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¿Cómo Motivar Al Niño Enseñándole la Literatura Infantil? FACTORES SON LOS DECISIVOS EN LA FASE DE LA MOTIVACIÓN Y EN EL ORDEN QUE SE ENUMERA A CONTINUACIÓN: 1. LA RELACIÓN DEL LIBRO Y LA LECTURA CON EL DELEITE O EL PLACER. Para que haya una actitud motivada hacia la lectura, de parte de niños, jóvenes y adultos, ésta debe relacionarse con experiencias de agrado y de placer; asociación o vínculo que debe cultivarse con imaginación y suma paciencia. Para ello, debe haber una ligazón de la lectura con el mundo afectivo: con lo agradable y emocionante; de ahí que, por ejemplo, se aconseja a la madre hojearle un libro al niño cuando lo acuna en sus brazos, logrando que él asocie siempre la acción de leer a esa relación tan estrecha y cálida. A los libros hay que concebirlos como alternativas o vías terrenales para hacer posible la felicidad, para alcanzar una vida intensa, hecho que parece obvio pensarlo así pero que no acontece de ese modo sino que al contrario, siempre estamos imponiendo la noción de lectura, como también de libro y biblioteca, como si fueran tareas, obligaciones, trabajos penosos, quitándole aquello que los hace más atractivos, su capacidad de recreación y esparcimiento. El niño debe relacionar el libro con lo más querido para él, como es su habitación, sus amigos, su hogar: sus hermanos y sus padres. Inclusive, y pasando a otro plano, debemos tener y alentar una noción mucho más liberada respecto a la biblioteca, dejando de concebirla como ese ente rígido, conceptual y perdido en el tiempo, en donde se hace silencio y donde se establece a rajatabla la disciplina y la formalidad.

INFLUENCIA DE LA LECTURA EN LOS NIÑOS.docx

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Cmo Motivar Al Nio Ensendole la Literatura Infantil?factores son los decisivos en la fase de la motivacin y en el orden que se enumera a continuacin: 1. LA RELACIN DEL LIBRO Y LA LECTURA CON EL DELEITE O EL PLACER.Para que haya una actitud motivada hacia la lectura, de parte de nios, jvenes y adultos, sta debe relacionarse con experiencias de agrado y de placer; asociacin o vnculo que debe cultivarse con imaginacin y suma paciencia. Para ello, debe haber una ligazn de la lectura con el mundo afectivo: con lo agradable y emocionante; de ah que, por ejemplo, se aconseja a la madre hojearle un libro al nio cuando lo acuna en sus brazos, logrando que l asocie siempre la accin de leer a esa relacin tan estrecha y clida. A los libros hay que concebirlos como alternativas o vas terrenales para hacer posible la felicidad, para alcanzar una vida intensa, hecho que parece obvio pensarlo as pero que no acontece de ese modo sino que al contrario, siempre estamos imponiendo la nocin de lectura, como tambin de libro y biblioteca, como si fueran tareas, obligaciones, trabajos penosos, quitndole aquello que los hace ms atractivos, su capacidad de recreacin y esparcimiento. El nio debe relacionar el libro con lo ms querido para l, como es su habitacin, sus amigos, su hogar: sus hermanos y sus padres. Inclusive, y pasando a otro plano, debemos tener y alentar una nocin mucho ms liberada respecto a la biblioteca, dejando de concebirla como ese ente rgido, conceptual y perdido en el tiempo, en donde se hace silencio y donde se establece a rajatabla la disciplina y la formalidad. Si hacemos de la lectura, del libro y la biblioteca presencias amables, avanzaremos en lograr que ella no sea privilegio de algunas personas o de clases minoritarias, sino prcticas mucho ms abiertas, comunitarias y populares. Inclusive, cuando un nio o joven leen algo divertido y placentero adoptamos el perjuicio, desde nuestra posicin tiesa y formal, de creer que estn perdiendo el tiempo; apareciendo entonces la censura. Es que hemos cado en el error de concebir que slo trabajamos cuando hacemos algo duro, fastidioso y desagradable. No apreciamos que tambin trabaja el nio jugando, el adolescente -en su ocio- encontrndose a s mismo, el profesional gozando de una buena obra de arte. Leer es conversar con uno mismo, es un dilogo ntimo, comparable con el rezo y la oracin. No es la soledad, sino confidencia con uno mismo, porque podemos estar muchas veces solos y pensando en nosotros, pero la lectura es mucho ms porque nos descubre, nos revela nuestros propios secretos, nos enfrenta en un conocimiento descarnado de nosotros mismos, cotejando nuestra vida con los significados que nos ofrece el texto.

2. LA CANTIDAD DE LIBROS CON QUE EL NIO LOGRA RELACIONARSE.Asimismo, tiene mucha importancia en el fomento de hbitos de lectura, acondicionar para los nios ambientes llenos de libros, tanto en el hogar, en la escuela como tambin entre las relaciones sociales. Los materiales de lectura deben estar al alcance de las personas para que los tomen en cualquier momento y descubran por s mismas su magia y encanto. Es bien sabido el proverbio que dice: Ninguna cosa puede amarse si no se la conoce, razn por la cual los encuentros con los libros deben darse en todas partes, en distintos niveles y bajo mltiples formas. Libros de diverso tipo deben esparcirse en todos los lugares por donde estn los nios, en sitios y en horas inesperadas, como seres vivos, quienes en cualquier momento se miran profundamente a los ojos y se enamoran. Es pues del conocimiento, del contacto y luego del amor y la posesin, de donde surgen esos matrimonios cabales, con hijos que son otro tantos libros hechos y derechos. Hay entonces que sembrar y regar libros en los lugares donde estn los nios y, sobre todo, libros ilustrados para los ms pequeos que recin empiezan. En los pases desarrollados se fabrican libros desechables, libros para el jardn; libros flotantes para la tina o baera, a fin de que el nio juegue libremente con ellos, hasta tal punto de estar hechos algunos para que sean rotos y destruidos, acostumbrndolos as a tener un trato muy familiar con ellos. Tambin ocurre muchas veces, y vale la pena comentarlo porque interviene mucho en la relacin lector infantil y libro, que aquello que desde nuestra posicin de mayores hemos decidido que es invlido e intil, para los nios adquiere la dimensin de lo atractivo y sugerente, principalmente porque pueden actuar con libertad y con propiedad frente a aquello que desechamos. Hagamos sino la prueba de darles un libro ms o menos apto para su edad, con figuras, colores, letras grandes y encuadernacin fuerte, de cartula luminosa y colorida; dicindoles que a nosotros ya no nos sirve y que pasa a ser de su propiedad total y absoluta, que pueden hacer con l lo que quieran. Es seguro que harn algo que para nosotros quiz este fuera de nuestros esquemas, pero para ellos significar una frmula de apropiacin. Cuando pongan sus marcas, recin entonces adquirir para ellos la dimensin de lo inapreciable, la categora de tesoro o juguete, que es lo mismo a hacerlo de su plena posesin, con lo que queremos remarcar que no solamente es necesario poner los libros a su alcance sino que debemos darles la plena libertad para relacionarse y departir con ellos.

3. LA VINCULACIN DEL LIBRO CON EL JUEGO.La mejor manera de iniciar a un nio en la lectura es presentndola como un juego, como parte de ese mundo querido, encantado y cambiante que es la creacin; por eso el libro debe ser un juguete ms dentro del universo que l recrea y construye, y tiene que ser aquello con lo cual establezca una relacin de libertad. Incorporemos el libro al mundo de los juguetes del nio, que lo encuentre en cualquier sitio de la casa, como acostumbra encontrar a sus muecos amados, porque es indispensable que l antes de su escolaridad haya jugado con el libro, lo haya incorporado al universo de aquellos seres que le entretienen, le divierten y le dan placer. El libro no por gusto ha sido llamado ese instrumento casi juego. Instrumento si, como tambin cosa, objeto, material -porque tambin de eso participa el libro- pero, adems, es sortilegio, magia, encantamiento, que nos remite a evocar el cuento persa de la alfombra mgica, es decir, puede llevarnos de un pas a otro, de un tiempo a otro tiempo, de un estado de nimo a otro, cada vez ms intenso y particular. Eso son los libros: objetos y sueos a la vez, castillos para armar y desarmar, juegos de abalorios para olvidarnos y encontrarnos, transfigurados en cualquier otro ser que queramos. Pobre del que no ha sabido jugar! Porque tampoco en la vida ha de saber trabajar con alegra y plenitud: dado que la entrega gozosa que se prodiga hacia algo se aprende jugando; y slo cuando se nos dio una oportunidad o hemos sido capaces de dedicarnos con plenitud a jugar -sin que se nos limite o porque nos ensuciamos el vestido o porque perdemos el tiempo o nos enfermamos somos capaces de alcanzar posteriormente la totalidad en el trabajo, y consecuentemente la realizacin de nuestra existencia. Se asocia desmedidamente lectura a pedagoga, y creo que eso es errado e injusto. Lectura es recreacin, juego, libertad, aventura y placer. La educacin misma se olvid del juego y lo dej por el trabajo, con lo cual perdi mucho, si no es que con esta autoanulacin no lo perdi todo. De all que las posibilidades que ofrece la literatura infantil es insinuar la lectura jugando, que es lo mismo a decir: desarrollando la fantasa, explorando diversos mundos, imaginado un mundo mejor. Y, de acuerdo a lo que venamos diciendo, ella es la clave para despus convertir el trabajo en juego y el jugar en trabajo.

4. LA CAPACIDAD DE DESARROLLO EN EL LENGUAJE.De otro lado, hay generalmente una simetra entre evolucin del lenguaje oral y progreso en el lenguaje escrito, que debemos tomar en cuenta porque lo que ms ocurre, son resultados adversos, es que insistimos en promover en los nios la lectura pero sin imponernos antes desarrollar el habla, porque seguimos atrapados en la cultura del silencio, que niega la palabra a los dems y tampoco la comparte. De all que debemos relacionar el lenguaje hablado con la escritura, escribiendo por ejemplo alguna oracin o expresin que el nio nos dicte, pues de ese modo l entender que la palabra puesta en signo grfico reproduce, representa, y se identifica con las cosas, la realidad y la vida. El proceso de la lectura tiene que desarrollarse paralelo al proceso de la escritura que debe ser rescatada para que refleje tambin los intereses y anhelos del nio, expresando sus emociones ms profundas e ntimas. Es necesario que el nio vea una representacin de lo que l es, de lo que puede decir y expresar. Por eso no slo es importante que l conozca textos escritos ajenos, sino que sus palabras y hasta sus sueos y pensamientos los identifique puestos en escritura. Se puede, por eso, en los talleres de lectura, plantear la elaboracin de minilibros, para lo cual basta darles papel, engrapados y plumones y los nios crearn sus propios textos, compuestos de hermosos cuentos, poemas e ilustraciones, dignos de figurar en cualquier biblioteca o coleccin editorial.

5. LA INTELIGENCIA.La inteligencia en las personas no es tanto un don innato ni un regalo gratuito de los dioses. Tampoco es un obsequio irreversible, sino todo lo contrario: es algo que se conquista con esfuerzo, con ejercicio, con tenacidad y permanece si ponemos en prctica iguales capacidades para conservarla; para lograr todo ello es valiosa y til la lectura. El proceso que ha llegado a revelarse y situarse como la revolucin de este siglo, la va para el cambio cualitativo de individuos y grupos humanos y que est ayudando a muchos pases a superar su estado de miseria, es el desarrollo de la inteligencia; ella es la revolucin moderna, aquella que signar probablemente el siglo XXI, y que es ms imperativa hacerla vigente justamente en los pases pobres, porque no cuesta mucho adoptar esa ruta para cambiar una sociedad, puesto que no requiere grandes inversiones ni infraestructuras colosales. El desarrollo de la inteligencia, que es el salto revolucionario que deben dar los pueblos pobres, no depende sino de algunas prcticas, de algunas frmulas y de mucha lectura, realidad con la cual la inteligencia camina a pies juntillas, dando un paso la una y dando un paso la otra. Como resultado favorable de esta prctica hay que considerar, por ejemplo, la estimulacin a la inventiva, porque la lectura es una proyeccin de una personalidad fascinada por crear, por aportar algo nuevo. Por eso es importante, como aprestamiento a dicha actividad, desarrollar la creatividad en los nios, hacindola de las ms diversas maneras: en los juegos, con el dibujo, con la danza, con la manipulacin de distintos materiales y propiciando sobre todo experiencias.

6. LA VOCACIN Y DEDICACIN DE LOS PADRES, INCLUIDA AQU LA POSICIN ECONMICA EN LA CUAL SE UBICA EL HOGAR.Aspecto fundamental es el referido a la accin de los padres en la animacin de la lectura de los hijos; el rol de los bibliotecarios en relacin con el comportamiento de los nios y jvenes que acuden a la biblioteca; el trabajo de los promotores sociales para acercar al nio al uso del libro y la prctica de la lectura; hechos que dependen no slo de polticas y actitudes generales de la sociedad, sino de la formacin de estos profesionales y de las prcticas especficas que ellos desarrollen. Porque la lectura, a la vez que una expresin cultural, es un acto de educacin personalizada en donde los adultos tienen la posibilidad de renovar, junto a los menores de edad, el ejercicio de esta destreza; accin que revierte, como resultado indirecto, favorablemente en la formacin y educacin de los mismos adultos quienes gracias a esta relacin ven mejorada su capacidad de conocer y comprender el mundo y la vida. Es decir, en esta funcin al mismo tiempo que se forma al nio se educa tambin al adulto. Para ello hay que recrear la literatura. Padres, bibliotecarios y maestros deben ser los transmisores que le den nueva vida a lo que est inerte, atrapado e inamovible en los textos. Para ello, a los nios hay que narrarles mitos, leyendas y cuentos, pero adems hay que leerles esta clase de textos, a fin de que comprendan y conozcan que la letra y la palabra escrita contienen mensajes, significados, descubrimientos que pueden enriquecer su existencia. Se ha llegado a concluir, en un estudio realizado por el Centro Latinoamericano de Investigaciones de Ciencias de Brasil, que el hbito de la lectura en una familia o en una comunidad de personas, nace en algunos miembros por la presencia de un adulto que es un lector habitual, el cual ejerce un rol de modelo, de orientacin y de gua para uno o ms nios y jvenes. He all la importancia de formar lectores, porque en su participacin y desempeo como personas adultas ejercen una accin multiplicadora y de dispora en su sociedad que llegar a favorecer a muchos nios y jvenes quienes vueltos adultos continuarn aquella funcin suprema de ser portadores y luego transmisores de esa antorcha de luz y verdad a quienes son nuevos en el mundo, sucesin que se repetir siempre y que es la manera cmo podemos responder con honestidad a lo que nos exige y reclama la vida.