31
FIA(:;\) - aiblioteca 11 CONGRESO ECUATORIANO DE ANTROPOLOGíA Y ARQUEOLOGíA Balance de la última década: Aportes, Retos y nuevos temas Tomo I

II Congreso Ecuatoriano de Arqueología y Antropología.desbloqueado

Embed Size (px)

DESCRIPTION

antropologia ecuador

Citation preview

  • FIA(:;\) - aiblioteca

    11 CONGRESO ECUATORIANODE ANTROPOLOGA

    Y ARQUEOLOGA

    Balance de la ltima dcada:Aportes, Retos y nuevos temas

    Tomo I

  • II CONGRESO ECUATORIANODE ANTROPOLOGA

    Y ARQUEOLOGA

    Balance de la ltima dcada:Aportes Retos y nuevos temas

    Tomo I

    2007

  • II CONGRESO ECUATORIANO DE ANTROPOLOGA Y ARQUEOLOGABalance de la ltima dcada: Aportes, Retos y nuevos temas

    ~"O 1-C::J C?(,

    V.l

    lera. Edicin: Ediciones ABYA-YALA12 de Octubre 14-30 y WilsonCasilla: 17-12-719Telfono: 2 506247/2 506251Fax: (593-2) 2 506255E-mail: [email protected] Web: www.abyayala.orgQuito- Ecuador

    . r;;;--:~"--~--~Banco Mundial Ecuador 1'1 E" ...') :?"1 L,-) lAv. 12 de Octubre y Cordero ~ ".", j '7 J. -, , i,~Edificio World Trade Center : .".;:,' '\ ::J ", ~Torre B, Piso 13 1-'" "~ :... ., \:''''.",Quito-Ecuador t. '."'.'Telfono: (593-2) 2943600 ex -~.~. - '"-'._"..~ '"Fax: (593-2) 2943601Sitio Web: www.bancomundial.org.ec

    Impreso en Quito-Ecuador, octubre 2007

    Diagramacin:

    Impresin

    ISBN:

    Editorial Abya- YalaQuito-Ecuador

    Ediciones Abya- YalaQuito-Ecuador

    978-9978-22-700-8

    .. o:;,;_. __ .....~ ~_"".n

    .4' a ,_ .."" ... '&

    ............ -----_ .. - ...

    j,300 Garca S., FernandoGAR n Congreso Ecuatoriano de antropologia y Arqueologa. Tomo l.

    Balance de la ltima dcada: aportes, retos y nuevos temas.1.Ed. - Quito: AbyaYala, 2007630 p. ; 21x15.5 cm.ISBN 978-9978-22-700-8

    1.Titulo - 1. Ecuador-Ciencias Sociales

  • ndice

    Introduccin 9

    Comunicado Final....................................................................................................... 13

    Mesa Redonda IDesarrollo del Pensamiento Antropolgico Ecuatoriano

    De militantes, religiosos, tecncratas y otros investigadores: La antropologaecuatoriana y el estudio de lo indgena desde la dcada de los setentaCarmen Martnez............................................... .......................................................... 15

    Las antropologas latinoamericanas cornos segundas: situaciones y retosEsteban Krotz..... 41

    Antropologa ecuatoriana: entre la afirmacin identitaria y el desarrollismo. Unbalance de los ltimos diez aos (I996-2006)Jos Almeida...................................................... ............................................................ 61

    Mesa Redonda 2Antropologa y Gnero

    Los estudios de gnero en la regin andinaNorma Fuller 91

    Aportes de la antropologa a los estudios de gnero: Notas para una reflexinMercedes Prieto lO?

    'Los reclamos de gnero': hacia un entendimiento y una valuacin distinta de laantropologa de gnero en el EcuadorKatlheen Fine-Dare 121

    Mesa Redonda 3Arqueologa ecuatoriana: balance de la ltima dcada

    Una dcada arqueolgica, hacia un Ecuador sin memoriaFrancisco Valdez 141

    Diez Aos de Soledad, o la Arqueologa en los Tiempos del CleraRonaldLippi 151

  • 6 11Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa

    Una serie de catastrficas desdichas. La curiosa historiade la cronologa arquelgica del EcuadorKaren Olsen Bruhns 175

    Mesa Redonda 4Antropologa y Ecologa

    Naturaleza y cultura. Un debate pendienteAlexandra Martnez............................................... ....................................................... 195

    Mesa Redonda 5Antropologa, Identidad y Poltica

    Antropologa, identidade e politica.Uma perspectiva do BrasilStephen Baines 217

    Simposio: Antropologa de la salud y la enfermedad

    Nueva identidad/nuevo cuerpo?Margarta Camacho 235

    Simposio de Arqueologa

    La Arqueologa de los mitmaqkuna y las fronteras multi-tnicas: implicacionestericas y prcticasTamara L Bray 273

    Vajillas para la elite hispana: las maylicas del Guayaquiltemprano (1547-1690)los Chancay Vzquez 283

    Comida para los muertos, cocina de los vivos: ofrendas funerarias de comidaen el valle de Iequetepeque, PerRobyn Cutright 321

    Primera aproximacin a las culturas precolombinas de la alta cuencadel ro PastazaGeoffroy de Sauleu y Carlos Duche Hidalgo 337

    Nota descriptiva sobre un material formativo de las cercanasdel volcn TungurahuaGeoffroy de Saulieu y lean Luc Lepennec 371

    Manifiesto moralista por una Arqueologa reaccionariaCristbal Gnecco 385

    Arqueologa ecuatoriana: una nueva va de comunicacinGaetan luillard 399

  • MESA REDONDA 1Desarrollo del pensamientoAntropolgico ecuatoriano

    De militantes, religiosos, tecncratas y otrosinvestigadores: La antropologa ecuatoriana y el

    estudio de lo indgena desde la dcada de los setenta!

    Carmen Martnez Novo'[email protected]

    Introduccin

    En el libro Ethnogtaphy in Unstable Places (Etnografa en lugaresinestables) la antroploga Carol Greenhouse (2002) seala que la in-vestigacin bajo condiciones de cambio intenso nos permite cuestionarreificaciones del estado y la sociedad porque las estructuras dejan deentenderse como naturales cuando colapsan, se vuelven ambiguas, o seconvierten en motivo de debate y lucha. Los grandes sistemas se reve-lan como amalgamas de improvisaciones y de agencia, y los proyectossociales que de otra manera estaran latentes, salen a la superficie. Deesta forma, segn Greenhouse, la inestabilidad permite una reflexinterica ms productiva y la oportunidad de realizar una etnografa detipo reflexivo, ya que los mtodos etnogrficos y la tica se cuestionancon ms facilidad cuando los etngrafos se implican en las situacionessobre las que escriben. Greenhouse, sin embargo, mira a la inestabili-dad desde una posicin de relativa estabilidad del investigador en laacademia del norte, reduciendo la inestabilidad, adems de a las opor-tunidades descritas arriba, al riesgo y peligro que el investigador con-fronta durante el trabajo de campo. El trabajo de campo, sin embargoes una condicin pasajera. No importa cunto tiempo est investigan-do, el etngrafo europeo o norteamericano est all como un forasterocuya supervivencia y seguridad a largo plazo no dependen de las con-

    Doctora en Antropologa, profesora e investigadora, FLACSO,sede Ecuador.

    UsuarioResaltado

  • 16 JI Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa

    diciones del campo. Por lo tanto, lo que al sugerente libro de Green-house le falta es discutir cmo las cuestiones relacionadas con la ines-tabilidad y la coyuntura afectan el trabajo de los acadmicos localiza-dos en las instituciones de los llamados "lugares inestables:' Algunosinvestigadores ecuatorianos, por ejemplo, se quejan de que la coyuntu-ra puede comerte. Los eventos se suceden de manera tan vertiginosaque una interpretacin puede quedar obsoleta en cuestin de das. B-sicamente, a veces no hay suficiente tiempo para reflexionar acadmi-camente sobre los eventos. Adems, muchos investigadores sienten lapresin de cambiar de tema de estudio de acuerdo con la coyuntura, ypor supuesto de acuerdo con los medios econmicos para la investiga-cin que a menudo se mueven segn la coyuntura en un contexto defragilidad institucional y econmica, sacrificando por esta razn la re-flexin acadmica de largo aliento. Por otra parte, la intensidad de losperiodos de cambio y la insercin del investigador en el medio socialque trata de analizar, puede dar lugar a agendas de investigacin quemuchas veces son ms relevantes desde el punto de vista poltico y so-cial que las de una academia ms institucionalizada como puede ser laestadounidense o la europea. Como ha sealado recientemente ArturoEscobar (2006: 12, mi traduccin):

    "Los campos acadmicos Latinoamericanistas con base en los EstadosUnidos han tratado Amrica Latina generalmente como un objeto deestudio,aunque muchos de elloslo hayanhecho desdeuna perspectivapoltica y hayan construido prcticas de solidaridad en el camino. Encontraste, las perspectivas crticas que surgen de Amrica Latina hanestado en conjunto ms inclinadas a resaltar cuestiones y posicionespolticas radicales:'

    Este trabajo se centrar en una reflexin de algunas condicionesinstitucionales, de economa poltica, y epistemolgicas que han dadoforma al pensamiento antropolgico ecuatoriano, en particular aquelcentrado en la cuestin campesina e indgena, desde principios de lossetenta, cuando el primer departamento de antropologa se cre en laPontificia Universidad Catlica del Ecuador hasta el presente. En esteperiodo son importantes dos temas que han preocupado a la investiga-cin antropolgica en Ecuador: el proceso de reforma agraria comoposibilidad de una transformacin profunda de la sociedad ecuatoria-na, y el surgimiento, consolidacin, y se podra decir que actual crisis,

    UsuarioResaltado

  • JI Congreso ecuatoriano deAntropologa y Arqueologa 17

    de uno de los movimientos indgenas ms poderosos de AmricaLatina.

    La antropologa ecuatoriana y la importancia de reflexionarsobre ella

    Defino la antropologa ecuatoriana como aquella escrita desde elEcuador y desde instituciones acadmicas ecuatorianas, ya sea porecuatorianos o por extranjeros que residen a largo plazo en el Ecuador.Excluyo entonces de mi anlisis la antropologa ecuatorianista escritapor residentes en el extranjero. La razn para centrarme en lo produci-do desde el Ecuador es que considero que las condiciones de economapoltica e institucionales dan lugar a una forma de comprender elmundo especfica que es importante analizar. Por lo tanto, sostengoque aunque el objeto de estudio de la antropologa ecuatorianista yecuatoriana sea el mismo, y aunque ambos campos se crucen e influ-yan de maneras importantes, la perspectiva es diferente.

    Por un nmero de razones, el silencio tiende a rodear a la pro-duccin intelectual escrita desde el Ecuador en las ltimas dcadas talcomo ha sealado Carlos Arcos (2005) para el campo de la literatura.Las revisiones de la bibliografa sobre el Ecuador escritas en el norte amenudo no toman en cuenta el trabajo de los autores ecuatorianos,llevando a algunos a quejarse de manera no oficial de que son tratadoscomo informantes nativos o como asistentes de campo por investiga-dores extranjeros que toman sus ideas pero que no citan sus trabajos oaaden su nombre a sus publicaciones. De forma similar, la antropo-loga ecuatoriana tiende a ser ms abierta hacia el exterior, hacia lascosas nuevas que vienen principalmente de Europa y Estados Unidosaunque tambin de otros pases de Amrica Latina, que hacia la recu-peracin de la tradicin nacional. Esto se debe a un conjunto de facto-res que incluyen la dependencia intelectual que resulta del legado colo-nial, el nfasis en marcos tericos donde predominan los autores delnorte en detrimento de las revisiones del estado del arte, el miedo alconflicto acadmico que puede tener consecuencias graves para la sub-sistencia cotidiana del investigador, y,podramos aadir, la politizacinde la academia en los aos setenta y ochenta, cundo, segn FranciscoRhon (entrevista, 14-8-06), los acadmicos no se conceban a si mis-

    UsuarioResaltado

    UsuarioResaltado

  • 18 11 Congreso ecuatorianode Antropologay Arqueologa

    mos tanto como intelectuales sino como miembros de partidos queeran o aliados a los que no se poda cuestionar o enemigos a los que ha-ba que ignorar.

    Pese a la escasa reflexin sobre este tema, con algunas salvedadescomo el trabajo de largo aliento de Segundo Moreno (en prensa, 1992),el nfasis desde los aos setenta en el trabajo polticamente comprome-tido y aplicado ha llevado a que las ideas antropolgicas hayan tenidoun importante impacto social en el Ecuador que es interesante conside-rar. De hecho, tras revisar las instituciones y los principales autores, en-cuentro que los mismos actores que interactuaron con los campesinosindgenas y que contribuyeron a su organizacin social y poltica sontambin los principales productores de conocimiento antropolgico enel Ecuador. Concretamente, la iglesia Catlica y en particular las orde-nes Jesuita y Salesiana, y la izquierda poltica. A menudo las fronterasentre ambos grupos de actores son borrosas ya que han participadomano a mano tanto en el campo como en las instituciones acadmicas.

    A diferencia de lo que a veces se critica de que la antropologa, ola ciencia social en general, en el Ecuador es provinciana, se debe enfa-tizar su carcter cosmopolita. Por ejemplo, hay una relacin antigua eintensa con la antropologa Mexicana. Grandes pensadores mexicanoscomo Moiss Saenz, Jos Vasconcelos, Gonzalo Aguirre Beltrn, Gui-llermo Bonfil, y otros visitaron el Ecuador e influyeron a travs del Ins-tituto Indigenista Interamericano en las polticas pblicas ecuatoria-nas. Debido a la fuerte influencia del indigenismo mexicano, muchosacadmicos ecuatorianos han estudiado en Mxico y han trado losgrandes paradigmas de ese pas a la discusin nacional. Todava el pesode citar a los grandes indigenistas mexicanos es tan fuerte que a vecesse hace en detrimento de un anlisis ms detallado de cmo la realidaddel Ecuador difiere de la mexicana, particularmente teniendo en cuen-ta que en Mxico existe un estado fuerte con una tradicin revolucio-naria del que carecemos en Ecuador. La influencia de Per y Bolivia eninterpretaciones de lo andino y de la comunidad campesina es innega-ble, as como lo es el impacto intelectual de exiliados del cono sur comoEduardo Archetti. Muchos acadmicos ecuatorianos tambin han sali-do a estudiar en Estados Unidos, Canad, y Europa, a veces apoyadospor los mismos investigadores de estos pases que han tenido una rela-cin estrecha con Ecuador y que han contribuido en gran medida alconocimiento antropolgico del pas.

    UsuarioResaltado

  • II Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa

    Las instituciones

    19

    Voya enfocarme en tres instituciones que organizan este congre-so aunque hay otras que han sido importantes para el desarrollo de laantropologa en el Ecuador que son revisadas en una versin ms am-plia del trabajo. Como seal, esta disciplina se institucionaliza enEcuador con la fundacin del primer departamento de antropologa enla Universidad Catlica en 1972.Segn una entrevista con Andrs Gue-rrero (20-1-06) el inters por promover la disciplina en el pas surgi apartir de una reunin de Jesuitas comprometidos influidos por el Con-cilio Vaticano II y por la reunin de obispos Latinoamericanos de Me-delln. Estos reflexionaron sobre la opresiva situacin de los campesi-nos indgenas en Ecuador, as como sobre la pervivencia del dominiode la clase terrateniente. Francisco Rhon (14-8-06) aade que gruposprogresistas apoyaron la institucionalizacin de la antropologa enEcuador porque sintieron la necesidad de promover una investigacincrtica con slidos fundamentos empricos que trascendiera las explica-ciones rgidas y tericas del marxismo ortodoxo y que ayudara a com-prender mejor la realidad del pas.

    El programa de antropologa de la Catlica tena originalmentedos lneas principales de investigacin. Una de ellas, inspirada por lapoltica de izquierdas de la poca y por la reflexin sobre los cambiosdesencadenados por la reforma agraria que comenz en 1964, se cen-traba en los estudios del campesinado. La reforma agraria se entendien lneas generales como una transicin de un sistema casi feudal dedominacin hacia el capitalismo. Una de las preguntas claves era qupasara con los campesinos durante esta transicin, si se proletarizarano lograran subsistir como tales mejorando su nivel de vida. La respues-ta a esta pregunta, que reflejaba un debate Latinoamericano ms am-plio entre campesinistas y descampesinistas, tena consecuencias im-portantes para las estrategias polticas de los partidos de izquierda des-de el punto de vista de s deban esforzarse con el proletariado urbanoo con los campesinos en su trabajo de organizacin. Algunos campesi-nistas de la Universidad Catlica, quizs influidos por el agrarista rusoChayanov que fue traducido al espaol por Eduardo Archetti, se enfo-caron en cmo estrategias culturales tradicionales de los campesinoscomo la reciprocidad, el parentesco, y el trabajo comunal podan ayu-darles a resistir el capitalismo. Sin embargo, tambin pensaban que el

    UsuarioResaltado

  • 20 JI Congreso ecuatoriano deAntropologa y Arqueologa

    capitalismo estaba erosionando estos tipos de solidaridad tradicional(Garca, 1980, 1977). La migracin del campo a la ciudad se vea comola principal forma de articulacin con el capitalismo y de destruccinde stas formas tradicionales de resistencia (Snchez Parga 2002). Des-de este periodo se da una visin estigmatizada de la migracin que des-de mi punto de vista aun perdura en interpretaciones de la migracininternacional.

    Los investigadores amazonistas ligados a la Universidad Catli-ca, a diferencia de algunos autores extranjeros que buscaban en la Ama-zona culturas relativamente aisladas que ayudaran a comprender la di-versidad del ser humano y su adaptacin al medio ambiente, trataronde entender la articulacin entre el Oriente y los procesos de coloniza-cin y penetracin estatal y capitalista (Salazar, 1986; Bustamante,1988). Por ejemplo, Teodoro Bustamante interpret la violencia no co-mo una caracterstica esencial de los grupos amaznicos, tal como ha-ban hecho otros autores en su mayora extranjeros, sino como unareaccin al proceso de colonizacin. As mismo interpret la formacinde la Federacin Shuar como un proceso moderno de etnognesis queera una reaccin a la colonizacin del Oriente y que presentaba intere-santes paradojas con respecto a la recuperacin de tradiciones cuya re-levancia en un contexto moderno era cuestionable incluso para losmismos shuar.

    Una segunda lnea de investigacin, liderada por el padre MarcoVinicio Rueda se dedicaba al estudio de la religiosidad popular. Slotras el Concilio Vaticano II la iglesia acept la legitimidad de las formasde religiosidad popular y tras la primera Conferencia de Barbados(1971) la importancia de elementos culturales no-occidentales para laevangelizacin. Por esta razn, Marco Vinicio Rueda lider una inves-tigacin colectiva sobre religin popular en la sierra ecuatoriana que seplasm en el libro La fiesta religiosa campesina (1981). Una contribu-cin importante de ste investigador fue su nfasis en el trabajo decampo y la investigacin emprica, criticando la tendencia al ensayismoen las ciencias sociales Latinoamericanas. La Universidad Catlica ade-ms form a los primeros intelectuales indgenas que tuvieron acceso ala educacin superior, particularmente a travs de sus esfuerzos en et-no-lingstica y educacin intercultural.

    El trabajo de la Orden Salesiana tambin ha sido fundamentalpara el desarrollo tanto del movimiento indgena como de la reflexin

    UsuarioResaltado

  • JI Congreso ecuatoriano deAntropologa y Arqueologa 21

    antropolgica en Ecuador. A fines del S. XIX el gobierno ecuatorianootorg a la orden autoridad sobre el sur de la Amazona ecuatorianapara "cristianizar y civilizar a los shuar" y para establecer la presenciadel estado ecuatoriano en una zona que estaba en disputa con Per(Botasso, 1986; Rubenstein, 2005), prerrogativa que ha sido renovadahasta el presente. El objetivo original de los salesianos era transformarla cultura shuar segn el modelo occidental. Cuando comenzaron acompilar diccionarios del lenguaje shuar y colecciones de mitos y cos-tumbres (Pelizzaro 1990) era para comprender mejor como transfor-mar esta cultura. Sin embargo, en la segunda mitad del S. XX, los sale-sianos fueron pioneros en un proceso de reflexin eclesistica sobre laimportancia de preservar la cultura indgena y de tomarla en cuenta enlos procesos de evangelizacin. Adems, cuando debido a la ley de Re-forma Agraria y Colonizacin aument la presin de colonos de la sie-rra sobre los territorios shuar, los salesianos lideraron un proceso orga-nizativo que dio lugar a la formacin de la Federacin de CentrosShuar (1964), una de las primeras organizaciones indgenas de cortemoderno de Amrica Latina y un miembro fundador de la CONAIE.Los salesianos tambin han sido influyentes en la organizacin polticade corte tnico de la sierra, proceso que estudi en un trabajo anteriorsobre la misin salesiana de Zumbagua (Martnez Novo, 2004).

    Como se conoce bien, los salesianos han sido lderes en el Ecua-dor en la publicacin de trabajos antropolgicos a travs de su esfuer-zo editorial. Comenzaron con la coleccin Mundo Shuar que empieza apublicarse en 1975, y que se ampla ms tarde con Mundo Andino(1980), ambas colecciones unificadas en la editorial Abya Yala a partirde 1983. El objetivo principal de Abya Yala ha sido promover el respe-to por los pueblos indgenas entre los ecuatorianos urbanos blanco-mestizos y a la vez proveer de materiales a las comunidades indgenaspara una reflexin sobre su propia identidad (Cucurella, 2005). En1987, los Salesianos fundan la escuela de antropologa aplicada con elobjetivo de apoyar a las organizaciones indgenas en su desarrollo y deformar personal misionero con capacidad de comprender el respeto ala diversidad cultural en los procesos de evangelizacin (Bartoli 2002).En 1994, se funda la Universidad Politcnica Salesiana. Hay que sealarque los salesianos han promovido el acceso a la educacin universitariade indgenas, afro-ecuatorianos, y otros grupos vulnerables.

    UsuarioResaltado

    UsuarioResaltado

  • 22 JI Congreso ecuatoriano de Antropologay Arqueologa

    La FLACSO sede Ecuador tambin ha otorgado a ecuatorianos yextranjeros ttulos en Historia Andina, Estudios Amaznicos y Antro-pologa desde fines de los aos ochenta. La FLACSO es un sistema in-ternacional de enseanza de post-grado que se funda en 1957 con el finde desarrollar un pensamiento Latinoamericano que contribuya a for-mular propuestas de desarrollo para la regin. La primera sede se creen Chile pero se tuvo que cerrar tras el golpe de estado de Pinochet. Loscentros de Mxico y Ecuador se fundaron en 1975 en parte para dar asi-lo a intelectuales chilenos y ms tarde argentinos exiliados por las dic-taduras, los cuales influyeron fuertemente en los debates intelectualesde los pases receptores, particularmente sobre la cuestin agraria. Elprograma de antropologa de FLACSO se cre a principios de los no-venta y se bas originalmente en la enseanza de profesores invitadosde reconocido prestigio de Estados Unidos, Europa, y Amrica Latina.Muchos de estos profesores eran ejemplos de teora crtica y un buennmero de ellos eran mujeres. Lo ltimo, de acuerdo a Xavier Izco queera coordinador del programa de antropologa en aquel tiempo, con-trast con la cultura acadmica ecuatoriana de entonces en la que laparticipacin activa de las mujeres en la vida acadmica era escasa. Lahistoria de FLACSO da fe de una caracterstica importante de la acade-mia ecuatoriana que es su cosmopolitanismo. Sin embargo, la otra ca-ra de la moneda fue la falta de sostenibilidad econmica a largo plazode este modelo, y la sensacin de que ms uso podra haberse hecho deltalento nacional. Aunque tambin es importante sealar que algunosinvestigadores ecuatorianos tuvieron la oportunidad de formarse en uncontexto de rigor acadmico. La crisis econmica que afect a FLACSOdespus de este periodo, forz a la institucin a enfatizar la investiga-cin aplicada que pudiera encontrar fondos externos. En los ltimosaos esta institucin se encuentra en un proceso de fortalecimientoinstitucional y acadmico.

    El debate sobre cultura, discriminacin y resistencia

    Se ha convertido en un lugar comn argumentar que la izquier-da Latinoamericana de los aos setenta se caracteriz por un nfasis enla categora de clase social y que tuvo poca sensibilidad hacia el poten-cial poltico de la etnicidad. Sin embargo, una revisin de las distintasposiciones que se dieron en Ecuador en los aos setenta y ochenta en

    UsuarioResaltado

  • JI Congreso ecuatoriano deAntropologay Arqueologa 23

    torno a la cultura indgena ya su potencial poltico contribuye a cues-tionar este lugar comn. De hecho, la contribucin de militantes de di-ferentes tipos de izquierda, incluida la catlica, no es desdeable para laformacin de un movimiento campesino con nfasis en lo identitario.

    Autores como Hugo Burgos (1970) y Diego Iturralde (1980),ambos con influencia de la academia mexicana donde estudiaron, ar-gumentaron que un nfasis en las diferencias tnicas, que ellos inter-pretaban como un legado del colonialismo, el colonialismo interno, yel dominio de las lites y del estado, resultaran en una opresin mayorde los campesinos. Burgos realiza un anlisis de aspectos centrales de lacultura indgena como es la minga (trabajo comunal) y las fiestas reli-giosas populares como mecanismos de dominacin: La minga, porejemplo, fue utilizada por los incas, los espaoles, los hacendados, y elestado para extraer trabajo gratuito de los campesinos. Las fiestas reli-giosas, segn Burgos, han sido un factor importante de explotacineconmica por parte de las lites pueblerinas mestizas y de la iglesiatradicional a travs del arrendamiento a los campesinos del espacio p-blico, las imgenes, los disfraces, y la venta de alcohol, y comida. SegnBurgos, estas obligaciones festivas dejaban a los campesinos fuerte-mente endeudados por lo que a veces tenan que hipotecar o vender sustierras. Esto contrasta con la visin de Rueda (1982) sobre la fiesta re-ligiosa campesina que es interpretada por este autor como un factor deresistencia y de creatividad de la cultura popular campesina frente alproceso de colonizacin.

    De forma similar a Burgos, Diego Iturralde (1980) argumentaque la comunidad campesina fue promovida por el estado desde la leyde comunas de 1937 Yreactivada tras la reforma agraria de 1964 paracontrolar a un campesinado que se estaba independizando del poder dela hacienda y que se haba organizado polticamente. Iturralde demues-tra que aunque las autoridades de las comunas se elegan en asambleade acuerdo a la ley de comunas, en realidad eran impuestas por elteniente poltico, un representante del estado que no era electo. Ademsel Ministerio de Previsin Social tena la prerrogativa de autorizar oretirar las autoridades comunales y de dictar las reglas internas de lascomunas.

    Gladys Villavicencio (1973) observ en su trabajo de campo enOtavalo que los mestizos locales promovan la diferencia visible de loscampesinos otavaleos para producir un grupo claramente distingui-

  • 24 JI Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa

    ble a los que pudieran explotar econmicamente. Los mestizos deOtavalo consideraban, por ejemplo, que los campesinos que podan ha-blar espaolo que se vestan como mestizos eran "alzados" por lo quepreferan contratar a aquellos que hablaban kichwa y que se vestan deforma tradicional. Sin embargo, Villavicencio tambin not a princi-pios de los setenta que un grupo de dueos de talleres textiles y otrosotavaleos con movilidad social ascendente estaban reforzando elorgullo tnico y quizs comenzando a formar una nacionalidad indge-na como una estrategia de lucha contra la discriminacin, conclusinque fue rechazada por el indigenista ecuatoriano Rubio Orbe (1973),que era entonces director del instituto indigenista interamericano,como peligrosa.

    Aunque algunos indigenistas como Anbal Buitrn ya habantrabajado el tema de la discriminacin, las vvidas descripciones deBurgos y Villavicencio con referencia a la discriminacin de los indge-nas en el mercado, los espacios pblicos y las instituciones los convier-ten en los primeros anlisis del racismo en Ecuador, un tema que ha si-do retomado recientemente (J. Almeida 1996; De la Torre 1996; 2002;Cervone y Rivera 1999; Rahier 2003).

    A diferencia de los autores que tomaban la diferencia tnica co-mo una estrategia que facilitaba la explotacin de los campesinos, y deforma similar a los campesinistas de la Universidad Catlica, los inves-tigadores del Centro Andino de Accin Popular (CAAP), que tambineran militantes de partidos polticos de izquierda o de la izquierda cris-tiana, rescataron la comunidad andina y sus tradiciones histricas co-mo estrategias de resistencia al avance del capitalismo que deban serpromovidas por aquellos que buscaban el bienestar campesino y su via-bilidad como grupo despus de la Reforma Agraria. De hecho, el CAAPpromovi en sus polticas de desarrollo prcticas de solidaridad y reci-procidad que se consideraban inherentes a las comunidades campesi-nas andinas pero que esta misma organizacin se encargaba de recrear.Segn Andrs Guerrero (entrevista, 20-1-2006) este nfasis en la comu-nidad tena varas fuentes de inspiracin, entre ellas las ideas de reci-procidad y solidaridad que se derivaban del anlisis de la micro-verti-calidad andina de Iohn Murra, la influencia de Chayanov y los agraris-tas populistas rusos que, segn William Roseberry (1989: 176) busca-ban preservar la comunidad de la penetracin capitalista, viendo en lacomuna la clula para formar una futura sociedad comunista, las ideas

    UsuarioResaltado

    UsuarioResaltado

  • JI Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa 25

    de lose Carlos Maritegui en Per, y la estrategia catlica de las comu-nidades eclesisticas de base. Es interesante sealar que los autores delCAAP no rastrearon el pensamiento ecuatoriano sobre la comunidad,que exista desde los aos treinta por ejemplo en el trabajo de Po Jara-millo (Prieto, 2004), ni debatieron el libro de Iturralde que cuestiona-ba el potencial poltico de esta institucin, sino que prefirieron enmar-car su discusin en un debate con autores extranjeros.

    Otro grupo dentro de la izquierda que fue influyente en la crea-cin de un movimiento indgena con una agenda etnicista fueron losetno-lingistas, localizados en torno a la Universidad Catlica, queinfluyeron en el movimiento indgena a partir de su contribucin a lacreacin de la educacin intercultural bilinge, una institucin conenorme influencia sobre la cultura poltica y la identidad de los campe-sinos (Martnez Novo, 2004). Segn Jos Ynez (entrevista, 5-5-06)etno-lingistas como Consuelo Ynez y Ruth Moya estuvieron entre lasprimeras en darse cuenta del potencial poltico de la etnicidad y enpromover esta agenda. Adems, Ileana Almeida (1996), que estudilingstica en la Unin Sovitica, import el concepto estalinista de lasnacionalidades oprimidas al Ecuador, una idea que llev al movimien-to indgena a definirse como un conjunto de nacionalidades. Jos y nez(1988) que realiz una serie de historias orales en la hacienda de Pesilloen Cayambe, enfatiza la importancia de la investigacin colectiva conlos campesinos para concienciarles y promover su organizacin polti-ca, as como para aprender de sus estrategias histricas de resistencia.

    La antropologa y el movimiento indgena del Ecuador

    Como sabemos en 1990, se da el primer levantamiento indgenanacional que fue capaz de paralizar el pas y produjo sorpresa sobre elgrado de organizacin que haba llegado a adquirir el movimiento in-dgena en el Ecuador urbano y blanco-mestizo. Desde ese momento,levantamientos peridicos han tenido xito en dificultar la implemen-tacin de algunas reformas neoliberales en el pas. En 1998 se redactauna Constitucin que reconoce el carcter multicultural de la nacinecuatoriana y los derechos indgenas a ciertas esferas de autonoma yapoyo estatal. Es indudable que el movimiento indgena ha democrati-zado en gran medida el Ecuador, dando lugar junto con otros procesossocio-econmicos a la formacin de una clase media indgena. Pero

  • 26 JI Congreso ecuatoriano deAntropologa y Arqueologia

    tambin ha tenido sus limitaciones como han sealado sus crticos, co-mo es que el nivel de vida en las comunidades no ha mejorado sustan-cialmente, la separacin entre el liderazgo y las bases, la errada alianzacon el coronel Lucio Gutierrez que dej al movimiento dividido y mal-parado, la divisin personalista entre liderazgos regionales o locales, lafalta de lucha para la creacin de leyes secundarias que ayuden a que losderechos constitucionales de los pueblos indgenas se implementen enla prctica, y algunos otros factores Cmo han interpretado los antro-plogos este proceso y cmo han intervenido en l?

    Se ha dicho que el primer levantamiento indgena tom a losanalistas por sorpresa. Sin embargo se puede rastrear en el trabajo an-tropolgico de los ochenta todo un nfasis en la historia de las formasde resistencia indgena, trabajos que no estaban desconectados de laparticipacin de los investigadores-activistas en la politizacin de loscampesinos (Prieto, 1980; Moreno, 1985; Ramn, 1987; Bustamante,1988; Trujillo, 1993). Por ejemplo, es interesante sealar que el movi-miento indgena tom la palabra levantamiento para sus protestas de lainvestigacin histrica sobre la resistencia indgena de Segundo More-no (1985). Tambin la wipala, smbolo del movimiento indgena, pare-ce haber sido tomada de las investigaciones de los etno-historiadores(Jos Almeida, II Congreso Ecuatoriano de Antropologa, Noviembre2006). Sin embargo, la mayora de los antroplogos quizs no enfatiza-ron suficientemente la poderosa maquinaria organizativa que se estabaformando en los ochenta. Dos posibles explicaciones para esto son quelos campesinos, que haban sido reprimidos en su actividad polticadesde los aos treinta y cuarenta, ocultaran hasta cierto punto su traba-jo poltico. Esto explica por ejemplo que Mary Weismantel (1988) hayaenfatizado a fines de los ochenta la falta de conocimiento y de partici-pacin de los indgenas en la poltica nacional en una zona de Cotopa-xi donde hubo un fuerte activismo de izquierdas desde los aos treintay dnde en los ochenta se estaba creando una de las ramas ms activasde la CONAIE (Becker y Clark, 2004; Martnez Novo, 2004). Quizspor esta razn haya sido ms fcil percibir el activismo del movimien-to indgena en la Amazona, dnde el aparato represivo estatal y terra-teniente eran ms dbiles (Bustamante 1988). Una segunda raznpuede ser el importante papel que jug la iglesia catlica en la consti-tucin de la CONAIE. Algunos investigadores de izquierda erananticlericales e interpretaban las actividades de la iglesia como una

    UsuarioResaltado

    UsuarioResaltado

    UsuarioResaltado

  • JI Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa 27

    contribucin para reforzar el estatus-quo. En contraste, Juan Botasso(1986) estaba muy consciente del poderoso movimiento indgena quese estaba formando y en el que los salesianos tenan una participacinimportante.

    Despus del levantamiento de 1990,y siguiendo las movilizacio-nes peridicas del movimiento indgena cada ao o cada dos aos, sehan publicado un gran nmero de estudios. Estos estudios, caracteriza-dos por niveles desiguales de anlisis, reflejan una importante caracte-rstica de las ciencias sociales en Ecuador: muchos son estudios de co-yuntura. Tres libros influyentes sobre el movimiento indgena han sidoIndios: una reflexin sobre el levantamiento indgena de 1990 coordina-do por Diego Cornejo (1991), El levantamiento indgena del Inti Raymide 1990 (1992) escrito por Segundo Moreno y Jos Figueroa, y Sismo t-nico en el Ecuador (1993), un libro colectivo encabezado por Jos Al-meida. Los dos primeros libros escritos al calor de la coyuntura son sinembargo documentos importantes para comprender los orgenes delmovimiento. El primero, de tipo periodstico y pensado para un pbli-co general, cuenta con artculos de expertos junto con el punto de vis-ta de los actores del conflicto. El levantamiento indgena del Inti Raymicombina el anlisis de largo aliento de Segundo Moreno sobre la histo-ria de las sublevaciones indgenas con un anlisis ms coyuntural dellevantamiento de 1990. Una interesante contribucin de este libro es ladiscusin de la heterogeneidad regional del movimiento indgena y laforma en que las luchas locales, regionales, y nacionales se articulan.Sismo tnico en el Ecuador, publicado algo despus que los otros dos,cuenta con anlisis importantes de las races del movimiento indgenapor Len Zamosc, Andrs Guerrero, Jorge Len, Jorge Trujillo, Jos Al-meida y otros autores. Un aporte interesante mucho ms reciente es Elpoder de la comunidad: ajuste estructural y movimiento indgena en losAndes Ecuatorianos de Fernando Guerrero y Pablo Ospina (2003). Losautores demuestran las conexiones entre los momentos de moviliza-cin indgena y los intentos estatales de introducir el ajuste estructuralcon abundantes datos. Sin embargo, tambin sealan la colaboracindel movimiento con algunas estrategias neo-liberales desde su entradaen el juego poltico en 1995.Nos muestran as algunas ambigedades ycontradicciones del movimiento indgena con numerosas ancdotasque dan fe de la participacin de los autores en la poltica interna delmovimiento, pero sin analizar ms a fondo su lgica. Tambin se han

    UsuarioResaltado

  • 28 JJ Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa

    escrito estudios sobre demandas y procesos ms especficos del movi-miento indgena como pueden ser la educacin intercultural bilinge,la salud intercultural, o el pluralismo jurdico (Garca, 2002; Chvez yGarca 2004).

    En resumen, desde el primer levantamiento de 1990 se ha escri-to mucho sobre el movimiento indgena. Algunos trabajos han sidoinspirados por las diferentes coyunturas, otros son el resultado de con-sultoras para organismos internacionales, para empresas pblicas oprivadas como las petroleras, o para las mismas organizaciones indge-nas, mientras que otros son de corte ms analtico. La mayora de estostrabajos han apoyado al movimiento indgena, siendo las interpretacio-nes crticas escasas incluso en los momentos de crisis, cuando el movi-miento ha cometido errores importantes como fue, desde mi punto devista, su alianza con el coronel Lucio Gutierrez, un gobernante que secaracteriz por el autoritarismo, la falta de respeto al estado de derecho,y su inters por fraccionar al movimiento indgena. La escasez de posi-ciones crticas puede responder al deseo de apoyar a un movimientoque ha democratizado un pas donde hasta recientemente dominaba laservidumbre y la falta de derechos ciudadanos, y donde an imperauna desigualdad social muy profunda. Adems, algunos de estos inves-tigadores han colaborado estrechamente con el movimiento indgenacomo asesores polticos, en consultoras, o en trabajo de desarrollo. Es-ta colaboracin tan estrecha hace que sea difcil tomar la posicin decierta distancia que hace falta para el anlisis acadmico, ya que, porejemplo, los investigadores necesitan los avales de las organizacionespara obtener fondos de investigacin. La visin crtica tampoco espopular entre los funcionarios de organismos internacionales o empre-sas petroleras que segn algunos autores han buscado co-optar o des-politizar estos movimientos (Bretn 2005). Estas instituciones suelenestar ms interesadas en una visin celebratoria y despolitizada que enuna reflexin que pueda fortalecer la lucha poltica a largo plazo. Qui-zs una visin ms distante y crtica podra contribuir a fortalecer almovimiento indgena y a refinar su proyecto poltico e ideolgico envez de debilitarlo como a menudo se asegura para silenciar este tipo deposiciones.

    Como los investigadores norteamericanos tampoco se han deci-dido a analizar crticamente la trayectoria del movimiento indgena enun contexto de merecida, pero tambin ingenua celebracin de las lu-

    UsuarioResaltado

  • Il Congreso ecuatoriano deAntropologa y Arqueologa 29

    chas y xitos indgenas, y en un contexto en que los filtros acadmicostienden a marginar las visiones menos optimistas, las crticas han ten-dido a provenir ms desde Europa. Roberto Santana (2004) y VctorBretn (2005,2001) han escrito este tipo de anlisis. Santana, un pro-fesor de la universidad de Tolouse, Le Mirail con trabajo de largo pla-zo sobre el movimiento indgena del Ecuador, sostiene que el movi-miento indgena se ha caracterizado por lo que l denomina el fetichis-mo organizacional: Segn Santana se ha enfatizado la maquinaria or-ganizativa y la movilizacin en detrimento de la reflexin sobre unproyecto poltico coherente a largo plazo. La falta de gobernabilidadcausada por los levantamientos peridicos solo ha beneficiado segnSantana al proyecto continuista de unas lites que no son capaces decompetir en un contexto de globalizacin. Bretn, por su parte, sealaque los proyectos de desarrollo de las ONGs y en particular el Proyec-to de Desarrollo de los Pueblos Indgenas y Negros (PRODEPINE) fi-nanciado por el Banco Mundial no han dado lugar a un mejor nivel devida para los pueblos indgenas sino a la despolitizacin de un impor-tante movimiento que fue radical en su da y a la promocin de unamentalidad clientelar y corto-placista entre los liderazgos y las organi-zaciones de segundo grado. Otra crtica importante es la de Miguel An-gel Cabodevilla (2004) que escribe un libro apasionado sobre el geno-cidio de los llamados pueblos ocultos, grupos cercanos culturalmentea los huaoranis que viven en la Amazona con poco contacto con la so-ciedad ecuatoriana. Cabodevilla denuncia la participacin de miem-bros destacados de la Organizacin de la Nacionalidad Huaorani delEcuador (ONHAE) en las matanzas impulsadas por intereses madere-ros, as como la complicidad de la CONAIE, a la que la primera orga-nizacin pertenece, en encubrir estos hechos bajo el palio de la justiciatradicional y las costumbres ancestrales. Cabodevilla resalta la parado-ja de que estos pueblos amenazados por el genocidio son representa-dos ante el estado por la misma organizacin que est contribuyendoa aniquilarles.

    Gneroy etnicidad

    Los estudios de gnero en Ecuador comienzan a desarrollarse enlos aos ochenta y a institucionalizarse en los noventa (Cuvi, 2006;Herrera, 2001). El desarrollo de esta bibliografa ha estado relacionado

  • 30 JI Congreso ecuatoriano de Antropologay Arqueologa

    con dos preocupaciones: la necesidad de reconocimiento de la desi-gualdad de gnero y de los derechos de las mujeres a partir de un mo-vimiento feminista principalmente urbano y de clase media, y las agen-das de los organismos internacionales de desarrollo. Por estas razones,la mayora de los trabajos han sido aplicados y se han llevado a cabodesde fuera de la academia. La reflexin sobre gnero y etnicidad ha si-do escasa ya que han dominado los estudios sobre la opresin de la mu-jer en espacios privados de clase media, la desigualdad en espaciospblicos como la economa y la poltica, y el gnero en programas dedesarrollo (Herrera, 2001). Sin embargo, segn Herrera, la mayora delas investigadoras extranjeras que han trabajado en Ecuador sobre eltema de gnero han privilegiado el estudio de las mujeres indgenas yrurales (Crain, 1996; 1991;Weismantel, 1988; Stolen, 1987).

    Los primeros trabajos sobre gnero en contextos indgenas enEcuador se centraron el papel de la mujer en las economas campesi-nas. Se enfatiz la flexibilidad de los roles de gnero en los contextos in-dgenas de la sierra as como la dignidad del estatus de la mujer en lascomunidades indgenas (Poeschel, 1986; A. Martnez, 1998). Sin em-bargo, el trabajo pionero de Stolen (1987) desat una reflexin sobre laopresin y la violencia que sufren las mujeres campesinas de la sierra,en este caso mestizas. Sin embargo, la violencia contra las mujeres ru-rales fue caracterizada por Snchez Parga (1990) como una forma derestaurar la armona y como un ritual andino de lucha ligado al famo-so Tinkuy o lucha ritual pan-andina entre las comunidades de arriba yde abajo. En otras palabras, Snchez Parga interpret la violencia con-tra la mujer indgena como parte de la complementariedad andina.Desde entonces, el debate ha estado enfocado en definir si las socieda-des indgenas son igualitarias desde un punto de vista de gnero, ocaracterizadas por la violencia y la discriminacin contra la mujer. Es-te es un debate que no es especfico del Ecuador sino que se extiende alresto de los pases andinos. Este discurso de complementariedad de g-nero, que tambin es parte de la auto definicin de las organizacionesindgenas, justificara que las mujeres indgenas se enfoquen en la opre-sin tnica y no en la de gnero, as como la carencia de agendas comu-nes con las mujeres mestizas urbanas (Prieto et al., 2005; Prieto, 1998).Por otra parte se ha argumentado que las sociedades indgenas sonjerrquicas desde el punto de vista de gnero y que por lo tanto las mu-jeres indgenas se beneficiaran de una agenda feminista, as como la

    UsuarioResaltado

    UsuarioResaltado

  • JI Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa 31

    agenda feminista se enriquecera con una mayor diversidad tnica y declase (Prieto et al., 2005; Prieto, 1998).

    Las diferencias desde el punto de vista de los roles de gnero en-tre la sierra y la amazona tambin se han enfatizado en la bibliografa(Cervone, 1998). Mientras que las mujeres indgenas de la sierra, a pe-sar de las desigualdades existentes, se han beneficiado de la flexibilidadde los roles de gnero y de mayores espacios para la accin poltica, lasrelaciones de gnero en la amazona han estado caracterizadas porespacios separados para las mujeres y los hombres, y las mujeres pare-cen haber perdido poder e independencia con los procesos de moder-nizacin que han limitado sus espacios de accin tradicionales, porejemplo su acceso a la tierra (Cervone 1998).

    A menudo, la violencia y la opresin contra las mujeres indge-nas tanto de la sierra como de la amazona se ha interpretado como unainfluencia occidental o capitalista que ha enturbiado aquellas re-laciones tradicionales descritas como armoniosas. Esta idea es cuestio-nada por Blanca Muratorio (2001) que usando fuentes orales y de ar-chivo ha documentado que la violencia de gnero entre los napo-qui-chuas tiene races tanto internas a su propia tradicin como relaciona-das con el proceso de colonizacin. En resumen, tambin en los estu-dios de gnero y etnicidad ha dominado una actitud ce1ebratoria de loindgena, se ha insistido en la armona entre hombres y mujeres dificul-tado la crtica, y se han impuesto los estudios aplicados fuertemente in-fluidos por las fuentes de financiamiento y por los breves plazos paraconfeccionarlos.

    Los intelectuales indgenas y la antropologa

    Aunque el derecho de todos los ecuatorianos a recibir educacinfue reconocido en el siglo XIX (Ramn 1991), en la prctica la mayorade los indgenas y particularmente las mujeres fueron excluidos del sis-tema educativo hasta los aos sesenta o setenta en que se expandieronlos programas de alfabetizacin y educacin popular. Los esfuerzos delos partidos de izquierda junto con lderes indgenas que comenzarona abrir escuelas para nios campesinos en los aos cuarenta, de la igle-sia progresista con programas de alfabetizacin y educacin para niosy adultos indgenas, y de las mismas organizaciones indgenas que handemandado el derecho a la educacin en la propia lengua y cultura han

    UsuarioResaltado

  • 32 JI Congreso ecuatorianode Antropologiay Arqueologa

    permitido la formacin paulatina de un grupo de intelectuales indge-nas. Estos intelectuales se alfabetizaron, adquirieron educacin prima-ria y secundaria, ya partir de los aos setenta comenzaron a tener ac-ceso a la educacin superior y ms recientemente, aunque an en pe-queo nmero, a programas de post-grado. Algunos de ellos han dis-frutado de ayudas de la cooperacin internacional para realizar sus es-tudios al volverse ms conocido el movimiento indgena y al encontraramplio apoyo en el extranjero.

    A pesar de estos logros, su insercin en el mundo acadmico noes completa todava. A diferencia de hace unas dcadas, hoy se puedenver estudiantes, ponentes, y pblico indgenas en los espacios acadmi-cos del Ecuador. Sin embargo, una vez finalizados sus estudios, la ma-yora de los intelectuales han conseguido empleo en el movimiento po-ltico o en las burocracias interculturales nacionales o internacionales ytodava existe una gran resistencia a su acceso a trabajos acadmicos.Incluso la enseanza del kichwa est todava dominada por profesoresmestizos al nivel universitario. Como los espacios acadmicos que per-miten tiempo para la reflexin intelectual estn todava prcticamentecerrados para los intelectuales indgenas salvo algunas excepciones ycomo los intelectuales de los grupos tnicos estn insertos en espacioslaborales que requieren mucha accin, su produccin escrita es todavalimitada lo cual se intensifica por el miedo a escribir que es el resulta-do de siglos de exclusin colonial de la palabra escrita (Ramn 1991).Por estas razones, me atrevo a cuestionar el punto de vista de SegundoMoreno (en prensa: 15) de que "la temtica indgena, en un futuro nolejano, ser estudiada preferentemente por intelectuales indgenas:' Es-ta afirmacin, aunque deseable, me parece demasiado optimista a noser que cambie bastante el mundo acadmico ecuatoriano. Tomandoen cuenta estas dificultades, comentar brevemente algunos ejemplosde trabajos publicados por autores indgenas.

    En los aos setenta, los salesianos comenzaron a publicar el tra-bajo de autores amaznicos en la coleccin Mundo Shuar. En esto, co-mo en otros aspectos, tambin fueron pioneros. Un ejemplo es el librode Jos Vicente Iintiach (1976), un lder histrico de la FederacinShuar y uno de los primeros que tuvieron acceso a la educacin supe-rior en la Universidad Catlica. El libro es interesante porque refleja lasdificultades que sufrieron los jvenes shuar para adaptarse a las escue-las e internados de los salesianos. As, el libro deja ver la transicin, a

    UsuarioResaltado

  • II Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa 33

    veces dolorosa y a veces afortunada segn el autor, entre las dos cultu-ras. Iintiach retrata a los shuar como un pueblo deseoso de integrarse ala modernidad, ya que por ejemplo disfrutaban de las pocas pelculasque podan ver en Suca y de la msica de los Beatles. Como es carac-terstico de la igualitaria cultura shuar, siempre cuestionadora de la au-toridad, Iintiach es muy crtico de los salesianos. Segn Iintiach, lo msdoloroso para los adolescentes shuar internados en las escuelas salesia-nas fue la falta de libertad personal y la represin sexual. Sin embargo,Iintiach reconoce sin ambigedad la importancia que para los shuartuvo la oportunidad de educarse en la cultura occidental. No slo es in-teresante que los salesianos hayan publicado el trabajo de un autor in-dgena en una poca tan temprana, sino que se hayan atrevido a publi-car una obra que cuestionaba su propio quehacer misionero.

    Un trabajo mucho ms reciente que tambin cuestiona una vi-sin esencialista de los indgenas y que les presenta como un grupo ple-namente integrado a la modernidad y a la globalizacin es el libro deGina Maldonado (2004) Comerciantes y viajeros: de la imagen etnoar-queolgica de lo indgena al imaginario del kichwa otavalo universal.Maldonado cuestiona la imagen antropolgica de los otavalos congela-dos en el pasado a travs de entrevistas con jvenes otavaleos que sonempresarios y viajeros y que estn luchando para redefinir la identidadindgena en el contexto de la modernidad.

    Sin embargo, a diferencia de Iintiach y Maldonado, Raul Ilaqui-che (2004) actual vicepresidente de Ecuarunari, representa la culturaindgena como andada en el pasado pre-hispnico y esttica, para legi-timar la reivindicacin que el movimiento indgena hace del pluralis-mo legal, un derecho reconocido en la Constitucin de 1998. Ilaquichees poco crtico de la tensin entre la justicia indgena y los derechos hu-manos, que es uno de los cuellos de botella para la implementacin delpluralismo legal. As mismo retrata los usos y costumbres jurdicos delas comunidades como ancestrales, negando la evidencia del legado ha-cendatario en el tipo de castigos fsicos (por ejemplo el uso del ltigo oacial) y la forma simblica en que se llevan a cabo (por ejemplo invo-cando al padre, hijo y espritu santo).

    Los trabajos publicados por parte de intelectuales indgenas,aunque no abundan debido a las dificultades descritas arriba, y aunquesuelen estar ceidos a las tesis para adquirir grados acadmicos, nos

  • 34 JI Congreso ecuatoriano de Antropologay Arqueologa

    presentan una variedad de perspectivas que debemos tomar en cuentaen el debate acadmico.

    Conclusin

    Cmo afecta vivir en un contexto inestable, o intenso desde elpunto de vista de los cambios polticos y econmicos, el trabajo inte-lectual de los antroplogos que residen en Ecuador? Qu oportunida-des se presentan y que problemas aparecen para realizar trabajo acad-mico? Usar el ejemplo del pensamiento antropolgico sobre el temaindgena para tratar de responder estas preguntas. Por un lado hemosvisto que el trabajo antropolgico sobre el tema indgena surge desde lamisma realidad social, desde los proyectos polticos para transformar-la, y desde los mismos actores, de ah su carcter polticamente com-prometido y aplicado. Esto ha llevado a que muchas discusiones hayansido relevantes en lugar de triviales y a que los investigadores hayan es-tado bien informados, cosa que no siempre ocurre en otros contextosacadmicos. Sin embargo, puede que la combinacin entre accin y re-flexin haya tenido tambin sus limitaciones, particularmente la faltade tiempo y de distancia para una reflexin puramente acadmica delargo aliento. Por esta razn se da el hecho de que muchas veces los tra-bajos acadmicos ms interesantes han sido las tesis de licenciatura y depost-grado. Por otro lado, la volatilidad poltica y econmica as comola fragilidad institucional del mundo acadmico ecuatoriano ha lleva-do a que los investigadores tengan que cambiar sus temas de acuerdo ala coyuntura y a la disponibilidad de fondos de investigacin que a me-nudo le siguen a sta. O que hayan debido ajustarse a las agendas de losorganismos financiadores, sacrificando el trabajo independiente de lar-go plazo que es tan necesario para la reflexin intelectual. Otro aspec-to que se debera trabajar en la comunidad antropolgica es una mayordemocratizacin de los empleos y de las ideas, me refiero en particulara la mayor inclusin de las personas y de los aportes de acadmicas mu-jeres, y de acadmicos indgenas y afro ecuatorianos.

    Nota

    Algunas personas inspiraron este trabajo y ayudaron a mejorarlo con sus suge-rencias y comentarios. Quisiera agradecer a Deborah Poole, Vctor Bretn,

    UsuarioResaltado

  • JI Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa 35

    Francisco Rhon, Jos Ynez, Andrs Guerrero, Segundo Moreno, Carlos de laTorre, Mercedes Prieto, Gioconda Herrera, Carlos Arcos, Fernando Garca yotros colegas de FLACSO. Mara Pa Vera tambin contribuy a este trabajo co-mo asistente de investigacin.

    Referencias

    Librosy artculos

    Almeida, Ileana1996 Temas y cultura quichua en el Ecuador, Quito, Abya-Yala.

    Almeida, Jos1996 "Fundamentos del racismo ecuatoriano:' en Ecuador Debate numo

    38, pp. 55-71.Almeida, Jos et all.

    1993 Sismo tnico en Ecuador, Quito, CEDIME y Abya-Yala.Arcos Cabrera, Carlos

    2005 "Los avatares de la literatura ecuatoriana: El caso Chiriboga," en Le-tras, Chile, septiembre.

    Bartoli, Laura2002 Antropologa aplicada: Historia y perspectivas desde Amrica Latina,

    Quito, Abya- Yala.Becker, Marc y Clark, Kim

    2004 "Indigenous struggles for land rights on the Zumbahua hacienda intwentieth century Ecuador:' Ponencia preparada para la conferen-cia New Directions in the History of Rural Society, Iowa StateUniversity.

    Botasso, Juan1986 "Las nacionalidades indgenas, el estado y las misiones en el Ecua-

    dor:' en Ecuador Debate num.12, pp. 151-159.Bretn, Vctor

    2005 Capital social y etnodesarrollo en los Andes, Quito, CAAP.Bretn, Vctor

    2001 Cooperacin al desarrollo y demandas tnicas en losAndes ecuatoria-nos, Quito, FLACSOy Universidad de Lleida.

    Burgos, Hugo1997 [1970] Relaciones intertnicas en Riobamba, Quito, Corporacin Editora

    Nacional.Bustamante, Teodoro

    1988 La larga lucha del kakaram contra el sucre, Quito, Abya-Yala.

  • 36 JI Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa

    Estrategias de supervivencia en la comunidad andina, Quito, CAAP.

    Comunidad andina: Alternativas polticas de desarrollo, Quito,CAAP.

    CabodevilJa, Miguel Angel2004 El exterminio de los pueblos ocultos, Quito, CICAME.

    Cervone, Emma1998 Mujeres contracorriente: Vocesde lderes indgenas, Quito, CEPLAES.

    Cervone, Emma y Rivera, Freddy1999 Ecuador racista: imgenes e identidades, Quito, FLACSO.

    Chvez, Gina y Garca, Fernando2004 El derecho a ser: diversidad, identidad y cambio, Quito, FLACSO.

    Cornejo, Diego (ed.)1991 Indios: Una reflexin sobre el levantamiento indgena de 1990, Qui-

    to, ILDlS, Duende, Abya-Yala.Crain, Mary

    1996 "The Gendering of Ethnicity in the Ecuadorian Andes," en A.Stolen y M. Melhus (eds.), Machos, Mistresses and Madonnas, NewYork,Verso.

    Crain, Mary1991 "Poetics and Politics in the Ecuadorian Andes: Women's Narratives

    of Death and Devil Possession," en American Ethnologist vol. 18,num.1.

    CucureJla, LeoneJla2005 Abya- Yala: Tierra en plena madurez, Quito, Abya-Yala.

    Cuvi, Mara2006 Pensamiento feminista y escritos de mujeres en el Ecuador: 1980-

    1990, Quito, UNIFEM-UNICEF.De la Torre, Carlos

    2002 Afroquiteos: Ciudadana y racismo, Quito, CAAP.De la Torre, Carlos

    1996 El racismo en el Ecuador. Experiencias de los indios de clase media,Quito, CAAP. (Segunda edicin en 2002 con Abya-Yala).

    Escobar, Arturo2006 "Revisioning Latin American and Caribbean Studies: A Geopolitics

    of Knowledge Approach," en Latin American Studies Association Fo-rum vol. 37, numo 2, pp. 11-14.

    Garca, Fernando2002 Formas indgenas de administrar justicia, Quito, FLACSO.

    CAAP1984

    CAAP1981

  • JJ Congreso ecuatorianode Antropologiay ArqueoLoga 37

    Garcia, Fernando1980 "Introduccin;' en Revista de la Universidad Catlica vol. 8, numo

    26, pp. 7-14.Garca, Fernando

    1977 Cambios en la economa campesina a partir de la reforma agraria,Tesis de licenciatura, Pontificia Universidad Catlica del Ecuador,Quito.

    Greenhouse, Carol2002 "Introduction," en C. Greenhouse, E. Mertz, and K. Warren (eds.),

    Ethnography in Unstable Places: Everyday Lives in Contexts of Dra-matic Political Change, Durham, Duke University Press.

    Guerrero, Andrs1993 "La desintegracin de la administracin tnica en el Ecuador;' en

    Jos Almeida et al. (eds.), Sismo tnico en el Ecuador, Quito, CEDI-ME/Abya- Yala.

    Herrera, Gioconda2001 "Los estudios de gnero en e! Ecuador: entre el conocimiento y el

    reconocimiento," en Gioconda Herrera (ed.), Antologa de estudiosde gnero, Quito, FLACSO.

    Ilaquiche, Raul2004 Pluralismo jurdico y administracin de justicia indgena en Ecuador,

    Quito, Hans SeideI.Iturralde, Diego

    1980 Guamote: Campesinos y comunas, Otavalo-Ecuador, Instituto Ota-valeo de Antropologa.

    Iintiach, Jos Vicente1976 La integracin del estudiante shuar en su grupo social, Suca, Mun-

    do Shuar.Maldonado, Gina

    2004 Comerciantes y viajeros: de la imagen etnoarqueolgica de lo indge-na al imaginario del kichwa otavalo universal, Quito, FLACSO.

    Martnez, Alexandra1998 "La produccin de esteras en Yahuarcocha y la construccin de! sig-

    nificado de ser mujer y ser hombre;' en Cristbal Landzuri(coord.), Memorias del primer congreso ecuatoriano de antropologa,Quito, PUCE-Marka.

    Martnez Novo, Carmen2004 "Los misioneros salesianos y e! movimiento indgena de Cotopaxi

    1970-2004;' en Ecuador Debate numo 63, pp. 235-268.

  • 38 II Congreso ecuatoriano deAntropologa y Arqueologa

    Moreno Ynez, Segundo, manuscrito en prensa"Antropologa abierta, antropologa ambigua: Tendencias actualesde la antropologa ecuatoriana."

    Moreno Ynez, Segundo1992 Antropologa ecuatoriana: Pasado y presente, Quito, Ediguias.

    Moreno Ynez, Segundo1985 Sublevaciones indgenasen laAudiencia de Quito desdecomienzosdel

    S. XVIII hastafinales de la colonia, Quito, PUCE.Moreno Ynez, Segundo y Figueroa, Jos

    1992 El levantamiento indgena del Inti Raymi de 1990, Quito, Abya-Yala.Moya, Ruth

    1981 Simbolismo y ritual en el EcuadorAndino, Otavalo-Ecuador, Institu-to Otavaleo de Antropologa.

    Muratorio, Blanca2001 "History and Cultural Memory of Violence Against Indigenous

    Women in the Ecuadorian Upper Amazon;' manuscrito.Ospina, Pablo y Guerrero Fernando

    2003 El poder de la comunidad: Ajuste estructuraly movimiento indigenaen losAndes Ecuatorianos, Quito, CLACSo.

    Pelizzaro, Siro1990 Arutam: MitologiaShuar, Quito, Abya-Yala.

    Poeschel, Ursula1986 La mujer salasaca, Quito, Abya-Yala.

    Prieto, Mercedes2005 Mujeres ecuatorianas. Entre la crisis y las oportunidades 1990-2004,

    FLACSO, Quito.Prieto, Mercedes

    2004 Liberalismoy temor: Imaginando lossujetos indgenasen el Ecuadorpost-colonial, Quito, FLACSO.

    Prieto, Mercedes1998 "El liderazgo en las mujeres indgenas: tendiendo puentes entre g-

    nero y tnia," en E. Cervone (ed.), Mujeres contracorriente, Quito,CEPLAES.

    Prieto, Mercedes1980 "Haciendas estatales: un caso de ofensiva campesina," en O. Barsky

    et al. (eds.), Ecuador: cambios en el agro serrano, Quito, FLACSO/CEPLAES.

    Prieto, Mercedes, Cuminao, Clorinda, Flores, Alejandra, Maldonado,Gina yPequeo, Andrea

    2005 "Las mujeres indgenas y la bsqueda del respeto;' en MercedesPrieto (coord.), Mujeres ecuatorianas: Entre la crisis y las oportuni-dades, Quito, FLACSO.

  • JI Congreso ecuatoriano deAntropologa y Arqueologa 39

    Rahier, lean Muteba1998 "Blackness, the Racial Spacial Order, Migrations and Miss Ecuador

    1995-1996;' en American Anthropologistvol. 100, numo 2, pp. 421-430.

    Ramn, Galo1991 "Ese secreto poder de la escritura," en Diego Cornejo (Coord), In-

    dios, Quito, ILDlS, Duende y Abya-Yala.Ramn, Galo

    1987 La resistencia andina: Cayambe 1500-1800, Quito, CAAP.Rodrguez, Lilia

    1994 Mujeres de Solanda, Quito, ILDlS.Roseberry, William

    1994 Anthropologies and Histories, New Brunswick, Rutgers UniversityPress.

    Rubenstein, Steven2005 "La conversin de los Shuar," en Iconos, numo 22, pp. 27-48.

    Rubio Orbe, Gonzalo1973 "Prlogo," en Gladys Villavicencio, Relaciones intertnicasen Otava-

    lo, Mexico, Instituto Indigenista Interamericano.Rueda, Marco Vinicio

    1982 La fiesta religiosa campesina, Quito, Ediciones de la Universidad Ca-tlica.

    Salazar, Ernesto1986 Pioneros de la selva, Quito, Abya-Yala.

    Snchez Parga, Jos2002 Crisis en torno al Quilotoa: Mujer, cultura y comunidad, Quito,

    CAAP.Snchez Parga, Jos, 1990, Por qu golpearla? Etica, esttica y ritual en losAn-

    des, Quito, CAAP.Santana, Roberto

    2004 "Cuando las lites indgenas giran en redondo: el caso de los lide-razgos indgenas en Ecuador," en EcuadorDebatenumo 61, pp. 235-258.

    Stolen, Kristi Anne1987 A media voz: relaciones de gnero en la sierra ecuatoriana, Quito, CE-

    PLAES.Trujillo, Jorge

    1993 "La insurreccin imaginaria," en Almeida et al. (eds.), Sismo tnicoen el Ecuador, Quito, CEDlME/Abya-Yala.

  • 40 JI Congreso ecuatoriano de Antropologa y Arqueologa

    Villavicencio, Gladis1973 Relaciones intertnicas en Otavalo. Una nacionalidad india en for-

    macin? Mxico, Instituto Indigenista Interamericano.Weismantel, Mary

    1988 Food, Gender, and Poverty in the Ecuadorian Andes, Philadelphia,University of Pennsylvania Press.

    Ynez, Jos1988 Yo declaro con franqueza. Cashnami causashcanchic, Quito, Abya-

    Yala.Zamosc, Len

    1993 "Protesta agraria y movimiento indgena en la sierra ecuatoriana;'en Almeida et al. (eds.), Sismo tnico en el Ecuador, Quito, CED1-ME/Abya-Yala.

    Materiales audioviduales

    Audiovisuales Don Bosco. Abya- Yala.Audiovisuales Don Bosco. Misiones en el Oriente.Audiovisuales Don Bosco. Rumicruz.Audiovisuales Don Bosco. Salesianos en el Ecuador.