcionar entretenimiento y diversión. Los me-dios de comunicación tienen la función de reducirla tensión social (McQuail, 1993), por ello es impor-tante que las personas obtengan un goce cultural oestético del consumo de éstos.

El reto está tocando las puertas, el desafío, como advier-te Ernesto Sábato (2002), está en que “el periodista ha-brá de deponer su propia visión de las cosas para abrirsea lo que sucede, comprendiendo que son sus ojos y suspalabras las que llevarán a los demás hombres la reali-dad de la que son parte. El periodista es así testigo, me-diador e intérprete. La suya es una tarea de suprema res-ponsabilidad”.

8 Sólo el diario La Prensa cuenta con un libro de estilo, sin embargo los lectores del diario y la sociedad en general no conoce dicho manual, y por tantono puede hacer uso de él y regular al medio.

4. Los obstáculos que podrían afectar el futuro democrático del país

Los sistemas democráticos son perfectibles en el diario queha-cer de la ciudadanía y de sus gobernantes. Sin embargo, paraque las personas pueden ser partícipes en la toma de decisio-nes que afectan sus vidas, se requiere de controles y contrape-sos para el adecuado funcionamiento de las instituciones y delos poderes de Estado, los que deben preservar su independen-cia con relación a los intereses de la clase política gobernante.

No en todas las democracias este sistema tiene la capa-cidad para cumplir con estas funciones. En América La-tina, históricamente el abuso de poder por parte de algu-nos militares y gobernantes, ha repercutido en transgre-siones al estado de derecho que lesionan las libertadespolíticas y civiles de los ciudadanos.

En este particular, Nicaragua no ha sido una ex-cepción: el personalismo, la concentración del po-der en pocas manos y el uso arbitrario del mismo,han tergiversado el verdadero sentido de la ges-tión pública. En algunos casos, ha dado lugar aque sea considerada como un medio de enriqueci-miento ilícito.

Este apartado examina algunos de los obstáculosque afectan la consolidación de la gobernabilidaddemocrática en el país: desconfianza; pactos decúpulas; corrupción en el ejercicio de las funcio-nes públicas; y debilidad del carácter representati-vo e impersonal de las instituciones.

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4.1 La desconfianza perjudica la convi-vencia democrática

Para construir un futuro creíble las personas necesitanacrecentar su esperanza, teniendo la certeza que sus ca-pacidades pueden desplegarse, gracias al acceso real alas oportunidades disponibles. La confianza es un ele-mento indispensable para la creación de un sentido defuturo posible y compartido: como apuesta y fe en laconducta de los demás y en la buena marcha de las ins-tituciones, fomenta la disposición a actuar en sociedad yasegura predecir el comportamiento de las personas enun contexto de reglas compartidas, de recíproco cumpli-miento y por tanto, legítimas.

La confianza es un factor altamente valorado en distin-tos análisis que intentan explicar las diferencias en elprogreso de algunas sociedades respecto a otras. Así,afirma Fukuyama: “en todas las sociedades económi-cas que alcanzan el éxito, sus comunidades estánunidas por la confianza” (1998: 23). Los estudios so-bre capital social remarcan el aspecto de la confianzacomo un elemento básico para favorecer la integraciónsocial y la convivencia democrática.

En efecto, el sentido de confianza interpersonal es un in-grediente necesario para la vida democrática porque esti-mula la capacidad organizativa de la sociedad y provee deincentivos para la participación política eficaz. Constitu-ye, además, un factor fundamental para la buena marchade las reglas que guían la convivencia democrática.

Por otra parte, la confianza sustenta una multitud de de-cisiones diarias y es una precondición para establecercompromisos en la mayoría de relaciones y actividadesque se llevan a cabo. Las transacciones económicas, losnegocios; las relaciones personales y de trabajo; la espe-ranza en el conocimiento técnico y en los expertos; enlas instituciones y sistemas sociales, se basan en ella.

Como contrapartida, la desconfianza deteriora la capacidadinnovadora de las personas ante los cambios. La desconfian-za en uno mismo, en los demás o en la eficiencia de las ins-tituciones y de los gobernantes, produce resignación ante loque se considera inevitable o imposible de cambiar a travésde la propia acción o del esfuerzo colectivo.

La falta de confianza aumenta la necesidad de estable-cer controles, disminuye la posibilidad de encontrar so-cios para realizar negocios o proyectos comunes, incre-menta la búsqueda de mecanismos legales que establez-can garantías para suscribir contratos y reduce las posi-bilidades de inversión.

4.2 El sentido de confianza de los nica-ragüenses

La confianza es fundamental para incentivar laparticipación política y el fortalecimiento de lasorganizaciones democráticas de un país. Tomandoen cuenta lo anterior, en la Encuesta Nacional deAspiraciones, se indagó sobre la opinión de los ni-caragüenses acerca de la confianza:

La comparación entre los porcentajes de las respuestasexpuestas en la tabla, da cuenta de una percepción con-tradictoria sobre la confianza en el imaginario de laspersonas entrevistadas.

La primera fila pone de manifiesto altos niveles dedesconfianza hacia las personas: el 76 por cientoconsidera que nunca; o casi nunca, se puede confiaren ellas. Esta opinión es compartida por hombres ymujeres, sin diferencias significativas por rango deedad y regiones del país.

En la segunda, se afirma mayoritariamente que sin laconfianza no hay posibilidades de éxito en los negocios.

Tabla II.7.6 Confianza (en %)

Fuente: Encuesta Nacional de Aspiraciones, PNUD/PRANAFP, agosto 2001.

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De esta manera, se reconoce su importancia como requi-sito valioso para el establecimiento de compromisos alargo plazo; y garantía para el funcionamiento de lastransacciones económicas y la buena marcha de las ins-tituciones.

En la tercera, se expresa la necesidad de creer en los demása partir de la naturaleza bondadosa de las personas. Laperspectiva que predomina es cautelosa: los nicaragüensesreconocen la importancia de la confianza y expresan su de-seo de confiar en los demás, pero en términos concretos, suactitud está determinada por la desconfianza.

Los nicaragüenses muestran poca confianza inter-personal y en el entorno que les rodea, pero almismo tiempo, tienen una alta disposición a par-ticipar en organizaciones y a cooperar con los de-más. Esta paradoja posiblemente sea el resultadode la falta de reglas claras y de aplicación igualpara todos, lo que impide hacer más efectiva laparticipación ante la falta de condiciones institu-cionales que la incentiven y sustenten los compro-misos contraídos.

Los diálogos sostenidos en diversos grupos de reflexiónconfirmaron el sentido de desconfianza prevaleciente:

“necesitamos de unidad para poner práctica lo quedeseamos...existe desconfianza entre los jóvenes”,(joven de Ocotal).

“Aquí no hay unión... cada quien jala por su lado”fue una frase utilizada por personas de Apanás, Jinotega.

La exclusión, las dificultades para encontrar un empleoadecuado fue otro argumento mencionado: “sólo se leda trabajo al conocido” ... “si no tengo contactos, noconsigo trabajo”, expresaron jóvenes de Camoapa.

Dirigentes y miembros de organizaciones sindicales queforman parte de la Comisión Laboral del Conpes, reco-nocieron la importancia de la confianza como un ele-mento decisivo en el logro de acuerdos beneficiosos paralos distintos sectores:

“Es necesario generar un grado de confianza entreel sector laboral y el empresarial y ponernos deacuerdo en lo que realmente queremos hacer”, ma-nifestó un dirigente sindical.

“Si hubieran algunas mesas de concertación en lasempresas entre trabajadores y empleadores, de modoque se beneficien ambos, se avanzaría en formaconjunta y se podría llegar a acuerdos de cómo crearnuevas fuentes de empleo”, fue la propuesta de otroparticipante en el grupo.

Pero también la confianza se asoció con el respeto a lasleyes por parte de todos los nicaragüenses por igual:

“En Nicaragua se ha hablado de la confianza quehay que darle al inversionista, que no haya alboro-tos, que los sindicatos se sometan, que se les otorguenconcesiones a los inversionistas (....). Pero no se ha-bla de otro tipo de confianza que es condición sinequa non para sacar al país adelante y es el respeto alas leyes. Para que haya confianza debe haber respe-to al Código del Trabajo y el respeto a los convenios in-ternacionales en materia de derecho laboral. No sepueden aprobar leyes que lesionen estos derechos. Laconfianza se estimula cuando la ley la cumplimostodos: empresarios, gobierno y trabajadores”, propu-so otro de los dirigentes sindicales participantes, comorequisito para crear un ambiente de confianza en el país.

En el grupo de reflexión realizado con miembros delConsejo Directivo del Cosep, se destacó la falta de con-fianza en la administración de justicia como un ele-mento determinante para la inversión y el crecimientoeconómico. Se relevó la falta de un marco jurídico clarovigente para todas las personas, sin excepción, comocondición indispensable para prevenir la corrupción ypromover el desarrollo.

Se observa que, pese a los distintos acentos, existe un re-conocimiento explícito de la importancia de la confian-za como elemento básico para la creación de empleos, laestabilidad, el crecimiento económico y el fortalecimien-to de la democracia. Al mismo tiempo, su falta es reco-nocida como un obstáculo de primer orden en la cons-trucción de esa Nicaragua en que todos sus ciudadanosquisieran ver realizadas sus aspiraciones.

4.3 Los pactos de cúpulas debilitan lasinstituciones

Los pactos suscritos entre los dirigentes de los principalespartidos políticos de Nicaragua fueron una constante alo largo del siglo XX. No siempre eran acuerdos parasentar las bases de una idea de nación compartida portodos, ni abrazaban la realización de un proyecto dedesarrollo económico con equidad. Por el contrario, através de su suscripción, los firmantes se repartían loscargos a nivel del Estado y aseguraban el control delaparato burocrático para distribuirlo entre sus allegados.

Los acuerdos suscritos por los partidos mayoritarios en laAsamblea Nacional en febrero de 2000, han debilitadolas instituciones públicas, restándoles legitimidad frentea la ciudadanía. Otra consecuencia de estos acuerdosfue la supresión de las Asociaciones de SuscripciónPopular y, con ello, el cierre de espacios para la compe-

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• Nicaragua transita hacia un proceso de moderniza-ción del sistema político y de las instituciones que loconforman. La sociedad nicaragüense valora positi-vamente la democracia y manifiesta disposición apracticar las virtudes cívicas de asociación y partici-pación. Esta actitud se refuerza con la confianzadepositada en sus capacidades personales, y en el ta-lante para cooperar con los demás en la consecu-ción de proyectos comunes, siempre y cuando el Es-tado los dote de las habilitaciones necesarias.

• Esta valoración positiva de la democracia por partede la ciudadanía, aunada a la voluntad de la Pre-sidencia de la República de respaldar el desarrollode instituciones y prácticas democráticas en Nicara-gua, constituyen oportunidades valiosas para reno-var la política y construir un futuro concertado pa-ra las generaciones actuales y venideras.

• En estas circunstancias para que la democracia abo-ne en terreno fértil, se requiere un cambio en el sen-tido que tradicionalmente ha tenido la política, me-diante la suscripción de un contrato que reestructu-re las relaciones entre el Estado, la sociedad y la ciu-dadanía. El nuevo contrato debería garantizar eltránsito hacia la construcción de instituciones sujetasa derecho, que fomenten la confianza en el país, y

entre los nicaragüenses; faciliten el control de la re-presentación ciudadana sobre los actos gubernamen-tales; y alienten el debate político institucionalizadocomo fórmula para dirimir las diferencias.

• Lo anterior exige del Estado y de sus institucionesprofundas transformaciones en el desempeño de susatribuciones: formulación de políticas públicas queden prioridad a los grupos vulnerables, fomenten laequidad y promuevan mayores niveles de desarrollohumano; transparencia y profesionalismo en elejercicio del poder; y disposición a habilitar a los ciu-dadanos con los medios necesarios que les permitanmejorar sus condiciones de vida, realizar sus aspira-ciones y desplegar plenamente sus capacidades.

• Sin embargo, el fomento de la equidad y el fortale-cimiento de la democracia como condiciones fun-damentales para crear futuro en el país, no son la-bores que competan exclusivamente al Estado.Constituyen una empresa en la que deberían parti-cipar por igual la ciudadanía, y las institucioneseconómicas, sociales y políticas.

• La familia, la escuela y los medios de comunicacióncomo instancias que inculcan valores, tienen ante síla importante tarea de divulgar las bondades de la

5. La renovación de la política es una condición fundamental para forjar futuro

tencia electoral, lo que restringe la participación ciu-dadana y la democracia.

Para romper con el círculo vicioso de la suscripción depactos que favorecen a minorías de la poblaciónnicaragüense, es necesario un fortalecimiento de lasinstituciones democráticas y de la capacidad del Estado,lo que exige a la vez, el ejercicio eficaz de la partici-pación ciudadana.

4.4 Corrupción en el ejercicio de lafunción pública

Una de las secuelas más destructivas derivada de la fra-gilidad institucional y del personalismo en el ejerciciodel poder es la corrupción, definida aquí como el incum-plimiento de los deberes por parte de los servidores públi-cos y el beneficio privado, mediante la obtención ilícitade réditos monetarios o la comisión de delitos vincula-dos con el ejercicio del poder.

Algunos historiadores encuentran en la venta de los car-gos públicos, practicada desde los días de Felipe II du-

rante la dominación española, la causa remota de la co-rrupción que ha azotado la América hispana.

Para algunos funcionarios públicos, ha existido la percep-ción que el Estado es un botín del triunfador en la luchapor el poder. No sólo es permisible la utilización de los re-cursos nacionales para satisfacer necesidades personales,sino que la función pública es considerada un recurso pa-ra proveer de empleo seguro a familiares y allegados.

La administración del actual presidente Ingeniero Enri-que Bolaños Geyer, prometió a la nación una nueva ma-nera de manejar las cosas e intolerancia con quieneshubiesen malversado los caudales públicos, iniciandoasí una era en contra de la corrupción. En consecuen-cia con este compromiso desea una gestión transparen-te de las finanzas públicas.

Esta voluntad constituye una oportunidad para fomen-tar la transparencia, fortalecer la responsabilidad de losgobernantes y funcionarios públicos, y ampliar los ca-nales de participación de la ciudadanía, como condicio-nes básicas para fortalecer la esperanza de los nicara-güenses en un futuro compartido.

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cultura cívica para fortalecer la confianza; el reco-nocimiento del derecho de los demás a pensar y vi-vir en forma diferente, así como motivar a los nica-ragüenses a participar activamente en sociedad.

• En esta misión es fundamental la contribución dela ciudadanía, instituciones educativas públicas yprivadas, medios de comunicación, intelectuales,

partidos políticos, empresa privada, iglesias y or-ganizaciones no gubernamentales. Se trata de unatarea de conjunto, que requiere el diseño de estrate-gias económicas basadas en el crecimiento econó-mico, la inclusión y la equidad; de una ética soli-daria y de la convicción profunda de los beneficiosque conllevaría la renovación de la política para elbienestar de las generaciones presentes y futuras.

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8 Una contribución a la promocióel índice de desarrollo humano

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ara el ejercicio de una ciudadaníaactiva, para que las personas pue-

dan contar con datos que apoyen los es-fuerzos dirigidos a mejorar su localidad, esque se pone a disposición del público in-formación desagregada por municipios.De la misma manera, se espera que contri-buya con las decisiones de inversión públi-ca, y a la disminución progresiva de la dis-tancia que separa a unos municipios deotros en la consecución de mayores nivelesde bienestar para sus habitantes.

P

ón del desarrollo humano:o municipal

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El espacio de lo local remite al lugar donde transcurrela vida de los nicaragüenses. Si bien cada persona de-fine su lugar de residencia en un barrio, comarca oasentamiento determinados, la unidad político-admi-nistrativa definida constitucionalmente es el munici-pio. Será, entonces, del municipio que se hará refe-rencia en este capítulo.

El ámbito de lo local cobra importancia en la vida de laspersonas, en tanto lugar de residencia y espacio funda-mental para el desarrollo de sus capacidades. Es en el mu-nicipio como entorno inmediato en donde los nicara-güenses acceden a las oportunidades disponibles en edu-cación, salud y trabajo para desplegar sus potencialidadesen la búsqueda de mayores niveles de bienestar. Por estarazón, la construcción de futuro se vincula al espacio delo local, pues es, en la experiencia cotidiana, donde laspersonas encuentran las motivaciones y el impulso nece-sarios para emprender acciones de largo plazo.

Como se expuso en el primer capítulo de este Informe,el desarrollo humano es un proceso de ampliación deoportunidades para todas las personas sin exclusión porrazones de sexo, edad, género, grupo étnico, patrimonioo lugar de residencia. En tal sentido, es básico y funda-mental que el bienestar alcance a todas las personas, in-cluidas aquellas residentes en los lugares más alejadosde la capital, las que, por razones históricas, no han go-zado de una mayor provisión de servicios.

Por otra parte, tal como ha sido reiterado en las páginasprecedentes, el concepto de desarrollo humano se basa enla expansión de las capacidades de las personas, las queno se limitan a la búsqueda de un empleo estable y justa-mente remunerado, una vida larga y saludable y unabuena educación. Las personas anhelan una vida afectivay familiar gratificante, establecer vínculos sociales que re-fuercen la convivencia en sociedad y participar activa-mente en la vida social y política de su localidad y país.

Durante el proceso de divulgación del primer Informe Eldesarrollo humano en Nicaragua 2000. Equidadpara superar la vulnerabilidad, gracias al apoyo deuna vigorosa red de organismos gubernamentales, mu-

nicipales y no gubernamentales se hicieron presentacio-nes en 93 municipios. Durante este proceso comunicati-vo, se asumió el compromiso de realizar los mejores es-fuerzos a fin de brindar en un segundo Informe, datosque dieran cuenta del estado de los municipios en lapromoción del desarrollo humano.

Precisamente para el ejercicio de una ciudadanía activa,para que las personas puedan contar con datos que apo-yen los esfuerzos dirigidos a mejorar su localidad, es quese pone a disposición del público información desagre-gada por municipios. De la misma manera, se esperaque contribuya con las decisiones de inversión pública, ya la disminución progresiva de la distancia que separa aunos municipios de otros en la consecución de mayoresniveles de bienestar para sus habitantes.

Por otra parte y desde la perspectiva de construcción defuturo puede ser un insumo importante para dotar coninformación que dé cuenta de los diferentes niveles dedesarrollo humano de los municipios del país, como unpunto de partida o línea de base que permita evaluacio-nes posteriores sobre este indicador en los municipios.

Por ello, a sabiendas de las limitaciones que ofrecenlos indicadores, que por su carácter sintético no refle-jan la riqueza y complejidad de una localidad deter-minada, pero con la convicción de que pueden ser deutilidad en la elaboración de planes de desarrollo mu-nicipal y ayudar a orientar acciones y recursos en fun-ción de los municipios tradicionalmente más desfavo-recidos, se presenta un conjunto de indicadores quebuscan dar cuenta de su situación en algunos aspectosfundamentales: el estado de salud de la población, laeducación y el nivel de ingreso.

En las páginas siguientes se muestran los mapas elabo-rados de los departamentos del país, construidos confor-me a la clasificación alcanzada en el índice de desarro-llo humano por cada uno de los municipios que consti-tuyen el departamento. La metodología utilizada y losindicadores que sirvieron de base para la construccióndel índice de desarrollo humano municipal se explicana continuación.

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1 2 1Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Teniendo presente la demanda de conocimiento sobre lasituación del desarrollo humano en los municipios deNicaragua, se buscó una metodología que se acercara lomás posible a la utilizada internacionalmente. La medi-ción empleada toma en consideración las particularida-des del país y la disponibilidad de información existenteen el país.

El índice ha sido construido sobre la base de los trescomponentes fundamentales del concepto de desarrollohumano:

• la salud;• la educación y • un indicador aproximado del nivel de ingresos

1.1 Indicadores de salud

Si bien para el índice mundial el único indicador utili-zado para medir la salud de la población es la Esperan-za de Vida al Nacer (EVN)1, para el caso de Nicaragua seagregó la cobertura de agua potable2, por ser un indi-cador que influye en las condiciones de salud y sanea-miento de la población. La construcción del índice de sa-lud se hizo dando un peso de 2/3 a la esperanza de vidaal nacer y de 1/3 a la cobertura de agua potable.

1.2 Indicadores de educación

El indicador de educación se adaptó a la disponibilidadde información en el ámbito municipal y a la realidadnicaragüense, siendo construido a partir de la tasa de al-fabetización de adultos de la población de 10 años ymás3; y de la tasa bruta de matrícula combinada4 de losniveles: preescolar, primaria y secundaria. El índicemundial lo hace combinando la matrícula de educaciónprimaria, secundaria y terciaria. La falta de informaciónpor municipio, de la matrícula en el nivel terciario obli-gó a este cambio. La ponderación utilizada fue de 2/3para la tasa de analfabetismo y de 1/3 para la tasa bru-ta de matrícula combinada, tal como se hace en el índi-ce mundial.

1.3 Indicador aproximado de nivel deingresos

A fin de obtener un indicador aproximado del nivel de in-gresos, se utilizó el consumo domiciliar per cápita de loshogares del país, construido por el Instituto Nacional deEstadísticas y Censos (INEC), a partir de la EMNV de 1998y que fue llevado a nivel municipal por medio del censode población de 1995. Con esta información el INEC pu-do construir el mapa de pobreza de Nicaragua 1998.

1. El índice de desarrollo humano municipal

1 La esperanza de vida al nacer y la tasa de alfabetización de la población de 10 años y más fue estimada por consultoría especial, encargada para este fin, aldemógrafo Domingo Primante.2 La información correspondiente a este indicador se obtuvo de la Dirección de Planificación de la Empresa Nacional de Acueductos y Alcantarillados (Enacal). Dadoque Enacal no cubre a todos municipios del país –ya que en algunos la municipalidad tiene a su cargo el abastecimiento de agua–, la información se completó apartir de datos suministrados por las propias municipalidades.

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Para la construcción del índice, es preciso establecervalores máximos y mínimos. Estos fueron adaptados a

la situación del país. Los rangos establecidos son los si-guientes:

2. Construcción del índice

Tabla II.8.1 Dimensiones e indicadores del Índice de Desarrollo Humano Municipal

Fuente: Elaboración propia sobre la base de la metodología de los Informes de desarrollo humano.

2.1 Cálculo de los Índices

El cálculo individual de cada uno de los índices obedecea la fórmula estándar que consiste en establecer un co-ciente entre la diferencia del valor del indicador y el peorvalor y la diferencia entre el mejor y el peor valor, segúnse muestra a continuación.

Índice = ( indicador- peor valor)(mejor valor-peor valor)

De los tres índices así calculados se busca el promedioaritmético para obtener el índice global.

La clasificación de los municipios de acuerdo al valordel Índice de Desarrollo Humano Municipal se hace deacuerdo a los siguientes rangos:

Conforme esta clasificación se procedió a la elaboración de los mapas departamentales adjuntos.

Tabla II.8.2 Clasificación del Índice de Desa-rrollo Humano Municipal

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1 2 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Nueva Segovia

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Madriz

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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1 2 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Estelí

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Chinandega

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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1 2 7Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de León

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Managua

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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1 2 9Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Masaya

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Granada

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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1 3 1Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Carazo

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Rivas

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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1 3 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Boaco

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Chontales

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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1 3 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Jinotega

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Matagalpa

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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1 3 7Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios de la Región Autónoma Atlántico Norte (R.A.A.N.)

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios de la Región Autónoma Atlántico Sur (R.A.A.S.)

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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1 3 9Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Índice de Desarrollo Humano Municipal y datos básicos de los municipios del departamento de Río San Juan

EVN: Esperanza de Vida al Nacer. TAA: Tasa de Alfabetización de Adultos.TBP: Tasa Bruta Promedio de preescolar, primaria y secundaria. IDHM: Índice de Desarrollo Humano Municipal. - : Sin información.Fuente: INEC, MECD, Ineter, Enacal, datos correspondientes al año 2000.

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ÍNDICES UTILIZADOS EN ELSEGUNDO INFORME DE DESARROLLO HUMANO

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Compendio estadístico

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1 6 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

1) Comprende intereses y amortización.2) Se refiere a la canasta básica oficial de 53 productos definida por INEC.

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NOTAS.. : No disponible.1:/El valor de los índices está referido a cifras correspondientes a dos años anteriores al año de publicación del informe.2:/La cobertura en saneamiento rural se refiere al sector rural disperso, en el cual se incluyen obras de captación tales como: construcción de pozos, miniacueduc-tos por gravedad, captaciones de manantial, entre otros.3:/A partir del año 2000 se introduce la vacuna Pentavalente que sustituyó a la DPT, tal como se muestra en la siguiente fila.4:/A partir de 1998 se introduce la vacuna MMR que incluye el sarampión, la rubeola y la parotiditis, la cual sustituyó al sarampión tal como se muestra en la sigu-iente fila5:/ El total nacional incluye la suma de los casos por departamentos, más los casos ignorados.6:/Porcentaje de niños y niñas que nacen con un peso inferior a 2,500 gramos. Las cifras de este indicador son preliminares para el año 2001.7:/El Ministerio de Salud previo a la actualización de los datos de cobertura de parto institucional, reportó una cifra de 34% para el año 1998, la que aparece pub-licada en el documento Un análisis de las muertes maternas ocurridas en Nicaragua en 1998, Minsa-Unicef, 1999, pág.7.8:/Captación de la embarazada en una unidad de salud para su control en el primer trimestre del embarazo.9:/Se refiere a los nacimientos que fueron atendidos por médicos generales, médicos especialistas y enfermeras. Las cifras de este indicador son preliminares parael 2001.10:/Los establecimientos de atención ambulatoria incluyen: centros de salud, hospitales y puestos de salud.11:/El Minsa define este indicador como el porcentaje de defunciones que recibieron atención médica.12:/Gasto total del Minsa por habitante (incluye presupuesto, cooperación externa y otros).13:/Cantidad anual de defunciones de mujeres debidas al embarazo, parto o puerperio (muertes obstétricas directas e indirectas según definición de la OMS), porcada cien mil nacidos vivos registrados. Las cifras de este indicador son preliminares para el año 2001.14:/A partir del 2000 esta categoría es denominada Delitos contra la salud pública.15:/Indicador anual que mide la proporción de delitos que afectan a la población. Se calcula dividiendo el número de delitos ocurridos en el año entre la poblacióna mitad del año, multiplicado por diez mil habitantes.

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1 7 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

16:/Incluye a profesionales/técnicos, comerciantes, productores, Ministerio de Defensa, Ministerio de Gobernación, y para el año 2001 se agrega la categoría de tra-bajadora doméstica.17:/La tasa de alfabetización de adultos se refiere a personas con 15 años o más que pueden leer, escribir y comprender un texto corto y sencillo, entre la poblacióndel país con esa edad.18:/Incluye la matrícula en los preescolares comunitarios.19:/Establece una relación entre la matrícula sin distinción de edad y la población que según los reglamentos nacionales debería estar siendo atendida. La tasabruta de preescolar, para todo el período, se calculó con la población en edad escolar de 4-6 años. El MECD la calcula con la población de 3-6 años. En este nivel latasa bruta es igual a la tasa neta.20:/El MECD no reportó el número de docentes para el año 2001 (igual para primaria y secundaria).21:/Calculado sobre la base del presupuesto aprobado por la Asamblea Nacional para cada año.22:/Es la relación que existe entre la parte de la matrícula que se encuentra en la edad escolar y la población en edad escolar.23:/Un valor más de 100 significa que el precio de las exportaciones ha aumentado, respecto al precio de las importaciones.24:/Igual a la diferencia de Exportaciones FOB e Importaciones FOB.25:/Según la edición V del Manual de Balanza de pagos del FMI: incluye sólo transferecias privadas netas.26:/En 1991 se excluyen US$ 305.8 millones asociados con el pago de la mora al BIRF y BID. En 1996 se excluyen US$ 87 millones de la recompra de la deuda conla banca comercial.27:/M3A=M2A + depósitos en dólares.28:/La tasa de subempleo medida en unidades equivalente de desempleo abierto, se conoce técnicamente como tasa de desempleo equivalente.29:/Según encuesta Mitrab.30:/Una tonelada corta equivale a 2,000 libras.31:/Precios nominales al productor agrícola.32:/Esta disponibilidad comprende: existencias iniciales, producción nacional, importaciones comerciales y donaciones; excepto para la harina de trigo y el aceitepara los cuales se excluye la producción nacional de la sumatoria que representa la disponiblilidad total a fin de evitar duplicación, por ser —éstos—, materiaprima de las importaciones.33:/Este indicador comprende inversiones de alcantarillado sanitario, agua potable y saneamiento rural. Por resolución de la Gerencia Financiera de Enacal se hadecidido no seguir estimando desagregadamente las inversiones calculadas a nivel nacional."34:/Indicador porcentual que mide el volumen tratado de aguas residuales de tipo doméstico producido en las localidades que poseen sistemas de alcantarilladosanitario, respecto al volumen de aguas residuales producido en las mismas.35:/Es el total de partes o componentes de la red telefónica que están físicamente instaladas y cuentan en inventario.36:/Es el total de líneas que están activadas (teléfonos que se pueden comunicar).37:/Es la suma de la generación del Sistema Interconectado Nacional más la generación del Sistema Aislado. A partir del 2000 se incluye la participación de lasempresas privadas.38:/Es la relación entre la población servida (que incluye sólo a los clientes domiciliares) entre la población del país.39:/Sólo líneas nacionales.40:/Los datos correspondientes al transporte urbano colectivo y suburbano pasaron a la jurisdicción de Intrama desde junio de 1999. La Dirección de Estadísticasdel MTI realizó estimaciones hasta el año 2001.41:/Sólo líneas nacionales.42:/Todas las líneas aéreas.43:/Estos datos incluyen las áreas de bosque y las áreas agrícolas que fueron afectadas por incendios.44:/El dato de 1996 corresponde al registro de 1995, tanto para bosque primario como para bosque secundario.45:/Los fertilizantes incluyen: fertilizantes y acondicionadores de suelo. No se incluye la materia prima dentro del total.46:/Incluyen: bactericidas, fumigantes, fungicidas, herbicidas, insecticidas, insecticidas-nematicidas-fungicidas, molusquicida, nematicida, rodenticida. No seincluye la materia prima dentro del total.

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Indicadores provenientes de las encuestas nacionales de hogares sobre medición de nivel de vida (EMNV)

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1 7 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

FUENTE: ENCUESTAS NACIONALES DE HOGARES SOBRE MEDICIÓN DE NIVEL DE VIDA (EMNV) 1993, 1998, 2001, INEC-MECOVI.Nota: .. datos no disponibles.1:/Cálculos propios haciendo el análisis de pobreza a partir del agregado de ingreso.2:/Calculado según método de las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Este indicador se refiere a la eliminación de excretas y se consideran los hogares quetienen inodoro o letrina.3:/ Calculado según método NBI, en el caso urbano se considera acceso adecuado si es por medio de la red pública, para la zona rural cualquier acceso de aguaexcepto de manantial, río, quebrada, ojo de agua y otros.

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4:/Porcentaje de la población que puede alcanzar servicios apropiados de salud desplazándose por los medios de transporte locales en no más de una hora. En laencuesta de 1998 no se realizaron preguntas sobre la distancia y el tiempo necesario para llegar al lugar donde se llevó a cabo la atención médica.5:/ Cálculos propios a partir del agregado de ingreso. El año 93 no se muestra debido a que la metodología utilizada en ese año no es comparable con la de 1998y 2001. Los datos que se muestran son comparables ya que se aplicó deflactor.

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Indicadores por departamento, serie 1996-2001

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Notas.. : No disponible.1/: La MMR fue introducida en mayo de 1998, reemplazando a la vacuna contra el sarampión.2/: El total nacional incluye la suma de los casos por departamentos, más los casos ignorados.3/: Porcentaje de niños y niñas que nacen con un peso inferior a 2,500 gramos. Las cifras de este indicador son preliminares para el año 2001.4/: El Ministerio de Salud previo a la actualización de los datos de cobertura de parto institucional, reportó una cifra de 34% para el año 1998, a nivel nacional, la que aparecepublicada en el documento Un análisis de las muertes maternas ocurridas en Nicaragua en 1998, Minsa-Unicef, 1999, pág.7.5/: Captación de la embarazada en una unidad de salud para su control en el primer trimestre del embarazo.6/: Se refiere a los nacimientos que fueron atendidos por médicos generales, médicos especialistas y enfermeras. Las cifras de este indicador son preliminares para el año 2001.7/: Los establecimientos de atención ambulatoria incluyen: centros de salud, hospitales y puestos de salud.8/: El Minsa define este indicador como el porcentaje de defunciones que recibieron atención médica.9/: Cantidad anual de defunciones de mujeres debidas al embarazo, parto o puerperio (muertes obstétricas directas e indirectas según definición de la OMS), por cada cien milnacidos vivos registrados. Las cifras de este indicador son preliminares para el año 2001.10/: Indicador anual que mide la proporción de delitos que afectan a la población. Se calcula dividiendo el número de delitos ocurridos en el año entre la población a mitad delaño, multiplicado por diez mil habitantes.11/: Incluye la matrícula en los preescolares comunitarios.12/: Establece una relación entre la matrícula sin distinción de edad y la población que según los reglamentos nacionales debería estar siendo atendida. La tasa bruta de preesco-lar, para todo el período, se calculó con la población en edad escolar de 4-6 años. El MECD la calcula con la población de 3-6 años.13/: El MECD no reportó el número de docentes para el año 2001 (igual para primaria y secundaria).14/: Es el total de partes o componentes de la red telefónica que están físicamente instaladas y cuentan en inventario.15/: Es el total de líneas que están activadas (teléfonos que se pueden comunicar).16/: Es la relación entre la población servida (que incluye sólo a los clientes domiciliares) entre la población del país.

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2 0 3Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Notas: de Indicadores por departamento año 2001

.. : No disponible.1/: Se excluye la superficie de lagos y lagunas.2/: Estos datos son resultados preliminares, facilitados por la Dirección General de Informática, del último corte de datos que se realizó, durante el proceso electoralde 2001. Aquí no se reflejan los cambios generados por las resoluciones a las solicitudes de impugnación de Juntas Receptoras de Votos, ni algunas actas de las JRVque por diversas razones, no entraron al Sistema Informático de Votaciones, antes de llevar a cabo el corte de datos.3/: Los datos referente a estadísticas vitales son cifras preliminares para el año 2001.4/: A partir del año 2000, se observan bajas coberturas debido a la introducción, en 1999, de la vacuna Pentavalente.5/: Porcentaje de niños y niñas que nacen con un peso inferior a 2,500 gramos. Las cifras de este indicador son preliminares para el año 2001.6/: Captación de la embarazada en una unidad de salud para su control en el primer trimestre del embarazo.7/: Se refiere a los nacimientos que fueron atendidos por médicos generales, médicos especialistas y enfermeras. Las cifras de este indicador son preliminares parael 2001.8/: Cantidad anual de defunciones de mujeres debidas al embarazo, parto o puerperio (muertes obstétricas directas e indirectas según definición de la OMS), porcada cien mil nacidos vivos registrados. Las cifras de este indicador son preliminares para el año 2001.9/: El Minsa define este indicador como el porcentaje de defunciones que recibieron atención médica.10/: Toda atención brindada a la población en medicina preventiva y curativa dada en los consultorios externos del primer y segundo nivel de atención.11/: Los establecimientos de atención ambulatoria incluyen: centros de salud, hospitales y puestos de salud.12/: Mide la capacidad de la Policía Nacional para esclarecer los delitos registrados.13/: Incluye a profesionales/técnicos, comerciantes, productores, Ministerio de Defensa, Ministerio de Gobernación, y para el año 2001 se agrega la categoría detrabajadora doméstica.14/: En el total de policías se incluye aquéllos que no están asignados a un departamento específico. Corresponden a polícias asignados a líneas nacionales.15/: Indicador anual que mide la proporción de delitos que afectan a la población. Se calcula dividiendo el número de delitos ocurridos en el año entre la poblacióna mitad del año, multiplicado por diez mil habitantes.16/ : Incluye la matrícula en los preescolares comunitarios.17/: Establece una relación entre la matrícula sin distinción de edad y la población que según los reglamentos nacionales debería estar siendo atendida. La tasabruta de preescolar fue calculada con la población en edad escolar de 4-6 años. Sin embargo, el Ministerio de Educación la calcula con la población de 3-6 años.18/: El MECD no reportó el número de docentes para el año 2001 (igual para primaria y secundaria), por lo que los datos que se muestran corresponden al año2000.19/: Es el total de partes o componentes de la red telefónica que están físicamente instaladas y cuentan en inventario.20/: Es el total de líneas que están activadas (teléfonos que se pueden comunicar).21/: Es la relación entre la población servida (que incluye sólo a los clientes domiciliares) entre la población del país.

FUENTES DE LOS INDICADORES POR DEPARTAMENTO, AÑO 2001

INDICADORES FUENTESDEMOGRÁFICOS Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, (INEC).

Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).

ELECCIONES Dirección General de Cartografía y Estadística, Consejo Supremo Electoral(CSE).

SALUD Sistema de Vigilancia de la Mortalidad Materna (SVMM), MinsaDirección General de la Mujer, la Niñez y Adolescencia, Minsa.División de Estadísticas de la División General de Planificación y Sistemas de Información (DGPSI), Minsa.Dirección General de Recursos Humanos y Docencia, Minsa.

SEGURIDAD CIUDADANA Oficina de Estadísticas e Informática de la Secretaría Ejecutiva de la Policía Nacional.

EDUCACIÓN BÁSICA Dirección de Estadísticas, Ministerio de Educación Cultura y Deportes (MECD).

AGUA POTABLE Gerencia de Planificación, Enacal.Y ALCANTARILLADO SANITARIO

TELECOMUNICACIONES Vicepresidencia de Promoción y Desarrollo, Enitel.

ENERGÍA ELÉCTRICA Gerencia Administrativa Financiera, Unión fenosa.

TRANSPORTE Dirección General de Vialidad (Dirección de Administración Vial), MTI.Dirección de Seguridad del Tránsito Nacional, MTI.Dirección General de Transporte Terrestre (DGTT).Empresa Portuaria Nacional (EPN).Empresa Administradora de Aeropuertos Internacionales (EAAI).

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Las aspiraciones de las personas son múltiples y hetero-géneas, colectivas e individuales. Por esta razón, conver-sar sobre los anhelos y metas, contribuye a la reflexiónacerca de las condiciones sociales y personales que ha-cen posible la esperanza en un futuro mejor para unpaís y sus ciudadanos.

Con esta premisa de partida durante el proceso de ela-boración del segundo Informe de desarrollo humanode Nicaragua 2002, se realizaron tres estudios explo-ratorios sobre las aspiraciones de los nicaragüenses y laimagen del país anhelado, buscando con ello, ahondaren los hallazgos más relevantes obtenidos en la Encues-ta Nacional de Aspiraciones (ENA 01), efectuada enagosto de 2001. Estos estudios se nutrieron de los talleresy grupos de discusión siguientes:

• Talleres de consulta con noventa niños, niñas y ado-lescentes de Matagalpa, León y Managua.

• Grupos de reflexión con ciento doce personas, selec-cionadas al azar en localidades urbanas y rurales delas regiones Pacífico, Centro y Caribe del país.

• Grupos de reflexión con profesionales: dos con pro-fesores de Malpaisillo en León y Ciudad Sandino enManagua; dos con comunicadores de radio, televi-sión y prensa escrita; uno con los miembros de laComisión Laboral del Consejo Nacional de Planifi-cación Económica Social, Conpes, al que tambiénasistieron dirigentes sindicales de las diferentes cen-trales del país; y un último que se llevó a cabo conmiembros del Consejo Directivo del Consejo Supe-rior de la Empresa Privada, Cosep.

En cada uno de los estudios mencionados se aplicó latécnica del grupo de discusión, que persigue “buscar losmecanismos para que el sujeto tenga la palabra”.

En ella:

La forma discusión, la conversación, es la uni-dad mínima de interacción social (...) La discu-sión se dirige a investigar, en el comportamientoconversacional, espacio y forma fundamental dela generación de opinión pública… (Margel,2001:204).

Como proceso comunicativo, el producto del grupo dediscusión es un discurso “en parte cerrado….porqueel orden vigente se reproduce mediante él, en parteabierto porque los fenómenos, los sucesos, y las cosas

regidas por ese orden se acumulan mediante él”(Ibáñez, 1992: 135).

El uso del grupo de discusión como técnica de investiga-ción social tiene como producto el análisis de un discur-so, es decir: “la lectura y descodificación de ideolo-gías. El lenguaje puede ser verosímil porque ha sidoproducido en grupo… La verdad del discurso y larealidad del grupo descansan en el mismo momen-to: el consenso” (Ibáñez, 1992:319).

Talleres de consulta con niños, niñas y ado-lescentes

Aspiraciones de niños, niñas y adolescentes es-colarizados de Posoltega y Nueva Vida

Con el objetivo de conocer la percepción de escolares conrelación a su familia, comunidad y escuela, se efectuó untaller con niños, niñas y adolescentes de los municipios dePosoltega y Nueva Vida, quienes asistieron a las escuelasprimarias de las comunidades: El Tanque, Santa María yNueva Vida durante el curso lectivo 2000-2001.

Metodología:

Los niños y niñas participantes en el taller fueron convo-cados por la escuela. Los asistentes al grupo de reflexiónse seleccionaron al azar, tomando en cuenta los siguien-tes criterios:

• Edades para conformar dos subgrupos, de 7 a 11años y de 12 a 15 años;

• representatividad de género en un 50 por ciento;• presencia equitativa de niños, niñas y adolescentes

de los sectores urbanos y rurales.

Los participantes expresaron sus vivencias cotidianas enla escuela, la familia y la comunidad, mediante el em-pleo de diversas técnicas como juegos, dibujos, sociodra-mas y reflexión grupal

Aspiraciones de niños, niñas y adolescentes es-colarizados de Managua, León y Matagalpa

Para conocer los anhelos y metas de los escolares que cur-san estudios en el sistema privado de educación, se realiza-ron dos talleres con estudiantes de primaria y secundaria deambos sexos, entre los diez y los quince años de edad.

Anexo metodológico

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2 0 5Informe de desarrollo humano en Nicaragua 2002

Metodología

Se aplicó la técnica de los grupos de discusión bajo la si-guiente modalidad:

Primer momento

• Presentación de los objetivos y metodología;• dinámicas de presentación.

Procedimiento

1 Se entregó a los participantes una tarjeta en la queescribieron su nombre y señalaron animales, plan-tas u otro elemento de la naturaleza con los cualesse identifican.

2 Cada participante explicó la información que relle-nó en la tarjeta.

Segundo momento

• Dinámica “¿Cómo somos, qué tenemos y qué noshace falta?

1 Se colocaron cuatro cajas frente a los participantesy en cada una de ellas se escribieron las preguntasgeneradoras de opinión: ¿cómo soy?; ¿cómo mesiento ahora?; ¿con qué cuento ahora?; ¿qué quisie-ra tener?

2 Cada participante recibió cuatro tarjetas de diferen-tes colores (blanco, amarillo, verde y rosado). A ca-da color se asoció una pregunta específica y se pidióa los participantes describirla por escrito y llenar lascuatro tarjetas que les fueron entregadas.

3 Cada participante colocó las tarjetas en las cajas co-rrespondientes y se procedió a revolverlas. Posterior-mente, se entregaron al azar cuatro tarjetas a cadauno de los asistentes al taller, quienes leyeron lo ex-presado en ellas. Al finalizar la lectura de todas lastarjetas, se abrió un espacio de reflexión.

Tercer momento

1. De forma individual y anónima los participantesllenaron un cuestionario de frases incompletas y so-bre la base de las preguntas: ¿Cómo somos?; ¿qué te-nemos?; ¿qué nos hace falta?

Cuarto momento

1. Evaluación del taller.

Grupos de reflexión con jóvenes y adultos

Se realizaron catorce grupos de reflexión con ciento do-ce participantes, jóvenes y adultos, provenientes de las

regiones Pacífico, Central y Caribe de Nicaragua, distri-buidos de la siguiente manera:

• Seis grupos de reflexión en el Pacífico;• cuatro en la región Central;• cuatro en el Caribe.

Tres grupos de reflexión se efectuaron con adultos; dosmixtos (jóvenes y adultos) y nueve con muchachos ymuchachas. La distribución territorial incluyó localida-des urbanas y rurales del país: Camoapa, Apanás, Que-zalguaque, Ocotal, Mateare, Niquinohomo, Blufields,Puerto Cabezas y Managua.

Metodología

1 Se llevó a cabo una entrevista individual en los ba-rrios y comunidades con el propósito de captar par-ticipantes y construir una evidencia que sirviera dereferente para la reflexión, sobre la base de tres pre-guntas: ¿en lo personal a qué aspira en el futuro?;¿cómo le gustaría que fuera Nicaragua?; ¿cree quepuede lograr sus aspiraciones?

2 Los temas tratados en las entrevistas individualesfueron: a) las aspiraciones personales; b) la Nicara-gua soñada; c) limitaciones y desafíos para el logrode las aspiraciones.

3 Seguidamente se procedió a la selección de los par-ticipantes.

4 El punto de partida de la reflexión grupal fue la di-versidad de respuestas a la pregunta sobre la Nicara-gua soñada.

5 Cada una de las respuestas a esta pregunta se trans-cribió a una tarjeta. El conjunto de ellas se colocóen la pared, de manera que los participantes pudie-ran ver reflejada su opinión y la de los demás.

6 Durante una primera ronda, los miembros del gru-po expresaron sus puntos de vista sobre las posibili-dades de realización de sus aspiraciones personalesy del país anhelado.

7 De acuerdo con la dinámica de cada grupo, la refle-xión se estimuló mediante la descripción de losprincipales hallazgos obtenidos en la Encuesta Na-cional de Aspiraciones (ENA 01).

8 Sobre la base del proceso comunicativo se transitó delas opiniones individuales a la emisión de evidencias ysentidos grupales alrededor de la pregunta ¿qué se pue-de hacer para que esa aspiración se cumpla?

9 Cada sesión grupal estuvo conducida por un facili-tador y dos personas encargadas de hacer la síntesis.

Grupos de reflexión con profesionales

Adicionalmente, se efectuaron seis grupos de reflexiónen los que participaron cien personas, en su mayoríaadultas, quienes fueron seleccionadas previamente y

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agrupadas por profesiones, áreas de trabajo o pertenen-cia a organizaciones similares. En este caso se empleó lametodología previamente descrita.

De esta manera se pudo explorar y conocer directamen-te la visión de futuro y las aspiraciones de: el personal

docente de Malpaisillo en León y Ciudad Sandino en Ma-nagua; de periodistas de los diferentes medios escritos,televisivos y radiales; miembros de la Comisión Laboraldel Consejo Nacional de Planificación Económica y So-cial, Conpes, y dirigentes sindicales de las principalescentrales del país.