156
1 Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos energéticos extremos en el Parque Nacional Natural Islas del Rosario Lizeth Yamile Puerres Torres Universidad Nacional de Colombia Facultad de Minas Medellín - Colombia Julio 2016

Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

  • Upload
    others

  • View
    7

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

1

Indicadores sedimentológicos

de Eventos oceánicos energéticos extremos en el

Parque Nacional Natural Islas del Rosario

Lizeth Yamile Puerres Torres

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Minas

Medellín - Colombia

Julio 2016

Page 2: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

2

Indicadores sedimentológicos

de Eventos oceánicos energéticos extremos en el

Parque Nacional Natural Islas del Rosario

Lizeth Yamile Puerres Torres

Tesis presentada como requisito parcial para optar al título de:

Magister en Ingeniería – Recursos Hidráulicos

Directora

PhD. Gladys Bernal Franco

Línea de Investigación: Geología Marina - Paleoceanografía

Grupo de Investigación:

OCEÁNICOS

Universidad Nacional de Colombia

Facultad de Minas

Medellín - Colombia Julio 2016

Page 3: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

3

Todo para la Gloria de Dios.

A mis Padres, mis hermanos, mis abuelos y para mi ángel preferido Mauri…

Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos...

(Antoine de Saint-Exupéry)

Page 4: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

4

Page 5: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

5

Agradecimientos

Primero que todo mi mayor agradecimiento es para Dios, porque su amor es tan

palpable que me brinda oportunidades como estas. A mi familia quien me ha brindado

todo su apoyo en este camino y sigue confiando en mí.

A mi tutora Gladys Bernal por confiar en mis capacidades para hacer este trabajo, por

su tiempo y dedicación para guiarme en este proceso.

A todas las personas que hicieron parte del Proyecto “Eventos Extremos en ecosistemas

Insulares”, con quienes compartí en las salidas de campo e intercambiamos

conocimiento. A María Isabel Echavarría, Yuly Pereira, Alejandra Maldonado, Andrea

Motta, Diego Torres, Jennifer Bernal, por el aporte que hicieron con su trabajo a este

producto final y a los “Chispitas” por su gran trabajo en la creación del nucleador.

También agradezco a Víctor Saavedra por su tiempo ayudándome en los temas de

Hidrodinámica, a Andrea Galeano por su tiempo con el análisis de eventos extremos y a

los profesores que aportaron nuevos conocimientos para mí: Ligia Urrego, Andrés

Osorio, Sergio Restrepo.

Lo mejor de esta aventura fue haber coincidido con ustedes: Davis, Cata y León, sin

ustedes este camino hubiese sido más pesado, gracias por las sonrisas, por la compañía,

por nuestras horas de tinto, definitivamente “regalos de la vida” que se ganaron un

pedazo de mi corazón.

Page 6: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

6

RESUMEN El mar Caribe colombiano ha estado sometido a la ocurrencia de eventos extremos tales

como el paso de frentes fríos en la época seca del año; coletazos de huracanes y paso de

tormentas tropicales en la época húmeda; y eventos esporádicos como tsunamis. Con el fin

de entender la variabilidad e impacto de estos eventos sobre el archipiélago de las Islas del

Rosario, se analizaron series de tiempo de nivel del mar, vientos y olas, y se hizo un análisis

de distintos ambientes sedimentarios para buscar su relación. Se extrajeron dos núcleos de

sedimentos, uno en una laguna de manglar en Isla Rosario y otro en la laguna arrecifal de

Pajarales. Se realizó un muestreo superficial en 29 puntos en todo el Archipiélago a una

profundidad promedio entre 5 y 8 m. Se obtuvieron muestras de dos terrazas arrecifales y

12 cordones de playa en Isla Rosario. La distribución superficial de Foraminíferos

bentónicos (FB) mostró que la asociación A. beccarii, Q. agglutinans, A. angulatus, P.

meditarrenensis, A. radiata y D. bermudiana es indicadora de ambientes menos

energéticos y la asociación P. nipponica y A. lessonii es indicadora de ambientes de alta

energía. La granulometría, los FB y las dataciones por 14C en laguna Pajarales indicaron la

existencia de una tempestita producto de un evento de alta energía ocurrido después de

1655 AD, la cual ha estado sometida a resuspensión por el paso de los eventos extremos de

la zona. Los cordones de playa son el ejemplo del paso de tormentas. Cerraron la laguna de

manglar, ocasionando que ésta pasara de tener un ambiente marino a insular (cerrado). Las

dataciones de 210Pb y 14C realizadas en el núcleo extraído en la laguna de manglar y el

modelo de edad planteado en este trabajo indicaron que el cierre ocurrió

aproximadamente en el año 1657 AD, fecha que sirvió de referencia para obtener el

periodo de formación de los cordones de playa (aproximadamente 70 años).

Palabras Claves: Islas del Rosario, eventos extremos, núcleos de sedimentos, cordones de

playa, foraminíferos bentónicos.

Page 7: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

7

Contenido

1. Generalidades

1.1 Antecedentes y Justificación .......................................................................................... 18

1.2 Planteamiento del Problema .......................................................................................... 22

1.3 Objetivo General ............................................................................................................. 23

1.3.1 Objetivos Específicos ............................................................................................... 23

1.4 Hipótesis .......................................................................................................................... 24

2. Marco Teórico 2.1 Los eventos Extremos ..................................................................................................... 25

2.2 Impacto de los eventos extremos en los ecosistemas marinos.................................... 27

2.3 Sedimentos y foraminíferos como indicadores de eventos extremos ......................... 29

2.4 Cordones de Playa o “Beach Ridges” ............................................................................. 30

2.5 Huracanes en la Costa Caribe Colombiana .................................................................... 33

2.6 Tsunamis en el Caribe ..................................................................................................... 34

3. Metodología 3.1 Análisis de Eventos Extremos ......................................................................................... 36

3.2 Índice de energía ............................................................................................................. 37

3.3 Muestreo de Sedimentos ............................................................................................... 38

3.3.1 Muestreo Superficial ................................................................................................ 38

3.3.2 Muestreo Laguna Pajarales ..................................................................................... 39

3.3.3 Muestreo Laguna de Manglar ................................................................................. 40

3.3.4 Muestreo Cordones de playa .................................................................................. 40

3.3.5 Muestreo Terrazas Arrecifales ................................................................................ 41

3.4 Análisis de Laboratorio .................................................................................................... 43

3.4.1. Submuestreo de los núcleos .................................................................................. 43

3.4.2 Granulometría .......................................................................................................... 43

Page 8: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

8

3.4.3 Foraminíferos Bentónicos........................................................................................ 44

3.4.3 Dataciones ................................................................................................................ 44

3.4.4 Variables geoquímicas ............................................................................................. 46

4. Área de Estudio 4.1 Generalidades .................................................................................................................. 47

4.2 Contexto Geológico ......................................................................................................... 49

4.3 Climatología y Oceanografía general ............................................................................. 51

5. Análisis de Variables físicas 5.1 Velocidad del Viento (W) ................................................................................................ 53

5.2 Altura de Ola significante (Hs) ........................................................................................ 55

5.3 Periodo Pico (Tp) ............................................................................................................. 58

5.4 Nivel del Mar (Marea) ..................................................................................................... 62

5.5 Índice de Flujo de Energía. .............................................................................................. 65

6. Caracterización sedimentológica 6.1 Sedimentos Superficiales ................................................................................................ 67

6.1.1 Granulometría .......................................................................................................... 67

6.1.2 Caracterización de Foraminíferos Bentónicos ........................................................ 69

6.2 Núcleo Laguna Pajarales ................................................................................................. 77

6.2.1 Granulometría .......................................................................................................... 77

6.2.2 Dataciones ................................................................................................................ 79

6.2.3 Caracterización de foraminíferos Bentónicos ........................................................ 80

6.2.4 Carbonatos ............................................................................................................... 85

6.2.5 Materia Orgánica ..................................................................................................... 86

6.2.6 Cuantificación de Terrígenos ................................................................................... 87

6.3 Núcleo Laguna de Manglar (Isla Rosario) ....................................................................... 89

6.3.1 Granulometría .......................................................................................................... 89

6.3.2 Dataciones ................................................................................................................ 91

6.3.3 Caracterización de foraminíferos Bentónicos ........................................................ 95

6.4 Cordones de Playa (Isla Rosario) .................................................................................. 100

Page 9: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

9

6.4.1 Características generales ....................................................................................... 100

6.4.1. Granulometría ....................................................................................................... 105

6.4.2 Caracterización de foraminíferos Bentónicos ...................................................... 106

6.4.3 Dataciones .............................................................................................................. 111

6.5 Terrazas arrecifales (Isla Rosario) ................................................................................. 111

6.5.1 Granulometría ........................................................................................................ 111

6.5.2 Caracterización de foraminíferos Bentónicos ...................................................... 113

7. Análisis estadísticos 7.1 Matrices de Correlación ................................................................................................ 115

7.1.1 Sedimentos Superficiales ....................................................................................... 115

7.1.2 Núcleo de Manglar ................................................................................................. 117

7.1.3 Cordones de Playa ................................................................................................. 118

7.2 Análisis de Componentes principales (PCA)................................................................. 119

7.2.1 Sedimentos Superficiales ....................................................................................... 119

7.2.2 Núcleo de Manglar ................................................................................................. 126

7.2.3 Cordones de Playa ................................................................................................. 129

8. Discusión

9. Conclusiones

10. Bibliografía

11. Anexos

Page 10: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

10

Tabla de Figuras

Figura 2-1. Diagrama esquemático que muestra cómo los cambios en la media y la varianza

afectan climas extremos. Tomado de (Meehl et al., 2000).

Figura 2-2. Construcción de un cordón de playa según Psuty. Depositación en condiciones

normales y retrabajamiento por tormentas. Tomado de (Taylor & Stone, 1996).

Figura 2-3. Tormentas y Huracanes cerca de la Costa Caribe Colombiana. Tomado de (Ortiz

Royero, 2012).

Figura 2-4. Eventos de Tsunami en el caribe con testimonio. Tomado de (Caicedo et al.,

2014).

Figura 3-1. Muestreo superficial en todo el Archipiélago de Islas del Rosario a una

profundidad entre 5 y 8 m.

Figura 3-2 A) Muestreo núcleos Laguna Pajarales B) Extracción de núcleo Laguna pajarales

C) Muestreo Núcleo de Manglar (IR-1), terrazas arrecifales (T1, T2) y Cordones de Playa en

Isla Rosario D) Muestreo de Cordones manual. E) Muestreo Terrazas arrecifales.

Figura 3-3. Perfil general de Cordones de Playa.

Figura 3-4. Muestreo en las terrazas arrecifales (T1 y T2) en Isla Rosario.

Figura 3-5. Perfiles de Playa tomados en Isla Rosario.

Figura 3-6. Muestras escogidas para datación según el interés investigativo en los registros

sedimentarios.

Figura 4-1. Área de estudio – Archipiélago de Islas del Rosario.

Figura 4-2. Unidades ecológicas coralinas de Islas del Rosario. Mapa tomado de (Barrios et

al., 2000).

Figura 4-3. Mapa geológico general del área de estudio. Tomado de (Vernette, 1989).

Page 11: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

11

Figura 4-4.Posible formación de Isla Tesoro. 1) Domo diapírico. 2) Banco Coralino. 3) Isla de

Caliza kárstica. 4) Elevación tectónica 5) Estado actual. Tomado de (Sánchez M., 1995).

Figura 5-1. Serie de Tiempo para W.

Figura 5-2. Series de Tiempo para Hs (1979 -1991) y (1992 – 2015).

Figura 5-3. Series de Tiempo para Tp (1979 -1991) y (1992 – 2015).

Figura 5-4. Serie de Tiempo para marea (1950 -2013).

Figura 5-5. Mapas de valores medios de Hs y Tp en IROS.

Figura 5-11. IFE para Islas del Rosario.

Figura 6-1. Tamaño medio de grano para las muestras superficiales tomadas entre 5 y 8m

de profundidad.

Figura 6-2. Distribución espacial de la Selección en todo el Archipiélago de Islas del Rosario.

Figura 6-3. Distribución espacial de bimodalidad (Muestra multimodad: cuadro rojo)

Figura 6-4. Distribución superficial de abundancias de FB en Islas del Rosario

Figura 6-5. Distribución superficial del porcentaje de Fragmentos de foraminíferos por

muestra.

Figura 6-6. Distribución superficial del porcentaje de foraminíferos desgastados por

muestra.

Figura 6-7. Distribución superficial de los subórdenes.

Figura 6-8. Especies más abundantes en las muestras superficiales – Islas del Rosario.

Figura 6-9. Distribución espacial de Amphistegina lessonii.

Figura 6-10. Distribución espacial especie Pararotalia nipponica.

Figura 6-11. Distribución espacial especie Ammonia beccarii.

Page 12: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

12

Figura 6-12. Distribución espacial especie Quinqueloculina agglutinans.

Figura 6-13. Biodiversidad: Índice de Shannon-Weaver.

Figura 6-14. Variabilidad de algunos parámetros estadísticos para el núcleo de Laguna

Pajarales.

Figura 6-15. Granulometría de Lodos – núcleo Laguna Pajarales.

Figura 6-16. Fechas de Datación por 14C en el núcleo de Pajarales.

Figura 6-17. Abundancia absoluta de FB y Porcentaje de Fragmentos – Núcleo L. Pajarales.

Figura 6-18. Porcentaje de Carbonatos en el núcleo de Laguna Pajarales.

Figura 6-19. Estratigrafía del núcleo de Manglar.

Figura 6-20. Tamaño de grano medio y selección del núcleo de Laguna de Manglar (parte

calcárea).

Figura 6-21. Dataciones en el núcleo de manglar.

Figura 6-22. Perfil estratigráfico del contenido de 210Pb y 137Cs.Tomado de los resultados

enviados por el Laboratorio.

Figura 6-23. A) Abundancia total de FB. B) Variabilidad de Subórdenes de FB – núcleo de

manglar.

Figura 6-24. A) Especies dominantes. B) Especies dominantes sin A. tepida

Figura 6-25. Abundancia relativa de Amphistegina sp1. (A. Fósil).

Figura 6-26. Especies más dominantes en el núcleo de Manglar – Isla Rosario. a) Ammonia

tepida. b) Ammonia beccarii, c) Ammonia limnetes, d) Trochammina inflata, e)

Arenoparrella mexicana y d) Amphistegina sp1.

Figura 6-27. Índice de Shannon (Shannon & Weaver, 1949).

Page 13: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

13

Figura 6-28. A) Cordones de playa colonizados por vegetación (antiguas). B) Cordones de

playa recientes.

Figura 6-29. Ubicación de los Perfiles tomados en la playa de Isla Rosario.

Figura 6-30. Perfiles de Playa 1. (P1 hasta P4).

Figura 6-31. Erosión entre los cordones de playa 5 y 6.

Figura 6-32. Perfiles de Playa 2. (P5 hasta P8).

Figura 6-33. Perfiles de Playa 3. (P9 y P10).

Figura 6-34. Perfil general para los cordones de playa en Isla Rosario.

Figura 6-35. a) Tamaño medio de los granos - Cordones. b) Grado de selección – Cordones.

Figura 6-36. Abundancias Totales de FB en Cordones de Playa.

Figura 6-37. Porcentaje de Fragmentos de FB en Cordones de Playa – Isla Rosario.

Figura 6-38. Especies más abundantes en los cordones de playa – Isla Rosario.

Figura 6-39. Especies de foraminíferos dominantes en los cordones de playa – Isla Rosario

Figura 6-40. Especies más abundantes en los cordones de playa – Isla Rosario.

Figura 6-41. a) Amphistegina lessonii. b)Pararotalia nipponica. c)Quinqueloculina

agglutinans. d)Astirigerina guerichi. e)Pyrgo inornata. f)Archaias angulatus.

g)Cymbaloporetta squammosa. h)Trochammina inflata. i)Neoconorbina terquemi. j)

Planorbulina meditarrenensis.

Figura 6-42. Índice Shannon (Diversidad) para los cordones de playa.

Figura 6-43. Granulometría de la Terraza 1.

Figura 6-44. Granulometría de la Terraza 2.

Figura 6-45. Abundancias totales de FB en terrazas arrecifales.

Figura 6.46. Especies dominantes en las terrazas (T1 y T2).

Page 14: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

14

Figura 7-1. Diagrama de Vectores (PCA1 – Muestras superficiales).

Figura 7-2. Distribución espacial de las cuatro componentes principales.

Figura 7-3. Diagrama de vectores (PCA2 - Muestras superficiales).

Figura 7-4. Distribución espacial de las cuatro componentes principales del PCA2.

Figura 7-5. Diagrama de vectores (PCA – Núcleo de Manglar).

Figura 7-6. Variabilidad de las cuatro componentes principales del PCA – núcleo de

manglar.

Figura 7-7. Diagrama de Vectores (PCA – Cordones de playa).

Figura 7-8. Variabilidad de las cuatro componentes principales del PCA – cordones de playa.

Page 15: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

15

Lista de Tablas

Tabla 5-1. Eventos extremos de W, que superaron el percentil 99. Tabla 5-2. Eventos extremos más duraderos e intensos en IROS de W

Tabla 5-3. Eventos extremos de Hs, que superaron el percentil 99 entre 1979-1991.

Tabla 5-4. Eventos extremos de Hs, que superaron el percentil 99 entre 1992-2015.

Tabla 5-5. Eventos extremos más duraderos e intensos en IROS de Hs (1979-2015).

Tabla 5-6. Eventos extremos de Tp, que superaron el percentil 99 entre 1979-1991.

Tabla 5-7. Eventos extremos de Tp, que superaron el percentil 99 entre 1992-2015.

Tabla 5-8. Eventos extremos más duraderos e intensos en IROS de Tp (1979-2015).

Tabla 5-9. Eventos extremos que superaron el percentil 99 para marea (1950-2013).

Tabla 5-10. Eventos extremos más duraderos e intensos en IROS de marea (1950-2013).

Tabla 6-1. Subórdenes de FB para las cuatro capas del núcleo Pajarales.

Tabla 6-2.Especies más abundantes en el núcleo de Pajarales.

Tabla 6-3.Abundancias totales promedias de las especies dominantes en el núcleo de

Pajarales

Tabla 6-4. Porcentaje de Materia Orgánica promedio en cada capa del núcleo de Pajarales

Tabla 6-5. Cuantificación de terrígenos por composición química de biogénicos.

Tabla 6-6. Tasas de sedimentación resultado del modelo de edad planteado.

Tabla 6-7. Resumen de las edades planteadas por los modelos de edad.

Tabla 6-8. Altura y amplitud de los cordones de playa en Isla Rosario.

Page 16: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

16

Tabla 7-1. Matriz de correlación de variables en muestras superficiales. Se resaltan las

correlaciones con nivel de significancia mayor al 95%.

Tabla 7-2. Matriz de correlación – núcleo de Manglar. Se resaltan las correlaciones con

nivel de significancia mayor al 95%.

Tabla 7-3. Matriz de correlación – Cordones de playa. Se resaltan las correlaciones con nivel

de significancia mayor al 95%.

Tabla 7-4. Importancia de las Componente principales para el PCA1.

Tabla 7-5. Variables que explican cada componente principal.

Tabla 7-6. Importancia de las Componente principales para el PCA2.

Tabla 7-7. Variables que explican las cuatro componentes principales.

Tabla 7-8. Importancia de las Componente principales para el PCA – núcleo de manglar

Tabla 7-9. Variables que explican las cuatro componentes principales (Núcleo de manglar).

Tabla 7-10. Importancia de las Componente principales para el PCA – cordones de playa.

Tabla 7-11. Variables que explican las cuatro componentes principales (cordones).

Page 17: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

17

Lista de Símbolos

C1 = Cordon 1

C2 = Cordon 2, C3…. C12.

E = Zanja o erosión

FB = Foraminíferos Bentónicos

FD = Foraminíferos Desgastados

FF = Fragmentos de Foraminíferos

Hs = Altura de Ola Significante

IFE = Índice de Flujo de energía

IROS = Islas del Rosario

L = longitud de onda

M = marea

MHs = Media Altura de ola significante

MO = Materia Orgánica.

MTp = Media Periodo Pico

PCA = Análisis de Componentes

principales.

Tp = Periodo pico

T1 = Terraza 1

T2 = Terraza 2

W = Velocidad del Viento

Page 18: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

18

1. Generalidades

1.1 Antecedentes y Justificación Existe un amplio consenso de que los efectos más peligrosos del cambio climático están

relacionados con un aumento potencial (en la frecuencia y / o intensidad) de fenómenos

meteorológicos y climáticos extremos (Sura, 2011; Ebi & Bowen, 2016). Estos eventos han

atraído una atención considerable en diversos campos científicos, a causa de su impacto

catastrófico y de la falta de instrumentos matemáticos especializados para el análisis de la

física que conllevan (Cousins & Sapsis, 2014). Pero uno de los mayores problemas para el

análisis de estos eventos climáticos extremos en la mayoría del mundo es la falta de acceso

a los datos, la calidad de estos a largo plazo y su longitud ya que por lo general abarcan

periodos de tiempo pequeños, los cuales no permiten tener un buen control histórico

(Easterling et al., 2000). Así mismo, el aumento en las sequías, precipitaciones e

inundaciones, no está bien entendido debido a la falta de observaciones directas de la

variabilidad en escalas históricas (IPCC, 2014). Sin embargo, muchos de los modelos

climáticos hasta el momento muestran que el aumento de estos eventos extremos tiene

relación directa con el incremento de los gases de efecto invernadero (Easterling et al.,

2000).

La magnitud de los impactos aumenta la severidad de las consecuencias y los períodos de

retorno disminuyen en un entorno cambiante, por lo tanto el tiempo de recuperación de

desastres podría necesitar años (Ebi & Bowen, 2016). No todos los eventos extremos son

dañinos. Aunque los eventos meteorológicos y climáticos extremos pueden tener efectos

negativos sobre la sociedad y los ecosistemas, para algunos sistemas estos pueden ser

beneficiosos (Meehl et al., 2000). En todo caso, con cambios constantes, es evidente que

podría aumentar la vulnerabilidad de las personas, las comunidades y ecosistemas, sobre

todo en países de bajos y medianos ingresos, lo que maximiza la gravedad del impacto

cuando ocurre un evento (Ebi & Bowen, 2016).

Eventos oceánicos energéticos extremos como oleaje, vientos fuertes, aumentos de nivel

del mar y anomalías en las corrientes, asociados con el paso de frentes fríos, tsunamis y

Page 19: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

19

huracanes o tormentas, acechan los ecosistemas marinos y modelan la morfología de las

zonas insulares. Su impacto puede ser tanto positivo como negativo según el grado de

vulnerabilidad de la zona. Por ejemplo, un tsunami puede dañar los ecosistemas marinos a

su paso; puede llevar sedimentos y escombros de tierra hacia el mar lo que ocasionaría que

los sedimentos y los desechos puedan sofocar y raspar los hábitats del fondo marino. Las

fuerzas físicas de un tsunami son lo suficientemente potentes como para hacer rodar

cabezas de coral de un metro de ancho por el fondo marino o para desarraigar manglares

(Bahuguna et al., 2008).

Las tormentas son otro de los fenómenos devastadores y sus efectos en barreras de arena

costera han recibido gran atención, en parte debido al aumento de la ocupación humana

de las costas expuestas (Anthony, 2013). Uno de los resultados de su impacto es la erosión

costera. Las tormentas pueden retrabajar los sedimentos de la playa, permitiendo acreción

o erosión. En la costa atlántica de los EE.UU., las tormentas del noreste producen

transporte de sedimentos hacia el mar, mientras que las tormentas del suroeste hacia

tierra, pero la respuesta de estos sedimentos no es tan sencilla como parece, ya que está

controlada por múltiples factores relacionados con las características de la tormenta

incidente, la morfología costera y el suministro de sedimentos (Anthony, 2013). Pero la

actividad de estos eventos, además de impactar ecosistemas y playas, pueden afectar la

circulación termohalina de los océanos que tiene una importante influencia en el clima

regional y global (Emanuel, 2005), ocasionando así eventos extremos climáticos como los

nombrados anteriormente.

Estos cambios oceánicos energéticos extremos locales o regionales afectan no solo a la

población humana sino a los ecosistemas, en cuanto a abundancia, distribución de

especies, morfología y comportamiento (Easterling et al., 2000). Por lo tanto, se hace

necesario conocer estos eventos extremos y sus consecuencias para recolectar información

tanto observacional como experimental en varios ecosistemas, en varios tiempos y a

distintas escalas. Así, es importante contar con la información de eventos extremos

históricos, buscando comparar las condiciones medias y magnitudes de estos con el

presente (Jentsch et al., 2007).

Page 20: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

20

El estudio de los eventos extremos pasados, se conoce a la fecha gracias a la

Paleotempestología, que hasta el momento solo se ha enfocado en el estudio de eventos

prehistóricos de ciclones tropicales pero que técnicamente puede extenderse a eventos de

altas latitudes. Esta reconstrucción de eventos extremos del pasado se hace desde la

evidencia sedimentaria o erosiva dejada en el paisaje como resultado de la marejada o

acción del oleaje (Nott, 2004). Estos eventos pueden ser registrados en los sedimentos a

través de cordones de playa o “beach ridges” y núcleos de sedimentos, que constituyen

otros elementos fundamentales para estudios Paleoceanográficos. Así, los cordones de

playa funcionan como indicadores sensibles de los cambios del nivel de mar y del litoral

pasado (Otvos, 2000; Tamura, 2012) y permiten además reconstruir ciclones tropicales a

una escala milenaria siempre y cuando estos cordones estén compuestos por fragmentos

de corales, conchas y arena gruesa (Forsyth et al., 2010; Nott, 2004). Tamura (2012),

plantea que cordones compuestos por material grueso solo pueden ser erosionados o

movidos por eventos de alta energía, ya que los materiales finos pueden ser lavados

regresando al mar sin depositarse. Bendixen et al., (2013), confirmaron esto proponiendo

que solo se puede hacer reconstrucción de ciclones en playas formadas por guijarros o

material grueso.

Otro de los registros sedimentarios de eventos extremos pasados son los núcleos de

sedimentos marinos. Comúnmente usados en Paleoceanografía, sirven como una

herramienta de información válida sobre el fondo marino, sedimentación y cambios

ambientales. Muchas de las investigaciones en cambio climático global, clima pasado, o

cambios en la circulación oceánica han sido realizadas a partir de estos núcleos, logrando

así entender el pasado y predecir el mundo futuro (Rothwell & Rack, 2006). Por ejemplo,

Donnelly & Woodruff (2007) lograron reconstruir la historia de una laguna marina en

Puerto Rico (Playa Grande) con núcleos de sedimentos extraídos del fondo marino que

mostraban el momento en el que esta laguna se cerró y se detuvo el aporte marino.

Los eventos extremos en el Mar Caribe involucran el paso de huracanes, tormentas

tropicales y tsunamis (estos últimos menos frecuentes). Se han registrado en los últimos

100 años, aproximadamente 1000 tormentas tropicales y 200 huracanes de categoría 2 – 5

ocurridos en el mar Intra-Americano (Scheffers et al., 2009). Cerca de la costa colombiana

se ha registrado el paso de algunos huracanes como Bret en 1993, que pasó encima de la

Page 21: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

21

Sierra Nevada de Santa Marta, y Joan en 1988 el cual causó daños severos asociados a

inundaciones (Ortiz Royero, 2007). En el Archipiélago islas del Rosario la dinámica marina

está influenciada significativamente por la intensidad y la estacionalidad de los efectos de

los vientos alisios en aguas poco profundas y los crecientes niveles del mar, lo que ha

ocasionado erosión constante en los últimos 50 años (Restrepo et al., 2012), impactando la

zona costera y sus ecosistemas. Estos procesos se traducen en los depósitos sedimentarios

que quedan como respuesta a muchos de estos eventos extremos.

Registros sedimentarios tales como cordones de playa, núcleos marinos, o depósitos de

sedimentos son buenos indicadores de estos eventos (Nott et al., 2009). Estos autores

muestran que los cordones de playa o “beach ridges” son un relieve con un archivo de casi

6000 años de historia de los ciclones tropicales intensos en Australia, lo que es importante

para la evaluación de riesgos a largo plazo. Dentro de estos sedimentos existen microfósiles

que son usados como indicadores de cambios dentro de los ecosistemas marinos. Uno de

estos son los foraminíferos que son organismos sensibles a los cambios ambientales y son

fáciles de analizar (Payne, 2013). Por ejemplo, las asociaciones de foraminíferos pueden

decirnos la profundidad del agua de donde los sedimentos fueron traídos, o la distancia de

transporte antes de la depositación (Mamo et al., 2009). Lamentablemente, en Colombia

los foraminíferos han sido poco estudiados como indicadores de sedimentación en las

zonas insulares.

Es claro que existen vacíos en la información en cuanto a la ocurrencia y respuesta de los

ecosistemas ante eventos oceánicos energéticos extremos, tanto a nivel global y en

particular en la zona de las Islas del Rosario. También se desconoce cómo responden los

sedimentos y foraminíferos ante estos eventos. Por lo tanto, esta investigación contribuirá

a mejorar el conocimiento sobre la dinámica de los registros sedimentarios, el uso de

foraminíferos como indicadores de estos eventos y a entender el sistema de eventos

extremos pasados que han afectado el área de estudio, y así en un futuro poder plantear y

generar estrategias de protección y conservación de este Parque Nacional Natural.

Page 22: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

22

1.2 Planteamiento del Problema

En el mar Caribe los eventos energéticos extremos más conocidos están asociados con

huracanes, tormentas tropicales y tsunamis. Estos han logrado impactar las costas

colombianas pero no se tienen registros de la mayoría de ellos. Aunque en un bajo número

comparado con otras localidades del mar Intramericano, la costa Caribe Colombiana ha

sido impactada por tormentas y huracanes. Huracanes como Joan, Bret y Cesar son la

evidencia del paso de estos tocando la costa. La Isla de San Andrés ha sido y es una de las

zonas más afectadas, registrando el paso de 12 tormentas (Ortiz Royero, 2007). San Andrés

recibió el mayor impacto de Joan debido a que fue categoría 4 cuando se acercó a la isla,

generando vientos de 220Km/h y olas de 12 m de altura (Ortiz Royero et al., 2008). Aunque

no hay informes oficiales de los daños sufridos por el paso de este huracán, cerca de 660

turistas fueron evacuados de la Isla de San Andrés y se estima que 50.000 personas se

vieron afectadas en toda la costa colombiana (Ortiz Royero, 2012).

En cuanto a tsunamis, hasta hoy no hemos encontrado testimonios de impacto de tsunami

en costas colombianas del Caribe. Esto puede ser debido a que ninguno de los tsunamis

ocurridos en el Caribe llegó a tener efectos notables en poblaciones colombianas o las olas

de tsunami que pudieron haber llegado se percibieron como “mares de leva” que es un

fenómeno frecuente en la zona (Caicedo, 2014).

En cuanto a los mares de leva, hay alguna información sobre su ocurrencia y efectos en

Colombia. Gutiérrez et al., (2012) describen cómo fue la respuesta del medio marino a

eventos meteorológicos durante el veranillo de San Juan de Julio del 2009, que llegó con

fuertes vientos y alta radiación solar, lo que ocasionó un aumento significativo del nivel del

mar. Además, existen estudios sobre los efectos colaterales o secundarios del paso de

huracanes sobre los ecosistemas marinos, que generaron fuertes oleadas que rompen,

levantan y mueven las colonias de coral (López Victoria & Zea, 2004), lo que confirma que

la costa colombiana si ha estado sometida a eventos extremos de altas y bajas magnitudes.

La falta de estudios sobre el tema, también parte de la falta de series instrumentales

suficientes para entender la problemática que ocurre en la zona. Debido a que estos

eventos no han sido frecuentes o no existen testimonios (a excepción del huracán Joan), se

Page 23: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

23

le ha dado menos importancia, pero con el incremento del cambio climático se pueden

convertir en un problema más frecuente en el país.

Es ahí donde los indicadores sedimentológicos son una herramienta que funciona como

archivos de las condiciones ambientales en las que se generaron. Dentro de éstos, los

foraminíferos como indicadores pueden ser una de las herramientas más útiles (Payne,

2013), pero poco utilizadas o probadas para el caso de los registros de eventos oceánicos

extremos en las islas. Algunas especies de estos organismos están restringidas a nichos

ambientales específicos y es ésta la característica que hace que sean instrumentos para los

análisis paleogeográficos y de reconstrucción paleoambiental (Mamo et al., 2009).

Para el día de hoy, se hace necesario el conocimiento del comportamiento de estos

eventos, ya que las actividades marinas desarrolladas en la costa cada día se incrementan

más con probabilidades de sufrir pérdidas en caso de presentarse eventos de

características devastadoras (Ortiz Royero et al., 2008). Como lo plantea el IPCC (2014), a

largo plazo aumentará el número de estos eventos y su intensidad, por lo tanto se debe

empezar a entender estos eventos en la costa Caribe colombiana para poder a futuro crear

estrategias de protección en estas zonas.

1.3 Objetivo General

Estudiar los sedimentos como indicadores de eventos oceánicos energéticos extremos en

el parque Nacional Natural Islas del Rosario.

1.3.1 Objetivos Específicos

Identificar cómo los eventos oceánicos energéticos extremos afectan el arrecife de

Islas del Rosario y cuál es su relación con el clima global.

Page 24: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

24

Determinar cuáles son los depósitos de sedimentos en Islas del Rosario que pueden

estar relacionados con los eventos oceánicos energéticos extremos locales y sus

parámetros específicos.

Analizar e Interpretar la información que contienen estos sedimentos y sus

foraminíferos como indicadores de eventos extremos.

Determinar si es factible que a través de los sedimentos se pueda tener una

información adicional de los eventos energéticos del lugar en cuanto a extender el

registro instrumental.

1.4 Hipótesis

Los sedimentos son considerados indicadores ambientales ya que registran las condiciones

de su entorno y dentro de estos, los foraminíferos como organismos sensibles a los

cambios ambientales nos permitirán en el Parque Nacional Natural Islas del Rosario

entender los eventos oceánicos energéticos extremos para en un futuro evaluar,

monitorear y proteger este ecosistema marino costero.

Page 25: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

25

2. Marco Teórico

2.1 Los eventos Extremos Los eventos extremos se han llegado a considerar como "eventos raros” y son respuestas

de un sistema con magnitud mayor que la desviación típica que lo caracteriza (Cousins &

Sapsis, 2014). En los últimos años los estudios en este tema han aumentado y tomado

importancia debido al cambio climático que estamos enfrentando, el cual ha empezado a

influir sobre estos eventos.

Pero, ¿cómo se define un “Evento Extremo” dentro de las condiciones climáticas actuales?

Easterling et al., (2000) plantea dos tipos de condiciones extremas a las que podemos

llamar “eventos extremos”. La primera basada en estadística simple, como por ejemplo, las

temperaturas, precipitaciones extremas diarias o mensuales que ocurren todos los años. Y

la segunda, donde se encuentran eventos más complejos como sequías, inundaciones o

huracanes, los cuales no suceden cada año. Según esto, los eventos extremos puede tener

diferentes gamas de escalas espaciales o temporales, pero su definición va más en “la

aparición de un valor de un tiempo o una variable climática por encima o por debajo de un

umbral cercano a los límites superior o inferior observados de esa variable” (Zwiers et al.,

2012).

Como ejemplo de un evento extremo, la Figura 2-1 representa una distribución típica de

una variable distribuida normalmente. La curva continua representa la distribución de

frecuencia actual y el sombreado indica las partes extremas de la distribución, lo que

representa eventos que ocurren con poca frecuencia (es decir, los valores que están lejos

de la media). Si hay un simple cambio de la distribución en un clima futuro, habrá un

aumento en los eventos anormales hacia un extremo y una disminución en el otro (Figura

2.1a). Si cambia la media, la desviación estándar, e incluso la simetría de la distribución,

trae como consecuencia la alteración en los eventos extremos de varias maneras diferentes

(Figura 2-1 a,b,c) (Meehl et al., 2000).

Page 26: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

26

Figura 2-1. Diagrama esquemático que muestra cómo los cambios en la media y la varianza afectan

climas extremos. Tomado de (Meehl et al., 2000)

Así, la frecuencia y/o intensidad de estos eventos puede cambiar causando grandes

problemas. El IPCC (2014) planteó que el número de eventos extremos en el clima desde

1950 se ha incrementado. Esto se puede ver durante la década de 1990 donde el número

de catástrofes en los Estados Unidos se duplicó con respecto a las frecuencias anteriores

(Meehl et al., 2000) y en Holanda durante el periodo 1901-2013, donde el número de

temperaturas y precipitaciones extremas diarias está en aumento, mientras que el número

de bajas temperaturas anuales extremas está disminuyendo (Powell & Reinhard, 2016).

Siguiendo con lo planteado respecto a los cambios en la intensidad y/o frecuencia de

eventos extremos, existen tres tipos de evidencias: las observaciones, modelos y

consideraciones (Meehl et al., 2000). Las observaciones y modelos de la intensidad y

frecuencia están basadas en series de tiempo monitoreadas. Sin embargo, varias

dificultades surgen porque la estadística de valores extremos en series de tiempo requiere

de un conjunto de datos históricos confiables y medidas precisas de estos eventos y

muchos de los países no cuentan con esta información (Jentsch et al. 2007). Así podemos

explicar por qué en las últimas décadas, la evidencia del aumento en los fenómenos

meteorológicos extremos, como huracanes, sequías, olas de calor y fuertes precipitaciones

se ha incrementado (Jentsch & Beierkuhnlein, 2008).

Cuando se discute sobre extremos se debe tener en cuenta el punto de vista de las

estadísticas y los efectos socioeconómicos o ecológicos del evento. En este sentido, el

impacto del clima en la sociedad y los ecosistemas podría cambiar debido a cambios en el

sistema climático físico (incluyendo causas tanto naturales como antropogénicas) o debido

Page 27: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

27

a los cambios en la vulnerabilidad de la sociedad y los ecosistemas, incluso si el clima no

cambia (Meehl et al., 2000).

En cuanto al Caribe Colombiano, no es considerado una zona vulnerable ante los eventos

extremos, pero eso no quiere decir que no existan. Sin embargo, han ocurrido

acontecimientos importantes en la región, por ejemplo, huracanes que han tocado tierra,

como fue el huracán Joan en 1988, que impactó en las zonas costeras de Cartagena y

Santa Marta y las costas se vieron gravemente afectadas por oleaje y fueron inundadas por

la marea de tormenta. Estos huracanes del Atlántico y Caribe se dan en la temporada entre

Junio y noviembre. Son formados en la costa este Africana y se desplazan hacia el oeste-

noroeste pasando por las Antillas menores afectando la costa Caribe (Ortiz Royero et al.,

2008). Las zonas más afectadas por estos, por lo general son la costa sureste de los Estados

Unidos y las Antillas (Ortiz Royero, 2012). Gray (1984) mostró cómo la actividad de

huracanes en la cuenca atlántica se ve afectada por el fenómeno ENSO u Oscilación del Sur

ya que se reduce durante el Niño y se incrementa durante la Niña.

No solo huracanes afectan el área del Caribe, terremotos y volcanes son de común

ocurrencia por ser un área geológica activa. Estos eventos pueden generar la ocurrencia de

tsunamis que pueden ser más devastadores que terremotos y erupciones (Lander et al.,

2007).

2.2 Impacto de los eventos extremos en los ecosistemas marinos

Con el cambio climático global, hay un número cada vez mayor de ecosistemas que están

experimentando fenómenos meteorológicos de nuevas magnitudes (Meehl et al., 2000).

Actualmente no se tiene el conocimiento ecológico suficiente para detectar si los

ecosistemas pueden desequilibrarse o desarrollarse de una manera que podría ser

perjudicial para la población local. Sin embargo, los rasgos de los ecosistemas, como la

biodiversidad y las tasas de movimiento se pueden utilizar para indicar próximos riesgos

(Jentsch & Beierkuhnlein, 2008). Aunque los fenómenos meteorológicos y climáticos

extremos pueden tener efectos negativos sobre la sociedad y los ecosistemas por obvias

Page 28: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

28

razones (inundaciones, sequías, fuertes vientos, calor extremo y frío, etc.), para algunos

sistemas en algunas áreas, los eventos extremos son beneficiosos, por ejemplo, la cría de

aves en los humedales de la zona árida de Australia sólo puede ocurrir después de un

evento extremo de lluvia en 5 años, es decir, la biota podría ser más pobre sin eventos

extremos de precipitación esporádicos y tal vez incluso mejor con más de ellos (Meehl et

al., 2000).

Así, los impactos positivos o negativos dependen del lugar donde ocurren los eventos y

demás variables ambientales, por ejemplo, el aumento de temperaturas extremas puede

tener impactos indirectos en la salud del arrecife de coral y en la demanda turística

(Goodess, 2013). En el Caribe, el evento de blanqueamiento de coral más fuerte se dio en

el año 2005 debido principalmente a la alta temperatura de la superficie del mar. El estrés

térmico durante este evento superó lo visto en los últimos 20 años (Crabbe, 2012). Pero la

mínima temperatura extrema también puede ser determinante a la hora de la distribución

de especies en un ecosistema. Todo lo anterior está evidenciado desde registros históricos

y modelos predictivos que han demostrado que la magnitud de la temperatura se

incrementa bajo el calentamiento global (Jentsch et al. 2007).

Los efectos ecológicos de los eventos extremos se han identificado como una de las

principales lagunas del conocimiento en ecología de comunidades. Algunos eventos como

huracanes tropicales o tormentas son capaces de destruir bosques enteros (Jentsch et al.

2007), pero la evidencia sugiere que la vegetación reacciona a estos eventos climáticos

severos, dependiendo de muchos factores ambientales tales como la diversidad de las

especies. Además, las comunidades de plantas y ecosistemas que sufren estos eventos

pueden cambiar rápidamente a regímenes ecológicos alternativos (Jentsch &

Beierkuhnlein, 2008). Una sequía prolongada puede afectar la aptitud y dinámica de

poblaciones de muchos insectos, causando accidentes drásticos en algunas especies

(Hawkins & Holyoak, 2014), mientras que aumentará en otras poblaciones de especies

(Mattson & Haack, 1987). Los anteriores son algunos ejemplos de que los ecosistemas si se

ven afectados por eventos de perturbación como los eventos extremos en cuanto a su

estructura y función (Easterling et al., 2000).

Page 29: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

29

2.3 Sedimentos y foraminíferos como indicadores de eventos extremos

Las características texturales del sedimento proporcionan información sobre su origen,

patrones de transporte y depositación, permitiendo emplear los parámetros texturales

para analizar la evolución morfológica de playas y describir las propiedades sedimentarias

de los ambientes costeros (Restrepo et al., 2013). Por ejemplo, análisis granulométricos

permitieron a Rohas (1985) identificar diez facies texturales en el estuario Queule (Chile) y

caracterizar su parte inferior como un sector de alta energía cinética caracterizado por

sedimentos arenosos bien seleccionados. Los sedimentos laminados también pueden

indicar eventos extremos pasados ya que se basan en la medición directa o indirecta del

espesor de las láminas y su composición (Kemp, 2003). Por ejemplo, (Horton et al., 2009)

obtuvo el registro sedimentario de la temporada de huracanes de 2005 de las costas de

Mississippi y Alabama a través de núcleos con sedimentos laminados.

Tamura (2012) sugiere que el tamaño de grano es un indicador importante para determinar

el tipo de registro sedimentario depositado por las olas o por inundaciones durante las

tormentas de gran intensidad. Los depósitos de tormenta preservados en los sedimentos

de lagunas costeras han permitido el estudio de la actividad de huracanes a lo largo de

escalas de tiempo centeniales a mileniales (Donnelly & Woodruff, 2007). Así, los estudios

de eventos extremos como tsunamis, huracanes o tormentas en depósitos sedimentarios a

menudo se basan en el reconocimiento de las unidades anómalas de arena en ambientes

de baja energía, tales como estanques costeros, lagos y pantanos, que pueden ser

apoyadas por la evidencia de microfósiles (Pilarczyk et al., 2012a).

Los microfósiles son una parte importante de los sedimentos marinos y ocurren

comúnmente en grandes cantidades en depósitos costeros (Birks, 1995). El uso de

microfósiles como indicadores de la inundación marina en secuencias costeras es

particularmente eficaz debido a sus diversos nichos ecológicos, que abarcan todo el

gradiente ambiental (Pilarczyk et al., 2014). Las diatomeas y foraminíferos hacen parte de

estos microfósiles y son indicadores de variables oceánicas tales como frecuencia de

inundación, profundidad del agua, salinidad y nivel de nutrientes, debido a la variedad

ecológica óptima y tolerancias de las especies y asociaciones (Edwards, 2008).

Page 30: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

30

Los foraminíferos se han convertido en los últimos años en grandes indicadores de

variables ambientales. Debido a su pequeño tamaño y alto potencial de preservación en el

registro sedimentario son útiles en estratigráfica, paleoecología y como herramientas

paleoambientales. Su forma de vida tanto planctónica y bentónica, así como nerítica y

pelágica, indica su abundancia en todo el ámbito marino y algunos ambientes de agua

salobre. Así, cualquier cambio en la composición de una asociación de foraminíferos dentro

de una secuencia sedimentaria, como la desaparición o la introducción de una especie

particular, alude a un cambio en las condiciones del medio marino (Goff et al., 2012).

También, los cambios en la composición de la asociación de foraminíferos pueden reflejar

eventos extremos tales como hundimientos, terremotos (Alvarez-Zarikian et al., 2008),

tormentas (Palma et al., 2007) y tsunamis (Hawkes et al., 2007). Por ejemplo, la

información sobre la composición de un conjunto de foraminíferos dentro de un depósito

de tsunami puede decirnos sobre la profundidad desde la que fueron arrastrados los

sedimentos, o la distancia de transporte. De igual modo, la evidencia sobre la preservación

y la taxonomía de especímenes podría revelar detalles sobre la naturaleza de la velocidad

del flujo, la turbidez, y la abrasión (Goff et al., 2012). La Taxonomía de foraminíferos se ha

utilizado comúnmente como un indicador de los depósitos de tsunami (Mamo et al., 2009).

Investigaciones recientes han demostrado que la presencia de foraminíferos proporciona

más información sobre los regímenes de energía y la historia del transporte (Pilarczyk et al.,

2012a).

2.4 Cordones de Playa o “Beach Ridges” El concepto de “beach-ridges” se introdujo por primera vez por Redman en 1852 en su

trabajo sobre las modificaciones del litoral a lo largo de las costas sur y este de Inglaterra

(Taylor & Stone, 1996). Las Beach-ridges o cordones de playa son crestas en forma de

montículo lineales aproximadamente paralelas a la costa, con elevaciones muy por encima

de la marea alta, y el fondo de las depresiones o surcos adyacentes con elevaciones no muy

lejos del promedio marea baja (Taylor & Stone, 1996). Según Otvos (2000), los cordones de

Page 31: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

31

playa son relicto de múltiples crestas formadas por olas o vientos que con el tiempo le dan

a la playa un concepto de “playa activa”.

Para que se forme un cordón de playa, debe primero formarse una berma con procesos

lentos, estrictamente limitados por el aporte de sedimentos y controlados por niveles altos

de agua y energía de las olas. Por tal motivo, las crestas de los cordones de playa deben ser

consideradas como el trabajo de varios eventos, es decir, la transformación de berma en

una sola cresta de playa es el resultado de un gran número de episodios con ondas de alta

energía y niveles de agua extremos (Bendixen et al., 2013). Durante los niveles de agua

elevados, una berma se deposita en la parte inferior de la playa formada por sedimentos

gruesos disponibles. La berma incipiente se erosiona y transporta sedimentos para

depositarlos más arriba en la playa. Esto provoca una acumulación en la parte superior de

la playa, así se amplía la berma ya existente o se deposita como una nueva berma (Figura 2-

2).

Otros autores plantean otro origen de formación de cordones de playa, por ejemplo Nott

(2011), propone la división de la formación de berma y la formación de cordón de playa así:

a) la berma requiere de varios períodos de vientos u olas elevados, y b) la formación de un

cordón requiere un evento único de alta energía con alturas de ola muy por encima de un

nivel de marea alta. La formación de tipo a) se lleva a cabo en ambientes costeros

dominados por olas relativamente restringidas, mientras que la formación de tipo b)

requiere una costa que está influenciada por tormentas severas ya que los niveles de agua

durante un evento se elevan a un nivel tan alto, que la cresta no se alcanza a erosionar

durante los siguientes episodios de altos niveles de agua.

Page 32: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

32

Figura 2-2. Construcción de un cordón de playa según Psuty. Depositación en condiciones normales y

retrabajamiento por tormentas. Tomado de (Taylor & Stone, 1996)

Los cordones de playa se utilizan a menudo como indicadores en reconstrucciones de nivel

del mar, aunque existe mucha incertidumbre. El nivel máximo registrado en un cordón no

solo depende del nivel del mar sino de variables ambientales locales, tales como la

amplitud de la marea, tamaño de grano del sedimento, viento y olas. Así, playas arenosas

no sirven para reconstrucción por su bajo potencial de conservación, en cambio los

cordones formados por guijarros, conchas o corales son menos propensos a erosionarse y

servirían como buena fuente de información pasada (Bendixen et al., 2013). Un ejemplo de

esto lo proponen Forsyth et al., (2010) quienes plantean que los cordones hallados en la

Bahía de Rockingham (Australia) son producto de las olas provenientes de ciclones

tropicales (mareas de tormenta e inundaciones por oleaje). Tienen en cuenta la altura de

cresta, granulometría y tipo de sedimentos (guijarros y conchas de corales), los cuales no

pueden ser modelados por procesos eólicos.

Para utilizar cordones de playa y sus depósitos como registros paleoambientales se

requiere una comprensión adecuada de su naturaleza. Los cordones de playa se desarrollan

en diversos entornos en todo el mundo y en consecuencia una diversidad de procesos son

responsables para su formación (Tamura, 2012). El origen de estas geoformas ha sido

ampliamente discutido, ya que algunos autores proponen que son producto de la acción

Page 33: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

33

del viento o del oleaje. Tamura (2012) propone que el origen de los cordones depende de

la ubicación, condiciones climáticas y oceanográficas locales, pero también plantea que el

tamaño de grano más las variables anteriores definen mejor el origen de estas geoformas.

2.5 Huracanes en la Costa Caribe Colombiana

Ortiz Royero (2007) hizo una recopilación histórica de 100 años de huracanes y tormentas

en el Caribe usando la base de datos de huracanes de la NOAA, THE HURDAT

(http://weather.unisys.com/hurricane/index.php). Planteó que las décadas de 1990 y 2000

han sido periodos de intensa actividad ciclónica comparados con la década de 1930. El año

1996 se registraron tres huracanes (Marco, Lili y César) al igual que el año 2005 (Gamma,

Beta y Emily). La Figura 2-3 muestra los huracanes y tormentas que han pasado cerca a la

costa Colombiana en los últimos 100 años.

Se destaca el huracán Joan en 1988, el que más impacto tuvo en la costa colombiana.

Aunque a su paso por la cuenca Colombia era tormenta tropical, cuando llegó a San Andrés

y Providencia había adquirido categoría 4 (Ortiz Royero et al., 2008). El archipiélago de San

Andrés no sólo ha sido impactado por huracanes como Joan, sino por tormentas como

Hattie en 1961, Alma en 1970, César en 1996, Katrina y Beta en 2005, las cuales pasaron

cerca de la costa, a menos de 131 Km (Ortiz Royero, 2012).

Page 34: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

34

Figura 2-3. Tormentas y Huracanes cerca de la Costa Caribe Colombiana. Tomado de (Ortiz Royero,

2012)

2.6 Tsunamis en el Caribe

El Mar Caribe se encuentra dentro de una zona geológicamente activa, terremotos y

volcanes son de común ocurrencia y estos eventos posiblemente puede generar tsunamis

que pueden ser más devastadores (Lander et al., 2007). Aunque existe evidencia de que si

han existido en el Caribe, son poco conocidos, y hay pocos registros de ellos en especial

para las costas colombianas. Lander et al. (2007) proponen una lista de 27 tsunamis

verdaderos que han ocurrido en el Caribe, con registros y evidencia de los lugares donde

impactaron.

Page 35: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

35

Caicedo et al. (2014) Mencionan dos razones por las que no se conoce testimonios de estos

eventos en las costas colombianas. La primera por la ubicación de la fuente, la propagación

regional o por las condiciones locales de la zona. La segunda porque posiblemente las olas

de tsunami que hubieren llegado hasta poblaciones costeras fueron percibidas como una

manifestación de un fenómeno más frecuente en la zona llamado “mar de leva”. En la

Figura 2-4, se puede ver una tabla con los tsunamis más fuertes en el Caribe de los que hay

testimonio.

Figura 2-4. Eventos de Tsunami en el Caribe con testimonio. Tomado de (Caicedo et al., 2014)

Los tsunamis de 1755 y el de 1867 han sido los eventos más catastróficos, de los cuales

existen muchos reportes del impacto que tuvieron en todo el Caribe. El tsunami de 1755

fue originado por el terremoto en Lisboa y se cree que la propagación del oleaje afectó a

todo el Caribe. El Tsunami de 1867, ocurrido en el canal Angegada entre St. Croix y St.

Thomas, Islas Vírgenes, ha sido el más destructivo en Islas Vírgenes; el mar retrocedió 100

metros y regresó con una ola de 18 m de altura, por lo que se lo considera el más fuerte en

el Caribe. Se cree que este posiblemente si pudo llegar a las costas noreste de Sur América

(Lander et al., 2007). Del tsunami de 1867 se han hecho modelaciones en cuanto a su

propagación en el Caribe, y se plantea que en cercanías a Cartagena las amplitudes

pudieron ser de 50 cm (Zahibo et al., 2003).

Page 36: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

36

3. Metodología

3.1 Análisis de Eventos Extremos Este análisis tuvo como objetivo determinar los valores más extremos o que superen un

umbral para variables oceánico - atmosféricas de interés, con el fin de encontrar una

relación con los registros sedimentarios presentes en Islas del Rosario. Para los eventos

oceánicos energéticos extremos se analizaron las variables viento, oleaje (altura de ola

significante y periodo pico) y nivel del mar (marea). El análisis de extremos se realizó

probando distintas distribuciones de probabilidad siguiendo la metodología propuesta por

Sáez (2009). El procesamiento se ejecutó mediante el software R (https://www.r-

project.org/).

Los datos de vientos y oleaje se obtuvieron de la base de Datos de re-análisis ERA – Interim,

con una resolución temporal de 6 horas y resolución espacial de 0.25 x 0.25, con datos

desde enero de 1979 hasta abril del 2015. La serie del nivel del mar (marea), se calculó a

partir de mediciones tomadas en IROS durante el proyecto (19 - 23 de Noviembre del

2013), que se compararon con los datos del Mareógrafo del CIOH ubicado en la Bahía de

Cartagena con datos desde 1950 – 2013, y resolución temporal de 1 hora. A partir de la

comparación se calculó un factor de corrección para prolongar la serie de marea en IROS

utilizando la serie de Cartagena.

Cada serie, Velocidad del viento (W), altura de ola significante (Hs), Periodo pico (Tp) y

marea (M), se procesó ajustando varias distribuciones para obtener mejor resultados y

confirmar la que mejor se ajusta para valores extremos. Para los eventos extremos de

velocidad del viento, altura de ola significante y marea se seleccionó la distribución de

Gumbel, mientras que para periodo pico se usó la normal, por ser una variable bimodal en

nuestra zona de estudio. Una vez seleccionada la distribución más apropiada de los datos,

se definió un umbral para obtener los valores máximos de cada serie. Según el IPCC (2001)

este umbral para las variables oceánicas (Hs, Tp y M) es el percentil 95 y para la variable

atmosférica (W) el percentil 99. Debido a que se obtuvieron gran cantidad de eventos

Page 37: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

37

extremos para las variables oceánicas, se decidió subir el umbral, usando el percentil 99,

con el fin de obtener los eventos más extremos de la zona.

Los eventos extremos en cada una de las variables se definieron con base al momento en

que el valor de una variable supera el umbral, hasta que vuelve a cruzarlo. Así, los eventos

extremos ocurridos históricamente se dan con la fecha de inicio y fin, su duración en días y

horas, su valor máximo (intensidad) y el fenómeno que posiblemente lo originó, esto

último basado en información de los Boletines del CIOH

(https://www.cioh.org.co/meteorologia/ResumenClimatologico.php) y los reportes de

Huracanes de la NOAA (http://www.nhc.noaa.gov/data/). Para el caso de las variables

oceánicas, los eventos extremos fueron sacados con base a dos medias diferentes (antes y

después de 1992), debido a que a partir de Agosto de 1991 la base de datos ERA-Interim

empezó a asimilar datos satelitales para el modelo de oleaje (Dee et al., 2011).

3.2 Índice de energía

Con el fin de relacionar las muestras superficiales de sedimentos con la energía del medio,

se utilizaron datos de oleaje modelados por el grupo de Hidrodinámica del proyecto de

investigación. Se usaron series de tiempo de dos años (2013-2014) de Hs, Tp, para cada

uno de los puntos donde se tomaron las muestras de sedimentos. Estas series fueron

obtenidas a partir de las modelaciones hechas por dos modelos numéricos de tercera

generación: WAVEWATCHIII (WWIII), utilizado para generar el oleaje regional para el Mar

Caribe y SWAN, para propagar el oleaje en Islas del Rosario. Las fronteras de la malla para

modelar en Islas del Rosario se tomaron a partir del modelo WWIII con variables como el Tp

y la Hs. El modelo WWIII fue calibrado usando las boyas de la NOAA, tomando los datos de

magnitud, dirección del viento y altura de ola significante. Para calibrar el modelo SWAN se

usaron los datos tomados en las campañas de campo a las Islas del Rosario, utilizando los

equipos AWAC, RBR y tres Aqualogers. A partir de estos datos se calculó un índice de flujo

de energía (IFE) (Holthuijsen, 2007), usando la siguiente formulación:

IFE = Cg * E (1)

Donde, Cg es magnitud de la velocidad de grupo de ondas y E la energía total.

Page 38: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

38

Esta energía total E se calculó a partir de:

E = Hs ^2/16 (2)

Y para el cálculo de Cg, como se tenía que tener en cuenta la longitud de la onda y la

profundidad, se obtuvo a partir de:

Cg = n*C, donde C= Lm/Tm (3)

Con Lm = longitud de la onda y Tm = periodo.

Para el cálculo de n, se utilizó la siguiente formula:

𝒏 = 𝟏/𝟐(𝟏 + (𝟐𝒌𝒅)/𝐬𝐢𝐧𝐡(𝟐𝒌𝒅) (4)

La constante k que es el número de onda, fue proporcionada por esta misma componente

a partir de sus modelaciones hechas anteriormente.

3.3 Muestreo de Sedimentos La recolección de muestras se realizó durante cuatro campañas de campo realizadas para

este proyecto de investigación entre los años 2014 y 2015. A continuación se relata el

muestreo en cada registro sedimentario seleccionado para esta investigación.

3.3.1 Muestreo Superficial Durante el trabajo de campo realizado en febrero del 2014, se recolectaron por buceo

libre, 29 muestras de sedimentos marinos, distribuidas en todo el Archipiélago de Islas del

Rosario (Figura 3-1) a una profundidad promedio entre 5 y 8 metros. Se eligió esta

profundidad homogénea para evitar que esta variable sea otro factor de incidencia en la

Page 39: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

39

distribución de las conchas de foraminíferos. Además se tomaron en cada punto

muestreado, valores de temperatura, salinidad y turbidez.

Figura 3-1. Muestreo superficial en todo el Archipiélago de Islas del Rosario a una profundidad entre 5 y 8 m.

3.3.2 Muestreo Laguna Pajarales En Laguna Pajarales, en Mayo del 2014, se extrajeron dos núcleos de sedimentos de 1

metro de longitud aproximadamente, a una profundidad promedio de 20 metros (Figura 3-

2A y 3B). Estos se recolectaron con un nucleador elaborado manualmente por el grupo de

investigación OCEANICOS de la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín.

Page 40: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

40

3.3.3 Muestreo Laguna de Manglar En la laguna de Manglar ubicada en Isla Rosario detrás de la playa, en mayo del 2014, se

extrajo un núcleo de sedimentos de aproximadamente 2 metros de longitud (IR-1, Figura 3-

2C), recolectado con una Sonda Tipo Macaulay (Macaulay sampler).

3.3.4 Muestreo Cordones de playa En noviembre del 2014 se recolectaron 12 muestras de sedimentos de cordones de playa

ubicados en Isla Rosario (Figura 3-2C y 3-2D). En cada cordón se cavó una trinchera y cada

muestra se recolectó manualmente entre 25 y 30 cm de profundidad desde el pico de la

cresta.

Figura 3-2 A) Muestreo núcleos Laguna Pajarales B) Extracción de núcleo Laguna pajarales C)

Muestreo Núcleo de Manglar (IR-1), terrazas arrecifales (T1, T2) y Cordones de Playa en Isla Rosario D) Muestreo de Cordones manual. E) Muestreo Terrazas arrecifales.

Page 41: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

41

La figura 3-3, muestra un perfil de los 12 cordones muestreados. Sólo se muestrearon los

cordones que presentaron mayor continuidad y estaban mejor definidos, esto es, sin signos

fuertes de erosión y sin colonización de vegetación costera.

Figura 3-3. Perfil general de Cordones de Playa.

3.3.5 Muestreo Terrazas Arrecifales Se recolectaron seis muestras de dos terrazas arrecifales ubicadas en Isla Rosario (Figura 3-

2E) en noviembre del 2014. Las dos terrazas presentaban tres estratos, por lo cual se

recolectó una muestra por cada estrato de forma manual (Figura 3-4). También se hizo una

descripción visual general de cada terraza, teniendo en cuenta espesor de estratos, tipos

de corales, y tamaño de grano de los sedimentos.

Page 42: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

42

Figura 3-4. Muestreo en las terrazas arrecifales (T1 y T2) en Isla Rosario.

Durante esta misma campaña de campo, también se tomaron 9 perfiles de playa

perpendiculares a la línea de costa o a los cordones y en la punta de la espiga (Figura 3-5),

con el fin de obtener un perfil de elevación general, para una mejor resolución de los

cordones y entender mejor su morfología.

Figura 3-5. Perfiles de Playa tomados en Isla Rosario.

Page 43: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

43

3.4 Análisis de Laboratorio Todas las muestras recolectadas fueron analizadas en el Laboratorio de Petrología (Área

Sedimentos) en la Universidad Nacional de Colombia – Medellín (Facultad de Minas) con

los siguientes procedimientos:

3.4.1. Submuestreo de los núcleos

En cuanto a los núcleos de sedimentos de Laguna Pajarales, previa descripción física, se

decidió trabajar con el núcleo LP2, tanto para granulometría como foraminíferos. Este se

muestreó cada centímetro, obteniendo 87 muestras. El núcleo de manglar consistió de una

fracción de turba que se muestreó cada 5 cm (primeros 160 cm) y una de arena (160 – 200

cm) que se muestreó cada 2 cm. Se obtuvieron 55 muestras de turba y 20 de arenas. Una

determinación de materia orgánica en 3 muestras de la turba indicó que contiene más del

95% de materia orgánica y la fracción arenosa es menor al 5%, por lo tanto la

granulometría sólo se realizó a partir de 160 cm.

3.4.2 Granulometría

El análisis granulométrico se realizó para todas las muestras de cada registro sedimentario.

Estas fueron secadas en un horno a 65° durante 24 horas, para después ser tamizadas en

un equipo rotap durante 10 min, o manualmente durante 5 minutos, dependiendo de la

cantidad. Las muestras de Laguna Pajarales y las muestras arenosas de la laguna de

manglar fueron lavadas previamente en un tamiz de 63 micras con el objetivo de separar

los lodos y la fracción de arenas. Las muestras superficiales, de terrazas y de cordones se

tamizaron completas.

Page 44: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

44

3.4.3 Foraminíferos Bentónicos El análisis de foraminíferos bentónicos se hizo a todos los registros sedimentarios. Este

proceso se realizó con una lupa binocular marca BOECO, en la cual se hizo el picking

(separación), conteo y clasificación de estos especímenes.

En el caso de las muestras superficiales, los foraminíferos se observaron en las fracciones

de 355µ y 150µ. Debido a la escasez, se separaron únicamente 100 especímenes en cada

muestra. Aunque se recomienda el conteo de 300 especímenes si se quiere tener la

población completa de microfósiles, se ha demostrado que con 100 especímenes se

obtiene la distribución de los taxones dominantes (Fatela & Taborda, 2002). Este mismo

procedimiento se utilizó en las muestras de cordones de playa y terrazas arrecifales, donde

también hubo escases de foraminíferos. Aquí se utilizaron las fracciones de 500µ, 250µ y

150µ. En las terrazas no fue posible contar más de 50 especímenes, ya que probablemente

debido a su antigüedad muchas especies ya sufrieron disolución.

En el caso de los núcleos, tanto el de manglar como el de Pajarales, se encontró

abundancia suficiente de foraminíferos bentónicos, por lo tanto si se contaron 300

especímenes. En el núcleo de Pajarales se analizaron las fracciones de 355µ y 150µ y en el

de manglar 425µ, 250µ y 150µ.

La clasificación de los foraminíferos bentónicos por género y especie se realizó con base en

la propuesta por Loeblich & Tappan (1987-1988), McCulloch (1977), Ellis y Messina (1940) y

algunos recursos de la Web como World Register of Marine Species

(http://www.marinespecies.org/) y Foraminífera Gallery – illustrated catalog

(http://www.foraminifera.eu/index.html).

3.4.3 Dataciones

Se hicieron análisis de Plomo 210 y Carbono 14. El 210Pb se midió en el núcleo de manglar

de Isla Rosario, en 8 muestras de turba muestreadas cada 5 cm desde la superficie hasta los

40 cm de profundidad, hasta donde ocurrió el agotamiento del Plomo (Figura 3-6). Estos

Page 45: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

45

análisis se hicieron en el Instituto de Uso de la Tierra y Cambios Ambientales de la

Universidad de Florida (Gainesville).

Para los análisis de 14C se enviaron ocho muestras repartidas así (Figura 3-6): Tres del

núcleo de Laguna Pajarales (dos con foraminíferos y una con madera calcinada); dos

muestras de cordones de playa (material leñoso) y tres muestras del núcleo de Manglar

(una de la capa de turba y dos de la foraminíferos de la capa arenosa). Del núcleo de

manglar solo se pudo datar la muestra de turba, ya que las otras dos muestras enviadas

con foraminíferos no se pudieron procesar debido a los valores que se obtuvieron del δ13C,

que indicaron condiciones de agua dulce. Se cree que este valor se produjo por un

reemplazamiento de carbonato en las conchas que será explicado en las discusiones. Estos

análisis se realizaron en el Laboratorio de Beta Analityc (Miami, EUA).

Figura 3-6. Muestras escogidas para datación según el interés investigativo en los registros sedimentarios.

Page 46: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

46

3.4.4 Variables geoquímicas Se hizo un análisis de materia orgánica en 3 muestras bien distribuidas de la turba del

núcleo de manglar (0-5 cm, 100-105 cm, 145-150 cm) con el método del Peróxido de

Hidrogeno (Tucker, 1988). A 0.2 gr de material (turba seca), se agregaron 50 ml de

Peróxido de Hidrogeno diluido al 10% y sobre una estufa con el fin de acelerar la reacción.

El material fibroso restante se cuantificó respecto a los sedimentos por observación en una

lupa binocular marca BOECO.

A 35 muestras seleccionadas de todas las capas estratigráficas del núcleo de Pajarales se

realizó también el análisis de materia orgánica por el método de calcinación para

materiales carbonatados propuesto por Darrel & Sommers (1996). Se tomó 1 gr del

material con tamaños de grano menores a 500µ y se colocaron en crisoles dentro de una

mufla a una temperatura de 400 °C durante 16 horas. Posteriormente se enfriaron en un

desecador por 4 horas.

Para determinar el porcentaje de materia orgánica, se utilizó la siguiente ecuación:

(𝑃1 + 𝐶) − (𝑃2 + 𝐶)

𝑃1∗ 100

Donde C es el peso del crisol, P1 es el peso de la muestra inicial y P2+C es el peso de la muestra calcinada más el peso del crisol. En este núcleo, también se realizó un análisis de Carbonatos para todas las muestras. El

método que se usó fue el calcímetro de Bernard (Gaucher, 1971), tomando 0.05gr de

material macerado que fue sometido a 1 ml de HCL al 33%. Para mejorar los resultados,

cada muestra se hizo por duplicado. Además, se cuantificaron los terrígenos a partir de la

composición química de los biogénicos para las mismas muestras seleccionadas en materia

orgánica.

Page 47: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

47

4. Área de estudio

4.1 Generalidades

El área de estudio está localizada 52 km al SW de la Bahía de Cartagena, entre W 75º41’49’’

y W 75º48’18’’ de longitud y N 10º14’31’’ y N 10º41’49’’ de latitud (Figura 4-1). Es un

conjunto de antiguas y sucesivas formaciones de coral a diferentes profundidades,

conformado por 28 islas y cayos emergidos al menos de 3m de altura (Cendales et al.,

2002). La mayoría de las formaciones de coral resultaron emergidas en el Holoceno, hace

unos 5000 años y es lo que forma el sustrato actual del litoral (Barrios et al., 2000).

Los fondos submarinos de toda el área y la porción de tierra emergida del archipiélago Islas

del Rosario están cobijados legalmente para su protección como parte del Parque Nacional

Corales del Rosario y San Bernardo (Barrios et al., 2000), nombrado como Parque Nacional

en 1977 con un área protegida que abarca 420 Km² (Restrepo et al., 2012).

Figura 4-1. Área de estudio – Archipiélago de Islas del Rosario

Page 48: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

48

Las comunidades ecológicas en Islas del Rosario (Figura 4-2) están distribuidas según la

exposición al oleaje (barlovento y sotavento) y a la profundidad. En aguas someras de

barlovento predominan algas calcáreas, corales de fuego, zoantídeos y corales masivos

como Porites astreoides. En cuanto a sotavento (11 m profundidad), dominan restos de

Acroppora cervicornis, entre los que crecen colonias principalmente de Montastraea

annularis; por debajo de los 15 m también en sotavento, se encuentran diversas especies

de corales masivos y octocorales que pueden alcanzar hasta más de 20 m de profundidad

(Barrios et al., 2000).

Figura 4-2. Unidades ecológicas coralinas de Islas del Rosario. Mapa tomado de (Barrios et al., 2000)

Page 49: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

49

4.2 Contexto Geológico

El Archipiélago de Islas del Rosario es considerado como un complejo arrecifal que

comprende antiguos arrecifes, actualmente situados por encima del medio marino cerca de

2 a 3 m, formados durante la última transgresión marina (Leable & Cuignon, 1987).

Geológicamente, el Caribe es conocido como una zona tectónicamente activa, donde las

placas del Caribe y Suramericana interactúan. La placa Caribe se mueve hacia el sureste y

choca con la placa Suramericana (Taboada et al., 2000). La formación de las IROS está

vinculada a la actividad tectónica de los cinturones plegados de Sinú y San Jacinto,

caracterizados por la aparición de diapirismo de lodos, volcanes de lodo, fracturamientos y

fallamientos (Figura 4-3). El diapirismo de lodo es de común ocurrencia en la zona y se

caracteriza por el ascenso de arcillas desde formaciones cubiertas a través de domos y

chimeneas (Restrepo et al., 2013; Vernette, 1978). El cinturón del Sinú se compone de

rocas marinas plegadas (Mioceno al Plioceno) afectadas por diapirismo, el cual parece ser

el fenómeno responsable del levantamiento de las terrazas costeras en la zona y la

subsidencia en el Golfo de Morrosquillo (Duque-Caro, 1984). El cinturón de San Jacinto se

caracteriza por presentar una tectónica transpresiva que genera una serie de fallas inversas

de escama gruesa, sobre las que se desarrollan pliegues estrechos y alargados (localmente

dispuestos en forma oblicua a las fallas) que involucran una secuencia sedimentaria

depositada desde finales del Cretácico, siendo estas las rocas sedimentarias más antiguas

(Bermúdez et al., 2009).

Cendales et al. (2002), también atribuyen la formación de estas islas a tectónica y

diapirismo, ya que durante el Pleistoceno, el diapirismo de lodos y la tectónica de la zona

elevaron la plataforma continental y se extendió la zona fótica donde se formaron las

primeras estructuras de coral. Durante este periodo, el nivel del mar fluctuaba causando así

erosión en estas estructuras durante las regresiones y como consecuencia se tiene la

formación de varios niveles de terrazas.

Page 50: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

50

Figura 4-3. Mapa geológico general del área de estudio. Tomado de (Vernette, 1989)

Un ejemplo de la formación de estas islas arrecifales lo plantea Sánchez (1995), quien

propone que Isla Tesoro es un arrecife desarrollado sobre una plataforma arrecifal

emergida cuyo cono basal tiene su origen en el diapirismo de lodo de la plataforma

continental. En la figura 4-4 se puede ver la hipótesis planteada del origen de esta isla.

Además, este autor indicó que las edades de estos arrecifes concuerdan con lo planteado

por Vernette (1989), de edad Plio-Pleistoceno, similar a la tectónica que tuvo lugar en

Tierra Bomba, Islas de Barú, y Banco Tortuga. Estudios más recientes como el de Martínez

et al., (2010), reportan edades de terrazas en tres puntos: Punta Canoas, Tierra Bomba y

Manzanillo del Mar, obtenidas por 14C. Tierra bomba, la terraza más cercana a la zona de

Page 51: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

51

estudio tiene edades entre 2020 y 2260 BP. Martínez et al., (2010) también confirman que

el levantamiento de estas terrazas se ha dado por neotectonismo y diapirismo de lodo.

Figura 4-4.Posible formación de Isla Tesoro. 1) Domo diapírico. 2) Banco Coralino. 3) Isla de Caliza

kárstica. 4) Elevación tectónica 5) Estado actual. Tomado de (Sánchez M., 1995)

4.3 Climatología y Oceanografía general

La dinámica marina del Archipiélago está influenciada por la intensidad y la estacionalidad

de los vientos alisios del NE (Restrepo et al., 2012). Estos vientos modulan el patrón de

oleaje y la intensidad de la contracorriente de Panamá, causando una marcada

estacionalidad climática. En la época seca, de diciembre a abril, los alisios y el oleaje son

fuertes, mientras que en época de lluvias, de mayo a noviembre, domina la contracorriente

y los aportes terrígenos del canal del Dique (Cendales et al., 2002). En el Caribe también se

da un evento sinóptico importante en la meteorología, el “Veranillo de San Juan”, un

periodo sin lluvias que ocurre normalmente entre julio y agosto (Andrade & Barton, 2000).

Por ejemplo, del 10 de Julio de 2009, este veranillo fue detectado en los sensores de la

estación de isla Tesoro con un drástico aumento de la velocidad del viento y la radiación

Page 52: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

52

solar (cielo despejado) y un cese de la precipitación normal en la época de transición

(Gutiérrez et al., 2012).

Las diversas dinámicas de los vientos alisios sobre los océanos, las masas de tierra y las

variaciones de precipitación en el Caribe y el norte de América del Sur resultan de la

migración estacional de la ZCIT (Zona de convergencia Intertropical) permitiendo que el

ciclo anual hidroclimático de esta zona sea dominado por esta (Poveda et al., 2006).

Pero el Caribe también sufre variaciones a escalas interanuales. El Atlántico tropical

también responde a eventos de El Niño – Oscilación del Sur (ENSO). En Colombia, ambas

fases del ENSO están asociadas con anomalías hidroclimatológicas que amplifican el

régimen hidrológico a través de interacciones complejas y no lineales. Los análisis

confirman que El Niño produce estaciones secas más secas y más prolongadas y La Niña

estaciones más húmedas y lluviosas en el Caribe colombiano (Poveda et al., 2006).

En lo que respecta a mareas, éstas son mixtas, principalmente diurnas, manteniendo un

rango de marea que varía entre 0,32 m y 0,17 m durante las mareas vivas y muertas,

respectivamente, y los promedios que oscilan en 0,25 m (Molares, 2004). Además, los

datos registrados por el programa GLOSS (Sistema Mundial de Observación del Nivel del

Mar) en la estación de Cartagena (1949-1992) mostraron un aumento progresivo en el

nivel medio del mar en los últimos años en el Archipiélago (Gloss, 2010) causando

problemas de erosión en la zona los últimos años (Restrepo et al., 2012b).

Page 53: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

53

5. Análisis de variables físicas

Viento, altura de ola significante, Periodo pico, y nivel del mar, fueron analizadas con

estadística para eventos extremos.

5.1 Velocidad del Viento (W)

La Figura 5-1 muestra la serie de tiempo para viento y el umbral definido (percentil 99 =

10.1535 m/s) para obtener los eventos extremos. En total fueron 41 eventos extremos y la

intensidad máxima registrada fue de 12.311 m/s en Octubre del 2012 (Tabla 5-1).

Figura 5-1. Serie de Tiempo para W.

Page 54: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

54

Tabla 5-1. Eventos extremos de W, que superaron el percentil 99.

Para obtener los eventos extremos más significativos dentro de los 41 eventos obtenidos,

se realizó una combinación de duración e intensidad, seleccionando los eventos más

intensos con más de 6 horas de duración (Tabla 5-2).

Evento Inicio Fin DurHora DurDia Intensidad (m/s)1 23/10/1979 00:00 23/10/1979 00:00 0 0 10.451

2 11/04/1981 00:00 11/04/1981 00:00 0 0 10.224

3 10/02/1987 00:00 10/02/1987 00:00 0 0 10.611

4 23/03/1988 00:00 23/03/1988 00:00 0 0 10.364

5 19/10/1988 18:00 19/10/1988 18:00 0 0 10.879

6 16/02/1989 00:00 16/02/1989 00:00 0 0 11.935

7 26/02/1990 00:00 26/02/1990 00:00 0 0 10.232

8 12/03/1996 18:00 13/03/1996 00:00 6 0.25 10.325

9 09/03/1997 00:00 09/03/1997 00:00 0 0 10.374

10 03/02/1999 00:00 03/02/1999 00:00 0 0 10.168

11 15/11/1999 12:00 16/11/1999 00:00 12 0.5 11.016

12 07/03/2002 00:00 07/03/2002 00:00 0 0 10.637

13 06/12/2003 12:00 06/12/2003 12:00 0 0 10.371

14 24/03/2004 00:00 24/03/2004 00:00 0 0 10.336

15 04/01/2005 00:00 04/01/2005 00:00 0 0 10.23

16 06/02/2005 00:00 06/02/2005 00:00 0 0 10.34

17 12/02/2005 00:00 12/02/2005 00:00 0 0 11.197

18 20/02/2005 00:00 20/02/2005 00:00 0 0 10.325

19 14/02/2006 00:00 14/02/2006 00:00 0 0 10.3

20 06/03/2006 00:00 06/03/2006 00:00 0 0 10.442

21 18/01/2007 00:00 18/01/2007 00:00 0 0 10.295

22 19/01/2007 00:00 19/01/2007 00:00 0 0 10.522

23 03/01/2008 12:00 03/01/2008 12:00 0 0 10.38

24 04/01/2008 00:00 04/01/2008 00:00 0 0 10.749

25 01/03/2008 00:00 01/03/2008 00:00 0 0 10.391

26 05/02/2009 00:00 05/02/2009 00:00 0 0 10.424

27 06/02/2009 00:00 06/02/2009 00:00 0 0 11.552

28 07/02/2009 00:00 07/02/2009 00:00 0 0 10.912

29 18/02/2009 00:00 18/02/2009 00:00 0 0 10.58

30 06/03/2009 06:00 06/03/2009 06:00 0 0 10.326

31 07/03/2009 00:00 07/03/2009 00:00 0 0 11.404

32 08/03/2009 00:00 08/03/2009 00:00 0 0 10.594

33 12/01/2010 00:00 12/01/2010 00:00 0 0 10.854

34 12/02/2010 00:00 12/02/2010 00:00 0 0 10.833

35 08/03/2010 00:00 08/03/2010 12:00 12 0.5 11.796

36 04/11/2010 18:00 04/11/2010 18:00 0 0 11.432

37 15/12/2010 00:00 15/12/2010 00:00 0 0 10.974

38 19/03/2011 00:00 19/03/2011 00:00 0 0 10.356

39 24/10/2012 00:00 24/10/2012 00:00 0 0 12.311

40 24/10/2012 18:00 25/10/2012 00:00 6 0.25 11.672

41 03/03/2015 00:00 03/03/2015 00:00 0 0 10.335

Page 55: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

55

Tabla 5-2. Eventos extremos más duraderos e intensos en IROS de W.

Dos de los eventos extremos más intensos y duraderos se dieron en época seca (Evento 8 y

35, tabla 5-2). El primero en condiciones Niña y el segundo en condiciones Niño, pero los

dos producto del paso de frentes fríos en la zona reportados en los Boletines de la CIOH

(CIOH, 1996; CIOH, 2010). Los otros dos eventos (11 y 40, tabla 5-2), corresponden al paso

de dos de los huracanes más fuertes en la historia del Atlántico, Lenny, en Noviembre de

1999 (Guiney, 2000), considerado el más fuerte de la época de Huracanes y Sandy en el

2012, considerado el más mortífero (Blake et al., 2013).

5.2 Altura de Ola significante (Hs) Según lo planteado en la metodología, para obtener los eventos extremos de Hs se dividió

la base de Datos de ERA-Interim en dos periodos (1979 a 1991 y 1992 a 2015). En la Figura

5-2, se pueden ver las dos series de tiempo con su respectivo umbral (percentil 99%),

donde se puede ver que los valores de los percentiles son diferentes.

En total se obtuvieron 16 eventos extremos para antes del año 1992 y 112 eventos para

después del año 1992. También se hizo una selección de eventos más intensos con altas

duraciones. Así, para el periodo entre 1979 y 1991, se tomaron los eventos que duraron

más de 6 horas con alturas de olas significantes mayores a 1.6 m (Tabla 5-3) y para el

periodo entre 1992 y 2015 la selección se hizo a partir de eventos de más de 6 horas de

duración y con una intensidad superior a 2 m (Tabla 5-4).

Evento Inicio Fin DurHora DurDia W (m/s) Observaciones

8 12/03/1996 18:00 13/03/1996 00:00 6 0.25 10.325Condición Niña/ Frente Frio - mar

de leva fuerte

11 15/11/1999 12:00 16/11/1999 00:00 12 0.5 11.016Huracán Lenny (Categoría

5)/Condición Niña

35 08/03/2010 00:00 08/03/2010 12:00 12 0.5 11.796 Condición Niño/ Paso de Frente Frio

40 24/10/2012 18:00 25/10/2012 00:00 6 0.25 11.672 Huracán Sandy

Page 56: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

56

Figura 5-2. Series de Tiempo para Hs (1979 -1991) y (1992 – 2015).

Tabla 5-3. Eventos extremos de Hs, que superaron el percentil 99 entre 1979-1991.

Evento Inicio Fin durHora durDia Hs_max

1 04/01/1979 06:00 04/01/1979 12:00 6 0.25 1.6

2 31/03/1979 06:00 02/04/1979 06:00 48 2 1.8

3 14/01/1981 00:00 14/01/1981 12:00 12 0.5 1.8

4 24/03/1986 00:00 24/03/1986 12:00 12 0.5 1.7

5 07/01/1987 00:00 07/01/1987 06:00 6 0.25 1.7

6 29/01/1987 06:00 29/01/1987 12:00 6 0.25 1.6

7 10/02/1987 00:00 10/02/1987 12:00 12 0.5 1.8

8 29/01/1988 00:00 30/01/1988 12:00 36 1.5 1.8

9 15/02/1989 06:00 15/02/1989 12:00 6 0.25 1.6

10 16/02/1989 00:00 16/02/1989 06:00 6 0.25 1.9

11 25/02/1989 06:00 26/02/1989 12:00 30 1.25 1.7

12 11/03/1989 00:00 11/03/1989 12:00 12 0.5 1.7

13 12/03/1989 00:00 12/03/1989 00:00 0 0 1.6

14 26/12/1989 00:00 26/12/1989 12:00 12 0.5 1.8

15 27/12/1989 06:00 27/12/1989 12:00 6 0.25 1.6

16 22/12/1991 00:00 23/12/1991 06:00 30 1.25 1.9

Eventos Extremos de Hs desde 1979-1991

Page 57: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

57

Tabla 5-4. Eventos extremos de Hs, que superaron el percentil 99 entre 1992-2015.

Los eventos extremos más intensos y duraderos durante el periodo antes de 1992 se

dieron en la época seca (Diciembre a Marzo), alcanzando la mayor intensidad de Hs de 1.9

m en diciembre de 1991. Para este periodo no fue posible conocer el origen de estos

eventos ya que no existe información anterior a 1995. Los eventos más extremos entre

1992 y 2015, se dieron principalmente por la presencia de Frentes fríos en la época seca

(eventos 2, 5, 14, 16, 18, 19, Tabla 5-5) y el paso de huracanes en la época húmeda (Evento

4, Tabla 5-5) que en este caso fue por el paso del huracán Lenny. La máxima intensidad de

Hs fue de 2.4 m que se dio durante un mar de leva en enero del año 2004 debido al paso

de un frente frío.

Evento Inicio Fin durHora durDia Hs_max

1 28/01/1993 18:00 29/01/1993 0:00 6 0.25 2

2 12/03/1996 6:00 13/03/1996 18:00 36 1.5 2.1

3 08/03/1997 6:00 08/03/1997 12:00 6 0.25 2.2

4 15/11/1999 18:00 16/11/1999 12:00 18 0.75 2.2

5 16/01/2000 18:00 17/01/2000 12:00 18 0.75 2.4

6 01/01/2004 6:00 01/01/2004 12:00 6 0.25 1.9

7 03/03/2004 0:00 03/03/2004 6:00 6 0.25 2.3

8 03/03/2004 18:00 04/03/2004 6:00 12 0.5 1.9

9 06/03/2004 0:00 06/03/2004 6:00 6 0.25 2.2

10 04/01/2005 0:00 04/01/2005 6:00 6 0.25 1.9

11 22/02/2005 6:00 22/02/2005 12:00 6 0.25 1.9

12 23/11/2006 6:00 23/11/2006 18:00 12 0.5 1.9

13 05/01/2008 0:00 05/01/2008 6:00 6 0.25 2.1

14 06/02/2009 0:00 07/02/2009 12:00 36 1.5 2.1

15 06/03/2009 6:00 06/03/2009 12:00 6 0.25 1.8

16 07/03/2009 0:00 08/03/2009 6:00 30 1.25 2.3

17 12/01/2010 6:00 12/01/2010 12:00 6 0.25 2

18 08/03/2010 0:00 08/03/2010 18:00 18 0.75 2.1

19 15/12/2010 0:00 15/12/2010 18:00 18 0.75 2.1

20 24/10/2012 18:00 25/10/2012 0:00 6 0.25 1.8

21 04/03/2013 12:00 04/03/2013 18:00 6 0.25 1.9

Eventos Extremos de Hs desde 1992-2015

Page 58: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

58

Tabla 5-5. Eventos extremos más duraderos e intensos en IROS de Hs (1979-2015).

5.3 Periodo Pico (Tp) También se analizaron los dos periodos de tiempo, antes de 1992 y posterior a 1992. La

figura 5-3 muestra las series de tiempo con sus respectivos umbrales (percentil 99%). Los

percentiles al igual que en Hs, dieron valores diferentes, y por tal razón los eventos

extremos se sacaron con base en cada uno de ellos.

Eventos Inicio Fin DurHora DurDia Hs_max (m) Observaciones

2 31/03/1979 6:00 02/04/1979 6:00 48 2 1.8 Condición normal

3 14/01/1981 0:00 14/01/1981 12:00 12 0.5 1.8 Condición normal

4 24/03/1986 0:00 24/03/1986 12:00 12 0.5 1.7 Condición normal

7 10/02/1987 0:00 10/02/1987 12:00 12 0.5 1.8 Condición Niño

8 29/01/1988 0:00 30/01/1988 12:00 36 1.5 1.8 Condición Niño

11 25/02/1989 6:00 26/02/1989 12:00 30 1.25 1.7 Condición Niña

12 11/03/1989 0:00 11/03/1989 12:00 12 0.5 1.7 Condición Niña

14 26/12/1989 0:00 26/12/1989 12:00 12 0.5 1.8 Condición Niña

16 22/12/1991 0:00 23/12/1991 6:00 30 1.25 1.9 Condición normal

Eventos Inicio Fin DurHora DurDia Hs_max (m) Observaciones

2 12/03/1996 6:00 13/03/1996 18:00 36 1.5 2.1Condición Niña/ Mar de leva

por paso de Frente frío

4 15/11/1999 18:00 16/11/1999 12:00 18 0.75 2.2Condición Niña/Huracán

Lenny, categoría 5.

5 16/01/2000 18:00 17/01/2000 12:00 18 0.75 2.4Condición Niña/ Mar de leva

por paso de Frente frío

14 06/02/2009 0:00 07/02/2009 12:00 36 1.5 2.1Condición normal/ Mar de leva

por paso de Frente frío

16 07/03/2009 0:00 08/03/2009 6:00 30 1.25 2.3Condición normal/ Mar de leva

por paso de Frente frío

18 08/03/2010 0:00 08/03/2010 18:00 18 0.75 2.1Condición Niño/ Paso de

Frente frío

19 15/12/2010 0:00 15/12/2010 18:00 18 0.75 2.1Condición Niño/paso de frente

frío

Eventos Extremos de Hs desde 1979-1991

Eventos Extremos de Hs desde 1992-2015

Page 59: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

59

Figura 5-3. Series de Tiempo para Tp (1979 -1991) y (1992 – 2015).

Para el periodo entre 1979 y 1991 se obtuvieron 46 eventos extremos. Para seleccionar los

más intensos y duraderos se escogieron los que duraron más de 6 horas y tenían valores de

Tp mayores de 8 seg (Tabla 5-6). En el periodo entre 1992 y 2015 se dieron 408 eventos

extremos, y para seleccionar los eventos más extremos, se escogieron los que duraron más

de 6 horas y tenían valores de Tp mayores a 9 seg (Tabla 5-7).

Page 60: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

60

Tabla 5-6. Eventos extremos de Tp, que superaron el percentil 99 entre 1979-1991.

Se obtuvieron 11 eventos intensos y duraderos para antes de 1992, la mayoría de ellos se

dieron durante la época seca y la máxima intensidad alcanzada fue de 8.7 seg en Febrero

de 1989. Después de 1992, se obtuvieron 15 eventos intensos y duraderos producto del

paso de frentes fríos en la época seca (eventos 138, 144, 213, 215, 285, 322, 354 y 357,

Tabla 5-8) y huracanes en la época húmeda (eventos 24, 35, 79 y 280, Tabla 5-8), tales

como Bret, Alberto, Bertha, Cesar y Humberto.

Evento Inicio Fin DurHora DurDia Tp_max

1 31/03/1979 12:00 02/04/1979 18:00 54 2.25 8.5

3 29/06/1980 06:00 30/06/1980 00:00 18 0.75 8

4 10/12/1980 12:00 10/12/1980 18:00 6 0.25 7.8

5 12/04/1981 18:00 13/04/1981 00:00 6 0.25 7.9

7 18/06/1982 00:00 19/06/1982 06:00 30 1.25 8.1

8 24/07/1982 18:00 25/07/1982 00:00 6 0.25 7.9

10 29/07/1984 00:00 29/07/1984 06:00 6 0.25 7.9

11 17/11/1984 06:00 17/11/1984 18:00 12 0.5 7.9

12 27/12/1984 00:00 31/12/1984 00:00 96 4 8.3

13 17/06/1985 00:00 17/06/1985 06:00 6 0.25 7.8

16 14/07/1986 12:00 15/07/1986 06:00 18 0.75 8.2

17 19/01/1987 00:00 19/01/1987 06:00 6 0.25 7.9

18 03/04/1987 06:00 03/04/1987 12:00 6 0.25 7.8

19 01/07/1987 18:00 02/07/1987 00:00 6 0.25 8

20 07/07/1987 00:00 07/07/1987 12:00 12 0.5 7.9

21 01/01/1988 18:00 02/01/1988 18:00 24 1 8.1

22 29/01/1988 12:00 30/01/1988 06:00 18 0.75 8.3

23 30/01/1988 18:00 01/02/1988 00:00 30 1.25 8.1

24 01/02/1988 12:00 02/02/1988 00:00 12 0.5 8

25 04/03/1988 18:00 05/03/1988 00:00 6 0.25 7.9

26 25/02/1989 12:00 27/02/1989 00:00 36 1.5 8.7

27 28/06/1990 18:00 30/06/1990 00:00 30 1.25 8.1

Eventos Extremos de Tp desde 1979-1991

Page 61: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

61

Tabla 5-7. Eventos extremos de Tp, que superaron el percentil 99 entre 1992-2015.

Evento Inicio Fin DurHora DurDia Tp_max

2 25/02/1992 18:00 26/02/1992 00:00 6 0.25 9.4

7 29/06/1992 18:00 30/06/1992 00:00 6 0.25 9.9

8 02/07/1992 18:00 03/07/1992 00:00 6 0.25 10.2

18 25/01/1993 18:00 26/01/1993 06:00 12 0.5 9.9

24 04/08/1993 18:00 05/08/1993 06:00 12 0.5 9.5

32 11/02/1994 18:00 12/02/1994 00:00 6 0.25 8.8

35 03/07/1994 06:00 03/07/1994 18:00 12 0.5 9.7

38 09/07/1994 18:00 10/07/1994 00:00 6 0.25 9.2

43 15/08/1994 18:00 16/08/1994 00:00 6 0.25 9.6

64 15/01/1996 06:00 15/01/1996 12:00 6 0.25 8.7

66 22/01/1996 18:00 23/01/1996 00:00 6 0.25 9.8

68 07/02/1996 00:00 07/02/1996 06:00 6 0.25 8.4

69 07/02/1996 18:00 08/02/1996 00:00 6 0.25 9.7

77 08/06/1996 18:00 09/06/1996 00:00 6 0.25 8.8

79 16/07/1996 18:00 17/07/1996 18:00 24 1 9.4

89 19/12/1996 18:00 20/12/1996 00:00 6 0.25 9

92 27/02/1997 18:00 28/02/1997 00:00 6 0.25 9.8

124 24/12/1998 18:00 25/12/1998 00:00 6 0.25 9.5

126 16/02/1999 18:00 17/02/1999 00:00 6 0.25 9

137 19/09/1999 18:00 20/09/1999 18:00 24 1 8.7

138 03/12/1999 00:00 05/12/1999 18:00 66 2.75 9.5

144 16/01/2000 18:00 17/01/2000 18:00 24 1 9

149 25/07/2000 18:00 26/07/2000 00:00 6 0.25 9.9

161 21/06/2001 18:00 22/06/2001 00:00 6 0.25 9.2

162 27/06/2001 18:00 28/06/2001 00:00 6 0.25 9.2

167 14/08/2001 18:00 15/08/2001 00:00 6 0.25 9.9

170 04/10/2001 18:00 05/10/2001 00:00 6 0.25 9.1

182 25/06/2002 18:00 26/06/2002 00:00 6 0.25 9.5

186 30/07/2002 18:00 31/07/2002 00:00 6 0.25 10.3

210 02/01/2004 00:00 03/01/2004 00:00 24 1 8.5

213 02/03/2004 12:00 03/03/2004 18:00 30 1.25 9

215 05/03/2004 12:00 06/03/2004 18:00 30 1.25 9.1

227 29/06/2004 12:00 30/06/2004 00:00 12 0.5 9.3

251 10/01/2006 18:00 11/01/2006 00:00 6 0.25 9.3

259 13/07/2006 06:00 13/07/2006 12:00 6 0.25 9.4

261 22/11/2006 12:00 24/11/2006 18:00 54 2.25 9.4

263 03/12/2006 06:00 03/12/2006 12:00 6 0.25 8.4

272 16/06/2007 18:00 17/06/2007 00:00 6 0.25 9

280 13/09/2007 18:00 14/09/2007 06:00 12 0.5 9.3

282 25/11/2007 18:00 26/11/2007 00:00 6 0.25 9.2

285 05/01/2008 00:00 05/01/2008 18:00 18 0.75 9.1

290 22/06/2008 18:00 23/06/2008 06:00 12 0.5 9.8

295 21/11/2008 06:00 22/11/2008 00:00 18 0.75 8.7

297 25/11/2008 00:00 26/11/2008 06:00 30 1.25 10.4

298 11/12/2008 18:00 12/12/2008 00:00 6 0.25 8.9

305 22/02/2009 18:00 23/02/2009 00:00 6 0.25 9.6

317 28/07/2009 18:00 29/07/2009 00:00 6 0.25 9

322 15/12/2009 18:00 16/12/2009 06:00 12 0.5 9.6

334 26/07/2010 18:00 27/07/2010 06:00 12 0.5 8.8

336 07/11/2010 06:00 08/11/2010 06:00 24 1 8.5

338 30/11/2010 18:00 01/12/2010 00:00 6 0.25 9.5

354 17/12/2011 12:00 18/12/2011 00:00 12 0.5 10.1

357 05/01/2012 18:00 06/01/2012 06:00 12 0.5 9.2

359 04/02/2012 18:00 05/02/2012 00:00 6 0.25 9.6

385 10/12/2013 06:00 10/12/2013 12:00 6 0.25 8.8

386 14/12/2013 18:00 15/12/2013 00:00 6 0.25 8.9

399 13/07/2014 12:00 13/07/2014 18:00 6 0.25 9.1

402 26/07/2014 06:00 26/07/2014 12:00 6 0.25 9.3

408 11/03/2015 06:00 11/03/2015 12:00 6 0.25 8.8

Eventos Extremos de Tp desde 1992-2015

Page 62: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

62

Tabla 5-8. Eventos extremos más duraderos e intensos en IROS de Tp (1979-2015).

5.4 Nivel del Mar (Marea) La figura 5-4 muestra la serie de tiempo de marea con el respectivo umbral (percentil 99)

para la obtención de los extremos. Con este percentil, se obtuvieron sólo dos eventos en

1983 (Tabla 5-9), por tal razón se decidió bajar el umbral usando el percentil 95, el cual

Eventos Inicio Fin DurHora DurDia Tp_max(seg) Observaciones

1 31/03/1979 12:00 02/04/1979 18:00 54 2.25 8.5 Condición Normal

3 29/06/1980 06:00 30/06/1980 00:00 18 0.75 8 Condición Normal

7 18/06/1982 00:00 19/06/1982 06:00 30 1.25 8.1 Condición Niño

12 27/12/1984 00:00 31/12/1984 00:00 96 4 8.3 Condición Niña

16 14/07/1986 12:00 15/07/1986 06:00 18 0.75 8.2 Condición Niño

21 01/01/1988 18:00 02/01/1988 18:00 24 1 8.1 Condición Niño

22 29/01/1988 12:00 30/01/1988 06:00 18 0.75 8.3 Condición Niño

23 30/01/1988 18:00 01/02/1988 00:00 30 1.25 8.1 Condición Niño

24 01/02/1988 12:00 02/02/1988 00:00 12 0.5 8 Condición Niño

26 25/02/1989 12:00 27/02/1989 00:00 36 1.5 8.7 Condición Niña

27 28/06/1990 18:00 30/06/1990 00:00 30 1.25 8.1 Condición Normal

Eventos Inicio Fin DurHora DurDia Tp_max (seg) Observaciones

18 25/01/1993 18:00 26/01/1993 06:00 12 0.5 9.9 Condición Normal

24 04/08/1993 18:00 05/08/1993 06:00 12 0.5 9.5Condición Normal/ Tormenta

Tropical Bret

35 03/07/1994 06:00 03/07/1994 18:00 12 0.5 9.7 Condición Normal/Huracán Alberto

79 16/07/1996 18:00 17/07/1996 18:00 24 1 9.4Condición Normal /Huracán

Bertha y Cesar

138 03/12/1999 00:00 05/12/1999 18:00 66 2.75 9.5 Condición Niña/ Paso de frente frío

144 16/01/2000 18:00 17/01/2000 18:00 24 1 9Condición Niña/ Mar de leva por

paso de Frente frío

213 02/03/2004 12:00 03/03/2004 18:00 30 1.25 9Condición normal/Marejada por

paso de frente frío

215 05/03/2004 12:00 06/03/2004 18:00 30 1.25 9.1Condición normal/Marejada por

paso de frente frío

227 29/06/2004 12:00 30/06/2004 00:00 12 0.5 9.3 Condición normal

261 22/11/2006 12:00 24/11/2006 18:00 54 2.25 9.4 Condición Niño

280 13/09/2007 18:00 14/09/2007 06:00 12 0.5 9.3 Condición Niña/ Huracán Humberto

285 05/01/2008 00:00 05/01/2008 18:00 18 0.75 9.1 Condición Niña/ Paso de frente frío

290 22/06/2008 18:00 23/06/2008 06:00 12 0.5 9.8 Condición Niña

297 25/11/2008 00:00 26/11/2008 06:00 30 1.25 10.4 Condición Niña

322 15/12/2009 18:00 16/12/2009 06:00 12 0.5 9.6 Condición Niño / Paso de Frente frío

354 17/12/2011 12:00 18/12/2011 00:00 12 0.5 10.1Condición Niña / Fuerte marejada

por paso de Frente frío

357 05/01/2012 18:00 06/01/2012 06:00 12 0.5 9.2Condición Niña/influencia del

Sistema de alta presión de los

Eventos Extremos de Tp desde 1979-1991

Eventos Extremos de Tp desde 1992-2015

Page 63: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

63

arrojó 2005 eventos extremos. Para disminuir el número de estos eventos y tener los más

extremos y duraderos, se seleccionaron los mayores a 6 horas y con intensidades

superiores o iguales a 0.35 m (Tabla 5-10).

Figura 5-4. Serie de Tiempo para marea (1950 -2013).

Tabla 5-9. Eventos extremos que superaron el percentil 99 para marea (1950-2013).

En total se obtuvieron 43 eventos extremos de marea (Tabla 5-10), la mayoría de estos se

dieron en la época húmeda como consecuencia del paso de huracanes; el huracán Joan,

uno de los huracanes que impacto en la costa Colombiana, se vio registrado dentro de

estos eventos, ocurrido en Octubre de 1988. En la época seca, el evento extremo más

fuerte se dio en enero de 1983, posiblemente por el aumento de temperatura ya que se

registró un año Niño.

Evento Inicio Fin DurHora DurDia Marea Max (m)

1 09/01/1983 9:00 09/01/1983 10:00 1 0.041666667 0.456

2 10/01/1983 9:00 10/01/1983 11:00 2 0.083333333 0.476

Eventos Extremos de Marea (1950 - 2013)

Page 64: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

64

Tabla 5-10. Eventos extremos más duraderos e intensos en IROS de marea (1950-2013).

Evento Inicio Fin DurHora DurDia Marea Max (m) Observaciones

501 16/11/1981 11:00 16/11/1981 18:00 7 0.29 0.396

502 17/11/1981 13:00 17/11/1981 19:00 6 0.25 0.396

587 07/01/1983 04:00 07/01/1983 11:00 7 0.29 0.376

589 09/01/1983 06:00 09/01/1983 13:00 7 0.29 0.456

590 10/01/1983 05:00 10/01/1983 14:00 9 0.38 0.476

591 11/01/1983 07:00 11/01/1983 14:00 7 0.29 0.426

592 12/01/1983 07:00 12/01/1983 14:00 7 0.29 0.436

593 13/01/1983 08:00 13/01/1983 15:00 7 0.29 0.406

595 15/01/1983 09:00 15/01/1983 16:00 7 0.29 0.396

596 16/01/1983 09:00 16/01/1983 16:00 7 0.29 0.376

696 19/10/1984 16:00 19/10/1984 22:00 6 0.25 0.386

703 24/10/1984 08:00 24/10/1984 14:00 6 0.25 0.396

705 26/10/1984 08:00 26/10/1984 15:00 7 0.29 0.406

706 27/10/1984 11:00 27/10/1984 17:00 6 0.25 0.356

707 28/10/1984 12:00 28/10/1984 19:00 7 0.29 0.366

709 30/10/1984 13:00 30/10/1984 20:00 7 0.29 0.396

939 31/10/1986 07:00 31/10/1986 13:00 6 0.25 0.386 Condición Niño

1023 06/08/1987 18:00 07/08/1987 00:00 6 0.25 0.416

1024 07/08/1987 19:00 08/08/1987 01:00 6 0.25 0.416

1080 22/11/1987 09:00 22/11/1987 15:00 6 0.25 0.386

1082 24/11/1987 11:00 24/11/1987 17:00 6 0.25 0.386

1084 26/11/1987 12:00 26/11/1987 19:00 7 0.29 0.406

1163 16/10/1988 12:00 16/10/1988 19:00 7 0.29 0.356

1168 23/10/1988 07:00 23/10/1988 13:00 6 0.25 0.376

1169 24/10/1988 07:00 24/10/1988 14:00 7 0.29 0.406

1170 25/10/1988 08:00 25/10/1988 15:00 7 0.29 0.416

1171 26/10/1988 09:00 26/10/1988 15:00 6 0.25 0.386

1214 10/09/1989 16:00 10/09/1989 22:00 6 0.25 0.386

Condición Normal / Paso de

Huracán Hugo

1264 14/11/1989 09:00 14/11/1989 15:00 6 0.25 0.386 Condición Normal

1395 28/09/1991 12:00 28/09/1991 18:00 6 0.25 0.356

1398 01/10/1991 15:00 01/10/1991 21:00 6 0.25 0.386

1418 23/10/1991 07:00 23/10/1991 13:00 6 0.25 0.366

1423 28/10/1991 12:00 28/10/1991 19:00 7 0.29 0.406

1424 29/10/1991 13:00 29/10/1991 19:00 6 0.25 0.376

1493 29/05/1992 18:00 30/05/1992 00:00 6 0.25 0.366 Condición Niño

1540 25/08/1992 18:00 26/08/1992 00:00 6 0.25 0.416

Condición Niño / paso de

Huracán Andrew

1560 18/09/1992 14:00 18/09/1992 20:00 6 0.25 0.356

1562 20/09/1992 15:00 20/09/1992 22:00 7 0.29 0.416

1563 21/09/1992 16:00 21/09/1992 22:00 6 0.25 0.396

1701 11/06/2006 21:00 12/06/2006 03:00 6 0.25 0.36

Condición Niño / Paso de

Huracán Alberto

1734 11/10/2006 12:00 11/10/2006 18:00 6 0.25 0.35 Condición Niño

1737 14/10/2006 16:00 14/10/2006 22:00 6 0.25 0.35 Condición Niño

1738 15/10/2006 16:00 15/10/2006 23:00 7 0.29 0.36 Condición Niño

Condición Niña / Paso de

Huracán Joan

Condición Niño

Condición Niño / Paso de

Huracán Grace

Condición Niño / paso de

Huracán Bonnie

Eventos Extremos de Marea (1950 - 2013)

Condición Normal / Paso de

tormenta tropical

Condición Niño

Condición Niña/Paso de

Huracán Josephine

Condición Niño/Dias antes

pasó el huracán Arlene

Condición Niño

Page 65: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

65

5.5 Índice de Flujo de Energía. Con el fin de buscar la relación espacial entre las variables sedimentológicas (foraminíferos

incluidos), con las variables energéticas, se analizaron las series de oleaje y del IFE en cada

punto de muestreo superficial.

Posteriormente se obtuvo la media de los datos para cada variable en cada punto

muestreado. En la Figura 5-5, se puede ver estos valores donde se observó que durante los

años 2013 – 2014 los valores medios de altura de ola significante mayores a 1.0 m se

localizaron hacia la franja NW del archipiélago y en barlovento, mientras que los valores

menores a 1 m se localizaron hacia sotavento. En cuanto a los valores medios de Periodo

pico, se pudo ver que la mayor parte del Archipiélago tuvo valores de Tp mayores a 7

segundos.

Figura 5-5. Mapas de valores medios de Hs y Tp en IROS.

En la figura 5-6 se puede ver una distribución espacial del IFE en el archipiélago,

observando que los mayores índices de energía se dan hacia el norte de Isla rosario, Laguna

Pajarales e Isla Tesoro.

Page 66: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

66

Figura 5-6. IFE para Islas del Rosario.

Page 67: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

67

6. Caracterización Sedimentológica

A continuación se presentan los resultados sedimentológicos de cada uno de los registros,

incluyendo el tamaño de grano, composición faunística por grupos de organismos,

caracterización de foraminíferos, distribuciones espaciales y en profundidad, dataciones y

geoquímica general.

6.1 Sedimentos Superficiales

6.1.1 Granulometría El análisis granulométrico se realizó para las 29 muestras recolectadas en mayo del 2014 en

el archipiélago. La Figura 6-1 muestra la distribución espacial del tamaño medio de los

granos calculado por el método de los momentos. Los sedimentos más gruesos (gravas,

arenas gruesas y muy gruesas) se ubican hacia barlovento, altamente influenciados por el

oleaje que viene del noreste. Los sedimentos de tamaño medio a fino predominan en

sotavento, con tamaños finos hasta de 0.15 mm hacia el este de Isla Rosario.

Figura 6-1. Tamaño medio de grano para las muestras superficiales tomadas entre 5 y 8m de

profundidad.

Page 68: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

68

La mayoría de las muestras se encontraron pobremente seleccionadas pero se observa en

la Figura 6-2 una franja al NW del archipiélago (línea punteada amarilla), entre Isla Rosario

e Isla Tesoro donde el grado de selección es moderado.

Figura 6-2. Distribución espacial de la Selección en todo el Archipiélago de Islas del Rosario.

También se hizo análisis de bimodalidad para inferir puntos con más de una fuente de

sedimentos. La muestra S3 (zona E de nearshore en isla Rosario) presentó multimodalidad

(Figura 6-3, cuadro rojo). En este caso, la multimodalidad no se reflejó en la composición

(p.e. terrígenos – biogénicos), sino que posiblemente es debida a distintas fuentes de

sedimentos arrecifales como las terrazas ubicadas en la isla, las cordones de playa y los

sedimentos marinos recientes.

Page 69: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

69

Figura 6-3. Distribución espacial de bimodalidad (Muestra multimodal: cuadro rojo)

6.1.2 Caracterización de Foraminíferos Bentónicos

El análisis de foraminíferos bentónicos se hizo para las 29 muestras recolectadas en todo el

archipiélago. Las abundancias en general fueron bajas (entre 2-100 foras/gr), pero cerca de

Isla Rosario (Este y Oeste), y al sur de isla Grande se encontraron las mayores abundancias,

con valores hasta de 459 foras/gr (Figura 6-4). Estos lugares son relativamente protegidos y

con manglares en las costas.

El porcentaje de fragmentos de foraminíferos y foraminíferos desgastados, como indicador

de la energía de cada lugar, se presenta en las Figura 6-5 y 6-6. En general todas las

muestras son muy homogéneas, con porcentajes de fragmentos menores al 15% y

localmente hasta 30%. Se destaca una muestra con 42% ubicada en el borde externo de la

barrera arrecifal al NW del archipiélago.

Page 70: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

70

Figura 6-4. Distribución superficial de abundancias de FB en Islas del Rosario

Figura 6-5. Distribución superficial del porcentaje de Fragmentos de foraminíferos por muestra.

Page 71: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

71

La mayor parte de las muestras presentan menos del 2% de foraminíferos desgastados;

solo muestras de la franja NW (Norte de isla Tesoro, borde externo de la barrera al NW, y

Norte de laguna Pajarales) superan el 2% (Figura 6-6). Este desgaste puede ser producto

del retrabajamiento al que están sometidos los sedimentos, pero depende del tipo de

especie de foraminífero. Por ejemplo, se ha reportado en la literatura que el género

Amphistegina cuando está sometido a stress, debilita sus conchas lo que genera un

desgaste y fracturamiento (Toler & Hallock, 1998).

Figura 6-6. Distribución superficial del porcentaje de foraminíferos desgastados por muestra.

La distribución de los subórdenes de FB (Figura 6-7) mostró que el suborden Rotaliina y

Miliolina predominaron en la zona, pero el suborden Textulariina tuvo una baja

representación debido a que los puntos muestreados fueron de alta energía, y este

suborden representa ambientes tranquilos (Boltovskoy, 1976). El suborden Rotaliina

domina en la franja al NW del archipiélago y en Isla Arena mientras que el suborden

Miliolina domina hacia sotavento en todo el Archipiélago.

Page 72: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

72

Figura 6-7. Distribución superficial de los subórdenes.

En las muestras superficiales en total se identificaron 56 géneros y 113 especies de

foraminíferos bentónicos.

Diez especies dominan en los sedimentos superficiales muestreados (Figura 6-8),

encabezadas por Amphistegina lessonii. Si se suman todas las especies del género

Amphistegina que aparecieron en estas zonas, este género comprende el 17% de las

muestras. Este género esta reportado como propio de ambientes arrecifales, ya que estos

son lugares óptimos para su crecimiento y debido a esto alcanzan tamaños muy grandes en

comparación a las demás especies, por eso es considerada junto con el género

Heterostegina como los especímenes más grandes dentro de los foraminíferos bentónicos

(Resig, 2004). Quinqueloculina agglutinans fue otra especie que se presentó con alto grado

de fragmentación y desgaste al igual que Amphistegina (Figura 6-8), esta especie se

caracteriza por presentar una concha aglutinada, producto de los sedimentos que

incorpora a su concha, las paredes externas de su concha se encontraron lisas mostrando

un alto grado de desgaste.

Page 73: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

73

Figura 6-8. Especies más abundantes en las muestras superficiales – Islas del Rosario.

A continuación se muestra la distribución espacial para algunas de las especies más

dominantes en términos de abundancias relativas y que pueden ser indicadoras de la

energía del medio. Los mapas de abundancias absolutas y algunos de abundancias relativas

de otras especies se pueden ver en el anexo A.

Page 74: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

74

Figura 6-9. Distribución espacial de Amphistegina lessonii.

La Figura 6-9, muestra la distribución espacial de la especie Amphistegina lessonii,

indicando que las mayores abundancias relativas se ven en la franja del NW de la que se ha

venido hablando anteriormente y esto mismo se observa con la especie Pararotalia

nipponica (Figura 6-10). La distribución espacial de Ammonia beccarii muestra que las

mayores abundancias relativas están hacia sotavento (Figura 6-11) al igual que la especie

Quinqueloculina agglutinans (Figura 6-12), posiblemente porque estas especies se

relacionan muy bien con los sedimentos mas finos y son de ambientes más tranquilos

(Almogi-Labin et al., 1995).

Page 75: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

75

Figura 6-10. Distribución espacial especie Pararotalia nipponica.

.

Figura 6-11. Distribución espacial especie Ammonia beccarii.

Page 76: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

76

Figura 6-12. Distribución espacial especie Quinqueloculina agglutinans.

La diversidad según el índice de Shannon, también conocido como Shannon-Weaver

(Shannon & Weaver, 1949) refleja la heterogeneidad de una comunidad sobre la base de

dos factores: el número de especies presentes y su abundancia relativa (Pla, 2006). La

figura 6-13 muestra la distribución del índice de Shannon para los foraminíferos en IROS. En

la mayoría de las muestras la diversidad está en rangos normales. Valores altos de

diversidad se encontraron en algunas muestras que incluyen la zona nearshore al E de isla

Rosario y el sur de isla Tesoro donde hay un arrecife en excelentes condiciones. La única

muestra con diversidad baja está ubicada hacia el norte de Isla Tesoro, la única ubicación

externa al arrecife y hacia barlovento, un lugar de alta energía poco propicio para los

foraminíferos.

Page 77: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

77

Figura 6-13. Biodiversidad: Índice de Shannon-Weaver

6.2 Núcleo Laguna Pajarales Este núcleo de 86.5 cm de longitud se extrajo de la laguna arrecifal Pajarales. Conformado

por arenas calcáreas de diferentes tamaños de grano que iban desde arenas gruesas a

finas. Entre los 30 y 60 cm de profundidad se observó arenas gruesas mezcladas con

fragmentos de corales y conchas de bivalvos con tamaños mayores a 2 cm de diámetro.

6.2.1 Granulometría La Figura 6-14 muestra los resultados del análisis granulométrico, donde se distinguieron

cuatro capas con las siguientes características:

Primera capa (86.5 – 60 cm): Arenas gruesas calcáreas, pobremente seleccionadas,

con fragmentos esporádicos de corales.

Page 78: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

78

Segunda capa (60 – 30 cm): Arenas calcáreas muy gruesas, muy pobremente

seleccionadas, se encontraban mezcladas con fragmentos de corales y conchas de

bivalvos de más de 2 cm de diámetro.

Tercera capa (30 – 4 cm): Arenas calcáreas de tamaño de grano medio a fino,

pobremente seleccionadas.

Cuarta capa (4 – 0 cm): Arenas calcáreas de tamaño de grano medio, pobremente

seleccionadas.

Figura 6-14. Variabilidad de algunos parámetros estadísticos para el núcleo de Laguna Pajarales.

Entre los 60 - 4 cm, se presentó una gradación en el tamaño de grano así: arenas muy

gruesas a mayor profundidad (60 a 30 cm), una capa de arenas medias (30 a 5 cm) y un 1

cm de arenas finas (5 - 4 cm). Debido a la composición, tamaño de grano y forma de

depositación de todas las anteriores capas, se consideró que era una tempestita.

Page 79: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

79

La granulometría para Lodos (Figura 6-15), mostró una disminución a profundidad a partir

de los 20 cm, pero se observó un incremento en el intervalo 20 a 4 cm, que puede

correlacionarse con la depositación de los materiales más finos del paleodepósito.

Figura 6-15. Granulometría de Lodos – núcleo Laguna Pajarales.

6.2.2 Dataciones Con base a los resultados obtenidos en la granulometría del núcleo (Figura 6-14), se

seleccionaron 3 muestras para datación. Estas se dataron por 14C, dos de ellas en

foraminíferos escogidas entre 25 - 26 cm y 85 - 86 cm de profundidad. La muestra entre

los 39 – 40 cm se dató en madera calcinada (Figura 6-16).

Page 80: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

80

Figura 6-16. Fechas de Datación por 14C en el núcleo de Pajarales.

Según la edad de la 1ra capa, este núcleo tiene un registro de aproximadamente 2000

años, lo que indica que la base del núcleo presentó los sedimentos más antiguos. Pero, los

resultados para las capas 2 y 3, mostraron una incoherencia en las edades. La madera

calcinada de la capa 2 (39 – 40 cm), indicó una edad más reciente que la capa 3 (25 – 26

cm) que está más cerca de la superficie. Esto indicaría que los materiales que conforman el

paleodepósito estaban mezclados y que el evento que lo pudo haber originado fue

posterior a 1655 AD. Los resultados de las dataciones enviados al Laboratorio se pueden

ver en el anexo B.

6.2.3 Caracterización de foraminíferos Bentónicos

El núcleo de Laguna Pajarales presentó uno de los registros con las mayores abundancias

totales de foraminíferos bentónicos (Figura 6-17A). La mayor abundancia registrada fue de

437 foras/gr a 5 cm de profundidad y la menor abundancia absoluta de 97foras/gr

registrada a 85 cm de profundidad. La Figura 6-17A muestra que la abundancia de FB

disminuyó con la profundidad, posiblemente debido a que hacia la base del núcleo están

los sedimentos más antiguos y muchas de las especies ya sufrieron disolución. Entre los 60

Page 81: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

81

y 5 cm de profundidad se registró un crecimiento en la abundancia, alcanzando un máximo

en los 5 cm y luego disminuyó hasta la superficie.

En cuanto al porcentaje de fragmentos de foraminíferos (FF), se observó un incremento de

fragmentos desde los 61 cm hasta los 21 cm de profundidad, alcanzando porcentajes

mayores al 20%. En el resto del núcleo los porcentajes no superaron el 20% y el porcentaje

mínimo fue de aproximadamente 6% (Figura 6-17B). Estos fragmentos se observaron más

en el género Amphistegina. La mayoría de esta población en el núcleo se encontraba

fragmentada y presentaba diferentes grados de desgaste. Algunos especímenes se

observaron con un desgaste mayor y de aspecto fósil, altamente calcificados. Otros

géneros también se destacan entre los que presentaron fragmentación: Quinqueloculina,

Sorites, Archaias, Peneroplis.

Page 82: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

82

Figura 6-17. Abundancia absoluta de FB y Porcentaje de Fragmentos – Núcleo L. Pajarales

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

70

75

80

85

50 250 450

Pro

fun

did

ad (

cm)

#Foras/gr

Abundancia absoluta de FB Laguna Pajarales

A

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

55

60

65

70

75

80

85

5 10 15 20 25

Pro

fun

did

ad (

cm)

% de Fragmentos de Foras

% de Fragmentos de FB - Laguna Pajarales

B

Page 83: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

83

Debido al resultado obtenido en la granulometría y dataciones, se estudiaron sólo 37

muestras para análisis de subórdenes y especies, distribuidas según las capas encontradas.

Según esto, se obtuvo un promedio del porcentaje de cada suborden en cada capa (cada

color representa una capa, Tabla 6-1), para conocer la variaciones de estos en todo el

núcleo. Así, la Tabla 6-1, muestra que el suborden Rotaliina aumentó a profundidad

mientras que los subórdenes Textulariina y Miliolina disminuyeron. Aunque esta laguna es

propicia para el desarrollo de especies del suborden Textulariina, este tuvo poca

representación, posiblemente debido a que la energía en esta laguna es alta y este

suborden prefiere ambientes tranquilos (Boltovskoy, 1976).

Tabla 6-1. Subórdenes de FB para las cuatro capas del núcleo Pajarales.

Prof (cm) Rotaliina Promedio (%) Textulariina Promedio (%) Miliolina Promedio (%)0-1 cm 38.095 23.810 38.095

1-2 cm 35.433 21.260 43.307

2-3 cm 30.576 23.022 46.403

3-4 cm 41.034 13.793 45.172

4-5 cm 36.426 20.619 42.955

5-6 cm 42.254 17.606 40.141

6-7 cm 45.105 13.986 40.909

7-8 cm 43.772 13.879 42.349

9-10 cm 39.384 17.808 42.808

14-15 cm 39.527 15.878 44.595

18-19 cm 42.492 18.211 39.297

19-20 cm 42.662 16.382 40.956

22-23 cm 38.776 17.347 43.878

24-25 cm 36.913 12.416 50.671

27-28 cm 45.973 12.416 41.611

29-30 cm 47.273 7.879 44.848

30-31 cm 41.216 14.527 44.257

31-32 cm 45.936 13.074 40.989

34-35 cm 44.337 11.327 44.337

36-37 cm 36.213 15.282 48.505

39-40 cm 44.631 14.094 41.275

44-45 cm 46.885 16.721 36.393

48-49 cm 40.217 17.029 42.754

52-53 cm 44.156 12.013 43.831

55-56 cm 54.882 13.131 31.987

59-60 cm 45.791 15.825 38.384

60-61 cm 48.615 12.615 38.769

61-62 cm 49.355 11.290 39.355

64-65 cm 51.087 11.594 37.319

67-68 cm 52.976 13.095 33.929

70-71 cm 64.308 8.000 27.692

73-74 cm 49.667 12.000 38.333

76-77 cm 62.207 11.706 26.087

79-80 cm 57.667 11.333 31.000

82-83 cm 61.566 10.320 28.114

85-86 cm 59.283 8.795 31.922

86-87.5 cm 59.667 10.222 30.111

43.244

42.918

41.044

32.386

36.285

41.713

44.807

56.778

20.471

15.369

14.149

10.836

Page 84: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

84

Doce fueron las especies más abundantes del núcleo, encabezadas por Amphistegina

lessonii con un 22% de abundancia relativa (Tabla 6-2). En la primera capa (base del

núcleo), domina A. lessonii con 40.9%. En la segunda y tercera capa (60 – 5 cm) dominan A.

lessoni, Q. lamarckiana y T. agglutinans sumando más del 90% de abundancia total. En la

cuarta capa dominan las especies Q. agglutinans y Q. lamarckiana con más del 50% de

abundancia total (Tabla 6-3).

Las capas 3 y 2 presentaron las mayores abundancias de las especies de este núcleo.

Dentro de estas especies, Amphistegina sp1. (Fósil), llamada así para este trabajo, fue

designada para especímenes de aspecto fósil, caracterizados por presentar alta

calcificación, desgaste y fragmentación, los cuales podrían ser indicadores de procedencia

de las terrazas.

ESPECIES MÁS ABUNDANTES EN PAJARALES ABUNDANCIA

RELATIVA (%) Amphistegina lessonii 22

Quinqueloculina lamarckiana 11.90

Textularia agglutinans 9.70

Quinqueloculina agglutinans 6.70

Amphistegina radiata 5.80 Amphistegina sp1. fosil 2.80

Asterigerina guerichi 2.30 Rosalina globularis 2.20

Quinqueloculina seminula 2.20

Cyclorbiculina compressa 2.00 Quinqueloculina polygona 1.90

Criboelphidium sp1. 1.80

Tabla 6-2.Especies más abundantes en el núcleo de Pajarales.

Page 85: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

85

Tabla 6-3.Abundancias totales promedias de las especies dominantes en el núcleo de Pajarales.

6.2.4 Carbonatos La Figura 6-18, muestra el porcentaje de CaCO3 en el núcleo de Pajarales. El promedio de

Carbonatos fue de 83% en todo el núcleo, lo cual confirma lo planteado por Martínez &

Vernette (1981) quienes estudiaron un transecto dentro del Archipiélago Islas del Rosario y

obtuvieron que el Carbonato en la zona supera el 80%. El porcentaje de Carbonatos en

Pajarales varió entre 75 y 95%, presentando variaciones a lo largo de todo el núcleo. Desde

la base del núcleo hasta aproximadamente 28 cm, la variación de carbonatos es similar,

pero después de los 28 cm hasta los 7 cm esta variación se incrementó, obteniéndose

Prof (cm)

AT prom A.

lessonii

(#FB/gr)

AT prom Q.

lamarckian

a (#FB/gr)

AT prom T.

agglutinans

(#FB/gr)

AT prom Q.

agglutinans

(#FB/gr)

AT prom A.

radiata

(#FB/gr)

AT prom A.

sp1 (fósil)

(#FB/gr)

AT prom A.

guerichi

(#FB/gr)

AT prom R.

globularis

(#FB/gr)

AT prom Q.

seminula

(#FB/gr)

AT prom C.

cyclorbiculin

a (#FB/gr)

AT prom

Q.

polygona

(#FB/gr)

AT prom

C. sp1

(#FB/gr)

0-1 cm

1-2 cm

2-3 cm

3-4 cm

4-5 cm

5-6 cm

6-7 cm

7-8 cm

9-10 cm

14-15 cm

18-19 cm

19-20 cm

22-23 cm

24-25 cm

27-28 cm

29-30 cm

30-31 cm

31-32 cm

34-35 cm

36-37 cm

39-40 cm

44-45 cm

48-49 cm

52-53 cm

55-56 cm

59-60 cm

60-61 cm

61-62 cm

64-65 cm

67-68 cm

70-71 cm

73-74 cm

76-77 cm

79-80 cm

82-83 cm

85-86 cm

86-87.5 cm

2.736

1.429

4.899

4.08

2.252

3.826

25.389

30.055

30.257

13.513

21.657

28.109

11.145 1.471 1.372

20.209 15.189 10.813 6.078 4.148 3.693 3.801 3.204

5.109 8.249 5.199 4.799 1.728

8.03 7.866 6.077

18.948 29.403 2.097 3.654 8.171 8.809 5.156 1.039

21.906 8.699 6.733 4.138 7.65

13.209

50.636

43.159

40.848

Page 86: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

86

valores de carbonatos más bajos que el promedio (entre el 75 y 82%). Desde los 7 cm hasta

la superficie se incrementaron hasta alcanzar el máximo (~95%) en la superficie.

Figura 6-18. Porcentaje de Carbonatos en el núcleo de Laguna Pajarales.

6.2.5 Materia Orgánica Para el núcleo de Pajarales, sólo se analizaron 35 muestras seleccionadas según las capas

estratigráficas del núcleo (Capitulo 3.4.4). La tabla 6-4 muestra la variación del porcentaje

promedio de Materia Orgánica en cada capa. El porcentaje de MO fue bajo en general, con

un promedio de 3.4%, pero era lo esperado para un ambiente con más del 80% de

carbonato. Los resultados muestran que la MO disminuye a profundidad lo que responde al

proceso normal de degradación.

Page 87: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

87

Tabla 6-4. Porcentaje de Materia Orgánica promedio en cada capa del núcleo de Pajarales

6.2.6 Cuantificación de Terrígenos Por composición química de biogénicos, fue posible estimar el porcentaje de terrígenos en

este núcleo. La Tabla 6-5, muestra los porcentajes de terrígenos a lo largo del núcleo según

las capas vistas en la granulometría (los colores representan cada capa), donde los valores

Prof (cm) %MO % prom MO0-1 cm 4.05108761

1-2 cm 3.96786033

2-3 cm 3.92078814

3-4 cm 3.94332706

4-5 cm 3.90485629

6-7 cm 3.76141326

7-8 cm 3.66121309

9-10 cm 3.83313421

14-15 cm 3.73720306

18-19 cm 3.6097852

19-20 cm 3.67632368

22-23 cm 3.5742732

24-25 cm 3.46411101

27-28 cm 3.44861956

29-30 cm 2.99132516

30-31 cm 3.51243781

31-32 cm 3.10238874

34-35 cm 2.97334924

36-37 cm 3.09566607

39-40 cm 3.29878413

44-45 cm 2.95341923

48-49 cm 3.3915212

52-53 cm 2.72102063

55-56 cm 2.90622191

59-60 cm 2.96082145

60-61 cm 3.393891

61-62 cm 3.00258501

64-65 cm 2.8742515

67-68 cm 2.87791277

70-71 cm 2.90576177

73-74 cm 3.18262939

76-77 cm 3.08290931

79-80 cm 2.99591918

82-83 cm 2.64019851

85-86 cm 3.04939012

4.0

3.6

3.1

3.0

Page 88: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

88

mínimos (<8%) se ven desde los 3 cm hasta la superficie (4ta capa) y los máximos (18 y

20%) entre los 20 y 8 cm (2da capa). Para el resto del núcleo el porcentaje de terrígenos se

mantuvo entre el rango 9 y 15%.

Tabla 6-5. Cuantificación de terrígenos por composición química de biogénicos.

Prof (cm) %MO % prom MO %Carbonatos% prom

Carbonatos

%

Terrígenos

% Prom

Terrígenos

0-1 cm 4.05 94.56 1.39

1-2 cm 3.97 91.97 4.07

2-3 cm 3.92 87.46 8.62

3-4 cm 3.94 82.98 13.07

4-5 cm 3.90 83.61 12.48

6-7 cm 3.76 82.75 13.49

7-8 cm 3.66 77.38 18.95

9-10 cm 3.83 76.05 20.12

14-15 cm 3.74 79.42 16.84

18-19 cm 3.61 78.49 17.90

19-20 cm 3.68 76.96 19.36

22-23 cm 3.57 81.04 15.38

24-25 cm 3.46 83.22 13.31

27-28 cm 3.45 82.74 14.27

29-30 cm 2.99 82.03 14.46

30-31 cm 3.51 80.72 16.17

31-32 cm 3.10 84.12 12.90

34-35 cm 2.97 83.94 13.08

36-37 cm 3.10 81.81 15.10

39-40 cm 3.30 83.68 13.02

44-45 cm 2.95 85.80 11.25

48-49 cm 3.39 82.59 14.02

52-53 cm 2.72 83.04 14.24

55-56 cm 2.91 83.38 13.72

59-60 cm 2.96 87.79 9.25

60-61 cm 3.39 84.88 11.73

61-62 cm 3.00 82.27 14.72

64-65 cm 2.87 83.65 13.47

67-68 cm 2.88 83.07 14.05

70-71 cm 2.91 84.78 12.32

73-74 cm 3.18 82.67 14.15

76-77 cm 3.08 83.74 13.18

79-80 cm 3.00 83.97 13.03

82-83 cm 2.64 84.03 13.33

85-86 cm 3.05 82.74 14.21

6.8

16.1

13.3

13.4

4.0

3.6

3.1

3.0

89.2

80.3

83.7

83.6

Page 89: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

89

6.3 Núcleo Laguna de Manglar (Isla Rosario) Este núcleo de 2 m de longitud estuvo conformado por dos tipos de material. Hacia la base

se observaron arenas calcáreas hasta los 167 cm de profundidad, luego una mezcla entre

arenas calcáreas y turba hasta los 160 cm y de ahí a la superficie una turba de color café

oscuro.

6.3.1 Granulometría Como se explicó en la metodología, solo se hizo análisis granulométrico a las arenas entre

160 cm y 200 cm, ya que la turba estuvo constituida casi únicamente por materia orgánica.

La estratigrafía del núcleo se puede ver en la Figura 6-19, donde se presentan las capas

descritas anteriormente: arenas calcáreas (200 - 167 cm), nivel de transición de material

calcáreo a material orgánico (167 - 160 cm) y turba (160 -0 cm).

Este núcleo fue extraído en una Laguna de Manglar que en algún momento estuvo

expuesta a la influencia oceánica y que después quedó aislada del mar. Por tal razón, el

cierre de esta laguna se ve registrado en el cambio de composición de este núcleo; las

arenas calcáreas muestran la influencia oceánica (probablemente fue una pequeña bahía) y

la turba muestra cuando fue cerrada completamente y empezó el ambiente netamente

insular.

Page 90: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

90

Figura 6-19. Estratigrafía del núcleo de Manglar.

En cuanto a la capa de arenas calcáreas que representa un ambiente abierto, se hizo

análisis granulométrico a 20 muestras (200 a 160 cm), muestreadas cada dos cm. En la

Figura 6-20, se distinguen tres capas:

Primera capa (200 – 182 cm): Arenas calcárea muy gruesa, muy pobremente

seleccionada con presencia de fragmentos de conchas y corales.

Segunda capa (182 – 167 cm): Arenas calcáreas de medias a gruesas, pobremente

seleccionadas.

Tercera capa (167 – 160 cm): Capa de transición compuesta por arenas calcáreas de

tamaño medio pobremente seleccionadas y por turba. Existe una relación inversa

en cuanto al porcentaje de cada uno de estos materiales durante la transición hasta

que se llega a la profundidad de 160 cm, las arenas calcáreas empiezan a disminuir

mientras que la turba comienza a aumentar.

Page 91: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

91

Figura 6-20. Tamaño de grano medio y selección del núcleo de Laguna de Manglar (partea calcárea)

Se analizaron las curvas de frecuencia para cada una de las muestras y ninguna presentó

bimodalidad, todas se caracterizaron por ser unimodales.

6.3.2 Dataciones El modelo cronológico del núcleo fue definido a partir de dataciones de 210Pb - 137Cs en

superficie, y 14C en la base de la turba, tal como lo muestra la Figura 6-21. La datación por 14C que se hizo para una muestra de turba (156-158cm) indicó una fecha calendario para

esta profundidad (cerca del cierre de la laguna) de 1610 AD (Figura 6-21).

Page 92: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

92

Figura 6-21. Dataciones en el núcleo de manglar

Para los análisis de 210Pb se enviaron 20 muestras de turba previamente maceradas al

Laboratorio en la Universidad de Florida, (resultados Anexo C). Estas se midieron hasta la

profundidad en que desapareció el 210Pb (8 muestras hasta 40 cm desde la superficie). El

perfil de decaimiento (Figura 6-22) mostró una disminución coherente con respecto a la

profundidad, y se presentó un pico de 137Cs a los 25 cm.

Figura 6-22. Perfil estratigráfico del contenido de 210Pb y 137Cs.Tomado de los resultados enviados por

el Laboratorio.

Page 93: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

93

De acuerdo con los resultados reportados, el exceso de 210Pb se dio hasta 25 cm del

sedimento. La edad de las muestras con exceso de 210Pb se calculó utilizando el modelo de

velocidad de aporte constante (Constant rate of suppy model, CRS, Swarzemski (2013) y

referencias incluidas), a partir de la ecuación:

t= LnA0 – LnAz / λ

Dónde: A0 es el exceso de 210Pb en la muestra superficial; Az es el exceso de 210Pb en la

profundidad z, y λ la constante de decaimiento del 210Pb (0.03114 años-1).

Así, se obtuvieron las tasas de sedimentación en los primeros 25 cm de profundidad (Tabla

6-6) y una tasa de sedimentación promedio de 0.46 cm/año. Con la fecha de la superficie

(fecha de extracción del núcleo) y usando la tasa de sedimentación promedio se

extendieron las edades del núcleo hasta el cierre de la laguna (base de la turba). También

se hicieron otras pruebas de ajustes a las velocidades de sedimentación (exponencial,

potencial y uno usando las tasas para cada sección y manteniendo una tasa constante

desde la última hacia abajo). Todas estas cronologías se compararon con los puntos de

amarre del 137Cs y 14C y se encontró que la que mejor se ajustó fue la de la tasa promedio

constante (Tabla 6-6). Por lo tanto el modelo de edad para las muestras escogido fue con

una tasa de sedimentación constante de 0.46 cm/año.

# Muestra Profundidad

(cm) Tasa sed

(Ts)cm/año

Ts promedio (cm/año)

0 - 5 cm 2.5 0

5 - 10 cm 7.5 0.87971599 0.45992097

10 - 15 cm 12.5 0.41227012

15 - 20 cm 17.5 0.32564812

20 - 25 cm 22.5 0.22204966

Tabla 6-6. Tasas de sedimentación resultado del modelo de edad planteado.

Page 94: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

94

De acuerdo con el modelo cronológico adoptado, la fecha del cierre total de la Laguna

ocurrió en 1657 AD (tabla 6-7).

Tabla 6-7. Resumen de las edades planteadas por los modelos de edad.

Profundidad

(cm)

Prof prom

(cm)

t.s. 0.46

cm/a (Pb)

Ref

137Cs Ref 14C

0 2014

0 - 5 cm 2.5 2003.130435

5 - 10 cm 7.50 1992.26087

10 - 15 cm 12.50 1981.391304

15 - 20 cm 17.5 1970.521739

20 - 25 cm 22.50 1959.652174 1964

25 - 30 cm 27.50 1948.782609

30 - 35 cm 32.5 1937.913043

35 - 40 cm 37.50 1927.043478

40 - 45 cm 42.50 1916.173913

45 - 50 cm 47.5 1905.304348

50 - 55 cm 52.50 1894.434783

55 - 60 cm 57.50 1883.565217

60 - 65 cm 62.5 1872.695652

65 - 70 cm 67.50 1861.826087

70 - 75 cm 72.50 1850.956522

75 - 80 cm 77.5 1840.086957

80 - 85 cm 82.50 1829.217391

85 - 90 cm 87.50 1818.347826

90 - 95 cm 92.5 1807.478261

95 - 100 cm 97.50 1796.608696

100 - 105 cm 102.50 1785.73913

105 - 110 cm 107.5 1774.869565

110 - 115 cm 112.50 1764

115 - 120 cm 117.50 1753.130435

120 - 125 cm 122.5 1742.26087

125 - 130 cm 127.50 1731.391304

130 - 135 cm 132.50 1720.521739

135 - 140 cm 137.5 1709.652174

140 - 145 cm 142.50 1698.782609

145 - 150 cm 147.50 1687.913043

150 - 152 cm 151 1683.565217

152 - 154 cm 153.00 1679.217391

154 - 156 cm 155.00 1674.869565

155 - 158 cm 157 1670.521739 1490-1610

158 - 160 cm 159.00 1666.173913

160 - 162 cm 161.00 1661.826087

162 - 164 cm 163 1657.478261 Cierre Total Laguna

Page 95: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

95

6.3.3 Caracterización de foraminíferos Bentónicos Se realizó análisis de foraminíferos bentónicos a 20 muestras del núcleo desde los 200 cm

de profundidad hasta 160 cm donde ya no se encontró ningún espécimen (justo en el nivel

donde comenzó la Turba indicadora de un ambiente insular aislado del mar). En esta parte

del núcleo se lograron extraer de cada muestra mínimo 300 especímenes como lo

recomienda el procedimiento estándar.

En la Figura 6-23A se muestra las abundancias totales. La mayor abundancia se dio entre

168 y 164 cm de profundidad, justo en la capa de transición de ambiente oceánico a

insular. Las abundancias totales disminuyen hacia profundidad. Además, se encontraron

cinco “pulsos” de altas abundancias (marcados de 1 a 5 en la figura 6-23A).

La Figura 6-23B, muestra la variabilidad de los subórdenes y se puede ver que hacia los 197

y 193 cm de profundidad, aumenta el suborden Textulariina y disminuye el suborden

Rotaliina. Probablemente en este punto las especies propias de este suborden estuvieron

en condiciones más óptimas para ellas y su abundancia total aumentó, pero aun así no

alcanza los porcentajes del suborden Rotaliina. Este último es quien domina toda esta parte

calcárea del núcleo.

Este núcleo fue extraído de una laguna de Manglar, el cual es un ecosistema es muy

apropiado para encontrar especies aglutinadas pertenecientes al suborden Textulariina, ya

que estos prefieren ambientes más tranquilos.

Page 96: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

96

Figura 6-23. A) Abundancia total de FB. B) Variabilidad de Subórdenes de FB – núcleo de manglar.

Siete especies mostraron las mayores abundancias. En la Figura 6-24A podemos ver su

variabilidad. Ammonia tepida es la especie que dominó en este núcleo, mostró un

incremento desde 185 cm hasta los 166 cm, donde alcanzó su máxima abundancia. Debido

a la abundancia de esta especie, para poder resaltar las variaciones de las demás especies,

en la Figura 6-20B se muestran las abundancias totales sin tener en cuenta Ammonia

tepida.

Ammonia beccarii y Trochammina inflata, Ammonia limnetes y Arenoparrella mexicana

fueron otras de las especies abundantes. Ammonia beccarii tuvo un comportamiento

interesante, ya que mostró tres pulsos de abundancia muy bien marcados, el primero hacia

los 192 y 182cm, el segundo entre 175 y 172cm y el tercero desde 172 hacia 167 cm

(Figura 6-24B). Trochammina inflata tuvo su pico máximo de abundancia entre 198 y 192

cm y empezó a disminuir hacia la capa de transición de carbonatos a turba. Ammonia

limnetes fue la más constante, estuvo presente desde la base del núcleo hasta los 164 cm,

Page 97: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

97

con algunos pequeños pulsos de abundancia. Arenoparrella mexicana tuvo un pulso de

abundancia muy marcado desde 182 cm hasta los 176 cm.

Cada pulso en las abundancias totales (Figura 6-23A) corresponden al aumento de alguna

especie; por ejemplo, el primer pulso marcado en la Figura 6-24A, coincidió con el pulso de

abundancia de la especie aglutinada Trochammina inflata. El segundo pulso correspondió

con la mayor abundancia de otra especie aglutinada, Arenoparrella mexicana (Figura 6-

24B). Los tercer y cuarto pulsos coincidieron con los dos aumentos finales de Ammonia

beccarii. Y el quinto pulso correspondió al pico de Ammonia tepida justo antes del cierre de

la laguna. Estos pulsos probablemente tienen su origen en las condiciones oceanográficas,

climáticas y ecológicas de cada momento, propias para cada especie.

Otra especie importante en este núcleo es Amphistegina sp1. (Fósil). Como se explicó

anteriormente, los individuos clasificados en este taxón tenían aspecto fósil y habían

perdido rasgos específicos distintivos. Esta variedad se presentó en todo el núcleo en bajas

abundancias relativas (Figura 6-25). Se cree que puede provenir de las terrazas arrecifales

que conforman la isla.

Figura 6-24. A) Especies dominantes. B) Especies dominantes sin A. tepida

Page 98: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

98

Figura 6-25. Abundancia relativa de Amphistegina sp1. (A. Fósil).

Figura 6-26. Especies más dominantes en el núcleo de Manglar – Isla Rosario. a) Ammonia tepida. b)

Ammonia beccarii, c) Ammonia limnetes, d) Trochammina inflata, e) Arenoparrella mexicana y d) Amphistegina sp1.

Page 99: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

99

En cuanto a la diversidad, el Índice de Shannon para esta parte del núcleo (Figura 6-27)

tuvo valores normales (mayores a 2) desde 200 hasta 188 cm y bajos (menores a 2) desde

188 cm hasta 164cm (cierre de la laguna). Esto se puede explicar porque Ammonia tepida

comenzó a aumentar significativamente a partir de 188 cm hasta volverse una especie

dominante, lo que disminuyó el número y las abundancias relativas de las especies

restantes.

Figura 6-27. Índice de Shannon (Shannon & Weaver, 1949)

Page 100: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

100

6.4 Cordones de Playa (Isla Rosario)

6.4.1 Características generales Hacia el Sureste de Isla Rosario, se encuentra una playa arenosa de aproximadamente 200

metros de longitud formada por cordones de playa (Beach Ridges). Estos cordones están

constituidos por fragmentos de corales retrabajados de tamaño guijarro y conchas de

organismos como bivalvos, gasterópodos, erizos y otros, en una matriz arenosa

conformada por arenas calcáreas de la misma composición.

Para este trabajo se muestrearon doce cordones hacia la parte noroeste de la playa, donde

se encontraban mejor conservados. Estos cordones se formaron paralelos a la línea de

costa, pero lastimosamente debido a la dinámica de la playa no conservan su continuidad.

La parte noreste de esta playa es más dinámica, constantemente sufre erosión por

entradas marinas, lo que hace que muchos cordones se erosionen constantemente y se

depositen nuevos encima de los anteriores. Es muy probable que aunque se haya

muestreado hacia el noroeste, algunos cordones pudieron haberse perdido.

La altura de las crestas de los cordones es muy variable. La Tabla 6-8, muestra la altura y

ancho (medido entre los dos valles anexos a cada cresta) de cada uno de ellos.

No. De

Cordón

Altura

(cm)

Ancho (cm)

1 25 76

2 10 90

3 16 60

4 18 89

5 28 163

6 10 120

Page 101: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

101

7 39 70

8 15 94

9 15 158

10 19 142

11 18 162

12 30 200

Tabla 6-8. Altura y amplitud de los cordones de playa en Isla Rosario

Como se puede ver en la tabla 6-8, los últimos cuatro cordones de playa fueron más anchos

que los primeros, parecen pertenecer a un sistema más antiguo que ha estado sometido a

mayor compactación y actividad de la vegetación (Figura 6-28). Estos cordones estaban

conformados por guijarros retrabajados y descoloridos y presentaban mayor consolidación

(Figura 6-28A y 6-28B).

Figura 6-28. A) Cordones de playa colonizados por vegetación (antiguas). B) Cordones de playa

recientes.

Para entender mejor este sistema de cordones de playa, se tomaron nueve perfiles

perpendiculares a la línea de costa y uno en la espiga (Figura 6-29).

Page 102: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

102

Figura 6-29. Ubicación de los Perfiles tomados en la playa de Isla Rosario.

En la Figura 6-30 se muestran los cuatro primeros perfiles con la ubicación de los cordones

de playa (número en negro) y una línea roja (E) que corresponde a una zanja presente

hasta el perfil 7, la cual sirvió de referencia para correlacionar la continuidad de los

cordones de playa. Esta “zanja”, posiblemente producto de un evento de erosión, se

encontró formando el valle entre el cordón 6 y 5 (Figura 6-31). Después de este fenómeno

se tienen como mínimo cinco cordones que pueden ser los más recientes; estos cordones

en campo se vieron mejor conservados, tenían las mayores alturas, menores anchos y no

estaban tan consolidados ya que el material se removía fácilmente.

Igualmente se observa en los perfiles 3 y 4 pequeños cordones en medio de los cordones

muestreados para este trabajo. Estos eran discontinuos y se perdieron a medida que se

seguía su transepto paralelo a la costa. Por tal razón, uno de los criterios para el muestreo

fue tomar únicamente los cordones de playa continuos.

Page 103: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

103

Figura 6-30. Perfiles de Playa 1. (P1 hasta P4)

Figura 6-31. Erosión entre los cordones de playa 5 y 6.

Page 104: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

104

La Figura 6-32 muestra los perfiles desde el 5 hasta el 8. Los perfiles 5 y 6 muestran la

mayor parte de cordones de playa. El perfil 7 fue tomado en el centro de la playa, donde

se observó un escalón a los 60 m de la costa indicando cordones erosionados y la existencia

de cordones mucho mas antiguos a las considerados para este trabajo (anteriores a C12)

con vegetación permanente. Desde el perfil 6 hasta el 8 es posible ver unas zonas planas,

altamente erosionadas que en campo se observaron como planicies.

Figura 6-32. Perfiles de Playa 2. (P5 hasta P8)

Los perfiles 9 y 10 se pueden ver en la Figura 6-33, pero no se tuvieron en cuenta para este

trabajo debido a que están en constante cambio ya que fueron tomados en las zonas

donde la dinámica del oleaje es muy alta, presentando constante erosión y depositación de

nuevos cordones de playa.

Page 105: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

105

Figura 6-33. Perfiles de Playa 3. (P9 y P10)

Se reconstruyó un perfil general de los cordones de playa en Isla Rosario (aprox. 60 m) que

muestra un levantamiento llegando a la costa (contrario a lo esperado) (Figura 6-34).Este

levantamiento también se puede observar en todos los perfiles anteriormente mostrados.

Figura 6-34. Perfil general para los cordones de playa en Isla Rosario.

6.4.1. Granulometría El análisis granulométrico para los 12 cordones de playa muestreados, indicó que el

tamaño medio de los granos que predominó fueron los guijarros (Figura 6-35; medias

mayores a 4 mm). En cuanto a la selección, todo el material de los cordones de playa están

pobremente seleccionados (Figura 6-35b).

Page 106: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

106

Figura 6-35. a) Tamaño medio de los granos - Cordones. b) Grado de selección - Cordones

6.4.2 Caracterización de foraminíferos Bentónicos

Las abundancias de foraminíferos bentónicos en los cordones en general fueron bajas

(Figura 6-36). El valor más bajo se registró en el cordón 12 (el más antiguo) con 14 FB/gr.

Las abundancias totales aumentaron a partir del cordón 8, registrando un máximo en la

Cordón 4 (51 FB/gr). En los cordones más antiguos (C12 a C9) aparentemente muchas de

las especies de foraminíferos sufrieron disolución.

Figura 6-36. Abundancias Totales de FB en Cordones de Playa.

Page 107: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

107

El porcentaje de Fragmentos de foraminíferos no supera el 26% para los cordones, pero los

resultados también indican una tendencia general a aumentar a partir del cordón 8, con

algunas variaciones (Figura 6-37). El género Amphistegina fue el que predominó en los

fragmentos. Estos especímenes presentaron alto grado de desgaste en las aristas que se

habían fragmentado. Aquí también se encontró especímenes fósiles (fuertemente

calcificados y rellenos de sedimentos) probablemente procedentes de las terrazas

cercanas. Otro género que registró fragmentación fue el género Quinqueloculina y dentro

de este especies como A. angulatus, Q. agglutinans, Q.lamarckiana.

Figura 6-37. Porcentaje de Fragmentos de FB en Cordones de Playa – Isla Rosario

15 especies dominaron este registro sedimentario (abundancia relativa superior al 1%;

Figura 6-38). La especie más abundante fue Amphistegina lessonii con una abundancia

relativa del 49%. Esta especie, como se ha dicho anteriormente, es típica de ambientes

arrecifales, por lo tanto es normal encontrarla en todos los registros sedimentarios y en

este caso es la única presente en todos las cordones (Figura 6-39).

Page 108: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

108

Figura 6-38. Especies más abundantes en los cordones de playa – Isla Rosario.

Figura 6-39. Especies de foraminíferos dominantes en los cordones de playa – Isla Rosario

Page 109: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

109

Trochammina inflata es una especie que sólo apareció en dos cordones (C6 y C8) y su pico

de abundancia se encuentra en el cordón 8 (Figuras 6-39 y 6-40). Esta especie apareció

también en el núcleo de la laguna de manglar, es una especie aglutinada típica de

ambientes de manglar y su presencia en los cordones puede estar indicando el cierre de la

laguna por estos. Justamente la Laguna empezó a cerrarse con el cordón 8, finalizando su

cierre con el cordón 6. Parotalia nipponica estuvo presente en la mayoría de cordones a

excepción del cordón 6 (Figura 6-40). Esta especie se registró en el muestreo superficial y

en las terrazas arrecifales, lo que podría indicar que proviene con el oleaje normal y la

erosión de terrazas cercanas. Pyrgo inornata es una especie que empieza su aparición en

los cordones más recientes, con un máximo de abundancia total en el cordón 4, lo que se

relaciona muy bien con las abundancias totales generales propuestas en la Figura 6-36. La

especie Cymbaloporetta esquammosa hace su aparición desde el cordón 9, pero su

importancia radica en que también puede ser indicadora del aporte que dan los

sedimentos de las terrazas cercanas a los cordones de playa.

Figura 6-40. Especies más abundantes en las cordones de playa – Isla Rosario

En la Figura 6-41, se muestra una imagen con las diez especies más abundantes e

importantes en los cordones de playa.

Page 110: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

110

Figura 6-41. a) Amphistegina lessonii. b)Pararotalia nipponica. c)Quinqueloculina agglutinans. d)Astirigerina guerichi. e)Pyrgo inornata. f)Archaias angulatus. g)Cymbaloporetta squammosa.

h)Trochammina inflata. i)Neoconorbina terquemi. j) Planorbulina meditarrenensis.

En cuanto a la diversidad en los cordones de playa, el índice de Shannon indicó que los

cordones más antiguos (C12 a C9) presentaron baja diversidad (menor 2), mientras que en

los cordones más recientes (C8 en adelante) aumentó. El cordón 4, con un valor superior a

3, es el que mayor diversidad tuvo (Figura 6-42).

Figura 6-42. Índice Shannon (Diversidad) para los cordones de playa.

Page 111: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

111

6.4.3 Dataciones

Se enviaron para datación por 14C muestras de restos vegetales tomados a 30 cm de

profundidad de la cresta del cordón 12 (el más antiguo) y del cordón 6 (como marcador del

cierre de la Laguna de Manglar). Los resultados obtenidos no fueron aceptados para este

trabajo, debido a que ambos indicaron edades de los últimos 60 años. Se intentaron otros

métodos como OSL (Luminiscencia Óptica estimulada), pero no fue posible aplicarlos

porque los cordones no contenían cuarzo o circón. La edad obtenida con 14C en las

muestras de madera indicaría que ambos cordones (12 y 6) son recientes y de la misma

edad. Esto no concuerda con las fechas obtenidas para el cierre de la laguna y con la

periodicidad reportada para los sistemas de cordones de playa mundiales, donde

representan el pasado climático de hasta 6000 años y períodos de ocurrencia de entre 190

y 270 años (Nott, 2011).

6.5 Terrazas arrecifales (Isla Rosario) Las dos terrazas (T1 y T2) analizadas presentaron tres estratos marcados, conformados por

diferentes tipos de especies de coral dentro de una matriz color grisácea conformada por

arenas medias calcáreas. Aunque los estratos son los mismos, sus espesores fueron

diferentes en ambas terrazas. Espacialmente la T1 está ubicada al pie de la playa estudiada

para este trabajo (punta NW) y la T2 se encuentra pocos metros al N de T1. La altura de las

dos terrazas es diferente, siendo T2 más alta y con mayor espesor del estrato inferior.

6.5.1 Granulometría Las figuras 6-43 y 6-44 muestran las curvas granulométricas de la media y la selección

respectivamente de las terrazas (T1 y T2). Las terrazas presentaron tamaños medios de

arenas gruesas a muy gruesas, a excepción del estrato 3 de la terraza 1 cuyo tamaño

promedio fueron gránulos.

Todos los estratos están pobremente seleccionados, ya que las especies de corales fósiles

controlan gran parte de la granulometría en cada estrato. Se pudieron observar corales

Page 112: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

112

fósiles masivos de hasta 50 cm de diámetro como fue el caso de Stephanocoenia intercepta

encontrada en la T2.

Figura 6-43. Granulometría de la Terraza 1.

Figura 6-44. Granulometría de la Terraza 2.

Page 113: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

113

6.5.2 Caracterización de foraminíferos Bentónicos

El análisis de foraminíferos bentónicos (FB) en este registro tenía como objetivo analizar la

población de FB para demostrar que los cordones de playa cercanos tenían aporte de

sedimentos producto de la erosión de estas terrazas. Por eso, se analizó cada estrato de las

dos terrazas.

Las abundancias totales en general para las dos terrazas fueron muy bajas, como se explicó

en la metodología, ni siquiera fue posible obtener 100 foraminíferos por muestra. Pero en

las dos terrazas, los estratos 1 y 2 fueron los que reportaron mayores abundancias. El

estrato 3 presentó las menores abundancias hasta de 1.3 Foras/gr (Figura 6-45).

Figura 6-45. Abundancias totales de FB en terrazas arrecifales.

Page 114: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

114

Las especies que más dominaron las terrazas fueron 13 (Figura 6-46). Debido a la

antigüedad de las terrazas (Plioceno – Pleistoceno) ya muchas de las especies sufrieron

disolución y probablemente solo quedaron las más resistentes. Amphistegina lessonii

dominó estas terrazas, presentando las mayores abundancias pero diferentes en cada

estrato y en cada terraza.

Como se indicó anteriormente, Cymbaloporetta squammosa y Pararotalia nipponica

pueden ser las indicadoras del aporte de sedimentos provenientes de la erosión de las

terrazas.

Figura 6.46. Especies dominantes en las terrazas (T1 y T2).

Page 115: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

115

7. Análisis Estadísticos

Para entender mejor el papel de los foraminíferos bentónicos y su relación con las variables

energéticas y con las mismas especies, se hicieron análisis estadísticos como correlaciones

y análisis de componentes principales (ACP).

7.1 Matrices de Correlación

Las matrices de correlación se realizaron con las variables analizadas en algunos registros

sedimentarios tales como: Sedimentos superficiales, núcleo de Manglar y Cordones de

playa. Los registros como Laguna Pajarales y terrazas fueron descartados para esos análisis

ya que el primero solo tenía conteo de FB de algunas muestras y el segundo porque solo se

consideró como un registro que corroborará una hipótesis de proveniencia de sedimentos.

7.1.1 Sedimentos Superficiales

La matriz de correlación fue construida con una significancia del 95% a partir de las

variables sedimentológicas como la media y selección, de diversidad como el Índice

Shannon, más las abundancias de las especies dominantes. Además, se incluyeron valores

de variables energéticas tales como: la media para Hs y Tp y el IFE. La matriz de correlación

se puede ver en la Tabla 7-1.

Page 116: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

116

Tabla 7-1. Matriz de correlación de variables en muestras superficiales. Se resaltan las correlaciones con nivel de significancia mayor al 95%

Los resultados de estas correlaciones muestran que la media y la selección se

correlacionaron positivamente con las abundancias de FB, y los porcentajes de FD y FF,

igualmente con la diversidad y algunas especies como A. beccarii, Q. agglutinans, A.

angulatus, P. mediterranensis, D. bermudiana. Lo que indicó que el tamaño medio de los

sedimentos se relaciona con la ocurrencia de estas especies y sus abundancias; este

resultado se puede corroborar con la distribución superficial de las abundancias de FB

(Capitulo 6.1.2), las cuales mostraron que eran mayores en sotavento donde predominan

sedimentos de tamaño fino. Además, se correlacionaron negativamente con las variables

energéticas como la Media de Hs (MHs) y el IFE, indicando que los tamaños finos

responden a bajas energías y alturas de ola mayores. Las especies anteriormente

nombradas formaron una asociación, y están relacionadas con ambientes menos

energéticos y de grano fino.

En cuanto al IFE correlacionó positivamente con la MHs (el IFE depende de Hs), pero

negativamente con el periodo pico, es decir a mayor índice de energía el periodo pico es

menor. Algunas especies, también se correlacionaron negativamente con el IFE, tales como

Media Des EstAbundancia

FB

% Foras

Desgastados

% Frag

Foras

Amphistegina

lessonii

Ammonia

beccarii

Q.

agglutinans

Archaias

angulatus

P.

meditarre

nensis

Acervulina

inhaerensA. gibbosa A. radiata

Pararotalia

nipponica

Dentostomina

bermudiana

Indice de

ShannonMedia Hs Media Tp

Ind flujo

de

energia

Estremos

Hs

Extremos

Tp

Med Dst AFB PFD PFF EAL EAB EQA EAA EPM EAI EAG EAR EPN EDB ISH MHs MTp IFE ExHs ExTpMed 1 0.3 0.78 -0.53 0.04 0.2 0.53 0.67 0.53 0.5 0.21 0.08 0.18 0.14 0.56 0.29 -0.51 0.28 -0.46 -0.42 0.45Dst 0.3 1 0.41 -0.33 0.36 -0.03 -0.06 0.35 -0.04 0.52 0.33 -0.08 0.11 -0.5 0.02 0.25 -0.31 0.3 -0.29 -0.38 0.41AFB 0.78 0.41 1 -0.55 0.18 0.33 0.53 0.87 0.69 0.54 0.22 -0.06 0.15 0.11 0.43 0.5 -0.47 0.32 -0.45 -0.45 0.53AFD 0.76 0.41 0.99 1 0.36 0.37 0.51 0.85 0.71 0.5 0.17 -0.08 0.23 0.11 0.42 0.51 -0.47 0.34 -0.44 -0.45 0.52AFF 0.43 0.53 0.62 0.36 1 0.42 0.23 0.56 0.35 0.54 0.29 -0.29 0.19 -0.17 0.19 0.17 -0.35 0.36 -0.34 -0.28 0.42EAL 0.2 -0.03 0.33 -0.21 0.29 1 0.09 0.33 0.49 0.14 -0.01 -0.39 0.38 0.21 0.08 0.08 -0.09 0.14 -0.16 -0.13 0.3EAB 0.53 -0.06 0.53 -0.32 -0.01 0.09 1 0.69 0.54 0.13 0.17 0.15 -0.07 0.12 0.61 0.23 -0.37 0.4 -0.36 -0.31 0.52EQA 0.67 0.35 0.87 -0.54 0.25 0.33 0.69 1 0.68 0.44 0.19 0.02 0.12 0.06 0.52 0.33 -0.5 0.51 -0.49 -0.49 0.7EAA 0.53 -0.04 0.69 -0.4 0.12 0.49 0.54 0.68 1 0.04 -0.29 0.01 0.34 0.25 0.46 0.34 -0.41 0.22 -0.42 -0.4 0.47EPM 0.5 0.52 0.54 -0.31 0.2 0.14 0.13 0.44 0.04 1 0.54 -0.18 -0.03 -0.15 0.2 0.21 -0.11 0.13 -0.1 -0.07 0.15EAI 0.21 0.33 0.22 -0.15 0.06 -0.01 0.17 0.19 -0.29 0.54 1 -0.46 -0.12 -0.36 0.09 0.21 0.26 0.18 0.31 0.17 -0.03

EAG 0.08 -0.08 -0.06 -0.2 -0.21 -0.39 0.15 0.02 0.01 -0.18 -0.46 1 -0.07 0.08 0.3 -0.11 -0.34 -0.13 -0.38 -0.13 0.08EAR 0.18 0.11 0.15 -0.19 0.12 0.38 -0.07 0.12 0.34 -0.03 -0.12 -0.07 1 -0.14 0.1 0.23 0.24 0.15 0.21 0.19 -0.11EPN 0.14 -0.5 0.11 -0.11 -0.24 0.21 0.12 0.06 0.25 -0.15 -0.36 0.08 -0.14 1 0.06 0.02 -0.16 0.03 -0.18 -0.08 0.1EDB 0.56 0.02 0.43 -0.37 -0.02 0.08 0.61 0.52 0.46 0.2 0.09 0.3 0.1 0.06 1 0.22 -0.28 0.23 -0.3 -0.18 0.25ISH 0.29 0.25 0.5 -0.41 -0.21 0.08 0.23 0.33 0.34 0.21 0.21 -0.11 0.23 0.02 0.22 1 -0.1 -0.05 -0.07 -0.07 -0.01

MHs -0.51 -0.31 -0.47 0.23 -0.26 -0.09 -0.37 -0.5 -0.41 -0.11 0.26 -0.34 0.24 -0.16 -0.28 -0.1 1 -0.06 0.99 0.9 -0.71

MTp 0.28 0.3 0.32 -0.16 0.27 0.14 0.4 0.51 0.22 0.13 0.18 -0.13 0.15 0.03 0.23 -0.05 -0.06 1 -0.09 -0.15 0.54IFE -0.46 -0.29 -0.45 0.24 -0.27 -0.16 -0.36 -0.49 -0.42 -0.1 0.31 -0.38 0.21 -0.18 -0.3 -0.07 0.99 -0.09 1 0.88 -0.73

Matriz de Correlación - con un nivel de significancia al 95%

Page 117: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

117

A. beccarii, Q. agglutinans, A. angulatus, A. gibbosa, lo que indicó que prefieren ambientes

poco energéticos y debido a esto presentaron menos porcentaje de conchas desgastadas.

En cuanto a A. lessonii la especie más abundante en todo IROS, mostró una correlación

positiva con A. radiata y negativa con A. gibbosa, indicando asociación entre las dos

primeras especies. La correlación negativa con A. gibbosa, indicó que en los lugares donde

esta aumenta, hay una disminución en la abundancia de las otras dos especies. La

diversidad (ISH) está relacionada con la abundancia de FB y el PFD, mas no mostró

correlación con alguna especie.

7.1.2 Núcleo de Manglar Para este registro sedimentario, las correlaciones se hicieron entre especies y variables

sedimentológicas, La Tabla 7-2 muestra la tabla de correlaciones.

Tabla 7-2. Matriz de correlación – núcleo de Manglar. Se resaltan las correlaciones con nivel de significancia mayor al 95%

Los resultados de esta correlación mostraron que la presencia de Ammonia tepida se

relaciona con mayores abundancias y menor diversidad. Además, esta especie se

correlacionó negativamente con Discorbis sp1. La diversidad se vio favorecida con el

aumento de las especies Ammonia beccarii, Ammonia limnetes y Discorbis sp1, pero tuvo

Abundancia

FB

Ammonia

tepida

Ammonia

beccarii

Ammonia

limnetes

Trochammin

a inflata

Arenoparrella

mexicana

Amphistegina

sp1. (fósil)Discorbis sp1.

Indice

ShannonMedia Selección

AFB EAT EAB EAL ETI EAM EAF EDS ISH Med Dst

AFB 1 0.63 -0.04 -0.36 -0.06 0.23 -0.04 -0.54 -0.54 0.29 0

EAT 0.63 1 -0.23 -0.55 -0.32 -0.02 -0.25 -0.79 -0.87 0.53 -0.18

EAB -0.04 -0.23 1 0.57 0.04 -0.13 0.43 0.33 0.53 -0.38 0.47

EAL -0.36 -0.55 0.57 1 0.5 0.14 0.4 0.5 0.72 -0.32 0.4

ETI -0.06 -0.32 0.04 0.5 1 0.34 0.25 0.07 0.31 -0.07 0.17EAM 0.23 -0.02 -0.13 0.14 0.34 1 -0.29 0.01 -0.04 -0.08 0.04EAF -0.04 -0.25 0.43 0.4 0.25 -0.29 1 0.28 0.42 -0.24 0.44

EDS -0.54 -0.79 0.33 0.5 0.07 0.01 0.28 1 0.83 -0.69 0.43

ISH -0.54 -0.87 0.53 0.72 0.31 -0.04 0.42 0.83 1 -0.58 0.33

Med 0.29 0.53 -0.38 -0.32 -0.07 -0.08 -0.24 -0.69 -0.58 1 -0.68

Dst 0 -0.18 0.47 0.4 0.17 0.04 0.44 0.43 0.33 -0.68 1

Matriz de Correlación - Núcleo de Manglar - Isla Rosario - Significancia del 95%

Page 118: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

118

una correlación negativa con la media, es decir, la diversidad aumentó cuando el tamaño

de grano fue mayor. Esto es contrario a lo esperado, ya que es común encontrar en

tamaños finos mayor variedad de especies. Se puede explicar porque la diversidad en este

registro depende principalmente de la abundancia de A. tepida (r=-0.87), una especie que

prefiere sedimentos finos. En cuanto a la selección de los granos, ésta es inversamente

proporcional a la media.

7.1.3 Cordones de Playa

Para la matriz de correlación en los cordones de playa se utilizaron las especies más

abundantes, la abundancia total, el porcentaje de FF y la diversidad (Tabla 7-3). En este

caso se excluyó la media y la selección ya que eran variables con valores iguales para cada

cordón (guijarros y muy pobremente seleccionados).

Tabla 7-3. Matriz de correlación – Cordones de playa. Se resaltan las correlaciones con nivel de

significancia mayor al 95%

La diversidad de estos cordones se vio favorecida con la presencia de Cymbaloporetta

squammosa, Quinqueloculina lamarckiana, Neoconorbina terquemi y Pyrgo inornata, pero

disminuyó con la abundancia de Rosalina globularis. A pesar de que Amphistegina lessonii

es la especie más abundante en todos los cordones, solo presentó una correlación positiva

Amphistegina

lessonii

Archaias

angulatus

Rosalina

globularis

Pararotalia

nipponica

Cymbalopor

etta

squammosa

Ammonia

sp1

Quinqueloc

ulina

agluttinans

Trochammi

na inflata

Quinqueloc

ulina

lamarckian

a

Asterigerina

guerichi

Neoconorbi

na terquemi

Quinqueloc

ulina

tricarinata

Pyrgo

inornata

Planorbulin

a

meditarran

ensis

Tretomphal

us

bulloides 

Abundancia

Foras Ben

% Frag

Foras

Indice de

Shannon

EAL EAA ERG EPN ECS EAS EQA ETI EQL EAG ENT EQT EPI EPM ETB AFB PFF ISH

EAL 1 -0.56 -0.05 0.8 -0.15 0.26 0.09 0.03 -0.37 -0.25 -0.06 -0.12 -0.25 0.13 -0.69 0.38 -0.14 -0.45

EAA -0.56 1 -0.05 -0.69 0.33 -0.08 -0.05 0.35 -0.16 0.01 0.18 0.33 0.2 -0.2 0.34 -0.17 0.01 0.13

ERG -0.05 -0.05 1 0.06 -0.54 0.03 -0.6 -0.47 -0.36 -0.04 -0.71 -0.5 -0.6 -0.69 0.21 -0.79 -0.52 -0.6

EPN 0.8 -0.69 0.06 1 -0.32 0.07 0.16 -0.3 -0.25 -0.05 -0.18 -0.25 -0.25 0.32 -0.62 0.22 -0.2 -0.37

ECS -0.15 0.33 -0.54 -0.32 1 0.36 0.32 0.08 0.48 -0.02 0.79 0.39 0.84 0.47 0.24 0.51 0.4 0.73

EAS 0.26 -0.08 0.03 0.07 0.36 1 0.11 0.01 0.15 -0.08 0.27 0.19 0.28 -0.13 0.15 0.33 -0.14 0.26

EQA 0.09 -0.05 -0.6 0.16 0.32 0.11 1 0.18 0.39 0.28 0.24 0.38 0.54 0.57 -0.24 0.47 0.6 0.54

ETI 0.03 0.35 -0.47 -0.3 0.08 0.01 0.18 1 -0.1 0.01 0.36 0.22 -0.03 -0.13 -0.31 0.46 0.04 0.15

EQL -0.37 -0.16 -0.36 -0.25 0.48 0.15 0.39 -0.1 1 0.27 0.34 -0.02 0.49 0.49 0.52 0.17 0.26 0.76

EAG -0.25 0.01 -0.04 -0.05 -0.02 -0.08 0.28 0.01 0.27 1 -0.26 0.5 0.19 0.25 0.35 -0.14 0.46 0.39

ENT -0.06 0.18 -0.71 -0.18 0.79 0.27 0.24 0.36 0.34 -0.26 1 0.2 0.63 0.4 -0.09 0.76 0.16 0.65

EQT -0.12 0.33 -0.5 -0.25 0.39 0.19 0.38 0.22 -0.02 0.5 0.2 1 0.6 0.3 0.15 0.34 0.7 0.45

EPI -0.25 0.2 -0.6 -0.25 0.84 0.28 0.54 -0.03 0.49 0.19 0.63 0.6 1 0.61 0.19 0.57 0.7 0.84

EPM 0.13 -0.2 -0.69 0.32 0.47 -0.13 0.57 -0.13 0.49 0.25 0.4 0.3 0.61 1 -0.07 0.52 0.47 0.51

ETB -0.69 0.34 0.21 -0.62 0.24 0.15 -0.24 -0.31 0.52 0.35 -0.09 0.15 0.19 -0.07 1 -0.49 -0.01 0.36

AFB 0.38 -0.17 -0.79 0.22 0.51 0.33 0.47 0.46 0.17 -0.14 0.76 0.34 0.57 0.52 -0.49 1 0.33 0.49

PFF -0.14 0.01 -0.52 -0.2 0.4 -0.14 0.6 0.04 0.26 0.46 0.16 0.7 0.7 0.47 -0.01 0.33 1 0.56

ISH -0.45 0.13 -0.6 -0.37 0.73 0.26 0.54 0.15 0.76 0.39 0.65 0.45 0.84 0.51 0.36 0.49 0.56 1

Matriz de Correlacion - Dorsales de Playa con una signifcancia del 96%

Page 119: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

119

con Pararotalia nipponica, formando una asociación que desfavorece la presencia de

Tretomphalus bulloides y de Archaias angulatus. La asociación de Amphistegina lessonii y

Pararotalia nipponica también se observó en los mapas de distribución superficial de cada

especie (Figura 6-9 y Figura 6-10) donde las dos especies tenían una distribución espacial

muy similar con las mayores abundancias en la franja NW de IROS.

El porcentaje de fragmentos de foraminíferos tiene una relación positiva con

Quinqueloculina agglutinans, Quinqueloculina tricarinata y Pyrgo inornata, todas estas

especies pertenecientes al suborden Miliolina, considerado como el suborden más

resistente y que se adapta más fácilmente a condiciones de alta energía (Boltovskoy, 1976),

por tal razón es lógico encontrarlas en los cordones.

También se observó que Trochammina inflata no tiene ninguna correlación con ninguna

variable, esto refuerza la hipótesis de que esta especie aglutinada es propia de la Laguna de

manglar y fue transportada desde ahí hasta los cordones. En cuanto a la abundancia de FB

se correlacionó positivamente con la abundancia de Neoneoconorbina terquemi y

negativamente con Rosalina globularis.

7.2 Análisis de Componentes principales (PCA)

7.2.1 Sedimentos Superficiales

Se realizaron dos PCA para muestras superficiales: el primero que relaciona las variables

sedimentológicas, especies y variables energéticas; el segundo solo para especies con el fin

de obtener algunas asociaciones entre ellas.

Para el primer PCA se tomaron cuatro componentes principales que explican el 65% de las

variables involucradas (Tabla 7-4).

Page 120: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

120

V. SED - ESPE VS V.ENERGÉTICAS

PC1 PC2 PC3 PC4

Valores Propios 6.2297 2.0812 1.9156 1.37647

Proporción explicada 0.3461 0.1156 0.1064 0.07647

Proporción acumulativa 0.3461 0.4617 0.5681 0.64461

Tabla 7-4. Importancia de las Componente principales para el PCA1.

La tabla 7-5 muestra las variables que definen cada componente principal (resaltadas). La

Primera componente fue conformada por la abundancia de FB, el porcentaje de FD, y

especies como Ammonia beccarii, Quinqueloculina agluttinans, Archaias angulatus,

Planorbulina meditarrenensis, Amphistegina radiata, y Dentostomina bermudiana. Este

grupo de especies estuvieron correlacionadas con el tamaño de grano y la energía del

medio (sección 7.1.1), es decir, se ven favorecidas por ambientes tranquilos, razón por la

cual su porcentaje de desgaste es menor.

La segunda componente la constituyó sólo la media de Hs, indicando que esta variable

puede ser una indicadora de energía en la zona. La tercera componente la formaron el PFF,

la diversidad y las especies Acervulina inhaerens y Pararotalia nipponica. La cuarta

componente la formaron las especies Amphistegina lessonii y Amphistegina gibbosa,

especies que, como se dijo anteriormente, se correlacionaron negativamente.

Page 121: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

121

Tabla 7-5. Variables que explican cada componente principal.

La figura 7-1 muestra el diagrama de vectores de este análisis, en el cual se agrupan las

variables de la primera componente y se muestra que la media de Hs (PC2) es inversa a

MTp.

Variable Abreviatura PC1 PC2 PC3 PC4

Abundancia FB AFB 1.069 -0.246 0.017 -0.006

% FB Desgastados PFD -0.518 -0.487 -0.307 0.126

% Fragmentos FB PFF 0.040 0.215 -0.775 -0.256

Indice de Shannon ISH 0.478 -0.050 0.592 -0.189Amphistegina

lessoniiEAL 0.402 0.354 0.165 -0.730

Ammonia beccarii EAB 0.945 -0.171 0.183 0.008

Q. agglutinans EQA 1.014 -0.239 0.041 0.068Archaias

angulatusEAA 1.001 -0.114 -0.042 0.145

P. meditarrenensis EPM 0.727 -0.198 -0.486 -0.023Acervulina

inhaerensEAI 0.192 -0.061 -0.633 0.032

A. gibbosa EAG 0.155 0.175 0.353 0.868

A. radiata EAR 0.818 -0.421 0.019 -0.210Pararotalia

nipponicaEAN -0.096 -0.105 0.633 -0.394

Dentostomina

bermudianaEDB 0.976 -0.270 -0.046 0.189

Media Hs MHs -0.495 -0.712 0.047 -0.126

Media Tp MTp 0.363 0.169 -0.327 -0.116

Ind flujo de energia IFE -0.779 -0.055 0.263 -0.002

Page 122: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

122

Figura 7-1. Diagrama de Vectores (PCA1 – Muestras superficiales).

La Figura 7-2 muestra la distribución espacial de las cuatro componentes en IROS, donde se

observó que la primera componente, conformada por las especies que son típicas de

ambientes de poca energía (Tabla 7-5) se ubicaron hacia sotavento. La segunda

componente (Hs), se localizó hacia la franja NW, lo que coincide con el mapa de IFE (Figura

5-5). La tercera componente, también se ubicó hacia sotavento y la cuarta componente

conformada por especies del género Amphistegina, se distribuyó homogéneamente en

todo el archipiélago.

Page 123: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

123

Figura 7-2. Distribución espacial de las cuatro componentes principales.

El segundo PCA, se realizó únicamente con las especies para definir sus asociaciones. Se

escogieron cuatro componentes principales para explicar el 83% de los datos (Tabla 7-6).

ESPECIES

PC1 PC2 PC3 PC4

Valores Propios 4.51 1.569 1.2912 0.90648

Proporción explicada 0.451 0.1569 0.1291 0.09065

Proporción acumulativa 0.451 0.6079 0.737 0.82765

Tabla 7-6. Importancia de las Componente principales para el PCA2.

La tabla 7-7, muestra las variables más relacionadas con cada componente principal

(resaltadas). La primera componente se definió por la asociación de las especies Ammonia

beccarii, Quinqueloculina agglutinans, Archaias angulatus, Planorbulina meditarrenensis,

Page 124: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

124

Amphistegina radiata y Dentostomina bermudiana, que también estuvieron en la PC1 del

análisis con las variables ambientales.

La segunda componente formó otra asociación, negativa con Amphistegina lessonii y

Pararotalia nipponica, y positiva con Planorbulina meditarrenensis y Acervulina inhaerens.

La asociación entre Amphistegina lessoni y Pararotalia nipponica se también se observó en

la matriz de correlación.

La tercera componente la definieron Amphistegina lessonii y Amphistegina gibbosa, con

una correlación negativa, cuando alguna de estas aumenta, la otra disminuye y

correspondió a la PC3 con las variables ambientales. Una cuarta componente solo estuvo

marcada por la especie Pararotalia nipponica, quien al igual que A. lessonii, se encuentra

ampliamente distribuida en el archipiélago.

Tabla 7-7. Variables que me explican cada componente principal escogida.

La figura 7-3 muestra el diagrama de vectores del análisis, en el cual se agrupan las

variables de la primera componente y se ve la relación de las variables de la segunda

componente.

Variable Abreviatura PC1 PC2 PC3 PC4Amphistegina

lessoniiEAL 0.386 -0.658 0.771 0.064

Ammonia beccarii EAB 1.094 -0.235 -0.061 0.007

Q. agglutinans EQA 1.203 -0.153 -0.106 0.126

Archaias angulatus EAA 1.193 -0.076 -0.128 -0.019

P. meditarrenensis EPM 0.903 0.593 0.219 -0.366Acervulina

inhaerensEAI 0.204 1.052 0.147 -0.421

A. gibbosa EAG 0.140 -0.285 -1.157 -0.101

A. radiata EAR 1.008 -0.074 0.244 0.407Pararotalia

nipponicaEPN -0.130 -0.749 0.161 -0.979

Dentostomina

bermudianaEDB 1.192 0.045 -0.202 -0.225

Page 125: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

125

Figura 7-3. Diagrama de vectores (PCA2 - Muestras superficiales).

Los mapas de distribución de estas componentes mostraron resultados similares con el

PCA1, (Figura 7-2). La primera componente fue formada por este grupo de especies

Ammonia beccarii, Quinqueloculina agglutinans, Archaias angulatus, Planorbulina

meditarrenensis, Amphistegina radiata y Dentostomina bermudiana. Esta asociación

también estuvo presente en el PCA1 y sigue mostrando preferencias hacia sotavento. La

segunda componente mostró preferencia por los lugares más energéticos (barlovento), al

igual que la tercera componente. La cuarta componente conformada sólo por Pararotalia

nipponica, mostró una amplia distribución en todo IROS.

Page 126: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

126

Figura 7-4. Distribución espacial de las cuatro componentes principales del PCA2.

7.2.2 Núcleo de Manglar

Para este registro se realizó un PCA, para conocer asociaciones entre las especies dentro

del núcleo y variabilidad a profundidad. Se tomaron cuatro componentes principales que

explicaron el 88% de los datos (Tabla 7-8).

NÚCLEO DE MANGLAR - ESPECIES

PC1 PC2 PC3 PC4

Valores Propios 2.7811 1.6953 0.8977 0.7663

Proporción explicada 0.3973 0.2422 0.1282 0.1095

Proporción acumulativa 0.3973 0.6395 0.7677 0.8772

Tabla 7-8. Importancia de las Componente principales para el PCA – núcleo de manglar

Page 127: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

127

Este PCA se hizo con las especies más abundantes del núcleo, obteniendo así, cuatro

asociaciones definidas por cada componente. La primera componente la conformaron las

especies Ammonia tepida, Ammonia limnetes, Trochammina inflata, Amphistegina sp1.

(Fósil) y Discorbis sp1. La abundancia de la especie A. limnetes dependió de los valores que

tomó A. tepida, quien es la especie que se disparó en abundancia en la capa de transición

de ambiente oceánico a insular. La segunda componente la definieron Ammonia beccarii,

Trochammina inflata, Arenoparrella mexica y Amphistegina fosil. La primera y la última

especie dependieron de la presencia de las dos especies aglutinadas propias de ambientes

de manglar o ambientes menos energéticos (T. inflata y A. mexicana). La tercera

componente la definen A. beccarii y A. mexicana y la cuarta componente la define

solamente A. tepida (Tabla 7-9).

Tabla 7-9. Variables que explican las cuatro componentes principales (Núcleo de manglar).

Figura 7-5. Diagrama de vectores (PCA – Núcleo de Manglar).

Nombre Especie Abreviatura PC1 PC2 PC3 PC4

Ammonia tepida EAT -0.783 -0.233 -0.279 0.860

Ammonia beccarii EAB 0.444 -0.802 0.590 -0.106

Ammonia limnetes EAL 1.072 -0.216 0.343 0.250

Trochammina inflata ETI 0.976 0.581 -0.276 0.287

Arenoparrella mexicana EAM -0.107 0.835 0.812 0.423

Amphistegina sp1. (fósil) EAF 0.625 -0.865 -0.147 0.393

Discorbis sp1. EDS 1.071 0.436 -0.373 -0.026

Page 128: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

128

La Figura 7-5, muestra el diagrama de vectores obtenido para este análisis, conformado por

la primera componente, quien muestra que la especie A. tepida tiene relaciones negativas

con las demás especies y la segunda componente donde A. beccarii y A. sp1. (Fósil)

tuvieron relación negativa con las especies aglutinadas T. inflata y A. mexicana.

La variabilidad de las componentes principales encontradas a profundidad en el núcleo

(Figura 7-6), mostraron que la primera y segunda componentes son importantes hacia la

base del núcleo donde predominaron la mayoría de las especies menos A. tepida, la cual

hace parte de la componente principal cuatro, la cual dominó la capa de transición. La

componente dos y tres dominaron la parte central del núcleo, esto lo explican las especies

aglutinadas (T. inflata, A.mexicana) y A. beccari, quienes aumentaron o disminuyeron en

esta parte sus abundancias.

Figura 7-6. Variabilidad de las cuatro componentes principales del PCA – núcleo de manglar

Page 129: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

129

7.2.3 Cordones de Playa

Se tomaron cuatro componentes principales que explicaron el 77% de los datos (Tabla 7-

10).

ESPECIES

PC1 PC2 PC3 PC4

Valores Propios 5.4172 3.3253 2.5536 1.842

Proporción explicada 0.3187 0.1956 0.1502 0.1084

Proporción acumulativa 0.3187 0.5143 0.6645 0.7728

Tabla 7-10. Importancia de las Componente principales para el PCA – cordones de playa.

Tabla 7-11. Variables que explican las cuatro componentes principales (cordones).

Los resultados de este PCA, indicaron que la primera componente la definieron las especies

Rosalina globularis, Cymbaloporetta squammosa, Quinqueloculina lamarckiana,

Neoneocorbina terquemi, Pyrgo inornata y Planorbulina meditarrenensis, quienes

Especie Abreviatura PC1 PC2 PC3 PC4Amphistegina

lessonii EAL -0.484 -0.481 0.165 -0.228

Archaias angulatusEAA 0.224 0.794 0.001 -0.178

Rosalina globularis ERG -0.671 -0.047 -0.323 0.107Pararotalia

nipponica EPN -0.420 -0.763 0.220 -0.064Cymbaloporetta

squammosa ECS 0.772 0.092 -0.119 0.069

Ammonia sp1 EAS -0.090 0.023 -0.175 0.561Quinqueloculina

aggluttinans EQA 0.476 -0.246 0.457 0.207Trochammina

inflata ETI 0.144 0.590 0.337 -0.311Quinqueloculina

lamarckiana EQL 0.708 -0.376 -0.310 0.146Asterigerina

guerichi EAG -0.044 -0.175 0.626 0.505Neoconorbina

terquemi ENT 0.683 -0.259 -0.239 -0.393Quinqueloculina

tricarinata EQT 0.280 0.478 0.626 0.154

Pyrgo inornata EPI 0.817 -0.309 -0.127 -0.090Planorbulina

meditarranensis EPM 0.548 -0.515 0.306 0.038Tretomphalus

bulloides  ETB 0.161 0.228 -0.395 0.714

Page 130: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

130

mostraron lo visto en la matriz de correlaciones, donde las abundancias de las otras

especies depende de la presencia de R. globularis. La segunda componente la definieron A.

angulatus, P. nipponica, T. inflata y P. meditarrenensis. La tercera componente conformada

por las especies A. guerichi y Q. tricarinata y la cuarta componente la definieron especies

como A. sp1, A. guerichi y T. bulloides. La Figura 7-6 muestra el diagrama de vectores como

resultado del PCA, este claramente muestra la asociación de la primera componente y las

relaciones con las otras componentes (Tabla 7-11).

Figura 7-7. Diagrama de Vectores (PCA – Cordones de playa).

La figura 7-7 muestra la variación de estas componentes en los cordones de playa, y

claramente se pudo ver que desde el cordón 8 hasta el cordón 1 (reciente), dominan

valores positivos de las cuatro componentes, mientras que desde los cordones 9 al 12

dominaron valores negativos, lo que puede apoyar la idea de dos sistemas de cordones de

playa planteados anteriormente (uno más antiguo y otro reciente).

Page 131: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

131

Figura 7-8. Variabilidad de las cuatro componentes principales del PCA – cordones de playa.

Page 132: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

132

8. Discusiones

El Archipiélago de Islas del Rosario se encuentra dentro de la Cuenca del Mar Caribe, la cual

está constantemente sometida a la ocurrencia de eventos extremos tales como huracanes,

tormentas tropicales y frentes fríos (Ortiz Royero, 2007; Ortiz Royero et al., 2013).

Asimismo, en el pasado histórico, en el Caribe ocurrieron algunos tsunamis producto de

terremotos, erupciones volcánicas o deslizamientos submarinos (Lander et al., 2007). Estos

eventos generan condiciones oceanográficas de magnitudes considerables que pueden

quedar registrados en los sedimentos, como tempestitas o cordones de playa.

En el núcleo de Laguna Pajarales se encontró una capa de aproximadamente 56 cm de

espesor con la siguiente gradación: Arenas gruesas con fragmentos de corales y conchas

de bivalvos mayores a 2 cm de diámetro entre los 60 y 30 cm de profundidad, seguidas por

arenas medias-gruesas entre los 30 y 5 cm de profundidad y 1 cm de arenas finas entre los

4 y 5 cm de profundidad (Figura 6-14). Las dataciones de 14C indicaron que los sedimentos

de los últimos 87 cm de la laguna se depositaron al menos desde el año 250 AD, es decir,

contienen sedimentos de 1764 años de edad. En la capa gruesa antes descrita se encontró

que las edades están invertidas, siendo más recientes sedimentos a 39 cm de profundidad

(año 1655 AD) y más antiguos a 25 cm de profundidad (905 AD, Figura 6-16). Tanto la

granulometría como la disposición invertida de las edades soportan la idea de que esta es

una capa mezclada, posiblemente producto de un evento de alta energía o una tempestita.

Las siguientes evidencias adicionales soportan esta afirmación: (1) El tamaño de los clastos

en la base indica que la energía fue alta. (2) La gradación observada indica que la capa se

formó a partir de la depositación de sedimento mezclado en la columna de agua, donde

primero se depositaron los de mayor tamaño y posteriormente los más finos. (3) La

abundancia de foraminíferos bentónicos es mayor en esta capa que en la suprayacente

(con ejemplares arrastrados de otras localidades). (4) El desgaste de los foraminíferos y el

porcentaje de fragmentos de foraminíferos (FF) (Figura 6-17) aumentó entre los 60 y 20 cm

y disminuyó entre 20 y 5 cm, indicando que los fragmentos se acumularon con los

sedimentos más gruesos. (5) La abundancia total de Amphistegina sp1. (Fósil) es mayor

Page 133: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

133

entre los 60 y 5 cm, lo que indicó que esta capa tenía especímenes antiguos que

posiblemente provinieron de erosión de las terrazas de las islas.

Hay dos hipótesis posibles para el origen de esta capa. La primera es que fue depositada

por un evento energético extremo de magnitud considerable ocurrido por fuera del

registro instrumental (posiblemente un tsunami), y la segunda es que la laguna Pajarales se

mantiene en constante resuspensión por eventos extremos continuos, lo cual se favorece

por un canal en el norte que la conecta con el mar.

Para definir si los eventos energéticos extremos contenidos en el registro instrumental

fueron capaces de mover los sedimentos de la tempestita, se hizo un planteamiento desde

la hidrodinámica. En primer lugar se determinó la profundidad a la cual las olas típicas

tocan fondo en la zona, luego se estableció la velocidad necesaria para mover los clastos

contenidos en la capa y finalmente se definió la velocidad orbital del oleaje extremo

histórico en el sitio.

Usando la media de los datos de Tp (6.1 seg), se calculó la longitud de onda (𝐿 = 𝑇𝑝2 ∗

1.56). Se encontró que a 29 m de profundidad la ola toca fondo en IROS (𝐿/2). Esto indica

que en la Laguna Pajarales (profundidad 20 m) las olas interactúan con el fondo.

Para calcular la velocidad crítica de inicio de movimiento, se tomó la formulación

simplificada de transporte de sedimentos de van Rijn (1993) :

𝑈𝑐𝑟 = 8.5(𝑑50)0.6 ∗ 𝐿𝑜𝑔10(4ℎ

𝑑90) , 𝑝𝑎𝑟𝑎0.0005 < 𝑑50 < 0.002𝑚

Donde, el d50 era la mediana del paleodepósito (0.55 mm), obtenida a partir de los datos

de granulometría al igual que el d90 (0.13 mm) y h la profundidad de la columna de agua.

Así, el resultado obtenido para Ucr fue de 0.55 m/s.

La velocidad orbital (uorb) a 20 m de profundidad en el punto donde se extrajo el núcleo,

fue calculada a partir de un planteamiento simple que no tiene en cuenta los efectos de las

corrientes, a partir de la siguiente formulación planteada por (Deltares, 2015):

Page 134: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

134

𝑈𝑜𝑟𝑏 =𝜋𝐻

𝑇𝑝 ∗ sinh(𝑘ℎ)

Donde, H y Tp, son altura de ola significante y periodo pico respectivamente, h es la

profundidad en la columna de agua y k el número de onda, obtenido a partir de la relación

de Dispersión (Holthuijsen, 2007). Los valores H y Tp, fueron sacados a partir del análisis de

extremos que se hizo en este trabajo, tomando el evento máximo de Hs (2.4 m) con su

respectivo periodo pico (9 seg). Así, el resultado obtenido para (uorb) fue de 0.56 m/s.

Con los resultados anteriores y teniendo en cuenta que la velocidad orbital a 20 m de

profundidad es mayor que la velocidad de inicio de movimiento para las partículas

contenidas en la tempestita, se concluye que los eventos extremos de oleaje contenidos en

el registro instrumental han sido capaces de remover el fondo de laguna Pajarales. Según

los análisis de extremos realizados, estos pueden ser el paso de tormentas, frentes fríos o

coletazos de huracanes (Capítulo 5). Así, la tempestita de Pajarales puede ser producto de

varios eventos extremos que han impactado la zona. Algo similar se encontró en la llanura

costera Ban Bang Sak al SW de Tailandia, donde un paleo-depósito registró 5 eventos,

algunos por tsunamis y otros por eventos extremos temporales, pero fue difícil su

distinción en los lugares analizados ya que algunos eventos removieron sedimento y por

consiguiente hubo pérdida de registro sedimentario (Brill et al., 2011)

Por otro lado, los cordones de playa de Isla Rosario pueden considerarse una evidencia del

paso de tormentas tropicales registradas en geoformas sedimentarias. Según Nott (2004),

quien ha estudiado los cordones de playa en la Barrera de Arrecifes de Australia y sus

alrededores, el origen más probable es debido a la acción del oleaje, considerándolos

buenos indicadores de la variabilidad climática pasada. Además, Hayne & Chappell (2001) y

Nott (1997), plantearon que el tamaño del sedimento, la composición (fragmentos de

coral) y la altura de la cresta, también son indicadores de los fenómenos responsables de

estas geoformas.

En los cordones de Isla Rosario se evidenciaron dos sistemas: uno más antiguo conformado

desde el cordón 12 hasta el cordón 9 y otro reciente desde el cordón 8 hasta el 1. Se

encontraron tres evidencias. La primera, fueron las alturas y amplitudes de los cordones

(recientes más altos con menor amplitud y antiguos de mayor amplitud con menor altura).

Page 135: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

135

La segunda, las abundancias totales de los FB son mayores a partir del cordón 8 (Figura 6-

36). La tercera, el PCA realizado (Figura 7-7) donde las componentes principales cambiaron

a partir de este mismo cordón. Estos dos sistemas de cordones también marcaron el inicio

del cierre de la Laguna de Manglar con el cordón 8 (Figura 3-2C) y el cierre total se dio con

el cordón 6. La especie Trochammina inflata, típica de la Laguna de manglar, apareció en el

cordón 8 con poca abundancia y su pico máximo lo tuvo en el cordón 6 para luego

desaparecer. Además, desde el cordón 5 en adelante no se encontró ningún indicador

proveniente de la laguna de Manglar.

Según el modelo de edad planteado en este trabajo para el núcleo de manglar, con base en

las dataciones de 210Pb y 14C, el cierre de esta laguna ocurrió en 1657 AD (Tabla 6-7),

convirtiéndose esta fecha en una referencia para determinar la frecuencia de formación de

los cordones. Así, se habrían formado 5 cordones desde 1657 hasta el 2014 AD (fecha

extracción del núcleo), lo que indicó que cada cordón de playa tiene un promedio de

formación de unos 71 años.

Sobre los períodos de formación de cordones, en la literatura se encuentran referencias

desde 15 hasta 270 años. Clemmensen & Nielsen (2010), plantearon intervalos de

formación de 15 años en un conjunto de cordones formados por olas de tormenta en la Isla

de Kattegat. Tanner (1995) en su trabajo en el Golfo de México encontró que la frecuencia

más común de ocurrencia es entre 30-60 años e indicó que es raro encontrar periodos más

largos que 60 años, o que estos pueden aparecer por sistemas de cordones pobremente

datados. Sin embargo, Forsyth et al. (2010), plantearon que las variaciones en la frecuencia

de eventos de inundación de alta intensidad que originaron los cordones en la bahía de

Rockingham, Australia, han ocurrido en escalas de tiempo centenales y que es poco

probable que hayan sido constantes desde mediados del Holoceno, por lo tanto, existe

variación en la formación. En escalas centenales también están los reportes de Nott,

(2011) en el norte y este de Australia donde oscilan entre 190-270 años, y los de la

Península de Feddet en Dinamarca, con frecuencias de 180 años (Bendixen et al. 2013). En

general, considerando que la formación de los cordones depende de la frecuencia de los

ciclones de tormenta en el área de estudio y de la altura de la crestas de los cordones

(Hayne & Chappell, 2001; Forsyth et al., 2010), se puede afirmar que a pesar no tener

dataciones directas en ellos, el resultado obtenido para los cordones de playa de isla

Page 136: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

136

Rosario es consistente con la literatura. Los cordones de escalas centenales usualmente son

más altos (hasta 6 m), mientras que los cordones de isla Rosario son máximo de 40 cm,

propios de un ambiente de más bajo oleaje con eventos extremos moderados. Los eventos

de máximas alturas de ola que pudieron darle la altura actual a los cordones, pueden ser

originados por olas entre 2.2 a 2.4 metros de altura, con una duración promedio entre 3 y 6

días.

La fecha encontrada en la capa más gruesa de la tempestita fue 1655 AD, lo cual indica que

pudo existir un gran evento posterior a esa fecha que dio origen a la primera depositación

de la capa, aunque posteriormente continuaron eventos de resuspensión. Esta fecha es

muy cercana al cierre de la laguna de manglar en isla Rosario (1657 AD) y teniendo en

cuenta que entre los cordones C6 y C5 se encontró una zanja erosiva (Figuras 6-30 y 6-31)

posterior al cierre de la laguna, se mantiene la probabilidad de que un gran evento quedó

marcado en la tempestita y en el sistema de cordones.

Como se mencionó antes, el evento que pudo depositar esta capa debe ser posterior a

1655 (edad de la madera datada dentro del evento). Si consideramos que los eventos

climáticos extremos han sido más intensos en las últimas décadas, es difícil atribuir este

registro a un evento climático normal. La otra alternativa es que haya sido un tsunami. En

este caso, los dos más fuertes registrados en el Caribe con posibles impactos en las costas

colombianas son el de 1755 (originado en Antillas menores y Cuba) y el de 1867 (originado

en Islas Vírgenes, Guadalupe, Puerto Rico, Grenada), aunque no hay registros históricos ni

sedimentológicos reportados (Lander et al., 2007). Sin embargo, los resultados encontrados

no son conclusivos al respecto.

Así, en general, los registros sedimentarios encontrados en IROS están más relacionados

con eventos climáticos. Según el análisis de eventos extremos realizado, los eventos que

impactaron la zona los últimos 36 años son: a) Paso de frentes fríos en la época seca del

año que generan marejadas y mares de leva. b) Coletazos de Huracanes y paso de

tormentas tropicales durante la época húmeda. Los extremos de olas en IROS estuvieron

más relacionados con frentes fríos, mientras que el nivel del mar (marea) con coletazos de

huracanes y condiciones Niño. Dentro de los eventos seleccionados por intensidad y

duración, no se encontraron coincidencias de extremos de oleaje con nivel del mar. Si se

Page 137: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

137

encontraron coincidencias de vientos con oleaje o con alto nivel del mar. En los eventos

extremos de marea sobresale el Huracán Joan en octubre de 1988, el cual es uno de los

que más cerca pasó, causando estragos en la costa Caribe Colombiana (Ortiz Royero, 2007).

Sin embargo, no hay evidencia sedimentaria sino histórica en las costas colombianas (Ortiz

Royero et al., 2008). En este trabajo tampoco se encontró una evidencia sedimentaria

directa de este huracán.

Para explicar el aumento en altura de los perfiles de playa hacia la costa, con base en la

literatura encontrada sobre el marco tectónico y geológico de la zona, y lo planteado por

Martínez et al. (2010), una posible interpretación para este comportamiento de la playa es

que la isla está sufriendo un basculamiento con dirección NE, lo que puede atribuirse a un

levantamiento tectónico o diapírico como lo plantea Vernette (1989). Otra observación que

apoya esta hipótesis es la presencia de terrazas en el lado NE de la isla, que no ocurren en

el lado SW. Además, las terrazas muestreadas en este trabajo (T1 y T2) indican que la

terraza más al N presentó un mayor levantamiento (La T2 es más alta que la T1). Para

intentar confirmar esta teoría se necesitan más estudios que pueden ser planteados para

investigaciones futuras.

Los microfósiles, en especial los foraminíferos, han sido utilizados para estudiar la

proveniencia de depósitos de tormenta y tsunamis. Por ejemplo, depósitos del huracán Ike

fueron estudiados en las islas Galveston y San Luis (Texas) con sedimentos y foraminíferos,

encontrando que las asociaciones de foraminíferos indicaron proveniencia de ambientes de

la plataforma interna (Hawkes & Horton, 2012). Pilarczyk et al. (2012), encontraron que

asociaciones de foraminíferos del depósito del tsunami de Tōhoku-oki en 2011 en la llanura

costera de Sendai, provenían de sedimentos costeros de playas y dunas, pero otros de

ambientes intermareales. En Hawkes et al., (2007) se analizó el depósito del Tsunami del

2004 en el océano Indico en la Península de Tailandia y plantearon que las asociaciones de

foraminíferos fueron importantes a la hora de distinguir entre el sedimento del tsunami y el

sedimento anterior al tsunami; además, estas asociaciones dieron información sobre la

proveniencia del sedimento de la plataforma interna y de ambientes de manglar.

En IROS se encontraron especies indicadoras de proveniencia como Amphistegina sp1.

(Fósil), Cymbaloporetta squammosa y Pararotalia nipponica. Las dos primeras, indicadoras

Page 138: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

138

del aporte de la erosión de las terrazas (depósitos antiguos del sector) a los cordones de

playa, laguna de manglar y laguna Pajarales. La tercera fue indicadora del aporte desde la

zona onshore a los cordones y laguna Pajarales.

La asociación de Ammonia beccarii, Quinqueloculina agglutinans, Archaias angulatus,

Planorbulina meditarrenensis, Amphistegina radiata y Dentonstomina bermudiana, fue

indicadora de ambientes menos energéticos. En particular, Ammonia beccarii y

Quinqueloculina agglutinans presentaron sus mayores abundancias hacia sotavento, en

donde se encuentran los sedimentos finos. En cambio, Pararotalia nipponica y

Amphistegina lessonii, que son abundantes en todas las estaciones de muestreo superficial,

aumentaron sus abundancias relativas en la franja NW que es la zona de mayor energía

(Figura 6-9 y Figura 6-10). Aunque A. lessonii es propia de ambientes arrecifales (Toler &

Hallock, 1998) y P. nipponica se adapta con facilidad a la salinidad de la zona (Nigam et al.,

2006), se pueden considerar en IROS entre los microfósiles indicadores de alta energía.

Trochammina. inflata se encontró en el núcleo de manglar, desde la base hasta el cierre de

la laguna pero sus mayores abundancias se dieron entre los 198 y 192 cm de profundidad

(Figura 6-24). Este comportamiento es explicado debido a que esta especie prefiere

cuerpos salinos o salobres altos (Sen Gupta, 1999). Ammonia tepida y Ammonia beccarii,

también encontradas en este núcleo, son típicas de cuerpos de aguas tranquilas, la

diferencia está en que A. beccarii prefiere ambientes salinos y A. tepida ambientes salobres

bajos (Almogi-Labin et al., 1995), por tal razón se explica su distribución en el núcleo, la

primera de la base al centro y la segunda en la capa de transición hasta el cierre de la

laguna (ambiente oceánico a insular). El cierre de la laguna desapareció los foraminíferos y

de aquí en adelante ocurrió una estabilización química con el agua dulce, esto produjo una

recristalización de carbonato en las conchas de los foraminíferos que quedaron antes del

cierre. Así, se concluye que los foraminíferos fueron herramientas útiles para entender la

historia en Islas del Rosario.

Para resolver los interrogantes sobre la tempestita y la frecuencia de formación de los

cordones de playa se recomienda hacer más dataciones. Además, se podría buscar

registros en otros lugares para establecer una posible correlación y mejorar lo planteado

anteriormente.

Page 139: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

139

9. Conclusiones

El Archipiélago de Islas del Rosario (IROS) está sometido al paso frecuente de Eventos

Oceánicos energéticos extremos (EOEE) tales como huracanes, tormentas tropicales,

frentes fríos y tsunamis. La tempestita de Laguna Pajarales y los cordones de playa en isla

Rosario son producto de estos eventos.

Durante los últimos 36 años, IROS ha sido impactado por eventos como el paso de frentes

fríos en la época seca del año, coletazos de huracanes y paso de tormentas tropicales

durante la época húmeda.

La granulometría, los foraminíferos bentónicos y dataciones por 14C indicaron que la

tempestita de laguna Pajarales es producto de un evento de alta energía. El análisis de las

condiciones extremas del oleaje sobre la laguna indicó que esta ha estado sometida a

resuspensión debido al paso de eventos extremos continuos en la zona.

La granulometría, composición, altura y amplitud de los cordones de playa en isla Rosario

son la evidencia del paso de tormentas tropicales y aproximadamente tienen una

frecuencia de formación de 71 años.

Tres cordones de playa (Cordón 8 al 6) cerraron la Laguna de manglar en isla Rosario

aproximadamente en el año 1657 AD. La especie Trochammina inflata (típica de ambientes

de manglar) es la indicadora de proveniencia de la laguna de manglar vista en los cordones

y es la especie que marca el inicio y final del cierre.

Entre el cordón 6 y 5, existe una erosión que indicó un evento de alta energía,

posiblemente el mismo evento que originó la tempestita de Laguna Pajarales (posterior a

1655 AD), aunque hace falta más evidencia para comprobarlo.

Dentro del análisis de los cordones de playa, se encontró que Isla Rosario está

experimentando basculamiento en dirección NE, posiblemente por tectónica actual y

diapirismo. Se sugieren más estudios para comprobar esta teoría.

Page 140: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

140

La asociación de foraminíferos bentónicos A. beccarii, Q. agglutinans, A. angulatus, P.

meditarrenensis, A. radiata y D. bermudiana, es la indicadora de ambientes menos

energéticos y la asociación de P. nipponica y A. lessonii es indicadora de ambientes de alta

energía.

Amphistegina sp1. (Fósil), indicó proveniencia de sedimentos de terrazas a la tempestita de

laguna Pajarales y C. squammosa y P. nipponica son especies indicadoras del aporte de las

terrazas y onshore hacia las islas.

No se descarta que tsunamis pudieran haber dejado registros en IROS, pero debido a la

presencia de eventos extremos continuos, esos registros se pudieron haber perdido. Se

necesitan más evidencias y estudios para comprobar esta hipótesis.

Page 141: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

141

10. Bibliografía

Almogi-Labin, A., Siman-Tov, R., Rosenfeld, A., & Debard, E. (1995a). Occurrence and distribution of the foraminifer Ammonia beccarii tepida (Cushman) in water bodies, recent and quaternary, of the Dead Sea rift, Israel. Marine Micropaleontology, 26(1-4), 153–159. doi:10.1016/0377-8398(95)00013-5

Almogi-Labin, A., Siman-Tov, R., Rosenfeld, A., & Debard, E. (1995b). Occurrence and distribution of the foraminifer Ammonia beccarii tepida (Cushman) in water bodies, recent and quaternary, of the Dead Sea rift, Israel. Marine Micropaleontology, 26(95), 153–159. doi:10.1016/0377-8398(95)00013-5

Alvarez-Zarikian, C.A., Soter, S., Katsonopoulou, D., 2008. Recurrent submergence and uplift in the area of ancient Helike, Gulf of Corinth, Greece: microfaunal and archaeological evidence. Journal of Coastal Research 24 (sp1), 110–125

Andrade, C. A., & Barton, E. D. (2000). Eddy development and motion in the Caribbean Sea. Journal of Ge, 105, 191–201.

Anthony, E. J. (2013). Storms, shoreface morphodynamics, sand supply, and the accretion and erosion of coastal dune barriers in the southern North Sea. Geomorphology, 199, 8–21. doi:10.1016/j.geomorph.2012.06.007

Bahuguna, A., Nayak, S., & Roy, D. (2008). Impact of the tsunami and earthquake of 26th December 2004 on the vital coastal ecosystems of the Andaman and Nicobar Islands assessed using RESOURCESAT AWiFS data. International Journal of Applied Earth Observation and Geoinformation, 10(2), 229–237. doi:10.1016/j.jag.2008.02.010

Barrios, L. M., Cendales, M. H., Garzón, J., Geister, J., López, M., Ospina, G., … Zea, S. (2000). Áreas Coralinas de Colombia (p. 175). Santa Martha.

Bendixen, M., Clemmensen, L. B., & Kroon, A. (2013). Sandy berm and beach-ridge formation in relation to extreme sea-levels: A Danish example in a micro-tidal environment. Marine Geology, 344, 53–64. doi:10.1016/j.margeo.2013.07.006

Bermúdez, H. D., Alvarán, M., Grajales, J. A., Clemencia, L., Rosero, J. S., Guzmán, C., … Osorno, F. (2009). ESTRATIGRAFIA Y EVOLUCIÓN GEOLÓGICA DE LA SECUENCIA

Page 142: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

142

SEDIMENTARIA DEL CINTURÓN PLEGADO DE SAN JACINTO. XII Congreso Colombiano de Geologia, (098), 27 p.

Birks, J. B. (1995). Quantitative palaeoenvironmental reconstructions. Statistical Modelling of Quaternary Science Data, 161–254. Retrieved from http://scholar.google.com/scholar?hl=en&btnG=Search&q=intitle:Quantitative+Paleoenvironmental+Reconstructions#2

Blake, E. S., Kimberlain, T. B., Berg, R. J., Cangialosi, J. P., & Beven, J. L. (2013). Tropical Cyclone Report Hurricane Sandy. Journal of Chemical Information and Modeling, 53(October 2012), 1689–1699. doi:10.1017/CBO9781107415324.004

Boltovskoy, E. (1976). Recent Foraminifera (p. 532). CreateSpace Independent Publishing Platform. Retrieved from http://www.amazon.com/Recent-Foraminifera-E-Boltovskoy/dp/9061930308

Brill, D., Bruckner, H., Jankaew, K., Kelletat, D., Scheffers, A., & Scheffers, S. (2011). Potential predecessors of the 2004 Indian Ocean Tsunami - Sedimentary evidence of extreme wave events at Ban Bang Sak, SW Thailand. Sedimentary Geology, 239(3-4), 146–161. doi:10.1016/j.sedgeo.2011.06.008

Caicedo. (2014). Efecto de Tsunami del Mar Caribe en la costa de Colombia, 2(c), 41–44. doi:10.1016/S0924-9338(14)78926-6

Caicedo O., J. H., Martinelli, B., Meyer, H., & Steer R., R. (2014). Efecto de Tsunami del Mar Caribe en la costa de Colombia, 2(92), 41–44. doi:10.1016/S0924-9338(14)78926-6

Cendales, M. H., Zea, S., & Díaz, J. M. (2002). Geomorfología y Unidades Ecológicas del Complejo de Arrecifes de las Islas del Rosario e Isla Barú (Mar Caribe, Colombia). Revista Académica Colombiana Científica, XXVI(101), 497–510.

CIOH. (1996). Boletin Meteomarino del Caribe Colombiano (pp. 1 – 11). Cartagena de Indias.

CIOH. (2010). Boletín Mateomarino Mensual del Caribe Colombiano (pp. 1–20). Cartagena de Indias.

Clemmensen, L. B., & Nielsen, L. (2010). Internal architecture of a raised beach ridge system ( Anholt , Denmark ) resolved by ground-penetrating radar investigations. Sedimentary Geology, 223(3-4), 281–290. doi:10.1016/j.sedgeo.2009.11.014

Page 143: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

143

Cousins, W., & Sapsis, T. P. (2014). Quantification and prediction of extreme events in a one-dimensional nonlinear dispersive wave model. Physica D: Nonlinear Phenomena, 280-281, 48–58. doi:10.1016/j.physd.2014.04.012

Crabbe, M. J. C. (2012). The Influence of Extreme Climate Events on Models of Coral Colony Recruitment and Survival in the Caribbean. American Journal of Climate Change, 2012(March), 33–40.

Darrel, N., & Sommers, L. (1996). Total Carbon, Organic Carbon, and Organic Matter. In Methods of soil analysis (pp. 961–1010).

Dee, D. P., Uppala, S. M., Simmons, a. J., Berrisford, P., Poli, P., Kobayashi, S., … Vitart, F. (2011). The ERA-Interim reanalysis: Configuration and performance of the data assimilation system. Quarterly Journal of the Royal Meteorological Society, 137(April), 553–597. doi:10.1002/qj.828

Deltares. (2015). XBeach Manual (p. 145).

Donnelly, J. P., & Woodruff, J. D. (2007). Intense hurricane activity over the past 5,000 years controlled by El Niño and the West African monsoon. Nature, 447(7143), 465–8. doi:10.1038/nature05834

Duque-Caro, H.1984. Structural style, diapirism, and accretionary espisodes of the Sinú-San Jancinto terrane, southwestern Caribbean bordeland. Geological society of America, Memoir 162: 303-316.

Easterling, D. R., Evans, J. L., Groisman, P. Y., Karl, T. R., Kunkel, K. E., & Ambenje, P. (2000). Observed variability and trends in extreme climate events: a brief review (pp. 417–425).

Easterling, D. R., Meehl, G. A., Parmesan, C., Changnon, S. A., Karl, T. R., & Mearns, L. O. (2000). Climate Extremes: Observations, Modeling, and Impacts. Science’s Compass, 289(September), 2068–2074.

Ebi, K. L., & Bowen, K. (2016). Extreme events as sources of health vulnerability : Drought as an example. Weather and Climate Extremes, 11, 95–102. doi:10.1016/j.wace.2015.10.001

Page 144: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

144

Edwards, R. (2008). J. Murray, Ecology and Applications of Benthic Foraminifera. Journal of Paleolimnology, 40, 747–749. doi:10.1007/s10933-007-9190-2.

Ellis, B.F., Messina, A., 1940. Catalogue of Foraminifera: American Museum of Nat- ural History with supplements.

Emanuel, K. (2005). Increasing destructiveness of tropical cyclones over the past 30 years. Nature, 436(7051), 686–8. doi:10.1038/nature03906

Fatela, F., & Taborda, R. (2002). Confidence limits of species proportions in microfossil assemblages. Marine Micropaleontology, 45(2), 169–174. doi:10.1016/S0377-8398(02)00021-X

Forsyth, A. J., Nott, J., & Bateman, M. D. (2010a). Beach ridge plain evidence of a variable late-Holocene tropical cyclone climate , North Queensland, Australia. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 297(3-4), 707–716. doi:10.1016/j.palaeo.2010.09.024

Forsyth, A. J., Nott, J., & Bateman, M. D. (2010b). Beach ridge plain evidence of a variable late-Holocene tropical cyclone climate, North Queensland, Australia. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 297(3-4), 707–716. doi:10.1016/j.palaeo.2010.09.024

Gaucher G. 1971.Tratado de pedología agrícola. Ed. Omega. Barcelona. España. p. 136

GLOSS (Global Sea Level Observing System), Deceember 2010. Permanent Service for Mean Sea Level e Station. http://www.psmsl.org/data/obtaining/stations/ 572.php

Goff, J., Chagué-Goff, C., Nichol, S., Jaffe, B., & Dominey-Howes, D. (2012). Progress in palaeotsunami research. Sedimentary Geology, 243-244, 70–88. doi:10.1016/j.sedgeo.2011.11.002

Goodess, C. M. (2013). How is the frequency, location and severity of extreme events likely to change up to 2060? Environmental Science & Policy, 27, S4–S14. doi:10.1016/j.envsci.2012.04.001

Gray W (1984) Atlantic seasonal hurricane frequency Part I: El Niño and 30 mb quasi-biennial oscillation influences. Mon Weather Rev 112:1649–1668

Page 145: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

145

Guiney, J. L. (2000). Preliminary Report: Hurricane Lenny (1999). National Hurricane Center, (November 1999).

Gutiérrez, C., Marrugo, M., & Andrade, C. A. (2012). Respuesta del ambiente marino a algunos eventos metereológicos sinópticos medidos sobre los Arrecifes de San Andrés y de las Islas del Rosario, Caribe Colombiano. Boletin de Investigaciones Marinas Y Costeras - INVEMAR, 41(1), 219–228.

Hawkes, A. D., Bird, M., Cowie, S., Grundy-Warr, C., Horton, B. P., Shau Hwai, A. T., … Aik, L. W. (2007). Sediments deposited by the 2004 Indian Ocean Tsunami along the Malaysia–Thailand Peninsula. Marine Geology, 242(1-3), 169–190. doi:10.1016/j.margeo.2007.02.017

Hawkes, A. D., & Horton, B. P. (2012). Sedimentary record of storm deposits from Hurricane Ike, Galveston and San Luis Islands, Texas. Geomorphology, 171-172, 180–189. doi:10.1016/j.geomorph.2012.05.017

Hawkins, B. A., & Holyoak, M. (2014). Transcontinental Crashes of Insect Populations ? American Society of Naturalists, 152(3), 480–484.

Hayne, M., & Chappell, J. (2001). Cyclone frequency during the last 5000 years at Curacoa Island, north Queensland, Australia. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 168(3-4), 207–219. doi:10.1016/S0031-0182(00)00217-0

Holthuijsen, L. H. (2007). Waves in oceanic and coastal waters. (Cambridge University Press, Ed.) (pp. 1 – 379).IPCC. (2001). Climate Change 2001. The Scientific Basis (pp. 99 –183).

Horton, B. P., Rossi, V., & Hawkes, A. D. (2009). The sedimentary record of the 2005 hurricane season from the Mississippi and Alabama coastlines. Quaternary International, 195(1-2), 15–30. doi:10.1016/j.quaint.2008.03.004

IPCC. (2014). Climate Change 2014 Synthesis Report (pp. 1 –143).

IPCC. (2001). Impacts, adaptation, and vulnerability. In: Manning M, Nobre C, editors. Technical Summary, Report of the Working Group II, Cambridge University Press, Cambridge, UK.

Page 146: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

146

Jentsch, A., & Beierkuhnlein, C. (2008). Research frontiers in climate change: Effects of extreme meteorological events on ecosystems. Comptes Rendus Geoscience, 340(9-10), 621–628. doi:10.1016/j.crte.2008.07.002

Jentsch, A., Kreyling, J., & Beierkuhnlein, C. (2007). A new generation of climate change experiments : events , not trends. Frontiers in Ecology and the Environment, 5, 365–374. doi:10.1890/1540-9295(2007)5[365:ANGOCE]2.0.CO;2

Kemp, A. E. S. (2003). Evidence for abrupt climate changes in annually laminated marine sediments. Philosophical Transactions. Series A, Mathematical, Physical, and Engineering Sciences, The Royal Society, 361(1810), 1851–70; discussion 1870. doi:10.1098/rsta.2003.1247

Lander, J. F., Whiteside, L. S., & Lockridge, P. A. (2007). A BRIEF HISTORY OF TSUNAMIS IN THE CARIBBEAN SEA. The International Journal of the Tsunami Society, 26(1), 57 – 95.

Leable, S., & Cuignon, R. (1987). El Archipiélago de las Islas del Rosario, estudio morfologico, hidrodinamico y sedimentologico. Boletín Científico CIOH, 7, 37–52.

Loeblich Jr., A.R., Tappan, H., 1987. Foraminiferal Genera and their Classification. Van Nostrand Reinhold, New York.

López Victoria, M., & Zea, S. (2004). Storm-mediated coral colonization by an excavating Caribbean sponge. Climate Research, 26, 251–256.

Mamo, B., Strotz, L., & Dominey-Howes, D. (2009). Tsunami sediments and their foraminiferal assemblages. Earth-Science Reviews, 96(4), 263–278. doi:10.1016/j.earscirev.2009.06.007

Martínez, J. I., Yokoyama, Y., Gomez, A., Delgado, A., Matsuzaki, H., & Rendon, E. (2010). Late Holocene marine terraces of the Cartagena region, southern Caribbean: The product of neotectonism or a former high stand in sea-level? Journal of South American Earth Sciences, 29(2), 214–224. doi:10.1016/j.jsames.2009.08.010

MARTINEZ S. H. y G. VERNETTE. 1981. El complejo arrecifal de las islas del Rosario, sedimentos y foraminíferos bentónicos. Rev. CIAF, 6 (1-3): 329-345

Page 147: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

147

McCulloch, Irene (1977). Qualitative Observations on Recent Foraminiferal Test with Emphasis on the Eastern Pacific. Part 1 to 4. Facultad de Minas, Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.

Mattson, W. J., & Haack, R. a. (1987). Role of Drought in Outbreaks of Plant. BioScience, 37, 110–118.

Meehl, G. A., Karl, T., Easterling, D. R., Changnon, S., Pielke Jr., R., Changnon, D., … Zwiers, F. (2000). An Introduction to Trends in Extreme Weather and Climate Events: Observations, Socioeconomic Impacts, Terrestrial Ecological Impacts, and Model Projections. Bulletin of the American Metereological Society, 81. Retrieved from http://journals.ametsoc.org/doi/pdf/10.1175/1520-0477%282000%29081%3C0413%3AAITTIE%3E2.3.CO%3B2

Molares, R., 2004. Clasificación e identificación de los componentes de marea del Caribe colombiano. Boletín Científico CIOH 22, 105e114 (in Spanish).

Nigam, R., Saraswat, R., & Kurtarkar, S. R. (2006). Laboratory experiment to study the effect of salinity variations on benthic foraminiferal species - Pararotalia nipponica (Asano). Journal of the Geological Society of India, 67(1), 41–46. Retrieved from <Go to ISI>://000239983100007

Nott, J. (1997). Extremely high-energy wave deposits inside the Great Barrier Reef, Australia: Determining the cause-tsunami or tropical cyclone. Marine Geology, 141(1997), 193–207. doi:10.1016/S0025-3227(97)00063-7

Nott, J. (2004). Palaeotempestology: The study of prehistoric tropical cyclones - A review and implications for hazard assessment. Environment International, 30, 433–447. doi:10.1016/j.envint.2003.09.010

Nott, J. (2011). A 6000 year tropical cyclone record from Western Australia. Quaternary Science Reviews, 30(5-6), 713–722. doi:10.1016/j.quascirev.2010.12.004

Nott, J., Smithers, S., Walsh, K., & Rhodes, E. (2009). Sand beach ridges record 6000 year history of extreme tropical cyclone activity in northeastern Australia. Quaternary Science Reviews, 28(15-16), 1511–1520. doi:10.1016/j.quascirev.2009.02.014

Page 148: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

148

Ortiz Royero, J. C. (2007). Huracanes y tormentas tropicales en el Mar Caribe colombiano desde 1900. Boletín Científico CIOH, 60(25), 54–60.

Ortiz Royero, J. C. (2012). Exposure of the Colombian Caribbean coast, including San Andrés Island, to tropical storms and hurricanes, 1900-2010. Natural Hazards, 61, 815–827. doi:10.1007/s11069-011-0069-1

Ortiz Royero, J. C., López Martínez, F., Díaz Estrada, E., & Bacca Arango, L. F. (2008). Estudio del Oleaje Generado por el Huracán Joan en la Costa Caribe Colombiana en 1988 , Incluyendo a la Isla Andrés. Revista Colombiana de Física, 40(2), 444–446.

Ortiz-Royero, J. C., Otero, L. J., Restrepo, J. C., Ruiz, J., & Cadena, M. (2013). Cold fronts in the Colombian Caribbean Sea and their relationship to extreme wave events. Natural Hazards and Earth System Sciences, 13(11), 2797–2804. doi:10.5194/nhess-13-2797-2013

Otvos, E. G. (2000). Beach ridges — definitions and significance. Geomorphology, 32(June 1999), 83–108.

Palma, R.M., López-Gómez, J., Piethé, R.D., 2007. Oxfordian ramp system (La Manga Formation) in theBardasBlancas area(Mendoza Province)NeuquénBasin, Argentina: Facies and depositional sequences. Sedimentary Geology 195 (3–4), 113–134

Payne, R. J. (2013). Seven Reasons Why Protist Make Useful Biondicators. Acta Protozoologica, 52, 105–113. doi:10.4467/16890027AP.13.0011.1108

Pilarczyk, J. E., Dura, T., Horton, B. P., Engelhart, S. E., Kemp, A. C., & Sawai, Y. (2014). Microfossils from coastal environments as indicators of paleo-earthquakes, tsunamis and storms. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 413, 144–157. doi:10.1016/j.palaeo.2014.06.033

Pilarczyk, J. E., Horton, B. P., Witter, R. C., Vane, C. H., Chagué-Goff, C., & Goff, J. (2012a). Sedimentary and foraminiferal evidence of the 2011 Tōhoku-oki tsunami on the Sendai coastal plain, Japan. Sedimentary Geology, 282(n), 78–89. doi:10.1016/j.sedgeo.2012.08.011

Pilarczyk, J. E., Horton, B. P., Witter, R. C., Vane, C. H., Chagué-Goff, C., & Goff, J. (2012b). Sedimentary and foraminiferal evidence of the 2011 Tōhoku-oki tsunami on the

Page 149: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

149

Sendai coastal plain, Japan. Sedimentary Geology, 282, 78–89. doi:10.1016/j.sedgeo.2012.08.011

Pla, L. (2006). Biodiversidad : interferencia basada en el índice de Shannon y la riqueza. Interciencia, 31, 583–590.

Poveda, G., Waylen, P. R., & Pulwarty, R. S. (2006). Annual and inter-annual variability of the present climate in northern South America and southern Mesoamerica. Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology, 234(1), 3–27. doi:10.1016/j.palaeo.2005.10.031

Powell, J. P., & Reinhard, S. (2016). Measuring the effects of extreme weather events on yields. Weather and Climate Extremes, 1–11. doi:10.1016/j.wace.2016.02.003

Resig, J. M. (2004). Age and preservation of Amphistegina (foraminifera) in Hawaiian beach sand: Implication for sand turnover rate and resource renewal. Marine Micropaleontology, 50(3-4), 225–236. doi:10.1016/S0377-8398(03)00073-2

Restrepo, J. C., Franco, D., Escobar, J., Correa, I. D., Otero, L., & Gutiérrez, J. (2013). Bahía de Cartagena ( Colombia ): distribución de sedimentos superficiales y ambientes sedimentarios. Lat. Am. J. Aquat. Res, 41(1), 99–112.

Restrepo, J. C., Otero, L., Casas, A. C., Henao, A., & Gutiérrez, J. (2012a). Shoreline changes between 1954 and 2007 in the marine protected area of the Rosario Island Archipelago (Caribbean of Colombia). Ocean & Coastal Management, 69, 133–142. doi:10.1016/j.ocecoaman.2012.07.027

Restrepo, J. C., Otero, L., Casas, A. C., Henao, A., & Gutiérrez, J. (2012b). Shoreline changes between 1954 and 2007 in the marine protected area of the Rosario Island Archipelago (Caribbean of Colombia). Ocean and Coastal Management, 69, 133–142. doi:10.1016/j.ocecoaman.2012.07.027

Rohas, C. 1985. El estuario del río Queule: un ambiente sedimentario en el sur de Chile. An. Cent. Cienc. Mar Limnol., 5: 231-240

Rothwell, R. G., & Rack, F. R. (2006). New techniques in sediment core analysis: an introduction. Geological Society, London, Special Publications, 267(1), 1–29. doi:10.1144/GSL.SP.2006.267.01.01

Page 150: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

150

Sáez, J. A. (2009). Modelización estocástica de precipitaciones máximas para el cálculo de eventos extremos a partir de los periodos de retorno mediante R, 1–12.

Sánchez M., J. A. (1995). Benthic communities and Geomorphology of the tesoro Island Coral Reef, Colombian Caribbean, 24, 22.

Scheffers, S. R., Haviser, J., Browne, T., & Scheffers, A. (2009). Tsunamis, hurricanes, the demise of coral reefs and shifts in prehistoric human populations in the Caribbean. Quaternary International, 195(1-2), 69–87. doi:10.1016/j.quaint.2008.07.016

Sen Gupta, B. (1999). Modern Foraminifera.

Shannon, C. E., & Weaver, W. (1949). The Mathematical Theory of Communication. The Mathematical Theory of Communication, 27, 117. doi:10.2307/3611062

Sura, P. (2011). A general perspective of extreme events in weather and climate. Atmospheric Research, 101(1-2), 1–21. doi:10.1016/j.atmosres.2011.01.012

Swarzemski, P. W. (2013). 210 Pb Dating. Encyclopedia of Scientific Dating Methods, (Tauxe 1998), 1–5. doi:10.1007/978-94-007-6326-5

Taboada, A., Rivera, L. A., Fuenzalida, A., Cisternas, A., Philip, H., Bijwaard, H., … Rivera, C. (2000). Geodynamics of the northern Andes: Subductions and intracontinental deformation (Colombia). Tectonics, 19(5), 787–813.

Tamura, T. (2012). Beach ridges and prograded beach deposits as palaeoenvironment records. Earth-Science Reviews, 114(3-4), 279–297. doi:10.1016/j.earscirev.2012.06.004

Tanner, W. F. (1995). Origin of beach ridges and swales. Science, 129, 149–161.

Taylor, M., & Stone, G. W. (1996). Beach-Ridges : A Review. Journal of Coastal Research, 13, 612–621|.

Toler, S. K., & Hallock, P. (1998). Shell malformation in stressed Amphistegina populations: Relation to biomineralization and paleoenvironmental potential. Marine Micropaleontology, 34, 107–115. doi:10.1016/S0377-8398(97)00043-1

Tucker, Maurice E. (1988). Techniques in Sedimentology. 1st Edition.

Page 151: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

151

Van Rijn, L. C. (1993). Simple General Formulae For Sand transport In Rivers, Esturies and Coastal Waters., 1–16.

Vernette, G. (1989). Examples of diapiric control on shelf to pography and sedimentation patterns on the Colombian Caribbean continental shelf. Journal of South American Earth Sciences, 2(4), 391–400.

Vernette, J.G. 1978. Cartografía de los fondos en la plataforma continental: estandarización de los crite- rios sedimentológicos. Bol. Cient., CIOH, 4: 3-13.

Zahibo, N., Pelinovsky, E., Yalciner, A., Kurkin, A., Koselkov, A., & Zaitsev, A. (2003). The 1867 Virgin Island tsunami: Observations and modeling. Oceanologica Acta, 26(November 1867), 609–621. doi:10.1016/S0399-1784(03)00059-8

Zwiers, F., Hegerl, G. C., Min, S.-K., & Zhang, X. (2012). Explaining extreme events of 2011 from a climate perspective. Bulletin of the American Meteorological Society, 93(7), 1041–1067. doi:10.1175/BAMS-D-12-00021.1

Page 152: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

152

11. ANEXOS

Anexo A. Mapas de distribución superficial de

especies de Foraminíferos bentónicos,

Page 153: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

153

Page 154: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

154

Anexo B. Resultados enviados por el Laboratorio

sobre Dataciones por 14C.

Page 155: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

155

Page 156: Indicadores sedimentológicos de Eventos oceánicos

156

Anexo C. Resultados enviados por el Laboratorio

sobre Dataciones por 210Pb.